A nimales y A rte

Por René González (2018).

 L os A nimales y el A rte
I. Animalia

E n la taxonomía biológica actualizada los animales, o Animalia, o

Metazoos son un amplio grupo de seres vivos que se caracteri-
zan por ser:
Eucariotas: Con células con núcleo verdadero (animales, plantas y
hongos).
Heterótrofos: Que se alimentan de materia orgánica.
Pluricelulares.
Tisulares: Con tejidos diferenciados (excepto los Poríferos / Es-
ponjas).

Todos los seres vivos descendemos del llamado LUCA (por sus
siglas en inglés de Last Universal Common Ancestor) o Último
Antepasado Común Universal.

Y dice Karl Popper (En busca de un mundo mejor, Paidos 1996,

pág. 31) que esa «célula primordial aún está activa. Nosotros so-
mos la célula primordial. No es una imagen, ni una metáfora sino
por el contrario la verdad literal. […] La célula primordial surgió
hace millones de años [3,500 millones], y la célula primordial ha
sobrevivido en la forma de trillones de células. Y sigue viviendo
aún en cada una de todas las células actualmente vivas. Y todavía,
todo lo que ha existido siempre y todo lo que está hoy vivo es el
resultado de divisiones de la célula primordial. Por ello está com-
puesta la célula primordial, que aún está viva.».

Esta hipótesis del LUCA surgió con Charles Darwin, quien la

postula en El origen de las especies (1859), y acabó haciéndose
visible en los 60 cuando se descifró por primera vez el código ge-
nético y se vio que era universal para todas las formas de vida.

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Los descendientes de la célula primordial cubrieron la Tierra y
modificaron su atmósfera. El oxígeno es producto de la actividad
de la materia viva: plancton, algas y plantas. El fitoplancton mari-
no produce el 50% del oxígeno molecular de la Tierra. El día que
se acabe por la contaminación morirán los pulmones de nuestro
planeta y desapareceremos todos.

Los animales se caracterizan por:

• La capacidad de movimiento.
• No tener cloroplastos (los orgánulos celulares que realizan la fo-
tosíntesis). Excepto la Elypsia chlorotica, un molusco gasterópodo
que enrelación endisimbiótica subcelular con el alga de la que se
alimenta adquirió mediante transferencia horizontal los genes que
le permiten realizar fotosíntesis.
• No poseen pared celular.
• Tienen desarrollo embrionario.

Los animales son uno de los 5 reinos tradicionales:

• Animalia.
• Fungi.
• Plantae.
• Protista (algas, protozoos, mohos mucosos).
• Monera (bacterias y amibas).

Los animales y los hongos están estrechamente emparentados.

Como somos productos de una única célula, todos los seres vivos
compartimos genes en cierta proporción.

Los humanos compartimos un 20% de nuestros genes con las

plantas. La revista Nature publicó en diciembre del 2002 el geno-
ma del ratón y señaló que de los 30 mil genes que tiene comparte
al menos el 99% con el ser humano.

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También Nature publicó en septiembre del 2005 una serie de
artículos relacionados con el genoma del chimpancé, y señaló que
compartimos el 98.77 % de la información genética. En ese 1.23 %
de genoma diverso debe estar contenida la información que nos
hace distintos. Algunas de las diferencias notables corresponden
a sitios que determinan entre otras cosas, la actividad del lóbulo
frontal y la habilidad para el lenguaje hablado.

Los seres humanos compartimos el 99.9% de la secuencia del

ADN. La principal fuente de variabilidad en los genomas de dos
seres humanos procede de las variaciones en un sólo nucleótido,
conocidas como SNP (Single nucleotide polimorphisms).
 II. Animalística

L a representación artística de animales se denomina Arte Ani-

malista o Animalística.

La Animalistica es el tema más antiguo de la historia del arte. Se

puede decir que el arte humano nació con la representación de los
animales. Como lo muestran las representaciones del Arte Rupes-
tre y de diversos artefactos paleolíticos.

Las representaciones artísticas más antiguas han sido descu-

biertas en las cavernas de Nerja (de 42 mil años de antigüedad
hechas por neardenthales). En la de Altamira (la Capilla Sixtina del
arte rupestre, con imágenes de hace 17 mil años) en España. En
Francia, las de Chauvet (33 mil años, descubierta accidentalmente
en 1994. Werner Herzog hizo sobre ella en 2010 el documental La
cueva de los sueños olvidados) y Lascaux (17 mil años).

Los hombres antiguos representaron con una altísima capacidad

técnica y estética las imágenes de distintos tipos de animales:
bisontes, rinocerontes lanudos, megaloceros (alces gigantes extin-
tos), distintos tipos de bóvidos y renos (algunos extintos como el
uro), caballos, depredadores como leones, panteras, osos, búhos y
hienas.

Por sobre todas destaca Altamira. Con imágenes en color, de trazo

firme y decidido. El autor conocía a la perfección la anatomía de
los animales representados. No existen correcciones, y eso que
las figuras tienen grabado el contorno con buril sobre la piedra.

Las primeras civilizaciones urbanas de Mesopotamia, la India y el

Antiguo Egipto tienen frecuentes representaciones animalísticas.
Y se da el curioso fenómeno que las representaciones humanas

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seguían rígidas convenciones: frontalidad o perfilismo, hieratismo,
rigidez. En cambio las representaciones de animales tenían una
apreciable mayor libertad, incluso un destacado realismo, como
las escenas de caza de la escultura asiria.

Es realmente notable el respeto que la inmensa mayoría de las ci-

vilizaciones antiguas le tenía a los animales. No sólo eran la fuente
de su alimentación, vestido y riqueza, también eran respetados
como sus tótems, antepasados e incluso dioses.

En el Antiguo Egipto sus principales dioses y diosas tenían re-

presentaciones de animales o mezcla de animales con cuerpo de
humano:
Amon — carnero, Anubis – chacal, Apis – buey, Bastet – gata,
Hathor – vaca, Heket – rana, Horus – halcón, Jepri – escarabajo,
Nejbet – buitre, Sacmis – leona, Sobek – cocodrilo, Thot – ibis,
Tueris – hipopótamo, Uto – cobra.

Cernunno, el dios-venado de los celtas.

Los hindús tenían a Tarksia el caballo poeta, al pájaro divino

Garudá y a Ganesha el hijo de Siva y Parvati con cabeza de elefan-
te. Hanuman el dios mono, Hamsa el ganso celestial montura de
Brahma. Además, las cobras y las vacas son sagradas. En la India
también tiene el Jainismo, una religión no teísta que respeta abso-
lutamente a todos los seres vivos. Consumen de preferencia sólo
seres sin sentidos, sin sistema nervioso, si es posible de origen
vegetal.

En las civilizaciones mesoamericanas tenían varios animales

sagrados: el jaguar que era la personificación de Tezcatlipoca. El
colibrí estaba asociado a Huitzilopochtli. El quetzal y la serpiente
a Quetzalcoatl. México tiene una larga y continua relación entre
los animales y la cultura que llega hasta hoy, vbgr.: la ancestral
plástica wirrárika y los muy recientes alebrijes
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En la civilización occidental esto es diferente y la relación con los
animales es de superior a inferior.

En la Torá judía, el origen de la Biblia cristiana, el hombre fue con-

cebido a imagen y semejanza de Dios con el fin de dominar a los
animales y a la naturaleza.

Entre los griegos, Aristóteles definió al hombre como animal

racional y superior a los animales, considerados meros objetos de
alimentación y producción textil, creados para proveer de comida
y ropa a los seres humanos.

San Agustín y Santo Tomás negaron la capacidad de sufrimiento

de los animales, pero recomendaron no hacerles daño ni ser crue-
les con ellos para no contagiar a los hombres con la crueldad, no
porque los animales tuvieran importancia.

La filosofía occidental continuó con la corriente antropomórfica y

prosiguieron con esa actitud: Descartes con su Cogito ergo sum,
circunscrito a los humanos, les negó a los animales la capacidad
de raciocinio y por lo tanto de dolor y la importancia de su muerte.
Kant señaló que sólo los seres racionales podían ser un fin en sí
mismos y que los animales eran un mero medio exentos de auto-
nomía. Heidegger con su Dasein no los dejó existir.

Sólo algunos filósofos cuestionaron el privilegio y la superioridad

de los seres humanos: Montaigne, Hume y Schopenhauer los pri-
meros, y luego Federico Nietzsche y Georges Bataille.

Fue hasta el siglo XX que se empezó a defender que los ani-

males pudieran tener consideraciones y poseer sus propios
derechos.

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Sobre todo por los filósofos Emmanuel Levinas, Gilles Deleuze,
Felix Guattari, Jacques Derrida, Luc Ferry y Luce Irigaray, que
empezaron a cuestionar e incluso a negar el paradigma tradicio-
nal del predominio del hombre sobre la naturaleza y los animales,
y se comenzó a analizar si la creencia en esa preeminencia es
positiva y es segura para la continuación del planeta.

Como ya se señaló, los animales y el arte estuvieron ligados desde

los inicios de la historia de la humanidad.

Homero después de cantar el coraje en la Iliada y la astucia en

la Odisea, escribió Las Ranas. La animalística ha permeado a la
literatura desde sus inicios hasta nuestros días: Las Fábulas de
Esopo, El asno de oro de Apuleyo, el Calila e Dimna, El coloquio de
los perros de Cervantes, Moby Dick de Herman Melville, El libro
de la selva de Rudyard Kipling, El sabueso de los Baskerville de
Arthur Conan Doyle, Colmillo Blanco y El llamado de la selva de
Jack London, Flush de Virginia Woolf, El Oso de William Faulkner,
Platero y yo de Juan Ramón Jiménez, Corazón de perro de Mi-
jaíl Bulgákov, Rebelión en la granja de George Orwell, Viajes con
Charley de John Steinbeck, Cecil de Manuel Mujica Láinez, Equus
de Peter Shaffer, Sirio de Olaf Stapledon, Juan Salvador Gaviota
de Richard Bach, Cujo de Stephen King, Gato encerrado de William
Burroughs, Tombuctú de Paul Auster.

Y en la historia de las artes plásticas es notorio que las civiliza-

ciones griega y romana tuvieron al antropomorfismo como base,
pero también contaron con representaciones de animales, como
los caballos de Fidias en el Partenón o la famosa vaca de bronce
de Mirón en el Ágora de Atenas. O el león de El Pireo (que se en-
cuentra actualmente en el Arsenal de Venecia) y el león del palacio
Barberini. Igualmente los caballos del hipódromo de Constantino-
pla conservados en la catedral de San Marcos en Venecia.

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En la Europa del siglo XV son de notar las representaciones de
animales de Paolo Uccello y de El Bosco.

En pleno Renacimiento destacan como grandes pintores de ani-

males Leonardo da Vinci (Códice sobre el vuelo de los pájaros –
1505, Estudio de 27 gatos y un dragón – 1508, la Dama del armi-
ño – 1490), y Alberto Durero con numerosos dibujos, acuarelas y
grabados de diversos animales entre los que destaca el famoso
Rinoceronte (1515).

Destacados pintores que representaron animales fueron:

~ Francisco de Goya y Lucientes (1746 – 1828): Entre otros El
Perro y los Toros de Burdeos.
~ Théodore Géricault (1791 – 1824): Derbi de Epsom (1821).
~ Eugène Delacroix (1798 – 1863): La caza de leones y La caza del
tigre (1854).

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~ Edgar Degas (1834 – 1917): Carreras de caballos (1862, 1874,
1879).
~ Franz Marc (1880 -1916) del grupo expresionista alemán Der
Blaue Reiter (El Jinete Azul).
~Varias mujeres del movimiento surrealista como Remedios Varo,
Leonora Carrington y Frida Kahlo (quien siempre negó su perte-
nencia la grupo).

A partir de la segunda mitad del siglo XX toma preeminencia una

más de las múltiples revoluciones que han sucedido en la larga
historia del arte. La estética basada en el objeto de arte pasó al
paradigma de la estética basada en el significado de la obra de
arte. El Arte en Estado Gaseoso se llama un libro sobre el tema
del teórico francés de arte, Yves Michaud. La revolución del Arte
Experimental sacudió las estructuras de lo que hasta entonces se
había considerado como arte.

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Pues los performances y happenings y diversos artefactos del
arte experimental y conceptual también incluyeron a los animales
con diversa fortuna.

~ Janis Kounellis expuso en la galería L’Attico (Roma – 1969) a

doce caballos vivos.
~ Joseph Beuys realizó uno de los performances más famosos I
like America and America likes Me, encerrándose con un coyote
tres días en la Galería René Block (Nueva York – 1974).
~ Incluyendo verdaderas bestialidades como Habacuc en Eres lo
que lees que dejó morir de hambre a una perra enferma atada a
la pared de una galería.
~Destacan sobremanera las escandalosas obras del inglés Da-
mien Hirst (1965) con La imposibilidad física de la muerte en la
mente de un ser viviente (1991), un tiburón en un tanque transpa-
rente de formol. O Madre e hijo divididos (1993), la mitad de una
vaca y un ternero en sendos tanques transparentes de formol.

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La evolución del ecologismo y de las nuevas tendencias de pro-
tección a los animales se han reflejado en las obras de muchos
artistas experimentales contemporáneos:
Karen Knorr, Robert Macinnis, Bharti Kher, Oleg Kulik, Davin Wat-
ne, Maurizio Cattelan, Kim Nam Pyo, Marcus Coates, Olly&Suzi,
Mark Dion, Joan Fontcuberta y Pere Formiguera, Eduardo Kac,
Marta de Menezes.

Estos artistas y muchos más son expresión de la vigente y ances-

tral necesidad de la representación de los animales. La árida vida
urbana que separó a un alto porcentaje de la humanidad de la
convivencia directa con animales, a no ser a través de mascotas
o de visitas a los zoológicos, hace patente como nunca la impor-
tancia de los animales como símbolo de la naturaleza y de la vida
misma. En un mundo inmerso en la tecnología, en la cibernética,
en la vida virtual, es de vital importancia la redefinición del con-
cepto de la indivisible relación humanidad-animalidad.

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 III. El Arte para los animales

C omo uno de los productos del progresivo crecimiento de la

conciencia ecológica y la toma de conciencia de la trascenden-
tal importancia de los animales en el ciclo integral de la vida en
la Tierra, en los años setenta algunos artistas empezaron a crear
exposiciones dirigidas a los animales.

• Gino de Dominicis en 1975 en una de sus reflexiones a propósito

de la inmortalidad realizó una exposición restringida a animales
en la Galería de Lucrecia de Domizio en Pescara. Los espectado-
res permanecieron afuera interrogándose, en un ejercicio de hu-
mildad se supone, de lo que percibieron el buey, el asno, la cabra,
la gallina, el pavo y el pollo que sí habían ingresado.

• Richard Hamilton y Dieter Roth, retomando parcialmente un pro-

yecto de Marcel Broodthaers, realizaron en la Galería Cadaqués
(Cadaqués, 1977) una exposición para perros, con los cuadros a la
altura y con temas apreciados por los cánes.

En los años ochenta y noventa se dejaron atrás estas exposiciones

más bien humorísticas y extravagantes para realizar propuestas
más detalladas y dirigidas a animales reales y específicos. Inicia-
tivas realistas condensadas en obras individuales, performances
y experimentos de y sobre los animales que empezaron a ser más
comunes con el cambio de siglo y de milenio.

~ Las ecoartistas Betty Beaumont y Lynne Hull.

~ Bill Burns y su Safety Gear for Small Animals.
~ Elizabeth Demaray y Amy Youngs con sus casas-concha artifi-
ciales para los cangrejos ermitaños.

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~ Paul Perry, Michael Blazy, Ulf Rollof y Brandon Ballengée, y sus
procedimientos con información científica que utilizaban olores,
feromonas, alimentos, colores y luces específicas.
~ William Wegman documentó su relación de muchos años
con sus perros en vídeos, libros y películas que se convirtieron
co-creaciones cooperativas de la relación perro/humano.
~ Rachel Mayeri y su película Primate Cinema: Apes as Family
(2011), hecha para ser vista por chimpancés y con monitores
multi-pantalla incluidos donde los humanos presenciaban en vivo
las reacciones que la película producía en los chimpancés espec-
tadores.

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 IV. Arte de los animales

¿L os animales son capaces de apreciar el Arte? Mejor aún

¿Los animales son capaces de hacer Arte? Y más allá ¿los
animales pueden llegar a poseer cultura?

Johan Huizinga dice en Homo ludens (1938) que el juego es la

base de la cultura humana entera, que no se debería llamar Homo
sapiens – Hombre que piensa, sino Homo ludens – Hombre que
juega. Pues bien, los mamíferos superiores y muchas aves juegan.

Un elemento esencial en la cultura humana es el uso del lenguaje.

Sobre si los animales tienen capacidad de comunicación con algo
parecido al lenguaje, el etólogo austriaco y premio nobel, Konrad
Lorenz, dice que sí.

En su libro Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros,

conocido también como: El anillo del rey Salomón (1949), sostuvo
que la ciencia y la observación ofrecen poderes similares a los del
anillo de Salomón sin recurrir a la magia. Describe ejemplos de
seres humanos hablando animal con cacatúas, grajillos y patos,
como animales como loros y córvidos hablando humano, o simios
haciéndolo a través de gestos. Lorenz utilizó directamente las pa-
labras artístico y creativo para describir las piruetas de los vuelos
de los córvidos.

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Las investigaciones e intuiciones de Konrad Lorenz después
fueron confirmadas por primatólogas tan reputadas como Jane
Godall y Barbara Smuts.

En 1969 Allen y Beatrice Garner publicaron en Science su infor-

me sobre los avances en la enseñanza del lenguaje de signos al
chimpancé Washoe.

También fueron famosos los experimentos de la enseñanza de

lenguaje de signos a los gorilas Koko y Michael por la Dra. Fran-
cine Patterson en la Universidad de Stanford. Este suceso fue la
base de Congo, la novela (1980) y la película (1995) de Michael
Crichton.

Roger Payne grabó los saludos de los cetáceos en 1971 que fueron
distribuidos en 1979 por National Geographic como las Canciones
de la ballena jorobada. La grabación fue incluida en los testimonios
llevados al espacio exterior por la nave espacial Voyager.

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Desmond Morris, el conocido zoologo y etólogo, documentó sus
estudios con Congo, el chimpancé que pintaba, en su libro La bio-
logía del arte: un estudio de la conducta en la ejecución de pintura
de los grandes monos y su relación con el arte humano (Siglo XXI,
1971).

David Gucwa y James Ehman condujeron en 1985 una investiga-

ción sobre las habilidades artísticas de Siri, la elefante asiática del
zoológico de Syracuse, Nueva York.

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En 1986 Jared Diamond, biólogo y fisiólogo evolucionista, publi-
có en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados
Unidos un famoso artículo: Arte Animal: Variaciones en el estilo
de decoración entre los machos pergoleros Amblyornis inorna-
tus. Trabajo que describe la investigación de muchos años sobre
ciertas poblaciones de la especie Amblyornis inornatus, pájaro
pergolero o capulinero y las costumbres de los machos de reali-
zar construcciones muy elaboradas y decoradas para atraer a las
hembras. Decir elaboradas y decoradas no es una hipérbole. Con
variaciones que no obedecían a la herencia genética sino a distin-
tas tradiciones parcialmente aprendidas por los pájaros, tanto de
los machos para construirlas como de las hembras para preferir-
las. La construcción de la pérgola culmina con un baile final para
beneplácito de las hembras quienes seleccionan a los más hábiles
y destacados.

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En 1987 el artista francés Lucien Tessarolo y la chimpance Kunda
pintaron juntos. Tessarolo admitía las correcciones de Kunda, que
en ocasiones borraba las aportaciones humanas, y en otras las
completaba con sus propios trazos.

Otros casos de ese tipo de colaboraciones fueron las de Komar y

Melamid, Hubert Duprat y Aganetha Dyck.

En 1999 apareció en Nature el artículo Cultures in chimpanzees,

realizado por un grupo de expertos que concluyeron en que era
apropiado hablar de culturas en los chimpancés en un sentido an-
tropológico, entendiéndose el término cultura como el conjunto de
costumbres y comportamientos adquiridos que distinguen a unas
poblaciones de otras, y que se transmite de generación en genera-
ción por un medio distinto de los genes. Y que las diferencias con
los humanos serían de tipo cuantitativo y no cualitativo.

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En el mismo número de Nature apareció otro artículo titulado La
primatología cultural alcanza su mayoría de edad, del renombra-
do primatólogo Frans de Waal.

Destacados fueron los experimentos de comunicación con aves

como las hechas en 2009 por Irene Pepperberg con Álex (un loro
gris africano).

El filósofo y músico David Rothenberg en el 2006 tocaba con su

clarinete con aves canoras, y según su experiencia establecía un
diálogo artístico e intuitivo con ellas y se creaba algo distinto que
la suma de las partes.

Aparte de Desmond Morris, diversos etólogos y zoólogos como

Bernhard Rensch y Thierry Lenain (Monkey Painting, 1997), llama-
dos los biólogos del arte, realizaron diversas investigaciones sobre
las prácticas de garabateo mostrados por primates y elefantes en
diversos zoológicos del mundo.

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La coincidencia con el expresionismo abstracto provocó que las
obras de primates y elefantes se vieran comparadas con las obras
de artistas humanos, convirtiéndose en una noticia de difusión
mundial. Esto provocó un doble fenómeno. Los detractores de pin-
tores expresionistas y tachistas lo utilizaron para atacarlos a ellos
y a su técnica, considerada tan básica que podía ser dominada por
simples monos. En cambio los teóricos y defensores y los propios
artistas vieron en el colorido de los trazos de los primates una
confirmación de la dirección correcta de sus esfuerzos por libe-
rarse de la pesada tradición pictórica anterior y volver al origen,
al gesto directo y espontáneo de la expresión artística cargada de
emoción.

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Los animales no humanos y los humanos compartimos algo más
que los genes del Primer antepasado común universal, o LUCA,
compartimos un destino común en la Tierra, formamos parte del
ente vivo que es la Tierra, al que Lovelock le puso Gaia, a sugeren-
cia del nobel de literatura, William Golding.

James Lovelock es el fundador del nuevo campo del conocimiento

llamado Ciencias de la Tierra, y autor de la Hipótesis Gaia. Con-
sidera a la Tierra como un ser viviente coherente con un sistema
autorregulado en sus condiciones esenciales de temperatura,
composición química y salinidad de sus oceanos, que tiende al
equilibrio.

La toma de conciencia que ha significado el avance de la ecología

y de las ciencias biológicas debe ser un llamado de atención a
tiempo contra la soberbia del ser humano, que durante milenios
se ha considerado el centro del universo, y del que sólo es —mu-
cho menos que— un modesto engranaje, apenas una mota de
polvo perdida en medio de la nada, pero que puede acabar con la
vida en la Tierra.

El nuevo conocimiento del genoma universal, el de la unidad

esencial de los seres vivos, el de la cercanía emocional y cognitiva
que compartimos con los animales, y de la amplitud de sus capa-
cidades sensoriales y sensitivas, nos deben impulsar a intentar
adoptar perspectivas diferentes sobre la concepción de nosotros
mismos y de nuestro verdadero lugar en la Tierra y el Universo

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

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 V. Animalia y animalística mexicana

B iológicamente, México es un país megadiverso, con el 10% de la biodiversidad mundial. En cuanto a

reptiles ocupa el 1° lugar en el mundo con más de 700 especies catalogadas. Están clasificadas 300
especies de anfibios (4° país en el mundo) y 450 mamíferos (2° en el mundo). En nuestros 2 golfos se
encuentran el 82% de los mamíferos marinos de todo el orbe y el 35% de las especies de ballenas.
Estas circunstancias tan especiales han influido sobremanera en la cultura mexicana. Un crisol en el
que se mezclan las civilizaciones de los pueblos originarios y la herencia hispana, además de las apor-
taciones africanas, orientales y de las distintas emigraciones que ha recibido nuestro país.
El águila y la serpiente de nuestro escudo nacional es una muestra sincrética de la histórica relación con
los animales. Que viene desde la llamada cultura madre: los Olmecas y su Hombre-jaguar. Sigue con la
Coatlicue y Quetzalcoatl de los nahoas. Y pervive en la cultura popular con leyendas como los nahuales,
mitad hombre mitad animal. Nuestro cultura viva sigue riendiendo culto al animal ancestral hasta el día
de hoy, con muestras como las imágenes de los Wixarikas, la Danza del Venado, los Alebrijes y distintas
artesanías. Y algunos de nuestros más distinguidos artistas, como Posada, Rufino Tamayo y Francisco
Toledo, los han plasmado con maestría.

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Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto ani-
mal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.
• Federico Nietzsche

Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro.

• Franz Kafka

Se dice que el elefante indio llora a veces.

• Charles Darwin

A los animales que hemos vuelto nuestros esclavos, no nos gusta considerarlos nuestros iguales.
• Charles Darwin

No existe diferencia fundamental entre la mente del hombre y la de los animales importantes.
• Charles Darwin

Una de las glorias de la civilización sería el haber mejorado la suerte de los animales.
• Téophile Gautier

El perro sabe, pero no sabe que sabe.

• Pierre Teilhard de Chardin

El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.

• Arthur Schopenhauer

La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter; de tal manera que se puede afirmar, de seguro, que
quien es cruel con los animales no puede ser buena persona.
• Arthur Schopenhauer

El hombre no debe compasión a los animales, sino justicia.

• Arthur Schopenhauer

La suposición de que los animales no tienen derechos y la ilusión de que nuestra manera de tratarlos no tiene significancia moral es un

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verdadero ejemplo de la crueldad y barbarie occidental. La compasión universal es la única garantía de moralidad.
• Arthur Schopenhauer

Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
• Mahatma Gandhi

En el amor desinteresado de un animal, en el sacrificio de sí mismo, hay algo que llega directamente al corazón del que con frecuencia ha
tenido ocasión de comprobar la amistad mezquina y la frágil fidelidad del Hombre natural.
• Edgar Allan Poe

Auschwitz empieza dondequiera que alguien mira un matadero y piensa: son sólo animales.
• Theodor Adorno

En su comportamiento para con los animales, todos los hombres son nazis. La vanidad con la que el hombre hace su voluntad con los ani-
males, es vivo ejemplo de las teorías racistas más radicales: El principio de que tener el poder, es tener la razón.
• Isaac Bashevis Singer

Si la abeja desapareciera de las superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni
hierba, ni animales, ni hombres.
• Albert Einstein

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

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Madrid.
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Europa y el concepto de estética” (2010).
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Zabala Adrada Cristina:

— El animal en el arte contemporáneo. Análisis de la iconografía animal en el arte de finales del siglo XX y de principios del siglo XXI,
(2011). https://cristinazabalaadrada.files.wordpress.com

Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Animalia
https://es.wikipedia.org/wiki/Animalística

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