Basándose en el caso de Belo Horizonte, los autores abordan los principales aspectos
de las prácticas metodológicas en Trabajo Social dentro del periodo de La
Reconceptualización: 1) la Ilusión del “transparentismo”, basada en dos premisas en
torno a la cultura popular, la sacralización de su saber y la posibilidad exclusiva para
acceder al conocimiento científico sobre la realidad particular que los circunda; 2) el
pretendido “desesquematismo” ideológico-cultural, derivado del ideal – taxativo del
positivismo- de objetividad y neutralidad frente a la producción de conocimiento
científico; 3) el reiterado “esquematismo” metodológico, referido a la aplicación
dogmática de esquemas metodológicos que constriñen una visión holística de la
realidad en movimiento; 4) el “linealismo” del conocimiento, forjado por el seguimiento
ortodoxo del proceso de investigación desde el empirismo y desestimando la
abstracción de la realidad; 5) el “confusionismo” de las exposiciones, resultante del
intento de reconstrucción de la totalidad la investigación a partir de los pasos de
abstracción de estas; 6) el inmediato “complementarismo” teoría-practica, que
desestima las dinámicas y complejidades propios de la realidad social; y 7) las
variaciones del “practisismo”, en tanto herramienta para la transformación de la realidad
en las culturas populares, que puede llegar a desestimar la necesidad de un ejercicio
político y teórico.
Se trata de una apuesta por la construcción desde el epítome teórico, político y reflexivo
de maneras de intervención más cercanas a la realidad específica de cada comunidad.
Desde las consideraciones de los autores, se propone un panorama posible de realizar
que requiere de no solo, de la reflexión sobre el contexto de la comunidad en el ámbito
político y económico en el que se hallan inmersos; sino también, de un proceso de
concientización del profesional, frente prácticas metodológicas que coartarían los
alcances de la intervención social. No es un hacer por hacer, se trata de una intervención
que integra aspectos teóricos, epistemológicos, metodológicos, y un imperativo ético,
político y reflexivo, frente a la realidad dinámica y propia de cada contexto.