Las burbujas financieras son un fenómeno que se produce en los mercados. Consisten
en un aumento progresivo y exagerado del precio de un activo o de un bien, muy por
encima de su valor de equilibrio. Este aumento perdura durante meses o incluso años,
hasta que se empiezan a producir fuertes fluctuaciones en el precio y finalmente una
fuerte caída, que se llama estallido de la burbuja. El estallido de una burbuja financiera
puede acarrear quiebras de empresas y crisis económicas.
Las burbujas financieras también se conocen con otros nombres, como burbujas
económicas o burbujas especulativas. Según el mercado en que se produzcan pueden
recibir nombres más concretos, como burbuja inmobiliaria, si se produce en el
mercado de los bienes inmuebles, o burbuja tecnológica si se produce en el mercado
de acciones de empresas de tecnología.
Sólo hasta cierto punto, pues un crecimiento fuerte en el precio, que podría parecer un
despegue típico de una burbuja financiera, no necesariamente se corresponderá con
una burbuja.
Por ejemplo, las acciones de Google durante 2004 a 2008 presentaron un crecimiento
muy fuerte, pasando de 100€ a más de 600€ por acción en solo cuatro años. Se
podría haber confundido con una burbuja financiera, de hecho muchos analistas en su
momento dudaron si Google era una burbuja. Sin embargo resultó corresponderse con
el crecimiento real de la empresa y nunca estalló, sino que el precio se estabilizó en
valores muy altos, sobre los 500€ por acción, que se han mantenido hasta día de hoy.
¿QUÉ CAUSA LAS BURBUJAS FINANCIERAS?
Lo cierto es que, sea como fuere, las burbujas financieras suceden de manera
imprevisible en todo tipo de mercados y condiciones. No siempre las causan los
mismos factores, por ejemplo, no siempre se producen debido a la especulación.
Existen diversas teorías que tratan de explicar el fenómeno, siendo la teoría del más
tonto la más conocida. Esta teoría afirma que los precios seguirán subiendo mientras
existan en el mercado compradores (los tontos) creyendo que podrán vender el activo
y obtener una plusvalía (especulación). Mientras esta creencia se mantenga, se
seguirá especulando y los precios seguirán subiendo, hasta que el último tonto (el más
tonto) no encuentre a un comprador más tonto que él, y por tanto no pueda vender y
pierda su inversión.
Otras teorías tratan de explicar las burbujas como las consecuencias de un análisis
irracional, basado únicamente en las ganancias obtenidas en el pasado reciente del
activo, sin tener en consideración su análisis fundamental. Esto es por ejemplo, tener
en cuenta los beneficios que se obtuvo especulando con acciones de una empresa
concreta durante el año pasado, sin estudiar detenidamente la situación actual de la
empresa ni su evolución en los últimos años.
BURBUJAS EN LOS MERCADOS BURSÁTILES Y LA TENDENCIA PRIMARIA
La tendencia primaria dura de unos pocos meses a varios años, y es esta la que
podría corresponderse con burbujas financieras. Se inicia una tendencia primaria al
alza después de una crisis, o después de una temporada con tipos de interés muy
bajos, o al final de un periodo de pesimismo. En ese momento los inversores
experimentados, visualizando el final de las tendencias bajistas, inician compras que
hacen subir los precios. Cuando la tendencia alcista se consolida, muchos más
inversores acuden a comprar por las expectativas de crecimiento, esto incrementa
más aun los precios.
En este punto los inversores iniciales, los más experimentados empiezan ya a vender,
provocando caídas puntuales en los precios. Sin embargo, debido al efecto llamada
por los beneficios obtenidos, muchos inversores (ahora los más inexpertos) acuden a
comprar, por lo que éstos mantienen aun al alza los precios. Estos inversores son los
que se suelen llamar “de cresta de ola”, ya que acuden cuando los precios están en lo
más alto.
Estos ciclos se dan de forma natural en los mercados, y forman parte del proceso que
equilibra la oferta con la demanda. Según lo exagerado que resulte un ciclo primario,
se hablará o no de burbuja financiera.
El papel principal que suelen tener las entidades financieras en las crisis económicas
es debido a que muchas veces los préstamos que conceden se dirigen al activo
“burbujeado” por lo que existe un apalancamiento financiero que contribuye
enormemente al inflamiento del precio del activo. Cuando se trasladan los efectos de
las burbujas a la economía real, los inversores y la gente que depende de estos
inversores se arruinan, y estos a su vez no pueden hacer frente a sus préstamos con
los bancos produciéndose impagos, lo que lleva a que los bancos originen pérdidas o
incluso entren en bancarrota.
Un caso fue el estallido de la inmobiliaria en EE.UU, que provocó la quiebra de
Lehman Brothers y otros bancos de ese país, por lo que se tuvo que responder con
millonarios rescates para evitar el colapso del sistema financiero internacional.
07.09.2017
Con frecuencia escuchamos acerca de las altas valorizaciones que tienen ciertos
activos, como las acciones o los bonos, y el riesgo de que se esté gestando una
burbuja en algunos mercados. Se especula que las mencionadas valorizaciones se
han generado como consecuencia de la gran cantidad de liquidez que los principales
bancos centrales del mundo han inyectado al mercado en los últimos años.
En cuanto a los bonos, tenemos, por un lado, a los instrumentos de muy alta calidad
crediticia como los bonos del Tesoro estadounidense y del Tesoro alemán, pagando
tasas muy por debajo de su historial. Al igual que en el caso de las acciones, estas
tasas son en buena parte consecuencia de los grandes estímulos monetarios provistos
por los bancos centrales de EE.UU. y Europa. Sin embargo, estamos viendo un mundo
que crece a un ritmo más lento y con niveles de inflación extremadamente bajos, lo
cual justificaría en algo estos niveles de tasas. Por otro lado, tenemos los bonos de
mayor riesgo, como los denominados ‘high yield’ y los de mercados emergentes. En
ambos casos podemos observar que los ‘spreads’ que estos instrumentos pagan por
encima de las tasas del Tesoro estadounidense o su similar europeo se han
comprimido significativamente y están por debajo de su media histórica. Si bien
considero que no estamos frente a una burbuja en los mercados de deuda (bonos), las
valorizaciones están bastante apretadas y debemos ser cautos hacia adelante.
No podemos concluir que estamos frente a una burbuja financiera, pero sí vemos
algunos mercados que están expuestos a una corrección. Factores como un alza en
las expectativas de inflación, que gatille un alza significativa en las tasas de interés, o
el estallido de un evento geopolítico, como un conflicto entre Corea del Norte y
EE.UU., podrían desencadenar una corrección importante.
COMENTARIO:
Las burbujas tienen como origen una razón psicológica, movida por el entusiasmo y
ambición de los que las vivieron, provocando que el valor de los respectivos activos,
comenzaran a subir por la simple especulación.
Las calificadoras de riesgo son agencias privadas que analizan los activos de
empresas y Estados-nación. Estas agencias son contratadas para calcular el riesgo de
inversión en un producto financiero cualquiera (acciones en empresas, compra y venta
de bonos).
Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch son las principales calificadoras, con sedes en
Nueva York. Conforman el oligopolio en este ramo desde la década de 1970.
No sólo el FMI y el Banco Mundial son los estamentos que rigen a las calificadoras,
sino también una asociación de banqueros y de fondos de inversión de alto riesgo está
detrás de estas agencias. Goldman Sachs, Deutsche Bank, JP Morgan, Bank of
America, Citizens Financial Group, Citi Group, son grandes bancos asociados a las
calificadoras, así como los fondos de inversión SAC Capital Advisors y Soros Fund
Management.
CALIFICACIONES QUE SE APLICAN
Varios factores influyen para que este rol pueda ser desempeñado. El primero de ellos
es la metodología utilizada y si ésta contiene los criterios técnicos necesarios para
llevar a una conclusión apropiada. La segunda es si existen conflictos de intereses que
puedan perturbar los juicios emitidos por las empresas Clasificadoras para que éstos
sean realmente independientes.
El cumplimiento de los roles básicos generaría beneficios tanto para las empresas que
son clasificadas como para los inversionistas que operan en mercado de valores. En el
caso de las empresas clasificadas, la clasificación permitiría obtener mejores
condiciones de financiamiento ya que el empleo de las clasificaciones o ratings brinda
a los inversionistas la posibilidad de comprender mejor el riesgo relativo de un
instrumento de deuda.
De esta manera se promedian una calificación que indicará si eres apto para obtener
el crédito o si no es conveniente que te lo entreguen. Sino que en las calificadoras de
riesgo emiten calificaciones pero enfocadas a los productos financieros.