1. Introducción.
1
particulares y lo que es más importante esto se hace desde el reconocimiento
de la diversidad cultural.
Esta teoría sobre el intercambio surge en una época signada por la fuerte
influencia de las escuelas marginalistas y las prácticas liberales en las políticas
económicas (Cuando el capitalismo no había sufrido aún la gran crisis del 30 ni
la economía atinaba a formular medidas de tipo keynesiano). La propuesta de
Mauss en algún punto intentaba poner un freno a las tendencias disgregadoras
adjudicadas al mercado y el límite estaría puesto tanto por el accionar
institucional como por la existencia de criterios morales aún presentes en la
sociedad.
Esta pregunta inicial de su ensayo sobre el don sobre que hay en la cosa dada
que hace que la cosa deba ser devuelta lo lleva a una respuesta de tipo
idealista. Es el espíritu de las cosas, el “hau” la razón del intercambio. “El hau
acompaña a la cosa, quien quiera que se su detentador” (1979:167) “... es el
hau que quiere volver al lugar de su nacimiento, al santuario del bosque y por
2
lo tanto a su propietario” (1979:168). La conservación de la cosa resulta
peligrosa.
Según Levi Strauus, Mauss se habría propuesto mostrar que en las sociedades
primitivas los intercambios revisten mas la forma de donaciones reciprocas que
de transacciones comerciales y que, a diferencia de nuestra sociedad tales
donaciones ocupan un lugar central en la vida de esos pueblos. Por último, el
intercambio trasciende los límites de la esfera económica abarcando otros
aspectos de la vida social. (1969:91).
3
también han ejercido una influencia tan profunda como las obras de Marcel
Mauss….” (1979:13) “… el “Essai sur le don” inaugura una nueva era para las
ciencias sociales…· (1979:31). El pensamiento de Mauss conduciría al
“corazón de los problemas” (Sigaud 1999:11).
Sin embargo, Levi Strauss pasa revista a los motivos por los cuales Mauss no
avanza pese a las posibilidades teóricas que abrían a partir de sus trabajos.
4
es no haber considerado las homogeneidades subyacentes en la medida que
considera que la realidad de los intercambios resulta en última instancia
sintética. Como acertadamente señala Sigaud “La teoría exigía una estructura”
(1999).
Levi Strauss señaló criteriosamente que el hau no es la razón del cambio sino
“...la forma conciente bajo la cual los hombres de una sociedad determinada,
en que el problema tenía una especial importancia, han comprendido una
necesidad inconsciente, cuya razón es otra” (1979:33). La interpretación literal
de la explicación del jurista maori por parte de Mauss fue objeto de agudas
reflexiones.
“¿No es éste quizá un caso (no tan extraño por otra parte) en
que el etnólogo se deja engañar por el indígena? Y no por el
indígena en general, que no existe, sino por un grupo
indígena… En este caso en lugar de aplicar hasta el final sus
principios, Mauss renuncia a favor de una teoría neozelandesa
que tiene gran valor como documento etnográfico, pero que no
deja de ser una teoría … No hay motivo para que, porque unos
sabios maoris se hayan planteado los primeros unos problemas
y los hayan resuelto de una forma atractiva, pero poco
convincente para que tengamos que aceptar su interpretación.
(Levi Strauss 1979:33).
Y sugiere:
5
cuales se puede llegar por medio de las instituciones e incluso
mejor por medio del lenguaje. El hau es el resultado de la
reflexión indígena, mas la realidad está más clara en ciertos
trazos lingüísticos que Mauss no dejo de poner de relieve, sin
darles, sin embargo, la importancia que merecían …”
(1979:33)?
Para Levi Strauss toda vida social comienza a partir del intercambio sea este a
partir de la circulación de mujeres, de mensajes o de mercancías. Se
intercambia con el próximo, con el vecino, con el asociado o con el pariente;
fuera de estas categorías se encuentra un ámbito hostil y peligroso en el cual
se guerrea1.
1
.- Esta concepción será retomada fielmente por Sahlins cuando plantea las
vinculaciones entre reciprocidad y distancia social (1983:203 y ss.).
6
reciprocidad, la contrapartida necesaria de la instauración de
lazos sociales entre familias…” (Dumont 1974:94).
Como se observa, no hay familia sino “familias” que deben recurrir unas a
otras para reproducirse socialmente y es por esto que el problema del incesto
no puede reducirse a una a una simple tabuación negativa de cierto tipo de
uniones sino que constituye al decir de Levi Strauss “la regla de la donación por
excelencia (1969:558). La teoría de la alianza pretende ser más que una
explicación sobre la distribución de mujeres de acuerdo a un cierto orden o una
interpretación de los procesos clasificatorios propios del parentesco, es una
7
expresión de la génesis de lo social y una concepción de la naturaleza del
vínculo2.
Godelier señala que el hombre no vive en sociedad sino que produce sociedad
para vivir y para ello resulta condición necesaria que individuos y grupos se
reconozcan y estén unidos por relaciones dependencia material, política
económica y simbólica (1997).
En su trabajo “El enigma del don” se propone analizar el lugar del don
puntualizando que existen realidades sociales que están más allá del mercado.
La importancia de los intercambios de mercancías en nuestra sociedad que
mercantiliza aún las cosas que no fueron producidas para tal fin (Polanyi )
oscurece las prácticas de dones y contrapones. Sin embargo el mercado tiene
sus límites y no todos los relacionamientos se llevan a cabo a partir del
contrato. Parte de la observación del hecho que entre los Kwakiutl existen
ciertas piezas de cobre que nunca eran intercambiadas en el Potlach. El
carácter sagrado que tenían para las tribus y clanes impedía su circulación.
2
.- Años antes de ser planteada la teoría de la alianza, los antropólogos
británicos también habían especulado sobre los principios de filiación y
herencia como factores de integración social. Leach (1969) señala como la
filiación refuerza la solidaridad del grupo y plantea que al igual que la alianza
puede actuar como un factor de “conservación social” (1970:24).
8
A partir de un pie de pagina del trabajo en el cual se hace referencia a objetos
de cobre que por su importancia simbólica no son intercambiados, Godelier
especifica que así como hay cosas que son para cambiar y otras para vender,
los objetos sagrados no se cambian ni se venden sino que son retenidos por el
grupo “ entre lo Kwkiutl hay dos clases de cobre: los mas importantes que no
salen de dentro de la familia, que no se pueden romper para refundirlos y los
otros que circulan intactos, de menor valor y que actúan de satélites de los
primeros”. (1979:219). Estos cobres tenían tal importancia que se les
adjudicaba un nombre a cada uno de ellos (al igual que los objetos vaygua del
sistema Kula) “Cada cobre tiene un nombre (...) aunque desafortunadamente
sin indicación sobre el clan propietario a perpetuidad” (1979:218).
9
La universalidad del intercambio de Mauss y también de Levi Srauss es
reemplazada por otra universalidad que es la que todas las sociedades
restringen de la esfera de los intercambios algunos objetos y estos son
considerados sagrados. Para ello Godelier recurre al análisis de otros sistemas
de intercambio menos conocidos que el Kula y el Potlach tales como el Moka y
a trabajos que arrojan luz sobre el intercanbio kula realizados con posterioridad
a la Segunda Guerra Mundial (Weinner Anette 1992)3.
Así como hay cosas que deben ser intercambiadas existe cierto dominio de
objetos que son rigurosamente guardados. Los objetos sagrados se atesoran y
su posesión asegura el fortalecimiento identitario. El grupo se conforma en
torno suyo y su historia sintetiza la historia del grupo. Su pérdida implica no
solo el inicio de la desintegración grupal sino la inmediata condición de
deshonor y deshonra.
Los objetos sagrados no deben ser dados ni vendidos. Son dones que los
dioses y espíritus de los antepasados del hombre han hecho al grupo y que sus
descendientes deben guardar. A diferencia de los objetos preciosos no pueden
ser enajenados.
Godelier señala que las obligaciones de dar aceptar y devolver planteadas por
Mauss encuentran fundamento de diferente tipo. Mientras las dos primeras se
explican sociologicamente la devolución se explica de acuerdo con Mauss por
razones ideológicas. Una fuerza, un espíritu es lo que obliga a la persona a
devolver lo aceptado.
3
.- Weinner plantea que el intercambio de dones y contradones, incluso en una
sociedad con una economía y una moral regida por el don no invade la
totalidad del campo de los social. (Godelier 1998:54).
10
“… nos hallamos nuevamente frente a la celebre cuarta
obligación de Mauss, la que señala que los hombre deben
realizar dones a los dioses, a los espíritus de la naturaleza y a
los espíritus de los muertos. Ya que son ellos los verdaderos
propietarios de las cosas y los bienes del mundo.”(1998:256).
Los intercambios de dones entre los hombres y los dioses que originariamente
les habrían provisto de bienes esenciales no revisten las características de una
simple y utilitaria transacción. La opacidad de tales mecanismos encubre a
través del acceso diferencial de tales dones los principios mismos de la
diferenciación social. La naturaleza de lo social quedaría planteada por
posiciones diferenciadas desde los orígenes mismos y lo sagrado se conforma
y organiza en la relación misma de los hombres con sus propios orígenes.
11
los principales factores responsables de la diferenciación de las
funciones sociales y de los grupos sociales y de este modo de
la formación, por varios períodos de tiempo, de nuevas
jerarquías basadas no en el parentesco sino en nuevos tipos
de división (ordenes, castas, clases) es que los servicios
provistos por el grupo dominante debieron ser relacionados con
la realidad y con las fuerzas invisibles que parecían controlar el
universo”
Así las cosas, la obra de Mauss, lejos de permitir de una lectura dogmática, se
constituiría en una excusa para reflexionar sobre los contrastes entre las
distintas modalidades de intercambios que acontecen en la sociedad moderna.
Una nueva interpretación se afianzaría durante la última década del siglo XX, la
de Alain Caille y los integrantes del grupo M.A.U.S.S. cuyo desarrollo
abordamos en el próximo punto.
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4. Alain Caille y el grupo M.A.U.S.S.
Los principales referentes de este núcleo científico son Alain Caillé4 y Jacques
Godbout5
Esta concepción atomista confronta duramente con lo que Caille (2002) llama
Holismo metodológico. Este paradigma según Caille (1998, 1999 y 2002)
4
Nacido en Paris es doctor en economía e sociología. Trabaja actualmente
como profesor de sociología en la Universidad de Paris X-Nanterre. Los
trabajos de Caillé tienen como preocupación principal la crítica al utilitarismo,
que ocupa, segundo el, un lugar tan central como excesivo en ciencias
económicas y sociales.
5
.-Es profesor e investigador del Instituto Nacional de Investigaciones
científicas de la Universidad de Québec. Su trabajo sobre el análisis del don es
continuidad de sus investigaciones sobre la participación ciudadana en la
democracia moderna. Otros autores que integran el núcleo son: Géreld
Berthoud, Serge Latouche, Ahmet INSEM, Camilla Tarot y Paul Jorión.
13
plantea la existencia de una totalidad social preexistente a los individuos que la
integran. El holismo postula que el lazo social esta dado desde un comienzo y
preexiste ontológicamente a la acción de los sujetos sociales. (Lechat 1999).
El don obliga a encaminar la búsqueda teórica por fuera de los límites de estos
paradigmas y ello conlleva a cuestionar principios básicos de ciencias sociales
tales como la economía, la sociología y la antropología.
6
.- Nótese que la preocupación de Godbout es fundamentalmente el
comportamiento humano.
14
Fiel a su concepción antiutilitarista, no encuentra don en aquello que no supera
los límites de la utilidad y la funcionalidad, este es el dominio de lo simbólico. El
símbolo maussiano no es la palabra ni el fonema sino que es el don (Tarot
1996 citado en Caille 2002:37). La oposición clásica de Durkheim planteada en
“Las formas elementales de la vida religiosa” sagrado-profano es reemplazada
por Caille por otra construcción de opuestos (también simplificadora) señalando
la existencia de un orden simbólico frente a un orden utilitario.
Caille (1994) señala que en las comunidades tales como familias, aldeas y
vecindades rigen innumerables perspectivas particulares del intercambio y es
en ellas en las cuales se expresa con mayor relevancia el valor del vínculo
social. Sin embargo tal relevancia no confina la reciprocidad a dichos ámbitos
sino que como hemos señalado son prácticas constitutivas de la sociedad en
su conjunto.
Como hemos señalado, después de pasar revista a las limitaciones teóricas del
holismo y el individualismo Caille y sus seguidores plantean la existencia de un
nuevo paradigma: el paradigma del don. El ensayo sobre los dones de Marcel
Mauss contendría los elementos que permitirían pasar del anitutilitarismo
clásico y negativo de las ciencias sociales a un antiutilitarismo positivo. Según
Caille, después de mas de dos mil años de Filosofía Política basada en el
hedonismo y el utilitarismo y de tres siglos de intenso trabajo analítico de las
principales corrientes de pensamiento económico centrado en una base
axiomática del interés individualista. El tercer paradigma se presenta como
novel e inmaduro y esto lo eximiría, de la exigencia de mayores certezas y
precisiones. (Caille 2002: 83).
15
El nombre “paradigma del don”7 podría ser cambiado, según este autor, por
paradigma del simbolismo, de la asociación de la alianza, de lo político y hasta
del juego dado que todos los términos remitirían a una misma manera de
pensar. Su principal mérito consistiría en abrir más que cerrarse a
explicaciones dogmáticas renunciando de antemano a tener explicaciones para
todo. Lo más coherente de estas afirmaciones de Caille volcadas en la
introducción de “Antropologia del don” aparece en el siguiente párrafo:
16
Según Caille, lo paradójico del don reside en su carácter al mismo tiempo libre
y obligatorio que abre las posibilidades conceptuales que permitan entender los
diversos registros de la acción social.
Este punto es retomado por Godbout (1999) par quien el don constituye una
barrera al utilitarismo en las sociedades modernas. No constituye un relicto de
formas sociales antiguas sino que ocupa un lugar destacado en la
estructuración de lo social. La obligación no constituiría una acción impuesta
por la normativa social sino que significaría la libertad para poder establecer
relaciones, esto es dar, aceptar y devolver.
17
escenario y las características del ritual aparecen en estos casos en toda su
crudeza. El potlach constituye un claro ejemplo de lo señalado. El dicho
esquimal “…los regalos hacen esclavos como los trineos a los perros” (Mauss
1979) pone de manifiesto no solo violencia de los intercambios sino también
que a través de estos se operacionaliza la diferenciación social.
Para Caille y sus seguidores existe un gran vacío en las ciencias sociales que
debe llenar una teoría que sin negar la necesidad del Estado y del mercado,
trate de desarrollar una visión política a partir del punto de vista de la propia
sociedad en la medida que esta es irreductible al mercado y al Estado
8
.- Este neologismo creado por Godbout hace referencia a la acción social
signada la amistad, la compasión, la simpatía, la confianza y la solidaridad
18
(1998:20). En este sentido su propuesta contiene un claro matiz normativo que
de alguna manera se emparenta con lo expuesto en las consideraciones
morales del Ensayo sobre los dones de Mauss.
Como afirma Levi Strauss los símbolos tienen tanta o más materialidad que los
objetos que simbolizan y lo social se constituye en una única red de
significaciones.
Otro tanto sucede con las interpretaciones marxistas. Las limitaciones del
marxismo vulgar, son adjudicadas a todas las líneas de pensamiento marxista.
En definitiva, la teoría de los campos de Bourdieu, el estructuralismo francés,
en sus distintas versiones, la Escuela Inglesa y la Economía Política así como
también los estudios culturales de matriz gramsciana se muestran insuficientes
para apreender la producción simbólica y reducen en última instancia la
complejidad social y cultural a un orden practico-económico.
19
mesianismo de determinados regímenes políticos9 tendria relación con los
fundamentos teóricos y filosóficos de las corrientes marxistas (Caille 2002:254
y Ss.). También incluye al nazismo entre los regimenes autoritarios cuya matriz
ideológica se torna inteligible únicamente si se reconstruye la particular relación
que mantienen con el utilitarismo (Caille 2002:266 y ss).
La lista de citas sería muy extensa. Solo forzando las enseñanzas de Mauss se
puede plantear que dar, aceptar y devolver no tienen condicionamientos y son
actos realizados libremente.
9
.- También incluye al nazismo entre los regimenes autoritarios cuya matriz
ideológica se torna inteligible únicamente si se reconstruye la particular relación
que mantienen con el utilitarismo (Caille 2002:266 y ss).
20
La formulación teórico-metodológica del grupo M.A.U.S.S sirve de sustento
para nuevos intentos de ingeniería social. La generosidad con los extraños, la
reciprocidad, la solidaridad, la ausencia de calculo egoísta, la libertad que
implica tanto el acto de dar como el de recibir permitiría concebir como factibles
el surgimiento de nuevas instituciones y nuevas formas de circulación que sin
oponerse al estado y “al margen” del mercado funcionan en un espacio social
paralelo.
La avidez con que recogen estos postulados algunas organizaciones del cuarto
sector y el énfasis que ponen en implementar mecanismos de “economía
solidaria” y redes de asociaciones se debe a la creencia que tales acciones
permitirá superar la pauperización y exclusión social que genera la
implementación de modelos económicos neoliberales.
5. Reflexiones finales.
21
- Se la despoja de contenidos de clase. También se oscurece el análisis de
cualquier manifestación de desigualdad. La diferencias de rango, genero y
edad son pasan a ser elementos no centrales de las relaciones sociales.
- El énfasis de la mayor parte de los estudios esta en ver como “funcionan” las
cadenas de reciprocidad mas que en analizar las razones que las causan.
10
.- Sahlins hace un agudo comentario señalando que el rechazo por el planteo
de Levi Strauss por parte de los etnólogos británicos y americanos. La inclusión
de los intercambios matrimoniales dentro de un sistema de prestaciones totales
y el tratamiento de las mujeres como “bienes de consumo” habría generado
desconfianza etnocéntrica por parte de estos. “Ya que se parte del supuesto de
que el mundo esta diferenciado como el nuestro en particular, siendo las
relaciones económicas una cosa y las sociales (parentesco) otra, entonces,
hablar de grupos que intercambian mujeres parece una extensión inmoral de
los negocios al matrimonio y una difamación de todos aquellos implicados en el
intercambio”. (Sahlins, 1982:200).
11
.- Como hemos señalado anteriormente para Levi Strauss la prohibición del
incesto no tiene un origen puramente natural o cultural sino que combinando la
universalidad de la primera con la particularidad de la segunda, constituye el
pasaje dinámico de un ámbito a otro (1953:58-59).
22
La enunciación de un estadio originario de características ficcionales, próximo a
un estado de naturaleza constituye prerrequisito para revelar lo social. Este
estadio, pensado como un espacio homogéneo y de limitados de mecanismos
de intercambio, constituye una base imprescindible para explicar el pasaje de la
guerra de todos contra todos a un orden basado en la circularidad del don.
Hacia fines del siglo XX, el avance del Estado y por sobre todo, el aumento de
la violencia del mercado habrían producido un refugio del don a un ámbito
doméstico. De más esta decir que este refugio no es exclusivo y la presencia
del don en otros ámbitos sociales continuó teniendo mucha importancia. Sin
embargo frente al maximalismo liberal (expresado en sus versiones mas
acabadas con el auge de la lógica de mercado de fines de años 80 y principios
de los 90) se producen desde la antropología reacciones por entender los
relacionamientos acaecidos entre los hombres que no pueden ser explicados y
reducidos a una lógica mercantil13.
23
Ecuador advertía que hay “Cosas que se dan, cosas que se venden y cosas
que no se dan ni se venden y se guardan: dinero, cosas preciosas y objetos
sagrados”.
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