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LA TEOLOGÍA DEL MATRIMONIO


j v y u u i ü J_I. Ü . J J Í ^ ^ - 1 ^ , - > . j .

Comuníquenos su nombre y dirección,


citando ¡este libro, y le informaremos
periódicamente
novedades.
de todas nuestras

Euramérica, S. A.
LA TEOLOGÍA
Apartado 36.204
DEL
MADRID
MATRIMONIO
£1 desarrollo histó-
rico de las actitudes
cristianas hacia el
sexo y la santidad
en el m a t r i m o n i o .
La versión original de esta obra ha sido publicada en Estados
Unidos, por «Sheed and Ward, INC.», bajo el título
THEOLOGY OP MARRIAGE
(F\ Sheed and Wardm INC.
New York (U.S.A.).

A mis colegas y a los estu-


diantes de Wheeling College.

Derechos exclusivos de publicación en lengua castellana para


todos los países : EUBAMERICA, S.A. - MADRID
SUMARIO
Páginas

Prólogo 15
PARTE PRIMERA: "DIJO LUEGO YAHVE DIOS..." 21

Introducción: El Antiguo Testamento 23

SECCIÓN I: Matrimonio y pecado 33


1. "Espíritus engañosos" 33
2. Por qué es bueno el matrimonio 49

SECCIÓN II: El matrimonio y el pecado original 61


3. Si Adán no hubiese caido 61
4. Libido 73
5. El instinto de los creyentes 101
6. Varón y hembra 131

PARTE SEGUNDA: "NO ES BUENO QUE EL


HOMBRE ESTE SOLO" 141
Introducción: Salvación en parejas 143

SECCIÓN I: La vida ideal 149


7. Un don especial 149
8. Las inquietudes de la vida matrimonial 163
9. Abstinencia y oración 177
10. "Donde esté tu tesoro..." 187
11. "Para bien y para mal...". 205
12. "División" 219
13. El mejor camino . 227
Páginas
PROLOGO
SECCIÓN II: La vida típica 239
14. Como en los tiempos de Noé 239

PARTE TERCERA: "VOY A HACERLE UNA


AYUDA..." 257

SECCIÓN I: Santo matrimonio 259


Introducción: La presencia de Yahvé 259
15. La naturaleza del matrimonio 263

SECCIÓN II: La función de Dios 275 "Dijo luego Yahvé Dios: No es


Introducción: El deseo de Yahvé 275 bueno que el hombre esté solo.
16. La promesa sagrada 281 Voy a hacerle una ayuda ade-
17. El don del matrimonio 289 cuada."
18. El Pronubus 303
Gen. 2, 18.
19. Hechos el uno para el otro 311

SECCIÓN III: Sus perspectivas 323


20. Caminos y viajeros 323
21. Un camino hacia Dios 341

Conclusiones 351

Abreviaturas 357
Bibliografía 359
N O podemos pretender que esta exploración de la vida
de matrimonio represente un programa espiritual com-
pleto para los esposos y las esposas; la mayoría son
también padres, y aquí no consideramos la paternidad.
Nuestra atención se centrará exclusivamente en un as-
pecto de su vida de relación mutua: el esfuerzo que hacen
para mejorarse el uno al otro. A menudo es útil aislar
un tema con el fin de estudiarlo más detenidamente, y éste
parece que es digno de una atención especial.
Con distinta celeridad y en diferentes países, pero en
todo el mundo de hoy, la vida familiar está experimentando
una transformación profunda 1. Hay un cambio del campo
a la ciudad, de un estilo patriarcal a uno democrático en
la adopción de decisiones, de una complicada red que
incluye primos, parientes políticos y tías, a un grupo
aislado de padres e hijos. Los recién casados se encuen-
tran más libres, pero más solos. Se espera que, con expe-
riencia y recursos limitados, funden una institución tan
compleja y costosa y terrible en sus consecuencias como
es una familia.
Sus relaciones mutuas en este empeño conjunto no son
ya lo que habrían sido en tiempos pretéritos. El piso de
la ciudad no es, como lo fue la granja, la base de una
empresa económica. Realizan pocos trabajos en unión.

1
Cf. John L. Thomas, S. J., "The American Catholic Family"
(Englewood Cliffs, N. J.: Prentice-Hall., Inc., 1956), págs. 16 y síg.;
310.

17
PROLOGO PROLOGO

Durante la mayor parte del día, y de la semana, cada uno también se contemplaban a si mismos y al significado de
debe enfrentarse con los problemas de un mundo qu& el la vida. Tenían que contárselo al mundo 2.
otro no puede compartir. Pero lo que se sabe de una persona no puede contarse
Esto, naturalmente, afecta a su vida en común. Se da con palabras. Se habla, y lo que se dice puede que no sea
un nuevo realce al compañerismo, un deseo vehemente falso, pero resulta penosamente incompleto. Las palabras
de satisfacer las intensas necesidades emocionales. El siguen pidiendo que otras vengan en su auxilio. Se puede
matrimonio no se considera como la Iniciación de una decir a otros si son verdad las cosas que ellas dicen sobre
familia, sino como un medio para la satisfacción personal. la persona, pero entretanto uno se sonroja ante la propia
descripción. Se continúa buscando a tientas una palabra
Represente este cambio una mejora o no, es un hecho. que exprese cuanto se conoce.
Y en vista de este hecho, parece importante estudiar las
Esta ha sido la experiencia de la Iglesia. A la luz de
implicaciones religiosas del ser humano unido de ©sfe
cerca de dos mil años de comunión con su Esposo, de
modo a otro ser humano. ¿Exige el matrimonio algún cam-
pensar en El, y siempre con mayor experiencia al descri-
bio que sea realmente básico en el trato de un hombre
bir lo que ve, ella ha continuado el discurso de Pedro a
con Dios? ¿Qué relación existe entre el propio desarrollo
la muchedumbre en Pentecostés. Un Evangelio trató de
espiritual y el de este compañero?
mejorar los primeros sermones fragmentarios. Un segundo,
La experiencia, las ciencias sociales y del comporta- un tercero y un cuarto Evangelios intentaron completar el
miento, el estado presente del mundo en que viven los primero. Estos y otros libros de la Escritura fueron decla-
matrimonios, datos de estas y otras fuentes, tendrían que rados como expresiones auténticas de lo que la Iglesia
ser sintetizados antes de que pudiera aventurarse una trataba de decir. Los pensadores siguientes sugirieron
contestación. Estas páginas representan un esfuerzo para descripciones adicionales. Ella no opuso objeciones a
contribuir a esa síntesis, contemplando la luz que la reve- algunas, pero insistió en que otras no describían realmente
lación cristiana arroja sobre el tema. No obstante, adver- lo que vio. En los concilios ecuménicos explicó estos
timos al lector que no debe interpretar que cualquier opi- aspectos de su conocimiento con palabra cuya precisión
nión particular representa la enseñanza total de la Iglesia. ella garantizaba. "Así, todo escriba que se ha hecho
Es posible que esto no siempre pueda determinarse con discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño
facilidad. Lo que se les dio a los Apóstoles no fue un de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo" '.
curso de conferencias, sino la convivencia íntima con Aclarando, distinguiendo, ideando nuevos medios para ha-
una persona, que culminó en Pentecostés con la deslum- blar a las nuevas culturas, la Iglesia siempre ha conocido
bradora comprensión de quién era esta persona. a Cristo, pero ha creído constantemente que podría apre-
ciarle todavía más, e incluso describirle mejor.
Una vez que hubieron reflexionado, apareció un nuevo
significado de los días en que escucharon su palabra, en 2
Cf. David M. Stanley, S. J. "The New Testament Doctrine on
que observaron su actuación, en que comieron y bebieron Baptism", "Theological Studies", vol. 19, núm. 2 (junio 1957), pá-
gina 173.
con El. Contemplándole de este modo nuevo y maravilloso, 3
Mt. 13, 52.

18 19
PROLOGO

Y, no obstante, oyendo la "Buena Nueva" y dada la PARTE I


misma percepción por el mismo Espíritu, los hombres
han podido ver a través de las palabras de Cristo. Gracias
a la Misa y a los Sacramentos, también han entrado en
su compañía. Lo han conocido como una persona conoce
a otra. Obligados por los súbitos problemas para observar
un aspecto de su revelación, guiados por la experiencia
o los accidentes de la historia para apreciar otro, han
reflejado en sus palabras y en sus vidas la contestación
a la antigua pregunta de Cristo: "Y vosotros, ¿quién decís
que soy yo?".

Estudiar lo que Cristo ha revelado será de este modo


una experiencia de la observación. Y lo que observamos
no es un esquema de principios abstractos para una vida
"Dijo luego Yahvé Dios.
con éxito, o una fotografía en la cual el mundo oscuro se
destacará al fin en claro detalle. Será un drama. Nos dirá
cómo es la vida al mostrarnos a ciertas gentes que hablan Gen. 2, 18.
y hacen cosas. La revelación tuvo lugar en este tiempo.
Estas gentes habían sido enseñadas por Dios, no sólo por
medio de su palabra, sino por sus relaciones con ellos en
una convivencia íntima asombrosa. Los que hemos entra-
do en la fe por alguno de ellos, y ahora somos copartícipes
en su unión con Cristo, veremos más claramente cómo
aparece el matrimonio a la luz de este nuevo conocimien-
to si observamos a otros que lo han tenido.

Para la historia real de la "Iglesia", ¿qué visión de la


vida explica ese drama de estas gentes de Dios que
recorren ¡untos su camino por el desierto de esta vida
hasta una Tierra Prometida? ¿Qué nos enseña esta escena
de la vida acerca de la influencia del esposo y la esposa,
uno y otro en convivencia intima con Dios?

* Mt. 16, 15.

20
Introducción:

EL ANTIGUO TESTAMENTO

A primera insinuación de respuesta a nuestra pregunta


L sobre la influencia que se ejercen mutuamente marido
y mujer se encuentra en el relato del matrimonio más an-
tiguo de la Biblia.
Dijo luego Yahvé Dios: "No es bueno que el hombre
esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada..." En-
tonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre
el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las
costillas, rellenando el vacio con carne. De la cos-
tilla que Yahvé Dios había tomado del hombre formó
una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces éste
exclamó:
"¡Esta vez si que es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Esta será llamada varona,
porque de varón ha sido tomada."
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre
y se une a su mujer, y se hacen una sola carne'.

Como quiera que Dios usó al ser humano autor de este


pasaje como su medio para comunicarse con nosotros,
¿qué es lo que trata de decir este autor humano?

> Sen. 2, 18 a 24.

23
INTRODUCCIÓN: PARTE I EL ANTIGUO TESTAMENTO

Antes de que podamos contestar es preciso recordar en que la mujer vino a ser. Parece probable que, cuando
algo. Un hombre se dedica a crear porque desea com- el autor bíblico la recibió, poseyera un climax que él ha
partir una experiencia que ha obtenido de la vida y su suprimido para hacer que fluya suavemente al siguiente
significado. Y concibe un tipo de notas musicales, una episodio: el pecado del hombre y la mujer. Por tanto, el
combinación de colores, una cierta disposición de las pa- tratamiento es original, aunque ciertos detalles de acción
labras, porque este es el mejor medio que conoce para y de ambiente se encuentren también en los mitos babi-
hacer que otros vean y sientan lo que él ha visto y sentido. lónicos. Lo que esto sugiere no debe infundirnos temor.
Así, cuando un autor, esta vez inspirado por Dios de un
Nosotros explicamos el mundo que vemos —las nubes,
modo especial, declara:
el hielo de los ríos, la primavera, y la oscuridad— mediante
Los montes brincaron lo mismo que carneros, leyes o fórmulas matemáticas. Estas, a su vez, nos hacen
las colinas como corderinos 2 . filosofar acerca de una causa esencial, que al menos
debe ser tan personal como nosotros mismos. Supuesto
importa saber si lo que leemos es un relato presencial que nuestras fórmulas y filosofías sean ciertas hasta donde
o un poema lírico. ellas llegan, las verdades que abordan carecen de forma
y de color. Por alguna razón son independientes del tiem-
El libro en el cual ocurre nuestro pasaje sobre el ma-
po. Dadas ciertas condiciones, e = me2 es válido ayer,
trimonio recibió su forma presente una vez que los judíos
hoy y siempre. Los pueblos del cercano Oriente sabían
regresaron de Babilonia, y extrae la poesía y la prosa de
también que existe algo detrás del mundo que palpamos
tres antiguas colecciones, fundiéndolas en un tipo único.
y vemos, algo exactamente tan real, algo que explica su
Esta narración sobre el primer hombre y la primera mujer
existencia y movimiento. Pero su modo de percibir esta
proviene de la colección "Yahvist", denominada así por
realidad trascendente era diferente al nuestro. Nosotros
la palabra que ordinariamente usan para Dios sus cantos
deducimos su presencia por lógica; ellos simplemente la
y sagas. Aunque la colección en sí fue reunida —y tal vez veían actuar en el mundo 4 . Pero darse cuenta de su pre-
escrita— en la vecindad de Jerusalén, en tiempos de Sa- sencia no era lo mismo que poder describirla y, al igual
lomón, sus fragmentos separados habían estado circulan- que nosotros, tenían que recurrir a los símbolos. Su ¡dea
do en la forma oral durante generaciones. La tierra y el de la realidad trascendente no se expresó en fórmulas
modo de vida que describen sugieren los días en que o combinaciones de términos científicos, sino por las
los judíos se estaban convirtiendo en un pueblo unido. relaciones entre personas. Explicaban el mundo de for-
Ninguna otra tradición del Cercano Oriente deriva la raza mas, colores y épocas, por medio de relatos cuyos argu-
humana de una sola pareja'. Y ninguna obra antigua, que mentos y personajes eran independientes del tiempo.
se conozca hoy, contiene esta explicación sobre el modo
No se esperaba que una y otra narración concodaran.
Donde nosotros tratamos de ampliar nuestro conocimiento
- Sal. 114, 4.
3
Cf. John L. McKenzie, S. J., "The Literary Characteristics of
Génesis", "Theological Studies", vol. 15, núm. 4 (diciembre 1964), 4
Cf. John L. McKenzie, S. J., "Myth and the Oíd Testament",
páginas 541 y sig. "Catholic Bíblica! Quarterly", julio 1959, págs. 267 y sig.

24 25
INTRODUCCIÓN: PARTE I EL ANTIGUO TESTAMENTO

analizando la realidad, descomponiéndola mentalmente en Este pasaje del Génesis es un intento de corrección
partes constituyentes, ellos consideraban la sabiduría como de las historias más antiguas. ¿Se trata de un mito? En
la capacidad de ver que, en realidad, muchas cosas son verdad que tiene afinidades con la literatura del cercano
una sola, y contemplaban simplemente cualquier cosa des- Oriente que se ajusta a ese nombre. De cualquier modo
de diferentes ángulos. Como el ciego con el elefante, cada que lo llamemos, debemos reconocer que el propósito del
narrador proponía un símbolo para toda la realidad, tal autor —y por lo tanto de Dios— no es entregarnos una
y como ésta aparecía en su limitado contacto con ella. crónica periodística del modo en que se instituyó el ma-
Puede que sus mitos no sean ciencia ni filosofía, pero trimonio, sino una explicación de lo que es. Es una narra-
tampoco son ficción. Los símbolos tienen significado real. ción y, aunque, al igual que todos los relatos hebreos,
El viento y las inundaciones y el trueno les recordaban las explica las relaciones históricas de Dios con los hombres,
acciones imprevisibles de los seres humanos. Y no es se da por cierto que todos los matrimonios que lo lean
que el viento o el trueno fueran personas. Pero a no ser comprenderán que están leyendo algo sobre ellos mismos s.
por alguna realidad personal, presente y activa, pero total-
Lo primero que les dice sobre ellos aparece en sus
mente desigual a las cosas que vemos y no podemos des-
palabras iniciales:
cribir, nunca serían el viento o el trueno.
Dijo luego Yahvé Dios...
Los judíos tenían esta misma psicología y el mismo
modo de expresarla. Pero en sus narraciones había algo
diferente. Yahvó no era un personaje ideado para atender Toda la iniciativa es de Dios. Es su evaluación del
a las demandas de un mundo que tenía que ser explicado. hombre y su decisión de ayudarle lo que pone en marcha
La realidad desconocida no era completamente descono- la historia. El es el que le entrega la mujer. Luego parece
cida. Se había revelado El mismo. ser que ese rasgo de los seres humanos que les inclina a
emparejarse es algo bueno. El los ha hecho de ese modo.
Esto significaba que si las narraciones tenían que con-
tarse, deberían decirse con toda exactitud. Los viejos Cuando viven como marido y mujer están viviendo como
símbolos no encajaban con la realidad trascendente tal El desea.
y como El se había mostrado en sí mismo que era. Sin Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer,
embargo, las narraciones serían importantes para todas pero no se avergonzaban uno del otro 6 .
las edades y, además, las verdades que tenían que simbo-
lizarse ya no eran independientes del tiempo. Pues había En lugar de preguntar qué otras verdades lleva implíci-
llegado el momento en que Dios nos hablara, y ni el hom- tas esta historia del Génesis, parece mejor que manten-
bre ni el mundo serían jamás lo mismo. Había existido un gamos nuestra atención en ésta. La seguiremos en las
principio y había una nueva meta: un día de Yahvé para fases posteriores de la revelación para ver si surge algo
deleitarse. Los símbolos explicarían lo que había ocurri-
do entre Dios y los hombres del pasado, porque esos mis- 5
"The Two-Edged Sword" (MHwaukee: Bruce Publlshing
mos acontecimientos pasados son símbolos del presente. Co., 1957) págs. 106 y sig.
6
Gen. 2, 25.

26 27
INTRODUCCIÓN: PARTE I EL ANTIGUO TESTAMENTO

más clara. En el capítulo siguiente del Génesis se pre- debilita por un hecho: la serpiente que los paganos aso-
senta a la serpiente que induce al hombre y a la mujer ciaban con el sexo era una deidad benigna, en tanto que
al pecado. Puede que para nosotros sea de importancia la palabra que se usa en el Antiguo Testamento para la
especial un detalle con el cual el autor describe el pe- serpiente es la misma que para el dragón, y éste connota
cado de ambos. Jamás podrá entenderse mucho del un enemigo del hombre.
Antiguo Testamento a menos que se preste atención a Las personas versadas en la escritura tendrán que dilu-
las religiones paganas de la Tierra Prometida y de sus cidar la cuestión.
alrededores. El impulso consciente que indujo a escribir
a muchos autores bíblicos fue la ansiedad que sentían por El quid de la historia, que las maldades de la vida se de-
proteger al Pueblo Elegido en contra de las ¡deas y las ben a alguna rebelión contra Dios, es el mismo en cada
una de las interpretaciones; y lo que posiblemente pueda
prácticas que, de un modo tan natural, le venían a cual-
entrañar la manera en que el autor trata del pecado en
quiera que viviera en aquella parte del mundo. En esta
sí, se sugiere con más claridad en la descripción que
asociación particular de la serpiente con el pecado que
hace de sus consecuencias:
hace el autor, más de un erudito ha visto una alusión al
culto pagano de la fertilidad. La serpiente se usó en todo Entonces se les abrieron a entrambos los ojos y se
el cercano Oriente como un símbolo sexual. Muy bien pue- dieron cuenta de que estaban desnudos; y, cosiendo
de ser que en el Génesis se esté describiendo cómo el hojas de higuera, se hicieron unos ceñidores 8.
atractivo sexual de la mujer arruinó al hombre y a ella Te oí andar por el jardín y tuve miedo porque
estoy desnudo; por eso me escondí".
misma, haciendo a los hombres esclavos de una diosa
y a las mujeres esclavas de los hombres ?. El autor intenta
En verdad que esto altera la impresión obtenida en el
mostrar, ciertamente, que la tristeza y las penas de la
capítulo anterior. Allí se presentaba a los dos sexos como
vida no se deben, como pretenden los paganos, a algún
la obra de Dios. Ahora parece que existe algo turbador
principio celestial de la perversidad. El único Dios es
en ser varón y hembra, algo que no soporta la presencia
Yahvé y su deseo para el mundo es la paz. Si existen el
de Dios.
caos y la miseria es porque ese deseo ha sido menos-
preciado. La impureza, tan atractiva y no obstante tan De un pasaje del Libro del Éxodo se saca la misma im-
corruptora, típica de todo pecado, sería un símbolo apro- presión. En su descripción épica del encuentro con Dios
piado para esa rebelión. en el Sinaí, como después lo entendieron los judíos y lo
revalidaron en su adoración, Moisés dice al pueblo:
Pero existen dificultades en esta interpretación. Ya que
tanto los judíos como sus vecinos usaban el símbolo ser- Estad preparados para el tercer día y absteneos
piente, la conjetura admitida es que tenía el mismo sig- de mujer 10 .
nificado para ambos. Y, sin embargo, esta conjetura se
8
Gen. 3, 7.
« Gen. 3, 10.
10
7
McKenzie, "The Two-Edged S w o r d " , pág. 100. Ex. 19, 15.

28 29
INTRODUCCIÓN: PARTE I ÉL ANTIGUO TESTAMENTO

Asimismo, en el libro primero de Samuel, cuando Da- No habrá macho estéril ni hembra estéril en ti ni
vid pide a Ajimélek alimentos para sus hombres, el sacer- en tus rebaños 13.
dote le responde:
En el Libro de los Jueces, también compuesto después
No tengo a mano pan profano, pero hay pan con- de la caída del Reino del Norte, y vuelto a editar por la
sagrado, si es que los muchachos se han abstenido
al menos de trato con mujer". misma escuela que produjo el Deuteronomio, se suceden
las anécdotas de los primeros años en Palestina, para
Parece que se da por cierto que el trato sexual es algo mostrar el significado de la historia judía. Merece aquí
incompatible con la proximidad de Dios. Los Pergaminos atención la historia de Jefté. Cuando éste cree que su
del Mar Muerto atestiguan que, en tiempos de Cristo, una voto apresurado le obliga a ofrecer a su hija en sacrificio,
secta judía incluso incitaba a sus miembros para que no ella consiente, pero le hace un ruego:
contrajeran matrimonio.
Déjame libre dos meses para ir a vagar por las
Pero estos pasajes sueltos deben leerse en un contexto montañas, y llorar con mis compañeras mi virgi-
que es especialmente claro siempre que en el Antiguo nidad 14.
Testamento se habla de los hijos. En el mismo libro del
Éxodo, en el que se contiene la abstención del pueblo Es una maldición vivir y no tener hijos. Las historias
antes de su Alianza con Dios, el matrimonio es algo tan de la salvación, los libros de la sabiduría, los salmos,
definitivamente esperado por los hombres religiosos que repiten el tema una y otra vez 15.
se describe a Yashvé prometiendo:
Es evidente que todavía persisten los dos temas dis-
No habrá en tu tierra mujer que aborte ni que cordantes que hemos observado: la turbación por ser va-
sea estéril12 rón y hembra y un sentimiento de que es algo impropio
acercarse a Dios después de las relaciones sexuales. No
Estas tradiciones mosaicas, tal y como habían evolu- se intenta resolver este desacuerdo.
cionado en el Reino del Norte, las llevaron a Jerusalén los
refugiados poco antes de la caída de Samaría y, al reunir- Pero esto es típico en los autores del Antiguo Testa-
las, se les dio cierta clase de unidad. Después del exilio mento. Ellos no analizan ni reconstruyen. Simplemente ob-
en Babilonia se volvieron a editar para formar lo que servan los diversos modos en que aparece el sujeto, tal
conocemos como el Libro del Deuteronomio. Esta segunda y como se contempla desde ángulos diferentes. Conveni-
versión de los acontecimientos del Sinaí también da por dos los efectos turbadores de ser varón y hembra, es
cierto que el siervo típico de Dios es casado. Se ha completamente obvio lo que les parece a ellos este rasgo
prometido a Moisés para el Pueblo Elegido, si son fieles de los seres humanos. Es de Dios; es algo que es bueno.
a Yahvé:
13
Dt. 7. 14.
14
11 Jue. 1 1 , 37.
I Sam. 2 1 , 5. 15
12 Cf. Dt. 25, 5 a 10; Gen. 16, 1 y sig.; 30, 1 ; I Sam. 1 , 5 y slg.;
Ex. 23, 26. Sal. 128.

30 31
Sección I: Matrimonio y Pecado

1. "ESPÍRITUS ENGAÑOSOS"

A palabra de Dios, declarada por los profetas y por los


L escribas del Antiguo Testamento, adoptó la forma
visible final en la persona de Cristo. Una de las primeras
referencias al matrimonio que hacen aquellos que vieron
la vida como El la reveló entonces, es la parábola del
Evangelio que se refiere a los invitados a un banquete
que excusaron su asistencia \ Uno de ellos dice:

Me he casado, y por eso no puedo ir.

No existe razón alguna para considerar este detalle


como una sugerencia de que, moralmente, el matrimonio
es algo censurable. Si las diferentes excusas de los in-
visitados tienen significados alegóricos, el Evangelio nunca
los explica. El único mensaje cierto es el de la parábola
en su conjunto: sin tener en cuenta lo que bagan los
hombres, el Reino está llegando. Si a los jefes de los
judíos les tiene sin cuidado entrar en él, otros tomarán
su lugar.
Pero entre los primeros cristianos existen algunas se-

1
Le. 14, 20.

33
3
MATRIMONIO Y PECADO
ESPÍRITUS ENGAÑOSOS

nales genuinas de intranquilidad acerca del matrimonio.


La primera epístola de Pablo a los corintios contiene una Pero menos de un siglo después de la muerte de
respuesta a las preguntas que ellos le habían hecho, y Pablo se evidencia que ha sido un profeta en extremo
por su declaración podemos juzgar la naturaleza de las fidedigno. Ireneo, el obispo de Lyon en la Francia moderna,
mismas. cuyos maestros habían conocido personalmente a los
Apóstoles, refiere como
Si te casas, no pecas s.
Saturnino y Marción, que se llamaron "los Castos",
No parece ser ésta una revelación trascendental, in- predicaron que todos deberían abstenerse del ma-
cluso para los paganos recién convertidos; y, con todo, trimonio... 5
una advertencia que Pablo hace unos años más tarde a
su joven colaborador Timoteo, indica con lo que se está Ya se escriba en latín en Roma, ya en griego en Ale-
enfrentando aquí: jandría, los autores cristianos de principios del siglo III
insisten en que el matrimonio no es pecado". Tanto el
El Espíritu dice claramente que en los últimos clima cultural de Egipto, como la reacción de la Iglesia
tiempos algunos apostatarán de la fe entregándose
ante el mismo, se reflejan en un escritor que algunos han
a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas, por
la hipocresía de embaucadores que tienen marcada señalado como el mayor intelectual de la historia cris-
a fuego su propia conciencia; éstos prohiben el ma- tiana: Orígenes.
trimonio y el uso de alimentos... 3 .
Su automutilación, castándose él mismo cuando era
Estos serán hombres religiosos, lo bastante celosos de joven, por una idea equivocada del celibato, hace que su
su religión como para estar enseñando a otros. Al parecer comentario sobre uno de los dichos de Cristo' sea de lo
existe una tentación que excita ese mismo fervor: una más impresionante. Como él lo considera, "aquellos ex-
tendencia a ignorar y despreciar el cuerpo. cluidos del matrimonio por actos de los hombres", incluye
a todos quienes temen al matrimonio a causa de las en-
Ya provenga de su propio temperamento, ya de la cul-
señanzas heréticas B.
tura en la cual viven, una cosa es clara: no es cristiano.
En el espacio de veinticinco años desde la pascua de Pero un siglo más tarde, un concilio de obispos locales
Pentecostés, y en un inspirado documento, esto se ca- celebrado en Gangra, a unos ochenta kilómetros al nor-
lifica como un apartamiento de la fe. La epístola a los deste de Ankara, en la Turquía moderna, se siente en la
Hebreos, cuyo autor está impregnado en la teología de necesidad de dictar los siguientes cánones:
Pablo, indica lo que en ese momento dicen los maestros
1. Si alguno desprecia el matrimonio, rehuye a una
ortodoxos: esposa creyente y temerosa de Dios que com-
Tened todos en gran honor el matrimonio 4. 5
"Contra Haereses", Mb. 1 , c. 28, PG 7, 690.
6
2 Cf. Tertuliano, " A d v . M a r c i o n e m " , lib. 1 , c. 19 PU 2, 280; Cle-
I Cor. 7, 25. Cf. ¡bidem W . 28, 36. mente de Alejandría, " S t r o m a t a " , lib. 3. c. 12, PG 8, 1177; " ¡ b i d . " ,
3
I Tim. 4, 1 a 3. PG 8, 1186; c. 18, PG 8, 1211; c. 10, PG 8, 1170.
1 7
Heb. 13, 4. Mt. 19, 12.
8
" C o m m . in Mat., tomo 15, núm. 4, PG 13, 1263 y 1264.
34
35
MATRIMONIO Y PECADO ESPÍRITUS ENGAÑOSOS

parte el lecho con su esposo, y habla de ella Y te digo que el que menosprecia el matrimonio
como s¡ no pudiera entrar en el Reino de los es un fruto execrable, pues él mismo está desprecian-
Cielos, sea anatema... do su propia raíz 13.
9. Si alguno es virgen o célibe, pero evita el Los Padres de la Iglesia de habla griega, a finales del
matrimonio por considerarlo un desorden mo-
ral y no a causa de la santidad y belleza pro- siglo IV, repiten en sus sermones, ensayos y poemas:
pias de la virginidad, sea anatema... Si el matrimonio es impuro, todos los seres vivien-
10. Si algunos de los que son célibes por amor tes engendrados en él son igualmente impuros; y por
al Señor difama a los que toman esposas, sea lo tanto tú también, por no mencionar la naturaleza
anatema... humana. ¿Cómo es, pues, virgen la que es impura?
19. Si una mujer abandona a su marido, y desea ¿Dónde te pondremos? ¿Con los judíos? Ellos no
dejarlo porque ella abomina el matrimonio, sea te tolerarán, porque honran al matrimonio y aceptan
anatema... 9 . la creación de Dios. ¿Con nosotros? Pero si no es-
tás dispuesta a escuchar a Cristo cuando El nos
dice por boca de Pablo: "Tened todos en gran honor
Los obispos también observan que los que han aban- el matrimonio."
donado de hecho a sus esposos o a sus esposas invaria- Luego lo único que queda para ti es buscar un
blemente han caído en el adulterio 10. lugar entre los gentiles; pero incluso éstos te arro-
jarán de su lado por ser más impía que ellos mis-
Lejos, al Sur, cerca de Eufrates, los predicadores im- mos... Mas no temas. Como compañeros preceptores
buidos en el mismo rigor, que tratan al cuerpo como algo puedes tener al demonio y a sus ángeles... ¿Niegas
perverso y hablan de ángeles que vienen a la tierra a el matrimonio? Luego tampoco recibirás la recom-
pensa del celibato. No; serás recompensada con la
fecundar a las mujeres 11 , comienzan a atraerse la ira de pena y el castigo " .
Efrén, el más prominente de los teólogos siriacos. Aun- La virtud eleva a los hombres temerosos de Dios
que nunca fue más que un diácono, está catalogado entre [a un grado tal...
los escritores cuya sabiduría y santidad les ha valido el que al que observa las leyes del matrimonio
13
reconocimiento oficial como Padres de la Iglesia, testigos se le incluye entre los castos .
acreditados de las enseñanzas de la Iglesia de los pri- Cristo recompensará a todos ellos,
meros tiempos. Y él insiste en que si hay algo malo en el sentado uno a su derecha
y el otro a su izquierda;
matrimonio, esto se debe al esposo y esposa en par- e incluso este último lugar es verdaderamente una
ticular, no al matrimonio 12. [gran gloria 1B.
13
" S e r m . 45 adv. Haer., obra c i t a d a " , Vol. 2, 540.
14
s
Mansi, 2, 1098 a 1102. " D e V i r g i n i t a t e " , c. 8, PG 48, 538 a 540. Cf. " i b i d e m " , cap. 9
10 y 10, PG 48, 539 y 40; Metodio de Olimpo, "Conviv. 10 V i r g . " Ora-
Cf. Joseph De Guibert, S. J . , "Documenta Ecclesiastica Christio- ciones. 2, c. 7, PG 18, 59; Gregorio de Nisa, "De V i r g i n i t a t e " , c. 8,
nae Perfectionis Studium Spectantia" (Roma: P. U. G., 1931) pá- PG 46, 354; Epifanio, " A d v . Haer." lib.. 2, tomo 1, haer. 6 1 , números
gina 17. 1 y 2, PG 4 1 , 1042.
11 15
Cf. Efrén, "Serm. 19 adv. Haer., Opera Omnia" (Pedro Bene- " C a r m i n a " , lib. 1 , sec. 2, pág. 7, PG 37, 647.
18
dicto, S. J . , editada en Roma: Tipografía Vaticana, 1737). Vol. 2, pá "Poemata Moralia, sec. 2, núm. 1 , vv. 730 a 732, PG 37, 577.
ginas 476 y sig. Cf. Epifanio, " A d v . H a e r . " , Ilb. 2, tomo 2, her. 67, PG 42, 179;
12
Cf. "Serm. 28 adv. Haer., obra c i t a d a " , v o l . 2, pág. 5 0 1 ; "Serm. " i b i d . " tomo 1, haer. 48, PG 4 1 , 867 a 870; lib. 1 , tomo 2, haer. 23,
1 9 " , pág. 476; " S e r m . 4 7 " , pág. 542. PG 4 1 , 306.

36 37
MATRIMONIO Y PECADO
ESPÍRITUS ENGAÑOSOS

Es en este momento cuando las costumbres de las


La mente humana es propensa a presiones muy
iglesias orientales, hace tiempo acreditadas, son codifica- ligeras y frecuentemente es impulsada de aquí para
das por un autor desconocido y se publican como los allá por la habilidad del tentador. El demonio... con-
Cánones Apostólicos. Los primeros cuarenta, que se ver- templa a un hombre que no está casado, de castidad
tirán al latín y finalmente serán incorporados al Código inmaculada, y lo persuade para que condene el ma-
trimonio, con la esperanza de verlo arrojado de la
de la Ley papal, incluyen uno que censura al clérigo que Iglesia y separado, por su fervor por la castidad, de
repudia a su esposa basándose en la religión y otro que ese Cuerpo que es casto 2 °.
declara blasfemo al que juzga con desprecio el matri- Por lo tanto, ninguno que haya optado por el ma-
monio " . trimonio censure la virginidad, y ninguno que siga el
camino de la virginidad vilipendie el matrimonio,
Pero el problema no se limita a Oriente. San Filastrio, pues los que adoptan esa actitud hace ya tiempo
obispo de Brescia durante estos años, informa que: que han sido condenados por la Iglesia 21 .

En la Galia, en España y en Aquitania, existen los Ambrosio es representativo de la generación que le


llamados abstencionistas, que siguen igualmente las sigue, tanto en la Iglesia latina como en la oriental 22 . San
doctrinas de la perniciosa secta de los gnósticos y
Isidoro de Pelusia, cuyo monasterio en el Delta del Nilo
maniqueos y no vacilan en predicar la misma idea,
disolviendo los matrimonios con su persuasión " . fue un centro de estudio de las Escrituras y de la teología
moral a principios del siglo V, refleja las enseñanzas co-
En los escritos de San Ambrosio puede recogerse la munes de estos años.
reacción de la Iglesia de habla latina. Proclamado obispo
La Iglesia... da un rango medio tanto al matrimonio
de Milán en el año 374, consejero de emperadores, Padre como a las diversas clases de alimentos. El que está
de la Iglesia, San Ambrosio refleja la fe de sus días en por encima del uso de estas cosas es realmente no-
himnos y sermones que son clásicos. En este tema es table. No debe censurarse al que hace un uso mode-
rado de ellas. Pero el que las calumnia y las consume
conciso y certero.
de antemano vive fuera del campo sagrado 23.
Hemos exaltado la virginidad, pero de tal modo que
las viudas no son despreciadas. Nosotros honramos Por causa de las invasiones y de los cambios culturales
a las viudas, pero de tal manera que se conserva el que tienen lugar del 450 al 600, los escritores que son
honor debido al matrimonio. No es nuestra autoridad célibes muestran un notable cuidado en la forma en que
la que enseña estos preceptos: es la de Dios " .
hablan del matrimonio.

En otra ocasión explica por qué surgen estos proble- 20


"Expos. in L u c " , lib. 4, núm. 12, PL 15, 1699.
21
mas en primer lugar. "De Virginitate" , c. 6, PL 16, 288.
22
Cf. "Jerónimo, Adv. J o v . " , lib. 1, núm. 3, PL 23, 213; " i b i d . "
PL 23, 233; Agustín, "De V i r g . " o. 19, núm. 19, PL 40, 405; " D e Bono
17 C o n j . " , c. 8, PL 40, 379; " D e Bono V i d . " , c. 5, PL 40, 434; " S e r m . " ,
Mansi I, 29 y 30; 39 y 40. 93, c. 3, PL 38, 575; "Contra J u l . " , lib. 3, c. 2 1 , PL 44, 724;
18
" L i b . de H a e r . " , c. 84, PL 12, 1196. "Retraot." lib. 2, c. 2, PL 32, 639.
19 23
"De V i d u i s " , 4, PL 16, 241; Cf. " i b i d . " , PL 16, 254 y 255; " E p i s t . " , lib. 4, epístola 112, PG 78, 1179. Cf. Cirilo de Ale-
"Expos. ¡n L u c " , lib. 8, núm. 37, PL 15, 1866. jandría, "Quod Unus Sit C h r i s t u s " , PG 75, 1271; Teodoreto, "Interpr.
¡n P s . " , en Sal. 50, 7, PG. 80, 1243; " I n I C o r . " , 8, 40, PG 82, 286.

38
39
MATRIMONIO Y PECADO ESPÍRITUS ENGAÑOSOS

Los que se consagran totalmente a Dios son como Para demostrarlo acude a San Pablo. Al igual que en el
holocaustos; otros son como las víctimas que sólo Antiguo Testamento Lot piensa en una pequeña ciudad que
fueron inmoladas parcialmente, como es el caso de
le salvaría del fuego que cayó sobre Sodoma, Pablo
los que han entrado en el matrimonio y están dando
sus vidas tanto a Dios como al mundo 2l.
... señala una cercana, a mano, pero lo suficiente-
mente segura como para encontrarse a salvo. La
Pero al parecer subsiste la necesidad de unas declara- vida matrimonial no está muy retirada del mundo,
ciones más formales. Entre las preguntas que se le hacen pero tampoco está apartada de la alegría de la sal-
en este tiempo a un obispo antes de su consagración, vación Z9.
figura la de "si él concede o no escasa importancia al
matrimonio o condena el segundo matrimonio" 25. Aunque esta observación se repite más de una vez du-
Los concilios de obispos de algunas regiones se ven rante las guerras y la confusión de los cien años siguien-
en la necesidad de decretar: tes 30, por el tono de los obispos que se reúnen en asam-
blea en Arras en el 1025 se pone de manifiesto una nueva
Si alguno condena el matrimonio humano y está emergencia.
horrorizado por la procreación de los hijos, como so-
lían estarlo Maniqueo y Prisciliano, sea anatema... 36 .
Están engañados, pues, quienes afirman que las
personas casadas tienen que estar proscritas del
Cuando surge un nuevo orden social en Occidente con Reino de Dios. En el Evangelio tenemos un testigo
la coronación de Carlomagno, los cristianos todavía reci- de cuanto decimos, y esta disposición para la unión
ben la seguridad de que el matrimonio es "muy bueno y humana está confirmada en muchos lugares por la
legal" " . Uno de los discípulos de Alcuino, Rábano Mauro, enseñanza que ha sido transmitida desde los días
de los Apóstoles".
que fue abad de Fulda y que más tarde, siendo arzobispo
de Maguncia, intentó introducir en Alemania la sabiduría
Las antiguas tinieblas paganas que consideran a la ma-
de los tiempos clásicos en libros en los que simplemente
teria como el demonio y al matrimonio como un pecado,
parafraseaba a los Padres, considera que es una herejía
han comenzado a sumergir una tras otra las ciudades
hablar del matrimonio como si se tratara de un pecado 2S.
francesas. Son los días de los cataros, los Puros.
21
Cf. Procopio de Gaza, " C o m m . In I s a i a m " , c. 56, PG 87, Los teólogos de la nueva ola del conocimiento que
2567; Genadic de Marsella. " D e Eccl. D o g . " , capítulos 67 y 68, PL atraviesa Europa durante el siglo XII se ven obligados a
58, 996; Fulgencio de Ruspe, "De Ver. Praedest.", iib. 2, c. 23, PL
65, 650; Ps-ls¡doro de Sevilla, " D e Eccl. D o g . " , c. 64, PL 83, 1241; refutar aseveraciones tales como aquellas condenadas por
Gregorio el Grande, " M o r a l i a " , Iib. 16, c. 6, PL 75, 1125.
25
Cf. "Statuta Ecclesiae A n t i q u a " , Pl 56, 880. un concilio reunido en Constantinopla.
28
Cf. Concilio de Braga I I , canon 11, DB 241; Concilio de Toledo,
c. 16, DB 36, Mansi 3, 1004. Cf. también San Juan de Damasco, "De
29
Fide O r t h . " , Iib. 4, c. 24, PG 94, 1210. "Enarr. In Ep. P a u l i " , Iib. 10, c. 7, PL 112, 64.
27
Cf. Sedulio Scoto, "Collect. in I Cor. 7 " , PL 103, 140, 142; 30
Cf. Servato Lupus, "Epist. 1 1 2 " , PL 119, 587; Haymo de Hal-
Jonás de Orleáns, "De Instit Laicali, Iib. 2, c. 1, PL 106, 167. berstadt, "Expos. In I Cor. 7 " , PL 117, 546; Hatto de Vercelli,
28
"Enarr. in Ep. P a u l i " , Iib. 23, c. 4, PL 112, 609. Cf. " C o m m . In "Expos. In Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134, 351.
G e n . " , Iib. 1, c. 6, PL 107, 461; "Enarr. In Ep. P a u l i " , Iib. 25, c. 1, 31
PL 112, 662. Cf. Gerardo de Cambrai, " A c t a Synod. A t r e b a t . " , PL 142, 1300.
(Mansi 19, 449 y s i g . ) .

40 41
MATRIMONIO Y PECADO ESPÍRITUS ENGAÑOSOS

Los esposos deben abstenerse de las relaciones Los métodos dialécticos que se acaban de implantar se
con las mujeres unidas a ellos en legítimo matrimonio aplican a los argumentos que los cataros se han ideado de
y también de la carne y de la leche, del pescado y
el vino, durante tres años... la Escritura.
Igualmente, ningún seglar se salvará, aunque haya Yo estoy de acuerdo en que "bien le está al hom-
encontrado el camino de la virtud total, a menos bre abstenerse de mujer" 3S. Pero con eso no me
que profese en religión 32. obligo a aceptar que para él es pecaminoso e ilícito
tener trato con una. ¿No es igualmente cierto que,
para evitar las tentaciones, es bueno que el hombre
La voz más poderosa del siglo se ve en la necesidad
no vea mujer?
de hablar. San Bernardo de Claraval, que había persuadido Si estás de acuerdo en que es pecaminoso tener
a sus hermanos y amigos para que se le unieran en las trato con mujer, porque es bueno abstenerse, concede
austeridades de la vida cisterclense y que después casi también que es pecaminoso ver mujer, porque es
arruinó su salud con la penitencia, difícilmente puede lla- bueno no verla. Y si concedes que es malo ver
mujer, arráncate los ojos y nunca la verás.
marse un amante del placer. Pero la elocuencia que envió ¡Vosotros, hipócritas! A un hombre se le permite
a cientos de hombres a la Segunda Cruzada se vuelve en tener trato con su esposa, porque a cada uno se le
contra de los que prohiben el matrimonio a las gentes. deja tener una, como sabemos por las mismas pala-
"Que sean herejes no es suficiente —clama—, tienen que bras del Apóstol 3 5 .
ser hipócritas" 3S.
Cuando el año 1200 anuncia la Edad Media Superior,
Arrojad de la Iglesia al matrimonio honorable y al el Papa Inocencio III prescribe una profesión de fe para
lecho matrimonial sin mancha, ¿y no la llenaréis con los estados valdenses convertidos:
fornicadores, incestuosos, masturbadores, perverti-
dos, homosexuales, hombres dados a toda clase de No negamos que, según los Apóstoles, puede pac-
corrupciones? tarse el matrimonio con el trato sexual que implica...
¿Es que coronaremos a la vileza? No podría llegar También creemos y reconocemos públicamente que
a menos el Autor de la virtud. ¿Se condena a toda un hombre y su esposa pueden salvarse " .
la raza humana con la excepción de un puñado de
los que no se casan? Este no es modo de ser un Y en el 1215 el tema es adoptado por los obispos en
Salvador.34.
el Concilio de Letrán IV. Con toda la autoridad de un
33
Mansi, 2 1 , 583.
concilio ecuménico, declaran:
38
"Serm. in C. C " , Sermón 66, PL 183, 1094.
34
" I b i d . " , 1095. Cf. Lanfranc, " C o m m . ¡n I Cor 7, 3 4 " , PL 150,
No sólo vírgenes y célibes, sino también las per-
180; Bruno de Astl, "Expos. in I Cor. 7 " , PL 153, 155; "Expos. in sonas casadas que complacen a Dios con una fe
I T ¡ m . " , PL 153, 439; Raúl Ardent, " H o m . 2 1 " , dominica segunda
después de Epifanía, PL 155, 1742; Anselmo, "De Concept. V i r g . " , 35
c. 4, PL 158, 457; Ruperto de Deutz, " C o m m . ¡n J o a n . " , lib. 2, i cor. 7, 1.
36
PL 169, 275; Anónimo, "Quaest. ¡n Ep. P a u l i " , In 1 T i m . , q. 17, Eckbert de Schaunang, " S e r m . Contra C a t h a r o s " , Sermón 5,
PL 175, 398; Walter de Mortagne, "Summa Sent." opúsculo 7, c.2, PL 195, 29. Cf. Roberto Pulleyn, " S e n t . " , lib. 7, c. 29, PL 186, 947;
PL 176, 155; Abelardo, " P r o b . H e l . " , 14, PL 178, 7 0 1 ; " i b i d . " , 40 Pedro Lombardo, " S e n t . " , lib. 4, c. 26; Hugo de Amiens, "Contra
PL 178, 722. Haereticos", lib. 3, c, 4, PL 192, 1288.
" DB 424.

42
43
MATRIMONIO Y PECADO
ESPÍRITUS ENGAÑOSOS

recta y una buena conducta, son dignos de alcanzar


la felicidad eterna 3S. Mucho más tarde, en el 1578, la Inquisición española
acusa a los Alumbrados:
Así, los escolásticos, cuyas conferencias en las nuevas
4. Por su modo de hablar, que rebaja el sacramento
Universidades están haciendo del siglo XII una Edad de del matrimonio...
Oro del conocimiento, pueden observar: 6. Porque persuaden a las gentes para que no se
casen ni profesen en religión, alegando que los
Es asombroso cómo los herejes, en su traición, siervos de Dios deben sobresalir en la vida
han sido tan simples como para calumniar la casti- secular".
dad conyugal, que ha sido ensalzada por tantos
testimonios inconmovibles 39.
Aunque los síntomas de este rigorismo siguen apare-
Pero en el año 1307, el arzobispo de Colonia anota ciendo en grupos tales como los jansenistas, ya no se
entre sus acusaciones contra los begardos: pronuncian en este sentido. Los obispos no parecen tan
alarmados como a n t e s " . La corriente de condenas for-
También dicen ellos: "a menos que una mujer se males desaparece gradualmente.
aflija por la pérdida de su virginidad en el matri-
monio y que a causa de su dolor deplore el hecho, Pero si esperamos ver el matrimonio como Cristo lo reve-
no puede salvarse" *"'. la, no puede Ignorarse un hecho que brota de estos siglos
de lucha. Obsérvense los grupos que fueron condenados:
De vez en cuando aparecen otros grupos que tienen abstencionistas y gnósticos, en los primeros tiempos de la
esta misma opinión, pero en seguida son tachados de Iglesia; maniqueistas y priscilianistas, en los años de
herejes*". Los teólogos más conocidos de este siglo y decadencia de la cultura greco-romana; cataros y valden-
del siguiente insisten en que los santos del cielo se ses que, cualquiera que fuera el origen de sus ideas,
compondrán de personas "de todos los órdenes sociales eran hombres medievales comunes; begardos y alumbra-
de la vida" 42, incluso los "seglares que actúan de acuerdo
con la voluntad de Dios y no según la propia" " . " D e Princip. Fidei C a t h . " , c. 6, PG 152, 607; Dionisio el Cartujo,
"De Laudabili Vita C o n j u g a t o r u m " , a. 5, "Opera Omnia" (Tournai,
Cartusia S. M. de Pratis, 1896), vol. 38, pág. 62; "Summa Fid. O r t h " ,
38 lib. 4, a. 162, Obras, Vol. 18, pág. 209.
" D e Fide Catholica" , c. 1, DB 430. 44
39
Buenaventura, "Quaset. Disp. de Perf. Evangel.' . q . 3, a. 1 , Cf. De Guibert, " o b r a c i t a d a " , pág. 228.
45
Div. 5, 168. Cf. "Comment. in J o a n " , 2, q . 3, Div. 6, 272; "Quaest. Cf. Cayetano, " I n I Cor. 7, 2 8 " (Lion: J . y P. Prost, 1639; John
Disp. de Perf. E v a n . " , q. 3, a. 3, Div. 5, 177; Alberto el Grande, Eck, "Homiliae super Evang. de Tempore" (1537) segundo domingo
"Summa T h e o l . " , q . 109, tomo 33; Aquino, " I n 4 S e n t . " , d . 30, después de Epifanía., Hom. I; San Pedro Canisio, " M e d i t a t i o n e s " ,
q . 2, a. I, cuestión 3; " I n J o a n " , c. 2, conferencia 1; " I n I C o r . " , F. Streicher, ed. (Munich: Oficina Salesiana, 1955), v o l . 2, pág. 385;
c. 7, conferencia I; " S . T. I I I " , 29, 1 . Alfonso Salmerón, S. J . , "Commentarü ¡n Evangelicam H i s t o r i a m " ,
40
Hartheim, "Concilla Germaniae", v o l . 4, págs. 101 y sig. Citado (Colonia: A. Hierat & J . Gymni, 1612), disp. 10 en I Tím.; " i b i d . "
por De Guibert, " o b r a c i t a d a " , pág. 154. v o l . 6, tratado 6, pág. 33; Luis de Granada, " S e r m . I, 2.° Domln.
41
Cf. Benedicto X I I , Errores de los Armenios, DB 537; Tomás de post E p i p h . " , Ouvres, M. Beraille, trad. (París: L. Vives, 1868),
Vol. 1 , pág- 425; Francisco Toledo, " C o m m . in Joan Evang." (Lyon:
Estrasburgo, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q . 1, a. 1 .
42 Offlcina Junctarum, 1589), pág. 129; San Francisco de Sales, " I n t r o -
Henry Suso, "Horologium S a p i e n t i a e " , C. Richsttater, S. E. ed. duction á la Vie D é v o t e " , pág. 3, c. 38, Ouvres Completes (París:
(Turln, Marietti, 1929), Lib. 1 , C. 5; " i b i d . " , lib. 2, c. 7. Albanel & Martin, 1839), v o l . 1 , pág. 644; Pío X I I , Alocución a las
43
San Vicente Ferrer, "Sermones A e s t i v a l e s " , Damián Díaz, e d . Maestras Carmelitas Descalzas, 2 3 / 9 / 5 1 , AAS 43 (1951), pág. 736.
(Antwerp: John Stelsius, 1572), Sermón 5, pág. 443; Manuel Calecas,

44 45
MATRIMONIO Y PECADO ESPÍRITUS ENGAÑOSO5

dos, ávidos de la oración mística, como lo estuvieron dores, condenas formales no sólo de los obispos iocales>
tantos en el Valle de Rhin en el siglo XIV, o en los claus- sino, finalmente, de un concilio ecuménico.
tros españoles en el siglo XVI. Cada una de estas sectas Siempre ha aparecido con el pretexto de la religión-
era un producto de los tiempos. Su teología era tan nueva Estos hombres, cualquiera que sea el nombre que adop'
y característica como la época en que apareció. Y, sin ten, son siempre unos cuantos selectos, más interesados
embargo, existe una doctrina común a todas ellas: el ma- que la mayoría en las cosas de Dios. Son siempre los
trimonio es maldad. "puros", que tienen el resto de la Iglesia en una desverr
Esta no puede ser tan sólo una conclusión que sobre- taja táctica, al estar dedicados a defender lo que es cómo-
viene por seguir una serie de ideas en particular. Es la do. El cátaro siempre sonríe ante aquellos que asocian
expresión de algo mucho más profundo: una sospecha a Dios con el matrimonio. ¿Están tratando de hacer una
temperamental vaga, obstinada, que adopta distintas for- virtud por necesidad? Patrocine o no Dios el matrimonio,
mas en épocas y países diferentes, puesto que proviene ¿tendrían fuerza para vivir sin él?
de diversas teorías sobre Dios y el hombre que parecen No obstante lo elevada y espiritual que pueda parecer
confirmarla. esta actitud, no es verdaderamente religiosa. En efecto, el
Cualesquiera que sean sus orígenes, no son cristia- hombre que se doblega a ella e insiste en considerar el
nos. El gnosticismo es más antiguo que la Iglesia 46 . matrimonio como algo malvado se sitúa él mismo fuera
Los maniqueos tuvieron su origen en Persia. Y, no obs- de la Iglesia. Está rehusando ver la vida como Dios la
tante, esta intranquilidad acerca del hecho de ser va- ha revelado.
rón y hembra, forma parte del clima en el cual ha
vivido la Iglesia durante la mayor parte de su historia.
Pablo siente la necesidad de precaver a Timoteo en con-
tra de ella. Los Padres griegos y latinos deben tenerla
presente cuando escriben sobre el matrimonio. El gran
período siguiente de la teología, la Edad Media, responde
con una nueva virulencia de esta manifestación perenne.
Para comprender lo que han dicho los cristianos sobre
el matrimonio debemos recordar esta influencia ineludible
sobre todo cuanto ellos dijeron o hicieron.

Su potencia puede juzgarse por las medidas que adop-


taron los cristianos para contrarrestarla: advertencias en
el Nuevo Testamento, denuncias de sus grandes predica-

46
Cf. Martin R. P. McGuire, "The History of the Church from Pente-
cost to 604-A Survey of Research", "Theological Studies", vol. 20,
número 1 (marzo, 1959), pág. 91.

46 4?
2. POR QUE ES BUENO EL MATRIMONIO
\
L considerarlo a la luz de la fe, la Iglesia se ha con-
A vencido de que el matrimonio es bueno. ¿Qué es lo
que ha visto en el matrimonio que la ha convencido?
Entre los cristianos de habla siríaca de finales del
siglo IV aparece una respuesta. Efrén el Diácono, como
ya hemos observado, volvió toda la sabiduría y elocuen-
cia que le hicieron Padre de la Iglesia en contra de los
predicadores que sostenían que el matrimonio es pecado.
Una y otra vez les recuerda que, puesto que ellos son pro-
ductos de la relación sexual, cuando la condenan se es-
tán condenando a sí mismos *.
Esta clase de argumento muestra un aspecto del ma-
trimonio que le ha impresionado. La idea aparece aún con
más claridad en uno de sus himnos:

Puro a los ojos de Dios es el matrimonio.


Ha sido plantado en el mundo como la vid
de la cual cuelgan los hijos como la fruta 2 .

1
Cf. "Serm. 45 adv. Haer.", "Obras", vol. 2, pág. 540.
2
"Hymnum II de Oleo et Oliva", núm. 8, "Hymni et Sermones",
Thomas J. Lamy, ed. (Mechlin: H. Dessain, 1886), vol. 2, pág. 798.

49
4
MATRIMONIO Y PECADO
POR QUE ES BUENO EL MATRIMONIO

¿Cómo consideraríamos al matrimonio? ¿Cómo conside-


raríamos al ser humano? Si éste tiene dignidad y valor, El matrimonio es, por tanto, algo grande y que tiene
que amarse, porque su fruto es tan precioso...; si
lo mismo ocurre con el matrimonio. un campo o una viña se consideran de gran valor
Algunos años más tarde, los Padres griegos señalan a causa del grano o de las uvas que producen, ¿cuán-
to más no lo será el matrimonio que produce hom-
el modo en que esto afectaría al hombre que es verda-
bres? '.
deramente religioso.
El matrimonio es bueno a causa de su producto. Pero
El matrimonio es bueno, pues trae al mundo a mu-
chos que dan placer a Dios s. los primeros escritores cristianos también hablan del mis-
mo estado. Ireneo, el obispo de Lyon, que podrá vana-
Y Ambrosio, cuya predicación durante estos años está gloriarse de que sus maestros habfan conocido a (os
haciendo que los ojos de los eruditos, papas y emperado- Apóstoles, escribe en su libro Contra las herejías:
res se vuelvan hacia Milán, indica en su tratamiento de Saturnino y Marción, que fueron llamados los Cas-
los diferentes modos de vida: tos, predicaron la abstinencia del matrimonio, frun-
trando esa secular creación de Dios y censurando
Alguien dirá: "Por lo tanto, ¿tú disuades a la gente implícitamente al que hizo a los seres humanos va-
del matrimonio? No; yo la persuado; y condeno a los rón y hembra para que pudieran reproducirse. Ellos
que han convertido en práctica el disuadir a la gente introdujeron la abstinencia de aquello que descri-
del matrimonio... Pues el que habla mal de las rela- bieron como "apetito animal", mostrándose desagra-
ciones maritales también habla mal de los hijos 4 . decidos al que hizo todas las cosas: Dios '.

Este punto de vista es típico no sólo de Ambrosio, sino Clemente, residente en Alejandría en esta época, cuya
también de los obispos de Occidente alrededor del año escuela de teología incluirá como alumno nada menos
400. Si un cristiano contempla simplemente a un niño, que a Orígenes, reacciona ante la misma rebeldía con una
comprenderá lo que tiene que pensar del matrimonio. observación similar:
Pues los hijos son "la recompensa del matrimonio" 5, y de Si el matrimonio... es un pecado, no comprendo
entre ellos, los que más tarde se dedicarán exclusivamente cómo una persona puede decir que conoce a Dios
a Dios son ejemplos incluso más claros de su valor. cuando afirma que la Ley de Dios es un pecado.
Pues si "la ley es santa", el matrimonio es santo'.
Fruto del árbol, grano de la espiga, virginidad del ma-
trimonio 6. Esta actitud no varía. Durante los siglos si- Durante el período de la "Pequeña Paz", entre el 260
guientes un escritor tras otro llegan a la conclusión de que y el 290, cuando los cristianos se encuentran relativa-

3 7
Gregorio Naoianceno, "Orat. 37 in Mt. 1 9 " , núm. 9, PG 36, 294. Dionisio el Cartujo, "Enarr. in Gen. 3 0 " , a 75, " W o r k s " , vol. 1,
Cf. Crisóstomo, " D e V i r g i n i t a t e " , c. 10, PG 48, 540. página 340. Cf. "De Laudabili Vita C o n j u g a t o r u m " , a. 2, " W o r k s " ,
4 vol. 38, pág. 60; Concilio de Braga I I , canon 1 1 , DB 241; Roberto
"De V i r g i n i b u s " , lib. 1, c. 7, PL 16, 209.
5 Pulleyn, " S e n t . " , lib. 2, c. 27, PL 186, 754; Vincent Contenson, O. P.,
Ambrosio, " E x p o s . Evang. sec. L u c " , lib. 2, 2, PL 15, 1553.
6 "Theologia Mentís et C o r d í s " , (Turín: J . J . Avondus, 1768), libro 1 1 ,
Jerónimo, " A d v . J o v . " , lib. 1, n.° 3, PL 23, 223. Cf. " D e
Perpetua Virginitate B. M a r i a e " , PL 23, 213; " A d v . J o v . " , lib. 1 nú- pars 4, disertación 4, c. 1 .
8
mero 12, PL 23, 237; Agustín, " R e t r a c t . " , lib. 2, c. 53, PL 32, 6 5 1 . "Contra Haereses". lib. 1, c. 28, PG 7, 690.
» " S t r o m a t a " , lib. 3, c. 12, PG 8, 1186.

50
51
MATRIMONIO Y PECADO
POR QUE ES BUENO EL MATRIMONIO

mente libres de la persecución, San Metodio, obispo de


es bueno porque viene de Dios " . San Cromado, obispo
Olimpo, en la costa meridional de la Turquía moderna,
de Aquilea, en la costa del Adriático, y uno de los teólogos
toma el Banquete, de Platón, como modelo y presenta
más respetados en Italia durante estos años, señala la
sus puntos vista sobre el matrimonio y la virginidad en
prohibición del divorcio por Cristo:
la forma de una discusión entre diez doncellas en el jar-
dín de la Virtud. Aunque la primera participante en este Ordena que se conserve la casta unión matrimo-
famoso Banquete de las diez doncellas habla del matri- nial mediante una ley indisoluble, mostrando que fue
monio en términos tales que los editores posteriores se El quien al principio promulgó la ley del matri-
monio 14.
sentirán obligados a suavizar, no podemos dejarlo pasar
sin prestarle atención:
Otro obispo, en lo que con el tiempo se considerará
Incluso ahora Dios está creando al hombre cada uno de los mejores comentarios latinos de este período
día a través de esta clase de relación marital. ¿Cómo sobre San Pablo, saca una notable conclusión del tex-
es posible que no se considere temerario despreciar to: "Acerca de la virginidad no tengo precepto del
el proceso de engendrar a los hijos cuando el Crea-
dor piensa que no es indigno en absoluto que sus Señor" ,5 .
manos inmaculadas tomen parte en él? 10
Dice que no ha recibido precepto del Señor por-
que el iniciador del matrimonio no podía imponer
A los cristianos de habla siríaca del siguiente siglo, ningún mandato en contra del matrimonio sin criti-
Efrén el Diácono les dirige una observación similar". car su acto de hacía tanto tiempo " .
Y la opinión común de las iglesias del Medio Oriente, a
finales del siglo IV, aparece en la colección de usos que Estos obispos no están solos con sus opiniones " . La
surge como las Constituciones apostólicas. enseñanza ordinaria dada a los fieles en estos años apa-
Si cualquier obispo, sacerdote, diácono u otro rece en la forma más antigua que se conoce del Misal
miembro del clero se abstiene del matrimonio, de la Romano, el Leonino Sacramentarlo. El trabajo de un autor
carne como alimento y del vino, no por motivo de desconocido, alrededor del año 550, está basado en ma-
ascetismo, sino porque detesta estas cosas, olvidan-
terial de uno o dos siglos anteriores; y en el rito para
do que "todas las cosas fueron muy buenas", que Dios
hizo a los seres humanos varón y hembra, y blasfe- velar a la desposada se contiene la siguiente oración:
mamente culpa a la creación, corregidle o depo-
nedle y arrojadlo de la Iglesia. Lo mismo es de Te rogamos, Señor, que recibas el regalo que
aplicación a un seglar 12 . aquí se ofrece de acuerdo con la sagrada ley del
matrimonio y que seas el director de esta obra de la
En Occidente, en este tiempo, Ambrosio cita al Génesis que Tú eres el creador 1B .
como prueba de su argumentación de que el matrimonio 3
" E p l s t . " 43, núm. 3, PL 16, 1124.
4
"Tract. ¡n M a t t . " , opúsculo 10, PL 20, 351.
5
10
"Orat. 2 " , c. 2, PG 18, 50. I Cor. 7, 25.
6
11 Ambroslaster, " I n I Cor., 7, 2 5 " , PL 17, 233.
"Serm. 45 adv. H a e r " , " O b r a s " , v o l . 2, pág. 540. 7
12 Ct. Agustín, "De Bono V i d . " , c. 8, PL 40, 437.
V I I I , c. 5 1 , citado por De Guibert, "obra c i t a d a " , pág. 5. 8
"Leonino Sacramentary", Muratori, vol. 1 , pág. 724.

52 53
MATRIMONIO Y PECADO POR QUE ES BUENO EL MATRIMONIO

Los años de declive de la cultura romana estuvieron las nuevas escuelas están de acuerdo en que el matrimo-
dominados por un hombre que en el año 570 fue prefecto nio procede de Dios 23 . Esto se señala constantemente
de Roma, más tarde monje, siendo proclamado Papa en durante esta época de los cataros 24 , y los eruditos del
el 590. Su éxito, tanto en el cuidado político como espiri- siglo siguiente encuentran que la razón y la fe convergen
tual de Roma, su labor en el esfuerzo misionero entre los en la misma conclusión.
bárbaros y el establecimiento de una iglesia en Inglaterra
y, finalmente, su Moralia, que se convertiría en el texto bá- Si la naturaleza corporal ha sido proyectada por
sico de la teología moral para la Edad Media, le han valido un Dios que es bueno, es imposible afirmar que algo
que se refiere a la conservación de la naturaleza
el nombre de Gregorio el Grande. Por ello existe algo más corporal, hacia lo cual nos impulsa la naturaleza,
que una importancia común en su explicación de la sú- es enteramente pecado 25 .
plica del salmista: "Mirad, nací con culpa y mi madre me El matrimonio es algo bueno en sí mismo, formal-
concibió en pecado" " . mente bueno... porque ha sido instituido por Dios 26 .

No es que los hombres sean concebidos en pecado


porque es pecaminoso que las personas casadas Los escritores de los dos siglos siguientes dan por
tengan relaciones. La actividad casta no supone nin- cierta la relación con Dios, cuando sostienen que si el
guna falta en el casado. Es Dios quien ideó el que matrimonio fuera pecaminoso, Dios sería el perpetrador
existieran relaciones maritales cuando al principio del pecado 27.
creó al hombre y a la mujer 20 .
La instrucción típica dada a los fieles inmediatamente
Sentimientos como éstos continúan oyéndose intermiten- después de aparecer el Protestantismo puede recogerse
temente durante la Edad Media 21 . Hatto de Vercelli escri- de dos libros, el primero de los cuales es el Resumen de
be aproximadamente en el año 960: la doctrina cristiana, de San Pedro Canisio. Este jesuíta

Debemos comprender que el matrimonio es lim- 23


Cf. Werner, "Deflorationes Ss. Pp., lib. 2, Dom. 20, PL 157,
pio y santo. Se celebra por mandato de Dios y no 1195; Walter de Mortagne, "Summa Sent." tr. 7, c. 2, PL 176, 155.
24
supone nada bajo, nada deshonroso. Si las personas Cf. Abelardo, " E x p o s . in Hex., 6a. die, PL 178, 764; Roberto
casadas admiten algo vergonzoso, deshonroso, in- Pulleyn, " S e n t . " , lib. 7, c. 28, PL 186, 945; Pedro Lombardo, " S e n t . " ,
lib. 4, d . 26; Pierre Le-Mangeur, "Hist. S c h o l a s t i c a " , lib. Gen., c. 9,
decente, la culpa no es del matrimonio, sino de los PL 198, 1064; Bonacursus, " L i b . contra C a t h a r o s " , c. 5, PL 204,
hombres 22 . 780; Alano de Lila, "Summa de A . P . " , c. 45, PL 203, 193; "Contra
H a e r . " , lib. 1, c. 65, PL 210, 368.
25
Aquino, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q. I, a. 3. Cf. " i b i d . " , d . 30, q . 2,
En el siglo XII, a medida que la vida intelectual de a. I, cuestión 3; d . 26, q . 2, a. 2, ad. 4; Guillermo de Auxerre,
"Summa Áurea" (París: Philippe Pigouchet), lib. 4 de matrim., c. I;
Europa comienza a acelerarse, los teólogos de muchas de Alejandro de Hales, "Summa l i l i " , P. 3, tr. 4, sec. 2, q . I, tít. 7, c. 2,
Quar. 2, 598; Alberto el Grande, " I n 4 S e n t . " , d . 26, a. 5; Buena-
ventura, Q.D. de Perf. Evangel., q . 3, a. I, Quar. 5, 168; " I n 4 S e n t . " ,
19
" l n 7 Ps. P a e n i f , sal. 4, 7, PL 79, 586. d. 28, dub. 3.
20
" H o m . in E v a n g . " , lib. 2, 36, 5, PL 76, 1269. 26
" R e p o r t . " , l i b . 4, d . 3 1 , q . I.
21
Cf. Haymo de Halberstadt, " H o m i l . de T e m p o r e " , 18, PL 118, 27
Tomás de Estrasburgo, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q . I. a. 2 (Ginebra:
126, 127; Pascasio Radbert, " E x p o s . in M t . " , lib. 9, c. 19, PL 120, Antonius Orerius, 1585); San Antonino, "Summa Sac. T h e o l . " (Vene-
647 y 648. cia: Juntas, 1582), I I I , tít. I, c. núm. 1; Dionisio el Cartujo, "Summa
22
" E x p o s . ¡n Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134, 350. Fid. O r t h . " , lib 4, a. 163, " O b r a s " , vol. 18. pág. 210.

54 55
MATRIMONIO Y PECADO POR QUE ES BUENO EL MATRIMONIO

y su catecismo son dos de las principales razones por las opinión generalizada de los católicos desde sus días has-
que sobrevivió la Iglesia en Alemania. Sus puntos de vista ta el presente.
sobre el matrimonio, aunque reforzados con las referencias
a la escritura y a los Padres de la Iglesia, son breves y Si una estatuta o una pintura merece estimación por
el nombre del artista, por la edad que tiene, por el
certeros: lugar en que fue realizada y exhibida, por su tema,
por su belleza, entonces es evidente que, por todas
Si buscas al principal fundador de esta unión ma- estas razones, este sacramento es verdaderamente
trimonial, es Dios bueno y grande quien unió al noble... Por ello Dios deseó honrar a este sacra-
primer matrimonio y a los padres de la raza hu- mento por todos los patriarcas que estuvieron casa-
mana en el mismo paraíso, convirtiendo su unión en dos: Noé, Abraham, Isaac, Jacob; por todos los re-
algo honorable por medio de su bendición 28. yes, profetas, incluso altos sacerdotes de la Antigua
Ley; y, finalmente, por la Encarnación de su Hijo,
deseando que fuera concebido por una virgen que
El otro libro, La perfecta casada, causó tal impresión en estaba desposada 3 °.
España que todavía se elige como presente de boda. Su
autor, fray Luis de León, que enseñó teología en la Uni- La última observación trata ligeramente de una carac-
versidad de Salamanca, fue respetado por su doctrina, así terística especial de la relación con Dios, que consta en
como por su estilo, aunque parece haber hecho su me- ios primeros documentos cristianos.
jor obra cuando era prisionero de la Inquisición.
Tres días después se celebraba una boda en Cana
En los párrafos iniciales de La perfecta casada observa de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue in-
lo elevado que una mujer debe estimar su matrimonio: vitado también a la boda Jesús con sus discípulos 31 .

Porque, a la verdad... fue siempre muy honrado y El Evangelio finaliza este documento del milagro rea-
privilegiado por el Espíritu Santo en las letras sa- lizado en Cana con la observación:
gradas; porque de ellas sabemos que este estado
es el primero y más antiguo de todos los estados 29 . Así, en Cana de Galilea, dio Jesús comienzo a sus
señales. Y manifestó su gloria y creyeron en El sus
discípulos 32 .
Durante los primeros años del siglo XVII, un capuchino
italiano, Lorenzo de Brindisi, logró tal fama como predica- Como primera señal, este acto de Cristo tiene un signifi-
dor, diplomático, capellán del ejército y teólogo, que ha cado especial, que pronto lo vieron aparecer los cristianos
sido canonizado y nombrado Doctor de la Iglesia. Un
pasaje de uno de sus sermones cuaresmales refleja la s
° II Cuadrages., Dies S. Josephi, Hom. 3, "Opera Omnia" (Padua:
Oficina Tipográfica del Seminario, 1928), v o l . 5, pág. 466. Cf. San
Francisco de Sales, Carta, 1738, " O b r a s " , v o l . 3, pág. 614; De Lugo,
25
"De Summa Doctrinae Christianae", (Colonia: Calenius, 1577), "Tract de 7 Sac." (Venecia: Baba, 1652), Teorema 9, núm. 37; Con-
I I . , pág. I, c. 4, núm. 7, q. 129. Cf. " V i t a Sancti I d d a e " , Epist. et tenson, " o b r a c i t a d a " , lit. 1 1 , pág. 4, disc. I , c. I, IV, 418; León X I I I ,
Actus, Otto Braunsberger, e d . (Friburgo: Herder, 1905), Vol. 8, " A r c a n u m " , ASS 12 (1879 y 1880), pág. 392; Pío X I , "Casti C o n n u b i " ,
pág. 808. AAS 22 (1930), pág. 541.
39 31
" L a Perfecta C a s a d a " , Ed. E. Watlace (Chicago: U. de Chicago J n . 2, 1 y 2.
33
Press, 1903), pág. 12. Jn. 2, 1 1 .

56 57
LA TEOLOGÍA DEL MATRIMONIO POR QUE ES BUENO EL MATRIMONIO

en la protesta de Efrén el Diácono contra los herejes de siglo XIII los teólogos insisten, no sólo en sus disputas
su tiempo. con los cataros, sino cuando explican por qué no se
casan los sacerdotes del rito romano, en que Cristo tuvo
Han ridiculizado la boda de Cana, aunque el Señor
la juzgó digna de su presencia 33. todo esto en cuenta cuando fue a Cana. Si hubiera existi-
do algo pecaminoso en el matrimonio, difícilmente habría
La presencia de Cristo en la boda celebrada en este provocado tal señal de El, que vino para ser el Sal-
pueblo despejaría cualquier duda en cuanto a lo que Dios vador 37.
piensa del matrimonio. Cerca del año 400, tanto la igle- Este concepto ha llegado hasta los días presentes "\ El
sia de habla griega como la de habla latina, lo dan por episodio de Cana es simbólico. Como el Padre en el An-
cierto. tiguo Testamento, así se presenta Cristo en el Nuevo como
fundador del matrimonio. No puede ser opuesto a la re-
Pablo promulga leyes sobre el matrimonio y no
se avergüenza. No se sonroja, y por una buena razón. ligión. Dios es el responsable del mismo. Y está contenido
Pues si su Señor honró al matrimonio y no se aver- en un designio terrible mediante el cual tiene que conse-
gonzó del mismo, sino que lo resalzó con su presen- guirse su deseo para la raza humana.
cia y con su regalo (en verdad que El hizo el mayor
de los presentes cuando convirtió la naturaleza del ¿Pero de qué modo? ¿Como algo que El favorece posi-
agua en vino), ¿de qué podría avergonzarse el sier- tivamente o como una concesión que hace a la debilidad
vo al proclamar leyes sobre el matrimonio? "
humana? No pasó mucho tiempo sin que la Iglesia se
El que el Señor, cuando fue invitado, acudiera a viera forzada a reconocer que esto no era una cuestión
una boda, tenía por objeto, incluso aparte de su sig-
nificado místico, confirmar el hecho de que es El académica.
quien proyectó el matrimonio. Pues existirían hom-
bres, de los que hablarían los Apóstoles, que prohibi-
rían a las gentes el matrimonio y dirían que era
pecado y había sido ideado por el demonio 35.

Estos puntos de vista los comparten los escritores de


los años inciertos previos a la Edad Media 3 \ Y durante el

33
" S e r m . 47 adv. H a e r . " , " O b r a s " , v o l . 2, pág. 542.
34
Crisóstomo, " | n l l l u d , Propter F o r n . " , I, PG 5 1 , 210. Cf. Gre-
37
gorio Nacianceno, "Orat. 40 ¡n B a p t . " , c. 18, PG 36, 382; Epifanio, Felipe de Harveng, " D e Continentia C l e r l c o r u m " , c. 6 1 , PL 203,
" A d v . H a e r " , lib. 2, tomo 2, haeres., 47, PG 42, 179. 745; Ermengaudus, "Contra Waldenses, c. 5, PL 204, 1339 a 1342;
35
Agustín, " I n J o a n n . " , op. 9, c. 2, PL 35, 1458. Cf. Gaudencio Walter de Mortagne, " S u m m a Sent., opuse. 7, c. 2, PL 176, 155.
38
de Brescia, "Sermo 8 " , PL 20, 388; Teodoreto, "De Incarnatlone Cf. Alano de Lila, "Summa de A . P . " , c. 45, PL 210, 193; Buena-
Salvatoris", c. 25, PG 75, 1463. ventura, " D e Perf. E v a n g . " , q . 3, a. I, Quar. 5, 168; Aquino, " I n
38
Cf. Beda, " H o m . I " , 14, PL 94, 68 (CC 122, 9 5 ) ; Smaragdus, j o a n n . " , c. 2, conf. 1 ; Ludolfo de Sajonia, "Vita Christi D o m i n i "
" C o l l e c t i o n e s " , Dom. 2a post Theophaniam, PL 102, 85; Haymo de (Venecla: V. Bonnello, 1587), pars. I, c. 25, pág. 189; San Antonino,
Halberstadt, " H o m . de T e m p o r e " , 18, PL 118, 126 y 127; Bruno de "Summa Sac. T h e o l . " , I I I , tít. 1 , c. 1 , núm. 1 ; Dionisio el Cartujo,
Asti, " C o m m . in J o a n n . " pars. I, c. 2, PL 165, 461. "Enarr. in J o a n . " , 2, a. 7; Obras, v o l . 12, pág. 313; Cayetano, " I n
J o a n n . " 2, 2; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , 5, opuse. 9, 49 y 50.

58
59
Sección II: El matrimonio y el pecado original

3. SI ADÁN NO HUBIESE CAÍDO

RÍGENES, cuya escuela en Alejandría y más tarde en


O Palestina convirtió el principio del siglo III en una
nueva era de la teología, corrió los peligros usuales de
una mente que no tiene igual en su propio tiempo ni un
modelo del pasado. Aunque insisten que no es pecado,
sus impresiones sobre el matrimonio pueden recogerse del
modo en que aparecen en su teoría general sobre la ma-
teria y el espíritu. Cada hijo, le parece a él, encontrará
que la vida es una lucha entre los anhelos del alma y las
exigencias del cuerpo. De este modo, el matrimonio no
hace más que proporcionar los cuerpos en que aprisionar
las almas.

De esta conclusión, él y sus seguidores continuaron


construyendo una teología del matrimonio que Impresionó
a otros pensadores, porque era más expresiva de la per-
sonalidad de Orígenes que de la revelación cristiana.

¿Cómo puede escribir el Apóstol Pablo: "Deseo que


las viudas jóvenes se casen y engendren hijos"?
¿Está imponiendo el matrimonio para que los cuer-
pos nacidos de las mujeres proporcionen prisiones
para los ángeles que han caído del cielo y se con-
vierten, según tú, en almas? ¿O es más bien para

61
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL SI ADÁN NO HUBIERA CAÍDO

obedecer el mandato de Dios sobre la unión matrimo- su opinión la comparte otro de los Padres: San Juan Crí-
nial y preservar la raza humana? \
sóstomo.
Obispo en el 381 de la capital del imperio, Constantino-
Pero algo más de un siglo después de la muerte de
pla, Juan de la Lengua de Oro fue uno de los más grandes
Orígenes, el matrimonio se asocia nuevamente con el
predicadores de la Iglesia. Como una autoridad en los
pecado, y esta vez por un teólogo, a quien los obispos, en
asuntos de la vida cristiana práctica, hay pocos que le
el Concilio Ecuménico de Constantinopla del año 381,
igualen. Y afirma, incluso con mayor convicción que
proclamarán "pilar de la ortodoxia". San Gregorio de
Gregorio, que el matrimonio se debe al pecado original.
Nisa, que estuvo a punto de tomar esposa antes de con-
vertirse en ermitaño y, finalmente, en obispo de esa ciu- La época lo exigía, con la naturaleza humana bam-
dad, se dedica a estudiar el matrimonio a la luz de la boleándose y sin mantenerse firme contra el ataque
total revelación cristiana. de la sensualidad y sin tener ningún puerto de refugio
en el que permanecer a salvo de la tormenta.
Entonces, si la vida de aquellos que van a ser ¿Qué es lo que se ordenó? ¿Que vivieran en conti-
restaurados será igual que la que disfrutan los ánge- nencia y virginidad? Porque eso habría ocasionado
les, evidentemente la vida del hombre antes de la una caída mayor y una llama más vehemente... Eso
Caída era análoga a la vida de los ángeles... Pues es por lo que la virginidad no se dio en el princi-
aunque no existe propagación entre ellos, como he- pio; o más bien, por eso es por lo que aunque la
mos señalado, su multitud es todavía, en cierto sen- virginidad existió en el principio •—incluso antes del
tido, infinita en número... matrimonio— el matrimonio irrumpió en la escena y
Por lo tanto, si no hubiésemos descendido a causa se consideró necesario; en tanto que si Adán hubiera
del pecado de la condición y rango en los cuales permanecido obediente, no habría existido necesi-
éramos iguales a los ángeles, incluso para nosotros dad del mismo.
no habría existido ninguna necesidad del matrimonio "¿Pero quién —dice— habría engendrado a tantos
para aumentar nuestra especie 2 . millares de hombres?" Ya que este ansioso temor te
cautiva, pregunto a mi vez: ¿De dónde vino Adán y de
El matrimonio, aunque no es pecaminoso en sí, está dónde vino Eva cuando no existía el matrimonio?
¿Qué ocurre entonces? ¿Es ese el modo en que iban
complicado en la rebellón contra Dios. Nunca habría
a nacer todos los hombres?
existido tal cosa en la vida humana a no ser por el pe-
Yo no digo que sea de este o de cualquier otro
cado original. modo. La realidad es que Dios no precisaba del ma-
Esto no puede descartarse, al igual que la opinión de trimonio para llenar la tierra de hombres 3 .
Orígenes, como el pensamiento casual de un teólogo pri-
La escuela de eruditos de la Escritura en la Antioquía
vado. Los "Padres de la Iglesia" son los testigos recono-
nativa de Crísóstomo, entonces capital de Siria, tuvo su
cidos de lo que enseñaba y creía la Iglesia primitiva; y
último gran momento unos cincuenta años después de
Gregorio de Nisa se cuenta entre ellos. Y lo que es más,
su muerte en la obra de Teodoreto. Amigo personal de
1
Jerónimo, "Epist.", 100, núm. 12, PL 22, 823.
• "De Virglnitate", c. 17, PG 48, 546; Cf. "Hom. ¡n Gen.", nú-
- "De Opif. Hom., c. 17, PG 44, 187, 190. mero 18, PG 53, 153.

62 63
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL SI ADÁN NO HUBIERA CAÍDO

Nestorio, con quien había asistido a la escuela, este Obis- Con el ánimo de Crisóstomo o Teodoreto razona que,
po de Ciro, no lejos del Eufrates, tenía problemas tanto puesto que no existirá matrimonio en el cielo, no hubo
personales como intelectuales con la herejía nestoriana, ninguno anies de la caída.
pero habló en contra de ella y murió en comunión con
Roma. En un famoso comentario sobre el libro del Géne- La gracia de la resurrección nos promete nada
más que eso, que cambiaremos de nuestra caída al
sis, observa que Dios no se sintió inclinado a castigar a antiguo estado... Si, por consiguiente, los hombres
Adán y Eva porque lamentara haberlos creado. restaurados serán como los ángeles, en cuanto se
refiere al número y a las relaciones de los unos con
Conociendo por anticipado que Adán se expondría los otros, es evidente que el hombre, antes de la caí-
a la muerte a causa de la violación del mandato, El da, fue considerado como una especie de ángel...
modeló ya una naturaleza de esta clase y la formó Por ello es lógico que si ningún exceso pecaminoso
en un cuerpo de varón y de hembra. La razón fue, nos hubiera privado de nuestra dignidad angélica, no
evidentemente, que este es el proyecto de los cuer- se habría precisado que el medio para multiplicar
pos que son mortales y necesitan procrear hijos para nuestra raza fuera el matrimonio, sino cualquiera que
conservar la raza. sea el proceso natural por el cual se multiplican los
ángeles; realmente perfecto, aunque no pueda ser
Una naturaleza inmortal no precisa del sexo feme- imaginado por cualquier conjetura de hombre.
nino. Por esto es por lo que el Creador produjo al
mismo tiempo un número completo de criaturas in-
corpóreas, pero cuando llegó a las criaturas que te- Entonces, ¿por qué creó Dios los dos seres? Dionisio
nían cuerpo y podían morir, creó dos de cada espe- contesta:
cie, macho y hembra, y después les dio la bendición
del acrecentamiento: "Sed fecundos y multiplicaos". En su todopoderosa providencia supo que la elec-
De este modo diseñó El la naturaleza humana como ción del ser humano no se inclinaría hacia las cosas
varón y hembra, y les dio la misma bendición 4 . rectas, y que, en consecuencia, el hombre se reti-
raría de aquellos lazos familiares con los ángeles.
Para que no disminuyera el número de almas huma-
Este punto de vista acerca del origen del matrimonio nas, puesto que el proceso por el que se multiplica-
no aparece en Occidente hasta principios del siglo VI. El ban era el mismo que el de los ángeles... en el pro-
monje de Roma que le dio expresión no carece de im- yecto de los seres humanos, en lugar del poder subli-
me de aquéllos, El incluyó el proceso por el cual las
portancia, aunque no es un Padre de la Iglesia. Fue Dio- bestias y las cosas irracionales reciben vida la una
nisio Exiguo, Dionisio el Insignificante, como se llamaba de la otra 5 .
a sí mismo, cuyo intento por calcular el año del nacimien-
to de Cristo nos dio el actual sistema de fechas. Su compi- Aunque Dionisio parece tener pocos discípulos en Euro-
lación de leyes de las diferentes iglesias es la obra canó- pa Occidental, la idea se extiende y aparece en Oriente".
nica más importante de su tiempo; y se dedicó a traducir
el pensamiento de la Iglesia de habla griega al latín. s " I n t e r p . de Lib. Creat. H o m . " , c. 18, PL 67, 376 y 377.
6
Cf. Procopio de Gaza, " C o m m . ¡n G e n . " , c. 4, v. 1, PG 87, 234;
4 Anónimo, "Consultationes Zacchael Christiani, lib. 3, c. 5, PL 2o!
"Ouaest. in G e n e s i m " , c. 3, q. 37, PG 80, 135. Cf. "Graec. Aff. 1156; Isidoro de Sevilla, " D e Eccle. O f f . " , lib. 2, o. 20, PL 83, 809!
C u r . " , |¡b. 3, PG 83, 8 9 1 .

65
64 5
SI ADÁN NO HUBIERA CAÍDO
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

A principios del siglo VIII, cuando el Islam invadía una una concubina en Cartago, pero que en el año de la
provincia tras otra, San Juan de Damasco, el último de ordenación de Ambrosio, quedó tan afectado por su pre-
los Padres griegos y aquel cuyo especial interés consiste dicación que, finalmente, entró en la Iglesia. Una vez que
en resumir las enseñanzas de todos ellos para sus com- regresó al Norte de África, a la edad de treinta y cuatro
pañeros cristianos sitiados, se hace eco de Crisóstomo y años, Agustín fue sacerdote en Hipona y después, en el
de Gregorio de Nisa. Los seres humanos iban a producir- año 396, obispo de esa ciudad. Durante los treinta y cua-
se por algún otro medio diferente a la unión sexual. Por tro años siguientes, produjo sermones, cartas, comenta-
esto es por lo que en el Génesis se forma a la mujer des- rlos sobre la Escritura, tratados sobre temas teológicos,
pués que al hombre'. El matrimonio se debe al pecado clásicos como las Confesiones. El más famoso de los
original. Padres latinos, rivaliza con Orígenes y Aquino como la
mente más grande de la Iglesia.
Puesto que Dios en su previsión sabía que él vio-
laría la ley que le fue impuesta y caería en la corrup- Su opinión acerca del modo en que comenzó el matri-
ción, formó una mujer del hombre. Ella era semejante monio se manifiesta en más de un pasaje de sus escritos.
a él y se convirtió en su ayuda; una ayuda, digo, para
preservar la raza humana, engendrando una genera- Estáis totalmente equivocados cuando pensáis que
ción que tomara el lugar de otra 8. el matrimonio fue instituido para que el paso de la
muerte se compensara con la sucesión de aquellos
Pero a través de todos los siglos en que se expresaron que iban a nacer. El matrimonio fue instituido para
que la castidad de las mujeres hiciera que los hijos
estas opiniones por tales nombres eminentes de la Igle- conocieran a sus padres y los padres conocieran a
sia existió una corriente contraria de opinión más antigua sus hijos.
y que se encuentra también en Oriente. Una generación En verdad que era posible que los hombres nacie-
antes de Gregorio de Nisa, Efrén el Diácono da por cierto ran de la promiscuidad y de las relaciones sexuales
al azar con cualquier mujer que fuere, pero no po-
que el matrimonio no es el resultado del pecado original. dría haber existido un lazo de parentesco entre
En un comentario sobre el Génesis, observa que Eva padres e hijos 10.
Leemos que ya habían sido expulsados del paraíso
... no habría abundado en una familia tan numero- cuando tuvieron relaciones y concibieron hijos. Toda-
sa como tiene desde que llegó a su ser porque, por vía no comprendo qué es lo que podía impedirles
otra parte, no habría engendrado a alguien que pu- que tuvieran un matrimonio honorable y un lecho
diera morir". matrimonial inmaculado incluso en el paraíso. Cuan-
do ellos vivían fiel y rectamente, sirviéndole a El
Este es el sentimiento que prevalece en Occidente, de- con obediencia y santidad, Dios podría haber dis-
puesto que, sin ningún inquieto ardor de deseo
bido principalmente a un norteafricano que en el año sensual, sin las penas y los dolores del parto, na-
de la muerte de Efrén el Diácono no era católico y tenía cieran los hijos de su simiente.
No sería la idea el que los hijos tomaran el lugar
" D e Fide O r t h . " , lib. 4, c. 24, PG 94, 1208.
" D e Fide O r t h . " , lib. 2, c. 30, PG 94, 975.
" I n G e n . " , " O b r a s " , v o l . 1, pág. 36. >» " O p . Imperf. Contra J u l . " , lib. 6, c. 30, PL 45, 1582.

66 67
SI ADÁN NO HUBIERA CAÍDO

EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL Agustín da por cierto que este es el punto de vista
cristiano. Ha oído la afirmación de que el matrimonio es
de los padres cuando éstos hubieran muerto. Los un resultado del pecado original, pero ignorando que Cri-
padres permanecerían en algún estado corporal y ex-
traerían la fuerza del cuerpo del árbol de la vida sóstomo y Gregorio de Nisa están entre los que la han
que había sido plantado allí. Los hijos también serían hecho, observa:
llevados al mismo estado, hasta que se completara
un número determinado previamente. Aquellos que mantienen esta opinión, piensan tal
Entonces, en el caso de que todos vivieran con jus- vez que toda relación sexual es pecado. Pero difícil
ticia y obediencia vendría la etapa final. Sin ninguna es para los hombres, cuando evitan los vicios del
muerte, los cuerpos animales se transformarían en modo equivocado, no encontrarse voluntariamente
otra especie, supuesto que se sometieran a todos los con sus contrarios... Mientras los hombres no saben
deseos, incluso los menores, del espíritu que los ha- qué es lo que condena la ley de Dios en los adulte-
bía gobernado, y vivieran tan sólo a causa del espí- rios y fornicaciones, detestan la relación sexual en el
ritu que da la vida, sin nutrición de alimento corpo- matrimonio, aunque sea por razón de tener hijos " ,
ral; y sería llamada espiritual...
Entonces, ¿por qué no tuvieron relaciones hasta Está convencido, por lo tanto, que el matrimonio no
que hubieron abandonado el paraíso? Podemos con-
es simplemente un medio para preservar una raza de
testar inmediatamente. Porque aquel pecado tuvo
lugar poco después de que fuera creada la mujer, criaturas que deben morir. Hubo un cierto bien que Dios
antes de que hubieran tenido relaciones... contempló en el hecho de que todos los hombres, morta-
También se puede argumentar que Dios todavía les o inmortales, descendieran de una pareja original. In-
no les había ordenado que tuvieran relaciones. ¿Pues cluso aunque nunca hubiera existido el pecado original,
por qué no esperaron ellos su autorización para esto habría existido el matrimonio.
cuando no existía ninguna concupiscencia como
el estímulo de la carne desobediente que los estuvie- Aunque alrededor del año 500 Dionisio Exiguo seguirá
ran aguijoneando? Dios no les había dado este
mandato porque estaba disponiendo todas las cosas el punto de vista Oriental, es Agustín el que con su teo-
según su providencia, y por esto El sabía por an- logía, en este aspecto como en tantos otros, atrae a la
ticipado, más allá de cualquier duda, que ellos cae- Iglesia de Occidente. La enseñanza dada a los fieles
rían y que la raza humana sería ya mortal cuando
aparece en la liturgia que se desarrolla gradualmente en
se propagara " .
torno a la velación de la desposada. La bendición nupcial
Por esto, cuando el Señor dijo refiriéndose a la re- en el misal conocido por el Sacramentarlo Gregoriano, es
surrección: "Ni se casan ni toman esposas, porque
no mueren", su intención no fue mostrar que el ma- un ejemplo del rito romano alrededor del año 600.
trimonio fue instituido porque los hombres eran mor-
tales, sino más bien que, con el número de santos ¡Oh Dios! por quien la mujer se une al varón, y
completo, no existía ninguna necesidad de que na- esta sociedad, la primera que fue instituida, de tal
ciera nadie, porque en esa tierra nadie tenía que modo fue bendecida por ti que sólo ella, ni en pena
morir 1S . del pecado original ni por castigo del diluvio, jamás

11 1S
13
"De Gen. ad Lit.", lib. 9 capítulos 3 a 5, PL 34, 394 y 395. "De Gen. ad Lit.", lib. 9, c. 8, PL 34, 398.
"Op. Imperf. Contra Jul.", "loe. cit.".
69
68
SI ADÁN NO HUBIERA CAÍDO
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

de los profesores de teología de París dice a sus alum-


perdió tu bendición: mira bondadoso a esta tu sier-
va... 1 1 . nos que el matrimonio es una consecuencia del pecado
original, el Papa Inocencio III encuentra que la idea "no
Los teólogos de la Edad Media, cuya intención es sen- es tan herética como insana" 21. Los escritos populares y
cillamente repetir lo que ha sido enseñado por los Padres, los tratados teológicos reflejan la convicción común de
comparten la opinión de Agustín sobre el matrimonio " , que habría existido la relación sexual, prescindiendo del
introduciendo algunas veces sutilezas propias. El que pecado original, para que los hombres pudieran engen-
Eva haya sido formada de una costilla de Adán es un de- drar el número predestinado de santos 22 . En efecto, para
talle que pretende enseñarnos que el mundo tiene que facilitar el matrimonio entre los descendientes de Adán,
poblarse mediante su u n i ó n " . El matrimonio iba a ser tendría que haber existido un número igual de hombres
parte de su vida en el Edén, para que los nuevos seres y mujeres 23.
pudieran reemplazar a los ángeles caídos " .
Uno de los principales portavoces de la época que si-
El renacimiento de la ciencia después del año 1000 no gue a los Escolásticos es Tomás de Estrasburgo, que en-
produce ningún cambio en este punto de vista 18 . En el señó en París antes de ser elegido Prior General de los
año 1150, los cuatro libros de Oraciones de Pedro Lombar- Eremitas de San Agustín. En sus escritos se combinan
do demuestran ser una síntesis tan agradable de la reve- las perspectivas generales de Agustín con las mejores
lación cristiana, que los cursos de teología son poco ideas de los escolásticos. Para él es inconcebible que la
más que comentarios sobre los mismos. Y el segundo razón por la cual existen tantos seres humanos hoy día
libro repite a San Agustín. El matrimonio habría existido en el mundo sea el pecado original. La capacidad para
aun cuando el hombre jamás hubiera pecado 19. generar descendencia es un signo de la perfección de un
ser; y el hombre, con seguridad, no es menos perfecto
Roberto de Melun, un inglés cuya escuela de teología
que los animales 21.
contaría entre sus alumnos a Tomás Becket, afirma que
realmente Adán y Eva habrían pecado al abstenerse de No sólo durante los años inmediatamente siguientes a la
la relación sexual 20 . aparición del protestantismo 2S, sino cuando las energías de
la contrarreforma, alcanzan su punto culminante a prin-
Durante los primeros años del siglo XIII, cuando uno
cipios del siglo XVII, los escritores católicos son más
categóricos que nunca. Un portavoz representativo de la
14
"Gregorian Sacramentary", Muratori, v o l . 2, pág. 885.
15
Cf. Beda, " H e x a m . " , lib. 1 , PL 9 1 , 49; Rábano Mauro, " C o m m . época es Lorenzo de Brindisi, el capuchino italiano cuyos
¡n G e n . " , lib. 1 , c. 14, PL 107, 482.
16
Angelomus Luxoviensis, " C o m m . ¡n G e n . " , I, 27, PL 115, 123; 21
Cf. Domingo Soto, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q . 1 , a. 3 (Doual:
Remigio de Auxerre, " C o m m . in G e n . " , 2, 18, PL 131, 62. P. Borromaus, 1613).
17
Angelomus Luxoviensis, "lugar c i t a d o " . 22
Cf. Raimundo Lulio, " B l a n q u e r n a " , Trad. E. Allison Peers (Lon-
18
Bruno de Asti, "Expos. in G e n . " , 2, PL 164, 165; Otto de Lucoa, dres; Jarrolds, 1925), pág. 517; Alejandro de Hales, " S u m m a " ,
"Summa S e n t . " , c. 26, PL 171, 1122; Hugo de San Víctor, "De S a c " , Cuest. 3, opuse. 2, q . 3, t!t. 3, a. 1 , Quar. 2, 364; Alberto el Grande,
lib. 2, pág. 1 1 , c. 2, PL 176, 481. " I n 4 S e n t . " , d . 26, a. 6.
19
" S e n t . " , lib. 2, d . 20. 23
20 " S . T . I " , q. 99, a. 2 ad 3.
" S e n t . " , citado por Claudio Schall, O.F.M., " L a doctrine des 24
" I n 2 S e n t . " , d . 20, q. I, a. I.
fins du mariage dans la théologie scholastique" (París: Ediciones 25
franciscanas, 1948), pág. 82. Cf. Domingo Soto, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q. I, a. 3,

70 71
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

sermones y escritos, como ya hemos indicado, ganaron


para él el título de Doctor de la Iglesia.
Si el hombre no hubiera pecado, la naturaleza hu-
mana podría haber sido permanente en esa pareja en
que por vez primera fue incorporada. Puesto que
Dios los hizo eternos para que, mortales por natura-
leza puede que todavía no hubieran muerto, la facul-
tad de reproducirse no fue necesaria para preservar
la especie. Y, sin embargo, todavía no habían engen-
drado hijos para gloria de Dios, para comunicar esa
naturaleza a los muchos a quien Dios había selec- 4. "LIBIDO"
cionado para gracia y gloria 26 .

En este tiempo han desaparecido de la discusión teo- USTINO el Mártir nació en una ciudad que los colonos
rías como la de Crisóstomo de un tipo angélico de aumen-
to de la raza humana. Hacia finales del siglo XIX, una
J paganos acababan de construir en Palestina, en las
cercanías del pozo en que Cristo se había detenido
encíclica del Papa León XIII da expresión oficial a la unos setenta años antes para hablar con la mujer sama-
convicción común de que, en el designio de Dios, hubie- ritana. Después de estudiar filosofía, y no encontrándola
ran pecado o no los dos primeros seres humanos, todos satisfactoria, Justino se convirtió al cristianismo. Obser-
los demás iban a descender de ellos. vando que sus compañeros creyentes podían discutir
Recordamos io que todos saben y no duda nadie: asuntos de religión con los paganos educados, abrió una
que después... que Dios hubo formado al hombre... escuela de filosofía e incluso dirigió dos defensas de la
deseó darle una ayuda..., y al hacerlo así, nuestro cristiandad al emperador Antonino Pío.
Dios, siempre previsor, deseó que este modelo de
todos los matrimonios fuera el origen natural de to- Con el tiempo, sus críticas de los vicios paganos le
dos los hombres".
llevaron al martirio. Una de ellas es digna de atención.
Así, a pesar del recelo con el cual algunos cristianos Contrastando las prácticas sexuales paganas con las de
eminentes han considerado al matrimonio, no es ni un los cristianos, explica:
pecado ni el resultado del pecado. Aunque el primer hom-
bre y la primera mujer hubiesen vivido una vida ideal, O nos casamos con un solo pensamiento, tener hi-
una característica de esa vida habría sido el matrimonio. jos, o si evitamos el matrimonio nos conservamos
castos en todo momento \
Pero los mismos cristianos que vieron esto desde el
principio tenían sus propios recelos. En los primeros días
de la Iglesia no encontramos el matrimonio, sino el ins- Los cristianos se "casan con un sólo pensamiento".
tinto sexual derivado del pecado original. La relación sexual, incluso en el matrimonio, parece como
algo pernicioso, a menos que el motivo sean los hijos.
36
" E x p l a n , ¡n G e n . " i, 28, " O b r a s " , vol. 3, pág. 2 0 1 .
27
"Arcanum Divinae S a p i e n t i a e " , AAS 12, pág. 386.
1
"Apolog." |, núm. 20, PG 6, 374.

72
73
"LIBIDO"

EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL


al latín de la Biblia, cuya adopción por Occidente para
Una generación después aparece de este modo en los la lectura privada y para la misma liturgia la convertiría
escritos de Atanágoras, otro "Apologista" de la cristiandad en la versión común o la Vulgata, Jerónimo era un hom-
y realmente uno de los más grandes 2 . Y a principios del bre al que se debía escuchar.
siglo 111, Clemente, Obispo de Alejandría y director de su Pero él parece interesado en algo más que el bienestar
famosa escuela de teología, escribe: del hijo.
... el hombre que haya tomado una esposa para Las mismas actividades del matrimonio, si no son
tener hijos también debe practicar la castidad, inclu- modestas y tienen lugar, por decirlo así, bajo la mira-
so sin buscar placer de su propia esposa, a la que da de Dios, para que la única intención sean los hijos,
debe amar, pero con un deseo honorable y moderado, son concupiscencia y lujuria 6 .
no teniendo más que una intención: los hijos 3 .
En otro lugar la llama profanación del templo de Dios',
¿Qué ocurre con las relaciones sexuales que parecen e incluso estos términos violentos no son tan importan-
exigir esta evitación? tes como el pasaje de su traducción del Libro de Tobías.
Una contestación la sugiere el más relevante discípulo Cuando el joven Tobías tiene miedo de casarse con Sara,
de Clemente, Orígenes, quien previene a las personas porque sus siete maridos anteriores han muerto en sus
casadas en contra de las relaciones una vez haya conce- noches de boda, el ángel le dice:
bido la esposa 4 . Esta advertencia y otras similares que se
expresan hasta el siglo XV, parecen impulsadas por un Escúchame y te mostraré quiénes son aquellos so-
interés hacia el hijo. bre los que puede prevalecer el demonio. Son aque-
llos que abrazan el matrimonio de tal modo que ex-
cluyen a Dios de sí y de su mente y se entregan a
Pues entonces se concibe progenie monstruosa, su pasión, como el caballo y el mulo, que carecen
lisiada, ciega o de cualquier otro modo defectuosa, de entendimiento: sobre éstos tiene potestad el de-
como dice Jerónimo 5. monio. Cuando tú la tomes por mujer y entres en el
aposento, no te acerques a ella en tres días, y ocú-
El hombre cuya autoridad se cita aquí nació en lo que pate tan sólo en hacer oración con ella... Y pa-
ahora es la parte más septentrional de Italia. Eremita, en sada la tercera noche recibirás a la doncella en el
temor del Señor, guiado más por el deseo de tener
el desierto sirio, cuando Ambrosio llegó a ser obispo de hijos que de la pasión... *.
Milán, sacerdote en Antioquía ocho años antes de la
ordenación de Crisóstomo, conocido de Gregorio de
Si esta es la palabra inspirada de Dios, no se puede
Nisa, secretario del Papa Dámaso, de nuevo ermitaño
pasar a la ligera.
en Belén, donde en el año 390 comenzó una traducción
¿Pero es la palabra de Dios?
2
"Legatio Pro C h r i s t i a n i s " , PG 6, 966.
3 8
" S t r o m a t a " , lib. 3, c. 7, PG 8, 1162. " C o m m . ¡n Ep. ad G a l . " , lib. 3, c. 5, 2 1 , PL 26, 443.
4
" H o m . 5 in G e n . " , PG 12, 192. ' "Adv. J o v . " , lib. 1, núm. 32, PL 26, 443.
5 8
Dionisio el Cartujo, " S e r m . 3 in Dom. 3 post N a t . " , Obras, v o l . 29, Tob. 6, 16 a 22 (Vulgata).
pág. 192. Cf. "De Laúd. Vita C o n j . " , a. 5, " O b r a s " , vol. 38, pág. 63.
Ambrosio, "Expos. in L u c " , lib. 1 , núm. 44, PL 15, 1631 y 1632.
75
74
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

"LIBIDO"
El mismo Jerónimo dice que no lo cree así. Enterado
de que los judíos no incluían el Libro de Tobías en su do una amistad un tanto excitada, estaba trabajando en
compilación oficial del Antiguo Testamento, les dijo a los la Vulgata, Agustín se vio obligado a hablar con fre-
obispos Cromacio y Heliodoro, quienes le habían instado cuencia del matrimonio. Sus mismos primeros años, con
a que lo tradujera: "He satisfecho vuestros deseos, mas las tristes mezclas de desdén maniqueo, e incluso rendi-
no mi propio gusto. Lo he hecho ío mejor que he po- do a las tentaciones de la vida con una concubina, le
dido" 9. habían dado un interés poco usual en este aspecto de la
La última observación se refiere a un hecho que tam- vida humana.
bién es importante. El texto en el que había trabajado
El expresa su pensamiento con frecuencia y claridad.
estaba en arameo. Desconfiando de sus conocimientos
Para el esposo y la esposa, la virtud de la pureza consiste
de este idioma, había hecho que un judío lo tradujera
en desear solamente los h i j o s " . Buscar las relaciones
en voz alta al hebreo, lo cual él volvió a refundir al latín
por cualquier otro motivo es un pecado, si bien sola-
dictándoselo a un escriba. Así y todo, con tan compli-
mente un pecado venial, puesto que están casados n .
cado procedimiento, acabó el libro en un día.
Es típica su discusión del matrimonio entre los hom-
El texto que resultó de este tratamiento de un libro
bres y las mujeres santos de los tiempos del Antiguo Tes-
que no parecía merecer mayores cuidados, a menudo
tamento.
se ve tan intensamente influenciado por los sentimientos
personales de Jerónimo, que no puede considerarse una La obediencia les obligaba a casarse para que
versión fidedigna del original. El consejo citado ante- el pueblo de Dios... se propagara, puesto que aquel
riormente no se encuentra en ninguna otra versión de las pueblo... era nada menos que un profeta de Cristo, e
incluso de entre ellos nacería la carne de Cristo...
palabras del ángel a Tobías.
Así, hasta las mujeres santas se sentían enardecidas,
Pero esto ocurre en la única versión que la mayoría no por el deseo de las relaciones, sino con el fiel in-
terés de los hijos. En realidad no es en modo alguno
de los cristianos de Europa Occidental usarán durante mil incorrecto suponer que ellos no habrían buscado las
años. Puesto que, ai contrario que Jerónimo, ellos incluirán relaciones sexuales si hubieran podido tener hijos
a Tobías entre los libros inspirados del Antiguo Testa- de alguna otra manera 12.
mento, su versión de las palabras del ángel influirán en Al igual que el hombre sabio y justo (San Pablo)
las actitudes de ellos hacia las relaciones sexuales. Y no que anhelaba disolverse y estar con Cristo... to-
deja dudas de la convicción de Jerónimo, convencimiento maba alimento para permanecer en la carne, ya que
era necesario por amor a los demás, así los hombres
que le une no sólo con los primeros escritores como Jus- santos de aquellos días consideraban las relaciones
tino y Clemente, sino con Agustín.
10
Sirviendo con energía como cabeza de los obispos "Contra J u l . " , lib. 5, c. 9, PL 44, 806. Cf. "De Bono Coniuq.,
c. 9, PL 40, 380.
norteafricanos, mientras Jerónimo, con quien había teni- 11
" O p . Imperf. Contra J u l . " , Ilb. 4, c. 29, PL 45, 1353. Cf. "Contra
2 Ep. P e l a g . " , lib. 1 , c. 16, PL 44, 565; "De Doct. C h r i s t . " , lib. 3,
c. 18, PL 34, 76; " S e r m . " 5 1 , c. 13, PL 38, 345 y 346; " I b i d "
' PL 29, 23 a 26. 278, c. 9, PL 38, 1272.
12
" D e Bono V i d . " , cap. 6, PL 40, 435 y 436. Cf. " D e Bono C o n j . " ,
capítulos 17 a 19, PL 40, 386 y 389.
76
77
"LIBIDO"
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
Mil años después de la muerte de San Agustín, sus pa-
sexuales con las mujeres como una obligación de la labras todavía encuentran e c o l s . Los teólogos del si-
ley matrimonial 13 . glo XVI reflejan su punto de vista 19 . Y en el catecismo
editado para los sacerdotes, por orden del Concilio de
Poco tiempo después de la muerte de Agustín, ocurri-
Trento, se cita la traducción de Jerónimo de Tobías para
da en el año 430, existen signos de la misma actitud en
mostrar la actitud apropiada en el uso del matrimonio 20.
la Iglesia de habla griega. Teodoreto, cuyos comentarios
Aunque parecen ser los teólogos conservadores quienes
le sitúan como el último gran nombre de la escuela de
escriben en este sentido durante el siglo XVII 2 1 , el Papa
eruditos bíblicos de Antloquía, recomienda freno en el
Inocencio III condena formalmente la pretensión de que
matrimonio, y dice que el motivo de las relaciones no es
no existe ningún pecado en las relaciones maritales por
el placer, sino los hijos 1*.
motivos de simple placer 23 .
Un siglo más tarde la ¡dea todavía persiste en Oriente 15.
¿Cuál es la visión del matrimonio que inspiró esta con-
En cuanto a Occidente, después de la traducción Vulgata
vicción de tantos pensadores durante tantos siglos?
de Tobías y de las muchas afirmaciones de Agustín, no
es difícil suponer el pensamiento de los escritores du- Justino, resuelto a mostrar a los paganos la urgencia
rante el siglo V I 1 6 . Lo que es notable es la consistencia con que precisan la nueva religión, es uno de los primeros
con que, durante la Edad Media y el nacimiento de la en contestar.
cultura medieval, se repite la misma ¡dea. La relación se- O nos casamos con un solo pensamiento, los hi-
xual por cualquier otro motivo que no sean los hijos, es jos, o si evitamos el matrimonio nos conservamos
pecado, aunque solamente se peca venialmente, puesto castos en todo momento -'.
que se trata de un matrimonio 17.
" ¡ b l d . " , opuse. 5, sec. 2, q. I, tít. 3, capítulos 1 y 2. Quart. 3, 631
y sig.; Guillermo de Auvernia, " D e Virtutibus" (París: Pierre Aubouin,
13
"De Bono C o n j . " , c. 15, PL 40, 385. 1674), c. 13; Alberto el Grande, " I n 4 S e n t . " , d . 26, a. I; Buena-
11
"Quaest. ¡n L e v i t . " , c. 15, interr. 20, PG 80, 326. ventura, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , a. 2, q. I; Aquino, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 ,
15
Cf. Procoplo de Gaza, " I n G e n . " , 16, I, PG 87, 350 y 351. q. 2., a. 2; " I n I Cor. 7 " , conf. I; Scoto, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q. I,
16
Cf. Fulgencio de Ruspe, " E p i s t . " , I, c. 3, PL 65, 305. Glosa I, 7; Tomás de Estrasburgo, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q. I, a. 4. Cf.
17 también Josef Fuchs, " D i e Sexuaiethik des Heiligen Thomas von
Cf. Gregorio el Grande, " R e g . P a s t . " , pars. 3, c. 27, PL 77,
A q u i n " (Colonia: Verlag J . B. Bachem, 1949), pág. 88.
101 a 103; Isidoro de Sevilla, De Eccl. Off., lib. 2, c. 20, núm. 1 1 , 18
PL 83, 812; Joñas de Orleans, " D e Inst. L a i c " , lib. 2, c. 1 , PL 106, Cf. Dionisio el Cartujo, "Enarr. in P r o v . " , 5, a. 5, " O b r a s " ,
167 a 170; Rábano Mauro, "Enarr. in Ep. P a u l i " , lib. 10, c. 7, PL vol. 7, pág. 42; "Enarr. ¡n Sap. 3, a. 3, " O b r a s " , v o l . 7, pág. 472;
112, 64; Hatto de Vercelll, "Expos. in Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134, "Enarr. in I Cor. 7 " , a. 7, " O b r a s " , v o l . 13, pág. 152; "Summa Fid.
350; " D i c t . G r a t i a n i " , c. 32, q. 2, c. 2, c o l . 1120; Hugo de San O r t h . " , lib. 4, a. 162, " O b r a s " , vol. 18, pág. 210; " S e r m . 3 in Dom.
Víctor, "De S a c " , lib. 2, pars. 1 1 , c. 3, PL 176, 482; " i b i d . " , c. 9, 3 post N a t . " , " O b r a s " , vol. 29, pág. 191; " L a ú d . Vita C o n j . " a. 5,
PL 176, 496; Walter de Mortagne, "Summa S e n t . " , opuse. 7, c. 3, " O b r a s " , vo!. 38, pág. 63.
18
PL 176, 156: Abelardo, " E t h i c a " , c. 6, PL 178, 638; " P r o b . H e l . " , Cf. Soto, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q . 1, a. 3; d . 3 1 , q . I, a. 3; Sal-
42, PL 178, 723 a 726; "Sic et N o n " , c. 310, PL 178, 1560 a 1563; merón, " o b r a c i t a d a " , 15, disp. 13, pág. 263; P. Buys, S. J . , " D e
Harvey de Vourg-Dieu, " C o m m . in I Cor. 7 " , PL 181, 875; Roberto "Statibus H o m i n u m " (Maguncia; J . Albinus, 1613), pág. 206.
20
Pulleyn, " S e n t . " , lib. 7, c. 30, PL 186, 948; Pedro Lombardo, " S e n t . " , "Catechismus ex Decreto Conc. T r i d . " (Padua: 1758), pars. I I ,
lib. 4, d . 3 1 . capítulos 6 a 8, PL 192, 920 y 921; Bandinus, " 4 S e n t . " , c. 8, part. 13.
21
29, PL 192, 1108; Ricardo de San Víctor, "Explíc. in C . C . " , c. 38, Cf. Contenso, " o b r a c i t a d a " , IV, lib. 1 1 , pars. 4, disert. 4, c. 1,
PL 196, 514; Pedro LeChantre, "Summa A b e l . " , citado por Schall, espec. I.
22
"obra c i t a d a " , pág. 85; Pedro de Poitiers, " S e n t . " , lib. 5, c. 15, DB 1159.
23
PL 211, 1258; Alejandro de Hales, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , núm. 18; " A p o l . " , I, 29, PG 6, 373.
Summa II I I , Cuest. 3, opuse. 4, sec. 2, q . I, a. 4, Quar. 3, 597;

79
78
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL "LIBIDO"

En otras palabras, los cristianos no imitan al mundo Algunos tienen la idea de que la felicidad en el
grecorromano con sus oscilaciones impulsivas que van matrimonio está en relación directa con el placer
mutuo que se proporcionan en las relaciones marita-
desde un desprecio filosófico por el cuerpo hasta una
les. No; la felicidad en el matrimonio está en pro-
licencia que permite todo en las costumbres sociales. Las porción directa al respeto que se tienen el uno al
relaciones sexuales, como las ven realmente los cristia- otro, incluso en sus relaciones íntimas. No es que
nos en esa cultura, no sugieren nada más que pecado. ellos consideren inmoral o miren con desdén lo que
les ofrece la naturaleza y el Creador les ha dado. No
No puede ser recto abandonarse de este modo. Deben obstante, este respeto, en unión de la estimación mu-
respetarse los valores personales. Debe existir una ra- tua que engendra, es uno de los elementos más fuer-
zón mejor para el matrimonio. La más evidente son los tes de un amor que es de lo más tierno porque es
hijos. Este es seguramente el propósito de Dios. Las puro'-'.
relaciones maritales nunca estuvieron destinadas a ser
lo que considera el mundo pagano: un ejercicio del placer. Este es ciertamente un aspecto del pensamiento que
Un siglo más tarde, cuando Clemente de Alejandría impulsó aquellas recomendaciones repetidas de que los
disuade a un marido de desear incluso a su esposa, "a hijos deberían ser la razón para las relaciones maritales.
quien debe amar" 21, parece que quiere decir que usar Pero no es el único. Una observación de Orígenes de que
a un ser humano como un mero instrumento de satisfac- la alcoba no es lugar adecuado para la oración 30, revela
ción personal es lo que no está bien. Agustín tiene la una turbación sobre la misma actividad sexual, un juicio
misma impresión. Un marido, teniendo relaciones sola- que supone algún mal intrínseco. Aunque los cristianos
mente cuando desea engendrar a un hijo, hace a su de habla latina no están de acuerdo con su argumento de
esposa el honor que se le debe 25 . que proporciona simplemente cuerpos en que aprisionar
las almas, parecen compartir su turbación. En los mismos
Un amante de su esposa excesivamente ardiente, días de Orígenes, ellos describen esta actividad como
es un adúltero si busca el placer en ella para su
propia satisfacción 2G. "tan frivola como impura" 31. A finales del siglo IV, el ins-
tinto sexual se considera como una debilidad, una en-
Estos sentimientos se repiten continuamente en los si- fermedad, un defecto. A los jóvenes que tratan de elegir
glos que s i g u e n " y se insinúan en la condena que el entre el matrimonio y el celibato, se les dice: "Decide lo
Papa Inocencio XI hace de la afirmación de que no existe que prefieres, un remedio o la salud" 32. Ambrosio ordena
falta en las relaciones maritales por motivo de la sim- a su pueblo:
ple satisfacción 28. Una expresión moderna de esta actitud
Mostradle a El a Adán, que existió antes del pe-
se encuentra en una observación de Pío XII:
cado, a Eva, que existió antes de que aspirara el ve-
24
" S t r o m . " , lib. 3, c. 7, PG 8, 1162.
25 28
"De Nupt. et C o n c u p . " , c. 9, PL 44, 419. Alocución a las comadronas italianas, 2 0 / 1 0 / 5 1 , AAS 43 (1951),
26
"Contra J u l . " , I I , c. 7 núm. 20, PL 44, 687. págs. 851 a 853.
27
Cf. Beda, " I n 1 P e t . " , PL 93, 55; Maestro Bandinus, " S e n t . " , 80
"De O r a t i o n e " , 3 1 , PG 11, 554.
lib. 4, d . 29, PL 192, 1108; Dionisio el Cartujo, "Enarr. in Ecclus. 23, 31
a. 23, " O b r a s " , vol. 8, pág. 132. Tertuliano, " A d U x o r e m " , lib. 1 , 1 , CC 1 , 374.
28 32
DB 1159. "Zenon de Verona, l i b . 1 , opuse. 5, núm. 2, PL 1 1 , 302.

80 81
6
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
"LIBIDO"
neno falaz de la serpiente, antes de que fueran em-
baucados con sus ardides, en los días en que toda- En un primer matrimonio el sacerdote debe cele-
vía no tenían nada de que avergonzarse. Pues bien, brar la Misa y bendecir a la pareja. Después los man-
aunque el matrimonio es bueno, incluye algo que tendrá apartados de la Iglesia durante treinta días S6.
hace que incluso las personas casadas se son-
rojen 33.
A finales de ese mismo siglo, San Bruno, amigo y con-
sejero de varios Papas y el mejor erudito bíblico que
Agustín, como ya se ha indicado, estaba convencido
de que el matrimonio no se deriva del pecado original. existió en Italia desde el siglo VI al XII, cree que la razón
Y, sin embargo, de Pablo para aconsejar a los matrimonios que se abs-
tengan a veces, es para hacerlos más puros cuando
Siempre, desde aquel día, ha sido norma en las rezan " .
personas casadas... evitar la observación de los Uno de los notables teólogos de este período es San
hombres durante esta actividad, admitiendo así que
es vergonzosa, puesto que nadie se avergonzaría de Anselmo de Canterbury, que ingresó en la Abadía de Bec,
lo que es bueno. Esto supone dos cosas: el bien de en Normandía, seis años antes de que Guillermo el
las relaciones loables, de las cuales se engendran Conquistador zarpara rumbo a Inglaterra. Abad de Bec al-
los hijos, y el mal del apetito sexual que causa su
vergüenza... En consecuencia, aquellos que usan gunos años más tarde y el padre del Escolasticismo por
del apetito sexual lícitamente están haciendo buen su técnica de combinar las verdades reveladas con los
uso del mal; los que lo usan ilícitamente están ha- descubrimientos de la filosofía, con el tiempo fue nom-
ciendo mal uso del mal " . brado arzobispo de Canterbury por los nuevos reyes nor-
mandos de Inglaterra. En cuanto al tema que nos ocupa,
Durante los siglos siguientes, las opiniones del Este él cree que fue "más limpio y más honorable el que Cris-
y del Oeste están de acuerdo en que incluso los hijos que to naciera de un ser humano en lugar de hacerlo de un
resultan del trato sexual no pueden convertirlo en algo hombre y una mujer" 3S. Y su argumento contra el incesto
noble, pues no pueden concebirse sin la "mácula del se basa en el supuesto de que el trato sexual es extre-
placer carnal" 3S. Esta actitud se manifiesta todavía en madamente vergonzoso. En un buen matrimonio cristiano,
el año 1000. Burchard de Worms, cuya famosa colección el deseo de los hijos cubre, por decirlo así, esta vergüen-
de leyes de la Iglesia de las primeras épocas refleja sus za, pero a los miembros de la misma familia no se les dis-
propias opiniones, cita a un directorio de obispos en la pensa, por "amor de la reproducción", a que se la infli-
vecindad de Milán. jan mutuamente sa.

Cuando la nueva ola del conocimiento alcanza su cum-


33
"Exhort. V i r g i n . " , c. 6, PL 16, 362. Cf. " D e Virg., lib. 1, c. 6,
PL 16, 206. bre en los siglos XII y XIII, persiste el sentimiento de
3
* "De Nupt. et C o n c u p . " , lib. 2, o. 2 1 , PL 44, 457. Cf. "Contra que, puesto que la naturaleza no se equivoca en estos
2 Ep. P e í . " , lib. 1, c. 16, PL 44, 565.
33
Cirilo de Alejandría, " E x p l a n , in Ps. 5 0 " , 7, PG 69, 1091. Cf.
36
Gregorio el Grande, " R e g . P a s t . " , pars. 3, c. 27, PL 77, 101 a 103. " L i b . D e c " , lib. 9, c. 8, PL 140, 816.
" "Expos. ¡n 1 Cor. 7 " , PL 153, 156.
38
"Cur Deus H o m o " , lib. 2, c. 8, PL 158, 406.
82 38
" D e Nupt. C o n s a n g . " , c. 6, PL 158, 560.

83
"LIBIDO"
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

a todos los hombres. Tan pronto como los niños


asuntos, la turbación instintiva del hombre prueba que tienen uso de razón sienten la censura de la tur-
"para Dios el placer carnal es una abominación" 4 °. bación " .
Parece evidente que este gran número de escrito-
Con el declive gradual de la teología durante el si- res sienten la presencia del mal, no sólo en un uso
glo XIV, la mayoría de los escritores repiten simplemente egoísta del matrimonio, sino absolutamente en cual-
las afirmaciones de aquellos que les han precedido 41. San quier uso. Hemos visto que existió un sentimiento
Antonino, el arzobispo de Florencia, cuyos Resúmenes de similar antes del cristianismo, fuera de él, e incluso
en oposición al mismo. Es excesivo esperar que este
teología dogmática y moral siguieron siendo populares des- contexto cultural no guarde en absoluto ninguna re-
pués de su muerte, ocurrida en el año 1459, observa, que lación con lo que han dicho los escritores cristianos
durante los cuarenta días posteriores al nacimiento de acerca del matrimonio. En realidad el Evangelio mues-
un hijo, tanto el marido como la esposa están excusados tra una actitud positiva hacia el sexo que es típica
del Antiguo Testamento, y San Pablo previene a su
de asistir a la iglesia " . rebaño en contra de la mentalidad que producirá a
La misma actitud general se manifiesta en el si- los gnósticos y a los maniqueos. Pero Pablo, que
estaba orgulloso de haberse sentado a los pies de
glo XVI " . Alfonso Salmerón, un jesuíta español que fue Gamallel y que se describe así mismo como más
uno de los teólogos papales en el Concilio de Trento, re- fervoroso por la ley de los fariseos, vino a la revela-
pite los comentarios de Agustín sobre la "procreación que ción de Cristo con una base del Antiguo Testamento.
habría tenido lugar de un modo mucho más honorable Los escritores cristianos posteriores no lo hicieron
así. Una vez que la Iglesia salió de Palestina, todo
si hubiera sido sin el trato sexual" " . el pensamiento y la predicación tuvo lugar en una
antigua cultura pagana que exigía brutalmente su
Y el hecho que parece influir más en su actitud placer y que, sin embargo, sentía un profundo recelo
es la turbación innata. Un hombre que no la siente y desprecio por todo este aspecto de la vida humana.
es más bajo que una bestia. He aquí que, siendo la Si un siglo tras otro los cristianos incluso abandona-
naturaleza su guía, Adán desapareció entre las hojas ron la Iglesia por las sectas cuyo rigorismo les re-
de la higuera y Dios le entregó vestiduras de piel. sultaba más análogo, difícilmente puede ser que los
Así, entre los filósofos, los absurdos cínicos..., que se quedaron en ella fueran indefinidos por na-
aunque en apariencia hayan tenido una razón para turaleza cuando preguntaban qué es lo que dijo la
estimular la modestia (el hecho de que nada natural revelación sobre el matrimonio.
parecería merecer la vergüenza), todavía no pueden Y, no obstante, las razones que dan de su conven-
ser excusados en modo alguno, pues son refutados cimiento proceden de la revelación. En el tercer
por la misma naturaleza que, sin palabras, incluso capítulo del Génesis, Adán y Eva, después de co-
los censura. Esta predicación de la naturaleza afecta mer la fruta prohibida, están avergonzados de su
desnudez 44 . Algunos de los Padres griegos llegan
10
Guillermo de Auvernla, "De Sec. M a t . " , c. 3; cf. " i b i d . " , c. 7; a la conclusión de que el matrimonio se deriva del
Ruperto de Deutz. " D e Trin. et Op. E l u s " , En Gen., Ilb. 2, c. 40, pecado original. Agustín lo niega, pero ve una rela-
PL 167, 286; Pedro Le Mangeur, "Hist. S c h o l . " , lib. Gen., 20, PL 198, ción entre los dos:
1072.
41
Cf. Pedro de la Palu, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . 2, a. 1 (Venecla:
45
1493). " I b i d . " , 5, opuse. 8, pág. 45. Cf. Lorenzo de Brindisi, " E x p l a n ,
12
"Summa. Sac. T h e o l . " , pars. 3, tít. 1 , c. 20. tn G e n . " 2, 25, " O b r a s " , v o l . 3, pág. 248.
« Cf. Cayetano, " I n G e n . " , 3. 7. «6 Gen. 3, 7.
" "Obra c i t a d a " , 3, opuse. 29, pág. 225.
85
84
El. MATRIMONIO Y El. PECADO ORIGINAL

"LIBIDO"
"Creced y multiplicaos y llenad la tierra." Aunque
parece que esto no puede ocurrir sin el trato sexual
entre el hombre y la mujer... podemos decir, no rebelión, están todos reunidos en el mismo, porque él ve
obstante, que en los cuerpos inmortales podría haber una unidad entre ellos.
existido otro proceso en el cual, por la mera emo-
ción de la caridad piadosa, sin ninguna concupiscen- Más allá de toda duda, la naturaleza humana está
cia, ese signo de la corrupción, habrían nacido los avergonzada de esta libido y merecidamente aver-
hijos"'. gonzada. Pues en su desobediencia, que ha sometido
a los órganos genitales del cuerpo sólo a sus im-
¿Pues quién niega que habría existido trato sexual pulsos y los ha arrebatado del poder de la voluntad,
incluso aunque no lo hubiera precedido ningún se evidencia totalmente que el castigo del hombre
pecado? Pero habría tenido lugar con los órganos es por esa primera desobediencia. Fue más impor-
generativos movidos por la voluntad, como los de- tante que apareciera en la parte que genera a la
más miembros, no excitados por el instinto sexual o, naturaleza, que fue cambiada en detrimento por ese
si insistes, por el mismo instinto sexual, pero no pecado primero y terrible 21 .
como ahora, sino sujetos a la dirección de la vo-
luntad " . Adán y Eva nunca se avergonzaron de su pecado por-
que no habían tenido ninguna experiencia semejante por
La confirmación a esto la encuentra en el hecho de que la que avergonzarse". En verdad, la libido es una en-
incluso ahora existen casos en que la voluntad tiene un fermedad, no un pecado.
extraordinario control sobre el cuerpo. Algunos hombres Esa enfermedad, no obstante, es el castigo del
pueden hacer que se muevan sus orejas. Otros pueden pecado; y la naturaleza humana no puede existir sin
soportar el fuego sin v a c i l a r " . él, ya que no ha recobrado enteramente la salud " .

Tener relaciones por cualquier motivo que no sean los


Ningún calor turbulento excitaría aquellas partes
del cuerpo. Un control libre haría uso de ellos cuan- hijos sería una rendición a esta licencia, y por lo tanto
do fuera necesario... No como un grito de pena, un pecado " . Pues la libido, el instinto sexual como existe
sino como el impulso de un proceso acabado que' hoy en día, es un grito perenne de rebelión de la natura-
libera los órganos femeninos para dar a luz un hijo;
leza herida, un recuerdo de nuestra procedencia y un
así no existirían los anhelos de la libido, sino un acto
de voluntad que uniría a los sexos para concebirlos 50. estímulo para desear el nuevo amor que conoceremos en
esa vida donde ya no existe la muerte ni la corrupción " .
El término latino libido es la clave de su pensamiento. No es la propagación, sino el placer sexual, el que
El instinto sexual, el placer sexual y una tendencia a la transmite el pecado a las generaciones que se
suceden"".
51
" " D e Gen. ad L i t . " , I¡b. 3, c. 2 1 . Cf. "Contra 2 Ep. Peí " lib 1 " I b i d . " , c. 20, PL 4 1 , 428 (CC 48, 443). Cf. " i b i d . " , capítulos
c. 5, PL 44, 555; " I b i d . " , PL 44, 565 y 566. ' ' 17, 18, 23, PL 4 1 , 425 a 431.
52
48
Contra J u l . , lib. 4, c. 1 1 , PL 44, 765. Cf. "Contra 2 Ep Peí " "De Nupt. et C o n c u p . " , lib. 1, c. 5, PL 44, 417.
ss
lib. 1, c. 17, PL 44, 566. ' ' "Contra J u l . " , lib. 4, c. 10, PL 44, 765. Cf. " O p . Imperf.
49 Contra J u l . " , lib. 5, c. 24, PL 45, 1461.
" D e Civ. D e l . " , lib. 14, c. 24, PL 4 1 , 433 (CC 48, 448). " " D e Nupt. et C o n c u p . " , lib. 1 , c. 14, PL 44, 423.
50 55
" I b i d . " , c. 26, PL 4 1 , 434 (CC 48, 449). " S e r m . 5 1 " , c. 15, PL 38, 348.
56
Fulgencio de Ruspe, " D e Flde ad P e t r . " , c. 2, núm. 16, PL 65,
608.
86
87
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL "LIBIDO"

Porque el primer hombre, al pecar, descendió del tico abad del monasterio de Deutz, cerca de Colonia,
estado de virtud a la ruina y legó el castigo del independiente, pero usualmente más atrevido en estilo
pecado a sus hijos. Pues el apetito sexual es el cas- que en contenido, presenta este punto de vista con más
tigo del pecado y está tan unido a las raíces del
pecado que no se engendra a nadie en el mundo detalle.
sin su a c t u a c i ó n " . Cuando El dijo a los demás animales: "Creced y
multiplicaos...", ellos no entendieron lo que Dios
deseaba, ni comprendieron que cualquier generación
La nueva era que comienza en el año 800 después de entre ellos podría propagarse por la mezcla del ma-
Cristo con la coronación de Carlomagno, no trae cambios cho y de la hembra. Por esta razón tuvieron que reci-
para este punto de vista sobre el matrimonio. Halitgar, el bir un instigador: el anhelo ardiente de sus carnes...
obispo de Cambrai y un espíritu conmovedor entre los Pero el hombre es racional y así, si hubiera amado
a su Creador, y hubiese estado dispuesto a levantar
reformadores de la Iglesia en Francia, declara que no su casa con la caridad debida a El, no hubiera pre-
existiría ningún placer en las relaciones sexuales a no cisado de ningún otro estímulo. Como un ciudadano-
ser por el pecado original 5 8 . Una carta apócrifa del Papa soldado instruido y prudente, habría proporcionado
Gregorio el Grande a San Agustín de Canterbury, la cual nuevos ciudadanos para la nación celestial y habría
dedicado el servicio de su carne a esta tarea, con
recibirá considerable atención de los teólogos posteriores, el mismo sentido del deber con el cual el sacerdote o
llama al placer sexual "pecado", o sea el efecto del el prelado hacen uso de su lengua o de su voz para
pecado original, y prohibe que los matrimonios que los dar a aquellos que nacen en pecado a este mundo
procuren por cualquier otra razón que no sea la de los un nuevo nacimiento bueno para Dios...
hijos acudan a la Iglesia durante algún tiempo 5". Lo que Así, el Dios vengador hizo lo que debía al alzarse
contra el que deliberadamente se rebeló, lanzando
sugiere la turbación del hombre se aclara más allá de toda
las armas del instinto sexual de las bestias a este
duda, creen ellos, en la Escritura. El instinto sexual guarda su adversario para que, sojuzgado y encadenado
una relación directa con la rebelión contra Dios 60. como un esclavo, engendrara hijos en castigo y ver-
güenza, cuando podía haberlos engendrado para
Pues si el hombre no hubiese pecado, nunca habría Dios en honor y en las delicias de la caridad 63.
sido incitado por el ardor del placer. Al igual que Otros están de acuerdo con este análisis.
volvemos los ojos de aquí para allá..., así habríamos
usado los órganos genitales, no para el placer, sino Si algo en la carne es una corrupción debida al pe-
para engendrar los hijos 61. cado, puede conocerse por su efecto, al igual que
sabemos que existe un defecto en una cuba por el
hecho de que el vino esté agrio B3.
Cuando la ciencia de la teología comienza a asumir una
mayor precisión durante el siglo XII, Roberto, el polemís-
Un centro del renacimiento de la ciencia que progre-
sivamente se hizo más digno de atención a medida que
• ' Gregorio el Grande, " I n 7 Pen. P s . " , Sal. 4, 7, PL 79, 586.
58
"Liber P o e n i t . " , c. 1 1 , PL 105, 668.
=» Sal-Greg. M., " E p i s t . " , lib. 1 1 , ind. 4, eplst. 64, PL 77, 1196 03
" D e Trin. et O p . " , En Gen., lib. 2, c. 9, PL 167, 254 y 255.
y 1197. Cf. " C o m m . in J o a n n . " , lib. 2, PL 169, 275.
60
Angelomus Luxov., " C o m m . ¡n G e n . " , 2, 25, PL 115, 135. 63
Otto de Lucca, "Summa S e n t . " , c. 33, PL 171, 1136; cf. Honorio
61
Remigio de Auxerre, " C o m m . in G e n . " , 2, 25, PL 131, 63. de Autun. " E l u c i d a r i u m " , lib. 1 , núm. 14, PL 172, 1118.

88 89
"LIBIDO"
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

avanzó el siglo fue la parroquia de San Víctor de París. tivo habría sido mayor que en la condición actual...
Sin embargo, no es así en relación con el placer
Su escuela se hizo pronto famosa mucho más allá de la carnal, sino justamente lo opuesto " .
ciudad, especialmente gracias a Hugo de San Víctor, un Está más de acuerdo con las palabras de Agustín
profesor que en el momento de su muerte, en el año 1411, y con la evidencia presentada a la razón humana
además de teólogo, se le llamaba santo. La idea de este de que ... habría existido algún placer, pero mode-
rado y medido por lo que exigía la rectitud del hom-
período está bien expresada en su descripción del bre. Por lo tanto, no fue tan grande como en la actua-
instinto sexual. lidad. Pues ahora, porque ese poder ha ido más allá
de la regla de la razón..., sueltas sus riendas, se
Por amor de Dios, y para que el hombre pudiera lanza hacia el objeto del placer que se le presenta
sobrevivir, ha sido dispuesto que otras partes del con todo su empuje y fortaleza, no a causa de la in-
cuerpo estén quietas o se muevan a impulsos de la tensidad del poder que lo mueve, sino por la debi-
razón. Pero como un signo de la transgresión, existe lidad del poder que lo mantiene refrenado " .
una parte que no obedece a la razón. Me refiero a
los órganos generativos. El motivo es que toda la
propagación de la raza humana tenía que pasar por Así explica él la costumbre observada en la carta
esa parte. Escrito sobre ella, como sobre una entra- erróneamente atribuida al Papa Gregorio, de prohibir a
da, está el signo de la desobediencia de los padres: los maridos y a sus esposas que hubieran tenido relaciones
la desobediencia impuesta en los miembros " .
recientes la entrada en la Iglesia.

Cuando la corriente cultural alcanza su punto máximo Esto no es causa de cualquier pecado, sino por
cierta falta de limpieza corporal o carnal contraída
con la llegada de los escolásticos en el siglo XIII, Ale- en el trato sexual " .
jandro de Hales, un profesor seglar inglés de la nueva
Universidad de París, que se hizo franciscano y fue uno Supone, evidentemente, que el tener relaciones marita-
de sus teólogos más influyentes, pregunta si habría exis- les simplemente en respuesta a este impulso sería un
tido tal cosa como el placer sexual a no ser por el pecado pecado.
original. Su contestación es:
No se deduce que, si es algo natural, no deba cla-
El placer es de dos clases: carnal, o el placer de sificarse como pecado. Procede de una naturaleza
la carne, y espiritual, o el placer del alma. Existe que está corrompida 68.
mayor placer (y es espiritual)... en las obras de
virtud, o en aquellas que tienen lugar bajo el impulso En el año 1252, siete años después de la muerte de
de la virtud, que en las obras del pecado, o aquellas Alejandro, la Universidad de París se conmovió a causa
que suceden bajo el impulso del pecado. Y así pue-
de aceptarse fácilmente que el placer del espíritu en
la unión del varón y la hembra en el estado primi- " S u m m a . " , Preg. 4, opuse. 3, q. 2, c. 2, ad. 2 y 3, Quar. 2,
703.
06
" I b i d . " , Quar. 2, 702.
" "Adnot. in G e n . " , 3, PL 175, 42. Cf. " D e S a c " , l i b . 1 , pars. 8, 67
" I n 4 s e n t . " , d . 3 1 , núm. 19, Quar. 1 , 503. Cf. " S u m m a " , II I I ,
PL 176, 317 y 318; Roberto Pulleyn, " S e n t . " , lib. 2, c. 25, PL 186, Preg. 3, opuse. 5, sec. 2, q . I, tlt. 3, c. 2 y 3, Quar. 3, 635.
753; Pedro Lombardo, " S e n t . " , Mb. 2, d . 20; Pedro LeMangeur, " H i s t , 68
" I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , núm. 17, Quar. 1 , 502.
S c h o l . " , lib. Gen., c. 22, PL 198, 1073.

91
90
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
"LIBIDO"
de un joven dominico de Aquino, en la Italia meridional,
quien, de acuerdo con las exigencias para la obtención Algunos se han equivocado al decir que en el acto
de un doctorado en teología, estaba comenzando a diser- de la generación no existe ninguna falta a menos
tar sobre la Biblia. La conmoción que causó el Maestro que haya algún exceso, al igual que en el acto de
la nutrición'".
Tomás ha durado hasta nuestros días. Nunca un solo
teólogo, desde su tiempo, ha tenido tal influencia sobre el
pensamiento católico. Aunque murió antes de llegar al De este modo los escolásticos describen el instinto
final del capítulo dedicado al matrimonio en su obra sexual con los términos y en el espíritu de A g u s t í n " .
maestra, la Summa Theologica, sus alusiones al mismo Cuando comienza un período de declive, otros se con-
en otros capítulos tienen el mismo carácter que sus pri- forman con repetirlos 76, y aparecen pocos cambios hasta
meros escritos, y en éstos se acerca a San Agustín. La el tiempo del Concilio de Trento " .
relación marital no es pecado en sí m i s m a " , pero, como Este convencimiento de que el instinto sexual es un
indica la turbación del hombre 70, esto no es verdadera- producto del pecado y se ha convertido en algo malo por
mente libido, un término que designa al "placer venéreo..., esta asociación, parece condenar al matrimonio de un
como dice Agustín" " . modo casi tan efectivo como las pretensiones de los
gnósticos y de los cataros. Agustín conoce todo esto.
Este rasgo de la naturaleza caída del hombre no es
como su apetito de alimento que, aunque igualmente co- También escribí dos libros al ¡lustre conde Valerio
rrompido por la caída de Adán, no está infectado además, después de enterarme de que los pelagianos le ha-
puesto que no transmite el pecado original. El poder ge- bían escrito una u otra cosa acerca de mi pretensión
nerativo, que lo transmite, está tan corrompido como in- de que yo condenaba el matrimonio porque lo aso-
ciaba con el pecado original.
fectado " .
El título de estos libros es Matrimonio y concupis-
El amigo y colega de profesorado de Aquino en París cencia. Yo defendía la bondad del matrimonio para
fue un franciscano italiano que había tomado el nombre que no se pensara que la concupiscencia de la car-
ne y que la ley de los miembros que se rebelan con-
de Buenaventura. Ministro General de su Orden, cardenal, tra la ley de la mente, era un vicio inherente en él
con el tiempo un santo canonizado, dominó la época en cuando, realmente, la castidad matrimonial pone al
unión de Aquino. Insistiendo, al igual que los demás pecaminoso apetito sexual en buen uso para tener
franciscanos, que el placer sexual no ha sido disminuido, hijos".
sino más bien ocasionado por el pecado original 7S , está
™ " l n 4 S e n t . " , d . 26, a. 2, q . 1.
de acuerdo con su amigo Tomás en que ™ Cf. Buenaventura, ' Q. D. de Perf. E v a n g . " , q. 3, a. 1 , ad 7,
9, 15, Quar. 5, pág. 109; Scoto, " R e p o r t . " , lib. 4, d . 26, q . 1 ,
escol. 7; " ¡ b i d . " , d. 32, q. I, escol. 2.
69
"ln 4 S e n t . " , d . 26, q . 1, a. 3 ad 3. " Cf. Tomás de Estrasburgo, " l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . 1 , a. 2.
70
"S. T . " 1, q. 98, a. 2. Cf. Alberto el Grande, " l n 4 Sent " d " Cf. San Antonino, "Summa Moralis" (Florencia: P. Vivianl, 1741),
i. 1 1 . ' ' I, tlt. 1 1 , c. 1, núm. 4; Dionisio el Cartujo, "Summa Fide O r t h . " ,
" "S. T . " II I I , q. 153, a. 1 ad 3. lib. 4, a. 162, " O b r a s " , v o l . 18, pág. 209; "Enarr. in G e n . " , 3, a. 24,
« "ln 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . I, a. 1 ad 1. " O b r a s " , v o l . 1 , pág. 99; "Enarr. in L u c " , I. a. 2, " O b r a s " , v o l . 1 1 ,
" "ln 2 S e n t . " , d . 20, a. I, q . 2. pág. 382; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , 5, opuse. 9, 50; Soto, " l n 4
S e n t . " , d . 3 1 , q. I, a. 2 ad 3; " i b i d . " , d . 26, q . i, a. 3.
" "Retract., lib. 2, c. 53, PL 32, 651.
92
93
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL "LIBIDO"

De este modo, él atrae la atención hacia la característica Pero a medida que comienza el movimiento de una
central de esta opinión sobre el matrimonio. forma de pensamiento más independiente, que llegará a
su punto culminante en el siglo XIII, los escritores co-
La incontinencia es pecado, pero no se deduce que mienzan a detectar ciertos fallos en esta imagen del
el matrimonio también lo sea; o que el acto por el matrimonio.
cual el incontinente tiene trato sexual no es algo
bueno. No; este bien no debe censurarse a causa El trato sexual de este tipo no tiene y no puede
de aquel mal. Mejor dicho, porque a causa de este tener lugar, Incluso entre los justos, sin un placer
bien, aquel mal se hace inofensivo. Pues el bien que desordenado que es un pecado y el efecto del pe-
posee el matrimonio y el que hace que el matrimonio cado original. Lo que dice Agustín, que las relaciones
sea bueno nunca puede ser un pecado. por amor de los hijos no son censurables y son ver-
Ahora bien, esta bondad es triple: fidelidad, des- daderamente las únicas relaciones maritales, parecen
cendencia y la promesa sagrada. En la fidelidad, el contradecir esto.
primer interés es que no exista ninguna relación con Solución; las relaciones de este último tipo, aun-
otro hombre o mujer fuera de la unión matrimonial; que son pecado, no se censuran; ni lo es el que
en la descendencia, que sean recibidos con amor, tiene relaciones con su esposa, pues sólo este mo-
criados con afecto, educados en la religión; en la tivo necesita cualquier satisfacción " .
promesa sagrada, que el matrimonio no se separe
y que el esposo o la esposa abandonado no se una
a otro por razón de los hijos. Alano de Lila, un monje que la orden cisterciense re-
cién formada, que no sólo publicó poemas y prosa, sino
Esta es, por decirlo así, la regla del matrimonio.
Por ella se estimula la fertilidad de la raza humana, que enseñó teología en París y desempeñó un papel im-
o se refrena la ruindad del incontinente " . portante en la lucha contra los cataros, encuentra que el
mal inherente del instinto sexual prueba realmente la
Los tres epígrafes de Agustín para el bien que existe bondad del matrimonio.
en el matrimonio son adoptados inmediatamente por los
¡Oh, qué grande es la dignidad del matrimonio!
escritores posteriores; y su explicación del sentido en el Tuvo su principio en el Paraíso. Elimina el vicio del
cual el matrimonio es bueno, se convierte en la opinión incontinente. Contiene en sí mismo el símbolo de
aceptada a principios de la Edad Media. algo celestial. Preserva la fidelidad de lecho con-
yugal. Une firmemente a los esposos en una socie-
Porque los seres humanos, por su transgresión, dad conjunta para determinar sus vidas. Libera a
incurrieron en la concuspiscencía carnal, sin la cual su descendencia de la Infamia. Excusa la falta del
el hombre y la mujer no pueden tener trato sexual, trato carnal. En este estado se salvaron los patriar-
ese acto que ha llegado a ser malo y reprensible a cas. En este mismo estado fueron llamados los
menos que sea excusado por los bienes del ma- Apóstoles. ¡Oh, qué grande es el poder de este sa-
trimonio 8". cramento! 83.

" " D e Gen. ad L i t . " , Mb. 9, c. 7, PL 34, 397 Cf. " D e Pecc. Mer. " Autor desconocido, "Allegoriae ¡n N . T . " , lib. 7, PL 175, 910. Cf.
et R e m . " , lib. 1, c. 29, PL 44, 141; "Contra J u l . " , lib. 3, C- 2 1 , Hugo de San Víctor, "De S a c " , lib. 2, pars. 1 1 , c. 7, PL 176, 494.
82
PL 44, 725; " O p . Imperf. Contra J u l . " , lib. 2, c. 45, PL 45, 1161- "Contra Haereticos", lib. 1 , c. 64, PL 210, 366.
83
80
Walter de Mortagne, "Summa S e n t . " , opuso. 7, c. 2, PL 176, "Summa de Arte P r a e d . " , c. 45, PL 210, 193. Cf. "Contra Haer.",
lib. 1 , c. 65, PL 210, 369.
155. Cf. Tomás de Citeaux, " C o m m . ¡n C . C . " , lib. 3, PL 106, 158.

94 95
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL "LIBIDO"

Cuando comienza el siglo XIII, la conclusión que aqui Buenaventura, el más famoso de esta escuela francis-
está ¡mplícüa se afirma de un modo más explícito, s i las cana, declara su opinión lisa y llanamente:
relaciones sexuales no son pecaminosas cuando se com-
Si no fuera por ese remedio que es el matrimonio
pensan con los tres bienes del matrimonio, deben ser existiría desorden, no sólo en los sentimientos, sino
incluso meritorias *4. también en la razón, y así sería siempre pecado...
El acto generativo es un pecado a menos que esté
Guillermo de Auvernia, aunque no siguió exclusivamen- dispensado " .
te ninguna escuela del pensamiento y no tenía ninguna
orden religiosa para propagar sus ¡deas, consiguió tal
renombre en la Universidad de París que fue nombrado Insiste en que no es el matrimonio el que es malo,
arzobispo de esa ciudad. Además de los astrólogos y de sino el desorden... Gracias a los tres bienes del matri-
los filósofos árabes que atrajeron constantemente su monio, hijos, fidelidad y la promesa sagrada, una pareja
atención, los cataros le hicieron pensar en la teología que tiene relaciones por el motivo apropiado no está
del matrimonio. Aunque admite la presencia de algún rindiéndose a él. En efecto, lo están remediando. Pero una
mal inherente en el instinto sexual, muestra el modo en persona cuyo motivo es el placer, realmente no tiene rela-
que ellos han seguido este hecho hasta alcanzar una ciones maritales, y de este modo no puede encontrar el
conclusión errónea. remedio. En realidad aumenta el desorden 88 .
Su amigo y colega en el profesorado, Aquino, cuya in-
Ese consentimiento, aun cuando se dé en razón
del placer sexual, es no obstante un consentimiento al fluencia en el pensamiento posterior sería incluso más
matrimonio, no fornicación ni injuria; pues él con- grande, observa que un acto se hace bueno, bien por la
siente no sólo en el placer sexual, sino en to<jas las virtud que lo impulsa, bien por las circunstancias que plas-
responsabilidades que impone el matrimonio "s.
man su forma característica. Y los tres bienes del matri-
monio son para el trato sexual lo que las circunstancias
Pero su colega franciscano de la Universidad, Alejan- pueden ser para otro acto. A causa de ellos se convierte
dro de Hales, declara el supuesto que fundamenta estas
en un acto de virtud " .
pretensiones de que el matrimonio es bueno:
Así, él incluye las relaciones maritales entre la clase de
El poder generativo tiene una corrupción mayor cosas que son útiles; y
que los otros. A causa de ello, el mismo trato sexual
es malo si no se añaden las circunstancias apropiadas; Una cosa útil (tal como conseguir dinero) solamen-
al igual que es obvio que el acto de jurar e§ malo
te es buena en sí en el grado en que se relacione con
por falta de la circunstancia apropiada, como cuan-
do una persona jura sin necesidad 8". algo honorable. Por lo tanto, por esa misma razón,
no es bastante para un acto de virtud que su causa
" Cf. Pedro de Poltiers, " S e n t . " , lib. 5, c. 15, PL 211, « 5 8 . 87
85
"Obra c i t a d a " , t o m . 1, pág. 519, citada por G. Le Bras, DTC 9 " l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , a. 2, q . I.
88
2198. " I b l d . " , q. 3 ad 5; of. d . 3 1 , a. 1 , q . 2; " C o m m . ¡n L u c . " 17.
86
" S u m i r á " , II I I , P. 3, opuso. 4, seo. 2, q. 1 , tít. 7, art 1 27, Quar. 7, pág 4 4 1 .
Quar. 3, pág. 594. ' ' 88
" l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . I, a. I ad 4.

96 97
7
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL "LIBIDO'

sea algún placer. Debe desembocar en algo moral- Aunque no se lo ha enseñado ningún otro ser
mente bueno"". humano... una persona se ve forzada a sonrojarse...
Pues le parece que está expuesta a la bajeza y pe-
No sólo los demás Escolásticos, sino los teólogos del cado que yacen escondidos en estos miembros " .
período comprendido entre la Edad Media y la aparición
del Protestantismo, reflejan este punto de v i s t a " . San Las palabras son reminiscencias de Agustín y, sin em-
Antonlno, el moralista del siglo XV y Obispo de Floren- bargo, el punto de vista de estos teólogos no es real-
cia, al que hemos aludido, lo usa para explicar la turba- mente igual al suyo. Parece ser que desde los primeros
ción natural del hombre acerca del trato sexual. tiempos de la Iglesia existieron tendencias encontradas
de opinión. No obstante, antes de examinarlas, puede
La turbación se deriva no sólo de la vergüenza que resulte inútil recordar las características salientes de
vinculada a la falta, sino también de cualquier cosa esta opinión que hemos visto expresada durante más de
que tenga apariencia de falta. Y tal es el acto del
mil años después de la muerte de Agustín. El trato sexual
matrimonio. En apariencia es de la misma naturaleza
que el acto de la fornicación, pero está dispensado se permite entre el marido y la esposa porque los tres
a causa de los bienes del matrimonio °2. bienes del matrimonio, fidelidad, descendencia y la prome-
sa sagrada, le dan una cualidad característica que lo
También sugiere una razón más ponderada para esta hace moralmente bueno. Pero no es bueno en sí mismo;
turbación: es bueno solamente en este marco. El instinto sexual es
un efecto del pecado original y está indeleblemente man-
Ese instigador del placer sensual que se llama es- chado por su origen. El permitir que tal fuerza pecamino-
tímulo tiene simplemente la función de una ley en
otros animales... Pero en el hombre no tiene la fun- sa se exprese, sería perpetuar la rebelión primitiva. El
ción de una ley. En realidad, es una desviación de trato sexual necesita alguna excusa. El placer que entraña
la ley de la razón 93. puede tolerarse, pero nunca podrá ser deseado.

Esta opinión interesa a los teólogos del siglo XVI. A


principios del siglo siguiente, Lorenzo de Brindisi resume
el pensamiento de los que le han precedido:

90
" I b l d . " , a. 3.
91
Cf. Alberto el Grande, " I n 4 S e n t . " , d . 26, a. 1 1 ; Scoto, " O x . " ,
d. 3 1 , q. I, d . 26, q. I; " R e p o r t . " , lib. 4, d . 3 1 , q. I, escol. I; Pedro
de la Palu, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q. 2, a. I; d . 3 1 , q . I, a. I y 2; 94
" E x p l a n , in G e n . " , 2, 25, " O b r a s " , vol. 3, pág. 248. Cf. Soto,
Tomás de Estrasburgo, " I n 4 S e n t . " , d. 3 1 , q. I, a. 2; Capreolus, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q. I, a. I, 3; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , 5,
"Defensiones Theologicae D.T. A q u i n i " (Tours: Alfred Cattier, 1806), opuse. 9, 50; 6, opuso. 6, 33; Buys, "obra c i t a d a " , pág. 210; " C a -
" I n 4 S e n t . " , ds. 30, a 32, q. I. a. I, a. 3 ad 1, 2. techismus Concil. T r i d . " , I I , 8, 23; Sánchez, "De Sac. M a t . " , (Ve-
92
"Summa Sac. T h e o l . " , I I I , tít. 1, c. 20, números 12 y 13. Cf. necia: B. Milochus, 1672), lib. 2, disp. 29, q . I; Leonardo Lessius,
Dionisio el Cartujo, "Enarr. in Ps. 5 0 " , a. 93, " O b r a s " , 6, 43; "Praelectlones Theol. Posthumae" (Lovaina: C. Coenestenius, 1645),
"Enarr. in I Cor. 7 " , a. 7. " O b r a s " , 13, 152; "Summa Fid. O r t h . " , Prael. de Sac. Mat., c. 5, nota.; Christian Pesch, S. J . , "Praelec-
lib. 4, a. 162, " O b r a s " , 18, 209; a. 171, " O b r a s " , 18, 215. tiones Dogmaticae" (Firburgo: Herder, 1900), segunda edición, tomo 7,
93 " | b i d " . pág. 313.

98 99
5. EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

L mismo Agustín hace alusión a un hecho significativo


E sobre estas normas de conducta. Existen católicos que
encuentran que es más fácil no casarse que vivir de
acuerdo con ellas'.
San Fulgencio, Obispo de Ruspe en la costa del norte
de África, que aunque nació un siglo después que Agustín
se convirtió en su discípulo más ardiente, hace una de-
claración más absoluta.

Si alguien, decidido a las buenas obras, ha man-


tenido tal moderación en el trato sexual con su es-
posa que ha tenido relaciones con ella solamente
para tener hijos, ese hombre indudablemente merece
un gran elogio, si es que alguien es capaz de ob-
servar tal conducta en esta época nuestra'.

Esta puede ser una señal de desaliento de un obispo


cuyo territorio es un continuo cataclismo por las luchas
con los vándalos y los arríanos. Pero él hace la decla-
ración. Al parecer, existen motivos para manifestar que
muy pocos de los católicos casados, si es que alguno lo
hace, están viviendo de acuerdo con las reglas que exige

1
" D e Bono C o n j u g . " , núm. 15, PL 40, 384.
2
" E p i s t . " , I., Cap. 4, PL 65, 306.

101
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

una teología como la de Agustín. Y en las postrimerías de tudio de los teólogos del siglo XII mostrará por qué uno
este siglo de lucha, el Papa Gregorio el Grande, cuyas de ellos puede decir:
obras serían la Biblia de la teología moral para la Edad
Media, llega tan lejos que declara que los matrimonios Más convincente y estimada es la opinión de que
el trato sexual no puede completarse sin pecado '.
siempre pecan cuando tienen trato sexual. La razón no
es "que se hace algo ¡lícito", sino que "lo que es lícito
no se mantiene dentro del límite de la moderación" a. Un libro de texto típico de este período es el de las
Sentencias, de Roberto Pulleyn. El autor, además de ayu-
En los años de decadencia de ia cultura romana y cuan- dar a que se desarrollara Oxford, consiguió tal renombre
do se penetra en la Edad Media, es decir, durante el en París que San Bernardo buscó su consejo para uno
período en que el mayor interés consiste en preservar y re- de sus monjes que se había convertido en el Papa Euge-
petir las enseñanzas de los Padres, se suceden conti- nio III. Según Pulleyn,
nuamente los escritores que admiten que muy pocos ma-
trimonios están poniendo en práctica los principios de Existen algunas acciones que son fáciles de com-
Agustín, si es que se puede encontrar a alguno que lo pletar sin falta, tales como sentarse o pasear; y al-
gunas que se encuentran protegidas del pecado, pero
haga de este modo.
no con facilidad, como comer o hablar. Algunas, sin
embargo, no ocurren sin falta. Un ejemplo es el
Cuando decimos esto no pensamos que el matri- trato sexual'.
monio es pecado. Pero ya que el trato sexual legítimo
de los casados no puede tener lugar sin el placer
de la carne, ellos deben abstenerse de entrar en El libro de Sentencias, que llegó a ser el libro de texto
el lugar sagrado, porque el placer no puede existir
sin pecado 4. normal, es el que apareció en el año 1150 bajo la direc-
ción de Pedro Lombardo. En uno de sus capítulos sobre
el matrimonio se le dice al estudiante:
Halitgar, que, como Obispo de Cambrai, es uno de los
principales reformadores de la Iglesia en el nuevo Impe- Apenas puede encontrarse alguna persona hoy en
rio de Carlomagno, no es más optimista sobre la prác- día, entre los que experimentan el trato sexual, que
tica de los católicos francos. Aunque el uso del matri- no busque las relaciones de vez en cuando por otro
monio es legítimo en sí, existen siempre pecados de ex- motivo diferente al de los hijos".
ceso 5.
En el siglo siguiente, hay tantos convencidos de que
Cuando comienza a surgir una nueva edad del conoci-
los matrimonios raramente evitan pecar durante las rela-
miento, la opinión parece incluso más extendida. Un es-
8
3 Erlangen, citado por G. Le Bras, DTC 9, 2177. Cf. Ruperto de
"Reg. Past.", I I I , 27, PL 77, 102. Deutz. " D e Trim. et O p . " , lib. 3, c. 1 1 , PL 167, 297; Walter de
4
Ps. Greg. M., " E p i s t . " , lib. 1 1 , Sum. 4, epfs. 64, PL 77, 1196 Mortagne, "Summa S e n t . " , opuse. 7, c. 3, PL 176, 157; Hugo de San
y 1197. Cf. Isidoro de Sevilla, " D e Eccl. O f f . " , lib. 2, o. 20, núme- Víctor, " D e Sac. M a t . " , PL 176, 316.
ro 10, PL 83, 812. 7
" S e n t . " , lib. 7, c. 3 1 , PL 186, 949.
5
"Lib. Paenit.". lib. 1 , c. 17, PL 105, 668 y 669. » " S e n t . " , lib. 4, d . 3 1 , c. 8.

102 103
EL INSTINTO DE LOS CREYENTES
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

de Flandes, está convencido de que las personas casa-


ciones *, si es que lo hacen alguna vez, que Alejandro
das "pecan siempre inevitablemente" I3 .
de Hales trata de reconciliar esta convicción con otra
ampliamente extendida. Un siglo más tarde, el Concilio de Trento hace una
declaración significativa cuando rechaza la explicación
Algunos están convencidos de que cada acto se- de Lutero de por qué Pablo hace referencia a la concu-
xual supone un pecado venial y, sin embargo, que piscencia como al "pecado".
uno de ellos todavía es meritorio, al igual que la
predicación, cuando se insinúa la vanidad, puede La Iglesia Católica siempre ha entendido que se
ser meritoria. llama pecado, no porque en aquellos que han sido
Otros, no obstante, explican la frase "sin pecado" regenerados exista pecado en el sentido propio y
para significar "sin la mancha de la vergüenza que verdadero, sino solamente porque se deriva del peca-
procede de la falta de nuestros primeros padres, en do y se inclina al pecado. Si alguien piensa lo con-
quienes el poder generativo, que es el poder de la trario, sea anatema " .
naturaleza humana, estaba corrompido" " .
Aunque nada de esta definición identifica a la concu-
Aunque esta última interpretación del texto de Pedro piscencia con el instinto sexual, o se pronuncia sobre
implica que un matrimonio no es automáticamente culpa- la práctica real de los matrimonios, Dionisio Peteau, un
ble de algún mal moral, el juicio de los Escolásticos sobre jesuíta que fue muy citado después de sus conferencias
la práctica real de los católicos casados lo pone de ma- sobre teología en París a principios del siglo XVII, lo lee
nifiesto Buenaventura. Las relaciones maritales, cree, son a la luz de las ideas de Agustín sobre la libido.
buenas cuando el motivo para ellas es el de los hijos, El acto del matrimonio no se realiza sin concupis-
cencia o placer sexual, que es la mácula y enferme-
pero solamente si este motivo dura desde el princi- dad de naturaleza pecaminosa. Efectivamente, incluso
pio hasta el fin, para que la mente no se desvíe a se designa en los escritos de los Apóstoles con el
cualquier otra cosa, lo cual es muy difícil " . nombre de pecado, no en el sentido propio de la
palabra, sino porque es el efecto y la causa del pe-
cado. Pues el pecado apenas puede evitarse en el
Esta actitud sobrevive al declive del Escolasticismo 1S. uso del matrimonio, aunque en este caso sea venial,
Durante el siglo XV, Dionisio el Cartujo, cuyos escritos como explica Agustín en más de un pasaje I S .
sobre cada uno de los aspectos de la teología hizo que
la Cartuja de Roermond fuera conocida mucho más allá Esta impresión general de la práctica real de los ma-
trimonios todavía se evidencia a finales de siglo. El Bea-
8
Cf. Pedro de Poitiers, " S e n t . " , lib. 5, PL 2 1 1 , 1263; Inocen- to Claudio de la Colombiére, aunque más conocido como
cio I I I , "De Contemptu M u n d i " , lib. 1 , c. 1 , PL 217, 703; Eckebert
de Schaunang, " S e r m . Contra C a t h a r o s " , sermón 5, PL 195, 30; Pedro
13
LeMangeur, " H i s t . S c h o l . " , lib. Gen., o. 20, PL 198, LO 72. "Enarr. in P s . " 50, a. 93, " O b r a s " , v o l . 6, pág. 43. Cf. "Enarr.
10
" I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , núm. 20, Quar. 1, 504. in T o b . " 3, a. 3, " O b r a s " , vol. 5, pág. 97.
14
11 DB 792.
" I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , a. 2, q. 1 . Cf. " i b i d . " , a. 3, q . 1 ; d . 37, 15
Dionisio Peteau, "Dogmata Theologica" (París; L. Vives, 1867).
a. I, q . I. " D e I n c a r n . " , lib. 14, c. 1 , núm. 2.
13
Tomás de Estrasburgo, " I n 4 S e n t . " , d . 33, q . I, a. I.

105
104
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

director de Santa Margarita María Alaccque durante sus


Pero ciertas impresiones de la vida humana, como re-
encuentros místicos con el Sagrado Corazón, también
vela la fe, tendían en la otra dirección. Existió el Génesis
instruyó a ios seglares; y en un libro sobre el matrimonio
con la revelación de quién fue el que instituyó el matri-
cita la conclusión de Agustín de que es más fácil para
monio. El relato del Evangelio de un Dios que tenía carne
muchos cristianos no casarse que usar de los derechos
humana real, que comió y bebió e hizo buen vino, y al que
de su matrimonio sin pecar 16 .
llamó la atención la belleza de los lirios, no concuerda
Parece ser algo más que una coincidencia que, una con cualquier sospecha de la materia y el placer.
vez que se acepta la teología de la libido de Agustín, y
También entonces, aunque habían oído hablar de Adán
a través de todos los siglos en los cuales prevalece, exis-
y Eva, los matrimonios desconocían totalmente lo que
ten también aseveraciones de que las relaciones marita-
escribían los teólogos sobre el instinto sexual y el peca-
les en la práctica real siempre entrañan pecado. La prác-
do original. En realidad, la mayoría no sabía leer. Los
tica general —y alguien dijo que universal— de los
aldeanos sajones y los lombardos recientemente conver-
matrimonios católicos, discrepó evidentemente de los prin-
tidos, apenas conocían de Agustín algo más que su nom-
cipios morales que fluyen del análisis de Agustín.
bre. El ciclo litúrgico les dio una visión de la vida. Vivían
Si esperamos descubrir lo que les ha parecido el ma- según su instinto católico general, y raramente sentían la
trimonio a aquellos que lo han considerado a la luz de necesidad de cualquier cosa más. Sin ningún pensamien-
la revelación de Cristo, no puede ignorarse esta tenden- to especial sobre el tema se casaban y después hacían uso
cia contraria. de sus derechos del matrimonio.
Estos matrimonios fueron la Iglesia. Ellos eran la ma- Y nadie les dijo que hacían mal. Ellos no pueden com-
yoría de sus miembros. Ciertamente que no eran maestros pararse con los católicos de hoy que practican el control
oficiales, pero el bautismo les dio una participación ge- de la natalidad anticonceptivo. Cualquiera que sea la ra-
nuina de esa percepción que es fe.
zón, queda el hecho de que, desde el tiempo de Agustín
Evidentemente, su conducta aparece en los documentos hasta la Edad Media, sus conductas ordinarias pueden
que se acaban de citar, como un caso de la misma debili- lamentarse en los libros, pero no se les dice nada direc-
dad humana que también conduce a los pecados conti- tamente. Los adúlteros son castigados desde el pulpito.
nuos de ira, murmuración, mentira. Indudablemente esto Pero sobre este tema no existe ningún sermón ni oracio-
es verdad en algunos. Y los otros, criados en un clima nes en la liturgia. Los libros de penitencias compilados
cultural que había ayudado a hacer de Agustín un mani- por obispos como Halitgar de Cambrai, para la instruc-
queo, y en el que todavía abundaban grupos rigurosos que ción de los sacerdotes, no dan la impresión de que las
incluso abandonarían la Iglesia, apenas eran inmunes a personas estén incluyendo cada uno de los usos del
los sentimientos de culpabilidad. matrimonio en sus confesiones " . Toda la discusión sobre
el origen del instinto sexual se desarrolló entre un grupo
16
"Reflections Chrétiennes", du Mariage, Obras Completas (Gre-
noble: Patronage Catholique, 1900), vol. 5, pág. 181.
" "Lib. Paenit.", PL 105, 668 y slg.

106 107
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

relativamente apartado de profesionales que usan el la- París, a principios del siglo XIV, tuvieron tal sutileza y
tín en una época de analfabetismo. originalidad que se íe comparó con Buenaventura por su
Y es digno de atención el modo en que estos eruditos influencia en los teólogos posteriores.
reaccionan ante la situación. Lo que saben de la teología
La justicia exige que uno conceda al otro lo que
de Agustín y lo que conocen de la vida matrimonial de es suyo por derecho. Y una persona está obligada a
los católicos de su tiempo, parece que converge en una concederlo, no sólo cuando existe la cuestión de
conclusión: continuamente estos matrimonios son culpa- una meta básica tal como el bien de tener hijos, sino
bles de pecado. En tanto lean meramente a Agustín, esta también cuando supone una meta menos básica, pro-
tegiendo la castidad matrimonial al impedirle qua
será la conclusión que obtengan. Pero comienzan su busque el trato sexual ilícito y que actúe contra el
propia investigación. Y en el siglo XII empiezan a apa- bien de la fidelidad 21.
recer ciertas precisiones. Tanto los teólogos como los A causa de la segunda meta, evitación de trato
expertos en derecho canónico están de acuerdo con una sexual ilícito, merece alabanza; pero solamente del
observación que Agustín ha hecho de p a s a d a " , de que, segundo modo, es decir, como un acto de justicia.
incluso aunque no exista el motivo de los hijos, una per- Ese justo cumplimiento del deber, no obstante, no
sería justo, ni la persona estaría obligada a acceder
sona casada no peca al acceder a los deseos de las re- a la petición, a menos que Dios hubiese dado una
laciones sexuales de la otra, cuando, de otro modo, la dispensa a causa de la tendencia del hombre des-
última fuera tentada a buscar satisfacción en otro l u g a r " . pués de la caída 32 .
Así, la teoría comienza a justificar por lo menos al-
La opinión generalizada desde este tiempo hasta des-
gunos aspectos en la práctica de los creyentes. Aquí el
pués del Concilio de Trento, la pone de manifiesto a
motivo del matrimonio no es el de los hijos y, sin em-
principios del siglo XVII un moralista cuya obra más cono-
bargo, para uno de ellos al menos, no existe ningún pe-
cida versa sobre el matrimonio: Tomás Sánchez.
cado.
El Libro de Sentencias de Pedro Lombardo indica que El significado del segundo bien, la fidelidad, es
esta es la enseñanza común de su época y ayuda a esta- obvio. Los maridos y las esposas están obligados en
justicia a conceder lo que se deben el uno al otro
blecerlo como la posición de los Escolásticos M .
en las relaciones maritales.
A sus puntos de vista les da una forma resumida Juan
Por lo tanto, el que tiene relaciones con el otro
Duns Scoto, cuyas conferencias, tanto en Oxford como en para satisfacer esta obligación, está tan lejos de pe-
car que él, o ella está más bien realizando un acto
18
" D e Bono C o n j u g . " , c. 10, PL 40, 3 8 1 .
de virtud y de deber 23 .
18
Cf. Walter de Mortagne, "Summa S e n t . " , opuse. 7, c. 3, PL 176,
156; Hugo de San Víctor, "De Sao. M a t . " , lib. 2, pars. 1 1 , c. 11, 21
PL 176, 496; Huguccio, folio 12, citado por Schall, " o b r a c i t a d a " , " R e p o r t . " , d . 32.
32
pág. 75; "Summa R u f i n i " , Schulte, e d . , pág. 394, citado por Schall, " O p . O x . " , d . 32. q . 1 .
pág. 76. " "De Sac. M a t . " , lib. 9, disp. 8, núm. 1. Cf. San Antonlno,
20
" S e n t . " , lib. 4, d . 26, capítulos 4 a 32; d . 3 1 , capítulos 5 a 8; "Summa Sac. T h e o l . " , I I I , tft. 1, c. 20, núm. 1 1 ; Dionisio el Cartujo,
d. 32. Cf. Alberto el Grande, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , a. 27; Buenaventura, "Serm. 3 in Dom. 3 post N a t . " , " o b r a s " , vol. 29, pág. 191; "De
" I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , a. 2, q . 2; Aquino, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . 2, Laúd. Vita C o n j . " , a. 6, " O b r a s " , v o l . 38, pág. 64; Soto, " I n 4 S e n t . " ,
a. 2. d. 3 1 , q. 1 , a. 3.

108 109
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

Los teólogos que primero estuvieron de acuerdo con


Uno de los más populares entre los muchos comenta-
esto no habían detectado cierto hecho nuevo que alte-
rios a las Sentencias de Pedro Lombardo, a principios del
raría su convicción de que el instinto sexual es malo. Las
siglo XIII, fue un Resumen de Oro de Guillermo de Auxe-
demandas de ese instinto se satisfacen en este caso para
rre. Profesor en París, con una fuerte inclinación hacia el
evitar un mal mayor. Pero si una de las partes puede des-
modo de pensar de Agustín, a él fue a quien el Papa Gre-
viar así este mal de la otra, se comienza a vislumbrar
gorio IX confió el proyecto de "purificación" del texto de
que él puede hacer igual por sí mismo 24.
Aristóteles para uso de los estudiantes.
Son limpios de corazón, pero no de cuerpo, quienes El hombre que busca las relaciones maritales "para
no desean esto con vehemencia por placer, como he- evitar la incontinencia" le recuerda al predicador que es
mos dicho, sino por necesidad, para evitar ofender a alabado por uno de sus sermones. No hay nada moralmen-
Dios en el trato sexual ilícito. Estas personas también
estarán entre las que se salvan y no carecerán de la te malo en ello, a menos que "el placer que entraña le
visión de Dios 24. complazca en cierto grado", en cuyo caso es culpable de
pecado venial.
Una cierta vaguedad en la idea de ellos sobre el pe-
cado se extiende al juicio de este caso por los teólogos. Si el placer que existe no le complace en modo al-
Algunos hablan bastante ambiguamente de una falta que guno, en realidad le resulta odioso, esa relación
sexual está absolutamente exenta de pecado. Pero
Dios tolera 2S . Pedro Lombardo observa: esto raramente ocurre 28.
En trato marital que tiene lugar a causa de la in-
Su colega Alejandro de Hales, y más avanzado el si-
corV.inencia de uno de eiios se permite, es decir, se
tolera, en el sentido de que no está prohibido 26. glo Tomás y Buenaventura, no están de acuerdo con toda
esta escuela de pensamiento. La misma necesidad de las
Uno de sus más destacados alumnos y el primero en relaciones para evitar el pecado grave les parece que
escribir un comentario sobre su Libro de Sentencias fue revela cierto exceso. Así, siempre existiría pecado venial 2 '.
Pedro de Poitiers. Canciller de la Universidad de París a Pedro de la Palu, Patriarca de Jerusalén y uno de los
finales del siglo XII, completó sus cinco primeros libros teólogos mejor considerados a principios del siglo XIV,
de Sentencias; y en el último de ellos trató de aclarar los trata de reconciliar estas dos opiniones.
conceptos de este tema con una distinción. Las relacio-
nes maritales son pecaminosas si el motivo de una per- Si la condición de la persona es tal que existe la
usual posibilidad de tener hijos, comete pecado ve-
sona cambia gradualmente del apaciguamiento de la con-
nial al actuar contra el orden de la razón, antepo-
cupiscencia a "la satisfacción del placer sexual" 2 7 . niendo una meta secundaria a la que es primera y
principal... Pero cuando es una persona de edad
•"• Abelardo, " P r o b . H e l . " , 14, PL 178, 701. Cf. " ¡ b i d . " 42, PL
178, 723. 28
25 "Summa Á u r e a " , lib. 4, de mat., c. 4.
Roberto Pulleyn, " S e n t . " , lib. 7, c. 30, PL 186, 948. Cf. "¡bid.",
-" " I n 4 S e n t . " , d . 30, núm. 1 1 , Quar. 1 , pág. 487. Cf. " I b l d . " ,
c. 39, PL 186, 958.
36 d. 3 1 , núm. 10, Quar. 1 , pág. 496; Buenaventura, " Q . D. de Perf.
" S e n t . " , lib. 4, d . 26, c. 4.
27 E v a n g . " , q. 3, a. 1, Quar. 5, pág. 169; " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , a. 2,
Lib. 5, c. 17, PL 2 1 1 , 1260.
q 2; Aquino, " I n 4 S e n t . " , q. 2, a. 2.

110 111
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

avanzada y no puede engendrar hijos, y por una ban en toda la parte más septentrional de Europa, recuer-
parte no hay esperanza alguna de descendencia, y da primero la opinión de Tomás, que siempre existe pe-
por otra existe temor a la fornicación, entonces no cado venial, y luego observa:
parece que se cometa ningún pecado. De otro modo,
los hombres mayores no podrían contraer matrimonio A otros les parece que, puesto que el matrimonio
sin p e c a r " . fue instituido como un remedio contra el pecado,
si la intención del marido o de la esposa en el
Tomás de Estrasburgo, el alumno más distinguido de caso mencionado anteriormente no es el placer, sino
la escuela tomística fundada en estos años por Giles meramente la evitación del adulterio u otra mancha
personal, él o ella no pecan 34.
de Roma, hace extensiva esta concesión, incluso a aque-
llos que pueden tener hijos.
Por el siglo XV esta es la opinión aceptada. Domingo
Si... él pide, lo hace a causa de una necesidad, o Soto, confesor del emperador Carlos V y teólogo imperial
lo hace así sin necesidad, para satisfacer el deseo en el Concilio de Trento, enumera las autoridades que tie-
sexual. En el primer caso, todavía está excusado del
pecado, puesto que, después de la caída de los pri- nen la opinión más rigurosa y admite que es "totalmente
meros padres, ese sacramento no sólo fue instituido posible".
para la función de la paternidad, sino también como
un remedio contra la fornicación " . Todavía parece que la que sigue es más benigna,
y tal vez más de acuerdo con la idea del matrimonio.
Pero añade una idea posterior. Ni se opone a las palabras del Apóstol. Cuando una
persona casada lo cree necesario para evitar un pe-
Aunque están excusados del pecado por razón del cado personal de impureza, se le autoriza esta pe-
sacramento, aún no son dignos por ese acto, puesto tición 3 ! .
que no pretenden ni la descendencia, el bien que es
el primer valor, o la fidelidad al conceder lo que se El admite que, si fuera posible algún otro modo de evi-
debe al esposo que pide " .
tar la impureza, la persona sería culpable de pecado ve-
nial, puesto que realmente su motivo sería el placer. Pero
Esta tendencia más permisiva continúa hasta adentrarse
en otros casos no encuentra ningún pecado 3 °; y después
en el siglo XV. San Antonino cree que si una persona
de enumerar a cuantos apoyan su opinión, tanto en su
pudiera evitar el adulterio de algún otro modo, existiría
propio siglo como en los anteriores, cita el consejo de
pecado venial al tener relaciones simplemente por este
San Pablo: "Por temor a la fornicación tenga cada uno su
motivo. De otro modo no existiría pecado en absoluto " .
propia esposa".
Dionisio el Cartujo, cuyos libros sobre cada uno de los
temas, desde el misticismo hasta el matrimonio, se cita- Entonces, si a cada uno se le permite tomar una
esposa para evitar la fornicación en su propia perso-
30
" l n 4 S e n t . " , d . 30, q . 1 , a. 3.
31 31
" l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q. 1, a. 4. " D e Laúd. Vita C o n j . " , a. 5, " O b r a s " , v o l . 38, pág. 63.
32 33
" I b i d . " , a. 3. " l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . 1, a. 4.
33 36
"Summa Sac. T h e o l . " , I I I , t[t. I, c. 20, núm. 1 1 . "Ibid.".

112 113
8
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

na, en otras palabras, porque considera que no pue-


de contenerse y que es mejor casarse que quemarse Sería inexacto considerar el goce como la meta
en el deseo, evidentemente también se permitirá el con la cual se relaciona aquí el acto de la procrea-
uso del matrimonio para ese fin. Si el poder para ción, o a causa del cual se desea. Es simplemente
el logro de algún fin es bueno, seguramente el uso la razón que los mueve e Induce a no renunciar a te-
de ese poder también será bueno " . ner hijos 41 .

Por el año 1602, cuando aparece el tratado que dará


Esta es claramente la opinión común después del Con-
a Tomás Sánchez su fama, es evidente que ésta se ha
cilio de Trento 38 . Aunque los matrimonios no siempre
convertido en una característica clara y reconocida del
tienen a los hijos en mente, su práctica real todavía es
matrimonio, como lo consideran los católicos.
intachable en muchos casos, porque están tratando de
evitar el adulterio o los pecados solitarios. Aquellos que contraen matrimonio por razones mo-
Los teólogos que llegan a esta conclusión no ignoran ralmente indiferentes, extrínsecas al matrimonio,
a los pensadores más antiguos, pero tampoco sienten usualmente están excusados de pecado venial, por-
que generalmente las eligen no como sus fines en
temor en confiar en su propia observación personal de la el matrimonio, sino como la razón de sus reflexiones
vida de la Iglesia. Esto se pone de manifiesto en una ob- sobre el mismo, o del matrimonio con una persona
servación de Soto. Aunque, al igual que los escritores de en particular. El fin de su matrimonio todavía es el
apropiado aunque no le concedan ningún pensa-
tiempos pretéritos cree que el trato sexual es irreprocha- miento. A menos que excluyan el fin apropiado, lo
ble solamente cuando el motivo que lo impulsa es uno de buscan virtual e implícitamente por el mismo hecho
los fines del matrimonio " , añade: de que pretenden contraer matrimonio 4Z.
Ni en el mismo acto del matrimonio existe nece-
No se exige que las personas casadas tengan real- sidad alguna de recordar alguno de los fines per-
mente estos fines en el pensamiento cuando se mitidos. Es suficiente que el acto esté habitualmente
unen. Es suficiente que exista una relación virtual, o, relacionado con ellos, porque, según la opinión co-
dicho de otro modo, que no introduzcan ninguna cir- mún de los teólogos, esto es bastante mérito... Así,
cunstancia nociva " . es suficiente que al principio la pareja entre el ma-
trimonio con ellos en mente y que en el mismo acto
No es necesario que estén pensando explícitamente en no tengan ningún fin contrario... Por esto es por lo
que Ledesma dice que el matrimonio está excusado
uno de los fines del matrimonio. Soto no está sólo con de muchos pecados veniales...
esta opinión. Alfonso Salmerón, uno de los teólogos de la
De esto deducimos que un marido que haga uso
Santa Sede en Trento, le da una justificación teórica. del matrimonio y que ni siquiera intente expresamen-
te excluir a los hijos, sino simplemente esté desatento
37
"Ibid.". a ellos y pretenda solamente tener relaciones con su
38
Cf. De Granada, "Traite de la Doct. C h r é t . " , lib. 3, c. 16, Obras, esposa porque ella es su esposa, no peca de ningún
17, 219; Lessius, "Prael. de Sac. M a t . " , c. 1, cop. 2; Luis de la modo. Supuesto que no pretenda formalmente a los
Puente, "De Christianl Hominis Prefectione (Colonia: 1615), vol. 2, hijos, los pretende virtualmente, puesto que el acto,
págs. 470 y 471; De Lugo, "Trac, de 7 S a c " , Teor. 9, núm. 39, pá-
gina 149.
s
' Soto, " l n 4 S e n t . " , d. 3 1 , q. 1 , a. 3. 41
"Obra c i t a d a " , 8, opuse. 5 1 , 475.
40
" I b i d . " , d . 26, q. 1, a. 3. " " D e Sac. M a t . " , lib. 2, disp. 29, números 24 y 25.

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EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
EL INSTINTO DE LOS CREYENTES
por su propia naturaleza, está proyectado para la
procreación de los hijos y la intención del que lo cha de que el placer venéreo es inherentemente pecado.
realiza no se dirige a ninguna otra m e t a " . El trato sexual solamente se permite cuando ese mal está
compensado por otros factores.
Sólo siete años más tarde aparece un libro que llegará Este fue el supuesto básico de todos los estudios del
a considerarse como la guía clásica de los seglares que matrimonio, una vez que Agustín los hubo expresado de
desean ser santos: La Introducción a la Vida Devota. Su un modo tan persuasivo. Y, sin embargo, al mismo tiempo
autor, San Francisco de Sales, que fue Obispo de Annecy, y en los mismos estudios, comienzan a aparecer conclu-
cerca de Ginebra, convirtió literalmente a miles de calvi- siones que discrepan de ese supuesto.
nistas con su encanto personal. Sería difícil encontrar a Durante el siglo XII, más de un teólogo se cuida de indi-
alguien igual como director espiritual de los seglares; car que el placer no es necesariamente pecado. Procede
y la teología incorporada a sus libros, conferencias y mi- de una naturaleza que todavía es esencialmente buena,
les de cartas le ha ganado el título de Doctor de la Iglesia. a pesar del daño ocasionado por el pecado original. Al-
La Introducción a la Vida Devota parece dar por cierto guien observa que esto es igualmente cierto en cuanto al
que el motivo consciente de un matrimonio para tener re- placer sexual, por supuesto siempre que no sea excesivo
laciones, puede ser simplemente el hecho de que son y que el motivo para el trato sexual que da lugar al mis-
marido y mujer. mo, sea uno de los dos fines que por este tiempo todos
aceptan como irreprochables: la procreación de los hijos
El deber del matrimonio debe realizarse fielmente, o la ayuda al otro cónyuge para evitar el pecado ".
con franqueza y siempre como si existiera la espe-
ranza de tener hijos, incluso aunque por alguna razón Entre los que toman esta posición destaca Pedro Abe-
no exista dicha esperanza". lardo. Aunque su reputación fue dos veces destrozada, una
cuando se encontró que su alumna, Eloísa, había sido
De nuevo los teólogos dirigen su atención no a un con- seducida, y después, cuando doce proposiciones de sus
cepto o a una cita de alguna autoridad antigua, sino a una escritos fueron condenadas por la Santa Sede, todavía
experiencia compleja de la vida real. Y una vez más, en el hombre y su inteligencia han sido respetados desde
muchos casos, la práctica real de los matrimonios se de- su época hasta la nuestra.
clara sin culpa. Abelardo insiste en que tanto el trato sexual como el
Esta nueva valoración de las normas para el uso del placer que lo acompaña son buenos, puesto que ambos
matrimonio no presupone necesariamente un concepto vienen de Dios. De aquellos que atacan esta posición,
nuevo del instinto sexual. Como un hecho positivo, puede observa:
observarse de qué modo tan cuidadoso ios principios Parece ser que ellos están obligando más por la
más indulgentes fueron integrados con la antigua sospe- autoridad que por las pruebas, a admitir que el pla-
cer sexual en si mismo es pecado " .
*' " I b i d . " , !¡b. 9, disp. 8, números 3 y 4. Cf. "ibid.", núm. 11.
41
"Introd. Vie Dév.", pág. 3, c. 39, "Obras", 1, 618. « Cf. Walter de Mortagne, Summa Sent., tra. 7, c. 3, PL 175, 156.
" "Ethica", c. 3, PL 178, 640.

116
117
EL INSTINTO DE LOS CREYENTES
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

Y sin embargo Guillermo sospecha de ese placer tal


Otros escritores hacen una distinción. Parte del placer
y como existe en realidad.
en la actividad sexual se debe al pecado original, pero
parte es tan natural y tan bueno como el placer de co- El apetito más elevado toma placer solamente en
mer ". Pedro Lombardo, aunque convencido de que el Dios y en las cosas de Dios. Por ello, en cuanto ese
trato sexual siempre incita a esa rebelión de la carne que otro placer permanezca dentro de los límites, es de-
cir, en el nivel animal, no complicado con el deseo
comenzó con Adán, infiere que humano, no será pecado no obstante lo intenso que
pueda ser... Hay pecado... cuando el apetito inferior
La concupiscencia es siempre mala porque está atrae al superior hacia sí 5 0 .
manchada y es un castigo del pecado. Sin embargo,
no siempre es pecado. Un hombre santo se deleita a
menudo según la carne en una u otra cosa, tal como Esta postura la sigue un Escolástico cuyo método de
descansar después del trabajo o comer después de utilizar la ciencia, así como la fe, y a Aristóteles como
sentir hambre y, no obstante, tal placer no es pecado, a Platón, le ganó el nombre de Alberto el Grande e inspiró
a menos que sea inmoderado " .
a uno de sus estudiantes, Aquino, para cambiar todo el
curso de la teología. Alberto está de acuerdo con Guiller-
Guillermo de Auxerre, que editó a Aristóteles para los mo de Auxerre en que Adán experimentó placer, pero no
estudiantes de principios del siglo XIII, pregunta en el concupiscencia 51 .
popular Resumen de Oro de las Sentencias de Pedro Lom-
Sin embargo, él camina hacia otra conclusión. El trato
bardo, si existiría el placer sexual si nunca hubiera habido
sexual es ahora un recuerdo del pecado original, no por-
un pecado original.
que entrañe cierto placer, sino porque ese placer no es
Debemos comprender que el apetito instintivo en tan grande como habría sido.
el hombre tiene dos vertientes. Existe un apetito ani-
mal que solamente anhela lo que pueden percibir los Estoy dispuesto a conceder que habría existido un
sentidos, y un apetito humano que ansia lo que placer mayor y más sincero entonces en el acto;
perciben los sentidos y la inteligencia, cosas buenas y, sin embargo, habría estado bajo el control de la
y malas también... En lo que al apetito animal se razón. Pues la razón estaba entonces fortalecida por
refiere, no existe ni virtud ni vicio; y en cuanto a lo la gracia de la inocencia. Nada inferior a ella, no
que interesa, Adán, antes de pecar, habría encontrado importa lo intenso que pudiera haber sido, lo habría
placer en las relaciones maritales. Pues él tenía un desviado de la contemplación del Primer Bien in-
cuerpo animal que necesitaba la nutrición de ali- mutable".
mento.
De este modo, él habría experimentado el placer Así, si existe algún mal en las relaciones sexuales, no
sensual y no habría pecado, pero esto no implica se debe al placer, sino a algún desorden en el modo en
que, puesto que hubo placer, hubiera también libido, que se experimenta el placer 5S .
que es una tendencia hacia el placer ilícito 4) .
5
47 » "Ibid.".
Roberto de Melun, " S e n t . " Citado por Schall, "obra citada", 51
" I n 4 S e n t . " , d . 26, a. 6.
pág. 85. 52
" I b i d . " , a. 7.
•o* " S e n t . " , lib. 4, d . 3 1 , c. 8.
49 " " I b i d . " , d . 3 1 , a. 27. Cf. " i b i d . " , a. 2 1 .
"Sumiría Á u r e a " , lib. 4, de mat., c. 1.

118 119
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

Aquino comparte la opinión de su profesor. Algunos años más tarde el tema aparece bajo una luz
completamente nueva, ya que se contempla desde un
Habría existido un placer sensual y habría sido
tanto más intenso cuando la naturaleza era pura y ángulo diferente. Demetrio Cydones, secretario del Pa-
el cuerpo más sensible... Un hombre sobrio que triarca de Constantinopla, se convirtió del cisma, estudió
toma alimento de un modo moderado no experimen- extensamente a Aquino y tradujo sus obras al griego.
ta menos placer que un glotón. Su apetito instintivo Como si esto no fuera poco usual, sus opiniones sobre
está sencillamente menos absorbido en esta clase de
placer". el placer sexual se encuentran en una obra titulada
Despreciando la muerte. Observando que algunos pueden
rebelarse ante la idea de no conocer ya los gozos del
Duns Scoto, cuyas conferencias en la vuelta del siglo
matrimonio, les recuerda por qué existen estas cosas.
combinaron la brillantez de los Escolásticos con el espíri-
tu de una nueva época, realza un punto que aquí es de im- El las ideó para los padres, con objeto de que
portancia. los hombres estuvieran más prontos a ver que
existirían hijos que tomarían su lugar. El placer tien-
Lo que es formalmente bueno en sí mismo no ne- de hacerles olvidar las inconveniencias que se de-
cesita de otras cosas buenas para excusarlo. Si fuera rivan de tener una familia.
bueno solamente a causa de estas otras cosas, no Venios... que los médicos, incluso los más endu-
sería formalmente bueno " . recidos..., mezclan ciertos dulces con sus prepa-
rados más amargos para que las personas, atraídas
por el dulce, tomen asimismo las medicinas con más
Su principio se aplica al placer sexual si el último es facilidad " .
intrínsecamente bueno; y a principios deí sígío XíV To-
más de Estrasburgo, Prior General de los Agustinos y Aunque considerado como perfectamente ortodoxo des-
uno de sus teólogos tomísticos más conocidos, se cuida pués de su conversión e imbuido por sus estudios de
de observar que la mera intensidad no hace malo al Aquino con el espíritu de la teología latina, este escritor
placer sexual. no está tan fuertemente afectado por ella a causa de sus
principios. Y no pasa mucho tiempo después de su muer-
Aunque ese placer o pasión sea inmoderado com- te, ocurrida en el 1400, cuando se evidencia que no es
parativamente hablando, en otras palabras, porque tan diferente como podría esperarse de los teólogos lati-
excede de todos los demás placeres corporales, to-
davía puede ser apropiadamente moderado en su nos de ese tiempo. En Flandes, Dionisio el Cartujo expli-
propia esfera cuando tiene asociadas las circuns- ca que,
tancias adecuadas; y éstas las encuentra en los mis-
mos bienes del matrimonio antes mencionados". El placer no puede evitarse en el trato sexual y
sin embargo no es pecado cuando no se persigue y
54
" S . T . " I, q. 98, a. 2, ad 3. Cf. " I n 2 S e n t . " , d . 30, q . 1 , a. 2 el mismo acto se realiza como debe ser. Del mismo
ad 2. modo el placer en el alimento y la bebida, natural
™ "Report.", d. 3 1 , q. 1.
50
" I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . I, a. 2.
" " D e Cond. M o r t e . " , c. 6, PG 154, 1179 a 1182.

120 121
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

como es y relacionado con una meta espiritual, no raza... Por ello, al igual que tomar alimento y beber
es f a l t a " . no es pecado, tampoco lo es el trato marital.
Y ciertamente aquellos que dicen lo contrario, o
En otro pasaje distingue cuatro clases de amor: espi- sea que es pecado a menos que un hombre abo-
ritual, natural, social y, finalmente carnal, "mediante el rrezca el placer que entraña, están Intentando privar
cual dos seres humanos se aman mutuamente a causa de a los hombres de sus sentimientos naturales. Senci-
llamente, la mente no es capaz de experimentar fal-
las delicias sexuales o de las ventajas personales y te- ta de placer en esa situación".
rrenales" ".
Alfonso Salmerón, uno de los teólogos del Papa en
Lo que resulta difícil es si los matrimonios deben
amarse el uno al otro con un amor carnal. Y parece Trento, no sólo comparte este punto de vista "2, sino que
que no deben hacerlo, porque el amor carnal es total- trata de allanar una dificultad que ha molestado a tantos.
mente impuro y está manchado con el pecado, como Si este placer es bueno, ¿por qué existe una turbación
afirman los teólogos. Sin embargo, algunos teólogos Instintiva acerca de las relaciones sexuales?
dicen que los matrimonios pueden amarse irrepro-
chablemente con amor carnal. El contesta con los primeros escritores que indican
Entonces, debemos replicar que no deben amarse que no es un pecado, sino un castigo, y después observa:
el uno al otro con amor carnal si eso se traduce en
un amor manchado por la perversión. Pero puesto Cristo Señor no ha quitado la turbación a esto
que un marido y su esposa pueden tener relaciones para que esa misma turbación sea una limitación en
sin pecado y virtuosamente, como se ha dicho, existe el trato sexual " .
un amor carnal legítimo. Ellos se aman el uno al
otro a causa del placer mutuo que se proporcionan, No es una prueba de que el instinto sexual sea malo. Es
hasta el grado que ese placer es natural, unido al
acto del matrimonio por la providencia de Dios y re- una protección contra un mal más básico que el instinto
lacionado hacia un fin que es apropiado. iexual: la licencia de la naturaleza humana caída.
Como dice Aristóteles y repite Santo Tomás, nues- En el año 1602, Sánchez trata de otra idea de los
tra evaluación moral de un acto y el placer unido a primeros pensadores: la comparación entre el placer en
un acto es lo mismo. Por lo tanto, el placer de un
acto bueno y virtuoso es bueno; y en el grado en las relaciones maritales y la vanidad en la predicación.
que es bueno, puede ser deseado 6 °.
La vanidad es pecado en sí y por lo tanto debe re-
chazarse totalmente. El placer no es algo bajo en
En el siglo siguiente se evidencia que esta opinión se sí mismo. En realidad es la naturaleza la que sabia-
ha combinado con la de Cydones. Según el teólogo de mente lo ha unido al acto con una visión de ese
Carlos V en Trento, Domingo Soto, bien del matrimonio que son los hijos, para que los
hombres se dedicaran más vivamente a engen-
La naturaleza ha unido sabiamente el placer a ese drarlos " .
acto a causa de la necesidad de conservar la
«i " | n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q. 1, a. 3.
so "Enarr. in E c c l u s . " , 18, a. 18, " O b r a s " , 8, 108. •a "Obra c i t a d a " , 5, opuse. 9, pág. 50. Cf. 8, opuse. 5 1 , 475.
s» "De Laúd. Vita C o n ¡ . " , a. 8, " O b r a s " , 38, 66. •« " I b i d . " , 5, opuso. 9, pág. 50.
<"> " I b i o l . " . •• "De Sac. M a t . " , lib. 9, disp. 19, núm. 6.

122 123
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

Unos años más tarde San Francisco de Sales reflexiona Por lo tanto, esta disposición del Creador es muy
sobre el problema del placer y dirige su solución a los sabia. En cierto sentido es incluso necesaria " .
seglares. Excederse en el uso del matrimonio, les dice,
En el siglo actual parece que ha desaparecido la duda
es malo. Tener relaciones
tan prolongada de que el placer sexual sea algo más que
simplemente para satisfacer el apetito es algo tole- un residuo de la rebelión primitiva contra Dios. Una encí-
rable, y no obstante no es digno de alabanza os. clica del Papa Pío XII incluye la descripción más autorizada
hasta ahora sobre lo que se debe y lo que no se debe al
A partir de este tiempo es evidente, incluso para aque- pecado original.
llos que viven en el espíritu de Agustín, que los católicos
ya no consideran el tema como él lo vio. Juan Grou, un No debemos mirar severamente a esta clase de
placer que surge sin ningún pecado del matrimonio.
director espiritual cuyos libros se han traducido a cinco
Pero, por el mismo motivo, debemos admitir que los
o seis idiomas, declara: poderes más bajos de la naturaleza humana, después
de la deplorable caída de Adán, continúan resistiendo
En sí misma la concupiscencia es algo vergonzoso a la razón exacta e incluso algunas veces Impulsan
y humillante para el hombre, y con más razón para al hombre al pecado 68.
el cristiano. Es puramente un instinto animal que en
el acto del matrimonio pretende solamente el placer
sensual, haciendo de esto su meta. La razón desaprue- Lo que esto supone para el placer sexual se pone de
ba este instinto y se sonroja ante el mismo. La reli- manifiesto en uno de sus discursos.
gión lo reprueba y no permite al hombre que se
rinda al mismo, puesto que esto desconcertaría el Es el Creador quien, en su bondad y sabiduría,
orden e x a c t o " . deseó usar esta actividad del hombre y de la mujer
para conservar y propagar la raza humana. Es El
quien los unió en matrimonio. Y es El mismo el que
Las ideas son las de Agustín, pero Grou llega a con- dispuso también que en esta función la pareja expe-
clusiones que reflejan la opinión más matizada de las rimentara placer y felicidad en el cuerpo y en el
generaciones posteriores. espíritu. Por ello las personas casadas no hacen
nada malo cuando buscan y disfrutan de este placer.
El placer que Dios ha vinculado a la unión de los Simplemente aceptan lo que el Creador ha proyec-
sexos es un medio y no un fin. No se permite buscar tado para ellos.
el medio por su propia razón y la exclusión del fin... Sin embargo, también aquí el matrimonio debe
En cuanto al acto del matrimonio en particular, el asegurarse de permanecer dentro de los límites de
hombre naturalmente sentiría alguna aversión al la moderación debida. Al igual que en el uso del
mismo y nunca soportaría, por la pura razón, asumir alimento y bebida, así en el disfrute sexual no de-
un estado que esclaviza de tal modo y tan duro de ben abandonarse sin freno al impulso de los sentidos.
soportar como el matrimonio, si no estuviera acom- Esta es, pues, la verdadera norma: el uso de los
pañado por algún placer atractivo para los sentidos. poderes generativos naturales sólo se permite moral-
63
" I n t r o d . Vie D é v . " , pág. 3, c. 39, " O b r a s " , 1 , 648. " "Ibld.".
66
" L e Livre de Jeune Homme" (Parts: V. Palme, 1874), pág. 69. " "Sacra V i r g l n i t a s " , AAS 46 (1954), pág. 169.

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EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

mente en el matrimonio, al servicio de los fines del Esa actividad es sencillamente la manifestación externa
matrimonio y de acuerdo con la relación que guar- de cierto sentimiento de virtud hacia el otro. Existe placer,
dan cada uno de esos fines °°.
pero es la satisfacción que siente la virtud al poderse ex-
Por lo tanto, la pareja puede buscar y disfrutar lo que presar, la delicia que procede de poder proporcionar a
Dios ha dispuesto para ella. Se han disipado las sospe- otro algún bien. Aquí todo el interés y la atención están
chas de tiempos anteriores. En realidad, mucho tiempo an- en ese otro.
tes de Pío XII, los escritos cristianos sobre el matrimonio Nada domina tanto ai alma humana como el amor.
comienzan a experimentar un cambio más profundo. Lo domina hasta el punto en que el alma no puede
Tanto esfuerzo del mundo para entender la relación hacer nada en su contra, tan completamente obliga a
un hombre a su amada, que ni le resulta agradable ni
entre el hombre y la mujer ha sido un intento de valora- posible pensar en nada más, a menos que sea de
ción de cierto placer que cada ser humano encuentra a la amada o por razón de la amada " .
su disposición. ¿Por qué existe este placer? ¿Puede una
persona buscarlo o permitirlo? Así es como los pensado- Estas observaciones no las presenta Guillermo como
res paganos se habían planteado el tema en las tierras nuevas u originales. Y sin embargo no son típicas ni de
en que empezó la Iglesia y, por lo que hemos visto, se él ni de los escolásticos. Buenaventura, por ejemplo, de-
patentiza que los cristianos siguieron sus ejemplos. Las clara que la meta principal del hombre que contrae ma-
respuestas pueden ser diferentes, pero las preguntas to- trimonio debe ser "tener hijos o algo similar". Belleza,
davía son las mismas. encanto, sabiduría, virtud —en definitiva, la mujer misma—
Sin embargo, a principios del siglo XIII, ese episodio puede que no sea más que un motivo secundario. El amor
misterioso de la experiencia humana que es el trato sexual, que inspiran estas cosas solamente se permite si no es
se describe en términos totalmente diferentes. Guillermo intenso. El sentimiento de Jacob por Raquel, como lo
de Auvernia, eléctico en su teología, pero tan respetado describe el Antiguo Testamento, un amor que lo impulsó a
como para ser nombrado arzobispo de París, observa que: trabajar durante años para conseguirla, se hace sospe-
choso para Buenaventura de pecado venial " .
El tracto sexual, aunque es carnal, puede entrañar
un placer espiritual. Cada acto de virtud supone pla- Pero la idea de Guillermo aparece de nuevo en el si-
cer, o al menos puede suponerlo... Así, si el acto del glo XV. Dionisio el Cartujo observa que,
matrimonio surge de un interés en conceder a otro lo
que se le debe, o de un deseo caritativo por guardarse Puesto que la caridad es la virtud más elevada y
uno mismo o a su esposa de la mancha del pecado... guía y motor de todas las virtudes... el acto del ma-
nadie debe dudar que, algunas veces, de ese acto trimonio puede ser un acto de caridad o amor espiri-
puede derivarse una delicia espiritual para el cora- tual. Pues todas las buenas obras deben hacerse con
zón del que lo realiza '". un amor espiritual o divino " .

ri
e» Alocución a las comadronas Italianas, 29/10/59, AAS 43 (1951), "De Retributionibus S a n c t o r u m " , " O b r a s " , 1 , 323.
pág. 851. " " I n 4 S e n t . " , d . 30, cop. 6.
"> " D e Sac. M a t . " , c. 6, " O b r a s " , 1, 521. " "De Laúd. Vita C o n j . " , a. 5, " O b r a s " , 38, 63. Cf. "Serm 3
In dom. 3 post N a t . " , " O b r a s " , 29, 191.

126
127
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
EL INSTINTO DE LOS CREYENTES

Gradualmente se pone de manifiesto que éstas son algo


deuda tan grande que él no desea que una de las par-
más que observaciones casuales de unos cuantos pen- tes se exima de ella sin el libre y voluntario consen-
sadores aislados. En el año 1566, con el sello del Papa timiento de la otra, ni incluso para los ejercicios de
Pío V, aparece un catecismo para el uso de los sacerdotes devoción... ¿Entonces, cuanto menos podrá eximir-
parroquiales. Confiado por el Concilio de Trento a una se alguien por caprichosas pretensiones de virtud o
accesos de ira o desdén? '".
comisión presidida por el obispo de Milán, San Carlos
Borromeo, resume entre otras cosas lo que debe decirse al Esta atención al trato sexual como expresión de toda
creyente sobre el matrimonio. Como razones por las que la actitud recíproca de una pareja casada y una ayuda
un hombre debe adoptar ese estado, ofrece aquellas en para conservarla inmutable se evidencia a finales del
las que han estado de acuerdo los escolásticos, pero des- siglo XVIII en las obras de Juan Grou, cuya popularidad
pués refleja la misma opinión que los últimos escritores, como director espiritual no se debe precisamente a una
como Soto y Salmerón. relajación en sus opiniones. Debatiendo si un matrimonio
debe abstenerse del uso del matrimonio si la esposa está
Si a estas razones se añaden también otras que
inducen a los hombres a contraer matrimonio y, al embarazada, o si no existe la esperanza de los hijos, él
hacer la elección de esposa, preferir una a otra —de- advierte:
jar un heredero, riqueza, belleza, la importancia de
la familia, gustos y hábitos similares— estas razones Esto es un consejo, no una obligación. Solamente
no deben condenarse, ya que no se oponen a la san- puede hacerse con el mutuo consentimiento " .
tidad del matrimonio. En las sagradas escrituras, al
Patriarca Jacob no se le amonesta por sentirse atraí- Durante el siglo XIX, a los seminaristas que con el
do por la belleza de Raquel y preferirla a Lía 7d. tiempo dirigirán los matrimonios se les enseña:
Si ellos tienen relaciones para fomentar su amor
Lo que esto significaría sobre el mismo trato sexual lo mutuo, para desvanecer cualquier sospecha de un
expresa claramente Sánchez algunos años más tarde. El posible enfriamiento de su amor, o por cualquiera
amor por el otro es un motivo perfectamente lícito, no otra de dichas razones, estos fines no son ajenos al
sólo para casarse, en primer lugar, sino para tener rela- uso del matrimonio. Se reducen a la fidelidad, que
es el bien característico de ese estado '".
ciones maritales " . San Francisco de Sales explica esto
directamente a los seglares: Los moralistas del siglo actual están de acuerdo con
esto:
Comer sin pensar en preservar la vida, sino sim-
plemente con la idea de mantener la camaradería y El trato sexual puede buscarse honorablemente...
afabilidad que nos debemos uno a otro, es algo muy para demostrar amor a una persona 79 .
justo y honorable. Por la misma razón, la satisfac-
ción recíproca y legítima de las partes de un santo 76
" I n t r o d Vie D é v . " , páfl. 3, c. 39, " O b r a s " , 1 , 648.
matrimonio la denomina San Pablo una deuda, una 77
"Obra c i t a d a " , pág. 69.
7
» Domingo Palmieri, S. J . . "Tractatus De Matrimonio Christiano
74
(Roma: S. C. de Propaganda Fide, 1880), trat. 10, c. 2, pág. 289. Cf.
" C a t . Conc. T r i d . " , I I , 8, 14. Pesch, "obra c i t a d a " , pág. 313.
75 79
" D e Sac. M a t . " , Mb. 2, d . 29. Arthiir Vermeersch, S. J . , " D e Castitate" (Roma: P.U.G., 1921).
Segunda edición, pág. 224.
128
129
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

Una declaración autorizada de lo que les parece el


tema a los católicos la proporciona una encíclica de
Pío XI sobre el matrimonio.

Tanto en el mismo matrimonio como en el uso de


los derechos maritales también existen fines secun-
darios tales como... fomentar el amor mutuo... lo
cual no se prohibe de ningún modo que busquen las
personas casadas, mientras la naturaleza intrínseca
del acto, y de aquí su orden exacto para el fin pri-
mario, esté siempre seguro 8°. 6. VARÓN Y HEMBRA

De este modo, el mismo hecho que dio lugar a todas U É dice entonces la revelación realmente acerca
las dificultades, un placer característico de los sentidos,
surge casi como incidental al trato sexual del marido y
¿Q de esa orientación hacia ei otro sexo que es una
característica tan notable de la naturaleza humana?
de la esposa. Para ellos la experiencia es algo más que
Esto es más difícil de contestar que la pregunta sobre
un apareamiento biológico. Es la respuesta de una perso-
la bondad del matrimonio. No existe ninguna serie de
na a una persona. Existe una satisfacción inmensa, pero
¡deas que fuera condenada. Ni los papas ni los concilios
su origen es noble, claramente humano y enfáticamente
han enunciado la opinión cristiana en dogmas detallados
cristiano: un amor sincero y carente de egoísmo.
y explícitos, por lo que tendrá que prestarse mayor aten-
ción al proceso ordinario mediante el cual la Iglesia ha
aprendido y enseñado lo que conoce.
Deben observarse especialmente dos peculiaridades de
ese proceso. Primero, que no tuvo lugar en el vacío. Los
Apóstoles recibieron su percepción del significado de la
vida en un momento definido, en un lugar particular, en
medio de un torbellino de acontecimientos que ejer-
cieron una influencia continua sobre ellos. Y esto no es
menos cierto en cuanto se refiere a los cristianos poste-
riores. Para ver lo que ellos han visto, debemos observar
cómo han reaccionado ante el mundo histórico real en el
cual han vivido.
Debe considerarse un segundo hecho: la Iglesia no es
tan sólo los teólogos ni incluso el clero. Esto es importante
en vista del tipo de conocimiento que entraña la fe.
"Casti Connubü", AAS 22 (1930), pág. 561.

130
131
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL VARÓN Y HEMBRA

Nuestra capacidad para detectar la verdad es una si- "La costumbre es el mejor intérprete de las leyes".
tuación concreta no es lo mismo que nuestra habilidad Este axioma de la ley canónica no es menos cierto para
para tratar con abstracciones. Un físico eminente puede la Ley de Dios. Los seglares también tienen ese conoci-
ser un pobre juez de hombres. Un político no puede solu- miento de la fe que los capacita para juzgar los aconte-
cionar cada problema moral simplemente recordando el cimientos concretos a la luz de la revelación de Cristo.
séptimo mandamiento. Debe entrar en juego un tipo final Aunque su juicio pueda ser erróneo —y por esto es por
de conocimiento, una percepción de la verdad que existe lo que Cristo les ha proporcionado maestros autorizados—,
detrás de una constelación particular de hechos. no queda Ignorado, incluso por esos maestros autorizados.
Existe un diálogo constante entre los teólogos profesio-
Aunque los principios pueden orientar esta percepción
nales, que sólo poseen la formación que exige un pro-
final, ellos no pueden proporcionarla. Es un acto nuevo,
greso genuino, y los seglares que realmente están inmer-
espantosamente único, porque ninguna de dos combi-
sos en la vida que los profesionales tratan de valorar.
naciones de evidencia son la misma; espantosamente per-
sonal, puesto que ninguna otra mente tiene la misma base De este modo, aunque resultaría excesivo pretender
con lo cual contrastar la evidencia; espantosamente autó- que, puesto que los teólogos por lo general son célibes,
nomo, porque siempre existe la posibilidad de interpretar son incompetentes para hablar sobre el matrimonio, sería
mal lo que ve. Por esto es por lo que el hombre prudente igualmente un exceso tan grande no contar con las opi-
debe observar siempre la práctica de otros hombres pru- niones de los únicos católicos con experiencia en la
dentes. La percepción de ellos es una ayuda para la suya. materia. Cada católico reacciona ante la vida basándose
en lo que conoce, y todos los católicos actúan mutua-
Si esto es verdad en cada ser humano, es especialmente
mente no sólo en una época, sino a través de los siglos:
cierto en aquel al que se le ha dado no una filosofía,
esto es tradición. Este es el proceso por el cual Cristo
sino una unión íntima con el único Cristo vivo en un
se revela a sí mismo a los ojos de nuestra fe. Lo que la
mundo histórico concreto. Entre los miembros de un
Iglesia ha conocido acerca de la sexualidad humana se
Cuerpo Místico existe continuamente una acción y una
evidenciará así del modo en que ha reaccionado ante
reacción. El conocimiento que cada uno tiene de Cristo
una situación histórica, o más bien ante dos hechos his-
está formado por el de otros que le enseñaron. Cada uno
tóricos: la cultura de las tierras en las cuales han vivido
de ellos tiene su propia confrontación con Cristo. Cada
la mayoría de los católicos y el conocimiento que siente
uno comparte de algún modo su caudal de conocimiento
cada católico adulto de una tendencia profundamente in-
con los demás.
terna de no tener ninguna consideración a Dios, a otras
Algunos son comisionados divinamente para proporcio- personas, a ninguna cosa excepto a sí mismo. Esta expe-
nar al resto el conocimiento de Cristo que necesitan y riencia ha estado complicada en algunos casos particula-
para protegerlos contra las dudas y las desviaciones. res por el hábito de rendirse a esa tendencia.
Pero estos mismos maestros son también hombres. La
gracia no les ha dispensado de la necesidad de consultar Enfrentada con esta doble situación y valorándola a la
a otros hombres. luz de la fe, ¿cómo ha reaccionado la Iglesia?

132 133
VARÓN Y HEMBRA
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

lo que los cristianos han dicho acerca del mismo, debe-


En lo que afecta a los matrimonios típicos que viven
como se espera que vivan, los signos de ese desprecio mos preguntarnos si las palabras de un escritor reflejan
por el cuerpo que fue parte de la cultura grecorromana los conocimientos de la fe o los prejuicios del mundo en
se han ido haciendo firmemente menos pronunciados. el cual ha vivido.
Efectivamente, desde el mismo comienzo, la práctica de Es más fácil bautizar a un hombre que a una cultura.
los matrimonios católicos ha sido lamentada por los ca- Es más fácil enseñarle una serie de ideas conscientes
tólicos más rigurosos. Poca variación puede observarse que cambiar esa visión irreflexiva de la vida, ese complejo
realmente de los primeros tiempos a nuestros días. Apa- de actitudes y valores que ha absorbido como un niño
rentemente han estado actuando con unos principios só- del mundo que le rodea. Estas actitudes y valores son
lidos basados en una visión estable de la vida. ahora casi instintivos. En lugar de ser un perjuicio, son
el marco en el que se estudia toda la enseñanza formal.
Pero estos han sido principios de prudencia, esa capa-
En lugar de valorar estas impresiones culturales a la luz
cidad para juzgar una situación concreta con evidencia
de la Escritura, es más probable que quede impresionado
que, aunque válida y apremiante, no siempre es fác¡|
por los pasajes de la Escritura que parecen confirmarlas.
identificar. Aunque las decisiones morales no son irra-
Con frecuencia, en dos niveles de la misma mente pueden
cionales, tenemos medios de saber cuál es la que no
estar dos series de ideas en conflicto.
puede describirse. Los moralistas profesionales y los se-
glares corrientes están de acuerdo, por ejemplo, que Una vez que la Iglesia salió de Palestina, todo estudio
mentir es malo; y sin embargo, jamás ningún experto ha y especulación tuvo lugar en una antigua cultura pagana
estructurado una explicación de por qué es malo, que que tenía impregnada una sospecha de la materia y del
pudieran aceptar los demás expertos. pfacer. Agusti'n no sófo creció en esíe ambiente, sino que
durante varios años fue incluso un maniqueo. Y la suya
Del mismo modo, el conocimiento del matrimonio en
fue la teología traspasada a la Europa Occidental. Los es-
el cual han basado sus conductas estas parejas, no ha
colásticos la recibieron consagrada por el tiempo, real-
sido formulado del modo en que usualmente lo es el
zada por la ausencia de cualquier cuerpo de pensamiento
conocimiento prudencial. Puede que nunca hayan sidtj
comparable desde su muerte y fortalecida por unos cuan-
capaces de explicar a otros, o incluso a ellos mismos,
tos documentos espurios que le daban mayor sanción
por qué estaban actuando del modo en que lo hacían.
oficial que la que en realidad tenía. Combinada con el
Pero la consistencia de su práctica en el transcurso de
concepto grecorromano del hombre, que ellos estaban
los siglos es prueba de una convicción común establecida.
descubriendo en las páginas de Aristóteles, no podía por
Sin embargo, volviendo de los juicios prácticos a las menos de afectar a su visión de lo que Cristo había re-
declaraciones explícitas acerca del instinto sexual, es velado.
obvio que ha existido un cambio formidable. Solamente
Sin embargo, durante todo este tiempo hubo fuerzas
un juego de prestidigitaron con los documentos pued<=
que tiraban desde la parte opuesta. Las culturas cambian
hacer que Agustín de Aquino y Pío XII digan las mismas
con lentitud glacial, pero cuanto más dominó realmente
cosas. Pero antes de construir una teología del sexo con

135
134
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL VARÓN Y HEMBRA

la época en que vivieron la visión de la vida cristiana, las instituciones básicas de Agustín y a las luchas de los
tanto más parecen haber cambiado los escritores cristia- teólogos posteriores, por quienes fueron perfeccionadas
nos. Y cuanto más modificaron lo que leyeron por lo gradualmente, a las que la Iglesia debe la claridad y pro-
que vieron, más pronunciado parece el cambio. fundidad de estas recientes declaraciones papales.
Como hemos observado, la vida intelectual de la Igle- Esta evolución no muestra los rasgos de un relativismo
sia depende de un diálogo continuo. Los creyentes reci- moral cuyos principios varían con cada cambio de cul-
ben una serie general de valores que ellos aplican a la tura. Ni los católicos dan pruebas de vivir por una si-
vida práctica diaria; y los teólogos continúan perfeccio- tuación ética, relacionando cada decisión de conciencia
nando las teorías generales para adaptarlas a la vida con nada más, a excepción del acontecimiento concreto
que ven, no entre aquellos que persisten en hacer lo que que la ha ocasionado. Todos los signos señalan a alguna
continuamente oyen que es censurable, tal como los percepción fundamental que gradualmente se hace más
matrimonios de hoy en día que usan contraconceptivos, explícita, más perfeccionada, más influyente en la cultu-
sino entre la gran masa de "buenos católicos" que se ra general.
supone que hacen todo cuanto deben. Pocas cosas son más básicas a una cultura que su
Cuando hablamos de tradiciones debemos considerar a concepto de la relación entre hombre y mujer. Puesto que
ambos participantes en este diálogo; y si lo hacemos así, están comprometidas las emociones más profundas y los
se hace patente que la tradición católica sobre la sexua- detalles más recientes de la vida, usualmente se ha em-
lidad humana ha sido una apreciación siempre creciente pleado en el tema el pensamiento de muchas genera-
de las percepciones poseídas desde el principio. ciones; y pocas convicciones están más impacientes de
cualquier conmoción. El cambio en lo que los escritores
El mismo conocimiento prudencial, desde el cual es-
cristianos dicen desde el siglo II hasta el X, no refleja
taban actuando los creyentes, dijo a los teólogos que
ninguna cosa tanto como una lucha entre dos opiniones
aquéllos estaban en lo cierto. Puesto que, evidentemente,
culturales de la sexualidad humana, prevaleciendo gradual-
ellos no iban tras una búsqueda pagana del placer y, no
mente la opinión cristiana.
obstante, tampoco estaban pensando siempre en los hijos,
deben existir otras razones que justificaran sus conduc- Esta opinión cristiana descubre ciertas verdades sobre
tas. Estas otras razones se abren paso gradualmente en los la vida humana como Cristo la reveló. Primero, la ten-
libros: alejar al otro del pecado, pagar una deuda, aliviar dencia que siente cada uno de nosotros de convertirse en
la concupiscencia, fomentar el amor mutuo. A medida que el eje alrededor del cual gira el resto del mundo, para
se van modificando las fórmulas para expresar lo que es usar a otros hombres, e incluso a Dios, en nuestro propio
bueno, las descripciones del matrimonio cambian pau- beneficio, es el resultado de un pecado primario que nos
latinamente para indicar por qué lo es. La descripción de ha hecho herederos de una naturaleza humana dañada.
Pío XII, aunque diferente en tantos aspectos de la de Pero aunque el trato sexual es una ocasión en que esa
Agustín, no produciría ningún cambio radical en la prác- tendencia indómita se empieza a manifestar, el instinto
tica de los católicos de otros siglos. Por otra parte, es a sexual no es resultado del pecado original. Mucho menos

136 137
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL
VARÓN Y HEMBRA

es la continuación de esa rebelión. Tanto el instinto como


otro ser humano. Tan real y esencial como la relación
su expresión en el matrimonio son características de la
con la vida es su relación con el amor.
vida humana como Dios la ha proyectado.
Tal vez es por esto por lo que tantas culturas se han
No existe ninguna garantía para pensar que esta parte sentido avergonzadas del instinto sexual. El modo en que
de la naturaleza humana ha sido más gravemente dañada se le ha permitido expresarse entre ellos ha sido real-
que el resto. La orientación recíproca del hombre y la mente vergonzoso. Cuando un hombre se separa del
mujer no es simplemente "el rasgo más humillante del amor, lo clasifica con el hambre y la sed como un mero
hombre". Si la revelación muestra que esta orientación estímulo para desarrollarse, la mujer comprometida es
ha estado afectada por el pecado original, la reacción que profanada y no puede menos que saberlo. Su respuesta
sugiere no es vergüenza, sino pudor: un Impulso para oscilará de la tolerancia a la repugnancia.
proteger lo que es bueno, un temor de profanar algo
santo, una reserva sobre una parte de la vida tan per- El hombre no está menos enterado de que está siendo
sonal como la oración. Si un ser humano tiene dignidad profanado, aun cuando la sociedad no lo condene. Puesto
o valor, el placer sexual lo comparte, pues es el medio que que la vida Ideal difícilmente puede incluir esta degra-
Dios ha ideado para poner en movimiento un proceso que dación, el hombre ideal parece que debe ser puramente
termina en la vida humana. espiritual. El cuerpo es extrínseco, restrictivo, hostil. No
es él, sino el cuerpo, el que anhela esta experiencia, y él
Supuesto que el marido y su esposa tengan por lo lo trata como trataría a un niño indómito, estropeándolo,
general toda su atención puesta el uno en el otro, esto asustándolo o haciéndole concesiones ocasionales para
no quiere decir que el designio de Dios se haya frustrado. conservar la paz.
El proceso tiene incorporado un fin. Por lógica se des-
Asia, con sus procesiones fálicas y sus faquires; Gre-
prende que ellos nunca pueden frustrar ese fin, pero no
cia y Roma, con sus licencias y su concepto etéreo de
se deduce que ellos deban tenerlo en mente. Puesto que
la naturaleza humana; los gnósticos, manlqueos y cataros,
el final del proceso no es un animal, sino un ser humano,
deseosos del trato sexual, pero no de los hijos; la Francia
es concebible que Dios pretenda que este final resulte
del siglo XVII, con la perversión de Versalles y los es-
de cierto estado psicológico de otros dos seres humanos.
crúpulos de los jansenistas; los Estados Unidos, con los
Como cuestión de hecho, esta es la característica dis- anuncios de sus películas y su exciiado culto a la fran-
tintiva de la sexualidad humana. El rigorista se equivoca queza, tantas civilizaciones que parecen atestiguar que
tan gravemente como el libertino cuando describe el la indulgencia y el rigorismo excesivos siempre se en-
trato sexual del esposo y de la esposa en función del cuentran juntos y siempre provienen de un origen único:
placer. Esa actividad particular del ser humano se su- la separación del trato sexual de una clase distinta de
pone que dice alguna cosa. Es esencialmente un signo. amor que ha sido concebida para expresarse.
Al igual que las palabras están proyectadas para trans-
Los cristianos también han sentido esta vergüenza,
portar el pensamiento, este signo ha sido ideado por el
porque ellos también han experimentado una tendencia
Creador como la expresión de una actitud única hacia
no a amar, sino a disfrutar del amor. Al igual que en los

138
139
EL MATRIMONIO Y EL PECADO ORIGINAL

antiguos tiempos paganos, las costumbres del matrimonio


se han basado con frecuencia en el beneficio personal para PARTE II
el individuo o para su familia. No se consideraba impor-
tante ninguna cosa más.
Pero no se puede usar simplemente a un ser humano,
incluso para tener hijos. La experiencia ha indicado que
en el país cristiano que lo ensaya surgen otras institucio-
nes además del matrimonio.
Así, además de ser el origen de la vida humana un
hecho que exige ciertas restricciones, el trato sexual tiene
otra función no menos intrínseca, no menos proyectada
por Dios; y ésta también exige ciertas prohibiciones. La
expresión del amor nunca debe llegar a ser una expre-
sión del egoísmo.
Pero el hombre bueno no es el que es insensible a los "NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTE SOLO"
estímulos sexuales. Es el que hace un esfuerzo razonable
para evitarlos fuera del tiempo apropiado. Si ocurre que
sus instintos son débiles, esto no tiene más valor que si
no tuviera gusto por el alimento ni apreciara la música.
Tanto el mismo matrimonio como el instinto que lo im-
pulsa son de Dios y no necesitan justificación.
Como un hecho positivo, el pasaje del Génesis en el
cual comienza esta investigación los relaciona con el
éxito del hombre en la vida.

140
INTRODUCCIÓN:

SALVACIÓN EN PAREJAS

UCHO de lo que se dice en el Antiguo Testamento


M acerca de Dios y del hombre es una reacción ante
las ideas que entonces eran corrientes en Siria y Meso-
potamia l . Esto es especialmente cierto en los primeros
capítulos del Génesis.
Según los cananeos, la acción recíproca del sol y la
lluvia, la simiente y el suelo, es la reverberación de una
batalla cósmica entre un dios benevolente y Caos, un
monstruo. Aunque el dios ha sometido a Caos, y con sus
restos ha formado el mundo que vemos, el cambio de
las estaciones indica que la lucha todavía no ha finalizado.
El dios vuelve a ser atacado y muerto por el monstruo.
Comienza el invierno.
Pero vuelve a la vida, mata a su adversario y después
tiene trato sexual con su consorte. Esto hace que la tierra
dé frutos una vez más.
Así, los cambios imprevisibles de la tierra, e incluso sus
ciclos regulares, son un gran drama celestial. Para con-
seguir que la primavera y el verano, la lluvia y ej^ sol,

1
Cf. McKenzie, "The Two-Edged Sword", pág. 46.
INTRODUCCIÓN: PARTE II SALVACIÓN EN PAREJAS

vuelvan siempre, el hombre debe representar el drama En el primer capítulo del Génesis, en un esfuerzo bas-
en el rito de la fertilidad. La actividad que más le ase- tante posterior e independiente para explicar el origen y
meja a los dioses que dan vida es el trato sexual; y la significado de la vida del mismo modo imaginativo, apa-
mujer existe exclusivamente para proporcionar esta ex- rece una vez más este tema.
periencia: una diosa, cuando lo hace, pero el resto del
tiempo una bestia de carga. El hombre es aquel para Y creó Dios el hombre a imagen suya
cuya comodidad existe en el mundo todo lo demás, inclu- a imagen de Dios le creó;
macho y hembra los creó.
so las mujeres 2. Y los bendijo y les dijo: "Sed fecundos y multiplícaos,
Los primeros capítulos del Génesis rechazan este [y llenad la tierra y sometedla" *.
mito cananeo y todo cuanto representa 3 . La historia del
mundo debe adaptarse a lo que Yahvé ha mostrado a su Lo que Dios dice se lo dice a ambos. Se les da una
Pueblo. Dios y el mal no son dos fuerzas iguales. Yahvé meta en la vida, cierto trabajo que hacer y la deducción
es supremo y el mundo que hizo es bueno. Cualquier mal- de que tienen que hacerlo juntos.
dad que aparezca en él es culpa del hombre. Entre los judíos, ser sabio significa trabajar en el oficio
Yahvé tampoco tiene ninguna consorte con quien lo con habilidad que resulta del talento y de la experiencia.
produjera. Nadie es semejante a El. Si los seres humanos Puesto que también existe un arte de la vida, esta ha-
son varón y hembra, esto se debe exclusivamente a su bilidad, la más valiosa de todas, se llamó simplemente
buen deseo. sabiduría. Al igual que un maestro artesano muestra a
Entonces, ¿por qué decidió El que estas imágenes su- su aprendiz todas las destrezas del oficio, los autores de
yas deberían tener dos formas? En el capítulo con el los libros de la sabiduría del Antiguo Testamento ofrecen
cual comienza nuestra investigación solamente se da al hombre joven los conocimientos acumulados de sus
una razón: mayores.
En el libro del Eclesiástico, compuesto entre los años
No es bueno que el hombre esté solo. 200 y 300 antes de Cristo, y que se lee todos los años en
En otras palabras, es erróneo concebir la religión ex- la Fiesta de los Tabernáculos, el sabio vuelve a repetir
clusivamente en función de un hombre aparte y Dios. Cual- un par de líneas de un poema épico pagano para expresar
quier cosa que el hombre tenga que hacer aquí, en la su propia sabiduría melancólica:
tierra, no tiene que hacerla solo, sino en un tipo único
Vive la vida con la mujer que amas,
de compañía con una mujer. Dios ha dispuesto el mundo todo el espacio de tu vana existencia
de tal modo que los seres humanos típicos triunfen en que se te ha dado bajo el s o l ' .
parejas.
La vida humana es algo que pasa. Este es su mensaje
s
Cf. McKenzie, "Las características literarias del Génesis", "Obra
citada"; "The Two-Edged Sword", págs. 52 y sig.
3
"Ibid.". * Gen. I, 27 y 28.
5
Ecl. 9, 9.

144 145
SALVACIÓN EN PAREJAS
INTRODUCCIÓN: PARTE II

en la totalidad del libro. Pero en el mismo se da por Israel no obedece a Dios 8. Dicho de otro modo, los auto-
cierto que los seres humanos deben afrontarla en parejas. res bíblicos registran un hecho que es el paso de la
existencia. Esto no formó parte de la vida social judía,
El Libro del Eclesiástico, compuesto por Ben Sira un
tal y como se reflejó en los libros de la sabiduría. En
siglo después, representa la reacción de la sabiduría
tiempos del Nuevo Testamento, al parecer, Cristo cree
hebrea ante la visión griega de la vida que ha impregnado
que no existe absolutamente necesidad de hacer ningún
todo el Oriente Medio. Una colección, en lugar de una
comentario.
obra original, que proclama los sentimientos tradicionales
Pero cuando pretenden comunicar alguna enseñanza
del israelita devoto.
explícita sobre el matrimonio, describir cómo empezó,
El que adquiere una mujer, adquiere el comienzo aconsejar, hacer comentarios sobre la vida conyugal, no
de la fortuna, una ayuda semejante a él y columna existe pasaje que no dé por cierto que un marido no
de apoyo. tiene sino una esposa". La idea que aparece en primer
Donde no hay una valla la propiedad es saqueada. lugar en el Génesis es un estribillo constante. Este no es
Donde no hay una mujer, gime un hombre a la un mundo de hombre. Para ser todo lo que fue creado,
deriva 6. un hombre necesita una esposa. Los seres humanos tí-
picos están proyectados por Dios para hacer su deseo
Esta es la declaración todavía más enfática. Un com- en parejas. Con la primera cosa con la que nos enfrenta-
pañero de la vida no es simplemente útil, sino necesario. mos en el Nuevo Testamento es con un cambio pasmoso.
Un hombre no es el mismo sin una esposa. Expuesto a
la desgracia, anda extraviado por una vida que no tiene
objeto.
Esta idea de la salvación en parejas parece presuponer
que el matrimonio, como Dios lo ha proyectado, es en-
tre un hombre y una sola mujer. ¿De qué modo se puede
compaginar esto con la poligamia que los autores bíblicos
atribuyen incluso a Abraham y a David? '
La contestación no parece encontrarse en los textos
separados, sino en todo el contenido del Antiguo Testa-
mento. A los patriarcas y a los reyes se les describe con
más de una esposa; y una poesía menciona la poligamia
como ejemplo de lo desesperadas que serán las cosas si

6
Ecl. 36, 24 y 25. Cf. Prov. 18, 22. !
7
Cf. Jue 7, 30; 12, 8, 14; 2 Sam. 2, 2; 2 a 5, 14 y sig.; 5, 13 a Cf. Is. 4, 1 .
9
16; 1 1 , 27; I Re. I, I sig,; 1 1 , 1 a 8; 2 Par. 1 1 , 18 a 23; 2 Re. 10, Cf. Gen. 2, 24; 4, 19; Dt. 17, 17. Cf. también Roland de Vaux,
12 a 14. "Ancient Israel" (Nueva York: Mcgraw H i l l , 1961), págs. 24 a 26.

146 147
Sección I: La vida ideal

7. UN DON ESPECIAL

UANDO los Apóstoles observan que si se prohibe el


C divorcio, a un hombre no le trae cuenta casarse,
Nuestro Señor contesta:

No todos entienden este lenguaje, sino solamen-


te aquellos a quien se les ha concedido. Porque hay
eunucos que nacieron así del seno materno, y hay
eunucos hechos por los hombres, y hay eunucos que
se hicieron tales a sí mismo por el Reino de los Cie-
los. Quien pueda entender que entienda 1 .

Les ha dicho en otra ocasión que ellos, como Apóstoles,


han recibido un don especial que les capacita para cono-
cer los designios ocultos que Dios tiene para el mundo 2.
Ahora se menciona de nuevo un don. La cuestión de si
un hombre debería casarse solamente se aprecia en su
totalidad por aquellos que la ven a la luz de los desig-
nios ocultos de Dios, y éstos observan que existen ven-
tajas en proseguir sin un compañero de la vida.
El concluye con una invitación. Dejad que aquel al que
se le ha dado tal sentido más profundo de los valores, es-

1
Mt. 19, 11.
' Mt. 13, 11.

149
UN DON ESPECIAL
LA VIDA IDEAL
mente no hace más que explicar alguna realidad. Es una
tudie estas ventajas y considere si la vida de celibato primera fase. En ella la realidad misma está haciendo su
es para él. primera aparición.
En el Antiguo Testamento nunca se pretendió que Dios
La secta judía de Qumran, cerca del Mar Muerto, no
deseara literalmente que todos los hombres se casaran.
mucho antes de los tiempos de Cristo, consideraba el
Algunos son simplemente incapaces de hacerlo. Ahora
celibato como el estado ideal para sus adeptos. La razón
parece que incluso aquellos que pueden, no deben pen-
es, una vez más, la época en que vivieron. Ellos creían que
sar en ello en seguida.
el antiguo orden de cosas estaba llegando a su fin. Yahvé
La sugerencia es atormentadoramente breve. La única estaba a punto de intervenir en la historia y llevaría al
razón que se da es el "Reino de los Cielos". Pero lo que mundo a su etapa final. Una época extraordinaria exigía
esto quiere decir comienza a aparecer en las cartas de asimismo una preparación extraordinaria: una vida de
San Pablo. celibato.
A los enviados de su joven iglesia de Corinto que le pre-
Es en esta base en la que nosotros tenemos que leer
guntan: "¿Puede casarse un cristiano?", Pablo les res-
las palabras de Pablo acerca de la "inminente necesidad".
ponde con un sí definitivo, pero añade:
La vida ya no es lo que era usualmente. El día en que
Entiendo que, a causa de la enminente necesidad, Cristo vuelva otra vez puede estar en un futuro lejano,
lo que conviene es quedarse como uno está 3 pero la última edad del mundo ya ha comenzado. La línea
divisoria fue el Calvario. El Cristo llevado a los cielos
El matrimonio es bueno, pero la "inminente necesidad" está ahora disfrutando de la vida que pronto nos perte-
hace que esté mal aconsejado. Los cristianos están empe- necerá a todos nosotros.
zando a aprender por experiencia la tensión de vivir en
un mundo pagano. Es bastante difícil afrontarlo sólo. Vien- Por lo tanto, los que tienen mujer vivan como si no
do a una esposa o a un marido sufrir, se duplicaría la la tuviesen. Los que lloran como si no llorasen. Los
que están alegres, como si no lo estuviesen. Los que
angustia. compran como si no poseyesen. Los que disfrutan del
Pero esto es solamente parte de una situación más ge- mundo, como si no disfrutasen. Porque la apariencia
neral que Pablo parece tener en mente. La única gran fi- de este mundo pasa 5 .
gura del Antiguo Testamento que nunca se casó fue Jere-
mías, y la única razón fue su papel poco usual en la vida. Puesto que toda la raza humana debe llegar a compren-
Célibe, sin descendencia que perpertuara su nombre, él der lo que ha ocurrido, se invita a los cristianos a que se
tenía que ser un profeta y una profecía, un símbolo viviente conviertan en recordatorios humanos, en símbolos vi-
del Reino que estaba agonizando y una nueva relación vientes del mundo agonizante y de la nueva vida que el
entre Dios y su pueblo 4. En la Escritura, un símbolo usual- hombre está viviendo ahora 6 . Renunciando al matrimonio

3 5
I Cor. 7, 26. I Cor. 7, 29 a 31.
4 6
Cf. Jer. 16, 1 a 4. Cf. también L. Leg and, "El significado pro- Cf. Legrand, "obra citada".
fético del celibato", "Scripture", 12 (1960), págs. 97 a 105.
151
150
LA VIDA IDEAL UN DON ESPECIAL

pueden ayudar a las personas casadas a recordar que Lo ideal ya no es simbolizar el significado de la época,
nuestras antiguas preocupaciones e intereses carecen de sino ser práctico al ajustarse a ella. Dado el rigorismo de
importancia si se comparan con las cosas tan terribles Tertuliano y su costumbre de lograr su propósito de un
que están ocurriendo cuando Dios sitúa la historia en su modo tan contundente como lo permita la retórica, esta
climax. opinión sobre el matrimonio, como ahora un factor indi-
ferente, si no un obstáculo, en el plan que tiene Dios para
Por las epístolas de Pablo sabemos con qué ansia los
la gloria final del hombre, no es peculiar de él. Reaparece
hombres deseaban que el cambio fuera total y que
dos siglos más tarde.
Cristo viniera una segunda vez. Significativa es, enton-
ces, la carta que alrededor del año 200 un cristiano casa- San Juan Crisóstomo, cuyos sermones como Obispo
do envía a su esposa. de Constantinopla muestran a la Iglesia de habla griega
en su mejor momento, ve el matrimonio como una de las
Un brillante abogado romano que, aunque solamente vanas satisfacciones de una vida que es solamente un
hace cinco años que está en el seno de la Iglesia, hace preludio a nuestra vida real con Cristo.
muy poco tiempo que ha sido ordenado sacerdote, Ter-
tuliano, autor de esta carta, se unirá por último a los he- Podemos haber dejado muchos hijos. Podemos
tener una bella esposa, placer y las demás cosas que
rejes montañistas a causa de sus severas opiniones sobre
acabo de enumerar. Puede que hayamos llegado a
el matrimonio. No obstante, es él quien está forjando los una edad madura. ¿Pero qué ayuda en verdad y en
términos mediante los cuales la teología cristiana puede valores eternos nos depararán todas estas cosas para
expresarse ahora en latín; y la calidad de su obra durante el día del juicio? Ninguna en absoluto.
estos años suyos de católico, puede juzgarse por el he- Así, estas cosas son una sombra, un sueño. Pues
de estas épocas interminables, que a la postre nos
cho de que un hombre como San Cipriano de Cartago ma- absorberán, no puede esperarse ningún fruto, ningún
nifestará que ha leído diariamente a Tertuliano. consuelo.
El que las tuvo, está destinado a estar en la misma
En esta carta pregunta a su esposa: situación que el que careció de ellas 8.
¿Por qué anhelamos tener hijos cuando, una vez que
El Obispo desconocido que es autor de uno de los
los tenemos, estamos deseando dejarlos por temor
a las tribulaciones pendientes? ¿No estamos anhe- mejores comentarios latinos de este período sobre San
lando abandonar esta época de pecado y ser reci- Pablo, indica que los católicos de Italia todavía leen a
bidos en la presencia del Señor, como incluso deseó Pablo en el espíritu de Tertuliano.
el Apóstol? Los hijos apenas son necesarios al siervo
de Dios... Puesto que el fin del mundo está próximo, no
deberíamos estar ansiosos de engendrar hijos... Pues
¿Por qué profetizó el Señor: "¡Ay de las que estén existirán presiones sobre nosotros como ¡amas las
encinta y criando!", excepto para testimoniar que la hubo antes.
carga de preocupaciones familiares será un estorbo Después de todo, ninguno de nosotros desea que
en ese día de la partida, que tiene que venir? '. estas cosas ocurran en su propio tiempo... Pensemos
7 8
"Ad Uxorem", lib. 1, c. 5, PL 1, 1281. "De Virginltate", c. 5, 58, PG 48, 580.

152 153
LA VIDA IDEAL
UN DON ESPECIAL

en los otros también y abstengámonos de tener mu-


¿Qué más parece instar el Apóstol cuando dice
chos hijos. Démonos más a la oración y al servicio
sobre este tema: "Bien les está a todos quedarse
de Dios, pensando en el futuro día del juicio; así nos-
como yo"; o en el pasaje: "Os digo, pues, herma-
otros no seremos juzgados por el cúmulo de intereses
nos: El tiempo es corto, los que tienen mujer, vivan
terrenales y ellos no se enfrentarán con algo que
como si no la tuviesen...?". Por todo ello me parece
nosotros mismos tememos 9.
que en esta época actual sólo deben casarse aquellos
que no tienen imperio sobre sí mismos " .
Estos sentimientos no están en absoluto fuera de lo
común. San Jerónimo, conocido de los hombres más emi-
Ninguno de estos hombres pretende desprestigiar el
nentes de la Iglesia a finales del siglo IV y famoso en
matrimonio. Saben perfectamente que el mayor acon-
sí mismo por su trabajo en la Escritura, pregunta:
tecimiento de la historia ha dependido de él. La cadena
¿Cuál es la necesidad (a la que se refiere Pablo)? de matrimonios y nacimientos que se ha prolongado des-
"¡Ay de las que estén encinta y criando en esos de que el primer hombre y la primera mujer concibieron
días!".
su hijo, ha llegado hasta una mujer que es la Madre de
El bosque se espesa para que se corte en algún
Dios. Pero ha nacido el más grande de los hombres y la
tiempo futuro. Se siembra el campo para recoger el
fruto. El mundo ya está lleno. La tierra ya no es capaz raza se ha redimido. Ya no tiene las mismas necesidades.
de contenernos. Las guerras diarias nos acaban, las El matrimonio ha perdido el significado que tenía antes
enfermedades nos eliminan, los naufragios nos su- del nacimiento de Cristo.
mergen " .
No son las cortesanas las que están amenazadas Cuando la época de los Padres llega a su fin, la Igle-
ni las casas de prostitución, que ninguno duda que se sia de los países del Norte comienza a expresarse. Por
condenarán, sino los vientres hinchados, y los niños el año 700, la fe ha sido aceptada por la gran masa de per-
que lloran, y los frutos y las obras del matrimonio " . sonas de Inglaterra y las ¡deas de los Padres se las ex-
plica un erudito anglosajón llamado Beda. Los obispos
Esta misma forma de pensar guarda relación con Agus-
y los reyes buscan su consejo, los sacerdotes leen sus
tín, al afirmar que ahora sería mejor que nadie se casara.
obras al pueblo durante la misa y todo el país lo cano-
Pero yo sé que alguno lamentará: "¿Qué ocurriría si nizará después de su muerte con el título de Venerable.
todos los hombres desearan abstenerse de las re-
laciones sexuales? ¿Cómo sobreviviría la raza hu- Sus palabras sobre el matrimonio se hacen eco de
mana?" Agustín:
¡Si todos los hombres tuvieran solamente este de-
seo!... la Ciudad de Dios se llenaría con mayor ra- El matrimonio no tiene que ser condenado. La gra-
pidez y así se haría que el fin del mundo llegara cia de la bendición del altísimo lo ha establecido
más pronto. para propagar la raza humana y poblar la tierra.
9
Pero lo que tiene que honrarse más y lo que merece
Ambrosiaster, " I n I Cor. 7, 2 9 " , PL 217, 234 y 235.
10 mayor bendición es la virginidad, que, ahora que la
" D e Perpet. Virg B . V . M . " , c. 2 1 , PL 23, 215.
11
" A d v . J o v . " , lib. 1, nüm. 26, PL 23, 239. Cf. Autor desconocido,
tierra se ha llenado de hombres..., desea seguir a
"Consultáronos Z a c c h a e l " , lib. 3, c. 5, PL 20, 1157; Isidoro de
Sevilla, " D e Eccl, O f f . " , lib. 2, c. 20, PL 83, 809.
« "De Bono Conj.", c. 10, PL 40, 381.

154 155
LA VIDA IDEAL UN DON ESPECIAL

Cristo Jesús en el cielo y entonar el único cántico acuerdo con la conclusión de Buenaventura, pero por
que nadie más puede cantarle a él. una razón diferente.
Pues Dios y Nuestro Señor, quien en la primera
época del mundo recién creado formó a la mujer Este precepto procede de la naturaleza, debido a
de una costilla del hombre para enseñarnos que la la falta de un número muy amplio; y por ello yo creo
tierra tenía que poblarse mediante su mutua unión, que no obliga una vez que existe un número consi-
ha tomado en sí mismo la naturaleza humana de la derable 16.
carne de la Virgen en la última época de la histo-
ria... Para demostrar que El ama la gloria de la vir-
ginidad más que al matrimonio " . Tomás, su alumno, explica esto en detalle. Al princi-
pio, todo el que podía estaba obligado a tener hijos.
Sobre los castos, los escritores de estos primeros si- Ahora no lo están, excepto aquellos designados por la
glos, ya comparten la opinión de Jerónimo de que el fin autoridad civil para cubrir la necesidad de cierta provin-
del mundo está cercano, o la esperanza de Agustín de cia ". El precepto de tener hijos es como el de dar li-
que si todos fueran célibes el día estaría próximo, están mosna. Está destinado a todas las épocas y es tan válido
de acuerdo en que hoy como en los tiempos del Antiguo Testamento. Un
hombre está obligado a dar limosna o a casarse cuando
la necesidad presiona a todos los hombres para que se encuentra en una situación concreta que lo exige " .
se preparen para la llegada del juicio, pero los ma-
trimonios son menos capaces de hacer esto ' \ En el siglo siguiente, Tomás de Estrasburgo ve a Ma-
ría como el punto divisorio de la historia. Antes de su
tiempo el matrimonio era mejor. Ni se preceptuaba ni se
Durante e/ siglo XIII, los escolásticos llegan a esta
aconsejaba la virginidad. Pero desde su época el mejor
cuestión cuando tratan del precepto de Dios en el Gé-
camino hacia Dios es la virginidad 10.
nesis: "Sed fecundos y multiplicaos". Buenaventura cree
que ya no existe ninguna necesidad y, por lo tanto, ningún Cuando en el siglo XVI comienza un nuevo período de
mandato de tener hijos. En estos tiempos del Nuevo Tes- reflexión, nuevamente se hace la distinción entre el An-
tamento el precepto se ha convertido en una "indul- tiguo Testamento y el Nuevo. Ahora que ha venido Cris-
gencia" J5. to es mejor no casarse 2 °. Pero Domingo Soto se opone
a los primeros escritores que habian llegado tan lejos
Alberto el Grande, cuya erudición y uso de Aristóteles como para afirmar que el antiguo precepto: "Sed fecun-
afectará a la instrucción de los siglos futuros, está de
dos y multiplicaos" ha terminado con el nacimiento de
Cristo. Para cumplimentar el deseo que tiene Dios para
13
" H e x . " , lib. 1, PL 9 1 , 3 1 . Cf. Rábano Mauro, " C o m m . ¡n G e n . " ,
Iib. 1 , c. 7, PL 107, 462.
14
Harvey de Bourg-Dieu, " C o m m . in I Cor. 7 " , PL 181, 183; '• "In 4 S e n t . " , d . 26, a. 8.
Cf. Rábano Mauro, "Enarr. ¡n Ep. P a u l i " , lib. 10, c. 7, PL 112 71- " "In 4 S e n t . " , d . 26, q . I, a. 2. Cf. " S . T . " II I I , q . 52, a. 12
" E x p o s . " Super Jer., Ilb. 1 1 , c. 29, PL 111, 1017; Hatto de Vercelli' ad 2.
'Expos. in Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134, 357; Bruno de Asti, "Expos. ¡n '» " I n 4 S e n t . " , d . 26, q . 2, a. 2 ad 1.
I Cor. 7 " , PL 153, 156. " "In 4 S e n t . " , d . 33, q . I, a. 4; Cf. " i b i d . " , d. 26, q . I, a. 3.
J5
" í n 4 S e n i . " , d . 26, a. I, q. 3. •" Cf. Cayetano, " I n I Cor. 7, 26.

156 157
LA VIDA IDEAL
UN DON ESPECIAL

el mundo, el matrimonio todavía es tan esencial como


Cerca de principios de siglo, San Lorenzo de Brindisi
siempre. observa que el llamado precepto de Dios en realidad no
El tiempo en que tiene que ocurrir el fin del mun- fue ningún precepto, sino una autorización y una ben-
do no ha sido incluido en la suma de conocimientos dición sobre la raza humana". Leonardo Lessius, profe-
del hombre. "Esa hora no la conoce nadie, ni aun el sor de Lovaina y uno de los jesuítas destacados en las
Hijo del Hombre". Y, por lo tanto, a menos que lo acla- enconadas luchas teológicas acerca del problema de la
re una revelación especial, debe observarse el dere-
cho consuetudinario y la ley natural. gracia y el libre albedrío, añade que, si la raza humana
Asi, si surgiera la necesidad (lo cual no parece estuviera en peligro de extinción,
posible), incluso aquellos obligados por un voto de
castidad tendrían que casarse por ley, ya que los vo- no es improbable que entonces existiera un precep-
tos siempre incluyen una condición: a menos que to... Así piensan la mayoría de los expertos.
esté en contraposición con la obligación del derecho Aunque tal vez sea más acertado decir que esto
natural de preservar la raza humana 31 . no se ordenaría, especialmente en esta época de la
ley del Evangelio. Pues el Señor aconsejó el celibato
sin reservas y sin excepción alguna.
Salmerón encuentra ocioso preocuparse de preservar Pues entonces, puesto que la seguridad de la raza
la raza cuando los hombres son tan propensos al matri- humana no es responsabilidad de cada hombre, sino
de la providencia de Dios, parece más plausible que,
monio 22. Pero en el nivel de la teoría difiere de Soto.
si surgiera tal caso, es que Dios estaría deseando
El cree que el precepto original de Dios fue revocado poner fin al mundo '".
en la plenitud del tiempo en que vino Cristo. Afirma, con
Jerónimo y Agustín, que ya no existe necesidad del ma- Aunque los moralistas de años posteriores han vuelto
trimonio. Si la raza se extingue no sería una catástrofe. su atención a los problemas que parecían más urgentes,
La Ciudad de Dios estaría cerca 2 3 . no debe ignorarse la convicción fundamental que im-
Otros están de acuerdo con él -*, y Canisio encuentra pulsó toda discusión. Reapareciendo periódicamente des-
tiempo entre los trabajos que le proclamarán segundo de los días de Pablo, atrae la atención hacia el hecho que
fundador de la Iglesia en Alemania, para una serie de es más importante. La revelación posterior ha modificado
meditaciones en las cuales, al igual que Crisóstomo si- la percepción primeramente registrada en el Génesis, de
glos antes, apremia a los cristianos a que consideren el que los típicos seres humanos están proyectados para lo-
matrimonio tomando como base esta breve vida humana grar su destino en parejas.
y la vida eterna que está por venir 2S . No debemos exagerar el cambio. No parece tan evi-
dente, como han pretendido algunos escritores cristianos,
21
" ( n 4 S e n í . " , tí. 26, q. 1, a. 2. que eí hombre está ahora libre de toda obligación de pre-
22
"Obra c i t a d a " , v o l . 3, opuse, pág. 30.
23
servar la raza. Aunque el Nuevo Testamento aclara que
" I b i d . " , v o l . 5, opuse. 9, pág. 50; v o l . 8, o p u s e . 50, págs. 393,
397.
24 26
Cf. Buys, "obra c i t a d a " , pág. 210. " E x p l a n . In Gen., I, 29, " O b r a s " 3, 202.
27
23
" M e d . de D o m i n i o . " , Dom. 2 post Trin., Streicher, I I , pág. 106. " P r a e l . De Sao. M a t . " , c. 1 , cop. 3. Cf. " D e Justitia et Jure
(Antwerp: B. Moretti, 1632), séptima edición, lib. 4, cop. 15 a 1.

158
159
UN DON ESPECIAL
LA VIDA IDEAL

de un concepto universal, como la naturaleza humana o


todos los acontecimientos de la historia son partes de
la justicia. El matrimonio ha sido afectado por la historia.
un plan mediante el cual Cristo será "todo en todo", la
Ya no es tan urgente como cuando su última consecuen-
revelación nos ha dado pocos detalles de ese plan. Hasta
cia tenía que ser Cristo. Ahora El ha venido. La historia
que lo aprenda de un modo diferente, la raza humana
está en su etapa final. Y en esta nueva situación hay un
supondrá que todavía debe adoptar todas las medidas
nuevo camino a Dios. Un hombre puede ser ahora más sa-
necesarias para asegurar su supervivencia.
bio y prescindir de un compañero de la vida.
Pero en medio de nuestro temor bien fundado hoy en
Esto, decimos, se debe al estado del mundo en el cual
día del final del mundo, o de una lucha titánica entre la
están viviendo. Pero Pablo también señala una razón en
Iglesia y sus enemigos, se nos recuerda que el matri-
el mismo matrimonio.
monio ya no es el camino ideal hacia Dios. En cada época
el cristiano es un mártir, una proclamación viviente de que
Cristo ha venido y que el mundo es ahora diferente.
A algunos se les invita a atestiguarlo mediante su renun-
cia al matrimonio.
No siempre se ha apreciado un aspecto de esta ver-
dad, aunque es básico al pensamiento cristiano sobre la
virginidad. Todos los documentos que hemos examinado
tratan de ese modo de vida, no en lo abstracto, como po-
dría haber existido en cualquier época, sino en la situa-
ción histórica concreta del mundo desde el nacimiento
de Cristo. En ese marco, y sólo en ese, parece como algo
que tiene que desearse. Antes de Cristo, pasar por la
vida sin casarse era una desgracia, como con tanta fre-
cuencia advierte el Antiguo Testamento.
Para el cristiano la historia tiene un significado. Cada
momento tiene su importancia. Es una escena única en
el progreso del mundo hacia la meta que Dios contem-
plaba cuando lo creó. Pues no existe cosa inútil en la
creación. Este avance hacia la meta es parte de un plan.
¿Las fuerzas de la naturaleza? ¿El libre albedrío del
hombre? Son los mismos agentes que El ha ideado para
llevar el plan a su término.
Por lo tanto, entender el matrimonio no es suficiente para
filosofar sobre el mismo como si se tratara simplemente

161
160 11
8. LAS INQUIETUDES DE LA VIDA MATRI-
MONIAL

L matrimonio no es pecado, dice Pablo a sus conver-


E tidos en Corinto.
Pero todos ellos tendrán su tribulación en la carne,
que yo quisiera evitaros'.

No dice lo que son estas "tribulaciones humanas". De-


berán ser experiencias que más bien forman parte de la
vida matrimonial, puesto que los corintios las evitarán
no casándose.
Encontramos a los Padres griegos mostrando a los
cristianos de finales del siglo IV que el "matrimonio es
una carga pesada" 2, al enumerar las inquietudes diarias
de un matrimonio típico. Tan pronto como se concibe un
hijo, os preocupáis por la madre. Si sobrevive, existe la
ansiedad de criar a los hijos. Cuantos más hijos tiene
ella, con más pena y tristeza los ve sufrir; y esto la
aflige más que su propio sufrimiento.
Cuando el marido está en el hogar ella está pendiente
de él. Cuando no está en casa se preocupa por él. Si él

1
1 Cor. 7, 28.
- Gregorio Nacianceno, "Carm.", Hb. 1, seo. 2, 6, 1, 7, PG 37,
643.

163
LA VIDA IDEAL
LAS INQUIETUDES DE LA VIDA MATRIMONIAL

muere, ella queda viuda deseando la muerte, sola si no


Jerónimo cree que otros han descrito estas cargas bas-
tiene hijos, preocupada si los tiene 3 .
tante bien 8. Y él observa que
San Juan Crisóstomo contempla la vida matrimonial
desde la parte del marido. Las mujeres envejecen rápidamente, especialmente
aquellas que tienen marido ".
Es cosa grave estar casado con una muchacha
pobre y grave estar casado con una rica. Una cosa Agustín reflexiona sobre la aparente reticencia de Pablo.
disminuye la riqueza de un hombre; la otra, autoridad
y libertad.
En cuanto a su afirmación de las tribulaciones hu-
Es una carga tener hijos; una carga mayor no te- manas, que él quisiera evitar a aquellos que optan
nerlos. En el primer caso, se está sujeto a una amar- por el matrimonio, no se me ocurre ahora nada más
ga esclavitud; en el segundo, se ha tomado una es- plausible, que él no estaba dispuesto a revelar y
posa en vano.
enumerar en detalle las tribulaciones humanas pre-
El niño cae enfermo. No es un temor corriente. cisas, de las cuales estaba avisando de antemano a
Muere joven, lo cual es una pena que no encuentra los que eligen el matrimonio: las sospechas de un
consuelo. En cada fase de crecimiento, ansiedad por marido o de una esposa celosos, tener hijos y criar-
ellos, preocupaciones y trabajos... Esta es la vida, los, los temores y tristezas de una viuda cuando fa-
Teodoro, en la cual un alma se divide entre tantos llece el otro. ¿Cuál de entre todos estos sentimien-
cuidados, sirve a tantos, vive para tantos y nunca tos no sorprende e irrita a una persona, una vez que
para sí misma 4 . se ha ligado con las cadenas del matrimonio? 10.

Durante este período, los comentaristas de Occidente En el resto de este período se evidencia la misma opi-
leen las palabras de Pablo acerca de la "necesidad pre- nión, tanto en la Iglesia de habla latina como en la de
sente", que acabamos de considerar, como una alusión a
habla griega M . Los escritores de la Edad Media repiten
las inquietudes de la vida matrimonial 5 . Ambrosio des-
a los Padres.12. Lanfranc, cuya fama no sólo atrae a los
cribe el velo de la novia como un símbolo de las nubes
eruditos a la abadía normanda de Bec, sino que andando
que con seguridad vendrán a oscurecer su hogar 6 .
el tiempo impulsará a Guillermo el Conquistador a nom-
¿Quién es tan opuesto a la verdad que condena
el matrimonio? ¿Pero quién está tan desprovisto de » " A d v . J o v . " , lib. I, núm. 13, PL 23, 241.
sentido que no se da cuenta de las cargas del ma- • " E p i s t . " , 117, núm. 10, PL 22, 959.
trimonio? '. 10
"De Sancta V i r g . " , c. 16, PL 40, 403 y 404. Cf. " C o n f e s s i o n e s " ,
lib. 9, c. 9, PL 32, 772.
11
s Cf. Gregorio el Grande, " R e g . P a s t . " , pars. 3, c. 27, PL 77,
Gregorio Nacianceno, "De V i r g i n i t a t e " , c. 3, PG 46, 327 a 335.
103; Ps-Crisóstomo, " D e Sancta T h e c l a " , PG 50, 547; Damasceno,
Cf. Basilio el Grande, "De Vera Virg. I n t e g . " , núm. 23, PG 30, 715;
" E p i s . " I ad Greg., PG 32, 226. Cf. "Consult. Z a c c h a e i " , lib. 3, c. 5, "Sac. Paral., Ilt. 6. PG 95, 1282; Teodoreto, "Graec. Aff. C u r . " ,
PL 20, 1156 y 1157; Isidoro de Sevilla, " E d Eccl. O f f . " , lib. 2, c. 20. 8erm. 9, PG 83, 1055; Teodoro de Studium, Epist., lib. 2, núm. 128,
1 PG 99, 1114; Tajón, " S e n t . " , lib. 3, c. 7, PL 80, 857 y 858; Isidoro
" A d Theod. L a p . " , lib. 2, núm. 5, PG 47, 314.
5 de Sevilla, De Eccl. Off., lib. 2, c. 20, PL 83, 809.
Ambrosiaster, " l n I Cor. 7, 28, PL 17, 234. Cf. " i b i d . " , 7, 26, 12
PL 17, 233. Cf. SedeHo Scoto, " C o l l . in I Cor. 7, PL 102, 142 y 143; Rábano
6
"Exhort. V i r g . " , 34, PL 16, 346. Mauro, "Enarr. in Ep. P a u l i " , lib. 10, c. 7, PL 112, 70; Haymo de
7 Halberstadt, "Expos. in I Cor. 7 " , PL 117, 547; Catto de Vercelli,
"De V i r g . " , c. 6, PL 16, Z87. Cf. " L i b . de V i d . " , c. 3, PL 16, 273.
"Expos. in Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134, 357.

164
165
LA VIDA IDEAL LAS INQUIETUDES DÉ LA VÍDA MATRIMONIAL

brarlo Arzobispo de Canterbury, cree que la "necesidad La vida conyugal tiene dos períodos similares: el
presente" que Pablo tiene en mente es: primero, cuando los dos esposos se aman tierna-
mente, cuando los hijos pequeños juegan y balbu-
El deseo de los bienes de este mundo, que tienen cean ante los ojos de sus padres. Es delicioso.
con frecuencia los matrimonios cuando procuran Pero cuando los niños han crecido... aumentan
para sus hijos e hijas y se apoyan el uno al otro. Para las preocupaciones de los padres. Entonces el sol
evitar esto, él dice que es bueno que un hombre comienza su declive. El brillo de la felicidad primera
tome esposa 13. empieza a oscurecerse. Es entonces cuando el co-
razón se desgarra, herido por un enjambre de des-
gracias. Deben atenderse las necesidades de los
Otros escritores medievales incluyen este problema del hijos. Les sobrevendrán accidentes imprevistos. Des-
apoyo entre las preocupaciones que le vienen a un hom- pués, a uno de los dos esposos le llega el momento
bre con el matrimonio " . Buenaventura añade que una de la muerte 19.
esposa debe soportar la maldición de Eva. Solamente
aquellas que han padecido un parto difícil saben lo duro Otros llaman especialmente la atención hacia esta des-
que es soportarla. La escritura la usa como el símbolo de gracia final 2 °. Y San Francisco de Sales, aunque es ama-
una pena terrible 1S. ble y está interesado en el matrimonio, declara:
Durante los años de transición se oyen las mismas opi- El estado del matrimonio es el que exige más virtud
niones", e incluso el nuevo espíritu del siglo XVI parece y más constancia que cualquier otro. Es un ejercicio
traer pocos cambios. Algunos repiten la usual relación de perpetuo de la mortificación.
inquietudes " . Salmerón declara que los matrimonios es- ¡Ay!, aquellas almas que tienen una inclinación
totalmente parcial hacia el matrimonio, encuentran
crupulosos llevan "una cruz casi perpetua" 1". Luis de Gra- en el mismo tantas oportunidades para ejercer la pa-
nada, el principal escritor espiritual de los dominicos de ciencia y la mortificación, no obstante lo feliz que
la época y uno de los que se dirigen a los seglares, les pueda ser, que solamente con gran dificultad pueden
soportar su carga 2 2 .
dice:
El sol tiene dos períodos: el de su salida hasta el Evidentemente, estos avisos repetidos no significan una
mediodía, durante el cual su luz continúa aumen-
tando; el otro, desde el mediodía hasta su puesta, llamada al egoísmo. Si la Iglesia dedica esta atención
durante el cual su luz se va desvaneciendo. continuada a las inquietudes de la vida matrimonial, ellas
deben tener repercusiones en la religión de un matrimo-
« "Comm. In I Cor. 7, 2 2 " , PL 150, 178. nio. Ya en el año 200 encontramos que esto se afirma ex-
14 Cf. Bruno de Asti, " I n I Cor. 7 " , PL 153, 160; Alano de Lila,
"Summ'a de Arte P r . " , c. 46, PL 210, 194. plícitamente. Tertuliano, él mismo casado y respetado
ís "Opuse. 10 Vitls M y s t . " , A d d . 4, c. 30, núm. 105, Quar. 8, 209
V 210. l>
n cf. Dionisio el Cartujo, " I n I Cor. 7 " , a. 7, Obras 13, 156 y "Forét de lieux c o m m u n s " , seg. cía., Marriage, "Obras", 21,
157- "De Laúd Vita C o n j . " , a. 3, Obras, 38, 6 1 . 436. Cf. " i b i d . " , Virginité, " O b r a s " , 2 1 , 201.
i» Cf. Cayetano, " I n I Cor. 7 " , 28; Soto, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . I, s° Buys, " o b n c i t a d a " , pág. 225.
a I- 31
" L e t t r e s " , 1861, " O b r a s " , 3, 718.
ís "Obra c i t a d a " , v o l . 6, pág. 33, Cf. " i b i d . " , v o l . 5, opÚ9C. 9,
pág. 49. " " I b i d . " , 808, " O b r a s " , 3, 673.

1fifi 167
V
LA VIDA IDEAL LAS INQUIETUDES DE LA VIDA MATRIMONIAL

como un teólogo, aunque su rigorismo lo llevó fuera de la nuestra alma para unirnos con alguien en matrimonio
Iglesia, insiste en que el matrimonio es bueno, pero tam- parecemos descender y cerrar los ojos que fueron
bién insiste en que distrae a una persona de Dios ". destinados al reino de Dios, por una especie de so-
por, aquí en el mundo, y están dormidos a las cosas
Un siglo más tarde, el famoso historiador de la Iglesia divinas por algún tiempo, cuando nos detenemos en
Eusebio de Cesárea, revela su propia impresión de la vida los vanos asuntos de la tierra? 2a.
conyugal cuando trata de contestar a la acusación de que Jerónimo comenta la observación de Pablo sobre las
los cristianos, ensalzando a aquellos que no se casan, "tribulaciones humanas".
contradicen al Antiguo Testamento, el cual pretenden que
fue inspirado por Dios.
¿Piensas que el mismo modo de vida puede combi-
No existía nada que impidiera a aquellos hombres nar los días y las noches empleados en la oración
de la antigüedad, que llevaban una vida más relajada y abstinencia con el ansia de que llegue tu marido,
y libre, que atendieran a su hogar y a sus hijos y que, tu paso afectado, ideando lisonjas...? Los niños llo-
al mismo tiempo, estuvieran libres para el servicio de ran, las sirvientas hacen ruido, se observa a los
Dios. Podían atender asiduamente a la religión, así niños y se les habla, se hacen las cuentas, se aparta
como a sus esposas, a sus hijos y al hogar; y nunca el dinero para esto y para aquello. La cocinera,
fueron apartados del mejor empeño por intereses aje- arremangada, machaca la carne. Las muchachas char-
nos. Pero nuestro negocio incluye incontables asun- lan de sus cosas mientras cosen.
tos que nos deprimen desde el exterior, nos arras- En esto se oye que el marido ha llegado al hogar
tran desde todas partes a otros intereses y nos dis- con algunos amigos, y ella vuela como una golondri-
traen de nuestra atención cuidadosa para complacer na por todas las habitaciones de la casa. ¿Está todo
a Dios 24. ordenado? ¿Han barrido los suelos? ¿Se ha puesto
la mesa? ¿Está preparada la comida?
Como lo expresó un obispo de Italia a finales de siglo, Ahora dime: ¿Entre todas estas cosas, dónde está
los trabajos y preocupaciones de la vida matrimonial el pensamiento dedicado a Dios? ~\

reducen el paso del corredor como pesos en sus Agustín y Fulgencio de Ruspe, su discípulo, ven el mis-
pies 2*.
mo problema" 8 . A principios del siglo Vil, San Juan Cli-
maco, el abad del monasterio del Monte Sinaí, cuyo
San Ambrosio encuentra esta dificultad simbolizada en
último nombre se deriva de su obra clásica Pasos al Pa-
el Génesis por el sopor que Dios infundió en Adán, antes
raíso, observa:
de formar a Eva.

¿Qué es ese sueño durante un breve espacio de Aquellos cuyos pies están encadenados todavía
tiempo, excepto el hecho de que, cuando volvemos pueden caminar, aunque constantemente tropiezan y
se hieren. Un hombre entregado tan sólo a las ¡n-
23
" A d U x o r e m " , Mb. 1, c. 10, PL 1, 1390.
-« "De Paradiso", c. 1 1 , PL 14, 316.
" "Demonstrations E v a n g . " , lib. 1, c. 9, PG 22, 78 y 79. Cf.
-' " D e Perp. Virg. B.M.V., núm. 20, PL 23, 214.
" C o m m . ¡n L u c " , PG 24, 574. 28
Cf. "De Sancta V i r g . " , c. 16, PL 40, 403; Fulgencio, " E p i s t . 2 " ,
2S
Ambrosiaster, " I n I Cor. 7 " , 32, PL 17, 236. c. 5, PL 65, 314; " i b i d . " , PL 65, 321.

168 169
LA VIDA IDEAL
LAS INQUIETUDES DE LA VIDA MATRIMONIAL

quietudes de esta vida es como el que tiene las ma- tajas del matrimonio desesperanzadoramente entremezcla-
nos encadenadas, pero puede ir a donde desea...
Un hombre unido en matrimonio es como el que tie- das con las inquietudes que entraña la vida de matrimo-
ne encadenados los pies y las manos 39 . nio " . "Todas estas cosas nos impiden dirigirnos entera-
mente a Dios" 34. Alberto el Grande llega tan lejos que llama
Los primeros escritores medievales están de acuerdo a este modo de vida un obstáculo para la salvación a cau-
en que sa de sus cargas S5 . Cree que esta puede ser una razón
por la cual algunos han negado que se confiera gracia
La preocupación... y la obligación de procurar alguna por el sacramento del matrimonio.
para una esposa y los hijos, separa a una persona
de Dios 30 .
Pues le otorga una: no trae ningún bien a la per-
sona, pero le ayuda a evitar un m a l " .
Pedro Abelardo, cuya llegada a París hace del año
1100 una fecha notable en la historia de la teología, ex-
Aquino llega a la conclusión de que la decisión de so-
plica por qué en el segundo capítulo del Génesis Adán
portar estas "tribulaciones humanas", que éi entiende que
puso nombres a los animales y a las aves, pero no a los
son preocupaciones por las cosas temporales, no está de
reptiles.
acuerdo con nuestro propósito en la vida, a menos que
Pensamos que este es un pasaje excelente por su las tribulaciones se compensen con otros buenos efectos " .
simbolismo sagrado. Los célibes, en la Iglesia de hoy
Durante el siglo XV, Dionisio el Cartujo se pregunta
en día... pueden compararse a las aves y los buenos
matrimonios a las bestias, que tocan parcialmente ia por qué Pablo menciona solamente estas penas e inco-
tierra con los pies y en parte se separan de ella, ya modidades como las razones que llevan a adoptar la de-
que sus cuerpos no se arrastran por el suelo. Pues el cisión de no casarse.
hombre que se une en matrimonio está dividido, en
parte sirviendo a Dios y en parte dedicado al mundo,
debido a las exigencias perennes de la vida con- Podía haber alegado una razón más meritoria:
yugal " . que el estado matrimonial, debido a las inquietudes
que entraña, aleja a una persona de la pureza, el
fervor y la firmeza de contemplar y amar a Dios 3B .
No sólo los contemporáneos de Abelardo, sino los es-
colásticos del siglo siguiente, están de acuerdo en que En el siglo siguiente, Cayetano está seguro que Pablo
estos intereses hacen que los matrimonios sean "menos quiere referirse a las desventajas espirituales 3S .
propensos al b i e n " " . Buenaventura encuentra las ven-
Beauvais, "De Eruditione Filiorum N o b i l i u m " , e d . Arpad Steiner,
as " S c a l a P a r a d i s i " , Paso I, PG 88, 639 a 642. (Cambridge, Massachusetts: Medieval Academy of America, 1938),
c. 38, pág. 153.
i» Autor desconocido, " A l l e g . in N. T . " , lib. 7, PL 175, 912. Cf. 33
"Q. D ¡le Perf. Evang.", q. 3, a. 2, Quar. 5, 172.
Haymo de Halberstadt, " I n I Cor. 7 " , PL 117, 548; Lanfranc, " I n I 34
" I n L u c " , 10, 4 1 , Quar. 7, 274.
Cor. 7, 2 4 " , PL 150. 178; Anónimo, "In I Cor. 7 " , PL 153, 161.
" " I n 4 S e n t . " , d. 3 1 , a. I ad 4.
s> " P r o b . H e l . " , 40, PL 178, 722. 3* " I b i d . " , d . 26, a. 14, q . 2 ad I.
32 Cf. Alano de Lila, "Contra H a e r . " , lib. 1 , c. 14, PL 210, 366; 37
" I n 4 S e n t . " , d . 30, q . I, a. I.
Harvey de Bourg-Dieu, " I n I Cor. 7 " , PL 181, 883 a 886; Vicente de 3» " I n I Cor. 7 " , a. 7, " O b r a s " , 13, 156.
33
" I n I Cor. 7, 2 6 " .

170
171
LAS INQUIETUDES DE LA VIDA MATRIMONIAL
LA VIDA IDEAL

ción es arrebatada por sus preocupaciones usuales


No contradice Pablo la declaración de Dios... "No a los pensamientos de este mundo. Su cuerpo está
es bueno que el hombre esté solo"... En cuanto se presente en los asuntos de Dios; su mente está en
refiere a la existencia de las especies, no es bueno los asuntos terrenales, pues están tan distraídos por
que el hombre esté solo, porque priva de medios a ellos que casi no pueden prestar atención a lo que
la naturaleza para aumentar la especie. Pero Pablo
está ocurriendo frente a ellos " .
está hablando del hombre en relación con su vida
espiritual, y aquí es bueno no tomar esposa. Pues del
matrimonio resulta algo semejante a un obstáculo Ya en este siglo, y nada menos que por una autoridad
para la vida espiritual"". como la de Pío XII, se considera ésta como una de las
lecciones del Evangelio de San Mateo.
Los teólogos de la Contrarreforma están convencidos La afirmación de Jesucristo implica que este tipo
que el matrimonio hace difícil que se encuentre tiempo de abstinencia perfecta del matrimonio libera a las
suficiente para dedicarlo a D i o s " . Frente a los ataques personas de la pesada responsabilidad y deberes que
del protestantismo por el celibato de los clérigos, expli- entraña... La sociedad que les da sus obligaciones
como marido y mujer, ordena claramente que "los
can que los sacerdotes de la Iglesia Occidental no to- dos sean una misma carne". Pues en los tiempos
man esposa. buenos y en los malos, el marido y la esposa están
atados por muchas cadenas... y distraídos por las
A causa de los obstáculos e intereses mundanales inquietudes que preocupan y hacen difícil encontrar
que necesariamente surgen inmediatamente después tiempo para las reflexiones piadosas sobre las co-
del matrimonio ". sas de Dios, a causa de sus responsabilidades de
ahora " .
Ellos insisten una y otra vez que es por algo más que
por evitar estas incomodidades. Pero si el hombre casado debe luchar considerable-
mente para servir a Dios, ¿su resolución frente a estas
Se hace más daño por la esclavitud de la mente pruebas no le otorgará una mayor recompensa?
que por la del cuerpo; y por la pérdida de buenos
pensamientos que por la pérdida de dinero ". A finales del siglo IV, Crisóstomo contesta:
Vemos a muchos que, sujetos por las cadenas del ¿Y quién, medita, les obliga a asumir una carga
matrimonio, están tan ocupados y ansiosos de los tan pesada? Si al entrar en el matrimonio un hom-
intereses terrenales que apenas pueden pensar se- bre cumpliera un precepto, si violara una ley al no
riamente en su salvación. casarse, esto sería cierto con toda probabilidad. Pero
En verdad, que llegan a tiempo para el servicio di- si un hombre que ha estado libre para no tomar el
vino una o dos veces a la semana, pero su aten- yugo del matrimonio, desea más allá de toda duda,
sin que nadie le obligue, colocarse en medio de es-
tas dificultades, esto no significa nada para el pro-
<° " I b l d . , 7, I " .
<> Cf. Buys, "obra c i t a d a " , pág. 225; Alvarez de Paz, " D e Exter- motor del conflicto. El le ordenó solamente una
minatione M a l í " , lib. 5, pars. 2, c. 5, "Obras (París: L. Vives, 1875), cosa: que entrara en combate con el mal y que bus-
4, 579; c 2, " O b r a s " , 4, 558. cara la victoria sobre el vicio " .
' « 2 Belarmino, "De Sac. M a t . " , c. 5 " ( O p e r a O m n i a " , Ñapóles;
J . Giuliano, 1856). 14
" D i s p . de Statu Vitae E l i g e n d o " , q. 12, " O p u s o . " , pág. 864.
43 Lessius, " O p u s e . " 885, " D e Bono Satatus Castitatis, c. 5, 45
Pío X I I , Sacra Virginitas, AAS 46 (1954), pág. 168.
Opuscula (Antwerp; B. Moretus, 1626), pág. 885. " "De V i r g i n i t a t e " . c. 45, PG 48, 567.

172 173
LA VIDA IDEAL
LAS INQUIETUDES DE LA VIDA MATRIMONIAL

Los escritores de la Edad Media piensan que esta es


debe rivalizar, siente la tendencia a vivir absorbido en
la idea de Pablo.
este mundo tan profundamente real, tal vez sin caer en
Aquí vemos que una doncella no comete pecado el desorden, pero no dando a Dios mucho más que la
si se casa, pero entra en algo que supone la labor atención ocasional que parece exigir el recato. Cualquiera
más dura y que, en lo que se refiere a Dios, no tiene que intente compartir la vida con otra persona, sentirá
recompensa, al igual que no tiene castigo ".
esta tendencia que nunca ha tenido antes. No obstante
lo grande que pueda ser su buena voluntad, no importa
El principio implícito en estas conclusiones se afirma lo elevados que sean sus ideales, marcha por un camino
explícitamente durante la Edad Media. en el que tendrá que enfrentarse con lo que podrían de-
No es cierto que cuando existe mayor labor existe nominarse trivialidades apremiantes.
mayor mérito 48.
Su primer problema será el tiempo. Dispondrá incluso
En la virginidad, con menos labor, existe mayor
progreso y, por lo tanto, mayor capacidad para el mé- de menos que el que tenía antes para su atención ex-
rito. En el matrimonio existe mayor labor y menos clusiva a Dios.
progreso, pues en ese estado de vida es una gran
E incluso durante este tiempo limitado, encontrará que
cosa si tan sólo mantienes tus principios " .
el sosiego de la oración es un vacío emocional que se
llenará pronto por una avalancha de planes, preguntas y
Durante el siglo XVI, Salmerón añade por qué, en al-
ansiedades, más numerosos ahora y más urgentes, puesto
gunos casos por lo menos, no debe esperarse que la
que se compromete más que antes del matrimonio.
mayor lucha traiga una mayor recompensa.
En realidad, él puede considerar sus tareas recientes
A veces los hombres imprudentes entran en el como un modo nuevo de servir a Dios. Pero sin importar
matrimonio en contra del consejo del Señor y en
respuesta a la carne y a su concupiscencia. Como como las considere, tienen que hacerse. Y se prestan con
resultado, esas tribulaciones y molestias tienden a demasiada rapidez a hacerse por su propia razón. Es
disminuir el mérito en lugar de acrecentarlo s°. tan exigente o fascinante, tan penoso o cansado, que él
encontrará difícil pensar en cualquier cosa más.
Los hombres han conocido siempre las preocupacio-
Esto no debe llevar a conclusiones exageradas. Por otra
nes e inquietudes de !a vida de matrimonio, pero los cris-
parte, descubre un riesgo de ese estado, que una pareja
tianos han visto en ellas una nueva dimensión. Cada ser
debe admitir francamente si su relación con Dios no es
humano, con su necesidad de alimento, vestido y un ho-
el sufrimiento. Una erosión gradual de los viejos ideales
gar, su exposición a las penas, su asociación con otros a
por las inquietudes de la vida conyugal, puede dejarlos
los que deben responder, ayudar y amar y con los que
dispuestos a decidirse por las pequeñas victorias, conten-
tos con ser "buenos católicos".
«7 Rábano Mauro, "Enarr. ¡n Ep. P a u l i " , llb. 10, c. 7, PL 112, 74.
48
Autor desconocido, " A l l e g . ¡n N. T . " , lib. 7, PL 175, 9 1 1 . Dios debe seguir siendo tan real como el mundo que
" "Quaest. ¡n Ep. P a u l i " , En I Cor., q. 69, PL 175, 527.
50
"Obra c i t a d a " , vol. 5, tr. 9, pág. 50. los rodea. Las cosas espirituales deben ser tan apre-

174 175
LA VIDA IDEAL

mlantes como las exigencias de "sentido común" y de la


vida "práctica". Juntos, al principio, aprendiendo por ex-
periencia, deben ensayar métodos diferentes para lograrlo.
Hemos visto que la primera modificación de la idea de
la salvación en parejas, se debe al período de historia
de la salvación en el cual vive el matrimonio. Esta segun-
da se deriva del mismo matrimonio. Y el consejo de Pablo
a los corintios saca a la luz una tercera, que tiene su
origen en las dos personas que contraen matrimonio.
9. ABSTINENCIA Y ORACIÓN

EMOS visto cómo los judíos se abstenían del trato


H sexual cuando de algún modo extraordinario se creían
en la presencia de Dios \ Pablo continúa esta tradición.

No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido.


Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino
la mujer. No os neguéis el uno al otro, sino de mutuo
acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la oración 3.

Tanto los Padres griegos como los latinos repiten a


Pablo 3, aunque se cuidan de insistir en que:

No estamos promulgando una ley. Estamos aconse-


jando. Nuestro deseo es que absolutamente cuanto
es vuestro, sea para beneficio y bienestar de cada
uno de vosotros".

Los teólogos, obispos y papas desde ese tiempo


hasta el presente reflejan la convicción de que, aunque
ciertamente las relaciones maritales no son pecado, un

1
Cf. Ex. 19, 15; I Sam., 2 1 , 4.
2
I Cor. 7, 5.
3
Cf. Cirilo de Jerusalén, " C a t e c h . " , 4, de 10 d o g m a n t . " , 25, PQ
33, 487; Agustín, " D e Bono V i d . " , c. 3, PL 40, 433; "Contra J u l . " ,
lib. 2, c. 7, PL 44, 687.
4
Gregorio Nacianceno, " O r a t . " , 40, núm. 18, PG 36, 382.

176 177
LA VIDA IDEAL
ABSTINENCIA Y ORACIÓN

matrimonio encontrará que es útil abstenerse de ellas a


Los teólogos medievales se limitan usualmente a ex-
veces 5.
presiones más generalizadas, tales como "días de absti-
A principios del siglo III este concepto general ha nencia", pero se da por supuesta la misma obligación n .
adquirido cierta precisión. Orígenes dice a las personas A finales del siglo XV Dionisio el Cartujo añade:
casadas que solamente deben tener relaciones en "mo-
mentos establecidos y lícitos" 5. Aunque no existe nin- Una persona no debe entregarse al placer sexual
guna ley de la Iglesia sobre el tema, parecen existir oca- en un tiempo de aflicción general. Y, por lo tanto, se-
siones a lo largo del año en que los cristianos sienten que gún los expertos católicos y judíos, Noé y sus hijos
y las bestias brutas se abstuvieron en el Arca 13.
deben abstenerse. Como explica Teodoreto, en un comen-
tario sobre el consejo de Pablo:
Los escritores que propagan el espíritu reformado del
Es conveniente honrar un tiempo de abstinencia Concilio de Trento asocian la abstinencia sexual con la
por santidad 7. Cuaresma 13 ; y desde los Cánones Apostólicos del si-
glo IV, que prohiben las bodas durante ese tiempo, hasta
Durante la Edad Media se cita la Cuaresma como uno la prohibición de Trento, hoy todavía vigente, de celebrar
de estos momentos"; después, Advierto. Los libros en ceremonias solemnes durante la Cuaresma y Advierto " , se
los que en el siglo IX se muestra a los sacerdotes que evidencia el mismo espíritu.
poseen poca teología metódica las penitencias que de-
ben imponer por los pecados que se les confiesan, men- Lo que aquí importa no es la obligación que entraña,
cionan los tres períodos de cuarenta días de ayuno ob- sino la actitud que reflejan estos documentos. Y esta
servados en algunos lugares y también los miércoles y actitud puede que no esté inspirada nada más que por
viernes, hace tiempo considerados como días de peni- el principio evidente de que durante un tiempo de peni-
tencia de cada semana " . tencia es conveniente prescindir de los goces ordinarios
de la vida.
5
Cf. San Isidoro de Pelusia, "Ep'ist. 1 1 9 " , PG 78, 1194; Sedelio
Scoto, " I n 1 Cor. 7 " , PL 103, 140; "Tomás de Citeaux, " C o m m . in Anónimo " P o e n i t e n t í a l e " , c. 32. PL 99, 946; Halitgar, "De P o e n . " ,
C. C " , lib. 3, PL 106, 159; Rábano Mauro, " H o m . 4 7 " , PL 110, 88; lib. 4, c. 24, PL 105, 685.
Autor desconocido, "Alleg. in N. T . " , Lib. 7, PL 175, 912; Pedro 11
Lombardo, " S e n t . " , d , 32, núm. 3, PL 192, 923; San Martín de León, Cf. Rábano Mauro, " H o m . 9 " , PL 110, 22; Haymo de Halberstadt,
" I n I P e t . " , PL 207, 232; Guillermo de Auvernia, "De Sac. M a t . " , " I n I Cor. 7 " , PL 117, 544; Reginon, " D e Eccl. D i s . " , lib. 1 , capí-
c. 10, Obras I, 528; Cayetano, " I n I Cor. 5 " ; Francisco de Osuna, tulos 28 a 30, PL 132, 256; Raterio de Verona, " P r a e l o q u i a " , lib. 2,
"Tercer Abecedario Espiritual", Escritores Místicos Españoles, ed. tít. 3, PL 136, 195; Honorio de Autun, "Speculum E c c l . " , tema general,
Mira (Madrid; Bailly Bailliere 1911), tract. 8, c. I, pág. 402; " C a t . PL 172, 867; Pedro Lombardo, " S e n t . " , lib. 4, d . 32, c. 3; Alano de
Conc. T r i d . , I I " 8, 34; Lorenzo de Brindisi, 2 " Q u a d r . " , Dies S. Lila, "Summa de Arte P r . " , c. 45, PL 210, 193; Alberto el Grande,
Josephi, Hom. 3, " O b r a s " 5, 467; San Alfonso de Ligorio, " T h e o l . " I n 4 S e n t . " , d . 32, a. 10.
13
M o r a l . " (Turin: Marietti, 1846), c. 627; Pío X I I , "Sacra V i r g i n i t a s " , " I n E c c l . " 3, a. 3, " O b r a s " 7, 227.
AAS 46 (1954), pág. 169. 13
Cf. ' Catech. Conc. T r i d . " , I I , 8, 34; San Carlos Borromeo, " A c t a
' " H o m . in 3 G e n . " , GPG 12, 180. E c c l . M e d i o l a n . " (París; J . Jost, 1643), edicta selecta, pág. 513; De
7
" I n I Cor. 7, 5 " , PG 82, 274. la Puente, " o b r a c i t a d a " , pág. 535.
8
" S e r m . 2 5 " , atribuido a Ambrosio, PL 17, 678. 14
9
" I b i d . " , Sermón I, domingo primero de Adviento, PL 17, 625. Cf. "Cañones A p ó s t o l . " , c. 60, núm. 52, PL 56, 720; San Antoni-
10
Cf. Egbert de York, " L i b . P a e n . " , l i b . 2, c. 2 1 , PL 89, 419; no, "Summa Sac. T h e o l . " , I I I , tít. I, c. 24; Concilio de Trento, Decre-
to " T a m e t s i " , c. 10, Mansi 33, 156.

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179
LA VIDA IDEAL ABSTINENCIA Y ORACIÓN

Pero a principios del siglo V se patentiza un nuevo Y que se dediquen a la oración durante dos o tres
espíritu en un documento que tendrá una enorme influen- dias, y guarden su castidad para que puedan tener
buenos hijos y complazcan al Señor en todo cuanto
cia en la Iglesia de Occidente. Ya hemos hablado del hagan " .
tratamiento que Jerónimo da al Libro de Tobías. En el
momento de la narración en que el joven Tobías dice
El mismo mandato aparece en los libros de peniten-
que no se atreve a pedir la mano de Sara, en la versión
cias ls y en las colecciones de los antiguos cánones que
de Jerónimo el ángel dice:
aparecen en los dos siglos siguientes". Alrededor del
Cuando tú la tomes por mujer y entres en el apo- año 1100, Raúl Ardent, nativo de Poitiers, dice a los ma-
sento, no te acerques a ella en tres días y ocúpate trimonios jóvenes en uno de sus sermones que:
tan sólo en hacer oración con ella... Y pasada la
tercera noche recibirás a la doncella en el temor Cuando hayan recibido la bendición nupcial no de-
del Señor, guiado más del deseo de tener hijos que ben tener relaciones inmediatamente, sino que deben
de la pasión, para que consigas en los hijos la ben- honrar al sacramento; y la primera noche guardar
dición del linaje de Abraham 15. vigilia en la iglesia, portando cirios, pasando el tiem-
po dedicados a la oración 2".
El pasaje no es auténtico; pero ya se deba al mismo
Jerónimo, ya a algún traductor anterior, sugiere que en- Este sentimiento no muere con la Edad Media. Aunque
tre algunos cristianos de la época existe la costumbre Dionisio el Cartujo, en un comentario sobre el Libro de
de abstenerse durante cierto tiempo después de la boda. Tobías, observa:
Un escritor del sur de la Galia, tal vez San Cesáreo, cuyos
logros como Obispo de Arles entre los años 503 y 543 No tienen la obligación de conservarse castos du-
rante las tres noches después de la iniciación del
harán que sea reconocido como fundador de la Iglesia en
matrimonio 21.
Francia, es autor de una colección de 104 cánones que
ilustrarán la práctica de esa región. En cuanto se refiere
Salmerón sostiene un siglo más tarde:
a las bodas, dice:
La Iglesia tiene la costumbre de exigir... castidad en
Cuando el novio y la novia tengan que recibir la la primera noche en homenaje al sacramento " .
bendición del sacerdote, que sean presentados por
sus padres o padrinos. Una vez hayan recibido la
bendición, deberán permanecer en virginidad esa Y San Carlos Borromeo, que en su calidad de obispo
noche, en homenaje a la bendición 16. de Milán intenta ajustar su diócesis al nuevo espíritu de

En el siglo siguiente, una carta falsamente atribuida 17


Ps-Papa Evaristo, Epíst. I, PG 5, Lo48.
a uno de los primeros Papas, muestra la influencia de la 18
Cf. Egbert de York, " L i b . P o e n i t . " , lib. 2, c. 2 1 , PL 89, 419.
1S
Cf. Reglnon, " D e Eccl. D l s c " , lib. 2, c. 153, PL 132, 312;
Vulgata. Hatto de Vercelli, " C a p i t u l a r e " , c. 94, PL 134, 46; Burchard de
Worms, " L i b . D e c " , lib. 9, c. 5, PL 140, 816.
20
" H o m . 2 1 " , 155, 1744.
Tob. 6, 17 (Vulgata). Ct. Sal. 32, 9. Rom. I, 21-6. 31
" I n T o b . 6 " , a. 6, " O b r a s " 5, 107.
22
"Statuta Eccl. A n t l q u a " , c. 101. "Obra c i t a d a " , v o l . 13, disp. 13, pág. 262.

180 181
LA VIDA IDEAL
ABSTINENCIA Y ORACIÓN

metodología que ha surgido del Concilio de Trento, dice


a sus sacerdotes: matrimonio en estas ocasiones " . Los escritores poste-
riores están de acuerdo", aunque Dionisio el Cartujo
El pastor... en primer lugar, debe procurar aconse- explica:
jarles con seriedad apremiante que se preparen para
entrar en el matrimonio con abstinencia y oraciones; No está prohibido por ley, sino que se disuade
y también que, una vez se haya celebrado la cere- por doctrina... Dicho de otro modo, no es correcto 28 .
monia apropiadamente..., se abstengan durante tres
días por reverencia, dedicándose durante ese tiempo Los teólogos posteriores a la Reforma todavía aconsejan
a la oración frecuente, para que tengan fortaleza esta abstinencia en los días santos 2\ pero, como Dionisio,
contra los males espirituales y los impulsos de la
carne, y para hacer que sus mentes se ganen la mencionan que esto no lo exige ninguna ley de la Iglesia.
salvación y reciban gracia más abundante de ese En realidad dudan que exista ninguna obligación pro-
sacramento 23 . piamente dicha 30. Con el paso del tiempo ya no se alude
al tema.
Una vez más lo importante no es la fuerza que obliga Pero la comparación que hace Jerónimo de los ma-
a esta costumbre, sino la actitud que revela. La abstinen- trimonios con los hombres de David cuando comen el
cia del trato sexual está asociada con la proximidad de pan consagrado descubre una costumbre todavía más
Dios. significativa.
Esto se hace incluso más patente en otra práctica de Cerca de la limpieza del Cuerpo de Cristo, todo
aquellos tiempos. trato sexual está manchado 31.
A principios de la Edad Media, los domingos, las gran-
Si existen dudas acerca de lo que esto podría supo-
des festividades de los santos o la octava de Pascua,
ner para la vida diaria de los católicos, ya no se deja
se citan como ocasiones en que las personas casadas
que persistan. Los escritores del siglo IX denuncian a los
deben practicar la castidad 24. El Libro de Sentencias, de esposos y esposas que tienen relaciones, y después
Pedro Lombardo, indica que esta es la idea de los teólo-
gos del siglo XII2<s; y un siglo más tarde los escolásticos entran irreverentemente en el templo y son tan
creen que sería pecado venial exigir los derechos del indiscretos que no sólo se acercan al altar sagrado,

36
Cf. Alejandro de Hales, " I n 4 S e n t . " , d . 32, núm. 9, Quar. I,
510; Buenaventura, " I n 4 S e n t . " , d . 32, a. 3, q. 2; Alberto el Grande,
« Obra citada, Const. de Dec. Synod., lib. 5, cap. 15, pág. 287.
" I n 4 S e n t . " , d . 32, a. 10; d. 2 1 , a. 23; Aquino, " I n 4 S e n t . " , d . 32.
" Cf. " S e r m . 2 5 " , atribuido a Ambrosio, PL 17, 678; "Serm. 1 1 6 " , 21
Cf. Pedro de la Palu, " I n 4 S e n t . " , d. 26, q. 2, a. I.
atribuido a Agustín, PL 39, 1976; Egbert de York, " L i b . P o e n . " , Ilb. 2; 28
"Serm. 3 in Dom. 3 post N a t . " , Obras, 29, 192. Cf. "De Laúd.
c. 2 1 , PL 89, 419; Anónimo, " P o e n i t e n t i a l e " , c. 32, PL 99, 946; Vita C o n j . " a. 5, " O b r a s " , 38, 63.
Halltgar, "De P o e n . " , lib. 4, c. 24, PL 105, 685; Haymo de Halber- 29
Cf. De la Puente, " o b r a c i t a d a " , pág. 535.
stadt, " I n I Cor. 7 " , PL 117, 544; Reginon, "De Eccl. D i s c . " , lib. 1 , 30
Cf. Sánchez, "De Sac. M a t . " , lib. 9, disp. 12, núm. 5; De Lugo,
capítulos 328 a 330, PL 132, 356; Burchard de Worms, " D e c r e t a " , "Tr. de 7 S a c " , Theor. 9, núm. 39, pág. 149; De Ligorio, " T h e o l .
lib. 19, PL 140, S59; Ivo de Chartres; " P a n o r m i a " , l i b . 6, c. 2 1 , M o r . " , libro 6, tract. 6, c. 2 , dub. 2, " O b r a s " , 6, 676; Grou, " o b r a
PL 161, 1247 y 1248. c i t a d a " , pág. 67.
21
S5
" S e n t . " , lib. 4, d . 32, c. 3. " A d v . J o v . " , lib. 1 , núm. 20, PL 23, 249. Cf. "Epíst. 4 8 " , nú-
mero 15, PL 22, 506.

182
183
LA VIDA IDEAL
ABSTINENCIA Y ORACIÓN

sino que incluso no piensan cosa alguna al recibir


que se da a las personas casadas. San Francisco de Sa-
el cuerpo y la sangre de Cristo. Dadles a entender
que solamente deben entrar en la Iglesia y recibir les asegura a uno de sus feligreses que, puesto que los
a Cristo con el cuerpo limpio y el corazón puro 8a . cristianos de la Iglesia primitiva la recibían diariamente,
y no obstante fueron aconsejados por Pablo en el sen-
En el siglo XII se evidencia una actitud más benigna y tido de que no negaran los derechos del matrimonio al
los escolásticos tratan el tema como un consejo, no otro cónyuge, no existe jamás pecado alguno en consen-
como un mandato 33. Según Tomás: tir en los deseos del otro el día antes o el mismo día de
la comunión. En cuanto a la petición:
La afirmación de Jerónimo no debe aplicarse a
todas las personas casadas sin excepción, sino so- El pecado solamente sería venial y leve debido a
lamente a aquellas que son ministros de la Iglesia, una pequeña irreverencia que resultaría de e l l a " .
como en la Iglesia griega... El resto de los creyentes,
en cuanto tengan otro estado, no deben ser apar-
tados de la santa comunión por haber cumplido sus Incluso esta última advertencia deja de oírse cuando
deberes matrimoniales hacia los otros. Este asunto la tendencia a la comunión frecuente gana impulso 3". En
debe dejarse a la devoción y conciencia p r o p i a s " . el año 1902, León XIII afirma que a las personas casadas
no se les impide en modo alguno que se acerquen al altar
Aunque todavía se estimula la abstinencia, un decreto y que, en realidad, muy bien pueden hacer uso de la
del Santo Oficio en 1587 prohibe a los sacerdotes que ayuda del sacramento 3 °. Pío X, que le sucede, censura a
nieguen la comunión a las personas casadas en ciertos cualquiera que excluya a los esposos y esposas de la
días. Cada individuo tiene que seguir simplemente los comunión frecuente e incluso diaria 1 ".
consejos de su confesor". Esto lo realza otro decreto Antes de intentar ver qué es lo que promovió estas
un siglo más tarde 3 e . costumbres de la abstinencia, debe observarse una ten-
Pero entretanto los católicos han empezado a recibir dencia final: la creencia gradualmente creciente en la
la comunión con mayor asiduidad, y esto afecta al consejo Iglesia de que aquellos con órdenes santas no deben
casarse.
32
Jonás de Orleans, " D e Instit. L a i c " , lib. 2, c. 1 1 , PL 106, 188; Hasta el año 300 parece honrarse el celibato entre el
Cf. Ps-Agustín, " S e r m . in Pervig. P a s c h . " , PL 40, 1204; Ps-Gregorio,
" E p i s t . " , lib. 11, ep. 64, PL 77, 1197 y 1198; Reginon, " D e Eccl. clero, pero no se impone. Después comienza a diferir la
D i s c " , Mb. 1, c. 331, PL 132, 256; Gregorio V i l , "CouncM. Román.,
I " , c. 13, PL 148, 766.
práctica de las diversas iglesias. En Oriente, la costumbre
33
Cf. Ivo de Chartres, " D e c " , pág. 8, c. 88, PL 161, 602; Ale- general, y con el tiempo la ley, exige que los obispos no
jandro de Hales, " I n 4 S e n t . " , d . 32, núm. 10, Quar. I, 511; Alberto estén casados. En cuanto a los sacerdotes, a un hombre
el Grande, " I n 4 S e n t . " , d. 32, a. 13; Scoto, " R e p o r t . " , lib. 4, d .
32, q. I, escol. 2. se le prohibe casarse una vez ha llegado al subdiácono,
31
" I n 4 S e n t . " , d. 33, q. I, a. I.
as
" C . Sanct. O f f . " , 2 4 / 1 / 1 5 8 7 , citado por DeGuilbert, " o b r a cita- 37
d a " , pág. 249. Cf. De Granada, "Forét de Lleux C o m m u n s " , 3e e l . "Lettre 7 4 0 " , " O b r a s " 3, 616.
18
11, " O b r a s " , 2 1 , 382; " C a t . Cono. Trid. I I " , 8, 34; Sánchez, "De Cf. Ligorio, " T h e o l . M o r a l . " , lib. 6, tr. 3, c. 2, dub. 2, art. 2,
Sac. M a t . " , lib. 9, disp. 13, números 5 y 6. Obras, 6, 220.
39
3C Cf. De Guibert, " o b r a c i t a d a " , pág. 379.
" C . Sanct. O f f . " , 1 2 / 2 / 1 6 7 9 , DB 1147. 40
" C . Sanct. O f f . " , 20/12/1905, DB 1942.

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LA VIDA IDEAL

pero el que ya está casado puede recibir las órdenes


principales y continuar viviendo con su esposa.
En Occidente, de un concilio que tiene lugar en Elvira,
no lejos de Granada, en España, surge un mandato nota-
ble. A los obispos, sacerdotes y diáconos se les prohibe
tener relaciones con sus esposas. Los transgresores serán
depuestos de su rango clerical 41 .
La costumbre que sugiere este decreto se amplía cada 10. "DONDE ESTE TU TESORO..."
vez más. A finales del siglo IV, el celibato no sólo lo
exigen los obispos y los concilios locales, sino que los
NA razón se sugiere por sí misma cuando recordamos
mismos papas lo están imponiendo al clero en el Norte
de África y en Europa Occidental. Ellos sostienen que si U el clima cultural en el cual se movió la Iglesia cuando
dejó Palestina. El crecimiento y declive de estas costum-
Pablo desea que los seglares casados se abstengan oca-
sionalmente para darse a la oración, un sacerdote que bres es paralelo al desarrollo y decadencia de la con-
dice misa y bautiza todos los días no debe hacer uso en vicción de que el instinto sexual, y no tan sólo su calidad
absoluto del matrimonio". Aunque esta exigencia del de indómito, es un producto del pecado original. Una
celibato no se promulgó ni observó uniformemente al persona que comprende que ha sucumbido recientemente
principio, se ha cumplido desde entonces por el clero a esta experiencia perenne de la rebelión contra Dios, no
latino " . puede por menos de sentirse incómoda en su presencia.
Parecen existir pocas dudas de que el consejo dado
Algunas de estas costumbres que se acaban de des- a los cristianos casados se basó frecuentemente en el
cribir nunca fueron universales, y la mayoría de ellas no supuesto de que cuanto menos tuvieran esta experiencia,
han llegado hasta el presente. A pesar de eso, ha existido tanto mejor. San Jerónimo les dice que, absteniéndose a
un desasosiego entre los cristianos acerca del uso del veces para darse a la oración, adquirirán un gusto por
matrimonio y después acercarse a Dios en la oración. la castidad '. Algunos sacerdotes medievales hacen pro-
¿Cuál es la razón para este sentimiento? testas por la prohibición de las relaciones maritales en
cinco días de la semana, e "incitárseles por medios so-
lapados a destruir el matrimonio" 2. Alejandro de Hales
cree que incluso los esposos que están justificados para
«' "Cono. E I v . " , Mansi 2, 10 y 11.
usar de sus derechos del matrimonio en un día de comu-
43
Cf. Eusebio de Cesárea, "Demonstrationes E v a n g . " , lib. 1, c. 9, nión, deben hacerlo así,
PG 22, 82; Ambrosiaster, " I n I Tim. 3, 1 2 " , PL 17, 497; Papa Slriclo,
"Epist., I " , c. 6, PL 13, 1138 y 1139; 5, PL 13, 1160; Concillo de
1
Toledo, Mansi 3, 633; C. de Turin, Mansi 3, 860; Inocencio I, "Epist. "Adv. J o v . " , lib. 1 , núm. 12, PL 23, 238.
2
2 " , c. 9, PL 20, 475. Pedro Le Chantre y Roberto de Courson, citados por G. Le Bras,
43
Cf. Halitgar, " L i b . P o e n . " , PL 105, 698; Salmerón, " o b r a cita- DTC 9, 2177.
d a " , v o l . I, pág. 247.
187
186
LA VIDA IDEAL
"DONDE ESTE TU TESORO...

con ansiedad de mente, a causa de lo que hay allí


debido a la enfermedad de la concupiscencia 3 . de su tristeza por las cosas de su vida que no le
estaban permitidas'.

Pero ésta no puede ser toda la explicación. Cuales-


Desde los primeros comentaristas medievales" a los
quiera que sean las deducciones que los hombres hayan
escritores jesuítas del siglo XVII, que tratan de aumentar
obtenido del Nuevo Testamento, les aconseja abstenerse
la confianza del matrimonio para que se atrevan a trepar
a veces para la oración. Hemos visto mencionada en el
por la "montaña de mirra", como David y Moisés y los
Antiguo Testamento la práctica de la abstinencia sexual
santos que fueron casados °, los católicos de diferentes
en ocasiones religiosas extraordinarias. Puede ser sim-
épocas han comparado la abstinencia sexual con el ayuno.
plemente que Pablo esté dando por supuesta una costum-
Es sencillamente una de las muchas prácticas ascéticas
bre judía. ¿O conoce él algo del trato sexual que afecta
que una persona es libre de adoptar según sus necesi-
a la vida de una persona con Dios?
dades y preferencias. No se sugiere que el trato marital
Según San Juan Crisóstomo, abstenerse de las rela- sea un obstáculo para la unión con Dios.
ciones no es una exigencia para la oración, pero es una
Pero tal sugerencia aparece en un razonamiento que
ayuda.
Efrén el Diácono hace a los católicos sirios de finales
Gracias a la castidad, la oración se hace más del siglo IV para que se dediquen a la vida del celibato.
fervorosa". Aludiendo al deseo sexual, aconseja:

Agustín explica cómo Procura arrancarlo de tu corazón con raíces y


todo, hermano mío, para que no siga creciendo y
ellos darán a sus oraciones más atracción por esta dando fruto cada hora del día 10.
abstinencia, al igual que por el ayuno \
Dándole expresión puede hacerlo más fuerte y más
Otros prelados de la Iglesia Occidental están de acuer- duro de soportar. Algunos de los Padres griegos y latinos
do en que: se atreven a decir que a ciertas personas les sería más
fácil no tomar esposa que evitar los pecados de exceso en
El matrimonio es puro, pero sin embargo una per- el matrimonio " . Cuando la cultura grecorromana se va
sona debe abstenerse incluso de lo que se permite,
desvaneciendo en la Edad Media y una nueva corriente
para que su oración alcance resultados más fácilmen-
te... Cuando incluso no toca las cosas que se le permi-
7
ten, muestra que desea recibir aquello por lo que ora ". Autor desconocido, "Consultationes Z a c c h a e i " , lib. 3, c. 5, PL
Entonces esta abstinencia es también una señal 20, 1157.
8
Haymo de Halberstadt, " I n I Cor. 7 " , PL 117, 544; Hatto de
Vercelli, "Expos. in Ep. P a u l l " , I Cor., PL 134, 349; Harvey de Bourg-
3
Summa, II I I , Inq. 3, tr. 5, sec. 2, q . I, tít. 3, c. 2, ad. 3, Quar. 3, Dieu, " I n I Cor. 7 " , PL 181, 875.
635. Cf. Haymo de Halberstadt, " I n I Thes. 4 " , PL 117, 769; Alberto 9
De la Puente, " o b r a c i t a d a " , pág. 535; Cf. Alvarez de Paz, " o b r a
el Grande, " I n 4 S e n t . " , d . 32, a. 10. c i t a d a " , lib. 5, pars. 2, c. 2, " O b r a s " , 4, 558.
4
" H o m . 19 in I C o r . " , núm. 2, PG 6 1 , 153. 10
5 " S e r m . de V i r g . " , 6, 75.
"De Bono C o n j . " , c. 10, PL 40, 382. 11
6 Cf. Gregorio de Nisa, " D e V i r g . " , c. 8, PG 46, 355; Agustín, " D e
Ambrosiaster, " I n I Cor. 7, 5 " , PL 17, 228.
Bono Conj.", c. 13, PL 40, 384.

188
189
"DONDE ESTE TU TESORO...'
LA VIDA IDEAL

No debemos opinar severamente de este tipo de


intelectual empieza a ponerse en movimiento después
placer... Pero por otra parte debemos admitir que
del año 1000, continúan reapareciendo ¡deas parecidas 12 . los poderes más bajos de la naturaleza humana,
En el siglo XIII, Guillermo de Auvernia está seguro que las después de la deplorable caída de Adán, continúan
personas casadas necesitan una ayuda especial de resistiendo a la razón exacta e incluso algunas veces
impulsan al hombre a hacer el mal. Pues, como es-
Dios, porque
cribe el Doctor Seráfico, el uso del matrimonio "apar-
ta al alma del deseo de darse completamente al
No hay nadie que dude o no sepa... con qué fuer- servicio de Dios" 1T.
za nuestro poder generativo mueve e incita el co-
mún de los hombres, no con moderación o recato,
ni por la ley y poder templador de la razón, sino La conclusión no es que uno no deba casarse. Aque-
por una embestida y excitación brutales " . llos que han realzado este problema con más intensidad
se han cuidado de aclarar que solamente ciertos indi-
Y de Aquino explica: viduos encontrarían la moderación en el matrimonio más
difícil que el celibato.
Cuanto más uso hace un hombre de las cosas gra-
tas, más crece el ansia de las cosas agradables en Pero sus palabras reflejan un convencimiento, y éste
él. Las concupiscencias se aquietan mediante la es que no se limita a casos tan extremos como los es-
abstinencia y por otros ejercicios corporales que son posos y las esposas que usan contraconceptivos en lugar
apropiados para aquellos que tienen impresa en la de abstenerse. Ningún matrimonio puede evitar cierta
mente la intención de renunciar al matrimonio " .
lucha. El mismo instinto, que está proyectado para ex-
presar una de las más desinteresadas clases de amor, si
En todo el declive del escolasticismo y en plena oleada no se controla se convertirá en la fuerza más exigente,
de la teología de la contrarreforma persiste esta misma calculadora e incompasiva de la naturaleza humana. Na-
convicción 15 . Los predicadores lo expresan cuando la die está menos interesado en los otros que la persona
elocuencia francesa entra en la Edad de Oro del si- que lo deja triunfar. Este aspecto de la vida de matrimo-
glo XVII " . Aunque las exageraciones de algunos eruditos nio, si no se mantiene bajo vigilancia, supone, por lo tanto,
aislados o de siglos particulares se investigan con el una rebelión contra Dios, y entonces es incompatible con
paso del tiempo, Pío XII dice en nuestra propia época: su presencia.

12 Orígenes encuentra esta incompatibilidad incluso cuan-


Cf. Casiano, " C o l l a t i o n e s " , c. 33, c o l . 2 1 , PL 49, 1212; Rábano
" M a u r o , In Eph. 5 " , PL 112, 456; Alano de Lila, "Summa de Arte do no existe un mal moral.
P r . " , c. 46, PL 210, 194.
13
" D e Sac. in G e n . " , c. 3, " O b r a s " I, 415. El matrimonio legítimo, por ejemplo, es sin pe-
11
"Contra G e n t . " , lib. 3, c. 136. cado; y sin embargo, la presencia del Espíritu Santo
13
Cf. Dionisio el Cartujo, "De Laúd. Vita C o n i . " , a. 3, Obras 38, no se dará durante el tiempo de las relaciones ma-
6 1 ; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , v o l . 5, tr. 9, pág. 49; Buys, "obra ritales, incluso en el caso de un profeta que esté
c i t a d a " , pág. 224.
16
Bourdaloue, " S e r m o n s " , 2e. D. Epiph., " O b r a s " (París: Gaume,
1896) 2, 381 a 383; Claudio de la Colomblére, "Reflections Chré- 17
"Sacra V i r g i n i t a s " , AAS 46 (1954), pág. 169.
tiennes du M a r i a g e " , " O b r a s " 5, 181.

ion
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LA VIDA IDEAL
"DONDE ESTE TU TESORO..."

cumpliendo su deber de engendrar hijos. Existen


muchas cosas, además, en las cuales la fortaleza amor. Lo que rompe la primera unión es siempre un
humana basta por sí misma y no exige la presencia pecado, pero no lo que rompe la segunda 23 .
del Espíritu Santo, ni sería conveniente I *.
En el siglo XIV, Tomás de Estrasburgo añade que, si
No sería conveniente. Tanto la observación como su
Orígenes quiere decir algo más,
connotación aparecen de nuevo en una de las produc-
ciones más importantes del siglo XII, el Decretum, de Entonces yo diría que no deberíamos estar con
Graciano. Profesor de ley canónica en Bolonia, este autor Orígenes en esto, al igual que los creyentes le acu-
san por muchas de sus otras aseveraciones 24 .
no se limita a compilar a la manera corriente los antiguos
cánones, sino que los ordena en un verdadero tratado,
citando las autoridades que han hablado acerca de un Los teólogos del siglo siguiente piensan lo mismo 25, y
problema, y después dando su propia solución. Aunque en el Tercer ABC de la vida espiritual, que entre sus
nunca ha tenido carácter oficial, su colección se conver- ávidos lectores del siglo XVI puede contarse a Teresa de
tirá en la base de toda la ley canónica posterior. Avila, Francisco de Osuna niega la afirmación de Oríge-
nes, aunque solamente suponga que las personas casadas
En un punto es de la opinión de Orígenes: no pueden alcanzar las formas de oración más elevadas.
El matrimonio, cuando es según la ley, es verda- Admitiendo que los hombres eminentes han explicado
deramente sin pecado; y sin embargo, en el tiempo que el Espíritu Santo nunca inspiró a los profetas cuando
en que tienen lugar las relaciones maritales, no será estaban haciendo uso del matrimonio, él observa que está
dada la presencia del Espíritu Santo I9 . tratando de formar amigos de Dios, no profetas " .

Aunque su sola autoridad sería suficiente para dar San Roberto Belarmino, a quien Clemente VIII obligaría
vigencia a esta idea del siglo XII, también la defiende a ser cardenal en 1599 "porque no tiene igual en la
Pedro Lombardo 20. Los escolásticos la aceptan, aunque Iglesia en cuanto a sabiduría", encuentra a Graciano
citan también otro aforismo del Libro de Sentencias: "No citado por los teólogos protestantes como prueba de que
se cesa de orar cuando no se cesa de hacer bien" 21, e el matrimonio no es un sacramento. Después de observar
insisten en que las relaciones maritales nunca son anta- que Graciano cita a Orígenes, "que no disfruta de tal
gónicas con la oración, tomado en este sentido 22. autoridad en la Iglesia como para que debamos estar
necesariamente de acuerdo con su opinión", rechaza toda
Como explica Tomás: la idea. La suposición de Orígenes es que no es necesaria
Estamos unidos a Dios de dos modos: por el hábito la presencia especial de Dios, porque el trato sexual es
de la gracia y por el acto de la contemplación y algo natural. Pero es el motivo del esposo y de la esposa

18
" H o m . 6 ¡n N ú m . " , PG 12, 610. 23
" I n 4 S e n t . " , d . 26, q. I, a. 3, ad 2.
19
"Dict. Grat.", c. 32, q. 2, c. 4. 24
" I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , 2. I, a. 3.
20
" S e n t . " , lib. 4, d . 32, c. 3. 25
21 Cf. San Antonino, "Summa T h e o l . " , I I I , d . 26, tít. 1 , c. 20;
Alejandro de Hales, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , núm. 10, Quar. I, 495. Dionisio el Cartujo, "Summa Fide O r t h . " , lib. 4, a 162 "Obras"'
22
" I b i d . " , d . 32, núm. 13, Quar. I, 513. 18, 209.
20
"Obra c i t a d a " , pág. 401.
192
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LA VIDA IDEAL
"DONDE ESTE TU TESORO..."
lo que hace moralmente bueno, y este buen motivo re-
quiere de la gracia 2 7 . ya del Hortensio, de Cicerón, o de su propia experiencia,
Leonardo Lessius, el combativo profesor de Lovaina él está convencido que este placer
cuya inteligencia fue muy estimada por Belarmino, con-
incita a toda la persona. La afección de la mente
cluye: se une y combina con el anhelo de la carne y no
existe mayor placer del cuerpo que el que propor-
No se puede por menos de pensar que el Espíritu ciona. Efectivamente, en el instante preciso del
Santo está presente durante esta actividad por cuanto tiempo que alcanza su climax, casi todas las suti-
que es un acto de justicia, caridad o religión, o algu- lezas y prontitudes de nuestro proceso de pensa-
na otra virtud. Pues el deseo no puede pretender los miento están dominados 30.
fines de estas virtudes sin la ayuda del Espíritu
Santo ". El asimila a su propia teología del matrimonio una idea
del Hortensio, de Cicerón:
Con esto se deja sin efecto la observación de Orígenes.
Puede que él mismo no hubiera tenido objeciones a las Cuanto mayor es el ataque de este placer, más
hostil es al amor por la sabiduría. Pues el gran pla-
precisiones de estos teólogos posteriores. De cualquier
cer del cuerpo no puede coexistir con el pensamiento.
modo, la ¡dea de la Iglesia es clara. La única presencia Cuando se experimente el mayor placer que existe,
de Dios, que es privilegio de los hombres que actúan ¿quién puede mantener su alma atenta, adoptar una
virtuosamente mientras están en estado de gracia, no es línea de razonamiento, o pensar absolutamente en
algo?
menos real o perdurable cuando están usando de sus
Pero el alma religiosa, haciendo buen uso de este
derechos del matrimonio.
mal, hace suyo este pensamiento: tolerará simple-
Pero la observación de Orígenes, "no es conveniente", mente el placer del trato sexual, puesto que no puede
puede reflejar una idea sobre la sexualidad humana que pensar mientras lo soporta, al igual que un hombre
piensa en su salud y se presta al sueño, sabiendo
fue dada por cierta por los filósofos griegos y romanos. que no puede pensar cuando está dormido " .
Como lo expresó Aristóteles:
En la Edad Media esta forma de pensar alcanza un
Los placeres son un obstáculo para el pensamien- grado en que la impureza se considera como pecado,
to, tanto más cuanto una persona se deleita en
ellos. Tomad por ejemplo el placer sexual. Nadie precisamente a causa del dominio del alma por el cuer-
podría pensar en ninguna cosa más cuando está po 32. Ruperto, abad del monasterio de Deutz en el valle
absorbido por eso"'". del Rhin, cuyo pensamiento y estilo extremadamente per-
sonales están haciendo de sus libros una meta, aunque
Puede que Orígenes esté o no de acuerdo. Agustín lo básicamente es completamente ortodoxo, muestra el
está ciertamente. Ya ha obtenido la idea de Aristóteles, modo en que esta ¡dea se aplica al matrimonio a princi-
pios del siglo XII.
27
"De Sac. M a t . " , c. 5.
28
" P r a e l . " , De Sac. Mat., c. I, dub. 2. 30
29 " D e Civ. D e ¡ " , Mb. 14, c. 16, PL 4 1 , 425 (CC 48, 439).
"Nicomachean E t h i c s " , Mb. 7, c. 1 1 . 31
"Contra J u l . " , Mb. 5, c. 10, núm. 42, PL 44, 808.
32
Cf. Josef Fuchs, " o b r a c i t a d a " , páq. 14.
194
195
"DONDE ESTE TU TESORO..."
LA VIDA IDEAL

Alberto el Grande está de acuerdo en que, aunque el


En las personas casadas, no obstante lo justas y
santas que puedan ser, la carne está en guerra con placer intenso no puede destruir la prudencia que pone
el espíritu. No importa lo religiosa que pueda ser al acto en movimiento, suspende la prudencia que nor-
su vida el resto del tiempo y que sometan su carne malmente acompaña a cualquier hecho virtuoso 3 ". De
al espíritu; la carne es superior mientras tienen sus
relaciones, el alma inferior; y está tan superada la este modo, someterse a tal experiencia subyugante sería
agudeza de la mente que no existe la posibilidad pecaminoso si no estuviera compensado por otros efec-
de reflexionar sobre Dios ni de que se dediquen a tos 4 0 .
orar 33 .
En la mayoría de los cinco siglos siguientes esta
"Enteramente carne". Esta frase que usa Pedro Lom- descripción del trato sexual se repite en los términos de
bardo para describir a una persona durante el trato se- Aristóteles o en los de Agustín 41 . Durante el siglo XIX to-
xual la repiten otros S4 , aunque Alejandro de Hales obser- davía se menciona
va que se aplica más al trato sexual pecaminoso que al
un cierto oscurecimiento de la razón, a causa de
matrimonio, donde "la carne está parcialmente sometida la vehemencia de la pasión, que de algún modo la
a la razón" 35. absorbe 43 .
Buenaventura encuentra que esta diferencia es muy
leve. El trato sexual, incluso en el matrimonio, le recuerda Aunque la relación de los que se han expresado de
la embriaguez deliberada. este modo incluye a tantos que son nombres eminentes
La razón está controlada de antemano cuando se de la Iglesia, debe observarse que ellos consideran que
deciden a realizar el acto, pero no durante el mismo tratan de un hecho de experiencia común. Su origen es
acto 3". Pues entonces: Aristóteles, no la revelación.
¿Se encuentra en realidad la mente entorpecida, por
La potencia del placer que sume y absorbe, so-
decirlo así, durante las relaciones maritales? Solamente
mete a la mente a la cautividad 3?.
Cada acto en el cual la seducción del placer se- las personas casadas se encuentran facultadas para de-
xual gobierna hasta tal grado que la razón queda cirlo. Pero no parece fuera de lugar una observación.
absorbida y el hombre se hace enteramente carne, Prácticamente ninguno de los teólogos que han escrito
es un acto desordenado que, en la medida que al
mismo atañe, trastorna el reino del alma y ese po-
der directivo que es parte de la fortaleza del alma 38 . 39
40
" l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , a. 20, a. 4; Cf. " i b i d . " , a. 28.
" I b i d . " , a. 29.
41
Cf. Aquino, " l n 4 S e n t . " , d . 30, q. 1 , a. I; d . 3 1 , q . 2, a. 1 , ad
33
" l n J o a n n . " , lib. 2, PL 169, 275; Cf. Pascasio Radbert, " I n 3; Scoto, " R e p o r t . " , lib. 4, d . 32, q. 1 , escol. 2; Pedro de la Palu,
M a t . " , lib. 9, c. 19, PL 120, 648. " l n 4 S e n t . " , d . 26, q . 2, a. I; d . 3 1 , q. I, a. I; Dionisio el Cartujo,
34 " l n Sap. 7 " , a. 7, " O b r a s " 7, 491; Soto, " l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . 1,
"Coilectanea ¡n I Cor., 6, 1 3 " , PL 191, 1583. Cf. Alejandro de
Hales, Summa, II I I , Inq. 3, tr. 4, sec. 2, q. I, tít. 7, c. 2; Quar. a. 2, ad 3; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , v o l . 8, tr. 5 1 , pág. 475; Sánchez,
2, 598; " i b i d . " , Inq. 4, tr. 2, sec. 2, q . 2, c. 1 , Quar. 2. 615. " D e Sac. M a t . " , lib. 2, disp. 29, q. I; Lessius, " D e Jure et J u s t i t i a " ,
35
" l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , núm. 1 1 , Quar. I. 496. lib. 4, c. 2. dub. 15; Contenson, " o b r a c i t a d a " , lib. 1 1 , pars 4,
36
" Q . D. de Perf. E v a n g . " , c. 3, a. 1 , ad. 1 1 . disc. 4, c. 1 espec. I, " O b r a s " 4, 419; Juan de Santo Tomás,
37
" l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , a. 1, q. 1. "Cursus T h e o l o g i c u s " , I, q . 72, núm. 19, " O b r a s " (Colonia: W.
38 Metternick, 1711) 4, 898; Palmieri, " o b r a c i t a d a " , páq. 15.
" l n 2 S e n t . " , d . 3 1 , a. 2, q. 1. Cf. " Q . D. de Perf. E v a n g . " ,
42
q . 3, a. 1, ad 12. Palmieri, " o b r a c i t a d a " , pág. 15.

196 197
LA VIDA IDEAL
"DONDE ESTE TU TESORO..."
sobre este tema puede hablar por experiencia personal.
Agustín, en el cual confían tan plenamente, se reconoce El amor de una mujer es siempre insaciable. Des-
que al principio no fue célibe, si bien tampoco estuvo pués de la abundancia siente otra vez necesidad.
Esto hace que un espíritu varonil se afemine de tal
casado. modo que no pueda pensar en nada más excepto en
No debe suponerse sin pruebas que la experiencia de la pasión que tiene 4 4 .
un hombre y una mujer que piensan que están obrando
mal es la misma que la de un esposo y una esposa. Lo Cualquiera que sea el resultado de una experiencia
mismo ocurre cuando una sociedad como la de Aristóteles particular, él cree que el trato habitual que forma parte
y Cicerón tolera el trato extramarital. Dos personas cuya de la vida conyugal produce un efecto sobre la relación
meta es simplemente la satisfacción, sin ningún compro- del matrimonio con Dios.
miso permanente, no deben compararse automáticamente Agustín deja pocas dudas acerca de su propia opinión.
con dos que se dan mutuamente de por vida. Apenas es
Hacedlas tan atractivas como deseéis. Colmadlas
probable que la función de la pasión sea la misma. A pe- de todas las buenas cualidades. Sin embargo, yo he
sar de Aristóteles y Agustín, hoy en día existen matrimo- llegado a la conclusión que nada debe descartarse de
nios católicos que niegan que la razón esté dominada de un modo tan completo como las relaciones sexuales.
ese modo por esta experiencia. Pienso que no existe nada que precipite el alma de
un hombre desde las alturas como los halagos de una
Pero cualquiera que sea la verdad sobre el tema, los mujer y el trato sexual que supone el tener una
mismos teólogos llaman la atención hacia un aspecto de esposa ".
la experiencia que está dentro del ámbito de la revelación.
Comentando la Primera Epístola a los corintios, Jerónimo Fulgencio de Ruspe recoge el tema un siglo más tar-
declara: de 46, e Isidoro de Sevilla, el último de los Padres latinos,
lo traspasa a los escritores medievales 47 . Según Buenaven-
Si debemos orar siempre, se deduce que nunca
debemos usar el matrimonio, porque con igual fre- tura, no el abuso, sino meramente el uso legítimo del ma-
cuencia con que un hombre redime la deuda con trimonio, es un gran obstáculo para la oración, como
su esposa, es incapaz de orar. pecado venial 4S .
Pedro el apóstol tiene experiencia de las cadenas
del matrimonio. Ved cómo instruye a la Iglesia y lo Aunque la mayoría de las opiniones de Tomás aparecen
que enseña a los cristianos: "De igual manera vos- en estos primeros trabajos, él no parece haber modificado
otros, maridos, en la vida común sed comprensivos su opinión de que la concentración en Dios "está espe-
con la mujer, que es un ser más frágil, tributándoles
honor como coherederas que son también de la
44
gracia de Vida, para que vuestras oraciones no en- " I b i d . " , núm. 28, PL 23, 261. Cf. " E p i s t . " , 58, núm. 15, PL
cuentren obstáculos." Observad como en el mismo 22, 505.
15
" S o l l l o q . " , lib. 1 , c. 10, PL 32, 878.
sentido, porque también en el mismo espíritu, él 49
" E p i s t . " , núm. 3, c. 10, PL 65, 330.
dice que las oraciones se encuentran obstaculizadas " "De Eccl. O f f . " , lib. 1, c. 20, PL 83, 813; Beda, " I n I Pet.,
por la deuda del matrimonio 4 \ 3 " , PL 93, 55; Raúl Ardent, " H o m . in Ep. Ev. D o m . " , hom. 2 1 , PL
155, 1745; Harvey de Bourg-Dieu, " I n I. Cor. 7 " , PL 181, 834; Gui-
llermo de Auvernia, " D e Sac. M a t . " , c. 3, Obras I, 515.
43 48
"Adv. Jov.", lib. i, núm. 7, PL 23, 230. " I n 4 S e n t . " , d . 32, dub. 5. Cf. " i b i d . " , a. 4, q . 1 , ad 4; a 1 ,
q . I.
198
199
LA VIDA IDEAL "DONDE ESTE TU TESORO..."

cialmente obstaculizada" por el aspecto sexual de la vida La extracción de la costilla de un hombre para
de matrimonio " . formar a la mujer, por cuanto la costilla es hueso, es
un símbolo de disminución de la fortaleza de espíritu
de un hombre a causa de una esposa 56 .
El ocuparse en experiencias agradables hace que
la mente se adhiera con fuerza especial a las cosas Ese hábito parece inhabilitar a un hombre para las
que interesan a la carne, puesto que la delicia hace cosas espirituales. Indudablemente, esta es la razón
que el apetito encuentre reposo en el objeto con el por la que Pablo aconseja a las personas casadas
que se disfruta. Así, es especialmente perjudicial que por amor a la oración se abstengan durante un
para aquellos que están destinados a la contempla- tiempo ".
ción de las cosas divinas y de cualquiera de las ver-
dades que encierran, darse a los placeres venéreos, Otros citan a Agustín s \ y San Carlos Borromeo pre-
siendo especialmente útil abstenerse de ellos 50 . gunta:
¿Cómo sorprende que la impureza, un pecado com-
Scoto cree que un hombre casado necesita una gracia pletamente detestable, nos desgarre y separe de
especial a causa de este placer, "que distrae a la mente Dios, cuando el santo matrimonio... nos distrae con-
tan vehementemente de Dios" " . En el siglo XV, el popu- siderablemente de la contemplación de Dios, como
lar Resumen de la teología sagrada, de San Antonio, arz- dice Pablo? "
obispo de Florencia, destaca esta dificultad " ; y Dionisio Cuando la Contrarreforma alcanza su punto culminante
el Cartujo afirma que en el siglo XVII, otros se muestran incluso más enfáticos 60 .
el trato de la carne, aunque legítimo, no es pequeño San Lorenzo de Brindisi, que pasa algún tiempo en las
obstáculo para la oración 53. regiones de habla alemana, declara que:
Después de un acto de esta clase, incluso los
sentidos quedan durante un tiempo menos aptos para Lutero... fue sabio según la carne... cuando ma-
las actividades espirituales 54. nifestó que el matrimonio es una cosa eminentemente
El mismo placer de la carne engendra hastío y espiritual que eleva a un hombre a las alturas de la
disgusto por las cosas de Dios y hace al hombre piedad. Pablo dice que es un impedimento para la
impotente para los hechos de virtud 5S. piedad hacia Dios y, por lo tanto, que un hombre debe
abstenerse del uso del matrimonio por amor a la
La misma convicción aparece en los comentarios bíbli- oración.
cos del siglo XVI. Esto se evidencia de tal forma de la experiencia,

56
45 Cayetano, " l n Gen. 2, 2 1 " .
" l n 4 S e n t . " , d . 26, a. 2. Cf. " I b i d . " , q . 1, 2, 3, ad 2.
50
"Contra G e n t . " , lib. 3, c. 136; Cf. " l n I Cor. 7, I; S. T. I " , q. " Soto, " l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q. I, a. 2.
98, a. 2; II I I , q. 153, a. 1; q . 151, a. ad, 2; q. 186, a. 4. 58
51
Cf. De Granada, " o b r a c i t a d a " , 2.* clase, matrimonio, " O b r a s "
" R e p o r t . " , lib. 4, d. 28, q. I, escol. 2. Cf. " i b i d . " , d . 32, q . 1, 2 1 , 437.
escol. 2. 59
52 "Noctes V a t i c a n a e " , Serm. Contra Lux., " O r a t i o n e s " (Augsburgo:
"Summa Sac. T h e o l . " , I I I , lít. 2, c. 2.
53 I. Vieth, 1758), v o l . 603.
" l n Tob. 6 " , a. 6, " O b r a s " 5, 106. Cf. "Summa Fide O r t h . " , lib. 60
4, a. 190. " O b r a s " 18, 229. Cf. Alvarez de Paz, " o b r a c i t a d a " , lib. 5. pars 2, c. 2, Obras 4,
54
" l n I Cor. 7 " , a. 7, " O b r a s " 13, 152; Cf. " l n I Pet. 3 " , a. 6, 557. Cf. " D e Vita S p i r . " , lib. 3, pars I, c. 5, Obras I, 480; Lessius,
" O b r a s " , 13, 649. "Laúd Vita C o n j . " , a. 4, "Obras 3 8 " , 62. " D e Jure et J u s t i t i a " , lib. 4, c. 2, dub. 15; Peteau, " T h e o l . D o g m . " ,
55
" l n Luc. 1 4 " , a. 37, " O b r a s " 12, 96. De op. 6 Dierum, l i b . 2, c. 8, núm. 3.

200 201
••DONDE ESTE TU TESORO..."
LA VIDA IDEAL

de una persona con Dios no se habían hecho estas pre-


que incluso Cicerón dijo que no podía prestar la
debida atención a la filosofía y a una esposa 61 . guntas.
Pero, por otra parte, no debe olvidarse que usualmente
Pío XII replica de un modo similar a las pretensiones los hombres ven la verdad mejor que lo que la expresan.
de nuestro propio tiempo. En cierta ocasión, Somerset Maugham observó que la
filosofía es las malas razones que dan las personas de
Verdaderamente este sacramento confiere la gra- lo que ya conocen por sentido común. A veces esto ocu-
cia de Dios al matrimonio, para que cumplan los
deberes de esposo y esposa de una manera santa. rre ciertamente con la filosofía. La revelación cristiana no
Fortalece los lazos del amor mutuo por el cual se debe confundirse con las ayudas retóricas que frecuen-
reservan el uno al otro. Sin embargo, no fue insti- temente han esgrimido los cristianos para hacer que otros
tuido para hacer del uso del matrimonio un instrumento vean lo que era obvio para ellos. La influencia grecorro-
más adecuado para el designio de unir las almas de
los esposos con Dios mismo por el lazo de la caridad. mana no es bastante para explicar lo que tantos, y por
lo menos un Papa entre ellos, han estado diciendo duran-
En realidad, ¿por qué el Apóstol Pablo reconoce
el derecho que tienen las personas casadas de abs- te tanto tiempo.
tenerse durante un tiempo del uso del matrimonio
para estar libres para la oración? ¿No es precisa- Entre aquellos que han visto la vida como Cristo la re-
mente porque la abstinencia de esta clase propor- veló ha existido un convencimiento perenne de que el
ciona mayor libertad al alma que desea dedicarse a trato sexual habitual del esposo y la esposa hace más
las cosas celestiales y a la unión devota con Dios? 62. difícil lograr la unión con Dios en la oración. El anhelo
de repetir la experiencia, o el agudo sentido de su pérdida,
Al valorar estas indicaciones de lo que los cristianos toma enérgica posesión de la mente y de las emociones.
han visto en este aspecto de la vida de matrimonio, debe- Aunque esta necesidad no conduce a ningún exceso egoís-
mos cuidarnos una vez más de distinguir entre una he- ta, tiende a mitigar el gusto por las cosas espirituales.
rencia cultural y los datos de la revelación. ¿Una expe- En comparación con la animada vida que se disfruta aquí
riencia que complica de este modo la totalidad de la y ahora, el mundo sobrenatural puede parecer muy irreal.
persona sería la misma en la cultura cristiana que lo fue
Pero previamente, en este estudio, se ha mostrado que
en Grecia o en Roma? ¿Tendría el mismo efecto en un
sería menospreciar la verdad tratar de esta actividad del
esposo y una esposa que entre dos personas que no
esposo y la esposa como una búsqueda del placer. Es
están casadas? La naturaleza general de sus afirmaciones
esencialmente un signo. Simboliza y expresa toda la rela-
y el hecho de que usualmente citan a más autores anti-
ción mutua entre los dos. Debe tenerse en cuenta esta
guos sugiere que muchos de los que escribieron sobre el
característica más importante de la experiencia, puesto
efecto de las relaciones maritales en la unión consciente
que supone una dificultad todavía más básica, que los cris-
tianos han visto al tener un compañero en la vida.
81
"Lutheranismi Hypotyposis", pág. 2, sec. 4, disp. 5, " O b r a s "
22, 407.
62
"Sacra V i r g i n i t a s " , AAS 46 (1954) págs. 174 y sig. Cf. Alocución
a los clérigos italianos, 1 4 / 9 / 5 6 , AAS 48 (1956) pág. 710.

203
202
11. "PARA BIEN Y PARA MAL..."

N el Evangelio de Mateo, Nuestro Señor les dice a


E los fariseos que el hombre que toma una esposa
adquiere con ella una relación que ninguna autoridad hu-
mana puede separar. El impacto que causa esta afirma-
ción puede juzgarse por el comentario que suscita, y no
de los fariseos.

Dícenle sus discípulos: "Si tal es la condición del


hombre respecto a su mujer, no trae cuenta ca-
sarse" '.

El hombre que se casa pierde la autonomía que siempre


ha conocido. Ahora su vida se ha unido con la de otra
persona y sentirá constantemente la influencia de esa otra
vida. Para los discípulos, al menos, esta no es una pers-
pectiva atrayente.
Ni tampoco les parece atractiva a los cristianos del
Oriente Medio a finales del siglo IV. En efecto, Crisóstomo
se atreve a decir que Pablo, cuando habla contra el di-
vorcio, en realidad está persuadiendo a sus lectores para
que no se casen.

Pues cualquiera que oiga decir que después de

1
Mt. 19, 10.

205
"PARA BIEN Y PARA M A L . "
LA VIDA IDEAL
es llamado y atraído, por inspiración de Dios, como
contraer matrimonio ya no será él mismo, sino que un esclavo.
estará sujeto al deseo de su esposa, tratará de libe- ¿Qué podría llamarse mayor esclavitud que el he-
rarse sin demora de la más amarga esclavitud; o cho de que el esposo y la esposa no tengan poder
más bien, no tomará sobre sí el yugo, puesto que sobre su propio cuerpo y no puedan abstenerse del
una vez que lo haya hecho, deberá ser un esclavo en uso de la carne o dedicarse a la oración, excepto por
tanto que esto complazca a su esposa 2 . mutuo acuerdo? s

La idea de la Iglesia Occidental en este tiempo se evi- Alano de Lila, aunque en tantas de sus conferencias
dencia de la observación de Ambrosio acerca de la dote en París, a finales del siglo XII, acomete contra los ca-
de la novia. taros, que pretenden que el matrimonio es pecaminoso,
declara no obstante:
La muchacha que se casa es vendida como esclava
con su propio dinero 3.
En ese caso una esposa se coloca bajo el domi-
La cadena del amor es verdaderamente buena, pero nio del marido, incluso de un marido violento...'.
sigue siendo una cadena. Una esposa no puede li-
brarse de ella cuando desea. Y no puede disponer
libremente de sí misma... En el siglo V, Dionisio el Cartujo infiere:
Si el que es más fuerte no tiene poder sobre sí
La joven inteligente no consiente en un marido sin
mismo, ¿cuánto menos lo tendrá el más frágil?
La esposa no está exenta de esta esclavitud mutua. gran temor 8 .
En realidad es la que está más estrechamente ligada".
San Antonio considera esto desde la parte del marido:
Puesto que tanto Jerónimo como Agustín se expresan
del mismo modo 5, no es difícil predecir las afirmaciones ¿Cómo es el dominio de las mujeres? Escuchad a
Cicerón en sus paradojas.
de los escritores de Occidente durante el período de la
"¿Es libre un hombre cuando está bajo las órdenes
decadencia de Roma y los primeros indicios de la cultura de una mujer? Ella impone las leyes, prescribe, man-
medieval. da, prohibe en cualquier cosa que le plazca; y él no
puede o no se atreve a rehusar una orden dada
Jerónimo entiende que esta es la esclavitud que por ella.
el Apóstol tiene en mente cuando dice: "¿Eras es-
En mi opinión no debe llamarse esclavo sino el
clavo cuando fuiste llamado? No te preocupes".
más miserable de los esclavos, aunque haya nacido
Pues el hombre que después de estar casado du- del más noble linaje" 9.
rante algún tiempo se convierte a la fe de Cristo,
8
2
Abelardo, " P r o b . H e l . " , 14, PL 178, 701; Cf. Fulgencio, "Epist.
" D e V i r g i n i t a t e " , c. 27, PG 48, 552 y 553; Cf. Gregorio de Nisa, 2 " , c. 6, PL 65, 314; Sedelio Scoto, " I n I Cor. 7, PL 102, 142;
" D e V i r g . " , c. 3, PG 46, 331 a 335. Hatto de Vercelll, " E x p o s . in Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134, 357; Pedro
3
"De V i r g . " , c. 6, PL 16, 287. Damián, "Epist. 1 4 " , PL 144, 152.
7
4
"Exhort. V i r g . " , c. 4, PL 16, 358. Cf. "De V i d . " , c. 1 1 , PL "Summa De Arte P r . " , c. 46, PL 210, 194.
8
16, 268. " I n Tob. 3 " , a. 3, " O b r a s " 5, 97. Cf. " I n Matt." 19, a. 33,
5
Cf. Jerónimo, "Epist. 1 2 3 " , núm. 5, PL 22, 1048 y 1049; Agustín, " O b r a s " 1 1 , 213; " D e Laúd. Vita C o n j . " , a. 3, " O b r a s " 38, 6 1 .
" S e r m . 3 7 " , c. 6, PL 38, 225. " "Summa S. T h . " , I I I , tít. 1, c. 25.

206 207
LA VIDA IDEAL "PARA BIEN Y PARA MAL . "

Los teólogos de la Contrarreforma están de acuerdo. Podemos citar aquí el libro de oro de Teofrasto,
En efecto, en un famoso comentario sobre el Génesis, se Matrimonio, en el cual él pregunta si un hombre sa-
bio toma esposa. Una vez ha expuesto las condicio-
hace que Adán se refiera al matrimonio como a una
nes..., añade inmediatamente: "Es raro que todas
t r a m p a " . Bourdaloue pregunta a los parisienses que se estas cosas se encuentren en un solo matrimonio.
congregan para escucharle, a finales del siglo XVII: Por lo tanto, un hombre sabio no debe tomar esposa."
"En primer lugar, se obstaculizaría su estudio de la
¿No es el estado que te somete sin saber realmen- filosofía. Nadie puede dedicarse al mismo tiempo a
te a quién te estás dando, y toma de ti toda la los libros y a una esposa. Existen muchas cosas que
libertad de cambiar, el de un esclavo...? Por el son necesarias para la vida diaria de las mujeres:
sacerdocio solamente he estado ligado a Dios y a mí ropas, oro, joyas, compras, muchachas esclavas, un
mismo... Por el matrimonio trasfieren ese dominio vestido para cada ocasión..."
que tienes sobre ti mismo a otro más" u .
"Después siguen noches enteras de quejas pro-
longadas: Esa mujer tiene vestidos más bonitos que
Puede que estos avisos no parezcan indicar nada más los míos para salir... A ésta la mira todo el mundo...
que la irritación que se deriva, en parte por egoísmo, Pobre de mí. Cuando las muchachas se reúnen se
de no poder actuar sin pensar en los sentimientos de otro. ríen de mí... ¿Por qué mirabas a nuestra vecina...?
¿Qué le estabas diciendo a esa inteligente escla-
Por el tiempo de los Padres griegos es evidente que la
va...? ¿Qué trajiste contigo del foro?"
"esclavitud" es algo más grave. Crisóstomo, por ejemplo,
"No podemos tener ningún amigo, ningún com-
explica por qué los discípulos de Nuestro Señor creen que, pañero. Ella sospecha que el amor del otro es odio
sin el divorcio, es mejor no casarse. hacia ella..."
"Además, tampoco existe ocasión de poner a prue-
Parece realmente molesto tener una esposa llena ba a una esposa. La tomas tal y como es. Si es de
de todas las perversidades a quien deben soportar, y carácter violento, perezosa, deforme, engreída, fea,
dar cobijo a una bestia indómita en tu hogar 12 . cualquiera que sea el defecto, te enteras después
de la boda. Un caballo, un burro, una vaca, un
Lo difícil no es sólo estar unido, sino estar ligado a perro... se prueban primero y se pagan después.
alguien con el que es duro convivir. Como lo expresa Una esposa es la única cosa que no se demuestra.
Temen que te desagrade antes de llevarla a tu
Jerónimo:
hogar."
I3
El que no discute no está casado . "Tendrás que observar su cara constantemente, ala-
barla y decirle lo bella que es, por temor a que, si
El describe el problema tal y como le parece que es: miras a otra mujer, ella piense que no es atractiva..."
"Si le confías toda la casa para que la dirija, ten-
10
drás que ser su sirviente. Si te reservas algo a tu
Cajetano, " I n Gen. 2, 2 3 " ; cf. Soto, "Irt 4 S e n t . " , d . 3 1 , q .
'• a. 1 ; Buys, " o b r a c i t a d a " , pág. 224; Canisio, "Summa Doct.
propio juicio, pensará que no confías en ella. Enton-
C h r i s t . " , I, p. 1 , c . 4, núm. 7, q. 207; I I , " i b i d . " , q . 213; Sánchez ces recurrirá al odio y a las riñas; y si no tienes
De Sac. M a t . " , Ilb. 2, disp. 29, q . I. cuidado inmediato, pronto preparará algún veneno ".
11
" S e r m . " 2.* dom. Eplf., " O b r a s " 2, 375 a 377.
13
" H o m . 62 ¡n M a t t . " , PG 58, 599. " " I b i d . " , núm. 47, PL 23, 289 y 290.
13
" A d v . J o v . " , Ilb. 1 , núm. 28, PL 23, 261.

208
209
14
"PARA BIEN Y PARA M A L . . . "
LA VIDA IDEAL

sación, en el trabajo que hacen, tanto más duro es


Jerónimo nunca ha sido acusado de exponer incompleto tolerarse " .
su caso y, por supuesto, está citando simplemente a un
autor pagano. Sin embargo, su propio convencimiento está Después del Concilio de Trento los escritores continúan
claro. sus avisos " . Después de citar a Teofrasto en las tribula-
Durante la Edad Media algunos escritores lo citan. ciones del marido, Lessius añade las de una esposa:
Otros se ponen de parte de la esposa. Pero todos ellos
están de acuerdo en que Sujeta a su esposo en todo, debe soportar su mal
humor, sus contrariedades, sus noches en que come
El contrato es en sí mismo difícil de cumplir fiel- demasiado y bebe con exceso, celos, sospechas,
mente, a causa de las muchas miserias de las partes lascivias, adulterios, riñas, golpes. Ella debe seguirle,
contratantes y de las enfermedades físicas y morales estar con él en todas partes, obedecerle y servirle
de dos personas que están unidas para prestarse como una esclava... El disipa el dinero que tienen en
ayuda mutua hasta la muerte 15 . los dados, jugando a las cartas, en beber, en comi-
das, en regalos pródigos, contratos ruinosos, pleitos
mal aconsejados y de otro modo; y la esposa no
Scoto piensa que es más difícil vivir en un hogar que puede remediarlo 30.
en un monasterio,

donde cientos de personas cuidan de uno y le ayu- Los grandes predicadores franceses del siglo XVII se-
dan en sus enfermedades 16. ñalan los conflictos más sutiles que surgen entre cada
esposo y esposa. Bossuet pone el caso de un matrimonio
Uno de los libros del siglo XIV más publicados, Vida de ideal:
Cristo Nuestro Señor, de Ludolfo de Sajonia, cita tanto
a Crisóstomo como a Jerónimo en las tribulaciones de Si lo prefieres, ambos son igualmente razonables,
tener una esposa " . Un siglo más tarde Dionisio el Car- algo que es asombrosamente raro y que no debe
esperarse. Incluso entonces cada uno tiene su genio,
tujo observa:
prejuicios, hábitos, compañías. Cualesquiera que sean
las cosas que tengan en común, los modos de ser
También resulta que en muchas ocasiones ellos de las gentes son siempre tan diferentes que pueden
no congenian y riñen con frecuencia y, poco a poco, ocasionar irritaciones en una vida tan larga de
engendran un gran disgusto el uno por el otro, hasta unión. Se ven el uno al otro tan cerca, tan a menudo,
que finalmente surge entre ellos un odio asombroso con tantos defectos por cada parte, en las situaciones
y profundamente enraizado. Después llevan una vida más naturales y en las más inesperadas, que es im-
amargada. Cuanto más tiempo están juntos cada día posible estar preparado.
en el hogar, en la mesa, en el lecho, en la conver-
18
15 " L a ú d . Vita C o n j . " , a. 3, " O b r a s " 28, 6 1 . Cf. " I n Matt. 1 9 " , a.
" R e p o r t . " , lib. 4, d . 28, q. I, escol. 2. Cf. Hilderbert de Mans,
33, " O b r a s " I I , 214; San Antonino, "Summa S. T . " , I I I , tít. 1, c. 1 .
" E p i s t . " lib. I, ep. 2 1 , PL 171, 193 y 194; Lotario de Segni (Inocencio
I I I ) , " D e Contemptu M u n d i " , lib. 1 , c. 18, PL 217, 210; Vicente de " Cf. Soto, " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . I, a. 1; Alvarez de Paz, " D e
Beauvais, obra citada, capítulos 37 y 38, y 47. Exterm. M a l í " , lib. 5, pars 2, 5, " O b r a s " 4, 577 y 578.
ls 20
" R e p o r t . " , lib. 4, d . 28, q . I, escol. 2. " D e Bono Status C a s t . " , C. 5, " O p u s e " , págs. 884 y 885. Cf.
17 " D e Jure et J u s . " , lib. 4, c. 2, dub. 15.
"Pars 2 " , c. 10.

210 211
LA VIDA IDEAL "PARA BIEN Y PARA MAL..."

Ellos se cansan. La emoción se ha ¡do. La imper- ciéndote, pronto experimentarás sus caprichos, sus
fección del otro es irritante. La naturaleza humana rarezas, su hábil testarudez, sus expresiones de fa-
se hace sentir más y más... Ellos aman su cruz, me tuidad...
complace decirlo, pero lo que están llevando es la
cruz 31 . Tened entonces presente, amigos míos, lo que es
tal compromiso o tal esclavitud por el resto de vues-
tra vida y sin remisión. No existe voto tan solemne
Fenelón está de acuerdo en que: que la Iglesia no pueda dispensar; pero cuando se
trata del matrimonio tiene las manos atadas... Lo
Ellos se cansan mutuamente de esta necesidad de que yo digo no significa que debáis horrorizaros del
estar casi siempre juntos y de actuar al unísono en matrimonio. Es para que comprendáis cuánto ne-
todas las ocasiones. Se requiere mucha gracia y cesitáis la ayuda de Dios en el matrimonio " .
gran fidelidad a la gracia recibida para soportar este
tipo de yugo con paciencia... Una persona debe
prepararse para ello con espíritu de penitencia, cuan- Aunque la retórica de los autores como Jerónimo no
do cree que es llamada por Dios a este estado 22. es la palabra de Dios, no puede ignorarse esta reacción
persistente de los hombres que han contemplado el ma-
Bordaloue resume el problema: trimonio a la luz de la fe. Además de las tribulaciones
que distraen y el disgusto por las cosas del espíritu, la
En la vida religiosa no me encuentro ligado a una revelación parece haberles mostrado otro problema. Ca-
persona en particular. No es exclusivamente a ésta
o a esa, sino ahora a una y luego a otra; y esto tien- sarse es perder la autonomía básica. El tiempo y el tra-
de a hacer que el yugo sea infinitamente más fácil bajo, e Incluso la oración, dependerán ahora de otro y
de soportar. Sin embargo, en el matrimonio, el com- esto puede resultar penoso.
promiso es perpetuo con este hombre o esta mujer...
Un sermón de Efrén el Diácono a finales del siglo IV
¿Me permitiréis, amigos míos, que añada una nue-
va diferencia entre nuestros dos estados de vida, señala algo todavía más grave. Un marido es profunda-
pero que es muy notable? Para el estado religioso mente sensible a los deseos de su esposa, y esto:
existe el noviciado y un tiempo de prueba. Esto no
existe en el matrimonio... Con frecuencia lleva a un hombre al castigo 24.
Ahora que este joven te está cortejando solamen-
te muestra acuerdo contigo, solamente signos de Algunos años más tarde los Padres griegos consideran
amabilidad, moderación, virtud. Pero una vez que el matrimonio no tan solo como una tribulación, sino
se ha atado el nudo, pronto conocerás cómo es...
como un peligro.
Ahora, mientras esta muchacha todavía no está
situada en la vida y tú la consideras una elección El que tiene una esposa encontrará más fácil ser
agradable, ella sabe como calmarse y ocultar sus
puro, puesto que tiene mayor ayuda. Pero en otras
sentimientos. Pero cuando ya no tiene que adoptar
cosas el asunto ya no está tan claro. Y lo que es
tantas tácticas, o no tiene tanto que ganar compia-
más, en ese aspecto vemos que caen más personas
21
"Serm. sur les oblig. de l'état reí., Obras" (Besancon: Outhenim- 23
Chalandre Fils, 1840) 6, 357. "Serm." 2.' dem. Epif., "Obras" 2, 375. Cf. De la Colomblére.
22 "Refl. Chrét.", del matrimonio, "Obras" 5, 180.
"Divers Sentiments", c. 50. 24
"Serm. de Virg.", Obras 6, 24.

212 213
"PARA BIEN Y PARA M A L . . . "
LA VIDA IDEAL

describe el problema con palabras que se citarán a me


casadas que monjes. No existen tantos que dejen
los monasterios por el matrimonio como los que nudo.
dejan el lecho matrimonial por la impureza.
Algunas cosas son dañinas por sí mismas, tales
Ahora bien, si caen tan a menudo en pruebas que como los pecados y los crímenes. Otras, tales como
son fáciles para ellos ¿qué harán cuando se enfren- el poder temporal y las relaciones maritales, nos
ten con otras afecciones del alma por las cuales hieren a causa de las cosas que les rodean. Pues
son más probados que los monjes?... Si alguno tie- el matrimonio es bueno, pero las cosas que crecen
ne razón para tener miedo, con seguridad no son en torno suyo debido al interés por este mundo,
aquellos que huyen de las tormentas o los que se son malas...
apresuran hacia el puerto, sino aquellos que son
sacudidos por la borrasca y la tempestad. En su Así, aunque una persona tiene alguna cosa que
caso existe más razón para temer un naufragio, pues- no le hiere, a causa de las cosas cercanas con fre-
to que existe más perturbación; y los que deben cuencia hace lo que le herirá. A menudo viajamos
estar resistiendo están más inactivos... por un camino recto y despejado y, no obstante,
Por esto es por lo que los arrastramos al desierto, nuestras vestiduras se enganchan y quedan prendi-
no sólo para que se vistan de estameña, no para das en los espinos que han crecido en el borde del
que extiendan cenizas para dormir sobre ellas, sino camino " .
primero de todo para que huyan de los vicios y
elijan la virtud. Alrededor del año 800, los escritores están de acuerdo
¿Qué ocurre entonces? ¿Sucumbirán todas las per- en que:
sonas casadas? Yo ciertamente no lo afirmo así.
Digo que ellos se enfrentan con mayores labores si Una esposa es una carga pesada, ya que a los
desean lograr la salvación y esto a causa de la maridos no se les permite repudiarlas, ni las mu-
"inminente necesidad". El hombre suelto corre con jeres pueden repudiar a sus maridos, no importa
mayor facilidad que el que está atado con ca- su situación mutua... Entonces cada uno debe darse
denas " . cuenta del peligro que corren ambos 28 .

La idea de los Padres latinos en este tiempo la resume


La voz que tiene más Influencia en el siglo XII, San
Ambrosio.
Bernardo de Claraval, no tolerará que los cataros hablen
Si el buen matrimonio es esclavitud ¿qué es uno del matrimonio como de un pecado, pero admite:
malo en el cual no pueden santificarse el uno al
otro sino hacer que sucumban mutuamente? 26. Está claro que el camino es peligroso. Nos la-
mentamos que tantos perezcan en él y viendo que
muy pocos siguen la dirección exacta 29 .
Dos siglos más tarde el Papa San Gregorio el Grande
- ' " M o r a l i a " , lib. 26, PL 76, 374. Cf. Isidoro de Sevilla, "De Eccl.
25 O f f . " , lib. 2, c. 20, PL 83, 810; Tajón, " L i b . S e n t . " , lib. 3, c. 7,
" A d v . Oppugnatores Vitas M o n a s t . " , lib. 3, núm. 15, PG 47,
375 y 376. Cf. Gregorio Nacianceno, " C a r m . " , lib. 1 , sec. 2, núm. 6, PL 80, 857.
I. 6, PG 37, 643; Gregorio de Nisa, " D e V i r g . " , c. 3, PG 46, 331 '-'« San Pascasio Radbert, " I n M a t t . " , lib. 10, c. 19, PL 120, 6 5 1 .
a 335. Cf. Sedelio Sooto, " I n I Cor. 7 " , PL 102, 142.
26 29
" D e V i d . " , c. 1 1 , PL 16, 268. Cf. Jerónimo, " A d v . J o v . " , lib. 1, "Sermones de Diversis, S e r m . " , 35, PL 183, 634.
número 28, PL 23, 261.

215
LA VIDA IDEAL "PARA BIEN Y PARA M A L . . . "

Un siglo más tarde, los escolásticos creen que por Hacia finales del siglo, Claudio de la Colombiére ex-
esto es por (o que el matrimonio exige una gracia espe- plica por qué esto es así:
cial de Dios 30 . Debes aunar el uso de los placeres legítimos con
Buenaventura pregunta: una eliminación total de aquellos que no se permi-
ten, un cuidado muy minucioso de los bienes tem-
¿Cuántas molestias crees que soportan las muje- porales y una separación perfecta, de corazón, de
res casadas que son religiosas y están ansiosas de estos mismos bienes, una gran presteza para asentir
dar su tiempo a Dios cuando sus maridos, a quienes a los deseos de la persona con la que Dios te ha
deben estar sometidas, se lo prohiben? Representa unido, con una fidelidad inviolable a los deseos de
una gran carga en el matrimonio cuando las esposas Dios para no tomar parte en sus pasiones 35 .
se unen a maridos tales que no están de acuerdo
con los buenos hábitos de ellas y con su modo de
vida devoto. ¿Cuántas mujeres casadas crees que El continúa señalando "los peligros que entraña para
existen que estarían dispuestas a comprar, incluso tí el amor de un marido, si él es dado a pecar" 3S. Bour-
al precio de su muerte, la posibilidad de rendir a daloue, aunque enterado de este peligro, ve uno mayor
Dios el libre homenaje, liberándose del poder de los si no existe el amor.
hombres malvados? 31.
La cosa realmente deplorable es que estas tribu-
En el siglo XV Dionisio el Cartujo describe el peligro laciones familiares solamente sirven para alejarte de
Dios y hacerte más culpable ante El. Buscas la com-
de la vida matrimonial 33 y un siglo más tarde Salmerón pensación fuera. Vuelves tus inclinaciones hacia
llama la atención hacia el imperio sobre si mismo que otros. ¿Qué desórdenes son los que no te per-
debe tener un marido para evitar ofender a Dios, "como mites? 3\
hizo Adán al cuidarse de no entristecer a Eva" ".
En una carta escrita a una mujer francesa a principios Esta unidad completa de vida con otro ha aparecido
del siglo XVII, San Francisco de Sales es amable pero así a los cristianos como una causa de interés verdadero.
no menos franco: Supone algo más que cierta pérdida de libertad, más
que la irritación de dos personalidades tan diferentes y
¡Ah, hija mía, que agradables son para Dios las tan imperfectas. Existe también un riesgo definido.
virtudes de una mujer casada! Pues tienen que ser
fuertes y de una calidad extremadamente elevadas Las limitaciones e irritaciones pueden llevar a pecados
para que sobrevivan en esa vocación 34. de ira, o impaciencia, o desdén. Si el dolor se hace de-
30
masiado grave y constante, la huida puede ser un pen-
Cf. Scoto, " R e p o r t . " , lib. 4, d . 28, q. I. escol. 2.
31 samiento tan atractivo que se dejan aparte las conside-
" O p u s e . " 10, Vitis Myst., A d d . 4, c. 30, núm. 106. Quar. 8,
210. Cf. Aquino, " I n 4 S e n t . " , d . 39, a. 4, ad 1; " S . T . " I I I , q .
108, a. 4; II I I , q. 184, a. 3; "Contra G e n t . " , lib. 3, capítulos 131 35
a 139. " R é f l . C h r é t . " , matrimonio, Obras 5, 179 y 180.
32 se "ibid."
" L a ú d . Vita C o n j . " , a. 3, " O b r a s " , 38, 6 1 .
37
33
"Obra c i t a d a " , v o l . 5, tr. 9, pág. 49. " S e r m . " 2." dom. Eplf., "Obras" 2, 382.
38
31
" L e t t . " 664. " O b r a s " 3, 550. " I b l d . " pág. 378.

216 217
LA VIDA IDEAL

raciones morales. Y por otra parte, el amor tiene sus


problemas. Puede presentarse la terrible elección entre
Dios y este ser humano.
Correr tal riesgo día tras día, caer a veces, no vislum-
brar ninguna esperanza de cambio; esta fatigosa existen-
cia puede llevar a una enfermedad más crónica: desalien-
to, decepción por la vida. Si tales peligros son demasiado
extremos para ser posibles en la mayoría de los matri-
12. "DIVISIÓN
monios, existe otro que es común: la remora continua de
una vida compartida con alguien cuyos ideales no son
tan elevados como los tuyos propios.
Una dificultad final, la más común de todas y que real-
Y Osado
os quisiera libre de preocupaciones. El no ca-
se preocupa de las cosas del Señor, de
cómo agradar al Señor. El casado se preocupa de
mente es la razón fundamental de estas otras, la des- las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer;
cubre Pablo a los corintios. está por tanto dividido.
La mujer casada, lo mismo que la doncella, se
preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en
el cuerpo y en el espíritu. Mas la mujer casada se
preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar
a su marido'.

La palabra griega de Pablo merimná, "se preocupa",


también tiene lugar en el Evangelio de Mateo cuando
Cristo insta a los que le oyen a que no se preocupen
demasiado por lo que van a comer o con qué se vesti-
rán 2. Esta preocupación, como aparece ahora, es un pro-
blema para la pareja casada. Ellos son propensos a vivir
"divididos". No es que ignoren deliberadamente a Dios.
El problema es, sencillamente, que su absorción mutua
les hace más difícil pensar en El.
San Zenón, que comenzó un famoso reinado como
obispo de Verona en el año 362, ilustra esto al igual que

1
I Cor. 7, 32 a 34.
2
Cf. Mt. 6, 25.

219
218
LA VIDA IDEAL "DIVISIÓN"

Pablo, comparando a la buena ama de casa con la don- se sujeta con cadenas del espíritu, porque está an-
cella consagrada. sioso acerca de cómo agradar a su esposa. Más
afortunado sería si un solo deseo fuera agradar a
La mujer casada piensa cómo agradar a su mari- Dios'.
do, la doncella cómo complacer a Dios. La una se
embellece con costosos atavíos, la otra es mucho Agustín aplica a las personas casadas las palabras de
más atractiva porque no sabe como adornarse. La
una es fragante con ungüentos y perfumes; la otra Pablo sobre la salvación, "pero como si fuera por el
más agradable que cualquier pradera, con esa flor fuego".
que es ella misma, envía tan alto la fragancia del
servicio gozoso que llega hasta el cielo 3. El fuego de la tribulación quemará... las delicias
de esta especie y los amores mundanales. Por ese
Algunos años después Crisóstomo habla "del espíritu fuego se entiende la aflicción y cualquier otra cala-
midad que arrebata estas cosas... Lo que un hombre
que se ablanda y suaviza en el interés por una esposa" *. no ha poseído sin un amor seductor, no lo pierde
Gregorio Nacianceno explica esto. sin pena ardiente s.

Al igual que el que mira dos cabezas, dos caras,


o en dos páginas distintas contempla las palabras, En otro pasaje, su cuidado para no exagerar hace
aunque quiera no aprecia la forma total que su opinión sobre el tema sea de lo más evidente.
sino solo una parte, en tanto que la otra,
al mirar en seguida en ambas direcciones, No es que la esposa cristiana... no piense cómo
escapa indefinida a su visión parcial, agradar al Señor. Pero piensa mucho menos, porque
así está el amor débil entre Cristo y el mundo: también piensa en las cosas de este mundo: cómo
o un hombre va hacia Cristo, haciéndolo su todo, agradar a su marido'.
o se olvida de Cristo por el amor carnal s .
Tanto en el Este como en el Oeste, en sus comenta-
Ambrosio recuerda al hombre de la parábola del Evan- rios sobre Pablo, se continúa señalando esta "división" I0 .
gelio que no puede acudir al banquete. Las personas Durante la pleamar del escolasticismo, Buenaventura ex-
casadas acuden, pero no "tan prestamente como las vír- plica que, aunque existe una clase de ansiedad que hace
genes", porque su atención está parcialmente desviada que una persona se olvide de Dios completamente, "y
de Dios". esto es agobiante", la clase de ansiedad que tienen las

Existen muchas cadenas en este mundo. El deseo 7


de vivir es una cadena. Las seducciones del placer "Expos. ¡n P s . " , 118, 120, PL 15, 1300.
8
" D e Civ. D e i " , lib. 2 1 , c. 26, PL 4 1 , 743 y 744. Cf. "De 8
son una cadena. Existen cadenas de honor, cadenas Dulcitü Q u a e s t . " , PL 40, 155; Jerónimo, " A d v . J o v . " , lib. 1 , núm. 20,
de matrimonio... No peca el que toma esposa, pero PL 23, 249.
» "De Bono C o n j . " , c. 1 1 , PL 40, 382 y 383.
10
3
Cf. Teodoreto, " I n I Cor. 7 " , 32, PG 82, 283; Rábano Mauro,
Lib. 1, ir. 5, núm. 2, PL 11, 302. "Enarr. in Ep. P a u l i " , lib. 10, c. 7. PL 112. 763; Haymo de
* " D e V i r g . " , núm. 3 1 , PG 48, 554. Halberstadt, " I n I Cor. 7 " , PL 17, 548; Servato Lupus, " E p i s t . " 4,
5
" C a r m . " , lib. 1 , sec. 2, 1 1 . 543 a 563, PG 37, 563. Cf. "ibid. PL 19, 443; Hatto de Vercelli, " I n I C o r . " , PL 134, 358; Bruno de
poema 2, 469 a 480, PG 37, 615. Asti, " I n I Cor. 7 " , PL 181, 886; Felipe de Herveng, " D e Continentia
• " I n L u c " , lib. 7, núm. 196, PL 15, 1842. C l e r i c o r u m " , c. 60, PL 203, 744.

220 221
LA VIDA IDEAL "DIVISIÓN"

personas casadas no es tan extrema. Es "en virtud de porque el hombre con una esposa tiene menos apti-
tudes para servir a Dios que el que está libre '*'.
Dios" pero "distrae y absorbe" n .
Tomás describe toda su intensidad. El considera esto como una prueba evidente de que
todos los hombres y las mujeres no están destinados por
Entre las muchas asociaciones de aquellas cosas Dios al matrimonio, puesto que el mundo precisa siem-
que nos rodean, la mente humana está complicada pre de algunos contemplativos 1S.
por el amor del esposo o la esposa. Así, para aque-
llos que caminan hacia la perfección, el lazo del Luis de Granada, uno de los escritores espirituales de
matrimonio tiene que evitarse en especial. Esto com- más popularidad entre los seglares del siglo XVI, cree
plica a una persona como ninguno otro de los inte- que el hombre casado soporta una doble carga: sus
reses de este mundo 12.
propias preocupaciones y las que aflijen a su esposa.
La segunda es la más difícil de soportar " \
San Antonino trata de probar esto con un argumento
que siempre tendría importancia en Florencia durante el Otros libros de ese siglo y del siguiente presentan la
Renacimiento: el ejemplo de Grecia y Roma. "división" como una característica inequívoca del matri-
monio, como se contempla a la luz de la revelación de
Cato de btica dijo: "Si el mundo pudiera existir Cristo " . Bossuet, criticando las observaciones que hace
sin una mujer, no careceríamos de la compañía de un autor sobre la Biblia, dice:
los dioses". Y cuando se le preguntó a Cicerón por-
que se había divorciado de su esposa, contestó que Las otras ventajas del celibato que cita San Pablo,
no podría tener tiempo para una esposa y para la tales como estar más en un estado de oración, más
filosofía. De ahí que Platón también, que no tuvo ocupados sólo en Dios y menos divididos en el co-
trato sexual con ninguna mujer sino que fue célibe, razón... para este autor, como para los protestantes,
escribió más que cualquiera otro de los filósofos no tienen importancia. El no se digna mencionar-
paganos sobre las cosas de Dios i a . las 18 .

Si estos ejemplos no contribuyen a darle fama al santo Bourdaloue, cuyos sermones se consideran por los
como historiador, por lo menos muestran su propia con- franceses de estos años solamente inferiores a los de
vicción profunda. Bossuet, les muestra lo que significa esta división.
Dionisio el Cartujo entiende que el término "dividido",
' * " l n I Cor. 7 " , a. 7, " O b r a s " 13, 158.
empleado por Pablo, quiere decir: i» "Summa Fidei O r t h . " , lib. 4, a. 162, " O b r a s " 18, 209.
'» " I n t r o d . au S y m b o l . " , pág. 3, tr. 1, c. 9, " O b r a s " 15, 55.
Extravío en el espíritu y escisión en el afecto, " Cf. Cayetano, " l n I Cor. 7, 33; ln Matt. 19, 12; l n I Cor. 7, 3 5 " ;
buscando parcialmente agradar a Dios, parcialmente Soto, " l n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q . I, a. 1 ; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , vol. 8,
a su esposa y en parte buscando las cosas tempo- tr. 50. pág. 395; De León, " o b r a c i t a d a " , pág. 15; Sánchez, " D e Sac.
M a t t . " , disp. 29, q. 1; Belarmino, " D e Sac M a t . " , c. 15; Lessius,
rales, en parte las espirituales. Dice esto el Apóstol " D e Jure et J u s . " , lib. 4, c. 2, dub. 15.
18
"Instructions sur la versión du NT de Trevours", 2.* Inst., I Cor.,
" O b r a s " , 2, 679.
" Q . D. de Perf. E v a n g . " , q. 3, a 1 , ad 4.
"Opuse, de Perf. Vitae Spir., p a s s i m . "
"Summa S. T . " , I I I , Tlt. 1 , c. 25. 223

222
LA VIDA IDEAL "DIVISIÓN"

Una mujer casada siempre se está preguntando en lograr el amor del otro. La felicidad es ser capaz de
con ansiedad cómo mantenerse en buen favor de hacer que esa otra persona sea feliz.
su marido y estar al mismo tiempo en gracia de
Dios. Se encuentra obligada a contentar a ambos Cuando ese regalo se hace a Dios, psicológicamente
lo mejor que puede y, no obstante, en un centenar es posible centrar la vida en El como jamás se logró
de situaciones diferentes que surgen, sin la certeza antes. Cuando se hace a un ser humano, incluso al más
de cómo obtener el éxito o de qué modo armonizar
el deseo de ambos. digno de ser amado y acreedor de ello, no puede hacerse
tan prestamente como a Dios. Existe en ello algo exclu-
Esto puede alcanzar un punto en que por triste
necesidad debe renunciar al uno por el otro, aban- sivo. La persona que trata de dividirlo en dos se encuen-
donar a une para unirse inviolablemente al otro. Y tra dividida. Ciertamente que se puede amar a Dios, pero
esto es lo que la acongoja, divide su corazón, llena no con la misma energía y absorción espontáneas. Los
su mente de pensamientos, opiniones, emociones en pensamientos que vienen con mayor rapidez a la mente,
conflicto, la mantiene en continuo aturdimiento y
algunas veces en la más cruel de las incertidum- las preocupaciones y los gozos que realmente dominan,
bres'". tienen que ver con este otro ser humano.

De este modo, la misma revelación que aclara que el


Durante el siglo pasado y ahora, en el nuestro propio, matrimonio es bueno, es igualmente clara acerca de que
los católicos todavía están en guardia ante el problema 2°. el mismo da lugar a problemas. Lo típicos y graves que
Pío XII les da la interpretación tradicional de San Pablo. son estos problemas puede recogerse de la conclusión
de Pablo.
El Apóstol no reprocha a los maridos porque estén
ansiosos de sus esposas, o porque las esposas
hagan todo cuanto les sea posible para agradar a
sus maridos. Mas él dice que sus almas están di-
vididas entre el amor de Dios y el amor de sus
esposos 31.

Ser varón o hembra supone algo más que la capacidad


para tener hijos. Es parte de la característica más básica
de un ser humano, una capacidad para hacer el regalo
de uno mismo. La preocupación y el temor y el gozo, son
ahora reacciones ante io que ocurre a alguien más. El
ansia total de la vida es hacia el otro. El éxito consiste

18
" S e r m . " , 2." dom. Epif., " O b r a s " 2, 384.
20
Cf. Pesch, " o b r a c i t a d a " , pág. 313; Billot, " D e Eccl. Sacra-
mentüs (Roma: P. U. G. 1929), 7." e d . , vol. 2, pág. 385.
21
"Sacra V i r g l n i t a s " , AAS 46 (1954), pág. 168.

224 225
15
13. EL MEJOR CAMINO

T ENIENDO en cuenta los tiempos que viven los cris-


tianos y los obstáculos que encuentran los que se
casan para servir a Dios
el que casa a su doncella, obra bien. Y el que no
la casa, obra mejor'.

Por el año 200 es obvio que los cristianos han sacado


sus conclusiones de las palabras de Pablo acerca de los
que de entre ellos han optado por emprender su camino
hacia Dios en solitario.
Las personas casadas, incluso las que sobresalen
en santidad y las que no han mancillado el lecho
matrimonial, no pueden compararse con ellos. Pues
el lugar en que moran no es el Reino del Cielo,
común a todos los elegidos. Su sitio está entre los
santos ángeles, para que la más noble y más exce-
lente clase de vida que han elegido pueda tener
su recompensa 2.

Zenón, que desde su consagración como obispo de


Verona en el año 362 ha sido aclamado como campeón

1
I Cor. 7, 38. Cf. "ibid.", versículos 1, 7 y 8, 40.
3
Ps. Clemente de Roma, "Epist. ad Vlrgines", c. 4, PG 1, 388.

227
LA VIDA IDEAL EL MEJOR CAMINO

contra los herejes, al igual que contra los paganos, hace Dios y por nuestro juicio, deberían permanecer fue-
ra de la Iglesia 5.
una objeción a esta tradición.

Alguien dirá: "Incluso la Virgen María se casó y El movimiento no se extingue inmediatamente. Tres
dio a luz un hijo". años después de esta condena, Jerónimo arremete con-
Encontradme una igual y renunciaré a mi idea. tra Joviniano.
Además, ella fue virgen después de su matrimonio,
virgen después de concebir, virgen después de Los nobles te ceden el paso en la calle. Los ricos
nacer su hijo. Si hubiera algo mejor que la virgini- te halagan y te animan. Piensa un poco. Si jamás
dad, el Hijo de Dios podría habérselo dado a su hubieses nacido, los ebrios y los glotones jamás
madre en su lugar, pero El dispuso que ella disfru- habrían encontrado su camino hacia el paraíso 6.
tara del honor de la divina virginidad 3.
Pero durante los tiempos inquietos que siguen, con
Ambrosio resume el convencimiento de los obispos de África bajo los vándalos y los obispos acosados por los
Oriente y Occidente a finales del siglo IV. herejes arríanos y pelagianos, esta discusión se consi-
dera clausurada. Algunos escritores menos conocidos de
Con razón alabamos a la buena esposa, pero con los siglos siguientes, están de acuerdo con los Padres
más razón preferimos a la virgen consagrada *. en que el matrimonio no es el estado de vida superior'.
La forma en que se ha extendido esta convicción en
Y, sin embargo, el mismo Ambrosio es testigo de que el siglo VIII, se pone de manifiesto por una anécdota que
esta opinión todavía encuentra oposición incluso de al- refiere Beda el Venerable a la joven Iglesia de Inglate-
guno perteneciente al clero. La reacción a esta oposición rra. Según Beda, la boda a cuyo banquete asistió Cristo
es una declaración del obispo de Roma. en Cana, fue la del Apóstol Juan. Se acababa de casar,
o estaba a punto de contraer matrimonio, pero entonces
Ciertamente nosotros no menospreciamos el ma-
trimonio. Recibimos sus votos y estamos presentes fue llamado por Cristo 8.
cuando se confiere el velo. Pero a las vírgenes con- Esta historia todavía circulará, aunque en ocasiones
sagradas a Dios, a las que engendra el matrimonio, con la observación de que "no es cierta" 9, cuando en
otorgamos todavía mayor honor... De ahí que deba-
mos seguir el mandato del Apóstol. Porque ellos
5
continuaron enseñando ideas que eran diferentes a Papa Sirlclo, "Eplst. et Decreta, E p . " 7, PL 13, 1168. Para la res-
puesta del Sínodo de Milán por la alabanza de Ambrosio de esta
las que habíamos recibido, sabiendo que la opinión carta, cf. Ambrosio, " E p í s t . " 42, PL 16, 1172 a 1177.
de todos nosotros, sacerdotes y diáconos, así como 6
"Adv. Jov."
7
todo el clero, era unánime en cuanto a que Jovinia- Jerónimo, " D e Perpet. V l r g . B. M. V . " , núm. 2 1 , PL 23, 214;
no, Auxencio... e Ingenioso, quienes habían sido los "Adv. Jov. lib. 1 , núm. 13, PL 23, 243; Cirilo de Alejandría, " D e Ador,
in S p i r . " , lib. 15, PG 68, 950; "Codex Can. E c c l . " , c. 3 1 , PL 56,
que habían fomentado una nueva herejía y blasfe- 567; Fulgencio, " E p i s t . " 3, c. 10, PL 65, 330; Caslodoro, " I n I Cor.
mia, para siempre condenada por la sentencia de 7 " , PL 70, 1333; San Paterlo, " C o n c o r d i a " , 14, PL 79, 667; Tajón,
" S e n t . " , Ilb. 3, c. 7, PL 80, 857.
• " H o m . " , I, 13, PL 94, 226 y slg. Cf. Pedro Damián, " O p u s e . " 4 1 ,
3
" T r a c t a t u s " , !¡b. 1 , tr. 5, PL 1 1 , 304. c. 2, PL 145, 662.
1
" E p l s t . " 42, núm. 3, PL 16, 1172. Cf. " D e V i d . c. 13, PL 16, » Pedro Le Mangeur, " H i s t . S e n o ) . " , In Evang., c. 38, PL 198,
272; Crlsóstomo, " H o m . 19 ¡n I C o r . " , PG 6 1 , 153. 1559.

228 229
LA VIDA IDEAL
EL MEJOR CAMINO

el año 1255 un fraile dominico, Jaime de Varazzo, publi-


virginidad es m e j o r " . Este tema lo repiten no solo aque-
cara uno de los libros que tienen más influencia en la
llos que se contentan con copiar a los Padres, sino los
Edad Media. A pesar del gran número existente de "le-
pensadores más originales de la Edad Media Superior y
yendas" o vidas de los santos, destinadas a leerse en
sus seguidores, hasta el siglo XVI 1 5 .
sus fiestas respectivas, Caxton explicará en su edición
inglesa que: "Como el oro, que es el más noble de todos La violenta negación de Lutero a toda la idea, la con-
los metales, así esta leyenda se tiene por la más noble vierte una vez más en un problema acuciante. Juan Eck,
de todas las obras". Y Juan el Apóstol, a quienes los el campeón católico, se le o p o n e " ; y en los Ejercicios
católicos de todos los países de Europa conocerán a Espirituales, San Ignacio de Loyola, el fundador de los
través de esta Leyenda de Oro, será presentado como el jesuítas, propone como una de las "Reglas para pensar
novio de Cana ,0 . con la Iglesia":
Un siglo más tarde, en un libro que tendrá una cir- Ensalzar mucho las órdenes religiosas, la virgini-
culación casi tan grande, la Vida de Cristo Nuestro Señor dad y la castidad, y no ensalzar el matrimonio tanto
de Ludolfo de Sajonia, ellos leerán: como cualquiera de aquellas " .
Finalmente el Concilio de Trento declara:
Aunque existe una duda acerca de quién era Si alguien dice que el estado del matrimonio es
aquella boda, estamos inclinados a pensar que era de rango más elevado que el estado de la virgini-
la de Juan " . dad o el celibato, y que no es mejor o recibe ma-
yores bendiciones permanecer en la virginidad o
celibato que unirse en matrimonio, sea anatema".
Aunque otros autores repetirán la historia, más y más
la negarán 12, hasta que Juan Maldonado, cuyos comen-
En su famoso catecismo, San Pedro Canisio, él mismo
tarios sobre los Evangelios serán representativos de los
teólogo en el Concilio, proclama el sentimiento que se
estudios de la Escritura del siglo XVII, declarará que esto
ha enseñado y han creído los católicos desde siempre.
es imposible " .
Sin tener en cuenta si conocen o aceptan esta leyenda, 14
Cf. Sedelio Scoto, " I n I Cor. 7 " , PL 103, 140; Joñas de Orleans,
"De Instit. L a i c " , lib. 2, c. 1 , PL 106, 169.
los teólogos del continente, una generación después de 15
Cf. Rábano Mauro, " I n G e n . " , lib. 1, c. 7, PL 107, 462; Haymo
Beda, piensan como él. El matrimonio es bueno, pero la de Halberstadt, " I n 2 Cor. 1 1 " , PL 117, 651; Hatto de Vercelli,
"Expos. in Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134, 360; Bruno de Asti, " C o m m .
in J o a n n " , pars I, c. 2, PL 165, 461; Ruperto de Deutz, " I n J o a n n . " ,
10
"The Golden L e g e n d " , Granger Ryan y Helmut Rippeger, tr. lib. 2, PL 169, 275; Harvey de Bourg-Dieu, " I n I Cor. 7 " , PL 181,
(Londres: Longmans, Green & Co., 1941), Part. 2, p á g . 363, Fiesta de 880 y sig.; Buenaventura, "De Annunciatione", serm. 1 , Quar. 9, 679;
Santa María Magdalena. Aquino, " I n 4 S e n t . " , d . 30, q. 2, a. I, quaest. 3; " S . T . " I I I ,
11
q. 152, a. 4; Scoto " I n 4 S e n t . " , d . 3 1 , q. I, schol. 2; Tomás de
Pars I, c. 25. Estrasburgo, " I n 4 S e n t . " , d . 26, q. I, a. I, ad. 2; Ludolfo de Sajonia,
12 "Vita Christi D o m i n i " , pars I, c. 25; San Antonino, "Summa S. T . " ,
Cf. Dionisio el Cartujo, " I n J o a n n . " , 2, a. 7. Obras 12. 312; J .
Eck, "obra c i t a d a " , Dom. 2.° después Epif., h o m . 1 , pág. 119; Ca- I I I , tít. I, c. 1, núm. 1; Dionisio el Cartujo, " I n I Cor. 7 " , a. 7,
yetano, " I n J o a n n . " , 2; Canisio, " S e r m . " 2 7 / 1 2 / 1 5 6 4 , Braunsberger, " O b r a s " 13, 151.
4, 838; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , vol. 6, tr. 6, p á g . 32; Baronio, " A n - 1G
"Obra citada., Dom. Post" X I I . Nat., pág. 101.
nales E c c l a s i a s t i c i " , en a. 3 1 , núm. 30. 17
13 " N . " 356. Cf. Acotación 15, núm. 15.
" I n 4 E v a n g . " , In J o a n n . " I, 1226. 18
Can. 10 de Mat., DB 980.

230
231
LA VIDA IDEAL EL MEJOR CAMINO

Debemos ser de lo más cuidadosos para evitar tintos profundos y hacerlos más nobles mediante
dos errores: el de las personas que, de acuerdo con su exacto dominio...
Jovlniano, elogian de tal modo al matrimonio que
hacen este estado igual o superior a la virginidad... Más recientemente reprobábamos con el corazón
y el de las personas que imaginan que la castidad entristecido la opinión de aquellos que se atreven
o celibato simplemente no pueden ser practicados a afirmar, que el matrimonio es la única cosa que
por los hombres cristianos l s . puede proteger el desarrollo natural de la persona-
lidad humana y su debida perfección... 2 0 .

En vista de las conclusiones que obtienen algunos ca- No puede afirmarse, como hacen algunos, que la
"ayuda mutua" que una pareja cristiana busca en el
tólicos del siglo actual por las recientes tendencias de matrimonio, sea algo más perfecta para lograr la
la psicología, Pío XII se cree llamado a discutir este propia santidad que la llamada soledad del corazón
segundo error. que se encuentra en los vírgenes o célibes. Supues-
to que todos los que hayan abrazado el estado de
Ciertamente se alejan del sentimiento común de la castidad perfecta hayan renunciado a esta clase
los hombres instruidos, a los que la Iglesia ha teni- de amor humano, todavía no puede llegarse a la
do siempre en alta estima, quienes consideran al conclusión de que, como resultado de esta priva-
instinto sexual natural como'la mayor y más potente ción, han disminuido o desbaratado sus personali-
fuerza impulsora en el carácter de un ser humano, dades. Pues ellos reciben algo espiritual del mismo
y de esto deducen que una persona no puede con- Dador de los dones celestiales, que sobrepasa de
trolar el empuje de dicho apetito durante toda su modo inconmensurable la "ayuda mutua" que las
vida, sin grave peligro de perturbación de las fun- personas casadas se dan el uno al otro " .
ciones internas del cuerpo, especialmente del siste- Si una mujer expresa comúnmente el regalo de
ma nervioso, desbaratando así el equilibrio de las ella misma mediante el matrimonio y la maternidad,
fuerzas de su personalidad. también puede responder de un modo más directo
Como ha observado Santo Tomás, con muy bue- al designio de Dios y hacer que las riquezas de su
na razón, la tendencia más profundamente enraizada personalidad produzcan frutos mediante la virgini-
de nuestro espíritu, tiene realmente que ver con la dad consagrada. Lejos de ser una desviación inte-
propia conservación. La fuerza impulsora que surge rior de ella misma, o una deserción de las tareas
de las facultades sexuales tiene un segundo lugar. de la vida, este estado responde al deseo de un
Y además, pertenece a la función impulsora y direc- regalo que es más completo, más puro, más gene-
tiva de la razón humana, ese privilegio singular de roso.
nuestra naturaleza, el regular estos impulsos e ins-
En los países cristianos, así como en las tierras
de misiones, la mujer que renuncia al matrimonio
13
"Summa Doct. C h r i s t . " , 2.* edición, pág. 1 , c. 4, núm. 7 q . para darse sin impedimentos a confortar a los en-
133. Cf. " i b i d . " , q q . 213; Serm. 22/12/1563, Braunsberger 4, 827; fermos y a los desgraciados, a educar a los niños
Salmerón, " o b r a c i t a d a " , vol. 3, tr. 5, pág. 32; " i b i d . " , v o l . 5, tr. 9,
página 49; vol. 8, tr. 50, pág. 395; De Blois, "Collyrium H a e r e t i c o r u m " , y a mejorar la suerte de las familias, muestra a los
lib. 2, capítulos 15 y 17; Lorenzo de Brindisi, "Lutheranismi Hypo- espíritus que no lo conocen, la presencia y activi-
typosis, pág. 2, sec. 4, disp. 5, Obras 2, 2, pág. 406; Alvarez de
Paz, " D e Exterm. M a l i " , lib. 5, pars 2, c. 1 , Obras 4, 452; Belarmino,
so
" D e Sac. M a t . " , c. 5; Lessius, " D e Jure et J u s . " , lib. 4, c. 2, dub. Alocución a los Superiores Religiosos, 1 5 / 9 / 5 2 , AAS 44 (1952),
15; " D e Bono Stat. G a s t . " , c. 3, Opuse. 882; De la Puente, " o b r a Jágina 824. Cf. Alocución a las Hermandades italianas, 1 3 / 7 / 5 8 , AAS
c i t a d a " , pág. 437; Billot, "De Eccl. S a c " , págs. 382 y sig.; Pío X I I , JO (1958), pág. 533.
"Sacra V i r g i n i t a s " , AAS 46 (1954), " p a s s i m . " 3. 31
"Sacra V i r g i n i t a s " , AAS 46 (1954), págs. 174 y s i g .

232 233
LA VIDA IDEAL
EL MEJOR CAMINO

dad de Dios. De este modo, ella cumple su propia


Los intereses de nuestro propio tiempo han atraído
vocación única con la más elevada fidelidad y el
máximo de eficacia ", la atención de los católicos a un aspecto final de la
virginidad. Además de ser una prueba constante para
Con frecuencia se ha dicho que la virginidad hace a aquellos que están casados de que puede superarse la
los seres humanos como ángeles. Aparentemente hace pasión que siempre trata de volver su amor hacia el
algo más que eso. Los hace hombres y mujeres en un egoísmo, deja a una persona libre para dedicarse al
sentido más verdadero. De cada célula del cuerpo, de bien de la sociedad 25. Pío XII niega que la Iglesia tenga
cada pensamiento que surge del compuesto de cuerpo más necesidad de matrimonios que ejerzan influencia en
y alma, el animal racional es varón o hembra; y renun- sus vecinos, que de célibes que se retiren del mundo.
ciando al matrimonio "por amor al Reino de Dios", des- Los últimos todavía son miembros de la comunidad. En
arrolla las potencias distintivas de la masculinidad y fe- efecto, hacen más bien para más personas, que lo que
mineidad como nada más puede lograrlo en esta vida. jamás podrían si se hubieran casado 26.
Aunque en años recientes la investigación más insis- En una palabra, el desarrollo total de un ser humano
tente de esta verdad ha atraído más atención hacia la no exige necesariamente que se case. Pablo dice justa-
misma, aquellos que han estudiado el matrimonio preci- mente lo opuesto:
samente como un sacramento, siempre han insistido en
El no casado se preocupa de las cosas del Señor,
que aunque este sacramento ayudará a un hombre a en cómo agradar al Señor... La mujer no casada, lo
incrementar su caudal de gracia, habría obtenido toda- mismo que la doncella, se preocupa de las cosas
vía más en una vida de celibato 23. Cualquier duda acerca del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el es-
de la certidumbre de la Iglesia sobre esto, la disipa píritu ".
Pío XII.
Esta santidad "en el cuerpo y en el espíritu" al pare-
Algunos afirman que la gracia de Dios conferida cer es de una clase que no pueden tener las personas
ex opere operato por el sacramento del matrimonio, casadas. Pero Pablo difícilmente implicará que el matri-
hace tan santo el uso del matrimonio, que se con- monio es pecaminoso. La santidad de la que está hablan-
vierte en un método más eficaz para unir las almas do es algo como los vasos usados en la adoración. A
individuales con Dios que la virginidad misma, pues-
to que el matrimonio cristiano es un sacramento y causa de su contacto con lo divino se retiran de otros
la virginidad no lo es. Denunciamos esta opinión usos, reservándose para Dios. En este sentido el cuerpo
como falsa y perjudicial 24 . y el espíritu de la persona virgen son santos. Como lo
23
Alocución a las mujeres católicas, 2 9 / 9 / 5 7 , AAS 49 (1957), expresó Agustín:
páginas 909 y 910. Cf. Juan X X I I I , Alocución a las Jóvenes Católicas,
2 3 / 4 / 6 0 , AAS 52 (1960), pág. 393.
2J
Incluso los cuerpos de las personas casadas que
Cf. Buenaventura, " I n 4 S e n t . " , d. 26, a. 2. q. 2, ad 2; Aquino, se mantienen fieles mutuamente y con el Señor, son
" I n 4 S e n t . " , d . 26, q. 2, a. 3; Pedro de la Palu, " I n 4 S e n t . " ,
d. 33, q . 2, a. 6; Capreolus, "Def. in 4 S e n t . " , d d . 26 a 29, q. I, a.
3, ad 3; B e l a r m i n o , " D e Sac. M a t . " . c. 5; Salmerón, "obra c i t a d a " , - s Cf. Billot, "De Eccl. S a c " , pág. 387.
vol. 5, tr. 9, p á g . 5 1 . 26
"Sacra Virginitas, obra c i t a d a " , pág. 77.
-< "Sacra V i r g i n i t a s , obra c i t a d a . " -7 I Cor. 7, 34.

234 235
EL MEJOR CAMINO
LA VIDA IDEAL

santos... Por lo tanto, en este pasaje se está haciendo Los teólogos posteriores muestran poco desacuerdo 34 .
alusión a la mayor santidad de la mujer no casada... La convicción establecida de los cristianos desde el
ya que ella solamente tiene una cosa en mente:
cómo complacer al Señor 2 *. tiempo de Pablo hasta el presente, la resume Pío XII.

Primero de todo, debemos afirmar —como la Igle-


A principios de siglo VI, Fulgencio de Ruspe compara sia enseña llanamente— que la santa virginidad por
la virginidad con el ayuno. Ambos liberan a una persona su propia excelencia tiene mayor categoría que el
no del pecado, sino de las cosas que entorpecen su ca- matrimonio... Esto sin duda se deriva mayormente
mino hacia Dios 29. del hecho de que tiende a un fin más excelente y
es también la ayuda más eficaz para ponerse ente-
Los comentaristas de la Edad Media toman sus ¡deas ramente al servicio de Dios. El alma del que está
de los Padres. envuelto en las cadenas y tribulaciones del matri-
monio, está más o menos "dividida" ".
La virginidad merece tal alabanza, no porque tam-
bién se encuentra en los mártires, sino porque en Así la nueva luz de la revelación cristiana descubre
sí misma hace mártires". profundidades y sombras que los autores del Antiguo
Testamento no han visto en el matrimonio. Partir con un
Los escolásticos son más precisos. Según Tomás, el compañero de la vida no es ya el modo ideal de alcanzar a
bien del alma es mayor que el bien del cuerpo, la con- Dios. Cristo ha venido, e invita a sus seguidores a que
templación es más noble que la acción y las cosas de sean recordatorios vivientes de que el mundo ha alcan-
Dios son más importantes que las del hombre. El matri- zado su etapa final.
monio mira al cuerpo, a la acción, los intereses de otro Resolver la vida con un compañero parece tener limi-
ser humano. La virginidad favorece al alma, a la contem- taciones, así como ventajas. El defecto no es de la dis-
plación, "a las cosas que tienen que ver con Dios" " . posición de Dios, sino de la rebelión de un hombre con-
Hace más fácil y rápido el camino al cielo. Es también tra ella. Como en su propia naturaleza caída, como en
algo más elevado en sí mismo " . Eva al ser formada se- una ayuda, él encuentra ahora un incentivo para vivir
paradamente por Dios, es un símbolo de que el hombre para el día presente, para el placer, para otro ser huma-
tendría preferencia para la contemplación, un modo más no, para cualquier cosa excepto Dios.
noble de emplear su tiempo 33.
La opinión del Antiguo Testamento sobre el matrimo-
nio se ha perfeccionado y desarrollado y, sin embargo,
28
" D e Bono C o n j . " , c. 1 1 , PL 40, 382 y 383; Cf. Isidoro de
Pelusia, " E p í s t . " , lib. 3, ep. 151, PG 78. 1007 a 1010; " i b i d . " l i d . 4,
no se ha contradecido. La revelación cristiana continúa
ep. 192, PG 78, 1279. y muestra que Incluso ahora "no es bueno que el hom-
25
"De F i d e " , c. 3, núm. 43, PL 65, 693. bre esté solo".
30
Rábano Mauro, " H o m . " 38, PL 110, 72. Cf. Harvey de Vourg-
Dieu, " I n I Cor. 7 " , PL 187, 887.
31 34
" S . T . " II I I , q . 152, a. 4. Cf. Buenaventura, " Q . D. de Perf. Cf. San Antonino, "Summa S. T . " , I I I , tít. 2, o. 2; Belarmino,
E v a n g . " , q. 3, a. 3, Quar. 5, 176 y 177. "Doctrina C h r i s t i a n a " , c. 9, " O b r a s " 6, 195; Lessius, " D e Bono
32 Status C a s t . " , o. 6, " O p u s e " , 887.
" S . T . " II I I , q. 88, a. 6. Cf. " I b i d . " , q . 186, aa. 1 , 3 a 5, 8. 35
33 "Sacra Virginitas, obra c i t a d a " , pég. 170.
"Ibid.", I, q. 92, a. I.

237
236
Sección II: La vida típica

14. COMO EN LOS TIEMPOS DE NOE

N el mismo pasaje en el que sugieren por vez primera


E las limitaciones en el matrimonio como un camino
hacia Dios, Nuestro Señor añade:
No todos entienden este lenguaje, sino solamente
aquellos a quienes se les ha concedido '.

Entonces, el matrimonio todavía está incluido entre los


designios de Dios para el mundo. ¿Pero de qué modo?
¿Como una concesión a la debilidad humana o como un
bien positivo que El todavía desea?
En este pasaje no se dice explícitamente, pero la alu-
sión a "aquellos a quienes se les ha concedido", recuer-
da la respuesta dada por Nuestro Señor a los que le
piden que les explique la parábola del sembrador.
Es que a vosotros se os ha dado el conocer los
misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.
Porque a quien tenga se le dará más y le sobrará,
pero al que no tenga, aun lo que tiene se le qui-
tará 2.
1
Mt. 19, 11.
• Mt. 13, 11.

239
LA VIDA TÍPICA
COMO ÉN LOS TIEMPOS DE NOE

En el caso presente, el evangelista parece que quiere


pueden llevar hasta el fin lo que han deseado. Es
decir que aquellos que le han abierto sus espíritus a El, así que esta palabra..., es tanto un don de Dios
reciben luz para ver las ventajas que tiene renunciar al como una libre decisión 5.
matrimonio.
¿Significa esto que en algún momento de la vida se Un siglo más tarde, Fulgencio de Ruspe declara que
ofrece a los cristianos el don de la virginidad consa- Dios dará virginidad a todos los que oren por ella y
grada? Más de uno de la Iglesia primitiva parecen haber hagan buenas obras para reforzar su súplica.
pensado así. Crlsóstomo, por ejemplo, explica que en el Sin embargo, si una persona está más ansiosa de
Evangelio solamente se hace referencia a un don es- su debilidad que segura del poder de Dios, que se
pecial. case 6.

Así sabéis que existe una gran lucha; y no es que Beda el Venerable enseña este punto de vista a los
imaginéis un hado de alguna especie que la exige.
Se ha dado a aquellos que lo han deseado 3. ingleses ', y los últimos escritores del Continente lo re-
flejan 8. Sus dos impresiones principales las resume Al-
La misma ¡dea parece estar circulando en Italia duran- berto el Grande:
te este período. Jerónimo previene: Con la ayuda de la gracia todos podrán, pero
como se dice en I Cor. 7, "mejor es casarse que
Nadie piense que el destino o la fortuna se intro- abrasarse" ".
duce en este versículo; que son vírgenes aquellos a
quienes esto es dado por Dios o quienes han sido
llevados a este estado por accidente. Se da a los En el siglo XIV algunos citan a Crisóstomo y a Jeró-
que han buscado, a los que lo han deseado, a aquellos nimo 10. En el curso de una réplica ante los ataques de
que han trabajado para recibirlo. Pues al que pide Lutero contra la vida monástica, el catecismo de Canlslo
se le dará, el que busca encontrará y al que llama
se le abrirá 4 . hace lo mismo " . Salmerón explica que "el Señor desea
que algunas personas le pidan" 12. Leonardo Lessius en-
tra en detalle.
Aunque el interés de Agustín se centra en el estado
psicológico del hombre con quien Dios está tratando, pa-
s
rece estar de acuerdo con Jerónimo. "De Grat. et Lib. A r b i t . " , c. 4, núm. 7, PL 44, 886. Cf. " C o f e s s . " ,
lib. 6, c. 1 1 , PL 32, 729.
6
" E p í s t . " I, c. 10, PL 65, 309.
Aquellos a quienes no se les ha dado, o bien no ' " I n M a t t . " , 19, PL 92, 86.
8
han tenido ningún deseo, o bien no han llevado a Cf. Rábano Mauro, "Énarr. ¡n Ep. P a u l i " , lib. 10, c. 7, PL 112,
64. Pascasio Radbert, " I n M a t t . " , lib. 10, c. 19, PL 120, 654; Harvey
cabo lo que deseaban. Por otra parte, aquellos a de Bourg-Dieu, " I n I Cor. 7 " , PL 181, 876; Anselmo de Laon, " I n
quienes se les ha dado, desean de tal modo que M a t t . " , c. 19, PL 163, 1412; Desconocido, "Quaest. in Ep. P a u l i " ,
In I Cor., q. 58, PL 175, 525.
o " I n M a t t . " , 19, 12.
3 10
" H o m . 62 ¡n M a t t . " , PG 58, 600. Cf. Ludolfo de Sajonia, " o b r a c i t a d a " , pág. 2, c. 10.
11
* " I n M a t t . " , lib. 3, o. 19, vers. 1 1 , PL 26, 135. Cf. Ambrosiaster, 1 . * edición., c. 4, núm. 7, q . 207. Cf. I I , " i b i d . " , q. 213.
12
In I Cor. 7, 6 a 9 " , PL 172, 217. "Obra c i t a d a " , v o l . 5, tr. 9, pág. 5 1 . Cf. " I b i d . " , vol. 8, tr. 50,
páginas 389 y 394.

240 OA1
COMO EN LOS TIEMPOS DE NOE
LA VIDA TÍPICA

la Iglesia esté observando el ayuno " . A finales de siglo,


No todos están lo bastante bien instruidos como
algunos de los Padres griegos se expresan de este modo.
para apreciar tan gran bien, o tan inspirados por
Dios como para amarlo. Y, sin embargo, todos pue- Incluso Crisóstomo cree, como hemos visto, que la vir-
den "tomar" con poder remoto lo que podría dar ginidad es absolutamente posible en algún tiempo. La
resultado, si lo desearan. Pues todos (me refiero a intranquilidad que siente un hombre es un síntoma de
los cristianos), cuando oyen sermones sobre los fru-
que está llamado al matrimonio 1?.
tos de la virginidad, pueden pedir la ayuda de Dios
para entrar en ese estado y poder vivir en é l 1 3 . Ambrosio avisa a los cristianos de habla latina que
Nadie tiene que casarse por ley de la naturaleza, cada uno debe considerar su propia naturaleza para ver
a menos que sea necesario para la propagación del la vida tan ardua que va a abrazar". Incluso Jerónimo
género humano..., o para sí personalmente, por previene:
ejemplo, si no puede permanecer casto. Pero esta
necesidad tampoco existe. Es totalmente cierto y
debe tomarse como artículo de fe, que el hombre, si La castidad es atractiva en sí misma y arrastra a
reza, puede obtener de Dios la gracia que es nece- todos hacia sí. Pero debe considerarse la fortaleza
saria para permanecer casto 14. de cada uno '".

Estas declaraciones, algunas de ellas hechas por hom-


Este argumento es difícil de reconciliar con una de-
bres que creen que se invita a todos los cristianos a la
claración de Pablo que descubre una impresión de otros
vida del celibato, solamente pueden referirse a aquellos
cristianos, durante los mismos siglos, acerca de este
que no se han dispuesto para esa vocación. Pero otra
tema.
corriente de pensamiento, y más significativa, se eviden-
Pero en el caso de que carezcan de imperio sobre cia durante los mismos primeros años. Cristo ha hablado
sí mismos, deben casarse, porque es mejor casarse acerca de un don especial. El mismo término reaparece
que abrasarse en la pasión 1S. en la Epístola que Pablo dirige a los corintios. Para des-
pejar cualquier duda acerca de si los cristianos deben
Si hubo o no un tiempo en que él pudiera haber ele- casarse, les dice:
gido el celibato, las dificultades de un individuo pueden
mostrarle que, ahora al menos, el matrimonio es el esta- Mi deseo sería que todos los hombres fueran
do que Dios desea para El. como yo; mas cada cual tiene de Dios su gracia
particular; unos de una manera, otros de otra"".
San Metodio, el hábil obispo de Olimpo, que fue lleva-
do al martirio en el año 311, compara a una persona de 16
"Conviv. 10 Virg.", orat. 3, c. 12, PG 18, 59.
17
este tipo con un hombre enfermo que moriría si dejara Crisóstomo, "Hom. 19 ¡n I Cor.", PG 61, 153. Cf. Epifanio,
"Ad'/. Haeres", lib. 2, tomo 1, haer. 48, núm. 9, PG 41, 867 a 870.
de comer en la Vigilia de la Pascua, aunque el resto de '» "De Vid.", c. 11, PL 16, 268 y 269. Cf. "De Abraham", lib. 1,
c. 3, PL 14, 449. .- ^ ' ¿ 7 7 ;
13
15 ' " - - : - ' • • 22,rf»L\2S
"In Matt.", 19, 12, PL 26, 141. Cf. "Epist.", "~ ' j C » » r.397
"-*• ?
'"De Jure et Jus.", lib. 4, c. 2, dub. 15. Cf. "Disp. de Statu 398. "Ambrosiaster, In I Cor. 7", 36, PL 17, 237. , ' ; , V í L ^ ^ \
Vitae Deliq.'", q. 12, "Opuse", pág. 864. 20
I Cor. 7, 7.
14
"frael, De Sac. Mat.", c, 1, dub. 3.
H,,;H*5or. 7, 9.
COMO EN LOS TIEMPOS DE NOE
LA VIDA TÍPICA

quiera que sea la razón, a algunos no se les ofrece nin-


No ve esperanza en los deseos que tiene para ellos.
gún don excepto el matrimonio 24.
No obstante, cuanto pueda preferirse la virginidad, esto
sencillamente no entra en los planes de Dios para todos. Entre los escolásticos, Tomás está convencido que
Algunos se casan porque han declinado el mayor don, para algunos es bueno ser vírgenes, pero no para todos.
pero Pablo dice que otros están entrando en el estado Nadie puede seguir este modo de vida sin una gracia
que Dios pretendía para todos desde el principio. especial, y la gracia no se concede a todos 2S . Como
prueba cita a Pablo y la observación del Evangelio de
Alrededor del año 300, Metodio de Olimpo hace obser-
Mateo de que "no todos entienden este lenguaje". Para
var a una de las participantes en su Banquete de las Diez
Doncellas. él todo el tema es una aplicación de la parábola de
Cristo sobre los talentos. Dios da virginidad a un cris-
A mí me parece que podemos ver claramente en tiano, matrimonio a otro 26.
las Escrituras que, después que El trajo la virginidad
al mundo, la Palabra de Dios no deseó revocar to- Incluso los ataques de los protestantes sobre la vida
talmente el matrimonio. Sólo porque la Luna sea monástica no provocan una denuncia más rotunda de los
mayor que las estrellas, la luz de otros cuerpos no teólogos católicos.
se extingue en seguida 21 .
Cayetano, el enviado por la Santa Sede para abordar
San Filastrio, obispo de Brescia, cuyo libro sobre las la nueva situación que se ha producido en Alemania, ob-
herejías corrientes a finales del siglo IV será citado por serva que Cristo no dice que la virginidad se reserva a
Agustín, afirma que la virginidad, aunque deseable en sí
aquellos que la han deseado. "No depende del que
misma, exige una gracia que no se da a t o d o s " . Cirilo, la desea o del que se domina, sino de la misericor-
famoso obispo de Alejandría en el año 412 y no sola- dia de Dios" que concede la gracia de practicar el
mente aclamado como un atacante de la herejía nesto- celibato 27.
riana, sino como el teólogo griego más perceptivo desde
Orígenes, parece compartir esta opinión. Esta es la ¡dea de los escritores espirituales jesuítas a
principios del siglo XVII. De la Puente admite que el ma-
Se lo propuso a los que deseaban hacer el bien,
aunque no los puso bajo el yugo de ninguna ley, trimonio tiene sus cargas, pero cree que algunos deben
porque El sabia que no todos pueden dominar los soportarlas para gloria de Dios 28. Alvarez de Paz escribe:
anhelos de la carne 2S.
No todos entienden la supremacía y paz de la
Un siglo mes tarde Fulgencio de Ruspe, aunque afir- castidad... Solamente aquellos que han recibido de
Dios el don de entenderla... Por lo tanto, no es nece-
mando, como se ha observado, que teóricamente todos
pueden recibir el don superior, también cree que cual- 24
"De F i d e " , c. 3, núm. 43, PL 65, 693. Cf. San Juan de Da-
masco, ' D e Fide O r t h . " , lib. 4, c. 24, PG 94, 1210.
25
" I n Matt. 1 9 " , 11 y 12.
21 " O r a t . " , 2, c. I, PG 18, 47. 2S
In I Cor. 7 " , conf. I.
23 " L i b . de H a e r . " . c. 84, PL 12, 1196 y 1197. 27
" I n M a t t . " , 19, 11 y 12.
2
23 " I n I Cor. 7 , 8 " , PG 74, 874. » "Obra c i t a d a " , pág. 441.

244 245
COMO EN LOS TIEMPOS DE NOE
LA VIDA TÍPICA
Es totalmente falso que todos los hombres deban
sario temer que la raza humana carezca de la pro- ser invitados sin discriminación a las cosas que son
pagación necesaria para ella y que cese abrupta- mejores en sí mismas. En el orden de la Providencia
mente de existir 29 . de Dios no existe lugar para esa fantasía que la
gente llama igualdad. Por el contrario, de la des-
igualdad de clases, profesiones, oficios y otras co-
Maldonado, uno de los eruditos bíblicos más conocidos sas de este tipo, surge la perfección necesaria del
de este período, no admitirá incluso ni la pretensión de cuerpo social. "Si todo el cuerpo fuera ojo —dijo
que es necesario un don especial de Dios para vivir una el Apóstol—, ¿dónde quedaría el oído? 32.
vida de celibato, pero sí para comprender sus ventajas.
Pío XII trata del tema en su encíclica sobre la virgini-
Incluso entenderla es un don de Dios, como de- dad. Después de repetir que este modo de vida exige un
clara Cristo mismo en el Evangelio de Juan: "Nadie
puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no don que no todos reciben, avisa a los candidatos a la
le atrae" " . vida religiosa y a los superiores que deben admitirlos, a
que examinen cuidadosamente si parecen poseerlo.
Durante el año 1890 tiene lugar una declaración signi-
ficativa en una carta de León XIII. Pues en el caso de muchas personas, la carga
de la continencia perfecta es, sin duda, demasiado
Realmente la virginidad es en sí misma más no- grande como para que pueda recomendarse 33 .
table..., pero este don de la continencia perfecta no
se concede a todos; y en ese caso, según palabras No parece temerario que de estas indicaciones dife-
del Apóstol "es mejor casarse que abrasarse con
la pasión". rentes se llegue a la conclusión de que algunos jamás
De modo similar, la malicia o debilidad de la na- han estado destinados por Dios para ningún estado que
turaleza humana, algunas veces puede dar lugar a no sea el matrimonio.
que..., en el caso de ciertas parejas, hayan llegado El Evangelio de San Lucas parece ir más lejos. El gozo
a ser demasiado habituales tratos pecaminosos en-
tre los sexos, pues ellos renuncian al matrimonio que experimenta Isabel porque ya no es estéril, recuerda
sin..., el peligro de perder la salvación eterna 31 . la opinión del Antiguo Testamento de que el matrimonio
es el estado normal de los hombres temerosos de Dios 34t
Aquí merece la pena destacar la distinción que hace y un dicho de Cristo incluye un detalle importante sobre
entre aquellos que simplemente no han recibido ningún la vida en la época del Nuevo Testamento.
otro don y aquellos cuyos defectos personales son los
que sugieren el matrimonio. Porque las personas comían, bebían, tomaban mu-
jer o marido, hasta el día en que entró Noé en el
Entre los teólogos más conocidos en el decenio si- Arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio
guiente a la primera guerra mundial, Billot declara:
32
"De Eccl. S a c " , II, pág. 385.
33
29 "Sacra Vlrglnitas", "lugar citado", páps. 179 y sig.
"De Exterm. Malí", lib. 5, pars 2, c. 5 "Obras" 4, 579. 3<
30
"In Matt." 19, 403. Le. I, 25.
31
Carta, "II divisamento", 8/2/1893. ASS 25, pág. 464.
247
246
LA VIDA TÍPICA
COMO EN LOS TIEMPOS DE NOE
y los arrastró a todos... Asi será también la venida
del Hijo del Hombre 35 . Consejos como estos, dados a grupos enteros de per-
sonas, parecen suponer que el don del cristiano medio
Los hombres se ocuparán de sus Intereses habituales, es el matrimonio.
y entre los detalles elegidos para ilustrarlo, comen, beben
Un pasaje de los Hechos de los Apóstoles tiende a
y se casan. En la providencia de Dios, la mayoría de los confirmar esta impresión.
hombres estarán realizando su destino en parejas.
Pablo, como ya se ha dicho, consideró las conmocio- Este, pues, comenzó a hablar con valentía en la
sinagoga. Al oirle Aquila y Priscila, le tomaron con-
nes personales como un signo de que un cristiano debe- sigo y le expusieron más exactamente el Camino " .
ría casarse. A continuación aplica esta norma a los casos
reales: Estos dos fueron los que dieron albergue a Pablo en
Corinto y los que partieron con él para Siria. Los cris-
En cuanto a lo que me habéis escrito, bien le está tianos típicos hacen este nuevo Camino de Dios en pa-
al hombre abstenerse de mujer. No obstante, por
razón de la impureza, tenga cada hombre su mujer, rejas.
y cada mujer su marido 36. Alrededor del año 300, San Metodio de Olimpo ve una
alusión a esto en el Apocalipsis, cuando Juan habla de
Incluso para los paganos de este tiempo, Corinto es las vírgenes que seguirán al Cordero.
sinónimo de la inmoralidad sexual. Pablo piensa que la
vida más apropiada para el corintio medio y, por lo tanto, También desea enseñarnos que la multitud de vír-
genes se ha fijado desde el principio en un pe-
para el que le ha sido destinado a él por Dios, es el queño número (144.000), en tanto que la multitud
matrimonio. de otros santos es infinita. Pero debemos observar
lo que esto implica cuando describe a los otros.
Aunque no apremia a las viudas para que contraigan
"Después miré y había una muchedumbre inmensa,
nuevas nupcias, unos años más tarde se expresa de un que nadie podría contar, de toda nación, razas, pue-
modo diferente. blos y lenguas, de píe delante del trono y del Cor-
dero" 39.
Descarta, en cambio, a las viudas jóvenes, porque
cuando les asaltan los placeres contrarios a Cristo,
Trabajando en un texto diferente Ambrosio llega a la
quieren casarse e incurren así en condenación por
haber faltado a su compromiso anterior... Quiero, misma conclusión.
pues, que las jóvenes se casen, que tengan hijos y
que gobiernen la propia casa y no den al adversario El Señor, que sabe que la virginidad debe predi-
ningún motivo de hablar mal; pues ya algunas se carse a todos, pero puesta en práctica por pocos,
han extraviado yendo en pos de Satanás 37. dice: "No todos entienden este lenguaje, sino sola-
mente aquellos que han recibido un don especial".
35
En otras palabras, la virginidad no es algo para la
Lo. 17, 26 y 27. Cf. Mt. 24, 37 a 39.
36
I Cor. 7, 2. 38
Act. 18, 26.
" I Tim. 5, 11 a 13. as
"Obra citada", orac. I, c. 5, PG 18, 46.

248
249
COMO EN LOS TIEMPOS DE NOE
LA VIDA TÍPICA

Como un hecho positivo, existen muy pocos, re-


multitud, algo que sea común a muchos. No se per-
lativamente hablando, a quienes sea prudente incitar
mite considerando la enfermedad de una persona,
a una continencia perfecta".
pero se concede teniendo en cuenta su virtud " .
La orientación reflexiva señala muchos caminos,
por lo que cada uno puede ir por el que piensa que Pío XII expresa su propio convencimiento en más de
es más adecuado para él, en tanto encuentre uno una ocasión.
por el que pueda avanzar y llegar al campo. El
camino de la virginidad es bueno, pero empinado y Otros jóvenes, la gran mayoría, son llamados por
duro. Exige algo más que una fortaleza ordinaria. Dios para que sean sus colaboradores en la pro-
Bueno es también el camino de la viudedad, no tan ducción de nueva vida. Ved que ellos conocen la
duro como el camino superior, pero lleno de baches belleza del amor cristiano y..., gustan la felicidad
áspero y exigiendo cuidado. Bueno es también el de una pureza sin mácula 45 .
camino del matrimonio. Llano y prolongado en toda Algunos de vosotros, no todos, ni incluso la ma-
su longitud, llevando al campo de los santos por un yoría, serán llamados por Dios a la virginidad con-
camino bastante indirecto, recibe al número ma- sagrada... Entre vosotros hay otros, y son la ma-
yor". yoría, a quienes Dios ha llamado o llamará pronto,
para que sean flores que no se queden como están
Uno de los argumentos de Jerónimo contra Joviniano, porque tienen que dar fruto algún día, agradar a
aunque no establece cuál es realmente su opinión, por Dios en un santo hogar cristiano " .
lo menos lo separa del grupo de los que reflejan el con-
vencimiento constante de que todos son llamados a la El matrimonio no es el camino ideal hacia Dios. Efec-
virginidad. tivamente, algunos aspectos de la vida matrimonial hacen
más difícil servirle a El. Y, no obstante, esta es la vida
Vosotros decís: "SI todos fueran vírgenes, ¿cómo que El dispone para la gran mayoría de los cristianos, o
sobreviviría la raza humana?"... No temáis que to- porque ellos no han estado dispuestos para cualquier otra
dos sean vírgenes. La virginidad es una cosa difí-
vocación o, lo que parece más probable, porque cuando
cil... Si todos pudieran ser vírgenes, ¿aún diría el
Señor: "Quien pueda entender que entienda"? ". El decide de acuerdo con la providencia que dirige al
mundo que ellos existan en su universo, con sus inclina-
Hemos visto cómo Aquino en la Edad Media y Billot en ciones y funciones individuales, nunca les asigna ningún
los tiempos modernos, creen que existen individuos a los otro estado, excepto el matrimonio. La conclusión de am-
que nunca se les ofrece el don del celibato. Ambos su- bas suposiciones es la misma. Aunque cada ser humano
gieren a continuación que esto es realmente cierto para tiene su propia integridad y autonomía, y su relación con
la mayoría de las gentes de la Iglesia. Tomás está con- Dios retiene esa reserva que es típica del amor, nuestro
vencido de que la "virtud común de los hombres" no es
igual a dicha v i d a " . Billot añade: 44
"Obra c i t a d a " , I I , pág. 385.
45
Alocución a los moderadores de la Acción Católica italiana,
9 / 9 / 5 3 , AAS 45 (1953), pág. 611.
« "De V i r g . " , c. 7, PL 16, 287. 46
«i " E p i s t . " , 63, núm. 40, PL 16, 1251. Alocución a las Hermandades Italianas, 1 3 / 7 / 5 8 , AAS 5 0 (1958),
42
" A d v . J o v . " , lib. 1 , c. 36, PL 32, 2 7 1 . página 532.
43
"Opuse, de Perf. Vitae S p i r . " , c. 8.
251
250
LA VIDA TÍPICA COMO EN LOS TIEMPOS DE NOE

modo usual de considerar la religión en función del in- al decir que para mí una mujer casada me parece
dividuo y Dios, tiene un énfasis que es realmente falso. mejor que una muchacha que se casará andando el
La mayoría de los seres humanos nacidos a este mundo tiempo. Aquella tiene lo que la muchacha todavía
están destinados a salvar sus almas en parejas. Para la busca ansiosamente, en especial si todavía no ha
sido solicitada. La esposa está deseosa de agradar
mayoría, las palabras del Génesis son literalmente ciertas: a una persona a quien ha sido dada, la muchacha
"No es bueno que el hombre esté solo". de agradar a muchos, porque desconoce a quién
será dada...
La misma virginidad, como se propuso al principio en
Por lo tanto, la virgen que merece estar clasificada
el Evangelio, revela un aspecto todavía más profundo de
por encima de la mujer casada, es la que ni se
esta verdad. Debe observarse que Cristo enumera tres muestra a muchos para ser amada, porque esté bus-
clases distintas de gentes que no se casan. cando a uno de entre esos, ni se adorna para uno
que ya ha encontrado, pensando en las cosas del
Porque hay eunucos que nacieron así del seno mundo, en cómo agradar a un esposo, sino que en
materno, y hay eunucos hechos por los hombres, y su lugar ha amado al más hermoso de los hijos de
hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por los hombres de un modo tan profundo que, puesto
el Reino de los Cielos 4 '. que no puede concebirlo en su carne como María,
ella conserva todavía intacta su carne para El. Pues
El ha sido concebido en su corazón ".
El no dice que exista ventaja alguna simplemente en
no estar casado. Todas las cosas dependen de su razón
Con los grupos de herejes del año 500 juzgando el
de ser. Los únicos que El escoge para su alabanza son
matrimonio como pecado, se previene a los creyentes:
"los que se hicieron eunucos a sí mismos por el Reino
de los Cielos". La castidad es mejor, pero no es bastante en sí
Pablo se expresa del mismo modo. Lo que él reco- misma para lograr los gozos del cielo si se guarda
por puro melindre; solamente si se elige con afecto
mienda no es tanto la virginidad como la combinación
por el deseo de estar ocupados en el Señor S1 .
de la virginidad y una atención a Dios no dividida 48 . Según un comentarista del siglo IX,
Los católicos de Italia de finales del siglo IV reciben Muchos son los que tienen integridad del cuerpo,
una instrucción muy clara sobre este punto. Renunciar al pero no son vírgenes en espíritu. Si pudieran, ya se
matrimonio solamente es bueno si el motivo que tienen habrían casado " .
es estar más libres para el servicio de Dios'". Algunos
Los escolásticos se aficionan a repetir la afirmación de
años más tarde Agustín declara:
Agustín de que la virginidad del Apóstol Juan no era su-
Lo que predicamos sobre los que son vírgenes no perior al matrimonio de Abraham. Si Dios no desea la
es que lo sean, sino que sean vírgenes dedicados a virginidad, y ésta no se practica como un medio para
Dios por la castidad piadosa. No peco de temerario
«° " D e Sancta V i r g . " , c. 1 1 , PL 40, 4 0 1 . Cf. " D e Con). A d u l t . " ,
" Mt. 19, 12. lib. 1 , c. 19, PL 40, 464; "De Bono C o n j . " , capítulos 21 y 22, PL
48 40, 391 y 392.
I Cor. 7, 33 y sig. 51
49 Autor desconocido, " D e Eccl. D o g m . " , c. 64, PL 83, 1240 y 1241.
Cf. Ambrosiaster, " I n I Cor. 7, 32, PL 17, 235. " Haymo de Halberstadt, " I n I Cor. 7 " , PL 117, 548.

252 253
COMO EN LOS TIEMPOS DE NOE
LA VIDA TÍPICA

Si aquellos a los que les gustaría casarse, pero jamás


estar de un modo más completo a su disposición, no han podido, pueden considerar su situación como una
existe ventaja en ello 53. oportunidad para consagrar sus años en la tierra a Dios
En el siglo XIV Pedro de la Palu mantiene, como hi- y a su prójimo, entonces es de aplicación a ellos la ala-
cieron otros, que Nuestra Señora debe haber consagrado banza de la Iglesia. Pero si en la realidad no han acepta-
su virginidad a Dios por algún voto. Como prueba cita el do nunca lo que les ha acaecido, o si no piensan de
aforismo de Agustín: modo especial hacer de su ineludible modo de vida una
forma de consagrarse a Dios, están entre los dos prime-
La virginidad merece alabanza, no porque sea
virginidad, sino porque está dedicada a Dios " . ros grupos señalados por Cristo: "aquellos excluidos del
matrimonio" y ni El ni la Iglesia consideran que la suya
Este tema se repite durante la Contrarreforma 55 , y en fuera la llamada superior.
nuestros propios días Pío XII lo convierte en la base de
Supuesto, entonces, que aquellos a los que Dios ha
todo su tratamiento de la virginidad.
invitado para que le dediquen su virginidad, han recibido
Como los Santos Padres y Doctores de la Iglesia un don mayor que los casados, ambos son mucho mejo-
han enseñado de un modo claro, la virginidad no res que la persona que no ha entrado en estos estados.
es una virtud cristiana a menos que se adopte "por
Solamente es la virginidad consagrada la que tiene todas
amor al Reino de los Cielos", es decir, a menos que
la convirtamos en nuestro modo de vida, porque las ventajas, y esto a causa de la ayuda especial de Dios.
deseamos dedicar nuestro tiempo con más facilidad
a las cosas de Dios, disponer de un medio más se- Así, la virginidad consagrada es la prueba final de que
guro para llegar al fin a la felicidad eterna y llevar a el sexo no es una cualidad periférica de la naturaleza
otros más prestamente al Reino de los Cielos, al humana, proyectada exclusivamente para engendrar hi-
convertirla en el objeto de nuestra dedicación
total 5 6 . jos. Impregna a toda la persona. Es uno de los dos mo-
dos evidentes de tender con todo el empuje de la vida
La alabanza que hace la Iglesia constantemente de la misma hacia un regalo total a otra persona. La virginidad
virginidad ha desconcertado a no pocos hombres religio- que está consagrada no suprime este impulso. Lo desvía
sos. Ellos consideran la vida en solitario como una frus- en una dirección nueva: la otra persona, la amada, la
tración, como la tragedia de una personalidad que jamás única y exclusiva, es Dios mismo. La monja no es simple-
será fructífera, que nunca hará uso de sus poderes laten- mente una mujer que no se casa. Ella es una mujer cuyo
tes. Han visto a solteros hacer ganchillo y a solteronas esposo es Cristo.
excéntricas y alabar tal condición parece monstruoso.
"No es bueno que el hombre esté solo", por que Dios
53
no lo ha hecho psicológicamente neutro. Los hombres y
Cf. Buenaventura, " l n 4 S e n t . " , d. 26, a. I, q . 3; Alejandro de
Hales, " S u m m a " , Inq. 4, tr. 3, q . 2, c. 4, Quar. 2, 708; Scoto, las mujeres están proyectados por la misma naturaleza
" R e p o r t . " , Mb. 4, d . 3 1 , q . I, escol. 2.
5
que los hace seres humanos para una vida espiritual en
<i " l n 4 S e n t . " , d . 30, q . 2, a. 2.
55
Cf. Cayetano, " l n M a t t . " , 19, 12, 29.
parejas.
56
"Sacra Virglnitas, lugar c i t a d o " , pág. 164.
255
254
PARTE III

"VOY A HACERLE UNA AYUDA...


SECCIÓN I: Santo matrimonio

Introducción:

LA PRESENCIA DE YAHVE

S idea de Dios que Adán tenga una ayuda, y El es


E el que se la presenta:
Yahvé, Dios, formó una mujer y la llevó ante el hombre *.
Como hemos visto, con esta narración el autor preten-
de algo más que relatar el pasado. Es más bien la historia
de todos los matrimonios. AI parecer, ese episodio en la
mayoría de las vidas de los hombres de la tierra, el día
en que se casan, los relaciona con Dios de algún modo
no usual.
Esta impresión se intensifica en el Cantar de los Can-
tares. Por supuesto que el significado de este libro de-
pende de una pregunta: ¿Qué clase de poesía es? La
contestación la sugieren las alusiones de otros autores
del Antiguo Testamento a otros cantares con versículos
alternados, que las parejas comprometidas se cantan mu-
tuamente s.
1
Gen. 2, 22.
- Cf. Juan Pablo Audet, O. P. "Le sense du Cantique des Canti-

259
INTRODUCCIÓN: SECCIÓN 1
LA PRESENCIA DE YAHVE

Así, el Cantar de los Cantares pretende enseñar sola-


Tú mismo dijiste:
mente del modo que enseña un poema lírico. Refleja un
No es bueno que el hombre se halle solo; hagá-
estado del alma, una experiencia de la vida: la de dos
mosle una ayuda semejante a él4.
personas acerca de su matrimonio.
Esto no quiere decir que fuera compuesto para celebrar Como lo consideran los autores del Antiguo Testamento,
el amor humano. Los judíos nunca hicieron tales precisio- el matrimonio es algo religioso. Provoca un sentimiento
nes. Como el salmista que escudriña el mundo que le ro- de reverencia. Tiene el aire de algo impregnado de Dios.
dea y exclama: "Qué glorioso lu nombre por toda la tie-
rra" 3, el autor del Cantar de los Cantares reacciona ante
una de las maravillas de la vida: el modo en que dos seres
humanos comienzan a vivir como un sólo. Este prodigio
también sugiere la presencia de Yahvé.
En el Libro de Tobías, que data del tercero o segundo
siglo antes de Cristo, la relación con Dios surge de forma
más evidente. Tal vez esta encantadora historia de un
viejo matrimonio cuya fidelidad a Dios queda demostrada,
y de unos recién casados cuyo matrimonio lo dispuso El,
tiene su origen en acontecimientos que ocurrieron en rea-
lidad. Nadie lo puede decir y esto no parece importarle al
autor. Se ha tomado libertades tan obvias con la historia
y la geografía, que su intención está clara. Este es un li-
bro de la sabiduría. Al presentar el ejemplo de estos dos
matrimonios modelo, exhorta al lector a que sea como
ellos.
El pasaje importante para nuestra investigación es la
oración de los recién casados, Tobías y Sara, en la pri-
mera noche que pasan juntos:

Tú creaste a Adán, y para él creaste a Eva, su


mujer...

q u e s " , "Revue B i b l i q u e " , v o l . 62, núm. 2 (abril 1955), págs. 197 y


siguientes.
3
Sal. 8, 2.
« Tob. 8, 6.
260
261
15. LA NATURALEZA DEL MATRIMONIO

Aunque el personaje más notable de Jerusalén a finales


del siglo IV fue Cirilo, el Obispo, ese nombre está en la
historia debido principalmente a un accidente. Alguien
perteneciente a su congregación decidió copiar las ins-
trucciones que daba a los convertidos recientes durante
la Cuaresma y el tiempo de Pascua.
Una imagen de un valor incalculable de la Iglesia en
esa región, estos dieciocho discursos muestran )a actitud
que el futuro cristiano debía adoptar hacia el matrimonio.

¿Qué tiene que ver la gravedad y santidad de la


Iglesia con las execrables instituciones de los mani-
queos? Aquí el matrimonio es santo '.

La idea de la Iglesia de Roma en este tiempo, se pone


de manifiesto en una carta del Papa San Siricio:

En cuanto a la velación de la novia para el matri-


monio, habéis preguntado si un hombre puede tomar
a una muchacha que ha sido prometida a otro. Pro-
hibimos absolutamente que se haga esto. En los es-
píritus de los creyentes es sacrilegio de alguna clase
que la bendición que el sacerdote ha dado a la mu-

1
"Catech.", 6. 35, PG 33, 602.

263
LA NATURALEZA DEL MATRIMONIO
SANTO MATRIMONIO

Buenaventura explica esto. El matrimonio no es tan en-


chacha para casarse, se viole por alguna transgre-
sión 2. teramente una cuestión de la ley natural de que el deseo
de Dios fuera conocido por el hombre mediante impulsos
El cristiano ordinario de este período da por cierto que de conciencia. Se fundó de un modo especial. Dios ilu-
el matrimonio está asociado con Dios. minó a Adán de tal modo que comprendió que tomaría a
Esta convicción la comparten los Padres latinos 3 y más Eva por mujer, y que posteriormente los hombres y las
tarde los teólogos medievales 4 . Efectivamente, a princi- mujeres se casarían igualmente 10.
pios del siglo XIII, el Papa Inocencio III insiste en que el Tomás está de acuerdo en que el matrimonio no se ori-
matrimonio no se debe "a algo ideado por el hombre, sino ginó simplemente en el sentido de que la conciencia de
más bien a la autoridad de Dios" 5. un hombre le dijera lo que tenía que hacer. Fue estable-
Esto es igualmente cierto en los matrimonios "entre cido por algún acto de Dios más positivo". Esto fue
creyentes y no creyentes" 6. necesario, según Scoto, porque

Su sucesor, Honorio III, dice que: Se evidencia en sí mismo que la ley de la natura-
Puesto que el matrimonio es algo sagrado, no sólo leza impresiona a pocos I2 .
entre los latinos y los griegos, sino también entre
creyentes y no creyentes, no se desistirá de la se- En el siglo XIV, Pedro de la Palu llega a la conclusión
veridad de las leyes de la Iglesia sobre el mismo'. de que, al igual que un hombre que tuviera relaciones
maritales exclusivamente por el placer que causan, sería
Entre los más destacados de los escolásticos que die- culpable de pecado, así el que se casa por el mismo mo-
ron conferencias en París en ese siglo, Alejandro de Hales tivo sería culpable de un pecado mayor, porque ha abu-
insiste en que el matrimonio es algo más que un modo de sado de algo sagrado. Ambos son como dos hombres que
vida 8 . Si cae dentro del ámbito de la ley natural, esto beben sin moderación, uno en un vaso, el otro en un cáliz
es porque la ley natural prevalece, utilizado en la misa ".
incluso en relación con las cosas que tienen lugar La opinión de Dionisio el Cartujo sobre la función que
de algún modo extraordinario „. desempeña Dios en el matrimonio, le lleva a afirmar que

2
" E p . ad H l m e r i u m " , PL, 13, 1136 y sig. DB 88a.
El marido y la esposa deben honrarse mutuamente
3
Cf. Ambrosio, " E p i s t . " , 63, núm. 63, PL 16, 1257; Agustín, "De y hacerse merecedores de ser honrados de algún
Bono V i d . " , o. 8, PL 40, 437. modo por otros " .
4
Cf. Pedro Damián, " S e r m . " 59, PL 144, 902; Pedro Lombardo,
" S e n t . " , lib. 4, d . 26; Pedro de Poitiers, " S e n t . " , lib. 5, I. 4, c. 14, 10
" l n 4 S e n t . " , d . 26, a. I, q. 2, Cf. " I b i d . " , d . 27, dub. 2; " C o l l .
PL 211, 1257. in J o a n n . " , c. 2, col. 8, Quar. 6, 545.
5 11
" R e g e s t a " , núm. 4, PL 214, 3 y 4. " l n 4 S e n t . " , d . 26, q. 2, a. 2, ad 1. Cf. ibid., d. 1, q. 1, a. 2,
s
Al Obispo de Tiberíades, citado por G. Le Bras, DTC 9, 2201. cuest. 2, ad 2.
7 12
Citado por G. Le Bras, DTC 9, 2201. " R e p o r t . " , lib. 4, d . 28, q . I, escol. I. Cf. " I b i d . " , d . I, q . I,
8
" S u m m a " , IV, q. 2, parte 2, a. 1 . passim; d . 28, q. I.
13
9 " l n 4 S e n t . " , d . 30, q . 2, a. 3. Cf. " i b i d . " , d . I, q. 2, a. 3.
" I b i d . " , II I I , Inq. 3, tr. 4, sec. 2, q . 1 , tit. 7, a. 2, Quar. 11
3, 595. " D e Laudabiliti Vita C o n j u g a t o r u m " , a. I, " O b r a s " 38, 60.

264 265
LA NATURALEZA DEL MATRIMONIO
SANTO MATRIMONIO

La naturaleza y santidad del matrimonio exige una


Los primeros protestantes atacan no sólo a la idea de preparación religiosa del alma. Puesto que los segla-
la virginidad consagrada, sino que también arremeten con- res no entienden esto muy bien, ocurre que pecan
tra esta opinión sobre el matrimonio. Para Calvino el ma- gravemente en algo en lo que deberían entrar de una
trimonio no es más religioso que "la agricultura, la ar- manera santa. El pastor debe dar a sus gentes fre-
cuentes instrucciones sobre este punto cuando surja
quitectura, la confección de zapatos y muchas otras la oportunidad, y para estos que use las palabras y
cosas" 15. Lutero dice que la doctrina del Catecismo Romano " .

Los ministros no interfieren en las cuestiones matri-


moniales. En primer lugar, porque bastante tenemos En Métodos de Vida, el jesuíta Pedro Buys, que ha tra-
que hacer en nuestro propio oficio; después, porque bajado con Canisio en su famoso catecismo, es todavía
estos asuntos no conciernen a la Iglesia, puesto que más explícito sobre la diferencia entre el matrimonio y
son cosas temporales, que atañen a los gobernantes
otras cosas que proceden de Dios.
temporales. Por lo tanto debemos dejárselos a los abo-
gados y a los jueces l s .
No existen razones para que nadie se oponga a
que el apareamiento de los animales y la creación
La reacción católica consiste en considerar más dete- de los granjeros, zapateros, sastres, en realidad de
nidamente la función de Dios en el matrimonio. El resul- todo el mundo, proceden de Dios y sin embargo no
aparece en ellos ninguna supremacía especial...
tado se evidencia del Catecismo Romano, editado por man-
Cristo y los Apóstoles afirman con claridad que el
dato del Concilio de Trento, para orientación de los sacer- matrimonio es algo más que una unión natural y civil
dotes. Los futuros desposados, de un hombre y una mujer. La misma unión es tam-
bién un símbolo de algo sagrado y representa para
... deben comprender que se están acercando a nosotros una realidad que es más santa " .
algo que no es humano sino divino. Los ejemplos
de los Padres de la Ley Antigua aclaran suficiente-
mente que esto exige una pureza de intención y También otros en este siglo y en el siguiente conside-
espíritu religioso que no son usuales. Los matrimo- ran el matrimonio como algo más que "una sociedad pu-
nios de ellos no estuvieron dotados con la dignidad ramente civil" 2 °. Hacia las postrimerías del siglo XIX,
de un sacramento, y sin embargo pensaban que de- aparece una expresión definitiva de la opinión de la Igle-
bían conducirse con el más profundo sentido religio-
so y santidad personal " . sia en una encíclica de León XIII.

El matrimonio tiene a Dios como fundador y fue,


Obispos como San Carlos Borromeo dicen pronto a sus incluso desde el principio, una especie de prefigu-
sacerdotes:
18
"Const. et D e c r e t . " , lib. 5, c. 8, ses. 24, c. 2, pág. 287. Cf.
" O r a t i o n e s " (Augsburgo: I. Vith, 1758), orat. in 6a Pone. Prov.,
1 5 " I n s t i t . " , libro 4, c. 19, núm. 34. página 42.
16
Table Talk (Londres, 1883), núm. 748. 19
17
" C a t . Conc. T r i d . " , I I , 8, 3 1 . Cf. I I . 8, 13; Cayetano, "Jentacu- Obra citada, páginas 202 y 203.
20
l u m " , IX, q . I; " I n Gen. I, 27; In M a t t . " , 19, 4 y 5; Eck, " O b r a Bourdaloue, " S e r m . " , 2e dim. Epiph., Obras 2, 368 y 369; Lo-
c i t a d a " , Dom. 2 post Eph., hom. I, pág. 134; Soto, " I n 4 S e n t . " , d . renzo de Brindisi, " I n Gen. 2, 23 y 2 4 " , Obras 3, 245; Scheeben,
26, q . I, aa. I y 2; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , v o l . 8, tr. 46, pá- "The Mysteries of Christianity", C. Vollert, tr. (San Luis: Herder
gina 360. 1946), pág. 600.

266 267
SANTO MATRIMONIO LA NATURALEZA DEL MATRIMONIO

ración de la Encarnación de Dios. Por eso existe algo La sociedad civil es una obra de la providencia de Dios.
en él que es sagrado y religioso, no adventicio, sino Sus gobernantes comparten su autoridad. Su fin esencial
innato; no acordado por los hombres, sino interca- y algunas de las normas que gobiernan la vida de un ciu-
lado por la naturaleza '~\ dadano están presentes por la ley natural, hablando en
En el siglo presente, el Cardenal Billot cree que conciencia, como algo dado, algo en lo que no debemos
como un modo de vida en el orden natural de las inmiscuímos. Pero esa otra sociedad "natural", el matri-
cosas, el matrimonio no es sagrado en su ser. Y, sin
embargo, tiene una relación intrínseca con las ac- monio, es todo esto y algo más. No comenzó de la misma
ciones sagradas en las cuales consiste la adoración manera que lo hizo el Estado. De algún modo Dios tomó
de Dios, tanto más cuanto está principalmente diri- parte en el proceso más directamente. Y decir simplemente
gido para promover adoradores de Dios 32 . que es bueno es quedarse lejos de la verdad. Es reveren-
cial. Relaciona a una persona de algún modo no usual con
Pero la encíclica de Pío XI sobre el matrimonio, no mu- Dios. El acto por el cual un hombre y una mujer se hacen
chos años más tarde, parece suponer que tiene algo más. compañeros de la vida debe clasificarse, con la oración
y el sacrificio, entre Jas cosas que son esencialmente re-
Incluso por la sola luz de la razón, especialmente ligiosas.
s¡ se estudian los antiguos monumentos de la histo-
ria, se examina el sentimiento constante de las gen- El Evangelio señala otra característica cuando la pa-
tes, se consultan las instituciones y costumbres de
las razas, se hará bastante evidente que existe algo reja es cristiana.
sagrado incluso en el matrimonio natural, "no aña-
dido, sino innato; no acordado por los hombres, sino Tres días después se celebraba una boda en
intercalado por la naturaleza" 23. Cana...".

Aunque él dice que la mente humana puede conocer Juan presenta este episodio como una de las "señales"
esto aun sin la ayuda de la fe, no niega que, como ocurre de Jesús 2S. Para entenderlo tenemos que recordar que los
con otras verdades religiosas, la condición histórica verda- Evangelios fueron destinados para ayudar a los cristianos
dera de la humanidad puede hacer imposible para alguno a apreciar no sólo la vida de Cristo, sino su propia vida
usar esta capacidad nativa. Pero siempre que la razón sea nueva 26 Este relato de la fiesta de la boda de Cana, tan
capaz de discernir sin ayuda, está claro, por lo menos en henchido de símbolos, es, entre otras cosas, un recor-
la revelación, que las parejas que tratan a su matrimonio datorio de que el matrimonio, ya santo, tiene una nueva
como algo que no es más religioso que el trabajo o la santidad cuando los novios están en la Iglesia 2 '.
política, son como turistas que se pasean por una catedral
en pantalones cortos, charlando y tomando fotografías. 24
Jn. 2, 1 .
25
Jn. 2, 11.
26
Cf. David Stanley, S. J . , "obra c i t a d a " , pág. 174.
21 27
" A r c a n u m " , AAS 12 (1879-1880), pág. 392. " I b i d . " Cf. también Raymond Brown, S. S., "The Johannine
22
"Obra c i t a d a " , pág. 454. Sacramentary Reconsidered", "Theological S t u d i e s " , v o l . 23, núme-
23 ro 2 (¡unió, 1962), págs. 183 a 206.
"Casti Connubü, lugar c i t a d o " , pág. 750.

268 269
SANTO MATRIMONIO LA NATURALEZA DEL MATRIMONIO

A principios del siglo V, Agustín llega a la conclusión En la Edad Media los escolásticos repiten que ahora el
de que esto convertiría ai adulterio en un pecado dife- matrimonio es doblemente santo. Dios lo fundó al princi-
rente y más grave para los cristianos 2S. pio y Cristo lo consagró de nuevo con su presencia en
En el año siguiente a su muerte, aparece destacado un Cana 31 . Alberto el Grande explica que,
nuevo nombre en el Concilio de Efeso: Cirilo, obispo de
Así, nada impide al matrimonio que haya sido inau-
Alejandría, Padre de la Iglesia, cabeza del ataque contra
gurado dos, e incluso tres veces por Dios: una por
los nestorianos. Su acuerdo general con la opinión de la naturaleza, otra por la naturaleza corrompida y una
Agustín aparece en un comentario sobre los aconteci- tercera de acuerdo con la condición de la naturaleza
mientos de Cana. restaurada por Cristo 32.

Puesto que la boda se celebra castamente y ho- Esta opinión la comparten los últimos escritores S3 . Du-
norablemente, la madre del Salvador está realmente
allí; y El mismo, invitado con sus discípulos, viene no rante el tiempo del Concilio de Trento, Salmerón explica
tan sólo a comer, sino a realizar un milagro, y tam- cuánto significará ese episodio de Cana para cada matri-
bién a santificar el origen de la generación corporal monio.
del hombre.
Pues era conveniente que El, que tenía que renovar El estado de casado posiblemente podría haber
la misma naturaleza del hombre y revocaría en su to- parecido desaprobado por Cristo, en especial por-
talidad para llegar a un estado mejor, no solamente que entraña asombrosas molestias y una cruz casi
impartiera una bendición a aquellos que ya habían perpetua que se supone que los matrimonios devotos
nacido, sino también deparara gracia para los que aceptan como suya.
tenían que nacer y hacer que su nacimiento fuera Entonces, también, el matrimonio no parece tener
santo. nada grande cuando se trata de apariencias exter-
El matrimonio honorable se hace santo y se eli- nas. En efecto, parece interesar solamente a aquellos
mina la maldición contra la mujer. Ya no parirán que son menos perfectos. La virginidad y el celibato
hijos con tristeza ahora que Cristo ha bendecido el son cosas que impresionan a todos; y, lo que es más,
mismo punto de partida de nuestra generación " . los recomiendan Cristo y San Pablo.
Si a esto añadimos el hecho de que el matrimonio,
San Máximo, el famoso predicador y obispo de Turín, desde los tiempos antiguos, ha escuchado pocas ala-
refleja la idea de la Iglesia Occidental a mediados de este banzas de los hombres sabios del mundo. Cato...
siglo. Teofrasto... Cicerón... De este modo podría parecer
que todo se había acabado para los matrimonios.
El Hijo de Dios acude a la boda, así lo que El ha Por esto es por lo que por su presencia y el mila-
instituido anteriormente con su poder, puede santifi- gro, Jesús tuvo que hacer honorable el matrimonio y
carlo en esta ocasión con la dendición de su pre- enseñar que es un estado que Dios aprueba. Este pen-
sencia 30.
" Cf. Alejandro de Hales, " I n 4 S e n t . " , d . 26, núm. 6, Quar. I,
28
"De Fide et O p . " , PL 40, 205. 456 y 457; Buenaventura, "in J o a n n . " , c. 2, col. 8, Quar. 6, 545.
2
» " I n Joann. 2, 1 1 " , PG 73, 227. 32
" I n 4 S e n t . " , d . 26, a. 5, s o l .
30
" H o m . 2 3 " , PL 57, 274. Cf. Gaudencio de Brescia, " S e r m . " 8, 33
PL 20, 888. Cf. Dionisio el Cartujo, "Summa Fidei O r t h . " , lib. 4, a. 163,
" o b r a s " 18, 210.

270
271
LA NATURALEZA DEL MATRIMONIO
SÁÜTO MATRIMONIO

Sarniento sólo debería hacer que todas las molestias Pío XI afirma que esta opinión del matrimonio es un
del matrimonio fueran toleradas más fácilmente. elemento constante en la tradición cristiana " , y esta tradi-
Si Jesús es invitado, estará presente en él, santifi- ción la resume Pío XII:
cándolo y atendiendo las futuras necesidades de la
pareja. Pues por su milagro parece obligarse y dar Jesús y María, con su presencia, santificaron las
su palabra, por decirlo así, de que El estará presente bodas de Cana. Allí el divino Hijo de la Virgen realizó
en el matrimonio y de que habrá dinero y alimentos su primer milagro, como si anunciara que estaba inau-
y vestidos suficientes si ellos invocan al Señor 34 . gurando su misión en el mundo y el Reino de Dios,
santificando a la familia y a la unión matrimonial, el
origen de la vida " .
Los grandes predicadores franceses del siglo XVII ha-
blan de esta nueva intervención de Cristo 35 ; y Matías
Los seres humanos bautizados —alma, cuerpo, toda la
Scheeben, cuyos Misterios de la Religión Cristiana han
persona— son diferentes; y para tales hombre y mujer, el
sido alabados durante más de un siglo, muestra lo dife-
matrimonio es también diferente. Al igual que la historia
rente que ha hecho al matrimonio cristiano.
de la salvación del Antiguo Testamento comienza con la
La relación matrimonial entre cristianos se hace presentación que hace Dios de la mujer al hombre para
sobrenaturalmente santa desde cada punto de vista: que sea su esposa, así el relato del Evangelio de las
por razón del carácter sobrenatural de la misma pa- "señales" redentoras de Cristo comienzan haciendo del
reja casada, el fin sobrenatural y la intervención matrimonio algo aún más santo que lo que ha sido con
sublime de Dios, con quien el marido y la esposa
están tan estrechamente enlazados. Y esta santidad anterioridad.
es mayor y más excelente que la santidad del matri- Pero, ¿por qué ha ocurrido todo esto? ¿Por qué incluso
monio en el Jardín del Edén... 3 Í .
un matrimonio pagano es santificado de este modo con su
presencia? ¿Por qué interviene El tan directamente en este
Unos cuantos años más tarde León XIII llama la aten- aspecto de la vida humana?
ción a un resultado de este cambio:
En el Antiguo Testamento encontramos al menos el prin-
Cuando El hubo formado de nuevo ei matrimonio cipio de una contestación.
hasta tal punto de excelencia, Cristo confió y enco-
mendó la total reglamentación del mismo a la Iglesia.
En cada momento y lugar, ella ha ejercido su poder
sobre el matrimonio, y de tal modo que parecía ser
exclusivamente de su propiedad, sin buscar el con-
sentimiento de los hombres sino en posesión del
deseo de Dios, su fundador".

" "Obra citada", vol. 6, tr. 6, pág. 33.


35
Cf. Bourdaloue, "Serm.", 2e dim. Epiph., "Obras" 2, 367.
36
"Obra citada", pág. 600. Cf. Palmieri, "obra citada", pág. 15. " "Casti Connubli", DB 2225.
38
37
"Arcanum, lugar citado", págs. 388 a 390. Audiencia, 22/4/42, DR 4, 45.

272 273
SECCIÓN II: La Función de Dios

Introducción:

EL DESEO DE YAHVE

N su tratamiento de los diversos tipos de discernimien-


E to, Ben Sira, autor del Libro del Eclesiástico, observa:

A cualquier marido acepta la mujer,


pero unas hijas son mejores que otras \

Cuando se trata de seleccionar un compañero de la


vida, las gentes deben hacer lo que pueden, una mujer
soportando su desventaja táctica, un hombre haciendo uso
de la libertad y clase de elección que su función en la so-
ciedad le concede.
Pero en el libro del Génesis se sugiere que realmente no
se deja a su propia elección.
En el capítulo segundo, después que Dios dice: "Voy
a hacerle una ayuda", El comienza a formar a Eva y des-
pués se la lleva a Adán. Puesto que el autor está presen-
tando esta historia del pasado para explicar el presente,
surge la impresión de que Dios no solamente dispone que

1
Eclo. 36, 21,

275
INTRODUCCIÓN: SECCIÓN II
EL DESEO DE YAHVE

exista tal cosa como el matrimonio, sino que presenta


tos sean históricos, incorporan ciertas verdades perennes.
cada esposa a cada marido. En los últimos capítulos del
Abraham e Isaac y Jacob se describen con trazos que
Génesis esto se sugiere con claridad. El siervo de Abra-
los judíos han visto en sí mismos s. Este relato del matri-
ham, comprometido a buscar mujer para el hijo de su
monio de Isaac muestra lo que el autor considera como la
señor, dice:
función de Dios en el matrimonio de un hombre que ha
Yahvé, Dios de mi señor Abraham: dame suerte hoy, tratado de servirle.
y haz favor a mi señor Abraham. Voy a quedarme para- Más adelante, en el Salmo 128, que se cantó en las
do junto a la fuente, mientras las hijas de los ciudada- peregrinaciones a Jerusalén y se usó para la adoración
nos salen a sacar agua. Ahora bien, la muchacha a
quien yo diga: "Inclina, por favor, tu cántaro para que en el Templo, leemos:
yo beba", y ella responda: "Bebe, y también voy a
abrevar a tus camellos", esa sea la que tienes desig- Tu esposa será como una vid fecunda
nada para tu siervo Isaac, y por ello conoceré que en el interior de tu casa.
haces favor a mi Señor 2 . Tus hijos como brotes de olivo
en torno a tu mesa.
Cuando Rebeca le da la señal que ha pedido y él pide Así será bendito el hombre
permiso para llevársela, Labán y Betuel le dicen: que a Yahvé teme.

De Yahvé ha salido este asunto. Nosotros no po- Ya se ha indicado cómo los profetas incluyen las bodas
demos decirte está mal o está bien. Tómala y vete, y entre las señales del favor de Dios. Ahora una esposa fe-
sea ella la mujer del hijo de tu señor, como ha dicho cunda se describe como una recompensa que Dios con-
Yahvé 1.
cede a los que le sirven.
El Libro de los Proverbios, finalizado cuando los judíos
Y cuando ellos piden que Rebeca se quede algún tiem-
regresaron del exilio en el año 539 antes de Cristo, imita
po, él protesta:
el estilo de los libros anteriores del Antiguo Testamento,
No me demoréis. Puesto que Yahvé me ha dado porque su fin es orientar al hombre que desea tener éxito
éxito en mi viaje, dejadme salir para que vaya donde en la vida, al presentarle lo mejor de la sabiduría tradi-
mi Señor 4 . cional. De este modo, le dice:

Este es solamente el relato de un caso particular, en el Casa y fortuna se heredan de los padres,
cual Dios tiene a cierta mujer en mente para que sea la mujer prudente viene de Yahvé.
esposa de un hombre. Pero estos capítulos del Génesis
son leyendas religiosas. Aún cuando estos acontecimien- Puesto que todas las cosas buenas que le suceden a
un hombre proceden de Yahvé, aquí el contraste parece
2 Gen. 24, 12 y s¡g.
5
' "Ibid.", 50 a 54. 6
Cf. McKenzie, "The Two-Edged Sword", pág. 113.
Sal. 128, 3 y sig.
< "Ibid.", 56. ' Prov. 19, 14.

276 277
INTRODUCCIÓN: SECCIÓN II ÉL DESEO DE YAHVÉ

significar que hay algo especial en la providencia mediante y para que de ambos proviniera la raza
la cual El proporciona una esposa. Esta es ciertamente de los hombres.
la idea de Ben Sira: Tú mismo dijiste:
No es bueno que el hombre se halle solo:
Mujer buena es buena herencia hagámosle una ayuda semejante a él.
asignada a los que temen al Señor 8 . Y no tomo a esta mi hermana
Un don del Señor la mujer silenciosa... *. con deseo impuro
mas con recta intención.
Ten piedad de mí y de ella
Dios recompensa al hombre que cumple su deseo pro-
y podamos llegar juntos
curando que reciba a cierta mujer como su esposa. a nuestra ancianidad 12.
El Libro de Tobías es todavía más enfático acerca de
su iniciativa en el matrimonio. En esta narración de la No sólo ha dispuesto Dios que estos dos resuelvan sus
vida judía modelo, cuando el joven Tobías tiene miedo de vidas en compañía íntima, sino que ellos estén enterados
morir como los otros que se han casado con Sara, el de su designio y entren en el matrimonio precisamente
ángel le dice: para cooperar con ello.
Considerar esto como un caso aislado sería ignorar
Y no tengas miedo, porque para ti está destinada tanto la forma literaria del libro como la mentalidad de su
desde el principio; tú la salvarás 10.
autor. Estos novios se presentan al Pueblo Elegido como
un ideal. El significado es que para el joven y la joven
El padre de Sara también está convencido de esto; pero,
que han tratado de servirle, Dios tiene un esposo particu-
desconocedor de la identidad del ángel, él ve la voluntad
lar en mente.
de Yahvé expresada de un modo más normal.
Cuando se casen será porque comprendan que esta es
A ti se te debe dar, según la sentencia del libro de su voluntad.
Moisés, y el cielo decreta que te sea dada... Que el
Señor del Cielo os guíe a buen fin esta noche, hijo,
y os dé su gracia y su paz " .

Este tema alcanza un punto culminante en la oración de


los recién casados.

Tú creaste a Adán, y para él creaste


a Eva, su mujer, para sostén y ayuda,

8
Eclo. 26, 3.
9
Eclo. 26, 14.
10
Tob. 6, 18.
12
11
Tob. 7, 12 y sig. Tob. 8, 6 y s i g .

278 279
16. LA PROMESA SAGRADA

iL Evangelio arroja una nueva luz sobre esta función de


E Dios en el matrimonio individual. Cuando los fariseos
tratan de saber si Nuestro Señor favorece su más estric-
ta o más liberal serie de exigencias para un divorcio, El
les dice:

Lo que Dios unió no lo separe el hombre \

El punto importante para nuestro estudio presente no es


su prohibición del divorcio, sino la razón que El da. Aun-
que todas las empresas humanas son en cierto sentido
obras de Dios, esta es su obra con tal supremacía, que ni
la misma pareja ni ninguna autoridad humana, pueden
presumir de entrometerse en ella.
Y Cristo está aludiendo a algo más que al matrimonio
como institución. Es un matrimonio individual que finali-
zaría en un divorcio; y la razón que El da por la cual
ninguna autoridad humana puede concederlo, es que Dios
estaba interesado en el acto por el cual ese hombre en
particular se convirtió en el marido de esa mujer en par-
ticular.

1
Mt. 19, 6. Cf. Me. 10, 1 a 9.

281
LA FUNCIÓN DE DIOS LA PROMESA SAGRADA

Tertuliano muestra el modo en que entienden esto los válida, se haga esencial la presencia de un sacerdote
cristianos hacia las postrimerías del siguiente siglo. El como testigo oficial en circunstancias ordinarias 8. Al pa-
juramento de un recluta romano, dado, como se suponía, recer, la santidad de un matrimonio no la proporciona el
en presencia de los dioses, hacía que recibiera la con- sacerdote o las ceremonias. Dios está asociado con cada
sideración de persona sagrada. Tertuliano, que ya ha de- acto por el cual la pareja se promete mutuamente como
nominado al bautismo el juramento de un soldado a Cristo, marido y mujer".
considera ahora el matrimonio como un sacramentum, una Cuando en el Siglo XII San Víctor de París se convierte
toma de promesa que asocia a una persona con Dios 2. en un nuevo centro del progreso de la teología, Hugo de
Agustín, después de explicar que "cuando los símbolos San Víctor disiente del concepto del sacramentum de Agus-
guardan alguna relación con las cosas divinas se llaman tín, y observa que para un verdadero matrimonio no se
sacramentos" 3, utiliza el término para describir el pacto precisa de los hijos ni de la fidelidad, pero debe existir
mediante el cual una pareja se toman por marido y mu- esta promesa sagrada 10 . Y cuando los escolásticos del
jer 4. Esta promesa sagrada y simbólica es una de las tres siglo siguiente tratan de determinar qué es lo que esta-
cosas buenas que él encuentra en el matrimonio s. blece la relación entre la pareja y Dios, ellos están de
La liturgia, durante estos años, recuerda a una novia acuerdo que es este mismo acto de tomarse el uno al
que mediante este rito está siendo asignada al servicio de otro como marido y mujer l : . En la confesión, un sacerdote
Dios 6 ; y cuando la Iglesia medieval comienza a asumir es el medio para establecer contacto, pero como observa
sus características distintivas, hay diferentes indicaciones Aquino:
de una convicción de que Dios está relacionado con la
En el matrimonio, nuestras acciones son causa su-
promesa del matrimonio. Los primeros escritores aluden ficiente para inducir el efecto inmediato, cual es la
al tercer bien que Agustín ha visto en el matrimonio: el obligación; pues cualquiera que sea capaz de actuar
sacramentum'. las parejas se les ordena que compro- en su propio nombre, es capaz de obligarse a otro.
metan su fidelidad en presencia de un sacerdote, pero un Y, por lo tanto, la bendición del sacerdote no se re-
quiere en el matrimonio como la esencia del sacra-
matrimonio clandestino se tiene por inviolable. No será mento 12.
hasta el Concilio de Trento que, para que la promesa sea
En el siglo XIV se les dice a los seglares:
2 Los votos difieren uno de otro. Algunos nunca se
Cf. " A d v . M a r . " , 5, 18, PL 2, 518; "Exhort. C a s t . " , 5, PL 2, 290;
" D e M o n o g a m i a " , 5, " ¡ b i d . " , 936; "De J e j u n i o " , 3 " ¡ b i d . " , 958; " D e
A n i m a " , 1 1 , 2 1 , " ¡ b i d . " , 665, 684. 8
Decr., " T a m e t s l " , Mansi 33, 152.
3
" E p i s t . " , 138, núm. 7, PL 33, 827. Cf. "De Civ. D e i " , lib. 10, c. • Cf. Nicolás I, "Resp. ad B u l g . " , c. 3, PL 119, 980; Adrián I I ,
5, PL 4 1 , 282. " E p i s t . " 40, PL 122, 1318; Burchard de W o r m s , " L i b . D e c " , lib. 9,
* " I n J o a n n . " , tr. 9, 2, PL 35, 1459. c. 3, PL 140, 810; Clemente I I I , " D e c r e t a " , núm. 14, PL 204, 148;
5 San Antonino, "Summa S. T . " , I I I , tít. I, c. 24.
"De Pecc. O r i g . " , 39, PL 44, 404. Cf. " ¡ b i d . " , 42, PL 44, 406; 10
"Contra J u l . " , c. 57, 732; " D e Nupt. et C o n c u p . " , lib. 1 , c. 10, " D e C a s . " , lib. 2, pars 1 1 , c. 8, PL 176, 495. Cf. P. Lombard,
PL 44, 420. " S e n t . " , lib. 4, d . 3 1 .
11
6 Cf. Buenaventura, " I n 4 S e n t . " , d . 27, a . 2, q. 1, s o l . ; Alberto
"Leonine Sacramentary", Muratori I, 724. el Grande, " I n 4 S e n t . " , d . 27, a. 6; " ¡ b i d . " , d . 3 1 , a. 3, 6; Scoto,
7
Cf. Raterio de Verona, " P r a e l o q u i a " , lib. 2, tlt. 3, PL 136, 191 " R e p o r t . " , lib. 4, d . 28, q. 2, escol. 2, d . 4 2 , números 22 a 24.
13
a 194. " I n 4 S e n t . " , d . 28, q. I, a. 3, ad 2.

282 283
LA FUNCIÓN DE DIOS LA PROMESA SAGRADA

dispensan, como por ejemplo el del matrimonio. Aun- la presencia de un sacerdote para que un matrimonio sea
que se hace en presencia del sacerdote, es como si válido, insiste:
se jurara ante Dios en su visible presencia divina l s .
Esto no convierte al pastor de la pareja en el
ministro del sacramento. Ahora, él es necesario del
El acuerdo de los teólogos posteriores con esta posi-
modo que se requieren dos o tres testigos como ne-
ción I4 , se ve fortalecido por la instrucción del Concilio de cesarios '".
Trento:
A finales del Siglo XVII Segneri, cuyas misiones en las
Los obispos deben comprobar cuidadosamente que parroquias del país están haciendo que sea bien conocido
las bodas tengan lugar con la modestia y probidad
en toda Italia, llama la atención hacia la dignidad del novio
que sean convenientes. El matrimonio es una cosa
santa y debe tratarse de una manera santa " . y de la novia. Puesto que el bautismo por los seglares es
una medida de emergencia, esta es la única vez que se
Pero la nota discordante la da uno de los principales consagra a los seglares, precisamente para una función
teólogos de este siglo. Melchor Cano insiste en que es la sagrada. Incluso un sacerdote es incompetente para rea-
bendición del sacerdote lo que asocia a un matrimonio lizar esa función por ellos 2 °.
individual con Dios. En cuanto a la promesa en sí A partir de este tiempo, la ley canónica y las encíclicas
papales empiezan a dar expresión autorizada a la convec-
niego que ese asunto guarde relación alguna con
la fe y la religión 16. ción de que el acto por el cual una pareja se toma mu-
tuamente como marido y mujer, no puede ser una promesa
Aunque algunos tomarán esta posición en los últimos genuina de matrimonio si no se asocia la presencia de
años " , Domingo Soto, colega de profesorado de Cano en Dios 21 . Pío XII les dice a un grupo de recién casados:
Salamanca, publica una refutación incluso antes de que A nuestros ojos brilláis no sólo con la dignidad que
se imprima la ¡dea de Cano, y dice que anteriormente imprime el crisma místico común a todos los cre-
jamás ha encontrado semejante opinión en la Iglesia 18 . yentes, que os ha hecho pueblo santo y un sacerdocio
Salmerón, aludiendo a las nuevas reglas de Trento que real, sino también con el de los ministros del sa-
cramento al cual habéis elevado vuestro mutuo con-
dicen que de ahora en adelante se exigirá normalmente
sentimiento 2".
13
Juan Tauler, "Sermons and Conferences", tr. W. Elliot (Washing- Aquí, más que en otras ocasiones, el hombre pide a
ton, D. C : Apostolic Mission House, 1910), pág. 95.
14
Dios que atestigüe alguna promesa que ellos hacen. Aque-
Cf. San Antonino, "Summa S. T . " , I I I , tít. I, c. 2; Dionisio el
Cartujo, "Summa F. O r t h . " , lib. 4, aa. 163 y 164, " O b r a s " 18, 210
y 211. " "Obra c i t a d a " , v o l . 9, tr. 13, pág. 87.
20
15
Decr. " T a m e t s l " . c. 10, Mansl 33, 156. " I I Crist. I n s t r . " , pág. 3, razón 25, núm. 17. " O b r a s " (Turin:
10 Marlettl, 1885) 2, 489.
"De Locls T h e o l o g l c l s " , lib. 8, c. 5, núm. 6. Cf. " D e Sac. In 21
Cf. Pío IX, " S y l l . " , 67, DB 1766; Scheeben, " o b r a c i t a d a " ,
Genere, I, núm. 23.
17 pág. 607; León X I I I , " A r c a n u m " , "lugar c i t a d o " , págs. 388 y sig.;
Cf. Granada, "Tr. de la Doct. C h r . " , lib. 3, c. 16, " O b r a s " 17, C.I.C. capítulos 1012 a 1016, 1038; Pió X I , "Casti Connubii, "lugar
217; Contenson, " o b r a citada, lib. 1 1 , pars. 4, dis. 4, c. I, spec. 3. c i t a d o " , pág. 554.
18 22
" I n 4 S e n t . " , d. 26, q. 2, a. 3. Cf. " i b i d . " , d . 3 1 , q . 1 , a. 2. Alocución 2 9 / 4 / 4 2 , DR 4, 53. Cf. Alocución 5 / 3 / 4 1 , DR 3, 6.

284 285
LA FUNCIÓN DE DIOS LA PROMESA SAGRADA

líos que hacen esta promesa adquieren una dignidad y como supone e! matrimonio, a menos que El les conceda
una santidad especiales. Han estado tratando con Dios del este derecho. Y El solamente hace esto si el regalo tiene
modo menos usual. carácter permanente ".
A principios del Siglo VI, Fulgencio de Ruspe ve una Matías Scheeben, cuyas conferencias atraen la atención
razón para esto en un hecho que ios cristianos han dado hacia el Seminario de Colonia a partir del año 1860, con-
por cierto: sidera este aspecto de la autoridad como una razón por la
que, incluso fuera de la Iglesia, una boda es algo santo.
El Maestro de los Gentiles... asegura que, con de- El novio y la novia se unen no sólo recíprocamente, sino
rechos absolutamente ¡guales, la esposa tiene poder
sobre el cuerpo de su marido y el marido sobre el con Dios. El es el que recibe su promesa. Ante El son
cuerpo de su esposa... Pero en otro lugar dice: "No responsables de cumplir la palabra que han dado. Y si son
existe autoridad, excepto la de Dios 23." católicos,

Aunque su intención es mostrar simplemente que el tra- pueden disponer de sus cuerpos como principios
to sexual difícilmente puede ser intrínsecamente malo, esta generativos, solamente con la aprobación de Cristo y
según el espíritu de Cristo, pues sus cuerpos ya no
prueba suya arroja una nueva luz sobre la asociación de
son su propia carne sino la carne de Cristo (I Cor.
una novia y un novio con Dios. La autoridad recíproca 6, 15 a 20). Solamente pueden unirse el uno al otro
que tendrán como marido y mujer es algo que ellos mismos con base en su unidad con Cristo; la unión de cada
no pueden dar. Solamente puede venir de El. uno con la Cabeza divina se traspasa a la unión que
ellos contraen mutuamente 21.
Para los teólogos medievales este es un caso como el
de obtener el permiso de Dios para venderse como es-
clavo 2i. No sorprende del todo que Dios deba participar de un
modo tan directo en una promesa de matrimonio. La
Un hombre y una mujer están totalmente bajo el existencia de nuevos seres humanos dependerá de este
dominio de Dios, y el uno no estará autorizado a dar hombre y de esta mujer. Y ahora parece que existe una
su cuerpo al poder del otro, a menos que estén de
segunda razón. El efecto de este regalo total de uno mis-
acuerdo para esto la voluntad y el poder de Dios 25.
mo es tan profundo y penetrante, que para hacerlo debe
Cuando los escritores protestantes comienzan a negar haber existido su permiso; no sólo su aprobación para el
que el matrimonio sea indisoluble, una de las contestacio- matrimonio, sino una autorización de este matrimonio con
nes que se dan es que, ya solamente Dios tiene dominio una persona en particular.
sobre nuestra persona, ninguno de dos seres humanos En efecto, cuando en el Nuevo Testamento habla de su
pueden hacer un regalo tan completo de ellos mismos participación en una boda, se alude a algo más que a un
simple permiso.
-3 " E p í s t . " , I, c. 2, PL 65, 305.
- 4 Cf. Sooto, " O p . O x o n . " , In 4 Sent., d . 26, q . I, núm. 10. 26
25 Cf. De Lugo, "Tr. de 7 S a c " , t h . 9, núm. 3, pág. 143.
Pedro de Tarant, " I n 4 S e n t . " , d . 27, q . 2, citado por G. Le 27
Bras, DTC 9, 2190. "Obra c i t a d a " , pág. 600.

286 287
17. LA GRACIA DEL MATRIMONIO

RISTO dice que no iodos pueden apreciar la virgini-


C dad,

sino solamente aquellos a quienes se les ha conce-


dido '.

El Evangelio no explica esta "gracia" ni aplica jamás el


mismo término al matrimonio. Pero Pablo hace ambas
cosas.

Mi deseo sería que todos los hombres fueran como


yo; más cada cual tiene de Dios su gracia particular:
unos de una manera, otros de otra 2.

El matrimonio, como la virginidad, se debe a una de


estas "gracias"; y en un capítulo posterior de la misma
epístola, muestra el significado de esta palabra al relacio-
narla con una tradición del Antiguo Testamento.
La palabra hebrea Ruah, viento o aliento, tuvo en tiem-
pos un significado religioso especial. Un Ruah que surge
de Yahvé da vida y orden al mundo s. También impregna a

1
Mt. 19, 11.
2
I Cor. 7, 7.
a
Cf. Gen. 1, 2.

289
19
LA FUNCIÓN SAGRADA LA GRACIA DEL MATRIMONIO

ciertos hombres, capacitándolos para alguna función que en su Iglesia, primeramente como Apóstoles; en se-
El desea que realicen en la vida de su pueblo, alguna gundo lugar como profetas; en tercer lugar como
maestros; luego, el poder de los milagros; luego, el
obra que no beneficiará tanto a ellos mismos como a esta
poder de las curaciones, de asistencia, de gobierno,
continuidad elegida de entre todas las naciones y que se diversidad de lenguas".
reserva como suya propia. No sólo Moisés y los profetas y
reyes, sino los músicos y los artesanos que trabajan en el Cada cristiano tiene una "gracia" del Espíritu que le
Templo, reciben este Ruah de Dios".
hará la razón de algún aspecto de la vida y crecimiento
En Pentecostés, los Apóstoles oyen un sonido seme- de la Iglesia. Si el matrimonio es una de estas gracias,
jante al viento y la misteriosa persona divina que los si se clasifica con la virginidad y la función de los doce
transforma, capacitándolos para que desempeñen sus Apóstoles entre las diferentes actividades que el Espíritu
funciones en las vidas del nuevo Pueblo Elegido, en segui- asigna a los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, no
guida se denomina el Ruah, el Espíritu de Dios. Gracias al se puede por menos de recordar las palabras que la Epís
bautismo se imparte este Espíritu a otros hombres, y Pablo tola a los Hebreos dice del sacerdocio:
dice a los corintios:
Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por
Hay una diversidad de carismas, pero el Espíritu Dios... °.
es el mismo; diversidad de ministerios, pero el Señor
es el mismo; diversidad de operaciones, pero es el
mismo el Dios que obra todo en todos. A cada cual Dios está asociado con cada matrimonio y no simple-
se le otorga ía manifestación del Espíritu para pro- mente para autorizar la promesa. Pablo parece decir que
vecho común...
la iniciativa es de El. El matrimonio cristiano es una co-
Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque
tiene muchos miembros, y todos los miembros del misión que alcanza cierto rango, una designación para
cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más desempeñar cierta función.
que un solo cuerpo, así también es Cristo...
Esto añade una dimensión totalmente nueva a la relación
Si dijera el pie: "Puesto que no soy mano, yo no
del esposo y la esposa. Es Dios el que ha dado el uno al
soy del cuerpo" ¿dejaría de ser parte del cuerpo por
eso? Y si el oído dijera: "Puesto que no soy ojo, no otro y no sólo en su propio obsequio. El bienestar del
soy del cuerpo" , ¿dejaría ser parte del cuerpo por Cuerpo Místico de Cristo es lo que el Espíritu tiene en
eso? SI todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde quedaría el mente cuando El determina los diferentes modos de vida
oído? Y si fuera todo oído, ¿dónde el olfato? Ahora
bien, muchos son los miembros, más uno el cuerpo. que habrá en la Iglesia y quiénes serán los llamados a
Y no puede el ojo decir a la mano: "¡No te nece- cada uno de ellos. No sólo sus propias vidas, sino la vida
sito!..." del Cuerpo Místico tiene que depender del modo en que
Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus vivan juntos. Esto será obvio cuando tengan hijos, pero no
miembros cada uno por su parte. Y así los puso Dios
existe ninguna razón para considerar esta influencia limi-
1
Cf. Ex. 35, 21 y 22; núm. 4, 3 y sig.; Ex. 31, 2 a 11; Re. 7, 13
y 14; Ex. 28, 3; Eclo. 38, 1 y sig. 5
I Cor. 12, 4 a 28.
s
Heb. 5, 4.
290
291
LA FUNCIÓN SAGRADA LA GRACIA DEL MATRIMONIO

tada a ellos. Pablo dice simplemente que el espíritu dis- El matrimonio es bueno, pero no puedo decir que
sea superior a la virginidad... No lo toméis con pesar
tribuye estas llamadas teniendo presente el bien de la los que estáis bajo el yugo del matrimonio. "Dios
Iglesia. El modo en que la Iglesia se beneficiará de cada debe ser obedecido en lugar de los hombres".
pareja casada en particular, es una pregunta que sola- Para el resto, ved que estáis unidos mutuamente
mente El puede contestar. como por una cadena, tanto vírgenes como esposas,
que sois uno para el Señor, que cada uno es el ador-
A principios del siglo III, este mismo conocimiento de la no del otro.
iniciativa de Dios aparece en el aviso de Clemente de
No habría celibato a menos que hubiera matrimonio.
Alejandría acerca de la razón que debe tener un cristiano ¿De dónde vendrían las vírgenes a este mundo? No
para casarse. habría un matrimonio honorable, un matrimonio que
exigiera respeto, a menos que fuera presentado a
El come, bebe y toma una esposa, no por su propio Dios y a esta vida por una persona virgen.
gusto y como su interés principal, sino llevado por la Tú que eres virgen honra también a iu madre, pues
necesidad. Y cuando digo que toma una esposa, quie- de ella has nacido. Tú, esposa, ríndele honor a ella,
ro decir si el Verbo le ha dicho que lo haga'. que procede de una madre y que es una madre. En
realidad, ella no es la madre, sino la esposa de
Todas las cosas tienen que estar subordinadas a Dios. Cristo '.
Aunque un cristiano tiene necesidades prácticas y con-
sidera el matrimonio, al igual que el alimento y la bebida, San Epifanio, obispo de Salamis en la isla de Chipre y
como la respuesta a una de ellas, la voluntad de Cristo un crítico notable de las opiniones de Orígenes, da una
todavía debe ser un factor en su decisión. definida clasificación a las diferentes llamadas: virginidad,
Un siglo más tarde Eusebio, obispo de Cesárea de Pa- vida de eremita, viudedad, matrimonio 10; pero insiste en
lestina, y autor de una historia bien conocida de la Iglesia que cada una es una gracia.
primitiva, hace una comparación notable entre el matri-
La santa iglesia de Dios es como un barco. Ahora
monio y la virginidad. bien, un barco se conjunta, no de una sola plancha,
sino de diferentes. Tiene una quilla de una clase de
Dos clases de vida se han establecido en la Iglesia madera..., después las anclas son de otra clase..., y
de Cristo: una realmente notable y que supera la los demás elementos se reúnen de materiales de di-
práctica común de los hombres... La otra..., permite versas procedencias 11 .
un uso casto del matrimonio y la procreación de los
hijos 8.
Los Padres latinos tienen su propio modo de ver lo que
Hacia finales de ese siglo, Gregorio Nacianceno realza Pablo ha descrito en los términos de un cuerpo. Ambrosio
el modo en que dos se relacionan mutuamente en la vida encuentra
de la Iglesia.
• " O r a t . " 37, c. 10, PG 36, 294 y 295.
"• " A d v . H a e r . " , lib. 3, tomo 2, 2 1 , PG 42, 825.
' " S t r o m . " , lib. 7, c. 12, PG 9, 498. 11
8
" A d M a r i n u m " , PG 22, 1007. " I b i d . " , lib. 2, tomo 1 , haer. 6 1 , núm. 3, PG 4 1 , 1042.

292 293
LA FUNCIÓN SAGRADA
LA GRACIA DEL MATRIMONIO

este campo de la Iglesia realmente fértil, ahora bri-


llando con ias flores de la virginidad, ahora rico y diferente a una pareja. Ellos han adquirido algo santo, una
maduro con la gravedad de la viudez, ahora abundan- designación por Dios que incluso la infidelidad a la Igle-
te con los frutos del matrimonio. Pues aunque dife-
rente, es el producto de un solo campo " . sia, o del uno al otro, no puede suprimir hasta que uno de
ellos muera.
Aunque la gran preocupación de Jerónimo es defender En el Este, unos cincuenta años después de la muerte
la virginidad, él cita a Pablo como prueba de que el de Agustín, Teodoreto, y después San Juan de Damasco, di-
matrimonio también es ciertamente un don de D i o s " . cen que Pablo ha explicado que el matrimonio es un don
Agustín señala con respeto las palabras de Pablo. para consolar a los casados. Los esposos y las esposas
pueden ver ahora que ellos, como las vírgenes consagra-
"¿No sabéis —dice— que vuestros cuerpos son los das, han sido favorecidos por Dios " .
miembros de Cristo?". Por lo tanto, tan grande es el
bien del matrimonio de los creyentes, que ellos son Fulgencio de Ruspe es más franco:
los mismos miembros de Cristo M .
El Señor mismo los ha unido con el lazo de la
Aunque en este tiempo la ley romana todavía permite el fidelidad, les ha favorecido con el don de su bendi-
divorcio cuando se ha demostrado que la esposa es esté- ción, los ha multiplicado dándoles los hijos... Pues
ril, él avisa a su gente que esto no es para ellos. Su nosotros confesamos que esa fidelidad del matrimonio
procede de Dios, y el amor de los esposos, y su fe-
promesa mutua no era un mero contrato humano. Era un cundidad. Y porque "cada uno recibe su propio don
sacramentum. de Dios, etc.", también reconocemos el rango que
distingue a cada uno de esos dones y no negamos
Es igual que si hubiera una ordenación de clérigos •que cada uno ha sido dado por Dios a los cre-
por el bien de una congregación de seglares. Incluso yentes " .
aunque después no hubiera congregación de seglares,
todavía persistiría la promesa sagrada de las órdenes
en aquellos que fueron ordenados. Y si por cualquier El Papa Gregorio el Grande está impresionado por la
falta un hombre es destituido del oficio, no carecerá visión de la Iglesia, cuando sus miembros, con sus dife-
de esa señal de la promesa sagrada del Señor que rentes dones, se abren paso a través de la historia.
una vez fue impuesta, aunque ahora quede como evi-
dencia para el Día del Juicio 15. Las tres hijas pueden simbolizar tres clases de cre-
yentes..., pastores, vírgenes y personas casadas... l s .
El matrimonio no confiere una huella indeleble al alma, Incluso antes de la llegada del Salvador había pre-
que le dé una participación mayor en el sacerdocio de dicadores y vírgenes y buenos matrimonios, que es-
taban preparados para su llegada y, con la gran sed
Cristo. Pero hace algo similar. Esta promesa mutua hace del deseo anhelaban verle. También después de su

12 10
" D e V i d . " , c. 14, PL 16, 273. " l n I C o r . " , 7, 6, PQ 82, 274. Cf. Damasceno, " I n I Cor. 7 " ,
13
"AdV. J o v . " , lib. 1, c. 8, PL 23, 232. PG 95, 622.
14 17
"De Bono V i d . " , c. 14, PL 40, 432 y 433. "Epist. 3 " , c. 9, PL 65, 329. Cf. " i b i d . " , 2, c. 6, PL 65, 314
15
"De Bono C o n j . " , o. 29, PL 40, 394. a 317.
ls
" M o r a l i a " , lib. 1 , c. 14, PL 75, 535 y 536.
294
295
LA FUNCIÓN SAGRADA
LA GRACIA DEL MATRIMONIO

llegada, como vemos, existen predicadores y vírgenes


y buenas gentes casadas que ya no anhelan que tal modo que todavía reconocemos la orden del ma-
Nuestro Señor encarne, sino que ansian verle en la trimonio 24.
gloria de Su Majestad ls .
Debe observarse la última frase. Por el año 1000 no
En su esfuerzo por impartir el punto de vista de los Pa- está fuera de io común hablar de la "orden" de los ca-
dres a la nueva Iglesia de Inglaterra, Beda el Venerable sados 25 . Un siglo después, Roberto de Deutz explica:
llama la atención a un punto importante acerca de la vida
Las tiendas del verdadero Israel y del espíritu de
de Cristo. Jacob que continúan peregrinando en esta edad pre-
sente son las órdenes —temor de Dios y bien ordena-
Para dar aprobación a la elección de cada uno de dos en los puestos asignados por Cristo— de casa-
los rangos y, no obstante, mostrar los méritos de cada dos, castos, viudas y vírgenes... Estas tiendas, cada
uno, El se digna nacer del vientre inmaculado de una a su modo, son realmente hermosas 26 .
María la Virgen; poco después de su nacimiento es
bendecido por la voz profética de Ana, la viuda; de
joven es invitado a una boda y la honra con la pre- Los teólogos mejor conocidos de la época difieren en
sencia de su poder 20 . cuanto al número de estas "órdenes" de la Iglesia, pero
están de acuerdo en que una está compuesta de las per-
sonas casadas 2 '. Los escritores que son populares en el
Los comentaristas del siglo IX encuentran que el Nuevo
siglo XIII lo dan por cierto 28. Roberto de Sorbona, funda-
Testamento explica esto con mayor detalle.
dor de la Universidad de París, los denomina "orden sa-
Por una comparación con el cuerpo él muestra no grada" 2S, y el famoso predicador alemán Bertoldo de Ra-
la naturaleza de los miembros, sino que las funciones tisbona, declara:
son diferentes y que ninguno debe estar ansioso sobre
la función que tiene, puesto que todos están animados
por el mismo espíritu 21. Dios ha santificado el matrimonio más que cualquier
otra orden del mundo, más que a los frailes descalzos,
Cada uno que viene a la fe debe permanecer en el que a los frailes predicadores, o a los monjes francis-
estado en el cual ha sido llamado y comprender que canos. En un aspecto no pueden compararse con el
este estado es un llamamiento de Dios 32. santo matrimonio: no podemos prescindir de esa or-
"De Dios", dice él para mostrar que el buen ma- den. Por lo tanto, Dios la ha preceptuado. Las otras
trimonio, aunque un bien menor, todavía procede de
El, corno el que pedimos, si no lo tenemos, y se lo 24
Sedelio Scoto, " I n I Cor. 7. PL 102, 142.
agradecemos, si lo tenemos 23. 25
Cf. Abad de Fleury, " A p o l o q e t l c u s " , PL 139, 463.
26
"De Trin. et O p . " , In núm., lib. 2, c. 2 1 , PL 167, 9 0 1 . Cf.
Hemos puesto a la virginidad sobre lodo, pero de " i b i d . " , In Lev., lib. 1 , c. 3, PL 167, 746.
27
Cf. Honorio de Autun, "Líber 12 Quaestionum", c. 8, PL 172,
19 1182; Abelardo, " P r o b . H e l . " , 14, PL 178, 696 y 697; Desconocido,
" H o m . in E z e c h . " , 2, 4, PL 76, 976.
20 "Quaest. in Ep. P a u l i " , In I Cor., q. 67, PL 175, 526; Harvey de
" H o m . " I, 14, PL 94, 68 (CC 122, 95).
21 Bourg-Dieu, " I n I Cor. 7, PL 181, 876; San Bernardo, " S e r m . de
Sedelio Scoto, " I n I Cor. 1 2 " , PL 102, 153.
22 Diversis", Serm. 35, PL 183, 634.
Bruno de Asti. " I n I Cor. 3 " , PL 111, 159. 28
23
Hatto de Vercelli, "Expos. in Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134 351 Cf. Jacques de Vitry, " H i s t . " , citado por G. Le Bras, DTC 9,
Cf. Fascasio Radbert, " I n M a t t . " , lib. 10, c. 19, PL 120, 654. 2180; Ramón Lull, " o b r a c i t a d a " , pág. 517.
29
Citado por G. Le Bras, DTC 9, 2181.

296 297
LA FUNCIÓN SAGRADA LA GRACIA DEL MATRIMONIO

solamente las ha recomendado... ¿Cómo se llenaría En el siglo XV todavía se hace mención a diferentes
el cielo sin el matrimonio " . "estados" de los cristianos **, y Dionisio el Cartujo llega a
la conclusión:
Como se dice en un estudio reciente: "Dios como tér-
mino de toda acción e inclinación es un tema favorito de
Todos no pueden ser Inducidos a una perfección
Tomás" " . Esto se pone de manifiesto en su tratamiento igual. A uno debe aconsejársele que permanezca en
del matrimonio. Dios, explica, tiene un propósito para el castidad, a otro que observe fidelidad en el matrimo-
universo como tal, y cada criatura, por medio de su acti- nio, pues cada uno de estos es un don de Dios aa.
vidad distintiva, contribuye al proceso total por el cual
tiene que lograrse ese fin. En su Tercer ABC de la Vida Espiritual, tan apreciado
por los santos y místicos del siglo XVI, De Osuna declara
Este proceso está gobernado por su providencia, que se
que las personas casadas pertenecen a una orden, no de
expresa en un mayor grado por las leyes de la naturaleza.
Domingo, de Francisco o de Pedro, sino a una fundada
Así la naturaleza inclina a las criaturas a lo que es nece-
por el Padre en el Edén, aprobada por el Hijo en Cana y
sario, no sólo para su propia perfección, sino para bien
del conjunto. En el caso de los seres humanos, inclina a confirmada por el Espíritu Santo, que concede a la pareja
diferentes hombres y mujeres a diferentes modos de vida, su gracia en el día de su boda 36 .
A partir de este tiempo, los teólogos continúan repitien-
y así ocurre que unos eligen el matrimonio y algunos do que el matrimonio es un don de Dios tan verdadero
la vida contemplativa 32.
como la virginidad consagrada". En el siglo XIX, Matías
En el orden natural de las cosas, la perfección que,
como se encuentra en Dios, es simple y uniforme, no Scheeben explica que, ya que el marido y la mujer pueden
puede encontrarse en el universo de criaturas excepto usar de sus derechos maritales solamente como instru-
en formas diferentes y en muchos seres. Así también, mentos de Dios para producir nueva vida, El no acepta
la plenitud de la gracia, que está unificada en Cristo simplemente la dedicación de ellos para este fin. El mismo
como la cabeza, fluye de diferentes modos a sus
miembros, por lo que el cuerpo de la Iglesia estará los consagra para ello. Ellos no se unen. El los une por
completo... medio del consentimiento de ellos 38 . Si no hubiera más
Entonces también debe existir un modo de asignar que alguna ley positiva de su providencia, declarando que
diferentes hombres a actividades diferentes, con lo las personas casadas serían ayudadas para alcanzar su
que las cosas se harán más rápidamente y sin con- meta en la vida, el matrimonio mismo, la promesa sagrada,
fusión.
En tercer lugar, eso tiene un valor en la dignidad y 34
belleza de la Iglesia, pues estas consisten en cierta Cf. San Vicente Ferrar, " S e r m . " , Dom 7.* después T r i n . , pági-
na 475.
disposición de las cosas 3". 35
" l n I Cor. 7, " O b r a s " 13, 152. Cf. "Enarr. in C.C., 7, a. 2 1 ,
" O b r a s " 7, 417.
30 38
"Bertholds P r e d i t g e n " , Gobel, 1905, págs. 282 y sig. Citado por "Obra c i t a d a " , pág. 401.
37
G. Le Bras, DTC 9, 2181. Cf. Cayetano, " I n I Cor. 7, 7 " ; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , " v o l .
31
Cf. John H. Wright, S. J . "The Order of the Universa ¡n the 5 " , tr. 9, pág. 49; Canisio, " S e r m . " , 7/3/1586, Braunsberger 8, 703;
Theology of St. Thomas" (Roma: P.U.G., 1957), pág. 166. Maidonado, " I n Mt. 1 9 " ; Belarmino, " D e Sac. M a t . " , c. 2, 5; Lessius,
a2 " I n 4 S e n t . " , d . 26, q . I, a. a d . 4. Cf. " I n I Cor. 7, 17. " D e Jure et J u s t . " , lib. 4, c. 2, dub. 15.
33 33
S. T. I I I I , 183, a. 2. " O b r a c i t a d a " , p á g . 596.

298 299
LA FUNCIÓN SAGRADA
LA GRACIA DEL MATRIMONIO

no sería una cosa tan santa, pues esto es lo que les da


don de Dios, esta vocación, es tan real como el de cual-
una nueva función en el Cuerpo Místico y hace descender
quier sacerdote o monja. A ellos como a sus Apóstoles,
la gracia de la Cabeza"".
les dice Nuestro Señor:
El cardenal Franzelin, uno de los responsables de la
planificación del Primer Concilio Vaticano, observa que, No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os
cuando los cristianos se dan mutuamente como marido y he elegido a vosotros ".
mujer, están actuando en nombre y persona de Cristo " .
Un documento de los primeros tiempos de la Iglesia
En nuestro propio siglo, el cardenal Billot considera esta
explica en qué sentido los ha elegido El.
designación por Cristo como la razón por la cual el ma-
trimonio entraña un sacramento, en tanto que no ocurre lo
mismo con la virginidad. Otros sacramentos, especialmente
la Eucaristía, proporcionan la ayuda necesaria para lograr
los fines de la virginidad. Pero el matrimonio asigna al
novio y a la novia una función especial que requiere una
ayuda e s p e c i a l " . Pío XII afirma:

La santa empresa de un matrimonio verdadero se


funda así por la unión de la voluntad de Dios y del
hombre: la institución, los fines, las leyes y los bienes
del matrimonio proceden de Dios; y, por la gracia y
la ayuda de Dios, cada matrimonio particular procede
del hombre 42 .

La misma percepción nueva por la cual la cristiandad


percibió los aspectos más oscuros de la vida matrimonial,
ha descubierto también un esplendor en este modo de vida
que los autores del Antiguo Testamento no podrían haber
sospechado. Unos novios cristianos que se prometen mu-
tuamente, están recibiendo un don maravilloso de Dios,
una función, un poder, una designación para una vida que
tiene que afectar de algún modo al Cuerpo Místico. Este

S9
" I b i d . " , pág. 593.
40
"Tract. de S a c . " (Roma: S. C. de Propaganda Fide, 1888),
4.» Ed., pág. 123.
41
"Obra c i t a d a " , pág. 389.
42
"Casti C o n n u b ü " , "lugar c i t a d o " , págs. 542 y 543. Cf. Pío XII
Ap. Const., "Sedes S a p i e n t i a e " , AAS 46 (1954), pág. 337. 43
J n . 15, 16.

300
301
18. EL PRONUBUS

GNACIO, al que muy bien pudieron enseñar los mismos


I Pedro y Pablo, y que de todos modos fue obispo de
Antioquia por el año 70 después de Cristo, escribe en una
de sus famosas cartas a las iglesias por las que pasó en
su camino al martirio:

Lo apropiado es que la pareja prometida entre en


el matrimonio con la aprobación de su obispo. Así el
matrimonio será adecuado al Señor y no al deseo
egoísta. Todo sea para honra del Señor \

Hemos visto que los mismos novios son los ministros


de su matrimonio. Ahora comienza a estar clara la función
del clérigo. Este acontecimiento sagrado tiene que deberse
a algo más que al deseo de un hombre y una mujer. El
matrimonio es un don de Dios. La aprobación de su re-
presentante, el obispo, mostrará a cualquiera que le inte-
rese que El está dispuesto a conceder su gracia a esta
pareja.
En la ceremonia pagana de aquellos tiempos existe un
Pronubus, o padrino, que une las manos derechas del no-
vio y de la novia. Asimismo, en los bajorrelieves se repre-
senta a Eros o Juno suspendido en la parte superior como

1
"Epist. ad P o l y c a r p u m " , c. 5, PG 5, 723.

303
LA FUNCIÓN SAGRADA
EL PRONUBUS

un Prónubas; y en uno de los primeros sarcófagos cris-


"¿Cómo puede ser esto?", se preguntarán. Pues
tianos encontrados en Villa Alban¡_ figura Cristo presidien- invitando a los sacerdotes. "Pues el que os recibe me
do la "Unión de las manos derechas". El sostiene una recibe a Mí" '.
corona sobre la cabeza de cada uno de ellos 2. También
se ha encontrado el mismo motivo en los vasos que se Mientras tanto, en la Iglesia de habla latina, Ambrosio
daban como presentes de boda 3. Los cristianos de estos rechaza una objeción a la ¡dea de que es el mismo Dios
tiempos dan por cierto, al parecer, que es Dios el que el que une a la pareja.
realmente dirige su boda. Tertuliano exclama: Algunos creen que cada matrimonio es de Dios,
en especial porque está escrito: "Lo que Dios unió,
¿Dónde encontraríamos palabras para describir la no lo separe el hombre". Así, si todos los matrimo-
felicidad de ese matrimonio que recomienda la Igle- nios son de Dios, ninguno puede separarse.
sia, que confirma el sacrificio, que rubrica la ben-
dición, proclaman los ángeles y el Padre reconoce ¿Pero cómo puede decir el Apóstol: "Pero si la
como válido? *. parte no creyente quiere separarse, que se separe"?
Donde hay dos, también está Cristo; y donde El En su modo maravilloso, él no desea que la causa
está no existe pecado 5. de un divorcio corresponda a los cristianos; y al mis-
mo tiempo mostraba que no todos los matrimonios
son de Dios. Las mujeres cristianas no se unen a los
La opinión que tienen sobre la función del sacerdote paganos por el juicio de Dios, ya que lo prohibe
en la ceremonia, se evidencia de una carta escrita por la ley...
San Gregorio Nacianceno, en la que se disculpa por no Existe armonía cuando los cañones del órgano,
poder asistir a la boda de su sobrina. unidos en cierta combinación, mantienen la belleza
de una melodía verdadera, o cuando un orden ade-
En cuanto a mí se refiere, estoy presente y cele- cuado preserva la concordia de las cuerdas del laúd.
brando la fiesta con vosotros. Yo uno vuestras res- Por lo tanto el matrimonio carece de su armonía
pectivas manos derechas y éstas con la mano de cuando una esposa pagana, violando la ley, se une
Dios °. a un marido cristiano.
De este modo, donde existe matrimonio hay armo-
nía. Cuando existe armonía, Dios los ha unido 8.
El sacerdote es también un invitado en el banquete que
sigue a las bodas y Crisóstomo recuerda a sus feligreses
En el siglo VI, la liturgia romana para la velación de
lo que él cree que esto significa:
una novia, contiene la siguiente oración:
Que hagan también los que ahora toman esposa lo Atiende propicio a nuestras súplicas, Señor, y asis-
que hicieron los ciudadanos de Cana de Galilea: que te benigno a este enlace que instituíste para la pro-
sienten a Cristo entre ellos. pagación del género humano; y pues eres el autor
de esta unión, consérvala con tu favor".
2
DAL, vol. 20, c. 1889.
3
Cf. " I b i d . " . 7
4 " l n lllud Propt. F o r n . " , I, PG 5 1 , 210.
" A d U x o r e m " , Mb. 2, c. 9, PL 1 , 1415. * " l n L u c " , Mb. 8, 16, 18, PL 15, 1855 y 1856, 8; Cf. Ambrosiaster,
5
" I b i d . - ' Cf. Orígenes, " I n Matt. 14, 1 6 " , PG 13, 1230. " l n I C o r . " , I I , I I , PL 17, 254.
a
" E p i s t . " , 113, PG 37, 1315 y 1316. • "Leonine S a c " , Muratori, I, 723.

304 305
20
LA FUNCIÓN SAGRADA

EL PRONUBUS
En el canon de la misa para esta ocasión, la oración
Hanc Igitur liene una forma especial. una observación pertinente sobre una pareja cuyo ma-
trimonio ha encolerizado a algunos de sus parientes.
Ya que iú le has concedido que llegue a la edad
del matrimonio, completa la obra procurando que Puesto que antes Dios y la Iglesia otorgaron su
ella, que por tu gracia está unida en matrimonio, pue- sanción, poco importa que la Marquesa dé la suya " .
da recrearse en los hijos que desea '\
Algunos años más tarde Fray Luis de León describe en
A principios del siglo XII, Anselmo de Laón, cuyas su Perfecta Casada cómo Dios,
Sentencias representan el primer intento para compendiar
toda la teología, resume la respuesta de los tres siglos concertó el primer casamiento que hubo, y que
precedentes al problema del divorcio. les juntó las manos a los dos primeros casados y los
bendijo, y fue justamente, como si dijéramos, el casa-
Si las bodas son según la ley, entonces Dios las mentero y el sacerdote " .
ha unido. Pero si no es así, entonces Dios no las ha
unido y el hombre pueda separar éstas u . En el siglo XVII estas ¡deas son comunes ' \ y San Fran-
cisco de Sales muestra incesantemente sus consecuen-
Los escolásticos observan que el sacerdote es el mi- cias prácticas a los casados que está instruyendo.
nistro del matrimonio solamente en un sentido. Su pre-
... ya que Dios os ha entregado cada uno al otro,
sencia garantiza que se está celebrando "honorablemente estad siempre contentos con esta disposición 17.
y de acuerdo con la voluntad de Dios" I2 . Ama a tu marido tiernamente, como aquel que te
Enfrentados con los ataques de Lutero, los teólogos del ha sido dado por la misma mano del S e ñ o r " .
siglo XVI destacan esta función de Dios. Salmerón dice Me escribes diciendo que nada es tan completo y
de María y José: perfecto como vuestro amor mutuo, ahora que sois
marido y mujer. ¿No es eso la verdad y cierta señal
No por voluntad del hombre, sino por el conocido de la bendición que Dios otorga al matrimonio?
buen deseo de Dios, los que no habían estado dis- ¿Y qué importa si el hombre culpa a algo que Dios
puestos al principio, se unieron con alegría ls . bendice?... Finalmente se abrirán sus ojos y com-
prenderá que debe adorarse la voluntad de Dios en
todas las cosas que hace y que El ha efectuado
Su colega en el Concilio de Trento, Diego Lainez, hace
esta unión con su santa mano " .
10
" I b l d . " , Cf. "Gregorlan S a c " , Muratori I I , 884. 14
" E p i s t . " 1272, "Monumenta Histórica Societatis J e s u " (Madrid:
11
" I n M a t . " , 19, PL 162, 1412; Cf. Procopio de Gaza, " I n Gen. 2, G. López de Horno, 1912), Mon. Laini, IV, 572 y 573.
1 8 " ; Pascasio Radbert, " I n M a t t . " , lib. 9, c. 19, PL 120, 650; Adria- 15
no I I , "Espit. I " , PL 122, 1260; Walter de Mortagne, "Summa S e n t . " , Página 3.
16
tr. 7, c. 8, PL 176, 161. Cf. Lorenzo de Brindisi, " I n Gen. 2, 2 2 " , "Obras 3, 243; 2
12
Alberto el Grande, " I n 4 S e n t . " , d . 27, a. 4, ad. 3. Cf. Buena- " Q u a d . " Dies S. Jos., " O b r a s " 5, 3, 460; Peteau, "De Op. 6 D i e r u m " ,
ventura, "Serm., 3.* Dom. in Q u a d r . " , Quar. 9, 223; " I n 4 S e n t . " , lib. 2, c. 8, núm. 8.
d. 27, a. 2, q . I, ad 3; Dionisio el Cartujo, " L a ú d . Vita Con)'.", a. I, ' 7 " L e t t r e " 825, " O b r a s " 3, 687.
" O b r a s " 38, 60. 18
13 " L e t t r e " 1774, " O b r a s " 3, 647. Cf. " I n t r o d . Vie D e v . " , pág. 3,
"Obra c i t a d a " , vol. 3, tr. 29, pág. 226.
c. 38.
18
" L e t t r e " 807, "Obras 3, 672.
306
307
LA FUNCIÓN SAGRADA
EL PRONUBUS

Avanzado este siglo, Segneri dice a los campesinos


En la elección inmutable, que ya una vez se ha
italianos que acuden a sus misiones parroquiales que, al hecho, no hay más que elegir, porque no se puede
igual que en Cana, Cristo está presente en la boda de dos desatar, así como es en el matrimonio, sacerdocio,
buenos cristianos 2°. Un marido y una esposa que se etcétera.
hieren están hiriendo a Dios, que una vez ios unió y está Sólo se debe observar que si no se ha hecho elec-
ción debida y ordenadamente, sin afecciones desorde-
con ellos todavía ". nadas, arrepintiéndose procure hacer buena vida en
Uno de los seglares notables en la Francia del siglo XIX su elección.
es Federico Ozanam. Se ha presentado la causa para su La cual vocación no parece que sea vocación di-
vina, por ser vocación desordenada y oblicua 2 3 .
canonización. El mismo casado, dice en una carta que le
dirige a un amigo:
Existen casados verdaderamente unidos, pero por un
Te casas con una persona que amas y creo que Dios que toleró más que prefirió su unión. Y sin embargo
Dios bendice el amor cristiano 22. queda el hecho de que El la sancionó. Por ello se le ase-
gura al ejercitante que incluso este matrimonio suyo mal
Siglos de reflexión parecen haber hecho que la Iglesia aconsejado pueda ser un marco para el progreso espiri-
conozca mejor la participación de Dios en una boda. Si tual. De la Puente, uno de los escritores espirituales je-
esta promesa de la pareja los está convirtiendo verdade- suítas más conocidos del siglo siguiente, cree que el
ramente en marido y mujer, es porque El les concede su relato del Antiguo Testamento de los matrimonios, desde
gracia. Ruth a Booz, debe mostrar a otras parejas cómo Dios
tolera ciertos males, porque El sabe como hacerlos ter-
Pero según los católicos fueron prestando más aten- minar en bien 2 \
ción a este hecho, también vieron el problema al cual
da lugar inmediatamente. ¿Qué ocurre con los maridos y San Francisco de Sales, aunque convencido de que el
las esposas que han encontrado una buena razón para matrimonio es una vocación, escribe:
lamentar el día en que se casaron?
Existen otros a los que no se les llama en absoluto.
En el siglo XVI, los Ejercicios Espirituales de San Igna- Sin embargo, ya que han venido, su vocación se ha
hecho buena y ha sido ratificada por Dios... Su li-
cio de Loyola, un libro que con el tiempo dará lugar a la beralidad es tan grande que El da estos medios a
costumbre universal de los retiros, ofrece algún consejo aquellos a quienes no se los han prometido y con los
al ejercitante que está decidiendo los cambios que debe que no se ha obligado, puesto que El no los llamó 2S.
experimentar su vida.
Los católicos franceses oyen lo mismo de predicadores
*° "Crist. I n s t r . " , pág. 3, r. 25, núm. 16, " O b r a s " 2, 849. como Masillón:
11
Le Felicita Introdotta nelle Famiglie (Roma: Pagliarini, 1755),
pág. 9. 23
22 "Lettre ' 103, 17/7/1853, " O b r a s " (París: Lecofre, 1862) 2.* " D e E l e c t i o n e " , números 171 y 172.
24
E d i c , 1 1 , 555. " O b r a c i t a d a " , pág. 453.
35
" E n t r . " 17, Des Voix, " O b r a s " 6, 311, 321 y 322.

308
309
LA FUNCIÓN SAGRADA

Si se evidencia que el Señor no ha presidido abso-


lutamente de ningún modo tu elección, si la impru-
dencia, el respeto humano, las pasiones sólo han
formado un estado de vida para tí, tu suerte ha de
lamentarse, lo admito, pero no es desesperada... A
la tristeza por una elección impropia, Dios puede
acordar las gracias que El habría concedido a una
elección legítima. Aparentemente no está en su ré-
gimen de cosas, pero vuestro corazón siempre está
cuando se está dando a El"°.

Por lo tanto, incluso los maridos y esposas mal empareja- 19. HECHOS EL UNO PARA EL OTRO
dos no pueden llegar a la conclusión de que Dios no los
ha dado el uno al otro. Si el matrimonio fue su propia
falta, o acaeció por equivocaciones de las cuales no po- A ley mosaica sobre el matrimonio con muchachas que
drían ser culpados, si fue válido, fue un don de Dios. Y si L eran capturadas en las batallas, le parece a Clemente
Dios estimula un acontecimiento en la vida de una persona de Alejandría un estímulo al heroísmo. La esposa que re-
o simplemente lo permite, las razones para ello son siem- cibe un hombre de este modo, significa una recompensa'.
pre las mismas: su bondad, que desea solamente vuestro Aquí Dios no sólo está sancionando una unión, sino dis-
bien, y su sabiduría, que sabe cómo traer el bien del mal. poniéndola; y un siglo después, de nuevo en Alejandría,
Estos casos extremos solamente añaden mayor realce esto aparece como una verdad generalizada sobre el ma-
a lo que los cristianos han visto en una boda típica. El trimonio. Atanasio, el combativo héroe de la lucha contra
sacerdote es un recuerdo de alguien más que está pre- los arríanos, y uno de los primeros en ser proclamado
sente, de algo verdaderamente reverencial que está te- santo sin pasar por el martirio, da al Salmo 127 una inter-
niendo lugar. Este hombre y mujer a quienes todo el mun- pretación con la cual están de acuerdo algunos Padres
do observa, están recibiendo un don de Dios. griegos:

Y a principios del siglo II, este acontecimiento todavía Al hombre que teme a Dios no se le da cualquier
parece formar parte de un proceso que empezó mucho esposa, sino la que está adornada con buenos fru-
tiempo antes. tos. Pues una buena esposa es una buena fortuna 2.

Considerando cuales son las cualidades de cierta mujer,


Dios la destina para esposa de cierto hombre; en este
caso, un hombre que está dedicado a El. Cuando Abraham

i " S t r o m . " , lib. 2, c. 18, PG 8, 1022.


=o " S e r m . " , mercr. 2e se. Caréme, " O b r a s " (París: Pourrat Fréres 2
"Expos. in Ps. 1 2 7 " , PG 27, 518. Cf. Eusebio, " I n Ps. 1 2 7 " ,
1842) I. 467. Cf. Segneri, Felicita, pág. 1 1 .
PG 24, 22. Didimo de Alej., " I n Ps. 1 2 7 " , PG 39, 1583; Basilio,
" E p i s t . " 301, PG 32, 1047; Teodoreto, " I n Ps. 1 2 7 " , PG 80, 1895.
310
311
LA FUNCIÓN SAGRADA HECHOS EL UNO PARA EL OTRO

envía a su siervo a buscar una esposa para Isaac, le ase- Oriental están incluso de acuerdo con una glosa al Salmo
gura que Dios le dará una señal. Crisóstomo exclama: 127 de Eusebio de Cesárea:
¿Ves la fe de este hombre? No citó a los amigos, Del mismo modo, una mala esposa es señal de la
a los parientes, a nadie absolutamente, sino que aso- ira de Dios \
ció a Dios consigo como agente y compañero...
Cuando tú mismo tengas que lomar esposa, no re- En la Iglesia latina de este tiempo Ambrosio ob-
curras a los seres humanos, a las mujeres que se serva:
enriquecen con las desgracias de otros y no buscan Existe otro motivo para la castidad si crees que el
nada más que aprovecharse de los negocios. Recu- matrimonio al que has sido llevado como tu destino,
rre a Dios. El no se tendrá a menos por ser tu in- te ha sido dado por Dios. Por esto es por lo que
termediario matrimonial. Suya es la promesa: "Buscad Salomón dice: "Dios prepara la esposa para un hom-
el Reino de los Cielos y todo lo demás se os dará bre" \
por añadidura".
No digas: "¿Cómo puedo ver a Dios? ¿Cómo puedo Unos cuantos años más tarde, una opinión similar ins-
iniciar una conversación con El y preguntarle direc-
tamente?" Estas son las palabras de un alma sin fe. pira un comentario del Papa San Inocencio I.
Dios puede conseguir cuanto desea en un instante sin
ninguna palabra, como también ocurrió en esta oca- Cuando se toma esposa estrictamente de acuerdo
sión '. con el precepto de la ley, como en el Paraíso, cuan-
do los padres del género humano fueron unidos, el
matrimonio recibe la bendición de Dios mismo. Como
En otro discurso dice a los hombres que tienen hijas dice Salomón: "Dios preparará una esposa para el
casaderas: hombre" '.

Cuando estés preocupado y buscándole un marido, En los primeros albores de la teología medieval, Ru-
reza. Dile a Dios: "Dale el que desees". Olvídate de¡ perto de Deutz reflexiona sobre la boda de Isaac.
asunto y confíaselo a El. Complacido por el honor
que le haces, El te recompensará.
En verdad que la providencia de Dios ha preparado
Ciertamente harás dos cosas: encomendarle a El a Rebeca. El siervo de Abraham no se equivoca
el asunto y buscar la clase de hombre que El desea: cuando dice: "Ella es la que has preparado, Yahvé,
uno que sea decente y honorable 4. para el hijo de mi señor" s.

A él le parece obvio que Dios tiene en cuenta las per- Guillermo de Tournai, uno de los profesores dominicos
sonalidades de un hombre y una mujer cuando presenta más conocidos en París en el siglo XIII, aplica las na-
el uno al otro. Los matrimonios los dispone El. No es un rraciones del Antiguo Testamento a los jóvenes de su
compañero de la vida el que se recibe, sino el que a El propio tiempo.
le parece adecuado. Algunos escritores de la Iglesia
5
" C o m m . ¡n Ps. 1 2 7 " , PG 24, 22. Cf. Máximo el Confesor (que cita
3
"Quales Ducendae Sint U x o r e s " , 3, PG 5 1 , 233. Crisóstomo), " L o c i C o m m u n e s " , PG 9 1 , 911.
6
" D e A b r a h a m " , lib. 1, c. 9, PL 14, 473.
<• " I n Ep. ad C o l . " , PG 62, 390. 7
" E s p i t . " 2, c. 6, PL 20, 175.
8
"De Trin. et O p . " , In Gen. lib. 7, c. 3, PL 167, 447.
312
313
LA FUNCIÓN SAGRADA HECHOS EL UNO PARA EL OTRO

Si conservan la virginidad ahora hasta el matri- por sus hechos virtuosos. Para ellos es una especie
monio, entonces recibirán las esposas que les destina de recompensa " .
la providencia de Dios: "Mujer prudente viene de
Yahvé", dice el Libro de los Proverbios; y les serán
otorgadas muchas cosas buenas, como a Tobías y a El comentario de Cayetano muestra la idea de los eru-
sus hijos 9. ditos en la Escritura durante el siglo XVI. Fue Dios quien
tomó la iniciativa en el matrimonio de Isaac y Rebeca " .
En el siglo XV este aspecto del matrimonio comienza Y el Libro de los Proverbios contiene dos lecciones para
a recibir mayor atención. San Antonino muestra a sus el hombre que busca una esposa:
gentes de Florencia lo que debe significar para ellos.
Una, que investigue diligentemente; otra, que él
El hombre sabio de los Proverbios dice que hacien- reconoce esta bendición de Dios del cielo, cuando
da y riqueza las preparan los padres; dicho de otro busca una esposa como la que se ha descrito 15.
modo, se las dan a sus hijos; pero una buena esposa Este regalo se atribuye a Dios, por la razón que
ia prepara el Señor. Es una gracia especial de Dios heredar de los padres es común a todos, pero tener
el que una persona tenga una buena esposa. Y por una esposa sensata es raro y debe atribuirse no a la
tanto, cuando va a tener lugar un matrimonio, cada casualidad, sino a Dios " .
una de las partes debe orar y hacer que recen otras
buenas personas, para que el Señor pueda conceder- Luis de Granada, el escritor espiritual dominico más
les una buena vida de unión 10.
conocido en este período, y el que muestra un interés es-
pecial en los seglares, les dice a estos:
En los Países Bajos, Dionisio el Cartujo regresa a este
tema cuando comenta el Antiguo Testamento. Este amor entre casados fluye de la misma voluntad
de Dios. La felicidad que disfrutan en este estado, los
Al igual que Tobías mereció por sus virtudes con- beneficios reales que produce, y la inclinación de la
seguir una esposa tan virtuosa, Sara mereció un naturaleza, muestran con claridad esta voluntad " .
marido tan virtuoso " . Tú que no te has casado y tienes intención de
Lo que es más, una persona debe invocar a Dios hacerlo, piensa sobre todo en el deseo de agradar
Nuestro Señor, que provee para sus criaturas cada al Señor y en salvarte. Después pídele la compañía
día, para que se digne concederle esposa semejante. que pueda ayudarte a conseguir esto " .
Pues con la mayor verdad dice Salomón: Casa y ri-
queza la dan los padres, pero una esposa prudente El mismo espíritu se evidencia en La Perfecta Casada
es un regalo del mismo Dios l2 .
de Fray Luis de León.
... en otras palabras, corresponde a la providencia
de Dios conceder mujer semejante a un buen hombre Pues al igual que este bien es en verdad precioso
y raro, y un regalo que concede exclusivamente Dios,
• " D e Instructione P u e r o r u m " , Ed. James A. Codbert (Soth Bend:
Notre Dame Medieval Institute, 1955), c. 10, pág. 23. 3
10
" I n Ecclus." 26, a. 27, " O b r a s " 8, 162.
"Summa S. T., I I I , t[t. 1, c. 1. * " I n G e n . " 24, 56.
11 5
" I n T o b . " 7, a. 7, " O b r a s " 5, 109. Cf. In Gen. 24, a. 64, " I n Prov. 18, 22.
" O b r a s " I, 300. 6
13
" I b i d . " 19, 14.
7
" L a ú d . Vita C o n j . " , a. 14, " O b r a s " 38, 73. Cf. " I n Prov. 1 9 " , "Tr. de D o c t . " , lib. 2, c. 7, " O b r a s " 17, 25.
a. 19, " O b r a s " 7, 128. ' I b i d . " , lib. 3, c. 16, " O b d a s " 17, 223.

314 315
LA FUNCIÓN SAGRADA HECHOS EL UNO PARA EL OTRO

así no lo recibirán de El excepto quienes, temiéndole logre la salvación. Después persuaden a los padres
y sirviéndole, lo merecen por su virtud poco común " . de esa persona para que den su consentimiento,
haciendo uso de esa razón tan eficaz: "Su hija está
A principios del siglo XVII, Belarmino explica cómo Dios destinada a ser la esposa de este hombre temeroso
de Dios. Por esto es por lo que ninguno otro pudo
es el fundador del matrimonio de dos modos: primero, conseguirla..."
como el que instituyó el sacramento; en segundo lugar, De todo esto deducimos que el que desea hacer
una buena elección en este aspecto debe recurrir,
si Dios inspira a las dos partes contratantes que con la oración y la confianza, a los ángeles custo-
i van a unirse en matrimonio. dios. Son los casamenteros invisibles y los instru-
mentos de Dios para dirigir los matrimonios y llevarlos
Las señales de esto serán que el motivo de ellos sea a un final feliz -2.
servirle a El, que hayan considerado debidamente el con-
sejo de sus padres, y, finalmente, que se cumplan todos San Francisco de Sales dice a una viuda:
los requisitos y que el matrimonio tenga lugar en circuns-
Fue Dios, mi querida prima, quien te dio a tu ma-
tancias convenientes 20 . rido. El es el que se lo ha llevado junto a sí. Por
esto se encuentra obligado a favorecerte en las aflic-
Lorenzo de Brindisi observa: ciones que te causará esta privación del bien y de
los sentimientos apropiados que El te concedió por
Las bendiciones especiales de las mujeres son que tu matrimonio * \
reciban de Dios buenos maridos y buenos hijos.
Cuando las muchachas tienen que darse en matrimo-
A finales del siglo se les dice a los católicos franceses
nio, todos los que sienten buenos deseos hacia ellas
rezarán por un resultado feliz y les desearán buenos desde el pulpito que
hombres " .
una persona debe prepararse con espíritu de peni-
tencia cuando crea que está siendo llamada por Dios
De la Puente considera el matrimonio de Tobías como a este estado 24.
la lección clásica para los seglares.
Bourdaloue les avisa:
Su designio fue mostrar su providencia invisible
por este ejemplo visible: los hechos de sus ángeles.
Afirmo que no es bastante que Jesucristo sea in-
Son sus guardianes y suelen exhortarles y persuadir-
vitado a esto por los hombres, si primero no reciben
les en cuanto sea necesario para que hagan una
la invitación de Jesucristo para ello... Pero si Dios
correcta elección de este estado.
es el que te llama y si a tu vez invocas a Dios, ese
En primer lugar, ellos ponen todo en movimiento es el modelo perfecto y la idea verdadera del matri-
mediante su inspiración e impulso, haciendo que cada monio cristiano " .
uno se sienta inclinado y conmovido hacia esa perso-
na que es posible que sea la más útil para que él 22
"Obra c i t a d a " , págs. 447 a 449.
23 " L e t t r e " 250, " O b r a s " 3, 254.
10
Página 89. 24
Fénelon, "Divers Sentiments", c. 50, " O b r a s " 9, 405.
20
"De Sac. M a t . " , c. 27. 25
21 Bourdaloue, "Ser. 2e d i m . E p h . " , " O b r a s " 2, 367.
" S e r m . 8 ¡n Sal. Á n g e l " , " O b r a s " 1, 221.

316 317
LA FUNCIÓN SAGRADA HECHOS EL UNO PARA EL OTRO

Claudio de la Colombiére pregunta: sabe la que te ha destinado. Pregúntale por ella y


espérala confiando en su mano. Si, no obstante, por
En verdad, señores: ¿No es totalmente razonable tu parte hiciste todo cuanto un joven sabio y cristiano
que una muchacha que es amable, prudente y virtuo- debe hacer por el éxito de tal designio, y sin embar-
sa sea reservada para un hombre que es sabio?... go Dios te permitió sufrir por tu esposa sin que ella
Con seguridad un buen hombre merece encontrar dé ninguna razón, entonces considérala como una
una mujer que le haga feliz, y una mujer que puede cruz que te ofrece la Providencia y un medio de san-
ser la felicidad de un hombre, no debe estar desti- tificación. Job y Tobías serán tus modelos, y sus
nada a un hombre que la haga desgraciada 26. ejemplos te confortarán 3 '.
"Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre".
Es un precepto. También podemos profetizar... Es lo Hace tiempo que la liturgia del matrimonio ha sido uni-
mismo que en la vida religiosa. Persevera, disfruta formada para las Iglesias de rito romano. Las súplicas que
de las continuas delicias del matrimonio, cuando ya hemos indicado en las formas más antiguas todavía
hayas sido llamado al mismo por Dios " .
aparecen, y hoy en día en el Introito se repiten las ben-
diciones de la versión Vulgata de Tobías.
En Italia, Segneri afirma que la razón por la que José
fue dado a María, no por obra de la casualidad sino por El Dios de Israel os junte, y El sea con vosotros,
Dios, es que era el que más se parecía a ella en bondad " . que se ha apiadado de los dos únicos s2.
Un hombre debe buscar una mujer que no sea simplemen-
te buena, sino buena para él. Ella debe adaptarse a él Aunque es la acción recíproca de millones de causas
como un traje. Pero solamente Dios sabe cuál es esa lo que viene a parar en que un hombre encuentra a una
mujer. El es el sastre que toma el material que le pro- mujer, decida que ella debe ser la esposa que está bus-
porciona el mundo y lo adapta a las medidas particulares. cando, se enamore y desee casarse con ella, no es menos
Un hombre debe rogarle que le señale cuál es la mujer cierto que Dios lo ha llamado para que sea su marido.
que está "hecha a la medida" para é l : ° . Las libres decisiones de todas las gentes responsables
del hecho de que unos novios lleguen al altar, no descarta
A finales del siglo XVIII Juan Grou llega a la conclusión la iniciativa de Dios, al igual que el libre albedrío no
de que: excluye la existencia de su providencia.
Más allá de toda duda, la inclinación de un hombre, Por supuesto que vemos lo mismo en cualquier vocación
ese algo indefinible que toca su corazón y lo predis- al sacerdocio. Un niño educado en un hogar donde se
pone en favor de una persona en lugar de otra, es tiene en alta estima a los sacerdotes, oye en ocasiones
algo que tiene que tomarse seriamente. Esta inclina- sermones sobre ese modo de vida, admira a alguno de
ción, que tiene su origen en la naturaleza... podemos
considerarla producida por el mismo D i o s " . Dios los sacerdotes con los que se encuentra, muy bien pu-
diera sentir que le gustaría ser lo que ellos son. Pero ni
26 estos ni los otros millones de acontecimientos "naturales"
" S e r m . " 36, " O b r a s " 2, 410.
37
" R é f l . C h r é t . " , del Matrimonio, " O b r a s " 5, 182.
38
" P r e d . " 39, " O b r a s " 1 , 423. 31
" " I I Crist. I n s t r . " , pág. 3, r. 25, núm. 12, " O b r a s " 2, 846. " I b i d . " , pág. 65.
30 32
" L i v . J . H o m m e " , pág. 62. "Missale R o m a n u m " .

318 319
LA FUNCIÓN SAGRADA HECHOS EL UNO PARA EL OTRO

que llevan a su ordenación, no alteran de ningún modo el común. No puede culparse a Dios si los católicos de cual-
hecho de que: "nadie se arroga tal dignidad, sino el lla- quier país en particular, marchan sin rumbo con costum-
mado por Dios..." Estos acontecimientos indican simple- bres que hacen extremadamente difícil que un hombre
mente cómo viene la llamada normalmente. o una mujer jóvenes encuentren un compañero adecuado.
En el caso del matrimonio, al hombre se le llama, no Si las familias disponen todos los matrimonios y su sólo
sólo a un modo de vida, sino a una persona. Puesto que pensamiento es el dinero, o si una joven puede elegir su
en esta vocación están envueltas dos personas, no puede propio marido, pero se la incita a "ser juiciosa" antes de
consistir meramente en una invitación a casarse, o a ca- que haya conocido bastantes hombres diferentes para co-
sarse con cualquiera de entre varias mujeres buenas. Dios nocer a un buen marido cuando lo vea, difícilmente puede
ama a ambas partes. Ni se usa simplemente por amor al culparse a Dios de esto. Nosotros no conocemos todas las
otro. Ambos son llevados a este matrimonio en particular complicaciones de su providencia, pero sabemos que al-
porque será un bien para cada uno de ellos. gunas veces nos permite conocer por medio del sufri-
miento, no sólo por nuestros pecados, sino por nuestras
La revelación no dice que esta mujer sea el ser humano
equivocaciones.
ideal, o que ninguna otra pueda ayudar a este hombre a
salvar su alma. Dice simplemente que s¡ él sigue la di- El hombre que ha hecho cuanto ha podido para encon-
rección de la providencia de Dios, a ésta es a la que reci- trar la compañera adecuada, y ha visto que Dios, en la
birá como su esposa. Si no lo hace, aún puede encontrar persona de la Iglesia, ha ratificado su elección, tiene razón
otra que pueda ayudarle, pero siempre es más aconseja- para contemplar con reverencia a su esposa. Esta per-
ble seguir la dirección que señala Dios. sona procede de Dios. ¿Y la razón de Dios para propor-
La revelación no ha descubierto la mecánica por la cual cionarla? La que tiene para cuanto El hace en el mundo:
sus designios tienen que producirse en la historia humana. es bueno y nos ama. Esta compañera de la vida es una
Sencillamente ha afirmado el hecho. Todos cuantos per- expresión de ese amor. Más valiosa para El que la vida
tenecen a la Iglesia tienen alguna vocación de Dios, al- de su único Hijo, ella tiene necesidades y debilidades; y
guna función que realizar en el Cuerpo Místico. Si es el de ahora en adelante, la prueba de su amor será un es-
matrimonio, Dios también tiene un marido o una esposa fuerzo por atender las necesidades de ellos.
particulares en mente. Una persona encontrará ese com- De este modo, no sólo como grupo biológico, sino in-
pañero si sigue su dirección y, evidentemente, las señales cluso cuando se consideran individualmente, los seres
no pueden ser tan sutiles y vagas que hagan que la ma- humanos se ordenan en parejas. Descubre más la reve-
yoría de los cristianos se tornen en desdichados nerviosos lación cristiana que el modo general en el cual las per-
tratando de detectarlas. Esto sería un defecto de la pro- sonalidades del varón y de la hembra se funden mutua-
videncia de Dios. mente. Existe el caso de la pareja individual. Cuando Dios
Un hombre debe orar, porque en definitiva todo depende decide que cierto hombre existirá con cierta personalidad.
de Dios, pero también debe comprender que la providen- El usualmente tiene a una mujer en mente que necesitará
cia actúa a través de nuestro libre albedrío y sentido la fortaleza de ese hombre y le ayudará a él a vencer sus

320 321
21
LA FUNCIÓN SAGRADA

debilidades. Su propia personalidad es la razón por la


que ella tiene que ofrecerse a este marido en particular,
y por la cual él está destinado para ella.
El misterio de la providencia de Dios, es que la misma
libertad e iniciativa de la pareja, son las cosas que los
reunirá. La idea parecerá que es propia de ellos. Pero
ser "prácticos" y describir su matrimonio exclusivamente
SECCIÓN III: Sus perspectivas
en función de estos dos seres humanos, es ignorar a la
providencia, o suponer que el libre albedrío puede obsta-
culizarla. Es también ignorar la característica realmente 20. CAMINOS Y VIAJEROS
distintiva de lo que nos ha sido revelado sobre el matri-
monio. En la mayoría de las filosofías, y el mundo cristia-
no está tan intensamente influenciado por ellas, el indi- A enseñanza de Cristo sobre la virginidad, como apa-
viduo no ha representado nada. Lo que es importante es
siempre el universo o la raza humana. Pero Cristo ha des-
L rece en el Evangelio de Mateo, termina con las pa-
labras:
cubierto un hecho que a veces tememos creer por ser tan
maravilloso. El individuo es importante. Dios mismo lo Quien pueda entender, que entienda *.
ama.
Es un reto, una invitación, pero no un precepto. Al pa-
Y este amor que ha formado a dos individuos, que los recer, aquellos que le oyen todavía son libres para ca-
conoce en toda su singularidad y que los observa como sarse. Esto lo afirma Pablo explícitamente:
si no hubiera nadie más en el mundo que necesitara se-
mejante amor y ayuda, los proyectó teniendo en mente Acerca de la virginidad no tengo precepto del Se-
ñor. Doy, no obstante, un consejo, como quien, por
al uno y al otro. El marido y la esposa que han hecho la misericordia de Dios, es digno de crédito. Entien-
cuanto han podido para encontrar un compañero adecua- do que, a causa de la inminente necesidad, lo que
do, pueden asombrarse y confortarse por el hecho de que conviene es quedarse como uno está a .
fueron hechos el uno para el otro.
Esta clara afirmación de que Pablo no tiene precepto,
¿Pero qué ocurre con los obstáculos para su desarrollo
se hace mucho más categórica por el contraste que tiene
espiritual que la misma revelación descubre en la vida
con sus palabras anteriores en el capítulo dedicado al di-
matrimonial? Si la virginidad es ahora el camino ideal
vorcio 3. Y no sólo está seguro de su juicio, sino que
hacia Dios ¿cuáles son las perspectivas de la gran ma-
espera que sus seguidores lo acepten porque proviene de
yoría de los que pertenecen a la Iglesia, a quienes Dios
ha concedido esta gracia menor? 1
Mt. 19, 11.
-' l Cor. 7, 25 y 26.
' Cf. I Cor. 7, 10.

322 323
CAMINOS Y VIAJEROS
SUS PERSPECTIVAS

A principios de la Edad Media quedan pocas dudas


uno a quien Dios ha considerado un auténtico maestro de
acerca de cómo se entiende a Pablo y a los Padres.
su revelación 4.
Dionisio, Obispo de Corinto un siglo más tarde, y tan Debemos observar aquí la gran distancia que existe
venerado que sus cartas también se leían en las misas entre un precepto y un consejo. Pues lo que se ha
prescrito no puede corromperse sin pecado. Pero si
dominicales, avisa a su colega, el Obispo de Cnossos, que algo que es un consejo se viola o corrompe, no exis-
no ponga la carga de la castidad sobre las espaldas de te pecado 10.
todos 5 . A los cristianos de Alejandría a principios del En el siglo XIII se pregunta:
siglo III, y de Cartago en las postrimerías del mismo siglo,
Si una persona destinada a la virginidad no sigue
también les aseguran los eminentes Obispos Clemente y la llamada y se casa ¿comete pecado?
Cipriano, que Dios los ha dejado completamente libres Solución: Sin prejuicio de mejor opinión, digo que
para elegir entre el matrimonio y la virginidad 6. no peca, siempre que no haya hecho un voto para
vivir en un estado superior. Cada hombre debe a
Ambrosio expresa la ¡dea de los Padres griegos y la- Dios más de lo que puede devolverle y, por esta ra-
tinos: zón, Dios trata misericordiamente a todos, aceptando
de cada uno menos de lo que le debe y concediendo
La virginidad es algo que no debe preceptuarse recompensas que superan la cantidad de mereci-
sino recomendarse 7. mientos " .
Existe utilidad en un consejo, pero una trampa
en un mandato. Un consejo invita a los que están La convicción común antes y después de Trento la ex-
dispuestos, una orden obliga a los que no lo están.
Por lo tanto, si una mujer ha seguido un consejo y no presa Salmerón:
lo ha lamentado, ella ha adquirido algo útil. Pero si
otra lo ha lamentado, no existe razón para culpar al Sea libre la decisión de cada uno. Que cada cual
Apóstol. Debería haber hecho su elección teniendo se examine y se ofrezca para recibir tan altísimo don,
en cuenta su debilidad. Ella está culpando a su pro- solamente con buena voluntad y con gozo J2.
pio deseo, en cuya red y en sus nudos, más fuertes
que lo que puede soportar, se ha cogido a sí misma 8 . Durante el siglo pasado y además en el nuestro pro-
pio, se dice a los creyentes en las encíclicas papales:
Jerónimo cree que la recompensa de la virginidad será
mayor, precisamente porque una persona renuncia a algo Debe observarse que Dios no obliga a todos los
cristianos a la virginilidad por un precepto... Nos
de lo que podría haber disfrutado sin pecar \
Brescia, "De Evang. L e c t . " , lib. 1, sermón 8, PL 20, 889; Agustín,
i Cf. I Cor. 7, 40. "De Bono V i d . " , c. 5, PL 40, 434.
5 10
Cf. Eusebio, " H i s t . Eccl. I V " , 32, PG 20, 387 y 388. Hatto de Vercelli, "Expos. in Ep. P a u l i " , I Cor., PL 134, 356.
6 Sedelio Scoto, " I n I Cor. 7 " , PL 102, 142; Haymo de Halberstadt,
Clemente, " S t r o m a t a " , llb. 3, c. 9, PG 8, 1169 y 1170; Cipriano,
" D e Habitu V i r g . " , 33, PL 4, 463. " I n I Cor. 7 " , PL 117, 546.
7 11
"De V i r g . " , lib. 1 , c. 5, PL 16, 206. Cf. Crisastomo, " D e Lib. Autor desconocido, "Allegoriae in N. T . " , lib. 7, PL 175, 911.
R e p . " , 2, 4, PG 5 1 , 223; Ambrosiaster, " I n I Cor. 7 " , PL 17, 229 Cf. Harvey de Bourg-Dieu, " I n I Cor. 7 " , PL 181, 883.
12
a 233. "Obra c i t a d a " , v o l . 8, tr. 50, pág. 391. Cf. Dionisio el Cartujo,
8 " I n Matt. 1 9 " , a. 33, " O b r a s " 1 1 , 215; Canisio, "Summa D. C . " I,
"Epist." 63, núm. 38, PL 16, 1251. Cf. " D e V i d . " , 12, 72, PL
16, 256. pág. 3, c. 6, q. 207. Cf. I I , " i b i d " , q . 210.
9
"De Perp. Virg. B . M . V . " , núm. 2 1 , PL 23, 215. Cf. Gaudencio de
CAMINOS Y VIAJEROS
SUS PERSPECTIVAS

dentemente a las perspectivas que tiene una persona para


mueve a abrazar la castidad perfecta solamente por la vida lutura. Debe tenerse en cuenta, antes de que po-
el consejo; en otras palabras, porque tiene el poder
de orientar "al que ha recibido un don especial"..- damos sacar conclusiones, una convicción que se mani-
por un medio que sea más seguro y más fácil. De ahí fiesta en estos mismos siglos, y con frecuencia en los
que Ambrosio observe correctamente: "No se im- escritos de estos mismos hombres.
pone, sino que se propone" 13.
Para acabar con las discusiones de sus corintios, Pablo
Aquellos llamados a la virginidad todavía son perfecta- trata de mostrarles que no existe motivo de engreimiento
mente libres. Esto arroja nueva luz sobre el matrimonio. creciente del cristiano por la función que Dios le haya
Si la misma revelación que descubre los obstáculos que dado en la Iglesia, o que tenga celos de las que da a
se oponen al hombre que trata de servir a Dios con una otros. La razón para una lección tan minuciosa acerca de
compañera de vida, insiste en que todavía es libre de los dones de Dios, aparece en la aplicación que les su-
tener una, esos obstáculos, por lo menos en algún grado, giere:
pueden ser superados.
¡Aspirad a los carismas superiores! Y aún os voy
¿Pero en qué grado? Algunos de los Padres ven una a mostrar un camino más excelente " .
contestación en la parábola de Cristo sobre el sembrador.
A principios del siglo IV, Atanasio dice a las gentes de El don que describe a continuación es la caridad. Y
Alejandría: este don, dice implícitamente, puede pedirse a Dios con
confianza, no importa cuáles sean los otros dones que el
Si alguno elige el camino mundanal, el matrimonio, hombre recibe de la Iglesia.
ciertamente no falta, pero no adquirirá gracias tan es-
pléndidas y numerosas. Aunque logrará alguna, por- Es en esta epístola en la que él ha señalado los obstácu-
que está dando fruto treinta veces 14. los para amar a Dios, que forman parte inevitablemente de
la vida matrimonial. Y, sin embargo, en el mismo capítulo
Jerónimo descubre una lección similar en la parábola les dice:
del Evangelio", al igual que otros escritores más re-
cientes, como Belarmino u . Pero no tendría garantía ver Fuera de esto, que cada cual viva conforme le ha
asignado el Señor, cada cual como le ha llamado
en sus palabras algo más que una Impresión general de
Dios. Es lo que ordenó en todas las Iglesias 18.
que un modo de vida más o menos útil, va a afectar evi-
¿Estás ligado a una mujer? No busques la sepa-
ración " .
1J
Pío X I I , "Sacra V i r g i n i t a s " , " l u g a r c i t a d o " , pág. 129. Cf.
León X I I I , "Rerum Novarum" 1 5 / 5 / 1 8 9 1 ; Pío X I , "Casti C o n n u b ü " ,
"lugor c i t a d o " , pág. 542. Si un hombre está situado en un modo de vida legítimo,
14
"Epist. ad A m m u n e m " , PG 26, 1173 y 1174. no tiene que cambiarlo. Al parecer, el ideal cirstiano pue-
15
" A d v . J o v . " , Ilb. 1 , núm. 3, PL 23, 223.
18
Cf. Fulgencio, " D e Ver. P r a e d . " , Ilb. 2, c. 23, PL 65, 650; Gre-
gorio, " H o m . in E z e c h . " , lib. 2, hom. 4, PL 76, 976 y 977; Buena- 17
ventura, " I n 4 S e n t . " , d . 26, a. 2, q. 3, dub. 3; d . 38, a. 2, q . 3, I Cor. 12, 3 1 .
18
ad 2; Scoto, " R e p o r t . " , In 4 Sent., d . 3 1 , q . 1 , escol. 2; Dionisio el I Cor. 7, 17.
19
Cartu]o, " I n Sap. 3 " , Obras 7, 472; Salmerón, " o b r a c i t a d a " , v o l . 8, I Cor. 7, 27.
tr. 50, pág. 395; Belarmino, " D o c t . C r i s t . " , c. 9, " O b r a s " 6, 195.
CAMINOS Y VIAJEROS
SUS PERSPECTIVAS

Dios a los que se casan? Si es así como son las co-


den alcanzarlo los que se casan, además de los que no sas, existen dudas sobre su salvación.
se casan. No; vemos vírgenes con sus pensamientos en el
Ignacio, el Obispo de Antioquía, avisa a algunos cris- mundo y casadas dispuestas en las obras del Señor.
Las primeras no recibirán de Dios la santidad y para
tianos a quienes escribe en su camino al martirio en el estas casadas habrá una recompensa de Dios, porque
año 107: aunque estuvieron unidas por lazos terrenales y car-
nales, se preocuparon de merecer una recompensa
Si alguno puede permanecer casto en honor a la imperecedera con posterioridad 22.
carne del Señor, que permanezca en la humildad. S¡
se alaba, si sucumbe, si piensa que es superior al
Obispo, está perdido 20. Es Agustín el que considera esta cuestión de un modo
más detenido. Reflexionando sobre la parábola del sem-
Usualmente los obispos de este tiempo están casados. brador, dice:
La santidad, por lo tanto, debe juzgarse por la persona, no
por su estado. Hacia fines del siglo, Clemente de Ale- Los que entiendan esto mejor que yo tendrán que
jandría muestra cómo debe considerarse esto cuando lean ver qué es lo que significa esa diferencia en la fer-
tilidad...
la afirmación de Pablo acerca de la "división" del ma-
trimonio. Una persona es fecunda con menos dones, pero
más potentes; otra con menores, pero en mayor can-
tidad. ¿Y qué hombre se atreve a juzgar si son ¡gua-
¿Cómo? ¿No pueden dar también gracias a Dios les o diferentes uno de otro cuando se llega a recibir
los que complacen a sus esposas de acuerdo con la los honores celestiales? 23.
voluntad de Dios? ¿No se le permite al que ha toma-
do una esposa anhelar tanto su matrimonio como las
cosas de Dios? El se aventura a formular algunos principios para some-
Al igual que "la que no se casa anhela las cosas terlos a juicio:
del Señor para ser santa en cuerpo y espíritu", así
también la casada ansia en el Señor las cosas de su ¿Cómo se puede afirmar razonablemente que el
marido y las cosas del Señor. Ambas mujeres son cuerpo es casto cuando el alma misma fornica al
santas en el Señor: una como esposa, la otra como anhelar otro Dios distinto al verdadero?... Por lo tanto,
virgen 21. la única cosa que debe llamarse verdadera castidad,
ya sea matrimonial, de viudedad, o virginidad, es la
Alrededor del año 400, los obispos italianos muestran el que está unida a la verdadera fe. Aunque con buena
mismo interés en no exagerar la enseñanza de Pablo. razón se prefiere la virginidad sagrada al matrimonio,
¿qué cristiano con sentido no sitúa incluso a la mu-
Si las vírgenes tienen su pensamiento en Dios y las jer cristiana y casada con un marido, por encima de
mujeres que tienen maridos ponen los suyos en el las vestales y aún de las vírgenes entre los herejes? 24.
mundo, ¿qué esperanza les queda en las cosas de
Ambrosiaster, " l n I Cor. 7 " , 35, PL 17, 236.
20
"Epist. ad P o l y c a r p u m " , 5, Kirsch 27. Cf. Cirilo de Jer., " C a t - " , De Sancta Virg., capítulos 45 y 46, PL 40, 423.
4, 25, PG 33, 487; Procopio de Gaza, " l n G e n . " 29, 15, PG 87, 434. "De Nupt. et C o n c u p . " , lib. 1 , c. 5, PL 44, 416.
=1
" S t r o m . " lib. 3, cap. 12, PG 8, 1190.

329
CAMINOS Y VIAJEROS
SUS PERSPECTIVAS

Nadie desea estar loco, aun cuando vea que los tentación las despliega para su exhibición. La expe-
riencia las hace del conocimiento público z \
maníacos con frecuencia son más fuertes que los
hombres sanos. La doctrina sólida es lo que adorna En realidad existen muchos vericuetos en los asun-
tos que rozan estas tres cuestiones: matrimonio, viu-
la bondad y fortaleza de nuestras intenciones 25 .
dedad, virginidad. Existen muchas dudas. Cuando
En cuanto a los que están en la Iglesia: tratamos de penetrar y solucionarlas mediante la dis-
Si fuera a considerar cada una de vuestras buenas cusión, necesitamos un cuidado poco usual y real-
cualidades por separado, tú, el hombre que has re- mente darle una amplia consideración, para que
nuestras opiniones sobre cada una de ellas sean
nunciado al matrimonio, eres mejor que tu padre; y
exactas; o si tenemos alguna otra opinión, que Dios
tú, mujer que has renunciado al matrimonio, eres me- ponga además esto en nuestro conocimiento ".
jor que tu madre. Pues la santidad virginal es mejor
que la castidad matrimonial...
Los escritores de algunos siglos posteriores repiten a
Pero, ¿qué es mejor: el orgullo o la humildad?... Agustín so.
Si te afirmas en el orgullo y tu madre en la humildad,
la madre será mejor que la hija 26. No se sigue que, si existe mayor labor en un caso
que en otro, existirá así mayor gloria. La virginidad
en sí misma es mayor bien que el matrimonio; y, no
Este aspecto del orgullo le hace regresar a su con- obstante, algunas casadas no tiene menos mérito que
vicción básica: algunas vírgenes " .
Si contemplas la dignidad del estado, el celibato
Los dones de Dios son secretos. Sólo poniéndo- de Juan fue mayor que el matrimonio de Abraham,
los a prueba, incluso en nuestro interior, los trae a aunque la persona de Juan no fuera en méritos que
la luz. Pues, por no mencionar otros casos, una vir- la de Abraham 32.
gen puede estar ansiosa en las cosas del Señor, en
cómo complacer al Señor y, no obstante, por todo lo Pedro de la Palu refleja la idea de la Edad Media Su-
que sabe puede ser que, a causa de alguna debili- perior:
dad de su alma que desconoce, aún no esté madura
para el sacrificio, en tanto que la esposa, a la cual Muchas vírgenes traen muy poco bien al mundo es-
ella solía preferirse, ya puede beber el cáliz de la piritualmente, al igual que muchas mujeres casadas
humildad del Señor, que El ofreció una vez a los traen poco bien corporalmente, puesto que resulta
discípulos que eran aptos para puestos más ele- que son estériles S3.
vados 27.
"Ibld.", PL 40, 424. Cf. "Enarr. ¡n Ps. 1 2 1 " , núm. 10, PL 3 7 ,
Una cosa es no consentir en la persuasión y blan- 1627.
dura por amor a la verdad y a un santo ideal, y otra " D e Bono V i d . " , cap. 15, PL 40, 442.
30
no anhelar la tortura ni los golpes. Estas cosas yacen Cf. Fulgencio, "Epist. 3 " , 15, PL 65, 333; Ps-Gregorio, " C o n c o r -
dia, c. 14, PL 79, 668; Sedelio Scoto, " I n I Cor. 7 " , PL 103, 140;
escondidas en los poderes y fuerza de las almas. La R. Mauro, " I n Ep. P a u l i " , lib. 10, cap. 7, PL 112, 73; Hatto de Ver-
celli, " I n I Cor. 7 " , PL 134, 358; Anselmo de Laon, " I n M a t t . " ,
as cap. 25, PL 163, 1457 y 1458; Ruperto de Deutz, " I n A p o c " , lib. 2 ,
"De Bono V i d . " , cap. 15, PL 40, 442; Cf. "Contra J u l . " , lio. 4, cap. 3, PL 169, 899.
núm. 50, PL 44, 763; " D e Civ. D e i " , lib. 16, c. 36, PL 4 1 , 514. 31
Autor desconocido, "Quaest. in Ep. P a u l i " , " I n I C o r . " , q. 6 5 ,
2
« " S e r m . " 354, c. 9, PL 1567 y 1568. Cf. " D e Bono C o n j . " , c. 23, PL 175, 526.
PL 40, 763; " D e Civ D e i " , lib. 16, cap. 23, PL 40, 393; "Enarr. ¡n 32 " A l l e g . in N. T . " , lib. 7, PL 175, 911.
Ps. 9 9 " , 2, PL 37, 1280. >s " I n 4 S e n t . " , d. 33, q . z, a. 6.
" " D e Sancta V i r g . " , c. 44, PL 40, 422.
331
ssn
SUS PERSPECTIVAS
CAMINOS Y VIAJEROS

Los que sirven al rey de diferentes maneras, pero taños "incluso aunque estén casados" 38. En el siglo XVI,
tienen igual disposición para seguir el buen deseo
del rey, ahora cuando desea una cosa, ahora cuando Salmerón está de acuerdo en que algunos de ellos pue-
desea otra, reciben igual recompensa 34 . den ser los que obtenga la mayor alabanza de Dios,

Otro dominico, Juan Tauler, cuya elocuencia es tal que al igual que la viuda que dio su pobre limosna de
dos monedas de cobre fue señalada por el Señor
con frecuencia los famosos sermones de otros escritores como superior a los que daban mucho más, a causa
posteriores se le han atribuido, muestra a los Católicos de su buena intención y de su caridad " .
de las Provincias Renanas a principios del siglo XIV lo
que este hecho debe significar para ellos. Los predicadores y los escritores de este tiempo, y
asimismo los de los años posteriores, están de acuerdo
Cada uno debe considerar interiormente y ordenar
en su mente cual es su vocación de Dios. De otro con San Francisco de Sales:
modo, hoy tratarás un modo de vida y querrás cam-
biar a otro mañana, cuando veas y oigas cosas a tu Suponiendo que tengamos como guía el temor de
alrededor. Dios, importa poco el camino que sigamos, aunque
algunos en sí mismos sean más deseables para los
Entérate bien de tu propio lugar. No prestes aten-
que tienen libertad de elección 38.
ción a ninguno otro, pues no te interesa. La comida
de un hombre es el veneno de otro. Contémplate
cuidadosamente. No dejes que nada haga que te Cuando se trata del éxito en la vida, la consideración
abandones. más importante no es la vocación sino la persona. ¿Qué
Yo te digo que hay muchos hombres que viven en espera, pues, de sí misma una persona que se casa?
el mundo con su esposa y sus hijos, sentados en el
taller y haciendo zapatos, que no tienen nada en el Contestando a esto para los católicos de finales del
pensamiento ni en el corazón, excepto Dios y el sus- siglo IV, los Padres griegos proponen no sólo la salva-
tento decente de su familia. Existen muchos pobres ción, sino la santidad " . Crisóstomo les recuerda a Pris-
campesinos que ganan su pan diario con dura fa-
tiga, pensando únicamente en Dios. Y muy bien puede cila y Aquila.
ser que aquellas almas, que siguen su humilde lla-
mada con toda la simplicidad de su corazón, les irá Ved. Aquí también había un hombre y su esposa.
mejor en el último día que a muchos miembros de Tenían un taller y practicaban un oficio y mostraban
órdenes que no son verdaderos con su vocación 3S. una mayor perfección de alma que los que viven en
los monasterios.
A los laicos del siglo siguiente, Dionisio el Cartujo les 36
"Serm. 3 in Dom. I A d v . " , " O b r a s " 29, 22. Cf. " I n I Cor. 7 " ,
asegura que pueden rivalizar con los monjes y los ermi- Obras 13, 158.
37
"Obra c i t a d a " , vol. 8, tr. 50, pág. 395. Cf. " i b i d . " , vol. 6,
34
tr. 6, pág. 33.
" I b i d . " , Cf. Harvey de Bourg-Dieu, " I n I Cor. 7 " , PL 181, 887; 38
" L e t t r e " 1768, " O b r a s " 3, 642. Cf. Bossuet, " L e t t r e " 83,
Ricardo de San Víctor, " I n C . C . " , cap. 38, PL 196, 514; Alejandro de " O b r a s " 17, 651; Canisio, " M e d . de Domin., 2 post T r i n . " , Streicher
Hales, " I n 4 S e n t . " , d . 33, IV, Quar. I, 531; " i b i d . " , I I , Quar. I, 528 2, 105; Lorenzo de Brindisi, "Serm. 11 ¡n Conc. I m m a c " , Obras, I,
a 530; Vicente de Beauvais, " o b r a c i t a d a " , cap. 38, Steiner, pági- 501; Cardenal Bona, "Principia Vitae C h r i s t . " , 6.
na 156; Aquino, " S . T . " II I I , q . 152, a. 4 ad 2; II I I , q . 184, a. 4. 39
Cf. Metodio, "obra c i t a d a " , orac. 3, cap. 10, PG 18, 75; Ba-
35
" I s t Serm. 16th post T r i n . " , " o b r a c i t a d a " , páfl. 537. silio, "Serm. de Renunc. S a e c " , PG 3 1 , 630.

332 333
CAMINOS Y VIAJEROS
SUS PERSPECTIVAS
Más significativo que cualquier documento, es un mo-
¿Que cómo lo sabemos? Por las palabras que vimiento que empieza a recorrer la Europa medieval, cuan-
Pablo les dirige, o más bien, no tanto por los que les do el mismo espíritu que está impulsado a miles a unirse
hablaron como por los testimonios por los cuales él
los recomienda posteriormente a otros... a los frailes mendicantes, lleva a otros a pedir reglas
También podemos juzgar su virtud por el hecho de mediante las cuales las personas casadas puedan alcan-
que él vivió con ellos, no uno, dos, o tres días, sino zar el ideal franciscano o dominico. Dionisio el Cartujo
durante dos años completos. Los hombres de su dirá más tarde sobre Francisco:
rango no se dignan alojarse con gentes comunes o
de bajo linaje. Buscan las mansiones de ciertos hom-
bres famosos, para que la grandeza de su dignidad El redactó esa Orden tercera, especial y principal-
no quede malparada por la baja condición de sus mente para las personas del mundo y los casados y
anfitriones. Los Apóstoles hicieron lo mismo. No fue- seglares de ambos sexos " .
ron huéspedes de cualquiera con el que se encon-
traban. Al igual que otros consideran el esplendor Durante el siglo XVI, en el Tercer ABC de la Vida
de las mansiones, ellos buscaban la virtud del alma...
Espiritual, De Osuna hace la pregunta de si las personas
Estas personas, pues, eran dignas de Pablo, y si
lo eran de Pablo, eran dignas de los ángeles. ¡Cómo! casadas pueden aspirar a las fases superiores de la
Yo me atrevería a llamar a ese pequeño hogar el oración. Para el autor esto es lo mismo que preguntar
cielo y la Iglesia. Pues donde estaba Pablo también si pueden alcanzar el pináculo de la santidad; y replica
estaba Cristo... Y donde estaba Cristo, los ángeles enfáticamente que sí pueden. A los que niegan esto los
vendrían a menudo 40.
compara con los Apóstoles que trataban de apartar de
Nadie ha descrito las durezas de la vida espiritual del Cristo a los niños. ¿No fue Ana, madre de familia, más
matrimonio más vivamente que Crisóstomo y, sin embar- perfecta que Heli, el sacerdote? ¿No fue Cristo huésped
go, la misma visión de la revelación le hace declarar que de hogares de personas tales como Mateo y Zaqueo? ¿Y
los casados pueden estar tan cerca de Dios como cual- no vino el Espíritu Santo no sólo a los Apóstoles sino a
quiera de la Iglesia. todos cuantos estaban en el cenáculo? " .
Pocos años más tarde, en un famoso libro sobre dife-
Los eruditos en la escritura de Occidente, alrededor de
rentes vocaciones de la Iglesia, el jesuíta español De la
los tiempos de Carlomagno, llaman la atención a la política
Puente declara:
de Cristo.

Como sus Apóstoles, El eligió algunos hombres ca- El estado de perfección y el cuidado de las almas
sados, algunos castos, algunos vírgenes. Y, no obs- proporciona más ayuda para adquirir mayor santidad.
tante, colocó a San Pedro, un hombre casado, sobre Sin embargo, la falta de éstas con frecuencia se com-
todas las órdenes, para que los vírgenes no se en- pensa con las copiosas gracias y favores de Dios y
vanecieran, o los casados no desesperaran de poder la mayor diligencia del mismo hombre, ayudado por
llegar a esa perfección que logran los vírgenes " . la misma gracia. El resultado es que, aunque vi-

40 42
"Hom. ¡n lllud Salutate A. et P.", PG 51, 190. Cf. "Hom. ¡n "Enarr. in 3a Reg.", a. I, "Obras" 38, 441.
Oziam", PG 56, 136. Cf. Paulino de Ñola, "Eplst. 39", núm. 1 PL 43
"Obra citada", pág. 401.
61, 364.
" Christian Druthmar de Corby, "In Matt. 19", PL 106, 1414.
335
SUS PERSPECTIVAS CAMINOS Y VIAJEROS

viendo en un estado menos perfecto, asciende a una De vez en cuando les dice:
santidad más excelente que los que están en un
estado de mayor perfección " . Cualquier cosa que seamos, podemos y debemos
aspirar a la vida perfecta 4 '.
El estado del matrimonio es el más imperfecto de
todos los estados en la ley del Evangelio y, sin em-
bargo, la perfección superior de los que están en El basa el programa que perfila para ellos en un prin-
los estados más perfectos puede obtenerse en él. cipio:
Pues como se ha dicho antes, la gracia de Dios no
está en realidad unida a los diferentes modos de Es un hecho cierto que cuando Dios llama a alguien
vida... Pensad en Abraham, Job, José, David y otros para una vocación, El se obliga como consecuencia,
santos patriarcas, profetas y reyes. en su divina providencia, a proporcionarle la ayuda
que necesita para hacerlo perfecto en su vocación 48.
El estado de castidad y la vida religiosa son más
superiores en la Nueva Ley y, no obstante, incluso De esto llega a la conclusión:
en el estado de matrimonio han existido los mártires
Es una equivocación, incluso herejía, privar de la
más bravos, los confesores más santos, los más fa-
vida devota a las compañías de soldados, a los tra-
mosos de entre los reyes, etc., personas de virtud
bajadores de fábricas, a los cortejos de los príncipes,
verdaderamente heroica. Incluso ahora existen mu-
a los hogares de las personas casadas 4 *.
chas personas sobresalientes que llegan al punto
máximo de la perfección cristiana 4S .
Si estos son los sentimientos de toda la Iglesia, pueden
recogerse de los católicos que todavía leen la Introduc-
En el año 1609, un anuncio que hace San Francisco de
ción a la Vida Devota y de una encíclica del Papa Pío XI.
Sales, introduce uno de los desarrollos teológicos de ma-
yor influencia en el siglo. San Francisco de Sales parece haber sido a la
Iglesia por el plan singular de Dios, para vencer,
Casi todos los que han tratado de la devoción, han tanto por la acción de su vida como por el poder
tenido presente la instrucción de las personas com- de su enseñanza, esa opinión ya profundamente arrai-
pletamente retiradas de los asuntos del mundo. Por gada en su tiempo y que aún hoy en día persiste:
lo menos han enseñado una clase de devoción que que la santidad, en su verdadero sentido como la
lleva a esta retirada completa. Mi intención es ins- propone la Iglesia católica, o no puede lograrse, o
truir a los que viven en las ciudades, en hogares es ciertamente Jan difícil de alcanzar que está más
normales, en la capital, a las personas que por su allá del alcance de la mayoría de los creyentes y
posición están obligadas a llevar una vida ordinaria es adecuada solamente para unas cuantas almas
grandes y elevadas, y que también supone cosas tan
en cuanto a la parte externa, que con mucha fre-
repelentes y tediosas que de ningún modo es apro-
cuencia, con el pretexto de una imposibilidad alega- piada para los hombres y mujeres que viven fuera
da, no quieren incluso ni prensar en emprender la del claustro s °.
vida d e v o t a " .
47
"Ibid.", pág. 21.
« "Obra citada", pág. 63. 4
" "Entr. 17", Des Voix, "Obras" 6, 320.
45
"Ibid.", pág. 530. 48
"Introd. Vie Dév.", pág. 1, cap. 3, "Obras" I, 554.
48
"Introd. Vie Dév.", Pref., "Obras" 3, 6. t0
"Rerum Omnium", AAS 15 (1923), pág. 51.

336 337
SUS PERSPECTIVAS
CAMINOS Y VIAJEROS

Si existe alguna duda acerca de las propias opiniones rece que, cuando retrocedemos para examinar toda la
del Papa, él mismo las disipa unos cuantos años más
imagen, ésta es asombrosamente brillante. A pesar de los
tarde en su encíclica sobre el matrimonio:
obstáculos que no pueden evitar, dos cristianos que se
Todos los hombres, no importa la clase a que casan pueden esperar no sólo salvar sus almas, sino al-
pertenezcan o el estado tan honorable en el que canzar la santidad superior.
hayan entrado, pueden y deben imitar el notable mo-
delo de toda la felicidad puesto ante los hombres Y esto no significa que será posible, sólo apenas po-
por Dios, Cristo Nuestro Señor, y con la ayuda de sible, si están dispuestos a someterse a ello con esfuer-
Dios llegar incluso a la cima de la perfección cris- zos sobrehumanos. Cuanto más ha dedicado la Iglesia su
tiana, como está demostrado por el ejemplo de tan- atención a la vida matrimonial, tanto más enfáticamente
tos santos " .
ha declarado que esta esperanza no se limita a un puñado
de almas heroicas. Cada novio y novia católicos pueden
Esta es claramente la convicción establecida de los ca-
llegar juntos a santos, si lo desean.
tólicos durante el reinado de Pío XII.
No parece aventurado decir que la mayoría de las pa-
Porque la virginidad tenga que considerarse algo rejas de hoy en día aceptarían esta idea con sus inte-
más perfecto que el matrimonio, no se sigue que lectos, mas no con sus emociones. Desgraciadamente, to-
sea necesaria para alcanzar la perfección cristiana.
La santidad de vida sin la castidad dedicada a Dios davía no puede darse por cierto que las antiguas sopechas
puede lograrse realmente, como lo confirman mu- sobre el matrimonio, que han llegado como un legado
chos hombres y mujeres santos que fueron honrados cultural de los tiempos paganos, han sido totalmente di-
por la Iglesia en su adoración pública y que fueron
esposos y esposas creyentes, o brillaron como ejem- sipadas. Y la mayoría de los católicos, incluso los que no
plos de excelentes padres y madres de familia. En tienen estos sentimientos, oyen más sermones sobre la
efecto, no es extraño que también veamos personas virginidad que sobre el matrimonio. La palabra "vocación"
casadas que se esfuerzan vivamente en la perfección solamente sugiere esa vocación.
cristiana " .
Con toda la emoción de la experiencia personal, ellos
Es un camino que lleva a la santidad, que recorre
una pareja cristiana, y así la Iglesia, con los mismos conocen las dificultades que la revelación ha descubierto
creyentes, venera y exalta a los héroes de ese modo en la vida de matrimonio. Aún más profundo que esto es
de vida en sus templos y en sus altares 53. el sentimiento de que enamorarse de alguien, casarse,
crear una familia, es un proceso que no es más religioso
Aunque hemos estado considerando mucho tiempo los que comer cuando se tiene hambre. No existe ningún
matices más oscuros de la vida matrimonial, ahora pa- hábito o convento silencioso romano, que hagan que otros
modos de vida estén tan manifiestamente impregnados de
51
"Casti C o n n u b ü " , "lugar c i t a d o " , pág. 548, DB 2232. Dios. Se necesitan recordatorios continuos para ver su
53
"Sacra V i r g i n i t a s " , " l u g a r c i t a d o " , pág. 179. Cf. Alocución función en el matrimonio.
9/12/57, AAS 50 (1958), I, pág. 35.
ss
Discurso 1 3 / 8 / 4 1 , DR 3, 177. Cf. Juan X X I I I , Hom. en canoniz., Pero si sonríen con anhelo al imaginarse ellos mismos
AAS 51 (1959), pág. 290. santos, deseando creer que esto fuera posible, pero te-

338 339
SUS PERSPECTIVAS

miendo que sea demasiado bueno para ser cierto, sola-


mente tienen que considerar la razón precisa para la es-
peranza. No es el hecho de que sus vidas sean como un
día en un monasterio, o que Dios sea el único pensamien-
to en sus mentes. Simplemente es cuestión de sentido
común. Ellos desean una meta práctica en la vida, una
que realmente puedan alcanzar. Pero ser práctico significa
enfrentarse a todos los hechos y un gran hecho sobre la
vida matrimonial es que el mismo Cristo que les muestra
sus problemas, también aclara que la pareja normal que
21. UN CAMINO HACIA DIOS
entra en ella, también pueden ser santos. Sería necio ca-
sarse para conseguir algo menor. NTRE los fragmentos de consejos prácticos a Timoteo
Pero, ¿cómo se supone que ocurre todo esto? ¿Qué se E sobre la instrucción de los cristianos que tiene a su
cuidado, Pablo le dice de la mujer:
espera que hagan ellos?
Con todo, se salvará por su maternidad mientras
persevere con modestia en la fe, en l a caridad y en
la santidad '.

Esto no se contradice con lo que ha dicho a los corin-


tios. Es una visión más amplia de la vida matrimonial. Los
obstáculos espirituales son realidad, pero el matrimonio
es un don de Dios, proyectado como todos sus dones para
que una persona esté en mejores circunstancias que an-
tes. Las responsabilidades de la virtud que exigirá la ma-
ternidad, son las que conducirán a una mujer cristiana al
cielo.
Cuando la Iglesia primitiva entra en sus años de mayor
elocuencia con los Padres de fines del s i g l o IV, Efrén el
Diácono describe cómo las mujeres, descansando al fin
en el cielo de "las tribulaciones y peligros de la vida
matrimonial", se recrearán al ver a sus hijos 2 . Incluso

» I Tim. 2, 15.
' "Serm. 7 de Paradiso Edén." "Obras" 3, 582.

340 341
SUS PERSPECTIVAS UN CAMINO HACIA DIOS

Jerónimo, para quien la persona virgen es el símbolo del Los escritores que tratan de conservar la enseñanza de
santo cristiano, observa: los Padres durante el turbulento siglo IX, afirman que la
madre de familia logrará sus ideales espirituales,
La esposa se salvará si engendra hijos que vayan
a permanecer vírgenes, si lo que ella perdió lo gana
su descendencia, y la pérdida y corrupción de la si ha engendrado hijos y los ha educado en la cre-
raíz, se compensa con flores y frutos'. encia y al servicio de Dios Todopoderoso y los con-
duce a una vida excelente de perfección. Si no ha
Dirigiéndose a su pueblo en la fiesta de uno de los descuidado nada, se salvará, teniendo en cuenta el
trabajo que constantemente se esforzó en hacer por
mártires primitivos, Agustín pregunta: ellos \
¿Cuál es la esperanza de los buenos cristianos
que, unidos por un contrato matrimonial, soportan el Cuando en el siglo XII la teología medieval comienza a
yugo del matrimonio en castidad y concordia?... ¿Qué
esperanza existe para ellos, qué esperanza para to- llegar a su mayoría de edad, Roberto Pulleyn aconseja a
dos nosotros, si los que siguen a Cristo son sola- los seglares:
mente aquellos que han derramado su sangre por
El? ¿Va a perder sus hijos la Madre Iglesia, si cuanto Cualquiera que sea iu trabajo en la vida, ocúpate
más abundantemente se ve rodeada de ellos, tanto en él a tu propio modo por amor a Dios, para que
más seguros son los años de paz? ¿Debe orar ella adquieras legalmente los medios para vivir en la le-
por la persecución, pedir por la tentación, por temor galidad '.
a perderlos?...
Con seguridad comprendéis, amados míos, que ade-
más de la sangre derramada, además de las cadenas Raimundo Lulio, santo, famoso, uno de los teólogos más
y las prisiones, además de los flagelos y los garfios, vividos de la Edad Media Superior, retrata el Ideal del
existen muchas cosas en las cuales podemos seguir
a Cristo \ matrimonio del medievo en su cuento didáctico Blanquer-
na. El padre del héroe, al que se le incita a que ingrese
En otro discurso saca la conclusión práctica para aque- en un monasterio, responde:
llos que están casados.
Nunca abandonaré el estado que me ha dispuesto
La esposa de Lot, al volver la vista atrás, se quedó Dios. Ni tú debes, por tu honor, aconsejarme que
donde estaba. Teman todos, pues, mirar atrás, a ingrese en otro estado para el cual soy menos devoto
donde pudieran haber ido. Conservar el camino, se- que para el matrimonio en que estoy ahora. Pues
guir a Cristo, olvidar lo que habéis dejado atrás, pre- la falta de devoción hace que muchos hombres y
tender lo que existe adelante... Consideren los casa- muchas mujeres desprecien su estado y lo abando-
dos a los que no lo están superiores a ellos. Que nen 8.
admitan que son mejores, que amen en estos lo que
ellos mismos no tienen y en ellos que amen a Cristo 5.
" Haymo de Halberstadt, " I n I Tlm. 2 " , PL 117, 791. Cf. Hatto de
3 Vercelll, " I n I C o r . " , PL 134, 356; Harvey de Bourg-Dleu, " I n I T l m . " ,
" A d v . J o v . " , lib. I, núm. 27, PL 23, 260. 2, PL 181, 1419.
' Serm. 304, PL 38, 1396 y 1397.
5
" S e r m . 9 6 " , cap. 8, PL 38, 589. Cf. "De Nupt. et C o n c " , lib. I, ' " S e n t . " , lib. 7, cap. 27, PL 186, 942 y 943.
8
cap. 8, PL 44, 419. Libro I, cap. 4.

342 343
SUS PERSPECTIVAS UN CAMINO HACIA DIOS

Algunos años más tarde Juan Tauler aconseja al pue- hogar, funciones civiles y otras semejantes— con
blo de Estrasburgo que no imite a los seglares que buena intención y ordenarlas para lograr el fin exac-
to, como es la gloria que honra de Dios... Pues s¡
se apresuran a la iglesia por la mañana temprano, es así como se supone que el cristiano tiene que
como si Dios no se encontrara en sus hogares o en servir a Dios, tiene que vivir. Y si tiene que vivir, debe
las calles, en los deberes de su estado de vida. tener necesidades en la vida. Y si tiene que' tener
Tal apresuramiento por ir a la iglesia, abandonando éstas, debe cumplir sus deberes, esas actividades
los deberes del hogar, es un perjuicio que os hacéis sin las cuales no puede poseer o adquirir lo que
vosotros mismos, y en ello no encontraréis a Dios. necesita en la vida... Un sacerdote devoto merece
Por eso es por lo que algunos no encuentran paz la vida eterna leyendo su breviario y diciendo misa
del corazón y en realidad no encuentran a Dios, ya por caridad. Un granjero hace lo mismo labrando,
haciendo un buen trabajo, ya recitando una oración cosechando y trabajando en otras tareas, siempre que
a Dios o a un santo, apresurándose y en una avalan- lo haga por caridad para la gloria de Dios " .
cha de devociones, de tan poco provecho para ellos
la una como la otra *. Incluso la absorción mutua de un esposo y una esposa
es parte del proceso.
Avanzando el siglo, el arzobispo de París, Juan Gerson,
tan famoso como escritor y director espiritual que su nom- Los hombres se retiran mediante la vida del matri-
bre, como el de Tauler, se unirá con tanta frecuencia a monio de otros excesos de diferentes clases. Ellos
los trabajos de otros autores, explica: renunciaron a las trivialidades y vanalidades de otros
tiempos. Se hacen prudentes, juiciosos, maduros 12.
Como en un cuerpo verdadero, así también en el
Cuerpo Místico los diferentes miembros no tienen la En medio de los reveses de la Reforma y la Contrarre-
misma actividad. Ahora bien, puesto que la contem- forma, este aspecto de la vida de matrimonio comienza a
plación exige ocio y descanso de los intereses ex-
recibir mayor atención. Comentando la epístola de Timo-
ternos, y se encuentran muchos cuyo estado y debe-
res a los que están obligados, no pueden efectuarse teo, Cayetano observa:
sin gran cantidad de ruido en sus labores y gran
actividad del cuerpo o los sentidos, ¿qué queda sino Pablo no enseña que la salvación de una mujer
impedir que esas personas busquen el reposo de la depende de que engendre hijos, puesto que la que
contemplación? Un hombre no puede hacer nada es virgen se salvará más fácilmente que la mujer
felizmente cuando debe permanecer rodeado por el casada, sino que nos enseña que haciendo uso de la
ruido " . señal distintiva de su sexo, tiene medios de salvarse
por el mismo uso de su sexo " .
En el siglo XV, Dionisio el Cartujo les muestra lo que
deben hacer en su lugar: Fray Luis de Granada previene:

Veréis que algunas personas descuidan los deberes


Corresponde a las personas casadas hacer todas
sus tareas externas —negocios, oficios, labores del de su estado con el más leve pretexto, en detrimento

11
"Laúd. Vita Conj.", a. 30, "Obras", 38, 95.
»
10
"Serm. 6íh S. Trin.", Elliot, pág. 457. ls
"Ibid.", a. 2, "Obras 38, 60.
"De Myst. Theol.", tr. 2, pág. 142. 13
"In I Tim." 2, 15.

344 345
SUS PERSPECTIVAS UN CAMINO HACIA DIOS

de muchos y el escándalo de todos. Estas personas lia ha de vivir para orar continuamente; ésta ha de
no son ciertamente las que sólo buscan la gloria de orar para vivir como debe. Aquella place a Dios re-
Dios. Son los que buscan su propia satisfacción, una galándose con El; ésta le ha de servir trabajando en
notoriedad de alguna clase, una distracción de algún el gobierno de su casa por El " .
otro fin similar. Que llegue el momento del sacrificio
y su piedad se desvanecerá al punto. Es a estas per- Esta opinión de la vida de matrimonio todavía se hace
sonas a las que debemos atribuir el desprestigio en más patente en el siglo XVII 18 . San Francisco de Sales
que han caído la oración y la virtud " . basa todo su consejo a los matrimonios sobre el supues-
to de que su estado, como un don de Dios y una vocación
En La Perfecta Casada, Fray Luis de León muestra lo verdadera, es una señal del modo en que tienen que ser-
que esto debe significar para unos casados temerosos de virle a El.
Dios.
Te pregunto. Filetea: ¿Sería apropiado..., que los
Y que lo propio y particular que pide a cada uno hombres casados no desearan amontonar más bienes
es que responda a las obligaciones de su oficio... materiales que los capuchinos...? No, Filetea; la de-
Porque como en la guerra, el soldado que desampara voción no deteriora cualquier tipo de vocación o ac-
su puesto no cumple con su capitán, aunque en otras tividad. Por el contrario, los adorna y embellece..., y
cosas le sirva, y como en la comedia silban los mi- cada individuo se hace más apto para su vocación
radores del que es malo en la comedia que repre- si la une a su devoción. La devoción hace que la
senta, aunque en otras virtudes sean cuidadosos l s . administración del hogar sea más tranquila, el amor
del esposo y la esposa más sincero..., y cuando se
En las casadas hay otras que, como si sus casas opone en sí misma a la legítima vocación de alguno,
fuesen de sus vecinas, así se descuidan de ellas, y es indudablemente falsa 19.
toda su vida es el oratorio y el devocionario, y el
calentar el suelo de la iglesia tarde y mañana, y De esto deriva él una regla básica para los casados:
piérdese entre tanto la moza, y cobra malos siniestros
la hija, y la hacienda se hunde, y vuélvese demonio No desees ser lo que no eres. Desea ser bien lo
el marido '". que eres. Ocupo tus pensamientos en perfeccionarte
Y no digo, ni me pasa por el pensamiento, que el en eso y en llevar las cruces, grandes o pequeñas,
casado o alguno han de carecer de oración, sino que encontrarás en ello. Créeme, aquí está el gran
digo la diferencia que ha de haber entre las buenas adagio y el menos entendido en la vida espiritual:
religiosa y casada; porque en aquella el orar es todo cada uno muestra su amor según su gusto. ¿De qué
su oficio, en ésta ha de ser medio el orar para que sirve construir castillos en el aire? Tenemos que vivir
mejor cumpla su oficio. Aquella no quiso el marido en la tierra (1) 20.
y negó el mundo y despidióse de todos, para con- 17
versar siempre y desembarazadamente con Cristo; Página 8.
18
Cf. Lorenzo de Brindisi, 3 " Q u a d r . " , fer. 5, Dom. I, " O b r a s "
ésta ha de tratar con Cristo para alcanzar de El gracia 6, 160; De la Puente, " o b r a c i t a d a " , pág. 535; Lessius, "De Bono
y favor con que acierte a criar el hijo y gobernar Stat. Cast., cap. 6, " O p u s e " , págs. 886 y 887.
19
bien la casa y servir como es razón al marido. Aque- " I n t r o d . Vie D é v . " , pág. I, cap. 3, " O b r a s " I, 553 y 554.
30
" L e t t r e " 856, " O b r a s " 3, 714.
(1) En el original: "¿De qué sirve construir castillos en España?
14
" D é l ' o r a i s o n " , pág. 2, cap. 5, núm. 9, " O b r a s " 1 1 , 38. Tenemos que vivir en F r a n c i a " . " T o build castles in S p a i n " se tra-
13 duce al castellano por "construir castillos en el a i r e " . De ahí que
Página 5. se haya modificado la frase. ( N . del T.)
ls
Página 6.

347
346
SUS PERSPECTIVAS
UN CAMINO HACIA DIOS

No pienses que Dios Nuestro Señor está lejos de


ti cuando te encuentras entre el bullicio en el cual carente de valor para una cosa tal como el matrimonio.
su llamada te asegura que El estaría si te encontraras Un hombre debe elegir este estado porque lo considere
entre las delicias de la vida sosegada. No, mi que- una ayuda para servir a Dios 25.
rida hija, no es la quietud lo que aproxima a El a
nuestros corazones: es la fidelidad de nuestro amor. Esta es la opinión que se evidencia constantemente
No es el sentido que tenemos de su bondad, sino el desde ese tiempo hasta el presente 26 . Pío XII cree que
consentimiento que damos a su santa voluntad 21. la personalidad de una mujer está proyectada de tal modo
¡Dios mío!, querida hija. Qué santos y agradables que, por lo general, ella encuentra su mayor desarrollo
seríamos a Dios si realmente supiéramos cómo usar espiritual al ser madre 27. De vez en cuando él retorna a
las oportunidades para mortificarnos que nos propor- una idea: los casados no sólo pueden ser santos, sino
ciona nuestra llamada. Son indudablemente mayores
que entre los religiosos. Lo malo es que no las usa- que la misma vida matrimonial les proporcionará lo que
mos como debemos 22. precisan para alcanzar este ideal.
Debemos darnos cuenta que no existe ninguna vo-
cación que no tenga sus contratiempos..., y lo que La vida de la pareja cristiana tiene oculto su propio
es más, con excepción de los que están totalmente heroísmo, heroísmo que es extraordinario en situa-
resignados a la voluntad de Dios, a cada uno de ciones cruelmente trágicas que el mundo desconoce,
nosotros nos gustaría cambiar nuestro estado de vida heroísmo diario en la manifiesta sucesión de sacri-
al de otras personas... Los que están casados que- ficios que se renuevan cada hora 2 *.
rrían no estarlo, y los que no lo están les gustaría Debe nacer en vosotros, haciéndose siempre más
estarlo. fuerte, el resuelto deseo de ser santos, ser santos
como esposos y esposas, en la misma unión conyu-
¿De dónde viene la intranquilidad general de espí- gal, en la misma expresión de vuestro amor 2 '.
ritu sino de cierto desagrado que sentimos ante las
limitaciones y contrariedades del espíritu, que nos Esta convicción perenne de los cristianos desde los
hacen pensar que todos están mejor que nosotros
mismos...? No debemos desear sencillamente hacer tiempos de Pablo, periférica al principio, pero continua-
la voluntad de Dios; debemos hacerla de buen mente más clara y más influyente cuando se le indica la
grado 2 \ atención, revela cierto misterio. La mayoría de los seres
Dios sea glorificado y bendito por este cambio de humanos reciben la llamada para ser santos en parejas,
estado que has hecho por su amor, mi querida hija... para servir a Dios orando, trabajando, viviendo el uno para
Tú verás claramente que, si sometes totalmente tu
alma a la providencia de Nuestro Señor, avanzarás en el otro y para sus hijos. El mismo matrimonio, las riñas
esta vocación, hallarás gran consuelo en ella y al fi- diarias, las risas, las preocupaciones y el amor, están
nal llegarás a ser realmente santa 24. activados por la gracia.
25
En Italia, a finales de siglo, Segneri llega a la conclu- " I I Crist. I n s t r . " , pág. 3, r. 25, núm. 2, " O b r a s " 2, 843.
26
Cf. Cardenal Bona, "obra c i t a d a " , 24; Bourdaloue, "Pensées
sión de que las simples ventajas materiales son un motivo d i v e r s e s " , " O b r a s " 6, 295. Claudio de la Colomblére, Refl. Chrét.
págs. 175 a 177.
27
21 Alocución a las mujeres Italianas, 14/10/1956, AAS 48 (1956),
" L e t t r e " 1767, " O b r a s " 3, 642. pág. 782.
22
" L e t t r e " 1 6 / 7 / 1 6 0 8 , " O b r a s " 14, 53. 28
Alocución 13/8/1941, DR 3, 179.
23
" L e t t r e " 735, " O b r a s " 3, 601. 20
24 Alocución a las hermandades italianas, 21/8/1958, AAS 50 (1958)
" L e t t r e " 1774, " O b r a s " 3, 647.
pág. 534.

348 349
- CONCLUSIONES
STE estudio dio comienzo como un intento de dar con-
E testación a dos preguntas: ¿Exige el matrimonio un
cambio realmente básico en la vida de una persona con
Dios? ¿Qué relación existe entre su desarrollo espiritual
y el de su compañero en el matrimonio?
En realidad, todavía no se ha dado respuesta a las pre-
guntas, pero parece que han surgido ciertos hechos sobre
los cuales tendrá que construirse cualquier contestación.
Un esposo y una esposa no viven en un estado que
encuentre la desaprobación de Dios. Aunque durante mu-
chos siglos y en muchas tierras diferentes ha existido una
tendencia a avergonzarse por ser varón y hembra; y las
oscilaciones de la cultura occidental entre la pudibundez
y una "franqueza" compulsiva de los cien últimos años
sugiere que todavía está con nosotros esta característica
de la vida humana que fue proyectada por Dios. La persona
que es insensible a ciertos estímulos no es un ideal.
Cierto que ha existido un pecado original, pero el ins-
tinto sexual no es concupiscencia, y lo que la Iglesia pre-
dica es el pudor, no la vergüenza. Su misma insistencia
en la moderación solamente subraya uno de los hechos
básicos sobre la sexualidad humana. Es inexacto, ya lo
hagan los voluptuosos o los pudibundos, no ver en ella
más que cierta clase de placer. La actividad de los espo-
sos está proyectada por Dios para expresar una de las
más puras, más intensas, más nobles clases de amor. No
debe ser profanado por el egoísmo.

353
23
CONCLUSIONES
CONCLUSIONES

En la etapa presente de la historia de la salvación


No es sencillamente que Dios tolere el matrimonio. Ni
existe un mejor camino hacia Dios que el matrimonio. Y,
éste es el resultado del pecado original. El cristiano con-
sin embargo, lo que la Iglesia ha ensalzado no es la
tradice a la revelación en la que cree, si las palabras y
virginidad, sino la virginidad consagrada, renunciando a la
la conduela de cada día denotan que el matrimonio es
oportunidad de tener un compañero de la vida, para que
una concesión a la debilidad humana. El hecho de que
tiempo, inteligencia, la vida misma, pueden ponerse com-
los hombres y las mujeres se sientan tan atraídos a este
pletamente a disposición del Cristo Total: Nuestro Señor
estado, no lo hace menor moral. Concedidos los aspectos
y su Iglesia. Aquellos cuya vocación es el matrimonio se
ingobernables de esta atracción desde el pecado original,
supone que están en mejores circunstancias que lo fue-
la misma tendencia forma parte de la naturaleza formada
ron antes. Dios ha proyectado de tal modo a los seres
por Dios. El error perenne de los cataros es suponer que
humanos que, por regla general, alcanzan su pleno des-
si a alguien le gusta algo, este algo debe ser malo.
arrollo espiritual en parejas.
El trabajo y la preocupación hacen que la atención de La Palabra de Dios, descubierta ante los ojos de nues-
los casados se fije en el mundo que los rodea. Debe tra fe por maestros tan variados como Pablo, esposos y
emplearse mucho tiempo. Tantos encargos, planes y emer- esposas medievales y el Papa Juan XXIII, parece haber es-
gencias exigen atención. ¿Cómo procurarán algún tiempo tado presentando la siguiente imagen de los típicos espo-
para Dios? ¿Cómo pueden mantener su interés en El? sos católicos.

Pues aun cuando sus miradas se vuelven del mundo, Cuando Dios decidió que este hombre existiera, con
es para contemplarse mutuamente. Los instintos que, como ciertas fortalezas y ciertas debilidades, fue teniendo a esta
niños malcriados, exigen satisfacción aquí y ahora, pue- mujer en mente. Los propios rasgos distintivos de ella
den hacer que las cosas espirituales sean irreales o bas- fueron proyectados considerándole a él. La sabiduría di-
vina vio que disponer de dos personas tales como ellos
tante tediosas. Y esto es simplemente el reflejo de un
en cierto punto de la historia, sería bueno para ellos y
cambio más profundo. El empuje de la personalidad de
además para los otros.
un hombre es desviado por otra personalidad. Su orien-
tación total es hacia esa otra. Esta otra es ahora el gran Pues Dios nos ha amado tanto que El envió a su único
bien hacia el que tienen todas las cosas, y por la cual Hijo para que estuviera con nosotros, no sólo convirtién-
se mide todo. dose en hombre, sino fundando una extraña realidad nue-
va que llamamos la Iglesia, el Reino de Dios, el Cuerpo
Una visión romántica que ignore estos problemas de Místico de Cristo. Este Cuerpo Místico no hace que El o
ser marido y mujer, pronto dejará desilusionado a un ma- nosotros perdamos nuestra identidad; y, sin embargo, es
trimonio. Deben hacerles frente con franqueza, aunque al tan verdaderamente uno que, al igual que el alma es una
principio no vean ninguna solución. Es necio esperar e ir presencia que da vida a cada parte del cuerpo, así el
a la deriva El matrimonio va a afectar a sus ideales en Espíritu de Cristo anima a la Cabeza y a los miembros.
la vida. No habrá tiempo para ellos, ningún interés. Unidos El ama a esta Iglesia como una parte de sí mismo y El
deben buscar tiempo y mantener el interés.
355
354
CONCLUSIONES

mismo se interesa en su desarrollo y bienestar. Como


una efusión de amor para la Iglesia y para estos dos
católicos, El determina entregarles el don que es el ma-
trimonio.
Por su designio se encuentran. Tan ciertamente como
llama a otros a la virginidad —y quizá hubiese llamado a
uno o a ambos— El les ofrece cierta función en el Cuer-
po. Como el sacerdocio, su don fue el que nadie lo toma
para sí, solamente los que son convocados. ABREVIATURAS
Atendiendo su invitación se presentan ante el altar.
Ante su mandato, por su autoridad, en su nombre, cada AAS Acta apostolicae Sedis.
uno toma al otro para compartir la experiencia que es la ASS Acta Sancta Sedis.
vida humana. BRC Bullarii Romani Continuatio.
Esto no significa en absoluto que ahora puedan enca- CC Corpus Chrlstianorum, Serie Latina.
minarse al cielo con poco esfuerzo. Existen obstáculos CIC Codex Juris Canonici.
que ellos no pueden evitar, pero que ciertamente pueden DAL Dictionnaire d'archéologie chétienne et de li-
superar. El matrimonio no es una tentación puesta en su turgíe.
camino. Es un don de Dios, dado como todas sus gra- DB Denzinger, Bannwart, Enchiridion Symbolorum.
cias porque El desea darles más de sí mismo. DR Discorsi e Radiomessaggi di Pió XII, Milán, 1943.
Mansi Collectio Conciliorum.
Es una mejora del modo en que eran antes, una ayuda PG Migne, Patrología Graeca.
para ser todo cuanto desean. El les da un ideal y ha PL —, Patrología Latina.
puesto los medios para que lo logren en su misma vida N.B. Las siglas bíblicas son las de la BAC.
de unión.
¿Cuáles son estos medios? Esperamos tratar de este
asunto en un segundo volumen. Pero si hasta ahora ha
surgido alguna verdad, es ésta: un novio y una novia de-
TRADUCCIONES
ben contemplarse mutuamente con reverencia y con in-
tensa esperanza. Tienen mucho que esperar. Solo, uno de
ellos podría haber lamentado estos años en la tierra, pero Las citas del Antiguo y del Nuevo Testamento son de
Dios ha dispuesto que los pasen juntos. Entregándose aho- la versión de Desclée de Brouwer. Las traducciones de
ra el uno al otro como marido y mujer, pueden ser santos. otras fuentes son originales, a menos que se indique
de otro modo.

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