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“La Alimentación en los Tiempos de la

Guerra de Independencia”.

La alimentación en los tiempos de la guerra de independencia: Un asunto de esencial


prioridad para la logística de los dos ejércitos en pugna.

La alimentación es uno de los asuntos de mayor importancia que deben tomarse en cuenta
durante un periodo de larga guerra. En los tiempos en que se luchó por la independencia en
Venezuela,tanto nuestros soldados, así como los soldados pertenecientes al bando realista
continuamente debían seguir largas jornadas de marchas, el desgaste físico que esa
actividad producía debía ser compensado con la alimentación, sin embargo, conseguir
alimento no era una tarea fácil. Para 1813 ya el territorio desembrado agrícola en
Venezuela se encontraba en estado de gran devastación ante la práctica de la
política de “arrase” y quema de la tierra”, puesta en práctica por ambos ejércitos; la única
opción a seguir,era la de hacerse con unas cuantas reses, pero en oportunidades resultaba
algo problemático conseguirlas.

Muchos de estos inconvenientes fueron la causa de deserciones de la soldadesca, los cuales


ante la falta de los insumos alimenticios necesarios, abandonaban su bando. Dos
testimonios nos abren una ventana de lo que era esa realidad, enseñándonos la problemática
en un tema que ha sido muy poco tratado por la historia nacional. El primero de los
documentos, nos da noción de lo que era el trajín diario de la soldadesca y su búsqueda de
alimentos; igual que otras realidades y dificultades que se vivían a diario, también nos
señala como las poblaciones civiles eran las más afectadas por la falta de alimentación.
“Ubicados los soldados en un paisaje plano, colmados de ríos, de calor ardiente y los
consiguientes mosquitos, como sucedía en los llanos occidentales “nadie ha calculado lo
que debió significar para los ejércitos proveerse de algo más que de municiones…”
precisamente la comida era de difícil consecución, tenían que restringirse los recursos de la
región que consistían en los ganados, el plátano y a veces la yuca o el cacao, sin embargo
no era lo cotidiano, por lo general imperaba el hambre, la sed, y por lo tanto, la
desnutrición, Las condiciones de guerra lo hacían aun peor y no solo tenían que luchar por
la libertad sino por conseguir algún alimento. La carne fue la fuente de alimento más
común, era condimentada con sal y preparada a la llanera, es decir, a la brasa, cuando el
lluvioso clima lo permita, Generalmente los soldados preferían cargar su fusil a llevar la
comida a cuestas y muchos desertaron por hambre, otras veces los ejércitos realistas
robaban sus provisiones como estrategia de lucha. El abandono de los campos de cultivo se
reflejó en las ciudades, los víveres empezaron a faltar y, por consiguiente, también en los
sitios de abasto de los habitantes, sufriendo, la población civil, momentos de carencia de
alimentos. Estos sucesos dan una idea de lo que se comía de acuerdo a las circunstancias
teniendo en cuenta que las costumbres gastronómicas cambian lentamente, éstas perduraron
durante las primeras décadas del sigloXIX.”[1]

Un segundo documento muestra un pedido del Comandante militar de Valencia José Tomás
Boves,pidiendo que se le aumente la ración de carne que se recibe a diario para las tropas
acantonadas allí, ante las difíciles realidades que se encuentra padeciendo.
“El Comandante militar interino de Valencia en oficio del 27 del corriente, me dice lo
siguiente: me es muy doloroso hacer presente a Vuestra Señoría lo agotado de mi espíritu
diciendo el disgusto general de la tropa por estar ceñidos a la miserable ración de tres libras
de carne sin más para mi socorro, y mucho más que comprendiendo esta restricción a las
partidas y piquetes que salen para distintos puestos. Pensando remediar esto malo que hasta
ahora habrá sido irremediable por las circunstancias de la guerra, he ocurrido distintas
veces al General de Secuestros Don Benito Radare conviniéndole que como encargado de
suministrar a las tropas, según las instrucciones que me dejo mi antecesor que se entiendan
apreciar usted ante él pasaron las revistas acostumbradas dispusiese cuando no socorrerlas,
por lo menos aumentarla. Sin embargo, en la respuesta que ledio José Tomás Boves al
Comandante interino de Valencia, le rebajo la cantidad de libras de carne para las tropas a
dos, pero le extendió el beneficio de un real diario para toda la soldadesca.Tenemos así una
perceptiva perfecta de las dificultades que debieron enfrentar los hombres y mujeres que se
anotaron en la lucha por la libertad de Venezuela durante la independencia, a sabiendas de
que el camino a seguir iba a resultar tortuoso desde todos los puntos de vista.Lic. Orlando
José Contreras. Historiador Equipo de Investigación AGN Bibliografía.

1. Manrique Restrepo, Cecilia. “Alimentación y culinaria durante la independencia.”


Revista Credencial Historia. Número 318, Marzo de 1813. Bogotá Colombia.
2. Archivo General de la Nación, Intendencia del Ejército y Real Hacienda, Caracas 29 de
julio de
1814, Tomo 385, II-, Folio 1. Oficio del Comandante Interino de Valencia José Tomás
Boves al Intendente General pidiendo socorro y abastecimiento para la tropa.
3. Archivo General de la Nación, Sección Traslados Tomo 374, folio 34, año de 1813.

[1]. Archivo General de la Nación, Sección Traslados Tomo 374, folios Año de 1813.

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