EUDEMONISMO Y EL HEDONISMO
Es bien sabido que la ética y la moral son términos que hoy en día se confunden,
incluso se usan como sinónimos. Sin embargo, principalmente en filosofía se
suele distinguir la moral como las normas que regulan una acción correcta del
ser humano mientras que la ética se concibe como la reflexión que hace el
individuo acerca de la moral. En otras palabras la ética le permite al hombre
equiparse de un conjunto de pautas que rigen su comportamiento y la moral
permite la meditación misma de las normas.
Se podría decir que todos seguimos esta corriente filosófica pues tratamos de
ser felices de algún modo, en una relación personal buscamos siempre la forma
de estar bien y ser feliz con esa persona, en el trabajo tratamos de no pensar en
las situaciones incomodas que suelen suceder y esperamos el bien monetario
que llega, todos tratamos de ser lo más felices que podamos, a menos que
tengamos un trastorno mental y seamos masoquistas, pero incluso personas con
éstas características encuentran la felicidad al martirizarse, flagelarse y sentir
dolor.
Mientras que en segundo lugar está el Hedonismo, (cuyo principal representante
y quien con sus teorías se cita como el fundador, Epicuro de Samos, siglo lV y
V). El concepto de esta corriente está formado por dos partes, por un lado
hedone que significa placer y el sufijo ismos que equivale a cualidad o doctrina.
El hedonismo puede interpretarse de diversas formas. Para algunos el placer
debe satisfacer las necesidades de forma moderada para alcanzar la
satisfacción, mientras que para otros el placer es personal y se consigue al
complacer sin límites todas las necesidades físicas del cuerpo. Y es a ésta
posición de que el hedonismo es la búsqueda de la felicidad logrando la
satisfacción de los sentidos, a la que se opone la fe católica, afirmando que esta
posición acaba con los valores espirituales. No sólo es señalada por la fe
católica, igualmente muchas creencias religiosas afirman que el hedonismo es
una posición carente de moral; pues antepone los sentidos al plan divino de
amor.
Es por esto que se puede reducir la felicidad al placer; pero no al material; sino
más bien un placer duradero de índole espiritual que es más valioso que el
material. No se pueden suprimir los gustos de los sentidos, sino que se deben
adecuar al bienestar físico y espiritual, pues si se rechazan todas las
sensaciones no habrá un patrón para medir las que son beneficiosas. El placer
se debe suplir sin que se produzca ningún tipo de malestar o cargo de
conciencia, ya que si esto ocurre no sería placer sino dolor y pena.
Así pues se puede llegar a la conclusión que la escuela del Eudemonismo busca
la FELICIDAD mientras que para el Hedonismo es primordial la búsqueda del
PLACER, aun así existe un complemento entre estas dos escuelas pues una
requiere de la otra; ya que el Eudemonismo es la base para llegar al Hedonismo,
así mismo, estas doctrinas basan sus normas morales en la realización plena de
la felicidad, entendida como estado de plenitud y armonía del alma, las dos
justifican los actos que se cometen para ser alcanzadas.
Bibliografía
-Margot, Jean-Paul LA FELICIDAD Praxis Filosófica, núm. 25, julio-diciembre, 2007, pp. 55-79
Universidad del Valle Cali, Colombia
-http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020080727/1020080727_021.pdf