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Aspectos relevantes de la Ley de Tarjetas de Crédito, Débito, Prepagas y

demás tarjetas de financiamiento o pago electrónico


(ver texto integro de la Ley)

La Ley de Tarjetas de Crédito, Débito, Prepagas y demás tarjetas de


financiamiento o pago electrónico (en lo sucesivo “Ley de Tarjetas”), fue
publicada en Gaceta Oficial N° 39.021 del 22 de septiembre de 2008, entrando en
vigencia a partir de esa fecha de publicación. La Ley pretende proteger a las
personas que utilizan como medio de pago tarjetas de crédito, débito, prepagadas
y otras tarjetas de financiamiento o pago electrónico, y de allí su incidencia en la
actividad de intermediación financiera que realizan las instituciones financieras.

Conviene tener en cuenta que la Ley de Tarjetas se elaboró como


consecuencia directa de la decisión dictada por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en fecha 10 de julio de 2007, con ponencia del Magistrado
Jesus Eduardo Cabrera Romero, recaída en el caso Alianza Nacional de Usuarios y
Consumidores (ANAUCO), en la que por primera vez en nuestro país, por vía
jurisprudencial, se estableció un marco regulatorio en materia de tarjetas de
crédito, débito prepagadas y demás tarjetas de financiamiento o pago electrónico y
se estableció, entre otras cosas, (i) la formula y metodología de calculo de los
intereses de cualquier tipo, (ii) que el BCV sería el encargado de fijar anualmente la
tasa de interés máxima y mínima para tarjetas de crédito, (iii) la eliminación del
cobro a los usuarios de gastos de cobranza no causados, los de mantenimiento o
renovación de las tarjetas y los de emisión de estados de cuenta y (iv) la figura del
anatocismo, ordenándose sancionar a quienes lo practicaran.

De allí que la materia regulada por la Ley de Tarjetas imponga una serie de
deberes y obligaciones en materia financiera que, en líneas generales, podrían
resumirse en el siguiente sentido:

1. Objeto de la Ley de Tarjetas

La Ley de Tarjetas tiene por objeto regular todos los aspectos vinculados
con el sistema y operadores de tarjetas de crédito, débito, prepagadas, y demás
tarjetas de financiamiento o pago electrónico, así como su financiamiento y las
relaciones entre el emisor, el tarjetahabiente y los negocios afiliados al sistema con
el fin de garantizar el respeto y protección de los derechos de los usuarios,
obligando al emisor de tales instrumentos a otorgar información adecuada y no
engañosa a los tarjetahabientes; asimismo a resolver las controversias que se
puedan presentar por su uso, conforme a lo previsto en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y la Ley.

2. Eliminación del cobro ciertas comisiones

El artículo 6 de la Ley de Tarjetas, precedido por título cobro de


“comisiones”, precisa los cobros prohibidos. Ellos se expresan en cuatro categorías
de gastos, a saber: (i) gastos de cobranza no causados; (ii) gastos de
mantenimiento de la tarjeta; (iii) gastos de renovación de la tarjeta; y (iv) gastos
de emisión de los estados de cuenta.

La prohibición de cobro contenida en el artículo 6 de la Ley de Tarjetas


implica la calificación de tales conceptos como cargos que carecen de justificación
económica. En este sentido, la exposición de motivos de la Ley señala: “…la
aplicación de comisiones debe ser suprimida, al tomar en cuenta que tal(sic)
tarjetas de crédito y débito se utilizan exactamente para prescindir del dinero en
efectivo, por lo tanto, no es pertinente que por su uso se cobren comisiones tan
elevadas”.

Conviene tener en cuenta que la prohibición a que se contrae el artículo 6


de la Ley de Tarjetas, se ha incluido para dar cumplimiento a la decisión de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 10 de julio de 2007, (caso
Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (ANAUCO), en la cual se consideró
exclusivamente el caso de las tarjetas de crédito. Sin embargo, la Ley, en su
artículo 6, no discrimina acerca del tipo de tarjeta; y la ubicación de este artículo,
en el Título I relativo a las Disposiciones y Conceptos fundamentales, permite
concluir que la prohibición de los cargos previstos en el artículo 6 aplica para el
caso de todas las tarjetas reguladas en la Ley de Tarjetas.

Sobre la naturaleza de los cargos prohibidos por el artículo 6, la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia precisó que lo que debía evitarse es
la transferencia al tarjetahabiente de gastos, que por ser necesarios para el
negocio, corresponde sufragarlos al ente emisor. En efecto, en la referida decisión
se estableció “En cuanto a los gastos de mantenimiento, renovación y cobranza de
las tarjetas de crédito, lo cual consta a la Sala, se cobran a los usuarios del sistema
debido a lo que emana de los estados de cuenta, que cursan en el expediente, por
lo que se estima que dichos gastos corresponden al emisor y no al usuario, pues
los mismos son necesarios para que el negocio jurídico del emisor tenga lugar y, es
por ello que se ordena a la SUPERINTENDENCIA DE BANCOS Y OTRAS
INSTITUCIONES FINANCIERAS eliminar –mediante Resolución- el cobro a los
usuarios de los gastos de cobranza no causados; los de mantenimiento o
renovación de la tarjeta y los de emisión de los estados de cuenta, pues ellos –
como antes se apuntó- son necesarios para que el negocio jurídico tenga lugar y,
por tanto, corren a cargo del emisor y no del usuario. De allí que resulten
inaplicables en lo adelante las tarifas y comisiones que para dichos gastos aparecen
fijadas (como mínimo, promedio y máximo) para cada entidad bancaria, en la
página web del Banco Central de Venezuela, la cual fue consultada por esta Sala,
de manera oficiosa.”.

Conforme a la prohibición del artículo 6 de la Ley de Tarjetas, los emisores


no podrán transferir a los tarjetahabientes los gastos de cobranza no causados, así
como los gastos en que deban incurrir para el mantenimiento, renovación de la
tarjeta y emisión de los estados de cuenta.

Es de hacer notar que la legislación extranjera tiende a permitir el cobro de


comisiones en razón de los servicios ofrecidos a los tarjetahabientes. En ese
sentido, la Ley 25.065 de Tarjetas de Crédito Argentina establece en su artículo 38,
literal c), que el contrato tipo entre el emisor y el proveedor deberá ser aprobado
por la máxima autoridad de aplicación y deberá contener la “…determinación de
tipo y monto de las comisiones, intereses y cargos administrativos de cualquier
tipo…”, sin establecer prohibición de cobro alguna.

Dispone por su parte el artículo 7 de la Ley de Tarjetas de Crédito de


Nicaragua que las comisiones, al igual que en la legislación Argentina, deben estar
previamente establecidas en los contratos de adhesión y, por otra parte, que el
cobro de las mismas “…no generarán intereses en los primeros cuarenta y cinco
(45) días contados a partir de la fecha que se establezca el cobro en el estado de
cuenta respectivo…”.

En razón de lo anterior, observamos como la prohibición de cobro dispuesta


en el artículo 6 de la Ley de Tarjetas esta referida, únicamente, a los (i) gastos de
cobranza no causados; (ii) gastos de mantenimiento de la tarjeta; (iii) gastos de
renovación de la tarjeta; y (iv) gastos de emisión de los estados de cuenta y, por
otra parte, observamos como en el derecho comparado se ha considerado el cobro
de comisiones como una actividad propia del desarrollo de la gestión económica
desarrollada por el emisor.

3. Declaratoria de orden público

El artículo 7 de la Ley de Tarjetas declaró como de orden público la


regulación en ella contenida. Así, estableció que los derechos en ella consagrados
no podrán ser objeto de renuncias por convenio entre particulares.

En ese sentido, debe entenderse que todas las disposiciones contenidas en


la Ley de Tarjetas son de orden público. Ello representa “…una noción que cristaliza
todas aquellas normas de interés público que exigen observancia incondicional, y
que no son derogables por disposición privada…” (SCC/TSJ 04/05/1994). En todo
caso, no se podrá renunciar, desistir o si quiera modificar ninguno los derechos
estipulados en la Ley de Tarjetas.

4. Prohibición de cobro de intereses sobre intereses

Dispone el artículo 5 de la Ley de Tarjetas que los montos de los intereses


corrientes por financiamiento no podrán ser sumados, bajo ningún supuesto, al
capital adeudado “…sin que pueda cobrarse intereses sobre intereses…”. En idéntico
sentido, consagró el artículo 18 de la Ley de Tarjetas que el cobro de intereses
sobre intereses y la capitalización de los mismos en las líneas de créditos que se
otorguen a los tarjetahabientes esta prohibido.

Asimismo, señala el artículo 18 de la Ley de Tarjetas que a los consumos del


mes en curso no le serán aplicables intereses financieros o corrientes; estos serán
aplicables solo a partir del mes siguiente si el tarjetahabiente opta por el
financiamiento y tomando en cuenta que los intereses a cobrar se deberán calcular
solamente sobre el capital remanente y no sobre todo el capital inicialmente
adeudado.

Todo lo anterior en el entendido de que la violación a las referidas


disposiciones se sancionarán por la SUDEBAN y que, en ningún caso, el pago de la
multa que se imponga exonerará al emisor de su obligación a devolver al
tarjetahabiente el monto cobrado en exceso.

5. Ampliación del deber de información a la SUDEBAN

Se impone al sector bancario un amplio deber de información a los usuarios


de tarjetas. En ese sentido, los artículos 8, 10, 12, 13, 19, 24, entre otros, obliga a
los bancos a informar a los tarjetahabientes, sobre los siguientes aspectos:

a. Sobre el Servicio

De acuerdo al artículo 8 de la Ley de Tarjetas, el emisor deberá poner a


disposición del público en general, un folleto explicativo del servicio que ofrece.
Respecto de los sujetos que suscriban el contrato de uso de tarjetas, deberá ser
entregado el folleto a través de documento separado del contrato, dejándose
constancia de ello en recibo que suscribirá el tarjetahabiente.

b. Estados de Cuenta

El artículo 10 de la Ley de Tarjetas estableció que las empresas emisoras de


tarjetas de crédito están obligadas a enviar mensualmente a sus tarjetahabientes,
un estado de cuenta dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a la fecha de
corte. Éste podrá ser enviado a través de medios electrónicos si así lo autoriza el
tarjetahabiente.

c. Sobre modificaciones del Contrato

El artículo 12 de la Ley de Tarjetas prevé como obligación del emisor,


presentar al tarjetahabiente, por escrito, el aviso de modificación del contrato de
afiliación de la tarjeta. En esa notificación, debe indicar al tarjetahabiente que
puede rechazar la modificación del contrato si lo comunica por escrito en el plazo
de treinta (30) días continuos, contados a partir de la fecha de corte de la tarjeta,
debiendo señalar asimismo el lugar al que se puede dirigir la respuesta.

Si el tarjetahabiente no acepta las modificaciones, el emisor le dará la


opción de renovar el contrato bajo las condiciones vigentes antes de la variación
introducida. En caso de que el tarjetahabiente no acepte la renovación, el emisor
procederá a liquidar la línea de crédito o cancelar la cuenta correspondiente en lo
que respecta al uso de la tarjeta (artículo 13).

d. Información sobre la Tarjeta

El artículo 19 dispone que el emisor debe aportar la siguiente información:

- Nombre legal completo del emisor o emisores.


- Nombre y marca comercial de la tarjeta y beneficios de la marca.
- Tasas de interés financieras aplicadas en el mes respectivo, según el
tipo de tarjeta.
- Beneficios adicionales otorgados sin costo adicional.
- Plazo de pago de contado, de acuerdo al tipo de tarjeta.
- Plazo de financiamiento (meses).
- Cobertura territorial o sector del mercado en el que puede ser utilizada.
- Grado de aceptación: número de puntos de transacción disponible.
- Requisitos y restricciones de ofertas, promociones y premios.
- Otra información relacionada con las características del producto.

e. Recibo de Operación

El propietario del cajero automático o electrónico debe entregar recibo de la


operación, indicando el monto de la transacción, retiro o transferencia realizada,
saldo disponible, cobro de omisiones e impuesto si los hubiere.

6. Autorización previa de premios y promociones por la SUDEBAN

Respecto de los premios y promociones que promuevan los emisores en


beneficio del tarjetahabiente, dispone el artículo 14 de la Ley Tarjetas que deberán
ser debidamente autorizados por la SUDEBAN, “…tomando en consideración lo que
al respecto dispone la Ley de Para la Defensa de las Personas en el Acceso a los
Bienes y Servicios…”. Asimismo, prevé que los bancos deberán comunicar por
escrito a los tarjetahabientes el medio de comunicación y fecha en que se publicó
determinada promoción y sus condiciones.

7. Dotación de equipos en calidad de préstamo de uso

Prevé el artículo 16 de la Ley de Tarjetas que el emisor debe dotar en


calidad de préstamo de uso, los equipos electrónicos que constituyen los puntos
de venta en los negocios afiliados para la prestación del servicio de cobro por
tarjeta de crédito, débito, prepagada y demás tarjetas de financiamiento o pago
electrónico.

El préstamo de uso es un contrato real, de naturaleza gratuita, que se


perfecciona con la entrega de la cosa y que no trasmite la propiedad, ni la posesión
del bien, sino solo su tenencia, por lo que el dueño conserva el derecho a
reivindicación y las acciones posesorias a que hubiere lugar. El préstamo de uso es
un contrato en el que el prestador, le entrega la cosa, al prestatario, para que se
sirva de ella y luego la devuelva en exactas condiciones a las que le fue
originalmente entregada.

Frente a las condiciones anteriores, deben los bancos e instituciones


financieras entregar en calidad de préstamo de uso los puntos de venta a los
negocios afiliados, sin que se pueda cobrar contraprestación alguna por ello, y los
negocios afiliados deben devolverlos, en las mismas condiciones, al haber finalizado
la relación contractual

8. Reclamo por retiro o adelanto de efectivo

De acuerdo al artículo 49 de la Ley de Tarjetas, en caso de reclamo por


retiro o adelanto de efectivo no consumado en un cajero automático, el
tarjetahabiente se dirigirá al banco emisor a los fines de formular la denuncia. En
ese sentido, la norma contempla que el emisor debe dar al tarjetahabiente
constancia, por escrito, de la recepción de la denuncia y responder de manera
expresa al reclamo efectuado dentro un lapso máximo de quince (15) días hábiles
(artículo 49).

Efectuado el reclamo, el banco depositará en la cuenta del cliente el monto


debitado, colocándolo en diferido. Al concluir el lapso de quince (15) días hábiles el
dinero pasará como efectivo en la cuenta del tarjetahabiente, incluidos los
respectivos intereses devengados. Cuando el reclamo resulte improcedente el
emisor debitará de la cuenta del tarjetahabiente el monto diferido.

Conforme a la norma, corresponderá al emisor la carga de la prueba,


estando obligado a demostrar fehacientemente si se dispensó dinero o no al
tarjetahabiente.

9. De la participación ciudadana

Consagra el artículo 36 de la Ley de Tarjetas la posibilidad que tienen los


tarjetahabientes de crear organizaciones de participación popular con el objeto de
vigilar el cumplimiento de esa Ley, promover y defender sus derechos e intereses y
participar activamente en el Consejo Nacional de Usuarios y Usuarias de Tarjetas
de Crédito, Débito, Prepagadas y demás Tarjetas de Financiamiento o Pago
Electrónico.

10. Creación del Consejo Nacional de Usuarios y Usuarias de


Tarjetas de Crédito, Débito, Prepagadas y demás Tarjetas de
Financiamiento o Pago Electrónico

Creación del Consejo Nacional de Usuarios y Usuarias de Tarjetas de


Crédito, Débito, Prepagadas y demás Tarjetas de Financiamiento o Pago Electrónico
con el objeto de representar a los tarjetahabientes en su interacción con las
instituciones financieras; velar por el cumplimiento de la Ley de Tarjetas y la Ley
de Acceso a Bienes y Servicios; obtener de los prestadores del servicio información
acerca de los programas de nuevos productos que puedan mejorar las condiciones
de los ya existentes; promover espacios de diálogo entre el Consejo Bancario
Nacional, la SUDEBAN y el INDEPABIS; vigilar las prácticas de los medios afiliados
y del emisor; entre otras funciones (artículos 41 y 44).

11. De las Cobranzas

Conforme al el artículo 57 de la Ley de Tarjetas no se podrá “… contactar o


realizar cobranzas a través de familiares, jefes inmediatos (…), supervisores (…),
gerentes, compañeros (…) de trabajo, o anunciar la deuda a terceras personas
distintas al tarjetahabiente…”. Asimismo, el artículo 58 de la Ley prohíbe la
comisión de prácticas abusivas, hostigamiento o acoso para el cobro de las
acreencias, así como el uso de avisos electrónicos o pregrabados, enviados por vía
telefónica o en un horario distinto al previsto en la Ley (8:00 a.m. hasta las 6:00
p.m.).

12. Sanciones

La Ley de Tarjetas prevé que la SUDEBAN, a través de la sustanciación del


procedimiento previsto en la Ley General de Bancos y otras Instituciones
Financieras, podrá imponer sanciones que van desde el cero coma uno por ciento
(0,1%) hasta el cero coma cinco por ciento (0,5%) del capital pagado de los bancos
e instituciones financieras, por la comisión de las siguientes infracciones:

a. Por el cargo de intereses sobre intereses (Artículo 5).

b. Por el cargo de gastos de cobranza no causados, de mantenimiento o


renovación, y emisión de estados de cuenta (Artículo 6).

c. Por no entregar el folleto explicativo (Artículo 8).

d. Por no explicar detalladamente el mecanismo para el cálculo de


intereses (Artículo 9).

e. Por debitar directamente de las cuentas bancarias de nóminas del


usuario cualquier cantidad por concepto de pago de deudas adquiridas
mediante operaciones con tarjeta de créditos, sin la autorización del
usuario (Artículo 17).

f. Por negar el otorgamiento de tarjetas de crédito por “haber mantenido


en el pasado cuentas en mora” (Artículo 30).

g. Por realizar cargos fundamentado en la no movilización de la tarjeta de


crédito (Artículo 32).

h. Por constituir prestaciones sociales como garantía de pago de deudas


originadas por tarjetas de crédito (Artículo 34).

i. Por incumplimiento de las obligaciones derivadas del reclamo por retiro


o adelanto de efectivo no consumado, como lo sería no dar respuesta
dentro del término previsto en la norma, o no colocar el monto debitado
en la cuenta del cliente, como monto diferido (Artículo 49).

j. Cuando no inicie la investigación correspondiente en caso de robo,


hurto, clonación o pérdidas del medio de pago electrónico (Artículo 50).
k. Cuando se incluya al tarjetahabiente en el SICRI, mientras exista
reclamo pendiente por presuntos errores en el estado de cuenta (Artículo
53).

l. Por efectuar el cobro de tasa de descuento o comisión de servicio al


negocio afiliado conforme a una tarifa superior a la establecida por el
Banco Central de Venezuela (Artículo 61)

m. Cuando suministren a cualquier empresa o institución sobre los


antecedentes financieros personales de los tarjetahabiente titulares,
suplementarios o extensiones de las tarjetas de crédito (Artículo 62).

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