A partir de la segunda mitad de este siglo, se inició una revolución teórica de gran
envergadura en nuestra comprensión del lenguaje. Este hecho, que ha sido llamado
el giro lingüístico, influyó en todas las ramas de la filosofía, ubicando al lenguaje en
el centro de sus preocupaciones. La psicología, la sociología, la antropología, las
ciencias políticas y la economía, entre otras disciplinas, están reconociendo
progresivamente la importancia del lenguaje en sus respectivos campos. Y los
estudios sobre las bases biológicas del lenguaje también han hecho un concordante
aporte en este mismo sentido.
También recibe la Ontología del lenguaje los aportes de filósofos del lenguaje
contemporáneos como el británico John Austin, el norteamericano John Searle y
del autríaaco Ludwig Wittgenstein. Desde el campo de la biología, las
contribuciones del biólogo chileno Humberto Maturana, con sus trabajos sobre
biología de la cognición y el cambio epistemológico que estos proponen.