Anda di halaman 1dari 2

Centro de comunitario de salud Centro de atención permanente

Centro de atención integral materno infantil


Puesto de salud

Hospital tipo I

Centro de salud

Hospital tipo II

Maternidad periférica

Hospital tipo III

Policlínico

Hospital tipo IV
FASES DE LA APENDICITIS
Una vez obstruida la luz del apéndice, comienza el proceso inflamatorio, agravado por la infección bacteriana (bacterias
que se encuentran normalmente en el intestino grueso); esto aumenta la presión dentro del apéndice debilitando su
pared, y provocando su ruptura y la perforación apendicular.
Lo más frecuente es que el propio organismo intente delimitar la inflamación. El tejido que rodea el apéndice se adhiere,
antes de que se produzca la perforación, formando una masa inflamatoria denominada plastrón apendicular. Esto evita
que las heces se esparzan por la cavidad abdominal y provoquen una peritonitis generalizada. El resultado es un absceso
localizado generalmente en la fosa iliaca derecha aunque, en ocasiones, se acentúa en la parte inferior de la pelvis.
Menos del 30% de los casos curan solos, quedando un tejido de cicatrización. Generalmente esto ocurre en los casos de
apendicitis subaguda.
Actualmente es raro que se produzca una peritonitis generalizada, salvo en el caso de personas que tienen las defensas
debilitadas (ancianos), o en las personas con apendicitis muy avanzadas por un diagnóstico tardío.
En los lactantes y los niños pequeños, la apendicitis puede progresar rápidamente hacia la perforación y la peritonitis
generalizada ya que, a estas edades, la estructura del tejido que rodea al apéndice es pequeña e ineficaz para frenar la
infección.

Generalmente es aceptado que la perforación ocurra entre las 24 y 48 horas desde el inicio de los síntomas. Sin
embargo, en un 13% de los casos puede perforarse antes de las 24 horas.
Las cuatro etapas de la apendicitis
Basándose en los hallazgos histológicos y en la apariencia macroscópica se pueden diferenciar varias etapas o estadios
en la apendicitis:
Etapa 1. Apendicitis simple o catarral: cuando se obstruye la luz del apéndice el moco que segrega, como segrega
cualquier parte del intestino, no puede fluir libremente y comienza a acumularse en su interior. Esto hace que las
bacterias que forman parte de la flora intestinal se multipliquen en exceso y comience el proceso inflamatorio. En esta
etapa el apéndice tiene un aspecto exterior normal y sólo se puede identificar la inflamación al microscopio.
Etapa 2. Apendicitis flemonosa o fibrinosa: poco a poco el apéndice se distiende al aumentar su presión interior. Llega
un momento que la presión es tanta que la sangre no puede irrigar correctamente el apéndice. El aspecto del apéndice
es inflamatorio: rojo y agrandado.
Etapa 3. Apendicitis gangrenosa: las paredes del apéndice se van debilitando, tanto por la falta de riego sanguíneo, como
por el aumento de la presión interna. Hay partes que empiezan a necrosarse y se vuelven de color negro pudiendo
segregar pus.
Etapa 4. Apendicitis perforada: finalmente las paredes se rompen y se libera todo el pus y las heces hacia el interior de la
cavidad abdominal, dando lugar a una peritonitis.
Todas estas etapas ocurren en el transcurso de 24-36 horas desde el inicio del proceso en los adultos. En los niños
pequeños la progresión de la enfermedad es generalmente tan rápida que el primero de los tres estadios patológicos
suele darse antes de que se produzca la consulta médica.
Complicaciones de la apendicitis
Las complicaciones más frecuentes de la apendicitis son las siguientes:
Absceso abdominal.
Peritonitis difusa.
Pileflebitis: la más grave y rara, se forman émbolos sépticos que van al hígado pudiendo formar abscesos.
Actualmente es raro que se produzcan estas complicaciones, salvo en el caso de personas que tienen las defensas
debilitadas (ancianos), o en las personas con apendicitis muy avanzadas por un diagnóstico tardío.

Anda mungkin juga menyukai