Universidad de San Buenaventura-Cali

Diplomado en Pedagogía Universitaria

Currículo
Grace David García

Posibilidades y constricciones de la propuesta curricular del MEN

Programa de pregrado Psicología

Resolución Número 3461 de 2003

El artículo 2 de la resolución denominado Aspectos curriculares cobija la importancia de

sostener, extender y desarrollar una coherencia teórica, práctica y metodológica tanto en
la disciplina como en la profesión, en correspondencia con las competencias y perfil
profesional que se consideran sustanciales para la formación del psicólogo. Bajo este
panorama, dos posibilidades configuran apuestas curriculares encaminadas a integrar
saberes que configuran una posición ética, política, social y cultural:

I. Producción y aplicación del conocimiento producido: Se presenta como un eje

vertebral para pensar las discusiones teóricas actuales, así mismo le permite al sujeto de
aprendizaje ubicar la disciplina en un contexto socio-histórico, proponer alternativas que
contribuyan a dar cuenta de las problemáticas en las que se encuentra inmerso y hacer
ciencia desde una postura critica. Esta apertura jalona una actitud investigativa, que entre
otras cosas busca dialogar con otras disciplinas con la finalidad de apropiarse como
sujeto político al discernir su responsabilidad social.

Este aspecto curricular se constituye en oportunidad al preguntarse cómo educar y formar

a los jóvenes en un sistema de conocimientos científicos cada vez avanzado y con un sin
número de retos. Frente a este escenario, Edgar Morín nos recuerda: “el saber interesa y
suscita sentido cuando responde a los interrogantes y a la curiosidad de los jóvenes”
(como se cito en Motta, p.8). En esta vía la elaboración de un currículo requiere identificar
y transformar su contenido en la medida que es cuestionado por las necesidades que
aparecen en los sujetos. Empero, las temáticas y núcleos de formación no están en
dirección de unificar conceptos propios de la disciplina, al contrario, se diversifica porque
esta en la capacidad de jugar con la complejidad y buscar una formación con matiz de
transdisciplinariedad.

II. Componentes integradores: El currículo consolida unos componentes mínimos de la

formación, sin que estos signifiquen cursos o asignaturas. En otras palabras, atiende un
panorama vigente de problemáticas en las que el psicólogo y su saber conquistado
pueden ampliar, articular, discutir, incluso distanciarse. Estos componentes son
oportunidad para incluir interrogantes que invitan al debate, conversaciones, y reflexiones
detenidas, es decir, ir más allá de temas que se desprenden de los contenidos y apostar
por preguntas de reflexión que anuden teoría. Esto equipara un currículo centrado en
problemáticas nacionales e internacionales.

Estos elementos que aparecen como oportunidades curriculares, avizoran horizontes,

matices y colores distintos en la formación, pero también existen constricciones que de
acuerdo al ejercicio de la profesión se mantienen, a continuación dos de ellas:

I. Formación en herramientas de práctica profesional: Todo psicólogo esta expuesto a

construir en su trayectoria académica estrategias y técnicas que le equiparan en los
distintos espacios: clínico, social, educativo, organizativo, jurídico. No obstante, un limite
que aparece es la reducción de los campos que posibilitan el quehacer del psicólogo y
que no contempla esencial en los aspectos curriculares. Pareciera que la psicología sólo
tiene lugar en estos espacios que han sido tradicionales y faltaría un aire de innovación
para acercarse a un pensamiento contemporáneo que incluya por ejemplo, los retos y
preguntas que hace la ingeniería de minas, el deporte, la robótica cognitiva, etc.
Igualmente posicionar al estudiante con su mayor potencial, pero esto no se logrará si la
oferta de contenidos sólo tienden a repetirse año tras año. Situación que convoca la
siguiente pregunta: son vigentes, reales e incluidos los interés de los estudiantes en las
reformas curriculares; realmente entra en diálogo la necesidad del estudiante y la
“flexibilidad” curricular.

II. Formación en investigación: El psicólogo se hace siempre investigando. Este

aspecto curricular es indispensable para la extensión del conocimiento. Es preciso sumar
a estas iniciativas investigativas nuevas voces, nuevos rostros que enfaticen una
educación intercultural, en la que cosmovisiones afrodescendientes e indígenas
cuestionen las adquisiciones occidentales, y sean participes de los procesos curriculares
que se llevan a cabo en las instituciones superiores. Lo anterior se constituye en retos
para el currículo:

a. Necesidad formativa para atender las necesidades de los estudiantes

pertenecientes a grupos minoritarios. Esto si se tiene en cuenta que la formación
de los maestros se ha dado desde occidente, con un fuerte énfasis en el
desarrollo del comportamiento.
b. Tensiones entre la cultura dominante y la minoritaria. Entre lo propio y las
prácticas culturales.
c. Pertinencia educativa: contenidos curriculares sin lineamientos diferenciales e
interculturales.
d. Contenidos organizados por competencias para mantener un orden establecido y
estandarizar la pertinencia de la diversidad cultural y sus formas de aprendizaje.
e. Elaboración de currículum etnocéntricos, caracterizados por un saber y valores
aceptados por grupos dominantes.
f. Integrar la diversidad cultural a los currículos por medio de procesos de
deliberación y corresponsabilidad comunitaria como procesos en los que el
docente tiene un rol como transformador social, lo que implica desde un posición
critica y ética analizar la práctica educativa y sus fines; y las actividades que
puedan contribuir a las necesidades humanas.

Conclusión

Considerar Otro orden permite interrogar, preguntar, y contribuir a los aspectos poco
visualizados y que representan para la investigación una postura emancipadora ubicada
en las complejidades políticas, sociales e históricas.
Ese otro orden en el currículo ubica un elemento trascendental caracterizado por
comprender con detenimiento los datos expresados en las voces del sujeto que van
construyendo otras realidades ajenas a las nuestras.
En esta dirección, considero que hemos centrado gran parte de los esfuerzos
conceptuales, políticos y de reproducción del conocimiento en una visión unilateral de la
profesión y su desempeño. Gran parte de las propuestas nacionales se diluyen en
asegurar y vigilar el cumplimiento de una visión de la ciencia y el conocimiento psicológico
naturalizado y en la que pareciera estar concluida en las representaciones sociales
homogéneas y acciones que se desarrollan en unas categorías definidas para pensar la
disciplina. Resulta fundamental que el currículo como campo político, cultural y social
interrogue permanentemente para reconocer los alcances y limites de la profesión.