Anda di halaman 1dari 8

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE PEREIRA

CONSTITUCION POLITICA Y CIVICA

ACCION DE TUTELA
CASO NUMERO 10: CONDICION DE INDIGENCIA

PRESETADO POR:
ANA YISELLA GUZMAN DAZA
DAYANA MARGOTH CHALAPUD NATES
KAROL OBANDO BASTIDAS

DOCENTE: OLGA LUCIA CARMONA

PEREIRA – RISARALDA
2018
Pereira, Mayo 25 de 2018.

Señor:
JUEZ CIVIL MUNICIPAL DE PEREIRA (R).
E. S. D.

Ref: ACCION DE TUTELA.


Instaurada por: YISELLA GUZMAN, agente
oficioso de SANDRA OSORIO.
Contra: Municipio de Pereira y Secretaria de
Desarrollo Social y Político.

YISELLA GUZMAN, mayor de edad identificada con C.C. N.º 1.086.140.066 de


Pereira, domiciliado en Pereira (R), actuando como agente oficioso de la señora
SANDRA OSORIO, identificada con C.C. No. 27.073.285 de Pereira (R),
respetuosamente acudo a su despacho a instaurar la presente ACCION DE
TUTELA contra el Municipio de Pereira y Secretaria de Desarrollo Social y Político
o contra su representante legal o quien haga sus veces, con el objeto de proteger
los DERECHOS FUNDAMENTALES CONSTITUCIONALES, de la señora
SANDRA OSORIO, con fundamento en los siguientes:

HECHOS

1. La señora SANDRA OSORIO, es una mujer de 36 años quien no cuenta con


vivienda o ingresos. Se trata de una persona en condición de indigencia,
conforme certificación expedida por la Secretaría de Desarrollo Social y Político
del Municipio de Pereira, Risaralda.

2. Según se desprende de la historia clínica aportada, su estado de salud es


precario, lo que la ha llevado a recibir tratamiento en reiteradas ocasiones en el
Hospital San Jorge de Pereira.

3. En consulta del 21 de noviembre de 2017 fue diagnosticada con insuficiencia


cardíaca y se reportaron los siguientes hallazgos: síndrome de abstinencia por
consumo de sustancias psicoactivas (bazuco y marihuana), abandono social y
agresividad. Se le describió como una paciente de difícil manejo y control, que
no cuenta con apoyo familiar y requiere de tratamiento multidisciplinario.

4. El día 26 de diciembre de 2017 recibió atención médica al padecer dolor en los


pies, con ulceración en el talón derecho e inflamación en el dorso, además de
presentar un edema en la vagina. En esa ocasión se determinó que sufría de
tuberculosis y “al parecer VIH”. Posteriormente, el 01 de marzo de 2018, la
señora SANDRA OSORIO expresó su voluntad de marcharse del centro
hospitalario y fue en consecuencia dada de alta.

5. Al momento de la interposición de la solicitud de amparo, la señora SANDRA


OSORIO había sido internada en la institución clínica referida, y una vez
culminaran las atenciones médicas retornaría a habitar en la calle, lo que
dificultaría su recuperación.

CONSIDERACIONES

De acuerdo con los hechos narrados anteriormente, se configura la violación de


los derechos constitucionales de índole fundamental a la vida y la salud.
CONSTITUCION POLITICA ART. 11 “El derecho a la vida es inviolable. No habrá
pena de muerte”. (cursiva fuera de texto)

CONSTITUCION POLITICA, ART. 86 “Toda persona tendrá acción de tutela para


reclamar ante los jueces en todo momento y lugar mediante un procedimiento
preferente y sumario, por si misma o por quien actúe en su nombre, la protección
inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que
estos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier
autoridad pública.

La protección consistirá en una orden para que aquel respeto de quien se solicita
la tutela actúe o se abstenga de hacerlo. El fallo que será de inmediato
cumplimiento podrá impugnarse ante el juez competente y, en todo caso, éste lo
remitirá a la Corte Constitucional para su eventual revisión.

Esta acción sólo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de


defensa judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para
evitar un perjuicio irremediable.

En ningún caso podrán transcurrir más de diez días entre la solicitud de tutela y su
resolución.

La ley establecerá los casos en que la acción de tutela procede contra particulares
encargados de la prestación de un servicio público o cuya conducta afecte grave y
directamente el interés colectivo, o respecto de quienes el solicitante se halle en
estado de subordinación o indefensión.

1. Cabe precisar que tanto el derecho a la salud, contenido en el Art.49, “La


atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo
del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a todos los servicios
de promoción, protección y recuperación de la salud. Como el derecho a la
seguridad social, plasmado en el Art.48, ambos del Estatuto Superior; son de
carácter fundamentales y susceptibles de protección mediante la acción de
tutela, cuando su vulneración o potencial amenaza compromete otros derechos
fundamentales como el de la vida, esgrimido por el Art.11 ibídem, tal como
sucede en mi caso; ya que si dejo de percibir la droga necesaria para tratar mi
dolencia, esta progresará de tal manera que se agravarán mis condiciones de
salud, y por consiguiente, amenazando y poniendo en peligro mi vida.

2. Ahora, el derecho a la vida en esta circunstancia tan especial es de tal


trascendencia que viene a ser la causa última de todos los derechos y se
complementa con otros, como son los que se refieren a la integridad
personal y a la salud, sin perjuicio de la autonomía que les corresponde.

3. Además de que el derecho a la salud y a la seguridad social están contenidos


en la Carta Fundamental, también su fundamento se lo puede hallar plasmado
en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en diversos pactos
económicos, sociales y culturales, sobre la base de que su contenido busca
la conservación, restablecimiento y mejoramiento del estado de salud, en
búsqueda de una mejor calidad de vida.

La CORTE CONSTITUCIONAL en varias de sus providencias de tutela ha sido


clara en reconocer que la vida no es sólo un derecho fundamental sino el pilar
sobre el que se sustentan todos los derechos, y como tal se encuentra
establecida como fin primordial del Estado Social De Derecho como se ha
establecido en Colombia a la luz de la CONSTITUCION POLITICA de 1991.
A continuación, presento a Usted Señor Juez algunas de las providencias de la
CORTE CONSTITUCIONAL donde se recalca la importancia de la salud y la
Seguridad Social cuando está íntimamente ligada al Derecho a la Vida.

• “La salud y la integridad física son objetos jurídicos identificables, pero nunca
desligados de la vida humana que los abarca de manera directa, por ello
cuando se habla del derecho a la salud, no se está haciendo cosa distinta a
identificar un objeto jurídico concreto del derecho a la vida y lo mismo ocurre
cuando se refiere al derecho a la integridad física. Es decir, se trata de
concreciones del derecho a la vida, mas no de bienes jurídicos desligados de
la vida humana, porque su conexidad próxima es inminente” (SENTENCIA
T-494 DE VLADIMIRO NARANJO MESA).

• “La vida que es debida al nombre en justicia es la vida digna, es decir, íntegra y
saludable, en otros términos, al ser la salud una condición existencial de la vida
humana en condiciones de plena dignidad: “Al hombre no se le debe una vida
cualquiera sino una vida saludable” (SENTENCIA T-494 DE 1993. M.P.
VLADIMIRO NARANJO MESA).

• Así mismo la tesis refrendada en sentencia T-192 de 1994 (Magistrado


Ponente : JOSE GREGORIO HERNENDEZ GALINDO) “Ha venido
sosteniendo la jurisprudencia de esta corte ( Cfr. Sentencia T-571 del 26 de
Octubre de 1992 y T-067 del 22 de Febrero de 1994 entre otras) Que el
derecho a la salud, garantizado en la constitución, emerge como derecho
fundamental cuando su amenaza o vulneración representan necesariamente
peligro o daño a derechos fundamentales como el de la vida, de tal manera
que, para preservar ésta se hace indispensable proteger aquella de modo
inmediato. Es decir, que el derecho a la salud se entiende fundamental como
derecho conexo con el de la vida u otros derechos fundamentales. “

• Según la sentencia T-447/94 (Magistrado Ponente: VLADIMIRO NARANJO


MESA) se ha pronunciado la CORTE CONSTITUCIONAL diciendo que” esta
corporación en numerosas ocasiones ha manifestado que el derecho a la salud
es inherente al ser del hombre y por lo tanto se le puede considerar
perfectamente como uno de los derechos fundamentales de la persona
humana.
“El derecho a la salud es un derecho fundamental, derivado del derecho a la
vida que tiene toda persona humana, desde el momento de la concepción
hasta su muerte, derecho que implica conservar la plenitud de sus facultades
físicas, mentales y espirituales, así como para la recuperación. Este derecho
tiene así, las siguientes características:

“a) Es un derecho fundamental, porque es inherente a la persona humana,


pues constituye parte integral de su ser. Además, como ya se enunció, es un
bien necesario para la calidad de vida que todo hombre merece.
“b) Es un derecho derivado del derecho a la vida: La salud es un efecto vital.
Lo anterior por cuanto el derecho a la vida comporta, como extensión
ontológica, la facultad de vivir en las condiciones de bienestar físico, mental y
espiritual adecuadas a su dignidad inviolable.
“c) Es un derecho que se tiene desde el momento de la concepción hasta la
muerte: El derecho a la salud al ser inherente a la persona humana, se
predican en la totalidad de la existencia del hombre, en todo tiempo y en todo
lugar; mientras haya vida humana, hay derecho a la salud. Esto porque la
salud no es una contingencia jurídica sino un medio necesario para la
existencia vital que el hombre merece; es un medio que en ciertas ocasiones
adquiere la caridad de fin, pues el hombre busca la salud.
“d) es un derecho a conservar la plenitud de sus facultades físicas, mentales y
espirituales. En este punto es preciso hacer algunas distinciones: en primer
término, no se habla de integridad física, mental y espiritual porque constituye
otro aspecto del derecho a la vida; se trata aquí de la plenitud de las
facultades. Por plenitud ha de entenderse la realización de una disposición,
algo es pleno; cuando cumple con su fin propio; en la medida en que un ente
llega al limite de su finalidad, se realizan plenamente. Entonces, cuando se
habla de la plenitud de las facultades humanas, se entiende que las actitudes
humanas están cumpliendo su fin propio, tanto física como mental y
espiritualmente. En segundo término, no se trata sólo de la plenitud física, sino
también de la mental y espiritual. Por plenitud física se entiende la normalidad
en el desempeño de las facultades físicas del individuo. Constituye la armonía
de la naturaleza funcional corpórea del hombre. Pero el hombre no sólo es
cuerpo, es también espíritu, en otras palabras, es la unión substancial del
cuerpo y el alma como un todo armónico. De ahí que se hable de una salud
mental, consistente en la plenitud de la capacidad intelectual del ser humano y
de una salud espiritual, que no es solamente la inclinación a lo transcendente,
sino algo más objetivo: La paz interior, que requiere de un ambiente exterior
que respete esa actitud íntima.
“e) Es un derecho que implica todos los medios ordinarios al alcance para la
prevención de las enfermedades, así como para recuperarse, es decir, la
persona tiene derecho a los medios ordinarios, entendiendo por tales los que
son viable para la prevención o para la recuperación de la salud.”

Así mismo existe la violación a los derechos de igualdad e igualdad de


oportunidades.

El Derecho a la Igualdad: Consagrado por el artículo primero de la Declaración


Universal de los Derechos Humanos: "Todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros."
Y por el artículo 13 de la Constitución Política de Colombia: "Todas las personas
nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las
autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin
ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar,
lengua, religión, opinión política o filosófica.
El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y
adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.
El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que, por su condición
económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta
y sancionará los abusos o malos tratos que contra ellas se cometan. "

La igualdad de oportunidades es un modo de concebir la justicia social, según el


cual un sistema es socialmente justo cuando todas las personas tienen
potencialmente las mismas posibilidades de acceder al bienestar social y poseen
los mismos derechos políticos y civiles. Dicho, en otros términos, “la igualdad en el
ámbito social refiere a la base común de derechos y responsabilidades que
corresponden a todos los miembros de la sociedad, es decir, la igualdad consigna
una característica común compartida. En cambio, equidad hace referencia a la
consideración de la especificidad, de la diferencia, en el marco de una política
igualitaria” (Barbieri, 2007). Cuando hablamos de igualdad, entonces, nos
referimos al acceso equitativo a bienes

El derecho a la igualdad, la definición legal de la expresión “habitante de la


calle”, la potestad de configuración del legislador y la intensidad del control
de constitucionalidad

Tratándose del derecho a la igualdad, ya se ha recordado que el artículo 13


superior ordena al Estado promover las condiciones para que la igualdad sea real
y efectiva y adoptar medidas a favor de grupos discriminados o marginados, así
como brindar protección especial a las personas que por su condición económica,
física o mental, se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta, con lo
que el Constituyente introdujo en la Carta un mandato genérico que el mismo texto
constitucional dota de mayor especificidad en otras cláusulas en las que, de
manera expresa, hace beneficiarios de la protección a las mujeres, a los niños, a
los discapacitados o a las personas de la tercera edad, conforme se desprende,
respectivamente, de los artículos 43, 44, 46 y 47 superiores, para citar solo
algunos casos.

Dada la inexistencia de un precepto constitucional específico que aluda a los


habitantes de la calle, el fundamento constitucional de la protección que se les
discierna queda librado al mandato genérico establecido en el artículo 13, que “no
indicó de manera específica quiénes podrían ser beneficiarios de esas medidas
favorables, sino que señaló criterios materiales para justificarlas, como la
marginación de un grupo o la debilidad manifiesta de una persona por su
condición económica”[4].

Sin perjuicio de las circunstancias que, en ciertas oportunidades, han conducido a


justificar la aplicación directa de medidas protectoras en sede de revisión de las
decisiones judiciales relacionadas con la acción de tutela de los derechos
fundamentales, la Corte Constitucional siempre ha reconocido la potestad que
asiste al Congreso de la República para determinar la forma, la cobertura de la
protección y los beneficiarios de las respectivas medidas (Sentencia C-385/14).

Así mismo, La Ley 1641 de 2013, por la cual se establecen los lineamientos para
la formulación de la política pública social para habitantes de la calle, señala un
cambio en el paradigma de la legislación colombiana. Como se expuso en el
capítulo anterior, hasta la década de los setenta se criminalizó y persiguió la
mendicidad considerando que se trataba de sujetos indeseables, improductivos y
peligrosos para la sociedad. Por ello no es de menor importancia que por primera
vez el legislador se trace un nuevo derrotero normativo dirigido a “garantizar,
promocionar, proteger y restablecer los derechos de estas personas, con el
propósito de lograr su atención integral, rehabilitación e inclusión social” (art. 1º).

Además, la Ley 1641 ya incluye una serie de principios y directrices que sirven
como un marco general de referencia para las distintas entidades territoriales en
la atención a la población habitante de la calle. En este sentido, el legislador
ordenó que toda acción institucional debe tener por objeto final la rehabilitación e
inclusión social de estas personas a través del restablecimiento pleno de sus
derechos (art. 1º), en el marco de los principios de dignidad, autonomía,
participación, solidaridad y coordinación entre los diferentes niveles de la
administración pública (art. 5). De igual manera, dispuso que la atención debida
ha de incluir por lo menos los componentes de salud, formación para el trabajo y
generación de ingresos, así como educación para la convivencia social (art. 8).

Esta ley expresamente hace un llamado a las entidades territoriales para que
implementen los servicios sociales para estas personas habitantes de calle a
través de programas piloto o por medio de la réplica de experiencias exitosas de
otros entes territoriales (art. 9). En efecto, ya existen tanto a nivel local como en el
derecho comparado varios modelos de atención que podrían servir de guía. Por
ejemplo, el informe rendido por la Procuraduría General de la Nación (“Ruta
social”) expuso las diferentes fases de abordaje implementadas en la ciudad de
Bogotá, siendo las más destacables las siguientes iniciativas:

PRETENSIONES

A través de un proceso preferente y sumario, como lo determina el Decreto 2591


de 1991, reglamentario de la acción de tutela, solicito a su despacho se sirva
disponer lo siguiente:
1. Tutelar los derechos constitucionales fundamentales a la vida, a la vida digna,
a la salud en conexidad con el derecho fundamental a la vida, a la igualdad, a
la igualdad de oportunidades.

2. solicitó se valore la situación de mi representada y se ordene a la parte pasiva


otorgarle un lugar de alojamiento en aras de garantizar una vida digna;
Realizar un seguimiento y un acompañamiento permanente a la señora
SANDRA OSORIO, para que sean respetaos sus derechos.

FUNDAMENTO JURIDICO

Fundamento esta acción de tutela en los artículos: 11 del Derecho a la vida, 49 del
Derecho a la Salud, igualmente en el Art.86 de la Constitución Política y en los
decretos reglamentarios 2591 de 1991, art. 10 y concordantes y Decreto 306 de
1992, ley 1641 de 2013, igualmente en la declaración Universal de los Derechos
Humanos y políticos, y Art. 25 de la Convención Americana de los Derechos
Humanos y demás normas concordantes.

PRUEBAS

Con el fin de establecer la vulneración de los derechos constitucionales solicito a


ese despacho se sirva considerar las siguientes pruebas:

1. DOCUMENTALES:

a. Fotocopia de mi cédula de ciudadanía.


b. Fotocopia de Cedula de ciudadanía de mi representada.
c. Certificado emanado de la Registraduría Nacional del Estado Civil en el cual
consta lo siguiente: “según archivo nacional de identificación (ANI) a Sandra
Osorio, le fue asignada la cédula de ciudadanía No. 27.073.285, de Pereira
(Risaralda), que hasta la fecha se encuentra vigente”.
d. Certificado expedido por la Secretaría de Desarrollo Social y Político de
Pereira, en el que señala que la señora SANDRA OSORIO no cuenta con
vivienda ni ingresos por lo que se considera que es una habitante de la calle
y beneficiaria del régimen subsidiado en salud.
e. Copia de la historia clínica de la señora SANDRA OSORIO en el Hospital
San Jorge de Pereira (R).

COMPETENCIA

Es Usted Señor(a) Juez competente, para conocer de la presente acción de tutela,


teniendo en cuenta en donde ha ocurrido la violación o vulneración de los
derechos de mi representada, conforme a lo previsto en el Art.37 del Decreto 2591
de 1991.

JURAMENTO

Para los efectos previstos en el Art.37 del decreto 2591 de 1991 manifiesto bajo la
gravedad del juramento que no he instaurado acción de tutela por los mismos
hechos y derechos violados, ante ninguna autoridad judicial.
ANEXOS

- Copia de la presente ACCION DE TUTELA.


- Copia de los demás documentos relacionados en el acápite de las pruebas
documentales.

NOTIFICACIONES

En lo posible las recibiré personalmente en su despacho, o en su defecto solicito


se me hagan llegar a mi oficina ubicada en: Cra. 29 calle 14 No. 30 Barrio ciudad
jardín.

De usted Atentamente;

ANA YISELLA GUZMAN


YISELLA GUZMAN
C.C. No. 1.086.140.066 de Pereira (R)

Anda mungkin juga menyukai