China, EE.UU y la Unión Europea son los tres más grandes explotadores de
carbón del planeta, si bien se encuentra abundantemente repartido a los
largo de 100 países que lo extraen. En cambio, los hidrocarburos fósiles,
mucho más codiciados, se encuentran en grandes depósitos en el Medio
Oriente, Rusia, Alaska, México y Venezuela, principalmente.
Este CO2 es aprovechado, junto con agua y luz solar, por la fotosíntesis de
las plantas, cuyo producto inmediato es el oxígeno y nueva materia orgánica
(frutos, hojas, cortezas, animales muertos) que descomponer. Y el ciclo
empieza de nuevo, sosteniendo la vida en su girar.