Me llamo Francisco Larrea. Vivo en la Ciudad de México desde el 2010.

Actualmente
estudio ciencias de la comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM y sociología en la UAM Xochimilco. Me gusta la música jazz y la “clásica”,
también soy aficionado a la música electroacústica. Toco algunos instrumentos musicales y
me gusta componer a través de mezcla de pistas. Me gusta hacer fotografía y también
realizo un proyecto audiovisual sobre la cotidianidad. Me gusta escribir desde hace unos
tres o cinco años, y considero que el ambiente de la ciudad me ha inspirado mucho;
también el cine, y mi antiguo empleo de proyeccionista de cine marcaron mucho mi
perspectiva. En el sentido de la lectura que me agradan, puedo decir que Leonid Andreiev,
Charles Baudelaire, Henry Miller y Antonio Gamoneda son los autores que me han
esculpido el sentido de la escritura (y lo digo sin intenciones pretenciosas).

El texto lo escribí con la intención de retratar o enunciar, dentro de la perspectiva de un

personaje cualquiera, la afición (en este caso la afinidad por la muerte) que remarca el
ambiente de la ciudad, con todo y sus desventuras, pereza y tedio, ya que las personas
invocan, por medio de la ciudad nocturna, un refugio a su cotidianidad.