Anda di halaman 1dari 2

EDUCAR PARA EMPRENDER ES POTENCIAR LA PASIÓN, EL TALENTO Y LA

CREATIVIDAD
Autora invitada: BLANCA CAÑAMERO VICENTE, profesora de Economía del IES Fray Pedro de

Urbina (Miranda de Ebro, Burgos)

Dédalo advirtió a su hijo Ícaro que no volara muy alto porque, si se acercaba al Sol, la cera de
sus alas se derretiría, y le advirtió también de no hacerlo demasiado bajo porque las alas se le
mojarían y serían pesadas para volar. Este mito me ha inspirado para compartir con los
lectores las conexiones que yo observo entre la educación y valores como la autenticidad, el
talento, la creatividad, la iniciativa y el no tener miedo a los retos que nosproponemos,
porque son los nuestros.

La sociedad industrial, actualmente con síntomas de agotamiento, ha creado una cultura en


la que todos nos recordamos a todos los peligros de alzarse y romper el orden, según Seth
Godin. Sin embargo, tan peligroso es volar muy alto (aspiraciones de dioses y riesgos) como
volar demasiado bajo (conformismo y alienación). La nueva economía de la conexión necesita
de gente apasionada que vuele alto, que sea comprendida y no juzgada, y que no se detenga
en las falsas zonas de confort del pasado.

Organismos como la UE o la OCDE y autores como Sir Ken Robinson o el mismo Godin hacen
recomendaciones para fortalecer nuestro sistema educativo y adaptarlo a la nueva sociedad,
lo que supone promover cambios en las capacidades de nuestros alumnos. El sistema
educativo (es decir, las administraciones, los profesores y los padres) ya no puede mirar a otro
lado.

La pasión, el talento y la creatividad no son incompatibles en nuestra sociedad con las


materias instrumentales. Por ello, potenciar en los jóvenes la iniciativa emprendedora, la
competencia digital, el gusto por las artes y el deseo de aprender fortalecería el aprendizaje
diferencial, esencial en la sociedad de la conexión. Las artes y el emprendimiento tienen en
común la aplicabilidad de la creatividad en la creación de experiencias. Vivencias de las que
los alumnos “aprenden haciendo” y “aprenden a aprender” y con las que la sociedad
corregiría la pérdida de talento que venimos sufriendo.

En la línea de una educación en favor de la creatividad y del talento, debemos señalar que el
término emprendedor es un adjetivo que integra actitudes necesarias para que seamos
capaces de enfrentarnos a situaciones complejas, desarrollar planes, llevar a cabo ideas y
ponerlas en práctica. Por tanto, educación emprendedora significa transmitir habilidades que
permitan a los alumnos creer y crear en lo que creen (Laura Chica), y no, como a veces se
piensa de manera reduccionista, enseñar a montar un negocio sin más.

Mis clases de educación emprendedora son clases activas, en las que alumnos y profesora
llenamos el aula de pequeños proyectos, fundamentalmente a través de la técnica del Design
Thinking (pensamiento de diseño),con el objeto de estimular la creatividad y hacer visible el
talento de los alumnos. Es una tarea dura, que implica un proceso largo pero
excepcionalmente gratificante. Las fases en que se dividen nuestras tareas son:
1. Trabajamos habilidades básicas de trabajo: liderazgo, motivación, comunicación,
negociación, equipo…

2. Buscamos una idea que responda a alguna necesidad. Estimulando la creatividad o


investigando tendencias. Siguiendo a Pau García Milá, por ejemplo: proponemos a los
alumnos, que trabajan en equipo, un dilema al que deben dar una respuesta creativa “¿Cómo
solucionarías las engorrosas colas en las tiendas de ropa?”.

3. Empatía del emprendedor y de la idea, analizamos cómo responder a la


necesidad enseñando a los alumnos a ponerse en el lugar del cliente, a pensar en la solución
aprendiendo a ver las necesidades desde distintos puntos de vista.

4. Seleccionamos y concretamos la idea en un plan secuenciado. Ponemos en común las


soluciones y las cribamos en equipo.

5. Prototipamos. Diseñamos y desarrollamos sencillos modelos que visiblemente respondan a


la necesidad.

6. Testamos y modificamos el prototipo mejor valorado.

Con esta metodología se detecta un efecto Pigmalión al finalizar el curso. Es decir, es


interesantísimo comprobar que las expectativas iniciales del alumnado se cumplen al
canalizarse adecuadamente sus intereses gracias a su autorrealización, pasión y talento.

Necesitamos que esta enseñanza se generalice al alumnado de toda España y no se


circunscriba únicamente a la voluntad autonómica. Confío en que toda nuestra sociedad, la
sociedad de la conexión, valore y comprenda el verdadero significado e implicaciones del
emprendimiento en nuestra sociedad en términos de educación, innovación, empleo y riqueza
personal y nacional.

Y también que no se desaproveche la formación, experiencia y el trabajo e implicación que los


docentes de economía llevamos realizando en la generación y potenciación de la verdadera
cultura emprendedora.

Nota sobre la autora

Blanca Cañamero Vicente (@blancanamero) es profesora de Economía del IES Fray Pedro de
Urbina (Miranda de Ebro, Burgos) y presidenta de la Asociación de Profesores de Economía de
Castilla y León.

Es la creadora del muy exitoso Blog de Economía Emprendedora, coautora de la web


cooperativa de educación emprendedora y económica educandoyemprendiendo y coautora
del blog multidisciplinar y colaborativo 6mese6causas. Eso demuestra su carácter inquieto,
abierto, comprometido y apasionado por la educación y le ha reportado varios
reconocimientos a sus iniciativas digitales.

Ha publicado “La educación según la LOMCE” (Cuadernos de Pedagogía) y colaboraciones en


los estudios “La educación económica en Castilla y León” y “Enseñar a Emprender” (CEAPES).

Anda mungkin juga menyukai