Victoria González Guardiola HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA

ABSOLULTISMO ILUSTRADO Y RESPUETAS

OLIGÁRQUICAS: EL ASCENSO SOCIAL DE LA
FAMILIA VINANDER.

En este artículo se realiza una lectura general acerca de la evolución de la distribución del
poder perteneciente a las clases altas de la sociedad. Se puede indagar sobre el ascenso
de diferentes linajes familiares que dependen sobre todo del contexto circunstancial en el
que vivieron.
En este caso, el autor basa su investigación en el ascenso social y político de la familia
Vinader, los cuáles tuvieron miembros destacados en el panorama sociopolítico en un
período que abarca desde 1650 hasta 1790 aproximadamente.
Las fuentes utilizadas para llevar a cabo una investigación de este tipo son muchas y muy
variadas, empezando por las “diligencias practicadas sobre el informe de estatuto de
Nobleza, para servir los oficios del regidor” que se encuentra en el Archivo Municipal de
Murcia, ciudad en la que se centra la búsqueda, además de otros documentos tales como
cartas reales, actas capitulares y legajos.
Por supuesto hay que tener en cuenta el posible cruce de fuentes, muy frecuente en la
Edad Moderna e indispensable de conocer para cuadrar los datos. Asimismo, también se
utilizará la documentación notarial, es decir, testamentos, partición de bienes, poderes…
pertenecientes al Archivo Histórico Provincial de Murcia y al Archivo General de
Simancas.
Esta familia en particular buscaba el ascenso e integración en el colectivo oligárquico
murciano utilizando como medio sus puestos en el aparato de gobierno municipal. Hay
que tener en cuenta que es un caso particular determinado, sin embargo, de él pueden
extraerse ciertas generalidades que podrían atribuirse a los ascensos sociales de otras
familias.
Las vicisitudes de estas familias en busca de la nobleza pueden ayudar al historiador a
comprender mejor períodos históricos tales como la transición al capitalismo o la
disgregación del Antiguo Régimen, acontecimientos de larga duración en los que estas
familias estuvieron en primera plana. El ascenso de nuevas familias resulta sobre todo
sorprendente en épocas en las que la Corona trataba de organizar y controlar a la sociedad
y llevaría a preguntarse ¿por qué y cómo ascienden estos linajes?
Para poder comprender su modo de consolidación en el panorama social y político y su
aceptación resulta importante estudiar en un primer momento la genealogía de estos
linajes y sus redes sociales. La incorporación de la familia Vinader como de muchas otras
tuvo una difícil aceptación por parte de la oligarquía murciana por el hecho de su fuerte
identidad colectiva, sin embargo, al mismo tiempo estaban continuamente enfrascadas
internamente en luchas por el poder.
A partir de 1619 ya podían atisbarse indicios de movilidad social en la oligarquía
murciana, esta fue consolidando su poder en base a la adquisición de oficios como el de

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regidor y a un proceso de perpetuación por juro de heredad y vinculación de estos mismos

oficios.
Para poder lograr sus objetivos tuvieron que enfrentarse a las familias nobles tradicionales
que intentaban cerrar filas y limitar los puestos a sus “iguales” e intentaron aprovechar
para su cometido el Estatuto de la Nobleza de Murcia de 1752. Sin embargo, la Corona
buscaba la incorporación de estos hombres nuevos en el Cabildo en un primer momento
en puestos secundarios, aunque posteriormente irían ascendiendo, con la idea de poder
implantar reformas ilustradas que creo que a los viejos linajes no gustarían mucho.
El por qué estas familias pasaron a tener un papel principal me parece bastante claro y es
la búsqueda del poder político. Estos linajes, como el comentado Vinader, habían hecho
gran fortuna económica hasta el punto de poder equipararse con la nobleza e incluso en
algunos casos superarles, sin embargo, no gozaban de los mismos privilegios, status ni
influencia que ellos. Esto los llevo al deseo de ascenso administrativo y político
enfrentándose de esta manera con la aristocracia.
Uno de los requisitos requeridos para la participación en las instituciones políticas locales
era la limpieza de sangre, aunque esta en ocasiones también afecto a la propia aristocracia.
En el caso Vinader, específicamente el de don Salvador Vinader Moratón, que obtuvo el
puesto de regidor en 1759, la nobleza intentó hundir su nombramiento y sus principales
opositores eran miembros de una familia de Orihuela: Fontes, Sandoval y Rocamora.
A pesar de esto, tanto esta como muchas otras familias supieron abrirse paso en el viejo
estamento utilizando una serie de estrategias de las que no solo habla el autor del artículo
sino también otros historiadores interesados en la Historia Social de la modernidad
española como el historiador vasco José María Imízcoz Beunza en sus publicaciones
sobre las élites de la España moderna o Helena Carretero Suárez en su investigación
acerca de la movilidad social en época moderna en Avilés.
Todos coinciden en que es fundamental para ser admitido por la aristocracia el realizar
algún tipo de servicio a la Corona, ya sea por tener un cargo administrativo o político o
por prestar servicio en el Ejército.
La Corona pretendía estimular a las élites locales con el fin de crear una burocracia más
profesional y menos corrupta por lo que fue esta carrera resultó más de atractiva para esa
burguesía enriquecida.
La concentración de propiedades era una de las formas preferidas de estas familias de
conseguir poder, de esta manera intentaban contrarrestar e influjo que llevaba o intentaba
llevar a cabo la monarquía para la centralización del poder.
Las relaciones con la Corona serán fundamentales y buscarán a toda costa la merced real
y la obtención de la titulación nobiliaria, lo que significaba la inclusión del linaje en el
organigrama de la élite local.
Sin embargo, la aristocracia no aceptaba a los nuevos miembros tan fácilmente, para ello
era necesario un comportamiento específico. Al igual que en los pequeños pueblos se
consideraba vecino a aquellos que se acoplaban a la vida cotidiana y seguían las
costumbres y la forma de vida típica de ese pueblo, la nobleza también seguía unas pautas
que los nuevos linajes imitaban con el fin de la inclusión social.

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Seguir los hábitos de la nobleza era imprescindible, la asimilación plena del sentido de
élite pasaba por el vestuario que llevaban los miembros de la familia, su participación en
ceremonias, los cargos que ostentaban, las fiestas a las que acudían o su aceptación en las
cofradías.
El

comportamiento de estas familias ante la sociedad podían significar su asimilación dentro

del estamento o su marginación. También era importante el poseer buenos contactos, es
decir, crear y obtener clientelas necesarias para el próspero ascenso del linaje.
Para esto último era conveniente llevar a cabo una política matrimonial beneficiosa con
familias tradicionales nobles, las cuales en muchas ocasiones iban en busca del gran poder
monetario de estas nuevas familias para poder seguir llevando adelante sus fastuosas
vidas.
Los Vinader llegaron del Reino de Valencia y al instalarse en Murcia asumieron un linaje
noble: los Moratón-Milanés, estos pronto consiguieron un mayorazgo y acumularon un
gran patrimonio, hoy en día tenemos el Palacio de los Vinader situado en la Plaza Julián
Romea, construido precisamente en el siglo XVIII.
Como ya mencioné con anterioridad, fue Salvador Vinader el primero en iniciar este
linaje noble adquiriendo el título de Marqués de Torreoctavio, pronto se casó con doña
Francisca Antonia Corvari, la cual provenía de una familia recientemente ascendida
también. El proceso de integración familiar es largo y complejo y no fue hasta su hijo
Vinader Corvari, el cual contrajo matrimonio con Isabel de Paz y Prieto, que se les acepto
abiertamente en la sociedad.
De esta manera podemos ver como el cursus honorum (la carrera política o
administrativa), el matrimonio y la interiorización del status eran elementos
fundamentales para la movilidad social hacia el estamento aristócrata.

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Sin embargo, estos ascensos acabaron volviéndose en contra de la Corona, esta pretendía
una renovación y el perfeccionamiento del funcionamiento del estado, pero estas familias
terminaron por caer en los mismos vicios que los viejos linajes socavando la confianza
en el Régimen y originando así un círculo vicioso.
En mi opinión, es totalmente natural esa búsqueda de poder político y de ascenso social
de la burguesía o de nobles de bajo rango, tenían el poder económico suficiente para
considerarse superiores, pero no el poder político.
La nobleza del momento gastaba más dinero del que sus rentas podían otorgarles, el nivel
de vida que llevaban era muy elevado, lo que los llevaba a pedir préstamos a estas familias
nuevas que encantadas colaboraban a cambio de influencia, contactos y en el mejor de
los casos un matrimonio que hiciera subir de escalafón a su descendencia.
El reformismo llevado a cabo por la Corona para mejorar el funcionamiento del estado se
vio truncado por la excesiva asimilación del exacerbado estilo de vida que adoptaron estos
linajes por lo que apenas se vieron mejoras significativas en la práctica.
Aún así el inicio de la movilidad social entre los estamentos, aunque fuera mínima y
criticada por las altas esferas es un elemento significativo de cambio que se dejo notar
más con la incorporación de este reformismo ilustrado llevado a cabo por la Corona.
Me parece muy interesante el estudio de estos ascensos, pero también de las caídas de los
grandes linajes o personajes que van ligadas en muchas ocasiones a períodos o procesos
históricos determinados que son mayormente comprendidos mediante el análisis de la
base esencial de todo reino o territorio: su sociedad.