vitamina C por lo general es útil para el cuerpo humano, en especial en cuanto a la cicatrización de las heridas y la formación de los huesos. Sin embargo, el exceso de vitamina C se convierte en oxalato en los riñones. A su vez, este oxalato se convierte en un cálculo renal. Por ende, debes evitar consumir vitamina C en exceso si eres propenso a desarrollar cálculos renales o si hay antecedentes de cálculos renales en tu familia.[16]
Las personas que son propensas a
desarrollar cálculos renales limitan su consumo de alimentos ricos en oxalato, como remolachas, chocolate, café, Coca Cola, frutos secos, perejil, maníes, ruibarbo, espinaca, fresas, té y salvado.[17]