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8 aceptacién de sus opiniones y muscu, Perd en Labstraccié del trabajos por parte de los plantejament s'amaga una fe en politicos" recolzats en "el Ja rectitud i en 1a rad de apoyo denocrdtico” dels admindstrats. Veiem de nou aqui els tomes de Lt la utopia regressiva del novinent modern. Pers ara ja senso "innecdneia": ha transcorrogut massa temps com perqud les esperances de Liavantguarda no sthagin vist suficientment contestades per la realitat. Diaquella utopia no queda ja'res més que el desig neguités de salvar 1'anima, de continuar agafat a les WLtimes prerrogatives que el rol d'intel.lectual, dtarquitecte, d'un dels cent millors dins 1a casta privilegiada encara sembla conportar. I, sobre tot, ol defugir de contemplar 1a realitat cura a cara, Per aixd no es contempla cara a cara la realitat de l'arquitecte mmicipal i es cau en la simplificacié 4 ¢1 maniquedeme, sense voler advertir que la disponibilitat 4 funcionalitat mostrada pels arquitectes municipals respecto al rdgim feixista és una imatge de la dispontbilitat 1 funcionalitat del professional davant yualsevol aparell de poder 4, en itis terme, de In sove inoperAncia per modificar, com a professional, lea yelacions de poder. En Liarticle que ens ocupa, el tema del poder ja hi és present Aven ell, fent classificacions a les quals ja estom acostumats, es fa referdncia a tdcnics, administracié i administrate. Els t8cnis com a l'elemont actin que proposa 4 planteja ; Ltadninistracié que, passat cpassat perd no destrutt- e1 franquisne, es veu com a un aparell bo, necessari, natural, A capag d'assunir totes les iniciatives, d'impulsar totes les racionalitzacions vinguin @taiia on vinguin ; 4, L finalment, ols administrate que han d'aportat recolzaments 1 domassos, conprensions i estines als tenis i a l'adninistracié, que, en resum, han de perseverar en @1 paper passiu al qual han estat condemnats des de sempre. Ara, perd, amb la garantia que els’bons {dcnics, aixf com 1a bona administracié sabran guiar-1os pel bon cant cap a una nova democrAeia realitzada, Ltadministracis i dels t&cnies de caire purament idealista. ministracié 1 els tonics estan al servei d'unos classes 4 dels sous interessos 4 stenfronten als interessos i inicsatives d'altres classes. Liur rectitud 4 raé sthan dtanalitz T pot acabar resultant 1deie que ar sota aquest prisma, capes populars continuin Mdecentant® tne indtal Dragonora ~per seguir en l'exemple que cita Bohigas-, que la continuin volent intacta perqud Ltadministracié que anb tantes garanties 1a vol transformar no garanteixi do fot un is socialitzat de 1'illa, T que no tinguin cap mena de consideracié envers 1a creativitat i la intel.1igineda dels cont millors professionals que els demanan fe en la seve gestis. Perqud continuaran veient en ells uns tacnies al servei de l'administracdé, al servei d'altres classes Andividus, en fi, contraposats @ la seva necessitat de suprimir tota administracié per poder finalment autoadministrar-se. Pere Hereu Ie ras Ceo CRY Pee CL eee Las revistas de arquitectura espaiiolas obedecen a postulados de partida revistas de prestigio, de una Institucsén 9 de un erupo. como e1 de sor prineras se justificarén a partir del mostrar 0 mostrarse la obra en algunas con 1a aparicién del Anuario, revista que conprender& a todos’ Institueién que se sientan con Ganas de pasar su obra por la Anprenva. modo el Cardeter ejomplar para una revista de Institucsén. Proceso que culnina ellos micmbros de La Certificando de este Las otras aportan el afén de comunicacién de algin que otro I Oriel Bohigas ja comenga aquesta feina en parlar ded patrimond natural 4 Arquitectinic. Des dtun punt de vista que absiractament sembla encertat, diu quo la utilitzacié 4 modificacié d'aquest patrimoni ‘no tendré que interpretarse como un acto especulativo mis Sino como una eficaz mejora del entorno” i que Yel paisajo ha de ser usado y, por tanto, transfornade” sot ol "recto y Fazonado control de la administracién", Aquesta visié supera, certament, la defensa a ultranga del paisatge 4 del patrimoni arquitect&nic com a fet intusable, com a pega de pero nunca di Esta la encontranos mds en equollas paginas que teniendo le interdiseiplinariedad come fondo, ofrecon agin parrafo a la Arquitectura. secroto sobre 1a proyectaciéns Sean las ensenanzas de un M © 1a cjomplaridad desconocidas Pero evidentemente ni unas ni otras toman el papel que de la erftica era de esperar, més bien son continuaderas y perpetuadoras de una manera do entender, y si alguna voz cometen 61 delito de la erftic serd por el desliz 0 01 prestigia de 1a voluntad. stro, jo alguna obra Asf quo, a propésite de 1a yevista’Casabella y desde Espaiia, hablar de ella so presenta como ineludible a tode Andivsduo atento a Ja produceién en el terreno del debate idvolégico, entendiéndola precisanente como revista espafiola que 1lena un vacfo en nuestro panorama, intre el Rogers de "No soy un £i16s0f0, no soy un Literato, oy un arquitecto que lee (incluso poesfa) yvoseribe, pero esencialnente proyecta y se ‘verifica a través de sus realizaciones", y el Tafuri que fen boca de Narat dice: "Hay que sacarse fuera de 1a fosa por los propios cabellos, volearse a si mismo de dentro para fuera y ser capaces de verlo tode con ojos nuevos", se detecta parto del dibattite dei doppo guerra, Aquel que razonarf entre 1a arquitectura a1 gusto do le alle Zattere o de 1a Torre Veinccas y in arquitectare neorrealista del Tiburtino ridolfiano, hasta le sistenatizacién veneciana. Discurso que Rogers va a soportar en parte desde 1a revista Casabolla-continuita, cimentado, queranos o no, en’ la autonomfa de la disciplina (y de Ja profesién). Esto, en Fspaiia, se entender bien desde 1a fuente de discusién intitii que represents el snobismo de posturas roinvidicatorias de un posible papel politico de nuestra arquitectura racionalista; allt ste debate no se dard: ol fascismo asumié 1a nueva arquitectura como propia de los nuevos tiempos. Paradoja para Jos espafioles. Y, todavfa al margen, 1a operacién de debate desde otros Angulos comenzaba. Para explicarlo, extrapolencs los términos dé la advertencia a los lectores de habla castellana, quo se incluye en 1n edicién’de los tres onsayos rounidos on De la vanguardia a la metrépoli de Tefuri, Cacciari y Dal Co, y diganos que este otro debate hay que entenderlo @ partir del proceso de investigacién tedrica n el campo marxista, caracterizado durante 1a década de los 50, en Italia, por las hipétesis’ polfticas y los Primeros intentos de erftica a Jas ideologfas, desarrollados principalmente desde las revistas Quaderni Rossi y Classe Operaia. Durante 1a siguiente década, experiencias de lucha, reflexiones autocriticas y profundizaciones teéricas modificaron en gran medida aquellas primeras aproximaciones. Esto era ayer, Hoy, desde 1as distantas responsabilidades adquiridas en 1a lucha colectiva, en el campo de la polftica, o en el de Ja cultura, entienden unos y_esperan otros,'1a hora de las altornativas. ¥ asf os como queremos ontender Ja nuava época de Casabella. Un primer niimero, el 421, no progranético, como explica Maldonado en su primer editorial para la nueva etapa, cuando nos dice: B va detto per lealtA nei confronti dei lettori, che esso resta per ora stabilite solo in Linea di massima, © che sard con Lassiduc contribute critico appunte dei lettori © ded collaboratd che, passo passo, LMindirizzo di Gasabolla arriverd ad assumere dei contorni, se non definitivi, almeno pid precisi; es cosa por otro lado ffeil de vor a través del material que se muestra en la revista, que sin ugar a dudas cumple con los propésitos del editorial. Entendiendo editorial y ndnere como programa acabado y lleno de posibilidades. Ast, éste consta de un primer pase de actualidad, a base de indgenes casi dirfamos de coleceionista, y a partir de aqut se reparten por la revista: un proyecto de arguitectura, ol, poblado Mateotti on Terni, donde se revelan frustaciones de Gian Carle de Carlo ; un artfoulo de M. Tefurt, Ordine ¢ disordine ; la historia fo una eludad, Mantua j un intonto de construccién en la misma ; una deferencia , 01 artfeulo de Gregotti ; una abstraceién , lesiones © intervenciones en la espula de Santa Maria dei Fiori, coronada aquella con etre apellide, Pier Lagi Nervi. Asi sord y 1o es este primer niinero de Casabella, que por otra parte ind confirmando, en Jas sucesivas entrogas y on ese transcurrir que ya conocemos, come son las dedicadas a 1a Universidad, a la Agricultura... eteétora, este cardcter prograndtico que atribufamos a Jos diferentes materiales, que con su insereién forman un todo indivisible, partes de wa misma ciencia. iCémo separar Grdine ¢ disordine del resto de Jos materiales? zPara qué aislar parte de un mismo discurso que completa a medida que transcurre la secuencia? Y para nosotres esto es le que Maldonado nos querfa decir cuando coneideraba la revista como algo abierte a decidir sobre 1a marcha, Casabella seguird siendo lo que Persice y Pagano querfan: 11 nome non esprime piu nd una estetica, nd ina etica dolla "casa boliat, José Manuel Pérez Latorre, ‘Txatxo Sabater Parece oaponténes pensar que séio los apaticos esperascn trangusios ante el anunele -que recorrid Barcelona ahora hace un Aiton de 1a inninente Liberacién del heroico pero por aquel entonces todavia ocupado territorio de Casabella. 9 Nerviosismo obligade, no sé1o por Ja recuperacién para la cultura de la revista de Pagano y Persico y de Rogers, sino por 1a personalidad del equipo que ibu'a dirigir el restaure: ‘10 Aynonino (comunista), Pier Luigi Cervellati conunista), Tomds Maldonado comuista), Manfredo Tatura comunista)"y Vittorio Gregotts larquitecto). 1gué llogarfa a hacer la primera fila do los arquitectos del PCL, representados en 1a mayorfa de sus tendencias, con 1a revista? Woy, lefdes ocho o nueve mimeros al Cuidado del nuevo equipo, 1a pregunta pucde seguir pendiente, ahora ya cargada més de perplejidad que de otra co: uPara qué habrén querido y estardn queriendo nuestros cinco encargarse de 1a revista? 2QUé vale de los ntineros presontados hasta ahora? -al margen de Ordine e Jisordine, de M. Tafuri, que abre a la comprensién momentos hasta ahora no tratados, por cuanto sabemos, en los trabajos del Institute de Historia veneciano- : un Ampotente debatirse mensual de Maldonado para conedliar nostalgias de su personal y perdido para{so ulmiano con e2. programa a corto y medio plazo del PCI ~agricultura, inversiones enorgéticas, universidad, tecnologia, ‘centros | histéricos...-, marcando el peso principal de cada mimeros y 1a insistencia on 1a presentacién de monocrones y preestablecidos ejercicios de estilo por parte do. los histeriadores venecianos. Entre uno y otros, variedades teloneras. Bn un enésime debate sobre los centros histéricos organizado en Bolonia por 1a revista, Giuseppe Campos Venuti buscaba calmar las divergencias que minutos antes habfan opuc Cervellati y Aymonino, explicdndelas come rifias de familia, entre cényuges que 61, también de 1a familia, querria reconciliar. Quizds eaté ahi, precisamente, lo desinteresador do la revista: al compromise educado de la pactada dosificacién de cada tendencia, que acaba aguando el sabor, Preferiremos siempre 1a identificacién de cada Angredionte, preferiremos a Corvellata en Bolonia, a Aymonino en Milén, a Tafuri en Venecda, profundizando sus diferensias, es decir contribuyende al conocimiento, que sélo puede proceder det debate, de la critica, de la exageracién, del emperio desinhibido'en destruirse mutuanente errores y atrasos Para decirlo con la imagen do Campos Venuti: frente a una Anvitacién del matrimonio eivilizadamente reconciliado a una anable sobremesa, soldrem preferir una visita a la esposa, Cuando el marido no esté on José Quetglas (Ce ern ote Matra stay en el exilio Breet Desde que en 1973 se instalé le dictadura en Uruguay no ha cesado de atacar todos los sectores de 1a vida nacional 7000 presos polfticos (1 de cada 400 habitantes, 1 de cada 100 ha pasado por comisarfa), fuerte deude exterior, bajos’salarios, 30 % do 1a poblacién exiliada La vida cultural se encuentra sometida a una dura represién, habiéndose pasado de una situacién entre las mis desarrolladas de América (enseftenze primaria y media gretuita, obligatoria y laica; mayor {ndice de alfabetizacién de América, ..<) a un pdrano cuartelario: @1 Teatro Nacional -organizade por Margarita Xirgu- desbaratado; los grupos de teatro independientes ~como E2 Gaipén- en el exilio; 1a orquesta sinfénica sin sus principales figuras; 1a mistoa popular también refugiada -2itarrosa, Viglietti, Moraes, los Olimarefios, Camerata...= j asf como pintores -el grupo formado junto @ Joaquin Torres Garcfa- ; escritores -Onetti, Galeano, ‘Benedetti- ; profesor: do 1a Universidad y 1: Escuela: Desde e1 exilio los uruguayos tratan de mantener, con 1a Solidaridad de los diversos pueblos de residencia, #u cultura avasallada: en ciudad de Néxico, este agosto pasado waniversario de la independencia uruguaya-, hoy celebrade un festival que agrupé a Luigi Nono, misico cominista italiano, a los grupos cubanos Nova Trova y Los Bravos, a La Nopalera de México, AL teatro E1 Gaipén, al conjunto Camerata, a Vigliotéi, Zitarrosa y amés de sesenta artistas Pldsiicos entre los cuales nuestros Tapies y Guinovart. En Espafla, grupos de uruguayos dliados han partici pado ptienbre, octubre- con sus stands propios en las fiestas de "treball" y "mundo obrere"; organizado -octubro- una serie de jornadas culturales con exposicionos de artesanfa en los locales de Populart en Barcelona y Se preparan, e noviembre y @iciembre, a realizar grandes fostivales similares al de ciudad de Méxtco en Barcelona y Madrid, asf como en 1a Repdblica Democratica Alemana, Polonia y Cheeoestovaania.

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