ACTIVIDAD
Tutor
Jorge Anibal Maya Pantoja
La herencia de los últimos sesenta años en el sector agropecuario Colombiano, y que se evidencia
tergiversados, sesgados por los intereses, quizás: de las empresas que venden insumos, de los
políticos de turno, de una academia subjetiva, de una ciencia y tecnología mal concebida, entre
otras muchas posibilidades. Y el problema fuerte se bifurca en dos sentidos: por una parte los
técnicos (profesionales del agro) que renuncian a 5 años de formación por la comisión en las
ventas, o quizás responden a esa formación de tablero orientada por profesores que desconocen
más allá de las fórmulas la complejidad de la producción por su carencia de práctica y vivencias
que afianzan el conocimiento. Y por otra parte los agricultores que inicialmente creyeron que el
aceleración de los ciclos biológicos, tanto vegetales como animales; y que en este momento están
Zamosc (2004) refiere que las luchas campesinas entre otras razones ha sido la de defender el
capitalista. Esta situación pone de manifiesto el descontento de los campesinos sobre la imposición
agroambientales, como culturales, entre otros; a fin de alimentar los grandes intereses políticos.
Las causas de esta problemática se pueden encontrar desde el rompimiento de las formas
discursivas que tenían los agricultores para el traspaso del conocimiento, pasando por las cruzadas
cristianas que impusieron el monoteísmo, y asumían como brujería los rituales, las tradiciones, y
todo lo que encerraba el trasegar agrario de las comunidades; y de manera más contemporánea la
idea de una "tecnocracia agraria" nutrida por las sobras químicas de la segunda guerra mundial,
en lo que se denomina desde hace ya un buen tiempo “revolución verde”, un arsenal de tecnologías
de producto que hacen más dependiente a los agricultores, como: fertilizantes de síntesis, semillas
modificadas, pesticidas de alta residualidad y de amplio espectro... y ante todo esto el agricultor
claro, pagando con sus cosechas su errores propios o los de sus asistentes.
Los actores principales de esta situación son los Agricultores que ven como sus sistemas
productivos dependen de lo que ellos poco a poco van afinando, de sus tecnologías de producto y
de proceso, que sus asistentes técnicos, o por el voz a voz han entendido; con la mala suerte de que
acción que deteriora sus agroecosistemas y sus recursos, agua, suelo y biodiversidad; otros actores
son los asistentes técnicos principalmente del comité de cafeteros que responden generalmente a
asistencia técnica con datos e investigaciones bien logradas; también como actor de esta
estudiar para progresar con unas competencias a ejercer en los pueblos y ciudades, no
específicamente para triunfar en el campo; y por último los actores políticos que ven en el
ingenuidad de la que son susceptibles, y que su propia condición y dinámica hacen que su
conocimiento por sus familiares, el 25% mediante el ensayo en su propia finca, el 17% por los
va el técnico es a solucionar problemas, es decir que existe la confianza en ellos, y esto lo afirma
Por otro lado la mitad de los encuestados afirma que los técnicos que lo visitan tienen experiencia
y un título que los avala, pero también el 84% opinan que para mejorar sus sistemas productivos
necesitan mejor asistencia técnica, además el 59% de ellos buscan a los técnicos cuando se les
hay credibilidad pero hay que mejorar porque los resultados en los sistemas productivos aún están
por mejorar.
Algunas de las posibles consecuencias de esta problemática, se documenta en el estudio del sector
agropecuario Colombiano del 2.014, en el cual se expone una disminución del área cosechada de
los principales productos agrícolas; pero en contraste con esta situación y en aras de la objetividad
específicamente el subsector café que predomina en la región Sur Huilense, hay evidencia de una
alta intervención en cuanto a capacitación y formación; pese a esto, no hay una garantía clara de
por tanto el agricultor de café, o caficultor, como la mayoría de agricultores, no es el dueño de sus
decisiones; porque compra los insumos que le enseñaron, y sobre los cuales “no tiene otra
alternativa” al precio que el mercado se los venda, y vende al precio que el mercado se lo quiera
pagar, y no se le ha dicho, o se le ha hecho olvidar con o sin intención, que si produce en su finca
su alimento, evitará ser víctima del mercado de la oferta y la demanda, y ganará bienestar
de alimentos y materias primas; a solo sitio de habitación como lo indica el Censo adelantado por
el DANE en el 2006, el cual refleja que el 26,4% de la población rural no tienen actividad
agropecuaria. Matijasevic & Ruiz (2013) refieren que esta condición se puede denominar neo
ruralidad, con un riesgo de tergiversación de roles entre lo urbano y lo rural. Así las cosas
podríamos estar al frente de una desmejora del bienestar social por el debilitamiento de la fuente
Teniendo en cuenta el planteamiento de Acevedo & Angarita (2013) quienes afirman: “Los
sistemas agroalimentarios alrededor del mundo deberán ser cambiados de manera significativa
para resolver el problema del crecimiento demográfico, y esto requiere sin duda, nuevos enfoques
para el desarrollo de las áreas rurales” (p.14). Se puede proponer como estrategia de solución la
promoción por parte de equipos idóneos, de un nuevo paradigma en la gestión de las fincas como
predios como Ecosistemas modificados en los cuales se privilegian especies agropecuarias como
el café y ganado entre otras, de alto interés económico por la generación de ingresos, y especies
de interés agroalimentario para la familia (hortalizas, frutales, pancoger, gallinas, cerdos, especies
hidrológicos…) los recursos de base (suelo, agua, biodiversidad) y se ponga en valor la cultura
agraria local y el talento humano; para el mejoramiento de la calidad de vida de la familia rural, la
competitividad agropecuaria de pequeña escala, y la conservación medioambiental, constituyendo
En conclusión el conocimiento en el sector agrario debe ser una herramienta fundamental para el
desarrollo, y pese a tener una fuerte base empírica, deberá evolucionar a formas documentadas y
REFERENCIAS
Matijasevic, M., & Ruiz, A. (2013). La construcción social de lo rural. Revista Latinoamericana
de Metodología de la Investigación Social, (5), 24-41.