Coladas de lava
Una colada de lava basáltica (imagen 1) puede superar los 1.200 kilómetros
cúbicos. Tal volumen sería suficiente para formar tres
volcanes del tamaño del monte Etna, en Italia, uno de los
conos más grandes de la Tierra. Debido a su menor
contenido en sílice, las lavas basálticas calientes suelen
ser muy fluidas, formando láminas delgadas y anchas. Se
conocen lavas basálticas que han viajado distancias de
150 kilómetros o más antes de solidificarse. Por el
contrario, el movimiento de las lavas ricas en sílice
(riolíticas) puede ser demasiado lento como para
percibirse. Además, la mayoría de las lavas riolíticas son
comparativamente gruesas y rara vez se desplazan más
de unos pocos kilómetros desde sus chimeneas.
Coladas cordadas
Cuando se solidifican las lavas basálticas fluidas del tipo hawaiiano, suelen formar
una corteza relativamente lisa que se arruga a medida que la lava situada debajo
de la superficie, todavía fundida, sigue avanzando. Estas lavas se conocen como
lavas cordadas y recuerdan a las hebras trenzadas de las cuerdas.
Las coladas cordadas solidificadas suelen contener túneles que antes fueron los
conductos horizontales por donde se transportaba la lava desde la chimenea
volcánica hasta el frente de la colada. Estas cavidades se desarrollan en el interior
de una colada donde las temperaturas se mantienen elevadas durante bastante
tiempo después de que se solidifique la superficie. La lava que todavía está
fundida del interior de los conductos continuando su movimiento hacia delante,
dejando atrás las cavidades semejantes a cavernas se denominan tubos de lava
Coladas de bloques
Los magmas andesíticos y riolíticos tienden a generar coladas de bloques. Las
coladas de bloques consisten en gran medida en bloques separados con
superficies ligeramente curvadas que cubren la lava no rota del interior. Están
formadas por bloques con superficies comparativamente lisas, en lugar de tener
superficies ásperas, de escoria.
Coladas almohadilladas
Son coladas de lava compuestas por estructuras alargadas parecidas a
almohadas grandes pegadas unas encima de las otras. Estas estructuras,
denominadas lavas almohadilladas, son útiles para la reconstrucción de la historia
terrestre. Su presencia indica que su deposición se produjo en un ambiente
subacuático.
un estudio extenso de las islas Hawái confirma que cada escudo se formó a partir
de una miríada de la colada lava basáltica de unos pocos metros de grosor
entremezcladas con cantidades relativamente menores de material piroclasticos
eyectado.
Conos de ceniza
Como su nombre sugiere los conos de cenizas están construidos con fragmentos
de lava proyectados que adoptan el aspecto de cenizas o escorias cuando
empiezan a solidificarse durante su vuelo. Estos fragmentos piroclasticos tiene un
tamaño que oscila entre la ceniza fina y las bombas que pueden superar el metro
de diámetro.
Sin embargo la mayor parte del volumen de un cono de ceniza consiste en lapilli
de un tamaño entre un guisante a una nuez marcadamente vesiculares y de color
negro a marrón rojizo.