Has pensado en trabajar con un productor? Pues, deberías leer este artículo para ver
cómo comunicarte bien con ellos. MúsicoDIY te presenta una serie para mejorar tu
relación con los productores.
Ella vino y tocó para mí un puñado de canciones, y escogimos una con la que empezar.
Lo que normalmente suelo hacer a continuación es grabar una maqueta con algunas
ideas de producción en el ordenador, para empezar con el diálogo. Pero antes de esto,
para mí es importante hacerme una idea de lo que el artista está oyendo en su cabeza
en lo que toca a la producción. Especialmente cuando un artista ha empezado una
canción solo con la guitarra acústica, esta podría tomar una docena de direcciones
diferentes.
Así que ella me puso en Spotify algunas canciones que la inspiraban. Yo había estado
oyendo cosas del tipo de Beth Orton para su material; ella me puso a Meiko y Lucy
Rose. Lo que, si piensas en ello, es una manera de ver las cosas compatibles con mi
idea de Beth Orton: un equilibrio firmemente producido de instrumentos acústicos,
electrónicos y bases programadas.
Partiendo de esta base, comencé con una plantilla de producción. Puse un grupo de
baterías acústicas y contrabajo en las estrofas, y después puse algunas baterías
programadas y bajos sintéticos para dar un rollo más oscuro en los estribillos. Después
la invité a unirse para darle más cuerpo al asunto.
Y ella odió aquello. ¡Lo odió! Tuvo una reacción visceral negativa, especialmente hacia
las baterías electrónicas y los sintetizadores. Algo a lo que, por supuesto, me habían
dado pie esas canciones que a ella la inspiraban. Así que llegados a este punto la
sondeé, preguntándole si lo que fallaba eran las partes ejecutadas con instrumentos
electrónicos o tal vez los sonidos elegidos por mí. Pero no, lo que fallaba era el hecho
mismo de su existencia. “Mi sonido es folky-jazzy”, me dijo ella a modo de explicación.
¿Cómo?
Llegados a este punto tuve un par de pensamientos. El primero fue que la artista hizo
exactamente lo que había que hacer en ese momento. Si eres un artista y estás
trabajando con un productor, tienes que ser tu mejor abogado. Si está sucediendo algo
que no concuerda con la visión que tienes de ti mismo, es de una importancia crítica
que lo digas. Solo mediante este celo quisquilloso conseguirás acabar con un disco que
sea la mejor representación de quien tú eres.
Colaborar con otros supone un reto, un reto con potencial para acabar en un
malentendido. Por eso mismo es de la máxima importancia ser tan claro como te sea
posible en tu comunicación cuando inicias una nueva relación creativa. Ten tus
expectativas y esperanzas claras antes de compartirlas con alguien más, comunícalas
sin ambigüedad, y habrás comenzado con buen pie.
Apuntes de un Productor de Discos Independiente,
Con toda sinceridad: tengo un paladar sonoro aventurero y de amplio espectro, como
productor y también como oyente. Es probablemente una consecuencia de la época en
la que crecí. Cuando yo era niño, cada canción que se escuchaba por la radio sonaba
muy diferente a las demás.
Esto era emocinante para un niño de 10 años como yo; pasé cientos de horas
paralizado frente a la radio, preguntándome exactamente cómo había sido conseguida
cada combinación sobrenatural de sonidos. Era alucinante. Cada canción –y por
extensión, cada artista– tenía una personalidad distinta y única, como quedaba
reflejado a través de su huella sónica.
Si otra gente está alcanzando el éxito con cierto sonido, esto significa que tú tienes
MENOS oportunidades de triunfar con el mismo sonido, no más.
¿Y sabes qué? La mayoría de sus grabaciones, si no todas, nunca serán escuchadas por
nadie fuera de su pequeño núcleo de simpatizantes, porque a) todos ellos están
haciendo grabaciones de sonido similar, las cuales b) van a sonar como muchas otras
grabaciones que ya están en el mercado.
Hay un montón de gente ahora mismo haciendo grabaciones basadas en un sonido
acústico: la música basada en un sonido acústico ha sido ciertamente popular en los
últimos años. Lo cual significa que el mercado se está saturando de grabaciones que en
esencia tienen el mismo sonido.
O, por decirlo de otro modo: si un artista me dice “Mi sonido es como el de Matt
Nathanson”, mi primer pensamiento es, “¡Oh, tengo que escuchar ese nuevo disco de
Matt Nathanson!” Y es que ¿por qué debería yo querer escuchar una copia barata de
un artista que ya es popular cuando puedo recurrir a la fuente original?
O por decirlo aún de otra manera: el mundo no necesita otro Matt Nathanson. El
mundo ya tiene un Matt Nathanson. Lo que el mundo necesita es tu voz única.
El año pasado estuve trabajando con una banda, y llegamos a esa fase interesante en
que ellos intentaban insistir en que querían que una producción EDM muy específica
aflorase en sus grabaciones – drops y todo eso – porque “esto es lo que está ahora
mismo sonando en la radio.”
Y sí, yo entiendo el impulso. Pero si algo está sonando ahora mismo en la radio, esto es
lo que es: noticias ya atrasadas.
Las audiencias no quieren más de lo mismo – quieren lo que está por venir. Como
artista, quieres ser como un receptor con amplia visión de juego. No quieres estar
donde ahora mismo está la pelota, quieres estar donde la pelota va a estar en breve. Si
ahora mismo estás grabando un disco, pasarán un mínimo de tres meses antes de que
esas grabaciones estén en la calle. Es posible que más. Y para entonces todos esos
sonidos rabiosamente actuales que has incluido en tu grabación sonarán
estrepitosamente pasados de moda. Y tú no quieres sonar anticuado, ¿verdad?
Además, la industria no quiere más de eso que ya tiene. Nadie en un sello discográfico
va a contratar a alguien que suena exactamente como un artista que ya tienen –
porque ya tienen el original, y no quieren canibalizar sus beneficios.
Más veces de las que puedo recordar, hablando con un aspirante a artista sobre el
proceso de grabación, ha afirmado que su manera de ver su disco y su prioridad son
que “tiene que sonar como mi show en directo.”
Quiero tomarme un momento para decir algo: esto no es verdad en absoluto. ¿Quién
lo ha dicho? No existe una regla sobre el tema. Sobre todo si tenemos en cuenta que
tu show en directo probablemente se limita a ti y a tu guitarra acústica. Y de esto
saldría un disco mortalmente aburrido. Y otra cosa aburrida en grado extremo: tú y tu
guitarra acústica en el centro de unos minimalistas arreglos de guitarra-bajo-batería.
Estoy seguro de que conoces a grandes instrumentistas. Pero todo el mundo ha
escuchado ese disco más de mil de veces. Y ya no necesitamos volver a escucharlo.
A menos que estés grabando un disco en directo, decir “quiero que suene como mi
show en directo” es confundir el tocino con la velocidad. Una grabación supone una
oportunidad para expresar tus sentimientos en pantalla grande. Una oportunidad de
usar una paleta sonora mucho más amplia y ambiciosa de la que habrías podido utilizar
en la típica situación de directo (échale un vistazo a mi post previo sobre la necesidad
de diferenciarte en el mercado a través de cierto espíritu de osadía sónica). Y, aún más
importante, es una oportunidad de hacer una declaración.
¿De verdad quieres que esa declaración sea algo del estilo de “tengo una opinión tan
pobre de mi audiencia, que quiero asegurarme de que puede conectar los puntos en
común entre mi actuación en directo y mis grabaciones del modo más reduccionista,
literal y obvio posible”? No, espero que no sea así.
Esto será rápido y breve. Hoy estaba pensando en una conversación que tuve con un
artista amigo mío, y he querido reflexionar sobre ella por un momento.
Y: oigo esto todo el tiempo. La línea principal del razonamiento es “Soy súper-
talentoso; ¿cuando van las cosas, pues, a empezar a rodar para mí?”
Así pues: ¿eres talentoso? ¿Eres la mejor persona que conoces en lo que haces? Esto
es estupendo. Es un buen punto de partida. Ahora sal ahí afuera y apúrate y empieza a
construir tu éxito. Porque nadie va a hacerlo por ti.
Con cada creación hay un punto dónde tienes que decidir que la obra está completa. A
continuación de nuestra serie de un productor de discos independiente, vamos a
charlar de cómo saber cuándo deberías declarar tu proyecto terminado.
Ok, que levante la mano quien se sienta aludido. ¿Alguna de las siguientes
afirmaciones te describe?
* Estás creando tu obra maestra. Se trata de algo especial, y necesita más tiempo que
los discos corrientes.
* Estás en tu 25ª ronda de mezclas. ¡Ya sólo necesitan un par de cambios más!
* Sigues oyendo diferentes ideas acerca de lo que la mano izquierda podría hacer en la
parte de piano cuando llega la estrofa de esa canción.
* Sigues pensando que necesitas cambiar ciertos pequeños detalles. Y después, dentro
de una semana, estarás cambiándolos de nuevo para dejarlo todo como estaba.
Ahora que todos tenemos ordenadores, grabar se ha liberado en gran parte de las
restricciones de tiempo y presupuesto. Podemos seguir abriendo nuestras sesiones y
modificando cosas, en la comodidad de nuestras casas, sin que nos cueste nada y
durante todo el tiempo que queramos. Viéndolo por el (tremendo) lado bueno, esto es
un verdadero y revolucionario ejemplo de cómo poner los medios de producción
directamente al alcance del proletariado. Hoy en día todos nosotros tenemos acceso
en nuestros ordenadores portátiles a estudios virtuales que pueden producir
resultados que hace veinte años habrían requerido un gasto de cientos de miles de
dólares en equipo. Por no mencionar la posibilidad ilimitada de recuperar mezclas y
archivos de sesión.
* A un nivel puramente estético, creo fuertemente que las grabaciones más sólidas
vienen a ser como instantáneas del punto de la vida en que estaba la gente que las
hizo en ese determinado momento. Si trabajas en tu disco durante demasiado tiempo,
es posible que pierdas esa sensación del todo importante de estar capturando el
espíritu del momento.
* Tu mejor trabajo va a estar siempre justo delante de ti. Tienes que creer esto; es la
principal definición de lo que significa ser un artista. Así pues, dado lo anterior: cuanto
más tiempo pases volviendo a trabajar una y otra vez y hasta el infinito en el disco que
te traes entre manos, más te estarás privando de la posibilidad de avanzar y descubrir
lo que te está esperando sólo un poco más allá. ¿Y por qué habrías de privarte a ti
mismo y a propósito de la posibilidad de progresar como artista?
Te siento cabecear en señal de asentimiento; todas estas cosas son malas de verdad.
Así pues, ¿cómo haces tú para evitarlas? Este será el tema del artículo de la próxima
semana.
Más un artículo de la serie de valiosos apuntes del productor musical Jamie Hill.
¿Quieres tener éxito en tus producciones caseras? Pues no dejas de leer esta sexta
parte y todas las demás.
[Artículo escrito por el colaborador invitado y productor musical Jamie Hill. Para más
consejos sobre producción musical, échale un vistazo a las Parte 1, Parte 2, Parte 3,
Parte 4 y Parte 5 de esta serie].
En el último artículo, hablé sobre lo difícil que es, cuando te estás auto-produciendo,
saber en qué momento está lista la grabación. ¡Es difícil! Pero no hay que desesperar;
en este artículo, voy a ofrecer algunas ideas acerca de cómo hacer grabaciones bien
producidas.
Los buenos productores han desarrollado un 6º sentido que les dice cuándo una
grabación está funcionando. Es imposible de comunicar – para mí es algo parecido a la
sensación de que algo que me estaba picando ha sido rascado. Supongo que es
diferente para cada quien, y similarmente nebuloso. Pero si tienes a uno de nosotros
trabajando para ti, te haremos saber cuándo nos está pasando. En gran parte es esto
precisamente para lo que estamos ahí.
Bien, antes de nada, ejem, ejem, sí que puedes. Mi información de contacto está en la
bio. Pero vamos a decir que no tienes presupuesto, o que te gusta hacer las cosas por
ti mismo, o que hay alguna otra circunstancia que te lleva a descartar la contratación
de un profesional. ¿Qué deberías entonces hacer?
Sé que probablemente suena “vaya, qué novedad” cuando lo escribo así del tirón y a
bocajarro, pero es sorprendente cuantísima gente se queda enredada en el proceso de
hacer la grabación, perdiendo totalmente de vista la razón primera por la que están
haciendo la grabación. Sin una canción, no tienes nada. Así que pon la canción en tu
punto de mira. ¿Qué necesita la canción? ¿Qué estás intentando comunicar con esta
pieza de arte que estás haciendo? Volver a este pensamiento constantemente te
mantendrá en una forma aceptable.
O dicho de otro modo: cuando tengas dudas, opta por el minimalismo. La principal de
las causas que llevan a quedarse atascado y no acabar los discos es la trampa del “solo
necesita una cosa más”. De repente tienes 40 pistas de guitarras acústicas y teclados y
todo está embrollado y nada tiene sentido alguno. Entonces: ¿por qué no intentas ver
unas pocas pistas que puedas usar, y que sirvan para comunicar lo que la canción
necesita comunicar? Repito, la canción lo es todo.
3.- IDEA NÚMERO TRES: somete a restricciones artificiales tus medios de producción.
Si tienes una cantidad de tiempo fijada previamente para trabajar, estarás mucho más
centrado. Contratar a un productor, por cierto, es una excelente manera de limitar la
cantidad de tiempo a tu disposición, pues lo más probable es que tu dinero no sea
infinito.
Solo hazlo lo mejor que puedas. Es seductor soñar en tus meticulosamente elaboradas
grabaciones de dormitorio compitiendo sónicamente con los proyectos millonarios de
las compañías multinacionales. Todo el rollo ese de “si sigo trabajando solo un poco
más”. Pero, vamos a ser sinceros – la posibilidad es muy remota. Así que mi consejo
sería que te pusieras la meta mucho más realista de hacer las mejores grabaciones que
puedas hacer con las herramientas y habilidades que ahora mismo tienes a tu alcance
– sin acudir a comparaciones poco realistas.
Para resumir:
3) hazlo tan rápido como te sea posible. Después sal ahí afuera y vende algunas copias
de lo que has hecho, y así la próxima vez podrás hacer una mejor grabación con las
habilidades que habrás desarrollado mientras hacías la última tanda. ¡Adelante y
ascendiendo!
Bio del autor: Jamie Hill es un productor de discos independiente, ingeniero musical, y
autor. Estuvo nominado al premio al Mejor Productor en los Premios de la Música
Independiente de 2014. Hill trabaja en varios géneros, sobre todo en espacios
musicales alternativos e independientes, con bandas como ArnoCorps, Shannon
Curitis, y muchas más. Ha tenido éxitos comerciales internacionalmente con los
favoritos del indie-pop sueco Jens Lekman, cuyo disco An Argument With Myself se
estrenó alcanzando el Top Ten del Billboard Heatseekers en múltiples países.