LAS ADAPTACIONES CURRICULARES: EL LARGO

PROCESO DE PUESTA EN MARCHA DE UNA

SOLUCIÓN A LOS ALUMNOS
CON NECESIDADES ESPECÍFICAS DE APOYO
EDUCATIVO

(Primera parte)

El proceso de elaboración de una ACI se ha de iniciar con un proceso

de evaluación diagnóstica -proceso que nosotros preferimos definir
como de evaluación psicopedagógica. La evaluación
psicopedagógica, regulada por la orden del 31 de octubre de 1996, es
definida como el proceso de recogida, análisis y valoración de la
información relevante de los distintos elementos que intervienen en el
proceso de E/A con la finalidad de identificar las necesidades
educativas de determinados alumnos que presentan o pueden
presentar desajustes en su desarrollo personal o académico y poder
fundamentar las decisiones respecto al diseño, elaboración e
implementación de las adecuadas respuestas educativas.

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Contando con esta hipótesis, debemos también tratar de explicitar
cuáles son las necesidades educativas del alumno que deben
considerarse prioritarias y, dentro de ellas, cuales deben calificarse
como especiales, en el sentido de que consideradas la configuración
actual del contexto socio-familiar y escolar y las características
personales del alumno, no se ven correcta y adecuadamente atendidas
y satisfechas, de modo que si no cambiamos esos contextos, el
alumno seguirá sin ver cubierta esas necesidades de aprendizaje y
desarrollo.

Las conclusiones derivadas de la evaluación se recogerán en un

informe psicopedagógico en el que deberá constar de la forma más
completa posible la situación evolutiva actual del alumno, la
concreción de sus NEAE, si es el caso, y las orientaciones para la
propuesta curricular y el tipo de apoyo que puede precisar.

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Una vez terminado el proceso de valoración, los centros deberán
realizar una reunión coordinada por el jefe de estudios a la que
asistirá el tutor, los profesores que imparten las áreas o materias que
se consideran objeto de la adaptación curricular y los profesionales
que participaron el proceso de evaluación. En esa reunión se decidirá
la pertinencia de la ACI. En el caso de que se opte por la ACI, se
iniciará la formalización de la propuesta curricular.

Esta propuesta curricular es el núcleo central de la adaptación

individualizada, su desarrollo lógico incluye varios componentes:

1. Adaptaciones específicas por áreas: qué enseñar, qué evaluar.

. Objetivos y contenidos. Para la selección de los objetivos y
contenidos se deberán priorizar:
. Los de mayor carácter funcional e instrumental
. Los más adaptados a los intereses y capacidades del alumno
. En la medida de lo posible, los objetivos generales básicos de
la ESO establecidos en el PC. No obstante, en ocasiones puede
ser necesario eliminar algunos objetivos del currículum de
referencia del ciclo o curso en el que el alumno está
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 escolarizado e introducir otros del curso, ciclo o etapa anterior
con el fin de afianzar los aprendizajes básicos, o introducir otros
específicos (por ej. sobre deficiencia X)
. Temporalización, puede ser necesario modificar el tiempo
previsto para alcanzar los objetivos previstos, fundamentalmente
los referidos a los aprendizajes instrumentales básicos, o
modificar la secuencia de los mismos.

Para la adaptación de los criterios de evaluación, se VALORARÁ:

. En función de los objetivos a alcanzar por el alumno
. Contenidos
. Con instrumentos adaptados