Las
relaciones sociales y la vitalidad urbana de los barrios son cada vez más
escasas y fragmentadas.
Manuel Delgado nos recuerda que lo que une a las personas y las convierte
en poderosamente solidarias no es que piensen lo mismo, sino que
experimentan y se transmiten lo mismo. (…) La comunidad se funda en la
comunión; la colectividad, en cambio, se organiza a partir de la
comunicación. En apariencia, la comunidad y la colectividad implican una
parecida reducción a la unidad. La diferencia, con todo, es importante y
consiste en que si la comunidad exige coherencia, lo que necesita y
produce toda colectividad es cohesión.
Sin embargo hoy podemos dar por asumida la existencia de una piel digital
que caracteriza los espacios públicos y nos podemos dedicar a definir
cualidades y características; y empezar a hablar de espacios sensibles
haciendo referencia al carácter vivo de estos espacios; a su capacidad de
promover una relación bidireccional con sus usuarios, de catalizar redes
sociales hiper-locales y visualizar de manera transparente la información
relacionada con el entorno.
Este articulo ha sido escrito por Domenico Di Siena para el blog “La Ciudad
Viva“, una iniciativa de la Consejería de Vivienda y Ordenación del
Territorio de la Junta de Andalucía.