Poco a poco han ido surgiendo durante el siglo XX otros modelos más modernos que
han ido matizando y profundizando más los modelos anteriores. Podemos señalar el
conectivismo (que parte de la era digital), el objetivismo, el behavionismo, el modelo de
Kolb, el de Felder y Silverman étc.
Teoría de las Inteligencias Múltiples
Seguramente uno de los autores que más han influído a la hora de replantearnos estas
cuestiones ha sido Howard Gardner y su Teoría de las Inteligencias Múltiples en 1983.
Este autor identificó diversos tipos de inteligencia que abrían una multitud de opciones a la
hora de categorizar o etiquetar a las personas. Estas inteligencias son: lingüística, lógico-
matemática, musical, espacial, kinestésica, interpresonal y intrapersonal.
A esto también se le suma que cada uno de nosotros y nosotras estamos condicionados por
muchos más factores. Estos factores pueden ser motivacionales, ambientales, de nuestra
personalidad, actitudinales, relacionados con nuestras habilidades, entre otros. Las
clasificaciones vistas desde cada uno de estos elementos pueden ser casi infinitas.
El aporte de la neuroeducación
En los últimos años, la neuroeducación ha querido aportar acerca de este tema. Por
ejemplo podemos clasificar las formas de los diferentes tipos de aprendizaje según los
hemisferios cerebrales. El lado izquierdo funciona con un aprendizaje más lineal,
secuencial y basado en la realidad. Mientras que el hemisferio derecho procesa lo holístico,
aleatorio, fantasioso y concreto.
Persona Visual: las imágenes es su manera principal por la que aprende. Este tipo de
aprendizaje suele ser rápido: recuerda la página del libro, los esquemas existentes y
mapas.
Persona Auditiva: los sonidos son su canal principal de aprendizaje. Puede aprender las
lecciones como secuencias memorizadas. Necesita el silencio para estudiar y prefiere
escuchar a leer.
Persona Kinestésica: procesa sobre todo a través del tacto, el gusto y el olfato. Percibe
con gran intensidad sensaciones, emociones… Aprende mediante el tacto, el movimiento
y las percepciones sensoriales. Lógicamente se siente mejor en las clases prácticas y
mientras lee o estudia puede estar moviéndose o caminando.
Descubrir en nosotros mismos y mismas cómo aprendemos mejor nos ayuda a ser más
efectivos y hace que el aprendizaje sea más satisfactorio. Además como profesores/as y
maestros/as nos hace que podamos ayudar más y mejor a nuestros
alumnos/as. Ofrecerles el contenido desde diferentes vías, ayuda y potencia que la
información sea adquirida y asimilada de manera mucho más efectiva, que el aprendizaje
sea mayor.