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¿HOMO SAPIENS?...

Pedro Eizaguirre Massé

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Entra un conferenciante elegantemente vestido (pantalón de frac, chaleco,
corbata...) y con una bata blanca de científico. Lleva gafas.

Buenos días damas y caballeros.


Bienvenidos y bienvenidas a esta charla sobre el medio ambiente.
Y sin más vamos a comenzar.
Y vamos a empezar por el principio.
Damas y caballeros ¿qué es el medio ambiente?

PROYECCIÓN: Definición de medio ambiente (Medio ambiente: conjunto de


circunstancias físicas, culturales, económicas, sociales, etc., que rodean a las
personas)

Pues según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el


medio ambiente es el conjunto de circunstancias físicas que rodean a los seres
vivos. Y por extensión, el conjunto de circunstancias físicas, culturales,
económicas, sociales, etc., que rodean a las personas.
Es decir, que podemos afirmar que el medio ambiente es todo aquello que
existe y todo aquello que sucede allí donde estemos las personas.
Ahondando en esta idea de totalidad, hay quien dice que el concepto de
medio ambiente es similar a la idea de Dios; está en todas partes.
De hecho, antes de que aparecieran las grandes religiones patriarcales, los
seres humanos adorábamos a una Gran Diosa; la Diosa Madre, que era la
representación de la Madre Tierra. O mejor dicho, la representación de la
Madre Naturaleza, que incluye no solo a nuestro planeta, sino también el
Hueco-Madre del Cielo, el Universo, el Gran Misterio...
Esta asociación entre espiritualidad y medio ambiente, ha llegado hasta
nuestros días como parte del bagaje cultural de las culturas indígenas en todo
el mundo. Y esta es una de las razones que explican el buen grado de
conservación, en general, de los territorios gestionados por las culturas
indígenas.

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Pero esta relación entre espiritualidad y medio ambiente no es un patrimonio
exclusivo de las culturas indígenas.

PROYECCIÓN: Imagen de Robert Graves.

Damas y caballeros les presento a Robert Graves.


Maestro le presento al público.
Robert graves es uno de los más grandes poetas del siglo veinte. El se
definía a si mismo como poeta, pero para ganarse la vida, escribía novelas
históricas. Tal vez alguien recuerde la novela “Yo Claudio” sobre el emperador
romano. Hace años se hizo una serie de televisión basada en esta novela, que
fue muy popular en todo el mundo. La escribió este señor. Entre otras muchas
cosas también escribió una gramática histórica del mito poético que tituló LA
DIOSA BLANCA. En este tratado Graves prueba la existencia de una antigua fe
religiosa en la Diosa Madre, y plantea que el sentido profundo de la auténtica
poesía no es otro que la invocación de esta Diosa de múltiples nombres.
Sirva como muestra de su trabajo, la invocación que voy a realizar de la
también llamada Triple Diosa Musa.

(Se quita las gafas y coge una corona de yedra y un báculo de madera)

“Todos los santos la denigran, y todos los hombres cuerdos


gobernados por la regla de oro del Dios Apolo,
en menosprecio de la cual nos hicimos a la vela para encontrarla
en regiones distantes donde más probablemente se halle,
a quien por encima de todas las cosas deseábamos conocer:
hermana del espejismo y del eco.
Fue una virtud no quedarse,
seguir nuestro obstinado y heroico camino
buscándola en la cima del volcán,
entre hielo apretado o allí donde la pista se había borrado
más allá de la caverna de los siete durmientes:
cuya ancha y alta frente era tan blanca como la de cualquier leproso,
cuyos ojos eran azules, con labios como bayas de fresno,

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y el cabello de miel ondulante cubriendo sus caderas blancas.
Una verde savia primaveral agitándose en el bosque joven
se prepara a celebrar a la Madre Montaña,
cada pájaro cantor trinará un rato para ella;
pero a nosotros se nos ha dado, aún en noviembre,
la estación más cruel, tal agudo sentido
de su magnificencia desnuda
que olvidamos la crueldad y la traición pasadas,
sin importarnos donde puede caer el próximo rayo.”

(Deja el báculo y la corona de yedra y se vuelve a poner las gafas)

Bien, pero volvamos a nuestra prosaica realidad.

PROYECCIÓN: Definición de medio ambiente (Medio ambiente: conjunto de


circunstancias físicas, culturales, económicas, sociales, etc., que rodean a las
personas)

Damas y caballeros, ¿qué opinan las personas al respecto del medio


ambiente?
Pues lo cierto es que las personas opinamos muchas y muy variadas cosas
al respecto del medio ambiente.
Es interesante constatar, al realizar encuestas, que la gran mayoría de la
gente piensa que las personas formamos parte del medio ambiente; “por
supuesto”, afirman gran parte de las personas consultadas; “faltaría más”,
insisten algunas de ellas.
Pero es curioso comprobar como al mismo tiempo, esa misma gran mayoría
de la gente piensa que las personas no somos conscientes de formar parte del
medio ambiente; “para nada”, dicen muchas de ellas.
Es decir, que la mayoría de las personas sabemos que somos parte del
medio ambiente, pero no vivimos este hecho de una forma consciente. Es más,
la mayoría de nosotros vivimos como si no formáramos parte del medio
ambiente, como si fuéramos meros espectadores de algo sobre lo que por otra

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parte y de forma paradójica actuamos constantemente, y además, y por
desgracia, a menudo para perjudicarlo...
O sea que pensamos una cosa, cuando nos paramos a pensar en ello, y
sentimos y actuamos como si pensáramos otra. Es decir; tenemos una doble
personalidad, una personalidad esquizoide. Y además autodestructiva.
O dicho de otra forma: damas y caballeros, estamos turulatos perdidos.
Pero nos llamamos Homo sapiens…
Aunque estamos turulatos perdidos…
¿Y esto por qué es así?, ¿por qué estamos tan trastornados?, ¿por qué
hemos perdido la consciencia de formar parte del medio ambiente?, ¿por qué
hemos perdido nuestra conexión con la naturaleza?
Pues, entre otras razones, porque hemos olvidado que el ser humano es un
animal.

PROYECCIÓN: Imagen de la línea evolutiva: primates-homínidos-Homo


sapiens.

Sí damas y caballeros, el ser humano es un animal. Y por cierto, algunos más


que otros...
Y es que se nos ha subido tanto “el pavo” y hemos llegado a considerarnos
tan por encima de los demás seres vivos con los que compartimos este
planeta, que hemos llegado a considerarnos al margen del resto de los seres
vivos y como conclusión al margen de la naturaleza.
Damas y caballeros, hemos perdido la conexión con nuestros orígenes.
Hemos olvidado quienes somos...
Pero lo cierto es que somos lo que somos.
¿Y qué es lo que somos?

(Coge una máscara y se quita las gafas)

Esta máscara y “la magia del teatro” nos van a ayudar a recordarlo.
Veamos...

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(Mira la máscara, se la pone y se transforma en un ser primitivo, una
especie de “eslabón perdido” entre los pre-homínidos y los homínidos...
Desde ahí se relaciona con el público, a partir de los cinco sentidos y los
sentimientos. Improvisación...)
(Se quita la máscara vuelve a ponerse las gafas y vuelve a la normalidad)

Sí damas y caballeros, los seres humanos también somos animales, también


somos parte de la naturaleza...
Pero estamos trastornados. Sufrimos una alucinación colectiva, amigos y
amigas, tenemos una sensación falsa y distorsionada de nuestra propia
existencia como seres vivos.
Para empezar, la mayoría de nosotros tenemos la percepción de vivir dentro
de un cuerpo que nos contiene y que nos limita, y con el que debemos
enfrentarnos a un mundo exterior lleno de seres y de cosas que debemos
conquistar.

PROYECCIÓN: Imagen de nuestro planeta.

Un mundo al que decimos que “venimos”...


Pero lo cierto es que nosotros no venimos a este mundo; más bien le
salimos, le crecemos como las hojas a un árbol, como los champiñones a una
pradera.
El mundo no es algo exterior a nosotros. El mundo, con todos los seres y las
cosas que lo conforman y definen, es algo de lo que formamos parte.
Y nuestro cuerpo no nos contiene. Nuestro cuerpo, con todas sus
capacidades, es nosotros mismos.
No, no somos una especie de duendecillos que viven dentro de nuestros
cuerpos, manejándolos desde un centro de control instalado en la cabeza.
Damas y caballeros, debemos enfrentarnos a esta visión dualista-esquizoide
de nosotros mismos, que nos impide progresar como individuos y que nos
confronta con una naturaleza a la que nos empeñamos en conquistar.
¿Conquistar la naturaleza?
Pero si nosotros somos parte de la naturaleza...

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¿No sería más razonable, y sobre todo más saludable, olvidarnos de su
conquista y centrarnos en cuidarla y habitarla en armonía?
Conquistar la naturaleza... Pero si hasta nos planteamos “la conquista del
espacio”... Y nos creemos que hemos conquistado la luna... Conquistar la
naturaleza...
Es una idea absurda, damas y caballeros.
Veamos, veamos cuan absurda puede llegar a ser esta idea.

(Se quita las gafas y se pone una nariz roja de Clown y unas gafas y un
gorrito a juego. Coge un teléfono, lo descuelga, marca y se pone a hablar)

Hola, buenos días, ¿es la naturaleza, o sea, el medio ambiente?


¿Sí? Mire, le llamo para decirle que de un momento a otro voy a salir a
conquistarla, o sea, a conquistarle.
Sí, conquistarla, o sea, conquistarle. Es que me he enterado hace un rato que
eso es lo que tenemos que hacer los seres humanos, conquistar la naturaleza,
dominar al medio ambiente, y claro, como yo soy un ser humano, pues eso...
Por cierto, ¿es usted la naturaleza o el medio ambiente? ¿Lo mismo da?
Pues vale.
Bueno, pues el caso es que le llamo para avisarle que le voy a conquistar y
para pedirle que se rinda, así nos evitamos líos.
¿Qué no puede ser? Ya...
Bueno, pues nada, entonces voy para allá y la conquisto.
Por cierto, ¿a qué hora le viene bien que vaya? ¿Le da igual? Pues entonces
al mediodía, así no tengo que madrugar y de paso abro el apetito antes de
comer.
Y otra cosa, ¿esto de conquistarla nos va a llevar mucho tiempo? Que no
sabe, ya... Es que yo como más bien tarde, pero si se me pasa la hora me
desmayo y pierdo el apetito.
Ya, que no sabe. Bueno, pues voy para allá y lo vemos.
Por cierto, ¿y donde está?, ¿está muy lejos? Es que verá, yo voy andando o
en bici. A no ser que haya cerca una parada de autobús. O de tren. ¿Hay?
¿Cómo que está en todas partes?
¡¿Es usted Dios?! ¡¿Estoy hablando con Dios?! ¡Que fuerte!...

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¿No? Entonces ya me dirá ¿Que es eso de que está en todas partes? ¿Se
está burlando de mí?
¿Cómo que sería como burlarse de sí mismo?
¿Qué usted es yo mismo?
Ah, que yo soy parte de usted.
No, que usted es yo.
¿Qué yo soy usted? ¿Seguro?
Vaya, que sorpresa. ¿O sea que estoy hablando solo, o sea conmigo mismo?
¿Sí? Pues habérmelo dicho antes.
Ya, que podía habérmelo dicho yo mismo. Sí, claro tiene usted razón...
Pero ahora que lo pienso, vamos a ver una cosa. Si yo soy yo mismo y estoy
hablando conmigo mismo, ¿cómo me voy a conquistar a mi mismo?
Desde luego...
¿A quien se le habrá ocurrido esta tontería?

(Cuelga el teléfono, se quita la nariz roja y las gafas y el gorrito a juego.


Vuelve a ponerse las gafas del conferenciante)

Damas y caballeros, la realidad es una elaboración cultural.

PROYECCIÓN: Imagen de aborigen australiano.

¿Sabían ustedes que para los aborígenes australianos el mundo de los


sueños es más real que el mundo de la vigilia?
Sí damas y caballeros, la realidad medioambiental es una elaboración
cultural.
Todos nosotros somos miembros de esta sociedad urbano-consumista que
hemos construido. Cuando pensamos en el medio ambiente, es muy difícil que
estemos pensando en el mismo medio ambiente en el que pensaría un
miembro de alguna de las culturas indígenas que continúan viviendo en este
planeta.
Culturas indígenas cuyo pensamiento sobre el medio ambiente queda muy
bien reflejado en las palabras del mítico Jefe Seattle...

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PROYECCIÓN: Imagen de jefe Seattle.

Que a mediados del siglo XIX dijo lo siguiente:


“Sabemos esto: la tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la
tierra. Sabemos esto: Somos hijos de la tierra, lo que le suceda a la tierra les
sucederá a los hijos de la tierra”.

PROYECCIÓN: Imagen de indígena americano integrado en paisaje de la


naturaleza.

En la realidad medioambiental que elaboran las culturas indígenas, los seres


humanos, los demás animales y las plantas, las piedras y las montañas, las
corrientes de agua y el viento sobre el lago, el vuelo de las nubes y el cielo
estrellado, todo es parte de la misma historia, todo está hecho de la misma
sustancia que conforma a la Madre Naturaleza, todo tiene su parte espiritual
que hay que respetar. Por eso no es de extrañar el buen grado de
conservación, en general, de los territorios gestionados por las culturas
indígenas.
Sí damas y caballeros, la realidad es una elaboración cultural, y como tal
elaboración cultural depende del punto de vista cultural desde el cual se
elabora.
Y esto es algo que debemos tener muy en cuenta. Porque según ha puesto
de manifiesto la psicología hace ya mucho tiempo, somos lo que creemos que
somos. O dicho de otra forma, lo que creemos que somos condiciona de forma
determinante lo que somos.
Y esto lo saben muy bien los publicistas y todos aquellos que utilizan técnicas
de sugestión para convencernos de que somos de una forma determinada, que
nos hace necesitar un montón de cosas que no tenemos.
Y esto a su vez lo utilizan muy bien todos aquellos que nos inducen a
consumir de una forma compulsiva.
¡Consumir, consumir, consumir...!

(Al tiempo que lanza al aire bolsas de plástico y juega con ellas)

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Y después lo dejamos todo hecho una porquería, hecho una mierda…
Perdón, he dicho mierda y eso no se dice. Pero claro, si lo dejamos todo hecho
una mierda, habrá que decirlo.
Esto parece (…) después del botellón.
Bueno, vamos a recoger esta porquería que esto no se puede quedar así.
Como tampoco se puede quedar como se queda (…) después del botellón.

(Recoge las bolsas de plástico tiradas por el suelo)

Damas y caballeros, ¿por qué somos como somos?, ¿por qué pensamos
como pensamos?

PROYECCIÓN: Análisis Transaccional.

Según la teoría psicoanalítica conocida como el Análisis Transaccional las


personas pensamos en base a un guión mental programado por nuestros
padres durante nuestra más tierna infancia. Este guión es consecuencia del
propio guión paterno, que a su vez les fue programado a ellos por sus propios
padres. Y así podemos seguir la pista de este guión hacia atrás en el tiempo,
con los abuelos, los bisabuelos, los tatarabuelos...
Pero mejor vamos a escuchar la versión de mi tío Antolín, que lo cuenta muy
bien.

(Se quita las gafas y la bata de científico, y se pone una vieja chaqueta de
traje y unas gafas a juego, transformándose en un viejo apasionado y un tanto
extravagante)

Muy buenas, compañeros y compañeras.


Pues resulta que mi amigo Patxi, el psicólogo de la residencia donde vivo,
porque yo vivo en una residencia, me contó el otro día una cosa que explica
muchas de las cosas raras que tenemos en la cabeza.
Patxi me habló de “el análisis transaccional”. Tantarantán le entendí yo al
principio, y hay que ver como se reía de mí el jodío, pero no, “transaccional”. Y
me lo explicó de una forma..., pues como un cuento para niños chicos. Para

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que yo lo entendiera bien y se lo pudiera explicar luego a cualquiera, incluso al
Angelillo, mi compañero de habitación que es bastante obtuso, y que lo
entendiera, claro.
Pues este “análisis” viene a decir, “aproximativamente”, según lo vine a
entender yo, que todos tenemos una especie de televisión en la cabeza que
nos dice lo que tenemos que hacer y lo que no tenemos que hacer.
No me dijo si tiene mando a distancia... Seguro que sí, claro.
Pues el caso es que esta televisión tiene dentro una programación, y esta
programación tiene un guión.
Y aquí, ojo de halcón, el guión este nos lo han introducido ahí nuestros
padres. Y ellos nos han introducido ahí este guión, porque a ellos a su vez se lo
introdujeron los abuelos. Estos en lugar de una televisión tenían una radio en la
cabeza. Otros tiempos, otras técnicas.
Y los tatarabuelos el mismo guión. Estos con un periódico en la cabeza. Y
sus antecesores tenían el guión en un libro antiguo. Y más antiguamente en un
papiro. Y antes aún grabado en piedra. Y más anteriormente a voces. Y antes a
pedradas. Y así llegamos hasta Adán y Eva, nuestros primeros padres, con su
guión en la cabeza.
¿Y a estos? ¿Quién les puso a estos el guión en la cabeza? Pues Dios. ¿Y a
Dios? Pues muy buenas. Hemos llegado al confín, compañeros y compañeras.
Nadie. La nada. Nunca. Hemos topado con el misterio...

(Se quita la chaqueta y se cambia de gafas, volviendo a ser el


conferenciante, pero sin la bata)

Sí damas y caballeros, hemos topado con el misterio. El misterio de la


desconexión del ser humano con el medio ambiente del cual forma parte.
Y yo me pregunto: ¿En qué momento se empezó a producir esta
desconexión? ¿En qué momento empezamos a comportarnos como si no
formáramos parte del medio ambiente?...
No lo sabemos, damas y caballeros, pero hay quien dice que este momento
tiene que ver con la aparición de los primeros imperios patriarcales, que
iniciaron “la conquista” de la Tierra... Lo cual a su vez coincide con el inicio de

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la acumulación compulsiva de grandes patrimonios por parte de unos pocos
patriarcas...
Estos con el tiempo se hicieron banqueros, inventaron la burbuja inmobiliaria,
explotó y todo se fue a la mierda, con perdón.
Con perdón o sin perdón pero se fue a la mierda. Y esto es así...
Pero me pregunto más, y es más, damas y caballeros les invito a preguntarse
conmigo: ¿Qué supone esta desconexión para nuestra salud psico-física, para
nuestro bienestar emocional, para nuestra calidad de vida?...
Y sigamos haciéndonos preguntas: ¿Cómo somos más felices?, ¿tratando de
conquistar el medio ambiente o tratando de vivir en armonía con él?
Bueno, nos queda otra posibilidad, que es la que mucho me temo que hemos
adoptado la mayoría de nosotros, vivir en el limbo, damas y caballeros. Ni
dedicarse a conquistar el medio ambiente ni tratar de vivir en armonía con él,
únicamente dejarse llevar por la inercia de la corriente, de la moda, de la
costumbre...
Esa costumbre que nos ha acostumbrado a consumir de forma compulsiva
todo tipo de productos y de servicios.

PROYECCIÓN: Imágenes de consumo

Consumimos de forma compulsiva alimentos, bebidas, drogas, ropa,


utensilios, cachivaches, vehículos, energía...
Consumimos de forma compulsiva entretenimiento, cultura, ocio, sexo,
relaciones sociales...
Consumimos, consumimos, consumimos...
Nuestra fiebre consumista nos empuja a consumir también el medio ambiente
de forma compulsiva, hasta dejarlo “consumido”...
Y de paso “nos consumimos” nosotros mismos...
Pero lo más grotesco de todo esto es que esta compulsión consumista, no
solo no nos hace ser más felices, sino más bien todo lo contrario...
Sí damas y caballeros, realmente estamos turulatos perdidos.
Y sin embargo insistimos en llamarnos Homo sapiens…
¿No creen ustedes que tal vez deberíamos empezar a llamarnos Homo
demens?...

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Porque realmente estamos turulatos perdidos…
¿Y qué podemos hacer? ¿Podemos hacer algo?
Porque esta es otra, damas y caballeros. La hipnosis colectiva en la que
vivimos, nos induce a creer que no podemos hacer nada para cambiar esta
realidad que no nos gusta.
Pero esta idea no es más que parte de esa visión distorsionada de la realidad
que tenemos. Es producto del pensamiento negativo inducido por la hipnosis
colectiva. Lo cierto es que sí podemos cambiar esta tendencia.
Y una de las personas que tiene esto más claro es mi tío Antolín.
Escuchémosle.

(Cambia de gafas y se pone la chaqueta, transformándose en el viejo


apasionado y extravagante)

Compañeros y compañeras, es cierto y verdad que no corren muy buenos


tiempos para la lírica, y que además del bombardeo constante de consignas
desde los medios de comunicación, sospecho que desde la conjura consumista
nos pueden estar echando también algún mejunje medicamentoso en la
alimentación, y en la bebida, para tenernos a todos mustios como los higos
secos.
Y ya lo dijo aquel sabio chino: “El hombre es un árbol que piensa”. Y si no
hay comunicación entre las trufas de las raíces y las nueces de las ramas, se
estancan todos los fluidos a la altura del tronco y nos vamos quedando
totalmente agarrotados.
Y ese agarrotamiento se nos sube a la cabeza y nos estamos quedando
todos tarumbas, compañeros y compañeras.
Y esto es así y hay que decirlo, y me ha tocado a mí, pues ya lo he dicho.
Pero no nos doblegarán compañeros y compañeras, no nos doblegarán.
Siempre “habremos” algunos que nos juntaremos y trabajaremos para tratar de
cambiar esta situación que no nos gusta.
Y cada vez somos más los que decimos que no nos gusta esta situación,
compañeros y compañeras. Y por eso cada vez somos más los que nos
estamos movilizando para tratar de cambiar esta situación que no nos gusta.

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Por que el medio ambiente también somos nosotros, compañeros y
compañeras. Y no van a poder con nosotros...
He dicho.
Y ya para terminar y concluir, voy a cantar un himno compuesto por un
ecologista conocido como “El Cabrero”. Vamos allá:
“Soy amigo del silencio,
me gusta la soledad.
Soy amigo del silencio,
adoro la libertad
y le tengo envidia al viento
que nadie lo puede parar.
Soy amigo del silencio.”
Bien, pues a lo dicho, salud y hasta la próxima compañeros y compañeras.

(Se quita la chaqueta y cambia de gafas, volviendo a ser el conferenciante)

Mi tío Antolín siempre tan apasionado...

PROYECCIÓN: Definición de medio ambiente. (Medio ambiente: conjunto de


circunstancias físicas, culturales, económicas, sociales, etc., que rodean a las
personas)

Bien damas y caballeros, esta es la cuestión: Ser o no ser.


¿Somos o no somos?
Lo cierto es que como hemos visto, no lo tenemos nada claro.
No nos sentimos parte del medio ambiente, aunque sabemos que somos
parte del medio ambiente.
Y también sabemos que como parte del medio ambiente que somos, somos
los responsables de la fiebre que le ha entrado a nuestro planeta y que
denominamos “efecto invernadero”.
Fiebre que sabemos que por desgracia trae consigo el tan de actualidad
cambio climático...

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Damas y caballeros ¿No les parece que como diría mi tío Antolín, ya va
siendo hora de que nos dejemos de zarandajas y decidamos de una vez por
todas pasar a la acción?

PROYECCIÓN: Definición de Participación ambiental (La participación


ambiental es un proceso que posibilita la implicación directa en el
conocimiento, valoración, prevención y mejora de los problemas ambientales)

¿No les parece que ya va siendo hora de que nos planteemos en serio hacer
algo a nivel local, pensando en tratar de influir algo a nivel global?
Tal vez ha llegado el momento de que tratemos de aprender a vivir más
sencillamente, para que en el futuro nuestros hijos puedan, sencillamente, vivir
de una forma aceptable.
Damas y caballeros, gracias por su atención.
A por cierto, se me olvidaba… Me ha dicho mi tío Antolín que les diga que si
alguien quiere organizarse para hacer algo, les espera en el bar tomándose
unas cañas.
Amigos y amigas, muchas gracias por vuestra atención. Ha sido un placer.
Hasta la próxima.

FIN

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