Eysenck creía que los factores biológicos (sobretodo la excitación cortical y los
niveles hormonales), junto con los factores ambientales o comportamiento
aprendido, influyen en la puntuación de una persona en estas dimensiones de la
personalidad.
Para Eysenck, los individuos difieren en sus rasgos debido a diferencias genéticas,
junto con las influencias ambientales y situacionales, como las interacciones familiares
en la infancia. Por lo que se basa en un enfoque biopsicosocial en el que estos
factores genéticos y ambientales determinan la conducta.
Lo que propone el autor es que cada persona nace con una estructura específica a
nivel cerebral, que le predispone a deter minados comportamientos
“temperamentales”, que se potenciarán o minimizarán según las influencias
ambientales.
Cabe aclarar que Eysenck le dio una carga especial al término “psicoticismo”. Al
utilizarlo en su modelo se refiere a determinados comportamientos antisociales, no a
una enfermedad mental.
EXTRAVERSIÓN – INTROVERSIÓN
Las personas con altos niveles de extraversión participan más en actividades sociales.
Tienden a ser más comunicativas y se sienten más cómodas en grupo. En general, los
extravertidos disfrutan siendo el foco de atención y, a menudo, acumulan una red
social más grande de amigos y asociados. La extraversión se mide en un continuo,
que va desde alto (extravertido) a bajo (introvertido).
Por su parte, los introvertidos tienden a ser más silenciosos, se alejan de las grandes
reuniones sociales y pueden sentirse incómodos al interactuar con extraños. En
cambio, mantienen grupos más pequeños de amigos cercanos y es más probable que
disfruten de ejercicios contemplativos.
Eysenck cree que la extraversión está relacionada con los niveles de actividad
cerebral o la excitación cortical. Los extravertidos experimentan niveles más bajos de
excitación cortical, lo que los lleva a buscar excitación de estímulos externos. Los
niveles de activación más altos en los introvertidos los llevan a evitar estímulos que
pueden llevar a un mayor aumento de la excitación.
Los introvertidos no son necesariamente tímidos, las personas tímidas son algo
ansiosas y temen la auto-exposición en sitios sociales; los introvertidos generalmente
no sienten nada similar. En realidad, los introvertidos son personas que encuentran a
otras personas fatigantes y tienden a buscar la soledad en según que momentos. Les
agradan las conversaciones complejas sobre sentimientos o ideas y aunque tienden a
comportarse de forma reservada y distante en grupos, en realidad lo que necesitan
es una razón para interactuar.
Las personas extrovertidas toman energía de la gente, y se debilitan o decepcionan
al estar solos. Deja a un extrovertido solo por dos minutos y correrá por su teléfono.
En contraste, después de una hora o dos de estar en un acto social, los introvertidos
necesitan "apagarse" y "recargarse", les gusta evitar las complicaciones de estar
involucrados en actividades públicas. Esto no implica ser antisocial. Tampoco es un
signo de depresión. No hay necesidad de medicamentos. Para los introvertidos, el
estar a solas con sus pensamientos es tan restaurador como dormir, tan nutritivo
como el comer
Por otro lado, una persona con una puntuación baja en neuroticismo generalmente
experimentará una mayor estabilidad emocional. Hablamos de personas que, por
término general, se sienten más capaces de hacer frente a los eventos estresantes y
de establecer metas más ajustadas a sus capacidades. Las personas con un bajo nivel
de neuroticismo suelen ser más tolerantes con los fallos de los demás y permanecen
más tranquilas en situaciones exigentes.
PSICOTICISMO – REALISMO
Esta tercera dimensión de la personalidad va desde la normalidad o realismo (bajo
psicoticismo) hasta el alto psicoticismo.
Las personas con puntuaciones de psicoticismo más altas tienen más probabilidades
de participar en un comportamiento irresponsable o dañino para otras. También
pueden contravenir las normas sociales aceptadas y estar motivados por una
necesidad de gratificación inmediata, independientemente de sus consecuencias.
Como resultado, la teoría sugiere que las personas pueden ser más propensas al
comportamiento delictivo en la medida que buscan satisfacer sus propios intereses,
mientras violan las reglas de comportamiento aceptadas por otros. La asociación de
rasgos de personalidad, como el psicoticismo, con tendencias criminales, junto con el
énfasis de Eysenck de la genética que afecta tales rasgos, ha llevado a algunos a
criticar su teoría por adoptar una visión determinista del comportamiento.