Algunas comunidades han construido una cosmovisión, una verdad, que les ha
permitido perdurar durante siglos, esta cosmovisión a su vez posibilita que exista un
equilibrio en las relaciones entre la misma comunidad, la comunión con la naturaleza y
la relación de los individuos consigo mismos. Al norte del Cauca hay una población
indígena, la comunidad Nasa, en el resguardo de Tacueyó, su cosmovisión en tiempos
pasados les permitió crear una identidad territorial y una forma de vida; actualmente
esta identidad está definida por el territorio que ocupan y ocuparon sus antepasados y
hacerlo respetar les ha traído constantes luchas con las guerrillas e incluso con el
gobierno Colombiano, pese a esto el estilo de vida ha cambiado drásticamente, se
perdieron los valores que conservan la integridad de la comunidad entre ellos los
conocimientos ancestrales, las costumbres, rituales, vestimentas y las representaciones
artísticas que los han diferenciado de las demás comunidades indígenas colombianas,
su representación única del mundo se mantiene débilmente en otras partes, pero no de
forma perceptible en Tacueyó.
Son procesos que como lo anota Galafassi se dan porque una comunidad para
sobrevivir en el mundo actual considerando sus necesidades se pone frente al
consumismo, la tecnología y la ciencia, que en conjunto constituyen otra cosmovisión,
otra “verdad”. En otras palabras: se ha modificado un orden que se ha mantenido por
generaciones por otro que se ha impuesto de forma deliberada, sin reconocer los
saberes ancestrales, las interacciones propias de la cultura o en otros casos, las
consecuencias que puede tener la adopción descontrolada de unos modelos,
conocimientos y técnicas ajenas a las desarrolladas durante generaciones.
Algunas comunidades (por no decir la mayoría) como la Nasa han sufrido este proceso
de “Metamorfosis” alrededor del mundo, tal es el caso que para dar algunos ejemplos
podría hablarse de los indios americanos del norte, comunidades de la India o Asia que
frecuentemente dejan atrás su cosmovisión cultural y acogen con deleite la cosmovisión
construida por los desarrollos científicos en conjunto con el consumismo. El análisis más
amplio del modelo capitalista lo realizó Marx, posteriores autores utilizan y profundizan
su trabajó para criticar los efectos del capitalismo en pro de defender otros modelos
como lo son el comunismo y el socialismo.
Las críticas que sirven a este ensayo se generan en torno a la influencia de la ciencia en
esta “Metamorfosis”, estas críticas se han hecho desde la Filosofía de las ciencias y
posteriormente por la sociología del conocimiento científico, estas perspectivas han
abierto el horizonte sobre la construcción del conocimiento científico, el valor de la
ciencia, el desarrollo de este conocimiento en diferentes ámbitos y la influencia que
tienen en la sociedad. Algunos autores como el propio Galafassi han reconocido que la
visión de la ciencia positivista que considera el conocimiento científico como absoluto
sin analizar los cambios históricos influyen en la percepción de verdad de una
comunidad, en sus palabras: “Así, cualquier ley de la naturaleza enunciada
científicamente es por definición verdadera en sí misma, independiente en forma
absoluta de cualquier condición psicológica y social a partir de la cual se llegó a
descubrirla.” (Galafassi, 2004, p.30)
La crítica en los ámbitos académicos antes descritos por la Filosofía y Sociología del
conocimiento científico se enfocan en problematizar la creación del conocimiento
científico, los procesos que implican la construcción de conocimiento científico, las
metodologías que comprueban el conocimiento científico, la validez de las teorías
científicas, el papel de los laboratorios, el desarrollo de las comunidades científicas y la
influencia política social de este conocimiento.
Sin embargo hay otros autores que no pertenecen a este particular ámbito académico y
han hecho críticas al conocimiento científico, algunos de ellos partiendo de los cambios
y las probabilidades de las comunidades en el proceso de “Metamorfosis”, como otros
autores han reconocido la pérdida de las tres interrelaciones básicas del equilibrio en
cualquier comunidad (entre la misma comunidad, la comunión con la naturaleza y el
individuo consigo mismo) y la mayoría de autores que ha cuestionado el papel de la
ética científica en la sociedad actual. Estos autores han influenciado de forma muy
propia la visión que se tiene de la ciencia actualmente, y aunque no se profundiza en
ello, la presentación de estas obras origina el debate sobre el papel de la ciencia y las
probabilidades de cambiar drásticamente el futuro de la humanidad, el género artístico
denominado Ciencia Ficción plantea una crítica de la relación ciencia-sociedad para
personas no muy académicas, resaltando las probabilidades de un ideal en el futuro
(utopías) o de catástrofes (distopías), problematiza la naturaleza del ser humano, y
genera un análisis de la ética y valores frente a los avances científicos.
Hablar de Ciencia Ficción implica reconocer que al igual que algunas obras artísticas,
tiene una crítica histórica social sobre los sucesos que se desarrollaron en épocas
determinadas. “La ciencia ficción, como otras ramas de la cultura, puede llevar su
mensaje político, oficial o bien de protesta de manera velada, no expresamente. O por el
contrario, ser explicita, como lo fue en la desaparecida Unión Soviética, donde era
llamada literatura de anticipación” (Casadey, 2010, p.31), otras posturas las ofrece
Telotte (2002, p.54) quien complementa y afirma que: “Este género proporciona a la
audiencia imágenes que la acostumbrar a las contradicciones y las represiones diarias
de su cultura; en especial aquellas imágenes que evocan directamente la tecnocultura
contemporánea” La ciencia ficción devela entonces una crítica o protesta que muestra
claramente las contradicciones y represiones entre los modelos propios y los
asimilados.
Telotte (2002, p.55) resalta como algunas obras cinematográficas tienden a tener una
postura particular frente a la tecnología:
De ello puede entenderse que en las obras de ciencia ficción, y las más divulgadas
como lo son las cinematográficas, cuestionan y problematizan los cambios culturales de
una sociedad frente a productos concretos de la ciencia como lo son la tecnología, en
muchos casos con conceptos tecnofóbicos.
Para ejemplificar lo anterior puede tomarse como referencia una de las primeras obras
de ciencia ficción, tan llamativa y excitante como las actuales, Frankenstein de Mary
Shelley (2003), una de las primeras que problematizó el conocimiento de la vida que se
tenía en aquel entonces, la ética de los que producen y enseñan ciencia, la motivación
y la influencia social del científico casi de forma profética, pues fue mucho después
cuando se llegaron a problematizar estos aspectos en el ámbito académico. Esta obra,
admirada por unos e ignorada por otros se mantiene hoy en día como un referente
permanente, y es casi improbable (por no decir imposible) que no se haya escuchado su
nombre.
Las preguntas más pertinentes sobre la novela de Shelley son: ¿Qué nos dice Mary
Shelley a través de su novela Frankenstein sobre el conocimiento científico? En primera
instancia cabe aclarar que Frankenstein no es sino Víctor Frankenstein, el científico que
llevado por la esperanza de encontrar el secreto de la vida crea a un monstruo. Existen
concordancias en cuanto a las anotaciones de Shelley y los campos de estudio en el
ámbito académico: El reconocimiento científico como fin de sus investigaciones, la
importancia de continuar con algunos marcos teóricos en las investigaciones científicas,
la ética del científico, el científico como persona con sus debilidades y fortalezas, la
aceptación y las consecuencias de la creación científica sobre la sociedad y sobre el
propio científico, punto importante para el presente ensayo, sobre ello puede resaltarse
que la historia gira en torno a varios laberintos de desgracias: La creación del monstruo
se ve rechazada por la humanidad que lo considera una atrocidad, como la muerte de la
familia y del propio Víctor es producto de las desgracias y fatalidades que giran en torno
a su creación, la culminación de la obra es interesante en muchos sentidos porque la
decisión del monstruo es dejar existir.
Replantearse otras preguntas qué son más interesantes, tales como: ¿se ha ignorado
dicha obra? o ¿Por qué se han ignorado las críticas de las obras de ciencia ficción
como Frankenstein? Lo más seguro es que la respuesta incluya que las obras artísticas
no pueden ser tomadas como críticas concretas y viables hacia la ciencia, incluso si
existe la posibilidad de que haya fidelidad al tratar o mencionar conocimientos concretos
sobre la ciencia, aún si es verosímil el posible destino al que se puede llegar, se tiende
a ignorar o simplemente tomarlo como un capricho personal del autor para poder hacer
más llamativo su producción (cabe resaltar que en algunos casos, esta es la realidad).
Obras posteriores incurren sobre los temas tratados por Shelley hace ya 200 años,
actualmente las obras de ciencia ficción se centran en los aspectos “creación y creador”,
entendiendo a la ciencia como un medio para cambiar, manejar, crear e innovar sobre la
naturaleza que permite el desarrollo de la sociedad, las obras que más resaltan en
mostrar esta relación están enfocados en los estudios en genética y robótica estas
tienen argumentos tan populares y representativos actualmente, que llegan al público
con mayor facilidad, obras como Spider-Man de Stan Lee y Steve Ditko o Hulk del
mismo Stan Lee y Jack Kirby ambos desde 1962 hasta la actualidad tiene como
fundamento las alteraciones genéticas que se podrían hacer en humanos y animales,
buscando la inmortalidad, la juventud eterna o los más ambicionados superpoderes;
aunque con poco fundamento científico, las obras inquietan al lector y al espectador
(porque sus versiones iniciales eran cómics y posteriormente pasaron a la televisión) a
pensar si en algún momento se harán modificaciones genéticas con el fin de cambiar
algunos aspectos de la humanidad. Los científicos en las obras de esta índole son
aquellos que en algunos casos no tienen escrúpulos en utilizar seres humanos como
conejillos de indias para lograr su cometido, en otros se muestran ajenos a su
responsabilidad y siguen órdenes, y en otras obras son aquellos que no miden las
consecuencias de sus actos y cometen errores.
“Un Mundo Feliz” (2000) de Adouls Huxley también habla sobre las modificaciones
genéticas y sus implicaciones en la división de la sociedad en clases, donde la identidad
genética determina la capacidad para el trabajo, para el pensamiento e incluso la
habilidad de convivir con otros, sin embargo Huxley va más allá de la influencia de la
ciencia en su obra, trata las dificultades sociales que se sufren actualmente, tales como
las drogas, la identidad sexual, la familia, la alienación mental y los valores “razonables”
en contraposición al desarrollo de los valores humanos. El desarrollo científico (en la
obra) ha convertido los procesos humanos como la convivencia en procesos mecánicos
que sirven a la productividad.
Otro enfoque biológico que han tomado las obras son las modificaciones por virus, las
guerras biológicas que se desarrollaron en oriente en la II Guerra Mundial han
inquietado a muchos y se han creado libros y películas con este argumento, el más
popular ha sido Resident Evil (1996) hasta la actualidad con sus diferentes sagas.
Resalta también que un grupo de científicos prestando sus conocimientos para alcanzar
la gloria, ha creado una abominación qué puede acabar con la humanidad.
Incluso algunas otras obras fílmicas tan poéticas como La Jetée (1962), única obra de
Ciencia Ficción del director de cine francés Chris Marker, han interpretado a la ciencia
como un conocimiento absoluto en un campo establecido, aunque no es verdadero para
el protagonista, en el film, el científico toma como conejillo de indias a aquellos que
sirven a su propósito, en el caso particular, el protagonista tiene como objetivo proveer
de energía y recursos a los sobrevivientes de la III Guerra Mundial a través de viajes por
el tiempo. Sin embargo esta fotonovela tiene además un cuestionamiento profundo
hacia el recuerdo, la vida del hombre y la construcción constante entre el pasado,
presente y futuro.
Lo que parece entretenimiento puede ser tomado como una crítica, lo más probable
como se ha dicho anteriormente es que sea una crítica rechazada por ser creada a
partir de imaginarios. Sin embargo, por ello no puede ser ignorada. Para ejemplificar ello
puede citarse una película hecha por Akira Kurosawa en 1990 titulada Dreams (Los
Sueños), película repartida en 8 segmentos, de los cuales uno está dedicado a un
desastre nuclear y sus similitudes con lo sucedido en la Planta nuclear de Fukushima en
el 2011, casi 22 años de diferencia entre la obra y el desastre, aunque con paralelos
que no son difíciles de ver.
Las explosiones que conmocionaron a muchos y las preocupaciones que incluso hoy se
albergan frente a lo sucedido no se olvidaran, no solo por la angustia de que un
desastre nuclear pudiese tener la magnitud y consecuencias comparables a Chernóbil,
sino porque pone en duda la confiabilidad en esta fuente de energía, los protocolos de
seguridad y el uso de las centrales nucleares son cuestionados hoy en día y se plantean
otras fuentes alternativas de energía.
Desastre en Fukushima Daiichi y El segmento de Dreams “El Fujiyama en Rojo” Imágenes Google.
El segmento titulado “El Fujiyama en rojo” de Kurosawa relata como la erupción del
Volcán Fujiyama ha provocado que los reactores nucleares de una planta exploten y
causen un desastre nuclear que afecta a todo Japón, las personas se suicidan para
escapar del terrible destino, quedan 3 personas que dialogan sobre lo sucedido, entre
ellos el soñador que representa a Kurosawa, una madre con sus dos hijos y uno que
parece ser parte de los científicos de la planta nuclear. El científico narra cómo la
radiación se expande y los efectos que puede causar, la mujer reclama por la seguridad
de sus hijos, sus palabras más locuaces tienen que ver con qué les han mentido sobre
las plantas nucleares y la seguridad de las mismas, y que no descansará hasta que
castiguen a los científicos por ello, ante estas afirmaciones, el científico se disculpa y se
suicida tirándose al mar. Finalmente Kurosawa, la mujer y los niños sufren la radiación
que los acecha.
Las críticas a lo sucedido en Fukushima están de forma muy similar en la película de
Kurosawa, desde la seguridad de las centrales nucleares, las implicaciones que
pudieran tener en un territorio sísmico como Japón y lo qué le sucedería a la sociedad
Japonesa en caso de haber un desastre nuclear (la insuficiencia del territorio donde
refugiarse y protegerse). ¿Eran equívocas sus predicciones? ¿Fue prudente ignorarlas?
La frase “La Realidad supera la Ficción” es la más acertada al ver este paralelo, y puede
tomarse como estas obras artísticas son una advertencia a lo que puede suceder por el
desarrollo inconsciente de las investigaciones científicas y sus productos.
Para contrastar las ideas antes mencionadas, en el ámbito académico se discute los
efectos del conocimiento científico en una sociedad desde enfoques muy específicos, tal
es el caso de Latour (1983), quien al analizar el lugar de producción científica, el
laboratorio, reconoce que el campo de análisis y acción se amplían, estas afirmaciones
las hace a través de un estudio de caso con Pasteur y su estudio con microorganismos
que producen el ántrax en ganado bovino, desde el laboratorio, al campo y luego a
campos más amplios como conjuntos de granjas y posteriormente un país, de modo que
el campo de acción se expande para solucionar problemáticas concretas de la sociedad,
explica que las acciones en el laboratorio implican desde cambios en los hábitos de
manejo y técnicas culturales impuestas por años para el manejo de las granjas hasta el
cambio de políticas. En sus palabras:
“El lector tendría una pobre idea de la sociología si dijese que la microbiología
“influyó en” o “resultó influida por el contexto social del siglo diecinueve”. Los
laboratorios microbiológicos fueron uno de los pocos lugares donde se
transformó la composición misma del contexto social. Transformar una sociedad
introduciendo en su mismo fundamento a los microbios y a sus cazadores no es
tarea menuda. […] “Está claro que en términos políticos la influencia de los
laboratorios pasteurianos llego más lejos, más profundo y fue irreversible debido
a que podrían intervenir en los detalles cotidianos de la vida –escupir, hervir
leche, lavarse las manos- y a gran escala –reformar el sistema de alcantarillado,
colonizar países, reformar hospitales- sin que nunca se les viera claramente
como un poder político” (Latour, 1983, p.249)
Otra postura más amplia es dada por Richards, qué entiende qué la visión de la ciencia
como modelo a seguir por ser “verdad institucionalizada”, como algo puro y moral,
democráticamente desinteresada, tolerante y racional implica una visión de lo “bueno”
que conforme a las ideas de la generales de la sociedad debe aceptarse. Sin embargo
Richards reconoce que la ciencia no solo es lo “bueno”
“Es por esto por lo que en verdad la ciencia moderna tiende, en forma muy
característica, a servir a propósitos ambivalentes. Pero en la época en la que aun
la más pura ciencia cartesiana no puede escapar de la dependencia del apoyo
institucional externo -a menudo de un orden muy alto, como en la física
subatómica-, se intenta afrontar estos difíciles problemas. Las cuestiones éticas
sobre lo que debiera hacerse están inextricablemente ligadas a cuestiones
económicas como qué es lo que la sociedad puede permitirse hacer; en otras
palabras, la sociedad tiene que elegir.”(Richards, 1987, p.165)
Finalmente cabe aclarar que las obras de ciencia ficción no bastan para iniciar y
fomentar el diálogo sobre el conocimiento científico y cultural, así como no todas las
obras de ciencia ficción ayudan en un contexto determinado a cuestionar ciertas
problemáticas, el maestro como orientador, motivador y representante de las ciencias
experimentales a nivel local en las escuelas y frente a una comunidad más amplia a la
cual pertenecen los familiares de los estudiante, tiene que tener definida sus posturas
sobre el conocimiento científico frente a la cultura, de modo que pueda justificar la
enseñanza en ciencias como parte de una transformación cultural que permite la
formación integral del individuo, más allá de los diálogos comunes como: “está en los
estándares de ciencias”, “es necesario que se entienda X tema porque así lo dicen los
libros de texto”, “Los estudiantes necesitan entender X tema porque lo preguntan en la
universidad”, etc. Estas reflexiones le permiten orientar su acción y representación a
conciencia, pues los cambios que imparten la educación en ciencias en una comunidad
están lejos de seguir instrucciones de libros o sus derivaciones.
La postura del maestro debería estar definida por una identidad cultural individual, en la
cual identifique la importancia de la enseñanza de ciencia en su contexto particular,
denotando además la importancia para la formación integral del estudiante. Solo
posterior a ello el maestro es capaz de seleccionar el material más pertinente para que
el estudiante pueda problematizar las ideas generadas por la concepción heredada que
se han mantenido en el tiempo, llegando a reflexionar sobre el conocimiento que se
construye en el aula y sus implicaciones en la sociedad.
CONCLUSIONES
Los estudios académicos científicos han dejado de lado las obras artísticas que se
refieren a la ciencia, en muchos casos se han rechazado e ignorado, sin embargo estas
obras tienen repercusiones en la visión de la sociedad sobre la ciencia. Algunos
científicos como lo fueron Asimov, Carl Sagan entre otros mostraron sus
preocupaciones en forma de narraciones “fantásticas” para que la ciencia y sus efectos
se analicen más allá de aquellos que producen y participan en la formación de la
ciencia, en sus relatos muestran la necesidad de que un público no tan especializado,
como todos los que sacan provecho de la ciencia, la sociedad en general, tome una
postura crítica al futuro que se acerca con incertidumbres por el uso deliberado del
conocimiento científico a beneficio de unos y el sacrificio de otros.
Las obras artísticas de Ciencia Ficción son en muchos casos narraciones tomadas
como el conglomerado de obras para el entretenimiento que contienen una visión de la
ciencia fuera del ámbito académico, esta visión puede tomarse como un tipo de crítica
que problematizan la imagen del científico y el papel de la ciencia en la sociedad
recurriendo a los probables efectos (en su mayoría) negativos y positivos sobre las
interacciones del ser humano por el uso deliberado de dicho conocimiento. Al ser
sencilla su información y con mayor impacto por su popularidad, es posible su uso como
un material que permita problematizar en el aula la visión de la ciencia desde la
concepción heredada, sin embargo su uso debe ser consciente, las referencias
académicas orientan en gran medida cuál es el material más adecuado para promover
en el estudiante una visión de ciencia más completa al analizar los cambios culturales
recientes.
REFERENCIAS
FILMOGRAFÍA