Anda di halaman 1dari 2

Hemos comenzado un nuevo año, han pasado las fiestas de la Virgen de Guadalupe, las posadas,

Navidad, Fin de año. Ha sido un tiempo de convivencia de alegría de entusiasmo y dicen algunos
estudiosos que es un tiempo en que baja el estrés. Es un año nuevo y no falta quien hace buenos
propósitos para el año: bajar de peso, ir al gimnasio, ahorrar para los imprevistos, pagar las deudas,
hacer una remodelación a la casa, comer sanamente, en fin, nos llenamos de buenos retos que
difícilmente llegan a concretizarse en la realidad.

Hoy quiero invitarte a tomar conciencia de dos cosas una es la manera en que este tiempo de fiestas
hemos descuidado nuestra casa común pero también descubrir la bondad y misericordia de Dios en
este momento del mundo actual.

EL TRATO A NUESTRA CASA COMUN

Cabe mencionar que todas estas fiestas que han pasado y las que nos faltan; la sentada del niño, los
reyes, implican una organización, una preparación. Por comodidad y practicidad utilizamos
desechables algunos de material de plástico y/o de unicel como platos, vasos, cucharas, tenedores,
para nuestras reuniones y convivencias. Sin embargo, estos productos tienen un impacto fuerte para
la Tierra. Además de que es un tiempo de comprar muchas cosas que a veces no sirven para nada,
y solo nos dan el placer de comprarlo.

He mencionado solo el plástico y el unicel, por ser los materiales más comunes en este tiempo y
quiero presentar algunos datos que nos pueden ayudar a tomar conciencia de lo que su uso implica
para nuestro mundo y como dice el papa Francisco para nuestra casa común.

MATERIAL AÑOS EN DEGRADARSE


Platos de cartón 1 año
Vasos, platos botellas de plástico De 100 a 1000 años
Vasos, platos de unicel No se degrada
Bolsas de plástico 150 años
Zapatillas de tacón 200 años
Muñecas 300 años
Pilas 1000 años

Casi la mayoría de los desechos van a parar al mar, en nuestras playas de Tapachula como playa
linda ya se observan los diferentes desechos que son arrojados
por este. Lamentablemente somos parte de esta realidad, con
lo pequeños convivios que realizamos, con los regalos
innecesarios que compramos. Es un pequeño reflejo de
nuestro comportamiento inconsciente, comenta Benedicto XVI
“El ambiente natural está lleno de heridas producidas por
nuestro comportamiento irresponsable” y agrego lo que dice
Laudato si (Alabado seas) “La Tierra, nuestra casa, parece convertirse casa vez más en un depósito
de porquería”. Esta afirmación es muy fuerte de parte del Papa Francisco que al mismo tiempo es
una invitación a hacer algo por nuestro planeta, por nuestra casa común.

CONCIENCIA DE LA BONDAD Y MIESERICORDIA DE DIOS


Sin embargo, la Tierra es la casa donde el Hijo de Dios quiso poner su tienda entre nosotros Jn 1, 14,
donde se hace uno con nosotros para mostrarnos el amor tan entrañable de Padre. Y más aún en
nuestros días el Padre sigue confiando en nosotros para cuidar de ella. Y tanto es su confianza que
sigue brotando la vida, como don de Dios.

Desde el origen de la creación la obra culmen que corona la creación es el ser humano; “Fuimos
concebidos en el corazón de Dios, cada uno es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de
nosotros es querido es amado, cada uno es necesario” (LS 65). Qué tanto somos consiente de esta
verdad o que tanto creemos en ella, o qué tanto lo hemos sentido en nuestro corazón. Pues de ello
depende nuestro compromiso con la tierra. Ya que el mismo documento de Laudato si en el no. 204
dice “mientras más vacío está el corazón de la persona más necesita de objetos para comprar,
poseer y consumir” ¿Cómo está nuestro corazón? ¿Cuánta es nuestra necesidad de consumir en
este tiempo? ¿No será que nuestro corazón está vacío? Vacío del amor de nuestro Padre, que ha
mandado a su único Hijo para mostrarnos su rostro; "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su
Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna."

Andemos pues hermanos como verdaderos hijos de Dios y procuremos utilizar platos, vasos de
cartón para cuidar la casa común. Que nuestra respuesta a ese amor y confianza de Dios sea
valorarnos como la obra más maravillosa de Dios, así valoraremos a los demás y tendremos el
cuidado de nuestra Madre Tierra. Te invito a realizar un propósito de cuidado de la tierra pero que
se lleve a cabo día a día, que no sea solo por tener un nuevo propósito por el año, sino que sea en
realidad una respuesta a la misericordia de Dios que tiene contigo que confía en ti para seguir dando
vida.

Que este propósito no se quede solo en el papel,

Anda mungkin juga menyukai