El planeta Tierra es un ente dinámico. En su interior se desarrollan poderosas
fuerzas que producen rocas nuevas y crean relieve. En el exterior, otras fuerzas, como la gravedad o las producidas como consecuencia de la energía proporcionada por el sol, actúan sobre las rocas, destruyendo el relieve y tendiendo a una situación de equivalente energía potencial en todos los puntos del planeta. Las rocas están sometidas a los fenómenos de la meteorización y sufren ataques físicos y/o químicos. Los primeros la fracturan y la desintegran; los segundos la descomponen. El producto final es lo que se denomina suelo.
Si el suelo permanece muy próximo a la roca de la que procede o roca madre,
se le conoce como suelo residual. En este caso, generalmente, los procesos químicos han predominado sobre los físicos.
A diferencia del suelo residual, los suelos transportados han sido desplazados, a veces a grandes distancias, por cualquiera de los siguientes agentes: agua, hielo, aire y gravedad.
Cuando actúa el agua con la gravedad, si el suelo está relativamente próximo
a la roca madre, recibe el nombre de coluvión, a diferencia de aluvión que es un suelo que ha sido transportado grandes distancias fundamentalmente por el agua de los ríos.
El efecto del transporte es fundamentalmente físico. Modifica la forma, el
tamaño y la textura de las partículas por abrasión, desgaste, impacto y disolución, y además puede producir una clasificación o graduación de las partículas.
El viento es el agente de transporta más selectivo.
Cuando el medio de transporte ha sido el hielo, el depósito resultante está muy
poco seleccionado y se conoce con el nombre de morrena. Después de que las partículas se han formado y han sido transportadas, se depositan formado un sedimento. Ello es debido, en el caso del agua, o a una reducción de la velocidad, o la disminución de la solubilidad, o al aumento de electrolitos. Así, la llegada de una corriente de agua a un lago o mar supone una pérdida de velocidad; cualquier cambio en la temperatura del agua puede provocar una disminución de la solubilidad.
Finalmente, no deben olvidarse los depósitos artificiales o antrópicos. Son los
realizados por el hombre y s denominan rellenos. El terreno se extrae por excavación o voladura de un préstamo, se transporta mediante vehículos apropiados, y finalmente se deposita.
Los rellenos artificiales realizados con escombros o basuras dan muchos
problemas geotécnicos. Estos rellenos se solían hacer próximos a las ciudades. Con el crecimiento de las ciudades, el Ingeniero ha tenido que cimentar en estos terrenos, planteándose graves problemas que han supuesto en ocasiones la ruina de la obra.