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REVOLUCION CHINA

El 9 de agosto de 1945, después de que los estadounidenses reconociesen la importancia para los
soviéticos del noreste chino, estos declararon invadieron la región, que arrebataron a los japoneses
en pocos días.1 Tras los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki que motivaron la
rendición japonesa ese mismo mes, comunistas y nacionalistas se apresuraron a adueñarse de los
territorios hasta entonces ocupados por los ejércitos nipones. Las unidades nacionalistas contaron
con la colaboración estadounidense para trasladarse desde el suroeste del país, donde se
concentraban sus mejores unidades, al noroeste, movimiento que también imitaron los
comunistas, decididos a concentrar sus fuerzas en la misma región.
Representantes de los dos bandos enfrentados en la guerra civil china iniciada en 1927 —y que
había quedado relativamente en suspenso durante la ocupación japonesa (1937-1945)—
mantuvieron conversaciones en la capital (por entonces Chongqing) del 28 de agosto al 19 de
octubre) para poner fin al conflicto, que no fructificaron. Las negociaciones, que no detuvieron la
carrera por ocupar el territorio, habían sido propiciadas por estadounidenses y soviéticos, que
deseaban evitar el desencadenamiento de la guerra entre los dos bandos o el tenerse que enfrentar
entre sí por el control de China. Comenzó entonces el último acto de la guerra civil. Nada hacía
presagiar entonces que tres años y medio después la victoria sería para los comunistas, dado que
su ejército era mucho menos numeroso y estaba peor armado, y que el prestigio del líder
nacionalista Chiang Kai-shek, encarnación de la resistencia contra el invasor japonés, se
encontraba en su zénit. Para mejorar su posición en el noreste, que entonces dominaban los
soviéticos, Chiang firmó con ellos el 14 de agosto un tratado a amistad y alianza que le concedía
la soberanía de la región a cambio de una serie de concesiones industriales y de transporte a la
URSS. El momento del traspaso del control territorial, no obstante, debían determinarlo los
soviéticos, que mientras permitían el despliegue en la zona de las unidades comunistas chinas.
La carrera desenfrenada para ocupar los territorios que habían estado en poder de los japoneses y
para apoderarse de sus armas y equipamientos la ganaron los nacionalistas gracias a que los
norteamericanos reconocieron a Chiang Kai-shek como la única autoridad legitimada para recibir
la rendición de las fuerzas japonesas, a que les proporcionaron los aviones necesarios para llegar
antes a las zonas claves del norte y del este desde sus bases en el sudoeste de China, —a más de
1000 kilómetros de distancia— y a que alrededor de 50 000 marines de los Estados
Unidos desembarcaron en las provincias de Shandong y de Hebei, ocupando los puertos y
aeródromos en nombre de los nacionalistas —incluido el aeropuerto de Pekín—. De esta forma
sólo tres meses después del final de la guerra toda la franja costera desde Cantón, en el sur,
a Pekín, en el norte, estaba en poder de los nacionalistas.
Por su parte los comunistas, desde su feudo del nordeste de China, se desplegaron en Manchuria,
en el extremo norte del país, donde los japoneses se habían rendido al Ejército Rojo de la Unión
Soviética que había declarado la guerra a Japón el 8 de agosto, dos días después del lanzamiento
de la bomba atómica de Hiroshima. Allí el ejército comunista chino se vio fortalecido gracias al
material japonés que los soviéticos le cedieron y al reclutamiento de antiguos soldados del ejército
de Manchukuo —el Estado satélite creado por los japoneses tras la invasión japonesa de
Manchuria en 1931—, consiguiendo alcanzar los 130 000 hombres, pero todavía muy lejos de los
efectivos del ejército nacionalista. A mediados de noviembre, los comunistas habían logrado
concentrar unos ciento treinta mil soldados en la región, mediante el traslado de unidades desde
Rehe, Hebei y Shandong y el reclutamiento de soldados en la zona, algunos del antiguo Ejército
de Manchukuo. Pese al tratado de agosto, los soviéticos rehusaron el desembarco de las unidades
nacionalistas en los puertos de Lüshun y Dalian.

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