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UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA

PROGRAMA DE LICENCIATURA EN FILOSOFIA


SEMINARIO FILOSOFICO II
DOCENTE: MANUEL ALEJANDRO PRADA
ESTUDIANTE: AYERXIS HERNANDEZ
TEMA: EL CARÁCTER
FECHA: 19 DE SEPTIEMBRE DE 2018

EL CARÁCTER

En esta relatoría me ´propongo hacer tres cosas. En primer lugar, señalar los
aspectos más relevantes que Ricouer considera entono a la perspectiva afectiva.
En segundo lugar, dar cuenta del concepto de perspectiva práctica, Y, en tercer
lugar, esbozar algunas características del pensamiento de Ricouer en relación con
el carácter.

Ricouer al buscar una noción de carácter, expresa que la construcción de este


concepto no puede prescindir de lo que es considerado como finitud "práctica".
Para que esta tarea sea cumplida, debe analizarse de forma gradual y bajo la luz
de lo que se entiende por perspectiva y a su vez cómo se fundamenta.

Perspectiva afectiva

El "punto de vista" es evidenciado por el aspecto afectivo de la perspectiva. Hay


una relación en nuestra atención y nuestra perspectiva afectiva, que debe ser
investigada.

Es desde este encuentro y desde ésta dinámica, que se originan nuestras


relaciones de aprobación o desaprobación. Que implica a la voluntad a través de
las motivaciones, pues éstas son expresiones de la voluntad, y son anteriores al
proyecto. Lo que hago y lo que me propongo hacer, es la realización del proyecto
y su planeamiento.

El mundo de posibilidades, de horizontes de eventos y novedades que pueden


acontecer, solo son posibles por un momento intencional que es el avance del yo.

De forma más amplia que la psicología moderna, Ricouer profundiza y, al mismo


tiempo, especifica el concepto de motivación. Soy orientado en la dirección de
mis proyectos como en la Motivación, receptividad y finitud las cuales están
intrínsecamente relacionadas. El motivo lleva a actuar, llega a la libertad humana
conducido por los objetivos, estos motivan a un cambio, a una actitud. Estos
actos tienen razones que encuentran su origen en la motivación.

La inclinación es la receptividad práctica que concorde al proyecto también


podemos llamar pasión, la cual es estar inclinado, propenso a hacer algo, es estar
en condiciones de realizar un acto.

La cuestión del "por qué?" La abertura es lo que primero aparece por medio de la
receptividad sensorial. El facto de que somos afectados lleva a una
contraposición de la abertura con la limitación, y a su vez por panorámica del
mundo que se opone al punto de vista. Somos llevados a hacer algo, porque
somos orientados por lo que deseamos, el deseo es una falta que intentamos
suplir. El deseo es proyectar para el mundo, siempre caracterizado como siendo,
presentando en una disposición ante el mundo, que puede ser de afirmación o de
negación, que conduce hasta lo que es extremo. Ricouer llama la claridad del
deseo a su intencionalidad, pues ese movimiento siempre es de un "de" para un
"hacia", donde comienza y quiere terminar, realizarse; esos son los caracteres del
deseo, lo que define, mostrando cuanto es orientado y electivo. Hay una imagen
del deseo que debe ser superada, y esto ocurre con la realización del término del
deseo, no tener que desear más.

Este sentir no puede ser expresado. Nuestra preferencia tiene una relación
intrínseca con la diferencia, podemos preferir porque algo nos falta, buscamos un
completar.

Los estoicos identificaban el amor de sí mismo con lo que es agradable, y que no


puede ser compartido, es una experiencia única y personal.Desear es colocarse en
una disposición, a un estado diferente de la saciedad. Centrarse en el polo-sujeto
del amor propio. En situaciones límites el único deseo es el amor propio.
Conversión en un único punto de vista en estas situaciones.

Perspectiva práctica

Hay una relación entre finitud y apertura. Más que instrumento, el cuerpo es un
medio de la acción, convirtiéndose en el centro de la situación. En esta
disposición se encuentra la finitud práctica. La disposición de la voluntad mueve
el cuerpo, e intenta ser el centro de la situación.

Los hábitos van creando moldes en nuestras vidas, que nos colocan en algunas
predisposiciones que se miran en los gestos y preferencias. Es resultado de lo que
contraemos, de todo lo que fuimos adquiriendo por la experiencia. Hay un
retorno de una espontaneidad, porque los hábitos no son tan fijos, pero son
elásticos.
Son inevitables las cristalizaciones, pues éstas son formas contraídas, es la
quintaesencia del hábito. Cuanto más cerca de la finitud práctica , más lejos del
ser, que según Ravaisson solo es posible por medio de la naturalización de la
libertad.

El amor de sí y la perspectiva afectiva así están entrelazados en una dinámica. El


carácter se convierte en una perspectiva finita de mi existencia.

Carácter

Dos conceptos clave en la construcción de una definición de carácter es totalidad


y totalidad finita de nuestra existencia. "El carácter es la abertura finita de mi
existencia tomada en bloque, como un todo” 1 La imagen del carácter es un
intento de prever las actitudes de un individuo; entre el cuerpo y la abertura está
el carácter. Nuestra perspectiva del mundo es una abertura finita. El carácter es
como un retrato, pintado desde lo exterior, lo que fue expresado por los deseos,
mostrase frente a nuestro campo de motivación, es la forma finita de la libertad.

La metáfora del "retrato” sugiere una imagen totalmente inexacta de lo que es el


carácter y su tipo de finitud. La misma caracterología, si no es la base para
comprender, puede prestarse a fomentar la ilusión de que podemos reconstruir el
carácter a base de un número finito de componentes simples, como la
emotividad, la actividad, la "secondarité", combinadas en formas variadas." 2.

Lo que es captado por lo que llama Ricouer de fórmula caracterológica solo son
algunas características del individuo, lejos de definirlo en su totalidad, a lo
máximo que se puede llegar es a tener una idea de su probable comportamiento.
En este sentido, el individuo es infinito, una división o intento de hacer secciones
a su respecto llevaríamos al infinito.

Es interpretado así el carácter por lo que se entiende como siendo el punto de


vista, que está a su vez intrínsecamente ligado con la abertura. "Sólo esa idea
puede hacernos comprender a la función mediadora del cuerpo propio, el
estrechamiento original de mi abertura." 3 .El desafío es que teniendo una idea de
lo que sea perspectiva podamos llegar a un concepto de carácter. Frente a las
cosas sólo somos limitados por la perspectiva, que muestra así la finitud.

Ricouer recurre al pensamiento bergsoniano en ésta tarea. Para Bergson todo


contenido del alma es traducido en la reflexión filosófica hecha a partir de
nuestros actos y sentimientos. En uno de nuestros sentimientos motivados por

1
Paul Ricoeur, Finitud y culpabilidad, trad. Sánchez Gil, Cecilio (Madrid España: Taurus Ediciones,
S.A., 1969), 105.
2
Ricoeur, 105.
3
Ricoeur, 106.
amor o odio, que en cada uno se presenta de un modo distinto, revelando así su
carácter, pues lo que es sentido refleja el alma en su totalidad.

El carácter posee una finitud, considerando el conjunto de nuestras motivaciones;


es la abertura limitada frente a este horizonte, que es llamado campo de
motivación. Entonces se observa la relación dialéctica existente entre el concepto
de carácter y perspectiva.

Estamos abiertos a todos los valores humanos, a todos los sentimientos y


costumbres, aunque se presente en nosotros como los más distintos y variados.
"Es decir, que nuestro campo de motivación está abierto a todo lo humano en
toda su gama y en todo su conjunto." 4

Nuestro camino en la humanidad tiene como su fin realizarnos como seres


humanos, con todas sus cualidades, defectos, paradigmas e idiosincrasias típicas
y únicas del ser humano. Tenemos variadas costumbres, y valores, pero somos
conducidos, a un fin común, que es la humanidad.

El carácter es una herencia, nuestro origen es inmóvil, no podemos cambiar el


carácter. De nuestra humanidad se origina nuestro carácter, éste es la humanidad
percibida en el individuo. Lo que nos diferencia es lo que hacemos como parcela
de humanidad que tenemos. El carácter está imbricado con mi humanidad y
determina mi campo de motivación. La libertad solo puede ser ejercida tomando
como punto de partida el carácter que tiene. "El carácter es el estrechamiento de
esa "alma integral", cuya abertura es la humanidad.”5.

La humanidad, y esta parcela de ella se convierte en el carácter que es el


horizonte de finitud de nuestra libertad, es una herencia común a todo ser
humano. En este aspecto estamos en la mayor contingencia imaginada, la
secuencia de eventos fortuitos que nos pasan en la vida, y después de recibidos
forman una estructura que hace parte de nuestra condición.

Si nuestro destino es desconocido, y si somos regidos por él, no lo sabemos.


Aunque tenga la característica de ser inmutable, el carácter es una herencia que
inevitablemente nos pertenece y define la manera como usaremos nuestra
libertad. "En este sentido mi carácter es el origen radicalmente no elegido de
todas mis decisiones.”6.

Es hecha entonces una distinción entre carácter inmutable y carácter heredado,


una vez que el primero se pasa a lo segundo. La existencia de un hombre está
intrínsecamente e inevitablemente unida a su carácter. Hay condiciones que no
dependen de nosotros y, de este marco, nace nuestro carácter, esa inmutabilidad

4
Ricoeur, 108.
5
Paul Ricoeur, Finitud y culpabilidad, trad. Sánchez Gil, Cecilio (Madrid España: Taurus Ediciones, S.A.,
1969), 109.
6
Ricoeur, 111.
no nos es posible de cambiarla, y confiere al carácter esta cualidad de invariante.
Nacer ya es determinar, es recibir la parcela de humanidad que nos acompaña
para toda la vida.

El nacimiento es un hecho determinante que trae consigo el carácter, antes de que


pensemos en los acontecimientos de la primera infancia, hay ese hecho que posee
la mayor importancia. "Al decir que yo nací, no hago más que indicar mi carácter
como algo que yo encuentro. Mi nacimiento designa el "haber sido", que es el
indicio de un pasado inherente al estado de existir. Mi nacimiento representa el
"ya está ahí" de mi carácter." 7 .

El retrato solo es una reducción de hechos mucho mayores, y que tiene su


expresión con el hecho determinante que es el nacimiento. Es resaltado entonces
en la construcción de carácter como es imprescindible la función de experiencia
en primera persona.

Pensando todos los aspectos contingentes a los que Ricouer recurre para hablar
de nuestro nacimiento, estos factores tan fortuitos parecen alejar nuestra libertad,
y conferir un carácter de destino al nacimiento. "Entonces es cuando nos revela
su sentido el destino del carácter y de la herencia: es el estrechamiento dado,
fáctico y real de mi libre abertura sobre el conjunto de las posibilidades del ser-
hombre."8 .

Todo lo que depende de nosotros, pero que nos determina, solo refuerza la idea
que somos dependientes de nosotros mismos, de nuestra humanidad, la cual se
realiza en nosotros a través de la determinación del carácter con el hecho
fundamental que es el nacimiento. Y así llegamos entonces a un concepto de
carácter heredado.

Bibliografía

Paul Ricoeur, Finitud y culpabilidad, trad. Sánchez Gil, Cecilio (Madrid España:
Taurus Ediciones, S.A., 1969).

7
Ricoeur, 111.
8
Ricoeur, 113.

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