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La historia de la Casa de las Conchas de Salamanca transcurre
entre leyendas e historias de amor que conocerás
en www.lacronicadesalamanca.com. Se trata de uno de los
edificios emblemáticos de la arquitectura salmantina, cuyo origen
se remonta al siglo XV. Donde hoy se encuentra la biblioteca
pública, comenzó como el hogar de la familia Maldonado-
Pimentel. Si es o no un “monumento al amor”, puedes juzgarlo al
leer este post de La Crónica de Salamanca.
Sobre la flor de lis que forma parte del escudo de los Maldonado
también hay una historia curiosa. Cuentan que Aldana,
antepasado de los Maldonado derrotó en duelo al hijo del Rey de
Francia.
Fracisco de Mora (1.553-1.610) continúa con la tradición herreriana, pero ya anticipa las
formas barrocas.
Es autor del Convento de San José en Ávila y del Palacio Ducal en Lerma (Burgos).
Alonso Carbonell (finales s. XVI - 1.660) es el autor del Palacio del Buen Retiro de Madrid,
construido por deseo del Conde Duque de Olivares y del que sólo se conserva un ala. Tenía
una larga fachada jalonada por dos torres de chapiteles escurialenses. Este es el primer
barroco español, variación del estilo herreriano. En el interior de este palacio estaba el salón de
reinos de Felipe IV, decorado con importantes pinturas.
También trabajo en el PAnteón de reyes de El Escorial, que fue construido por Gian Battista
Crescenzi, de planta octogonal, casi circular, decorada con pilastras, capitales y sepulcros a
base de marmol y bronce.
Algunos autores dicen que el plano fue suyo, y que Crescenzi sólo lo decoró; otros dice que
sólo hizo la bóveda....
También hay que destacar a los jesuítas Pedro Sánchez y Francisco Bautista, autores de la
Catedral de San Isidro en Madrid.
Tiene una sola nave con capillas laterales y un crucero que forma una cruz latina con la nave
central. La cúpula está en el centro.
En Madrid, destacan Manuel y José del Olmo, con la Iglesia de las Comendadoras de
Santiago, con Planta de cruz Griega;
Pedro de La Torre, que hizo la capilla de San Isidro, adosada a la Iglesia de San Andrés, obra
de José de Villareal.
En Andalucía, Alonso Cano (1.601- 1.667), pintor, escultor y arquitecto; fue el encargado de la
fachada de la catedral de Granada, que concibió como un arco de triunfo de acentuados
claroscuros.
En Galicia se inició la remodelación de la Catedral románica de Santiago de Compostela. José
Peña Toro realizó el pórtico de la Quintana y la torre de la campana. De Diego Antonio de
Andrade es esta torre del reloj.
Se trata de un cuerpo alargado y esbelto, recorrido por pilastras y coronado por otras dos
torres (cuadrada y poligonal) a modo de campanario.
Tanto por las proporciones como por la ornamentación es uno de los precedentes de la
fachada del Obradoiro, proyectada por Peña Toro y ejecutada por Fernando de Casas y Novoa.
Esta fachada se realizó para tapar el Pórtico de la Gloria, integrar el edificio en el proyecto
urbanístico de la ciudad e integrarlo en la escalinata barroca que ya se había empezado a
construir. Casa y Novoa realizó un diseño piramidal, articulado en tres calles por columnas
estriadas, dividido en dos niveles y flanqueado por dos torres. La estructura se aligera con los
grandes ventanales que dan luminosidad al nártex de la catedral.
En Cataluña, la arquitectura civil tiene un papel destacado, si bien el barroco penetra en las
motivos decorativos, principalmente, como puede verse en la generalización de las columnas
salomónicas. De todas formas destaca la Catedral de Gerona, con una fachada retablo
precedida de una gran escalera.
A finales del siglo XVII, destaca Francisco Herrera el Joven ( 1.622 - 1.685), que fue pintor y
en sus últimos años realizó retablos y ejerció de arquitecto. Él trazó los planos para la Basílica
del Pilar, que se inició en 1681, pero tras su muerte el proyecto se modificó.
Junto con Herrera el Joven, José Jimenez Donoso es uno de los pintores-arquitectos del
barroco madrileño. Casi todas sus obras arquitectónicas está hoy destruidas, excepto la Casa
de la Panadería en la Plaza Mayor madrileña, que Donoso reconstruyó después del incendio
de 1672, y que fue proyectada por Juan Gómez de Mora.
El siglo XVIII supone la apoteósis del Barroco. El estilo se hace recargado y exuberante, pero
los tres hermanos Churriguera crearán un estilo propio, al margen de la corriente cortesana que
trajeron los Borbones.
José Benito Churriguera (1. 665 - 1.725) se encargó de realizar retablos en los que emplea
columnas solomónicas y los estípites (pilastra trocopiramidal invertida). Este es el retablo de
San Esteban de Salamanca.
También se encargó, con un estilo más sobrio y racional, del trazado del Nuevo Batzán.
Pedro Ribera (1.681 - 1.742), de imaginación desbordante, fue discípulo de José Benito de
Churriguera. por lo que continúa con las estípites, la decoración fantasiosa y
recargada. Trabajó en Madrid, donde realizó, entre otros, el puente de Toledo, el Cuartel del
Conde-Duque, la fuente de la Mariblanca.....
Obra suya es la iglesia de Montserrat, en la calle San Bernardo, que fue prisión femenina tras
la Guerra Civil española. en ella observamos las estípites, baquetones encuadrando los vanos,
los chipeteles bulbosos...
Esta es la fachada del antiguo Hospicio de San Fernando, hoy museo Municipal de Madrid.
Esta fachada está organizada como un retablo, con dos cuerpos, y en el que el movimiento es
muy importante.
Los cortinajes a los lados de las obras, confieren gran teatralidad a esta fachada.
En Toledo destaca la figura de Narciso Tomé (1.690 - 1.742). Su obra más célebre es el
transparente de la catedral, en el deambulatorio. Construido para dar más iluminación al
sagrario de la capilla, los efectos de la luz y su escenografía es impresionante, ya que mezcla
arquitectura, escultura y pintura.
La arquitectura barroca andaluza tuvo dos focos: Sevilla y Granada.
En SEvilla, Leonardo de Figueroa (1.650 - 1.730) realizó la iglesia de San Luis de los
alemanes, con planta de cruz griega y cúpula de anillo ondulado.
Esta es la fachada del palacio de San Telmo. Consta de 3 cuerpos encuadrados en haces de
columnas muy ornamentadas.
En Granada, Francisco Hurtado Izquierdo(1.669 - 1.725) realizó el Sagrario de la catedral, en el
que predomina la columna salomónica y la profusión de elemento inútiles.
No podemos terminar el barroco final, sin hablar de la corriente cortesana asociada a los
borbones. Se trata de autores extranjeros traídos por Felipe V. Su arquitectura es más sobria y
monumental, siguiendo los modelos francés e italiano.
Podemos distinguir el barroco castellano, del andaluz o del gallego, ya que en cada región de
España encontramos una modalidad con personalidad propia.
La primera mitad del siglo XVII constituye el inicio de la arquitectura barroca en española. Este
primer barroco está muy vinculado a Juan Herrera y a su principal monumento, El Escorial. Los
ideales de la Contrarreforma facilitan la pervivencia de este modelo arquitectónico.
Pero encontramos también durante este siglo una arquitectura promovida por la corte y la
Academia, importada desde Francia e Italia, que es más clásica y academicista. Los Borbones
recurrirán a arquitectos franceses e italianos para acometer las principales obras reales, y éstos
son los encargados de introducir la nueva corriente. Ejemplo, El Palacio Real de Madrid.
Ambas tendencias, la barroca castiza y la barroca cortesana, convivirán a lo largo del siglo
XVIII.
Proyectó en Madrid la Plaza Mayor y el Ayuntamiento sin salirse del recuerdo herreriano y en
Salamanca, el Colegio Regium, conocido como La Clerecía.
Su arquitectura fue majestuosa, tanto en la fachada como en los interiores, le gustaban los
órdenes gigantes, el claroscuro y el marcado sombreado que produce. Supo modelar el
espacio y lograr sensaciones ambientales.
La Catedral de San Isidro obedece a la tipología clásica de iglesia contrarreformista. Una nave
con capillas, crucero con gran cúpula y presbiterio poco profundo. Utilizó su famoso sexto
orden dórico-corintio en columnas y pilastras gigantes. Lo más original es la fachada.
Un rasgo innovador fue enlazar en cadenas de arriba abajo los diversos huecos en fachadas e
interiores.
Intenta eliminar el lenguaje de los órdenes clásicos buscando formas abstractas, angulosas,
cúbicas, como vemos en el Arco de la Puerta de Guadalajara en Madrid.
La obra arquitectónica más importante que acometió fue la Catedral de Granada. Emprendió la
tarea de cerrar el espacio gótico-renacentista que Diego de Siloé había creado.
Cano quiso resaltar el contraste entre exterior e interior, oponiendo una gran fachada retablo al
hermetismo que el edificio albergaba en su interior.
Los Churriguera
Los Churriguera son una familia de arquitectos que se convirtieron en el estandarte de nuestro
barroco.
Frecuentemente varios familiares trabajaban en la misma obra, por lo que resulta difícil precisar
la labor concreta de cada uno.
José de Churriguera es la figura principal y el creador del tipo de retablo más característico y
brillante del barroco castellano, donde impone el orden único y la columna salomónica.
El mejor ejemplo es el Retablo de San Esteban de Salamanca, donde utiliza unas columnas
salomónicas gigantescas. Observamos el gusto por la profusión de adorno y los dorados y el
ritmo dinámico de las formas curvadas.
A José de Churriguera le seguía en edad su hermano Joaquín, que se trasladó a Salamanca,
donde realizó el Colegio de Calatrava.
De los tres hermanos, Alberto fue el creador de la Plaza Mayor de Salamanca. Es un cuadrado
casi perfecto formado por cuatro pabellones porticados donde, a través de grandes arcos,
desembocan las principales calles de la ciudad. La plaza actúa así como distribuidor de las
arterias más importantes.
Las tres artes plásticas, arquitectura, pintura y escultura, quedan integradas en un solo
lenguaje expresivo en el que mezcla con total fantasía diversos materiales como el mármol, el
alabastro y el bronce. El estudio lumínico acentúa el dinamismo de las formas.
Leonardo de Figueroa
Será la figura clave en Andalucía. El Colegio-
seminario de San Telmo en Sevilla y la Iglesia de
San Luis son sus mejores aportaciones.
Plaza Mayor de Salamanca
Introducción
Nombre: Plaza Mayor
Ubicación: Salamanca. Comunidad Autonóma de Castilla-León
Cruzada por el rio Tormes
Declarada en 1973 Bien de Interés Cultural en la categoria de monumento
Gentilicio: salmantinos. Popularmente conocidos como charros.
La ciudad de Salamanca fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988
Historia
Salamanca es una ciudad por la que han pasado tribus prerrománas como los
vacceos y los vetones. Por aquí pasaría el cartaginés Anibal en el siglo III a.c. y los
romános pacificarian la zona y la llamarian Helmántica. Por Salamanca pasa el
Camino o Via de la Plata que recorre España de Norte a Sur, es por tanto eje viario
de capital importancia en el desarrollo peninsular.
La actual plaza se alza sobre los terrenos de la antigua plaza mayor conocida como
de San Martin que desde 1697 era el centro comercial y neurálgico de la ciudad.
Descripción
El impulso necesario
para construir una
nueva Plaza en
Salamanca, la dió el
rey Felipe V (1700-
1724) en 1710 en su
visita a la ciudad a
instancias del Cabildo
de la Catedral y el
Ayunamiento. Este en recompensa por el apoyo prestado por la ciudad en la Guerra
de Sucesión a la Corona Española mostró todo su apoyo al proyecto presentado de
construcción de nueva plaza.
Construida sobre planos de Alberto Churriguera Vezo (Madrid 1676 - Orgaz 1750),
él fue su primer arquitecto, a quien sucedió a la muerte de este el compostelano
Andrés Garcia Quiñones (1709-1784). Otros arquitectos que intervinieron en la
obra serian: José Ignacio de Larra Churriguera, y Nicolás de Churriguera. La idea
central de la plaza nace del uso de los bajos porticados como centros mercantiles,
mientras que las viviendas altas son habitadas por gentes de la nobleza,
eclesiasticos, y gentes de posibles. Así las viviendas son adquiridas por el Cabildo,
la Universidad y los Colegios Mayores.
Aunque su forma pueda llevar a engaño, la Plaza Mayor de Salamanca tiene forma
cuadrangular trapezoidal, es decir no es un cuadrado perfecto. Tiene 82,60 metros
en su lado norte, 81,60 metros el lado oeste, 75,60 metros en el lado sur y 79,80
metros en el lado este. Construida en el siglo XVIII dentro de la estética barroca,
nace fundamentalmente de la necesidad de disponer de un espacio comercial,
lúdico y administrativo, a imitación de la Plaza Mayor de Madrid. Las obras
comenzaron el 10 de mayo de 1729 y se terminaron en 1755. Los trabajos
empezaron con rapidez pero en 1735 se paralizan por impedimentos de algunos
nobles salmantinos que no querian que sus casas fueran expropiadas para construir
la plaza. En 1738 Alberto Churriguera dimite de su cargo, y no sería hasta 1750
cuando Andrés Garcia Quiñones se hace cargo de la obra y las finaliza en 1755,
entre ellas el Ayuntamiento, que es el último edificio en ser construido.
La construcción comenzó por el ala este, continuó por el lado sur, lado oeste y por
último el lado norte. La fachada oeste recibe el nombre de Pretrineros, la fachada
sur de San Martin, mientras que la fachada este es llamada del Pabellón Real y la
norte del Ayuntamiento. Por tanto la plaza Mayor fue construida en dos fases, una
primera entre 1729 y 1735 por Alberto Churriguera y una segunda fase entre 1750
y 1755 por Andrés Garcia Quiñones.
Los cuatro lados estan porticados y abiertos al exterior mediante arcos de medio
punto. En total 88 arcos de diversos tamaños y alturas, aunque todo el conjunto
asombra por su uniformidad. Sobre ellos se levantan tres pisos construidos todos
ellos en silleria de las canteras de Villamayor. La altura de la plaza es de 18 metros.
La plaza adopta una aparente uniformidad, sólo rota por la presencia en dos de sus
lados del edificio del Ayuntamiento y la fachada del conocido como Pabellón Real. El
conjunto se cierra en su parte superior por una balaustrada de piedra que a
intervalos se decora con pinaculos de forma piramidal rematos con una flor de lis
(simbolo heráldico de Felipe V de Borbón). En total 96 pinaculos que rodean todo el
perimetro de la plaza.
Los muros de las fachadas se abren al centro mediante 247 balcones o palcos-
miradores. La entrada a la plaza se realiza a través de nueve puertas y dos
pasajes. En las enjutas de los arcos de la planta baja encontramos medallones
esculpidos en su gran mayoría con diversos personajes de la realeza, iglesia o
cultura, en total 89 medallones. El nombre de las entradas son: Arco de San
Martin, del Corrillo, Arco del Toro.
Las fachadas sur y oeste son idénticas al ala este donde se
encuentra el Pabellón Real, con la excepción de los dos grandes
arcos que forman la entrada de San Martin y del Toril, cuya altura
se elevan hasta el segundo piso. Estos dos lados se componen de
veinte arcos de medio punto, incluidos estos dos citados. En la
fachada oeste se pueden observar algunos balcones con blasones
nobiliarios, ello es debido a que en este lugar se encontraban las
casas pertenecientes a la Universidad, Colegios Mayores, Catedral
y nobles de la ciudad.
Una de las funciones para la que fue construida la Plaza Mayor era para acoger los
espectaculos taurinos, así a titulo de curiosidad diremos que el primer espectaculo
se dió en 1733 cuando la plaza todavía no estaba concluida y el último tuvo lugar el
15 de julio de 1972. También se realizaban toda clase de acontecimientos
religiosos, festivos y dramáticos.
Los medallones de la fachada del Pabellón Real representan a reyes que abarcan el
periodo de Alfonso IX hasta Fernando VI. Carlos III se encuentra en la fachada
municipal, también podemos encontrar medallones con las efigies de Felipe II, los
Reyes Católicos, Cristobal Colón, El Cid, Ponce de León, Fernán González, Guzman
el Bueno, el Gran Capitan, Pizarro, Santa Teresa de Jesús, Cervantes, el padre
Vitoria, e incluso Alberto Churriguera. La gran mayoría de los medallones están
realizados por Alejandro Carnicero, y aún quedan algunos sin labrar.
Ayuntamiento Situado en el centro del ala norte. Esta fachada cuenta con
veintidos arcos. En el centro se encuentra el edificio del Ayuntamiento, este consta
de dos pisos y sobresale en altura sobre el resto de la fachada de la plaza. El
edificio municipal es obra de Andrés García Quiñones y fue el último edificio en
construirse. El edificio adscrito al barroco, tiene en su parte baja cinco arcos más
altos que el resto de la plaza. Los dos arcos de ambos extremos y sus balcones
superiores quedan separados por dos columnas de fuste cilindrico y capitel corintio.
El resto de la decoración se compone de cinco balcones en el piso superior y tres
balcones en el piso inferior ya que el balcón central que une los tres ventanales
centrales se trata de un balcón corrido; el resto de la decoración se compone de
relieves, medallones, escudos y otros ornamentos de la estética barroca. En este
tipo de decoración participó el escultor Antonio Montero.
A ambos lados del balcon central del piso superior figuran esculpidos dos ángeles,
obra del artista Gregorio Carnicero.
Flanqueando el balcón central del primer piso vemos dos hornacinas vacias, en ellas
figuraban los bustos del rey Carlos IV y su esposa Maria Luisa, obra del escultor
José Alvarez. Los bustos desaparecieron durante la Revolución de 1868.
Posteriormente se colocaron los bustos de Alfonso XII y su hija que nuevamente
desaparecieron en 1931 durante la República.
Sobre la cornisa se levanta una balaustrada de piedra que tiene cuatro esculturas
de bulto redondo obra de Isidoro Celaya y que representan a la Astronomía, el
Comercio, la Agricultura y la Industria.
Quedó pendiente de construir una torre a cada lado del Ayuntamiento según el
proyecto inicial y cuya maqueta es conocida. No se llegó a construir porque se
estimó que la estructura construida no aguantaria el peso de las torres.
Pabellón Real Situada
en el lado este, la
construcción de la plaza
comenzó por este
lugar. Se denomina así
por el rey Felipe V
impulsor de las obras y
porque desde su balcón
El Pabellón Real lo forma un gran arco de medio punto que se eleva hasta el primer
piso, el segundo piso lo forma un balcón corrido en cuyo muro figura una lápida
commemorativa y el tercer piso lo ocupa el conjunto escultórico del rey San
Fernando. Remata todo el conjunto una espadaña.
El gran arco es conocido como Arco del Toro o Arco de San Fernando. A ambos
lados un total de 22 arcos de medio punto que apoyan en pilares de planta
cuadrangular. En las enjutas del Arco del Toro dos medallones con las efigies de
Fernando V y su esposa Isabel de Farnesio.
El tercer piso lo ocupa un conjunto escultórico formado por unos cortinajes abiertos
en cuyo centro se encuentra un ovalo con el busto de San Fernando con la esfera
del orbe, la espada y con la corona real. A ambos lados de este conjuntos dos
escudos con las armas de la ciudad.
La plaza se realizó entre 1729 y 1756 y la construcción se llevó a cabo en dos fases.
En la primera fase 1729- 1735 fue nombrado arquitecto feje Alberto Churriguera. Según la
intención de Rodrigo Caballero el espacio que debía ocupar la plaza era mucho mayor que
el actual pero los constantes litigios del ayuntamiento de la ciudad con los dueños de los
solares redujeron el proyecto a una plaza prácticamente cuadrada con unos 80 metros de
superficie. La plaza, que en un primer momento debía recibir el nombre de Plaza de San
Martín por la cercanía de la iglesia dedicada a este santo, se configuró como un espacio
de marcada horizontalidad.
Sobre un pórtico adintelado y abierto a la plaza a través de arcos de medio punto, se
levantan tres pisos con balconadas que se vierten al patio de la plaza. El uso de pilastras
cajeadas de orden gigante en el primer y segundo piso, hacen que el tercero se configure
como un pequeño ático. La construcción aparece rematada por una balaustrada.
Siguiendo este proyecto Alberto Churriguera construye dos pabellones: el Pabellón Real,
que recibe su nombre de los medallones o clípeos que decoran las enjutas de los arcos
con imágenes de monarcas españoles, y el Pabellón de San Martín, denominado así por
ser el más cercano a la iglesia de San Martín.
Cuando Alberto Churriguera finalizó la construcción de los dos pabellones hubo de
ausentarse de la ciudad quedando el proyecto en manos de su sobrino Manuel de Larra
Churriguera. Durante un tiempo se debatió sobre si modificar el proyecto para darle un
nuevo aspecto a los dos pabellones que restaban por construir, pero finalmente se optó
por seguir con el proyecto inicial.
Entre 1735 y 1750 la construcción de la Plaza Mayor de Salamanca estuvo paralizada, los
problemas del Ayuntamiento con los propietarios de los solares que se debían expropiar
para construir la plaza fueron una constante y entorpecían constantemente la ejecución del
proyecto.
Entre 1750 y 1765 se produjo la segunda fase de construcción, esta vez se levantaron los
pabellones oeste, el de Petrineros dedicando su iconografía a personajes ilustres, y
el pabellón norte que albergaría el ayuntamiento de la ciudad de la ciudad y otorgaría a la
plaza su condición de Plaza Mayor.
En esta segunda fase la configuración de balcones corridos que Alberto Churriguera había
plasmado en los dos primeros pabellones se modificó por balconadas individuales que
otorgan un aspecto más modular, pero en general se siguen las mismas líneas del
proyecto de éste.
La Casa Consistorial fue realizada hasta su espadaña, que fue añadida en 1852,
por Andrés García Quiñones siguiendo el modelo de fachada retablo. El Ayuntamiento
consigue, sin romper la armonía de la plaza, focalizar la atención del espectador y erigirse
como centro de la construcción. Con tan solo dos plantas su decoración abigarrada ya
anuncia componentes rococós en él, el juego de luces y sombras, frontones partidos,
volutas… supone la máxima expresión del barroco.
La piedra de Villamayor con la que fue construido todo el conjunto otorga a la plaza un
color dorado que, al atravesar sus arcos, cautiva al espectador. Desde el momento mismo
de su construcción la Plaza se convirtió en el corazón de la ciudad, a lo largo de su historia
sus soportales han actuado de mercado, en ella se han representado comedias, ha
albergado corridas de toros, ajusticiamientos y un largo etcétera que se extiende hasta
nuestros días.
La casa de Las Conchas de Salamanca es un edificio cuya construcción se inició en el
año 1493 y culminó en el 1517.
Los reinados de los Reyes Católicos y de los dos primeros Austrias (Carlos I y
Felipe II) tuvieron una gran trascendencia en la historia de España. Con ellos el
país entró en una fase de unificación y expansión territorial que condujo a la
creación de un gran imperio. Aunque fue un camino duro. La península Ibérica
tenía una situación política diversa. La Corona de Aragón (Cataluña, Aragón,
Valencia y Mallorca), el Reino castellano-leonés, Navarra, la Corona de portugal
y el Reino nazarí de Granada eran entidades políticas distintas.
CRONOLOGÍA TEST
SIGLO XVII
A lo largo de gran parte de este siglo la Monarquía española entró en una fase
de decadencia. El imperio que dejó Felipe II a su hijo no pudo ser sostenido
más allá de la mitad del siglo. España perdió su hegemonía europea en su lucha
contra los holandeses, turcos y los franceses. Este empeño político exterior
implicó utilizar muchos recursos de los países peninsulares y de las colonias
americanas. A esto se añadieron otras dificultades como las pestes, que
provocaron que gran parte del conjunto de la monarquía terminara el siglo con
menos población, así como el clima, que afectó de manera negativa al campo.
El comercio y la artesanía tampoco pasaron por sus mejores momentos durante
gran parte del siglo XVII.
Para la gobernación del país adquirieron gran importancia los validos
reales,entre los que destacó el Conde-Duque de Olivares. En tiempos de éste se
produjeron momentos de dificultades por los conflictos de Cataluña y Portugal
en 1640 debido a su proyecto de Unión de Armas. No obstante, terminando el
siglo la etapa de crisis económica y social y de vaivén político llegó a su fin y
empezó una etapa de ciertar ecuperación.
En el terreno cultural se vivió una época de contrastes. La universidad tuvo una
etapa decadente con un progresivo deterioro de la enseñanza y de la ciencia.
No obstante, a mediados de siglo unos personajes, los novatores, impidieron
que España se alejara mucho de la nueva ciencia que existía en Europa. En
cuanto a la cultura artística es reconocido que fue una de las épocas más
importantes ya que tanto la literatura como la pintura alcanzaron un gran
esplendor como así lo demuestran escritores como Cervantes, Lope de Vega,
Quevedo o Calderón y pintores como Velázquez.
CRONOLOGÍA TEST
SIGLO XVIII
En contraste con el siglo anterior, el siglo XVIII fue una época de recuperación
y reformas en muchos ámbitos de la vida española. La Guerra de Sucesión hizo
que España perdiera poder en beneficio de otros países europeos. En este siglo
la política exterior española estuvo marcada por la alianza con Francia, donde
mandaban los Borbones, y por luchas con la nueva potencia que logró ser
Inglaterra.
Los Borbones realizaron una política interior encaminada a refomar la
economía, la política y la sociedad. El siglo XVIII fue el de la recuperación
demográfica, el aumento de las rentas del campo y la subida del comercio
artesanal.
El Estado también se reorganizó con grandes reformas que conducían al
aumento del poder central. Después de la Guerra de Sucesión los viejos fueros
de los países de la Corona de Aragón fueron eliminados y se reforzaron los
ministerios localizados en la corte. Este reformismo ilustrado planteó otras
relaciones entre el Estado y la Iglesia ya que se puso en práctica un regalismo
que intentó aumentar la independencia del Estado con Roma.
La investigación en el ámbito científico conoció un notable auge, y se volvió
más práctica. Muchos intelectuales actualizaron los conocimientos españoles en
materias como las matemáticas, física, química y geografía y otras tantas más.
Nos acercaron al tipo de ciencia que se practicaba desde hace tiempo en
Europa. La renovación también se produjo en el arte de la arquitectura (rococó
y neoclasicismo) y de la pintura, donde Goya fue su máximo exponente durante
el siglo.
No obstante, el modelo ilustrado de reformas y de crecimiento económico entró
en crisis entre finales de siglo y comienzos del siguiente, ya que a los
inconvenientes económicos se sumaron los costes de la Guerra de la
Independencia contra Napoleón.