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Barroco Español

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Datos principales

desde
1.600
hasta
1.690

Desarrollo

España disfruta de un largo y fructífero Barroco, plagado de grandes figuras de la pintura


universal y de interesantes Escuelas regionales que prolongan su influencia hasta bien entrado
el siglo XVIII. El siglo XVII fue de profunda crisis económica en la península; sin embargo,
recibió el apodo de Siglo de Oro en el terreno religioso, cultural, artístico, literario, etc.
La Reforma católica tuvo sus principales teólogos en España y sus postulados rigieron la
codificación artística en nuestro país más allá que en cualquier otra nación del ámbito católico
europeo. A esta situación contribuyó el hecho de que el absolutismo monárquico predominante
en toda Europa se viera más atenuado ante el poder eclesiástico. Tal situación influye de
manera determinante sobre las artes, que serán encargadas en un 90% por la Iglesia, lo que
marca el predominio del tema religioso en detrimento de la mitología, pinturas de guerra y
profanas. Los óleos encargados son con frecuencia de gran tamaño; emplean colores vivos y
muy variados, resaltados por varios focos de luz que provienen de todos los lados,
contrarrestándose unos a otros, creando grandes sombras y zonas iluminadas. Los personajes
aparecen en posturas muy dinámicas, con rostros y gestos muy expresivos puesto que el
Barroco es la época del sentimiento. Las composiciones grandiosas, con personajes vestidos
ricamente, en alegorías religiosas o mitológicas, las grandes escenas de corte o de batalla, son
los ejemplos más evidentes del arte barroco. Sobre este tema en particular resulta muy
conocido el cuadro de Velázquez llamado Las Lanzas. Los principales focos productores de
pintura fueron las capitales Sevilla y Madrid por motivos económicos y administrativos. Los
temas, como se ha dicho, son en su mayor parte religiosos. La tipología, dentro de esta
temática, es variada. La más importante es el retablo, de origen gótico y mantenido durante
el Renacimiento. La diferencia con los estilos anteriores es que el retablo barroco tiene menos
escenas y de mayor tamaño, lo que ayuda a que sean "leídos" por el fiel; además, los santos a
los que se dedican son menos conocidos, frecuentemente por responder al nombre del cliente.
También las composiciones son diferentes, más complicadas y atendiendo a la normativa
contrarreformista: colorido, naturalismo, cercanía al fiel para facilitarle el acceso al dogma
católico... Tras el retablo, el encargo más apetecible para un autor es la serie monástica, que
puede abarcar desde la decena hasta el centenar de lienzos que se han de colocar en el
monasterio contratante. El tema, por supuesto, son los santos, fundadores y figuras célebres de
la Orden en cuestión. Era posible combinar formatos, dependiendo de la estancia a decorar.
Series conventuales completas no son habituales y lo más frecuente es encontrarlas dispersas,
como los monjes mercedarios de Zurbarán que podemos contemplar en la Real Academia de
Bellas Artes de Madrid. El bodegón, del que destacan por su calidad los de las Escuelas
sevillana y madrileña, el retrato a lo divino (nobles, ricos, reyes que se retratan con el aspecto
del santo de su devoción) y los cuadritos de devoción encargados por particulares, son el resto
de posibles encargos religiosos de este período. Las pinturas de mitología, guerra o profanas
son bastante escasas, con frecuencia de autores italianos y siempre debidas al encargo directo
de la Corte con motivo de decoraciones palaciegas. Las influencias más evidentes en el
Barroco español son de la sempiterna pintura flamenca, de hondo arraigo tradicional por su
relación política con las regiones de los Países Bajos, cuyo estilo de esta época, el Barroco
flamenco, proporciona modelos a los españoles, en mayor medida quizá de lo que pudo
influirles el Barroco italiano. A esto se añade la entrada masiva de obras y autores italianos en
la segunda mitad del siglo XVII y la llegada de Rubens a la Corte madrileña, desde la cual las
innovaciones de su obra se extienden por todo el territorio nacional. Como se indicaba al
principio, el Siglo de Oro fue ilustrado con algunas de las mejores figuras del arte. Contó con
una generación de pintores, nacidos en su mayoría en la década de 1590 y por tanto activos
hasta 1650-1660. Son pintores como Zurbarán, Velázquez, Alonso Cano, Ribera o Murillo (más
joven que los anteriores)... precedidos y seguidos por una pléyade de autores forzosamente
ensombrecidos por su genialidad, pero no por ello carentes de calidad. Estos autores son
emblemáticos de las Escuelas ya citadas, y por sí mismos describen un espíritu de época que
se vio continuado hasta el siglo siguiente y que ha inspirado a los pintores de todo el mundo
hasta nuestros días.

Historia de la Casa de las


Conchas (Salamanca)
La Crónica de Salamanca 10 Jul, 2017

0 6 minutos leídos
La historia de la Casa de las Conchas de Salamanca transcurre
entre leyendas e historias de amor que conocerás
en www.lacronicadesalamanca.com. Se trata de uno de los
edificios emblemáticos de la arquitectura salmantina, cuyo origen
se remonta al siglo XV. Donde hoy se encuentra la biblioteca
pública, comenzó como el hogar de la familia Maldonado-
Pimentel. Si es o no un “monumento al amor”, puedes juzgarlo al
leer este post de La Crónica de Salamanca.

Historia de la Casa de las Conchas de Salamanca


Las conchas que le dan su nombre a este palacio urbano
esconden tras de sí misterio y romance. Es al mismo tiempo uno
de los edificios históricos más importantes de Salamanca. Símbolo
de la nobleza cortesana y una mezcla de estilos arquitectónicos,
cuyo esplendor se impuso desde el momento de su construcción.

Hasta el más desprevenido tendría que detenerse ante su fachada


para admirar el esplendor del palacio que se edificó entre 1493 y
1517. Las conchas, las ventanas góticas, la puerta dintelada
principal… ninguno de los detalles pasará desapercibido.

La Casa de las Conchas ha sufrido varias remodelaciones a lo largo


de su historia. Fue casa de familia, cuartel, el sótano sirvió de
cárcel para los estudiantes, escuela y ahora es biblioteca pública.
Estuvo en la mira de los jesuitas, quienes quisieron comprarla
porque entorpecía la perspectiva de La Clerecía.

La historia de la Casa de las Conchas comienza de la mano


de Rodrigo Maldonado de Talavera. Quien fuera catedrático de
Derecho en la Universidad de Salamanca y rector de la casa de
estudios, así como miembro del Consejo Real de Castilla.
Cuenta la documentación sobre la casa que Maldonado de
Talavera tuvo que convencer al Cabildo catedralicio que le
vendiera las casas que se encontraban donde hoy se levanta la
Casa de las Conchas. Le costó cerrar el trato. Pero, las ventas se
hicieron, una en 1486 y otra en 1493.

Las primeras remodelaciones estuvieron a cargo de su hijo,


Rodrigo Arias Maldonado, y su nieto, Pedro Maldonado Pimentel.

El símbolo nobiliario de la familia Pimentel a la que pertenecía la


esposa de Arias Maldonado, Juana Pimentel, eran las veneras o
conchas. Allí se basa una de las teorías sobre el origen de las
conchas en la fachada de la casa, que acompañan a la flor de lis,
símbolo de los Maldonado.
Arquitectura de la Casa de las Conchas
Se trata de una construcción original e imponente en la que se
mezclan elementos del gótico tardío, mudéjares y renacentistas.
Comenzando por la fachada principal, lo primero que salta a la
vista son las más de 300 conchas que la decoran. Estas no están
talladas sino adosadas con ganchos a los muros. Lo que indican
que pudieron ser añadidas a la construcción original.
También llama la atención la puerta principal dintelada, con el
blasón de los Maldonado en la parte superior. Tiene cuatro
ventanas principales, ninguna igual a la otra, una característica
propia del estilo gótico español. Sobre las ventas, al igual que
en la puerta se muestra el escudo con las cinco flores de lis de los
Maldonado.
Otro detalle que añadió el arquitecto de la Casa de las
Conchas fueron las rejas en las ventanas del piso inferior. Las
mismas fueron hechas por herreros de Salamanca. Y, tienen doble
función: decorativa y brindar seguridad a los habitantes del
palacio.
Como es por dentro
Por dentro derrocha el mismo esplendor de la fachada exterior. En
el patio interior se repite la mezcla de estilos. El patio es dos
plantas, unidas por la escalera de tres tramos que guarda otra de
las singularidades de la casa. En el primer tramo, la figura de un
perro soporta el escudo de los Pimentel y simboliza la protección
a la intimidad del hogar. En el segundo tramo, un león sostiene el
escudo de los Maldonado y en el tercero se muestra la unión de
blasones de ambas familias.
La primera planta del patio luce arcos mixtilíneos, los cuales se
repiten en la plata superior. Con la diferencia que los de la
segunda planta están sostenidos en columnas de mármol de
Carrara y tienen capiteles laureados.

Los blasones de ambas familias se observan tanto en la planta


superior como en la inferior. Y en el tejado destacan las gárgolas y
flores de lis.

De casa, a escuela y luego a biblioteca


Desde su construcción, hasta comienzos del siglo XX la Casa de
las Conchas cumplió su papel de vivienda familiar. Tenía dos
torres de las cuales solo se conserva una porque la otra fue
mandada a derribar por Carlos I. La decisión fue tomada como
castigo a la familia luego de que Pedro Maldonado Pimentel fuera
ejecutado por ser caudillo comunero.

En 1701 se reedificó la fachada de la calle La Rúa. Y, en 1722 se


recortó la altura de la única torre que queda. Se dice también que
a finales del siglo XIX la casa pasó a ser un cuartel. Lo cual
provocó algunos daños que tuvieron que ser reparados.
La última familia que habitó la Casa de las Conchas fue la del
administrador del Conde de Santa Coloma. Después pasó a ser la
sede del Colegio Menéndez Pelayoque funcionó hasta los años
sesenta.
El conde de Santa Coloma, propietario de la casa, la cede al
ayuntamiento en calidad de arrendamiento en 1967. Por un valor
simbólico de una peseta de oro, por 99 años prorrogables.

La biblioteca de la Casa de las Conchas abre en 1993, luego de


restaurar la fachada. Tres años más tardes la propiedad es
entregada a la junta de Andalucía. Hasta que en 2005 el Estado
permuta el edificio.
El edificio es uno de lugares que visitar en Salamanca. La dirección
Casa de las Conchas la ubicarás con facilidad en el centro de la
ciudad, frente a la Clerecía. Para ser exactos en la esquina de Calle
de la Rúa y la Calle Compañía.
El horario de la biblioteca de la Casa de las Conchas de Salamanca
es de lunes a viernes, de 9:00 a 21:00. Y los sábados de 9:00 a
14:00. La entrada es gratuita, puedes planificar una visita familiar
para conocer de cerca el esplendor de este edificio.

También puedes encontrar información sobre la agenda cultural y


otras actividades en la web de la biblioteca de Salamanca.
Leyendas de la Casa de las Conchas

Alrededor la casa se han tejido historias que alimentan la


fascinación por este lugar. Historias de amor y tesoros ocultos que
despiertan la imaginación de todos los visitantes.
La leyenda de la Casa de las Conchas más popular es la que hace
referencia al origen de las conchas de piedra que adornan la
fachada. Se dice que la elección de este elemento es una muestra
de amor de Rodrigo Arias Maldonado a su esposa Juana Pimentel.
Esto ya que el escudo de su familia estaba formado por barras y
conchas.
Los menos románticos argumentan que la elección hace
referencia a la orden de Santiago. A la cual pertenecía la familia
Maldonado.

No es la única leyenda en la que se mencionan las conchas de


piedra. También se dice que debajo de una de ellas hay un tesoro,
las joyas de la familia. Cuenta la historia que los propietarios del
palacio, luego de esconder las joyas, dejaron un documento con
su valor estimado y la oportunidad de que algún curioso se
dedicara a descubrir dónde estaba.

Pero, la oportunidad de descubrir dónde está el tesoro escondido


tiene un precio. Quien pretenda encontrarlo debe pagar una
fianza igual al valor de las joyas. Si las encuentra se queda con las
joyas y se le devuelve el dinero. Si no las encuentra, lo pierde
todo.

La tercera historia habla de una moneda de oro


escondida detrás de una de las conchas. Al parecer esta es la más
probable que sea cierta. Ya que era una práctica común para
atraer fortuna a la familia.
También se dice que cuando los jesuitas querían comprar la casa
ofrecieron una moneda de oro por cada concha que adorna la
fachada.

Otras historias ligadas a la casa


Se cuenta que cuando el Colegio Menéndez Pelayo funcionaba en
la casa, algunos de los alumnos se escapaban por un pasadizo
que la conectaba con la casa vecina. Al parecer, para evadir a los
profesores que eran muy estrictos.

Sobre la flor de lis que forma parte del escudo de los Maldonado
también hay una historia curiosa. Cuentan que Aldana,
antepasado de los Maldonado derrotó en duelo al hijo del Rey de
Francia.

Para evitar que su hijo muriera, el rey le concedió a Aldana el


honor de llevar la flor de lis –propia de los borbones- en su
escudo. Al hacerlo dijo “cette fleur de plat est maldonnée”, que
significa algo similar a “esta flor es mal donada”. Aldana no
hablaba francés y pensó que el rey le había otorgado el nombre
de Maldonado.
¿Qué te ha parecido la historia de la Casa de las Conchas de
Salamanca? Apostamos que en tu próxima visita a la ciudad te
detendrás a pensar en sus leyendas. Y, a tratar de adivinar dónde
está el tesoro escondido. Allí está parte del encanto de este lugar.
¿Has estado antes en la actual biblioteca? Escríbenos y cuéntanos
por qué vale la pena visitarla.
La Arquitectura Barroca Española.
El siglo XVI supone el final de la hegemonía hispana. El siglo XVII viene marcado por una crisis
económica muy importante, lo que supone que las construcciones sean menos monumentales
que en el renacimiento y que los materiales sean menos costosos (ladrillo, yeso, madera).
La arquitectura barroca española tiene tres periodos:

1. Primera mitad del s. XVII, de gran sobriedad estructural y decorativa.


2. La Segunda mitad del s. XVII, marcado por el decorativismo.
3. EL Barroco Final de principios del s. XVIII, en el que coexiste una decoración
libre y fantasiosa, y las tendencias equilibradas y sobrias de la arquitectura cortesana
de los Borbones.
1.- Primera Mitad del siglo XVII.
Debido a la influencia de Juan de Herrera, en este periodo predomina la desnudez estructural y
decorativa.

Fracisco de Mora (1.553-1.610) continúa con la tradición herreriana, pero ya anticipa las
formas barrocas.

Es autor del Convento de San José en Ávila y del Palacio Ducal en Lerma (Burgos).

Su sobrino y discípulo, Juan Gómez de Mora (1.586-1.648), se aparta de la severidad


herreriana. Su obra clave es la Clerecía de Salamanca (ojo, pero sólo la fachada, que la torre
es de Churriguera).

En Madrid se encarga de la Plaza Mayor y la casa de la Villa.

Alonso Carbonell (finales s. XVI - 1.660) es el autor del Palacio del Buen Retiro de Madrid,
construido por deseo del Conde Duque de Olivares y del que sólo se conserva un ala. Tenía
una larga fachada jalonada por dos torres de chapiteles escurialenses. Este es el primer
barroco español, variación del estilo herreriano. En el interior de este palacio estaba el salón de
reinos de Felipe IV, decorado con importantes pinturas.

También trabajo en el PAnteón de reyes de El Escorial, que fue construido por Gian Battista
Crescenzi, de planta octogonal, casi circular, decorada con pilastras, capitales y sepulcros a
base de marmol y bronce.
Algunos autores dicen que el plano fue suyo, y que Crescenzi sólo lo decoró; otros dice que
sólo hizo la bóveda....
También hay que destacar a los jesuítas Pedro Sánchez y Francisco Bautista, autores de la
Catedral de San Isidro en Madrid.

Tiene una sola nave con capillas laterales y un crucero que forma una cruz latina con la nave
central. La cúpula está en el centro.

La fachada está recorrida por grandes pilastras verticales.


Pedro Sánchez fue el encargado de hacer las cúpulas encamondadas o falsas sobre un
soporte de madera, que tanto abundan en las iglesias madrileñas de la época.

2.- Segunda Mitad del Siglo XVII.


Desde 1.650 se van a ir añadiendo elementos decorativos, naturalista y abstractos, a las
desnudas estructuras herrerianas.
Las plantas siguen siendo sencillas, aunque los alzados alcanzan mayor libertad y dinamismo.

En Madrid, destacan Manuel y José del Olmo, con la Iglesia de las Comendadoras de
Santiago, con Planta de cruz Griega;

Pedro de La Torre, que hizo la capilla de San Isidro, adosada a la Iglesia de San Andrés, obra
de José de Villareal.

En Andalucía, Alonso Cano (1.601- 1.667), pintor, escultor y arquitecto; fue el encargado de la
fachada de la catedral de Granada, que concibió como un arco de triunfo de acentuados
claroscuros.
En Galicia se inició la remodelación de la Catedral románica de Santiago de Compostela. José
Peña Toro realizó el pórtico de la Quintana y la torre de la campana. De Diego Antonio de
Andrade es esta torre del reloj.

Se trata de un cuerpo alargado y esbelto, recorrido por pilastras y coronado por otras dos
torres (cuadrada y poligonal) a modo de campanario.

Tanto por las proporciones como por la ornamentación es uno de los precedentes de la
fachada del Obradoiro, proyectada por Peña Toro y ejecutada por Fernando de Casas y Novoa.

Esta fachada se realizó para tapar el Pórtico de la Gloria, integrar el edificio en el proyecto
urbanístico de la ciudad e integrarlo en la escalinata barroca que ya se había empezado a
construir. Casa y Novoa realizó un diseño piramidal, articulado en tres calles por columnas
estriadas, dividido en dos niveles y flanqueado por dos torres. La estructura se aligera con los
grandes ventanales que dan luminosidad al nártex de la catedral.

En Cataluña, la arquitectura civil tiene un papel destacado, si bien el barroco penetra en las
motivos decorativos, principalmente, como puede verse en la generalización de las columnas
salomónicas. De todas formas destaca la Catedral de Gerona, con una fachada retablo
precedida de una gran escalera.

A finales del siglo XVII, destaca Francisco Herrera el Joven ( 1.622 - 1.685), que fue pintor y
en sus últimos años realizó retablos y ejerció de arquitecto. Él trazó los planos para la Basílica
del Pilar, que se inició en 1681, pero tras su muerte el proyecto se modificó.

Junto con Herrera el Joven, José Jimenez Donoso es uno de los pintores-arquitectos del
barroco madrileño. Casi todas sus obras arquitectónicas está hoy destruidas, excepto la Casa
de la Panadería en la Plaza Mayor madrileña, que Donoso reconstruyó después del incendio
de 1672, y que fue proyectada por Juan Gómez de Mora.

3.- Barroco Final.

El siglo XVIII supone la apoteósis del Barroco. El estilo se hace recargado y exuberante, pero
los tres hermanos Churriguera crearán un estilo propio, al margen de la corriente cortesana que
trajeron los Borbones.
José Benito Churriguera (1. 665 - 1.725) se encargó de realizar retablos en los que emplea
columnas solomónicas y los estípites (pilastra trocopiramidal invertida). Este es el retablo de
San Esteban de Salamanca.
También se encargó, con un estilo más sobrio y racional, del trazado del Nuevo Batzán.

Sus hermanos, Joaquín (1.674 - 1.724) y Alberto Churriguera, trabajan en Salamanca.


Del primero es el Colegio de Calatrava.

Alberto Churriguera (1.676 - 1.750) fue el encargado de realizar la plaza Mayor de


Salamanca, siguiendo en modelo porticado de Madrid, aunque más recargado.

Pedro Ribera (1.681 - 1.742), de imaginación desbordante, fue discípulo de José Benito de
Churriguera. por lo que continúa con las estípites, la decoración fantasiosa y
recargada. Trabajó en Madrid, donde realizó, entre otros, el puente de Toledo, el Cuartel del
Conde-Duque, la fuente de la Mariblanca.....

Obra suya es la iglesia de Montserrat, en la calle San Bernardo, que fue prisión femenina tras
la Guerra Civil española. en ella observamos las estípites, baquetones encuadrando los vanos,
los chipeteles bulbosos...
Esta es la fachada del antiguo Hospicio de San Fernando, hoy museo Municipal de Madrid.
Esta fachada está organizada como un retablo, con dos cuerpos, y en el que el movimiento es
muy importante.

Se va ascendiendo desde la base hasta la hornacina en la que está San Fernando.

Los cortinajes a los lados de las obras, confieren gran teatralidad a esta fachada.

En Toledo destaca la figura de Narciso Tomé (1.690 - 1.742). Su obra más célebre es el
transparente de la catedral, en el deambulatorio. Construido para dar más iluminación al
sagrario de la capilla, los efectos de la luz y su escenografía es impresionante, ya que mezcla
arquitectura, escultura y pintura.
La arquitectura barroca andaluza tuvo dos focos: Sevilla y Granada.

En SEvilla, Leonardo de Figueroa (1.650 - 1.730) realizó la iglesia de San Luis de los
alemanes, con planta de cruz griega y cúpula de anillo ondulado.

Esta es la fachada del palacio de San Telmo. Consta de 3 cuerpos encuadrados en haces de
columnas muy ornamentadas.
En Granada, Francisco Hurtado Izquierdo(1.669 - 1.725) realizó el Sagrario de la catedral, en el
que predomina la columna salomónica y la profusión de elemento inútiles.

No podemos terminar el barroco final, sin hablar de la corriente cortesana asociada a los
borbones. Se trata de autores extranjeros traídos por Felipe V. Su arquitectura es más sobria y
monumental, siguiendo los modelos francés e italiano.

EL palacio Real de Madrid, obra de Juvara y Sachetti, es un claro ejemplo. Se trata de un


palacio de planta rectangular en torno a un patio central. Está flanqueado por torreones en las
esquinas que sobresalen en altura. El exterior recuerda a una fortaleza y no establece una
vinculación con su contexto urbano, a pesar de su ajardinamiento a la francesa.
Otra obra de estos este estilo, es el palacio de La Granja (Segovia), cuyo esquema e inicio fue
obra de Teodoro Ardemans, y que fue modificado por Sachetti y Juvara.

Arquitectura Barroca en España


El Barroco en nuestro país es un estilo esencialmente regionalista, no sigue unos patrones
universales.

Podemos distinguir el barroco castellano, del andaluz o del gallego, ya que en cada región de
España encontramos una modalidad con personalidad propia.

La primera mitad del siglo XVII constituye el inicio de la arquitectura barroca en española. Este
primer barroco está muy vinculado a Juan Herrera y a su principal monumento, El Escorial. Los
ideales de la Contrarreforma facilitan la pervivencia de este modelo arquitectónico.

Será a mediados de siglo cuando se empiecen a eliminar los vestigios herrerianos y la


ornamentación se haga más flexible.
Esto se debe en gran medida a la participación en la arquitectura de hombres polifacéticos,
mitad arquitectos, mitad pintores y hasta a veces escultores, como Alonso Cano.

Ya en el siglo XVIII la riqueza y la fantasía decorativas alcanzan su apogeo en las


construcciones de la familia Churriguera, Ribera o Fernando Casas Novoa. Es el momento de
esplendor de nuestro barroco más castizo y popular.

Pero encontramos también durante este siglo una arquitectura promovida por la corte y la
Academia, importada desde Francia e Italia, que es más clásica y academicista. Los Borbones
recurrirán a arquitectos franceses e italianos para acometer las principales obras reales, y éstos
son los encargados de introducir la nueva corriente. Ejemplo, El Palacio Real de Madrid.

Ambas tendencias, la barroca castiza y la barroca cortesana, convivirán a lo largo del siglo
XVIII.

El Barroco inicial de la primera mitad del siglo XVII


Juan Gómez de Mora (1586-1648)
Una de sus primeras obras, El Convento de la Encarnación de Madrid, es el mejor ejemplo de
purismo y sobriedad vinculado a El Escorial. Pero a pesar de la aparente austeridad de líneas,
hay elementos que apuntan la nueva estética, como el excesivo alargamiento de la fachada o
el aguzado frontón.

Proyectó en Madrid la Plaza Mayor y el Ayuntamiento sin salirse del recuerdo herreriano y en
Salamanca, el Colegio Regium, conocido como La Clerecía.

Francisco Bautista (1594-1679)


Cuando la disciplina herreriana comienza a aflojar, introduce disposiciones, formas y
ornamentos nuevos que encajan con el estilo barroco.

Su arquitectura fue majestuosa, tanto en la fachada como en los interiores, le gustaban los
órdenes gigantes, el claroscuro y el marcado sombreado que produce. Supo modelar el
espacio y lograr sensaciones ambientales.

La Catedral de San Isidro obedece a la tipología clásica de iglesia contrarreformista. Una nave
con capillas, crucero con gran cúpula y presbiterio poco profundo. Utilizó su famoso sexto
orden dórico-corintio en columnas y pilastras gigantes. Lo más original es la fachada.

Un rasgo innovador fue enlazar en cadenas de arriba abajo los diversos huecos en fachadas e
interiores.

Alonso Carbonell (?-1660)


Es otra de las figuras significativas del momento, autor del Palacio del Buen Retiro, de su Sala
de Bailes (Casón) y de la Ermita de San Antonio.

El Barroco de la segunda mitad del siglo XVII

Alonso Cano (1601-0667)


Más conocido como escultor y pintor, fue también un excelente arquitecto que provocó una
verdadera revolución en la arquitectura española de la segunda mitad del XVII.

Intenta eliminar el lenguaje de los órdenes clásicos buscando formas abstractas, angulosas,
cúbicas, como vemos en el Arco de la Puerta de Guadalajara en Madrid.

La obra arquitectónica más importante que acometió fue la Catedral de Granada. Emprendió la
tarea de cerrar el espacio gótico-renacentista que Diego de Siloé había creado.
Cano quiso resaltar el contraste entre exterior e interior, oponiendo una gran fachada retablo al
hermetismo que el edificio albergaba en su interior.

Estructura la fachada de la catedral desde las premisas de tensión de volumen y libertad


decorativa. Dispuesta a modo de arco triunfal, consta de tres calles divididas en dos cuerpos
por una cornisa horizontal y cubiertas por arcos de medio punto, cuyas pilastras tienen
medallones en lugar de capitel.

El Barroco del siglo XVIII

Los Churriguera
Los Churriguera son una familia de arquitectos que se convirtieron en el estandarte de nuestro
barroco.

Frecuentemente varios familiares trabajaban en la misma obra, por lo que resulta difícil precisar
la labor concreta de cada uno.

José de Churriguera es la figura principal y el creador del tipo de retablo más característico y
brillante del barroco castellano, donde impone el orden único y la columna salomónica.

El mejor ejemplo es el Retablo de San Esteban de Salamanca, donde utiliza unas columnas
salomónicas gigantescas. Observamos el gusto por la profusión de adorno y los dorados y el
ritmo dinámico de las formas curvadas.
A José de Churriguera le seguía en edad su hermano Joaquín, que se trasladó a Salamanca,
donde realizó el Colegio de Calatrava.

De los tres hermanos, Alberto fue el creador de la Plaza Mayor de Salamanca. Es un cuadrado
casi perfecto formado por cuatro pabellones porticados donde, a través de grandes arcos,
desembocan las principales calles de la ciudad. La plaza actúa así como distribuidor de las
arterias más importantes.

Pedro de Ribera (1683-1742)


Ribera recoge todos los elementos ornamentales del vocabulario churrigueresco y los articula
con acento propio. No se limita sólo a aspectos decorativos, sino que además posee un gran
sentido del espacio y de las estructuras internas.

Realiza la fachada del Hospicio de Madrid, que en la actualidad es el Museo Municipal de la


ciudad. La portada, que se sitúa en el centro de una fachada de líneas sobrias, es un alarde
decorativo donde el autor da rienda suelta a su capacidad creativa.

Narciso Tomé (1690-1742)


Es el autor de una de las obras más destacadas, el Transparente de la Catedral de Toledo. Es
un retablo que representa el Don de la sagrada Comunión a la Humanidad.

Las tres artes plásticas, arquitectura, pintura y escultura, quedan integradas en un solo
lenguaje expresivo en el que mezcla con total fantasía diversos materiales como el mármol, el
alabastro y el bronce. El estudio lumínico acentúa el dinamismo de las formas.

Fernando Casa y Novoa


Dentro del barroco gallego, la obra que mejor lo
representa es la Fachada del Obradoiro de la
Catedral de Santiago de Compostela.

Se desenvuelve en varios planos sucesivos que


hacen que las torres queden detrás, mientras
avanza el cuerpo central, concebido como un
retablo.

Los elementos arquitectónicos y la escultura se


conjugan con una unidad perfecta.

Leonardo de Figueroa
Será la figura clave en Andalucía. El Colegio-
seminario de San Telmo en Sevilla y la Iglesia de
San Luis son sus mejores aportaciones.
Plaza Mayor de Salamanca

Introducción
Nombre: Plaza Mayor
Ubicación: Salamanca. Comunidad Autonóma de Castilla-León
Cruzada por el rio Tormes
Declarada en 1973 Bien de Interés Cultural en la categoria de monumento
Gentilicio: salmantinos. Popularmente conocidos como charros.
La ciudad de Salamanca fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988

Historia
Salamanca es una ciudad por la que han pasado tribus prerrománas como los
vacceos y los vetones. Por aquí pasaría el cartaginés Anibal en el siglo III a.c. y los
romános pacificarian la zona y la llamarian Helmántica. Por Salamanca pasa el
Camino o Via de la Plata que recorre España de Norte a Sur, es por tanto eje viario
de capital importancia en el desarrollo peninsular.

En el 1102 Raimundo de Borgoña repobla la ciudad de Salamanca tomada a los


moros en nombre del rey Alfonso VI.

En 1220 el rey Alfonso IX de León (1188-1229) funda el Estudio General, o lo que


es lo mismo la Universidad que tanta importancia tendrá y tiene el en desarrollo de
la ciudad tanto cultural como económico.

La actual plaza se alza sobre los terrenos de la antigua plaza mayor conocida como
de San Martin que desde 1697 era el centro comercial y neurálgico de la ciudad.

Descripción

El impulso necesario
para construir una
nueva Plaza en
Salamanca, la dió el
rey Felipe V (1700-
1724) en 1710 en su
visita a la ciudad a
instancias del Cabildo
de la Catedral y el
Ayunamiento. Este en recompensa por el apoyo prestado por la ciudad en la Guerra
de Sucesión a la Corona Española mostró todo su apoyo al proyecto presentado de
construcción de nueva plaza.

Construida sobre planos de Alberto Churriguera Vezo (Madrid 1676 - Orgaz 1750),
él fue su primer arquitecto, a quien sucedió a la muerte de este el compostelano
Andrés Garcia Quiñones (1709-1784). Otros arquitectos que intervinieron en la
obra serian: José Ignacio de Larra Churriguera, y Nicolás de Churriguera. La idea
central de la plaza nace del uso de los bajos porticados como centros mercantiles,
mientras que las viviendas altas son habitadas por gentes de la nobleza,
eclesiasticos, y gentes de posibles. Así las viviendas son adquiridas por el Cabildo,
la Universidad y los Colegios Mayores.

Aunque su forma pueda llevar a engaño, la Plaza Mayor de Salamanca tiene forma
cuadrangular trapezoidal, es decir no es un cuadrado perfecto. Tiene 82,60 metros
en su lado norte, 81,60 metros el lado oeste, 75,60 metros en el lado sur y 79,80
metros en el lado este. Construida en el siglo XVIII dentro de la estética barroca,
nace fundamentalmente de la necesidad de disponer de un espacio comercial,
lúdico y administrativo, a imitación de la Plaza Mayor de Madrid. Las obras
comenzaron el 10 de mayo de 1729 y se terminaron en 1755. Los trabajos
empezaron con rapidez pero en 1735 se paralizan por impedimentos de algunos
nobles salmantinos que no querian que sus casas fueran expropiadas para construir
la plaza. En 1738 Alberto Churriguera dimite de su cargo, y no sería hasta 1750
cuando Andrés Garcia Quiñones se hace cargo de la obra y las finaliza en 1755,
entre ellas el Ayuntamiento, que es el último edificio en ser construido.

La construcción comenzó por el ala este, continuó por el lado sur, lado oeste y por
último el lado norte. La fachada oeste recibe el nombre de Pretrineros, la fachada
sur de San Martin, mientras que la fachada este es llamada del Pabellón Real y la
norte del Ayuntamiento. Por tanto la plaza Mayor fue construida en dos fases, una
primera entre 1729 y 1735 por Alberto Churriguera y una segunda fase entre 1750
y 1755 por Andrés Garcia Quiñones.

Los cuatro lados estan porticados y abiertos al exterior mediante arcos de medio
punto. En total 88 arcos de diversos tamaños y alturas, aunque todo el conjunto
asombra por su uniformidad. Sobre ellos se levantan tres pisos construidos todos
ellos en silleria de las canteras de Villamayor. La altura de la plaza es de 18 metros.
La plaza adopta una aparente uniformidad, sólo rota por la presencia en dos de sus
lados del edificio del Ayuntamiento y la fachada del conocido como Pabellón Real. El
conjunto se cierra en su parte superior por una balaustrada de piedra que a
intervalos se decora con pinaculos de forma piramidal rematos con una flor de lis
(simbolo heráldico de Felipe V de Borbón). En total 96 pinaculos que rodean todo el
perimetro de la plaza.

Los muros de las fachadas se abren al centro mediante 247 balcones o palcos-
miradores. La entrada a la plaza se realiza a través de nueve puertas y dos
pasajes. En las enjutas de los arcos de la planta baja encontramos medallones
esculpidos en su gran mayoría con diversos personajes de la realeza, iglesia o
cultura, en total 89 medallones. El nombre de las entradas son: Arco de San
Martin, del Corrillo, Arco del Toro.
Las fachadas sur y oeste son idénticas al ala este donde se
encuentra el Pabellón Real, con la excepción de los dos grandes
arcos que forman la entrada de San Martin y del Toril, cuya altura
se elevan hasta el segundo piso. Estos dos lados se componen de
veinte arcos de medio punto, incluidos estos dos citados. En la
fachada oeste se pueden observar algunos balcones con blasones
nobiliarios, ello es debido a que en este lugar se encontraban las
casas pertenecientes a la Universidad, Colegios Mayores, Catedral
y nobles de la ciudad.

Una de las funciones para la que fue construida la Plaza Mayor era para acoger los
espectaculos taurinos, así a titulo de curiosidad diremos que el primer espectaculo
se dió en 1733 cuando la plaza todavía no estaba concluida y el último tuvo lugar el
15 de julio de 1972. También se realizaban toda clase de acontecimientos
religiosos, festivos y dramáticos.
Los medallones de la fachada del Pabellón Real representan a reyes que abarcan el
periodo de Alfonso IX hasta Fernando VI. Carlos III se encuentra en la fachada
municipal, también podemos encontrar medallones con las efigies de Felipe II, los
Reyes Católicos, Cristobal Colón, El Cid, Ponce de León, Fernán González, Guzman
el Bueno, el Gran Capitan, Pizarro, Santa Teresa de Jesús, Cervantes, el padre
Vitoria, e incluso Alberto Churriguera. La gran mayoría de los medallones están
realizados por Alejandro Carnicero, y aún quedan algunos sin labrar.

Ayuntamiento Situado en el centro del ala norte. Esta fachada cuenta con
veintidos arcos. En el centro se encuentra el edificio del Ayuntamiento, este consta
de dos pisos y sobresale en altura sobre el resto de la fachada de la plaza. El
edificio municipal es obra de Andrés García Quiñones y fue el último edificio en
construirse. El edificio adscrito al barroco, tiene en su parte baja cinco arcos más
altos que el resto de la plaza. Los dos arcos de ambos extremos y sus balcones
superiores quedan separados por dos columnas de fuste cilindrico y capitel corintio.
El resto de la decoración se compone de cinco balcones en el piso superior y tres
balcones en el piso inferior ya que el balcón central que une los tres ventanales
centrales se trata de un balcón corrido; el resto de la decoración se compone de
relieves, medallones, escudos y otros ornamentos de la estética barroca. En este
tipo de decoración participó el escultor Antonio Montero.

A ambos lados del balcon central del piso superior figuran esculpidos dos ángeles,
obra del artista Gregorio Carnicero.

Flanqueando el balcón central del primer piso vemos dos hornacinas vacias, en ellas
figuraban los bustos del rey Carlos IV y su esposa Maria Luisa, obra del escultor
José Alvarez. Los bustos desaparecieron durante la Revolución de 1868.
Posteriormente se colocaron los bustos de Alfonso XII y su hija que nuevamente
desaparecieron en 1931 durante la República.

La espadaña que corona el edificio consistorial en ya obra tardía, realizada en 1852


por Tomás Cafranga. Esta se compone de tres vanos con sus correspondientes
campanas y unos pequeños antepechos de hierro. Bajo el vano central el reloj
municipal. Coronan la espadaña a ambos lados, dos figuras por lado que
representan a las cuatro virtudes cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza y
Templanza). Los vanos se separan por columnas dóricas semiadosadas y en el
centro del conjunto en el lugar más alta una corona real en piedra.

Sobre la cornisa se levanta una balaustrada de piedra que tiene cuatro esculturas
de bulto redondo obra de Isidoro Celaya y que representan a la Astronomía, el
Comercio, la Agricultura y la Industria.

Quedó pendiente de construir una torre a cada lado del Ayuntamiento según el
proyecto inicial y cuya maqueta es conocida. No se llegó a construir porque se
estimó que la estructura construida no aguantaria el peso de las torres.
Pabellón Real Situada
en el lado este, la
construcción de la plaza
comenzó por este
lugar. Se denomina así
por el rey Felipe V
impulsor de las obras y
porque desde su balcón

central presenciaban los espectáculos taurinos.

El Pabellón Real lo forma un gran arco de medio punto que se eleva hasta el primer
piso, el segundo piso lo forma un balcón corrido en cuyo muro figura una lápida
commemorativa y el tercer piso lo ocupa el conjunto escultórico del rey San
Fernando. Remata todo el conjunto una espadaña.

El gran arco es conocido como Arco del Toro o Arco de San Fernando. A ambos
lados un total de 22 arcos de medio punto que apoyan en pilares de planta
cuadrangular. En las enjutas del Arco del Toro dos medallones con las efigies de
Fernando V y su esposa Isabel de Farnesio.

La lápida commemorativa orlada con decoración barroca dice: Reinando Felipe V el


animoso, la muy Noble Ciudad de Salamanca empezó esta obra a 10 de marzo de
1720. Siendo corregidor don Rodrigo Caballero y Llanos, Intendente General de
Castilla, por sus diputados los señores don Juan de Barrientos de Solis, don
Francisco Honorato y San Miguel, don Juan de Castilla, conde de Francos, don Juan
Gutierrez y don Francisco de Soria; y se concluyeron las doce casas de esta linea
llamada el Pabellón Real, el día 3 de marzo de 1733. Soli Deo honor et gloria.
(Nota: Sólo a Dios, Honor y Gloria). Sobre la inscripción una cabeza de león que
sostiene entre sus fauces una argolla que sujeta a su vez la lápida
commemorativa.

El tercer piso lo ocupa un conjunto escultórico formado por unos cortinajes abiertos
en cuyo centro se encuentra un ovalo con el busto de San Fernando con la esfera
del orbe, la espada y con la corona real. A ambos lados de este conjuntos dos
escudos con las armas de la ciudad.

Rematando todo el conjunto una espadaña en cuyo centro se encuentra el escudo


real flanqueda por dos pilastras con decoración vegetal. Completa la decoración de
esta espadaña diversos elementos decórativos barrocos: guirnaldas, medallones,
repisas etc.

Plaza Mayor de Salamanca


16 de noviembre de 2012 Publicado por Laura Prieto Fernández
La Plaza Mayor de Salamanca se construyó siguiendo los parámetros urbanísticos y
estilistas de la época barroca.
Fue mandada construir por Rodrigo Caballero, corregidor de la ciudad de origen andaluz.
Pretendía que Salamanca contase con una plaza acorde a su estatus ya las necesidades
de una ciudad con una población cada vez más grande, siguiendo los modelos
urbanísticos de otras plazas de la época como Madrid, Valladolid, Córdoba…

La plaza se realizó entre 1729 y 1756 y la construcción se llevó a cabo en dos fases.

En la primera fase 1729- 1735 fue nombrado arquitecto feje Alberto Churriguera. Según la
intención de Rodrigo Caballero el espacio que debía ocupar la plaza era mucho mayor que
el actual pero los constantes litigios del ayuntamiento de la ciudad con los dueños de los
solares redujeron el proyecto a una plaza prácticamente cuadrada con unos 80 metros de
superficie. La plaza, que en un primer momento debía recibir el nombre de Plaza de San
Martín por la cercanía de la iglesia dedicada a este santo, se configuró como un espacio
de marcada horizontalidad.
Sobre un pórtico adintelado y abierto a la plaza a través de arcos de medio punto, se
levantan tres pisos con balconadas que se vierten al patio de la plaza. El uso de pilastras
cajeadas de orden gigante en el primer y segundo piso, hacen que el tercero se configure
como un pequeño ático. La construcción aparece rematada por una balaustrada.
Siguiendo este proyecto Alberto Churriguera construye dos pabellones: el Pabellón Real,
que recibe su nombre de los medallones o clípeos que decoran las enjutas de los arcos
con imágenes de monarcas españoles, y el Pabellón de San Martín, denominado así por
ser el más cercano a la iglesia de San Martín.
Cuando Alberto Churriguera finalizó la construcción de los dos pabellones hubo de
ausentarse de la ciudad quedando el proyecto en manos de su sobrino Manuel de Larra
Churriguera. Durante un tiempo se debatió sobre si modificar el proyecto para darle un
nuevo aspecto a los dos pabellones que restaban por construir, pero finalmente se optó
por seguir con el proyecto inicial.
Entre 1735 y 1750 la construcción de la Plaza Mayor de Salamanca estuvo paralizada, los
problemas del Ayuntamiento con los propietarios de los solares que se debían expropiar
para construir la plaza fueron una constante y entorpecían constantemente la ejecución del
proyecto.

Entre 1750 y 1765 se produjo la segunda fase de construcción, esta vez se levantaron los
pabellones oeste, el de Petrineros dedicando su iconografía a personajes ilustres, y
el pabellón norte que albergaría el ayuntamiento de la ciudad de la ciudad y otorgaría a la
plaza su condición de Plaza Mayor.
En esta segunda fase la configuración de balcones corridos que Alberto Churriguera había
plasmado en los dos primeros pabellones se modificó por balconadas individuales que
otorgan un aspecto más modular, pero en general se siguen las mismas líneas del
proyecto de éste.

La Casa Consistorial fue realizada hasta su espadaña, que fue añadida en 1852,
por Andrés García Quiñones siguiendo el modelo de fachada retablo. El Ayuntamiento
consigue, sin romper la armonía de la plaza, focalizar la atención del espectador y erigirse
como centro de la construcción. Con tan solo dos plantas su decoración abigarrada ya
anuncia componentes rococós en él, el juego de luces y sombras, frontones partidos,
volutas… supone la máxima expresión del barroco.
La piedra de Villamayor con la que fue construido todo el conjunto otorga a la plaza un
color dorado que, al atravesar sus arcos, cautiva al espectador. Desde el momento mismo
de su construcción la Plaza se convirtió en el corazón de la ciudad, a lo largo de su historia
sus soportales han actuado de mercado, en ella se han representado comedias, ha
albergado corridas de toros, ajusticiamientos y un largo etcétera que se extiende hasta
nuestros días.
La casa de Las Conchas de Salamanca es un edificio cuya construcción se inició en el
año 1493 y culminó en el 1517.

La casa tiene un estilo gótico y


elementos renacentistas. En el año 1929 el lugar se declara como un Monumento
Nacional por la historia arquitectónica que ella delata. La casa se construyó por uno
de los miembros del Consejo Real de la Castilla, Rodrigo Maldonado de Talavera,
el cual también ordeno la construcción de la Capilla de Talavera. El edificio se destaca
por su fachada la cual tiene más de 300 conchas y escudos. Posee 4 ventanas de estilo
gótico muy característico del mismo. Los antepechos de los balcones están
decorados con motivos de panales y cestería de influencia mudéjar.
Las rejas de las Ventanas, los arcos mixtilíneos del patio son algunos de los
elementos mas destacados del edificio. Las rejas son caracterizadas por ser una
gran muestra de la forja gótica .La función de las rejas no es solo ornamental sino que
trata de proteger a los habitantes de la casa. La mayoría de los elementos están
policromados en colores, azules, blancos y dorados. La escalera que da paso a las
demás plantas sigue una tradición romana y musulmana. En la primera planta, la
escalera se abre con la figura de un perro que sujeta el escudo de los Pimentel, en
la segunda se muestra un león que sostiene el escudo de Los Maldonado y en la
tercera se encuentran ambos escudos.
En el año 1993 el edificio alberga una biblioteca publica del estado, en el 1997 su
propietario le otorga los derechos del lugar a la Junta de Andalucía como pago de
Impuestos y mas tarde en el 2005 la junta le cede la propiedad a otro funcionario del
estado. La casa de las Conchas en Salamanca muestra un despertar intelectual y una
expansión arquitectónica más allá del margen del renacer. Uno de los puntos que
genera mas controversia es el porque de la utilización de las conchas como
elemento ornamental. Algunos autores delatan que se trataba del orgullo de los
Maldonado por formar parte de la Orden de Santiago y otros autores mas románticos
aluden la repetición de las conchas al amor que sentía Don Rodrigo por su esposa
Doña Maria. [ Equipo arquitectura y construcción de ARQHYS.com ]

LA CASA DE LAS CONCHAS. SALAMANCA


Acaso en el rincón más bello de Salamanca, frente a la Clerecía y la Rúa, se
encuentra este edificio (actualmente biblioteca pública) que es el
perfecto paso desde el último gótico (flamígero) al primer
Renacimiento (plateresco) que se produjo en el Reinado de los Reyes
Católicos (fines del XV- principios del XVI)
Mecenado por don Rodrigo Maldonado de Talavera (caballero de Santiago y
rector de Derecho) y sus descendientes, se trata el perfecto ejemplo
dearquitectura civil de palacio urbano con el que las élites de la Edad
Moderna (acabadas las luchas señoriales que se habían plasmado en los
múltiples castillos, como el de Coca que ya analizamos aquí) se integran
definitivamente en el tejido urbano, situándose en lugares de
prestigio. (El propio mecenas es una buena muestra de esta nueva nobleza
gestada por los Reyes Católicos vinculada a cargos de la Administración,
perteneciendo al Consejo de Castilla)
El interior se articula en torno a un patio de dos plantas de exquisitos arcos
mixtilíneos (tan típicos de la ciudad, como las Escuelas menores) a los que
se añaden tracerías, tondos y antepechos ya cercanos al mundo plateresco.
Al exterior destacan especialmente tres elementos:

Excelentes portadas y ventanas flamígeras de arcos mixtilíneos


y tracerías caladas flamígeras que se entrelazan con motivos heráldicos.
.
Las mejores representaciones de rejería de la ciudad
Y especialmente las conchas (las primitivas en la fachada que se enfrenta a
la Clerecía), vinculadas con la orden de Santiago que, plásticamente,
invaden el muro hasta casi ocultarlo, articulándolo de una de las
maneras más sutiles de todo nuestra renacimiento, dándole múltiples
apariencias a lo largo del día según la posición solar que proyecta
largas sombras, puntea con pozos de luz sus formas cóncavas, las
remarca con fuertes y cortas sombras cerca del mediodía...
En palabras de Víctor Nieto: "paradigma de la hibridación y eclacticismo que
se produce en la arquitectura en torno a 1500"

Los reinados de los Reyes Católicos y de los dos primeros Austrias (Carlos I y
Felipe II) tuvieron una gran trascendencia en la historia de España. Con ellos el
país entró en una fase de unificación y expansión territorial que condujo a la
creación de un gran imperio. Aunque fue un camino duro. La península Ibérica
tenía una situación política diversa. La Corona de Aragón (Cataluña, Aragón,
Valencia y Mallorca), el Reino castellano-leonés, Navarra, la Corona de portugal
y el Reino nazarí de Granada eran entidades políticas distintas.

Cuando se produjo la unión política, debido a la cantidad de habitantes y


riqueza, Castilla tenía una posición privilegiada para convertirse en el reino más
importante de la Monarquía recien creada, en contraposición a una decadente
Corona de Aragón.

Una serie de acontecimientos pusieron fin a la época medieval y dieron origen


al nacimiento de una nueva época en España, la Edad Moderna. Finalizó la
conquista de los territorios musulmanes y se descubrió y colonizó América.
Además se establecieron otras relaciones entre los monarcas y los nobles, que
provocó en el establecimiento de una Monarquía autoritaria en la que los reyes
intervenían cada vez más en la economía. También se limitaron los privilegios
de la Iglesia. En definitiva, la Monarquía se fortaleció, centralizando
progresivamente el poder, y surgió un imperio que durante mucho tiempo
dominó el panorama mundial.

CRONOLOGÍA TEST
SIGLO XVII
A lo largo de gran parte de este siglo la Monarquía española entró en una fase
de decadencia. El imperio que dejó Felipe II a su hijo no pudo ser sostenido
más allá de la mitad del siglo. España perdió su hegemonía europea en su lucha
contra los holandeses, turcos y los franceses. Este empeño político exterior
implicó utilizar muchos recursos de los países peninsulares y de las colonias
americanas. A esto se añadieron otras dificultades como las pestes, que
provocaron que gran parte del conjunto de la monarquía terminara el siglo con
menos población, así como el clima, que afectó de manera negativa al campo.
El comercio y la artesanía tampoco pasaron por sus mejores momentos durante
gran parte del siglo XVII.
Para la gobernación del país adquirieron gran importancia los validos
reales,entre los que destacó el Conde-Duque de Olivares. En tiempos de éste se
produjeron momentos de dificultades por los conflictos de Cataluña y Portugal
en 1640 debido a su proyecto de Unión de Armas. No obstante, terminando el
siglo la etapa de crisis económica y social y de vaivén político llegó a su fin y
empezó una etapa de ciertar ecuperación.
En el terreno cultural se vivió una época de contrastes. La universidad tuvo una
etapa decadente con un progresivo deterioro de la enseñanza y de la ciencia.
No obstante, a mediados de siglo unos personajes, los novatores, impidieron
que España se alejara mucho de la nueva ciencia que existía en Europa. En
cuanto a la cultura artística es reconocido que fue una de las épocas más
importantes ya que tanto la literatura como la pintura alcanzaron un gran
esplendor como así lo demuestran escritores como Cervantes, Lope de Vega,
Quevedo o Calderón y pintores como Velázquez.
CRONOLOGÍA TEST
SIGLO XVIII
En contraste con el siglo anterior, el siglo XVIII fue una época de recuperación
y reformas en muchos ámbitos de la vida española. La Guerra de Sucesión hizo
que España perdiera poder en beneficio de otros países europeos. En este siglo
la política exterior española estuvo marcada por la alianza con Francia, donde
mandaban los Borbones, y por luchas con la nueva potencia que logró ser
Inglaterra.
Los Borbones realizaron una política interior encaminada a refomar la
economía, la política y la sociedad. El siglo XVIII fue el de la recuperación
demográfica, el aumento de las rentas del campo y la subida del comercio
artesanal.
El Estado también se reorganizó con grandes reformas que conducían al
aumento del poder central. Después de la Guerra de Sucesión los viejos fueros
de los países de la Corona de Aragón fueron eliminados y se reforzaron los
ministerios localizados en la corte. Este reformismo ilustrado planteó otras
relaciones entre el Estado y la Iglesia ya que se puso en práctica un regalismo
que intentó aumentar la independencia del Estado con Roma.
La investigación en el ámbito científico conoció un notable auge, y se volvió
más práctica. Muchos intelectuales actualizaron los conocimientos españoles en
materias como las matemáticas, física, química y geografía y otras tantas más.
Nos acercaron al tipo de ciencia que se practicaba desde hace tiempo en
Europa. La renovación también se produjo en el arte de la arquitectura (rococó
y neoclasicismo) y de la pintura, donde Goya fue su máximo exponente durante
el siglo.
No obstante, el modelo ilustrado de reformas y de crecimiento económico entró
en crisis entre finales de siglo y comienzos del siguiente, ya que a los
inconvenientes económicos se sumaron los costes de la Guerra de la
Independencia contra Napoleón.

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