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Osvaldo Fustinoni

Doctor por la Universidad de Buenos Aires


y profesor de Neurología de la Facultad
de Medicina de la Universida� de Buenos
Aires. Como becario del Gobierno de
Francia, y más tarde, Investigador extran­
jero del INSERM (lnstitut National de la
Santé et de la Recherche Médicale), trabajó en el área de
fisiología y fisiopatología vascular en el Hópital Lariboisiere
de París. Fue Postgraduate Fellow del lnstitute 91 Neurology,
Queen Square, de Londres, una de las instituciones de mayor
prestigio mundial en el campo de la Neurología, y trabajó
junto al Prof. John Marshall. Hoy es miembro de la Queen
Square Alumnus Association. Ha actuado en los hospitales
Naval y Fernández, de Buenos Aires, y es actualm!'lnte jefe del
Área Enfermedades Cerebrovasculares del Instituto de Neruro­
ciencias Buenos Aires (INEBA) y jefe del Servicio de Neurología
del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional. Es miem­
bro titular de la Sociedad Neurológica Argentina (Federación
Mundial de Neurología) y miembro adherente de la Sociedad
Argentina de Cardiología, en la que fue director del Consejo
de Enfermedades Cerebrovasculares-Stroke. Integró el Board
of Directors de la lnternational Stroke Society por la Argentina.
Participa regularmente como autoridad o relator en numero­
sos cursos y congresos nacionales e internacionales, y ha
sido Faculty en el congreso anual de la American Academy
of Neurology. Ha publicado y presentado más de cien traba­
jos científicos en revistas y congresos nacionales e interna­
cionales, así como una docena de capítulos en libros de
Neurología. Dirigió la Revista Neurológica Argentina, y es re­
visor y fue miembro del comité editorial de Stroke, la revista
de mayor impacto internacional en enfermedades cerebro­
vasculares, y del lnternational Journal of Stroke, publicación
de la lnternational Stroke Society. Es también Associate
Editor de Frontiers of Neurology-Education.
Osvaldo Fustinoni (Padre)
1909-2000
Osvaldo Fustinoni

SEMIOLOGIA DEL
SISTEMA NERVIOSO
DE FUSTI NON 1

ERRNVPHGLFRVRUJ

eEdiwrial ElAteneo
Fustinoni, Osvaldo (h)
Semiología del sistema nervioso.· 15a ed., 1a reimp. • Ciudad Autónoma de Buenos Aires. : El Ateneo, 2016.
544p. ; 18x26 cm.

ISBN 978-950-02-0781-2

1. Medicina. 2. Neurología.
CDD 616.8

Semiología del sistema nervioso


Osvaldo Fustinoni (h)

Derechos exclusivos de edición en castellano para todo el mundo


© Grupo ILHSA S.A. para su sello Editorial El Ateneo, 2016
Patagones 2463 · (C1282ACA) Buenos Aires · Argentina
Tel.: (5411) 4983 8200 • Fax: (5411) 4308 41 9 9
editorial@elateneo.com - www.editorialelateneo.com.ar

Diseño de cubierta e interiores: Claudia Solari

14' edición: julio de 2006


15' edición: marzo de 2014
1' reimpresión: marzo de 2016

ISBN 978- 950-02-0781·2

Impreso en Printing Books,


Mario Bravo 835, Avellaneda,
provincia de Buenos Aires,
en marzo de 2016.

Queda hecho el depósito que establece la ley 11. 723.


libro de edición argentina.
OSVALDO FUSTINONI

Profesor Adjunto de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires


Doctor de la Universidad de Buenos Aires
Ex-Postgraduate Fellow, National Hospital for Neurology and Neurosurgery, Queen Square, University of London
Miembro Titular de la Sociedad Neurológica Argentina (World Federation of Neurology)
Prefacio

Los numerosos avances tecnológicos que han permitido obtener imágenes fidedignas del cerebro
y comprender mejor su funcionamiento no ha.n tornado obsoleto al abordaje semiológico, sino más
bien lo contrario: lo han vuelto más relevante.!Mayormente, la alta tecnología se lleva la atención, la
aproximación clínica, los resultados. La semiología debe ser la guía hacia los exámenes aparatológi­
cos, (incluyendo las imágenes de alta complejidad), que por algún motivo reciben el nombre de "estu­
dios complementarios".
No conozco ningún otro texto de medicina que haya sido publicado en forma continua, a lo largo
de 70 años, por miembros de una misma familia. Esto constituye un logro notable para cualquier país,
cualquiera sea el patrón con que se mida.. Demuestra al mismo tiempo continuidad y cambio.
Continuidad en cuanto a que los conceptos fundamentales establecidos en 1936 siguen vigentes.
Cambio en que esta edición ha sido completamente reescrita y puesta al día.
A menudo, el abordaje del sistema nervioso intimida más de lo que debiera. El autor no sólo ha
logrado producir conceptos claros y prosa concisa. También ha subdividido el texto en secciones de
fácil acceso, con un práctico resumen, realzando los puntos salientes, al final de cada capítulo. La
división de los pares craneanos en dos categorías funcionales es novedosa y útil. Demuestra que el
autor posee no sólo el conocimiento, sino también la capacidad de volverlo a la vez más comprensible
y provechoso.
Este libro merece numerosos lectores, no sólo en español, sino en otros idiomas también. Ojalá
tenga muchas ediciones más.

Vladimir Hachinski
MD, FRCPC, ose,
Doctor Honoris Causa,
Universidad de Buenos Aires
Profesor de Neurología
Universidad de Western Ontario,
London,
Canadá
Prólogo a la 14ª edición

Semiología del sistema nervioso cumple, con esta decimacuarta edición, 70 años de aparición
continua. Desde su primera edición, en 1936, la obra obtuvo un cálido recibimiento por parte de estu­
diantes, médicos y docentes-de toda la comunidad médica iberoamericana. Es el único volumen de la
vieja "Biblioteca de Semiología", dirigida por Tiburcio Padilla, que ha sobrevivido hasta la actualidad.
Desde que se agotó la edición anterior, no hemos dejado de recibir continuos pedidos de colegas y
estudiantes estimulándonos a reeditarla. No hubo concurrencia a congreso o curso, en la Argentina u
otros países iberoamericanos, incluyendo España y Brasil, en que no se nos preguntara "¿cómo anda
el libro?" ...
La presente edición es la respuesta a ese estímulo. A diferencia de ediciones anteriores, actuali­
zadas con agregados y correcciones, es la primera vez que la obra ha sido reescrita en su totalidad.
El espíritu del libro, centrado en el diagnóstico semiológico de las afecciones neurológicas, se man­
tiene intacto, pero su texto ha sido absolutamente puesto al día en contenido, estilo, concepto y ter­
minología.
Entre las novedades introducidas pueden mencionarse las siguientes. La obra consta ahora de 19
capítulos. En el capítulo introductorio se han actualizado los distintos tipos de herencia causantes de
enfermedad neurológica. Pares craneanos ha sido subdividido en dos capítulos, agrupando a dichos
nervios en funciones que los vinculan: aquellos que comprenden las Funciones craneanas sensoria­
les, oculomotoras y de equílíbrio (I, 11, 111, IV, VI y VIII}, y los que controlan las Funciones sensitívomo­
toras de cara, boca, fauces y cuello (V, VII, IX, X, XI y XII). La compleja anatomía de cada nervio
craneal ha sido reexpuesta con criterio clinicoanatómico, y su exploración reordenada y enumerada
en forma práctica y en lo posible algorítmica para facilitar la precisión diagnóstica, como por ejemplo
en las diplopías. Nuevos signos y síndromes han sido agregados (por ej., visuales, oculomotores).
Temas como la exploración vestibular y los vértigos han sido enteramente reescritos. En Motílídad se
han revisado los síndromes alternos, e introducido los síndromes focales talámicos, de delineación
semiológica relativamente reciente. Se ha resaltado el diagnóstico diferencial entre plejías orgánicas
y funcionales, de importancia medicolegal, y agregado la vascularización medular y sus síndromes.
En Tono se han añadido cuadros clinicosemiológicos como Seudomiotonías, neuromiotonías, síndro­
me de la persona tiesa y de actividad continua de la fibra muscular. En este capítulo y en Trofismo se
han reclasificado las enfermedades musculares primarias sobre la base de su mecanismo hereditario.
Las vías de control de la Taxia y de la Sensibílídad han sido minuciosamente resumidas en forma
práctica, desde el receptor periférico, pasando por los distintos tractos y estaciones neuronales, has­
ta su punto final cortical. El Síndrome cerebeloso está ahora integrado al capítulo de Taxia. Se inclu­
yen la moderna clasificación de heredoataxias, y las distintas formas clinicoinmunológicas de atrofia
cerebelosa paraneoplásica. Los Reflejos han sido reelaborados, destacando los ineludibles, mencio­
nando en letra pequeña los menos importantes y eliminando los que han perdido actualidad. En un
nuevo capítulo, Manifestaciones motoras de hiperexcítabílidad central y periférica, se describen las
Convulsiones (incluyendo la clasificación de Crisis epilépticas), las Mioclonías, el Clonus, la Tetania,
los Calambres, las Fasdculaciones y las Mioquimias, temas dispersos en ediciones anteriores. En
Movimientos anormales y síndromes extrapiramidales se define cada uno enumerando sus caracte­
rísticas principales, y sus causas han sido desarrolladas con mucha mayor amplitud, como las de

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síndromes parkinsonianos, distonías y diskinesias. Sensibilidad detalla ahora la semiología de síndro­
mes dolorosos como las Cefaleas. Sueño ha sido también reescrito, puntualizando su interrogatorio
minucioso, sus diferentes síndromes, e incluyendo las alteraciones del ritmo circadiano. En Concien­
cia y coma se han delineado mejor los distintos tipos de trastornos, incluyendo ahora el Estado de
conciencia mínimo, y redescripto la exploración de los reflejos oculocefálicos y oculovestibulares, de
gran valor diagnóstico. El Diagnóstico de muerte cerebral constituye un subcapítulo totalmente nuevo,
en el que se describen los criterios vigentes en la Argentina y otros países. Palabra y funciones cere­
brales superiores comprende ahora a todas ellas: lenguaje, praxia, gnosia, memoria. La semiología
de la palabra ha sido especialmente diferenciada de la del lenguaje. Se presentan nuevas reseñas del
desarrollo de la Dominancia cerebral, el concepto de Dominancia aleatoria y su diagnóstico. Los sín­
dromes de afasia, apraxia y agnosia han sido redescriptos y Memoria es un subcapítulo nuevo. Sín­
dromes vasculares, capítulo más reciente y moderno de la obra, fue aún así delineado mejor en
algunos puntos, como los territorios vasculares y las hemorragias. En Síndromes cognitivos se inclu­
yen ahora los conceptos de Trastorno de la memoria asociado a la eqad y de Deterioro cognitivo leve,
se añade la mención de tests cognitivos más específicos, como el ADDAS, y se puntualizan los dis­
tintos subtipos semiológicos de atrofia cortical. La exploración del MiniMental State Test ha sido deta­
lladamente redescripta de acuerdo con la técnica vigente. En Síndromes semiológicos de otras afec­
ciones del sistema nervioso se resumen en forma práctica los signos de las afecciones más frecuen­
tes del sistema nervioso, en particular de aquellas insuficientemente desarrolladas o no mencionadas
en capítulos anteriores, precedidos de un recuerdo anatómico, para un correcto diagnóstico anatomo­
clínico, y de un resumen etiológico. Semiología psiquiátrica y comportamiento ha sido enteramente
reescrito, con el criterio de que un adecuado examen psiquiátrico es fundamental para completar el
diagnóstico neurológico, en especial en afecciones cerebrales que tienen ambos tipos de manifesta­
ciones. Los síndromes psiquiátricos se han clasificado siguiendo el IV Manual Diagnóstico y Estadís­
tico de Enfermedades Mentales de la American Psychiatric Association (DSM-IV, 1994). Estudios
complementarios ha sido abreviado, ya que el espíritu de la obra es el del diagnóstico semiológico.
En cambio, se ha subrayado ahora la utilidad de cada estudio .en las distintas patologías.
Además, en esta edición todas las figuras están integradas a su ubicación natural en cada capítu­
lo, y se ha añadido también una sinopsis de rápido repaso y consulta al final de casi todos ellos.
En resumen, Semiología del sistema nervioso, al cumplir sus excepcionales 70 años de edición
continua, aparece totalmente actualizado.
Quiero agradecer muy especialmente a mi hermano, el Dr Juan Carlos Fustinoni, Docente Libre
de Neurología de la Facultad de Medicina y Doctor de la Universidad de Buenos Aires, el tiempo,
esfuerzo y dedicación que volcó hacia la continuidad editorial de este libro en años en que quien sus­
cribe se encontraba limitado por múltiples responsabilidades académicas. Su aplicación, esmero,
perseverancia y entrega fueron excepcionales. Agradezco asímismo la colaboración de mi secretaria,
María Mercedez Finochietto, en la corrección del texto final.
Como siempre, vaya un agradecimiento profundo a "El Ateneo", que edita este libro desde 1936.
Sus autoridades, promotores, diagramadores, correctores e impresores no han escatimado esfuerzos
para lograr una óptima edición, que esperamos tenga el éxito de las anteriores.
Finalmente, deseo expresar un cálido reconocimiento a mi familia, cuyo constante afecto, estímu­
lo y paciencia han sido invalorables para que esta obra llegue a buen puerto.

Osvaldo Fustinoni
Julio 2006
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Prólogo a la 15ª edición

Esta 15ª Edición de Semiología del Sistema Nervioso, a los 77 años de su primera edición en
1936, reafirma su continuidad ininterrumpida, respondiendo a su invariable y cálida recepción por
parte de la comunidad médica hispanohablante.
A lo largo de ese largo período, el avance de las neurociencias ha sido enorme. La aceleración de
los tiempos médicos, el progreso incesante de las imágenes y otros métodos diagnósticos, y de las
terapéuticas farmacológicas e instrumentales, que no existían cuando esta obra se publicó por prim­
era vez, han llevado a la semiología clásica, cuyo valor se mantiene inalterado, a extremar su celeri­
dad o precisión. Por ejemplo, en un ataque cerebrovascular, la causa más frecuente de lesión cere­
bral, se impone hoy en día la evaluación sin demora, porque cuando las imágenes confirman la causa
isquémica, su tratamiento ha de instituirse r�P,idamente en las primeras horas para resultar benefi­
cioso. Por otra parte, en muchos casos en qbe la signosintomatología resulta anormal pero las imá­
genes y otros estudios negativos (como los "drop attacks", los deterioros cognitivos incipientes, las
cefaleas, el temblor, el síndrome de piernas inquietas, las neuralgias y el síndrome confusional, entre
otros), la exactitud en el examen físico será primordial para el diagnóstico.
A siete años de la anterior, en esta nueva edición se han introducido nuevos cuadros de semiología
comparativa en diplopías y oftalmoplejías, hipoacusias, y síndromes de pares craneanos asociados.
Se ha desarrollado mejor la fisiopatología de la enfermedad de Parkinson, agregando un esquema
que permite comprender mejor su signosintomatología. Se ha ampliado el diagnóstico diferencial de
las cefaleas, puntualizando en particular la cefalea "en golpe de trueno". Se ha incorporado la causa
psicógena en el diagnóstico diferencial de los comas. Se han incluido nuevas figuras para ilustrar las
distintas patologías.
El capítulo 18 es nuevo. Con mucha frecuencia se presentan a la consulta personas cuyos sínto­
mas, o bien son totalmente funcionales, o bien no tienen organicidad suficiente. En este capítulo se
revisan, entre otros, síndromes funcionales motores, sensitivos, de nervios craneales, cognitivos, del
lenguaje, de la marcha, movimientos anormales y seudocrisis epilépticas. Aunque algunos se encon­
traban ya descriptos en distintas secciones de ediciones previas, creímos útil agruparlas en un capí­
tulo que desarrollara mejor su exploración y detección diagnóstica, porque suele conocerse mal su
semiología. A menudo el médico se desconcierta ante tales cuadros, e indica estudios innecesarios y
tratamientos inconducentes, originándose situaciones de indefinición que se prolongan en el tiempo...
El capítulo 19, de semiología psiquiátrica, ha sido actualizado. de acuerdo con la muy reciente
edición 2013 del Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la American
Psychiatric Association (DSM-5).
Por último, la bibliografía ha sido puesta al día, manteniendo las referencias clásicas ya anterior­
mente citadas.
Confiamos en que esta 15ª Edición de Semiología del Sistema Nervioso tenga la misma recepción
que las ediciones precedentes.

Osva/do Fustinoni
Febrero 2014

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Indice

1. Nociones de anatomía, histología, fisiología y patología ..............................

2. Exploración ........ q. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 15

3. Funciones craneanas sensoriales, oculomotoras y de equilibrio:


pares craneanos 1, 11, 111, IV, VI y VIII ..................................... ........ 31

4. Funciones sensitivomotoras de cara, boca, fauces y cuello:


pares craneanos V, VII, IX, X, XI y XII. Síndromes de pares craneanos asociados .......... 99

5. Motilidad............ ... ... .... ... . .. ...... ...... . ............... ............ 135

6. Tono muscular ..........·..................................................... 169

7. Trofismo .................................................................... 179

8. Taxia ......... .............................................. ................ 193

9. Reflejos, clonus y sincinesias.................................................... 213

1 O. Manifestaciones motoras de hiperexcitabilidad central y periférica. . .... . ......•......... 237

11. Movimientos anormales y síndromes extrapiramidales.... ...... . ....... ........ . ..... 251

12. Sensibilidad ........... ................ ...... .......... . ..................... 277

13. Sueño, conciencia y coma ........ ........................................... ... 307

14. Palabra y funciones cerebrales superiores: lenguaje, praxia, gnosia, memoria .. ... .. ...... 335

15. Síndromes vasculares ... . ............ . ......... ..... ...................... . ... 361

16. Síndromes cognitivos.... ........... . .......... . .... . . . ..... . . . ....... . . . . . . ... 379

17. Síndromes semiológicos de otras afecciones del sistema nervioso ... . . ......... . .. ..... 397

18. Síndromes funcionales y su detección ........ • ....... .... . ..... ............. ..... 441

19. Semiología psiquiátrica y comportamiento...... :................................... 453

20. Estudios complementarios ...................................................... · 467

Bibliografía clásica y general ..........................................••........... .. 501

fndice alfabético ....•••................................................. , •.. • ...... 507

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A mí esposa Nydía
y a mí hija Florencia

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1
Nociones de anatomía, histología,
fisiología y p atología

Mientras las funciones de relación están represen­ elementos (proteínas, glucosa, células, iones), también pre­
tadas en los organismos unicelulares por la simple ex­ sentes en el plasma sanguíneo, pero en muy distinta con­
citabilidad del propio protoplasma, la complejidad cre­ centración. Actúa como un mecanismo fisicoquímico regula­
ciente de los organismos multicelulares exige una dor del intercambio de elementos entre el tejido nervioso y la
división del trabajo entre las células. A partir de los ce­ sangre, y como protección mecánica.
lenterados se diferencia así un sistema nervioso que Macroscópicamente se distinguen en los órganos del
se encarga de dichas funciones, constituido por un sistema nervioso central dos clases de sustancia, la gris y
doble mecanismo: uno especializado en la recepción la blanca, así denominadas por su coloración. Son estructu­
de estímulos (mecanismo receptor), y otro que reac­ ral y funcionalmente diferentes. La sustancia gris contiene
ciona a los mismos por medio de una estructura con­ las células nerviosas o neuronas. La sustancia blanca está
tráctil o secretoria (mecanismo efector). A medida que constituida por sus prolongaciones: las fibras nerviosas. La
se asciende en la escala zoológica, con el mayor de­ distribución de estas dos sustancias varía en los distintos
sarrollo de las funciones de relación, se va perfeccio­ segmentos del neuroeje. La sustancia gris recubre al cere­
nando el sistema nervioso hasta constituir un comple­ bro y cerebelo y forma en su profundidad núcleos que reci­
jo mecanismo que culmina en el hombre. ben distintos nombres. En cambio, en el pedúnculo cere­
bral, protuberancia, bulbo y médula ocupa sólo su interior,
constituyendo una columna gris cuya forma varía en cada
Anatomía e histología segmento.
El sistema nervioso periférico está formado por una se­
En los organismos primitivos el sistema nervioso está rie de cordones, los nervios periféricos, que desde el siste­
formado por una red de células neurales. En los más evolu­ ma nervioso central se extienden a los demás órganos. Es­
cionados, como el hombre, se delinean dos sectores por un tos nervios se encargan de transportar al neuroeje las
proceso paulatino de cefalización y segmentación: el neu­ diversas impresiones recogidas en la periferia {nervios cen­
roeje o sistema nervioso central y los nervios periféricos o trípetos o sensitivos), o bien de llevar a los efectores las in­
sistema nervioso periférico. citaciones motrices y secretorias originadas en los centros
El sistema nervioso central está formado por una serie de {nervios centrífugos o motores). Pero esta división es pura­
órganos, que se escalonan en sentido craneocaudal: el ce­ mente fisiológica. Anatómicamente tienen todos el mismo
rebro, el cerebelo, los pedúnculos cerebrales, la protuberan­ aspecto y la mayoría son mixtos: en un mismo tronco se en­
cia anular o puente de Varo/io, el bulbo raquídeo y la médu­ cuentran fibras sensitivas o centrípetas y fibras motoras o
la espinal. El cerebelo se une a los pedúnculos cerebrales, centrífugas. Los nervios periféricos llevan anexos engrosa­
a la protuberancia anular y al bulbo por medio de los pedún­ mientos en puntos variables de su trayecto: los ganglios,
culos cerebelosos o brazos conjuntivales superiores, medios que son acúmulos de células nerviosas y fibras. Las prolon­
e inferiores, respectivamente. Estos órganos se encuentran gaciones de estas células nerviosas son las que constitu­
dentro de la caja craneana y el conducto raquídeo, envuel­ yen los nervios. Los nervios periféricos comprenden tres
tos por tres membranas llamadas meninges que son, de grandes grupos: los craneales, los raquídeos y los del sis­
afuera a adentro: la duramadre, la aracnoides con sus dos tema nervioso autónomo.
hojas serosas, una en relación con la duramadre {hoja parie­ Los nervios craneales se originan en el mesencéfalo,
tal) y la otra {hoja visceral) en relación con la tercera mem­ protuberancia o bulbo, atraviesan los agujeros de la base del
brana meníngea, y la piamadre, que se encuentra en contac­ cráneo y se dirigen a sus órganos de destino. Tienen un ori­
to directo con los órganos del sistema nervioso. Entre la gen real y otro aparente: el primero es el sitio de la sustan­
hoja visceral de la aracnoides y la piamadre queda un espa­ cia gris en donde se originan sus fibras, y el segundo el pun­
cio, denominado subaracnoideo, que llena un humor acuo­ to de la superficie del neuroeje en que .emergen. Existen
so: el líquido cefalorraquídeo (LCR). Este contiene diversos doce pares de nervios craneales: tres sensitivosensoriales

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SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

(olfatorio, óptico y auditivo), cinco motores (motor ocular co­ gi, de aspecto reticular cuando se lo observa con la micros­
mún, patético, motor ocular externo, espinal e hipogloso copia óptica, aparece en la microscopia electrónica con as­
mayor), y los restantes mixtos (trigémino, facial, glosofarín­ pecto laminar y vesiculoso. Dentro del citoplasma se
geo y neumogástrico). Algunos de estos nervios llevan ane­ observan también mitocondrias, ribosomas y lisosomas. En
xos ganglios (ganglio de Gasser para el trigémino, ganglios algunas células aparecen asimismo pigmentos como la lipo­
de Corti y Scarpa para el auditivo, etc.). Los ner1ios raquí­ fucsina y la melanina. Por otra parte, ciertas neuronas tie­
deos o espinales comprenden 31 pares. Proceden de la nen actividad secretoria y sintetizan sustancias de acción fi­
médula espinal y atraviesan los agujeros de conjunción pa­ siológica y hormonal: son neuronas neurosecretoras.
ra distribuirse periféricamente. Son mixtos y nacen por pa­ El núcleo ocupa una posición central y contiene un nu­
res, a derecha e izquierda de la médula espinal. Compren­ cléolo bien visible. Visto con el microscopio óptico, el núcleo
den ocho cervicales, doce dorsales, cinco lumbares, cinco presenta una membrana nuclear, que en la microscopia
sacros y el cocclgeo. Se originan en la médula por dos raí­ electrónica aparece interrumpida por poros.
ces, una anterior, que lleva fibras motoras y proviene de las La membrana plasmática tiene una estructura compleja
astas anteriores de la médula, y otra posterior, que contie­ en relación con su importancia fisiológica, pues es en ella
ne fibras sensitivas y lleva anexo un ganglio (ganglio de la donde se desarrollan los principales fenómenos fisiológicos
raíz posterior). Los neNios autónomos forman el denomina­ de la neurona. En esta membrana se encuentran proteinas
do sistema simpático, autónomo, vegetativo o visceral. de estructura, proteínas enzimáticas, fosfolípidos, recepto­
El neuroeje se encuentra ricamente irrigado por vasos res específicos para neurotransmisores, canales de calcio
sanguíneos. El conocimiento de la distribución de estos va­ (regulados por receptores o por cambios de voltaje) y otros
sos tiene gran importancia en la patología del sistema ner­ componentes.
vioso, pues muchas de sus lesiones se deben a alteracio­ Las dendritas contienen los mismos organoides que el
nes vasculares. cuerpo celular, salvo el núcleo y el aparato de.Golgi. El axón
Histológicamente el sistema nervioso central está integra­ contiene únicamente mitocondrias y neurofibrillas orienta­
do por neuronas, unidades nerviosas morfológicas o estructu­ das paralelamente a su eje mayor, asi como algunos lisoso­
rales constituidas por un cuerpo celular y sus prolongaciones, mas. Está totalmente desprovisto de ribosomas y de cor­
las fibras nerviosas, y el tejido nervioso de sostén o intersticial, púsculos de Nissl.
integrado por los distintos elementos de la neuroglía. Las prolongaciones dendríticas son múltiples para cada
Neurona. Waldeyer señaló que la célula nerviosa con célula nerviosa, mientras que el cilindroeje es único. En el sis­
sus prolongaciones o fibras, o sea la neurona, es la unidad tema nervioso central, las dendritas se dividen por lo común a
genética, anatómica, trófica y funcional del sistema nervio­ corta distancia de su origen. En el periférico trascurren en un
so. Sobre esta base Cajal dio la clave de su organización, tramo como únicas antes de dividirse en ramas terminales. El
estableciendo que el sistema nervioso no es más que una tamaño y la disposición de las prolongaciones imparten gran
enorme y complicada cadena de neuronas. La neurona es­ variedad a las neuronas, pero las que están en determinadas
tá constituida por un cuerpo celular o soma neuronal y dos estructuras son muy semejantes. Pueden ramificarse comple­
tipos de prolongaciones: las dendritas y el cilindroeje o axón jamente, como en las células de Purkinje de la corteza cere­
que puede alcanzar gran longitud. belosa. Sobre las dendritas pueden observarse agregados en
El cuerpo celular comprende el citoplasma, el núcleo y forma de espinas, denominados gémulas.
una delicada membrana plasmática. El citoplasma, a su El axón puede emitir ramas colaterales cortas o prose­
vez, contiene tres estructuras revelables por medios espe­ guir como fibra única que no se divide hasta que no ha lle­
ciales de coloración: a) filamentos muy finos, denominados gado a su destino. Se origina en una pequeña masa cónica
neurofibrillas, que lo atraviesan desde la dendrita al axón y del citoplasma, el cono de implantación, y en su extremo
penetrando en éste se extienden hasta su terminación; b) presenta arborizaciones terminales, el telodendron.
unas masas granulosas teñibles con el azul de metileno, lla­ Dentro de la sustancia gris, los axones y las dendritas
madas corpúsculos de Nissl, que le dan a la célula una apa­ son simples extensiones citoplasmáticas del cuerpo celular,
riencia atigrada, y c) una gruesa red que se observa dentro pero penetrando en la sustancia blanca se envuelven con
de las células, cuando se emplea la impregnación argénti­ una vaina de una sustancia llamada mielina. A su vez en los
ca, que deja invisibles las neurofibrillas y los corpúsculos de nervios periféricos la vaina de mielina es envuelta por una
Nissl: es el aparato reticular de Golgi. membrana nucleada, el neurilema o vaina de Schwann, de
Los corpúsculos de Nissl se encuentran en los cuerpos la cual depende la formación de la vaina de mielina. Para
celulares y en las dendritas, pero no en el axón ni en el co­ ello las membranas de las células de Schwann, superpues­
no de implantación de éste, y su naturaleza se ha podido re­ tas y replegadas varias veces, se aplican alrededor del
solver por la microscopia electrónica, mediante la cual se axón hasta cubrirlo de una serie de capas.
los identifica como masas de ácido ribonucleico que forman La vaina de mielina está formada por delgadísimas ca­
parte del retícul.o endoplásmico granular. El aparato de Gol- pas concéntricas de proteína que alternan con capas de lí-

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1. NOCIONES DE ANATOMÍA, HISTOLOGIA, FISIOLOGÍA Y PATOLOGIA

Neurilema o vaina de Schwann con sus núcleos

Nódulo de Ranvier
Cilindroeje desnudo
y arborizaciones terminales

Fíg. 1-1. Esquema de la neurona.

pidos. Igualmente, a nivel de los nervios periféricos la vaina Las dendritas constituyen el receptor de la neurona y el
de mielina sufre interrupciones en las que penetra el _neuri­ axón el transmisor con respecto al influjo nervioso. Es decir,
lema, constituyendo los llamados nódulos de Ranvier. . Es­ las primeras recogen y envían el impulso hacia el cuerpo
tos nódulos se ubican a intervalos variables, que sop más celular y el segundo lo transmite desde el cuerpo celular ha­
cortos en los axones centrales que en los periféricos. Las cia otras neuronas o a un órgano efector (ley de la polaridad
mitocondrias que tienden a acumularse a nivel de los nódu­ dinámica de la neurona o principio de la irreversibilidad de
los presentan una actividad metabólica muy elevada. En su la conducción).
terminación, la fibra nerviosa pierde la vaina de mielina, só­ Se denomina sinapsis al contacto que se establece en­
lo la rodea el neurilema y, finalmente, también éste desapa­ tre neurona y neurona. Las neuronas están interconectadas
rece y la fibra termina desnuda (figs. 1-1 y 1 -2). por medio de las terminaciones sinápticas. La sinapsis de
un axón con la dendrita de otra neurona recibe el nombre
de sinapsis axodendrítica, mientras que la que se establece
Cilindroeje entre el axón y el soma de otra neurona se denomina sinap­
ó axón
sis axosomática. En la sinapsis se ponen en contacto las
membranas plasmáticas de las neuronas. Así, la membrana
de la neurona presináptica loma contacto con la membrana
de la neurona possináptica, y entre ambas se interpone un
espacio muy restringido, de unas doscientas unidades
angstrom, que recibe el nombre de intersináptico. En las
terminaciones del axón se encuentran las vesículas sinápti­
cas, que contienen sustancias químicas denominadas neu­
rotransmisores (por ej. acelilcolina, dopamina y ácido gam­
maaminobulírico, fig. 1-3), que por influencia del potencial
de acción axonal se liberan al espacio inlersináptico y ac­
túan sobre receptores moleculares específicos situados so­
bre la membrana de la neurona possináptica, desencade­
nando un nuevo impulso.

Membrana presináplica

Red citoplasmática

� B

Fibra nerviosa mielfnlca

Fig. 1-2. A, oorte longitudinal de una fibra nerviosa mielinica. A


Vesículas
la derecha del cilindroeje se observa la vaina de mielina teñida Unión sináptica sinápticas
con ácido ósmico; a la izquierda, la vaina mielinica disuelta deja
ver la red citoplasmática del neurilema. 8, corte transversal de la
fibra nerviosa. Fig. 1-3.

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4 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Además de las sinapsis axodendrítica y axosomática, das están rodeadas de gran número de espinas o gémulas.
existen sinapsis axoaxónicas, en las que una terminación Esto aumenta mucho la superficie sináptica. Las neuronas
axonal presináptica contacta con el axón de otra neurona, del tálamo presentan sus dendritas en forma de radio, con
en su segmento inicial o cerca de su terminación, en cuyo ramificaciones menos tortuosas y más prolongadas. Las
caso inhibiría el funcionamiento de esa terminación axonal: células piramidales (fig. 1-6), además de su largo axón, tie­
inhibición presináptica. También hay sinapsis en las que el nen abundantes dendritas con diminutas gémulas. Las
elemento presináptico no es una terminación axonal sino neuronas de axón corto se dividen en una extensa arbori­
una dendrita o el cuerpo celular mismo (sinapsis dendro­ zación terminal en la vecindad inmediata del cuerpo celu­
dendríticas y somatodendríticas). lar. Es notable la longitud que alcanzan las prolongaciones
Las neuronas se dividen en varios tipos según sus pro­ o fibras de ciertas neuronas. El axón de algunas de las cé­
longaciones: lulas piramidales de la corteza cerebral llega hasta el extre­
- Unipolares, es decir que presentan una sola prolonga­ mo distal de la médula espinal.
ción, como ocurre con la célula de los ganglios raquídeos. El tamaño del cuerpo celular fluctúa dentro de amplios lí­
En este caso la célula tiene una prolongación única, que mites, desde un diámetro de 4 micrones hasta más de 100
después de un corto trayecto, se divide en dos ramas (pro­ micrones, como ocurre en las grandes células motoras de
longación en T): una periférica y otra central. la médula. La dimensión del cuerpo celular suele ser pro­
- Bipolares, o sea que presentan dos prolongaciones porcional a la longitud, espesor y abundancia de sus ramifi­
que salen de dos polos opuestos, como por ejemplo las cé­ caciones yarborizaciones.
lulas bipolares de la retina. Cada ·neurona posee una especificidad propia que de­
- Multipolares, o sea que presentan un número conside­ pende de su forma y del número, naturaleza y modalidades
rable de prolongaciones. Las hay de cilindroeje largo, por de las conexiones sinápticas que tiene con otras neuronas,
ejemplo las células piramidales, y de cilindroeje corto, por
ejemplo algunas células de los núcleos grises de la base.
A pesar de la variedad que en su tamaño y prolongacio­
nes presentan las neuronas (fig. 1 -4), las que intervienen
en una función determinada o se encuentran en cierto sec­
tor del sistema nervioso suel9íl parecerse estructuralmen­
te. Así, las neuronas de la corteza cerebelosa denomina­
das células de Purkinje (fig. 1-5) son de tipo multipolar,
pero sus dendritas son muy numerosas, anchas en su ini­
ciación y afinándose rápidamente, con una rica ramifica­
ción secundaria y terciaria. Las ramificaciones más aleja-

Fig. 1-5. Célula de Purkinje de la corteza cerebelosa.

Neurona multipolar
motora del asta anterior

•� Neurona bipolar de la retina


Fig. 1-4. Tipos.de neuronas. Fig. 1-6. Célula piramidal de la corteza cerebral.

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1 . NOCIONES DE ANATOMÍA, HISTOLOGIA, FISIOLOGÍA Y PATOLOGIA 5

así como de su localización dentro del sistema nervioso. A El sistema nervioso queda integrado, en síntesis, por las
esta especificidad morfológica y topográfica se añade una neuronas, sus prolongaciones, y un armazón constituido
especificidad bioquímica por la naturaleza del neurotrans­ por la neuroglía. La comunicación entre neurona y neurona
misor que libera en sus extremidades presinápticas. se hace por contacto entre sus prolongaciones, pero con­
La constitución, actividad y función de las neuronas es­ servando cada neurona su identidad y constituyendo una
tán en gran parte determinadas genéticamente. El total unidad morfológica independiente.
neuronal se determina muy precozmente en la vida de un A las neuronas les corresponden las funciones específi­
individuo y la célula nerviosa madura en principio no se di­ cas del sistema nervioso dentro del organismo, o sea la
vide: toda neurona destruida será una neurona menos que reacción frente a los estímulos originados en el medio cir­
no será reemplazada. Esto no excluye las modificaciones cundante, el control de la actividad de los restantes órganos
adquiridas después del nacimiento y vinculadas al medio de la economía y su adecuación en una armoniosa coopera­
ambiente y al aprendizaje. Estas modificaciones señalan ción funcional. La neuroglía en cambio cumple funciones de
una cierta "plasticidad neuronal" y, muy en especial, una tejido intersticial, que prolifera en caso de necrosis neuronal
"plasticidad de la sinapsis" conduciendo a modificaciones análogamente a la reparación conjuntiva que tiene lugar en
en la conexión de las neuronas dentro de los circuitos y cualquier otro órgano, y otras como la función fagocitaría.
siendo el substrato de las adquisiciones mediante el apren­
dizaje. En razón del número increlblemente elevado de co­
nexiones sinápticas anatómicas, se postula que el aprendi­
zaje se realizaría por medio de una "selección de circuitos
funcionales", bloqueando ciertas sinapsis y haciendo ac­
tuar otras.
Neuroglía. Está constituida por células que ocupan los
intersticios que quedan entre las neuronas y representa
aproximadamente el 50% del total de las células del siste­
ma nervioso. De acuerdo con su forma, tamaño y aun con Fig. 1-7. Neuroglía fibrosa.
su papel, dichas células se dividen en tres tipos principales:
astrocitos, oligodendrocitos y microg/ía. Embriológicamen­
te, la microglía procede del mesodermo, las otras células
gliales del ectodermo. La neuroglía no es un tejido de sos­
tén estático, sino un sistema dinámico de células que pue­
den ser móviles y que regulan los intercambios entre las
neuronas y su medio.
Los astrocitos son los elementos más numerosos, más
grandes y más complejos. Su cuerpo celular tiene prolongacio­ Fig. 1-8. Neuroglía protoplasmática.
nes largas y muy ramificadas. Existen dos tipos: el astrocito fi­
broso o célula araña y el astrocito protoplasmático o célula
musgosa, que se diferencian por el carácter de sus prolonga­
ciones (figs. 1-7 y 1-8). Los astrocitos fibrosos son más nume­
rosos en la sustancia blanca, y los protoplasmáticos en la gris.
Los o/igodendrocitos están constituidos por un pequeño
cuerpo celular piriforme, con núcleo excéntrico y con algu­
nas prolongaciones largas que se extienden a corta distan­
cia del cuerpo celular (fig. 1-9). Los oligodendrocitos tienen
un papel importante en la formación de la mielina. Fig. 1-9. Oligodendroglía.
La microglía está formada por pequeños componentes
alargados, con un cuerpo celular irregular y unas pocas pro­
longaciones gruesas, que se dividen luego en ramas más pe­
queñas (fig. 1 -1 O). Los elementos microgliales pueden trasfor­
marse en macrófagos y movilizarse en caso de lesiones
neuronales fagocitando mielina y otras sustancias lipoideas.
También deben mencionarse las células ependimarias o
ependimocitos, que son células epiteliales ciliadas que re­
visten el sistema cavitario constituido por los ventrículos y el
canal del epéndimo. Fig. 1-10. Neuroglia y microglía.

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6 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Fisiología canales de calcio de la membrana plasmática, el sodio


penetra bruscamente al espacio intracelular y el pota­
Neurona. La neurona es un centro genético, por­ sio sale hacia el extracelular. Producido el potencial de
que origina sus propias prolongaciones, un centro tró­ acción, hay un lapso en que esos cambios electrolíti­
fico, porque está a cargo de su nutrición, y un centro cos se mantienen y la célula permanece inexcitable: el
funcional. Como centro funcional, tiene dos propieda­ período refractario. Después comienzan a revertirse
des: excitabilidad, que es la capacidad de ser activa­ esos cambios. Comienza el egreso del sodio y el rein­
da eléctricamente por un estímulo, y conductibilidad, greso del potasio por medio de la llamada "bomba de
la capacidad de conducir el potencial de acción eléc­ sodio y potasio". Se inicia asl la fase repolarización,
trico provocado por dicho estímulo a través de sus durante la que aparece un breve período de excitabili­
prolongaciones. dad aumentada supranormal, la superpolarízación, an­
El medio interno condiciona, a su vez, la excitabili­ tes de que la célula vuelva a su polaridad basal. Si se
dad neuronal. La anemia o la hipoxia, a la que las neu­ reitera mucho la excitación, llega un momento en que
ronas son particularmente sensibles, la disminuyen. La la célula no responde: está fatigada y debe pasar cier­
hipopotasemia e hipocalcemia, la aumentan. Otras va­ to tiempo para que vuelva a ser excitable.
riaciones químicas del medio, como, por ejemplo, la El ciclo de excitabilidad neuronal es en resumen: po­
glucemia, el sodio, el magnesio, la vitamina B 1 o la tiro­ larización basal -estímulo--,.umbraf-,potencial de ac­
xina influyen sobre la función neuronal. Durante su ac­ ción-repolarización---superpolarización-polariza­
tividad la neurona origina fenómenos químicos (consu­ ción basal.
mo de oxígeno, oxidaciones con consumo de hidratos El potencial de acción se registra gráficamente por
de carbono, prótidos y lípidos, liberación de ácidos lác­ una gran onda con una rama ascendente rápida que re­
tico y fosfórico} y fenómenos físicos (producción de ca­ vela la despolarización de la membrana y otra descen­
lor, potencial de acción). dente más lenta indicadora de la repolarización (fig.
El tejido nervioso es particularmente rico en ami­ 1-11 }. El período refractario se produce durante los mi­
noácidos. Los más importantes son el ácido glutámico, lisegundos que siguen al vértice de la onda. El poten­
la glutamina, el ácido aspártico, la taurina y el ácido cial de acción alcanza de entrada su amplitud máxima
gammaaminobutírico. Es muy abundante la asociación y no crece aunque se aumente la intensidad del estímu­
de proteínas con lípidos (proteolipidos}. Los compo­ lo {ley del todo o nada). Estos cambios de potencial
nentes más importantes son los lípidos (cerebrósidos constituyen la base de los métodos de exploración neu­
y gangliósidos} constituidos por lecitina, esfingomielina rofisiológicos (electroencefalografía, electromiografía,
y otros. Entre los hidratos de carbono se hallan la glu­ potenciales evocados}.
cosa, la galactosa y el glucógeno. Además hay ácidos Los impulsos nerviosos que llegan a la sinapsis, co­
nucleicos y ATP, que tiene mucha importancia por su mo se mencionó, se transmiten entre las neuronas me­
papel energético. diante neurotransmisores, que son numerosos: acetil­
Caracteres generales de la actividad neuronal. La colina, noradrenalina, dopamina, serotonina, ácido
membrana plasmática, que reviste todo el cuerpo ce­ gammaaminobutírico o GASA, histamina, adrenalina,
lular y las prolongaciones neuronales, tiene gran im­ ácido glutámico, ácido aspártico, glicina, taurina. Estos
portancia fisiológica pues a su través se regulan los neurotransmisores liberados en la sinapsis actúan en
intercambios entre el citoplasma y el medio extracelu­ sitios particulares de la membrana postsináptica: los re­
lar. Siendo el medio intracelular rico en iones de pota­ ceptores de membrana. Existen varios tipos según el
sio y el extracelular en iones de sodio, la membrana
resulta polarizada por estas diferencias en la concen­ mV
tración iónica. En condiciones de reposo, p�esenta el
llamado potencial de reposo, que se refiere a la dife­
rencia de potencial que existe en ausencia de estímu­
los entre la superficie interna de la membrana, que tie­
ne una carga eléctrica negativa, y la superficie
externa, que presenta una carga positiva.
El estímulo excitador debe reunir ciertas condicio­
nes para actuar. Con una intensidad y duración sufi­
cientes, alcanza el llamado umbral de excitabilidad y
desencadena el llamado potencial de acción que se ·
transmite a lo largo del axón hasta sus prolongaciones mseg

terminales. Durante el potencial de acción se abren los Fig. 1-11. Potencial de acción en el gato.

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1. NOCIONES DE ANATOMÍA, HISTOLOGIA, FISIOLOGÍA Y PATOLOGÍA 7

neurotransmisor: dopaminérgico, colinérgico, gabaérgi­ queñas, mientras que la vaina de mielina se divide en
co, etc., originando así sinapsis de nombre similar. Tam­ pequeños fragmentos lipídicos que ulteriormente son
bién hay subtipos dentro de un grupo de receptores a reabsorbidos. Acompaña a esta degeneración de la fi­
la misma sustancia. El neurotransmisor modifica la per­ bra una reacción proliferativa de la envoltura con mul­
meabilidad iónica de la membrana. Sus impulsos pue­ tiplicación de los núcleos de la membrana de Sch­
den ser excitadores o inhibidores. Cuando la neurona wann. La degeneración walleriana se produce también
presináptica estimula o excita a la possináptica (sinap­ cuando se lesiona la neurona misma, y si ésta muere
sis excitadora), su membrana se despolariza, produ­ en principio toda regeneración es imposible, cosa
ciéndose un potencial possináptico de excitación. que, en cambio, es factible cuando sólo ha habido le­
Cuando por el contrario la inhibe (sinapsis inhibidora), sión del nervio en el fragmento que queda unido al
la neurona possináptica se hiperpolariza, originándose cuerpo celular.
un potencial possináptico de inhibición. En caso de muerte celular o lesión axonal, la pér­
La reversibilidad de estos fenómenos se asegura dida de funciones tróficas neuronales se pone de ma­
por la inactivación rápida del neurotransmisor, ya sea nifiesto clínicamente por atrofia, como la del músculo
por degradación enzimática (como ocurre con la acetil­ estriado que sigue a la lesión de la neurona motora
colina, que es hidrolizada por la acetilcolinestera$a) o periférica.
por su recaptación por las terminaciones presinápticas. En el axón se produce un transporte de sustancias,
En el sistema nervioso central la sinapsis dopami­ especialmente de carácter proteico, que se efectúa en
nérgica, por ejemplo, tiene un papel muy importante forma anterógrada, o sea del cuerpo celular hacia las
en la regulación de la motilidad extrapiramidal. En el terminaciones presinápticas y también en forma retró­
sistema nervioso periférico, la acetilcolina es el neuro­ grada, o sea de las terminaciones presinápticas hacia
transmisor para la unión neuromuscular, para las dos el cuerpo celular. Se trata de sustancias sintetizadas a
sinapsis (ganglionar y periférica) del sistema para,sim­ nivel del cuerpo celular y que se utilizan en la membra­
pático, y para la sinapsis ganglionar del sistema sim­ na del mismo axón (proteínas de estructura y proteínas
pático, mientras que la noradrenalina lo es para la si­ enzimáticas) o en la extremidad presináptica (proteínas
napsis periférica del sistema simpático. A la sinapsis de las membranas presinápticas o de las vesículas si­
ganglionar también se la denomina preganglionar, y a nápticas, enzimas que intervienen en la síntesis de
la periférica posganglionar. neurotransmisores). Este flujo axonal requiere un gasto
La neurona ejerce cierta función de síntesis de energético (ATP) y en él intervendrían especialmente
sustancias y de secreción. La primera comprende la las neurofibrillas.
síntesis de las proteínas de estructura que forman la Nervio. Estando los nervios constituidos por las pro­
membrana plasmática, el citoplasma y sus organoi­ longaciones de las neuronas, parte de sus propiedades
des, la síntesis de proteínas enzimáticas, la de neuro­ se vinculan a las de estas últimas: como en la neurona,
transmisores y la de polipéptidos horrnonales que son las propiedades esenciales del nervio son la ex9itabili­
vertidos a la circulación, constituyendo la neurosecre­ dad y la conductibilidad. Estimulado el nervio se produ­
ción. En el hombre esto último se observa en el hipo­ ce un potencial de acción y una onda de excitación o
tálamo, que elabora las hormonas poshipofisarias impulso nervioso que corre a lo largo de éste y puede
(hormona antidiurética y ocitocina) y los factores de li­ ser registrado.
beración hipotalámicos que controlan la secreción de Múltiples axones neuronales o fibras constituyen un
las hormonas del lóbulo anterior de la hipófisis: facto­ nervio, y ellas conducen el impulso a velocidades muy
res liberadores o estimuladores de la tirotrofina (TSH), diferentes, que son proporcionales a su diámetro y al de
somatotrofina (STH), gonadotrofinas foliculoestimu­ la vaina de mielina. Las fibras nerviosas se han agrupa­
lante (FSH) y luteinizante (LH), adrenocorticotrofina do por su velocidad de conducción en los tipos A, B y
(ACTH), prolactina (UH) y hormona melanocitoesti­ C. Las fibras A son mielínicas, de un diámetro que va­
mulante (MSH); factores inhibidores de la somatotrofi­ ría de 1 a 20 micrones y su velocidad de conducción os­
na (denominado somatostatina), prolactina y hormona cila entre 5 a 1 20 metros por segundo. Las fibras B,
melanocitoestimulante. también mielínicas, tienen una velocidad que oscila en­
La neurona posee influencia trófica sobre sus pro­ tre 3 a 15 metros por segundo y las fibras C son amie­
pias prolongaciones, las que degeneran si se las se­ línicas y de conducción muy lenta, 0,6 a 2 metros por
para del cuerpo celular. Esta degeneración se conoce segundo. A su vez, las fibras A y B admiten numerosas
con el nombre de degeneración wafleriana, y se ca­ subdivisiones, y corresponden funcionalmente a fibras
racteriza porque en todo el trozo de nervio separado motoras o aferentes propioceptivas. Algunas de estas
de la célula originaria, el cilindroeje se hace varicoso, fibras son cutáneas y están vinculadas al sentido del
disociándose y fragmentándose en granulaciones pe- tacto y de la presión. Las fibras B son autónomas pre-

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8 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

ganglionares y también transmiten impulsos aferentes células nerviosas entre las dos: son las llamadas neu­
de las vísceras. Las fibras C, amielínicas, comprenden ronas de conexión, internunciales o intercalares o
fibras autónomas posganglionares eferentes y fibras simplemente interneuronas (fig. 1 -1 2) . Estas son nu­
aferentes, que probablemente conducen impulsos do­ merosas. El sistema nervioso es tanto más perfecto
lorosos de las vísceras y de la periferia. cuanto más desarrolladas estén.
La velocidad de conducción es tanto mayor cuanto La acción refleja es infinitamente variada, desde la
mayor sea el diámetro del axón. A su vez, las fibras o simplicidad del arco reflejo elemental hasta la comple­
axones mielínicos, como se ha visto, conducen el im­ jidad de los reflejos condicionados, y constituye la ba­
pulso más rápidamente. La mielina, muy rica en lípi­ se del funcionamiento nervioso. Este funcionamiento
dos, es un material de débil conducción, pero sus nó­ origina esencialmente dos órdenes de fenómenos,
dulos de Ranvier constituyen una zona de débil unos de naturaleza sensitiva o sensorial y otros de na­
resistencia para el paso de las cordentes de despola­ turaleza m9triz. A propósito del examen de la motili­
rización. Así, en el axón mielinizado el potencial de dad y de la sensibilidad se estudiarán las vías y me­
acción progresa en forma discontinua saltando de un canismos respectivos.
nódulo a otro. Esta conducción salta/aria asegura una En suma, el sistema nervioso ha sido comparado a
propagación más rápida del impulso. un gran sistema telefónico con una oficina central gi­
Arco reflejo. Aunque la neurona constituye la uni­ gante, compuesto por un gran número de unidades re­
dad vital y trófica del sistema nervioso, no es, sin em­ ceptoras y emisoras, conectadas por numerosos ca­
bargo, la unidad fisiológica. La verdadera unidad fun­ bles internos (sistema nervioso central), y que se
cional es el arco reflejo. ponen én contacto con el exterior por otros cables que
El arco reflejo consta, en su forma más simple, de salen o entran en aquélla (sistema nervioso periférico).
un receptor que recibe la excitación, de ubicación pe­ Con la introducción de la cibernética se ha reem­
riférica o visceral, una neurona (neurona del ganglio plazado esta comparación con la de una computado­
de la raíz posterior) que, a través de sus prolongacio­ ra que, programada genéticamente, asegura la inte­
nes periférica y central, transmite el impulso hasta el gración de las informaciones que recibe o aferencias,
sistema nervioso central (rama aferente) y de una para dirigir a los órganos efectores las eferencias u ór­
neurona secretora o motriz que conduce el impulso denes necesarios para la vida del individuo, constitu­
desde el sistema nervioso central a un órgano efector, yendo el medio de comunicación más perfeccionado,
músculo o glándula (rama eferente). En la sustancia más eficaz y más rápido existente entre las diversas
gris del sistema nervioso central se halla el centro del células que componen el organismo.
arco reflejo, constituido por la prolongación central de Como una computadora, el sistema nervioso pue­
la neurona aferente y su sinapsis con el cuerpo celu­ de dividirse en tres partes: 1) recepción, que recibe
lar de la neurona eferente. Este sería el esquema más las informaciones o aferencias; 2) afección, que envía
simple del arco reflejo, pero como regla general las ra­ las órdenes o eferencias y 3) integración, situada en­
mas aferentes y eferentes no se ponen en contacto tre � y 2, que asegura la elaboración de las informa­
directo en el centro, sino que se interponen una o más clb1es y la conexión entre la recepción y la afección.

¡--- Neurona aferente o rama aferente


1 Raíz posterior

Ganglio de la raíz posterior

Piel

Raíz anterior

Músculo Fig. 1-12. Esquema del


Neurona eferente o rama eferente arco reflejo.

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1. NOCIONES DE ANATOMÍA, HISTOLOGÍA, FISIOLOGÍA Y PATOLOGÍA

La parte integradora, anatómicamente, está constitui­ simple y zoster, polio, rabia, y por una categoría espe­
da por el sistema nervioso central, y la parte recepto­ cial de virus que, por su electividad para atacar el teji­
ra y efectora está constituida por los nervios que sa­ do nervioso, se denominan virus neurotropos. Por hon­
len o entran, o sea el sistema nervioso periférico. gos (Criptococcus neoformans, Gandida, etc.). Estos
Cuando la afección está dirigida a los músculos estria­ agentes microbianos pueden llegar al neuroeje por vía
dos esqueléticos que permiten la motilidad voluntaria, sanguínea o linfática, por contigüidad, o bien siguien­
tenemos el denominado sistema nervioso de la vida do las vainas nerviosas. Unas veces causan lesiones
de relación. Cuando la afección está dirigida a los inflamatorias difusas, que afectan tanto a la sustancia
músculos lisos, al miocardio o a las glándulas de se­ blanca como a la gris, del mismo tipo que las que pro­
creción, tenemos el sistema nervioso de la vida vege- ducen en otros parénquimas. Otras veces la sustancia
tativa o autónomo. blanca es agredida con predilección, produciéndose
Para asegurar esta función de computadora del en especial lesiones de los cilindroejes, consistentes
sistema nervioso, sus unidades elementales, las neu­ en fragmentación y desaparición de la mielina, como
ronas, presentan una extraordinaria y complicada dis­ en el caso de la leucoencefalopatía multifocal progre­
posición espacial constituyendo, por sus conexiones, siva asociada a papovavirus. En otras ocasiones es la
intrincadas vías o circuitos, algunos de los cuales ad­ sustancia gris la afectada en particular, como sucede
quieren extraordinaria complejidad y riqueza. en la poliomielitis, en que se comprometen las astas
anteriores medulares, o en la encefalitis de von Econo­
mo, donde las lesiones afectan los núcleos grises de la
Patología base. En las vasculitis se producen trastornos inflama­
torios no infecciosos.
Las distintas causas patológicas, que más tarde se Localizaciones parasitarias. Las tenias, como
enumeran, pueden obrar sobre el sistema nervioso de Echinococcus granulosus y más raramente la Taenia
cuatro maneras, constituyendo los siguientes síndro­ so/ium, se ubican en el sistema nervioso, determinan­
mes fisiopatológicos: 1) deficitario, determinando ya do sus lesiones características, el quiste hidatídico o el
sea parálisis o anestesia, según el afectado sea el sis­ cisticerco, respectivamente. Igualmente el Schistoso­
tema motor o el sensitivo; 2) irritativo, cuyos ejemplos ma japonicum, que determina la enfermedad de Kata­
los constituyen las convulsiones motoras, y el dolor y yama o de Yamanachí, la Bilharzia hematobium y la
las parestesias como manifestación sensitiva; 3) de li­ Trichinella spiralis, hacen también localizaciones en el
beración, por supresión de impulsos inhibidores, sistema nervioso.
ejemplificado por el síndrome piramidal (liberación Intoxicaciones. Ciertos tóxicos se fijan electiva­
motora) y la hiperpatía talámica (sensitiva), y 4) de mente en el cerebro. Otros en las astas anteriores de
compensación, uno de cuyos ejemplos lo constituye la la médula (estricnina), en los nervios motores (plomo),
elevación de la rodilla durante la marcha cuando hay o en los sensitivomotores (plaguicidas organofosfora­
caída del antepié por parálisis del nervio ciático poplí­ dos, talio). Mecanismos análogos explican la acción
teo externo. de ciertas toxinas bacterianas, como la diftérica, tetá­
Los factores que influyen fundamentalmente sobre nica y botulínica. Existen igualmente ciertas intoxica­
el sistema nervioso, provocando los fenómenos ante­ ciones profesionales, como las provocadas por la
dichos, se agrupan del siguiente modo: bencina y el manganeso, que deben incluirse en este
Traumatismos, que pueden obrar por sí mismos grupo. Otros tóxicos de efecto secundario, como el
(por ejemplo, herida directa del cerebro, por una bala CO, pueden provocar lesiones neurológicas irreversi-
o por una esquirla ósea), o bien indirectamente por in­ bles.
termedio de traumas cerrados que laceran el tejido Enfermedades degenerativas. Son de naturaleza
nervioso, como ocurre en los traumatismos craneoen­ desconocida, caracterizadas por pérdida neuronal
cefálicos. progresiva, que constituye su sustrato anatómico (en­
Lesiones vasculares, que pueden consistir en he­ fermedades de Alzheimer y Pick, enfermedad de Par­
morragias, o isquemias e infartos por trombosis, em­ kinson, esclerosis lateral amiotrófica [ELA), amiotro­
bolia de origen cardíaco, vasoespasmo o hipoflujo. fias espinales, atrofias cerebelosas, enfermedad de
Lesíones infecciosas e inflamatorias, producidas Friedreich, corea de Huntington, parálisis espásticas).
unas veces por infecciones bacterianas por estafi­ En muchas de estas enfermedades se ha comproba­
lococos, neumococos, estreptococos o meningococos, do hoy el origen genético, como se verá en el punto
Haemophi/us, bacilo de Eberth, bacilo de Koch, Trepo­ siguiente.
nema pallidum. Por infecciones virales: en las encefa­ Enfermedades genéticas. El mejor conocimiento
litis de este origen, retrovirus (HIV y HTLV-1), herpes de los fenómenos relacionados con la herencia ha

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10 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

permitido establecer que los factores genéticos tienen · Ligada al sexo, recesiva: la mutación está en el cro­
creciente importancia en el origen de enfermedades mosoma X. Sólo los hombres manifiestan la enfer­
del sistema nervioso. medad, porque tienen un solo cromosoma X. Las
La transmisión hereditaria se lleva a cabo por medio mujeres no, porque tienen dos cromosomas X y el
de los cromosomas, corpúsculos presentes en el nú­ gen es recesivo, pero sí son portadoras. Los hijos
cleo de cada una de las células del organismo, que de mujeres portadoras tienen un 50% de riesgo de
contienen ácido desoxirribonucleico (ADN). Éste está heredar la mutación, como portadoras si son muje­
conformado por los llamados nucleótidos, unidades es­ res y como enfermos si son varones. Las hijas mu­
tructurales a su vez compuestas por: bases nucleotídi­ jeres de varones afectados tienen un 1 00% de ries­
cas {adenina, guanina, citosina, timina), carbohidratos go de ser portadoras, porque todos los cromosomas
(desoxirribosa) y fosfatos. Los nucleótidos se disponen X paternos tienen la mutación. Los varones afecta­
en una cadena de forma helicoidal (la doble hélice), en dos no transmiten la enfermedad a sus hijos varo­
la que el esqueleto está constituido por la desoxirribosa nes. Son ejemplos las distrofias musculares de Du­
y los fosfatos, y las bases se ubican de a pares hacia el chenne y de Becker.
centro de la cadena. La herencia depende de la se­ • Ligada al sexo, dominante: en este caso se afectan
cuencia de estas bases. Se denomina gen a una se­ también las mujeres, pero la enfermedad suele ser
cuencia de bases precisa que da origen a un rasgo ge­ más severa en los hombres, que tienen un solo cromo­
nético determinado. Los genes son las unidades de la soma X. Es muy rara. Ejemplo: síndrome de Rett.
herencia, y se ubican en posiciones fijas a lo largo de - Mitocondrial: el genoma mítocondrial es diferente
los cromosomas. Codifican información que resulta en del nuclear. Hay varios cientos de mitocondrias en
la secuenciación y síntesis del llamado ácido ribonuclei­ el citoplasma, y cada mitocondria contiene hasta
co mensajero (ARNm), ácido nucleico cuyo carbohidra­ 1 O moléculas de ADN circular, que codifica 1 3 pro­
to es la ribosa. Éste se traslada fuera del núcleo celular teínas de fosforilación oxidativa y 25 tipos de ARN.
{de ahí su nombre) y traduce su información a secuen­ Sólo la madre contribuye al ADN mitocondrial, por
cias de aminoácidos que originan proteínas. lo que la herencia de las enfermedades mitocon­
El ser humano tiene 46 cromosomas en cada célula (nú­ driales es únicamente materna. Las mitocondrias
mero diploide), de los que 23 son de herencia paterna y 23 no son todas iguales, de modo que en una misma
materna. En cada grupo de 23 hay 1 cromosoma sexual y célula pueden coexistir tanto mitocondrias con
22 cromosomas no sexuales, llamados autosomas. Las cé­ ADN mutante como normal, en proporciones muy
lulas sexuales (óvulo y espennatozoide) tienen sólo 23 cro­ variables. Los fenotipos patológicos varían conse­
mosomas (número haploide), que al unirse y fecundarse, cuentemente. El riesgo de heredar algún grado de
originan un embrión de 46 cromosomas. En el hombre los mutación mitocondrial es amplio. Ejemplos: ence­
cromosomas sexuales son X(, y en la mujer XX. falomiopatías mitocondriales.
En las enfermedades de origen hereditario, el tipo En otros casos se producen aberraciones cromo­
de herencia puede ser: sómicas, como aumento o pérdida de cromosomas
- Autosómica dominante: en este caso, una muta­ enteros. Ejemplos: mongolismo (trisomía del cromo­
ción en un único gen de un autosoma determinado soma 21), síndromes de Turner (cariotipo XO, por fal­
es suficiente para causar un trastorno clínico, por ta de cromosoma Y) o Klinefelter (XXY).
eso es dominante respecto del gen no mutado en Las enfermedades neurogenéticas, que serán
el cromosoma equivalente de la otra mitad de los mencionadas a lo largo de todo este texto, pueden
autosomas. La enfermedad se observa por lo tan­ clasificarse en:
to en heterocigotas (un gen patológico, el otro nor­ Canalopatías: son trastornos de los canales íóni­
mal), lo que hace que se afecten sucesivas gene­ cos (sodio, potasio, calcio, cloro) de la membrana.
raciones en una familia. Ejemplos: corea de Integran este grupo las parálisis periódicas hipo e
Huntington, neuropatías periféricas sensitivomoto­ hiperkalémicas, la miotonía congénita (Thpmsen),
ras heredofamiliares, atrofias cerebelosas. la paramiotonla congénita (Eulenburg) y las ataxias
Autosómica recesiva: ambas "copias" del gen auto­ episódicas.
sómico deben mutar para que se manifieste la enfer­ · Neuropatías periféricas sensitivomotoras heredofa­
medad, que por ende sólo aparece en homocigotas miliares: enfermedades de Charcot-Marie-Tooth y
(ambos genes mutados e iguales). Pero los hetero­ Déjerine-Gombault-Sottas.
cigotas, que tienen un solo gen mutado, pueden Distrofias musculares: distrofinopatías (Duchenne
transmitir éste a su descendencia. Éstos son enton­ y Becker), Emery-Dreifus, de las cinturas, congéni­
ces portadores. Ejemplos: enfermedad de Frie­ ta, oculofaríngea y facioescapulohumeral.
dreich, enfermedad de Wilson. · Distrofia miotónica (Steinert).

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1. NOCIONES DE ANATOMIA, HISTOLOGIA, FISIOLOGIA Y PATOLOGIA 11

_ Facomatosis: su nombre proviene del griego pha­ lidad bioeléctrica cortical, como mayor frecuencia e in­
kos (mancha), porque todas ellas se asocian a pig­ tensidad de ataques epilépticos. La hipokalemia o hipo­
mentaciones cutáneas o retinianas. Se denominan potasemia causa debilidad muscular y parálisis. En el
también neurodermatosis. A este grupo pertenecen hiperaldosteronismo primario se presentan análogos
enfermedades como la neurofibromatosis (von Rec­ síntomas por hipopotasemia concomitante. Las varia­
klinghausen), la esclerosis tuberosa (Bourneville) y ciones del pH por distintos factores (hiperventilación,
la enfermedad de von Hippel-Lindau. vómitos, uremia, diabetes, diarrea, deshidratación)
- Paraplejías espásticas hereditarias. pueden dar lugar a fenómenos de hiperexcitabilidad
- Ataxias hereditarias: dominantes (atrofias cerebe- o de déficit, según las circunstancias. La hipocalce­
losas) y recesivas (enfermedad de Friedreich, ata­ mia y la hipomagnesemia pueden originar tetania por
xia-telangiectasia). hiperexcitabilidad neuromuscular. La falta de algunas
Corea de Huntington: corea hereditaria progresiva sustancias, como vitaminas y hormonas, puede pertur­
de herencia autosómica dominante. bar las funciones nerviosas, como la avitaminosis B 1 en
Enfermedades hereditarias de la motoneurona: el beriberi, el déficit de ácido nicotínico en la pelagra o
atrofias musculares espinales y esclerosis lateral la falta de tiroxina en el hipotiroidismo.
amiotrófica (ELA) familiar. Trastornos inmunológicos. En las colagenopatías
Enfermedades mitocondría/es: encefalomiopatías como el lupus eritematoso diseminado o la periarteritis
mitocondriales. i nodosa, enfermedades en las que actúan mecanismos
- Enfermedades priónicas: los priones son particulas autoinmunes, es frecuente comprobar la presencia de
proteicas infectantes y transmisibles tisularmente trastornos neurológicos como convulsiones, cerebritis,
que, a diferencia de los virus, no contienen ácidos mono y polineuropatías. Enfermedades desmielinizan­
nucleicos. Ellos y las mutaciones proteicas genéti­ tes como la esclerosis múltiple reconocen una etiopa­
cas tienen ambos un papel etiológico en estas en­ togenia inmunológica, probablemente autoinmune.
fermedades. Son ejemplos las encefalopatias es­ También en el síndrome de Guillain-Barré (polirradicu­
pongiformes (Jakob-Creutzfeldt), el síndrome de loneuritis ascendente aguda) se acepta que interviene
Gerstmann-Straussler y el insomnio familiar fatal. un mecanismo inmunológico, vinculado a un cuadro vi­
Enfermedades extrapiramidales, desmielinizanfes, ral o de las vías aéreas superiores que suele preceder
demencias y epilepsias familiares. a la instalación del síndrome. La miastenia gravis es
Hay enfermedades metabólicas de origen genético una enfermedad autoinmune por autoanticuerpos diri­
con repercusión secundaria en el sistema nervioso, gidos contra el receptor neuromuscular estriado de
como la fenilcetonuria, en la que a la eliminación de acetilcolina. En la llamada neuropatía inflamatoria des­
ácido fenilpirúvico por la orina, determinada por la au­ mielinizante crónica (primaria) se describen anticuer­
sencia de una enzima que impide la degradación de pos contra los gangliósidos del nervio periférico (anti
la fenilalanina, se añaden alteraciones cerebrales con GM1, anti MAG). En vacunados contra virosis como la
oligofrenia. otro ejemplo es la enfermedad de Hart­ rabia, el sarampión, la varicela, etc., se han presenta­
nup, en que por ausencia de una enzima que degra­ do cuadros de encefalomielitis que serían causados
da el triptófano, se forman indoles que provocan défi­ por la elaboración de anticuerpos contra los tejidos
cit mental y dermatosis pelagroide. Y también las constitutivos de la vacuna.
abetalipoproteinemias y el déficit de hexosaminidasa Tumores. Los tumores que afectan al sistema ner­
A (enfermedad de Tay-Sachs), con ataxia como sín­ vioso pueden ser extraparenquimatosos, es decir desa­
drome clínico. Estas enfermedades son de herencia rrollados fuera del neuroeje, pero en su vecindad (me­
autosómica recesiva. ningioma del cerebro, por ejemplo), o bien
Debe señalarse finalmente que ciertas enfermeda­ intraparenquimatosos, o sea, desarrollados en el tejido
des que sufre el embrión en el vientre materno, como nervioso mismo. En el primercaso obran por acción
la embriopatia rubeólica, pueden ser causa de lesio­ mecánica, desplazando o comprimiendo al neuroeje, o
nes congénitas, pero éstas no son por su origen ge­ provocando, por compresión de los vasos, edema cere­
néticas o hereditarias. bral. En el segundo, el mecanismo es más complejo y
Trastornos metabólicos, en particular las referen­ estaría determinado por: a) compresión de vasos o vías
tes al metabolismo de los lípidos, que conducen al de­ de circulación del líquido cefalorraquídeo, originando
pósito cerebral de sustancias lipídicas (lipoidosis, xan­ edema cerebral e hipertensión endocraneana; b) com­
tomatosis), originándose así alteraciones graves, como, presión directa del tejido nervioso; c) invasión del cita­
por ejemplo, la ceguera y la idiocia, la enfermedad de do tejido con destrucción de células y fibras nerviosas.
Niemann-Pick y la de Tay-Sachs ya mencionada. Las Síndromes paraneoplásicos. En portadores de
alteraciones hidroelectrolíticas pueden determinar labi- neoplasias malignas diversas (pulmón, aparato digesti-

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12 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

vo) pueden aparecer síndromes neurológicos no cau­ ("heat-exhaustion" de los ingleses). Igualmente caben
sados por acción directa, mecánica o invasora del tu­ en este grupo los trastornos por disminución de la ten­
mor ni de sus metástasis, pero vinculables a la sión de oxígeno o presión atmosférica, como ocurre
neoplasia porque mejoran con su tratamiento. Se atri­ en las alturas (vértigos, sordera pasajera, perturbacio­
buyen a alteraciones metabólicas o a la producción por nes psíquicas), o las parálisis de las descompresiones
el tumor de sustancias que actúan como hormonas con bruscas (mielopalías de los buzos).
determinada acción fisiológica. Estos síndromes se de­ Trastornos psíquicos. Influencias puramente psí­
nominan síndromes neurológicos paraneoplásicos. Son quicas, llamadas facticias o histéricas, pueden causar
ejemplos la neuropalía periférica o polineuropalía, o la por ejemplo déficit de funciones motrices (parálisis o
enfermedad de la motoneurona, paraneoplásicas. trastornos de la marcha), pérdidas de conciencia (cri­
Trastornos físicos y alérgicos. Se incluyen los sis seudoepiléplicas psicógenas) o también impedir
accidentes por shock eléctrico o electrocución, capa­ ciertos reflejos como el de la erección (impotencias
ces de producir alteración de la conciencia o convul­ psicógenas). En otros casos, generalmente de litigio
siones, o los debidos a "insolación" ("coup de cha­ medicolegal, los déficit son voluntariamente simula­
leur"), o mala adaptación a las altas temperaturas dos para obtener beneficios económicos secundarios.

Anatomía, histología, fisiología y patología: sinopsis

Anatomía e histología

Sistema nervioso central: cerebro, cerebelo, pedúnculos cerebrales, protuberancia, bulbo raquídeo, médula espinal
Meninges: duramadre, aracnoides, espacio subaracnoideo, piamadre
Sustancia gris: neuronas. Sustancia blanca: fibras (axones)
Sistema nervioso periférico: nervios periféricos (craneales, raquídeos, autónomos)
• Neurona: cuerpo o soma celular, dendritas, axón o cilindroeje
Soma: citoplasma (neurofibrillas, corpúsculos de Nissl, ap. de Golgi), núcleo, membrana plasmática
Neuronas: unipolares, bipolares, multipolares
Axón: fibra
Fibras: mielínicas (vaina y célula de Schwann, nódulos de Ranvier), amielínicas
• Sinapsis: axodendritica, axosomática, axoaxónica
• Sinapsis: neurona presináptica (vesículas sinápticas), espacio intersináptico, neurotransmisores, receptores pre y postsináp­
ticos, neurona postsináptica
• Neuroglia: astroglia (sostén), oligodendroglia (mielina), microglia (mesodermo)
• Células ependimarias

Fisiología

Neurona: excitabilidad y conductibilidad->potencial de acción


• Ciclo de excitabilidad: polarización basal-estimulo->umbral-potencial de acción-repolarización-superpolarización­
polarización basal (ley del todo o nada)
Potenciales postsinápticos: excitatorios (ej. dopamina) e inhibitorios (ej. GABA)
Neurotransmisores centrales: varios. Periféricos: acetilcolina (unión neuromuscular, sinapsis preganglionar autonómica,
posganglionar parasimpática), adrenalina-noradrenalina (sinapsis posganglionar simpática)
• Función trófica neuronal: degeneración walleriana
• Nervio: múltiples fibras o axones. Fibras miellnicas: conducción saltatoria
Arco reflejo: recepción-aferencia, sinapsis-integración, eferencia-efección

Patología

Síndromes: deficitario, irritativo, de liberación, de compensación


Traumatismos
• Lesiones vasculares

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1. NOCIONES DE ANATOMÍA, HISTOLOGÍA, FISIOLOGÍA Y PATOLOGÍA 13

• Lesiones infecciosas e inflamatorias


• Localizaciones parasitarias
• Intoxicaciones
Enfermedades degenerativas
• Enfermedades genéticas
• Tipos de herencia
• Autosómica dominante: 1 gen autosómico mutado, heterocigolas enfermos (Huntinglon, atrofias cerebelosas, neuropalías
periféricas heredofamiliares, facomatosis)
Autosómica recesiva: 2 genes autosómicos mutados, homocigotas enfermos, heterocigotas portadores (Friedreich,
Wilson)
Ligada al sexo, recesiva: cr X. Varones enfermos: hijos 100% sanos, hijas 100% portadoras. Mujeres portadoras: hijos
50º/, enfermos, hijas 50% portadoras
• Ligada al sexo, dominante: cr X. Ambos sexos enfermos {síndrome de Rett)
• Mitocondrial: herencia materna (MELAS)
• Trastornos metabólicos
Trastornos inmunológicos
Tumores
Slndromes paraneoplásicos
Trastornos físicos y alérgicos
• Trastornos psíquicos

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2
Exploración

Niveles de exploración quier trastorno mórbido puede tener repercusión ge­


neral, el examen de este sistema deberá completarse
Para efectuar el diagnóstico de la afección del siste­ con un estudio prolijo sobre el estado de todos los de­
ma nervioso que padece un paciente determinado, se más órganos y aparatos.
lo puede investigar o evaluar desde varios nivele� o
puntos de vista, y con distintos métodos, que constilu,
yen la exploración. Dichos niveles no se excluyen sino Particularidades del examen neurológico
que se complementan. No necesariamente deben efec­
tuarse todos, pero el interrogatorio y el examen físico El examen neurológico tiene características parti­
deben iniciar ineludiblemente toda exploración, porque culares que lo diferencian del examen de otros apara­
sobre la base de sus hallazgos el médico deberá deci­ tos o sistemas.
dir qué otros estudios se requieren. Las lesiones o trastornos con repercusión cerebral
La exploración comprende entonces: pueden interferir con el funcionamiento de las áreas
Interrogatorio o anamnesis del paciente o de sus corticales vinculadas a la vigilia, conciencia y funcio­
allegados. nes cognitivas, provocar pérdida de estas funciones
Examen físico: exploración de facies, actitud, már­ (coma, afasia, mutismo, demencia) e imposibilitar de
cha, motilidad, tono y trofismo musculares, reflejos, este modo el interrogatorio. El diagnóstico deberá ba­
taxia, sensibilidad, funciones cognitivas y eventual­ sarse entonces exclusivamente en los hallazgos del
mente estado de conciencia. examen objetivo.
- Exámenes de laboratorio: punción lumbar, con aná­ Los signos que brinda el examen fisico suelen ser
lisis del líquido cefalorraquídeo, y otros exámenes numerosos, sutiles y de gran valor localizador. En rea­
qui micos como se realizan para otros aparatos o sis­ lidad se trata de una semiología muy rica, más que la
temas (orina, sangre). En los últimos años, los estu­ de cualquier otro aparato. Por ello, la minuciosidad y
dios bioquímicos vinculados con las enfermedades capacidad técnica del explorador son esenciales. Si la
del sistema nervioso han ido cobrando mayor impor­ semiología fue correcta y bien orientada, los estudios
tancia, en especial las determinaciones de factores complementarios podrán ayudar al diagnóstico. Si no,
neurometabólicos, los exámenes inmunológicos (in­ estos estudios no habrán sido bien orientados y qui­
munoelectroforesis, autoanticuerpos) y los exáme­ zás no sean concluyentes.
nes neurogenéticos cromosómicos. Muchos cuadros neurológicos sintomáticos pue­
- Exámenes imagenológicos: tomografía computada den no mostrar signos físicos al momento del exa­
(TC) y resonancia magnética por imágenes (RMI), men: cefaleas, demencias, epilepsias, síndrome del
en sus diversas técnicas. Angiografía invasiva ce­ latigazo cervical, secuelas de traumatismo de cráneo
rebral. leve, "mareos", síndrome de hipérvenlilación y trastor­
Exámenes electrofisiológicos: electromiografía , nos funcionales. Pero, por otra parte, muchas lesio­
electroencefalografía, potenciales evocados, po­ nes potencialmente graves pueden ser asintomáticas:
tenciales motores. tumor temporal derecho, infartos silentes, meningio­
Exámenes ullrasonográficos: de vasos de cuello y mas, aneurismas no rotos.
transcraneal, ecocardiogramas para investigar Pueden también observarse con frecuencia signos
fuente cardioembólica. de difícil interpretación, cuya adecuada valoración
Exámenes histopatológicos: biopsias de piel, mús­ permite que se los considere finalmente irrelevantes,
culo, nervio y cerebro. no localizadores o funcionales: leve exacerbación re­
Teniendo en cuenta que el sistema nervioso está fleja, aumento del tono cervical sin configurar rigidez
en íntima relación con la economla entera y que cual- de nuca, leve inestabilidad en la rnarcha sensibilizada,

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16 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

posturas levemente distónicas en la extensión de Si está inconsciente no podrá hacerlo, y en este


miembros y otros. Estos llamados "signos blandos" caso el médico deberá recurrir a sus mejores habilida­
deben saber interpretarse correctamente para evitar des semiológicas para el diagnóstico de un paciente
errores diagnósticos por exceso. que ni responde al interrogatorio ni colabora con las
En resumen, como en toda la medicina, el diagnós­ maniobras del examen.
tico debe ser minucioso, prudente y equilibrado, pero La exploración, que debe ser a la vez minuciosa,
estos requerimientos se extreman en el caso de las sistemática y ágil, variará entonces según la situación
afecciones del sistema nervioso, asiento de funciones clínica. Poco importa el método que se siga, con tal de
tan sofisticadas y únicas para el ser humano como que asegure una investigación completa y no descui­
lenguaje, orientación temporoespacial, juicio, conduc­ de ningún punto capital. Ciertamente es posible a ve­
ta y personalidad. ces un diagnóstico a primera vista, por ejemplo ante
una enfermedad de Parkinson o una corea, pero no es
lo común, y la mayoría de las veces sólo la explora­
Etapas diagnósticas ción c uidadosa podrá revelar la enfermedad.
El objeto de la exploración del sistema nervioso es:
1. Reconocer si existe una perturbación en su fun­ Progresión diagnóstica
. cionamiento.
2. Ver si esa perturbación depende de alteraciones Se hace con la secuencia tradicional de interroga­
anatómicas o no (orgánico vs. funcional), y en torio, examen físico y exámenes complementarios.
este caso procurar localizar la región del siste­ Pero al finalizar el interrogatorio se deberá tener el
ma nervioso que está alterada, o sea efectuar el 50% del diagnóstico efectuado y un 30% más al con­
diagnóstico topográfico. cluir el examen físico. Los exámenes complementa­
3. Establecer el tipo de lesión (diagnóstico lesio­ rios cubrirán el restante 20% del diagnóstico; su prin­
naD, su mecanismo (diagnóstico fisiopatológico) cipal objeto es confirmar o descartar el diagnóstico
y su causa inicial (diagnóstico etiológico). pre9untivo, y no efectuarlo, conducta que muchas ve­
ces se adopta equivocadamente.
Estas constituyen las distintas etapas del diag­
nóstico neurológico que se ilustrarán con el siguien­
te ejemplo. Un enfermo consulta porque no puede Interrogatorio
mover su brazo derecho. Eliminada toda causa ex­
traneurológica (por ejemplo articular u ósea) y reali­ El interrogatorio se hará siguiendo las reglas cono­
zado un examen físico completo, se diagnostica mo­ cidas de la semiología general.
noplejía braquial derecha de tipo central (parálisis
del brazo originada en el cerebro). Descartados si­ Motivo de consulta y enfermedad actual
mulación o causa psicógena, se la atribuye a una le­ . !
sión a nivel del área motriz correspondiente al brazo Él médico interroga sobre el padecimiento que ori­
en la corteza rolándica izquierda (diagnóstico topo­ gina la consulta. Es raro que el enfermo (o allegados,
gráfico). Luego se establece que la lesión consiste si está inconsciente o imposibilitado de hablar) sumi­
en un infarto (diagnóstico lesiona!) , provocado por nistre espontáneamente un relato cronológico y exac­
ateroembolia y trombosis de una de las ramas de la to de su enfermedad. Por ello se lo debe encaminar
arteria cerebral media (diagnóstico fisiopatológico), con preguntas adecuadas. Es muy importante que:
originada en una ateromatosis carotídea (diagnósti­ - Se conteste exactamente lo que se pregunta: es
co etiológico). frecuente que el paciente dé respuestas que no
Ante un enfermo del sistema nervioso, el médico son las que corresponden, y luego divague hacia
puede encontrarse con dos situaciones: datos no relevantes. Esto debe evitarse detenién­
- el enfermo está vigil, dolo amablemente y repitiendo la pregunta, subra­
- el enfermo está inconsciente. yándole que debe específicamente contestar lo re­
Si el paciente está vigil, podrá colaborar total o par­ querido.
cialmente con el examen, según las funciones que Se evite que, al preguntar el motivo de consulta, el
tenga afectadas. El examen neurológico requiere que paciente conteste con un diagnóstico ya efectuado.
el paciente colabore activamente efectuando múltiples Lo .que se le pregunta son sus síntomas y no el
maniobras, mucho más que para un examen abdomi­ diagnóstico hecho por otros, que es precisamente
nal, cardiovascular o respiratorio. lo que se trata de corroborar o descartar.

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2. EXPLORACIÓN 17

El paciente hable de sus s.íntomas y no de sus peri­ Cuadro 2-1. Algunos síntomas de enfermedad del
pecias: "me llevaron a la guardia, de ahí me subie­ sistema nervioso
ron a rayos y me hicieron una radiografía, después
me pusieron suero .. .", etc. Aquí nada dice sobre sus Sensitivosensoriales
manifestaciones clínicas, que es lo relevante y en lo Deficitarios:
que debe insistirse. Obviamente el médico querrá -Pérdida de audición (hipoacusia), visión (amaurosis),
saber también qué estudios y tratamientos se le gusto (ageusia) u olfato (anosmia)
-Visión doble (diplopía)
efectuaron, pero en primera instancia el dato indis­ -Falta de sensibilidad al tacto (anestesia superficial táctil),
pensable es qué síntomas se manifestaron. al dolor (analgesia), al calor o frío (atermoestesia)
El paciente no sólo mencione sino que también des­
lrritalivos:
criba lo más detalladamente posible sus sensacio­ -Dolor de cabeza (cefalea)
nes, ya que el significado de un mismo término no -Mareos y vértigo
es igual para distintas personas. "Mareos" significa -Algoacusia (audición dolorosa), acufenos (zumbidos)
para algunos "inestabilidad", para otros "vértigo" y -Hormigueos, pinchazos, comezón, sensación de calor o
aun para otros "sensación de desmayo". A veces in­ frío (parestesias)
cluso "mareos" significa sólo eso ("mareos"), y no se -Dolor en diversos territorios del organismo, que puede ser
logra que el paciente describa su síntoma más allá localizado o bien seguir el trayecto de una raíz (radicu­
lalgia) o nervio (neuralgia)
del término. El brazo "dormido" puede querer decir
"paralizado", o bien "sin sensibilidad". Motores
Se precise la fecha en que comenzó la enfermedad Deficitarios:
(o la hora si el cuadro es agudo), o sea, el tiempo -Dificultad o imposibilidad de caminar
de evolución, para saber si se !rata de un padeci­ -Déficit motor en un brazo o una pierna (monoparesia o
miento reciente o si data de tiempo atrás. monoplejía), ambos (diplejia o paraplejía), o una mitad del
cuerpo (hemiplejía)
Se establezca la forma de comienzo, es decir, si -Titubeo u oscilación en la estación de pie o en la marcha
apareció brusca o gradualmente, poco a poco, con (disbasia)
manifestaciones que, leves o discretas al principio,
fueron acentuándose, hasta constituirse la sintoma­ lrritalivos o de exacerbación:
-Rigidez o envaramiento corporales (hipertonías)
tología completa. Hay procesos neurológicos que -Aparición de movimientos involuntarios: temblores,
aparecen repentinamente, como el infarto o hemo­ coreoatetosis, diskinesias, ele.
rragia cerebral, o la paraplejía por compresión me­ -Convulsiones
dular o mielitis aguda. A veces hay manifestaciones
Cognitivos
premonitorias (pródromos), como cefalea, hiperter­ Deficitarios:
mia, parestesias, torpeza intelectual, cuya existencia -Trastorno de la articulación (disartria)
el médico procurará indagar. Otros procesos, en -Trastorno del lenguaje (afasia), de la memoria (amne-
cambio, como las enfermedades de Parkinson o Alz­ sia), de la orientación (desorientación)
heimer, tienen un comienzo insidioso, gradual. lrritativos:
- Se averigüe luego el curso que ha seguido la enfer­ -Alucinaciones visuales o auditivas
medad, especialmente si ella lleva ya cierto tiempo: si
ha sido progresivo, si se manifiesta por brotes o ac­ Del sueño y la conciencia
cesos, si ha habido mejorías o remisiones, cuál ha si­ Deficitarios:
do el orden de aparición o sucesión de los síntomas. -Pérdidas de conciencia
A veces, a pesar de los esfuerzos del médico, no -Insomnio
puede lograrse mayor precisión en el relato. En este lrritalivos o de exacerbación:
caso no conviene insistir demasiado: hay personas -Hipersomnias
que por su personalidad o escaso nivel intelectual no
Vegetativos o autonómicos
ofrecen descripciones útiles de sus manifestaciones, Deficitarios:
Y una insistencia desmedida no sólo será inútil sir.o -Incontinencias esfinterianas
que puede dar lugar a datos contradictorios que origi­ -Síncope
nen confusión. Lo mejor será que el médico se con­ -Impotencia
centre en obtener datos objetivos del examen físico y -Sequedad de mucosas
estudios complementarios. Hay mucho de "arte médi­ -Constipación
co" y experiencia en todo ello. lrritativos o de exacerbación:
Algunos de los distintos síntomas neurológicos que el -Sudoración profusa
enfermo puede manifestar aparecen en el cuadro 2-1 .

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18 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

La importancia del interrogatorio así dirigido puede Antecedentes personales


valorarse a través de los siguientes ejemplos de diag­
nósticos presuntivos inferidos sobre la base de los A continuación se recogerán los antecedentes per­
síntomas de presentación y otros datos relacionados: sonales. Aquí cabe hacer una distinción entre los me­
- Cefalea que se repite durante años. Si es en crisis nores de edad y los adultos.
y hemicránea: jaqueca o migraña. Si es continua,
en todo el cráneo (holocraneana), en casco o en En los niños y adolescentes se averiguará:
vincha: cefalea tensional. La evolución del embarazo materno, en especial si
- Cefalea permanente, creciente y de sólo semanas hubo hipertensión arterial, gestosis, eclampsia o
o meses de evolución: posible lesión ocupante in­ convulsiones aisladas. También, si el caso lo justi­
tracraneal. fica, confirmar la negatividad HIV de la madre, eva­
- Cefalea intensa, de súbita aparición, sobrevenida luación que hoy se hace sistemáticamente.
en plena salud, acompañada de náuseas o vómitos Si el paciente nació de parto eutócico o distócico.
y no febril: posible hemorragia subaracnoidea por Aunque el empleo de fórceps es hoy menos fre­
ruptura de aneurisma arterial u otra malformación cuente, los partos distócicos pueden ser traumáti­
intracraneal. cos para el sistema nervioso del recién nacido y
Cefalea, fotofobia y fiebre de instalación en horas causar diversos trastornos secundarios (epilepsia,
o días: meningitis o meningoencefalilis aguda. parálisis cerebral, parálisis radial).
- Déficit central focal súbito: infarto o hemorragia ce­ Si hubo convulsiones en los primeros meses de vi­
rebral. da. Las llamadas "convulsiones febriles" pueden
- Déficit motor y sensitivo periférico, distal y simétri­ evolucionar años más tarde a epilepsia.
co, de instalación en horas o días y rápidamente Si hubo traumatismos de cráneo con pérdida de
ascendente: síndrome de Guillain-Barré. conocimiento, antecedente de relevancia en caso
Pérdida de conciencia y coma súbitos: sin antece­ de convulsiones en esta edad.
dentes de enfermedad clínica y con signos focales, - Las infecciones agudas padecidas, en particular si
infarto, hemorragia u otras lesiones agudas cere­ hubo meningitis o encefalitis, otitis o infecciones
brales; con antecedentes como insuficiencias res­ respiratorias, y fiebre reumática, como anteceden­
piratoria, hepática, renal, diabetes, y sin signos fo­ te de importancia para el diagnóstico de la corea
cales, causa metabólica. de Sydenham (posreumática). Con las vacunacio­
- Pérdida de conciencia convulsiva con posterior re­ nes, las enfermedades comunes de la infancia son
cuperación espontánea y amnesia del episodio: hoy menos frecuentes.
epilepsia. - Las etapas de desarrollo motor. Normalmente los ni­
- Pérdida de conciencia no convulsiva con palidez y ños sostienen su cabeza a los 3 meses, se sientan
rápida recuperación: síncope. a los 6, se ponen de pie a los 9 y caminan al año.
Déficit central en brotes evolutivos seguidos de re­ - La edad de iniciación del lenguaje oral.
misiones con mejoría parcial: esclerosis múltiple. El rendimiento escolar y si hubo trastorno de
La enfermedad de Friedreich, las miopalías prima- aprendizaje de lectoescritura, si repitió grados y
rias y la corea de Sydenham se observan en general por qué, asi como también si hubo dificultades de
en la infancia o en la adolescencia; la epilepsia en la conducta.
adolescencia o primera juventud; la miastenia en mu­ - El desarrollo sexual (vello pubiano y axilar en varo­
jerec. jóvenes; la esclerosis múltiple en mujeres en la nes, menarca y ritmo menstrual en niñas).
edad !'ledia de la vida; la esclerosis lateral amiotrófica
en hombres mayores de 50 años; las enfermedades En los adultos, se indagarán además antecedentes de:
de Parkinson y de Alzheimer en adultos mayores. Factores de riesgo vascular: hipertensión arterial
Los trastornos de la memoria y fabulación de los al­ (HTA), diabetes, cardiopatía, hiperlipemia, taba­
cohólicos, las alteraciones de conducta y situación so­ quismo, hiperhomocisteinemia. La enfermedad ce­
cial vergonzante de los adictos y la búsqueda de be­ rebrovascular es hoy la causa más frecuente de
neficio económico secundario de personas en déficit neurológico. En Occidente, es la primera
instancia de litigio medicolegal hacen que los relatos causa de invalidez y la tercera de muerte después
de tales pacientes no sean confiables. de la enfermedad cardiovascular y el cáncer.
Durante el interrogatorio, por otra parte, se irán ha­ - Farmacológicos: diversas drogas pueden ser causa
ciendo aparentes la personalidad, y los déficit cogniti­ de cuadros neurológicos que mejoran con su suspen­
vos y trastornos psíquicos que el paciente pudiera te­ sión. Los neurolépticos (antipsicóticos como fenotiazi­
ner. nas y butirofenonas) y los bloqueantes selectivos de

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2. EXPLORACIÓN 19

los canales de calcio de acción sedante laberíntica (ci­ Se preguntará muy especialmente sobre enfermeda­
narizina, flunarizina) pueden originar síndrome extra­ des de carácter mental (demencia, síndrome depresi­
piramidal por bloqueo de los receptores postsinápti­ vo, antecedentes psiquiátricos), genético-degenerati­
cos de dopamina del cuerpo estriado. Los vas, extrapiramidales, epilepsia, enfermedad
antihistamínicos, la metoclopramida y la reserpina tie­ cerebrovascular, cefaleas, que puedan existir en pa­
nen un efecto similar por depleción dopaminérgica. dres o hermanos. Habrá que indagar siempre si hay
Todos los fármacos depresores centrales (anticonvul­ casos similares en la familia. A veces se observan for­
sivantes, ansiolílicos, hipnóticos y neurolépticos) pue­ mas frustras, leves u oligosintomáticas de enferme­
den causar sedación o lentificación cognitiva. Los an­ dad. Debe tenerse en cuenta que aun en enfermeda­
tidepresivos tricíclicos pueden originar temblor. Los des neurológicas que por su herencia poligénica no
anticolinérgicos, síndrome confusional. revisten de ordinario carácter hereditario o familiar de­
Neoplasias de cualquier órgano, que pueden pro­ finido, se pueden hallar casos similares en parientes.
vocar síndromes neurológicos por compresión o lo­ En el caso de la jaqueca o migraña, por ejemplo, la
calización central primitiva o metastática, o consti­ presencia de familiares con el mismo cuadro apoyará
tuyendo síndromes paraneoplásicos. el diagnóstico.
Enfermedades metabólicas causantes de encefa­
lopalía o neuropatía periférica: diabetes, insuficien­
cias hepática y renal. Examen general
- Alcoholismo y, en el adulto joven, adicción a estu­
pefacientes: marihuana, cocaína, "crack", heroína, Para establecer desde un comienzo la dominancia
psicofármacos, pegamentos. cerebral (o sea en cuál de los hemisferios cerebrales se
Riesgo de SIDA (síndrome de inmunodeficiencia ad­ sitúa la función del lenguaje), y en particular en los tras­
quirida): promiscuidad sexual, homosexualidad t11as­ tornos centrales, suele comenzarse el examen del sis­
culina, drogadicción por inyección, transfusiones. tema nervioso por la determinación de la dexteridad,
- Traumatismos craneoencefálicos, que en el adulto preguntándole al paciente con qué mano escribe. En el
pueden causar, además de epilepsia postraumáti­ 95% o más de las personas diestras, que escriben con
ca como en los niños, hematoma subdural y dete­ su mano derecha, la dominancia para el lenguaje es iz­
rioro cerebral. quierda. En cambio, aproximadamente 50% de los zur­
Tuberculosis o enfermedades venéreas. La sífilis dos tienen, para el lenguaje, dominancia derecha y
ya no causa enfermedad neurológica como en 50% izquierda. La importancia de establecer la domi­
otras épocas, pero justamente por ello puede pa­ nancia estriba en varios motivos: evaluar un trastorno
sarse por alto en algún caso puntual. de la palabra (disartria) o lenguaje (afasia), determinar
- Laborales y profesionales: contacto con man·ganeso, el riesgo de afasia en un paciente que ha sufrido una is­
plomo y plaguicidas por posible accié>n tóxica; pro­ quemia cerebral transitoria, o en el que deberá s(;lr so­
fesiones como las de escribientes, ·violinistas, pia­ metido a cirugía hemisférica, establecer el grado de in­
nistas, dactilógrafos, operadores de computadoras, validez en un déficit motor (en un diestro con déficit
asociadas a calambres y distonías profesionales. derecho la invalidez es mayor que si el mismo es iz­
- Colagenopalías, en especial el lupus eritematoso quierdo) y otras. La dominancia cerebral se trata con
sistémico y la periarteritis nodosa, por sus manifes­ mayor amplitud en el capítulo de lenguaje.
taciones neurológicas.
Hábitos y alimentación: tabaquismo como factor de Facies
riesgo vascular, ingesta de sodio como factor de
HTA, consumo de alcohol ante una neuropalía pe­ Las enfermedades del sistema nervioso muestran
riférica, conducta sexual ante un síndrome de de­ con frecuencia cambios en los rasgos fisonómicos (la
terioro neurológico e impregnación general con as­ facies), a veces suficientes para el diagnóstico.
tenia y pérdida de peso, carbohidratos en caso de Se enumerarán a continuación algunas de las fa­
diabetes o de ciertas enfermedades neuromuscu­ cies que es dable observar en los enfermos neuroló­
lares. gicos.
Facies parkinsoniana. Se observa en la enferme­
Antecedentes heredofamiliares dad de Parkinson y en los parkinsonismos: inexpre­
sión de la cara (cara de jugador de póker), frente frun­
Se indagarán finalmente los antecedentes heredo­ cida por contracción del músculo frontal, fijeza de la
fami/íares. Ya se ha visto la importancia de la heren­ mirada, falta de parpadeo, disminución o supresión de
cia en la etiología de las enfermedades neurológicas. la mímica (hipo o amimia, facies fija o figée), seborrea

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20 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

facial (cara de pomada) y boca entreabierta, con sali­


vación pronunciada y a veces babeo (figs. 2-1 y 2-2).
La cara puede ser tan inexpresiva que si se le tapa la
boca con un papel, no se puede saber por el resto de
la cara si el enfermo está hablando o no (Monrad­
Krohn).
Facies determinadas por parálisis de algunos ner­
vios craneanos. La parálisis de los nervios oculomoto­
res origina facies diversas.
Facies de Hutchinson, de las oftalmoplejías nu­
cleares progresivas (parálisis nuclear de los nervios
bulboprotuberanciales) (fígs. 2-3 y 2-4): se caracteriza
por párpados caídos (ptosís palpebral). El enfermo
Fig. 2-1. A. Facies parkinsoniana (parkinsonismo posencefaliti­ arruga la frente y eleva las cejas para compensar la
co); obsérvese la fijeza de la mirada y la rigidez de la mímica. B. ptosís, intentando ver a través del resquicio palpebral.
El mismo enfermo con tic bucal, bostezo -frecuente en esta Con la progresión de la enfermedad los ojos se inmo­
enfermedad- (tic posencefalítico). vilizan y el enfermo no puede dirigir su mirada hacía
ningún lado. · ·
Facies. de la parálisis facial periférica. Cuando es
unilateral presenta asimetría facial; hendidura palpe­
bral del lado paralizado mayor que la del lado sano
(lagoftalmos u ojo de liebre: del griego lagos, liebre, y
ophtalmos, ojo), porque en el lado enfermo la parálisis
del orbicular permite una acción mayor del elevador
del párpado superior, inervado por el motor ocular co­
m�n; el paciente no puede cerrar el ojo, y al mirar ha­
cia arriba su globo ocular asciende más que el del la­
do sano (signo de Negro), dejando al descubierto la
esclerótica (signo de Bel!); hay lagrimeo (epifora) por­
que las lágrimas no se dirigen hacia el conducto lagri­
mal por la parálisis del orbicular; la comisura labial es­
tá desviada hacia el lado sano por hípotonía del lado
Fig. 2-2. Facies característi­ Flg. 2-3. Facies de Hutchinson. afectado (fig. 2-5). Cuando es bilateral (diplejía faciaD
ca de un paciente con enfer­ la facies muestra hendidura palpebral aumentada en
medad de Parkinson. ambos lados e inmovilidad de los labios, el labio infe­
rior' pende hacía el exterior, mostrando la mucosa la­
biaí (ectropión bucaD y falta la asimetría propia de la
parálisis unilateral (véase examen del VII par).
Facies del síndrome de Horner. Este síndrome ori­
ginado por la parálisis del plexo simpático produce del
lado afectado: ptosís parcial por parálisis del músculo
liso de Müller del párpado superior; miosis (con refle­
jo fotomotor preservado) por predominio de la acción
parasimpática del motor ocular común sobre el mús­
culo ciliar; disminución aparente de la hendidura pal­
pebral o "hundimiento" del globo ocular (enoftalmos,
del griego en, dentro; ophtalmos, ojo); elevación del
párpado inferior (ptosis inversa) por parálisis del mús­
culo liso retractar de ese párpado; congestión conjun­
Fig. 2-4. Facies de Hutchinson Fig. 2-5. Parálisis facial
tival; falta de sudoración (anhidrosis) frontal (fig. 2-6).
en una paciente afectada de izquierda. Obsérvense la asi­ A veces, en particular en casos congénitos o debidos
distrofia muscular y oftalmople­ metría de la cara, el fagoftal­ a parálisis simpáticas anteriores a los 2 años de edad,
jia congénita. mos y la desviación de la se observa cambio de coloración en el iris (heteroch­
comisura labial. romia iridis).

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2. EXPLORACIÓN 21

Facies de la miastenia gravis. Muestra signos simila­


res a la de las oftalmoplejías nucleares progresivas. En
este caso el trastorno se debe a bloqueo autoinmune de
los receptores postsinápticos de la placa neuromuscular.
Se observa ptosis bilateral, a veces asimétrica; el enfer­
mo lleva su cabeza muy hacia atrás para poder ver a tra­
vés del resquicio que deja libre la ptosis, y levanta los
párpados (mirada de astrónomo); los movimientos ocu­
lares son lentos y se agotan fácilmente; puede haber di­
plopía y estrabismo y, en casos graves, inmovilidad ocu­
lar (ojo cuajado de Hutchinson); se asocia debilidad
muscular de labios y mejillas, con expresión caracteris­
tica (fig. 2-7). Lo típico en este caso es la fatigabilidad fá­
cil, acentuándose los síntomas a lo largo del día, o la Fig. 2-6. Síndrome de Horner del lado derecho.
agravación con el esfuerzo: la ptosis se acrecienta con
la elevación sostenida de los párpados.
Facies de risa sardónica, máscara tetánica. Se ob­
serva en el tétanos, hoy menos frecuente. La frente se
arruga, las cejas y las alas de la nariz se elevan, el án­
gulo externo del ojo se pliega, todo lo cual da a la par­
te superior de la cara una expresión de dolor; las co­
misuras labiales son atraídas hacia arriba y afuera, al
tiempo que los labios contracturados descubren más
o menos los dientes, dibujando la boca en conjunto
una especie de risa permanente (risa sardónica, es­
pasmo cínico). Es el resultado de las contracturas ex­
tendidas a los músculos de la cara. Fig. 2-7. Miastenia gravis. A. La paciente en las primeras horas
Facies miopática. En la forma facioescapulohume­ del día. B. Avanzado el día presenta la facies típica.
ral se observa expresión indiferente, borramiento de
surcos faciales y labios voluminosos con saliencia del exoftalmía, estrabismo divergente y aumento de la
superior sobre el inferior (labio de tapir). distancia entre ambas órbitas. Se asocia un cráneo
Facies del seudobulbar o suprabulbar. Hay ausen­ braquicéfalo deformado, por prominencia de la bóve­
cia de expresión, interrumpida sin motivos plausibles da a manera de techo a dos aguas, y prognatismo de
por crisis de llanto y risa, espasmódicas e inmotivadas la mandíbula inferior.
(labilidad emotiva). Con frecuencia la boca está se­
miabierta constantemente, dejando escapar la saliva. Actitud y marcha
Se vincula a compromiso bilateral de motoneuronas
centrales ("suprabulbar"). La motilidad comprende dos tipos: la cinética y la
estática o inaparente. La motilidad cinética consiste
Facies del ataque cerebral o accidente cerebrovas­
cular. Enfermo en coma, pléjico; rostro inmóvil, la me­ en el movimiento o desplazamiento de un segmento,
jilla del lado paralizado se abomba en cada movimien­ de un miembro o de todo el cuerpo por una o varias
to espiratorio (fumador de pipa); desviación conjugada contracciones musculares bruscas, rápidas y breves,
de cabeza y ojos. las contracciones fásicas o clónicas. Terminado el mo­
Facies de la degeneración hepatolenticular de Wil­ vimiento, es necesario que el segmento, miembro o
son. El paciente presenta la boca abierta, acompañada · todo el cuerpo se mantengan en la actitud en que aca­
de una sonrisa estereotipada por períodos largos y fre­ ban de ser colocados, y esto exige otra actividad mo­
cuentes, mostrando los dientes y escurrimiento salivar. tora, de fijación, la contracción tónica. Esta es la mo­
Facies de la hemiatrofia facial (enfermedad de tilidad estática.
Romberg). Asimetría de la cara con hemiatrofia os­ Normalmente ambas motilidades funcionan en ar­
teoarticulomuscular y de piel. monía, pero dependen de mecanismos distintos.
Facies de la hemihipettrofia facial. Como en la an­ Cuando la función motora está alterada, ambos siste­
terior, asimetría, con hipertrofia en lugar de atrofia. mas, aunque diferenciables, están comprometidos.
Facies de rana. Aparece en la disostosis craneofa­ La motilidad cinética depende de la contracción
cial o enfermedad de Crouzon, de rara observación: muscular voluntaria y es controlada fundamentalmen-

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22 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

te por el sistema piramidal. En cambio, la estática (o de la contracción muscular. Además la fatiga obliga a
postura!) es el resultado del tono muscular, es decir de variar de tiempo en tiempo el equilibrio postura!. En
ese estado de semicontracción en que se encuentran cada cambio de posición se modifican los grupos
los músculos estriados. Este no es ni la flaccidez del musculares en actividad. Estos factores de desequili­
músculo separado de sus conexiones esqueléticas ni brio observables en la .actitud de pie se multiplican y
la tensión fuerte y dura del músculo en franca contrac­ amplían durante la marcha.
ción. El tono es un fenómeno esencialmente reflejo, La estación de pie se hace merced a un complejo
puesto en juego por estímulos propioceptivos que mecanismo, principalmente reflejo, cuyos estímulos
obran sobre los receptores de músculos, tendones y son de distinto orden. En primer lugar estímulos pro­
articulaciones, desencadenados por la misma elonga­ pioceptivos originados por la distensión pasiva que
ción de las fibras musculares, por el grado de tensión sufren los diferentes grupos musculares al guardar la
de tendones y ligamentos, y por los mismos desplaza­ posición erecta y que determinan reflejos mio/áticos
mientos de la articulación involucrada. Son las modifi­ (véase capítulo sobre Tono muscular). En segundo
caciones del tono muscular las que aseguran el man­ término intervienen los estímulos táctiles y de presión
tenimiento de una actitud o postura determinada. producidos por el contacto de los tegumentos planta­
En un animal como la rana, el mecanismo del tono res con el suelo y los estímulos propioceptivos que
o actividad postura! es simple: si por sección cervical determinan el estiramiento pasivo a que están some­
la médula se separa de los centros superiores, el tono tidos los músculos flexores de los dedos y del tobillo
persiste. Este es por consiguiente un fenómeno refle­ al apoyar el pie sobre el suelo. Los reflejos tónicos en­
jo y su centro motor está en la médula. Pero en el gendrados por estos estimulas táctiles, de presión y
hombre el mecanismo postura! es más complejo y exi­ propioceptivos de los músculos flexores, constituyen
ge la intervención de otros centros superiores, que lo el reflejo que Magnus denominó de apoyo o de sostén
estimulan o inhiben. Esos centros se agrupan por un (Stützreflex), gracias al que se sostiene el cuerpo en
lado en el sistema piramidal, originado en las moto­ contra de la gravedad. En tercer lugar las variaciones
neuronas de la circunvolución frontal ascendente, y de la posición de la cabeza en el espacio son fuente
por otro en un conjunto de vías descendentes prove­ de incitaciones que obran sobre los otolilos laberínti­
nientes de otras motoneuronas, que constituyen el cos y de estímulos propioceptivos que nacen en los
sistema extrapiramida/ (véase fig. 5-2). Los centros músculos profundos del cuello. Se originan así refle­
estimuladores son el núcleo de Deiters, los hemisfe­ jos tónicos que aseguran la actitud, toda vez que se
rios cerebelosos, el pallidum y el neostriatum. Los in­ realiza un cambio reflejo o voluntario de la misma. Fi­
hibidores, el paleocerebelo, el núcleo rojo, el /ocus ni­ nalmente, percepciones visuales y acústicas determi­
ger y la vía piramidal (véase Tono muscular). nan movimientos de la cabeza que, a su vez, pueden
En el hombre caben distinguir distintas actitudes o causar modificaciones de la actitud por intermedio de
posturas: erecta (de pie), sentada o acostada. La los reflejos tónicos cervicales y laberínticos.
erecta es la de mecanismo más complejo. Entendida Todas estas incitaciones activan los centros moto­
ésta, es fácil comprender las demás. res de los grupos musculares correspondientes, a su
Actitud o estación de pie. La posición erecta es vez controlados por otros centros superiores, ya men­
característica del hombre, quien la adquiere al cabo cionados, que la refuerzan o moderan.
de un largo aprendizaje. "El hombre no se tiene, sino Marcha. Hay una diferencia entre ciertos animales,
que se mantiene en pie gracias a su musculatura" que pueden deambular desde el nacimiento, y el hom­
(Froment) . bre, que requiere que transcurran algunos meses pa­
La actitud de pie significa un proceso neuromuscu­ ra comenzar a hacerlo. Este se ayuda primero con las
lar activo, una actividad motora estática que requiere manos y las --rodillas, arrastrándose sobre el suelo.
la cooperación de un gran número de reflejos, sobre Luego puede ya sentarse por sí mismo y tenerse en
todo tónicos. La postura erecta se obtiene gracias a la pie y después de esfuerzos repetidos consigue por fin
contracción tónica de los músculos de la nuca, del caminar. Pero durante este proceso de aprendizaje es
tronco y de los miembros inferiores, o sea a un predo­ frecuente que titubee y caiga, exactamente como lo
minio de los músculos del plano posterior del cuerpo hace un enfermo del cerebelo.
(extensores). Pero el equilibrio que se realiza en la po­ Durante la marcha normal los miembros inferiores
sición de pie es particularmente inestable. La grave­ avanzan, ejecutando alternativamente movimientos
dad y el peso de los distintos segmentos corporales y de flexión y extensión. La pierna que avanza o pierna
las oscilaciones incesantes del tronco provocan cons­ activa es la que lleva el peso del cuerpo y por eso el
tantemente rupturas del equilibrio, cuya corrección ne­ tronco y la pelvis se inclinan ligeramente del lado co­
cesita otr&s tantas modificaciones . en la distribución rrespondiente a dicha pierna. Durante la fase activa

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2. EXPLORACIÓN 23

del movimiento, al avanzar un miembro inferior, el aparte de aquellos que afectan al sistema locomotor
miembro superior del lado opuesto es automática­ en sí.
mente llevado hacia adelante (movimientos automáti­
cos asociados). Alteraciones de la actitud
La marcha requiere por ende movimientos bien
coordinados, y al mismo tiempo el mantenimiento de En el decúbito o en la estación de pie se pueden
un equilibrio, o mejor dicho de una actitud determina­ observar distintas actitudes según las enfermedades
da, que continuamente, a su vez, experimentará mo­ que las causan.
dificaciones. La marcha es en sí un movimiento com­
plejo que está constituido, a su vez, por una serie de En el decúbito
movimientos elementales que se asocian en el espa­
cio y en el tiempo simultánea y sucesivamente. Para -En las meningitis agudas la hiperestesia que exis­
que la marcha sea efectuada correctamente es nece­ te a nivel de ciertas regiones y la contractura de cier­
sario, además, que estén aseguradas: 1 º, la asocia­ tos grupos musculares hacen que el paciente guarde
ción armónica de los movimientos elementales simul­ el decúbito lateral, con la nuca en extensión y fuerte
táneos o sinergia; 2 º, la continuidad del movimibnto flexión de las piernas sobre los muslos y de éstos so­
complejo por el desarrollo de una seriación lógica de bre el tronco, diseñando el cuerpo el perfil de un gati­
los movimientos elementales sucesivos o diadococi­ llo de fusil. A veces, el meningítico se lleva frecuente­
nesia, y 3 º , una adecuación tal de los movimientos mente las manos a la cabeza, señalando la intensidad
que no se excedan o resulten inferiores al fin propues­ de la cefalea que padece.
to: eumetría. La sinergia, la diadococinesia y la eume­ -En el tétanos, en las meningitis agudas, a veces
tría son regidas por el cerebelo, obrando por interme­ en las intoxicaciones por ciertas clases de tóxicos, co­
dio de modificaciones del tono muscular. rno la estricnina, en los ataques convulsivos, puede
La marcha exige, pues, motilidad cinética para que observarse el llamado opistótonos (del griego opist­
tengan lugar los desplazamientos, y estática para ase­ hen, hacia atrás; tonos, tensión), o sea la inversión de
gurar el ajuste perfecto de los músculos que intervienen la cabeza hacia atrás y la extensión del tronco en for­
y la actitud. Su mecanismo es complejo: requiere en pri­ ma de un arco de círculo de concavidad posterior, re­
mer lugar la intervención del sistema motor voluntario sultado de la contractura de los músculos de la nuca
piramidal, y además la intervención del mecanismo del y de los canales vertebrales. Cuando en lugar de afec­
tono muscular, de las vías propioceptivas, del cerebelo, tar a los m úsculos extensores las contracturas afectan
del aparato laberíntico, de la visión, tal corno se los ha a los flexores del cuerpo, se tiene la actitud opuesta,
visto actuar en el caso de la estación de pie. llamada emprostótonos {del griego emprosthen, ade­
Las vías de regulación nerviosa de la marcha, hi­ lante; tonos, tensión): el paciente se halla con la cabe­
potéticamente considerada, actuarían así: en primer za en intensa flexión sobre el pecho, tocando el .ester­
lugar, la corteza cerebral envía el estímulo de contrac­ nón con el mentón, las rodillas se acercan al tronco y
ción clónica, por la vía piramidal, a los centros efecto­ tocan el mentón, las piernas están flexionadas sobre
res, y al mismo tiempo a los centros tónicos que ase­ los muslos y los talones pegados a las nalgas. Otras
guran la sinergia, la diadococinesia y la eumetría, por veces las contracturas predominan en una mitad ( de­
la vía cortico-ponto-cerebelo-rubro-espinal. Comenza­ recha o izquierda) del cuerpo: es el pleurotótonos {del
dos los desplazamientos de la marcha, llegan las inci­ griego p/eurothen, de lado; tonos, tensión). En este
taciones propioceptivas de los músculos, ligamentos y caso la cabeza se inclina fuertemente sobre un hom­
articulaciones por las vías de la sensibilidad profunda, bro, el que baja, a su vez, mientras que la cadera co­
que se originan en la elongación muscular, y las del rrespondiente se eleva y el tronco sufre una incurva­
aparato laberíntico y de la visión que transmiten los ción lateral. Tanto el emprostótonos corno el
cambios de posición de la cabeza y del cuerpo, dan­ pleurotótonos son de rara observación y se han visto
do lugar a las correcciones necesarias para el mante­ sobre todo en el tétanos. Cuando todos los músculos,
nimiento de la posición en la marcha. Los movimien­ tanto los anteriores corno los posteriores, son invadi­
tos automáticos asociados dependen del sistema dos por las contracturas, el cuerpo forma un bloque
motor extrapiramidal. rectilíneo, inmovilizado y rígido, que se puede levan­
Es fácil comprender cómo cualquier trastorno que tar todo en una pieza: es el ortótonos (del griego ort­
abarque la vía motriz principal, los centros corticales, hos, recto; tonos, tensión).
subcorticales, cerebelosos, vestibulares y el sistema -En las hemiplejías fláccidas puede observarse el
extrapiramidal, engendrará perturbaciones que se re­ cuerpo atraído hacia el lado paralizado, que se aplana
flejarán en la actitud y en la marcha de los enfermos, y hunde en la cama; hay un ensanchamiento aparen:

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24 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

te del miembro inferior paralizado, debido a la rotación ellas un espacio triangular de vértice superior; los
externa del mismo a nivel de la articulación coxofemo­ pies, en varo equino, entran en contacto por sus pun­
ral; visto el muslo de frente, parece más ancho que el tas, que son las únicas que apoyan sobre el suelo, por
del lado sano y su contorno no es más circular, como retracción musculotendinosa severa de los músculos
el del muslo normal, sino que tiene la forma de un de la pantorrila (gemelos, sóleo).
ovoide aplastado. La flaccidez es sucedida en tiempo -En las paraplejías espásticas del tipo en exten­
variable por la espasticidad. Entonces en el lado para­ sión, los miembros inferiores se tocan por las rodillas
lizado el miembro superior aparece en flexión. y los pies parecen como pegados al piso, pudiendo
-En las paraplejías fláccidas, las puntas de los pies apenas el enfermo levantar la punta de los mismos.
están caídas hacia adelante y las masas musculares -Los atáxicos severos (medulares, cerebelosos) se
de los miembros inferiores aplastadas sobre el lecho. presentan con las piernas ampliamente abiertas, los
En las paraplejías espásticas puede observarse un ti­ pies separados, el cuerpo oscilante; en la clásica ata­
po en flexión: hay flexión de caderas y de rodillas, fle­ xia medular tabética por neurosífilis, se agrega a todo
xión del pie sobre la pierna, y todo el miembro inferior ello la mirada hacia abajo y el genu recurvatum; en la
levantado y acortado. ataxia cerebelosa puede observarse inestabilidad con
-En el coma hemipléjico: el enfermo está inmóvil, anteropulsión, lateropulsión o retropulsión.
con elevación de una mejilla en cada espiración (fuma -En las miopatías (distrofias musculares) se obser­
la pipa) y con desviación conjugada de la cabeza y los va la gran separación de los pies, una lordosis acen­
ojos. tuada y el abdomen prominente, originando la llama­
da posluta de tenor (fig. 2-10).
En la estación de pie -En la corea, el enfermo tiene continuamente movi­
mientos involuntarios: mueve sus párpados, sus mús­
-En ciertas enfermedades del sistema nervioso la culos faciales (muecas) y también los brazos y el tron­
actitud del enfermo de pie es muy significativa y bas­ co en forma brusca y desordenada.
ta a veces para hacer el diagnóstico. -En las afecciones dolorosas periféricas como las ra­
cEn la enfermedad de Parkinson y en los parkinso­ diculalgias (dolor de raíz espinal) o la ciática (dolor en
nismos el enfermo flexiona ligeramente la cabeza e el nervio ciático), el enfermo adopta una actitud para ali­
inclina el tronco hacia adelante, con los antebrazos viar el dolor (actitud antálgica). En la radiculalgia por
en flexión y pronación y las rodillas algo flexionadas hernia de disco se observa el borramiento de la ensilla­
(actitud envarada); tiene un aspecto de fijeza, lo que dura lumbar, por contractura de los músculos de los ca­
unido a la ya mencionada facies hipomímica, inexpre­ nales vertebrales, lo que es más visible cuando guarda
siva, y a la marcha descripta más abajo, hacen incon­ la posición sentada. Cuando hay irritación radicular a
fundibles a estos enfermos. Tienen, además, fre­ nivel de los agujeros de conjunción, la posición antálgi­
cuentemente temblor en las manos y, a veces, en los ca puede ser cruzada: la concavidad de la escoliosis se
brazos. hac¡:e hacia el lado opuesto, a fin de abrir los agujeros
-En la hemiplejía capsular con contractura, el en­ de �onjunción y liberar así la raíz de la presión que so­
fermo presenta una actitud característica: asimetría porta. En la ciática troncular, el enfermo se inclina hacia
facial (por parálisis facial inferior), el miembro superior
paralizado, apoyado todo contra el tórax, con el ante­
brazo flexionado sobre el brazo y en pronación, la ma­
no flexionada sobre el antebrazo, los dedos de la ma­
no sobre la palma y el pulgar con frecuencia
aprisionado bajo los otros dedos. El miembro inferior
paralizado se halla recto, con cierto grado de aduc­
ción y, a veces, de inversión o rotación interna del pie
(figs. 2-8 y 2-9).
-En la enfermedad de Little (parálisis cerebral, cua­
driplejía espástica congénita) el enfermo es un niño
de aspecto menor a lo que correspondería a su edad.
El cuerpo está todo en flexión: de la cabeza sobre el
tronco, del muslo sobre la pelvis, de las piernas sobre
los muslos; éstos están en aducción permanente,
apretados uno contra otro, mientras que las piernas,
por el contrario, divergen, de . modo que dejan entre Flg. 2-8. Hemiplejia derecha. Fig. 2-9. Hemiplejia derecha.

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2. EXPLORACIÓN 25

ejemplo, en las polineuritis saturninas de los miem­


bros superiores, el enfermo presenta la caída de am­
bas muñecas por parálisis de los extensores de la ma­
no. En la parálisis radial la mano pende a manera de
una gota por parálisis de los extensores de la mano
(wrist drop de los ingleses), sosteniendo generalmen­
te el enfermo con el otro miembro indemne la mano
enferma. Los dedos están semiflexionados por predo­
minio de los flexores; el pulgar semiflexionado y en
aducción.
-En la llamada actitud vestibular de la cabeza, el
occipucio y la apófisis mastoides están inclinados ha­
cia un lado, mientras que la cara está vuelta hacia el
lado opuesto; el hombro del lado hacia el cual el occi­
pucio se inclina, está elevado y algo llevado hacia
adelante, mientras que el hombro opuesto a causa de
la pérdida del tono del trapecio está algo péndulo. Se
observa esta actitud a consecuencia de una lesión
unilateral del laberinto o del nervio auditivo. También
en ciertas lesiones unilaterales de la protuberancia,
en tumores del IV ventrículo y en ciertos tumores ce­
rebelosos {fig. 2-11).

En los miembros
Fig. 2-10. Lordosis miopática. Se completará este estudio sobre la actitud descri­
el lado de la lesión, a fin de relajar el nervio ciático, apa­ biendo las modificaciones que se presentan en mano
reciendo una escoliosis con la concavidad dirigida ha­ y pie en algunas enfermedades neurológicas.
cia el mismo lado: posición antá/gica homóloga o direc­
ta. También en la ciática puede observarse la actitud en Mano
reposo, en la que el dolor se reduce al mínimo. El en­
fermo se presenta semisentado, apoyado sobre almo­ Mano simiana. Por desaparición de los relieves
hadas, con las piernas en semiflexión y, a veces, con musculares de la eminencia tenar e hipotenar y atro­
una almohada bajo las rodillas. fia del abductor corto, aductor corto, oponente y flexor
-En la histeria pueden observarse muy variadas ac­ corto, todos del pulgar, la mano adquiere un aspecto
titudes. En la hemiplejía histérica la actitud es siempre
distinta de la hemiplejía orgánica: en lugar de estar el
miembro superior en flexión y en pronación, éste se
halla en extensión con el antebrazo en supinación y
con los dedos flexionados, difiriendo esto de un caso
a otro. En la histeria por traumatismo se observa una
actitud muy común, la camptocormia, que se prolonga
después de cesar la causa originaria: se trata de un
paciente que ha sufrido una contusión en la espalda,
como consecuencia de la cual la estación de pie es
momentáneamente dolorosa, y flexiona el tronco por
autosugestión. El paciente permanece con el tronco
plegado a nivel de la región lumbosacra y casi hori­
zontal, mientras que el cuello está incurvado hacia
atrás para mantener la cabeza derecha. La campto­
cormia puede también deberse a déficit orgánico de
músculos paravertebrales.
-Otras actitudes, pero de carácter más bien local,
Fig. 2-11. Actitud
pueden observarse en las parálisis periféricas. Por vestibular.

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26 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

aplanado característico, parecida a la de los símios: en la paquimeningitis cervical hipertrófica por lesión de
es la mano símiana. Es típica del síndrome de Aran­ la octava raíz cervical y primera raíz torácica.
Duchenne, debido al compromiso de las motoneuro­ Mano suculenta de Marinesco. Se presenta fría,
nas del asta anteríor medular. Se la llama tambíén ma­ acompañada de coloración cianótica o húmeda y ede­
no de Aran-Duchenne. Se la observa en ciertas matosa. Parece como hipertrofiada o agrandada (qui­
enfermedades neurológicas como la esclerosis lateral romegalía, del griego cheíros, mano, y mega/os, gran­
amiotrófica, la siringomielia, los tumores intramedula­ de). La piel es lísa y brillante (glossy skín). Se observa,
res, las lesiones radiculares por artrosis u otros proce­ a veces, en la siringomielia.
sos compresivos de la columna cervical, la parálisis Mano parkínsoníana. Se presenta en pronación y
del plexo braquial, las neuritis del cubital y del media­ flexión, apoyada en la región toracoabdominal y agita­
no. Con el progreso de la atrofia, la segunda y terce­ da por temblor de reposo; los dedos pulgar e índice
ra falange de los dedos se flexionan sobre la primera, están animados de un temblor de amplias oscilacio­
que permanece en extensión forzada, dando lugar a nes y adoptan la actitud de "contar dinero" o "hacer
la mano símíana en garra. Si la atrofia se extiende al píldoras". En las etapas avanzadas adopta una postu­
antebrazo, abarcando los extensores y flexores, la ra distónica característica: tendencia a la desviación
mano se endereza, pero queda colgante, sin movi­ cubital, con extensión de las articulaciones interfalán­
mientos activos: es la mano de cadáver. Son estos gicas y flexión de las metacarpofalángicas.
tres tipos de mano, grados de la atrofia del síndrome Mano ta/árnica. En la misma, los dedos están hipe­
de Aran-Duchenne (fig. 2-12). rextendidos con o sin movimientos atetósicos o tem­
La atrofia de los músculos oponentes del pulgar, blor. Forma parte del síndrome talámico.
los últimos adquiridos en el proceso filogenético de la Mano lenticular (mano de la enfermedad de Wil­
manualización del hombre, puede considerarse como son). Los dos o tres últimos dedos están flexionados
una atrofia incompleta o parcial de Aran-Duchenne y los pulgares e índices adoptan la actitud parkinso­
(eminencia tenar). niana. A veces, todos los dedos y manos se encuen­
Mano en garra. Se debe a parálisis de los músculos tran contraídos en flexión.
interóseos y lumbricales, de modo que los dedos que­ Mano "del polícla venal". Es la de la parálisis radial,
dan sólo sometidos a la acción de los músculos exten­ que en la estación de pie aparece péndula y con la
sor común de los dedos, que extiende la primera palma dirigida hacia atrás por predominio de los pro­
falange, y flexor común superficial, que flexiona la se­ nadores, como si el paciente estuviera por recibir di­
gunda y tercera. En esta deformación, la primera fa­ nero subrepticiamente.
lange de los dedos se coloca en hiperextensión, mien­ Mano de Schneíder. Se observa en la época peri­
tras que la segunda y tercera se ponen en flexión. Esta natal o en la primera infancia, y es consecuencia de
actitud se debe lo más a menudo a una parálisis del lesiones cerebrales. Se caracteriza por flexión de la
nervio cubital. Se observa en los dedos meñique y muñeca en 90° y extensión de los dedos sobre los
anular, porque los lumbricales que corresponden al ín­ metacarpianos, formando un ángulo abierto hacia el
dice y al medio, inervados por el mediano, escapan a dorso.
la parálisis.
Mano de predicador. Otro tipo de mano característi­ Pie
co es la mano de predicador, que se distingue por po­
nerse en extensióo y aun en hiperextensión sobre la Píe equino varo. Flexión plantar del pie (equinismo)
muñeca. Se la observa sobre todo en la siringomielia y y desviación hacia adentro (inversión) con la corres­
pondiente elevación del borde interno (varismo). Se
observa en la-parálisis cerebral (Little), como secuela
de poliomielitis anterior aguda, y en la parálisis del ciá­
tico poplíteo externo con atrofia muscular marcada.
Píe cavo. Es el que tiene el hueco plantar muy
acentuado. Suele asociarse a equinismo y varismo.
Se observa en las neuropatías periféricas heredofami­
liares como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, y
en la enfermedad de Friedreich, en la que hay equinismo,
varismo y pie cavo con la primera falange del dedo gor­
do en hiperextensión y la segunda en flexión {fig. 2-13).
En la neuritis del ciático poplíteo externo, el pie se
Fig. 2-12. Síndrome de Aran-Duchenne con mano en garra. halla en equinismo-varismo con los dedos en flexión.

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2. EXPLORACIÓN 27

medular: atrofias musculares espinales, esclerosis late­


ral amiotrófica, secuela de poliomielitis aguda.
Marcha pareticoespástica. Se produce aumento
del tono muscular acompañando a la paresia. Se de­
be a lesión de la vía piramidal, y predomina el carác­
ter espástico. Se observa:
-En la hemiplejía capsular. El enfermo, con la acti­
tud ya descripta, avanza trazando con el miembro in­
ferior enfermo un semicírculo, que se ha comparado
al movimiento que describe la guadaña o la hoz,
arrastrando el pie que apoya sobre el suelo por su
borde externo y punta (marcha helicoidal o de sega­
dor, de Todd). La punta del pie se desprende del sue­
lo con dificultad debido a la hipertonía, y el calzado se
gasta mucho en la punta. El hemipléjico, al caminar,
hace un ruido característico, que se debe a la diferen­
Fig. 2-13. Pie de Friedreich. cia entre el que produce la pierna sana y la parética
{ruido del pie que se arrastra). El ritmo así obtenido
permite diagnosticar por el oído el paso de un hemi­
Alteraciones de la marcha pléjico que camina en las cercanías {fig. 2-15).
-En las paraplejías espáslicas de diverso origen
El enfermo se explora desprovisto de ropa, con los (esclerosis múltiple, compresiones medulares, familia­
miembros inferiores completamente descubiertos y res), el enfermo camina con los miembros inferiores
los pies descalzos. Se lo hace caminar en línea recta estirados y apenas puede levantar la punta de los
hacia un punto dado, luego se le solicita que dé vuel­ pies. Da pasos pequeños, rozando el suelo con la par­
ta y regrese. El médico observa atentamente la fqrma te anterior o anterointerna de los pies, gastando la
en que camina. punta de sus zapatos.
-En las parálisis cerebrales congénitas {Little), el en­
Tipos de marcha fermo camina cruzando una pierna delante de la otra

Marcha parética. Se debe a la paresia de los múscu­


los de los miembros inferiores. La marcha se hace con
dificultad de grado variable, según la cantic;lad de mús­
culos interesados, el grado de flaccidez o espasticidad
que presenten y la uni o bilateralidad de la afección.
Puede deberse a lesiones de los nervios, de las raíces
anteriores, de las astas anteriores de la médula o de la
vía piramidal {desde las motoneuronas de la circunvo­
lución rolándica de la corteza cerebral hasta su termina­
ción en las astas anteriores medulares). En las polineu­
ritis o polineuropatías {afecciones de múltiples nervios
periféricos), cuando interesan los miembros inferiores y
comprometen los músculos inervados por el ciático po­
plíteo externo, se produce una marcha de tipo parético
que recibe el nombre de steppage o paso de parada
(fig. 2-14). A consecuencia de la parálisis de los exten­
sores del pie y peroneos, el pie cuelga y su punta roza
el suelo al andar. El enfermo se ve obligado, para no
tropezar, a levantar ampliamente la pierna a cada paso,
doblando el muslo sobre la pelvis y elevando los pies
sin extenderlos o flexionarlos dorsalmente. Luego los
pies caen al suelo apoyando primero la punta de los de­ Fig. 2-14. Marcha de polineu- Fig. 2-15. Marcha hemipléjica
dos y después el borde externo. Esta marcha puede rílico (s/eppage). (marcha helicópoda, segando
observarse asimismo en las afecciones de asta anterior o de Todd).

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28 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

en X, con pasos cortos. Es la marcha en tijera (scíssors síndrome neuroanémico de Lichtheim (anemia mega­
gaít). Se debe a hipertonía de los aductores y desgas­ loblástica asociada a mielosis funicular).
ta la ropa en las rodillas, por frotamiento. Marcha de pequeños pasos. Hay lentitud (bradíba­
Marcha atáxica. Se debe a trastorno de la taxía sia) y cortedad de los pasos. Se observa en la enfer­
(coordinación motora), sin paresia ni hipertonía. Hay medad de Parkinson, unida a la falta, disminución o
aumento de la base de sustentación (piernas separa­ asimetría de los movimientos de balanceo de los bra­
das) e inestabilidad , vacilación y falta de medida en los zos (pérdida de los movimientos automáticos asocia­
movimientos. Aparece en caso de lesiones del aparato dos). A veces, iniciada la marcha con lentitud, el enfer­
regulador de la coordinación motora: nervios (neuropa­ mo va aumentando la frecuencia de sus pasos, como
tlas periféricas o polineuropatías, en cuyo caso se la si se apurara, apoyándose sobre la punta de los pies
suele denominar seudoataxia, al deberse a un trastor­ (marcha festínante, del latín festínare, apresurarse).
no de la propiocepción periférica y no de la taxia pro­ En otros casos el paciente refiere que al iniciar la mar­
piamente dicha), cordones posteriores de la médula cha o durante su transcurso, sus pies quedan brusca­
(enfermedad de Friedreich y, clásicamente, tabes dor­ mente "pegados al piso" sin que pueda continuar (hi­
sal por neurosífilis), cerebelo (atrofias y tumores del po o akinesía). Estos caracteres, unidos a la actitud y
cerebelo) y laberinto (laberinlitis). Pueden sutilmente facies parkinsonianas ya descriptas, dan a estos en­
distinguirse tres tipos: la marcha "tabélica", la cerebe­ fermos un aspecto inconfundible.
losa y la tabetocerebelosa, combinación de ambas. Marcha vestibular. Se caracteriza porque, estando
el enfermo con los ojos cerrados, se desvía hacia un
Marcha tabética. Si bien la neurosífilis se observa excep­ lado cuando marcha hacia adelante y hacia el lado
cionalmente hoy en día, la tabes dorsal constituye el mode­ opuesto cuando lo hace hacia atrás, dibujando una
lo semiológico clásico de ataxia causada por trastorno del estrella (marcha en estrella). Aparece en las lesiones
cordón medular posterior, similar al de otras afecciones. El puras del aparato vestibular.
paciente marcha separando sus piernas con exceso, miran­ Marcha de pato. Se observa en las miopatías. El
do al suelo, levantándolas súbita y violentamente para pro­ enfermo, con la lordosis considerable ya señalada al
yectarlas con energía sobre el suelo, cayendo sobre el talón hablar de actitud, avanza inclinando su tronco alterna­
(taloneo). La mirada hacia abajo tiene por objeto corregir la tivamente hacia la derecha y la izquierda, semejando
ataxia con la vista y apreciar mejor las distancias. Las lesio­ la marcha de un pato.
nes de los cordones posteriores impiden el arribo de impul­ Marcha de sapo. Se presenta en los estados avan­
sos propioceptivos (de músculos, articulaciones, ligamentos zados de las miopatías, cuando el enfermo ya no pue­
y huesos) a los centros coordinadores del cerebelo. de mantenerse de pie, pero puede, sin embargo, mar­
Marcha cerebelosa. Hay titubeo en el andar. En la esta­ char por un tiempo breve apoyando los dedos de sus
ción de pie puede observarse a los músculos extensores de manos y los de sus pies sobre el suelo, con el resto
los pies, inestables, contraerse continuamente y a destiem­ del cuerpo en cuclillas, avanzando como lo hace el sa­
po (baile de los extensores). El enfermo camina vacilando, po (fig. 2-16).
con tendencia a desplazarse o caer hacia los lados (latero­
pulsión), hacia adelante (propulsión), o hacia atrás (retro­
pulsión). Al ordenársele avanzar en línea recta, se desvía
de su trayectoria, en zigzag (marcha de ebrio).
Marcha tabetocerebelosa. Es una combinación de las
dos formas anteriores y se observa en la enfermedad de
Friedreich, que compromete el cordón posterior y los cen­
tros cerebelosos. Estos enfermos caminan con las piernas
separadas, los brazos extendidos en forma de balancín, la
cabeza baja y oscilante, fijando la vista en el suelo y zigza­
gueando a derecha o izquierda. En pocas palabras, es una
marcha 'tabética con zigzag".

La marcha atáxica se combina a veces con la es­


pástica: es la marcha ataxicoespástica, en la que el en­
fermo titubea y arrastra los pies. Se observa en la es­
clerosis combinada de cordones medulares posteriores
y laterales, con compromiso de las vías de la sensibili­
dad profunda y motora piramidal, tal como ocurre en el Fíg. 2-16. Acfüud en la marcha de sapo.

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2. EXPLORACIÓN 29

Marcha en la enfermedad de Thomsen. Al intentar los pacientes sienten inseguridad en la estación de pie y
el enfermo la marcha, los músculos de los miembros en la marcha ("las piernas no me sostienen" o "no me lle­
se contraen tónicamente durante algunos segundos van" es la queja habitual}. Tienen, en particular, insegu­
pata relajarse luego con lentitud, de modo que los pri­ ridad o dificultad al bajar escaleras. Ello los induce a ca­
meros pasos son dificiles y sólo después de algunas minar más despacio, con pasos más breves y buscando
tentativas la marcha se hace con normalidad. Además apoyo, es decir con mayor cautela. Suelen asociarse
el Thomsen nunca puede girar rápidamente. micciones imperiosas (incontinencia de esfuerzo).
Marcha de clown en la corea. El enfermo coreico Marcha de los estados histéricos o facticios. Toman
avanza con movimientos oscilantes del tronco, dando tipos muy variados. Sin embargo, difieren de los de
la impresión a cada momento de que va a caer. Esto, las enfermedades orgánicas. En la hemiplejía histéri­
unido a las muecas y a los movimientos bruscos y de­ ca el enfermo arrastra a menudo el pie sobre el suelo,
sordenados de los brazos y del tronco, recuerda la como si patinase. Otras veces marcha en zigzag. En
marcha del clown. estos enfermos puede verse un estado llamado de as­
Marcha apráxica (apraxia magnética, ataxia frontal /asía-abasia en el cual el paciente es incapaz de man­
de Bruns, apraxia de la marcha de van Bogaert, Mar­ tenerse de pie o de marchar, y, sin embargo, en la po­
tín, 1 929). Se presenta en lesiones frontales paracen­ sición acostada efectúa con toda normalidad los
trales bilaterales. La misma se caracteriza por la difi­ distintos movimientos de los miembros inferiores (es­
cultad en su iniciación, como si el paciente estuviese to también puede verse en pacientes que han estado
impedido de disponer de sus miembros inferiores. Lle­ mucho tiempo en cama). No debe confundirse este
va su tronco adelante, pero sus pies permanecen fija­ estado con otro que le es groseramente semejante
dos al piso, como imantados (apraxia magnética). A denominado astasobasofobia, en el cual el enfermo
veces logra destrabarse y empezar a caminar, pero si es presa de gran ansiedad y horror cuando trata de
se detiene, la dificultad inicial se repite. Este tipo de ponerse de pie o caminar. Las variedades de marchas
marcha puede verse en el síndrome de Hakim-Adams histéricas son en la práctica ilimitadas, como es fácil
(hidrocefalia de presión normal), la enfermedad de de comprender dada la naturaleza de la enfermedad.
Binswanger (leucoaraiosis, desmielinización periventri­ Es frecuente que tales enfermos hayan sido previa­
cular isquémica) y los tumores frontales parasagitales. mente objeto de diversos diagnósticos orgánicos y de
Marcha cautelosa. En las etapas iniciales de la enfer­ múltiples estudios complementarios que no han mos­
medad de Binswanger y del síndrome de Hakim-Adams, trado alteración alguna.

Exploración: sinopsis

Niveles de exploración
Interrogatorio
. Examen físico
Exámenes imagenológicos: TC, RMI, angio
Exámenes electrofisiológicos: EEG, EMG, PPEE, PM
Exámenes ultrasonográficos: Doppler, ETT, ETE
Exámenes de laboratorio: general, LCR, neurometabólico, genético
Exámenes histopatológicos

Examen neurológico: particularidades


Puede no ser posible el interrogatorio (coma, afasia, mutismo)
Semiología más rica que otros sistemas
• Las imágenes ayudan si la semiología está bien orientada: frecuencia de 'signos blandos•
• Muchos cuadros neurológicos sintomáticos no muestran signos físicos o lesión (cefaleas, demencias, epilepsias, latigazo,
secuela TCE, 'mareos", funcionales, histeria, simulación)
• Muchas lesiones potencialmente graves son asintomáticas (tumor temporal derecho, infartos silentes, meningiomas,
aneurismas)

Etapas diagnósticas
• Diagnóstico orgánico vs. funcional
• Diagnóstico topográfico

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30 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Diagnóstico lesiona! Enfermedades desmielinizantes


Diagnóstico etiológico Enfermedades cerebrovasculares

Progresión diagnóstica Etapas del examen neurológico


Interrogatorio: 50% Dominancia
Examen físico: 30% Facies, actitud, marcha
Exámenes complementarios: 20% Pares craneales
Motilidad: voluntaría, reflejos, tono, trofismo (1a. y 2a.
Interrogatorio motoneurona), taxia (cerebelo), extrapiramidal
Que se conteste lo que se pregunta Sensibilidad
Que no se conteste con diagnóstico previo Lenguaje, praxia, gnosia, memoria
Que se relaten síntomas y no peripecias Vigilia
Que se mencionen y describan los síntomas
Facies
Precisar fecha/hora de comienzo
Precisar forma de comienzo: brusca/lenta, con/sin Parkinsoniana Seudo o suprabul­
pródromos, orden de los síntomas Hutchinson bar
Precisar evolución: progresiva/regresiva/estable, en Parálisis facial y de Distonías/
brotes, en crisis (comienzo, duración, terminación) otros nervios cra­ Diskinesias
neales lctus cerebral
Tipos de síntomas Horner Wilson
Deficitarios: Miastenia Enf. de Romberg
pérdida sensorial, déficit motor, afasia, pérdida de Sardónica Rana
conciencia Miopática
lrritativos o de exacerbación:
dolor, parestesias, vértigo, convulsiones, movimientos
Actitud De predicador
involuntarios, hipertonía, alucinaciones, rigidez de nuca
Decúbito: Suculenta
Gatillo de fusil Parkinsoniana
Antecedentes personales
Opistótonos, Talámica
Niños y adolescentes:
emprostótonos, Lenticular
Embarazo y parto
pleurostótonos Del policía venal
Convulsiones
TCE Hemipléjica
Parapléjica Pie:
Infecciones
Equino varo
Desarrollo motor y del lenguaje
Mano: Cavo
Escolaridad y aprendizaje
Desarrollo sexual Simiana y de cadáver
Adultos: En garra
Factores de riesgo vascular
Farmacológicos Marcha
Neoplasias Parética
Adicciones Pareticoespástica
Enfermedades metabólicas En tijera
Factores de riesgo de SIDA • Atáxica
TCE Ataxoespástica
Infecciones (TBC, venéreas) Pequeños pasos
Colagenopatías Fesliñante
Laborales y profesionales Vestibular
Dé pato
Antecedentes heredofamiliares De sapo
Ataxias, atrofias espinales, miopatías, neuropatías Miotónica
periféricas, canalopatías, facomatosis, paraplejías Clown
espásticas Apráxica
Demencias Cautelosa
Enfermedades extrapíramidales Histérica
Epilepsia
Cefaleas

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3
Funciones craneanas sensoriales,
oculomotoras y de equilibrio : pares
craneanos I, 11, 111, IV, VI y VIII

Nociones generales. Los pares craneanos son neales -ciliar, ático, esfenopalatino, submaxilar- o
nervios que, originándose de a pares en el istmo del en los ganglios terminales dentro de la pared de una
encéfalo o el tronco cerebral, atraviesan los agujeros víscera -corazón, pulmones, estómago-. De estos
de la base del cráneo y alcanzan los órganos a que es­ ganglios parten fibras posganglionares que se dirigen
tán destinados. Sus componentes funcionales se divi­ a distintos efectores (músculos, glándulas). El ganglio
den en tres categorías: fibras aferentes somáticas ge­ ciliar recibe fibras preganglionares del nervio motor
nerales y especiales, fibras aferentes viscerales ocular común (111) y envía fibras posganglionares al es­
especiales y fibras eferentes viscerales especiales. fínter pupilar y a los músculos del cuerpo ciliar. El gan­
Los pares V, VII, IX y X contienen fibras aferentes so­ glio esfenopalatino recibe fibras del nervio facial por in­
máticas generales (sensitivas) y aferentes viscerales termedio del nervio petroso superficial mayor, y el
especiales (gustativas); fibras eferentes viscerales es­ ganglio submaxilar de la cuerda del tímpano. El gan­
peciales (que inervan músculos laringofaríngeos); y fi­ glio esfenopalatino envía fibras posganglionares a las
bras eferentes generales (parasimpáticas). El XII con­ glándulas lagrimales y a los vasos sanguíneos y glán­
tiene fibras eferentes somáticas que inervan los dulas de la mucosa de la nariz y del paladar. El ganglio
músculos de la lengua. Los oculomotores (111, IV,y VI) submaxilar envía fibras posganglionares a las glándu­
llevan fibras eferentes somáticas para los músculos las submaxilar y sublingual, y a la mucosa del piso de
del ojo, y fibras eferentes viscerales generales para la la boca. El ganglio ático recibe fibras preganglionares
pupila y el cuerpo ciliar (parasimpáticas). Funcional­ del nervio glosofaríngeo (IX) por intermedio del nervio
mente estos nervios son predominantemente motores, petroso superficial menor, y envía fibras posgangliona­
predominantemente sensitivos o mixtos. El facial (VII) res a la glándula parótida. La mayoría de las fibras pre­
es un ejemplo de nervio mixto, aferente y eferente: ganglionares del parasimpático craneano provienen
contiene fibras viscerales eferentes especiales para del nervio neumogástrico o vago (X), que inerva casi
los músculos estriados de cara, cuero cabelludo, cue­ todas las vísceras torácicas y abdominales, y alcanzan
llo, y estribo en el oído medio; fibras viscerales eferen­ los ganglios terminales o intrínsecos del corazón, bron­
tes generales que inervan las glándulas submaxilar, quios, tubo digestivo, etc., de donde parten las fibras
sublingual y lagrimal; fibras viscerales aferentes espe­ posganglionares que van al músculo y a las glándulas.
ciales del gusto para los dos tercios anteriores de la Los ganglios craneales también reciben fibras del sim­
lengua, y algunas fibras aferentes somáticas genera­ pático torácico que provienen del ganglio cervical su­
les provenientes del meato aucjitivo externo y la piel del perior a través de los plexos carotídeos, pero que no
dorso de las orejas. Las fibras aferentes y eferentes hacen sinapsis en los ganglios, sino que simplemente
viscerales constituyen el denominado nervio interme­ los atraviesan para ir a sus estructuras de destino. Los
diario de Wrisberg. Algunos de los nervios craneales efectos del simpático y parasimpático son, por lo gene­
poseen ganglios anexos, como el de Gasser para el tri­ ral, antagónicos: mientras que el parasimpático con­
gémino o el geniculado para el facial. Tienen un origen trae el esfínter pupilar, disminuye la frecuencia cardía­
real y otro aparente: el primero es el núcleo de la sus­ ca, acelera los movimientos gastrointestinales y relaja
tancia gris o ganglio en los que se originan sus fibras, los esfínteres viscerales, el simpático produce los efec­
Y el segundo el lugar por donde emergen del neuroeje. tos opuestos.
Los nervios óptico y olfatorio contienen exclusivamen­
te fibras aferentes somáticas y viscerales especiales.
Algunos pares craneanos tienen fibras que dependen 1 par (nervio olfatorio)
de la porción craneana del sistema nervioso autónomo
o parasimpático, que contiene fibras preganglionares Este nervio, que interviene en la percepción de los
que van a terminar, o en los ganglios autónomos era- olores, está menos desarrollado en el hombre que en

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32 SEMIOLOGfA DEL SISTEMA NERVIOSO

otros mamíferos. Tiene menor importancia que otros san en la comisura anterior y se dirigen al hemisferio con­
pares craneanos para el diagnóstico neurológico, pe­ tralateral. Otras se dirigen a la sustancia perforada anteriór
ro la adquiere en determinadas circunstancias y sus y al lóbulo piriforme ipsilateral de la corteza temporal (áreas
lesiones tienen también valor localizador. olfatorias) y alcanzan el núcleo amigdalino, los núcleos sep­
tales y el hipocampo (fig. 3-1 , A y B). El rinencéfalo es en
Anatomía y conexiones centrales realidad un término más amplio, que abarca no sólo la por­
ción del encéfalo relacionada con la olfacción, ya que la cir­
Está constituido por fibras amielínicas que salen de la ca­ cunvolución del hipocampo tiene relación con la memoria
ra inferior del bulbo olfatorio, ubicado sobre la lámina cribo­ de los hechos recientes.
sa del etmoides a cada lado de la apófisis crista galli. El ner­ Las terminaciones de las células olfatorias son estimu­
vio abandona el bulbo cubierto por una prolongación de las ladas por el movimiento del aire y partículas odoríferas
meninges, desciende, atraviesa la lámina cribosa, y alcanza que atraviesan las fosas nasales. Para que la sensación
así la parte superior de las fosas nasales, separándose en olorosa tenga lugar es necesario que el aire lleve suficien­
dos grupos de ramos: unos externos, que se distribuyen por te cantidad de partículas-odoríferas, que varía según las
los cornetes superior y medio y la mucosa olfatoria que los sustancias.
cubre, y otros internos, que se distribuyen por el tabique na­
sal. Todos estos ramos van a terminar en unas células situa­ Exploración
das ei:i la mucosa pituitaria, conocidas con el nombre de cé­
lulas olfatorias o de Schultze, que presentan dos tipos de La exploración de este nervio se realiza empleando
prolongaciones, una central que se continúa con los filetes sustancias aromáticas como jabón, café o cáscaras de
olfatorios, y otra periférica que termina en la superficie libre cítricos. Las sustancias a emplear no deben ser irritan­
de la pituitaria por una o varias pestañas que flotan libremen­ tes como los ácidos o el amoníaco, pues excitarían las
te en plena mucosa (fig. 3-1 , A). terminaciones nerviosas del trigémino en la pituitaria,
Vía olfatoria. Está constituida por una neurona periférica, originando una sensación que nada tiene que ver con
la célula de Schultze u olfatoria, situada en la pituitaria, con la olfacción.
sus dos órdenes de prolongaciones, una muy corta, que se Se ordena al sujeto cerrar los ojos y se acerca su­
dirige a la superficie de la mucosa, y otra cilindroaxil más lar­ cesívamente a cada una de las fosas nasales la sus­
ga, que constituye el nervio olfatorio y va a terminar en el tancia odorífera, tapando la otra con el dedo, hacien­
bulbo olfatorio. Este, que representa el núcleo terminal del do que el paciente inhale fuertemente por la nariz,
nervio olfatorio, es un cuerpo ovoide aplanado, que contie­ más de una vez si es necesario, pues es esencial que
ne en su interior distintos tipos de neuronas, de las cuales el aire contenga una concentración suficiente de par­
las más llamativas son las células mitrales (segunda neuro­ tículas odoríferas. El enfermo dirá: 1 º, si huele o no,
na o neurona olfatoria), cuyas dendritas, al hacer sinapsis que constituye el dato más importante de la explora­
con las prolongaciones del nervio olfatorio, forman los glo­ ción; 2 º , si el olor es agradable o desagradable, y 3 º,
mérulos olfatorios. Del bulbo olfatorio se desprende la cinti- si id¡mtifica o no el olor. Esta exploración es relativa­
1/a o tracto olfatorio, que a su vez se divide, al penetrar en ml¡)n\e grosera, pero aunque existen métodos cuanti­
el cerebro, en las estrías olfatorias externas e internas, tativos para evaluar la olfacción, ellos no son de uso
constituyendo el llamado trígono olfatorio. Algunas se decu- común en la práctica diaria.

Circunvolución del cuerpo calloso

Células mitrales
Bulbo olfatorio

....:
Trígono olfatorio /
Células olfatorias de Schultze Lóbulo del
A hipocampo
B

Fig. 3-1. A Trayecto periférico del nervio olfatorio. B. Esquema de la vía olfatoria.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 33

Alteraciones manifestaciones motoras), el síndrome de Korsakoff


del alcoholismo crónico, lesiones talámicas o prefron­
Las alteraciones del sentido del olfato consisten en tales, enfermedad de Alzheimer, corea de Huntington,
su pérdida (anosmia: del griego an, falta de, y osmée, esclerosis múltiple y como secuela de meningitis.
olfato), disminución (hiposmia: hypo, menos, y os­ Se producen hiposmias y anosmias toxicoindus­
mée), exacerbación (hiperosmia: hyper, más, y os­ triales en trabajadores de la fabricación de acumula­
mée), tergiversación, ya sea percibiendo olores distin­ dores por la acción del cadmio.
tos de los reales (parosmia: para, peor, y osmée), u Las anosmias congénitas se han descripto en la di­
olores desagradables (cacosmia: kakos, malo, y os­ sautonomía familiar, agenesia de bulbo olfatorio, síndro­
mée). La parosmia y la cacosmia, que pueclen agru­ me de Turner (cariotipo XO) y síndrome de Kallmann
parse bajo el término de disosmias, suelen asociarse. (anosmia, hipogonadismo hipogonadotrópico, ataxia ce­
La anosmia puede deberse a causas locales, como rebelosa y movimientos especulares en manos).
obstrucciones nasales, rinitis, pólipos, sinusitis (anos­ Las anosmias posquirúrgicas se observan luego de
mia respiratoria). Ellas deben descartarse antes de cirugías nasales o sinusales, clipaje de aneurismas de
atribuir la anosmia a causas neurológicas: la causa comunicante anterior o hipofisectomías efectuadas
más frecuente de anosmia transitoria bilateral es el por vía nasal. La radioterapia puede causar anosmia.
resfrío común. La epilepsia, primaria o secundaria de origen tumo­
La anosmia unilateral se produce por una lesión en ral, puede causar alucinaciones olfatorias o fantosos­
el nervio, bulbo, cintilla olfatorios, o estrías olfatorias mias (percepción de olores sin que haya estímulo ol­
antes de su decusación. Una lesión por detrás de la fatorio). Pueden ser de tipo disósmico. En la epilepsia
decusación de las estrías olfatorias no causa anosmia, constituyen a veces un aura ("vientecillo anunciador')
porque, como se ha descripto, la representación corti­ o pródromo que inicia la crisis, sobre todo en aquellas
cal del olfato es bilateral. La anosmia unilateral puede crisis temporales atribuidas a irritaciones de la circun­
producirse por tumores nasofaríngeos, frontales basa­ volución del hipocampo o gyrus uncinatus: las llama­
les (gliomas, abscesos), esfenoidales, o pituitarios con das crisis uncinadas por Hughlings Jackson.
extensión supraselar, meningioma de la hendidura ol­ La cacosmia puede obervarse en varias de las pa­
fatoria, aneurismas de la porción anterior del polígono tologías mencionadas anteriormente, y también en la
de Willis, o estesioneuroblastomas, que son neuro­ depresión y otros trastornos psiquiátricos.
blastomas olfatorios de la cavidad nasal superior que La hiperosmia se observa en la migraña y la hiper­
causan también obstrucción nasal y epistaxis. emesis gravídica.
El raro síndrome de Foster-Kennedy se vincula a La anosmia y disosmia suelen asociarse a trastor­
meningiomas de la hendidura olfatoria o tumores fron­ nos del gusto (ageusia, disgeusia), porque la vía gusta­
tobasales. Se caracteriza por: tiva alcanza áreas corticales primarias y de asociación
a)del lado de la lesión: anosmia y atrofia óptica, de­ similares a las del olfato, en el lóbulo temporal medial.
bidas a compresión tumoral de la cintilla olfatoria y
el nervio óptico;
b)del lado opuesto a la lesión: edema de papila por 11 par (nervio óptico)
la hipertensión endocraneana causada por la masa
ocupante. El edema no se produce del lado de la El nervio óptico es el nervio de la visión. En el sen­
lesión por la atrofia del nervio óptico. tido estricto de la palabra, no es un verdadero nervio
Un seudosíndrome de Foster-Kennedy puede pro­ periférico, sino que, como el tracto olfatorio, es un trac­
ducirse cuando se instala hipertensión endocraneana to cerebral y la retina (su porción receptora) forma par­
en un paciente con atrofia óptica unilateral preexisten­ te del cerebro por su desarrollo y estructura. Tradicio­
te de otro origen. La hipertensión endocraneana per nalmente, sin embargo, se lo considera un nervio,
se puede causar anosmia. aunque esté constituido sólo por los cilindroejes de las
Los traumatismos craneoencefálicos son frecuente células ganglionares de la retina, para diferenciarlo de
causa de anosmia secuelar, por lo común bilateral, o asi­ la llamada cintilla óptica, que es el tracto que está por
métrica, por lesión traumática de fibras olfatorias a la al­ detrás del quiasma, estructura en la que se decusan
tura de la lámina cribosa del etmoides, con o sin fractura parte de las fibras de ámbos nervios ópticos.
craneal. El traumatismo puede ser anterior o posterior.
Pueden observarse anosmias o disosmias en la Anatomía y conexiones centrales
enfermedad de Pagel, la rinitis atrófica, la diabetes, el
hipotiroidismo, las insuficiencias renal y hepática, la El nervio óptico tiene su origen aparente en el ángulo an­
enfermedad de Parkinson (precediendo en años a sus teroexterno del quiasma óptico, desde donde se dirige obli-

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34 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

cuamente de atrás adelante y de dentro afuera para alcanzar


el agujero óptico a través del cual se introduce en la órbita, Mitad
Mitad
donde después de un corto trayecto llega al globo ocular en temporal
de la
11==-=/J- temporal
el que penetra por un punto situado a tres milímetros por den­ de la
retina
retina
tro y uno por encima de su polo posterior. En este trayecto,
de aproximadamente 5 cm, el nervio óptico se relaciona con
la tienda de la hipófisis, la arteria oftálmica, los músculos rec­
tos del ojo, el ganglio oftálmico, los vasos centrales de la re­
tina y los vasos y nervios ciliares.
Por ser un nervio aferente, el origen real del nervio se
ubica en las células ganglionares de la retina. La vía óptica
o visual (fig. 3-2) se inicia con las células bipolares, que ocu­ ,. •-- Bandeleta o
cintilla óptica
pan la parte media de la retina y poseen dos prolongaciones:
la prolongación periférica recoge las impresiones luminosas
que llevan los conos y bastones, receptores visuales cuyos 1-1+��---- Cuerpo
pigmenlos (rodopsina) reaccionan a la luz. Los bastones se geniculado
distribuyen uniformemente por toda la retina, pero están au­ lateral, tubérculo
cuadrigémino
sentes en la mácula. Intervienen en las visiones periférica y anterior y
crepuscular, y son sensibles, sobre todo, al movimiento. Los pulvinar
conos se concentran en la mácula y se vinculan a la visión
central (macular) y a la agudeza visual. La prolongación cen­ -Radiaciones
ópticas de
tral de las células bipolares se dirige a las células gangliona­ Gratiolet
res de la retina, en cuyo alrededor termina por arborizacio­
nes libres. De estas células ganglionares, a su vez, parten
las fibras constitutivas del nervio óptico. Estas fibras salen
del globo ocular algo por dentro del polo posterior y, forman­
Corteza del lóbulo occipital
do el nervio óptico, recorren la porción retroocular de la órbi­
ta y penetran en el cráneo por el agujero del mismo nombre, Fig. 3-2. Esquema de la vía óptica. En gris, fibras procedentes
dirigiéndose a alcanzar el quiasma. de ambas mitades temporales de la retina; en negro, de ambas
Del globo ocular al quiasma, el nervio óptico comprende mitades nasales de la retina.
cuatro porciones:
la porción intraocular (1 mm), que constituye la llamada El quiasma óptico es una pequeña lámina cuadrilátera de
cabeza del nervio óptico, en la que los axones prove­ sustancia blanca, cuyos dos ángulos anteroexternos reciben
nientes de la retina se mielinizan; los nervios ópticos izquierdo y derecho. Descansa sobre el
la porción intraorbitaria (25 mm), que discurre dentro del diafragma selar, que la separa de la hipófisis, y está situada
tejido graso que envuelve a los músculos oculares y sus en la base de los hemisferios cerebrales. Su posición varía:
nervios, en un cono de vértice posterior. Está también en se ubica mayoritariamente sobre la silla, pero a veces lo ha­
· estrecha relación con la arteria oftálmica, y el ganglio y ce por delante (quiasma prefijado) o por detrás (quiasma
nervios ciliares; posfijado). Por encima del quiasma se ubican el receso su­
la porción intracanalicular (9 mm), que discurre por el praquiasmático del tercer ventrículo, vecino del hipotálamo,
agujero óptico junto a la arteria oftálmica y a ramas del y la comisura anterior. Por detrás, el tallo pituitario.
plexo carotídeo simpático; Dentro del nervio óptico, las fibras se distribuyen topográ­
la porción intracraneal (aproximadamente 15 mm), que ficamente como en la retina: las de la retina temporal se dis­
se extiende desde que el nervio emerge del agujero ponen lateral o temporalmente, las de la retina nasal medial
óptico hasta el quiasma. Se apoya sobre la arteria ca­ o nasalmente, las de la retina superior arriba y.las de la infe­
rótida interna poscavernosa de la que se desprende la rior abajo. Las fibras maculares, que provienen de la mácula
arteria oftálmica, y medialmente sobre el techo del se­ de la retina y tienen vinculación con la visión central, se ubi­
no esfenoida! y la silla turca. Por encima se ubica la can externamente a su salida del globo ocular y en el centro
porción horizontal (A1 ) de la arteria cerebral anterior, del nervio en sus porciones más posteriores. La retina tempo­
sobre la que apoya _la circunvolución recta del lóbulo ral se relaciona con la visión del campo nasal, la retina nasal
frontal, la cintilla o tracto olfatorio y la sustancia perfo­ con la del campo temporal, la retina superior con la del cam­
rada anterior. La arteria comunicante anterior se apoya po inferior y la retina inferior con la del campo superior.
sobre el nervio óptico o sobre el quiasma, en forma va­ De los ángulos posteroexternos del quiasma nacen las
riable. cintillas ópticas, que llegan a la parte posteroventral del tá-

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 35

lamo óptico después de haber rodeado la cara inférior del otros están subordinados a diversos reflejos ópticos. La rama
pedúnculo cerebral. Más o menos la mitad de las fibras del interna de la cintilla no encierra en realidad ninguna de las fi­
neivio óptico (las fibras retinianas nasales) se decusan en bras ópticas propiamente dichas y desaparece en el cuerpo
el quiasma, dirigiéndose hacia la cintilla óptica conlralateral. geniculado interno o medial y en el tubérculo cuadrigémino
Las fibras de la porción inferior de la retina se ubican ven­ posterior o inferior.
tralm ente en el quiasma, y las de la porción superior dorsal­ En relación con las cintillas ópticas se ubican: por deba­
mente. Las fibras nasales inferiores, luego de decusarse, se jo, la arteria comunicante posterior, que cruza su porción
ubican lateral y ventralmenle en la cintilla contralateral; Wil­ distal en la cisterna supraselar; lateralmente, la arteria cere­
brand ha descripto que estas fibras se desvían o acodan le­ bral posterior, en la cisterna perimesencefálica, y el uncus
vemente en forma de 'rodilla" hacia el nervio óptico contra­ del hipocampo en su porción proximal.
lateral antes de dirigirse a la cintilla óptica ("rodilla de El cuerpo geniculado lateral se ubica en el techo de la
Wilbrand"), pero este dato es hoy controvertido y puede tra­ cisterna perimesencefálica o ambiens, por dentro de la cir­
tarse de un artificio (fig. 3-3). Las fibras nasales superiores cunvolución hipocámpica. Por delante recibe la cintilla ópti­
se ubican medial y dorsalmente en la cintilla contralateral ca. Por encima y medialmente se ubica el pulvinar del tála­
luego de decusarse. Las fibras retinianas temporales no se mo. Dorsolateralmente se encuentra la radiación óptica. Del
decusan y mantienen en las cintillas la ubicación ventral o cuerpo geniculado lateral parten fibras que constituyen el
dorsal de la que provienen de la retina (fig. 3-2). Las fi_br�s haz geniculocalcarino. Este forma, después de atravesar el
maculares se ubican dorsalmente en las cintillas ópticas. segmento retrolenticular de la cápsula interna, vecino al
De esta manera, cada una de las mitades correspondien­ brazo posterior de dicha cápsula, la radiación óptica de Gra­
tes a la mitad nasal de cada retina pasa a la cintilla óptica del tiolet que va a terminar en la corteza estriada, área 17, si­
lado opuesto, mientras que las fibras correspondientes a la tuada sobre la cara interna del lóbulo occipital, a ambos la­
mitad temporal siguen directamente sin entrecruzamiento al­ dos de la cisura calcarina, donde se encuentra el centro
guno por la cintilla del mismo lado. Por el hecho del entrecru­ cortical de la visión.
zamiento parcial que en el quiasma sufren las fibras ópticas, Como en el nervio, quiasma y cinlilla, las áreas retinia­
en cada una de las cintillas se reúnen las fibras correspon­ nas se vinculan segmenlariamenle a porciones determina­
dientes a la mitad derecha o izquierda de cada retina, llama­ das del cuerpo geniculado lateral: las fibras que provienen
das por ello mitades homónimas. de los cuadrantes superiores de la retina terminan en la mi­
Alcanzado el tálamo, cada cintilla se divide en dos ramas tad interna y las de los cuadrantes inferiores en la mitad ex­
de volumen desigual, que se distinguen en interna y externa. terna del cuerpo geniculado, mientras que las fibras prove­
La externa termina en parte en el cuerpo geniculado externo nientes de la mácula van a la parte central.
o lateral, en el pulvinar y en el tubérculo cuadrigémino ante­ A su vez, la mitad interna del cuerpo geniculado lateral,
rior o superior. De estos núcleos, sólo el cuerpo geniculado que representa la retina superior, se proyecta por la porción
lateral recibe fibras de percepción visual, mientras que los dorsal de la radiación óptica al labio superior de la cisura

Fig. 3-3. Disposición y trayecto


de las fibras retinianas nasales
inferiores según Wilbrand
Cintillas ópticas (rodilla de Wilbrand).

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36 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

calcarina, atravesando la profundidad del lóbulo parietal, Exploración


mientras que la mitad externa, que representa la retina infe­
rior, se proyecta por la parte ventral de la radiación óptica al La exploración del nervio óptico corresponde al of­
labio inferior de la cisura calcarina, atravesando, a su vez, talmólogo, al neurólogo y al neurocirujano. Se debe
el asta temporal. De la porción central del cuerpo genicula­ saber que la cabeza del nervio óptico, situada en el
do, relacionada con la visión macular, se desprende la por­ fondo de ojo, es, gracias al oftalmoscopio, la única
ción central de la radiación óptica, que atraviesa la región parte del sistema nervioso que se puede examinar di­
temporal posterior y occipital y termina en ambos labios de rectamente en su estructura anatómica in vivo.
la cisura calcarina. La exploración comprende: 1 º, el examen de la agu­
En consecuencia, como en el nervio óptico, tanto en la deza visual por medio de los optotipos; 2 º, el examen
radiación óptica como en la corteza visual las fibras y áreas de la visión de los colores; 3º, la exploración del cam­
superiores vuelven a corresponder a la retina superior y las po visual (campimetría); 4 º , el examen del fondo de ojo.
inferiores a la retina inferior (fig. 3-4). Examen de la agudeza visual. Es expresión de la
Esta disposición de la vía óptica permite comprender los función macular (visión central). Se explora por medio
defectos visuales que se van a producir según la ubicación de los optotipos o tipos de prueba, constituidos general­
de la lesión que les da origen (ver alteraciones del campo vi­ mente por letras de imprenta de tamaño decreciente de
sual). Esos defectos se denominan homónimos cuando es­ arriba hacia abajo, acompañadas de una escala. Las
tán restringidos a los campos visuales derecho o izquierdo pruebas más cómunes son las de Wecker o Snellen pa­
(por ej. hemicampos temporal izquierdo y nasal derecho: he­ ra la visión a distancia, y las de Jaegerpara la visión cer­
mianopsia homónima izquierda), y heterónimos cuando cana (fig. 3-5).
afectan a hemicampos opuestos (por ej. ambos hemicam­ Para explorar la agudeza visual a distancia se le ha­
pos temporales: hemianopsia heterónima bitempora�. Serán cen identificar o leer al paciente los optotipos en tablas
homónimos los defectos motivados por lesiones unilaterales grandes colocadas a 6 metros. Se mide la agudeza en
que estén por detrás del quiasma óptico, vale decir en la cin­ cifras indicadoras del grado de visión, que se encuen­
tilla óptica, en el cuerpo geniculado, en la radiación óptica y tran a un costado de la escala. La exploración debe
en la corteza visual. La lesión de cualquiera de estas forma­ hacerse en cada ojo por separado. Se clasifica a los
ciones determinará la pérdida total del campo visual opues­ enfermos de acuerdo con la agudeza visual en visión
to {hemianopsia homónima), mientras que una lesión parcial normal, si ve toda la escala. Si el paciente no alcanza
provocará cuadrantopsias homónimas. Las lesiones quias­ a leer ninguna línea de la escala de Wecker o Snellen,
máticas producirán defectos heterónimos: hemianopsia bi­ se le muestran dedos de la mano a poca distancia, pa­
temporal si se lesionan las fibras cruzadas {la parte central ra ver si puede contarlos. Si esto es posible¡. se dice
del quiasma); hemianopsia binasal si se lesionan las fibras que el enfermo tiene visión cuentadedos. Si no alcan­
directas (partes laterales del quiasma). La lesión de un ner­ za a contar los dedos, pero los distingue en forma bo­
vio óptico produce la ceguera en el ojo correspondiente. rrosa, se anota visión bulto. Si no ve los bultos, se lo

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Fig. 3-4. Se muestra sólo el campo del ojo izquierdo. Hemianop­


sia bitemporal: pérdida de las dos mitades temporales de los 11 111
campos visuales en un enfermo con tumor hipofisario; la línea de
puntos exterior indica la extensión normal del campo; la línea Fig. 3-5. Pruebas de Snellen para la visión a distancia. /.
continua de trazado grueso muestra el campo visual en el enfer­ Forma usual. //. Letras blancas sobre fondo negro. ///. Tipos
mo; las zonas sombreadas indican el grado de la pérdida visual. para analfabetos.

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3, FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 37

trasporta a la cámara oscura y se proyecta un haz lu­ La retina nasal "mira" al campo visual temporal, y
minoso sobre la pupila. Si lo distingue se dice que tie­ la retina temporal "mira" al campo visual nasal. La re­
ne visión luz; si no lo percibe, se considera ciego. tina superior "mira" al campo visual inferior, y la retina
Existen tablas o tarjetas de pequeño formato para inferior "mira" al campo superior. Los meridianos que
el examen de la agudeza visual próxima al pie de la dividen a estos sectores retinianos pasan por la mácu­
cama (optotipos de Jaeger). Se coloca al paciente de la. El meridiano horizontal divide a las retinas superior
espaldas a la luz, de modo que la tarjeta situada a 30 e inferior, y el vertical divide a las retinas temporal y
cm quede bien iluminada, y se examina cada ojo por nasal. Los defectos campimétricos se definen por el
separado. sector del campo visual afectado y no por el de la re­
Un método orientado a establecer que la alteración tina. En la hemianopsia bitemporal, por ejemplo, el pa­
es causada por un vicio de refracción es el denomina­ ciente no tiene visión en ninguno de los hemicampos
do Pinhole Test, que consiste en hacer mirar al pa­ temporales.
ciente a través de un pequeño orificio efectuado en El oftalmólogo se vale de instrumentos como el pe­
una tarjeta, con lo que se elimina la visión periférica rímetro o el campímetro para el estudio prolijo del
de córnea y cristalino (suprimiendo las llamadas abe­ campo visual. Al pie de la cama, el médico puede exa­
rraciones esférica y cromática propias de las lentes), minar el campo visual por el método llamado de con­
lo que torna al punto focal más nítido. Si de este mo­ frontación, que se describe seguidamente.
do la visión mejora, hay un vicio de refracción. El explorador se coloca frente al paciente, tratando
Para detectar defectos más sutiles de la agudeza de que sus ojos se sitúen a la misma altura, a 0,50 m
visual, pueden efectuarse pruebas de sensibilidad de de distancia. Para explorar el ojo izquierdo, tapa con
contraste (Contras/ Sensitivity Testing). El paciente su mano izquierda el ojo derecho del paciente y oclu­
debe ser capaz de distinguir o percibir barras o dibu­ ye voluntariamente su propio ojo izquierdo (hará lue­
jos impresos que apenas contrastan con el fondo de go lo contrario para examinar el ojo derecho). Despla­
la hoja. za entonces su índice derecho extendido (o un lápiz,
Visión de los colores, Se explora rápida y fácil­ por ejemplo) a igual distancia entre él y el paciente,
mente, por medio de un dispositivo compuesto por colocándolo a distintas alturas en los sectores supe­
una varilla negra, que lleva en cada extremo una es­ riores, inferiores y laterales del campo visual, o bien,
fera de color, rojo brillante una, y verde brillante la lo desplaza desde la periferia hacia el centro, debien­
otra. Un método aún más fácil y corriente es mostrar­ do señalar el enfermo el momento en que lo percibe.
le al paciente papeles de diferentes colores que debe­ Se trata así de saber si el campo visual del enfermo
rá nombrar por vez. tiene la misma extensión que el del explorador, asu­
En cuanto a la agudeza visual para los colores, se miendo que el campo visual de éste es normal. Todas
explora fácilmente por la prueba de las lanas de las veces que el médico ve su dedo debe también ver­
Holmgren. Se colocan sobre una mesa madejas de lo el enfermo. Hay que tener la precaución de contro­
lana de distintos colores y se invita al enfermo, dán­ lar de tanto en tanto si el dedo está colocado a igual
dole una de estas madejas, a que seleccione otras distancia entre el paciente y el médico, y que la cabe­
madejas del mismo color. Si la visión de los colores za del paciente permanezca fija en la posición coloca­
es normal, seleccionará correctamente las madejas da, sin mover el ojo a examinar. Luego se repetirá la
de color similar, pero si tiene ceguera para los colo­ maniobra en el otro ojo.
res, separará madejas de colores distintos. Pueden Una manera más sencilla y sensible de explorar el
emplearse también las láminas de lshihara, constitui­ campo visual es la siguiente: se coloca simultánea­
das por círculos coloreados en forma distinta y de di­ mente un dedo por fuera de cada lado del campo vi­
verso tamaño, combinados de tal manera que confor­ sual y se van aproximando gradualmente hacia la re­
man un número que identifica correctamente el que gión medial hasta que se hagan visibles; se moverán
tiene visión normal. No distingue o confunde con otro luego alternativamente, debiendo el paciente manifes­
número el que tiene una perturbación de la visión de tar cuál es el dedo que se mueve y hacia dónde lo ha­
los colores. Otro método consiste en mostrarle al pa­ ce. Es muy útil también mostrar distinto número de de­
ciente papeles con diferentes colores y tonos, indi­ dos (uno, dos o tres) en el campo visual periférico y
cándole que separe aquellos de igual color aunque pedirle al paciente que diga cuántos dedos se le
con diferente tono. muestran.
Exploración del campo visual. El campo visual Luego de explorar cada ojo por separado, deben
es el territorio que normalmente abarca la visión. Ca­ también explorarse ambos ojos conjuntamente, con
da ojo tiene su propio campo visual que normalmente estimulación simultánea. Se utiliza para ello preferen­
se superpone con el del otro lado. temente la maniobra cuentadedos. De esta forma pue-

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38 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

den surgir déficit en un lado u otro, aun cuando la ex­ teza visual}, cuando son unilaterales, no provocan al­
ploración por separado hubiera resultado normal. Ello teración de la agudeza visual.
pone de manifiesto déficit leves, o bien el fenómeno de Se designa con el nombre de amaurosis a la pérdi­
inatención o negligencia visual del lado que no identifi­ da de visión (ceguera} de cualquier origen. Puede ver­
ca, en el que la alteración no es del campo visual sino se en lesiones que interesan a las vías ópticas o que
del campo atencional y se asocia a lesiones parietales interfieren con la percepción visual: isquemia, diabe­
contralaterales. La hemianopsia y la inatención son a tes, maculopatias o retinopatias degenerativas, trau­
menudo difícilmente distinguibles, porque muchas le­ matismos, neoplasias, desprendimiento de retina y
siones causantes son parietooccipitales. hemorragia vítrea. La pérdida aguda de la visión pue­
Cuando el paciente no se encuentra lo suficiente­ de ser consecuencia de desmielinización (neuritis óp­
mente lúcido como para cooperar en la exploración, tica}, isquemia (neuropatia óptica isquémica anterior}
se puede recurrir al método "de la amenaza": el exa­ o causa tóxica (neuropatía óptica por alcohol melifi­
minador aproxima rápidamente su mano desde la co). Por último, el daño bilateral de las radiaciones óp­
periferia hacia el ojo, tratando de provocar la res­ ticas o de las cisuras calcarinas de la corteza occipital
puesta a la amenaza, que es la oclusión palpebral puede producir ceguera cortical: oclusión embólica bi­
refleja. Dicha respuesta está ausente en caso de he­ lateral de la arteria cerebral posterior (síndrome del
mianopsia. "tope de la basilar"), leucoencefalopatias.
Examen del fondo de ojo. Este examen debe in­ La amaurosis fugaz se caracteriza por una pérdida
cluirse siempre, ya que puede mostrar alteraciones aun­ unilateral transitoria de la visión (ceguera monocular tran­
que el paciente no tenga defectos visuales. Se efectúa sitoria}. Típicamente, se produce "en cortina" o como un
mediante la oftalmoscopía. Para su técnica se procede­ telón que se corre vertical u horizontalmente interfiriendo
rá de la siguiente manera: el médico examinará con su con la visión. Se debe a ateroembolia de la arteria oftál­
ojo derecho el ojo derecho del paciente y viceversa, con mica proveniente de placas ateroscleróticas carotídeas
un oftalmoscopio empuñado en la misma mano del ojo ulceradas. Puede asociarse con una hemiparesia o mo­
que observa (ojo derecho, mano derecha). La otra ma­ noparesia transitoria del lado opuesto a la isquemia.
no fijará la cabeza del enfermo. Ubicará el disco refrac­ Alteraciones de la visión de los colores. Se deno­
tométrico del oftalmoscopio en O, siempre que no tenga mina discromatopsia a toda alteración de la visión colo­
vicios de refracción, y observará el fondo de ojo a través reada, y acromatopsia a su ausencia. La me/acroma­
de la pupila. Identificará primeramente los vasos, que topsia es la visión de objetos con colores distintos a los
presentan una disposición radiada; las venas se obser­ verdaderos. En la monocromatopsia todo se ve, gene­
van gruesas y oscuras, las arterias delgadas y claras ralmente, de un mismo color: por ejemplo la xantopsia
(mantienen normalmente una relación de 3 a 2). Se se­ (visión amarilla) bilateral -en los cuadros de intoxica­
guirán sus bordes centrípetos para llegar a la papila, dis­ción digitálica- y la eritropsia unilateral, trastorno en el
co de bordes netos y color rosa pálido, que constituye el que una hemorragia de la mácula hace que los objetos
sitio por donde emergen el nervio óptico y la arteria of­ sean vistos de color rojizo con el ojo enfermo. La agno­
tálmica. El centro de la papila muestra una coloración sia cromática engloba los trastornos de identificación
más clara: es la excavación papilar. Ubicada temporal­ de los colores, que se presentan en las lesiones occipi­
mente o hacia afuera de la papila se observa un área de tales derechas, y el trastorno de la denominación de los
tono rosado más intenso en la que no se ven vasos de colores que sería causado por una lesión de la región
grueso calibre: es la fóvea, donde se encuentra la má­ parietooccipital izquierda. Se describe asimismo una
cula, asiento de la visión central. ceguera cromática congénita.
Las discromatopsias generalmente acompañan a los
Alteraciones trastornos de la agudeza visual, a veces preanunciándo­
los. También se producen discromatopsias en las altera­
Alteraciones de la agudeza visual. Se denomina ciones del campo visual. Es frecuente que durante la re­
ambliopía a la disminución de la agudeza visual. Pue­ cuperación de las hemianopsias se produzca un período
de deberse a vicios de refracción (miopía, hipermetro­ en que se restablece la visión en blanco y negro en el
pía, astigmatismo}, opacidades corneanas o del crista­ hemicampo afectado, pero con discromatopsia de ca­
lino (cataratas}, trastornos retinianos (retinopatias racterísticas variables. La visión de los colores puede ir­
degenerativas, pigmentarias, isquémicas}, inadecuada se luego recuperando progresivamente.
fijación macular por alteraciones oculomotoras, o com­ Los defectos congénitos de la visión coloreada son
binaciones de estos trastornos. También a lesiones de más frecuentes en hombres, en los matices de los co­
nervio y quiasma ópticos. Las lesiones retroquiasmáti­ lores verde y rojo, lo que dificulta a estas personas la
cas (cintilla, cuerpo geniculado, radiación óptica y cor- correcta percepción de las luces de los semáforos.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 39

Los trastornos adquiridos de la visión coloreada se drome): ceguera monocular homolateral asociada a
producen más a menudo en la gama del azul-violeta defecto temporal contralateral superior, por compre­
0 verde-azul. Se ha descripto que suele ser más fre­ sión de las fibras inferonasales ya decusadas desde
cuente que las afecciones primarias del nervio óptico el nervio óptico contrario, que allí se acodan en la con­
alteren la distinción entre rojo y verde, y las de retina trovertida rodilla de Wilbrand, ya mencionada.
y coroides la diferenciación entre azul y amarillo (ley Los escotomas centrales bilaterales se producen
de Kiillner). por neuropatías ópticas heredofamiliares (neuropalía
Alteraciones del campo visual. Cuando existen en o atrofia óptica de Leber), toxiconutricionales (alcohol
el campo visual zonas invisibles o ciegas se denominan metílico, avitaminosis) o maculopalías degenerativas
escotomas. Estos pueden ser positivos o negativos se­ bilaterales.
gún sean percibidos espontáneamente o no por el pa­ Lesiones retinianas superficiales producen escoto­
ciente. La mancha ciega de Mariotte es un escotoma fi. mas puntuales. Las lesiones retinianas más profundas,
siológico negativo normal, que corresponde a la papila, que afectan a la capa de fibras que conformarán el
entrada del nervio óptico en la retina. El aumento de ta­ nervio óptico, causan, por la disposición anatómica de
maño de la mancha dega se observa en el edema de esas fibras, escotomas arquatos (arqueados) con la
papila, miopía, glaucoma y envejecimiento. base del arco orientado hacia la periferia, en especial
Los escotomas positivos, que el paciente re�ére cuando ellos se producen en el campo nasal. Cuando
como "manchas", cambian de lugar junto con la mira­ ocurren en el campo temporal estos escotomas resul­
da, es decir tienen presencia fija en el campo visual. tan más de aspecto radial o sectorial (sectoranopsia).
Deben diferenciarse de las llamadas moscas volan­ Los escotomas anulares o en anillo, con visión pre­
tes, que no tienen significación patológica y consisten servada por dentro y por fuera del escotoma, pueden
en la pJrcepción de una pequeña mancha oscura que observarse en coroiditis, retinitis, o retinopalías como
se mueve flotando en el campo visual y no sigue los la pigmentosa o la asociada al cáncer. Ellos resultan
movimientos oculares. de la fusión de escotomas arquatos superiores e infe­
La presencia de escotomas positivos indica una al­ riores y muestran un escalón nasal en su distribución.
teración de los medios trasparentes o de la retina�he­ Cuando sólo se preserva la visión central, se produ­
morragia retiniana, por ej.). Los escotomas negativos ce una visión en embudo, porque el área de visión cen­
están en relación con lesiones de la vía óptica. tral aumenta a medida que la distancia entre el punto
Se denomina escotoma centelleante a la percep­ de exploración y el paciente es mayor. Esto diferencia
ción pór parte del paciente de destellos luminosos a estos casos de aquellos de visión en túnel o en caño
provocados por alteraciones de la circulación cerebral de escopeta, psicógenos (histéricos) o simulados, en
o retiniana; se ven en la jaqueca o migraña, prece­ los que el área de visión no aumenta con la distancia.
diendo el acceso doloroso, pero también pueden pre­ La visión en embudo puede originarse por glaucoma,
sentarse sin cefalea. Se perciben como áreas o líneas retinitis pigmentosa, infartos occipitales bilaterales, reti-
festoneadas o dentadas, amarilloverdosas, que se nopatía asociada al cáncer o atrofia óptica.
disponen en forma semicircular, duran de 5 a 20 minu­ Cuando el defecto campimétrico es monocular la
tos y se dirigen desde el centro a la periferia en el lesión seguramente se encuentra en la retina o nervio
campo visual homónimo. Los pacientes las describen óptico homolaterales. Cualquier defecto binocular se
diversamente como "nubedtas", "algodones", "vidrio debe a una lesión situada en el quiasma o por detrás.
esmerilado" o "como cuando se ve bajo el agua". Es Si el área de ausencia de visión abarca la mitad del
muy útil hacerle dibujar al paciente sus escotomas campo visual se dice que hay hemianopsia (del grie­
centelleantes, lo que da una idea más clara del sínto­ go hemi, mitad; an, privativo, y óopsis, vista). Si la he­
ma, ya que muchos no lo describen bien. mianopsia es vertical, puede ser temporal o nasal, se­
Un escotoma central es aquel que corresponde a gún el hemicampo afectado. Si es horizontal, también
la visión macular. Un escotoma cecocentral corres­ llamada altitudinal, puede ser superior o inferior. Si la
ponde al área de la mácula y del fascículo papiloma­ hemianopsia corresponde a lados homólogos, por
cular, es decir, de las fibras del nervio que se originan ejemplo ambos lados izquierdos o ambos lados dere­
en la mácula y se dirigen hacia la papila. chos, se dice que es homónima, izquierda o derecha.
Los escotomas centrales unilaterales suelen de­ Si, por el contrario, corresponde a lados distintos, por
berse a neuritis óptica bulbar o retrobulbar, maculopa­ ejemplo una mitad izquierda y una mitad derecha, se
tías o compresión del nervio óptico. Una compresión habla de hemianopsia heterónima, y será bitemporal o
muy posterior del nervio óptico, a la altura de su unión binasal. El área afectada puede estar limitada, en lugar
con el quiasma, puede dar lugar al llamado síndrome de una mitad, a sólo un cuarto o cuadrante del campo
de la confluencia, juntura o 'Junccional" (junclional syn- visual: hemianopsia en cuadrante o cuadrantopsia.

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40 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

El paciente puede ser o no consciente de su he­ cuando se ilumina el ojo del lado de la cintilla lesiona­
mianopsia. Puede notar que no ve lo que se encuentra da, las respuestas pupilares fotomotoras son normales
a la derecha o la izquierda, según los casos. O puede en ambos lados (reflejos fotomotor y consensual). Si a
tener manifestaciones indirectas, por ejemplo chocando continuación se ilumina el ojo contrario (es decir, el ojo
inadvertidamente con muebles o puertas, ignorando las en el que se halla el defecto campimétrico temporal),
páginas del diario, o dejando de comer alimentos, que su pupila se dilata. También se dilata si se ilumina di­
estén todos ellos en uno u otro hemicampo visual. rectamente el ojo contrario a la lesión con el homolate­
Cuando la lesión causante está por delante del cuerpo ral tapado. Ello se debe a la falta de efecto del estímu­
geniculado, la conciencia de hemianopsia se preserva, lo lumínico en el ojo contralateral porque el hemicampo
y se pierde (anosognosia) cuando es posterior (lesión temporal, afectado en ese ojo, es un 65% mayor que
retrogeniculada). Durante la recuperación de una he­ el nasal (hemicampo predominante). En cuanto a las
mianopsia, suele ocurrir que en el campo afectado no se atrofias ópticas, se observa atrofia parcial "en cuña" o
perciben los estímulos estáticos pero sí los movimientos "en banda" en el sector papilar nasal del ojo contrala­
(fenómeno de Riddoch). teral, y atrofia más difusa en el ojo homolateral a la le­
La hemianopsia homónima (fig. 3-6, C y O) se de­ sión. Las lesiones de cintilla se deben a compresión
be a lesiones retroquiasmáticas, que asientan en la por tumores, aneurismas o malformaciones arteriove­
cintilla óptica, cuerpo geniculado lateral, radiaciones nosas, o a traumatismos, heridas de proyectil o lesión
ópticas o lóbulo occipital. Es frecuente que en estas quirúrgica.
hemianopsias la extensión del defecto en cada he­ Las hemianopsias homónimas por lesiones unilate­
micampo no sea igual (hemianopsia homónima in­ rales del cuerpo geniculado lateral se deben en general
congruente). Sin embargo, cuanto más cercana al a oclusión de las arterias coroidea anterior (rama de la
lóbulo occipital sea la lesión más congruente será la carótida interna) y posterior (rama de la cerebral poste­
hemianopsia. rior). La oclusión de la primera causa una hemianopsia
En las hemianopsias homónimas por lesiones unila­ homónima contralateral, pero en la que la parte media
terales de la cintil/a se compromete la visión macular, de cada hemicampo se preserva. Cada hemicampo
sin afectarse la agudeza visual. La hemianopsia suele que.da así dividido en dos sectores afectados, uno su­
ser incongruente. Se agregan dos fenómenos que fa­ perior y otro inferior, originándose de este modo una
cilitan el diagnóstico: el llamado defecto aferente rela­ cuádruple sectoranopsia homónima, generalmente no
tivo pupilar o signo de Marcus Gunn (véase Pupila) y congruente. Cuando la ocluida es la rama lateral de la
las atrofias ópticas asimétricas. El defecto aferente re­ arteria coroidea posterior, se produce lo inverso: se
lativo pupilar o signo de Marcus Gunn consiste en que, afecta el sector medio de cada hemicampo (aféctándo-

Nasal

F_ig. 3-6. Izquierda: via óptica. A. Lesión a nivel del nervio óptico. B. Quiasmática. C. Cintilla. D. Retrogeniculada. Derecha: campo
visual correspondiente a las lesione� localizadas a las alturas A, B, e y D de la via óptica.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 41

se la visión macular), preservándose los sectores supe­ La hemianopsia heterónima binasal es de rara ob­
rior e inferior, dando lugar así a una sectoranopsia ho­ servación, pues para producirse requiere compresión
mónima horizontal, que se amplía hacia la periferia. En externa bilateral del quiasma. Puede deberse a tumo­
ambos casos los reflejos pupilares se preservan. res hipofisarios de crecimiento lateral, patología in­
En los defectos campimétricos por lesión occipital traocular isquémica o inflamatoria, glaucoma, hidroce­
ta visión central (macular) se conserva (fig. 3-6, O). falia con dilatación del tercer ventriculo o al síndrome
Esto se debería a la representación cortical amplia de de silla turca vacía.
la visión macufar. Los reflejos pupilares se preservan. La hemianopsia horizontal o altitudinal determina
Las cuadrantopsias homónimas superiores se de­ defectos bilaterales del campo visual superior o infe­
ben a lesión del sector externo o temporal de la radia­ rior. Cuando es monocular la causa generalmente es
ción óptica , o bien del labio inferior de la cisura calca­ vascular por isquemia de la arteria central de la retina:
rina. Las cuadrantopsias homónimas inferiores se la neuropalía óptica isquémica anterior muestra gene­
deben a lesión del sector interno o parietal de la radia­ ralmente un defecto altiludinal, generalmente inferior.
ción óptica, o bien del labio superior de la cisura cal­ La visión central puede preservarse porque la mácula
carina. Cuando se afecta toda la radiación óptica o es irrigada por las arterias ciliorretinales. Puede deber­
ambos labios de la cisura calcarina se produce una se a arteritis de células gigantes (en cuyo caso se
hemianopsia homónima contralateral. En todos estos acompaña de dolor), a aterotrombosis o a embolia car­
casos las causas suelen ser infartos de la arteria ce­ diogénica. La amaurosis fugaz por ateroembolia de ori­
rebral posterior, generalmente de origen embólico, he­ gen carotídeo, ya mencionada, puede manifestarse
morragias, o tumores. con un defecto altitudinal. Otras causas de defecto al­
Cuando se ocluyen ambas arterias cerebrales pos­ titudinaí monocular pueden ser la compresión del ner­
teriores se produce una pérdida visual en los cuatro vio óptico, el desprendimiento de retina, la coroiditis y
hemicampos, originándose un cuadro de hemianopsia el glaucoma.
doble o ceguera cortical, en el que sólo se preserva la La hemianopsia allitudinal binocular puede deber­
visión macular (visión en embudo) y el paciente no tie­ se a isquemia bilateral (más rara), a lesión bilateral is­
ne conciencia de su trastorno (síndrome de Antón, quémica del lóbulo occipital, por encima o por debajo
anosognosia, véase Gnosia). Los reflejos pupilares se de la cisura caícarina (en el primer caso origina una
preservan. Este cuadro se debe a oclusión simultánea hemianopsia horizontal inferior, y viceversa, ambas
de ambas arterias cerebrales posteriores, por émbo­ con visión macular preservada), o a compresión pre­
los que discurren por el tronco basilar, impactan en el quiasmática de ambos nervios ópticos.
punto de su bifurcación (el llamado tope de la basilar) La combinación de una lesión prequiasmática y
y se distribuyen proporcionalmente por sus ramas. otra retroquiasmática homolateral (lesión del nervio
En lesiones unilaterales de la porción más rostral óptico por isquemia de la arteria oftálmica asociada a
de la cisura calcarina en la corteza occipital, en la que lesión de la radiación óptica del mismo lado) determi­
está representada la parte más periférica del campo na ceguera homolateral por compromiso del nervio
visual, se produce un defecto periférico exclusivamen­ óptico y hemianopsia en el ojo opuesto.
te en el campo temporal contralateral, en forma de se­ Otros síntomas visuales. Las ilusiones visuales
miluna (semi/una temporal unilateral o monocular). consisten en la percepción subjetiva deformada o alte­
Esta es la única lesión retroquiasmática capaz de cau­ rada de objetos o personas presentes al momento del
sar hemianopsia unilateral. Contrariamente, una le­ síntoma.
sión occipital que respeta la región calcarina rostral Las alucinaciones visuales consisten en la percep­
originará una hemianopsia homónima contralateral ción subjetiva de imágenes objetivamente inexisten­
con respeto de la semi/una periférica en el campo tes. Pueden ser simples o complejas. Las simples ad­
temporal afectado (contrario a la lesión). quieren formas elementales: manchas, líneas,
La hemianopsia heterónima bitemporal se debe a estrellas o círculos de luz; pueden deberse, entre va­
compresiones mediales del quiasma, donde se decu­ rias causas, a migraña (íos ya mencionados escoto­
san las fibras que pertenecen a la mitad nasal de ca­ mas centelleantes) o crisis epilépticas parciales visua­
da retina (mitad temporal del campo visual). Se la ob­ les por lesiones írritativas del lóbulo occipital. Las
serva en los tumores de la hipófisis, craneofaringiomas complejas consisten en animales, personas, escenas,
Y meningiomas (fig. 3-6, 8). Como la compresión se etc.; se vinculan a crisis parciales temporales o psico­
hace de abajo hacia arriba, puede iniciarse con una motoras (véase Epilepsias), síndrome confusional
cuadrantopsia heterónima bitemporal superior. El tu­ agudo o delírium (en especial el debido a intoxicación
mor puede comprimir otras fibras y afectar otras áreas por anticolinérgicos) o síndrome de deprivación alco­
del campo visual. hólica aguda (delírium trémens).

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42 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

La palinopsia o perseveración visual consiste en la do; las venas subyacentes pueden observarse compri­
percepción durante largo tiempo de imágenes ya vivi­ midas y desplazadas por las arterias (signo de Gunn);
das, después de la desaparición del estímulo visual, o puede haber hemorragias y exudados. Estos hallazgos
bien después de un intervalo. Se observa en las lesio­ constituyen los de la llamada retinopatía hipertensiva,
nes temporooccipitales derechas. cuya expresión extrema es el edema de papila.
Las oscilopsias consisten en oscilaciones rítmicas En la diabetes se observan adelgazamiento y tor­
de lo que se percibe visualmente, constituyendo, ge­ tuosidad arteriales, y pequeñas ectasias caracteristi­
neralmente, la expresión de un nistagmo (véase Nis­ cas llamadas microaneurismas de Ballafyne. Además,
tagmo). También pueden producirse por paresia ocu­ microhemorragias y microexudados.
lomotora o epilepsia. Las refinopatías pigmenfosas que acompañan a
Alteraciones del fondo de ojo. Pueden observarse: varias entidades neurológicas heredofamiliares mues­
- alteraciones en la papila: atrofia o edema de pa­ tran una característica pigmentación reticulada difusa
pila; en la retina periférica.
- alteraciones en los vasos; En la rara enfermedad de Tay-Sachs (idiocia fami­
- lesiones diversas: retinitis, coroiditis, hemorra- liar amaurótica) se observa una típica mancha redon­
gias. da color cereza en el fondo de ojo (cherry red spot).
La atrofia de papila se manifiesta por su decolora­ En los tumores de la cara inferior del lóbulo frontal
ción: la papila pierde su color rosado y se torna blan­ puede observarse atrofia de papila y anosmia del lado
co verdosa o azulada (papila pá/ída). Los límites papi­ de la lesión, y edema de papila del lado opuesto (sín­
lares son en general netos. drome de Foster-Kennedy).
La atrofia de papila puede deberse a diversas causas:
glaucoma, neuritis óptica, neuropatía óptica isquémica,
neuropatla óptica hereditaria (atrofia de Leber), compre­ 111, IV y VI par
sión, trauma, edema de papila previo de diversos orígenes. (nervios motor ocular común, patético
En el glaucoma la papila puede aparecer como y motor ocular externo)
acentuadamente excavada.
En la neuritis óptica bulbar pueden verse edema y Los pares craneanos 111, IV y VI comparten la iner­
palidez que predominan en el sector temporal. Si la vación de los músculos extrínsecos del ojo, por lo
neuritis óptica es retrobu/bar (enfermedad desmielini­ que corresponde estudiarlos en conjunto. Todos
zante) la papila en general conserva su aspecto nor­ ellos están constituidos por fibras eferentes motoras.
mal. Debe recordarse que estos casos de neuritis óp­ El 111 contiene además fibras eferentes viscerales ge­
tica cursan clínicamente con escotoma central. nerales, preganglionares parasimpáticas, que termi­
En la neuropatía óptica isquémica, que se mani­ nan en el ganglio ciliar, del que parten fibras posgan­
fiesta clínicamente por hemianopsia altitudinal mono­ glionares que inervan los músculos intrínsecos del
cular, la atrofia puede observarse en la mitad superior ojo. El núcleo del 111 nervio craneal se sitúa: en el me­
o inferior (atrofia a/titudina�; a veces es precedida por sencéfalo o pedúnculo cerebral, el del IV en la unión
edema altitudinal, o se combina con él ( edema altitu­ mesencefaloprotuberancial, y el del VI en la protube­
dinal pálido) y se asocia a borramiento arterial y he­ rancia.
morragias papilares.
El edema de papila o papila de estasis se debe a Anatomía
aumento de la presión intracraneana, de múltiples
causas: tumores de cerebro (especialmente subten­ El 1// neNio craneano o motor ocular común nace de un
toriales), hidrocefalia, edema cerebral maligno, trau­ núcleo situado en el pedúnculo cerebral, a la altura del tu­
matismos craneoencefálicos, toxemia del embarazo, bérculo cuadrigémino superior o anterior, en el piso del
trombosis del seno longitudinal superior, "seudotu­ acueducto de Sílvio (del que lo separa la su·stancia gris pe­
mor'' de cerebro (véase Hipertensión endocraneana). riacueductal), y por detrás del fascículo longitudinal medial.
Se produce una prominencia edematosa del disco Está dividido en cuatro columnas o subnúcleos laterales pa­
papilar y sus bordes o límites se borran. Las venas res, formados por grandes células que dan origen a las fi­
retinianas aparecen dilatadas y pierden el latido ve­ bras destinadas a los músculos extrínsecos del ojo, y una
noso centropapilar, las arterias se presentan adelga­ columna impar medial de células pequeñas, formada ros­
zadas y tortuosas. La agudeza visual no suele com­ tralmente por el llamado núcleo de Edinger-Westphal que
prometerse. da origen a las fibras parasimpáticas ciliares y pupilares, y
En la hiperlensión arlerial se observan arterias caudalmente por el subnúcleo del músculo elevador del
adelgazadas, con calibre disminuido y brillo aumenta- párpado superior. De los cuatro subnúcleos pares, el más

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 43

Ramo del elevador del párpado superior Núcleo rojo Sustancia negra
Ramo del recto superior Pedúnculo cerebral
/
Nervios ciliares cortos
Ganglio ciliar

!!!l!::�:'.;:,1'------ Núcleo del motor


ocular común

/
Ramo del oblicuo menor
Ramo del recto inferior
Fig. 3-7. Esquema del tra­
yecto periférico y núcleo de
origen del nervio motor ocu­
lar común (111 par craneano).

medial emite axones que inervan el músculo recto superi,or externa del seno cavernoso. Por esta pared discurren, des­
del lado opuesto, atravesando el subnúcleo par medial '¡:;Ón­ de arriba hacia abajo o dorsoventralmente, los nervios cra­
tralateral. Por ello, una lesión en sólo uno de los subnúcleos neales 111 y IV y la rama oftálmica del V (fig. 4-17). Por el es­
pares mediales causa un déficit en ambos rectos superio­ pesor del seno cavernoso discurre el VI nervio craneal.
res. El subnúcleo dorsal inerva al músculo recto inferior, el Finalmente entra en la órbita pasando por la hendidura
intermedio al oblicuo inferior o menor, y el ventral al recto in­ esfenoida!, dividiéndose en dos ramas, una superior y otra in­
terno (figs. 3-7 y 3-8). ferior. La primera inerva a los músculos recto superior y ele­
Los axones se dirigen hacia afuera y adelante, y se orde­ vador del párpado superior, y la segunda, a los músculos rec­
nan topográficamente en el mesencéfalo: lateromedialmen­ to interno, recto inferior y oblicuo menor del ojo. La rama
te, se disponen primero los que corresponden al oblicuo in­ inferior contiene además fibras amielínicas que a través del
ferior, recto superior, recto interno, elevador palpebral, r-ecto ganglio ciliar y los nervios ciliares cortos inervan el esfínter li­
inferior y axones pupilares; rostrocaudalmente, axones pupi­ so de la pupila y el músculo ciliar (músculos de la acomoda­
lares, recto inferior, oblicuo inferior, recto interno, recto supe­ ción). El nervio puede dividirse en sus dos ramas antes de
rior y elevador palpebral. Estas fibras atraviesan el haz lon­ atravesar la hendidura esfenoida!.
gitudinal medio, el núcleo rojo y el borde interno de la El IV nervio craneano o patético nace de un núcleo de
sustancia negra para emerger del neuroeje por la parte me­ sustancia gris, situado por debajo o caudalmente al corres­
dia de los pedúnculos cerebrales. Continuando hacia ade­ pondiente al 111 nervio, en la unión mesencefaloprotuberan­
lante, el nervio pasa entre las arterias cerebelosa superior y cial, a la altura del tubérculo cuadrigémino inferior, un poco
cerebral posterior, discurre por la cara medial del uncus del por delante y por fuera del acueducto de Silvia. De aqui se
lóbulo temporal, horada la duramadre cerca de la apófisis cli­ dirige hacia la pared dorsal del acueducto y cruza lá línea
noides posterior, y penetra luego en el espesor de la pared media, en la válvula de Vieussens, entrecruzándose con el
del lado opuesto (disposición curiosa: este entrecruzamien­
Núcleo de R INF to no lo presenta ningún otro nervio craneano) (fig. 3-9). Fi-
Edinger-Westphal

111

R INT

Fig. 3-8. Grupos celulares y subnúcleos del motor ocular común


(vista frontal}: Fig. 3-9. Origen y decusación del patético.

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44 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

nalmente, emerge del neuroeje en la parte posterior de los Pupila


tubérculos cuadrigéminos, de cada lado del frenillo de la
válvula de Vieussens, contornea la cara externa de los pe­ La pupila es un orificio situado en la parte central del
dúnculos cerebrales, discurre, en contacto con la tienda del iris, que está a su vez sujeto a la acción de diversos es­
cerebelo, por las cisternas cuadrigeminal, ambiens y ponto­ tímulos. El sistema contráctil del iris induce reducciones
mésencefálica, atraviesa la duramadre y penetra en el es­ o aumentos de tamaño de la pupila según los estímulos
pesor de la pared externa del seno cavernoso, ubicándose que recibe. Esta capacidad contráctil sufre modificacio­
por debajo del III nervio y por encima de la rama oftálmica nes en estado patológico. El aparato contráctil está cons­
del V. Pasa luego por la hendidura esfenoida! e introducién­ tituido por dos sistemas de fibras musculares lisas. Unas
dose en la órbita, se distribuye por el músculo oblicuo supe­ están dispuestas en circulo, formando en el iris un anillo
rior o mayor del ojo. aplanado de 1 mm de espesor alrededor de la pupila: es
El V/ nervio craneano o motor ocular externo nace de un el esfínter pupilar, cuya contracción provoca su estrecha­
núcleo situado en el tercio inferior de la protuberancia, por miento. Las otras son fibras radiadas que van de la cir­
detrás del núcleo del VII nervio craneano (facial), en el sue­ cunferencia mayor a la menor del iris, constituyendo el
lo del cuarto ventrículo, del que lo separan las fibras de la músculo dilatador de la pupila.
llamada rodilla del facial, que lo circundan antes de emerger Forma. Es circular, pero a veces elíptica con el diá­
del neuroeje. Se dirige hacia delante en la protuberancia, a metro mayor transversal, vertical u oblicuo. Eventual­
trav_és del lemnisco medial y medialmenle respecto del fa­ mente es de fOntorno irregular (discoria).
cial, para emerger a nivel del surco transversal bulboprotu­ Situación. En general es central, pero en ocasiones
berancial. Luego de un trayecto a lo largo de la base del excéntrica,' algo más hacia adentro o hacia arriba o
cráneo, pasando por debajo del ligamento petroclinoideo, hacia afuera del centro del iris.
perfora la duramadre a nivel de la silla turca y penetra en el Diámetro y tamaño. Estando sujeto a la influencia
interior del seno cavernoso, ubicándose entre la arteria ca­ del estímulo luminoso, el tamaño de las pupilas guar­
rótida interna por dentro y la rama oftálmica del trigémino (V da relación con la intensidad de la luz: aumenta (dila­
nervio) por fuera. Atraviesa luego la hendidura esfenoida! y tación) en la oscuridad, disminuye (contracción) con
se introduce en la órbita, inervando el músculo recio exter­ la luz. Su diámetro normal puede considerarse entre
no del ojo (fig. 3-1 O). 2 ·Y 4 mm, pero varía a lo largo de la vida. En el re­
Algunas motoneuronas del núcleo del VI nervio envían cién nacido se halla contraída y su diámetro no pasa
también axones al fascículo longitudinal medial contralale­ de 2 mm. Durante la infancia o niñez adquiere su má­
ral, ascendiendo después por el tronco hasta el núcleo del xima dilatación normal (4 mm). Así se mantiene has­
111. El núcleo del VI nervio coordina así la mirada conjugada ta la edad madura, en que disminuye paulatinamen­
horizontal de ambos ojos. te, a lcanzando el máximo de contracción fisiológica
En suma, estos tres nervios craneanos inervan toda la en la vejez.
musculatura extrínseca del ojo, además del elevador del pár­ Los miopes tienen pupilas más grandes y los hiper­
pado superior, el esfínter liso de la pupila y el músculo ciliar. El métropes más chicas. En el caso de los miopes la
motor ocular común (111) inerva el elevador del párpado supe­ im:a gen visual se forma por delante de la retina y para
rior Y los músculos oculares extrínsecos e intrínsecos (esfínter ha,cerla divergir acomodan menos a la distancia, lo
pupilar y músculo ciliar), salvo los músculos oblicuo superior o que dilata la pupila. l:o contrario ocurre en la hiperme­
mayor, inervado por el patético (IV) y recto externo, inervado tropía. Las personas emétropes rubias tienen las pu­
por el motor ocular externo (VI). pilas algo más grandes que las morochas.
Núcleo del M.O.E. Núcleo del facial y fibras del facial
que rodean el núcleo del M.O.E.
(rodilla del f cial)

Músculo recto externo Hendidura esfenoida!

Fig. 3-10. Trayecto periférico y núcleo de origen del nervio motor ocular externo (VI par craneano).

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3. FUNCIOMES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 45

El dolor, la ansiedad, el miedo y otras situaciones minoso actúa sobre la mácula o sus vecindades que
en las que se produce un aumento del tono adrenér­ cuando actúa sobre la retina periférica. El reflejo foto­
gico provocan midriasis. motor es de respuesta rápida (menos de 1 segundo).
El tamaño de las pupilas depende del equilibrio fun­
cional de dos sistemas antagónicos: el motor ocular Vías del reflejo fotomofor. La luz actúa sobre los conos y
común (111) y el sistema simpático. El motor ocular co­ bastones de la retina. El estímulo se propaga por las llama­
mún contrae la pupila por su acción sobre el esfínter das fibras pupilares del nervio óptico, hasta el quiasma, don­
pupilar y el simpático la dilata por su acción sobre las de estas fibras se entrecruzan parcialmente. Luego discurre
fibras musculares radiadas del iris. La estimulación o la por las cintillas ópticas hasta alcanzar el cuerpo geniculado
parálisis de uno de ellos alteran dicho eqüilibrio. La pu­ lateral y los núcleos pretectales. De éstos se desprende el
pila se contraerá o dilatará por acción del nervio esti­ fascículo pretectooculomotor que alcanza el núcleo constric­
mulado, o por predominio tónico del nervio no paraliza­ tor pupilar de Edinger-Westphal, del que parten las fibras
do. Por ejemplo, en la parálisis del motor ocular constrictoras de la pupila que siguen el tronco del motor ocu­
común, el simpático predomina y dilata la pupila. lar común, después su rama inferior, y llegan al ganglio ciliar.
Las fibras pupilares parasimpáticas del III nervio De éste se originan los nervios ciliares cortos que llegan has­
craneano, amielínicas, se originan en el núcleo de ta el cuerpo ciliar del cristalino, para la acomodación, y al es­
Edinger-Westphal, subnúcleo impar medial del nervio, fínter pupilar, para la pupila. Hay una neta predominancia de
situado en el piso del acueducto de Silvio (1 ª neuro­ fibras que se dirigen al cuerpo ciliar (30 a 1).
na). Llegan a través de la rama inferior del nervio al Las fibras pupilares que emergen de los núcleos pretecta­
ganglio ciliar u oftálmico (2ª neurona), del que emer­ les también se decusan parcialmente, en la comisura posterior,
gen los nervios ciliares cortos que alcanzan el esfínter para dirigirse al núcleo de Edinger-Westphal contralateral. De
pupilar. esta manera cada ojo se encuentra unido al núcleo constrictor
La vía simpática que va a la pupila se origina en el hi­ pupilar por dos vías, una directa y otra cruzada, esta última a
potálamo (1 ª neurona), cuyas fibras descienden horno­ consecuencia de la doble decusación de las vias pupilares, la
lateralmente por el tegmento del tronco lateral, y alcan­ primera vez en el quiasma óptico y la segunda al emerger de
zan el núcleo intermediolateral de la médula (2ª neurona) los núcleos pretectales y antes de llegar al núcleo constrictor
en los niveles ca a T2 (centro cilioespinal de Budge). pupilar (fig. 3-11 ).
Desde aquí emergen por los ramí communícantes de las
raíces anteriores C7, ca, D1 , D2 y D3. Se incorporan al
simpático cervical, remontando los ganglios cervical in­
ferior, cervical medio y cervical superior, donde una nue­
va sinapsis (3ª neurona) origina fibras que, a través de
los plexos carotídeo y cavernoso, alcanzan el ganglio de
Gasser donde, por intermedio de una rama anastomóti­
ca del mismo, pasan al nervio oftálmico, yendo junto a
su rama nasal a los nervios ciliares largos, con los que
llegan a la pupila.
Reacciones y reflejos pupilares normales. Gra­
cias al sistema de inervación que controla su aparato
contráctil, la pupila sufre diversas modificaciones fisio­ H',pota·1 amo
1
•··
Núcleo
1 / ,. Y-J..C::.-f�-, motor
lógicas por acción de determinados estímulos. Ellas Cuerpo -r o = ocular
constituyen los reflejos pupilares normales que son: geniculado
I
•, común
- Híppus fisiológico. La pupila normal nunca se en­ externo
cuentra inmóvil, sino que se halla animada de leves mo­ Fibras pupilo­
vimientos de dilatación y contracción. Esto se denomina constrictoras
híppus fisiológico y se debe al constante estímulo que superior
ejerce la luz sobre la pupila y a la acción antagónica \
Fibras pupilo-\
constante de los nervios constrictores y dilatadores de la dilatadoras
pupila.
- Reacción pupilar a la luz o reflejo fotomotor. Por
acción de la luz la pupila se contrae y en la oscuridad
adquiere el máximo de dilatación. El grado de contrac­
ción pupilar varía de acuerdo con la intensidad lumi­
nosa. El reflejo es más intenso cuando el estímulo lu- Fig. 3-11. Esquema para demostrar los reflejos pupilares.

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46 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

- Reacción o reflejo consensual. Cuando se ilumi­ pupila tiene más de cuatro milímetros de diámetro se
na la pupila de un lado, la contraria también se con­ dice que está dilatada (midriasis) y si tiene menos de
trae con la misma intensidad, porque como se ha des­ dos milímetros se dice que está contralda (miosis). Se
cripto las vías aferente y eferente del reflejo fotomotor compara luego el tamaño de las pupilas de ambos
se decusan. ojos. Si una es mayor que la otra, se dice que hay ani­
- Reacción pupilar a la acomodación y a la conver­ socoria. Cuando la anisocoria se combina con irregu­
gencia (reflejo de acomodación). Consiste en la con­ laridad del contorno pupilar, se dice que hay anisodis­
tracción de la pupila en la mirada cercana. El estímu­ coria.
lo acomodativo determina una tríada refleja A continuación se exploran los reflejos de contrac­
característica: contracción sinérgica de los rectos in­ ción pupilar a la luz y a la acomodación, y el reflejo
ternos de ambos ojos (convergencia), del músculo ci­ consensual.
liar (acomodación) y del esfínter pupilar (constricción), Reflejo fotomotor. Se emplea luz natural o artifi­
todos inervados por el motor ocular común. La vía del cial por medio de una linterna. Si se utiliza la luz natu­
reflejo es retina-nervio óptico-corteza occipital-tubér­ ral, el paciente debe estar en un ambiente iluminado
culo cuadrigémino superior-región pretectal-núcleos o frente a una ventana. Si se recurre a luz artificial, es
del motor ocular común que corresponden al recto in­ mejor realizar el examen en cámara oscura.
terno, al esfínter pupilar y al músculo ciliar-nervio mo­ La forma clásica de explorar el reflejo es como si­
tor ocular común y ramas de este nervio destinadas a gue. El enfermo estará con los ojos abiertos. Si no los
los músculos que intervienen en el reflejo. Algunos au­ puede abrir por ptosis el observador eleva pasivamen­
tores consideran que no es en realidad un reflejo, si­ te el párpado con su dedo pulgar. El médico se colo­
no una sincinesia (sincinesia de acomodación-conver­ ca por delante y algo al costado del paciente, la luz
gencia de De Jong). frente al enfermo. Se indica a éste que mire a lo lejos
- Reflejo pupilopalpebral. Al cerrar con energía los para que no haya acomodación y el médico tapa con
párpados, se contrae la pupila; se observa cuando sus manos ambos ojos al enfermo y retira, luego de
el paciente hace esfuerzos para cerrarlos, oponiéndo­ un instante, una mano descubriendo un ojo; a conti­
se el médico a ello con sus dedos. nuación, tapando nuevamente éste, retira la otra ma­
- Reflejo ideomotor o cortical de Haab. Si el pacien­ no, dejando al descubierto el otro ojo. Siempre un ojo
te situado en la cámara oscura concentra su pensa­ ha de permanecer cubierto cuando se descubre el
miento en un foco luminoso, las pupilas de ambos otro. Cada vez que se retira la mano, se observa si la
ojos se contraen. pupila se contrae o no. Es necesario buscar la reac­
- Fenómeno de Tournay. Mirando hacia un lado, la ción a la luz en cada ojo y con un ojo libre y el otro cu­
pupila del lado al que se dirige la mirada se dilata; por bierto, para evitar la reacción consensual. En cámara
ejemplo, llevando la mirada hacia la extrema derecha oscura bastará naturalmente con iluminar el ojo cuya
se dilata la pupila derecha. reacción se averigua.
- Reflejo cilioespinal. Cuando se pellizca fuerte­ En la práctica cotidiana actual el reflejo se busca
mente la piel del cuello, se produce la dilatación de la iluminando lateralmente cada ojo con una linterna
pupila del mismo lado. de haz concentrado, para evitar la dispersión lumí­
nica que puede originar un reflejo consensual si la
Exploración luz alcanza la pupila contraria. Con el mismo fin,
puede también colocarse una pantalla o la mano,
La exploración de las pupilas comprende el exa­ apoyada por su borde cubital, sobre el tabique na­
men de su forma, situación, tamaño y reacciones fisio­ sal. No deben iluminarse los ojos por delante para
lógicas normales (luz y acomodación). Se efectúa con que no se desencadene un reflejo agregado de aco­
luz natural, o bien en cámara oscura con débil ilumi­ modación que puede confundirse con la respuesta
nación, por la simple inspección. Se observará la for­ fotomotora.
ma, si es redonda, ovalada o irregular. En este último Reflejo consensual. Se realiza iluminando un ojo
caso, cuando el contorno pupilar es irregular, se dice con la misma técnica y observando la pupila del otro.
que hay discoria. Se estudiarán la situación (céntrica Reflejo de acomodación. Se invita al enfermo a
o excéntrica) y su tamaño. Esto.último no es fácil de que dirija su mirada a un punto lejano y luego al de­
determinar, dado que varía con el grado de luz que se do índice del observador colocado a unos 30 centí­
emplea en el examen, pero es suficiente en la prácti­ metros de distancia por delante del ojo. A la contrac­
ca hacerlo con la luz natural ordenando al sujeto que ción pupilar se agrega la convergencia de ambos
mire a la distancia para eliminar la acomodación. Si la globos oculares.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 47

Alteraciones pupilares maño normal, o bien con miosis en una pupila y mi­
driasis en la otra {fig. 3-12, C).
Alteraciones de forma: discoria Si la luz ilumina más una pupila que otra puede ob­
servarse en ella mayor contracción con consiguiente
cuando el contorno de la pupila en lugar de ser cir­ anisocoria, que desaparece cuando ambos ojos reci­
cular es irregular, poligonal o dentado, se dice que hay ben de frente luz de igual intensidad (fenómeno de
discoria (del griego diskos, disco; kore, pupilas) {fig. Wilbrand-Saenger). Ello se explica porque las aferen­
3-12 , A). Esta puede depender de afecciones propias cias de la retina nasal proyectan en mayor medida al
del globo ocular o de compromiso neurológico. Las núcleo constrictor pupilar homolateral.
primeras comprenden las malformaciones congénitas Hay distintas causas de anisocoria.
(coloboma) o de origen operatorio (iridectomía en el Congénita. Llamada anisocoria simple. El 1 5-30%
glaucoma), los traumatismos oculares, o bien las en­ de la población general muestra normalmente aniso­
fermedades de la córnea o del iris, que, provocando caria sin patología ocular o neurológica subyacente.
adherencias entre la córnea y el iris o entre éste y el La diferencia de diámetro interpupilar es de alrededor
cristalino, deforman el contorno pupilar. Las segundas de 0,5 mm. La anisocoria simple tiene las siguientes
se han observado clásicamente en la neurolúes. características semiológicas:
los reflejos pupilares se preservan;
Alteraciones de situación: - ambas pupilas se dilatan en la oscuridad, man­
pupila excéntrica o ectópica teniendo proporcionalmente la disparidad pupi­
lar (la diferencia pupilar no varía con la intensi­
La situación excéntrica o ectópica de la pupila ca­ dad de la luz),
rece en muchos casos de significado patológico (fig. Los pacientes con anisocoria simple la han tenido
3-12, 8), a lo largo de su vida. Si cuando ella se advierte el en­
fermo no recuerda que se la hayan detectado antes,
Alteraciones del diámetro o tamaño de la pupila: es útil buscarla en viejas fotografías, como la del do­
anisocoria, miosis y midriasis cumento de identidad.
Anisometría. Se debe a diferencias en la refracción
La anisocoria es la desigualdad de tamaño entre de uno y otro ojo, por ejemplo, midriasis por miopía
ambas pupilas. La desigualdad de las pupilas o aniso­ importante de un lado y diámetro pupilar y refracción
coria {del griego anisas, desigual; kore, pupila) puede normales en el otro.
existir con ambas pupilas en miosis o en midriasis, Miosis paralítica unilateral: síndrome de Horner
con una pupila en miosis o midriasis y la otra con ta- (disfunción simpática). El compromiso de la inervación
simpática pupilar resulta en miosis en el lado afectado

0
por predominio del tono parasimpático. Las caracte­
rísticas del síndrome en el lado afectado son:
- miosis paralítica y anisocoria consiguiente;
- la anisocoria se acentúa en la oscuridad, por di-
latación de la pupila no afectada;
- la pupila afectada puede dilatarse lentamente
luego durante la oscuridad, a los 1 5-20 segun­
dos, reduciendo la anisocoria que se había acen­
tuado inicialmente (dilatación diferida, intervalo
de dilatación);
- el reflejo pupilar del lado afectado se preserva
(la inervación parasimpática no está compro­
metida);
- ptosis, por compromiso del tono muscular del
músculo liso palpebral de Müller, inervado por el
simpático;
- "ptosis inversa": el párpado inferior se eleva, por
compromiso similar de su músculo liso;
- disminución del tamaño de la hendidura palpe­
Fig, 3-12, Principales alteraciones pupilares. A, discoria; B, bral por las alteraciones palpebrales descriptas;
ectopia pupilar; C, anisocoria. - enoftalmos aparente;

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48 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

trastorno acomodativo a la distancia (el pacien­ La cocaína tópica al 1 0% inhibe la recaptación de


te acerca más los textos de lectura); noradrenalina de la neurona posganglionar. Este efec­
- hipotonía ocular. to normalmente dilata la pupila, pero no se produce en
Cuando el síndrome se establece en la primera in­ caso de síndrome de Horner, por la ausencia de fun­
fancia (menos de 2 años), por traumatismo, neuro­ ción simpática. La prueba de cocaína negativa confir­
blastoma o sin causa demostrable, se puede agregar ma el diagnóstico del síndrome. Debe efectuarse en
discoloración del iris (heterochrom(a iridis). ambas pupilas, que deben observarse a los 40 y 60 mi­
El síndrome de Horner puede originarse por com­ nutos de instiladas. La prueba es positiva cuando la di­
promiso de la 1 ª , 2ª o 3ª neurona de la vía simpática ferencia entre ambas pupilas es > 1 mm. Esta prueba
del ojo. no diferencia entre afecciones de neurona pre o pos­
El síndrome de Horner por compromiso de la 1 ª ganglionar de la vía.
neurona (hipotalámica) se asocia generalmente a otros La hidroxianfetamina puede identificar un compro­
signos neurológicos, habitualmente de origen troncal, miso de la 3ª neurona. La droga estimula la liberación
porque sus causas más frecuentes son las lesiones de noradrenalina de la 3ª neurona simpática. En con­
vasculares troncales, generalmente bulbares. Se ob­ diciones normales dilata por lo tanto la pupila. Este
serva síndrome de Horner en los cuadros originados efecto no se produce si está afectada la neurona pos­
por oclusión de las arterias cerebelosas superior, ante­ ganglionar, pero sí si el compromiso es de la pregan­
roinferior y posteroinferior (síndrome bulbar lateral de glionar. La prueba es positiva cuando, instilando am­
Wallenberg), descriptos en distintos puntos de este tex­ bos ojos, se produce una diferencia > 1 mm entre
to, que asocian déficit central de nervios craneales, hi­ ambas pupilas por dilatación del lado indemne.
poestesias y ataxia; en las1 lesiones mesencefálicas Miosis paralítica bilateral: pupilas puntíformes.
asociadas a oftalmoplejías; y a veces como signo de in­ Puede ser consecuencia de cuadros vasculares agu­
cipiente compresión de la línea media en pacientes en dos que afectan el tronco del encéfalo (protuberancia)
coma por lesión estructural, antes de que se origine por lesión del sistema simpático.
compresión del 111 u otras estructuras. La diferenciación, en los casos dudosos, entre una
El síndrome de Horner por compromiso de la 2ª miqsis funcional y otra paralítica se realiza por instila­
neurona (preganglionar) se asocia a patología cervical ción ocular de atropina al 11300. Si la miosis es funcio­
o de vértice torácico: neoplasias de cuello, vértice pul­ nal la pupila se dilata, pues predomina el tono simpá­
monar con compromiso del plexo braquial (síndrome tico por bloqueo atropínico del parasimpático. Si la
de Pancoast), mama, linfomas, sarcomas; también a dilatación no se produce o es muy débil, la miosis es:
patología osteoarticular: artrosis vertebral con disco­ paralítica, porque el simpático no puede hacer predo­
palías, uncartrosis y osteofitosis, costilla cervical; y minar su torio para provocar la midriasis.
además a aneurismas de aorta torácica, herpes zos­ La instilación de adrenalina o cocaína, estimulantes
ter y parálisis traumáticas del plexo braquial. Cada simpáticos, no dilata la miosis paralítica. La instilación
una de estas entidades tiene sus propias manifesta­ de ¡,serina o pilocarpina, sustancias que excitan al pa­
ciones, pero los hallazgos que suelen observarse son: rasímpático, exagera la miosis paralítica, y no modifica
- dolor cervicobraquial; la fancional (sobre las pupilas normales, la eserina o la
- parálisis recurrencial o de cuerdas vocales; pilocarpina producen miosis espasmódica, y la acetilco­
- parálisis frénica. lina, miosis paralítica).
Cuando está presente, un signo característico del La acción de estos fármacos queda resumida en el
compromiso de esta neurona es la anhidrosis facial y siguiente cuadro:
cervical, porque se afectan las fibras sudomotoras de
la vía. Fármaco Miosis Miosis paralítica
El síndrome de Horner por compromiso de la 3ª espasmódica
neurona (posganglionar) no suele mostrar anhidrosis, Atropina Dilatación Dilatación leve o nula
porque las fibras sudomotoras se distribuyen siguien­ Eserina No modifica Exagera
do a la arteria carótida externa, mientras que las enti­ Pilocarpina
dades que provocan el compromiso posganglionar
Adrenalina No modifica No dilata
s� elen afectar a la arteria carótida interna (disección, Cocaína
d1splasia fibromuscular, oclusión, patologías del seno
cavernoso, cefaleas vasculares como la migraña o la
cefalea de Horton), y también trastornos intracranea 0
Midriasis paralitica unilateral (disfunción parasim­
les inflamatorios. En general, el síndrome de Horner pática). El compromiso de la inervación parasimpática
no suele en este caso asociarse a otros signos. pupilar resulta en midriasis en el lado afectado por

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 49

predominio del tono simpático. En este caso se en­ El clásico síndrome de hiperfunción adrenérgica of­
cuentra: tálmica (llamado de Pourfour du Pelit en la literatura
- midriasis paralítica y anisocoria consiguiente; francesa y de Claude Bernard en la anglosajona) aso­
- reflejo consensual presente; cia midriasis, retracción del párpado superior, aumen­
la anisocoria disminuye en la oscuridad, por di­ to de la hendidura palpebral y eventual exoftalmla.
latación de la pupila no afectada; Resulta el cuadro inverso al síndrome de Horner. La
- el reflejo pupilar del lado afectado está ausente enfermedad de Graves, de expresión bilateral aunque
o es lento (está comprometida la inervación pa­ a veces asimétrica, ejemplifica este síndrome.
rasimpática). La midriasis funcional se observa bilateralmente en
Cuando el cuadro se debe a compromiso del motor el ataque de epilepsia, en la eclampsia, en la intoxica­
ocular común, suelen encontrarse los signos de pará­ ción cocaínica, anfetamínica o con otros psicoestimu­
lisis oculomotora propios de este nervio, pero ellos no lantes y por aumento del tono adrenérgico (miedo, an­
siempre se presentan. Las fibras pupilares son super­ siedad, pánico).
ficiales y discurren por las capas externas del nervio,
y por ello son las primeras en afectarse en caso de Alteraciones de las reacciones pupilares
compresión. De modo que una midriasis aislada pue­
de ser expresión de compresión incipiente del III por Hippus patológico. Cuando las oscilaciones pupilares
aneurisma, tumor o herniación cerebral uncal. La pa­ de dilatación y contracción que constituyen el hippus fisio­
resia oculomotora aparecerá más tarde si la compre­ lógico se exageran, se constituye el hippus patológico, fe­
sión se prolonga. En la isquemia del nervio, que alte­ nómeno observable a veces en las meningitis, la parálisis
ra sobre todo a la parte más central de su tronco, del 111, la esclerosis múltiple y el bocio exoftálmico.
ocurre lo inverso: hay paresia oculomotora con pre­ Reflejo fotomotor lento o bradicoria. A veces se ob­
servación pupilar (véase 111 nervio craneal). serva que las pupilas se contraen con suma lentitud al
Cuando se afecta el ganglio ciliar, se produce un ser estimuladas por la luz, constituyendo esto el refle­
cuadro llamado de pupila tónica. Sus caracteristicas jo fotomotor lento o bradicoria. Se observa en lesiones
son las siguientes: del nervio óptico (neuritis ópticas, ambliopías diabéti­
- midriasis espasmódica; cas, alcohólicas o tóxicas), en maculopalías, retinopa­
- reflejo fotomotor ausente o minimo; lías y otras lesiones oculares (coriorretinitis).
- acomodación preservada, aunque lenta (desde Reflejo fotomotor ausente. Bajo la acción de la luz
el ganglio al ojo, hay 30 veces más fibras que no se contraen las pupilas. Se observa en la atrofia del
terminan en el cuerpo ciliar que las que lo hacen nervio óptico y en la parálisis total del 111, y se asocia a
en la pupila). la pérdida del reflejo de la acomodación. En la atrofia
La pupila tónica responde exageradamente a la pi­ unilateral del nervio óptico se asocia, asimismo, pérdi­
locarpina tópica al 118% (O, 1 cmJ de pilocarpina al 1 % da del reflejo consensual cuando se estimula el ojo en­
+ 0,7 cm3 de solución fisiológica estéril, en una jeringa fermo (ojo homolateral). En la parálisis total unilateral
de tuberculina). La respuesta miótica es mayor que en del 111, en cambio, se pierde el reflejo consensual cuan­
el lado sano. do se estimula e_l ojo sano (ojo contralateral).
La afección es idiopática en la mayoría de los ca­ Reflejo fotomotor ausente con conservación del re­
sos, afectando a mujeres de 20-40 años. Otras veces flejo a la acomodación. Signo de Argy/1-Robertson. Se
se debe a traumatismo, isquemia, tumor o infeccio­ conoce con el nombre de signo de Argyll-Robertson
nes. Ocasionalmente es expresión de neurosífilis, por un cuadro pupilar caracterizado por miosis, con aboli­
lo que ésta debe descartarse. La pupila tónica asocia­ ción del reflejo fotomotor y preservación del reflejo de
da a arreflexia osteotendinosa configura el síndrome acomodación. La miosis puede faltar, o el reflejo foto­
de Adie. motor ser lento. La pupila suele ser discórica y el iris
Midriasis paralítica bílateral. Extremadamente rara, decolorado o atrófico. También se puede asociar au­
se produce en caso de lesión bilateral del 111 (trauma­ sencia de dilatación pupilar al dolor (para la explora­
tismos). ción de este signo véanse figs. 3-1 3 y 3-14).
Anisocoria, miosis y midriasis por sobreestimula­ El signo suele ser bilateral. La lesión causal se ubi­
ción funcional y efecto farmacológico. En la intoxica­ ca en la región pretectal del mesencéfalo rostral, cen­
ción opiácea (morfinismo) y la sobreeslimulación vaga! tro de integración del reflejo fotomotor, o en el ganglio
(vagotonía) se produce miosis funcional. ciliar. El reflejo de acomodación se preserva porque su
El uso de agentes mióticos (eserina, pilocarpina), vía comporta, como fue descripto, una integración su­
por ejemplo, para el tratamiento del glaucoma produ­ pranuclear, occipitomesencefálica, diferente a la del re­
ce miosis farmacológica. flejo fotomotor.

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50 SEMIOLOGIA DEL SÍSTEMA NERVIOSO

pupila cuando el globo ocular es llevado hacia arriba o


hacia abajo, por acción de los músculos inervados por ra­
mas del motor ocular común. Puede verse luego de trau­
matismos craneanos (por ejemplo, fractura de la base del
cráneo) como signo residual de parálisis del 111 nervio cra­
neano.
Pupila tónica. Fue ya descripta en el apartado anterior.
Ausencia uni y bilateral del reflejo consensual. En los
casos en que el reflejo fotomotor se halla ausente en am­
bos ojos, se encuentra también ausente el reflejo consen­
sual. En los casos de ausencia unilateral del reflejo foto­
motor, el consensual dejará de producirse según la causa
de aquélla, como ya se mencionó a propósito de la pérdi­
da del reflejo fotomotor. Por ejemplo: en la lesión del ner­
Fig. 3-13. Signo de Argyll-Robertson. Primer tiempo. Explora­ vio óptico derecho, no se podrá obtener el reflejo consen­
ción del reflejo pupilar a la acomodación. A, el sujeto mira el sual en el ojo izquierdo estimulando el derecho, pero si
dedo colocado a la distancia: la pupila se dilata. 8, el sujeto ocurrirá reflejo consensual en el ojo derecho estimulando
mira el dedo puesto muy cerca de sus ojos: la pupila se con­ el izquierdo. En la parálisis del motor ocular común de un
trae (la acomodación a la distancia se mantiene normal). solo lado, el reflejo consensual, por estímulo del ojo sano,
no podrá obtenerse en el ojo paralizado; en cambio, esti­
mulando este último sí se lo obtendrá en el ojo sano.
En la neuritis óptica puede observarse el signo pupilar
de Marcus Gunn (véase Nervio óptico). En el ojo afectado,
iluminando con una linterna potente y tapando el ojo sano
con la mano, la pupila hace una levísima contracción y en
seguida se dilata francamente. También, ocluyendo el ojo ·
sano se produce dilatación de la pupila en el afectado, por
el compromiso aferente en este último. En cambio, oclu­
yendo el afectado se produce en el sano la contracción pu­
pilar, cuya aferencia está indemne. Es el déficit aferente pu­
pilar descripto en la sección dedicada al nervio óptico.
Reflejo a la acomodación ausente. Cuando se halla
Fig. 3-14. Signo de Argyll-Robertson. Segundo tiempo. Pupila ausente junto con el fotomotor, se dice que hay rigidez
lija. No se contrae a la luz: el signo existe. pupilar, que se observa en las oftalmoplejias infranuclea­
res o nucleares internas, en la intoxicación por la atropi­
Para poder efectuar el diagnóstico de signo de Argyll­ na, en la neurolúes y en patologías similares a las que
Robertson la visión debe estar preservada, ya que una causan el signo de Argyll-Robertson.
pérdida visual puede originar compromiso del reflejo fo­ Reflejo a la acomodación ausente, con conse,vación
tomotor y preservación relativa del reflejo de acomoda­ del reflejo a la luz. Signo de Argy/1-Roberlson inverlido.
ción, porque en estas condiciones el ojo responde mejor La pérdida de la reacción pupilar a la acomodación con­
a la mirada próxima que a la luz. servándose la reacción a la luz, constituye el signo de
Va,nr semio/ógico del signo de Argy/1-Roberlson. Este Argyll-Robertson invertido, que puede observarse en la
signo es típico de la neurolúes y puede verse aislada­ encefalitis y en el botulismo.
mente. Pero se lo puede observar también en otras le­ Fenómeno de Flynn. Ocurre cuando las pupilas se
siones mesencefálicas: alcoholismo crónico y encefalo­ contraen paradójicamente en la oscuridad, en lugar de
patía de Wernicke, diabetes, tumores cerebrales en la dilatarse normalmente. Se puede observar en la atrofia
vecindad de los tubérculos cuadrigéminos anteriores, le­ óptica, neuritis óptica bilateral secuelar, acromatopsia
siones desmielinizantes, meningoencefalíticas y vascu­ congénita, estrabismo y otros trastornos.
lares. También en la siringomielia, ataxia espinocerebe­
losa (SCA1), síndrome de Adíe, sarcoidosis y distrofia Alteraciones pupilares intermitentes o transitorias
miotónica de Steinert.
Se ha dado en llamar fa/so o seudosigno de Argylf:Ro­ Se puede observar miosis intermitente en la neuro­
berlson a un estado de sincinesia pupilar, en el que fal­ miotonla ocular, paresia oculomotora periódica y pare­
tando la reacción a la luz se produce la contracción de la sia del 111.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 51

La midriasis intermitente o transitoria se puede ob­ de Brodmann) y la circunvolución angular (área 39 de Brod­
servar en la etapa posterior a una crisis convulsiva, en mann). Estas áreas proyectan fibras a la corteza parietal pos­
la migraña, en la cefalea acuminada o en racimos de terior, relacionada con la atención de objetos en movimiento.
Hartan y en el glaucoma. La epilepsia puede provocar Todas ellas proyectan también hacia la corteza frontal. Sus
el fenómeno uni o bilateralmente según que la crisis eferencias descendentes pasan por la región paraventrícular,
sea focal o generalizada. la cápsula interna y la región posterior del pedúnculo cere­
El cuadro de midriasis uní/ateral episódica benigna bral, y terminan en núcleos pontínos laterales.
se caracteriza por: midriasis unilateral, visión borrosa, En la vía eferente para el seguimiento lento horizontal,
cefalea y dolor orbitario, fotofobia monocular, inyec­ que se decusa dos veces a este último nivel, los núcleos
ción conjuntiva! monocular y diplopía monocular. Se pontines proyectan, a través del pedúnculo cerebeloso me­
ha atribuido en algunos casos a hiperfunción simpáti­ dio, al cerebelo, que a su vez envía influencias inhibitorias al
ca y en otros a hipofunción parasimpática. Los episo­ núcleo vestibular medial homolateral. Este núcleo, si es es­
dios pueden durar horas o días y se observan en indi­ timulado, proyecta influencias excitatorias hacia el núcleo
viduos jóvenes. del motor ocular externo (VI) contralateral, lo que resulta en
En el espasmo simpático cíclico hay accesos de el reflejo oculovestibular, que tiende a desplazar los ojos ha­
midriasis, retracción palpebral, hiperhidrosis facial y cia el lado contrarío al de la rotación de la cabeza (véase
cefalea de alrededor de un minuto de duración. Esté más adelante Movimientos oculares de origen vestibular).
fenómeno se puede observar aisladamente o en pa­ Por ello, en caso de un movimiento de seguimiento ocular,
cientes con síndrome de Adie o migraña, y alternar este reflejo debe ser inhibido para facilitar la dirección de la
con signos de síndrome de Horner. La pupila puede mirada hacia la de la rotación cefálica.
dilatarse segmentariamente (pupí/a de renacuajo). En el seguimiento lento horizontal, las vías motoras indu­
Las lesiones medulares cervicales C3-C6 (vascula­ cen seguimiento homolateral, es decir, los ojos se mueven
res, traumáticas) pueden ocasionar midriasis con la hacia el mismo lado del que proviene el estímulo.
movilización del miembro superior (espasmo oclilo­ La vía para el seguimiento lento vertical proyecta rostral­
simpátíco). mente a través del fascículo longitudinal medial y el núcleo
Los tumores frontales pueden provocar eventual­ intersticial de Cajal. La vía para la elevación de la mirada
mente midriasis intermitente. conjugada de seguimiento probablemente se decusa en la
comisura posterior, porque las lesiones de ésta causan défi­
cit de elevación (síndrome de Parinaud). La vía para el des­
Control supranuclear de la motilidad ocular censo de la mirada conjugada de seguimiento probablemen­
te no pasa por la comisura posterior.
Varias influencias subcorticales y corticales se ejercen
sobre los núcleos oculomotores, por medio de varios siste­ Movimientos oculares sacádicos
mas que inducen y controlan distintos tipos de movimientos
oculares: los de seguimiento lento, los sacádicos, los de ori­ El sistema de seguimiento lento no puede seguir imáge­
gen vestibular y los de convergencia/divergencia. nes que se desplazan a más de 40 grados por segundo. Es­
tas imágenes rápidas son seguidas por los movimientos sa­
Movimientos oculares de seguimiento lento cádicos, con los que el globo ocular se mueve rápidamente
de un punto a otro.
Junto a los movimientos de convergencia/divergencia, tie­ Los movimientos sacádicos sí pueden ser producidos o
nen como fin mantener a la imagen u objeto observado en la controlados por la voluntad. Su función es ubicar rápida­
fóvea o mácula, en la que la visión es la más precisa. Siguen mente en la fóvea a objetos o imágenes que han estimula­
a la imagen en sus desplazamientos horizontales o verticales. do a la retina periférica. Son los movimientos que se produ­
Los movimientos de seguimiento lento no pueden efec­ cen cuando un objeto en el campo atencional atrae hacia sí
tuarse voluntariamente sin un objeto o imagen que pueda la visión central, o cuando se examina rápidamente un lu­
ser seguida. En una persona vigil, la mirada siempre está fi­ gar, objeto, mapa, obra de arte, etc. Se acompañan en for­
jada en algo, aunque sea por fracciones de segundo. Si una ma refleja de movimientos cefálicos orientados hacia el ob­
persona, sin seguir un objeto, mueve voluntariamente sus jeto de observación.
ojos con lentitud, de izquierda a derecha por ejemplo, la mi­ Los movimientos sacádicos pueden ser:
rada se va fijando, por instantes, en distintos puntos a me­ a) espontáneos: desencadenados internamente, sin meta vi­
dida que se desplaza, lo que resulta en una sucesión de sual específica, se producen durante otras actividades
cortos movimientos sacádícos y no de seguimiento lento. motoras (por ejemplo, al hablar) o en la oscuridad;
Control corlical de los movimientos oculares de segui­ b) reflejos: desencadenados externamente por la irrupción
miento lento. Se sitúa en la corteza occipital lateral (área 1 9 de una imagen u objeto en la retina periférica (movimien-

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52 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

tos sacádicos reflejos inducidos visualmente) o por un ralmente hacia los núcleos de los elevadores del ojo, y uni­
ruido (movimientos sacádicos reflejos inducidos auditi­ lateralmente hacia los núcleos de los depresores del globo
vamente); ocular. También proyectan hacia el núcleo intersticial de
c) intencionales o voluntarios, desencadenados internamen- Caja/, integrador de los movimientos sacádicos verticales,
te, tienen un fin determinado. Pueden ser a su vez: que mantiene el escalón posmovimiento sacádico vertical,
simples: conscientes, dirigen la mirada a una meta vi­ y hacia los tractos paramedianos, que a su vez proyectan
sual. Pueden responder a una orden, como cuando al cerebelo.
se explora fa oculomotricidad; Las neuronas de descarga que coordinan movimientos
predictivos: se manifiestan cuando se espera encon­ sacádicos verticales oculares y palpebrales se ubican en el
trar un objeto determinado en el campo atencional; núcleo de la comisura posterior y proyectan a neuronas me­
mnésicos: se hacen hacia el lugar determinado en el diales adyacentes y caudales al núcleo rostral intersticial del
que se recuerda la situación de un objeto; fascículo longitudinal medial, que proyectan a su vez a los nú­
- antisacádicos: en dirección opuesta al objeto que es­ cleos elevadores oculomotores y palpebrales.
timula la retina periférica, por rechazo vofuntario de la Las lesiones de las neuronas de descarga alteran los mo­
mirada, por ejempfo. Para ello, el sujeto debe inhibir vimientos sacádicos horizontales, verticales o de torsión se­
el estímulo natural de dirigir la mirada hacia el objeto gún su localización. Cuando los núcleos integradores se lesio­
situado en el campo visual y generar un movimiento nan, los ojos vuelven a su posición inicial luego de un
. opuesto; movimiento sacádico (el escalón no se sostiene), sea horizon­
expresos: de muy baja latencia, aparecen o se acen­ tal o vertical_ según cuál sea el núcleo afectado, lo que resulta
túan cuando se inhibe la fijación (lesiones frontales) clínicamente en un nistagmus persistente o inagotable induci­
y disminuyen en caso de desatención (lesiones pa­ do por la mirada, habitualmente bilateral.
rietales); Las neuronas omnipausa se sitúan en la línea media,
de doble escalón: se producen en respuesta a dos también cercanas al núcleo del VI. Inhiben a las neuronas
objetos que aparecen al mismo tiempo en el campo de descarga para facilitar la fijación visual. Sus lesiones se
visual. El movimiento sacádico se dirige sucesiva­ traducen en movimientos sacádicos anormales que interfie­
mente primero a uno y luego a otro. ren con la fijación (véase Opsoclonus en Movimientos ocu­
Los movimientos sacádicos, cuya velocidad se mide en larés anormales).
grados por segundo, constan de un pulso, que consiste en Los tubérculos cuadrigéminos superiores intervienen en
el desplazamiento rápido del globo ocular por contracción el control de movimientos sacádicos reflejos desencadena­
clónica de los músculos oculomotores, y de un escalón, que dos por estímulos luminosos o auditivos. Su porción ventral
por contracción tónica de estos músculos mantiene al ojo en es motora y su porción dorsal sensorial. Reciben influencias
la posición a la que ha llegado. Cuanto mayor es el ángulo frontales, parietales y occipitales (haz corticotectal), del ner­
de desplazamieno más rápido es el movimiento sacádico. vio óptico, auditivas (de los tubérculos cuadrigéminos inferio­
Los movimientos sacádicos se generan por acción de res), vestibulares y sensitivas (a través del lemnisco medial).
neuronas de descarga y de neuronas omnipausa. Las, vías eferentes son el haz tectoespinal y el fascículo lon­
Las neuronas excitatorias de descarga para movimientos gitu\Jinal medial a los núcleos oculomotores. Desvían la mi­
sacádicos horizontales se sitúan en la formación reticular pa­ rada sacádica refleja hacia el lado contrario al estimulado y
ramediana pontina, rostralmente al núcleo del VI nervio cra­ proyectan hacia las neuronas omnipausa para que se man­
neal, sobre el que descargan sus impulsos, tanto sobre sus tenga luego la fijación visual (escalón postsacádico).
neuronas oculomotoras como sobre las que proyectan al El papel del tálamo en relación con los movimientos sa­
fascículo longitudinal medial. Se generan así movimientos cádicos se pone de manifiesto cuando se daña: la lesión de
sacádicos horizontales. El escalón posterior a este movi­ los núcleos intralaminares provoca déficit de la elevación
miento se mantiene por acción de los núcleos perihipogloso voluntaria y a veces descenso espontáneo y convergencia
(prrepositus hypog/ossi) y vestibular medial, que son los nú­ de la mirada, y la del pulvinar déficit de la fase rápida (sa­
cleos integradores de los movimientos sacádicos horizonta­ cádica) del reflejo optocinético contralateral (véase Hemi­
les. Hay neuronas inhibitorias de descarga que se sitúan plejías talámicas, en Motilidad).
caudalmente al núcleo del VI, en el núcleo paragigantocelu­ El cerebelo interviene en el control sacádico a través del
lar dorsal (región dorsomedial del bulbo rostral) y proyectan vermis, el núcleo fastigiado y los pedúnculos cerebelosos
sobre el núcleo del VI contralateral, inhibiéndolo mientras se superior y medio. Recibe aferencias de distintos niveles cor­
efectúa un movimiento sacádico homolateral. ticales y subcorticales.
Las neuronas excitatorias de descarga para movimien­ El núcleo caudado y la substantia nigra también intervie­
tos sacádicos verticales y de torsión homolateral se sitúan nen en�a regulación de los movimientos sacádicos.
en el mesencéfalo en el núcleo rostral intersticial del fascí­ Control cortical de los movimientos oculares sacádicos.
culo longitudinal medial. Estas neuronas proyectan bilate- Se produce desde las áreas corticales siguientes:

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 53

Campo ocular frontal: se sitúa en la cara lateral del ló­ a) las áreas frontales controlan predominantemente movi­
bulo frontal, en el tercio posterior de la segunda circunvo­ mientos sacádicos generados por la voluntad y las parie­
lución frontal, adyacente al surco precentral, por delante tales aquellos generados por la atención;
de la circunvolución motora (áreas 4 y 6 de Brodmann). b) áreas que preparan movimientos sacádicos: cortezas frontal
Origina movimientos sacádicos intencionales. La vía efe­ dorsolateral, parietal posterior, hipocampo/cingulo;
rente desciende ya sea por el brazo anterior de la cápsu­ c) áreas que desencadenan movimientos sacádicos: cam­
la interna o por el tálamo, y luego por el sector medial del pos oculares frontal, parietal y suplementario;
pedúnculo cerebral. Termina en el tubérculo cuadrigémino d) áreas que generan movimientos sacádicos:
o colículo superior homolateral y la formación reticular pa­ horizontales: núcleo del VI, formación reticular para­
ramediana pontina. También se decusa en parte en el lí­ mediana pontina;
mite mesencefalopontino y alcanza el núcleo reticular teg­ verticales: núcleo intersticial rostral del fascículo lon­
mental de la protuberancia, que a su vez proyecta al gitudinal medial, núcleo de la comisura posterior;
cerebelo. El estímulo del campo ocular frontal provoca reflejos: tubérculo cuadrigémino superior;
movimientos sacádicos hacia el lado contrario. El estímu­ e) áreas que sostienen el escalón poslsacádico:
lo bilateral origina movimientos sacádicos verticales. La en los movimientos horizontales: núcleos perihipo­
lesión del campo ocular frontal provoca déficit de movi­ gloso, vestibular medial;
mientos sacádicos espontáneos o intencionales hacia el en los movimientos verticales: núcleo intersticial de
lado contrario al del daño. Los ojos pueden aparecer es­ Caja!;
pontáneamente desviados hacia el lado de la lesión. El D áreas que modulan los movimientos sacádicos: sistema
campo ocular frontal recibe aferencias de los campos ocu­ vestibular, cerebelo, tálamo, núcleo caudado, substantia
lares parietal y suplementario, y de la corteza prefrontal, nigra.
que se describen a continuación.
Campo ocular parietal: se ubica en las circunvoluciones Movimientos oculares de origen vestibular
supramarginal y angular del lóbulo parietal (áreas 39 y 40
de Brodmann). Proyecta hacia el campo ocular frontal y el Son involuntarios y tienen como fin estabilizar la posi­
tubérculo cuadrigémino superior, pero no al tronco. Contro­ ción de la mirada y el globo ocular cuando la cabeza y órbi­
la los movimientos sacádicos reflejos. La lesión del campo ta se desplazan. Por ello, tienden a desviar la mirada en di­
ocular parietal causa déficit de movimientos sacádicos refle­ rección opuesta al del movimiento de la cabeza, por medio
jos (es decir, visual o auditivamente inducidos) hacia el mis­ del llamado reflejo oculovestibular.
mo lado de la lesión, o eventualmente bilaterales. Los cambios posicionales de la cabeza son detectados
Campo ocular suplementario: localizado en el área moto­ por los conductos semicirculares del aparato vestibular del
ra suplementaria, en la porción posteromedial de la circunvo­ oído interno, en cuyo interior se encuentra un líquido llama­
lución frontal primera o superior. Proyecta hacia el campo do endolinfa (véase VIII nervio craneal). El movimiento cefá­
ocular frontal. Recibe aferencias de la corteza prefrontal. Ten­ lico desplaza la endolinfa, lo que estimula los receptores de
dría que ver con la programación de movimientos sacádicos estos conductos, ubicados en pequeñas dilataciones deno­
Y otros movimientos que se les asocian. minadas ampollas. La orientación de los receptores está dis­
Corteza prefrontal dorsolateral: interviene en el planea­ puesta de modo tal que cuando la cabeza rota horizontal­
miento y secuenciación de movimientos sacádicos intencio­ mente, el conduelo semicircular externo del lado hacia el
nales, como por ejemplo los predictivos o inducidos por la cual se produce la rotación descarga mientras que su par
memoria. Su lesión se traduce en un aumento de movimien­ contralateral deja de hacerlo. Los estímulos discurren por el
tos sacádicos reflejos, es decir en déficit parcial del control nervio vestibular, fundamentalmente hacia el núcleo vestibu­
voluntario de estos movimientos. Proyecta hacia el campo lar medial. En la rotación cefálica horizontal, este núcleo pro­
ocular frontal. yecta excilatoriamente hacia el del motor ocular externo (VI)
Corteza parietal posterior. adyacente al campo ocular conlralateral, e inhibiloriamente hacia subnúcleos oculomo­
Parietal, interviene en la integración atencional y visuoespa­ tores antagonistas, ocasionando la desviación de la mirada
cial de los movimientos sacádicos reflejos, que se retardan hacia el lado contrario al estimulado.
si la corteza parietal posterior se lesiona. El lado derecho La información sobre la posición estática de la cabeza
sería dominante para esta función. es suministrada por el sáculo y el utrículo al núcleo vestibu­
Hipocampo y circunvolución cingular anterior. intervie­ lar lateral (véase VIII nervio craneal).
nen en la memorización de las secuencias de movimientos El reflejo oculovestibular no se observa espontáneamen­
sacádicos voluntarios. te, pero puede ponerse de manifiesto por medio de pruebas
calóricas que estimulan los receptores vestibulares, instilan­
Se puede resumir la fisiología de los movimientos sacá­ do agua fría o caliente en el conduelo auditivo externo (véa­
dicos en los siguientes conceptos: se VIII nervio craneal). El agua fria inhibe la descarga del

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54 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

conducto semicircular externo homolateral, por lo que pre­ Movimientos oculares de convergencia/divergencia
domina la actividad del contralateral, que descarga sobre
los núcleos vestibular y VI opuestos, o sea los del mismo la­ Son movimientos lentos. Tienen como fin ubicar una
do de la instilación. La mirada conjugada se dirige entonces imagen en el mismo punto de cada retina, por lo general la
hacia el lado instilado. Se agrega, en el paciente vigil, nis­ mácula. Siguen a la imagen en profundidad, cuando se ale­
tagmus hacia el lado opuesto (véase VIII par). Lo contrario ja y, en especial, cuando se acerca hacia el plano de visión
ocurre con agua caliente, porque ella es excitatoria del con­ cercana o próxima. Los objetos cercanos inducen conver­
ducto semicircular. gencia, y los lejanos, divergencia. La visión cercana origina
Este reflejo adquiere suma importancia en la evaluación una tríada refleja característica: convergencia, acomoda­
del coma, porque su presencia revela indemnidad del tron­ ción del cristalino y constricción pupilar, y lo contrario la vi­
co cerebral. Tiene valor pronóstico y es de gran relevancia sión lejana. Las vías de convergencia/divergencia, menos
en el diagnóstico de la muerte cerebral (véase Coma, en definidas, involucran a la corteza occipital, los núcleos intra­
Sueño y Conciencia). laminares del tálamo y las regiones tegmental y tecla!.
Reflejo optocinético. Cuando, por ejemplo, se viaja en
una vía férrea a cuyo largo se sitúan regularmente postes de
teléfono, con la cabeza en fijación motora prolongada en una Músculos y motilidad del globo ocular
misma dirección, la imagen sucesiva de los postes, que se
mueven en dirección contraria a la del tren, estimula a los El globo ocular es movilizado por seis músculos:
núcleos vestibulares a través de la vía visual, las áreas pre­ cuatro rectos (interno, externo, superior, inferior) y dos
tectales y los núcleos pontinos. La fijación visual en la ima­ oblicuos (superior o mayor, inferior o menor). Los rec­
gen sucesiva de los postes origina un movir:niento ocular de tos y el oblicuo superior se originan en el anillo de
seguimiento, contrario a la dirección del tren, denominado Zinn. El oblicuo inferior se origina en el hueso maxilar
reflejo optocinélico. El cambio de fijación de un poste al si­ superior, por detrás del reborde orbitario (fig. 3-15).
guiente se hace rápidamente por medio de un movimiento Los rectos interno y externo se dirigen horizontal­
sacádico: el nistagmo optocinético. Para manifestarse, el re­ mente hacia delante. Insertándose a ambos lados del
flejo optocinético requiere que la imagen ocupe todo o la ma­ globo ocular, hacen girar al ojo sobre su eje vertical: el
yor parte del campo visual, a diferencia de los movimientos recto interno, inervado por el motor ocular común, lo
de seguimiento lentos, que pueden obtenerse sólo con esti­ desplaza hacia adentro (aducción); el recto externo,
mulación macular o foveal. El reflejo optocinético aparece inervado por el motor ocular externo, lo dirige hacia
sólo luego de 1 0-20 segundos de latencia, y desaparece len­ afuera (abducción).
tamente luego de la supresión del estimulo (posnistagmo op­ El recto superior se dirige hacia delante y afuera
tocinético). Si se prolonga, puede acompañarse de sensa­ en forma oblicua y se inserta en la parte superior del
ción de vértigo rotatorio, aunque en realidad no se haya ojo. Su eje no es por lo tanto paralelo al del globo
producido estimulación vestibular periférica. Distintas lesio­ ocular. Eleva el ojo cuando se halla en abducción,
nes corticales o subcorticales pueden alterar o hacer desa­ pero cuando está en aducción sólo lo rota hacia
parecer el reflejo optocinético. adentro. El recto inferior también se inserta oblicua-

¡ ¡ �'" ¡ ¡
Recto superior Oblicuo menor o Recto superior
inferior

Ojo Ojo
derecho izquierdo

l
interno
Recto Recto

jj j
externo externo

Fig. 3-15. Esquema de la


motilidad extrinseca ocu­
Recto
lar. Las flechas indican la
Recto
inferior
Oblicuo mayor o
superior inferior dirección que imprime al
globo ocular la contrac­
ción de los músculos.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 55

mente en la parte inferior del ojo, en un ángulo simi­ cuo mayor; hacia abajo y afuera por el recto in­
lar al del recto superior. Actúa en forma parecida a ferior y el recto externo; y hacía abajo y adentro
éste, pero inversa: cuand? el ojo es�á en abducció� , por el oblicuo mayor y el recto interno (fig.
lo desciende; cuando esta en aducción, lo rota hacia 3-1 5).
afuera.
El oblicuo superior o mayor, inervado por el patéti- Estos son los juegos musculares en cada ojo (mo­
co se dirige hacia delante y arriba, atraviesa su polea vimiento monocular), pero en el movimiento conjuga­
sít�ada en la región superior interna del techo de la ór­ do de ambos ojos (movimiento binocular), es fácil
bita, y luego, ya como tendón, invierte su curso para comprender que si la mirada se dirige, por ejemplo, a
dirigirse oblicuamente hacia atrás, abajo y afuera, pa­ la derecha, deberá contraerse para ello el recto exter­
sa por debajo del recto superior y se inserta diagonal­ no del ojo derecho y el recto interno del ojo izquierdo;
mente en el sector posterosuperior del globo ocular. en la mirada hacia la izquierda y arriba, se contraerán
Desciende el ojo cuando está en aducción y sólo lo ro­ el oblicuo menor y el recto interno del ojo derecho y el
ta hacia adentro cuando está en abducción. El oblicuo recto superior y el recto externo del ojo izquierdo. Pe­
inferior o menor, inervado por el motor ocular com9n, ro en la convergencia para mirar de cerca, por ejem­
se dirige, desde el maxilar superior, oblicuamente ha­ plo, dirigiéndose ambos ojos hacia adentro, se con­
cia atrás, arriba y afuera, por debajo de los rectostin­ traerán a la vez el recto interno izquierdo y el recto
ferior y externo, y se inserta diagonalmente en el sec­ interno derecho.
tor posterolateral del ojo. Lo eleva en aducción, y lo Además de este sinergismo entre los músculos
rota hacia afuera en abducción. oculomotores mismos, existen sinergias reflejas entre
El elevador del párpado superior ejerce la función los oculomotores, los músculos palpebrales y la mus­
que lleva su nombre, aumentando el tamaño de la culatura intrínseca (esfínter pupilar y músculo ciliar):
hendidura palpebral cuando se contrae. Sólo intervie­ cuando la mirada se dirige hacia arriba o converge, se
ne en el movimiento del globo ocular como músculo eleva el párpado superior; cuando se cierran los pár-
sinérgico, contrayéndose cuando el ojo se eleva y re­ . pados se produce elevación y aducción de los globos
lajándose cuando el ojo desciende. Es inervado por el oculares; en la convergencia se produce una contrac­
motor ocular común. Los párpados superior e inferior ción de la pupila y del músculo ciliar.
contienen además un pequeño músculo liso (llamado
músculo de Müller en el párpado superior), inervados Exploración
por el plexo simpático, que contribuyen a retraerlos y
agrandar la hendidura palpebral, particularmente en Consiste en investigar cómo se efectúan los movi­
situaciones de aumento del tono adrenérgico (ansie­ mientos oculares.
dad, miedo). La oclusión palpebral se produce por la La inspección permite ver el estado de los párpa­
contracción del músculo orbicular de los párpados, dos superiores, que contienen dos músculos, el .orbi­
inervado por el facial (VII nervio craneano). cular o esfínter palpebral, inervado por el facial y el
La sinergia muscular en los movimientos oculares elevador del párpado superior, inervado por el motor
se logra así: ocular común. Ambos músculos son antagonistas y de
en la aducción el ojo es llevado directamente su contracción tónica inversa depende el equilibrio
hacia adentro por el recto interno; las acciones permanente de la apertura palpebral, es decir, si am­
rotatorias de los rectos superior e inferior se bos párpados se hallan elevados a la misma altura, si
neutralizan sinérgicamente y el eje vertical del uno desciende más que el otro, o si está descendido
ojo no se altera; totalmente en uno o ambos ojos. Normalmente el bor­
en la abducción, el ojo es llevado directamente de ciliar del párpado superior éubre el tercio superior
hacia afuera por la contracción del recto exter­ de la córnea.
no; la acción rotatoria de los dos oblicuos se Se observa luego si los ojos se hallan en situación
neutraliza y el eje vertical se mantiene; simétrica con sus ejes paralelos o si, por el contrario,
en la elevación el ojo es llevado directamente existe desviación de uno de ellos. Se observará tam­
hacía arriba, por el recto superior y el oblicuo bién si existe o no una modificación postura! de la ca­
menor, que son elevadores; hacia arriba y afue­ beza, puesto que en caso de diplopía se produce un
ra por el recto superior y el recto externo; y ha­ movimiento de compensación para neutralizarla. La
cia arriba y adentro por el oblicuo menor y el presencia de asimetría de globos oculares o cambios
recto interno; posturales sugestivos de la cabeza harán necesaria la
en el descenso, el ojo es conducido directa­ evaluación de estrabismo y diplopía (véase página si­
mente hacia abajo por el recto inferior y el obli- guiente).

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56 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Exploración de los movimientos de seguimien• 20 mi de agua, preferentemente helada, con una je­
to. Se fija la cabeza con la mano izquierda colocada ringa y a través de un catéter o guía de 20 cm de lar­
sobre ella o en el mentón y se hace mirar al enfermo go, durante 20 segundos (20-20-20). El agua fría in­
el dedo índice de la mano derecha del observador, hibe la función de los receptores vestibulares, por lo
ubicado a unos 20 cm de distancia. El dedo es movi­ que la descarga vestibular homolateral se inhibe y
do delante de ambos ojos (para evaluar la versión o predomina la del lado contrario. Se estimula así el
mirada conjugada) y luego de cada ojo, ocluyendo el núcleo del VI del lado irrigado y la mirada se dirige
contrario (para evaluar la ducción o mirada monocu­ hacia este lado. En el paciente vigil, la fijación visual
lar), hacia la izquierda, arriba y abajo, hacia la dere­ normal tiende a oponerse a la desviación ocular re­
cha, arriba y abajo, describiendo una letra hache y fleja, generándose así un nistagmo hacia el lado
luego un círculo. Se observará cómo sigue el globo contrario al irrigado. El nistagmo aparecerá siempre
ocular los movimientos del dedo. que haya fijación visual, y ésta estará presente en
Exploración de los movimientos sacádicos. Se todo paciente vigil. Por lo tanto, la presencia de nis­
le pide al paciente que mire rápidamente al dedo, co­ tagmo indica que el paciente está despierto. Si el pa­
locado antes a un lado y otro, arriba o abajo, fijando la ciente está en coma no se produce nistagmo y sólo
cabeza del mismo modo. También puede hacerse la se observa la desviación homolateral de la mirada.
ma.niobra, con un paciente colaborador, sin fijar la ca­ La búsquedª del reflejo oculovestibular resulta en­
beza, poniendo el explorador ambos dedos índices, a tonces de suma utilidad para establecer la presencia
la derecha y a la izquierda, y luego arriba y abajo, y pi­ de vigilia én casos en que el estado de conciencia
diéndole que mire rápidamente hacia uno u otro sin sea dudoso.
rotar el cuello. Esto le permite al explorador situarse El agua caliente tiene un efecto contrario, inducien­
directamente delante del paciente y observar mejor do desviación contralateral de la mirada.
los movimientos oculares. Exploración del estrabismo y de la diplopía.
Exploración de reflejos oculocefálicos. Cuando Cuando hay desviación de los ejes oculares estando la
la cabeza rota se estimula el conducto semicircular cabeza derecha, se dice que hay estrabismo (del grie­
homolateral, que descarga por vía vestibular al núcleo go strabos, bizco). Cuando esta desviación se observa
del VI contralaieral, ocasionando la desviación de la en la mirada binocular y no se corrige en la mirada mo­
mirada hacia el lado contrario al estimulado. nocular (tapando un ojo), se denomina foria. Cuando
Se rota pasivamente la cabeza del paciente, pi­ sé observa en la mirada binocular y se corrige en la mi­
diéndole que fije la mirada en un punto al frente; la mi­ rada monocular, se denomina tropía. Un ojo desviado
rada se desplazará en sentido contrario al de la rota­ hacia arriba muestra hipertropía, hacia abajo hipotro­
ción. Si la maniobra se efectúa sin solicitarle al pía, hacia afuera exotropía y hacia adentro esotropía.
paciente que fije la mirada, el reflejo se hallará tam­ Si está rotado hacia fuera revela exciclotorsión, hacia
bién normalmente, aunque hacerlo facilita su observa­ adentro inciclotorsión.
ción. En trastornos que afectan al control supranu­ . ¡ El estrabismo puede ser paralítico o funcional. El
clear de los movimientos oculares (oftalmoplejías 'e�trabismo paralítico se debe a parálisis adquirida de
supranucleares), en los que se pierde la mirada volun­ los músculos oculomotores; suele ser no concomitan­
taria, el reflejo se preserva. Esta disociación semioló­ te (la desviación o tropía varía según la posición de
gica es de gran utilidad diagnóstica. Se observa en la mirada); el enfermo presenta visión doble (diplo­
particular en la parálisis supranuclear progresiva (véa­ pía), debido a que por la desviación ocular existente
se más adelante). no se producen las imágenes en puntos simétricos de
Exploración de los reflejos oculovestibulares. la retina; ve entonces la misma imagen duplicada y
Sigue la misma vía que la del reflejo oculocefálico, pe­ tiene que recurrir a la oclusión de un ojo para supri­
ro se explora sin provocar rotación de la cabeza, exci­ mir una de ellas. El estrabismo funcional se debe ge­
tando directamente el conducto semicircular mediante neralmente a trastornos infantiles de la acomodación,
estímulos calóricos. Salvo en casos específicos de refracción o convergencia; suele ser concomitante (la
patología vestibular, esta exploración por lo general desviación o tropía no varía con la posición de la mi­
no se efectúa en el paciente vigil, pero, junto a la de rada); no se acompaña de diplopía porque el sistema
los reflejos oculocefálicos, adquiere gran importancia oculomotor se ha adaptado con el tiempo, o la corte­
en el comatoso, para evaluar el estado del tronco ce­ za visual "suprime" una de las imágenes (fenómenos
rebral (véase Coma). de fusión motora o sensoria�. Este mecanismo pue­
Se irriga el conducto auditivo externo con agua de eventualmente descompensarse por fatiga , trau­
fría o caliente, habiendo comprobado previamente la matismos de cráneo, cambios en la refracción o en la
indemnidad de la membrancJ del tímpano. Se instilan corrección, cirugía del cristalino o efecto farmacológi-

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 57

Cuadro 3-1.
Estrabismo paralítico Estrabismo funcional
Comienza en la adullez Comienza en la infancia
Parálisis de músculos oculomotores Trastorno de refracción/convergencia
No concomitante Concomitante
Con diplopía Sin diplopía

co, en cuyo caso aparecerá diplopía, {feneralmente 3. Cuando la imagen doble se presenta una encima de
transitoria. Las diferencias entre ambos tipos de es­ la otra (diplopía vertica�, a veces desplazada diago­
trabismos se resumen en el cuadro 3-1 . nalmente, puede tratarse de una lesión de uno de
En el estrabismo la diplopía es binocular. se produ­ los músculos oblicuos o del recto superior o inferior.
ce cuando el paciente mira con ambos ojos. Ocasional­ 4. La diplopía vertical se acentúa en la visión próxi­
mente puede producirse diplopía monocular, cuando ma cuando el afectado es un músculo oblicuo,
hay trastornos en los medios de refracción (córnea y porque los oblicuos actúan cuando los ojos con­
cristalino): cataratas, astigmatismo, herniación del cris­ vergen.
talino. En este caso la diplopía persiste cuando se oclu­ 5. La diplopía se acentúa cuando la mirada se dirige
ye un ojo, el sano, y desaparece cuando se ocluye el hacia el efecto esperado del músculo parélico, po­
ojo afectado. Generalmente no varía con la convergen­ sición en la que la separación de las imágenes es
cia/divergencia y más que una diplopía franca, tiene ca­ máxima.
racterísticas de imagen con doble contorno, uno de 6. En esta posición, la imagen más periférica y me­
ellos francamente menos nítido. La diplopía monocular nos nítida es la del ojo parético.
sugiere también, en caso de no hallarse trastornos que 7. Es útil evaluar .el paralelismo de los ejes oculares
la sustenten, conversión histérica o simulación. mediante la prueba de reflexión lumínica de Hirsch­
berg: se iluminan ambos ojos con una linterna en la
Reglas útiles en la exploración de la diplopía binocular mirada al frente; se observa la reflexión de la luz en
la córnea, intentando centrarla en una de las dos
Los hallazgos semiológicos en las diplopías y oftal­ pupilas; si la luz se refleja descenlradamente en la
moplejías, descriptos a continuación, se resumen en pupila contraria, los ejes no están alineados:
el Cuadro 3-2. - si la reflexión de la luz aparece descentrada
temporalmente, se trata probablemente de una
1 . Una diplopía en la que la imagen doble se presen­ esotropía;
ta una al lado de la otra (diplopía horizonta� sugie­ - si se descentra nasalmente, será una exotropía;
re la afectación de uno de los músculos horizonta­ - si se descentra hacia arriba, una hipolropía;
les, o sea el recto interno o externo. - si se descentra hacia abajo, una hipertropía.
2. En el caso de la afección del recto externo las imá­ 8. Para identificar mejor la imagen de uno y otro ojo,
genes se separan más en la visión a distancia, y puede anteponerse un vidrio o lente roja a uno de
se juntan, a veces uniéndose del lodo, en la visión los ojos del paciente y solicitarle que mire, por
próxima, porque la convergencia, que depende ejemplo, una pequeña linterna u otra fuente de
del funcionamiento de los recios internos, está luz: verá una imagen de color normal y otra de co­
preservada. Lo inverso ocurre cuando el compro­ lor rojo, y ésta será la correspondiente al ojo con
metido es el recto interno. la lente antepuesta.

Cuadro 3-2. Hallazgos semiológicos en las oflalmoplejías


Nervio Diplopía Tropia Descentración Déficit Inclinación Diplopía mejora con ... Pupila Párpado
craneal reflexión lumínica cefálica
111 Horizontal Exo Nasal Supra, infra, No Abducción o desviación Midriasis Ptosis
aducción mirada hacia mismo lado
IV Vertical Hiper Inferior lnfra en Contralateral Supra/abducción Normal Normal
aducción
VI Horizontal Eso Temporal Abducción No Aducción o desviación Normal Normal
mirada hacia lado contrario

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58 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

9. En la mirada al frente, si hay un ojo abducido (exo­ los ojos al descubrirse revela mal alineamiento ba­
tropía), ello se deberá a déficit de su aductor (rec­ jo oclusión:
to interno). Si el ojo aparece aducido (esotropía), - si se refija nasalmente, es una exoforia;
ello probablemente sea atribuible a déficit de su - si se refija temporalmente, es una esoforia;
abductor (recto externo). - si se refija elevándose, es una hipoforia;
1 0. Si en la mirada al frente, hay un ojo elevado (hi­ - si se refija descendiendo, es una hiperforia.
pertropía), ello se deberá a déficit de los depreso­ La foria en general no se acompaña de diplopía.
res de ese ojo (oblicuo superior y recto inferior) o La tropía y la foria coinciden con la dirección hacia
de los elevadores del ojo contrario (oblicuo inferior la que el ojo está desviado, y son opuestas a la direc­
o recto superior). ción hacia la que el ojo se refija.
1 1 . Si, por ejemplo, el ojo elevado es el derecho, y las
imágenes se separan en la mirada conjugada la­ Alteraciones
teral a la izquierda, el déficit será del oblicuo supe­
rior derecho, o bien del recto superior izquierdo. Las lesiones de los nervios craneales 111, IV y VI
Si, a la inversa, se separan en la mirada conjuga­ pueden causar parálisis oculares, trastornos pupila­
da lateral a la derecha, el déficit será del oblicuo res ya descriptos al desarrollar el examen de la pu­
inferior izquierdo, o bien del recto inferior derecho. pila y movimientos del globo ocular designados con
1 2. Si además, en la mirada lateral a la izquierda, las el nombre de nistagmo (del griego nystagmus, "yo
imágenes se separan aún más al descender la mi­ guiño los párpados"). Este no siempre es de origen
rada, el déficit será del oblicuo superior derecho. ocular.
Si lo hacen al elevar la mirada, el déficit será del Las parálisis oculares reciben el nombre genérico
recto superior izquierdo. de oftalmoplejias (del griego ophthalmos, ojo; plee­
1 3. Si se inclina la cabeza hacia el lado de un oblicuo gée, golpe). Las oftalmoplejías pueden ser:
superior deficitario aumenta la separación de las - internas o intrínsecas, cuando se afecta sólo el es­
imágenes, y disminuye si se inclina hacia el lado fínter pupilar,
contrario (prueba de Bielschowsky). Por ello, el externas o extrínsecas, cuando se afectan sólo los
déficit de un oblicuo superior (por ej., parálisis del músculos extrínsecos,
patético) se compensa con la inclinación de la ca­ totales, cuando se hallan paralizados tanto el esfín­
beza hacia el lado contrario. ter pupilar como el globo ocular.
14. La presencia de tropía se detecta mediante la Además, las oftalmoplejías se dividen en:
prueba de oclusión ocular. en la mirada al frente, - nucleares, cuando la lesión está en los mismos nú­
se cubre un ojo y se observa el ojo descubierto. cleos reales de origen de los nervios oculomotores,
Si el ojo descubierto se desplaza y vuelve a fijar, - infranucleares, cuando está por debajo de ellos, o
el ojo está desalineado: sea en el trayecto intra o extraaxial del nervio, la
- si se refija nasalmente (hacia adentro), está de­ unión neuromuscular o el músculo,
salineado temporalmente (exotropía); supranucleares, cuando la lesión se sitúa por enci­
- si se refija temporalmente (hacia afuera), está ma de los núcleos oculomotores, en las conexio-·
desalineado nasalmente (esotropía); nes corticonucleares o subcorticonucleares.
- si se refija elevándose (hacia arriba), está desa­
lineado en desceriso (hipotropía); Oftalmoplejías nucleares e infranucleares:
- si se refija descendiendo (hacia abajo), está de­ parálisis de los nervios oculomotores
salineado en elevación (hipertropía).
Si el ojo descubierto no se desplaza, descubrir, de­ Parálisis del III nervio craneano o motor ocular
jar que se reinstale la visión binocular, y luego cubrir el común. La parálisis puede ser total o parcial.
ojo contrario y observar entonces el ojo primeramente Hallazgos semiológicos en la parálisis iotal (fig. 3-16):
ocluido. El párpado superior se halla caído (ptosis), de­
15. Si no se observa tropía en ningún ojo y los ejes bido a la parálisis del elevador del párpado.
oculares no están paralelos, puede tratarse de El globo ocular se encuentra en exotropía, tiro­
una foria: la desviación no se corrige en la mirada neado por el recto externo.
monoculcir (tapando un ojo). Para establecerlo se - La ptosis, al mantener el ojo tapado, convierte la
efectúa la prueba de oclusión ocular alternante: en visión del paciente en monocular y por ello éste
la mirada al frente, se ocluyen alternativa y rápida­ no se queja de diplopía.
mente un ojo y el otro, de modo de no permitir que Aparece diplopía horizontal al abrir pasivamen­
se restablezca la visión binocular. La refijación de . te el ojo.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 59

Fenómeno de Marcus Gunn. En la ptosis palpebral con­


génita y a veces en la parética pueden producirse sincinesias
(movimientos que se asocian y coinciden con el movimiento
primario, involuntarios [véase Reflejos]), como el fenómeno
de Marcus Gunn. Consiste en la elevación del párpado pto­
sado (el normal no se altera) cuando se mueve la mandibu­
la, abriendo la boca, hacia el lado opuesto al de la ptosis. És­
ta, en cambio, no es influida por la mirada dirigida hacia arriba
Fig. 3-16. Parálisis del 111 izquierdo. Ptosis. Al levantarse el o cuando, con la boca abierta, se lleva la mandíbula hacia el
párpado manualmente se observa exotropía, midriasis y refle­ mismo lado de la ptosis. La apertura de la boca sola eleva in­
xión lumínica descentrada nasalmente. (De M. Pebet, 2003. Con voluntariamente al párpado ptosado, pero en grado mucho
autorización del autor.) menor que con la acción mandibular descrita (fenómeno gui­
Existe imposibilidad de supraducción, o sea de ñomandibular de los autores de habla inglesa). Se admite co­
mover el ojo hacia arriba (parálisis del recto su­ mo fundamento la persistencia en el hombre de vinculaciones
perior y oblicuo menor), de infraducción (m9ver entre los núcleos de los pares 111, V y VII, normales en ciertos
hacia abajo, por parálisis del recto inferior) y de animales, o bien, en caso de parálisis infranuclear, regenera­
aducción (mover hacia adentro, por parálisis del ción anómala de sus fibras, como en la parálisis facial, en la
recto interno). que puede producirse el fenómeno de Marcus Gunn inverso
Como la acción del oblicuo mayor y del recto exter­ o síndrome de Marin-Amat: oclusión palpebral al abrir la bo­
no está conservada, el globo ocular puede abdu­ ca o desplazar la mandíbula contralateralmente.
cirse y rotar ligeramente hacia adentro (intorsíón). El fenómeno de Marcus Gunn no debe confundirse con el
La pupila está dilatada por parálisis de su esfín­ defecto aferente relativo pupilar o signo pupilar de Marcus
ter y el predominio de la acción írídodilatadora Gunn descripto anteriormente en las lesiones del nervio óptico.
del simpático; no se contrae más a la luz ni a la

Se obtiene reflejo consensual cuando se estimula del /11 nervio craneano. Diagnóstico diferencial
acomodación. Causas nucleares e infranucleares de parálisis

el ojo paralizado, no así cuando se estimula el ojo


sano. O sea que iluminando el ojo enfermo se con­ Parálisis aislada. Es bastante poco probable que
trae la pupila del sano y, en cambio, no se contrae una lesión nuclear cause un déficit aislado del nervio.
la pupila del ojo enfermo cuando se ilumina el sano. Las lesiones del núcleo del III nervio craneano origi­
nan, por lo general, una oftalmoplejía externa parcial,
En resumen, hay parálisis de todos lm¡ músculos sin parálisis pupilar, porque respetan al núcleo impar
inervados por el motor ocular común, así como tam­ dé Edínger-Westphal (fig. 3-8). Por lo común, los mús­
bién midriasis paralítica, sin reacción. a la luz ni a la culos recto superior, elevador del párpado supE;rior y
acomodación. esfínter pupilar se afectarán bilateralmente en caso de
La parálisis total es menos frecuente que la paráli­ una lesión nuclear, ya sea porque sus fibras se decu­
sis parcial, que puede limitarse a afectar un solo mús­ san a través del núcleo contralateral o porque se ori­
culo, produciéndose por ejemplo sólo ptosis palpebral ginan en núcleos únicos mediales (véase Anatomía).
(fig. 3-17), o déficit de aducción, o bien sólo déficit ocu­ La esclerosis múltiple puede ser factor causal de oftal­
lomotor sin compromiso pupilar. El déficit pupilar aisla­ moplejía nuclear del 111.
do es más raro. El compromiso parcial o disociado se En las parálisis aisladas será su semiología la que
observa más en las lesiones nucleares, y el total en las orientará el diagnóstico. La mayoría (70%) se debe a
ínfranucleares. isquemia, compresión aneurismática o tumoral, o trau­
matismo del nervio en su trayecto periférico. La isque­
mia es la causa más frecuente. Es a menudo de ori­
gen diabético, o secundaría a arteritis craneal de
células gigantes (arteritis temporal, arteritis de Hor­
ton). En este último caso se acompaña de dolor. Oca­
sionalmente, acompaña a una crisis mígrañosa (mi­
graña oftalmopléjica). Los aneurismas se sitúan en las
arterias comunicante posterior, tronco basilar o sus ra­
mas, o carótida intracavernosa. Los tumores son hipo­
Fig. 3-17. Ptosis del párpado superior izquierdo por parálisis fisarios, cordomas o meningiomas. Algunas veces la
parcial del motor ocular común. causa no puede determinarse.

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60 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

En la parálisis porisquemia periférica la pupila general­ El enfermo tiene dificultades para bajar una esca­
mente se preserva o se altera mínimamente (leve aniso­ lera al no poder mirar bien hacia abajo.
caria con reflejos preservados), porque las fibras pupila­ - La cabeza se inclina hacia el lado sano, porque en
res, situadas más externamente en el nervio, se preservan. esa postura se disminuye o evita la infraducción en
Se observan más en pacientes de mayor edad. aducción del ojo afectado, que es el movimiento
En las parálisis compresivas suele producirse midria­ efectuado por el oblicuo superior.
sis con arreflexia pupilar. Se observan más en pacientes - El ojo afectado se halla elevado (hipertropía) (véase
de menor edad. Sin embargo, en estas parálisis la pupi­ Diplopía).
la puede preservarse en las siguientes situaciones: - El enfermo no puede dirigir el ojo hacia abajo y
- Si la parálisis es parcial: si se preserva la rama in­ adentro (es decir, no puede infraducir en aducción),
ferior del nervio la pupila no se afecta. y cuando lo intenta aparece o se acentúa la diplopía.
- Si se agrega parálisis simpática (síndrome de Hor­ - Cuando mira al frente, hacia arriba (supraducción) o ha­
ner) por la misma compresión. La pupila readquie­ cia fuera (abducción) no tiene o se reduce la diplopía.
re un diámetro similar al normal, pero los reflejos
pupilares están ausentes. Además, si se la obser­ Causas nucleares e infranucleares de parálisis
va en la oscuridad no se dilata, resultando más chi­ del IV nervio craneano. Diagnóstico diferencial
ca que la contralateral, que sí lo hace.
Si se produce reinervación anómala. Las fibras Es excepcional que se presente aislada, siendo
preservadas del nervio se reorientan y reinervan en también la isquemia del nervio su causa más frecuen­
forma anómala el esfínter pupilar. En este caso, la te. Una causa frecuente es la congénita. El paciente
pupila afectada es más pequeña, los reflejos están consulta por la aparición de una diplopía con la semio­
presentes aunque lentificados (mejor a la acomo­ logía de un déficit del oblicuo superior. El mecanismo
dación que a la luz), y no se dilata en la oscuridad. de esta diplopía es la descompensación funcional de
Otras manifestaciones de reinervación anómala una foria preexistente, generalmente desde la infan­
son la elevación del párpado superior en el des­ cia. Esta descompensación se produce por fatiga,
censo o en la aducción de la mirada (lo opuesto a tra.umatismos, fármacos (anticolinérgicos, depreso­
lo observable en el síndrome de retracción de Dua­ res), cambios de corrección en la refracción, interven­
ne, descripto más abajo) , el descenso de ese pár­ ciones del cristalino o intercurrencias clínicas.
pado durante la abducción y la retracción del globo Otras causas de déficit aislado son, como en el ca­
ocular en la mirada vertical. so del 111, traumatismos, compresión aneurismática o
tumoral (raramente: aneurismas carotídeos intraca­
Parálisis asociada. El agregado de otros déficit a la vernosos, tumores selares o de la fosa posterior) y
parálisis del III puede revelar el nivel, área o tipo de le­ desconocida en un 1 0% de los casos.
sión subyacente. Lo más frecuente es que la parálisis del IV se aso­
Por ejemplo, si hay además una hemiparesia contra­ cie. a otros déficit oculomotores, en cuyo caso sus
lateral seguramente la lesión afectará también al pe­ caysas son similares a las que originan la parálisis del
dúnculo, si se agregan movimientos coreicos contrala­ 111, 'ya mencionadas .
. !erales la lesión comprometerá el núcleo rojo (véase en Parálisis del VI nervio craneano o motor ocular
Motilidad síndromes de Weber y de Benedikt). Estos externo. Esta parálisis es la más fácil de diagnosticar
casos probablemente se deberán a lesión vascular. (fig. 3-18):
Si se suman paresias del IV y del VI podrá tratarse
de un compromiso del seno cavernoso, si hay pérdida
visual es probable que se trate de una lesión orbitaria.
Estos probablemente serán causados por aneuris­
mas, fístulas, abscesos o masas ocupantes.
En un paciente en coma, la parálisis progresiva del
111, manifestada particularmente como midriasis pro­
gresiva, revela compresión del nervio por herniación
uncal. Es un signo ominoso de compromiso troncal y
el paciente fallecerá si su cerebro no se descomprime
quirúrgicamente.
Parálisis del IV nervio craneano o patético. La
parálisis de este nervio es difícil de reconocer, y rara
vez se presenta aislada en la clínica. Fig. 3-18. Parálisis del VI nervio craneano. Esotropía derecha.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 61

- El ojo se desvía hacia dentro (esotropía), por pre­ Causas de oftalmoplejías múltiples bilaterales
dominar la acción del recto interno sobre el exter­
no paralizado (estrabismo paralítico convergente). Isquemia o hemorragia troncales.
- El ojo no puede abducirse (ser llevado hacia fuera). Encefalitis viral: en el curso de encefalitis virales,
- La diplopía es horizontal, mejora en la convergencia en particular en la llamada encefalitis letárgica de
y se acentúa en la visión a distancia {divergencia) o von Economo, pueden producirse oftalmoplejías
cuando el enfermo intenta abducir el ojo afectado. que suelen ser bilaterales.
• Polioencefalitis hemorrágica superior aguda (ence­
Causas nucleares e infranucleares de parálisis falopatía de Wernicke): se vincula a carencia nutri­
del VI nervio craneano. Diagnóstico diferencial cional de tiamina, presentándose habitualmente en
alcohólicos, pero también en desnutridos o en ca­
Cuando es aislada, su causa más frecuente es, so de vómitos profusos o disfagias severas. Tam­
como en el caso del 111 y del IV, la isquemia del ner­ bién en pacientes que reciben suero dextrosado
vio. Las otras causas son la compresión, común­ sin aporte de tiamina, en cuyo caso se produce un
mente a la altura del seno cavernoso (aneurismas, déficit de cocarboxilasa (cofactor metabólico de la
meningiomas, tumores selares o paraselares, me­ tiamina) que precipita la avitaminosis.
tástasis), hipertensión endocraneana, traumatismo, Se produce un petequiado hemorrágico protube­
infección o indeterminada. La parálisis aislada del VI rancia! y eventualmente mesencefálico, con com­
por lesión troncal se observa con mayor frecuencia promiso de núcleos oculomotores y vías cerebelo­
que en el caso de los otros nervios oculomotores, sas, que da lugar a oftalmoplejía (generalmente
particularmente en el glioma de protuberancia y en la extrínseca), ataxia y síndrome confusional. La le­
esclerosis múltiple. sión afecta particularmente a los núcleos integra­
Sindrome de Duane. No constituye una parálisis dores de los movimientos sacádicos (perihipoglo­
del VI, pero es un trastorno oculomotor neurogénico y so, vestibular medial e intersticial de Caja!), cuya
puede confundirse con ella. En este caso, hay agene­ función es sostener el escalón postsacádico y
sia de las motoneuronas del VI nervio y el recto exter- mantener la mirada en la dirección a la que se ha
no es inervado por el 111. En la aducción se produce dirigido. Inicialmente se afecta el escalón horizon­
una retracción del globo ocular y estrechamiento de la tal, y si la carencia de liamina se prolonga, el verti­
hendidura palpebral por contracción simultánea de los cal. Típicamente, los ojos vuelven a su posición ini­
rectos interno y externo. cial, en forma lenta, luego de un movimiento
Espasmo del reflejo de convergencia. También sacádico (el escalón de la mirada no se sostiene),
puede confundirse con la parálisis del VI. La tríada de lo que resulta clínicamente en un nistagmus indu­
este reflejo (convergencia, miosis, acomodación), de­ cido por la mirada, también llamado parético, bila­
sencadenada por la mirada próxima, persevera, y el teral por la índole sistémica de la afección.
paciente no puede luego divergir los ejes oculares en Síndrome de Mi/ler-Fisher. es una variante del sín­
la mirada a distancia. Generalmente, el trastorno pre­ drome de Guillain-Barré, en la que se produce una
domina de un lado, originando una esotropía que si­ desmielinización aguda de nervios periféricos (poli­
mula un déficit del VI, pero acompañada de miosis y neuropatía desmielinizante aguda). Se producen dé­
preservando los movimientos de ducción en el ojo ficit oculomotores bilaterales, ataxia y arreflexia. El
afectado. El espasmo tiende a ceder en la medida en grado de compromiso es variable, pero puede pro­
que no se provoque convergencia. gresar hasta la oftalmoplejía completa en pocos días.
Parálisis asociadas de varios nervios oculomo­ La pupila suele preservarse (parálisis extrínseca).
tores (oftalmop/ejías múltiples). Varias afecciones - Miastenia gravis: el trastorno se sitúa en la unión o
pueden originar parálisis de más de un nervio oculo­ placa neuromuscular, por la acción de anticuerpos
motor, mono o bilaterales. Las lesiones son nucleares dirigidos a los receptores de acetilcolina. Los mús­
o infranucleares. culos oculares se afectan en forma variable, con
frecuencia asimétricamente. La ptosis es caracte­
Causas de oftalmoplejías múltiples unilaterales rística, y suele acentuarse cuando se explora soste­
niendo el párpado contrario (ptosis reforzada), lo
· Aneurismas o fístulas del seno cavernoso. que pone de manifiesto contracción frontal compen­
• Disección carotídea espontánea. satoria, que se inhibe con esa maniobra. Típica­
mente, los déficit se agravan con la fatiga o hacia la
En ambos casos se comprometen los nervios en tarde. El compromiso agregado del orbicular de los
su paso por el seno cavernoso párpados, no inervado por los nervios oculomoto-

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62 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

res, ayuda al diagnóstico: la oclusión intensa de los se intenta desviar la mirada hacia el lado contrario.
ojos se fatiga rápidamente y el paciente "espía" a Puede producirse rotación de la cabeza en igual senti­
través de la hendidura palpebral. Los anticolineste­ do al de la mirada (desviación conjugada de cabeza y
rásicos mejoran el cuadro. ojos). La desviación conjugada es generalmente tran;
• Botulismo: bloqueo de la placa neuromuscular por sitoria. Al cabo de algunas horas o días, la mirada pue­
efecto de la toxina del Clostridium botulinum, gene­ de girar hasta la línea media en el plano horizontal,
ralmente de origen alimentario (conservas, chacina­ aunque más difícilmente hacia el lado opuesto a la le­
dos). El cuadro es agudo y rápidamente progresivo, sión. Cuando se lleva la mirada en esa dirección, pue­
y afecta a otros músculos del cuerpo. de aparecer nistagmo hacia el lado de la lesión.
Oftalmopatía tiroidea de Graves: en este caso la li­ Las crisis versivas son accesos paroxísticos, en los
mitación oculomotora es restricíiva por edema, infla­ que el enfermo desvía su cabeza y ojos, por lo gene­
mación e infiltración de los músculos y la órbita. Hay ral hacia el lado opuesto al foco irritativo, sin o con
proptosis o exoftalmos, retracción del párpado supe­ pérdida de conciencia, por descargas epilépticas ori­
rior, asinergia oculopalpebral (el párpado no acom­ ginadas en el lóbulo frontal (véase Epilepsias).
paña al descenso del ojo), "mirada brillante", signos Las lesiones parietales pueden causar déficit de la
de hipertiroidismo asociados y se observa infiltración mirada de seguimiento homolateral.
muscular y orbitaria en estudios de imágenes (tomo­ Las lesiones parietales bilaterales originan el sín­
grafía, resonancia). drome de Balín/, que muestra:
Miositis ocular inflamatoria. - imposibilidad de desplazar o dirigir la mirada (apra­
• Síndromes de oftalmop/ejía externa crónica progre­ xia de la mirada o espasmo de fijación);
siva: causados por enfermedades degenerativas o torpeza en alcanzar objetos con la mano por au­
heredofamiliares de lenta evolución, en las que la sencia de movimiento ocular (ataxia óptica);
oftalmoplejía forma parte de un cuadro más amplio, restricción visual periférica.
como las distrofias miotónica y oculofaringea, la Otras desviaciones conjugadas de la mirada hori­
abetalipoproteinemia de Bassen-Kornzweig, la en­ zontal pueden ser observadas por lesiones ubicadas
fermedad de Refsum, el síndrome de Kearns-Sayre en los pedúnculos cerebrales o en la protuberancia.
y la miopatía miotubular. Estas entidades se men­ En el síndrome de Foville "superior" o "peduncular"
cionan en otros capítulos de este libro. la lesión comprende el núcleo del 111, el haz corticoes­
pinal y el fascículo longitudinal medial, de asociación
Oftalmoplejías supranucleares entre núcleos oculares motores para la mirada conju­
gada. Se produce parálisis del motor ocular común
El control supranuclear de la motilidad ocular es homolateral, hemiplejía contralateral y parálisis de la
fundamentalmente el de la mirada conjugada. Las pa­ mirada conjugada hacia el lado opuesto a la lesión. La
rálisis supranucleares no afectan a un solo músculo parálisis de la mirada es entonces hacia el lado de la
ocular o a un solo ojo, sino que se alteran los múscu­ hemiplejía, y el paciente mira hacia el lado de la lesión
los asociados o sinérgicos de ambos ojos, producien­ (véase Motilidad).
do alteraciones de la mirada conjugada. No suele pro­ En el síndrome de Foville ''inferior'' o ''protuberan­
ducirse diplopía, salvo en el caso de las oftalmop/ejías cia/" la lesión comprende las fibras infranucleares del
supranucleares disconjugadas. VII, el haz corticoespinal, las fibras asociativas del fas­
cículo longitudinal medial ya entrecruzadas en la pro­
Oftalmoplejías supranucleares conjugadas tuberancia y la formación reticular paramediana ponti­
na. Se produce parálisis facial periférica homolateral a
De la mirada horizontal la lesión, hemiplejía contralateral que respeta la cara,
y además parálisis de la mirada lateral hacia el lado
La mayoría de las lesiones que las causan son de la lesión (el paciente mira entonces hacia el lado
vasculares (infartos o hemorragias). de la hemiplejía) (véase Motilidad).
Las lesiones frontales originan déficit de la mirada
sacádica contralateral. El paciente tiende entonces a De la mirada vertical
mirar hacia el lado de la lesión. En caso de proceso irri­
tativo, como hematoma o tumor, la desviación conjuga­ Las lesiones ta/árnicas por oclusión de las arte­
da es hacia el lado opuesto al de la lesión, por exacer­ rias del territorio vascular paramediano, que emer­
bación funcional del lóbulo frontal afectado. Si esta gen de la arteria cerebral posterior en el segmento
exacerbación es intensa, la mirada se desviará tónica­ proximal a su anastomosis con la comunicante pos­
mente, y puede observarse nistagmo hacia ese lado si terior, comprometen a los núcleos talámicos dorso-

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 63

m edia l e intralaminares. El cuadro lesiona! suele co­ miso olivopontocerebeloso). En la enfermedad de Par­
menzar con trastorno de conciencia. Hay disfasia kinson el compromiso oculomotor es escaso. En todas
hipofluente en las lesiones del lado dominante. Se estas entidades las manifestaciones más salientes y típi­
agrega hemiplejía o paresia contralateral, parálisis cas se producen en otros sectores del sistema nervioso,
de la elevación de la mirada conjugada (véase aba­ y por ello se mencionan en distintas partes de este texto.
jo síndrome de Parínaud), convergencia (síndrome Las crisis oculógiras son desviaciones bruscas y es­
de depresíón-convergencia) , anisocoria, "síndrome pasmódicas de la mirada conjugada, generalmente ha­
del uno y medio vertical" (parálisis de la mirada ver­ cia arriba o laterales, durante las que el paciente no rec­
tical de un lado y sólo de la elevación del otro, véa­ tifica la posición de sus ojos. Pueden acompañarse de
se abajo parálisis disconjugadas), u oftalmoplejía in­ trastorno atencional y otros movimientos involuntarios
ternuclear bilateral (véase abajo). esqueléticos. Se observan en la encefalitis letárgica,
Las lesiones ubicadas en la comisura posterior, por traumatismos, lesiones troncales de distintos tipos (vas­
donde discurre la proyección del núcleo intersticial de culares, infecciosas, tumorales), enfermedad de Wil­
Cajal a los núcleos oculomotores, originan caracterís­ son, enfermedad de Gilles de la Tourette, toxicidad far­
ticamente parálisis de la elevación (llamado indistinta­ macológica (neurolépticos, carbamazepina, litio), y
mente síndrome de Parinaud, pretectal, periacuedur;­ como manifestación paraneoplásica del cáncer de tes­
tal o mesencefálico dorsa◊, El reflejo fotomotor; és tículo (anticuerpos anti-Ta).
lento o está ausente. La acomodación se preserva. Se
alteran la convergencia y divergencia. Puede . haber Oftalmoplejías supranuc/eares disconjugadas
espasmo de convergencia con esotropía y limitación
en la abducción ("seudo-VI mesencefálico"), y retrac­ Pueden acompañarse de diplopía.
ción ocular al intentar la elevación, por dissinergia y
descarga anómala de núcleos oculomotores. De la mirada horizontal
En las lesiones del núcleo intersticial rostral del haz
longitudinal medial se observa parálisis del descenso. Oftalmoplejía intemuclear. Se produce por lesión del
La parálisis supranuclear progresiva (enfermedad fascículo longitudinal medial, que es la vía de asociación
de Steele-Richardson-Olszewski) es una demencia entre los núcleos oculomotores para la adecuada siner­
subcortical debida a acumulación encefálica de proteí­ gia de los movimientos oculares. Se caracteriza por:
na tau anómala y pérdida neuronal consiguiente (véa­ • déficit de aducción del ojo del lado afectado;
se Síndromes cognitivos). Se manifiesta, inicialmente, • nistagmo monocular en el ojo contralateral abductor.
paresia sacádica descendente, con seguimiento pre­ En la mirada primaria al frente los ojos suelen estar
servado. Los pacientes sólo logran mirada sacádica alineados. El trastorno es más evidente en la mirada
vertical circunvalando el ojo por fuera de la líñea me­ sacádica. El síndrome suele ser bilateral. Se observa
dia (signo del "rodeo"). También muestran déficit de en la esclerosis múltiple. Se ha descripto asimismo en
movimientos antisacádicos. Posteriormente se limitan isquemias, tumores, malformación de Chiari, sir'ingo­
los movimientos ascendentes y horizontales, sacádi­ bulbia, encefalitis troncal, encefalopatía de Wernicke,
cos y de seguimiento, y los palpebrales (apraxia pal­ traumatismos, causas toxicometabólicas (encefalopa­
pebra◊ , La enfermedad compromete los núcleos ros­ tía hepática, avitaminosis B 12, neurolépticos, fenitoína,
tral intersticial del fascículo longitudinal medial y barbitúricos), SIDA, heredoataxias, paraneoplasias.
dorsolaterales pontinos, tubérculos cuadrigéminos su­ La oftalmoplejía nuclear de la abducción (llamada
periores, substantia nigra y proyecciones frontales. también oftalmop/ejía intemuc/ear posterior) consiste
Como la oftalmoplejía es de tipo supranuclear, com­ en la ausencia de abducción voluntaria con preserva­
prometiendo esencialmente la oculomotricidad volun­ ción de la oculocefalovestibular refleja, y puede ser
taria, se preservan los reflejos oculocefálicos y oculo­ uní o bilateral. A veces hay nistagmo del ojo aductor.
vestibulares. Esta discociación semiológica es típica Síndrome del uno y medio de Fisher(figs. 3-19, 3-20
del cuadro. Se asocian, en la evolución, síndrome par­ y 3-21). Es motivado por una lesión de la formación reti­
kinsoniano, distonía con hiperextensión del cuello, re­ cular paramediana pontina, núcleo del VI y fascículo lon­
tropulsión con caída, blefaroespasmo, sonrisa distóni­ gitudinal medial del mismo lado. Se caracteriza por:
ca y demencia subcortical. • parálisis de la mirada conjugada hacia el lado de la
Otras afecciones de compromiso subcortical que lesión ("uno"),
comprometen la oculomotricidad supranuclear vertical - déficit del ojo aductor en la mirada hacia el lado
son: enfermedades de Wilson, Huntington, Whipple, opuesto ("medio"), con abducción preservada (único
Creutzfeldt-Jakob y Niemann-Pick, atrofias multisistémi­ movimiento horizontal preservado) y nistagmo del
cas, heredoataxias (en especial las que tienen compro- ojo abductor (como en la oftalmoplejía internuclear).

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64 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

puede haber inclinación cefálica, pero ello no suele su­


ceder, por lo que habitualmente no se produce inclina­
ción compensatoria de la cabeza {la prueba de Biels­
chowsky es negativa) (véase VIII par). Se atribuye a
Fig. 3-19. Sindrome del uno y medio. Lesión troncal izquierda.
desequilibrio en las aferencias otolíticas, que ascienden
Mirada al frente: exotropía derecha por preservación de la por el fascículo longitudinal medial hacia los núcleos
abducción derecha. (Gentileza doctor M. Pebet, Montevideo.) oculomotores. Las lesiones pueden situarse a lo largo
de todo el tronco cerebral o en el cerebelo. En las afec­
ciones bulbares o pontinas laterales, la lesión general­
mente se sitúa del lado del ojo hipotrópico. En las lesio­
nes pontinas mediales (fascículo longitudinal medial) y
mesencefálicas, del lado del ojo hipertrópico. A veces
Fig. 3-20. Síndrome del uno y medio. Lesión troncal izquierda. se produce una desviación sesgada alternante o perió­
Mirada a la izquierda: parálisis de la mirada conjugada ("uno"). dica, en la que un ojo se eleva y el otro desciende len­
(Gentileza doctor M. Pebet, Montevideo.) tamente (30 segundos), por intervalos de 60 segundos.
La desviación sesgada es un trastorno transitorio de
instalación brusca, generalmente debido a lesiones
vasculares, que suele retrogradar en pocas semanas.
Movimientos oculares anormales
Fig. 3-21. Síndrome del uno y medio. Lesión troncal izquierda.
Mirada a la derecha: ·déficit del ojo aductor ("medio') y abduc­ La mayoría se manifiesta como movimientos sacá­
ción preservada. (Gentileza doctor M. Pebet, Montevideo.) dicos anormales, causados por múltiples lesiones y
afecciones que predominan en el tronco cerebral, ce­
El reflejo oculocefalovestibular puede abolirse ho­ rebelo y ganglios basales, similares a las menciona­
molateralmente (generalmente en las lesiones más das para el nistagmo. Se mencionan seguidamente
caudales), como en las herniaciones uncales. A veces los movimientos más frecuentes.
se produce exotropía del ojo conlralaleral a la lesión, Intrusiones sacádícas: interfieren con la fijación vi­
porque la mirada conjugada se desequilibra a favor del sual desviando al globo ocular.
lado contrario, sólo que con déficit de aducción hacia Ondas cuadradas: desvían el ojo y tienden a man­
ese lado, resultando en exotropía. Otras veces se aso­ tener el escalón posterior al movimiento, hasta que
cia parálisis de VII homolateral (síndrome del "ocho y son corregidas por un rápido movimiento opuesto de
medio'). Las causas son similares a las de la oftalmo­ refijación. Frecuencia y amplitud variables.
plejía inlernuclear. Aleteo ocular: descargas de oscilaciones horizon­
tales en vaivén, breves e intermitentes, que se pre­
De la mirada vertical sentan en la posición primaria de la mirada. Se acom­
paña de sensaciones visuales subjetivas y mareos.
Parálisis monocular de la elevación. Las lesiones No suelen asociarse a patología.
prelectales, que más frecuentemente originan síndrome Aleteo psícógeno (nistagmo voluntario): algunas
de Parinaud, a veces causan parálisis de la elevación personas son capaces de inducirse movimientos ocu­
sólo unilaterales. Se la denomina también parálisis ele­ lares similares al aleteo facticia o voluntariamente.
vadora doble, porque compromete a ambos músculos Pueden ser horizontales o verticales. Cede si se obli­
elevadores de un ojo (recio superior y oblicuo menor). ga al paciente a mantener los ojos abiertos, y suele
Síndrome del uno y medio vertical. Consiste en pa­ ser precedido o acompañado por mirada fija, que el
rálisis total de la mirada vertical de un lado y sólo de la paciente requiere para desencadenarse el fenómeno.
elevación del otro, o, dicho en otros términos la asocia­ Opsoclonus (bailoteo ocular, dancing eye, sacado­
ción de síndrome de Parinaud con parálisis agregada manía): movimientos sacádicos rápidos, amplios,
del descenso de uno de los ojos. Más raramente, la conjugados, multidireccionales y repetitivos. Persiste
parálisis bilateral es del descenso y la unilateral del as­ con la oclusión palpebral. Revela compromiso de las
censo (parálisis total de la mirada vertical de un lado y neuronas omnipausa que normalmente inhiben las
sólo del descenso del otro). Se vinculan a lesiones neuronas de descarga (véase Movimientos oculares
vasculares mediales del tálamo y mesencéfalo. sacádicos). Se observa como manifestación paraneo­
Desviación sesgada u ob/ícua (skew devíatíon). Los plásica de neoplasias sistémicas (melanoma, xieuro­
ojos están mal alineados verticalmente. Si hay torsión blastoma en los niños), encefalitis, lesiones troncales.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 65

Trastorno en el inicio o control de que habitualmente coincide con la dirección hacia


movimientos sacádicos la que el paciente tiene que mirar para ponerlo de
manifiesto. Por ejemplo, nistagmo a la derecha
Lesiones hemisféricas o co/iculares: pueden impe­ significa una desviación involuntaria lenta de los
dir o retardar la mirada conjugada sacádica hacia el ojos a la izquierda corregida por la mirada volun­
lado de la lesión o el lado contrario, según cuál sea su taria con movimientos rápidos a la derecha.
localización (véase Control cortical de los movimien­ - El nistagmo puede detenerse tras algunas osci­
tos oculares sacádicos). laciones (nislagmo agotable) o continuar ininte­
Apraxía ocular: el paciente no puede efectuar mo­ rrumpidamente (nístagmo inagotable).
vimientos sacádicos voluntariamente, pero se preser­
van los movimientos sacádicos reflejos. Cuando es Exploración
congénita, es en general horizontal y se acompaña de
sacudidas cefálicas destinadas a cambiar el punto de El nistagmo puede obseNarse espontáneamente o
fijación visual, lo que no puede lograrse con la oculo­ inducirse por determinadas maniobras.
motricidad voluntaria. Cuando es adquirida, puede ser Para explorar el nistagmo horizontal se hace mirar
horizontal o vertical y se debe a lesiones bihemisféri­ al paciente en forma máxima hacia uno y otro lado
cas o gangliobasales que comprometen el control de (mirada extrema hacia la derecha o izquierda). En la
la motilidad sacádica, o a heredoataxias. mirada extrema a la derecha, si existe un nistagmo rít­
Dismetría sacádica: se produce una dismetria de­ mico horizontal, se verá que los ojos realizan un mo-
bida a ataxia de origen cerebeloso. El paciente "se pa­
sa" o "se queda corto" en sus movimientos rápidos de
fijación visual.

Nistagmo o nistagmus

Es un fenómeno oculomotor que, según las cir­


cunstancias, puede ser normal o anormal. Depende
del control nuclear, supranuclear y vestibular de los
movimientos oculares, y debe por ello ser evaluado
separadamente del resto de la motilidad ocular.
- Consiste en oscilaciones motoras involuntarias
de los globos oculares.
- Se debe a la presencia de un movimiento involun­
tario lento de los ojos, que tiende a desviarlos del Fig. 3-22, Esquema del nistagmo ritmico o en resorte. Al iniciar­
se el nislagmo se produce una fase lenta larga a, el globo
punto hacia donde se dirige la fijación de la mira­ ocular va de A a A', luego retrocede rápidamente de A' a A"
da. Esta fijación resulta en un movimiento de di­ (fase rápida b}, a la que sigue la fase lenta e que va de A" a A'.
rección contraria, generalmente más rápido y de El nistagmo conlinúa, alternándose estas dos últimas fases.
aspecto sacádico. El nistagmo es la consecuencia
de la confrontación de ambos movimientos.
- Tiene así dos fases: una lenta (la desviación in­ A A
voluntaria de base) y otra rápida (el movimiento
� 4,, r.: -----,.4,,

.
1 I
de fijación que se le opone). Esta es su expre­
I

1
J 1 I

.
1

I
1
sión más frecuente y se denomina nistagmo rít­
I
1
1 I

m ico o en resorte (fig. 3-22).


1 I 1 J
\
I 1 J
- Con menos frecuencia, ambas fases son de si­
1 I
I
I 1
milar duración: es el nistagmo oscilatorio o pen­ ' I
I 1
1 1
dular (fig. 3-23).
I , I

El nistagmo puede mostrar oscilaciones en sen­ J

tido horizontal (es lo más habitual), vertical, cir­


cular (rotatorio, torsional) u oblicuo.
- Es por lo general bilateral o binocular, y simétrico, Fig, 3-23, Esquema del nistagmo pendular. Teniendo como
menos frecuentemente unilateral o monocular. centro A, los globos oculares describen un movimiento igual en

A' A y A A" son iguales.


- El nistagmo se designa según la dirección de la longitud, amplilud y velocidad a derecha e izquierda. Los arcos
fase rápida (la dirección de la mirada voluntaria)

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66 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

vimiento lento a la izquierda (fase lenta), sucedido por mueve o rota de un lado a otro. En condiciones nor­
uno rápido a la derecha (fase rápida), para volver lue­ males la fase rápida del nistagmo se dirige en senti­
go a retroceder lentamente a la izquierda (nueva fase do contrario al del desplazamiento de la cinta o tam­
lenta), y así sucesivamente (fig. 3-22). bor. Distintas lesiones corticales o subcorticales
El nistagmo vertical se explora en las miradas ex­ pueden alterar o hacer desaparecer el reflejo y nis­
tremas hacia arriba y abajo. tagmo optocinéticos.
El nistagmo rotatorio puede ser franco y evidente, El nistagmo se puede registrar gráficamente por
pero cuando es leve es más difícil de detectar. Es útil medios eléctricos (electronistagmografía) que sumi­
tomar como reparo un vaso sanguíneo de la conjunti­ nistran, durante los movimientos del globo ocular, un
va bulbar y ver si muestra algún movimiento. trazado de cambios de potencial cuyas desviaciones
El nistagmo debe explorarse con y sin fijación de la se traducen en oscilaciones hacia arriba y hacia aba­
mirada, porque puede variar en una u otra situación. jo de la curva gráfica, y cuya valoración se efectúa
Para ello se lo observa en el fondo de ojo, en la medi­ cuantitativamente mediante el análisis de la duración,
da de lo posible, con la mirada conjugada dirigida ha­ dirección, frecuencia y amplitud del nistagmo.
cia un lado U otro (pudiendo así además detectarse
nistagmos leves, no visibles a simple vista), al tanto Físíopato/ogía
que al paciente se le hace fij ar la mirada con el ojo
contrario. Luego se apaga la luz mientras se continúa El nistagmo aparece cuando existe una perturba­
observando el fondo de ojo a oscuras, es decir en au­ ción en el control del equilibrio motor de los movimien­
sencia de fijación. En caso de nístagmo los vasos re­ tos oculares, ocasionada por lesiones del laberinto,
tinianos oscilan en sentido opuesto al del globo ocu­ nervio y núcleos vestibulares, o de sus conexiones
lar: en el nístagmo con la mirada y fase rápida a la con los núcleos oculomotores y cerebelo.
derecha, ellos muestran su fase rápida hacía la iz­ Nistagmo laberíntico o vestibular. La lesión se si­
quierda, y viceversa. túa en el aparato vestibular. Los movimientos oculares
También se buscará el nistagmo en diferentes po­ de origen vestibular son involuntarios y tienen como fin
siciones, en las que puede variar: de pie, sentado, y estabilizar la posición de los globos oculares cuando
en decúbitos dorsal y lateral derecho e izquierdo. ellos y la cabeza se mueven. Los cambios posicionales
En condiciones normales pueden producirse dos cefálicos son detectados por los conductos semicircula­
o tres oscilaciones de nistagmo breve y agotable en res del aparato vestibular del oído interno, cuya endo­
la mirada extrema lateral (nístagmo agotable induci­ linfa se desplaza y estimula sus receptores ampulares.
do por la mirada). Además, el nistagmo puede pro­ Cuando la cabeza rota horizontalmente, se estimula el
vocarse, al girar la persona en un sentido determi­ conducto semicircular del lado hacia el cual se produce
nado, o al mirar los árboles que pasan rápidamente la rotación, mientras que su homólogo contralateral se
a través de la ventana de un vehículo en marcha. Es inhibe. Los estímulos excitatorios discurren por el ner­
el nístagmo optocínétíco. Consiste en que la fij ación vio vestibular hacia los núcleos vestibular medial y del
visual en la imagen sucesiva de los árboles, que se motor ocular externo (VI) contralateral, y los inhibitorios
mueven en dirección contraria a la del vehículo, es­ hacia subnúcleos oculomotores antagonistas, ocasio­
timula a los núcleos vestibulares a través de la vía nando la desviación de la mirada hacia el lado contra­
visual, las áreas pretectales y los núcleos pontínos, rio, en dirección opuesta al del movimiento de la cabe­
originando un movimiento ocular de seguimiento, za (reflejo oculovestíbular, véase Movimientos oculares
contrario a la dirección del vehículo: el reflejo opto­ de origen vestibular en Control supranuclear de la mo­
cinético (fase lenta). El cambio de fij ación de un ár­ tilidad ocular; VIII par).
bol al siguiente se hace rápidamente por medio de Cuando1m vestíbulo se lesiona, predomina funcio­
un movimiento ocular sacádíco: el nistagmo optocí­ nalmente el reflejo oculovestibular del vestíbulo con­
nétíco (fase rápida). El reflejo y nistagmo optociné­ trario, que descarga sobre el núcleo del'VI del lado le­
ticos aparecen después de 1 0-20 segundos de la­ sionado. El resultado es una desviación lenta de la
tencia, y desaparecen lentamente luego de la mirada conjugada hacía el lado afectado (fase lenta
supresión del estímulo (posnístagmo optocínétíco) del nístagmo), con un movimiento de refijacíón más
(véase Movimientos oculares de origen vestibular rápido hacía el lado contrario (fase rápida del nístag­
en Control supranuclear de la motilidad ocular, del mo). La fase lenta se acentúa en la oscuridad y, por
presente capítulo). acción del cerebelo, disminuye con la fijación. Si éste
La presencia de nistagmo optocinético se explora también está comprometido, el nistagmo no varía con
haciendo fijar la mirada en una cinta o tambor rotato­ la fijación. En una lesión vestibular derecha la fase
rio con · barras verticales blancas y negras, que se lentél del nistagmo es a la derecha y la fase rápida a

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 67

la izquierda. Se pone más de manifiesto en la mirada Alteraciones


hacia la izquierda, por el efecto del reflejo oculovesti­
bular izquierdo (preservado), que tiende a desviar la Oscilopsias. Es la sensación subjetiva de osc;ila­
mirada lentamente hacia la derecha. Lo contrario ocu­ ciones en el medio que nos rodea. No son oscilopsias
rre cuando se produce una sobreestimulación vestibu­ las sensaciones giratorias o rotatorias subjetivas u ob­
lar por irritación (laberintitis). El nistagmo vestibular se jetivas que constituyen el vértigo, desarrollado en la
debe entonces a un desequilibrio en el control oculo­ sección del nervio vestibular (VIII nervio craneano).
motor vestibular. Las oscilopsias pueden producirse por:
El reflejo oculovestibular no se observa espontánea­ Nistagmo rítmico horizontal o vertical: el medio
mente, pero puede ponerse de manifiesto por medio de se mueve en dirección opuesta al de la fase len­
pruebas calóricas instilando agua fría o caliente en el ta del nistagmo. No hay oscilopsia durante la fa­
conducto auditivo externo (véase VIII nervio craneal). se rápida.
Nistagmo parético, Las neuronas excitatorias pa­ - Nistagmo pendular: el movimiento se percibe en
ra movimientos sacádicos horizontales, de la forma­ vaivén (fig. 3-23).
ción reticular paramediana pontina, descargan sobre - Compromiso laberíntico: coincide con los movi­
el núcleo del VI, generando un movimiento, sacfldico mientos cefálicos, en particular la rotación rápida.
horizontal de la mirada hacia el lado estimulado. El Son oscilopsias posicionales breves. Se autolimi­
núcleo del VI contralateral se inhibe en forma refleja. tan o pueden evolucionar a vértigo, según el movi­
El desplazamiento así alcanzado (escalón) se mantie­ miento o posición cefálica.
ne por acción de los núcleos integradores: perihipo­ - Mioquimias de los músculos oculomotores.
gloso (prrepositus hypoglossi) y vestibular medial. Las El nistagmo puede producirse en ambos ojos si­
neuronas excitatorias para movimientos sacádicos métricamente (binocular simétrico, que puede ser
verticales del núcleo rostral intersticial del fascículo conjugado o disconjugado), asimétricamente predo­
longitudinal medial (mesencéfalo) descargan hacia los minando en un ojo (binocular asimétrico), o en un
núcleos de los elevadores y depresores del ojo, que ojo solo (monocular).
se estimulan o inhiben sinérgicamente, y originando
movimientos sacádicos verticales. El escalón se man­ Nistagmo binocular simétrico conjugado. Am­
tiene por acción del núcleo integrador intersticial de bos ojos oscilan en la misma dirección. Puede ser rít­
Caja/ (véase Movimientos oculares sacádicos). mico o pendular.
Las lesiones de las neuronas de descarga produ­ Rítmico, espontáneo:
cen déficit motor de los movimientos sacádicos, impo­ Nistagmo vestibular periférico (lesión canalicular o
sibilitándolos. En cambio, cuando se lesioné!n los nú­ laberíntica):
cleos integradores, el movimiento .sacádico se efectúa Se asocia a vértigo franco.
normalmente, pero luego el escalón [IO se sostiene, y - Generalmente hay hipofunción del lado lesionado.
los ojos vuelven lentamente a su posición inicial, hori­ - Horizontal: fase rápida hacia el lado sano, lenta
zontal o vertical según el núcleo afectado. Esto resul­ hacia el afectado,
ta clínicamente en un nistagmo persistente o inagota­ - Se acentúa en la mirada hacia el lado sano, o
ble inducido por la mirada, o nistagmo parético, hacia la dirección de la fase rápida.
habitualmente bilateral, con fase lenta hacia el lado - Se acentúa en la oscuridad (sin fijación), dismi­
contrario al de la dirección de la mirada. Cuanto más nuye con la fijación.
se aleja ésta de la lína media más se acentúa el nis­ - En la lesión laberíntica, puede haber un compo­
tagmo. El nistagmo parético se debe entonces a com­ nente rotatorio con torsión del polo superior ocu­
promiso de los integradores de los movimientos ocu­ lar hacia el lado lesionado.
lares sacádicos. Nistagmo vestibular central (lesión vestibular nuclear):
Nistagmo cerebeloso. Las lesiones cerebelosas Vértigo escaso o ausente.
ocasionan múltiples variedades de nistagmo, que se­ - Hipofunción del lado lesionado.
rán descriptas individualmente, cuya fisiopatología no Horizontal: fase rápida hacia el lado sano, lenta
ha sido del todo dilucidada. En algunos casos la lesión hacia el afectado,
de determinadas áreas del cerebelo provoca tipos de - Se acentúa en la mirada hacia el lado sano, o
nistagmo característicos. hacia la dirección de la fase rápida.
Nistagmo congénito. Se vincula a inestabilidad No varía con la oscuridad o fijación.
en el control de los movimientos oculares de segui­ Nisfagmo alternante periódico:
miento lento, y es generalmente horizontal y pendular, - En la mirada central, horizontal.
con ambas fases de similar velocidad. - No hay vértigo.

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68 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Cambio de fases (rápida/lenta) alternante, hacia con maniobras de exploración, en particular movi­
uno y otro lado, cada 1 -2 minutos. mientos oculares horizontales o verticales. Además,
Se pueden asociar eventuales oscilaciones pueden mencionarse las variedades siguientes:
verticales, y otros movimientos oculares anor­ Nistagmo parético:
males. - Se debe a compromiso de los integradores de
Se vincula a lesiones de la úvula y el nódulo ce­ los movimientos oculares sacádicos: no se
rébelosos, con desinhibición de la respuesta mantiene el escalón del movimiento sacádico
vestibular a la rotación cefálica y sobrerreacción inducido (véase Fisiopatología).
vestibular compensatoria. - Al hacer desviar la mirada horizontal o vertical­
Se acentúa en la oscuridad (sin fijación), dismi­ mente, los ojos vuelven lentamente a su posi­
nuye con la fijación. ción inicial en la línea media.
- Causas: patología de charnela craneocervical, Fase lenta hacia el lado contrario al de la direc­
malformación de Chiari, heredoataxias, lesiones ción de la mirada.
vasculares, desmielinizantes, tumores. Nistagmo de rebote:
Nistagmos farmacológicos: - Se obtiene nistagmo en la mirada lateral, que se
- Horizontal, vertical o rotatorio. agota.
- Causas: ansiolíticos, difenilhidantoínas, carba- Manteniendo la mirada desviada, el nistagmo
mazepina y otros anticonvulsivantes. reaparece, a veces invirtiendo las fases (fase
Nistagmo epiléptico: lenta hacia el lado desviado).
En crisis parciales motoras. - Se acentúa si los ojos vuelven a la posición medial.
- Horizontal. Nistagmo del vértigo benigno posicional
Con desviación contraversiva y fase rápida ha­ (véase Vértigos):
cia el lado de la desviación, por estimulación de - Se asocia a vértigo en el cambio posicional, en
los campos oculares corticales frontales y parie­ especial al acostarse o rotar en decúbito dorsal.
tales de control de movimientos oculares sacá­ - Se debe a disfunción de los conductos semicir­
dicos. cular posterior o lateral (carialolitiasis, trauma­
Con desviación ipsiversiva y fase lenta hacia el tismos craneales).
lado de la desviación, por estimulación de la - Se induce vértigo y nistagmo con el brusco cam­
corteza occipital y parietal de control de movi­ bio posicional en el plano del conducto explora­
mientos oculares de seguimiento lento. do (oblicua hacia atrás para el conducto poste­
Nistagmo rotatorio: rior o rotación cefálica para el lateral: maniobras
- Lesiones vasculares, tumores, desmielinización de Hallpike, descriptas en Vértigos).
troncales. Siringomielia y siringobulbia, Chiari, - En la afección del conducto semicircular poste­
traumatismos. rior el nistagmo inducido es rotatorio, batiente
Nistagmo vertical batiente hacia abajo (downbeat hacia el suelo.
nystagmus): En la afección del conducto semicircular lateral
Fase rápida hacia abajo. el nistagmo inducido es horizontal, con las ca­
Se acentúa en la mirada hacia abajo, y a veces racterísticas descriptas para los nistagmos ves­
lateral hacia abajo. tibulares.
- Causas: patología de charnela, lesiones cerebe­ - Los nistagmos se observan mejor con la mirada
losas, tumores de tronco y fosa posterior, lesio­ dirigida hacia el lado de la maniobra.
nes vasculares o desmielinizahtes de tronco, en­ Nistagmo de convergencia:
cefalitis, siringomielia y siringobulbia, Chiari. - 1 nducido por la convergencia ocular.
Nistagmo vertical batiente hacia arriba (upbeat - Generalmente vertical hacia abajo, pero puede in-
nystagmus): ducirse también nistagmo hacia arriba u horizontal.
- Fase rápida hacia arriba. Causas: desmielinización, lesiones vasculares
- Se acentúa en la mirada hacia arriba. de tronco.
Causas: lesión de las vías de los conductos se­ • Pendular:
micirculares anteriores, infartos bulbares media­ Nistagmo congénito:
les, lesiones cerebelosas, tumores de tronco y ldiopático, ocasionalmente familiar.
fosa posterior, p<)raneoplásico. - Comienza en la infancia o adolescencia.
• Rítmico, inducido por maniobras de exploración: - En general aislado.
Se debe a causas similares a las del nistagmo rít­ - Asintomático, sin oscilopsias.
mico espontáneo, que puede acentuarse, o aparecer, - Horizontal, raramente vertical o rotatorio.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 69

- Se acentúa con la fijación. Habitualmente pendular, rítmico en las lesiones


- La fase rápida del reflejo optocinético se dirige en bulbares.
el mismo sentido del desplazamiento de la cinta - Se vincula a compromiso del núcleo intersticial
de exploración (nistagmo optocinético invertido). de Cajal, integrador del escalón de los movi­
- Habitualmente pendular, puede ser rítmico, en mientos oculares sacádicos verticales.
cuyo caso la fase lenta aumenta de velocidad - Causas: lesiones d$1 diencéfalo medial que com­
cuandq los ojos se dirigen en el mismo sentido. primen el tronco (tumores paraselares), tálamo,
- Se asocia a: albinismo, retinopatías, acromatop­ bulbo lateral (infartos), traumatismos, siringo­
sia, atrofia óptica de Leber y otras patologías of­ mielia y siringobulbia, Chiari, congénito.
tálmicas. • Horizontal:
. Nistagmo latente: Nistagmo de convergencia-retracción:
- Aparece sólo con la oclusión de un ojo. - Aducciones sacádicas rápidas, bilaterales y es­
- Rítmico (ocasionalmente pendular). pontáneas que retraen o hunden los ojos en las
- Horizontal, a veces componente rotatorio. órbitas.
- Fase lenta en sentido nasal, rápida hacia el ojo Pueden desencadenarse con la mirada hacia
fijador (no ocluido). arriba, o desplazando la cinta de exploración
- El ojo ocluido se desvía hacia arriba. optocinética de arriba hacia abajo.
- Se asocia a estrabismo divergente. - Causas: lesiones mesencefálicas pretectales,
- Suele detectarse al examinar monocularmente Chiari.
la agudeza visual. Nistagmo de divergencia:
Nistagmo latente manifiesto: - Abducciones sacádicas rápidas bilaterales y es­
- En presencia de estrabismo. pontáneas, con fase lenta bilateral hacia arriba
Nistagmo rítmico del ojo fijador. y adentro.
- Suele existir ceguera monocular, que pone de - Se asocia a nistagmo vertical hacia abajo.
manifiesto un nistagmo latente en el ojo cuya vi­ - A veces recurrente con fase lenta divergente y
sión se preserva (ojo fijador). correctiva rápida.
Nistagmo pendular adquirido: - Causas: Chiari, encefalopatía hepática.
Horizontal, vertical o rotatorio. Miorritmia oculomasticatoria:
- Oscilopsias. - Convergencia-divergencia pendular.
- Puede ser simétrico, asimétrico, disconjugado o - Contracción de músculos masticatorios coinci-
monocular. dente con la convergencia, elevando la mandí­
- Causas: lesiones de tronco (vasculares, des­ bula, y relajación coincidente con la divergencia,
mielinizantes, tumores), con frecuencia múlti­ descendiéndola.
ples, particularmente en el tegmento pontino, el - Se puede asociar parálisis de la mirada vertical,
núcleo vestibular medial y el núcleo rojo. somnolencia y deterioro cognitivo.
Seudonistagmo pendular horizontal: Causa: enfermedad de Whipple.
- Asociado a temblor cefálico horizontal o negativo.
- Se debe a continuo reajuste del reflejo aculo- Nistagmo binocular asimétrico, nistagmo
vestibular por efecto del temblor. monocular
- Cede si se impide el temblor fijando la cabeza. Spasmus nutans:
Mioclonia oculopalatina: Flexión cefálica intermitente, irregular (horizon­
- Asociado a mioclonía palatina (véase Mioclonías). tal, vertical o ambas).
- Lateral y rotatorio, coincidiendo con el lado en el - Postura cefálica anormal, en rotación o inclinación.
que predomina o se manifiesta la mioclonía pa­ - Nistagmo rápido, generalmente horizontal, uni-
latina, o medial, vertical y simétrico. lateral o asimétrico.
- Comienza en el primer año de vida, remite es­
Nistagmo binocular simétrico disconjugado. pontáneamente en pocos meses o años.
Los ojos oscilan en dirección distinta u opuesta. - Se asocia a vicios de refracción, trastornos vi­
• Vertical: suales y compresiones tumorales de nervio y
Nistagmo en serrucho: quiasma ópticos, que deben investigarse.
- Un ojo asciende y rota hacia adentro (intorsión Nistagmo secundario a ceguera monocular:
o inciclotorsión), el contrario desciende y rota - Monocular, en el ojo afectado.
hacia afuera (extorsión o exciclolorsión). - Pendular, vertical y lento.
- Los movimientos verticales son disconjugados, - En niños puede ser horizontal y rápido.
los de torsión son conjugados. - Puede mejorar si se corrige el déficit visual.

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70 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Nistagmo pendular adquirido monocular Ptosis pa/pebral


(véase Nistagmo pendular adquirido):
- Se observa en infartos talámicos y peduncula- Semiológicamente la ptosis del párpado superior
res (vertical y descendente). se caracteriza por:
Oftalmoplejía internuclear - descenso del párpado (su borde inferior está
(véase Oftalmoplejías supranucleares disconjuga­ normalmente 3 mm sobre el reflejo de la luz
das de la mirada horizontal): frontal en la córnea);
En la mirada lateral, nistagmo del ojo abductor y - borramiento del pliegue palpebral;
paresia del aductor. - si en la mirada al frente se observa contraído el
- Se debe a compromiso del fascículo longitudinal músculo frontal, la ptosis debe explorarse soste­
medial, de asociación entre los núcleos oculo­ niendo con el dedo el párpado contrario al ob­
motores. servado, de modo de inhibir la contracción del
- Causa: desmielinización, lesiones vasculares. frontal (ptosis reforzada).

Párpados Causas infranucleares y nucleares de ptosis:


Locales y de partes blandas:
En reposo, el párpado superior cubre la córnea seudoptosis (edema, inflamación, hematomas
superior, ocultando una mínima parte del iris. El pár­ palpebrales u orbitarios);
pado inferior se ubica por debajo del reborde cornea­ patologías y cirugías oftálmicas;
no inferior. uso de lentes de contacto;
El párpado superior se eleva por acción de su desinserción del tendón del elevador (edad
músculo elevador, inervado por el 111, sinérgicamen­ avanzada);
te con la elevación de la mirada. Si ésta es extrema, - congénita (fibrodistrofia del elevador, el párpado
también lo hace el músculo frontal. El párpado supe­ ptosado no acompaña los movimientos del ojo).
rior desciende; por inhibición de su músculo eleva­
dor, sinérgicamente con el descenso de la mirada. A Miopalías:
estos fenómenos se los denomina sinergia oculopal­ - miopatías (distrofias miotónica, oculofaríngea).
pebral.
Los músculos accesorios lisos de Müller retraen los Enfermedades de la placa neuromuscular:
párpados, aumentando así la hendidura palpebral. miastenia gravis (se agrava con el esfuerzo en
Contribuyen por lo tanto a elevar el superior, y des­ la elevación sostenida de la mirada);
cienden el inferior. - síndrome de Eaton-Lambert (mejora con el es­
La oclusión palpebral intensa se hace por acción fuerzo);
del músculo orbicular, inervado por el VII (véase Ner­ - botulismo.
vio facial).
El parpadeo mantiene húmedo el globo ocular, dis­ Neuropatías:
tribuyendo uniformemente la secreción lagrimal sobre parálisis del 111 (ver sus causas);
la conjuntiva y la córnea, y dirigiéndola hacia los con­ - slndrome de Horner (ver sus causas);
ductos lagrimales. Es una función destinada a la pro­ - slndrome de Miller-Fisher (forma cllnica del sín-
tección ocular. Se produce por mínimas contracciones drome de Guillain-Barré).
del músculo orbicular.
El tono del músculo elevador se inhibe por la fatiga Lesiones nucleares: lesión del sector caudal del
y la somnolencia. Esta función es controlada por la núcleo impar medial (vascular, desmielinizante).
formación reticular a través de la sustancia gris peria­
cueductal, situada inmediatamente por detrás del nú­ Causas supranucleares de ptosis:
cleo motor del III y su subnúcleo medial para los ele­ - lesiones troncales o hemisféricas de múltiples
vadores palpebrales (véase Anatomía). orígenes (vasculares, desmielinizantes, tumora­
les, inflamatorias).
Alteraciones
Retracción y rezago palpebrales
Los párpados pueden alterarse cayendo o des­
cendiendo (ptosis), o retrocediendo y aumentando Semiológicamente el párpado retrocede y descu­
el tamaño de la hendidura palpebral (retracción y bre el reborde cornea! superior, exponiéndose la es­
rezago). clerótica por encima. Ello puede deberse a retracción

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 71

activa del músculo elevador o a su rezago motor, por - síndromes parkinsonianos;


asínergía oculopalpebral. - epilepsia.

causas infranucleares y nucleares de retracción Apraxia de la oclusión palpebral (apertura ocular


y rezago: compulsiva, impersistencia motora de la oclusión palpebraO
Locales y de partes blandas:
patologías y cirugías oftálmicas; El paciente no puede ocluir voluntariamente los
- exoftalmos; párpados, aun cuando la oclusión refleja (por ej. cor­
_ proptosis (tumores retroorbitarios, meningioma neopalpebral) se preserva, o si lo hace no puede man­
de la hendidura esfenoida!). tenerlos cerrados y los reabre. Se atribuye a una
acentuación funcional del elevador del párpado supe­
Miopatías: rior por desinhibición cortical. Se observa en lesiones
hípertiroidismo y enfermedad de Graves-Basedow: frontales no dominantes o bilaterales, en la parálisis
retracción en la mirada al frente (vinculada a hiper­ supranuclear progresiva, esclerosis lateral amiotrófica
función adrenérgica), asinergia oculopalpebral en el y enfermedad de Jakob-Creutzfeldt.
descenso de la mirada (signo de von Graefe);
distrofia miotónica (enf. de Steinert), cuani::lo se Apraxia de la apertura palpebral
induce una elevación sostenida de los párpados;
- paramiotonía congénita (enfermedad de Eulen­ El paciente no puede abrir voluntariamente los
burg): es una de las parálisis periódicas por cana­ ojos, y trata de hacerlo llevando bruscamente su ca­
lopatía (véase Tono). El párpado se contractura y beza hacia atrás. A veces recurre a la apertura ma­
retrae bajo efecto del hielo, siguiendo posterior­ nual. En este caso, al contrarío del anterior, hay una
mente una paresia transitoria. sobreinhíbición cortical del elevador palpebral que el
paciente no puede vencer. Se observa en lesiones he­
Enfermedades de la placa neuromuscular: misféricas derechas o bilaterales.
- miastenia gravis: retracción secundaria al esfuerzo
por elevar los párpados, en la elevación de la mi­ Blefarospasmo
rada descendida (signo de Cogan), o en la mirada
al frente luego de sostenerla en elevación. En algunas afecciones extrapiramídales (síndro­
mes parkinsonianos, parálisis supranuclear progresi­
Neuropatías: va, atrofias multisistémicas) se produce blefarospas­
parálisis facial: la retracción puede producirse
·· mo con imposibilidad de abrir los ojos (véase síndrome
en el párpado superior o inferíor; - de Meige en Movimientos anormales). A diferencia de
reinervación anómala posterior a parálisis del 111; lo que sucede en la apraxia de la apertura paJpebral
slndrome de hiperfunción adrenérgica oftálmica (el paciente "no puede abrir los ojos"), en el blefaros­
(Pourfour du Pelit o Claude Bernard) asociado a pasmo se produce una distonía del orbicular de los
midriasis e hiperhidrosis facial; párpados que origina su oclusión involuntaria (al pa­
- fenómeno de Marcus Gunn: elevación o retrac­ ciente "se le cierran los ojos"). Clínicamente resulta a
ción de un párpado ptosado al mover la mandí­ veces difícil diferenciar una situación de otra y ambas
bula, con la boca abierta, hacia el lado opuesto pueden superpo_nerse.
al de la ptosis (véase Parálisis del 111).
Lesiones nucleares: VIII par (nervio auditivo, nervio
de los núcleos mediales de la comisura poste­ cocleovestibular)
rior: la retracción es bilateral, no hay asinergia
oculopalpebral; El VIII par craneano, nervio auditivo o cocleovestibu­
lesión de núcleo oculomotor que comprende lar, es un nervio sensorial, formado por dos porciones
además los núcleos mediales de la comisura funcionalmente distintas: el nervio coclear, que conduce
posterior: ptosis del lado de la lesión oculomoto­ al sistema nervioso central los estímulos auditivos capta­
ra y retracción palpebral del contrario (síndrome dos por la cóclea, órgano de la audición, y el nervio ves­
palpebral más-menos). tibular, que conduce al neuroeje los estímulos de acele­
ración corporal recogidos por el sáculo, utrículo y
Causas supranucleares de retracción y rezago: conductos o canales semicirculares, órganos del equili­
- parálisis supranuclear progresiva; brio. Estos y la cóclea forman parte del oído interno.

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72 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Anatomía grupos de ramas: ascendentes, que terminan en tres nú­


cleos vestibulares, situados por debajo del suelo del IV ven­
El nervio cocleovestibular está constituido por dos tipos trículo: el núcleo lateral de Deiters, el núcleo medial de Sch­
de fibras: wa/be, y el núcleo superior de Bechterew, y descendentes
1. Fibras sensitivas aferentes somáticas especiales (ASE) ("raíz inferior del acústico"), que se dirigen hacia el núcleo
de tipo exteroceptivo (auditivas): vestibular inferior o descendente de Ro/ler, que se fusiona
células de origen: ganglio espiral (de Corti) de la có­ por su extremidad inferior con el núcleo de Burdach.
clea; El tronco macroscópico del nervio cocleovestibular resul­
ramas distales: a través de los conductillos de la lá­ ta de la reunión de sus dos raíces interna y externa, y se di­
mina espiral, terminan en el órgano espiral de Corti rige hacia el conducto auditivo interno, en el que se introduce
(cóclea), en receptores especiales (células vellosas o acompañado por el nervio facial y el intermediario de Wris­
ciliadas); berg desde su origen en el bulbo. Al llegar al fondo del con­
ramas proximales: constituyen el nervio coclear y ter­ ducto auditivo interno, se divide en dos ramas terminales:
minan en los núcleos cocleares ventral y dorsal. una rama anterior o coclear que se distribuye por el
2. Fibras sensitivas aferentes somáticas especiales (ASE) caracol o cóclea. Los receptores auditivos en el cara­
de tipo propioceptivo (vestibulares): col son las células vellosas o ciliadas del órgano de
células de origen: ganglio vestibular de Scarpa (mea­ Corti. Los receptores del ápex de la cóclea son sen­
. to auditivo interno); sibles a l¡¡s frecuencias tonales bajas (tonos graves),
ramas distales: terminan en las máculas del sáculo y mientras que lós de la base coclear responden a fre­
utrículo, y en las crestas (y sus receptores: células cuencias altas (tonos agudos);
vellosas o ciliadas) de los tres conductos semicircu­ una rama posterior o vestibular que se dirige al ves­
lares del laberinto membranoso; libulo y se divide a su vez dentro del conducto audi­
- ramas proximales: constituyen el nervio vestibular y tivo interno en tres ramos:
terminan en los núcleos vestibulares medial, lateral, • superior, que va a la mácula del utrículo y a las
superior e inferior. crestas de las ampollas de los conductos semicir­
Los ganglios espiral o coclear de Corti y vestibular de cular superior o anterior, y externo, lateral u hori­
Scarpa son funcionalmente similares a los ganglios de las zontal (véase más abajo),
raíces posteriores de los nervios espinales. • inferior, que va a la mácula del sáculo,
El ganglio espiral de Corli se sitúa en el conducto espi­ posterior, que va a la cresta de la ampolla del con­
ral de Rosenthal del caracol. Sus prolongaciones proxima­ ducto semicircular inferior o posterior.
les constituyen el nervio coclear (raíz externa del nervio Los filetes destinados a los conductos semicirculares
coc/eovestibular), que penetra, a la altura de la unión bul­ constituyen las fibras semicirculares y los que van al utricu­
boprotuberancial, en la cara externa del cuerpo restiforme lo y al sáculo las fibras otolíticas.
y termina en éste en dos pequeñas masas de sustancia
gris, que son los núcleos cocleares ventral (en sus porcio­ Conexiones centrales de los núcleos cocleares
nes antera y posteroventral) y dorsal (antes llamados nú­ y v�stibulares
cleo anterior del auditivo y el tubérculo acústico latera� '
(fig. 3-24). Conexiones de los núcleos cocleares (fig. 3-25). Los nú-
El ganglio vestibular de Scarpa se ubica en el meato au­ cleos cocleares ventral y dorsal, en los que termina el ner­
ditivo interno. Sus prolongaciones proximales constituyen el vio coclear, tienen una distribución neuronal tonotópica:
nervio vesfíbular (raíz interna del nervio coc/eovestibular), - el sector más dorsal de estos núcleos recibe las fi­
que penetran en el bulbo a nivel de la fosilla lateral, se diri­ bras que provienen de la base de la cóclea y condu­
gen oblicuamente hacia atrás y adentro y se dividen en dos cen frecuencias tonales altas;

Sácul Núcleo de la raíz descendente


Ganglio de Scarpa
Núcleo de Schwalbe (medial)
Nervio vestibular Núcleo de Deiters (lateral)

__ __/ -------····--···-····-·-
Ganglio (raíz interna)
de Corti Núcleo de Bechterew (superior)
, Núcleo coclear dorsal
(Cóclea)
Núcleo coclear ventral

Utrlculo Nervio coclear


(raíz externa)
.d
Fig. 3-24. Esquema del trayecto periférico y núcleos de origen de las ramas coclear y vestibular del nervio acústico (VIII par).

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 73

Tubérculo cuadrigémino anterior o superior /

;i
) Corteza lobulotemporal

Tubérculo cuadrigémino posterior o inferior Cuerpo geniculado interno

Estrías acústicas dorsales

Cuerpo restiforme \ 1----- Fascículo acústico o lemnisco lateral

Núcleo dorsal \
'-

Núcleo anteroventral

liva superior
'"'" "'"'"'�
ventrales
- -=-_....­ Fig. 3-25, Esquema de la
Haces piramidales vía auditiva (rama coclear).

el sector más ventral de estos núcleos recibe las fi. media de la cara superior de la primera circunvolución tem­
bras que provienen del ápex de la cóclea y conducen poral (áreas acústicas corticales). En ellas, las altas fre­
frecuencias tonales bajas. cuencias terminan en las áreas mediales y las bajas en las
Las libras que parten del núcleo coclear anteroventral se áreas laterales. Las áreas corticales acústicas de cada lado
dirigen transversalmente hacia adentro, atraviesan la oliva están profusa y recíprocamente interconectadas entre sí a
superior del lado correspondiente, se entrecruzan con las través del cuerpo calloso.
procedentes del otro lado y penetran en la oliva superior del Las conexiones de los tubérculos cuadrigéminos con el
lado opuesto. Este conjunto de fibras, llamadas estrías fascículo longitudinal medial relacionan los núcleos coclea­
acústicas ventrales, forma el cuerpo trapezoide ubicado en res con los núcleos motores bulbopontopedunculares, y así
la parte inferior de la protuberancia. se explica que determinados ruidos puedan inducir movi­
Las fibras que parten de los núcleos cocleares postero­ mientos faciales, oculares y cervicales (fig. 3-25).
ventral y dorsal se dirigen al suelo del IV ventrículo, donde Conexiones de los núcleos vestibulares (fig. 3-26). Las
constituyen respectivamente las estrías acústicas interme­ aferencias provenientes de los conductos semicirculares se
dias y dorsales, de las que unas, penetrando en la protube­ dirigen predominantemente a los núcleos vestibulares su­
rancia, van a parar a la oliva superior del mismo lado y las perior y medial. Las aferencias provenientes de sáculo y
otras se entrecruzan en la línea media para dirigirse a la oli­ utrículo proyectan hacia los núcleos lateral e inferior. De los
va superior del lado opuesto. cuatro núcleos vestibulares parten fibras que los conectan
Llegadas a la oliva, todas las estrías acústicas emergen con otras regiones del neuroeje. Estas fibras son:
de la misma encorvándose hacia arriba, y fusionándose en - Fibras vestibuloespinales laterales que nacen en
un haz único de dirección ascendente: el fase/culo acústico los núcleos lateral e inferior y se dirigen a la médu­
o lemnisco lateral, que fo rmando la parte externa de la cin­ la espinal homolateral, constituyendo el haz vesti­
ta de Reil o lemnisco medial, va a terminaren los colículos buloespinal lateral. La terminación de estas fibras
o tubérculos cuadrigéminos inferiores (o posteriores) homo­ se hace a nivel de las astas anteriores medulares,
laterales, que también tienen una organización tonotópica. o sea, en los núcleos de origen de los nervios mo­
De los tubérculos cuadrigéminos inferiores se desprenden tores raquídeos. Este sistema regula el tono exten­
axones que se dirigen al cuerpo geniculado medial, ordenán­ sor del tronco y los músculos axiales antigravitacio­
dose de la manera siguiente: las fibras de baja frecuencia al­ nales, en respuesta a las aferencias provenientes
canzan los sectores apicales y laterales del cuerpo genicula­ del utrículo.
do, y las de alta frecuencia sus sectores mediales. Fibras vestibuloespinales mediales originadas en los
Del cuerpo genículado medial se desprenden fibras ge­ núcleos vestibular medial (la mayoría), inferior y late­
niculotemporales (radiación auditiva) que discurren a través ral, constituyendo el haz ves/ibuloespinat medial, que
del putamen posterior y de la sustancia blanca, y alcanzan regula los segmentos medulares contralaterales cer­
la circunvolución temporal transversa de Heschl y la parte vicales y dorsales altos.

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74 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

lar, irriga al laberinto membranoso. Brinda una rama al ner­


vio cocleoveslibular y luego penetra en el conduelo auditivo
interno. En el laberinto se divide en tres ramas:
arteria vestibular anterior. irriga el utrículo y los con­
ductos semicirculares superior y externo;
- arteria vestibular posterior o vestibulococlear. irriga el
sáculo, el conducto semicircular posterior y parte de
la cóclea;
arteria coclear. irriga la mayor parte de la cóclea.

Fisiología

Haz
El nervio coclear conduce los estímulos auditivos
longitudinal inducidos por vibraciones sonoras, recogidos por el
medial órgano de Corti. Los receptores del ápex de la cóclea
son sensibles a las frecuencias tonales bajas (tonos
Núcleos graves), mientras que los de la base coclear respon­
den a frecuencias altas (tonos agudos).
fil
vestivulares
El nervio vestibular conduce los estímulos especí­
J: ficos del sentido del equilibrio, que traduce las sensa­
ª
Y,;;_______sustancia gris medular ciones de posición o movimientos del cuerpo en rela­
Fibras vestibulocerebelosas,
(aSt antenor) ción al espacio. Los estímulos, de tipo propioceptivo,
Fig. 3-26. Esquema de la vía vestibular y sus conexiones son de dos variedades:
centrales. - aceleraciones lineales, generadas por la posi­
ción o actitud de la cabeza y sus cambios en los
que desde los núcleos vestibulares homolaterales planos horizontal y vertical;
medial e inferior llegan al cerebelo, siguiendo los pe­ - aceleraciones angulares, generadas por movi­
dúnculos cerebelosos inferiores, terminando en la mientos cefálicos circulares o de rotación.
porción floculonodular, la úvula y el núcleo fastigiado. El aparato receptor de estos estímulos está consti­
El cerebelo a su vez proyecta reclprocamente hacia tuido por dos sistemas:
los núcleos vestibulares por vía cerebelocorticovesti­ - el de los otolilos, constituidos por el utrículo y el
bular. sáculo, y sus receptores, las máculas;
Fibras que se incorporan al fascículo longitudinal me­ el de los conductos o canales semicirculares, que
dial (cintilla longitudinal posterior) y por medio del son tres: superior o anterior, inferior o posterior y ex­
cual los núcleos vestibulares tienen conexión con los terno u horizontal. Estos conductos son huecos, y
núcleos motores de los otros pares craneanos y en tienen líquido en su interior: la endolinfa. En uno de
especial con los oculomotores. Esto explica la apari­ sus extremos, cada conducto muestra una dilata­
ción de trastornos oculares (nistagmo) en la sintoma­ ción, la ampolla o cúpula que contiene receptores:
tología vestibular. El núcleo vestibular superior pro­ las crestas, formadas por células vellosas o ciliadas.
yecta al fascículo longitudinal medial homolateral, los El utrículo y el sáculo, los conductos semicirculares
núcleos restantes al contralateral. Y el caracol membranoso constituyen el laberinto
Fibras que desde los núcleos vestibulares se dirigen membranoso, situado a su vez en el laberinto óseo.
transversalmente hacia adentro, se entrecruzan en la El utrículo y el sáculo están dispuestos en ángulo
línea media con las del lado opuesto y terminan en la recto entre sí: el utrículo en posición paralela a la ba­
formación reticulada. se del cráneo, o sea horizontal, y el sáculo paralelo al
Algunas fibras de los núcleos lateral e inferior pueden plano sagital, en posición vertical. Cuando la cabeza
llegar al núcleo ventral posterolateral del tálamo y cambia de posición, los otolitos también lo hacen y
corteza (circunvoluciones poscentral, temporal supe­ sus máculas originan aferencias hacia los núcleos
rior y corteza frontal premolora). vestibulares. Los desplazamientos horizontales de la
cabeza estimulan linealmente al utrículo, y los vertica­
Irrigación del laberinto les o inclinaciones cefálicas al sáculo.
Los movimientos de rotación cefálica de acelera­
La arteria auditiva interna o laberíntica, rama terminal de ción angular, desplazan la endolinfa dent(o de los con­
la arteria. cerebelosa anleroinferior (AICA) o del tronco basi- ductos semicirculares, estimulando sus crestas y orí-

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 75

ginando también aferencias hacia los ñúcleos El examen de la audición debe realizarse en una
vestibulares. Cuando la cabeza está en posición erec­ habitación en silencio, con el fin de comprobar:
ta el conducto semicircular lateral está en posición si existe hipo o anacusia;
h�rizontal (con un leve ángulo de inclinación de 30° - si el déficit es uni o bilateral;
hacia abajo y atrás), y los conductos superior e infe­ - si la causa se encuentra en el oído externo, me-
rior están dispuestos verticalmente, a 45° con los pla­ dio, interno (laberinto) o nervio auditivo.
nos frontal y sagital, el superior en un plano vertical Se explora la percepción del sonido:
perpendicular al eje mayor del peñasco (con su con­ - por transmisión aérea;
vexidad hacia arriba) y el inferior en un plano vertical - por transmisión ósea.
paralelo al eje mayor del peñasco (con su convexidad
hacia abajo). De este modo, los conductos horizonta­ Exploración de la transmisión aérea
les de ambos lados están en el mismo plano, mientras
que el conducto superior de un lado está en el mismo El explorador se aproxima al oído a evaluar (salien­
plano que el inferior del lado opuesto: do del campo visual del enfermo para que no lea los
- el plano de los conductos laterales es horizontal; movimientos labiales), y comprimiendo el trago del oí­
- el plano de los conductos superior derecho e �n- do opuesto para ocluirlo (evitando así que participen
ferior izquierdo es vertical y oblicuo, orientado los dos oídos). Susurra palabras que el paciente de­
de derecha a izquierda y de adelante a atrás; berá contestar ("¿Cómo se llama? ¿Qué edad tiene?
- el plano de los conductos superior izquierdo e ¿Qué dla es?"), o repetir (son útiles los números de
inferior derecho es vertical y oblicuo, orientado creciente complejidad sonora, por ej.: 43, 67, 145,
de izquierda a derecha y de adelante a atrás. 379 ... ). Si el oído que se explora está afectado, pue­
Como ya se mencionó, los estímulos periféricos re­ de suceder que el paciente oiga las palabras con el oí­
cogidos por los conductos semicirculares alcanzan a do ocluido normal; ante esta sospecha se le ocluyen
los núcleos superior y medial, los del sáculo y utrículo los dos oídos, y si se comprueba que la audición se
a los núcleos lateral e inferior. Estos núcleos inducen preserva, se infiere que ésta se efectúa con el oído
respuestas oculovestibulares contralaterales (vé.ase ocluido.
reflejo oculovestibular en 111, IV y VI nervio craneal) y La transmisión aérea se explora también colocan­
vestibuloespinales homolaterales, tónicas, que regu­ do delante del conducto auditivo externo del enfermo
lan la oculomolricidad, y las posturas corporal y cefá­ un reloj, o un diapasón vibrando, que se acercan y se
lica para asegurar el equilibrio. alejan para determinar la distancia máxima a la que el
El aparato vestibular funciona sinérgicamente. El enfermo deja de olr el tictac del reloj o las vibraciones
equilibrio es el resultado de una serie de actividades del diapasón. Se hace sucesivamente en ambos oí­
automáticas continuas que no originan normalmente dos, determinando las diferencias entre uno y otro.
una sensación consciente. Resulta de i.Jna serie de
estímulos periféricos que actúan sobre la vía visual, el Exploración de la transmisión ósea
aparato vestibular, las vías de la sensibilidad profunda
y el cerebelo. Las conexiones centrales de estas es­ Se efectúa por medio de las tres pruebas o tests
tructuras, ya descriptas, permiten el rápido restableci­ clásicos de Weber, Rinne y Schwabach, para las que
miento del equilibrio ante cualquier alteración. En con­ se requiere un diapasón, preferiblemente de 256 o
diciones normales, los estímulos bilaterales hacia los 512 Hz de frecuencia, evitando frecuencias menores
núcleos vestibulares son de similar intensidad, de mo­ que producen vibración mecánica y por lo tanto esti­
do que las respuestas posturales y oculomotoras se mularán también la sensibilidad profunda, contami­
equilibran, pero una disfunción unilateral causará una nando la exploración de la audición. El objeto de es­
ruptura de ese equilibrio y aparecerán así vértigo, nis­ tas pruebas es comprobar si la eventual hipoacusia se
tagmo, lateropulsiones o ataxia. debe a una pérdida de la conducción aérea, como
ocurre en las afecciones del oído externo o del oído
Exploración de la rama coclear medio (hipoacusia de conducción), o si se debe a una
perturbación de la transmisión ósea, como ocurre
Antes de explorarse la audición debe efectuarse cuando hay una afección del laberinto, nervio o vías
una otoscopia para examinar el conducto auditivo ex­ auditivas (hipoacusia sensorial o de percepción).
terno y la membrana del tímpano, a fin de descartar Prueba de Weber. Se coloca el diapasón vibrando
trastornos comunes de estas estructuras que pueden en la línea media, sobre la convexidad craneana, la
estar interfiriendo con la audición, tales como la acu­ frente o los huesos nasales. Se preguntará cómo se
mulación de cerumen o la perforación timpánica. percibe el sonido, si igual en ambos oídos (resultado

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76 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

normal) o en uno más que en otro. En este último caso En la hipoacusia de conducción (trastorno de la
el Weber estará lateralizado: a la derecha, si lo percibe transmisión aérea, afecciones de oídos externo y/o
más con el oído derecho, y a la izquierda si lo hace con medio):
el izquierdo. La lateralización del Weber revela o bien - el Weber se lateraliza hacia el oído afectado;
mejor transmisión ósea que aérea de ese lado (Weber - el Rinne es negativo en el oído afectado;
lateralizado hacia el oído afectado, hipoacusia de con­ - el Schwabach es normal o más prolongado en
ducción homolateral), o bien peor transmisión ósea que el lado afectado.
aérea del lado opuesto (Weber lateralizado hacia el oí­
do sano, hipoacusia de percepción contralateraD. En la hipoacusia de percepción (trastorno de la
Prueba de Rinne. Consiste en apoyar el tallo del transmisión ósea, afecciones del laberinto o nervio
diapasón vibrando sobre la apófisis mastoides del en­ auditivo):
fermo. Cuando deja de percibir el sonido, se coloca el - el Weber se lateraliza hacia el lado sano;
diapasón, que todavía vibra, 4-5 cm delante del con­ - el Rinne es positivo en el oído afectado;
ducto auditivo externo del mismo oído, paralelamente - el Schwabach se acorta en el oído afectado.
al cráneo. Normalmente, como la transmisión aérea es
mejor que la ósea, se debe oír de nuevo el sonido al Los hallazgos semiológicos de las hipoacusias de
colocar el diapasón delante del conducto auditivo ex­ conducción y percepción se resumen en el cuadro 3-3.
terno, hasta el doble del tiempo percibido sobre la
mastoides (prueba de Rinne positiva, normaD. Cuando Audiometría. La audición puede explorarse cuanti­
así no sucede es señal de que hay mejor transmisión tativamente por medio del audiómetro. Mediante este
ósea que aérea (prueba de Rinne negativa, hipoacusia aparato se puede explorar el campo auditivo, o sea el
de conducción del lado explorado). En la hipoacusia de área que comprende todas las frecuencias y todas las
percepción, la prueba de Rinne se mantiene positiva, intensidades de sonido que percibe el paciente. Se re­
porque tanto la transmisión ósea como la aérea se re- presenta gráficamente mediante un sistema de coor­
ducen proporcionalmente. denadas en el que las ordenadas representan las in­
Prueba de Schwabach. Se apoya el tallo del diapa­ tensidades y las abscisas la frecuencia (audiometría
són en vibración sobre la apófisis mastoides como pa­ tonaD La intensidad se mide por una unidad especial:
ra la prueba de Rinne, y se mide el tiempo en segun­ el decibel. La curva audiométrica tiene forma parabó­
dos durante el que el enfermo percibe el sonido. Si la lica cóncava hacia arriba, y varía según el trastorno
percepción dura más de 18 segundos se dice que el auditivo, distinguiéndose distintos tipos de curva en
Schwabach está prolongado y si dura menos que es­ las hipoacusias de conducción, percepción o mixta.
tá disminuido. En la hipoacusia de conducción el audiograma
También puede practicarse esta prueba, suponien­ muestra pérdida de la audición para los tonos bajos,
do que el médico tenga audición normal, colocando el con caída de la curva a la izquierda del gráfico de fre­
diapasón vibrando sobre la apófisis mastoides del pa­ cuencias.
ciente y pidiéndole que indique el momento en que , '. En la hipoacusia de percepción muestra pérdida de
deja de percibirlo; en ese momento el médico se colo­ la 'audición para los tonos altos, con caída de la curva
ca el diapasón sobre su propia apófisis mastoides y a la derecha.
comprueba si continúa percibiendo su vibración. En el Es útil en medicina legal para detectar simuladores
caso de que el paciente oiga el diapasón menos tiem­ o evaluar porcentajes de invalidez, en la reeducación
po que el médico, el Schwabach está acortado, y la de sordomudos y para la indicación de aparatos de
transmisión ósea está disminuida (hipoacusia de per­ prótesis auditiva.
cepción); cuando el paciente percibe un tiempo más Cuando en lugar de sonidos se utilizan palabras, la
prolongado que el examinador, el Schwabach está exploración se denomina logoaudiometría, y muestra
prolongado, y la transmisión aérea estará disminuida el porcentaje de discriminación o reconocimiento de la
(hipoacusia de conducción). También se puede com­ palabra para cada intensidad ensayada.
parar con el otro oído del enfermo, si existe la seguri­ En otologla existen otras pruebas que son del do­
dad de que tiene un solo oído afectado. minio del especialista.
Cuadro 3-3. Pruebas auditivas en las hlpoacusias
Hipoacusia Weber Rinne Schwabach
Conducción Lateraliza hacia oido afectado Negativo eñ oido afectado Normal o alargado en oído afecta-
do �
Percepción Lateraliza hacia oido sano Positivo en oido afectado Acortado en oido afectado

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 77

Alteraciones de la rama coclear tumores del ángulo pontocerebeloso puede ser, du­
rante largo tiempo, hipoacusia progresiva. Toda sor­
Las alteraciones de la rama coclear causan los si­ dera de percepción progresiva y sin causa aparente
guientes síntomas: debe hacer pensar en este diagnóstico. Posterior­
sordera o anacusia (del griego an, privativo; mente se agregarán: nistagmo, hipo/arreflexia cor­
akouo, oír): falta de audición; neana, hipoestesia o parestesias trigeminales, pare­
- hipoacusia (del griego hypo, menos; akouo, oír): sia facial, y ataxia o hipertensión endocraneana en
disminución de la audición; las etapas avanzadas.
hiperacusia (del griego hyper, más; akouo, oír): La hipoacusia que progresa gradualmente con la
sensibilidad aumentada a los estímulos sonoros; edad se conoce con el nombre de presbiacusia e indi­
- paracusia {del griego parakoee, oír falsamente): ca afectación de los receptores cocleares con dege­
la audición es mejor en presencia de ruido que neración de las células ciliadas.
de silencio; Las lesiones extensas bulboprotuberanciales que
- algiacusia o algoacusia: dolor en la audición o comprometan a los núcleos cocleares, cuerpo trape­
audición dolorosa; zoide, cuerpos geniculados mediales y otras estructu­
- acúfenos o tinnitus: percepción subjetiva de so­ ras del tronco, pueden provocar hipoacusia perceptiva
nidos provenientes del oído, como silbidos, asociada a alucinaciones auditivas (a/ucinosis auditiva
zumbidos y otros, o alucinaciones auditivas, co­ tronca�. Una lesión unilateral extensa (infarto isqué­
mo ruidos de vapor, del mar en movimiento, in­ mico por oclusión de la arteria cerebelosa anteroinfe­
termitentes o continuos, a veces pulsátiles, agu­ rior, lesión desmielinizante, neoplasias, hematomas)
dos o graves; puede producir una disminución bilateral de la audi­
- autofonía: sensación auditiva de reverberación ción (por lo decusado de la vía) que predomina en el
de la propia voz, vinculada a afecciones de los lado opuesto. Los tumores de la región pineal pueden
oídos externo y medio. causar hipoacusia bilateral (hipoacusia central troncal
de Brunner), probablemente por compromiso de las
Anacusia/hipoacusia. La pérdida o disminución vías auditivas agrupadas sobre la línea media, a la al­
de la audición se debe a una alteración de la transmi­ tura de los tubérculos cuadrigéminos inferiores.
sión de las vibraciones audibles a los órganos recep­ Las lesiones de la corteza temporal no suelen pro­
tores (anacusia/hipoacusia de conducción) o a una le­ ducir hipoacusia sino defectos perceptivos complejos
sión del laberinto, nervio o vías auditivas (anacusia/ como sordera verbal y amusia (véase Funciones cere­
hipoacusia de percepción). Nos referiremos a ellas brales superiores).
con el nombre genérico de hipoacusias. El síndrome de Susac consiste en acúfenos, hipoacu­
Las hipoacusias de conducción se deben a afec­ sia bilateral y oclusiones microarteriales retinianas y ce­
ciones de los oídos externo {disgenesia, cerumen rebrales (microangiopatía retiniana y cerebral), se produ­
del conducto, osteomas, otitis externa, eccemas, ce en mujeres jóvenes y su causa es desconocida.
perforación timpánica) o medio (otitis media, obs­ Hipoacusia psicógena: facticia (conversiva, histé­
trucción de la trompa de Eustaquio, otoesclerosis, rica) o simulada. Algunos pacientes manifiestan hi­
alopatía serosa). poacusias de conversión histérica, o la simulan con
Las hipoacusias de percepción se deben a afeccio­ fines de beneficio secundario (excepción del servicio
nes del laberinto o del nervio o vías auditivas. militar, indemnización por accidente). Los métodos
Afectan al laberinto: anomalías congénitas (aplasia que permiten reconocerla son:
hereditaria, rubéola materna durante el primer trimes­ - Exploración del reflejo cocleopa/pebral. Se pro­
tre del embarazo), fracturas del peñasco, enfermedad duce un ruido fuerte, súbito e imprevisto a algu­
de Pagel, tumores del glomus yugular, síndrome de nos pasos del paciente (por ejemplo arrojando
Méniére, tóxicos laberínticos como los antibióticos un grueso libro al suelo); si la hipoacusia es psi­
aminoglucósidos (estreptomicina, gentamicina, kana­ cógena hará un movimiento de oclusión de los
micina), quinina, salicilatos. párpados (reflejo cocleopalpebral positivo); que
Afectan al nervio o vías auditivas: neuritis, tumo­ no se producirá en caso de hipoacusia real.
res del ángulo pontocerebeloso ("neurinoma del - Si se hace hablar al paciente y se lo ensordece
acústico" [schwannoma cocleovestibular], meningio­ gradualmente elevando el volumen de un ruido
ma, colesteatoma, quiste aracnoideo, epidermoide), de fondo (por ej. una radio), el hipoacúsico real
fracturas de la base de cráneo, meningitis, aneuris­ no eleva la voz, en tanto que el psicógeno ele­
mas de la arteria cerebelosa anteroinferior {AICA), vará el volumen para hablar, como el sujeto nor­
dolicoectasia basilar. La primera manifestación de los mal (fenómeno fisiológico de reclutamiento).

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78 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

- Método de Sahli. Este método se emplea para el Exploración de la rama vestibular


reconocimiento de la hipoacusia unilateral. Para
ello se introduce en cada oído del supuesto en­ Comprende a la anamnesis y el examen vestibular.
fermo un tubo de goma de 1 m de largo que en­ Anamnesis. El interrogatorio del enfermo revelará
caje y cierre herméticamente el conducto auditi­ fundamentalmente tres trastornos subjetivos: mareos,
vo externo por un extremo, mientras que el otro vértigo y acúfenos.
termina en un pequeño embudo. Se llevan am­ El mareo es un síntoma que los pacientes refieren
bos tubos por detrás del enfermo y se pronun­ con mucha frecuencia, pero cuyo significado varía am­
cian varios números alternativamente en cada pliamente para cada persona. Para algunos es una
embudo, haciendo que el enfermo repita los nú­ sensación equivalente al vértigo. Para muchos otros
meros que oye. Quien esté verdaderamente hi­ puede querer decir desde inestabilidad o desequilibrio
poacúsico de un oído, sólo podrá repetir los nú­ postura! hasta sensación de flotación o cabeza liviana,
meros pronunciados en el tubo en conexión con "embotamiento", lateropulsión en la marcha, flojedad
el oido sano. En el psicógeno, al cabo de un ins­ en miembros inferiores, sensación de lipotimia o pre­
tante, la fatiga hace que repita números que se s incope, incoordinación/ataxia o somnolencia. Si bien
han dicho en el supuesto oído sordo. Para evitar es posible que las afecciones vestibulares causen sin­
confusiones, conviene anotar antes en un papel tomas imprecisos a los que los pacientes pueden lla­
los números que el explorador pronunciará en mar mareos, es necesario que éstos los definan mejor
cada oído. para orientar el diagnóstico. Para ello resulta útil seguir
- En todos los casos de hipoacusia psicógena, la la siguiente secuencia en el interrogatorio:
respuesta de los potenciales evocados auditi­ 1 . Preguntarle al paciente dónde siente sus síntomas o
vos es normal. qué es lo que cree que falla: "¿la cabeza o los pies?"
Otras alteraciones. La hiperacusia puede presen­ 2. Si el paciente dice que "lo que falla es la cabeza",
tarse en el transcurso de una parálisis facial (por pa­ generalmente las posibilidades diagnósticas son:
resia del músculo del estribo), en la migraña o en el a) que tenga un vértigo verdadero, en cuyo caso el
aura de una crisis temporal. síntoma será característico (sensación de rota­
Los acúfenos se presentan con más frecuencia en ción objetiva o subjetiva);
las afecciones del oído externo o medio, pero también b) que tenga síntomas vestibulares pero no vérti­
en las del oído interno o nervio auditivo, especialmen­ go: lateropulsión, desequilibrio o inestabilidad
te en el neurinoma del acústico (con carácter unilate­ postura! (en este caso a veces dicen que "lo que
ral). Se han descrito acúfenos bilaterales en casos de falla es el cuerpo");
policitemia, anemia, enfermedad de Pagel, hiperten­ c) que tenga otras sensaciones, no compatibles
sión endocraneana, hipertiroidismo, síndromes de hi­ con vértigo o afección vestibular:
perdinamia circulatoria, mioclonía palatina (acúfeno • sensación de desmayo, lipotimia inminente o
cliqueante). Como síntoma aislado, molesto pero de presíncope (a menudo el paciente refiere que
escasa significación patológica, son motivo de fre­ "se le nubla la vista"), generalmente asociada
cuente consulta. a cambios posturales (incorporarse, pararse) o
Los acúfenos pulsátiles, sincrónicos con el pulso, a determinados desencadenantes (micción,
pueden indicar la presencia de estenosis intracranea­ alimentación, esfuerzo espiratorio, tos, calor o
na, malformación arteriovenosa, fístula arteriovenosa, sudoración excesivos), que sugieren el diag­
tortuosidades, acodamientos o aberrancias arteriales, nóstico de síncope vasovagal o neuromediado;
aneurismas o disecciones arteriales, soplos cardíacos, • "embotamiento": a veces usan este término
tumor del glomus yugular. Estos acúfenos pueden dis­ !os pacientes con hipoflujo relativo cerebral
minuir con: (hipotensión arterial relativa), que suele ob­
- maniobra de Valsalva; servarse en hipertensos sobremedicados;
- rotación cefálica hacía el mismo lado; • sensación de "flotación", "cabeza liviana",
- compresión de la vena yugular ipsilateral. "vahído" o "estar en el aire": estos términos
Las alucinaciones auditivas consisten en la percep­ suelen utilizarse en el síndrome de hiperven­
ción subjetiva de sonidos identificables (timbres, sire­ lilación tensional (ansiedad) y revelan alcalo­
nas, silbatos, melodías, voces, frases) sin que haya sis respiratoria. Se agregan sensación de so­
estímulos auditivos. Suelen deberse a un fenómeno focación, opresión torácica, vacío epigástrico,
irritativo en la corteza temporal y pueden ser manifes­ y parestesias periorales y distales en los
tación de epilepsia parcial, al igual que las crisis olfa­ miembros. En el examen pueden hallarse re­
torias uncinadas, con las que pueden asociarse (véa­ flejos vivos y signos de Chvostek y Hoff­
se Nervio olfatorio). mann. Se acentúa o desencadena con la hi-

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 79

perventilación, solicitándole al enfermo que Acúfenos (linnitus). Como en el caso de las afec­
hiperventile al máximo durante tres minutos: ciones de la rama acústica, el sujeto siente u "oye",
la maniobra reproducirá las manifestaciones; continua, transitoria o fluctuantemente, ruidos compa­
• inestabilidad o desequilibrio por ataxia de rables a zumbidos, silbidos u otros, coincidiendo o no
causa cerebelosa o medular; con el vértigo. Pueden ser de tonalidad aguda, o gra­
• somnolencia, "flojedad" o efecto depresor cen­ ve como en la enfermedad de Méníére.
tral, en primer lugar de origen farmacológico Examen vestibular. Como ya se refirió a propósito
(ansíolílicos, hipnóticos, neuroléptícos), o bien de la fisiología, los desplazamientos lineales horizonta­
por posible trastorno del sueño nocturno. les de la cabeza estimulan al utrículo, y los verticales o
3. Sí el paciente dice que "/o que falla son los pies", el inclinaciones cefálicas al sáculo. Los movimientos de
trastorno probablemente no será vestibular sino rotación cefálica, de aceleración angular, desplazan la
motor: alteraciones de la marcha y sus distintas endolinfa estimulando a los conductos semicirculares.
causas, neuropatía periférica, ataxia. Estos estímulos alcanzan a los núcleos vestibulares,
4. Sí el paciente no atina a vincular sus síntomas a su induciendo:
cabeza o miembros inferiores, o a precisarlos mejor, - respuestas oculovestibulares contralaterales (el
cosa que ocurre con mucha frecuencia, su afecciqn reflejo oculovestibular descripto en el subcapítulo
no será fácilmente díagnosticable y permanecerá de los nervios craneales 111, IV y VI) que regulan
en la categoría de "miscelánea" hasta que el resto la oculomotrícidad estabilizando la mirada;
del examen y los estudios practicados la aclaren. - respuestas vestíbuloespínales homolaterales,
El vértigo (del latín vertere, rodar, volver, tornar) tónicas, que controlan las posturas corporal y
es una sensación particular y desagradable produci­ cefálica para asegurar el equilibrio.
da por un trastorno del equilibrio, El paciente con Una disfunción vestibular unilateral causará una
vértigo típicamente siente que su cuerpo gira alrede­ ruptura de este equilibrio y aparecerán así los signos
dor o en medio de los objetos que lo rodean (vértigo de desequilibrio oculomotor y postura! que se descri­
subjetivo), que en cambio ellos giran a su propio al­ ben a continuación.
rededor (vértigo objetivo), o ambos (vertigo giraos).
Otras veces tiene la sensación de ser empujado ha­ Nistagmo espontáneo
cía atrás o adelante (vertigo titubans), o bien hacia
los lados (vertigo vacillans). Cuando la sensación La fisíopatología y descripción semíológíca de los
vertiginosa es similar cada vez que se presenta, el distintos tipos de nístagmo se efectuó en el subcapí­
vértigo se denomina sistematizado. El vértigo suele tulo de nervios oculomotores (111, IV y VI).
agravarse con los movimientos de la cabeza, y por El nístagmo que aparece espontáneamente con la
ello el paciente permanece inmóvil, con ojos cerra­ cabeza en posición erecta es una manifestación típica
dos y acostado para contrarrestarlo. Puei:len produ­ de desequilibrio de la respuesta oculovestibular. El nís­
cirse trastornos en el mantenimiento del equilibrio (ti­ tagmo vestibular es rítmico: hay un movimiento de des­
tubeo, vacilación, lateropulsíón o caída en la postura viación ocular lento, seguido por uno rápido en la direc­
de píe y en la marcha), que determinan posturas y ción opuesta. La fase lenta es la fundamental del
movimientos compensatorios de tronco y miembros nístagmo vestibular, mientras que la fase rápida es reac­
(extensión de tronco y brazos, aumento de la base ciona!, pero esta última, por ser la más aparente, es la
de sustentación en miembros inferiores) , y los pa­ que se utiliza para establecer la dirección del nístagmo:
cientes buscan asirse o apoyarse en paredes y mue­ nístagmo "a la derecha" significa en realidad nístagmo
bles próximos. Se agregan síntomas de estimulación "de fase rápida a la derecha".
vegetativa, principalmente de tipo vaga!: náuseas, El desequilibrio aparece porque se inhibe la fun­
vómitos, sudoración, palidez. Probablemente es por ción que ejerce uno de los laberintos a causa de una
estos síntomas que los pacientes llaman "mareo" al lesión, o bien porque se excita o sobreestímula por
vértigo, ya que se asemejan a los del mareo o "mal irritación. Cuando un vestíbulo se lesiona o anula, pre­
de mar" que se produce con la oscilación de barcos domina funcionalmente el reflejo oculovestíbular del
o vehículos en movimiento. Lo que se genera en rea­ vestíbulo contrarío, que descarga sobre el núcleo del
lidad en estos casos es un vértigo real por irritación VI del lado lesionado. El resultado es una desviación
vestibular, secundaria a mecimiento de la endolinfa lenta de la mirada conjugada hacia el lado afectado
en los conductos semicirculares. Por lo desagrada­ (fase lenta del nistagmo), con un movimiento de refi­
ble del síntoma y lo repentino de su presentación, jación más rápido hacia el lado sano contrario (fase
oscuridad y, por acción del cerebelo, disminuye con la
suele asociarse al vértigo un sentimiento de ansie­ rápida del nistagmo). La fase lenta se acentúa en la
dad y miedo, generalmente a una enfermedad cere­
bral grave inminente. fijación. En una lesión vestibular derecha la fase lenta

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80 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

del n istagmo es a la derecha y la fase rápida a la iz­ bular, habitualmente en ausencia de paresia oculomoto­
quierda. Se pone más de manifiesto en la mirada ha­ ra. Los pacientes refieren diplopía vertical u horizontal,
cia la izquierda, es decir hacia el lado de la fase rápi­ con sensación de una imagen inclinada respecto de la
da, por el efecto del reflejo oculovestibular izquierdo otra. Si hay además torsión del globo ocular (contrarro­
(preservado), que tiende a desviar la mirada lenta­ tación ocular o Gegenrollung) pueden tener sensación
mente hacia la derecha (ley de Alexander). Lo contra­ general de inclinación de toda la imagen visual. La tor­
rio ocurre cuando se produce una sobreestimulación sión puede observarse en el fondo de ojo, en el que la
vestibular por irritación (laberintitis). mácula y la papila aparecerán a distinto nivel. La cabe­
En resumen, la lesión reciente de un laberinto ori­ za también puede inclinarse, generalmente hacia el lado
gina nistagmo espontáneo de fase rápida hacia el la­ del ojo más bajo (hipotrópico). Se denomina reacción de
do contrario o sano, y la irritación nistagmo de fase rá­ inclinación oculocefá/ica a la asociación de desviación
pida hacia el mismo lado o lado enfermo. Pasado un oblicua, torsión ocular e inclinación cefálica.
cierto tiempo el nistagmo espontáneo desaparece: Tales signos pueden hallarse también en la paresia
ello significa que se ha establecido compensación del músculo oblicuo mayor o superior por compromiso
vestibular. del patético (véase IV nervio craneal). Pero en este caso:
Para impedir la fijación y determinar si el nistagmo - la desalineación se acentúa y aumenta la separa­
se acentúa, poniendo de ese modo de manifiesto el ción de las imágenes al inclinarse la cabeza del pa­
efecto puro de la afección vestibular, puede explorárse­ ciente hacia el lado de la paresia, y disminuye si se
lo con oftalmoscopía, observándolo en la papila o vasos inclina · hacia el lado contrario (prueba de Biels­
retinianos y ocluyendo el ojo contrario (o a oscuras). chowsky). En la desviación oblicua vestibular la
Pero debe recordarse que la dirección en la que se desalineación suele mantenerse constante;
mueven la papila y los vasos será la opuesta a la de la - con ojos cerrados, la inclinación cefálica mejora
fase determinante del nistagmo clínico en la observa­ (se anula la diplopía), mientras que en la desvia­
ción simple, porque la retina está por detrás del eje de ción vestibular se acentúa (se acentúa el dese­
rotación del globo ocular. También existen lentes espe­ quilibrio vestibular al anular el control visual).
ciales de aumento (lentes de Frenzel) que impiden la fi­ ,En la desviación oblicua vestibular por lesión peri­
jación y permiten observar directamente su efecto sobre férica o del núcleo vestibular el ojo hipotrópico corres­
el nistagmo clínico. Los nistagmos de torsión varían po­ ponde al lado de la lesión.
co con la fijación. Además, si también hay compromiso ·En la desviación oblicua vestibular por lesión cen­
cerebeloso, el nistagmo no variará con la fijación. tral supranuclear, por la proyección mayoritaria de los
En el nistagmo espontáneo pueden distinguirse el núcleos vestibulares hacia el fascículo longitudinal me­
grado 1 (sólo aparece en la mirada extrema hacia el dial contraláteral, el ojo hipotrópico corresponde al la­
lado de la fase rápida), el grado 2 (aparece también do contrario a la lesión.
en la mirada al frente) y el grado 3 (aparece también
cuando se mira hacia el lado opuesto). Rotaciones cefálicas
La maniobra de Valsa/va puede inducir o agravar un
1Se examinan las fases lentas del nistagmo cuando
nistagmo en las patologías de la charnela o unión cra­
neocervical (malformación de Arnold-Chiari), o en las se desplaza la cabeza del paciente hacia ambos lados
afecciones de los huesecillos y otras del oído medio. en los planos horizontal y vertical.
El fenómeno de Tul/io consiste en la aparición paro­ Se hace fijar la mirada del paciente en la punta de
xística de nistagmo, oscilopsia, desequilibro postural, la nariz del examinador y se mueve su cabeza pasiva­
reaccio 1 de inclinación oculocefálica (véase abajo) y mente haciendo desplazar los ojos de un extremo al
vértigo como respuesta a un 1uido brusco en pacientes otro de las órbitas, buscando detectar movimientos
con enfermedad laberíntica, probablemente por estimu­ sacádicos anormales de corrección que revelen alte­
lación utricular. ración del reflejo oculovestibular.
La compresión del trago (signo de Hennenberl) Luego, con los ojos del paciente fijando en la nariz
puede producir nistagmo en afecciones laberínticas. del examinador, y desplazados unos 1 5 grados hacia
un lado u otro, o hacia arriba o abajo, se imprimen
Desviación oblicua (Skew Deviation) y breves y rápidas sacudidas a la cabeza llevándola a
reacción de inclinación oculocefálica la posición de la mirada al frente, buscando también
(Ocular Tilt Reaction) la presencia de un movimiento sacádico de corrección
(prueba de la impulsión cefálica de Halmagyi).
Es una desalineación vertical de los ojos (un ojo más La búsqueda del nis/agmo de sacudida cefálica con­
abajo que el otro) debida a desequilibrio funcional vestí- siste en pedirle al paciente que coloque su cabeza incli-

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 81

nada unos 30° hacia delante, para situar los canales se­ se producirá desviación hacia el lado afectado. La
micirculares externos (horizontales) en el plano de la prueba se sensibiliza si se efectúa con ojos cerrados.
rotación, y la agite intensamente hacia ambos lados Prueba de la marcha sin avanzar (marcha en el
unas 30 veces. Se observa luego la presencia de nis­ mismo lugar, monopedestación alternante, slepping
tagmo. Normalmente puede haber 2-3 pulsos de nis­ test de Unterberger): el paciente eleva alternativa­
tagmo. En caso de lesión vestibular unilateral el nistag­ mente un miembro inferior y otro, como si marchara,
mo rítmico es franco, con las características antes pero sin avanzar, primero con ojos abiertos y luego
descriptas. En casos de afección cerebelosa puede con ojos cerrados. El movimiento debe prolongarse ya
aparecer nistagmo vertical. que la lateropulsión o rotación, hacia el lado del défi­
Prueba complementaria de la inestabilidad oculógi­ cit vestibular, puede tardar en aparecer.
ra (Viggo Jensen). Se solicita al paciente que dirija su Prueba de la marcha con ojos cerrados (marcha cie­
mirada a un objeto movido con lentitud y colocado a 50 ga, marcha en estrella de Babinski-Weil) (fig. 3-27): se
cm de distancia, evitando desplazamientos extremos. solicita al paciente que camine cinco pasos hacia ade­
La inestabilidad oculógira se pone de manifiesto por la lante y cinco pasos hacia atrás (es decir sin darse vuel­
aparición de movimientos sacádicos de corrección. ta), con brazos cruzados, primero ensayando la manio­
bra con ojos abiertos y luego continuándola con ojos
Pruebas que revelan trastornos cerrados, y repitiéndola varias veces. La marcha se
del equilibrio estático y dinámico. desvía o lateropulsa hacia el lado del déficit vestibular
Pulsiones o desviaciones postura/es cuando camina hacia adelante, y hacia el lado opuesto
cuando lo hace hacia atrás. Como consecuencia el pa­
Pruebas estáticas ciente efectúa una trayectoria en forma de estrella a
medida que progresa en sus idas y venidas.
Primeramente se debe observar la actitud de pie. En
caso de déficit vestibular, se puede observar lateropul­ Prueba de la adaptación estática de Rademaker-Garcin.
sión o inclinación espontánea. En un grado más avanza­ Es una prueba difícilmente practicable en la actualidad dada
do, la cabeza se inclina hacia el hombro, el cuerpo so­ la falta habitual de espacio en los consultorios y la difícil dis­
bre la pelvis y el desequilibrio se acentúa, con eventual ponibilidad de camillas movibles o basculantes. Una persona
caída. La lateropulsión espontánea puede determinarse normal que se coloque a gatas sobre una camilla (es decir,
en forma más precisa con la prueba de la plomada de apoyada sobre las rodillas y palmas con los brazos en exten­
Barré: se tiende o deja caer delante del paciente un hilo sión), frente a inclinaciones longitudinales o transversales de
con una plomada en su extremo, sobre la línea media, y la misma, reacciona modificando los puntos y planos de apo­
se observa la falta de paralelismo del cuerpo del pacien­ yo de sus miembros para mantener su equilibrio. En una
te respecto de la perpendicularidad de la plomada. afección vestibular, si la camilla se inclina rápidamente, estas
Prueba y signo de Romberg: fueron descriptas en respuestas posturales compensatorias faltan y el paciente es
el capítulo de Taxia. En caso de lesión vestibular se proyectado como una masa inerte por el lado de la inclina-
produce ataxia de tipo laberíntico y el signo de Rom­

ir
berg se manifiesta como inclinación o lateropulsión 2
hacia el lado afectado.
Prueba del índice de Bárány: se coloca al paciente
\
4 I
en posición sentada con los brazos y dedos índices
extendidos hacia delante. El explorador se ubica por ...,,¡ /
delante, le solicita cerrar los ojos, y coloca entonces
sus dedos índices alineados con los del paciente, a
unos 4-5 cm. En caso de déficit vestibular, a los pocos
instantes los dedos del pacienle se desvían o latero­ 5
pulsan > 1 cm hacia el lado afectado. 6

Pruebas dinámicas o cinéticas


8

Prueba de la indicación de Bárány: el paciente se 3


coloca como en la prueba anterior. A continuación se
le pide que eleve sus brazos en extensión y luego los
descienda tratando entonces de hacer coincidir sus
índices con los del explorador. Si hay déficit vestibular Flg. 3-27, Marcha en estrella o marcha ciega (Babinski-Weil).

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82 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

ción. Con las inclinaciones lentas las reacciones de apoyo se La duración del nistagmo así provocado es normal­
preservan. Esta disociación de la respuesta en relación con mente de unos 25-35 s, de los que 20-25 s correspon­
la velocidad de inclinación (presente en la inclinación lenta y den a la respuesta del laberinto evaluado y 5 s a la del
ausente en la rápida}, es propia de los vestibulares. Los atá­ laberinto contrario.
xicos cerebeloso y medular, indemnes de toda lesión vestibu­ Cuando se quiere explorar con la prueba rotatoria los
lar, reaccionan como el sujeto normal, aunque con dismetría, conductos semicirculares verticales (superior e inferior),
tanto a las inclinaciones lentas como a las rápidas. se inclina la cabeza del sujeto 60° hacia atrás o 120° ha­
cia adelante. Se obtiene un nistagmo rotatorio y vertical
Pruebas vestibulares de respuesta inducida que dura normalmente unos 18 s. La dirección del com­
ponente rotatorio del nistagmo, que es el más notorio, es
Estas pruebas consisten en excitar el laberinto o inversa a la que se observa para los canales semicircu­
aparato vestibular induciendo o provocando un dese­ lares horizontales: hacia el mismo lado en el movimien­
quilibrio en el funcionamiento de ambos laberintos, por to ampulófugo y hacia el lado contrario en el movi­
medios mecánicos, térmicos o eléctricos. Como resul­ miento ampulópeto. La exploración inducida de los
tado se producirán vértigo, nistagmo y desviaciones o canales verticales se efectúa con las pruebas posiciona­
pulsiones corporales. El nistagmo vestibular provocado les (véase más abajo Vértigos posicionales).
(fase rápida) se hace siempre en sentido opuesto al de En resumen, mediante la prueba rotatoria se eva­
las desviaciones corporales. Las pruebas comprenden: lúan ambos laberintos: el izquierdo cuando la rotación
Prueba rotatoria o del nistagmo por rotación. Evalúa se hace de izquierda a derecha y el derecho cuando
los conductos semicirculares externos u horizontales. la rotación se hace de derecha a izquierda. En el su­
El enfermo se sienta en una silla giratoria, con los ojos jeto normal se provoca en esta forma un nistagmo de
cerrados y la cabeza inclinada unos 30° hacia delante. dirección opuesta al sentido de la rotación, y desvia­
Se hace girar la silla a razón de 1 O vueltas por cada 1 5 ciones corporales en el mismo sentido de la rotación.
segundos. Luego s e l a detiene bruscamente, haciéndo­
le al paciente abrir los ojos y mirar el dedo del observa­ Resultados de la prueba rotatoria en casos patológicos:
dor colocado a 20 cm por fuera de la órbita, del lado
opuesto al sentido de la rotación (por ejemplo lado iza En lesiones deficitarias de ambos laberintos: fal­
quierdo si la rotación se hizo de izquierda a derecha). ta el nistagmo en los dos lados.
En condiciones normales se observará entonces nis­ - En el déficit unilateral: falta el nistagmo al explo­
tagmo (cuya duración se registrará), vértigo y desvia­ rar el lado lesionado (podrá observarse un nis-
ción del cuerpo y los miembros superiores en extensión
hacia el lado opuesto al nistagmo. Después de un tiem­
po de espera para la recuperación del paciente se repi­
te la prueba haciendo girar la silla en el sentido contra­
rio, con lo que se exploran ambos lados (fig. 3-28).
La dirección del nistagmo depende del movimiento
de la endolinfa en el conducto semicircular horizontal
(ley de Ewald):
- es hacia el mismo lado si la endolinfa se despla­
za del arco hacia la ampolla (ampulópeta);
- 9S hacia el lado opuesto si se desplaza en sen­
t,do inverso, de la ampolla hacia el arco (ampu­
lófuga).
Cuando se rota el sujeto a la derecha, se produce
una corriente endolinfática ampulópeta en el lado iz­
quierdo (que es el evaluado) y por lo tanto un nistag­

-
mo hacia la izquierda; pero al mismo tiempo la co­
rriente endolínfática es ampulófuga en el lado derecho,
con el correspondiente nistagmo también hacia la iz­
quierda, de modo que en suma la rotación a la dere­
cha provoca nistagmo izquierdo. +
En síntesis, el nistagmo en la prueba rotatoria pa­ Fig. 3-28. Prueba rotatoria. Se hace girar el sillón de izquierda
ra los canales horizontales se hace en sentido opues­ a derecha; aparece nistagmo dirigido a izquierda. Linea pun­
to al sentido de la rotación. teada: fase lenta. Línea continua: fase rápida.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 83

tagmo breve por respuesta del laberinto sano).


Por ejemplo, en la lesión izquierda, con la prue­
ba rotatoria a la derecha habrá sólo un nistagmo
de 5-1 0 s originado por el laberinto derecho.
En las lesiones irritativas de uno o ambos labe­
rintos (laberintitis): nistagmo espontáneo hacia
el lado lesionado; la rotación aumentará el tras­
torno produciendo vértigo y desviaciones inten­
sos y un nistagmo provocado > 40 s.
Todo nistagmo provocado por la rotación < 15 s
se considera prueba de inexcitabilidad laberínti­
ca, y si es > 40 s de hiperexcitabilidad laberínti­ Fig. 3-29. Prueba calórica
ca. (agua fría). La irrigación del
Prueba calórica, reflejo de Bárány o nistagmo tér­ oído derecho con agua fría
mico. Con un examen otoscópico previo que demues­ determina nístagmo hacia
tre la preservación e integridad de la membrana de,I el lado opuesto y movi­
tímpano, y la cabeza del sujeto derecha, se i nyecta mientos reaccionales hacia
agua fría en el conducto auditivo externo (a tempera­ el mismo lado.
tura ambiente o refrigerada en caso de tiempo cálido),
durante 30 o 40 segundos, con un bock colocado a izquierdo, pero no lo modificará si hay un déficit
unos 30 cm de altura y un tubo y cánula apropiados, del derecho {figs. 3-30, 3-31 y 3-32) (cuadro 3-4).
o bien una jeringa de 20 cm3• Se produce nistagmo
horizontal hacia el lado opuesto al irrigado, con com­ Electronistagmografía
ponente rotatorio, y desviación corporal hacia el ládo
irrigado. Con agua caliente sucede lo contrario pero Consiste en el registro sobre papel de los desplaza­
en general es suficiente la exploración con agua fría mientos o movimientos del globo ocular mediante tres
(fig. 3-29). La prueba térmica tiene la ventaja de evitar electrodos colocados en la zona periorbitaria, para ex­
la intervención del laberinto opuesto. plorar en particular al nistagmo espontáneo y provoca­
En el sujeto normal, y con un conducto externo n o do. Puede ser realizada tanto con los ojos abiertos co­
obstruido por cerumen, e l tiempo d e latencia entre e l mo cerrados. Si el veslibulo de un lado está afectado,
comienzo d e l a irrigación y l a aparición del nistagmo el registro muestra un trazado de menor intensidad,
es 30-40 s, y su duración promedio 1 00 s. frecuencia y duración que el del lado opuesto.
El agua fría provoca un desplazamiento ampulófu­
go en la endolinfa del canal horizontal irrigado, provo­ Alteraciones de la rama vestibular
cando nistagmo horizontal hacia el lado .opuesto (ley
de Ewald). El componente rotatorio se debe a corrien­ Las alteraciones de la rama vestibular causan, en­
te ampulópeta en los canales verticales. Las desvia­ tonces, los siguientes síntomas:
ciones corporales se hacen, como siempre, en senti­ - vértigo: sensación de rotación cefálica (vértigo
do opuesto al del nistagmo. subjetivo) o de que gira el lugar en que se en­
cuentra el paciente (vértigo objetivo);
Resultados de la prueba térmica en casos patológicos: - trastorno del ·equilibrio: inestabilidad en la mar­
cha o la posición de pie;
Déficit vestibular unilateral: ausencia de nistag­ lateropulsión: sensación de inclinación o caída
mo térmico en el lado irrigado. hacia un lado.
- Hipoexcitabilidad vestibular: retardo en la apari­ Existen dos grandes síndromes vestibulares: el
ción y duración del nistagmo. vestibular periférico, que corresponde a la lesión del
Hiperexcitabilidad vestibular: aparición precoz y aparato terminal o del mismo nervio vestibular, y el
duración aumentada. síndrome vestibular central, por lesión de los núcleos
- Un paciente que presenta un nistagmo espontá­ vestibulares y sus vías eferentes.
neo a izquierda, puede tener una irritación del la­ El conjunto de los receptores periféricos del nervio
berinto izquierdo o un déficit del derecho. La vestibular se encuentra condensado en algunos milíme­
prueba con agua fría en el oído derecho, que en tros cúbicos de volumen y muy próximo a él se hallan los
un sujeto sano debe provocar nistagmo a izquier­ receptores cocleares, por lo que la lesión que se sitúe en
da, lo exagerará si se trata de irritación del lado este sitio los abarcará fácilmente y el síndrome vestibu-

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84 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Fig. 3-30. Prueba calórica. La irrigación con agua fría del oído Fig. 3-31. Prueba calórica. La misma prueba de la figura anterior
izquierdo determina nistagmo a derecha, inclinación del cuerpo determina nisiagmo a derecha, inclinación del cuerpo a izquierda,
a izquierda, desviación de ambos t)razos y ambos índices a desviación del brazo e indice izquierdos (no hay desviación de
izquierda: sujeto normal. brazo·e índice derechos): lesión cerebelosa a derecha.

A B C D E
Fig. 3-32. Nistagmo y desviación del Indice. A, sujeto normal, sin p¡ovocarle excitación del laberinto: no tiene nistagmo, ni desviación
del indice; B, sujeto normal, sometido a la prueba calórica: hay nistagfno en un sentido y desviación del indice en el sentido opuesto;
C, sujeto con lesión del laberinto y prueba calórica: no hay nistagmo, ni desviación del índice. O, sujeto con lesión cerebelosa y prueba
calórica: hay nistagmo, pero no hay desviación del Indice; E, sujeto con lesión cerebelosa, sin prueba calórica: hay nistagmo espontá­
neo y desviación espontánea del Indice en un sentido opuesto al de la desviación que falta, sometido a la prueba calórica (O).

Cuadro 3-4. Resultados que se obtienen con las pruebas laberínticas en el sujeto normal
Tipo de prueba Vértigo Caída Nlslagmo Desviación nistágmica
o reacciona! del índice

Rotatoria Presente Hacia el lado de la Horizontal. Hacia el lado opuesto al


rotación Dirección opuesta nistagmo
a la rotación
H20 fria Presente Hacia el lado Rotatorio y Hacia el lado opuesto al
irrigado horizontal hacia el nistagmo
Calórica lado opuesto al
oido irrigado
H20 caliente_ Presente Hacia el lado ldem. Hacia el Hacia el lado opue'sto al
opuesto mismo lado nistagmo

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 85

lar se acompañará de alteraciones de la audición. Lo cas agudas (oclusión de la arteria auditiva inter­
mismo ocurre con las lesiones del tronco del nervio co­ na); hemorragias laberínticas traumáticas; vérti­
cleovestibular. go de Méniére; descompresión brusca (en los
Por el contrario, en el neuroeje los núcleos vestibu­ buzos al salir a la superficie).
lares se esparcen y los s índromes serán parciales y di­ Lesiones crónicas: laberintitis crónicas secun­
sarmónicos. Los núcleos cocleares se encuentran darias a otitis, esclerosis laberínticas.
apartados y por ello rara vez hay coexistencia de tras­ - Causas iatrogénicas: la dihidroestreptomicina,
tornos auditivos. En cambio, se hallan próximos otros estreptomicina y los antibióticos aminoglucósi­
aparatos, cerebelo, pirámides, vías sensitivas y bulbo, dos (kanamicina, gentamicina), los salicilatos, la
y ello origina la asociación de signos cerebélosos, pira­ quinina, pueden afectar al nervio tanto en su ra­
midales, sensitivos o bulbares. ma vestibular como coclear.
Síndrome vestibular periférico. El vértigo es el sín­
toma típico (véase Vértigos). Pueden existir dos tipos Causas que afectan el tronco del VIII nervio.
de afecciones laberínticas: - Traumatismos.
- laberinto inexcitable o deficitario; - Tumores del acústico.
- laberinto hiperexcitable o irritativo. Neuritis del acústico.
En el primero existe vértigo t ipico y persistente, - Osteítis del conducto auditivo interno.
tendencia a la caída, desviación espontánea del índi­
ce, la postura o la marcha hacia el lado lesionado, nis­ Causas del síndrome vestibular central. Afec­
tagmo espontáneo hacia el lado sano. Las pruebas ro­ ciones del neuroeje que comprometan los núcleos
tatoria y calórica no dan respuesta del lado enfermo. vestibulares y sus conexiones centrales: lesiones ce­
En el segundo caso existen grandes crisis de vértigo rebelosas, tumores del ángulo pontocerebeloso, es­
que reducen al sujeto a la inmovilidad durante horas o clerosis múltiple, siringobulbia, traumatismos, síndro­
días, las caídas y desviaciones se hacen hacia el lado me de Wallenberg y otros síndromes alternos por
sano, el nistagmo espontáneo hacia el lado enfermo. Las isquemia vertebrobasilar. Las lesiones del lóbulo tem­
pruebas rotatoria y calórica son a menudo imposibles de poral pueden causar trastornos vestibulares (nistag­
practicar. El vértigo de Méniére es una variedad clínica mo, desviación del índice y alteraciones del equilibrio:
de síndrome vestibular periférico (véase más adelante). seudoataxia temporal de Knapp). Los tumores del ce­
En ambas variedades de síndrome vestibular peri­ rebro pueden originar un síndrome vestibular al provo­
férico suele haber hipoacusia. car hipertensión endocraneana.
Síndrome vestibular central. Mientras que en el sín­
drome vestibular periférico la sintomatología es siempre Vértigos (síndromes vertiginosos)
global y armónica, en el síndrome vestibular central es
incompleta y disarmónica. Existe vértigo, pero no es La definición y características semiológicas del vér­
sistematizado, es decir que el sujeto no lo experimenta tigo ya han sido referidas en la anamnesis vestibular.
en una dirección determinada, como en el síndrome Debe recordarse que no siempre los enfermos dife­
vestibular periférico. El nistagmo es a menudo más rencian bien el vértigo de otras manifestaciones o per­
marcado. La desviación espontánea del índice está li­ turbaciones del equilibrio.
mitada a menudo a un solo brazo. Los brazos pueden El vértigo puede iniciarse en forma brusca, cual­
desviarse en un sentido, mientras el cuerpo lo hace en quiera sea la posición en que se encuentre el pacien­
un sentido opuesto. Esta discordancia no se observa en te, o con los cambios de posición, como girar la cabe­
el síndrome vestibular periférico. Los resultados de las za o el tronco, levantarse, sentarse o acostarse
Pruebas laberínticas son discordantes, faltan los tras­ (vértigo posiciona◊. Puede ser transitorio, de segun­
tornos auditivos y suelen encontrarse signos asociados dos, minutos, horas o d ías de duración, o permanen­
cerebelosos, piramidales, sensitivos o bulbares. te (vértigo crónico). La evolución temporal del vértigo
permite clasificarlo y orientar el diagnóstico, como
Causas de las alteraciones de la rama vestibular proponen Carmena y Marelli en la Argentina, cuya cla­
sificación adoptamos con leves modificaciones.
Causas del síndrome vestibular periférico. La
caus a puede actuar sobre el laberinto o sobre el tron­ Vértigos fisiológicos
co del VIII nervio.
Causas que afectan el laberinto. Integran este grupo las variedades de vértigo que
- Lesiones agudas: laberintitis aguda infecciosa o aparecen cuando se provoca, transitoriamente, una es­
supurada; congestiones o isquemias laberínti- timulación o sobreestimulación del aparato del equili-

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86 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

brio: mal de mar ("mareo"), cinetosis (vértigo que ocu­ b) prevenirle que la prueba se efectúa precisa­
rre en vehículos), vértigo de los parques de diversiones mente para determinar si con ella se origina
(calesitas, autos chocadores, montaña rusa, etc.). vértigo, y que por ello el mismo puede de­
sencadenarse, aunque será probablemente
Vértigos orgánicos breve;
c) pedirle que no cierre los ojos en ningún mo­
Son los vértigos propiamente dichos debidos a pa­ mento porque el explorador necesita obser­
tología vestibular. Para su diagnóstico, resulta útil cla­ varlos;
sificarlos por su evolución en el tiempo en: vértigos de d) tranquilizarlo en el sentido de que no se cae­
segundos, minutos u horas, o días de duración, y vér­ rá de la camilla.
tigos permanentes o crónicos. Si no se toman estas precauciones el paciente
puede verse sorprendido, asustarse por la maniobra y
• Vértigos de segundos de duración por el vértigo que pudiera eventualmente aparecer, y
cerrar los ojos, sentarse, moverse, etc., malogrando e
Vértigos posiciona/es paroxísticos benignos (VPPB). impidiendo así el diagnóstico. Probablemente además
- Son la causa más frecuente de vértigo. no querrá repetir la experiencia.
- Se deben a desplazamiento espontáneo o pos-
traumático de partículas de cristales de calcio • Pruebas posicionales para el diagnóstico del VPPB
(otoconias) de las máculas utriculares a los con­ por disfunción del conducto semicircular posterior o
ductos semicirculares, causando canalolitiasis o inferior:
cupulolitiasis.
En la canalolitiasis, los conductos semicircula­ Prueba de Dix-Haflpike (de Bárány o de Nyfen-Bá­
res son estimulados por la sedimentación de las rány). Se procede a la siguiente secuencia diagnósti­
partículas dentro del conducto, que causan des­ ca (fig. 3-33):
plazamiento de la endolinfa y estimulación de 1 . Debe sentarse al paciente con los miembros in­
las células ciliares cuando el paciente inclina su feriores sobre la camilla, a una distancia tal del
cabeza en el plano del conducto comprometido, borde de la cabecera que permita calcular que
desencadenando, al cabo de unos segundos, si se lo acuesta la cabeza colgará en extensión
vértigo brusco, importante y transitorio (unos 30 por fuera de la cabecera.
s). El vértigo cede cuando esa sedimentación 2. Con el paciente sentado, se rota la cabeza 45°
cesa y el paciente permanece asintomático has­ horizontalmente. Se puede rotar hacia el lado
ta la siguiente crisis de vértigo. en que el paciente dice se desencadena su vér­
En la cupu/olitiasis, las otoconias se adhieren a tigo, ya que en ese caso la maniobra resultará
la cúpula o ampolla, de modo que cuando el pa­ más probablemente positiva, o bien hacia el
ciente inclina su cabeza en el plano del conduc­ contrario, a modo de "ensayo", tratando de evi­
to comprometido, las partículas tironean la cres­ tar un vértigo intenso inicial.
ta de la cúpula o ampolla hacia abajo. En este 3. Rápidamente, se impulsan luego hacia atrás la
caso el vértigo se inicia inmediatamente, sin la­ cabeza y el tronco en bloque, de modo que la
tencia, y se prolonga. cabeza cuelgue en extensión por fuera de la ca-
Son, por lo tanto, típicamente posicionales.
- No se acompañan de otras manifestaciones
neurológicas o cocleares.
El conducto más asiduamente afectado es el
posterior o inferior, que es el más cercano al utrí­
culo y además el que por su orientación hacia
abajo tiende más a acumular partículas que se­
dimentan repetidamente sin recircular. Por ello el
vértigo aparece con mayor frecuencia al acostar­
se o al girar la cabeza, especialmente en cama.
- Se ponen de manifiesto y diagnostican por medio
de pruebas posiciona/es. Como estas pruebas
suelen resultar violentas para el pacienie, antes
de llevar a cabo cualquiera de ellas se debe:
· a) explicarle en qué consiste; Flg. 3-33. Prueba de Dix-Hallpike.

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 87

becera, siempre rotada hacia el lado en que se 2. Con el paciente sentado, si se desea explorar el
la colocó mientras estaba sentado. oído derecho, se rota la cabeza 45º a la izquier­
4. En esta posición se le hace fij ar la mirada, por ej. da, y viceversa.
en el dedo del explorador, hacia el lado rotado. 3. Con la cabeza rotada, por ej. hacia la izquierda,
5. Si existe VPPB, las otoconias y endolinfa se se acuesta al paciente rápidamente del lado de­
desplazarán ampulófugamente hacia abajo, y recho (esto mueve a la cabeza en el plano del
se desencadenarán vértigo y nistagmo, todo conducto semicircular inferior derecho).
ello cuando el oído afectado sea el más inferior 4. Si existe VPPB, se observarán vértigo y nistag­
(cuyo conducto semicircular inferior, paralelo al mo de aspecto y significado similares al de la
peñasco, quedó con la maniobra en el plano de prueba de Dix-Hallpike.
la inclinación). El nistagmo será rotatorio y verti­ 5. Se vuelve a sentar al paciente y se comprueba
cal. El rotatorio será geotrópico (es decir, batien­ la reversión del nistagmo.
do hacia abajo o hacia el suelo) y el vertical ba­ 6. Se repite la prueba en sentido inverso.
tirá hacia arriba (upbeat, en inglés).
6. Se sienta lentamente al paciente de nuevo, con • Pruebas posicionales para el diagnóstico del VPPB
la cabeza siempre rotada. Ahora el sentido <;!el por disfunción del conducto semicircular anterior o
nistagmo se invertirá. Al sentarse, puede haber superior:
a veces cierta sensación de ortostatismo o hipo­
tensión, que es un fenómeno gravitacional he­ Se utilizan las mismas pruebas que para el con­
modinámico y no vestibular. ducto posterior. Si son positivas, en este caso la direc­
7. Una vez recuperado el paciente, se repite la ción del nistagmo rotatorio será similar (geotrópico),
prueba con la cabeza rotada hacia el lado con­ pero en cambio el vertical batirá hacia abajo (down­
trario. beat).

Prueba posicional lateral. Esta prueba puede sus­ • Pruebas posicionales para el diagnóstico del VPPB
tituir a la de Dix-Hallpike si por motivos osteoarticula­ por disfunción del conducto semicircular horizontal,
res (artrosis vertebral) u otros el paciente no puede lateral o externo:
hiperextender su cuello o tronco (fig. 3-34).
1 . Se sienta al paciente en el borde de la camilla Prueba de rotación horizontal (fig. 3-35).
con sus piernas colgando. 1 . Paciente en decúbito dorsal.
2. Se rota rápidamente la cabeza hacia un lado.
3, Si existe VPPB, se obtendrá vértigo y nistagmo
con la rotación hacia ambos lados.
4. La duración y velocidad de la fase lenta del nis­
tagmo serán sin embargo mayores del lado
afectado.
5. En el lado afectado:
- Si se trata de canalolitiasis: latencia en la
respuesta, nistagmo geotrópico y transitorio
(desplazamiento ampulópeto de otoconias y
endolinfa).
- Si se trata de cupulolitiasis: respuesta inme­
diata, nistagmo ageotrópico (alejándose del
suelo) y persistente (efecto ampulófugo: ti­
roneamiento de la cúpula hacia abajo por
efecto gravitacional de las otoconias adheri­
das a ella).

Fig. 3-34, Prueba posicional lateral. Fig. 3-35. Prueba de rotación horizontal.

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88 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Los vértigos posicionales se tratan con maniobras reumatoídea. En el síndrome de Cagan se produce
de reposicionamiento, tendientes a expulsar las oto­ compromiso audiovestibular, ocular ( queratitis intersti­
conias de los conductos semicirculares, que se ase­ cial, uveítis) y sistémico (artritis, vasculitis, nefritis). La
mejan a las maniobras diagnósticas mencionadas y hipoacusia neurosensorial bilateral progresiva es un
se describen en textos de terapéutica. trastorno audiovestibular que evoluciona en accesos,
no se acompaña de manifestaciones sistémicas y se
Vértigo posicional central. atribuye a causa autoinmune, ya que mejora con cor­
Es mucho menos frecuente que el VPPB. ticoides.
- Se debe a lesiones cerebelosas focales (ver­ Fístula perilinfátíca. Es una comunicación anormal
mis), de áreas próximas al IV ventrículo o difu­ entre el espacio perilinfático y el oído medio. Puede
sas, de causa vascular, atrofia, desmíelinizante, causar manifestaciones vestibulares, auditivas o am­
malformación de Arnold-Chiari. · bas. Las vestibulares pueden ser:
El vértigo subjetivo es mucho menos intenso. - con síntomas de conducto semicircular: acce­
No hay latencia. sos de vértigo posicional o secundario a cam­
El nistagmo es sólo vertical (hacia abajo, lo más bios en la presión atmosférica (avión, alturas)
frecuente) o sólo rotatorio y no se agota. que duran minutos;
• Vértigos de minutos u horas de duración
- con síntomas otolíticos: accesos de inestabili­
dad, ataxiá•y lateropulsión sin vértigo, acompa­
ñados de hipoacusia, sensación de oído tapado,
Enfermedad y síndrome de Méniére. La enferme­ a veces iniciados por un ruido de "descorche" en
dad de Méniére afecta a adultos de 40-60 años, con el oído y precipitados por efecto Valsalva (tos,
frecuencia algo mayor en mujeres. Se debe a hydrops defecación, levantar objetos pesados).
o edema brusco en los conductos endolínfáticos, por Compresión microvascular. Por tortuosidad vascu­
trastorno de la reabsorción o bloqueo de la endolinfa, lar de causa aterosclerótica ( ectasia de la basilar y
y ruptura de las membranas que separan la endolinfa sus ramas), el VIII nervio se comprime, desmíelíníza y
de la perilinfa, que rodea al vestíbulo. Se caracteriza lesiona a su salida del tronco cerebral. Esto puede
por una tríada sintomática: causar:
- accesos de vértigo recurrente; • accesos breves (minutos o menos) de vértigo
- hipoacusía fluctuante; ' rotatorio, posicionales o espontáneos, con défi­
- acúfenos. cit vestibular unilateral;
El acceso comienza con sensación de oído tapado, - algiacusia, acúfenos, hípoacusia perceptiva;
hípoacusia, acúfenos, y se continúa con vértigo inten­ - prolongación del segmento ondas I a III en los
so, inestabilidad, náuseas y vómitos, cuadro que dura potenciales evocados auditivos.
habitualmente 30 minutos o más. El síndrome vestibu­ Las alteraciones vasculares pueden observarse en
lar es periférico, a predominio unilateral, inicialmente RMI._
con nístagmo irritativo hacía el lado afectado, más tar­ •Migraña (migraña vertiginosa). El vértigo suele
de con nístagmo hacia el lado sano por déficit funcio­ asodarse a la migraña, y ser uno de los síntomas de
nal del vestíbulo afectado. El nistagmo es horizontal y presentación de la migraña vertebrobasilar de Bíc­
rotatorio por compromiso de los tres conductos semi­ �erstaff (véase Cefaleas y Dolor en Sensibilidad). Su
circulares. La hípoacusia es perceptiva con pérdida de fisíopatología se ha vinculado a fenómenos vasomo­
frecuencias graves. Algunos pacientes pueden mani­ tores en las arterias auditiva interna y cerebelosa an­
festar ataques de caída o "drop attacks", que refieren teroinferíor (AICA), y a alteraciones en los canales ió­
como una sensación de que su cabeza es empujada nicos del oído interno.
por la mano de otra persona hasta la caída (crisis oto­ Los vértigos recurrentes que no se acompañan de
líticas de Tumarkin). Esta puede ser hacia cualquier síntomas auditivos (acúfenos, h ipoacusia) suelen de­
lado,· pero suele repetirse el patrón de caída en un berse a migrañas, en los que la cefalea puede no ser
mismo paciente. Con la recurrencia de las crisis se un síntoma importante o estar ausente. El vértigo pa­
produce atrofia vestibular y laberíntica que da lugar a roxístico benigno de la infancia, que suele ser recu­
un déficit vestibular e hipoacusia persistente, ya sin rrente, es una manifestación de migraña, y preanun­
crisis de vértigo. cia o evoluciona hacia la jaqueca en la adultez.
El sfndrome de Méniére es un cuadro similar que Caracterizan a la migraña vertiginosa:
ocurre habitualmente en el contexto de enfermedades • crisis repetidas de síndrome vestibular periféri·
a�t?ínm� n�s causantes de vasculítis: lupus, policon­ co unilateral, de minutos a horas, asocíados·o
dnt1s rec1d1vante, granulomatosis de Wegener, artritis no a cefalea;

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 89

eventuales signos de vértigo central, con nistag­ de ser recurrente. Se ha vinculado a déficit nutricional
mo vertical o rotatorio; en particular de tiamina.

• Vértigos de días de duración


- desencadenantes comunes a los de la migraña:
alcohol, hipoglucemia, privación de sueño, alti­
bajos hormonales, menstruación, determinados
alimentos; Neuritis ("neuronitis'? vestibular. Afección periféri­
no se asocian síntomas auditivos. ca, de origen presumiblemente viral, del ramo supe­
Epilepsia vertiginosa. Son crisis epilépticas par: rior del nervio vestibular, con disfunción consiguiente
ciales que tienen vértigo como síntoma saliente de los conductos semicirculares horizontal y superior.
(véase Convulsiones y Epilepsia, en Manifestacio­ El síndrome de Ramsay-Hunt (herpes zoster que
nes motoras de hiperexcitabilidad central y periféri­ compromete al ganglio geniculado del nervio facial}
ca). Las descargas epilépticas se originan en la cor­ puede afectar también al nervio cocleovestibular, en
teza vestibular de los lóbulos temporal y parietal, cuyo caso el síndrome vestibular cursa con parálisis
generalmente por lesiones focales identificables en facial.
imágenes (tumores, quistes, granulomas). Son sus La neuritis vestibular se caracteriza por:
características: vértigo que evoluciona en alrededor de una se­
crisis de vértigo rotatorio o vertical con sensa­ mana;
ción de caída, que duran minutos; - síndrome vestibular periférico unilateral;
no hay desencadenantes; - nistagmo horizontal y rotatorio en relación con el
- se asocian acúfenos, parestesias o sensacio­ compromiso de los conductos semicirculares
nes olfatogustativas; mencionados;
durante la crisis, desviación de la mirada con­ - audición preservada;
jugada hacia el lado contrario al foco de des­ - evolución en semanas o meses a la compen-
carga; sación con signosintomatología vestibular re­
- si la crisis es compleja se agrega trastorno de sidual.
conciencia. Se ha descripto también, con mucho menor fre­
Vértigo central paroxístico de tronco. El vértigo cuencia, la neuritis del ramo inferior del nervio vestibu­
se origina por disfunción de los núcleos vestibulares lar, comprometiendo al conducto semicircular poste­
Y otras estructuras troncales de la fisiología vestibu­ rior o inferior.
lar, generalmente por lesiones desmielinizantes. Se Síndromes troncales. Diversos síndromes por le­
manifiesta en paroxismos que duran segundos o mi­ sión troncal, alternos o no, pueden causar vértigo,
nutos, sin desencadenantes, a veces muy recurren­ manifestaciones vestibulares o nistagmo, y han sido
tes. descriptos en distintas partes de este libro: el sín­
En otros casos, generalmente vinculados a lesio­ drome de Wallenberg por oclusión de la arteria ce­
nes vasculares isquémicas, el vértigo paroxístico de rebelosa posteroinferior (PICA), el. síndrome por
tronco es desencadenado por la desviación lateral oclusión de la arteria cerebelosa anteroinferior (Al­
sostenida de la mirada. CA), los síndromes alternos bulbares o protuberan­
"Vértigo paralizante de Gerlier". No se trata real­ ciales, el síndrome del ángulo pontocerebeloso, el
mente de un vértigo, a pesar de que ha recibido este síndrome del fascículo longitudinal medial, el sín­
nombre. Mencionado en el pasado en la frontera fran­ drome de Wernicke. Los múltiples tipos de nistagmo
cosuiza europea, se observa en el Japón, donde ha se describen en la sección de Pares craneales ocu­
sido denominado también kubisagara ("aquel a quien lomotores.

• Vértigos crónicos
se le cae la cabeza'). Afecta especialmente a perso­
nas que trabajan en establos y cuidan ganado. La en­
f:rmedad aparece en el verano y desaparece en el in­
vierno. Se presenta bruscamente y "paraliza" a los La disfunción vestibular no es aguda sino progresi­
Pacientes en posiciones diversas (del "ciego ebrio'; va, habitualmente bilateral, causando inestabilidad y
d�I "individuo que duerme" o del "sujeto en recogi­ ataxia vestibular. La audición se preserva. La res­
miento'), debido a ptosis palpebral y caída de la cabe­ puesta a las pruebas calóricas está disminuida o limi­
za, por déficit motor de los elevadores de los párpa­ tada. El síntoma francamente predominante es la
�os Y de los músculos de la nuca. Se agrega inestabilidad o el trastorno del equilibrio, no el vértigo.
1�estabilidad acentuada por déficit en miembros ínfe­ Su causa más frecuente es la ototoxicidad por antibió­
nores, como si hubiera un componente vestibular que ticos aminoglucósidos, en particular la gentamicina,
en realidad es motor. La crisis dura minutos, pero pue- habitualmente indicada para el tratamiento de infec-

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90 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

ciones urinarias. Otras causas son: afecciones vesti­ dad o depresión. El paciente refiere sentir inestabili­
bulares autoinmunes, neuritis vestibular bilateral, dad o mareos durante la marcha o la estación bípeda.
otosclerosis, enfermedad de Pagel, dolicoectasia ba­ Consecuentemente, la marcha es cautelosa y se efec­
silar, neurofibromatosis, linfoma de base de cráneo, túa con apoyo por "miedo a caerse". Es frecuente que
infiltración leptomeníngea carcinomatosa, tumores el paciente camine aferrándose a muebles o perso­
troncales, o idiopática. En la llamada neuropatía audi­ nas, o apoyándose constantemente en la pared. "No
tiva hay inestabilidad por disfunción vestibular bilate­ se anima" a caminar sin apoyo, y hay un marcado
ral y compromiso auditivo con alteración de los poten­ componente fóbico de "miedo" o "terror'' a hacerlo. El
ciales evocados de tronco e imágenes normales. examen vestibular no muestra alteraciones sistemati­
zadas o coherentes. Suele haber traumas desencade­
Vértigos funcionales. Vértigo postura/ fóbico nantes afectivos, u orgánicos no relacionados con la
función vestibular (cirugías, traumatismos, internacio­
De origen psicógeno, se asocia en particular a per­ nes prolongadas). A veces, prolonga o contamina una
sonalidad obsesivo-compulsiva, trastornos de ansie- afección vestibular real que se estabiliza.

Pares craneanos I, 11, 111, IV, VI y VIII: sinopsis

• Nervio olfatorio (1)


Vía olfatoria: célula, nervio, bulbo, cintilla, estrías olfatorias, corteza temporal, núcleos arnigdalino, septales, hipocampo
Exploración: jabón, café o cáscaras de cítricos. Evitar irritantes
Alteraciones
Anosmia unilateral: pre-decusación de ta via. Tumores, aneurismas frontales basales o nasofaríngeos
Síndrome de Foster-Kennedy (meningiomas, tumores frontobasales)
-lado de la lesión: anosmia y atrofia óptica
-lado opuesto: edema de papila
Anosmia bilateral: traumatismos, rinitis atrófica, diabetes, hipotiroidismo, Pagel, insuficiencias renal y hepática, Par•
kinson, toxicoindustriales, posquirúrgicas, otras. A veces cacosmia
Alucinaciones olfatorias: epilepsia (crisis uncinadas)
Hiperosmia: migraña, hiperemesis gravídica
Pueden asociarse ageusia y disgeusia

• Nervio óptico (11)


Via óptica: conos (visión central, macular), bastones (v. periférica, crepuscular), células bipolares, células ganglionares, nervio
óptico (porciones intraocular, infraorbitaria, intracanalicular), quiasma, cintilla ópticos, cuerpo geniculado lateral, radiación ópti·
ca, corteza occipital
Distribución topográfica en el nervio = retina
Fibras nasales: decusación quiasmática a cinlilla opuesta (inferonasales: rodilla de Wilbrand)
Fibras temporales: no se decusan, van a cintilla homolateral
Nervio, radiación ópticas, corteza visual: las fibras y áreas superiores corresponden a retina superior y las inferiores
a retina inferior
Exploración:
• Agudeza visual, visiones cuentadedos, bulto y luz
Visión colores
Campo visual por confrontación (uni y binocular)
Fondo de ojo
Alteraciones
Ambliopla: disminución de la agudeza visual
-Lesiones retroquiasmáticas unilaterales: no alteran agudeza visual
Amaurosis: pérdida visual
-isquémlca: neuropatía óptica isquémica, amaurosis fugaz (ceguera monocular transitoria "en cortina": enf. carotídea)
-diabética: retinopatfa
-degenerativa: maculo y retinopatías
-traumática: desprendimiento de retina, lesión n. óptico, hemovltreo
-tumoral: glioma n. óptico, compresión
-desmielinlzante: neuritis óptica
-central ('ceguera cortical"): vascular, leucoencefalopatfas

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 91

Discromatopsia: pérdida, alteración de visión coloreada


Del campo visual
-Escotomas
mancha ciega fisiológica
centelleante (migraña)
central unilateral (macular: neuritis óptica, maculopatía, compresión o tumor n. óptico)
cecocentral (mácula + fascículo papilomacular)
síndrome "junccional': ceguera monocular homolateral + defecto temporal contralateral superior (compro­
miso de fibras inferonasales en la rodilla de Wilbrand)
central bilateral: neuropatía óptica familiar, tóxica {alcohol metílico), nutricional (avitaminosis B), maculopa­
tía bilateral
puntual, arquato, anular: lesiones retinianas
en embudo: sólo visión central
en túnel, caño de escopeta: conversión histérica
-Hemianopsias, cuadrantopsias
Pregeniculadas: compromete visión macular, sin anosognosia
Retrogeniculadas: preserva visión rriacular, con anosognosia
• Hemianopsias homónimas (lados homólogos): s. Marcus Gunn homolateral, lesión retrogeniculada contra•
lateral
• Cuadrantopsia homónima superior: radiación óptica externa, labio inferior cisura calcarina
• Cuadrantopsia homónima inferior: radiación óptica interna, labio superior cisura calcarina
• Hemianopsia doble: ceguera cortical, visión en embudo (s. de Antón)
• Semiluna temporal monocular: lesión calcarina rostral contralateral
• Hemianopsia heterónima bitemporal: lesión quiasmática medial
• Hemianopsia horizontal (altitudinalj monocular: neuropatía óptica isquémica anterior
• Hemianopsia altitudinal binocular: isquemia central
Otros: ilusiones, alucinaciones, oscilopsias, palinopsias (perseveración)
Fondo de ojo
Atrofia de papila: glaucoma, neuritis óptica bulbar, n. o. isquémica (altitudinal), hereditaria, compresión,
trauma
Edema de papila: hipertensión endocraneana
Tortuosidad, ¡ calibre, t brillo vascular, signo de Gunn: HTA
Microaneurismas de Ballantyne: diabetes
Retinopatías pigmentosas: heredofamiliares, pigmentación reticulada retina periférica.
Tay-Sachs: mancha color cereza
Foster-Kennedy: véase 1

• Nervios oculomotores (111, IV, VI)


•Anatomía
Motor ocular común (111): origen mesencefálico
4 subnúcleos laterales pares: músculos oculares extrínsecos
-el más medial inerva el recto superior opuesto a través del núcleo contralateral: una lesión unilateral afee•
ta ambos rectos superiores
1 núcleo impar medial:
-rostral: n. de Edinger-Westphal (parasimpático ciliar y pupilar)
-caudal: elevador párpado superior, una lesión ...,.ambos elevadores
Atraviesa f. l. medial, n. rojo, pedúnculo, pared externa seno cavernoso, hendidura esfenoida!
lnerva: rectos superior, interno, inferior, oblicuo inferior (menor), elevador párpado, músculos ciliares y pupilares
Patético (IV): núcleo de origen mesencefaloprotuberancial
Emerge dorsalmente, se cruza con el opuesto, rodea al tronco hacia delante, atraviesa pared externa seno caverno•
so bajo el III y sobre 1 ª rama del V
lnerva: oblicuo superior (mayor)
Motor ocular externo (VI): núcleo de origen protuberancia!
Lo circunda la rodilla del VII, atraviesa lemnisco medial e interior del seno cavernoso, por fuera de carótida interna
y por dentro de 1 ª rama del V
lnerva: recto externo

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92 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Pupila
Exploración, reacciones y reflejos pupilares
Iguales, redondas y centrales
Constricción pupilar {miosis): vía parasimpática (111)
Dilatación pupilar {midriasis): vía simpática
Hippus
Reflejo fotomotor: estímulo lumínico -> conos/bastones retinianos ---+ nervio, quiasma, cintilla ópticos ..... cuerpo
geniculado lateral ..... núcleos pretectales {interdecusación) _,. fascículo pretectooculomotor -,. núcleo de Edinger­
Westphal ..... 111 ..... ganglio ciliar -,. nervios ciliares cortos -> cuerpo ciliar {acomodación del cristalino, predominan­
te), esfínter pupilar {reflejo fotomotor)
Reflejo consensual
Reflejo de acomodación y convergencia: fijación macular cercana ..... conos retinianos ..... nervio óptico ---> corteza
occipital -,. calículo superior ..,. región pretectal {interdecusación) ..... núcleos del recto interno y de Edinger-Westp-
hal --+ 111 _,. ganglio ciliar -> nervios ciliares cortos ..... cuerpo ciliar {acomodación del cristalino, predominante),
esfínter pupilar (reflejo fotomotor)
Otros reflejos
Alteraciones pupilares
Discoria: afecciones oftálmicas, trauma, neuroiúes
Ectopia
Anisocoria, miosis y midriasis
Al explorar r. fotomotor: fenómeno de Wilbrand-Saenger
Congénita: se dilatan ambas en la oscuridad, reflejos preservados
Anisometría: por diferencias de refracción
Miosis paralítica unilateral: síndrome de Horner:
-miosis paralítica unilateral
-oscuridad: dilatación pupila no afectada ( t anisocoria)
-oscuridad: dilatación diferida de pupila afectada
-plosis (paresia músculo de Müller)
-plosis inversa (mismo mecanismo párpado inferior)
-trastorno acomodativo a la distancia
-r. fotomotor preservado
Horner por compromiso de 1 ª neurona: + signos troncales (síndromes troncales vasculares alternos)
Horner por compromiso de 2ª neurona: + anhidrosis facial (patología cervical, vértice torácico: + dolor, pare-
sia frénica o recurrenciai)
Horner por compromiso de 3ª neurona: sin anhidrosis (causa vascular: disección, displasia, oclusión caro­
tídeas, migraña, Horton)
Miosis paralítica bilateral: pupilas puntiformes, atropina: no dilata
(hemorragia pontina)
Midriasis paralítica unilateral: disfunción parasimpática {DP)
-midriasis paralítica unilateral
-arreflexia pupilar lado afectado
-reflejo consensual presente
-oscuridad: dilatación de pupila no afectada ( tanisocoria)
-DP por compromiso del 111: + otros signos del 111 (compresión: aneurisma, tumor; trauma)
-DP por compromiso del ganglio ciliar:
-pupila tónica {midriasis espasmódica, acomodación lenta, fotomotor mínimo o ausente,
pilocarpina +++)
-Síndrome de Adie: pupila tónica + arreflexia profunda
Midriasis paralítica bilateral: lesión bilateral del 111 (trauma)
Miosis/midriasis por sobreestimulación funcional: Graves, psicoestimulantes, adrenérgicos, ansiedad, crisis
epiléptica
Alteraciones de las reacciones pupilares
-reflejo fotomotor lento o ausente:
-lesión del 1: sin consensual al estimular ojo afectado
-lesión del 111: sin consensual al estimular ojo sano
-reflejo fotomotor ausente + reflejo acomodación presente: signo de Argyll-Robertson (neurolúes)
-déficit aferente pupilar: dilatación de pupila afectada al ocluir ojo sano (s. de Marcus Gunn)
-reflejo a la acomodación ausente: toxicidad anticolinérgica

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 93

Alteraciones pupilares intermitentes o transitorias:


-miosis: neuromiolonía ocular, paresia oculomolora periódica
-midriasis: migraña, Horton, crisis epiléptica, midriasis unilateral episódica benigna, espasmo simpático
cíclico, espasmo oculosimpático (lesión C3-C6)

M. O. de seguimiento lento: mantienen la imagen en la mácula


Control supranuclear de la motilidad ocular

Control cortical: corteza occipital, circunvolución angular


Proyecciones: cortezas parietal posterior, frontal
Eferencias: región paraventricular, cápsula interna, pedúnculo posterior, núcleos pontinos laterales
Horizontal: la vía motora induce seguimiento homolateral
Vertical: la vía para la elevación se decusa en la comisura posterior (su lesión: déficit de elevación, síndro­
me de Parinaud)
M. O. sacádicos: rápidos, ubican en la mácula imágenes periféricas
Pulso (movimiento) + escalón (sostén de la posición alcanzada)
Control cortical
Campo ocular frontal: tercio posterior de F2
Eferencia: cápsula interna/tálamo, pedúnculo cerebral, coliculo superior, formación reticular paramediana
pontina
Estimulo: movimientos sacádicos hacia el lado contrario
Lesión: desviación de la mirada hacia el mismo lado
Controla m. sacádicos voluntarios
Campo ocular parietal: c. supramarginal y angular
Controla m. sacádicos atencionales
Preparan: cortezas frontal dorsolateral, parietal posterior, hipocampo/cíngulo
Desencadenan: c. o. frontal, parietal, suplementario
Generan:
-horizontales: núcleo VI, formación reticular paramediana pontina
-verticales: n. intersticial rostral del FLM, n. de la comisura posterior
-refiejos: coliculo superior
Sostienen escalón postsacádico:
-horizontal: núcleos perihipogloso, vestibular medial
-vertical: núcleo intersticial de Caja!
Modulan: vestíbulo, cerebelo, tálamo, n. caudado, substantia nigra
M. O. vestibulares
Refiejo oculovestibular
Rotación cefálica: t conducto SC externo homolateral....,.nervio vestibular....,.núcleo vestibular medial....,.nú­

Prueba calórica agua fria: ¡ ese externo homolateral-,.predominio ese opuesto-desviación mirada h.
cleo VI contralateral->desviación mirada hacia el lado opuesto

el mismo lado + nistagmus h. el opuesto


Reflejo optocinético
M. O. de convergencia/divergencia
Ubican la imagen en la mácula de cada retina
Visión cercana: convergencia + acomodación de cristalino + constricción pupilar
Visión lejana: divergencia + desacomodación de cristalino + dilatación pupilar

Músculos y motilidad del globo ocular


-Recto interno: aducción
-Recto externo: abducción
-Recio superior:
ojo en abducción: elevación (supraducción)
ojo en aducción: rotación interna (intorsión)
-Recto inferior:
ojo en abducción: descenso (infraducción)
ojo en aducción: rotación externa (exciclotorsión)
-Oblicuo superior (mayor):

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94 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

ojo en aducción: descenso (infraduccíón)


ojo en abducción: rotación interna (intorsión)
-Oblicuo inferior (menor):
ojo en aducción: elevación (supraduccíón)
ojo en abducción: rotación externa (exciclotorsión)
-Elevador del párpado superior: músculo sinérgico del globo ocular
Exploración
-Inspección: párpados, hendidura palpebral, ejes oculares, postura cefálica
-M. de seguimiento: siguiendo un punto
versión (mirada conjugada)
ducción (m. monocular)
-Movimientos sacádicos: fijando rápidamente la visión en distintos puntos
-Reflejos oculocefálicos: moviendo la cabeza con la mirada fija en un punto
-Reflejos oculovestibulares: estímulo calórico (véase arriba m. o. vestibulares)
-Estrabismo (desviación ejes oculares) y diplopía (visión doble)
Foria: no corrige con oclusión del ojo no estrábico
Tropía: corrige con oclusión del ojo no estrábico
Hipertropía: desviación de un ojo hacía arriba
Hipotropía: desviación de un ojo hacia abajo
Exotropía: desviación de un ojo hacia afuera
Esotropía: desviación de un ojo hacia adentro
Exciclotorsión: rotación hacia fuera
lncíclotorsión o intorsión: rotación hacía adentro
-Exploración de la diplopía binocular: véase Reglas útiles en el texto
Tipo de diplopía: horizontal, vertical
Prueba de reflexión lumínica de Hirschberg
Prueba de Bielschowsky
Prueba de oclusión ocular (positiva en la tropía)
Prueba de oclusión ocular alternante (positiva en la foria)
-Tropía y foria:
coinciden con la dirección de desviación del ojo
son opuestas a la dirección de refijacíón del ojo
Alteraciones
• Oftalmoplejías
-internas (intrínsecas), externas (extrínsecas), totales
-nucleares, infranucleares, supranucleares
• Oftalmoplejías nucleares e ínfranucleares
Parálisis del 111
-ptosis
-exotropía
-diplopía horizontal
-déficit supra, infra y aducción
-abducción e intorsión preservados
-semiologla de midriasis paralítica (véase arriba)
(nucleares, infranucleares isquémicas: ausente en gral.)
• Causas nucleares e infranucleares de parálisis del 111 aislada: isquemia (diabetes, arteritis de células
gigantes), compresión (tumor, aneurisma comunicante posterior o carotídeo), trauma, migraña oftalmopléji­
ca. Asociada: patología del seno cavernoso, síndromes alternos (Weber, Benedikt), herniacíón uncal
Parálisis del IV
-dificultad para bajar escalera
-inclinación cefálica hacía el lado sano
-hipertropfa
-déficit de infraducción en aducción
-diplopía mejora en supraduccíón o abducción
• Causas nucleares e infranucleares de parálisis del IV generalmente asociada al 111 (seno cavernoso), ais­
lada es rara: isquemia, trauma, congénita
Parálisis del VI

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 95

-esotropía
-diplopía horizontal
-déficit de abducción
-diplopía: mejora en convergencia, empeora en divergencia
• Causas nucleares e ínfranucleares de parálisis del VI.
Aislada: isquemia, hipertensión endocraneana, trauma, tumor, EM.
Asociada: patologías del seno cavernoso
D. diferencial:
-S. de Duane: el III ínerva el recto externo y el ojo se retrae en la aducción
-Espasmo del reflejo de convergencia: esotropía + miosis
Parálisis asociadas: oftalmoplejlas múltiples
-unilaterales: pai. seno cavernoso, disección carotídea
-bilaterales: vascular troncal, encefalitis viral, s. de Wernicke, Miller-Fisher, miastenia gravis, botulismo,
Graves, miositis ocular, heredofamiliar progresiva
• Oftalmoplejías supranucleares
•Conjugadas
Mirada horizontal: lesiones frontales (desviación homolateral: mira la lesión), parietales (déficit seguimiento
homolateral), troncales (Foville peduncular: lll+HP opuesta+desviación homolateral: mira la lesión; Foville
protuberancia!: Vll+HP opuesta+desviación contralateral: hemiplejía), parietales bilaterales (S. de Balint:
apraxia mirada, ataxia óptica, restricción visual periférica), crisis ipsi o contraversivas
Mirada vertical: lesiones talámicas (depresión-convergencia), comisura posterior (de la elevación: Pari­
naud), parálisis supranuclear progresiva (sacádica descendente), Wilson, Hunlington, crisis oculógiras
•Dlsconjugadas
Mirada horizontal: oftalmoplejía internuclear (OIN) (lesión FLM: déficit aducción lado afectado+nistagmo ojo
abductor; EM, vascular, siringa), OIN de abducción (falta de abducción voluntaria+preservación de la refle­
ja (ROV)+nistagmo del ojo aductor), 'uno y medio' (lesión FRPP+Vl+FLM: déficit m. conjugada homolate­
ral+déficit ojo aductor h. lado opuesto+ nistagmo ojo abductor, arreflexia OV unilateral (herniación uncal)
Mirada vertical: "uno y medio" verticál (déficit mirada vertical de un lado+ elevación del otro; lesiones talá­
micas, mesencefálicas); déficit monocular elevación; desviación sesgada (skew, lesiones troncales)
Movimientos oculares anormales
•Intrusiones sacádicas: Interfieren con la fijación desviando el ojo: ondas cuadradas, aleteo ocular, aleteo psicógeno,
opsoclonus (sinopsis en texto)
•Trastorno en el conlrol de movimientos sacádicos: lesiones hemisféricas, caliculares, apraxia ocular, dismetría sacá­
dica (sinopsis en texto)
Nistagmo
-Rltmico: fases lenta (involuntaria) y rápida (fijación). La rápida designa el nistagmo
-Pendular: ambas fases similares
-Horizontal, vertical o rotatorio
-Agotable/inagotable
-Nistagmo optocinético: fase rápida del reflejo optocinético
-Exploración del nistagmo:
-Con y sin fijación (a oscuras)
-A simple vista y en fondo de ojo (los vasos retinianos oscilan en sentido opuesto al del globo ocular)
-Flslopatología del nistagmo:
-Nistagmo por lesión vestibular: fase lenta hacia lado afectado, fase rápida hacia el lado sano (lo inverso en la
sobreestimulación vestibular)
-Nistagmo parético: persistente inducido por la mirada (no se sostiene el escalón sacádico por lesión de núcleos
integradores; s. de Wernicke)
-Nistagmo cerebeloso
-Nistagmo congénito: horizontal, pendular, inestabilidad en el control del seguimiento ocular lento

-Alteraciones del nistagmo:


•Oscilopsias: sensación subjetiva de nistagmo
•Nistagmo binocular simétrico conjugado (ojos oscilan en la misma dirección)
-Rítmico, espontáneo: vestibulares periférico y central, alternante periódico, farmacológicos, epiléptico, rotatorio,
downbeat, upbeat (sinopsis en texto)

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96 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

-Rítmico, inducido: patético, de rebote, vértigo benigno posicional, de convergencia (sinopsis en texto)
-Pendular: congénito, latente, latente manifiesto, pendular adquirido, seudopendular horizontal, mioclonía ocu-
lopalatina (sinopsis en texto)
•Nistagmo binocular simétrico disconjugado (ojos osciían en dirección distinta u opuesta)
-Vertical: en serrucho (sinopsis en texto)
-Horizontal: de convergencia-retracción, de divergencia, miorritmia oculomasticatoria (sinopsis en texto)
•Nistagmo binocular simétrico y monocular: spasmus nutans, ceguera monocular, pendular adquirido monocular, OIN
(sinopsis en texto)

Párpados
-Elevación: elevador del párpado superior
-Descenso: inhibición del elevador del párpado superior
-Sinergia oculopalpebral: párpados acompañan movimientos oculares verticales
-Oclusión palpebral intensa: músculo orbicular (VII)
Alteraciones
Ptosis:
-Causas infranucleares y nucleares: focales, miopatías, placa neuromuscular (m. gravis, botulismo), neuropa­
tías, sector caudal del núcleo impar medial (sinopsis en texto)
-Causas supranucleares: lesiones de múltiples orígenes
Retracción y rezago palpebrales
-Causas infranucleares y nucleares: locales, miopatías (Graves, Steinert, Eulenburg), placa neuromuscular,
neuropalías, nucleares (sinopsis en texto)
-Causas supranucleares: PSP, Parkinson, epilepsia
Apraxia de la oclusión palpebral: déficit de oclusión paípebral voluntaria+oclusión refleja preservada (corneopalpe­
bral) (lesiones frontales derechas o bilaterales, PSP, ELA, Jakob-Creutzfeldt)
Apraxia de la apertura palpebral: déficit de elevación palpebral voíuntaria+hipereextensión cefálica brusca (lesiones
hemisféricas derechas o bilaterales) 'no puede abrir los ojos'
Blefarospasmo: distonía palpebral "se le cierran los ojos" -

• Nervio auditivo (VIII)


Nervio coclear
Nervio vestibular
Vía auditiva: células ciliadas cocleares-ganglio espiral-nervio coclear---,.núcleos cocleares ventral y dorsal
--,.estrías acústicas ventrales, intermedias, dorsales (decusación parcial)-oliva superior-lemnisco íateral---,.coíí­
culo inferior-cuerpo genicuíado mediar-radiación auditiva---,. T1 y CT transversa
Vía vestibular: c. ciliadas de crestas semicirculares, máculas de utrículo y sáculo-ganglio vestibular---,.nervio ves­
tibular---,.núcleos veslibulares---,.haces vestibuloespinales, vestibulocerebelosos, vestibulorreticulares, FLM-tála­
mo (NVPL)---,.corteza poscentral, temporal, premotor�
-Ramo superior del nervio vestibular: utrículo, conductos semicirculares (CSC) superior y lateral

-Ramo posterior n. vestibuíar: ese inferior


-Ramo inferior n. vestibular: sáculo

Irrigación del laberinto: arteria auditiva interna (rama de la AICA) y sus ramas

-vestibular anterior (utrículo, ese superior y lateral)


-coclear (cóclea)

-vestibular posterior (sáculo, ese inferior, cóclea)


Fisiología
Coclear
Tonos altos: base de cóclea, sector dorsal de núcleos cocleares
Tonos bajos: ápex de cóclea, sector ventral de núcleos cocleares
Vestibular
Otolitos:
utrícuío: horizontal, capta aceleraciones lineales cefálicas horizontales
sáculo: vertical, capta aceleraciones lineales cefáíícas verticales y oblicuas

-ese laterales: plano horizontal


CSC: captan aceleraciones angulares (rotaciones).en planos paralelos

-CSC superior D, inferior 1: p. vertical oblicuo der-izq, adelante---,.atrás


-CSC superi9r í, inferior D: p. vertical oblicuo izq--,,der, adelante-atrás

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3. FUNCIONES CRANEANAS SENSORIALES, OCULOMOTORAS Y DE EQUILIBRIO 97

Exploración de la rama coclear


-Oloscopía
-Transmisión aérea: susurro, reloj, diapasón
-Transmisión ósea: Weber, Rinne, Schwabach
-Hipoacusia de conducción (trastorno de transmisión aérea: oídos externo y/o medio):
-Weber: lateraliza a oido afectado
-Rinne: negativo en oído afectado
-Schwabach: normal o prolongado en oído afectado
-Hipoacusia de percepción (trastorno de transmisión ósea: laberinto o nervio)
-Weber: lateraliza a oído sano
-Rinne: positivo en oido afectado
-Schwabach: acortado en oido afectado
-Audiometría, logoaudiometría
Alteraciones de la rama coclear
-Anacusia, hipoacusia
conducción: obstrucciones oído externo, trompa, otitis media, otosclerosis
percepción: trauma, Pagel, tóxicos, tumores (neurinoma, meningioma), aneurismas (AICA, ectasia basilar),
Susac (acúfenos, hipoacusia bilateral, microangiopatía retiniana y cerebral), psicógena (r. cocleopalpebral,
reclutamiento, PEA preservados)
-Hiperacusia: parálisis facial
-Acúfenos:
continuos (causas diversas)
pulsátiles (!con Valsalva, rotación cefálica, compresión yugular homolaterales)
-Alucinaciones auditivas: patología temporal
Exploración de la rama vestibular
-Mareo:
'¿falla la cabeza?": vestibular, sincopal, hipofiujo, hiperventilación, ataxia, somnolencia, efecto depresor farma­
cológico
• ¿falla el cuerpo?': vestibular
"¿fallan los pies?": motor (trastorno de la marcha, ataxia, neuropatla periférica)
-Vértigo: sensación rotatoria+descarga vagal
-Acúfenos
-Nislagmo vestibular: sin fijación se acentúa
t
lesiona!: fase rápida hacia lado sano, hacia lado sano
irritativo: fase rápida hacia lado enfermo, t hacia lado enfermo
Valsalva: t nistagmo en afecciones craneocervicales o de oído medio
Fenómeno de Tullio: reacción vestibular paroxística al ruido brusco
-Desviación oblicua (Skew Deviation): desalineación vertical constante de los ojos de causa veslibular+diplopia+sen­
sación de inclinación de la imagen visual
Paresia del IV: desalineaci6n+diplopía t con inclinación cefálica h. lado afectado
-Reacción de inclinación oculocefálica (Ocular 1ilt Reaction): desviación oblicua+torsión ocular+inclinación cefálica.
Empeora con ojos cerrados.
Paresia del IV: mejora con ojos cerrados
-Rotaciones cefálicas
-Prueba de la impulsión cefálica de Halmagyi
-Nistagmo de sacudida cefálica
-Prueba complementaria de la inestabilidad oculógira
-Pruebas posturales
-Estáticas:
•Romberg: lateropulsión hacia lado deficitario
•Indice de Bárány: lateropulsión hacia lado deficitario
-Dinámicas:
•Indicación de Bárány: desviación hacia lado deficitario
•Marcha sin avanzar (stepping tesQ: rota hacia lado deficitario
•Marcha con ojos cerrados: en estrella

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98 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

-Pruebas inducidas
-Rotatoria:
ese laterales: nislagmo h. lado opuesto a la relación, desviación corporal h. lado de la rotación.
Lado deficitario: no hay respuesta
ese superior e inferior: pruebas posicionales (véase Vértigos)
-Calórica (agua fria): explora un solo laberinto
nistagmo horizontal h. lado opuesto al irrigado+rolalorio,
desviación corporal h. el lado irrigado
Lado deficitario: no hay respuesta
Alteraciones de la rama vestibular
-Síndromes veslíbulares periféricos (deficitario o irritativo): vértigo, nislagmo, lateropulsión con clara direccionalidad
(hacia un lado)
-Síndrome vestibular central: síntomas y signos no direccionales
-Vértigos
Fisiológicos (cinetosis)
Orgánicos
• De segundos
•Posicionales paroxíslícos benignos (VPPB): rotación cefálica o cambio postura!, canalo o cupulolilíasis
-Prueba posicional para VPPB de ese inferior: véase lexlo
Vértigo+Nistagmo geotrópico!upbeat en oído más inferior
-Prueba posicional para VPPB de ese superior: véase texto
Vértigo+Nistagmo geolrópico/downbeal en o. más inferior
-Prueba posicional para VPPB de ese lateral: véase texto
Canaloliliasis: vértigo con latencia, nistagmo geolrópico y transitorio
Cupuloliliasis: vértigo inmediato, nislagmo ageotrópico, persistente
•Posicional central: poco vértigo, nistagmo vertical persislenle, lesiones cerebelosas o de IV ventrículo
• De minutos u horas
•Enf. de Méniere: hydrops endolinfático
•Síndrome de Méniere: enf. autoinmunes
En ambos:
-crisis de vértigo
-hipoacusia fluctuante
-acúfenos
•Fístula perílinfálíca
Afección de CSC: vértigo posicional por cambios en presión atmosférica
Afección otolílíca: crisis ataxia/lateropulsión por Valsalva
•Compresión microvascular (ectasia basilar): vértigos breves lateralízados, hipoacusia perceptiva
•Migraña: vértigo recurrente periférico con desencadenante de migraña, audición preservada, con o
sin cefalea
•Epilepsia: crisis parciales con vértigo, sin desencadenante
•Vértigo central paroxíslíco de tronco (desmielinización): muy recurrente, central
• De días
•Neuritis vestibular (viral, Ramsay-Hunt): -7 días, periférico, unilateral, nistagmo horizontorrotatorio,
afección ramo vestibular superior
•Síndromes troncales (Wallenberg, PICA, AICA, altern·os¡
• Crónicos (ototóxicos, lesiones infiltrativas, compresivas, etc.): predomina la inestabilidad, progresivo
• Postura! fóbico (psicógeno, funcional): miedo a caer, sin signos vestibulares claros, rasgos depresivos/
obsesivos, trauma psíquico

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4
Funciones sensitivomotoras
de cara, b oca, fauces y cuello:
pares craneanos V, VII, IX, X, XI y XII.
Síndromes de p ares craneanos asociados

V par (nervio trigémino)

Anatomía

El trigémino o V nervio es el más voluminoso de los ner­


vios craneanos. Tiene una gruesa raíz sensitiva (porción
mayor) y otra más delgada, motora (porción menor). Lo
constituyen los siguientes tipos de fibras.
1 . Fibras sensitivas aferentes somáticas generales (ASG):
a) exteroceptivas:
células de origen: ganglio semilunar de Gasser,
ramas distales: ramas terminales del nervio,' con­
ducen la sensibilidad superficial de cabeza, cara
y mucosas, Núcleo de la raíz
ramas proximales: raíz sensitiva del nervio, termi­ descendente o
nan en los núcleos espinal (sensibilidad termoal­ espinal
gésica y tacto protopático) y sensitivo principal
(sensibilidad táctil epicrítica) del trigémino; Fig. 4-1. Núcleos de origen del trigémino.
b) propioceptivas: porción interpolar, desde el comienzo de la oliva inferior
células de origen: núcleo mesencefálico del V, hasta la extremidad inferior del IV ventriculo, y una porción
ramas distales: nervio maxilar inferior y sus ra­ caudal que se continúa con la sustancia gelatinosa de Ro­
mas, raíz motora, y algunas fibras de la raíz sen­ lando del asta posterior medular. Las fibras de la rama oftál­
sitiva, conducen la sensibilidad propioceptiva de mica discurren por el sector ventral del núcleo y se ·extien­
los músculos masticatorios y de otros músculos den más caudalmente hasta la médula cervical, las de la
craneanos (véase Nervio facial), rama maxilar superior son intermedias, y las de la rama ma­
ramas proximales: no las hay porque el núcleo xilar inferior discurren por el sector dorsal y terminan más
mesencefálico se halla dentro del neuroeje, del rostralmente. La sensibilidad cutánea medial de la cara (bo­
que luego continúa la vía sensitiva hacia el tála­ ca y nariz) está representada en el sector más rostral del
mo. núcleo (protuberancia), y la de áreas laterales (temporal)
2. Fibras motoras eferentes viscerales especiales (EFE): corresponde a su sector más caudal (médula cervical). La
• células de origen: núcleo motor del V, sensibilidad facial está así distribuida rostrocaudalmente en
ramas eferentes: raíz motora y nervio maxilar in­ forma de catáfila de cebolla de la línea media haci.a fuera
ferior inervando los músculos masticatorios. (fig. 4-2, B). El núcleo espinal recibe fibras que conducen
dolor y temperatura, y tacto protopático;
Las fibras que forman la raíz sensitiva, originadas en el -el núcleo sensitivo principal, situado lateralmente en la
ganglio semilunar, penetran por la región anterolateral de la protuberancia media, por encima y algo por detrás del pre­
protuberancia y se dirigen a los siguientes núcleos sensiti­ cedente. Recibe fibras de sensibilidad táctil epicrítica y pro­
vos del trigémino (fig. 4-1 ): pioceptiva;
-el núcleo espinal, del haz espinal o de la raíz descenden­ -el núcleo mesencefá/ico se ubica por encima del ante­
te, que se extiende desde la parte media de la protuberancia rior y se prolonga rostral y dorsalmente hasta el tubérculo
a toda la altura del bulbo y la médula cervical hasta su seg­ cuadrígémíno superior. Recibe la sensibilidad propioceptiva
mento III o IV. Se divide en una porción rostral, que va de la de los músculos masticatorios y de otros músculos cranea­
protuberancia media al comienzo de la oliva inferior, una nos (véase Nervio facial).

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100 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

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A 1
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1

Fig. 4-2. A, esquema que señala la inervación sensitiva de la cara. En zona punteada, territorio del nervio oftálmico; en gris claro,
territorio del nervio maxilar superior; en gris oscuro, territorio del.maxilar inferior; zona rayada, territorio del nervio intermediario de
Wrisberg. 8, distribución cútanea de la raíz descendente del trigémino.

Las fibras de la raíz motora se originan en el núcleo mo­ mico que penetra en la órbita por la hendidura esfenoida!, la
tor del trigémino, situado en la protuberancia por dentro del rama media o nervio maxilar superior que atraviesa el agu­
núcleo sensitivo principal. De aqul se dirigen hacia adelan­ jero redondo mayor, la fosa pterigomaxilar y penetra en el
te y emergen como ralz independiente por dentro de la raíz canal suborbitario, y la rama inferior o nervio maxilar inferior
sensitiva. o mandibular que atraviesa el agujero oval. Las dos prime­
Desde ese punto ambas raíces se dirigen hacia arriba, ras ramas son puramente sensitivas, la última mixta, pues
adelante y afuera, entre el pedúnculo cerebeloso medio y la se.le une la raíz motora del trigémino luego de pasar bajo el
cara posterosuperior del peñasco, y penetran en el cavum ganglio de Gasser (fig. 4-3),
de Meckel, situado entre la tienda del cerebelo y el borde El nervio oftálmico, saliendo del ganglio de Gasser, pe­
superior del peñasco. Aquí la raíz sensitiva se extiende en netra en el espesor de la pared e):(terna del seno caverno­
abanico y se continúa en un ganglio ancho y aplanado, el so, donde discurre por debajo del IV y del 111, y por fuera
ganglio semilunar o de Gasser, alojado en un desdobla­ del VI, que corre dentro del seno (fig. 4-17). Luego ascien­
miento de la duramadre. La raíz motora se coloca por de­ de y pasa por encima del 111. Alcanza la hendidura esfenoi­
bajo de la sensitiva, pasa por debajo del ganglio semilunar, da! para introducirse en la órbita, dividiéndose en este mo­
alcanza el agujero oval y se une al nervio maxilar inferior. mento en tres ramas terminales: una interna, el nervio nasal
De la parte anterior del ganglio semilunar se desprenden (cuyas ramas relevantes son los nervios nasal interno, na­
las tres ramas del trigémino: la rama superior o nervio oftál- saiexterno y ciliares largos); una externa, el nervio lagrimal;

Hendidura esfenoida!

Protuberancia

Nervio auriculotemporal
Nervio lingual
-----cuerda del tímpano (facial)
Fig. 4-3. Esquema del trayecto periférico del nervio trigémino 01 par).

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 101

y una media, el nervio frontal (nervios supraorbitario y su­ ma ascendente de la mandíbula, sobre la glándula
pratroclear). Las tres ramas terminales del nervio oftálmico submaxilar, y se distribuye por los dos tercios anteriores de
dan numerosos ramos que se distribuyen por el globo ocu­ la lengua. Por su anastomosis con la cuerda del tímpano,
lar, la córnea, la glándula lagrimal, el párpado superior y su rama del facial, conduce fibras aferentes gustativas de ese
conjuntiva, la piel de la frente y del cuero cabelludo hasta el sector lingual y fibras eferentes parasimpáticas para las
vértice del cráneo, la parte media de la piel de la nariz y la glándulas submaxilar y sublingual.
parte superior de la mucosa de la cavidad nasal (fig. 4-2, A). El nervio maxilar inferior inerva los músculos masetero,
El nervio maxilar superior se desprende del ganglio de temporal, pterigoideos, periestafilino externo, milohioideo,
Gasser y penetra en el espesor de la pared inferoexterna vientre anterior del digástrico, músculo del martillo. Además
del seno cavernoso, donde discurre pordebajo del oftálmi­ conduce la sensibilidad de la piel de la región temporal, par­
co, pasa por el agujero redondo mayor y la fosa pterigoma­ le posterior de las sienes y adyacente de la oreja, parte pos­
xilar, donde emite el nervio esfenopalatino. Se coloca luego terior de la mejilla, labio inferior, mentón, dientes y encías
en el conducto suborbitario, emerge por el agujero infraor­ inferiores, dos tercios anteriores de la lengua, piso de boca
bitario tomando el nombre de nervio infraorbitario, y termina y superficie interna de las mejillas (fig. 4-2, A).
en las partes blandas de la mejilla. Emite en su trayecto nu­ Conexiones centrales. De los núcleos espinal y sensitivo
merosas ramas colaterales por las que inerva la piel del la­ principal del trigémino parten fibras que ascienden en forma
bio superior, del ala de la nariz y parte adyacente de la me­ cruzada o directa. Las primeras ascienden por el haz espino­
jilla, el párpado inferior y una parte de las sienes (fig. 4-2, talámico lateral, si provienen del núcleo espinal, o por el lem­
A). También inerva la conjuntiva del párpado inferior, la mu­ nisco medial, si provienen del núcleo sensitivo principal. Las
cosa del labio superior, los dientes superiores (nervios den­ fibras directas ascienden por el haz trigeminotalámico dorsal.
tarios anterior, medio y posterior), el maxilar superior, la par­ Del núcleo mesencefálico parten fibras que se decusan y as­
te superior de la mejilla, el paladar óseo (nervios palatinos) cienden por el lemnisco medial. Todas las fibras se dirigen al
y la parte inferior de la cavidad nasal y su mucosa (nervios núcleo ventral posteromedial del tálamo y de allí parten fibras
nasales y nasopalatíno). a la corteza parietal (véase Hemianeslesias de origen pedun­
El nervio maxilar inferior o mandibular es un nervio mix­ culoponlobulbar).
to resultado de la unión de una raíz sensitiva, que proviene El núcleo motor recibe inervación supranuclear bilateral,
del ganglio de Gasser, y de la raíz motora del lrigémino. Sa­ por el haz corticobulbar, del sector inferior del área motriz pre­
le del cráneo por el agujero oval junto a la arteria meníngea rrolándica, a veces con un ligero predominio contralateral.
menor, y después de un corto trayecto se divide en dos El nervio trigémino conduce la sensibilidad de la mayor
troncos terminales: anterior y posterior. parte de los tegumentos del cráneo y de la cara, y es el ner­
El tronco terminal anterior da tres ramas: el nervio tem­ vio motor de los músculos que participan en la masticación
porobucal, que inerva el músculo pterigoideo externo, luego (músculos temporal, masetero y pterigoideo) (fig. 4-2, A y 8).
se divide en un ramo ascendente motor (nervio temporal
profundo anterior) que inerva la parte anterior del músculo Exploración
temporal, y un ramo descendente sensitivo (nervio buca1
que es para la piel y mucosa yugales; el nervio temporal pro­ Comprende el examen de la sensibilidad, en sus
fundo medio que inerva la parte media del músculo temporal; diferentes formas, de cabeza, cara y mucosas, de los
y el nervio temporomasetérico, que se divide en una rama de movimientos de los músculos masticatorios y la bús­
inervación para el masetero y en el nervio temporal profundo queda de ciertos reflejos.
posterior para la parte posterior del músculo temporal. La exploración sensitiva se efectúa estimulando la
El tronco terminal posterior da cuatro ramas: el tronco piel con un algodón para la sensibilidad táctil, con un
común muscular, para los músculos pterigoideo interno, pe­ escarbadientes para la dolorosa y con tubos de agua
riestafilino externo y músculo del martillo; el nervio auriculo­ caliente y fría para la térmica, de acuerdo con los prin­
temporal, que se dirige hacia atrás y arriba, penetra en la cipios y la técnica de la exploración de la sensibilidad
parótida, asciende entre el conducto auditivo externo por en general (véase Sensibilidad).
detrás y la arteria temporal superficial por delante y se dis­ -Para examinar la función motora se observa si
tribuye por la piel de la región temporal. Conduce la inerva­ existen atrofia o fasciculaciones de los músculos mas­
ción parasimpática de la parótida, con fibras que provienen, ticatorios. Luego se le hace al paciente apretar las ar­
vía ganglio ótico, del nervio petroso profundo menor, del IX cadas dentarias palpando al mismo tiempo el relieve
nervio craneal (véase Nervio glosofarlngeo); el nervio den­ contráctil del masetero y el temporal, o bien se le
tario inferior, que inerva el músculo milohioideo, el vientre hace morder fuertemente un género de uno y otro la­
anterior del digástrico y, penetrando en el conducto denta­ do, que se escurrirá más fácilmente por entre los dien­
rio, la arcada dentaria inferior; y el nervio lingual, que des­ tes del lado paresiado. Por último se ordena la ejecu­
ciende por delante del dentario inferior, por dentro de la ra- ción de movimientos de masticación, para evaluar los

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102 SEMIOLOGfA DEL SISTEMA NERVIOSO

músculos temporal, masetero y pterigoideo interno, la­ lesión supranuclear. Vía aferente: ramas oftálmica y
teralización (diducción o divulsión), para el pterigoideo maxilar superior del V y/o nervios facial e intermedio
externo de uno y otro lado, y protrusión o propulsión (vía ganglio geniculado). Centro reflejo: núcleos espi­
mandibular, para ambos pterigoideos externos bilate­ nal, sensitivo principal, mesencefálico y motor del V.
ralmente. Vía eferente: nervio mandibular, músculo pterigoideo
Se exploran por último ciertos reflejos en cuyo ar­ homolateral. Reflejo trigeminotrigeminal o fenómeno
co toma participación el trigémino: faciotrigeminal.
-Reflejo corneano: con la mirada del paciente diri­
gida preferiblemente hacia el lado contrario, para evi­ Alteraciones
tar la oclusión palpebral de defensa, se estimula la
córnea con la punta de un pequeño trozo de algodón Lesión infranuclear
o gasa, produciéndose el cierre de ambos párpados.
Vía aferente: ramas oftálmica y maxilar superior del V. Lesión infranuclear distal al ganglio semilunar o
Centro reflejo: núcleos espinal del V y facial motor. Vía de Gasser. Las lesiones del nervio oftálmico cau­
eferente: nervios faciales, músculo orbicular de los san hipoestesia en su distribución cutánea (cuero
párpados. Reflejo trigeminofacial. cabelludo, frente, párpado superior y nariz medial)
-Reflejo conjuntiva/: el estímulo se efectúa en la y mucosa, o en la de alguna de sus ramas nasal,
conjuntiva, por fuera del reborde cornea!. Respuesta y frontal o lagrimal. Hay hipo o arreflexía corneana o
vías similares al anterior. Reflejo trigeminofacial. conjuntiva!.
-Reflejo nasal o estornutatorio: la excitación de una Las lesiones del nervio maxilar superior provocan
fosa nasal con un pañuelo provoca un estornudo asimismo hipoestesia en su distribución (piel de párpa­
acompañado de lagrimeo. Vía aferente: rama maxilar do inferior, mejilla, nariz lateral y labio superior, dien­
superior del trigémino. Centro reflejo: núcleos espinal tes, paladar y mucosa nasal inferior). Cuando afectan
del V, motores del V, VII y XII. Vía eferente: V, VII, XII, al nervio infraorbitario causan sólo hipoestesia yugal
y sus músculos de inervación, bilateralmente. Reflejo (síndrome de la mejilla dormida). Hay hipo o arreflexia
trigeminofacial, trigeminotrigeminal y trigeminohipo­ corneana o conjuntiva!.
gloso. Las lesiones que afectan al sector intracraneal de
-Reflejo nasopalpebral o g/abelar: la percusión de estas dos ramas del trigémino, en su trayecto por el
la piel de la región frontal sobre la línea media produ­ seno cavernoso, pueden agregar compromiso de
ce el cierre de los párpados de ambos lados. Vía afe­ nervios craneanos oculomotores (síndrome del seno
rente: rama oftálmica del V, nervios facial e interme­ cavernoso, véase Síndromes de pares craneanos
dio (vía ganglio geniculado). Centro reflejo: núcleos asociados).
espinal, sensitivo principal y mesencefálico del V, fa­ Las lesiones del nervio mandibular originan hi­
cial motor. Vía eferente: nervios faciales, músculo or­ poestesia en su distribución (región temporal, sien,
bicular de los párpados. Reflejo trigeminofacial y fa­ mejilla posteroinferior, labio inferior, mentón, dientes
ciofacial. y encías inferiores, dos tercios anteriores de la len­
-Reflejo superciliar: percutiendo la arcada superci­ gua, piso de boca y mucosa yugal). Si se comprome­
liar, se produce el cierre de los párpados del lado per­ ten nervios como el bucal o la porción distal del den­
cutido. Vías y centro similares al anterior. Reflejo trige­ tario inferior, sólo habrá manifestaciones sensitivas
minofacial y faciofacial. distales (hipoestesia yugal, bucal o mentoniana). Si
-Reflejo maseterino: la percusión hacia abajo del el nervio se compromete más proximalmente, se
mentón, estando el paciente con la boca entreabier­ agregará parálisis mandibular, que se caracteriza
ta, produce la elevación de la mandíbula. Vía aferen­ por:
te: nervio mandibular. Centro reflejo: núcleos mesen­ - los músculos masetero y temporal forman esca­
cefálico y motor del V. Vía eferente: nervio mandibular, so relieve y no se palpa su contracción al apre­
músculos masetero y temporal. Reflejo trigeminotri­ tar las arcadas dentarias;
geminal. - la mandíbula se desvía hacia el lado paralizado
-Reflejo corneomandibular o "del pestañeo de la cuando el paciente abre la boca, por acción del
mandíbula": la estimulación de la córnea de un lado pterigoideo externo del lado sano;
provoca, además del reflejo corneano, desviación del por el mismo motivo, la mandíbula se desvía ha­
maxilar inferior hacia el lado opuesto. Este movimien­ cia el lado afectado si se la hace protruir;
to se observa también con el pestañeo espontáneo. - la mandíbula no puede desviarse voluntaria­
Todo el fenómeno es en realidad expresión de una mente hacia el lado sano, por parálisis del pteri­
sincinesia palpebromandibular. Es patológico: indica goideo externo homolateral a la lesión;

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES y CUELLO 103

atrofia y fasciculaciones temporomaseterinas de causa similar atermoalgesia facial homolateral y bra­


grado variable; quiocrural contralateral a la lesión. Además, hemiata­
- puede haber trastornos del oído, por parálisis xia cerebelosa, Horner, paresia facial de tipo periféri­
del músculo del martillo; ca e hipoacusia homolaterales a la lesión (véase
- eventualmente, trastornos tróficos como pérdida Síndromes vasculares).
dentaria, edema y ulceración gingivales, ulcera­ La distribución de la hipoestesia puede igual ser
ción corneana. muy variable en los síndromes mencionados.
Lesión infranuclear en el ganglio semilunar o de La lesión del núcleo sensitivo principal del trigémi­
Gasser. Se suelen comprometer las tres ramas del tri­ no puede originar hipoestesia táctil homolateral, con
gémino, total o parcialmente. Suele haber dolor, pa­ preservación de la sensibilidad termoalgésica (com­
restesias e hipoestesia en la hemicara homolateral, promiso disociado). Sin embargo, este núcleo es pe­
de extensión variable. Lo sugestivo es que los sínto­ queño y las lesiones que lo afectan generalmente in­
mas y signos sobrepasan el territorio individual de ca­ volucran también al núcleo espinal, cuyas
da rama. Como la rama motora del trigémino se une manifestaciones encubren a las del primero.
al nervio mandibular distalmente, más allá del ganglio La lesión del núcleo mesencefálico no origina ma­
de Gasser, no suele producirse déficit motor. nifestaciones semiológicas salientes.
Lesión infranuclear proximal al ganglio semilunar o La lesión del núcleo motor del trigémino en la pro­
de Gasser. Las manifestaciones son similares a las tuberancia origina parálisis mandibular de caracterís­
halladas en las lesiones situadas en el ganglio, pero ticas similares a las de la lesión infranuclear, también
es más frecuente que se acompañen de compromiso con atrofia y fasciculaciones. Raramente es bilateral,
de otros nervios craneales, en particular VI, VII y VIII. en cuyo caso se observa:
- mandíbula caída y boca entreabierta;
Lesión nuclear - parálisis mandibular bilateral: imposibilidad de
morder, divulsionar o protruir;
Los núcleos sensitivos pueden afectarse en cual­ - atrofia y fasciculaciones de ambos maseteros;
quier punto de. su extensión desde el mesencéfalo hipo o arreflexia maseterina.
hasta la médula cervical. El agregado a este cuadro de trastornos sensitivos
La lesión del núcleo y haz espinal del trigémino en hemicara que sobrepasan los territorios de inerva­
causa hipoestesia táctil y termoalgésica homolatera­ ción de las ramas terminales del nervio sugiere lesión
les: intraoral o en labios si dicha lesión es protuberan­ protuberancia!, ya que ellos no suelen asociarse a
cia!, en mejilla medial, nariz y párpados si es bulbar, déficit motor cuando la lesión es infranuclear (véase
en mentón, mejilla lateral, y región superciliar si es antes).
cervical alta, y en mandíbula, región preauricular y
frente si es cervical baja (distribución sensitiva facial Lesión supranuc/ear
rostrocaudal en catáfila, véase Anatomía del V y fig.
4-2, B). Con frecuencia se asocia atermoalgesia en el La inervación supranuclear trigeminal es bilateral
hemicuerpo contralateral por compromiso del haz es­ y por ello sus lesiones unilaterales pueden no mani­
pinotalámico lateral, que contiene fibras decusadas festarse con signos clínicos ostensibles, Sin embar­
de sensibilidad termoalgésica corporal. go, a veces predomina el control cruzado, de modo
El síndrome bulbar lateral de Wal/enberg se debe a que una lesión supranuclear unilateral puede even­
la oclusión de la arteria cerebelosa posteroinferior (PI­ tualmente originar paresia mandibular contralateral,
CA), que irriga el bulbo lateral, cerebelo y pedúnculo de características similares a las de la lesión infranu­
cerebeloso inferior, o de la arteria vertebral. Comprome­ clear, aunque más leve, en este caso sin atrofia ni
te al núcleo espinal del trigémino. Causa atermoalgesia fasciculaciones.
facial homolateral a la lesión (oftálmica y maxilar en la Las lesiones bilaterales corticonucleares pueden
lesión ventral, maxilar y mandibular en la lesión dorsal producir paresia o parálisis bilateral con boca entrea­
del núcleo espinal) y braquiócrural contralateral. Ade­ bierta, hiperreflexia maseterina y trofisino preservado.
más, hemiataxia cerebelosa, síndrome de Horner y pa­
rálisis hemivelopalatina y de cuerda vocal homolatera­ Causas de lesión infranuclear
les a la lesión, y vértigo, hipo y vómitos como síntomas
(véase Síndromes vasculares). Las ramas cutáneas de los nervios maxilar superior
El síndrome de la oclusión de la arteria cerebelosa y mandibular se comprometen por neuropalías sensi­
anteroinferior (A/CA), que irriga la protuberancia late­ tivas causadas por neoplasias: linfomas, leucosis,
ral caudal, cerebelo y pedúnculo cerebeloso medio, mieloma, carcinoma de pulmón y de mama, meningi-

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104 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

lis carcinomatosa, carcinomas de piel. Originan hi­ viento de frente. Es más frecuente del lado derecho y
poestesias y parestesias aisladas de extensión varia­ en mujeres.
ble, como el síndrome de la mejílla dormida La presión sobre ciertos puntos del trayecto del ner­
mencionado antes. Una forma clínica frecuente es la vio puede desencadenar dolor (puntos de Valleix, zo­
neuropatía mentoniana. Las cirugías y extracciones nas gatillo o lrigger-zones): en la neuralgia oftálmica el
dentales son causa de trastorno sensitivo por lesión punto supraorbitario (por encima y en el medio del arco
de ramas del nervio dentario inferior o del lingual (he­ superciliar), en la neuralgia maxilar el punto infraorbita­
mihipoestesia lingual, ageusia). rio (en el ángulo interno por debajo del reborde infraor­
Un cuadro de hipoestesia hemi/ingual recurrente, bitario) y en la neuralgia mandibular el punto mentonia­
asociada a edema submaxilar y salivación marcada al no (en el agujero mentoniano), o bien un punto en el
final del episodio ha sido descripto en relación con sia­ tercio interno de la rama horizontal de la mandíbula.
lolitiasis y compresión del nervio lingual. La causa más frecuente es la idiopática, pero de­
Cirugías maxilares, fracturas y masas ocupantes ben investigarse posibles causas subyacentes de
infraesfenoidales o de cavum pueden comprimir las compresión, irritación o lesión del trigémino: tumores
ramas maxilares en su trayecto, dando manifestacio­ de cavum y del ángulo pontocerebeloso, causas den­
nes según la altura del compromiso. tales, sinusitis, afecciones del ganglio de Gasser, do­
Las patologías que afe�tan al seno cavernoso o a licoectasia basilar, compresión o tortuosidad de la ar­
la hendidura esfenoida! (fístula carótida-cavernosa, teria cerebelosa superior, infartos o desmíelinízación
aneurisma carolídeo, aneurisma micótico, tumor, trau­ pontína (esclerosis múltiple).
matismo) comprometen a la rama oftálmica junto a los En las neuralgias secundarias el dolor puede ser
nervios oculomotores, y en menor medida a la rama atípico, más continuo o prolongado, hay parestesias y
maxilar superior. Las osteítis o metástasis del vértice alteraciones de la sensibilidad y de los reflejos, que no
del peñasco lesionan la rama oftálmica, ocasionan do­ suelen estar presentes en las esenciales.
lor en su distribución y parálisis del VI (síndrome de
Gradenigo, véase Síndromes de pares craneanos Causas de lesión nuclear
asociados).
El ganglio semilunar se afecta por herpes zóster, Infartos (oclusión de arterias cerebelosas ya des­
colagenopalías, síndrome de Sjiigren, TBC, sarcoi­ criptas, de arterias perforantes y circunferenciales del
dosis, infección y traumatismo. Lo característico es el tronco), hemorragias pontinas, lesiones desmielini­
intenso dolor, en una o dos ramas de distribución, zantes, tumores, siringobulbia, síndrome bulbar de la
con o sin hipoestesia (neuralgia secundaria del trigé­ esclerosis lateral amiotrófica.
mino). El herpes zóster determina además erupción
eritematovesiculosa corneana o maxilar y queratitis Causas de lesión supranuclear
con posterior ulceración.
Tumores, granulomas, infecciones y fracturas de la El déficit motor unilateral, cuando existe, se debe a
fosa craneal media pueden comprometer a las raíces lesión en el haz corticobulbar debida a infartos, hemorra­
del nervio proximales al ganglio semilunar. Suelen gias, tumores u otras patologías. Las parálisis bilaterales
acompañarse de déficit en los nervios VI , VII y VIII. se deben a síndrome seudo o suprabulbar, por encefa­
Los tumores del ángulo pontocerebeloso (menin­ lopalía vascular o enfermedad de la motoneurona (es­
gioma, neurinoma del acústico) comprometen el VIII, V clerosis lateral primaria o amiotrófica), que asocia un
y VII nervio. La hipoestesia corneana precoz constitu­ síndrome piramidal y compromiso de pares craneales
ye un signo de alerta muy importante en estos casos. bajos, con paresia velopalatina, orolinguofacial, mastica­
Neuralgia del trigémino (tic doloroso de André, toria, disfonía, disfagia y llanto inmotivado (véase Sín­
prosopalgia, dolor facial de Fothergi/1). Consiste en dromes de otras afecciones del sistema nervioso).
crisis de dolor espontáneo en el trayecto de una o
más ramas del nervio trigémino. El dolor es brusco, Otras alteraciones
muy intenso, lancinante, de segundos de duración.
Suele acompañarse de marcadas contracciones fa. Trismo de los músculos masticadores. Consiste en
ciales (tic doloroso). La rama más comúnmente afec­ la imposibilidad o dificultad de abrir la boca por hiper­
tada es la maxilar, luego la mandibular, y finalmente la lanía o contracción sostenida de los músculos de la
oftálmica. En el área de distribución del nervio afecta­ masticación. Se observa en el tétanos de comienzo,
do el mínimo roce o estímulo sensitivo, que los pa­ distonfas, miositis, infecciones de la fosa pterigoman­
cientes procuran evitar, desencadena dolor: tocarse la dibular (flemones amigdalinas o dentarios), parotiditisr
cara, lavarse los dientes, comer o masticar, recibir o de causa psicógena.

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 105

Síndrome de Gasten. Es un cuadro de dolor articu­ 1 . Fibras sensitivas aferentes somáticas generales (ASG):
lar con eventual componente neurálgico ocasionado células de origen: ganglio geniculado;
por una disfunción e inflamación de la articulación ramas distales: piel lateral de la oreja, pared anterior
temporomandibular. Esta se debe generalmente a de­ del conducto auditivo externo, región mastoidea;
sequilibrio en la oclusión dentaria por ausencia de pie­ ramas proximales: nervios petroso superficial mayor
zas en uno de los lados de las arcadas dentarias. Por e intermedio, terminan en el núcleo espinal del
falta de oclusión de un lado, la mandíbula se despla­ trigémino.
za oblicuamente ante cada movimiento masticatorio, 2. Fibras sensitivas aferentes viscerales generales (AFG):
ocasionándose la disfunción articular. El dolor se loca­ células de origen: ganglio geniculado;
liza en conducto auditivo externo y mandíbula, es uni­ ramas distales: nervio facial, conducen la sensibili­
lateral y aumenta con la masticación. El componente dad profunda de la cara;
neurálgico se produce por irritación del nervio auricu­ ramas proximales: nervio intermedio, terminan en el
lotemporal, con irradiación temporal del dolor. La pal­ núcleo mesencefálico del trigémino.
pación de la articulación temporomandibular (ejercien­ 3. Fibras sensitivas aferentes viscerales especiales (AFE):
do leve presión de atrás hacia adelante en la pared células de origen: ganglio geniculado;
anterior del conducto auditivo externo) es dolorosa, ramas distales: nervio lingual, cuerda del tímpano,
sobre todo con la apertura y cierre bucal. Durante la conducen la sensibilidad gustativa de los dos tercios
masticación, el enfermo puede percibir una crepita­ anteriores de la lengua;
ción en la articulación afectada. ramas proximales: nervio intermedio, terminan en la
Síndrome paratrígeminal de Raeder. Es motivado porción rostral del núcleo del fascículo solitario.
por una lesión que interesa simultáneamente al gan­ 4. Fibras motoras eferentes viscerales generales (EFG):
glio de Gasser y a la carótida interna a su salida del células de origen: núcleos salivar superior y lagrimal;
peñasco (tumores, aneurismas e infecciones de la fo­ ramas eferentes: preganglionares parasimpáticas,
sa craneal media). Clínicamente asocia: amielínicas, discurren:
algia trigeminal hemifacial o que sobrepasa el • por los nervios intermedio, facial, cuerda del tím­
territorio de una rama (oftálmico-maxilar); pano y lingual al ganglio submaxilar cuyas fibras
- síndrome de· Horner debido a compromiso de la posganglionares inervan a las glándulas salivales
3ª neurona (posganglionar), sin anhidrosis, por submaxilar y sublingual,
afección sólo del plexo simpático pericarotídeo • por el intermedio, facial, petroso superficial ma­
interno y preservación de las fibras sudomoto­ yor y vidiano al ganglio esfenopalatino, cuyas fi­
ras que se distribuyen por la arteria carótida ex­ bras posganglionares inervan las glándulas lagri­
terna; males.
- pueden afectarse otros nervios craneanos. 5. Fibras motoras eferentes viscerales especiales (EFE):
Hemíespasmo masticatorio. Espasmos de contrac­ - células de origen: núcleo motor del facial;
ción clónicos, irregulares, breves o sostenidos, invo­ ramas eferentes: nervio facial y sus ramas que iner­
luntarios y unilaterales de los músculos masticadores. van los músculos de la cara.
Se desencadenan por el movimiento voluntario. Se lo
considera el equivalente trigeminal del hemiespasmo La raíz motora tiene su origen en el núcleo motor del fa­
facial (véase Nervio facial), Como éste, se vincularía cial, situado en el tegmento de la protuberancia caudal, por
a compresión o acodamiento de las ramas que iner­ dentro del núcleo del haz espinal del V. Se dirige rostral y
van esos músculos, como el nervio temporomasetéri­ dorsalmente, rodea al núcleo del motor ocular externo for­
co. Se lo ha hallado también en la hemiatrofia facial mando un asa, la rodilla del facial y luego voltea ventral y
progresiva (enfermedad de Parry-Romberg, véase caudalmente, emergiendo del bulbo a nivel de la fosita su­
Trofismo). praolivar, situada entre el borde inferior de la protuberancia
y la oliva (figs. 3-1 O y 4-4).
La porción dorsal del núcleo motor del facial origina fi­
VII par (nervio facial) bras que inervan los músculos del tercio superior de la ca­
ra (frontal, superciliar, parte del orbicular de los párpados),
Anatomía el llamado sector facial superior, y tiene control bilateral
del haz corticobulbar. La porción ventral del núcleo origina
El nervio facial inerva todos los músculos cutáneos de la fibras que inervan los músculos de los dos tercios inferio­
cara. Consta de una raíz motora, el facial propiamente di­ res de la cara, el llamado sector facial inferior, y tiene con­
cho, y de una raíz sensitiva, el llamado nervio intermedio de trol predominantemente contralateral, cruzado, del haz
Wrisberg. Lo constituyen los siguientes tipos de fibras. corticobulbar.

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106 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Meato auditivo interno


Glándula lagrimal

Núcleo salivar
superior
Nervio petroso
superficial mayor Núcleo motor del
VII par
Glándulas �,,_...J.lll,u,;u:,O de fascí­
nasales y culo solitario
palatinas

Fascículo solitario
Ganglio submaxilar

Raíz motora del VII par


Glándula submaxilar

Fig. 4-4. Trayecto y distribución del nervio facial. En línea de rayas (gris oscuro), fibras motoras; en línea continua gris claro, fibras
aferentes sensitivas; en línea punteada, fibras secretoras. Lesiones del nervio facial: A, a nivel del agujero eslilomastoideo; 8, por
debajo del ganglio geniculado; C, por encima del ganglio geniculado.
Por ello, en la parálisis facial por lesión supranuclear sólo En la cavidad craneal, la raíz motora del facial y el inter­
se comprometen los músculos del sector facial inferior y leve­ medio pasan sobre el occipital y la cara posterosuperior del
mente el orbicular de los párpados. Salvo éste, los músculos peñasco, bajo la protuberancia y el pedúnculo cerebeloso
del sector facial superior no se afectan al conservar éstos to­ medio, en el ángulo pontocerebeloso. Se les yuxtapone el
davía la influencia del haz corticobulbar homolateral directo. nervio auditivo por debajo, de modo que el intermedio que­
Este fenómeno se reproduce en grado leve en los pares da entre ellos, situación de la que toma su nombre. Pene­
V y XII. En el caso del espinal (XI), se produce un fenóme­ tran en el meato auditivo interno.
no inverso de predominio de inervación homolateral particu­ En el conducto auditivo interno el facial motor y el inter­
lar para el músculo esternocleidomastoideo (véase Nervio medio se apoyan sobre el nervio auditivo y la arteria auditi­
espinal accesorio). va interna. Luego se introducen en el acueducio de Falopio
Los músculos del sector facial superior sí se paralizan del hueso petroso.
cuando el facial es lesionado en el núcleo o en su trayecto En la primera porción (laberíntica) del acueducto de Fa­
periférico. lopio los nervios se sitúan entre el caracol y el vestíbulo. Al
La raíz sensitiva o nervio intermedio de Wrisberg, que ha final de esta porción, el nervio intermedio se engrosa en el
sido llamado el XIII nervio craneano, tiene sus células de ganglio geniculéÍdo, y se integra al facial motor. A partir del
origen en el ganglio geniculado. Su rama proximal se dirige ganglio geniculado el facial se convierte en un nervio mixto,
hacia el neuroeje oblicuamente hacia adentro y atrás y lo con fibras motoras y sensitivas. Del vértice del ganglio ge­
penetra por la losilla lateral, entre la raíz motora del facial y niculado se desprende el nervio petroso superficial mayor,
el nervio auditivo (VIII). Estas fibras terminan en la parte primera rama del facial. Por éste y luego por el nervio vidia�
rostral del núcleo del fascículo solitario. Por el nervio inter­ no, resultado de su anastomosis con el nervio petroso pro­
medio discurren, a su salida del neuroeje, fibras parasimpá­ fundo mayor, rama del glosofaríngeo, continúan las fibras
ticas preganglionares destinadas a la inervación de las parasimpáticas preganglionares hacia el ganglio esfenopa­
glándulas submaxilar, sublingual y lagrimales, vía ganglio latino y luego las posganglionares hacia las glándulas lagri­
esfenopalatino. Estas fibras, que se originan en los núcleos males. Por este nervio discurren también fibras aferentes
pontinos salivar superior y lagrimal, se integran luego al somáticas de la piel. También del ganglio geniculado se
tronco del nervio facial. desprende el nervio petroso superficial menor que se une al

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 107

nervio petroso profundo menor, rama del glosofaríngeo, y nadas a su porción dorsal se distribuyen en ambos lados,
termina en el ganglio ótico. según fue mencionado.
En la segunda porción (horizontal o timpánica) del acue­ Otras fibras llegan al núcleo motor del facial, proceden­
ducto, el facial se sitúa en la pared interna de la caja del tím­ tes de los tubérculos cuadrigéminos anteriores, de la oliva
pano, por encima y detrás de la fosa oval y por dentro del superior, de los núcleos sensitivos del V par y del núcleo del
conducto semicircular horizontal. No emite ramas en esta fascículo solitario, transmitiendo impulsos visuales, auditi­
porción. vos y sensitivos de cara y boca, que son el punto de parti­
En la tercera porción (vertical o mastoidea) del acueduc­ da de ciertos reflejos en los que interviene el facial (parpa­
to, el facial desciende por detrás del conducto del músculo deo y oclusión palpebral ante estímulos luminosos o
del estribo, en el espesor del hueso que separa el antro y auditivos intensos, reflejos corneano y nasopalpebral).
las células mastoideas de la cavidad timpánica. En esta Existe una vla no capsular de control supranuclear del
porción emite primero el nervio del músculo del estribo y facial, ya que la motilidad facial emotiva se preserva cuan­
luego la cuerda del tímpano, que tiene fibras aferentes gus­ do la voluntaria se afecta, en una hemiplejia por ejemplo: el
tativas provenientes de los dos tercios anteriores de la len­ paciente no puede mover voluntariamente su hemicara, pe­
gua, y fibras eferentes parasimpáticas preganglionares des­ ro la respuesta motora facial es simétrica ante un chiste o
tinadas a la inervación de las glándulas submaxilar y emoción brusca. Este control es probablemente de origen
sublingual, vía ganglio submaxilar. En su trayecto por. el prefrontal, ya que en tumores de esta región se ha descrip­
acueducto lo acompaña la arteria estilomastoidea, rama de to el fenómeno inverso: pérdida de la motilidad emotiva con
la auricular posterior, que lo irriga en el acueducto junto a la preservación de la voluntaria. Existirían además vías que
arteria meníngea media. vinculan al globus pa/lídus, la sustancia negra y, probable­
La cuerda del flmpano nace del facial a dos milímetros mente, al hipotálamo con el núcleo del facial. Intervendrían
por encima del agujero estilomastoideo, desde donde se en la inervación involuntaria de los músculos de la cara: su
dirige hacia arriba y adelante, se introduce en el conduc­ lesión se vincularía a la hipomimia de los síndromes parkin­
to óseo posterior de la cuerda, penetra en la caja del tím­ sonianos. Las crisis de risa y llanto espasmódicos observa­
pano por su pared posterior, la atraviesa de atrás hacia das en el síndrome supra o seudobulbar, podrían deberse a
adelante adosada a la membrana del tímpano, sale de. la respuestas exageradas de los sistemas que intervienen en
caja por el conducto óseo anterior de la cuerda y desem­ la inervación emocional, por falta adecuada de control cor­
boca en la base del cráneo, cerca de la espina del esfe­ tical secundaria a lesión corticobulbar bilateral.
noides. Se dirige hacia abajo y adelante, pasa por dentro
del nervio dentario inferior y se une al nervio lingual, ra­ En suma, el nervio facial es el nervio motor de los
ma del V. Su trayecto describe una curva de concavidad músculos cutáneos de la cara y del cuello, por lo que se
inferior. lo ha llamado el nervio de la expresión. l nerva también al
El facial abandona el acueducto de Falopio por el aguje­ músculo del estribo del oído. Además contiene fibras
ro estilomastoideo, se dirige hacia abajo y adelante y des­ sensitivas, que corresponden a la piel del dorso de la
pués de un trayecto de 1 ,5 centímetro dentro de la parótida, oreja y del meato auditivo externo, fibras sensoriales
se divide en dos ramas terminales: la temporofacial y la cer­ gustativas que provienen de los dos tercios anteriores de
vicofacial, que inervan todos los músculos de la cara, des­ la lengua, y que por intermedio del lingual y la cuerda del
de el frontal hasta el cutáneo del cuello, excepto el elevador tímpano se incorporan al facial y luego al intermedio de
del párpado superior. Además de estas dos ramas termina­ Wrisberg, con el que llegan a la vecindad del núcleo del
les, el facial emite múltiples ramas colaterales, algunas de glosofaríngeo, fibras secretorias que van a las glándulas
las cuales nacen en la porción intrapetrosa del nervio y ya sudoríparas de la cara, a las glándulas salivales y lagri­
se mencionaron. Las ramas colaterales extrapetrosas rele­ males, y por último fibras vasodilatadoras, que van a la
vantes son: el nervio auricularposterior, que inerva los mús­ arteria auditiva y sus ramas.
culos occipital y auriculares posterior, superior y transverso,
y ramos de inervación para el vientre posterior del digástri­ Exploración
co y el estilohioideo.
Conexiones centrales. Las fibras nerviosas destinadas Función motora
a la inervación motora de la cara nacen en la corteza cere­
bral en la parte inferior de la circunvolución motora prerro­ Se observan los rasgos fisonómicos para detectar
lándica. De aqul se dirigen al centro oval y llegan a la rodi­ asimetrías de la cara (ojos, arrugas de la frente, sur­
lla de la cápsula interna (haz geniculado corticobulbar). cos nasogenianos, comisura labial, boca), lagrimeo o
Luego se dirigen al pie del pedúnculo cerebral y a la protu­ escurrimiento de saliva.
berancia, donde las destinadas a la porción ventral del nú­ Luego se solicitan ciertos movimientos voluntarios.
cleo motor fácial se decusan mayoritariamente, y las desti- • Para el sector facial superior:

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108 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

contraer o arrugar la frente, llevando la mirada Función sensitiva


hacia arriba y elevando las cejas (músculos
frontal y superciliar); La sensibilidad gustativa se explora en los dos tercios
- abrir y cerrar los ojos con energía (orbicular de anteriores de la lengua, de igual modo que en el tercio
los párpados). posterior inervado por el glosofaríngeo (véase Nervio
• Para el sector facial inferior: glosofaríngeo). En caso de parálisis facial es importante
- dilatar y elevar las fosas nasales (transverso de preguntar si se produjo alteración gustativa subjetiva y si
la nariz, elevadores del ala de la nariz, dilatador es en una hemilengua, dato relevante para el diagnósti­
de la ventana nasal); co del nivel o altura de la lesión en el nervio.
- abrir la boca ampliamente (este movimiento es La sensibilidad cutánea se explora en el pabellón
efectuado por los músculos suprahioideos, que auricular lateral, el meato auditivo externo anterior y la
el facial sólo inerva tángencialmente en el región mastoidea. Las alteraciones de esta sensibili­
vientre posterior del digástrico y el estilohioi­ dad no son en general relevantes en las lesiones del
deo, pero se solicita para observar la simetría facial.
de la boca en posición abierta, evaluando de
este modo posible déficit de orbicular labial y Alteraciones
cigomáticos);
- llevar a uno y otro lado la comisura labial (hacer La principal alteración es la parálisis facial, que
el "siete bravo" del truco) (cigomáticos); puede ser:
desviar la comisura labial hacia abajo y afuera, - infranuclear o nuclear (parálisis facial "periférica");
a uno y otro lado (triangular de los labios); - supranuclear (parálisis facial "central").
- mostrar los dientes, haciéndole repetir una frase En las parálisis infranucleares o nucleares se afec­
(orbicular de los labios, risorio, cigomáticos); tan tanto el sector facial inferior como el superior, y por
- silbar y soplar (buccinador); ello se las llama "periféricas", aunque estrictamente
- proyectar el labio inferior (cuadrados del mentón); las lesiones nucleares son centrales por situarse en la
- retraer el mentón y ambas comisuras labiales , protuberancia. En las parálisis centrales supranuclea­
hacia abajo (cutáneo del cuello). res se afecta sólo el sector facial inferior (fig. 4-5).
También se exploran los reflejos conjuntiva!, cor­
neano y nasopalpebral, en cuya rama eferente inter­ , Parálisis infranuc/ear o nuclear
viene el facial superior. La rama aferente es trigemi­ (parálisis facial "periférica'?
nal, y el arco reflejo completo es trigeminofacial
(véase Nervio trigémino). La lesión se encuentra en el nervio, desde su nú­
El compromiso del músculo del estribo en el oído cleo de origen protuberancia! a la periferia. Sus sínto­
se pone de manifiesto por la sensación subjetiva de mas varían según la altura de la lesión.
hiperacusia o algiacusia (dolor al oír) por hipervibra­
ción parética de la membrana timpánica (véase más La lesión es extraacueductal, distal al agujero esli­
adelante). lomastoideo (fig. 4-4, A): se produce una parálisis fa-

Fig. 4-5. Diferencias entre parálisis facial periférica y central. A, parálisis facial periférica: el ojo permanece abierto (lagoftalmos)
por participar el facial superior en la parálisis. 8, parálisis facial central: la oclusión del ojo es posible por hallarse respetad/f el
facial superior.

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 109

cial homolateral completa (superior e inferior). En el - sensación de hipoestesia facial, por compromi­
lado afectado se observa: so de la sensibilidad profunda de la cara;
- borramiento de las arrugas frontales, el paciente - pequeña área de hipoestesia eventual y cambios
no puede fruncir la frente ni la ceja de ese lado, vasosudomotores en el meato auditivo externo y
mostrando franca asimetría facial (fig. 4-6, A y B); oreja.
el ojo aparece más abierto (lagoftalmos), por hi­
pertonía compensadora del párpado superior, La lesión se sitúa en el trayecto de las porciones
inervado por el 111, sobre el orbicular de los pár­ segunda y tercera del acueducto de Falopio, por de­
pados paralizado; bajo del ganglio geniculado (lesión intraacueductal ín­
las lágrimas se derraman sobre las mejillas en lu­ frageniculada) (fig. 4-4, B). En el lado afectado se ob­
gar de ser dirigidas al conducto lagrimal (epifora); serva:
el globo ocular se dirige hacia arriba y afuera todos los signos mencionados en el caso de la
con el intento de oclusión palpebral, quedando lesión distal al agujero estilomastoideo;
al descubierto sólo la esclerótica (signo de Bel◊ trastornos gustativos (ageusia y disgeusia, véa­
(fig. 4-6, C). Ocasionalmente no se desplaza o se Nervio glosofaríngeo) en los dos tercios an­
lo hace hacia abajo en individuos normales (sig­ teriores de la lengua, por compromiso de la
no de Bel/ inverlido). Este signo revela el movi­ cuerda del tímpano;
miento asociado o sinérgico normal del globo eventualmente trastornos en la salivación por el
ocular cuando se ocluyen los párpados; compromiso de la cuerda del tímpano que trans­
el ojo del lado paralizado excursiona más en la porta fibras parasimpáticas, provenientes del
mirada hacia arriba (signo de Negro) (fig. 4-7, A); núcleo salivar superior, a las glándulas subma­
desviación leve del lóbulo de la nariz hacia el la­ xilar y sublingual vía ganglio submaxilar;
do sano (acción de los músculos nasales no pa­ si la lesión se sitúa por encima de la emergencia
ralizados); del nervio del músculo del estribo, hiperacusia o
borramiento del surco nasogeniano; algiacusía (dolor al oír las notas bajas) como
desviación y descenso de la comisura labial ha­ consecuencia de la no atenuación de las oscila­
cia el lado sano (acción del orbicular de los la­ ciones de los huesecillos del oído por atonía de
bios no paralizado); ese músculo.
derramamiento salival;
abultamiento de la mejilla al soplar (parálisis del La lesión se sitúa en la primera porción del acue­
buccinador) e imposibilidad de silbar (fig. 4-7, B); ducto de Falopio, por encima del ganglio geniculado
contorno bucal asimétrico en la apertura o al ha­ {lesión intraacueductal suprageniculada) (fig. 4-4, C).
cer mostrar los dientes. La boca abierta adquie­ Se afectan la raíz motora y el nervio intermedio. En el
re una forma similar a la de una raqueta: la lado afectado se observa:
apertura es más amplia del lado sano y el man­ - semiología motora similar a las descriptas;
go de la raqueta señala el lado paralizado (boca trastornos del gusto en los dos tercios anterio­
oblicua-oval de Pitres); res de la lengua;
ausencia de contracción del cutáneo del cuello; - algiacusia por paresia del músculo del estribo;
- eventualmente trastornos en la salivación por el
compromiso de la cuerda del tímpano;
¡:
'

Fig. 4-6, Parálisis facial periférica del lado izquierdo. A, en


reposo se observan la asimetría de la cara, la mayor abertura
palpebral del lado lesionado y la desviación de la comisura
labial hacia el lado sano. B, asimetria de la frente cuando el
enfermo intenta elevar las cejas y falta completa de los plie­
gues frontales correspondientes al lado paralizado. C, signo de Flg. 4-7. Parálisis facial periférica izquierda. A, signo de Negro.
Bell. Al ordenar que el enfermo cierre los párpados, el ojo del Excursión mayor del ojo del lado paralizado. B, asimetría del
lado paralizado se dirige hacia arriba y adentro. orificio bucal al tratar de silbar.

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110 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

- trastornos en la lacrimación, por compromiso Parálisis facial supranuclear (parálisis


del nervio petroso superficial mayor, cuyas fi­ facial "central")
bras parasimpáticas, provenientes del núcleo
lagrimal, se dirigen vía ganglio esfenopalatino a Se caracteriza porque sólo el sector facial inferior
las glándulas lagrimales. se encuentra afectado, y el orbicular de los párpados
en forma leve (fig. 4-5, B). En el lado afectado se ob­
La lesión se sitúa en el conducto auditivo interno. serva:
Se afectan la ralz motora y el nervio intermedio. Sue­ - el enfermo puede arrugar la frente, cerrar el ojo
le asociarse compromiso del nervio auditivo (VIII). En del lado paralizado y fruncir la ceja del mismo
el lado afectado se observa: lado;
- semiologla motora similar a las descriptas, sal­ no puede contraer los músculos restantes (me­
vo hiperacusia; jilla, nariz, boca, cutáneo del cuello);
- trastornos del gusto en los dos tercios anterio­ ausencia de los signos de Bell y de Negro;
res de la lengua, y eventualmente en la saliva­ - al afectarse levemente el orbicular de los párpa­
ción; dos, la oclusión del ojo deja entrever las pesta­
trastornos en la lacrimación; ñas (signo de las pestañas de Souques);
- hipoacusia por compromiso del nervio auditivo. no es posible la oclusión aislada (guiñar el ojo)
del ojo del lado paralizado (signo del orbicular
La lesión se sitúa en el ángulo pontocerebeloso. de Revilfiod).
Se afectan la ralz motora y el nervio intermedio. Sue­ En la parálisis supranuclear, los movimientos mími­
le asociarse compromiso de los nervios auditivo (VIII) cos involuntarios correspondientes a estados emocio­
y trigémino (V). En el lado afectado se observa: nales (risa, llanto) se preservan a pesar de la parálisis
- semiología motora similar a las descriptas, sal­ de la motilidad voluntaria (parálisis facial volicional,
vo hiperacusia; discordancia emotiva de Monrad-Krohn). Pueden
- trastornos del gusto en los dos tercios anteriores existir por otra parte parálisis o paresias de la mímica
de la lengua y eventualmente en la salivación; involuntaria, por compromiso de centros prefrontales
- trastornos en la lacrimación; o subcorticales, con preservación de la motilidad vo­
hipoacusia por compromiso del nervio auditivo; luntaria (parálisis facial emocional). Si se afectan am­
- hipoestesia superficial de la cara, con hiporrefle­ bos niveles supranucleares, la parálisis será asimismo
xia corneana, por compromiso del V. volicional y emocional.
Esta semiología constituye el llamado síndrome del
ángulo pontocerebeloso. Causas de parálisis infranuclear

La lesión se sitúa en la raíz motora del facial, en la En su trayecto periférico, el nervio facial puede
protuberancia. Suele asociarse compromiso del motor afectarse por múltiples causas. Las siguientes son las
ocular externo (VI), circundado por la rodilla del facial. más relevantes.
En el lado afectado se observa: - ldiopática (parálisis de Bel/, parálisis a frigore):
semiología motora de tipo "periférico", similar a es mayoritariamente la más frecuente. De insta­
las descriptas; lación repentina, ocurre a cualquier edad, con
no hay trastornos del gusto, lacrimales o saliva­ mayor frecuencia en la edad media de la vida.
les, cuyas fibras provienen de los núcleos sali­ Se registra con asiduidad antecedente previo de
var superior y lagrimal; cambio brusco de temperatura, del calor al frío,
- parálisis del músculo recto externo del globo y pareée ocurrir más en invierno. El paciente ha
ocular, por compromiso del VI. salido a la intemperie, soportado frío intenso o,
en verano, pasado del calor estacional a un am­
La lesión se sitúa en el núcleo motor del facial, en biente con aire acondicionado, a veces recibien­
la protuberancia. En el lado afectado se observa: do su efecto directo. Por ello la denominación a
- semiología motora de tipo "periférico", similar a frigore. Parece vincularse más específicamente
las descriptas; a infección por herpes simplex. El frío podría ac­
- no hay otros hallazgos. tuar como factor desencadenante o de riesgo.
Ocasionalmente se produce parálisis de Bell
En resumen, la parálisis facial infranuclear o nu­ asociada a crisis hipertensiva.
clear ("periférica") afecta siempre a los sectores facial Suele comenzar con una vaga sensación de mo­
superior'e inferior. lestia o dolor retroauricular, después de la que se· ins-

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES y CUELLO 111

tala la parálisis, brusca o rápidamente progresiva en rálisis facial con trastornos del gusto en los dos
una o dos horas. El tipo de compromiso es general­ tercios anteriores de la hemilengua, dolor auri­
mente intraacueductal. El pronóstico es tanto mejor cular y erupción zosteriana en el conducto audi­
cuanto menor es la edad. Un 70% recuperan parcial o tivo externo y oreja), lepra, meningitis basales
totalmente en un lapso promedio de alrededor de 45 de evolución subaguda (TBC).
días. El resto queda con secuela, que puede manifes­ - Granulomatosis: poliarteritis nodosa, granulo­
tarse de diversas formas: matosis de Wegener, sarcoidosis, arteritis de
Parálisis secue/ar. la cara queda asimétrica con células gigantes, enfermedad de Beh9et.
déficit motor, imposibilidad de oclusión palpebral, es­ - Tumores: infiltrados leucémicos, tumores del
currimiento salival y habitualmente disgeusia. Pueden ángulo pontocerebeloso (neurinoma del acústi­
producirse alteraciones corneales por hiposecreción co, meningioma), colesteatoma, neurofibromas
lagrimal y sequedad del ojo por escurrimiento lagrimal de van Recklinghausen.
secu ndario a la parálisis del orbicular de los párpados. Traumatismos: fracturas de la base del cráneo o
Contractura facial: si la parálisis facial no retrogra­ peñasco, maniobras quirúrgicas sobre estructu­
da, se instala progresivamente espasticidad o con­ ras vecinas (parótida, mastoides, oído medio).
tractura del lado paralizado, de modo que la comisura - Síndrome de Guíl/ain-Barré: puede ser bilateral
labial se desvía entonces hacia el lado enfermo, erojo (diplejía faciaD.
del lado paralizado se abre menos, los pliegues cutá­ Síndrome de Melkersson-Rosenthal: edema ac­
neos, borrados del lado paralizado, reaparecen y aun cesional recidivante de la cara, labios y párpa­
se exageran. Por esta razón puede parecer a primera dos, parálisis facial y lengua escrotal o plica/a.
vista que es el lado sano el paralizado. Esta impresión Se asocia a migraña, hiperhidrosis, enfermedad
se corrige al explorar la motilidad facial voluntaria. de Crohn, neuritis óptica retrobulbar, acropares­
Además, el dedo apoyado en el párpado superior du­ tesias.
rante la contracción normal del orbicular recoge una
sensación vibratoria rápida, cuya ausencia o debilita­ Causas de parálisis nuclear
miento constituye el signo de Bergara-Wartenberg, in-
dicador de parálisis facial residual. Infartos o hemorragias, menos frecuentemente tu­
ReineNación anómala: las estructuras inervadas mores o desmielinización por esclerosis múltiple, pue­
por el facial pueden reinervarse en forma patológica o den lesionar el núcleo facial motor. Si se compromete
aberrante, dando lugar a sincinesias (movimientos o el haz piramidal se producen los síndromes alternos
fenómenos que se asocian y coinciden con el movi­ siguientes (véase Hemiplejías protuberanciales en
miento primario, involuntarios [véase Reflejos]) que son Motilidad):
anormales: movimientos labiales al parpadear, oclusión Síndrome de Millard-Gubler o protuberancia/ infe­
palpebral al abrir la boca o desplazar la mandíbula rior. parálisis facial "periférica" homolateral y hemiple­
contralateralmente (fenómeno de Marcus Gunn inver­ jía braquiocrural contralateral a la lesión.
so, síndrome de Marin-Amat, véase Parálisis del ner­ Síndrome de Foville "inferior" o "protuberancia/":
vio motor ocular común), movimientos maseterinos al parálisis facial "periférica" homolateral a la lesión, he­
parpadear (sincinesia faciotrigeminal, en la que la rei­ miplejía contralateral que respeta la cara y parálisis de
nervación anómala sobrepasa el territorio propio del la mirada lateral hacia el lado de la lesión.
nervio afectado), slndrome de las lágrimas de cocodrilo En la esclerosis múltiple, isquemias, hemorragias,
(lagrimeo al comer, por probable inervación anómala tumores, malformación de Chiari, siringobulbia y otras
de la glándula lagrimal por fibras secretorias salivales). patologías se reconoce el llamado síndrome del "ocho
Hemiespasmo facial posparalítico: contracciones y medio": la lesión afecta la formación reticular para­
clónicas intermitentes, irregulares e involuntarias de mediana pontina, núcleos del VI, del VII y fascículo
los músculos faciales en el sector paralizado. Es una longitudinal medial. Agrega una parálisis facial nuclear
de las causas de hemiespasmo facial (véase más al slndrome del uno y medio de Fisher (véase Oftal­
adelante). moplejías supranucleares disconjugadas en 111, IV y VI
Acinesia psicógena metaparalltica: es un cuadro pares craneanos). Se caracteriza por:
psicógeno conversivo o histérico caracterizado por la - parálisis de la mirada conjugada hacia el lado
falta de movimiento voluntario en el territorio del facial de la lesión ("uno");
aun cuando la parálisis ha retrogradado: - déficit de aducción en la mirada hacia el lado
Metabólicas: diabetes, hipotiroidismo. opuesto ("medio"), con abducción preservada y
- Infecciosas: otitis media, herpes zóster del gan­ nistagmo del ojo abductor (como se observa en
glio geniculado (síndrome de Ramsay-Hunt: pa- la oftalmoplejía internuclear);

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112 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

- parálisis facial "periférica" homolateral a la le­ los síndromes parkinsonianos de distinto origen que
sión ("siete"). se tratan en el capítulo de Movimientos anormales. Au­
menta en casos de diskinesias faciales, también men­
Causas de parálisis supranuclear cionados en dicho capítulo.
Apertura ocular compulsiva, apraxia de la oclusión
La lesión se sitúa en el haz corticobulbar y puede palpebral, impersistencia motora de la oclusión palpe­
deberse a infartos, hemorragias, tumores u otras pa­ bral. Es en realidad un trastorno del elevador del pár­
tologías. Las lesiones unilaterales causan en general pado superior, músculo no inervado por el facial. Se
hemiparesia faciobraquiocrural contralateral. Las bi­ trata en el subcapítulo referido a párpados (Pares cra­
laterales se deben a síndrome seudo o suprabulbar, neanos 111, IV y VI}
por encefalopatía vascular o enfermedad de la moto­ Distonías, discinesias y tics faciales. Se tratan en
neurona (esclerosis lateral primaria o amiotrófica), el capítulo de Movimientos anormales.
que asocia un síndrome piramidal y compromiso de Convulsiones faciales. Se tratan en el subcapítulo
pares craneales bajos, con paresia velopalalina, oro­ referente a epilepsias (en Manifestaciones motoras de
linguofacial, disfonía, disfagia y llanto inmotivado hiperexcitabilidad central y periférica).
(véase Síndromes de otras afecciones del sistema Neuralgia del ganglio geniculado. Se caracteriza
nervioso). por dolores lancinantes y paroxísticos en la profundi­
dad del oído, .co11 zona galillo en el conducto auditivo
Otras alteraciones externo. Puéde ser idiopática o secundaria, en cuyo
caso el dolor es ·continuo y puede asociarse a herpes
Hemiespasmo facial clónico. Consiste en contrac­ zóster del oído externo, parálisis facial infranuclear
ciones clónicas, rápidas, irregulares o arrítmicas, in­ con trastornos del gusto en los dos tercios anteriores
voluntarias, de los músculos que inerva el facial. Se de la hemilengua (síndrome de Ramsay-Hunt).
presentan en accesos de duración variable, o son Neuralgias del ganglio esfenopalatino, del nervio
más o menos continuos. Pueden limitarse a un de­ vidiano o de Sluder. Son denominaciones antiguas
terminado músculo, habitualmente el orbicular de los para lo que hoy se reconoce como cefalea en raci­
párpados, originando blefarospasmo, o afectar ade­ mos, acuminada, histamínica o de Hartan (véase Do­
más al orbicular de los labios, desviando la comisu­ lor y cefaleas en el capítulo de Sensibilidad). Como ya
ra labial hacia el lado enfermo, al buccinador y aun fue mencionado, las fibras preganglionares parasim­
al músculo del estribo, produciendo un ruido de cli­ paticas del facial, provenientes de los núcleos salivar
queo en el oído. Puede desencadenarse por con­ superior y lagrimal, discurren por los nervios interme­
tracción facial voluntaria, automática o por estímulos dio, facial, petroso superficial mayor y vidiano (nervio
sensitivos, y acentuarse por ansiedad y fatiga. Rara­ resultante de la anastomosis con el nervio petroso
mente es bilateral, en cuyo caso es asincrónico y profundo mayor, rama del glosofaríngeo, y con otra
asimétrico. pequeña rama proveniente del plexo simpático perica­
Puede ser idiopático, u observarse como secuela rotídeo) al ganglio esfenopalatino, cuyas fibras pos­
de parálisis facial infranuclear, o por trastornos que ganglionares, secretoras y vasodilatadoras, inervan
compriman, acoden o distorsionen el nervio facial las glándulas lagrimales. La cefalea en racimos se ca­
en su trayecto: tumor del ángulo pontocerebeloso, do­ racteriza por intenso dolor ocular y lagrimeo, manifes­
licoectasia basilar (aneurisma fusiforme), tortuosidad taciones que fueron vinculadas a estas estructuras de
de las arterias cerebelosas inferiores, tumores parotí­ inervación lagrimal, de donde surgieron estas denomi­
deos '.' otras compresiones periféricas. También por naciones, hoy abandonadas.
lesioncti pontinas vasculares, tumorales o desmielini­
zantes.
A veces se produce compresión asociada del V y IX par (nervio glosofaríngeo)
se agrega neuralgia trigeminal, en cuyo caso se lo de­
nomina tic convulsivo. Anatomía
Anormalidades del parpadeo. El parpadeo se pro­
duce por contracción intermitente del orbicular de los Este nervio, que está íntimamente relacionado con el
párpados. Es un movimiento automático de protección décimo par o vago, está constituido por diversos tipos de fi­
ocular, modificable por la voluntad, controlado subcor­ bras.
ticalmente por el sector central dopaminérgico. La fre­ 1. Fibras sensitivas aferentes somáticas generales (ASG):
cuencia de parpadeo disminuye en los cuadros que se • células de origen: ganglios superior (de Ehrenritter) y
acompañan de depleción dopaminérgica, típicamente petroso (de Andersch);

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 113

ramas distales: tímpano, región mastoidea, trompa 5. Fibras motoras eferentes viscerales especiales (EVE):
de Eustaquio, dorso de oreja, distribuidas por nervio células de origen: núcleo ambiguo;
timpánico de Jacobson y rama auricular del vago; ramas eferentes: ramas propias que inervan los mús­
ramas proximales: terminan en el núcleo espinal del culos constrictor superior de la faringe, estilofaringeo
trigémino. y, junto al XII, estilogloso.
· 2. Fibras sensitivas aferentes viscerales generales (AVG):
células de origen: ganglio petroso; El núcleo del fascículo solitario se sitúa en el suelo del
ramas distales: ramas al tercio posterior de lengua, IV ventrículo, dorsolateralmente al núcleo motor dorsal del
amígdalas, velo del paladar, faringe; vago. Es común también a los nervios vago e intermediario
ramas proximales: terminan en el núcleo del fascícu­ de Wrisberg del facial.
lo solitario. El núcleo ambiguo, más ventral, situado en plena forma­
3. Fibras sensitivas aferentes viscerales especiales (AVE): ción reticular por dentro del núcleo del haz espinal del trigé­
células de origen: ganglio petroso; mino, da origen además a fibras motoras del neumogástri­
ramas distales: ramas al tercio posterior de la lengua co y del espinal (fig. 4-8).
(fibras gustativas); nervio del seno carotídeo de He­ El núcleo salivar inferior se sitúa en la parte superior del
ring (fibras baro y quimiorreceptoras); núcleo ambiguo.
ramas proximales: terminan en el núcleo del fascícu­ Las fibras del nervio convergen hacia la porción supe­
lo solitario. rior del bulbo, de donde emergen, formando tres o cuatro
4. Fibras motoras eferentes viscerales generales (EVG): filetes, por el surco situado entre la oliva y el cuerpo resti­
células de origen: núcleo salivar inferior; forme, por debajo del nervio auditivo, y por encima del neu­
- ramas eferentes: preganglionares parasimpáticas, mogástrico. Estos filetes se unen y el nervio se dirige ha­
amiellnicas, se dirigen por el nervio de Jacobson y el cia fuera, saliendo del cráneo por el agujero rasgado
nervio petroso profundo menor al ganglio ático, cu­ posterior, junto a los nervios X y XI pero separado de ellos
yas fibras posganglionares discurren por la rama au­ por un tabique fibroso. A esta altura forma el ganglio petro­
riculotemporal del V e inervan la glándula parótida (fi­ so de Andersch, que se ubica en la fosita petrosa del bor­
bras secretoras y vasodilatadoras) (fig. 4-8). de posterior del peñasco.

Ganglio esfenopalatino petroso Núcleo del ala gris


� �r:�do mayor
� Núcleos ambiguo y salivar inferior
Ganglio ótico ---------.... Ganglio petroso de
Andersch
----------

Ganglio plexiforme del


neumogástrico
Nervio
caroticotimpánico V--- - - ------ Ganglio cervical supe­
- rior del simpático

,------------ Constrictor superior de


Estilogloso ---------1 la faringe

____________ Rama anastomótica


con el facial

Fig. 4-8. Esquema del trayecto


periférico y núcleos de origen
del glosofaríngeo (IX par).

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114 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Dirigiéndose entonces de arriba hacia abajo y de atrás Ramas o aferencias proximales (Axón 11): nervios inter­
hacia adelante, cruza por fuera la carótida interna y el mús­ mediario de Wrisberg, glosofaríngeo y vago.
culo estilofaríngeo, alcanza el constrictor superior de la fa­ Neuronas bulbares (Neurona 11): núcleo del fascículo so-
ringe, la base de la lengua y el músculo estilogloso, donde litario, porción rostral.
penetra, dividiéndose en ramas terminales que inervan la Decusación.
mucosa lingual por detrás y a nivel de la v lingual. Aferencias c;nlrales (Axón 111): lemnisco medial.
Una rama sensorial especial, el nervio del seno carotí­ Neuronas corlicales (Neurona 111): circunvolución del hi-
deo, inerva la dilatación que presenta la carótida primitiva pocampo.
antes de su bifurcación, el seno carotídeo, cuyos baro y qui­
miorreceptores intervienen en la regulación refleja de la ten­ Conexiones centrales. Los núcleos motores del gloso­
sión arterial. faríngeo reciben iriervación motriz bilateral del haz genicu­
El llamado nervio de Jacobson, rama colateral timpánica lado (piramidal) corticobulbar, por fibras provenientes del
del IX, nace del ganglio petroso, penetra en el conducto tim­ tercio inferior de la circunvolución motora prerrolándica.
pánico y desemboca en la caja del tímpano por debajo del Las aferencias sensilivas que alcanzan la raíz espinal
promontorio. Se divide en ramos que inervan la caja y la del trigémino y el núcleo del fascículo solitario continúan
mucosa de la trompa de Eustaquio, el nervio caroticotimpá­ luego las vías sensitivas centrales entrecruzándose en la
nico, que alcanza el conducto carotídeo y se anastomosa línea media con las del lado Ópuesto, discurriendo por el
con el plexo simpático pericarotídeo, y los nervios petroso lemnisco medial, y ascendiendo al tálamo y la corteza ce­
profundo mayor y menor. rebral (parietal para la sensibilidad e hipocampo para la vía
El nervio petroso profundo mayor se une al nervio petro­ gustativa).
so superficial mayor, rama del facial, constituyendo, junto a La vía refleja para la tos, deglución y náuseas tiene afe­
otra pequeña rama proveniente del plexo simpático perica­ rencia por el IX y eferencia por el X (glosofaringeovagal), y
rotídeo, el nervio vidiano, que termina en el ganglio esfeno­ su sinapsis bulbar se produce entre los núcleos del fascícu­
palatino. Sus fibras parasimpáticas postsinápticas provie­ lo solitario y ambiguo.
nen del facial e inervan las glándulas lagrimales (fibras
secretoras y vasodilatadoras). Acción. Como nervio motor interviene en el primer
El nervio petroso profundo menor se une al nervio petro­ tiempo de la deglución. Además, sus fibras motoras pa­
so superficial menor, también rama del facial y termina en el rasimpáticas controlan la secreción parotídea. Como
ganglio ótico, situado por debajo del agujero oval. Sus fibras nervio sensilivo es probablemente el más importante en
postsinápticas, que provienen del glosofaríngeo, discurren la función gustativa, además de conducir la sensibilidad
por la rama auriculotemporal del V e inervan la glándula pa­ de las fauces (amígdala, velo, faringe). Por su función
rótida (fibras secretoras y vasodilatadoras). sensitiva y motora asegura también los reflejos nauseo­
so y velopalatino, que son reflejos de defensa destina­
La vla gustativa dos a evitar la aspiración traqueobronquial del conteni­
do oral.
Ramas o aferencias distales (Axón !). Los estímulos
gustativos originados en los receptores de la mucosa
lingual y epiglotis se transmiten por diversos nervios
(fig. 4-9):
el nervio facial: sus fibras gustativas discurren por el
nervio lingual (rama del trigémino) y su unión con la
c•;erda del limpano (rama del facial, nacida del gan­
glio geniculado, y continuación del nervio intermedia­
rio de Wrisberg que es la raiz sensitiva del facial).
Conduce los estímulos gustativos de los dos tercios
anteriores de la lengua;
el nervio glosofaríngeo: conduce los estímulos gusta­
tivos del tercio posterior de la lengua, por detrás de
la v lingual;
el nervio vago: conduce los estímulos gustativos de
la epiglotis, que discurren por el nervio laríngeo in­
terno Fig. 4-9. Territorios de la inervación gustativa de la lengua. En
Células de origen (Neurona 1): ganglios geniculado (facial), líneas horizontales, territorio del glosofaríngeo; en líneas verti­
petroso (glosofaríngeo) y plexiforme o nodoso (vago). cales, territorio del lingual, intermediario de Wrisberg.

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 115

Exploración mente, además de elevarse el velo del paladar (fun­


ción del neumogástrico), debe mantenerse en la línea
Sensibilidad media la pared posterior de la faringe, lo que revela la
preservación del constrictor superior. La parálisis de
Se explora con un hisopo seco la sensación táctil estos músculos se pondría de manifiesto por leve dis­
en el velo, tercio posterior de la lengua, amígdalas y fagia y tos en el primer tiempo de la deglución, y des­
faringe. En caso de hipoestesia (lesiones nuclear o in­ plazamiento de la pared posterior de la faringe hacia
franuclear) puede hallarse también hipo o arreflexia el lado sano en caso de parálisis unilateral, como si fue­
nauseosa o velopalatina, ya que la vía aferente de es­ se una cortina (signo de la cot1ina de Vernet).
tos reflejos discurre por el glosofaríngeo. En caso de compromiso supranuclear, los reflejos
nauseoso y velopalatino están presentes si la lesión
Gusto es unilateral, o exacerbados si es bilateral.

El sentido del gusto se basa en el reconocimiento de Alteraciones


cuatro sabores: dulce, salado, amargo y ácido. Para ex­
plorarlo se deben usar soluciones (no cuerpos sóli­ Rara vez el IX par se lesiona aisladamente. Las
dos) con alguno de esos sabores, solubles en agua (si principales alteraciones son:
no lo son no producen sensación gustativa), y con una
concentración determinada, pues existe un umbral pa­ Parálisis infranuclear y nuclear
ra la sensación gustativa. Para el dulce y el salado se
utilizan azúcar y sal comunes, para el amargo quinina, Suele ser unilateral. Se observa, del mismo lado de
y para el ácido vinagre, jugos cítricos o una solución la lesión:
muy débil de un ácido cualquiera. disfagia leve, más para sólidos, y tos, en el pri­
Se ubica al paciente sentado, con la boca abierta, mer tiempo de la deglución;
las fosas nasales ocluidas y la lengua mantenida en - hipo o ageusia y parageusia en el tercio poste­
protrusión, usando una gasa para evitar deslizamie_n­ rior de la lengua;
tos, con la mano no dominante del explorador. Es pru­ - hipo o anestesia velopalatina, amigdalina y faríngea;
dente también hacerle cerrar los ojos al aplicar los es­ - hipo o arreflexia nauseosa y velopalatina.
tímulos. Se apoya en la región lingual a explorar
(tercio posterior para el glosofaringeo, dos tercios ante­ Parálisis supranuclear
riores para la cuerda del tímpano) un hisopo con un al­
godoncillo embebido en la sustancia a evaluar. Se indi­ Es casi siempre bilateral, pero excepcionalmente ais­
ca al paciente que, sin hablar, levante la maQo cuando lada, ya que aparece asociada al compromiso de los pa­
perciba gusto y lo señale en un papel ·preescrito con las res X, XI y XII. Las manifestaciones mencionadas para la
inscripciones dulce, salado, amargo ·o ácido, Se debe parálisis unilateral se producen de ambos lados, en este
secar la lengua después de cada sustancia. caso con disfagia inicial severa y riesgo de aspiración.
Los resultados que se pueden obtener son:
- percepción gustativa normal; Causas de parálisis infranuclear
disminución del gusto o hipogeusia (del griego
hypo, menor; geusís, gusto) que puede ser glo­ Aislada es excepcional. Casi siempre está asocia­
bal o específica para alguno de los sabores da a parálisis del X y XI, pudiendo formar parte del
mencionados; síndrome del agujero rasgado posterior (véase Sín­
- pérdida total del gusto o ageusia (del griego a, dromes de pares craneanos asociados). Puede cau­
privativo); sarse por tumores de base de cráneo (linfomas, tumor
- percepción de sabor anómalo o distinto (para­ del glomus de la yugular), tumores retrofaríngeos o re­
geusia, del griego para, al lado). troparotídeos, meningitis, meningitis carcinomatosa,
aneurisma, disección y endarterectomía carotídeos,
Motilidad traumatismos, heridas penetrantes, adenomegalias,
síndrome de Guillain-Barré, sarcoidosis.
Es difícil de individualizar la motilidad del estilofarin­
geo y constrictor superior. La exploración de este último Causas de parálisis nuclear
se lleva a cabo con buena iluminación, mirando la pa­
red posterior de la faringe, aplanando la lengua con un Unilateral: síndromes alternos bulbares vascula­
bajalenguas, y solicitando la fonación de la A: normal- res, siringobulbia, tumores bulbares, desmielinización.

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116 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Bilateral: forma bulbar de esclerosis lateral amiotrófica el chocolate constituyen los desencadenantes habi­
(enfermedad de la motoneurona) que se asocia a tuales. Cede al dejar de comer. Puede ser difuso o li­
compromiso de otros pares craneanos bajos. mitado a una parte de la cara. Excepcional en perso­
nas normales, se lo ha hallado en la siringomielia,
Causas de parálisis supranuclear como secuela de parálisis facial y de traumatismos
con compromiso de ese nervio y posexcisión del gan­
Las lesiones unilaterales no tienen expresión clí­ glio simpático cervical superior. Es probablemente
nica. Las bilaterales se deben a síndrome seudo o una expresión de reinervacíón anómala poslesional.
suprabulbar, por encefalopalía vascular o enferme­
dad de la motoneurona (esclerosis lateral primaria),
que asocia un síndrome piramidal y compromiso de X par (nervio neumogástrico o vago)
pares craneales bajos, con paresia velopalatina, oro­
linguofacial, disfonía, disfagia y llanto inmotivado Es uno de los nervios craneanos más complejos.
(véase Síndromes de otras afecciones del sistema Comprende al nervio vago propiamente dicho y a la
nervioso). rama bulbar o interna del XI nervio craneal o espinal
accesorio. Esta, originada en el núcleo ambiguo del
Otras alteraciones bulbo, se une pronto al tronco del neumogástrico y
con él se distribuye (véase Nervio espinal). Por ello, a
Alucinaciones gustativas y otros trastornos de/gus­ veces se, designa al X nervio como vagoespinal.
to y fauces. Se han señalado alucinaciones gustativas
aisladas o asociadas a las del olfato (véase Nervio ol­ Anatomía
fatorio) como expresión de irritación central del gyrus
uncinatus, en tumores basales frontales. Por la complejidad de la función y constitución del vago
Se describen ageusias transitorias después de la conviene distinguir los diferentes tipos de fibras que lo com­
administración oral de algunos fármacos como levo­ ponen:
dopa y penicilamina. Asimismo se han descripto hipo­ 1. Fibras sensitivas aferentes somáticas generales (ASG):
geusias y disgeusias en la diabetes mellitus, el hipoti­ · - células de origen: ganglio yugular;
roidismo y las insuficiencias renal y hepática. - ramas distales: piel posteromedial de la oreja y pared
La tos suele ser una manifestación farmacológica posterior del conducto auditivo externo;
secundaria del tratamiento con enalapril, antihiperten­ - ramas proximales: terminan en el núcleo espinal del
sivo de uso actual masivo. trigémino.
Neuralgia glosofaríngea o vagoglosofaríngea (glo­ 2. Fibras sensitivas aferentes viscerales generales (AVG):
sodinia posterior, síndrome de Wilfred Harrís). Se ca­ - células de origen: ganglio plexiforme o nodoso;
racteriza por accesos de dolor lancinante o terebrante, - ramas distales: faringe, laringe, tráquea, esófago y
provocados por la deglución, tos, bostezo, mastica­ vísceras del tórax y del abdomen;
ción, movimientos de la cabeza o ingesta de comidas - ramas proximales: terminan en el núcleo del fascícu­
picantes, en la amígdala, faringe, base de lengua u oí­ lo solitario.
do. Puede desencadenarse a veces al tocar la amíg­ 3. Fibras sensitivas aferentes viscerales especiales (AVE):
dala que constituye una zona gatillo. El dolor es unila­ células de origen: ganglio plexiforme o nodoso;
teral, brusco e intenso, dura segundos y reaparece con - ramas distales: papilas gustativas de epiglotis, vía
frecuencia. El examen del glosofaríngeo no muestra nervio laríngeo interno;
déficit. A veces el dolor puede acompañarse de signos - ramas proximales: terminan en el núcleo del fascícu­
vagales y aun síncope, probablemente por efecto ba­ lo solitario.
rorreflejo y difusión vagal a través del fascículo solila­ 4. Fibras motoras eferentes viscerales generales (EVG):
rio, común a ambos nervios. - células de origen: núcleo motor dorsal del vago;
La neuralgia de Harris, aunque en general es idio­ ramas eferentes: preganglionares parasimpáticas,
pática, puede ser la manifestación inicial de una neo­ amielínicas, se dirigen a los ganglios autónomos de los
plasia de amígdala, lengua o faringe, por lo que deben plexos vagales, cuyas fibras posganglionares inervan el
examinarse minuciosamente las fauces, sobre todo si corazón (nódulos cardíacos), y el músculo liso de pul­
su comienzo es reciente. món, vasos y demás vlsceras torácicas y abdominales.
Sudor gustatorío (síndrome de Lucíe Fray). Consiste 5. Fibras motoras eferentes viscerales especiales (EVE):
en la aparición de sudor acompañado de enrojeci­ - • células de origen: núcleo ambiguo;
miento de la cara y del cuello, en relación con estimu­ - ramas eferentes: terminan en músculos del velo del
laciones gustativas. Los alimentos ácidos o picantes y paladar, faringe y laringe.

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES y CUELLO 117

Los dos núcleos motores se sitúan en el suelo del IV el que comparte el espacio dural, y por detrás del glosofa­
ventrículo (fig. 4-1 O): ríngeo, del que lo separan un tabique fibroso y más abajo el
el núcleo motor dorsal del vago es dorsal y se sitúa seno petroso inferior.
por fuera del núcleo del hipogloso; Aquí se engrosa formando el ganglio yugular, y un cen­
el núcleo ambiguo, más ventral, y medial al núcleo tímetro más abajo, el ganglio plexiforme. Entre ambos gan­
del haz espinal del trigémino, da origen además a fi­ glios se desprende la rama o nervio auricular de Arnold, que
bras motoras del glosofarlngeo y espinal. atraviesa la apófisis mastoides y termina en la piel de la ore­
El núcleo del fascículo solitario, de aferencias sensitivas ja y conducto auditivo externo.
viscerales, también se sitúa en el suelo del IV ventrículo, El vago desciende luego por el espacio maxilofaríngeo,
donde es dorsal y lateral al núcleo motor dorsal del vago. Es ubicándose en el surco o canal posterior formado por el
común también a los nervios glosofaríngeo e intermediario adosamiento de la arteria carótida interna y la vena yugular
de Wrisberg del facial. interna.
Las fibras que forman el vago emergen del surco lateral Durante su pasaje por el cuello el vago se anastomosa
del bulbo, detrás de la oliva, entre el IX nervio por encima y por medio de ramos especiales con el facial, el glosofarín­
el XI por debajo, formando seis u ocho filetes. Estos filetes geo, el hipogloso mayor, el simpático cervical, y a veces con
se unen en un tronco único que sale del cráneo por el agu­ los primeros nervios raquídeos. A nivel del ganglio plexifor­
jero rasgado posterior, donde, además de acompañar a la me se le anastomosa la rama interna del XI par (espinal),
vena yugular interna, se ubica por delante del espinal, con formando el nervio vagoespinal.

Agujero rasgado posterior Núcleo ambiguo Núcleo motor


dorsal
Ganglio yugular
Oliva
Nervio auricular
de Arnold ----�
Nervio neumogástrico
Núcleo del
fascículo
solitario

Anastomosis con XII y ganglio cervical superior del gran simpático

Ramo sensitivo del conducto auditivo externo

Fig. 4-10. Esquema del trayec­


to periférico y núcleos de origen
del vagoespinal (X par).

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118 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

El vago suministra en el cuello los nervios faríngeo, la­ vagal), y su sinapsis bulbar se produce entre los núcleos del
ríngeo superior y laríngeo inferior o recurrente, además de fascículo solitario y ambiguo.
ramos cardíacos.
El nervio faríngeo forma, junto con el gfosofaríngeo y el Acción. El vago es desde su origen un nervio sen­
simpático, el plexo faríngeo, por cuyo intermedio inerva a sitivo y motor y a la vez un nervio de la vida de rela­
los músculos constrictores de la faringe y a lodos los del ve­ ción y de la vida vegetativa. Como nervio sensitivo tie­
lo del paladar, con excepción del periestafilino externo. ne a su cargo la sensibilidad de la faringe, esófago,
El nervio laríngeo superior asegura la inervación sensiti­ estómago, intestinos, glotis, tráquea y pulmones. Ade­
va de la laringe. más, por su rama auricular presta sensibilidad a la piel
El nervio recurrente inerva todos los músculos de la la­ de la parte posterior del pabellón auricular y a la pa­
ringe, con excepción del cricotiroideo, que es inervado por red posterior del conducto auditivo externo.
ef nervio laríngeo superior, y su trayecto difiere a la derecha Como nervio motor controla músculos estriados
y a la izquierda. Esto adquiere importancia por la ubicación (velopalatinos, constrictores de la faringe y músculos
anatómica de las lesiones que pueden afectarlos. laríngeos) y lisos (bronquios, gastrointestinales).
El recurrente derecho se desprende del vago por delan­ Emite también fibras moderadoras de la actividad
te de la arteria subclavia, la contornea y asciende por de­ cardíaca y fibras secretoras para estómago, pán­
trás, situándose en el surco formado entre la tráquea y el creas y tráquea.
esófago, hasta la laringe.
El recurren/e izquierdo se origina casi por debajo del ca­ Exploración
yado aórtico, lo contornea dirigiéndose hacia atrás y ascien­
de hacia la laringe apoyado en la cara anteroizquierda del Comprende el examen del velo del paladar y el
esófago, que sobresale a la izquierda de la tráquea. examen de la laringe.
En el tórax y abdomen también el trayecto del nervio va­ Examen del velo del paladar. Con la boca del pa­
go es distinto a derecha e izquierda. ciente abierta y la lengua aplanada con un bajalen­
En el tórax, el nervio vago derecho cruza la carótida guas se observa si hay asimetría en reposo, si el velo
primitiva por fuera, pasa entre la arteria subclavia y la pende fláccido de un lado u otro, o bilateralmente. Se
confluencia venosa yugulosubclavia, cruza por fuera el observa luego si el velo se eleva simétricamente con
tronco braquiocefálico arterial, continúa por la cara dere­ la fonación prolongada de la letra A. Si existe una pa­
cha de la tráquea y desciende por detrás del bronquio de­ rálisis de la mitad del velo (hemiestafiloplejía), la úvu­
recho y por dentro del cayado de la ácigos. Se ramifica la y rafe medio se desvían hacia el lado sano y no se
luego formando los plexos pulmonar y esofágico. El ner­ eleva el lado afectado, que permanece fláccido y apla­
vio vago izquierdo desciende hasta el cayado aórtico por nado. Se puede completar la exploración del velo del
fuera de la carótida primitiva, sin ponerse en contacto con paladar con rinoscopia posterior (colocación de un es­
la arteria subclavia, pasa por la cara anteroexterna del pejo odontológico por detrás de la úvula).
cayado horizontal y se dirige hacia atrás a la cara poste­ Se completa el examen solicitando al paciente que
rior del pedículo pulmonar. Desciende por detrás del ingiera agua, la mantenga en la boca y fuego la trague
bronquio izquierdo y por delante de la aorta torácica y con la cabeza inclinada hacia abajo. Se observará si
luego se ramifica. se produce reflujo nasal y tos o sofocación: la paráli­
En el abdomen, el vago derecho desciende por detrás sis del velo, impidiendo su elevación aí deglutir, hace
del esófago y se ramifica por la cara posterior del estóma­ que subsista la comunicación entre la oro y la rinofa­
go, emitiendo además ramas para el plexo solar y para el ringe, y entonces el líquido escapa por la nariz y pe­
ganglio semilunar. El vago izquierdo desciende por la cara netra en la laringe, causando tos y sofocación. Esto
anterior del esófago y brinda ramas gástricas y hepáticas. ocurre sobre todo en la parálisis bilateral.
Conexiones centrales. Los núcleos motores del vago El signo de la manzana deAdán permite reconocer
reciben inervación motriz bilateral del haz geniculado (pira­ si existe parálisis de los músculos constrictores de la
midal) corticobulbar, por fibras provenientes del tercio infe­ faringe. Para investigarlo se hace deglutir al paciente
rior de la circunvolución motora prerrolándica. varias veces seguidas y se observa si la manzana de
Las aferencias sensitivas que alcanzan la raíz espinal del Adán se eleva y desciende normalmente con cada
trigémino y el núcleo del fascículo solitario continúan luego movimiento de deglución. En caso de parálisis del
las vías sensitivas centrales entrecruzándose en la línea me­ constrictor inferior de la faringe, estos movimientos
dia con las del lado opuesto, discurriendo por el lemnisco desaparecen o se hacen irregulares.
medial, y ascendiendo al tálamo y la corteza cerebral. Si se efectúa una radioscopia con ingestión de sus­
La vía refleja para la tos, deglución y náuseas tiene afe­ tancia opaca, en caso de parálisis velopalatina la sus­
rencia por el IX y eferencia por el IX y el X (glosofaringeo- tanci_a se detiene en la faringe: en las vaíéculas dan-

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES y CUELLO 119

do una imagen en forma de nidos de paloma y en los En la parálisis recurrencial unilateral se observa tí­
senos piriformes mostrando una imagen de pirámide picamente, voz bitonal, sobre todo en la fonación.de
invertida. vocales, que se atribuye a la frecuencia desigual en la
No debe omitirse examinar también la sensibilidad contracción de cada cuerda.
y los reflejos faríngeo o nauseoso y velopalatino, que En la parálisis recurrencial bilateral, poco frecuen­
pueden sufrir iguales variantes que las expuestas en te, hay hipofonía importante, y la flaccidez de las cuer­
caso de lesiones glosofaríngeas, porque en caso de das vocales puede interferir con la ventilación, cau­
compromiso vaga! se afecta el sector eferente del ar­ sando estridor laríngeo, que a veces requiere
co reflejo. traqueostomía.
Examen de la laringe. Primeramente se examina En las parálisis nucleares que afectan la porción
la voz (nasal, bitonal, disfonía o hipofonía). Luego, más cefálica del núcleo ambiguo, puede preservarse
con un espejo odontológico o laringoscópico, se efec­ la contractilidad de la cuerda vocal (véase Síndrome
túa la laringoscopia indirecta y se observa el aspecto de Avellis)
y movilidad de las cuerdas vocales. Las cuerdas vo­
cales superiores se extienden del cartílago tiroideo al Parálisis supranuc/ear
cartílago aritenoides de la laringe, y son aplanadas
de arriba a abajo y de adentro a afuera. Su borde ex­ Es excepcional la parálisis unilateral. Si hay paráli­
terno adhiere a la pared de la laringe y su borde in­ sis de origen supranuclear, suele ser bilateral. Se ob­
terno es libre. Por debajo y entre los mismos cartíla­ serva:
gos se sitúan las cuerdas vocales inferiores, que - velo descendido y pendiente, inerte y fláccido
tienen forma de prisma triangular, con una cara inter­ como una cortina flotante;
na que se une a la pared, y dos caras libres superior - el velo no se eleva con la fonación;
e inferior. Su borde interno libre sobresale por de11tro la úvula se agita con la corriente respiratoria;
del de la cuerda vocal superior. Contienen en su es­ - disfonía o hipofonía francas;
pesor al ligamento y capa interna del músculo tiroari­ resonancia nasal de la voz, al no elevarse el
tenoideo inferior. velo;
- disfagia;
Alteraciones - reflujo nasal;
- tos (débil) y sofocación con la deglución;
La alteración fundamental es la parálisis del nervio, - reflejos nauseoso y velopalatino exacerbados.
la que puede ser uní o bilateral, parcial o completa (to­
ma todo el tronco o alguna de sus ramas), pura o aso­ Causas de parálisis infranuc/ear
ciada a parálisis de otros pares. El nervio vago puede
ser lesionado por debajo del núcleo dei origen (paráli­ Del tronco del nervio: tumores de base de cráneo
sis infranuclear), en su núcleo (parálisis nuclear) o en (linfomas, tumor del glomus de la yugular), meningi­
las conexiones corticonucleares (parálisis supranu­ tis, otitis, meningitis carcinomatosa, sarcoidosis,
clear). aneurisma, disección y endarterectomía carotídeos,
traumatismos, heridas penetrantes, adenomegalias.
Parálisis infranuclear y nuclear Antiguamente, neuritis diftérica con parálisis bilateral
del velo.
Suele ser unilateral. Se observa: Del nervio recu'rrente: aneurisma aórtico o subcla­
parálisis hemivelopalatina (hemiestafiloplejía); vio; adenomegalias tumorales secundarias a carcino­
- parálisis de la cuerda vocal homolateral (voz bi­ ma de pulmón, mama, !infamas, tumores de mediasti­
tonal, véase más abajo); no; mediaslinilis; postiroidectomía. Esta última a
- hiporreflexia nauseosa y velopalatina homolate­ veces causa parálisis recurrencial bilateral.
ral;
- en forma inconstante, parestesias o hipoestesia Causas de parálisis nuclear
en pabellón auricular posterior o conducto audi­
tivo; Unilateral: síndrome de Wallenberg y otros síndro­
signo del trago de Esca/: la presión sobre el tra­ mes alternos por lesión bulbar vascular, siringobulbia,
go provoca tos. Es inconstante. tumores, desmielinización. Bilateral: forma bulbar de
Es frecuente la parálisis parcial por afección del re­ esclerosis lateral amiotrófica (enfermedad de la moto­
currente en el tórax, en cuyo caso sólo se produce pa­ neurona) que se asocia a compromiso de otros pares
rálisis de la cuerda vocal homolateral. craneanos bajos.

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120 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Causas de parálisis supranuclear El término de nervio espinal se aplica solamente a la ra­


ma externa, cuyos axones provienen de la raíz medular, y
Las lesiones unilaterales no causan déficit, o lo ha­ son fibras motoras eferentes viscerales especiales (EVE)
cen excepcionalmente, ya que el control supranuclear que inervan . al . esternocleidomastoideo___y _Jr.é)Jlecio (fig.
de los núcleos motores del vago es bilateral. Por ello, 4-11). Esta rama se dirige entonces hacia abajo, atrás y
la parálisis supranuclear es casi siempre bilateral. Su afuera, cruza por delante o detrás la vena yugular interna,
causa típica es el síndrome seudo o suprabulbar, por pasa por detrás de los músculos estilohioideo y digástrico
encefalopatía vascular o enfermedad de la motoneu­ y alcanza la cara profunda del esternocleidomastoideo.
rona (esclerosis lateral primaria), que asocia un sín­ Continúa hacia abajo, atraviesa el hueco supraclavicular,
drome piramidal y compromiso de pares craneales se coloca bajo el trapecio algo por encima de la clavícula y
bajos, con paresia velopalatina, orolinguofacial, disfo­ termina en la extremidad inferior del músculo. En su trayec­
nía, disfagia y llanto inmotivado (véase Síndromes de to muscular se anastomosa con ramos de la II asa cervical,
otras afecciones del sistema nervioso). y del 111 y IV nervios cervicales.
Conexiones centrales. Los núcleos de origen del espi­
nal reciben inervación motriz del haz geniculado (piramidal)
XI par (nervio espinal accesorio) corticobulbar, por fibras provenientes de un área siluada en­
tre las representaciones del tronco y del miembro superior,
·. El XI par craneano, llamado nervio espinal, espinal en la circunvóludón cortical motora prerrolándica.
accesorio o accesorio del vago comprende únicamen­ Las fibras deslinadas al trapecio son mayoritariamente
te la rama externa de las descripciones clásicas, cruzadas, y en el tronco cerebral discurren por su sector
mientras que a la rama interna se la considera parte ventral.
integrante del vago (vagoespinal, véase Nervio neu­ Las fibras destinadas al esternocleidomastoideo son ma­
mogástrico). yoritariamente directas u homolaterales al lado inervado, en
grado variable. Su curso es controvertido: las fibras pueden
Anatomía mantenerse homolaterales en todo su curso hasta alcanzar
los núcleos espinales, cruzar por el cuerpo calloso al hemis­
Ef espinal se desprende a la vez del bulbo y de la médu- ferio contrario, que a su vez las releva y reenvía fibras a los
la por medio de dos raíces: núcleos espinales contralaterales (los del mismo lado de las
la raíz bulbar se origina en la porción caudal del núcleo
ambiguo y sus filetes emergen del surco lateral del bul­ Bulbo Rama externa
del espinal
bo inmediatamente por debajo del neumogástrico;
la raíz medular se origina en una columna de moto­
neuronas situadas dorsolateralmente en el asta ante­
rior de la médula (el núcleo accesorio), que se exlien­ Ganglio
de desde el I y hasta el VI segmento cervical. Sus plexiforme
filetes emergen, desde C5 hasta el bulbo, de los cor­ del X par
dones laterales, entre las raíces anteriores y poste­
riores de la médula, ascienden y se unen en el canal
raquídeo, para penetrar por el agujero occipital y
unirse a la raíz bulbar. Las fibras que provienen de
los segmentos o niveles C1 y C2 inervan predomi­
nantemente el esternocleidomastoideo, y las que
provienen de los segmentos C3 y C4 el. trapecio. El
esternocleidomastoideo puede además recibir iner­
vación residual del neumogástrico.
Ambas raíces conslituyen así un tronco único a su sali­
da_ del cráneo por el agujero rasgado posterior, que ense­
guida se divide en dos ramas terminales:
· la ra�a interna, formada por las fibras bulbares,
que llene un trayecto corto, perdiéndose pronto en
el �anglio plexiforme del vago, nervio con el que se Músculo
fusiona Y se dirige a inervar el velo del paladar la esternocleidomastoideo
faringe y la laringe; Fig. 4-1 1 . Esquema del trayecto periférico del nervio espinal
la rama externa, constiluida por fibras medulares. (XI par).

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 121

fibras originarias), o decusarse dos veces, primero en el ni­ El trapecio eleva el hombro, y rota y desvia el omó­
vel pontomesencefálico hacia el lado opuesto, y luego, de plato hacia adentro. Eleva el brazo por encima de la
vuelta, en el nivel cervical. Esta última es la hipótesis más posición horizontal una vez que ha sido abducido por
aceptada en la actualidad, en relación con los síndromes el supraespínoso y el deltoides. Se lo explora solici­
semiológicos centrales que afectan al nervio (véase más tando al enfermo que se encoja de hombros contra la
adelante). En el tronco cerebral las fibras destinadas al es­ oposición del examinador, y que levante sus brazos
ternocleidomastoideo discurren por el tegmento. en abducción por encima de la horizontal.
Esta particularidad del control supranuclear del espinal
parece tener que ver con que, funcionalmente, los hemisfe­ Alteraciones
rios cerebrales controlan la motilidad confralateral del cuer­
po. Por su inserción esternal (haces esternomastoídeo y es­ Puede deberse a lesiones infranucleares, nuclea­
ternooccipital), el esternocleidomastoideo rota la cabeza res o supranucleares.
hacía el lado opuesto. Por su inserción clavicular (haces
cleidomastoideo y cleídooccipitat), la inclina hacía el mismo Parálisis infranuc/ear
lado. Cuando se contraen las fibras de ambas inserciones,
hay rotación contralateral y leve inclinación homolateral. Se debe a lesiones de la rama externa del nervio
Cuando se contraen los músculos de ambos lados, la cabe­
desde su salida por el agujero rasgado posterior has­
za se flexiona. Funcionalmente la acción principal del mús­
ta su distribución periférica. Produce parálisis y atrofia
culo es rotar la cabeza hacia el hemicuerpo contrario, y su
de los músculos que ínerva.
motilidad es controlada por el hemisferio homolateral. HayComo el II nervio cervical inerva parcialmente el es­
que recordar también que sí se estimulan las áreas fronta­
ternocleidomastoideo, pueden escapar a la parálisis
les motoras la mirada conjugada sacádíca se desvía hacia
cierto número de fibras musculares. Lo mismo ocurre
el lado opuesto, y que en las crisis epilépticas parciales mo­
con el trapecio, cuyas fibras superiores e inferiores son
toras versívas la cabeza rota hacia el lado opuesto al del fo­
inervadas por el espinal, mientras que las fibras medias
co de descarga cerebral. De este modo, un hemisferio ase­
reciben su inervación del 111 y IV nervio cervical.
gura la motilidad, desviación de la mirada y rotación del En la parálisis unilateral del esternocleidomastoi­
cuello del o hacia el lado opuesto. deo se observa:
- cabeza en reposo en posición normal;
Acción. El espinal es un nervio esencialmente mo­ - déficit en la rotación de la cabeza hacia el hom-
tor destinado a los dos músculos citados. Su rama bro opuesto (fig. 4-12);
bulbar, incorporada al vago, también es motriz y sus - no se produce el relieve que caracteriza a su
fibras están especialmente destinadas al constrictor contracción;
superior de la faringe, a todos los músculos de la la­
ringe, excepto el cricotiroideo, y al plexo cardíaco.
Exploración

Consiste en examinar primeramente el estado de


los músculos esternocleidomastoideo y trapecio; ver
si hay modificación de sus relieves, si hay atrofia, si
hay modificación del contorno exterior del cuello, sí
existe caída de los hombros y cambios de situación de
la escápula.
A continuación se explora la motilidad del esterno­
cleidomastoideo y del trapecio. Para €1 primero, se pide
al paciente que rote la cabeza hacia el hombro opues­
to, mientras el médico se opone apoyando su mano en
la mandíbula. El esternocleidomastoideo derecho se
explora con rotación a la izquierda, el izquierdo con la
rotación a la derecha. El músculo hace salíencia y pue­
de palparse contraído. Si se quieren explorar ambos
músculos, se le solícita al paciente flexionar su cabeza
contra la resistencia que opone el médico apoyando su
mano en la frente. Flg. 4-12. Parálisis del nervio espinal izquierdo, vista por delante.

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122 SEMIOLOGfA DEL SISTEMA NERVIOSO

- en la flexión del cuello la cabeza se lateraliza le­ Parálisis nuclear


vemente hacia el lado sano.
En la parálisis bilateral del esternocleidomastoideo Son raras. Puede ser uni o bilateral y afecta a am­
se observa: bos músculos.
- la cabeza tiende a caer hacia atrás;
- déficit de flexión cefálica o cervical, especial- Parálisis supranuclear
mente en decúbito dorsal.
En la parálisis unilateral del trapecio se afectan Se produce por lesiones hemisféricas o troncales y
predominantemente las fibras superiores del músculo, se acompaña por ello de hemiplejía. No se produce
y se observa (fig. 4-1 3): atrofia. Hay varios síndromes de valor localizador en
- el muñón del hombro cae hacia adelante y abajo; relación con las particularidades del control central de
la fosa supraclavicular se hace más profunda; los núcleos espinales ya descriptas.
la clavícula adquiere marcado relieve; -Déficit del trapecio homolateral a la hemiplejía y
- la escápula es llevada hacia abajo y afuera; déficit del esternocleidomastoideo contralateral a la
si el enfermo lleva sus hombros hacia atrás, la es­ hemiplejía: cabeza ligeramente rotada al lado no he­
cápula se aproxima imperfectamente a la línea mipléjico, con déficit de su rotación hacia el lado he­
media y los músculos romboides se remarcan ba­ mipléjico. Lesión hemisférica o eventualmente mesen­
jo la piel; cefálica contralateral a la hemiplejía. Esta puede
el borde espinal de la escápula se inclina de asociarse a síndrome alterno.
arriba hacia abajo y de afuera hacia adentro; -Déficit del trapecio y esternocleidomastoideo ho­
- déficit de elevación del hombro; molaterales a la hemiplejía: cabeza ligeramente rota­
- déficit de elevación del brazo en abducción por da al lado hemipléjico con déficit de su rotación hacia
encima de la horizontal; el lado no hemipléjico. Lesión pontina o bulbar contra­
- con brazos extendidos, los dedos del lado para- lateral a la hemiplejía. La lesión asienta en un punto
lizado avanzan más que los del lado sano; por debajo de la primera decusación de la vía supra­
- la escápula se separa algo del tórax. nuclear de control del espinal, que se produciría en la
En la parálisis bilateral del trapecio se observa: unión pontomesencefálica. Síndromes alternos ponli­
- caída de la cabeza hacia adelante en la posición nos o bulbares asociados.
erecta; -Déficit del trapecio homolateral a la hemiplejía y
- déficit de la extensión cervical o cefálica. preservación de ambos esternocleidomastoideos: le­
En la parálisis unilateral del esternocleidomastoi­ sión pontina o bulbar ventral contralateral a la hemi­
deo y del trapecio se combinan las manifestaciones plejía, por donde pasan las fibras destinadas al trape­
descriptas de déficit de ambos músculos. cio. La cabeza rota a ambos lados. Síndromes
alternos asociados.
-Déficit del esternocleidomastoideo homolateral a
la hemiplejía y preservación de los trapecios: lesión
tegmentaria contralateral a la hemiplejía, por donde
pasan las fibras del esternocleidomastoideo. Déficit
de rotación cefálica hacia el lado no hemipléjico.
Causas de parálisis ínfranuclear
Las afecciones del nervio a su salida del cráneo
generalmente se asocian a parálisis de. otros pares
bajos (IX, X y XII) con los que el espinal comparte tra­
yectos anatómicos. Estos slndromes asociados se
describen en una sección específica de este libro. Se
ven en compresiones por tumores, aneurismas, exu­
dados meníngeos, paquimeningitis cervical hipertrófi­
ca, traumatismos, heridas cortantes o de proyectil.
Las parálisis infranucleares aisladas del espinal
se deben a lesiones mayoritariamente traumáticas
que lo afectan en su trayecto cervical: lesión quirúr­
Fig. 4-13. Parálisis del nervio espinal izquierdo, vista por detrás. gica (excisión de lipoma, biopsia ganglionar, endar-

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4. FUNCIONES SENS/TIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 123

terectomia carotídea, canalización yugular, cirugía XII par (nervio hipogloso mayor)
plástica, revascularización miocárdica), traumatismo
de hombro, intento de estrangulamiento, radiotera­ El hipogloso mayor o XII nervio craneano es exclu­
pia, tironeamiento del brazo asociado a rotación sivamente motor. Es el nervio motor de la lengua (fig.
contraria del cuello. También neoplasias o adenome­ 4-14 ).
galias infiltrantes.
Anatomía
Causas de parálisis nuclear
Tiene su origen real en el suelo del IV ventrículo en dos
Síndrome bulbar, esclerosis lateral amiotrófica, si­ núcleos: uno principal que corresponde al ala blanca inter­
ringomielia, tumores, poliomielitis aguda. na del cuarto ventriculo y otro accesorio, situado por de­
lante y un poco por fuera del principal. Estos núcleos for­
Causas de parálisis supranuc/ear man una larga columna longitudinal paramediana que se
extiende desde la unión pontomesencefálica hasta la par­
Lesiones focales, mayoritariamente vasculares, te caudal del bulbo. De ella nacen una serie de filetes que
que causan además hemiplejías, eventualmente tu­ se dirigen de atrás hacia delante, por fuera del fascículo
mores primarios o secundarios, abscesos, desmielini­ longitudinal medial, el lemniso medial y la pirámide bulbar,
zación y otras patologías cerebrales. para abandonar el bulbo a nivel del surco preolivar, me-

"\.--- ------- --- -- Ramo meníngeo

R.anastornótico
para el esterno­
cleidomastoideo
-
c-11h----------- --- Hipogloso

,.......____ Fibras anast. procedentes de la 1 ª asa cervical

Hipogloso

N. del geniohioideo
------------ N. del tirohioideo
Espinal
5
t--------- - R. descendente del hi pogloso

R. descendente
del plexo
cervical profundo

Frénico
Fig. 4-14. Conexiones enlre el
N. del vientre post. del -- ----" espinal, el hipogloso y el plexo
omohioideo
cervical. (Modificad'.! de H. Rouvie­
N. del esternotiroideo rc. Anatomia humana, Bally-Bailiié­
re, 1964, Madrid.)

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124 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

dialmente respecto de los nervios IX, X y XI reuniéndose Exploración


luego en dos manojos de fibras que salen del cráneo por
el agujero condíleo anterior, junto a la vena homónima y la Inspección de la lengua. Se observará su super­
arteria meníngea posterior, y se reúnen en un tronco úni­ ficie y simetría, si presenta atrofia global o sólo de una
co. El nervio desciende por el espacio maxilofaríngeo, mitad, si hay pliegues, si presenta fasciculaciones, si
donde se silúa por detrás y por dentro de la arteria caróti­ se halla pálida o roja.
da interna, pasa por detrás del nervio carotídeo y su gan­ Exploración de la motilidad lingual. Se indica al
glio de origen, el superior del simpático, y del ganglio ple­ enfermo que saque la lengua, que la lleve hacia los la­
xiforme del neumogástrico (X nervio craneano). Continúa dos, hacia arriba, abajo, derecha e izquierda, que la
hacia• abajo, situándose por dentro de la vena yugular in­ enrolle, que la lleve por encima del labio superior e in­
terna, y por fuera del neumogástrico y la carótida interna. ferior, observando cómo se efectúan estos movimien­
Luego dobla hacia adelante, pasa por fuera de la carótida tos. A continuación se le solicita que empuje con la
externa, y se dirige a la región suprahioidea, donde se si­ punta de la lengua la mejilla, mientras el médico se
túa, junto a la vena lingual, sobre el músculo hiogloso y opone a este movimiento comprobando la resistencia
bajo el vientre posterior del digástrico, el estilohioideo y la que ofrece.
glándula submaxilar. Se introduce en la región sublingual Palpación de la lengua. Cuando se toma la len­
junto al conducto de Wharton, y por delante del borde an­ gua entre el pulgar y el índice da normalmente una
teriór del hiogloso se divide en sus ramas terminales que sensación de dureza debido a su contracción; en ca­
se distribuyen por las caras inferior y lateral de la lengua, so de parálisis se la palpa blanda, depresible y fofa.
inervando todos sus músculos: tanto los extrínsecos (hio,
estilo y genioglosos, y geniohioideo) como los intrínsecos Alteraciones
(longitudinales, transversales y verticales). Durante su tra­
yecto se anastomosa, sucesivamente, con el simpático, el La alteración fundamental del nervio hipogloso ma­
neumogástrico, los dos primeros nervios cervicales y el yor es su parálisis. La parálisis del hipogloso puede
lingual y emite una rama colateral descendente. Esta, for­ deberse a lesiones infranucleares, nucleares o supra­
mada por fibras del hipogloso y de C 1 , se une a la rama nucleares. En las lesiones nucleares e infranucleares
descendente interna del plexo cervical profundo (C2-C3) y se lesiona su núcleo, trayecto intracraneal hasta el
forma el asa del hipogloso, que inerva los músculos infra­ agujero condíleo anterior, recorrido periférico por la
hioideos orno y esternocleidohioideo, y esternotiroideo. base del cráneo o en la región cervical superior. En las
Del nervio mismo se desprenden ramas para el músculo supranucleares el haz corticobulbar en cualquier pun­
infrahiodeo restante, el tirohioideo, y para uno suprahioi­ to de su trayecto o bilateral (cuando la parálisis se de­
deo: el geniohioideo. Los músculos infrahioideos descien­ be a lesión bulbar).
den el. hioides y participan en el descenso de la mandíbu­
la y la flexión cefálica. Parálisis infranuc/ear
Conexiones centrales. Fibras del haz corticobulbar,
provenientes de la porción inferior perisilviana de la circun­ Suele ser unilateral: en reposo se observa atrofia,
volución motora prerrolándica, ejercen bilateralmente el pliegues y fasciculaciones o fibrilaciones en la hemi­
control supranuclear del nervio, salvo para el geniogloso lengua paralizada, mientras que la hemilengua sana
que tiene sólo un control cruzado. Esto último explica la pa­ se dispone en forma de media luna alrededor de la
resia lingual leve, directa, contralateral a la lesión, que afectada. A la palpación entre pulgar e índice, la mi­
acompaña a las hemiplejías. Las fibras corticohipoglosas se tad atrofiada está blanda, no se contrae ni tensiona
decusan en la unión pontomesencefálica y se desprenden como la mitad sana. La lengua no protruida se desvía
del haz piramidal ventral. hacía el lado sano. Con la protrusíón se desvía hacia
En los núcleos del hipogloso hacen sinapsis asimismo fi­ el lado paralizado, por acción del geniogloso del lado
bras provenientes de los núcleos sensilivos del trigémino y sano (fig. 4-15). Al empujar la lengua contra la mejilla
del núcleo del fascículo solitario. hay disminución de la fuerza del lado paralizado. La
disartria es mínima, pero suele observarse dificultad
Acción. El hipogloso mayor es un nervio motor, para dirigir alimentos en la boca. Además, la parálisis
del que depende la motilidad lingual. Los músculos unilateral de los músculos infrahioideos puede deter­
extrinsecos de la lengua intervienen en la protrusión. minar que la laringe sea atraída hacia el lado sano
Los intrínsecos en los movimientos laterales de la durante la deglución. Pueden haber, asimismo, tras­
lengua no protruida. El hipogloso interviene además tornos vasomotores en la mitad atrofiada de la len­
en la motilidad del hueso hioides, la mandíbula y el gua, cuando la lesión abarca al ramo anastomótico
cuello. del simpático.

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4. FUNCIONES SENSJTIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES y CUELLO 125

bar anterior de Déjerine, que asocia parálisis hipoglo­


sa a hemiplejía contralateral, generalmente causado
por lesión vascular, es infranuclear por compromiso
de las fibras emergentes del núcleo del nervio en su
trayecto intrabulbar (véase Hemiplejías bulbares).
Parálisis nuclear. Síndrome bulbar, generalmente
por esclerosis lateral amiotrófica (se comprometen
otros pares craneanos bajos, produciendo disartria,
disfonía, disfagia, regurgitación y voz nasales, pero a
menudo las manifestaciones iniciales son linguales);
siringobulbia; lesiones vasculares, desmielinizantes o
tumorales. La parálisis es generalmente bilateral por
la proximidad que tienen entre sí los núcleos de origen
Fig. 4-15. Parálisis del hipogloso del lado izquierdo. Atrofia de la del hipogloso, pero puede afectar un solo lado.
mitad izquierda de la lengua y desviación hacia el lado paralizado. Parálisis supranuclear. Una paresia lingual unilate­
ral puede acompañar a las hemiplejías corticales,
subcorticales, capsulares, mesencefálicas o pontinas
Parálisis nuclear por paresia del geniogloso, cuyo control central es só­
lo cruzado. La paresia es homolateral a la hemiplejía,
Suele ser bilateral: en reposo hay atrofia, pliegues contralateral a la lesión y la lengua se desvía hacia el
y fibrilaciones bilaterales. La lengua está inmóvil y no lado de la hemiplejía. Sus principales causas son las
hay protrusión. Hay evidente disartria, en particular lesiones vasculares.
para fonemas llamados fricativos, como f, d y t. Se Las afecciones bilaterales de los haces corticonu­
agrega dificultad para la deglución: el órgano no pue­ cleares originan el síndrome supra o seudobulbar con
de conducir los alimentos hacia los arcos dentarios o compromiso bilateral de los pares craneanos bajos,
la faringe. En decúbito la lengua puede caer hacia dando lugar a una parálisis orolinguofacial, llamada
atrás y ocluir la faringe. también apraxia oro/inguofacial. Se produce disartria
por parálisis lingual bilateral, y disfonía, disfagia, voz
Parálisis supranuc/ear nasal y parálisis velopalatina por afección asociada de
los pares IX y X. Se debe a lesiones vasculares supra­
El déficit motor, uni o bilateral, tiene manifestacio­ nucleares bilaterales o a esclerosis lateral primaria
nes similares al de las anteriores, pero no se acompa­ (enfermedad primaria de la motoneurona central). La
ña de atrofia ni fibrifasciculaciones. parálisis orolinguofacial a veces se presenta repenti­
namente, cuando a lesiones vasculares hemisféricas
Causas preexisténtes se agrega la instalación de lesiones
contralaterales.
En general el hipogloso se afecta rara vez en for­
ma aislada. Es común que su parálisis se asocie con
parálisis del velo del paladar, de la faringe o de la la­ Síndromes por afección simultánea
ringe e incluso con parálisis facial, por extensión de la· de varios pares craneanos
lesión causal a los nervios próximos. Los síndromes (Síndromes de pares
asociados de los pares craneanos se describen en craneanos asociados)
una sección especial. Se mencionan a continuación
causas de parálisis aislada del nervio. Desde su emergencia del neuroeje hasta el punto
Parálisis infranuclear. Tumoresºde base de cráneo, en que atraviesan los diversos agujeros de la base del
retrofaríngeos o retroparotídeos, lesión por proyectil cráneo, los pares craneanos se reúnen por grupos y
de arma de fuego, aneurisma carotfdeo, disección de tienen relaciones de contigüidad. Unidos, a menudo
la carótida interna, kinking de la arteria vertebral, le­ en una misma vaina meníngea, comparten las mis­
sión del nervio durante endarterectomía carotídea, mas vinculaciones con los demás órganos del cráneo
condilitis occipital (se asocia a dolor occipital continuo o en los agujeros de salida. Una lesión en ese trayec­
agravado por rotación contralateral, flexión cervical y to puede afectar así a varios nervios y originar síndro­
ocasional rigidez de nuca), fractura condílea occipital, mes con sintomatología asociada.
artritis reumatoidea, artritis atlantoaxoidea, cirugías y Por ejemplo, los nervios oculomotores 111, IV y VI y
radioterapia de cuello, traumatismos. El síndrome bul- la rama oftálmica del trigémino atraviesan juntos la

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126 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

hendidura esfenoida! (fig. 4-16). Un tumor a ese nivel - Anestesia maxilar superior.
los afectará a todos y el resultado será un síndrome - Exoftalmía eventual.
de Rochon-Duvigneaud. Los nervios oculomotores y Causas: aneurisma carotídeo, fístula carótido-ca­
el trigémino pueden también ser comprimidos durante vernosa, flebitis del seno cavernoso.
su travesía por la pared externa del seno cavernoso
(fig. 4-1 7) , originándose parálisis de todos ellos con Síndrome de Tolosa-Hunt
exoftalmía, constituyendo el síndrome de la pared ex­
terna del seno cavernoso de Charles Foix (aneurisma Inflamación granulomatosa en la zona del seno ca-
carotídeo, flebitis del seno cavernoso). Una vez que vernoso.
han abandonado el cráneo, los pares craneanos se Asocia:
agrupan en sólo dos puntos: en la órbita (11, 111, IV, VI - Oftalmoplejía externa dolorosa.
y rama oftálmica del V) y en la región parotídea (VII, - Compromiso ocasional de la primera rama del V.
IX, X, XI y XII), donde pueden lesionarse en conjunto. La recuperación espontánea es la regla, en el pla­
Los síndromes que pueden constituirse son varia­ zo de días a semanas. El dolor responde rápida y ca­
dos y se resumen en el cuadro 4-1 . racterísticamente a los corticoides.
Síndrome de la hendidura esfenoida/ de Síndrome de la punta del peñasco de Gradenigo
Rochon-Duvigneaud
Otitis media aguda y osteítis extradural secundaria
Asocia: de la punta del peñasco, región en la que el ganglio
- Parálisis de los tres nervios oculomotores: pto­ de Gasser y el VI están en estrecha relación y se afec­
sis palpebral, inmovilidad ocular, midriasis. tan conjuntamente.
- Compromiso de la rama oftálmica del trigémino: Asocia:
anestesia frontal y palpebral superior, arreflexia - Cefalea intensa temporoparietoorbitaria.
corneana. - Parálisis del VI homolateral.
- A veces se extiende al nervio óptico en el agu­
jero óptico vecino: amaurosis. Síndrome de la fosa petroesfenoidal
- Puede haber exoftalmía o protrusión ocular por
efecto de masa ocupante. La fosa petroesfenoidal es el ángulo que limita por
Causas: tumoral (meningioma del ala menor del delante el ala menor del esfenoides y por detrás el pe­
esfenoides), osteítis, aneurisma micótico de la oftálmi­ ñasco, región de la base del cráneo en la que se hallan:
ca, traumatismos. los nervios oculomotores 111, IV y VI; Los hallaz­
gos semiológicos de los síndromes de pares cra­
Síndrome de la pared externa del seno neanos asociados se resumen en el cuadro 4-1 .
cavernoso de Charles Foix - el agujero redondo mayor, atravesado por el
nervio maxilar superior, segunda rama del V;
Se afectan nervios que discurren en el espesor de el agujero oval, atravesado por el nervio maxilar
la pared externa o en el interior del seno: 111, IV, VI, ra­ inferior, tercera rama del V y su rama motora;
mas oftálmica y maxilar superior del V. - el seno cavernoso.
Asocia: Asocia:
- Oftalmoplejía total, anestesia en el territorio de - Paresias oculomotoras.
la rama oftálmica, arreflexia corneana (como en - Neuralgia y/o hipoestesia del trigémino.
el caso anterior).

Nerv)o lagrimal) Nervio oftálmico


Nervio frontal
Nervio patético

Nervio motor
ocular común
otor ocular externo

Fig. 4-16. Esquema que representa la hendidura esfenoida!. Fig. 4-17. Pared externa del seno cavernoso.

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES y CUELLO 127

Cuadro 4-1. Síndromes de pares craneanos asociados

Localización anatómica Nombre Nervios craneales afectados Causas más frecuentes

Hendidura esfenoida! + Rochan- 111, IV, VI, V (rama 1 ª) Meningioma ala menor esfenoida!,
agujero óptico Duvigneaud 11 (+ agujero óptico) aneurisma micótico oftálmica
+ exoftalmía eventual
Pared externa seno Foix 11, IV, VI, V (ramas 1 ª y 2ª) Fístula carótida-cavernosa
cavernoso + exoftalmía eventual
Seno cavernoso Tolosa-Hunt Oftalmoplejía externa, V (rama 1 ª) + Granuloma inflamatorio
dolor (responde a corticoides)
Punta de peñasco Gradenigo VI, ganglio de Gasser + cefalea Otitis media con osteítis secundaria de
temporoorbitomaxilar punta de peñasco
Fosa petroesfenoidal Tumores (base de cráneo, sarcoma de la
(entre ala menor y 11, y/o IV, y/o VI, V (ramas 2ª y 3ª) trompa de Eustaquio)
peñasco)
Conducto auditivo interno VII periférico, VIII (ambas ramas) Zóster ganglio geniculado (Ramsay-Hunt)
Agujero rasgado anterior VI, V (rama 3ª), 111, IV + obstrucción Tumores/abscesos de cavum
nasal y tubaria, rinorrea
Agujero rasgado posterior Yugular de IX, X, XI Tumor del glomus y otros
Vernet
Agujeros condileo IX, X, XI, XII (4 últimos nervios
anterior + rasgado Sicard-Collet éraneanos) ldem Vernet
posterior
Retroparotídeo Villaret 4 últimos + Horner Tumores de parótida
Angulo VIII, V, VII Neurinoma del acústico, meningioma
Pontocerebeloso
Garcin- 111 al XII (unilateral global de los Neoplasias inflitrantes de base de cráneo
Base de cráneo Guillain nervios craneanos) (linfomas)
Región cervical Tapia X (bajo), XII Heridas punzantes

Causas: tumores que ocupan esta región (sarco­ Se agregan:


mas de la trompa de Eustaquio o de la base del crá­ - Hipoacusia por obstrucción tubaria.
neo, tumores hipofisarios). - Rínorrea sanguinolenta.
- Obstrucción nasal.
Síndrome del conducto auditivo interno La rinoscopia posterior, y la TC o RMI de base de
cráneo harán el diagnóstico.
Asocia: Causas: tumores o abscesos de cavum que inva­
- Parálisis facial periférica. den la base del cráneo a través del agujero rasgado
- Hipoacusia por afección del acústico. anterior.
- Síndrome vestibular periférico homolateral.
Causas: síndrome de Ramsay-Hunt (herpes zóster Síndrome del agujero rasgado posterior,
del ganglio geniculado), tumores, traumatismos. yugular o de Vernet

Síndrome del agujero rasgado anterior Compromiso de los nervios craneales IX, X y XI
que salen por el agujero rasgado posterior.
Afecta al comienzo al VI, asociándose posterior­ Asocia:
mente manifestaciones de la tercera rama del V y pa­ - Parálisis hemifaríngea (trastorno deglutorio), por
rálisis de los restantes nervios oculomotores. compromiso del IX.
Asocia: - Parálisis hemivelopalalina y hemilaríngea (tras­
- Déficit de los mismos nervios craneanos que en torno deglutorio y fonatorio), por compromiso
el síndrome del seno cavernoso. del X.

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128 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Parálisis de trapecio y esternocleidomastoideo miso de los mencionados nervios craneanos, sin le­
con descenso del muñón del hombro y dificultad sión del tronco o cerebelo.
para rotar la cabeza, por compromiso del XI. Causas: tumores (neurinomas del VIII, meningio­
Causas: traumatismos, compresiones tumorales mas del ángulo pontocerebeloso, neurofibromas).
(tumor del glomus yugular), aneurismáticas, o neuritis
de diversa etiología. Síndrome paralítico unilateral global de los
ne,vios craneanos o síndrome de Garcin-Guif/ain
Síndrome conjunto del agujero condíleo anterior y
del agujero rasgado posterior (síndrome de los Este síndrome agrupa a todos los síndromes par­
cuatro últimos ner.Jios craneanos, síndrome de ciales estudiados antes, por compromiso gradual de
Sicard-Co/let) todos los nervios craneanos.
Su causa más frecuente es una neoplasia infiltran­
- Misma sintomatología del síndrome anterior. te de la base de cráneo (linfoma).
- Se agrega parálisis hemilingual por afección
adicional del hipogloso mayor, que pasa por el Síndromes que resultan de la asociación de la
agujero condíleo anterior. parálisis parcial o total de los tres últimos pares
Causas: similares a las del síndrome anterior. craneanos
Síndrome retroparotídeo de Vilfaret Los síndromes de Avellis, de Schmidt y de Jackson,
de origen central y causa generalmente vascular, son
Asocia: síndromes alternos bulbares, ya descriptos en Motili­
- Síndrome de los cuatro últimos nervios craneanos. dad. Cuando son de origen periférico, obedecen a las
- Parálisis del simpático cervical (síndrome de mismas causas que se han señalado para el compro­
Horner). miso aislado de cada nervio.
Causas: lesiones exocraneanas que actúan en el
espacio retroparotídeo y en el sector correspondiente Síndrome de Tapia
al agujero rasgado posterior (tumores de parótida,
metástasis). La lesión comprende al vagoespinal, por debajo de
la emergencia de los nervios destinados al velo del pa­
Síndrome del ángulo pontocerebeloso ladar, y al hipogloso mayor.
Asocia:
Asocia déficit de los nervios VIII, V, VII y ocasional­ - Parálisis de la cuerda vocal homolateral.
mente el VI. Los principales signos son: acúfenos, hi­ - Parálisis de la hemilengua homolateral.
poacusia progresiva, hipoestesia o parestesias en te­ Difiere del síndrome de Jackson por faltar la hemi­
rritorio del trigémino con arreflexia corneana (signo plejía velopalatina y por ser inconstante la parálisis del
muy importante), nistagmo, paresia facial con trastor­ · trapecio y del esternocleidomastoideo.
nos del gusto. Para hacer un diagnóstico precoz, el Causas: heridas punzantes o de arma blanca de la
síndrome debe estar reducido inicialmente al compro- región cervical, cornadas de toreo en España.

Pares craneanos V, VII, IX, X, XI, XII y síndromes asociados: sinopsis

Nervio trigémino (V)


-Raíz sensitiva (porción mayor)
-Raíz motora (porción menor)
•Vías sensitivas lrigeminales
Exteroceptiva
Exteroceptores de cabeza, cara y mucosas-->nervios oftélmico (nariz medial, párpado superior, región frontoparietal), maxi­
lar superior (labio superior, región malar, ala de nariz, párpado inferior), mandibular (labio inferior, mentón, regiones man­
dibular, cigomática y temporal)->ganglio semilunar-->raíz sensitiva--núcleos espinal (continuación de la s. gelatinosa de
Rolando; termoalgesia y tacto protopático), sensitivo principal (protuberancia, t. epicrítico) ->h. espinotalámico lateral,
lemnisco medial (vía cruzada), h. trigeminotalámico dorsal (vía directa)-->tálamo (NVPM)--corteza parietal

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 129

Propioceptiva
Receptores propioceptivos de músculos masticatorios-->nervio mandibular-->raíz motora-->núcleo mesencefálico-lem­
nisco medial (vía cruzada)-->tálamo (NVPM)--+corteza parietal
•Vías motoras y anatomía
Raíz sensitiva (protuberancia anterolateral)-->bajo pedúnculo cerebeloso medio-->cavum de Meckei (peñasco, ganglio
semilunar)-->nervios oftálmico, maxilar superior y mandibular
1 núcleo motor
Raíz motora (protuberancia anterolateral, por dentro de la raíz sensitiva)-->bajo pedúnculo cerebeloso medio y ganglio
semilunar-->agujero oval-->n. mandibular
Ramas:
Nervio oftálmico (sensitivo)-s-pared externa seno cavernoso (bajo el IV)-->hendidura esfenoidal--+órbita-->ramas frontal,
nasal, lagrimal
Nervio maxilar superior (sensitivo)-+pared inferoexterna s. cavernoso (bajo el oftálmico)-->agujero redondo mayor->fosa
pterigomaxilar (nervio esfenopalatino)--+conducto suborbitario-->agujero infraorbitario-->nervio infraorbitario (+nervios
dentarios, palatinos, nasales)
Nervio mandibular (sensitivomotor)-->agujero oval-->troncos terminales anterior (nervios temporobucal, temporal profun­
do medio y temporomasetérico) y posterior (tronco común muscular, nervios auriculotemporal, dentario inferior y lingual)
•Exploración
-Sensibilidad facial
-Motricidad: masticación, protrusión y diducción mandibulares
-Reflejos: corneano, conjuntiva!, glabelar, maseterino
•Alteraciones
•Lesión infranuclear
•Distal al ganglio semilunar
• hipoestesia en la distribución correspondiente
• nervio mandibular: paresia masticatoria
• desviación homolateral apertura y protrusión mandibulares
• paresia diducción hacia lado sano
•En el ganglio semilunar
• compromiso de 3 ramas sin déficit motor
•Proximal al ganglio semilunar
• lesión en ganglio+afección de VI, VII, VIII
Causas de lesión infranuclear:
•neuropatías sensitivas (mentoniana): neoplasias, leucosis, linfomas, mieloma
•síndrome del seno cavernoso
•hipoestesia hemilingual: cirugía dentaria, sialolitiasis, comp. n. lingual
•h. zóster g. semilunar, colagenopatías, Sjogren, infecciones
•ángulo pontocerebeloso (+VIII, VII)
•neuralgia del V: primaria o secundaria
•Lesión nuclear
•núcleo y haz espinal del V: hipoestesia rostrocaudal en catáfila
• protuberancia!: intraoral o en labios
• bulbar: mejilla medial, nariz, párpados
• cervical alta: mentón, mejilla lateral, superciliar
• cervical baja: mandíbula, preauricular, frente
•síndrome bulbar lateral: atermoalgesía facial homolateral+braquiocrural contralateral+otros signos (Wallenberg)
•núcleo sensitivo principal: hipoestesii táctil homolateral, termoalgesia preservada (compromiso disociado)
•núcleo motor: = infranuclear mandibular
Causas de lesión nuclear
•Lesiones vasculares, desmielinizantes, tumores de tronco, siringobulbia
•Lesión supranuclear
•si predomina control supranuclear cruzado: paresia mandibular opuesta
•bilateral: boca abierta, hiperreflexia maseterina, trofismo preservado
Causas de lesión supranuclear:
• síndrome suprabulbar (vascular o ELA): piramidalismo bilateral+pares bajos+hiperreflexia maseterina+
labilidad emocional

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130 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Otros:
•Trismo de masticadores: tétanos, distonías, miositis, infecciones fosa pterigomandibular, parotiditis, psicógena
•Slndrome de Costen: dolor (artritis) art temporomandibular al masticar
•Síndrome paratrigeminal de Raeder: afección g. semilunar+carótida (tumores, aneurismas)
• algia trigeminal > 1 rama
• Horner 3ª neurona (sin anhidrosis)
•Hemiespasmo masticatorio (compresión nervios m. masticadores):
• hemiespasmo facial

Nervio facial (VII)


• Raíz malora
, Raíz sensitiva: nervio "intermedio", porque discurre entre la raíz motora y el VIII, se une al facial más allá del ganglio geniculado
•Vías sensitivas faciales
Extero y propioceplivas
Exteroceptores (oreja externa, mastoides, pared anterior c. auditivo externo), propioceptores (músculos faciales)-+nervios
petroso superficial mayor, intermedio->ganglio geniculado-->nervios petroso superficial mayor e intermedio-núcleos espi­
nal (extero) y mesencefálico (propio)(V)-h. espinotalámico lateral, lemnisco medial (vla cruzada)-+tálamo (NVPM)-cor­
teza parietal
Gustativa
Receptores gustativos 2/3 linguales anteriores-cuerda del timpano---nervio lingual (V)-+ganglio geniculado-+nervio
intermedio-+n. fasciculo solitario (decusación)-+lemnisco medial-hipocampo
•Vias motoras y anatomia
3 núcleos motores
Esquelético o voluntario ("núcleo motor del facial")

- porción ventral: músculos 213 inferiores faciales, control supranuclear cruzado


porción dorsal: músculos 1/3 superior facial, control supranuclear bilateral

• fibras: rodilla del facial (rodea núcleo del VI), emergencia bulboprotuberancial
Vegetativos
Salivar superior (parasimpático preganglionar)-+ganglio submaxilar-->fibras posganglionares-glándulas salivales
submaxilar y sublingual
Lagrimal (parasimpático preganglionar)-+ganglio esfenopalatino-->fibras postganglonares-glándulas lagrimales
Trayecto: ángulo pontocerebeloso bajo pedúnculo cerebeloso medio, meato y conducto auditivos internos, acueduc­
to de Falopio (hueso petroso), dividido en:
-porción laberíntica (intermedio y facial motor se unen en g. geniculado} nervios petrosos superficiales
-porción timpánica
-porción mastoidea: nervio del m. del estribo y cuerda del timpano (esta atraviesa caja del timpano, base de cráneo
y se une a nervio lingual (V)) agujero estilomastoideo, parótida, ramas temporofacial y cervicofacial
Control supranuclear: haz piramidal corticobulbar (voluntario), corteza prefrontal (reflejo, emotivo)
•Exploración: molilidad facial superior, inferior. Gusto 2/3 linguales anteriores
•Alteraciones
•Parálisis facial infranuclear o nuclear ('periférica')
•lesión extraacueductal, distal al agujero eslilomastoideo
-parálisis superior e inferior
-tagoftalmos, epifora y signos de Bel!, Negro
•lesión intraacueductal infrageniculada:
-signos = extraacueductal+ageusia (compr. cuerda del llmpano)
-trastorno de salivación por compr. c. del timpano (inconstante)
-algiacusia por paresia músculo del estribo (inconstante)
•lesión intraacueductal suprageniculada
-signos = intraacueductal infrageniculada
-algiacusia más constante
-trastorno de lacrimación: compr. nervio petroso superficial mayor
•lesión en conducto auditivo interno
-signos = intraacueductal suprageniculáda, salvo algiacusia
-hipoacusia por compromiso del VIII (ángulo pontocerebeloso)

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4. FUNCIONES SENSITIVOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES y CUELLO 131

•lesión en raíz motora


-parálisis "periférica"
-salivación y lacrimación normales
-parálisis del VI
•lesión nuclear
-parálisis "periférica"
Causas de PF infranuclear
•ldiopática (Bell) (retracción, reinervación anómala, sincinesias)
•Diabetes, hipotiroidismo
•Otitis media, zóster (Ramsay-Hunt)
•Granulomatosis
•Neoplasias
•Trauma
•Guillain-Barré
•Melkersson-Rosenthal: crisis de p. facíal+edema+lengua plicata
Causas de PF nuclear
•Síndromes alternos (Millard-Gubler, Foville protuberancia!)
•S. del 8 11i: déficit mirada conjugada+VII homolaterales+OIN contralateral (vascular, desmielinizante, tumoral,
siringobulbia)
•Parálisis facial supranuclear ("central"): se preserva motilidad facial superior y refleja (discordancia emotiva de Monrad­
Krohn)
Causas de PF supranuclear: lesiones vasculares, desmielinizantes, tumorales
Otros:
•Hemiespasmo facial clónico: secuela de p. de Bell, idiopático, ectasia basilar, tumores
•Parpadeo anormal
•Distonías, diskinesias, tics: véase Movimientos anormales
•Convulsiones: véase Epilepsias
•Neuralgia geniculada
•Neuralgia esfenopalatina: cefalea en racimos de Horton (véase Dolor)

Nervio glosofarfngeo (IX)


•Vías sensitivas glosofaríngeas
Exteroceptiva
Exteroceptores de tímpano, región mastoidea, trompa de Eustaquio, dorso de oreja-+nervio timpánico de Jacobson (IX),
rama auricular (X)->ganglios superior, petroso--,.rama proximal->núcleo espinal (V)--+espinotalámico lateral, lemnisco
medial (vía cruzada)->tálamo (NVPM)--corteza parietal
Visceral .,
Receptores sensitivos viscerales 1/3 posterior de lengua, amígdalas, velo del paladar y faringe--+ramas distales-ganglio
petroso-rama proximal->núcleo del fascículo solitario-<>lemnisco medial (vía cruzada)--,.tálamo (NVPM)->corteza parietal
Gustativa
Receptores gustativos 1/3 lingual posterior->ramas distales->ganglio petroso--+rama proximal->n. fascículo solitario
(decusación)--,.lemnisco medial->hipocampo
Baro y quimiorreceptora
Seno carotídeo->nervio del seno carotídeo->ganglio petroso->núcleo del fascículo solitario--,.sinapsis refleja con el
núcleo motor dorsal del X
•Vías motoras y anatomía
2 núcleos motores
Vegetativo
salivar inferior (parasimpático preganglionar)->nervios Jacobson, petroso profundo menor->ganglio ótico->rama
auriculotemporal (V) (posganglionar)--,.parótida
Esquelético o voluntario
Ambiguo (IX, X, XI), emergencia bulbar (3-4 filetes), entre VIII y x--,.músculos faríngeos
Trayecto: agujero rasgado posterior (con X, XI y vena yugular interna), por fuera de carótida interna, termina en
músculos constrictor superior de la faringe, estilofaríngeo y, junto al XII, estilogloso, y 1/3 posterior de lengua
Ramas: nervio de Jacobson (caja del tímpano, trompa de Eustaquio), petrosos profundos, que se unen al VII (glán­
dulas lagrimales y parótida)
Control supranuclear: haz piramidal corticobulbar

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132 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

•Exploración:
-Reflejo nauseoso: aferencia por IX, eferencia por X (glosofaringeovagal)
-Gusto: dulce, salado, amargo, ácido
-Motilidad: constrictor superior
•Alteraciones
•Parálisis infranuclear y nuclear: unilateral (sinopsis en texto)
Causas de p. infranuclear: infiltraciones de base de cráneo, tumores retrofaríngeos, aneurisma y disección carotí­
deos, trauma
Causas de p. nuclear: síndromes alternos bulbares, desmielinización, siringobulbia (unilateral), ELA (bilateral)
•Parálisis supranuclear: bilateral, asociada a X, XI, XII
Causas: síndrome suprabulbar (vascular)
•Alucinaciones gustativas: crisis uncinadas
•Disgeusias: hipotiroidismo, insuficiencia renal, hepática, farmacológicas
•Neuralgia glosofaríngea: investigar neoplasia de fauces
•Sudor gustatorio: parálisis y trauma facial, siringomielia

Nervio neumogástrico o vago (X)


•Vías sensitivas vagales
Ex(erocepliva
Exteroceptores (oreja posteromedíal, pared posterior conducto auditivo externo)-+rama auricular-+ganglio yugular-->rama
proximal---núcleo espinal (V)->espinotalámico lateral, lemnisco medial (vía cruzada)....,.tálamo (NVPM)-+corteza parietal
Visceral
Receptores sensitivos viscerales faringe, laringe, tráquea, esófago, vísceras toracoabdominales-+ramas distales múlti­
ples->ganglio nodoso->rama proximal....,.núcleo del fascículo solitario-+lemnisco medial (vía cruzada)-->tálamo
(NVPM)....,.corteza parietal
Gustativa
Receptores gustativos epiglotis--+nervio laríngeo interno->ganglio nodoso....,.rama proximal--+ n. fascículo solitario (decu­
sación)->lemnisco medial-->hípocampo
•Vías motoras y anatomía
2 núcleos motores
Vegetativo
motor dorsal del vago (parasimpático preganglionar)---nervio y plexos vagales..... ganglios autónomos viscerales-->ra­
mas posganglionares-->vlsceras toracoabdominales, vasos
Esquelético o voluntario
ambiguo (IX, X, XI), emergencia bulbar (6-8 filet�s), entre IX y Xl....,.músculos faringolaríngeos y velopalatinos
Trayecto: agujero rasgado posterior (con IX, XI y vena yugular interna), espacio maxilofarlngeo, entre carótida y
yugular internas. Se anastomosa rama interna del XI (nervio vagoespinal)
Vago derecho: cruza tronco braquiocefálico, discurre por detrás de bronquio derecho, esófago y estómago
Vago izquierdo: cruza cayado, discurre por detrás de bronquio izquierdo, y por delante de esófago y estómago
Ramas:
-Faríngeo: músculos faríngeos y velopalatinos
-Laríngeo superior: inervación sensitiva de laringe+músculo cricotiroideo
-Recurrente: músculos laríngeos
Derecho: contornea subclavia, asciende por detrás entre tráquea y esófago
Izquierdo: contornea cayado aórtico, asciende por detrás sobre cara anteroizquierda de esófago
Control supranuclear: haz piramidal corticobulbar
•Exploración
-Velo del paladar: manzana de Adán
-Reflejo nauseoso: aferencia por IX, eferencia por X (glosofaringeovagal)
-Laringe: voz, laringoscopia indirecta
•Alteraciones
•Parálisis infranuclear y nuclear: unilateral (sinopsis de semiología en texto)
•Parálisis recurrencial unilateral: voz bitonal
•Parálisis recurrencial bilateral: hipofonia, estridor laríngeo
Causas de p. infranuclear: similares a las del IX
Del recurrente: aneurismas, adenomegalias y tumores torá'cicos

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4. FUNCIONES SENSIT/VOMOTORAS DE CARA, BOCA, FAUCES Y CUELLO 133

Causas de p. nuclear
Unilateral: síndromes bulbares alternos, desmielinización, siringobulbia
Bilateral: ELA
•Parálisis supranuclear: bilateral, asociada a X, XI, XII
Causas: síndrome suprabulbar (vascular)

Nervio espinal accesorio (XI)


-Rama externa: nervio espinal propiamente dicho
-Rama interna: nervio vagoespinal (forma parte del X)
•Vías motoras y anatomía
2 núcleos motores esqueléticos o voluntarios
Núcleo ambiguo: origina raíz bulbar
Núcleo accesorio: columna asta anterior medular C1-C6, origina raíz medular
Emergencia bulbar, fusión en tronco único, agujero rasgado posterior (con IX, X y vena yugular interna), división en
ramas interna y externa
Trayecto de la rama externa: cruza yugular interna, inerva esternocleidomastoideo (ECM), atraviesa hueco supracla­
vicular, inerva trapecio
Control supranuctear: haz piramidal corticobulbar
Trapecio: control mayoritariamente cruzado
ECM: control mayoritariamente directo. El ECM es controlado por el hemisferio homolateral y rola la cabeza hacia el
hemicuerpo opuesto
•Exploración
Rotación y flexión cefálicos (ECM), elevación de hombros, elevación brazos en abducción (trapecio)
•Alteraciones
•Parálisis infranuclear y nuclear (ECM y/o trapecio): sinopsis semiológica en texto
Causas de p. infranuclear: similares a las del IX y X, suelen ser asociadas
•Parálisis infranuclear aislada: posquirúrgicas, heridas penetrantes, traumatismo de hombro, intento de
estrangulamiento
Causas de p. nuclear: síndrome bulbar, ELA, siringomielia, tumores, poliomielitis aguda
•Parálisis supranuclear: lesiones hemisféricas o troncales
•Lesión hemisférica o mesencefálica. Déficit de:
-trapecio homolateral a hemiplejía (contralateral a la lesión)
-ECM contralateral a hemiplejia
-cabeza no rota hacia lado hemipléjico
•Lesión pontina o bulbar. Déficit de:
-trapecio y ECM homolaterales a la hemiplejia
-cabeza no rota hacia lado no hemipléjico
•Lesión pontina o bulbar ventral. Déficit de:
-trapecio homolateral a la hemiplejía
-preservación de ambos ECM
-cabeza rota a ambos lados
•Lesión pontina o bulbar tegmentaria. Déficit de:
-ECM homolateral a la hemiplejía
-preservación de ambos trapecios
-cabeza no rota hacia lado no hemipléjico
Causas de parálisis supranuclear: isquemias, desmielinización
Nervio hipogloso mayor (XII)
•Vías motoras y anatomía
2 núcleos motores, larga columna paramediana desde unión pontomesencefálica hasta bulbo caudal. Emergencia: varios
filetes, surco preolivar bulbar, por dentro de IX, X y XI, agujero condíleo anterior
Trayecto: espacio maxilofaríngeo, detrás de carótida interna, simpático y X, luego dentro de yugular intern·a, región
suprahioidea, región sublingual. lnerva todos los músculos linguales, e infrahioideos (descenso del hioides)
Rama colateral descendente (hipogloso, C1)+C2-C3=asa del hipogloso
Control supranuclear: haz piramidal corticobulbar
•Exploración: lengua y motilidad lingual

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134 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

•Alteraciones
•Parálisis infranuclear: unilateral. La protrusión lingual desvía la lengua hacia el lado paralizado. Atrofia y fibrilaciones
linguales
Causas: patologías de base de cráneo como las que afectan IX, X y XI
Síndrome bulbar anterior (Déjerine): parálisis hipogloso homolateral+hemiplejia contralateral
(la lengua se desvía hacia el lado no hemipléjico)
•Parálisis nuclear: bilateral, disartria, pérdida de fonemas fricativos, atrofia y fibrilaciones linguales
Causas: síndrome bulbar (ELA), siringobulbia
•Parálisis supranuclear: sin atrofia o fibrilaciones linguales
Causas: vasculares unilaterales (la lengua se desvía hacía el lado hemipléjico)
Apraxia orolinguofaciaí (síndrome suprabulbar vascular, por ELA o esclerosis lateral primaria)

Síndromes de pares craneanos asociados: sinopsis en texto

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5
Motilida d

Nociones generales vi miento, es el aparato incitador de la actividad motriz


periférica. Esta noción, multiplicidad de incitación y uni­
Fisiopatología. El movimiento es una actividad dad de ejecución de la actividad motriz, es de gran im­
muscular regida por el sector eferente del sistema ner­ portancia en patología. El daño del sistema efector o
vioso. Cuando se trató la fisiopatología de la actitud y ejecutor suprime todas las actividades motoras de los
de la marcha (capítulo 2) se señaló que existen dos ti­ músculos interesados. En cambio, la lesión de uno de
pos de motilidades: la cinética o motilidad propiamen­ los aparatos incitadores suprime sólo el tipo de movi­
te dicha, y la estática. La motilidad cinética determina miento que le es propio. Esos aparatos incitadores son
el desplazamiento de segmentos corporales por con­ otras neuronas, escalonadas en el neuroeje, que ac­
tracciones musculares, breves, rápidas y bruscas túan sobre la motoneurona periférica.
(contracciones clónicas). La motilidad estática mantie­ En el caso del movimiento reflejo, las cosas suce­
ne dichos segmentos en la actitud a la que los ha lle­ den de la manera más simple: en la contracción del
vado ese desplazamiento: fija en lugar de desplazar, y cuadríceps por percusión del tendón rotuliano, este
se debe a contracciones persistentes que resultan de estímulo mecánico (elongación) es conducido por fi­
variaciones de ese estado de tensión especial de los bras centrípetas a las astas posteriores de la médula
músculos llamado tono (contracciones tónicas). lumbar (3° y 4 º segmento), donde por intermedio de
Dentro de la motilidad cinética normal cabe distin­ una neurona intercalar llega a la motoneurona perifé­
guir, a su vez, movimientos voluntarios e involuntarios. rica correspondiente al cuadríceps, provocando su
El acto motor voluntario está precedido siempre de contracción.
la representación mental consciente del movimiento a Cuando se trata de un movimiento voluntario, el
ejecutar. estímulo se inicia en las neuronas, llamadas células
Los movimientos involuntarios incluyen a los movi­ de Betz o, por su forma, piramidales, de la circunvolu­
mientos reflejos, resultado de un estímulo periférico ción prerrolándica de la corteza cerebral (las moto­
seguido de respuesta motriz inmédiatá (como la con­ neuronas centrales o superiores) y llega por su pro­
tracción del cuadríceps crural al percutir el tendón ro­ longación cilindroaxil a las motoneuronas periféricas o
tuliano, o el sujeto que se da vuelta al oír un ruido inferiores de las astas anteriores medulares o de los
brusco detrás suyo), y a los movimientos automáticos, núcleos de los nervios craneales en el tronco. Se
que pueden ser asociados a otros movimientos volun­ constituye así la llamada vía motora directa, volunta­
tarios (por ej. , el movimiento pendular de los brazos ria o piramidal.
durante la marcha), o aprendidos, que en un comienzo En el caso de la motilidad estática y los movimien­
fueron voluntarios pero se transformaron en automáti­ tos automáticos, el estímulo se origina en otros cen­
cos al repetirse cotidianamente según un modelo pre­ tros del neuroeje (cuerpo estriado, núcleo rojo) y se
establecido (como la ·marcha o el manejo de un auto). conduce por vías distintas de las del sistema pirami­
Cualquiera sea la actividad motriz, el agente de eje­ dal, pero actúa sobre la misma motoneurona periféri­
cución o aparato efector es siempre el mismo: los mús­ ca. Su conjunto constituye la vía motora indirecta o
culos y las fibras nerviosas que lo inervan, constituidas extrapiramidal (fig. 5-1).
por los cilindroejes de las células motoras de las astas La vía extrapirarriidal regula movimientos en los
anteriores de la médula o de los núcleos grises tronca­ que intervienen numerosos músculos o movimientos
les de los pares craneanos, o sea las denominadas en masa, por ejemplo, desviación de la cabeza, del
neuronas motoras o motoneuronas periféricas. Este cuerpo y de los ojos hacia el lado opuesto (movimien­
aparato neuromuscular (motoneurona periférica y tos versivos).
músculo) es único para cualquier tipo de movimiento. En la realización de un movimiento ningún músculo
Lo que varía en cambio, de acuerdo con el tipo de mo- actúa aisladamente. En un movimiento complejo cuan-

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136 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Núcleo rojo

Cerebelo

Neurona motriz periférica (vía final común)

Músculo

Fig. 5-1. Esquema que representa los


distintos aparatos incitadores y el apa­
rato ejecutor único de la motilidad. 1,
movimiento reflejo; 2, movimientos
Médula espinal / automáticos y asociados; 3, movimien­
tos voluntarios; 4, motilidad estática
(tono).

do unos músculos se contraen otros deben relajarse. Sobre las neuronas piramidales (también llamadas
Por ejemplo, la flexión del antebrazo sobre el brazo por de Betz) actúan impulsos provenientes de las áreas
acción del bíceps exige la contracción brusca clónica corticales premotoras de los lóbulos frontales (corteza
de este músculo, pero al mismo tiempo debe relajarse premotora lateral y área motora suplementaria 6 de
el tríceps, pues de lo contrario éste impediría realizar Brodmann), que permitirían la realización de movi­
la flexión. Los músculos deben pues coordinarse ade­ mientos más finos y complejos.
cuadamente para lograr que el movimiento se adapte En el orden motor nos encontraríamos por lo tanto
al fin buscado. Esta coordinación o taxia implica la con tres niveles en el sistema nervioso central: un pri­
existencia de otro mecanismo que deberá funcionar mer nivel, el más elevado, psicomotor (corteza premo­
anexo al sistema motor voluntario. En este aparato tora), un segundo nivel medio, piramidal, y un tercer
coordinador intervienen la sensibilidad propioceptiva y nivel, la motoneurona periférica o vía final común, a
los centros cerebelosos (véase Sensibilidad y taxia). través de la que actúan todas las formas de motilidad.
La vía piramidal tiene también acción inhibitoria so­ Aunque los mecanismos que regulan la motilidad
bre la actividad refleja y las motilidades automática y son complejos e imperfectamente conocidos, ofrecen
estática. Por ello, una interrupción de la vía motriz vo­ los siguientes niveles de integración sucesivos: 1) nivel
luntaria central en un punto cualquiera de su trayecto medular, que actúa fundamentalmente en la motilidad
desinhibe al aparato motor periférico y origina fenó­ refleja; 2) nivel del tronco cerebral, que actúa especial­
menos llamados de liberación, tales como exaltación mente en la motilidad estática, participando en el man­
de reflejos, hipertonia y clonus, además de fenóme­ tenimiento de la posición erecta y en las adaptaciones
nos de déficit con imposibilidad de efectuar movimien­ automáticas del tono muscular con el objeto de mante­
tos voluntarios (parálisis). ner el equilibrio; 3) nivel cerebral, representado por la
La actividad del sistema piramidal está regulada corteza cerebral y el cuerpo estriado, que rige los mo­
por las respuestas que siguen a los impulsos aferen­ vimi!mtos voluntarios, automáticos y asociados, y 4) ni­
tes que le llegan desde la periferia, el tálamo y las vel cerebeloso, que asegura la armoniosa coordina­
áreas sensitivas de la corteza cerebral. ción (taxia) de los movimientos.

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5. MOTILIDAD 137

Vía motora directa, voluntaria o piramidal. El influjo existencia de una vía corticobulbar independiente para el
motor voluntario nace fundamentalmente en las grandes control de la motilidad craneal involuntaria. Esta vía no discu­
neuronas piramidales de Betz (las motoneuronas centra­ rre por la cápsula interna.
les), situadas en la corteza cerebral a nivel de la circunvo­ En suma, las fibras del haz corticobulbar atraviesan la lí­
lución prerrolándica (circunvolución precentral, corteza mo­ nea media, en el tronco cerebral, antes de dirigirse a los nú­
tora primaria, área 4 de Brodmann) y, en menor medida, de cleos motores de los pares craneanos a que están destina­
la corteza premotora lateral y el área motora suplementaria das. Por consiguiente, el estímulo motor iniciado en un
de la cara externa del lóbulo frontal (áres 6 de Brodmann). hemisferio cerebral se destina a los músculos craneales de
Los axones de estas células son extremadamente largos. ambos lados, salvo las excepciones mencionadas.
Algunos descienden hasta la médula lumbar. Siguen un tra­ El haz corticoespinal discurre en el pie del pedúnculo por
yecto descendente, atravesando sucesivamente el centro fuera del corticobulbar, y conduce las fibras de los fascícu­
oval, la cápsula interna, el pedúnculo cerebral, la protube­ los superior y medio del centro oval destinadas a los mús­
rancia, el bulbo raquídeo y la médula espinal. En el centro culos de los miembros. Al alcanzar el bulbo forma dos grue­
oval estas fibras se mezclan con fibras de asociación y pro­ sos cordones denominados pirámides anteriores. Todas sus
yección y se agrupan en haces que se distinguen así: uno fibras van a terminar en las células motoras de las astas an­
superior, destinado al miembro inferior, uno medio para el teriores de la médula. El haz corticoespinal, al atravesar la
miembro superior y otro inferior para la cara. Estos haces se protuberancia, se desagrega por fibras pontocerebelosas
condensan en la parte interna e inferior del centro oval, con­ de dirección transversal. Pero en el bulbo se agrupa de nue­
vergiendo hacia la cápsula interna; las fibras que están des­ vo, ubicándose superficialmente y formando a cada lado de
tinadas a fa cara y que continúan el haz inferior del centro la línea media las pirámides anteriores. A nivel del punto de­
oval, ocupan la rodilla de la cápsula interna y se las desig­ nominado decusación de las pirámides, las fibras del haz
na, por ello, con el nombre de haz geniculado o corticobul­ corticoespinal se dividen en dos fascículos. Uno, más pe­
bar, los dos tercios anteriores del brazo posterior son ocu­ queño, desciende directamente al cordón anterior de la mé­
pados por las fibras que van a los miembros superior e dula del lado correspondiente: es el haz corticoespinal di­
inferior formando el haz corticoespinal. Al salir de la cápsu­ recto o de Türk. El otro, mucho más importante, se decusa
la interna pasan al pedúnculo cerebral teniendo lugar una o entrecruza en la línea media del bulbo inferior con el del
torsión por la que el haz corticobulbar ocupa el quinto inter­ lado opuesto; después, dirigiéndose hacia afuera y atrás,
no del pedúnculo y el haz corticoespinal los cuatro quintos traspasa las astas anteriores con el nombre de haz
restantes, en la región del pie del pedúnculo. A medida que corticoespinal cruzado y se coloca en la parte posterior del
va descendiendo por el tronco cerebral (pedúnculo, protu­ haz espinotalámico lateral de la médula, por delante del as­
berancia y bulbo) el haz corticobulbar va enviando fibras a ta posterior y por dentro del fascículo espinocerebeloso di­
los núcleos motores de los nervios craneanos del lado recto. El haz corticoespinal directo, que desciende por el
opuesto, que, naturalmente, se entrecruzan con las que vie­ cordón anterior de la médula limitando el surco mediano an­
nen del lado contrario. Sin embargo no todas las fibras se terior, se entrecruza también con el del lado opuesto, pero
entrecruzan, por lo que la inervación de los mismos es do­ lo hace en la médula, a diversas alturas, paquete por pa­
ble, es decir ipsi y contralateral, con la excepción de las quete de fibras, cuando éstas se dirigen a las motoneuro­
neuronas del núcleo del VII par destinadas al llamado facial nas del asta anterior correspondiente. Sólo un 2% de fibras
inferior, que reciben fibras exclusivamente cruzadas y, en corticoespinales permanece sin decusarse, constituyendo
parte, de los núcleos del XII y motor del V, que pueden re­ el haz o fascículo de Barnes, que controla la motilidad axial
cibir inervación predominantemente cruzada (véase Pares del tronco. El haz corticoespinal cruzado va inclinando sus
craneanos). Así las fibras del haz corticobulbar van a parar, fibras hacia adelante y adentro para terminar también en las
en el pedúnculo cerebral, al núcleo principal del motor ocu­ motoneuronas de las astas anteriores medulares (fig. 5-2).
lar común y al núcleo del IV par; en la protuberancia y en el Ambos haces corticoespinales disminuyen de volumen a
bulbo, terminan en el núcleo masticador o-11úcleo motor del medida que descienden.
trigémino, en los núcleos del VI par, facial, ambiguo (o nú­
cleo motor del IX, X y XI par) e hipogloso mayor. Resumiendo, las fibras de ambos haces de la vía
La distribución mencionada del haz corticobulbar se refie­ corlicoespinal alcanzan las motoneuronas de las as­
re a la motilidad voluntaria o intencional de los nervios cra­ tas anteriores medulares, previo entrecruzamiento en
neanos. Fenómenos como la motilidad facial emocional, es la línea media (las del haz cruzado en el bulbo, las del
decir los cambios en la expresión facial originados por estí­ haz directo a distintas alturas de la médula espinal).
mulos emotivos (chiste, saludo de cortesía social, evocación Como de las motoneuronas medulares emergen las fi­
de afectos cercanos, etc.), son involuntarios y pueden preser­ bras motoras de los nervios raquídeos, es a los mús­
varse en las lesiones del haz corticobulbar causantes de pa­ culos inervados por ellas que llegan en definitiva los
resia facial intencional. Esta disociación clínica sugiere la haces corticoespinales: el del lado izquierdo a los

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138 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Tálamo

Cabeza del núcleo caudado-- ------'iali;r.t:::Y


Haz corticobulbar ------------:--.,,---�
Haz corticoespinal - - - - ---------i¡-a,- �,,-----l>---------- Fibras corticopontinas
�c1--------- Pedúnculo cerebral
:l)l--:lfiE�-C,---

Protuberancia

Pirámides anteriores - - - -----


Bulbo raquídeo
Decusación piramidal -- - --------"�
Haz piramidal corticoespinal directo--------:i..._-11-- - --- Haz piramidal corticoespinal cruzado

Fig, 5-2, Vía piramidal.

músculos del lado derecho, el del lado derecho a los Áreas motoras de la corteza cerebral. En la cor­
músculos del lado izquierdo. Las fibras del haz teza motora primaria correspondiente al área 4 de
corticobulbar alcanzan, previo entrecruzamiento, los Brodmann, donde se inician los estímulos voluntarios,
núcleos de los pares craneanos del tronco cerebral. ha sido posible delimitar distintas áreas funcionales
Pero en este caso no todas ellas se entrecruzan, por correspondientes a diferentes segmentos del cuerpo.
lo que la inervación de dichos núcleos es doble, ipsi y Esta distribución somatotópica de la corteza motora
contralateral. Por ende cada núcleo craneal tiene una es la siguiente: el área para los músculos y movimien-
doble representación cortical. Esto explica cómo en . tos faciales se encuentra en la porción más inferior de
las hemiplejías, con excepción del facial, la mayoría la circunvolución frontal ascendente y en el pliegue de
de los pares craneanos no se afecta, y en cambio sí unión con la parietal ascendente (opérculo rolándico);
lo hace en las cuadriplejías, porque, al haber una le­ inmediatamente por debajo de ella se encuentra el
sión bilateral, se comprometen tanto la inervación cru­ área correspondiente a los movimientos de la lengua
zada como.la directa. y de los labios. Esta última invade ligeramente el ter-

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5. MOTILIDAD 139

cio posterior de la tercera circunvolución frontal· (don­ Las fibras motoras tienen también distribución so­
de también asienta el área del lenguaje de expresión matotópica en la cápsula interna: las de la cara, boca
o área de Broca, pero sólo en el hemisferio dominan­ y lengua se encuentran en la rodilla, y luego, de ade­
te). Las áreas corticales para los movimientos de las lante hacia atrás en el brazo posterior, vienen las del
extremidades tienen una ordenación inversa a la que hombro, codo y dedos, después las del tronco, y por
presentan éstas en el organismo, esto es, las áreas último las de cadera, rodilla, dedos del pie, vejiga y rec­
para el pie y la extremidad inferior se localizan en la to (fig. 5-4). Por detrás de las fibras motoras, ocupan­
parte más elevada de la frontal ascendente y en el ló­ do el tercio dorsal del brazo posterior, se ubican fibras
bulo paracentral vecino, mientras que las que contro­ corticorrubrales, corticotalámicas y talamocorticales de
lan el miembro superior asientan inmediatamente por las vías sensitivas hacia el lóbulo parietal. Por el brazo
encima del área correspondiente a los músculos de la capsular anterior discurren fibras frontopontinas, fron­
cara. La superficie que corresponde a mano y dedos totalámicas y de proyección talamofrontal.
ocupa la mayor extensión, lo que demuestra cómo la La importancia que tiene en patología neurológica
precisión requerida para los movimientos de una par­ esta disposición de las áreas corticales motoras, y de
te del cuerpo tiene mayor importancia en la represen­ las fibras que de ellas parten en la cápsula interna, es
tación cortical que el volumen de las masas efectoras fácil de comprender. Una lesión en el área motora cor­
musculares involucradas. Las áreas correspondientes tical, cuando es pequeña, producirá una monoplejía,
a la musculatura del tronco se hallan entre las de las es decir, una parálisis aislada de la cara, del brazo o
extremidades (fig. 5-3). La organización somatotópica de la pierna del lado opuesto a la lesión, según su si­
de los segmentos motores en la corteza cerebral re­ tuación. Sólo si es más extensa afectará a la cara y al
crea la forma humana, y a ello se lo ha llamado el ho­ brazo a la vez, o al brazo y a la pierna, y tendrá que
múnculo motor. ser muy extendida para producir una hemiplejía com­
Todavía la experimentación fisiológica ha llegado a pleta, es decir, una parálisis de toda una mitad del
demostrar que la sistematización de estas áreas 'es cuerpo (cara, miembro superior e inferior). En cambio,
mucho más precisa y que cabe distinguirlas para gru­ bastará una lesión pequeña en la cápsula interna pa­
pos de músculos que funcionan armónicamente, COIJlO ra provocar hemiplejía completa y es muy poco posi­
para los movimientos de flexión de los dedos, para los ble que una lesión capsular sea tan pequeña como
de extensión del antebrazo, y para la desviación con­ para producir una simple monoplejía. Mientras las dis­
jugada de la cabeza y de la mirada (el área de esta úl­ tintas áreas motoras corticales se hallan esparcidas
tima se sitúa en la segunda circunvolución frontal). en una superficie algo extensa, todas sus fibras se en­
En el homúnculo motor los diferentes segmentos cuentran aglomeradas en el pequeño espacio de la
del cuerpo están representados en la situación inver­ cápsula interna.
sa a la de la estática humana, vale decir, cabeza aba­ Las áreas motoras corticales no se limitan a enviar
jo, pies arriba. estímulos voluntarios a los músculos que de ellas de-

Fig. 5-4. Manera como se disponen en la cápsula interna las


fibras motoras de los distintos segmentos del cuerpo (corte
Fig. 5-3. Áreas motoras corticales. horizontal de un hemisferio cerebral).

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140 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

penden, sino que ejercen además una acción de inhi­ En la figura 5-5 se señala cuál es la distribución ra­
bición sobre toda la motilidad no voluntaria, con esta dicular de la inervación motriz. En cuanto a la distribu­
particularidad: mientras su actividad motriz es discon­ ción de los nervios motores periféricos, véase el cua­
tinua, puesto que se ejerce solamente cada vez que dro 5-1 .
interviene la voluntad, la actividad inhibidora es con­ Diferencia funcional entre las motoneuronas cen­
tinua, permanente. Sin esta actividad inhibidora de tral y periférica. Existe una cierta oposición funcional
las áreas motoras corticales y en general de la moto­ entre ambas neuronas. La primera envía solamente
neurona central, la motilidad no voluntaria se libera­ estímulos voluntarios, en tanto que inhibe la motilidad
ría y se exteriorizarla en actividad disarmónica. Por cinética involuntaria (refleja, automática) y estática. La
ello, una lesión de la vía piramidal o de sus áreas cor­ segunda es siempre por el contrario un agente dina­
ticales no solamente producirá un déficit que se reve­ mógeno, ejecutor, pues cumple todas las órdenes que
lará por una parálisis (monoplejía, hemiplejía, etc.), recibe de cualquier clase de motilidad que sea y, ade­
sino que al liberar a la motilidad refleja, automática y más, interviene en el trofismo muscular. Por ello las
estática de su inhibición, causará otras manifestacio­ consecuencias de las lesiones de una u otra neurona
nes que traducirán esa liberación: hiperreflexia, hi• serán distintas.
pertonía y clonus. Mientras que la lesión de la neurona central suprimi­
Localizaciones motoras medulares. Los múscu­ rá la motilidad voluntaria y exaltará las otras, la lesión de
los del cuello, del tronco y de los miembros están iner­ la neurona periférica abolirá todas, sean ellas cinética o
vados por los nervios raquídeos, que llevan fibras pro­ estática, y suprimirá, además, el trofismo muscular. Las
cedentes de las raices anteriores de la médula. Las diferencias semiológicas entre las parálisis por lesión
raíces anteriores son 3 1 , formadas por los axones de central y periférica serán consignadas más adelante.
las motoneuronas de las astas anteriores del segmen­ Unidad motora. Todas las fibras musculares iner­
to medular del que proceden. Por esta razón se con­ vadas por una motoneurona constituyen una unidad
sidera que, desde el punto de vista clínico, la distribu­ motora. El cilindroeje de una neurona motora inerva a
ción de cada raíz anterior es la misma que la del un número variable de fibras musculares estriadas.
segmento medular del cual procede. Pero el número Las fibras musculares estriadas están inervadas por
de nervios motores es mayor que el de ralees anterio­ pequeñas expansiones de las terminaciones nervio­
res, lo que significa que cada raíz anterior contribuye sas de forma oval, que se conocen con el nombre de
a formar más de un nervio. A su vez, en razón del en­ placas motoras terminales. Las placas motoras se
trecruzamiento de las raíces para formar los plexos, ubican sobre la membrana plasmática de la fibra mus­
antes de originarse los nervios periféricos, un nervio cular, que presenta múltiples invaginaciones que
periférico lleva fibras de más de una raíz anterior y, constituyen el aparato subneural.
por consiguiente, de más de un segmento medular. La placa motora es una estructura que tiene 40 a 60
Se admite en general que un músculo está ordinaria­ µ de largo por 40 µ de ancho y un espesor de 6 a 10 µ.
mente inervado por tres raíces (ley de las tres raíces). En los grandes músculos del dorso, una sola célula
Es así como la sección de una raíz determina una pa­ motora anterior puede suministrar placas motoras ter­
rálisis de las fibras de varios nervios; por ejemplo, la minales a más de 1 00 fibras musculares. Las destina­
sección de la raíz anterior C6 determina la parálisis de das a un músculo pequeño sólo las suministran a al•
los músculos bíceps y braquial anterior, inervados por gunas fibras musculares. Cuanto mayor sea el
el nervio musculocutáneo, y del supinador largo iner­ número de unidades motoras para un número deter­
vado por el radial, pero, a su vez, la parálisis de un minado de fibras más precisos serán los movimientos.
nervio motor periférico interesa a fibras de varias raí­ Las fibras musculares están inervadas por ramifi·
ces, por ejemplo, la parálisis del radial afecta a las raí· caciones de los axones de la motoneurona periférica.
ces C6, C7, C8. Se denomina sistema motor a (alfa) al conjunto de
Esto tiene importancia para deslindar, frente a una axones que inerva la masa principal del tejido contrác·
parálisis por lesión de la motoneurona periférica, si til muscular, integrando las unidades motoras.
ésta ha sido alterada en la médula, la raíz o el nervio Pero además, los músculos contienen en pequeña
periférico. Si la lesión radica en las motoneuronas an­ cantidad fibras contráctiles especializadas que, estan­
teriores de la médula, la topografía de la parálisis es do rodeadas por una vaina conjuntiva, presentan un
la misma que si radica en las raíces: la distribución de aspecto fusiforme y por ello se las denomina husos
la parálisis es de tipo radicular; en cambio, si el afec­ neuromusculares. Estos husos presentan unas termi·
tado es un nervio periférico, la parálisis abarca estric­ naciones sensitivas anulospirales, y están inervados
tamente los músculos que gobierna el nervio lesiona­ por axones motores finos, a los que se les da el nom­
do: la distribución es de tipo troncular. bre de sistema motor y (gamma). Dichos axones es-

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5. MOTILIDAD 141

Trapecio angular del omóplato

Deltoides
Bíceps
Braquial anterior
Supinador largo
Serrato mayor
Interóseos Pectoral mayor
Flexores de la Lumbricales (haz clavicular)
muñeca Músculos de la Supraespinoso
Extensores eminencia tenar e lnfraespinoso
hipotenar Súbescapular
Redondo menor
Músculos abdo 1--------===:�Músculos del dorso e intercostales
nales

Pectíneo
Aductor mediano

t:===========- PsoasSartorio
Aductor menor
Recto interno ilíaco
Glúteo mediano
Glúteo menor
Cuadrlceps femoral
Aductor mayo E'-::
��=:::t�;;:f�============�-
-----,1-- Obturador externo
Cuadriceps
Genianos Tensor de la fascia lata
Gemelos
Sóleo
Plantar delgado Flexor corto del
Poplíteo dedo gordo
Peroneo largo Semitendinoso
Tibial posterior Lumbricales
In te róseos Bíceps femoral
Flexor largo de los Glúteo mayor
dedos del pie Elevador del ano Obturador interno
Abductor del dedo gordo Extensor corto de los dedos del pie
Fig. 5-5. Distribución radicular de la inervación motriz.

tán incorporados al sistema de la neurona motriz peri­ La transmisión de la descarga axónica al conjunto
férica, o sea que tienen su origen en las células del de fibras musculares que constituye la unidad motora,
asta anterior medular. se hace siguiendo la forma general de la transmisión
El estiramiento, por elongación muscular, de los hu­ sináptica: la despolarización de la membrana presi­
sos neuromusculares, estimula sus terminaciones anu­ náptica desencadena por intermedio de las vesículas
lospirales y genera una aferencia por vía de las raíces sinápticas, la liberación de acetilcolina en la hendidu­
posteriores a la médula, que tras una sinapsis con las ra sináptica que modifica la permeabilidad a los iones
motoneuronas anteriores, determina una contracción sodio y potasio de la membrana plasmática de la cé­
muscular refleja por medio de las fibras a (fig. 5-6). lula muscular. Esto provoca, a su vez, la despolariza­
Las neuronas motoras de las que parten las fibras y ción que pone en marcha el potencial de la placa mo­
están regidas por centros supraespinales. Estas fibras tora. La presencia de acetilcolinesterasa asegura la
y actuarían, pues, sobre la motilidad involuntaria (refle­ reversibilidad instantánea de la transmisión, de modo
ja, automática, asociada, estática) mientras que queda­ que la placa motora repolarizada queda nuevamente
ría a cargo de las fibras a la motilidad voluntaria. disponible.

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142 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Vía corticoespinal Form. reticulada los movimientos, impresiones derivadas de la actitud


de los miembros, del estado de los músculos del es­
queleto, así como de las partes blandas (piel, etc.),
que le permiten sospechar si tal o cual movimiento po­
drá o no ser efectuado.
El concepto de movimiento implica el de actividad
Fibra aferente
sensitiva
dinámica, el de cambio de forma o desplazamiento,
siendo lo contrario del estado estático.
El �xamen de la motilidad activa voluntaria exige al
observador el conocimiento previo de los movimientos
de cada una de las articulaciones, así como también
de los músculos que las mueven, de los nervios que
inervan a éstos y de la amplitud y ejecución normal de
los movimientos. Para realizar el examen se solicita al
paciente que haga los movimientos de los distintos
segmentos de su cuerpo: cabeza, miembros superio­
res, miembros inferiores. El médico observará la ejecu­
0 ción de los movimientos, en su amplitud, facilidad o di­
F ig. 5-6. Representación esquemática de la inervación muscular ficultad de realización y en su grada de rapidez.
y de la organización de los reflejos fusoriales (De Hammond, Asimismo anotará si durante los mismos aparecen
Merton y Sutton, 1 956.)
gestos o expresiones de dolor.
La contracción muscular de las miofibrillas respon­ A continuación se indica cuáles son los movimien­
de a la modificación de las uniones que aseguran fila­ tos que se han de solicitar, de acuerdo con los distin­
mentos de actina y de miosina, produciéndose un tos segmentos del cuerpo.
deslizamiento de dichos filamentos con acortamiento Cabeza y cuello. Dependiendo la motilidad de la
global de los sarcómeros. Esta modificación estructu­ cabeza y del cuello, en parte, de los pares craneanos,
ral se asocia, a su vez, a una defosforilación del ATP se ha descripto su exploración al hablar de éstos. Se
muscular que depende estrechamente de las modifi­ agregarán los movimientos de flexión y extensión de
caciones de la concentración en iones calcio del retí­ la cabeza, de rotación e inclinación hacia ambos la­
culo sarcoplásmico. dos, en los que intervienen los músculos del cuello.
Miembros superiores. Estando el enfermo con los
miembros descubiertos, se le solicita efectuar los si­
Exploración guientes movimientos para cada uno de los distintos
segmentos:
La exploración completa de la motilidad comprende Para la mano: juntar y separar los dedos, flexionar­
el examen de la motilidad activa voluntaria y de la fuer­ los y extenderlos, tocar la yema del pulgar con la yema
za muscular, de la motilidad pasiva y del tono, del trofis­ de cada uno de los otros dedos (movimiento de oposi­
mo, de la coordinación de los movimientos o taxia, de la ción del pulgar), abrir los dedos en abanico y cerrarlos.
excitabilidad refleja de los músculos (reflejos superficia­ Para la muñeca: flexionarla, extenderla, flexionar la
les y profundos) y la comprobación de la presencia o au­ mano hacia el radio o flexionarla hacia el cúbito.
sencia de movimientos anormales (temblores, etc.), Para el codo: flexionar y extender el antebrazo,
completándose con el estudio de la excitabilidad eléctri­ · realizar luego la supinación y la pronación.
ca (electromiografía). Se denominan motí/ídad activa vo­ Para el hombro: elevación y descenso del brazo,
luntaria la que realiza el sujeto por si mismo, y pasiva la aducción, abducción y rotación.
que otra persona efectúa moviendo sus articulaciones. Para el miembro superior "in tolo": flexión y exten­
sión, rotación interna y externa, abducción y aducción.
Examen de la motilidad activa voluntaria y de Tronco. Flexión y extensión del tronco, rotación e
la fuerza muscular inclinación hacia ambos lados.
Miembros inferiores.
Motilidad activa voluntaria. Este examen tiene Para el pie: flexión y extensión de los dedos;
abrir­
por objeto reconocer si se pueden realizar o no los los y juntarlos, flexión y extensión del pie, abducción y
movimientos que normalmente se ejecutan por la ac­ aducción, rotación.
ción de la voluntad. El explorador, en una primera Para la rodilla: flexión y extensión de la pierna so­
aproximación, recoge casi siempre, antes de explorar bre el muslo.

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5. MOTILIDAD 143

Para la cadera: flexión y extensión del muslo sobre po se denomina hemiplejía (del griego hemi, mitad;
la pelvis; abducción y aducción del muslo y rotación. pleegé, golpe); si afecta a un solo miembro: monople­
Para todo el miembro inferior: flexión y extensión, jía (del griego monos, uno solo; pleegé, golpe); si
abducción y aducción y rotación. afecta a los dos miembros inferiores: paraplejía (del
Todas las maniobras descriptas deben evaluarse griego para, al lado, y pleegé, golpe), aunque strictu
comparando ambos lados para ver si hay diferencias. sensu paraplejía significa parálisis de dos lados simé­
En el cuadro 5-1 se expone cuáles son los múscu­ tricos del cuerpo, de manera que se podría hablar de
los que intervienen en los distintos movimientos que paraplejía facial, braquial y crural cuando la parálisis
se hace ejecutar al enfermo y los nervios que rigen los afectara a ambas mitades de la cara, a ambos miem­
mismos. bros superiores o a ambos miembros inferiores, res­
Si como resultado de la exploración de la motili­ pectivamente. En la práctica, sin embargo, queda re­
dad activa voluntaria se comprueba que la realiza­ servada a la paraplejía crural la designación simple de
ción de uno o varios movimientos es imposible o hay paraplejía, en tanto que las paraplejías facial y bra­
dificultad en ello, se concluye que existe una paráli­ quial se designan diplejía facial y diplejía braquial, (del
sis o una paresia de los músculos correspondientes. griego, dis, dos; pleegé, golpe). La parálisis que afec­
Se dice que hay parálisis cuando todo el movimien­ ta a los cuatro miembros se denomina cuadriplejía
to es imposible, y paresia cuando el movimiento sé (del latín quatuor; cuatro y del griego pleegé, golpe).
hace débilmente en su fuerza, extensión, duración o Hay maniobras destinadas a detectar si un enfer­
mantenimiento de la posición. Hay que comprobar, mo presenta una paresia (del griego paresis, relaja­
previamente, si la causa de la perturbación motora ción, debilidad) del miembro superior o inferior.
no reside en una afección del aparato locomotor. Pa­ Maniobra de Mingazzini para miembros superiores.
ra ello se examinarán atentamente el o los miembros Se indica al enfermo que coloque ambos miembros su­
afectados, mediante la exploración del aparato os- periores en extensión, en posición horizontal. En caso
teoarticular. de paresia uno de los miembros cae lentamente o tien­
Por la inspección se anotará la actitud del miem­ de a flexionarse. Puede observarse solamente una fle­
bro, que diferirá según se trate de un déficit neuroló­ xión de los dedos ("main creuse" o mano hueca de los
gico o de una afección osteoarticular; la presencia o franceses) y eventualmente una tendencia a la abduc­
ausencia de atrofia o de hipotrofia muscular local ción del meñique (digití quintí sign) del lado parético.
(véase Trofismo), la existencia de heridas o cicatri­ Cuando la lesión es piramidal, la caída del miembro se
ces en la piel, la presencia de tumefacciones u otras acompaña de pronación, por la hipertonía pronadora
anomalías. que se asocia al déficit piramidal. Este hallazgo es im­
Por la palpación se exploran los huesos y sus ar­ portante para descartar las seudoparesias facticias
ticulaciones siguiendo su contorno, buscando si la (psicógenas) o por simulación, en las que tal pronación
presión provoca dolor, todo lo cual permitirá estable­ no se observa.
cer si existen causas mecánicas, tale/(como fractu­ Esta prueba puede originar también, con los ojos ce­
ras, luxaciones, anquilosis, artritis, que expliquen el rrados, una tendencia a la caída de la extremidad ylo
déficit de los movimientos. Por ejemplo, una persona de los dedos, entrecortada por bruscas contracciones
ha sufrido un accidente y queda con imposibilidad que tienden a restablecer la posición primitiva: en este
aparente de mover el brazo y la pierna derechos: a último caso se habla de brazo o mano inestable atáxi­
primera vista se podría establecer el diagnóstico de cos, y no se trata de una lesión de las motoneuronas si­
hemiplejía traumática; sin embargo, un breve exa­ no de la vías de sensibilidad profunda o cerebelosas.
men de los huesos permite comprobar que la clavícu­ Maniobra de la separación de los dedos (Barré).
la y el fémur derechos están fracturados, con lo que Se solicita al enfermo que coloque sus manos vertical­
se descarta la existencia de una parálisis por lesión mente de manera que se enfrenten, sin tocarse, por
traumática de la vía piramidal, tratándose, en cambio, su cara palmar y en una posición tal que los dedos
de una impotencia funcional por lesión del aparato lo­ abiertos se encuentren en la misma línea. En caso de
comotor, como se denomina a la imposibilidad de mo­ paresia, los dedos de la mano enferma se separan
vimientos por alteraciones osteoarticulares que cau­ menos y tienen tendencia a flexionarse.
san trastornos mecánicos o dolor. Maniobra de Mingazzini para miembros inferiores.
La parálisis o paresia puede deberse a una lesión Enfermo acostado; se le solicita que flexione los mus­
en el músculo mismo (parálisis miopática), en la mo­ los en ángulo recto sobre la pelvis y las piernas en án­
toneurona periférica (parálisis periférica y nuclear), o gulo recto sobre los muslos, sin que tomen contacto
en la motoneurona central (parálisis central o supra­ las rodillas, y se le pide que los mantenga en esa ac­
nuclear). Cuando la parálisis abarca la mitad del cuer- titud el mayor tiempo posible (puede asimismo efec-

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144 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Cuadro 5-1. Músculos y nervios que rigen los distintos movimientos


Movimiento Músculos que Intervienen Nervios

Cabeza

Flexión Esternocleidomastoideo Espinal


Recto anterior mayor de la cabeza Plexo cervical profundo

Extensión Esplenio Rama posterior de los nervios cervicales


(nervio occipital mayor)

Rectos posteriores de la cabeza y otros Rama posterior del primer nervio cervical
Rotación e inclinación Esternocleidomastoideo Espinal
Recto posterior mayor de la cabeza Rama posterior del primer nervio cervical
Oblicuo mayor y menor de la cabeza Rama posterior del primer nervio cervical y nervio
occipital mayor

Miembro superior

- Dedos
Flexión lnteróseos y lumbricales Cubital y mediano
Extensor común de los dedos Radial
Extensión
lnteróseos Cubital
Oposición del pulgar Músculos de la eminencia tenar Mediano
Abrir en abanico lnteróseos dorsales Cubital
Cerrar en abanico lnteróseos palmares Cubital

Muñeca
Flexión Palmar mayor y palmar menor Mediano
Extensión 1 º y 2º radial externo Radial
Cubital posterior
Aducción Cubital anterior Cubital
Cubital posterior Radial
Abducción 1 er, radial externo Radial

Codo
Bíceps y braquial anterior Musculocutáneo
Flexión
Supinador largo Radial
Extensión Tríceps y ancóneo Radial
Supinación Supinador corto Radial
Blceps Musculocutáneo
Pronación Pronador redondo y pronador cuadrado Mediano

Hombro
Elevación del brazo Deltoides Circunflejo
Coracobraquial Musculocutáneo
Descenso del brazo Pectoral mayor y pectoral menor Nervio torácico anterior mayor y menor
Dorsal ancho Nervio del gran dorsal
t.ducción del brazo ldem y coracobraquial ldem y musculocutáneo
A1;ducción del brazo Deltoides Circunflejo
Supraespinoso
Rotación hacia afuera lnfraespinoso Supraescapular
Redondo menor
Rotación hacia adentro Subescapular Subescapular
Redondo mayor Redondo mayor
Tronco
Recto mayor del abdomen Nervios intercostales (6 o 7 últimos) y abdomino-
9enitales
Flexión Oblicuo mayor del abdomen ldem
Oblicuo menor del abdomen ldem
Psoas ilíaco Ramas del plexo lumbar y nervio crural
Extensión Sacrolumbar Ramas posteriores de los nervios raquídeos
Dorsal largo Ramas posteriores de los nervios raquídeos

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5. MOTILIDAO 145

Cuadro 5-1 (continuación)

Movimiento Músculos que Intervienen Nervios

Dorsal largo Ramas posteriores de los nervios raquídeos


Rotación Transversoespinoso Ramas posteriores de los nervios raquídeos
Sacrolumbar Ramas posteriores de los nervios raquídeos
Inclinación lateral Dorsal largo Ramas posteriores de los nervios raquídeos
Transversoespinoso Ramas posteriores de los nervios raquídeos

Miembro inferior

Dedos
Flexión Flexor largo común de los dedos Tibia! posterior
Flexor largo propio del dedo gordo Tibia! posterior
Extensión Extensor común de los dedos Ciático poplíteo externo (peroneo) y libia! anterior (per. proL)
Extensor propio del dedo gordo Tibial anterior (peroneo profundo)
Abducción (abrir los dedos) lnteróseos dorsales Plantar externo
Aducción Quntar los dedos) lnleróseos plantares Plantar externo

Pie
Gemelos Ciático poplíteo interno (libia!)
Sóleo Ciático poplíteo interno (libia\) y libia! posterior
Flexión Plantar delgado Ciático pop\íleo interno (tibia!)
Tibia! posterior Tibia\ posterior
Peroneos laterales Muscu\ocutáneo (rama del ciático poplileo externo)
Tibial anterior Ciático poplíteo externo y tibia\ anterior (per. y per. profundo)
Extensión Extensor común de los dedos Ciático pop\íleo externo y libia\ anterior (per. y per. profundo)
Extensor propio del dedo gordo Tibia\ anterior (peroneo profundo)
Rotación hacia adentro y aduc­ Tibia! anterior Ciático poplíteo externo y libia\ anterior (per. y per. profundo)
ción Tibia! posterior Tibial posterior (libia!)
Extensor propio del dedo gordo Tibia! anterior (peroneo profundo)
Rotación hacia afuera y abduc­ Peroneo lateral largo Musculocutáneo
ción Peroneo lateral corto Musculocutáneo
Extensor común de los dedos Ciático poplíteo externo y libia! anterior

Rodilla
Biceps crurai Ciático mayor
Flexión de pierna sobre muslo Semimembranoso Ciático mayor
Semitendinoso Ciático mayor
Cuadríceps Crural
Extensión Tensor de la fascia \ala Glúteo superior

Cadera
Psoas Ilíaco Ramas del plexo lumbar y nervio crural
Flexión de muslo sobre pelvis
Sartorio Musculocutáneo externo (rama del crural)
Glúteo mayor Ciático menor
Extensión de muslo sobre pelvis
Glúteo mediano Glúteo superior
Glúteo mediano Glúteo superior
Abducción Glúteo menor Glúteo superior
Tensor de la fascia lata Glúteo superior
Pectíneo Musculocutáneo externo
Aductor menor Obturador
Aducción Aductor mediano Obturador y musculocutáneo interno
Aductor mayor Obturador y ciático mayor
Recto interno Obturador
Piramidal de la pelvis Nervio del piramidal (rama del plexo sacro)
Obturador interno Nervio del obturador interno (rama del plexo sacro)
Rotación de muslo hacia afuera Obturador externo Nervio del obturador (rama del plexo lumbar)
Gémino superior Ramas del plexo sacro
Gémino inferior Ramas del plexo sacro
Rotación de muslo hacia adentro Glúteo mediano Glúteo superior
Glúteo menor Glúteo superior

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146 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

tuarse la maniobra con los miembros levantados en lleva a cabo la maniobra con mayor lentitud y tiende a
extensión simultánea). En caso de paresia uno de los extenderse o caer antes que la sana.
miembros cae lentamente del lado afectado (fig. 5-7). Fuerza muscular. Se puede explorar manual o
Maniobra de Barré (fig. 5-8). Enfermo en decúbito instrumentalmente. En el primer caso se pide al enfer­
ventral, piernas flexionadas formando ángulo recto mo la ejecución de los movimientos ya indicados para
con los muslos (o sea, perpendiculares a la superficie explorar la motilidad y el observador se opone a su
de la cama). Se le indica que las mantenga así tanto realización; así, por ejemplo, se le hace flexionar el
tiempo como pueda. Si uno de los miembros está pa­ antebrazo sobre el brazo con energía y el médico su­
resiado, caerá lentamente. jeta el antebrazo del enfermo por la muñeca, oponién­
Si esta maniobra no resultara suficiente para descu- dose al movimiento que realiza el enfermo. Asimismo
. brir el déficit motor, se le pide que flexione ambas pier­ se investiga la fuerza de la mano y de las pinzas índi­
nas más allá del ángulo recto, hasta acercar los talo­ ce-pulgar y pulgar-meñique; así, por ejemplo, el enfer­
nes a las nalgas, y que se mantenga en esta posición; mo debe oponer las yemas del índice y pulgar con
de este modo se nota que la pierna del lado enfermo fuerza, y el médico debe introducir sus dedos en el
ojal que dejan los dedos, tratando de separarlos.
Conviene hacer siempre la exploración de la fuer­
za muscular comparando un lado con el otro (seg­
mentos homólogos), y fijarse si las pequeñas diferen­
cias que existen entre el lado derecho y el izquierdo
se pueden imputar a causas funcionales o no patoló­
gicas: profesional o dexteridad. Según que el pacien­
te sea diestro o zurdo, podrá mostrar fuerza y desarro­
llo muscular más marcado en el lado correspondiente.
La exploración instrumental, como probar la fuerza
de cierre de ambas manos por medio del dinamóme­
tro (fig. 5-9), se utiliza para exámenes de mayor pre­
cisión. El uso del dinamómetro no es indispensable.
Fig. 5-7. Maniobra de Mingazzini; de los dos miembros levan­
tados en extensión simultáneamente, cae el miembro parético.
Alteraciones
,,
f ,,,' ,,........
Parálisis
..., ,'
, , ''
,' ,,' ..
' ...,
,' , ,,'.,,,. _. .,,. , .,,,' \',.
La parálisis, o su grado menor la paresia, implica la
existencia de una interrupción en un punto cualquiera
I
de las vías motoras, desde la corteza cerebral hasta
,,',,
, , .,,. -
,�.,,.
--
'\'
la fibra muscular misma.
-...:::::: Si la parálisis se debe a lesión de la motoneurona
central, superior o piramidal (primera motoneurona), se
denomina supranuclear, mientras que cuando se debe
Flg. 5-3. Maniobra de Barré; mientras un miembro conserva su a lesión de la motoneurona periférica o inferior (segun­
posición vertical, el otro (parético) cae lentamente. da motoneurona), se denomina nuclear o infranuclear,

C)
según que la lesión esté en el cuerpo neuronal o en el
nervio (fig. 5-1 O). La lesión de cualquiera de ambas
neuronas origina parálisis, pero los caracteres de ésta
varían según la neurona afectada, porque mientras la
neurona central estimula la motilidad voluntaria e inhi­
be las otras motilidades, refleja, automática y estática,
la neurona periférica no es sino un agente efector o
ejecutor, vía final común, hacia donde convergen los
estímulos de todas las clases de motilidad.
En el cuadro 5-2 se consignan sinópticamente los
caracteres diferenciales de las parálisis por lesión de
Fig. 5-9. Dinamómetro. la motoneurona central y periférica.

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5. MOTILIDAD 147

Cuadro 5-2. Parálisis

Por lesión de la neurona motriz central Por lesión de la neurona motriz periférica
(parálisis corticoespinal) (parálisis espinomuscular)

La parálisis abarca muchos músculos; es polimuscular y Puede afectar a músculos aislados


nunca monomuscular

Puede existir hipertonía o contractura en los músculos Existe atonía o flaccidez en los músculos paralizados
paralizados

Pueden existir, al realizar ciertos movimientos voluntarios, No hay movimientos asociados


movimientos asociados en el sitio paralizado (sincinesias)
No hay atrofia muscular, salvo la dependiente de la inacti­ Hay atrofia de los músculos paralizados
vidad muscular

Hay evidencia de lesión piramidal en ciertas reacciones Hay reacciones eléctricas de denervación
eléctricas. No hay en general denervación

Los reflejos profundos de los miembros afectados están Los reflejos profundos de los músculos paralizados están
exagerados o, por lo menos, conservados. Los cutáneos abolidos o, por lo menos, disminuidos. Los reflejos cutá­
abdominales, muy disminuidos o abolidos neos abdominales, normales

Hay signo de Babinski No hay signo de Babinski

Hemiplejías
Cerebro
La hemiplejía es un síndrome caracterizado por la
pérdida de la motilidad voluntaria en una mitad del
cuerpo. La hemiplejía orgánica se debe generalmente
a una alteración anatómica en un punto cualquiera de
la vía piramidal, por lo que sus causas y su lugar de
origen varían de un caso a otro.
La hemiplejía funcional (facticia, psicógena o por
simulación) es aquella en la que no hay alteración
anatómica que la justifique.
Descripción general de la hemiplejía. La hemi­
plejía puede instalarse súbitamente o bien ser prece­
dida de ciertos pródromos. La causa más frecuente es
un ictus (del latín ictus, golpe) cerebrovascular, debi­
do a infarto o hemorragia cerebral. El paciente queda
privado de movimiento, y a veces de conciencia, en
coma. Presenta abolición de la motilidad del lado con­
trarío a la lesión cerebral, y aunque esté en coma es
posible determinar por ciertos signos la existencia de
hemiplejía, como se describe a continuación.
Reconocimiento de la hemiplejia durante el co­
ma. La cara del paciente es asimétrica, más amplia
del lado paralizado, elevándose la mejilla de este lado
a cada movimiento espiratorio como un velo inerte:
signo del fumador de pipa (parálisis del buccinador).
Puede haber una ligera miosis del lado lesionado (sín­
Fig. 5-10. Toda lesión en el trayecto de la neurona motriz central
drome de Horner de origen central). La cabeza y los
origina una parálisis corticoespinal, y toda lesión en el trayecto ojos se desvían (desviación conjugada de cabeza y
de la neurona motriz periférica, una parálisis espinomuscular. ojos): hacia el lado de la lesión, esto es, hacia el lado

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148 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

opuesto al paralizado, si hay inhibición funcional en el siempre la conexión con el otro. El enfermo ocluye vo­
hemisferio lesionado, o hacia el lado opuesto a la le­ luntariamente el ojo del lado paralizado, junio con el del
sión, o sea hacia el lado paralizado, si hay exacerba­ lado sano, pero lo hace con una amplitud y fuerza me­
ción o irritación funcional en el hemisferio dañado. El nor que este último, ocultando menos las pestañas; ade­
infarto o la hemorragia cerebral pueden causar cual­ más es incapaz de ocluir o abrir el ojo del lado paraliza­
quiera de estos efectos, aunque es menos frecuente do aisladamente (signo de Revilliod). Hay una parálisis
que un infarto provoque irritación. muy discreta de la lengua que se manifiesta sólo por la
Se aprieta con energía el borde posterior de la rama desviación de la punta hacia el lado enfermo, debido a
ascendente del maxilar inferior para comprimir el nervio la acción del geniogloso del lado sano. Hay disartria en
facial: sólo se contraerá la mitad sana de la cara, mien­ grado variable (trastorno de la articulación de la pala­
tras que la mitad paralizada quedará inmóvil (maniobra bra). Existe del mismo lado de la parálisis facial una pa­
de Foix). Luego se levantan los miembros alternativa­ rálisis braquial y crural completa. Los miembros penden
mente por encima del plano de la cama, dejándolos caer inertes, fláccidos; las pruebas de fuerza en miembros
bruscamente; se observa cuál cae más rápida y pesada­ (Mingauini y Barré) son positivas. Del lado pléjico los
mente. Este será el del lado paralizado. También se pue­ reflejos profundos están disminuidos y hay signo de Ba­
den colocar los miembros inferiores apoyados en flexión binski; los reflejos cutáneos, particularmente los abdomi­
sobre la cama, observando cuál se extiende más rápida nales y el crEJma�teriano, están abolidos o disminuidos;
y pesadamente. Para evaluar el déficit distal se puede los reflejos de automatismo medular se exacerban más
efectuar una maniobra similar colocando los antebrazos cuanto más próximo se encuentra el paciente de la ini­
en posición perpendicular a la cama y dejando caer las ciación de su hemiplejía. Este estado de hemiplejía flác­
muñecas en flexión, comparando ambos lados. cida es transitorio. Lenta e insidiosamente sobreviene el
A continuación se exploran los reflejos. El reflejo estado de hemiplejía espástica.
cornea no está, a menudo, ausente en el lado hemiplé­
jico debido generalmente a la parálisis facial (signo de Hemiplejía espástica
Milian); asimismo los cutáneos abdominales y cre­
masteriano. Los reflejos profundos pueden faltar. Al - El tono muscular muy disminuido o abolido en el la­
explorar el reflejo cutáneo plantar puede obtenerse un do paralizado comienza a aumentar hasta llegar a la hi­
signo de Babinski del lado deficitario. Los reflejos de Pftrlonía, que afecta a los . músculos menos paralizados.
automatismo medular son fuertemente positivos. La parálisis muestra la misma sistematización de la he­
Cuando la hemiplejía se constituye sin íctus, el en­ miplejía fláccida, pero la hipertonía modifica la postura
fermo puede asistir al establecimiento de su parálisis y actitud de los miembros, que fijando los segmentos
observando que en pocas horas ésta abarca la mitad permiten al enfermo la estación de pie y la marcha.
de su cuerpo; a veces ciertos pródromos como cefa­ La cara generalmente no es afectada por la hiper­
lea, trastornos de la conciencia, parestesias, pérdida tonía, pero cuando esto sucede el surco nasogeniano
visual en el ojo del lado que no se afectará o dificultad .del lado enfermo reaparece, la comisura labial se ele­
para hablar preceden a la parálisis. va y los pliegues faciales de este mismo lado apare­
Cualquiera que sea la manera de comenzar, la he­ cen más numerosos y profundos. Explorando la moti­
miplejía suele pasar por dos fases sucesivas, la pri­ lidad facial se comprueba la parálisis del sector facial
mera de hemiplejía fláccida y la segunda de hemiple­ inferior y la paresia del superior.
jía espástica. En el miembro superior la hipertonfa determina ac­
titud en flexión: el brazo está en flexión ligera, el ante­
Hemiplejía fláccida brazo flexionado sobre el brazo y en pronación mode­
rada, la muñeca flexionada sobre el antebrazo, los
Una vez instalado el déficit, se observa, mediante el dedos flexionados sobre la palma de la mano y el pul­
examen de la motilidad, lo siguiente: a nivel de una mi­ gar, con frecuencia, aprisionado bajo los otros dedos.
tad de la cara existe una parálisis facial de tipo inferior La parálisis no es absoluta. Los músculos que más se
con la comisura labial desviada hacia el lado sano y el afectan, en principio, son los de funciones más dife­
surco nasogeniano borrado; el territorio del facial supe­ renciadas: la parálisis predomina en los músculos de
rior está también afectado, pero en un grado mucho me­ la mano, mientras que en hombro y codo suele ser po­
nor_qu� el del inferior. Esto se explica porque el facial su­ sible un discreto grado de movimiento.
perior tiene una representación cortical bilateral o sea En el miembro inferior la hipertonía determina acti­
los dos hemisferios cerebrales influyen sobre �I facial tud en extensión: los músculos extensores están más
superior de un lado, de modo que aunque se interrum­ hipertónicos que los flexores y el miembro queda rec­
pa la conexión con uno de los hemisferios, subsiste to, con cierto grado de aducción y rotación interna del

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5. MOTILIDAD 149

pie. La parálisis en el miembro inferior no es tampoco Diagnóstico topográfico de la hemiplejía. La he­


absoluta, hay una relativa conservación de la motili­ miplejía es la parálisis de la mitad del cuerpo. Para
dad de los músculos de la cadera y el cuadríceps, y que se produzca, tiene que existir una interrupción
los músculos más paralizados son los flexores de la más o menos completa de la vía piramidal en un pun­
pierna y del pie. La abolición de la motilidad es más to en que se agrupen las fibras motoras correspon­
acentuada en el brazo que en la pierna (ley de Wer­ dientes a un hemicuerpo. Esto sucede, por ejemplo,
nicke y Mann). Los músculos del tronco y del cuello en la cápsula interna, donde en pequeño volumen se
están poco afectados (véanse figs. 2-8 y 2-9). ubican todas las fibras motoras de la mitad opuesta
Al aumento del tono muscular se agrega la exage­ del cuerpo, y donde una lesión causa fácilmente una
ración de los reflejos profundos (hiperreflexia con difu­ interrupción completa y hemiplejía del lado opuesto:
sión del estímulo y respuesta policinética). Los refle­ es la hemiplejía capsular, que ha servido como mode­
jos cutaneoabdominales y el cremasteriano (o su lo de descripción.
homólogo en la mujer, el reflejo de Geigel) están abo­ Como el haz piramidal se adelgaza a medida que
lidos o disminuidos. El reflejo cutáneo plantar se hace desciende, pues se van desprendiendo de él las fibras
en extensión (signo de Babinski), y se provoca tam­ que van a los núcleos motores del tronco encefálico y
bién con las maniobras sucedáneas de Oppenheim, a las motoneuronas medulares, cuanto más baja sea
Gordon y Schiifer. Existe clonus del pie y, menos co­ la lesión, menos extendida será la hemiplejía y se ve­
múnmente, de la rótula. rá que la parálisis, por ejemplo, respeta la cara o el
La hipertonía muscular, la hiperreflexia profunda, el miembro superior.
clonus y el signo de Babinski constituyen los elemen­ Según su localización, la lesión puede también afec­
tos del síndrome denominado piramidalismo, que ates­ tar, además del haz piramidal, otras estructuras vecinas
tigua la existencia de una alteración en algún punto de como los ganglios basales, los núcleos de los pares
la vía motriz piramidal o de la motoneurona central. craneanos, las vías sensitivas y cerebelosas. Ello origi­
En el hemipléjico pueden comprobarse las siguien­ na una serie de síndromes o variedades topográficas
tes sincinesias: a) de coordinación, b) de imitación, y de hemiplejía, que permiten el reconocimiento semioló­
c) global (véase Sincinesias). Las sincinesias tienen gico del nivel en que se encuentra dicha lesión.
muy poca o ninguna importancia para el reconoci­ Para obtener una hemiplejía por lesión de la moto­
miento de una hemiplejía. Al decir de Déjerine, "elles neurona periférica sería necesario que ella interesara
sont tout au moins superflues" (son por lo menos su­ toda una mitad de la médula y el tronco cerebral, o
perfluas). Sirven para contribuir a afirmar la existencia bien todos los nervios periféricos de un lado del cuer­
de pequeños grados de paresia piramidal. po. Como esto sería excepcional, en la práctica la he­
El hemipléjico presenta otros trastornos en el lado miplejía es casi siempre un síndrome piramidal, o sea
paralizado, como cambios tróficos de piel y uñas, ede­ una parálisis corticoespinal de semiología típica.
mas blancos y blandos, a veces cianosis, descenso El diagnóstico topográfico tiene por objeto determi­
de la tensión arterial con respecto al lado opuesto, au­ nar el nivel y lado en que asienta la lesión.
mento o variación de temperatura, artropatías doloro­ Variedades topográficas de hemiplejía. Hemi•
sas y anquilosantes (sobre todo de hombro y muñe­ plejías directas supratentoria/es. Se conocen con es­
ca). A mediano plazo se observa atrofia muscular del te nombre las hemiplejías en las que todo el déficit se
lado paralizado,- que afecta más a los músculos del encuentra en un mismo lado. Para observarlas es ne­
hombro, a los pequeños músculos de la mano y a los cesario que la vía piramidal sea afectada antes de que
glúteos que a los restantes. Esta amiotrofia no se haya comenzado su decusación o bien una vez que es­
acompaña de reacción de denervación. ta decusacíón se haya efectuado por completo.
La marcha es posible gracias a la hipertonía y re­ Según el punto en que es afectado el haz piramidal
viste un aspecto característico: el enfermo efectúa se producen las siguientes variedades de hemiplejía
con su pierna paralizada un movimiento de circunduc­ directa:
ción o semicírculo alrededor de la sana. Es la marcha Hemiplejía cortical. La lesión afecta el área motora
de Todd, marcha en guadaña, o de segador. También de la corteza cerebral. Dicha lesión se produce gene­
se la denomina helicópoda (del griego helix, espiral, y ralmente por oclusión de una arteria y rara vez se ex­
podas, pie) (véase fig. 2-15). tiende a la totalidad del área motriz. Además, ésta es
El cuadro descripto es el de la hemiplejía completa irrigada en sus dos tercios inferiores por la arteria sil­
con gran déficit motor. Pero el déficit puede variar, viana y en su tercio superior por la cerebral anterior.
constituyendo hemiparesias leves, moderadas, seve­ La hemiplejía es por ello poco extendida y predomina
ras o transitorias, para cuyo diagnóstico será necesa­ o se limita a veces a un solo miembro: hemiplejia no
rio el examen sutil con las maniobras descriptas. proporcional, monoplejía braquial o crural. A veces el

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150 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

trastorno motor sólo afecta a un grupo de músculos, facial inferior y, en menor medida, masticatoria contra­
como los extensores de la mano. Se observan los laterales (síndrome de la rodilla capsular). Si la afec­
mismos signos referentes al tono y a los reflejos men­ tada es sólo la porción rostral de la rodilla, se origina
cionados en la descripción general de la hemiplejía, un síndrome confusional.
pero se pueden añadir manifestaciones propiamente Hemiplejía talámica. El tálamo es una estructura
corticales como, por ejemplo, afasia o apraxia si la le­ multifuncional que reproduce, concentradamente, las
sión es del hemisferio dominante, o inatención si es funciones corticales en un nivel subcortical. Sus lesio­
del no dominante (véase capítulo de funciones cere­ nes originan por lo tanto cuadros semiológicos que
brales superiores). También, crisis convulsivas prece­ combinan déficit motores, sensitivos, oculomotores,
diendo a la aparición del déficit motor y ciertos reflejos cognitivos y de conciencia.
patológicos (reflejo de prensión forzada y reflejo plan­
tar tónico). Los vasos que irrigan el tálamo se desprenden de las ar­
Hemiplejía subcortical. La lesión asienta en el cen­ terias cerebral y comunicante posteriores. Se delinean cua­
tro oval, antes de que el haz motor alcance la cápsu­ tro territorios.vasculares de irrigación, cuya distribución y
la interna. Se parece mucho a la anterior, pero es me­ síndromes clínicos lesionales isquémicos (infartos) fueron
nos frecuente que origine monoplejías, y no se cuidadosamente descriptos por Bogoussiavsky (fig. 5-1 1 ):
acompaña de manifestaciones corticales. El territorio inferolateral, correspondiente a los nú­
Hemiplejía capsular. Es la más frecuente de las va­ cleos talámicos ventrales posteriores. Constituyen
riedades hemipléjicas. La lesión se localiza en el bra­ los infartos talámicos más frecuentes. Causan he­
zo posterior de la cápsula interna, y se vincula a oclu­ mianestesia (superficial, profunda o ambas) y hemia­
sión e infarto de la arteria coroidea anterior. Como el taxia contralaterales (véase Sensibilidad y taxia). No
haz piramidal se encuentra condensado aquí en un se produce hemiplejía. El síndrome talámico de Dé­
pequeño volumen, la hemiplejía es total y de déficit si­ jerine-Roussy se debe a lesión de los núcleos poste­
milar en cara, brazo y pierna (proporcional), como la rolalerales (véase Sensibilidad). A la hemianestesia y
de la descripción general de la hemiplejía para la que hemiataxia mencionadas se le agregan dolores in­
ha servido de modelo. tensos con exacerbación paroxística (algias ta/árni­
Cuando se afecta sólo la rodilla capsular se produ­ cas, dolor central), influenciables por las emociones,
ce un síndrome caracterizado por mutismo, paresia en el hemicuerpo anestesiado.

2 Fig. 5-11. Vascularización del tálamo (Bogousslavsky et al.).


Arlerias: 1, carótida; 2-3, basilar; 4, cerebral posterior; 5, comu­
nicante posterior; 6, tuberotalámica; 7, paramedianas; 8, infero­
laterales; 9, coroidea posterior.
Núcleos: VA, ventral anterior; VL, ventral lateral; VP, ventral pos­
terior; P, pulvinar: IL, intralaminar; DM, dorsomedial; LGB, cuer­
po geniculado lateral.

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5. MOTILIDAD 151

El territorio de la arteria tuberotalámica, rama de la convergencia, u oftalmoplejía internuclear bilateral


comunicante posterior, que irriga la porción anterior (véase Pares craneanos y Oculomotricidad). Es fre­
(núcleos ventral anterior y, parcialmente, ventral late­ cuente que las arterias paramedianas se originen de
ral). Su oclusión, en las lesiones de hemisferio domi­ un solo lado, por lo que su oclusión producirá infartos
nante, generalmente izquierdas, ocasiona afasia o bilaterales. En estos casos habrá trastorno de concien­
disfasia (con hipofluencia, hipofo nía, parafasias ver­ cia, confusión y trastorno mnésico (demencia talámi­
bales, comprensión y repetición preservadas [véase ca, véase Síndromes cognitivos).
Palabra y lenguaje]). En los infartos derechos origina
heminegligencia o hemiinatención izquierdas. No En el caso de las hemorragias talámicas las manifesta­
suele haber déficit motor ni sensitivo, o si los hay son ciones se combinan en función de su extensión y de las
leves, pero si se asocia oclusión de la arteria coroi­ áreas que ellas afectan. las afasias ta/árnicas fueron des­
dea anterior, lo que es frecuente, sí se producirá he­ criptas en estas hemorragias (véase Palabra y lenguaje).
miplejía contralateral por compromiso capsular. Hemiplejía subtalámica y por lesiones de ganglios
El territorio de la arteria coroidea pq�erior, que se basales. En lesiones que comprometen el núcleo sub­
desprende de la cerebral posterior e irriga el cuerpo talámico de louys además de las vías motoras, se pro­
geniculado lateral y el pulvinar. Las lesiones en este duce hemibalismo. El hemibalismo aparece progresi­
caso ocasionan pérdida de nistagmo optocinético vamente en la medida en que el déficit motor se
(véase Pares craneanos y Nistagmo), cuadrantopsia, recupera. El déficit severo (plejía) impide la aparición
y eventualmente hipoestesia contralaterales. No se de balismo por supresión del efector. Pueden producir­
produce hemiplejía. se también otros movimientos involuntarios (coreas,
El territorio paramediano, cuyas arterias emergen de la distonías, temblor) y demás manifestaciones extrapira­
arteria cerebral posterior en el segmento proximal a su midales (rigidez, bradicinesia, bradilalia, amimia) cuan­
anastomosis con la comunicante posterior, y corres­ do las lesiones que causan déficit motor se extienden
ponde a los núcleos dorsomedial e intralaminare's . El a los ganglios de la base (hemiplejía piramidoextrapi­
cuadro lesiona! suele comenzar con trastorno de ramidal, síndrome de Lhermitte y Mac A/pine).
conciencia. Hay disfasia hipofluente en las lesiones Hemiplejías alternas troncales. Cuando las lesiones
del lado dominante. Se agrega hemiplejía o paresia de la vía piramidal están situadas en el tronco cerebral,
contralateral, parálisis de la elevación de la mirada se producen combinaciones de hemiplejía con paráli­
conjugada (síndrome de Parinaud), anisocoria, "sín­ sis de uno o varios nervios craneanos y otras manifes­
drome del uno y medio vertical" (parálisis de la mira­ taciones asociadas del lado opuesto al hemipléjico, lo
da vertical de un lado y sólo de la elevación del otro), que se denomina hemiplejía alterna (fig. 5-12).

Cola del
núcleo --H,,L..-.¡;::¡--�---¡. Cápsula interna
caudado

Fibras corticopontinas

Haz corticoespinal
Parálisis 111

Pirámides anteriores - -�
Decusación piramidal -- � _______ ____ Haz piramidal
--:_--=. �=l-.::..:__
Haz piramidal directo

Parálisis Fig. 5-12. Hemiplejías cap­


VI y VII sular y alternas: 1, capsu­
lar; 2, peduncular; 3, protu­
berancia!.

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152 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Sustancia gris periacueductal Tubérculo cuadrigémino anterior

1...;.,.:-.....-------,---�------ Acueducto de Silvia


--\-+------ Haz espinotalámico

Fig. 5-13. Asiento de la lesión que determina el síndrome de Weber. En líneas grises está representado el asiento de la lesión
(hemorragia, en la descripción original de Weber) que afecta al haz motor en el pie peduncular y a la raíz del motor ocular común.

La hemiplejía alterna se compone, pues, de una pedúnculo cerebeloso superior) y al lemnisco medial,
hemiplejía en el lado opuesto a la lesión debido a que se produce parálisis del 111 nervio homolateral, movi­
ésta afecta al haz piramidal cuando aún no se ha cru­ mientos involuntarios (hemitemblor, hemicoreoatetosis)
zado y de una parálisis craneana del mismo lado de­ y eventualmente hemianestesia contralaterales a la le­
bido a que la lesión comprende al núcleo mismo de un sión {fig. 5-15). La hemiplejía puede no existir o ser de
nervio craneal o a las fibras que de él parten. grado variable según la mayor o menor extensión de la
Aparte de la sintomatología de los núcleos de los lesión hacia el pedúnculo cerebral. Se lo denomina
nervios craneanos que modelan los síndromes hemi­ también síndrome peduncular posterior {figs. 5-1 5 y
pléjicos alternos, pueden aparecer también signos sen­ 5-16). Si el área de lesión predomina en el brazo con­
sitivos y cerebelosos por la proximidad de las fibras juntiva!, se produce ataxia contralateral en lugar de mo­
sensitivas y cerebelosas al haz motor piramidal. Los vimientos involuntarios, junto a la parálisis homolateral
signos sensitivos son del lado opuesto a la lesión (sal­ del 111 {síndrome de Claude).
vo en casos de compromiso bulbar, en donde son al­
ternos si además toma la raíz descendente del trigé­
mino) y los cerebelosos, generalmente, del mismo
lado de la lesión.
Las hemiplejías alternas comprenden:
- Hemiplejías pedunculares.
Síndrome de Weber (1 863). La lesión afecta al haz
piramidal (que ocupa el pie del pedúnculo cerebral y, por
dentro de ese haz. a las fibras que, dirigiéndose hacia
delante, provienen del núcleo del 111 nervio craneal situa­
do en el suelo del acueducto de Silvio {fig. 5-13). Se pro­
duce parálisis del motor ocular común del mismo lado
de la lesión y hemiplejía completa del lado opuesto. La
hemiplejía incluye el sector facial inferior, porque el nú­
cleo del facial se halla en la protuberancia por debajo
de la lesión. Si ésta no afecta a las fibras autonómicas
parasimpáticas provenientes del núcleo de Edinger­
Westphal, se preservará la motilidad intrínseca pupilar.
Como la lesión que produce este síndrome está situa­
da en el pie del pedúnculo se denomina también sín­
drome peduncular anterior (figs. 5-13 y 5-14).
Síndrome de Benedikt (1 889). Si la lesión compro­ Fig. 5-14. Sindrome de
mete las fibras del III nervio craneal, pero también al nú­ Weber. En líneas grises, la
cleo rojo, al brazo conjuntiva! {brachium conjunctivum o zona hemipléjica. Parálisis
del III en el lado opuesto.

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5. MOTILIDAD 153

Fibras del pedúnculo cerebe­ Tubérculo cuadrigémino anterior


loso superior

Lemnisco medio

11 111

Fíg. 5-15. Asiento de la lesión que determina el síndrome de Benedikl. En líneas grises está representado el asiento de una lesión
destructiva (tuberculoma en la descripción original de Benedikt) que afecta al núcleo rojo, a las fibras cerebelosas, a las fibras sensi­
tivas y a la raíz del motor ocular común. Cuando la lesión toma el haz longitudinal medial se produce el síndrome de Foville superior.

Fig. 5-16. Síndrome de Fig. 5-17. Síndrome de


Benedikt. En líneas grises, Foville superior. En líneas
la zona hemipléjica con grises, la zona hemipléji­
hemitemblor, y en sombrea­ ca. Parálisis de la mirada
do, hemianeslesia. Parálisis hacia el lado hemipléjico
del III en el lado opuesto. (lado opuesto a la lesión).

Síndrome de Foville ''superior" o "peduncular". - Hemiplejías protuberancia/es.


Cuando la lesión que determina el síndrome de We­ Síndrome de Millard y Gubler o síndrome protube­
ber comprende también al fascículo longitudinal me­ rancia/ inferior(1855-1856). la lesión afecta a la región
dio (o cintilla longitudinal posterior), de asociación en­ anteroinferior o ventrocaudal de la protuberancia. Cau­
tre núcleos oculares motores para la mirada sa una hemiplejía en el lado opuesto a la lesión que
conjugada, se añade a la hemiplejía y a la parálisis del respeta la cara: la afectación del haz piramidal está por
motor ocular común la parálisis de la mirada conjuga­ debajo de las fibras corticobulbares que van al núcleo
da hacia el lado opuesto a la lesión. la parálisis de la del facial. En cambio, hay parálisis facial periférica del
mirada es entonces hacia el lado de la hemiplejía, y el mismo lado de la lesión, comprometiendo sectores fa­
paciente mira hacia el lado de la lesión (fig. 5-17). ciales superior e inferior (fig. 5-18). Esto se debe a que

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154 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Cintilla longitudinal posterior Núcleo del haz solitario

VIII

Fibras piramidales
VI 1 1 VI
Fig. 5-18. Asiento de la lesión que determina el síndrome de Millard y Gubler. En líneas grises está representado el asiento de la
lesión (lesiones varias en los casos descriptos por Millard y Gubler) que afecta al haz piramidal y a las fibras del VI y VII.

la lesión protuberancia! afecta a las fibras post o infra­ riormente se agregó a la semiología más tarde, en
nucleares del nervio facial. Dada la vecindad de las fi­ particular luego de los aportes de Landry.
bras del VI nervio craneal, puede agregarse parálisis Se produce hemiplejia contralateral que respeta la
del motor ocular externo del mismo lado de la lesión. cara, parálisis facial periférica homolateral a la lesión,
En síntesis, el síndrome de Millard y Gubler se y además parálisis de la mirada lateral hacia el lado
compone de hemiplejía braquiocrural contralateral y de la lesión (e/ paciente mira entonces hacia el lado
de parálisis facial periférica homolateral a la lesión, de la hemiplejía). La lesión es similar a la que causa
con o sin parálisis homolateral del motor ocular exter­ el síndrome de Millard-Gubler, pero además afecta a
no (figs. 5-1 8 y 5-19). las fibras asociativas del fascículo longitudinal medial
Síndrome de Fovil/e "inferior" o "protuberancia/" ya entrecruzadas en la protuberancia, a la formación
(1 858). Constituye el síndrome originalmente descrip­ reticular paramediana pontina y eventualmente al nú­
to por Foville. El Foville "superior'' mencionado ante- cleo del VI (figs. 5-1 8 y 5-20).

Fig. 5-19. Slndrome de Millard


y Gubler. En líneas grises, Fig. 5-20. Síndrome de
zona hemipléjica (lado opues­ Foville. En líneas grises, zona
to a la lesión) y parálisis hemipléjica (lado opuesto a la
facial tipo periférico (mismo lesión) y parálisis facial tipo
lado de la lesión). Ocasiorial­ periférico (mismo lado de la
mente parálisis del motor lesión). Parálisis de la mirada
ocular externo (mismo lado hacia el lado de la lesión
de la lesión) (lado opuesto al hemipléjico).

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5. MOTILIDAD 155

Péndulo cerebeloso inferior

Haz espinotalámico

Haz espinocerebeloso ventral


Lemnisco medio

Haz piramidal �-- ----- Oliva bulbar

Fig. 5-21. Asiento de las lesiones que determinan las hemiplejias bulbares; 1, lesión que determina la hemiplejía bulbar anterior; 2,
lesión agregada que determina el síndrome de Avellís; 3, lesión que determina el síndrome de Babinskí-Nageotte.

Fig. 5-23. Síndrome de Babins­


ki-Nageotte. En líneas grises,
zona hemipléjica y hemianes­
Fíg. 5-22. Síndrome bulbar tésica (lado opuesto a la lesión);
anterior. En lineas grises, zona en lineas negras, hemisíndrome
hemipléjica (lado opuesto a la cerebeloso (lado de la lesión),
lesión) y parálisis de la mitad síndrome de Horner (lado de la
de la lengua (lado de la lesión). lesión).
- Hemiplejías bulbares. (parálisis de trapecio y esternocleidomastoideo homola­
Síndrome bulbar medial o anterior de Déjerine. teral), constituyéndose en este último caso un síndrome
Una lesión que afecte la parte anterior del bulbo inte­ de Jackson por la parálisis del hipogloso ya existente
rrumpe al haz piramidal antes de su decusación y a las (véase cuadro de hemiplejías alternas).
raíces del hipogloso (figs. 5-21 y 5-22). El resultado es Síndrome de Babinski-Nageotte. Este síndrome
una hemiplejía contralateral a la lesión que respeta la tiene lugar cuando se asocian a la hemiplejía de tipo
cara y una parálisis homolateral a la lesión de la mitad bulbar (del lado opuesto a la lesión) signos cerebelo­
de la lengua con hemiatrofia (parálisis del hipogloso sos y simpáticos (síndrome de Horner) del mismo la­
de tipo infranuclear) (fig. 5-22). Si la lesión se extiende do de la lesión y hemianestesia en el lado hemipléjico,
al núcleo ambiguo, se observa la hemiplejía asociada por afectar la lesión al lemnisco medial, al haz espino­
a un síndrome de Ave/lis (parálisis hemivelopalatina y talámico lateral, al cuerpo restiforme y a las fibras sim­
de cuerda vocal homolaterales) o a un síndrome de páticas, además del haz piramidal y las raíces del hi­
Schmidt si también toma el núcleo inferior del espinal pogloso (figs. 5-21 y 5-23). Otras hemiplejías bulbares,

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156 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

más raras, se describen en el cuadro 5-3, que resume bral, y de acuerdo al nervio craneal comprometido se
las hemiplejías alternas. razonará: es un síndrome del pie del pedúnculo si el
En síntesis, las lesiones de la parte anterior del afectado es el III nervio, de la protuberancia si lo es­
tronco cerebral, a la que se denomina pie, se carac­ tán el VI y VII , y del bulbo si los afectados son los X, XI
terizan por producir hemiplejlas alternas. La lesión pi­ o XII. No hay síndrome del tegmento (parte media del
ramidal determina la parálisis del lado opuesto (con­ tronco cerebral) sin compromiso de las vías sensitivas
tralateral} , y la lesión del nervio craneano la parálisis y cerebelosas. El compromiso de las vías sensitivas ya
de los músculos por él inervados, del mismo lado (ho­ decusadas se caracterizará por producir una hemia­
molateral). Cuando se reconoce una hemiplejía alter­ nestesia del lado opuesto. El nervio trigémino, sin
na la lesión seguramente estará en el tronco cere- embargo, se decusa en el bulbo. Por ello, una hernia-

Cuadro 5-3. Hemiplejías alternas


Signos
Tipo Asiento de la lesión Lado de la lesión Lado opuesto a la lesión
Pedunculares
· Weber Pie del pedúnculo cerebral y Parálisis del 111 Hemiplejía completa
raíz del 111

Benedikt Pie del pedúnculo cerebral y Parálisis del 111 Hemiparesia o hemiplejía
raíz del 111, núcleo rojo completa + hemianestesia +
hemitemblor
Pedúnculo cerebeloso supe-
rior (PCS)

Lemnisco medial (LM)

Claude ldem Benedikt Parálisis del 111 Hemiparesia o hemiplejia


(Predominio en PCS) completa + hemianestesia +
hemiataxia

Foville superior La de los síndromes ante­ Parálisis del 111 Hemiplejía completa + pará­
o peduncular riores + el fasciculo longitu­ lisis de la mirada conjugada
dinal medio (FLM) lateral

Protuberancia/es Región anterior de la protu­ Parálisis facial (tipo periférico) Hemiplejía que respeta la
Millard y Gubler berancia (haz piramidal y raíz Puede o no existir parálisis cara
del VII) del VI
Eventualmente núcleo del VI

Foville inferior o protube­ La del síndrome anterior + Parálisis facial (tipo periférico) Hemiplejia que respeta la
rancia! FLM Parálisis de la mirada conju- cara
gada lateral

Bulbares
Bulbar anterior o medial Parte anterior del bulbo (haz Parálisis de la mitad de la Hemiplejía que respeta la
de Déjerine piramidal + raíz del XII) lengua con hemiatrofia cara

Babinski-Nageotte Ídem + LM, espinotalámico ldem + hemisíndrome cerebe- Hemiplejía que respeta la
lateral, fibras simpáticas loso y síndrome de Horner cara + hemianestesia

Parálisis de la Guema vaGa


Avellis ldem + núcleo ambiguo hemivelopalatina Hemiplejía que respeta la cara

lden,+pmálisis delaapecio y
Schmidt ldem al anterior + núcleo inferior esternocleidomastoideo Hemiplejía que respeta la cara
del espinal

Jackson ldem al anlerior + núcleo del trofia lingual Hemij)lejla que respela la cara
hipogloso

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5. MOTILIOAO 157

nestesia alterna es un síndrome bulbar. Una hemia­ Fig. 5-24. Síndrome de


nestesia directa, por el contrario, exigirá una lesión Brown-Séquard. La lesión,
de las vías sensitivas de la protuberancia hacia arri­ señalada por un cuadriláte­
ba. Las lesiones cerebelosas, por último, suelen pro­ ro cuadriculado, afecta la
vocar manifestaciones del mismo lado de la lesión mitad derecha de la médula
dorsal, seccionando el haz
(ataxia homolateral). motor (linea negra), los ha­
• Hemiplejías espinales. Sólo puede existir con ces sensitivos (linea gris) y
una lesión· que asiente por encima del engrosamien­ algunas raíces (lineas obli­
to cervical de la médula. En este caso la hemiplejía cuas negras). En lineas ho­
espinal es directa y respeta la cara. Se acompaña de rizontales gris claro, paráli­
trastornos de la sensibilidad en el lado opuesto, cons­ sis y anestesia profunda
{lado de la lesión); en lineas
tituyendo el síndrome de Brown-Séquard. horizontales negras, anes­
Síndrome de Brown-Séquard. Este síndrome co­ tesia termoalgésica {lado .
rresponde al cuadro que se observa, experimental­ opuesto a la lesión) y faja
mente, cuando se hace una sección transversa de una de anestesia asimismo ter­
mitad de la médula. En la clínica el cuadro es raro, moalgésica por encima de
puesto que es difícil que cualquiera de las causas del la parálisis, del lado de la
síndrome (traumatismos, heridas de arma blanca, lesión; en punteado, fajas
de hiperestesia por irrita­
compresiones o localizaciones de procesos degene­ ción de las raíces del mis­
rativos) se ubique exactamente en una mitad de la mo lado, próximas a la le­
médula. Una causa frecuente en la actualidad es la sión, y por irritación de
enfermedad desmielinizante (esclerosis múltiple). fibras sensitivas proceden­
El síndrome se traduce por parálisis o paresia (ge­ tes del lado opuesto.
neralmente es sólo el miembro inferior el afectado),
con signos de piramidalismo (espasticidad, hiperre­
flexia profunda, clonus, Babinski y sucedáneos), con­
servación de la sensibilidad superficial y trastornos génita de decusación del haz piramidal. Por lo co­
de la profunda (abatiestesia y apalestesia), todo ello mún, la hemiplejía es aparentemente homónima, es
homolateral a la lesión. En el lado opuesto a la lesión decir, se trata de lesiones como un tumor o un trau­
la motilidad y sensibilidad profunda están conserva­ matismo que por contragolpe lesionan la corteza ce­
das; en cambio, la sensibilidad superficial (sobre todo rebral motora del lado opuesto. La hemiplejía es co­
la termoalgésica) está alterada en grado variable que mo siempre contralateral al lado lesionado, pero
va desde la simple disminución global hasta la aboli­ aparentemente homónima con respecto al lado en
ción completa. En el lugar correspondiente al límite que asienta el tumor o al lado del cráneo que sufrió
de la lesión puede observarse, del mismo lado, una el traumatismo, como un paciente que recibe un trau­
pequeña franja de hiperestesia; sobre ésta una ban­ matismo temporoparietal derecho y tiene una hemi­
da con disminución o abolición de la sensibilidad to­ plejía del mismo lado.
tal y por encima, otra franja de hiperestesia. Esta úl­ Con el nombre de hemiplejía cruciata se conoce
tima también se halla en el límite superior del lado un síndrome caracterizado por monoplejía braquial
opuesto (fig. 5-24). homolateral a la lesión con monoplejía crural opues­
Diagnóstico del lado en que asienta la lesión ta, en ausencia de parálisis facial. Aunque infrecuen­
que produce la hemiplejía. Es fácil teniendo en te, esta distribución cruzada obedece al hecho de
cuenta la regla siguiente: toda hemiplejía cuya causa que las fibras motoras destinadas al brazo se decu­
se encuentre por encima del entrecruzamieñto bulbar san en las pirámides bulbares antes que las destina­
del haz piramidal significa que la lesión asienta del la­ das a la pierna, pero, para · hacer este diagnóstico,
do opuesto al hemipléjico. Es el caso de las hemiple­ siempre deben descartarse previamente lesiones he­
jías cerebrales y alternas que se han estudiado. Por misféricas bilaterales asimétricas que produzcan una
debajo del entrecruzamiento la lesión asienta del mis­ monoplejía doble, que en este caso podrá asociarse
mo lado; es el caso de la hemiplejía espinal. a otras manifestaciones focales.
Existen, sin embargo, excepciones a esta regla: la Causas de hemiplejía. Las hemiplejías pueden
hemiplejía homónima. Con este nombre se designa a ser orgánicas o funcionales.
una hemiplejía que obedece a lesiones cerebrales Hemiplejías orgánicas o estructurales. La hemiple­
del mismo lado. Es de observación excepcional, pues jía orgánica es el resultado de la pérdida de la función
para que se produzca es necesaria la ausencia con- de la vía motriz voluntaria por lesión de las células pi-

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158 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

ramidales del área motora de la corteza cerebral o de puede producirse una isquemia con infarto secundario
sus prolongaciones cilindroaxiles, que, constituyendo que causa un déficit motor.
la vía piramidal, recorren , sucesivamente, la cápsula El vasoespasmo se asocia a hemorragia subarac­
interna, el pedúnculo cerebral, la protuberancia y el noidea por ruptura de aneurisma o a crisis migrañosa
bulbo, donde se decusan en su mayoría, y la médula, (migraña hemiparética).
donde se decusan las restantes. En virtud de este en­ Las mismas lesiones vasculares, afectando los va­
trecruzamiento, cada hemisferio cerebral controla la sos pedunculares, protuberanciales o bulbares, son
motilidad de la mitad opuesta del cuerpo. Las lesiones los agentes etiológicos más comunes de las hemiple­
de la vía piramidal pueden producirse por múltiples jías alternas.
causas, de las que se mencionan las más frecuentes. Véase para más detalles el capítulo de Síndromes
Traumatismos. Pueden actuar directamente, co­ vasculares.
mo por ejemplo una fractura con hundimiento de crá­ Masas ocupantes y compresiones. Tumores benig­
neo o una herida penetrante de bala que lesiona o nos (meningiomas) o malignos, estos últimos primiti­
comprime áreas cerebrales motoras, o indirectamen­ vos (gliomas) o metastáticos; hematomas traumáticos
te, por medio de una hemorragia causada por el extradural o subdural.
traumatismo (hemorragia de la arteria meníngea me­ Infecciones e inflamaciones. Múltiples infecciones
dia, hematoma subdural, contusiones hemorrági­ pueden causar hemiplejías, sobre todo si originan le­
cas). Los traumatismos afectan la corteza, lesionan­ siones focales. Bacterianas (TBC, abscesos), micóti­
do las células piramidales y áreas subcorticales. cas (criptococosis), virales (SIDA), parasitarias (hidati­
Rara vez son motivo de hemiplejías capsulares o al­ dosis).
ternas. Enfermedades desmielinizantes o de sustancia
Lesiones vasculares. Hemorragia por ruptura de blanca. Esclerosis múltiple, leucoencefalopatías, leuco­
una arteria encefálica; infarto por trombosis, embolia distrofias.
o vasculitis; vasoespasmo. Enfermedades degenerativas. Atrofias cerebrales
La causa vascular más frecuente de hemiplejía es focales.
la isquemia e infarto cerebrales (80% de los casos), Epilepsia. Luego de una crisis convulsiva, en parti­
ya sea a consecuencia de trombosis, embolia o vas­ cular si las convulsiones son unilaterales (crisis par­
culitis. El infarto compromete frecuentemente a la ciales o focales), suele haber un período durante el
cápsula o a los ganglios de la base y la hemiplejía que cual el paciente sufre un déficit motor central en el
se produce es de tipo capsular. La arteriosclerosis es sector en el que han predominado las convulsiones,
la causa más frecuente de infarto. Este se produce que recupera lentamente en horas o días (parálisis de
por un mecanismo de ateroembolia a punto de partida Todd). Siempre se debe aclarar, no obstante, si la he­
de placas ateroscleróticas ulceradas arteriales, que se miplejía sigue al acceso epiléptico motor o si, por el
producen con más frecuencia en el territorio carotí­ contrario, se trata de una afección que origina una he­
deo. Las causas de embolia más frecuentes son: fibri­ miplejía y además crisis epilépticas asociadas (lesio­
lación auricular, estenosis mitral (todavla frecuente en nes vasculares, tumores, angiomas arteriovenosos,
la Argentina), infarto de miocardio (en particular el an­ lesiones traumáticas secuelares, abscesos, etc.). En
terior con acinesia ventricular), miocardiopalía dilata­ este caso el déficit no recuperará o lo hará sólo par­
da, trombos cardíacos endocavitarios, endocarditis cialmente.
bacteriana. Causas congénitas. Existe un grupo de hemiple­
La hemorragia intracerebral (20%) es de causa jías que son congénitas o se producen en los prime­
hipertensiva en la mayoría de los casos, y se produ­ ros años de la vida, a consecuencia de lesiones ce­
ce en las ramas perforantes lenticulares, lenticu­ rebrales motivadas por diversos trastornos que se
loestriadas y talámicas de la arteria silviana. La he­ producen durante la vida intrauterina o en los prime­
miplejía es generalmente de tipo capsular. Otras ros meses del nacimiento. Por esta razón ·se las de­
causas de hemorragia intracerebral son las malfor­ nomina hemiplejías cerebrales infantiles (parálisis
maciones arteriovenosas, y la angiopalía amiloide cerebral). Tienen las mismas características clínicas
en los ancianos. que las hemiplejías cerebrales del adulto, con la di­
La hemorragia subaracnoidea es la extravasación ferencia de que se agrega una detención del desa­
de sangre al espacio subaracnoideo, generalmente rrollo en los huesos del lado paralizado, lo que origi­
por ruptura aneurismática. Como la sangre no se vier­ na una asimetría muscular y ósea acentuadas. Se
te al parénquima encefálico, suele no haber hemiple­ añaden también déficit intelectual, crisis convulsivas y
jía sino en todo caso déficit motor leve, por compre­ a veces movimientos anormales, como hemicorea
sión, contigüidad o vasoespasmo. Pero en este caso y hemiatetosis.

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5. MOTILIDAD 159

Neurodermatosis. Enfermedades de von Reckling­ Signo de la elevación del miembro inferior paralizado
hausen, Bourneville (esclerosis tuberosa) y otras. (Babinski). Al paciente en decúbito dorsal se le solicita
Ya fueron mencionadas las causas más probables que se siente con los brazos cruzados sobre su tórax. Al
de hemiplejía espinal y síndrome de Brown-Séquard. intentarlo, en la hemiplejía orgánica los miembros infe­
Hemiplejías funcionales. En las hemiplejías fun­ riores se levantarán, elevándose más alto el paralizado
cionales no existe lesión identificable en la vía moto­ que el sano, lo que no se observa en la hemiplejía fun­
ra. Son falsas hemiplejías. Su tipo esencial lo consti­ cional (véase en Reflejos, la sección Sincinesias).
tuye la hemiplejía histérica o pitiática (Babinski), Por otra parte, la ausencia de lesiones podrá com­
debida al fenómeno psiquiátrico llamado de conver­ probarse en imágenes y estudios electrofisiológicos
sión (expresión somática de trastornos psíquicos). La que establecerán la indemnidad de la vía motora.
hemiplejía puede también simularse para obtener be­ Reglas útiles respecto del significado de una
neficios secundarios (compensaciones económicas), hemiplejía. Ciertas causas de hemiplejía son más fre­
pero ésta no es realmente una hemiplejía por cuanto cuentes a determinadas edades:
comporta una clara actitud voluntaria de engañar al En los niños. Hemiplejía cerebral congénita o de los
explorador. Sin embargo, es importante descartarla y primeros meses de la vida (parálisis cerebral). Si hay
diferenciarla de la histeria, que es una enfermedad fiebre: encefalitis. También enfermedad de moyamoya,
psiquiátrica. caracterizada por múltiples oclusiones de las grandes
Diferenciación semiológica entre hemiplejía orgáni­ arterias intracraneales de la base rodeadas de circula­
ca y funcional. Un trauma emocional puede preceder ción colateral difuminada (el fenómeno moyamoya).
su instalación: muerte o abandono de ser querido, En los adultos jóvenes y menores de 45 años. Trau­
quiebra económica, pérdida de empleo. Aveces, suce­ matismos, hematomas traumáticos, aneurismas, hemo­
de a una cirugía o accidente, y el paciente atribuye su rragia cerebral por ruptura de malformación vascular,
"déficit" a esos eventos, sin que éstos tengan una rela- infarto cerebral de causa no aterosclerótica (crisis mi­
ción razonable. grañosa, estenosis mitral, embolia paradójica por fora­
Suele ser "fláccida", y a veces "espástica", pero no men oval permeable, arteriopatías no ateroscleróticas
pasa de una forma a otra, como sucede en las hemi­ como fibrodisplasia carotídea o disecciones arteriales,
plejías orgánicas. Falta la parálisis de la cara. La mar­ enfermedades del arco aórtico, endocarditis bacteriana,
cha, en lugar de ser en semicírculo o de segador, se síndromes protrombóticos, anovulatorios), tumores,
hace arrastrando el pie "paralizado" sobre el suelo, meningoencefalitis, granulomas y abscesos, SIDA, vas­
cual cuerpo inerte. Se hallan ausentes los signos de pi­ culitis, enfermedades desmielinizantes.
ramidalismo: faltan el signo de Babinski y sus sucedá­ En los adultos de más de 45 años. Infarto cerebral
neos, los reflejos profundos y cutáneos están norma­ por arteriopatía aterosclerótica, hipertensión arterial,
les, no hay clonus, no hay sincinesias. Además, embolia (fibrilación auricular, infarto de miocardio,
existen una serie de "pequeños signos" indicadores de trombos endocavitarios, miocardiopatía dilatada), he­
hemiplejía orgánica que no se ven en 'las funcionales: morragia cerebral hipertensiva, enfermedades desmie­
Signo del cutáneo del cuello (Babinski). En la hemi­ linizantes, tumores.
plejía orgánica, pidiendo al enfermo que abra fuerte­ Pueden presentarse hemiparesias o hemiplejías
mente la boca dirigiendo las comisuras labiales hacia transitorias debidas a ateroembolia arterial a punto de
abajo, se observa el relieve de la contracción del mús­ partida de placas ateroscleróticas ulceradas en las ar­
culo cutáneo del cuello sólo del lado sano. En la hemi­ terias intra o extracraneanas, y más raramente a hipo­
plejía funcional ambos cutáneos se contraen por igual. tensión asociada a estenosis hemodinámicamente sig­
Signo de la flexión exagerada del antebrazo sobre el nificativas de arterias carótidas o vertebrales. Estos
brazo (Babinskij. En la hemiplejía orgánica fláccida, la episodios se denominan ataques isquémicos transito­
flexión pasiva del antebrazo sobre el brazo es mayor en rios y muchos preanuncian un déficit neurológico defini­
el lado paralizado que en el lado sano, o sea que la ex­ tivo (véase cap. 1 6).
cursión del antebrazo es mayor que lo normal.
Signo de la pronación automática (Babinskij. Se so­ Paraplejías
licita al paciente que extienda sus brazos colocando
sus manos en supinación: si se trata de una hemiple­ Paraplejía significa parálisis de dos mitades simé­
jía orgánica, la mano del lado paralizado se pronará tricas del cuerpo. Sin embargo, el término se refiere
gradualmente mientras la del lado sano permanece en en la práctica a la parálisis de los miembros inferiores.
supinación. Es índice de hipertonía piramidal en los Para que haya paraplejía se requiere una lesión bi­
músculos pronadores, importante de detectar cuando lateral de la vía motora, que puede ser afectada a ni­
no hay hipertonía franca en los músculos restantes. vel de la neurona central o de la periférica. Según se

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160 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

trate de la lesión bilateral de una u otra neurona, la pa­ espásticas son todas de origen medular y sus princi­
raplejía revestirá los caracteres clinicos que corres­ pales causas son:
ponden a la lesión de la neurona central o de la peri­ - Compresión medular progresiva. Por mal de Poi!
férica. Si la afectada es la neurona central, se produce (TBC vertebral), espondilitis, hernia de disco, tumores
una paraplejía espástica con signos de piramidalismo vertebrales primitivos o metastásicos (pulmón, mama,
y si es la periférica, paraplejía fláccida. próstata), disglobulinemias, mieloma; tumores menín­
geos, aracnoiditis espinal crónica, neurinomas; tumo­
Paraplejías espásticas res medulares; tumores de compresión extrínseca
(!infamas). Como la compresión medular por estos
Las lesiones bilaterales de la vía motora piramidal distintós factores se ejerce a la altura de un determi­
originan paraplejías espásticas, con espasticidad o hi­ nado segmento medular, hay que establecer siempre
pertonía evidente. El grado de la parálisis es variable, cuál es el segmento lesionado, vale decir, hacer el
yendo desde la paresia leve a la parálisis más acen­ diagnóstico de localización (véase Diagnóstico de lo­
tuada. Por lo general, hay más espasticidad que pará­ calización medular).
lisis. La iniciación puede ser gradual. Cuando la insta­ - Traumatismos. Ya lesionando directa o indirecta­
lación es brusca (por ej. por hemorragia medular) el mente la médula, por intermedio de una luxación o
déficit suele pasar previamente por una fase de para­ fractura vertebral o de una hemorragia intrarraquídea;
plejía fláccida. en estos casos; suele haber un período de paraplejía
El enfermo con paraplejía espástica acentuada tie­ fláccida previo al de paraplejía espástica, con ciertos
ne por lo general los miembros inferiores en exten­ caracteres particulares que dependen de la altura de
sión, los muslos y rodillas juntos y apretados, los pies la lesión medular.
en equinismo, las masas musculares duras oponien­ - Esclerosis múltiple: la causa de la paraplejía es
c.fo resistencia a los movimientos pasivos. Hay pirami­ una desmielinización transversal de la médula deno­
dalismo bilateral: hiperreflexia profunda, clonus y Ba­ minada mielopatía o mielitis transversa. Puede combi­
binski. Los reflejos cutáneos abdominales tienen un narse con neuropalía o neuritis óptica. Esta neuromie­
comportamiento variable, según la causa que determi­ litis,óptica recibe el nombre de enfermedad o síndrome
na la paraplejía. Por ejemplo, faltan casi siempre tem­ de Devic.
pranamente en la esclerosis múltiple y pueden faltar, - Siringomie/ia.
el inferior, medio ylo superior, en los casos de compre­ " Lesiones vasculares. Infartos o hemorragias me­
sión medular, según la altura de la misma (véase Alte­ dulares.
raciones de los reflejos). Los reflejos de automatismo - Paraplejías espásticas familiares.
medular están habitualmente presentes. Los trastor­ - Enfermedad o "esclerosis" funicular (degenera-
nos sensitivos son variables según la etiología. Exis­ ción combinada, síndrome de Lichtheim): descripta en
ten perturbaciones esfinterianas leves o marcadas: re­ la anemia megaloblástica, combina paraparesia y pi­
tención de orina, constipación, incontinencia. La ramidalismo con compromiso del cordón posterior me­
marcha difiere según el grado de contractura; es del dular (ataxia y pérdida de sensibilidad profunda).
tipo paretoespástico, con distintas variedades descrip­ - Mielopatía actínica: postradioterapia, puede cur­
tas en el capítulo de Marcha. sar con un síndrome de Brown-Séquard.
La paraplejía, en lugar de ser en extensión, puede - Esclerosis lateral amiotrófica y esclerosis lateral
ser en flexión, en cuyo caso las piernas se encuentran primaria. Antes de afectar los miembros superiores el
flexionadas sobre el muslo, en lugar de extendidas déficit predomina y se desarrolla en los inferiores.
(Babinski) y es de observación rara.
Causas de las paraplejías espásticas. Salvo Paraplejías fláccidas
ciertos casos de paraplejías encefálicas, tales como
las debidas a una lesión o compresión bilateral de los Las paraplejías fláccidas resultan de una lesión bilate­
lóbulos paracentrales, donde están las áreas de ori­ ral de la neurona o sector motor periférico que puede si­
ge� de las fibras destinadas a los miembros inferiores, tuarse en la médula, las raíces anteriores o los nervios
de infrecuente observación (por ej. por un meningio­ periféricos. Por ello las paraplejías fláccidas se dividen en
ma de 1� hoz, en la linea media), ciertas paraplejías de medulares y neuropáticas.
los ancianos por estado !acunar (paraplejía de Lher­
�i ��) o la paraplejía e.fe los niños que padecen de pa­ Paraplejía fláccida medular
rahs1s cerebral o enfermedad de Little (producida por
detención del desarrollo de la vía piramidal, consecu­ La lesión habitualmente asienta en las astas ante­
tiva a lesiones cerebrales congénitas), las paraplejías riores y cordones anteriores y laterales medulares.

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5. MOTILIDAD 161

Se caracteriza por la instalación de una parálisis El territorio inferior o dorsolumbosacro está ricamente
severa de los miembros inferiores, con hipotonía vascularizado y es abastecido por las ramas radiculomedu­
acentuada, compromiso esfinteriano, arreflexia pro­ lares de las arterias intercostales y lumbares. El aporte ar­
funda, fenómenos tróficos de aparición precoz (atrofia terial más importante para la médula anterior es la arteria
muscular considerable de los músculos paralizados radicular anterior de Adamkiewicz (arteria del ensancha­
con reacción de denervación, lesiones cutáneas) y al­ miento lumbar), que penetra con mayor frecuencia (3 a 1 )
teraciones vasomotoras. Se agrega anestesia, en par­ desde e l lado izquierdo con las raíces 09, 010, 0 11 , 012, L1
ticular analgesia y atermoestesia. o L2• Se agregan al sistema numerosas arterias radiculares
posteriores.
Vascufarización medular. La médula está irrigada por Arterias intraespinales. Las ramas de las arterias espi­
arterias extraespinales o extramedulares y arterias intraes­ nales anterior y posterior forman un circuito perimedular, cu­
pinales o intramedulares. yas ramas irrigan las sustancias gris (mejor vascularizada)
Arterias extraespinales. Constituidas por arterias radicula­ y blanca. Las arterias sulcocomisurales, ramas de la espi­
res, radiculopiales y radiculomedulares. Las últimas sólo se nal anterior, penetran por el surco medular anterior e irrigan
presentan a determinados niveles segmentarlos. Unas 6 a 10 la sustancia gris, exceptuando las astas y cordones poste­
se unen a la arteria espinal anterior y 1 O a 23 a las arterias es­ riores. Estos son irrigados por las espinales posteriores y
pinales posteriores. Estas arterias espinales irrigan la médula. las ramas perforantes piales.
La arteria espinal anterior resulta de la anastomosis de Síndromes vasculares medulares. Síndrome de fa ar­
dos pequeñas ramas originadas en cada arteria vertebral. teria espinal anterior. Esta arteria irriga los cordones ante­
Se extiende desde la altura del núcleo olivar en el bulbo riores, astas anteriores, porción anteromedial de los cordo­
hasta la punta del cono medular, descendiendo por la línea nes laterales, región periependimaria y base o pie de las
media de la cara anterior de la médula, e irriga sus dos ter­ astas posteriores de la médula. Su isquemia se caracteriza
cios anteriores (cordones anteriores y laterales). por:
Las arterias espinales posteriores son dos y se originan comienzo abrupto o lentamente progresivo;
en la porción intracraneal de cada arteria vertebral, o bien dolor cervical posterior, "en cintura" o de tipo radicular;
en las arterias cerebelosas posteroinferiores. Descienden cuadriplejía fláccida, arrefléxica, predominante en
paralelamente a lo largo de toda la cara dorsal de la médu­ miembros inferiores, por debajo del nivel de la lesión,
la, una de cada lado de la línea media, reciben además 1 O por compromiso de haces corticoespinales en el cor­
a 20 arterias radiculares posteriores, e irrigan el tercio pos­ dón lateral;
terior medular (cordón posterior). analgesia, aterrnoestesia y eventualmente disestesias
En el cono medular a las arterias espinales se les une el por debajo del nivel de la lesión, por compromiso de
asa anastomosante del cono. Ramas anastomosantes radicu­ haces espinotalámicos en cordones anterior y lateral;
lares provenientes de la aorta se les unen a distintos niveles. incontinencia esfinteriana, por pérdida del control su­
Los territorios de irrigación medular son los siguientes: pranuclear;
El territorio superior o ce,vicotorácico, que abarca la mé­ sensibilidades táctil epicrítica y profunda conserva­
dula cervical y los dos primeros segmentos medulares torá­ das, por preservación de los cordones posteriores,
cicos o dorsales (O 1 -DJ Los primeros cuatro segmentos irrigados por las arterias espinales posteriores.
cervicales (CrC4) son abastecidos por la arteria espinal an­ Isquemia de territorios limítrofes. Son las dos áreas de
terior y casi no tienen aporte de arterias radiculomedulares. frontera que se encuentran, en sentido cefalocaudal, entre
Los cuatro segmentos cervicales restantes (C5-C8) y los pri­ los tres territorios vasculares medulares superior, medio e
meros dos segmentos medulares dorsales (01 -02) son inferior: 01 a 04 y 012 a L2, y, en sentido transversal, entre
abastecidos por dos a cuatro arterias radiculares grandes los territorios espinal anterior y posterior: sustancia blanca
originadas en las arterias vertebrales y cervicales ascenden­ paracentral de cordones anteriores y laterales. Sus mani­
tes y profundas. De estas arterias radiculares la más impor­ festaciones dependen del nivel medular afectado, con gra­
tante es la arteria del ensanchamiento ceMcal, que penetra dos variables de compromiso motor o sensitivo. Se ha men­
la médula junto a las raíces C7 y C8. Hay varias arterias ra­ cionado su mayor frecuencia alrededor del nivel 04, entre
diculomedulares que predominan en el ensanchamiento cer­ los territorios anterior y posterior.
vical y se unen a las arterias espinales posteriores. Síndrome de las arterias espinales posteriores. Es raro.
El territorio intermedio o mediotorácico (03-08), poco Se produce:
vascularizado, es abastecido por ramas de arterias inter­ anestesia profunda por debajo de la lesión, por com­
costales. Recibe una única arteria radiculomedular, que pe­ promiso cordonal posterior;
netra la médula con las raíces C6 , C7 o C8. Hay dos o tres arreflexia osteotendinosa y cutánea por debajo del
arterias segmentarías que se unen a las arterias espinales nivel de la lesión, por compromiso de aferencia radi­
posteriores. culomedular;

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162 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

anestesia global segmentaría en el nivel de la lesión, (mielopatía cervical isquémica por compresión progre­
por compromiso aferencial radiculomedular segmen­ siva de la circulación espinal anterior), traumatismos
tario; vertebrales, cirugías torácicas o vertebrales, embo­
- termoalgesia preservada por debajo del nivel de la le­ lias, síndromes protrombóticos, vasculitis granuloma­
sión (preservación cordonal anterior y lateral); tosa, arteritis sifilítica, enfermedad de Caisson (mielo­
motilidad voluntaria preservada (preservación cordo­ patía hipóxico-isquémica en buceadores, vinculada a
nal anterior y lateral). embolia gaseosa de nitrógeno por descompresión),
Isquemia transitoria medular. Equivale al accidente is­ mielopatía necrotizante subaguda de Foix y Alajouani­
quémico transitorio cerebral, resultando de hipoflujo transi­ ne ·(angiodisgenesia con compromiso venoso). Con
torio en la circulación medular. La manifestación típica es la frecuencia la causa de isquemia medular permanece
paraparesia transitoria: calda por súbito déficit motor en indeterminada.
miembros inferiores (giving way of the legs en inglés, déro­ Causas de hemorragia medular: ruptura de malfor­
bement des jambes en francés), sin dolor, que se recupera maciones vasculares (la más frecuente), traumatis­
rápidamente en minutos. Se la ha llamado también claudi­ mos, hemorragia tumoral, leucosis, discrasias sanguí­
cación intermitente medular (Déjerine), por su similitud neas, anlicoagulación (raro).
eventual con la claudicación intermitente por enfermedad De las neuropáticas. Procesos traumáticos o com­
vascular isquémica periférica, en la que no hay caida sino presivos de las rafees anteriores, en su trayecto intra­
dolor con el esfuerzo de la marcha que cede cuando el pa­ rraquídeo, como fractura vertebral con compresión de
ciente se detiene, y se repite al reanudarse la marcha. raíces L1 a L5 o de cola de caballo (raíces L2 a S5); ra­
diculitis; polirradiculoneuropatías, en especial el sín­
Paraplejía fláccida neuropática drome de Guillain-Barré.

La lesión está en las raíces anteriores medulares o Paraplejías intermitentes


en los nervios periféricos (paraplejías de tipo radicular
o periférico; véase localizaciones motoras medulares Ciertas paraplejías son transitorias (minutos u ho­
para su diagnóstico diferencial). ras) y recidivantes. Son ejemplos:
Puede iniciarse con pródromos constituidos por pa­ - Paraplejías periódicas hipo (Westphal) o hiperka­
restesias y dolores. En algunas ocasiones la iniciación lémica (adinamia episódica hereditaria o enfermedad
es brusca. Cuando el compromiso neuromuscular es de Gamstorp). Son paraplejías fláccidas de instala­
desigual la paraplejía puede no ser completa. Suele ción brusca, que pueden durar algunas horas, en un
ser mayor en los músculos extensores. Se acompaña paciente joven que recupera luego la motilidad cuan­
de atrofia rápida con reacción de denervación, y otros do se corrige el trastorno del potasio. Cuando hay hi­
trastornos tróficos como vesículas, ampollas o cam­ pokalemia, su valor puede descender hasta 2 mEq/1;
bios vasomotores. La compresión de nervios y masas en la hiperkalemia pueden aparecer parálisis breves,
musculares puede ser dolorosa. Los reflejos profun­ de menos de una hora, pudiendo presentarse hasta
dos están abolidos, el reflejo cutáneo plantar es flexor varias veces por día (adinamia episódica). Ambas en­
o está ausente. No suele haber trastornos esfinteria­ fermedades son cana/apatías genéticas, trastornos
nos. Hay hipo o anestesia superficial y profunda por­ hereditarios de los canales transportadores específi­
que al estar comprometido el nervio periférico se afec­ cos de iones de la membrana muscular. La parálisis
tan también las fibras sensitivas, pero pueden hipokalémica es un trastorno de los canales de calcio
producirse también neuropatías exclusivamente mo­ y la hiperkalémica de los de sodio (canalopatías cálci­
toras. Si la paraplejía se prolonga sobreviene retrac­ ca y sódica).
ción muscular. - Claudicación intermitente medular, ya descripta.
Causas de las paraplejías fláccidas. De las
medulares. Secciones medulares completas o tota­ Paraplejía por alteraciones graves de
les (traumatismos con fractura de la columna verte­ la sensibilidad
bral, heridas de bala); compresión medular brusca;
políomielitis anterior aguda, cuyo virus afecta espe­ Se la observa en procesos que afectan el cordón
cíficamente la motoneurona inferior; mielitis aguda posterior medular, en ausencia de lesiones piramida­
transversa. les: atrofias espinocerebelosas genéticas, esclerosis
Causas de isquemia medular: disección, trombosis funicular; antaño en la tabes. La pérdida de la motili­
y ateromatosis aórticas, cirugía de aorta abdominal dad es aquí consecuencia de la pérdida de las sensa­
(revascularización, by-pass, aneurismas), cirugía de ciones que deben llegar de la periferia y que no se ha­
coartación aórtica, artrosis y canal estrecho cervicales cen ccinscientes por estar interrumpidas las vías

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5. MOTILIDAD 163

medulares correspondientes. Es por lo tanto secunda­ de importancia para orientar correctamente los estu­
ria y no una paraplejía en sentido estricto. dios diagnósticos de imágenes (radiografías simples,
tomografía computada, resonancia magnética) y el
Paraplejías funcionales tratamiento. El diagnóstico topográfico puede además
establecer la extensión en longitud del segmento le­
Como en el caso de las hemiplejías funcionales, no sionado, delimitando sus límites superior e inferior.
hay ninguna lesión demostrable en el sistema nervio­ El segmento medular afectado de poliomielitis o ra­
so. Su tipo es la paraplejía histérica que puede ser diculopalía anterior se determina estableciendo cuá­
fláccida o espástica, pero con ciertas características les son los músculos paralizados y las raíces a las que
que permiten vincularla a su verdadera causa. La pa­ corresponden, porque la topografía motriz segmenta­
raplejía pasa, según los momentos, del tipo fláccido al ría medular coincide con la radicular (véase Localiza­
espástico, pero falla lodo signo de piramidalismo, to­ ciones motoras medulares).
do trastorno esfinleriano y trófico. Es común observar En el caso del compromiso de un tronco nervioso
una seudoanestesia superpuesta al estado paralítico. periférico (nervio radial, nervio crural, etc.) los múscu­
A veces hay una disociación semiológica no coheren­ los paralizados corresponderán a la distribución topo­
te con el supuesto déficit, que subraya su carácter gráfica de ese tronco y sus ramas.
funcional: acostado, el paciente dice "no poder'' mover Cuando se trata de una parálisis por afección pira­
sus piernas, pero sin embargo es capaz de mantener midal medular, la determinación del nivel de lesión se
la postura al ponérselo de pie. basa en los hallazgos motores, sensitivos, esfinleria­
nos y simpáticos. La causa del trastorno motor no só­
Paraplejías o diplejías braquiales lo afecta en general a la vía piramidal, sino que com­
promete también otras áreas medulares.
Se observan predominantemente en las afeccio­ En la compresión medular lenta, las vías motoras
nes bilaterales de la neurona motriz periférica, raíces son las primeras que se comprometen y el piramidalis­
o nervios (poliomielitis anterior, radiculopatías o poli­ mo puede presentarse antes que los trastornos sensi­
neuropalías), pues la lesión piramidal que provoque tivos, por lo que no hay que esperar su aparición para
una diplejía debe estar localizada en los segmentos sospechar el diagnóstico de compresión medular.
altos de la médula, abarcando entonces también a las A veces pueden conformarse algunos síndromes
fibras piramidales destinadas a los miembros inferio­ que facilitan el diagnóstico topográfico (véase Síndro­
res; el resultado es, en este caso, una cuadriplejía. mes de compresión medular).
Son por lo tanto del tipo fláccido con arreflexia. La Los estudios de imágenes (en particular la reso­
parálisis es, por lo común, incompleta, afectando sólo nancia magnética) podrán confirmar la localización de
a algunos territorios radiculares del miembro superior. la lesión (véase Estudios complementarios).
Causas posibles son la neuropalía satymínica (intoxi­
cación con Pb), la parálisis radial posinloxicación alco­ Cuadriplejías
hólica aguda (parálisis "del sábado a la noche'), que a
veces es bilateral, y la secundaria al uso intenso de Cuadriplejía es la parálisis de los cuatro miembros.
muletas, por compresión del plexo cervical en la axila. Para que tenga lugar es necesaria una lesión que in­
Existe sin embargo, una causa rara de diplejía bra­ terese a la médula espinal en su porción cervical. La
quial de origen cerebral: los casos de infarto cerebral parálisis puede ser fláccida o espástica según la cau­
bilateral en áreas motoras corticales correspondientes sa, o bien dispar: fláccida en miembros superiores y
a miembros superiores y sus adyacencias. Estos in­ espáslica en inferiores. Pueden existir trastornos res­
fartos simultáneos se deben a hipoflujo (por hipoten­ piratorios si se afectan los nervios de los músculos
sión sistémica) en esas áreas, que limitan los territo­ respiratorios.
rios de las arterias cerebrales anterior y media. La Las causas más frecuentes de cuadriplejías flácci­
hipotensión causa una isquemia simultánea en esos das son: secciones completas o totales de la médula
territorios limítrofes ("isquemia de última pradera") que (traumatismos con fractura de fa columna cervical, he­
origina entonces diplejía sin déficit motor en miembros rida de la médula por bala), síndrome de Guillain-Barré
inferiores: el así llamado hombre o síndrome del barril rápidamente ascendente (parálisis ascendente aguda
(man in /he barre/ syndrome). de Landry), infartos o hemorragias medulares altos y
bulboprotuberanciales, mielitis aguda, mielomalacia.
Diagnóstico topográfico de las lesiones medu­ Como causas frecuentes de cuadriplejías espásti­
lares que originan paraplejías. Determinar la altura cas se mencionan la compresión medular lenta (mal
o nivel medular a la que se halla situada la lesión es de Potl cervical, tumores vertebrales cervicales primi-

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164 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

tivos o metastásicos) y los traumatismos, en donde trastornos sensitivos que permiten establecer la altura
después de un período de cuadriplejía fláccida se pa­ lesiona!.
sa al de cuadriplejía espástica. Asimismo, la cuadriple­ Monoplejías radiculares. Los procesos que afec­
jía es espástica en la enfermedad de Little (parálisis tan a las raíces correspondientes a los músculos de
cerebral), la luxación crónica de la apófisis odontoi­ los miembros, pueden originar monoplejías braquiales
des, la esclerosis lateral primaria (en la amiotrófica la o crurales, completas o incompletas, según se afecten
espasticidad se neutraliza por la atrofia) y, a veces, la todas las raíces que inervan el miembro o sólo algu­
siringomielia. Los infartos bulboprotuberanciales (ven­ nas de ellas. La parálisis es fláccida, con arreflexia,
trales por lo general) presentan asimismo, según el ni­ atrofia muscular y denervación, como corresponde a
vel afectado, diplejía facial y parálisis de los pares cra­ las lesiones de la motoneurona periférica. Si la paráli­
neanos inferiores, de manera que es imposible la sis es incompleta, la distribución de la misma es de ti­
ejecución de movimiento alguno. No obstante, el pa­ po radicular, es decir, comprende a los músculos que
ciente conserva su conciencia, pero solamente puede dependen de la raíz afectada (véase Localizaciones
mover los ojos en sentido vertical y los párpados. Se medulares). Se pueden agregar también trastornos
conoce este cuadro con el nombre de síndrome de sensitivos de tipo radicular (dolores, parestesias, hipo
cautiverio (síndrome de captura, ''locked-in" syndrome o anestesia) por hallarse comprendidas simultánea­
de Plum y Posner). Se describe asimismo en ciertos mente las fibras de la raíz posterior. Cuando estos
tumores y a veces en la mielinólisis central pontina. trastornos sensitivos se hallan ausentes es muy difícil
diferenciar la monoplejía radicular de la producida por
Monoplejías compromiso de la motoneurona periférica en el asta
anterior, como en la poliomielitis.
Monoplejía es la parálisis limitada a un miembro. Para producirse una monoplejía braquial radicular
Puede ser completa o incompleta, según que se para­ total deben afectarse las raíces C5, C6, C?, C8, 0 1 .
licen todos los músculos del miembro o sólo algunos. S e asocian trastornos pupilares (síndrome de Horner),
Será braquial o crural, según se trate del miembro su­ por comprometerse las fibras iridodilatadoras simpáti­
perior o inferior. La lesión que la provoca puede afec­ c¡¡s, que abandonan la médula por las raíces C?, C8
tar a la motoneurona central o piramidal (y es el caso y 0 1 . Estas monoplejías pueden verse en los casos
de las monoplejías cerebromedulares) o a la periféri­ de desgarro por lironeamiento traumático (avulsión)
ca (monoplejías radiculares y neuríticas). Estas últi­ del plexo braquial.
mas son generalmente incompletas. Según la locali­ Si las lesiones se limitan a las raíces C5 y C6 se
zación de la lesión causal, se distinguen: produce una monoplejía braquial radicular parcial, que
Monoplejías cerebrales. Dependen de una lesión afecta a músculos deltoides, bíceps, braquial anterior,
cortical que afecta el área motora del miembro parali­ supinador largo y a veces pectoral mayor, supraespi­
zado. Se deben a causas similares a las de las hemi­ noso, infraespinoso, redondo mayor y dorsal ancho.
plejías (lesiones· vasculares, tumores, traumatismos, Es el tipo de Duchenne-Erb o superior de la parálisis
desmielinizaciones y otras), y evolucionan en forma radicular braquial.
semejante, y pueden ser fláccidas o espásticas. No es Si sólo son las raíces C?, C8, 01 las alteradas, la pa­
raro que sean precedidas de accesos de epilepsia fo­ rálisis se limita a los músculos de la mano, asociándose­
cal, a veces jacksoniana, en el miembro que quedará le el síndrome de Horner; es el tipo Déjerine-Klumpke o
paralizado. La lesión también puede ser subcortical, inferior de la parálisis radicular braquial.
interesando sólo las fibras que corresponden a un Para producirse una monoplejía crural radicular to­
miembro. tal deben afectarse todas las raíces lumbares (L1 a
Monoplejías medulares. Pueden ser fláccidas o L5) y las dos primeras rafees sacras (S1 , S2). Si la le­
espásticas, según se afecte la motoneurona periférica sión sólo abarca las cuatro primeras raíces lumbares
o la vía piramidal. En el primer caso pueden deberse se produce ur1a monoplejía crural radicular parcial, ti­
a poliomielitis anterior aguda: suelen ser incompletas, po superior (sólo está paralizado el territorio del nervio
con arreflexia, atrofia muscular y denervación. Las se­ crural). Si la lesión se limita a las dos últimas raíces
gundas son raras, se limitan a la monoplejfa crural, lumbares y a las dos primeras raíces sacras se produ­
pues si la lesión es alta se afectan miembro superior ce una monoplejía crural parcial, tipo inferior (está pa­
e inferior y se produce entonces una hemiplejía espi­ ralizado el territorio del nervio ciático).
nal. La monoplejia crural de este origen suele formar Las causas de las monoplejías radiculares son
parte del síndrome de Brown-Séquard, cuyas causas prinoipalmente dos: traumatismos (hernia de disco) y
ya han sido mencionadas. Se diferencia de las mono­ compresiones (hiperostosis, mal de Pott, tumores,
plejías corticales porque en las medulares se agregan aracnoidilis linfomatosa); también radiculilis (infeccio-

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5. MOTILIDAD 165

nes por virus neurotropos). En la hernia discal lumbar lores de acetilcolina de la membrana postsináptica.
la parálisis evoluciona en forma aguda o en horas. Se Caracterizada por la aparición de déficit motor desen­
encuentran síntomas irritativos radiculares, como sig­ cadenado por esfuerzo y que, generalmente, mejora
no de Lasegue (dolor en la flexión del miembro inferior con el reposo. Afecta principalmente a la musculatura
en extensión por elongación del nervio ciático), en ocular, facial y de la deglución. Se observa a cualquier
ocasiones invertido si el afectado es el territorio crural,
edad, pero especialmente en la tercera década, pre­
y dolor a la presión de la apófisis espinosa de la vér­ dominando en mujeres.
tebra vecina a la raíz comprimida, déficit sensitivo, li­ Se manifiesta por sensación de cansancio y debi­
mitación dolorosa de la flexoextensión o flexión lateral lidad muscular, en músculos oculomotores y de la ca­
de la columna vertebral y lumbalgia. ra, que se acentúa a medida que avanza el dia o con
Una causa frecuente de monoplejía radicular es la el ejercicio. El reposo nocturno hace disminuir los
llamada neuralgia amiotrófica o síndrome de Parso­ síntomas. Se observa ptosis palpebral, al comienzo
nage-Turner, cuyo cuadro se caracteriza por la insta­ unilateral o predominando de un lado, diplopía fluc­
lación rápida de dolor y monoplejía acompañada de tuante sin afectación pupilar, dificultad masticatoria
atrofia que compromete comúnmente las raíces C5 a por déficit de maseteros, reflujo nasal por déficit velo­
D 1 . Su causa es poco clara y suele aparecer des­ palatino, hipofonía y debilidad de la lengua, que pue­
pués de un cuadro infeccioso viral. El grado de com­ de presentar un surco lateral longitudinal bilateral
promiso es variable, pero el mismo, una vez instala­ (lengua en tridente). La ptosis es característica, y
do, suele ser definitivo. Otra causa de monoplejía suele acentuarse cuando se explora sosteniendo el
braquial radicular puede estar dada por la picadura párpado contrario (ptosis reforzada), lo que pone de
de garrapata (o picadura de insectos) en la región del manifiesto contracción frontal compensatoria, que se
hombro; en efecto, la primera manifestación de infec­ inhibe con esa maniobra. También pueden debilitarse
ción por Borrelia burgdorferi suele ser frecuentemen­ los músculos del tronco y de las extremidades, y pro­
te una paresia muy dolorosa del brazo debida a me­ ducirse insuficiencia respiratoria si hay compromiso
ningorradiculitis. La paresia presenta generalmente de músculos intercostales y diafragma. La evolución
un curso evolutivo. es fluctuante y progresiva, con episodios de agrava­
Monoplejías neurítlcas o neuropáticas. Las mo­ miento separados por mejorías parciales y transito­
noplejias producidas por alteraciones de los troncos rias. Puede asociarse a tumores del timo. La timecto­
nerviosos periféricos son excepcionales, ya que deben mía puede mejorar la enfermedad aunque no se
afectarse varios troncos al mismo tiempo. Algunas encuentre tumor.
mononeuropatías progresivas que afectan escalona­ La fatiga muscular se puede poner de manifiesto
damente a distintos troncos (mediano, luego cubital, manteniendo la mirada elevada (se produce ptosis
luego radial) pueden causar estas monoplejías. palpebral creciente), haciendo cerrar y abrir los ojos al
Monoplejías funcionales. Existen monoplejías, paciente o en el apretón de manos reiterado. El médi­
como las histéricas, que sobrevienen sin que haya le­ co advertirá la disminución paulatina y rápida de la
siones que las expliquen. Tienen características simi­ fuerza. Asimismo, se pondrá en evidencia utilizando
lares a las mencionadas para las hemiplejías y para­ un tensiómetro, debiendo el paciente inflar y desinflar
plejías funcionales. rápida y repetidamente el manguito apretando la pera
de insuflación; se notará que la columna mercurial al­
Parálisis por compromiso de la placa canza topes cada vez más bajos.
neuromuscular El diagnóstico de miastenia gravis puede efectuar­
se mediante diversos métodos:
Algunos tóxicos como el curare, la toxina botulíni­ Prueba del cloruro de edrofonio (Tensilon). Se in­
ca, ciertos insecticidas, las toxinas de algunos hon­ yecta por vía endovenosa al principio O, 1 mi (1 mg) y
gos, ciertos venenos de serpiente y de ácaros (tick pa­ se observa si aparecen efectos colaterales colinomi­
ralysis), pueden producir parálisis afectando la méticos: bradicardia, hipotensión, síncope, trastornos
transmisión neuromuscular a nivel de la placa. gastrointestinales, sudoración, salivación. De no pro­
El mecanismo de acción es diverso. La toxina bo­ ducirse al cabo de un minuto, se inyecta 0,3 mi (3 mg)
tulínica actúa por bloqueo de la síntesis de acetilcoli­ más, se espera otro minuto y luego los restantes 0,7
na, el curare impide la acción despolarizante de esta mi (7 mg). Habiéndose controlado la fuerza muscular
última. previamente, su aumento o normalización posterior a
La miastenia gravis es una enfermedad autoinmu­ la inyección, en especial en párpados, son fuertemen­
ne producida por anticuerpos específicos que blo­ te sugestivos de miastenia. Hay pacientes que mues­
quean la placa neuromuscular, ligándose a los recep- tran los cambios esperados antes de que se administre

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166 SEMIOLOGfA DEL SISTEMA NERVIOSO

la dosis total, por eso se aconseja hacerlo escalona­ Pérdida episódica de la función motora
damente. Esta prueba no es siempre concluyente y
puede ser falsamente negativa en caso de miastenia Muchas veces puede ocurrir pérdida episódica de
ocular pura. la función motora que afecta una o más extremidades
E/ectromiograma con estimulación repetitiva. Pro­ de manera intensa, con regreso relativamente rápido
voca una caída gradual de la amplitud del potencial en a la normalidad. Debido a la corta duración del acce­
el 50% de los casos. Suele ser negativo en formas so, los enfermos suelen estar asintomáticos al ser
oculares puras. examinados.
E/ectromiograma de fibra única. Se efectúa con Un ejemplo está constituido por el denominado ata­
una aguja muy fina registrando los potenciales que que de caída ("drop attack'J. Los pacientes, general­
emanan de sólo unas pocas fibras musculares perte­ mente añosos, refieren caer al suelo cuando están de
necientes a una misma unidad motora, durante una pie o caminando, sin perder el conocimiento, y se nor-
contracción voluntaria mínima. Se registra el intervalo . malizan inmediatamente después del episodio. Sus
entre dos de estas fibras, llamado ji/ter, que normal­ causas: isquemia transitoria medular, troncal (ataque
mente es de 1 0-50 microsegundos. Este se prolonga isquémico transitorio vertebrobasilar), cataplejía que
en la miastenia por el bloqueo neuromuscular. Estas acompaña al síndrome de narcolepsia (véase Altera­
alteraciones pueden observarse también, sin embar­ ciones del sueño), brusco aumento de la presión intra­
go, en otras enfermedades neuromusculares. craneal por tumores cerebrales o hidrocefalia, síndro­
Dosaje de anticuerpos antirreceptores de acetilco­ me de Méniére. El paciente suele relatar que siente
/ina (AChRA). Confirma el diagnóstico en el 80% de como un empujón que lo tira al suelo. El pequeño mal
los casos, pero puede ser negativo en las formas ocu­ akinético da lugar a ataques de caída y es común du­
lares puras. rante la infancia, pero menos frecuente en adultos
Las drogas anticolinesterásicas (neostigmina) cau­ (véase Epilepsia y pequeño mal). A veces no se en­
san mejoría y refuerzan el diagnóstico. cuentra causa alguna (ataques criptogenéticos).

Motilidad: sinopsis

Motilidad
• Cinética (desplazamiento):
• Voluntaria
• Involuntaria:
Movimientos reflejos
Movimientos automáticos:
• Asociados
Aprendidos
• Estática (fijación)
• Aparato ejecutor:
motoneurona periférica + músculo
su daño siempre causa déficit
(unidad de ejecución)
• Aparato incitador:
motilidad voluntaria: sistema piramidal
motilidad involuntaria: sistema extrapiramidal
su daño causa déficit y exacerbación
(multiplicidad de incitación)

Niveles de integración motora


• Nivel medular: motilidad refleja
• Nivel troncal: motilidad estática (tono postura!)
• Nivel cerebral
Cortical (piramidal): motilidad voluntaria
Subcortical (extrapiramidal, ganglios basales):
motilidad involuntaria (asociada y automática)
• Nivel cerebeloso: taxia

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5. MOTILIDAD 167

Vía piramidal
• Dispersión cortical {distribución somatotópica, homúnculo invertido)
• Concentración capsular y peduncular
• Dispersión pontina
• Concentración bulbar + decusación
• Concentración medular
• Dispersión muscular: 3 raíces/músculo

Motoneuronas central y periférica: diagnóstico diferencial (cuadro en texto)

Hemiplejías
• Tipos:
Por su causa: orgánica-funcional
Por su semiología: directa-allerna
Por su tono muscular: fláccida-espástica
Por su topografía: cortical-subcortical-capsular-talámica-subtalámica y g. basales-peduncular-pontina-bulbar-medular

Variedades topográficas de la hemiplejía


• Directas:
Cortical: no proporcional + trastornos cognitivos
Subcortical: no proporcional, t. cognitivos menos frecuentes
Capsular: proporcional (rodilla caps: mutismo + p. facial, o confusión)
Talámica: déficit motores-sensitivos-oculomotores-cognitivos
Subtalámica y de ganglios basales: hemibalismo, coreas, distonías y rigidez extrapiramidal
• Allernas (cuadro en texto)
Pedunculares: 111 + déficit contra lateral
Protuberanciales: VII + déficit contralateral
Bulbares: bulbar lateral (X + déficit contralateral), bulbar medial (XII + déficit contralateral)
• Espinales: Síndrome de Brown-Séquard

Causas de hemiplejías
• Traumatismos
• Vasculares
• Masas ocupantes y compresiones
• Infecciones e inflamaciones
• Enfermedades desmielinizantes
• Enfermedades degenerativas
• Epilepsia
• Causas congénitas
• Neurodermatosis
• Funcionales (trauma emocional, no hay signos piramidales)

Paraplejías
• Espásticas
• Fláccidas

Causas de paraplejías espásticas


• Compresión medular progresiva
• Traumalismos
• Esclerosis múltiple
• Siringomielia
• Vasculares
• Familiares
• Esclerosis funicular o combinada
• Actínica
• Esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y lateral primaria

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168 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Paraplejías fláccidas y causas


• Medulares: secciones medulares, compresión medular brusca; poliomielitis anterior aguda, mielitis aguda transversa,
hematomielia, mielomalacia, mielopatía descompresiva
• Neuropáticas: traumatismos o compresiones radiculares anteriores, radiculitis, polirradiculoneuropatías (Guillain-Barré)

Paraplejías intermitentes
• Paraplejías periódicas hipo-K (Westphal) o hiper-K (Gamstorp)
• Claudicación intermitente medular (Déjerine)

Paraplejía por alteraciones graves de la sensibilidad

Paraplejías funcionales

Diplejías braquiales
• Periféricas (fláccidas): saturnismo, parálisis radial bilateral, muletas
• Centrales: síndrome del barril

Cuadriplejías
• Fláccidas: secciones medulares totales (fracturas cervicales, heridas de bala), síndrome de Guillain-Barré (Landry), infartos
o hemorragias medulares altos y bulboprotuberanciales, mielitis aguda, mielomalacia
• Espástica: compresión medular, traumatismos, parálisis cerebral, esclerosis lateral primaria, luxación de odontoides, lesio­
nes bulboprotuberanciales (s. de cautiverio)

Monoplejías
• Cerebrales
• Medulares
• Radiculares: parálisis cervicales alta (Duchenne-Erb) y baja (Déjerine-Klumpke), neuritis braquial (síndrome de Parsona­
ge-Turner)
• Neuriticas
• Funcionales

Parálisis por compromiso de la placa neuromuscular: miastenia gravis, curaré, toxina botulínica, insecticidas, toxinas fúngicas,
venenos de serpiente, ácaros (tick para/ysis)

Pérdida episódica de la función motora: drop attack

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6
Ton o muscular

Nociones generales dula de los centros superiores. La sección del ciático


o de las raíces posteriores correspondientes a una pa­
La función tónica muscular se ha mencionado en ta de la rana hace que ésta permanezca fláccida,
las secciones de actitud, marcha y motilidad activa. mientras que la pata opuesta está en ligera flexión. Es­
Sus alteraciones revisten gran importancia en patolo­ ta conserva su tono, mientras que aquélla lo ha perdi­
gía neurológica. do. Si en vez de seccionar las raíces o nervios perifé­
Un músculo vivo, correctamente inervado y vascu­ ricos se secciona la médula en el conducto raquídeo,
larizado y en ausencia de motilidad voluntaria, se ha­ desaparece el tono en todos los miembros de la rana.
lla en un ligero grado de contracción que constituye un Esto demuestra que el tono muscular resulta de un re­
estado de semítensión particular, que no es ni la flac­ flejo cuyos centros están situados en la médula espi­
cidez de un músculo separado de sus conexiones, ni nal. Su rama aferente la constituyen los nervios sensi­
la tensión fuerte y dura de un músculo en contracción tivos y su rama eferente la motoneurona periférica.
activa. Ese estado particular del músculo en reposo ¿ Cuáles son los estímulos que ponen en juego es­
es el tono muscu/ar (del griego tonos, tensión), contro­ ta actividad refleja cuya resultante es el tono muscu­
lado por el sistema nervioso. Un músculo privado de lar? Se trata de estímulos propioceptivos, cuya fuente
sus nervios pierde su tono. de origen es el mismo músculo: cada músculo se crea
El tono muscular constituye la base de la motilidad y mantiene por sí mismo su propio tono. De todos es­
estática. Las actividades motoras estáticas son de di­ tos estímulos tonígenos, el más importante es la elon­
versa índole. En primer término hay una actividad mo­ gación pasiva muscular. Sherrington y Liddell compro­
tora estática que asegura la fijación de las diferentes baron que la elongación pasiva de un músculo
articulaciones en actitudes determinadas, solidarias provocaba una contracción refleja del mismo, a la que
unas de otras y que, a su vez, componen la actitud de llamaron reflejo miotático (de mios, músculo, y tatos,
conjunto del organismo (postura local y general). estirado). Hallaron que este reflejo estaba dotado de
Otra actividad motora estática es la que ocurre en propiedades que recordaban, en todo, las de la con­
un grupo muscular cuando hay una contracción ciné­ tracción tónica postura!. Los músculos extensores son
tica de otro grupo: por ejemplo, para ser correctamen­ los que poseen mayor refiectividad miotática por ser
te efectuado, el movimiento voluntario del pie debe los que más contribuyen a asegurar la actitud o pos-
apoyarse sobre la pierna, que permanece fija e inmó­
vil, gracias a la actividad estática de sus músculos
(contracción tónica de sostén).
Mientras que algunos consideran comprendidsis en
el concepto de tono muscular todas estas manifesta­
ciones motoras estáticas, otros afirman que única­
mente es tono la actividad postura/. El tono es esen­
cialmente la actividad postura/ de la musculatura. En
su actividad tónica los músculos funcionan, no como
una máquina que produce trabajo mecánico, sino co­
mo aparatos fijadores de los segmentos óseos y car­
tilaginosos del esqueleto (fig. 6-1).
El tono del músculo esquelético es un fenómeno re­
flejo. Lo estableció la clásica experiencia de Brond­ Fig. 6-1. A, músculo en actitud de reposo. B, mantenimiento de
geest (1860) en la rana espinal, es decir, en la rana a la postura producida gracias a la modificación del tono en los
la que se ha separado, por sección transversal, la mé- músculos que mueven la articulación.

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170 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

tura general. En la posición de pie, por ejemplo, los se pone de manifiesto en el clásico experimento de la
estiramientos y presiones a que quedan sometidos rigidez descerebrada de Sherrington. La hipertonia
ciertos músculos por efecto del peso del cuerpo deter­ que sobreviene en el animal descerebrado traduce la
minan en ellos una actividad tónica mayor. liberación de los centros tonígenos bulboespinales del
Los estímulos propioceptivos que aseguran el tono freno cerebelorrubral.
muscular son recogidos por los husos neuromuscula­ En cambio, el neocerebelo {hemisferios cerebelo­
res, corpúsculos fusiformes situados entre las fibras sos) obra sobre el tono muscular en sentido dinamóge­
musculares (fig. 5-6). Constituyen los órganos recep­ no o facilitador, pero no funciona sino en asociación con
tores sensibles al estiramiento, estando constituidos la corteza cerebral {fibras cerebelo-tálamo-corticales).
por 4 a 1 2 fibras fusales de diferente diámetro que El paleocerebelo, esencialmente inhibidor, y el neo­
poseen inervación propia a través de las motoneuro­ cerebelo, esencialmente dinamógeno, ejercen, pues,
nas y (gamma), incorporadas al sistema de la moto­ influencias en sentido inverso sobre el tono. Por ello el
neurona periférica, cuya célula de origen está en el cerebelo actúa, en síntesis, como un centro regulador,
asta anterior medular. La mayor o menor descarga de inhibiendo o facilitando el tono, según los casos.
estas motoneuronas y produce una mayor o menor La neuropatología humana indica que el cuerpo es­
tensión de las fibras del huso neuromuscular. A mayor triado y el /ocus niger participan de una manera impor­
actividad y, mayor tensión del huso, y viceversa. A tante en esta regulación.
mayor tensión del huso, mayor resistencia al estira­ El pallidum refuerza los reflejos miotáticos pero
miento, y viceversa. tampoco funciona sino en asociación con otras estruc­
La estructura sensible al estiramiento, determinado turas subcorticales a través del asa lenticular {fibras
por la elongación muscular, es una formación anulas­ palidorreticulares y palidorrubrales). Su desaparición
piral que rodea la porción ecuatorial de las fibras fusa­ genera una hipotonía o disminución del tono. El neos­
les. Los estímulos generados por el estiramiento de /riatum (caudado y putamen), a su vez, refuerza tam­
los husos siguen por fibras sensitivas gruesas (fibras bién los reflejos miotáticos por medio de sus fibras
1 a) llegando a la médula para hacer sinapsis en las estriopalidales de naturaleza colinérgica, lentificando
motoneuronas alfa que, al estimularse, determinan la los movimientos y l levando los músculos a la rigidez.
contracción de las fibras musculares. Esta actividad El /ocus niger, por último, inhibe el circuito estriopa­
constituye un arco reflejo: el reflejo miotálico. lidal por medio de la vía dopaminérgica nigroestriada,
Paralelo al sistema del huso neuromuscular existe es decir, frenando el pallidum a través de la mencio­
otro sistema, el de Golgi, constituido por los órganos nada vía, acelerando los movimientos y disminuyendo
de este nombre, igualmente sensibles al estiramiento. el tono muscular.
Se localizan en los tendones, a nivel de su unión con En la enfermedad de Parkinson se encuentra una
los músculos, que, al ser estimulados, descargan so­ notable reducción de la concentración de dopamina
bre la motoneurona alfa, a través de las fibras 1 b, que en el locus niger y en el cuerpo estriado. La acción de
conducen a menor velocidad que las 1 a, siendo su las fibras estriopalidales colinérgicas predomina sobre
umbral de excitación mayor que el del huso. Por lo las nigroestriadas, dando el característico cuadro de
tanto, este sistema es menos sensible que el de los hipertonía extrapiramidal.
husos, y actúa inhibiendo el reflejo miotático. Finalmente, la corteza cerebral tiene una acción
Sobre los centros espinales del tono actúan, a su evidente. Se admite corrientemente que el área motriz
vez, toda una serie de centros superiores, cuyo papel cortical y la vía piramidal ejercen una acción inhibidora
es regular su actividad, facilitándola o inhibiéndola. sobre el tono muscular. Por ello una lesión piramidal
Entre los centros superiores figura en primer térmi­ determina hipertonía. Sin embargo, la hipertonía que
no el núcleo vestibular de Deiters, que tiene una ac­ existe en las lesiones piramidales parece tener un de­
ción facilitadora sobre los centros espinales del tono. terminismo más complejo. Algunos investigadores afir­
Al núcleo de Deiters convergen los estímulos laberín­ man que, en realidad, el área motriz es una zona dina­
ticos y su influencia sobre los centros motores espina­ mógena muy potente para el tono muscular, y que es
les se ejerce por intermedio del tracto vestibuloespi­ el área premotora de la corteza (o sea, el sector de
nal. La acción del núcleo de Deiters es intensa en el corteza frontal situada por delante de la circunvolución
mantenimiento de la postura general o actitud (véase prerrolándica) la que genera los impulsos inhibidores.
capítulo sobre actitud). Provocando experimentalmente lesiones de las fibras
El paleocerebelo, por intermedio del núcleo rojo y piramidales o del área 4 de la corteza, no se produce
el haz rubroespinal cruzado, ejerce una función inhibi­ hipertonía si al mismo tiempo no se lesionan las vías
dora sobre los centros espinales del tono. La impor­ extrapiramidales o el área 6 de la corteza (premotora).
tancia de este freno cerebelorrubral del tono muscular De modo que la hipertonía piramidal sería, en realidad,

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6. TONO MUSCULAR 171

extrapiramidal. Como las fibras provenientes de esta pero sobre los que, a su vez, influyen otros centros
área discurren junto al haz piramidal, conviene, en la superiores, con un papel inhibidor o facilitador.
práctica, atenerse a los conceptos clásicos del papel Corresponde al núcleo de Deiters, a los hemisfe­
inhibidor de la vía piramidal (fig. 6-2). rios cerebelosos, al pal/idum y al neostríatum una ac­
La hipertonía piramidal puede resultar también de ción facilitadora o excitadora, en tanto que al paleoce­
la interrupción de las fibras corticorreticulares ( distintas rebelo, al núcleo rojo, al locus níger y a la corteza
o formando parte de colaterales de los axones pirami­ cerebral, un influjo inhibidor.
dales) dotadas de una acción inhibidora sobre la for­ En el sujeto normal, la interacción de estas influen­
mación reticular que, privada de dichas influencias in­ cias opuestas asegura la actividad tónica correcta.
hibidoras, ejercería por la vía reticuloespinal lateral En los casos anormales, las lesiones patológicas
una acción facilitadora sobre los centros espinales del que asientan en los distintos centros los liberan de su
tono. La formación reticular es asimismo inhibitoria y influencia recíproca y, según dónde radique la altera­
esta función sería ejercida por la parte ventral de la zo­ ción, se verá desaparecer la acción inhibidora o la fa­
na paramediana. cilitadora.
De todo lo dicho, puede afirmarse, en síntesis, que Se está ahora en condiciones de comprender cómo
el tono de los músculos esqueléticos, cuyo significado se originan las alteraciones del tono muscular. Estas
funcional es el de una actividad postural, constituye consisten en la disminución del tono: hipotonía (del
una resultante de la acción, sin cesar fluctuante, de griego hipo, menos; tonos, tensión), en su desapari­
innumerables reflejos, en su mayoría propioceptivos, ción: atonía (del griego a, privativo; tonos, tensión), en
cuyos centros se encuentran en la médula espinal, su exageración: hípertonía (del griego hyper, exceso;

Corteza premotora Corteza motora

Fig. 6-2. Esquema del mecanismo del tono mus­ y


cular. (·) Vías inhibidoras del tono: haz piramidal,
/ocus niger (LN), paleocerebelo, núcleo rojo, haz 1a
reticuloespinal medial. (+) Vías reforzadoras del
tono o dinamógenas: núcleo de Deiters, hemis­ Arco reflejo
ferios cerebelosos, pallidum (P), neostriatum (S),
haz reticuloespinal lateral. Neuronas y que iner­ Huso neuromuscular
van los husos neuromusculares, neuronas a y fibras musculares
que inervan las fibras musculares.

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172 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

tonos, tensión), o en una modificación disinérgica con La imposibilidad de ejecutarlos o su limitación muy
hipertonia contrapuesta de músculos de acción anta­ acentuada puede depender de causas extraneurológi­
gónica: distonía (del griego dys, mal; tonos, tensión). cas que pueden así detectarse, como por ejemplo
Si se lesionan las vías aferentes sensitivas o sen­ fractura, luxación, osteoartritis o anquilosis.
soriales, o si se destruyen los centros tonígenos me­ En la hipertonía se notará que los movimientos es­
dulares o supramedulares, así como la vía motriz pe­ tán limitados en su amplitud y que existe una verdade­
riférica, se producirá hipotonla. Por ello existe ra resistencia que dificulta su realización.
hipotonia en la polineuritis, en las lesiones del cordón En la hipotonia sucede lo contrario: los movimientos
posterior medular, en la poliomielitis y en las afeccio­ se ejecutan con gran facilidad y son de gran amplitud;
nes cerebelosas. así, por ejemplo, podrá llevarse fácilmente el talón has­
Si en cambio la lesión afecta a .los centros o vías ta el isquion o hacer apoyar el plano de flexión del an­
inhibidoras del tono, el resultado será que los centros tebrazo sobre el plano homónimo del brazo. También
subyacentes liberados exageren su acción y se pro­ se puede examinar el "balonamiento" (ba/lonnement en
duzca hiperlonía. Tal es el caso de las lesiones de la francés): se sacuden los miembros (antebrazo o pierna)
vía piramidal y del /ocus niger. brevemente, buscando la flexoextensión pasiva en am­
Si en lugar de lesiones destructivas o inhibidoras bas manos o la flexoextensión (o abducción-aducción)
se producen procesos excitatorios, como ocurre por la pasiva en ambos pies, simultáneamente y con similar
accion de ciertos tóxicos, se producirá hipertonía, co­ intensidad: eri él miembro hipotónico las sacudidas se­
mo en la intoxicación por la estricnina o el tétanos. rán más amplias, con mayor "balonamiento".
Existe un estado particular en el que, luego de des­
plazárselos pasivamente, los miembros se mantienen
Exploración solos y quedan fijos en la nueva posición que se les
ha dado, con cierta resistencia plástica, como de cera.
El examen de la motilidad pasiva significa, a la vez, Se ha denominado a este estado especial ca/atonía
la exploración del tono muscular. Comprende la ins­ (del griego kata, hacia abajo, y tonos, tensión) y más
pección, la palpación y la realización de movimientos antiguamente catalepsia (del griego katalambanein,
pasivos. conservar, retener o suspender, y éste de kata, hacia
lnspeccíón. Se observa la actitud de los miem­ abajo, y /ambanein, asir), o f/exibilitas cerea.
bros, y si las masas musculares hacen o no relieve. 'Para poner en evidencia la catatonia se eleva pasi­
Cuando existe aumento del tono, los miembros toman vamente, por ejemplo, un brazo del enfermo, que que­
actitudes especiales, que pueden ser de flexión o de da en posición levantada sin que se le indique que la
extensión, y las masas musculares ofrecen marcado mantenga. Además, este brazo podrá continuar levan­
relieve. En caso de distonia, los miembros adoptan tado si se solicita al paciente que efectúe algún movi­
llamativamente posturas y actitudes anómalas. miento con la cara o el miembro opuesto (sacar la len­
En la hipotonia o flaccidez, las masas musculares gua, abrir y cerrar la mano opuesta). En condiciones
no hacen relieve y los miembros permanecen como normales el paciente baja el brazo explorado ni bien
hundidos en el lecho. termina la maniobra de elevación pasiva. La catatonia
Palpación. La palpación de las masas musculares, se observa en lesiones corticales premotoras, subcor­
tomando las mismas a mano llena, permite distinguir ticales de los ganglios basales, encefalopatía vascular,
su grado de consistencia: duras en los estados de hi­ uso de neurolépticos, hidrocefalia y esquizofrenia.
pertonia o contractura, blandas en los de hipotonia o
flaccidez, elásticas en el músculo normal.
Realización de movimientos pasivos. El explora­ Alteraciones
dor flexiona y extiende las articulaciones de los miem­
bros, movimientos que precedentemente se le habían Hipotonías
ordenado al paciente efectuar en forma activa. El en­
fermo debe relajarse al máximo, no oponiéndose a los Es la disminución del tono de los músculos esque­
movimientos que el médico realizará pasivamente léticos. La hipotonía puede ser de grado variable, des­
("haga de cuenta que sus miembros no le pertene­ de la hipotonía leve hasta la hipotonía extrema o ato­
cen"). Si es necesario, distraerá su atención conver­ nía. Puede asociarse a otros trastornos neurológicos
sándole al mismo tiempo. o bien constituir por sí sola todo el cuadro de la enfer­
El médico tomará nota de la amplitud con que se medéld. La hipotonía puede producirse por lesiones
hacen los movimientos pasivos y la resistencia al des­ situadas en los músculos, en el sistema nervioso pe­
plazamiento. riférico o en el sistema nervioso central.

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6. TONO MUSCULAR 173

Hipotonías por afecciones musculares. Se ob­ Enfermedades cerebelosas: la hipotonía se halla


servan en las miopatias, enfermedades musculares presente en el síndrome cerebeloso y a ella se de­
primarias en las que la hipotonía es paralela a la dis­ ben las pruebas de pasividad que se practican en la
minución de la fuerza y las modificaciones morfológi­ exploración de este síndrome (véase Síndrome ce­
cas propias de estos trastornos. rebeloso).
Hipotonías por afecciones del sistema nervioso Enfermedades extrapiramidales: la corea de Sy­
periférico. Es fácil comprender aquí la existencia de hi­ denham y la corea de Huntington presentan hipotonía.
potonía, por la interrupción que sufre el arco reflejo del Debe destacarse, sin embargo, que en esta última en­
tono, ya sea en su rama aferente o eferente. Por esta fermedad, predominan la_ corea y bradikinesia, y su
razón hay hipotonía en las afecciones de fibras periféri­ diagnóstico se basa en el contexto familiar.
cas, que tienen como característica producir parálisis Lesiones de la vía piramidal: las hemiplejías orgá­
fláccida, o sea, parálisis con disminución del tono: por nicas presentan hipotonía en su primer período o pe­
ejemplo, las lesiones radiculares, las polineuropalias y ríodo de flaccidez.
las polirradiculoneuropalias idiopálicas o inmunológica­ Síndromes funcionales: Las hemiplejías y paraple­
mente condicionadas (síndrome de Guillain-Barré). jías histéricas pueden acompañarse de hipotonía
Hipotonías por afecciones del sistema nervioso muscular.
central. Enfermedades medulares: la hipotonia se
presenta sobre todo en las enfermedades que deter­ Hipertonias
minan lesiones de la motoneurona periférica en el as­
ta anterior, como la poliomielitis aguda o amiolrofias El aumento del tono muscular se designa con el
espinales, y en las que determinan lesiones de los nombre de hipertonía.
cordones posteriores de la médula, interrumpiendo la La hipertonía se observa en las lesiones de la vía
conducción de los estímulos propioceptivos, que tan motora piramidal, integrando el síndrome piramidal o
importantes son para el mantenimiento del tono (atro­ piramidalismo. Se la halla, por tanto, en las hemiple­
fias espinocerebelosas, enfermedad de Friedreich}. jías cerebrales y troncales, y en las paraplejías o mo­
La hipotonía tabética (sífilis terciaria) era, en la época noplejías espásticas. Esta hipertonía piramidal clásica
preantibiótica, una de las hipotonías más frecuentes y difiere por ciertos caracteres de la hipertonía de ori­
características. Predominaba en los miembros inferio­ gen extrapiramidal.
res y determinaba la actitud del genu recurvatum (ro­ Hipertonía piramidal. Se limita por lo general a
dilla y pierna en forma cóncava hacia delante), clásica los miembros, no participando los músculos de la ca­
en el tabético. En los casos avanzados, la hipotonía ra, ni los de la nuca. Afecta los músculos fiexores y
tabética era tan notable que el enfermo podía tener pronadores en el miembro superior y los extensores
gran movilidad articular y adoptar las actitudes más en el miembro inferior. Se caracteriza por el llamado
variadas, como lo haría un contorsionista. La tabes se signo de la navaja: al pretender extender pasivamen­
ve hoy sólo excepcionalmente. te el miembro superior flexionado, se encuentra una
Mielopatias transversas y secciones medulares resistencia inicial que, una vez vencida, permite efec­
completas con paraplejía fláccida: en el primer período tuar el movimiento (véase fig. 6-4). Se acompaña de
de shock medular, existe una gran hipotonía (fig. 6-3). los demás signos de piramidalismo: paresia o plejía,
hiperreflexia profunda, signo de Babinski, clonus y
sincinesias.
Hipertonía extrapiramidal. Denominada en la
práctica rigidez, se observa en las enfermedades de
Parkinson, Wilson, y otras que se acompañan de sig­
nos parkinsonianos (véase cuadro 6-1 ). Esta rigidez
predomina en los músculos de la nuca y de la cara, y
en los músculos agonistas y antagonistas de los
miembros. Es plástica, vale decir, reductible con los
movimientos pasivos, dando lugar al signo de la rue­
da dentada o de Negro: al extender pasivamente el
miembro superior, se encuentra una resistencia al es­
tiramiento que hace que la rigidez pueda ser vencida
en forma intermitente, como si fueran escalones o,
precisamente, los dientes de una rueda de engranaje
Fig. 6-3. Hipotonla muscular. El talón se halla en contacto con (la rueda dentada, véase fig. 6-4). La rigidez-rueda
el isquion.

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174 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

dentada puede sensibilizarse, es decir aparecer o se pone de manifiesto en la "maniobra de la caída de


acentuarse cuando al buscarla en un brazo se lo in­ la cabeza", descripta por Wartenberg: hallándose el
duce al enfermo a hacer un movimiento con el otro, paciente en decúbito supino, el examinador mantiene
como cerrar y abrir el puño repetidamente (maniobra su cabeza elevada sosteniéndola con una de sus ma­
de Forcf). Asimismo, se le puede solicitar que extien­ nos. En un momento determinado y distrayendo la
da el miembro inferior, mientras se explora el tono atención del enfermo, la deja caer súbitamente. La
muscular en el miembro superior homólogo, manio­ fuerza de la caída se valora con la otra mano apoyada
bra que también acentúa la rigidez extrapiramidal en la almohada, y su rapidez se aprecia visualmente.
(signo de Noica o del bloqueo). Los movimientos vo­ La maniobra es positiva cuando la caída se lentifica o
luntarios se hacen con lentitud (hipokinesia o bradiki­ no se produce. Los casos extremos dan lugar al signo
nesia). Los reflejos profundos se preservan o acen­ de la "almohada psíquica" (oreiller psychique): los pa­
túan levemente, pero no hay hiperreflexia. Hay cientes no apoyan la cabeza en la cama, como si tu­
reflejos posturales (contracción paradójica de Westp­ vieran una almohada más alta, invisible. No debe con­
hal). El reflejo nasopalpebral está exaltado y no se fundirse con la catatonia mencionada anteriormente,
agota. La rigidez extrapiramidal suele asociarse asi­ en la que la mantención de la postura se producirá
mismo a temblor de reposo, asimetría, disminución o también llamativamente en los miembros, y las pato­
pérdida de los movimientos de balanceo de las extre­ logías subyacentes o el contexto clínico son, como se
midades superiores durante la marcha, adiadococi­ refirió, distintos. Sin embargo, la diferenciación semio­
nesia (del griego diadocos, sucesivo, y kinema, movi­ lógica puede ser difícil y, de hecho, ambos fenómenos
miento; pérdida de la capacidad de efectuar pueden superponerse.
movimientos alternativos con rapidez, como prona­
ción y supinación, por rigidez simultánea de los mús­ En el fenómeno de la navaja, la relajación luego de la
culos agonistas y antagonistas), amimia (disminución resistencia inicial, obedece al efecto inhibidor de los órga­
de la mímica y expresión facial), actitud en flexión de nos musculotendinosos de Golgi, los que, debido a su alto
tronco y miembros y trastornos vegetativos: sialorrea umbral, solamente entran en acción a partir de un cierto
(salivación) y seborrea facial. grado de estiramiento. Por el contrario, la relajación rítmica
La rigidez extrapiramidal compromete sobre todo a en el fenómeno de la rueda dentada depende, probable­
los músculos proximales. Los músculos cervicales se mente, de una asinergia entre las acciones antagónicas de
hallan afectados tempranamente en la enfermedad de los receptores del huso y de los órganos de Golgi; así, du­
Parkinson, en especial los flexores de la cabeza. Ello rante el estiramiento, alternan contracciones musculares
reflejas originadas en el huso con relajaciones correspon­
dientes a la acción inhibidora de los órganos de Golgi.

Los caracteres diferenciales entre hipertonía pira­


midal y rigidez extrapiramidal quedan resumidos en el
cuadro 6-1 .
Gegenhalten, paratonía o contrarresistencia. Es
una forma de hipertonía muy intensa que se caracteri­
za por la gran resistencia, de carácter pétreo, que opo­
Fenómeno de la ---- ne el paciente a la extensión pasiva de sus miembros
rueda dentada � efectuado por el examinador (hipertonía en caño de

IWvv\. � plomo) (véase fig. 6-4). El tono muscular aumenta pro­


porcionalmente al grado de desplazamiento de la arti­
culación y a la velocidad del movimiento: a mayor gra­
do de desplazamiento y velocidad, mayor résistencia.
Ello contrasta llamativamente con la ausencia total de
Paratonia o contra- �
hipertonía cuando el paciente extiende sus miembros
voluntariamente. Se observa en procesos involutivos
difusos cerebrales, especialmente frontales (corteza
premotora) y de tipo isquémico (encefalopatía multi­
vascular).
�� Miotonía. Se caracteriza por contracción hipertóni­
ca al iniciar un movimiento voluntario con muy lenta
Fig. 6-4. Formas más importantes de aumento del tono muscular. relajación posterior, como cuando el paciente no pue-

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6. TONO MUSCULAR 175

Cuadro 6-1. Características diíerenciales entre hipertonía piramidal y rigidez extrapiramidal

Hlpertonía piramidal Rigidez extrapiramidal


Se exagera con el movimiento activo y cede con el reposo Cede con los movimientos activos y se exagera con el
reposo
Predomina en los músculos distales y en un grupo Afecta a músculos proximales y distales y por igual a
funcional, o sea, flexores y pronadores para el miembro agonistas y antagonistas, flexores y extensores
superior y extensores para el miembro inferior
Signo de la navaja presente Signo de la navaja ausente
Signo de Negro ausente Signo de Negro presente
Reflejos profundos exagerados Reflejos profundos normales

de abrir su mano luego de estrechar la del explorador nes. La miotonía congénita es un trastorno de los ca­
y "se le queda prendido". Semiológicamente puede po­ nales transportadores de cloro (canalopatía clórica).
nerse de manifiesto percutiendo un músculo (eminen­ Fue descripta en 1 876 por Thomsen en sí mismo y
cia tenar, lengua) y observando el relieve de su con- · en veinte miembros de cinco generaciones de su fa­
tracción sostenida y lenta relajación (rodete miotónico). milia. Es rara y mayormente de herencia autosómica
El electromiograma muestra un patrón patognomóni­ dominante, aunque hay una forma de Becker de he­
co: el llamado "fenómeno miotónico", despolarización rencia autosómica recesiva. Localizada genéticamen­
sostenida con descargas repetidas en una fibra mus­ te en el cromosoma 7.
cular, acompañada de un sonido característico de Comienza en la segunda infancia o en la pubertad.
"bombardero en picada". La miotonía se observa en la La miotonía en miembros y cara es caracteristica, en es­
distrofia miotónica (enfermedad de Steinert), en la mió­ te caso particularmente con el esfuerzo brusco, y tiende
lanía congénita (enfermedad de Thomsen) y en la pa­ a ceder con la contracción repetida. Se pone de mani­
ramiotonía congénita (enfermedad de Eulenburg). Las fiesto cuando, luego de hacer reposar al enfermo, se le
dos últimas son enfermedades de los canales iónicos hace iniciar bruscamente la marcha: al principio, los pa­
(canalopatías) de la membrana muscular. Las tres en­ sos se harán con dificultad, los pies aparecerán como
fermedades son genéticas, de herencia autosómica pegados al suelo y la marcha se normalizará sólo des­
dominante. pués de recorrer varios metros. Si el enfermo vuelve al
Distrofia miotónica, enfermedad de Steinert, DM. reposo el trastorno reaparecerá con los mismos caracte­
Es de herencia autosómica dominante y la más fre­ res. La miotonía también se puede observar haciendo
cuente de las distrofias musculares. La alteración ge­ poner al paciente rápidamente de pie luego de un decú­
nética, una repetición anormal de "tripletes" de bases bito de 5-1 O minutos. Se agrega hipertrofia muscular
del ADN {CTG), ha sido localizada éii él cromosoma que predomina en miembros inferiores, de aspecto her­
19, que codifica a la miotonina proteinquinasa, enzima cúleo o atlético. La fuerza y reflejos osteotendinosos,
de fosforilación muscular. fuera de la respuesta miotónica, son normales.
El fenómeno miotónico es el ya descripto. Se produ­ La quinina, procainamida e hidantoinas inhiben la
cen además típica atrofia facial y cervical, temporoma­ miotonía, y la neostigmina la exagera. En casos de
seterina y esternocleidomastoidea, calvicie precoz, duda pueden emplearse como prueba terapéutica. El
ptosis, amiotrofia distal en miembros, y trastornos ge­ tratamiento actual de elección es el derivado lidocalni­
neralizados: cataratas, atrofia testicular y falta de libi­ co mexiletina.
do, ginecomastia, arritmias y bloqueos cardíacos, re­ Paramiotonía congénita, enfermedad de Eulen­
tardo mental, litiasis vesicular, constipación, trastornos burg, PC. Es una canalopatía sódica. Comienza en la
respiratorios por compromiso diafragmático, megaesó­ infancia, mejorando con los años. Tiene carácter he­
fago y megacolon, hiperrespuesta a la insulina. En las redofamiliar. Los accesos miotónicos se originan por
neuroimágenes pueden observarse espesamiento de la exposición al frío; pueden durar entre minutos y
la calota, hiperostosis frontal interna, silla turca peque­ varias horas. Afectan a los músculos del cuello, de la
ña y agrandamiento ventricular (véase Trofismo). cara, de las extremidades y de la deglución. Colocan­
Miotonía congénita, enfermedad de Thomsen, MC. do hielo sobre el párpado, éste se contractura y re­
Integra las llamadas canalopatías, trastornos de los trae, siguiendo posteriormente una paresia transito­
canales transportadores específicos de iones de la ria. Hay hipertrofia muscular, pero menos franca que
membrana muscular, que pueden ser genéticos, como la que se observa en la enfermedad de Thomsen
en este caso, o adquiridos, generalmente autoinmu- (véase Trofismo).

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176 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Parálisis periódica hiperkalémica, adinamia episó­ El síndrome de la persona tiesa comienza en la


dica hereditaria, enfermedad de Gamstorp, Hyperka­ edad media de la vida con hipertonia más o menos con­
lemic Periodic Paralysis, HYPP. Es también una cana­ tinua y dolorosa de músculos del tronco y miembros. La
lopatía sódica. Se la describió en la sección de movilización voluntaria o pasiva y los ruidos acentúan la
paraplejías intermitentes (véase Motilidad). La paráli­ hipertonía (espasmos dolorosos). La postura es rígida
sis periódica es su manifestación más saliente, pero y envarada, las piernas están en extensión, íos pies
hay casos que se acompañan de miotonía. pueden estar en varo equino. El trastorno se prolonga
Miopatía miotónica proximal, proximal myotonic en el tiempo. El EMG muestra descarga continua de
myopathy, PROMM Es similar a la DM, pero su alte­ unidades motoras. Las anestesias espinal y general su­
ración genética difiere, ya que no se produce en este primen la hipertonía. Actualmente se le reconoce meca­
caso la "expansión de tripletes" CTG propia de la DM. nismo autoinmune a este síndrome, por anticuerpos
Hay un déficit de fuerza proximal en miembros infe­ antiglutamicodecarboxilasa (enzima sintetizadora del
riores, mialgia, miotonía intermitente, sin atrofia. Pue­ GABA) y otros. A veces puede ser paraneoplásico, aso­
den agregarse algunos de los trastornos sistémicos ciado más comúnmente a carcinoma de mama y pul­
que se observan en la DM (cataratas, cardiopatía). monar de pequeñas células. En estos casos se detec­
Miotonía condrodistrófica, síndrome de Schwartz­ tan anticuerpos antianfifisina, proteína asociada a las
Jampel. Autosómico recesivo, localización en cromo­ vesículas sinápticas. Estos anticuerpos, sin embargo,
soma 19. Además de miotonía, contractura o rigidez no son específicos y pueden también hallarse en la en­
muscular, deformaciones esqueléticas múltiples y ba­ cefalopatía límbica y las degeneraciones cerebelosas.
ja estatura. En el síndrome de actividad continua de la fibra
muscular (de Isaac) las manifestaciones son simila­
Otras miotonías por cana/apatía sódica. Miotonfa de res­ res. Se ha subrayado que en este caso las anestesias
puesta a la acetazolamida: se agrava o precipita con el ayu­ espinal o general no suprimen la hipertonía, pero esta
no e ingesta de alimentos ricos en potasio. Miotonía f/uc­ diferenciación no deja de ser controvertida.
tuans: fluctuante o intermitente. Contracturas (hipertonías focales o limitadas).
·Las contracturas constituyen hipertonías limitadas a
Seudomiotonías, neuromiotonías, síndromes de un sector o grupo muscular y se observan fuera de to­
la persona tiesa y de actividad continua de la fibra _da lesión neurológica primaria.
muscular. Estos cuadros son de diferenciación con­ En las meningitis se produce una contractura en
ceptual, neurofisiológica y semiológica compleja. Son los músculos de la nuca, determinando la denomina­
también trastornos de la relajación muscular, pero su da rigidez de nuca (véase Síndrome meníngeo) y en
mecanismo difiere del de las miotonías clásicas des­ íos músculos flexores de los miembros inferiores, ori­
criptas en el apartado anterior. ginando los signos de Kernig y de Brudzinski. La con­
En el hipotiroidismo los músculos se contraen y re­ tractura se produce por contigüidad muscular con la
lajan lentamente por la presencia de mioedema, y . inflamación meníngea y también por estimulación del
puede observarse también rodete miotónico. Se atri­ arco reflejo tonígeno. Puede observarse también rigi­
buye a lentitud en la recaptación de calcio en el retí­ dez de nuca en los tumores del cerebelo, y rigidez de
culo endoplásmico y a desacople de filamentos de músculos vertebrales en tumores medulares.
actina y miosina. En las peritonitis agudas de cualquier origen se
Er. las glucotesaurosis musculares por déficit muscu­ p roduce contractura de los músculos abdominales; su
lar de 1nzimas de degradación del glucógeno, se produ­ grado extremo constituye el vientre en tabla. Igual­
ce una hipertonía o lentitud de relajación más o menos mente en las fibromiositis reumáticas de los músculos
dolorosa desencadenada por el ejercicio, en particular abdominales se observan contracturas.
el breve e intenso. En el reposo la relajación muscular En las artritis agudas puede haber contractura de
es normal. Existen 13 glucotesaurosis musculares des­ los músculos periarticulares. La contractura, en estos
criptas, y varias de ellas causan estos síntomas. Las casos, es de naturaleza refleja y es esencialmente
más salientes son el déficit de miofosforilasa (enfer­ una contractura de defensa.
medad de McArdle) y de fosfofructoquinasa (enferme­ Ciertas toxinas infecciosas e intoxicaciones, co­
dad de Taurt). El déficit de miofosforilasa impide la mo el tétanos, la picadura de la araña "viuda negra"
conversión de glucógeno a glucosa-1 -fosfato, y el de y la intoxicación por la estricnina, determinan con­
fosfofructoquinasa la de fructosa-6 a fructosa-1-6-di­ tracturas.
fosfato. Estas enfermedades son de herencia autosó­ En el tétanos la contractura es dolorosa, presen­
mica recesiva. tando exacerbaciones paroxísticas. Comienza, por lo

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6. TONO MUSCULAR 177

general, en los músculos masticadores y la nuca, de­ do signo de organicidad (piramidalismo, rigidez-rueda
terminando el trismo, que no permite al enfermo abrir dentada).
la boca. La contractura, al abarcar otros músculos de
la cara, origina la facies de risa sardónica. La exten­ Seudocontracturas. Con este nombre se conocen
sión y generalización de la contractura dan lugar a las ciertos estados musculares que se asemejan a la hi­
variadas actitudes del opistótonos, emprostótonos, pertonía o contractura, pero cuyo mecanismo no es
pleurotótonos y ortótonos que se han analizado en el primariamente neuromuscular sino secundario a tras­
capítulo ele actitud. La toxina tetánica bloquea la ac­ tornos de otro origen: isquémico, inflamatorio, fibróti­
ción inhibidora de las células medulares de Renshaw co. Se trata por lo general de procesos musculares de
sobre las motoneuronas. diversa naturaleza, como miositis, miosclerosis o tu­
En la picadura de ''viuda negra" se producen a los mores, que aumentan la consistencia de los múscu­
pocos minutos espasmos musculares y luego contrac­ los, haciéndolos duros, fibrosos, pero sin dar la sensa­
tura de tronco, abdomen y miembros inferiores. Se ción de elasticidad que se tiene en la contractura
agrega vasoconstricción, hipertensión arterial e hipe­ verdadera.
ractividad autonómica. El veneno de la araña es una Una seudocontractura es la denominada contractu­
toxina que estimula fuertemente la liberación presi­ ra o retracción isquémica de Volkmann que se obser­
náptica de acetilcolina. Esta picadura puede ser mor­ va en casos de inmovilización del miembro superior
tal, pero si el paciente sobrevive la recuperación es por colocación de un yeso, con compresión vascular
completa. secundaria. La contractura isquémica se revela por­
En la intoxicación por la estricnina, las contracturas que los dedos se doblan y la mano se flexiona sobre
se asemejan a las del tétanos, pero se inician habi­ el antebrazo, por retracción de los flexores.
tualmente por los miembros inferiores, se extienden
luego a los miembros superiores y al tronco y excep­ Distonías
cionalmente provocan trismo.
Finalmente, deben mencionarse las contracturas La distonía consiste en contracciones musculares
tensionales, generalmente cervicales y cefálicas (cer­ sostenidas de músculos agonistas y antagonistas, de
vicocefalalgia tensional), y lumbares, vinculadas a so­ patrón fluctuante, que originan una postura anómala
brecarga emotiva, laboral o trastorno postura!. de torsión en el sector afectado. Pueden observarse
Contracturas funcionales. Su tipo es la contractura en reposo o desencadenarse con la actividad o el
histérica que puede producirse en sectores diversos cambio de postura. Es un trastorno del sistema extra­
y sobrevenir después de una emoción grave. Falta to- piramidal (véase Síndromes extrapiramidales).

Tono muscular: sinopsis

Motilidad estática: estado de semicontracción o semitensión de los músculos


Motilidad estática: postura!, de fijación, de sostén
Fenómeno reflejo, elongación pasiva, reflejo miotático
• Huso neuromuscular y órgano de Golgi, fotmación anulospiral, motoneurona y
Centros facilitadores: núcleo de Deiter$ (tracto vestibuloespinal), neocerebelo (vía cerebelo-tálamo-cortical), pallidum
(vías palidorreticular y palidorrubral), neostriatum (vía estriopalidal), formación reticular (tracto reticuloespinal)
Centros ínhíbidores: paleocerebelo, núcleo rojo (tracto rubroespinal), locus niger, corteza cerebral, vía piramidal, forma­
ción reticular

Exploración
• Inspección
• Palpación
• Realización de movimientos pasivos, balonamiento
• Hipotonía, hipertonía, catatonia

Hipotonías
• Por afecciones musculares: miopalías
• Por afecciones periféricas: mono o polirradiculoneuropatías

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178 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Por afecciones centrales:


medulares (asta anterior: poliomielitis, amiotrofias espinales; cordón posterior: atrofias espinocerebelosas, Frte­
dreich, tabes; mielopatias transversas; secciones medulares)
cerebelosas
extra piramidales
de la vía piramidal
funcionales

Hípertonías
Piramidal: signo de la navaja, signos asociados (paresia, hiperreflexía, clonus, Babinski)
Extrapiramidal: rigidez (rueda dentada y maniobras de sensibilización), signos asociados (temblor de reposo, bradikine­
sia, pérdida de balanceo, nasopalpebral inagotable, adiadococinesía, amimía, sialorrea, seborrea, 'almohada psiquica').
Síndromes parkinsonianos
Gegenhalten (paratonla): atrofias corticales (frontales), encefalopatía multivascular
Miotonias: rodete miolónico, EMG típico, distrofia miolónica (Sleinert), miolonía congénita (Thomsen), paramiotonía con­
génita (Eulenburg), parálisis periódica hiperkalémica con miolonia (Gamslorp), miopalía miolónica proximal, miolonía
condrodistrófica (Schwartz-Jampel), miolonía de respuesta a la acelazolamida, miolonía fluctuans
Seudomiolonías, neuromiolonías: hípoliroidismo; enf. de McArdle (déficit de miofosforilasa) y Tauri (déficit de fosfofruclo­
quinasa): espasmos dolorosos al esfuerzo
Síndrome de la persona tiesa: tronco y miembros, auloinmune (ale anliGDC) o paraneo (ale anlianfifisina)
Slndrome de actividad continua de la fibra muscular
Contracturas: rigidez de nuca, peritonitis, artritis, tétanos, 'viuda negra", estricnina
Contracturas funcionales: histérica
Seudocontracturas: miosclerosis, retracción isquémica de Volkmann

Dlstonías
Hipertonía con postura anómala (torsión)
Primarias y secundarias

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7
Trofismo

Nociones generales producidas sobre una enfermedad ósea subyacente


(como tumor o metástasis).
La nutrición, el desarrollo y la vida, es decir el tro­ La medición con cinta métrica de la circunferencia
fismo de ciertos tejidos como el músculo, la piel, el pa­ de las masas musculares permite descubrir diferen­
nículo adiposo subcutáneo, los huesos y las articula­ cias de volumen que escapan a la simple inspección.
ciones, está muy directamente vinculado con el Se miden comparativamente puntos simétricos de uno
sistema nervioso, y las lesiones de éste determinan y otro lado, cuidando que la compresión ejercida con
en aquéllos la producción de trastornos tróficos. la cinta sea similar en cada medición.
Intervención del sistema nervioso en el trofis­ Palpación y movilización pasiva. Completa la ex­
mo. El trofismo del músculo depende de la motoneu­ ploración del trofismo muscular y osteoarticular. Se
rona periférica. Su lesión, sea en el cuerpo celular (as­ palpan las masas musculares y se aprecia si se hallan
ta anterior medular o bulbar) o en su prolongación blandas y depresibles, si conservan o no su elastici­
cilindroaxil (raíz anterior, nervio periférico), causa atro- dad normal. La movilización pasiva permite valorar la
fia muscular. amplitud y laxitud articular.
Asimismo, las fibras aferentes sensitivas se réla­ Examen de los reflejos. La respuesta refleja a la
cionan con el trofismo de piel, anexos, huesos y arti­ percusión osteotendinosa o muscular disminuye con
culaciones. Leves traumatismos pueden causar lesio­ la progresión de la atrofia, y puede abolirse.
nes importantes si se producen sobre sectores de Exámenes complementarios.
anestesia cutánea u osteoarticular. El sistema nervio­ Dosaje de enzimas: creatinfosfoquinasa o creatin­
so autónomo cumple también una función trófica so­ quinasa (CPK, CK), transaminasa glutámico-oxalacé­
bre estos tejidos, directamente o por su efecto vaso­ tica o aspartato-aminotransferasa (GOT, AST), aldola­
motor, sudorípara o termorregulador. sa, lacticodehidrogenasa (LDH). La CK es la de mayor
Por último, el propio metabolismo muscular cumple valor diagnóstico y en general no suele ser necesario
un importante papel en el mantenimiento de su trofismo. determinar las restantes. Es importante tener en
cuenta que inyecciones u otras punciones o lesiones
intramusculares pueden elevar las enzimas. Por ello
Exploración la extracción de sangre para los dosajes debe hacer­
se siempre antes de la electromiografía.
Inspección. Se observa el estado nutritivo de la Electromiografía (EMG).
piel (color, sequedad, turgencia, elasticidad), la distri­ Biopsia muscular. necesaria para tipificar una mio­
bución e intensidad del pigmento, la presencia o no de palía.
ulceraciones, el estado de las uñas, el volumen de las Examen genético: confirma el diagnóstico en el ca­
masas musculares, su relieve y simetría, y si mues­ so de las miopatías familiares (por ej. enfermedades
tran o no fascicu/aciones (contracciones involuntarias de Duchenne y de Becker).
rápidas y aisladas de fibras musculares, como gusa­ Otros exámenes especializados: distrofina, ARNm.
nos o vermes, sin desplazamientos). Es importante
observar si hay asimetría en los relieves óseos, o son
más marcados en algún sector, indicando hipotrofia Alteraciones
muscular. En el sistema osteoarticular se observa si
hay desviaciones o deformidades de la columna ver­ Se analizarán sucesivamente las alteraciones del
tebral (cifosis, escoliosis), alteraciones articulares (ar­ trofismo en la piel y sus anexos, en los músculos y en
tropatías) o fracturas espontáneas o "patológicas", el sistema osleoarticular.

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180 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Trastornos tróficos de la piel y anexos Lesiones ampollosas. Se trata de flíctenas, vesí­


culas o ampollas de tipo pénfigo que se ven aparecer
Las más importantes son: en el curso de polineuropalías, siringomielia y para­
Úlcera perforante o mal perforante. Se encuen­ plejías bruscas por sección medular. Aparte de estos
tra generalmente a nivel de la planta del pie (mal per­ casos, la erupción de vesículas en el trayecto de un
forante plantar), otras veces a nivel del dorso del pie nervio y sobre una placa eritematosa, generalmente
(mal perforante dorsal), en la nariz (mal perforante na­ unilateral, caracteriza a la infección por herpes zóster
sal) o en cualquier otra parte de la cara. Consiste en o zona, virus que se localiza en los ganglios de las raí­
una ulceración circular de tamaño variable (de uno a ces posteriores y discurre por los nervios periféricos
tres centímetros), rodeada por un ribete endurecido. (fig. 7-4).
Parece realizada con un instrumento perforador, que­ Panadizo analgésico. Debido a la anestesia tér­
dando a veces al descubierto huesos y tendones. Es mica y dolorosa, se observa que en ciertos enfermos
indolora y presenta una zona de hipoestesia más allá se desarrollan panadizos por lesiones triviales que no
de su periferia, de breve extensión. Ordinariamente se producen en un individuo normal. Forman parte del
asienta en un lugar del pie sometido a presión, como cuadro de la siringomielia. Se conocen en este caso
es la cabeza del quinto o del primer metatarsiano con el nombre de panadizo analgésico de Morvan.
(figs. 7-1 y 7-2). Se observa en la neuropalía diabéti­
ca, siringomielia (fig. 7-2), lepra y, antiguamente, en la
tabes.
Ulceraciones o escaras de decúbito. Aparecen
en sitios de la piel sometidos a la presión continua del
lecho, como la región sacra o la región maleolar exter­
na, por la inmovilidad que guarda el paciente, tal co­
mo ocurre en las hemiplejías y paraplejías. La acción
mecánica (presión) y la falta de movimiento (parálisis)
hacen que la piel sufra isquemia prolongada y necro­
sis tisular. Las úlceras de decúbito tienen el tipo ana­
tómico de la escara, esto es, de una lesión necrótica
de piel y tejido celular subcutáneo (escaras de decú­
bito [fig. 7-3]). La falta de cuidados (higiene y rotación
periódica del paciente) las condiciona, pero a veces, a
pesar de las precauciones, las escaras pueden desa­
rrollarse a los pocos días de instalada una paraplejía
o una hemiplejía: es el decúbito agudo.

Fig. 7-2. Mal perforante plantar en un enfermo de singomielia.

Fig. 7-1. Mal perforante dorsal, en pie izquierdo. Podomegalia


derecha. Fig. 7-3. Escara sacra. Isquemia por compresión.

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7. TROFISMO 181

Las alteraciones tróficas del tejido celular subcutá­


neo pueden ser debidas a la pérdida del tejido graso
subcutáneo que se observa en la progeria, en la lipa­
distrofia progresiva, en el síndrome de Russe/1 (tumor
del diencéfalo), en la anorexia nerviosa y en el curso
de una enfermedad caquectizante. En todos estos
casos la pérdida grasa es más o menos generaliza­
da. La pérdida localizada del tejido graso puede ob­
servarse por presión crónica local (/ipoatrofia semicir­
cular), como consecuencia de inyecciones locales
subcutáneas (de insulina, por ejemplo) y acompañan­
do las alteraciones cutáneas de la esclerodermia o la
morfea. El exceso de tejido adiposo, que suele ser lo­
calizado (lipoma), se observa también en forma de
lipomas múltiples o en el marco de una adiposis do­
Flg. 7-4. Herpes zosler o zona intercostal.
lorosa de Dercum. Por último, pueden existir calcifi­
caciones del tejido graso subcutáneo: en la esclero­
dermia y en la calcinosis universal, esta última sobre
El panadizo analgésico de Morvan es un síndrome todo en mujeres jóvenes como secuela de miositis.
que vincula, desde un punto de vista fisiopatológico, a Las alteraciones tróficas de las uñas pueden ob­
la lepra y a la siringomielia. servarse en muchas enfermedades del sistema ner­
Gfossy-skin (piel luciente). Se caracteriza porque vioso. Estas alteraciones consisten unas veces en hi­
el tegumento se atrofia y adelgaza, presentando una pertrofia, como ocurre a nivel de las uñas de los pies
superficie lisa y brillosa. Cuando se produce en los de­ en hemipléjicos o parapléjicos crónicos. Otras veces
dos, sus extremos aparecen afilados y con estriacio­ las uñas se atrofian y se hacen friables y quebradizas,
nes ungueales. Se observa en la siringomielia, en las tal como ocurre en ciertas polineuropatías (arsenical).
neuropatías o radiculopatías paresiantes y en las he­ En ésta (así como también en la polineuropatía por
miplejías. talio, junto con alopecia y amaurosis progresiva) se
Otros trastornos cutáneos. El trastorno trófico observan las líneas blancas de Mees, que desde
puede igualmente consistir en una hiper o disquera­ la base ungueal avanzan hasta la punta de la uña,
tosis cutánea, así como también en una anormalidad en un plazo no mayor de seis meses. En las polineu­
en la distribución del pigmento: discromías, vitiligo ropatías se encuentra asimismo una separación del
con decoloración de los pelos, etc. Esto último (cani­ lecho ungueal o signo de Alfold. Se denomina surco
cie prematura), junto al hallazgo de calcificaciones de Beau a un surco trasversal de las uñas y cuya dis­
arteriales precoces, atrofias musculares y otras mani­ tancia con la matriz suele indicar la fecha de un pa­
festaciones orgánicas normalmente asociadas a la decimiento.
edad, se describen en la progeria (enfermedad de Las alteraciones de los cabellos en ocasiones pue­
Wemer). El hallazgo de lesiones pigmentarias cutá­ den orientar el diagnóstico de una afección neurológi­
neas (manchas "café con leche'), en número superior ca. El encanecimiento precoz anormal se advierte en
a seis y de más de 1 ,5 cm de diámetro mayor, parti­ la progeria. La pérdida capilar localizada se describe
cularmente en tronco y axilas, sugieren el diagnósti­ en la neuropatía trigeminal, aunque es más frecuente
co de neurofibromatosis o enfermedad de von Rec­ de observar como alopecia areata (proceso dermato­
klinghausen. Adenomas sebáceos localizados en la lógico). La alopecia precoz y total en la intoxicación
frente, el ala de la nariz y las mejillas pueden ser ob­ por talio. La pérdida capilar en los extremos laterales
sérvados en la esclerosis tuberosa (enfermedad de de las cejas en el hipotiroidismo.
Boumeville). Como indicio precoz suelen presentarse
unas manchas blancas hipopigmentadas (white Trastornos tróficos de los músculos
spots); más de tres mayores de 1 cm sugieren el
diagnóstico. Estas últimas dos enfermedades inte­ Atrofias musculares (cuadro 7-1 )
gran el grupo de las llamadas neurodermatosis. En la
angiomatosis encefalotrigeminal o enfermedad de La hipotrofia, atrofia muscular o amiotrofia es "la dis­
Sturge-Weber-Dimitri se observa la presencia de un minución del volumen y del número de las fibras con­
nevo facial rojo vinoso que sigue la distribución cutá­ tráctiles de uno o de varios músculos" (Léri). El trofismo
nea del trigémino. muscular depende de la motoneurona periférica (asta

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162 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

anterior, cilindroeje, raíz anterior, nervio motor) y del Atrofias neuropáticas degenerativas
músculo mismo. La atrofia muscular puede ser enton­
ces de origen medular, radicular, periférico o muscular. Las atrofias debidas a lesiones de la motoneurona
Pero las motoneuronas periféricas pueden a su vez periférica, se denominan atrofias degenerativas por
ser infiuidas por fibras corticales piramidales, cuyas asociarse a degeneración walleriana (véase cap. 1) y
arborizaciones terminales se esparcen alrededor de presentar reacción de denervación.
dichas células, y por fibras sensitivas, procedentes de Caracteres de las atrofias neuropáticas degenerativas:
la periferia que, después de un corto trayecto medu­ Se inician, generalmente, por las extremidades dis­
lar, hacen sinapsis en ellas. Existen, así, dos motivos tales de los miembros y disminuyen de intensidad
más de atrofia muscular: en el primer caso por lesión hacia la raíz de los mismos; pueden ser asimétricas.
central, como ocurre en una hemiplejía; en el segun­ - Pueden ser heredofamiliares o esporádicas.
do caso por lesiones periféricas, como ocurre en una - Se acompañan de modificaciones de los refiejos.
artritis, que por un mecanismo refiejo da lugar a la Presentan fasciculaciones: son contracciones cló­
atrofia localizada que suele acompañarla. nicas, breves, que experimentan sólo algunos ha­
Las atrofias de origen central pueden, a veces, ces de fibras musculares o fibras aisladas de un
asociarse a lesiones del lóbulo parietal. músculo en reposo, sin desplazamieto de segmen­
Se distinguen, pues, atendiendo a su diferente ori­ tos. Por su cantidad, irregularidad y asincronía, se
gen, tres grandes grupos de atrofias musculares: las compara a la caída de gotas de lluvia sobre un
• Atrofias neuropáticas, debidas a lesiones de las lago. Corresponden a la activación espontánea de
motoneuronas periférica o central. fibras o unidades motoras y son visibles en la su­
• Atrofias miopáticas, debidas a trastornos exclusi­ perficie del músculo. Es típica su aparición espon­
vamente musculares. tánea, pero se las puede inducir con percusión
• Atrofias refiejas (fig. 7-5). suave. La observación de fasciculaciones durante
la contracción tónica es normal. Representan el
• Atrofias neuropátícas compromiso_ lento y progresivo de las motoneuro­
nas de las astas anteriores. Por ello no se obser­
Se designan así las atrofias musculares por lesio­ van en la poliomielitis aguda y sí en las atrofias
nes de la motoneurona periférica, en cualquiera de musculares espinales, precediendo muchas veces
sus segmentos (atrofias neuropáticas degenerativas), a la atrofia. El compromiso de las raíces anteriores
y a las atrofias por lesiones centrales, como ocurre en puede también provocarlas (compresión por tumor,
la hemiplejía (atrofias neuropáticas por inactividad, no hernia de disco) y más raramente la lesión de un
degenerativas). nervio periférico, limitadas en ambos casos al terri­
torio de inervación correspondiente.
Dan reacción de denervación: la electromiografía
muestra potenciales de fibrilación y positivos de
denervación.
Evolucionan en forma variable.
'' Son ejemplos de atrofia degenerativa:
'' las atrofias musculares espinales (atrofias mie­
'
,_3
\
lopáticas);
- las atrofias asociadas a radiculopatías y neuro­
1 patías periféricas (atrofias neuríticas).
1
1
1
1
2 - Atrofias mielopáticas: atrofias musculares
espinales

Síndrome de Aran-Duchenne. Cuando la atrofia


afecta a los músculos de la eminencia tenar e hipote­
nar, dando lugar a la mano simiana o la mano en ga­
rra (véase Mano), se la denomina atrofia de tipo Aran­
Duchenne o síndrome de Aran-Duchenne. Este
Fig. 7-5. Atrofias musculares. 1, atrofia por miopatía; 2, atrofia
por lesión de la neurona motriz periférica (atrofia neuropática, síndrome puede observarse en una serie de afeccio­
mielopática o n_eurítica); 3, atrofia por lesión central (de la vía nes neurológicas tales como la esclerosis lateral
piramidal); 4, atrofia refleja. amiotrófica (esporádica y familiar), la siringomielia, tu-

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Grupo Subgrupo o tipo Nosologías Lesiones Localización de la atrofia Reflejos Sensibilidad Fascicula- Reacción de Carácter Evolución
ciones degenera- heredofa-
ción miliar

1
Neuropáticas r Degenerativas Mielopáticas oliomielitis Viral Medulares Extremidad distal de Arreflexia No modificada Ausentes Ausente Ausente Estable
o lesionales [ miembros (secuela) (secuela)

Atrofias Aran-Duchenne Medulares Eminencias tenar e hipo- Arreflexia No modificada Presentes Presente Ausente Lenta
musculares tenar
espinales
Werdnig-Hofimann Medulares Sector proximal de miem- Arreflexia No modificada Presentes a Presente Presente Rápida
bros inferiores, luego veces
e:
superiores, o generalizada C')

o
a.
o,
Kugelberg-Welander Medulares Sector proximal de miem- Arreflexia No modificada Presentes Presente Presente Lenta
bros inferiores, luego
superiores :::
en
Stark-Kaeser Medulares Sectores distal de Arreflexia No modificada Presentes Presente Presente Lenta 3·
o
¡¡;·
miembros inferiores y
proximal de miembros
"'o
e-
superiores
¡¡; •
"'
Raíces y nervios Extremidad distal de Arreflexia Anestesia en Presentes a Presente Ausente Rápida

N••'"T•· --
!=l.
y neuropatías periféricos miembros ·, bota o guante veces
periféricas
Nervio periférico y Porción distal de los Arreflexia Relativamente Habitualmente Variable Presente Lenta �
"'
"'
-Charcot-Mane-Toclh medular miembros. Primero pie y preservada ausenles o,

e:
pierna 3
o
e:
¡¡;-
Heredodege- -Dé1enne-Gombault- Nervio periférico y Igual que en la anterior Arreflexia Anestesia en Habitualmente Variable Presente Lenta
¡¡;
nerativas: Sottas medular bota o guante ausentes
!"
-Refsum
:¡;·
Nervio periférico y Igual que en la anterior Arreflexia Anestesia en Habitualmente Variable Presente Lenta e
¡¡;·
medular y retina bota o guante ausentes
o:
'<
:,

¡;;
Por inactividad, -Hemiplejia Piramidales Miembro parético o pléjico Hiperreflexia Variable Ausentes Ausente Ausente Estable
o
o,

"'ñl
no degenerativas ol

Miopáticas Miopatias Distrofias musculares Por lesiones Raíz de los miembros (en Arreflexia en el No modificada Ausentes Ausente Presente Lenta
primarias primarias de los el comienzo) curso de la
músculos evolución
,..
-<
;o
No modific.
Miopatías lnflamalorias y toxico- Musculares Partes distales (mano) (salvo en Dolor Ausentes Ausente Ausente Variable
o
.,,
¡;;
secundarias metabólicas grados avanz.)
Reflejas Artritis, anquilosis, Articulaciones Músculos vecinos de arti- Variable No modificada Ausentes Ausente Ausente Variable o
neumopatias óseas. viscerales culaciones, huesos,
vísceras
o,
w

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184 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

mores intramedulares, o bien aislado constituyendo la Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, neuropatía


enfermedad de Aran-Duchenne. hereditaria sensitivomotora tipo 1 (HMSN I), o enfer­
Enfermedad de Werdnig-Hoffmann o atrofia mus­ medad de Charcot-Marie-Tooth tipo 1 (CMT1), deno­
cular espinal tipo I (Spinal Muscular Atrophy Type I, minada también amiotrofia peronea, o en liga. Co­
SMA I). Es una afección hereditaria, de herencia auto­ mienza en la segunda infancia y suele afectar a más
sómica recesiva, que comienza en la primera infancia, de un miembro de una familia, por su herencia auto­
casi siempre antes del año de edad; afecta primero sómica dominante. Anatomopatológicamente se ca­
los miembros inferiores, y luego los superiores. En ge­ racteriza por lesiones degenerativas de los nervios
neral los pares craneales no se afectan salvo even­ periféricos, de las células de las astas anteriores y de
tualmente los bulbares, y hay compromiso de los mús­ los cordones posteriores.
culos respiratorios, que habitualmente respeta el La atrofia se inicia por los músculos de los pies, lue­
diafragma. Tiene una evolución relativamente rápida y go asciende a los de las piernas (región anteroexterna)
los pacientes mueren antes de los dos años. Hay una y en menor medida tercio inferior del muslo (de ahí el
forma más benigna de evolución más lenta (SMA 11). nombre de atrofia en liga). Después de algún tiempo (a
Enfermedad de Kugelberg-Welander, atrofia mus­ veces años) se invaden los músculos de la mano. La
cular progresiva del adolescente o atrofia muscular atrofia del pie causa excavación de la planta (pie cavo
espinal tipo JI/ (Spinal MuscularAtrophy Type 111, SMA o pes cavum), �exión plantar de los dedos (pie en ga­
111). También es hereditaria y de herencia autosómica rra) y la incurvación hacia adentro (varoequinismo). La
recesiva. En este cuadro, la atrofia en los miembros atrofia se detiene en el tercio inferior del muslo (pier­
es predominantemente proximal, no obstante ser de nas en botella de champagne invertida) y del antebra­
origen neuropático. Los miembros inferiores se afec­ zo (respeta la raíz de los miembros). La arreflexia
tan primero. Su evolución es lenta. aquílea es precoz; la abolición de los rotulianos, más
Síndrome escapuloperoneo de Stark-Kaeser. Afec­ tardía. Existen parestesias siendo los trastornos sen­
ción hereditaria, de herencia autosómica dominante, sitivos discretos. Ocasiona tardíamente una impoten­
que comienza en la adultez y asocia una atrofia distal cia funcional acentuada (fig. 7-6).
de miembros inferiores y una atrofia proximal de Neuropatía intersticial hipertrófica de Déjerine­
miembros superiores. Comienza por atrofia de los Gombault-Sottas, neuropatía hereditaria sensitivo-mo­
músculos de la pantorrilla y de la flexión dorsal del pie tora tipo 111 (HMSN 111), o enfermedad de Charcot-Ma­
y se extiende posteriormente a los músculos de la cin­ rie-·rooth tipo 2 (CMT2). Esta afección se considera
tura escapular. Su evolución es lenta. como una forma clínica de la amiotrofia de Charcot­
La poliomielitis anterior aguda origina una amio­ Marie-Tooth, con una semiología sensitiva cordonal
trofia degenerativa mielopática de mecanismo simi­ posterior más acentuada. Los nervios se hallan engro­
lar, por compromiso de la motoneurona del asta an­ sados (hipertróficos) y son fáciles de palpar en su tra­
terior, pero de carácter secuelar y no progresivo. Por yecto (cubital, ciático poplíteo externo). Las lesiones
ser infecciosa y no familiar no forma parte del grupo de los mismos no difieren de las de la enfermedad de
de las denominadas atrofias musculares espinales, Charcot-Marie-Tooth: proliferación schwanniana, alte­
pero debe ser tenida en cuenta en el diagnóstico di­ ración en catáfila de cebolla (onion bulbs).
ferencial. Neuropatía hereditaria sensitivomotora tipo IV
(HMSN IV), o enfermedad de Refsum. El interés de es­
- Atrofias neurítícas: radiculopatías y neuropatías ta entidad reside en la comprobación de una eliminación
periféricas urinaria anormal de ácido fitánico; el error o defecto en­
zimático es la ausencia de fitánico-hidroxilasa, encarga­
Sus causas son similares a las de las paraplejías, da de la conversión del ácido filánico en ácido pristáni­
diplejías y monoplejías fláccidas de origen radicular o co. Se produce un aumento de ácido fitánico que afecta
polirradiculoneuropático, que se acompañan de este
tipo de atrofia degenerativa.
También se observa en las neuropatías periféricas
de múltiples orígenes (diabética, nutricional, desmieli­
nizante, tóxico-farmacológicas, autoinmunes, porfiria,
infecciosas, enfermedad de Refsum, paraneoplási­ Fig. 7-6. Enfermedad
cas), entre las que mencionaremos en particular a las de Charcot-Marte-Tooth
(HMSN- 1). Pie cavo y
heredofamiliares, como la enfermedad de Charcot­ amiotrofia anteroexterna
Marie-Tooth y la neuropatía intersticial hipertrófica de de las piernas
Déjerine-Gombault-Sottas. (amiotrofia peronea).

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7. TROFISMO 185

principalmente la retina y los neivios periféricos. El cua­ Miopatías primarías (distrofias musculares)
dro clínico comienza, generalmente, en la adolescencia
y asocia una retinitis pigmentaria con nictalopía, a mani­ Características de las distrofias musculares:
festaciones polineuríticas (dolor, parestesias, ataxia con - Son hereditarias y familiares.
alteraciones de la sensibilidad profunda), cerebelosas y La atrofia comienza, en general, por la raíz de los
vestibulares. Frecuentemente hay sordera e ictiosis cu­ miembros y es simétrica.
tánea; los neivios cutáneos pueden, en ocasiones, ser No se producen modificaciones de los reflejos, salvo
palpables. Puede cursar con brotes. cuando la amiotrofia ha alcanzado un grado tal que
el reflejo no se produce por falta de contracción mus­
Atrofias neuropáticas no degenerativas cular.
- No presentan fasciculaciones.
Se vinculan a lesiones centrales y no presentan reac­ - No hay reacción de denervación: electromiográfi-
ción de deneivación, por lo que se las denomina atrofias camente no hay potenciales de fibrilación sino po­
no degenerativas. Son atrofias obseivables en los hemi­ tenciales polifásicos característicos y abundantes a
pléjicos crónicos o secuelares, sobre todo en las hemi­ la contracción voluntaria.
plejías infantiles, que se extienden a todo el miembro La CK y otras enzimas están aumentadas en
parético o paralizado. La atrofia es uniforme y se acom­ sangre.
paña de signos de piramidalismo. No presenta fascicu­ - Pueden ser de evolución muy lenta (muchos años).
laciones ni reacción de deneivación. La atrofia muscular La biopsia muscular muestra lesiones distróficas:
depende en estos casos, en parte, de la inactividad que fibras necróticas y en regeneración, y aumento de
impone a los músculos la lesión piramidal (desuso). tejido graso. En las células musculares los núcleos
se sitúan centralmente y se obseiva amplia varia­
• Atrofias míopátícas (míopatías primarías ción en el tamaño de las fibras.
y secundarías) La semiología varía según los grupos musculares
afectados por la atrofia, que caracterizan a cada enti­
Se trata de atrofias por lesiones de los músculos dad nosológica y permiten clasificarlas. Los enfermos
mismos. Agrupan a las miopatlas primarias o distro­ presentan ciertas deformaciones y actitudes caracterís­
fias musculares (cuadro 7-2), y a las miopalías secun­ ticas. Es común obseivar la facies miopática, con risa
darias, éstas últimas mayormente secundarias a cau­ transversal, la scapu/a afata y una gran lordosis lumbar,
sa inflamatoria: miositis. originando una postura de pie con vientre prominente
Cuadro 7-2. Atrofias musculares mlopáticas. Miopatías primarias

Tipo Localización inicial de la atrofia Seudohlpertrofia Edad de comienzo Herencia

Duchenne Músculos de la cintura En los músculos Primera infancia Recesiva ligada al X


escapular gemelos; más
tarde atrofia

Becker (progresión lenta) Músculos de la cintura escapular A veces Segunda infancia Recesiva ligada al X

Emery-Dreifuss Humeroperonea (contracturas) No Primera década Recesiva ligada al X

Cara distal en miembros No Tercera década Autosómica dominante


Steinert Miotonía. Manifestaciones
asociadas

Erb o de las cinturas Músculos de las cinturas No Segunda década Autosómica dominante
o recesiva

Congénitas Generalizada No Primera infancia Autosómica recesiva

Facioescapulohumeral Músculos de la cara y cintura No Segunda década Autosómica dominante


de Landouzy-Déjerine escapular

Oculofarlngea Ptosis, paresia oculomotora, No Adultez Autosómica dominante


disfagia

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186 SEMIOLOG[A DEL SISTEMA NERVIOSO

(postura de tenor). La atrofia de los músculos de la cin­ Se reconocen los siguientes tipos de distrofia muscular:
tura determina el talle de avispa (taille de guepe).
El miopático se levanta del decúbito en esta forma: - Distrofias musculares de herencia recesiva
apoya, primero, sus miembros superiores en el suelo o ligada al cromosoma X (ligada al sexo)
en el lecho, para lo que previamente se echa sobre su
vientre; luego levanta un brazo y lo apoya sobre una La enfermedad se manifiesta en hombres. Las mu­
rodilla, hace lo mismo con el otro brazo y apoyado aho­ jeres, al tener dos cromosomas X, son portadoras
ra sobre sus miembros inferiores, como antes se apo­ (véase cap. 1).
yaba en el suelo, o lecho, yergue el cuerpo, corriendo Distrofia muscular de Duchenne (1868) (Duchenne
sus miembros superiores sobre los inferiores; el enfer­ Muscular Dystrophy, DMD), y el complejo distrofina­
mo trepa a lo largo de sus piernas (signo de Gowers, glicoproteína. En este grupo existe una alteración
fig. 7-7). Estos actos complejos tienen por objeto suplir (translocación o "deleción" [supresión]) en el gen
la acción ausente de los músculos lumbares. del cromosoma X que codifica a las proteínas mus­
Al final de su evolución, los miopáticos no pueden culares, dando como resultado modificaciones en la
ya levantarse, pero pueden sí caminar, a pequeños distrofina. Esta proteína se asocia con varias glico­
saltos, con el cuerpo en cuclillas y apoyándose con los proteínas formando el complejo distrofina-glicopro­
dedos de los pies y de las manos sobre el suelo. Es la teína, cuyos defectos resultan en distintos tipos de
marcha de sapo. Cuando los trastornos no son tan pro­ distrofia muscular.
nunciados, la debilidad de los músculos glúteos y pel­ La DMD es la más saliente de estas distrofias, y la
vianos da lugar a la marcha de pato con balanceo de más frecuente en general. Comienza a temprana
las caderas. La enfermedad lleva al miopático a la atro­ edad por los miembros inferiores, generalmente cuan­
fia de casi todos sus músculos, incluyendo diafragma do el niño empieza a caminar, cayéndose con fre­
y corazón, con trastornos electrocardiográficos. cuencia. La pérdida de fuerza y atrofia son proxima­
Los miopáticos eliminan espontáneamente creati­ les. Los gemelos aumentan considerablemente en
na por la orina (diabetes creatinúrica). En los sujetos volumen y consistencia, contrastando ello con la dis­
normales la creatina no se elimina por la orina sino minución de su fuerza (figs. 7-8 y 7-9). Es una falsa hi­
como creatinina. El aumento de la excreción de pertrofia muscular que se ha vinculado al desarrollo
creatina se halla relacionado con la destrucción anormal de tejido escleroadiposo en los músculos
muscular. La creatina se forma a partir de la argini­ (seudohipertrofia). Hay lordosis lumbar, postura de te­
na, la glicocola y la metionina. El hígado recibe áci­ nor y signo de Gowers. La CK está muy elevada. Con
do guanidinacético, producto de la interacción de la el tiempo aparece atrofia en los músculos de la cintu­
arginina y la glicocola y lo metila transformándolo en ra escapular, pudiendo aparecer seudohipertrofia en
creatina. Esta es utilizada por el músculo, el que la el hombro. Se agrega finalmente miocardiopatía y
fosforila convirtiéndola en fosfocreatina, sustancia compromiso respiratorio, que llevan a la muerte hacia
energética, para degradarla luego a creatina y pos­ los 20 años.
teriormente a creatinina, forma normal de elimina­ Distrofia muscular de Becker (Becker Muscular
ción. El músculo distrófico no puede efectuar la fos­ Dystrophy, BMD). Es una forma más benigna (varian­
forilación correspondiente, por lo que se produce te alélica) que la DMD en cuanto a su pronóstico y
sobrecarga de creatina que se elimina por la orina. evolución. Se inicia en la segunda infancia, la progre­
Suele verse, asimismo, hiperaminoaciduria debido a sión es más lenta y los pacientes pueden caminar
la incapacidad del músculo para utilizar los aminoá­ hasta la tercera década y vivir hasta los 50 años, casi
cidos o a una liberación de los mismos por el múscu­ sin compromiso cardíaco. Es claramente menos fre­
lo distrófico. cuente qua la DMD.

Fig. 7-7. Forma en que se


levanta un miopático.

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7. TROFISMO 187

Fig. 7-8. Distrofia muscu- ,


lar progresiva.Tipo seudo­
hipertrófico de Duchenne. Fig, 7-9, El mismo caso
Visto por delante. anterior. Visto por detrás.

Distrofia muscular de Emery-Dreifuss (Emery-Drei­ La atrofia más llamativa, y típica, se produce en la


fuss Muscular Dystrophy, EDMD). Comienza en la pri­ cara. Ésta se alarga y afina por atrofia temporomase­
mera década, predomina la distribución humeropero­ terina, y del esternocleidomastoideo en el cuello, que
nea y ocasiona, característicamente, contracturas (en se adelgaza y adquiere una curvatura hacia delante
particular contractura en flexión en los codos) y tras­ característica (cuello de cisne). Se agrega calvicie
torno de la conducción cardíaca. precoz, y hay leve ptosis (fig 7-1 1). La atrofia en
- Distrofias musculares de herencia autosómica
miembros es distal y leve, por lo que en esta enferme­
dad no se producen inicialmente los cambios postura­
les y trastornos de la marcha observables en las otras
Distrofia miotónica, enfermedad de Steinett. Se ha miopatías primarias. Por ello el paciente no suele in­
mencionado en el capítulo de tono, por el fenóme­ validarse sino tardíamente. Se suma el trastorno de
no clínico y electromiográfico de miotonía que la ca­ relajación muscular propio de la miotonía.
racteriza (fig 7-1 O) y diferencia de las restantes dis­ Además, hay otras manifestaciones: cataratas,
trofias, pero también se acompaña de atrofia atrofia testicular y falta de libido, ginecomastia, arrit­
muscular. Es la distrofia muscular más frecuente. mias y bloqueos cardíacos, retardo mental , litiasis ve­
sicular, constipación, trastornos respiratorios por
compromiso diafragmático, megaesófago y megaco­
lon, hiperrespuesta a la insulina (fig 7-1 2). En las
neuroimágenes pueden observarse espesamiento de
la calota, hiperostosis frontal interna, silla turca pe­
queña y agrandamiento ventricular.

Fig, 7-11 . Distrofia miotónica (Steinert).


Fig, 7-10. Distrofia miotónica (Steinert). Rodete miotónico. Ptosis e hipotrofia temporal.

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188 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

consulta al paciente, sino, más tarde, la atrofia y défi­


cit en los músculos fijadores de la escápula (serrato
mayor, romboides y parte inferior del trapecio), con
aparición de scapula a/ata (saliencia escapular) cuan­
do el paciente eleva el brazo o lo lleva hacia delante.
Para cuando el paciente consulta, los signos faciales
son evidentes: se observa facies miopática caracteri­
zada por expresión indiferente, surcos faciales borra­
dos y labios voluminosos, sobresaliendo el superior
sobre el inferior {labio de tapir). Cuando el enfermo ríe
las comisuras no se elevan, dando lugar a la risa
Fig. 7-12. Distrofia
miotónica
transversal o forzada. Los ojos se cierran incompleta­
(Steinert). mente, el enfermo no puede silbar, ni pronunciar los
Ginecomastia e fonemas fricativos {letras labiales). Hay un aspecto de
hipotrofia muscular oligofrenia contrastando con el psiquismo normal del
distal en brazos. paciente.
Con el tiempo, se afectan el pectoral mayor y el
Distrofia muscular "de las cinturas" (Limb-Girdle deltoides, luego los músculos extensores de los pies,
Muscular Dystrophy, LGMD), antiguamente tipo Erb. y más tarde (40-50 años) la cintura pelviana, con hi­
Agrupa a varias entidades caracterizadas por atrofia perlordosis y los trastornos de la marcha ya mencio­
en ambas cinturas pelviana y escapular. Varios tipos nados para otras distrofias. El miocardio no suele
genéticos y locus cromosómicos han sido descriptos, comprometerse.
de herencia autosómica dominante (LGMD 1 , A, B y C) Distrofia muscular oculofaríngea. De herencia au­
y, mayormente, recesiva (LGMD 2, A a G), y varias tosómica dominante, prevalece en el Canadá francés.
anomalías proteicas, fundamentalmente, en los sarco­ Comienza en la adultez tardía, habitualmente con pto­
glicanos (sarcoglicanopatías). sis, a la que se agrega trastorno oculomotor con diplo­
El fenotipo es similar en todas ellas y no se pueden pía y disfagia, que a veces puede ser inicial. Más tar­
diferenciar clínicamente. La severidad clínica es varia­ de se afectan las cinturas. La mutación genética ha
ble. Suele comenzar en general por la cintura pelvia­ sido localizada en el cromosoma 14.
na hacia el final de la primera o en la segunda déca­
da de la vida. La evolución es generalmente benigna. Míopatías secundarías
Hay formas de comienzo escapulohumeral.
Distrofias musculares congénitas (Congenital - Miopatías inflamatorias
Muscular Dystrophies, CMD). Son de herencia auto­
sómica recesiva. Se caracterizan por debilidad mus- /. ldiopáticas. Polimiositis y dermatomiositis. La po­
. cular e hipotonía desde el nacimiento, retardo motor, limiositis es un proceso inflamatorio de los músculos,
contracturas y CK elevada desde el comienzo. Histo­ que en la dermatomiositis se acompaña de alteracio­
patológicamente se observan marcado aumento del nes cutáneas. No hay historia familiar. El dolor y la in­
tejido conectivo endomisial, y menos cantidad de fi. flamación distinguen a estos procesos de las miopa­
bras en degeneración-regeneración que en DMD o tías primarias, pero a veces el componente
BMD. inflamatorio puede no ser franco. Los músculos se
Se han descripto varias formas clínicas: CMD por afectan en forma subaguda, y suelen corresponder a
déficit de merosina (merosina negativa, merosino­ la cintura escapular o pelviana. En el período inicial
patía); CMD sin déficit de merosina (merosina posi­ hay dolor al elevar los brazos (peinarse), ponerse de
tiva); CMD de Fu/wyama, que se observa en Japón pie o subir escaleras, y los músculos están edemati­
y se acompaña de retardo mental y convulsiones; y zados, duelen a la presión y muestran aumento de su
otras. consistencia, instalándose posteriormente la atrofia,
Distrofia muscular facioescapu/ohumera/ o de Lan­ que tiene un parecido al miopático. Puede haber com­
douzy-Déjerine (1884) (Facíoscapu/ohumeral Muscu­ promiso faríngeo con disfagia, y cardíaco con arrit­
lar Dystrophy, FSHD). Es de herencia mayormente mias y falla de bomba.
autosómica dominante, Se debe a "deleciones" o su­ En la dermatomiositis se agrega una erupción cu­
presiones en el cromosoma 4. Comienza en general tánea que precede o coincide con la miositis. Se pro­
en la segunda década. La atrofia comienza por los duce eritema periorbitario y palpebral de coloración
músculos de la cara, pero esto no suele llevar a la violácea (rash heliotropo), y una erupción eritematosa

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7. TROFISMO 189

del resto de la cara, cintura escapular, tórax y nudillos Hipotiroidismo. En este caso el compromiso mus­
de la mano, en los que se pueden observar lesiones cular es más generalizado y secundario a mioedema
papuloescamosas (pápulas de Grotton). Puede haber mixedematoso. Puede hallarse rodete miotónico (véa­
calcificaciones nodulares subcutáneas y dilatación ca­ se Tono).
pilar ungueal basal. Miopalía corticoidea. En los tratamientos prolon­
La CK está elevada. El EMG muestra potenciales gados con corticoides, en particular con dexameta­
de escasa duración y amplitud. La biopsia muscular sona y triamcinolona, pueden producirse debilidad
muestra el predominio inflamatorio muscular en forma y amiotrofia proximales que predominan en cintura
de cúmulos linfocitarios focales y difusos, con dege­ pelviana. La CK se mantiene normal. El cuadro re­
neración y atrofia de las fibras musculares. En la der­ trograda lentamente con la supresión de los este­
matomiositis se agrega inflamación perivascular e in­ roides.
terfascicular, con hiperplasia endotelial. Miopalía necrotizante (rabdomiólisis). Secunda­
Estos cuadros pueden vincularse a enfermedades ria al uso de hipolipemiantes del grupo de las es/a­
autoinmunes del colágeno o, especialmente en el ca­ tinas. Su característica son las mialgias y el com­
so de las dermatomiositis, constituir síndromes para­ promiso muscular proximal en miembros inferiores.
neoplásicos. Responden al tratamiento con corticoi­ La CK se eleva francamente y hay mioglobinuria. El
des. riesgo es mayor en la edad avanzada, mal estado
Miositis por cuerpos de inclusión. Compromete ca­ general, polimedicación, posoperatorios, enferme­
racterísticamente músculos distales (extensores del dades coexistentes y en asociación con otras medi­
pie, flexores de la mano), además de proximales. caciones (fibratos, diversos antibióticos, amiodaro­
Puede ser asimétrica e incluso localizada (cuadrí­ na, alcohol).
ceps ). También se asocia a enfermedades del coláge­ Miopalía autofágica. Secundaria a cloroquína y
no, pero no mejora con corticoides. amiodarona.
Polimialgia reumática. Afecta a pacientes de edad Miopatía antimicrotubular. Por uso de colchícina y
avanzada. Típicamente, los pacientes sienten dolor y vincristina.
envaramiento en cintura escapular, y en menor grado
pelviana, junto a atrofia muscular leve o moderada. La • Atrofias "reflejas"
eritrosedimentación se acelera a 50 mm o más en la
primera hora. Se asocia a arteritis temporal, constitu­ Se designan así las atrofias observables en los
yendo un cuadro secundario a arteritis de células gi­ músculos que rodean a una articulación, que es
gantes de las ramas del arco aórtico (subclavias, ca­ asiento de un proceso inflamatorio o de una luxación,
rótidas externas, temporales superficiales). Mejora o a un hueso que ha sufrido distintas lesiones (fractu­
francamente con corticoides. ras), así como también las atrofias denominadas por
JI. Virales. Por virus diversos (influenza, parain­ reflejo viscerotrófico; por ejemplo, la atrofia que sufren
fluenza, micoplasma, sincicial respiratorio, herpes los músculos del tórax en caso de una pleuresía o
simple, coxsackie, HIV). En niños con gripe o varicela neumopatía de larga evolución. No producen reacción
tratados con aspirina puede producirse, por disfunción de denervación.
hepática aguda, el síndrome de Reye, constituido por
vómitos, cambio de conducta, confusión y coma, en el Hipertrofias musculares
que hay compromiso muscular con altísimos niveles

11/. Parasitarias. En la triquinosis, cisticercosis, to­


de CK (>1 00 veces). Normalmente, pueden producirse hipertrofias mus­
culares por entrenamiento y ejercicio repetido y pro­
xoplasmosis. longado: son las hipertrofias de los atletas.
IV. Bacterianas. Raras, pero hoy en día observa­ Patológicamente, se observa hipertrofia muscular
bles en el SIDA. esquelética en los siguientes procesos.
- Miopa/ías toxicometabólicas
Miotonía congénita familiar (enfermedad
Hipertiroidismo. Típicamente los pacientes sufren de Thomsen)
una miopatía proximal en cintura pelviana por des­
gaste muscular, y no pueden subir escaleras, parar­ Enfermedad rara, descripta en 1 876 por Thomsen,
se o incorporarse sin apoyo. La atrofia es leve-mo­ que la sufrió en sí mismo, junto a veinte miembros de
derada. El hipertiroidismo puede asociarse a parálisis su familia correspondientes a cinco generaciones. Es
periódica hipokalémica y miastenia gravis (véase un trastorno de los canales transportadores de cloro
Motilidad). (canalopatía clórica), de herencia mayormente auto-

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190 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

sómica dominante, aunque hay una forma de Becker Las alteraciones tróficas en las articulaciones de­
autosómica recesiva. terminan artropatías, que se observan en la siringo­
La miotonía propia de esta enfermedad fue des­ mielia {hombro y muñeca), lepra {dedos de mano y
cripta en la sección de miotonías del capítulo de Tono. pie) y tabes (rodilla y tobillo). En estas artropatías pue­
Se subraya aquí la presencia de hipertrofia muscular de producirse un doble proceso de rarefacción ósea e
que predomina en los miembros inferiores, dando al hiperostosis (artropatías atrófica o hipertrófica). En las
enfermo una apariencia hercúlea. artropatías de la lepra no suele haber hipertrofia, el
proceso es puramente destructivo y origina las mutila­
Paramiotonía congénita (enfermedad de Eulenburg) ciones consiguientes (7-13 y 7-14).
Finalmente, el esqueleto es, a veces, asiento de
También fue descripta a propósito de las miotonías. deformaciones en ciertas afecciones neurológicas;
Puede acompañarse de hipertrofia muscular, menos por ejemplo, el tórax en carena de la siringomielia con
marcada que la de la enfermedad de Thomsen. cifosis marcada, la cifoescoliosis y el pie cavo de la
enfermedad de Friedreich, el pie cavo de la enferme­
Hipertrofia musculorum vera dad de Charcot-Marie-Tooth y la hiperlordosis lumbar
de las miopatías.
En 1 971 Poch et al. describieron, en la Argentina, una
familia en la cual 14 miembros de tres generaciones te­ Hemiatrofia facial progresiva (enfermedad de
nían una inusual hipertrofia del masetero y músculos de Parry-Romberg)
las pantorrillas, asociada a calambres y parestesias de
estos últimos. No se halló en ellos miotonía ni atrofia. Mencionada por Parry en 1825 y descripta luego
La hipertrofia muscular mostró agrandamiento del ta­ por Romberg en 1851 , esta enfermedad predomina
maño de las fibras musculares, lo que pareció revelar en mujeres y comienza en la adolescencia o tempra­
un desarrollo anómalo de tejido muscular. Posterior­ na juventud.
mente, Torbergsen en 1 975 describió una familia con Se caracteriza por trastornos tróficos hemifaciales
hipertrofia muscular generalizada de los miembros en partes blandas (piel, tejido subcutáneo), cartílago y
asociada a mioedema. Estos casos parecen sustentar huesos. Suele comenzar por la mejilla, que se ahueca
la entidad clínica de hipertrofia musculorum vera, es
decir, de hipertrofia muscular primaria.
Otras hipertrofias musculares
Se describen en la enfermedad de Camelia de Lan­
ge {hipertrofia muscular congénita con rigidez extrapi­
ramidal y motilidad alterada, trastornos en el desarrollo
dentario y debilidad), en el atletismo mixedematoso
(síndrome de Kocher-Debré-Semelaigne) y secunda­
rias a enfermedades que se acompañan de hipertonía
o distonía (síndromes de la persona tiesa y de activi­
dad continua de la fibra muscular; distonías focales).
En estos últimos casos la hipertrofia es localizada.
Fig. 7-13. Artropalia tabética de rodilla (bilateral).
Trastornos tróficos del sistema osteoarticular

En diversas afecciones neurológicas se encuen­


tran alteraciones tróficas en los huesos o en las arti­
culaciones.
A nivel de los huesos, se producen rarefacción y
osteoporosis que los hacen frágiles, facilitando las
fracturas espontáneas, como en la siringomielia y la
tabes. Se encuentran también alteraciones tróficas en
los huesos de los miembros paralizados, consistentes
en la disminución del crecimiento, como sucede en las
hemiplejías o parálisis infantiles, o en fragilidad ósea,
como en las hemiplejías del adulto. Fig. 7-14. Radiografía de ambas rodillas (caso anterior).

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7. TROFISMO 191

progresivamente. La piel se atrofia y arruga, apare­ La distribución de la afección en el área de inerva­


ciendo fina y brillante, el tejido subcutáneo se adelga­ ción del nervio trigémino sugiere un trastorno de su
za, las pestañas y cejas caen y disminuye la secreción función trófica.
sudorípara y sebácea. Los huesos faciales (frontal, No debe confundirse la enfermedad de Romberg
maxilar inferior) y cartílagos nasales también se atro­ con casos de esclerodermia circunscripta que afec­
fian, la nariz se desvía hacia el lado afectado. El resul­ tan a una mitad de la cara, ni con asimetrías faciales
tado es una notable asimetría del rostro: del lado sa­ congénitas, generalmente limitadas y no evolutivas.
no el aspecto de la cara es "juvenil", del lado afectado
se muestra un aspecto "senil", ofreciendo así al explo­ Hemihipertrofia facial progresiva
rador la impresión de que coexisten dos edades cro­
nológicas en el mismo paciente. Los músculos se A la inversa de la anterior, en esta enfermedad se
afectan en menor grado. Cuanto más precoz es el co­ observa que los huesos y las partes blandas de un la­
mienzo de la enfermedad, mayor es la asimetría por­ do de la cara aumentan progresivamente de volumen.
que más se compromete el desarrollo osteoarticulo­ Es mucho más rara que la enfermedad de Romberg.
muscular durante la etapa de crecimiento. La atrofia Se conoce también con el nombre de enfermedad de
se estabiliza luego de algunos años de evolución. Friedreich-Montgomery.

Trofismo: sinopsis

• Motoneurona periférica, fibras sensitivas, sistema nervioso autónomo, músculo

Exploración
Inspección: músculos (circunferencia), piel y faneras, relieves óseos
• Palpación y movilización pasiva
• Reflejos: atrofia---->hiporreflexia
Exámenes complementarios: enzimas (CK), EMG� biopsia

Alteraciones
Trastornos tróficos de la piel y anexos
Úlcera perforante o mal perforante: neuropatia diabética, siringomielia, lepra, tabes
Ulceraciones o escaras de decúbito
Lesiones ampollosas: polineuropatías, siringomielia y paraplejías bruscas. Zóster
Panadizo analgésico (Morvan): siringomielia, lepra
G/ossy-skin (piel luciente): siringomielia, neuropatías, radiculopatías, hemiplejías
Otros: neurodermatosis, Sturge-Weber-Dimitri, lipodistrofias, esclerodermia, trastornos ungueales y capilares (arsé-
nico, talio, hipotiroidismo) · ·
Atrofias musculares (amiotrofias, trastornos tróficos de los músculos)
Neuropáticas:
Degenerativas:
• Mielopáticas: atrofias musculares espinales (Aran-Duchenne, Werdnig-Hoffmann, Kugelberg-Welander,
Stark-Kaeser)
• Neuriticas: neuropatías periféricas (CMT tipos 1 y 2)
No degenerativas: lesiones cerebrales
Miopáticas:
Miopatías primarias (distrofias musculares)
• H. ligada al sexo: Duchenne, Becker, Emery-Dreifuss
• H. autosómica: miotónica (Steinert), de las cinturas, congénitas, facioescapulohumeral, oculofaringea
Miopatías secundarias
• Inflamatorias
-ldiopáticas
-Polimiositis-Dermatomiositis
-Miositis por cuerpos de inclusión
-Polimialgia reumática
-Virales
-Parasitarias
-Bacterianas

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192 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

• Toxicometabólicas
-Hipertiroidismo
-Hipotiroidismo
-Corticoidea
-Necrotizante (rabdomiólisis) (estatinas)
-Autofágica (cloroquina, amiodarona)
-Antimicrotubular (colchicina, vincristina)
"Reflejas"

Hipertrofias musculares
Miotonía congénita familiar (enfermedad de Thomsen)
Paramiotonfa congénita (enfermedad de Eulenburg)
Hipertrofia musculorum vera
Otras

Trastornos tróficos del sistema osteoarticular


Hemiatrofia facial progresiva (enfermedad de Parry-Romberg)
Hemihipertrofia facial progresiva

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8
Taxia

Nociones generales miento actos coordinados como mamar o tragar, no


puede todavla realizar movimientos coordinados con
Ningún músculo funciona solo, aislado, para producir sus miembros, que poco a poco va luego aprendien­
un movimiento, aun cuando a simple vista parezca ser do. La repetición de movimientos iguales perfecciona
así. Para lograr un determinado movimiento no basta con la coordinación.
que se contraiga el músculo directamente involucrado. La necesidad de coordinación ha sido demostrada
Se requiere también la intervención de otros músculos: por la neuropatología: muchos enfermos tienen tras­
unos refuerzan la acción de aquél; otros, que normal­ tornos motores sin parálisis o paresia, pero con per­
mente realizan un movimiento opuesto, deben por ello turbación de la coordinación, llamada ataxia (del grie­
colocarse en situación de no impedir la acción del prime­ go ataxia, desorden). En una ataxia de miembros, por
ro; finalmente, otros se encargan de fijar o inmovilizar las ejemplo, ellos pueden realizar los movimientos que
articulaciones vecinas a la que se mueve. Por ejemplo, les son propios con fuerza normal, pero de manera
para flexionar el antebrazo sobre el brazo se contraerá el imprecisa, desordenada, fluctuante.
bíceps principalmente; la ac<;ión flexora de este músculo
se reforzará con la del braquial anterior, también flexor; al La neuropatología y la fisiología experimental han permi­
mismo tiempo se relajará el tríceps, que normalmente se tido determinar el mecanismo que asegura la coordinación
opone a la flexión, ya que es extensor y se contraerán los molriz (fig. 8-1).
músculos del hombro para fijar el brazo, permitiendo de
este modo que los músculos flexores ejerzan su efecto
con un mínimo de esfuerzo.
Por ello se han clasificado a los músculos que inter­
vienen en un movimiento voluntario en cuatro grupos: 3
1 º, agonistas, a cuya contracción se debe principal­
º
mente el movimiento efectuado; 2 , antagonistas, que
se oponen a los anteriores; 3 º, sinérgicos o sinergistas,
que contribuyen a la contracción de los agonistas redu­
ciendo su esfuerzo; 4 º , fijadores, que fijan a las articu­
laciones vecinas y colocan al miembro o al cuerpo en la Fig. 8-1. Esquema de las
posición apropiada para que se efectúe el movimiento. ataxias. 1, 2, 3, ataxia cor­
En el ejemplo citado, el bíceps braquial es el ago­ tical; 4, ataxia talámica; 5,
nista, el tríceps el antagonista, el braquial anterior el : de ataxia bulbopontopedun-
sinergista, y los músculos del hombro los fijadores. / Deiters cular; 6, ataxia cerebelosa;
Todos los músculos actúan normalmente como una / 7, ataxia laberíntica; 8, ata-
/ xía medular; 9, ataxia peri-
unidad. Su actividad se gradúa y ajusta recíproca­ [ férica (neurítica o radicu-
mente: si el agonista exagera su contracción, el anta­
l
: lar); en linea negra, vías de
gonista se relaja, y los sinergistas y fijadores acentúan la sensibilidad profunda
su acción. El resultado es un movimiento adecuado al inconsciente y vía cortico­
fin propuesto: un movimiento coordinado. pontocerebelosa; en línea
Esta coordinación está a cargo del sistema nervio­ punteada, vía de la sensi­
bilidad profunda conscien­
so cerebroespinal por medio de un delicado dispositi­ te; en línea gris gruesa, la
vo que funciona a la par del aparato motor voluntario.
9
vía cerebelotolamocortical,
La coordinación se perfecciona con el crecimiento. cerebelorrubroespinal y
El recién nacido, aunque ejecuta bien desde su naci- cerebelovestibuloespinal.

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194 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

En primer término, intervienen las vías sensitivas aferen­ loso, que se dirige al paleocerebelo, sin decusarse, por el
tes que conducen al cerebro impulsos propíoceptivos origi­ pedúnculo cerebeloso inferior.
nados periféricamente en receptores cinestésicos (del grie­ Las vías de los fascículos espinocerebelosos dorsal y
go kinesis, movimiento; y aisthesis, sensación) por ventral, y cuneocerebeloso, no terminan en la corteza cere­
desplazamiento y distensión mecánica de músculos, tendo­ bral, y son por ende vlas propioceptivas inconscientes. La
nes, articulaciones y partes blandas. Hay cuatro tipos de re­ del fascículo espinocerebeloso ventral transmite impulsos
ceptores: a) corpúsculos de Golgi, situados en los tendones; propioceptivos de miembros inferiores y mitad inferior del
b) corpúsculos de Pacini, en tendones, articulaciones y pe­ tronco, la del fascículo espinocerebeloso dorsal del tronco y
riostio; c) husos neuromusculares, en músculos; d) termina­ pelvis, y la del fascículo cuneocerebeloso de miembros su­
ciones nerviosas desnudas en fibras musculares, tendones, periores y cuello. Estas vías sólo comportan dos neuronas.
aponeurosis y articulaciones. En las cuatro vías propioceptivas esqueléticas la aferencia
Estos impulsos se conducen a la médula espinal por fi­ proviene del receptor periférico específico, discurre por el
bras aferentes sensitivas de los nervios periféricos y de la nervio periférico y la raíz dorsal, y su primera neurona es la
raíz posterior medular, originadas en el ganglio anexo a di­ del ganglio anexo a dicha raíz. Se resumen a continuación
cha ralz (primera neurona de la vía). las vías propíoceplivas:
Llegadas a la médula las fibras siguen diversos caminos:
1) La mayoría de las fibras radiculares posteriores, pro­ 1 . Vía cardona/ posterior:
venientes_ de todos los segmentos corporales, discurren por Propioceptiva consciente.
los cordones posteriores medulares. Las fibras más cauda­ Cruzada, 3 neuronas.
les (lumbosacras y dorsales D6 a D12) se ubican más me­ Aferencia periférica (axón 1): receptor, nervio periférico,
dialmente, constituyendo el fascículo graci/is de Gol/. Las fi­ raíz dorsal.
bras más rostrales (D1 a D6 y cervicales) se sitúan Neurona 1: ganglio de la raíz dorsal.
lateralmente formando el fascículo cuneiforme de Burdach. Axón 11: prolongación proximal de la neurona 1, fascículos
Todas ellas alcanzan a la segunda neurona en el bulbo (nú­ gracilis (niveles sacros a D6), cuneiforme (D5 a cer­
cleos gracilis y cuneiforme), que a su vez emite fibras que vicales).
luego de entrecruzarse corren por la línea media, detrás de Neurona 11: núcleos gracilis y cuneiforme.
los haces piramidales, formando parte de la cinta de Reil o Decusación
lemnisco medial, que alcanza el tálamo. Aquí sinaptizan con Axón 111: lemnisco medial.
la tercera neurona en el núcleo ventral posterolateral, cuyas Neurona 111: núcleo ventral posterolateral del tálamo.
prolongaciones se dirigen luego a la corteza parietal. Por fi­ Axón IV: proyección talamoparietal.
nalizar en la corteza, esta vía constituye la vía propioceptiva Punto final: corteza parietal.
consciente, y está constituida por tres neuronas.
2) Fibras radiculares posteriores provenientes de niveles 2. Vía espinocerebe/osa ventral:
situados por debajo de segmentos torácicos medios sinapti­ Propioceptiva inconsciente.
zan en el asta posterior (segunda neurona) y luego se decu­ Cruzada, 2 neuronas.
san para constituir, contralateralmente, el fascículo espino­ Aferencia periférica (axón 1): receptor, nervio periférico,
cerebeloso ventral o indirecto (que forma parte del llamado raíz dorsal.
haz de Gowers, integrado también por los haces espinotec­ Niveles de proveniencia: miembros inferiores y mitad in-
tal y espinotalámico lateral). El fascículo espinocerebeloso ferior del tronco.
ventral alcanza el paleocerebelo por el pedúnculo cerebelo­ Neurona 1: ganglio de lá raíz dorsal.
so superior o brazo conjuntiva!. Axón 11: prolongación proximal de la neurona l.
3) Fibras radiculares posteriores provenientes de los Neurona 11: asta posterior.
miembros inferiores y el tronco (T1-L2) hacen sinapsis en el Decusación
núcleo dorsal de Clarke situado en el sector medial del as­ Axón 111: fascículo espinocerebeloso ventral.
ta posterior medular (segunda neurona). Este núcleo emite Pedúnculo cerebeloso superior.
axones que se dirigen al cordón lateral del mismo lado y for­ Punto final: paleocerebelo.
man el fascículo espinocerebe/oso dorsal o directo de
Flechsig, que alcanza el paleocerebelo por el pedúnculo ce­ 3. Vía espinocerebelosa dorsal:
rebeloso inferior o cuerpo restiforme. Propioceptiva inconsciente.
4) Fibras radiculares provenientes de niveles torácicos Directa, 2 neuronas.
superiores y cervicales (miembros superiores y cuello) ha­ Aferencia periférica (axón 1): receptor, nervio periférico,
cen sinapsis en el núcleo cuneiforme lateral o accesorio raíz dorsal.
(segunda neurona). De éste se desprenden las llamadas fi­ Niveles de proveniencia: tronco y pelvis (T1-L2).
bras arciformes externas dorsales o fascículo cuneocerebe- Neurona 1: ganglio de la raíz dorsal.

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8. TAXIA 195

Axón 11: prolongación proximal de la neurona l. los músculos extrínsecos del ojo. El núcleo rojo parece
Neurona 11: núcleo dorsal de Clarke. constituir un centro regulador de acciones sinérgicas mus­
Axón 111: fascículo espinocerebeloso dorsal. culares, actitudes y posturas, todos fenómenos automáticos
Pedúnculo cerebeloso inferior. o semivoluntarios.
Punto final: paleocerebelo. Otras fibras eferentes cerebelosas se dirigen a los nú­
cleos vestibulares bulboprotuberanciales por el pedúnculo
4. Vía cuneocerebelosa: cerebeloso inferior, para constituir la via vestibuloespinal di­
Propioceptiva inconsciente. recta o cruzada que alcanza el asta anterior medular.
Directa, 2 neuronas.
Aferencia periférica (axón 1): receptor, nervio periférico, Se puede ahora esquematizar cómo se cumple la
raíz dorsal. coordinación de los movimientos. La corteza motora vo­
Niveles de proveniencia: miembros superiores y cuello. luntaria hace llegar por vía piramidal el impulso motor
Neurona 1: ganglio de la raíz dorsal. agonista a las motoneuronas medulares, y al mismo
Axón 11: prolongación proximal de la neurona l. tiempo al cerebelo por vía frontopontocerebelosa. Este
Neurona 11: núcleo cuneiforme lateral. órgano provoca a su vez, por vías cerebelorrubro y ce­
Axón 111: fascículo cuneocerebeloso (fibras arciformes _ rebelovestibuloespinal, modificaciones tónicas en mús­
externas dorsales). culos antagonistas, sinérgicos y fijadores para lograr la
Pedúnculo cerebeloso inferior. correcta ejecución del movimiento. Cuando éste co­
Punto final: paleocerebelo. mienza, las vías aferentes espinocorticales y espinoce­
rebelosas remontan información sobre grado de con­
Otras impresiones propioceptivas, como las determina­ tracción de músculos agonistas, elongación de
das por los movimientos de la cabeza, son recogidas por el antagonistas y cambios del equilibrio, al mismo tiempo
aparato laberíntico y transmitidas por la rama vestibular del que el laberinto y la visión envían datos sobre cambios
nervio auditivo a los núcleos vestibulares bulboprotuberan­ de posición de cabeza y cuerpo. La información que al­
ciales, para finalizar en el cerebelo a través del pedúnculo canza la corteza sensorial (temporoparietoocciptal) es
cerebeloso inferior. consciente y es retransmitida a la corteza motora volun­
Además es muy importante hacer notar que las impre­ taria, cerrando el circuito. La información que alcanza al
siones visuales recogidas por la retina y el nervio óptico cerebelo es inconsciente y origina nuevos impulsos co­
contribuyen a asegurar la coordinación. El papel de la visión rrectores eferentes que se conducen por vía cerebelo­
en la taxia se hace evidente en casos en que hay lesión de cortico, cerebelorrubro o cerebeloveslibuloespinal.
las vías de la sensibilidad profunda o de las laberínticas, En síntesis, el mecanismo nervioso coordinador
pues suple y corrige el déficit (véase, más adelante, Signo está integrado por:
de Romberg). 1 º, el sistema propioceptivo, entendiendo con este
Las impresiones cinestésicas de la periferia llegan a la nombre todo el conjunto de fibras que, desde la perife­
corteza cerebral y al cerebelo tal como se describió, pero a ria, conduce las impresiones cinestésicas de múscu­
su vez, deben actuar sobre los centros motores voluntarios los, laberinto y ojos al sistema nervioso central; 2 º, el
y los del tono muscular. cerebelo; 3 º, la corteza cerebral; 4º , vías corticocere­
El cerebelo y sus vías regulan la actividad de las moto­ belosas y cerebelocorticales; 5 º , vías corticoespinales,
neuronas cerebrales y medulares ajustando sutilmente el cerebelorrubroespinales y cerebelovestibuloespinales.
tono de los músculos que intervienen en el movimiento, la Una lesión en cualquiera de estos elementos del
postura y el equilibrio. A través de las fibras frontopontoce­ mecanismo coordinador causará ataxia. La ataxia
rebelosas, recibe información de las intenciones motoras puede variar según el lugar de la lesión.
voluntarias y de las impresiones cinesiésicas provenientes
de las cortezas cerebrales frontal y parietal. A su vez, por fi­
bras cerebelotalarilocorticales suministra a la corteza las Exploración
correcciones necesarias para el movimiento. El cerebelo
actúa así como centro coordinador, que Sherrington llamó La taxia se explora durante la ejecución de los mo­
ganglío principal o director del sístema propíoceptivo. vimientos (taxia dinámica) o en la posición de reposo
Las fibras eferentes cerebelosas que transmiten impul­ (taxia estática).
sos a los centros espinales, corren, en gran parte, por los
pedúnculos cerebelosos superiores. Algunas terminan en el Taxia dinámica
núcleo rojo del pedúnculo cerebral contralateral, desde don­
de por el haz rubroespinal cruzado se dirigen a la motoneu­ Se examina por medio de pruebas que consisten
rona periférica. Otras alcanzan el tálamo óptico y aun otras en establecer una meta u objetiivo a los movimientos

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196 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

del enfermo. Si estas pruebas se alteran se dice que Otras pruebas. Se pide al paciente que abra y cie­
existe ataxia dinámica. Ellas son: rre los brazos, procurando que se toquen las puntas
Para los miembros inferiores. Prueba del talón­ de los dedos índices. El sano ejecuta esto sin dificul­
rodílla. Al enfermo en decúbito dorsal se le indica to­ tad. Si hay ataxia los índices no coinciden, yendo uno
car con su talón la rodilla del lado opuesto, descen­ más arriba o más abajo, más adelante o más atrás
diéndolo luego bordeando la tibia hasta alcanzar el que el otro.
hallux (dedo gordo) en el pie, con ojos abiertos y lue­ Se solicita al paciente que trate de hacer coincidir
go cerrados (fig. 8-2). El explorador observará la di­ su dedo índice con el del observador.
rección del movimiento, si el pie alcanza correctamen­ Se le indica que, rápidamente y en forma rítmica,
te la rodilla o si muestra oscilaciones en su transcurso. golpee con la palma de la mano sobre el dorso de la
Si luego desciende por la tibia en línea recta y apo­ mano contraria. También se le puede pedir que golpee
yando levemente el talón, o lo hace en línea quebra­ en forma alternativa con la palma y el dorso, pero esta
da o zigzag con firmeza de apoyo y velocidad irregu­ prueba, al hacer intervenir la pronosupinación, puede
lar. Prestará atención asimismo a la influencia del verse alterada también en caso de rigidez o bradikine­
control visual: si la prueba se realiza con precisión si­ sia extrapiramidales (contracción simultánea de ago­
milar con ojos abiertos y cerrados. nistas y antagonistas o retardo en la iniciación de los
Otras pruebas. Se hace tocar la región glútea con movimientos), que dificultan la fina coordinación de los
el talón del mismo lado, o el observador coloca su de­ ·movimientos'rápidos.
do índice a 50 cm por encima del nivel de la cama e Se solicita al paciente que toque la yema de cada
invita al enfermo a que lo toque con el hallux. dedo con la yema del pulgar de la misma mano en su­
Se le hace tocar rítmicamente la rodilla o tibia cesión rápida (pellizcar rápidamente). Esta maniobra
opuesta con su talón, elevando el miembro activo puede alterarse también en los síndromes extrapira­
unos 1 5 cm. midales.
Para los miembros superiores. Pruebas índice­ Para reconocer grados leves de ataxia en miem­
nariz e índice-oreja. Con el indice extendido y los res­ bros superiores hay que recurrir a actos más sutiles y
tantes dedos de la mano cerrados, se le pide al en­ complejos como enhebrar una aguja o clavar correc­
fermo tocar la punta de la nariz con la punta del tamente un clavo.
índice, y luego el lóbulo de la oreja, con ojos abiertos Para el tronco. Se invita al enfermo a efectuar
y cerrados (fig. 8-3). Se observará si el dedo alcanza cambios de postura: incorporarse, sentarse, o cami­
su meta en forma precisa, o si experimenta oscilacio­ nar. En caso de ataxia se producirán movimientos os­
nes irregulares o bruscas y toca otras partes de la ca­ cilantes del tronco. La ataxia de tronco puede darse
ra, o bien se excede o detiene antes de alcanzar la sin ataxia de miembros.
meta solicitada (frenaje o "freinage" de la neurología Ejercicios a lo Fournier. Tienen por objeto reco-
francesa). nocer precozmente la ataxia. Para ello se procede así:
Se pide al enfermo levantarse rápidamente des­
de la posición sentada. Si hay ataxia se notará
que éste demora en cumplir la orden y su cuer­
po oscila antes de erguirse.
Una vez levantado, se le indica que camine en
línea recta, primero hacia adelante y luego ha­
cia atrás, mirando hacia arriba y con ojos abier­
tos y cerrados.
- Se le solicita que detenga bruscamente la mar­
cha y gire rápido efectuando una vuelta entera.
Fig. 8-2. Exploración de la taxia. Prueba talón-rodilla. 1 sujeto En caso de ataxia el enfermo no puede detener­
normal toca con el talón en forma precisa la rodilla opuesta. se bruscamente y llevado por la velocidad ad­
quirida, se echa hacia atrás para conseguirlo; al
pedírsele que gire velozmente, surgirán vacila­
ciones francas y tendencia a la caída.
- Se observará si aparece incoordinación hacién­
B_ •
dole acelerar la marcha.
Flg. 8-3. Prueba índice-nariz. El enfermo, con los ojos cerrados,
Se buscará también la ataxia haciéndole subir y
debe tocar con precisión la punta de la nariz. A, posición inicial; bajar una escalera, observando si hay oscilaciones
8, posición final. y necesidad de sostenerse del pasamanos.

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8. TAXIA 197

Taxia estática. Signo de Romberg polineuritis (cuadro llamado "seudotabes periférica"),


y en épocas pasadas, en la tabes dorsal.
Exploración del signo de Romberg. Se investiga El signo de Romberg pone de manifiesto la presen­
con el enfermo de pie, con pies juntos y palmas de las cia de ataxia estática.
manos adosadas al cuerpo (actitud de "firme"). Se ob­
serva si se mantiene la postura erecta o si, por el con­
trario, aparecen oscilaciones y el paciente busca apo­ Alteraciones
yarse para no caer. Luego se le hacen cerrar los ojos:
si el enfermo oscila mucho y tiende a caer, se dice que La ataxia aparece en afecciones neurológicas que
presenta signo de Romberg (fig. 8-4, A). El explorador lesionen cualquiera de las vías y centros de la coordi­
permanecerá cerca del paciente para sostenerlo en nación descriptos, o sea en los siguientes casos (fig.
caso de caída. 8-1 ): 1 º, en las neuropatías periféricas o polineuropa­
A veces esta maniobra no es suficiente para detec­ tías, y radiculopatías posteriores; 2 º, en las afeccio­
tar el signo de Romberg y entonces se busca lo que nes medulares y bulbopontopedunculares que afecten
se denomina el Romberg sensibilizado: se pone de las vías de la sensibilidad profunda; 3 º, en las lesio­
pie al enfermo con un pie delante del otro, o sobre un nes del laberinto y de las vías laberínticas o vestibula­
solo pie, o bien "haciendo un cuatro" (el sujeto levan­ res; 4 º, en las lesiones del cerebelo y de las vías ce­
ta un pie hasta la altura de la rodilla), con ojos cerra­ rebelosas; 5º , en las lesiones talámicas; 6º , en las
dos (fig. 8-4, B). Si existe Romberg, aparecerán osci­ lesiones corticales parietales o frontales.
laciones y tendencia a la caída. En las neuropatías periféricas, radiculopatías y ves­
Significado y valor semiológico del signo de Rom­ tibulopalías periféricas la ataxia es periférica. En todos
berg. Este signo revela un trastorno del sistema pro­ los demás casos la ataxia es central. Las ataxias pue­
pioceptivo, un déficit en la conducción de las vías afe­ den ser también mixtas cuando ambas coexisten.
rentes de la sensibilidad profunda o laberíntica, La ataxia periférica o central podrá ser a su vez está­
corregida por la visión. Por ello se pone de manifiesto tica (en el reposo, postura o actitud), dinámica (durante
cuando se anula la función visual al cerrar los ojos. El los movimientos), o bien estática y dinámica a la vez.
mismo significado tienen las alteraciones de la taxia
dinámica que aparecen con ojos cerrados. Ataxias periféricas
El signo de Romberg se presenta por lo tanto en
las afecciones de cordones posteriores medulares, Se observa en las neuropalías periféricas o poli­
nervios periféricos y aparato laberíntico. Se lo obser­ neuropatías. La ataxia radicular es de observación su­
va en la esclerosis múltiple, en la enfermedad de Frie­ mamente rara.
dreich y otras degeneraciones espinocerebelosas, en La ataxia periférica se debe a la imposibilidad de los
la degeneración combinada, en la ataxia laberíntica estímulos propioceptivos de alcanzar el sistema nervioso
(con las características del Romberg laberíntico, véa­ central. Se la denomina también ataxia neurítica. Se vin­
se Nervio vestibular), en las neuropatías periféricas o cula a las diversas causas que originan neuropatía peri-

Fig. 8-4. Signo de Romberg. Posi­ A


ción de pie. A, con pies junios; B, con
un pie delante del otro (Romberg
sensibilizado).

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198 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

férica: alcohólica, diabética, desmielinizantes (síndrome dal (signo de Babinski, reflejos profundos vivos), pie
de Guillain-Barré secuelar, neuropatía desmielinizante in­ cavo y cifoescoliosis.
flamatoria crónica), tóxicas, hereditarias (enfermedad de Otras degeneraciones espinocerebelosas mues­
Charcot-Marie-Tooth), autoinmunes, paraneoplásicas, tran ataxia semejante.
vasculíticas, porfiria, sarcoidosis. En los miembros hay Degeneración combinada (síndrome neuroanémi­
trastornos tróficos distales, hiporreflexia o arreflexia pro­ co de Lichtheim, mielosis funicular). Asociada a ane­
funda, hipoestesia "en bota" o "en guante". En raros ca­ mia megaloblástica y avitaminosis 8 12 . La lesión afec­
sos la sensibilidad superficial está intacta existiendo sólo ta los cordones posterior y lateral, por lo que se
alteraciones de la sensibilidad profunda (abatiestesia: hi­ produce ataxia medular y piramidalismo.
poestesia para las actitudes segmentarías). Las masas Siringomielía. Cuando las lesiones cavitarias de la
musculares y troncos de nervios periféricos pueden doler siringomielia alcanzan a los cordones posteriores de la
con la presión. No suele acompañarse de signo de Rom­ médula aparece ataxia medular. Se agregan por diso­
berg. Cuando ello sucede, se la denomina seudo/abes ciación sensitiva termoalgésica, anestesia "suspendi­
periférica porque el cuadro se asemeja al clásico de la ta­ da" (véase Sensibilidad), signos piramidales y atrofia.
bes dorsal de origen luético. Mielopatía cervical. Se debe a compresión medular
por artrosis o canal estrecho cervical. Predominan los
Ataxias centrales signos piramidales por isquemia de cordones anterio­
res y laterales, secundaria a compresión progresiva
Ataxia medular de la arteria espinal anterior. Esta arteria es única y
discurre por la línea media anterior de la médula. La
Se manifiesta en las mielopatías que lesionan los compresión cervical, menos frecuente, de las arterias
cordones posteriores. Se produce ataxia, que se origi­ espinales posteriores derecha e izquierda, que irrigan
na por la falta de conducción de las impresiones pro­ los cordones posteriores, origina la ataxia. Se asocian
pioceptivas periféricas a los núcleos encefálicos de la dolor y signos radiculares, parestesias y trastornos
coordinación motriz, y trastornos sensitivos (hipoeste­ esfinterianos. La marcha es parética o paretoatáxica.
sia o anestesia profunda y táctil epicritica o discrimi­ Tabes dorsal. Es una de las manifestaciones de la
natoria). La ataxia es estática (signo de Romberg) y sífilis terciaria. Hoy se observa sólo excepcionalmen­
dinámica. te. La tabes compromete los cordones y raíces poste­
Se observa en la esclerosis múltiple, en la enfer­ riores medulares. Predomina en las extremidades in­
medad de Friedreich y otras degeneraciones espino­ feriores y origina la marcha tabética: el paciente mira
cerebelosas, en la degeneración combinada, en la si­ hacia abajo y camina con sus piernas separadas, le­
ringomielia, la mielopatía cervical por canal estrecho vantándolas súbitamente para proyectarlas con ener­
y, clásicamente, en la tabes dorsal. gía sobre el suelo, cayendo sobre el talón (taloneo).
Esclerosis múltiple. Esta enfermedad se caracteri­ Se observan otros signos tabéticos: Argyll-Robertson,
za por la aparición progresiva de placas de desmieli­ trastornos esfinterianos, hipotonía, arreflexia patelar y
nización en distintos puntos del sistema nervioso cen­ aquiliana, hipoestesia profunda. En los casos de sífilis
tral. Cuando dichas placas asientan en el cordón congénita, podrán observarse estigmas típicos: perfo­
posterior se produce una ataxia medular. Es común ración velopalatina (Fig 8-5), nariz en silla de montar
que se produzca también desmielinización en el cere­ (Fig 8-6), dientes de Hutchinson, y otros
belo, dando lugar a signos de ataxia cerebelosa. Se
agregan por lo general signos piramidales, trastornos
esfinterianos y neuritis óptica retrobulbar.
Enfermedad de Friedreich. Como en esta enferme­
dad también existe degeneración de los haces espi­
nocerebelosos, la ataxia es medular y cerebelosa. El
tronco y la cabeza oscilan, el paciente debe corregir
continuamente la estación de pie para mantenerse
erecto. La marcha es de tipo "tabetocerebeloso": el
enfermo extiende los brazos para balancearse, cami­
na con la cabeza baja y oscilante, fijando la vista en el
suelo, y las piernas separadas, proyectándolas con Fig. 8-5. Sífilis
fuerza en alto y hacia los lados, taloneando (como el hereditaria.
tabético), titubea y muestra lateropulsión o zigzagueo Perforación
(como el cerebeloso). Se agregan compromiso pirami- velopalatina.

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8. TAXIA 199

Cuadro 8-1. Diagnóstico diferencial entre ataxia medular y ataxia cerebelosa


Semiología Ataxia medular Ataxia cerebelosa

Trastornos sensitivos Presentes Ausentes

Trastornos de la palabra Ausentes Presentes a veces

Reflejo pendular de la rodilla Ausente Presente con frecuencia

Temblor y nistagmo Ausentes Presentes por lo general

Sectores del cuerpo comprometidos Amplios, especialmente miembros Amplios o pequeños

Signo de Romberg Presente Ausente

Funciones vestibulocerebelosas Normales Afectadas a veces

Desviaciones posturales Ausentes Presentes

En el cuadro 8-1 se sintetizan las características di­


ferenciales entre la ataxia medular y la cerebelosa.
• Síndrome cerebeloso
Nociones generales sobre el cerebelo. El cerebelo forma
Fig. 8-6. Sífilis hereditaria. parte del neuroeje y ocupa la fosa posterior del cráneo. Es­
Nariz en silla de montar. tá separado del cerebro por una prolongación meningea: la
tienda del cerebelo. Consta de tres partes: una media e im­
par, el vermis, y dos laterales simétricas, los hemisferios ce­
rebelosos.
El cerebelo presenta tres caras: una anterior, vecina al
IV ventrículo; una superior, en relación con los hemisferios
Ataxia cerebelosa cerebrales a través de la tienda del cerebelo, y otra, inferior,
que descansa en la fosa occipital.
La ataxia medular se debe fundamentalmente a La superficie del vermis y de los hemisferios muestra múl­
déficit propioceptivo. La ataxia cerebelosa, en cambio, tiples surcos curvilíneos, concéntricos y de diferente profun­
resulta de varios factores: 1 º pérdida de la eumetría: didad. Los más profundos (surcos de primer orden), separan
el movimiento efectuado carece de medida (disme­ a las tres partes citadas en lóbulos. Surcos menos profundos
tría); 2º falta de sinergia (asinergia) y 3 º falta de coor­ dividen a los lóbulos en lobulillos, láminas y laminillas.
dinación en el tiempo (adiadococinesia), de los distin­ Del centro de la cara anterior salen, a cada lado de la lí­
tos músculos al realizar el movimiento. El cerebelo nea media, unos cordones de sustancia blanca que se bi­
controla todos estos factores, que se alteran cuando furcan constituyendo los pedúnculos cerebelosos superior
el mismo se lesiona. En la estación de pie el cerebe­ (o brazo conjuntiva�, medio (o brazo pontino) e inferior (o
loso oscila en todo sentido, lentamente, aunque no cuerpo restiforme) que se dirigen a los pedúnculos cerebra­
suele caer (ataxia estática). El ciefrre de los ojos no les, a la protuberancia y al bulbo, respectivamente.
agrava su desequilibrio (Romberg ausente). La mar­ La división del cerebelo en vermis y hemisferios cerebe­
cha es disbásica, con piernas separadas para aumen­ losos es la clásica, pero estudios de Bolk e lngvar, fundados
tar la base de sustentación (ataxia dinámica). La aso­ en la embriologia y en la anatomía comparada, han tjado lu­
ciación de reflejos pendulares, temblor intencional, gar a otra división de mayor utilidad. Según estos autores,
nistagmo, pruebas de pasividad, disartria, todos sig­ el cerebelo consta de tres lóbulos: anterior, medio y poste­
nos de la serie cerebelosa, permite diferenciar la ata­ rior. Un surco profundo, denominado surco primario, situa­
xia cerebelosa de los otros tipos de ataxia. do sobre la cara superior del cerebelo, separa el lóbulo an­
La ataxia cerebelosa se ve en las lesiones cerebe­ terior del medio. El lóbulo anterior comprende los dos
losas o de sus vías. tercios anteriores del vermis superior y las porciones adya-

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200 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

centes de los hemisferios. El lóbulo posterior está formado primates y en el hombre. Controla la coordinación de la mo­
por el vermis inferior y los flóculos, situados en la cara infe­ tilidad voluntaria.
rior de los hemisferios cerebelosos. El lóbulo medio está in­ El cerebelo, como el resto del neuroeje, está formado por
tegrado por el resto del cerebelo, o sea, la cara inferior de dos clases de sustancias: la gris y la blanca. La primera re­
los hemisferios que comprende las amígdalas o lóbulos pa­ cubre toda la superficie del órgano, constituyendo la corteza
ramedianos y los lóbulos ansiformes, y la parte de la cara cerebelosa, y forma en el interior los núcleos cerebelosos.
superior de los mismos y del vermis que queda por detrás La corteza presenta histológicamente tres capas: una ca­
del surco primario. pa media, que contiene las células de Purkinje, peculiares del
Filogenéticamente, se distinguen el arquicerebelo, el paleo­ cerebelo; una capa externa o molecular, constituida por las
cerebelo y el neocerebelo. El arquicerebelo está representa­ dendritas de las células de Purkinje, por fibras procedentes
do por el nódulo, los flóculos y sus conexiones pedunculares de la capa granulosa y de la sustancia blanca y por las célu­
(figs. 8-7 y 8-8). Es la parte más antigua y representa el cen­ las en cesta, y una capa interna o granulosa, constituida por
tro funcional de las vías de control del equilibrio. Su desarro­ células pequeñas y redondas, denominadas granos, y fibras.
llo es importante en los peces. El paleocerebelo se compo­ Las informaciones que llegan al cerebelo, sea cual fue­
ne de todas las partes del cerebelo situadas por delante del re su naturaleza y origen, alcanzan la capa interna o gra­
surco primario, o sea, el denominado lóbulo anterior. Ejerce nulosa (fibras musgosas) o la capa media de las fibras de
el control postura! de los músculos somáticos encargados de Purkinje (fibras trepadoras). Los granos excitados por las
contrarrestar los efectos de la gravedad. El neocerebelo in­ fibras musgosas ejercen una función inhibitoria sobre las
cluye todas las partes del cerebelo situadas entre el surco células de Purkinje. Los granos transmitirían, aun, sus in­
primaría y el posterior, tanto del vermis como de los hemis­ flujos a las células en cesta de la capa externa o molecu­
ferios, y es la parte que aparece por primera vez en los ma­ lar, que ejercerían una igual función inhibitoria sobre las
míferos inferiores, pero que adquiere gran desarrollo en los dendritas de las células de Purkinje. Las fibras trepadoras,
por último, estimulan las mencionadas células que, de es­
Lóbulo central te modo, estarían sometidas a influjos opuestos excitato­
rios o inhibitorios.
Las células de Purkinje representan el plano integrador
dentro de la organización funcional del cerebelo, porque ha­
cia ellas convergen la totalidad de las informaciones extra e
intracerebelosas. El mensaje efector, que por medio de
ellas sale de la corteza cerebelosa, actúa sobre los núcleos
profundos del órgano.
Los núcleos grises se encuentran a ambos lados del ce­
rebelo, en plena sustancia blanca. Hay tres en cada hemis­
ferio: el núcleo dentado (el más voluminoso y lateral), el em­
boliforme y el globoso. Existe un cuarto núcleo, a cada lado
de la línea media, en el interior de la parte anterior del ver­
Fig. 8-7. Cerebelo visto por su cara superior. mis: el núcleo del techo o fastigiado.

Nódulo

Pirámide Fig. 8-8. Cerebelo visto por su cara inferior y una


pequeña parte de la cara superior.

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B. TAXIA 201

Los núcleos dentado, emboliforme y globoso reciben las Neocerebelo


prolongaciones cilindroaxiles de las células de Purkinje y Lóbulo medio
sus células originan, a su vez, fibras que abandonan el ce­
rebelo por los pedúnculos cerebelosos superiores. Los nú­
cleos del techo reciben fibras que proceden de la corteza
del vermis y, a su vez, están unidas por fibras aferentes y
eferentes con los núcleos vestibulares.
A cada· territorio cerebeloso le corresponde un determi­
nado núcleo: el núcleo del techo para el arquicerebelo, los
núcleos emboliforme y globoso para el ¡ialeocerebelo, y el
núcleo dentado para el neocerebelo.
La sustancia blanca ocupa toda la zona comprendida
entre la corteza y los núcleos. Está constituida por: a) fibras
de proyección que por los pedúnculos cerebelosos unen el
cerebelo con otras partes del neuroeje; b) fibras de asocia­
Fig. 8-9. Cerebelo y sus conexiones.
ción que vinculan regiones distintas dentro de un mismo he­
misferio, y c) fibras comisura/es que conectan áreas cortica­
les de uno y otro hemisferio. Fibras que, naciendo de la corteza paleocerebelosa,
Conexiones y vías cerebelosas. Algunas de estas cone­ hacen una estación en los núcleos emboliforme y glo­
xiones han sido ya mencionadas a propósito de las vías de boso y van a la formación reticular del puente y del
la taxia. Seis gruesos cordones, tres a cada lado, denomi­ bulbo.
nados pedúnculos cerebelosos, unen al cerebelo con los 2. Pedúnculos cerebelosos medios o brazos pontinos.
pedúnculos cerebrales (pedúnculos cerebelosos superio­ Unen el cerebelo con la protuberancia y están formados por
res), con la protuberancia (pedúnculos cerebelosos medios) fibras predominantemente aferentes:
y con el bulbo (pedúnculos cerebelosos inferiores) (fig. 8-9). Fibras que nacen en los núcleos del puente, se entrecru­
1 . Pedúnculos cerebelosos inferiores o cuerpos restifor­ zan en la línea media y terminan en la corteza neocere­
mes. Están constituidos en su mayor parte por fibras afe­ belosa, alcanzando la parte posterior de los hemisferios
rentes propioceptivas del laberinto, de los músculos esque­ (constituyen la segunda neurona de la vía corticoponto­
léticos y de las articulaciones, y por fibras eferentes en cerebelosa).
menor número. Fibras que desde los núcleos cerebelosos de un lado
Fibras aferentes. Comprenden: van al hemisferio cerebeloso del lado opuesto.
El fascículo espinocerebeloso dorsal o directo de Flech­ 3. Pedúnculos cerebelosos superiores o brazos con­
sig que, procedente de la médula (núcleo dorsal de C/ar­ juntiva/es. Unen el cerebelo con los pedúnculos cerebra­
ke), termina en la corteza paleocerebelosa del mismo la­ les, donde penetran inmediatamente por debajo de los tu­
do (véase fig. 1 7-9). bérculos cuadrigéminos posteriores. Predominan en ellos
Fibras arciformes externas dorsales o fascículo cuneo­ las fibras eferentes y es por medio de estos pedúnculos
cerebeloso que, procedente del núcleo cuneiforme late­ que el cerebelo ejerce su acción sobre los músculos vo­
ral o accesorio, se dirigen a la corteza paleocerebelosa. luntarios.
Fibras provenientes de los núcleos sensitivos de los pa­ Fibras aferentes. Comprenden:
res V, VII, IX y X que, después de entrecruzarse, se diri­ El fascículo espinocerebe/oso ventral constituido por fi.
gen a la corteza paleocerebelosa. bras que se originan en las astas posteriores medulares, se
El fascículo vestibulocerebeloso directo que, de los nú­ entrecruzan y continúan a través del bulbo, la protuberancia
cleos vestibulares bulboprotuberanciales, va a la corteza y el pedúnculo cerebral, alcanzado el cual se incurvan para
arquicerebelosa del mismo lado. penetrar en el pedúnculo cerebeloso superior y terminar en
El fascículo o/ívocerebeloso que, naciendo de la oliva la corteza paleocerebelosa.
bulbar, se entrecruza y va a la corteza neocerebelosa. Fibras eferentes. Comprenden:
Fibras reticulocerebetosas que, naciendo de los núcleos Fibras ascendentes, que nacen en Ia· corteza paleocere­
bulbopontinos, van a la corteza paleocerebelosa del belosa y, previo relevo en los núcleos embo/iforme y glo­
mismo lado. boso, cruzan la línea media y alcanzan el núcleo magno­
Fibras eferentes. Comprenden: celular del núcleo rojo.
El fase/cuto cerebelovestibular, compuesto por fibras - Fibras ascendentes que nacen en la corteza neocerebe­
que nacen en la corteza arquicerebelosa, hace una es­ losa y, previo relevo en el núcleo dentado, cruzan la lí­
tación en los núcleos del techo y alcanza los núcleos nea media y alcanzan los núcleos ventrolateral, ventral
vestibulares bulboprotuberanciales del mismo lado. anterior del tálamo y núcleo rojo contralaterales.

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202 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Debe tenerse en cuenta que, sí bien las fibras as­ tendencia a la caída, temblor, nistagmo) venía una se­
cendentes conectan un hemisferio cerebeloso con el gunda etapa en la que se observaban fundamental­
núcleo rojo y tálamo contralaterales, y por intermedio mente tres trastornos:
de éste con la corteza cerebral, como a su vez los ha­ Astenia (del griego a, privativo; sthenos, fuerza),
ces rubroespínal y piramidal también se entrecruzan, pérdida de fuerza en los músculos del lado del hemis­
resulta que cada hemisferio cerebeloso controla, en ferio extirpado cuando la ablación era parcial.
último término, el hemícuerpo homolateral. Atonía (del griego a, privativo; tonos, tensión), dis­
Las vías aferentes al cerebelo se dividen en resu­ minución homolateral del tono muscular.
men en cinco grupos principales, según su punto de As/asía {del griego a, privativo; stasís, reposo es­
partida: a) espinales (núcleo de Clarke y asta posterior), tando de pie), imposibilidad para el animal de mante­
b) vestibulares (núcleos vestibulares), c) reticulares nerse prolongadamente en una posición, apareciendo
(núcleos bulbopontinos), d) olivares {oliva bulbar) y e) a veces temblor.
pontinas (núcleos del puente). Pero, aparte de estos Estos trastornos representan las manifestaciones
cinco grupos principales de aferencias, hay otros nume­ propias de la falta o déficit cerebeloso, en tanto que
rosos fascículos de fibras que alcanzan el cerebelo a los de la etapa dinámica representan fenómenos de li­
partir de diversas estructuras del tronco cerebral, que beración, resultantes de la supresión brusca de la in­
reciben aferencias sensoriales visuales y auditivas. fluencia inhibidora del cerebelo sobre otras funciones
La única vía eferente de la corteza cerebelosa es­ neurológicas.
tá representada por los axones de las células de Los trastornos característicos de la segunda etapa,
Purkinje, cuya mayoría termina en los núcleos del o etapa de déficit cerebeloso, se mantienen hasta que
cerebelo, de los que a su vez parten otras vías efe­ sobreviene la tercera etapa, denominada de compen­
rentes que se sistematizan en esta forma: las prove­ sación: el animal consigue caminar, aunque se obser­
nientes del núcleo fastigiado o del techo están desti­ va que lo hace inclinándose hacia un lado {lateropul­
nadas a los núcleos vestibulares y, en menor grado, sión) y levantando exageradamente los miembros
a la formación reticulada bulboprotuberancial. La {dismetría). Finalmente, con el tiempo, el animal llega
mayor parte de las fibras procedentes de los núcleos a parecer casi normal. Esta etapa de compensación
emboliforme y globoso terminan en el núcleo rojo demuestra que las funciones cerebelosas pueden, en
contralateral y en la formación reticulada bulboprotu­ gran medida, ser desempeñadas por otras estructuras
berancial. La mayoría de las fibras procedentes del del sistema nervioso.
núcleo dentado alcanzan directamente los núcleos En el hombre, los casos de enfermedades del
ventrolateral y ventral anterior del tálamo contralate­ cerebelo y de lesiones traumáticas de este órgano
ral, cuyas neuronas se proyectan sobre el área motriz -estudiadas estas últimas, de manera especial,
principal de la corteza cerebral. Las fibras del núcieo por Gordon Holmes durante la Primera Guerra
dentado pueden alcanzar también el núcleo rojo con­ Mundial ( 1 9 1 4-1 9 1 8)- han permitido establecer la
tralateral. existencia de una serie de trastornos que integran
Si la influencia cerebelosa se ejerce a todos los ni­ el síndrome cerebeloso, que tiene gran parecido
veles del sistema nervioso por medio de sinapsis nu­ con los observados en las experiencias de extirpa­
cleares situadas en el tronco cerebral, la mayor parte ción del cerebelo.
de estas estructuras se proyecta de nuevo sobre la cor­ Puede afirmarse que el cerebelo ejerce sobre la
teza cerebelosa. Así se realizan circuitos neuronales motilidad cinética y estática una aclívidad reguladora
complejos de retrocontrol, que constituyen la base ana­ que se sintetiza así:
tomofuncional de la función reguladora del cerebelo. - Asegura la eumetría e isostenia de los movimien­
Físíopatología. Los primeros investigadores atribu­ tos, o sea, hace que el movimiento tenga la nece­
yeron erróneamente al cerebelo el papel de órgano saria intensidad o fuerza y la exacta medida que
del equilibrio, pero experiencias posteriores mostraron requiere el fin buscado.
que el cerebelo, aunque interviene en el equilibrio, no Asegura la sinergia (simultaneidad, del griego syn,
controla específicamente esta función. Más tarde con, y ergon, trabajo) y la diadococinesia (continui­
Magnus y De Kleijn demostraron que la extirpación dad o sucesión, del griego diadocos, sucesivo, y kí­
del cerebelo no influye en los reflejos laberínticos. Lu­ nema, movimiento), es decir la coordinación de los
ciani, con sus experiencias de ablación parcial o total diversos grupos musculares, cuando deben con­
del cerebelo en perros y monos, comprobó que des­ traerse para realizar esos movimientos.
pués de una primera etapa, denominada dinámica, in­ - Regula el tono muscular.
mediatamente posterior a la ablación y caracterizada - Interviene en el mantenimiento de la postura y del
por fenómenos de excitación {hipertonía, opistótonos, equilibrio.

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8. TAXIA 203

Estas funciones son posibles gracias aJ• impor­ - Temblor de actitud. Se hace extender al enfermo los
tante conjunto de fibras aferentes, que hacen llegar brazos con la palma de la mano hacia abajo. Se ob­
al cerebelo los estímulos propioceptivos de los serva temblor de pequeña amplitud y rápido. Además
músculos y de las articulaciones y aquellos del del temblor estático, que aparece cuando el enfermo
aparato vestibular. Los receptores y las vías propio­ se esfuerza por conservar una actitud determinada,
ceptivas le informan acerca de la postura corporal también hay temblor cinético o intencional.
y el juego de las extremidades. El aparato vestibu­ Desviaciones. En la posición de pie puede obser­
lar, de la posición y desplazamiento de la cabeza varse que el enfermo tiene tendencia a irse o caer
en el espacio. hacia adelante (propulsión), o hacia un lado (late­
El cerebelo aparece, anatómicamente, como un ropulsión), o hacia atrás (retropulsión). En caso de
órgano interpuesto en la vía de la sensibilidad pro­ lesión de un hemisferio cerebeloso hay lateropul­
pioceptiva, y Sherrington lo denominó el ganglio sión manifiesta hacia el mismo lado.
principal de la vía propioceptiva. Por otra parte, el - Hipotonía muscular. Se observa hipotonía y movi­
cerebelo es informado por la corteza cerebral, refe­ mientos pasivos más amplios del lado enfermo
rente a los movimientos proyectados o en ejecución Catalepsia cerebelosa. Este signo ha sido señala­
por la vía frontopontocerebelosa. Estos implusos pe­ do por Babinski. La catalepsia (del griego katalam­
riféricos y centrales ponen en juego la actividad ce­ banein, conservar, retener o suspender, y éste de
rebelosa que se realiza por sus conexiones talamo­ ka/a, hacia abajo, y lambanein, asir}, ca/atonía (del
corticales, por el núcleo rojo, los núcleos de la griego kata, hacia abajo, y tonos, tensión) o flexibi­
formación reticulada y los núcleos vestibulares, y las litas cerea, consiste en que luego de desplazar los
vías rubro, retículo y vestibuloespinales. miembros pasivamente, ellos se mantienen y que­
Localizaciones cerebelosas. De acuerdo con los dan fijos o suspendidos en la nueva posición en
conocimientos actuales, puede afirmarse al respecto que se los ha colocado, con cierta resistencia plás­
lo siguiente: tica, como de cera (véase Tono). Por ejemplo, al
El cerebelo medio, vermiano o arquipaleocerebelo enfermo en decúbito dorsal se le levantan los
estaría relacionado con la regulación postura! está.tica miembros inferiores en extensión, algo separados.
y dinámica de la totalidad del cuerpo, así como con el Es frecuente que incluso no sea necesario pedirle
equilibrio axial o troncal. que mantenga esa posición: lo hará con fijeza, y la
El cerebelo lateral, de los hemisferios o neocerebe­ mantendrá suspendida más tiempo que el normal.
lo estaría relacionado con los movimientos complejos Es un signo inconstante. Babinski lo atribuyó a
que requieren una delicada coordinación, con la regu­ que, mientras el equilibrio cinético (durante los mo­
lación del tono muscular y con la elaboración y control vimientos) sufre grandes perturbaciones en los ce­
del gesto proposicional rápido, rebelosos, el equilibrio estático, o sea el manteni­
miento de una actitud determinada, está
Manifestaciones clínicas del síndrome perfectamente conservado y aun exagerado. ·
cerebeloso
Trastornos cinéticos:
El síndrome cerebeloso está constituido por una Son los trastornos que aparecen en los movimien-
serie de manifestaciones descriptas casi todas por tos activos:
Duchenne, Babinski y André-Thomas. Gran asinergia (Babinskij. El enfermo, al caminar,
A veces aparece vértigo cuando el enfermo se en­ exagera la flexión del muslo y levanta el pie más de
cuentra en bipedestación, en decúbito horizontal o la­ lo necesario. Luego lo lleva hacia adelante, pero el
teral y en este caso suele producirse cuando el enfer­ tronco no avanza a la par, quedando posturalmen­
mo está acostado sobre el lado opuesto al de la lesión. te rezagado. Para poder continuar, el enfermo ne­
Las manifestaciones pueden ser estáticas, cinéti­ cesita ayuda de terceros que impulsen el tronco o
cas, de los movimientos pasivos y otras. bien, que desde adelante tomen al enfermo por las
manos y lo acerquen hacia sí en el momento en
Trastornos estáticos: que levanta la pierna.
- As/asía. En la estación de pie, el enfermo oscila y A veces el enfermo puede ayudarse tomándose
presenta aumento de la base de sustentación para de los muebles o bien apoyándose contra la pa­
equilibrar su posición. Si se le hace cerrar los ojos, red. Esta "gran asinergia" (asinergia del tronco)
el enfermo no cae: en los cerebelosos no existe el se debe a incoordinación de los distintos grupos
signo de Romberg. Esta es la ataxia cerebelosa no musculares que intervienen simultáneamente en
compensable con la visión la marcha.

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204 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

- Marcha titubeante o de ebrio. La cabeza y el tron­ Pruebas de dismetría de André-Thomas. Com­


co oscilan (ataxia de tronco) y el paciente camina prenden:
en zigzag y con tendencia a caer. Hay lateropulsión - Prueba de la prensión del vaso. Al tomar o soltar
a derecha e izquierda, retropulsión y raramente un vaso, el paciente abre la mano más de lo ne­
propulsión. cesario, desmesuradamente (figs. 8-13 y 8-14).
Hipermetría o dismetría. Los movimientos sobrepa­ Prueba de la inversión de la mano. El enfermo
san o no alcanzan el fin buscado, "pasándose o debe colocar sus manos en extensión con las
quedándose cortos". Es el resultado de la asinergia palmas hacia arriba e invertirlas simultánea y rá­
entre los músculos que deben contraerse y los que pidamente. La mano del lado enfermo se invier­
deben relajarse. La hipermetría o dismetría se te más lentamente y desciende mucho más, lo
comprueba por medio de las pruebas índice-nariz que se observa sobre todo en el pulgar (figs.
y talón-rodilla que se describieron para explorar la 8-1 5 y 8-16).
taxia dinámica (figs. 8-1 O y 8-1 1 ). Otras pruebas - Prueba del gateo. El enfermo que gatea levan­
para explorar la dismetría son: ta más el miembro inferior o superior del lado
Prueba de la raya horizontal de Babinski. Se trazan afectado.
en un papel dos líneas verticales paralelas, separadas Pequeña asinergia. Consiste en la falta de simulta­
por una distancia de diez centímetros, y se pide al en­ neidad en la contracción armónica entre los distin­
fermo que trace líneas horizontales que las unan. El tos grupos musculares que intervienen en un moví-
cerebeloso trazará rayas que sobrepasan la línea ver­
tical de la derecha (fig. 8-12).

Fig. 8-10. Prueba del talón. Primer tiempo: el talón va más allá
de la rodilla (hipermetría).

Fig. 8-13. Prueba de la


prensión del vaso.
Sujeto normal.

v------------l-

Fig. 8-14. Prueba de la


prensión del vaso. Sujeto
Fig. 8-12. Prueba de la raya horizontal de Babinski. cerebeloso.

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8. TAXIA 205

- Prueba del arrodillamiento. Se indica al pacien­


te que se tome del respaldo de una silla y arro­
dille sobre el asiento, primero con un miembro y
luego con el otro. El cerebeloso levanta la rodi­
lla en el lado asinérgico más allá de lo necesa­
rio y al bajarla choca contra el asiento.
- Adiadococinesia. La diadococinesia es la facultad
de poder realizar movimientos sucesivos o alterna­
tivos con rapidez, como pronación y supinación. Su
pérdida constituye la adiadococinesia de Babinski.
Al cambiar el movimiento, los músculos que pasan
de antagonistas a agonistas se contraen abrupta­
Fíg. 8-15. Prueba de la mente y los que pasan de agonistas a antagonistas
JJ inversión de la mano se decontraen rápido, permitiendo esa súbita y al­
(primer tiempo). ternante inversión motora, coordinada por el cere­
belo, que se altera cuando el mismo se lesiona.
La adiadococinesia se explora mediante la prue­
ba de las marionetas, que consiste en colocar, su­
cesivamente, las manos -en pronación y supina­
ción, o bien haciendo efectuar al paciente
movimientos rápidos y máximos de flexoexten­
sión del antebrazo. En el síndrome cerebeloso los
movimientos son lentos y torpes, o imposibles. Se
observa también en la enfermedad de Parkinson
y otros trastornos extrapiramidales, en cuyo caso
Fíg. 8-16. Prueba de
la alteración se debe a rigidez simultánea de ago­
la inversión de la mano nistas y antagonistas.
(segundo tiempo). Temblor cinético o intencional. Se observa espe­
cialmente al final de los movimientos, y se acentúa
con su rapidez.
miento. La pequeña asinergia se detecta con las
siguientes pruebas (Babinski):
• Prueba de la flexión del tronco. Se solicita al pa­
ciente en decúbito dorsal que se incorpore con
los brazos cruzados sobre el tórax. El cerebelo­
so no lo logra y flexiona los miembros en exten­
sión sobre la pelvis.
• Prueba de la flexión de la pierna. Al enfermo en
decúbito dorsal se le hace flexionar el miembro
inferior tratando de que toque la región glútea
con el talón. Ello se puede efectuar normalmen­
te sin que el talón abandone el plano de la cama.
En el cerebeloso los movimientos se descompo­
nen: inicialmente el enfermo flexiona el muslo
sobre la pelvis con la pierna extendida; luego
eleva, por demás, el talón sobre el plano hori­
zontal; después flexiona la pierna bruscamente,
golpeando el talón contra el glúteo o la cama.
Prueba de la inversión del tronco. Se invita al
enfermo de pie a que se incline hacia atrás. Nor­
malmente se flexionan las piernas para mante­
ner el equilibrio. El cerebeloso no las flexiona, Fíg. 8-18. Prueba de la inver­
permanece con las piernas extendidas y pierde Fig. 8-17. Prueba de la inver- sión del tronco. Paciente cere·
el equilibrio (figs. 8-1 7 y 8-18). sión del tronco. Persona normal. - beloso.

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206 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Braditeleoquinesia o descomposición del movi­


miento (Gordon Holmes). Del griego bradys, lento,
tele, lejos y kinesis, movimiento, consiste en que el
paciente descompone un movimiento en sus com­
ponentes más simples y no efectúa el siguiente
mientras no haya completado el anterior. Por ejem­
plo, estando en decúbito dorsal, se le pide que ex­
tienda su brazo verticalmente y toque su nariz con
el dedo índice. A diferencia de la persona normal,
que baja y flexiona simultáneamente el codo y toca
su nariz con el índice, el cerebeloso primeramente
baja el brazo extendido, hasta colocarlo a un lado,
Fig. 8-19. Prueba de
y recién alcanzada esta posición flexiona el codo y
pasividad para miembros
toca la nariz. superiores. El brazo dere­
- Reflejos pendulares. En los cerebelosos, los refle­ cho tiene oscilaciones
jos profundos, como el patelar, pueden adoptar el más amplias que el
tipo pendular por su carácter oscilatorio (véase Re­ izquierdo.
flejos).

Trastornos de los movimientos pasivos: dende volviendo rápidamente a la posición anterior; el


Estos trastornos se demuestran por medio de las afectado desciende más y recupera tardíamente la posi­
pruebas de pasividad de André-Thomas y por la prue­ ción original.
ba de Stewart-Holmes.
Pruebas de pasividad de André-Thomas. La pasivi­ Prueba de la resistencia de Stewart-Holmes. Es
dad se refiere a la posibilidad de imponer movimien­ otro medio de explorar los movimientos pasivos en los
tos a las articulaciones sin que el paciente las corrija cerebelosos. Se le hace al paciente flexionar el ante­
u ofrezca resistencia. La pasividad cerebelosa es el brazo sobre el brazo, contra la oposición del observa­
resultado de la hipotonía que determina la lesión. Las dor que sujeta la muñeca; éste la suelta luego súbita­
siguientes pruebas permiten explorarla: mente. En un individuo normal la flexión del antebrazo
Con el enfermo de pie y los brazos inertes a ambos fa­ se continúa por un instante, pero inmediatamente se
dos, se toma a mano llena el tronco por la cintura y se lo detiene y el antebrazo recobra pronto su posición an­
rota alternadamente a derecha e izquierda. El brazo del terior. En el cerebeloso el antebrazo sigue su curso,
lado enfermo oscilará más (fig. 8-19). yendo a golpear bruscamente contra el hombro (fig.
Se sacude ef antebrazo dejando fa mano oscilar distal­ 8-20). Se debe a la falta de contracción tónica del
mente. La oscilación será más amplia en el lado afecta­ músculo antagonista, en este caso el tríceps.
do (peloteo o ballonnement de la mano).
La pasividad de las articulaciones radiocubitafes se re­ Fenómeno de Schí/der o fenómeno cerebeloso de imita­
vela por la facilidad con que se realizan movimientos pa­ ción. Cuando un paciente cerebeloso tiene flexionada la
sivos alternantes de pronosupinación. A la adiadococi­ pierna sobre el muslo en el lado sano y trata con los ojos
nesia de los movimientos activos corresponde una cerrados de imitar la posición del miembro sano con el en­
diadococinesia pasiva exagerada (hiperdiadococinesia fermo, sigue flexionando este último lado, cada vez más in­
pasiva de André-Thomas). tensamente, aunque considera que están en la misma posi­
En miembros a los que se les imprimen movimientos pa­ ción, de flexión, en la rodilla y cadera.
sivos se observan oscilaciones pendulares, semejantes
a las respuestas homónimas de los reflejos profundos. Otros trastornos:
Al enfermo de pie se le abduce pasivamente el brazo Trastornos de la escritura. Son el resultado del
afectado y se lo lanza con fuerza hacia adentro y atrás. temblor, de la dismetría y demás perturbaciones de
El miembro alcanza la posición de reposo después de los movimientos voluntarios. La escritura es irregular,
varias oscilaciones pendulares. angulosa, desigual, con renglones en zigzag. La dis­
Prueba de las pesas. Al enfermo con ojos cerrados, bra­ metría puede dar lugar a megalografismo.
zos a los costados y antebrazos extendidos en ángulo Trastornos de la palabra. La palabra es escandida,
recto, se le cuelga de cada antebrazo una canastilla en monótona, lenta. Es una auténtica ataxia de los múscu­
la que se dejan caer pesos iguales, de 1 kg por ejemplo. los de la fonación y de la articulación de la palabra (di­
El miembro sano no cambia de posición o apenas des- sartria atáxica).

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B. TAXIA 207

B c
Fig. 8-20. Prueba de la resistencia o de Stewart-Holmes. A. el observador sostiene el antebrazo oponiéndose a la flexión; 8, el obser­
vador suelta el antebrazo de pronto; la flexión del antebrazo continúa por un instante (1) pero se detiene y vuelve a extenderse (2):
persona normal; C, soltado el antebrazo, éste se flexiona cada vez más y va a golpear el hombro: paciente con lesión cerebelosa.

Nistagmo. Horizontal, rotatorio o vertical, inagota­ nante en el conjunto de la enfermedad, o bien coexis­
ble, es atribuible a la hipotonía y ataxia de los múscu­ tir con otras manifestaciones neurológicas piramidales,
los oculares. Se observa cuando hay lesión de las extrapiramidales o periféricas.
vías vestibulocerebelosas, que discurren por el pe­
dúnculo cerebeloso inferior, o del vermis. Asimismo El síndrome cerebeloso constituye el cuadro
pueden observarse opsoclonus, aleteo y dismetría neurológico dominante. Sus causas pueden ser:
ocular (véase Nistagmo, cap. 3). - Heredoataxias.
Esclerosis múltiple.
Desviación del índice de Bárány. Cuando se explora la Tumores del cerebelo o de la fosa posterior, que sue­
desviación nistágmica del índice de Bárány en un cerebelbso, len acompañarse de hipertensión endocraneana.
por ejemplo, después de la prueba rotatoria, la mano del lado Hemorragias e infartos cerebelosos, que son de
lesionado puede ejecutar correctamente la maniobra, en tan­ instalación brusca y secuela motora unilateral y ge­
to que la del lado sano desvía según el sentido de la rotación, neralmente leve.
o sea, que el lado lesionado no reacciona, mientras que el la­ Abscesos y quistes del cerebelo.
do sano se comporta normalmente (fig. 3-32). Cuando se ex­ Atrofias secundarias del cerebelo (alcohol).
plora la desviación espontánea del índice se comprueba en el Secuelas cerebelosas traumáticas.
cerebeloso una desviación permanente del índice en un sen­ Encefalitis de localización cerebelosa.
tido determinado. Si la lesión es unilateral, la desviación es­ Paraneoplásica: constituyen la llamada degenera­
pontánea es igualmente unilateral y se hace en sentido opues­ ción cerebelosa paraneoplásica. Se asocia a distin­
to al de la desviación nistágmica ausente en la prueba del tos tumores y es de naturaleza autoinmune. Varios
nistagmo provocado, o sea, en sentido opuesto a la desvia­ tipos de anticuerpos han sido identificados en este
ción nistágmica que ocurriría en un sujeto normal cuando se trastorno, según el tumor al que se asocian. Se re­
le excita el laberinto (véase Nervio vestibular, figura 3-32, E). sumen a continuación.
Anticuerpo Tumor
Trastornos de la barognosia. Al hacer evaluar al
paciente pesos iguales colocados en cada mano, se Anti-Yo Mama, ginecológico
observará que la estimación en kg es más precisa en Anti-Ri Mama, ginecológico, células
el lado sano que en el enfermo, en el que general­ pequeñas pulmón (CCPP)
mente se valora en menos. Anti-Tr Hodgkin
Crisis cerebelosa. En las lesiones del cerebelo Anti-Zic CCPP
Anti-CV2/CRMP5 CCPP, timoma
pueden aparecer convulsiones tónicas con rigidez en
Anti-Hu CCPP
hiperextensión de los miembros (opistótonos), asocia­
Anti-VGCC CCPP
das a pérdida de conciencia y cianosis.
Cerebelitis agudas virales (sarampión, varicela).
Causas del síndrome cerebeloso - Hipotiroidismo, en el que pueden aparecer algunos
signos cerebelosos, como pérdida brusca del tono
Según las causas que lo originan, el síndrome ce­ muscular, caída y dismetría, que retrogradan con la
rebeloso puede constituir el cuadro neurológico domi- terapéutica sustitutiva.

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208 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Lesiones secundarias en inmunocomprometidos De herencia autosómica recesiva: a) tipo Frie­


(SIDA). dreich, b) tipo no Friedreich.
- Sífilis. - De herencia mitocondrial: síndrome de Kearns­
Sayre.
El sfndrome cerebeloso se asocia a manifestacio­ - De herencia incierta.
nes piramidales o extrapiramidales. Sus causas pue­
den ser: Heredoataxias de herencia autosómica dominante.
- Heredoataxias. Se las llama y clasifica como ataxias espinocerebelo­
- Esclerosis múltiple. Se suelen asociar signos de pi- sas (spinocerebellar ataxias, SCA). En este grupo se
ramidalismo. incluyen las antiguamente denominadas atrofias ofi­
- Síndromes bulbares y protuberanciales en los vopontocerebelosas, por sus manifestaciones oftál­
que la vía cerebelosa está afeciada, generalmen­ micas y bulbares. Todas estas entidades muestran un
te de origen vascular: síndromes de Claude, Ba­ síndrome clínico caracterizado por ataxia, disartria,
binski-Nageotte. disfagia, dismetria y temblor intencional. Pueden
agregarse signos piramidales, extrapiramidales, ocu­
El síndrome cerebeloso se asocia a otras manifes­ lomotores, periféricos, visuales o retinianos y demen­
taciones neurológicas. Sus causas pueden ser: cia, según el genotipo y su penetrancia. Las imáge­
- Heredoataxias. nes muestran típicamente atrofia cerebelosa.
- Atrofia cerebelosa del alcohol. Puede asociarse a Comienzan a una edad promedio de 20-30 años con
otras manifestaciones de alcoholismo como neuro­ ataxia que progresa en años, a la que se van agre­
patía periférica o encefalopatía de Wernicke-Kor­ gando los demás signos. Cuanto más precoz es el
sakoff. comienzo mayor es el compromiso clínico. El meca­
- Síndromes bulbares y protuberanciales en los que nismo de enfermedad es la mutación genética con
la vía cerebelosa está afectada, generalmente de expansión o plurirrepetición del triplete de nucleóti­
origen vascular, en los que se producen déficit dos GAG (citosina-adenina-guanina). Suele producir­
sensitivos y de nervios craneales: isquemias de se .el fenómeno de "anticipación", por el que la enfer­
las arterias cerebelosas superior, anteroinferior medad va anticipando su comienzo y agravando sus
(AICA) y posteroinferior (PICA, síndrome de Wa- manifestaciones en sucesivas generaciones. Si bien
1/enberg). algunos signos predominan sobre otros según el tipo

• Heredoataxias
de ataxia espinocerebelosa, estas ataxias no son clí­
nicamente distinguibles sin un estudio genético. Se
resumen a continuación los distintos tipos de SCA, el
Son ataxias de origen heredofamiliar y tienen ma­ locus cromosómico que origina la mutación y sus ma­
nifestaciones clínicas de ataxia medular, cerebelosa o nifestaciones predominantes (cuadro 8-2).
ambas. Pueden ser: Otras heredoataxias dominantes incluyen a la atro­
- De herencia autosómica dominante. fia dentato-rubro-palido-luysiana (DRPLA), común en

Cuadro 8-2.
At,xia Locus cromosómico Signos clínicos salientes además de ataxia
SC¡i 1 6q22-23 Disfagia, piramidalismo, abatiestesia
SCA2 12q24.1 Arreflexia, demencia, déficit oculomolor
SCA3/MJ' 14q24.3-32 Piramidoextrapiramidalismo, polineuropatía
SCA4 16q24-ter Neuropatía sensitiva axonal, piramidalismo
SCA5 11cent Curso relativamente benigno
SCA6 19p Signos cerebelosos predominantes
SCA7 3p Ceguera por degeneración retiniana
SCA8 9 Signos cerebelosos predominantes
SCA9 no establecido
SCA10 22q Signos cerebelosos, epilepsia
'MJ: enfermedad de Machado-Joseph

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8. TAXIA 209

Japón, el síndrome de Gerstmann-Straussler-Schein­ ciones espiculares o erizadas de su membrana plas­


ker (ataxia por enfermedad por priones hereditaria), mática. Las vitaminas liposolubles, colesterol y apoli­
las ataxias episódicas de aparición intermitente. poproteína B están bajos en plasma. Estas
Heredoataxias de herencia autosómica recesiva ti­ alteraciones se observan sólo en los homocigotas.
po Friedreich. Suelen comenzar antes de los 20-25 Los pacientes mejoran con aporte de vitaminas A, E
años, con ataxia medular, piramidalismo y neuropatía y K y restricción de ácidos grasos de cadena larga.
periférica. Los signos cerebelosos y troncales apare­ En la hipobetalipoproteinemia hay descenso en los
cen más tarde. niveles plasmáticos de lipóproteínas de baja densi­
La ataxia de Friedreich propiamente dicha, es de­ dad (LDL) y de LDL-colesterol, en los heterocigotas.
cir la enfermedad de Friedreich, ya mencionada en las Los hallazgos en los homocigotas son similares a los
ataxias medulares, es lá heredoataxia más frecuente. de la abetalipoproteinemia. Ambas entidades se dife­
Se debe a la expansión del triplete GM (guanina-ade­ rencian determinando los lípidos de los padres del in­
nina-adenina) en el gen llamado frataxina del cromo­ dividuo afectado.
soma 9q1 3-2 1 . 1 . Comienza alrededor de los 1 0 años, -Ataxias por déficit de hexosamfnidasas A y AB. El
aunque hay formas de comienzo tardío. Los criterios déficit de hexosaminidasa A causa la enfermedad de
diagnósticos son comienzo temprano (<25 años) y de­ Tay-Sachs (idiocia familiar amaurótica), caracterizada
sarrollo de las manifestaciones siguientes dentro de por déficit mental infantil severo y amaurosis debida a
los 5 años del comienzo: ataxia progresiva en miem­ acumulación cerebral de esfingolípidos. Las formas
bros, arrefiexia en miembros inferiores, Babinski y atípicas o leves de este trastorno metabólico pueden
EMG con velocidades de conducción motora > 40 m/s manifestarse con ataxia tipo Friedreich y atrofia cere­
en miembros superiores con potenciales sensitivos belosa. Estos cuados no tienen aún tratamiento espe­
pequeños o ausentes. Se agregan, antes o después, cífico.
déficit motor piramidal, arreflexia generalizada, disar­ Heredoataxias de herencia au/osómica recesiva ti­
tria, escoliosis, anestesia profunda y alteraciones mio­ po no Friedreich. Carecen de los rasgos típicos de las
cárdicas (ondas T negativas, hipertrofia ventricular del apartado anterior o muestran rasgos inusuales.
concéntrica). Con menor frecuencia, atrofia óptica, hi­ Son muy raras. Se mencionan algunas a continua­
poacusia perceptiva, amiotrofia distal, diabetes y pie ción:
cavo. Los pacientes quedan imposibilitados para ca­ -Ataxia-telangiectasia (síndrome de Louis-Barr): es
minar al cabo de más o menos 15 años de evolución. la ataxia recesiva más frecuente de las que comien­
La enfermedad compromete fundamentalmente los zan antes de los 5 años. Locus cromosómico 11 q23 . 1 ,
cordones posteriores, haces espinocerebelosos y pi­ gen ATM. La ataxia s e manifiesta cuando e l niño co­
ramidales medulares. mienza a caminar. Se agregan titubeo cefálico, mio­
Otras entidades con ataxia de forma clínica tipo clonías, coreoatetosis y temblor intencional, facies hi­
Friedreich son: potónica con babeo, disartria atáxica. Hay una apraxia
-Ataxia por deficiencia de vitamina E, cuyo fenotipo oculomotora que ocasiona movimientos cefálicos
es indistinguible del de la enfermedad de Friedreich, bruscos compensadores para poder fijar la mirada.
salvo eventualmente por el agregado de distonía y Más tarde aparecen telangiectasias oculares y cutá­
mayor titubeo cefálico. Se debe a una mutación en la neas, y cambios en piel y cabello, que se pone progé­
proteína de transferencia del a-tocoferol (a-TTP). Lo­ rico. Se agregan finalmente amiotrofia neurogénica y
cus cromosómico 8q13. El a-tocoferol no se incorpo­ retardo sexual y del crecimiento, y se asocian infec­
ra a las lipoproteínas formadas por el hígado. Hay un ciones sinusales y pulmonares, neoplasias linfáticas,
descenso en los niveles plasmáticos de vitamina E, leucosis y otros tumores. A los 1 0-11 años el paciente
hallazgo con el que se diagnostica la enfermedad. Co­ está invalidado.
mo esta ataxia es, al menos parcialmente, reversible -Ataxia ceiebelosa precoz con reflejos preserva­
con el aporte de vitamina E, su diagnóstico no debe dos: suele confundirse con la enfermedad de Frie­
pasarse por alto. dreich, pero su pronóstico es más benigno. Comienza
-Ataxias por abetalipoproteinemia (enfermedad de entre los 2 y los 20 años y evoluciona lentamente. No
Bassen-Kornzweig) e hipobetalipoproteinemia. En la se acompaña de escoliosis, atrofia óptica ni compro­
abetalipoproteinemia hay una mutación en la apolipo­ miso cardíaco. Los reflejos, salvo a veces los aquilia­
proteína B-100 (l. c. 2p24), que resulta en malabsor­ nos, se preservan.
ción grasa y de vitaminas liposolubles (A, D, E y K). -Otras: ataxias ligadas al cromosoma X, mitocon­
Hay pérdida visual inicial, neuropatía periférica, ata­ driales, ataxia espinocerebelosa de comienzo infantil.
xia, retinitis pigmentosa y oftalmoplejías. El frotis de Heredoataxias por alteración del ADN mitocondrial.
sangre muestra acantocitos, eritrocitos con proyec- El carácter hereditario de estas ataxias es controverti-

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210 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

do, no así su vinculación con mutaciones o alteracio­ Las manifestaciones son homolaterales a la lesión.
nes del ADN mitocondrial Las lesiones que lo causan son los infartos, hemorragias,
-Síndrome de Kearns-Sayre: se caracteriza por of­ tumores y abscesos de los hemisferios cerebelosos.
talmoplejía externa crónica progresiva. Ataxía, retino­ Síndrome pancerebeloso. Muestra signos cerebe­
palía pigmentaria, bloqueo cardíaco e hiperproteino­ losos bilaterales en tronco, miembros y motricidad
rraquia. Comienza antes de los 20 años con ptosis y craneal (nistagmo, disartria). Las causas son infeccio­
lentificación de movimientos oculares sacádicos, a los sas, toxicometabólicas, fiebre y paraneoplásicas.
que se agregan luego los otros síntomas. Se produ­
cen supresiones ("deleciones") y repeticiones del ADN Ataxia laberíntica
mitocondrial. La entidad es esporádica.
Heredoataxias de herencia incierta. Consisten en En la estación de pie, el paciente lateropulsa hacia
cuadros aún no clasificados que combinan en forma el lado afectado. Al ocluir los ojos, la lateropulsión se
variable ataxia, demencia y piramidalismo, a los que acentúa, eventualmente hasta la caída (signo de Rom­
pueden agregarse rasgos extrapiramidales, sensoria­ berg laberíntico). Si se hace rotar la cabeza, la latero­
les u oculomotores. Algunas de las llamadas atrofias pulsión se produce en el eje anteroposterior. En la mar­
multisistémicas (síndrome de Shy-Drager) tienen ata­ cha no hay verdadera ataxia, pero el laberíntico la
xia como manifestación saliente, junto a rasgos extra­ desvía hacia el lado afectado cuando camina hacia
piramidales, oculomotores y disautonómicos (hipoten­ adelante, y hacia el lado opuesto cuando lo hace hacia
sión ortostática). atrás (marcha en estrella o marcha ciega de Babinski­
Weil). Con la prueba del índice de Bárány (véase VIII
Diagnóstico topográfico del síndrome nervio craneal), desvía el índice en el mismo sentido
cerebeloso en que lateropulsa en la prueba de Romberg. La nor­
malidad de los reflejos profundos, los trastornos auditi­
Las lesiones que afectan el cerebelo en su línea vos (hipoacusia, vértigo, acúfenos), asociados a esta
media alteran clínicamente al tronco y equilibrio. Las ataxia, permiten sospechar el origen laberíntico (véase
que afectan los hemisferios cerebelosos causan ata­ Síndromes vestibulares en VIII nervio craneal).
xia en los miembros. Se distinguen los siguientes ti­
pos de síndrome cerebeloso: Ataxia por lesiones bu/bopontopedunculares
Síndrome cerebeloso medial, vermiano o paleoce-
rebeloso rostral. Lo caracterizan: Puede observarse ataxia como parte de los síndro­
aumento de la base de sustentación en la estación mes sensitivomotores que producen las lesiones uni­
de pie y la marcha: disbasia; laterales del tronco cerebral, particularmente del bul­
ataxia de la marcha, con taxia dinámíca (talón-rodi­ bo raquídeo (síndromes de Claude, Babinski-Nageotte,
lla, índice-nariz) preservada o relativamente pre­ de las arterias cerebelosas).
servada en miembros;
- no suele haber hipotonía, disartria o nistagmo. Ataxia ta/árnica
Ejemplifica a este síndrome la atrofia cerebelosa
del alcohol, que afecta fundamentalmente al vermis Siendo el tálamo óptico estación de enlace de las
anterosuperior. neuronas sensitivas, sus lesiones originan, por com­
Síndrome cerebeloso medial, vermiano o paleoce­ promiso en la conducción de la vía propioceptiva, una
rebeloso caudal. Se manifiesta por: ataxia contralateral a la lesión, es decir, una hemiata­
- inec:tabilidad troncal y marcha vacilante, en espe­ xia. Esta se observa sobre todo en la oclusión de las
cial en tándem; arterias perforantes del territorio inferolateral del órga­
taxia preservada en miembros, no hay disartria; no (véase Hemiplejía talámica). Por otra parte, la aso­
- en forma inconstante, nistagmo espontáneo y rota­ ciación con otros elementos de los síndromes talámi­
ción cefálica. cos (hemiparesia, hemianestesia global, dolor, afasia,
El ejemplo de este síndrome es el meduloblastoma heminegligencia, trastornos pupilares y oculomotores)
de los niños en su etapa inicial, que afecta al lóbulo permite su identificación.
floculonodular antes de comprometer a los hemisfe­
rios cerebelosos. Ataxia cortical
Síndrome cerebeloso lateral, hemisférico o neoce­
rebeloso. Muestra: Lesiones de la corteza parietal y frontal pueden ori­
hipotonía en miembros y lateropulsión; ginar ataxias, que acompañan a síndromes sensitivos
- franca ataxia de miembros. o paréticos de filiación cortical.

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8. TAXIA 211

Las lesiones parietales o talamoparietales provo­ Ataxias mixtas


can ataxia unilateral. La misma afecta las extremida­
des contralaterales, más la superior que la inferior. Las ataxias mixtas son aquellas que se deben al
Puede pasar inadvertida y ser negada por el paciente compromiso, al mismo tiempo, periférico y central de
(anosognosia). las vías propioceptivas. Entran en este grupo las
En este grupo figura también la llamada ataxia neuritis periféricas heredofamilares como la enfer­
frontal de Bruns, nosológicamente no bien definida, medad de Charcot-Marie-Tooth (CMT 1 ) y la neuritis
contralateral a lesiones frontales. intersticial hipertrófica de Déjerine, Gombault y
Las lesiones o el compromiso frontal bilateral pue­ Sollas (CMT 2). La ataxia en estos casos se debe al
den originar una ataxia en miembros inferiores descrip­ compromiso característico de los nervios periféricos
ta también como apraxia de la marcha. Por sus carac­ (desmielinización, proliferación schwaniana, aspecto
terísticas y por no ser claro que estén alteradas las anatomopatológico en catáfila de cebolla), junto a
vías de la coordinación, es controvertido considerar a degeneración parcial de la raíz dorsal y cordón pos­
este cuadro como una ataxia. Consiste en la grave di­ terior.
ficultad para caminar o emplear las extremidades infe­ Otro ejemplo de ataxia mixta está dado por la
riores cuando el enfermo está de pie, como si los pies enfermedad de Refsum, que asocia una retinitis
estuviesen pegados al piso (reacción de imán, apraxia pigmentaria con nictalopía, a neuropatía periférica,
magnética). En el decúbito, la posibilidad de efectuar manifestaciones cerebelosas y vestibulares. Fre­
movimientos complejos (pedaleo de bicicleta) suele cuentemente hay ictiosis cutánea. La ataxia se debe
estar preservada. El trastorno de la marcha suele en este caso a compromiso periférico y central (ce­
acompañarse de demencia e incontinencia. La explo­ rebeloso).
ración de las extremidades inferiores puede mostrar
signos piramidales y reflejo de prensión plantar. Se vin­ Ataxias episódicas o paroxísticas
cula a hidrocefalia, encefalopalía vascular y atrofias
corticales. En una etapa avanzada, el paciente está Son aquellas que aparecen de manera súbita, y
postrado, en posición fetal con los miembros inferiores pueden deberse a causa tóxica, esclerosis múltiple y
en flexión y en mutismo, cuadro al que se lo ha deno­ la forma basilar de la migraña (Bickerstaff). Integran
minado paraplejía cerebral en flexión (Yakovlev). también este grupo las ataxias episódicas de herencia
Con el nombre de ataxia óptica se designa la tor­ autosómica dominante.
peza extrema al tomar y manejar objetos, que se pue­ En un sujeto normal, puede producirse transitoria­
de presentar por lesión bilateral de la vía motora, con mente ataxia laberíntica excitando el laberinto por ro­
interrupción de la conexión con la corteza visual. tación o prueba calórica.

Taxia: sinopsis
• Taxia: coordinación motora
• Músculos: agonistas, antagonistas, sinergistas, fijadores
, Vías:
cardona/ posterior: propioceptiva consciente
espinocerebelosas ventral (MM/1, tronco bajo) y dorsal (T1-L2), cuneocerebelosa (MMSS, cuello): propioceptivas
inconscientes
• Taxia dinámica: talón-rodilla, índice-nariz, ejercicios a lo Fournier
• Taxia estática: Romberg
• Ataxia periférica: neuropatías periféricas
• Ataxia medular: esclerosis múltiple, Friedreich, degeneración combinada, siringomielia, mielopatía cervical, tabes
• Ataxia cerebelosa: síndrome cerebeloso
Trastornos estáticos: astasia, temblor de actitud, desviaciones, hipotonía, catatonia o catalepsia
Trastornos cinéticos: gran y pequeña asinergia, marcha titubeante, dismetria, adiadococinesia, temblor intencional,
descomposición, reflejos pendulares
Trastornos de movimientos pasivos
Trastornos de palabra y escritura
Nislagmo

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212 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Causas del síndrome cerebeloso: heredoataxias, esclerosis múltiple, tumores, infartos, hemorragias, abscesos, atrofias
secundarias, degeneración paraneoplásica
Heredoataxias:
Autosómicas dominantes: SCA 1 a 1 0
Autosómicas recesivas tipo Friedreich: Friedreich, déficit vitamina E, abetalipoproteinemia e hipobetalipo­
proteinemia, déficit de hexosaminidasa A
Autosómicas recesivas tipo no Friedreich: ataxia-telangiectasia, cerebelosa precoz con reflejos preserva­
dos, otras
De herencia incierta

Diagnóstico topográfico. Síndromes:


Vermiano rostral: disbasia, ataxia de marcha, miembros sin o poca ataxia
Vermiano caudal: troncal y marcha vacilante, miembros sin ataxia
Hemisférico: ataxia en miembros, hipolonfa, lateropulsión
Pancerebeloso: signos combinados

Ataxia laberíntica: lateropulsión (Romberg 'laberíntico")


Ataxias por lesiones bulboprotuberanciales: síndromes alternos
Ataxias talámicas
Ataxias corticales
Ataxias mixtas
Ataxias episódicas o paroxísticas

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9
Reflej os, clonus y sincinesias

Reflejos En su forma más simple, el arco reflejo está integrado


por: a) una rama aferente constituida por el receptor peri­
La unidad fisiológica del sistema nervioso está férico del estímulo y la neurona sensitiva, cuyo cuerpo es­
constituida por el reflejo. En efecto, si el sistema ner­ tá situado en el ganglio anexo a la raíz dorsal, y cuyas pro­
vioso está integrado anatómicamente por neuronas, longaciones periférica y central hacen llegar el estímulo al
su funcionamiento está asegurado por los reflejos. El sistema nervioso central; b) una rama eferente constituida
reflejo se define como la respuesta motriz, secretoria por la neurona motriz o secretoria, cuyas prolongaciones
o nutritiva, independiente de la voluntad, provocada cilindroaxiles conducen los impulsos desde el sistema ner­
inmediatamente por la aplicación de un estímulo ade­ vioso central a un órgano efector, músculo o glándula; c) un
cuado, pudiendo ser o no consciente. Si se deja caer centro integrador, situado en la sustancia gris del sistema
una gota de solución ácida sobre la piel de la pata de nervioso central, constituido por la prolongación central de
una rana decapitada, la pata hace un movimiento de la neurona aferente y su sinapsis con el cuerpo celular de
retracción; si se percute el tendón rotuliano de un pa­ la neurona eferente, situada en el asta anterior medular.
ciente se produce la contracción del cuadríceps y la Por lo general, en el hombre las ramas aferente y eferente
pierna hace un movimiento de extensión (reflejo pate­ del arco reflejo no hacen sinapsis sino por medio de una o
lar o rotuliano); la llegada de un alimento al estómago más neuronas llamadas internunciales, intercalares o de
provoca la secreción de jugo gástrico; si a una perso­ conexión. Estas neuronas tendrían la capacidad de mode­
na se le pincha un dedo lo retira rápidamente. En to­ rar la intensidad de los influjos que la atraviesan, al decir
dos estos casos hay una respuesta inmediata, motriz de Lhermitte "como una especie de esbozo de cerebro ele­
o secretoria a distintos estímulos (mecánicos, quími­ mental".
cos, dolorosos), independiente de la voluntad (rana
decapitada), que puede ser consciente o no (el sujeto Caracteres fisiológicos de los reflejos. En un re­
al que se le pinchó el dedo tiene conciencia de que lo flejo se distinguen cuatro fases: la recepción del estí­
retiró; en cambro, no hay conciencia de que la llegada mulo, su conducción, las sinapsis del centro y la res­
de alimento provoque secreción de jugo gástrico). puesta.
El término reflejo se debe a Astruc, quien lo com­ El estímulo que provoca el reflejo actúa sobre los
paró con el haz luminoso que recogido sobre un espe­ receptores periféricos conectados con las fibras ner­
jo se refleja en él y se proyecta en otra dirección. Una viosas aferentes. Estos receptores periféricos están
característica de los actos reflejos es efectuarse de altamente especializados para responder con más
modo que parecen responder a un fin determinado, efectividad a un determinado tipo de estímulo. Para
coordinándose y adecuándose la respuesta en vista cada reflejo hay entonces un estímulo específico.
de ese fin: excitando la región sacra de una rana la Por otra parte, existe una relación de especificidad
pata hace un movimiento como para apartar el estí­ entre la respuesta que se obtiene y la naturaleza del
mulo, pero si esta pata se secciona, la pata contraria estímulo que la provoca, o sea que para un mismo es­
efectúa el mismo movimiento. tímulo la respuesta es siempre la misma. Por la espe­
cificidad del receptor periférico, es más fácil obtener el
Anatómicamente, el reflejo exige, para producirse, vías reflejo estimulando el receptor que el tronco de la ra­
aferentes que conduzcan el estimulo, un centro al que lle­ ma aferente.
gue éste y que elabore la respuesta y vías eferentes, por las Además, el estímulo debe alcanzar cierta intensi­
que el centro estimulado alcance el órgano ejecutor de la dad para provocar un reflejo, de manera que existe un
respuesta (fig. 1-12). Esto constituye el arco reflejo. Una in­ umbral por debajo del cual el reflejo no se produce.
terrupción en cualquiera de estos puntos del arco reflejo im­ Pero si un estímulo que aisladamente es ineficaz, se
pide su obtención. repite en rápidas sucesiones, se obtiene entonces el

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214 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

reflejo (fenómenos de suma). El umbral puede variar, bir un reflejo: inhibición volitiva, como ocurre con cier­
es decir, no es fijo para un mismo reflejo, por fenóme­ tos reflejos vinculados a las emociones, como los
nos como la facilitación. gritos o el llanto. Finalmente un reflejo puede, a su
Entre el momento en que se aplica el estímulo y el vez, ser inhibido por otro reflejo: inhibición refleja. Así,
momento en que se obtiene la respuesta transcurre lo por ejemplo, si a un perro al que se le ha provocado
que se denomina un período o tiempo de latencia, que el reflejo del rascado, en el mismo momento se le pe­
depende del tiempo que emplea el impulso generado llizca la cola, el reflejo se detiene.
por el estímulo en atravesar las distintas sinapsis del La inhibición tiene en general, como la facilitación,
arco reflejo. Cuanto más complicado sea éste, es de­ un importante papel en las acciones del sistema ner­
cir, cuantas más neuronas y sinapsis haya que atrave­ vioso, pudiendo decirse que, en suma, éstas no son
sar, más largo será el tiempo de latencia. Este dismi­ sino el resultado de un conglomerado de fenómenos
nuye si se aumenta la intensidad del estímulo. Para facilitatorios e inhibitorios. La anoxia y ciertos fárma­
algunos reflejos alcanza a ser de décimas de segun­ cos, como los anestésicos, atenúan o suprimen los re­
do. De los reflejos del hombre, los de tiempo de laten­ flejos.
cia más breve son el córneo y el patelar. La respuesta, en los actos reflejos, no suele guar­
Inmediatamente después de producido un reflejo dar relación cuantitativa con los estímulos. Para cada
existe un breve período durante el cual, si se aplica un reflejo, el ritmo de la respuesta es propio y no depen­
estímulo adecuado, no se obtiene respuesta: es el pe­ de estrictamente del ritmo de la estimulación. Con
ríodo refractario. El período refractario de los reflejos diez o doce estímulos pueden obtenerse no más de
puede ser relativamente largo, de centésimas y aun siete u ocho respuestas. Además es posible que la
de décimas de segundo. respuesta dure más tiempo que el estímulo y que ce­
Se ha señalado antes que estímulos que aislada­ sado éste aún continúe obteniéndosela (descarga
mente no tienen suficiente intensidad para provocar prolongada).
un reflejo, pueden hacerlo si se repiten, o sea que Si se estimulan directamente las fibras de un ner­
los estímulos parecen sumarse. De igual modo si se vio, el período latente es más breve, no existe descar­
hacen actuar dos estímulos subliminales (que no al­ ga prolongada, el ritmo de la respuesta es análogo al
canzan el umbral), aplicándolos uno junto a otro se de la estimulación, el umbral es fij o, es difícil obtener
puede obtener un reflejo: es la denominada induc­ fatiga, el período refractario es más breve y hay me­
ción simultánea o suma espacial. Lo mismo se ob­ nos susceptibilidad a la falta de oxígeno.
serva si en lugar de aplicarlos al mismo tiempo son Clasificación de los reflejos. Longet clasificó a
aplicados sucesivamente, pero en puntos distintos los reflejos, según que sus vías pertenecieran al siste­
de la misma área receptora: inducción sucesiva o ma cerebroespinal o al autónomo, en esta forma:
suma temporal.
Vinculado a estos fenómenos se encuentra otro - Reflejos cerebroespinales. Tanto la vía aferente como la
muy importante: la facilitación, dinamogenia o "bah­ eferente del reflejo están constituidas por nervios del sis­
nung". Logrado un reflejo, se observa que cada vez se tema cerebroespinal. A este grupo pertenecen los refle­
lo va obteniendo con más facilidad, o sea que la res­ jos osteotendinosos, de la deglución, estornudo, tos,
puesta al mismo estímulo es cada vez más intensa. parpadeo y otros.
La facilitación puede depender de la actividad de los Reflejos vegetativos. Tanto la vía aferente como la efe­
centros o de la estimulación periférica. Es un fenóme­ rente están constituidas por fibras y nervios autónomos.
no muy general en las funciones del sistema nervioso. Corresponden a este grupo los numerosos reflejos vis­
Explica el hábito y el aprendizaje: un acto que se repi­ cerales.
te se realiza cada vez con menor dificultad. Reflejos mixtos. Una vía pertenece al sistema cere­
Pero en oposición a la facilitación hay otro hecho, broespinal y la otra al vegetativo. Hay dos subgrupos:
también muy general en las funciones del sistema Vía aferente cerebroespinal y vía eferente vegetati­
nervioso: la inhibición. Los reflejos normales pueden va. Pertenecen a este subgrupo reflejos como los va­
ser atenuados o suprimidos por inhibición. La inhibi­ somotores de la piel y de la erección.
ción puede deberse a la actividad de centros que se Vía aferente vegetativa y vía eferente cerebroespi­
hallan colocados por encima del centro del reflejo: es nal. Pertenecen a este subgrupo reflejos como los
la inhibición central. La vía piramidal ejerce normal­ respiratorios y el del vómito.
mente sobre los centros reflejos medulares y bulbo­
protuberanciales una inhibición que se revela porque La clasificación fisiológica de Sherrington divide los
cuando ella se lesiona los reflejos se exaltan. Ade­ reflejos en exteroceptivos e interoceptivos, y estos úl­
más, la voluntád puede, dentro de ciertos límites, inhi- timos en vlsceroceptivos y propioceptivos.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 215

Reflejos exteroceptivos. Se originan en un estímu­ en cualquier parte del cuerpo situada por debajo del
lo que actúa sobre la superficie externa del cuerpo nivel de la lesión medular y se compone de las si­
(piel, ojos, oídos, etc.) Corresponden a este grupo los guientes reacciones: 1 ª , flexión intensa de los miem­
reflejos osteotendinosos y cutáneos. bros inferiores; 2ª , sudoración; 3ª , evacuación de la
Reflejos visceroceptivos. Se originan en las vísce­ vejiga y del recio. Los reflejos de extensión, salvo el
ras. Resultan en efectos secretorios y motores sobre rotuliano, tardan en reaparecer.
el músculo liso visceral. Son propios del sistema ner­ Exploración de los reflejos. A continuación se es­
vioso autónomo e inconscientes, como la llegada de tudiarán los reflejos cuya exploración tiene valor en
alimento al estómago que provoca motilidad de su neurología. Se distinguen cuatro grupos:
pared, cambios circulatorios y secreción de jugo gás­ - Reflejos profundos u osleotendinosos.
trico. - Reflejos superficiales o cutáneos y mucosos.
Reflejos propioceptivos. Se originan en estímulos inter­ - Reflejos de automatismo medular.
nos provenientes de músculos y tendones esqueléticos, - Reflejos de postura o tónicos.
huesos, articulaciones, aparato vestibular. Comprenden el
gran grupo de los reflejos de postura y tónicos, del equili­ Reflejos profundos u osteotendinosos
brio, de la marcha (véanse capítulos correspondientes) y
el de los reflejos de automatismo medular. Se designa reflejo profundo u osteotendinoso a la
Localización de los reflejos. Cada reflejo da origen a contracción muscular involuntaria, inmediata y breve
una reacción que tiene lugar en un sitio determinado, que se produce al percutir un tendón o un hueso en
siempre el mismo: la respuesta del reflejo patelar es siem­ un punto determinado. Estos reflejos pertenecen al
pre la contracción del cuadríceps del lado estimulado. grupo de reflejos espinales de Jendrassik, caracteri­
El centro integrador del reflejo tiene a su vez una to­ zados porque sólo interviene la médula en su produc­
pografía determinada en los distintos segmentos med,u­ ción, siendo reflejos de carácter elemental, es decir,
lares, lo que confiere a los reflejos valor localizador. En constituidos por un arco simple. Estos reflejos son
el caso del reflejo patelar, su centro se halla en los seg­ miotáticos o de estiramiento, en los que el estímulo
mentos medulares lumbares tercero y cuarto (L3-L4}. provoca una distensión súbita y brusca de sus recep­
Una lesión que comprometa este nivel medular o sus tores (huso neuromuscular) originando, a su vez, la
vías aferentes o eferentes resultará en la abolición del brusca y breve elongación y contracción de las fibras
reflejo patelar. musculares. La contracción sólo se produce cuando el
La médula espinal es el sector reflejo por excelen­ músculo conserva su tono, el que es asegurado por
cia del neuroeje. En- la sustancia gris espinal y su con­ vía refleja. Los reflejos profundos son por lo tanto ín­
tinuidad en los núcleos grises bulboprotuberanciales, dice de la integridad del arco reflejo.
se encuentran los centros de los reflejos profundos y Los reflejos profundos u osteolendinosos se llaman
superficiales, como también centros reflejos de la vida también miotáticos o de estiramiento. Algunos autores
vegetativa como el anal y el vesical. han cuestionado la designación de reflejos osteoíen­
Las experiencias en animales y las observadones dinosos, porque sugiere la noción de que el receptor
anatomoclínicas han demostrado la importancia que, de los reflejos estaría localizado en los huesos o ten­
como centro reflejo y automático, tiene la médula es­ dones. Dado que su mecanismo es la elongación o
pinal. Si se secciona transversalmente la médula, se estiramiento muscular, consideran preferible la deno­
producirá primero una inhibición funcional de los seg­ minación de reflejos miotáticos.
mentos distales o caudales al nivel de la sección: pa­ Para examinar los reflejos es indispensable una
rálisis fláccida, vasodilalación intensa, hipotensión ar­ buena técnica semiológica. El enfermo debe hallarse
terial, incontinencia y ausencia de reflejos. Pasada distendido y con los músculos relajados. Para ello el
esta etapa denominada de shock espinal, los esfínte­ ambiente debe ser confortable, y el paciente estar en
res se hacen continentes, se recupera parte del tono posición cómoda. La percusión se hace con el marti­
muscular perdido y, al liberarse la médula de sus co­ llo de reflejos tipo Déjerine o Traube (fig. 9-1). El gol­
nexiones superiores, aparecen ciertos reflejos que pe, que debe ser breve y brusco, se efectuará en el
normalmente no existen: los reflejos de automatismo tendón elegido, ya sea directamente o bien sobre un
medular. Uno de los primeros en aparecer es el refle­ dedo del examinador apoyado en aquél.
jo de flexión: el animal retira la pala que se le estimu­
la. La recuperación y exaltación de la actividad refleja Reflejos profundos de los miembros inferiores
se revela en el mass-reflex o reflejo de conjunto, que
no es más que una exageración del reflejo de flexión. Reflejo rotuliano o patelar. Corresponde a los
El mass-reflex se provoca por un pellizco o pinchazo segmentos lumbares 3 º y 4º (L3-L4).

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216 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

tendón rotuliano (fig. 9-3). Si el pie está apoyado so­


bre el suelo por su punta, y se produce el reflejo pate­
lar percutiendo el tendón rotuliano, la maniobra efec­

r
tuada se denomina de Buzzard.

Reflejo del aductor mayor. Percutiendo el tendón del


gran aductor a nivel del tubérculo del mismo nombre, se
11 produce la aducción del muslo.
Reflejo contralateral de los aductores (Pierre Marie­
Mac Cormack). Si al percutir el tendón rotuliano se contraen
los aductores del lado opuesto, se obtiene el reflejo contra­
lateral de los aductores. Para obtenerlo es conveniente co­
Fig. 9-1. Martillo de Traube (arriba) y de Déjerine (abajo) para locar el miembro explorado (el derecho para el izquierdo y
la exploración de reflejos. viceversa) en ligera flexión de la pierna sobre el muslo y to­
do en ligera abducción. El reflejo puede observarse en au­
Técnica. 1 ª manera. Enfermo en cama. Se levanta sencia del patelar.
ligeramente el miembro con una mano colocada deba­
jo dél hueco poplíteo, obteniéndose así una leve fle­ Reflejo aquiliano. Su centro está en el primer seg­
xión de la pierna sobre el muslo. Se percute el tendón mento sacro (S1).
rotuliano. Respuesta: extensión de la pierna (fig, 9-2). Técnica. Existen cuatro maneras distintas. 1 ª ma­
2ª manera. Paciente sentado con las piernas col­ nera. En el enfermo que se puede sentar. Miembros
gando o cruzadas. Se percute directamente sobre el colgados del borde de la camilla; en forma leve se ex-

Fig. 9-2. Reflejo patelar.

Fig. 9-3. Reflejo patelar.

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9, REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 217

Fig, 9-4. Reflejo aquiliano.

tiende o flexiona dorsalmente el pie con una mano, cuando los reflejos osteotendinosos, sobre todo el ro­
elongando de este modo el tendón aquiliano, y se per­ tuliano, no se obtienen. Se le dice al enfermo que en­
cute el tendón de Aquiles, cuidando de no hacerlo en ganche los dedos de su mano izquierda formando ga­
el calcáneo. Respuesta: flexión del pie. rra hacia abajo en el hueco que constituyen los dedos
2ª manera. Enfermo puesto de rodillas sobre la ca­ de la mano derecha formando garra hacia arriba, y
milla o silla, pies fuera del borde. Se empuja ligera­ que luego trate de tirar como si quisiera probar cuál
mente hacia adelante la planta del pie (extensión) y se mano tiene más fuerza. Mientras el paciente tira con
percute el tendón de Aquiles. Otra técnica es la si­ fuerza de sus manos se percute el tendón. A menudo,
guiente: enfermo en decúbito ventral. Se flexiona la se obtiene así el reflejo que antes no se lograba.
pierna sobre el muslo a 90°, se lleva el pie en ligera Otras maniobras destinadas a distraer al enfermo con
extensión o flexión dorsal y se percute el tendón (fig. la finalidad de obtener una relajación muscular adecuada
9-4). Respuesta: flexión del pie. son: a) hacerle contar de cinco en cinco; b) señalarle que
3ª manera. Enfermo en decúbito dorsal. Se coloca describa algún detalle del techo (Kriinig); c) que se sujete
pasivamente el pie del miembro inferior a explorar, so­ fuertemente a uno de los barrotes de la cama o al respal­
bre el opuesto, descansando sobre su maléolo; con do de la silla o al brazo izquierdo del observador (Leufen­
una mano se toma la planta del pie y se lo extiende li­ hauer); d) comprimir un dinamómetro y ordenarle en un
geramente; se percute el tendón (fig. 9-5). Respuesta: momento dado, que lea la cifra alcanzada (Mann); e) es­
flexión del pie. trechar fuertemente la mano del enfermo e invitarlo a que
4 ª manera. Enfermo en decúbito dorsal. Se apo­ haga lo mismo (Marañón). También en estos casos, en el
ya la mano en la parte anterior de la planta provo­ momento en que el paciente cumple estas órdenes se
cando una ligera extensión del pie, y se la percute percute el tendón del reflejo que se busca.
con el martillo. Esta manera suele ser efectiva cuan­
do no se puede obtener el reflejo con las anteriores, Reflejo tibiofemoral posterior (Guíl/ain y Barré). Percu­
particularmente en los ancianos. Respuesta: flexión tiendo, estando el miembro inferior con la pierna en ligera fle­
del pie. xión sobre el muslo, los tendones del semitendinoso y semi­
Maniobra de Jendrassik (fig. 9-6). Se la utiliza con membranoso en su entrada en la gotera del platillo tibia!,
el objeto de conseguir una mayor relajación muscular dichos músculos se contraen. Si en la misma posición se

Fig. 9-5. Reflejo aquiliano. Fig. 9-6. Maniobra de Jendrassik.

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218 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

percute la extremidad superior del peroné, se produce la Reflejo bicipital. Con el antebrazo del paciente
contracción del bíceps crural (reflejo peroneofemoral poste­ descansando sobre el del médico, cuya mano toma el
rior de Guillain y Barré). codo, y percutiendo el tendón del bíceps en el pliegue,
Reflejo perióstico tibia!. Se percute la cara interna de se obtiene la flexión del antebrazo sobre el brazo. Es­
la libia. Respuesta: rotación y aducción del miembro. te reflejo tiene su centro en C5 (fig. 9-9). Una variante
para su obtención es la técnica de Wartenberg, quien
Reflejos profundos de los miembros percute sobre la falange distal del dedo pulgar coloca­
superiores do sobre el tendón del bíceps.
Reflejos tricipital y olecraneano. Se toma el
Reflejo estilorradial. Para producir este reflejo se brazo con una mano a nivel del codo y se deja caer
coloca el miembro superior con el antebrazo en fle­ el antebrazo en ángulo recto con el brazo. Se percu­
xión sobre el brazo, de manera que descanse por el te el tendón del tríceps, cuidando de no percutir el
borde cubital del antebrazo sobre la palma de la ma­ olécranon (fig. 9-1 0). Si el paciente está acostado,
no del médico que, entonces, percute la apófisis esti­ se flexiona el antebrazo en ángulo recto con el bra­
loides del radio. Respuesta principal: flexión del ante­ zo, sujetando la muñeca y percutiendo. Respuesta:
brazo. Respuestas accesorias: ligera supinación y extensión del antebrazo sobre el brazo (reflejo trici­
flexión de los dedos. Su centro está en el 6º segmen­ pital, C7). Si se percute el olécranon la respuesta es
to cervical (C6) (fig. 9-7). la flexión del antebrazo sobre el brazo (reflejo ole­
Reflejo cubitopronador. Con el miembro superior craneano, C5).
en la misma posición se percute la apófisis estiloides
del cúbito. Respuesta: pronación del antebrazo con li­ Reflejo del pectoral mayor. Percutiendo la masa del
gera aducción. El centro de este reflejo se halla en CB pectoral mayor se produce la aducción del brazo.
(fig. 9-8). Este reflejo no es reconocido por las escue­ Reflejo epicondileo. Flexión del antebrazo y de los de­
las anglosajonas de neurología. dos con ligera supinación, percutiendo el epicóndilo.
Reflejo flexor de los dedos. Colocando el ante­ Reflejo carpometacárpico (Bechterew). Flexión de los
brazo en supinación, descansando por el dorso de la dedos percutiendo el dorso del carpo.
mano sobre la palma del médico, se percuten los ten­ Reflejo del pisiforme. La presión sobre el pisiforme
dones flexores. Respuesta: flexión de los dedos. Este produce la contracción del cutáneo palmar en la eminencia
reflejo tiene su centro en C7 yCB. hipotenar, originando pliegues en la piel.

Flg. 9-7. Reflejo estilorradial. Fig. 9-9. Reflejo bicipital.

Fig. 9-8. Reflejo cubitopronador. Fig. 9-1 O. Reflejo lricipital.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 219

Reflejos profundos del tronco Regís/ro gráfico y electromiográfico de los reflejos


profundos. Por medio de un dispositivo adecuado es
Reflejo medio pubiano (Guíl/aín y Alajouaníne). posible registrar gráficamente los reflejos profundos u
Se debe colocar al enfermo con los muslos separados osteotendinosos, observándose entonces los diferen­
y las piernas algo flexionadas. Se percute entonces tes tiempos del reflejo. El trazado se compone de: 1 º ,
sobre la sínfisis pubiana. La respuesta es doble: una una pequeña oscilación que traduce la percusión del
superior consistente en la contracción de los múscu­ hueso o tendón; 2º , a la pequeña oscilación sigue una
los abdominales y otra inferior consistente en la apro­ oscilación brúsca e intensa, que constituye el compo­
ximación de los dos muslos por la contracción de los nen/e clónico de la respuesta muscular; entre esta os­
aductores de ambos miembros. A veces se produce la cilación y la pequeña existe un espacio muerto de du­
contracción del pectoral mayor, lo que es signo de hi­ ración muy breve (período latente); 3º , a la segunda
perreflexia profunda. El centro corresponde a los seg­ oscilación sigue una oscilaeión amplia, que se va ate­
mentos comprendidos entre el 1 0º dorsal (D10) y 1 º nuando progresivamente: es el componente tónico de
o 2º lumbar (L 1-L2). la respuesta (fig. 9-13).

Reflejos abdominales profundos. Se coloca la mano


en forma paralela a la pared abdominal; se flexionarán los
dedos entre la primera y segunda falange, apoyando el ex­
tremo de los mismos sobre el borde externo del recto ante­
rior. Se percute a nivel del sitio de flexión de las falanges,
produciéndose la contracción de los músculos abdominales
y la desviación del ombligo hacia el lado estimulado. Puede
ser apenas visible en personas normales.
Reflejo medíoesternal (Guillain y Alajouanine). Percu­
tiendo la parte media del cuerpo del esternón se produce la
contracción de los dos pectorales, y en algunas ocasiones
también la de los músculos de la pared abdominal. Fig. 9-11. Reflejo maseterino.

Reflejos profundos de la cabeza

Reflejo nasopalpebral (Guíllain). La percusión de


la piel de la región frontal sobre la línea media entre
ambas arcadas superciliares, habiendo previamente
el paciente entrecerrado suavemente los ojos, produ­
ce la contracción del orbicular de los párpados de am­
bos lados. La vía del reflejo es trigeminofacial. Su cen�
tro está, pues, en la protuberancia.
Reflejo superciliar (Mac Carthy). Percutiendo la
arcada superciliar, estando el enfermo con los párpa­ Fig. 9-12. Reflejo maseterino.
dos entornados, se produce la contracción del orbicu­
lar de los párpados del mismo lado. Vía trigeminofa­
cial y centro de integración protuberancia!.
Reflejo maseterino. Enfermo con la boca entre­
abierta (figs. 9-11 y 9-12); se percute con el martillo
directamente el mentón o se coloca el pulgar de la
mano izquierda transversalmente sobre el mismo
mentón, bien apoyado contra la mandíbula, y se per­
cute sobre él en dirección descendente. También se
puede introducir una cuchara en la boca, apoyar su Fíg. 9-13. Electromiograma de un reflejo rotuliano normal. a,
mango en la arcada dentaria y percutir sobre dicho oscilación correspondiente a la sacudida percutoria; b, dos
mango. La respuesta es la elevación de la mandíbu­ ondas rápidas correspondientes al componente clónico de la
respuesta. Entre a y b, tiempo latente (muy breve); e, d, e, onda
la. La vía del reflejo es trigeminotrigeminal con centro amplia, con calda lenta y progresiva, correspondiente al compo­
en la protuberancia. nente tónico de la respuesta.

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220 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Reflejos superficiales o cutáneos y mucosos Reflejos superficiales de la cabeza

Estos reflejos se exploran a continuación de los pro­ Reflejos córneo y conjuntiva!. Paciente en posi­
fundos. El estímulo de una región determinada del tegu­ ción de mirada lateral extrema. El estímulo de la cór­
mento o de la mucosa provoca la contracción refleja de nea o de la conjuntiva bulbar del sector temporal del
un músculo o grupo muscular subyacente. Jendrassik ojo, dirigido hacia adentro, con un pequeño trozo de
los ubicaba en el grupo de los "reflejos cerebrales", es algodón, provoca la contracción del orbicular de los
decir de reflejos complejos cuyo centro no está en la mé­ párpados. La vía de estos reflejos es trigeminofacial y
dula sino en el encéfalo. Apoyaba esta hipótesis el pe­ el centro de integración protuberancia!.
ríodo de latencia largo de estos reflejos y su abolición o
disminución en la hemiplejía. Sin embargo, las observa­ Reflejo nasal o estornutatorio. Se estimulan las fosas
ciones durante la guerra de 1914-1918 de casos de sec­ nasales con una gasa o algodón. Se provoca estornudo
ción medular mostrando su conservación por debajo del acompañado de lagrimeo. Se puede también provocar con
nivel de la lesión, probaban su origen espinal. estímulos químicos.
Sahli sugirió una hipótesis integradora de estos
conceptos: los reflejos superficiales, considerados por Reflejo faríngeo o nauseoso. Estimulando con un
Jend.rassik como cerebrales, son en realidad cerebro­ bajalenguas la pared posterior de la faringe, se obser­
nucleares o cerebromedulares y poseen dos arcos o va su contracción y náuseas. Su arco reflejo se inte­
circuitos: uno inferior, corto, con centro de integración gra con los pares craneanos glosofaríngeo (IX) y va­
en la médula o en los núcleos grises bulboprotuberan­ go (X) (nivel bulbar).
ciales, y otro superior, largo, con centro en el cerebro. Reflejo velopalatino. Excitando el borde libre del
En circunstancias normales, para que el reflejo tenga paladar blando con un bajalenguas, se observa su
lugar, es necesaria la estimulación del arco cerebral, elevación que normalmente es uniforme, con conser­
el que, a su vez, estimula al arco medular, producién­ vación de la posición mediana de la úvula. Suele de­
dose entonces el reflejo. El efecto del arco cerebral sencadenarse también respuesta nauseosa con esta
sobre el medular se ejercería probablemente por la maniobra. Su arco reflejo se integra con los mismos·
vía piramidal. Es por ello que en la hemiplejía capsu­ pares craneanos que el faríngeo.
lar, al interrumpirse la vía de asociación del arco supe­
rior con el inferior, los reflejos cutáneos dejan de pro­ Reflejos superficiales del tronco
ducirse en el lado paralizado. Siguiendo esta hipótesis,
si se produce una sección medular el arco cerebral Reflejos cutáneos abdominales. Se estimula la
queda también interrumpido y los reflejos cutáneos piel del abdomen, desde afuera hacia adentro, con
deberían desaparecer, pero esto no es lo que sucede. un escarbadientes, la uña o el mango del martillo de
Para explicar esta contradicción, Sahli arguye que la reflejos, en forma perpendicular a la línea media, en.
lesión transversal impide el flujo de estímulos sensiti­ la región supraumbilical, umbilical e infraumbilical.
vos a través de la médula y que éstos se suman has­ La respuesta consiste en una desviación del ombligo
ta alcanzar el umbral de descarga refleja, siguiendo la hacia el lado estimulado (fig. 9-14). Los reflejos se
dirección del arco reflejo inferior. De este modo, los re­ llaman abdominal superior, medio e inferior, o epi­
flejos que normalmente siguen un trayecto cerebroes­ gástrico , umbilical e hipogástrico, respectivamente.
pinal son ahora puramente espinales. Corresponden: el superior a D7, el medio a D9 y el
Exploración de los reflejos superficiales. El exa­ inferior a D11 .
men se realiza en general con el mismo cuidado indi­
cado para los reflejos profundos. Se utiliza, para esti­ Reflejos superficiales de los miembros
mular la piel o la mucosa, la uña o yema del dedo, un inferiores
lápiz, un escarbadientes o el mango del martillo de re­
flejos, ejerciendo mayor o menor presión, rozando, Reflejo cremasteriano y reflejo homólogo en la
friccionando o pellizcando. Conviene emplear estos mujer. Excitando en el hombre la cara interna del
estímulos diversos, pues cuando la excitabilidad refle­ muslo, en su parte superior, ya sea deslizando un es­
ja está disminuida, no es raro que sólo uno u otro de carbadientes desde abajo hacia arriba o comprimien­
tales procedimientos permita obtener el reflejo. En do la masa de los aductores, se contrae el cremáster
ciertos casos, para lograr la respuesta, el estímulo tie­ del mismo lado (elevación del testículo y contracción
ne que actuar un tiempo más prolongado o repetida­ del oblicuo mayor). Debe cuidarse de no tomar como
mente: la respuesta se debe, entonces, a los fenóme­ reflejo las contracciones del darlos. Con esta misma
nos fisiológicos de facilitación o suma de estímulos. técnica se observa en la mujer la contracción del obli-

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCJNESIAS 221

Fig. 9-15. Zonas de excitación en la planta del pie para buscar


el reflejo plantar.

Fig. 9-14. Reflejos cutáneos abdominales.

cuo mayor (reflejo de Geigel). Estos reflejos tienen su Fig. 9-16. Reflejo plantar normal.
centro en L 1 y L2.

Reflejo del tríceps sural (Redlich). a) La excitación por


frotamiento de la piel de la pantorrilla produce la contracción
del tríceps (gemelos y sóleo) y la extensión del pie.
b) El frotamiento de la piel de la cara interna del muslo
produce la contracción del tríceps y algunas veces del se­
mitendinoso y semimembranoso.

Reflejo plantar, signo de Babinski y sus suce­


dáneos, El estímulo de la planta del pie con un escar­
badientes, una llave, un lápiz o una uña, rascando su Fig. 9-17, Signo de Babinski.
lado externo desde el talón hacia el metatarso, y lue­
go siguiendo éste hasta su borde interno, con l igera o
moderada presión (fig. 9-15), provoca la flexión de los La búsqueda del signo de Babinski requiere cierta
dedos (fig. 9-16): es el reflejo plantar. El mismo tiene minuciosidad. Dada su importancia es necesario pro­
su centro en S1 y S2. ceder con método y paciencia antes de afirmar o ne­
Pero en ciertas condiciones, en lugar de producir­ gar su presencia.
se flexión, se produce extensión del dedo gordo, y a La misma respuesta (extensión del dedo gordo)
veces aperlura en abanico de los dedos restantes. Es­ puede obtenerse mediante otras maniobras que se
te fenómeno constituye el denominado signo de Ba­ describen a continuación y que constituyen los signos
binski (fig. 9-1 7). sucedáneos del signo de Babinski: 1 º, signo de Op­
penheim: se denomina así cuando se obtiene la exten­
Josef Fran<;ois Babinski fue un gran neurólogo francés de sión del dedo gordo friccionando con el pulgar y el índi­
origen polaco que dio a conocer su observación, a los 38 ce el borde anterior de la tibia desde arriba hacia abajo;
años de edad, en una comunicación que apenas constaba de 2 º, signo de Schiifer: la misma respuesta se logra com­
veintiocho líneas, el 22 de febrero de 1896 en la Sociedad de primiendo el tendón de Aquiles; y 3º , signo de Gordon:
Biología de Paris. El fenómeno había sido registrado por Re­ idéntica respuesta se obtiene cuando se comprimen las
mak en Berlín en 1895, pero éste no percibió su significado masas musculares de la pantorrilla (fig. 9-18).
clínico. Babinski supo vincular el fenómeno al compromiso pi­
ramidal. La enorme importancia que alcanzaría este signo en Se puede obtener igualmente la extensión del dedo gor­
el diagnóstico de las lesiones y enfermedades de ese siste­ do trazando sobre el dorso del pie una línea que contornee
ma motor da cuenta de la agudeza clínica de Babinski. Ba­ de extremo a extremo el cuello del pie (signo de Chaddock)
binski fue además neurólogo del escritor Marcel Proust, autor o percutiendo detrás del maléolo externo, abduciendo pasi­
de A la búsqueda del tiempo perdido. Nunca alcanzó una je­ vamente el quinto dedo (signo de Stransky), comprimiendo,
fatura de servicio en Francia por ser considerado extranjero. con la mano, los aductores del muslo (signo de Gerhartz),

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222 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

abduciendo y flexionando pasivamente, tomándolos juntos, circunstancias no se produce, sin embargo, la contrac­
los tres últimos dedos del pie (reflejo de Gonda) o pinchan­ ción del tensor de la fascia lata. Esta última sí aparece
do varias veces en forma suave la superficie dorsolateral cuando se obtiene un signo de Babinski real, en el que
del pie (signo de Bing). además la extensión del dedo gordo se hace con len­
titud, y se agrega la apertura en abanico de los dedos
La excitación de la planta del pie como para buscar restantes. Es útil, entonces, palpar la cara anteroexter­
el reflejo plantar puede determinar la contracción del na del muslo cuando se toma el reflejo plantar. Esta
tensor de la fascia lata (reflejo de Brissaud); o tam­ maniobra contribuye, al mismo tiempo, a evitar que el
bién, la aducción y rotación interna del pie (reflejo de paciente flexione defensivamente la rodilla.
Rose-Hirschberg). No debe confundirse el signo de Babinski con un
La contracción del tensor de la fascia lata. que pue­ movimiento atetósico del dedo gordo. El dedo atetósi­
de acompañar al reflejo plantar es un elemento impor­ co se mueve espontáneamente en forma variable: hay
tante para el diagnóstico diferencial del signo de Ba­ que observarlo antes de estimular la planta del pie.
binski con el de un simple reflejo de defensa. Cuando En caso de parálisis de los músculos flexores cortos
se busca el reflejo plantar, en particular en los estados de los dedos del pie, puede obtenerse también una res­
psíquicos tensionales, es frecuente que el paciente fle­ puesta en extensión: es una inversión del reflejo plantar
xione voluntariamente la rodilla retrayendo el pie esti­ de causa periférica, secundaria en muchos casos a se­
mulado como reflejo de defensa. En estas condiciones cuela de poliomielitis (seudobabinski periférico).
se puede observar una rápida extensión de los dedos Por último, la anestesia de la planta del pie puede
del pie que simula un signo de Babinski y que se debe impedir tanto la respuesta refleja en flexión como en
a la contracción de los músculos anteroexternos de la extensión. Adquiere valor en este caso la búsqueda
pierna acompañando a la flexión de la rodilla. En estas de los sucedáneos.
Una respuesta plantar extensora (signo de Babinski
"normal") puede observarse en los niños hasta los dos
años de edad. Muchas veces desaparece cuando se ini­
cia la marcha. Su presencia se atribuye en estos casos a
que no se ha completado aún la mielinización de los ha­
Gordon
ces piramidales. También en la edad avanzada puede
haber reflejo plantar extensor sin significación patológica,
atribuible a cambios de la vía piramidal propios del enve­
jecimiento normal. En este caso, sin embargo, deberá
descartarse fehacientemente toda otra afección neuroló­
gica, de modo que se trate sólo de un hallazgo aislado.
El signo de Babinski puede también ser transitorio
si el compromiso piramidal retrograda luego funcional­
mente, como en el período posterior a las crisis convul­
sivas generalizadas o parciales motoras (hallazgo que
subraya el carácter orgánico de tales crisis), en las in­
Schafer toxicaciones barbitúrica y alcohólica, en la hipogluce­
mia, en la migraña hemiparélica y en la insuficiencia,
renal aguda. La causa probable en estos casos es la
anoxia o depresión metabólica de la vía motora.
Significado fisiopatológico del signo de Babinski. El
valor de este signo es de primer orden, pues indica
que existe una alteración orgánica de la vía piramidal.
Puede ir acompañado de sus sucedáneos y de exage­
ración de los reflejos profundos. En casos de lesión pi­
ramidal extensa, el signo de Babinski puede presen­
tarse, a veces, como una serie rítmica de movimientos
clónicos de extensión.
Oppenheim
Se considera este signo como un fenómeno empa­
rentado con los reflejos de automatismo medular.
Constituiría una mínima expresión del reflejo de triple
Fig. 9-18. Sucedáneos del signo de Babinski. flexión o fenómeno de los acortadores, que se descri-

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 223

be más abajo. Su existencia normal en los niños en Reflejos alargadores o fenómeno de los alarga­
los primeros años de vida (uno y dos años), cuando dores. Son much ? más raros que los precedentes y
aún la vía piramidal no se ha mielinizado y su presen­ se provocan excitando el segmento proximal del
cia patológica, toda vez que hay una lesión de la vía miembro: abdomen, parte alta del muslo. Se contraen
piramidal, indica que se trata de un reflejo de origen los extensores, determinando el alargamiento global
espinal, inhibido normalmente por acción piramidal. de los tres segmentos: muslo, pierna y pie.
En caso de alteración de la vía piramidal el fenó­ Reflejo de alargamiento cruzado. Al provocar el
meno no sólo es franco, sino que también puede pro­ reflejo de los acortadores en el miembro inferior de un
vocarse estimulando zonas adyacentes a la región lado, el miembro inferior del otro lado se extiende. Es­
desde la que habitualmente se obtiene. timulando alternativamente la planta de un pie y del
otro, los reflejos de automatismo que se producen ori­
Reflejo escrotal. La excitación de la región perineal pro­ ginan un movimiento de pedaleo. Estas mismas res­
voca contracciones lentas del darlos. puestas han sido observadas a nivel de los miembros
Reflejo glúteo. La excitación de la piel sobre el glúteo superiores, aunque con mayor rareza.
mayor produce su contracción. Reflejo de conjunto o mass-reflex (Riddoch). Al
producirse el reflejo acertador se evacua la vejiga o el
Reflejo bulbocavernoso (Onanoff). La excitación recto, o ambos.
de la mucosa del glande produce la contracción del Reflejo de Kocher. Pellizcando el testículo se pro­
músculo bulbocavernoso. Un dedo colocado sobre la duce a veces un movimiento lateral hacia el lado esti­
piel que recubre la uretra bulbar nota la contracción mulado por parte de la columna vertebral.
del músculo, provocada por el dedo de la otra mano Reflejo de eyaculación. La excitación de la región
que raspa suavemente el glande. Este reflejo tiene su perineal produce la eyaculación.
centro en los segmentos S3 y S4. Los reflejos de automatismo medular no son refle­
Reflejo anal. La excitación con un alfiler de la piel jos cutáneos, porque se los provoca también, y aun
de la región anal determina la contracción del esfínter mejor, por la excitación de la sensibilidad profunda
externo del ano. Este reflejo corresponde a S5. que por la de la sensibilidad superficial. Sus respues­
tas están constituidas por movimientos complejos que
Reflejos de automatismo medular implican a la vez la contracción de grupos musculares
funcionalmente sinérgicos, aunque anatómicamente
Estos reflejos no se hallan en. el sujeto normal, co­ distantes, y la inhibición de los antagonistas.
mo ocurre con la mayoría de los reflejos anteriormen­
te estudiado.s. Son, pues, reflejos patológicos, análo­ Reflejos de postura o tónicos
gos a los fenómenos demostrados por Sherrington en
el perro, cuyo neuroeje ha sido seccionado, ya sea en Los reflejos de postura o tónicos corresponden al
la región cervical superior (animal espinal) o bien a ni­ grupo de los reflejos propioceptivos de Sherrington.
vel del mesencéfalo (animal descerebrado) y a los Mientras que los otros reflejos estudiados presentan
que ya se ha aludido antes (reflejo de flexión, mass­ modificaciones cuando se lesiona la vía piramidal, los
reflex, etc.). Estudiados por Babinski, Pierre Marie y reflejos tónicos o de postura se alteran con las lesio­
Charles Foix, se conocen en clínica neurológica con el nes del sistema extrapiramidal o del tronco encefálico.
nombre de reflejos de Pierre Marie-Foix. Se observan Sus respuestas consisten, sobre todo, en variaciones
en lesiones del haz piramidal con interrupción más o del tono muscular.·
menos completa de la médula, especialmente a nivel Cuando en una persona normal se modifica pasi­
de los miembros y sobre todo de los miembros inferio­ vamente la posición de una articulación, se produce
res. Comprenden: en los músculos que normalmente la movilizan un es­
Reflejos acertadores o fenómeno de los acerta­ tado de contracción tónica que tiende a fij ar la misma
dores. Se exploran estimulando la planta del pie como en la nueva actitud. Este fenómeno es el resultado de
cuando se busca el reflejo plantar. También se puede un reflejo postura! (Foix-Thévenard). La estimulación
pinchar o pellizcar el dorso del pie o de la pierna, o fle­ del reflejo es producida por el movimiento pasivo que
xionar o extender fuertemente el dedo gordo. El fenóme­ se imprime a la articulación, el que contrae unos mús­
no de los acertadores es el más frecuente y el más im­ culos, agonistas, y relaja otros, antagonistas. La exa­
portante. Consiste esencialmente en un movimiento geración de este reflejo constituye la contracción pa­
sinérgico de triple flexión del pie sobre la pierna, de la radójica de Westphal.
pierna sobre el muslo y del muslo sobre la pelvis. Se Estos fenómenos son análogos a los que describió
acompaña, por lo general, de extensión del dedo gordo. Sherrington en el perro descerebrado con el nombre de

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224 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

"contracciones de acortamiento y elongación" (shorte­ Dependiendo los reflejos tónicos del mecanismo
ning and Jengthening contractions). Al practicar en el regulador del tono postura! (véase Tono), se hallarán
perro la sección del neuroeje a nivel del tronco cerebral modificados en las lesiones del cerebelo, de la vía ex­
por encima de la protuberancia y entre los tubérculos trapiramidal y de los nervios periféricos. Las experien­
cuadrigéminos anteriores y posteriores, se produce el cias de rigidez descerebrada demuestran la importan­
estado denominado de rigidez descerebrada. La rigidez cia del tronco encefálico en los mismos.
descerebrada consiste en un aumento del tono reflejo Resumen sobre los reflejos. De la larga, y a pe­
en los músculos extensores de los miembros y de la co­ sar de ello incompleta enumeración de los reflejos,
lumna vertebral, que permite al animal mantenerse de con la descripción de la técnica respectiva para su ex­
pie (reflejo de estación o standing reflex). El animal en ploración, han de retenerse como más importantes:
estas condiciones no puede cambiar su actitud sin un Cabeza. Nasopalpebral, maseterino, córneo y ve­
estímulo externo. Si a continuación se le moviliza pasi­ lopalatino.
vamente una articulación, se produce en los músculos Tronco. Medio pubiano y los tres cutáneos abdo­
acortados una contracción de acortamiento -shorte­ minales.
ning contrae/ion-- y en los elongados una contracción Miembro superior. Estilorradial, cubitopronador,
inversa -lengthening contrae/ion- que tiende a fijar el bicipital, tricipital.
miembro en su nueva actitud. Miembro inferior. Patelar, aquiliano, cremasteria­
Comprenden estos reflejos de postura: no, cutáneo plantar.
Reflejo de acortamiento (Wertheim-Sa/omon­ Para facilitar su recuerdo se resumen en la figura
sen). Se flexiona dorsal y pasivamente el pie y se ob­ 9-1 9 y en el cuadro 9-1 los principales reflejos.
serva la contracción del tibial anterior.
Reflejos tónicos profundos del cuello (Magnus­
de Kleijn). Estos reflejos son de muy rara observación
en clínica. Se observan en gatos con rigidez descere­
brada de Sherrington obtenida por sección del mesen­
céfalo a nivel del borde libre de la tienda del cerebelo.
Consisten en lo siguiente: cuando se hace rotar pasiva­
mente la cabeza, el miembro anterior hacia el cual se
dirige la cara (miembro "facial"), se extiende, en tanto
que el miembro contralateral, el "craneal", se flexiona.
Fenómeno del hombro de Binda. Explorando co­
mo para buscar el reflejo de Magnus-de Kleijn, el
hombro opuesto (miembro craneal) se mueve hacia
arriba y adelante.
Se han descripto ambos reflejos de Magnus-de
Kleijn y Binda en el síndrome meníngeo.
Maniobra del empellón (Foix-Thévenard). El pa­
ciente de pie es empujado hacia atrás con un rápido
empellón de sus hombros. Frente a tal estimulo y para
evitar una posible caída, una persona normal desplaza
y apoya rápidamente, en respuesta refleja, un miem­
bro inferior en la dirección en que es empujada. En el
enfermo con alteración de los reflejos posturales, el ex­
plorador debe estar preparado para sostenerlo porque
puede ser incapaz de responder manteniendo o recu­
perando el equilibrio, cayendo como un bloque inerte
como se observa en los síndromes parkinsonianos.
Por ello, es mejor que el explorador se coloque detrás
del paciente y lo empuje hacia sí. Habitualmente el pa­
ciente no cae, ya que rápidamente se produce una
contracción de los músculos del plano anterior (región
anteroexterna de la pierna, cuadríceps y músculos ab­
dominales), opuesta al cambio del centro de gravedad Fig. 9-19. Los principales refle­
corporal, que evita el desequilibrio. jos profundos y sus centros.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 225

Cuadro 9-1. Centros y respuestas dé los principales reflejos normales


Reflejo Modo de provocarlo Respuesta normal Centro o localización
Nasopalpebral Percusión de la región frontal sobre la Cierre de los ojos Protuberancia (trigémino-
lfnea media facial)
Maseterino Percusión sobre el mentón con la boca Ascenso de la mandíbula Protuberancia (trigémino-
abíerta trigeminal)

Córneo Excitación o irritación de la córnea con Cierre del ojo Protuberancia (trigémino-
un algodoncillo facial)

Ve/opa/atino Excitación del paladar blando con un Ascenso del borde libre del paladar Bulbo (glosofaringovago)
bajalenguas

O/ecraneano Percusión del olécranon Flexión del antebrazo sobre el brazo 5º segmento cervical

Bicipital Percusión del tendón del bíceps braquial Flexión del antebrazo sobre el brazo 5º segmento cervical

Radial o estilorradial Percusión en fa apófisis estiloides del Flexión y supinación del antebrazo 6º segmento cervical
radio

Tricipitaf Percusión en ef tendón del tríceps Extensión del antebrazo sobre ef brazo 7° segmento cervical

Cubital o cubitopro- Percusión en fa apófisis esliloides del Pronación del antebrazo con ligera 8º segmento cervical
nadar cúbito aducción

F/exor de los dedos Percusión en el tendón del flexor común Flexión de los dedos 7º y 8º segmento cervical
de los dedos

Cutáneo abdominal Frote en fa parte superior del abdomen Contracción del abdomen con desvía- 7º segmento dorsal
superior con un alfiler ción del ombligo hacia el lado eslimu-
lado

Cutáneo abdominal Frote o fricción del abdomen en su parte Ídem 1 1 º segmento dorsal
inferior inferior con un alfiler

Medio pubiano Percusión en la sínfisis del pubis Contracción del abdomen (resp. sup.). 1 Oº dorsal a 2º lumbar
Contracción de ambos aductores
(resp. inl.)

Cremasteriano Excitación en la cara interna del muslo Elevación del escroto (retracción del 1 º y 2º segmento lumbar
en su parte superior testículo)

Patelar Percusión del tendón rotuliano Extensión de la pierna 3 º y 4º segmento lumbar

Aquiliano Percusión sobre el tendón de Aquiles Flexión del pie 1 er segmento sacro

Plantar Frote sobre la planta del pie Flexión plantar de los dedos 1 º y 2º segmento sacro

Bufbocavernoso Fricción sobre el glande Contracción del compresor de la uretra 3º y 4º segmento sacro

Anal Fricción en la región perianal Contracción del esfínter externo del ano 5 º segmento sacro

Clonus y sincinesias punto alejado de aquel donde se produce el clonus,


como un pellizcamiento en el muslo. El clonus repre­
Clonus sent_a fisiopatológicamente una hiperexcitabilidad del
arco reflejo por supresión de la acción inhibidora de la
El clonus (del griego klonos, agitación) consiste en vía piramidal: es un fenómeno de liberación.
una serie de contracciones involuntarias, rítmicas, de­ Clonus del pie. Flexionando la pierna sobre el
terminadas en un grupo muscular, por la extensión muslo y tomando la pierna en forma que descanse so­
brusca y pasiva de los tendones o músculos. Para tjue bre el antebrazo del explorador, se toma a plena ma­
el clonus se produzca suele ser necesario que la esti­ no el pie por su cara plantar y se provoca su extensión
mulación tendinosa sea continua. El clonus está cons­ o flexión dorsal pasiva forzada, en forma de pequeños
tituido, en realidad, por una serie rítmica de reflejos impulsos: se inicia entonces una serie de sacudidas
miotáticos. Se diferencia del reflejo en que la excita­ rítmicas (figs. 9-20 y 9-21). El clonus patológico se
ción o estimulación se prolonga de tal manera que, ha­ prolonga o es inagotable y termina con la flexión pasi­
biendo terminado la primera contracción, se produce va del dedo gordo. El clonus no patológico se agota
inmediatamente una segunda, y así sucesivamente, luego de una o dos sacudidas, y puede observarse en
pudiendo hacerse inagotable. Puede ser inhibido por personas tensas, en quienes también se exacerban
una excitación periférica cualquiera ejercida en un los reflejos profundos.

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226 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

flejos y los sincinéticos: hay algunos fenómenos que


constituyen formas de transición entre ambos tipos de
movimientos.
Por otra parte, las sincinesias se observan patoló­
gicamente en las lesiones piramidales, en el lado pa­
ralizado. No se observan sino sólo mínimamente en el
individuo normal.
La fisiopatología de las sincinesias es compleja y
varía según el tipo de sincinesia. En general se pre­
sentan como consecuencia de la liberación de la ac­
ción inhibidora que ejerce la vía piramidal sobre los
Fig. 9-20. Clonus del pie.
centros motores subcorticales y medulares. Son ex­
presión, en último término, del automatismo de los
centros subcorticales, y más especialmente del auto­
matismo medular.
Existen tres variedades principales de sincinesias:
de imitación, global y de coordinación.
Sincinesias de imitación. Son movimientos gene­
ralmente contralaterales, simétricos e idénticos, de tal

Fig. 9-21. Clonus del pie.


Clonus de la rótula. Con el miembro en extensión
se toma la rótula entre los dedos índice y pulgar de
una mano y se extiende bruscamente el tendón rotu­
liano, hacia abajo. En caso positivo se produce trepi­
dación de la rótula (fig. 9-22). Se observa en los mis­ Fig. 9-22. Clonus de la rótula.
mos casos que el clonus del pie.
Clonus de la mano. De observación más rara. El
clonus se obtiene provocando con pequeños impulsos
la extensión pasiva forzada de la mano del paciente
(fig. 9-23).

Sincinesias

Con el nombre de sincinesias (del griego syn, con, y


kinesis, acción de ponerse en movimiento) se designan
movimientos involuntarios y a menudo inconscientes,
que se producen cuando se realizan otros movimientos,
generalmente voluntarios y conscientes. Son, pues,
movimientos asociados, es decir, que la ejecución de
un movimiento despierta la realización de otros.
Tienen ciertas semejanzas con los reflejos en el
sentido de que son movimientos independientes de la
voluntad, siempre similares para un mismo estímulo
desencadenante. Pero a diferencia de los reflejos, el
estímulo es un movimiento voluntario. Sin embargo,
no hay uria barrera absoluta entre los movimientos re- Fig. 9-23. Clonus de la mano.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 227

suerte que el miembro enfermo imita al miembro sa­ tensión y el observador hace una ligera oposición al mo­
no. Predominan en la extremidad distal del miembro. vimiento apoyando su mano sobre la cresta tibia! se
Ejemplo: si un hemipléjico cierra fuertemente su produce, frecuentemente, en los estados espástico� pi­
mano sana, la mano del lado paralizado imita involun­ ramidales una contracción del tibia! anterior, que hace
tariamente el movimiento. procidencia, y a veces también el signo de Babinski.
Sincinesia global. Consiste en la contracción glo­ Signo de Neri. Hemipléjico de pie. Al flexionar el tronco
bal de los músculos del lado hemipléjico que sobrevie­ sobre la pelvis, el miembro paralizado se flexiona a nivel
ne consecutivamente a un esfuerzo, sea éste volunta­ de la rodilla.
rio o inconsciente. Si se indica a un hemipléjico con Fenómeno de Hoover o de oposición del talón (fig. 9-26).
hipertonia, efectuar un movimiento con el lado sano y Con el enfermo en decúbito dorsal, el médico coloca la
el observador se opone al mismo, se observará que el yema de sus dedos debajo del talón del lado sano; al or­
lado hemipléjico realiza un movimiento de flexión en el denar que el enfermo levante el lado hemipléjico, se no­
miembro superior y de extensión en el inferior (fig. ta que el talón del lado sano presiona netamente contra
9-24 ). La sincinesia global se diferencia de la sincine­ los dedos. Esto vale para la hemiplejia fláccida. En la he­
sia de imitación en que ésta se realiza aun con miem­ miplejía espástica presiona también el lado enfermo,
bros paréticos o pléjicos fláccidos. cuando se hace levantar el lado sano.
Sincinesias de coordinación. Se caracterizan es­ Signo de Cacciapuoti. Enfermo en decúbito dorsal. Se
tas sincinesias, que sobrevienen en enfermos hemipléji­ hace levantar el miembro inferior del lado sano en exten­
cos, porque al realizar éstos una contracción voluntaria sión, se lo toma por el talón y se le ordena al enfermo que
de ciertos grupos musculares, se efectúa la contracción lleve con fuerza su miembro así levantado hacia abajo,
involuntaria sincinética de otros grupos musculares fun­ oponiéndose el médico a dicho movimiento: se observa
cionalmente sinérgicos de los anteriores. entonces levantarse el miembro paralizado sobre el pla­
Los siguientes son ejemplos de sincinesias. de no de la cama.
coordinación: Signo de K/ippel y Mathieu-Pierre Weil. En la mano del
hemipléjico en hipertonía, la extensión pasiva de los de­
Signo de la -.elevación del miembro inferior paralizado dos produce la aducción del pulgar y la flexión de la se­
(Babinski) (fig. 9-25). El hemipléjico en decúbito dorsal, gunda falange de éste sobre la primera.
al querer flexionar el tronco sobre el muslo, eleva en ex­ Signo de Raimiste. En un hemipléjico en decúbito dorsal,
tensión el miembro inferior paralizado más alto que el la oposición para la abducción del miembro inferior sano
del lado sano. Este signo es de valor en caso de hemi­
plejía funcional o simulación, en los que no se observa
(véase Motilidad).
Fenómeno del tibia/ anterior o signo de Strümpe/1. Si se
invita al enfermo que levante la pierna paralizada en ex-

Fig. 9-25. Flexión combinada del tronco sobre la pelvis.

Fig. 9-24. Sincinesia global. Fig. 9-26. Fenómeno de Hoover.

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226 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

produce la abducción del miembro paralizado. Al pedir al el paciente queda otra vez paralizado, barriéndose las
paciente la aducción en extensión de todo su miembro sa­ forjadas ilusiones que le surgieron al ver moverse el bra•
no, el miembro paralizado realiza un movimiento de aduc• zo pléjico.
ción (fig. 9-27). Signo de la los de Huntington. Al enfermo sentado, con
Signo de los interóseos de Souques. Cuando un hemi• las piernas colgando, se le hace toser, pudiendo obser•
pléjico levanta y lleva hacia adelante su brazo y antebra• varse en el lado afectado la flexión del muslo sobre la
zo en supinación, los dedos se separan (fig. 9-28). pelvis y la extensión de la pierna sobre el muslo.
Fenómeno de Ster/ing. Es idéntico al Raimiste, pero en
los miembros superiores.
Fenómeno de Grasset y Gaussel. Un hemiparético no Alteraciones de los reflejos
puede levantar simultáneamente los dos miembros infe•
riores, aunque aisladamente puede· hacerlo, es decir, le­ Las alteraciones patológicas de los reflejos son las
vantar primero uno y luego el otro. siguientes:
Signo del bostezo (pandiculation o stretching sign de los - Un reflejo normal puede ser vivo o exacerbado: hi­
ingleses). Consiste en que ciertos hemipléjicos, al des• perreflexia.
perlar, pueden mover ambos brazos desperezándose y Un reflejo normal puede disminuir su intensidad o
bostezando. En ocasiones, el brazo paralizado es eleva­ abolirse: hiporreflexia y arreflexia.
do hasta la altura de la cabeza. Luego de desperezarse, - Un reflejo normal puede invertir su respuesta: in­
versión del reflejo.
Pueden aparecer reflejos que normalmente no
existen: reflejos patológicos,

Exacerbación de los reflejos o hiperreflexia

Se dice que existe hiperreflexia o exageración de

..
,
un reflejo normal cuando la respuesta es más brusca,
más intensa, más amplia y más rápida que lo habitual,
obteniéndose la misma con un estímulo de igual o me­
nor intensidad.
Hay toda una gama de respuestas entre el reflejo

'
normal, el reflejo vivo y el reflejo netamente exacerba­
do.
'
' I El reflejo exacerbado puede llegar a producir, no
una sola sacudida como respuesta, sino otras varias
:;¡/¿)
sacudidas sucesivas, dando lugar a lo que se denomi­
na reflejo policinético. Otro fenómeno también obser­
Fig. 9•27. Signo de Raimiste. A, el observador se opone a la vable en casos de hiperreflexia es la denominada di­
aducción del miembro sano; el miembro paralizado hace un fusión del reflejo o del estímulo. La difusión del reflejo
movimiento de aducción (en línea de puntos); 8, el observador consiste en un aumento de la superficie desde la que
se opone a la abducción del miembro sano; el miembro paraliza•
do hace un movimiento de abducción (en línea de puntos).
se obtiene un determinado reflejo, es decir estimulan­
do más allá del sitio habitual para obtenerlo.
No debe confundirse el reflejo policinético c:on el
reflejo pendular, que consiste en lo siguiente: cuando
se provoca un reflejo profur:ido, el miembro desplaza­
do por la contracción refleja, en lugar de volver rápida­
mente a su posición inicial de reposo, como ocurre en
condiciones normales, continúa oscilando, como un
péndulo, en un movimiento de balanceo. El reflejo
pendular se observa en el síndrome cerebeloso, y se
debe a la hipotonía muscular asociada que impide
que se contraigan tónicamente los músculos antago­
nistas luego de la sacudida refleja de los agonistas,
gracias a lo que el miembro vuelve a su posición de
Fíg. 9-28. Fenómeno de los interóseos de Souques. reposo.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y S/NCINESIAS 229

Ciertos sujetos tienen reflejos vivos. Esto carece Hiperreflexia superficial. Generalmente se obser­
de significado patológico, pues la vivacidad de los re­ va en pacientes tensionados, asociada a reflejos pro­
flejos es general, no presenta policinesia y no se fundos vivos.
acompaña de otros signos de piramidalismo. Se ob­
serva en pacientes tensionados psíquicamente y pue­ Abolición de los reflejos o arreflexia
de acompañarse de signos de Hoffmann y Chvostek
(véase Tetania). La abolición de un reflejo es de interpretación más
En general, el reflejo exagerado patológicamente difícil que su exageración, porque puede deberse tan­
no sigue la ley de simetría de Babinski, según la cual to a una lesión central, por afección de la motoneuro­
normalmente los reflejos son iguales de un lado y de na del asta anterior (poliomielitis), como a una lesión
otro. Por lo tanto, si existe un reflejo policinético de un periférica que comprometa la vía aferente o eferente
lado y uno normal del otro, se puede considerar que del arco reflejo (neuropatía periférica o polineuropatía).
hay una alteración patológica, sobre todo si dicho re­ A veces un reflejo es débil y difícil de obtener, por
flejo policinético se acompaña de otras manifestacio­ lo que se puede considerar erróneamente como au­
nes neurológicas de lesión piramidal. sente en un examen precipitado. Conviene, pues,
Hiperreflexia profunda. La hiperreflexia profunda practicar el examen en distintas posiciones para com­
se debe a las lesiones de la motoneurona central (vía probar que verdaderamente el reflejo falta.
piramidal), que, como se sabe, es inhibidora de los Como con la exacerbación de los reflejos, la hiporre­
centros reflejos medulares. flexia tiene especial significación patológica cuando el
En general, cuando existe hiperreflexia profunda, reflejo es menos intenso de un lado con respecto al otro
los reflejos cutáneos abdominales están disminuidos (asimetría). Cuando del lado en que el reflejo es más vi­
o abolidos. En cambio, si la exageración de los refle­ vo no hay difusión, policinesia u otros signos piramida­
jos se debe a estados de nerviosismo sin lesiones les, es razonable concluir que no es ese el reflejo exa­
neurológicas orgánicas, los reflejos cutáneos abdomi­ cerbado sino su homólogo del lado opuesto el
nales se encuentran también acentuados. disminuido. Un reflejo disminuido también se conside­
La hiperreflexia profunda se observa en el compro­ rará patológico cuando muestre agotamiento, es decir,
miso del haz piramidal por enfermedad cerebrovascu­ cuando las percusiones sucesivas provoquen una res­
lar, enfermedad desmielinizante (esclerosis múltiple), puesta cada vez más débil, que es lo contrario de lo
esclerosis lateral primaria o amiotrófica, heredoataxia que ocurre normalmente, en que se exacerba (facilita­
cerebelosa, compresión medular, mielopatía transver­ ción). Esto adquiere importancia en casos en que la hi­
sa, mielopatía cervical, paraplejías espásticas familia­ porreflexia sea simétrica, como en las polineuropatías.
res, y otras afecciones que en general son las mismas Arreflexia profunda. Existen cinco reflejos profun­
que causan hemi, mono, para o cuadriplejías de origen dos constantes en todo sujeto normal: el aquiliano, el
central (véase Motilidad). Los reflejos profundos exal­ patelar, el tricipital, el estilorradial y el cubitopronador.
tados son aquellos cuyo centro está situado por deba­ La abolición de los reflejos profundos puede ser
jo del nivel lesiona/ cuando existe una lesión unilateral originada por múltiples causas que actúan en los dis­
o bilateral de la vía piramidal. La hiperreflexia profunda tintos segmentos del arco reflejo. De acuerdo con ello
suele acompañarse de otros signos piramidales: pare­ la arreflexia profunda puede producirse por:
sia o plejía, hipertonía, clonus y signo de Babinski. lesión de las ramas aferentes o eferentes del arco
Una hiperreflexia mase/erina puede indicar lesión reflejo;
supranuclear bilateral: síndrome supra o seudobulbar; - lesión de las raíces y cordones medulares posterio-
de origen vascular o degenerativo (esclerosis laterales res;
primaria o amiotrófica). A veces puede observarse un - lesión centromedular;
clonus de la mandíbula (reflejo maseterino exaltado - lesión de la motoneurona periférica;
con respuesta cloniforme). La detección de hiperréfle­ - lesión del músculo efector.
xia maseterina, al indicar compromiso supranuclear,
es importante para descartar mielopatía cervical, diag­ Arref/exia por lesión de las ramas aferentes o efe­
nóstico diferencial de las esclerosis laterales primaria rentes del arco reflejo. Se puede observar en las radi­
o amiotrófica. En la mielopatía cervical el reflejo ma­ culopatías, neuropatías, polineuropatías y polirradicu­
seterino no se altera. loneuropatías idiopáticas o inmunomediadas
El reflejo nasopalpebral de Guillain se exacerba, (síndrome de Guillain-Barré).
prolonga y torna inagotable en los síndromes extrapi­ Si se alteran las raíces posteriores (por ejemplo,
ramidales, como la enfermedad de Parkinson (signo radiculopatía o compresión radicular por hernia de
de Myerson). disco), la arreflexia existe en los niveles segmentarías

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230 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

afectados (arreflexia aquiliana en la radiculopatía S1). Arreflexia por lesión del músculo efector. Se produ­
En las neuritis aisladas, como por ejemplo del radial, ce arreflexia en las miopatías, en las que los reflejos
la arreflexia existe en la zona de distribución del ner­ desaparecen por atrofia muscular.
vio afectado (arreflexia tricipital, C7). Si se trata de po­ Además de todos estos casos, en los que la arre­
lineuropatías diabética, alcohólica o heredofamiliares flexia es fácilmente explicable por tratarse de lesiones
(que afectan particularmente a los miembros inferio­ que interesan al arco reflejo elemental, existen otros
res) hay arreflexia rotuliana y aquiliana. Si se trata de en los que se comprueba la abolición de los reflejos
neuropatía saturnina, que afecta especialm�nte a profundos, cuya causa es menos clara. Es lo que ocu­
músculos extensores de miembros superiores, hay rre en las lesiones vasculares encefálicas, durante la
arreflexia tricipital. En el síndrome de Guillain-Barré la fase de coma, donde se encuentra disminución o abo­
arreflexia puede ser generalizada. En síntesis, /os re- . lición de los reflejos profundos del lado hemipléjico,
f!ejos profundos abolidos son aquellos cuyo centro co­ precediendo a la hiperreflexia franca que ocurre pos­
rresponde al segmento medular del arco reflejo invo­ teriormente, y en las secciones completas agudas de
lucrado. la médula. En este último caso la arreflexia profunda
Arreflexia por lesión de las raíces y cordones me­ obedece a la ya mencionada ley de Bastian: "La sec­
dulares posteriores. En la enfermedad de Friedreich y ción total de la médula determina en el hombre la abo­
otras degeneraciones espinocerebelosas, la esclero­ lición permanente y completa de los reflejos profun­
sis combinada (mielosis funicular) de la avitaminosis dos cuyo centro medular es subyacente a la lesión".
B 12, y antiguamente en la tabes dorsal, se observan La neurología de guerra pudo demostrar que un cier­
arreflexias aquiliana y patelar. to número de casos siguen la ley de Bastian, pero en
otros, después de una corta fase de shock medular,
La arrefiexia patelar tabética fue señalada por vez pri­ en la que los reflejos profundos están abolidos, éstos
mera por Weslphal (1875), por lo que se la denomina tam­ vuelven a aparecer junto a los de automatismo medu­
bién signo de Westphal. Este signo junto con los de Argyll­ lar, y aún se exageran. La ley de Bastian puede enton­
Robertson (véase Pupila en Pares craneales) y de Romberg ces ampliarse con la siguiente aclaración: en caso de
(véase Taxia) constituyen una tríada sintomática clásica de sección completa de la médula, los reflejos profundos
la tabes dorsal, hoy de hallazgo realmente excepcional. subyacentes a la lesión están abolidos, en forma per­
manente o transitoria.
Arref/exia por lesión centromedular. En la siringo­ Fuera de las afecciones neurológicas menciona­
mielia y en los tumores intramedulares. En la siringo­ das, los reflejos profundos pueden estar disminuidos
mielia, la arreflexia profunda se comprueba con fre­ o abolidos en enfermedades generales o caquecti­
cuencia en los miembros superiores. Se acompaña de zantes, como la tuberculosis, el cáncer o el hipotiroi­
anestesia térmica y dolorosa (atermoalgesia) "sus­ dismo. También pueden desaparecer durante el sue­
pendida" (véase Sensibilidad), atrofias tenar e hipote­ ño profundo. Se ha observado la desaparición
nar (tipo Aran-Duchenne) y otros trastornos tróficos transitoria del reflejo patelar en los ciclistas, inmedia­
(panadizo analgésico, mano suculenta, artropatías, tamente después de una carrera, así como después
etc.) (véase Trofismo), y eventualmente paraparesia de la marcha prolongada, probablemente por agota­
espástica en estadios avanzados de la enfermedad, miento.
cuando la cavidad compromete el haz piramidal. La abolición aislada de los refle]os nasopalpebral y
Arref/exia por lesión de la motoneurona periférica, superciliar se encuentra presente en la parálisis facial
que constituye la rama eferente o efectora del reflejo: periférica del lado comprometido, y asimismo en las
poliomielitis anterior aguda, atrofias musculares espi­ lesiones periféricas del trigémino, en donde también
nales (véase Trofismo). La arreflexia corresponde a se encuentra abolido el reflejo maseterino.
los territorios con parálisis o con atrofia muscular, pu­ Arreflexia superficial. Los reflejos cutáneos están
diendo abarcar todos los miembros, sólo uno de ellos abolidos o disminuidos también en las lesiones del ar­
o una parte del mismo. En la poliomielitis anterior co reflejo elemental, tal como sucede en las polineu­
aguda y su secuela, la arreflexia se limita a las regio­ ropatías, pero como estos reflejos tienen también hi­
nes paralizadas y se establece precozmente. En las potéticamente un arco superior cerebromedular, las
atrofias espinales, los reflejos profundos disminuyen lesiones que afecten a este último determinan igual­
progresivamente con el desarrollo de la atrofia y de­ mente su disminución o abolición. Es por esto que la
saparecen. La arreflexia, junto a la parálisis, la atro­ abolición de los reflejos cutáneos abdominales, del re­
fia muscular, las fasciculaciones y la atonía, constitu­ flejo cremasteriano y del reflejo plantar es de regla en
yen la expresión de un trastorno de la motoneurona los pacientes con lesiones piramidales, hemiplejías y
periférica. paraplejías, en los que existe hiperreflexia profunda.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 231

Los reflejos superficiales abolidos son aquellos cuyo La comprobación de la presencia o ausencia de los
centro está situado por debajo del nivel lesiona/ cuan­ reflejos anal y bulbocavernoso adquiere importancia
do existe una lesión unilateral o bilateral de la vía pi­ en casos medicolegales de demanda por violación, in­
ramidal. dicando normalidad o anormalidad de las vías que in­
Se puede observar normalmente ausencia de refle­ tervienen en la erección y segmentos sacros involu­
jos cutáneos abdominales en abdómenes obesos, crados, en el nivel de dichas vías y por debajo.
fláccidos, en aquellos pacientes que no logran relajar La erección se produce por impulsos autonómicos
su pared abdominal o en los ancianos. simpáticos y parasimpáticos. Existe un centro medu­
En las hemiplejías, los reflejos cutáneos abdominales lar simpático de facilitación eréctil en D 1 2, cuyos im­
se hallan ausentes en el lado paralizado (signo de Ro­ pulsos discurren vía nervios hipogástricos, pélvicos y
senbach; en la esclerosis múltiple: signo de Strümpell). pudendos, y uno parasimpático en S2-S3, con impul­
La ausencia bilateral de los cremasterianos puede sos preganglionares que siguen los nervios y plexo
carecer de valor, mientras que su ausencia unilateral pelvianos y los nervios cavernosos. El estímulo eréc­
puede deberse a procesos locales (orquitis, varicocele). til puede ser psicógeno, originándose en niveles su­
Puede comprobarse la abolición aislada de algu­ pramedulares corticales (por encima de D12), o bien
nos reflejos mucosos. Así se observa: reflejo, surgiendo en niveles sacros. Las lesiones me­
Abolición de los reflejos comeano y conjuntiva/. dulares por encima de D12 comprometen fundamen­
Puede estar ausente bilateralmente en normales, en talmente la erección psicógena, como sucede en los
la histeria y en la epilepsia. Tiene más importancia la parapléjicos. En cambio, en lesiones medulares por
comprobación de su desaparición unilateral, siendo debajo de D12, o en lesiones completas de la cola de
expresión en este caso de una lesión del trigémino o caballo, la erección refleja se pierde pero puede pre­
del facial, que constituyen la rama aferente y eferente servarse la psicógena a través de la vía simpática de
del reflejo. La arreflexia corneana unilateral es a (lle­ integración en D 12, que permanece indemne. La eva­
nudo el primer signo clínico de una lesión del trigémi­ luación de la función eréctil debe complementarse
no, antes de que se pueda comprobar algún trastorno siempre con estudios funcionales de turgencia penia­
objetivo de la sensibilidad. Se lo observa en los tumo­ na nocturna.
res del ángulo pontocerebeloso. Por compromiso del
facial, desaparece en la parálisis facial periférica y en Inversión de los reflejos
la hemiplejía (signo de Milian). En estos casos lo que
no se observa es la contracción del orbicular de los Inversión de los reflejos profundos. Al provocar
párpados, pero el paciente mantiene una retracción un reflejo puede observarse, en ciertas condiciones
motora de defensa ya que la sensibilidad se preserva. patológicas, que su respuesta se invierte: en lugar de
El reflejo conjuntiva! puede inhibirse aún antes que producirse la contracción muscular correspondiente se
el corneano en los tumores del ángulo pontocerebelo­ produce la de otros músculos, originando en el miem­
so, lo que le otorga valor diagnóstico precoz, sobre to­ bro un movimiento inverso o distinto. Se habla por ello
do si la arreflexia es asimétrica. También puede oca­ a veces de reflejos paradójicos. Por ejemplo, si se per­
sionalmente faltar sin significación patológica. cute el tendón rotuliano la pierna se flexiona en lugar
Abolición de los reflejos faríngeo y ve/opa/atino. La de extenderse. Lo que generalmente sucede en tales
abolición del reflejo faríngeo se observa comúnm.ente casos es que el reflejo que se busca está abolido y, en
en las afecciones nucleares o periféricas del glosofa­ cambio, está conservado o exagerado el reflejo anta­
ríngeo y/o del neumogástrico, en particular en los tu­ gonista o un reflejo vecino. Para su producción parece
mores del glomus de la vena yugular, cuyas manifes­ ser necesaria una lesión localizada del segmento me­
taciones comienzan con trastornos de los nervios dular correspondiente al reflejó invertido. Se pueden
craneales bajos. Puede faltar, sin embargo, en pa­ observar las siguientes inversiones de reflejo:
cientes sin lesión orgánica detectable (histeria). Inversión del reflejo aqui/iano. La percusión del ten­
En cuanto al reflejo velopalatino, su ausencia uni­ dón de Aquiles, en lugar de producir la flexión plantar
lateral tiene valor semiológico. Sus causas son simila­ normal, determina extensión o flexión dorsal del pie. La
res a las del reflejo faríngeo. abolición del reflejo aquiliano coincide en estos casos
Abolición de los reflejos bulbocavernoso y anal. Es­ con la exageración de los reflejos de automatismo me­
tos reflejos desaparecen en secciones medulares, en dular: la percusión del tendón aquiliano obraría como
afecciones de cola de caballo, cono y epicono medu­ una estimulación del fenómeno de los acertadores cu­
lar y, en el caso del reflejo anal, en secciones del es­ ya primera etapa es la extensión del pie.
fínter anal, a consecuencia de operaciones por hemo­ Inversión del reflejo tricipital. Al percutir el tendón
rroides o fístulas del ano. del tríceps braquial, el antebrazo se flexiona, en vez

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232 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

de extenderse, como sucede al estimular el olécra­ Reflejo cruzado de los dedos del pie (Maas). La exci­
non. Es común observar este fenómeno dada la fre­ tación de la planta del pie en el lado sano produce el signo
cuencia con que se produce arreflexia tricipital secun­ de Babinski del otro lado; la excitación en el lado enfermo
daria a radiculopatía cervical por artrosis. produce un Babinski bilateral. Es un reflejo patológico por
Inversión del reflejo estilorradial. Al buscar el refle­ lesión piramidal.
jo estilorradial se obtiene la flexión de los dedos, fal­
tando, en cambio, la flexión del antebrazo. Babinski, a Reflejo plantar tónico. Rozando, desde el talón
quien se debe el estudio de la inversión de los refle­ hacia los dedos, la planta del pie con un objeto largo
jos, creyó que la inversión del reflejo radial constituiría y romo, como el mango del martillo de reflejos, se pro­
un signo cierto de lesión situada a nivel o por encima duce una hiperflexión exagerada de los dedos del pie.
de C5, pero esta interpretación es controvertida. Tiene igual significado que el reflejo de prensión for­
Inversión del reflejo cutáneo plantar, signo de Ba­ zada de la mano (véase luego), observándose en le­
binski y sucedáneos. Fueron tratados en la sección siones ocupantes y difusas frontales.
correspondiente al reflejo plantar.

Reflejos patológicos

Dentro de este grupo figuran los reflejos de automatis­


mo medular, algunos reflejos posturales y el signo de Ba­
binski y sus sucedáneos, estudiados precedentemente.
La aparición de los reflejos de automatismo medu­
lar se observa en los casos en que, además de la le­
sión piramidal, hay sección medular más o menos
completa, liberándose así funcionalmente el segmen­
to medular subyacente a la lesión. Es el caso de las
paraplejías compresivas y traumáticas y de las mielo­
palías o mielitis transversas. En cambio, en las para­
plejías en que la lesión queda limitada a los haces pi­ Fig. 9-29. Reflejo cuboideo.
ramidales, como ocurre en las esclerosis laterales
primaria o amiotrófica, los fenómenos de automatismo
son menos evidentes.
Además existen otros reflejos que hacen su apari­
ción en condiciones patológicas. Se describen a con­
tinuación.

Reflejos patológicos de los miembros


inferiores

Reflejo cuboideo (Mendel-Bechterew). Extensión


de los cuatro primeros dedos del pie percutiendo la
cara dorsal del pie sobre el cuboides. Respuesta pa­
tológica: flexión de los dedos (fig. 9-29). Se encuentra
frecuentemente en las lesiones del haz piramidal en la
médula espinal inferior, donde suele ser precoz.
Reflejo de Rossolimo. La percusión de la cara
plantar en la base de los dedos del pie o del talón pro­
duce la flexión de los dedos en casos patológicos (le­
sión piramidal) (fig. 9-30). En el sujeto normal falta to­
da respuesta o a lo sumo se produce la extensión de
los dedos.

Reflejo de Poussep. La búsqueda del reflejo plantar de­


termina la abducción del 5º dedo del pie. Puede traducir
una lesión piramidoextrapiramidal. Fig. 9-30. Reflejo de Rossolimo.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 233

Reflejos patológicos de los miembros o el instrumento con el que se hace la estimulación. Al


superiores intentar desprender la mano o el objeto asido, tirando
en sentido radial, se aumenta la fuerza de prensión.
Reflejo de Jacobson-Bechterew. Mano extendi­ Este reflejo también puede presentarse directamente
da descansando sobre la palma de la mano del obser­ al dar la mano, en cuyo caso el paciente tiende a asir­
vador. Se percute por el lado dorsal la apófisis estiloi­ la. El reflejo, cuando se obtiene en un solo lado, tiene
des del radio y se observa, en las paresias o plejías valor localizador de lesión del lóbulo frontal. Su pre­
espásticas, la flexión de los dedos. sencia bilateral puede hallarse en las enfermedades
Signo de Hoffmann. Es un reflejo patológico que cerebrales difusas como las atrofias demenciales, la
puede significar compromiso piramidal. El médico sos­ encefalopatía vascular, la hipertensión endocraneana,
tiene con su mano izquierda la mano del enfermo con la hidrocefalia o el edema cerebral. Se halla normal­
la palma orientada hacia abajo y los dedos relajados. mente presente en los primeros meses de vida.
Toma el dedo medio del enfermo entre sus propios ín­ El reflejo de prensión forzada puede acompañarse
dice y medio, y aplica un rápido pellizco a la extremidad de un reflejo de aproximación o imantación: movi­
de este dedo produciendo una brusca flexión sobre la miento de la mano del enfermo que sigue la dirección
falange distal. El signo se halla presente si aparece fle­ de determinado objeto, atraída por éste. Si se presen­
xión de la última falange de los dedos índice y pulgar ta otro objeto, también es retenido y guardado (colec­
(fig. 9-31). Puede indicar afección piramidal por lesión cionismo). Se describe también en las lesiones fronta­
ubicada por encima de C5. Tiene, pues, igual significa­ les el fenómeno de utilización (el sujeto manipula y
do que el signo de Babinski, pero puede verse también utiliza los objetos que encuentra a su alcance) y el
en cuadros de hiperexcitabilidad neuromuscular. Es de comportamiento de imitación (los gestos del examina­
valor cuando se comprueba unilateralmente. dor son reproducidos en forma servil por el paciente).
Reflejo tónico de evitación. Es en cierto modo el
Signo de Tromner. El golpe brusco y breve en el pulpe­ reflejo opuesto al de prensión forzada: todo contacto
jo del dedo medio, provocando una extensión pasiva, pro­ con la cara palmar de la mano del paciente determina
duce una similar respuesta que en el Hoffmann. Su hallaz­ una respuesta en retirada con extensión y abducción
go no indica necesariamente la existencia de un proceso de los dedos. Se observa en lesiones parietales.
patológico, pudiendo hallarse en individuos tensionados. Reflejo palmomentoniano (Marinescu). El roce
rápido de la palma de la mano a nivel de la eminencia
Reflejo de prensión forzada. El frotamiento de los tenar con un escarbadientes o la uña, produce la con­
dedos del explorador o del mango del martillo de re­ tracción de los músculos del mentón. Se lo observa
flejos por la palma de la mano del enfermo, determina frecuentemente en las afecciones extrapiramidales y
una flexión digital que aprisiona la mano exploradora en caso de atrofias corticales o subcorticales demen­
ciales. Se lo puede observar en forma leve en el 30%
de sujetos normales.

Reflejos patológicos de la cabeza

Reflejo de succión (Oppenheim). El estímulo de


la mucosa labial (contacto con la yema del dedo ex­
plorador) provoca movimientos de succión. Es normal
en los lactantes. Se observa en el síndrome suprabul­
bar (seudobulbar), en las encefalopatías difusas córti­
co o subcorticales de origen vascular, atrófico, trau­
mático o hipóxico.
Reflejo de hociqueo. Percutiendo suavemente
sobre la parte media de ambos labios se obtiene una
respuesta que consiste en que el paciente hace un
gesto de "dar un beso" o de hocico (contracción del
obicular de los labios, fig. 9-32). Se ve en pacientes
supra o seudobulbares y, nuevamente, en las encefa­
lopatías difusas. Es frecuente en la enfermedad de
Parkinson, al igual que el reflejo palmomentoniano
Fig. 9-31. Signo de Holfmann. con el que puede asociarse.

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234 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Ejemplo: hay una lesión en la médula dorsal alre­


dedor del segmento D 1 0. Se produce una paraplejía
con anestesia, cuyo límite o borde superior es una lí­
nea que se extiende aproximadamente desde el nivel
de la VII vértebra dorsal por detrás hasta 3 cm por de­
bajo del ombligo por delante. Los reflejos profundos
cuyo centro está por debajo del segmento D 1 0, como
el aquiliano y el patelar, están exagerados, está aboli­
do el reflejo mediopubiano (cuyo centro se encuentra
en el nivel de la lesión), y normales los reflejos profun­
dos supralesionales en miembros superiores. Están
Fig. 9-32. Reflejo de hociqueo. disminuidos o abolidos los reflejos cutáneos cuyo cen­
tro se encuentra en el nivel o por debajo del segmen­
to D 10: cutáneo abdominal inferior (centro en D 1 1 ) y
Valor localizador de los reflejos cremasteriano (L1 -2). En cambio, están conservados
los reflejos cutáneos supralesionales: cutáneos abdo­
Es el valor que tienen los reflejos para determinar minales medio (D 9) y superior (D 7). El reflejo plantar
la ubicación o nivel de una lesión, especialmente en el se invierte, haciéndose extensor (signo de Babinski).
caso de lesiones medulares. Como regla general pue­ Los reflejos de automatismo medular podrán obtener­
de decirse que: se estimulando la piel desde los pies y no más allá de
- Los reflejos profundos cuyo centro de integración una línea próxima al ombligo, lo que indicará así el lí­
está en el nivel de la lesión suelen abolirse, los que mite inferior de la lesión.
tienen su centro por debajo de la lesión (infralesio­ Una hiperreflexia profunda hallada bilateralmente
nales) se exageran, y los que lo tienen por encima en extremidades superiores e inferiores implica la
(supralesionales) permanecen normales existencia de una lesión situada en la médula cervi­
- Los reflejos cutáneos supralesionales son normales, cal o por encima. Una hiperreflexia sólo de las extre­
los infralesionales están abolidos o disminuidos (véa­ midades inferiores será en general consecuencia de
se cuadro con los centros de los principales reflejos). una lesión situada por debajo de la médula cervical,
- Los reflejos de automatismo medular, exagerados o bien en ambos lóbulos paracentrales, donde se en­
por debajo de la lesión, cesan bruscamente al lle­ cuentran las áreas de origen de las fibras motoras
gar a su límite inferior. Puede establecerse este l í­ destinadas a los miembros inferiores (por compre­
mite excitando la piel desde la extremidad distal y sión: tumores frontales mediales, como el meningio­
en forma ascendente, hasta llegar al nivel en que ma de la hoz; por dillatación ventricular y elongación
los reflejos de automatismo desaparecen. de fibras motoras parasagitales que rodean a los
El límite superior de la lesión es el nivel por deba­ ventrículos: hidrocefalia normotensiva de Hakim­
jo del cual se detecta déficit sensitivo. Adams).

Reflejos: sinopsis
• Arco reflejo:
rama aferente: receptor periférico, neurona sensitiva (ganglio, prolongaciones periférica y central)
rama eferente: neurona motora o secretoria
centro inegrador: sinapsis

• Caracteres fisiológicos:
especificidad de estimulo
umbral
tiempo de latencia
período refractario
sumas espacial y temporal
facilitación
inhibiciones volitiva y refleja
topografía segmentaría: valor localizador

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 235

Clasificación:
reflejos profundos u osteotendinosos
reflejos superficiales o cutáneos y mucosos
reflejos de automatismo medular
reflejos de postura y actitud

Localización: referida en el cuadro correspondiente


Clonus: pie, mano, rótula
Sincineslas: de imitación, global y de coordinación
elevación del miembro inferior paralizado (Babinski)

Hiperreflexla:
profunda: por debajo del nivel lesiona! (lesión piramidal central)
superficial (tensional)
Arreflexia:
Profunda:
lesión de ramas aferente o eferente del arco reflejo: arreflexia en niveles segmentarios afectados (polirradi­
culoneuropatías)
lesión de las raíces y cordones medulares posteriores (espinocerebelosos, esclerosis combinada)
lesión centromedular (siringomielia)
lesión de motoneurona periférica (polio, atrofias musculoespinales)
lesión del músculo efector (miopatías)
Superficial:
por debajo del nivel lesiona! en las lesiones piramidales

Inversión de los reflejos:


aquiliano, tricipital, estilorradial, plantar (Babinski)
Reflejos patológicos:
Hoffmann, prensión, palmomentoniano, succión, hociqueo
Valor localizador:
reflejos profundos:
lesionales: abolidos
infralesionales: exacerbados
supralesionales: normales
reflejos cutáneos:
supralesionales: normales
infralesionales: abolidos
reflejos de automatismo medular:
infralesionales: exacerbados hasta el límite lesiona! inferior
límite lesiona! superior: nivel por debajo del cual se detecta déficit sensitivo

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10
Manifestaciones motoras de
hiperexcitabilidad central y periférica

Existen una serie de manifestaciones motoras en que pueden tener las convulsiones. Si la descarga se
músculos voluntarios, producto de fenómenos de hi­ produce en la formación reticulada troncal o cenlroence­
perexcitabilidad en cualquier sector de la vía motora, fálica, se propagará a la corteza por sistemas de proyec­
desde la corteza hasta la fibra muscular. Estos movi­ ción difusa dando lugar a hipersincronías masivas que,
mientos, generalmente patológicos, pueden ser transi­ transmitiéndose nuevamente a la formación reticulada,
torios y paroxísticos (como accesos, crisis o ataques) descenderán por vía reliculoespinal, manifestándose clí­
o permanentes; espontáneos o inducidos. nicamente como convulsiones generalizadas (epilepsia
Comprenden las convulsiones, las mioclonías, el centroencefálica o corlicorreticular). Si la descarga se
clonus, la tetania, los calambres, las fasciculaciones y produce en un sector limitado de la corteza, la misma
las mioquimias. será focalizada, manifestándose clínicamente como
convulsiones parciales o míoclonías, que sólo compro­
meterán determinado sector del cuerpo. Pero esta des­
Convulsiones-Mioclonías epilépticas carga focalizada podrá, ulteriormente, difundirse al resto
del encéfalo y generalizarse clínicamente (convulsiones
Las convulsiones {del latín, convelere, sacudir) parciales secundariamente generalizadas). Una vez de­
consisten en contracciones involuntarias, rítmicas, sencadenadas las descargas, el agotamiento neuronal
bruscas, de músculos voluntarios de todo o casi lodo con prolongado período refractario y la intervención de
el cuerpo (convulsiones generalizadas) , o una parte un sistema inhibidor talamocaudado, bloquean las des­
de él (convulsiones parciales o focales), de duración cargas sincrónicas lalamocorticales y reliculoespinales.
limitada pero variable y con desplazamiento de seg­
mentos. En las mioclonías las contracciones son loca­ Causas
lizadas, de uno o sólo unos pocos músculos.
Se dividen en tónicas, clónicas y tonicoclónicas. Son múltiples:
En las convulsiones tónicas (del griego tonos, ten­ Epilepsia primaria.
sión), la contracción muscular es sostenida, inmovili­ - Fiebre.
zando las articulaciones. Trastornos vasculares: infartos y hemorragias
Las convulsiones clónicas {del griego klonos, agita­ cerebrales, vasculilis primarias o secundarias
ción) consisten en contracciones y relajaciones mus­ {lupus), malformación arteriovenosa, trombosis
culares que se suceden rápidamente. de los senos venosos cerebrales, angioma ca­
En las convulsiones tonicoclónicas se producen vernoso, encefalopatía hipertensiva.
ambos fenómenos: la contracción tónica es interrum­ Masas ocupantes encefálicas: tumores prima­
pida por sacudidas clónicas intermitentes. rios {gliomas, meningiomas, hamartomas) y se­
cundarios (metástasis).
Fisiopatología Traumatismos: hematomas sub y exlradural,
contusión hemorrágica cerebral, lesiones trau­
Las convulsiones y mioclonfas resultan de descar­ máticas secuelares (epilepsia postraumática).
gas debidas a excitabilidad anormal, espontánea, pa­ Infecciones: absceso cerebral, meningoencefali­
roxística e hipersincrónica de neuronas corticales. El tis, encefalopatía posinfecciosa (panencefalitis
término "hipersincrónico" se refiere a la tendencia esclerosanle subaguda), parasitosis (hidatidosis,
marcada de dichas descargas a sincronizarse y gene­ cisticercosis), TBC, infecciones oportunistas del
ralizarse a otros grupos neuronales. SIDA, enfermedad de Jakob-Creutzfeldt, sífilis.
El punto de partida de las descargas y su ulterior pro­ Toxicomelabólicas: hipoxia (insuficiencia respi­
pagación determinan las diversas expresiones clínicas ratoria), hiponalremia (edema cerebral), hipo e

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238 SEMIOLOGfA DEL SISTEMA NERVIOSO

hiperkalemia, hipoglucemia, coma hiperosmo­ • maduración motora: edad a la que se obtuvo la


lar, uremia, hipomagnesemia, alcalosis respira­ estación bípeda y marcha;
toria (hiperventilación) o metabólica (vómitos • maduración mental y aprendizaje: adquisición
profusos), insuficiencia hepática, hipo o hiper­ de palabra y lenguaje, dificultades de aprendi­
calcemia, porfiria. Abstinencia o deprivación al­ zaje, tipo de escolaridad, si se repitieron grados
cohólicas, cocaína, anfetaminas, plomo, arséni­ y por qué, si se abandonó la escuela y por qué;
co, monóxido de carbono, atropina. convulsiones febriles: en niños entre los 6 me­
• Suspensión de medicación anticonvulsivante. ses y 5 años de edad, cuando son prolongadas,
Drogas que aumentan el riesgo convulsivo en se asocian a esclerosis temporal mesial, obser­
epilépticos: antidepresivos tricíclicos, cafeína, vable en el 50% de enfermos aquejados de cri­
teofilina. sis parciales complejas, que indican descarga
• Eclampsia. ictal localizada a un solo hemisferio cerebral,
• Enfermedades cerebrales difusas, del desarrollo, con alteración de la conciencia;
congénitas, atrofias y otras: parálisis cerebral, • convulsiones en otros miembros de la familia,
esclerosis temporal mesial, neurodermatosis, que sugieren labilidad cerebral familiar con des­
demencias, enfermedades neurometabólicas, censo del umbral convulsivo;
microgiria, quistes aracnoideos o porencefáli­ traumatismos craneoencefálicos, en especial
cos, calcificaciones. con pérdida de conciencia, que pueden causar
convulsiones de comienzo sólo tardío;
Exploración • enfermedades neurológicas congénitas o here­
ditarias y trastornos del desarrollo estructural
Las convulsiones pueden observarse directamente cerebral, ya mencionados;
si el médico presencia su aparición, evaluarse retros­ enfermedades infecciosas (herpes, meningoence­
pectivamente por anamnesis o intentar registrarse falilis, toxoplasmosis, rubéola, TBC, SIDA, sífilis);
mediante registros electroencefalográficos o videote­ - enfermedad cerebrovascular: infartos y hemo­
lemétricos prolongados. Antiguamente también se rragias pueden originar gliosis cicatriza! y, me­
evaluaban provocándolas con pruebas que hoy han ses o años después, convulsiones secundarias,
caído en desuso por su riesgo y por disponerse de siendo ésta la causa más frecuente de convul­
mejores métodos diagnósticos. siones parciales recurrentes del anciano.
Cuando el médico presencia la crisis convulsiva,
examinará sus características: tónica, clónica o toni­ Examen electroencefalográfico. En las convulsio­
coclónica, mioclónica; generalizada o focal. Si es fo. nes y estados convulsivos agudos, y especialmente en
cal, prestará atención al segmento por donde comien­ el diagnóstico de la epilepsia la electroencefalografía
za: mano, pie, etc., y cómo se difunde o generaliza. es el método diagnóstico de primera línea (véase
Si no se presencia la crisis, se la hará relatar al Electroencefalografía).
paciente y, especialmente, a los testigos, si los hubo,
ya que suele asociarse pérdida de conciencia y am­ Epilepsia
nesia del episodio. El interrogatorio se completa con
una prolija anamnesis hereditaria y personal. Es La epilepsia (del griego, epilambanein, atacar,
importante evaluar la historia temporal de las convul­ aprehender, capturar) es una enfermedad que se ca­
siones: número de ataques, forma de iniciación, cir­ racteriza por episodios neurológicos paroxísticos o cri­
cunstancias de su aparición, factores desencade­ sis de breve duración, generalmente convulsivos, con
nantes (insomnio, alcohol, ayuno, estimulación o sin pérdida de conciencia, recuperación posterior y
óptica o lumínica), duración, pérdida del conocimiento, tendencia a la repetición. Puede haber amnesia del
relajación de esfínteres o mordedura de lengua aso­ período crítico.
ciadas. La epilepsia puede ser:
En la anamnesis hereditaria y personal se investi- • Esencial, idiopática o primaria, cuando no se ha­
garán antecedentes de: lla una causa orgánica que la determine. Se presenta
embarazo y parto maternos: si hubo gestosis o generalmente como crisis generalizadas de comienzo
eclampsia, si fue por vía baja o cesárea, sí se en la infancia o adolescencia. Cuanto más temprano
utilizó fórceps, sí hubo anoxia o sufrimiento feta­ su comienzo más probable el carácter primario de la
les, si hubo llanto inmediato al nacer y, en lo po­ epilepsia.
sible, el score de Apgar, si hubo convulsiones • Sintomática o secundaria, cuando hay un trastor­
perinatales; no encefálico adquirido que la determina. Las causas

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10. MANIFESTACIONES MOTORAS DE HIPEREXCITABILIDAD CENTRAL Y PERIFÉRICA 239

son algunas de las que se han mencionado al ·hablar nas se extienden. El enfermo puede morderse la len­
de convulsiones. gua por contractura maseterina, y emitir saliva espu­
Las crisis epilépticas se clasifican en: mosa por la boca. Hacia el final de la fase tónica
Generalizadas, que pueden ser: aparecen manifestaciones vegetativas: midriasis, ta­
Convulsivas: quicardia, aumento de la tensión arterial y de la presión
Tónicas. intravesical, cianosis. Siguen luego las convulsiones
- Clónicas. clónicas (30-60 segundos). En este período puede ha­
Tonicoclónicas. ber relajación esfinteriana. Cesadas las convulsiones,
Mioclónicas. el enfermo puede permanecer sin conciencia ( 1 5-60
No convulsivas: minutos). Luego la recupera gradualmente, hallándose
- Ausencias (típicas o atípicas). entonces confuso (estado crepuscular), con gran sen­
- Atónicas. sación de fatiga, y sin recuerdo de lo sucedido (amne­
Parciales o focales, que pueden ser: sia del episodio). A veces, las crisis son exclusivamen­
- Simples: sin pérdida de conciencia. te nocturnas. El enfermo sabe que ha tenido una crisis
Complejas: con pérdida de conciencia. porque se despierta cansado, orinado y con la lengua
Las crisis parciales (simples o complejas) pue­ mordida. Deben diferenciarse estas crisis de los sínco­
den generalizarse. pes no epilépticos (véase cuadro 1 0-1).
Crisis psicógenas o seudocrisis (no son crisis epi­ Durante la crisis el EEG muestra actividad espiga­
lépticas reales). onda generalizada de 4-5 Herz (Hz) o ciclos/s, que
puede ser irregular. Durante la fase clónica pueden
Crisis generalizadas encontrarse poliespigas (polipuntas)-onda alternando
con lentificación de baja amplitud. Esta lentificación
Crisis tonicoclónicas se observa en la fase posconvulsiva (posictal) (fig.
1 0-1).
La manifestación clínica más frecuente de las crisis Estado tonicoclónico generalizado o de gran mal epi­
generalizadas son las convulsiones tonicoclónicas, léptico. Cuando los ataques de gran mal se repiten en
constituyendo lo que en la neurología clásica se deno­ forma subintrante, sucediéndose sin interrupción, sin re­
minó "gran mal" (grand ma1 epiléptico. Las crisis tam­ cuperación de la conciencia y acompañándose de hiper­
bién pueden ser exclusivamente tónicas o clónicas, termia (39-40ºC), se dice que el enfermo se encuentra
más breves. en estado de gran mal. El pronóstico puede ser grave.
La crisis tonicoclónica se produce en forma brusca,
sin la llamada aura, pero a veces se refiere cambio de Crisis mioclónicas
carácter en horas previas. Puede iniciarse con un grito
por espasmo de los músculos de la glotis. El paciente Las mioclonías pueden ser expresión de crisis epi­
cae al suelo sin conocimiento, y frecuentemente se le­ lépticas. En este caso se caracterizan por contráccio­
siona al caer (hematomas, lesiones dentarias y labia­ nes musculares involuntarias, de uno o algunos múscu­
les). Las convulsiones son inicialmente tónicas, duran­ los, con predominio en miembros superiores, en
do de 10 a 20 segundos. Comienzan con breve flexión salvas breves durante las cuales se preserva la con­
y luego continúan con extensión, tónica, de músculos ciencia. Suelen presentarse al despertar o dormirse y
del tronco o axiales. Los brazos se flexionan y las pier- comenzar en la adolescencia (epilepsia mioclónica ju-

Cuadro 10-1. Diagnóstico diferencial entre sincope y epilepsia


Semlologfa Sincope Epilepsia

Síntomas premonitorios Debilidad, palidez, diaforesis, visión "Aura" frecuente


borrosa

Espasmos clónicos A veces Presentes

Incontinencia Rara Frecuente

Cambios vasomotores cutáneos Palidez con piel y transpiración frías Rubor o cianosis con transpiración y
piel calientes

Recuperación y nivel de conciencia Rápida con lucidez. Puede persistir Lenta con cefalea, somnolencia y
posataque debilidad o astenia confusión residuales

Posición Generalmente ortostática Indiferente

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Fig. 10-1. Puntas polifocales mezcladas con ondas lentas (bandas lhela y delta). Paciente con clínica de gran mal epiléptico.

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10. MANIFESTACIONES MOTORAS DE HIPEREXCITABILIDAD CENTRAL Y PERIFÉRICA 241

veni1, Pueden asociarse a o ser sucedidas por crisis Epilepsia mioclónica de herencia mitocondrial. Mio­
tonicoclónicas, o también a ausencias (pequeño mal clonías, hipoacusia, miopalía, ataxia, atrofia óptica,
mioclónico). demencia. La biopsia muscular muestra un ·patrón ca­
El EEG muestra descargas de polipuntas generali­ racterístico llamado de "fibras rojas raídas", o "rasga­
zadas, y durante las mioclonías complejos polipuntas­ das" (ragged red fibers).
onda de gran amplitud que duran algunos segundos. Actualmente se considera que la entidad descripta
Estas crisis suelen persistir en el tiempo, pero con clásicamente por Ramsay-Hunt como Dissinergia Ce­
buena respuesta al tratamiento (ácido valproico). rebellaris Mioclonica representa en realidad a casos
Síndrome de West (1841). Ocurre en la primera in­ de epilepsias mioclónicas de Unverricht-Lundborg o
fancia, generalmente antes del año de edad. Se lo re­ mitocondrial.
conoce también con los siguientes nombres: espasmos Lipofucsinosis ceroideas. Autosómicas recesivas,
infantiles, tic o ataque de salaam, epilepsia mioclónica de comienzo en la infancia, con mioclonías, crisis to­
infantil. Estas crisis, asociadas a retardo madurativo y nicoclónicas, deterioro cerebral progresivo y mal pro­
EEG tipico (hipsarritmia), constituyen la tríada caracte­ nóstico.
rística del síndrome. Puede ser primario, o secundario Epilepsias mioclónicas secundarias. Enferme­
a patologías diversas (traumática, infecciosa, síndrome dad de Jakob-Creutzfeldt. Es una infección cerebral
de 0own, esclerosis tuberosa, fenilcetonuria). por priones, partículas infectantes proteicas sin ADN
Las crisis consisten en espasmos masivos de mús­ (no virales) que se transmiten por vía tisular. Integra el
culos de tronco y cuello y flexión de brazos y piernas, grupo de las llamadas encefalopatías espongiformes,
que duran segundos y se repiten. La intensidad varía: por el aspecto esponjoso o espongiforme de la corte­
el niño puede caer bruscamente al suelo o simple­ za cerebral en estas enfermedades. Se caracteriza por
mente flexionar levemente su cuello o miembros. Pue­ mutismo, demencia rápidamente evolutiva, compromi­
den asociarse gritos o risa. Es difícil afirmar si hay pér­ so piramidal y extrapiramidal, ataxia y mioclonías per­
dida de conocimiento en niños tan pequeños. sistentes que coinciden con descargas en ondas agu­
El EEG muestra el aspecto característico de la lla­ das periódicas lateralizadas en el EEG. En este caso
mada hipsarritmia: espigas y ondas lentas hipervolta­ no se trata realmente de crisis mioclónicas sino de
das e irregulares que varían en duración y localización. mioclonías constantes de origen epiléptico. Una "nue­
Este patrón puede ceder o desaparecer con la madu­ va variante", o nueva formá clínica de esta enfermedad
ración cerebral, y los espasmos mejorar a la par en se ha descripto recientemente en relación con la epi­
dos o tres años. El retardo madurativo mental, sin demia de "enfermedad de la vaca loca" (encefalopatía
embargo, persiste. El síndrome mejora con ACTH o espongiforme bovina) en el Reino Unido.
corticoides. Panencefalitis esclerosan/e subaguda. Es una se­
Epilepsias mioclónicas progresivas. Asocian cri­ cuela del sarampión, hoy en día muy rara dada la prác­
sis mioclónicas y deterioro cerebral con demencia y tica de inmunización generalizada contra dicha enferme­
ataxia. Se produce almacenamiento de productos me­ dad. Ocurre tardíamente, varios años después de la
tabólicos. Comienzan en la infancia o adolescencia, y infección aguda. Hay mioclonías, ondas periódicas en el
comprenden: EEG, ataxia, compromiso piramidal y demencia.
Enfermedad de Lafora. Es heredofamiliar de he­ Encefalitis de Rasmussen. Son formas de encefa­
rencia autosómica recesiva. Asocia trastorno de con­ litis viral que se manifiestan con crisis tonicoclónicas,
ducta , crisis mioclónicas y tonicoclónicas y deterioro mioclónicas, parciales simples o complejas, asocia­
cerebral progresivo. Las mioclonías son estimulo-sen­ das a lesiones patológicas de tipo encefalítico.
sitivas, es decir, se desencadenan y generalizan con
estímulos periféricos, como mover o flexionar un Ausencias
miembro. La anatomía patológica muestra inclusiones
celulares PAS positivas que pueden observarse en Consisten en una súbita y breve interrupción de la
una biopsia de piel. Localizada genéticamente en el conciencia que dura alrededor de 1 O segundos. El en­
cromosoma 6, en el locus EPM2a que codifica una ti­ fermo, generalmente niño (forma infantil) o adolescen­
rosinafosfatasa. te (forma juvenil), interrumpe su actividad o discurso y
Epilepsia mioclónica de Unverricht-Lundborg (bál­ permanece inmóvil, o desarrolla movimientos automá­
tica, mediterránea). Autosómica recesiva, con mioclo­ ticos (parpadeo, movimientos faciales, orares, deglu­
nías estimulo-sensitivas, disartria, temblor, ataxia y ción, frotamiento de manos, manipuleo de ropa). Pa­
demencia. Locus cromosómico 21, EPM1 , que codifi­ sada la crisis retoma la actividad o frase antes
ca a la cistatina B. No se ha establecido el mecanis­ iniciadas como si nada anormal hubiese pasado, con
mo metabólico de las manifestaciones clínicas. amnesia de lo sucedido. Durante la ausencia puede

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242 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

comprobarse mirada fija con midriasis, escurrimiento Las manifestaciones de las crisis parciales depen­
salival y aumento de la presión intravesical que, oca­ den del área cortical en la que se originan, pudiendo
sionalmente, puede determinar la emisión de orina. así ser motoras (de origen generalmente frontal), psi­
No hay aura ni confusión posictal. En la forma infantil comotoras (temporales o temporooccipitales), sensiti­
el pronóstico es favorable y las crisis pueden desapa­ vas (parietales) o sensoria/es (occipitales).
recer en la adolescencia. En la forma juvenil las au­
sencias suelen ocurrir al despertar y su pronóstico es Crisis parciales motoras
más reservado. Pueden asociarse crisis tonicoclóni­
cas. Las ausencias han sido llamadas, clásicamente, Se originan por lo general en distintas áreas del ló­
pequeño mal (petit ma�. bulo frontal. Consisten en convulsiones clónicas limi­
Las ausencias pueden repetirse decenas o más tadas, en su iniciación, a partes del hemicuerpo
veces en el día (picnolepsia). opuesto al lado de la lesión, pudiendo propagarse
Hay ausencias atípicas, más prolongadas, en las después a toda esa mitad del cuerpo y también gene­
que hay luego confusión posictal. Suelen producirse ralizarse. Pueden comenzar por la cara, miembro su­
durante la somnolencia. perior o inferior y "ascender'' o "descender" luego por
El EEG muestra típicamente actividad espiga-onda el resto del hemicuerpo ("marcha" o progresión jack­
de 3 ciclos/s, bilateralmente sincrónica, de comienzo y soniana, crisis bravais jacksonianas).
terminación abruptos (fig. 10-2). En las ausencias atípi­ Durante la crisis, el paciente conserva habitualmen­
cas la actividad espiga-onda puede diferir en frecuencia. te la conciencia, pero la pierde si las convulsiones se
Fisiopatológicamente la ausencia seria debida a generalizan, y el paciente puede describir la crisis des­
estímulos inhibitorios tempranos talamocaudados que de su comienzo hasta el momento de la pérdida de la
bloquean totalmente las descargas sincrónicas reticu­ conciencia. En algunas ocasiones, el enfermo puede
loespinales, impidiendo la aparición de convulsiones impedir la generalización de las convulsiones compri­
generalizadas, pero no las talamocorticales, de donde miendo el segmento corporal por el que se inicia o ma­
resulta la breve interrupción de la conciencia. nifiesta el acceso convulsivo (inhibición periférica).
Estado de ausencias o de pequeño mal. Se tradu­ Cuando las crisis se originan en el hemisferio do­
ce por una continua repetición de ausencias por des­ minante se agrega afasia, generalmente con caracte­
cargas espiga-onda persistentes. La obnubilación de risticas de mutismo brusco, anartria o detención de la
la conciencia puede prolongarse horas o días. palabra (speech arresQ.
El examen puede ser normal o mostrar déficit motor
Crisis atónicas, acinéticas o astáticas en el sector de las crisis. Puede haber hemiparesia
(parálisis de Todd) y afasia posictales que retrogradan
Se manifiestan con caída, por breve y brusca pérdi­ en horas o días.
da del tono muscular postura!. A veces puede observar­ El EEG, cuando es positivo, muestra lentificación y
se sólo caída de la cabeza o de los brazos. La duración ondas agudas en el área afectada. Estas crisis suelen
es de pocos segundos con recuperación inmediata. ser secundarias a lesiones estructurales que causan
Síndrome de Gastaut-Lennox. Aparece en la infan­ irritabilidad cortical (tumores, metástasis, gliosis, mal­
cia temprana. Hay retardo madurativo y crisis de diver­ formaciones, etc.).
so tipo (atónicas, tonicoclónicas, mioclónicas y ausen­ Crisis versivas, adversivas o contraversivas. Son
cias atípicas), que suelen no responder al tratamiento. crisis parciales motoras que comienzan con rotación
El EEG muestra descargas espiga-onda lentas (<2,5 de cabeza y ojos hacia el lado contrario al foco de
ciclos/s). Es grave, de mal pronóstico y refractario a la descarga cerebral en dirección al hombro del lado
terapé1, tic a. A veces los pacientes evolucionan de un opuesto. Los ojos pueden tener movimientos clónicos.
síndrome de West a uno de Gastaut-Lennox. El paciente suele conservar la conciencia. La rotación
versiva puede sucederse de convulsiones parciales y
Crisis parciales (focales) ulteriormente generalizarse. Las crisis ipsiversivas
son aquellas, más raras, en las que la rotación se
En este caso la descarga se produce en un sector efectúa hacia el mismo lado del foco cerebral.
limitado de la corteza cerebral, y las alteraciones del Crisis rotatorias. La crisis versiva va seguida de
EEG se localizan en el área afectada. Se denominan una rotación del cuerpo en igual sentido, que puede
crisis parciales simples si no se acompañan de pérdi­ girar varias veces antes de que el paciente pierda el
da de conciencia, y crisis parciales complejas si la conocimiento y caiga.
misma se produce. Cuando estas crisis se generali­ Las crisis parciales motoras pueden originarse en el
zan se produce luego pérdida de conciencia. área motora primaria o en el área motora suplementa-

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244 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

ría. Esta última está en el lóbulo prefrontal por delante vas, parestesias y síntomas de alteración del esquema
del área motora primaría de la pierna. Las crisis del corporal (sensación de achicamiento, agrandamiento,
área motora suplementaria suelen tener un aura de pa­ ausencia o movimiento de un miembro o hemicuerpo).
restesias y comienzo tónico, a veces bilateral, con vo­ Las sensoriales tienen origen occipital y manifestacio­
calizaciones, risa, anartría, pataleo o golpeteo y movi­ nes visuales ( colores, deformaciones y alucinaciones
mientos pélvícos. Suelen ocurrir durante el sueño. visuales).
Epilepsia rolándica. Consiste en crisis parciales
motoras que comienzan en la primera década de la vi­ Crisis psicógenas o seudocrisis
da y temprana adolescencia. Las crisis se inician en la
cara y pueden generalizarse, y suelen ser nocturnas. En este caso no hay foco de descarga cerebral pe­
El examen físico y las imágenes son normales. El ro el paciente tiene manifestaciones que lo sugieren.
EEG muestra amplias ondas agudas y lentas de ubi­ La causa es psicógena o psiquiátrica, por histeria de
cación centrotemporal. El cuadro es de buen pronós­ conversión, o bien voluntaria, por simulación.
tico y generalmente cede con el crecimiento. Estas se caracterizan por su polimorfismo, por di­
Epilepsia partía/is continua. Las crisis motoras par­ versidad de actitudes estereotipadas o grotescas, por
ciales no ceden y se prolongan, originando continuas desencadenarse con la sugestión, por la ausencia de
convulsiones clónicas o mioclonías en el sector afec­ mordedura de lengua y relajación de esfínteres, la
tado, generalmente con compromiso de la conciencia. conservación de los reflejos pupilares y la ausencia de
signos de organicidad durante la crisis. En la histeria
Crisis parciales temporales o psicomotoras hay factores o traumas emocionales y se presentan
en presencia de familiares, allegados o terceros (ex­
Suelen ser crisis parciales complejas, y las más presión "teatral"). No hay pérdida de conciencia real.
frecuentes de las crisis parciales. Son precedidas co­ El paciente evita conscientemente lesionarse y busca
múnmente por la llamada aura (que literalmente signi­ dónde caer, por lo que no suelen hallarse lesiones
fica "vientecillo anunciador"), síntoma o síntomas que traumáticas corporales.
anuncian al enfermo la crisis. Es común la llamada au­
ra epigástrica, sensación ascendente de "malestar'',
vacío, náuseas y eventualmente dolor epigástricos. El Mioclonías no epilépticas
aura también puede ser psíquica (cambio de carácter,
miedo o terror), secretoria (síalorrea, sudoración), va­ Las mioclonías (del griego myos, músculo, y klonos,
somotora (sensación de calor o frío, escalofríos), sen­ contracción) son contracciones bruscas y rápidas, de
sitiva (sensación de entumecimiento), sensorial {aluci­ tipo fásico 6 clónico, involuntarias, que asientan en uno
naciones auditivas, visuales, olfatorias o gustativas). o algunos músculos. Los de los miembros, particular­
Luego se produce mirada fija, anartria o bien habla ic­ mente de los miembros inferiores, son los más compro­
tal, automatismos orales o gestuales, y en ocasiones metldos, a veces simétricamente. Pueden observarse
conductas complejas, por lo que estas crisis también también mioclonías en tronco, cara, ojos, velo del pa­
son llamadas psicomotoras. Pueden producirse con­ ladar, faringe y diafragma. El músculo con mioclonías
ductas agresivas, pero no son frecuentes. se contrae bruscamente, endureciéndose y relajándo­
Estas crisis suelen deberse a esclerosis temporal se en fracciones de segundo, como si se lo hubiese
mesial, trastorno distrófico del desarrollo del hipocam­ excitado mediante choques eléctricos. Puede haber
po temporal. Pueden asociarse displasias corticales y contracciones aisladas o salvas rítmicas o arrítmicas
heterotopia subependimaria. También pueden deber­ de frecuencia variable. Se mencionan distintos tipos
se a tumores y malformaciones (angioma cavernoso o de míoclonias no epilépticas a continuación.
cavernoma). Hipo. Es una frecuente mioclonía del diafragma,
El EEG muestra ondas agudas y lentas tempora­ que puede ser idiopática o presentarse en la hipoka­
les, frecuentemente bilaterales (fig. 10-3). La RMI ce­ lemia, en irritaciones digestivas y perítoneales, pulmo­
rebral es necesaria para establecer la hipotrofia e hí­ nares y pleurales, o en lesiones de origen central
perintensidad hipocámpicas características. (vasculares, vertebrobasilares, encefalitis).
Las crisis temporales pueden ser de carácter familiar. Escalofrío. Mioclonía generalizada, única o múlti·
ple, vinculada a descenso rápido de la temperatura
Crisis sensitivas y sensoriales corporal por enfriamiento atmosférico o inmersión en
agua fría. El objeto del escalofrío en este caso es pro­
Son poco frecuentes. Las sensitivas se originan en bablemente generar calor para corregir o mantener la
el lóbulo parietal. Los pacientes tienen auras sensíti- temperatura corporal. La sensación de frío depende de

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Hiperventilación

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Fig. 10-3. Ondas agudas temporales en espejo durante la hiperventilación. Paciente con clínica de epilepsia psicomotora. �
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246 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

vasoconstricción periférica y disminución de la tempe­ Mioclonías toxicometabólicas. En las insufi­


ratura cutánea. También puede observarse escalofrío ciencias renal o hepática, y otras dismetabolias o in­
como manifestación inicial de síndrome febril, en cuyo toxicaciones, se pueden observar mioclonías regula­
caso se supone vinculado a factores pirógenos. res o irregulares de amplitud variable, generalmente
Cuando persisten, las contracciones, levemente en los miembros. Cuando son amplias pueden con­
irregulares, comienzan por lo general por los múscu­ fundirse con convulsiones. El EEG puede aparecer
los maseteros (castañeteo de dientes) y se extienden desorganizado o alterado por la enfermedad de ba­
luego a los músculos de los miembros y del tronco. se pero no hay trazado ictal vinculable a las mioclo­
Probablemente el mecanismo del escalofrío tenga nías.
integración funcional central a nivel del tronco cerebral. Mioclonías intencionales o de acción. Se indu­
Sobresalto del sueño (nocturnal start). Ocurren cen por movimientos voluntarios rápidos o estímulos
como una mioclonía única o aislada, más o menos ge­ sensoriales como un ruido brusco. Son mioclonías lo­
neralizada, en instantes inmediatos al inicio del sueño calizadas, estímulo-dependientes, limitadas al miem­
o, menos frecuentemente, al despertar. El EEG es bro que se desplaza, que ocurren en salvas irregula­
normal. res. Se observan en la encefalopatía hipóxica
Movimientos periódicos de los miembros. Lla­ (síndrome de Lance y Adams).
madas anteriormente mioclonías del sueño (periodic Mioclonía palatina. Consiste en contracciones rít­
limb movement disorder, sleep jerks). Consisten en micas, regulares, frecuentes y continuas del velo del
contracciones monofásicas, arrítmicas, a intervalos de paladar, que persisten durante el sueño, y pueden ex­
unos 30-60 segundos, de músculos de miembros infe­ tenderse a faringe, cara y diafragma. Se debe a lesio­
riores, con extensión del pie y flexión de rodilla y cade­ nes focales que comprenden a un sector triangular ex­
ra, que ocurren durante la fase de movimientos ocula­ tendido entre los núcleos rojo y dentado y la oliva
res lentos del sueño (etapa II de la fase no REM, inferior o bulbar (triángulo de Guillain-Mollaret). La
non-Rapid Eye Movement phase, véase Sueño). Se desconexión de estas estructuras por lesión del fascí­
acentúan con la edad. El examen y EEG son norma­ culo central de la calota -que une el núcleo rojo con
les. No suelen tener en general significación patológi­ la oliva bulbar del mismo lado- o por lesión de las fi­
ca, pero a veces se relacionan con patología medular. bras del núcleo dentado -que a través del pedúncu­
Se pueden acentuar en pacientes tratados con L-dopa. lo cerebeloso superior alcanzan el núcleo rojo del la­
Es controvertida su clasificación como mioclonías. Es do opuesto-, produce una hipertrofia de la oliva
semiológicamente próximo al síndrome de las piernas bulbar que se supone causa del trastorno (fig. 1 0-4).
inquietas, aunque en éste suele haber más patología La lesión es de origen generalmente vascular, pero
condicionante (véase Movimientos anormales). puede ser también inflamatoria o tumoral.

Núcleo rojo ------------+-

----------"=--+----- Fascículo central


de la caleta
Lesión
responsable de
una hipertrofia
olivar contralateral

Fig. 10-4. Fisiópatología de las mioclonías de velo.

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10. MANIFESTACIONES MOTORAS DE HIPEREXCITABILIDAD CENTRAL Y PERIFÉRICA 247

Mioclonías segmentarias. Se observan en miem­ minados "carpopedales" o "manupedales". Los accesos


bros como consecuencia de lesiones medulares o de están precedidos, a veces, por parestesias o calambres
nervios periféricos, por inflamación o infección. en las extremidades y no se acompañan de pérdida
Opsoclonus-mioclonus. El opsoc/onus es un de conciencia. Las manos adoptan el aspecto deno­
trastorno oculomotor caracterizado por movimientos minado mano de partero: los dedos están ligeramente
oscilatorios, rápidos y conjugados, verticales, horizon­ flexionados en las articulaciones metacarpofalángicas,
tales o rotatorios de ambos ojos. Se agravan con el con las falanges extendidas, estando apretados unos
movimiento voluntario o el esfuerzo por fijar la mirada. contra otros y el pulgar, en aducción, colocado en el
Se vincula a lesiones pretectales, pero la RMI es ge­ hueco de la mano, entre los otros dedos. El hueco pal­
neralmente normal. Se asocia con frecuencia a mio­ mar es acentuado por la contracción tónica de los
clonías, constituyendo este síndrome, que suele ser músculos de las eminencias tenar e hipotenar. La ma­
paraneoplásico y secundario a tumores diversos, en no adopta una forma cónica. A nivel de los pies, los
particular a neuroblastoma en los niños. Puede mejo­ espasmos tónicos determinan la flexión plantar de los
rar con corticoides. dedos y la flexión dorsal y abducción del pie. Los
Síndrome de mioclonías-distonía o mioclónico­ miembros quedan en extensión. La duración del acce­
distónico (distonía mioclónica hereditaria, mioclo­ so es variable.
nía esencial hereditaria). Es heredofamiliar, de he­ En ausencia de los espasmos característicos exis­
rencia autosómica dominante. Se caracteriza por ten una serie de signos que orientan al diagnóstico de
mioclonias no progresivas que comienzan en la pri­ la afección:
mera y segunda década. Son proximales, bilaterales y -Signo de Trousseau. Consiste en comprimir un bra­
predominan en miembros superiores y músculos axia­ zo mediante un manguito de tensión arterial, insuflado
les. Pueden desencadenarse con ruidos y estímulo a un nivel por encima de la presión sistólica, durante
táctil e inducirse con el movimiento voluntario, y mejo­ 3-5 minutos, para producir isquemia del antebrazo. En
ran con alcohol. Se asocia distonia leve o focal (tortí­ caso de tetania, se produce la mano de partero en el
colis). Los genotipos varían. miembro comprimido (fig. 10-5). Si el paciente presen­
taba ya el espasmo, la compresión lo aumenta.
Con la denominación de paramioc/onus mu/tiplex -Signo de Chvostek. Consiste en percutir el nervio
Friedreich describió en 1 881 casos de mioclonías ge­ facial en distintos puntos, produciéndose entonces el
neralizadas del adulto, comprendiendo músculos fa­ espasmo de los músculos que inerva dicho nervio, en
ciales y proximales de los miembros, persistentes y no caso de tetania. Según el punto percutido, existen las
progresivas a lo largo de la vida. Sin que nunca se siguientes variedades:
precisara la índole de este cuadro, el término se apli­ Signo de Chvostek 1 . Consiste en percutir el lóbu­
có posteriormente a distintos síndromes o enfermeda­ lo de la oreja. En caso de tetania se produce la con­
des caracterizadas por mioclonías, lo que hizo aún tracción del orbicular de los párpados, de los elevado­
más confusa la ubicación nosológica de esta supues­ res del ala de la nariz y de la comisura labial, con
ta enfermedad. Hoy en día el paramioclonus multip/ex desviación de la boca hacia el mismo lado.
no se considera una entidad clínica definida y el térmi­ Signo de Chvostek 2. Se percute por debajo del
no está desactualizado. arco cigomático, contrayéndose los músculos men­
cionados anteriormente, salvo el orbicular de los pár­
pados.
Clonus
Fue descripto en el capítulo de Reflejos, e integra,
junto a la paresia, la hipertonía, la hiperreflexia y el
signo de Babinski, los signos propios del síndrome pi­
ramidal (véase Motilidad). Cuando el piramidalismo es
franco, el paciente puede tener clonus espontáneo, o
desencadenado por el apoyo del pie o la marcha.

Tetania
Esta afección se caracteriza por contracciones tó-
nicas en manos y pies, en forma de espasmos deno- Fig. 10-5. Signo de Trousseau en un caso de tetania paratiropriva.

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248 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Signo de Chvostek 3. La respuesta difiere del 2, - Asociada a esteatorrea y megacolon congénito en


porque sólo se contraen los músculos que mueven la los niños, constituyendo el denominado sprue no
comisura labial. tropical.
El signo de Chvostek puede observarse en condi­ - Hipomagnesemia.
ciones normales en personas tensas. - Alcalosis respiratoria por hipervenlilación de origen
-Signo de Sch/esinger-Pool (algunos lo designan tensional: hoy en día la causa más frecuente.
fenómeno de Pool). Consiste en flexionar a nivel de la
cadera el miembro inferior en extensión; se produce
entonces un calambre. doloroso que se extiende a to­ Calambres
do el miembro y que puede aparecer a los pocos se­
gundos, o algunos minutos; el pie puede hacer un mo­ Se entiende por calambres las contracciones pro­
vimiento de rotación interna, a veces externa. longadas y tónicas de músculos aislados, general­
-Signo de Hoffmann facial. Asl como existe hiperex­ mente dolorosas, especialmente frecuentes en los
citabilidad de los nervios motores en la tetania, compro­ músculos de la pantorrilla.
bable por los signos descriptos anteriormente, también Los calambres pueden ser el resultado de un tras­
existe hiperexcitabilidad de los nervios sensoriales, co­ torno generalizado del metabolismo muscular, como
mo, por ejemplo, el auditivo o el trigémino, constituyen­ acontece en las glucotesaurosis musculares, de las
do ésto último el signo de Hoffmann. Se puede explorar que la más relevante es el déficit de fosforilasa mus­
este signo, comprimiendo el trigémino en su punto de cular (enfermedad de McArdle}, que fueron menciona­
emergencia. En caso de tetania, esta maniobra des­ das en el capítulo de Tono.
pierta dolor local e inmediato. No debe confundirse con Se presentan también en casos de claudicación in­
el signo de Hoffmann observable en la mano en casos termitente por arteriopatía periférica obstructiva, en la
de liberación piramidal (véase Reflejos). hipokalemia e hiponatremia, en el cuadro de un sín­
-Signos humorales. Pueden encontrarse hipocal­ drome compartimental y, en su forma más habitual,
cemia global, disminución del calcio iónico plasmático, matinalmente al despertar luego del sueño y decúbito
hipomagnesemia o alcalosis. nocturnos, con contractura dolorosa con induración
manifiesta de la musculatura de la pantorrilla que se
prolonga por algunos minuíos.
Causas de tetania

La tetania es, en realidad, un slndrome. En unos Fasciculaciones


casos su origen es desconocido y se la denomina idio­
pática. En otros acompaña a distintas afecciones y Fueron descriptas en el capítulo de trofismo, a pro­
puede considerársela sintomática. Puede responder a pósito de las atrofias musculares neuropáticas.
las causas siguientes
Hipoparatiroidismo primario.
- Hipoparaliroidismo secundario por extirpación de Mioquimias
glándulas paraliroides. La tetania sobreviene en for­
ma aguda, algunos días después de la excisión, se Las mioquimias (del griego mios, músculo; kyma,
acompaña de hipocalcemia y se la denomina tetania onda) son contracciones de aspecto fasciculatorio,
paratiropriva posoperatoria. Generalmente la extir­ transitorias o persistentes, que afectan habitualmente
pación de las paratiroides se realiza inadvertidamen­ al orbicular de los párpados, o con menor frecuencia
te en las resecciones tiroideas (tiroidectomía). a deltoides, bíceps, glúteos y cuadríceps. No se aso­
- Déficit de ingesta, exceso de pérdida o trastornos cian a atrofia muscular y son frecuentes en pacientes
del metabolismo del calcio: insuficiencia paraliroi­ tensos. También pueden presentarse después de
dea, osteomalacia, embarazo, lactancia, insuficien­ ejercicios intensos y en situaciones de estrés emocio­
cia renal crónica. nal . El mecanismo de estas contracciones no es cla­
- Oclusiones pilóricas. La tetania se debe a la alcalo­ ro. Carecen de significado patológico, por lo cual de­
sis, que se produce como resultado de la abundan­ ben diferenciarse de las fasciculaciones relacionadas
te pérdida de HCI que tiene lugar con los vómitos. con lesión de la motoneurona periférica.

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10. MANIFESTACIONES MOTORAS DE HIPEREXCITABILIDAD CENTRAL Y PERIFÉRICA 249

Manifestaciones motoras de hiperexcitabilidad central y periférica: sinopsis

Convulsiones y mloclonías epilépticas


• Convulsiones:
Generalizadas: contracciones musculares involuntarias, rítmicas, bruscas, de todo el cuerpo y duración limitada
Parciales o focales: contracciones similares de sólo una parte del cuerpo
Tónicas, clónicas, tonicoclónicas
Causas de convulsiones
Epilepsia primaria
Fiebre
Trastornos vasculares
Masas ocupantes encefálicas
Traumatismos
Infecciones
Toxicometabólicas
Suspensión de medicación anticonvulsivante
Drogas que aumentan el riesgo convulsivo
Eclampsia
Enfermedades cerebrales del desarrollo, congénitas, atrofias
Anamnesis
Generalizada o focal
¿Aura?
Comienzo
Tipo
Circunstancias y factores desencadenantes
Duración
¿Pérdida de conocimiento?
¿Relajación esfinteriana?
¿Mordedura de lengua?
• Antecedentes de:
Embarazo y parto maternos
Maduración motora, mental y aprendizaje
Convulsiones febriles
Convulsiones en familiares
Trauma
Enf. cerebrales del desarrollo, congénitas, atrofias
Enf. infecciosas
Enf. cerebrovascular
• Epilepsia
Esencial, idiopática o primaria
Sintomática o secundaria

Crisis epilépticas:
Generalizadas:
• Convulsivas (EEG: p-onda generalizada 4-5 Hzls):
Tónicas
Clónicas
Tonicoclónicas
Estado tonicoclónico generalizado
Mioclónicas:
-Epilepsia mioclónica juvenil
-Pequeño mal mioclónico
-Síndrome de West: espasmos infantiles, retardo, hipsarritmia
-Progresivas: Lafora (piel), báltica, mitocondrial, lipofuscinosis
-Secundarias: Jakob-Creutzfeldt (EEG periódico), PES, Rasmussen

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250 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

• No convulsivas:
Ausencias (típicas o atípicas) (EEG: p-onda 3 Hz/s)
Estado de l;!Usencias
Atónicas (S. de Gastaut-Lennox: atónicas y otras, retardo, EEG: p-onda 2,5 Hz/s)
Parciales o focales:
• Simples: sin pérdida de conciencia
• Complejas: cOh pérdida de conciencia
Motoras (frontales): jacksoniana, versiva, rotatoria, rolándica, partialis continua
Psicomotoras (temporales, esclerosis mesial): aura epigástrica y otras
Sensitil,as (parietales)
Sensoriales (occipitales)
Las crisis parciales (simples o complejas) pueden generalizarse
Crisis psicógenas o seudocrisis: estereotipadas, teatrales, evitan lesiones, trauma emocional

Mioclonías no epilépticas
Hipo
Mioclonías del sueño
Sobresalto del sueño
Toxicometabólicas
Intencionales o de acción
Pálalina
Segmentarías
Opsoclonus-mioclonus
Mioclonías-distonía

Clonus (Piramidalismo)

Tetania (Trousseau, Chvostek)


Hipoparatiroidismos primario y secundario
Dismetabolias cálcicas
Oclusiones pilóricas
Esteatorrea
Hipomagnesemia
Alcalosis respiratoria

Calambres

Fasciculaciones

Mioquimias

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11
Movimientos anormales y
síndromes extrapiramidales

Los movimientos anormales son generalmente ex­ Núcleos o ganglios basales. Comprenden los núcleos
presión de lesiones del sistema motor extrapiramidal, optoestriados, el núcleo rojo, el locus niger, el cuerpo de
y en particular de los ganglios de la base. Por ello y Luys y otros centros secundarios.
antes de continuar con su descripción, es oportuno Núcleos optoestriados. Son tres grandes masas de
hacer aquí algunas consideraciones anatomofisiológi­ sustancia gris situadas en la profundidad de cada hemisfe­
cas sobre el sistema extrapiramidal. rio cerebral: el tálamo óptico, el núcleo caudado y el núcleo
Anteriormente se aludía a estos trastornos como lenticular. A los dos últimos, ubicados por fuera del tálamo
movimientos involuntarios, pero en realidad no to­ óptico, se los agrupa bajo el nombre de cuerpo estriado.
dos los movimientos involuntarios son anormales. El tálamo óptico es un núcleo ovoide que presenta cua­
Entre los movimientos involuntarios normales se se­ tro caras. La cara interna constituye la pared lateral del 111
ñalan: el temblor fisiológico, movimientos automáti­ ventrículo, la superior corresponde al suelo del ventrículo
cos que acompañan a un movimiento voluntario, co­ lateral y por su borde externo contacta con la cabeza del
mo el ascenso ocular cuando se cierran los ojos núcleo caudado. La cara inferior descansa sobre el cuerpo
(fenómeno de Bell, síncinesia fisiológica), el balan­
ceo de los brazos al caminar (movimiento asocia­
do). la contracción del músculo frontal cuando se
mira hacia arriba (movimiento sinérgico), y mioclo­
nías como el bostezo.

Sistema extrapiramidal
Anatomohistología. Al lado del sistema motor pirami­
dal, cuyo dispositivo está bien sistematizado, existe un con­
junto de vias y centros, no tan bien individualizados desde Núcleo
el punto de vista anatómico, cuya función se revela cada cáudado
vez más importante a medida que mejor se la conoce: es el
sistema motor extrapiramidal.
Los dos sistemas motores, el piramidal y el extrapira­
midal, tienen un origen embriológico diferente. El primero
es, filogénica y ontogénicamente, de desarrollo relativa­
mente reciente, mientras que el segundo constituye, por el
contrario, el sistema motor primitivo. Hacia el octavo mes
de la vida intrauterina, las vías piramidales no han termi­
nado todavía su desarrollo en la médula y carecen aún de
cilindroejes. A pesar de ello, el niño, aún prematuro, reali­ rojo
za movimientos diversos gracias al sistema extrapiramidal
ya desarrollado.
El sistema extrapiramidal está constituido anatómica­
o
mente por los núcleos profundos de sustancia gris, llama­
dos núcleos o ganglios basales, y sus interconexiones y
vías de asociación con otras estructuras del neuroeje (figs.
11-1, 1 1 -2 y 1 1 -3). Fig. 11-1. Sistema extrapiramidal. Centros y conexiones.

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252 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

se alarga hacia atrás para formar el pulvinar, en el que están


suspendidos los cuerpos geniculados mediales y laterales.
En el tálamo óptico se distinguen los siguientes núcleos:
Corteza cerebral
1) Núcleos intralamínares, que están situados en la lámina
de sustancia blanca y representan, de hecho, el polo supe­
rior de la formación reticulada del tronco cerebral; se pro­
yectan a la mayor parte de la corteza cerebral y a los nú­
cleos estriados (caudado y lenticular). 2) Núcleos ventral
lateral y ventral anterior, que reciben fibras procedentes del
cerebelo y del núcleo lenticular, y se proyectan a las áreas
1-- - Haz piramidal
motoras y premotoras de la corteza cerebral. 3) El núcleo
ventral posterolateral, el núcleo arcuato y los cuerpos geni­
culados, que reciben fibras sensitivas o sensoriales y se
proyectan a las áreas somestésicas y sensoriales de la cor­
teza cerebral. 4) El núcleo anterior, que recibe fibras de los
tubérculos mamilares y se proyecta sobre la corteza límbi­
ca de la circunvolución cingular. 5) El núcleo dorsal medio,
'-.- - - Haz
tectoespinal que recibe fibras del hipotálamo y se proyecta sobre la cor­
teza frontoorbitaria. Además de las aferencias ya menciona­
das, el tálamo recibe aferencias de la corteza cerebral (fi­
bras corticotalámicas).
Haces vestibuloespi
nales
El núcleo caudado es el más interno de los núcleos es­
triados. Tiene aspecto de herradura; su superficie convexa
forma las paredes del ventrículo lateral y la cóncava enmar­
ca la cápsula interna y la cara externa del tálamo óptico. Se
distinguen en él tres partes: una anterior y superior, la cabe­
Fíg. 11-2. Esquema de las vías piramidal (en negro) y extrapi­ za, que constituye el suelo del ventrículo lateral; otra poste­
ramidal (en gris). rior, semicircular, el cuerpo, que corresponde a la encrucija­
da,yentricular, y una tercera, anterior e inferior, la cola, que
de Luys y la externa, finalmente, está en relación con la forma el techo del asta esfenoida! del ventrículo lateral.
cápsula interna y el núcleo caudado. El núcleo lenticular tiene forma de pirámide. Su cara
El tálamo óptico es el más voluminoso de los núcleos grises externa se relaciona con la región insular y sus caras an­
profundos cerebrales. Está dividido por una fina lámina de sus­ terointerna y posterointerna con la cápsula interna. Su ba­
tancia blanca en una formación media y otra lateral; esta última se, finalmente, se corresponde con la cola del núcleo cau-

Haz espinotalámico lateral

Lemnisco medio --- - - �;<----�


Vías corticopontocerebelosas ---+--

Fig. 11-3. Corte de los pedúnculos cerebrales a nivel del núcleo rojo.

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11. MOVIMIENTOS ANORMALES Y SINDROMES EXTRAPIRAMIDALES 253

dado. Al corte se observa que el núcleo lenticular dus. Las fibras corticocaudadas llegan al núcleo
presenta tres zonas de coloración distinta: una, externa, correspoAdiente por el fascículo subcalloso, las corticopu­
relativamente oscura, una parte media más pálida y una taminales por la cápsula externa y las corticopalidales por
parte interna aún más clara. Estos dos últimos segmentos, la cápsula interna.
que se caracterizan por su coloración pálida, se designan Fibras estriopa/idofugales. Son fibras que se originan
con el nombre de globus pal/idus, en tanto que el segmen­ en el cuerpo estriado y terminan en otras estructuras. Com­
to externo se denomina pu/amen. El g/obus pal/idus repre­ prenden: a) fibras que del globus pal/idus van al tálamo óp­
senta filogenéticamente una formación mucho más anti­ tico (fibras palidotalámicas); b) fibras que del globus pal/i­
gua que el pu/amen y el núcleo caudado. Por esta razón, dus van a las formaciones subtalámicas, esto es, al núcleo
se la designa con el nombre de pallidum o pa/eostriatum, rojo, al /ocus niger, al cuerpo_ de Luys, a los núcleos vesti­
en tanto que al putamen y al núcleo caudado se los deno­ bulares y de la formación reticulada. Este contingente de fi­
mina conjuntamente striatum o neostriatum. El striatum bras palidosubtalámicas constituye el asa lenticular. Algu­
presenta dos categorías de células: grandes y pequeñas, nas fibras pasan al núcleo rojo del lado opuesto. Las fibras
mientras que el pallidum está constituido exclusivamente que van al núcleo rojo conectan con el haz rubroespinal, por
por células grandes. el que los estímulos palidales llegan a los centros motores
Núcleo rojo. Está formado por una masa oval de sus­ espinales.
tancia gris situada en el casquete del pedúnculo cerebral Conexiones del núcleo rojo. El núcleo rojo constitu­
por debajo del tálamo óptico. Es atravesado por las fibras ye, dentro del sistema extrapiramidal, una importante es­
procedentes del núcleo de origen del 111 par craneano. La tación de enlace entre la corteza cerebral, el cuerpo es­
histología distingue dos conglomerados celulares: uno pos­ triado, el cerebelo y los centros motores bulboespinales.
terior, reducido, de células grandes, el núcleo magnoce/u­ Por eso sus conexiones son de gran importancia y com­
lar, y otro anterior, mucho más importante, de células pe­ prenden dos grandes grupos de fibras, unas que terminan
queñas, el núcleo parvocelular. (fibras rubropetales) y otras que se originan en él (fibras
Locus niger (sustancia negra). Es una masa negruz­ rubrofugales):
ca alargada que se encuentra en el pedúnculo cerebral y Fibras rubropetales. Comprenden, a su vez: a) fibras
que divide a éste en una porción posterior, techo o cas­ corticorrubrales, que desde la corteza cerebral (área
quete y en una anterior o pie. Está constituida por gran­ premotora) van al grupo parvocelular del núcleo rojo.
des células intensamente pigmentadas con melatonina Este haz corticorrubral, desciende en el brazo posterior
que le dan el color con que se la designa. Queda por de­ de la cápsula interna; b) fibras del asa lenticular (proce­
lante del núcleo rojo, que está situado en el casquete pe­ dentes del globus pal/idus); c) el haz cerebelorrubral,
duncular. constituido por fibras que nacen en el núcleo dentado
Cuerpo de Luys (núcleo subtalámico). Es un pequeño del hemisferio cerebeloso opuesto y que van al grupo
núcleo en forma de almendra situado por debajo del tálamo magnocelular del núcleo rojo, siguiendo el pedúnculo
óptico, por fuera del núcleo rojo y por encima de la sustan­ cerebeloso superior.
cia negra. Fibras rubrofugales. Comprenden: a) el haz rubroespinal
Otros núcleos. El núcleo de Deiters, los núcleos de la de von Monakow (véase más adelante); b) fibras que del
formación reticulada, la oliva bulbar, el núcleo de Darksche­ núcleo rojo van al tálamo óptico; c) fibras que del núcleo ro­
witsch y el núcleo de Caja! constituyen otros tantos núcleos jo van a la formación reticulada del puente.
vinculados, también, al sistema extrapiramidal. Otras conexiones: El locus niger recibe fibras de la cor­
Vías extrapiramidales. El vasto conjunto de fibras que teza cerebral (área premotora) y del globus pal/idus y envía
unen estos núcleos entre sí y a otras formaciones del neu­ otras al núcleo caudado, al pu/amen y al globus pal/idus, y
roeje puede sintetizarse asi (cuadro 1 1-1): a la formación reticulada. El cuerpo de Luys recibe fibras de
Fibras internunciales. Nacen y terminan en el mismo la corteza cerebral (área premotora) y del globus pal/idus y
cuerpo estriado. Son fibras que unen: a) el núcleo caudado envía al tálamo y al gfobus pal/idus. Los núcleos intersticial
con el pu/amen; b) el núcleo caudado con el g/obus pal/idus; de Caja! y comisura! de Darkschewitsch proyectan fibras
c) el pu/amen con el globus pal/idus. hacia el tálamo.
Fibras estriopa/idopetales. Son fibras que, origina­ Vías extrapiramidales medulares. Los centros extrapi­
das en otras estructuras, terminan en el cuerpo estriado. ramidales envían estímulos a los núcleos motores bulboes­
Comprenden: a) fibras que van del tálamo óptico al núcleo pinales por. medio de una serie de haces que descienden
caudado, al pu/amen y al g/obus pal/idus; b) fibras que van por el tronco cerebral y la médula espinal:
del locus niger al núcleo caudado, al putamen y al globus Haz rubroespinal. Nace en el núcleo rojo (grupo magno­
pal/idus; c) fibras que van de la corteza cerebral (área pre­ celular), y casi inmediatamente después se decusa en el
motora) al núcleo caudado, al pu/amen y al globus pal/i­ casquete del pedúnculo cerebral (decusación de Forel) Y
dus; d) fibras que del cuerpo de Luys van al globus palli- desciende por el lado opuesto de la protuberancia Y del bul-

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254 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Cuadro 11-1. Sinopsis anatómica del sistema motor extrapiramidal

Núcleos optoestriados
Tálamo óptico

Cuerpo estriado
Núcleo caudado
Centros

Putamen
J . .
Neostnatum o stnatum

Núcleo lenticular
[
G/obus pal/idus (pa/eostriatum o
pallidum)

Núcleo rojo
Núcleos subtalámicos [ Locus niger
Cuerpo de Luys

Núcleo de Deiters
Núcleos de la formación reticulada
Otros centros [ Oliva bulbar
Núcleo de Darkschewilsch
Núcleo de Cajal

Conexiones y vías
lnternunciales del cuerpo Entre núcleo caudado y núcleo lenticular
estriado

Conexiones Estriopalidopetales Fibras que de la corteza premolora van al cuerpo estriado


del cuerpo estriado Fibras que del tálamo óptico, del cuerpo de Luys y del /ocus niger
van al cuerpo estriado

Estriopalidofugales Fibras palidotalámicas


Fibras palidosubtalámicas (asa lenticular)

Conexiones Rubropetales Haz corticorrubral


del núcleo rojo Asa lenticular
Haz cerebelorrubral

Rubrofuga/es Haz rubroespinal


Fibras del núcleo rojo al tálamo óptico y a la formación reticulada

Conexiones Nigropetales Desde la corteza cerebral


del locus niger Desde el globus pal/idus

Nigrofuga/es Al cuerpo estriado


Al g/obus pal/idus
A la formación reticulada

Conexiones Peta/es Desde la corteza cerebral (área premotora)


del cuerpo de Luys Desde el globus pal/idus

Fuga/es Al tálamo óptico


Al g/obus pal/idus
Vías extrapiramidales Haz rubroespinal
medulares Haz tectoespinal
Haces vestibuloespinales
Haz central de la calota
Haces reticuloespinales
Haz olivoespinal
Haz longitudinal medio (cinlilla longitudinal posterior)

Conexiones corticales Centro motor extrapiramidal en el área premolora (lóbulo frontal)


Conexiones directas con el cuerpo estriado
Conexiones con el núcleo rojo
Via fronloponlocerebelosa

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11. MOVIMIENTOS ANORMALES Y SÍNDROMES EXTRAPIRAMIDALES 255

bo aí cordón lateral de la médula, colocándose por delante cumple la función de la corteza motora de los vertebra­
del haz piramidal cruzado; termina por delante de las célú­ dos superiores y constituye el centro motor más impor­
las de las astas anteriores de la médula. Tiene un recorrido tante, rigiendo la mayoría de las actividades motoras.
corto, ya que no va más allá de ía región cervical. Pero al ascender en la escala zoológica y llegar a los
Haz tectoespinal. Nace a nivel de los tubérculos cuadri­ mamíferos, se observa que junto al mayor desarrollo
géminos (tectum), se decusa en el pedúnculo cerebral con de la corteza cerebral y la aparición de los haces pira­
el del lado opuesto, desciende por la formación reticulada midales, las funciones del sistema extrapiramidal, aun­
bulboprotuberancial y alcanza la médula. Termina como el que quedan subordinadas a las de la corteza motora,
anterior por delante de las astas anteriores de la médula no desaparecen y siguen controlando ciertos movi­
cervical. mientos, más o menos automáticos y reflejos, relacio­
Haces vestibuloespinales. Nacen del núcleo vestibular nados con la postura, la alimentación y la defensa.
latera( de Deiters constituyendo dos haces: uno directo que El niño, hasta que se completa la mielinización de
desciende por la periferia del cordón anterior, junto aí fascí­ los haces piramidales, desarrolla actividades motoras
culo olivoespinal, y otro cruzado o lateral, junto al haz tec­ de tal naturaleza que revelan que se hallan controla­
toespinal. das por el sistema extrapiramidal.
Haz central de la calo/a. Se origina en la formación reti­ Esa actividad motora del sistema extrapiramidal se
cuíada mesencefálica, por encima y por detrás del núcleo ejerce interviniendo: 1 º, en el control del tono muscu­
rojo. Termina en la oliva bulbar, continuándose hasta ía mé­ lar (véase Fisiopatología del tono); 2 º , en el control
dula por el haz olivoespinal, y en la formación reticulada del movimiento voluntario; y 3 º , en la producción de
protuberancia! y bulbar, haciéndolo por los haces reticuloes­ movimientos automáticos y asociados.
pinales. Al efectuarse un movimiento voluntario, las áreas
Haces reticuloespinales. Nacen en las células de la for­ extrapiramidales corticales descargan influencias so­
mación reticulada de ía protuberancia o bulbo; son dos: uno bre los centros extrapiramidales, los que, por un cir­
medial y otro lateral; el primero (haz reticuíoespinal protube­ cuito de retroalimentación, inhiben ciertos impulsos
rancia! o medial) desciende en el cordón anterior y el segun­ corticales que, sin este último control, ejercerían su
do (haz reticuloespinal bulbar o lateral), en eí cordón lateral acción en centros más profundos y en la médula espi­
de la médula. nal. Subrayamos la importancia, en este aspecto, del
Haz olivoespinal. Nace en ía oliva bulbar, disponiéndose circuito córtico-estrio-pálido-tálamo-cortical. La motili­
en el cordón anterior en un piano más externo junto a la dad voluntaria está controlada, de este modo, por el
emergencia de las raíces. sistema extrapiramidal.
Haz longitudinal medio (cintilla longitudinal posterior). Al hablar de la motilidad en general se han mencio­
Este tracto de fibras, que interconecta los núcleos de los nado los movimientos automáticos y los movimientos
nervios craneanos, se extiende desde los núcleos de asociados.
Darkschewitsch e intersticial de Caja!, que aportan influen­ Los movimientos automáticos comprenden [!na
cias estriadas y reticulares, a los núcleos motores deí globo vasta serie de actos motores que realiza el hombre sin
ocular. La cintilla corre a lo largo de ía cara ventral del acue­ intervención de la voluntad, tales como los movimien­
ducto de Silvia y del cuarto ventrículo, hasta alcanzar el cor­ tos expresivos o emotivos (mímica emocional), los
dón anterior de la médula. movimientos instintivos, defensivos o reactivos, tales
como levantarse al sentir un ruido estruendoso o huir
Los núcleos o centros y sus conexiones constituyen una ante un peligro inmediato, y finalmente, movimientos
serie de circuitos cerrados dentro de los cuaíes se distin­ que, aprendidos porun esfuerzo volitivo, como mane­
guen los siguientes: 1) córtico-estrio-pálido-tálamo-cortical; jar, andar en bicicleta o nadar, luego pueden ser rea­
2) córtico-nigro-pálido-cortical, y 3) córtico-ponto-dento-ru­ lizados automáticamente.
bro-tálamo-cortical. Los movimientos asociados son, en realidad, movi­
El tálamo y el cuerpo estriado proyectan fibras funda­ mientos automáticos que acompañan a movimientos
mentalmente hacia el área premotora de la corteza cere­ voluntarios, por ejemplo, el balanceo de los brazos
bral, que actúa funcionalmente como centro cortical motor durante la marcha.
extrapiramidal. Estos movimientos automáticos difieren de los mo­
vimientos reflejos, en que no son desencadenados
Fisiopatología. Es útil analizar la función del siste­ directamente por un estímulo exterior, sino que son
ma extrapiramidal a la luz de la filogenia y la ontoge­ condicionados o modulados por la cognición, la psico­
nia. En los vertebrados inferiores, como los peces, rep­ motricidad o la emoción, y además porque no consti­
tiles y algunas aves, en los que la corteza cerebral tuyen una respuesta preestablecida u obligatoria para
está ausente o es rudimentaria, el cuerpo estriado el mismo estímulo, cada vez que éste se repite. No se

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256 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

trata, por lo general, de movimientos simples, sino de pleción farmacológica de la dopamina cerebral por me­
movimientos complejos que implican varias sinergias dio de la reserpina, se producen rigidez y bradikinesia
musculares. que cesan con la administración de L-dopa. El /ocus ni­
Las lesiones del sistema extrapiramidal causan en­ ger ejerce así su acción moderando el circuito estrio­
tonces alteraciones del tono muscular y de los movi­ palidal por vía dopaminérgica nigroestriada, inhibiendo
mientos voluntarios, automáticos y asociados. el pa/lidum, acelerando los movimientos y disminuyen­
Las alteraciones del tono pueden revestir el carác­ do el tono muscular. En la enfermedad de Parkinson,
ter de hipertonía, de hípotonía o de distonía; las del la acción de las fibras estriopalidales colinérgicas pre­
movimiento voluntario pueden consistir en la induc­ domina sobre las nigroestriadas, dando el característi­
ción de movimientos anormales como temblor, corea, co cuadro de hipertonía o rigidez extrapiramidal con
atetosis, diskinesias y tics; y las de la motilidad auto­ desaparición de los movimientos asociados y temblor.
mática y asociada, en la pérdida de la mímica emocio­ El temblor puede responder al siguiente mecanismo
nal (véase Conexiones centrales del nervio facial, fisiopatológico: a través de los haces piramidales se
cap. 3) y de ciertos movimientos asociados, como el envían continuamente descargas sincronizadas a las
balanceo de los miembros superiores durante la mar­ células de las astas anteriores. A éstas se le oponen,
cha. Este trastorno de los movimientos asociados se normalmente, estímulos inhibitorios procedentes del
revela también explorando el signo de la silla: estan­ locus niger que, por intermedio del pallidum, alcanzan
do el enfermo sentado, se lleva bruscamente hacia las mencionadas células a través de los haces reticu­
atrás su silla; se observa que aquél no estira sus pier­ loespinales. Al lesionarse este último sistema, el pri­
nas, como lo hace un individuo normal. mero se exacerba, apareciendo un temblor de reposo
Conocidas las funciones generales extrapiramida­ rítmico como resultado del estímulo piramidal constan­
les, corresponde ahora establecer, dentro de la vasta te y simultáneo de músculos agonistas y antagonistas,
estructuración anatómica del sistema extrapiramidal, liberado ahora de la inhibición extrapiramidal.
el papel que desempeñan sus distintos centros y co­ El cuerpo de Luys parece tener importancia especial
nexiones. en la producción de hiperkinesias: la lesión unilateral
En primer término se halla el pa/lidum o paleostria­ aislaoa del cuerpo de Luys da lugar a la aparición de
tum, la parte filogenéticamente más antigua del cere­ corea muy amplia en el lado opuesto (hemibalismo).
bro. La eliminación del pallidum genera hipotonía. El El núcleo rojo tiene funciones mal conocidas. Pare­
pa/lidum normalmente refuerza los reflejos miotáticos, ce ejercer una actividad reguladora particularmente
pero no funciona solo sino en asociación con los nú­ importante en lo que respecta al tono muscular, la si­
cleos de la formación reticulada y el núcleo rojo (fibras nergia de los diferentes movimientos del cuerpo, acti­
palidorreticulares y palidorrubrales). Por medio de es­ tudes y posturas, fenómenos todos ellos automáticos
tas vías, el sistema extrapiramidal influye sobre la mo­ o semivoluntarios. Además, su interposición entre la
toneurona periférica. corteza cerebral, el cuerpo estriado y demás centros
El neostriatum refuerza el tono muscular por medio subtalámicos y el cerebelo por un lado, y los núcleos
de sus fibras estriopalidales de naturaleza colinérgica, motores de los nervios craneales y espinales por el
lentificando los movimientos y llevando los músculos otro, sugiere que es un centro donde se organizan los
a la rigidez. Su destrucción genera, a veces, una hipo­ impulsos procedentes de todas esas formaciones en-
tonía por destrucción de las mencionadas fibras y de­ cefálicas antes de ser transmitidos a los centros mo­
termina la aparición de movimientos anormales como tores del tronco cerebral y de la médula espinal.
corea y atetosis. Al interrumpirse las fibras estriopali­ El papel fisiológico de las vías y conexiones es fá­
dales se suprimen los impulsos fisiológicos inhibitorios cilmente comprensible conociendo la actividad de los
pálido-tálamo-corticales, enviando la corteza premo­ centros: unas, las que vinculan los distintos centros
tora, de este modo, impulsos sin control a centros más extrapiramidales entre sí, transmiten los influjos recí­
profundos y a la médula. Lo mismo acontece con los procos que ellos ejercen; otras, como las vías extrapi­
impulsos que van del pallidum al núcleo rojo y a los ramidales troncomedulares, transmiten los impulsos
núcleos reticulares, que reciben también impulsos sin motores elaborados en esos centros a los núcleos
regulación procedentes de las áreas premotoras. efectores de los nervios craneales y espinales. El haz
El Jocus niger cumple un papel importante en la re­ longitudinal medio o cintilla longitudinal posterior tiene
gulación del tono, de la motricidad y de la postura. En un papel eminentemente asociativo, uniendo distintos
la enfermedad de Parkinson se produce, por pérdida o sistemas de neuronas extrapiramidales a los núcleos
muerte neuronal de _ !ª zona posterior del /ocus niger, de los nervios craneales y especialmente al núcleo de
una notable reducc1on de la dopamina normalmente Deiters, que constituye un centro, si no propiamente
alli sintetizada. En animales en los que se induce de- extrapiramidal, muy vinculado a ese sistema.

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1 1 . MOVIMIENTOS ANORMALES Y SÍNDROMES EXTRAPIRAMIDALES 257

El papel fisiológico de la vía frontopontocerebelosa El temblor se localiza con mayor frecuencia en las
parece ser accesorio del sistema extrapiramidal, pu­ extremidades superiores, pero también puede afectar
diendo aparecer trastornos del tono y temblor si ella miembros inferiores, tronco, párpados, lengua, cabe­
se lesion·a . za y labios, o generalizarse.
La variabilidad de los trastornos de la motilidad que De acuerdo con el número de oscilaciones se lo
se observa en las diversas afecciones del sistema ex­ clasifica en:
trapiramidal se debe a su complejidad anatómica y - rápido: 9 a 12 oscilaciones o ciclos por segundo
polivalencia funcional, a diferencia del sistema pirami­ (c/s );
dal, que es anatómicamente simple y funcionalmente - mediano: 6 a 8 c/s;
monovalente. Mientras que la lesión piramidal dará lu­ lento: 4 a 6 c/s.
gar a un trastorno fundamental, la parálisis, la lesión
extrapiramidal producirá sindromes diversos, según Por su semiología el temblor se clasifica en:
que ella afecte globalmente al cuerpo estriado y a las - Temblor estático o de reposo: aparece en los
formaciones talámicas o al locus niger. Por ejemplo, la miembros en posición de reposo.
lesión del tálamo óptico da lugar a la aparición de mo­ - Temblor de actitud: surge cuando se ponen los
vimientos anormales (coreoatetosis), al comprometer miembros en actitud fija o se colocan en posición
las fibras palidotalámicas y talamocorticales inhibito­ estática.
rias; lo mismo acontece con la lesión del cuerpo es­ - Temblor intencional, cinético o voluntario: aparece
triado. En cambio, la lesión del locus niger producirá al comienzo o en el curso de un movimiento volun­
rigidez y temblor. tario.
En síntesis, el sistema extrapiramidal controla el to­
no muscular y la motilidad voluntaria, e interviene en El temblor es un hecho normal, constante, fisiológi­
la génesis de movimientos automáticos y asociados. co, que se produce en todos los miembros y que sólo
Sus lesiones se traducen fundamentalmente por dos desaparece cuando éstos están en relajación muscu­
tipos de trastornos: unos, del tono muscular (funda­ lar total. El temblor fisiológico se refuerza bajo la ac­
mentalmente rigidez y distonía), y otros, de los movi­ ción de distintos factores: trabajo, emociones, fatiga.
mientos, ya en el sentido hiperkinético (aparición de
movimientos anormales: temblor, corea, atetosis, dis­ Exploración
kinesias, tics) o hipokinético (desaparición de los mo­
vimientos asociados, pérdida de la mímica emocional El temblor puede ser reconocible a simple vista o
y de ciertos movimientos reactivos). Accesoriamente bien sólo demostrable mediante ciertas pruebas.
las lesiones extrapiramidales causan trastornos vege­ Del temblor de reposo: estando el enfermo senta­
tativos (sialorrea, seborrea, sudoración, fenómenos do con las piernas colgando sin apoyar los pies en el
vasoactivos). suelo, se le indica que apoye sus manos por el dorso
sobre sus muslos.
Del temblor de actitud:
Temblor - Se le hacen extender al paciente las manos ha­
cia adelante con los dedos separados. Si el tem­
Definición y clasificación blor no es evidente se puede reforzar la obser­
vación colocando sobre los dedos una hoja de
- Contracción rítmica, alternante, rápida y oscilatoria papel y se verá si las oscilaciones se transmiten
de músculos agonistas y antagonistas alrededor de a la misma, amplificándose.
un eje de equilibrio. - Prueba de confrontación de ambos índices: se
- La amplitud y frecuencia de estas contracciones es ordena al enfermo que enfrente ambos dedos
similar. índices en oposición, colocando sus brazos en
- Puede ser fisiológico o patológico. abducción, y se observa si oscilan.
- Puede ser transitorio (por ejemplo, aparecer sólo - Se hace colocar el extremo de los dedos ex­
con el movimiento voluntario o la emoción), pre­ tendidos sobre la mano del observador. Si hay
sentar atenuación o exacerbación periódicas, o temblor se percibirá una trepidación. Quin­
permanente. quaud describió este signo para el alcoholis­
- Cesa durante el sueño. mo crónico. También se puede percibir el tem­
blor apoyando el explorador los pulpejos de
Las oscilaciones pueden ser de mlnima a gran am­ sus dedos, con leve presión, sobre los del pa­
plitud. ciente.

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258 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Síndromes parkinsonianos primarios.


Enfermedad de Parkinson

Etiología y etiopatogenia. Se designa con este


nombre a una enfermedad mayoritariamente esporá­
dica (es decir no heredofamiliar), descripta por James
Parkinson en 1817, a la que llamó parálisis agitante,
producida por un trastorno degenerativo con pérdida
neuronal en el locus niger. La causa de esta pérdida
Fig. 11-4. Prueba de la espiral para la evaluación del temblor neuronal es desconocida, pero objeto de múltiples
intencional. A, espiral normal. B, espiral temblorosa (paciente hipótesis: tóxica (génesis de metil-fenil-tetrahidropiri­
con temblor esencial). dina [MPTP], derivado de la meperidina, en drogadic­
tos); apoptosis (muerte neuronal programada); desre­
Del temblor intencional: presión de genes y caspasas (enzimas proteolíticas);
Se solicita al paciente que tome un vaso y se lo vulnerabilidad selectiva de las neuronas dopaminérgi­
lleve a la boca. Se verá que el vaso oscila y aun cas que requieren carriers intraneuronales; toxicidad
vuelca su contenido antes de llegar a la boca. endógena por estrés oxidativo; excitotoxicidad secun­
Prueba índice-nariz: como cuando se explora la daria a aminoácidos excitatorios (NMDA); déficit de
taxia, se indica al paciente que lleve su índice a factores neurotróficos; neurotoxicidad por óxido nítrico
la punta de la nariz y se observará si el dedo os­ endógeno; mecanismo autoinmune; tóxicos externos
cila al hacerlo. (pesticidas, agua de pozo); genética en los casos
Examen del dibujo y la escritura: se le hace di­ familiares. La enfermedad aparece entre los 50 y 60
bujar al paciente una espiral que se vaya abrien­ años de edad y es más frecuente en el hombre.
do desde el centro, o un círculo. La espiral se Raras formas heredofamiliares de enfermedad de
inscribirá en forma oscilante o temblorosa (fig. Parkinson, de herencia dominante o recesiva y co­
11-4). Lo mismo sucede con la escritura. Estos mienzo juvenil o temprano, han sido vinculadas al cro­
hallazgos también pueden observarse en el mosoma 4q21-q23 con mutación en el gen de la pro­
temblor de actitud. teína a-sinucleína (PARK 1 ), al 6q25.2-27 (PARK 2),
y al 2p1 3 (PARK 3).
El temblor también puede registrarse con diversos Fisiopatología. Se resume gráficamente en la Fig.
aparatos inscriptores, electromiografía, fotografía, ci­ 11-5. La enfermedad causa pérdida/muerte neuronal
nematografía, estereoscopia luminosa. del sector dopaminérgico y sus receptores. Se conocen
Las emociones y la fatiga influencian el temblor, lo varios subtipos de receptor dopaminérgico que, a
que es útil para descartar casos de simulación; por medida que se han ido identificando han sido clasifica­
ejemplo, si una persona simula un temblor, éste dismi­ dos bajo la letra D seguida de un subíndice numérico:
nuirá con la observación prolongada, por fatiga. Si D 1 , D2, D3, etc. Los receptores de función más estu­
además se le hace efectuar algún movimiento con la diada y conocida son los D 1 y D2 , y se encuentran en el
extremidad que no tiembla, disminuirá el temblor de la putamen, sector externo del núcleo lenticular.
extremidad afectada. La fatiga tiende a exagerar, por La corteza premotora (CPM) es excitatoria del
el contrario, los temblores reales. putamen.
Los receptores D 1 del putamen intervienen en la
Causas de temblor de reposo sinapsis de carácter inhibitorio existente entre el puta­
men y el globo pálido interQo (GPI). Esta sinapsis no
Se mencionarán aquí las entidades clínicas en las tiene estaciones intermedias y es por eso llamada "vía
que predomina el temblor de reposo, más allá de que dopaminérgica directa".
en algunas de ellas pueda detectarse también algún Los receptores D2 del putamen intervienen en var­
grado de temblor de actitud o intencional. El temblor ias sinapsis existentes entre el putamen y el GPI: hay
de reposo se observa en los síndromes parkinsonianos. una primera estación intermedia inhibitoria del globo pá­
Estos pueden ser primarios, como en la enfermedad lido externo (GPE), una segunda estación intermedia,
de Parkinson, secundarios, en los que las manifes­ también inhibitoria, del neoestriado (NST), y una tercera
taciones parkinsonianas tienen causas subyacen­ estación intermedia, esta vez excitatoria, del GPI, re­
tes identificables (parkinsonismos), o asociados, en sultando todo ello en una liberación excitatoria de éste
los que dichas manifestaciones forman parte de un último. Es la llamada "vía dopaminérgica indirecta".
cuadro neurológico más amplio (síndromes Parkin­ El GPI proyecta una sinapsis inhibitoria sobre el tála­
son plus). mo (T). Este último es en cambio excitatorio de la CPM.

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1 1 . MOVIMIENTOS ANORMALES Y SÍNDROMES EXTRAPIRAMIDALES 259

La vía directa D 1 , inhibitoria del GPI, siendo - Temblor.


éste a su vez inhibitorio del T, resulta entonces fun­ - Rigidez.
cionalmente en una liberación excitatoria de la CPM - Bradikinesia o akinesia.
(proyección tálamo-cortical excitatoria).
En cambio, la vía indirecta D2 , excitatoria del GPI, El temblor de reposo es característico en la enferme­
a su vez inhibitorio del T, resulta finalmente en una dad de Parkinson. Es un temblor lento de 4-6 cls, rela­
actividad inhibitoria de la CPM (proyección tálamo­ tivamente amplio y se inicia en la parte distal de los
cortical inhibitoria). miembros. Al comienzo está habitualmente limitado o
En el individuo normal los receptores D 1 predomi­ predomina de un solo lado. El temblor es particularmen­
nan numérica y funcionalmente sobre los D2 . Normal­ te acentuado en el pulgar y el índice y muestra movi­
mente prevalece entonces la actividad primaria de la mientos alternantes de flexoextensión y pronosupina­
vía directa, en última instancia excitatoria, por sobre ción que remedan actos corrientes: cuando el índice se
la actividad reguladora de la vía indirecta, en última flexiona y extiende en contacto con el pulgar adopta la
instancia inhibitoria, sobre la CPM. actitud de "contar dinero". Puede asociarse temblor en
En la enfermedad de Parkinson la pérdida celular labios. El temblor cefálico es menos común.
prepondera netamente en las neuronas D 1 , lo que de­ Suele agregarse un componente de actitud más rá­
sequilibra al putamen hacia el predominio y exceso pido (7-12 c/s), que puede resultar de la acentuación
funcional de la vía indirecta, y por lo tanto hacia la ac­ del temblor fisiológico. No suele haber componente in­
tividad inhibitoria, ya patológica, sobre la CPM. El re­ tencional: el temblor parkinsoniano es visible cuando
sultado es la afectación de la proyección tálamo-corti­ los músculos están en reposo, relajados al máximo, y
cal (desconexión subcortico-cortical), que se traduce desaparece cuando el enfermo mueve sus miembros.
clínicamente por bradikinesia, (por eso el síntoma más También se observa durante la marcha.
característico de la enfermedad), y neuropsicológica­ La rigidez (hipertonía extrapiramidal) fue descripta
mente por lentitud psicomotora y deterioro cognifvo de en el capítulo de tono muscular. Se observa signo de
tipo subcortical (ver síndromes cognitivos). la rueda dentada de Negro en codo, muñeca, rodilla y
pie. Suele ser también asimétrica.
Semiología. Tiene manifestaciones principales y La bradikinesia o akinesia es un fenómeno absolu­
manifestaciones asociadas. Las manifestaciones prin­ tamente típico de la enfermedad. Es condición nece-
cipales son tres:

Normal 1 Parkinson 1

CPM CPM 7
1

1
Putamen Putamen
1

�1 [ED
�c11 [ED

T
1


0 Fig. 11-5, Fisiopatología de la
J.. enfermedad de Parkinson.
Flechas: actividad excitatoria
Topes: actividad inhibitoria
Lineas continuas: actividad
intermedia
Líneas dobles: actividad
acentuada
Líneas intermitentes: actividad
disminuída

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260 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

saria para su diagnóstico: la enfermedad puede no agonistas dopaminérgicos es positiva en los primeros
mostrar temblor o rigidez, pero la ausencia de bradi­ años de la enfermedad. El paciente suele luego llegar
kinesia la pone en tela de juicio. a la invalidez. No son raras las complicaciones por en­
De las tres manifestaciones principales, suele ser la fermedades intercurrentes.
más invalidante y la que más afecta subjetivamente al
paciente. Consiste en la sensación de brusca trabazón Síndromes parkinsonianos secundarios.
o imposibilidad motora al querer iniciar o cambiar de Parkinsonismos
ritmo un movimiento. Típicamente, los pacientes "se
quedan pegados al suelo" al querer caminar, o no pue­ Son procesos con semiología similar a la de la en­
den incorporarse, o se "quedan duros" al alcanzar el fermedad de Parkinson, pero debidos a causas sub­
cordón de la vereda para cruzar la calle, tener que su­ yacentes identificables.
bir a un transporte público o tener que subirse a una Parkínsonismo posencefalítico. Consecuente a en­
escalera mecánica. El síntoma es muy frustrante por­ cefalitis viral epidémica (encefalitis letárgica) que deja
que sorprende al paciente caprichosamente: puede lesiones extrapiramidales secuelares. Las manifesta­
manifestarse o no. A veces los pacientes descubren ciones se presentan meses o años después de la infec­
"trucos" para "desbloquearse": interrumpir y a conti­ ción, incluso luego de cuadros subclínicos, y no tienen
nuación reanudar el movimiento, intentar pasos más la evolutividad de la enfermedad de Parkinson. Se aso­
amplios, elevar los brazos antes de iniciar el movimien­ cia a crisis oculógiras y síntomas vegetativos: sialorrea,
to. Es útil el monitoreo visual: indicarle que trate de po­ sudoración, seborrea. Se describen asimismo trastor­
ner cada paso en determinadas marcas o reparos del nos del sueño y otros movimientos anormales (tics
piso, por ejemplo, en el caso de pisos con diseños al­ [véase fig. 2-1 ], distonías, corea). Poco frecuente en la
ternantes o de baldosas blancas y negras. actualidad, pueden observarse casos aislados en _pa­
Durante el examen puede explorarse haciendo ca­ cientes provenientes de áreas endémicas (Brasil, Afri­
minar al paciente y solicitándole que se dé vuelta ca, Asia). Responde al tratamiento con L-dopa.
bruscamente o que se detenga y vuelva a empezar en Parkínsonísmo vascular (parkínsonísmo arterioscleró­
seguida. Es en esos cambios del ritmo motor en los tíco). Se vincula a enfermedad cerebrovascular. Como
que puede manifestarse la bradikinesia. entidad nosológica independiente es controvertida. Sin
En la enfermedad de Parkinson juvenil y del adulto embargo, es reconocido que pequeños infartos de los
pueden ser más importantes la rigidez y la bradikinesia. ganglios basales pueden causar semiología parkinsonia­
Las manifestaciones asociadas de la enfermedad na. La dificultad en la marcha es quizás la manifestación
de Parkinson consisten en disartria, disminución del más saliente (pequeños pasos, bradikinesia y trastorno
parpadeo y de los movimientos automáticos y asocia­ de reflejos posturales). Hay rigidez pero, a diferencia de
dos. Adiadococinesia (por rigidez simultánea de mús­ la enfermedad de Parkinson, el temblor es raro.
culos agonistas y antagonistas). Facies "fígée" o de ju­ Como los infartos afectan, asimismo, otras estruc­
gador de póker. Aspecto envarado. Marcha de turas corticosubcorticales (enfermedad multivascular,
pequeños pasos que puede tender a la aceleración estado lacunar de Pierre Marie), se agregan otros sig­
(marcha festinante). Reflejo nasopalpebral exaltado e nos centrales: hipertonía piramidal (a veces coexisten
inagotable. Presencia de reflejos palmomentoniano y los signos de la navaja y de la rueda dentada), refle­
de hociqueo. Ausencia de reflejos posturales de de­ jos vivos, signo de Babinski, paratonía, demencia vas­
fensa (el paciente tiende a caer cuando se lo empuja cular. Es frecuente el síndrome supra o seudobulbar.
sin apoyar el pie para evitar la caída). Micrografia. La respuesta a la L-dopa es parcial.
Trastornos vegetativos: sialorrea, sensación de calor, Parkinsonismo farmacológico. Se debe a bloqueo
seborrea (cara de pomada), sudoración. Trastornos farmacológico postsináptico de los receptores dopa­
cognitivos: deterioro subcortical. minérgicos del cuerpo estriado. Los fármacos más co­
Los casos avanzados no ofrecen dificultad en el múnmente involucrados son los neurolépticos o tran­
diagnóstico, pero al comienzo de la enfermedad los quilizantes mayores (fenotiazinas, butirofenonas), los
signos clínicos son sutiles. En los estadios iniciales la sedantes laberínticos (flunarizina, cinarizina), la meto­
rigidez en las muñecas puede ser dudosa. La activa­ clopramida y la amiodarona. En el pasado, la reserpi­
ción del miembro contralateral -maniobra de Ford, na (por depleción dopaminérgica en su caso).
signo de Nojka- puede ser útil para detectar una rigi­ Se presenta con temblor, en este caso más rápido,
dez mínima que, de otro modo, hubiera pasado inad­ predominando por igual en reposo y actitud, y rigidez
vertida. Se deberán buscar las manifestaciones aso­ leve o moderada. Como el efecto farmacológico es
ciadas de la enfermedad como reaseguro diagnóstico. uniforme, los signos suelen ser simétricos, a diferen­
La evolución de la enfermedad es prolongada y cia de lo que se observa en la enfe rmedad de Parkin­
progresiva. La respuesta al tratamiento con L-dopa y son. Hay signos asociados leves.

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11. MOVIMIENTOS ANORMALES Y SINDROMES EXTRAPIRAMIDALES 261

El cuadro suele ceder con la supresión de la medi­ Enfermedad de Wilson


cación, en semanas o meses, según la dosis total y du­
ración de los fármacos recibidos. En el caso de los Etiología y etíopatogenia. Enfermedad heredofami­
neurolépticos, el desbloqueo medicamentoso puede liar de herencia autonómica recesiva. Locus cromosó­
dar lugar más tarde a movimientos anormales por so­ mico 1 3, el defecto es de un gen que codifica una pro­
breestimulación compensatoria (upregulatíon) de los teína transportadora de cobre a través de la
receptores dopaminérgicos largamente bloqueados membrana: el gen ATP?B. Hay diversas mutaciones
(diskinesia oral u oromandibular, véase más adelante). que justifican las variantes clínicas de la enfermedad.
Parkinsonismos tóxicos. La intoxicación por monó­ Es producida por depósitos anormales de cobre en el
xido de carbono (CO) puede dejar como secuela, por sistema nervioso (ganglios basales), hígado y córnea,
necrosis de ganglios basales, un síndrome parkinso­ por déficit de ceruloplasmina plasmática. Anatomopa­
niano de rigidez y akinesia rápidamente progresivos, tológicamente se produce una degeneración esponjo­
días o semanas después de superada la etapa de in­ sa del neoestriado (putamen y caudado).
toxicación aguda. No mejora con L-dopa. Las lesiones Se asocian lesiones extrapiramidales, cirrosis he­
puede observarse en imágenes cerebrales. pática y trastornos del metabolismo del cobre, por lo
La intoxicación con manganeso provoca un síndro­ que se denomina también degeneración hepatolenti­
me parkinsoniano asociado a alucinaciones, labilidad cular progresiva.
emotiva y distonías. Semiología. Comienza entre los 7 y 20 años. Se
El derivado meperidíníco MPTP (melil-fenil-tetrahi­ caracteriza por:
dropiridina) fue causa, en años recientes, de un sín­ - Distonías y disartria iniciales, con posturas anor­
drome parkinsoniano severo en drogadictos. Constitu­ males de los miembros al extenderse o caminar.
ye hoy en día un modelo experimental de enfermedad - Temblor de actitud de tipo característicamente pro­
de Parkinson primaria. ximal en miembro superior ("wing beating tremor" o
El cianuro y el alcohol metílico pueden causar ne­ temblor en batir de alas).
crosis de ganglios basales y síndrome parkinsoniano. - Temblor intencional, disartria, rigidez extrapiramidal,
Parkínsonismo postraumático. Descripto en particu­ bradikinesia, coreoatetosis, eventualmente demencia.
lar en boxeadores y vinculado a microtraumatismos Facies de Wilson con boca entreabierta y sonrisa
cefálicos reiterados. Se produce síndrome parkinso­ fácil.
niano progresivo, con marcadas rigidez y akinesia, y - La cirrosis hepática se reconoce por sus signos
deterioro cognitivo (demencia pugi/ística). Característi­ propios y por las pruebas funcionales hepáticas.
camente, se observa en las imágenes dilatación del Anillo pericorneal de color verde pardusco de 1 a 2
cavum septum pellucidum, el pequeño espacio que se­ mm (anillo de Kayser-Fleischer), que puede obser­
para las dos hojas del septum divisorio de los ventricu­ varse a simple vista o con lámpara de hendidura.
los laterales. Está presente en casi todos los pacientes que tie­
Se describe también temblor postraumático, en pa­ nen signos neurológicos, pero puede observarse
cientes que han sufrido un traumatismo de cráneo, ge­ también en la cirrosis biliar primaria.
neralmente moderado o grave, causante de lesiones - Suele haber anemia hemolítica con reacción de
en el tronco cerebral que pueden ser identificables en Coombs negativa.
RMI. El temblor aparece semanas o meses después Hipercupruria (más de 100 microgramos/24 horas); hi­
del traumatismo, ya que el mecanismo de lesión pare­ percuprorraquia; hipocupremia (menos de 80 mg %);
ce vincularse a degeneración walleriana de instalación descenso de ceruloplasmina plasmática (menos de
progresiva. Es un temblor de reposo, estable, irregular, 20 mg %).
a veces intermitente, de amplitud variable, unilateral y Evoluciona irregularmente, con exacerbaciones.
contralateral a la lesión (temblor focal), acompañado La duración de la enfermedad es de dos a cuatro años
de rigidez extrapiramidal leve o moderada. desde la aparición de los sintomas, aunque en la ac­
tualidad la terapéutica con quelantes (penicilamina,
Síndromes parkinsonianos asociados. trientina) y dieta pobre en cobre ha mejorado la sobre­
Parklnson plus vida. Se puede curar con trasplante hepático.
En estos síndromes las manifestaciones parkinso­ Parálisis supranuclear progresiva (enfermedad de
nianas · integran un cuadro neurológico más amplio, Steele-Richardson-O/szewski, 1964)
correspondiente a otras enfermedades degenerativas.
A las manifestaciones parkinsonianas se agregan ma­ Etiología y etiopatogenia. Esporádica y raramente
nifestaciones correspondientes a otras estructuras del hereditaria, suele afectar a varones entre los 50 y 70
sistema nervioso central. años de edad. Las lesiones consisten en degenera-

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262 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

ción neurofibrilar neuronal en cuerpo estriado, sistema -Síndrome de Shy-Drager


reticular y locus niger. Etiología y etiopatogenia. Degenerativa, de heren­
Semiología. Combina: cia incierta, afecta fundamentalmente al sistema ner­
- Síntomas parkinsonianos akinéticos. vioso autónomo, con compromiso de las neuronas
Caídas hacia atrás (retropulsión) por pérdida de simpáticas del asta intermediolateral de la médula.
reflejos posturales. Más frecuente en varones (2/1 ). Las lesiones afectan
Parálisis supranuclear de la mirada, en particu­ ganglios espinales, corteza cerebral, cerebelo, locus
lar de la vertical. niger y fibras olivopontocerebelosas.
- Demencia subcortical. Semiología. Comienza en la edad media o avanza­
Generalmente se instala, al principio, un síndrome da. Muestra:
parkinsoniano con lentitud motora lentamente progre­ - Hipotensión ortostática: mareos, trastornos de
siva, que evoluciona en el plazo de años a una akine­ la visión, síncopes posturales.
sia grave. El temblor es raro. - Hipotensión arterial en posición de pie, hiperten­
Característicamente, dentro de los dos años de co­ sión arterial en decúbito (hipertensión supina).
mienzo, aparece parálisis de la mirada voluntaria vertical, - S indrome parkinsoniano.
inicialmente hacia abajo. Esto suele asociarse a manchas Disautonomía progresiva: anhidrosis, impoten­
o suciedad en la ropa (signo de la corbata o blusa sucias), cia, constipación, incontinencia, anomalías pu­
por imposibilidad de mirar hacia abajo en el momento de pilares.
comer. La mirada refleja involuntaria, que se explora ha­ - Signos piramidales, trastornos oculomotores y
ciéndole fijar al paciente la mirada en un punto y movien­ atrofia del iris.
do pasivamente la cabeza, está preservada. Esto excluye
una oftalmoplejía nuclear o periférica. La oculomotricidad Variante de Westphal de la enfermedad de Huntington
evoluciona lentamente a una oftalmoplejía total.
Se agregan distonía cervical en hiperextensión, re­ La enfermedad o corea de Huntington se describe
tropulsiones o caídas hacia atrás, una sonrisa distóni­ en la sección de coreas, siendo ésa su manifestación
ca con arrugas nasolabiales profundas (en vez de los principal. Existe sin embargo una variante que se pre­
surcos planos de la enfermedad de Parkinson), apra­ senta, por el contrario, con rigidez y akinesia.
xia de la apertura palpebral y blefaroespasmo.
Con el tiempo se va instaurando una demencia Síndrome (antiguamente enfermedad) de
subcortical con disartria marcada y trastornos de la Hallervorden-Spatz
deglución. El ritmo vigilia-sueño puede alterarse. En la
mitad de los casos hay signos piramidales y también Etiología y etiopatogenia. Representa un grupo de
cerebelosos, y la muerte sobreviene al cabo de pocos entidades degenerativas asociadas a acumulación de
años. No responde a L-dopa. hierro, lipofucsina y neuromelanina en el locus niger y
globus pal/idus. Se divide en:
Atrofias multisistémicas a) Neurodegeneración asociada a pantotenatoki­
nasa (Pantothenate kinase associated neurode­
Comprenden la atrofia olivopontocerebelosa, que generation, PKAN). Debidas a mutación en el
no tiene en principio manifestaciones parkinsonianas gen que codifica la pantotenatokinasa 2, enzima
y fue incluida en las Heredoataxias de herencia auto­ que regula la síntesis de coenzima A desde el
sómica dominante (véase Ataxias), la degeneración pantotenato o ácido pantoténico (vitamina B5).
estrionlgrica y el síndrome de Shy-Drager. Sus mani­ Locus cromosómico 20p13.
festaciones pueden superponerse. b) Neurodegeneración por acumulación de hierro,
-Degeneración estrionígrica (1961) cuando no se identifica déficit enzimático.
Etiología y etiopatogenia. Degenerativa, de heren­ Semiología. En ambos casos las manifestaciones
cia incierta, con compromiso de putamen y locus ni­ incluyen:
ger, y participación ocasional de la oliva bulbar, la pro­ - comienzo en las dos primeras décadas;
tuberancia y el cerebelo. - síndrome parkinsoniano con temblor, distonía;
Semiología. Síndrome parkinsoniano akinetorrígi­ - piramidalismo;
do sin temblor, acompañado a veces de signos pirami­ deterioro cognitivo;
dales o cerebelosos. Los enfermos presentan un clá­ - relinopatía pigmentaria;
sico estridor laríngeo. La RMI puede mostrar atrofia e acantocitosis en sangre periférica;
hipointensidad putaminal. No responde a L-dopa por­ - en RMI-T2: hipodensidad palidal y en locus ni­
que el proceso afecta también a los receptores dopa­ ger, rodeando hiperdensidad central (signo del
minérgicos postsinápticos. ojo de tigre), que constituye un hallazgo típico;

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11. MOVIMIENTOS ANORMALES Y SÍNDROMES EXTRAPIRAMIDALES 263

- histiocitos de color azul marino en la médula Diferencias entre el temblor parkinsoniano y el


ósea (por acumulación de lipofucsina). esencial. La diferenciación del temblor esencial con el
parkinsoniano es a veces difícil en la práctica clínica
Causas de temblor de actitud diaria, porque existen componentes de actitud e inten­
cional en el temblor parkinsoniano, así como compo­
Como en el caso del temblor de reposo, se desarro­ nente de reposo en el esencial. Para el diagnóstico di­
llarán las entidades en los que el temblor de actitud ferencial del temblor son a veces de mayor utilidad la
predomina o es la manifestación principal. Puede ser presencia o ausencia de algunos signos asociados
de origen primario, o deberse a diversas causas que (marcadores) que las características semiológicas del
en general tienen como mecanismo subyacente una temblor mismo. En el cuadro 1 1 -2 se sintetizan algu­
acentuación o sobreestimulación del tono adrenérgico. nas características diferenciales entre el temblor par­
kinsoniano y el esencial.
Temblor de actitud primario: temblor esencial
Temblores de actitud secundarios:
Etiología y etiopatogenia. Es heredofamiliar en al­ la sobrecarga adrenérgica
rededor de la mitad de los casos, con herencia auto­
sómica dominante. Raramente juvenil, comienza en la Etiología y etíopatogenia. Normalmente existe un
edad media de la vida, y su mecanismo es descono­ muy leve temblor de actitud cuando se extienden los
cido, aunque se ha observado aumento de la activi­ miembros, considerado fisiológico, que puede exacer­
dad metabólica cerebelosa en estudios con tomogra­ barse en condiciones patológicas. Los temblores de
fía por emisión de positrones (PET). actitud secundarios se deben mayoritariamente a
Semiología. Típico temblor de actitud que el pacien­ acentuación , hiperfunción o hipersecreción adrenérgi­
te nota cuando sostiene un vaso, alcanza una taza o lee ca. Las entidades siguientes que se les asocian cau­
el diario. Afecta dedos y manos, raramente otras partes san esta disfunción.
del cuerpo. Es un temblor de 4-10 c/s, fino o amplio. Ansiedad y fatiga. Durante períodos de ansiedad
También se manifiesta al escribir (componente intencio­ (nerviosismo, emociones, ataques de pánico) y fatiga
nal), a veces como única expresión. La escritura puede (exceso de actividad física, privación de sueño), pue­
tornarse dificultosa e imposible y este temblor suele ser de sobrevenir un temblor fino y rápido en manos. No
rebelde al tratamiento. Puede ser inicialmente asimétri­ es más que la acentuación del temblor fisiológico.
co, y si es intenso acompañarse de un componente in­ Fiebre. Hay que recordar que la fiebre es un sín­
tencional o aun, más raramente, de reposo, y de temblor drome que se acompaña de otras manifestaciones
vocal, por compromiso del diafragma. Se acentúa con además del aumento de la temperatura corporal. De
los años. En un 50% de los casos hay leve rueda den­ lo contrario se trataría sólo de hipertermia, como por
tada en el codo, probablemente por acentuación del re­ ejemplo la del ejercicio.
flejo postura! del brazo. Suele responder a p-bloquean­ El síndrome febril se acompaña de un aumento de
tes, por lo que probablemente interviene un mecanismo descarga adrenérgica que origina taquicardia, hiperten­
adrenérgico en su génesis. También mejora, tipicamen­ sión sistólica (efecto hiperdinámico, "eretismo cardía­
te, con el alcohol. No suele ser invalidante pero sí social­ co"), exacerbación psicomotora y temblor de actitud.
mente incómodo, por la imagen de ancianidad que cul­ Fármacos. De acción adrenérgica, como los bron­
turalmente se le asocia ("temblor senil"). codilatadores. Los psicoestímulantes, en particular los
Una variante de temblor esencial es el denominado llamados estupefacientes adictivos, de uso prohibido
temblor ortos/ático que se presenta en las extremida­ (anfetaminas, cocaína, crack, heroína), generan una
des inferiores únicamente cuando el enfermo adopta la fuerte estimulación adrenérgica. Los antidepresivos tri­
posición erecta, y desaparece al sentarse, caminar o cíclicos (imipramina, amitriptilina), inhibidores de la re­
apoyarse. captación dopaminérgica, originan temblor de actiiud.

Cuadro 11-2. Diagnóstico diferencial entre temblor parkinsoniano y temblor esencial


Semiología Temblor parkinsonlano Temblor esencial
Falta de balanceo Presente Ausente
Amimia Presente Ausente
Rueda dentada Presente (sobre todo en muñeca) A veces presente en codo
Reflejo nasopalpebral Exaltado e inagotable Normal
Actitud en flexión Presente Ausente
Adiadococinesia Presente Ausente
Trastornos vegetativos Presentes Ausentes

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¿El paciente presenta ,-j ¿Hay antecedentes de traumatismo craneoencefálico previo? Sí Sospeche: temblor postraumático �
movimientos involuntarios,

¿Hay antecedentes de ingestión de alcohol y estigmas

H
rítmicos y oscilatorios,
alrededor de un eje de
u,
rn
Sospeche: alcoholismo,
equilibrio? enólicos y/o el temblor se acompaña de agitación, deliñum trémens o
;::

+ desorientación, alucinaciones e hipertermia? :;

�I
e,

¿El temblor coexiste con movimientos distónicos y


)>
Diagnóstico: Temblor
p:!
e

coreoatetósicos y manifestaciones hepáticas?


i-
Pida: dosificación de

1�
ceruloplasmina, cupremia y ¿El temblor se
u,

�, ¿Existe componente de
¡¡;
cupruria incrementa luego de
actitud?
¿El temblor es fino y rápido y se asocia a taquicardia,
la suspensión de la

sudoración y enflaquecimiento?
medicación
z

Q
rn

neuroléptlca?
:l'!
Si Descarte: hipertiroidismo o

1 li
u,
Sí o

::::1 1
f-1
Pida: determinación de
Sospeche: parkinsonismo
hormonas tiroideas en plasma

¿El examen demuestra


1
H Sospeche: lesión cerebelosa o de sus vías
(T4, T3 y T4 libre)
¡;;I
3

la presencia de temblor �
intencional?
H Descarte: enfermedad de Wílson
Sospeche:
,E'
o

1 ¿Existe diskinesia bucolingual? Sí temblor


� o
¿Hay antecedentes de drogas (neurolépticos, bloqueantes sTT tardío
i-- cálcicos -dnarizina, flunarizina-, reserpina, antidepresivos
tricíclicos, litio, amiodaroná, difenilhidantoina) o tóxicos
.... µi..jSospeche: temblor farmacológico
I+- (alcohol, manganeso, monóxido de carbono, MPTP, plomo,
arsénico, mercurio, fósforo)?
�1 Sospeche: temblor tóxico
1
F-1 Sospeche: temblor esencial
1 1
¿Existe el fenómeno de la rueda
dentada al examen clinico?
-
¡

'--1 �I
Si
¿El temblor adopta la actitud de ·contar dinero" y/o se
¡. asocia a falta, disminución o asimetría en la amplitud del ¿Hay antecedentes hereditarios y
¿El paciente presenta
Sospeche:
I Sí movimiento de balanceo de brazos durante la marcha, temblor de voz, ortostátlco y/o de Sí
componente de reposo? 1
temblor ¡
adiadococinesia, amimia y/o exaltación del reflejo cabeza? esencial
1�
nasopalpebral? �Sospeche: síndrome parkinsoniano
No • 1

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11. MOVIMIENTOS ANORMALES Y SÍNDROMES EXTRAPIRAMIDALES 265

Hipertiroidismo. Temblor manual de actitud, rápido, Tem blores mixtos


de 9-12 cls y pequeña amplitud. Aumenta a veces con
los movimientos intencionales. Se asocian los demás Se han mencionado algunas afecciones que se ex­
signos de hipertiroidismo, como taquicardia, sudora­ presan por un temblor que muestra más de un compo­
ción, exacerbación psicomotora, signos oftálmicos y nente. Cuando éstos se manifiestan proporcionalmen­
descenso de peso, pero a veces ellos no se presen­ te el temblor es de tipo mixto. Los temblores mixtos
tan, por lo que es recomendable dosar las hormonas también pueden deberse a la coexistencia de más de
tiroideas en plasma frente a un temblor de actitud de una causa de temblor, como en un paciente que ade­
causa dudosa. más de temblor esencial tiene un parkinsonismo. El
Alcohol. En la fase de deprivación (o privación) de la diagnóstico en estos casos debe ser muy cuidadoso,
intoxicación alcohólica aguda, luego de la súbita inte­ para no confundir un temblor unicausal con más de un
rrupción de la ingesta de alcohol por vómitos o gastritis componente semiológico, con un temblor pluricausal .
aguda, se produce un cuadro de marcada hiperfunción
adrenérgica vinculado al brusco descenso de la alcoho­ Asterixis o f/apping tremar
lemia. Aparece un síndrome confusional (delírium tré­
mens) caracterizado por agitación, desorientación, alu­ Este temblor característico se observa fundamen­
cinaciones, sudoración, taquicardia, hipertermia y talmente en la insuficiencia hepática crónica, pero
temblor generalizado, rápido y de amplitud mediana. El también en la insuficiencia respiratoria y renal y en los
cuadro responde francamente a �-bloqueantes. síndromes de malabsorción. Tiene un mecanismo fi­
En el alcoholismo crónico puede observarse tem­ siopatológico particular.
blor matinal rápido, poco amplio, de 6-8 cls asociado Consiste en la caída escalonada o intermitente, des­
a temblor lingual. de una postura en extensión o flexión dorsal máxima, de
Hipertensión arterial. El hipertenso suele tener una la mano y dedos. Cuando en su trayecto la mano cae
hiperfunción adrenérgica subyacente, que se acentúa por debajo de la línea horizontal del brazo, una contrac­
cuando las cifras tensionales son elevadas. En estas ción muscular la lleva nuevamente a un punto más alto.
circunstancias puede producirse temblor de actitud Este temblor se debe a un fenómeno de inhibición
(hipertensión no controlada). intermitente de los extensores de la mano: durante los
períodos cortos de inhibición la mano cae por efecto
Causas de temblor intencional de la gravedad y esa caída se interrumpe por otros
períodos cortos de contracción, que la levantan cuan­
El temblor intencional o cinético predomina o es la do desciende por debajo de la línea horizontal del bra­
manifestación principal de las siguientes entidades. zo. Este proceso intermitente continúa hasta que la
Enfermedades espinocerebelosas. El temblor inten­ mano baja al máximo ángulo posible con la muñeca.
cional, expresión de ataxia, constituye uno de los ele­ Todo el proceso recuerda una forma de aleteo: de ahí
mentos del síndrome cerebeloso y de la ataxia medu­ el nombre inglés de "flapping".
lar (véase Ataxias). Se lo observa así en las
heredoataxias, esclerosis múltiple, tumores, absce­ Temblor en las afecciones funcionales
sos, infartos, hemorragias o atrofias del cerebelo, de­
generación combinada. Cuando el grado de ataxia es Figuran en este grupo el temblor de la histeria y las
intenso puede haber componente de temblor de actitud. neurosis. El temblor histérico es esencialmente poli­
Temblor rubra/. La lesión del núcleo rojo en el teg­ morfo: unas veces consiste en oscilaciones leves y rá­
mento mesencefálico se manifiesta por temblor am­ pidas, asemejándose al temblor del hipertiroidismo,
plio y lento (3-5 c/s) en las extremidades contralatera­ otras veces recuerda el temblor parkinsoniano y otras
les y eventualmente tronco. Presenta un componente el del síndrome cerebeloso. Puede ser localizado o
de reposo pero característicamente aumenta con la generalizado y su comienzo suele vincularse a u n
intención. Parece deberse principalmente a una afec­ trauma psíquico. S u polimorfismo y variabilidad permi­
tación de vías cerebelófugas. ten sospechar su diagnóstico, junto a otras caracterís­
Intoxicación mercurial crónica. Temblor intencional ticas: comienzo abrupto, sintomatología incongruente,
con componente de actitud. Se inicia por la cara, las ausencia de otros signos neurológicos, mejoría del
manos y los brazos y se generaliza luego, determi­ movimiento por distracción, habilidad selectiva para
nando, cuando es muy acentuado, titubeación en la desarrollar determinadas tareas que contrasta con la
marcha, balbuceo al hablar e imposibilidad de escribir. severidad del cuadro, presencia de somatización Y en­
Excepcionalmente se lo observa en la intoxicación fermedad psiquiátrica, remisiones espontáneas Y me­
mercurial medicamentosa. joría con psicoterapia.

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266 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Reglas útiles respecto al diagnóstico del temblor. La corea puede afectar músculos del lenguaje, res­
Además de la identificación de las características se­ piratorios y de la deglución, y entonces el modo de ha­
miológicas de cada tipo de temblor, debe recordarse blar se perturba, la respiración se hace arrítmica y
que para su diagnóstico diferencial pueden a veces aparecen trastornos deglutorios.
resultar de mayor utilidad la presencia o ausencia de En ocasiones sólo se afecta un hemicuerpo (hemi­
algunos signos asociados, que adquieren el valor de corea).
marcadores clínicos. El algoritmo de la página anterior Las coreas se deben a lesiones que asientan princi­
sirve de base para un diagnóstico correcto. palmente en el núcleo caudado y pu/amen (neostriatum).

Causas de corea
Corea
Corea o enfermedad de Huntington
Definición
Etiología y etiopatogenia. Enfermedad heredofami­
- Del griego korea: baile. liar de herencia autosómica dominante y penetrancia
- Movimientos involuntarios bruscos, rápidos, completa. Locus cromosómico 4, con expansión de
arrítmicos, irregulares. tripletes CAG. Se produce una atrofia progresiva del
- Amplios y predominantes en la raíz proximal en núcleo caudado (estado fibroso de Vogt) y atrofia cor­
los miembros. tical difusa.
- Sin finalidad aparente. Semiología. Se inicia en la adultez (25-40 años),
- Poco o no dominables por la voluntad. con movimientos coreicos crecientes que afectan al
Aparecen tanto durante el reposo o interfiriendo comienzo cara y miembros superiores. Se agregan
con un movimiento voluntario normal, como la deterioro cognitivo, en particular de la atención y ca­
marcha (marcha de clown). pacidad visuoespacial, con relativa preservación de la
- Se exacerban por factores emocionales. memoria (a diferencia de la enfermedad de Alzheimer,
Cesan durante el sueño. véase Síndromes cognitivos) y trastornos de conduc­
ta, como desinhibición, irritabilidad y agresividad. Evo­
Si se afectan los músculos de la cara, la frente, la bo­ luciona hacia la demencia.
ca y los ojos se mueven o deforman por instantes, en for­ Se afectan todas las generaciones, por lo que es
ma de mueca. Si se afectan los miembros superiores, los importante el consejo genético para aquellos miem­
hombros se encogen, los brazos giran, se doblan, se ele­ bros de las familias afectadas que no deseen tener hi­
van, las manos son llevadas hacia adelante o atrás. El jos. Lamentablemente, sin embargo, para el momento
coreico no puede mantener una contracción sostenida de inicio de los síntomas los pacientes ya suelen ha­
como el puño uniformemente cerrado (efectuando movi­ ber tenido descendencia.
mientos de flexoextensión de los dedos: signo del orde­ La evolución progresiva es inexorable y el trata­
ñadory, o su lengua protruida por espacio de 20 segun­ miento sólo sintomático.
dos. En los miembros inferiores se levanta la punta del
pie, rota la pierna o flexiona la rodilla. La hipotonía mus­ Otras coreas hereditarias
cular favorece la amplitud de los desplazamientos.
La aparición de estos movimientos es facilitada por Enfermedad de Wilson (véase Temblor), ataxia telan­
la prueba del cálculo mental que consiste en hacer giectásica o síndrome de Louis-Barr (véase Ataxias).
contar por intervalos (por ejemplo, de 10 en 1 O). Esta Síndrome de Lesch-Nyhan: heredofamiliar, de
prueba, por el contrario, disminuye los tics, que pue­ herencia recesiva ligada al cromosoma X, afecta a
den confundirse con movimientos coreicos. niños varones antes del año de edad. Hay déficit de
h i poxa n t i n a-g u a n i n a-fosfo-ribosi l-tra n sferasa
Charco! afirmaba (Leqons du Mardi, 1 888): "Entre el tic y (HGPRT). Asocia retardo mental, espasticidad, co­
la corea hay un abismo; no lo olviden, porque se trata de reoatetosis, automutilación compulsiva e hiperuri­
afecciones a las que se les da a veces, muy equivocadamen­ cemia.
te, el mismo nombre, y cuyo pronóstico es muy diferente".

En las coreas incipientes los movimientos son mí­ Corea de Sydenham


nimos, como contracciones irregulares de los tendo­ (corea menor, mal de San Vito)
nes del dorso del pie o premaleolares (baile de los
tendones). Esta observación es útil para hacer el diag­ Etiología y etiopatogenia. Se relaciona con la fiebre
nóstico diferencial con procesos psíquicos. reumática, de la cual es un criterio diagnóstico mayor,

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1 1 . MOVIMIENTOS ANORMALES Y SINDROMES EXTRAPIRAMIDALES 267

y la infección estreptocócica. La patología revela le­ Síndrome antifosfolípidos y lupus eritematoso


siones inflamatorias en corteza cerebral, cerebelo, tá­
lamo y, sobre todo, cuerpo estriado, particularmente El síndrome antifosfolípidos asocia:
en el caudado. - Abortos espontáneos a repetición.
Semiologia. Es más frecuente en niñas. Comienza - Livedo reticularis o racemosa: aspecto reticula-
entre los 6 y 12 años, de manera brusca o insidiosa, do violáceo de los vasos de las extremidades,
con cambios de carácter y luego movimientos coreicos, que puede ser agravado o inducido por el frío.
primeramente en manos, después en miembros y cara, Trombosis arteriales o venosas sistémicas.
que pueden predominar en un hemicuerpo, e hipotonía. • En algunos casos, corea por compromiso de
Se describen también: ganglios basales.
Signo de Wilson o de los pronadores: pronación Se produce por un estado protrombótico reactivo,
marcada de la mano cuando se le solicita al pa­ secundario a la presencia de autoanticuerpos inhibi­
ciente que eleve ambos miembros superiores dores de la coagulación (anticardiolipinas, antifosfati­
extendidos sobre su cabeza, con las manos dilserina, antifosfatidilcolina, antifosfatidilinositol). In
también extendidas y en semipronación. vitro se detecta prolongación del tiempo de coagula­
Reflejo tónico de Gordon: la pierna se mantiene ción, que no corrige cuando se agrega plasma normal,
en extensión durante varios segundos, después lo que confirma la presencia de inhibidor en el plasma
de haber percutido el tendón rotuliano. del paciente. Originalmente este inhibidor fue denomi­
Refuerza el diagnóstico el hallazgo de títulos eleva­ nado anticoagulante lúpico por haberse hallado por
dos de antiestreptolisinas (ASTO). Evoluciona favora­ primera vez en pacientes con lupus eritematoso dise­
blemente, mejorando en un lapso de 2 a 6 meses. minado.

Corea farmacológica por L-dopa Otras causas de corea


Es la causa actual más frecuente de corea, por la Encefalitis, tirotoxicosis, policitemia vera, hipopara­
abundancia de pacientes parkinsonianos tratados. La tiroidismo. La corea acompaña al síndrome de Bene­
corea se produce por la medicación dopaminérgica dikt (véase Motilidad) y al síndrome talámico de Déje­
(L-dopa). No hay relación entre la dosis administrada rine-Roussy del lado afectado (véase Sensibilidad). En
y la aparición de movimientos coreicos. A veces se el pasado se ha mencionado la corea senil en pacien­
produce el llamado fenómeno "on-off', caracterizado tes añosos, de nosología dudosa.
por la alternancia brusca de movimientos coreicos
amplios de duración variable (etapa "on") y rigidez ex­ Corea conversiva o histérica
trapiramidal (etapa "off'). Estos ciclos "on-off' suelen
repetirse varias veces en el día. Pueden eventual­ Es atlpica, sus movimientos son más rítmicos, este­
mente evitarse reduciendo la medicación en forma mí­ reotipados, intencionados o reconocibles. La influencia
nima, sólo que a menudo ello sume al paciente nue­ de la sugestión y los demás estigmas histéricos per­
vamente en rigidez severa o akinesia. No es del todo miten su identificación.
clara la causa del fenómeno "on-off', pero parece re­
lacionarse con altibajos en la concentración plasmáti­
ca de dopamina proveniente de la L-dopa administra­ Atetosis
da por vía oral, correspondiendo la etapa "on" a
concentraciones elevadas y la etapa "off' a concentra­ Definición
ciones bajas. Tanto estas oscilaciones como el "on­
off' han podido ser evitados mediante la administra­ - Del griego athetos: sin posición fija.
ción endovenosa de L�dopa en infusión continua. Movimientos involuntarios lentos, replantes, arrít­
Otras coreas farmacológicas. Anticonceptivos ora­ micos, irregulares.
les (estrógenos), difenilhidantoínas, litio. - Amplios y predominantes en el sector distal de los
miembros (dedos de mano y pie}, lengua, cara y
Corea gravídica fauces.
- Se pueden acentuar con los movimientos volunta­
Aparece en los primeros meses de embarazo. A rios y el habla (efecto desborde o rebalsamiento).
menudo se trata de pacientes que tienen anteceden­ Poco o no dominables por la voluntad.
tes de corea de Sydenham. Se asocian a veces tras­ El carácter fundamental es su lentitud, con exten­
tornos mentales. Desaparece con el parto, pero pue­ sión-pronación y flexión-supinación de brazos, fle­
de recidivar en embarazos ulteriores. xoextensión de dedos, y eversión-inversión de pies.

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268 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

En esencia no difieren mucho de los movimientos co­ Otras causas de atetosis son las encefalitis y la en­
reicos, de los que pueden ser difíciles de diferenciar, fermedad de Wilson.
y con los que pueden coexistir (coreoatetosis), así co­
mo con el agregado de distonía.
Las lesiones causantes asientan en globus pal/idus, Hemibalismo
subtálamo, núcleo rojo y cuerpo estriado.
Definición
Causas de atetosis
- Del griego hemi: mitad; bailo: sacudir.
Puede ser unilateral (hemiatetosis) o bilateral (ateto­ - Movimientos involuntarios muy amplios, violen-
sis doble). tos, de brazo o pierna en un hemicuerpo.
Los movimientos remedan los que ejecuta el lanza­
Estado marmóreo (status marmoratus, état dor de bala o disco en los juegos atléticos.
marbré, síndrome de Cecilia Vogt)
Causas de.hemibalismo
Etiología y etiopatogenia. Se vincula a hipoxia ce­
rebral, generalmente pre o perinatal (encefalopalía hi­ Etiología y etiopatogenia. Lesión del cuerpo o núcleo
póxica). Origina isquemia y necrosis, con posterior subtalámico de Luys contralateral al movimiento, que
gliosis y condensación de fibras mielinicas en los gan­ ocasiona desinhibición funcional del globus pal/idus.
glios basales, que les otorgan un aspecto marmóreo. Habitualmente causado por infarto o hemorragia,
Esta evolución anatomopatológica no se completa si­ pero también eventualmente por cirugía o tumor.
no durante el primer año de vida, es decir durante el Semiología. Comienza en forma aguda en relación,
período de mielinización cerebral. generalmente, con lesiones vasculares. A veces se
Semiología. Atetosis doble que se manifiesta hacia el produce una lesión que compromete, al mismo tiem­
final del primer año de vida o después, en forma crecien­ po, al haz piramidal y al cuerpo de Luys. En estos ca­
te, en un contexto de espasticidad, déficit motor central y sos el hemibalismo aparece cuando se produce la re­
retardo madurativo (parálisis cerebral, véase Síndromes gresión del compromiso motor piramidal: el paciente
semiológicos de otras afecciones del sistema nervioso). mejora su fuerza sólo para terminar desarrollando un
Puede predominar la atetosis o el déficit motor. hemibalismo progresivo.
· Cuando el balismo es, excepcionalmente, bilateral,
Kernícterus y estado desmíelínízado (status recibe el nombre de parabalismo.
dysmielínatus)

Etiología y etiopatogenia. Hiperbilirrubinemia se­ Oistonías


vera (>25 mg%) causada por eritroblastosis fetal se­
cundaria a incompatibilidad sanguínea Rh o ABO, o Defi nición
por hiperbilirrubinemia primaria congénita (síndrome
de Crigler-Najjar, por déficit de glucuronil transferasa, - Contracciones musculares espasmódicas y simul­
necesaria para la conjugación de la bilirrubina). táneas de músculos agonistas y antagonistas.
Lesión, pérdida de fibras mielínicas y gliosis en glo­ - Típicamente, imprimen a los segmentos afecta­
bus pal/idus, tálamo, núcleo subtalámico de Luys, nú­ dos una actitud de torsión.
cleos ocúlomotores y coclear, producidos por hiperbi­ - Pueden ser sostenidas o intermitentes.
lirrubinemia indirecta (no conjugada), que es tóxica - Se desencadenan o agravan con el movimiento
para el sistema nervioso central. voluntario.
Semiología. Antecedente de severa ictericia neo­ - Pueden ser dolorosas.
natal (2º o 3er, día de vida) y cuadro estuporoso. Pos­ - Pueden ceder con determinados estímulos tác-
terior retardo mental y motor. Atetosis o coreoatetosis tiles que los pacientes se autoaplican (truco
doble, distonía, ataxia en grados variables. Típica­ sensitivo).
mente se agregan hipoacusia y parálisis de la eleva­
ción conjugada de la mirada. Clasificación
Hemíatetosis Por su semiología:
Distonía generalizada: se afectan miembros,
Se observa generalmente en un miembro afectado de tronco, cuello y cara.
hemiplejía, sobre todo en la hemiplejía cerebral infantil. - Distonía focal: se afecta sólo un segmento corporal.

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11. MOVIMIENTOS ANORMALES Y SINDROMES EXTRAPIRAMIDALES 269

Por su etiología: Distonías generalizadas secundarias


- Distonías primarias.
- Distonías secundarias. Enfermedad de Wilson. Descripta en la sección de
- Distonía psicógena. Temblor, las manifestaciones son secundarias al tras­
torno del metabolismo del cobre.
Causas de distonía Encefalopatía hipóxica pre o perinatal.
Tóxicas. Monóxido de carbono, manganeso.
• Distonías generalizadas Lesiones vasculares, tumorales, posinfecciosas,
desmielinizantes, traumáticas.
Pueden ser primarias o secundarias.
• Distonías focales o segmentarías
Distonías generalizadas primarias
Son en principio primarias, esenciales o idiopáti­
Distonía de torsión primaria {dystonia musculorum cas, pero se han señalado antecedentes familiares
deformans, disbasia lordótica progresiva, hasta en un 25% de los casos. En algunos casos se
enfermedad de Oppenheim, DYT1) han vinculado a lesiones focales.
Distonía cervical (tortícolis espasmódico). Distonía
Etiología y etiopatogenia. Heredofamiliar, de he­ consistente en espasmos involuntarios lentos, intermi­
rencia autosómica dominante y penetrancia incomple­ tentes y, por lo común, dolorosos de los músculos del
ta, predomina en familias de origen judío askenazi, en cuello (esternocleidomastoideo y otros) y, a veces
las que la prevalencia es 5-1 O veces mayor que en la también, de la cintura escapular, que ocasionan pos­
población general. Locus cromosómico: brazo largo turas anómalas de torsión del cuello en rotación, late­
del cromosoma 9 (9q34). ralización (lateroco/is), hiperflexión (anterocolis) o hi­
Semiología. Comienza habitualmente en la infan­ perextensión (retrocolis). Los músculos distónicos se
cia, o eventualmente adolescencia, con espasmos de hipertrofian con el tiempo y esto es visible en el exa­
torsión en miembros inferiores, que se extienden pro­ men. Se asocia temblor cefálico, que a menudo es la
gresivamente a miembros superiores, tronco y cuello, manifestación inicial. Los pacientes inhiben el espas­
y se agravan con el movimiento voluntario. Las postu­ mo temporariamente tocándose la mandíbula como
ras cambian constantemente en relación con la varia­ truco sensitivo (geste antagoniste), o también colo­
ción de los espasmos. Es severa y la torsión importan­ cándose algo en la boca, tironeándose los cabellos o
te de los segmentos afectados impide las posiciones apoyándose en un respaldo. Socialmente es motivo
normales, como por ejemplo el decúbito dorsal. En la de situaciones embarazosas porque la postura cervi­
postura erecta se observa una lordosis acentuada que cal adoptada simula a veces un movimiento de rota­
se intensifica en la marcha. Ésta muestra un movi­ ción voluntaria, como si el paciente estuviera mirando
miento de balanceo anteroposterior (marcha de dro­ adrede a otras personas. Se puede asociar a blefaros­
medario). El tratamiento es sintomático, fundamental­ pasmo, distonla oromandibular o laríngea. Es mayori­
mente con toxina botulínica, y la evolución prolongada. tariamente idiopática, pero ocasionalmente se vincula
a traumatismos, artrosis, artritis o radiculopatías cervi­
Otras distonías generalizadas hereditarias: distonfa cales, tumor o lesión vascular mielocervical o de fosa
con respuesta a L-dopa (enfermedad de Segawa, posterior, siringomielia.
dopa-responsive dystonia, DRD) Blefarospasmo {distonfa palpebral, síndrome de
Meige). Espasmos de oclusión involuntaria de los orbi­
De herencia autosómica dominante vinculada al cro­ culares de los párpados. Inicialmente suelen ser mati­
mosoma 14. Hay una forma recesiva vinculada a una nales e intermitentes, luego se van haciendo de dura­
mutación en el gen de la tiroxina-hidroxilasa. La edad de ción creciente hasta llegar al espasmo continuo, que
comienzo y manifestaciones son similares a las de la interfiere con la visión ocasionando ceguera funcional.
distonía de torsión primaria, pero en una etapa posterior Los pacientes "se abren los párpados con los dedos",
se agregan signos parkinsonianos (rigidez, bradikinesia) con el índice y pulgar de cada lado, como truco sensiti­
(distonía plus). Mejora con L-dopa en bajas dosis, que vo inhibitorio. La luz brillante suele agravarlo; por ello
interesantemente no origina diskinesias farmacológicas muchos enfermos usan anteojos oscuros, aun en su
secundarias en este caso. Representa 5-10% de las dis­ hogar. A veces se asocia a distonía oromandibular, cer­
tonías generalizadas de comienzo infantil. vical o laríngea. Probablemente tiene que ver con una
_
acentuación de la función dopaminérgica en el estnado.
Síndrome mioclónico-distónico. Fue descripto en la Habitualmente primario, puede observarse también en
sección de Mioclonías no epilépticas. la parálisis supranuclear progresiva y otros síndromes

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270 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

extrapiramidales asociados (véase Temblor), heredoa­ Distonía tardía. Posterior a la supresión de neuro­
taxias (atrofias olivopontocerebelosas), lesiones tronca­ lépticos (véase Diskinesia tardía).
les dorsomediales rostrales o gangliobasales (vascula­ Distonía matinal inducida por L-dopa (distonía de fin
res, desmielinizantes), como manifestación de distonía de dosis). Se observa en pacientes bajo tratamiento cró­
o diskinesia tardía postsupresión de neurolépticos, o nico con la droga. Generalmente matinal, antes de la in­
por patología oftálmica local. gesta de la primera dosis del día. A veces crepuscular.
Oistonía oromandibular (síndrome de Brueghel). Se produce en el pie, habitualmente de un solo lado, con
Espasmos de músculos de la mitad inferior de la cara flexión plantar e inversión dolorosas, en aspecto varo.
(boca, mandíbula, cutáneo del cuello). El paciente Cede con la ingestión de L-dopa, pero puede reaparecer
abre la boca en forma amplia y asimétrica. Suele com­ al cesar su efecto, antes de la dosis siguiente.
binarse con blefarospasmo. Generalmente esencial. Distonía por lesión de nervios periféricos. Se pro­
duce en los músculos vinculados a la lesión del ner­
Pieter Brueghel (o Bruegel, Breugel), el Viejo y Pieter vio. El mecanismo de la distonía es incierto.
Brueghel, el Joven: pintores flamencos del siglo XVI, padre Distonía conversiva, histérica o psicógena. Puede
e hijo. Brueghel el Viejo, en particular, pintó con frecuencia resultar muy difícil distinguir una distonía orgánica de
escenas rurales o fiestas campestres de su tierra, en las una psicógena, por lo que este diagnóstico debe efec­
que los personajes aparecen representados bajo los efec­ tuarse luego de descartarse cuidadosamente las posi­
tos de la comida copiosa y la alta ingesta de alcohol, recli­ bles causas orgánicas mencionadas. Sugieren la cau­
nados o acostados en el suelo, durmiendo con la boca am­ sa psicógena:
pliamente abierta y algo deformada. El síndrome toma su -el espasmo continuo, ya que la característica de la
nombre de las pinturas de Brueghel. distonía orgánica es su intermitencia y agravación con
la motilidad voluntaria;
Calambre del escribiente o del telegrafista. Disto­ -la observación de posturas atípicas para distonía
nía dolorosa de los extensores de dedos y mano, en orgánica;
el antebrazo, que se manifiesta cuando el paciente in­ -presencia de déficit motor o sensitivo asociado;
tenta iniciar su actividad manual habitual, incapacitán­ -trauma psíquico desencadenante o antecedente
dolo. Tiene que ver con el esfuerzo muscular muy rei­ de trastorno psiquiátrico.
terado de los músculos afectados. Se observa
profesionalmente: en el pasado, en telegrafistas que
transcurrían su día de trabajo extendiendo y flexio­ Diskinesias
nando repetidamente su mano para enviar los mensa­
jes en código morse, o en personas que escribían Definición
continuamente. En la actualidad se observa en escri­
tores y en operadores de computación, en particular Movimientos involuntarios rápidos.
por el uso intensivo del "mouse". Intermitentes.
Otras distonías profesionales: Oistonía del dedo - Arrítmicos.
meñique en dactilógrafos y pianistas, distonía ceNico­ - Tienen un patrón motor reconocible que se reitera
braquial en violinistas. Lo típico de las distonías labo­ con regularidad.
rales o profesionales es que se manifiestan sólo con - Son primarios o secundarios a causas diversas, en
el movimiento específico de su actividad. La electro­ particular farmacológica.
miografía es negativa.
Causas de diskinesias
Distonía laríngea (disfonía espasmódica). Se mani­
fiesta típicamente por fonación entrecortada o espas­ Diskinesia paroxística kínesígéníca
módica, con hipofonía y voz ronca. A veces el cuadro (dístonía, coreoatetosís paroxística
se acompaña de contracciones distónicas de la cara y kínesígéníca)
de la musculatura del cuello. Hay tres tipos descriptos:
- Tipo aductor: se debe a hiperaducción de las cuer­ Etiología y etiopatogenia. Primaria o eventualmen­
das vocales, lo que resulta en una voz de timbre ti­ te heredofamiliar, de herencia autosómica dominante
rante y estrangulado. o recesiva. Secundaria: esclerosis múltiple, infartos
- Tipo abductor: menos frecuente, predomina la ab­ talámicos o lenticulares, hiperglucemia, traumatismo,
ducción en las cuerdas vocales. La voz se emite en hipoparatiroidismo.
pequeños estallidos de timbre susurrante. Semiología. Crisis o ataques de movimientos involun­
- Tipo mixto: combina ambas manifestaciones. tarios generalizados, que duran segundos o minutos, de-

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1 1 . MOVIMIENTOS ANORMALES Y SÍNDROMES EXTRAPIRAMIDALES 271

sencadenadas o precipitadas por un movimiento volunta­ Acatisia


rio brusco. Pueden combinar diskinesia, distonía,
coreoatetosis o balismo en su manifestación clínica. Pue­ Etiopatogenia: incierta.
den ser precedidos de parestesias o sensaciones afines. Semiología. El término proviene del griego a, falta
Se observa habituación, de modo que si el movimiento de, y kathistemi, me mantengo sentado. El paciente
que la originó se reitera la diskinesia es menor o no rea­ tiene una sensación interna de inquietud, parestesias
parece. Responde francamente a anticonvulsivantes. o tironeamiento de partes blandas que lo obliga a pa­
rarse y moverse para calmarla. No puede mantenerse
Diskinesia paroxística no kinesigénica mucho tiempo en la misma posición, y teme además
(distonía, coreoatetosis paroxística sentarse. Si lo hace cambia constantemente de pos­
no kinesigénica) tura, moviendo sus piernas, remedando una marcha
inquieta y continua con pasos muy cortos. Camina
Etiología y etiopatogenia. Heredofamiliar, de he­ constantemente o bien "marcha parado" estando de
rencia autosómica dominante. Secundaria a etiologías pie, con movimientos de zapateo o bailoteo constante
similares a las de la forma cinesigénica. de las extremidades inferiores. Puede acompañarse
Semiología. En esta forma los ataques son más pro­ de sonidos guturales. La acatisia puede observarse
longados (minutos a horas) y no son desencadenados también en la enfermedad de Parkinson.
por movimientos voluntarios, pero sí por cafeína, choco­
late, alcohol, ejercicio, fatiga o emoción. Combina tam­ Diskinesia tardla
bién diversos tipos de manifestaciones, además de dis­
kinesia. Responde a acetazolamida o benzodiazepinas. Etiopatogenia. Sobreestimulación del sector dopami­
Los estudios genéticos de las diskinesias paroxís­ nérgico central secundaria a bloqueo postsináptico pro­
ticas han vinculado las alteraciones cromosómicas a longado, habitualmente por neurolépticos, pero también
genes que codifican canales iónicos, como ocurré en por otras drogas de efecto similar (metoclopramida). La
las parálisis periódicas, por lo que estas diskinesias supresión de la medicación puede agravar el cuadro,
son hoy consideradas canalopalías. "desenmascarando" la sobreestimulación dopaminérgica
al desbloquearse progresivamente los receptores.
Diskinesias inducidas por neurolépticos Semiología. Puede aparecer durante el tratamien­
to con neurolépticos o luego de su supresión. Con fre­
Diskinesia aguda cuencia es irreversible, pero la restitución de dicha
medicación puede mejorar la diskinesia. Se manifies­
Etiopatogenia. Obedece a hiperfunción dopaminér­ ta con mayor frecuencia en la región oromandibular
gica brusca secundaria a bloqueo repentino de los re­ (diskinesia oromandibular, orolingual o bucolinguofa­
ceptores postsinápticos inducido por los neurolépticos. cia� comenzando con movimiento involuntario reptan­
Semiología. Puede producirse: te de la lengua dentro de la cavidad oral, como· si el
Reacción distónica aguda, dolorosa, con blefa­ paciente estuviera saboreando una golosina (signo
rospasmo, crisis oculógiras similares a las de las del bombón). Más tarde se produce apertura bucal y
encefalitis (los ojos se desvían tónicamente hacia protrusión de la lengua hacia afuera con reintroduc­
arriba y se mantienen largos minutos en posición ción rápida, remedando el uso de la lengua que efec­
fija), hiperextensión de cuello, apertura oral, mo­ túan los sapos para cazar insectos (signo del caza­
vimientos faciales y orolinguales. Dura desde mi­ moscas o fly-catching sign). El cuadro es intermitente,
nutos hasta 48 o 72 horas. Pueden producirse le­ estereotipado y repetitivo. A veces se agregan movi­
siones dentarias u osteoarticulares por la mientos de flexoextensión de dedos de manos y pies,
violencia de los movimientos. A veces se acom­ de aspecto coreoatetósico, y de impulsión del tronco
paña de manifestaciones generales: hipertermia, y abdomen (movimientos copulatorios).
hiponatremia, estupor (síndrome maligno por Otras formas clínicas son la diskinesia tardía respi­
neurolépticos). ratoria, consistente en movimientos respiratorios o
Dískinesias orofaciales agudas y coreoatetosis diafragmáticos y respiración de aspecto forzado o es­
generalizada. tertoroso; la distonía tardía, que puede ser cervical,
Síndrome de Pisa: el tronco y cuello se flexio­ palpebral (blefarospasmo) u oromandibular, similar a
nan y rotan tónicamente hacía un lado, reme­ las distonías focales esenciales, y la acatisia tardía,
dando el aspecto de la torre inclinada de Pisa. que suele asociarse a cualquiera de estos cuadros.
El paciente puede caminar en redondo y verse La diskinesia tardía es más frecuente en ancianos y
imposibilitado para rotar hacia el lado opuesto. la distonía tardía más frecuente en adultos y jóvenes.

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272 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Diskinesias inducidas por L-dopa sobre todo en su persistencia, otorgándole su condi­


ción obsesiva. Sin embargo, se ha podido observar en
Muy frecuentes en la actualidad, por el uso gene­ estudios electrofisiológicos que los tics no son prece­
ralizado de L-dopa para el tratamiento de la enferme­ didos del característico potencial premolar cortical, de
dad de Parkinson. La forma más frecuente es la corea "preparación" o "alerta" (bereitschaftspotentia◊, que
o coreoatetosis, mencionada en la sección de coreas. precede a un movimiento voluntario, lo que apunta a
También diskinesias coincidentes con picos plasmáti­ la participación de estructuras subcorticales tanto en
cos de la droga (diskinesias de pico de dosis). Las la precipitación del tic como en su incompleto control
mioclonías del sueño (véase Mioclonías no epilépti­ por la voluntad.
cas) a veces se inducen o agravan en pacientes que Semiología. Constituyen ejemplos típicos una gui­
reciben L-dopa. ñada de ojo, una mueca, un movimiento lateral de los
labios, cuello u hombros. La repetición, que a menudo
Diskinesias inducidas por psicoestimulantes le da un carácter ridículo, es su rasgo fundamental. El
paciente experimenta un impulso obsesivo a desenca­
Producidas por anfetaminas, cocaína, crack y análo­ denarlo. Si lo inhibe voluntariamente, padece una
gos, generalmente durante la etapa de intoxicación agu­ sensación de ansiedad creciente que lo lleva a la rei­
da. Se manifiesta en forma parecida a los estados ma­ teración del movimiento, aliviándosela (obsesión mo­
níacos, con reiteratividad motora bajo la forma de triz o movimiento obsesivo). Las vocalizaciones acom­
manlpulación repetida e inagotable de objetos, como pañantes pueden ser sonidos guturales como gruñidos
utensilios de cocina, herramientas, electrodomésticos, o carraspeo, o tener carácter más complejo como pa­
revolver ropa o cajones, automanipulación corporal (pei­ labras o frases, de contenido soez u obsceno (copro­
narse, maquillarse, arreglarse la ropa), marcha constan­ lalia) (véase más adelante). Los tics cesan con el sue­
te con un mismo trayecto recorrido inagotablemente ño, se exacerban por factores emocionales y no
(wandering). otras veces se producen diskinesias facia­ perturban la actividad motora voluntaria del sujeto.
les, movimientos coreoatetósicos o tics. El denominado torlícolis mental de Brissaud es una
forma de tic localizado del cuello en el que sacudidas
bruscas de los músculos de un lado del cuello inducen
Tics repentinas y breves rotaciones cefálicas.

Definición Tics secundarios (seudotícs)

Del francés tic, nombre original del fenómeno. Del Etiología y etiopatogenia. Se vinculan a enferme­
italiano ticchio: capricho. dades o lesiones neurológicas subyacentes, o a dis­
• Movimientos breves y bruscos de un grupo muscu­ función por efecto farmacológico.
lar determinado. Son de origen posinfeccioso (encefalitis), postrau­
• No rítmicos. mático, vascular, por neuroacantocitosis, enfermedad
• Remedan un movimiento normal. de Huntington, intoxicación por CO. Los de origen far­
Se repiten de tanto en tanto con iguales caracterís­ macológico se han vinculado a L-dopa, neurolépticos,
ticas. cocaina, difenilhidantoínas, carbamazepina y otros
• Es en principio involuntario pero controlable por la anticonvulsivantes.
voluntad, hasta el momento en que el carácter Semiología. Han sido considerados seudotics, por­
compulsivo del movimiento lo hace reaparecer. que falta habitualmente el carácter compulsivo, o de
Pueden acompañarse de sonidos guturales o vo­ ser influible por la voluntad, del tic verdadero.
calizaciones.
Enfermedad de Gil/es de la Tourette
Causas de tic
Asocia tics generalizados, coprolalía y trastornos
Tics primarios o idíopáticos de conducta. Es más frecuente en el sexo masculino
(4/1 ).
Etiología y etiopatogenia. Son los tics habituales y Etiología y etiopatogenia. Incierta. Probablemente he­
los que responden a la definición referida. Su meca­ redofamiliar. Sus manifestaciones se han relacionado
nismo fisiopatológico no es claro. El carácter parcial­ estructuralmente con alteraciones de la circunvolución
mente voluntario de los tics habituales, que no se vin­ cingular, áreas septales y sustancia gris mesencefáli­
culan a lesiones neurológicas orgánicas, sugiere la ca, y funcionalmente con hiperfunción dopaminérgica,
intervención de la corteza cerebral en su génesis, y supersensibilidad de los receptores postsinápticos, hi-

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11. MOVIMIENTOS ANORMALi:S Y SINDROMES EXTRAPIRAMIDALES 273

Cuadro 11-3. Sinopsis de los movimientos anormales (caracteres semiológicos)


Tipo Carácter de los movimientos Localización Influencia de la voluntad Influencia del sueño
Temblor Movimientos rítmicos, regu- Cabeza y miembros No Cesa
lares, oscilatorios de poca
amplitud
Corea Movimientos desordenados, Raíz proximal de No Cesan
irregulares, rápidos, amplios miembros
Atetosis Movimientos lentos, como de Dedos, mano y pie No Pueden aparecer en el sueño
reptación
Hemibalismo Movimientos muy amplios, Hemicuerpo No Cesan
rápidos, violentos
Distonías Actitud en torsión Generalizada o No. El movimiento volun- Cesan
Movimientos lentos, realizados segmentaria tario las exacerba
contra resistencia de los anta-
gonistas. Dolor
Diskinesias Movimientos rápidos estereoti- Generalizada o No Cesan
pados y repetidos segmentarla (bucolin-
gual)
Tics Movimientos breves y bruscos Puede evitarlos Cesan
que se repiten siempre en Cara y cuello, prefe-
igual forma rentemente o genera-
compulsivos !izados {Tourette)
Mioclonías Sacudidas bruscas, rápidas, Porción proximal de No Pueden aparecer en el sueño
de uno o varios músculos; miembros, preferen-
pueden producir desplaza- temente
mientos

perinervación dopamínica y función presináptica anor­ Mioclonías


mal. Algunos pacientes mejoran con antagonistas de
esa función. Fueron analizadas en el capítulo de Manifestacio­
Semiología. Comienza en la infancia o adolescen­ nes motoras de hiperexcitabilidad central y periférica.
cia. Se caracteriza por:
- Tics más o menos continuos o reiterados, loca­
lizados al comienzo en la cara, que más tarde Otros movimientos anormales
se generalizan.
- Vocalizaciones simples (gruñidos, carraspeo, Son aquellos que no pueden incluirse en ninguno
ronquidos, tos) o, típicamente, complejas, con de los grupos de movimientos anormales estudiados
lenguaje obsceno o escatológico (coprolalia), anteriormente. No es claro además que constituyan
ecolalia y eventualmente gesticulación obscena trastornos del sistema extrapiramidal.
(copropraxia).
- Alteraciones psíquicas y de conducta: trastorno Síndrome de las piernas inquietas (síndrome
obsesivo-compulsivo (con comportamiento rei­ de Ekbom, ansietas tibia/is)
terado estereotipado y obsesivo); síndrome de
déficit atencional, con o sin hiperactividad (con Su mecanismo es incierto. Se caracteriza por sensa­
trastorno de aprendizaje por dispersión atencio­ ciones replantes, parestesias y a veces dolor sordo en
nal); comportamientos ritualísticos, fóbicos, sá­ miembros inferiores, en la posición de reposo y con
dicos, sexualmente agresivos, automulilación. acentuación crepuscular, que obligan al paciente a cami­
Son frecuentes delincuentes juveniles. nar para calmarlas. La necesidad de moverse es intensa
Las manifestaciones duran meses y luego remi­ e irresistible, lo que provoca marcada inquietud motora e
ten totalmente por un lapso similar para reaparecer impide al paciente dormir. A veces se extiende a los
más tarde. Esta evolución con exacerbaciones y re­ miembros superiores. El examen neurológico es normal.
misiones es la habitual. Se observan remisiones Se asocia al síndrome de movimientos periódicos del
completas. sueño o mioclonías del sueño (véase Mioclonías).

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274 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Es a menudo idiopático y a veces hay historia fami­ Hiperekplexia secundaria


liar. Se asocia otras veces a diabetes, hipoferremia y
anemia ferropénica, embarazo, hipoxia y enfermedad Observada en la enfermedades de Little (parálisis
pulmonar obstructiva crónica, uremia, hipovitaminosis cerebral) y Jakob-Creutzfeldt, epilepsia y déficit de
y paraneoplasia. magnesio.

Síndrome de las piernas dolorosas y dedos Otras híperekplexias. Raras formas descriptas en
móviles (paínful legs and movíng toes syndrome) distintas partes del mundo, de nosología incierta:
-Latah (Malasia). El término se refiere a una reac­
Movimiento de flexoextensión continuo de los de­ ción de susceptibilidad o pavor.
dos de un pie, con aspecto sinusoidal o de rotación, -Miryachit (Siberia, Rusia). El término significa "ac­
asociado a dolor sordo, sin distribución troncular en la tuar estúpidamente". La afección se caracteriza por
pierna del mismo lado. El dolor puede ser muy inten­ brusca e inevitable ecopraxia y ecolalia frente a un es­
so. Es idiopático pero a veces se relaciona con lesio­ tímulo inesperado.
nes radiculares o de nervios periféricos. -Franceses saltadores de Maine (jumping French­
men of Maine). El ruido repentino origina contraccio­
Hiperekplexia nes súbitas o saltos y se agrega ecolalia. Descripto en
una familia oriunda del Canadá francés.
Reacción anormal y desmedida de sobresalto mo­
tor corporal frente a estímulos auditivos o táctiles ines­ Jactalio capítis y otros movimientos rítmicos
perados o sorpresivos. (rythmic movement disorder)
Hiperekplexia primaria Lajactatio capitis consiste en el mecimiento o golpe­
teo rítmico de la cabeza sobre la almohada, con vocali­
Heredofamí/íar, de herencia autosómica dominante. zación rítmica acompañante, que se presenta en niños
Locus cromosómico 5q33-q35. En su forma severa co­ pequeños al ser colocados en la posición de decúbito
mienza en la primera infancia con hipertonía, hipomo­ supino. Puede llevar con el tiempo a alopecia en la zo­
tilidad y retardo motor. La hiperekplexia se agrega al­ na de apoyo. Otras veces las sacudidas son más am­
go más tarde, motivando frecuentes caídas. En su plias y ruidosas, corporales o en miembros inferiores.
forma menor sólo se observa hiperekplexia en la infan­ Ocurren generalmente durante la inducción del sueño.
cia, muchas veces desencadenada o agravada por fie­ Desaparecen hacia los 5 años de edad. El origen es po­
bre en los niños y emoción en los adultos. co claro, probablemente psíquico (véase Sueño).

Movimientos anormales y síndromes extrapiramidales: sinopsis

Sistema extrapiramidal
• Ganglios basales
• Núcleos optoestriados
-tálamo
-cuerpo estriado
-núcleo caudado
-núcleo lenticular
-putamen
-globus pal/idus


Núcleo rojo
Locus niger
• Cuerpo subtalámico de Luys
Otros
• Vías extrapiramidales
• lnternunciales
• Estriopalidopetales
• Estriopalidofugales
• Rubropetales y rubrofugales
• . Otras

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1 1 . MOVIMIENTOS ANORMALES Y SINDROMES EXTRAPIRAMIDALES 275

Vías extrapiramidales medulares, haces:


-Rubroespinal
-Tectoespinal
-Vestibuloespinal
-Central de la calota
-Reticuloespinal
-Olivoespinal
-Longitudinal medio
Fisiopatología
-Lesión del pallidum y locus níger. temblor, rigidez
-Lesión del caudado, striatum: corea
-Lesión del cuerpo de Luys: balismo
-Lesión del núcleo rojo: temblor rubra!
Temblor. De reposo, de actitud, intencional. Característica: rítmico y regular
Temblor de reposo
Síndromes parkinsonianos primarios: enfermedad de Parkinson
Temblor
Rigidez extrapiramidal
Bradikinesia
Manifestaciones asociadas: facies fija, pérdida de movimientos asociados, reflejos patológicos, trastornos
vegetativos

Síndromes parkinsonianos secundarios: parkinsonismos


Posencefalítico
Vascular
Farmacológico
Tóxico
Postraumático
Síndromes parkinsonianos asociados: Par�inson +
Enfermedad de Wilson: rigidez + distonía, wing-beating, hepatopatía, Kayser-Fleischer, t cupruria, ¡ cupre­
mia, ¡ ceruloplasmina
Parálisis supranuclear progresiva: akinesia + retropulsión, oculoparesia supranuclear, blefarospasmo, no
responde a L-dopa
Atrofias multisistémicas
-Degeneración estrionígrica: akinesia-rigidez + signos piramidales y cerebelosos
-Síndrome de Shy-Drager: + ortostatismo, disautonomías, atrofia del iris, piramidalismo
Variante de Westphal de la enfermedad de Huntington: akinesia-rigidez en lugar de corea
Síndrome de Hallervorden-Spatz: comienzo juvenil + distonía, piramidalismo, retinopatia pigmentaria,
acantocitosis, RMIT2: ojo de tigre
Temblor de actitud
Primario: esencial (heredofamiliar), ortostático
Secundarios: sobrecarga adrenérgica
ansiedad, fiebre, fármacos (broncodilatadores, psicoestimulantes, antidepresivos tricíclicos), hipertiroidis­
mo, alcohol, HTA
Temblor intencional
Enfermedades espinocerebelosas
Temblor rubra!: amplio, lento, extremidades y tronco
Intoxicación mercurial crónica
Temblores mixtos
• Asterixis
Temblor funcional

Corea. Característica: arrítmico, irregular, brusco, proximal


Huntington: heredofamiliar (AD), LC 4, edad mediana, demencia, atrofia, caudado
Otras hereditarias: Wilson, ataxia telangiectásica, Louis-Barr, Lesch-Nyhan
Sydenham: posestreptocócica, infancia, signo de los pronadores, reflejo tónico de Gordon, t ASTO
Farmacológicas: L-dopa, estrógenos, DFH, litio
Gravídica
Slndrome antifosfolípidos y LES
Otras
Conversiva

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276 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Atetosis. Característica: arrítmico, irregular, lento, distal


Estado marmóreo: atetosis, espaslicidad, déficit piramidal, retardo madurativo. Hipoxia perinatal
Kernicterus y estado desmielinizado: coreoaletosis, distonia, ataxia, retardo mental y motor, hipoacusia, oculoparesia de
la elevación
Hemialetosis (hemiplejía infantil), encefalitis, Wilson

Hemibalismo. Característica: muy amplio, violento, hemicuerpo


Lesión del núcleo subtalámico de Luys, generalmente vascular

Distonías. Características: postura de torsión, se acentúan con la voluntad, eventualmente dolorosas, trucos sensitivos
Generalizadas
Primarias
Enfermedad de Oppenheim: heredofamiliar (AD), infantil, severa
Otras: con respuesta a L-dopa (Segawa), sindrome mioclónico-distónico
Secundarias
Wilson
Encefalopalía hipóxica perinalal
Tóxicas: CO, Mn
Otras: vasculares, desmielinizanles, lraumálicas, ele.
Focales o segmentarlas
Cervical (tortícolis espasmódico)
Blefarospasmo (Meiga)
Oromandibular (Brueghel)
De los extensores (calambre del escribiente)
Profesionales (meñique: pianistas, cervicobraquial: violinistas)
Laríngea (espasmódica, aductora o abductora)
Tardía: neurolépticos
Matinal de la L-dopa
Lesión de nervio periférico
Psicógena

Diskinesias. Características: rápidos, intermitentes, arrítmicos, patrón reiterado


Paroxística kinesigénica: generalizada, breve, precipitada por movimientos voluntarios + coreoatetosis o balismo. Prima­
ria o secundaria
Paroxística no kinesigénica: heredofamiliar (AD): generalizada, prolongada, precipitada por cafeína, chocolate, alcohol,
ejercicio, fatiga, emoción
Neurolépticos:
Aguda, síndrome de Pisa
Acatisia
Tardía: bucolinguofacial
L-dopa
Psícoestimulanles

Tics. Características: bruscos, no rítmicos, patrón reiterado, compulsivo


Primarios
Secundarios (seudotics): varias causas estructurales o farmacológicas
Gilles de la Tourette: tics motores, verbales, trastorno de conducta, varones jóvenes

Mioclonías. Véase Manifestaciones motoras de hiperexcitabilidad central y periférica

Otros
Síndrome de piernas inquietas: necesidad de caminar (diabetes, hipoferremia y anemia ferropénica, embarazo, hipoxia,
EPOC, uremia, hipovitaminosis y paraneoplasia)
Síndrome de las piernas dolorosas y dedos móviles: dolor + flexoexlensión sinusoidal de lo dedos del pie (lesiones radi­
culares o de nervios periféricos)
Hiperekplexia: sobresalto corporal por estímulos auditivos/táctiles inesperados.
Primaria: heredofamiliar (AD), LC 5, infantil + hipertonía, hipomotilidad y retardo motor, se agrava por fiebre o
emoción
Secundaria: parálisis cerebral, Jakob-Creutzfeldt, epilepsia, déficit Mg
Otras: Latah, Miryachit, franceses saltadores de Maine (raras)
Jactatio capitís y otros movimientos rítmicos

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12
Sensibilidad

Nociones generales Sensibilidad d e l a piel o sensibilidad superfi­


cial consciente. La sensibilidad cutánea comprende
La sensibilidad constituye una de las grandes fun­ las sensibilidades táctil, térmica y dolorosa, que inte­
ciones del sistema nervioso, por medio de la cual el gran la llamada sensibilidad superficial. Sus sensa­
organismo adquiere conocimiento de las modificacio­ ciones se originan en estímulos cutáneos que actúan
nes del medio que lo rodea, de su propia actividad y sobre receptores variables según el tipo de estímulo.
de sus efectos, permitiéndole a la vez protegerse de La sensibilidad táctil tiene como estímulo el con­
factores nocivos. tacto ligero de la piel sobre los llamados discos de
Esta función tiene su expresión más primitiva en la Merkel, órganos receptores situados en la capa más
simple irritabilidad de los organismos unicelulares, pe­ superficial, la epidermis. Existen otros órganos del
ro a medida que se asciende en la escala zoológica tacto, los corpúsculos de Meissner, que están en
se constituye un sistema de creciente complejidad pa­ contacto con la capa papilar. Son fibras en hélice ro­
ra asegurarla. deadas de una cápsula, que responden a la defor­
En los organismos superiores, los cambios del or­ mación de la papila con el tacto más intenso. Se en­
ganismo o del medio ambiente son fuente de muy va­ cuentran en gran número en las palmas, plantas y
riados estímulos que, actuando sobre distintos recep­ órganos genitales.
tores, llegan a centros que permiten su conocimiento El frío es percibido por los corpúsculos de Krause
e integración, dando lugar al fenómeno que conoce­ y el calor por los corpúsculos de Ruffini, situados en la
mos como "sensación". La integración a nivel cortical dermis.
permite relacionar la sensación con otras anteriores, El dolor se provoca excitando las fibras de arboriza­
evocándolas. Pero no siempre el organismo conoce, ción libres de la epidermis. No hay estímulo específico
es decir, tiene conciencia de los estímulos que actúan para el dolor. Cualquier tipo de estímulo mecánico, tér­
sobre él: gran cantidad de estímulos determinan reac­ mico o químico, suficientemente intenso, lo genera.
ciones orgánicas sin llegar plenamente a la concien­ El organismo no sólo toma conocimiento de la sen­
cia. Esto constituye la sensibilidad no consciente, en sación, sino que sabe, con alto grado de exactitud, el lu­
gran parte generadora de reacciones reflejas, por gar del tegumento estimulado (localización de la sensa­
oposición a la sensibilidad consciente, constituida por ción o topognosia), y además es capaz de discriminar,
lo que el individuo reconoce como sensaciones. en caso de varios estímulos aplicados a distintos secto­
Esta última es la que explora el examinador. Se­ res de la piel, las distintas sensaciones obtenidas.
gún el punto de aplicación de los estímulos y la natu­ La localización y discriminación varían según las
raleza de los mismos, cabe distinguir varias sensibili­ partes del tegumento excitadas. Son mayores en al­
dades elementales conscientes: 1 º , sensibilidad de la gunas regiones de la piel como los labios y la lengua
piel; 2 º , sensibilidad muscular y ósea; 3 º , sentidos de y menores en el dorso torácico, como se puede com­
visión, oído, equilibrio, gusto y olfato. Estos últimos probar con el compás de Weber.
han sido estudiados con la exploración de los pares Los estudios de Head, observando la reaparición
craneanos. La fisiología clásica describía cinco senti­ de la sensibilidad a medida que se regenera un nervio
dos: tacto, vista, oído, olfato y gusto, oponiendo el sensitivo seccionado, mostraron que la sensibilidad
primero, que constituía la sensibilidad general, a los posee ciertas particularidades. La sensibilidad super­
demás, que formaban la sensibilidad especial o sen­ ficial se compone de dos subtipos de sensibilidad:
sorial. -La sensibilidad protopática, primitiva y difusa, po­
Al estudiar en este capítulo la sensibilidad, se hará re­ co o nada diferenciada, responde a todos los excitan­
ferencia especialmente a la sensibilidad cutánea, muscu­ tes cutáneos dolorosos, calor y frío extremos y tacto
lar y ósea, o sea, a la sensibilidad general consciente. grosero; la persona no puede localizar con exactitud

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278 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

el lugar del estímulo, ni discriminar; este tipo de sen­ gamiento tendinoso, captan o indican el esfuerzo de­
sibilidad es la primera que reaparece luego de seccio­ sarrollado (véase Taxia). De esta forma suministran al
narse un nervio sensitivo cutáneo, porque las fibras paciente información sobre sus movimientos activos,
que la conducen son las primeras en regenerarse. por lo que éste conoce, sin el auxilio de la visión, su
-La sensibilidad epicrítica asegura la localización dirección, intensidad, etc. (sentido del movimiento o
precisa y la discriminación más fina, y permite detec­ cinestesia).
tar el estímulo de poca intensidad; aparece más tar­ Sensibilidad superficial y profunda combina­
díamente en la regeneración del nervio y normalmen­ das. Se agrupan con este nombre diferentes tipos de
te ejerce una influencia inhibidora sobre la sensibilidad sensibilidad que son función de ambas sensibilidades
protopática. a la vez: superficial y profunda.
No todas las regiones del cuerpo poseen ambos Sensibilidad estereognósica o estereognosia (del
subtipos de sensibilidad El glande, por ejemplo, sólo griego stereos, sólido; gnosis, conocimiento). Permi­
tiene sensibilidad protopática, careciendo de epicrílica. te el reconocimiento de un objeto combinando las
En suma, la sensibilidad protopática comprende to­ distintas sensibilidades mencionadas: táctil, térmica,
da la sensibilidad dolorosa, la térmica a temperaturas barestesia, etc. Mediante esta sensibilidad se esta­
extremas y el tacto grosero, con escaso poder de lo­ blece la forma, el contorno, el estado y otras cualida­
calización y discriminación. La sensibilidad epicrítica des de los objetos, y gracias a ello se reconocen sin
comprende la sensibilidad al tacto ligero, la sensibili­ el auxilio de los otros sentidos. La estereognosia es,
dad térmica a los cambios de temperatura leves, el en realidad, más que un tipo de sensibilidad, una for­
poder de localización y de discriminación. ma sofisticada de integración cortical, y como su
Sensibilidad muscular y ósea o sensibilidad nombre lo indica, expresión de la función de recono­
profunda consciente. Se agrupan con estos nom­ cimiento o gnosia, una de las llamadas funciones ce­
bres diferentes tipos de sensibilidad, que tienen ori­ rebrales superiores o cognitivas, que se desarrollan
gen en los músculos, en los tendones, en los huesos en el capítulo respectivo.
y en las articulaciones. Sensibilidad grafestésica o grafestesia. La sensibili­
El sentido de presión o barestesia (del griego baros, dad grafestésica (del griego graphos, escritura; aisthe­
presión; aisthesis, sensibilidad), que consiste en la sis, sensibilidad) es la que permite el reconocimiento
apreciación de peso (barognosia) {del griego baros, pe­ de un dibujo hecho sobre la piel, por medio de las dis­
so; gnosis, conocimiento), o presiones (barestesia) tintas sensibilidades mencionadas: táctil, barestesia,
ejercidas sobre una parte del cuerpo. Sus receptores etc. Mediante la grafestesia se reconoce y nombra el
son los corpúsculos de Golgi, redondeados y de peque­ dibujo (número, letra, etc.) sin el auxilio de la visión. Si
ño tamaño, que perciben las presiones poco intensas, se estimula muy superficialmente, la grafestesia puede
y los corpúsculos de Pacini, grandes, ovalados, y cons­ ser expresión de la sensibilidad táctil epicrítica.
tituidos por laminillas concéntricas, sensibles única­ Sensibilidad visceral. Esta sensibilidad es de tipo
mente a las presiones fuertes. Ambos se hallan en la hi­ doloroso y se traduce sobre todo a nivel de ciertos ór­
podermis, por delante o entre los acúmulos adiposos. ganos, como el testículo, la vejiga, los senos, la trá­
Se ven asimismo corpúsculos de Pacini que asientan quea, los globos oculares. La compresión de estos ór­
en el periostio y otras estructuras osteoarticulares. ganos despierta dolor.
La sensibilidad vibratoria o palestesia (del griego La sensibilidad de la vejiga se revela por la sensa­
pallein, agitar, y aisthesis, sensibilidad), que consiste ción muy especial de repleción vesical, que causa ne­
en la sensibilidad de los huesos o del periostio a estí­ cesidad de orinar cuando se distiende o llena con 1 20
mulos vibratorios, como las vibraciones del diapasón. a 1 50 cm3 de líquido.
El sentido de las actitudes segmentarías o baties­
tesia (del griego bathys, profundo; aisthesis, sensibili­
dad), por medio del cual la persona toma conocimien­ Vías de la sensibilidad
to de cuál es la posición exacta en que se encuentran
las diversas partes de su cuerpo en relación unas con Vías de las sensibilidades superficiales termoalgésica
otras, sin el auxilio de la visión. Se origina en diversos y táctil protopátíca (fig. 12-1)
receptores distribuidos por los músculos, superficies
articulares, tendones y ligamentos: los receptores ci­ Desde los corpúsculos receptores (Meissner, Ruffini,
nestésicos o propioceptores. Así, los husos neuro­ etc.) parten fibras que, incorporadas a los nervios periféricos,
musculares, comprimidos por las fibras musculares, alcanzan el ganglio anexo a la raíz posterior, donde tienen
miden el grado de contracción y los corpúsculos ten­ su cuerpo celular (primera neurona de la vía), para ingresar
dinosos de Golgi, estimulados en el proceso de alar- en la médula, formando las raíces posteriores raquídeas. La

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12. SENSIBILIDAD 279

Tálamo Corteza cerebral mo, donde hace sinapsis con la tercera neurona. Los axo­
nes de esta neurona alcanzan la corteza cerebral en la
circunvolución posrolándica parietal.
- Fibras radiculares medianas: conducen la sensibilidad
táctil protopática, penetran en la médula a nivel del cordón
posterior y van a terminar en el asta posterior medular, dos o
tres segmentos por encima del que corresponde al sitio de su
penetración en la médula. Aquí hacen sinapsis con la segun­
da neurona sensitiva, que asciende por la columna gris medu­
lar otros dos o tres segmentos más, emitiendo en su trayecto
colaterales a cada uno de estos segmentos para, finalmente,
atravesar la comisura gris anterior y situarse por delante del
haz espinotalámico lateral del lado opuesto, formando el haz
espinotalámico ventral o anterior. Al llegar al bulbo, el
haz espínotalámíco ventral se une a las fibras del lemnis­
co medial, que lleva también sensibilidad táctil pero epicríti­
ca, llegando así al núcleo ventral posterolateral del tálamo.
A su paso por la protuberancia, se adosa a los haces espí­
notalámicos la raíz inferior del trigémino.
Las fibras radiculares cortas y el haz espinotalámico late­
ral, que es su continuación, constituyen la vía de la sensibi­
lidad térmica y dolorosa o termoalgésica; terminan a nivel de
Haz espinotalámico la corteza cerebral. Esta vía consta, pues, de tres neuronas.
Las fibras radiculares medianas y el haz espinotalámico
Bulbo superior
ventral constituyen la vía de la sensibilidad táctil protopática.
Algunas terminan a nivel del tálamo. Otras hacen sinapsis
en el núcleo ventral posterolateral del tálamo (tercera neuro­
Núcleos de Goll --���-�
y Burdach
na sensitiva). Las prolongaciones cilindroaxiles de esta neu­
rona, siguiendo el brazo posterior de la cápsula interna, ter­
Vía lemniscal minan en la corteza parietal {fibras talamocorticales). La vía
:=.b.... (sensibilidad táctil protopática consta, pues, en parte, de dos neuronas, y
1 ,,0-i
- -f · discriminativa)
en parte de tres.
extralemniscal s: Se resumen a continuación las vías de la sensibilidad
(sensibilidad �
termoalgésica) fil- superficial termoalgésica y táctil protopática:

1. Vía de la sensibílídad termoalgésica:


Fig. 12-1. Vias de la sensibilidad.
Sensibilidades térmica y dolorosa conscientes.
prolongación dendrítica de las neuronas situadas en el gan­ Cruzada, 3 neuronas.
glio anexo a la raíz posterior constituyen el nervio periférico Aferencia periférica (axón 1): receptor, nervio periférico,
y las prolongaciones cilindroaxiles el trayecto radicular y raíz dorsal.
medular. Neurona 1: ganglio de la raíz dorsal.
Llegadas a la médula, las fibras radiculares forman dos Axón 11: prolongación proximal de la neurona 1, fibras ra-
grupos: diculares cortas.
- Fibras radiculares cortas: conducen impresiones térmi­ Neurona 11: asta posterior, sustancia gelatinosa de Ro-
cas y dolorosas (termoalgésicas), penetran en la médula y lando, en el segmento de penetración.
ganan el asta posterior del segmento medular correspon­ Decusación (comisura gris anterior).
diente al punto de penetración. Allí, en la sustancia gelatino­ Axón 111: haz espinotalámico dorsal o lateral.
sa de Rolando, hacen sinapsis con la segunda neurona, Neurona 111: núcleo ventral posterolateral del tálamo.
que cruza inmediatamente la línea media por la comisura Axón IV: proyección talamoparietal.
gris anterior y asciende hacia el bulbo por la región poste­ Punto final: circunvolución posrolándica parietal.
rior del cordón anterolateral de la hemimédula opuesta, for­
mando parte del haz espinotalámico dorsal o lateral. Este 2. Vía de la sensibilidad táctil protopática:
haz atraviesa, sucesivamente, la protuberancia y el pedún­ Sensibilidad al tacto grosero, no discriminante, cons­
culo cerebral hasta el núcleo ventral posterolateral del tála- ciente/inconsciente.

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280 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Cruzada, 2 o 3 neuronas. A nivel medular existen, pues, dos sistemas sensitivos,


Aferencia periférica (axón 1): receptor, nervio periférico, el cordonal posterior, fundamentalmente para las sensibili­
raíz dorsal. dades profunda y táctil epicrítica, y el espinotalámico desti­
Neurona 1: ganglio de la raíz dorsal. nado a las sensibilidades termoalgésica y táctil protopática.
Axón 11: prolongación proximal de la neurona 1, fibras ra­ Se resume a continuación la vía de las sensibilidades
diculares medianas. profunda y táctil epícrítica:
Neurona 11: asta posterior, 2 o 3 segmentos por encima
del de penetración. Vía de las sensibilidades profunda y táctil epicrítica:
Decusación (comisura gris anterior). Bari, bati, palestesia y tacto discriminante, consciente.
Axón 111: haz espinotalámico ventral. Cruzada, 3 neuronas.
Neurona 111 o punto final para algunas fibras: núcleo ven­ Aferencia periférica (axón 1): receptor, nervio periféri­
tral posterolateral del tálamo. co, raíz dorsal.
Axón IV: proyección talamoparietal. Neurona 1: ganglio de la raíz dorsal.
Punto final: circunvolución posrolándica parietal. Axón 11: prolongación proximal de la neurona 1, fascí­
culos gracilis (Goll, niveles sacros a D6), cuneiforme
Vías de las sensibilidades profunda y superficial (Burdach, D5 a cervicales).
táctil epicrítica Neurona 11: núcleos gracilis de Goll y cuneiforme de
Burdach.
La sensibilidad profunda y la sensibilidad táctil epicrítica Decusación.
son recogidas por los receptores específicos, a los que si­ Axón 111: lemnisco medial.
guen las fibras del nervio periférico, cuyo cuerpo celular es­ Neurona 111: núcleo ventral posterolateral del tálamo
tá en el ganglio de la raíz posterior o dorsal, y las fibras pro­ Axón IV: proyección talamoparietal (brazo posterior
ximales del ganglio que forman esta raíz. Penetran en la de cápsula interna).
médula, constituyendo las fibras radiculares largas, así de­ Punto final: circunvolución posrolándica parietal.
nominadas por su largo trayecto intramedular. Estas fibras
ascienden por los cordones posteriores de la médula, cons­ Resumen de las vías de la sensibilidad. Las vías
tituyendo los haces gracilis de Goll y cuneiforme de Burdach, de la sensibilidad constan mayoritariamente de tres
y hacen sinapsis en el bulbo con la segunda neurona sensi­ neuronas. La primera (neurona sensitiva periférica),
tiva, cuyo cuerpo celular forma los núcleos de Gol! y de Bur­ con cuerpo celular en el ganglio de la raíz dorsal, se
dach. Las fibras emanadas de estos núcleos van entrecru­ extiende desde el órgano receptor hasta su penetra­
zándose progresivamente y se aplican, sobre la línea media, ción en la médula, para hacer sinapsis con la segun­
contra la cara posterior de los haces piramidales, constitu­ da neurona sensitiva: en el asta posterior medular
yendo el origen de la cinta de Reil, o lemnisco medial. (para el caso de las sensibilidades termoalgésica y
A diferencia de las vías de la sensibilidad superficial, cu­ táctil protopática), o en los núcleos bulbares de Goll y
ya decusación se verifica en la médula misma, la decusa­ Burdach (para el caso de las sensibilidades profunda
ción de las fibras de las sensibilidades profunda y táctil epi­ y táctil epicrítica). Las fibras que emanan de la segun­
crítica tiene lugar recién después de franqueados los da neurona concluyen en el núcleo ventral posterola­
núcleos de Gol! y de Burdach. La vía continúa por el lemnis­ teral del tálamo, donde hacen sinapsis con la tercera
co medial, atravesando sucesivamente el bulbo, la protube­ neurona sensitiva, cuyas fibras a su vez alcanzan la
rancia y los pedúnculos cerebrales, para terminar en el nú­ corteza parietal. Parte de la sensibilidad táctil protopá­
cleo ventral posterolateral del tálamo, donde hacen sinapsis tica consta sólo de dos neuronas, siendo su punto fi­
en la tercera neurona sensitiva, cuyas prolongaciones cilin­ nal el tálamo.
droaxiles, atravesando el brazo posterior de la cápsula in­ El entrecruzamiento o decusación de las vías de
terna, alcanzan la corteza parietal (fibras talamocorticales). las sensibilidades termoalgésica y táctil protopática
Al lemnisco medial se unen fascículos de fibras sensitivas tiene lugar en la médula, en el nivel de su penetración
procedentes de los núcleos sensitivos de los pares cranea­ para la termoalgésica y dos o tres segmentos por en­
nos escalonados en el tronco cerebral, en especial del cima para la protopática. El de la vía de las sensibili­
acústico. dades profunda y táctil epicrítica se produce en el bul­
Las vías de las sensibilidades profunda y táctil epicrítica bo, por encima de la decusación piramidal. En todos
constan, pues, de tres neuronas: la primera neurona o neu­ los casos la decusación se produce después de la se­
rona sensitiva periférica, con su cuerpo celular a nivel del gunda neurona. De este modo, una hemisección me­
ganglio de la raíz posterior; la segunda neurona, con cuer­ dular izquierda interesará:
po celular a nivel de los núcleos de Goll y de Burdach, y la - las vías de las sensibilidades termoalgésica y pro­
tercera neurona, con cuerpo celular en el tálamo óptico. topática que proceden del lado derecho del cuerpo,

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12. SENSIBILIDAD 2B1

que ya se han entrecruzado (con dos o tres seg­ bilidad de cara corresponde a la parte inferior, del
mentos de diferencia entre ellas por la pequeña de­ miembro superior a la parte media, y del miembro in­
sigualdad en el nivel de decusación); ferior a la parte superior y el lóbulo paracentral. En
- las de la sensibilidades profunda y epicrítica que síntesis, el área sensitiva cortical tiene una topografía
proceden del izquierdo, todavía no cruzadas. similar a la del área motora (topografía homuncular),
Por ende habrá: de la que está separada por la cisura de Rolando.
- anestesia profunda y táctil epicrítica del lado de la En el lóbulo parietal las áreas sensitivas permiten el
lesión; reconocimiento sensorial: se perciben las discriminacio­
- anestesia superficial del lado opuesto a la lesión. nes más finas del tacto y la temperatura; se aprecian la
Esto es lo que sucede en el síndrome de Brown-Sé­ relación y localización espacial, el reconocimiento de
quard. los movimientos pasivos, el reconocimiento de la natu­
Como conclusión final podemos establecer: raleza de los objetos y la forma del propio cuerpo.
La vía lemniscal transmite rápidamente a la cor­ Un paciente que tenga una lesión cortical del área
teza informaciones sobre el contacto de los te­ sensitiva podrá percibir la sensación correspondiente,
gumentos y sobre la posición de las articulacio­ pero tendrá dificultad para juzgarla y discriminarla y
nes, notablemente precisas e individualizadas será incapaz de integrar las diferentes sensaciones
en el espacio y en el tiempo. Es la vía de la sen­ que le permiten el reconocimiento de un objeto. Mu­
sibilidad discriminaliva. chos impulsos sensitivos no alcanzan la corteza: ter­
- La vía espinotalámica o extralemniscal suminis­ minan en el tálamo, que forma un centro sensitivo
tra una información más grosera (dolor, tempe­ subcortical que asegura la sensibilidad protopática y
ratura, tacto no discriminativo), con menos es­ confiere el tono afectivo, de placer o de disgusto, que
pecificidad temporal o espacial. se asocia a ciertas sensaciones. De ahí que cuando
Estas dos formas de sensibilidad indican la doble el tálamo está liberado del control cortical, ciertos es­
función de la somestesia: tímulos generan sensaciones desagradablemente in­
función de exploración, que proporciona al indi­ tensas o excesivas (hiperpatía).
viduo el medio de actuar sobre el mundo exte­
rior (vía lemniscal); Distribución radicular y periférica de la
función de alarma, de protección a la integridad fí­ sensibilidad
sica del individuo (vía espinotalámica) (fig. 12-1).
Como en el caso de la motilidad, pueden distinguir­
Vías de la sensibilidad visceral. Estas vías difieren en se territorios sensitivos periféricos que corresponden
parte de las anteriores. Se admite que la sustancia gris fun­ al área de distribución sensitiva de un neNio raquídeo
damental vegetativa periependimaria, donde termina la pri­ y territorios de distribución sensitiva radicular que co­
mera neurona sensitiva, está formada por un acúmulo de rresponden a la zona de distribución de cada raíz pos­
neuronas simpáticas cuyas fibras pueden tener una función terior sensitiva. Esto se debe a que el neNio periféri­
conductora propia alcanzando así el tálamo óptico. El dolor co contiene fibras sensitivas que proceden de las
visceral, sin embargo, puede llegar al tálamo a través del varias ramas que han formado los plexos y también a
haz espinotalámico lateral, proveniente de fibras del ganglio que una misma raíz participa en la formación de va­
de la raíz dorsal, con sinapsis en el asta posterior. rios neNios raquídeos.
La topografía sensitiva radicular es, pues, distinta
de la topografía sensitiva periférica. Por ejemplo, la
Áreas sensitivas corticales sección del neNio cubital determina la pérdida de la
sensibilidad en el borde cubital de la mano, pero para
Las áreas sensitivas se encuentran en la corteza lograr una alteración igual será necesario seccionar la
de la circunvolución parietal ascendente (área de pro­ octava raíz ceNical y la primera dorsal, puesto que el
yección de las fibras corticales de la sensibilidad ge­ cubital proviene de estas dos raíces. Pero, como a su
neral de la mitad opuesta del cuerpo), en la región pa­ vez esas dos raíces originan el neNio braquial cutá­
rietal inferior (área de expresión sensitiva en relación neo interno, la pérdida de la sensibilidad no se limita­
con el desarrollo del lenguaje y de la mímica) y en la rá al borde cubital de la mano, sino que se extenderá
cara interna del hemisferio (área sensitiva general su­ al borde interno del antebrazo y del brazo.
plementaria). En resumen, la topografía sensitiva comprende
La circunvolución parietal recibe, pues, los impul­ dos tipos: el periférico y el radicular. El periférico coin­
sos sensitivos del hemicuerpo contrario. En esa cir­ cide con la zona de distribución del neNio periférico
cunvolución hay una distribución topográfica: la sensi- (fig. 1 2-2), mientras que el radicular está constituido

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282 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

en las extremidades por bandas paralelas al eje mayor Fueron los clásicos estudios de Head sobre el her­
del miembro, y en el tronco por bandas perpendiculares pes zóster, virus que causa una afección del ganglio
al eje del cuerpo denominadas dermatomas {fig. 1 2-3). de la raíz posterior, los que permitieron establecer la
Los dermatomas pueden superponerse parcialmente. distribución de los dermatomas.

N. abdominogenital

N. genito­
crural

N.
ciático

Fig. 12-2. Distribución peri­


férica de la sensibilidad en
miembros superiores e in­
feriores.

a. Cara anterior b. Cara posterior

Fig. 12-3. Distribución radi­


cular de la sensibilidad en
caras anterior y posterior.

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12. SENSIBILIDAD 283

Exploración Sensibilidad dolorosa. Se explora utilizando la pun­


ta de un escarbadientes, que luego se descarta. De­
Es importante distinguir la sensibilidad subjetiva de ben evitarse los instrumentos de metal para evitar le­
la sensibilidad objetiva. La sensibilidad subjetiva co­ siones y riesgo de contagio de infecciones por su
rresponde a las manifestaciones que el enfermo sien­ reutilización (en particular, hepatitis viral, que en algu­
te: dolor, parestesias, adormecimiento; son en reali­ nos casos se ha contagiado por el uso de estos ins­
dad síntomas. La sensibilidad objetiva corresponde a trumentos). La técnica es semejante a la empleada
las manifestaciones que el explorador detecta al efec­ para la exploración de la sensibilidad táctil.
tuar el examen; estos son signos. La sensibilidad sub­ Para determinar el llamado nivel sensitivo, es decir
jetiva se explora por medio de la anamnesis; la sensi­ el límite a partir del cual la sensibilidad cambia o se
bilidad objetiva por medio del examen. pierde, puede utilizarse la rueda de Wartenberg. Este
En realidad, la sensibilidad es semiológicamente es un instrumento con una rueda provista de puntas,
siempre subjetiva, porque su exploración se basa en que gira libremente en uno de sus extremos (parecido
las respuestas que el paciente suministra al ser esti­ a una rueda de cocina para separar ravioles) y se des­
mulado (¿siente/no siente? ¿en qué punto cambia la liza suavemente, apenas apoyándola, por la piel del
sensación/deja de sentir?, etc.). Esta división es por lo paciente. Nuevamente, deben evitarse ruedas de
tanto arbitraria, pero sirve para distinguir lo que el mé­ Wartenberg hechas de metal y usarse en cambio las
dico detecta de lo que el enfermo acusa espontánea­ de material sintético (plástico). El instrumento es es­
mente. Además, hoy en día se cuenta ya con una téc­ pecialmente útil en las neuropatías periféricas y en las
nica instrumental de cuantificación sensitiva. compresiones medulares.
En general, las condiciones que requiere un buen Se pueden investigar ambas sensibilidades, táctil y
examen de la sensibilidad objetiva son: dolorosa, al mismo tiempo, utilizando un trocito de al­
- Una buena atención por parte del enfermo, expli­ godón y un escarbadientes e indicando al enfermo
cándole previamente la forma en que deberá contes­ que conteste toca o pincha, según la sensación que
tar tan pronto como experimente la sensación conse­ experimente. De este modo se establecerá además la
cutiva a la aplicación del estímulo. precisión con la que el paciente diferencia o discrimi­
- El enfermo no debe ver lo que hace el médico al na una sensación de otra.
explorarlo. Para ello se le hace cerrar los ojos o se le Tanto la sensibilidad táctil como la dolorosa pueden
cubre la vista con un pañuelo, o bien se le pide que explorarse estimulando simultáneamente zonas simé­
mire hacia el lado opuesto al que se examina. tricas, pudiendo observarse en estas condiciones el
- El médico deberá tener presente que el estudio denominado fenómeno de la extinción (véase luego).
de la sensibilidad fatiga rápidamente al paciente, lo Sensibilidad térmica. Se estudia, para explorarla, la
que requiere interrumpir brevemente el examen para sensibilidad al frío y al calor. Se utilizan dos tubos de
reanudarlo más tarde. vidrio, uno conteniendo agua caliente y el otro agua
fría o trocitos de hielo, o bien instrumentos metalicos
Exploración de la sensibilidad superficial (el diapasón o el mango del martillo), lo que puede ser
más útil, ya que el metal es mejor conductor de la tem­
Sensibilidad táctil. Se utiliza para ello un trozo de al­ peratura que el vidrio. Los metales generalmente es­
godón, o bien un pincelito de cerdas suaves. Se irán to­ tán espontáneamente fríos, por lo que para explorar el
cando sucesivamente distintos puntos de la piel y tam­ calor convendrá sumergir los instrumentos en agua ti-
bién de las mucosas como la nasal, bucal, etc., si es
necesario, debiendo indicar el paciente, con ojos cerra­
dos, cada vez que sienta el estímulo. También puede to­
carse rápidamente dos o tres veces seguidas y pregun­
tarse al enfermo cuántas veces se lo ha estimulado. En
todo momento se evitará ejercer presión sobre los pun­
tos excitados: el estímulo debe ser de simple contacto.
La discriminación táctil de dos puntos se explora
empleando el compás de Weber (fig. 1 2-4) con su
apertura graduada, que permite investigar los denomi­
nados círculos de Weber, es decir, la distancia mínima
a la que el contacto simultáneo en dos puntos de la
piel es apreciado por el sujeto como dos sensaciones
táctiles distintas. Fig. 12-4. Compás de Weber.

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284 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

bia o caliente. En este caso es mejor usar dos: uno


que se mantiene a temperatura ambiente y otro que
se calienta. También se puede usar el metal para el
frío y el lado de un dedo o dedos del explorador para
el tibio. Se deben evitar las temperaturas extremas o
la sobreestimulación, especialmente en pacientes con
termoanestesia, ya que de este modo se pueden cau­
sar lesiones cutáneas.
Al estudiar la sensibilidad superficial será conve­ Fig. 12-5. Exploración de la sensibilidad vibratoria con el diapasón.
niente comparar puntos simétricos y repetir la explora­
ción varias veces para poder estar seguro de la exis­
tencia de perturbaciones. Además se procurará no sación tiene. Para detectar trastornos incipientes, pue­
aplicar los estímulos muy seguidamente, unos tras den explorarse las regiones más distales, como por
otros, para evitar confusiones en las respuestas. Si se ejemplo el dorso o uña de la primera falange del dedo
comprueban trastornos de la sensibilidad, se tratará gordo del pie, o bien colocar el diapasón en vibración
de delimitar las zonas alteradas, trazando sobre la sobre la región por explorar, solicitándole previamente
piel, con marcador, sus bordes. Se podrá así estable­ que avise cuando deja de percibir la sensación, des­
cer la altura, extensión y distribución de los trastornos pués de lo cual se coloca sobre otra región, que se su­
existentes. En casos de compromiso medular se esta­ pone sana. El hecho de que el paciente entonces la
blecerá el nivel sensitivo y lesiona! correspondiente. perciba indica un déficit en la región anteriormente ex­
plorada. Debe recordarse, por último, que la sensación
Exploración de la sensibilidad profunda palestésica va disminuyendo con la edad, particular­
mente en los miembros inferiores.
Exploración de la sensibilidad a la presión (bares­ Se debe evitar golpear el diapasón, como algunos
tesia) y de la apreciación de pesos (barognosia). Pa­ hacen, porque de ese modo se produce una vibración
ra explorar la sensibilidad a la presión hay que evitar sonora y audible que puede confundir el examen al
poner en juego las sensibilidades táctil y térmica. Pa­ hacerse intervenir la audición.
ra el uso común de la clínica es suficiente hacer pre­ Exploración del sentido de las actitudes segmenta­
sión sobre puntos distintos del cuerpo, con la yema de rías , (batiestesia). La exploración de la batiestesia
un dedo, generalmente el índice, y preguntar al enfer­ equivale a estudiar la sensibilidad articular y muscular.
mo en qué punto se ha presionado más. Cuando se Se procede así: al paciente con ojos cerrados, se le
quiere realizar una exploración de la barestesia más mueve pasivamente, en distintas direcciones, una ar­
delicada, se usan discos metálicos de diferente peso ticulación cualquiera, y se la detiene en una determi­
o pesas. En tiempos pasados, hubo de utilizarse un nada posición, preguntándosele entonces en qué po­
instrumento especial: el llamado "barestesiómetro de sición ha quedado colocada. Por lo general, se utilizan
Eulenburg". los dedos de la mano o del pie (pulgar, dedo gordo),
La barognosia se explora mediante objetos de for­ que se tomarán entre el pulgar e índice ejerciendo una
ma semejante y de distintos pesos, por ejemplo, pe­ suave presión por sus bordes externo e interno (fig.
sas de diverso valor, que se colocan sobre la mano 12-6), preguntándose luego si el dedo está doblado
del sujeto o bien haciéndolo sostener dos jarros o va­
sos con distinta cantidad de líquido, pidiéndole que in­
dique cuál pesa más. Normalmente, un paciente debe
apreciar una diferencia de un tercio en el peso de dos
objetos distintos.
Exploración de la sensibilidad vibratoria (palestesia).
La palestesia se estudia con un diapasón de 128 vibra­
ciones por segundo (fig. 12-5), que se hace vibrar pe­
llizcando su rama en U, y aplicando inmediatamente su
pie sobre una superficie ósea: epífisis o diáfisis de los
huesos largos, de la tibia, por ejemplo. El paciente per­
cibe una sensación de trepidación o vibración sobre el
hueso, mientras vibre el diapasón, que compara gene­
ralmente a electricidad. El observador, para conocer el
estado de la palestesia, pregunta al enfermo qué sen-

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12. SENSIBILIDAD 285

hacia arriba o hacia abajo. No deben tomarse los de­ los comunes de distintas consistencias (moneda, lla­
dos por sus caras superior e inferior ya que se ejerce­ ve, lápiz, alfiler, goma, algodón). Se lo invita a que los
rá así presión sobre una u otra al descender o elevar manipule, desplazándolos entre sus dedos. Deberá
el dedo, y el paciente reconocerá la posición no por decir cuáles son sus carácteres (forma, tamaño, con­
batiestesia sino por barestesía, confundiendo o alte­ sistencia), y luego, si es posible, nombrarlos.
rando el resultado de la prueba. El tomar el dedo por Reconocer las citadas cualidades del objeto, o sea
los bordes posibilita una distribución simétrica de la realizar la identificación primaria, constituye la verdade­
presión efectuada por el explorador, lo que elimina la ra sensibilidad estereognósica. Nombrarlo, esto es, su
intervención de la barestesia en la maniobra. identificación secundaria, implica ya la intervención, por
Otro método útil consiste en pedirle al paciente que asociación, del lenguaje, y es expresión de una función
mueva el dedo índice de su mano en el mismo senti­ más sofisticada, la gnosía, o sea la capacidad de reco­
do de los movimientos que imprime el explorador al nocimiento, que es lo que verdaderamente se evalúa al
dedo del pie. También, al explorar un dedo de la ma­ explorar la estereognosia. En la astereognosia, el pa­
no, se le indica que reproduzca activamente la posi­ ciente preserva su sensibilidad superficial y profunda,
ción correcta con otro dedo del lado opuesto. De este pero no puede reconocer un objeto al manipularlo. Sin
modo se evitan las confusiones verbales que suelen embargo, sí lo puede reconocer, y nombrar, al obser­
surgir durante esta exploración, como cuando el pa­ varlo (véase Funciones cerebrales superiores: gnosia).
ciente dice "adelante" en lugar de "abajo" o "atrás" en Si el enfermo tiene un trastorno motor, por ejemplo,
lugar de "arriba", haciéndose mucho más clara su per­ una hemiplejía, para explorar el lado afectado se le
cepción de la batiestesia. deslizará el objeto por la mano, manteniéndosela ce­
También puede efectuarse un lento y suave des­ rrada pasivamente.
plazamiento hacia arriba o hacia abajo, debiendo se­ Exploración de la grafestesia. La grafestesia se ex­
ñalar el paciente con exactitud el momento en el cual plora del siguiente modo: al paciente con ojos cerra­
percibe el movimiento. dos se le dibujan sobre su superficie cutánea, con un
Durante esta exploración, los músculos de las arti­ objeto romo, números o letras que deberá reconocer.
culaciones examinadas deben estar completamente Esta facultad requiere no sólo de las funciones sensi­
relajados. Si se quiere realizar una exploración minu­ tivas elementales y corticales, sino también de las fun­
ciosa, se estudian los diversos segmentos de un ciones simbólicas del lenguaje que deberán estar in­
miembro, comenzando, por ejemplo, con las articula­ demnes para que se pueda hacer diagnóstico de
ciones interfalángicas, siguiendo luego con las meta­ trastorno de la agrafestesia. También la grafestesia,
carpofalángicas, la muñeca, el codo, etc., si se trata por ello, es expresión de un nivel más elevado de in­
del miembro superior. tegración, próximo al de la gnosia.
Las alteraciones incipientes de la batiestesia pue­
den encontrarse explorando los dedos tercero y cuar­ Exploración de la sensibilidad visceral
to de manos y pies, ya que al tener ellos un área de
representación menor en la corteza cerebral pueden Se efectúa mediante la compresión del testículo,
alterarse más precozmente. de la tráquea, del epigastrio, de las mamas. La sensi­
Exploración de la sensibilidad dolorosa profunda. Es bilidad de la vejiga se exploraba antiguamente disten­
la sensibilidad de los músculos y tendones a la compre­ diéndola mediante el sondeo y la inyección de 1 20 a
sión profunda. Normalmente una compresión modera­ 1 50 cm3 de líquido en su interior, que en el sujeto nor­
da de los músculos y tendones es indolora, pero en mal provoca el deseo de orinar. Actualmente si se sos­
ciertos estados patológicos (miositis, dermatomiositis, pecha un trastorno de la función vesical se efectúa
polineuritis) son sensibles a presión leve. En otros, por una urodinamía, que permite medir volúmenes, con­
el contrario (mielopatías, lepra), la compresión intensa tractilidad, respuesta refleja. La sensibilidad de otras
puede no provocar dolor. La exploración consiste en vísceras escapa a la exploración ordinaria, salvo en
comprimir con la mano las masas musculares o pelliz­ ciertas circunstancias patológicas.
car tendones accesibles como el de Aquiles.

Exploración combinada de las sensibilidades Alteraciones


superiicial y profunda
Alteraciones de la sensibilidad subjetiva
Exploración de la estereognosia. La estereognosia
se explora del siguiente modo: al paciente con ojos Las perturbaciones de la sensibilidad subjetiva, es­
cerrados se le colocan en la palma de la mano obje- pontáneas, están fundamentalmente constituidas por

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286 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

el dolor y las parestesias o disestesias. Tanto el dolor va una lanza o estilete (dolor lancinante), o de taladro
como las parestesias dependen de un estímulo irrita­ (dolor terebrante), a tironeamiento o arrancamiento
tivo que actúa en un punto cualquiera de las vías sen­ (dolor lacerante). Son las principales variedades, pero
sitivas, a veces generados por vía refleja. Se analiza­ puede haber otras.
rán estas perturbaciones separadamente. El dolor puede ser continuo, permanente, de cierta
duración, o bien paroxístico, es decir, de duración más
Dolor o menos breve, separado por períodos sin dolor. Es
común hacer de la palabra algia, sinónimo de dolor.
El dolor es una sensación especial, penosa, desa­ Sin embargo, no son estrictamente sinónimos. El tér­
gradable. En esta definición están contenidos los dos mino algia (del griego algos, dolor) implica siempre
elementos fundamentales del dolor: una manifestación dolorosa, no fugitiva o pasajera, si­
- se trata de una sensación especial, semejante a no persistente y con tendencia a repetirse. Por esto
lo que es la sensación de contacto, calor, frío o pre­ mismo, el algia condiciona pslquicamente al enfermo,
sión; que experimenta un sentimiento de temor o ansiedad
- hay, en esa sensación, un componente intensa­ a la reaparición del dolor.
mente afectivo que la hace penosa y desagradable. El dolor puede ser generalizado o difuso, o estar lo­
Su intensidad puede variar dentro de amplios lími­ calizado en ciertas partes del organismo. El dolor pue­
tes, desde el dolor leve al dolor intolerable. Esta inten­ de tener su sitio de máxima intensidad en un lugar y
sidad depende de la causa que lo origina, pero tam­ de ahí irradiar a zonas vecinas o alejadas (dolor irra­
bién existe un factor reactivo individual que hace que diado y a distancia).
un mismo dolor sea leve para un sujeto e intenso pa­ Según el nivel del sistema nervioso en que se ori­
ra otro. En esto intervienen factores hereditarios, de gina, el dolor puede ser periférico o central. El dolor
formación o educación (un boxeador se hace poco periférico se debe a procesos que afectan a los ner­
sensible a golpes violentos), de adaptación o acos­ vios periféricos, sean somáticos o viscerales, en tanto
tumbramiento (se eleva el umbral al repetirse el estí­ que el dolor central se debe a lesiones que afectan a
mulo) o psiquicoemotivos (la depresión hace a un su­ las vías o centros sensitivos dentro del neuroeje (sín­
jeto más sensible al dolor; un sujeto encolerizado drome talámico, siringomielia).
puede permanecer insensible al dolor durante cierto El dolor periférico puede ser:
tiempo). La importancia de esta modalidad individual - Somático, cuando tiene su origen en el sistema
es tal que, en algunos sujetos, la sensación de dolor osteoarticular o en las partes blandas.
puede invertir su carga afectiva y constituir una sensa­ - Visceral, cuando tiene su origen en las vísceras
ción placentera o agradable, por paradójico que pa­ del tórax y abdomen: puntada de costado, cólicos he­
rezca. Esto se conoce con el nombre de algofilia (del pático, renal, intestinal, dolor epigástrico. Es frecuen­
griego algos, dolor, y phi/ea, yo amo), y se lo observa te, en estos casos, que el dolor se localice sobre los
en ciertos trastornos de la personalidad (psicópatas, tejidos que recubren al órgano u órganos que lo origi­
místicos, masoquistas). nan, particularmente sobre la piel del tórax o abdo­
Cuando el dolor adquiere cierta intensidad, se le men, o bien a distancia del sitio en que se produce; es
asocian manifestaciones somáticas y psíquicas muy el dolor referido o heterotópico, porque se refiere de la
diversas: aceleración del pulso (signo de Mannkop� y víscera que lo produce a un área somática, más o me­
de la respiración, sudoración, palidez o rubicundez, nos próxima, en conexión fisiológica con ella. Así, el
elevación de la tensión arterial, dilatación de la pupila, dolor que produce una úlcera de estómago se refiere
excitación o depresión psíquica, llanto, cólera, ansie­ a los tegumentos del epigastrio.
dad. El dolor muy agudo inhabilita al sujeto para con­ - Vegetativo o simpático. Se debe a la irritación del
centrarse sobre toda actividad física o mental. En simpático, como la causalgia (el dolor toma todo el
unos casos, obliga al enfermo a la quietud y a la inmo­ miembro, aunque predomina en la parte distal, y es de
vilización. En otros, por el contrario, el enfermo es pre­ carácter urente, intenso y exacerbable por el contacto
sa de exacerbación psicomotora (típicamente, en el y el calor; se acompaña de alteraciones cutáneas co­
cólico renal). mo palidez, cianosis, edema, vasoconstricción), y la
La naturaleza, carácter o tipo del dolor es muy va­ neuralgia de los muñones de amputación. Se los de­
riable. Los enfermos lo comparan, según los casos, a nomina también simpatalgias.
compresión, como con un torno (dolor constrictivo, co­ - Vascular. De origen isquémico: angor pee/orís o
mo el del angor pectoris), a brusca descarga eléctrica angina de pecho por isquemia coronaria, dolor por
(dolor fulgurante), a quemadura (dolor urente), a pin­ claudicación intermitente de miembros inferiores (is­
chazo (dolor punzante), a la sensación de que se cla- quemia arterial periférica), eritromelalgia.

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12. SENSIBILIDAD 287

- Radicular (radiculalgia), por afectación de una restesias se observan en algunas enfermedades del
raíz (radiculalgia L5-S1 ). sistema nervioso, y en los trastornos circulatorios de
- Troncular, por afectación del tronco de un nervio las extremidades.
periférico (cruralgia, ciatalgia). Entre las parestesias se individualiza el síntoma o
- Neura/ (neuralgia), por afectación de un nervio "signo" de Lhermitte (barber sign), consistente en una
periférico (neuralgia del trigémino). sensación de descarga eléctrica, hormigueo, adorme­
cimiento, vibración o sacudimiento que corre a lo lar­
El dolor puede ser, además, orgánico o funcional. go del dorso y se propaga a los miembros superiores
Todos los dolores citados anteriormente correspon­ o inferiores, o a ambos, presentándose al flexionar la
den al primer tipo. En cuanto a los segundos, com­ cabeza (el explorador o el mismo paciente), al aga­
prenden los dolores sine-materia observables en charse o al toser o estornudar. Se ha observado en
ciertas psicosis y neurosis. Se los designa también traumatismos de cráneo y de columna vertebral y en
con el nombre de psicalgias. Son ejemplo de ellos el la esclerosis múltiple. Se describe asimismo en la
dolor conversivo-histérico, el depresivo (en particular, mielopatía actínica, afección medular posterior a ra­
la cefalea de la depresión), el alucinatorio y el para­ dioterapia aplicada para el tratamiento de una afec­
noico de los delirantes. ción maligna (cáncer cervicotorácico, linfomas), así
La insensibilidad congénita al dolor, cuadro en el como también en las compresiones medulares extrín­
cual la sensibilidad dolorosa está ausente desde el secas.
nacimiento, es de incidencia familiar y se puede Las parestesias o disestesias se observan en cier­
acompañar de falta de sudoración y fiebre. Suele ob­ tas afecciones del sistema nervioso:
servarse asimismo en estos niños automutilación - Polineuropatías (diabética, alcohólica, tóxicas) y
(que está también presente, junto a un tenor aumen­ polirradiculoneuropatías (eventualmente en el sín­
tado del ácido úrico en plasma, en el síndrome de drome de Guillain-Barré).
Lesch-Nyhan, aunque en este caso sin falta de sen­ - Radiculopatías por hernia del disco intervertebral u
sibilidad al dolor). Asimismo existe pérdida congéni­ otros procesos (espondilosis cervical}.
ta de la sensibilidad dolorosa en la disautonomía fa­ - Mononeuropatías: síndrome del túnel carpiano o
miliar de Riley-Day, asociada a sudoración anormal, tarsiano y otros síndromes de atrapamiento troncu­
hipotensión ortostática (que también se observa en lar de nervios periféricos (cubital, meralgia paresté­
el síndrome de Shy-Drager junto a manifestaciones sica por compresión del femorocutáneo), mono­
parkinsonianas), ausencia de secreción lagrimal, neuropatías primarias.
brotes febriles, trastornos de la deglución y labilidad - Enfermedad desmielinizante (esclerosis múltiple).
psíquica. Mielosis funicular (esclerosis combinada) de las
anemias graves (síndrome neuroanémico de Licht­
Parestesias o disestesias heim). Generalmente intensas, se describen a nivel
de manos y pies.
Las parestesias ( del griego para, peor, y aisthe­ - Epilepsia parcial. Son crisis parciales sensitivas.
sis, sensibilidad} o disestesias constituyen una per­ Pueden deberse a una lesión fo cal situada en la
turbación de la sensibilidad subjetiva, caracterizada circunvolución posrolándica parietal contralateral a
por la percepción, en general sin estímulo, de hormi­ las parestesias. Las mismas tienen una distribu­
gueos, pinchazos, adormecimiento, sensación de ción somatotópica semejante a la de las crisis mo­
corriente eléctrica o de frío o calor. El ejemplo más toras. Se describe en tumores del lóbulo parietal,
simple lo constituye la sensación de hormigueo con­ lesiones postraumáticas, gliosis, malformaciones
siguiente a la compresión del nervio ciático poplíteo vasculares. Ciertas auras epilépticas están consti­
externo, o peroneo, por el mantenimiento prolonga­ tuidas por parestesias.
do de la pierna cruzada. Pueden localizarse en cual­ - Accidentes cerebrovasculares como signo asocia­
quier parte del cuerpo, pero lo hacen, de preferen­ do o de comienzo.
cia, en las extremidades, y especialmente en las - Nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt­
regiones distales, como manos, pies y dedos. Pue­ Jakob (encefalopatía espongiforme humana). Se
den existir aisladas, desencadenarse o agravarse considera vinculada al contagio por ingesta de car­
por el roce de la piel o acompañarse de dolor. Como ne contaminada de animales con encefalopatía es­
éste, son expresión de irritación o lesión de las vías pongiforme bovina (BSE, enfermedad de la "vaca
sensitivas. No deben confundirse con ciertas pertur­ /oca'), fundamentalmente proveniente de Gran
baciones de la sensibilidad objetiva, denominadas Bretaña. La espongiosis predomina en el tálamo y
parestesias objetivas (véase más adelante). Las pa- ocasiona parestesias intensas.

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288 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

También se observan parestesias en enfermeda­ • Cefalea (cefalalgia)


des vasculares:
- Enfermedad de Raynaud: crisis reiteradas de va­ Se designa así al dolor de cabeza. La cefalea pue­
soespasmo arterial periférico, simétrico, que pre­ de obedecer a causas muy diversas. Puede abarcar
dominan en manos y dedos. Se distinguen tres pe­ toda la cabeza (cefalea holocraneana) o localizarse en
ríodos en la afección; un primer período determinadas regiones: frontal, parietal, occipital.
denominado de síncope local: el dedo palidece y Otras veces abarca una mitad de la cabeza (hemicrá­
está exsangüe (fenómeno del dedo muerto), al nea). Las cefaleas pueden ser primarias, o secunda­
mismo tiempo que la sensibilidad superficial a su rias a patologías extra o intracraneales.
nivel está muy disminuida (dedo anestésico); un
segundo período, de asfixia local, en el que las cri­ Cefaleas primarias
sis sincopales o de dedo muerto son reemplazadas
por crisis, siempre simétricas, de cianosis en los Migraña (de hemicránea), jaqueca (del árabe xaqiqa
dedos, que desaparecen con el baño caliente, se­ o khaqiqa, migraña). Es una de las cefaleas más fre­
guidas de una fase de rubefacción y calor. La en­ cuentes. Es episódica, más frecuente en mujeres y se
fermedad puede quedar reducida a estos dos pe­ presenta sobre una base constitucional heredada. El de­
ríodos, o bien puede llegar al tercer período, de sencadenamiento del cuadro se atribuye a desequilibrio
gangrena local, que es excepcional. Son frecuen­ o cambios hipotalámicos que inducen brusca liberación
tes las alteraciones tróficas de las uñas y de la piel. de serotonina, en buena medida de origen plaquetario,
La enfermedad de Raynaud puede constituir un consiguiente vasoconstricción más o menos intensa, ge­
síndrome que se puede observar en la causalgia, neralmente de la arteria cerebral media, seguida de
síndromes compresivos de salida torácica, siringo­ marcada vasodilatación, lo que causa el dolor. El proce­
mielia, lepra, arteriopatías obliterantes periféricas, so vascular se extiende progresivamente a través del
hipertensión pulmonar primaria, lupus eritematoso hemisferio afectado (spreading depression, de Leao).
sistémico, esclerodermia, hipotiroidismo y como Los síntomas iniciales suelen ser vegetativos y pa­
expresión de toxicidad farmacológica (propranolol, recen vincularse al hipotálamo: cambios del estado de
ergotamina). ánimo (irritabilidad, mal humor), del ritmo evacuatorio
Arteriopatía obliterante periférica y tromboangeítis (constipación/diarrea), del apetito (anorexia), de la ter­
obliterante de Leo Buerger. morregulación (sensación de frío/calor).
Acrocianosis (del griego akros, extremidad, y kya­ A ellos pueden suceder síntomas de la llamada au­
nos, azul}. Cianosis localizada en manos y pies, si­ ra migrañosa, término conceptualmente similar al au­
métrica, que se acentúa con el frío y las emociones ra epiléptica. El aura coincide con la etapa de la vaso­
y mejora con el calor; los dedos están habitualmen­ constricción, habitualmente precede a la cefalea, y
te fríos y sudorosos. suele durar algunos minutos. Sus manifestaciones tie­
Periarteritis nodosa. nen características focales. Puede ser:
Eritromelalgia. -Visual: lejos, la más frecuente. Se manifiesta co:
Hipertensión arterial. rpo destellos luminosos (fotopsias), puntos ciegos (es­
Enfermedad vascular aterosclerótica en general. cotomas), a veces adoptando formas reconocibles
Uremia. (nubes, algodón, círculos), que interfieren con la vi­
sión central. La combinación de estos síntomas recibe
La acroparestesia (del griego akros, extremidad; el nombre de escotomas centelleantes. Distorsiones o
para, peor; y aisthesis, sensibilidad) de Schullze se ilusiones visuales, visión en mosaico, hemianopsia, vi­
caracteriza exclusivamente por parestesias nocturnas sión en embudo (sólo se preserva la visión macular o
de las extremidades, que ceden con el movimiento vo­ central, cuya área se agranda si el paciente se aleja,
luntario. Se ha vinculado a vasoconstricción de los va­ véase Nervio óptico). La claridad suele percibirse co­
sa nervorum de las extremidades afectadas. Un sín­ mo exagerada o encandilante. A veces el enfermo re­
drome semejante ha sido descrito, últimamente, en fiere que "es como cuando se ve debajo del agua". Es
obreros que emplean el martillo neumático. útil hacerle dibujar al paciente las formas que percibe.
Sensorial: parestesias, generalmente unilaterales,
Dolor en las enfermedades del migratrices.
sistema nervioso Articulatoria: disartria, paro articulatorio (speech
arres/).
Comprende varios tipos localizados de dolor, como Motora: paresia, ataxia.
la cefalea, la raquialgia, la radiculalgia, la neuralgia. Psiquiátrica (raro).

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12. SENSIBILIDAD 289

Mientras dura el aura, inmediatamente después o de Cefaleas distingue dos grandes grupos: migraña sin
luego de algunos minutos de acalmia, se instala la ce­ aura, antes llamada migraña común, y migraña con au­
falea, que es creciente, intensa, típicamente pulsátil, ra, antes migraña clásica. También solía llamarse mi­
unilateral o hemicránea, comprendiendo el ojo, la graña complicada a la causante de déficit neurológicos
frente y la región parietal, pudiendo extenderse a toda estables, como la hemipléjica o la oftalmopléjica.
la cabeza. Se exacerba con los movimientos, hay foto Cefalea tensional (Tension Type Headache, TTH).
y fonofobia (por lo que el enfermo busca quietud, si­ Es considerada hoy la más frecuente. Sus caracterís­
lencio y oscuridad), y náuseas/vómitos. También pue­ ticas son las siguientes y difieren claramente de las de
den observarse palidez, bradicardia, oliguria y sensa­ la migraña:
ción de constricción en el cuello. Los vómitos suelen - es continua, se prolonga por días;
calmar el cuadro, y el sueño lo resuelve. - no es pulsátil;
La crisis puede durar varias horas o días. Se repi­ - es bilateral, habitualmente frontooccipital o bitem-
te irregularmente (varias en el día, diarias, semanales, poral, y cervical;
mensuales). Suele haber migraña en familiares direc­ es de intensidad moderada;
tos. En algunas enfermas mujeres recrudecen las cri­ - es opresiva, con sensación de "vincha", "casco" o
sis durante el período menstrual y pueden mejorar o "globo" (a veces los pacientes relatan sensación de
desaparecer durante los embarazos y después de la que "la cabeza estuviera por reventar");
menopausia. se acentúa hacia la tarde;
Se describen las siguientes variantes o formas clínicas: - no se agrava con los movimientos;
- Migraña hemipléjica o hemiparética: la cefalea de­ no se acompaña de náuseas, foto o fonofobia;
semboca en una hemiplejía, generalmente debida - puede acompañarse de parestesias o sensación
a un infarto cerebral causado por el proceso isqué­ de hipersensibilidad del cuero cabelludo (al peinar­
mico de la migraña (ictus o stroke migrañoso). se o manipularse el cabello);
Se reconoce una entidad genética de herencia au­ se agrega con frecuencia contractura dolorosa de
tosómica dominante: la migraña hemipléjica fami­ los músculos craneales y cervicales, que duelen a
liar, que a veces se asocia a síntomas cerebelosos la palpación, a veces formando nódulos de con­
(ataxia, nistagmo), y se vincula al cromosoma 19. tractura;
La entidad denominada CADASIL (CerebralAutoso­ suele haber ansiedad, sobrecarga atencional, labo­
mal Dominan/ Arteriopathy with Subcortical lnfarcts ral o afectiva subyacente, que condicionan el au­
and Leukoencephalopathy), vinculada también al mento del tono muscular vinculable a los síntomas;
cromosoma 19, asocia ictus cerebrales isquémicos, fluctúa a través de semanas o meses.
infartos cerebrales subcorticales a predominio fron­ La Sociedad Internacional de Cefaleas distingue
totemporal, depresión y crisis migrañosas. cefaleas tensionales con y sin trastorno de los múscu­
- Migraña oftalmop!éjica: causa paresia oculomoto­ los pericraneales.
ra, generalmente del III nervio craneal, que se Con frecuencia, se observa migraña y cefalea ten­
compromete en el segmento cisterna! de su trayec­ sional en un mismo paciente, en cuyo caso los sínto�
to periférico. El déficit comprende la motilidad ocu­ mas se superponen. Suele suceder que un paciente
lar extrínseca e intrínseca, y por ende cursa con con crisis repetidas de migraña agregue un compo­
midriasis. La porción alterada del nervio se refuer­ nente tensional secundario.
za en la RMI efectuada con gadolinio. Debe hacer­ Cefalea en racimos (acuminada, histamínica, de
se diagnóstico diferencial con síndrome del seno Hartan [1939], antiguamente: neuralgias del ganglio
cavernoso, aneurismas (comunicante posterior), esfenopalatino, del nervio vidiano o de Sluder, véase
sinusitis esfenoida!, síndrome de Tolosa-Hunt, co­ Nervio facial). Es la más dolorosa de las cefaleas pri­
mo entidades más frecuentes. marias. Sus características son:
- Migraña vertebrobasi/ar de Bickerstaff: se debe al mayor frecuencia en hombres;
compromiso de la circulación vertebrobasilar por el - aparición en determinadas épocas del año, habi­
mecanismo desencadenante de la migraña. Por tualmente primavera u otoño;
ello el aura visual es campimétrico, la cefalea occi­ - recurrencia de varias crisis de cefalea durante esa
pital, y las manifestaciones bilaterales. Puede ha­ época (por ej., una diaria durante varios días o se­
ber vértigo, acúfenos, diplopía, ataxia y paresia bi­ manas), que luego remiten hasta el año siguiente;
laterales. Es más frecuente en mujeres. la periodicidad puede variar;
No siempre se presentan todas las manifestaciones - ocurre con frecuencia de noche, durante el sueño
de la migraña. Puede presentarse el aura sola, la cefa­ REM, que la desencadena y despierta al paciente;
lea sin aura, o faltar, por ejemplo, las náuseas o la fo­ - el dolor aparece bruscamente, sin pródromos, y es
tofobia. La clasificación de la Sociedad Internacional muy intenso;

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290 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

es unilateral, y se localiza en globo ocular y órbita, - no dura más de dos horas, pero se repite 1 O, 1 5 o
pudiendo extenderse a frente (síndrome superior) y más veces en el día;
maxilar inferior, cara y cuello (síndrome inferior); los pacientes por lo general permanecen en repo­
- se acompaña de manifestaciones autonómicas ho­ so, a menudo en posición fetal, para esperar la re­
molaterales como: misión del dolor;
, inyección conjuntiva!; - puede desencadenarse con la rotación o lateropul­
, rinorrea, congestión u obstrucción nasal; sión cefálica, a veces con la compresión del nervio
, lagrimeo, por obstrucción del conducto lacrimo­ de Arnold (rama posterior de C2), o de las apófisis
nasal; transversas de C4 o C5;
, síndrome de Horner posganglionar (de la 3ª suele haber inyección conjuntiva!, lagrimeo, rinorrea
neurona autonómica, sin anhidrosis facial), que y ptosis en un 59% de los casos, pero no Horner;
puede persistir hasta 48 o 72 horas después del - puede ocurrir episódicamente, como prolongarse
episodio; 1 -2 meses y ceder, o en forma continua;
• enrojecimiento, sudoración y edema faciales deben descartarse causas subyacentes (aneuris­
(raros); mas, malformaciones vasculares, síndrome de
a diferencia de la migraña, no hay foto o fotofobia, Pancoast, patología del seno cavernoso).
náuseas, o acentuación del dolor con los movi­ Su fisiopatología es incierta.
mientos de la cabeza; Cefaleas crónicas, cefalea crónica diaria. Se acep­
sí hay, contrariamente a la migraña, marcada exci­ ta que algunas de las cefaleas descriptas anteriormen­
tación o inquietud motora; te, salvo la acuminada, que es típicamente episódica,
puede desencadenarse con el alcohol, nitritos e pueden prolongarse o recidivar regularmente; constitu­
histamina; yéndose así en migrañas, cefaleas tensionales o hemi­
recidiva casi siempre del mismo lado; cráneas crónicas. La llamada migraña transformada se
se ha señalado su asociación con el tabaquismo. refiere al caso de un paciente migrañoso con cefaleas
También con la acentuación de los pliegues facia­ recurrentes que evolucionan hacia (o se transforman
les, en particular los surcos nasogenianos, el en­ en) un patrón más parecido a la cefalea tensional, sin
grosamiento o rugosidad de la piel (piel de naran­ auras o síntomas digestivos y con dolor más continuo
ja, peau d'orange), y las telangiectasias faciales, y holocraneano.
lo que en conjunto ofrece el aspecto llamado de La cefalea de rebote (cefalea crónica diaria) se produ­
facies leonina, pero esta asociación es inconstan­ ce en consumidores diarios y crónicos de ergotamínicos
te. y analgésicos. Se genera una farmacodependencia que
La fisiopatología del cuadro no está totalmente es­ hace que al ceder el efecto analgésico, la cefalea "rebo­
clarecida. La localización del dolor se ha vinculado a ta" y recrudece, llevando al paciente a ingerir nuevamen­
irritación gasseriana y de la rama oftálmica del trigé­ te la medicación, lo que cierra el circulo vicioso del cua­
mino, activación aferente de su núcleo o raíz espinal, dro. Es frecuente de observar en las cefaleas postraumá­
luego del núcleo salivar superior (el llamado sistema ticas que se prolongan, llevando al paciente al consumo
de inervación trigeminovascular), liberación de VIP diario de analgésicos, y luego a una cefalea de rebote.
(polipéplido intestinal vasoactivo), CGRP (péptido re­ Los pacientes suelen recurrir a múltiples drogas.
lacionado al gen de la calcitonina), y manifestaciones
disautonómicas consiguientes: activación parasimpá­ Otras cefaleas primarias más raras son el llamado
tica (rinorrea, lagrimeo) e inhibición simpática (Hor­ síndrome SUNCT (Shott-lasting Unilateral Neuralgi­
ner). Hay marcado aumento de flujo en la porción ca­ form headaches with Conjunctival lnjection and Tea­
vernosa de la carótida y en la arteria oftálmica, con ring, cefaleas neuralgiformes unilaterales de corta du­
posible injuria secundaria de los plexos simpáticos pe­ ración con inyección conjuntiva! y lagrimeo) y el
rícarotídeos. La causa subyacente de este proceso síndrome de cefalea hípnica, que ocurre durante el
permanece incierta. sueño REM y se repite 2-3 veces por noche.
Hemicránea crónica paroxística, continua o episó­
dica. Predomina en mujeres: Cefaleas secundarias
- es unilateral;
- el dolor es máximo en las regiones ocular, frontal, Síndrome meníngeo y meningitis. Constituye uno
temporal y maxilar, pudiendo extenderse hasta la de sus elementos típicos (véase Síndromes semioló­
región cervical; gicos de otras afecciones del sistema nervioso).
es punzante o lancinante, pulsátil e intenso, a ve­ Hipettensión endocraneana. Cefalea de creciente in­
ces insoportable; tensidad, particularmente en las masas ocupantes de fo-

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12. SENSIBILIDAD 291

sa posterior. Se asocia a vómitos y borramiento de bor­ - Hemorragia cerebral intraparenquimatosa: la cefa­


des papilares o franco edema de papila (véase Sindromes lea suele producirse del lado de la hemorragia y
semiológicos de otras afecciones del sistema nervioso). ser rápidamente sucedida por signos de déficit
Tumores cerebrales. La cefalea puede formar par­ neurológico focal. El diagnóstico se confirma con
te del síndrome de hipertensión endocraneana o bien imágenes cerebrales. Si bien el LCR puede even­
existir en forma aislada, y en este caso el dolor suele tualmente mostrar hemorragia o xantocromía, se
referirse al área suprayacente al tumor. Más marcada desaconseja actualmente efectuar punción lumbar
por la mañana, es intermitente, medianamente inten­ en estos casos por el riesgo de precipitar un encla­
sa. Se acentúa con la tos, los esfuerzos y la gravedad. vamiento troncal pospunción.
Es más precoz en los tumores de fosa posterior y es Disecciones arteriales: el dolor es brusco y se pro­
el primer síntoma en algunos de los supratentoriales duce en las vecindades de la zona de disección, es
(véase Síndromes semiológicos de otras afecciones decir cuello anterior y regiones retromandibular y
del sistema nervioso). periauricular en la disección carotídea, nuca y re­
Cefalea postraumática. Cefalea sorda y holocra­ gión occipital en la vertebral. En esta última hay a
neana posterior a traumatismo craneoencefálico veces parestesias braquiales homolaterales a la di­
(TCE), generalmente cerrado (sin fractura craneal) y sección por compromiso del plexo cervical vecino
habitualmente leve o trivial. Opresiva y continua, con al segmento intravertebral de la arteria.
caracteristicas similares a la cefalea tensional. Se Hipertensión arterial: de localización occipital, sue­
asocia a sensación de "mareo", inestabilidad, dificul­ le ser matinal, cede o disminuye en la posición
tad de concentración, fatiga e insomnio. Suele prolon­ erecta y aumenta con los movimientos cefálicos o
garse semanas o meses. la maniobra de Valsalva. Se le agregan a menudo
Cefalea pospunción lumbar o raquídea. Por hipoten­ mareos y síntomas de aumento del tono adrenérgi­
sión endocraneana posterior a la extracción de líquido co: temblor de actitud, taquicardia, exacerbación
cefalorraquídeo (LCR). Es frontooccipital, y típicamente psicomotora.
se exacerba en posición erecta y se atenúa con el de­ - Infarto cerebral: de mediana intensidad, habitual­
cúbito. Su duración depende de la cantidad de líquido mente homolateral a la lesión, asociada a déficit
extraído, pero habilualmente se prolonga varios días. neurológico focal, que es la expresión predominan­
Cefalea por pérdida espontánea de LCR. También te de la enfermedad de base.
se debe a hipotensión endocraneana, pero en este - Trombosis venosa cerebral: habitualmente del se­
caso no hay punción previa. El paciente tiene los mis­ no longitudinal superior. Variable en localización e
mos sintomas que en la cefalea pospunción. Su cau­ intensidad, subaguda.
sa es incierta, pero se asocia a veces a TCE, diver­ Ruptura de malformaciones vasculares cerebrales
tículos meníngeos, laceramiento dura! por artrosis intraparenquimatosas.
cervical y enfermedades del tejido conectivo como el - Posendarterectomia carotídea: se inicia dentro de
síndrome de Marfan y sus variantes. los dos días posteriores a la cirugía, homcílateral,
Cefaleas de las enfermedades vasculares. leve a moderada, difusa, no se asocia a déficit fo­
Hemorragia subaracnoidea (HSA): mayoritariamen­ cal ni a hipertensión arterial.
te por ruptura aneurismática; cefalea muy brusca e - Arteritis craneal (arteritis temporal): arteritis de célu­
intensa ("el peor dolor de cabeza de mi vida"), sin las gigantes del sector carotídeo externo. Suele pre­
antecedentes de dolor similar, asociada a signos dominar en la arteria temporal superficial, pero se
meníngeos, LCR hemorrágico o xantocrómico y extiende desde el arco aórtico hasta las ramas dis­
presencia de sangre en el espacio subaracnoideo tales de las arterias extracraneales. Por ello, el do­
en la TC cerebral. La HSA es la que origina el do­ lor puede tener distribución y extensión variables:
lor que más típicamente se define como "cefalea región precordial, cintura escapular, hombro, cuello,
en golpe de trueno" (thunderc/ap headache): es de regiones maseterina, temporal, frontal y occípital.
instalación brusca y de máxima intensidad, que se Puede ser uni o bilateral. Se agregan típicamente
alcanza en segyndos, casi siempre menos de un signos de inflamación en el trayecto arterial, general­
minuto, y generalmente bilateral. La HSA es su mente más evidentes en la arteria temporal superfi­
causa más probable y es la patologia que debe cial: parestesias, rubor, calor, tumoración y dolor a
descartarse en primer lugar, pero otras causas de la compresión del vaso, sudoración. Además, hay
cefalea en golpe de trueno son: efracción aneurismá­ otros signos de isquemia de las ramas de la caróti­
tica (sin HSA detectable), mengitis, hemorragia ce­ da externa, en particular de la arteria maxilar interna:
rebral intraparenquimatosa, trombosis venosa ce­ claudicación masticatoria, dolor y claudicación lin­
rebral, migraña, ejercicio intenso, o causa benigna. guales, enrojecimiento faríngeo, angina y odinofa-

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292 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

gia, acúfenos e hipoacusia. La eritrosedimentación lea. Cuando lo son, la enfermedad ocular suele ser
se acelera francamente (>50 mm), pero no siempre. evidente: conjuntivitis, lesión o edema cornea!, iridoci­
Pueden observarse también leucocitosis y proteína clitis. Otras veces se trata de dolor referido a los ojos
C reactiva positiva. Su causa es desconocida. pero cuya causa está en otras estructuras: intracra­
- Angeítis granulomatosa aislada del sistema nervio­ neal, dental, vascular, sinusal. Aun así, el aumento del
so central (GANS): la arteritis de células gigantes esfuerzo del músculo ciliar en los hipermétropes, o el
se sitúa en el sector carotídeo interno intracraneal. del orbicular en los miopes, para mirar a la distancia,
La cefalea suele ser la única manifestación, a ve­ pueden ocasionar eventual sensación de molestia, fa­
ces durante meses, antes de que se produzcan le­ tiga o dolorimiento ocular. El glaucoma, por otra parte,
siones isquémicas y signos de déficit neurológico. sí causa cefalea, habitualmente ocular y frontal , por
Es intensa, fluctuante e incluso intermitente, desa­ aumento de la presión intraocular.
pareciendo y reapareciendo por períodos de días, La ya mencionada cefalea acuminada causa dolor
sorda, gravativa, y no responde a antimigrañosos o en el ojo, pero es una cefalea primaria.
analgésicos comunes. En este caso la eritrosedi­
mentación y hemograma no se alteran, pero puede Cefaleas y algias faciales.
haber hiperproteinorraquia. Generalmente no se - Procesos dentarios, bucales: caries, abscesos, in­
hace el diagnóstico hasta que se producen isque­ flamaciones.
mias cerebrales en la evolución de la enfermedad. Otitis: externa, media, interna.
Su causa es desconocida. - Procesos nasales y sinusales: rinosinusitis: el dolor
Carotidinia o carotidodinia: brusco dolor agudo en el es frontal o facial y típicamente se acentúa con la
cuello y la región maxilar, de minutos a horas de du­ gravedad, al descender la cabeza.
ración, que afecta predominantemente a las muje­ - Neuralgias: trigeminal y glosofaríngea, que pueden
res y recidiva en el mismo lado. Durante la crisis, la ser primarias o secundarias. Se describen en el ca­
carótida homolateral es dolorosa a la palpación y pítulo correspondiente a estos pares craneales.
pulsa intensamente. No hay disección. A veces se
asocia a displasia fibromuscular de la carótida. Su Cefaleas toxicofarmacológicas. Entre las sustan-
etiología es incierta y su nosología controvertida. cias que pueden causar cefalea se encuentran:
- Angiopatía cerebral posparto: arteriopatía intracra­ Nitratos/nitritos: vasodilatadores coronarios, sín­
neal inmediatamente posterior al parto, caracteri­ drome del pancho (hot-dog syndrome) debido a
zada por cefalea, convulsiones, déficit focal y lesio­ que estas sustancias se agregan a las salchichas
nes difusas, bilaterales y simétricas en la RMI para acentuar su color rojizo (a veces se agrega
cerebral, sin distribución vascular, que se autolimi­ vasodilatación/enrojecimiento facial).
tan y retrogradan espontáneamente. Hay recupe­ Dipiridamol: se utiliza para la prevención de la isque­
ración ad integrum. Se la ha considerado una for­ mia cerebral, en su formulación de liberación prolon­
ma de "eclampsia tardía". gada, asociado a la aspirina. Puede causar una ce­
Cefalea ceNicogénica. Debida a alteraciones estruc­ falea leve en los primeros días o semanas de
turales del cuello: artrosis cervical, traumatismo cervical tratamiento, que tiende a remitir espontáneamente.
(latigazo), espondilitis anquilosante, artritis reumatoidea, Alcohol: por interferencia con el ciclo de la seroto­
alteraciones de la unión craneovertebral, enfermedad de nina y alteración de la autorregulación.
Pagel. El dolor se debe a diversos mecanismos: com­ Monoglutamato de sodio: se utiliza para saborizar
presión o tironeamiento de la rama posterior de la raíz comidas varias, especialmente comida china. El
C2 (el llamado neNio suboccipital mayor deArnold), que síndrome del restaurant chino consiste en cefalea
brinda la inervación sensitiva de la región occipital, irrita­ pulsátil que aparece a los 20-25 minutos de la in­
ción de C1 (causa dolor en el vértex), irritación o com­ gesta de comida china, sensación de tensión facial
presión de raíces cervicales altas con cefalea referida y precordial y sensación quemante en cuello, hom­
por vía de la raíz espinal del trigémino. bros y tórax, mareos y molestia abdominal.
El dolor es cervical posterior y occipital, se desen­ Aspartamo: endulzante artificial de los productos
cadena o agrava por movimiento cervical o postura dietéticos, puede causar cefalea.
• Raquialgia
erecta de la cabeza y cuello, suele encontrarse resis­
tencia a la movilización pasiva cervical, hipertonía cer­
vical y dolor al comprimir los músculos del cuello. Sue­
le ser un dolor de tipo más somático que radicular. La raquialgia consiste en un dolor localizado a lo
Cefalea oftalmogénica. Contrariamente a lo que largo de la columna vertebral. Entre sus múltiples cau­
suele creerse, los ojos no suelen ser causa de cefa- sas puede mencionarse:

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12. SENSIBILIDAD 293

fracturas o aplastamientos vertebrales; Véase Síndromes radiculares en Síndromes se­


- osteoporosis; miológicos de otras afecciones del sistema nervioso.
• Neuralgias
- lesiones vertebrales extensas (tumores primitivos o
metastásicos, mal de Poli);
- enfermedad de Pagel;
- meningitis; Es el dolor que se distribuye por el trayecto de un
- hematomielia; nervio periférico, en todo o parte de su territorio. Sue­
absceso espinal epidural; le ser paroxístico, en accesos o ataques. Los accesos
- intoxicación por talio. son de duración variable, de minutos a horas y desa­
• Radiculalgias (dolor radicular)
parecen brusca o progresivamente dejando sólo una
sensación de molestia o tensión dolorosa. El dolor se
exagera comprimiendo aquellos puntos en que el ner­
Es el dolor provocado por irritación o compresión vio es accesible por ser su trayecto más superficial
de las raíces raquídeas, en su travesía meníngea. La (puntos de Valleix). Por su importancia serán descrip­
aracnoides, formando un verdadero divertículo de los tas las neuralgias crural, del femorocutáneo, ciática,
espacios aracnoideos perimedulares, acompaña a las intercostal y cervicobraquial. Las neuralgias trigeminal
raíces hasta el ganglio de la raíz posterior, avanzando y glosofaríngea han sido estudiadas con los pares
más sobre la raíz posterior que sobre la anterior. La in­ craneanos.
flamación de esta vaina aracnoidea o la compresión
de la raíz causarán la radiculalgia. Neuralgia crural
La radiculalgia puede ser continua o paroxística.
El dolor puede ser sordo y profundo, de intensidad Se manifiesta por dolor de distribución crural: la re­
variable, a veces lancinante. Se exagera con la tos, gión anterior del muslo. El dolor puede ser desencade­
el estornudo y el esfuerzo, por desplazamiento brus­ nado por hiperextensión del miembro inferior sobre la
co de líquido cefalorraquídeo, que actúa como "gol­ pelvis, lo inverso de la maniobra de Laségue (signo de
pe de ariete" sobre las raíces afectadas. Se distribu­ Laségue invertido). Suele originarse por compresión
ye por el territorio de inervación sensitiva de la raíz crural a su paso por la región inguinal (adenomegalias).
o raíces afectadas (distribución radicular), habitual­
mente a lo largo de los miembros o de la región in­ Neuralgia del femorocutáneo (meralgia parestésica)
tercostal.
Las causas más comunes de radiculalgia son: Se manifiesta con parestesias y sensación de "piel ti­
hernias discales; rante" en la cara externa del muslo, área de distribución
- artritis y artrosis de columna vertebral; del nervio. Puede aparecer en la marcha o en la posición
- escoliosis; sentada. El dolor puede provocarse o exacerbarse por
- hiperostosis; compresión a la altura de la espina ilíaca anterosuperior,
- aracnoidilis (inflamatoria, química por sustancia de debajo de la que pasa el nervio. Puede haber hipoeste­
contraste inyectada en el canal raquídeo, infiltra­ sia en el territorio correspondiente. Su causa se vincula
ción neoplásica); a compresión por fibrosis de las capas aponeuróticas
- tumores intradurales extramedulares (neurinomas, que atraviesa el nervio al alcanzar los planos superficia­
meningiomas); les. La obesidad es un factor condicionante.
- tumores vertebrales;
- mal de Poli. Neuralgia ciática (ciática, ciatalgia)

En épocas pasadas, solían verse con frecuencia los do­ Es la neuralgia del ciático mayor, cuyo dolor se dis­
lores radiculares fulgurantes y en cinturón de la tabes dor­ tribuye por su trayecto, desde la región lumbar hasta
sal. Los dolores fulgurantes eran de iniciación brusca, dura­ las regiones posterior del muslo, posterior y externa
ban segundos y los enfermos los comparaban a una de la pierna, y del pie y dedos. El dolor puede ser pro­
descarga eléctrica, a lo largo de la cara posterior de los vocado por medio de diversas maniobras que estiran
miembros inferiores. Los dolores en cinturón, atribuidos a o elongan el nervio, dando lugar a diversos signos:
irritación de las raíces posteriores de la médula dorsal, con­ Signo de Lasegue. Con el paciente en decúbito dor­
sistían en sensación de opresión, como cinturón apretado sal y con el miembro inferior extendido, se toma el
alrededor del abdomen o la base del tórax. Tanto los dolo­ miembro por el pie y se lo levanta suavemente en ex­
res fulgurantes como los dolores en cinturón se presenta­ tensión cuidando que la rodilla no se flexione (fig. 12-7).
ban en el período preatáxico de la tabes. Si el signo es positivo aparece dolor vivo en el trayec-

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294 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Fig. 12-7. Exploración del signo de Laségue. Fig. 12-8. Exploración del signo de Laségue con la maniobra
de Gowers-Bragard.
to del ciático, a altura variable. Cuanto más intensa un segmento radicular, constituido por las raíces de
sea la ciática, menor será la altura a la que aparecerá origen del nervio, en su trayecto subaracnoideo;
el dolor. El signo es dudoso o no significativo si el do­ - un segmento ganglionar, que corresponde al gan­
lor surge más allá de 45 grados. glio de la raíz posterior;
Maniobra de Gowers-Bragard. Complementa el - un segmento funicular, que se extiende entre el
signo de Laségue. Se hace la maniobra de Laségue y ganglio de la raíz posterior y el punto en que el ner­
si no se provoca dolor se toma el pie a plena mano y vio abandona el agujero de conjunción; correspon­
se lo flexiona pasivamente, con fuerza, sobre el dorso de a todo el segmento que atraviesa el agujero de
(hiperflexión dorsal o hiperextensión forzada pasiva) conjunción;
(fig. 12-8): si hay ciática se produce dolor. Si el signo un segmento plexual, que corresponde a las anas­
de Laségue ha sido positivo, la maniobra de Gowers­ tomosis de las diferentes raíces que entran en la
Bragard aumenta el dolor. La hiperflexión dorsal del constitución del plexo que da origen al nervio;
pie acentúa la elongación del nervio lograda por la - un segmento troncular, que está constituido por el
maniobra de Laségue. tronco mismo del ciático, desde su emergencia del
plexo hasta su distribución periférica.
El signo de Laségue y la maniobra de Gowers-Bragard
son los clásicos de la ciatalgia. Otros signos descriptos en la A estos distintos segmentos corresponden las va­
era semiológica son: riedades de ciática: radicular, ganglionar, funicular,
Signo de Bonnet. Se flexiona la pierna sobre el muslo y plexual y troncular. Ciertas particularidades clínicas
el muslo sobre la pelvis, y luego tomando el miembro por la permiten distinguirlas:
rodilla se lo coloca en abducción; si entonces se produce do­ - La ciática radicular irradia el dolor al primero (L5) o úl­
lor el signo es positivo. En aducción no debe haber dolor, si timo (S1 ) dedo del pie, a veces coincidente con hipo
lo hay el signo es dudoso (histeria, simulación). o disestesias, porque estas raíces son las más fre­
Signo de Chiray. Cuando el enfermo trata de sostenerse cuentemente afectadas en las protrusiones discales.
sobre la punta del pie se despierta dolor en el lado enfermo.
Signo de Turyn. Es semejante al de Gowers-Bragard, pe­ El dolor puede acentuarse con las maniobras de Naffziger:
ro en vez de flexionar dorsalmente el pie, se extiende pasi­ Maniobra de Naffziger superior. Al enfermo en posición
vamente el dedo gordo. El signo es positivo si surge o se sentada se le comprimen suavemente las yugulares como
agrava el dolor. en la maniobra de Queckenstedt. La exageración del dolor
Signo de Neri. Estando el enfermo en bipedestación, con ciático es índice de afectación ciática en su segmento radi­
las piernas juntas, se le indica que trate de levantar algo del cular. Hoy en día esta maniobra se desaconseja por el ries­
suelo, sin doblar las rodillas. En el lado enfermo la rodilla se go agregado de compresión carotídea e isquemia cerebral
flexiona y se produce dolor. consiguiente.
Signo de Feuerstein. Estando el paciente en bipedesta­ Maniobra de Naffziger inferior. Al enfermo en decúbito
ción y apoyado sobre el pie del lado enfermo, se produce do­ dorsal se le pide que haga un esfuerzo abdominal, mientras
lor al extender la pierna sana y llevarla así hacia adelante. el médico se opone con su mano. La exageración del dolor
tiene igual significado e interpretación.
La ciática puede ser uni o bilateral (ciática doble}.
Según el punto en que el nervio es afectado se dis­ La ciática ganglionar es difícilmente distinguible de
tinguen varias clases de ciática. Se consideran en el la radicular. Las maniobras de Naffziger pueden re­
trayecto del nervio los siguientes segmentos (fig. 12-9): sultar dudosas o negativas.

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12. SENSIBILIDAD 295

Médula

Espacio subarac­
noideo

Nervio
Plexo 1 Fu fcu lo I Gan- I radicu-' Ralees
n Fig, 1 2-9. Segmentos de los
glio lar
nervios raquídeos.
- En la ciática funicular, el enfermo de pie adoptá una da esta posición, se le solicita que se agache hasta to­
actitud antálgica para disminuir el dolor, inclinándo­ car el suelo con sus manos. Si se provoca dolor en es­
se hacia el lado sano: actitud, escoliosis o concavi­ ta nueva posición, la ciática no es real, ya que la
dad heterólogas, para ensanchar o abrir, de este misma no provoca elongación del nervio ciático, por­
modo, los agujeros de conjunción del lado doloroso. que la pierna está en flexión. Igual valor tiene la manio­
En la ciática troncular, por el contrario, la actitud bra si el paciente refiere dolor antes de terminarla o al
antálgica es homóloga: el enfermo se inclina hacia comenzarla, es decir, antes de llegar a tocar el suelo,
el lado del dolor (actitud, escoliosis o concavidad y aun también si el paciente se niega a la maniobra por
homólogas). De esta forma el enfermo trata de miedo a tener dolor, actitud que, generalmente, revela
contrarrestar el elongamiento o estado de tensión un importante componente psicógeno subyacente.
del nervio; si se inclina hacia el lado opuesto, el do­ Una forma más simple de la maniobra consiste en
lor se exacerba. flexionar la rodilla del paciente y, al mismo tiempo, el
Las ciáticas dobles dependen, generalmente, de com­ muslo sobre su abdomen, estando éste en decúbito
presiones discales o tumorales intra o extramedulares. dorsal. En esta posición tampoco se elonga el ciático
Siempre que se diagnostique una ciática se debe (la pierna está flexionada}, por lo que si el paciente re­
explorar la columna vertebral, la articulación de la ca­ fiere dolor, el mismo no será real. La contraprueba de
dera y la pelvis. Debe percutirse la columna vertebral, esta maniobra consiste en que el paciente refiera de­
con el martillo de reflejos, desde la porción cervical saparición o mejoría del dolor al volver a extender la
hacia abajo. Una vértebra que duele a la percusión pierna, posición que, precisamente, debería provocar­
sugiere una lesión ósea a ese nivel. Los estudios de lo si se tratara de una ciática real.
imágenes (Rx simple, TC, RMI) son indispensables. Causas. Las causas y semiología asociada de ciá­
La centellografía permitirá conocer la presencia y ac­ tica y ciatalgia se describen en la sección Radiculopa­
tividad de tumores o metástasis. tías y hernia de disco íntervertebral del capítulo Sín­
Diagnóstico diferencial de la ciática real con la dromes semíológicos de otras afecciones del sistema
seudociática (histérica o simulada). Muy frecuente­ nervioso. Se puede mencionar aquí que, según su
mente se presentan casos de ciatalgia en los qua no segmento, las ciáticas se deben a distintas causas:
se encuentran, en el examen físico, signos semíoló­ la ciática radicular obedece a hernia discal, artritis/
gicos objetivos. En estos casos el signo de Laségue artrosis, tumores vertebrales primitivos o metastá­
es dudoso. sicos, mal de Poli;
Es útil efectuar entonces la llamada maniobra de la ciática funicular se debe a neurodocitis (inflama­
Burns: se le pide al paciente que se arrodille sobre un ción del segmento funicular), secundaria a osteoar­
banco o una silla de altura habitual. Una vez alcanza- tritis o artrosis del agujero de conjunción;

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296 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

la ciática plexual, a masas ocupantes retroperito­ neralmente proximal y distal. A veces hay un antece­
neales (hematomas, tumores); dente de vacunación, o de proceso viral o febril, pero la
- la ciática troncular a causas traumáticas (heridas causa real, a pesar de que parece inmunomediada, es
de arma blanca, inyección glútea). desconocida. La evolución es variable, en algunos ca­
sos la amiotrofia resultante es permanente. Este sín­
Neuralgia intercostal drome se ve con frecuencia. Se instala en 4 o 5 días, y
siempre debe descartarse como causa subyacente un
El dolor se produce en el trayecto de un nervio in­ trastorno de columna cervical (hernia discal aguda, ar­
tercostal. Existen puntos dolorosos a la presión: junto trosis, pinzamientos intervertebrales, aplastamientos,
al esternón (punto yuxtaesternal), en el espacio inter­ tumores) o de la articulación del hombro, mediante es­
costal, sobre la línea axilar media y junto a la colum­ tudios de imágenes (Rx simples, TC, RMI).
na vertebral (punto yuxtavertebral).
Causas. La mayoría de las veces la neuralgia inter­ Neuralgia frénica
costal depende de una compresión o compromiso to­
rácico extrínseco, por un proceso vertebral (compre­ Hay dolor en el trayecto del nervio frénico: base del
sión discal o tumoral de raíces dorsales), pleural cuello, esternón y retroesternal. Se asocian disnea e
(pleuresía, pleurodinia epidémica), mediastinal poste­ hipo. El dolor aumenta con la tos, el estornudo, los
rior (aneurisma de la aorta o tumores malignos) o pul­ movimientos respiratorios y el hipo. Los puntos que
monar (casi siempre tumoral). duelen al ser comprimidos (puntos de Valleix) son:
En ocasiones, la neuralgia intercostal precede a la - En el cuello: el del escaleno anterior, presionando
erupción vesicular en el trayecto del nervio que carac­ entre los dos cabos del esternocleidomastoideo.
teriza al denominado herpes zóster o zona (vulgar­ - En el tórax:
mente culebrilla), debido a compromiso del ganglio de • un punto situado a nivel de la segunda y de la
la raíz posterior por el virus del mismo nombre (gan­ tercera articulación esternocondral;
glioneuritis posterior). Otras veces la neuralgia inter­ • las costillas séptima a décima, que correspon­
costal aparece después de pasada la erupción zoste­ den a la inserción del diafragma (botón diafrag­
riana (neuralgia posherpética o poszosteriana). En mático de Guéneau de Mussy).
ambos casos el dolor y parestesias son intensos. Causas. Aneurisma de aorta, pericarditis, procesos
mediastinales. Colecistitis (por irritación diafragmática).
Neuralgia cervicobraquial
Se caracteriza por dolor en el cuello, brazo, ante­ Alteraciones de la sensibilidad objetiva
brazo y mano, acompañados a veces de contractura
cervical. Son los signos comprobables por el médico al ex­
Causas. Se observa en procesos que afectan a los plorar la sensibilidad. Comprenden las alteraciones de
plexos cervical y braquial como: la sensibilidad superficial, de la sensibilidad profunda,
- alteraciones discales u osteoartríticas de la colum­ de la combinada, de la sensibilidad visceral y las pa­
na cervical; restesias objetivas.
costillas supernumerarias o costillas cervicales;
- contracturas cervicobraquiales en los síndromes Alteraciones de la sensibilidad superficial. Las
posturales; alteraciones de la sensibilidad superficial consisten en:
- procesos tóxicos endógenos o exógenos. - Pérdida, disminución o exageración de la sensibili­
En el síndrome de la costilla cervical o supernume­ dad táctil, lo cual se designa con el nombre de ana­
raria puede faltar o disminuir la amplitud del pulso ra­ fia (del griego an, privativo, y aphe, tacto), hipoafia
dial, espontáneamente (raro) o mediante la maniobra e hiperafia o hiperestesia, respectivamente. En
de Adson: el examinador lleva hacia atrás el miembro ciertas neuropatías periféricas sensitivas heredita­
superior del enfermo que, a su vez, rota, lateraliza y rias, la pérdida simétrica, progresiva y lenta de la
extiende su cabeza hacia el hombro opuesto. Puede sensibilidad táctil en todos los dedos origina un dé­
palparse así desaparición o disminución de la amplitud ficit intenso (mano ciega).
del pulso radial, o asimetría al realizar la maniobra bi­ Abolición, disminución o exageración de la sensibi­
lateralmente. El hallazgo, sin embargo, es inconstante. lidad al calor (termoanestesia, atermoestesia o
La neuralgia amiotrófica (neuritis braquial, síndrome anestesia térmica, hipo e hipertermoestesia).
de Parsonage-Tumer) se caracteriza por una intensa - Abolición, disminución o exageración de la sensibili­
neuralgia cervicobraquial o braquial, que cuando cede dad al frío (acriestesia, del griego a, privativo, kryos,
es seguida por amiotrofia del brazo comprometido, ge- frío, y aisthesis, sensibilidad, hipo e hipercriestesia).

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12. SENSIBILIDAD 297

- Abolición, disminución o exageración de la sensibi­ por ejemplo, el tacto y la sensibilidad profunda, se pre­
lidad al dolor (analgesia, del griego an, privativo, y servan, mientras que en la misma región otras sensi­
algos, dolor, hipo e hiperalgesia). bilidades, como la térmica y la dolorosa, se pierden
- El fenómeno de extinción consiste en que al estimu­ (véase, más adelante, Síndromes sensitivos).
lar simultáneamente, mediante el tacto o dolor, dos
regiones simétricas, por ejemplo de ambos miem­ Alteraciones de la sensibilidad combinada.
bros inferiores, el paciente sólo percibe un lado, el - De la estereognosia: astereognosia, pérdida del re­
sano. Pero si se estimula únicamente el lado afec­ conocimiento de los objetos comunes, al palparlos o
tado, lo siente. En otras palabras: el enfermo siente manipularlos. La astereognosia puede acompañarse
un estímulo aplicado alternativamente en uno y otro de alteraciones del sentido de discriminación táctil y
hemicuerpo, pero al aplicarlos simultáneamente, re­ del de la grafestesia; a veces también de trastornos
conoce sólo el lado sano. Este hallazgo revela leve relativamente discretos de la sensibilidad superficial.
hipoestesia, o lesión parietal contralateral. Se ve en casos de lesiones parietales contralatera­
les, . y, como ya fue mencionado, es expresión de
Alteraciones de la sensibilidad profunda. Con- una función de mayor integración (véase Gnosias).
sisten en: - De la grafestesia: agrafestesia, pérdida del recono­
Abolición o disminución de la sensibilidad a la pre­ cimiento de números o letras que el examinador di­
sión o barestesia (abarestesia e hipobarestesia). buja sobre la superficie cutánea. Tiene significado
- Abolición o disminución de la apreciación de peso clínico similar al de la astereognosia.
o barognosia (abarognosia e hipobarognosia).
Son raras las perturbaciones aisladas de la bares­ Alteraciones de la sensibilidad visceral. Consis-
tesia o barognosia. Generalmente acompañan a otras ten en la pérdida de la sensibilidad visceral a la com­
anomalías de la sensibilidad profunda. presión, o de la vejiga a la distensión (analgesia vis­
- Abolición, disminución o exageración de la sensibi­ ceral), como puede verse por ejemplo en la
lidad vibratoria o palestesia (apalestesia, hipo e hi­ siringomielia. La analgesia testicular constituye el sig­
perpales/esia). no de Pi/res de la tabes dorsal.
Pérdida del sentido de las actitudes segmentarías
o batiestesia (abalies/esia). Parestesias objetivas. Con este nombre se designan
La abarestesia, apalestesia y abatiestesia se ob­ aquellas alteraciones de la sensibilidad distintas de la anes­
servan cuando hay alteración de los cordones poste­ tesia, hipoestesia o hiperestesia. No deben confundirse con
riores de la médula, o en las afecciones de nervios pe­ las parestesias o disestesias, que ya se han estudiado y
riféricos o ra ices. que son perturbaciones de la sensibilidad subjetiva. Las pa­
- Alteraciones de la sensibilidad dolorosa profunda: restesias objetivas comprenden:
dolor al comprimir las masas musculares y tendo­
nes, como se observa en las polineuritis y miositis, Retardo de sensaciones: consiste en el aumento del tiem­
o ausencia absoluta de dolor a la compresión enér­ po necesario para percibir una sensación. Coexiste gene­
gica de las masas musculares o al pellizcamiento ralmente con hipoestesia.
de los tendones o nervios. Fusión de sensaciones: cuando se practican varios estí­
mulos sucesivos en el mismo sitio, los primeros no dan
Ejemplos de esto son los antiguos signos: de Abadie lugar a sensación, y sí los últimos. En realidad se debe
(compresión del tendón de Aquiles), de Biernacki (compre­ al fenómeno anterior de retardo de sensaciones: por re­
sión del nervio cubital en el canal epitrocleano) o de Bech­ tardo, los primeros estímulos no son sentidos.
terew ( compresión del ciático poplíteo externo a nivel de la - Suma de sensaciones: es necesario estimular varías ve­
cabeza del peroné), todos ellos en la tabes dorsal. ces para registrar una sola sensación.
Agotamiento o fatiga de sensaciones: después de varios
El término anestesia, de uso tan corriente, debe re­ estímulos, a los que ha correspondido una sensación ca­
servarse para la abolición de todas las formas de sensi­ da vez, no se consigue ya provocar nuevas sensaciones.
bilidad. Se denomina anestesia superficial a la abolición Poliestesia: un estímulo único origina sensaciones múltiples.
de las sensibilidades superficiales, y anestesia profunda Un pinchazo da lugar a sensación de varios pinchazos.
a la de las profundas. Hemianestesia es la anestesia en Perversión de las sensaciones o parestesia propiamen­
una mitad del cuerpo. Las mismas consideraciones ter­ te dicha: un estímulo ordinario determina una sensación
minológicas son aplicables a hiperestesia e hipoestesia. distinta a la habitual, por ejemplo, un simple contacto es
Se habla de anestesia disociada, o mejor, disocia­ sentido como dolor (afalgesia de Lannois) (del griego
ción de la sensibilidad, cuando ciertas sensibilidades, aphe, tacto, y algos, dolor).

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298 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Adaptación sensílíva: persistencia anormal de la sensa­ Disociación periférica. Se caracteriza por la


ción después de finalizar el estímulo o bien en la desa­ anestesia superficial con conservación de la sensibi­
parición prematura de la sensación aun cuando el estí­ lidad profunda. Corresponde, por lo general, a lesio­
mulo se mantiene. Coexiste generalmente con otros nes que afectan a los nervios cutáneos sensitivos,
trastornos discriminativos. que conducen solamente fibras táctiles, térmicas y
Alteraciones del sentido de lugar o topoestesia (del grie­ dolorosas.
go topos, lugar, y aisthesis, sensación). Son errores de
localización: un estímulo en el hombro se localiza en la Síndromes hemianestésicos o hemianestesias
mano. Se reconocen las siguientes variantes:
sinestesia: el enfermo localiza en un punto determi­ Dependen, en general, de lesiones del encéfalo.
nado del cuerpo la sensación provocada por un estí­ Las alteraciones de la sensibilidad se producen sólo
mulo hecho en otro punto, próximo o distante; en un hemicuerpo. La f orma clínica varía según las
• alestesia o aloquiria {del griego a/Ion, otro, y cheir, regiones afectadas. Los trastornos suelen ser más
cheiros, mano): el sujeto localiza la sensación en la acentuados en el miembro superior que en el infe­
mano contraria a la estimulada. rior, y en su porción distal más que en la proximal. Si
Todas estas parestesias objetivas pueden hallarse aisla­ la lesión interesa a las vías visuales, habrá probable­
das o asociadas. mente hemianopsia homónima (véase Nervio ópti­
co). No se alteran los restantes sentidos especiales
(gusto, olfato, audición), porque tienen representa­
Síndromes sensitivos más importantes ción cortical bilateral y sus vías no atraviesan la cáp­
sula interna.
Síndromes de disociación de la sensibilidad Hemianestesia cortical. La lesión es cortical pa­
rietal. Hay anestesia , predominantemente profunda,
Disociación siringomiélica. Consiste en abolición en el hemicuerpo contralateral, que afecta en grado
de las sensibilidades térmica y dolorosa (termoanes­ más o menos extenso a la distribución del área so­
tesia y analgesia), con preservación de las sensibili­ mestésica (fig. 1 2-10).
dades táctil y profunda. Como su nombre lo sugiere es
típica de la siringomielia, enfermedad en la que, por
obstáculos en la circulación del LCR, se produce una
cavidad en la región central de la médula cervicodor­
sal. Ella compromete la sustancia gris medular, atra­
vesada por las vías de la sensibilidad térmica y dolo­
rosa que se decusan para conformar el haz
espinotalámico lateral (síndrome centromedular).
Se observa también en la hematomielia, mielomala­
cias, y neuropalías periféricas por lepra y amiloidosis.
La topografía de la lesión será troncular en el caso de
las neuropatías, y metamérica o suspendida (una fran­
ja) en el caso de lesiones medulares periependimarias.
Igualmente puede verse en lesiones del bulbo y de la
protuberancia, cuando afectan solamente a los haces
espinotalámicos laterales.
Disociación tabética. Consiste en la pérdida de las
sensibilidades táctil epicrítica y profunda, con preserva­
ción de las sensibilidades táctil protopática, térmica y do­
lorosa. Se debe a lesiones de los cordones posteriores
medulares, que conducen las sensibilidades profunda y
la táctil epicrítica. Típicamente descripta en la tabes en
épocas pasadas, también puede observarse, en la en­
fermedad de Friedreich y otras degeneraciones espino­
cerebelosas, en la degeneración combinada o enferme­
dad de Lichtheim (en todas ellas generalmente asociada
a signos piramidales), en la esclerosis múltiple, y en to­ Fig. 12-10. Hemianestesia directa. En gris, la zona anestésica,
da patologfa limitada a los cordones posteriores. que ocupa el lado opuesto a la lesión.

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12. SENSIBILIDAD 299

Las sensibilidades táctil discriminativa y profunda Hemianestesia subcortica/. Lesión subcortical


suelen ser las más alteradas, con astereognosia, tras­ parietal. Hay anestesia total contralateral.
torno de la discriminación táctil de dos puntas, abaties­ Hemianestesia capsular. Es rara. Para causar he­
tesia y apalestesia. La sensibilidad superficial suele mianestesia, las lesiones deben producirse en el seg­
preservarse. Puede haber crisis parciales sensitivas. mento retrolenticular de la cápsula interna y afectar
Si la lesión que afecta al área sensitiva cortical es las fibras sensitivas talamocorticales. Por eso, las le­
parcial, el síndrome anestésico se reduce a la cara, a siones capsulares mayoritariamente originan sólo dé­
un miembro, o sólo a un segmento, como la palma de ficit motor.
la mano (mano parieta�. Puede haber sólo afectación Hemianestesia ta/árnica y síndrome talámico de
queirooral (mano y boca), por yuxtaposición en la cor­ Déjerine-Roussy. Se deben generalmente a lesiones
teza parietal de la representación de estas dos regio­ talámicas focales de origen vascular isquémico, cuya
nes, y a veces, áreas anestésicas en banda, es decir, topografía, minuciosamente estudiada por Bogouss­
con una topografía seudorradicular. lavsky, se describe en el capítulo de Motilidad (Hemi­
La somatotopognosia, o sea la capacidad del indivi­ plejía talámica):
duo de reconocer y ubicar su hemicuerpo y sus partes, Isquemias del territorio vascular inferolateral (nú­
está representada en las áreas parietales situadas por cleos talámicos ventrales posteriores): hemianes­
detrás de la circunvolución parietal ascendente. Si se tesia (superficial, profunda o ambas) y hemiataxia
lesionan, hay alteraciones del esquema corporal: au­ contralaterales, sin hemiplejía. El síndrome talámi­
totopoagnosia, hemiasomatognosia, heminegligencia co de Déjerine-Roussy se debe a lesión de los nú­
o hemiinatención, somatoparafrenia, anosognosia y cleos posterolaterales {fig. 1 2-11 ). A la hemianeste­
tercer miembro fantasma, que son trastornos del reco­ sia y hemiataxia mencionadas se le agregan
nocimiento más que de la sensibilidad y se describen dolores intensos con exacerbación paroxística (al­
en detalle en otro capítulo (véase Gnosia en Palabra gias talámicas, dolor central), influenciables por las
y funciones cerebrales superiores). emociones, en el hemicuerpo anestesiado.

Somatotopia a nivel del


área de proyección
somática primaria (SI)
(circunvolución parietal
ascendente)

Locus n;ger-- --

\\
;-- -- Protuberancia
/
Haz espinotalámico-- --
lateral
\----- -Bulbo superior
Lemnisco medio -- - ----\�, P
Oliva bulbar _____ ___,_,

Núcleos de Goll - - - - --:


- ,...__�
y Burdach

Piramide bulbar - -----Js


'
, scílLD/
Vía lemniscal (sensibilidad
� discriminativa)
3
�� ' ':íj:/ Vía extralemniscal ;:::

(sensibilidad
.lj.�
�V · �LJ
fl vo, termoalgésica) ¡,j-

Fig. 12-11. 1, Síndrome talámico; 2, hemianestesia alterna protuberancia! inferior; 3, hemianestesia alterna bulbar.

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300 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

- Isquemias del territorio de la arteria tuberotalámica, tal. Por último, la proximidad de las vías motoras ha­
rama de la comunicante posterior (núcleos ventral ce que sea frecuente la asociación de hemiplejía a es­
anterior y, parcialmente, ventral lateral). En el he­ tos síndromes sensitivos.
misferio dominante (generalmente izquierdo): afa­ En la hemianestesia alterna, la anestesia de la ca­
sia (véase Palabra y lenguaje). En el hemisferio no ra se sitúa generalmente en el territorio del trigémino,
dominante (generalmente derecho): heminegligen­ del mismo lado de la lesión, y la de los miembros en
cia o hemiinatención izquierdas. No suele haber el lado opuesto, habitualmente con disociación sirin­
déficit motor ni sensitivo, salvo si se asocia oclu­ gomiélica, debido a que las lesiones que la determi­
sión de la arteria coroidea anterior. nan son más frecuentes a nivel de la calota bulbar.
Isquemias del territorio de la arteria coroidea pos­ Las hemianestesias alternas se deben en su mayo­
terior, rama de la cerebral posterior (pulvinar y el ría a isquemia de las arterias cerebelosas, ramas, lla­
cuerpo geniculado lateral). Predominan los tras­ madas circunferenciales largas, de la vertebral y el
tornos oculomotores y visuales (pérdida de nis­ tronco basilar (véase Síndromes vasculares).
tagmo optoquinético, cuadrantopsia contralatera­ - La arteria cerebelosa superior se desprende inme­
les), con eventual hipoestesia contralateral, sin diatamente antes de la bifurcación del tronco basi­
hemiplejía. lar e irriga el cerebelo, pedúnculo cerebeloso supe­
- Isquemias del territorio paramediano, ramas arte­ rior y mesencéfalo lateral. Su oclusión causa
riales de la arteria cerebral posterior proximal (nú­ hemiataxia cerebelosa, coreoatetosis y síndrome
cleos dorsomedial e intralaminares): no se produ­ de Horner homolaterales, y atermoalgesía facío­
cen trastornos sensitivos, sino motores, de braquíocrural, paresia facial de tipo central e hipoa­
conciencia, afasia, oculomotores y cognitivos. cusia contralaterales.
En el caso de las hemorragias talámicas las mani­ - La artería cerebelosa anteroínferíor (AICA) se des­
festaciones se combinan en función de su extensión y prende inmediatamente después de la conf orma­
de las áreas que ellas afectan. ción del tronco basilar por la unión de las arterias
Hemíanestesias de origen troncal. Hemíanes­
tesias alternas. Síndromes de las arterías cere­
belosas. Para comprender estos síndromes sensiti­
vos debe recordarse que una lesión del bulbo o de
la protuberancia inferior lesiona las vías, ya decusa­
das, de la sensibilidad de los miembros y del tronco.
A la vez, afecta al núcleo de la raíz espinal o des­
cendente del trigémino. Esta ocupa toda la altura
del istmo del encéfalo, desde la médula cervical a la
región media protuberancial, y sus fibras recién se
decusan por encima. Por consiguiente, la hemia­
nestesia será alterna, es decir, anestesia de la cara
del lado de la lesión y de los miembros y tronco del
lado opuesto (fig. 1 2-1 1 , 2 y 3 y fig. 1 2- 1 2). Si en
cambio la lesión afecta a la protuberancia superior
o el pedúnculo, comprometerá a todas las vías de la
sensibilidad de cara y miembros después de su de­
cusación y, por consiguiente, la hemianestesia com­
prenderá la cara, los miembros y el tronco del lado
opuesto a la lesión.
Además, como a nivel del bulbo y de la protuberan­
cia las vías sensitivas se distancian, porque las sensi­
bilidades térmica y dolorosa ascienden por el haz es­
pinotalámico lateral, mientras que la táctil epicrítica y
profunda discurren por el lemnisco medial, es frecuen­
te que la hemianestesia sea disociada: siringomiélica,
cuando la lesión toma el haz espinotalámico (lo más
frecuente), o tabética si la lesión abarca al lemnisco Fig. 12-12. Hemianestesia alterna. En rayado, las zonas de
medio. En el pedúnculo las vías de la sensibilidad se anestesia; anestesia de la mitad de la cara del lado de la lesión
aproximan, y por ende la hemianestesia puede ser to- y anestesia de la mitad del resto del cuerpo, opuesta a la lesión.

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12. SENSIBILIDAD 301

vertebrales. Irriga la protuberancia lateral, cerebelo lesión abarca las fibras de la raíz descendente del
y pedúnculo cerebeloso medio. Su oclusión causa nervio, que llega hasta el IV segmento medular cervi­
hemiataxia cerebelosa, Horner, atermoalgesia fa­ cal. Hay nivel sensitivo variable según la altura de la
cial, paresia facial de tipo periférica e hipoacusia lesión.
homolaterales, y atermoalgesia braquiocrural con­ Causas. Traumatismos vertebrales {fractura o dis­
/rala/eral. locación cervical por latigazo o "whiplash" en los acci­
- La arteria cerebelosa posteroinferior {PICA) se ori­ dentes de tránsito o en los traumatismos de columna
gina en realidad en la arteria vertebral, antes de su por caída o zambullida), compresiones medulares (tu­
unión con la vertebral opuesta para· formar el tron­ mores, abscesos), lesiones vasculares {hematomie­
co basilar, pero integra funcionalmente el territorio lia), mielitis transversa, mielomalacia.
de irrigación vertebrobasilar. Irriga el bulbo lateral, Síndrome de Brown-Séquard. Si la sección afec­
cerebelo y pedúnculo cerebeloso inferior. Su oclu­ ta sólo a una mitad lateral de la médula (hemisección),
sión causa vértigo, hipo y vómitos como síntomas, se produce el síndrome de Brown-Séquard.
hemiataxia cerebelosa, parálisis hemivelopalatina Se caracteriza por:
y de cuerda vocal, Horner y atermoalgesia facial - del lado de la lesión: parálisis o paresia (general­
homolaterales, y atermoalgesia braquiocrural con­ mente es sólo el miembro inferior el afectado), pi­
/rala/eral (síndrome bulbar lateral de Wallenberg). ramidalismo, anestesia táctil epicrítica, abatieste­
Muchas veces este síndrome es causado también sia, apalestesia y preservación de la sensibilidad
por oclusión de la arteria vertebral (fig. 1 2-1 3). superficial;
- del lado contrario a la lesión: atermoalgesia y preser­
Síndromes sensitivos medulares vación de motilidad y sensibilidad táctil epicrítica.

Diversos síndromes sensitivos medulares pueden


producirse según la extensión que tenga la lesión me­
dular (véase Afecciones medulares). Se distinguen los
siguientes:
Síndrome sensitivo-pléjico. Se debe a lesiones
que producen una sección medular completa. Se ob­
servará una anestesia absoluta cuyo límite superior
alcanza una altura variable, según el lugar de la sec­
ción (fig. 1 2-14). Si la lesión se sitúa en la médula
cervical, pueden observarse trastornos sensitivos en
la cara, a nivel del territorio del trigémino, porque la

Territorio isquémico

Trigémino

Fig. 12-14. Síndrome sensitivo-pléjico. Anestesia absoluta por


Fig. 12-13. Síndrome de Wallenberg. debajo del nivel lesiona! (sección medular a diversos niveles).

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302 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

El cuadro se debe a que la hemisección medular termina/e. Corresponde al cuerpo de la primera vérte­
lesiona las fibras ya cruzadas de la sensibilidad ter­ bra lumbar y da origen a los cuatro últimos pares de
moalgésica, las fibras aún no cruzadas de la sensibi­ raíces sacros y a los nervios coccígeos. Mediante
lidades profunda y táctil epicrítica, y las fibras descen­ aquéllos inerva los músculos del periné, suministra la
dentes homolaterales del haz piramidal. sensibilidad de la piel de la región sacrococcígea, del
Por encima del límite superior de la lesión existe ano, del periné y de los órganos genitales. En el cono
una pequeña franja de hiperestesia. Sobre ésta, una medular se encuentran, además, los centros de iner­
zona de anestesia de tipo radicular, sobre la que se vación de la vejiga y del recto. Una lesión del cono
dispone, a su vez, otra banda de hiperestesia. En el medular determina una anestesia de la región anope­
lado opuesto de la lesión, por encima del límite supe­ rineoescrotal, denominada por su disposición aneste­
rior de la anestesia superficial, se encuentra una ban­ sia en silla de montar, además de trastornos esfinte­
da de hiperestesia ligera. Estas bandas anestésicas e ríanos y genitales.
hiperestésicas que se disponen en el límite de la le­ Causas. Hernia de disco, tumores extra o intrame­
sión, se deben a que ésta afecta a las raíces posterio­ dulares, artrosis con hiperostosis, aracnoiditis inflama­
res correspondientes al nivel al que está situada (véa­ toria o paraneoplásica (linfomas).
se fig. 5-24).
Causas. Esclerosis múltiple y otras causas de des­ Síndromes sensitivos radiculares
mielinización, mielomalacia, mielitis, traumatismos.
Síndrome de los cordones posteriores medula­ Se deben a lesiones de las raíces posteriores raquí­
res (síndrome de las fibras radiculares largas de deas: compresión por alteraciones osteoarticulares, reu­
Déjerine). Típicamente hay apalestesia, abatieste­ máticas, traumáticas, quirúrgicas o neoplásicas de la co­
sia, abarestesia y anestesia táctil epicrítica. La ter­ lumna, tumores intradurales extramedulares, radiculitis.
moalgesia y la sensibilidad táctil protopática se pre­ Se observa:
servan. Existen parestesias objetivas: errores de - compromiso de la sensibilidad subjetiva: radicu­
localización y retardo de sensaciones. Además hay lalgia;
ataxia medular (ataxia cordonal posterior), es decir compromiso de la sensibilidad objetiva: anestesia
estática y dinámica. local, habitualmente de todas las formas de sensi­
Causas. Esclerosis múltiple, enfermedad de Frie­ bilidad, pero a veces disociada, en el territorio de
dreich y otras degeneraciones espinocerebelares, es­ las raíces afectadas;
clerosis combinada del síndrome de Lichtheim, com­ - como corresponde a la topografía radicular la distribu­
presiones limitadas a los cordones posteriores ción de la anestesia se hace por bandas (fig. 12-3):
(conducto medular estrecho), tabes. • en los miembros: paralelas a su eje;
Síndrome sensitivo de los cordones anterolate­ • en el tronco: trasversales.
ra/es. En este síndrome pueden existir, durante mu­ Para observar la anestesia en banda, deben estar
cho tiempo, intensos dolores subjetivos, con muy po­ lesionadas por lo menos tres raíces seguidas.
cos trastornos de la sensibilidad objetiva. Cuando Síndrome de la cola de caballo. Las raíces lum­
estos últimos están presentes, consisten en una diso­ bares y sacras forman un manojo, parecido a una co­
ciación siríngomiélica, aunque a veces la sensibilidad la de caballo, que discurre por el canal raquídeo antes
táctil puede estar algo afectada. La diferencia con la de abandonarlo, desde la primera vértebra lumbar,
siringomielia es que en ésta los trastornos son horno­ donde termina la médula, hasta los respectivos aguje­
laterales y suspendidos, mientras que en las lesiones ros de salida. Esta cola de caballo puede ser compri­
cordonales son contralaterales y por debajo de la le­ mida o lesionada por discopatías, osteoartritis/artro­
sión: una disociación siringomiélica que afecta a todos sis, estrechamiento del canal raquídeo, secuelas
los segmentos caudales por debajo de un nivel deter­ quirúrgicas, traumatismos, aracnoiditis o tumores.
minado se debe siempre a lesión del haz espínotalá­ Se produce:
mico lateral, porque mientras que en la siringomielia - bandas de anestesia de distribución L2 a S1 (mus­
hay compromiso periependimario de fibras destinadas los, piernas y pies);
al haz espinotalámico lateral, en las lesiones cardona­ - anestesia en silla de montar, semejante a la del co­
les se afecta directamente el haz ya decusado. no medular;
Causas. Compresión medular extrínseca: tumores déficit motor en los niveles radiculares involucra­
óseos o meníngeos, mal de Poli o procesos intrame­ dos (véase Radiculopatías y Parálisis del plexo
dulares (tumores). lumbosacro en Síndromes semiológicos de otras
Síndrome del cono medular. El cono medular es afecciones del sistema nervioso);
el extremo inferior de la médula que precede al fillum trastornos esfinterianos y genitales.

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12. SENSIBILIDAD 303

La claudicación intermitente de la cola de caballo fibras que inervan la yema de los dedos de las manos
cursa con dolor que se irradia dorsalmente desde la ya están también afectadas (fig. 1 2-15), mientras que
región lumbar a las extremidades inferiores, por lo co­ en una lesión medular dorsal las extremidades supe­
mún en forma bilateral, se presenta exclusivamente riores suelen no comprometerse. Asimismo, la pre­
con la marcha y se acompaña a veces de parestesias sencia de signos piramidales y esfinterianos abonará
o trastornos sensitivos en la planta del pie. Este dolor a favor de un compromiso medular.
obliga al paciente a detener su marcha y sólo mejora
cuando modifica la posición de su columna, al aga­ Pérdida transitoria de la sensibilidad
charse o sentarse. Durante el acceso álgico puede es­
tar abolido el reflejo aquiliano y existir eventualmente Se observa en las lesiones isquémicas posrolándi­
trastornos de la sensibilidad en los segmentos L5 y cas, subcorticales o talámicas con rápida recupera­
S 1 , que pueden asimismo existir en el reposo. La cau­ ción (accidente isquémico transitorio sensitivo), o en
sa responde generalmente a una estrechez congénita la epilepsia parcial sensitiva, en ambos casos en el
o adquirida del conducto raquídeo lumbar, que se hemicuerpo contralateral a la región cerebral afectada
acentúa con los años por espondiloartrosis. También en las compresiones transitorias de los ner­
vios periféricos: radial en el canal radial (parálisis del
Síndromes sensitivos periféricos sábado a la noche, véase Parálisis del nervio radial en
Síndromes semiológicos de otras afecciones del siste­
Con este nombre se estudian los trastornos sensi­ ma nervioso) o en sus ramas superficiales periféricas
tivos motivados por las lesiones de los nervios perifé­ del dorso de la mano (uso de esposas o ataduras), cu­
ricos, sean exclusivamente sensitivos o mixtos, y de bital en el canal epitrocleoolecraneano, ciático poplí­
los plexos. teo externo (peroneo común) en la cabeza del peroné.
Síndromes sensitivos por lesión total de un ple­ Habrá déficit motor asociado según el nervio afectado
xo. En este caso existe anestesia total, que se extien­ y el segmento comprimido.
de a toda la distribución del plexo.
Síndromes sensitivos por lesiones de los ner­
vios. Si la lesión afecta a un nervio cutáneo sensitivo,
habrá sólo trastornos de la sensibilidad superficial con
conservación de la sensibilidad profunda (disociación
periférica). Si las lesiones afectan a troncos nervio­
sos, como ocurre en las mono, polineuropatías o le­
siones cortantes, la anestesia puede ser completa,
pero con topografía periférica, es decir, abarcando el
territorio de inervación o distribución de los nervios
afectados (fig. 1 2-2). En las polineuropatías la semio­
logía suele ser bilateral, distal y más o menos simétri­
ca. Los trastornos de la sensibilidad disminuyen de in­
tensidad desde la extremidad distal de los miembros
hacia su raíz (hipo o anestesia distal, en bota o guan­
te) (fig. 1 2-15). Se produce también un síndrome seu­
doatáxico por compromiso periférico de la sensibilidad
profunda.

Diagnóstico diferencial de los síndromes


sensitivos medulares con los sensitivos
periféricos

A veces pueden ser objeto de confusión. Ambos


pueden acompañarse de disociación de la sensibili­
dad, pero la pérdida sensitiva en las lesiones medula­
res suele estar restringida a los segmentos corporales Fig. 12-15. Síndrome sensitivo periférico. En rayado, las zonas
que se encuentran por debajo del nivel lesiona/. Por el anestésicas; los trastornos de la sensibilidad disminuyen de
contrario, cuando una polineuropatía da lugar a la pér­ intensidad desde la extremidad distal de los miembros hacia su
dida de la sensibilidad por encima de las rodillas, las raíz.

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304 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Trastornos psicógenos de la sensibilidad - las áreas y límites pueden variar en distintos exá­
menes (hay que repetir la exploración con interva­
No hay trastorno verdadero u orgánico. Sus carac- los de días);
terísticas son: - a pesar de la "anestesia", se preserva la coordina­
se sitúan en áreas atípicas; ción motora, que exige indemnidad de la sensibili­
no son congruentes o sistematizados; dad propioceptiva: el paciente puede realizar en
se acompañan de una importante carga emocional; forma correcta, con los ojos cerrados, las pruebas
los límites de la anestesia son generalmente tajan­ índice-nariz y talón-rodilla;
tes, muy definidos; por ejemplo, cesan bruscamen­ - se preservan la estereognosia y grafestesia, a pe­
te en la línea media del tronco o en la raíz de un sar de que el paciente afirma no percibir ningún es­
miembro, o sea que se pasa bruscamente de anes­ tímulo táctil;
tesia total a sensibilidad normal, sin el área de tran­ - los potenciales evocados somatosensitivos son
sición de la hipoestesia de las lesiones orgánicas; normales y descartan organicidad.

Sensibilidad: sinopsis

• Sensibilidad superficial: táctil, térmica y dolorosa


protopática: tacto grueso, térmica y dolorosa
epicrítica: tacto discríminativo, localizador
• Sensibilidad profunda
• presión o barestesia
• vibratoria o palestesia
• actitudes segmentarlas o batiestesia
• Sensibilidad superficial y profunda combinadas (gnosia)
estereognosia
grafestesia
• Sensibilidad visceral

• Vlas:
• extralemniscal
táctil protopática: decusación medular, haz espinotalámico ventral, tálamo, corteza
termoalgésica: decusación medular, haz espinotalámico lateral, tálamo, corteza
• lemniscal
• profunda y táctil epicrítica: cordón posterior, decusación bulbar, lemnisco medial, tálamo, corteza

• Área sensitiva cortical: circunvolución parietal ascendente, topografía homuncular

• Distribución periférica de la sensibilidad


• radicular: en bandas
• miembros: paralelas al eje mayor
• tronco: perpendiculares a su eje (dermatomas)

• Exploración:
• Superficial
táctil protopática: algodón, pincel
• táctil epicrítica: compás de Weber
térmica: tubos de ensayo, metal
• dolor: escarbadientes (descartar)
• Profunda
• barestesia: presión, pesos
• palestesia: diapasón

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12. SENSIBILIDAD 305

batiestesia: actitudes segmentarías


dolor profundo: compresión musculotendinosa
• Combinada
estereognosia: manipulación de objetos
grafestesia: dibujar números sobre la piel
• Visceral: compresión de órganos externos

• Alteraciones:
• Dolor:
• tipo: constrictivo, fulgurante, urente, punzante, lancinante, terebrante
duración: continuo, intermitente, paroxístico
localización: generalizado, difuso, localizado, irradiado
nivel:
central
periférico
-somático
-visceral
-vegetativo
-vascular
-radicular
-troncular
-neural
orgánico o funcional
Parestesias: mono y polineuropatías, radiculopatías, desmielinización, mielosis funicular, epilepsia parcial, ACV,
Creutzfeldt-Jakob, cáusas vasculares periféricas
Dolor en las enfermedades del sistema nervioso
Cefaleas primarias
-Migraña: ++ mujeres
-sin o con aura (visual, sensorial, articulatoria, motora, psiquiátrica)
-hemicránea, pulsátil, foto/fonofobia
-hemipléjica, oftalmopléjica, vertebrobasilar
-Tensional: continua, holocraneana o en vincha, opresiva, no pulsátil, agravación vespertina
-En racimos (Horton): ++ hombres, estacional, unilateral, intensa, ocular, lagrimeo, rinorrea, Horner
-Hemicránea crónica paroxística, continua o episódica: ++ mujeres, unilateral, frontofacial, pulsátil,
intensa, 1 0-15 ataques diarios, lagrimeo, rinorrea, desencadenada por movimientos cefálicos
-Crónicas
-Migraña transformada
-Cefalea de rebote: analgesicodependiente
Cefaleas secundarias: meningitis, tumores, postraumática, pospunción, pérdida espontánea de LCR,
vasculares, cervicogénica, oftalmogénica, algias faciales, toxicofarmacológica
Raquialgia
Radiculalgia
Neuralgia (crural, femorocutáneo, ciática, intercostal, cervicobraquial, frénica)
• Alteraciones de la sensibilidad objetiva: anafia/hiperafia, a/hipertermoestesia, an/hiperalgesia, abarestesia, abarog•
nosia, a/hiperpale'stesia, abatiestesia, astereognosia, agrafestesia, analgesia visceral, parestesias objetivas
• Síndromes sensitivos
Disociaciones
siringomiélica: atermoestesía, analgesia, sensibilidad táctil y profunda normales
tabética: anestesia epicrítica y profunda, termoestesia y algesia normales
periférica: anestesia superficial, sensibilidad profunda normal
Síndromes hemianestésicos:
cortical: hemicuerpo contralateral, anestesia epicrítica y profunda
• subcortical: hemicuerpo contralateral, anestesia total
capsular: rara
talámicas: la más típica por isquemia inferolateral + hemiataxia (+dolor: síndrome de Déjerine-Roussy)
troncales: síndrome de arterias cerebelosas

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306 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Síndromes sensitivos medulares


Síndrome sensitivopléjico: sección medular, anestesia total, nivel sensitivo, paraplejía
Síndrome de Brown-Séquard: paresia + anestesia epicrítica y profunda homolaterales, atermoalgesia
contralateral
Síndrome cordonal posterior: ataxia + anestesia epicrítica y profunda, termoalgesia y protopática nor­
males
Síndrome cordonal anterolateral: disociación siringomiélica contralateral con nivel sensitivo
Síndrome del cono medular: anestesia en silla de montar + trastornos esfinterianos
Síndromes sensitivos radiculares: radiculalgia, anestesia en banda
Síndrome de la cola de caballo: anestesia L2-S 1 , silla de montar, déficit motor radicular, trastornos
esfinterianos
Síndromes sensitivos periféricos
•lesión plexual: anestesia total plexual
•lesión de nervios: anestesia según su distribución
Pérdida transitoria de la sensibilidad: ·central (ACV, epilepsia) o periférica (compresiones tronculares o de
ramas terminales)
Trastornos psicógenos de la sensibilidad: áreas atípicas, incongruentes, límites tajantes, carga emocional,
hallazgos variables, preservación motora y de estereognosia o grafestesia

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13
Sueño, conciencia y coma

Sueño za cerebral frontal (circuito de retroalimentación fron­


topontino). Durante el sueño este circuito se inhibe fi­
El sueño es la interrupción de la vigilia que normal­ siológicamente. Al reactivarse, la persona se despierta.
mente sobreviene como consecuencia de fatiga neuro­ Esto distingue al sueño del coma, en el que el circui­
nal cerebral. Se produce a intervalos regulares, luego to se interrumpe por lesiones orgánicas o alteraciones
de una determinada cantidad de horas de vigilia. La fa­ metabólicas, y no hay despertar. En las situaciones in­
tiga y el "sueño reparador'' son fenómenos que se alter­ termedias como la obnubilación o el estupor el pacien­
nan fisiológicamente en forma cíclica, diaria y regular. te mantiene su capacidad de despertar, pero sólo
La duración y la intensidad del sueño varían indivi­ frente a estímulos más intensos que los necesarios
dualmente. En la duración influye la edad. El recién na­ para el despertar normal.
cido duerme de 18 a 20 horas diarias pero el anciano El sueño se puede suprimir o evitar voluntariamen­
duerme de 5 a 6. Un niño de 4 años duerme unas 1 0 te por intervalos más o menos largos (varias noches).
horas y el adulto de 20 a 50 años, 8 a 9. La mujer duer­ Esta capacidad varía pero tiene un límite, llegado al
me más que el hombre. Algunas personas pueden dor­ cual la persona, agotada, se duerme inevitablemente.
mir menos horas que otras. Existen variaciones esta­ El sueño depende del ritmo circadiano, y éste del
cionales: en invierno se duerme más que en verano. hipotálamo, que recibe influencias de estímulos lumí­
En cuanto a la intensidad, el sueño alcanza por lo ge­ nicos conducidos por la vía óptica y sus conexiones.
neral su mayor profundidad a las 1 -2 horas de iniciado. Las lesiones del hipotálamo posterior producen hiper­
La intensidad del estímulo necesario para ocasionar el somnia y las del hipotálamo anterior insomnio.
despertar varia. Anecdóticamente se han registrado re­ Durante el sueño se produce inhibición corticome­
latos de soldados que en las trincheras duermen a pe­ dular y acentuación neurovegetativa simpática y para­
sar del ruido de las explosiones, pero se despiertan por simpática. Hay una atenuación y suspensión de las
el ruido de las ratas, o de madres que en medio de un funciones neuropsíquicas. Las sensibilidades elevan
sueño profundo, se despiertan por el llanto de su hijo su umbral. La motilidad voluntaria desaparece, con­
lactante pero no lo hacen por el ruido de un trueno. Se­ servándose motilidad automática para los movimien­
guramente intervienen aquí factores y fenómenos neu­ tos de rotación postura! del cuerpo. El tono muscular
rofisiológicos variables como umbral, adaptación, reclu­ se atenúa hasta la relajación muscular casi completa.
tamiento, potenciación, inhibición y excitación. Las funciones esfinterianas se preservan. La reflecti­
vidad profunda y superficial disminuye. La percepción
En la escala zoológica las características del sueño va­ se atenúa y desaparece.
rían. Mientras el hombre duerme en decúbito dorsal o late­ Las funciones vegetativas, sin embargo, se acen­
ral, el caballo duerme de pie, la cigüeña en una pata, las co­ túan. Los ciclos de sueño-vigilia están regulados por
torras y murciélagos colgados cabeza abajo y los patos dos poblaciones neuronales funcionalmente opues­
mientras nadan. tas, aminérgica y colinérgica, de la formación reticular
Los simios y pájaros pueden dormir 12 horas o más. El pontina o troncal. Cuando predomina la actividad ami­
elefante duerme sólo unas 3 horas por día, y los rumiantes nérgica se acentúa la vigilia y se produce insomnio,
tienen también un sueño muy corto y ligero. El delfín y la ji­ como en los estados de ansiedad, que ceden con dro­
rafa duermen apenas minutos o segundos. gas antagonistas aminérgicas. Cuando predomina la
actividad colinérgica, se deprime la vigilia y se tiende
Del estado de sueño se puede salir rápidamente a la hipersomnia, como en la fatiga o la depresión, y
por el despertar. La vigilia se mantiene como conse­ por contrapartida los anticolinérgicos acentúan la vigi­
cuencia de un circuito excitatorio de retroalimentacíón lia y la función psicomotora. De este modo, la oscila­
positiva entre la formación reticular pontina y la corte- ción funcional entre ambas actividades neuronales,

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308 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

colinérgica/parasimpática durante el sueño y aminér­ gunos de sus trastornos característicos. Por ejemplo,
gica/simpática durante la vigilia, determina los ciclos un exceso de actividad REM se asocia a imposibilidad
de sueño-vigilia característicos de cada individuo. motora voluntaria aun cuando el individuo ya ha des­
Pero en determinadas etapas del sueño, conocidas pertado, como en la llamada parálisis del sueño. El
como las fases de sueño rápido (de ondas EEG rápi­ caso contrario se observa cuando hay exageración de
das), fases REM o etapas REM (de rapid eye move­ la actividad no REM: aparición de motilidad durante el
ment: movimientos oculares rápidos, que se producen sueño, como el sonambulismo y la somni/oquia (ha­
en estas fases), se produce una acentuación de la ac­ blar durante el sueño).
tividad aminérgica o simpática sin que se restaure la
vigilia, cuyo resultado es el aumento de la frecuencia Exploración
cardíaca, presión arterial, frecuencia respiratoria y su­
doración. Durante las fases REM se producen ensue­ Como estos trastornos ocurren en buena medida
ños, caracterizados por imágenes oníricas (del griego durante el sueño, es frecuente que el paciente no re­
oneiros, ensueño), percibidas como visuales o visuo­ cuerde detalles que pueden ser de importancia diag­
sensoriales y conscientes, a menudo con importante nóstica. Por ello conviene que sea interrogado en pre­
repercusión emotiva, agradable o desagradable (pe­ sencia de quien comparte su cama o convive con él.
sadillas). En las fases REM la hipotonía muscular es Las preguntas deben centrarse fundamentalmente so­
máxima, aun mayor que la que se produce en las no bre sus hábitos de sueño, como las siguientes:
REM, descriptas más adelante. El individuo puede ser ¿A qué hora se acuesta y a qué hora se duerme?
despertado fácilmente y describir el contenido de los ¿Lo hace regularmente a la misma hora?
ensueños que se han producido durante estas fases. ¿Lee, ve TV o hace alguna otra cósa antes de de­
A su vez, las fases REM se alternan, en períodos cidir dormirse?
de alrededor de una hora y media, con las fases lla­ ¿Cuánto larda en dormirse luego de que apaga la
madas de sueño lento (de ondas EEG lentas), no luz o apoya la cabeza en la almohada?
REM o NREM (non rapid eye movement: sin movi­ ¿A qué hora se despierta y levanta?
mientos oculares rápidos), en las que no hay ensue­ ¿ $e despierta fácilmente o con esfuerzo o insisten­
ños y predomina la acción colinérgica/parasimpática: cia?
miosis, bradicardia, hipotensión arterial, hipotermia, ¿Cómo se siente al despertarse?
bradipnea e hipotonía muscular, durante las cuales ¿Se levanta en cuanto se despierta o permanece
los individuos son difíciles de despertar. El sueño nor­ un tiempo acostado?
mal se inicia con una fase no REM, que a su vez tie­ ¿ Cuánto tiempo permanece acostado antes de le-
ne cuatro etapas: 1, 11, 111 y IV. vantarse?
¿El sueño nocturno es tranquilo o intranquilo?
En fa etapa I de la fase no REM (inicio del sueño), el ¿Se despierta durante la noche? ¿Cuántas veces?
EEG disminuye de voltaje, desaparece el ritmo alfa y las fre­ ¿Por qué motivo?
cuencias se hacen mixtas. ¿Cuántas horas promedio duerme?
En la etapa no REM II aparecen descargas de ondas rá­ ¿Cuántas horas estima que necesita para sentirse
pidas de 12-16 Hz que duran 0,5-2 segundos: los husos de descansado?

tas: los complejos u ondas K.


sueño. Además complejos amplios de ondas agudas-len­ ¿Duerme de día?
¿Cuánto duerme de día?
En la etapa no REM III aparecen crecientemente ondas ¿Cómo se siente después de dormir de día: más o
lentas (1-2 Hz) de gran amplitud (> 100 µV). Estas son las menos descansado?
ondas que caracterizan al sueño lento, y predominan casi ¿Siente somnolencia de día?
exclusivamente en la etapa no REM IV.
Existen escalas cuantitativas de evaluación del
Los cambios de postura durante el sueño se produ­ sueño, como las de somnolencia de Slanford o de Ep­
cen cuando el individuo pasa de una fase a otra. A worth, de uso especializado.
medida que avanza el período de sueño se acortan La somnolencia diurna puede ser:
las fases no REM y se alargan las fases REM. Por es­ - leve: ocurre durante actividades que no requieren
ta razón en un período de sueño nocturno normal el atención importante (ver TV);
individuo tiende a soñar más hacia la madrugada. ' - moderada: ocurre durante actividades, general­
Un desfasaje o desequilibrio funcional entre ambos mente ·sociales, que requieren atención, sin poner
sectores aminérgico y colinérgico, con expresión exa­ en riesgo la propia seguridad o la de terceros (reu­
gerada de ciertas fases del sueño, puede producir al- niones, espectáculos);

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 309

grave: ocurre durante actividades que requieren Narcolepsia o síndrome de Gelineau


atención importante, sin la cual puede haber riesgo
para la propia seguridad o la de terceros (trabajos Es un trastorno del sueño REM de origen heredo­
de responsabilidad, manejar vehículos). familiar, vinculado al cromosoma 6. Muestra una tétra­
da de manifestaciones característica:
El examen físico es con frecuencia negativo en hipersomnia;
los trastornos del sueño. Pueden originarse leves - cataplexia;
trastornos cognitivos por somnolencia diurna, impor­ - parálisis del sueño;
tantes de tener en cuenta porque a veces el motivo alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas.
de consulta no es la alteración del sueño, sino su fa­
lla cognitiva secundaria. En algunos trastornos del Hipersomnia. Comienza en la pubertad o juventud,
sueño pueden identificarse factores clínicos condi­ típicamente con accesos paroxísticos de sueño de ti­
cionantes: po REM. El paciente se duerme repentinamente, a
en las apneas periféricas u obstructivas del sueño: menudo en plena actividad: comiendo, conversando,
trastornos rinolaringofaringeos (rinosinusitis, larin­ trabajando, en posición de pie. Estos ataques duran
gitis, desviación del tabique nasal, amigdalitis); unos 1 5-20 minutos.
en el síndrome de Pickwick e hipersomnias por hi­ Cataplexia. Consiste en bruscos ataques de pérdi­
poventilación: obesidad, insuficiencia respiratoria, da parcial o total del tono postura! (atonía). El pacien­
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), te puede caer si está de pie. Tiene factores desenca­
insuficiencia cardíaca, enfermedades neuromuscu­ denantes emotivos: susto, rabia, sorpresa.
lares. Parálisis del sueño. Ocurre generalmente al des­
En realidad, los trastornos del sueño deben exami­ pertar, o con menor frecuencia al conciliar el sueño. El
narse durante el sueño. Para ello existen exámenes paciente, ya o aún despierto, pierde la motilidad vo­
instrumentales especiales, como la polisomnografía, luntaria y se siente paralizado durante breve minutos.
con la que el paciente es evaluado mientras duerme Alucinaciones hipnagógicas (del griego hipnos,
durante la noche. Recoge la observación simultánea sueño, y ago, yo impulso) e hipnopómpicas (del grie­
del electroencefalograma, el electrooculograma y el go hipnos, sueño, y pompein, enviar). Las primeras
electromiograma, .la actividad respiratoria y cardíaca, aparecen al iniciarse el sueño y las segundas al des­
la temperatura, la oximetria y la PaC02 , entre otras pertar, pero constituyen el mismo fenómeno. Consis­
variables. Este estudio no supone mayores incomodi­ ten en la percepción vigil de alucinaciones (imáge­
dades y brinda información diagnóstica cuya impor­ nes sin existencia real) visuales y auditivas, a
tancia se mencionará al describir las alteraciones. menudo estereotipadas y aterradoras. El paciente
Pueden efectuarse también el Test de latencias múlti­ sueña despierto.
ples y el Test de mantención de la vigilia. En la polisomnografía se observa gran reducción
del tiempo de latencia para la aparición del sueño
Alteraciones REM.

Se clasifican de diversas maneras. Semiológica­ Síndrome de hipoventilación


mente la clasificación más práctica es la que se basa
en los tres síntomas principales: Hay un trastorno de la ventilación pulmonar que ge­
exceso de sueño (hipersomnia o letargia): el pa­ nera aumento de la PaC02 y descenso de la Pa02 {hi­
ciente siente somnolencia frecuente, necesidad percarbia e hipoxia), y consiguiente somnolencia. Sus
frecuente de dormir, o gran esfuerzo para desper­ causas son las de insuficiencia respiratoria restrictiva,
tar ("sueño pesado"); como obesidad (síndrome de Pickwick, denominado
• falta de sueño (insomnio o agripnia): el paciente no por analogía eón el personaje literario de Charles Dic­
puede dormir cuando se lo propone, duerme muy kens), enfermedades neuromusculares {ELA, polio­
poco y se despierta fácilmente ("sueño liviano"); mielitis, miopatías) o deformaciones vertebrotorácicas
• alteraciones que ocurren durante el sueño (para­ (escoliosis), o bien las de insuficiencia respiratoria obs­
somnias): manifestadas por comportamientos trucliva (EPOC). Se asocian poliglobulia y cianosis.
anormales.
Depresión
Hipersomnia o /etargia
Se atribuye a predominio o hiperfunción colinérgi­
Se observa en las siguientes afecciones: ca, secundaria a hipoexcitabilidad adrenérgica en vigi-

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310 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

lia. El sueño REM aumenta reaclivamente, acortándo­ Enfermedades orgánicas


se sus latencias. La c;lepresión y la hlpersomnia
mejoran con drogas aminérgicas (antidepresivos tricí­ Lesiones del hipotálamo posterior y de la región del
clicos inhibidores de la recaptación aminérgica presi­ tercer ventrículo (tumores: craneofaringioma, quis­
náptica). Se asocia a insomnio. nocturno. te coloideo del tercer ventrículo, glioma, adenoma
hipofisario, encefalitis).
Alteración del ritmo circadiano Lesiones cerebrovasculares troncales.
- Encefalitis epidémica o letárgica de von Economo,
Se produce porque el paciente duerme menos o actualmente esporádica y excepcional. La letargia
en forma desfasada con el horario de sueño que le se manifiesta en forma variada, pudiendo prolon­
imponen su labor u obligaciones, o cambia con fre­ garse días y semanas.
cuencia sus turnos de trabajo (día/noche), todo ello - Lesiones meníngeas basales.
resultando en mala higiene del sueño. También en los - Tripanosomiasis africana o enfermedad del sue-
casos en que se cambiá de huso horario (viajes en ño, afección producida por el tripanosoma gam­
avión, jet lag). En este último caso el efecto es tran­ biense.
sitorio hasta que el ritmo circadiano se readapta al - Trastornos toxicometabólicos: retención de C02,
nuevo huso. uremia, encefalopatía hepática, insuficiencia hipofi­
El interrogatorio y un diario escrito del hábito de saria, depresores del SNC: barbitúricos, hipnóti­
sueño, a lo largo de algunas semanas, esclarecerán cos, neurolépticos, ansiolíticos, anticonvulsivantes
el motivo del trastorno. Se puede alternar con insom­ y otros.
nio. La polisomnografia es normal. El alcohol en cantidad genera sueño prolongado
Síndrome de adelanto de tas fases del sueño. El con supresión de las fases REM y por lo tanto también
paciente tiende a adelantar el comienzo del sueño de la rotación corporal normal en cada cambio de fá­
nocturno, acostándose cada vez más temprano, y se, causando una postura fija que dura horas, con
consecuentemente a anticipar el despertar, levantán­ riesgo de compresión de troncos nerviosos (parálisis
dose a veces antes del alba. Es un fenómeno que se radial del sábado a la noche, véase Síndromes semio­
acentúa con la edad . La vigilia es normal. lógicos de otras afecciones del sistema nervioso).
Síndrome de atraso de tas fases del sueño. Ocurre En algunas de estas afecciones la hipersomnia es
en adolescentes, que se acuestan y levantan cada clara (lesiones hipotalámicas, depresores centrales,
vez más tarde. Hay somnolencia diurna si el paciente alcohol, encefalitis letárgica, tripanosomiasis africa­
rompe el ritmo y se levanta temprano (por ejemplo, na). En otras, como las lesiones cerebrales estructu­
para ir a la escuela). rales o los trastornos metabólicos, el paciente mani­
· Síndrome hipernictemeral. En este caso el ciclo fiesta más bien un trastorno incipiente de conciencia
sueño-vigilia dura más de 24 horas, por lo que el de­ por compromiso del circuito frontopontino de la vigilia
seo de dormir se retrasa más allá del ritmo social ge­ (obnubilación, estupor).
neral. Por ejemplo, el paciente se despierta a las 7 de
la mañana y no se duerme sino a las 3 o 4 de la ma­ Insomnio o agripnia
ñana del dia siguiente. Hay entonces insomnio inicial,
despertar dificultoso o hipersomnia matinales y som­ El insomnio o agripnia (del griego agripnos, insom­
nolencia diurnas. nio) es la pérdida o imposibilidad de conciliar el sue­
Ciclo sueño-vigilia irregular. En este caso el ciclo ño. Cuando no depende de una causa externa, se de­
varía, y las manifestaciones dependen de que el mis­ nomina insomnio intrínseco, que es el verdadero
mo se acorte o se alargue. El paciente puede dormir insomnio. Cuando se debe a causa externa (ruidos,
más tarde o más temprano, y sufrir insomnio o som­ exceso de luz), se tratará de un insomnio extrínseco,
nolencia en forma alternante. como ocurre con frecuencia en las internaciones, en
las que el paciente es repetidamente despertado para
Síndrome de Kleine-Levin controlar signos vitales o recibir medicación. Es con­
veniente establecer de entrada una posible causa ex­
Es raro y hoy ya casi no se observa. Afecta a ado­ trínseca de insomnio porque a veces el paciente no la
lescentes varones, caracterizándose por períodos es­ identifica o le resta importancia. Además, puede no
porádicos y ailernantes de hípersomnía e hiperfagia ser la causa principal del insomnio pero actuar como
de varias semanas de duración. Su causa es desco­ coadyuvante. Las causas más frecuentes de insomnio
nocida. Remite en la adultez. son las siguientes:

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13. SUEÑO. CONCIENCIA Y COMA 311

Estados de excitación psíquica - Dolor: por exacerbación aminérgica de la vigilia.


Laringotraqueobronquilis: la tos seca o húmeda
Comúnmente este tipo de insomnio se observa en despierta regularmente al paciente.
las ansiedades, neurosis obsesivas, manía y estados hi­ Insuficiencia cardiorrespiratoria: el sueño se entor­
pomaníacos. Se supone que responden a una hiperac­ pece por disnea o tos.
tividad aminérgica, de origen psíquico, que aumenta el Lesiones del hipotálamo anterior.
tono de la vigilia. Es una expresión de somatización
tensional. Es habitualmente un insomnio precoz o ini­ Parasomnias
cial: el paciente no puede dormirse. Cuanto más se es­
fuerza por dormir, más le cuesta, y viceversa (retroali­ Los comportamientos anormales que ocurren du­
mentación negativa), probablemente por acentuación rante el sueño están relacionados con sus fases y eta­
de la hiperfunción aminérgica inducida por la preocu­ pas. Las principales parasomnias se describen a con­
pación por dormir. Esta se hace obsesiva para el pa­ tinuación.
ciente, llevándolo así a un círculo vicioso. Es frecuente
que el insomnio se manifieste en el hábitat cotidiano del Apneas del sueño
paciente, que es la fuente de su ansiedad o preocupa­
ción, pero mejore cuando duerme en otro lado. En la fase no REM del sueño normal la respiración
es lenta y profunda, mientras que en la fase REM el
Depresión ritmo respiratorio se acelera. Tanto durante la fase no
REM como especialmente durante la fase REM, se
Ya se mencionó que el depresivo alterna hipersom­ produce una hipotonía muscular acentuada que pue­
nia con insomnio. Típicamente el insomnio del depre­ de llegar a producir una obstrucción mecánica de la
sivo es tardío: el paciente se despierta a la madruga­ vía aérea por relajación máxima de los músculos de
da y no puede volver a dormirse. Los pacientes con las fauces, y apnea de origen periférico (síndrome de
insomnios iniciales, ansiosos, pueden desarrollar una apnea-hipopnea obstructiva). Un desequilibrio de la
depresión secundaria y agregar entonces también in­ regulación respiratoria del tronco cerebral puede pro­
somnio tardío o también intermedio (insomnio que ducir períodos de apnea, en este caso de origen cen­
surge entre dos períodos de sueño), combinando am­ tral (síndrome de apnea-hipopnea centraD.
bos procesos y alterando aún más el sueño nocturno, Síndrome de apnea-hipopnea obstructiva. Afecta a
con mayor hipersomnia diurna consiguiente. 10-15% de adultos de edad mediana, más hombres
que mujeres. Se produce en personas en quienes exis­
Insomnio farmacológico y de rebote ten causas de obstrucción de fauces o vías respirato­
rias: hipertrofia amigdalina (adenoides, amigdalitis),
El uso de diazepam y de hipnóticos de acción lar­ obstrucción nasal (rinosinusitis, desviación del tabique),
ga (nitrazepam, flunitrazepam), de uso común, gene­ reflujo gastroesofágico, malformaciones craneofacia­
ra dependencia e insomnio de rebote, por el cual los les. Tam bién se ha asociado a obesidad, cardiopatía
pacientes tienden a aumentar la dosis del hipnótico coronaria, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial,
que a la cantidad inicial ya no les produce efecto, y hipertensión pulmonar e hipotiroidismo. En los cardió­
más tarde tampoco a la dosis mayor (retroalimenta­ patas el riesgo es mayor por la posibilidad de arritmias
ción negativa). Además, la larga vida media de estos secundarias durante la apnea. Las muertes súbitas de
fármacos (36-48 hs) tiende a acumular efectos secun­ la infancia pueden ser debidas a apnea del sueño, así
darios de hipersomnia diurna con insomnio nocturno. como al llamado "síndrome de los gordos sopladores"
De estar indicados los hipnóticos, son preferibles los que se observa en varones ptepúberes y obesos.
de acción corta o ultracorta (triazolam, midazolam). El paciente es despertado por recurrentes obstruc­
ciones de la vía aérea, que causan ronquidos, ahogos
Alteración del ritmo circadiano y sofocos. La obstrucción genera hipoxia, hipercarbia y
un creciente esfuerzo inspiratorio tendiente a vencerla.
Puede originar tanto hipersomnia, como ya fue A veces el pasaje de aire se restablece sin que se in­
mencionado, como insomnio, en forma alternada. terrumpa el sueño. otras ello no se consigue, la apnea
se prolonga y se produce un colapso de las vías respi­
Enfermedades orgánicas ratorias por la presión negativa intratorácica generada
durante la inspiración. Los esfuerzos inspiratorios no
- Fiebre: origina insomnio por supresión del sueño hacen sino agravar la obstrucción de la vía aérea. A
REM. medida que avanza la hipopnea se produce hipoxia,

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312 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

desaturación creciente de oxígeno e hipercarbia. La me de Ekbom, ansietas tibia/is), de mecanismo incier­


respiración se recupera sólo cuando el paciente se to, que se caracteriza por sensaciones replantes, pa­
despierta atorado y se restablece la regularidad del os­ restesias y a veces dolor sordo en miembros inferiores,
cilador respiratorio y el tono de los músculos faríngeos. en la posición de reposo y con acentuación crepuscu­
La magnitud y ronquidos del esfuerzo inspiratorio sue­ lar, que obligan al paciente a caminar para calmarlas.
le despertar a la pareja o acompañante de cama (pa­ La necesidad de moverse es intensa e irresistible, lo
cientes roncadores). El fenómeno es máximo durante que provoca marcada inquietud motora e impide al pa­
el sueño REM, que causa la hipotonía más intensa. ciente dormir. A veces se extiende a los miembros su­
Las frecuentes interrupciones del sueño se asocian a periores. El examen neurológico es normal. Es a me­
somnolencia y fatigabilidad diurnas, trastornos de me­ nudo idiopálico y a veces hay historia familiar, pero
moria, atención y concentración. Puede haber historia también se asocia a diabetes, hipoferremia y anemia
familiar. En el examen físico se deben buscar signos ferropénica, embarazo, hipoxia y enfermedad pulmo­
de las patologías mencionadas anteriormente. nar obstructiva crónica, uremia, hipovitaminosis y para­
La polisomnografía muestra apneas, máximas o más neoplasia (véase Movimientos anormales).
prolongadas (> 30 segundos) durante la fase REM, de­
saturación de oxígeno (< 85%) coincidente en la oxime­ Terrores nocturnos (pavor noctumus, pavor
lría, resaturación y eventuales períodos breves de vigilia incubus)
posterlores al restablecimiento de la ventilación.
Síndrome de apnea-hipopnea central. En este ca­ Se observan principalmente en niños varones y de­
so no hay causas obstructivas respiratorias. La causa saparecen mayoritariamente en la pubertad. Consisten
de la hipopnea-apnea es central. Como en las obs­ en un despertar parcial con comportamiento de miedo
tructivas, se producen apneas repetidas durante el o terror intensos, que irrumpe al pasar de la etapa III a
sueño, desaturación de oxígeno y somnolencia diur­ la IV de la fase no REM. El paciente llora o grita con fa­
na. Pero no hay marcado esfuerzo respiratorio ni ron­ cies de miedo (retracción del párpado superior, midria­
quidos. Por el contrario, durante la apnea el esfuerzo sis), excitación motora, desorientación, taquicardia, ta­
respiratorio es pobre y la desaturación leve. Hay pe­ quipnea y sudoración, y no responde al llamado. No
ríodos alternantes de hiperpnea. Los episodios suelen suele haber recuerdo del hecho. El cuadro dura minu­
ocurrir durante la inducción del sueño y etapa I de la tos y no reviste gravedad. En caso de que se pueda
fase no REM y son raros durante las fases restantes. docúmentar un episodio, la polisomnografía muestra la
La causa del trastorno es desconocida y su mecanis­ irrupción del episodio entre las fases no REM III y IV,
mo poco claro, pero parece vincularse a hipersensibi­ generalmente en el primer tercio de la noche.
lidad troncal a la hipercarbia leve que se produce du­
rante el sueño normal, con hipervenlilación Sonambulismo
consiguiente, disminución de la PaCO2 y posterior hi­
povenlilación e hipopnea-apnea. Vinculado estrechamente al cuadro anterior, se
manifiesta también en las etapas 111 a IV del sueño no
Movimientos periódicos de los miembros REM. En este caso el paciente muestra automatismo
(Periodic limb movement disorder) motor y se desplaza durante el sueño, con riesgo de
lesiones físicas por eventual caída. A veces sucede a
Llamadas anteriormente mioclonías del sueño un episodio de terror nocturno.
(sleep jerks). Ocurren en pacientes de edad, general­
mente de sexo masculino. Consisten en contraccio­ Somniloquia
nes monofásicas, arrítmicas, a intervalos de unos 30-
60 segundos, de músculos de miembros inferiores, El paciente habla o ríe durante el sueño. Ocurre en
con extensión del pie y flexión de rodilla y cadera, que las mismas etapas de sueño que el sonambulismo. Es
ocurren en la etapa 11 de la fase no REM. El paciente benigno.
no suele despertarse durante los movimientos, por lo
que, por lo general, concurre a la consulta traído por Pesadillas
su cónyuge o pareja, que es quien las ha notado. El
examen y EEG son normales. No suelen tener en ge­ Pueden corresponder tanto a la fase no REM, en la
neral significación patológica. Se pueden acentuar en que sólo se produce miedo, como a la fase REM, en
pacientes tratados con L-dopa. donde el miedo se asocia a imágenes oníricas visua­
Es semiológicamente próximo y se asocia, durante les aterradoras, que el paciente recordará si se des­
la vigilia, al síndrome de las piernas inquietas (síndro- pierta.

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 313

Bruxismo Movimientos rltmicos {rythmic movement


disorder)
El paciente refriega sus dientes durante el sueño,
lo que a veces es audible por su pareja. Ocurre en la Se presenta en niños pequeños Una de sus mani­
etapa I del sueño no REM. Cuando es intenso hay festaciones es la llamada jac/atío cabitis, que consis­
desgaste dental y debe récurrirse a protectores o mol­ te en el mecimiento o golpeteo rítmico de la cabeza
des dentales para evitarlo. sobre la almohada con vocalización rítmica acompa­
ñante en el decúbito supino. Puede l levar con el tiern­
Distonía paroxística nocturna po a alooecia en la zona de apoyo. Otras veces las
sacudidas son mas amplías y ruidosas, corporales o
Se manifiesta desde la infancia hasta la edad media en miembros inferiores. Ocurren -generalmente duran­
de la vida, en ambos sexos, con episodios de movi­ te la inducción del sueño. Desaparecen hacia los 5
mientos distónicos o coreoatetósicos de cuello, tronco años de edad. El origen es poco claro, probablemen­
o miembros, a veces seguidos de otros que parecen in­ te psíquico
tencionados, repetitivos y eventualmente violentos. Los
episodios duran alrededor de un minuto y pueden repe­ Enuresis
tirse varias veces por noche. Durante el episodio, el pa­
ciente impresiona como vigil, pero confuso. Terminado Consiste en la relajación del esfínter vesical du­
el mismo, la conciencia se aclara con amnesia parcial rante el sueño. El paciente se orina mientras duerme.
del evento y el paciente se vuelve a dormir. Se observa predominantemente en niños o adoles.­
Aparece durante las etapas no REM 11, 111 y IV. centes varones. Como la repleción vesical no induce
Eventualmente se ha descripto actividad epileptiforme la vigilia, se la ha considerado un trastorno del des­
generalizada en el EEG, por lo que algunos conside­ pertar. La causa de la enuresis suele ser predomi­
ran el cuadro como una crisis parcial compleja fronto­ nantemente psicógena: cambio de hábitat, inicio es­
basal o temporal mesial. Sin embargo, en muchos ca­ colar o cambio de escuela, nacimiento de un hermano,
sos el EEG es normal, con aspecto de vigilia, y no se mala relación, divorcio o pérdida de los padres, mal­
asocian convulsiones, mordedura de lengua ni relaja­ trato, exceso de celo de los padres para que el niño
ción esfinteriana, por lo que el origen del trastorno es adquiera el control esfinteriano. En ciertos casos
controvertido. El EEG interictal es normal o muestra puede ser la expresión de una crisis epiléptica noc­
ondas theta. Se ha hallado hipometabolismo fronto­ turna: la harán sospechar la presencia de sangre o
temporal en estudios con tomografía con emisión de saliva en la almohada, lengua mordida o confusión o
positrones (PET). No hay actividad onírica. hipersomnia matinal, y los eventuales halfazgos del
EEG. Conviene descartar lesiones encefálicas con
Trastorno del comportamiento del sueño REM imágenes (tumores frontales).
(REM sleep behaviour disorder)
Patologías clínicas que se vinculan al sueño
Predomina en hombres adultos de edad madura.
Es la irrupción de comportamiento violento, consi­ Algunos procesos pueden producirse durante el
guiente a imágenes oníricas originadas durante el sueño, algunos de ellos en relación estrecha con algu­
sueño REM (actuación del sueño). El paciente puede na de sus fases,
lesionarse (hematomas, heridas cortantes, fracturas) - Las crisis epilépticas pueden manifestarse duran­
o lesionar a su pareja u otros como consecuencia. El te el sueño, generalmente durante la fase no
comportamiento tiene relación razonable con las imá­ REM. La epilepsia mioclónica juvenil se manifies­
genes generadas durante el sueño, que el paciente ta con crisis mioclónicas al despertar o inducir el
puede relatar si se despierta. Puede documentarse sueño. Puede encontrarse trazado EEG típico de
con polisomnografía pero es esporádico, por lo que epilepsia durante el sueño. coincidente o no con
serán necesarias probablemente varias noches de es­ crisis clínicas. Tambiéh el llamado status epilépti­
tudio hasta que surja el fenómeno. co eléctrico. que no se acompaña de manifesta­
Si como consecuencia del comportamiento violen­ ciones clínicas.
to se producen lesiones a terceros, y el cuadro se - La cefalea acuminada o de Hartan y la hemicránea
confirma con polisomnografía, el paciente puede no paroxísliaa, cuando se manifiestan durante el sue­
ser imputable, lo que deberá establecerse medicole­ ño , se vinculan a la etapa REM (véase. Dolor, en
galmente. Sensibilidad)

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314 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Conciencia y coma El coma ya ha sido definido.


En el llamado estado vegetativo (coma vigil, estado
El estado de conciencia normal implica la normali­ apático, estado desaferentado) el paciente mantiene la
dad de los estados de conocimiento (entendimiento, vigilia pero hay un trastorno severo del conocimiento.
contenido de la conciencia, "darse cuenta de...") y de
vigilia (el estar despierto). A través del conocimiento el Las denominaciones coma vigil y estado apálico no son
sujeto normal puede comprender y comunicarse con consideradas hoy en día apropiadas. Decir "coma vigil" re­
el medio que lo rodea. A su vez, es necesario un ade­ sulta en realidad un contrasentido, por cuanto el término
cuado estado de vigilia para que sea posible ese es­ "coma" presupone la depresión completa de la vigilia, y "es­
tado de conocimiento. tado apálico" constituye un diagnóstico anatomopatológico
Estas dos vertientes del estado de conciencia de­ y no semiológico.
penden de dos estructuras importantes del sistema ner­
vioso: la corteza cerebral, en especial la frontal, y el El estado vegetativo suele presentarse en enfermos
tronco cerebral, fundamentalmente el mesencéfalo y la que sobreviven a un daño encefálico severo por lesiones
protuberancia. El estado de conciencia normal es deter­ corticales y/o de la sustancia blanca subcortical. Suele
minado por un mecanismo de retroalimentación positi­ suceder a un estado previo de coma. Cuando se prolon­
vo (positive feed back) entre estas dos estructuras. ga por más de un mes se habla de estado vegetativo per­
El conocimiento o contenido.de la conciencia depen­ sistente. El estado vegetativo se caracteriza por:
de de la normalidad de la corteza mientras que la vigi­ preservación de la vigilia con ausencia de conoci­
lia depende de la normalidad del tronco cerebral. Cuan­ miento;
do se altera la corteza, por ejemplo, por infartos - preservación del ciclo sueño-vigilia;
múltiples corticales o atrofia, habrá alteración del cono­ ausencia de expresión o comprensión del lengua­
cimiento con vigilia conservada. A la inversa, cuando je, pero mantiene vocalizaciones o quejidos;
hay compromiso del tronco cerebral (hemorragias o in­ - los ojos pueden estar abiertos o cerrados, pero
fartos mesencefálicos o protuberanciales) habrá altera­ suelen estar abiertos;
ción de la vigilia y secundariamente del conocimiento. fuera de apertura ocular, hay ausencia de respues­
Grados de trastorno de conciencia. Compren­ ta a estímulos externos auditivos, visuales, táctiles
den: el enturbiamiento de la conciencia, la obnubila­ o nociceptivos;
ción, el estupor y el coma. - preservación de funciones troncales (reflejos pupi­
El enturbiamiento de la conciencia consiste en un lares, oculocefálicos y oculovestibulares);
compromiso incompleto de conocimiento y vigilia. El preservación de funciones vegetativas (respira­
paciente está desorientado y somnoliento pero se ción, circulación), excepto por incontinencia esfin­
mantiene despierto. Puede ser la expresión de un gra­ teriana.
do avanzado de demencia, o bien traducir un trastor­ El mutismo aquinético de Caims es similar al esta­
no incipiente del estado de conciencia. do vegetativo, pero en el mutismo aquinético el pacien­
La obnubilación es un estado de depresión com­ te está inmóvil, con ausencia absoluta de expresión
pleta de la vigilia, del que el paciente puede ser des­ oral y sin movimientos oculares espontáneos. Sin em­
pertado con estimulas leves. bargo, no se hallan en general signos que revelen
El estupor es un estado de depresión completa de compromiso severo de vías motoras descendentes
la vigilia, del que el paciente puede ser despertado, que pudieran explicar la inmovilidad. En general se de­
pero sólo con estímulos intensos. Los estímulos nece­ be a lesiones septales que comprometen la integridad
sarios para despertar al paciente estuporoso general­ frontopontina o reticulocortical a nivel del diencéfalo
mente son de tipo doloroso. Para ello, la maniobra ventral, con preservación de las vías motoras.
más apropiada, que origina dolor evitando al mismo Estado de conciencia mínimo. En este estado, des­
tiempo causar lesiones o sufrimiento innecesario, es cripto recientemente, hay un grave trastorno de con­
la compresión de la raíz ungueal (región del nacimien­ ciencia, pero puede demostrarse una mínima capaci­
to de la uña) con un superficie roma o redondeada, dad de conciencia auto y alopsíquica. Se diferencia del
como el lomo de un lápiz o bolígraf o . estado vegetativo por la presencia de conductas que
Finalmente, el coma constituye la depresión com­ traducen contenido de la conciencia, sostenidas, repro­
pleta de la vigilia de la cual el paciente no puede ser ducibles, y diferenciables de conductas reflejas. No de­
despertado con ningún estímulo. ben ser atribuibles al azar o coincidencia, y se efectúan
Tipos de trastorno de conciencia. Comprenden en respuesta a estímulos específicos, por ejemplo obe­
el coma, el estado vegetativo, el mutismo aquinético y decer órdenes simples, responder sí o no verbal o ges­
el estado de conciencia mínimo. tualmente, comunicarse o responder verbalmente en

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13, SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 315

forma inteligible en relación con la pregunta efectuada, Cuadro 13-1. Gradación del coma. Escala de Glasgow
mostrar un propósito determinado: manipular objetos
con evidente noción de tamaño, distancia e intención, Aperlura ocular
responder afectivamente en forma facial y/o gestual Espontánea E4
apropiada, responder visualmente en forma apropiada. A la orden 3
Los hallazgos no deben ser atribuibles a afasia, apra­ Al dolor 2
xia, agnosia o trastornos sensitivomotores vinculables. Ausente 1
En el síndrome de cautiverio (síndrome de captura,
"locked-in" syndrome) el paciente no está en coma, a pe­ Respuesta motora
Obedece M6
sar de que en una primera aproximación puede parecer­
Localiza 5
lo. Se debe generalmente a infartos bulboprotuberancia­ Retrae 4
les ventrales, que causan diplejía facial, parálisis de los Flexión anormal 3
pares craneanos inferiores y cuadriparesia, de manera Respuesta extensora 2
que es imposible la ejecución de movimiento alguno, sal­ Ausente 1
vo los oculares (véase Cuadriplejías en Motilidad).
Respuesta verbal
Grados de coma Orientada V5
Conversación confusa 4
El coma se ha clasificado en el pasado en grados Palabras inapropiadas 3
de acuerdo a su profundidad. Se consideraba, en for­ Sonidos incomprensibles 2
ma variable, coma grado O a aquel en que se encuen­ Ausente 1
tra respuesta motora a estímulos auditivos; coma gra­
do 1 al que muestra respuesta motora sólo a esti�ulos Gradación (E+M+V) = 3 a 1 5
cutáneos; coma grado 2 al que no muestra respuesta
motora alguna pero sí reflejo corneano; coma grado 3
al que muestra ausencia de reflejo corneano mante­ puede aplicarse no sólo al coma sino a todos los tras­
niéndose la respiración espontánea; y coma grado 4 a tornos de conciencia, lo cual le da mayor amplitud
la situación de ausencia de respiración espontánea y diagnóstica. No obstante, la escala de Glasgow com­
obligatoriedad de respiración asistida. plementa pero no reemplaza el examen neurológico
Esta clasificación puede tener inconvenientes que detallado de todo paciente en coma.
será necesario tener en cuenta para no dar lugar a La escala de Glasgow se basa en la evaluación de
errores de interpretación: por ejemplo, en casos de tres funciones: apertura ocular, respuesta motora y
accidentes cerebrovasculares que producen coma respuesta verbal, y sus distintos niveles de compromi­
puede haber hipoestesia o parálisis facial. Por lo tan­ so posible. A cada nivel se le asigna un valor de un
to, la ausencia del reflejo corneano puede revelar hi­ punto. Los puntos se sumarán luego, dando lugár a un
poestesia o compromiso facial y no alteración del es­ puntaje o score determinado. Puede, en general, afir­
tado de conciencia. Por la misma razón, la falta de marse que cuando el paciente tiene un puntaje de 8 o
respuesta motora puede ser debida a una paresia o menos está en estado de coma.
plejía o a una hipoestesia o anestesia, ambas de ori­
gen focal y no debidas al trastorno de conciencia pro­ Evaluación del paciente en coma
piamente dicho. Por estas razones es preferible des­
cribir semiológicamente cada uno de los hallazgos del Interrogatorio, Obviamente no puede efectuarse al
examen neurológico del paciente en coma, antes que paciente, y por ello son muy importantes los anteceden­
limitarse a una gradación en la que suele haber, ade­ tes que puedan aportar cónyuge, parientes o allegados:
más, discrepancias frecuentes. factores de riesgo vascular, tratamientos instituidos y su
Actualmente, la gradación del coma se efectúa me­ cumplimiento, uso de insulina, ingestas previas, trauma­
diante la escala de Glasgow (1976), que se propuso tismos de cráneo, adicciones (alcohol, alucinógenos),
inicialmente en esa ciudad de Escocia para el coma tratamientos y estado psiquiátrico, intentos de suicidio,
de los traumatismos de cráneo. Dada su simplicidad, síntomas previos al coma, patologías preexistentes (res­
rapidez de administración y factibilidad de ser utiliza­ piratoria, renal, hepática, metabólicas) y su tratamiento,
da también por personal paramédico (con lo que se hábitat y condiciones de vida (vive solo o acompañado),
puede efectuar una evaluación más frecuente), su condiciones laborales (tóxicos externos).
aplicación se extendió más tarde a los comas en ge­ Examen físico. Los parámetros a tener en cuenta
neral (cuadro 13-1). Además, por sus características, en la semiología del paciente en coma son: la circula-

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316 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

ción, el ritmo respiratorio, la pupila, el reflejo corneano, observa con frecuencia en el coma por hemorragia
la motilidad ocular conjugada, los reflejos oculocefáli­ subaracnoidea y otras lesiones vasculares.
cos y oculovestibulares, la presencia de movimientos
oculares anormales y la motilidad general. Ritmo respiratorio

Circulación Constituye un elemento importante y localizador.


Puede adoptar las siguientes variantes: apnea poshi­
Constituye el elemento semiológico menos preciso perventilación, respiración de Cheyne-Stokes, hiper­
ya que posee poco valor localizador. Como conse­ ventilación neurogénica central, apneusis, ataxia res­
cuencia del coma pueden verse las siguientes mani­ piratoria y "cluster'' o respiración en racimos (fig.
festaciones: hipertensión arterial por efecto Kocher­ 1 3-1).
Cushing, ondas T "cerebrales" con intervalo QT La apnea poshiperventilación sólo puede ser ex­
preservado o largo, taquicardia supraventricular, ale­ plorada en un paciente que no tenga mayor trastorno
teo y fibrilación auriculares, bradicardia sinusal, ritmos de conciencia. Cuando se hace hiperventilar a un su­
de la unión, bloqueos y ondas Q con depresión del jeto normal por espacio de 1 O a 1 5 segundos, puede
segmento ST. verse que luego de dejar de hipervenlilar hay un pe­
Las más salientes son la hipertensión arterial y las ríodo de apnea normal que no sobrepasa los 10 se­
ondas T cerebrales. La hipertensión arterial es de ori­ gundos. En casos de disociación frontopontina inici­
gen central y se debe al aumento de la presión endo­ piente, el período de apnea poshiperventilación se
craneana con fundamental repercusión en el IV ventrí­ alarga por retardo del mecanismo de retroalimenta­
culo (efecto Kocher-Cushing). No debe confundirse ción normal.
esta hipertensión con la de origen periférico, por hiper­ El ritmo o respiración de Cheyne-Stokes es una
tensión arterial esencial o preexistente. Esta diferencia­ respiración periódica en la que se producen ciclos
ción resulta, a veces, difícil en la práctica médica diaria. ventilatorios, en donde la amplitud de los movimientos
La onda T "cerebral" es una onda T negativa y respiratorios crece, llega a un máximo y luego decre­
grande que, a diferencia de la onda T isquémica, es ce gradualmente hasta llegar a un período de apnea
asimétrica y no se acompaña de acortamiento del in­ de algunos segundos, luego del cual se reanuda el
tervalo QT (QT normal o largo). Aunque su causa no ciclo. Se relaciona con trastornos supratentoriales y
es clara, fisiopatológicamente, se vincularía a aumen­ supramesencefálicos, en donde la causa del coma es­
to del tono simpático a nivel del ganglio estrellado. Se tará por encima de la tienda del cerebelo. Fisiopatoló-

Ritmo de CHEYNE-STOKES

Encéfalo ._.J.-- 1\W�w��1At►


1

Hiperventilación neurógena central

IM\lfü\l�YN/MWi'M'frllWv"fWIM'NlrlW/vl\llll�WWfM'tW/Nr .g

·¡;_
.,

o
Respiración apnéusica
g
ii:
Protube­
rancia

Bulbo

Fig. 13-1. Principales trastornos respiratorios debidos a lesiones del sistema nervioso central.

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 317

gicamente, la respiración de Cheyne-Stokes es debi­ níina, sin ningún orden, tanto respiraciones profundas
da a una hipersensibilidad de los quimiorreceptores como superficiales. Depende de lesiones bulbares
centrales al pH dependiente de la PaCO2 originando dorsomediales.
una creciente hiperventilación que provoca una dismi­ La respiración en racimo o "cluster' semeja a la
nución de la PaCO2 , un aumento del pH (alcalosis respiración de Cheyne-Stokes por su periodicidad, pe­
respiratoria relativa) y una consecuente disminución ro la misma no se caracteriza por un "crescendo" y
de la estimulación de los quimiorreceptores. Esto pro­ "decrescendo" de los ciclos. Se asocia a lesiones bul­
duce reducción de la amplitud ventilatoria y apnea. bares.
Como consecuencia, aumenta nuevamente la PaCO2
y desciende el pH, reanudándose el ciclo. Pupilas
La hipeNentilación neurogénica central consiste en
una respiración rápida, regular, persistente y relativa­ Constituyen otro elemento preciso y localizador en
mente amplia. Los criterios para su diagnóstico son: el la semiología del paciente en coma {fig. 1 3-2). En ge­
hallazgo de una PaO2 elevada, una PaCO2 disminui­ neral, las lesiones supratentoriales no producen ma­
da y, por lo menos, al comienzo, un pH correspondien­ yores trastornos pupilares, salvo el caso del síndrome
temente elevado, en ausencia de toda patología pul­ de Horner de origen central. Se recordará que este
monar que justifique la hiperventilación. Los casos síndrome se debe a compromiso de la inervación sim­
que cumplan estos criterios son raros. Como por otro pática del iris y se caracteriza, por lo tanto, por una ex­
lado es frecuente que los pacientes en com� hiper­ presión de predominio del tono parasimpático: ptosis
ventilen, se supone que en muchos casos la hiperven­ por relajación del músculo palpebral liso de Müller
tilación se debe a congestión pulmonar subclínica. (que tiene inervación simpática) y fundamentalmente
Por este motivo la noción de hipervenlilación neurogé­ miosis (véase 111 nervio craneal). En este caso el sín­
nica de origen central es controvertida. Puede vincu­ drome se produce por el compromiso de la primera
larse a lesiones troncales, particularmente mesence­ neurona de la vía simpática de inervación pupilar si­
fálicas, aunque es más frecuente su asociación a tuada en el hipotálamo. Es importante su diagnóstico
trastornos metabólicos (acidosis). ya que puede ser la expresión incipiente de una her­
La apneusis o respiración apnéusica se caracteriza nia uncal (véase más adelante).
por inspiraciones muy amplias que se mantienen por La ausencia de reacciones pupilares traduce,
varios segundos hasta que sobreviene la espiración. siempre que no haya un compromiso periférico de
Se vincula a lesiones pontinas mediales o caudales. neNios craneanos, un trastorno localizado en el tron­
La ataxia respiratoria es una respiración completa­ co cerebral (mesencéfalo). El aspecto de las pupilas
mente incoordinada, irregular y anárquica que deter- puede variar según la altura de la lesión:

Causas metabólicas

� �
Tectales y mesence­
fálicas

Fig. 1 3-2. Comportamiento de las pupilas


en el coma. Causas metabólicas y dien­
cefálicas: pupilas pequeñas y reflejo foto-
motor presente. Causas tectales y
mesencefálicas: pupilas grandes y fijas.
� Q.
Protuberancia
Causas protuberanciales: pupilas muy
pequeñas con reflejo fotomotor presente.

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318 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

en lesiones diencefálicas: pequeñas y reactivas; del facial o de la aferencia sensitiva del trigémino. En
en lesiones tectales: grandes y fijas; caso de compromiso facial, y ausencia consiguiente
- en lesiones mesencefálicas: medianas y fijas (en de contracción del orbicular, se buscará la respuesta
estas dos últimas situaciones hay un compromiso motora asociada para evidenciar la presencia del re­
de la vía fotomotora parasimpática, véase descrip­ flejo: la elevación del globo ocular.
ción del reflejo fotomotor en III nervio craneal); El control de la motilidad ocular depende de la cor­
- en la hemorragia pontina: puntiformes. Si se inves­ teza cerebral (véase 111 nervio craneal). Los movimien­
tiga el reflejo fotomotor se hallará presente (debe tos oculares sacádicos, destinados en el paciente
hacerse con la ayuda de una lupa por la intensa consciente a ubicar rápidamente objetos o imágenes
miosis). En este caso habría un compromiso bilate­ en la fóvea, se controlan desde las cortezas frontal y
ral de la vía simpática ocular, y por ello se mantie­ parietal. Pueden ser espontáneos, reflejos o volunta­
ne el reflejo fotomotor. rios. Los movimientos oculares de seguimiento, que
La midriasis fija unilateral puede indicar herniación tienen como fin mantener en la fóvea o mácula a una
uncal del mismo lado, por compresión del núcleo del imagen u objeto mientras se desplaza, se controlan
111 secundario a la hernía. desde la corteza occipital {fig. 1 3-3). Por su falta de
En los comas metabólicos las pupilas son peque­ conciencia, el paciente en coma no tiene fijación vi­
ñas y su reflejo fotomotor se preserva, porque no hay sual y por lo tanto los movimientos sacádicos volunta­
lesión encefálica estructural. Hay, sin embargo, dos si­ rios o reflejos, y los de seguimiento, están abolidos.
tuaciones metabólicas en las cuales las pupilas no Pero pueden alterarse, con importante significación
reaccionarán a la luz: las intoxicaciones con anticoli­ diagnóstica, los movimientos sacádicos espontáneos,
nérgicos y con glutetimida, por bloqueo parasimpático generados por la acción primaria de la corteza cere­
farmacológico. bral, que para este tipo de movimientos es la corteza
frontal: el llamado campo ocular frontal.
Reflejo corneano El campo ocular frontal se sitúa en la cara lateral
del lóbulo, en el tercio posterior de la segunda circun­
La descripción y vía detallada del reflejo corneano volución frontal, adyacente al surco precentral, por de­
se describen en la sección correspondiente al V ner­ lante de la circunvolución motora (áreas 4 y 6 de Brod-
vio craneano o trigémino. El arco del reflejo es trige­
minofacial y su nivel de integración protuberancia!.
En el coma el reflejo debe explorarse evitando to­
mar contacto digital o instrumental con la córnea, pa­
ra disminuir el riesgo de lesiones corneales en un pa­
ciente falto de reflejos de defensa. Un modo práctico
de explorarlo es soplar sobre la córnea.
El reflejo corneano no se pierde -sino hasta grados
profundos de coma, por lo que es útil para valorar su
gravedad. Cuando la arreflexia corneana es unilateral
seguramente se deberá a lesión focal encefálica, más
probablemente de áreas motoras contralaterales con
hemiparesia faciobraquiocrural. Si hay arreflexia bila­
teral y el coma no es profundo es probable que su
causa sea farmacológica.

Motilidad ocular conjugada

Se observarán la posición de los párpados y ojos


en reposo. En la mayoría de los pacientes comatosos
los ojos se encuentran cerrados. Se elevarán los pár­
pados y se los dejará caer, observando su tono. En el
coma los párpados se cierran gradualmente luego de
soltarlos. Debe comprobarse si hay parpadeo al estí­
mulo repentino de una luz brillante o un ruido intenso.
También debe explorarse bilateralmente el reflejo
corneano, que puede estar ausente por compromiso Fig. 13-3. Vía anatómica corticooculocefafógira. CF: corteza
frontal. CO: corteza occipital.

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 319

mann). La vía eferente desciende ya sea por el brazo Reflejos oculocefálicos y oculovestibulares
anterior de la cápsula interna o por el tálamo, y luego
por el sector medial del pedúnculo cerebral. Termina Reflejos oculocefálicos (ROC). Consisten en rotar
en el tubérculo cuadrigémino superior homolateral y la bruscamente la cabeza de un lado a otro, o en flexio­
formación reticular paramediana pontina. También se narla y extenderla (arriba-abajo-arriba), manteniendo
decusa en parte en el límite mesencefalopontino y al­ los párpados abiertos. Se obtienen sólo en el pacien­
canza el núcleo reticular tegmental de la protuberan­ te en coma. La respuesta consiste en la desviación
cia, que a su vez proyecta al cerebelo. conjugada de los ojos hacia el lado opuesto al del mo­
El estímulo del campo ocular frontal provoca movi­ vimiento: si la cabeza se desplaza hacia la derecha
mientos sacádicos conjugados hacia el lado contrario, los ojos se desviarán hacia la izquierda, y viceversa;
por descarga predominante sobre el núcleo del motor o bien se desviarán hacia arriba cuando el cuello es
ocular externo contralateral. El carácter conjugado de flexionado y hacia abajo cuando es extendido.
los movimientos se asegura por asociación excitato­ La vía de integración de los mencionados reflejos
ria, a través del haz longitudinal medio (cintilla longitu­ es mesencefálica para los movimientos verticales de
dinal posterior), con el subnúcleo del músculo recto in­ flexoextensión, y protuberancia! para los horizontales
terno del ojo del lado opuesto. Por lo tanto, al de rotación, dependiendo de la integridad del aparato
estimularse el campo ocular frontal izquierdo se pro­ vestibular y del haz longitudinal medio. Los movimien­
ducirá desviación conjugada de la mirada hacia la de­ tos verticales dependen de la estimulación de ambos
recha, y viceversa. conductos semicirculares anteriores para la flexión ce-
Consiguientemente, la lesión del campo ocular
frontal provoca déficit de movimientos sacádicos ha­ El área mostrada
cia el lado contrario. Los ojos pueden aparecer enton­ está dañada: el
ces espontáneamente desviados hacia el lado de la campo ocular
frontal de este lado
lesión. está inactivo.
El estímulo bilateral origina movimientos sacádicos Predomina el
campo ocular del
verticales. lado opuesto
En la práctica, en el caso de una lesión frontal de­
recha, deficitaria o destructiva (infarto), predominará
la acción del hemisferio preservado, es decir el iz­ Los ojos miran
quierdo, que inducirá una desviación de la mirada ha­ hacia el lado
cia la derecha, o sea hacia el lado de la lesión (fig. 1 3- opuesto a los
miembros parali­ El campo
4 ). Si la misma lesión, en cambio, es irritativa zados ocular fronlal
(tumores, hematomas), la desviación conjugada será normal de la
hacia la izquierda, o sea hacia el lado contrario a la le­ izquierda
desvía. los ojos
sión, y es frecuente que sea de carácter marcada­ hacia la
mente tónico, difícil de vencer, o incluso tonicoclónico, derecha (el
paciente mira
cuando es la expresión de una crisis epiléptica parcial su lesión)
motora. Si existe déficit motor esquelético, el lado de
la hemiparesia ayudará a identificar el hemisferio le­
sionado,
En caso de lesiones infratentoriales deficitarias que
afectan el motor ocular externo o VI nervio, la mirada
se desvía hacia el lado contrario a la lesión. Por ejem­
plo, si se lesiona el VI derecho, el paciente dirige su
\.,
mirada hacia la izquierda y viceversa {fig. 1 3-5). J El daño del
Los dos síndromes semiológicos oculomotores de­ hemisferio
derecho
ficitarios descriptos pueden recordarse con la siguien­
te regla mnemotécnica: "al que está arriba lo miran to­ t provoca una
hemiparesia
izquierda (P)
dos y al que está abajo no lo mira nadie".
Los trastornos disconjugados de la oculomotrici­
dad, que pueden tener valor localizador, varían según
el lugar y el tipo de lesión. Fueron descriptos en deta­ t
lle en la sección correspondiente a los nervios cranea­
les 111, IV y VI. Fig. 13-4. Lesión frontal derecha (modificado de Pallen).

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320 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

largo de 20 segundos (20-20-20). Conviene que un


ayudante cuente en voz alta el paso de los segundos
para asegurar el ritmo adecuado de la instilación. La
respuesta oculomotora aparece generalmente no an­
tes de 30-40 segundos, porque el agua debe poder
llegar hasta la membrana del tímpano y estimularla.
El puente lateral
derecho está El centro Por ello, debe sabérsela esperar. De otro modo pue­
lesionado pontino de erróneamente considerarse como ausente un re­
izquierdo
normal desvía
flejo cuya respuesta surgió luego de que el explora­
los ojos hacia dor se hubiera retirado, llevando a un equivocado y
Los ojos miran
la izquierda
(lado opuesto
ominoso diagnóstico de lesión troncal, o aún peor, de
hacia los miem­ a la lesión) muerte cerebral. Los tapones de cerumen del con­
bros paralizados ducto auditivo externo pueden retardar aún más la
respuesta.
Con agua fría, en el paciente normal y despierto,
se produce desviación de la mirada conjugada hacia
el mismo lado y nistagmo con el componente rápido
hacia el lado opuesto, durando menos de dos a tres
minutos. En el coma, al no haber fijación visual, el
nistagmo siempre desaparece, manteniéndose la
desviación de la mirada. La presencia del nistagmo
[ s fibras pirami­
es útil, entonces, para confirmar que el paciente, aun­
dales son que quizás somnoliento u obnubilado, mantiene la vi­
dañadas en el gilia, o para la detección de estados simulados o con­
\, puente por
versivos en los que hay una apariencia de coma con
arriba del entre­
cruzamiento vigilia intacta.
bulbar, provo­
p
cando una hemi­ Cuando el coma se debe a lesiones supratentoria­
paresia izquierda les y el tronco cerebral está indemne, los reflejos ocu­
(P).
locefálicos y oculovestibulares son normales. Cuan­
t do se debe a lesiones protuberanciales, los reflejos
oculovestibulares desaparecen y no hay desviación
al estímulo calórico, se pierden también los reflejos
Fig. 13-5. Lesión pontina derecha (modificado de Patten). oculocefálicos horizontales pero pueden preservarse
los oculocefálicos verticales. Estas alteraciones pue­
fálica, y posteriores para la extensión. Los movimien­ den eventualmente ser unilaterales, según la exten­
tos horizontales dependen de la estimulación del con­ sión de la lesión. En las lesiones mesencefálicas
ducto lateral hacia el cual se produce la rotación. La existe un reflejo positivo disconjugado, comúnmente
presencia de estos reflejos indica indemnidad del por compromiso del fascículo longitudinal medial, ori­
tronco cerebral por mantenimiento de las vías de aso­ ginando una oftalmoplejía internuclear (véase III par).
ciación de los movimientos oculares. En caso de le­ En este caso se pierde la aducción del ojo del lado le­
sión troncal, mesencefálica o pontina, desaparecen. sionado. Por ejemplo, si la lesión es izquierda, el es­
Reflejos oculovestibulares (ROV). Son quizás de tímulo calórico derecho inducirá sólo abducción del
mayor interés en el examen del comatoso. Consisten ojo derecho, el ojo izquierdo no aduce y la mirada se
en estimular el conducto semicircular lateral irrigando disconjuga. Los reflejos oculocefálicos horizontales
el conducto auditivo externo con agua (o solución fi­ suelen mostrar similar respuesta, y los verticales
siológica) fría o caliente, y con un pequeño catéter. pueden preservarse o no según la extensión de la le­
Se deberá comprobar siempre, previamente, que la sión. En resumen:
membrana del tímpano esté sana. La cabeza debe lesiones supratentoriales: ROC y ROV preserva­
estar a un ángulo de 30 grados para que el conducto dos;
semicircular externo o lateral quede vertical y la res­ - lesiones protuberanciales: ROC horizontales y
puesta al estímulo sea mayor. En la práctica se utili­ ROV ausentes, ROC verticales preservados;
za sólo el agua fría, preferiblemente helada, con lo - lesiones mesencefálicas: ROV y ROC horizontales
que el estímulo es mayor. Se instilan 20 mi de agua, disconjugados por no aducción del lado lesionado,
a través de una guía de suero de 20 cm de largo, a lo ROC verticales de respuesta variable.

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 321

La desviación conjugada inducida por lesiones su­ el coma y se asocia a lesiones del 111 ventrículo, del
pratentoriales del campo ocular frontal suele poder mesencéfalo anterior o, eventualmente, de la protu­
vencerse por el estímulo calórico oculovestibular, no berancia.
así la desviación conjugada causada por lesiones in­ Depresión y convergencia de la mirada: el pacien­
fratentoriales del tronco. te "se pone bizco". Se observa como expresión de
El reflejo oculovestibular puede abolirse farmacoló­ compromiso talámico. Frecuentemente se asocian
gicamente por depresores centrales {barbitúricos, hip­ anisocoria y otros cambios pupilares fluctuantes.
nóticos), difenilhidantoínas, bloqueantes neuromuscu­
lares (succinilcolina), ototóxicos (gentamicina y Motilidad general
vancomicina) y antidepresivos tricíclicos.
La fisiología y las vías de los reflejos oculovestibu­ Sus alteraciones pueden consistir en hemiplejía,
lares se describen en la sección correspondiente a monoplejía, hipotonía o hipertonía, o reflejos anor­
oculomotricidad y III nervio craneal. males.
Aplicando estímulos nociceptivos a diferentes par­
Movimientos oculares anormales tes del cuerpo y observando las respuestas motoras,
se comprueba que las mismas, cuando hay compro­
El hallazgo de movimientos oculares anormales miso piramidal, estarán disminuidas, ausentes o serán
responde generalmente a lesiones troncales. Los mis­ patológicas, mostrando rigidez de decorticación y/o de
mos pueden ser: descerebración.
Movimientos de vagabundeo: consisten en desvia­ La rigidez de decorticación se caracteriza porque el
ciones lentas e irregulares que se parecen a los movi­ paciente tiene hiperflexión de los miembros superio­
mientos oculares lentos durante el sueño normal. res e hiperextensión de los inferiores. Se debe en ge­
Pueden ser conjugados o no conjugados. Son gene­ neral a compromiso supratentorial.
ralmente horizontales. No se pueden efectuar volunta­ La rigidez de descerebración consiste en la hiperex­
riamente, por lo que su presencia confirma el estado tensión y pronación de ambos mie mbros superiores y
de coma. en la hiperextensión de los inferiores. Su aparición es
Movimientos en ping-pong o mirada alternante pe­ la expresión de un compromiso infratentorial o hemis­
riódica: los ojos se mueven en forma conjugada hacia férico profundo y es de mal pronóstico.
la mirada extrema lateral, se detienen dos o tres se­ La extensión de los miembros superiores con fle­
gundos y luego se dirigen conjugadamente hacia el xión de los inferiores se asocia a lesiones del tegmen­
otro extremo. Pueden producirse en lesiones tronca­ to pontino.
les, hemorragias vermianas e infartos cerebrales bila­ Las anormalidades de la motilidad tienen un valor
terales. localizador menos preciso que los otros signos des­
Nistagmo retráctil: consiste en movimientos brus­ criptos en la semiología del coma. En general, la rigi­
cos del globo ocular hacia adentro de la órbita, espon­ dez de decorticación revela compromiso más bien
táneos o precipitados por la elevación de la mirada. rostral y la de descerebración, de niveles más bajos
Se debe a la contracción simultánea de los seis mús­ del encéfalo.
culos oculares. Se observa en lesiones tegmentales Estos distintos trastornos de la motilidad pueden
mesencefálicas. verse en un mismo paciente en diferentes etapas evo­
Nistagmo de convergencia: son movimientos len­ lutivas de su coma. Cuando se producen espontánea­
tos de divergencia seguidos por una convergencia rá­ mente, sin necesidad de estímulo, el pronóstico es
pida. Se observa en lesiones mesencefálicas. más grave.
"Bobbing ocular'': son movimientos de déscenso de Será conveniente siempre diferenciar el coma real
la mirada, rápidos y conjugados, seguidos por un re­ del ficticio o seudocoma, como en la histeria o en la si­
torno a la posición primaria en forma de sacudidas mulación. En este caso:
bruscas. Se produce en lesiones caudales pontinas, y el paciente impide la apertura de sus ojos contra­
eventualmente en compromisos supratentoriales (hi­ yendo el orbicular;
drocefalia aguda, encefalopatías metabólicas). si se eleva pasivamente el brazo del paciente y se
Movimiento nistagmoideo de un solo ojo: puede ser lo deja caer sobre su cara, evitará golpearse;
lateral, vertical o rotatorio. Se observa en lesiones - los reflejos oculovestibulares mostrarán respuesta
pontinas mediales o bajas. con nistagmo normal, revelando fijación visual y
Nistagmo en serrucho: es un movimiento pendu­ por ende presencia de vigilia.
lar de ambos ojos que consiste en que mientras uno Algunos elementos semiológicos distinguen a los
se eleva el otro desciende. Se observa raramente en comas debidos a lesión estructural encefálica de aque-

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322 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

!los causados por trastornos metabólicos. Las pupilas A veces, la herniación uncal provoca también com­
simétricas, la preservación de los reflejos fotomotores presión del pedúnculo cerebral opuesto, por el que
y oculovestibulares, la ausencia de asimetría de las discurre el haz piramidal, contra la tienda del cerebe­
reacciones motoras, unidos a manifestaciones clíni­ lo de ese lado, originando una hemiparesia contrala­
cas de cada coma en particular, abonan en favor de teral a dicha compresión, pero homolateral a la midria­
coma metabólico. sis. Este es el fenómeno de la llamada muesca de
Kernohan, que es la resultante de dicha compresión.
Síndromes de herniación cerebral
Síndrome de herniación transcalvaria
En los comas por lesiones supratentoriales pue­
den producirse desplazamientos de las estructuras La herniación se produce a través de un orificio de
encefálicas como consecuencia de la compresión fractura craneana. Los síntomas dependerán de la lo­
producida por la lesión. Esto da lugar a herniaciones calización de la solución de continuidad en el cráneo.
de la masa encefálica a través de determinados es­ Es de menor riesgo que las anteriores porque el des­
pacios u orificios. Estos síndromes de herniación plazamiento se hace hacia fuera sin comprimir estruc­
pueden ser: turas intracraneales.
Síndrome de herniación cingular La posibilidad de una herniación debe ser tenida
siempre en cuenta dado que la misma puede en mu­
Se produce cuando la circunvolución cingular se in­ chos casos ser evitada si se efectúa un diagnóstico y
sinúa por debajo de la hoz del cerebro y comprime la tratamiento precoces del estado de coma. En muchos
arteria cerebral anterior, causando hemiparesia con­ casos estas herniaciones se deben a hematomas ex­
tralateral a predominio crural, desviación conjugada tradurales o subdurales que pueden ser drenados qui-
de ojos hacia el lado de la compresión y trastornos es­
finterianos. �
Sfndrome de herniación transtentorial o
central 0 0 �� 0

e0 f
Consiste en un desplazamiento del diencéfalo a

€&
través de la muesca de la tienda del cerebelo, como
consecuencia de una lesión hemisférica que desplaza
el encéfalo en sentido rostrocaudal. Esto produce un
aumento de la presión endocraneana y un desplaza­
miento secundario del puente hacia abajo, con un es­
tiramiento y eventual ruptura de las ramas paramedia­ Fig. 13-6. Coma supratentorial. Síndrome de hernia del uncus
nas perforantes del tronco basilar. Clínicamente se de l hipocampo, con parálisis precoz del 111.
produce un deterioro rostrocaudal progresivo y los pa­
cientes desarrollan una secuencia de signos respira­
torios, oculares y motores que revelan, según la se­
miología descripta anteriormente, el progresivo
deterioro del tronco cerebral.
Síndrome de herniación unca/

Consiste en la herniación del uncus del hipocampo


de un lado a través de la muesca de la tienda del cere­
belo, como consecuencia de una lesión que desplaza al
encéfalo en sentido lateral. Esto produce una compre­
sión del tronco cerebral a la altura del núcleo del 111 ner­
vio craneano. La expresión clínica caracteristica es la
de una midriasis progresiva unilateral, paralítica, con
ausencia de respuesta oculovestibular en ese ojo y re­ Fig. 13-7. Coma supratentorial. Síndrome de hernia del uncus
flejo disconjugado consiguiente (figs. 13-6 y 13-7). del hipocampo, con afectación tardía del 111.

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 323

rúrgicamente antes de que se produzcan lesiones tudinal, meningoencefalilis. Muchas de ellas se acom­
compresivas irreversibles. pañan de edema cerebral como factor agravante.
En la figura 1 3-8 se sintetizan los principales sig­ El edema cerebral, o aumento del contenido en
nos clínicos y sus alteraciones, según el nivel lesiona! agua del cerebro, produce un aumento de su corres­
y momento evolutivo. pondiente volumen. Puede ser localizado, alrededor
de una lesión vascular, traumática o tumoral, o bien di­
fuso dependiendo, en este caso, de fenómenos meta­
Causas de coma por lesión supratentorial bólicos o anóxicos. Puede ser leve o moderado y no
tener traducción clínica. En el edema cerebral aumen­
Las causas estructurales de coma son múltiples y ta habitualmente el compartimiento extracelular del
muchas han sido descriptas en diferentes capítulos de cerebro, que corresponde a un 1 5-20% del volumen
esta obra. cerebral total. Este suele coexistir con cierto grado de
Las lesiones supratentoriales que pueden originar edema intracelular.
coma son: traumatismos de cráneo, hematomas extra­ Una lesión ocupante encefálica produce per se au­
durales, subdurales o intracerebrales, infartos cerebra­ mento de la presión endocraneana, pero a su vez
les generalmente extensos, neoplasias, abscesos de comprime los vasos capilares, originando aumento de
cerebro, empiema subdural, trombosis del seno longi- la presión hidrostática intravascular y trasudación al
Signos cHnlcos
Nivel lesiona! y Respuestas motoras en
reposo y a la estimulación

e0
momento evolutivo Respiración Pupilas Motilidad ocular (compresión dolorosa del
borde supraorbitario)

A


<0> <0> Inmovilidad
Supramesencelálico �
<O> <O> �

8 0e
Cheyne-Stokes Posición Decorticación
Respuesta (piernas extendidas y ante-
intermedia RFM + normal brazos en fle_xión)

A
';)


INNNNM <®> <®>
Inmovilidad
Mesencefálico
Hiperventilación <®> <®> �
Rigidez de descerebración
neurógena central Midriasis RFM - Reflejo+Refl�o
+ disconjuga o (piernas y antebrazos exten-
didos)

A 9 09
-:,
__fLf1Sl_.n_
Apneusis
Pontino �
(protuberancia!)

o <O> <O> <O> <O> Inmovilidad y flaccidez
Miosis bila- Falta de
Ataxia respiratoria teral RFM +

A 8 09
respuesla
abinski contra u
� homolateral
Kernohan) a la

<®> <0>
@> <())
Hernia uncal
(estadio precoz)
� �

A 9 8e
Normal Midriasis Reacción apropiada
homolateral Respuesta (cortical). Falta de respuesta
a la lesión RFM t normal (lado opuesto a la lesión)

.;:,

Rara vez, Cheyne-Stokes
Hernia uncal o � <0> �
(estadio tardío) Midriasis +
� Ptosis horno-
<l!P <O>
Decorticación unilateral.
lateral a la Reflejo+Refl�o Falta de respuesta lado
Hipervenlilación neuró- lesión opuesto
gana RFM - + disconjuga o

Fig. 13-8. Comas orgánicos. Principales signos clínicos y sus alteraciones, según el nivel lesiona! y el momento evolutivo.

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324 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

espacio extracelular (edema vasogénico). En los tu­ Coma diabético


mores de cerebro, el edema se localiza, en principio,
en la periferia para ganar extensión a medida que au­ Se debe a cetoacidosis. Se suele presentar lenta­
menta la presión endocraneana. mente, a medida que la cetoacidosis se desarrolla. Se
Las isquemias cerebrales causantes de infartos caracteriza por:
causan inicialmente edema intracelular, por hipoxia, - pupilas dilatadas con escasa reacción a la luz;
aumento de la permeabilidad celular e ingreso de so­ hiperventilación por acidosis metabólica (respira­
dio a las células (edema celular). El edema y aumen­ ción de Kussmau�;
to de la presión endocraneana así generados produ­ hipotonía de los globos oculares (blandos a la presión);
cen secundariamente edema vasogénico. Hacia el sequedad de piel y mucosas;
tercer o cuarto día de evolución del infarto el edema característico aliento con "olor a manzanas";
puede ser marcado y desarrollar progresivamente un taquicardia;
efecto de compresión y desplazamiento de estructu­ hipotermia;
ras de la línea media (efecto de masa), con estupor y gran glucosuria y cetonuria (si es necesario practi­
coma, que puede requerir craniectomía descompresi­ car el sondeo de la vejiga);
va para aliviarlo. leucocitosis;
Los traumatismos de cráneo originan edema cerebral pH arterial bajo (< 7,3);
por microlesiones subcorticales traumáticas difusas que exceso de base y bicarbonato séricos francamente
producen una desconexión corticosubcortical y trastorno disminuidos.
de conciencia consecuente. A veces, este edema es
progresivo y produce compresión vascular con lesión is­ Se ha señalado que el coma diabético con cetoacido­
quémíca secundaría, que también puede ser de efecto sis ocurre cuando falla el mecanismo que generalmen­
progresivo y requerir cirugía descompresiva. te protege el pH del sistema nervioso central contra
Una crisis de hipertensión arterial puede causar cambios en el pH sanguíneo. Así se ha comprobado
también edema cerebral, provocando un cuadro ca­ un descenso de la cifra del pH en el líquido cefalorra­
racterizado por convulsiones, estupor, coma y signos quídeo cuando el diabético entra en coma.
de hipertensión endocraneana, comprobándose el
elevado nivel de las tensiones arteriales sistólica y Coma hiperosmolar
diastólica (encefalopatía hipertensiva).
Los diabéticos o los pacientes no diabéticos con que­
Causas de coma por lesión infratentorial maduras graves pueden experimentar una hiperglucemia
intensa sin cetonemia, cetonuria ni acidosis, produciéndo­
Al ser una cavidad inextensible de menor tamaño, se un estado de estupor o coma caracterizado por:
la "compliance" de la fosa posterior es sustancialmen­ - deshidratación marcada;
te menor que la supratentorial. Por ello, las lesiones intensa poliuria (hasta 1 0 litros de orina diarios);
que pueden causar coma son también más pequeñas. - hiperglucemia (hasta 1 000 mg %);
Entre ellas, que también se citan en diversas partes - glucosuria;
de esta obra, se pueden mencionar: trombosis de la - hipernatremia (hasta 200 mEqll);
arteria basilar con infarto de tronco, hematomas extra - hiperosmolaridad (más de 310 mOsmll) ;
y subdurales de la fosa posterior, hemorragia pontina - hipertonía muscular, hiperreflexia, convulsiones,
primaria, hematoma cerebeloso, infarto cerebeloso nistagmo.
agudo con compresión del IV ventrículo e hidrocefalia El trastorno se corrige con rehidratación e insulina.
aguda, angiomas de tronco, aneurismas de la arteria
basilar, migraña basilar de Bickerstaff, neoplasias de Coma hipog/ucémico
tronco, abscesos y granulomas de tronco, mielinólisis
central pontina que se asocia a hiponatremia, esclero­ En el diabético puede producirse coma por hipoglu­
sis múltiple con desmielinización troncal. cemia, por efecto de insulina o hipoglucemiantes ora­
les. También puede producirse en el no diabético, por
Causas de coma metabólico hiperinsulinismo (tumor de islotes de Langerhans), o
por glucotesaurosis ( enfermedades genéticas por al­
Son muchas las enfermedades extracerebrales macenamiento de hidratos de carbono).
que, alterando el metabolismo encefálico, pueden ori­ Caracterizan al coma hipoglucémico:
ginar coma. Se describen a continuación las más sa­ - el antecedente de la inyección de insulina, de la in­
lientes. gesta de hipoglucemiantes orales y, muy frecuen-

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 325

temente, del ayuno, es decir que el paciente ha de­ el posible papel de sustancias neurotransmisoras
jado de ingerir una o más de sus comidas diarias; anormales sintetizadas en el intestino por acción bac­
- mioclonías y eventualmente convulsiones; teriana sobre las proteínas, que el hígado no puede
- midriasis; neutralizar por insuficiente o porque esas sustancias
sudoración profusa (en lugar de la sequedad de la no pasan por la barrera hepática, pudiendo alcanzar
piel del coma diabético); así el neuroeje y desalojar a los neurotransmisores
- falta de glucosuria y cetonuria; normales como la dopamina y la noradrenalina. Tam­
- con frecuencia, leucopenia; bién se ha descripto experimentalmente, en animales
eventuales signos de déficit motor focal; hiperamoniémicos, un aumento significativo de la neu­
- glucemia < 50 mg %. roglia, atribuido a un déficit absoluto o relativo de glu­
taminosintetasa, enzima que se encuentra en los as­
Los signos de foco (monoparesias, hemiparesias, trocitos. El déficit de glutaminosintetasa es el factor
signo de Babinski) se producen en ausencia de lesión contribuyente al aumento de la amoniemia, ya que ca­
encefálica. Se supone que ellos pueden ser expresión taliza la unión del amoníaco y del ácido glutámico pa­
de la fragmentación del aporte glucosado al cerebro, ra formar glutamina, sustancia no tóxica y etapa nor­
produciéndose probable "competencia" y "robo" de mal del metabolismo del amoníaco.
glucosa de algunas áreas encefálicas, motivando sig­ Son factores precipitantes o coadyuvantes del co­
nos de déficit neurológico focal. ma las hemorragias gastrointestinales, las infeccio­
nes, las punciones abdominales de líquido ascítico,
Coma urémico las drogas o las dietas ricas en proteínas, que favore­
cen el aumento de la amoniemia.
Depende de un estado de acidosis por insuficien­ Caracterizan al coma hepático:
cia renal y es de instalación lenta, precedido por un trastornos de conducta o psíquicos que preceden a
estado de astenia y obnubilación. El pH del líquido ce­ la instalación del coma (precoma);
falorraquídeo casi siempre es normal, motivo por el - ictericia;
cual es dudoso que la acidosis del encéfalo sea deter­ temblor comprobable especialmente al hiperexten­
minante del coma. Se caracteriza por: der los dedos de la mano (flapping tremar o asteri­
- pupilas mióticas; xis, véase Temblor);
- respiración de Cheyne-Stokes o Kussmaul; - contractura de tipo extrapiramidal con signo de la
- bradicardia, aunque puede haber taquicardia por rueda dentada;
pericarditis urémica, con frote pericárdico y ritmo pupilas por lo general pequeñas y que reaccionan
de galope; a la luz;
- lengua seca rojiza; - hiperventilación por alcalosis respiratoria con des­
- palidez terrosa característica; censo de la PaCO2 y pH arterial elevado. Aunque
- frecuentemente hipertensión arterial; en la etapa terminal puede producirse acidosis me­
- manifestaciones neurológicas de tipo motor: con- tabólica, la falta de alcalosis pone en duda el diag­
vulsiones, asterixis, mioclonías multifocales, pare­ nóstico de coma hepático;
sias, asimetría refleja y signo de Babinski; - puede haber convulsiones, signos focales neuroló­
- hipotermia; gicos y signo de Babinski;
- aliento urinoso (amoniacal); olor particular del aliento (faetor hepaticus);
- albuminuria, con cilindros y hematíes en el sedi- hiperamoniemia;
mento urinario; hiperbilirrubinemia;
- hiperazoemia, aunque la gravedad del coma no - alteración de los factores de la coagulación (K de­
guarda estricta relación con el aumento de la urea pendientes, factor V);
plasmática; - aumento de la glutamina y del a-cetoglutarato en
- descenso del pH y exceso de base arteriales. el líquido cefalorraquídeo;
- actividad lenta simétrica (ritmos delta difusos y per­
Coma hepático manentes) en el electroencefalograma.
Se debe a insuficiencia hepática en las hepatopa­ Coma hipoosmolar
lías difusas avanzadas, o a anastomosis entre la cir­
culación porta y la circulación general (encefalopatía En diversas condiciones en que se modifica el equili­
portosistémica). Se ha atribuido a la elevación del brio electrolítico o el estado ácido-base pueden sobreve­
amoníaco en la sangre y el encéfalo. Se ha señalado nir estados comatosos. Así es dable observar un coma

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326 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

por hipoosmolaridad o hiponatremia (intoxicación acuo­ presenta generalmente durante las crisis addisonia­
sa), que puede deberse a varias enfermedades: síndro­ nas. Además de la melanodermia , la hipotensión arte­
me de Schwartz-Bartter (de secreción inadecuada de rial, la hiponatremia, la hiperpotasemia y la eosinofilia,
hormona antidiurética con hiponatremia, hipervolemia, el addisoniano en coma presenta flaccidez muscular,
pérdida renal de Na, hiperosmolaridad urinaria), deshi­ ausencia de reflejos profundos y, ocasionalmente,
dratación, insuficiencia suprarrenal, nefropatías, intoxi­ edema de papila. El descenso de cortisol en la sangre
cación por carbamazepina. El coma puede acompañar­ permite el diagnóstico. Se ve raramente hoy en día.
se de asterixis, mioclonias o convulsiones generalizadas. En el hipotiroidismo el coma aparece como compli­
La natremia desciende a menos de 120 mEq/1. La hipo­ cación rara. Como factores desencadenantes se seña­
natremia, sobre todo si se corrige rápidamente con infu­ lan la infección y el enfriamiento. Los pacientes se en­
sión de sodio, puede causar mielinólisis central pontina, cuentran mixedematosos, hipotérmicos (32-32,5°), con
cuadro de trastorno de conciencia asociado a signos de piel seca, descamante y carotinémica, macroglosia y
déficit motor central en los cuatro miembros, cuyo diag­ ECG hipovoltado. Presentan por lo general hipoventi­
nóstico se confirma con RMI cerebral. lación e hipercapnia. Un cuadro alucinatorio o deliran­
te puede preceder al coma (delirio hipoliroideo). Las
Coma Jactacidémico hormonas tiroideas séricas se encuentran descendi­
das. Suele ser rápidamente fatal, si no se inicia inme­
Se presenta en diabéticos graves tratados con fen­ diatamente el tratamiento con la hormona tiroidea.
f o rminas. Se trata de una acidosis sin cuerpos cetóni­
cos, pero con aumento del ácido láctico en el suero. Causas de coma exógeno o tóxico
También puede observarse en quemados graves.
Figuran en este grupo los comas provocados por
Coma hipercalcémico diversas sustancias tóxicas: monóxido de carbono, al­
cohol etílico y metílico, barbitúricos, diazepóxidos, co­
En la hipercalcemia marcada, sea por hiperparati­ caína, heroína y morfina, etilenglicol, metales pesa­
roidismo o como manifestación paraneoplásica, pue­ dos, salicilatos. Por lo general el coma es de
de haber estupor o finalmente coma, precedido de presentación brusca. Algunos de ellos son:
manifestaciones psíquicas (ideas delirantes).
Coma alcohólico
Coma hipocalcémico
Caracterizan al coma alcohólico:
En la hipocalcemia también pueden estar presen­ facies de alcohólico (rubicundez, vasodilatación
tes el estupor y el coma, que se acompañan de irrita­ nasal y geniana);
bilidad y tetania. aliento alcohólico;
antecedentes de alcoholismo (enolismo o etilismo);
Coma hipercápnico historia de disartria y ataxia anteriores a la pérdida
de la conciencia;
De las alteraciones del equilibrio ácido-base, sólo la dosaje de alcohol plasmático elevado (>3 g/1).
acidosis respiratoria produce estupor y coma, al que Cuando el coma se profundiza, el paciente palide-
contribuye la hipoxia asociada. Esto ocurre en estados ce y sus pupilas pueden dilatarse y lentificarse el re­
de insuficiencia respiratoria avanzada: enfermedad flejo pupilar.
pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema pul­ Si se produce una rápida metabolización del alcohol
monar, síndrome de Pickwick, miopatías (enfermedad con descenso de la alcoholemia, el paciente puede des­
de Duchenne), miastenia gravis, síndrome de Guillain­ pertarse y sufrir el clásico cuadro de excitación psicomo­
Barré. Aparece somnolencia progresiva, obnubilación, tora, confusión, temblor, taquicardia, sudoración profusa
estupor y coma. El paciente presenta cianosis acen­ y alucinaciones visuales propias del llamado delírium
tuada, a veces flapping, mioclonías y edema de papi­ trémens, que es el síndrome confusional agudo de la
la. Hay una franca elevación de las cifras de PaCO2 , deprivación alcohólica. Este cuadro puede instalarse
con descenso de pH y aumento del exceso de base. también sin que el paciente pase por estado de coma.
Comas endocrinos Coma por alcohol metílico

Tanto la enfermedad de Addison como el hipotiroi­ La intoxicación por alcohol metílico provoca visión
dismo pueden causar coma. En la primera, el coma se borrosa o ceguera por toxicidad sobre el nervio óptico,

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 327

fondo de ojo con papilas hiperémicas, acidosis meta­ sudoración abundante, como en el coma hipoglu­
bólica, hiperpnea acentuada y coma. cémico;
a veces, convulsiones o delirio en medio del coma·
Coma cocaínico - depresión respiratoria que puede ser rápidament�
progresiva.
Las características son:
- antecedente de adicción; Coma por monóxido de carbono
signos de hiperestimulación adrenérgica: midriasis,
taquicardia, hipertensión arterial, temblor de actitud; Se lo sospecha por el olor a gas del ambiente, por
- rastros de inyecciones en la piel, generalmente en la presencia en la habitación de estufas a gas, chime­
el codo (vía de administración endovenosa del es­ neas, braseros, leña en combustión. La rapidez de
tupefaciente); aparición del coma depende de la cantidad de gas in­
- perforación del tabique y otras lesiones nasales (vía halado en un determinado tiempo. La facies está en­
de administración del estupefaciente inhalado); rojecida, suelen aparecer convulsiones e hipertermia.
eventualmente lesiones cerebrovasculares (infar­ Suele ser fatal. Si retrograda puede ser sucedido más
tos o hemorragias). tarde de síndrome parkinsoníano progresivo e invali­
dante (véase Síndromes extrapiramidales).
Coma opiáceo
En el cuadro 1 3-2 se resumen las características
Sus signos son: de los principales comas toxicometabólicos.
- antecedente de adicción;
eventuales rastros de inyecciones en la piel;
signos de hipereslimulación colinérgica: mjosis Causas de coma infeccioso
marcada, bradicardia;
- disminución de la frecuencia respiratoria y apnea Las meningitis pueden causar coma. A veces cons­
por depresión del centro respiratorio; tituye la primera manifestación de la enfermedad. So­
hipotermia. breviene igualmente en las encefalitis agudas de tipo
viral o por herpes simple, y en la leucoencefalopatía
Coma barbitúrico y por drogas sedantes y multifocal progresiva de la infección por papovavirus.
psicotrópicas Cuando se trata de meningitis, el antecedente de
cefalea, la presencia de síndrome meníngeo y las al­
Se conocen desde que comenzó a difundirse la au­ teraciones correspondientes del líquido cefalorraquí­
tointoxicación suicida con veronal. Los barbitúricos, deo permiten el diagnóstico. Además, pueden agre­
diazepóxidos, glutetimida, meprobamatos y bromuros garse signos respiratorios, oculares y motores, en
pueden producir coma si se ingieren en cantidad sufi­ especial convulsiones. En los ancianos, la meningitis
ciente. Los barbitúricos en dosis elevadas perturban bacteriana se presenta ocasionalmente con un cuadro
el metabolismo celular. Los diazepóxidos no suelen de estupor o coma y a veces signos neurológicos fo­
dañar permanentemente la función neuronal, pero el cales, con poca evidencia de alteración meníngea, en
diagnóstico y tratamiento rápidos son factores esen­ cuyo caso el examen del líquido cefalorraquídeo es
ciales para la recuperación. Dosis 15 a 30 veces su­ fundamental.
periores a las terapéuticas provocan un coma que En las encefalitis virales, la cefalea, la fiebre y tam­
puede durar varios días. Con estas drogas el coma se bién los antecedentes epidémicos, así como los ha­
caracteriza por: llazgos del líquido cefalorraquídeo, permiten estable­
apariencia de sueño normal; cer la causa del coma (véase Síndrome meníngeo y
respiración superficial; Encefalitis-meningoencefalitis en Síndromes semioló­
- miosis, como en el coma urémico y en el opiáceo, gicos de otras afecciones del sistema nervioso).
pero es inconstante y a veces reemplazada por mi­ Otras veces sobreviene como terminación de en­
driasis; fermedades infecciosas agudas o crónicas: paludis­
reflejos pupilares preservados, salvo en la intoxica­ mo, tuberculosis. En la infección palúdica por Plasmo­
ción por glutetimida; dium falciparum se ha descripto el llamado "paludismo
- marcada hipotonía muscular; cerebral", que consiste especialmente en un trastorno
- abolición de los reflejos profundos; de la conciencia que fluctúa entre la obnubilación y el
- hipertermia y eritemas cutáneos por vasodilatación coma franco, pudiendo encontrarse algunos signos
periférica; neurológicos focales. La fiebre elevada con caracte-

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328 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Cuadro 13-2. Características principales para diferenciar los comas

Coma Antecedentes Aspecto, actitud, facies Motilidad Particularidades diversas

lctus vascular Hipertensión arterial. Vultuosa, desviación Hemiplejía. A veces Presión arterial elevada
(hemorragia o Aterosclerosis conjugada de cabeza y convulsiones (efecto Kocher-Cushing
infarto) carotídea. Accidentes ojos. Facies de fumador probable)
isquémicos transito- de pipa
ríos previos.
Cardiopatía emboli-
zante

Traumático Accidente reciente Vultuoso Convulsiones. Signos Hemorragias nasales o


focales subconjuntivales, herida
de cráneo, otorragia

Meningoencefalítico Síndrome meníngeo En gatillo de fusil Rigidez de nuca. A veces el coma es inicial,
Signos de Kernig y generalmente terminal
Brudzinski

Diabético Diabetes Palidez Relajación muscular Hiperglucemia, acidosis


metabólica

Hipoglucémico Inyección de insulina. Sudores profusos A veces convulsiones o Hipoglucemia. Leucopenia


lngesta de hipogluce- signos neurológicos por lo general
miantes orales. focales
Adenomas de los
islotes de
Langerhans

Hepático Enfermedad hepática Ictericia, "faetor hepat- Temblor (flapping). Trastornos psíquicos
(hepatitis, cirrosis) icus" Rigidez extrapiramidal (cambios de conducta).
Hiperamoniemia

Urémico Hipertensión. Nefritis Palidez terrosa. Lengua A veces convulsiones. Ritmo de galope, frote
seca, rojiza. Edema Tetania. Mioclonías pericárdico. Hiperazoemia.
palpebral Acidosis metabólica

Epiléptico Crisis convulsivas Mordedura de lengua. Convulsiones El coma sucede al


previas Espuma sanguinolenta ataque, puede durar hasta
una hora

Alcohólico Alcoholismo Facies de alcohólico A veces temblor de Vómitos con olor aleo-
labios, lengua, manos hólico; alcoholemia
elevada

Opiáceo Morfinomanía Señales de inyecciones


en la piel

Cocalnico Cocainismo Lesiones nasales Hipertensión arterial

Barbitúrico Fenobarbital (luminal) Apariencia de sueño A veces convulsiones. Abolición de reflejos


o semejantes inge- normal. Eritemas Hipotonía profundos. A veces delirio
ridos con propósitos cutáneos. Sudores
suicidas abundantes

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 329

Respiración Pulso Temperatura Pupilas y ojos Orina

Estertorosa Más bien bradicardia Variable Desviación conjugada Emisión involuntaria o


de la mirada. retención
Síndrome de Horner
de origen central

Estertorosa Bradicardia Variable Variable según


lesiones

Irregular Bradicardia Hipertermia Parálisis oculomo-


toras, a menudo

Tipo Kussmaul. Aliento con Taquicardia Hipotermia Pupilas dilatadas. Glucosuria. Cetonuria
olor a manzanas Reflejos presentes.
Hipotonfa ocular

Normal Bradicardia Hipotermia Midriasis, reflejos Ausencia de


pupilares glucosuria o cetonuria
conservados

Hiperpnea (alcalosis) Variable Hipertermia o normal Miosis. Reaccionan a


la luz

Cheyne-Stokes o Kussmaul. Bradicardia Hipotermia Miosis. Fondo de ojo Anuria u oliguria.


Aliento amoniacal con hemorragia y Cilindruria.
exudados Albuminuria

Variable. Estertorosa, a Variable A veces hipertermia Variable Enuresis


menudo

Olor alcohólico en el aliento Taquicardia Normal Variable. Reflejo foto- Alcoholuria


motor presente

Olor a azafrán en el aliento Hipertermia Miosis intensa


(láudano)

Taquicardia Midriasis

Superficial Taquicardia Hipertermia Miosis. A veces


midriasis

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330 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

res palúdicos, la anemia intensa y la procedencia del todo cuando cae sobre la cara (evita autolesionar­
paciente hacen muy probable el diagnóstico, que se se) (ver monoplejía funcional)
confirmará con un examen de sangre periférica en go­ - Retracción al estímulo doloroso: variable, puede no
ta gruesa. El líquido cefalorraquídeo suele ser normal. encontrarse
En ciertos padecimientos posinfecciosos puede Reflejos osteotendinosos preservados, pero el pa­
producirse un estado de coma, como en la encefa/o­ ciente puede inhibirlos voluntariamente, en cuyo
patía tóxica aguda y su variante el síndrome de Re­ caso acentuará el tono muscular
ye, vinculables a edema cerebral e hidrocefalia seve­ Reflejos plantares ausentes o normales
ros posinfección viral, o la encefalomielitís diseminada - EEG de vigilia (ritmo alfa), con respuesta normal a
parainfecciosa y la /eucoencefalopafía hemorrágica la apertura ocular
aguda, procesos atribuidos a una respuesta alérgica
del encéfalo a un invasor viral causante de rubéola, Un pseudocoma psicógeno puede coexistir con
varicela, sarampión u otras virosis, motivo por el cual una enfermedad organicoestructural conocida de ba­
se presenta a los varios días de haberse producido se. Otras manifestaciones de trastorno de conciencia
una infección viral conocida. Sin embargo, puede fal­ psicógeno se desarrollan en el capítulo de Síndromes
tar el antecedente y manifestarse como de aparición funcionales.
espontánea. La instalación es rápida, con cefalea,
fiebre y estupor o coma, a lo cual se añaden convul­ Diagnóstico de muerte cerebral
siones y signos motores como hemiplejía o paraple­
jia. En el líquido cefalorraquídeo aparecen elevación Hasta que Laennec inventó el estetoscopio y publi­
de las proteínas y pleocitosis moderada de linfocitos có sus hallazgos en 1 8 1 9, la muerte se establecía
polinucleares. comprobando la detención macroscópica de la respi­
ración y el posterior proceso de descomposición del
Coma o pseudocoma psicógeno cuerpo. Inventado el instrumento, se hizo posible cer­
tificar la muerte en forma más precisa, verificando por
Por causas psiquiátricas o por intento de simula­ auscultación la desaparición de los ruidos cardíacos y
ción, el paciente parece estar en coma, pero en rea­ de la entrada y salida de aire. El estetoscopio posibili­
lidad está fisiológicamente despierto. No responde tó así el diagnóstico de muerte por criterios cardiopul­
preguntas, ni se pueden evaluar sus funciones men­ monares, aún hoy vigentes (paro cardiorrespiratorio).
tales. En la década de 1 950 la escuela francesa denomi­
Sus características son las siguientes: naba "coma dépassé" al coma debido a lesiones o en­
- Decúbito pasivo con ojos cerrados y aparente au­ fermedades neurológicas graves, con ausencia de ac­
sencia de consciencia tividad electroencefalográfica. El término "dépassé",
Ritmo respiratorio normal o eventualmente exacer­ que significa "excedido" o "sobrepasado", procuraba
bado (hiperventilación) caracterizar un estado que superaba o iba más allá
- Resistencia a la apertura pasiva ocular, y rápida del coma, irreversible, que evolucionaba al paro car­
reoclusión palpebral al interrumpir la maniobra (a diorrespiratorio en corto tiempo.
diferencia de la lenta reoclusión observable en el El desarrollo de la posibilidad de respiración asisti­
coma verdadero) da, y de las unidades de terapia intensiva en las que
- Evitación de fijación visual al abrirse pasivamente ella se practica, hizo que se incrementara marcada­
los ojos mente el número de pacientes con características de
- Pupilas normales, simétricas y reactivas a la luz (si "coma dépassé": en ellos la respiración sólo se man­
no lo están descartar causa farmacológica) tenia artificialmente en forma asistida, y la oxigena­
Reflejos oculovestibulares (ROV) presentes con ción así obtenida hacía posible la continuidad del au­
respuesta de nistagmus de fase rápida, lo que re­ tomatismo cardíaco, pero la función cerebral se había
vela presencia de fijación visual y vigilia (el pacien­ perdido irreversiblemente.
te está despierto) En 1 968 un Comité de la Escuela de Medicina de
- No hay movimientos de vagabundeo ocular Harvard, EE.UU., introdujo el concepto de muerte ce­
Respuesta antagonista tónica normal al movimien­ rebral o encefálica, consistente en la pérdida total de
to pasivo de los miembros, en especial si éste se las funciones neurológicas aun cuando el corazón
induce repentinamente (ca-contracción, ver mono­ continúe latiendo. Investigaciones posteriores permi­
plejía funcional) tieron confirmar que un estado semejante es irreversi­
Caída interrumpida o fragmentada de un miembro ble, lo que llevó a darle carácter legal a la condición
al soltarlo desde una postura de extensión, sobre reconocida con ese nombre.

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 331

Entre fines de los años 70 y 1 981 el Acta de Deter­ o bien 20 mm Hg por encima del valor basal, o el pH
minación Uniforme de la Muerte (Uniform Determina­ < 7,24. La apnea no puede establecerse si:
tion of Death Act), también en EE.UU., estableció que la TA sistólica desciende a < 90 mm Hg,
una persona está muerta si tiene (1) cesación irrever­ se produce marcada desaturación de 02,
sible de funciones circulatorias o respiratorias, o (2) aparece arritmia cardiaca
cesación irreversible de todas las funciones encefáli­ (en estos casos debe interrumpirse la prueba y
cas, incluyendo el tronco cerebral. reconectarse inmediatamente el respirador);
Los criterios actuales para la determinación el ínica - si la prueba de apnea no es concluyente, procedi­
de muerte cerebral en EE.UU. consisten en prerrequi­ miento instrumental. Todo procedimiento debe
sitos del examen general compatibles con tal estado, efectuarse según técnicas convencionales para es­
y requisitos del examen neurológico. Ellos pueden va­ te fin. Puede ser:
riar levemente de un estado a otro, pero en lo esen­ - electroencefalograma: trazado plano o isoeléc­
cial son los siguientes: trico revelando ausencia de actividad cortical;
Prerrequisitos del examen general: - ultrasonografía Doppler transcraneal: ausencia
diagnóstico de enfermedad sistémica o neurológi­ de flujo en territorios carotídeo y vertebrobasilar;
ca compatible con muerte cerebral; - SPECT: ausencia de captación encefálica del
- temperatura corporal � 32°; radiotrazador;
tensión arterial sistólica � 90 mm Hg, o cifra normal angiografía invasiva: ausencia de flujo intracra­
para la edad (niños); neal. El flujo carotídeo externo puede estar pre­
PaO2 > 50 mm Hg; si la PaO2 es < 50 mm Hg, el servado;
diagnóstico de muerte cerebral puede hacerse con potenciales evocados somatosensitivos o de
otro método de laboratorio, pero no puede utilizar­ tronco: ausencia de ondas centrales.
se en este caso el test de apnea; En niños los criterios son similares, pero, por la
natremia 1 20-160 mEq/I; mayor recuperabilidad potencial del cerebro infantil,
ausencia de efectos farmacológicos que interfieran se requieren períodos de observación más prolonga­
con la confiabilidad del examen (depresores, blo­ dos, que aumentan cuanto menos edad tenga el pa­
queantes neuromusculares u otros); ciente (12 horas para mayores de 1 año, 24 horas pa­
- exclusión de patologías que interfieran con el exa­ ra edades de 2 meses a 1 año, 48 horas para edades
men cliniconeurológico (por ej., traumatismo cervi­ de 7 días a 2 meses, 7 días para neonatos).
cal o facial). Diagnóstico diferencial y diagnóstico erróneo de
Requisitos del examen neurológico: la muerte ce­ muerte cerebral. Existen factores causales de signos
rebral puede determinarse por hallazgos clínicos o falsos positivos de muerte cerebral, y consiguiente
procedimientos instrumentales. Es preferible hacerlo error diagnóstico, que deben tenerse en cuenta:
por hallazgos clínicos que por procedimientos instru­ - pupilas fijas: anticolinérgicos, bloqueantes neuro­
mentales. Cuando no es posible hacerlo clínicamente, musculares, enfermedad preexistente;
un solo procedimiento instrumental es suficiente. - ausencia de reflejos oculovestibulares: drogas oto­
- todos los prerrequisitos deben haber sido satisfe­ tóxicas, drogas inhibidoras vestibulares, enferme­
chos; dad preexistente;
- coma; - ausencia de respiración: apnea poshiperventila­
ausencia de respuesta al dolor; ción, bloqueantes neuromusculares;
- ojos cerrados; ausencia de respuesta motora: bloqueantes neuro­
- pupilas fijas, intermedias o dilatadas (4-9 mm), sin re- musculares, síndrome de cautiverio, depresores
flejo fotomotor (signo de disfunción mesencefálica); centrales;
- ausencia de movimientos oculares espontáneos, EEG plano: depresores centrales, anoxia, hipoter­
reflejos oculocefálicos u oculovestibulares (signos mia, trauma, encefalitis.
de disfunción pontomesencefálica);
- ausencia de reflejo corneano (signo de disfunción Es importante subrayar que el estado vegetativo y
pontina); el mutismo aquinético no constituyen estados de
- ausencia de reflejo nauseoso, deglución o tos a la muerte cerebral por cuanto en ellos existen signos de
aspiración bronquial (signos de disfunción bulbar); preservación de la función troncal y de otras funciones
- prueba de apnea: se desconecta al paciente del res­ cerebrales.
pirador y se le coloca el tubo en T; si no hay movi­ El Reino Unido distingue la figura de "muerte del tron­
mientos respiratorios se extrae seriadamente sangre co cerebral", que contempla aquellos casos en los que
arterial hasta que la PaCO2 sea, o bien > 60 mm Hg, una lesión amplia del tronco, como por ejemplo una he-

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332 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

morragia, que causa pérdida total del funcionamiento reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no
troncal según los criterios descriptos, desconecta a éste reactivas; inactividad encefálica corroborada por me­
de la corteza, cuya función teóricamente se preserva. dios técnicos y/o instrumentales adecuados a las di­
Como se trata de todos modos de una situación irrever­ versas situaciones clínicas, cuya nómina será perió­
sible, en el Reino Unido la "muerte del tronco cerebral" dicamente actualizada por el Ministerio de Salud y
es considerada equivalente a la de "muerte cerebral". Acción Social con el asesoramiento del Instituto Na­
En la Argentina, la ley vigente 24.1 93, establece cional Central Único Coordinador de Ablación e Im­
en su articulo 23 que "el fallecimiento de una perso­ plante (INCUCAI)". Esta ley se agrega al artículo 1 03
na se considerará tal cuando se verifiquen de modo del Código Civil, que establece el fin de la existencia
acumulativo los siguientes signos, que deberán per­ de las personas físicas con su muerte natural. Ello se
sistir ininterrumpidamente seis (6) horas después de complementa también con el Protocolo Nacional Vi­
su constatación conjunta: ausencia irreversible de gente de Diagnóstico de Muerte bajo Criterios Neuro­
respuesta cerebral, con pérdida absoluta de concien­ lógicos. El espíritu de la legislación argentina es que
cia; ausencia de respiración espontánea; ausencia de la muerte encefálica es "muerte a todos los efectos".

Sueño, conciencia y coma: sinopsis

Sueño
• Sueño-vigilia: ciclo regular, diario, circadiano, reacción del despertar
función aminérgica: acentúa la vigilia (insomnio)
• función colinérgica: deprime la vigilia (somnolencia)
• Fases del sueño: alternancia no REM-REM cada 90 min, rotación postura!
REM: movimientos oculares rápidos (MOR), exacerbación aminoadrenérgica, ensueños, hipotonia máxima
• no REM (etapas 1- IV): sin MOR, sin ensueños, exacerbación colinérgica, hipotonía
• Exploración: interrogatorio del sueño, polisomnografía (P$G)
Hipersomnias:
• Narcolepsia: REM. Hipersomnia, cataplexia, parálisis del sueño, alucinaciones hipnagógicas-hipnopómpicas
• Slndrome de hipoventilación: t PaCO2 ! PaO2 , Pickwick, EPOC, enfermedades neuromusculares, escoliosis
• Depresión: ¡ excitabilidad adrenérgica, t excitabilidad colinérgica, t REM
• Alteración del ritmo circadiano, síndromes:
• adelanto fases del sueño
• atraso fases del sueño
• hipernictemeral
• ciclo irregular
• Síndrome de Kleine-Levin: hipersomnia-hiperfagia en adolescentes varones
Enfermedades orgánicas: hipotálamo posterior, 111 ventrículo, vasculares troncales, meníngeas basales, toxi­
cometabólicos, enf. del sueño
• Insomnios:
• Excitación psíquica (ansiedad): insomnio precoz
• Depresión: insomnio tardío o intermedio
• Farmacológico y de rebote: diazepam, hipnóticos de acción larga
• Alteración del ritmo circadiano
• Enfermedades orgánicas: fiebre, dolor, laringotraqueobronquitis, insuficiencia cardiorrespiratoria
Lesiones de hipotálamo anterior
• Parasomnias:
• Apneas del sueño:
Síndrome de apnea-hipopnea obstructiva: obstrucción nasal, faucial, respiratoria. Apnea máxima: fase
REM, ronquidos, gran esfuerzo respiratorio. Hipersomnia diurna. PSG: apneas REM >30 s, desatura­
ción <85%
Síndrome de apnea-hipopnea central: no obstructiva, no hay gran esfuerzo respiratorio. PSG: apneas
no REM, desaturación leve. Hipersensibilidad troncal a PaCO2 . Hipersomnia diurna.
• Movimientos periódicos de los miembros: hombres, t edad, fase no REM-11, se asocia a síndrome de piernas
inquietas
• Terrores nocturnos, sonambulismo, somniloquia: niños varones, fase no REM 111-IV

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13. SUEÑO, CONCIENCIA Y COMA 333

Pesadillas: fases REM (imágenes oníricas) o no REM (sin imágenes oníricas)


Bruxismo: fase no REM-1

!ante) sin convulsiones, l metabolismo frontotemporal


Distonía paroxística nocturna: cuello y miembros, fases no REM-11 a IV, eventual EEG epileptiforme (incons-.

Trastorno del comportamiento del sueño REM: hombres, fase REM, actuación violenta del sueño, consecuen­
cias medicolegales
Movimientos rítmicos: niños, inducción del sueño, jactatio capitis
Enuresis: trastorno del despertar, causa psicógena (disfunción familiar), descartar epilepsia (EEG) y tumor
frontal (imágenes)
• Patologías clínicas que se vinculan al sueño:
epilepsia mioclónica juvenil, status epiléptico eléctrico
cefalea de Hartan, hemicránea paroxística: fase REM

Conciencia y coma
• Conciencia: conocimiento, contenido (corteza) + vigilia (tronco cerebral). Retroalimentación corticopontina o fron­
topontina
• Grados de trastorno de conciencia:
Enturbiamiento: despierto, pero confuso y somnoliento
Obnubilación: no despierto, despierta con estímulos leves
Estupor: no despierto, despierta con estímulos intensos (dolor)
Coma: no despierta con ningún estímulo
• Tipos de trastorno de conciencia:
coma
estado vegetativo:
preservación de vigilia, sueño-vigilia, funciones troncales y vegetativas
ausencia de conocimiento o contenido
ausencia de lenguaje (mantiene quejidos)
ojos abiertos o cerrados
sin respuesta a estímulos externos
incontinencia esfinteriana
estado de conciencia mínimo
mutismo aquinético: como el estado vegetativo + inmovilidad sin signos de lesión motora
En el síndrome de cautiverio el paciente no está en coma
• Gradación del coma: escala de Glasgow (no reemplaza al examen neurológico)
Interrogatorio: a allegados
• Examen físico:
Circulación: HTA, T "cerebral" (QT largo), TSV, FA, bradicardia sinusal, ritmos de la unión, bloqueos, onda Q
+ desnivel ST
Ritmo respiratorio:
apnea poshiperventilación: disociación frontopontina inicipiente
Cheyne-Stokes: compromiso supratentorial
hiperventilación neurogénica central: compromiso mesencefálico, metabólico
apneusis: lesiones pontinas mediales o caudales
ataxia respiratoria: lesiones bulbares dorsomediales
respiración en racimo: Cheyne-Stokes sin crescendo-decrescendo. Lesiones bulbares
Pupilas: nivel mesencefálico
Horner: compromiso supratentorial
lesiones diencefálicas: pequeñas y reactivas
lesiones tectales: grandes y fijas
leones mesencefálicas: medianas y fijas
hemorragia pontina: puntiformes y reactivas
compresión 111: midriasis unilateral
comas metabólicos: pequeñas y reactivas
• intoxicación con glutetimida, anticolinérgicos: pequeñas y fijas
Reflejo corneano: nivel pontino, se pierde sólo en comas profundos, ausencia unilateral: descartar lesión focal
(generalmente hemiplejías)
Motilidad ocular conjugada:

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334 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

lesión frontal deficitaria: desvía hacia lado de la lesión


lesión frontal irritativa: desvía hacia lado contrario a la lesión
lesión infratentoríal deficitaria: desvía hacia lado contrario a la lesión,
"al que está arriba lo miran todos y al que está abajo no lo mira nadie"
Reflejos oculocefálicos (ROC):
horizontales: nivel pontino
verticales: nivel protuberancia!
Reflejos oculovestibulares (ROV): nivel pontino, desvía hacia el lado estimulado con agua fria; si hay vigilia:
nisfagmo de fase rápida hacia lado contrario
lesiones supratentoriales: ROC y ROV preservados
lesiones protuberanciales: ROC horizontales y ROV ausentes, ROC verticales preservados
lesiones mesencefálicas: ROV y ROC horizontales disconjugados, no aducción del lado lesionado,
ROC verticales: variable
Los ROV pueden abolirse por causa farmacológica
Movimientos oculares anormales: vagabundeo, ping-pong, nistagmos retráctil, de convergencia y en serru­
cho, bobbing, depresión-convergencia, movimiento nistagmoideo unilateral
Motilidad general:
rigidez de decorticación: hiperflexión MMSS, hiperextensión MMII. Compromiso supratentorial
rigidez de descerebración: híperextensión-pronación MMSS, hiperextensión MMII. Compromiso infra­
tentorial
• Seudocoma:
contracción del orbicular
evita lesionarse
ROV: nistagmo normal (prueba de fijación visual y vigilia)
Síndromes de herniación cerebral:
cingular: el cíngulo se insinúa bajo la hoz del cerebro
hemiparesia contralateral a predominio crural
desviación conjugada hacia el lado de la compresión
trastornos esfinterianos.
transtentorial: ambos diencéfalos se insinúan rostrocaudalmente a través de la tienda del cerebelo: depresión
rostrocaudal progresiva y secuencial
uncal: el uncus del hipocampo comprime lateralmente el 111 nervio:
midriasis progresiva homolateral
hemiparesia homolateral (compresión peduncular contralateral)
transcalvaria: hacia afuera, a través de cráneo lesionado, signos de acuerdo a localización
Causas: lesiones supra o infratentoriales (vasculares, traumatismos, abscesos, infecciosas, tumorales, edema
cerebral), trastornos metabólicos (comas diabético, hiperosmolar, urémico, hepático, hipoosmolar, tóxico, etc.,
resumidos en el texto y cuadro adjunto)
Diagnóstico de muerte cerebral:
cesación irreversible de funciones circulatorias o respiratorias, o ...
cesación irreversible de toda función encefálica, incluyendo el tronco
En EE.UU.: prerrequisitos generales y requisitos neurológicos, enumerados en el texto
En la Argentina (ley 24.1 93):
ausencia irreversible de respuesta cerebral, pérdida absoluta de conciencia
ausencia de respiración espontánea
ausencia de reflejos cefálicos
constatación de pupilas fijas no reactivas
inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales adecuados
Tener en cuenta signos falsos positivos (enumerados en el texto)

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14
Palabra y funciones cerebrales superiores :
lenguaj e, praxia, gnosia, memoria

La palabra es la expresión motora del lenguaje ha­ Respiración. La fonación se efectúa en espira­
blado. El lenguaje, la praxia, la gnosia y la memoria ción, ya que el aire espirado hace vibrar las cuerdas
son funciones complejas de la corteza cerebral. Estas vocales. La articulación de las sucesivas frases que
funciones, junto a otras como la orientación y la aten­ integran el habla requiere que la espiración se prolon­
ción, que se mencionan en el capítulo de síndromes gue ininterrumpidamente el tiempo necesario. La in­
cognitivos, se agrupan bajo el nombre de funciones tensidad de la espiración determina en particular el
cerebrales superiores, cognitivas o neuropsicológicas, volumen de la voz. Cualquier alteración del ritmo o in­
siendo la neuropsicología la disciplina que las estudia. tensidad espiratorios causará fluctuaciones en la emi­
sión y volumen de la voz y alterará el habla.
Fonación. Se requiere fonación o voz normal para
Palabra que la palabra pueda ser adecuadamente oída por ter­
ceros. El órgano de la fonación es la laringe, constituida
Palabra y lenguaje son funciones distintas que sue­ por diversos cartílagos movibles, y en particular las cuer­
len confundirse. En semiología neurológica el término das vocales, efectoras de la fonación, cuya anatomía ha
palabra se refiere a la palabra hablada (el habla). Es­ sido descripta al desarrollar el nervio neumogástrico (X
ta es una función motora, de control corticobulbar, que par craneal). El mecanismo neurológico periférico de la
requiere la preservación de diversas estructuras cra­ fonación depende del neumogástrico y su rama recu­
neales (músculos, nervios, aparato osteoarticular, rrencial, y el central de su control supranuclear,
cuerdas vocales, respiración) para manifestarse con Resonancia. La voz resuena normalmente en las
normalidad. Es, junto a la lectoescritura y los gestos, fauces, boca, cavidades nasales y macizo facial. Las
una de las formas en las que se expresa el lenguaje. inflamaciones o tumores que ocupen estas cavidades,
El lenguaje es una función neuropsicológica comple­ los trastornos de su conformación ósea o membrano­
ja, de orden cortical, que se manifiesta a través de sa, o los déficit motores de algunos músculos faucia­
símbolos por medio de los que el ser humano expre­ les, como los que mueven el velo del paladar, pertur­
sa su pensamiento. En el lenguaje hablado y escrito, barán la resonancia, cambiando la forma en que la
estos símbolos son las letras, sílabas, palabras (en voz "suena" o resuena al oído del observador.
plural) y frases que constituyen los idiomas, expresio­ Prosodia. Consiste en la pronunciación, entona­
nes diversas de lenguaje que por tácita convención se ción, ritmo y modulación particulares que caracterizan
han desarrollado a lo largo de los siglos en distintas al "acento" o "forma de hablar" de una determinada re­
regiones del mundo. El lenguaje hablado, en el que in­ gión geográfica. Es lo que diferencia, en el caso del
tervienen ambas funciones de habla y lenguaje, y el idioma castellano por ejemplo, a un argentino de un
lenguaje escrito, son exclusivos de la especie huma­ español o de un cubano, o a un porteño (argentino
na, y forman parte de algunas de las manifestaciones oriundo de Buenos Aíres) de i.Jn provinciano de Córdo­
más perfeccionadas de su sistema nervioso. ba o Catamarca. En el caso del inglés, a un norteame­
Para manifestarse normalmente, la palabra requie­ ricano de un británico, o en el del francés, a un cana­
re la preservación de las siguientes funciones: respi­ diense de un francés. Es muy importante de tener en
ración, fonación, resonancia, prosodia y articulación. cuenta, ya que a veces no es tan evidente la prove­
De ellas, la articulación es la más estrechamente vin­ niencia del paciente, sobre todo si tiene dificultades
culada a las funciones neurológicas y será considera­ para expresarse, y puede tomarse por anormal una
da en último término: cuando un paciente "habla mal", prosodia propia de su área de origen. O, a la inversa,
hay que descartar trastornos en las estructuras perifé­ interpretarse como prosodia normal a una alterada,
ricas, antes de considerar la posibilidad de alteracio­ como el caso del llamado síndrome del acento extran­
nes en el sistema nervioso. jero que se observa en algunas formas de afasia.

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336 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Articulación. Consiste en la producción de la serie Debe averiguarse la lengua materna del paciente,
de movimientos coordinados necesarios para la pro­ sobre todo ante una prosodia atípica. Es útil saber qué
nunciación correcta de las consonantes y vocales que otros idiomas habla: a veces la palabra y el lenguaje
componen las sílabas y palabras. mejoran en un idioma distinto al cotidiano. También es
La articulación de la palabra requiere una estructu­ importante establecer a qué edad aprendió esos idio­
ra efectora, un mecanismo neurológico periférico y un mas y si los habla regularmente, para correlacionar
control neurológico central. esos antecedentes con la fluencia observada en el
La estructura efectora es el aparato articulador, momento del examen.
compuesto por los labios, mejillas, dientes, encías y La articulación puede aparecer constante y clara­
lengua. Su funcionamiento depende de la normalidad mente alterada (disartria del griego, dys, difícil, y ar/ron,
morfológica y funcional de cada una de estas estruc­ articulación), o mostrar trabazón, titubeo o interrupción
turas. La emisión de letras vocales depende funda­ esporádicos. Las perturbaciones mínimas a veces sólo
mentalmente de las vibraciones de las cuerdas en la surgen haciéndole articular al paciente palabras de cier­
laringe, y son expresión de la función fonatoria, en ta dificultad, como artillero de artillería, ministro plenipo­
tanto que la pronunciación de consonantes requiere la tenciario, preponderantemente prepotente, anticonstifu­
acción coordinada de numerosos músculos de los la­ cionalidad de la constitución. Podrán surgir así
bios, lengua, maxilar y faringe, lo que constituye la alteraciones, sobre todo para articular consonantes, co­
función articulatoria. mo las linguales, dentales y labiales, y las sílabas que
El mecanismo neurológico periférico está integrado ellas componen (los llamados fonemas fricativos). Se le
por los nervios que inervan los distintos músculos que puede hacer decir al paciente palabras en su idioma ma­
intervienen en la articulación (neumogástrico, hipoglo­ terno (si se lo conoce), tales como British Constitution o
so, trigémino, en menor medida facial, y nervios respi­ Wesf Register Streef en inglés, /recento tren/a/re en ita­
ratorios) y sus núcleos motores bulboprotuberancia­ liano, artilleur du trente-troisiéme régimen/ d'artillerie o
les. El control neurológico central es el supranuclear chasseur sachez chasser en francés, o Dampfschiffsch­
de dichos núcleos. leppschiffahrt en alemán. También debe tenerse en
cuenta que la disartria puede mejorar con la práctica.
Exploración
Alteraciones
Se escucha el habla espontánea del paciente, o se
lo invita a leer rápidamente en voz alta. De la respiración. La disnea, ya sea cardíaca, res­
Se observa si la espiración fonatoria tiene la dura­ piratoria, psicógena o fisiológica del ejercicio, puede
ción e intensidad requeridas, si las frases no se entre­ originar fonación entrecortada (respiración y fonación
cortan con la respiración, si hay esfuerzo respiratorio saccadées o sacádicas). Las enfermedades neuro­
o disnea, si éste interfiere o condiciona la articulación, musculares que afectan los músculos respiratorios
o si la respiración es superficial o de poca amplitud e pueden causar hipofonía por reducción del volumen y
interfiere con la fonación. esfuerzo espiratorio.
Se presta atención a la fonación, y en caso de du­ De la fonación. Múltiples patologías laríngeas, co­
da se le pregunta al paciente si ese es su tono de voz mo laringitis, tumores y traumatismos, pueden alterar
habitual. Se comprobará la presencia de disfonía (fo­ la fonación (disfonía).
nación alterada), hipofonía (bajo volumen de voz) o En la parálisis unilateral del neNio recurrente, se
voz bitonal (fonación en dos tonos, una habitualmen­ observa, típicamente, voz bitonal, sobre todo en la fo­
te "ep falsete" o de tono más agudo, por paresia uni­ nación de vocales, que se atribuye a la frecuencia de­
lateral je cuerdas vocales). sigual en la contracción de cada cuerda. En la paráli­
Se escucha la resonancia de la voz. Debe explo­ sis recurrencial bilateral, poco frecuente, hay hipofonía
rarse si las fosas nasales están ocluidas, en cuyo ca­ importante, y la flaccidez de las cuerdas vocales pue­
so la voz adquiere un sonido más mate y se borran las de interferir con la ventilación, causando estridor larín­
consonantes que requieren espiración nasal en el mo­ geo, que a veces requiere traqueostomía.
mento de pronunciarse (fonemas be en vez de pe, de La distonía laríngea o disfonía espasmódica se
en vez de te, o ba en vez de ma). El tono mate se pro­ manifiesta típicamente por fonación entrecortada o
duce también en las sinusopatías, especialmente las espasmódica, con hipofonía y carácter ronco de la voz
maxilares, y las fosas nasales pueden en este caso (véase Distonías en Síndromes extrapiramidales). Su
estar permeables. Si hay voz nasal la resonancia es sonido remeda a un acto de fonación hecho en inspi­
de tono algo más agudo y la fonación parece provenir ración intermitente, en lugar de en espiración. Hay
de las cavidades nasales. tres tipos:

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14, PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 337

- Tipo aductor: se debe a hiperaducción de las cuer­ pulohumeral, oculofaríngea). Es menos frecuente de
das vocales, lo que resulta en una voz de timbre ti­ observar en las lesiones de nervios periféricos, a me­
rante y estrangulado. nos que sean bilaterales (hipogloso, facial). Se carac­
- Tipo abductor: menos frecuente, predomina la ab­ teriza por borramiento de consonantes y fricativas,
ducción en las cuerdas vocales. La voz se emite en con preservación relativa de vocales (habla gutura�.
pequeños estallidos de timbre susurrante. las que suelen emitirse con esfuerzo disfónico, un tan­
- Tipo mixto: combina ambas manifestaciones. to explosivamente. La voz adquiere resonancia nasal
De la resonancia. La ocupación de fauces, boca, (voz nasa� por compromiso de la motilidad velopalati­
cavidades nasales y macizo facial por inflamaciones o na, lo que unido al esfuerzo disfónico antes menciona­
tumores (rinitis, sinusitis, faringoamigdalitis, tumores do otorgan al habla un perfil parecido al que suelen
de cavum, granulomas) o alteraciones en su estructu­ brindar los titiriteros a las marionetas (voz de polichi­
ra o función (desviación del tabique nasal, paladar nela). Este patrón es típico de la forma bulbar de la
hendido, paresia velopalatina) harán que la voz resue­ esclerosis lateral amiotrófica. Cuando cursa con hipo­
ne en forma distinta a la habitual. En la voz nasal hay tonía, también puede verse en el síndrome suprabul­
una acentuación de la resonancia en las cavidades bar, debiéndose en este caso a compromiso bilateral
nasales, por déficit en la oclusión de la coana (orificio de la inervación suprabulbar {motoneurona central) de
nasal} posterior, cuya causa neurológica más frecuen­ los pares craneales bajos. En la miastenia gravis pue­
te es la paresia velopalatina. Es muy evidente cuando de producirse disartria hipotónica cuando el enfermo
la paresia es bilateral, como en el síndrome suprabul­ ha estado hablando un cierto tiempo, por agotamien­
bar con compromiso de los pares craneales bajos, o to sináptico de la placa neuromuscular, a veces acom­
en la forma bulbar de la esclerosís lateral amiotrófica. pañada de hipofonía y esfuerzo respiratorio.
De la prosodia. La prosodia natural de una perso­ Disartria atáxica: la incoordinación motora de las
na no suele alterarse por causas periféricas. Suele ataxias también puede afectar a los músculos articu­
por el contrario afectarse en los trastornos del lengua­ latorios. En este caso la articulación y fonación son
je, por lesión central, en forma variable. Se ha mencio­ fluctuantes y oscilantes, con modulaciones en el tono
nado anteriormente el caso del síndrome del acento de voz, revelando una verdadera dismetría en múscu­
extranjero que se observa en algunas formas de afa­ los articulatorios y cuerdas vocales (palabra escandi­
sia, en el que el paciente adopta una prosodia recono­ da). Se observa en enfermedades del cerebelo, fre­
cible como extranjera para hablar su propio idioma. cuentemente desmielinizantes (esclerosis múltiple),
De la articulación. La disartria puede producirse pero también en las atrofias espinocerebelosas (en­
por paresia, parálisis, ataxia o rigidez de los músculos fermedad de Friedreich), multisistémicas y tumores;
que intervienen en la articulación, ocasionadas por le­ en la intoxicación alcohólica aguda o por psicofárma­
siones encefálicas supranucleares, nucleares de los cos depresores (ansiolíticos, hipnóticos).
núcleos motores bulboprotuberanciales, infranuclea­ Disartria bradikinétíca o hipokinética: las palabras se
res de los nervios periféricos, o musculares. Se des­ pronuncian con lentitud (bradilalia). Puede haber impo­
criben los siguientes tipos de disartria: sibilidad de iniciar la articulación, y, una vez iniciada,
Disartria hipertónica: se observa en las lesiones pi­ aceleramiento posterior, con repetición involuntaria de
ramidales o de la motoneurona central, por hipertonía una misma frase o de algunas de sus palabras (palíla­
de los músculos de la articulación. Es la que suele lia), o sílabas finales (/ogoclonía, literalmente "clonus
acompañar a las hemiplejías centrales de origen vas­ de la palabra"). Es típica de la enfermedad de Parkin­
cular o a los síndromes suprabulbares de origen vas­ son y otros síndromes parkinsonianos.
cular, desmielinizante o degenerativo. Se caracteriza Disartria hiperkinétíca: acompaña a las coreas y es
por borroneamiento, interrupciones o trabazón articu­ su expresión a nivel de los músculos articulatorios. Se
latorios, especialmente en la articulación de conso­ asemeja a la disartria atáxica, pero sus fluctuaciones
nantes y fricativas, más notable en la pronunciación son menos rítmicas y más irregulares, sin carácter
de plurisílabos. Surge bastante claramente durante el "escandido".
habla espontánea, mientras el paciente, por ejemplo, Existen, además, una serie de trastornos o varian­
relata las circunstancias de su afección. Con frecuen­ tes en la articulación de la palabra de distintas causas
cia, el paciente debe reanudar o repetir las palabras no neurológicas, llamadas dislalias (del griego dys, di­
mal pronunciadas, lentificando la articulación para co­ fícilmente, y Ja/ein, hablar): el ceceo o zezeo (pronun­
rregir el defecto. ciar las letras s, c y z con la pronunciación hispánica
Disartria hipotónica: se produce en las lesiones de de la letra z); la /a/ación (el reemplazo de la consonan­
la motoneurona periférica o en miopalías que puedan te r por / [ve/de por verde, por ejemplo], propio de cier­
afectar músculos articulatorios (distrofias facioesca- tas prosodias orientales); el hablar con la pronuncia-

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338 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

ción gutural de la r, a la francesa, por prosodia de Lenguaje


este origen o por frenillo lingual largo; la idioglosia (ha­
bla infantil antes de alcanzar la articulación correcta). El lenguaje es el medio que tiene el hombre de ex­
presar su pensamiento por medio de símbolos, que
Trastornos de la palabra de origen cerebral pueden ser hablados, escritos o mímicos (gestos). El
lenguaje hablado (u oral) y el escrito son de utilidad
Algunas lesiones cerebrales causantes de trastor­ mayor que el lenguaje mímico, que se tratará en la
nos del lenguaje (afasias) originan también alteracio­ sección de Praxia. Cuando se habla de lenguaje se
nes de la palabra. Es controvertido por ello que a és­ hace generalmente referencia al hablado. Al hablar o
tas se las considere como tales, pero es claro que al escribir, el hombre expresa su pensamiento; al es­
existen y forman parte de las manifestaciones de los cuchar o leer, comprende el pensamiento de los de­
síndromes de afasia. Sin embargo, siempre debe des­ más. Se utiliza el término escritura para referirse a la
cartarse un origen periférico para dichas alteraciones expresión del lenguaje escrito, y lectura para referirse
antes de atribuir/as a la lesión cerebral. a la comprensión del lenguaje escrito. El lenguaje es
La hipofonía suele acompañar a las afasias no una función cuyos mecanismos han podido conocer­
fluentes. En éstas, también se producen trastornos ar­ se en gran medida por el estudio de sus perturbacio­
ticulatorios, que pueden ser severos. Algunas escue­ nes: las afasias.
las denominan anartria (del griego an, privativo, y ar­ En su acepción más amplia, el lenguaje constituye
/ron, articulación) a la falta absoluta de articulación el pensamiento simbólico que no sólo integran la ex­
que se observa en las lesiones del tercio posterior de presión y comprensión del lenguaje hablado, la lectu­
la 3ª circunvolución frontal que caracterizan a la afa­ ra y la escritura (la Jectoescritura), sino también la mú­
sia de Broca típica o pura, y que éste denominó inicial­ sica, el dibujo, la pintura, la escultura, el teatro, el cine
mente afemia. y otras manifestaciones del arte que hacen que el
Las afasias hipofluentes, generalmente causadas pensar simbólico en su conjunto constituya la hazaña
por lesiones frontales bajas, se acompañan de un mental más notable del ser humano: su cultura.
trastorno caracterizado por un aumento del esfuerzo y Desarrollo del lenguaje. El hombre, al nacer, ca­
lentitud para articular, y el reemplazo de letras o síla­ rece de lenguaje. Sólo es capaz de exteriorizar esta­
bas por otras, incorrectas, que, por deberse a la lesión dos de ánimo por medio de llanto, y a las pocas sema­
cerebral y acompañar a la alteración del lenguaje se nas, algunas expresiones guturales y faciales
denominan parafasias. Estas manifestaciones se des­ primarias. La primera etapa de la adquisición del len­
cribirán más extensamente al tratar las perturbaciones guaje es la identificación de los sonidos que forman
del lenguaje. las palabras (conjunto fonético de sonidos). Luego la
La tartamudez es una perturbación para articular asociación de esos sonidos con las sensaciones vi­
en el que no hay un trastorno del lenguaje, pero po­ suales, táctiles y auditivas determinadas por los obje­
dría tener origen en una alteración de la migración tos del medio exterior (noción de significado). Final­
neuronal cortical durante la etapa embrionaria, similar mente, el sentido y valor de las palabras en función de
al descripto hoy día para las dis/exias. La tartamudez su situación sintáctica y semántica (nociones sintácti­
se caracteriza por dificultad intermitente en la inicia­ ca y semántica).
ción y continuidad de la articulación, en un individuo Cumplida esta etapa, el niño intenta pronunciar las
sin compromiso orgánico o neurológico periférico, y palabras que ha oído. Para ello se desarrollan progre­
sin lesión macroscópica central. Se puede manifestar sivamente sinapsis neuronales de asociación entre
de do :� formas: las áreas cerebrales auditivas (temporales), las moto­
por la articulación repetida de la primera silaba al ras (frontales) y las vías periféricas y órganos efecto­
iniciar el habla o de alguna otra sílaba durante la res de la articulación de la palabra.
misma, luego de lo que se retoma la articulación La siguiente etapa es la lectura, en cuyo aprendi­
normal; se denomina a esto "stuttering" en la litera­ zaje se asocian las percepciones auditivas y los me­
tura anglosajona; canismos central y periférico de la articulación, con los
- por la articulación sostenida y prolongada de una símbolos escritos de letras y palabras y las áreas ce­
consonante, generalmente al intentar iniciar una rebrales visuales (occipitales). El aprendizaje de la es­
frase, como si el paciente se quedara "pegado" a la critura reproducirá más tarde los símbolos visuales
misma, prolongando sonidos como "dddddddd ... " o que constituyen la base de la lectura, asociando las
"mmmmmm ...", antes de "arrancar'' por fin con fo áreas visuales, las motoras y las sensitivas (parieta­
que tiene la intención de decir; este es el "stamme­ les), que reciben las sensaciones cinestésicas que
ring" de la literatura anglosajona. proceden de los dedos que escriben.

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 339

Mecanismo del lenguaje, La persona que habla Finalmente, un paciente podrá encontrarse entor­
debe cumplir las siguientes condiciones para expresar pecido en su expresión por alteraciones del mecanis­
su pensamiento: mo articulatorio periférico, o en su comprensión por
1) tener una idea (etapa de abstracción); compromiso de la audición o de la visión. En estos ca­
2) recordar, reconocer y seleccionar las palabras sos el trastorno se debe a interrupción de la eferencia
adecuadas a la idea que va a expresar (etapa motora (disartrias) o de la aferencia sensorial (hipoacu­
mnesicosimbólica); sias o cegueras).
3) articular las palabras (etapa motora). Se puede ahora definir con más precisión la afasia:
la afasia es una perturbación del lenguaje caracteriza­
La persona que escucha debe a su vez cumplir las da por la pérdida de la noción de los simbo/os median­
siguientes condiciones para comprender: te los que el hombre intercambia ideas con sus seme­
1) oír las palabras articuladas por su interlocutor jantes. Es una asimbo/ia para el lenguaje. El afásico
(etapa sensorial); es el individuo que, no siendo ni mudo, ni sordo, ni
2) identificarlas con la idea que expresan (etapa ciego, es incapaz de expresar o comprender el len­
mnesicosimbólica); guaje hablado.
3) comprender su sentido (etapa de abstracción). Puede asimismo definirse a la afasia como el de­
fecto o pérdida de la capacidad de expresión por me­
Las etapas 1 y 2 en el que habla, y 2 y 3 en el que dio de la palabra o la escritura y/o de la capacidad de
escucha constituyen el lenguaje propiamente dicho, el comprensión del lenguaje hablado o escrito, debido a
llamado "lenguaje interior". Cualquier perturbación de lesión o enfermedad de las áreas cerebrales que la
estas etapas determinará un trastorno del lenguaje. controlan.
La etapa 3 en el que habla es la de articulación. Su El estudio que de los afásicos hicieron Broca y
perturbación dará lugar a un trastorno de la palabra: Wernicke llevó a explicar el mecanismo del lenguaje
disartria. en una forma esquemática y simple. Existen en la cor­
La etapa 1 en el que escucha es la de audición. Su teza cerebral del hemisferio en el que se localiza el
alteración constituirá un trastorno sensorial: hipoacu­ lenguaje, o hemisferio dominante, que es general­
sia o sordera. mente el izquierdo en los diestros (véase más adelan­
En un proceso en el que estén alteradas las funcio­ te la sección de dominancia), cuatro áreas circuns­
nes corticales de abstracción se comprometerán las criptas, correspondiendo a las cuatro variedades del
etapas ideatoria y de comprensión del lenguaje y el lenguaje: expresión oral, expresión escrita, compren­
paciente mostrará un lenguaje afectado en su expre­ sión oral y comprensión escrita (fig. 14-1 ). Estas cua­
sión y comprensión. Esta alteración forma general­ tro áreas comprenden dos áreas motoras verbales: la
mente parte en estos casos de un cuadro más amplio de la palabra y la de la escritura, y dos áreas senso­
en el que también están comprometidas otras funcio­ riales verbales: la de la comprensión de la palabra ha­
nes neuropsicológicas vinculadas a la ideación y abs­ blada (área auditiva verbal) y la de la comprensión de
tracción, como la orientación temporal y espacial, la la palabra escrita (área visual verbal), El área motora
praxia y el reconocimiento visual. Se trata de un com­ de la palabra se sitúa en el tercio posterior de la ter­
promiso de varias funciones cognitivas, que caracteri­ cera circunvolución frontal (F3), por delante del área
zan a un síndrome cognitivo (véase Síndromes cogni­ motora de la cara. El área motora de la escritura se si­
tivos). túa en el tercio posterior de la segunda circunvolución
En otros casos, las funciones de abstracción se
preservan, pero las mnesicosimbólicas del lenguaje
de expresión o comprensión se alteran por lesiones
cerebrales puntuales, estratégicamente localizadas,
sin que haya perturbación de los órganos sensoriales
o articulatorios. Estos pacientes no podrán expresar­
se correctamente por medio del lenguaje hablado o
escrito, o no comprenderán adecuadam_ente lo que se
les dice o lo que leen. Estos trastornos reciben el
nombre de afasias (del griego a, privativo, y phanai,
hablar) cuando se altera el lenguaje hablado, alexias
(a, privativo, y /egein, leer) cuando se altera la com­
prensión a la lectura, y agrafias (a, privativo, y grap­ Fig, 14-1. Zonas corticales del lenguaje. 1, área motora de la
hein, escribir) cuando se compromete la escritura. palabra; 2, área auditiva verbal; 3, área visual verbal.

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340 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

frontal (F2), por delante del área motora de los dedos. Dominancia para el lenguaje y para otras funcio­
El área de comprensión de la palabra hablada se si­ nes corticales. Las áreas corticales de representación
túa en el tercio medio o posterior de la primera circun­ del lenguaje se localizan predominantemente de un la­
volución temporal {T1 ), por delante de la zona de pro­ do del cerebro, de tal modo que un individuo sufrirá
yección de las fibras cocleares. Finalmente, el área de una afasia si la lesión se ubica en esas áreas de un he­
comprensión de la palabra escrita se sitúa en el plie­ misferio, pero no si ella se localiza en áreas equivalen­
gue curvo, también denominado circunvolución angu­ tes del hemisferio contrario. A este fenómeno se lo de­
lar (gyrus angularis), alrededor de la terminación del nomina dominancia. El hemisferio dominante es aquel
primer surco temporal, por delante de la zona occipi­ cuya lesión en las áreas correspondientes al lenguaje
tal periestriada. resulta en una afasia. En poblaciones occidentales, el
Estas áreas, aunque independientes, están vincu­ hemisferio dominante en la mayoría de los casos es el
ladas entre sí por haces de asociación, y a su vez co­ izquierdo, y esas personas tienen por lo tanto, para el
nectadas a áreas motoras o sensoriales primarias. lenguaje, dominancia izquierda.
Con estas áreas y sus conexiones se han construido La dominancia izquierda para el lenguaje coincide
esquemas funcionales, como el polígono de Grasset también mayoritariamente con la preferencia del uso
(fig. 14-2), que a la par que explican el mecanismo del de la mano derecha para escribir. Por lo tanto, la ma­
lenguaje, permiten comprender sus distintas alteracio­ yoría de las personas que tienen dominancia izquier­
nes. La lesión de las áreas del lenguaje o sus cone­ da son diestros, e inversamente, la gran mayoría
xiones origina diversos tipos de afasia. Esta concep­ (99%) de los diestros tienen dominancia izquierda.
ción clásica de la organización del lenguaje fue Existe sin embargo un 1 % de diestros en quienes la
criticada en su época por investigadores de opinión dominancia para el lenguaje es derecha.
"no localizacionista", como Pierre Marie, que negaron Los zurdos, que prefieren la mano izquierda para
la existencia de áreas corticales individuales que con­ escribir, tienen dominancia izquierda para el lenguaje
trolen las diferentes modalidades del lenguaje. en aproximadamente el 50% de /os casos, y dominan­
Durante el siglo XX, varios investigadores han he­ cia derecha en el 50% restante.
cho notables aportes al conocimiento del mecanismo La dominancia para el lenguaje es por ende una
del lenguaje, entre los que puede citarse a Head, fundón asimétrica en el cerebro. Esto, que en prime­
Zangwill, Goodglass, Benson, Roch-Lecours y, en es­ ra aproximación parece atípico, no lo es si se piensa
pecial, Geschwind. que otras funciones cerebrales también muestran re­
presentación asimétrica en la corteza: el reconoci­
miento y capacidad de actuar en el espacio tridimen­
sional, o sea la llamada función visuoespacial, las
funciones musicales y la atención se localizan predo­
minantemente en el hemisferio derecho, lo que mues­
tra una dominancia derecha para estas funciones; la
capacidad de cálculo y la función del movimiento
aprendido, o sea la praxia, se localizan en el izquier­
do, revelando una dominancia izquierda en su caso.
Además, hay varios otros ejemplos de asimetría en el
cuerpo humano: el trayecto de los nervios neumogás­
tricos y sus ramas recurrenciales difieren a derecha e
izquierda, su influencia sobre el ritmo cardíaco es ma­
yor sobre el nódulo sinusal a la derecha y sobre el nó­
dulo auriculoventricular a la izquierda, el pulmón dere­
cho tiene tres lóbulos mientras que el izquierdo sólo
tiene dos, el corazón se orienta anatómicamente con
predominio a la izquierda, el hipocondrio derecho es
ocupado por el hígado mientras que en el izquierdo se
ubican el estómago y el bazo. Estos ejemplos mues­
tran que no necesariamente las funciones humanas
Fig. 14-2. Polígono de Grasset. 1, área de la comprensión de la se distribuyen en forma simétrica en el organismo, ni
palabra hablada; 2, área de la comprensión de la palabra escrita; aun en el cerebro.
3, área motora de la palabra; 4, área motora de la escritura; 5, Génesis de la dominancia del lenguaje. Domi­
centros intelectuales superiores (hipotéticos). nancia a leatoria. Las variaciones halladas en la do-

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 341

minancia cerebral para el lenguaje, sobre todo en el lógicas en el ser humano, se observa mayoritariamen­
caso de los zurdos, se explican por la distinta funcio­ te más desarrollado en el sexo masculino. Inversa­
nalidad que adquieren muy tempranamente los he­ mente, la maduración más simétrica de los hemisferios
misferios cerebrales, en la etapa de desarrollo fetal. femeninos coincide con una distribución gaussiana a
Estas diferencias se relacionan con el ritmo distinto de favor de mayores capacidades lingüísticas en la mujer.
diferenciación y maduración de un hemisferio y otro, Además, anatómicamente existe una mayor diferencia
que varían además en el feto masculino y en el feme­ en el peso de los hemisferios cerebrales en el hombre,
nino. Geschwind propuso esta hipótesis, muy atracti­ siendo el derecho más pesado, que en la mujer, cuyos
va y fascinante por su coherencia, en los recientes hemisferios muestran un peso más equilibrado.
años 80, y se describe a continuación. Apoyan esta hipótesis fenómenos antropológicos
Los hemísferios cerebrales comienzan a plegarse, milenarios que la hacen fascinante: siendo la mujer
para formar sus circunvoluciones, en la etapa intraute­ quien sobrelleva el embarazo, el parto y la lactancia,
rina, pero lo hacen a destiempo: el hemisferio derecho es coherente que sea ella quien deba mostrar mayor
empieza antes que el izquierdo. La testosterona, hor­ capacidad de comunicación oral para poder satisfacer
mona sexual masculina, acentúa este fenómeno, pro­ y comprender mejor las necesidades de su cría. Co­
bablemente porque los receptores cerebrales para es­ mo las funciones de gestación no las tiene el hombre,
ta hormona predominan en el hemisferio cerebral fetal es también natural que en éste se desarrollen otras,
derecho. Bajo su influencia se aceleran el plegamien­ precisamente de capacidad visuoespacial, que permi­
to y maduración de ese hemisferio, y se retrasan en el tan asegurar la supervivencia de su grupo familiar: en
izquierdo. La testosterona se segrega en grandes la vida primitiva, brindar y construir un techo, tener ha­
cantidades a partir de la formación del gononefroto­ bilidad para cazar, hacer fuego, trepar a los árboles
mo, órgano sexual embrionario, diferenciado genéti­ para conseguir frutos, orientarse adecuadamente pa­
camente hacia el sexo masculino en los fetos XY (tes­ ra desplazarse en caso de necesidad.
tículo primitivo), en el primer trimestre de embarazo. El efecto testosterónico puede hacer que las funcio­
Esta secreción se mantiene elevada a lo largo del em­ nes del lenguaje se transfieran parcial o totalmente al
barazo, y luego decae antes del parto, para no elevar­ hemisferio derecho. Ello explica la variabilidad en la do­
se nuevamente hasta la pubertad. Aparentemente, el minancia que muestran los zurdos: en algunos se ha
efecto de la testosterona genera una asimetría inter­ transferido la dexteridad al lado derecho, por lo que es­
hemisférica en el cerebro fetal masculino, con un con­ criben con la mano izquierda, pero no la dominancia lin­
siguiente desarrollo funcional más avanzado del he- · güística, que continúa estando en el hemisferio izquier­
misferio derecho respecto del izquierdo. En el cerebro do; en otros, se transfieren ambas funciones, de modo
fetal femenino, la ausencia relativa de testosterona que escriben con la mano izquierda y tienen dominan­
permite una maduración más simétrica y menos des­ cia lingüística derecha. En unos pocos casos de perso­
fasada de los hemisferios cerebrales. nas diestras, aun cuando la dominancia para la dexteri­
Cuanto mayor sea la influencia de la testosterona dad se mantiene del lado izquierdo, la dominancia para
fetal, más intenso será su efecto en el cerebro, y ma­ el lenguaje se transfiere al hemisferio derecho. Estas
yor su "estímulo" sobre el hemisferio derecho y su "re­ personas sufren afasias en caso de lesiones corticales
legamiento" o "discriminación" del izquierdo. El hemis­ derechas, que reciben el nombre de afasias cruzadas.
ferio izquierdo puede quedar así relativamente La mayor o menor influencia de la testosterona
retrasado en su desarrollo, de modo que algunas de también explica que exista alrededor de un 1 5-20%
las funciones que naturalmente se vinculan a él, como de personas que, siendo diestras y teniendo domi­
el lenguaje y la preferencia manual o dexteridad, pue­ nancia izquierda, demuestran cierta capacidad lin­
den transferirse parcial o totalmente al derecho, con güística y dexteridad compatibles con la localización
mayor o menor éxito funcional. Esto coincide con el parcial de algunas funciones en el hemisferio dere­
hecho de que es mucho más frecuente la zurdería en cho. A esto se lo llama dominancia aleatoria, es decir,
hombres que en mujeres, y con que ciertas patologías dominancia casual (o, literalmente, la dominancia
atribuidas a trastornos de la migración neuronal y de "que le toca en suerte" a la persona: los alea eran los
la maduración hemisférica izquierdas, como la disle­ dados que se utilizaban para el juego en la antigua
xia y la tartamudez, también sean casi exclusivas de Roma). Lo de "aleatorio" se basa justamente en que
los hombres. la dominancia que finalmente se tenga depende de
El desarrollo más avanzado del hemisferio derecho cómo se desarrolle el cerebro durante la vida intraute­
generaría funcionalmente mayor capacidad visuoes­ rina, y ello varía. Como es difícil determinar no i�va­
pacial. Ello es precisamente lo que, en la curva de sivamente en cuál hemisferio se localizan determma­
Gauss de la distribución de las funciones neuropsico- das funciones del lenguaje, la dominancia aleatoria

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342 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

se sospecha por la preferencia del lado contrario del El examen de escucha dicótica (prueba de Kimu­
cuerpo para algunas funciones motoras: el individuo ra) permite establecer el oido preferido por el pacien­
puede ser diestro para escribir, pero por ejemplo pre­ te para escuchar, que funcionalmente se vincula al ló­
ferir el pie izquierdo para patear una pelota, o la ma­ bulo temporal del hemisferio contralateral. Consiste
no izquierda para usar una tijera, rasgos que sugie­ en una serie de palabras que se le presentan al pa­
ren dominancia aleatoria. ciente de a pares, simultáneamente en un oído y otro,
por medio de auriculares. La palabra enviada a un la­
Exploración do difiere de la enviada al lado contrario. Por cada es­
tímulo se le pide al paciente que repita la o las pala­
De la dominancia. Es lo que debe establecerse bras que oyó pronunciar. Lo más frecuente es que
primero. Si el paciente es diestro casi seguro tendrá identifique una de cada par, que corresponderá al oí­
dominancia izquierda. Si es zurdo tendrá casi iguales do preferido, y al hemisferio contrario, que será el do­
probabilidades de tener dominancia izquierda o dere­ minante para la audición, y probablemente también
cha. Si el paciente muestra hemiparesia derecha y para el lenguaje.
trastorno del lenguaje lo más probable es que sea El examen invasivo de la dominancia consiste en
diestro y de dominancia izquierda, pero puede ser efectuar la llamada prueba de Wada, que se basa en
también zurdo y dominante izquierdo. Si muestra he­ bloquear farmacológicamente la función de un hemis­
miparesia izquierda e igualmente trastorno del lengua­ ferio inyectando amital sódico, barbitúrico de acción
je probablemente será zurdo y dominante derecho. corta, en la arteria carótida interna. La inyección del
Todo examen neurológico debe iniciarse establecien­ lado dominante producirá una afasia transitoria, y he­
do la dexteridad, dato que habitualmente se consigna miparesia transitoria del hemicuerpo opuesto. Este
a continuación del nombre del paciente. método se utiliza cuando se desarrollan tumores he­
Existen formas más precisas de establecer la do­ misféricos, para determinar el riesgo de secuela de
minancia, que pueden ser de tipo clínico-semiológico, afasia ante la necesidad de excisión quirúrgica.
no invasivas, o bien invasivas. Para evaluar la resecabilidad del tumor se reque­
El llamado inventario o protocolo de Edimburgo rirá en muchos casos angiografía invasiva, durante
consiste en una serie de preguntas sobre la preferen­ la que se puede efectuar la prueba de Wada. Esta
cia en el uso de sus miembros superiores o inferiores, prueba resultaría demasiado invasiva si se plantea­
o en el de su ojo izquierdo o derecho. La suma de res­ ra sólo con el fin de establecer la dominancia hemis­
puestas arroja un puntaje sobre el predominio funcio­ férica.
nal de un hemisferio u otro que permite determinar la Del lenguaje. El paciente afásico se fatiga y agota
presencia de dominancia izquierda, derecha o aleato­ su rendimiento muy fácilmente, por lo que hay que te­
ria. Al pie de la cama, esta puede inferirse haciendo ner en cuenta este factor al explorarlo. No se lo debe
esas preguntas sin necesidad estricta de obtener un interrogar realizando, al mismo tiempo, actos que le
puntaje. Los siguientes son ejemplos de estas pre­ permitan comprender por los gestos lo que se le pre­
guntas: gunta verbalmente: no hay que decirle déme la mano
¿Con qué mano... y tenderle la propia al mismo tiempo. Se debe evitar
-...escribe? también que los ayudantes del médico realicen gestos
-... usa una tijera? o movimientos que el enfermo pueda comprender, y
- ... usa el peine? todo gesto de desaprobación que pueda repercutir
-... usa el cepillo de dientes? anímicamente sobre el paciente. El explorador debe
-... usa las llaves para abrir una cerradura? tratar de mantenerse imperturbable, sin por ello per­
-...toma el picaporte para abrir una puerta? der la necesaria aproximación afectiva. Como con to­
- ... toma una cuchara? da función cognitiva, debe tenerse en cuenta el nivel
-... toma el tenedor y con qué mano el cuchillo para de alfabetización y escolaridad al interpretar los resul­
cortar carne? tados de la exploración: no puede tener la misma
.-... toma un mazo de naipes y con qué mano las da? complejidad en el lenguaje quien sólo tiene escolari­
¿Con qué pie ... dad primaria incompleta, que quien ha alcanzado ni­
-...inicia la marcha? vel universitario.
-... empieza a subir una escalera? Debe observarse la mímica de la que se acompa­
-...patea una pelota? ña el paciente al hablar: la mímica emocional, es de­
-...empuja un cajón o bulto en el suelo? cir, la que acompaña a la expresión del lenguaje (psi­
¿Qué ojo elige para mirar por una lupa, microsco­ cosincinesias), que suele estar conservada en los
pio o por el ojo de la cerradura? afásicos; la mímica convencional, o sea, los gestos

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 343

cuya significación es comprendida por todos, como Estos son fenómenos de perseveración o intoxi­
saludar, señalar o negar con dedo índice; y la mími­ cación por el lenguaje automático. Esta función con
ca descriptiva, o los gestos que simulan una acción o frecuencia se preserva en las afasias porque se
un trabajo que se está realizando. Estos dos últimos acepta que tiene probablemente una representación
tipos, que son manifestación de praxia (movimiento cortical más difusa, o fuera de las áreas de localiza­
aprendido, véase más adelante), suelen estar altera­ ción del lenguaje. Que es funcionalmente indepen­
dos en el afásico. diente se pone de manifiesto si se intenta luego ha­
La exploración del lenguaje abarca los siguientes cerle decir al paciente afásico la serie en una forma
puntos: no aprendida, como por ejemplo los meses del año
o días de la semana en sentido inverso, lo que segu­
1 . Exploración de la fluencia (lenguaje espontá­ ramente fracasará.
neo y lenguaje automático). Se hace hablar espontá­ 2. Exploración de la comprensión. Se le piden al
neamente al enfermo, pidiéndole por ejemplo que re­ afásico movimientos simples: "cierre los ojos", "abra la
late las circunstancias de su afección ("Cuénteme: boca", "saque la lengua", "déme la mano". Luego se le
¿qué le ocurrió?, ¿por qué está internado?"). Se ob­ dan órdenes conteniendo la misma palabra, por ejem­
serva la fluencia del relato, si el flujo de palabras y plo: "cierre la mano", "apriete la mano", "muestre la
oraciones impresiona como normal, o si por el con­ mano", "levante la mano". Después se le dan órdenes
trario, es lento, trabajoso, hipofluente, con alteracio­ más complejas, por ejemplo: "ponga su pie izquierdo
nes articulatorias (disartria), letras o sílabas inco­ sobre su rodilla derecha", "tóquese la oreja izquierda
rrectas (parafasias, del griego para, al lado, y phasis, con su mano derecha".
palabra), si se agota precozmente sin completar la Se puede recurrir también a la prueba de los tres
idea, si sólo pronuncia monosílabos, si habla en es­ papeles de Pierre Marie: se le muestran al paciente,
tilo telegráfico suprimiendo pronombres, conjuncio­ simultáneamente, un papel de tamaño grande, otro
nes o preposiciones (agramatismo, del griego a, pri­ mediano y otro pequeño. Se le solicita entonces: "en­
vativo, y gramma, letra), si el relato es fluente pero trégueme el papel más grande, rompa el mediano, y
incomprensible Uergafasia, de jerga, jerigonza, - ger­ guarde el chico". Debe tenerse la precaución de que
manía, y del griego phasis, lenguaje), o incluso exa­ el paciente no comience a cumplir la orden sino hasta
geradamente fluente (logorrea, verborrea), con pa­ que el explorador haya concluido de enunciarla. Si se
labras no reconocibles, sin significado (neologismos). adelanta puede fallar por desatención, no necesaria­
O si no articula en absoluto (mutismo). Si el enfermo mente por trastorno de la comprensión. Se observa la
no es capaz de efectuar el relato se le pide que diga forma en que el enfermo cumple y ejecuta la orden.
su nombre, y si puede su edad, dirección, el nombre 3. Exploración de la denominación. Se le pide al
de sus familiares. enfermo que nombre distintos objetos de uso diario
El paciente puede ser hipofluente, e incluso estar que se le muestran (reloj, papel, lápiz, mesa, silla,
en mutismo al intentar un relato espontáneo, pero prendas de vestir), preguntándole "¿Cómo se llama
mostrar llamativamente fluencia normal en el llama­ esto?"
do lenguaje automático, que es el que se pone de Si el paciente está en mutismo, se explora la deno­
manifiesto al hacerle decir series o listas de pala­ minación indirectamente, mostrándole, por ejemplo, el
bras, frases o párrafos aprendidos a edades tempra­ reloj y se le pregunta: "¿Es una cuchara?" El enfermo
nas: los meses del año, los días de la semana, con­ contestará correctamente si hace un gesto de nega­
tar de 1 a 20, contar de 10 en 1 0, o de 1 00 en 1 00, ción con la cabeza. A continuación se le pregunta:
letras de canciones conocidas (el Himno Nacional, el "¿Es un reloj?", a lo que contestará correctamente si
"Arroz con leche"). Este es el fenómeno de Baiflar­ hace un gesto de afirmación: Otra forma de explora­
ger-Jackson. Si la comprensión está alterada y el en­ ción indirecta es por señalamiento manual: "Señale la
fermo no obedece la orden, el explorador puede mu­ puerta, el techo, la cama, la luz." Aunque el paciente
chas veces lograr desencadenar el lenguaje no articule, si contesta bien en forma indirecta o seña­
automático iniciando él mismo la serie requerida con la correctamente la denominación se considerará pre­
los primeros ítem y esperando a que el paciente "to­ servada.
me la posta" y la continúe ("A ver: lunes, martes .... "). Puede suceder que el enfermo no denomine el ob­
En ocasiones el paciente puede, al recitar la serie, jeto que se le muestra, pero quizá lo describa en su
quedar repitiendo un término o parte de él. Es fre­ uso o significado, por ejemplo, diciendo "eso que sir­
cuente también que los pacientes "se peguen" a la ve para escribir'' en lugar de decir "lápiz" (anomia o
serie enumerada y la reanuden reverberantemente trastorno de la denominación), que lo nombre cam­
luego de terminarla. biando letras o sílabas, por ejemplo "recó" o "remó"

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344 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

por "reloj" (parafasia litera�, le dé un nombre que no 6. Exploración de la escritura. Se le hace escribir al
corresponde (sustitución de la palabra, parafasia ver­ enfermo con una y otra mano, primero espontánea­
bal o semántica), o bien que denomine repetidamente mente y luego al dictado.
diferentes objetos con la misma palabra, que inicial­ El enfermo puede reemplazar, omitir, o deformar le­
mente puede ser la correcta (intoxicación por el voca­ tras o palabras (paragrafía, del griego, para, al lado, y
blo, reverberación). graphos, escritura; pueden ser literales o verbales), o
Si la denominación de objetos habituales es co­ escribir palabras no pertenecientes al idioma (neolo­
rrecta se sensibiliza la prueba solicitándola de obje­ gismos).
tos de uso o denominación menos frecuente: la pati­ Por último se le hace escribir copiando un texto im­
lla o lente del anteojo, el nudo de la corbata, la preso. La copia podrá hacerse correctamente, o con
hebilla del cinturón, la solapa del saco, el segundero más o menos faltas, del impreso al manuscrito, pero
de las agujas del reloj. Se puede también investigar también podrá tratarse de una copia servil, es decir, el
el vocabulario, que revela diversidad o sofisticación enfermo copia el texto impreso, como si fuera un dibu­
en la denominación, sobre todo si las fallas que son jo, reproduciendo con toda exactitud las letras de mol­
el motivo de consulta son esporádicas, sutiles o le­ de tal como están en el texto.
ves. Para ello se puede solicitar sinónimos o tipos de
los objetos presentados: "¿Cómo se llama esto? An­ Existen pruebas que cuantifican las funciones y al­
teojos, ¿Qué otro nombre tiene? Lentes"; "¿Cómo se teraciones del lenguaje, útiles cuando los trastornos
llama esto? Reloj; ¿Qué tipo de reloj es? Reloj pul­ son dudosos, muy leves o sutiles, o bien cuando se
sera". desea hacer el seguimiento de una afasia luego de
4. Exploración de la repetición. Se le hacen repetir una lesión aguda, para documentar su evolución es­
al paciente distintas palabras, en esta forma: pontánea o el resultado de un programa de rehabili­
primero, palabras simples: "zapato, mesa, lám­ tación.
para"; Entre las pruebas más conocidas pueden mencio­
luego palabras de dificultad creciente: "gozo, narse al Test de Boston (EE.UU., validado para la len­
gozar, gozoso, regocijar, regocijante, ferrocarril, gua española), la Western Aphasia Battery (EE.UU.) y
constitución, anticonstitucional"; el Test Barcelona (España). Como se trata de la ob­
después, frases simples ("lloverá mañana"), y tención de datos cuantitativos, que van a otorgar una
consiguientemente de mayor dificultad: "artillero "calificación" a los pacientes que se exploren, es im­
de artillería", "ministro plenipotenciario", "el rui­ portante que las pruebas que se decidan utilizar es­
do con que rueda la ronca tempestad". tén, obviamente, no sólo en el idioma local a evaluar,
5. Exploración de la lectura. La exploración de la sino también que ellas hayan sido adecuadamente
lectura comprende la exploración de la fluencia al leer, validadas. Es decir, que se hayan previamente admi­
y la de la comprensión a la lectura, que son funciones nistrado en el terreno, a un número razonable de per­
distintas. sonas, tratado estadísticamente, y obtenido prome­
Para explorar la fluencia, se le hace leer al pacien­ dios y desvíos estándar normales, de modo que se
te, en voz alta, un texto breve, como un párrafo del haya demostrado que las mismas son útiles y aplica­
diario o revista que éste puede tener consigo. Quizás bles a la población a estudiar. Si ello no es así los
al leer, como puede haber sucedido con la aparición "seores" que se obtengan tendrán sólo valor orienta­
de parafasias en el lenguaje espontáneo, el paciente dor, y no serían comparables.
reemplace letras, silabas o palabras, alterándolas o
deformándolas. Como en este caso se manifiestan Alteraciones: síndromes semiológicos de
con la lectura, reciben el nombre de paralexias (del las afasias
griego, para, al lado, y lexis, lectura), y pueden igual­
mente ser literales y verbales. En primer término, debe distinguirse la afasia de
Pzra explorar la comprensión a la lectura, se le ha­ ciertos estados que pueden simularla, como el mutis­
ce leer otro párrafo, en voz baja, y se le pide luego mo de la esquizofrenia o de la depresión mayor. Los
que relate y explique el contenido del texto. Si ello fa­ antecedentes, la facies, otras manifestaciones somá­
lla, se le presentan una serie de órdenes escritas de ticas como lentitud psicomotora, catatonia o estereoti­
complejidad creciente, semejantes a las empleadas pia, permiten la diferenciación.
en la exploración de la comprensión de la palabra. Se No es posible efectuar diagnóstico de afasia, o de
dan primeramente las órdenes escritas en letra cursi­ cualquier trastorno cognitivo, si existe compromiso
va, luego con caracteres de imprenta. Se observa el parcial o total del nivel de conciencia. No se debe con­
resultado. fundir la afasia con el mutismo consecutivo a trastor-

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 345

nos difusos cerebrales como traumatismos o trastor­ paciente no puede comprender lo que escribió mo­
nos metabólicos. Tampoco se la debe confundir con la mentos antes. Este síndrome puede verse como
falta de cooperación del paciente o con el mutismo consecuencia de una lesión del área visual del lóbu­
histérico. En este último caso no es posible ni siquie­ lo occipital del hemisferio dominante, que causa he­
ra la emisión de sonidos, y pueden existir además mianopsia homónima contralateral, asociada a otra
otros hallazgos motores y sensitivos (rasgos o estig­ del rodete, sp/enium o parte posterior del cuerpo ca­
mas histéricos), descriptos en diversos capítulos de lloso, que interrumpe la vía de asociación del área
este libro, cuyo común denominador es la discordan­ visual no dominante al pliegue curvo del hemisferio
cia clinicoanatómica. Habrá que recordar, por último, dominante.
que lesiones bilaterales de los nervios craneanos a La sordera verbal pura (Liepmann, 1 898) consti­
los que corresponde la inervación de los órganos de tuye un síndrome en el cual el paciente no puede
la palabra, pueden producir disartria de origen perifé­ comprender el significado de la palabra hablada pe­
rico. Debe tenerse presente que si un paciente que no ro sí escrita , pudiendo expresarse con un lenguaje
habla puede escribir correctamente, casi con toda se­ fluente y adecuado, tanto oral como escrito. Puede
guridad no sufre afasia. Por último, no deberá confun­ asociarse a otras manifestaciones (trastornos del
dirse una afasia fluente con la ideación disociada o reconocimiento de ruidos, de tonos, de melodías).
delirante que se observa en el lenguaje de la esquizo­ La sordera verbal pura depende de lesiones bilate­
frenia. rales de la parte media de la primera circunvolu­
Se describen los siguientes síndromes afásicos: ción temporal, o a veces unilaterales del hemisfe­
- Afasia de Broca, o de expresión (Broca, 1861). Es rio dominante.
una afasia no fluente. El enfermo no habla o sólo emi­ - Afasia de conducción. El lenguaje es hipofluente.
te algunas palabras, generalmente monosílabos, con El paciente puede hablar, con dificultad. Las parafa­
un aumento del esfuerzo para hablar. Son comunes sias son frecuentes. La repetición de palabras o fra­
las parafasias. La repetición se encuentra alterada. La ses está claramente alterada. Hay también trastorno
denominación indirecta y la comprensión del lenguaje de la denominación. La comprensión está relativa­
en general se preservan, aunque puede haber dificul­ mente preservada: el paciente comprende mejor de
tad para las órdenes más complejas. También está lo que repite. Es producida por una lesión del fascí­
afectada la escritura (paragrafías). Esta afasia suele culo arquato que une el área de Wernicke a la de Bro­
acompañarse de hemiplejía contralateral. La lesión, ca y discurre profundamente a la altura del opérculo
generalmente corticosubcortical, se sitúa en el área parietal.
de Broca (tercio posterior de la tercera circunvolución - Afasia transcortíca/ motora. Las llamadas afasias
frontal del hemisferio dominante). transcortica/es se deben a lesiones que, sin lesionar
-Afasia de Wernicke, o de comprensión (Wernicke, las áreas de Broca, Wernicke o sus conexiones, afec­
1874 ). Es una afasia fluente, el paciente habla por de­ tan aréas adyacentes a ellas. Suelen producirse por
más (logorrea) y con neologismos y jergafasia. La es­ infartos en las regiones limítrofes entre territorios ar­
critura está igualmente perturbada (paragrafías). Hay teriales terminales de la corteza: entre el de la arteria
imposibilidad o notoria dificultad para comprender el cerebral anterior y la silviana en el caso de la afasia
lenguaje hablado y escrito (alexia). La repetición está transcortical motora (áreas prefrontales), y entre los
alterada. La afasia de Wernicke resulta de una lesión de las arterias silviana y cerebral posterior para la
en el área que lleva su nombre: tercio medio o poste­ afasia transcortical sensorial (áreas temporooccipita­
rior de la primera circunvolución temporal del hemisfe­ les). Estas lesiones desconectan a las áreas del len­
rio dominante (el llamado planum /empara/e) y circun­ guaje del resto de la corteza, lo que altera el lengua­
volución angular. je espontáneo, pero no comprometen esas áreas ni
Otros tres síndromes vinculados a lesiones en es­ sus interconexiones. En estas afasias la repetición no
tas áreas pueden mencionarse aquí: se altera porque la vía para esta función se preserva
La alexia con agrafia (Déjerine, 1 891) se debe a le­ (audición-área de Wernicke-<>fascículo arqua­
sión aislada de la circunvolución angular del hemisfe­ to-<>área de Broca-área motora-nervio y múscu­
rio dominante. El paciente no puede ni escribir ni com­ los periféricos).
prender el lenguaje escrito, estando las demás La afasia transcortical motora es francamente hipo­
funciones del lenguaje conservadas. fluente, como la afasia de Broca. Con gran esfuerzo,
La alexia sin agrafia (Déjerine, 1 892) consiste en el paciente puede lograr repetir correctamente. La de­
la imposibilidad o gran dificultad para comprender el nominación indirecta y la comprensión se preservan.
lenguaje escrito, pudiendo el paciente escribir es­ Es como una afasia de Broca en la que no se altera la
pontáneamente y al dictado, pero no a la copia. El repetición. La lesión es prefrontal.

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346 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

- Afasia transcorlica/ sensorial. Es fluente y con lo­ nomina, repite o comprende. Algunas veces puede
gorrea, con alteración de la denominación y de la emitir algunos fonemas carentes de significado.
comprensión. La repetición se preserva, y el paciente - Afasias ta/árnicas y pu/amina/es. Se describieron
incluso puede tener ecolalia, es decir repite en eco la con el surgimiento de la tomografía computada. Son
última o últimas palabras que el explorador le dice. A clínicamente similares y se caracterizan al comienzo
veces repite lo que oye decir a terceros, aunque no se por presentar un lenguaje espontáneo incomprensi­
dirijan a él. Es como una afasia de Wernicke en la que ble, el que se transforma rápidamente en logorreico,
no se altera la repetición. La lesión está por detrás del parafásico, anómico e hipofónico. La fluencia, com­
área de Wernicke. prensión y denominación están alteradas en grado va­
- Afasia transcortical mixta. Combina las lesiones riable, al igual que la lectura y la escritura. La repeti­
que producen las afasias transcorticales motora y ción se preserva, lo que conforma un síndrome del
sensorial. Ello no es excepcional, ya que los infartos tipo de la afasia transcortical, sensorial las más de las
limítrofes pueden producirse simultáneamente por hi­ veces, motora otras. El pronóstico es relativamente
poflujo cerebral secundario a hipotensión sistémica, a favorable, porque suelen deberse a hematomas hiper­
estenosis carotídea hemodinámicamente significativa, tensivos que se reabsorben.
o a ambos mecanismos. En esta afasia todas las fun­ El cuadro permite recordar esquemáticamente las
ciones del lenguaje se alteran salvo la repetición. características de las principales variedades de afasia.
- Afasia anómica o nominal. El síntoma cardinal es­ En resumen, en la afasia de Broca el paciente no habla
tá dado por la alteración en la denominación. El len­ pero comprende, en la de Wernicke habla pero no com­
guaje es fluente. La afasia anómica suele verse en prende, en la de conducción comprende mejor de lo que
atrofias temporales incipientes, o como consecuencia habla o repite, en la transcortical motora no habla pero
de pequeñas lesiones de la circunvolución angular. En comprende y repite, en la transcortical sensorial habla y
el primer caso evolucionará seguramente hacia una repite con ecolalia pero no comprende, en la transcorti­
afasia de comprensión. En el segundo permanecerá cal mixta sólo puede repetir, en la anémica no denomi­
estable. Es importante efectuar este diagnóstico dife­ na pero habla, comprende y repite, y en la global altera
rencial con imágenes por el pronóstico involucrado. todas las funciones del lenguaje. Es importante subrayar
- Afasia global. Todas las funciones del lenguaje que estos síndromes se presentan en forma típica o
están alteradas: el paciente no habla, escribe, lee, de- completa sólo en 50% de los casos (cuadro 14-1).
Cuadro 14-1. Diagnóstico diferencial de las afasias

Lenguaje espontáneo Denominación Repetición Comprensión Localización de la lesión

Afasia de Broca No fluente Alterada No repite o Poco afectada Área de Broca


alterada (1/3 posterior de F3)

Afasia de Wernicke Fluente Alterada Alterada Muy alterada Área de Wernicke


(1/3 posterior de T1)

Afasia de conducción Fluente Alterada Muy alterada Relativamente Fasclculo arcuato


preservada

Afasia anómica Fluente Alterada Preservada Relativamente Circunvolución angular


preservada

Afasia transcortical No fluente Poco afectada Preservada Poco afectada Adyacencia área de Broca
motora

Afasia transcortical Fluente Alterada Preservada Alterada Adyacencia área de


sensitiva Wernicke

Afasia transcortical No fluente Alterada Preservada Alterada Adyacencia Broca y


mixta Wernicke

Afasia global No fluente Alterada Alterada Muy alterada Lesión


frontotemporoparietal

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 347

Causas de afasia El área posterior o sensorial que también se subdivide


en dos áreas: una, de comprensión de la palabra habla­
Las causas generales de afasia están constituidas, da (área auditiva verbal), situada en el tercio medio 0
en orden decreciente de importancia, por: 1 º, infartos posterior de la primera circunvolución temporal (T1 ), y
y hemorragias; 2 º , tumores, primitivos o melastásicos; otra, de comprensión de la palabra escrita (área visual
3º, demencia cortical (enfermedades de Pick, Alzhei­ verbal), situada en la circunvolución angular o pliegue
mer, afasia progresiva primaria, demencia frontotem­ curvo, ambas también del hemisferio dominante (fig. 14-
poral); y 4º , lesiones postraumáticas (heridas de bala, 1 ). Su lesión causa la afasia de Wernicke.
traumatismos craneoencefálicos). Una afasia en el Estas áreas, a su vez, están conectadas por fibras de
contexto de un cuadro infeccioso debe orientar hacia asociación entre si y con áreas motoras y sensoriales no
una encefalitis (particularmente la encefalitis herpéti­ verbales, cuyas lesiones originan otros tipos de afasia como
ca) o, con menor frecuencia hoy en día, un absceso las de conducción y transcorticales.
cerebral. Doctrina de Pierre Maríe. La doctrina clásica de las
El síndrome de Landau-K/effner es una entidad áreas del lenguaje fue cuestionada por los estudios de Pie­
que se observa en la infancia y primera juventud y rre Marie, quien imaginó una nueva concepción de la afasia.
asocia epilepsia y afasia. Esta suele ser la manifesta­ Pierre Marie sostuvo que existe un solo tipo verdadero de
ción de comienzo. afasia que es la sensorial o "afasia propiamente dicha', de­
Existen afasias transitorias que se observan en el bida a una lesión del área de Wernicke ("/'aphasie es/ une').
curso de crisis parciales frontales o temporales La afasia motriz no era una afasia, sino simplemente un
(speech arres/, véase Epilepsias), durante accesos de trastorno de la articulación de la palabra, una anartria. Es­
jaqueca, o bien como manifestación de ataques is­ tudiando las piezas de Broca que se conservaban en el mu­
quémicos transitorios (véase Síndromes vasculares). seo Dupuytren de París, comprobó que, aunque predomi­
naban en el área señalada por Broca, las lesiones causantes
Doctrinas sobre la afasia comprometían además un área más amplia, extendiéndose
a las regiones subcorticales: el llamado cuadrilátero de Pie­
Doctrina clásica. Broca halló en 1 861, en la autopsia de rre Marie. Finalmente Pierre Marie sostuvo que las lesiones
un paciente afásico, un infarto en el tercio posterior de la que interesaban a la vez el cuadrilátero y el área de Wernic­
tercera circunvolución frontal izquierda. Inicialmente locali­ ke daban lugar a una "afasia mixta", produciéndose una
zó la función de la palabra en esa área del lóbulo frontal, sin asociación, en proporciones variables, de anartria y de afa­
diferenciar el hemisferio. Más tarde, luego de observar otros sia propiamente dicha. Wernicke posteriormente delineó es­
casos, la situó en el hemisferio izquierdo. Fue el primer te cuadro como el de la afasia de conducción, y agregó ade­
ejemplo de que una función cognitiva podía localizarse en más las descripciones de las afasias transcorticales.
un área puntual del cerebro. Hasta entonces las localizacio­ Doctrina de Head, Según Head, el lenguaje no depen­
nes cerebrales para esas funciones, que puso en boga la de de áreas anatómicas circunscriptas. Considera que el
frenología de Gal/, eran puramente hipotéticas. Pero en lenguaje es un proceso cortical integral, no pudiéndose se­
1 874 Wernicke encontró en otro paciente con trastorno pa­ parar sus distintos componentes por una causa patológica.
ra hablar una lesión localizada en el tercio medio o poste­ Por consiguiente, según Head, no puede haber afasia mo­
rior de la primera circunvolución temporal. Como las mani­ triz o afasia sensorial, sino que en cualquiera de ellas pue­
festaciones del paciente de Wernicke diferían de las de los den demostrarse ambos trastornos, es decir, el expresivo
pacientes de Broca (delineando los síndromes de afasia como el comprensivo. Define la afasia como un defecto en
que hoy llevan sus nombres), se dijo que el área definida la expresión y memoria de los simbo/os (asimbolia), esto
por Broca era el área motora y la descripta por Wernicke el es, un estado en el que el poder de usar las palabras y otros
área sensorial del lenguaje. símbolos, como expresión e instrumento del pensamiento,
De esta forma quedó delineada la doctrina clásica de es­ está afectado. Ideó una serie de pruebas para explorar a los
tos trastornos: existen en la corteza cerebral dos grandes pacientes afásicos y de acuerdo con el resultado de las mis­
áreas que controlan el lenguaje, cuya lesión determina ma­ mas, clasificó las afasias en cuatro grupos:
nifestaciones clínicas que llevan el nombre de afasia, que - Afasia verbal, en la que la pronunciación de las pala­
fue la denominación finalmente adoptada: bras está perturbada, pudiendo el enfermo hablar muy po­
El área anterior o motora que se subdivide, a su vez, en co, leyendo con dificultad y escribiendo muy mal. Corres­
el área de la palabra hablada, situada en el tercio poste­ pondería a la afasia motriz clásica.
rior de la tercera circunvolución frontal (F3) del hemisferio - Afasia nominal. Caracterizada por el olvido de la signi­
dominante, y en el área de la escritura, situada en un seg­ ficación de las palabras. En este caso el paciente no puede
mento similar de la segunda circunvolución frontal (F2) del mencionar nombres, tanto de objetos como de personas,
mismo hemisferio. Su lesión origina la afasia de Broca. pero conserva una buena construcción gramatical. Se apre-

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348 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

cia en las lesiones de la región temporoparietal del hemis­ lar, consistencia), o sea , identificarlo; b) en su signifi­
ferio dominante, comprendida entre el área de Wernicke y cado y utilidad, o sea, sa ber pa ra qué sirve.
la circunvolución angular. 2ª · Decidir su utilización.
- Afasia sintáctica. Es el afásico con agramatismo, con 3a. Evocar o representarse cada uno de los movi­
parafasias o con jergafasia. mientos elementales o a ctos pa rciales necesarios pa­
- Afasia semántica. El enfermo, capaz de comprender ra el cumplimiento del acto global (fórmula cinética o
las palabras aisladamente, no las entiende cuando forman melodía práxica).
frases, perdiendo la concepción del conjunto. 4a . Ejecuta rlos.
En el acto de peina rse, la persona identifica rá por
Conceptos modernos sobre la organización del sus cualidades el objeto peine; a continuación recono­
lenguaje. Son los desarrollados en este capítulo y se cerá su significado, es decir, instrumento que sirve pa­
basan en los aportes efectuados principalmente por ra arreglar el cabello; decidido a utilizarlo, se repre­
Geschwind, Goodglass y Benson. senta rá cad a uno de los movimientos que debe
cumplir: toma r el peine, acerca rlo a los ca bellos, colo­
carlo entre éstos, impulsarlo h acia distintos lugares, y
Praxia en seguida realiza rá estos movimientos.
Este complejo mecanismo psicomotor de la praxia
Por praxia (del griego prasis, acción, o pral/o, obro) puede perturba rse en cualquiera de sus etapas. Si se
se entiende la facultad de cumplir, más o menos auto­ perturba en la primera etapa , o sea en l a identificación
máticamente, ciertos movimientos aprendidos, habi­ del objeto, se tratará proba blemente de una agnosia
tuales, adaptados a un fin determinado, tales como (trastorno por el cual el sujeto no puede reconocer los
peina rse, utiliza r los cubiertos, prenderse un botón, objetos, las personas y los lugares fa milia res, a unque
cepilla rse los dientes, saluda r, sacar una moneda del sus sentidos, vista, audición, tacto, son normales.
bolsillo o utilizar una lla ve, que se conocen con el Véase más adelante). El acto no será posible por
nombre de actos psicomotores intencionales o gestos apraxia agnósica, o sea , una apraxia secundaria a la
proposicionales. La noción de gesto se sitúa entre la agnosi a . No se trata de un a a pra xia primaria .
de contracción muscula r y la de comportamiento. Si la perturbación radica en el conocimiento del
Liepma nn distinguió, clásicamente, dos tipos de significado del objeto o en la evocación de la fórmula
gestos: transitivos, o sea , los que se ejecutan por me­ cinética, o bien en l a ejecución misma de la fórmula ci­
dio o con la intervención de objetos (ejemplo: peinar­ nética, ha brá una apra xia verdadera .
se, cepilla rse los dientes), e intransitivos, o sea, los Clásicamente, Foix interpreta la pra xia como sigue
que se ejecutan sin intervenir objeto alguno (ejemplo: (fig. 1 4-3): ésta tiene su asiento en el hemisferio cere-
saludar, decir que no con la mano). Cada uno de es­
tos actos, a un siendo simples, está, a su vez, com­
puesto de movimientos más simples, que deben reali­
zarse en un determinado orden: si éste se altera , aun
cuando los movimientos que lo componen se manten­
ga n, el acto proposicional más complejo se desintegra
y no puede cumplirse. Esta es la noción de fórmula ci­
nética o melodía práxica. En una melodía musical no
b asta con que todas las notas que la componen estén
presentes: tienen que mantener un orden preestable­
cido para que la melodía se preserve o sea reconoci­
ble. Si ese orden se altera la melodía se transforma en
otra .
Cuando los movimientos que integran un acto pro­
posicional o gesto se realizan ordenada mente, se di­
ce que hay eupraxia. Cuando la praxia se h alla pertur­
b ad a, se denomina apraxia.
El estudio de la pra xia es complejo. Pa ra efectuar Flg. 14-3. Esquema de la praxia (según Ch. Foix). A. parte
un acto transitivo, una persona debe cumplir una se­ gnósica; A', evocación de la fórmula cinética o melodía práxica
(área eupráxica); B, área motora izquierda; C, área motora
rie de etapas: derecha; 1, lesión del cuerpo calloso (apraxia ideomotriz izquier­
1 ª · Reconocer el objeto o instrumento que va a da); 2, lesión parietal izquierda (apraxia ideatoria, ideomotriz o
emplear: a) en sus cualidades elementales (forma , co- constructiva).

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 349

bral izquierdo; el reconocimiento del objeto (etapa · Supóngase que se ha pedido al enfermo que en­
gnósica, A), asienta en la región témpora-pliegue cur­ cienda un fósforo. Para ejecutar correctamente este
vo; la evocación de la fórmula cinética, en la región acto, el paciente deberá sucesiva y ordenadamente:
parieto-circunvolución supramarginal (A'). La primera 1 º , tomar la caja de fósforos; 2º , abrirla; 3º , extraer de
área (A) interconecta con la segunda (A'); ésta, a su ella el fósforo; 4º , frotar el fósforo contra la caja; 5º ,
vez, inerconecta con el área motora rolándica (B) del encenderlo.
lado izquierdo y por intermedio del cuerpo calloso con Si hay una perturbación, podrá observarse lo si­
la del lado derecho (C), enviando los estímulos nece­ guiente:
sarios para la ejecución del acto. - El enfermo se detiene en las primeras etapas y no
Más modernamente, el mecanismo de la praxia continúa; por ejemplo, ha sacado la caja de fósforos y
puede explicarse en esta forma: el área gnósica envía la mantiene en la mano sin ir más lejos, o llega hasta
su incitación al área premotora izquierda que constitu­ sacar el fósforo, pero no lo enciende.
ye el área cinestésica motora, la cual a su vez envía - El enfermo trata de hacer primeramente una de
la incitación al área motora del mismo hemisferio o del las últimas etapas del acto e intenta encender el fós­
hemisferio opuesto a través del cuerpo calloso, de foro sin haberlo extraído de la caja.
donde la apraxia puede deberse a lesiones focales • Invierte el orden de las etapas: trata de encender
que afecten las áreas citadas o el cuerpo calloso. el fósforo con la caja o hace ademán de frotar el fós­
Es importante destacar que las áreas vinculadas al foro antes de haberlo sacado de la caja.
control de la praxia se sitúan no tanto en el hemisferio - Prolonga o repite determinadas etapas del acto.
dominante cuanto en el hemisferio izquierdo. Parece Es lo que se denomina perseveración. Por ejemplo,
ser bastante claro que la "dominancia" de la praxia es­ conserva el fósforo en la mano en actitud fija (perse­
tá fuertemente representada en el hemisferio izquier­ veración tónica) o frota el fósforo contra la caja varias
do, tanto en pacientes zurdos como diestros, diferen­ veces, aunque lo haya ya encendido (perseveración
ciándose así de la dominancia del lenguaje que, como clónica o cinética), o si se le pide continuar el acto, por
se ha mencionado, puede localizarse en forma varia­ ejemplo encender el fósforo, repite la etapa preceden­
ble en el hemisferio derecho. te, es decir, sigue extrayendo fósforos de la caja (per­
severación intenciona�.
Exploración • Hace con el fósforo un gesto distinto, por ejemplo,
intentar escribir.
Se realiza pidiendo al paciente la ejecución de di­ • En lugar de cumplir o intentar el acto, aunque sea
versos actos: incorrectamente, el enfermo responde a la orden de
- Intransitivos: hacer un puño, decir adiós o que no encender el fósforo con movimientos absolutamente
con la mano, hacer el gesto de llamar a alguien, ras­ incoherentes, que ni esbozan el acto a cumplir. Si se
carse la cabeza, gesto de orar, claquear los dedos, dan otras órdenes, como por ejemplo hacer la venia,
hacer la venia. coloca la mano de plano sobre la cabeza; si se le di­
- Transitivos: usar cubiertos, una tijera o las llaves, ce que tome un vaso, se queda quieto, o se limita a le­
beber un vaso con agua, peinarse, cepillarse los dien­ vantar un brazo o abrir la boca.
tes, vestirse y desvestirse, poner el reloj en hora. El enfermo puede no cumplir la orden dada con un
- Constructivos o construccionales: se invita al en­ miembro y, en cambio, hacerlo correctamente con el
fermo a hacer dibujos espontáneos o copiados (p. ej. otro: hemiapraxia.
un triángulo, un cubo, una flor, una casa, un árbol) o a La exploración llevada a cabo en esta forma permi­
imitar figuras geométricas realizadas por el médico tirá concluir si hay eupraxia, dispraxia, apraxia o he­
(con palillos p. ej.). miapraxia, y también la variedad de apraxia o hemia­
- Faciales: sacar la lengua, cerrar los ojos, silbar, so­ praxia existente (véase Alteraciones de la praxia).
plar, chupar, mostrar los dientes, abrir la boca, sonreír. Se pueden sin embargo encontrar trastornos de los
- Complejos: se le pide al paciente que simule dis­ actos que no se deben a dispraxia o apraxia, sino a
tintos actos que se llevan a cabo normalmente me­ agnosia o a sordera verbal, o bien a paresia, ataxia o
diante objetos, por ejemplo, simular manejar un co­ demencia.
che, simular golpear a la puerta, simular doblar un La apraxia se distinguirá de la agnosia, porque el
papel, simular tocar el piano o la trompeta. agnósico sólo tiene trastornos en los actos transitivos,
Se observará atentamente cómo se realizan estos mientras que el apráxico puede tenerlos en actos tran­
actos, para descubrir si hay dispraxia o apraxia. Si no sitivos e intransitivos.
se efectúan, se invita al paciente a imitar los actos que Es sutil distinguir la apraxia de la sordera verbal
el observador lleva a cabo. (véase Afasias). En la sordera verbal el enfermo

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350 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

oye, pero no comprende lo que oye. No cumple la Se comprenderán, ahora, las perturbaciones que
orden por falta de comprensión, pero sí la puede pueden ocurrir:
cumplir por imitación, después de ver realizar el ac­ - Si el área S está afectada (existe ceguera, sorde­
to al observador. En la apraxia verdadera esto no es ra, anestesia táctil), el enfermo no puede ejecutar el
posible. acto por ausencia de percepción del objeto (déficit
La parálisis y la ataxia se distinguen por los tras­ sensoria�.
tornos revelables en la exploración de la motilidad - Si el trastorno afecta a la vía SS' o al área S', el
activa y de la taxia. La demencia por el examen cog­ enfermo no reconoce el objeto (aunque quizás sí algu­
nitivo, que mostrará otras funciones mentales altera­ nas de sus partes): habrá entonces agnosia (del grie­
das (véase Síndromes cognitivos). go agnoeo, no reconocer). El acto no se efectúa por
falta de reconocimiento (falsa o seudoapraxia por ag­
Alteraciones nosia).
- Si el área M' está lesionada, habrá pérdida de la
Se denomina apraxia (del griego a, privativo; fórmula cinética o melodía práxica: el resultado es la
prassein, hacer) a la imposibilidad de realizar movi­ apraxia idea/aria.
mientos o actos adaptados a un fin, sin que ello pue­ - Si la vía M'M es la lesionada, entonces, aunque
da atribuirse a paresia, ataxia, afasia, agnosia o de­ se conserva la fórmula cinética, se perturba la ejecu­
mencia. ción del acto: habrá una apraxia ideomotriz.
El clásico esquema de Wernicke-Liepmann permi­ - Si el trastorno asienta en M, el acto no será posi­
te concebir, teóricamente, dos variedades de apraxia: ble porque habrá paresia o parálisis (déficit motor).
ideomotriz e ideatoria. - El compromiso de las vías intrapsíquicas S'M' de­
En la figura 1 4-4 se representa un área S, de re­ sorganiza la cognición más globalmente: el enfermo
cepción sensorial, que por la linea SS' despierta en S' es probablemente un demente y sus actos son inco­
el reconocimiento del objeto (área gnósica). A su vez, herentes.
M' constituye otra área donde se conservan las imá­
genes del movimiento a realizar: es el área de la fór­ Apraxias ideatoria e ideomotríz (Liepmann, 1908).
mula cinética o melodía práxica. El área M', por medio Apraxiajdeatoria. Se dice que la apraxia es ideatoria
de la linea S'M', está unida al área S' del reconoci­ cuando el sujeto no tiene la representación mental
miento del objeto, y por la línea M'M a M, que repre­ precisa del acto a ejecutar, esto es, la fórmula ciné­
senta el área motriz de la corteza rolándica. tica o melodía práxica. Se caracteriza por alteración
La linea SS', o vía psicosensorial, asegura la de la sucesión lógica de los distintos actos que com­
identificación del objeto. La línea S'M', o vía intrapsí­ ponen un gesto proposicional. Se alteran fundamen­
quica, representa la vía por la que la idea directriz talmente los gestos transitivos. Si se le indica a un
del acto va a activar el área de la fórmula cinética M', apráxico ideatorio que encienda una vela puede ob­
que, a su vez, actuando por la vía psicomotora M'M servarse que trata de encender, por ejemplo, el fós­
sobre la zona motriz rolándica asegura la ejecución foro con la vela. El apráxico ideatorio utiliza sus
del acto. miembros incorrectamente. Si pudiera explicar lo
que le pasa, diría: "Puedo mover mis miembros, pe­
ro los actos que ellos ejecutan me salen mal porque
s· M' no tengo la representación mental justa de lo que
debo hacer". Es frecuente la existencia de perseve­
ración sea tónica, clónica o intencional. La apraxia
ideatoria se debe a lesiones retrorrolándicas parieta­
les izquierdas.
Apraxia ideomotriz. Se dice que la apraxia es ideo­
motriz cuando teniendo el individuo la representación
mental correcta de los distintos movimientos que
componen el acto a realizar (fórmula cinética o melo­
día práxica), nota que los miembros encargados de
ejecutarlo no lo pueden hacer. El plano ideatorio (que
se asocia a la noción de melodía práxíca) está en ge­
s M neral conservado. La apraxia se manifiesta en los
gestos simples, fundamentalmente en los gestos in­
Fig. 14-4. transitivos simbólicos o convencionales (saludos, lla-

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 351

mado con la mano, oración). Si el paciente pudiera tructiva cuando se les suministra los puntos de refe­
expresar lo que le sucede diría: "Yo sé lo que tengo rencia fundamentales del dibujo que se les solicita
que hacer y la forma en que lo debo hacer, pero por ejemplo, los ocho ángulos o vértices que compo'.
cuando lo voy a ejecutar los miembros no me respon­ nen un cubo. El paciente puede completar los lados
den". Se observa más apraxia para la orden verbal del cubo uniendo los vértices entre sí, cosa que por lo
que para la imitación. En general es bilateral aunque general no puede lograr un paciente con apraxia
hay casos de hemiapraxia o apraxia unilateral, como constructiva por lesión parietal derecha. El trastorno
precisamente fue el caso original descripto por Liep­ constructivo se muestra así más severo cuando es
mann. Las lesiones que la causan son frontoparieta­ causado por lesiones derechas. En estas lesiones
les izquierdas. existe también tendencia a copiar la figura en forma
Diferencias entre la apraxia idea/aria y la ideomo­ parcial en la parte derecha e inferior de la página, ig­
triz. La apraxia ideatoria es un trastorno psíquico, la norando la mitad izquierda del dibujo y esmerándose
apraxia ideomotriz es un trastorno psicomotor. Los en el detalle ("piecemeal approach" de Patterson y
elementos de diferenciación son: Zangwill); ello se debe a la agnosia o negligencia vi­
- La apraxia ideatoria se manifiesta fundamental­ suoespacial del hemicampo atencional izquierdo, con­
mente en los gestos transitivos; la ideomotriz, en los tralateral a la lesión.
intransitivos. Apraxia del vestido (Pierre Marie, 1 922; Brain,
- La apraxia ideatoria aparece sobre todo en los ac­ 1 941). La apraxia se manifiesta o predomina cuando
tos más complejos, compuestos de una serie de actos el paciente debe vestirse o desvestirse. El paciente
elementales. La apraxia ideomotriz se revela ya en los muestra una gran dificultad para orientar y colocarse
actos simples. correctamente la ropa; parece no relacionar la colo­
- En la apraxia ideatoria el enfermo puede llegar a cación de las prendas con las partes del cuerpo co­
realizar actos por imitación, viéndolos ejecutar al ob­ rrespondientes. Manipula la ropa en forma incoheren­
servador. En la apraxia ideomotriz no puede realizar te, la da vuelta constantemente y termina por
actos por imitación. colocarse en forma incorrecta, por ejemplo, las man­
- En el apráxico ideatorio se esboza un cumpli­ gas del saco o los pantalones. En los casos leves es­
miento del acto, pero se hace en forma incorrecta, que ta apraxia puede no manifestarse sino en los actos
no logra el fin buscado. En los apráxicos ideomotores del vestido más complejos, por ejemplo, el anudarse
los movimientos son amorfos, incoherentes, no se la corbata, el atarse los cordones de los zapatos o el
aproximan a los que requiere el acto a cumplir. ajustarse el cinturón. Se produce por lesiones parie­
Sin embargo, los límites entre la apraxia ideatoria tales derechas.
e ideomotriz no son precisos, lo que hace, a veces, di­ Apraxia bucolinguofacial (Hughlings Jackson,
fícil establecer el diagnóstico en la práctica clínica. En 1 878). El paciente puede tragar y masticar, pero no
general, la apraxia ideomotriz se produce en forma puede hacer movimientos bucolinguofaciales cuan­
más o menos clara sin que se manifieste componente do se le pide, Se diferencia así de la diplejía facio­
ideatorio; en cambio, es más difícil que se observe la linguomasticatoria de origen central en la cual todo
situación inversa. Se acepta incluso la noción de que tipo de movimiento bucolinguofacial está compro­
no existiría más que una simple diferencia de grado metido. Sin embargo, en estos casos de diplejía
entre ambos trastornos. central, se ha señalado la disociación de los movi­
Apraxia constructiva {Kleist, 1 930). La apraxia mientos automáticos y voluntarios, en la cual los pri­
constructiva aparece en las actividades complejas meros persisten. La apraxia bucolinguofacial podría
que requieren una percepción y reconocimiento de corresponder precisamente a estos casos. El con­
las relaciones espaciales existentes entre diversos cepto es sín embargo controvertido. Las lesiones
objetos o diversas partes de un objeto. Se manifiesta que se asocian a apraxía bucolinguofacial son las
en el dibujo por la imposibilidad de establecer entre mísmas que provocan la diplejía faciolinguomastica­
los elementos gráficos relaciones espaciales correc­ toria, conocida como síndrome de Foíx-Chavany­
tas. Así los pacientes se muestran torpes para reali­ Marie (1 926), y comprometen a ambos opérculos
zar o construir un dibujo elemental como una casa o frontales.
un árbol, o para reproducir con palillos figuras geo­ Apraxias oculomotoras. El paciente puede dirigir
métricas armadas por el examinador. Esta apraxia voluntariamente su mirada a diferentes puntos, pero
puede producirse por lesiones parietales izquierdas o cuando se le pide mirar en distintas direcciones está
derechas. imposibilitado de hacerlo. Las lesiones que causan
Estas se pueden diferenciar. Los pacientes con le­ este tipo de apraxia comprometen a ambas vías ocu­
siones izquierdas mejoran o corrigen su apraxia cons- lomotoras supranucleares descendentes.

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352 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

En la apraxia ocular congénita (síndrome de Ca­ Apraxia callosa. Ocurre también del lado izquier­
gan, 1 952), el paciente, para lograr una nueva direc­ do, no se asocia a afasia de Broca y se debe a lesio­
ción visual, gira toda su cabeza hacia el objetivo con nes de la porción anterior del cuerpo calloso. De la
la mirada fija (en ocasiones cierra sus ojos simultá­ misma manera que en el caso anterior, se compro­
neamente). Una vez fijada la vista en el nuevo objeto, mete la vía de asociación transcallosa interhemisfé­
la cabeza puede volver a girar para colocarse en la rica, lo que desconecta el hemisferio derecho produ­
posición visual escogida. ciéndose por lo tanto una apraxia en el hemicuerpo
Apraxia de la apertura palpebral. El paciente no izquierdo.
puede abrir sus ojos voluntariamente. Se atribuye a Dispraxia diagonística (conflicto intermanual). En
inhibición motora cortical del elevador del párpado su­ este caso, la mano izquierda se desempeña en forma
perior. No hay ptosis ni blefarospasmo. Se observa en opuesta a la otra; por ejemplo, la mano derecha abre
lesiones hemisféricas derechas o bilaterales. También una botella y la izquierda la cierra, o la mano derecha
en enfermedades extrapiramidales (en las que debe abrocha los botones de un pantalón y la izquierda los
diferenciarse del blefarospasmo), esclerosis lateral desabrocha. Cuando el paciente se sorprende ante el
amiotrófica, degeneración corticobasal (véase Párpa­ comportamiento independiente de su mano izquierda,
dos, en 111 nervio craneal). se conoce con el término de autocriticismo. A veces el
Apraxia de la marcha (Van Bogaert, Martin, enfermo percibe a su mano como extraña o ajena y
1 929), marcha apráxica, apraxia magnética, ataxia hasta puede llevar a cabo con ella actos incontrola­
frontal de Bruns (véase Marcha). Según fue descrip­ bles (síndrome de la mano ajena). Todos estos fenó­
ta "consiste esencialmente en una disminución o una menos se observan en las lesiones del cuerpo calloso
pérdida de la facultad de disponer convenientemente (desconexión interhemisférica) y comprometen el lado
las piernas con el fin de caminar, independientemente izquierdo. El síndrome de la mano ajena se ha descri­
de toda paresia u otro trastorno funcional". La dificul­ to asimismo en caso de lesiones de la corteza frontal
tad mayor se produce en la iniciación del movimiento, medial, asociado a otras manifestaciones focales, y
como si el paciente estuviese impedido de disponer también en infartos en el territorio de la arteria cere­
de sus miembros inferiores. Lleva su tronco adelante, brál posterior.
pero sus pies permanecen fijados al piso, como iman­ Otras apraxias. Apraxia de imantación. Depende
tados (apraxia magnética). A veces se destraba y lo­ de ,lesiones idénticas a las que causan el reflejo de
gra empezar a caminar. Si se detiene, la dificultad ini­ prensión forzada en el pie, que es la expresión de es­
cial se repite. ta apraxia (véase Reflejos patológicos, cap. 9).
Puede acompañarse de apraxia de los movimien­ Apraxia meloquinética. Descripta por Kleist, es
tos globales del cuerpo: acostarse, sentarse, levantar­ difícil de precisar. Se manifiesta por la imposibilidad
se, darse vuelta en la posición acostada (apraxia tron­ de realizar movimientos rápidos, complejos y en se­
copedal), pero es frecuente que ellos estén rie. Se evidencia mediante la prueba puño-anillo
preservados, disociándose de la apraxia de la mar­ (solicitándole al paciente que haga un anillo con su
cha: el paciente no logra caminar pero puede "hacer índice y pulgar y luego cierre su mano haciendo un
la bicicleta" con sus piernas, en posición acostada. puño) o a través del golpeteo rítmico, indicándole al
Este tipo de apraxia puede verse en el síndrome de paciente que efectúe un ritmo de dos golpes, luego
Hakim-Adams (hidrocefalia de presión normal), la en­ de tres y por último dos golpes fuertes y tres débi­
fermedad de Binswanger (leucoaraiosis, desmieliniza­ les. Es una apraxia de ejecución pura, siendo el ac­
ción periventricular isquémica) y los tumores frontales to o gesto grosero e inhábil. Es habitualmente unila­
parasagitales. teral y se describe en las lesiones del área frontal
Apraxias unilaterales (Liepmann, 1 905). Apraxia premotora.
"simpática". Se produce del lado izquierdo y se asocia Apraxias selectivas. Son aquellas apraxias que
a afasia de Broca. Se debe a lesiones frontales iz­ se producen para un solo gesto, manteniéndose to­
quierdas que comprometen la vía de asociación o co­ dos los demás normales.
nexión transcallosa con el hemisferio derecho, que Tipos de lesión que provocan apraxias. En la
queda de este modo aislado. Esto motiva apraxia del actualidad la mayor parte de las lesiones que provo­
mismo lado de la lesión: el área M' y la vía MM' del can este trastorno son de origen vascular, ya sean
esquema mencionado de Wernicke-Liepmann se si­ infartos o hemorragia cerebral. Otras causas de
túan en el hemisferio izquierdo, dominante para la apraxia pueden ser los tumores primitivos o metas­
praxia. Si hay además paresia la apraxia se enmasca­ táticos y las lesiones traumáticas del encéfalo (heri­
ra o no puede observarse. das penetrantes).

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 353

Gnosia En estas formas de agnosia las lesiones causales


asientan más frecuentemente en el lóbulo occipital del
La gnosia es la capacidad que posee el individuo hemisferio izquierdo.
para reconocer estímulos complejos (formas, objetos, La prosopagnosia es la incapacidad para recono­
dibujos, rostros, segmentos corporales, melodias) a cer los rostros de sus allegados o personas conoci­
través de sus funciones sensoriales básicas (visión, das, o aun su propio rostro cuando se mira al espejo,
sensibilidad somestésica, audición). Corresponde a pero en cambio sí los reconoce por su voz. El pacien­
un nivel más complejo que el de las funciones senso­ te no tiene ninguna otra forma de agnosia, siendo ca­
riales simples. paz de reconocer objetos, figuras, ruidos o estímulos
La agnosia es, por lo tanto, un trastorno del reco­ táctiles complejos.
nocimiento. Para poder afirmar que un enfermo tiene La simultagnosia es la incapacidad de poder reco­
agnosia la conciencia, comprensión, funciones moto­ nocer, al mismo tiempo, más de un componente de un
ra y sensorial deben ser normales. Esta última distin­ dibujo. Se pone de manifiesto particularmente con los
ción es la más importante de establecer: si el pacien­ contornos: si se le dibuja un círculo y se le pide que
te tiene un trastorno del campo visual, obviamente no dibuje otro a su alrededor, sin tocar el contorno del pri­
reconocerá objetos que se le coloquen en las áreas mero. El paciente superpone su dibujo al anterior, por
correspondientes al campo visual alterado. En este la incapacidad que tiene de reconocer ambos círculos
caso, entonces, no se tratará de una agnosia sino de al mismo tiempo: mientras observa la progresión de
un trastorno sensorial visual (hemianopsia por com­ su dibujo no puede reconocer o "ver" el modelo, y vi­
promiso periférico o central). La misma observación ceversa.
cabe para otras agnosias: no se puede hablar de ag­ En la prosopagnosia y la simultagnosia las lesiones
nosia auditiva en presencia de hipoacusia, ni de ag­ asientan comúnmente en el lóbulo occipital derecho.
nosia sensitiva en presencia de anestesia. Sin em­ Las agnosias visuoespaciales comprenden la ag­
bargo debe admitirse que estas distinciones son a nosia espacial unilateral, llamada también heminegli­
menudo muy difíciles y que es frecuente que no se gencia (neglect), hemiinatención o descuido visual, y
pueda confirmar la presencia de un trastorno senso­ la pérdida de las nociones topográficas.
rial frente a indicios evidentes de trastornos del reco­ La heminegligencia, hemiinatención o descuido vi­
nocimiento. sual consiste en la virtual ignorancia por parte del pa­
Las agnosias descriptas en la literatura son muy ciente de una de las mitades de su campo visual, en
numerosas y variadas. Por ello, el criterio más prácti­ ausencia de hemianopsia. Reconoce correctamente
co es describir su exploración directamente a través los objetos colocados en ambos hemicampos visua­
de sus alteraciones. les, pero presta marcadamente menos atención a
aquellos c.olocados en el hemicampo visual contrala­
Alteraciones teral a la lesión, es decir, "prefiere" o "elige más" los
objetos ubicados en el hemicampo contrario al hemis­
Se denomina agnosia a la dificultad o imposibilidad ferio sano. En general, las hemiinatenciones más fre­
de reconocer los estímulos presentados por vías afe­ cuentes o reconocibles son izquierdas y secundarias
rentes cerebrales, en individuos con funciones senso­ a lesiones de áreas parietooccipitales derechas, por­
riales primarias preservadas. que las lesiones izquierdas suelen causar trastorno de
la comprensión (afasias por lesión retrosilviana), que
Agnosias visuales dificulta o interfiere con la detección semiológica de
hemiinatención derecha.
En la agnosia para los objetos el paciente no re­ La pérdida de las nociones topográficas consiste
conoce visualmente los objetos que se le presentan, en un trastorno de la orientación caracterizado porque
pero lo hace inmediatamente cuando los toma en los pacientes no pueden ubicar en un mapa mudo las
sus manos. Estos pacientes suelen tener también principales ciudades del país; o no pueden describir
agnosia para dibujos o figuras impresas. En estos un itinerario en el mapa de la ciudad donde viven, a
casos, la percepción visual normal se pone de mani­ pesar de que pueden describirlo verbalmente con co­
fiesto porque el paciente es capaz de copiar las figu­ rrección. Una forma de poner de manifiesto un trastor­
ras que se le presentan, a pesar de no poder reco­ no de la orientación es hacerle al paciente dibujar o in­
nocerlas. cluso copiar flechas ya dibujadas. La flecha es el
En la agnosia para los colores (acromatognosia) el símbolo, por excelencia; de dirección y orientación, y
paciente no puede reconocer los colores, o reunir o es común observar en estos pacientes la incapacidad
agrupar objetos de un mismo color. para dibujarlas. Puede ser el único trastorno neuropsi-

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354 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

cológico que tiene el paciente. Las lesiones que pro­ con ese hemicuerpo, que pareciera no pertenecerle,
vocan este tipo de trastorno asientan en regiones pa­ sin que haya hemiparesia. Un método simple para po­
rietales u occipitales derechas. ner en evidencia este trastorno es el denominado test
del guante (glove test): ordenando al enfermo que se
Agnosías somestésicas ponga un par de guantes, con grandes vacilaciones
se colocará el derecho pero no el izquierdo, dado que
Son trastornos del reconocimiento vinculados a las el desinterés por el lado izquierdo es más manifiesto
funciones sensitivas o esqueléticas (sensibilidades que las dificultades que tiene en usar este lado en be­
superficial y profunda). neficio de la mitad derecha del cuerpo.
La astereognosia es el trastorno para reconocer ob­ La somatoparafrenia consiste en la sensación de
jetos por medio del tacto. Se explora y se describe más que un hemicuerpo es extraño, como si fuera el de
habitualmente en las manos. Se le pide al paciente que otra persona que estuviese acostada al lado, con
las extienda, con las palmas hacia arriba y ojos cerra­ quien el paciente cree estar compartiendo la cama.
dos. Se le coloca un objeto en cada una de las palmas, En la anosognosia hay pérdida del reconocimiento
por vez, y se le pide que lo identifique mediante la ma­ de la enfermedad o déficit, con negación de la hemi­
nipulación con una sola mano. El paciente no puede re­ plejía, aun si esto se pregunta directamente.
conocer el objeto de esta f orma, pero sí lo hace si lue­ También se describen anosognosias visuales (ne­
go lo observa. Es lo opuesto a la agnosia visual. Se gación o ignorancia de hemianopsia o de ceguera cor­
puede explorar también en el pie, pidiéndole que iden­ tical). La agnosia de la ceguera cortical bilateral se co­
tifique objetos que se colocan bajo la planta o dedos. noce con el nombre de síndrome de Anton. Los
Las lesiones que provocan astereognosia son parieta­ pacientes presentan manifestaciones clínicas de tipo
les contralaterales. Es probable que la astereognosia fabulatorio en relación a su negación del trastorno.
no sea más que un trastorno sensitivo incipiente o mí­ Cuando el paciente reacciona con indiferencia a su
nimo, motivo por el cual Déjerine la denominó este­ anosognosia, se llama al fenómeno anosodiaforia.
reoanestesia. También ha sido llamada "asimbolia tác­ El fenómeno de tercer miembro fantasma es aquel
til" o "afasia táctil". Esta última denominación no parece en el cual el paciente tiene la sensación de la presen­
apropiada, ya que confunde el trastorno con funciones cia de un tercer miembro (un miembro de más, un
del lenguaje, que conceptualmente no deben estar miembro agregado) o de un miembro cuando éste no
comprometidas para identificar la astereognosia. está (amputación), o la sensación de que el miembro
Se describen otras agnosias somestésicas vincula­ superior o el inferior adopta una postura distinta de la
das a alteraciones en la noción de lo que se llama es­ que tiene en realidad.
quema corporal, esquema postura! o esquema espa­ Las agnosias del esquema corporal son provoca­
cial del cuerpo. das comúnmente por lesiones parietales derechas; la
En la autotopoagnosia el enfermo no puede seña­ autotopoagnosia puede observarse en lesiones parie­
lar o reconocer partes de su cuerpo que el examina­ tales hemisféricas izquierdas al igual que el síndrome
dor muestra o toca. de Gerstmann:
La hemiasomatognosia se describe en relación con -Agrafia.
lesiones parietales derechas. Es la sensación que tie­ -Acalculia.
ne el paciente de que el brazo y pierna izquierdos es­ -Agnosia digital (incapacidad de nombrar los dedos
tán ausentes, como si no existiera nada a la izquierda o identificarlos).
de la línea media del cuerpo, como si éste hubiese si­ -Pérdida de la noción derecha-izquierda del esque­
do literalmente cortado por la mitad. Los pacientes no ma corporal.
dicen que el hemicuerpo no está, sino que sienten co­ El elemento más saliente es la agnosia digital. Se
mo si el mismo no estuviera. No hay hipoestesias ni ha observado esta asociación también en lesiones del
astereognosia. A veces sienten como si el hemicuerpo hemisferio derecho, de modo que el síndrome de
izquierdo estuviera separado del derecho, por ejemplo, Gerstmann tiene un valor localizador sólo relativo.
ubicado debajo de la cama o apoyado contra la pared. El síndrome de Anton se ve como consecuencia de
En la hemineg/igencia, hemiinatención o descuido lesiones occipitales bilaterales.
somestésicos, u olvido del hemicuerpo el paciente pa­
rece ignorar o no tener en cuenta el hemicuerpo afec­ Agnosias auditivas
tado, generalmente el izquierdo: se higieniza un solo
lado, se afeita de un solo lado, se peina de un soló la­ La agnosia verbal consiste en la falta de compren­
do y se viste de un solo lado (en todos estos casos, el sión de la palabra hablada. La palabra escrita se com­
derecho) o bien, cuando camina, atropella los objetos prende.

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 355

En la agnosia de los ruidos el paciente no puede La memoria verbal se almacena fundamentalmen­


identificar ruidos, confundiendo sus orígenes y prove­ te, en los diestros, en el hemisferio izquierdo, coinci­
niencia. diendo con las funciones del lenguaje, y la no verbal
La agnosia tonal es la falta de reconocimiento de en el derecho, coincidiendo con la capacidad visuoes­
notas aisladas. pacial. En los zurdos estas funciones pueden repartir­
La agnosia melódica es la falta de reconocimiento se más entre ambos hemisferios.
de melodías o trozos musicales.
En las agnosias auditivas la localización de las le­ Memorias declarativa y no declarativa
siones es variable, frecuentemente temporal bilateral.
Causas de agnosia. Las causas generales de ag­ La memoria declarativa o explícita es la que puede
nosia son similares a las que dan origen a las afasiasmanifestarse, en general, verbalmente (memoria que
y apraxias. "se declara''); mediante palabras, relatos o descripcio­
nes (de objetos, nombres, personas). En su génesis
intervienen las áreas temporales mesiales, occipito e
Memoria inferotemporales. Es conceptualmente similar a la me­
moria verbal.
Es la capacidad de adquirir y retener nueva infor­ La memoria no declarativa o implícita no puede ex­
mación, o de recordar o hacer consciente información presarse verbalmente (no puede "declararse") y se
adquirida con anterioridad. La amnesia o trastorno pone de manifiesto a través de procesos psicomoto­
mnésico es su pérdida o alteración. res, aprendidos con anterioridad: manejar, andar en
bicicleta, jugar al fútbol. Depende de la corteza sensi­
tivomotora y el cerebelo. Conceptualmente, se ase­
Tipos de memoria meja a la memoria no verbal procedural.
En los pacientes con lesiones hipocámpicas, tem­
Existen varios tipos y subtipos. porales mesiales o talámicas mediales se altera la
memoria declarativa/verbal, pero se preserva la me­
Memorias anterógrada y retrógrada moria no declarativa/no verbal.

La memoria anterógrada es la capacidad de adqui­ Memorias inmediata, de corto y de largo plazo


rir nueva información (verbal, sensorial o motora). Su
función depende de las llamadas áreas temporales La memoria inmediata es la que posibilita que, por
mesiales (circunvoluciones del hipocampo y parahipo­ ejemplo, un paciente pueda repetir palabras, frases o
cámpica, amígdala y cortezas entorrinal y perirrinal). números, inmediatamente después que el explorador
La memoria retrógrada es la capacidad de evocar, se las menciona, sin solución de continuidad. Depen­
recordar o hacer consciente información adquirida con de fundamentalmente de las estructuras que s·e rela­
anterioridad. Se vincula a otras áreas temporales: po­ cionan con la atención (tálamo, rodilla capsular, corte­
lo y regiones occipitotemporal e inferotemporal. la za occipitoparietal y sus interconexiones).
memoria retrógrada autobiográfica, o sea la capaci­ La memoria de corto plazo es aquella que nos per­
dad de recordar el pasado propio, se vincula a regio­ mite retener y recordar, luego de un lapso corto (30-45
nes temporales anteriores, en particular del hemisfe­ segundos), y sin ayuda, datos o información breves,
rio derecho. aunque nuestra atención se haya visto distraída en el
ínterin. Intervienen las áreas temporales mesiales y
Memorias verbal y no verbal las estructuras atencionales. Conceptualmente se
asemeja a la memoria anterógrada.
La memoria verbal es la capacidad de retener y La memoria de largo plazo es la que nos permite
recordar palabras. La memoria no verbal es la capa­ recordar todo aquello que se ha almacenado más allá
cidad de retener y recordar elementos no verbales del corto plazo, desde minutos hasta décadas. La me­
(objetos, personas, rostros, lugares, puntos de orien­ moria de largo plazo puede ser reciente (días o sema­
tación, olores, melodías). La memoria procedural es nas recientes) o remota (meses, años). Su capacidad
una forma de memoria no verbal consistente en la es mucho mayor que la de la memoria de corto plazo,
capacidad de recordar procedimientos motores/psí­ y mucho más resistente al paso del tiempo. Depende
comotores, o movimientos aprendidos con un deter­ de diversas áreas corticales, pero requiere la integri­
minado fin: manejar vehículos, cocinar, utilizar herra­ dad del hipocampo y áreas temporales mesiales para
mientas, tejer. su función. Nada puede almacenarse en la memoria

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356 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

de largo plazo sin antes haber "pasado" por el hipo­ radar. Habitualmente se considera que con números
campo. La memoria de largo plazo es conceptualmen­ de un solo dígito (3, 7, 4, etc.) se deben poder recor­
te similar a la memoria retrógrada. dar 7 números en sentido directo y 6 en sentido inver­
so. Esto surge de las pruebas de dígitos contenidas
Memorias temporal y espacial en la clásica escala norteamericana WAIS (Wechsler
Adu/1 lntel/igence Sea/e) que se utiliza para la determi­
La memoria temporal es la capacidad de ubicarse nación del coeficiente intelectual (C. 1.)
en el tiempo (fecha, día, hora, mes, año) y de recor­ La memoria de corto plazo se explora mediante las
dar las relaciones temporales entre los diversos he­ pruebas llamadas del recuerdo diferido. Se le pide al
chos de la vida diaria (qué se hizo en el día anterior, paciente que, primero, repita inmediatamente las pa­
con quién se conversó días pasados, cuándo llamó tal labras que se le dicen (memoria inmediata). Suele uti­
persona por teléfono, cuándo estuvo de visita tal otra, lizarse un ejemplo de dirección urbana (por ej.: San
qué hechos públicos importantes ocurrieron reciente­ Martín 1 348, 5º piso C, Rosario, Santa Fe). Una vez
mente y cuándo). repetida se le pide al paciente que no la olvide. Luego
La memoria espacial es la capacidad de ubicarse se lo distrae cambiando el tema o haciendo otras pre­
en el espacio (dónde se encuentra, dónde vive, qué guntas. Después se le pide que recuerde la dirección
barrio es, cuáles son las calles aledañas, qué edificios antes mencionada. El no poder hacerlo puede estar
cercanos hay). revelando un trastorno de la memoria de corto plazo.
La orientación temporoespacial es una función que Si se quiere, puede advertírsele, al hacérsele retener
se superpone y depende del funcionamiento de estos los datos, que ellos se le van a preguntar después. Si
tipos de memoria. aun bajo advertencia no los recuerda, el resultado se­
rá de más valor patológico. La prueba cognitiva global
Memoria operativa (working memory) llamada de Estado Mental Mínimo (Mini-Mental Sta/e
Test, Folstein, 1 975), que se menciona y describe en
Es la que nos permite retener y utilizar cierta canti­ el capítulo de Síndromes cognitivos, contiene un sub­
dad de información destinada a llevar a cabo un deter­ test para este fin.
minado trabajo o tarea (ordenar un expediente, elabo­ La memoria de largo plazo se explora preguntán­
rar y cocinar una comida, programar un equipo dole al paciente datos biográficos importantes que se
electrónico). Es de algo mayor duración que la memo­ espera que toda persona con memoria normal esté en
ria de corto plazo, y se le agrega ciertamente un com­ condiciones de brindar: en qué fecha y dónde nació,
ponente psicomotor. Interviene la corteza prefrontal en qué lugares (direcciones) vivió y vive actualmente,
dorsolateral, la izquierda cuando en el acto predomi­ a qué escuela fue, a qué edad se casó, cuántos hijos
nan los elementos o modalidad verbal, y la derecha tiene y cómo se llaman, qué edad tienen, cómo se lla­
cuando predomina la procedural o visuoespacial. man su cónyuge, padres, hermanos. También es útil
pedirle que mencione hechos históricos importantes
ocurridos durante su vida, y cuándo sucedieron (en la
Exploración Argentina: guerra de Malvinas, muerte de Perón/ Eva
Perón), así como el nombre del presidente y de presi­
Cuando se produce un trastorno mnésico, el tipo dentes inmediatamente anteriores.
de memoria que se altera en forma más evidente es Así como para el lenguaje, también existen prue­
la verbal/declarativa. La memoria no verbal puede ex­ bas cuantitativas para evaluar memoria: el ya mencio­
plorarse con técnicas especiales, pero suele suceder nado WAIS para memoria verbal, y la llamada Figura
que los trastornos de la memoria no verbal/no decla­ Compleja de Rey para memoria no verbal. Esta con­
rativa/procedural tienen la expresión clínica de las siste en presentarle al paciente una figura de cierta
apraxias, con las que se superponen, y cuya explora­ complejidad, que no representa ninguna forma reco­
ción ya fue referida. nocible. Se le pide que la observe durante unos minu­
La memoria inmediata se explora diciéndole al pa­ tos, de modo tal de poder recordarla lo más fielmente
ciente algunas palabras o números de uso cotidiano y posible. Luego se retira la figura y se le pide dibujarla
pidiéndole que las repita inmediatamente. La dificul­ de memoria. La prueba tiene una cuantificación basa­
tad en recordar será mayor a medida que aumente la da en la cantidad de detalles de la figura que se re­
cantidad de palabras que se solicita recordar. Se pue­ cuerdan u omitan. También hay detalladas pruebas de
de sensibilizar la prueba utilizando palabras de uso memoria en las escalas o baterías ADDAS y MATTIS,
más raro, números compuestos, o pidiendo su repeti­ que se utilizan para el diagnóstico de las demencias,
ción en el sentido inverso al que las enumera el explo- y se mencionan en Síndromes cognitivos.

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 357

Alteraciones memoria puede restablecerse en forma fragmenta­


da o gradual. Puede persistir un defecto parcial si
Trastorno de la memoria inmediata hubo daño a estructuras temporales mesiales.
- Ruptura de aneurismas de arterias comunicante o
Si sólo se altera la memoria inmediata, el trastorno cerebral anterior.
será probablemente debido a compromiso de la fun­ - Infartos talámicos anteriores, bilaterales (véase es­
ción de la atención, más que de la memoria. El pacien­ tos infartos en Síndromes vasculares).
te no es capaz de recuerdo inmediato por no poder fo­ - Síndrome de Korsakoff: por compromiso de estructu­
calizar su atención, lo que lo desorienta. El ejemplo ras diencefálicas en el alcoholismo crónico. La amne­
típico de ello es el síndrome confusional agudo o delí­ sia es sobre todo verbal/declarativa. Hay confabula­
rium, descripto en detalle en otro capítulo (véase Sin­ ción: racionalizaciones o "excusas" con las que el
dromes cognitivos). Típicamente, el paciente dispersa paciente intenta enmascarar su defecto mnésico. Si
su atención, no obedece órdenes, se muestra inquieto se agregan oftalmoparesia, ataxia y confusión, se
(exacerbación psicomotora) y tiene ilusiones o alucina­ constituye el síndrome de Korsakoff-Wernicke, en el
ciones visuales (trastorno de la percepción). que se agregan lesiones petequiales mesencefálicas.
- Encefalopalía hipóxico-isquémica: se observa par­
Trastorno de la memoria de corto plazo ticularmente como secuela de comas posparo car­
o anterógrada díaco. Ambos hipocampos se lesionan por isque­
mia cerebral global. La secuela es tanto más grave
Suele ser detectada bastante tempranamente por cuanto mayor sea la duración de la isquemia. Hay
los allegados, porque notan que el paciente no recuer­ una amnesia anterógrada declarativa, estable y se­
da detalles de conversaciones mantenidas en momen­ cuelar, que no recupera.
tos previos, que se le deben repetir. La reiteración del Encefalitis por herpes simple: lesiona estructuras
hecho llama la atención. Otras veces el paciente repre­ temporales mesiales. Cuando afecta ambos tem­
gunta, repetida o insistentemente. Tiende a relatar co­ porales deja como secuela una severa amnesia
sas que ya ha contado pocos días, o quizás momentos, anterógrada verbal y no verbal. Si es unilateral el
antes. Esta reiteración suele resultar exasperante para defecto es parcial: verbal en lesiones izquierdas y
el entorno familiar. El paciente no recuerda llamados te­ no verbal en las derechas.
lefónicos, citas, mensajes, encargos. No es posible el - Tumores cerebrales de línea media, tercer ventrículo.
aprendizaje o la retención de nuevos datos, por más Ablación quirúrgica, en los casos de tumores o tra­
que se insista (otro hecho exasperante para la familia). tamiento quirúrgico de la epilepsia.
La consecuencia es la desorientación temporal. Cuan­ - Otros tóxicos: metales pesados, pesticidas.
do ella es marcada el paciente ignora año, mes, día u La amnesia global transitoria o ictus amnésico es
hora. Si la memoria de largo plazo se preserva, su con­ un cuadro de trastorno mnésico anterógrado brus­
tenido se evoca con creciente frecuencia. Es así como, co, más frecuente en mujeres de alrededor de 60
en casos severos, el paciente evoca reiteradamente años. Dura unas 5-6 horas, durante las que el pa­
hechos de décadas atrás o de su infancia y juventud, ciente se manifiesta desorientado, pregunta dónde
como si fueran recientes. Esto se llama te/escapado de está, qué está haciendo, permanece vigil pero con­
la memoria: la memoria remota de largo plazo penetra fuso, no respondiendo a quienes se dirigen a él. No
o invade la de corto plazo, que se ha perdido. hay otros déficit neurológicos. Su causa no es co­
El cuadro descripto es típico del comienzo de las nocida, pero es frecuente que se asocie a elevacio­
demencias corticales, sobre todo la de tipo Alzheimer nes bruscas de la tensión arterial. El cuadro remite
(véase Síndromes cognitivos). Con el tiempo, se va espontáneamente sin secuelas, aunque no tan
perdiendo también la memoria de largo plazo, desde bruscamente como comenzó. No suele haber re­
lo más reciente a lo más antiguo. cuerdo de los hechos ocurridos durante el episo­
Otras causas de amnesia de corto plazo son: dio. En algunos casos se han hallado infartos talá­
Traumatismos de cráneo: es típicamente anteró­ micos o alteraciones en el EEG.
grada y de la memoria declarativa/verbal. Luego
del traumatismo se produce un período durante el Trastorno de la memoria de largo plazo
que no es posible la adquisición de nuevos recuer­ o retrógrada
dos. La información no se almacena. Este período
de amnesia postraumática es de duración variable, Generalmente se asocia a defectos de corto plazo.
y cuanto más dure peor será el pronóstico. El pa­ De este modo, varias de las patologías mencionadas
ciente puede no ser consciente de su trastorno. La anteriormente, como la demencia tipo Alzheimer, los

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358 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

traumatismos de cráneo, las rupturas aneurismáticas - Enfermedades extrapiramidales: Parkinson (es


y los infartos talámicos muestran también defecto de más típico el olvido, es decir la dificultad de recor­
largo plazo. En el Alzheimer es progresivo. dar, más que el déficit de la adquisición), Hunting­
Se pueden agregar aquí otros trastornos en los que el ton, parálisis supranuclear progresiva.
déficit comprende a la memoria de largo plazo, y a veces Demencia vascular: por lesiones vasculares múlti­
en parte a la de corto plazo, sin que este defecto sea pre­ ples.
dominante, como en los casos del apartado anterior: SIDA.

Palabra y funciones cerebrales superiores: s inopsis

Palabra
• Alteraciones de la palabra: simbología del lenguaje preservada
Respiración: disnea
Fonación: disfonías por laringopatías, parálisis recurrencial (voz bitonal), distonía laríngea
Resonancia: rinosinusopalías, patologías de cavum, voz nasal (síndromes bulbares y suprabulbares)
Prosodia: lengua materna del paciente, síndrome del acento extranjero
Articulación: disartrias hipertónica (motoneurona central), hipotónica (motoneurona periférica, miopatías), atáxica
(cerebelo), bradikinética (extrapiramidales), hiperkinética (coreas)
Trastornos de la palabra de origen cerebral: hipofonía, hipofluencia, tartamudez (stutteríng, stammering)

Lenguaje
Afasia: simbología del lenguaje alterada
Dominancia: diestros 99% izquierda, zurdos 50% izquierda y 50% derecha, dominancia aleatoria en 20% de per­
sonas normales, hormonodependencia del desarrollo cortical cerebral
Exploración:
Dominancia: interrogatorio, escucha dicótica, prueba de Wada
Lenguaje:
Fluencia (lenguajes espontáneo y automático)
Comprensión
Denominación
Repetición
Lectura
Escritura
Afasias:
Broca: tercio posterior F 1 , muy hipofluente, comprensión preservada
Wernicke: tercio posterior T1 , fluente (logorrea), comprensión alterada
Conducción: entre Broca y Wernicke (fascículo de conducción), hipofluente (parafasias), repetición alterada,
comprensión relativamente preservada
Transcorticales: lesiones por fuera de áreas del lenguaje, repetición preservada
Motora: muy hipofluente, comprensión preservada
Sensorial: fluente, comprensión alterada
Mixta: sólo preserva repetición
• Afasia nominal: sólo trastorno de denominación
• Afasia global: todas las funciones alteradas
• Afasias talámicas y putaminales
• Alexia: falta de comprensión de palabra escrita
Agrafia: imposibilidad de escritura en ausencia de déficit motor
Alexia sin agrafia: área visual dominante + esplenio calloso, no comprende lo que escribe
Sordera verbal: bilaterales de T1 , sólo comprensión escrita
• Causas de afasia: vascular, tumoral, epilepsia (speech arresQ, síndrome de Landau-Kleffner

Praxia
• Gestos, movimientos aprendidos, fórmula cinética/melodía práxica
• Exploración: movimientos intransitivos, transitivos, constructivos, faciales, complejos

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14. PALABRA Y FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES: LENGUAJE, PRAXIA, GNOSIA, MEMORIA 359

• Alteraciones:
Esquema de Wernicke-Liepmann: niveles sensorial, gnósico, cognitivo, ideatorio, ideomotor
Apraxia ideatoria: de m. transitivos, complejos, puede imitar, lesiones retrorrolándicas parietales izquierdas
Apraxia ideomotriz: de m. intransitivos, simples, no puede imitar, lesiones frontoparietales izquierdas
Apraxia constructiva
Apraxia del vestido
Apraxia bucolinguofacial
Apraxias oculomotoras:
Ocular congénita (síndrome de Cagan)
De la apertura palpebral: lesiones hemisféricas bilaterales, enfermedades extrapiramidales
Apraxia de la marcha
Apraxias unilaterales:
"Simpática": izquierda
Callosa: izquierda
Conflicto intermanual
Apraxia meloquinética
Apraxias selectivas
Causas: lesiones vasculares, tumorales

Gnosia
Capacidad de reconocimiento
Agnosias visuales:
para objetos
acromatognosia (colores)
prosopagnosia (caras)
simultagnosia
visuoespacial: hemiinatención o heminegligencia
Agnosias somestésicas:
astereognosia
autotopoagnosia
hemiasomatognosia
hemiinatención o heminegligencia somestésicos
somatoparafrenia
anosognosia
tercer miembro fantasma
Agnosias auditivas
verbal
tonal
melódica
Causas: similares a las de apraxia

Memoria
Capacidad de recordar
Anterógrada/retrógrada
Verbal/no verbal
Declarativa/no declarativa
Inmediata/corto/largo plazo (reciente, remota)
Temporal/espacial
Operativa

Alteraciones:
Memoria inmediata: síndrome confusional agudo (delírium)
Memoria de corto plazo: demencia tipo Alzheimer, traumatismos de cráneo, aneurismas, infartos talámicos
anteriores, síndrome de Korsakoff, hipoxia-isquemia global, encefalitis por herpes simple, tumores de línea
media, quirúrgica, tóxicos, amnesia global transitoria
Memoria de largo plazo: las anteriores + enfermedades extrapiramidales, demencia vascular, SIDA

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15
Síndromes vasculares

Definiciones y nomenclatura brales que se anastomosan para formar el tronco ba­


silar. Es el único órgano que recibe irrigación de tres
Los síndromes neurovasculares son aquellas dis­ pedículos, que conforman así dos sectores o territo­
funciones del sistema nervioso central que se produ­ rios: el carolídeo y el vertebrobasilar.
cen como consecuencia del compromiso de los vasos El territorio carotídeo es el que recibe irrigación de
que lo irrigan. la arteria carótida y de_ sus ramas.
Estas disfunciones pueden presentarse en forma Constituyen ramas terminales de la arteria carótida:
brusca, constituyendo los llamados "ataques, accidentes - la arteria oftálmica, que irriga el globo ocular;
o ictus cerebrovasculares (ACV, Stroke)" o en forma más la arteria cerebral anterior;
gradual y progresiva, dando lugar a cuadros de deterioro la arteria cerebral media;
encefalovascular progresivo (demencia vascular). - la arteria comunicante posterior .
Antiguamente al ACV se lo denominaba "apoplejía" La arteria cerebral anterior irriga la cara medial de
(del griego apo, hacia afuera o a la distancia [refirién­ los lóbulos frontal y parietal y el cuerpo calloso, y a
dose a separación], y plesseín, golpear), término que través de sus arterias perforantes (estriadas internas
traducía el haber sido acometido de estupor o brusca o recurrentes de Heubner), la porción anterior del nú-
interrupción del estado de conciencia. El término "ic­ cleo caudado.
tus" (del latín ícere, golpear) y el término inglés stroke La arteria cerebral media irriga la cara externa de
significan golpe. Tanto stroke como ACV, que supone los lóbulos frontal, parietal y temporal, y a través de
un "suceso" o "acontecimiento" en el lecho cerebro­ sus ramas colaterales perforantes, junto a las ramas
vascular, impresionan como términos vagos por no perforantes de la carótida interna, la región capsular y
sugerir más claramente la causa del cuadro. de los ganglios de la base.
Probablemente lo que ha determinado que durante El territorio vertebrobasilar es el irrigado por las ar­
tanto tiempo se haya usado esta terminología ha sido terias vertebrales, el tronco basilar y sus ramas termi­
la imposibilidad de contar con un diagnóstico preciso nales, las arterias cerebrales posteriores. Estas últi­
de la lesión causal hasta el advenimiento de la tomo­ mas irrigan el lóbulo occipital y la cara ventral del
grafía computada (1 973). Aún hoy, luego de años de lóbulo temporal. El resto del sistema irriga el tronco en
experiencia, es difícil estar seguro de la lesión mien­ su totalidad, parte del tálamo y el cerebelo y sus pe­
_tras no se confirme en las imágenes. En cardiología, dúnculos, por medio de las arterias cerebelosas.
la electrocardiografía, de rápida disponibilidad, permi­
te aclarar las dudas diagnósticas. Un trastorno cardía­ La irrigación cerebral es asegurada por las dos arterias
co agudo lleva el nombre de "infarto o isquemia de carótidas internas y las dos vertebrales, que se anastomo­
miocardio" o "taquicardia paroxística" y no de "acci­ san ampliamente en el polígono de Willis. La arteria caróti­
dente cardiovascular". En un stroke, al no poder ase­ da interna presenta un segmento intracavernoso (sifón ca­
gurarse inicialmente si se trata de ínfarto, hemorragia rotideo) y otro supraclinoideo. Del primero nace la arleria
u otra patología cerebral, no se lo puede rotular sino oftálmica que irriga el globo ocular. Del segundo nacen cua­
como "accidente" o "ictus". tro ramas terminales: cerebral anterior, cerebral media, co­
roidea anterior y comunicante posterior. Las arterias verte­
brales se unen para constituir el tronco basilar.
Anatomía funcional del sistema arterial La arleria cerebral anterior (ACA) irriga los dos tercios
encefálico anteriores de la cara medial del hemisferio cerebral. Nace de
la arteria carótida interna y suministra las siguientes ramas:
El encéfalo está irrigado por las arterias carótidas la arteria frontopolar (irriga la parte anterior de la superficie
internas derecha e izquíerda, y por las arterias verte- medial del lóbulo frontal), la arteria callosomarginal (la parte

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362 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

posterior de la superficie medial del lóbulo frontal), la arteria anterior de Déjerine (hemiplejía contralateral, paresia hipo­
pericallosa (irriga los dos tercios anteriores del cuerpo callo­ glosa homolateral, véase Hemiplejías bulbares en Motili­
so) y la recurrente de Heubner (irriga la porción más anterior dad).
de los ganglios basales y de las cápsulas interna y externa -Arterias circunferenciales cortas, que rodean al tronco
adyacentes). Su oclusión determina hemiplejía contralateral cerebral desprendiendo en su trayecto ramas que lo pene­
(afecta sobre todo la extremidad inferior), signos frontales y tran, irrigando sus regiones laterales. Su oclusión causa he­
apraxia de la mano izquierda (véase Apraxias). miparesias alternas bulbares o protuberanciales, con afec­
La arteria cerebral media o sitviana (ACM) irriga la ma­ tación de pares craneales homolaterales (véase Motilidad).
yor parte de la convexidad del hemisferio cerebral. Nace -Arterias circunferenciales largas, que son las arterias
asimismo de la carótida interna, constituyendo su rama más cerebelosas:
gruesa. Sus ramas son las siguientes: arterias lenticular y La arteria cerebelosa superior se desprende inmediata­
lenticuloestriada (perforantes, que irrigan los ganglios basa­ mente antes de la bifurcación del tronco basilar e irriga el
les, la cápsula interna y tálamo), la arteria frontoparietal as­ cerebelo, pedúnculo cerebeloso superior y mesencéfalo la­
cendente (se distribuye por la porción posterolateral del ló­ teral. Su oclusión causa hemiataxia cerebelosa, coreoateto­
bulo frontal y la parte lateral del lóbulo parietai), la arteria sis y síndrome de Horner homolaterales, y atermoalgesia
parietal posterior (para el lóbulo del mismo nombre), la ar­ faciobraquiocrural, paresia facial de tipo central e hipoacu­
teria angular (para la región posterior del lóbulo parietal y la sia contralaterales.
porción posterosuperior del lóbulo temporal) y, por último, la La arteria cerebelosa anteroinferior (A/CA) se despren­
temporal posterior (irriga la porción posterior y superior del de inmediatamente después de la conformación del tronco
lóbulo temporal). La oclusión del tronco principal de la silvia­ basilar por la unión de las arterias vertebrales. Irriga la pro­
na causa hemiplejia contralateral (a predominio faciobra­ tuberancia lateral, cerebelo y pedúnculo cerebeloso medio.
quial), hemianestesia, hemianopsia homónima y afasia si el Su oclusión causa hemiataxia cerebelosa, Horner, ater­
comprometido es el hemisferio dominante. moalgesia facial, paresia facial de tipo periférica e hipoacu­
La arteria coroidea anterior irriga los dos tercios poste­ sia homolaterales, y atermoalgesia braquiocrural contrala­
riores del brazo posterior de la cápsula interna, el globus teral.
pal/idus y la cintilla y radiaciones ópticas. La arteria cerebe/osa posteroinferior (PICA) se origina
La arteria cerebral posterior (ACP) irriga el polo posterior, en realidad en la arteria vertebral, antes de su unión con la
el tercio posterior de la porción medial del hemisferio cere­ vertebral opuesta para formar el tronco basilar, pero integra
bral y, asimismo, la porción inferior del lóbulo temporal. Na­ funcionalmente el territorio de irrigación vertebrobasilar. Irri­
ce del tronco o arteria basilar (formado por la unión de las ga el bulbo lateral, cerebelo y pedúnculo cerebeloso inferior.
dos arterias vertebrales), que se bifurca originando las arte­ Su oclusión causa vértigo, hipo y vómitos como síntomas,
rias cerebrales posteriores derecha e izquierda. Las ramas hemiataxia cerebelosa, parálisis hemivelopalatina y de
de la arteria cerebral posterior son las arterias temporales cuerda vocal, Horner y atermoalgesia facial homolaterales,
anterior y posterior (irrigan la superficie inferior del lóbulo y atermoalgesia braquiocrural contralateral (síndrome bul­
temporal), la arteria occipital posterior (para las porciones in­ bar lateral de Wallenberg). Muchas veces este síndrome es
ferior y posteromedial del lóbulo occipital y el tercio posterior causado también por oclusión de la arteria vertebral.
del cuerpo calloso -si se ocluye del lado dominante, se pro­
duce alexia sin agrafia- ), la arteria calcarina (irriga la región En la figura 1 5-1 A, B, C y O se esquematizan los
pericalcarina) y, por último, las ramas talamogeniculada y ta­ principales territorios encefálicos de irrigación.
lamoperforantes (para el tálamo, los ganglios basales y me­ Si bien en general se puede vincular la expresión
sencéfalo), cuya oclusión puede causar diversos síndromes clínica al sector carotídeo o vertebrobasilar afectado,
por compromiso talámico. La irrigación del tálamo y los sín­ es frecuentemente más difícil identificar compromi­
dromes que origina su compromiso han sido descriptos en el sos de ramas menores, ya que la colateralización es
capítulo de Motilidad (véase Hemiplejías talámicas). La oclu­ abundante, y de la mayor o menor funcionalidad de la
sión del tronco principal de la arteria cerebral posterior origi­ misma depende el desarrollo y extensión de una le­
na hemiparesia transitoria, hemianopsia homónima contrala­ sión isquémica que muchas veces se produce en te­
teral con respeto de la visión macular y variadas formas de rritorios limítrofes. En la actualidad, por otra parte, no
agnosia visual (véase Agnosia visual). es tan importante identificar la rama arterial compro•
El tronco basilar, cuya oclusión produce coma, pupilas metida como lo es el tipo de lesión producido. El diag­
mióticas puntiformes, cuadriplejia fláccida y anestesia com­ nóstico topográfico vascular era algo sobre lo que se
pleta, origina tres grupos de ramas colaterales: insistía en la época en que la semiología era el único
-Arterias perforantes, que se desprenden en ángulo rec­ modo de localizar el área del encéfalo afectada, in­
to y penetran en el tronco cerebral, irrigando sus regiones tentando relacionarla con el vaso comprometido. En
paramedianas. Su oclusión causa síndrome bulbar medial o la era de las imágenes de alta complejidad la necesi-

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15. SINDROMES VASCULARES 363

Encéfalo, cara externa Encéfalo, cara interna

CA

CM
CM

Encéfalo,
Encéfalo, cara inferior
corte verticofrontal esque­
mático

11
□□
Territorio de las cerebrales medias

Territorio de las cerebrales anterio res

Territorio del árbol vertebrobasilar (comprende las cerebrales posteriores)


Fig. 15-1. A, B, C y D. Principales
� Territorio de la arteria coroidea anterior territorios encefálicos de irrigación.

dad de dicho esfuerzo se ha relativizado, ya que la Fisiopatología


ubicación sospechada de la lesión puede ser rápida­
mente confirmada. Por otra parte, las imágenes ac­ Un ictus puede deberse a una brusca reducción de
tuales también han permitido demostrar lo esquemá­ flujo en el árbol arterial encefálico (isquemia), o bien a
tico que resultaba un exceso de celo en precisar la la ruptura de la pared vascular en algún punto de ese
topografía vascular, porque se ha comprobado una árbol (hemorragia).
gran variabilidad en las lesiones, a veces halladas en
lugares no del todo coincidentes con los que la se­ Isquemias
miología hubiera podido suponer, en lugares que no
se asociaron a síntomas clínicos, o en donde los sín­ Las isquemias pueden deberse a varias causas:
tomas no mostraron carácter focal (confusión, trastor­ Ateroernbolia, Consiste en el desprendimiento de
no de conciencia). material plaquetario y ateromatoso de placas ulcera-

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364 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

das de arterias de la circulación encefálica, ya sea in­


Ira o extracraneales. Es uno de los mecanismos más
frecuentes de isquemia.
La situación más típica es la de las placas ulcera­
das de la bifurcación carolídea interna, aunque suelen
encontrarse también placas en sectores más altos (si­
fón carotídeo, arteria cerebral media). Este material
es arrastrado por la corriente sanguínea hasta que su
avance es detenido por la estrechez del calibre del va­
so, lo que produce su obstrucción y caída del flujo dis­
tal (isquemia) {fig. 1 5-2).
Embolia. Casi de igual frecuencia que la ateroem­
bolia, la embolia proviene mayoritariamente de trom­
bos situados en las cavidades cardíacas: aurícula y
ventrículo izquierdos, y eventualmente de cavidades
derechas en caso de foramen oval permeable, comu­
nicación interauricular o interventricular. Las patolo­ Fig. 15-2. Ateroembolia. Desprendimiento de material atero­
gías embolígenas más frecuentes son: fibrilación auri­ matoso de placas ulceradas; en este ejemplo, de una placa
carotidea.
cular no valvular (no asociada a valvulopalía) y
valvular (estenosis mitral), akinesia miocárdica (parti­
cularmente la producida por infartos anteriores), mio­
cardiopatía dilatada, endocarditis bacteriana, prolapso
de válvula mitral.
La embolia aórtica se origina en placas ubicadas
en la aorta ascendente o el cayado que con frecuen­
cia tienen un trombo asociado.
Otras embolias pueden ser cálcicas (válvulas calci­
ficadas), mixomatosas (mixomas cardíacos), grasas

\(
(poscirugías) y de aire (accidental} {fig. 1 5-3).
Hipertensión arterial (HTA). La hipertensión arte­
rial sostenida, o los ascensos bruscos e importantes
de la presión arterial se asocian a lesiones isquémi­
cas, aunque su mecanismo es poco claro.
En condiciones normales, el flujo encefálico se
mantiene constante a presiones arteriales medias que
oscilan, aproximadamente, entre 60 y 1 00 mm Hg, gra­
cias a un mecanismo llamado de autorregulación: un Fig. 15-3. Embclia. Émbolos cardiogénicos.
aumento de presión arterial produce una mayor ten­
sión en la pared vascular, lo que causa una vasocons­ 1 ,2

tricción que mantiene invariable el flujo. Si se recuerda


..
.. . . . ··, . ·=-·-·-·.--
1 ,0 • • •• • • •
�5
que la presión arterial es directamente proporcional al e

¡·.:· : ·-. •
volumen minuto y a la resistencia periférica (PA = VM
xRP), ante un aumento de la presión, para que el flujo 0,8 : 1 • 1•
o volumen se mantenga constante, deberá producirse §, .. •• • ... •:
un aumento en la resistencia periférica (que es a su o •! • ,.

!
� 0, 6
• ··-
vez inversamente proporcional al flujo). A su vez, una
reducción en la presión arterial produce el fenómeno 0,4
inverso: vasodilatación para que, nuevamente, el flujo
se mantenga constante (fig. 1 5-4). Ante un aumento de
rr: • •• • •
0,2
la presión arterial, sobre todo si dicho aumento es
brusco, el mecanismo de autorregulación se ve espe­
O 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200
cialmente exigido. Esto provoca una vasoconstricción
intensa debido a lo elevado de la presión. La respues­ Presión arterial media

ta vasoconstrictora puede llegar a ser tan importante Fig. 1 5-4. Curva de autorregulación del flujo cerebral.

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15. SÍNDROMES VASCULARES 365

que puede terminar por ocluir la luz arterial, resultado Otra expresión clínica del mecanismo hemodinámi­
de una "hiperregulación" vascular, y provocar una is­ co es el robo vascular, situación que se produce cuan­
quemia consiguiente. Se han observado curvas de do, al alterarse el gradiente de presiones como conse­
"hiperregulación" de flujo en pacientes hipertensos, y cuencia de una estenosis vascular, parte de la sangre
áreas de intensa vasoconstricción segmentaría cere­ correspondiente a un lecho se ve derivada hacia el
bral, en animales hipertensados experimentalmente. perteneciente a la arteria estenosada. Se produce así
La hipertensión causa, además, degeneración hia­ un "robo" de sangre que perjudica al lecho irrigado
lina y lipídica en la pared arterial de las arterias perfo­ normalmente. Este robo puede tener o no exterioriza­
rantes cerebrales (/ipohialinosis), facilitando fenóme­ ción clínica, según el grado de repercusión funcional
nos de trombosis y oclusión. que el mismo cause. Se observan de este modo y con
Mecanismo hemodinámico. Tiempo atrás se con­ mucha frecuencia "robos" angiográficos, el más co­
sideraba a este mecanismo como fundamental en las mún de los cuales suele ser el relleno del territorio ca­
isquemias encefálicas, atribuyéndoselas a brusca hi­ rotídeo (arterias cerebral anterior y media) del lado en
potensión arterial, hipoflujo cerebral y déficit focal. que se encuentra üna oclusión carotídea interna, a ex­
Posteriormente se pudo establecer que muchos pa­ pensas del territorio carotídeo contralateral. Este relle­
cientes que sufrían hipotensiones importantes no te­ no se produce a través de la arteria comunicante an­
nían isquemias encefálicas, y se comenzó a poner en terior, y suele no producir síntomas focales, aunque sí
duda este mecanismo causal. En la actualidad si bien se ha comprobado reducción del flujo cerebral en am­
se considera al mismo menos frecuente, no por ello bos hemisferios.
deja de ser importante en determinadas situaciones. La expresión clínica más clara de robo vascular es
Es poco probable que la hipotensión arterial provo­ la que se produce cuando hay una estenosis de la ar­
que isquemia cuando actúa como único factor. Pero teria subclavia proximal al origen de la arteria verte­
puede desencadenarla si se produce en presencia de bral. La reducción de la presión endovascular distal a
estenosis hemodinámicamente significativas de las la estenosis produce una inversión del flujo en la arte­
arterias intra o extracraneanas (fig. 1 5-5). Una esteno­ ria vertebral, lo que puede originar síntomas de isque­
sis hemodinámicamente significativa es aquella que mia en el territorio vertebrobasilar (fig. 1 5-6). Sin em­
compromete la luz vascular en más de un 80-90%. bargo, no suele haber manifestaciones clínicas de
Por otra parte, la oclusión vascular de una gran ar­ este fenómeno. En ocasiones se producen ante hipe­
teria como la carótida, puede causar un gran infarto remia en el territorio subclavio que acentúa el robo: el
en su territorio de irrigación si la colateralización arte­ paciente tiene síntomas (vértigo, disfonía, diplopía,
rial cerebral, sobre todo a nivel del polígono de Willis, náuseas) cuando mueve el miembro superior homola­
es insuficiente. teral para peinarse o vestirse.
Mecanismo combinado ateroembolia-hemodiná­
mico. A veces, se produce una oclusión completa de la
arteria carótida interna, que causa una inmediata isque­
mia y rémora sanguínea distales a la oclusión, a la que
puede sumarse una nueva obstrucción ateroembólica
en un punto más distal del vaso primariamente ocluido.
De este modo, la primera oclusión produce una isque­
mia por brusca reducción de flujo (mecanismo hemodi­
námico secundario a oclusión brusca), y ésta se agra­
va por una nueva oclusión más distal, consecuencia de
un ateroémbolo que parte de la lesión oclusiva original
(mecanismo ateroembólico) (fig. 15-7).
Vasoespasmo. El vasoespasmo con isquemia se­
cundaria causante de síntomas, no se considera en la
actualidad un mecanismo importante o frecuente de
isquemia sino en algunas situaciones específicas: las
migrañas con síntomas y signos focales (migrañas
hemiparética y oftalmopléjica), los aneurismas fisura­
Fig. 15-5. Mecanismo hemodinámico. Hipoflujo posterior a una
dos, en los que buena parte del cuadro clínico es atri­
lesión estenosanle (hemodinámicamente significativa), que
buible a vasoespasmo generalizado, y las isquemias
puede ser agravado o precipitado por un episodio de hipotensión provocadas por drogas que originan fuerte descarga
arterial. adrenérgica (cocaína, crack, anfetaminas).

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366 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Fig. 15-6. Mecanismo hemodinámico: robo subclavio. Explicación en el texto (de Johnson, Lambie y Spalding, 1984).

hipoglucemia es motivo, con frecuencia, de cuadros


focales que pueden confundirse con trastornos de ori­
gen vascular.
Hemorragias

Las hemorragias pueden ser intra o extraparenqui­


matosas.
Hemorragias intraparenquimatosas. Se deben a
hipertensión arterial, malformaciones vasculares o an­
giopatía amiloide.
Hipertensión arterial. La hipertensión arterial es la
causa más frecuente de hemorragia cerebral.
Un paciente que no tenga una malformación vas­
cular y sufra una hemorragia cerebral es casi invaria­
blemente hipertenso. La hemorragia se produce por
ruptura de la pared arterial como consecuencia del
aumento de la presión endovascular. En 1868 Charco!
Fig. 15-7. Mecanismo combinado ateroembolia-hemodinámico. y Bouchard describieron en pacientes hipertensos di­
Explicación en el texto. lataciones vasculares aneurismáticas (aneurismas mi­
liares) y atribuyeron a ellas las hemorragias cerebra­
Otros mecanismos de isquemia. La anemia pue­ les que ellos sufrían. Actualmente, se los tiende a
de ser causa de isquemia, resultante de la disminu­ considerar seudoaneurismas que se producen como
ción de aporte de oxígeno provocado por la misma. resultado de hemorragias mínimas por efracciones de
La poliglobulia y la policitemia pueden originar is­ la pared vascular. La causa más probable de hemo­
quemias por aumento de la viscosidad sanguínea. Es­ rragia en hipertensos es la ruptura arterial en ausen­
ta hiperviscosidad produce una reducción de flujo ce­ cia de dilatación aneurismática.
rebral global, y se asocia también a una mayor Malformaciones vasculares (MFV). Producen he­
posibilidad de trombosis vasculares. morragias por su ruptura. Las malformaciones arterio­
La hiperproteinemia también es causa de hipervis­ venosas congénitas pueden observarse en cualquier
cosidad e isquemia secundaria. punto del árbol vascular encefálico. Su tamaño puede
Finalmente, la hipoglucemia provoca signos y sin­ aumentar si, como consecuencia de la malformación,
tomas cerebrales por disminución de aporte metabóli­ se acrecienta el cortocircuito entre el sector arterial
co. Aunque su mecanismo no es isquémico, este fac­ (de alta presión) y el sector venoso (de baja presión)
tor es importante de tener en cuenta por cuanto la de los vasos de la malformación. De este modo, dis-

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15. SINDROMES VASCULARES 367

minuye el gradiente arteriovenoso, la malformación vascular secundaria), en quienes los pequeños trauma­
crece y puede romperse, originando una hemorragia tismos, no necesariamente craneales, pueden causar
intraparenquimatosa con signos focales. Es frecuente hematoma subdural. Sus manifestaciones son subagu­
que las malformaciones arteriovenosas se manifies­ das o crónicas.
ten con crisis convulsivas focales antes de una prime­
ra hemorragia. Esto induce la sospecha clínica y faci­
lita el diagnóstico precoz. Lesiones
Angiopatía amiloide. La amiloidosis de la pared ar­
terial de los vasos encefálicos (angiopatía amiloide) lsquémicas
causa fragilidad vascular, ruptura y hemorragia cere­
bral espontánea. Las hemorragias asientan en áreas Las lesiones producidas por isquemia son los infar­
corticales o córtico-subcorticales parietooccipitales, tos. Estos pueden tener distintas características, as­
porque la angiopatía se produce en las arterias piales pecto radiológico y localización, que dependen de la
de la corteza. Se sospecha cuando se produce un he­ fisiopatología que los origine.
matoma de esta localización en pacientes no hiperten­ Infartos de zonas terminales. En el cerebro exis­
sos. Puede observarse un cuadro de demencia cortical ten sectores o lechos de irrigación que corresponden
asociado. al territorio de una de las ramas del árbol vascular:
Hemorragias extraparenquimatosas. Las inte­ hay un sector irrigado por la arteria cerebral anterior,
gran la hemorragia subaracnoidea y los llamados he­ otro por la cerebral media y otro por la cerebral poste­
matomas extradural y subdural. rior. Entre estos lechos hay puntos o zonas límite que
Hemorragia subaracnoidea. Puede ser aneurismá­ los dividen. Estas son las zonas terminales, que co­
tica, secundaria a ruptura de aneurisma arterial (la rresponden al área más lejana irrigada por una deter­
más frecuente), o no aneurismática, por traumatismo minada arteria. Si por alguna razón disminuye el flujo
craneal, extensión de una hemorragia intracerebral , en esa arteria, la región más precozmente afectada
discrasia sanguinea o idiopática. La sangre invade el por la reducción será aquella cuya presión hidrostáti­
espacio subaracnoideo. ca de perfusión sea la más baja. Esta región es preci­
Los aneurismas son de origen congénito y se si­ samente la de la zona terminal del lecho. Las zonas
túan en las· bifurcaciones arteriales del polígono de terminales son, por lo tanto, las más sensibles a la is­
Willis (bifurcación silviana, arterias comunicante ante­ quemia por hipoperfusión de los grandes vasos. Esta
rior y posterior en su origen), y son las malformacio­ es la hipótesis llamada "de la última pradera" o "del úl­
nes vasculares más frecuentes. Se producen como timo campo", porque se la compara a los sistemas de
consecuencia de un trastorno congénito de la capa riego en agricultura: si se interrumpe el aflujo de agua,
media de la pared arterial, que causa laxitud, dilata­ se detendrá más precozmente el riego en los grifos
ción secundaria y ruptura eventual. La ruptura de un que están más alejados de la fuente.
aneurisma puede verse agravada por vasoespasmo A estos infartos que se producen en las zonas ter­
asociado e isquemia secundaria, que puede ser críti­ minales se los ha llamado en la literatura anglosajona
ca y provocar un infarto. "watershed infarc/ions". "Watershed" es un término
La hemorragia subaracnoidea no aneurismática se que no tiene equivalente en español y que significa
debe a traumatismo craneal, extensión de una hemo­ "lugar donde se dividen las aguas, o donde se divide
rragia intracerebral, discrasia sanguínea o idiopática el cauce" de un río.
de localización perimesencefálica, origen incierto y De este modo, los infartos terminares asientan en
evolución benigna. las zonas limítrofes entre las arterias cerebral anterior
Hematoma extradura/. Se debe generalmente a la y cerebral media, o entre las arterias cerebral media y
ruptura traumática de la arteria meníngea media. Se cerebral posterior. Su causa más frecuente es hemo­
observa en niños y jóvenes. La sangre se acumula dinámica, y por lo tanto, según hemos visto anterior­
por fuera de la duramadre. Es de expresión clínica mente, se deben a: hipotensión arterial, estenosis he­
aguda. modinárnicamente significativas de los grandes
Hematoma subdural. También se debe a traumatis­ troncos arteriales, o a la asociación de ambas. Tam­
mo craneano, no necesariamente intenso, con ruptura bién se han descrito como causa de estos infartos a
consiguiente de arterias piales o corticales. La sangre se las embolias de colesterol o de células carcinomato­
acumula en el espacio comprendido entre la hoja parie­ sas. Ejemplos tomográficos de infartos terminales en
tal de la aracnoides y la duramadre, en la convexidad estas áreas se observan en la figura 1 5-8.
cerebral. Se observa sobre todo en ancianos que tienen Infartos !acunares. Existe una segunda región de
angiopatía amiloide en sus vasos piales (con fragilidad tipo íimítrofe entre dos lechos vasculares. Las ramas

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368 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Cuando se producen múltiples infartos !acunares


se suele denominar a este cuadro patológico encefa­
/opatía vascular, mu/tivascular o mu/tiinfarto. La hiper­
tensión arterial y la diabetes son los factores causales
más comúnmente asociados en estos casos. También
una pequeña hemorragia puntiforme puede dejar co­
mo lesión residual un área muy similar y no diferencia­
da de la de un infarto !acunar (figs. 1 5-9 y 1 5-10).
Infartos córtico-subcorticales. Estos infartos
asientan en las regiones córlico-subcorticales de am­
bos hemisferios. Cuando los mismos no se localizan
en las zonas limítrofes, su causa suele ser la embolia
de origen cardíaco o la oclusión de grandes vasos
(caróticla). Son lesiones amplias, frecuentemente he­
Fig. 1 5-8. Infarto limítrofe ("watershed infarcr) entre arterias sil­ misféricas y con típica distribución vascular más o me­
viana y cerebral posterior izquierdas. La lesión restante es un nos triangular con base externa y vértice interno
infarto córtico-subcortical silviano izquierdo. (véanse figs. 1 5- 1 1 , 1 9-15 y 1 9-17).
Una presentación particular de estos infartos es
terminales de las arterias cerebrales anterior, media y aquella que se observa cuando los mismos se produ­
posterior, irrigan los hemisferios cerebrales funda­ cen en forma simultánea y más o menos simétrica en
mentalmente en sus regiones córtico-subcorticales. ambos lóbulos occipitales (véase fig. 1 9-16). La cau­
Las ramas perforantes de estas arterias irrigan la re­ sa de tales lesiones es la embolia simétrica de ambas
gión capsular y de los núcleos de la base (caudado, arterias cerebrales posteriores, causada por pasaje
ventricular, tálamo). Entre el sector de las ramas ter­
minales y el de las ramas perforantes, también se pro­
duce una zona terminal que corresponde a parte de la
región capsular, a la sustancia blanca paraventricular
y al centro oval. Esta zona es la expresión de la dife­
rencia filogenética entre ambas circulaciones: la re­
gión basal-capsular, que representa al encéfalo que
se observa en animales inferiores, es filogenética­
mente más antigua, así como también lo son los va­
sos que la irrigan. Contrariamente, la corteza cerebral
y sus vasos son filogenéticamente más modernos.
Entre ambas estructuras existe así una zona de isque­
mia relativa, o de menor tolerancia a la isquemia, por­
que depende de la irrigación terminal de ambas redes
cortical y basal, no teniendo, por así decir, una red
vascular propia. Esta zona es así asiento frecuente­
mente de infartos, que por sus características anato­ Fíg. 15-9. Encefalopalía por lesiones vasculares múltiples.
mopatológicas (pequeñas áreas por lo general circu­
lares, profundas, de necrosis) han recibido el nombre
de infa'tos /acunares o simplemente lagunas.
Ahora bien, las lagunas pueden producirse, como
los infartos limítrofes corticales, por mecanismo he­
moclinámico (hipotensión-hipoflujo). Pero hay muchos
casos en los que el mecanismo causante es poco cla­
ro. Los infartos !acunares son las lesiones asociadas
por excelencia a la hipertensión arterial. Es frecuente
que los ictus asociados a una crisis hipertensiva
muestren un infarto !acunar como lesión correspon­
diente al cuadro. Pero también pueden proclucirse la­
gunas sin manifestaciones clínicas, y encontrarse en
una imagen como lesiones agregadas a la correspon­ Fig. 15-10. Infartos !acunares paraventrícular y en centro oval
diente al cuadro. derecho.

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15. SÍNDROMES VASCULARES 369

Fig. 15-11. Infarto córtico-subcortical amplio en región silviana Fig. 15-12. Hematoma profundo lenticular izquierdo.
izquierda.

de un émbolo por el tronco basilar y distribución del Aun teniendo extensión ventricular, los hematomas
mismo por ambas cerebrales posteriores (síndrome putamínales y talámicos suelen ser de buen pronósti­
del tope de la basilar). co, porque la repercusión funcional puede únicamen­
Infartos de tronco. Los infartos de tronco merecen te deberse a la separación o disociación de las fibras,
un capítulo aparte. Su aparición obedece a mecanis­ causada por la sangre extravasada, sin que provoque
mos similares a los del resto del encéfalo: oclusión in una lesión residual. Al reabsorberse el hematoma, el
situ de vasos pequeños perforantes, ateroembolía, déficit neurológico mejora.
oclusión de grandes vasos. La cardíoembolía es casi Otros hematomas profundos se producen en el
tan frecuente como la trombosis en la oclusión de las tronco (mesencéfalo y protuberancia). Esta localiza­
arterías cerebelosas. Se observan mejor en resonan­ ción es poco frecuente, pero fatal.
cia magnética. Hematomas tobares. El asiento más frecuente de
Aspecto hemorrágico de los infartos. El contenido los mismos es el lóbulo parietal (véase fig. 1 9-1 3),
hemorrágíco en los infartos es indicio de embolia como aunque pueden naturalmente producirse en otros ló­
mecanismo causal. Sin embargo, es inconstante. El bulos, especialmente frontal y occipital (fig. 1 5-13). Se
componente hemorrágíco puede tardar en aparecer, deben a malformación vascular o angiopatía amíloide.
haciéndose visible a veces sólo a las 24 o 48 horas de Otros hematomas. Merecen destacarse los hema­
instalado el infarto. En particular, son los infartos córtí­ tomas cerebelosos de fosa posterior, porque suelen
co-subcortícales, comúnmente de origen embólíco, los
que pueden mostrar aspecto hemorrágíco.

Hemorrágicas

Hemorragias intraparenquímatosas. Pueden


producirse en áreas basales, constituyendo hemato­
mas paracapsulares o profundos, en áreas córtíco­
subcortícales, constituyendo hematomas lobares, o
en otros sectores.
Hematomas profundos. Los hematomas profundos
asientan en regiones putamínal o putámíno-capsular,
pudiendo extenderse hacia la cápsula externa y claus­
tro o hacia el istmo del temporal. Esta es la localización
más frecuente (fig. 1 5-12). Otros hematomas profun­
dos se observan en regiones talámícas. Estos hemato­
mas frecuentemente tienen extensión ventricular. Fig. 15-13. Hematoma !abar occipital izquierdo.

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370 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

provocar un síndrome de brusca hipertensión endo­ cio inferior de la región mencionada, y a la de la caró­
craneana, lo que impone la cirugía descompresiva. tida externa en los dos tercios superiores. Para explo­
Hemorragias extraparenquimatosas. Constitui­ rar con mayor precisión el pulso carotídeo interno, se
das por la hemorragia subaracnoidea y los hemato­ debe palpar la región palatina, dentro de la cavidad
mas extradural y subdural. oral, entre los pilares anterior y posterior del velo del
Hemorragia subaracnoidea. La sangre se vierte paladar. El pulso percibido allí corresponde al de la
hacia el espacio subaracnoideo y se observa en la TC carótida interna.
como una hiperdensidad que rellena las cisternas o El pulso temporal superficial se percibe justo por
los espacios intercisurales, o circunda el mesencéfalo delante del trago de la oreja. Es útil de explorar por­
(hemorragia perimesencefálica). No hay sangre intra­ que la disminución de amplitud o el retardo del pulso
cerebral. Si la hemorragia es aneurismática, el aneu­ de un lado puede sugerir una estenosis de la carótida
risma puede verse o no según su ubicación y tamaño. primitiva o de la carótida externa de ese lado. Asimis­
Habitualmente sólo es visible en RMI-ARM o angio­ mo, el aumento de amplitud de uno de los pulsos tem­
grafía cerebral. Puede haber áreas de isquemia aso­ porales superficiales puede estar revelando una oclu­
ciadas, por el vasoespasmo causado por el sangrado sión carotídea interna homolateral.
subaracnoideo. El pulso supraorbitario se palpa en el ángulo supe­
Hematoma extradural. La sangre se distribuye por rior interno de la órbita. Es la anastomosis entre las ra­
fuera de la duramadre, creando un seudoespacio ex­ mas terminales de la arteria temporal superficial (rama
tradural. En la TC se observa un área hiperdensa ho­ de la carótida externa) y ramas terminales de la arte­
mogénea que indenta hacia adentro de la cavidad cra­ ria oftálmica (rama de la carótida interna). Es una de
neal, con mayor o menor efecto de masa. las anastomosis entre el sector carotídeo externo y el
Hematoma subdural. La sangre se acumula en el interno. Dicho pulso puede disminuir o desaparecer
espacio comprendido entre la hoja parietal de la en caso de oclusión de la carótida interna. Su utilidad,
aracnoides y la duramadre, en la convexidad cere­ sin embargo, se pone más de manifiesto en los exá­
bral. Se observa en la TC como un área de hiperden­ menes con ultrasonografía Doppler, que permiten de­
sidad variable de aspecto semilunar, de concavidad tectar el flujo y el sentido o dirección del mismo en di­
interna, delineando la convexidad cerebral. Con el chas arterias: normalmente, el flujo se dirige del sector
paso del tiempo el hematoma pierde densidad radio­ carotídeo interno al externo, pero en caso de una
lógica, adquiriendo aspecto isodenso y luego hipo­ oclusión de la carótida interna, el mismo se invierte.
denso, lo que permite estimar su tiempo de evolu­ El estado de los pulsos periféricos (abdominales,
ción aproximado. pedios, tibiales posteriores, femorales) tiene utilidad
como signo de patología vascular de otros lechos, co­
mo valor de enfermedad aterosclerótica y signo indi­
Examen neurovascular recto de patología vasculocerebral.

Además de efectuarse el examen neurológico Búsqueda de soplos vasculares


completo, cuyas etapas han sido descriptas a lo largo
de este libro (marcha, actitud, facies, fuerza, tono, La existencia de un soplo en un trayecto vascular
etc.), el mismo debe ser completado con el examen revela la presencia de flujo turbulento en su interior.
de los vasos que irrigan el sistema nervioso. Es el El flujo turbulento se puede producir por un aumento
examen neurológico efectuado desde el punto de vis­ anormal de la velocidad circulatoria, como en las si­
ta vasl;•Jlar, llamado comúnmente examen neurovas­ tuaciones de hiperdinamia (hipertiroidismo, anemia,
cular. Este examen consiste en la exploración de los fiebre), o bien por una estenosis significativa de la luz
pulsos, la búsqueda de soplos vasculares y la realiza­ vascular, suficiente para sobrepasar el número de
ción de pruebas funcionales. Reynolds (1 000). La búsqueda de soplos nos sirve,
por lo tanto, para detectar estenosis vasculares.
Exploración de pulsos Soplos subjetivos. Los soplos pueden ser suficien­
temente intensos como para ser percibidos por el pa­
Se lleva a cabo mediante la palpación. ciente y ser por lo tanto subjetivos. Una estenosis ca­
El pulso carotídeo se palpa en el cuello, por delan­ rotídea en un sector cervical alto de la arteria puede
te del borde anterior del músculo esternocleidomastoi­ producir un soplo audible, por conducción del mismo
deo, y por detrás del borde externo del cartílago tiroi­ a través de partes blandas y hueso. Cuando esto su­
des. La onda pulsátil que se palpa en estas condiciones cede, es bastante característico que el paciente refie­
es la correspondiente a la carótida primitiva, en el ter- ra que oye el soplo en decúbito lateral, generalmente

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15. SÍNDROMES VASCULARES 371

el correspondiente al lado de la estenosis: al apoyar la - Prueba de la hiperemia muscular. La hiperemia se


cabeza de un lado ocluye el conducto auditivo exter­ mencionó a propósito del robo de la subclavia. Puede
no, lo que aumenta la conducción ósea y consiguien­ ser provocada por el paciente antes de que el mismo
temente la percepción auditiva. De este modo, si el concurra a la consulta. Se induce al paciente a que
paciente tiene "acúfenos" permanentes, si los mismos practique movimientos amplios de sus miembros supe­
son pulsátiles y si aumentan en el decúbito lateral, es riores, primero de un lado y después del otro, durante
más probable que lo que lo afecte sea un soplo sub­ varios minutos. Del lado del que se sospeche una es­
jetivo y no un habitual acúfeno. tenosis subclavia, proximal al origen de la arteria ver­
Soplos objetivos. Pueden detectarse en las caróti­ tebral, podrán producirse síntomas del territorio verte­
das, en las áreas vertebrosubclavias, en el hueco su­ brobasilar. Los síntomas aparecen porque la hiperemia
praclavicular, en el globo ocular (soplos oftálmicos) y muscular, producida por el ejercicio, aumenta el flujo
en las arterias periféricas. Es importante la detección arterial axilar y subclavio. Una estenosis subclavia in­
de soplos abdominales que pueden revelar la presen­ terfiere con este hiperflujo y, si la misma es proximal al
cia de estenosis ilíacas. origen de la vertebral, la insuficiencia subclavia se ve
En el cuello, es necesario establecer si un soplo compensada por el drenaje de sangre de la arteria ver­
auscultable en el mismo es local o irradiado. Es muy tebral: al aumentar el flujo axilar, se reduce la presión
frecuente que los pacientes con patología cerebrovas­ en la arteria subclavia, que al llegar a ser menor que la
cular, por el grupo etario al que pertenecen, tengan presión en la vertebral, hace que se invierta el flujo en
soplos eyectivos de esclerosis aórtica, que suelen esta última, produciendo un "robo" en esta arteria y
irradiarse al cuello. Es por ello que se debe auscultar una isquemia vertebrobasilar consiguiente.
el área aórtica ante la presencia de un soplo en cue­ Puede suceder, aunque es infrecuente, que el pa­
llo. Es más, muchos pacientes son enfisematosos y el ciente haya ya notado este fenómeno al acudir a la
soplo aórtico se amortigua en las áreas basales, por consulta. Esto ocurre sobre todo cuando, siendo la
lo que, ante la duda, el mismo debe ser buscado en mayoría de los pacientes diestros, la estenosis se en­
punta y aun en epigastrio. cuentra en la subclavia derecha. La utilización más
Es recomendable auscultar los vasos con la cam­ habitual del miembro superior derecho hace que los
pana del estetoscopio y no con la membrana. La cam­ síntomas sean percibidos con más frecuencia cuando
pana permite la detección de distintas frecuencias se­ la estenosis subclavia es de ese lado.
gún la presión que se ejerza sobre ella: a mayor - Prueba de la hiperemia reactiva. También tiene
presión, más tensa se pondrá la piel subyacente y como fin explorar la sospecha de estenosis subclavia
más fácilmente se escucharán las frecuencias agu­ proximal. Esta prueba se efectúa cuando la hiperemia
das. Lo contrario sucede si la presión ejercida es me­ muscular no produce los síntomas esperados. La
nor. Es importante aprovechar el mayor rango de fre­ prueba de la hiperemia reactiva es de mayor sensibi­
cuencias detectables que ofrece la campana, porque lidad que la de la hiperemia muscular, y el mecanismo
los soplos vasculares pueden tener una gran variedad de aparición de los síntomas es el mismo. Consiste en
en este sentido: pueden ser graves, agudos, raspan­ producir una isquemia transitoria en el miembro supe­
tes, musicales, piantes. Finalmente, el soplo de origen rior explorado, mediante la colocación, en ese miem­
hiperdinámico, por aumento de velocidad circulatoria, bro, de un tensiómetro de uso corriente. Se coloca la
también puede producirse en patología cerebrovascu­ presión del tensiómetro a un valor por encima de la
lar: es el que aparece en una carótida permeable presión sistólica del paciente, y se lo mantiene así por
cuando la carótida contralateral está ocluida. La oclu­ espacio de 10 minutos; luego se lo descomprime rápi­
sión hace que el relleno del territorio carolídeo deba damente: la hiperemia consiguiente puede precipilar
hacerse a través de la comunicante anterior y a ex­ los síntomas.
pensas de la carótida sana. Esto aumenta la veloci­ Si se induce además al paciente a mover su brazo,
dad circulatoria en esta última y causa un soplo fun­ se combinan así ambas pruebas, con lo que la sensi­
cional por hiperdinamia. bilidad diagnóstica aumenta.
- Compresión de la arteria temporal superficial. La
Pruebas funcionales arteria temporal superficial es la rama de la arteria ca­
rótida externa más accesible a la palpación. Por otra
Las pruebas funcionales tienen como fin el poner de parte, la obstrucción transitoria o permanente de la
manifiesto trastornos clínicos que no se producen es­ carótida externa aumentará el flujo en la carótida in­
pontáneamente. Las mismas agravan las isquemias terna. Si en esta última arteria se ausculta un soplo
subclínicas causadas por estenosis vasculares preexis­ que se sospecha pueda estar revelando una esteno­
tentes y precipitan así la aparición de síntomas. sis de la misma, dicho soplo aumentará su intensidad

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372 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

si de algún modo se consigue comprimir la carótida Las imágenes de deterioro vascular como signos
externa sin comprimir la interna. Una manera de lo­ de angiosclerosis o de hipertensión arterial (adel­
grar este fenómeno es comprimir la arteria temporal gazamiento, aumento de brillo y tortuosidad arte­
superficial. El aumento de la intensidad de un soplo en riales, ingurgitación venosa).
cuello, por compresión de la temporal superficial, pue­ - Las extravasaciones como signo de hipertensión
de ser indicio de la presencia de estenosis carotídea. arterial (exudados blandos o algodonosos, exuda­
También un soplo por hiperflujo puede aumentar con dos duros, hemorragias).
esta maniobra. Las embolias de colesterol.
- Compresión carotídea. La compresión manual ca­ - Las embolias cardiogénicas, caracterizadas por
rotídea puede producir síntomas en el territorio del imágenes de obstrucción vascular con aspecto he­
mismo nombre. Estos síntomas pueden traducir una morrágico.
insuficiencia del territorio carotídeo del lado contrario Los signos incipientes de edema de papila (borra­
al de la compresión, por ausencia de respuesta cola­ miento de bordes, desaparición de la excavación
teral de ese territorio a la brusca reducción de flujo del papilar) y de vasoespasmo por la hipertensión ar­
lado comprimido. También puede revelar una insufi­ terial, que pueden llegar a ser llamativamente asi­
ciencia de ambos lechos carolideos. métricos de un lado respecto del otro.
Era frecuente hace unos años efectuar la compre­
sión carotídea durante un estudio electroencefalográfi­
co, para detectar la aparición de ondas lentas hemisfé­ Diagnóstico
ricas durante la compresión, fenómeno que puede
producirse sin repercusión sintomática. Si bien, una El diagnóstico de un ictus se efectúa en tres eta­
vez hallado el efecto buscado, la inmediata descom­ pas: diagnóstico del territorio vascular comprometido,
presión puede restablecer el flujo carotídeo en forma diagnóstico de la forma clínica y diagnóstico del tipo
rápida, existe también la posibilidad de que la compre­ de lesión.
sión manual de la arteria precipite una trombosis caro­
tídea irreversible. Esta puede producirse pÓr la ruptura Diagnóstico del territorio vascular
o hemorragia de una placa ateromatosa, producida por comprometido
la compresión manual. Por este motivo y habiendo ac­
tualmente otros métodos diagnósticos, la compresión Pyeden comprometerse el territorio carolideo, el
carotídea, si bien puede ser útil semiológicamente, es territorio vertebrobasilar o ambos.
considerada riesgosa y desaconsejable.
- Masaje del seno carotídeo. El objeto de masajear Signos y síntomas que orientan hacia el
el seno carotídeo es poner de manifiesto un síndrome compromiso isquémico del territorio carotídeo
de hipersensibilidad del mismo. El masaje del seno
carotídeo puede causar bradicardia e hipotensión ar­ - Amaurosis fugaz o ceguera monocular transitoria.
terial. Un paciente con pérdidas de conocimiento de La brusca y fugaz pérdida de visión de un ojo pue­
origen poco claro, puede estar afectado de un síndro­ de estar revelando la ateroembolia de las arterias
me del seno carotídeo. En este síndrome se producen oftálmica y central de la retina, a punto de partida
síncopes con la rotación de la cabeza o cuando el pa­ de placas ulceradas carotídeas. También puede
ciente se autoestimula involuntariamente el seno ca­ producirse esta sintomatología por reducciones crí­
rotídeo: al afeitarse, prenderse el cuello de la camisa, ticas e intermitentes de flujo en el sector oftálmico,
ajustarse la corbata. El masaje del seno carotídeo secundarias a estenosis carotidea hemodinámica­
puede poner en evidencia este síndrome. mente significativa (mecanismo hemodinámico).
Si bien estos casos suelen asociarse con menos Fondo de ojo. Sugiere compromiso carotídeo cuan­
frecuencia a lesiones carotídeas estenosantes, se de­ do se hallan embolias, fundamentalmente de co­
ben tener en cuenta las mismas precauciones men­ lesterol (véase Examen neurovascular).
cionadas a propósito de la compresión carotídea. - Alteraciones de los pulsos y soplos carotídeos. Por
el lugar donde se auscultan traducen compromiso
Fondo de ojo carotídeo.
Trastornos neuropsicológicos. Las afasias, las
El examen del fondo de ojo es de fundamental im­ apraxias y las agnosias (con la posible excepción
portancia en patología neurovascular (véase II par de las. agnosias visuales) son trastornos que reve­
craneano). Los hallazgos oftalmoscópicos más rele­ lan compromiso fronto-témporo-parietal. Estas re­
vantes son los siguientes: giones son irrigadas por el territorio carotídeo.

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15. SÍNDROMES VASCULARES 373

- Cuadros directos. Cuando los signos y síntomas se nes son generalmente de tipo lacunar. Muchos de los
producen de un mismo y único lado, es decir en AIT coinciden con crisis hipertensivas que se asocian
forma directa y no alterna, el compromiso por lo ge­ a ese tipo de lesión.
neral es carotídeo. Existe actualmente consenso para reducir el lapso
- Compromiso piramidal y facial central. Por lo general de recuperación necesario para considerar a un ictus
este tipo de alteración, si es directa, es característica como AIT, en relación con la noción de urgencia y po­
del compromiso carolídeo. Sin embargo, no todo sible tratamiento con trombolíticos que puede benefi­
compromiso carotídeo se manifiesta de este modo. ciar a l_a isquemia cerebral aguda. Se propone, por
ejemplo, transf ormarlo de 24 horas en 24 minutos.
Signos y síntomas que orientan hacía el Déficit neurológico isquémico reversible (DNIR).
compromiso ísquémíco del territorio Es un ictus agudo que desaparece o se resuelve es­
vertebrobasílar pontáneamente en un término mayor de 24 horas, ge­
neralmente en pocos días ("un AIT que dura más de
Son aquellos que revelan trastornos en el tronco 24 horas"). Valen aquí las mismas consideraciones
cerebral: expuestas a propósito de los AIT.
- Vértigos - náuseas - disfonía - disfagia - diplopía. Accidente cerebrovascular constituido o com­
Trastornos de los pares craneanos (excepto el fa­ pletado. lctus agudo que se desarrolla rápidamente,
cial central cuando coincide con una hemiparesia no progresa más allá de un lapso corto (generalmen­
directa). te no más de una hora) y no retrograda en forma fran­
Trastornos sensitivos disociados del trastorno mo­ ca luego de pasadas 24 horas. En estos casos, el pro­
tor: es frecuente que una lesión bulbar o protube­ nóstico y tratamiento dependerán del tamaño y
rancia! derecha, por ejemplo, cause hemiataxia ho­ localización de la lesión, y de la importancia y locali­
molateral, por compromiso de vías cerebelosas zación de las lesiones vasculares.
(directas) o de la sensibilidad profunda, que pue­ Accidente cerebrovascular en evolución. lctus
den no haberse aún decusado. Esta lesión puede agudo que se instala gradualmente o en etapas y pro­
al mismo tiempo causar atermoalgesia izquierda gresa de este modo a lo largo de 24 horas o más. En
(por compromiso del haz espinotalámico ya decu­ este caso el paciente, y a veces el médico, ve cómo su
sado). (Véase más arriba las oclusiones de las ar­ trastorno se va agravando a lo largo del día. A veces el
terias cerebelosas.) mismo puede comenzar, por ejemplo, con parestesias
Ataxia. No suele haber ataxia cuando la alteración en miembro superior y cara que desaparecen, para
es del territorio carotídeo. reaparecer más tarde unidas a sensación de leve pér­
Cuadros alternos. dida de fuerza en esas regiones. Esto puede volver a
Soplos vertebrales o subclavios. desaparecer para reaparecer más tarde en forma más
intensa, agregándose entonces síntomas en el miem­
Diagnóstico de la forma clínica bro inferior. Así sucesivamente, en una serie de idas y
venidas, el paciente puede terminar al final del día por
Las formas clínicas que pueden adoptar los ictus encontrarse con una hemiplejía constituida.
cerebrovasculares han sido aceptadas y estandariza­ Estos son los casos más dramáticos, porque son
das por la Organización Mundial de la Salud. Se des­ aquellos que el médico, al asistir a su instalación gra­
criben a continuación. dual, puede eventualmente lograr revertir, si efectúa un
Accidente o ataque isquémico transitorio (AIT). rápido estudio y tratamiento de la situación del paciente.
Es la disfunción encefalovascular aguda que se re­ Se han diseñado escalas de cuantificación del déficit
suelve o desaparece espontáneamente en forma clínico-neurológico vascular con el fin de establecer su
completa en no más de 24 horas. grado, evolución y comparar déficit en distintos pacien­
En la mayor parte de los casos, el paciente es exa­ tes. El uso de estas escalas adquirió importancia con el
minado luego de que han desaparecido los síntomas. surgimiento reciente de los trombolílicos como tratamien­
Como un altq porcentaje de estos pacientes pueden to específico de la isquemia cerebral, como método de
repetir estos accidentes o sufrir un accidente constitui­ evaluación terapéutico: el beneficio se traduce en punta­
do (véase más abajo) a corto plazo, se impone en to­ jes menores en las escalas de severidad. Las escalas de
da persona que haya sufrido un AIT el estudio desde déficit cerebrovascular no son habitualmente indispensa­
el punto de vista neurovascular. Es importante desta­ bles para el diagnóstico y tratamiento del ACV pero su
car que, a pesar de su resolución clínica completa, el uso en la práctica es creciente. Hay varias escalas dise­
20% o más de los AIT muestran lesiones en la tomo­ ñadas y validadas. La que más se ha impuesto interna­
grafía computada y hasta un 70% en RMI. Estas lesio- cionalmente es la del Instituto Nacional de la Salud de

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374 SEMIOLOG!A DEL SISTEMA NERVIOSO

EE.UU. (NIH Stroke Scale), y requiere un entrenamiento vera. Estas hemiplejías se producen, en general,
especial para ser aplicada correctamente. como consecuencia de infartos silvianos córtico­
subcorticales extensos. A su vez, la mayor parte de
Diagnóstico del tipo de lesión los émbolos se dirigen hacia el lecho silviano. Por
todo ello, es frecuente que una hemiplejía constitui­
El tipo de lesión producido puede ser un infarto o da de comienzo severo sea de origen embólico.
una hemorragia. A su vez, el infarto puede ser de ori­
gen isquémico o embólico (y por ende eventualmente Factores que orientan hacia el diagnóstico de
hemorrágico). El diagnóstico del tipo de lesión se ha­ hemorragia intraparenquimatosa
ce, por supuesto, por medio de las imágenes, pero es
importante sospecharlo clínicamente, para obtener - Signos de hipertensión endocraneana: las cefaleas
una orientación clínica más precoz. y los vómitos revelan aumento de la presión endo­
craneana. Esta se produce como consecuencia del
Factores que orientan hacia el diagnóstico de efecto de masa producido por la hemorragia. Las
infarto isquémico lesiones isquémicas no suelen producir hiperten­
sión endocraneana.
- Hiperlipemia: es factor de aterosclerosis, y por lo - Signos meníngeos: revelan irritación, generalmen­
tanto indicio de eventuales lesiones carotídeas. te producida por el componente subaracnoideo de
• Arteriopatía coronaria o periférica: su presencia re­ la hemorragia.
vela enfermedad vascular aterosclerótica, y es in­ Signos de irritabilidad cortical: generalmente con la
dicio de eventuales lesiones carotídeas. forma de crisis epilépticas focales. Se ven más fre­
- Tabaquismo: factor de riesgo cerebro y cardiovas­ cuentemente en casos de hemorragia.
cular. - Crisis hipertensiva: no todas las crisis hipertensi­
Diabetes: factor de riesgo isquémico, particular­ vas provocan hemorragias, pero casi todas las he­
mente encefalopatía vascular. morragias han sido precedidas o por lo menos
- Antecedente o forma clínica de AIT o DNIR: estas coinciden con cifras elevadas de presión arterial.
formas clínicas se asocian con más frecuencia a - En hematomas profundos supratentoriales: ACV
lesiones ísquémicas. constituido con hemiparesia directa contralateral,
- Presencia de soplos arteriales: porque sugieren le­ afasia en lesión dominante.
siones ateromatosas embolígenas. En hematomas profundos infratentoriales:
Embolias de colesterol en el fondo de ojo. • Protuberanciales: hemiparesia alterna.
- Poliglobulia. • Cerebelosos: estupor rápidamente progresi­
vo por hidrocefalia obstructiva aguda (com­
Factores que orientan hacia el diagnóstico de presión del IV ventrículo). Es una urgencia
infarto hemorrágico o isquémico de origen neuroquirúrgica.
cardioembólico - En hematomas !abares: hemianopsia o hemiina-
tención sin déficit motor, confusión.
Presencia de foco embolígeno: fibrilación auricular,
estenosis mitral, infarto de miocardio previo (en es­ Factores que orientan hacia el diagnóstico de
pecial de cara anterior), akinesia ventricular, mio­ hemorragia extraparenquimatosa
cardiopatía dilatada, placas aórticas, endocarditis
bacteriana, foramen oval permeable, prolapso de De hemorragia subaracnoidea
válvula mitral.
- Accidente cerebrovascular en evolución: esta forma Jóvenes.
clínica se vincula con frecuencia a las embolias co­ Cefalea intensa y de brusca instalación.
mo mecanismo causal. La evolución se produce por - Signos meníngeos.
la extensión del coágulo a lo largo de la luz vascular, - Trastorno de conciencia.
lo que va produciendo una oclusión cada vez más - Signos focales ausentes o escasos.
grave. Otro mecanismo que puede explicar la evolu­
ción del cuadro es la variación en el grado de ede­ La ruptura aneurismática causa brusca y muy in­
ma producido por la oclusión. Estas variaciones se tensa cefalea, y eventualmente pérdida de concien­
producen con más frecuencia en caso de embolias. cia. El examen muestra signos meníngeos sin mayo­
- Accidente cerebrovascular constituido severo: ge­ res signos de déficit focal, pero los puede haber según
neralmente, con expresión inicial de hemiplejía se- la extensión intraparenquimatosa de la hemorragia.

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15. SINDROMES VASCULARES 375

La hemorragia subaracnoidea se observa mejor en to­ Somnolencia-estupor crecientes.


mografía computada y el aneurisma subyacente en Ausentes o escasos signos meníngeos.
angiografía cerebral invasiva. El líquido cefalorraquí­ Signos focales ausentes o incipientes.
deo puede mostrar aspecto sanguinolento o xantocró­
mico, pero la punción lumbar se desaconseja actual­ Hay un antecedente de traumatismo craneano con
mente ante el riesgo de agravar el cuadro, salvo que conmoción más o menos pasajera, seguido de perío­
no se demostrara hemorragia o aneurisma en las imá­ do de lucidez de varias horas (el inte1Va!o lúcido), al
genes y ante la posibilidad de meningitis como diag­ cabo del cual la conciencia se deprime progresiva­
nóstico diferencial. El pronóstico es reservado. El mente produciéndose somnolencia, obnubilación y
aneurisma puede intervenirse quirúrgicamente (clipa­ eventualmente coma. Con frecuencia se originan he­
je) o trombosarse terapéuticamente por vía endovas­ miparesia contralateral y midriasis paralítica del lado
cular, con dispositivos metálicos (coí/s) con los que se de la lesión, por herniación uncal con compresión del
rellena y ocluye. Este último método es utilizado cre­ 111 nervio craneal. La tomografía computada mostrará
cientemente en la actualidad. la hemorragia. Se requiere drenaje quirúrgico precoz.
Si el aneurisma es supraclinoideo, o sea situado en
el sector en que la arteria carótida interna emerge del De hematoma subdural
seno cavernoso, antes de su ruptura puede provocar
cefaleas, dolor orbitario y parálisis oculomotoras. El - Ancianos.
aneurisma de arteria comunicante posterior suele pro­ Posible antecedente de traumatismo craneal en
ducir, por compresión, un déficit periférico (con afecta­ días o semanas previas.
ción pupilar) del 111 nervio craneal homolateral, asocia­ - Somnolencia-estupor crecientes.
do a una hemiparesia del lado contrario, similar al - Ausentes o escasos signos meníngeos.
síndrome peduncuar alterno de Weber, pero de �ausa Signos focales ausentes o incipientes.
extraaxial (seudosíndrome de Weber).
Cuando la hemorragia subaracnoidea es secunda­ El hematoma va creciendo lentamente, por lo
ria a una hemorragia intracerebral, que abriéndose que la sintomatología aparece después de cierto
paso a través de los tejidos lleva la sangre al espacio tiempo. Esta consiste en confusión, somnolencia,
subaracnoideo, se combinan los signos de ambas. inestabilidad en la marcha e incontinencia progresi­
En estos casos el tratamiento es sintomático y la vas con signos focales generalmente escasos (Ba­
conducta expectante. binski), sin mayor déficit motor. Eventualmente
puede haber manifestaciones de hipertensión en­
De hematoma extradural docraneana (vómitos y edema de papila), raros hoy
en día porque generalmente la afección se diag­
Niños. nostica antes. Si no se drena quirúrgicamente, el
- Antecedente de traumatismo de cráneo en ho­ enfermo puede caer en coma y producirse la muer­
ras previas. te por herniación uncal.

Síndromes vasculares: sinopsis

Definición
Disfunciones del sistema nervioso central que se producen como consecuencia del compromiso de los vasos que
lo irrigan.

Fisiopatología
Isquemias:
• Ateroembolia
Embolia
• Hipertensión arterial
Mecanismo hemodinámico
• hipotensión
hipoflujo
• robo
• Combinado ateroembolia - hemodinámico
Vasoespasmo
• Anemia

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376 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Poliglobulia
Hiperproteinemia
Hipoglucemia

• Hemorragias
lntraparenquimatosas:
Hipertensión arterial
Malformaciones vasculares
• Angiopatía amiloide

Extraparenquimatosas:
Hemorragia subaracnoidea
Hematoma extradural
Hematoma subdural

Lesiones
lsquémicas
Infartos de zonas terminales
Infartos !acunares
Infartos córtico-subcorticales
Infartos de tronco
Hemorrágicas
lntraparenquimatosas:
Hematomas profundos
Hematomas lobares
Hematomas cerebelosos
Extraparenquimatosas:
Hemorragia subaracnoidea
Hematoma extradural
Hematoma subdural

Examen neurovascular
Pulsos
Carotídeos externo - interno
Temporal superficial
Supraorbitario
Periféricos
Soplos
Subjetivos
Objetivos:
Carotídeos
Vertebrosubclavios
Oftálmicos
Periféricos
Pruebas funcionales semiológicas
Hiperemia muscular
Hiperemia reactiva
Compresión temporal superficial
Masaje seno carotídeo
Fondo de ojo

Diagnóstico de territorio comprometido


• Isquemia del T. carotídeo. Signos orientadores:
Amaurosis fugaz
Fondo de ojo
Soplos carotídeos
, Alteraciones pulsos carotídeos
, Afasias - apraxias - agnosias
Compromiso piramidal y facial central
, Cuadros directos (no alternos)

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15. SINDROMES VASCULARES 377

• Isquemia del T. vertebrobasilar. Signos orientadores:


Vértigos - náuseas - disfonía - disfagia - diplopía
Trastornos pares craneanos
Trastornos sensitivos disociados del trastorno motor
Ataxia
Cuadros alternos
Soplos vertebrales o subclavios
Diagnóstico de la forma clínica
Accidente isquémico transitorio (AIT)
• Déficit neurológico isquémico reversible (DNIR)
Accidente cerebrovascular constituido
Accidente cerebrovascular en evolución

.
Diagnóstico de lesión
Orientan hacia isquemia - infarto isquémico:
Hiperlipemia
Arteriopatías coronaria/periférica
Tabaquismo
Diabetes
• AIT o DNIR previos
Soplos arteriales
. Fondo de ojo
Orientan hacia infarto hemorrágico (o isquémico por embolia):
Antecedente o presencia de foco embolígeno:
Valvulopatía (estenosis mitral)
• Arritmias (fibrilación auricular)
Infarto de miocardio (anterior)
• ACV en evolución
. ACV constituido severo
Orientan hacia hemorragia intraparenquimatosa:
Signos de hipertensión endocraneana
Signos meníngeos
Signos de irritabilidad cortical
Crisis hipertensiva
Supratentorial profunda: ACV constituido, hemiparesia contralateral, afasia
lnfratentorial profunda:
• protuberancia!: hemiparesia alterna
• cerebelosa: estupor progresivo, hidrocefalia obstructiva aguda, compresión del IV ventrículo
. Supratentorial lobar: hemianopsia-hemiinatención, no déficit motor, confusión
Orientan hacia hemorragia extraparenquimatosa:
De hemorragia subaracnoidea:
Jóvenes
Cefalea intensa y de brusca instalación
Signos meníngeos
Trastorno de conciencia
Signos focales ausentes o escasos
De hematoma exlradural:
Niños
Antecedente de traumatismo de cráneo en horas prevías
Somnolencia-eslupor crecientes
• Ausentes o escasos signos meníngeos
Signos focales ausentes o incipientes
De hemaloma subdural:
Ancianos
Posible anlecedente de lraumatismo craneal en días o semanas previas
Somnolencia-eslupor crecientes
Ausenles o escasos signos meníngeos
Signos focales ausenles o incipientes

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378 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Apéndice
Infartos y hemorragias cerebrales. Clasificación de subtipos patológicos

Infartos Causa más probable


supratentoriales

Corticales
ACM Rama superior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . Enf. grandes vasos
Rama inferior . . . . . . . . • . . . . . . . . . . • . . . . . . . Embolia
ACA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Grandes vasos, embolia
ACP. . . . . . . . . . . • . . . . . • . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . Embolia
Limítrofes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . Hemodinámica
Microembolia
Subcorticales
Perforantes Lagunas 0,3-0,5 cm . . . . . . . . . . . . . . . . HTA
lnf. lac. 0,5-1,5 cm . . . . . . . . . . . . . , . . . Enf. pequeños vasos
Embolia
Sustancia blanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . Grandes vasos
Limítrofes corticobasales ("Junccionales") . . . . . . . . . . . Grandes vasos
Combinados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Combinada

Infartos
infratentoriales

Troncales
Paramedianas . . . . . . . . . . . . . • . . . . . • . . . . . . . . . . . . . Pequeños vasos
Circunferenciales cortas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pequeños vasos
Cerebelosos
Circunferenciales largas:
PICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Oclusión vertebral
Embolia
AICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Oclusión AICA
SCA . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Embolia
Oclusión basilar

Hemorragias intraparenquimatosas

Supratentoriales
Profundas Caudada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . HTA
Lenticular. . . . . . . . . . . . • • . . . • . . . . . . . . HTA
Talámica . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . HTA
Lobares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . • . . . . • . . . . MFV
Amiloide
Ventricular . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . MFV
lnfratentoriales
Mesencefálica . . . . . . . • . . . . . . . . . • . . . . • . . . . . . . . . . Cavernoma
Discrasias
Protuberancia! . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . HTA
Bulbar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . , . . . . . . . . . . . Cavernoma, HTA
Cerebelosa . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . HTA, MFV

arteria cerebelosa anteroinferior. SCA: arteria cerebelosa superior. HTA: hipertensión arterial. MFV: malformación arteriovenosa vascular. lnf.
ACM: arteria cerebral media. ACA: arteria cerebral anterior. ACP: arteria cerebral posterior. PICA: arteria cerebelosa posteroinferior. AICA:
lac.: infarto !acunar.

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16
Síndromes cognitivos

Con esta denominación se agrupan los síndromes 20% (INDEC, Censo 1 991). Se calcula que la preva­
demencial y confusional que se estudian a continuación. lencia de demencias en las personas mayores de 65
años es de alrededor del 1 5% (5% con demencia se­
vera y 1 0% con demencia leve), lo que arroja una pre­
Síndrome demencial valencia de demencias en la población general del 1
al 2%. Es decir, unas 300.000 a 600.000 personas an­
En su concepto moderno, el término "demencia" cianas estarían afectadas en nuestro pais de trastor­
designa en medicina un síndrome caracterizado por nos cognitivos leves a severos. En EE.UU., en el gru­
un compromiso adquirido y crónico de las funciones po etario de 75 a 85 años, la incidencia (casos
cerebrales superiores o cognitivas que altera o pertur­ nuevos) de demencia es similar a la de cardiopatías
ba la actividad diaria del individuo afectado. Un con­ agudas, y la de enfermedad de Alzheimer, la causa
cepto más preciso de demencia es el que la define co­ más frecuente de demencia (50%), mayor que la de
mo todo compromiso adquirido y crónico de dos o accidentes cerebrovasculares.
más de las siguientes funciones cerebrales: memoria,
lenguaje, capacidad visuoespacial, abstracción o·per­ Características generales del síndrome
sonalidad. demencial
La demencia es causada mayoritariamente por pa­
tologías difusas o que afectan difusamente al encéfa­ Lo que caracteriza al enfermo con un síndrome de­
lo, a diferencia de las afasias, apraxias o agnosias, mencial es su deterioro cognitivo. Por lo general, el pa­
que son causadas por alteraciones cerebrales locali­ ciente no es consciente de este deterioro, motivo por
zadas o focales. Las demencias se deben además a el cual lo habitual es que el mismo sea traído a la con­
patologías cerebrales específicas, a diferencia de los sulta por sus allegados. Estos le han notado olvidos,
síndromes confusionales agudos, que se deben en su errores o desorientación crecientes, reiterados más
mayoría a un trastorno brusco del metabolismo neuro­ allá de lo que parece razonable. En esta etapa el diag­
nal asociado a patologías clínicas o tóxicas agudas, y nóstico puede ser difícil para el médico. El paciente
en los que no se halla una anatomía patológica espe­ puede mantener aún una aceptable orientación tempo­
cífica en el tejido cerebral. Los síndromes confusiona­ roespacial, y los grandes trastornos que caracterizan a
les serán descriptos posteriormente. la demencia, como la afasia, apraxia, incontinencia y
Las demencias constituyen un serio problema epi­ trastornos de conducta, aún no haberse presentado. El
demiológico en el mundo moderno, y especialmente médico deberá decidir si esos síntomas que motivan la
en aquellos países que, como la Argentina, tienen una consulta son debidos a envejecimiento normal o a sín­
esperanza de vida elevada, ya que está establecido drome demencial incipiente. Para ello deberá explorarlo
que la incidencia de demencia aumenta con la edad. minuciosamente. Si se trata realmente de un síndrome
En una época en la que se curan o previenen con éxi­ demencial, y el mismo, como sucede mayoritatiamen­
to las enfermedades infecciosas, cardiovasculares o te, responde a una causa irreversible, el paciente pro­
tumorales, la consecuencia es una mayor longevidad y seguirá su deterioro inexorablemente hacia la pérdida
un incremento en las poblaciones de personas de total de sus funciones mentales. El trastorno de memo­
edad avanzada. La incidencia de demencia ha aumen­ ria se agravará, predominando al comienzo en la me­
tado así considerablemente, y en algunos países, co­ moria próxima o reciente. Esto hará que el paciente re­
mo los de Europa y Norteamérica, con características cuerde mejor los hechos de años atrás que los de los
que se han considerado como de verdadera epidemia. últimos días o semanas. Se produce de este modo un
En la Argentina, la población mayor de 60 años es "telescopado" de la memoria, ya que la remota se va
superior al 1 0% y en la Capital Federal, cercano al evocando con más frecuencia, se va haciendo más y

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380 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

más presente a medida que se va perdiendo la memo­ midales), paresias o plejías con signos piramidales
ria reciente. Paralelamente, los hechos de la memoria (enfermedades vasculares), f/apping tremor (encefa­
remota que evoca el paciente son cada vez más anti­ lopatía hepática), apraxia de la marcha (hidrocefalia).
guos, de modo que ella se introduce cada vez más en En el plano cognitivo y de la conducta, también
la vida diaria de la persona afectada. La amnesia es la existen diferencias, más sutiles, entre las demencias
forma más frecuente de comienzo de la demencia. Pe­ corticales y subcorticales. En las primeras las dificul­
ro a medida que ella se ha ido instalando, otras fallas tades verbales se producen desde el comienzo en el
pueden haber empezado a aparecer: defectos de de­ plano del lenguaje, con afasias, mientras que en las
nominación que llevan a un trastorno de la compren­ subcorticales los trastornos son más típicamente de la
sión y finalmente a un síndrome afásico que en gene­ palabra, con dificultades articulatorias. Los síndromes
ral es de tipo Wernicke; apraxia, que comienza por ser subcorticales se acompañan frecuentemente de sínto­
constructiva, para evolucionar luego a una apraxia mas depresivos, mientras que el paciente con una de­
ideatoria franca, impidiendo al enfermo vestirse, lavar­ mencia cortical suele tener poca noción de su afec­
se y comer por sus propios medios; agnosia visual, con ción y se muestra despreocupado, sin depresión.
fallas en el reconocimiento de personas, objetos y ha­ En resumen, las tres formas clínicas de demencia
bitaciones de la vivienda, todo ello provocando una de­ se manifiestan por un trastorno cognitivo con amnesia,
sorientación espacial característica que se agrega a la desorientación, apraxia y cambios de conducta. En las
desorientación temporal debida al trastorno mnésico. demencias corticales la motricidad se conserva nor­
Surgen también progresivos trastornos de conducta, mal, hay afasia y el paciente aparece despreocupado.
con irritabilidad, agresión, acatisia, manipuleo excesivo En las subcorticales hay manifestaciones motoras, di­
de objetos y personas, empecinamiento, reiteración, sartria y trastorno afectivo. En las corticosubcorticales
resistencia a dejarse higienizar o conducir por la vi­ se combinan síntomas corticales y subcorticales (cua­
vienda, celotipia, temor a quedarse solo. A esta altura, dro 16-1).
la incontinencia de ambos esfínteres generalmente se
ha hecho presente y el paciente ya no puede ser con­ Exploración cognitiva del paciente con un
tenido en su casa y debe ser internado en una institu­ síndrome demencial
ción especializada. La muerte se produce por compli­
caciones, generalmente caídas, con fracturas y La demencia es un síndrome que se caracteriza
descompensación metabólica e hidroelectrolílica con­ porque en sus estadíos iniciales no se manifiesta ha­
siguiente, o infección: respiratoria, urinaria, cutánea bitualmente sino con compromiso exclusivo de las
(por escaras) o generalizada (sepsis). funciones mentales. El examen neurológico somático,
el examen clinico general y los estudios de laborato­
Clasificación clínica rio basales no muestran alteraciones. Aun en el caso
de los síndromes subcorticales, en los que sí se pro­
Las enfermedades que causan demencia son pato­ ducen trastornos motores, éstos no son específicos
logías en las que el factor fundamental es la pérdida de la demencia que pudiera existir. Que se encuentre
neuronal. A veces, predomina en la corteza cerebral, temblor, asterixis, mioclonías o paresias no significa
otras en estructuras subcorticales y otras en ambas. que el paciente sufra un síndrome demencial. Sin
De esta diferencia depende el tipo de síndrome que trastorno cognitivo no hay demencia.
se observa en la clínica. Las demencias pueden así Se impone entonces la necesidad de evaluar las
clasificarse en corticales, subcorticales o corticosub­ funciones cognitivas. Esto puede llevarse a cabo en
corticales.
Lo que diferencia un tipo de demencia de otro es la Cuadro 16-1.
presencia de trastornos motores. En las demencias cor­
ticales, estos trastornos no se observan o sólo apare­ Demencia cortical Demencia subcortical
cen tardíamente. En las demencias. subcorticales, las
manifestaciones motoras están siempre presentes e in­ Motricidad normal Trastornos motores
cluso pueden preceder al trastorno cognitivo. En las de­ (movimientos anormales,
mencias corticosubcorticales el trastorno cognitivo y los paresias, trastornos
signos motores evolucionan en forma paralela. posturales y de la marcha)
Las manifestaciones motoras de las demencias
Afasia Disartria
subcorticales y corticosubcorticales son aquellas que
caracterizan a la enfermedad de base: movimientos Despreocupación Depresión-Apatía
anormales (demencia de las enfermedades extrapira-

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16. SINDROMES COGNITIVOS 381

una primera aproximación en la consulta inicial o "al que esto es desaconsejable ya que llevaría a confron­
pie de la cama", teniendo en cuenta que hay alteracio­ taciones innecesarias que deben ser evitadas. El va­
nes cognitivas que se manifiestan desde el comienzo lor clínico surge de las excusas que el paciente ofrece
y que es necesario detectar. a cambio de sus fallas mnésicas y de lo insuficiente o
El paciente debe estar normalmente vigil. Un esta­ irrelevante de aquéllas.
do de obnubilación alterará o interferirá con la función Dos elementos del examen del lenguaje se alteran
cortical, por lo que toda exploración cognitiva efectua­ más o menos temprana y frecuentemente en las de­
da en esas condiciones será inútil. mencias: la denominación y la escritura. Los trastor­
Es importante determinar luego cuidadosamente si nos de la denominación o anomias suelen observarse
el paciente es capaz de mantener una atención nor­ al principio con nombres propios (nombre del presi­
mal. La dispersión de la atención también impedirá dente de la Nación, partido al que pertenece, capital
una correcta evaluación mental, y sugerirá por otro la­ del país o de países conocidos como España, Italia,
do que el enfermo está sufriendo un síndrome confu­ Francia) y también con objetos nombrados con no
sional agudo, caracterizado por trastorno atencional mucha frecuencia en el lenguaje habitual (patilla, ar­
(véase más adelante), y no un síndrome demencial. El mazón de los anteojos, hebilla del cinturón, solapa, ta­
rápido pasaje de atención de un objeto, persona o te­ co, nudo de la corbata). La exploración se hará pre­
ma a otro, dejando respuestas o frases inconclusas guntando al paciente "dígame cómo se llama ..." en
como consecuencia de la irrupción de otras en el dis­ forma natural. La escritura al dictado se altera en for­
curso, sugiere diagnóstico de síndrome confusional. ma temprana, por lo que se la ensayará con frases
La orientación es un elemento que se altera típica­ complejas, simples o palabras sueltas, en ese orden.
mente en forma temprana. Preguntas simples contes­ Una de las características más típicas del síndro­
tadas incorrectamente, como la fecha, día de la sema­ me demencial es la llamada apraxia constructiva (véa­
na y hora (orientación temporal), o el lugar en que se se Apraxias). Su expresión más precoz es la dificultad
encuentra, piso, barrio y ciudad (orientación espacial), en la copia de formas tridimensionales. Este signo tie­
sugieren fuertemente deterioro. La orientación tempo­ ne una gran utilidad diagnóstica. Su exploración es
ral es una expresión de la función mnésica, la espa­ sencilla y su alteración se manifiesta con claridad (fig.
cial de la función gnósica. 1 6-1 ). Es muy frecuente que un paciente con trastor­
La memoria es una función difícil de evaluar si no nos mnésicos incipientes tenga como único signo
se la investiga con tests cuantitativos. La memoria es asociado de demencia una apraxia constructiva, an­
muy influible por el nivel de atención del paciente, que tes de que aparezcan otros trastornos.
puede estar alterado por la ansiedad de la consulta. Si En resumen, las funciones básicas que deberán
el paciente desatiende una pregunta o prueba por in­ evaluarse en una primera consulta son la vigilia,
hibición emocional, la falta de recuerdo posterior po­ atención, orientación temporoespacial, memoria, de­
drá ser erróneamente interpretada como un signo de nominación, escritura al dictado, y copia de formas
amnesia cuando en realidad sólo se debió a desaten­ tridimensionales. De esta somera exploración surgi­
ción. Estas consideraciones se aplican también a la rá la necesidad o no de una evaluación más profun­
exploración del resto de las funciones cerebrales su­ da de la función cognitiva, por medio de los tests psi­
periores, pero quizás las fallas de memoria son más cométricos.
difícilmente evaluables. Una prueba simple para ello
consiste en suministrarle al paciente una dirección
(calle, número, piso) y pedirle que la repita y la reten­
ga, previniéndole que se le pedirá que la recuerde mi­
nutos más tarde, luego de la distracción producida por
otras preguntas. Indirectamente, un indicio fehaciente
de trastorno mnésico es la presencia del fenómeno
llamado confabulación. Se denominan así las explica­
ciones, justificaciones o excusas a las que el pacien­
te recurre cuando responde incorrectamente al explo­
rarse su memoria. El paciente "rellena" así sus fallas
mnésicas, atribuyéndolas a distintas causas. Estas
causas, por supuesto, son posibles. Lo que tiene sig­
nificación clínica es la actitud justificativa o derivativa Fig. 16-1. Apraxia constructiva. El paciente no logra copiar el
del paciente. Por otra parte, sus excusas suelen ser modelo (parte derecha e inferior) y en cambio se adhiere a él:
poco convincentes, y sería fácil demostrárselo, aun- fenómeno del '.closíng-ín' (superposición de la copia al modelo).

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382 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Examen neuropsicológico cuantitativo ción, repetición, comprensión oral, comprensión


(tests psicométricos) para la evaluación escrita, escritura y praxia constructiva. Son en total 30
del síndrome demencial preguntas que valen un punto cada una, de modo que
el puntaje máximo es �O. Es una prueba global e ines­
Su necesidad surge de la dificultad de interpretar pecífica: puede revelar compromiso cognitivo, pero no
trastornos tan sutiles como los que a veces se produ­ su causa u origen.
cen en las funciones cerebrales superiores. La pre­ El Mini-Mental State Test (o simplemente Mini-Men­
sencia de paresia, temblor, ataxia u otros signos neu­ tal, como se lo llama en la práctica) puede tomarse rá­
rológicos somáticos suele ser clara en el examen pidamente, en no más de 5 minutos. Explora sucinta­
físico. Con la sensibilidad las dificultades en la explo­ mente las funciones que se alteran con más constancia
ración aumentan. Pero con las funciones mentales, lo en el síndrome demencial. Constituye una forma su­
que para un explorador puede ser anormal (una even­ mamente práctica de normalizar la evaluación cogniti­
tual denominación incorrecta, por ejemplo), para otro va en la primera consulta. Por su sencillez, se ha utili­
puede no serlo, diferencias de opinión que se transfor­ zado también para screening de pacientes en ed_ad de
man en verdaderos obstáculos cuando se trata de es­ riesgo de demencia. A través de estos estudios, se ha
tablecer el grado de una alteración cognitiva. La situa­ podido establecer un puntaje límite entre lo normal y lo
ción se agrava por el hecho de que estas alteraciones patológico. Se acepta que para una población urbana
suelen ser fluctuantes en su expresión clínica, de mo­ y alfabetizada todos aquellos pacientes cuyos puntajes
do que lo hallado con horas e incluso minutos de dife­ sean de 24 o más pueden ser considerados no demen­
rencia puede mostrar importantes variaciones semio­ tes. En el rango de 24 a 30 entran aquellos pacientes
lógicas. El grado de fatiga, el factor emocional, la cuyos errores en el test pueden ser atribuibles a tras­
iluminación ambiente, la forma de exploración (acti­ torno de la memoria asociado a la edad (antiguamen­
tud, velocidad, tiempo de espera en las respuestas, te denominado olvido senescente benigno) o deterioro
aprobación o desaprobación que manifieste el explo­ cognitivo leve que no alcanza aún niveles de demen­
rador), el estado de los órganos sensoriales del pa­ cia (véase más adelante). Existe una versión ampliada
ciente (cataratas, vicios de refracción, hipoacusias), la del MMS, con mayor número de ítem.
medicación que esté recibiendo, son todos factores El MMS ha sido validado en la Argentina. Su protocolo
que inciden en forma importante en los resultados ob­ detallado puede verse en el apéndice de este capitulo.
tenidos. Finalmente, se agrega el hecho de que para Se han podido establecer distintos grados de dete­
estas funciones los exámenes complementarios no rioro cognitivo, relacionando los puntajes obtenidos en
aportan precisión cuantitativa al diagnóstico. No hay el Mini-Mental con la Escala de Deterioro Global (Glo­
en este caso determinaciones equivalentes, por ejem­ bal Deteriora/ion Sea/e, GDS) descripta por Reisberg
plo, a la glucemia, uremia o gases en sangre en las en 1 982 (cuadro 1 6-2). .
afecciones clínicas, o a la velocidad de conducción Las diferencias que distinguen los grados 4 a 7 de
nerviosa o las alteraciones electroencefalográficas en deterioro en la GDS, que comprenden a los pacientes
neurología que puedan guiar el diagnóstico y el trata­ con demencia, son de orden fundamentalmente clíni­
miento. Es frecuente que las imágenes, aunque co. En el grado 4 (deterioro moderado) hay un claro
muestren lesión cerebral, no puedan correlacionarse trastorno mnésico, pero se mantiene una aceptable
suficientemente con el compromiso cognitivo. La úni­ orientación temporoespacial que preserva la indepen­
ca manera de unificar criterios es precisamente cuan­ dencia del paciente. En el grado 5 (moderadamente
tificar las pruebas semiológicas obtenidas mediante severo) ya hay franca desorientación temporoespa­
protocolos uniformes, sistematizados. cial. El grado 6 (severo) corresponde a la aparición de
Una variedad bastante grande de tests cuantitati­ trastornos de conducta (irritabilidad, ideas persecuto­
vos se ha diseñado a tal fin, en relación con la gran rias, obsesivas) y eventual incontinencia. En el grado
cantidad de centros de estudio que los han propues­ 7 (deterioro muy severo) hay incontinencia franca y
to. Se mencionan a continuación los tests que han si­ mutismo total.
do hasta ahora consagrados por el uso. Existe un porcentaje bajo de pacientes ( 1 5-20%) co­
Mini-Mental Stale Test (MMS, Folstein, 1975) (Es­ rrespondientes al grado 3 de la GDS que evolucionan
tado Mental Mínimo). Este test se ha difundido mun­ hacia el deterioro demencial. Por lo tanto, si bien parte
dialmente por su sencillez, rapidez y facilidad de apli­ de los pacientes en el grado 3 pueden no empeorar, es­
cación. Consiste en una serie de preguntas agrupadas te grado puede corresponder a deterioro cognitivo leve.
en 1 0 secciones. Cada una de estas secciones invo­ Un paciente que sea clasificado en este grado deberá
lucra la evaluación de orientación, recuerdo inmedia­ ser entonces motivo de seguimiento cuidadoso ante la
to, atención y cálculo, memoria reciente, denomina- posibilidad de que evolucione negativamente.

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16. SÍNDROMES COGNITIVOS 383

Cuadro 16-2. este índice para el diagnóstico, pero debe decirse que
el mismo tiene la utilidad de la cuantificación.
MMS GDS La escala de Hachinski se suministra en detalle en
Sin 30 1. Sin deterioro cognitivo
el apéndice de este capítulo.
27-30 2. Deterioro muy leve Escala de Hamilton (1967). Se utiliza para el diag­
Demencia 24-26 3. Deterioro leve nóstico de depresión. La posible coexistencia de de­
presión es importante de establecer ya que la misma
Con 4. Deterioro moderado puede manifestarse clínicamente, sobre todo en per­
5. Deterioro moderadamente sonas de edad, como un trastorno cognitivo (véase
Demencia <24 severo más adelante). Habría hasta un 25% de síndromes
6. Deterioro severo demenciales de causa depresiva. A éstos se los ha lla­
7. Deterioro muy servero
mado seudodemencias.
La diferenciación entre una demencia y una seudo­
El estadio o grado 2 (MMS de 27 a 30) ha sido con­ demencia de origen depresivo puede ser muy difícil, y
siderado el de trastorno de memoria asociado a la la escala de Hamilton puede ser de utilidad en este
edad. sentido. Es un test que lleva tiempo tomar y que reco­
Test del reloj. Es una prueba veloz de evaluación ge información y puntaje sobre 21 factores general­
cognitiva que consiste en hacerle dibujar al paciente mente presentes en la depresión, tales como sensa­
la esfera de un reloj, colocar luego los números co­ ción de culpabilidad, ideas o intento de suicidio,
rrespondientes a las horas y después poner las agu­ insomnio, inhibición, ansiedad, somatización, varia­
jas en una hora determinada. Este test no está tan ción de peso, etc. Cuanto más altos los puntajes ma­
normalizado como el MMS pero es muy práctico para yor el factor depresivo.
una orientación rápida. También es inespecífico. Hay La escala de Hamilton es por lo general utilizada
varias formas de cuantificarlo. La más simple consis­ por psicólogos y psiquiatras.
te en otorgar 1 punto por cada uno de los siguientes Escala de 8/essed (1968). Este test fue de los pri­
pasos efectuados correctamente: dibujar la esfera, .co­ meros propuestos para el diagnóstico cuantificado de
locar todos los números (1 al 1 2), ponerlos en la posi­ demencia. Tiene dos partes. En una de ellas se eva­
ción correcta y colocar la hora correctamente (4 pun­ lúa la orientación, memoria y atención-concentración
tos en total). La prueba es muy reveladora de del paciente. La segunda parte consiste en el interro­
alteración de la capacidad visuoespacial o apraxia gatorio a/ familiar sobre la presencia de cambios en
construccional. tres aspectos de la vida del paciente: performance de
Escala de Hachinski (1974). Este test fue diseñado actividades cotidianas, hábitos (alimentación, vestido,
para diagnosticar la presencia de enfermedad cere­ esfínteres) y personalidad-comportamiento. Cada
brovascular, lo que, por su posible papel causal, es ítem es cuantificado correlativamente.
importante determinar en un paciente con demencia. La escala de Blessed aventaja al Mini-Mental al
Se obtiene recogiendo (por interrogatorio u observa­ evaluar no sólo la función cognitiva sino también el
ción) una serie de 1 3 factores que se asocian a enfer­ desempeño y conducta del paciente en su vida diaria.
medad cerebrovascular. Cada factor recibe un deter­ En este sentido es de señalar la gran utilidad de inte­
minado puntaje: 1 o 2 (según el factor) si está rrogar al familiar para este último fin, lo que brinda va­
presente, o O si se halla ausente. Los factores a los liosa información sobre el rendimiento situacional del
que se ha adjudicado 2 puntos son aquellos que se paciente, es decir, fuera de la prueba que significan
han considerado más típicos y significativos de factor las preguntas directas del médico, pasibles de inhibi­
vascular (comienzo abrupto, curso fluctuante, antece­ ción emotiva. En los casos incipientes uno o dos erro­
dentes de accidente cerebrovascular [ACV), síntomas res adquieren especial importancia diagnóstica. De
focales, signos focales). aquí la necesidad de obtener datos indirectos.
El máximo puntaje es 18. Un puntaje mayor de 7 De todos modos, el Mini-Mental disminuye la in­
indica enfermedad cerebrovascular, mientras que va­ fluencia de este factor al ser, como pudo verse, un test
lores menores de 4 la descartan. de poca dificultad que puede considerarse fácilmente
La escala de Hachinski se toma también rápida­ afrontable por la población alfabetizada.
mente. Se la considera un índice confiable de enfer­ Escala de evaluación para la enfermedad de Alz­
medad cerebrovascular. Un buen examen clínico que heimer (Alzheimer Disease Assessment Sea/e,
revele factores de riesgo vascular, antecedentes de ADAS). Fue diseñada específicamente para evaluar
ACV, signos motores focales y lesiones vasculares en trastornos cognitivos y conductuales propios de la de­
las imágenes podrá obviar la necesidad de obtener mencia tipo Alzheimer. Lo integran las subescalas

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384 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

cognitiva (ADAS-Cog), que incluye pruebas que eva­ sulta. En este caso puede tratarse de las dos situacio­
lúan memoria, lenguaje, orientación y praxia, y no nes siguientes:
cognitiva (ADAS-Noncog), cuyos ítem exploran la pre­ • Trastorno de la memoria asociado a la edad (age­
sencia de llanto, depresión, distractibilidad, alucina­ associated memory impairment, AAMI). Es un síndro­
ciones, ideas delirantes, inquietud motora y otras ma­ me considerado expresión de envejecimiento normal,
nifestaciones. La escala ADAS se computa por cuyos criterios diagnósticos son los siguientes:
errores, de modo que un puntaje más alto indica un - Edad <! 50.
rendimiento peor. Es administrada o utilizada por neu­ Queja de trastorno de memoria en la vida diaria.
ropsicólogos. - Rendimiento mnésico objetivo (en pruebas de me­
moria) por lo menos un desvío estándar por deba­
Diagnóstico diferencial entre demencia y no jo de la media para adultos jóvenes.
demencia. Trastorno de la memoria asociado a - Ausencia de demencia.
la edad y deterioro cognitivo leve - Inteligencia en promedio normal o superior.
• Deterioro cognitivo leve (míld cognitíve impaír­
La demencia puede producirse tanto en pacien­ ment, MCI). Este cuadro ya no es normal, pero tampo­
tes jóvenes como ancianos. Hoy no se considera co configura una demencia. Los pacientes con este
correcto atribuir un síndrome demencial simplemen­ deterioro evolucionan a la demencia en un ritmo de
te a_ "la edad", y los antiguos conceptos de demen­ 1 0- 1 5% anual. Sus criterios son:
cia "senil" y "presenil" han quedado desactualiza­ Trastorno de la memoria subjetivo, corroborado por
dos. Pero sí es cierto que el riesgo de demencia un allegado.
aumenta con la edad, y se da en la práctica diaria la Déficit mnésico en una prueba cuantitativa de me­
situación clínica de pacientes cuyos síntomas cog­ moria episódica, de más de 1 ,5 desvío estándar
nitivos no son necesariamente debidos a una de­ por debajo de la media normal.
mencia de comienzo. Funciones cognitivas restantes preservadas en ge­
Personas de edad mediana o avanzada, influidas neral.
por los modernos conceptos de salud plena y de me­ Actividades de la vida diaria preservadas.
dicina preventiva, habituadas a consultar con mucha ·sin demencia.
mayor frecuencia que antes a médicos de cabecera y Suele suceder que se encuentren fallas incipientes
especialistas, hechas a la idea del "chequeo", también en funciones cognitivas no mnésicas en pruebas
lo hacen en cuanto notan alguna dificultad en el plano cuantitativas.
cognitivo. Los estándares actuales de juventud (ver­ - Siempre tratándose de una consulta espontánea,
sus vejez) y "revitalización" como valores irrenuncia­ entre los 40 y los 60 años ambos factores (atencional
bles, y su contraparte, el rechazo de la posibilidad de y cognitivo) pueden estar presentes.
envejecimiento, han contribuido también a este fenó­ - En todos los pacientes, consulten por su cuenta o
meno. sean llevados por un familiar, es muy importante de­
Es útil señalar algunos hechos que pueden orien­ tectar si hay un síndrome depresivo condicionante o
tar al médico a la hora de la consulta: agravante. Un diagnóstico ominoso de demencia po­
- Es poco probable que un paciente que consulta drá evitarse si se establece que se trata de un síndro­
por su cuenta relatando trastornos mnésicos sufra me depresivo, que puede ser tratado y mejorado. Al­
una demencia. Por lo general, el paciente con demen­ gunos detalles del examen clínico serán útiles en este
cia, o bien ha perdido parcialmente su noción de la diagnóstico diferencial. Estos se exponen en el cua­
misma, o bien adopta una actitud negadora, lo que ha­ dro 1 6-3.
ce que sea llevado a consultar por sus familiares. En caso necesario, se recurrirá al test de Hamilton
- Si el paciente que consulta por su cuenta está para el diagnóstico diferencial.
transcurriendo la primera mitad de su vida (menos de - En principio no debe haber signos motores fran­
40 años), casi seguramente sus trastornos mnésicos cos en el paciente con envejecimiento normal. Su
subjetivos son de origen atencional {desatención), ge­ presencia sugerirá el diagnóstico de demencia sub­
neralmente atribuible a ansiedad, sobrecarga familiar, cortical.
afectiva o laboral, fatiga, factores muy frecuentes de Si no hay signos motores, habrá que detectar una
encontrar en este grupo etario. posible demencia cortical, y es aquí donde los tests
- Si el paciente es mayor de 50 años, los olvidos de cuantitativos adquieren especial importancia. Si no
los nombres propios y eventualmente de sustantivos son concluyentes, el diagnóstico definitivo se poster­
comunes, de citas y de dónde pone sus cosas son los gará y el paciente será seguido en forma longitudinal
que llevan, característicamente, al paciente a la con- con regularidad.

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16. SINDROMES COGNITIVOS 385

Cuadro 16-3. Diagnóstico diferencial entre seudodemencia y demencia


Seudodemencia por depresión Demencia
Comienzo más o menos preciso en el tiempo Comienzo insidioso, vago
Trauma psíquico desencadenante o agravante No hay trauma psíquico
Antecedentes psiquiátricos No hay antecedentes psiquiátricos
Progresión rápida Progresión lenta
El paciente se queja de sus trastornos cognitivos El paciente no se queja de sus trastornos cognitivos
Ansiedad por su estado Despreocupación
El paciente responde típicamente 'no sé' a la evaluación Respuesta con errores a la evaluación cognitiva
cognitiva
Memorias reciente y remota igualmente afectadas Predomina la amnesia reciente
Rendimiento variable en pruebas de igual dificultad Rendimiento pobre y constante en estas pruebas

Enfermedades causantes de síndrome temporal. De este modo, el compromiso cognitivo de


demencial esta enfermedad es diferente: comienza con afasia o
con trastornos de conducta (irritabilidad, agresividad,
Son muchas las enfermedades que pueden causar celotipia, hipersexualidad, síndrome de Klüver-Bucy
demencia. Según sea cortical, subcortical o mixta, las [véase Síndromes de masa ocupante cerebral]), y la
causas más frecuentes se exponen a continuación. amnesia y desorientación son más tardías. Patológi­
camente, hay inclusiones celulares características
Causas de demencia cortical (cuerpos de Pick). Es 1 0 veces menos frecuente que
la enfermedad de Alzheimer.
Estas son las enfermedades de Alzheimer y de En la actualidad existen varias formas descriptas
Pick. de demencia en las que se produce atrofia frontotem­
La enfermedad de Alzheimer (1907) es la causa poral, motivo por el que se las clasifica bajo la deno­
más frecuente (50%) de todas las demencias en Oc­ minación más amplia de demencias frontotemporales
cidente. o también complejo Pick. No todas muestran las ca­
El deterioro producido por la enfermedad de Alzhei­ racterísticas histológicas típicas de enfermedad de
mer es el que sirve de modelo de descripción de las Pick. Ellas son:
características generales del síndrome demencial. Si Demencia frontal: causa un síndrome frontal de re­
se observa el tipo de compromiso cognitivo y su evo­ tracción, autoabandono, apatía, lentitud psicomotora
lución, se podrá notar que el mismo coincide con la (slndrome de disejecución) y mutismo progresivo, con
gradual pérdida de función hipocámpica y temporopa­ cognición inicialmente preservada y deterioro ulterior.
rietooccipital, que es donde predomina la atrofia cere­ Demencia frontotemporal: a las manifestaciones
bral que caracteriza a esta enfermedad. Microscópica­ frontales se agregan signos de compromiso temporal:
mente, hay tres tipos de lesiones características: las trastorno de comprensión si se compromete el hemis­
placas seniles, los ovillos neurofibrilares y la degene­ ferio dominante, síndrome de Klüver-Bucy (hiperorali­
ración granulovacuolar. Las placas seniles y los ovi­ dad, hipersexualidad, hipometamorfopsia) si se alte­
llos neurofibrilares contienen sustancia amiloide, así ran ambos polos temporales.
como, en un 80% de los casos, la pared arterial (an­ Degeneración corticobasal: patológicamente se
giopatía amiloide). La enfermedad de Alzheimer es caracteriza por atrofia que compromete la corteza
por lo tanto una amiloidosis cerebral. frontoparietal en la región perirrolándica paramediana
Es necesario subrayar sin embargo que hallazgos y los ganglios basales. Se manifiesta inicialmente con
del tipo de los de esta enfermedad se encuentran tam­ apraxia ideomotora unilateral, luego síndrome parkin­
bién en cerebros de pacientes de edad avanzada sin soniano progresivo y deterioro cognitivo. Algunos ca­
demencia. Se ha sugerido que el compromiso cogniti­ sos se inician como afasia progresiva y luego se ins­
vo depende de la cantidad de lesiones que haya en el talan las demás manifestaciones.
cerebro, configurando así un "umbral' patológico para Afasia progresiva primaria: la atrofia se localiza en
el desarrollo de demencia clínica. las áreas perisilvianas izquierdas y progresa lenta­
En la clásica descripción de la enfermedad de Pick mente. El cuadro es de afasia que puede ser inicial­
(1892) la atrofia predomina en los lóbulos frontal y mente no fluente en las casos más típicos (con tras-

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386 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

torno articulatorio, agramatismo y mutismo progresivo, riza fundamentalmente por los trastornos de conduc­
con comprensión preservada, tipo Broca), o fluente ta. La corea comienza a la edad media de la vida, y la
(con anomia, trastorno de comprensión y fluencia pre­ demencia aparece más tarde. Hay casos en que la
servada, tipo Wernicke), aunque en estos casos la demencia precede a la corea (véase Síndromes extra­
causa puede ser raramente enfermedad de Alzheimer piramidales).
de comienzo localizado. Las restantes funciones cog­ Otros trastornos extrapiramidales que se asocian a
nitivas se preservan largamente. El cuadro es de len­ demencia son la enfermedad de Wilson, la parálisis
ta evolución ( 15 o más años) y el paciente no se de­ supranuclear progresiva, las heredoataxias y las atro­
mentiza sino hasta muy tarde en la etapa final. La fias multisistémicas, todas descriptas en otros capítu­
forma conocida como demencia semántica se mani­ los de este libro.
fiesta esencialmente como una demencia con expre­ Hidrocefalia. La forma que se asocia a demencia
sión predominante de afasia fluente, y se superpone es la hidrocefalia de presión normal (síndrome de Ha­
nosológicamente con la forma fluente de afasia pro­ kim-Adams), que puede ser idiopática o vincularse
gresiva primaria. eventualmente a antecedentes de hemorragias cere­
Algunas formas raras de demencia frontotemporal brales o subaracnoideas, traumatismos de cráneo o
se asocian a enfermedad de la motoneurona, con ma­ infecciones crónicas de oído. En este cuadro lo carac­
nifestaciones del tipo de las que se ven en la esclero­ terístico es un trastorno de la marcha, paraparesia le­
sis lateral amiotrófica. ve que el paciente refiere como "flojedad en las pier­
También existen otras variantes de atrofia localiza­ nas", signos extrapiramidales leves (rigidez, temblor)
da, ya no frontotemporal, de lenta evolución (parietal, y un síndrome cognitivo que no suele ser evolutivo
causando apraxia progresiva, u occipital, originando (véase Otros síndromes neurológicos).
agnosia visual progresiva). Causas tóxicas, metabólicas y sistémicas. Entre
La etiología de las enfermedades de Alzheimer y muchas otras, es importante mencionar al hipotiroidis­
de Pick es desconocida y ellas no tienen tratamiento mo, causa frecuente de demencia que deberá ser
etiológico. Como muchas veces estas enfermedades siempre descartada con dosaje de hormonas tiroi­
comienzan a edad temprana (50 años), fueron llama­ deas. También a las causas nutricionales como el dé­
das clásicamente demencias "preseniles", para dife­ ficit de tiamina (81 ) que acompaña al alcoholismo y su
renciarlas de las demencias "seniles" de la edad cuadro encefalopático típico (encefalopatía de Wer­
avanzada. Pero como en estas últimas la anatomla nicke-Korsakoff) (véase Pares craneales y Otros sln­
patológica es similar, se agrupa hoy a estos procesos dromes neurológicos), el déficit de cianocobalamina
corticales bajo la denominación común de demencia (vitamina 8 12) y el de ácido fólico que también deben
tipo Alzheimer (OAT) o demencia frontotempora/, se­ ser siempre dosados. Las insuficiencias parenquima­
gún el caso. tosas pueden también producir compromiso cerebral
(insuficiencia respiratoria, hepática, renal, cardíaca),
Causas de demencia subcortica/ describiéndose en especial una demencia vinculada a
la diálisis renal (demencia dialítica, menos frecuente
Enfermedades extrapiramida/es. Son las más fre­ hoy en día). La demencia puede ser también un sín­
cuentes de este grupo, debido a la alta prevalencia de drome paraneoplásico (encefalitis límbica). Finalmen­
enfermedad de Parkinson, en la que se producen in­ te, una gran cantidad de fármacos pueden provocar
clusiones celulares llamadas "cuerpos de Lewy" que trastornos cognitivos (neurolépticos, anticolinérgicos),
asientan tanto en regiones subcorticales (substantia por lo que deberá tenerse en cuenta la medicación
nigra) como en la corteza. La demencia en el Parkin­ que el paciente recibe en el momento de la consulta
son generalmente se desarrolla años después de ins­ (véase Síndrome confusional agudo). La importancia
talada la enfermedad, aunque hay casos en que la de diagnosticar estos cuadros radica en que, en su
misma es precoz. mayoría, son causa de demencia potencialmente re­
La demencia por cuerpos de Lewy se origina cuan­ versible.
do estos cuerpos predominan en la corteza y los sig­ Depresión. Es también una causa subcortical. Este
nos extrapiramidales son escasos. La forma clínica es punto fue tratado en el apartado anterior.
más del tipo cortical, característicamente con breves
episodios de confusión intermitente. Causas de demencia corticosubcortica/
Una enfermedad extrapiramidal en que la demen­
cia resulta característica es la corea de Huntington, La causa que predomina en este grupo es la vas­
que es familiar y se debe a atrofia de los núcleos cau­ cular. La fisiopatología y las características de las
dados. La demencia de esta enfermedad se caracte- lesiones encefálicas vasculares son ampliamente Ira-

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16. SÍNDROMES COGNITIVOS 387

ladas en el capítulo correspondiente, y se han men­ tratables. Tiene diversas sinonimias: delírium, estado
cionado los signos que distinguen a este tipo de de­ confusional agudo, psicosis tóxica, insuficiencia cere•
mencia, junto al test de Hachinski. Se acepta que la bral aguda, síndrome cerebral orgánico agudo o sim·
multiplicación de lesiones vasculares, con pérdida plemente confusión aguda. Fue descripto ya en la an­
neuronal consiguiente, causa la demencia, poniendo tigüedad por Hipócrates, quien lo denominó,
aquí de manifiesto nuevamente un fenómeno de "um­ perspicazmente, "frenitis". Predominan en forma típica
bral cognitivo". Las demencias vasculares represen­ los trastornos de la atención, de la percepción y de la
tan aproximadamente el 20% de los casos. El concep­ psicomotricidad, con fluctuación brusca de los sínlo•
to fundamental para el diagnóstico de la demencia mas a lo largo del día y agravación nocturna.
vascular es que: El cuadro se produce mayormente en la edad
• demencia y enfermedad cerebrovascular coexisten avanzada. En la persona joven se asocia a circuns­
en un mismo paciente; tancias especiales: causa psiquiátrica, alcohol, dro·
• hay una relación. causa/efecto razonable entre am­ gas, SIDA.
bas. Se describen factores predisponentes o de riesgo, y
Una lesión que se produce con frecuencia en la en­ factores facilitantes. Los factores de riesgo son la edad
fermedad cerebrovascular es la llamada Jeucoaraiosis mayor de 60 años, la presencia de patología cerebral
(Jeucomalacia, enfermedad de Binswanger), desmieli­ previa, demencial o no, y el antecedente de alguna
nización difusa de la sustancia blanca periventricular adicción. Los factores facilitantes son aquellos que
de origen isquémico y evolución crónica, que causa acentúan o prolongan la confusión, sumándose a la
trastorno de la marcha, incontinencia y deterioro cogni· causa inicial. Son factores facilitantes la ansiedad, la in­
tivo, cuadro similar al de la hidrocefalia de presión nor­ movilización, la privación de sueño, la privación o la so­
mal con el que hay que diferenciarla (en la leucoaraio­ brecarga sensoriales. Los factores facilitantes se trans­
sis los surcos corticales en las imágenes son visibles forman a veces en causales: la privación de sueño en
y amplios). Si bien el término originalmente se refería la confusión posoperatoria de los pacientes sometidos
a un hallazgo tomográfico que podía ser de origen a cirugía cardiovascular; la privación sensorial, como
multicausal, es hoy pía prácticamente sinónimo· de sucedía antiguamente en los operados de cataratas; la
desmielinización isquémica, y su correlato patológico sobrecarga sensorial (y privación de sueño) de algunos
más cercano el descripto por Binswanger a principios pacientes internados en terapia intensiva.
del siglo XX (encefalopatía arteriosclerótica subcorti­
cal). Muchos pacientes con demencia de tipo Alzhei­ Semiología
mer muestran leucoaraiosis, lo que sugiere la proba­
bilidad diagnóstica de demencia mixta Se destacan el trastorno atencional, perceptivo y
Alzheimer-vascular. psicomotor, y la fluctuación horaria de los síntomas.
Otras causas de demencia corticosubcortical son Trastorno de la atención. Característicamente, el
las infecciones del sistema nervioso central (virus len­ paciente dispersa constantemente su atención. El
tos, posmeningoencefalíticas, lúes), los traumatismos tiempo de fijación atencional es muy corto, de modo
(demencias pugilística y postraumática), las neopla­ que el objeto de atención cambia constantemente. Es­
sias cerebrales, las enfermedades hereditarias (leuco• to provoca una impresión de "aceleración" en el explo­
distrofias), la esclerosis múltiple y el síndrome de in· rador. Las preguntas se contestan en forma parcial,
munodeficiencia adquirida (SIDA). las frases quedan incompletas, el discurso fragmenta­
En resumen, las causas más frecuentes de síndro• do. La irrupción de múltiples ideas es constante. El
me demencial son la enfermedad de Alzheimer (50%), paciente aparece acelerado y excitado.
la enfermedad cerebrovascular (20%), el slndrome Trastornos de la percepción. El paciente percibe
depresivo (hasta un 25%), la enfermedad de Parkin• imágenes deformadas de objetos o personas (ilusio­
son y la hidrocefalia. nes) o dice observar objetos o personas inexistentes
{alucinaciones). Clásicamente, es el síndrome confu­
sional de la abstinencia alcohólica el que más se ha
Síndrome confusional agudo (delírium) vinculado a alucinaciones en la literatura médica, si­
tuación en la que las mismas pueden ser particular­
Etiología y etiopatogenia mente vívidas. Quizás las alucinaciones con conteni­
do de animales amenazantes (macro y microzoopsias)
El síndrome confusional agudo es un trastorno han sido exageradas por la literatura y el cine, pero sí
cognitivo de comienzo brusco, reversible, causado por es habitual que el paciente en abstinencia alcohólica
patologías clínicas, neurológicas o tóxicas agudas, impresione como asustado o incluso aterrorizado por

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388 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

alucinaciones que él vive como muy vívidas y reales. bación nocturna, quizás contrarrestando la aparición
Esto se ha vinculado a la fisiopatología probable de la de alucinaciones auditivas.
confusión de la abstinencia alcohólica. Durante la eta­ Trastornos de la psicomotricidad. La inquietud motora
pa de intoxicación, coincidente con alcoholemia eleva­ caracteriza al paciente confuso, qué se hace difícil de con­
da, el sistema nervioso central se encuentra deprimido, tener, se da vuelta constantemente, se tapa y destapa,
se interrumpe el mecanismo de retroalimentación fron­ desordena sus sábanas, manipula objetos de su mesa de
toponlino, se deprime la vigilia y elpaciente cae en un luz, se quita la ropa, se levanta de la cama, camina sin ob­
sueño profundo sin fase de movimientos oculares rá­ jeto, se levanta nuevamente una vez restituido a su cama.
pidos o REM (véase Sueño). Esta situación se revier­ Muchas veces el paciente es realmente incontenible, y si
te bruscamente luego de que el paciente interrumpe la se lo inmoviliza se introduce un factor agravante de con­
ingesta de alcohol. La vigilia se recupera y el sueño fusión (síndrome confusional hiperactivo).
REM, inhibido previamente, reaparece o rebota, exa­ Menos frecuentemente, hay otros pacientes en
cerbado, tanto como para "rebalsar'' o desbordarse quienes la psicomotricidad se inhibe (síndrome confu­
sobre la vigilia. Recordemos que el sueño REM co­ sional hipoactivo).
rresponde a la fase de ensueños, con imágenes oníri­ Fluctuación horaria de los síntomas. Es tan constan­
cas, que probablemente coinciden con las alucinacio­ te que si no se lo encuentra se pone en duda el diag­
nes que se producen en el período de abstinencia. El nóstico. Además de la intensificación nocturna, hay
paciente, de algún modo, "sueña despierto". fluctuaciones diurnas. La desatención se frena por mo­
Esta hipótesis es coherente con el hecho de que el mentos y el paciente parece más conectado, pero al ra­
síndrome de abstinencia coincide con la exacerbación to vuelve a surgir. Las alucinaciones desaparecen y
de la función autonómica adrenérgica. El temblor, la reaparecen. A veces el paciente se aquieta en su cama,
excitación, la taquicardia y también el sueño REM son pero minutos después vuelve a inquietarse y moverse.
expresiones de ello. Precisamente, en la intoxicación Otros síntomas y signos. Hay disartria, a veces con
con anticolinérgicos, que altera el balance autonómi­ una articulación muy poco comprensible.
co a favor del sistema adrenérgico, las alucinaciones Pueden producirse alteraciones del lenguaje, con
que se producen pueden explicarse por el mismo me­ incoherencia y dificultades en la denominación, pero
canismo: irrupción del sueño REM en la vigilia y aluci­ estos trastornos son en general secundarios a la con­
naciones consiguientes. fusión y no a una lesión focal causante de afasia.
En los síndromes confusionales de otras causas La desorientación temporoespacial es típica en la
las ilusiones y alucinaciones pueden no tener tanta confusión, pero este signo es de poca especificidad,
preeminencia pero son muy frecuentes. Muchas ve­ ya que se encuentra también en las demencias, y tie­
ces no surgen de la exploración si las mismas no se ne poco valor para el diagnóstico diferencial.
indagan especialmente, preguntando a los familiares, La vigilia se altera en forma variable. A veces el pa­
que efectivamente admitirán al ser interrogados, que ciente se mantiene despierto. Otras veces se obnubi­
el paciente en varios o en algún momento de su evo­ la y pasa del síndrome confusional al estupor o al co­
lución se dirigía a personas inexistentes (muchas ve­ ma, lo que sugiere causa estructural (vascular,
ces parientes fallecidos), o pedía que le removieran traumática, infecciosa, tumoral). Otras veces la vigilia
objetos de la habitación que en realidad no se encon­ parece exacerbada, como en el síndrome confusional
traban allí. delirante de la abstinencia alcohólica. Lo que es más
Caracteristicamente, en el síndrome confusional característico es la alteración del ciclo sueño-vigilia: el
son mucho más frecuentes las alucinaciones visuales enfermo se mantiene despierto durante la noche y
que las auditivas, dato útil para el diagnóstico diferen­ dormita durante el día.
cial con síndromes psiquiátricos cuya expresión clíni­ Los movimientos anormales son frecuentes, y
ca puede ser parecida: la esquizofrenia. En esta en­ orientan hacia posibles factores causales: temblor de
fermedad, como es sabido, son típicas las actitud o intencional (abstinencia alcohólica o de otras
alucinaciones auditivas, habitualmente en forma de drogas), asterixis (insuficiencia hepática o respirato­
voces. ria), mioclonías (dismetabolias, frecuentemente rena­
Las alucinaciones aumentan con la oscuridad, cau­ les), corea (intoxicación por algunas drogas como
sando la exacerbación nocturna de los síndromes L-dopa, hipertiroidismo).
confusionales, con la exacerbación psicomotriz que El trastorno mnésico en la confusión aguda se con­
generalmente se asocia. Por ello es que una forma sidera secundario a la desatención.
sencilla de disminuir este efecto es mantener tenue­ Se "produce también lentificación electroencefalo­
mente iluminada la habitación del paciente durante la gráfica. El electroencefalograma (EEG) es útil para el
noche. También la música suave disminuye la exacer- seguimiento evolutivo del síndrome.

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16. SÍNDROMES COGNITIVOS 389

Exploración pedirle al paciente que denomine algunos objetos


sencillos.
Este síndrome plantea dificultades semiológicas Disartria: puede manifestarse en el lenguaje es­
especiales. Un paciente confuso, excitado, alucinado pontáneo o en la repetición.
y además inquieto no está en condiciones de ser so­ Obnubilación: véase Comas.
metido a un examen físico que, como el neurológico, Movimientos anormales: deben ser correctamen­
requiere colaboración. Tampoco se pueden utilizar en te categorizados ya que orientan hacia la causa sub­
este caso tests cognitivos cuantitativos, por lo fluc­ yacente.
tuante de sus manifestaciones. La evaluación deberá 6) Detección de signos neurológicos de origen fo­
por lo tanto ser rápida y especialmente dirigida a cal. Es fundamental detectar paresias o signo de Ba­
aquellas funciones que estén probablemente más al­ bínski porque son sugestivos de causa íntracraneal.
teradas en relación con la sospecha diagnóstica. Con­ 7) Detección de posibles factores causales (véase
viene seguir los siguientes pasos. más adelante Causas del síndrome confusíonal).
1 ) Exploración de la atención y memoria. Se puede
llevar a cabo pidiéndole al paciente que relate las cir­ Diagnóstico diferencial entre síndrome
cunstancias de su afección o de su hospitalización, confusional y síndrome demencial
que nombre los meses del año (eventualmente en
sentido inverso), o que cuente de 20 a 1. Sí hay un Aunque es evidente que los síndromes confusíonal
trastorno atencional seguramente se agotará su rendi­ agudo y demencial son disímiles, es frecuente que se
miento antes de completar estas pruebas. confundan. La confusión aguda es menos conocida
2) Exploración de la orientación. Pedir al pacien­ como entidad sindromálica independiente, diluyéndo­
te que diga en qué lugar se encuentra, nombre a sus se en el lugar común de las "manifestaciones de seni­
familiares y diga el mes y año en que se encuentra, lidad cerebral" (remedando la "arteriosclerosis" del
día de la semana y hora. Sí todas estas respuestas vulgo), como eventos terminales de la vida, generan­
son correctas, es muy difícil que se trate de un sín­ do actitudes de abandono de médicos, paramédicos y
drome confusional. En cuanto al lugar, es común que allegados.
pacientes hospitalizados digan que se encuentran La importancia de que se reconozca adecuada­
en su casa. mente la confusión aguda reside en que la misma
3) Exploración de la presencia de ilusiones, aluci­ es tratable y reversible y de ningún modo es sinó­
naciones y de trastornos de la psicomotricidad. Estos nimo de evento terminal. Es más, dentro de los
síntomas son característicos. Se debe interrogar a los mismos síndromes demenciales, si bien minorita­
familiares respecto de los trastornos perceptivos. rios, los hay también reversibles, de modo que el
4) Comprobación de que el cuadro es fluctuante y, adecuado conocimiento de los trastornos cogniti­
en especial, de que hay agravación nocturna. La fluc­ vos es indispensable.
tuación está casi siempre presente. En el cuadro 1 6-4 se muestran las diferencias se­
5) Exploración de síntomas y signos asociados. míológícas entre los síndromes demencial y confusío­
Lenguaje incoherente o denominación incorrecta: nal agudo.
Cuadro 16-4. Diagnóstico diferencial entre síndrome demencial y confusíonal agudo

Síndrome demencial Síndrome confusíonal agudo


Comienzo insidioso (meses) Comienzo brusco (días)
Atención normal Desatención
Amnesia Memoria alterada por desatención
Percepción normal Ilusiones - Alucinaciones
Paciente tranquilo Paciente inquieto, acatísico, excitado
Despreocupación Miedo, ansiedad
Afasia Disartria - Leve anomia
Escritura alterada en función de la afasia Disgrafia marcada
No hay o no varían los movimientos anormales Temblor, mioclonías, asterixis de comienzo brusco
EEG normal o algo lentificado EEG lentificado, desorganizado
No suele haber causa sistémica Causa sistémica o tóxica clara

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390 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Razones por las cuales el paciente miento accidental) o farmacológicas. Estas últimas
desarrolla confusión. Hipótesis constituyen quizás el origen más frecuente de sín­
fisiopatológicas drome confusional en ancianos. Algunas de las
drogas causales son las siguientes:
Los trastornos cognitivos focales, como las afasias, • Anticolinérgicos.
se deben a lesiones cerebrales localizadas que gene­ • Antidepresivos.
ralmente son de origen vascular o tumoral. En las de­ • Neurolépticos.
mencias se observan patologías específicas y progre­ • Antihistamínicos.
sivas. En los síndromes confusionales agudos, • Hipnóticos.
dejando a un lado aquellos debidos a lesiones foca­ • Digitálicos.
les, que son los menos frecuentes, no hay anatomía • Cimetidina.
patológica específica. Por este motivo los síntomas se • Amantadina.
adjudican a un trastorno agudo del metabolismo neuro­ • Litio.
nal predominante en cerebros que se encuentran en un • Reserpina.
déficit funcional relativo, agravado en condiciones de • AAS.
desestabilización sistémica. Los mecanismos íntimos • L-dopa.
de compromiso neuronal podrían ser los siguientes: • Hipoglucemiantes orales.
Déficit de sustratos metabólicos. • Bloqueantes cálcicos.
- Compromiso de los mecanismos de liberación, • Diuréticos.
conservación, transporte o movilización de dichos
sustratos. Infecciones sistémicas, en especial las infecciones
- Compromiso de la transmisión sináptica. urinaria, respiratoria y cutánea. Además, la confu­
- Trastorno del potencial de acción y del transporte sión es una de las manifestaciones de la sepsis.
iónico, por alteración hidroelectrolítica o hipoxia. - Trastornos hidroelectrolíticos: deshidratación, hipo­
- Síntesis insuficiente de sustratos metabólicos y natremia, acidosis, hipokalemia, hípocalcemia, co­
componentes estructurales neuronales. mienzan muchas veces sus síntomas con confusión.
En el caso de las confusiones agudas inducidas - Otras causas son las insuficiencias respiratoria (hi­
por drogas, diferentes razones pueden justificar la poxia), renal (hiperazoemia, acidosis), hepática (hi­
susceptibilidad del anciano a la intoxicación: peramoniemia) y cardíaca (hipoxia y estasis), Ja
- Trastorno de la conjugación hepática. diabetes descompensada, la hipoglucemia, el ab­
- Reducción de la excreción renal. domen agudo (en particular el íleo paralítico), la
- Disminución de la capacidad de transporte unida a constipación prolongada, los traumatismos seve­
las proteínas. ros con fracturas, el hipotiroidismo, las deficiencias
- Reducción del agua corporal total. vitamínicas, la anemia y el síndrome de impregna­
Trastorno de los mecanismos de regulación circula­ ción neoplásico.
toria (disautonomía) y térmica, que alteran el ritmo - Posquirúrgico, como causa de desestabilización
metabólico, el transporte de oxígeno y la tempera­ orgánica: reemplazo de cadera, cirugías abdominal
tura corporal. y cardiovascular.
Trastorno de la función, o reducción de los recep­ - Causas neurológicas: infartos o hemorragias parie­
tores centrales de las drogas. tales o temporales derechas, que suelen presen­
Interacción perjudicial de drogas, por polifarmacia. tarse con escasos signos de foco, y también occi­
Dosificación exagerada en relación a la edad. pitales, uni o bilaterales, que producen
hemianopsias o ceguera cortical con anosognosia
Causas del síndrome confusional (que por este motivo no son reconocidas) y sínto­
mas confusionales secundarios. También los he­
En el paciente de edad avanzada. La mayoría de matomas subdurales subagudos pueden no produ­
las confusiones agudas ocurren en personas ancia­ cir sino confusión como expresión clínica. Son dos
nas por su mayor frecuencia de factores de riesgo los elementos que abonan el diagnóstico de pato­
(edad, patología cerebral previa). Sus causas más fre­ logía estructural intracraneal como causa de confu­
cuentes son las siguientes: sión aguda:
Fiebre: típicamente puede originar confusión agu­ obnubilación y estupor progresivos;
da, que cede al reducirse la hipertermia. signos de foco central: deben ser buscados mi­
Causas tóxicas: externas (intoxicación con monóxi­ nuciosamente, ya que pueden ser poco eviden­
do de carbono, tabaquismo acentuado, envenena- tes o fluctuantes.

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16. SINDROMES COGNITIVOS 391

En el paciente joven. Es muy poco frecuente que En el cuadro 1 6-5 se esquematiza la forma de con­
las patologías sistémicas o los fármacos mencionados ducirse frente a un paciente con síndrome confusional
en la sección anterior provoquen confusión aguda en agudo.
el joven. En este grupo la confusión aguda sugiere
fuertemente una enfermedad primaria del sistema Apéndice
nervioso central como causa. Dentro de éstas pueden
mencionarse las siguientes: Mini-Mental State (MMS). Test de Folstein
Meningitis y meningoencefalitis de cualquier ori­ {Cada ítem vale 1 punto)
gen, pero especialmente virales. SIDA, cuya forma
de comienzo neurológica, con compromiso cogniti­ 1. Orientación
vo (confusión o demencia), es una de las que más ¿Qué día de la semana es hoy? ()
ha aumentado en los últimos tiempos, y se debe a ¿En qué mes estamos? ()
las lesiones centrales de la enfermedad o de infec­ ¿Qué fecha? ()
ciones secundarias (leucoencefalopatía mullifocal ¿Qué año? ()
progresiva por papovavirus). ¿En qué estación del año estamos? ()
- Epilepsia de expresión cognitiva, como se observa ¿En qué lugar estamos? ()
en el estado de ausencia, epilepsia temporal o pa­ ¿En qué calle está este lugar? ()
rietal, epilepsia psicomotriz (crisis parciales com­ ¿En qué piso estamos? ()
plejas). ¿En qué ciudad estamos? ()
Patología psiquiátrica: psicosis aguda. En este ca­ ¿En qué país? ()
so el electroencefalograma no se altera.
- Accidente cerebrovascular (ACV): debido a cual­ 2. Recuerdo inmediato
quiera de las causas de ACV en el individuo joven, Nombrar al paciente las siguientes tres
pero en especial las angeítis primarias o secunda­ palabras al hilo y pedirle que las repita y
rias a colagenopatías ("cerebritis" lúpica). las retenga.
Porfiria intermitente aguda: su compromiso central Pelota ()
se manifiesta típicamente con síndromes confusio­ Bandera ()
nales repetidos. Árbol ()
- Adicciones (cocaína, "crack", morfina, alcohol): son No se otorga puntaje a la palabra que
la causa tóxica más frecuente de confusión aguda no repite en seguida pero se reiteran las
en el joven. En estos casos el cuadro suele manifes­ palabras hasta obtener la repetición de todas.
tarse con niveles elevados de agresividad y violen­
cia, ya sea por intoxicación aguda o por abstinencia. 3. Atención y cálculo: consiste de 2 partes. Tomar en
Enfermedades infecciosas con compromiso sisté­ cuenta sólo el puntaje de la parte mejor.
mico severo: virosis, rickettsiosis y bacteriemias
agudas. 1 ª parte: Dígame, ¿Cuánto es. . .
Posoperatorio de cirugía cardiovascular: origina 1 00 - 7 ? = (93) ()
con frecuencia confusión aguda en el adulto no an­ Cuando responde solicitar seguir restando de 7 en
ciano, en los que un síndrome confusional se pro­ 7:
duce hasta en el 30% de los casos. La conjunción - 7? = (86) ()
de diversos factores facilitantes (ansiedad, inmovi­ - 7? = (79) ()
lización, sobrecarga sensorial por los constantes - 7? = (72) ()
controles de signos vitales y otros, y fragmentación - 7? = (65) ()
del sueño), más las variaciones circulatorias y elec­ Si equivoca alguno el puntaje es O, pero
trolíticas motivadas por la cirugía mayor, repercu­ se consideran correctas las respuestas que
tiendo sobre cerebros que están en la edad media mantienen la diferencia de 7, aun desde un
de la vida (los pacientes tienen en general entre 40 número incorrecto anterior.
y 60 años), y posiblemente también afectados por
patología vascular, se vinculan con la confusión 2ª parte: hacer deletrear la palabra MUNDO. Si es­
aguda en estos casos. to es correcto hacerlo hacer al revés y asignar
En el niño. Es excepcional, pero infecciones virales puntaje:
agudas (influenza, enfermedades comunes de la in­ o ()
fancia) pueden provocar confusión y excitación vincu­ D ()
lables a fiebre elevada. N ()

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392 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

u () 9. Escritura
M () Pedir al paciente que escriba, sin decirla,
Si el paciente no deletrea MUNDO al derecho, una frase con sujeto y verbo, evitando
asignar 0/5 y pasar a la prueba siguiente. refranes o modismos. ()

4. Recuerdo diferido 10.Copia de figura adjunta


¿Recuerda las tres palabras que repitió antes? Cada figura debe tener 5 éngulos y
Pelota () uno de ellos debe entrecruzarse
Bandera () formando una figura de 4 lados. ()
Árbol ()

5. Denominación
Solicitarla de los siguientes objetos:
Reloj ()
Lé�z ()

6. Repetición
Repita: "El flan tiene frutillas
y frambuesas". ()

7. Orden en tres etapas


Tome el papel con su mano izquierda. ()
Dóblelo por la mitad. ()
Póngalo en el suelo. ()

8. Lectura
Pedir al paciente que cumpla la orden TOTAL ()
"CIERRE LOS OJOS" preescrita en un
papel, sin leerla en voz alta:
"CIERRE LOS OJOS" ()

Escala/puntaje de Hachlnski (historia de enfermedad cerebrovascular)


Ítem Puntaje Resultado
Comienzo abrupto [2] fl
Deterioro escalonado [1 ] [l
Curso fluctuante [2] fl
Confusión nocturna [1 ] [l
Preservación relativa de la personalidad [1 ] fl
Depresión [1 ] fl
Quejas somáticas 11 1 [l
Labilidad emocional [1] !l
Antecedentes de hipertensión [1 ] fl
Antecedentes de ACV [2] fl
Evidencia de aterosclerosis asociada [1 ] [ ]
Síntomas neurológicos focales [2] !l
Signos neurológicos focales [2] fl
Total !l !l
Para cada ítem: O: Ausente
1 a 2: Si está presente; de acuerdo con el puntaje de la columna de la izquierda

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Cuadro 1 6-5. Síndrome confusional agudo. Algoritmo diagnóstico

-- rrn- -
De:.or1ontllció n o ¿Hay,ospocho do Dl11gnóstlco: Corroglrlo?:J y o:1per11r
alcoholismo? sr Diagnóstico:

lt==
con1usión montal SCA do causa t6idco- SCAdo orlgon \6,ilco

Jl
E! cuo.dro se (oompromlso larmoco!Oglca �f;:61:��!·mejor3? o cHnlco-sl:itOmlco
1

do!illrrolla lontamonto :1lmu116rioo do voriM agravado por


da,do hoca somnnas func!onos corobrnloo ¿Hoy temblor, SI No lactoros f11clllto.ntos
o me:1os ((nvest1gor 11uporiorcs m1terl,clsy signosdo ¿Haylntoxlcnclón
l
Oomoncla) (compromiso hlpor1uncl6n l I ok:oh611co. ogudo?
1 01,gnó,lloo
No ¿Eid1,;ton lo.C1ores prci:¡,untlvo:
multlmodol): adronórglco. frnnco:1 locl�ton1e:1? SCAsobreagregodo
1 1
orlon�ción temporal (taquk:ordl4, HTA, ¿Prlvoclórl o o s!ndromo
y espwll.1, gnosia, suclor.icl6n prolu!lll, lrogmontllcl6ndo ¿Esl:l patologla orn
cawo do dotorloro
oomcmc!nl prevlo
momoria, Jcnguofo) mldriM!a)?
SI ¿Hob!a patologl:i cognitivo (Slnclrome
lnlon:¡jya) co1ebral antes de to domondal) p!'cvlO o
lrolamlonto
SI
No Privuclon �n:;ol'UI! ln:;ta!aclOndol to lnstalaclón dol
¿Continuo to (hlpoocu!IUI, pórdidn
El cundro SO !n!llOló conlusl6n de:;pub euodro7 SCAaduel?
¿El padonto ost& visual)
SI
SI
bN::icamon\oon horas ba}o tro\Dmlonto c:on dewrlosdl11sd1 soorocargn r.itm:IOflnl
o pooos días: ¿Hayoludnociono:; !ll.lsponslón? No
vlsuo1os? drogas do ¿loo ofntomas
Slndromo confu1J1!onal roporcu:i!ónenol
aouoo (SCA) ¿Excltocl6n l 11uc1Uon o so ngro.van
SNC7 extrncclono:i, por lo noche?
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3. Reconocer No
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394 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Síndromes cognitivos: sinopsis

Síndrome demencial
, Compromiso cognitivo adquirido y crónico que perturba la actividad diaria
, Compromiso adquirido y crónico de dos o más de las siguientes funciones: memoria, lenguaje, capacidad visuoes­
pacial, abstracción o personalidad.
Tipos
Cortical: sin compromiso motor inicial
Subcortical: con compromiso motor inicial
Corticosubcortical
Exploración
se preservan: vigilia y atención
se alteran: memoria, orientación temporoespacial, lenguaje (denominación, escritura), praxia cons­
tructiva, ulteriormente gnosia
• Examen neuropsicológico cuantitativo
confirmar demencia ante alteraciones dudosas o incipientes
establecer grado de deterioro
establecer tipo o áreas corticales de deterioro
• Pruebas de examen neuropsicológico cuantitativo
MiniMental State Test: escala global, inespecífica para causa
Test del reloj: rápido y muy sensible para función visuoespacial
Escala de Hachinski: detecta enfermedad cerebrovascular
Escala de Hamilton: detecta depresión
Escala de Blessed: evalúa vida y conducta cotidiana, interroga al familiar
• ADAS: específica para demencia cortical, evalúa profundamente funciones cognitivas y no cognitivas
Trastorno de la memoria asociado a la edad: función mnésica 1 OS por debajo de la media para adultos
jóvenes, ausencia de demencia e inteligencia en promedio normal
Deterioro cognitivo leve: déficit mnésico > 1,5 OS por debajo de la media normal, cognición restante y acti­
vidad de la vida diaria preservadas en general
Causas
Cortical
• Enfermedad de Alzheimer: atrofia temporoparietooccipital, deterioro cognitivo
• Enfermedad de Pick (complejo Pick, demencias frontotemporales):
• Demencia (atrofia) frontal: síndrome frontal de disejecución
• Demencia (atrofia) frontotemporal: síndrome frontal + síndrome de Klüver-Bucy
(hiperoralidad, hipersexualidad)
• Degeneración corticobasal: perirrolándica + ganglios basales, apraxia unilateral + síndrome
parkinsoniano
• Afasia progresiva primaria: atrofia perisilviana, afasia hipofluente + cognición preservada
• Demencia semántica: afasia fluente
• Asociada a enfermedad de la motoneurona
• Otras atrofias localizadas
• Parietal: apraxia progresiva
• Occipital: agnosia visual progresiva
Subcortical
• Enfermedades extrapiramidales
• Enfermedad de Parkinson (demencia por cuerpos de Lewy)
• Corea de Huntington
• Enfermedad de Wilson
• Parálisis supranuclear progresiva
• Atrofias multisistémicas
• Hidrocefalia
• Toxicometabólicas, sistémicas: hipotiroidismo, déficit B 12 y fálico, insuficiencias parenquimatosas,
neurolépticos, anticolinérgicos, antihistamínicos

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16. SINDRDMES COGNITIVOS 395

• Depresión
Corticosubcortical
• Vascular
• Infecciones cerebrales y generales (SIDA)
• Traumatismos (demencia pugilística)
• Desmielinizante
• Neoplasias

Síndrome confusional agudo (delírium)


Trastorno atencional (distractibilidad), perceptivo (alucinaciones) y psicomotor (exacerbación), reversible, de
comienzo brusco y fluctuación horaria
Causado por patologías clínicas, neurológicas o tóxicas agudas, tratables
No puede explorarse fácilmente con tests neuropsicológicos cuantitativos
Signos focales: causa intracraneal
Factores de riesgo: edad > 60, patología cerebral previa, adicciones
Factores facilitantes: ansiedad, inmovilización, privación de sueño, privación o sobrecarga sensorial
Diferenciar con síndrome demencial (véase cuadro en el texto)
Causas
En la edad avanzada
• Fiebre
• Toxicofarmacológicas (externos, anticolinérgicos)
• Infecciones
• Trastornos hidroelectrolíticos
• Insuficiencias parenquimatosas
• Trastornos metabólicos (hipotiroidismo)
• Posquirúrgico
• ACV (signos focales)
En el joven
• Meningoencefalitis
• Epilepsia
• Psiquiátrica
• Porfiria
• Adicciones
• ACV
• Posquirúrgico cardiovascular
En el niño: fiebre, infecciones virales agudas

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17
Síndromes semiológicos
de otras afecciones del sistema nervioso

Afecciones del sistema nervioso periférico Reflejos. Hipo o arreflexia profunda y superficial en
los segmentos de las raíces afectadas. Puede ha­
Radiculitis y radiculopatía ber inversión de reflejos profundos.
- Motores. Más raros porque las raíces anteriores se
Con este nombre se conocen los síndromes sensi­ comprometen menos: déficit motor en el territorio
tivos o sensitivomotores, caracterizados por mostrar radicular afectado, fláccido, con atrofia muscular
distribución radicular, y ocasionados por un proceso (similar al observado en la lesión de la motoneuro­
inflamatorio, compresivo o irritativo de las raíces ra­ na periférica).
quídeas en su trayecto intrameníngeo. Constituyen un - Tróficos. Alopecia, cambios ungueales, piel afina­
tipo intermedio entre las afecciones de la médula es­ da, frágil y brillosa. Sólo se ven en las formas cró­
pinal y las de los nervios periféricos y a veces los pro­ nicas.
cesos causales de radiculitis afectan a la vez a la mé­ - Vasomotores y autonómicos. Cambios en la sudo­
dula o a los nervios. ración, temperatura y vascularización cutáneos.
Desde su emergencia de la médula hasta algo an­ En el líquido cefalorraquídeo. Puede hallarse linfo­
tes de su unión para constituir el tronco nervioso peri­ citosis.
férico, las raíces anteriores y posteriores se acompa­ Las radiculitis evolucionan en forma aguda, sub-a­
ñan de prolongaciones de la aracnoides que les guda o crónica. Según su localización, hay formas
forman una verdadera vaina y que representan verda­ regionales: lumbosacras (las más frecuentes, con cia­
deros divertículos de la cavidad subaracnoidea. Esta talgia) o cervicobraquiales. Pueden ser aisladas o
vaina aracnoidea es más larga para la raíz posterior asociadas a patologías vértebro-radículo-medulares.
que para la anterior. Su longitud también difiere según
los segmentos medulares: las vainas más largas son Neuropatía periférica
las de las raíces lumbares y las más cortas las de las (polineuropatía, polineuritis)
raíces dorsales. Las radiculitis son, por lo general,
consecuencia de la inflamación de esa vaina aracnoi­ Se designa así al compromiso simultáneo, simétri­
dea (aracnoiditis). Son en realidad meningorradiculitis. co y distal de varios nervios periféricos. Suelen afec­
Etiología. Compresión de raíces en los agujeros tarse proporcionalmente las fibras motoras y sensiti­
de conjunción por hernia de disco, hiperostosis (os­ vas, pero a veces predomina el compromiso parcial o
teofitos) o tumores; radiculitis traumáticas, bacteria­ exclusivo de unas u otras. Cuando existe compromi­
nas (tuberculosis) o virósicas (herpes). Aracnoiditis so sucesivo y asimétrico de varios nervios periféri­
por enfermedades linfoproliferativas (linfomas), leuco­ cos, se denomina mononeuropatía múltiple o multí­
sis. Aracnoiditis secundaria a sustancias de contraste neuropatía.
intratecal (hoy en día rara por la sustitución de la mie­ Etiología. Las neuropatías periféricas se deben a
lografía por la RMI como método diagnóstico), o a causa metabólica o nulricional: alcohol, déficit de tia­
anestesia peridural. mina, porfiria; isquémico-metabólica: diabetes; des­
Semiología. Se afectan varias raíces posteriores, mielinizanle: síndrome de Guillain-Barré; tóxico-far­
anteriores (más raramente), o ambas, en forma unila­ macológica: plomo (que origina una neuropatía
teral o asimétrica. Se comprueban los siguientes tras­ exclusivamente motora en miembros superiores), ar­
tornos: sénico, talio, mercurio, plaguicidas, cilostáticos (vin­
- Sensitivos. Radiculalgias, parestesias, trastornos cristina), sulfamidas, difenilhidantoínas o amiodarona,
de la sensibilidad de tipo radicular: hipo o aneste­ entre otros; autoinmunes: periarteritis nodosa; here­
sia superficial y/o profunda, en bandas paralelas al dofamiliar y dismetabólica: enfermedades de Charcot­
eje del miembro o perpendiculares al del tronco. Marie-Toolh y Refsum; paraneoplásica: carcinoma de

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398 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

pulmón; inflamatoria: sarcoidosis; infecciosa: viral, le­ nes de sueros o vacunas, o constituir un síndrome pa­
pra, brucelosís . raneoplásico.
Las mononeurítis múltiples se observan en la dia­ Semiología. Precedida a menudo por un cuadro fe­
betes, en la lepra, en colagenopatías (periarterítis no­ bril de tipo gripal en la semana o días previos, comien­
dosa) y en enfermedades hematológicas y linfoprolife­ za con parestesias y déficit motor de instalación pro­
rativas. gresiva que se inician en miembros inferiores y afectan
Semiología. luego a los miembros superiores (paraparesia-cuadri­
- Trastornos motores. Déficit motor distal y simétri­ paresia evolutivas) y a algunos pares craneanos, es­
co, con flaccidez y atrofia secundaria. Predomina pecialmente, en forma inconstante, el facial {diplejía fa­
en miembros inferiores, con déficit en la flexoex­ cial). La parálisis es de tipo periférico con hipotonía.
tensíón de los pies, lo que origina marcha con Los reflejos profundos están abolidos. No suele haber
steppage. trastornos sensitivos ni esfinterianos. La progresión de
- Trastornos sensitivos. Parestesias, dolor en la pre­ los trastornos motores puede ser lenta o fulminante.
sión de masas musculares y troncos nerviosos, hi­ En casos graves se observa el cuadro de la llamada
po o anestesia distal en "bota" o "guante". parálisis ascendente aguda de Landry con compromi­
- Trastornos reflejos. Hipo o arreflexia profunda. so bulbar y de los músculos respiratorios.
Trastornos tróficos. Sobre todo en la piel, aparecen En el líquido cefalorraquídeo se comprueba, a las
a largo plazo. 2 semanas o más, la llamada disociación albuminoci­
- El líquido cefalorraquídeo es generalmente normal. tológica: las proteínas se elevan, mientras que las cé­
lulas no aumentan o sólo lo hacen de manera muy
Por lo general las manifestaciones son simétricas, moderada. Este signo es característico y tiene valor
más comunes en los miembros inferiores y con predo­ diferencial con la poliomielitis anterior aguda, en la
minio distal. Hay formas mixtas, o bien puramente mo­ cual aumentan proteínas y células conjuntamente. En
toras o sensitivas En la neuropatía saturnina por plo­ el EMG la velocidad de conducción en el nervio está
mo se afectan los miembros superiores (grupo muy disminuida o bien hay ausencia de conducción.
extensor inervado por el nervio radial, signo de la "ma­ La progresión se detiene luego de algunos días,
no caída"). La neuropatía alcohólica es una de las for­ permaneciendo estacionaría días o semanas, al cabo
mas etiológicas más frecuentes y cuando se asocia de los cuales suele iniciarse la recuperación, con o sin
con trastornos mentales como fabulación, amnesia de secuelas. Algunos casos pueden progresar hasta la
fijación y desorientación se constituye el síndrome de muerte por complicaciones bulbares. Aun cuando el
Korsakoff. En la diabetes hay déficit distal, anestesia paciente recupere plenamente su déficit motor, la
profunda y arreflexía patelar y aquílea, con ataxia se­ arreflexia permanece como secuela.
cundaria por déficit de aferencia periférica ("seudoata­
xia", "seudotabes"). Las neuropatías carenciales se Parálisis periféricas
acompañan de parestesias manifiestas. Las neuropa­
tías tóxicas suelen ser dolorosas (vincristina, plaguici­ Comprenden las parálisis que afectan a los plexos
das). La arsenical puede alterar la coloración de la piel y troncos nerviosos.
sin compromiso de las mucosas: las uñas presentan Para reconocer las parálisis de uno o varios ner­
estrías transversales (estrías de Mees) y puede haber vios periféricos es necesario conocer los músculos
hiperqueratosis palmoplantar. La neuropatía por talio que ellos inervan y su distribución sensitiva. Cono­
se acompaña de alopecia masiva y pérdida visual. ciendo la acción de los respectivos músculos se sabrá
En general las neuropatías periféricas se prolon­ cuál es el movimiento que debe pedirse efectuar para
gan. Esta evolución está, sin embargo, condicionada comprobar si existe o no parálisis. Conociendo la dis­
por la etiología y la posibilidad de corregir o suprimir tribución sensitiva se reconocerá correctamente a qué
la causa. nervio corresponde el área de sensibilidad afectada.
Deben descartarse previamente causas extraneuroló­
Polirradiculoneuropatía (polirradiculoneuritis) gícas capaces de impedir la realización del movimien­
o síndrome de Guillain-Barré to: osteoartículares, musculares, histeria, simulación.
El compromiso de un nervio aislado debido a cau­
Etiología. Se denomina así a una polineuropatía sas tóxicas o infecciosas es en general raro, porque
aguda de tipo desmielinizante y etiología aún incierta, ellas suelen actuar sobre varios nervios, produciendo
probablemente inmunomediada. o autoinmune, que polineuropatías. Las lesiones limitadas a un nervio
puede suceder o acompañar a infecciones virales res­ son, pues, por lo general, el resultado de causas trau­
piratorias; hepatitis, mononucleosis, SIDA, inyeccio- máticas.

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17. SINDROMES SEMIOLÓGl!,OS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 399

Parálisis del plexo braquial Etiología. Las parálisis del plexo braquial s e produ­
cen por traumatismos, heridas de bala, heridas de ar­
Recuerdo anatómico. El plexo braquial está constitui­ ma blanca y otras heridas cortantes (accidentes de tra­
do por cinco raíces medulares: la V, VI, VII y VIII cervicales bajo con maquinarias), tironeamiento y laceración
y la I dorsal. La V y VI raíces cervicales se unen formando (avulsión traumática del plexo, parálisis obstétricas en
el tronco primario superior o primer tronco primario. La VII partos por vía vaginal), compresiones tumorales (gan­
raiz cervical forma por sí sola el segundo tronco primario o glios metastáticos, invasión tumoral de la cúpula pleu­
medio y la VIII raíz cervical y la I dorsal constituyen, por su ropulmonar), procesos inmunológicos o infecciosos
unión, el tercer tronco primario o inferior. Tanto el tronco (síndrome de Parsonage-Turner, neuralgia amiotrófica
primario superior como el medio y el inferior se dividen , a o neuritis braquial idiopática que progresa en días, ple­
su vez, cada uno en dos ramas: anterior y posterior. Las ra­ xitis diftérica actualmente excepcional), radioterapia.
mas anteriores del tronco primario superior y del tronco pri­ Semiología. Las parálisis son del tipo motoneuro­
mario medio constituyen el tronco secundario superior, que na inferior: hay atrofia y flaccidez de músculos afecta­
origina el nervio musculocutáneo y la raíz externa del ner­ dos. Los hallazgos difieren según el tipo de parálisis:
vio mediano, en tanto que la rama anterior del tronco pri­
mario inferior constituye el tronco secundario inferior, que Parálisis plexual total.
origina la raíz interna del mediano, el cubital, el braquial cu­ - Parálisis de todo el miembro superior desde el
táneo interno y su accesorio. En cuanto a las tres raíces hombro, tipo motoneurona inferior.
posteriores se unen todas, formando el tronco secundario - Anestesia que abarca la mano y el antebrazo y a
posterior, que da origen al circunflejo y al radial. Tanto el ra­ veces la cara externa del brazo.
dial como el mediano tienen fibras de todas las raices del - Síndrome de Horner (ptosis, miosis, disminución
plexo. El cubital nace únicamente de la VII I cervical y la 1 de la hendidura palpebral).
dorsal. Esta última raíz envía al simpático el ramo comuni­
cante que contiene las fibras dilatadoras del iris. Además Parálisis plexual de tipo superior (Duchenne-Erb).
de los nervios citados, que constituyen ramas terminales, De este tipo son generalmente las parálisis obstétri­
el plexo braquial origina ramas colaterales que se dirigen a cas producidas por traumatismos durante el parto. Se
inervar distintos músculos. De esta manera las raíces cer­ observa:
vicales V y VI suministran la inervación de los músculos Parálisis del grupo muscular radicular superior: del­
deltoides, bíceps, braquial anterior, supinador largo, supra toides (inervado por el circunflejo), supra e infraes­
e infraespinoso, romboides, subescapular, haz clavicular pinoso (inervados por el supraescapular), bíceps y
del pectoral mayor y serrato mayor. La VII raiz cervical braquial anterior (inervados por el nervio musculo­
inerva al trlceps, a los extensores de la mano, al dorsal an­ cutáneo), supinador largo (inervado por el radial).
cho y al haz costal del pectoral mayor. La VIII cervical y la - Déficit de elevación de brazo y flexión de antebrazo.
1 dorsal inervan los f!exores y los pequeños músculos de la - Limitación de abducción y rotación externa de brazo.
mano. Los músculos inervados por las raíces cervicales V - El brazo cuelga a lo largo del tronco, rotado hacia
y VI (C5 y C6) constituyen el grupo radicular superior, los adentro a nivel del antebrazo.
inervados por la raíz cervical VII (C7), el grupo radicular - Arreflexia bicipital.
medio, y los inervados por las raíces cervical VIII y dorsal - Generalmente la parálisis se limita al territorio de
1 (CB y D1) constituyen el grupo radicular inferior. Por e l C5; cuando se afecta también C6, hay paresia del
plexo braquial discurre la sensibilidad d e l miembro supe­ serrato mayor y del pectoral mayor, y arreflexia es­
rior. En total, el plexo tiene aproximadamente la forma d e lilorradial.
un triángulo, cuya base corresponde a la columna vertebral - Preservación de movimientos de muñeca y dedos.
y cuyo vértice truncado se dispone en el fondo de la región Hipo o anestesia en la mitad externa de brazo y an­
supraclavicular. tebrazo y en los dos primeros dedos (índice y pul­
gar) (hallazgo variable).
Las parálisis del plexo braquial pueden ser totales
o parciales según que todas o parte de sus raíces Parálisis plexual de tipo medio.
constitutivas estén lesionadas. Las parálisis parciales - Se comporta como una parálisis radial que respeta
revisten tres tipos: el superior o parálisis de Duchen­ al supinador largo (algunos incluyen a la parálisis
ne-Erb, por lesión de las raíces cervicales V y VI (C5- radial completa y del circunflejo).
C6), el medio por lesión de la raíz C7, y el inferior o - Hipoestesia del dedo medio y de la parte media de
parálisis de Déjerine-Klumpke por lesión de las rafees la mano.
ca y D 1 . - Arreflexia tricipital.

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400 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Parálisis plexual de tipo inferior (Déjeríne-Klump­ radial externo y, además, una rama cutánea que se distribu­
ke). Se asocia al síndrome de Pancoast (carcinoma ye por la piel de la región posteroexterna del brazo. Un poco
de la cúpula pleuropulmonar). Puede ser posradiote­ por encima de la interlínea articular del codo, el nervio radial
rápica (irradiación terapéutica o profiláctica de metás­ se divide en dos ramas terminales, una anterior o cutánea
tasis linfáticas regionales, en caso de carcinoma ma­ destinada a la piel del dorso de la mano y de los dedos y otra
mario u otros). Se observa: posterior o muscular que inerva al segundo radial externo, al
Afecta al grupo muscular radicular inferior. supinador corto y a los músculos extensores de la región
- Parálisis de movimientos de mano y dedos. posterior del antebrazo, salvo el ancóneo.
- Atrofia de eminencias tenar e hipotenar, e interóseos.
Mano tipo "en garra" por acción de los flexores lar­ Etiología. Se debe a lesiones a distintas alturas
gos de los dedos. del trayecto del nervio: fracturas del húmero o del co­
- Anestesia de anular y meñique y de la mitad inter­ do, que lo comprimen en el canal de torsión del húme­
na de la mano y del antebrazo. ro; heridas cortantes que lo seccionan; compresión
Síndrome de Horner por parálisis del simpático cer­ durante el sueño, cuando se duerme con la cabeza
vical. apoyada sobre el brazo (intoxicación alcohólica agu­
da: "parálisis del sábado a la noche'); neuritis: síndro­
Parálisis del nervio torácico inferior o nervio me de Parsonage-Turner; efecto tóxico: plomo (satur­
de( serrato mayor nismo).
El neNio radial es el neNio de la extensión del
Recuerdo anatómico. El nervio torácico inferior o ner­ miembro superior.
vio del serrato mayor es una rama colateral del plexo bra­ Semiología.
quial cuyos filetes de origen pertenecen a la V y VI raíces - Parálisis de los músculos extensores del miembro
cervicales; siguiendo de arriba abajo la pared lateral del tó­ superior (tríceps y músculos de antebrazo).
rax va a distribuirse por las digilaciones del serrato mayor, Al hacer extender el brazo la mano cuelga doblada
músculo que une el borde espinal del omóplato a las nueve sobre el antebrazo (muñeca en gota o caída), sin
o diez primeras costillas y que por su acción fija el omópla­ poder extenderse.
to aplicándolo contra el tórax. Si se contrae fijando el tórax, - · Dedos semiflexionados sobre la palma de la mano,
lleva el omóplato hacia delante y lo rota hacia arriba elevan­ con déficit de extensión (fig. 1 7-1).
do el muñón del hombro. Si se contrae fijando el omóplato, - . Limitación para cerrar o flexionar por completo los
eleva las costillas actuando como músculo inspirador. dedos, por ejemplo para tomar un objeto.
Los dedos pueden ser extendidos sólo cuando se
Etiología. Heridas o traumatismos, compresiones levanta· pasivamente la mano, permitiendo así ía
que lesionan al nervio en su trayecto. contracción de interóseos y lumbricales, que pro­
Semio/ogfo. Consiste en la parálisis del músculo ducen ía extensión de la segunda y de la tercera fa­
serrato mayor, perdiéndose la fijación del omóplato lange.
contra la caja torácica. Para descubrirla hay que ha­ Sensibilidad preservada o con hipoestesia variable
cerle efectuar al enfermo movimientos que requieran según el nivel de la lesión: si es alta: hipoestesia
esa fijación para llevarse a cabo: llevar sus brazos ha­ del dorso del pulgar, índice, mitad externa del me­
cia delante y arriba, cerrando y apretando sus manos dio -con excepción de las dos últimas falanges
al máximo, o apoyar la palma en la pared, empujándo­ del índice y medio- y del lado radial de la mano
la con el brazo extendido. En caso de parálisis la es­ (fig. 1 7-2, A); si es baja: hipoestesia del pliegue en­
cápula 9e levanta y hace procidencia o relieve en la tre pulgar e índice (fig. 1 7-2, B).
parte inferior de su borde interno (escápula alada).
Si se debe a saturnismo, la parálisis es bilateral, si­
Parálisis del nervio radial métrica, respeta al supinador largo, y la extensión del
Recuerdo anatómico. El nervio radial nace, como se ha
dicho, de un tronco común con el circunflejo, a cuya consti­
tución concurren, a la vez, las cinco ramas del plexo braquial
y hace un largo trayecto desde la axila hasta el pliegue del
codo, donde se bifurca, habiendo recorrido en toda su exten­
sión el canal de torsión del húmero. Antes de su bifurcación
emite una serie de ramas colater� les que inervan el tríceps,
el ancóneo, el braquial anterior, el supinador largo y el primer Fig. 17-1. Parálisis radial.

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 401

co a poco al eje del miembro para colocarse sobre este mis­


mo, recorriendo la cara anterior del antebrazo y la muñeca y
terminando en la palma de la mano por seis ramas. Durante
su largo trayecto inerva los músculos pronador redondo, pro­
nador cuadrado, palmar mayor, palmar menor, flexor común
superficial de los dedos, flexor propio del pulgar, a los dos ha­
ces externos del flexor común profundo de los dedos, o sea,
a todos los músculos de la región anterior del antebrazo, me­
nos el cubital anterior y los dos haces internos del flexor pro­
fundo de los dedos, que reciben su inervación del cubital;
inerva asimismo, los dos primeros lumbricales y todos los
músculos de la eminencia tenar, con excepción del aductor
del pulgar y el haz interno del flexor corto, inervados por el cu­
bital. Además suministra sensibilidad a la piel de la eminencia
tenar y de la región palmar media, así como también a la ca­
Fig. 17-2. Trastornos sensitivos por lesión del radial. A, por lesión ra palmar del pulgar, del índice, del medio y borde externo del
alta; 8, por lesión baja. En negro, anestesia protopática; en gris
anestesia epicrílica. anular y a la mayor parte de la cara dorsal del índice, del me­
dio y de la mitad externa del anular.
segundo y cuarto dedo puede preservarse, con lo que
la mano adopta la actitud de "hacer los cuernos" al in­ Etiología. Traumatismos, heridas cortantes, fractu­
tentarse ese movimiento. ras de muñeca. Síndrome del túnel carpiano, más co­
mún en la mujer, causado por atrapamiento o compre­
Parálisis del nervio circunflejo sión del nervio por hipertrofia o fibrosis del ligamento
anular anterior del carpo (neuropatía por a/rapamiento).
Recuerdo anatómico. Nacidas del plexo braquial por El nervio mediano es el nervio de la oposición del
un tronco común con el nervio radial, las fibras del nervio pulgar y comparte con el cubital la función de flexión
circunflejo proceden de las cinco ramas del plexo braquial. de la mano sobre el antebrazo.
El nervio rodea a modo de semicírculo el cuello quirúrgico Semiología. Difiere según se trate de una lesión
del húmero, yendo a distribuirse en el espesor del músculo alta o baja en el trayecto del nervio.
deltoides, habiendo emitido antes una rama destinada al
músculo redondo menor y otra a la piel del hombro. Lesión alta del mediano.
- Déficit de pronación.
Etiología. Fracturas y luxaciones de la cabeza del - Déficit de flexión de dedos índice y medio y de la
húmero, traumatismos de hombro, mononeuropatía. segunda falange del pulgar.
Semiología. - La flexión de la muñeca se efectúa con desviación
Déficit de abducción del brazo por parálisis del hacia el lado cubital, por preservación del músculo
músculo deltoides. cubital anterior.
Atrofia deltoidea: el hombro pierde la redondez nor­ - Déficit de oposición del pulgar por parálisis de los
mal que le confiere el deltoides y adquiere aspecto músculos de la eminencia tenar.
angulado (signo de la charretera).
Hay hipoestesia a nivel del hombro y de la parte Este movimiento, característico de la especie humana,
externa y superior del brazo. gracias al cual la cara palmar del pulgar se opone a la cara
En caso de mononeuropalía puede asociarse dolor. palmar de los otros cuatro dedos, se realiza por medio de
los músculos abductor corto, flexor corto y oponente de la
Parálisis del nervio mediano eminencia tenar, que actúan sobre el primer metacarpiano
y la primera falange. La parálisis de la oposición del pulgar
Recuerdo anatómico. El nervio mediano en cuya consti­ se reconoce porque el pulgar permanece en el mismo pla­
tución intervienen la V, VI, VII y VIII raíces cervicales y la I dor­ no que los otros dedos, atraído hacia adentro por el aduc­
sal, nace del plexo braquial por dos voluminosos cordones, tor, que, inervado por el cubital, está respetado, y además,
denominados, por su situación, raíz interna y externa del me­ por las pruebas de Froment:
diano, que convergiendo entre sí, se unen como las dos ra­ - Se hace oponer el pulgar, colocado en ángulo recto
mas de una 'V'; constituido el nervio, desciende verticalmen­ con respecto a la palma de la mano, a la extremidad del ín­
te por la parte interna del brazo y llega a la cara anterior de la dice, que está con la primera falange flexionada en ángulo
epitróclea, donde inclinándose hacia afuera se aproxima po- recto, y las últimas falanges extendidas; en este caso se

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402 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

contrae el abductor corto y la mano toma la actitud denomi­ nervio (signo de Tine1. La hiperflexión pasiva de la
nada en pico de pato. muñeca también las provoca.
• Se hace oponer en igual forma el pulgar a la extremi­ Se reconocen multiples causas de síndrome del tú­
dad del dedo meñique, colocado en la misma actitud; en es­ nel carpiano: espontánea, vinculada a sobrecarga mo­
te caso se contrae el flexor corto. tora manual (en especial con movimientos de prensión
Así se evita la falsa oposición supletoria que puede rea­ repetida: limpiar, lustrar, amasar, coser o tejer, utilizar
lizar el aductor del pulgar, inervado por el cubital. Variacio­ herramientas como pinzas, tenazas, destornilladores o
nes en la inervación hacen que los dos o sólo el primero de tijeras), traumática, neuropatía ocupacional, embara­
estos movimientos de oposición estén paralizados. zo, artrosis, artritis reumatoidea, diabetes, ganglión ar­
ticular, anomalía congénita, mixedema, acromegalia,
- Atrofia de eminencia tenar. lupus, esclerodermia, gota, lepra, tuberculosis, infec­
- Hipoestesia en cara palmar de pulgar, índice y de- ciones piógenas, sarcoidosis, amiloidosis, mieloma
do medio, mitad externa del anular y dos tercios múltiple, mucopolisacaridosis, insuficiencia cardíaca
externos de la palma. congestiva, enfermedad de Pagel, fístula arterioveno­
Hipoestesia en cara dorsal de dos últimas falanges sa del antebrazo, familiar y tumores benignos.
de índice, dedo medio y borde externo del anular
(fig. 1 7-3). Parálisis del nervio interóseo anterior
(síndrome de Kiloh-Nevin)
Lesión baja del mediano (muñeca).
- Sólo se observa la parálisis de la flexión de la ma­ Recuerdo anatómico. El nervio ínteróseo anterior es
no y de los dedos. rama colateral del mediano, del que se desprende en el ter­
cio superior del antebrazo. Acompañando a la artería ínteró­
Los trastornos sensitivomotores de la parálisis me­ sea anterior, se ubica sobre el ligamento interóseo que une
diana determinan una notable dificultad de los actos los huesos radial y cubital, y desciende verticalmente entre
de prensión manual. el flexor largo propio del pulgar y el flexor común profundo
En el síndrome del túnel carpiano, las manifesta­ de los dedos, a los que suministra ramos (los dos haces ex­
ciones consisten en parestesias y a veces dolor, a ternos en el caso del flexor común profundo). lnerva luego
predominio nocturnos, en la mitad externa de la mano, al pronador cuadrado y termina en la articulación radiocar­
que pueden propagarse al antebrazo, con debilidad piana. El ramo destinado al flexor largo del pulgar alcanza
muscular y atrofia tenar cuando el cuadro se prolonga. al músculo en la parte medía del antebrazo.
A veces, hipoestesia de la mitad externa de la cara
palmar de mano, tres primeros dedos y mitad externa Etiología. A veces, los traumatismos de antebrazo, o
del anular. Si se comprime el brazo con un manguito, las venopunturas o intervenciones por cateterismo en el
insuflado por encima de la tensión arterial sistólica, codo lesionan aisladamente al nervio interóseo anterior.
aparecen rápidamente parestesias en los dedos afec­ Semiología.
tados (maniobra del torniquete). La percusión del me­ Déficit de flexión de la falange distal del pulgar, por
diano a la altura del ligamento anular del carpo produ­ afección del flexor propio del pulgar.
ce parestesias en la zona de distribución sensitiva del Déficit de flexión de las falanges distales de dedos
índice y medio, por afección de los dos haces ex­
ternos del flexor común profundo de los dedos.
Déficit parcial de pronación, por compromiso del
pronador cuadrado con preservación del pronador
redondo.
Mano en actitud de pellizcar, similar a la mano en
pico de pato descripta anteriormente, por imposibi­
lidad de flexión de las falanges distales de dedos
pulgar e índice, que aparecen extendidas al inten­
tar la oposición.
Puede asociarse dolor en antebrazo anterior.

Fig. 17-3. Trastornos sensitivos por lesión del mediano. En Parálisis del nervio cubital
negro, pérdida de sensibilidad protopática. En gris, pérdida de
sensibilidad epicrítica. El área de anestesia epicrítica es mayor Recuerdo anatómico. El nervio cubital, constituido por
que la protopática. fibras que proceden de la VIII cervical y I dorsal, se des-

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17. SfNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 403

prende del plexo braquial a nivel de la axila y desciende por


la parte interna del brazo, como el mediano, pero en un pla­
no más posterior; alcanza la epitróclea y desciende por de­
trás de ésta hasta la extremidad superior de fa diáfisis del
cúbito que rodea de atrás a adelante, para descender por la
cara anterior, parte interna del antebrazo, hasta la muñeca.
Se divide, a fa altura del hueso pisiforme, en ramas colate­
rales y terminales que inervan al aductor del pulgar y al haz
interno del flexor corto del pulgar (que pertenecen a la emi­
nencia tenar), los dos haces internos del flexor común pro­
fundo de los dedos, los cuatro músculos de fa eminencia hi­
potenar (aductor, flexor corto y oponente del meñique y Fig. 17-4. Parálisis del cubital.
palmar cutáneo), los dos últimos lumbricales y todos los in­ na la segunda y el flexor común profundo, que, sí
teróseos palmares y dorsales. Por sus ramos cutáneos, el bien paralizado por ser ínervado por el cubital, tiro­
cubital suministra la sensibilidad de la piel de la mitad inter­ nea sobre la tercera falange y la flexiona como
na de fa región dorsal de la mano, de fa eminencia hipote­ consecuencia de la hiperextensíón de la primera
nar, del meñique y de la mitad interna del anular. ocasionada por la parálisis lumbrical.
Déficit de aducción del pulgar (parálisis del aductor).
Etiología. Traumatismos, heridas cortantes y de
bala, fracturas de la epitróclea o del cúbito, luxación Puede ponerse de manifiesto buscando el signo del pe-
del codo, que afectan al nervio en su trayecto, mono­ riódico, de Froment (fig. 1 7-5):
neuropatía (lepra). Se hace tomar al enfermo un periódico o papel entre
El nervio cubital es el nervio de la prensión y de los el pulgar y el índice de cada mano, y se fe pide que
movimientos de abducción y aducción (movimientos fo comprima fuertemente.
laterales) de los dedos. Del lado sano el papel es comprimido con fuerza en­
Semiología. Difiere según la ubicación de la lesión: tre la cara externa de la primera falange del índice y
la cara palmar del pulgar con la última falange exten­
Lesión cubital situada entre el origen del nervio y la dida o algo flexionada.
epitróclea. Origina parálisis total del nervio caracteri­ Del fado paralizado el papel sólo es comprimido con
zada por: fa yema del pulgar, estando la última falange de éste
- Déficit en la flexión y abducción de la mano, por pa­ visiblemente flexionada, lo que se manifiesta por el
rálisis del cubital anterior. espacio vacío que queda entre el pulgar y el índice.
Déficit en la flexión de la tercera falange de los de­
dos meñique y anular, por parálisis de los haces in­ - Atrofia hípotenar.
ternos del flexor común .profundo, cuando estos de­ - Hípoestesía de la mitad interna dorsal de la ·mano
dos son colocados pasivamente en extensión. y de los dedos hasta el eje del dedo medio, salvo
- Meñique en actitud de abducción, con déficit en la las dos últimas falanges del dedo medio y de la mi­
flexión, aducción y oposición por parálisis de los tad externa de las dos últimas falanges del anular.
músculos de la eminencia hípotenar. Hipoestesía de tercio interno palmar de la mano,
Imposibilidad o dificultad para realizar el movimien­ dedo meñique y mitad interna del anular (fig. 1 7-6).
to de abanico de los dedos (separarlos y juntarlos),
por parálisis de los ínteróseos dorsales (abducto­ Lesión cubital situada en los tres cuartos inferiores
res) y palmares (aductores); la abducción del índice del antebrazo.
está conservada por la acción de su flexor propio. No hay parálisis del cubital anterior y de los haces
- Mano en actitud de garra (garra cubila�: los dos úl­ internos del flexor común profundo.
timos dedos, y a veces también el medio, presen­
tan sus primeras falanges en extensión y sus dos
últimas en flexión (fig. 1 7-4); esta actitud es el re­
sultado de la parálisis de los dos últimos lumbrica­
les (que actúan flexionando la primera falange y
extendiendo las dos últimas) y de los interóseos,
así como de la contracción de sus antagonistas: el
extensor común, que extiende la primera falange, Ffg. 17-5. Signo de Froment (parálisis del nervio cubital
el flexor común superficial de los dedos, que flexío- izquierdo).

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404 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

rama de la IV y V raíces sacras y el nervio coccígeo se


anastomosan y forman el plexo sacrococcígeo. El nervio
ciático mayor, después de haber dado varias ramas colate­
rales para los músculos de la región posterior del muslo y
para la articulación de la cadera y de la rodilla, se divide en
la parte inferior del muslo en dos ramas terminales, deno­
minadas nervio ciático poplíteo externo (peroneo común de
la nomenclatura anglosajona) y nervio ciático poplíteo in­
terno (tibial o tibia! posterior de la nomenclatura anglosajo­
na). El nervio ciático poplíteo externo o peroneo común se
divide luego en la pierna en otras dos ramas terminales: los
nervios musculocutáneo (peroneo superficial de la nomen­
clatura anglosajona) y tibia! anterior (peroneo profundo de
Fig. 17-6. Trastornos sensitivos por lesión del cubital. En negro, la nomenclatura anglosajona). El nervio ciático poplíteo in­
anestesia protopática. En gris, epicrítica. terno o tibia! posterior se divide a su vez al llegar al calcá­
neo en sus ramas terminales, los nervios plantar externo o
Lesión cubital en la cara anterior de la muñeca. lateral e interno o medial.
- �o hay parálisis del cubital anterior y de los haces
internos del flexor común profundo. Etiología. Traumatismos, tumores, hernia de disco
- No hay trastornos sensitivos en la cara dorsal de la intervertebral, artrosis, cirugía discal o vertebral, ciru­
mano y de los dedos anular y meñique. gías abdominales, embarazo.
La garra cubital es por lo general más acentuada Semiología. Existen varios síndromes:
que en las lesiones altas, por preservación del fle­
xor común profundo, que acentúa la flexión de los Parálisis del plexo lumbar por compromiso de raí­
dos últimos dedos. ces L 1 y L2. Suelen producirse luego de cirugías ab­
dominales o posembarazo. Se observa:
Parálisis del plexo Jumbosacro Anestesia en banda oblicua hacia abajo en eí ab­
domen inferior, la región inguinal o la cara anterior
Recuerdo anatómico. El plexo lumbosacro está cons­ de fa raíz del muslo, distribución de nervios abdo­
tituido por las cinco raíces lumbares y fas cuatro sacras. minogenitales (o iliohipogástrico e ilioinguinal) y
Las cuatro primeras lumbares presentan anastomosis en­ genitocrural.
tre sí. La f lumbar recibe una anastomosis del 1 2º nervio - Tienen muy escaso componente motor.
intercostal y envía otra a fa 11 lumbar. Esta primera raíz se
divide después en dos ramas, que forman los nervios ab­ Parálisis del plexo lumbar por compromiso de raí­
dominogenitales mayor y menor (ifiohipogástrico e ifioingui­ ces L3 y L4 y algunas fibras de L5. Su territorio motor
naf de la nomenclatura anglosajona). La II lumbar envía es muy importante y comprende a los músculos ante­
una anastomosis a fa III lumbar y luego se divide en dos ra­ riores e internos del muslo, cuadríceps y sartorio, iner­
mas, que constituyen el nervio femorocutáneo y el genito­ vados por el nervio crural, aductores del muslo y rec­
crural. La III lumbar, después de haber dado un ramo de to interno, inervados por el nervio obturador, y en
origen al nervio obturador, sigue su trayecto constituyendo parte extensores del pie, inervados por el nervio tibial
el nervio crural. La IV lumbar se divide en tres ramas, una anterior o peroneo profundo. Se observa:
ascendente que se une al nervio crural, otra media que for­ Déficit parcial de flexión del muslo, por paresia del
ma la rama principal del nervio obturador, y una rama des­ iliopsoas (nervio crural).
cendente que se va a unir a fa V raíz lumbar para constituir Déficit de la extensión de la pierna, por parálisis del
el tronco lumbosacro; éste a su vez es una de las más im­ cuadríceps (nervio crural).
portantes ramas de origen del plexo sacro, y con él se fu­ Déficit de la aducción del muslo por parálisis de los
sionan para constituir dicho plexo fas cuatro raíces sacras. aductores menor y medio (nervio obturador), y de
El plexo sacro suministra varias ramas colaterales y una su rotación interna por parálisis del sartorio (nervio
rama terminal, que es el nervio ciático mayor. Una de las crural).
ramas colaterales constituye el nervio glúteo inferior o ciá­ - Déficit leve de la flexión de la pierna por parálisis
tico menor, que es nervio motor del músculo glúteo mayor del sartorio (nervio crural).
y sensitivo de fa piel del perineo, el escroto (en fa mujer, el - Déficit leve de la extensión (o flexión dorsal) del pie
labio mayor), parte inferior de la región glútea, cara poste­ por parálisis parcial del músculo tibial anterior (ner­
rior del muslo y parte superior y posterior de la pierna. Una vio tibial anterior o peroneo profundo).

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17. SfNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 405

Arreflexia patelar. traumatismos. Cateterismo femoral. Tumores. Mono­


Atrofia en músculos afectados. neuropatía isquémica (diabetes). Hematoma retrope­
- Hipoestesia anteromedial de muslo y medial de ritoneal o del iliopsoas.
pierna. Semiología.
Lesión femoral intraabdominal.
Parálisis del plexo lumbar por compromiso de raí­ - Déficit de flexión del muslo, por parálisis del iliop­
ces L5 y S1. La causa más frecuente es la protrusión soas.
de discos intervertebrales. Se comprometen los mús­ Déficit de extensión de la pierna, por parálisis del
culos extensores anteroexternos de la pierna, el gru­ cuadriceps.
po flexor de los gemelos y sóleo, llamado tríceps su­ Déficit de la rotación interna del muslo por parálisis
ral, y el de los flexores plantares. Se observa: del sartorio.
Déficit de flexoextensión del pie. - Arrefiexia patelar.
- Marcha en steppage, es decir, elevando la pierna - Atrofia de músculos afectados.
para contrarrestar la postura colgante del pie (véa­ - Hipoestesia anteromedial de muslo y medial de
se Motilidad). pierna.
- Anestesia plantar y de la cara externa de la pierna.
- Arreflexia aquiliana. Lesión femoral a la altura de la ingle.
Se conserva la flexión del muslo por preservación
Parálisis del nervio obturador del iliopsoas.

Recuerdo anatómico. Se origina de las raíces L2, L3 y L4, Lesión femoral en el muslo.
que se unen en el psoas. Desciende por la pelvis, cruza la ar­ Se conserva la sensibilidad porque no se afecta el
ticulación sacroilíaca, fa bifurcación de fa arteria ilíaca primitiva, nervio safena interno, rama terminal sensitiva del
y penetra en el agujero obturador o conducto subpubiano. Se nervio femoral.
divide luego en dos ramas terminales, una anterior y una pos­ El déficit motor es de la extensión de la pierna jun­
terior, que descienden por el muslo. fnerva los músculos aduc­ to a arreflexia patelar.
tores del muslo, recto interno, obturador externo y pectíneo, y
conduce fa sensibilidad de la cara interna del muslo.
Parálisis del nervio ciático poplíteo externo
Etiología. Hematoma del iliopsoas, cirugía pelvia­ (nervio peroneo común de la nomenclatura
na, fracturas pelvianas, hernia obturatriz, parto, reem­ anglosajona)
plazo de cadera.
Semiología. Recuerdo anatómico. Rama terminal del nervio ciático,
Déficit de la aducción del muslo por parálisis de los del que se desprende a nivel del hueco poplíteo, el nervio
aductores menor y medio. ciático poplíteo externo o peroneo común rodea la cabeza
- Atrofia de músculos afectados. del peroné, de atrás adelante, y atraviesa las inserciones del
- Anestesia en la cara interna del muslo. peroneo lateral largo, en cuyo interior se divide en los ner­
- La dificultad motora subjetiva consiste en sensa- vios muscu/ocutáneo (o pero.neo superficial de la nomencla­
ción de inestabilidad coxofemoral. tura anglosajona) y tibia/ anterior (o peroneo profundo de la
nomenclatura anglosajona), habiendo inervado previamente
Parálisis del nervio crura/ al músculo tibia! anterior; el nervio musculocutáneo o pero­
neo superficial inerva los peroneos laterales largo y corto; el
Recuerdo anatómico. El nervio cruraf se origina en las tibia! anterior o peroneo profundo completa fa inervación del
raíces L2, L3 y L4, que convergen a fa altura del músculo músculo tibia! anterior e inerva, además, al extensor común
psoas. El nervio emerge del psoas y sigue el canal formado de los dedos y al extensor propio del dedo gordo del pie, al
por los músculos psoas e ilíaco hasta llegar al arco femoral, peroneo anterior y al pedio. Además, el nervio ciático poplí­
en donde se coloca junto y por fuera de la arteria de ese teo externo o peroneo común conduce la sensibilidad de la
nombre, y luego se divide en varias ramas te'rminales. fner­ región externa de la pierna y de la mayor parte de la cara
va los músculos psoas, ilíaco, pectíneo, sartorio y, funda­ dorsal del pie. Por su acción, es homólogo del nervio radial.
mentalmente, cuadríceps. Conduce la sensibilidad de las
caras anterior e interna del muslo e interna de fa pierna. Etiología. Traumatismos, compresión prolongada
(síndrome de la pierna cruzada, compresión con ba­
Etiología. Cirugías inguinal, de cadera, ginecológi­ randas o barrales durante actos quirúrgicos), mono­
cas y de apéndice. Heridas cortantes y de bala y otros neuropatía en pacientes con enfermedades cllnicas,

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406 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

encima del hueco poplíteo, desciende verticalmente bajo


los músculos gemelos y al llegar al anillo del sóleo toma el
nombre de libia! posterior (propiamente dicho), desciende
a través de este anillo por la cara posterior de la pierna,
costea el borde interno del tendón de Aquiles, pasa por de­
trás del nialéolo interno, a partir de donde se divide en
plantar interno y externo. El nervio ciático poplíteo interno
o libia! inerva los músculos gemelos, poplíteo, sóleo, plan­
tar delgado, libia! posterior, flexor propio del dedo gordo y
flexor común de los dedos, además de completar la inerva­
ción del popliteo y del sóleo. El nervio plantar interno es
homólogo del nervio mediano de la mano, en tanto que el
plantar externo es homólogo del cubital. El primero inerva
varios músculos del dedo gordo y el primero y segundo
Fig. 17-7. Trastornos sensitivos por lesión del ciático poplíteo lumbricales. El segundo, varios músculos del dedo peque­
externo. ño, los lumbricales tercero y cuarto y todos los interóseos.
El nervio ciático poplíteo interno o tibia! emite también una
nutricionales, caquexias o decúbito prolongado. Es un rama sensitiva, el nervio safena externo (o sural de la no­
nervio muy expuesto a la compresión por su situación menclatura anglosajona) que desciende superficialmente
superficial al rodear el peroné. por el surco intergemelar hasta el maléolo y borde externos
Semiología. del pie.
Parálisis total.
- Pie colgante en posición equina. Etiología. Traumatismos, heridas cortantes o de
Marcha en steppage. bala, atrapamiento por fibrosis a la altura del anillo del
- Déficit de extensión (o flexión dorsal), abducción, sóleo, hipertrofia poplítea, quistes de Baker.
aducción, inversión y eversión del pie y de exten­ Semiología.
sión del dedo gordo (parálisis de músculos ante­ Lesión a la altura del hueco poplíteo.
roexternos de la pierna). Marcha en talus, apoyando sobre el talón.
- Anestesia del dorso del pie y cara externa de la El paciente no puede ponerse en puntas de pie.
pierna (fig. 1 7-7). - Déficit de flexión (o flexión plantar) del pie y dedos,
por parálisis de los músculos de la pantorrilla y de
Parálisis parcial por compromiso del muscu/ocutá­ la planta.
neo o peroneo superficial. - No es posible el movimiento de abanico de los de­
- El pie se desvía hacia adentro (pie varo). dos del pie.
- Déficit de la abducción y eversión del pie (parálisis - Pie en garra homóloga a la cubital, es decir, exten­
de músculos peroneos). sión de la primera falange y flexión de las restantes
Se preserva la extensión del pie y no hay pie col­ - Arreflexia aquiliana.
gante ni steppage (se preservan los restantes mús­ - Hipoestesia plantar, extendiéndose por la región
culos anteroexternos de la pierna). aquiliana, la porción externa del dorso hasta los
dedos 4 º y 5º, y el extremo del dorso de los dedos
Parálisis parcial por compromiso del tibia/ anterior 1 °, 2 º y 3 ° .
o peroneo profundo. • Atrofia de los músculos de la pantorrilla y del pie.
- Pie colgante, steppage y déficit de extensión, aduc­ - Mal perforante plantar en casos de afección prolon­
ción e inversión del pie (parálisis de músculos an­ gada.
teroexternos de la pierna).
- No hay pie varo y se conservan abducción y ever- Lesiones por debajo del hueco poplíteo.
sión del pie (preservación de músculos peroneos). - Pueden quedar respetados los gemelos y el sóleo,
en cuyo caso se preserva la flexión plantar del pie.
Parálisis del nervio ciático poplíteo Interno
(nervio tibia/ o tibia/ posterior de la La compresión o atrapamiento del nervio tibial pos­
nomenclatura anglosajona) terior en el conducto que atraviesa a la altura del tar­
so (el túnel tarsiano) origina un cuadro comparable al
Recuerdo anatómico. Rama terminal del ciático ma­ del síndrome del túnel carpiano ya descripto a propósi­
yor, el nervio ciático poplíteo interno o tibia! nace algo por to del nervio mediano: el síndrome del túnel tarsiano.

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1 7. SÍNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 407

Origina del mismo modo parestesias e hipoestesia Semiología. Se inicia con lumbalgia, ciatalgia o lum­
plantares, de agravación nocturna y con la marcha, mu­ bociatalgia, que se exacerban con los esfuerzos (como
chas veces vinculadas a anomalías posturales o de el esfuerzo defecatorio), tos y estornudo, y mejoran con
apoyo del pie, fracturas, compresión por inmovilización el reposo. El clima húmedo también suele exacerbar el
(yeso), uso de calzado apretado, quistes, ganglios. dolor. El cuadro es recidivante a lo largo de meses o
años, y suele ir aumentando en frecuencia, intensidad
Parálisis del tronco del nervio ciático y duración. Además puede producirse déficit motor en
uno o ambos miembros inferiores, parestesias, hipoes­
Etiología. Fractura de cadera, traumatismos, heri­ tesia y eventualmente trastornos esfinterianos, según
das cortantes o de bala, reemplazo de cadera, hema­ las raíces comprometidas por la compresión.
toma glúteo, inyección intramuscular, cirugía pelviana, En el examen físico se puede observar:
herpes. - Déficit motor y eventualmente atrofia de los grupos
Semiología. musculares afectados.
Reúne los hallazgos de la parálisis de sus dos ra­ - Hipoestesia y disestesias en la distribución de las
mas terminales (ambos ciáticos poplíteos, o pero­ raíces afectadas.
neo común y tibial). - Contractura uní o bilateral de los músculos para­
- Se agrega déficit de flexión de la pierna sobre el vertebrales.
muslo, por parálisis de músculos bíceps, semiten­ - Escoliosis vertebral lumbar.
dinoso y semimembranoso, cuyas ramas de iner­ - La compresión de las venas yugulares con el pa-
vación se desprenden en el muslo. ciente en decúbito dorsal puede desencadenar o
- Cierto grado de flexión puede existir pues la rama exacerbar el dolor lumbar y ciático (signo de Naff­
de inervación del músculo semitendinoso, que sa­ ziger superior).
le de la porción más proximal del ciático, está fre­
cuentemente preservada. Además, se podrán detectar los hallazgos ya men­
cionados a propósito del compromiso de las raíces del
(Véase asimismo meralgia parestésica en Sensibilidad.) plexo lumbar, a los que se agregan algunos otros más
específicos de la causa subyacente:
Hernia o protrusión del núcleo pulposo del
disco intervertebral (véase también neuralgia Sí la raíz afectada es la L4, se puede observar:
ciática en Sensibilidad) - Cruralgia, con dolor irradiado a cara anteroinferior
de muslo e interna de pierna.
Etiología y etiopatogenia. Consiste en la protru­ Signo de "Lasegue invertido": el dolor se acentúa al
sión de la parte central del disco intervertebral a tra­ extender el muslo con la pierna flexionada hacia
vés del anillo fibrocartilaginoso que lo rodea, causan­ atrás (véase Sensibilidad).
do compresión radicular (la más frecuente), medular o Leve déficit en la extensión de la pierna, por pare­
ambas. Su manifestación más saliente es la neuralgia sia del cuadríceps.
ciática o ciatalgia. Su localización preferente es a ni­ - Hiporreflexia patelar.
vel de los espacios entre la IV y V vértebra lumbar, y
entre la V vértebra lumbar y la I sacra. Las raíces Si la raíz afectada es la L5, se puede observar:
comprometidas varían según la dirección y grado de Ciatalgia irradiada por la cara externa del muslo y
compresión. Debe recordarse que a la altura de los anteroexterna de la pierna, hasta la cara anterior,
espacios mencionados se encuentra la cola de caba­ borde interno y dedo gordo del pie.
llo. Esta agrupa en manojo a las raíces lumbosacras - Signo de Lasegue: exacerbación del dolor radicu­
emergentes de la médula (que termina a la altura del lar al flexionar el muslo con la pierna en extensión
límite superior de la II vértebra lumbar), hacia sus res­ (véase Sensibilidad).
pectivos agujeros de conjunción. Por ello, un solo dis­ - Dolor en la presión o percusión de la apófisis espi­
co protruido puede comprimir varias raíces, salvo las nosa de la V vértebra lumbar, a la altura de la línea
que ya han emergido en niveles más altos. Habitual­ que une las dos crestas ilíacas.
mente la hernia se produce o agrava por esfuerzo de - Déficit motor en la extensión (flexión dorsal) de pie
los músculos paravertebrales bajos, como agacharse y dedos: el paciente no puede caminar sobre sus
y levantar peso, rotar la columna, o traumatismo ver­ talones.
tebral. Puede ser pasible de tratamiento quirúrgico si Si la raíz afectada es la S1, se puede observar:
el dolor no cede con tratamiento médico o si hay défi­ - Ciatalgia irradiada por cara posteroexterna de
cit motor importante. muslo y pierna, y borde externo del pie.

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408 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

- Signo de Laségue. Cuadro 17-1. Cuadro comparativo de la semiología de las


- Dolor en la presión o percusión de la apófisis espi- radiculopatías cervicales
nosa de la I vértebra sacra, un través de dedo por Raíz C5 Raíz C6 Raíz C7 Raíz ca
debajo de la línea que une las dos crestas ilíacas. (espacio C4-C5) (esp. C5-C6) (esp. C6,C7) (esp. C7-D1)
- Déficit motor en la flexión (flexión plantar) de pie y de­
dos: el paciente no puede ponerse en punta de pie. Dolor y Hombro Bíceps, Tríceps, Brazo y
- Arreflexia aquiliana. parestesias antebrazo antebrazo antebrazo
lateral, posterior, internos, 4º y
Síndrome de la cola de caballo (compromiso de pulgar e dedo medio 5º
múltiples raíces lumbosacras: L2 a L5 y S1 a S5). Las índice dedo
raíces lumbosacras emergen del canal raquídeo por
debajo del cono terminal de la médula, ubicado a la al­ Déficit Deltoides Bíceps Tríceps,
tura de la I vértebra lumbar. Se dirigen, algunas en lar­ (flexión (extensión Flexión y
go trayecto, hacia sus respectivos agujeros de conjun­ braquial), de abducción de
ción vertebral. Forman así un manojo de fibras extensión antebrazo) mano, abduc-
denominado cola de caballo, que puede ser comprimi­ de mano ción-aducción
de dedos
do por lesiones de la columna lumbosacra. Se origina
así el síndrome de la cola de caballo. Está constituido Arreflexía Bicipital Bicipital, Tricipital
estilorradial Cubitopronador
por déficit motor radicular, ciatalgia, arreflexia rotulia­
na y aquiliana, anestesia que toma periné, nalgas,
muslos, piernas y pies (anestesia en silla de montar), producirse cuadriparesia y cuadrihipoestesia con nivel
trastornos esfinterianos e impotencia sexual. El cua­ sensitivo alto y compromiso esfinteriano (véase cua­
dro puede ser parcial o incompleto. driparesias en Motilidad).
En todos los casos puede haber atrofia de los mús­ La tomografía computada o la resonancia magnéti­
culos afectados, que depende de la duración de la ca facilitarán el diagnóstico.
afección radicular.
La tomografía computada y la resonancia magnéti­
ca por imágenes de la columna lumbosacra ponen de Afecciones del sistema nervioso central
manifiesto el adelgazamiento o pinzamiento de los es­
pacios intervertebrales y la protrusión discal. El sistema nervioso central se divide en tres gran­
des sectores, según su ubicación dentro de la cavidad
Otras compresiones radiculares frecuentes son las craneorraquídea:
de raíces cervicales bajas: C5 (protrusión interverte­ - El sector raquídeo, que comprende la médula es­
bral CIV-CV), C6 (protrusión CV-CVI), C7 (protrusión pinal ocupando el conducto raquídeo, y los 31 pares
CVI-CVII) o CB (protrusión CVII-TI). de raíces que, naciendo a derecha e izquierda, for­
man los nervios raquídeos, así como los sistemas
Es importante recordar que a nivel cervical las raíces simpático y parasimpático medular.
emergen por encima de la vértebra respectiva. La raíz C8, - El sector subtentorial, constituido por el tronco ce­
al no haber VIII vértebra cervical, emerge por encima de la rebral, es decir, el bulbo raquídeo, la protuberancia y los
1 vértebra dorsal, y luego la raíz T1emerge por debajo de la pedúnculos cerebrales o mesencéfalo y, además, por
1 vértebra dorsal, manteniéndose ya esta disposición hasta los diez últimos pares de nervios craneales y el cerebe­
el nivel sacrococcígeo. lo; estos órganos se sitúan en la fosa posterior que se
halla por detrás de la base del cráneo, por debajo de la
Las radiculopatías cervicales pueden ser de co­ tienda del cerebelo (de ahí la denominación de sector
mienzo brusco, por hiperextensión cervical repentina subtentorial), y por encima del agujero occipital que la
("latigazo" por colisión de tránsito, yudo, zambullida, pone en comunicación con el conducto raquídeo.
intento de ahorcamiento, empujón, caída de altura), o - El sector supratentorial, que comprende el cere­
gradual por protrusión discal. Se produce cervicobra­ bro, los dos primeros pares de nervios craneales (ol­
quialgia, contractura cervical, déficit motor, arreflexia y fatorio y óptico) y dos glándulas, la hipófisis y la epífi­
atrofias en la distribución de las raíces afectadas. Su sis. Estos órganos ocupan la parte superior del
semiología se resume en el cuadro 1 7- 1 . cráneo, por encima de la tienda del cerebelo, y se co­
A diferencia d e las compresiones radiculares lum­ muniéan con el sector subtentorial por un espacio li­
bares, las cervicales pueden provocar además com­ bre: el foramen oval, situado por delante de la tienda
presión medular. Si hay compromiso medular puede del cerebelo.

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 409

Afecciones de la médula espinal atraviesan la médula, formando las raíces anteriores. Entre el
asta anterior y el asta posterior se insinúa hacia afuera una
Nociones anatomofisiológicas sobre la médula pequeña porción de sustancia gris, denominada columna in­
espinal. La médula espinal es la parte del neuroeje termediolateral, constiluida por células que originan las fibras
que ocupa el conducto raquídeo. Tiene forma de largo del simpático. Al asta posterior llegan las prolongaciones de
tallo cilindrico, algo aplanado de adelante atrás, que las neuronas de los ganglios anexos a las raíces posteriores.
se extiende desde la articulación occipitoatloidea, La sustancia gris medular está rodeada totalmente por sus­
donde se continúa con el bulbo, hasta la segunda vér­ tancia blanca; esta última es dividida en dos mitades latera­
tebra lumbar. Presenta en su trayecto dos engrosa­ les y simétricas por los surcos medioventral y mediodorsal.
mientos fusiformes que corresponden a la salida de Cada mitad de la sustancia blanca queda dividida por las
las raíces nerviosas destinadas a los miembros supe­ raices anteriores y posteriores en tres cordones: anterior,
rior (plexo braquial) e inferior (plexo lumbosacro). El lateral y posterior; los dos primeros se suelen reunir con el
primero se sitúa a nivel cervical, entre C3 y D2, y el nombre de cordón anterolateral. Estos cordones están
segundo a nivel lumbar, entre D9 y D12. La médula constituidos por fibras nerviosas mielínicas de dos clases:
luego se afina hacia abajo, finalizando en el denomi­ unas, largas, relacionan la médula con otras porciones del
nado cono terminal cuyo vértice corresponde a L2 y neuroeje (fibras de proyección); otras, cortas, unen diferen­
del que parte una prolongación muy fina, el filum ter­ tes segmentos de la médula (fibras intersegmentarias o de
mina/e, que llega hasta el cóccix. asociación). Estas fibras se agrupan, constituyendo dentro
de cada cordón fasciculos de mayor o menor volumen. Los
Una sección transversal de la médula permite observar en fasciculos o haces formados por las fibras de proyección
el centro la sustancia gris, afectando forma de letra H, cuya son: unos, ascendentes, que conducen impulsos a los cen­
rama horizontal constituye la comisura gris, atravesada en su tros superiores, y otros, descendentes, que traen impulsos
parte media por el canal del epéndimo y cuyas ramas vertica­ de los centros superiores a la médula.
les tienen la forma de dos medias lunas; las partes anteriores Los cordones medulares quedan así sistematizados en
de éstas constituyen las astas anteriores y las partes poste­ una serie de haces o fascículos que gozan de una función
riores las astas posteriores de la médula. Las astas anterio­ determinada y que han sido citados repetidas veces en el
res contienen los grandes cuerpos celulares de las neuronas curso de esta obra. Serán estudiados, ahora, en forma con­
motoras periféricas, cuyos cilindroejes salen de las mismas y junta (fig. 1 7-8).

Haz piramidal directo Haz tectoespinal

Haz espinotalámico ventral

Haz espmocerebeloso mdirecto

Haz espinocerebeloso directo

Haz de Burdach

Haz de Gol!

Fig. 17-8. Sistematización de la médula espinal.

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410 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Sistematización de los cordones posteriores. Cada Bechterew) del lado opuesto, que emite un clindroeje que
cordón posterior comprende dos fascículos de fibras ascen­ atraviesa la linea media por la comisura gris anterior, as­
dentes, uno situado en la parte interna, denominado haz de ciende hasta el pedúnculo cerebral, donde se incurva hacia
Gol/, y el otro entre éste y el asta posterior, o haz de Bur­ atrás para alcanzar el cerebelo a través del pedúnculo ce­
dach, y además, varios haces intersegmentarios. rebeloso superior.
Cada fibra radicular, al penetrar en la médula, se bifurca Haz espinotalámico lateral o dorsal. Situado inmediata­
en una rama ascendente y otra descendente. Las ramas mente por dentro del anterior, está formado por fibras que
descendentes, luego de un corto trayecto por el cordón pos­ nacen en el asta posterior, en la sustancia gelatinosa de Ro­
terior, penetran en el asta posterior. Las ascendentes cons­ lando, pasan por la comisura gris anterior para alcanzar el
tituyen las fibras radiculares cortas, medianas y largas, se­ cordón lateral de la hemimédula opuesta (fibras radiculares
gún la extensión de su trayecto por la médula. Las primeras cortas), en una porción ventral con relación al fascículo pi­
conducen la sensibilidad térmica y dolorosa y penetran de ramidal cruzado. Conduce impulsos de la sensibilidad térmi­
inmediato en el asta posterior, las segundas (fibras radicu­ ca y dolorosa. A través del bulbo, la protuberancia y el pe­
lares medianas) conducen la sensibilidad táctil protopática dúnculo cerebral alcanza el tálamo y finalmente la corteza
y recorren en los haces de Goll y de Burdach un trayecto de cerebral.
tres o cuatro segmentos medulares para penetrar en la sus­ Haz espinotalámico ventral. Está situado en el cordón
tancia gris, y las terceras (fibras radiculares largas) condu­ anterior, por delante del haz espinotalámico dorsal; está
cen la sensibilidad profunda y táctil epicrítica, y son las que constituido por fibras que nacen en el asta posterior del la­
constituyen la mayor parte de los haces de Goll y de Bur­ do opuesto, continuando las fibras radiculares medianas y
dach; estas fibras ocupan en el cordón posterior una situa­ conduce, pues, impulsos de la sensibilidad táctil protopáti­
ción tanto más interna y dorsal cuanto más baja es la raíz ca. Se une en el bulbo al lemnisco medio.
de la que provienen. Así, en la región cervical, el haz de Goll
contiene fibras que corresponden a las raíces sacras y lum­
bares y casi todas las de las raíces dorsales, en tanto que
el haz de Burdach contiene fibras de las primeras raíces
dorsales y cervicales.
Los haces intersegmentarios comprenden el fascículo
septomarginal, que tiene diferentes posiciones dentro del
cordón posterior, según el nivel de la médula que se consi­
dere, por lo que recibe distintos nombres: haz en vírgula,
centro oval de Flechsig y fascículo triangular de Gombault y Cerebelo
Philippe, compuestos por fibras que unen las células de las
astas posteriores de distintos segmentos medulares, por las
ramas descendentes ya citadas de las fibras radiculares, y
el fascículo posterior intersegmentario, o cordón fundamen­
8
tal posterior; situado por detrás de la comisura gris, com­
puesto por fibras intersegmentarias. 7 Núcleos
Sistematización de los cordones anterolaterales. Ca­ del puente
da cordón anterolateral se compone de fascículos ascen­
dentes, descendentes e intersegmentarios, que ya fueron
descriptos a propósito de las vías cerebelosas: Núcleos de
Fascículos ascendentes. Haz espinocerebeloso dorsal, Goll y Burdach 1 Núcleo del
lecho
denominado también haz cerebe/oso directo o de Flechsig. 1
Ocupa la parte posterior y externa del cordón lateral por fue­ 1
ra del haz piramidal cruzado y por delante del punto de pe­ 1
1
netración de las raíces posteriores; lo forman fibras que na­
1
cen en las células de la columna de Clarke (grupo de Médula
1
células de la parte interna de la base del asta posterior) del ..1..--( 1
mismo lado; este haz llega al cerebelo, por el pedúnculo ce­
rebeloso inferior (fig. 1 7-9).
Fig. 17-9. Vías cerebelosas. En gris, vías eferentes; en negro,
Haz espinocerebeloso ventral, haz cerebeloso cruzado o
vías aferentes; 1, haz cerebeloso directo; 2, haz cerebeloso
de Gowers. Está situado en la parte anterior y externa del indirecto; 3, haz vestibulocerebeloso; 4, haz cerebelovestibular;
cordón lateral, por delante del haz de Flechsig; lo forman fi­ 5 y 6, vías corticopontocerebelosas; 7 y 8, vías intercerebelosas;
bras que proceden del asta posterior medular (núcleo de 9, haz cerebelorrubral; 10, haz cerebelotalamocortical.

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 411

Haz espinotectal. Está situado en el cordón lateral inme­ afectados: motores, sensitivos, cerebelosos, que se presen­
diatamente por delante del haz espinotalámico dorsal; lo tan puros o asociados. Cuando se trata de procesos que
forman fibras que se originan en las células del asta poste­ afectan sólo a determinados haces o cordones medulares,
rior del lado opuesto y van a terminar en el tubérculo cua­ respetando los demás, se producen las afecciones sistema­
drigémino anterior. tizadas como la degeneración combinada o la enfermedad
Fascículos descendentes. Haces piramidales: de Friedreich y cuando se afectan distintos haces y elemen­
-Haz piramidal cruzado. Se encuentra en el cordón late­ tos de la sustancia gris, se engendran las afecciones difu­
ral inmediatamente por dentro del haz espinocerebeloso sas, como las mielitis y las enfermedades desmielinizantes.
dorsal y por delante de la cabeza del asta posterior; lo for­ La sistematización cordonal de la médula hace de la
man fibras procedentes de las células piramidales de la cor­ misma un importante conductor que transmite impulsos
teza cerebral que se han decusado en el bulbo. A medida sensitivos y recibe impulsos motores, pero, además, la mé­
que desciende disminuye su volumen. dula es un centro integrador, pues en ella se elaboran nu­
-Haz piramidal directo. Se encuentra en el cordón ante­ merosos actos reflejos, que aseguran el tono muscular, el
rior, parte interna, limitando el surco mediano anterior; está trofismo, el juego de los esfínteres, las funciones genitales
constituido por fibras del mismo origen que el anterior, pero y también las funciones autónomas (vasomotricidad, sudo­
que se decusan poco a poco, a medida que descienden en ración). Se ha mencionado ya en otros capítulos la ubica­
la médula. ción de los distintos centros de los reflejos profundos y su­
Haces extrapiramidales. Son haces de fibras descen­ perficiales, de los esfínteres y genitales y además las
dentes que conducen incitaciones motoras no voluntarias: localizaciones motoras y sensitivas medulares segmenta­
- Haz rubroespinal, haz prepiramidal o de von Monakow. rlas, que es de conocimiento necesario para el diagnóstico
Está situado en el cordón lateral, inmediatamente por de­ topográfico de ciertas lesiones.
lante del haz piramidal cruzado. Sus fibras provienen del La médula se encuentra envuelta por las tres meninges,
núcleo rojo del lado opuesto. Tiene un recorrido corto ya dentro del canal raquídeo, y está irrigada por la arteria es­
que no se lo observa por debajo de la región cervical. pinal anterior, rama de la arteria vertebral, y por las arterias
- Haz vestibuloespinal lateral o dorsal. Está situado en el espinales posteriores, nacidas igualmente de la vertebral,
cordón lateral, inmediatamente por delante del anterior y que descienden por delante y por detrás de la médula (véa­
por dentro del haz espinotalámico lateral; está formado por se Vascularización medular en Motilidad). La arteria espinal
fibras que nacen en el núcleo de Deiters del lado opuesto. anterior irriga los cordones anterolaterales, y las arterias es­
- Haz vestibuloespinal ventral. Está situado en el cordón pinales posteriores los cordones posteriores. Las protrusio­
anterior, al lado del haz piramidal directo. Sus fibras se ori­ nes discales comprimen particularmente a la espinal ante­
ginan en el núcleo de Deiters del mismo lado. rior, que discurre por el surco anterior de la médula,
- Haz tectoespinal. Situado en el cordón anterior, está produciendo un síndrome semiológico de afección cordonal
formado por fibras procedentes del tubérculo cuadrigémino anterolateral, en el que predomina la signologia piramidal.
anterior del lado opuesto. Termina en la médula cervical. Por sus anastomosis reciprocas, las arterias espinales for­
- Haz olivoespinal de Hellweg. Ocupa únicamente la mé­ man alrededor de la médula un círculo arterial perimedular,
dula cervical; está formado por fibras procedentes de la oli­ de donde parten una serie de ramas que penetran en la mé­
va bulbar y se halla situado en la parte anterior del cordón dula, para distribuirse por las sustancias blanca y gris; un
lateral junto a la emergencia de las raíces anteriores. grupo de esas ramas penetra en la médula siguiendo el tra­
- Haz reticu/oespinal. Es doble, uno directo o medial, si­ yecto de las raíces anteriores y posteriores: son las arterias
tuado en el cordón anterior, y el otro cruzado o lateral, situado radiculares anteriores y posteriores, respectivamente, que
en el cordón lateral; está formado por fibras que nacen en la irrigan a las astas anteriores y posteriores.
formación reticular del puente y del bulbo, respectivamente. Las arterias intramedulares son terminales, no contraen
Fascículos intersegmentarios. Son dos: uno anterior, si­ anastomosis; la embolia o trombosis de las mismas originará
tuado en el cordón anterior, se compone de fibras que unen un área de necrosis o de mielomalacia. La circulación de re­
las células de las astas anteriores de un lado con las del la­ torno se hace por venas intra y perimedulares; de la red ve­
do opuesto, ya sean del mismo nivel medular o de diferen­ nosa perimedular parten venas eferentes que atraviesan los
tes niveles, y otro, lateral, formado por fibras de asociación agujeros de conjunción para ir hasta las venas extrarraquí­
entre los distintos segmentos de la sustancia gris, ya ascen­ deas (vertebrales, intercostales, lumbares y sacras laterales).
dentes, ya descendentes; por encima de la médula se con­ Además de las ramas nacidas de las vertebrales, inter­
tinúa con el haz longitudinal medio (haz longitudinal poste­ vienen ramas radiculomedulares procedentes de las arte­
rior). Los haces intersegmentarios forman, en conjunto, el rias intercostales, como la voluminosa arteria de Adamkie­
cordón fundamental anterolateral. wicz que procede de una de las últimas intercostales o de
Las lesiones degenerativas de los cordones anterolate­ una de las primeras arterias lumbares, e irrigan el sector
rales originan síntomas muy variados, según los haces dorsal bajo y lumbosacro de la médula.

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412 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Ataxia medular. Tabes dorsal ramidales. Los miembros superiores no se afectan


más allá de cierta posible exacerbación refleja. Anato­
Etiología. La tabes dorsal, sífilis terciaria medular, mopatológicamente existe degeneración axonal de
actualmente excepcional, constituyó durante años el los cordones laterales medulares, predominando a ni­
modelo semiológico típico de la ataxia por compromiso vel de los haces piramidales cruzados en su trayecto
de los cordones posteriores medulares {fig. 1 7-10). dorso lumbar con participación, a veces, de los espino­
Aparece entre los 3 a 20 años de la infección primaria. cerebelosos; también pueden observarse signos de­
Semiologfa. Se caracteriza por ataxia medular con generativos en el cordón posterior. Es de evolución
signo de Romberg, marcha taloneante, hipotonía muy lenta.
muscular, disociación tabética de la sensibilidad. Tras­
tornos tróficos: mal perforante plantar, artropatías ta­ Enfermedades heredodegenerativas con
béticas. Se asocian cardiopatía con aortitis y aneuris­ compromiso medular y periférico
mas aórticos suprasigmoideos e insuficiencia aórtica;
dolores fulgurantes en las extremidades, dolores en Enfermedad de Charcot-Marie- Tooth, neuropatía
cinturón, crisis viscerales tabélicas; miosis; anisoco­ hereditaria sensitivomotora tipo I (HMSN I), o enfer­
ria, signo pupilar de Argyll-Robertson, arreflexia aqui­ medad de Charcot-Marie-Tooth tipo 1 (CMT1).
liana y patelar (véase Ataxias). Neuropatía intersticial hipertrófica de Déjerine­
En el líquido cefalorraquídeo suele haber aumento Gombault-Sottas, neuropatía hereditaria sensítivomo­
de linfocitos, ligera hiperproteinorraquia y las reaccio­ tora tipo 111 (HMSN 111), o enfermedad de Charcot-Ma­
nes de globulinas suelen ser positivas. La VDRL y rie-Tooth tipo 2 (CMT2).
FTA-Abs son positivas en sangre y líquido. Neuropatía hereditaria sensitivomotora tipo IV
(HMSN IV), o enfermedad de Refsum.
Enfermedades heredodegenerativas Estas enfermedades fueron descriptas en el capí­
medulares tulo Trofismo.
Artropatía ulceromutilante de Thévenard (1942).
Las heredoataxias dominantes de tipo cerebeloso, Comienza en la infancia. Conocida también con el
y recesivas de tipo Friedreich (fig. 1 7-11 ) y de tipo no nombre de neuropatía sensitiva hereditaria de Denny­
Fríedreich fueron descriptas en el capítulo de ataxias. Brown, es una entidad que cursa con trastornos
Paraparesia espástica familiar o enfermedad de sensitivos preferentemente termoalgésicos y altera­
Strümpe/1-Lorrain (1880). Consiste en una parapare­ ciones tróficas en forma de mal perforante plantar, con
sia o paraplejía espástica (con hipertonía y píramida­ compromiso óseo y fractura espontánea de los hue­
lismo) de carácter heredofamiliar que puede iniciarse sos del pie.
en la infancia, la adolescencia o la adultez. Se añaden
en algunos caso's signos cordonales posteriores Esclerosis múltiple (esclerosis "en placas")
(hipopalestesia, ataxia), cerebelosos, repercusión
neuromuscular (neuropatía periférica y atrofia), retino­ Enfermedad de etiología desconocida pero segura­
palía pígmentosa y también, a veces, signos extrapi- mente inmunomediada, caracterizada por la aparición

Fig. 17-1:1. Enfermedad de Friedreich. Compromisos: 1 y 2,

adiadococínesia, asinergia); 4, cordones posteriores (ataxia,


piramidal (signo de Babinski); 3, haces cerebelosos (dismetria,
Fig. 17-10. Tabes. 1, esclerosis de los cordones posteriores
(ataxia, disociación tabé!ica de la sensibilidad). aba!iestesia, apalestesia).

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 413

progresiva de áreas o "placas" de desmielinización en La enfermedad evoluciona por episodios agudos


todo el sistema nervioso, sin ninguna sistematización. llamados "brotes", seguidos de remisión parcial o
Las fibras se desmielinizan, conservándose los cilin­ completa de durac:ión variable. Es progresiva y tiende
droejes. La neuroglía prolifera, fagocitando los detri­ a llevar a la invalidez. La duración de la enfermedad
tus y formando cuerpos granulosos. Como etiologías una vez diagnosticada suele se¡de 1 O a 20 años, pe­
probables se sospechan la autoinmune o la viral, aun­ ro puede ser más corta o más prolongada.
que ninguna de ellas ha sido confirmada. Se observa El diagnóstico de la esclerosis múltiple se basa,
con mayor frecuencia en la mujer y entre los veinte y precisamente, en el hallazgo de signos y síntomas de
cuarenta años. compromiso multifocal del sistema nervioso central,
Semiología. Tratándose de una afección de todo el que aparecen y remiten en forma intermitente en el
neuroeje, no correspondería colocarla entre las afec­ curso de meses y años (evolución característica en
ciones medulares, pero los signos espinales son im­ brotes seguidos de remisiones). En dos tercios de los
portantes. Su comienzo suele ser agudo, subagudo o casos se encuentra en el líquido cefalorraquídeo un
progresivo. Se distinguen los siguientes signos y sín­ incremento de las gammaglobulinas y de la inmuno­
tomas: globulina G, que en el espectro electroforético apare­
• Motores. Paresias que se inician por un solo cen formadas por bandas ofigoclonales; el aumento
miembro, o por ambos (paraparesia o paraplejía), de la proteína básica míelínica índica la existencia de
acompañadas de signos de piramidalismo (hiperrefle­ un proceso activo de destrucción de la mielina.
xia profunda, arreflexia cutaneoabdominal, clonus, Los potenciales evocados visuales se encuentran
signo de Babinski, hipertonía); es la afección en la que alterados en el 70% de individuos afectados de escle­
se suele observar en su plenitud toda la serie de sig­ rosis múltiple (prolongación de la latencia de la onda
nos piramidales. A veces hemiparesia o hemiplejía. P100 y disminución de amplitud del potencial). Los so­
• Sensitivos. Parestesias, a veces dolores erráti­ matosensitivos o auditivos se alteran en relación con
cos; puede observarse el signo de Lhermitte, que con­ los compromisos medular o troncal.
siste en la sensación de descarga eléctrica que el en­ La resonancia magnética por imágenes (cerebral o
fermo tiene a lo largo del raquis al flexionarse la medular) es hoy en día el método imagenológico de
cabeza; trastornos de la sensibilidad profunda por elección para el diagnóstico de la enfermedad: evi­
compromiso cardona! posterior: hipobatiestesia, hipo­ dencia la presencia de lesiones en más del 90% de
palestesia, hipobarestesia. A veces hemianestesias y los casos (véase fig. 1 9-24). La tomografía computa­
síndrome de Brown-Séquard. da cerebral puede también mostrar, en una etapa más
• Cerebelosos. Vértigos, ataxia, falta de equilibrio; avanzada, imágenes hipodensas en la sustancia blan­
temblor intencional, dismetría, adiadococinesia. ca, muy frecuentemente periventriculares.
- De los esfínteres. Trastornos en la micción y en La prueba del baño caliente, que consiste en su­
la evacuación intestinal de tipo incontinencia o reten­ mergir al paciente en un baño de agua hasta el cue­
ción. llo, cuya temperatura se va incrementando dentro de
- Oculares. Nistagmo, oftalmoplejía internuclear; límites tolerables, generalmente hasta unos 38,3°-
disminución de la agudeza visual o escotoma central, 390C, puede poner de manifiesto la aparición de sig­
por neuritis retrobulbar con palidez del sector tempo­ nos y síntomas latentes de la enfermedad: déficit mo­
ral de la papila; diplopía con paresias oculomotoras, tores, signos de piramidalismo. Los esfuerzos, como
en ciertos casos. hacer caminar al paciente, también pueden hacer
- De la palabra. Disartria, caracterizada por un ha­ emerger o agravar la signosintomatología.
blar arrastrado, monótono y escandido, separando las Los criterios de Poser establecen el diagnóstico clí­
sílabas por pausas. nicamente definitivo o probable de esclerosis múltiple
• Encefálicos. Muy raras veces crisis convulsivas y (cuadro 1 7-2) tomando los siguientes parámetros: nú­
trastornos de conciencia. mero de brotes, evidencia clínica, evidencia paraclini­
• Psíquicos. Emotividad exagerada y tendencia a la ca (potenciales evocados, tomografía computada o
euforia, pese a hallarse en pleno padecimiento. resonancia nuclear magnética) y bandas oligoclonales
Todos estos síntomas y signos pueden intrincarse (80) o inmunoglobulina G aumentada en el líquido ce­
en forma muy variada, caracterizándose entonces la falorraquídeo.
enfermedad por dar cuadros dispares de un paciente
a otro. En la mayoría de los casos, las manifestacio­ Enfermedad de Devic
nes dominantes corresponden a la esfera ocular, me- .
dular o cerebelosa, sea en forma aislada o combina­ Es un síndrome de comienzo agudo caracterizado
da. Resulta rara la presencia de afasia o síncope. por neuritis óptica y mielitis transversa con expresión

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414 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Cuadro 1 7-2. Diagnóstico de la esclerosis múltiple

Categoría Brotes Evidencia(s) clinica(s) Evidencia paraclínica 80/lgG en LCR


Clinicamente definitiva 2 2
2 1 y
2 1 o +
1 2 +
1 1 y +

Probable 2 1
1 2
1 1 y
2 +
de paraparesia o paraplejía. Estos dos compromisos
pueden presentarse en forma simultánea o sucesiva
con una diferencia de semanas o días en el orden de
presentación. Se debe a esclerosis múltiple en la ma­
yoría de los casos, pero también puede ser causado
por encefalomielitis aguda diseminada, lupus eritema­
toso sistémico o sarcoidosis. Por ello es más propia­
mente un síndrome que una enfermedad. Su evolu­
ción suele ser variable según los casos.
Encefalomielítis aguda diseminada

Es una entidad que se presenta a raíz de una vacu­


nación o de enfermedades virales que normalmente no
afectan el sistema nervioso central. Clínicamente se Fig. 1 7-12. Esclerosis lateral amiotrófica. Compromisos: 1,
piramidales directos; 2, células de las astas anteriores
asemeja mucho a un brote agudo de esclerosis múltiple, haces (amiotrofia degenerativa); 3, haces piramidales cruzados (hiper­
por lo que el diagnóstico diferencial es, a veces, difícil. tonía, exageración de los reflejos profundos).
La evolución determinará este último ya que en la ence­
falomielitis no se producen ataques recurrentes como se ción de la neurona piramidal): forma de tipo Aran-Du­
observa en la esclerosis múltiple. A veces esta distinción chenne o "enfermedad" de Aran-Duchenne.
se complica aún más porque en pacientes afectados de Otras veces la amiotrofia puede iniciarse en los
esclerosis múlliple se observan exacerbaciones en el miembros inferiores; como los músculos anteroexternos
curso de enfermedades virales intercurrenles. de la pierna son los más afectados, el individuo adopta
una marcha de tipo steppage similar a la de las polineu­
Esclerosis lateral amiotrófica (enfermedad ritis: forma seudopolineurítica de Marie-Patrikios.
de Charcot, enfermedad de la motoneurona) También puede comenzar con déficit de los pares
craneales bajos, con disfonía, disfagia, disartria, ba­
Se debe a muerte neuronal progresiva de las molo­ beo y f onación de sonido nasal (por paresia velopala­
neuronas de las células piramidales y de las astas ante­ tina), fibrilaciones linguales y reflejo maseterino exa­
riores, con degeneración consiguiente de los haces pira­ cerbado: forma bulbar.
midales de la médula ("esclerosis lateral') y de los nervios Puede aparecer más larde (meses) paraparesia o
periféricos ("amiolrófica") (fig. 1 7-12). Afecla, pues, a am­ cuadriparesia espástica, predominando la espaslici­
bas moloneuronas central y periférica. Por ello también es dad sobre la paresia, con todos los demás signos de
llamada "enfermedad de la motoneurona". piramidalismo: hiperreflexia profunda, Babinski (50%
Semiología. El comienzo clínico depende de las de los casos). El clonus es más raro ya que la espas­
neuronas que se afectan inicialmente. ticidad se limita por la atrofia muscular. La sensibilidad
Puede ser con atrofia y fasciculaciones de los mús­ y esfínteres no se alteran.
culos distales de la mano (atrofia distal neuropática de Al invadir el proceso el bulbo, aparece una paráli­
miembro superior), acompañada de exageración de sis labioglosolaríngea, que lleva al enfermo a la muer­
los reflejos y de espasticidad relativa de los músculos te, por fenómenos intercurrenles (aspiración) y paro
menos afectados por la atrofia ( debido a la degenera- cardiorrespiratorio.

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 415

La enfermedad es lentamente progresiva, rá.pida y


fatal. La muerte se produce entre los dos y cuatro
años del comienzo, aunque se pueden observar evo­
luciones prolongadas. Cuando comienza con signos
bulbares (forma bulbar) su desenlace es más rápido.
El diagnóstico de la enfermedad de Charco! es fá­
cil, por coexistir atrofia de Aran-Duchenne y signos de
piramidalismo, es decir manifestaciones asociadas de
compromiso de ambas motoneuronas. La aparición
precoz de fasciculaciones más extensas e intensas
que en cualquier otra enfermedad de la neurona mo­
tora tiene importancia diagnóstica. El electromiogra­
ma confirmará denervación que puede incluir la len­
gua. El líquido cefalorraquídeo no se altera. Fig. 17-13. Siringomielia ceivical. 1, alteración de la sustancia
gris anterior (amiotrofia degenerativa); 2 y 3, haces piramidales
comprimidos por la cavidad siringomiélica distendida (paraplejía
Atrofias musculares espinales (amiotrofias de los miembros inferiores); 4, alteración de las fibras de la
espinales primarias) sensibilidad termoalgésica que van a constituir los haces espi­
notalámicos laterales (disociación siringomiélica ·suspendida").
Comprenden la enfermedad de Werdnig-Hoffmann o
atrofia muscular espinal tipo I (Spinal Muscular Atrophy Semiología. - Trastornos tróficos. Atrofia muscular
Type I, SMA I), la enfermedad de Kugelberg-Welander, de tipo Aran-Duchenne con fasciculaciones. Glossy
atrofia muscular progresiva del adolescente o atrofia skin. Mano suculenta de Marinesco. Panadizo analgé­
muscular espinal tipo fil (Spinal Muscular Atrophy Type sico de Morvan. Lesiones ampollosas de la piel; tórax
111, SMA 111) y el sfndrome escapuloperoneo de Stark­ con cifoescoliosis, artropatías siringomiélicas, fractu­
Kaeser, descriptas en el capítulo de Trofismo. ras espontáneas. Mal perforante plantar.
-Trastornos de la sensibilidad. Disociación siringo­
Degeneración combinada subaguda (mielosis miélica de la sensibilidad, es decir, termoanestesia
funicular, síndrome de Lichtheim) más analgesia (atermoalgesia), con conservación de
la sensibilidad táctil y profunda. En su comienzo, es­
Es de origen carencial por déficit de vitamina B 12. Se tas manifestaciones adoptan el carácter "suspendido"
produce degeneración asociada del cordón posterior y en su localización, es decir, limitadas hacia arriba y
haces piramidales. Hay hipoestesia en miembros inferio­ hacia abajo por sensibilidad normal.
res, ataxia medular y signos piramidales. La marcha se­ - Trastornos motores. Paraparesia espástica. El lí­
rá atáxica, espástica o ataxoespástica, según el mayor o quido cefalorraquídeo es normal. La cavilación com­
menor compromiso lesiona!. Clásicamente se describe prime y lesiona las astas anteriores de la médula cer­
aclorhidria histaminorresistente, anemia megaloblástica vical, originando la atrofia de tipo Aran-Duchenne, y la
y disminución de la concentración plasmática de vitami­ vía piramidal causando paraparesia espástica. Si este
na B12, pero puede producirse el cuadro neurológico sin proceso sólo toma una mitad de la médula, una hemi­
la presencia de anemia típica. Su evolución está subordi­ médula, el cuadro que se presenta es el de un síndro­
nada a la rapidez con que se hagan el diagnóstico y tra­ me de Brown-Séquard con disociación siringomiélica
tamiento. Hoy en día se observa con poca frecuencia ya de la sensibilidad: Si invade los cordones posteriores,
que el diagnóstico de esta avitaminosis suele establecer­ pueden aparecer ataxia y trastornos de la sensibilidad
se antes de que se instale o agrave el cuadro clínico. profunda, es decir, un cuadro cardona! posterior.
A veces la cavilación se propaga hacia el bulbo y
Siringomielia la protuberancia (síringobulbia y siríngopontia). Enton­
ces al cuadro de siringomielia se añaden: disociación
Esta enfermedad se caracteriza por una expansión siringomiélica en la cara, parálisis bulbar, parálisis fa­
cavilaría en la región periependimaria o pericentral de cial y otros trastornos protuberanciales.
la sustancia gris medular (y, a veces, bulbar), por don­ La evolución de la enfermedad es lenta. La muerte
de discurren las fibras que conducen la sensibilidad ocurre por complicaciones infecciosas, por crisis vegeta­
termoalgésica, reunidas luego en el haz espinotalámi­ tivas cardíacas y respiratorias, o por afectación bulbar.
co lateral (fig. 1 7-13). Se afecta con preferencia la mé­ El diagnóstico de siringomielia se efectúa por reso­
dula cervical. Es más frecuente en hombres, presen­ nancia magnética de la columna cervicodorsal. Tumo­
tándose hacia la tercera o cuarta década de la vida. res intramedulares (astrocitomas y ependimomas) y

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416 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

ciertas aracnoiditis espinales pueden también causar diafragma o a todo el diafragma, variando por ello su
disociación siringomiélica y anestesia suspendida, de gravedad. Nivel sensitivo en cuello u hombros. Anes­
evolución más rápida. tesia por debajo de la lesión. Trastornos esfinterianos.
Compresión de la médula cervical baja (C5-CB).
Hematomielia Cuadriplejía, fláccida en miembros superiores con
atrofia y arreflexia, y espástica en los inferiores con hi­
Consiste en una hemorragia o colección sanguínea perreflexia. Eventualmente síntomas radiculares de
dentro del parénquima medular, mayoritariamente en plexo braquial. La sensibilidad en miembros superio­
la región cervical o lumbar. Su causa más frecuente res puede preservarse. Nivel sensitivo en tórax alto,
son los traumatismos vertebromedulares así como las con anestesia por debajo de la lesión. Trastornos es­
malformaciones vasculares de la médula. finterianos.
Semiología. Generalmente da lugar a una parálisis Compresión de la médula dorsal. Es la compresión
medular brusca asociada a trastornos sensitivos, de más común. Paraplejía espástica de miembros inferio­
distribución relacionada con las áreas afectadas. La res con anestesia. Nivel sensitivo en tórax o abdomen,
parálisis es al comienzo fláccida, luego progresiva­ según la altura de la compresión medular. El nivel
mente espástica secuelar. Sus manifestaciones y evo­ sensitivo hallado representa la altura del compromiso
lución dependen de la extensión de la hemorragia. En medular, que en el sector dorsal corresponde a un
el período agudo la punción lumbar muestra un líqui­ segmento por debajo de la localización vertebral de la
do cefalorraquídeo · hemorrágico en grado variable, compresión, porque la médula es más corta que la co­
que evoluciona a la xantocromía. La tomografía y re­ lumna: si el nivel hallado es D7, la compresión segu­
sonancia confirmarán el diagnóstico. ramente se encontrará a la altura de la VI vértebra
dorsal. Hiperreflexia rotuliana y aquiliana. Abolición de
Síndrome de compresión medular los reflejos cutáneos abdominales por debajo de la le­
sión. Trastornos esfinterianos.
Puede ser brusca (generalmente traumática), o Compresión de la médula lumbar. Paraplejía flácci­
progresiva; cervical o dorsal. da de miembros inferiores con anestesia. Nivel sensi­
Compresión medular brusca. Se distinguen dos fases: tivo en muslo, en este caso dos o tres segmentos por
Inmediata o de shock medular, caracterizada por debajo de la compresión vertebral (nivel medular L2-
plejía fláccida, anestesia total, arreflexia, hipotonía y L3->-nivel vertebral D12). Reflejo rotuliano variable
fenómenos tróficos de aparición precoz, por debajo con aquiliano exagerado. Trastornos esfinterianos.
de la lesión. Retención de orina y materia fecal. Síndrome del epicono (segmentos medulares L5 y
Tardía, con manifestaciones de automatismo me­ S1 ). Parálisis de los peroneos laterales, tibial anterior
dular: fenómeno de los acortadores y mass-reflex. (extensión o flexión dorsal del pie) y tríceps sural (ge­
La parálisis suele evolucionar a la espasticidad, melos y sóleo -flexión o flexión plantar del pie-).
con hiperreflexia, clonus, Babinski y sucedáneos. Reflejos aquiliano y plantar abolidos. Anestesia co­
Persisten la anestesia y los trastornos tróficos. In­ rrespondiente. Trastornos esfinterianos.
continencia. Síndrome del cono medular (segmentos medulares
El pronóstico es grave, persistiendo una secuela S2, S3, S4 y S5). Anestesia en silla de montar y vesi­
variable. copudenda. El reflejo plantar puede estar abolido.
Compresión medular lenta. El déficit motor se va Trastornos esfinterianos e impotencia sexual.
instalando a lo largo de días. Acelerándose, suele fi­ En ciertos casos la compresión medular se presen­
nalmente precipitarse la plejía. La parálisis es fláccida ta adoptando la forma de una claudicación intermiten­
con atrofia y arreflexia a nivel de los segmentos afec­ te medular, o sea de un déficit motor que sobreviene
tados, y espástica por debajo; hay nivel sensitivo a la después de un cierto trecho de marcha, para ir cons­
altura de la compresión e hipoestesia por debajo, y tituyéndose lentamente un síndrome piramidal bilate­
trastornos esfinterianos con retención de orina y ma­ ral progresivo: paraparesia con hipertonía muscular,
teria fecal: el paciente generalmente orina y defeca hiperreflexia profunda y signo de Babinski, al que pue­
"por rebalsamiento", porque generalmente la lesión de asociarse un síndrome sensitivo de hipo o aneste­
asienta por encima de los centros reflejos de la vejiga sia con un límite superior que corresponde al nivel le­
y el recto (vejiga neurogénica). siona!, pudiendo finalmente completarse el cuadro
Según el nivel donde asiente la compresión, se ob­ con trastornos esfinterianos.
tienen las siguientes variaciones semiológicas: Causas. Metástasis vertebrales de carcinoma de pul­
Compresión de la médula cervical alta (C1 a C4). món, mama, próstata y colon; linfomas, que penetran y
Cuadriplejía espástica. Parálisis del frénico y del espi­ comprimen "en reloj de arena" a través de los agujeros
nal. La parálisis del frénico puede afectar a un hemi- de conjunción; meningiomas; protrusión discal interverte-

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17. SÍNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERViOSO 417

bral; neurinomas; mal de Pott (TBC vertebral) y otras es­ del tronco, de los miembros superiores y también los
pondilitis; tumores vertebrales primitivos (osteosarco­ pares craneanos, ocasionando la muerte por parálisis
mas); mieloma; aracnoidilis; tumores intramedulares. bulbar. En otros casos el paciente puede mejorar, pe­
El diagnóstico de la compresión medular se hace ro en general con secuelas más o menos importantes.
hoy día con resonancia magnética, o con tomografía
computada si la resonancia no puede efectuarse Poliomielitis anterior aguda epidémica
(marcapaso). El estudio del líquido cefalorraquídeo (enfermedad de Heine-Medin, parálisis infantil)
puede mostrar xantocromía y coagulación (sfndrome
de Nonne-Froin, debido a estasis del líquido por deba­ Enfermedad infecciosa viral de alto contagio y epi­
jo de la compresión). Si se sospecha una malforma­ démica, producida por un virus filtrable, entérico, que
ción vascular potencialmente quirúrgica, se efectuará se incluye dentro de los "picorna" (de "pico": pequeño,
una angiografía medular. El diagnóstico debe estable­ RNA = ácido ribonucleico). Afecta con predilección a
cerse lo más rápido posible en todos los casos, para las astas anteriores de la médula. Se observa mayori­
posibilitar al máximo la descompresión quirúrgica pre­ tariamente en niños. En la actualidad la enfermedad
coz y evitar una paraplejía definitiva. aguda es excepcional gracias a la vacunación masiva,
pero existen numerosos adultos con las secuelas de
Mielitis (mielopatías) la última gran epidemia mundial de principios de la dé­
cada de 1 950.
Etiología y etiopatogenia. Las mielitis o mielopalías Semiología. Se distingue habitualmente un período
son procesos generalmente agudos, que suelen afectar de invasión o preparalítico, un período paralítico y un
transversalmente a la médula espinal a la altura o par­ período de regresión.
tir de un segmento (mielitis transversa). Pueden partici­ En el período de invasión hay fiebre elevada (>39°), ·
par en el proceso las meninges (meningomielitis) o el cefalea, astenia, taquicardia, mioartralgias, trastornos
resto del neuroeje (encefalomielitis). Se atribuyen a en­ gastrointestinales, coriza, angina o bronquitis, a veces
fermedad desmielinizante (esclerosis múltiple), causa signos meníngeos, hiperestesia, sudoración y convul­
inmunológica (lupus eritematoso, anticuerpos antifosfo­ siones. Este período dura tres o cuatro días.
lípidos), posinfecciosa (viral), posvaccinal, paraneoplá­ Luego comienza el período paralítico: la parálisis
sica (carcinoma de pulmón), actínica (posradioterapia) se instala bruscamente, en pocas horas, revistiendo la
e idiopática. Las "mielitis isquémicas" son en realidad forma de una monoplejía, diplejía o paraplejía fláccida
infartos medulares (obstrucción de la arteria de Adam­ con hipo o arreflexia profunda y superficial. La arrefle­
kiewicz, aneurisma disecante de la aorta), pero forman xia precede habitualmente a la plejía. Otras veces, la
parte del diagnóstico diferencial. parálisis afecta al tronco, comprometiendo músculos
Semiología. La enfermedad se puede presentar intercostales y diafragma. Pueden haber parálisis di­
con algunas manifestaciones subjetivas previas: ma­ versamente asociadas, como monoplejías braquial
lestar general, fiebre, parestesias y dolor en los miem­ derecha y crural izquierda. Existen también formas
bros que rápidamente se paresian, asociándose tras­ bulboprotuberanciales con parálisis maseterina, facial
tornos esfinterianos. Los trastornos se localizan según o palatofaríngea. Por lo general no hay trastornos es­
el segmento medular afectado, que generalmente es finlerianos. En la electrofisiología hay reacción de de­
dorsal, con paraplejía fláccida. La sensibilidad queda nervación en los músculos afectados: si ésta es total
total o parcialmente abolida y los reflejos, cuyo centro el pronóstico de recuperación es malo. En el líquido
es subyacente a la lesión, desaparecen. Se agregan cefalorraquídeo se comprueban discreta hiperprotei­
luego trastornos tróficos vasomotores y escaras de norraquia y pleocitosis, primero polimorfonuclear y
decúbito. luego linfocítica.
El líquido cefalorraquídeo puede mostrar linfocito­ Después de un tiempo variable comienza el perío­
sis importante (50-1 00/mm3) en las mielitis posinfec­ do de regresión. Las parálisis mejoran y se depuran,
ciosas, con aumento de proteínas. Eh este caso pue­ salvo en los músculos más afectados, que quedan
de haber eritrosedimentación acelerada y leucocitosis pléjicos y se atrofian. La atrofia es rápida y conduce a
. con neutrofilia en sangre. El diagnóstico se realiza por estados de deformación y acortamiento tendinoso co­
exclusión de otros procesos. mo el pie varo equino paralítico, por atrofia de los
Evoluciona al cabo de algunos días hacia la espas­ músculos anterolaterales de la pierna y acortamiento
ticidad con piramidalismo. Puede evolucionar asimis­ de antagonistas. Semiológicamente la secuela es la
mo en forma de un síndrome de Landry, o sea que ini­ de parálisis fláccida con arreflexia y atrofia (síndrome
ciada como una parálisis fláccida de los miembros de la motoneurona periférica). No hay signos de com­
inferiores se comprometen rápidamente los músculos promiso de la motoneurona central.

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418 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Parálisis ascendente aguda de Landry dio y el ventrolateral se ven, a su vez, dos cordones blan­
cos longitudinales y paralelos: las pirámides anteriores.
Es un síndrome caracterizado por parálisis que co­ Por detrás está constituido, en su mitad inferior, por dos
mienza por los miembros inferiores, luego afecta el cordones de sustancia blanca, situados a cada lado, que
tronco y los miembros superiores y, finalmente, com­ son los fasclculos de Goll y de Burdach; estos cordones, al
promete el bulbo. La parálisis es fláccida, con arreflexia. llegar a la mitad del bulbo, se separan de sus similares del
Etiología. Mielitis, polineuritis (síndrome de Gui­ lado opuesto, limitando un espacio angular, que forma el
ílain-Barré) o poliomielitis anterior que evolucionan en resto de la parte posterior del bulbo, y que junto con la pro­
forma rápidamente ascendente. Se vincula a gripe y tuberancia constituye el IV ventrículo, cuyo suelo no es más
otras infecciones virales, neurotropas. que un desplegamiento o dilatación romboidal del conducto
Semiología. En medio de síntomas generales (fie­ del epéndimo medular. El IV ventriculo presenta un eje ma­
bre, quebrantamiento, vómitos, raquiaígia) se presen­ yor vertical y medio que se extiende desde la desemboca­
ta una paraplejía fláccida de comienzo distal y evolu­ dura del acueducto de Silvia, por arriba, hasta el comienzo
ción ascendente con o sin trastornos esfinterianos. del conducto del epéndimo, por debajo. Este eje está reco­
Hay arreflexia profunda, la sensibilidad no se altera o rrido por un surco llamado tallo del calamus scriptorius.
lo hace en forma variable. La parálisis asciende luego Dentro de cada una de las dos mitades, divididas por el ci­
a los miembros superiores, el cueílo y la cara, afectan­ tado tallo, se distinguen el ala blanca interna, relieve fusifor­
do los núcleos bulbares: disfagia, disfonía, disartria, me que corresponde al núcleo del hipogloso, y el ala blan­
parálisis labioglosofaríngea, apraxia bucolinguofacial. ca externa, relieve blanquecino limitado por dentro por un
El pronóstico es reservado. borde convexo y situado a nivel del ángulo lateral del suelo
del IV ventriculo, que corresponde a los núcleos del nervio
vestibular. Entre el ala blanca interna y el ala externa se en­
Afecciones del bulbo raquídeo cuentra una zona deprimida, que continuándose en la pro­
tuberancia adopta el aspecto de un reloj de arena, llamada
Nocíones anatomofisiológicas sobre el bulbo ra­ ala gris; la misma corresponde a los núcleos vegetativos del
quídeo. El bulbo raquídeo es la porción del neuroeje neumogástrico y glosofaringeo. Los bordes del cuarto ven­
comprendida entre la médula espinal y la protuberancia trículo eslán formados por el borde interno de los pedúncu­
anular, de la que está separada por el surco bulbopro­ los cerebelosos inferiores y superiores, así como por parte
tuberancial; tiene la forma de un tronco de cono, que se de los medios. Entre ambos pedúnculos queda comprendi­
une por su base menor a la médula y por su base ma­ do, a cada lado, el ángulo lateral.
yor a la protuberancia, hallándose situado, en una pe­ La constitución interna del bulbo es compleja; una se­
queña parte, en la cavidad raquídea y el resto en la ca­ rie de cortes transversales revela la presencia en el mis­
vidad craneana, sobre el canal basilar del occipital; por mo de una serie de formaciones, de sustancia blanca y de
detrás, lo recubre en gran parte el cerebelo. sustancia gris, que son, unas, continuación de formacio­
nes semejantes de la médula espinal, y otras, propias del
Por delante, el bulbo raquídeo presenta un surco medio bulbo (fig. 1 7-14). En la parte más anterior puede verse un
anterior y dos surcos laterales: el ventrolateral y el dorsola­ relieve longitudinal paramediano que se denomina pirámi­
teral, separados por el relieve de la oliva bulbar; el primero de bulbar y que corresponde al haz piramidal. A nivel del
representa el lugar de origen aparente de las raíces del ner­ tercio inferior del bulbo, la mayor parte de las fibras pira­
vio hipogloso y el segundo, el de aquellas de los nervios midales se entrecruzan en bloque con las del lado opues­
glosofaríngeo, neumogástrico y espinal. Entre el surco me- to, atravesando la línea media, dando origen a los haces
piramidales directo y cruzado. Los haces de Goll y de Bur-

Haz esplnotalámico ------�R--f- ¡


H--\¼-'>,\-\\:\--+-1-+----- Cintilla longitudinal posterior
Haz espinocerebeloso ventral ------+ 1
'---1-.,.....,��t+----- --- Núcleo ambiguo

-1---\C\--"��------- --Lemnisco medio

Flg. 17-14. El bulbo visto en un corte horizontal que pasa por la mitad de la oliva (bulbo bajo).

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 419

dach medulares, llegados a la parte media del bulbo, en­ integrado por numerosas neuronas con múltiples conexio­
cuentran dos núcleos de sustancia gris, que pertenecen nes sinápticas y que desde las pirámides hasta el suelo del
propiamente al bulbo, denominados núcleos de Goll y de cuarto ventrículo ocupa la parte central del bulbo. En su es­
Burdach (situados en la parte posterior), donde terminan. tructura se observan núcleos y fibras aferentes y eferentes.
Nuevas fibras, nacidas de estos núcleos, forman un volu­ Los primeros se presentan como aglomeraciones celulares
minoso fascículo que, dirigiéndose hacia adelante y aden­ que poseen diferente arquitectura. En ellos merecen citarse
tro, se entrecruza por delante del conducto del epéndimo los núcleos reticulares centrales, los núcleos laterales y los
con el del lado opuesto y va a aplicarse contra la cara pos­ medianos y paramedianos. Los núcleos centrales ocupan la
terior de la pirámide: es la cinta de Reil o lemnisco medio. mayor parte de la calota bulbar, protuberancia! y mesence­
El fascículo espinotalámico anterior se junta en el bulbo fálica. Son atravesados por el fasciculo o haz central de la
con el lemnisco medio; por el contrario, el espinotalámico caleta. Pueden dividirse en grupos secundarios, a saber:
lateral, siempre colocado en un plano lateral, transcurre núcleos reticular ventral y gigantocelular, en el bulbo inferior
independientemente al lado del fascículo espinocerebelo­ y superior, respectivamente, núcleos pónticos caudal y oral
so cruzado, ventral o de Gowers y del fascículo rubroespi­ en la protuberancia y núcleo mesencefálico en los pedúncu­
nal. Otras fibras corresponden al sistema extrapiramidal los cerebrales. Presentan dos partes, funcionalmente dife­
(fascículos reticuloespinales, vestibuloespinales, rubroes­ rentes: una lateral y otra mediana. La primera, lateral, se
pinal, tectoespinal y haz longitudinal medio o cintilla longi­ halla en relación con colaterales sensitivas del lemnisco
tudinal posterior) y a las conexiones espinocerebelosas medio, fascículo espinotalámico y núcleos del trigémino, del
(haz espinocerebeloso directo o dorsal que se incorpora fascículo solitario y cocleares y vestibulares. La parte me­
rápidamente al pedúnculo cerebeloso inferior y haz espi­ dia, efectora o motriz origina influjos descendentes y ascen­
nocerebeloso cruzado o ventral que alcanzará el pedún­ dentes. Los primeros, que van a la médula espinal, siguen
culo cerebeloso superior). el trayecto de los fascículos reticuloespinales; los segundos
La decusación piramidal, así como el entrecruzamiento se dirigen al mesencéfalo y tálamo, para posteriormente ha­
del lemnisco medial y la apertura del epéndimo para formar cerlo a hipotálamo y corteza cerebral, siguiendo una vía po­
el suelo del IV ventrículo, introduce una profunda modifica­ lisináptica longitudinal de múltiples sinapsis intrarreticulares
ción en la sustancia gris medular. En efecto, las astas ante­ o una larga vía, la del fascículo central de la calota. L_os nú­
riores y posteriores quedan divididas en cuatro columnas cleos lateral y paramediano rodean los núcleos centrales: el
longitudinales de sustancia gris, que al ser, a su vez, frag­ lateral se sitúa detrás de la oliva bulbar y el paramediano
mentadas por las fibras arciformes, constituyen la serie de por dentro del núcleo central. Se conectan con las colatera­
núcleos motores y sensitivos que, disponiéndose unos en el les bulbares de los fascículos espinotalámicos y envían fi­
suelo del IV ventrículo y otros algo más hacia afuera y ade­ bras eferentes hacia la corteza cerebelosa. Los núcleos
lante, dan origen a las fibras motoras y sensitivas de los medianos, finalmente, se sitúan en la línea media. Reciben
nervios craneanos, respectivamente. Nacen así del bulbo aferencias del hipotálamo y del rinencéfalo por medio del
raquídeo: el núcleo del hipogloso, situado en el suelo del IV fascículo basal y se unen, además, a los núcleos vegetati­
ventrículo, a cada lado de la línea media, el núcleo ambiguo vos del tronco cerebral.
(núcleo motor común para el IX y X par), y los núcleos sen­ La formación reticular interviene as! en: a) la coordina­
sitivos del IX y X par, de las ramas vestibular y coclear del ción de los núcleos de los nervios craneanos entre si, b) la
acústico y la raíz inferior o bulbar del trigémino. vigilancia de los centros superiores, ejerciendo efectos faci­
En cuanto a las formaciones propias del bulbo están litadores o inhibitorios sobre los centros suprayacentes, c)
constituidas por los núcleos de Gol! y de Burdach ya cita­ las relaciones y el cpntrol cerebeloso, y d) la unión entre los
dos, la oliva inferior y sus conexiones (haz olivoespinal de centros hipotalámicos o rinencefálicos y el tronco cerebral.
Hellweg y haz central de la caleta), los núcleos accesorios El papel de la formación reticular en el complicado meca­
de la oliva y la formulación reticular. nismo de la vigilia y sueño ya fue analizado (véase Sueño).
Formación reticular. Esta estructura ha cobrado gra­ El bulbo raquídeo es irrigado por las arterias que proce­
cias a los estudios de Brodal, Moruzzi y Magoun una espe­ den de la vertebral, el tronco basilar o sus ramas. Las arte­
cial importancia funcional. Desde el punto de vista filogené­ rias perforan/es que se desprenden en ángulo recto del
tico es una estructura muy antigua que representa gran tronco basilar, y penetran perpendicularmente en el bulbo
parte del sistema nervioso central en los animales inferiores de adelante hacia atrás, irrigan su línea media. Las arterias
pero que, como consecuencia de la encefalización progre­ circunferenciales cortas se originan también en el tronco
siva, en los vertebrados superiores adquiere un desarrollo basilar, rodean al bulbo y desprenden ramas que irrigan su
considerable. No se limita al bulbo, sino que se reparte por región anterolateral. La región posterior y lateral es irrigada,
todo el tronco cerebral y tiene conexiones con los núcleos en parte, por una de las arterias circunferenciales largas
subcorticales y con el sistema límbico cerebral. Está forma­ que se originan en el tronco basilar, la arteria cerebelosa
da por una especie de retículo de sustancia blanca y gris, posteroinferior (PICA), rama de la arteria vertebral.

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420 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Fisiológicamente el bulbo es, a su vez, un conductor y un produce por parálisis respiratoria, caquexia o intercu­
centro de gran importancia. En efecto, el bulbo es vía de pa­ rrencia por bronconeumonía aspirativa.
saje para los estímulos motores provenientes de centros su­ Debe hacerse el diagnóstico diferencial con el sín­
periores y para los impulsos sensitivos que llegan de la peri­ drome seudobulbar, que en realidad es suprabulbar
feria. Además, es el centro de numerosos reflejos en que (veáse más adelante), y también cursa con parálisis
intervienen los nervios que en él se originan. También se si­ labioglosofaringolaríngea. En el cuadro 1 7-3 se expo­
túan en el bulbo los centros que controlan importantes funcio­ nen los signos diferenciales.
nes vegetativas: respiración, circulación y presión arterial. To­
do esto hace del bulbo un órgano indispensable para la vida. (Véase, asimismo, Pares craneanos, Síndromes alter­
nos bulbares, Hemianestesias y Síndrome de Wallenberg.)
Síndrome bulbar

Se caracteriza por la asociación de la parálisis nu­ Afeccíones de la protuberancia anular


clear de los pares craneanos VII (inferior), IX, X, XI y
XII, y eventualmente núcleo motor del V. Nociones anatomofisiológicas sobre la protu­
Etiología. El síndrome bulbar constituye, unas veces, berancia anular. La protuberancia anular o puente de
el cuadro clínico de una enfermedad genética, la atrofia Varolio continúa hacia arriba del bulbo raquídeo,
muscular bulboespinal ligada al cromosoma X (X-/inked uniéndose hacia atrás al cerebelo por los pedúnculos
spinal bulbar muscular afrophy, XSBMA). Muestra una cerebelosos medios.
parálisis bulbar (parálisis labioglosofaringolaríngea) y es­
pinal progresivas, asociadas a ginecomastia y atrofia tes­ Su cara anterior muestra una estriación transversal co­
ticular por insuficiencia o insensibilidad androgénica. El rrespondiente a las fibras pónticas y en la línea media un
defecto molecular es la expansión de un triplete de bases surco longitudinal, el surco basilar. A cada lado se encuen­
(CAG) en el exón 1 del gen del receptor androgénico, ori­ tra una fosita por donde emergen las raíces trigeminales
ginándose así un tracto expandido de poliglutamina en motora y sensitiva, situándose esta última por fuera de la
este receptor. Cuanto mayor sea la expansión más seve­ primera. A partir de este punto, la cara anterior se continúa
ra será la enfermedad. Su herencia recesiva ligada al con lá cara lateral dando origen al pedúnculo cerebeloso
cromosoma X limita la enfermedad al sexo masculino, medio. Su cara dorsal completa la cavidad en forma de rom­
siendo el femenino portador. bo del IV ventrículo. Se distingue la formación conocida con
Otras veces resulta una forma de comienzo de es­ el nombre de cafamus scriplorius, ya analizada anterior­
clerosis lateral amiotrófica (forma bulbar), o una mani­ mente. El ala blanca interna bulbar se continúa en la protu­
festación de siringomielia (que entonces constituye la berancia con la eminencia !eres o eminencia redonda, relie­
siringobulbia), síndrome de Guillain-Barré, poliomieli­ ve fusiforme que corresponde al núcleo del motor ocular
tis o tumores bulbares. externo. A nivel del ángulo lateral del suelo del IV ventrícu­
Semiología. El cuadro general es el de la parálisis lo se observa el ala blanca externa, formación que ya en­
labioglosofaringolaríngea: disartria, atrofia de la len­ contrábamos en el bulbo, que corresponde a los núcleos
gua con fibrilaciones, boca entreabierta, babeo, per­ vestibulares. Entre estos dos relieves se encuentra el otro
turbación de la deglución, reflujo nasal con la inges­ extremo ensanchado del reloj de arena, la denominada fo­
tión de líquidos, disfonía, trastornos respiratorios sa superior.
(disnea, crisis de sofocación, imposibilidad de toser) y En su interior, la posición central la ocupa la formación
circulatorios (taquicardia, síncope, a veces, terminal). reticulada protuberancia! ya descripta anteriormente. Ade­
El reflejo maseterino no se exacerba. La muerte se más se encuentran, dorsalmente, los núcleos de origen de

Cuadro 17-3. Diagnóstico diferencial del síndrome bulbar y seudobulbar

Síndrome bulbar Síndrome seudobulbar


Lesión Núcleos bulbares Haz geniculado (bilateral)
Parálisis labioglosofaringolaríngea Presente Presente
Atrofia de lengua Presente Ausente
Fasciculaciones Presentes Ausentes
Crisis de risa y llanto espasmódicos Ausentes Presentes
Reflejo maseterino Disminuido o aboUdo Exaltado
Reflejo de succión Ausente Presente
Manifestaciones piramidales y extrapíramidales Ausentes Presentes generalmente

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 421

Cintilla longitudinal posterio'--


\-r------r:-,..,,;-':;-;:;'-T,
Haz espinotalámico -----'.------,�..--,'�c.s:--

VI 1 1 VI
Fig. 17-15. La protuberancia vista en un corte horizontal (mitad inferior).
los pares craneanos VI, VII, VIII y V, y está atravesada por tán separados de la protuberancia por el surco pontopedun­
vías ascendentes y descendentes. Las primeras están cular. Su cara anterior muestra dos relieves o cordones
constituidas, desde adentro hacia afuera, por axones prove­ blancos (pie de los pedúnculos cerebrales derecho e iz­
nientes de los núcleos de Goll y de Burdach que forman el quierdo); cada uno penetra en el hemisferio cerebral corres­
lemnisco medial, por el haz espinotalámico lateral y por el pondiente. Limitan por su borde interno el espacio perfora­
lemnisco lateral (fig. 17-15). Otras fibras ascendentes que do posterior, de forma triangular y vértice inferior. Este
transcurren por la protuberancia corresponden a las cone­ espacio está limitado por delante por los tubérculos mami­
xiones cerebelosas, particularmente del fascículo espinoce­ lares. Entre el espacio perforado posterior y el borde inter­
rebeloso ventral o cruzado que alcanza el pedúnculo cere­ no de los pedúnculos cerebrales, queda un surco por don­
beloso superior. Entre las vías descendentes se encuentra de se sitúa el origen aparente de las raíces del motor ocular
el haz piramidal que se separa en numerosos fascículos, común. La cara posterior de los pedúnculos cerebrales es­
dispersos entre las fibras transversales del puente, algunos tá constituida por la lámina cuadrigeminada; en ella se re­
de los cuales se conectan con los núcleos motores de los conocen los tubérculos cuadrigéminos, dos anteriores o su­
pares craneanos pontinos o hacen sinapsis en los núcleos periores y dos inferiores o posteriores, que están unidos a
reticulares (fibras corticopónticas). Otras vías descendentes los cuerpos geniculados externo (lateral) e interno (medial)
corresponden al sistema extrapiramidal. La irrigación está por medio de los brazos conjuntivales anterior y posterior,
asegurada por ramas provenientes del tronco basilar. respectivamente. Los cuatro tubérculos están separados
entre si por una serie de surcos que, en conjunto, forman el
Síndromes protuberancia/es. Véanse los capítu­ surco cruciforme, cuya extremidad anterior sirve de lecho a
los Pares craneanos, Motilidad (síndrome de Millard­ la epífisis, y la posterior da inserción al frenillo de la válvula
Gubler, síndrome de Foville inferior) y Sensibilidad de Vieussens. A cada lado de esta formación tiene su ori­
(Hemianestesias ponlinas). gen aparente el nervio patético.
Al corte se distinguen dos regiones: una anterior o pie,
otra posterior, calota o casquete (fig. 1 7-16). El pie está ocu­
Afecciones de los pedúnculos cerebrales pado por el haz piramidal; por dentro se encuentran agrupa­
das las fibras destinadas a los núcleos motores de los nervios
Nociones anatomofisiológlcas sobre los pedúnculos craneanos que constituyen el haz geniculado y, por fuera, las
cerebrales. Los pedúnculos cerebrales o mesencéfalo es- fibras que constituyen la vía piramidal propiamente dicha. En

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Fig. 17-16. Corte horizontal del mesencéfalo (mitad superior).

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422 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

la calota se encuentran los núcleos rojos, que junto con el /o­ patomegalia, ascitis, telangiectasias, hipertrofia paro­
cus niger constituyen importantes centros del sistema extra­ tídea). El curso suele ser agudo, evolucionando en
piramidal. La parte central de la calota presenta la cavidad una a cuatro semanas. Puede retrogradar y remitir si
correspondiente al acueducto de Silvio que une el tercer al se restituye precozmente la tiamina. La remisión pue­
cuarto ventrículo cerebral. Próximo al mismo acueducto se de ser también parcial, mejorando la oftalmoparesia y
disponen los núcleos de origen del motor ocular común; sus confusión pero persistiendo la ataxia como secuela.
fibras se dirigen hacia afuera y adelante, atravesando el nú­ Su pronóstico es por lo tanto reservado.
cleo rojo y el /ocus nigerpara emerger del neuroeje por la par­ Síndromes peduncu/ares. Véanse los capítulos
te medía de los pedúnculos. Por debajo del núcleo de origen Pares craneanos, Motilidad (síndrome de Weber, sín­
del tercer par se sitúa también el núcleo de origen del cuarto drome de Benedikt, síndrome de Foville superior) y
par o patético. En la calota se encuentran también las fibras Sensibilidad (Hemianestesias pedunculares).
ascendentes del lemnisco medio y del haz espínotalámico la­
teral; estas últimas se intercalan entre las primeras y las fi.
bras del lemnisco lateral que, asimismo, transcurre a este ni­ Afecciones del cerebro
vel, llevando los influjos cocleares. Por último, se encuentran
las fibras del haz espinocerebeloso ventral, cruzado o de Go­ Nociones anatomofisiológicas sobre el cerebro.
wers que alcanzan en la mitad inferior el pedúnculo cerebelo­
Macroscópicamente el cerebro presenta dos partes a
so superior. Entre los fascículos de asociación del tronco ce­
considerar: 1) la región cerebral profunda, constituida
rebral se destaca el fascículo longitudinal medio o cintilla
por los núcleos basales, las cápsulas interna y externa,
longitudinal posterior que corre a lo largo de la cara ventral
el tálamo, el hipotálamo, y 2) los hemisferios cerebra­
del acueducto de Silvia; este tracto de fibras pone en contac­
les, divididos en varios lóbulos separados por las cisu­
to los núcleos de los nervios craneanos entre sí. ras de Rolando y de Silvia. Cuatro son grandes: frontal,
temporal, parietal y occipital, y dos pequeños: el lóbulo
Enceta/apatía de Wernicke (polioencefalitis de la ínsula, enterrado en el fondo de la cisura de Sil­
hemorrágica superior aguda) via, y el lóbulo límbico, que envuelve en anillo a la re­
gión cerebral profunda. En este anillo límbico se distin­
Etiología. Se debe a déficit de tiamina (vitamina guen, a su vez, un anillo periférico y otro profundo,
B 1 ). Se presenta habitualmente en alcohólicos, pero formado por el hipocampo o asta de Ammon.
puede observarse también en pacientes con falta de
ingesta alimentaria (vómitos profusos, disfagias seve­ En el hombre, este órgano alcanza su más grande desa­
ras), y especialmente en pacientes que reciben suero rrollo, comprobándose un notable grado de "cerebrización
dextrosado sin aporte de tiamina, en cuyo caso se funcional". El cerebro controla en la especie humana mu­
produce un déficit de cocarboxilasa (cofactor metabó­ chas más funciones que en otros animales. La parte esen­
lico de la tiamina) que precipita la avitaminosis. Se cial del órgano está constituida por la sustancia gris cortical.
produce un petequiado hemorrágico protuberancia! y Por debajo de ella está la sustancia blanca y los núcleos gri­
mesencefálico en la región periacueductal, con com­ ses corticales, que ya hemos analizado al ocuparnos de la
promiso de núcleos oculomotores y vías cerebelosas. semiología del sistema extrapiramidal.
Semiología. Se manifiesta clínicamente por síndro­ La corteza cerebral tiene un espesor que oscila entre dos
me confusional, nistagmo parético y luego oftalmoplejía y cuatro milímetros y medio, formando un manto replegado
horizontal bilateral de la abducción (característicamen­ que cubre todo el órgano. Posee alrededor de 14 billones de
te), y ataxia cerebelosa. Si la enfermedad progresa se células y numerosas fibras que relacionan estas células de
instala una oftalmoplejía externa total. La semiología de un modo extraordinariamente complicado. La corteza com­
los defectos oculomotores en la encefalopatía de Wer­ prende, filogenéticamente considerada, dos partes: una re­
nicke fue descripta a propósito de las oftalmoplejías ciente, denominada neopalio o isocortex, que abarca las on­
múltiples bilaterales, en el sector de nervios oculomoto­ ce doceavas partes, y otra antigua denominada arquipalio o
res (111, IV y VI) del capítulo de Pares craneales. allocortex, que comprende el resto. El neopalio es la porción
Como el petequiado hemorrágico afecta también a más importante. Citoarquitectónicamente comprende varias
los cuerpos mamilares, suelen agregarse trastornos capas que son de afuera a adentro: 1 ª, capa plexiforme o mo­
mnésicos, que constituyen el llamado síndrome de lecular; 2•, capa de pirámides pequeñas; 3•, capa de pirámi­
Korsakoff. Cuando éstos coexisten con la encefalopa­ des medianas; 4•, capa de pirámides estrelladas y células es­
tía de Wernicke conforman el síndrome de Wernicke­ trelladas; 5•, capa de pirámides profundas; 6•, capa de
Korsakoff. Suelen también observarse temblor irreguc células fusiformes (zona del neopalio parietotemporooccipi­
lar de miembros, temblor lingual, neuropatía periférica tal). Se ha visto que la citoarquitectura experimenta modifica­
y otras manifestaciones clínicas de alcoholismo (he- ciones en numerosas zonas; así, una capa adquiere mayor

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 423

espesor, otra capa está ausente, o aparecen elementos es­ áreas: 1 8 , prefrontal; 28, premotora; 38, motora. Las áreas pre­
peciales en alguna de ellas; por ejemplo, la corteza de la zo­ frontal y premotora se vinculan con funciones como planea­
na motriz (frontal ascendente o prerrolándica) carece de la miento y previsión, latencia psicomotora, juicio, control emo­
capa cuarta, y la capa quinta presenta las grandes células pi­ cional y humor. Las lesiones prefrontales producen conducta
ramidales de Betz. Se ha establecido así la existencia de 107 antisocial, apatía, bradipsiquia, falta de iniciativa, euforia, mo­
áreas distintas en el neopalío, que no tienen una relación con ría, megalomanía, puerilísmo, escaso juicio, fuga de ideas. El
los límites impuestos por las circunvoluciones y cisuras que área premotora se vincula especialmente al sistema extrapira­
se encuentran en las descripciones del cerebro, de los trata­ midal cortical y el área motora a la motilidad piramidal.
dos de anatomía clásicos. Las áreas del lóbulo temporal tienen que ver con la re­
En las figuras 1 7-17 y 1 7-1 8 están esquematizadas las cepción de estímulos auditivos, vestibulares y olfatorios;
áreas citoarquitectónicas según Brodman, y en distintas además, almacenando recuerdos auditivos, verbales y vi­
partes de esta obra, cuando hemos mencionado las áreas suales, desempeñan un importante papel en el mecanismo
corticales, nos hemos referido a ellas, habiendo también se­ del lenguaje. También, como las áreas prefrontales, el lóbu­
ñalado la localización de las funciones motoras, sensoria­ lo temporal posee importantes funciones psíquicas, habién­
les, sensitivas, del lenguaje y cognitivas. dose señalado en sus lesiones trastornos de conducta y
La corteza cerebral muestra un elevado grado de localiza­ psíquicos, como impulsividad, agresividad, retraso mental,
ción funcional. En el lóbulo frontal se distinguen tres grandes confusión mental, alucinaciones, delirio, automatismos, cri-

Fig. 17-17. Áreas corticales (Brodman).


Cara exterma del cerebro.

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Fig. 17-18. Áreas corticales (Brodman).


Cara interna del cerebro.

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424 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

sis vegetativas, trastornos afectivos, depresión o euforia, mamilares. El hipotálamo está conectado con la formación
anomalías en la esfera sexual. reticulada del tronco cerebral, con el sistema límbico y con
Las áreas del lóbulo parietal están relacionadas, sobre la corteza frontoorbitaria. Mediante estas conexiones ejerce
todo, con las funciones sensitivosensoriales y en él se en­ una función de primer plano en el control e integración de
cuentran importantes áreas práxicas y gnósicas (estereog­ los comportamientos: apetito, sed, reacción de furor y de
nósicas, somatognósicas). pavor, sueño o estado de vigilia, emoción, memoria y regu­
El lóbulo occipital se halla especialmente relacionado laciones vegetativas indispensables en la supervivencia del
con la visión. El área striata, o área 1 7, constituye la corte­ individuo y de la especie, como control de la circulación, de
za visual primaria donde finalizan las fibras de proyección la respiración, de la diuresis, de la termorregulación, de las
del cuerpo geniculado lateral; el área 18 u occipital rodea a funciones de reproducción.
la anterior, y finalmente el área preoccipital se halla relacio­ La irrigación cerebral ya ha sido descripta en el capítulo
nada con el pulvinar del tálamo. de Síndromes vasculares.
En la cara interna del hemisferio se encuentran las áreas
28 y 29 relacionadas con la olfacción y hay, además, varias Síndrome de parálisis cerebral (enfermedad
circunvoluciones que rodean la parte más elevada del tron­ de Little)
co cerebral y que Broca denominó el gran lóbulo límbico.
Participan las circunvoluciones del cuerpo calloso, la subca­ Etiología. Se caracteriza por compromiso motor
llosa,-la parahipocámpica, así como también la porción del central severo, con marcado piramidalismo, atribuible
hipocampo subyacente y la circunvolucíón dentada. Este ló­ a hipoxia o anoxia perinatal.
bulo lfmbico ha llamado la atención por la constancia de su Semiología. Los enfermos son niños en la primera
estructura macroscópica y microscópica a través de la filoge­ infancia, que presentan espasticidad y piramidalismo
nia. El lóbulo límbico, asociado a varios núcleos subcortica­ predominantes o exclusivos en miembros inferiores.
les como el hipotálamo, el complejo amigdaloide, núcleos Esta última es la forma parapléjica, que corresponde
del tálamo y de otros ganglios basales forma el denominado a la que describió Little. El niño no puede mantenerse
sistema límbico, que presenta conexiones con la formación de pie. Sostenido, presenta marcha espástica en tije­
reticular. Este sistema interviene en el mecanismo de las ra. La parálisis puede acompañarse de hipoplasia de
emociones, y se vincula a su respuesta visceral. los·miembros afectados. A menudo hay crisis convul­
Entre ambos hemisferios cerebrales se desarrollan las sivas y retardo madurativo moderado. Son los vulgar­
formaciones comisurales, que contienen fibras asociativas mente llamados "niños espásticos".
interhemisféricas, y de las que la más importante es el cuer­ Esta afección forma parte de un grupo de enferme­
po calloso. dades que se observan en niños por lesiones perina­
Los núcleos grises subcorticales han sido estudiados en tales y se agrupan bajo el nombre de encefalopatía in­
otras partes de este libro. Entre éstos y la corteza se en­ fantil o parálisis cerebral, caracterizada por la tríada
cuentra la sustancia blanca del centro oval, con importantes de retardo madurativo, epilepsia y parálisis, que se
haces de proyección que vinculan la corteza con las estruc­ presentan en proporción variable.
turas subcorticales y haces que, a su vez, provienen de
otros puntos del neuroeje y van a finalizar en la corteza. Se Síndrome suprabulbar (síndrome seudobu/bar)
distinguen así una serie de haces entre los que revisten es­
pecial significación los que constituyen la cápsula interna. Etiología y etiopatogenia. Se denomina así por su
En ésta se diferencian el segmento anterior, la rodilla y el semejanza con el síndrome bulbar, pero no es el re­
segmento posterior con una porción lenticular y otra retro­ sultado de una lesión nuclear de los últimos pares cra­
lenticular, ya descriptas en otros capítulos. neanos, sino de una lesión supranuclear bilateral, es
Por su importancia funcional merece destacarse, en la decir, situada por encima de los núcleos bulbares y
región cerebral profunda, el hipotálamo. Comprende la par­ que compromete bilateralmente a las vías que en
te anterior del suelo y la mitad inferior de las caras laterales ellos terminan (haz geniculado). Por ello es más co­
del tercer ventrículo. En el hipotálamo se distinguen una re­ rrecto denominarlo suprabulbar.
gión lateral y otra media. Esta última se subdivide de ade­ El síndrome es ocasionado comúnmente por lesio­
lante hacia atrás en tres regiones: 1 º) el hipotálamo anterior nes vasculares cerebrales múltiples corticosubcortica­
(situado por encima del quiasma óptico), que comprende les que comprometen a ambos haces geniculados en
los núcleos supraópticos y paraventriculares; 2º) el hipotá­ su trayecto corticobulbar. Para que aparezca el síndro­
lamo medio (situado por encima del tallo de la hipófisis), me se requieren lesiones bilaterales, ya que las fibras
que comprende los núcleos del túber, y 3 °) el hipotálamo supraru.icleares que terminan en los núcleos bulbares
posterior (situado por delante del pie de los pedúnculos ce­ de los pares craneales proceden de ambos hemisferios
rebrales), que comprende los núcleos de los dos tubérculos cerebrales en forma igualmente directa y cruzada.

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17. S{NDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 425

La excepción son las neuronas bulbares correspondien­ frecuente, no es clara su base anatómica. Parece vin­
tes a la motilidad facial inferior que reciben sólo fibras su­ cularse a patología ligamentosa o de partes blandas y
pranucleares cruzadas. Por ello se produce paresia facial no a compromiso de estructuras neurales. La recupe­
inferior en caso de lesión piramidal unilateral, además de ración es la regla, antes del año en la mayoría de los
hemiparesia braquiocrural (hemiparesia faciobraquiocrural, casos. Suelen prolongarse cuando hay litigio de por
véase Motilidad) medio, como en los accidentes de tránsito, e interés
económico secundario. Sugestivamente, muchos cua­
Semiología. El paciente puede o no haber sufrido dros ceden al dictarse fallo judicial.
cuadros cerebrovasculares clínicos. El síndrome pue­
de aparecer súbitamente, como cuando se agrega Síndrome de hipertensión endocraneana
una lesión aguda a una contralateral preexistente, o
en forma progresiva por sumatoria temporal de lesio­ Etiología y etiopatogenia. La hipertensión endocra­
nes múltiples. Hay disartria, tos al deglutir o disfagia neana es el resultado del aumento de la tensión del lí­
franca, voz nasal y disfonía, reflujo nasal de líquidos, quido cefalorraquídeo dentro del segmento craneano
paresia bucolinguofacial, amimia, apraxia de la mar­ del neuroeje. Se debe a diversas causas, pero se tra­
cha, piramidalismo en miembros, y crisis de llanto in­ duce siempre por manifestaciones que constituyen un
motivado, es decir, no desencadenado por estímulos síndrome característico.
emotivamente afines. Este último fenómeno se atribu­ Semiología.
ye a la desinhibición del mecanismo del llanto, que tie­ Cefalea o cefalalgia. Es intensa, persistente, con
ne integración bulbar, causado por las lesiones supra­ exacerbaciones nocturnas o matinales, habitual­
bulbares. También se describe risa inmotivada, mente no atenuándose con analgésicos comunes.
aunque es mucho más rara porque tiene una integra­ Suele ser frontal, occipital o frontooccipital, más ra­
ción más cortical. La risa por ende no se desinhibe ramente temporal o parietal, o bien extenderse a
tanto sino que tiende a afectarse a la par del compro­ toda la cabeza (cefalea holocraneana). Se exage­
miso suprabulbar. ra por circunstancias que aumentan la tensión del
La tomografía computada y la resonancia magnéti­ líquido cefalorraquídeo: descenso de la cabeza y
ca por imágenes pueden mostrar lesiones !acunares del cuerpo (efecto de la gravedad al agacharse),
múltiples bilaterales (véanse figs. 1 5-9 y 1 9-25). tos, defecación (aumento de la presión positiva to­
El síndrome suprabulbar se diferencia del bulbar rácica o abdominal), sacudidas en los viajes en ve­
por la presencia de reflejo de succión, llanto inmotiva­ hículo (cambios bruscos de la presión intracra­
do, hiperreflexia maseterina y eventualmente genera­ neal).
lizada (propias de afección suprabulbar), y por la falta Vómitos. Tienden a ser "fáciles", sin o con pocas
de atrofia y fibrilaciones linguales (propias de afección náuseas o esfuerzo, no relacionados con las inges­
bulbar). tas, lo que los distingue de los vómitos de las afec­
Hay en el síndrome suprabulbar manifestaciones ciones abdominales (vómitos cerebrales). Clásica­
piramidales y extrapiramidales, estas últimas produci­ mente se describen los vómitos en chorro
das por lesiones de los ganglios basales (cuadro 1 7- proyectado a distancia, pero este hallazgo es raro
3). Algunos distinguen por eso una variante estriada, en la actualidad, ya que el diagnóstico precoz por
en la que predominaría la rigidez extrapiramidal, y una imágenes y la descompresión quirúrgica evitan que
variante piramidal en la que faltaría la rigidez. Pero la se alcancen grados elevados de hipertensión. La
distinción entre ambas supuestas variantes es difícil cefalea y los vómitos son más precoces e intensos
por su superposición frecuente. en procesos de la fosa posterior. Los vómitos sue­
len aparecer con la acentuación de la cefalea,
Síndrome posconmocional guardando relación con los cambios de posición
cefálicos.
Muchos enfermos que tuvieron traumatismos cra­ Edema de papila bilateral. Se observa en el fondo
neanos entre leves y moderados presentan molestias de ojo (véase cap. 3). Es un signo importante pero
subjetivas que pueden durar varios meses. Los sínto­ ya no se observa hoy en día con la misma frecuen­
mas más comunes son cefalea, irritabilidad, sensa­ cia que en el pasado. Puede traducirse por sínto­
ción de mareo o vértigo, temor, dificultad para concen­ mas como moscas volantes y déficit visual. Inicial­
trarse, falta de interés, preocupación, algoacusia, mente se observa ingurgitación venosa, con un
insomnio y leves trastornos mnésicos. Con frecuencia aumento de la relación del calibre vena/arteria, de
el examen físico es normal y el médico no encuentra 3/2 (normal), a 5/2. Luego, la excavación papilar
explicación para el trastorno. Aunque es un cuadro desaparece y los bordes papilares se borran. La

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426 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

prolongación del edema papilar puede excepcio­ nuación los síndromes originados por masas ocupan­
nalmente causar ceguera por atrofia de papila. De­ tes encefálicas, representadas fundamentalmente por
be diferenciarse la variación anatómica del seu­ los tumores.
doedema de papila, en la que, a pesar de que los
bordes son poco netos, se observa excavación pa­ • Síndromes causados por masas ocupantes
pilar normal y la presión del líquido cefalorraquídeo encefálicas
no se altera (no hay cefalea ni vómitos).
Tumores encefálicos. Los tumores originan mani­
La hipertensión del l íquido cefalorraquídeo po­ festaciones difusas y manifestaciones de localización
dría comprobarse con punción lumbar {el líquido sa­ o focales.
le a chorro continuo y la presión de agua o con ma­ Las manifestaciones difusas son las de hiperten­
nómetro de Claude está elevada}, pero si la sión endocraneana. Ocasionalmente la cefalea es
hiperlensión endocraneana es provocada por un tu­ más acentuada del lado del tumor y el cráneo horno­
mor encefálico, en especial de fosa posterior, no de­ lateral doloroso a la percusión.
be efectuarse punción lumbar por el peligro de en­ Las manifestaciones focales dependen del lugar en
clavamiento del cerebelo en el agujero occipital y que se localiza el tumor. Los tumores encefálicos pue­
muerle consiguiente. Además, si el proceso causan­ den originarse en diversas estructuras intracraneales,
te de la hipertensión endocraneana bloquea la circu­ y pueden ser de naturaleza múltiple. Los más frecuen­
lación del líquido, la punción lumbar puede no reve­ tes son los tumores primarios malignos del sistema
lar hipertensión. Por ello y por el fácil acceso actual nervioso central {gliomas), los tumores primarios be­
al diagnóstico por imágenes cerebrales, la punción nignos de las meninges (meningiomas), los quistes
lumbar frente a un síndrome de hiperlensión endo­ (aracnoideos) y las metástasis (pulmón, mama, riñón,
craneana se considera desaconsejable y aun con­ tracto gastrointestinal y melanoma). Algunos granulo­
traindicada en la actualidad. mas infecciosos, observables en la actualidad en ca­
Cefalea, vómitos y edema de papila constituyen la sos de SIDA. pueden presentarse con manifestacio­
tríada diagnóstica típica aunque no siempre se pre­ nes tumorales (tuberculomas, granulomas de la
sentan asociados. Los hallazgos siguientes son me­ toxoplasmosis).
nos constantes: A) Tumores cerebrales. En general las manifesta­
- Bradicardia sinusal. La frecuencia cardíaca es me­ ciones focales preceden a las de hipertensión endo­
nor de 60. Se atribuye a repercusión de la hiperten­ craneana, que hoy en día no suele producirse por
sión endocraneana sobre la función vaga!. Más fre­ diagnóstico e intervención terapéutica tempranos.
cuente en los cuadros de rápida instalación como a) Tumores de la región rolándica. Originan:
en los tumores de fosa posterior. - Epilepsia jacksoniana contralateral, por irrita­
- Hipotensión arterial. O normalización de la presión ción.
arterial en hipertensos, también por efecto vaga!. - Monoplejía o hemiplejía contralaterales, por
Somnolencia y depresión de conciencia. De acuer­ compromiso de áreas motoras. En el estadio
do con el grado de hipertensión endocraneana. inicial, el déficit motor puede limitarse a un
Parálisis del VI nervio craneano. Unilateral o asi­ segmento.
métrica con estrabismo convergente, por compre­ - Afasia de Broca si se involucra el opérculo
sión hipertensiva del nervio en el borde libre del pe­ frontal del hemisferio dominante.
ñasco. b) Tumores del lóbulo frontal.
Hipo o arreflexia superficial y profunda. - Depresión o inhibición de la función frontal,
en particular en los tumores de la convexidad
A estos síntomas y signos propios de la hiperten­ frontal: lentitud psicomotora (aumento de la­
sión endocraneana se unen los que dependen de la tencias, apatía, amimia, akinesia: "las cuatro
causa del síndrome, variables según la naturaleza y la A"}, falta de iniciativa, autoabandono. A este
localización de ésta. conjunto de manifestaciones se lo denomina
Las causas más frecuentes de hipertensión endo­ síndrome de disejecución frontal.
craneana son tumores encefálicos, hidrocefalia, me­ Exacerbación o desinhibíción de la función
ningitis o meningoencefalitis, traumatismos de cráneo, frontal, en particular en los tumores basales
hemorragia intracraneana, absceso encefálico, ede­ del lóbulo: jocosidad, tendencia a decir chis­
ma cerebral. Varias de estas patologías se tratan en tes (moría, del latín moría: bufón; witzelsucht,
distintas partes de este libro. Se desarrollarán a conti- en alemán: búsqueda del chiste), desinhibí-

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17. SÍNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 427

ción social (lenguaje obsceno, exhibicionis­ estructuras límbicas, se produce el lfamado síndrome del ló­
mo, micción pública). bulo temporal caracterizado por hipomelamotfopsia (marca­
- Perseveración motora y estereotipia: reitera­ da acentuación de atención y concentración en ideas y ob­
ción del movimiento voluntario, el paciente jetos), hiperemociona/idad e hiposexualidad (disminución
escribe y reescribe sobre las palabras ya es­ del interés y excitación sexual).
critas, o vuelve a contornear un dibujo repe­ El síndrome contrario, llamado de Klüver-Bucy, se ob­
tidamente. La repetición de movimientos les serva en las ablaciones o lesiones temporales bilaterales
brinda un aspecto estereotipado. (traumatismos) y se caracteriza por hipermetamotfopsia, hi­
- No suele haber manifestaciones motoras poemocionalidad e hipersexualidad. Suele observarse, tam­
porque los tumores se localizan por delante bién, la llamada tendencia oral compulsiva, que consiste en
de las áreas motoras primarias, pero si se la tendencia del paciente a llevar a su boca objetos comes­
extienden pueden producirse crisis parciales tibles o no. Indirectamente el paciente aumenta de peso
motoras, que pueden generalizarse, o pare­ porque acrecienta su ingesta. Puede verse en ef primer es­
sias, como en los tumores rolándicos. tadio de la enfermedad de Pick.
- Reflejo de prensión forzada (grasp reflex), o,
más raramente, reflejo plantar tónico, su d) Tumores del lóbulo parietal. Si el tumor asienta
equivalente en el pie (véase Reflejos). Gene­ en la circunvolución parietal ascendente:
ralmente del lado opuesto a la lesión. - Crisis epilépticas parciales sensitivas.
- Apraxia de la marcha (apraxia magnética, - Hemihipoestesia contralateral, agrafestesia.
ataxia frontal de Bruns), en especial en tumo­ - Astereognosia.
res parasagitales. Véase Marcha y Ataxia. - Extinción sensitiva (véase Sensibilidad res-
Los tumores frontales parasagitales, en particu­ pecto de estos tres últimos signos).
lar el meningioma de la hoz, que al crecer compri­ - Apraxia ideatoria, ideomotriz o construccio­
me la línea media de ambos lóbulos frontales de­ nal (véase Apraxias y Síndromes cognitivos).
terminan: - Alteraciones del esquema corporal (véase
- Paraparesia con piramidalismo asociado por Gnosia).
compresión de áreas motoras parasagitales. Cuando la lesión asienta en la región parieto-tém­
- Incontinencia urinaria por compromiso de los poro-occipital posterior del lado izquierdo se observa
centros cerebrales del detrusor de la vejiga, síndrome de Gerstmann (véase Gnosia).
localizados en la cara interna de los lóbulos Otras alteraciones que pueden presentar los tumo­
frontales. res o demás afecciones del lóbulo parietal consisten
En los tumores de la base o región orbitaria se pue­ en movimientos seudoatetósicos que se manifiestan
de presentar el síndrome de Foster-Kennedy: en los dedos al extender la mano, y atrofias que sue­
- Del lado de la lesión: neuritis óptica retrobul­ len verse en los miembros del hemicuerpo contralate­
bar con escotoma central y atrofia óptica. ral y aun en la cara (atrofia parietal).
- Del lado contrario a la lesión: edema de pa­ e) Tumores del lóbulo occipital. Se traducen por:
pila. - Cuadrantopsia o hemianopsia homónima
- También anosmia homolateral por presión di­ contralaterales que respetan la visión central
recta sobre el nervio olfatorio (véase Pares (macular).
craneanos). - Crisis epilépticas parciales visuales.
c) Tumores del lóbulo temporal. Si afectan el tercio - Agnosia visual.
anterior: - Alexia agnósica sin agrafia (véase Lenguaje).
- Crisis epilépticas parciales psicomotoras, cri­
sis vegetativas y trastornos de conducta: B) Tumores del cerebelo.
agresividad, impulsividad (véase Epilepsias). - Síndrome cerebeloso.
Si comprometen los dos tercios posteriores: Hipertensión endocraneana: el edema de pa­
- Hemianopsia o cuadrantopsia homónimas pila puede ser temprano y a veces más acen­
contralaterales (véase II par). tuado del lado del tumor.
- Afasia de Wernicke si la lesión se halla en el Crisis tónicas en forma de opistótonos, con
hemisferio dominante (véase afasias). rigidez de los miembros en hiperextensión.
Signos vegetativos: vasodilatación o vaso­
Cuando se produce actividad epiléptica más o menos constricción generalizada, respiración de
reiterada o constante en el lóbulo temporal media[ y en las Cheyne-Stokes, alteraciones de la tempera-

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428 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

tura, bradicardia, arritmia, poliuria (crisis ce­ G) Tumores de la glándula pineal.


rebelosas o cerebellar fits). - Manifestaciones semejantes a las de los tu­
mores cuadrigeminales, porque anatómica­
C) Tumores pedunculares, protuberancia/es y bul­ mente la glándula pineal apoya sobre los tu­
bares. Se manifiestan por distintas combinaciones de bérculos cuadrigéminos.
compromiso alterno, motor y sensitivo según fue des­ - Hipertensión endocraneana o hidrocefalia
cripto a propósito de los síndromes alternos (véase por compresión del acueducto de Silvia.
Motilidad). Se agregan manifestaciones endócrinas:
a) En los pinealomas (píneoblastomas): pubertad
D) Tumores del cuerpo calloso. precoz (macrogenisotomía, prematurez de caracteres
Apatía, indiferencia, períodos de excitación y sexuales secundarios, precocidad mental, crecimiento
depresión. anormal del esqueleto). Afectan a niños varones y los
Apraxia ideomotora de la mano izquierda trastornos endocrinos se deben a compromiso hipota­
(véase Apraxias unilaterales). lámico del tumor.
Signos de escisión cerebral (splil-brain de b) En los germinomas, por afectación hipotalámica
Sperry): anomia táctil unilateral izquierda y y del 3er ventrículo:
conflicto intermanual (dispraxia diagonística), - Diabetes insípida.
autocriticismo y síndrome de la mano ajena - Hipogonadismo.
(véase Praxia). - Se agrega atrofia óptica como trastorno neu-
Hipertensión endocraneana. rológico particular.
E) Tumores del ángulo pontocerebe/oso. Situados H) Tumores de la región infundibulohipofisaria. Los
en el ángulo que forma la protuberancia con el hemis­ tumores de esta región dan una rica sintomatología
ferio cerebeloso y cuyo fondo lo constituye el pedún­ por la vecindad de la hipófisis, del quiasma óptico y de
culo cerebeloso medio. En este ángulo emergen los los centros infundibulotuberianos. Se distinguen:
nervios trigémino, facial y auditivo. Los tumores de es­ a) Tumores del tercer ventrículo.
ta región suelen ser neurinomas de la rama acústica - Síndrome del agujero de Monro, causado por
del nervio auditivo o meningiomas. Se desarrollan con su oclusión intermitente por un tumor móvil
lentitud y muestran: (quiste del tercer ventrículo): cefalea en la
Inicialmente acúfenos, hipoacusia; vértigo y postura erecta que cede en el decúbito.
nistagmo si se compromete la rama vestibu­ - Hipertensión endocraneana precoz y severa,
lar. a veces como crisis agudas o paroxísticas.
Más tarde compromiso de la rama sensitiva - Cataplexia (véase Sueño), caídas bruscas
del trigémino: hipo o arreflexia conjuntiva! y (drop attacks).
corneana al comienzo, luego hipoestesia fa­ - Hipersomnia: crisis de sueño invencible, seu­
cial. donarcolepsia (véase Sueño).
Paresia facial periférica. - Apatía, lentitud psicomotora, trastornos mné­
Síndrome cerebeloso. sicos.
Todas estas manifestaciones son homolate­ Pueden añadirse síntomas de afectación
rales a la lesión. diencefálica: poliuria, polidipsia, glucosuria,
Contralateralmente: hemiparesia eventual si bulimia, obesidad, trastorno de la termorre­
el tumor es librado a su evolución (raramen­ gulación, inestablidad hemodinámica y respi­
te en la actualidad.) ratoria
b) Tumores de la hipófisis. La mayoría son adeno­
F) Tumores de la región de los tubérculos cuadri- mas del lóbulo anterior. Pueden producir hipersecre­
géminos. ción de somatotrofina (acromegalia), de adrenocorti­
Parálisis de la elevación de la mirada conju­ cotrofina (sfndrome de Cushíng). de hormona
gada (síndrome de Parinaud) o de toda la mi­ melanocito-estimulante (hiperpígmentación) y de pro­
rada vertical. lactina (síndrome de galactorrea-amenorrea de A/­
- Hipoacusia. bright-Forbes).
- Más tarde, síndrome cerebeloso. Neurológicamente causan:
- Eventual signo de Argyll-Robertson, por com- Cefalea variable.
presión de los tubérculos y la comisura pos­ - Cuadrantopsia bitemporal superior y luego
terior (véase Pares craneanos). hemianopsia bitemporal, por isquemia com-

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 429

presiva ascendente de vasa nervorum quias­ se disponen en el suelo del IV ventrículo, dan lugar a
máticos. gran variedad de manifestaciones en estos tumores:
- Amaurosis y atrofia de papila si se afectan vértigos posicionales, alteraciones hemodinámicas y
los nervios ópticos. respiratorias, fiebre, hipo, glucosuria, rigidez de nuca,
c) Craneofaringiomas. Son tumores desarrollados síndrome cerebeloso, parálisis del IV, hidrocefalia
de restos de la bolsa de Rathke. Se observan con obstructiva con hipertensión endocraneana.
más frecuencia entre los 1 0 y 1 5 años. Son inicial­ Hidrocefalia. Hidrocefalia significa literalmente
mente sólidos y luego quísticos, con líquido espeso "agua en la cabeza". Es el aumento de tamaño ventri­
amarillento. Suelen situarse sobre el diafragma de la cular asociado a un aumento en el volumen de líquido
silla turca (supraselares) y cerca del tallo hipofisario. cefalorraquídeo {LCR). Pueden clasificarse en:
Originan: - Hidrocefalias obstructivas: no comunicantes o co­
- Hipertensión endocraneana temprana. municantes.
- Hemianopsia bitemporal, que puede comen- - Hidrocefalias no obstructivas.
zar por el cuadrante inferior porque, en este
caso, el tumor comprime al quiasma óptico Hidrocefalias obstructívas no comunicantes. Etiolo­
desde arriba. gía y etiopatogenia. Son debidas a obstrucción de la
- Mutismo akinético, como en el caso original circulación del líquido cefalorraquídeo.
de Cairns, cuando hay compresión de las pa­ Las causas de hidrocefalia obstructiva no comuni­
redes del III ventrículo {véase Comas). cante son: los tumores, ya mencionados, algunas
- Trastornos endocrinos: detención del creci­ malformaciones {Dandy-Walker, Arnold-Chiari), las
miento y síndrome adiposo genital de Friih­ hemorragias obstructivas de fosa posterior, los infar­
lich, por compromiso hipotalámico. tos obstructivos {infarto cerebeloso con obstrucción
- Suelen calcificarse. secundaria del IV ventrículo) y las causas no tumora­
d) Meningiomas suprase/ares. Se originan en las les del bloqueo del acueducto (estenosis congénita e
meninges que recubren los senos venosos alrededor inflamatoria). La hidrocefalia congénita se diagnostica
del diafragma de la silla turca, en adultos. Presentan: generalmente por el volumen grande del cráneo, sus­
- Defectos campimétricos visuales variables, ceptible de aumentar aún más, mientras la cara per­
según la orientación del tumor. En general se manece pequeña.
afecta más un ojo que el otro. La semiología es de hipertensión endocraneana.
- Ausencia de síntomas endocrinos. Hidrocefalias obstructivas comunicantes. Etiología
e) Meningiomas del ala menordel esfenoides. Pro­ y etiopatogenia. Se trata de hidrocefalias en las cua­
ducen engrosamiento, erosión o atrofia del ala menor les, por lo general, la presión del LCR es normal, es
del esfenoides y hendidura esfenoida!, y destrucción decir, no hay hipertensión endocraneana. Se las llama
homolateral de la silla turca, en especial de las apófi­ también hidrocefalias de presión normal o síndrome
sis clinoides anteriores y posteriores. Presentan: de Hakim-Adams (1 964).
Defectos visuales variables: hemianopsia ho­ La causa es la fibrosis secuelar del espacio suba­
mónima contralateral, amaurosis homolate­ racnoideo que produce una disminución de la reab­
ral, atrofia óptica. sorción de LCR e hidrocefalia consecuente. Las pato­
- Exoftalmía homolateral. logias que pueden provocarla son: la hemorragia
- Pueden afectarse los nervios craneanos 111 y subaracnoidea que parece ser la causa más frecuen­
V homolaterales. te, los cuadros inflamatorios {meningitis, otitis), los
- Eventualmente crisis epilépticas temporales traumatismos craneoencefálicos, la meningitis por lin­
por compresión tumoral. fangitis carcinomatosa, así como algunos tumores
� G/iomas del nervio y quiasma óptico. Los del ner­ que pueden interferir con la reabsorción de LCR (me­
vio causan amaurosis progresiva y atrofia óptica uni­ ningiomas del seno sagital). También se ha menciona­
laterales. Los del quiasma, disminución bilateral de la do como causa de esta hidrocefalia a la ectasia del
agudeza visual y atrofia bilateral de los nervios ópti­ tronco basilar que produce obstrucción parcial del 111
cos. Puede haber agrandamiento de la silla turca. Por ventrículo e hidrocefalia obstructiva comunicante se­
invasión del hipotálamo pueden aparecer manifesta­ cundaria. Estas hidrocefalias se desarrollan en forma
ciones endocrinas. lenta y solapada: la causa determinante puede haber­
se producido mucho tiempo antes en la historia clínica
1) Tumores del cuarlo ventrículo. Los núcleos de del paciente. Por ello es necesario recabar con mucha
los nervios craneanos y los centros vegetativos que precisión los antecedentes que pudieran asociarse.

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430 SEMIÓLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Semio/ogla. Es más frecuente en hombres ancia­ tología del oído medio y.una serie de medicamentos
nos. La siguiente tríada semiológica es c;aracterística: de prescripción habitual (ácido nalidíxico, nitrofuran­
- Alteraciones de la marcha: marcha cautelosa, los toína, tetraciclinas y sulfonamidas). En algunos casos
pacientes refieren inestabilidad, en particular para se ha postulado la presencia de resistencia al libre flu­
bajar escaleras, o que "las piernas no los sostienen". jo de líquido cefalorraquídeo por las vellosidades
Incontinencia urinaria: de esfuerzo, micciones im­ aracnoideas.
periosas. Síndrome menfngeo. Cuadro clínico provocado
Deterioro cognitivo de tipo cortical. por la inflamación o irritación de las membranas que
envuelven al sistema nervioso central.
Puede haber además reflejos vivos en miembros Etiología y etiopatogenia. El sistema nervioso cen­
inferiores y reflejos de prensión palmar y plantar. tral está envuelto por tres membranas que son, de
En las imágenes se observa típicamente agranda­ afuera hacia adentro: la duramadre; la aracnoides,
miento ventricular, sin dilatación o aumento de tama­ con sus dos hojas, parietal y visceral; y la piamadre.
ño de los surcos o cisuras de la corteza cerebral (véa­ La duramadre es una membrana fibrosa, dura, re­
se fig. 1 9-23), y edema periependimario (RMI). sistente, que se encuentra tapizada por dentro por la
La cisternografía radioisotópica muestra reflujo y hoja parietal de la aracnoides, que adhiere íntima­
bloqueo cisterna!, con permanencia prolongada del isó­ mente a ella. Se la denomina también paquimeninge
topo en el sistema ventricular sin llegar a la convexidad y los procesos localizados en ella se designan paqui­
de los hemisferios (véase Exámenes especiales). meningitis. La piamadre es la membrana nutricia que
La extracción de líquido cefalorraquídeo por pun­ recubre directamente el neuroeje, llegando a todas las
ción lumbar puede causar notable mejoría transitoria. anfractuosidades que presenta su superficie. Por fue­
Los procedimientos quirúrgicos de derivación mejoran ra de ella se dispone la hoja visceral de la aracnoides,
sólo la mitad de los casos. quedando entre ambas un espacio, denominado es­
Hidrocefalias no obstructivas. Son comunicantes. pacio subaracnoideo, por el que circula el líquido ce­
Hay dos tipos: falorraquídeo. La piamadre y la hoja visceral de la
- La que se produce como consecuencia de atrofia aracnoides constituyen las meninges blandas o lepto­
cerebral con agrandamiento compensatorio del sis­ meninges y su inflamación se conoce con el nombre
tema ventricular (hidrocefalia ex vacuo). Los sínto­ de leptomeningitis o simplemente meningitis. Las lep­
mas son los de la enfermedad que causa la atrofia tomeningitis son las que originan la serie de síntomas
cerebral. Si ésta sólo se debe a envejecimiento y signos que integran el síndrome meníngeo.
normal el cuadro es asintomático. No hay hiperten­ La leptomeningitis repercute en el líquido cefalorra­
sión endocraneana. quídeo, determinando hipertensión endocraneana y
- La debida a hipersecreción de líquido cefalorraquí­ modificaciones en la composición citoquímica del mis­
deo como consecuencia de un papiloma de los ple­ mo. El síndrome meníngeo es el resultado de la aso­
xos coroideos (hidrocefalia hipersecretoria). En es­ ciación de:
te caso se produce hipertensión endocraneana. los signos y síntomas de hipertensión endocraneana;
- los signos humorales del líquido cefalorraquídeo;
Síndrome de hipertensión endocraneana benig- las manifestaciones de irritación que determina la
na (seudotumor cerebral). Se designa así a un sín­ inflamación meníngea, o la compresión por sus
drome que se presenta frecuentemente en mujeres jó­ exudados sobre determinadas estructuras.
venes, caracterizado por cefalea, visión borrosa y Semiología. El síndrome meníngeo está por lo tan-
edema de papila, en el que la presión del líquido ce­ to constituido por los siguientes síntomas y signos:
falorraquídeo está entre 30 y 60 centímetros de agua, Fiebre, alta en general.
y no es causado por ninguna de las causas mencio­ - Cefalea: puede ser sorda y gravativa o muy inten­
nadas anteriormente. El examen neurológico, con ex­ sa, continua, holocraneana o frontooccipital, y se
cepción del edema de papila y, a veces, de una pará­ intensifica con la luz (fotofobia) y los movimientos
lisis del VI, suele ser negativo. Puede ser idiopática o de la cabeza, la tos y el esfuerzo abdominal.
consecutiva a hipofunción corticosuprarrenal o parati­ Vómitos.
roidea, síndrome de amenorrea-galactorrea, intoxica­ - Fotofobia: el paciente prefiere la oscuridad.
ción por vitamina A, tratamiento prolongado con corti­ Hiperestesia cutánea y muscular: se soporta mal,
coides, o trombosis séptica o aséptica de los serios con dolor o ardor, el contacto cutáneo, o la compre­
venosos (embarazo y parto), traumatismo craneoen­ sión de las masas musculares, en particular en
cefálico, ingestión de anticonceptivos, policitemia, pa- miembros inferiores.

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17. SÍNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 431

Las contracturas constituyen uno de los elementos Signo de Brudzinski. Al enfermo en decúbito dor­
capitales del síndrome. Afectan, por lo general, a cier­ sal, sin almohada, se le flexiona con una mano rápida­
tos grupos musculares, dando lugar a los diversos sig­ mente la cabeza, mientras con la otra se le sujeta el
nos siguientes: pecho. El signo está presente si las piernas se flexio­
Rigidez de nuca: es de gran importancia y aparición nan en las rodillas.
precoz en las meningitis agudas. Se debe a la con­
tractura de los músculos de la nuca. Al intentar fle­ Al explorarse el signo de Brudzinski la pupila puede dila­
xionar, rotar o extender la cabeza se percibe resis­ tarse (signo de Flatau).
tencia que impide la flexión pasiva y despierta dolor. Si al efectuar la maniobra se impide la flexión de las ro­
La rigidez de nuca puede ser tan acentuada como dillas, presionándolas con la otra mano contra el plano de la
para que el enfermo esté en actitud de hiperexten­ cama, se produce la extensión del dedo gordo y la flexión
sión espontánea de cabeza y tronco (opistótonos, de los demás dedos del pie (signo de la nuca-plantar de
véase Actitud). En ciertos casos, si se solicita al pa­ Marañón).
ciente que flexione su cabeza de modo que el men­ Signo de la pierna o contralateral de Brudzinski. Si es­
tón toque el esternón, el enfermo logra hacerlo tando el enfermo acostado se le flexiona pasivamente la
abriendo ampliamente su boca (signo de Lewinson). pierna sobre el muslo y éste sobre la pelvis, el miembro in­
Rigidez del raquis, por contractura de los músculos ferior del lado opueslo imita el mismo movimiento.
parávertebrales: el enfermo no puede doblar el Haciendo presión con un dedo sobre las mejillas, deba­
tronco, que se mueve en bloque al levantársele la jo de los malares, el enfermo levanta los brazos (signo de
cabeza. Brudzinski de la mejilla).
Contractura de los músculos de los miembros infe­ En el lactante la contractura puede ponerse de manifies­
riores. La contractura de los músculos flexores de to a través del signo de Lesage: levantándolo por las axilas,
muslo y pierna determina flexión de los miembros los miembros inferiores se inmovilizan en flexión y la cabe­
inferiores y decúbito lateral (actitud en gatillo de es­ za se coloca en hiperextensión, cuando lo normal es que las
copeta o de fusi�. Se la ha considerado una actitud piernas se extiendan alternativamente realizando un movi­
antálgica por hiperestesia de las regiones pubia·nas miento de pedaleo.
e isquiáticas. De esta forma se relajarían las me­
ninges y las raíces, evitando el dolor. Alternativa­
mente se ha propuesto que se trata de reflejos de
flexión de origen medular, del mismo tipo que las
respuestas reflejas del animal espinal.
Esta contractura de los flexores está a menudo la­
tente. Se la revela entonces buscando los signos
capitales de Kernig y Brudzinski:

Signo de Kernig. Hay dos maneras corrientes de


explorarlo:
Fig. 17-19. Signo de Kernig. Enfermo acostado; al incorporarlo
- Con el enfermo en decúbito dorsal, se pasa un bra­ pasivamente, flexiona las rodillas.
zo por detrás de su espalda y se lo intenta sentar
pasivamente, mientras que la mano del brazo que
ha quedado libre se apoya sobre sus rodillas, tra­
tando de oponerse a su flexión. El signo está pre­
sente si las rodillas se flexionan pese a la oposición
del observador (fig. 1 7-19). Una vez flexionadas , al
intentarse extender las piernas empujando las rodi­
llas contra el lecho, se podrá notar que existe una
gran resistencia, apareciendo intenso dolor.
En el mismo decúbito se levanta uno de los miem­
bros inferiores del paciente, sosteniéndolo por el
talón y extendido (en igual forma que para buscar
el signo de Laségue). El signo es positivo si al lle­
gar a cierta altura el miembro se flexiona forzosa­ Fig. 1 7-20. Signo de Kernig. Enfermo acostado; al levantar el
mente en la rodilla (fig. 1 7-20). miembro inferior pasivamente se produce la flexión de la rodilla.

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432 SEMIOLOG[A DEL SISTEMA NERVIOSO

Contractura de los músculos de la pared abdominal - exantema generalizado morbiliforme o escarlatini-


anterior. A consecuencia de esta contractura, el ab­ forme;
domen está retraído y deprimido, originando el de­ - petequias, erupción purpúrica, herpes labial;
nominado vientre en batea. - alta mortalidad;
- líquido cefalorraquídeo turbio, hipoglucorraquia y
Contractura de los músculos de los miembros superio­ clorurorraquia, hiperproteinorraquia, intensa pleoci­
res. Signo de Bíkele. El observador flexiona el antebra­ tosís polinuclear.
zo sobre el brazo del paciente que estará sentado. Par­
tiendo de esta posición, eleva horizontalmente el brazo Meningitis agudas o subagudas bacterianas: Hae­
en abducción, tratandó de extender pasivamente el an­ mophy/us influenzae, Streptococcus pneumoniae
tebrazo. Se encuentra resistencia. El mencionado signo (neumococo o diplococo), Staphy/ococcus aureus,
es un equivalente del signo de Kerriig para el miembro Streptococcus, Mycobacterium tuberculosis, bacilos
superior. gramnegativos. Estas meningitis pueden ser:

Existen otras contracturas menos frecuentes, por ejemplo, primarias, es decir, sin que haya una infección pre­
de los músculos masticadores originando el trismus, o de los via debida al mismo germen, proveniente de otro
músculos de la cara dando la facies de risa sardónica. órgano;
secundarias:
Raya meningítica (de Trousseau). Es un fenómeno va­ a) a infecciones de órganos prox,mos como
somotor. Consiste en la persistencia de la huella que de­ afecciones del oído, de los senos paranasa­
ja el dedo o un objeto romo, pasado rápidamente por la les, o traumatismos craneanos, haciéndose la
superficie cutánea, en forma de una raya congestiva. infección meníngea por contigüidad o por vía
linfática;
Otras manifestaciones: b) a infecciones de órganos alejados (infección a
Motoras: signos de déficit motor focal, general­ distancia), como neumonía, endocarditis, infec­
mente sutiles o fugaces; crisis convulsivas. . ción urinaria, infección puerperal, sepsis.
Oculares: oftalmoplejías (ptosis, estrabismo, di­ El cuadro de las meningitis bacterianas, salvo el de
plopía); midriasis, anisocoria; hippus pupilar la meningitis tuberculosa, muestra:
respiratorio (la pupila se dilata en la inspiración - · síndrome meníngeo agudo;
y se contrae en la espiración); nistagmo; cata­ - líquido cefalorraquídeo turbio, hipoglucorraquia,
lepsia ocular (fijeza de la mirada). hiperproteinorraquia, hipoclorurorraquia, pleoci­
Psíquicas: síndrome confusional, alucinaciones, tosis polinuclear (neutrófilos).
cambios de carácter. El cuadro de la meningitis tuberculosa muestra:
Vegetativas: hipertermia, constipación pertinaz, síndrome meníngeo subagudo, de iniciación so­
respiración irregular (Cheyne-Stokes), bradicar­ lapada, atenuado;
dia, fenómenos vasomotores. - son frecuentes las parálisis oculares;
- líquido cefalorraquídeo claro, a veces con retí-
Signos que suministra el examen del líquido cefa­ culo fibrinoso (ve/o de novia), norma o hipoglu­
lorraquídeo: se altera en su cantidad, tensión, as­ corraquia, hiperproteinorraquia, hipoclorurorra­
pe;;to, composición química y citologla, a lo que quia, pleocitosis mononuclear (linfocitos).
putoie añadirse la presencia de gérmenes. Estas Meningitis agudas virales. Debidas a diversos
alteraciones dependen de su causa. Su examen es agentes virales: enterovirus (Polio, Coxsackie, Echo),
imprescindible: posibilita identificar el tipo de infec­ arbo y adenovirus, sarampión (Paramixovirus). Se ca­
ción, el germen y la terapéutica apropiada. Véase racterizan por:
Exámenes especiales. - slndrome meníngeo atenuado;
- líquido cefalorraquídeo claro, normoglucorraquía,
Causas del síndrome. Meningitis infecciosas: Me­ hiperproteinorraquia y pleocitosis mononuclear (lin­
ningitis cerebroespinal aguda epidémica: producida focitos).
por el meningococo (Neisseria meningitidis). Sus prin­ A este grupo pertenece la meningitis linfocitaria be­
cipales características son: nigna, que puede confundirse con la meningitis tuber­
comienzo brusco con cefalea intensa y fiebre alta; culosa.
gran rigidez de nuca con signos de Kernig y Brud­ Meningitis fúngicas: Cryptococcus neoformans,
zinski; Gandida. La meningitis criptocócica suele observarse

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17. SÍNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 433

hoy día en pacientes con SIDA, en los que se mani­ contacto interpersonal estrecho (saliva o secreciones
fiesta por: respiratorias) o reactivación de infección preexistente
- cefalea y fiebre, sin o con escasos signos menín­ en un paciente inmunocomprometido.
geos; Las restantes son encefalitis epidémicas que se
- líquido cefalorraquídeo de aspecto variable, con hi­ han manifestado en distintas épocas y latitudes: la en­
poglucorraquia, hiperproteinorraquia y pleocitosis cefalitis epidémica o letárgica de van Economo a prin­
mononuclear. cipios del siglo XX, la encefalitis japonesa o tipo B, la
Los gérmenes causales pueden identificarse por encefalitis de Saint Louis, la encefalitis australiana, la
observación en el líquido (tínción de Gram), cultivo o encefalomielitis de origen equino, la encefalitis estivo­
reacciones inmunológicas en el caso de virus y cripto­ primaveral de los bosques rusos, las encefalomielitis
coco. europeas y el looping-i/1 o neuraxitis del ganado.
Causas de las meningitis bacterianas según la Hay compromiso inflamatorio de cerebro y menin­
edad. En los adultos, el germen causal más frecuente ges y lesiones necróticas focales o difusas a distintos
es el Streptococcus pneumoniae (neumococo). En jó­ niveles del sistema nervioso central.
venes, el neumococo y los virus, y deberá tenerse Semiología. En la encefalitis por herpes simple son
siempre presente al Mycobacterium tuberculosis y al elementos característicos:
Cryptococcus neoformans en caso de SIDA. En los ni­ - fiebre y cefalea de varios días de evolución;
ños, el Haemophylus influenzae, y luego el neumoco­ confusión o trastorno de conciencia;
co. En los neonatos la causa más frecuente la consti­ - alucinaciones olfatorias;
tuyen los bacilos gramnegativos, y luego los - crisis convulsivas; ·
estreptococos del grupo B. La meningitis por Neisse­ signos meníngeos;
ria meningitidis (meningococo) es en la actualidad ex­ - en el líquido cefalorraquídeo: pleocitosis general­
cepcional. mente linfomonocitaria (aunque, en ocasiones y en
Síndromes meníngeos no infecciosos. Hemorragia su comienzo, puede ser polinuclear), protelnas ele­
subaracnoidea o meníngea: véase Síndromes vascu­ vadas y glucosa normal;
lares. evolución tórpida;
Siembras meníngeas o "meningitis" carcinoma/o­ - luego de algunos días surgen signos de afectación
sas: por compromiso neoplásico de las meninges frontotemporal, con mutismo o trastorno del len­
(leucosis, linfomas). guaje, trastorno mnésico, cambio de conducta;
Meningismos y reacciones meníngeas. Con estos hay alteraciones focales temporales en el EEG, y
nombres se conocen manifestaciones clínicas larva­ lesiones frontotemporales hiperintensas en la RMI,
das de síndrome meníngeo, acompañadas de ligera uní o bilaterales, que permanecen como secuela.
reacción en el líquido cefalorraquídeo, que aparecen Si las lesiones son bilaterales queda una secuela
en el curso de distintos procedimientos: después de de trastorno de la memoria reciente, severo, irrecupe­
una punción lumbar o por inyección intratecal de sus­ rable.
tancias de contraste y medicamentosas. El pronóstico Los estudios serológicos de fijación del comple­
suele ser benigno. mento, inhibición de la hemoaglutinación y anticuer­
Síndromes meníngeos en enfermedades genera­ pos neutralizantes pueden positivizarse.
les. En múltiples enfermedades generales puede ob­ La encefalitis por herpes zóster suele instalarse por
servarse un síndrome meníngeo dependiente, unas contigüidad a punto de partida de infección en el gan­
veces, de una simple reacción meníngea, otras veces, glio de Gasser, y causar lesiones focales o involucrar
de una verdadera meningitis. Entre otras pueden la arteria carótida, originando isquemia y hemiparesia
mencionarse: fiebre urliana, sarampión, varicela, gri­ contralateral.
pe, lupus eritematoso diseminado, angeítis granulo­ En las encefalitis epidémicas se ha descripto som­
matosas, granulomatosis linfomatoide, toxoplasmosis, nolencia o apatía, signos meníngeos, paresias aculo­
brucelosis, enfermedades de Mallare!, Behc;:et y Vogt­ motoras o crisis oculógiras, eventualmente déficit fo­
Koyanagi-Harada, SIDA, sarcoidosis, fiebre tifoidea, cales con piramidalismo, otras veces compromiso de
poliomielitis aguda. asta anterior con parálisis fláccida y arreflexia, y movi­
Encefalitis-meningoencefa/itis. Etiología y etio­ mientos anormales.
patogenia. Son infecciones del sistema nervioso cen­ Absceso encefálico. Los abscesos encefálicos
tral debidas a virus neurotropos. Las más frecuentes son colecciones purulentas en el parénquima cerebral
en la actualidad son las encefalitis herpéticas debidas provocadas por la propagación de procesos supura­
a herpes simplex (HSV-1) y zóster. El contagio es por dos de la vecindad, por implantación embólica desde

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434 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

un foco séptico distante o por infección secundaria de trastorno de conciencia (coma hipotiroideo) y, rara­
un hematoma intracerebral. mente, convulsiones. También seudomiotonía.
Pueden ser: El hiperliroidismo se asocia a temblor de actitud y
- traumáticos (fractura de los huesos del cráneo); voluntario, manifestaciones disautonómicas (sudora­
consecutivos a otitis supuradas o enfermedades ción, taquicardia, fenómenos vasomotores), síndrome
de los senos paranasales; miasteniforme, miopalía tirotóxica, corea y parálisis
metástasis de otros abscesos o infecciones, por periódica. Se agregan ciertos trastornos oculares
ejemplo: endocarditis bacteriana, bronquiecta­ (exoftalmos benigno y maligno, oftalmoplejía).
sias, abscesos de pulmón, pleuresías purulen­ En el hipoparatiroidismo se encuentran hiperexci­
tas, osteomielitis, endometritis, pioemias. tabilidad neuromuscular (tetania), convulsiones, tras­
El más común es el absceso de origen olítico, que tornos mentales, calcificación de los ganglios basales
tiene dos localizaciones electivas: el lóbulo temporal y y signos extrapiramidales, hipertensión endocraneana
el cerebelo. Otras localizaciones de los abscesos en­ con edema de papila, y miopalía.
cefálicos son los lóbulo occipital y frontal. En el SIDA En el hiperparatiroidismo se pueden hallar trastor­
pueden existir abscesos únicos o múltiples por toxo­ nos mentales, cefalea, trastornos del sueño, trastor­
plasma. nos de conciencia asociados a crisis de hipercalce­
Además del síndrome de hipertensión endocranea­ mia, trastornos electroencefalográficos, signos
na y de los signos focales, hay signos de sepsis: alte­ extrapiramidales, ataxia cerebelosa, compromiso de
ración del estado general, leucocitosis, hiperproteino­ pares craneales, signos medulares, neuropatia perifé­
rraquia con pleocitosis. La fiebre es escasa o falta con rica y compromiso miopático.
frecuencia. Si el absceso se abre en el espacio suba­ La insuficiencia renal produce polineuropalía, con­
racnoideo se produce una meningitis, con rigidez de vulsiones, trastornos electroencefalográfícos, cefalea,
nuca y fiebre. retinopalía, trastornos de conciencia (coma urémico),
Traumatismos de cráneo y edema cerebral. mioclonías y fasciculaciones, asterixis, trastornos de
Véase Comas. (Véase además Hemiplejías y Hemi­ pares craneales (amaurosis urémica), y los extraños
anestesias.) casos de demencia vinculados a diálisis extracorpó­
rea (demencia dialítica), hoy día excepcionales.
La insuficiencia hepática se asocia a encefalopatía
Síndromes neurológicos de las progresiva vinculada a la hiperamoniemia de la hepa­
afecciones sistémicas topatía. Es característica la aparición de asterixis y
signos extrapiramidales.
Son múltiples las manifestaciones neurológicas El síndrome de Reye es una encefalopalía aguda
que pueden provocar las enfermedades sistémicas. asociada a degeneración visceral grasa.
La hipoglucemia puede ocasionar trastornos de Se produce encefalopalía por hiperbilirrubinemia
conciencia, convulsiones y signos focales, estos últi­ en la eritroblastosis fetal con compromiso de los gan­
mos por competencia tisular de sustrato en presencia glios de la base (kernicterus).
de escaso aporte hidrocarbonado. Las porfirias producen característico dolor abdomi­
La diabetes se asocia a neuropatía periférica mix­ nal agudo, signos disautonómicos, convulsiones, tras­
ta, mononeuropalía múltiple, radiculopalía, neuropalía tornos mentales, polineuropalía ascendente aguda y
visceral autónoma (que provoca trastornos tróficos, compromiso de pares craneales, así como neuropatía
vasornotores y secretorios de la piel), neuropalía de periférica.
nervies craneales, retinopatía y encefalopalia por le­ La pancreatitis aguda puede, excepcionalmente,
siones vasculares múltiples. Es necesario recordar, fi­ producir una encefalopalía pancreática caracterizada
nalmente, la posible instalación de coma diabético y por delirio, alucinaciones, convulsiones, clonus y Ba­
coma hiperosmolar en el curso de la enfermedad. binski bilateral, afasia y signos neurológicos focales
Dentro de las enfermedades del metabolismo hi­ múltiples, así como trastornos electroencefalográfí­
drocarbonado se producen repercusiones neurológi­ cos. El cuadro puede ser muy fluctuante variando en­
cas varias en las mucopo/isacaridosis y en las tesau­ tre el compromiso neurológico franco y la casi norma­
rismosis glucogénicas. lidad en el mismo paciente.
Asimismo las xantoma/osis se asocian a complica­ El alcoholismo produce repercusión en el sistema
ciones neurológicas. nervioso, derivada de la insuficiencia vitamínica B (tia­
El hipotiroidismo puede producir neuropalía perifé­ mina) y nicotínica. Produce neuropatía periférica axo­
rica, sordera, trastornos visuales, deterioro cognitivo nal, polioencefalitis superior hemorrágica aguda (sín­
con manifestaciones psiquiátricas, ataxia cerebelosa, drome _ de Wernicke), trastornos de la memoria

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17. SÍNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 435

(síndrome de Korsakoff), desmielinización éallosa La anemia ferropénica puede producir cefaleas te­
central (síndrome de Marchiafava-Bignami), atrofia naces, síndrome de las piernas inquietas y retino­
cerebelosa, esclerosis cortical laminar (síndrome de patía.
Morel) y ambliopía (generalmente tabaco-alcohólica). La anemia falciforme puede producir una retinopa­
La intoxicación alcohólica aguda provoca trastornos tía caracterizada por cambios vasculares, macroaneu­
de conciencia, ataxia cerebelosa, impotencia sexual y rismas, formaciones neovasculares, trombosis y he­
convulsiones, estas últimas en el período de depriva­ morragias. Estos trastornos en vasos de pequeño
ción alcohólica. En la actualidad se acepta, cada vez calibre pueden producirse, también, en otros puntos
más, la hipótesis del desarrollo de una atrofia cerebral del sistema nervioso central.
secundaria a alcoholismo crónico. La policitemia vera produce un síndrome de hipo­
Los trastornos del metabolismo hidroelectrolítico flujo cerebral por la hiperviscosidad provocada por la
suelen producir síntomas del sistema nervioso. La hi­ misma. Se producen, así, cefalea, vértigos, acúfe­
pernatremia produce sed, signos de deshidratación nos, somnolencia y trastornos más severos de la
(sequedad de piel y mucosas, hundimiento de los glo­ conciencia. También se pueden producir infartos is­
bos oculares, pérdida de peso), trastornos de concien­ quémicos cerebrales. Un cuadro parecido puede ob­
cia, mioclonías y convulsiones, estas últimas especial­ servarse en las poliglobulias secundarias a insufi­
mente si se instaura una rehidratación brusca. También ciencia respiratoria.
se observa hiperproteinorraquia y, eventualmente, de­ La diátesis hemorrágica de cualquier origen puede
presión de los ritmos electroencefalográficos. La hiper­ producir complicaciones en el sistema nervioso cen­
natremia se ve, por lo común, en la infancia. tral (hemorragia cerebral y medular). Las púrpuras
La hiponatremia produce ageusia, náuseas, calam­ pueden producir, asimismo, hemorragias petequiales
bres, especialmente en los dedos de la mano, astenia, encefálicas.
trastornos mentales, temblor, asterixis, convulsiones. Las cardiopatías pueden causar complicaciones
También se puede observar cefalea por hipertensión neurológicas derivadas de hipoflujo cerebral por bajo
endocraneana secundaria a edema cerebral, con ede­ volumen minuto, hipotensión asociada a signos foca­
ma de papila. La hiponatremia prolongada se asocia, les, cuando la misma se produce en presencia de es­
a veces, al desarrollo de mielinólisis central pontina. tenosis hemodinámicamente significativas de vasos
Esta se caracteriza por una desmielinización de la cerebrales, y cuadros focales por embolia en patolo­
porción central de la protuberancia. Los síntomas con­ gías como fibrilación auricular, estenosis mitral, mixo­
sisten en una debilidad progresiva de la lengua y los mas, hipokinesia miocárdica generalmente secundaria
músculos faciales, causando un severo trastorno de la a infarto de miocardio, miocardiopatías y endocarditis
palabra y deglución. Se agregan síntomas suprabul­ bacteriana. Suelen producirse complicaciones neuro­
bares, cuadriparesia, ausencia de respuesta al dolor y vasculares (infartos cerebrales) luego de la cirugía
ausencia de reflejo corneano. cardíaca.
La hiperkalemia y la hipokalemia se asocian a los Existen, además, un grupo de síndromes que com­
cuadros de parálisis periódicas hiper e hipokalémicas. binan cardiopatía congénita y trastornos neurológicos
La hipokalemia puede provocar convulsiones. Desde (síndrome por rubéola congénita de Gregg, síndrome
el punto de vista electrofisiológico es importante re­ de Turner, mucopolisacaridosis y otros).
cordar los trastornos electrocardiográficos producidos La enfermedad de Rendu-Osler (telangiectasia he­
por las diskalemias. morrágica hereditaria) se asocia a malformaciones
La acidosis tiende a disminuir la excitabilidad neu­ vasculares encefálicas y medulares.
romuscular (hiperreflexia) y la alcalosis a aumentarla La insuficiencia respiratoria produce una encefa­
(reflejos vivos, tetania, signos de Chvostek y Trous­ lopatía caracterizada por somnolencia y trastornos
seau). Esto último se observa precisamente en la al­ de conciencia, cefalea, temblores, mioclonías, con­
calosis respiratoria producida por el síndrome de hi­ vulsiones y asterixis. Estos síntomas se vinculan a la
perventilación. hipercapnia. Se suman parestesias, náuseas, tras­
La hipomagnesemia también se asocia a un cua­ tornos de la agudeza visual, alteraciones de los re­
dro de hiperexcitabilidad neuromuscular. flejos y rigidez extrapiramidal. Se agregan también
La anemia megaloblástica se asocia característica­ cambios electroencefalográficos, congestión venosa
mente al cuadro denominado degeneración combina­ en el fondo de ojo, edema de papila, hipertensión
da subaguda, síndrome de Lichtheim o mielosis funi­ endocraneana.
cular, producido por lesión de los cordones posteriores El síndrome de Pickwick (síndrome cardiorrespira­
y laterales. Asimismo produce trastornos psiquiátricos torio de la obesidad) produce somnolencia y trastor­
y neuritis retrobulbar. nos del sueño, particularmente apnea del sueño.

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436 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

La enfermedad de Pagel craneal puede asociarse palia múltiple. También se observan neuropatías por
a cefalea, acúfenos, hipoacusia, mareos e inestabili­ atrapamiento de íos nervios mediano (síndrome deí
dad en la marcha. Los trastornos de pares craneanos túnel carpiano), cubital, radial, ciático (paresia del ciá­
se producen por estrechamiento de los orificios de pa­ tico poplíteo externo o peroneo superficial, y compro­
saje de los mismos, debido a la hiperostosis de la en­ miso del ciático poplíteo interno o tibial posterior-sín­
fermedad. Se pueden producir, así, anosmia, atrofia drome del túnel tarsiano-). Se observan, también,
óptica, cqngestión venosa, edema de papila y hemo­ polimiositis y miositis focal, compromiso del sistema
rragias en el fondo de ojo, paresias oculomotoras, nervioso autónomo (trastornos vasomotores, síndro­
neuralgia del trigémino, parálisis o espasmos faciales me de Raynaud), y síntomas laríngeos por nódulos
y compromiso de pares craneanos bajos. Se produce, reumáticos, miositis de íos músculos laríngeos o neu­
también, platibasia, o sea un desplazamiento hacia ropatía del nervio recurrente, aunque la causa más
abajo del occipucio y agujero occipital, resultando en frecuente parece ser la artritis cricoaritenoidea; El
una invaginación de la apófisis odontoides del axis a compromiso del sistema nervioso central puede mani­
través de este agujero. Se asocian signos de compro­ festarse por compresión medular que puede seguir a
miso troncal y cerebeloso, así como hidrocefalia se­ un cuadro de radiculopatía previa. Se puede observar,
cundaria obstructiva. El Pagel vertebral puede produ­ también, síndrome de la cola y cono. Se pueden pro­
cir lumbalgia, cuadros radiculares y compresión ducir trastornos encefálicos vasculares por compre­
medular. sión de las arterias del territorio vertebrobasilar. Se
La osteopetrosis (enfermedad de Albers-Sch6n­ han descripto, también, vasculitis cerebral, menin­
berg) produce compromiso neurológico por compre­ goencefalitis, síndrome de hiperviscosidad, leucoen­
siones tronculares de los nervios (atrofia óptica, oftal­ cefalopatía multifocal progresiva y mielinólisis central
moplejia, nistagmo, exoftalmos, cambios en el fondo pontina, así como cuadros convulsivos.
de ojo parecidos al Pagel, parálisis facial, hipoacusia, La espondilitis anquilopoyética produce escasas
anosmia, neuralgia del trigémino). A diferencia del Pa­ pero reconocidas complicaciones neurológicas: atro­
gel, sin embargo y a pesar del compromiso de la ba­ fia muscular, neuralgias ciática e intercostal y síndro­
se del cráneo que se ve en esta enfermedad, el com­ me _de cola de caballo, como complicación probable­
promiso de los pares craneales bajos es muy raro. mente más frecuente. También, insuficiencia
También se ha descripto hidrocefalia. vertebrobasilar y compromiso neurológico por sublu­
Compromisos neurológicos de características pa­ xación vertebral cuando hay compromiso cervical se­
recidas a los anteriores han sido descriptos en las dis­ vero. Excepcionalmente, compresión medular. La en­
plasias de cráneo (displasia fibrosa, osteosclerosis, fermedad parece asociarse en forma significativa a la
displasias craneotubulares, hiperostosis craneotubu­ esclerosis múltiple.
lares y otras). La mielopatía o espondilosis cervical (estenosis del
Las craneosinostosis o craneostenosis por cierre canal raquídeo, conducto medular estrecho) se asocia
prematuro de suturas craneales producen retardo psi­ a paraplejía espástica y a una lesión radicular con
comotor, hidrocefalia, convulsiones, estrabismo, atro­ amiotrofia más o menos extensa, parestesias (se pre­
fia óptica, anosmia y compromiso piramidal. senta con frecuencia el signo de Lhermitte), hipoeste0
También se produce compromiso neurológico en sia superficial, trastornos de la sensibilidad profunda y
las llamadas osteoattropalías neurotróficas que son compromiso esfinteriano. Puede presentarse el sín­
trastornos esqueléticos, causados o asociados a le­ drome de Brown-Séquard. Se describen formas amio­
siones del sistema nervioso. Estas osteoartropatias tróficas, ataxoespasmódicas e incluso hemipléjicas
pueden mostrar signos fundamentalmente sensitivos, -se trata más bien de un síndrome piramidal asimétri­
motores o disautonómicos. Ejemplos y causas de las co-. Algunas formas pueden evolucionar en brotes,
mismas son la tabes dorsal, la siringomielia, la lepra, remedando una esclerosis múltiple (aunque en la mie­
la diabetes, las osteólisis constitucionales, las os­ lopatia cervical no se observan signos cerebelosos ni
teoartropatias neurotróficas postraumáticas, las os­ vestibulares).
teólisis esenciales, las neuropatias que producen indi­ La sarcoidosis produce compromiso variado de los
ferencia congénita al dolor, los trastornos esqueléticos pares craneales y de íos nervios espinales. Así se
hallados en la poliomielitis, en la ataxia de Friedreich observa, característícamente, parálisis facial periférica,
y en las neurofibromatosis, asi como en la distrofia hasta en un casi 40% de íos casos, edema de papila,
simpática refleja (atrofia de Sudeck, síndrome doloro­ neuritis óptica, atrofia óptica por compresión, oftalmo­
so regional complejo, SDRC). plejía externa, anosmia, hipoestesia y parestesias tri­
En la attrilis reumatoidea puede observarse neuro­ geminales, hipoacusia y disfunción vestibular, y com­
patía distal sensitiva, sensitivomotora o mononeuro- promiso de pares craneanos bajos. Varios pares

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17. SINDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES OEL SISTEMA NERVIOSO 437

craneanos pueden comprometerse simultáneamente de la enfermedad y anuncian un mal pronóstico. Su in­


conformando un cuadro de neuropatía múltiple cra­ cidencia ha aumentado en los últimos tiempos, proba­
neal. En los nervios espinales pueden producirse po­ blemente debido a la mayor sobrevida de los pacien­
lineuropalía y mononeuropatía. El sistema nervioso tes con leucosis. Se puede observar compromiso
central puede alterarse por compresión medular gra­ meníngeo con hipertensión endocraneana y repercu­
nulomatosa provocando un cuadro de paraparesia. sión en los pares craneales de tipo encefalítico, parti­
También, por masa ocupante cerebral (sarcoide), hi­ cularmente los oculomotores. El LCR muestra aumen­
drocefalia por sarcoidosis meníngea, compromiso hi­ to de la presión, pleocitosis hasta varios miles por
potalámico (diabetes insípida, hipotermia, somnolen­ mm3, hiperproteinorraquia, a veces hipoglucorraquia;
cia, obesidad y estrías cutáneas) y meningoencefalitis. la pleocitosis es lo más persistente y de más valor
Las manifestaciones neurológicas del golpe de ca­ diagnóstico. El hallazgo de blastos lo confirma. Se
lor por insolación (heat stroke o coup de chaleur) in­ pueden observar hemorragia cerebral o subaracnoi­
cluyen cefalea, mareos, pérdida de fuerza general, dea (más frecuentes en las leucosis agudas), hemato­
confusión, euforia, alucinaciones y pérdida del conoci­ mas subdurales, infartos cerebrales múltiples por coa­
miento. Se pueden producir convulsiones y signos de gulación intravascular diseminada, compromiso
compromiso multifocal. Es característica la rigidez infiltrativo de pares craneales (se han descripto com­
muscular. Pueden producirse compromisos residuales plicaciones en todos ellos), bulimia por compromiso
crónicos, particularmente síndrome cerebeloso. hipotalámico, diabetes insípida, trastornos de con­
La hipertermia maligna se produce durante la ciencia, convulsiones, mioclonías, míelinólisis central
anestesia con inhalantes y se exacerba por relajantes pontina, hemorragias retinianas, edema de papila,
musculares como la succinilcolina. La temperatura atrofia óptica, infiltraciones retinianas, mielitis, neuro­
corporal puede aumentar hasta 45° y se produce, ca­ patía periférica sensitivomotora.
racterísticamente, una marcada rigidez, principalmen­ Los línfomas producen complicaciones por metás­
te en los músculos mandibulares y del cuello, a la que tasis o infiltración, o por efectos no metastáticos. Las
pueden agregarse intensas fasciculaciones. metástasis pueden ser craneales con extensión intra­
Las lesiones del sistema nervioso por electrocu­ cerebral, durales, subdurales, leptomeníngeas o cere­
ción son variadas. Aparte de las quemaduras directas brales. Estas últimas son más comunes en los linfo­
y de las necrosis de coagulación, puede haber pérdi­ mas no Hodgkin que en los Hodgkin. Las metástasis
da de conocimiento, convulsiones, trastornos motores también pueden ser medulares, generalmente por
diversos, síntomas cerebelosos, síndrome parkinso­ contigüidad y compresión. Lesiones infiltrativas pue­
niano y de sección trasversa de médula, y cuadros den ocurrir en pares craneanos y nervios espinales,
amiotróficos espásticos (tipo esclerosis lateral amio­ generalmente en los agujeros de salida y conjunción.
trófica). Se observa, frecuentemente, neuropatía mentoniana
En el curso evolutivo de un tumor maligno o con por infiltración de las ramas distales del nervio maxilar
antelación a su diagnóstico clínico,. pueden aparecer inferior que produce hipoestesia mentoniana uni o bi­
manifestaciones nerviosas que no dependen de la ac­ lateral. Se describen cuadros dolorosos radiculares,
ción mecánica del tumor o de sus metástasis (síndro­ interpretados como de origen articular o discal, que fi­
mes neurológicos paraneoplásicos). Pueden preceder nalmente revelan ser debidos a aracnoiditis linfomato­
con mucha anticipación a la neoplasia. Las formas de sa. Los compromisos más frecuentes se observan en
manifestación más frecuentes son: polineuropatía el plexo braquial, simpático cervical, nervios recurren­
sensitivomotora, paraparesia de instalación rápida te y frénico y plexo lumbosacro. Entre las complicacio­
(con edema medular y nivel sensitivo simulando una nes no metastáticas de los !infamas se cuentan la
compresión medular), síndrome cerebeloso (por atro­ encefalopatía metabólica, hipercalcémica e hiponatré­
fia), enfermedad de la neurona motora (con un cuadro mica y los síndromes paraneoplásicos.
similar a la esclerosis lateral amiotrófica), y el síndro­ El línfoma de Burkitl produce, más frecuentemente
me de Eaton-Lambert, cuadro de tipo miasteniforme que los otros linfomas, complicaciones del sistema
paradójico, en el cual la astenia muscular en su expre­ nervioso. Se produce compromiso múltiple de los pa­
sión más habitual, la ptosis palpebral, mejora con el res craneales y/o compromiso radicular o neuropatía
esfuerzo o a lo largo del día, en lugar de empeorar co­ periférica, muchas veces como expresión de recidiva.
mo en la miastenia-enfermedad. Además, síndrome Es importante destacar que los agentes quimiote­
cordonal posterior, polimiositis o miopatías. rápicos (vincristina) utilizados en estas patologías pro­
Las leucosis pueden producir complicaciones en ducen, con frecuencia, neuropatía periférica tóxica
prácticamente todos los niveles del sistema nervioso. sensitivomotora en los cuatro miembros, además de
Estas complicaciones traducen un estadio avanzado miopatía tóxica, neuropatía autonómica con compro-

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438 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

miso intestinal, urinario o sexual y toxicidad central La poliarleritis nodosa produce compromisos en el
(convulsiones). sistema nervioso periférico y central. El primero es el
Las complicaciones neurológicas del mieloma múl­ más frecuente; se observa mononeuropatía múltiple,
tiple pueden ser compresivas, infiltrativas o por efec­ polineuropatía simétrica sensitivomotora, con dolor
tos neurológicos indirectos. Las más frecuentes son marcado a la palpación de las masas musculares, que
las primeras, en donde la compresión comúnmente se puede ser rápidamente progresiva. Se han señalado,
produce a nivel radicular o medular, particularmente también, casos de compromiso radicular, plexual y
en la región torácica, produciendo cuadros radiculares síndrome de Guillain-Barré. Se describe, también,
o paraparesias. La enfermedad puede comenzar con compromiso mibpático en más del 50% de los casos,
una lumbociatalgia asociada a hiperglucorraquia, con proximal, con o sin dolor y con elevación de enzimas
una paraparesia prolongada de causa poco clara o musculares. El compromiso del sistema nervioso cen­
con un síndrome neuromuscular de miembro superior tral se caracteriza por síndrome meníngeo y disfun­
con atrofia, y eventualmente, también, con un cuadro ción cortical que puede adoptar distintas característi­
encefalopático. Los pares craneanos se complican cas: cuadro psiquiátrico con ideas delirantes,
con menos frecuencia. La polineuropatía periférica se demencia progresiva o trastorno creciente de concien­
observa como expresión paraneoplásica o por infiltra­ cia. Asimismo se citan una mayor frecuencia de acci­
ción amiloidótica. El síndrome del túnel carpiano se dentes cerebrovasculares isquémicos o hemorrági­
observa con frecuencia. El mieloma puede producir cos, convulsiones, compromiso ocular, ya sea del
infiltración leptomeníngea y del sistema nervioso cen­ globo (uveítis, escleritis, coroiditis, queratitis), del ner­
tral. Los efectos neurológicos indirectos comprenden vio óptico (papilitis isquémica) o del sistema oculomo­
neuropatía periférica, encefalopatías hipercalcémica y tor (paresias del 111 o IV nervio). Asimismo se describe
urémica, síndrome de hiperviscosidad, infecciones compromiso de los nervios craneales V, VII y VIII.
(herpes zóster, herpes simple, torulosis, toxoplasmo­ La arleritis de células gigantes de la arleria tempo­
sis, amiloidosis). ral superficial (arteritis temporal) produce complicacio­
Las crioglobulinemias producen neuropatía perifé­ nes neurológicas en el 25 al 30% de los casos. Estos
rica, compromiso de pares craneales, accidentes ce­ se caracterizan por trastorno mental o síndromes fo­
rebrovasculares. cales neurovasculares isquémicos y amaurosis. El
La macroglobulinemia o enfermedad de Waldens­ cuadro general se caracteriz.a por cefalea en la región
trom produce accidentes cerebrovasculares, síndro­ temporal, creciente, fiebre y malestar general, dolor a
mes focales, hemorragia subaracnoidea, encefalopa­ la palpación de la arteria temporal superficial, con dis­
tía. Se observan con frecuencia un cuadro vestibular minución de amplitud de su pulso, y eritrosedimenta­
y signos piramidales. También puede producirse mie­ ción francamente acelerada.
litis. La polimialgia reumática, caracterizada por dolor y
La tromboangeítis obliterante cerebral puede pro­ rigidez en cinturas escapular y pelviana, matinal y pro­
ducir cefalea vascular, vértigo, accidentes isquémicos gresivo, con fiebre, malestar general y eritrosedimen­
transitorios y constituidos. tación francamente acelerada, se considera una va­
El síndrome del arco aórlico es aquel debido a la riante clínica de la arteritis temporal.
obstrucción del mismo y de sus ramas principales. La granulomatosis de Wegener produce neuropa­
Las complicaciones neurológicas se derivan de las ra­ tía periférica, compromiso de pares craneales, hemo­
mas obstruidas. Este síndrome se observa en la en­ rragias intracerebral o subaracnoidea, infartos cere­
fermedad de Takayasu, en los aneurismas disecantes, brales, síndrome meníngeo y aracnoiditis quiasmática.
en las estenosis proximales de las arterias vertebral y El granuloma de la línea media produce compromi­
subclavia. so de los nervios craneales, por extensión directa ha­
El lupus eritematoso sistémico produce síntomas cia el nasofárinx y las órbitas, y síndrome meníngeo
corticales como trastornos de conducta, trastornos consecuente, si aquél no es tratado.
neuropsicológicos, convulsiones, signos focales, todo La esclerodermia produce queratoconjuntivilis se­
ello como expresión de la llamada "cerebritis lúpica". ca, cataratas, oftalmoplejías, sordera de conducción,
También se observan coreoatetosis, compromiso de y compromiso del sistema muscular en por lo menos
pares craneales, ataxia cerebelosa, mielitis, polineu­ el 50% de los casos: atrofia muscular de tipo proximal
ropatía periférica y compromiso muscular miopático y elevación de enzimas musculares. Se observa tam­
proximal. Se describe, también, un cuadro de menin­ bién un síndrome miasteniforme. El cuadro muscular
gitis aséptica e hipertensión endocraneana (seudotu­ es de origen miosítico. Asimismo se producen poli­
mor cerebral) y síndrome protrombótico por anticuer­ neuropatía, mielopatía con compromiso de cordón
pos antifosfolípidos. posterior o generalizado de la médula y encefalopatía

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17. SÍNDROMES SEMIOLÓGICOS DE OTRAS AFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO 439

difusa. En la esclerodermia localizada se producen seclámpticas) , encefalopatía hipertensiva, infartos ce­


hemiatrofias musculares en el lugar de la lesión. rebrales, espasmos arteriales retinianos con trastor­
Se describen complicaciones neurológicas en los nos visuales severos y, eventualmente, trastornos
trastornos hereditarios del tejido conectivo (síndrome psiquiátricos. La eclampsia puede producir trastornos
de Ehlers-Danlos y síndrome de Marfan). encefálicos en los fetos nacidos de madres eclámpti­
El síndrome de Sjogren (queratoconjuntivitis seca, cas: retardo intelectual, epilepsia, parálisis cerebral.
xerostomía y artritis crónica) puede producir mono­ La fiebre hemorrágica argentina producida por el vi­
neuropatía o polineuropatía periférica , neuropatía cra­ rus Junín (perteneciente al grupo Tocaribe) y transmití'.
neal, neuropatía sensitiva trigeminal, vasculitis cere­ da por artrópodos produce un cuadro caracterizado por
bral, depresión y miositis. hipertermia, cefalea, astenia, anorexia, náuseas y vómi­
La enfermedad de Addison produce trastornos tos, vértigo, somnolencia, hipotonía muscular, hipo o
mentales, debilidad muscular, hipo, convulsiones, sín­ arreflexia profunda, dolor a la compresión de masas
copes, dolor abdominal, parestesias, edema de papi­ musculares, temblor, nistagmo y ataxia. Pueden obser­
la, rigidez de nuca de origen no meníngeo, contractu­ varse en casos graves convulsiones y coma. El líquido
ras abdominocrurales en flexión y trastornos cefalorraquídeo suele ser normal.
sensoriales olfato-gustativos. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)
El síndrome de Cushing produce un cuadro psi­ presenta síntomas neurológicos en el 30% de los ca­
quiátrico de tipo delirante, debilidad y atrofia muscular sos. Los mismos consisten en confusión y letargia,
proximales. convulsiones, abscesos únicos o múltiples por toxo­
Trastornos musculares se describen en el hiperal­ plasma, atrofia cerebral con demencia, incontinencia
dosteronismo; cefalea, ansiedad y trastornos visuales urinaria, meningoencefalitis por Mycobacterium
en el feocromocitoma. avium-intracellulare y coccidioidomicosis, leucoence­
La eclampsia consiste en la aparición de conv�lsio­ falopatía multifocal progresiva, meningitis por cripto­
nes durante la hipertensión arterial, inducida o agra­ coco y otras infecciones por microbios oportunistas
vada por el embarazo. En este cuadro se pueden 'pro­ (TBC), linfomas primarios del sistema nervioso central
ducir hemorragias cerebrales, angiopatía cerebral y un síndrome Guillain-Barré símil que complica el
posparto, trombosis del seno venoso (puerperales po- curso de muchos enfermos.

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18
Síndromes funcionales y su detección

En la práctica médica cotidiana es muy frecuente la recen como no sistematizados, salpicados y


consulta por síntomas y signos del sistema nervioso, desordenados, no configurando un síndrome clí­
que, no siendo propios de enfermedad estructural, nico reconocible
pueden sin embargo simularla. Estas manifestaciones - Relato cambiante: variaciones o inconsistencias
funciona/es pueden deberse a causas psicológicas en las características de los síntomas cuando
(conversión de origen psiquiátrico), sociales (simula­ se vuelve a interrogar sobre ellos
ción con el fin de obtener un beneficio secundario pe­ - Predominancia de síntomas difusos: "cansan­
nal, civil o económico), o culturales (repercusión física cio", "agotamiento", "embotamiento", "falta de
de creencias religiosas, sobrenaturales o supersticio­ concentración", "estar tirado", "no dar más"
sas). Como el pronóstico y el manejo de cada una de - Trauma psíquico desencadenante: los síntomas
estas situaciones difiere, es esencial descartar o con­ comienzan a partir de una ruptura sentimental,
firmar semiológicamente la presencia de enfermedad divorcio, fallecimiento o enfermedad de un ser
estructural ante un paciente con indicios clínicos de al­ querido, cesantía laboral, quiebra económica,
teración del sistema nervioso. episodio emocional
Además, ante manifestaciones de explicación in­ - Comienzo temporal incierto: a pesar de reitera­
cierta, y en tiempos de consumo medicamentoso múl­ dos intentos, no puede lograrse que el paciente
tiple, no debe olvidarse tampoco su posible origen far­ precise la fecha aproximada de comienzo de
macológico, en este caso obviamente tóxico y no sus manifestaciones. Una buena táctica es pre­
funcional, pero habitualmente no estructural. guntarle, no cuándo comenzaron sus síntomas,
Es importante subrayar que bajo el término funcio­ sino cuándo se sintió bien por última vez. Esto a
nal se agrupan varios otros, de uso variable a través veces cambia su esquema mental y lo "reinicia"
de las épocas, no siempre directamente intercambia­ o "resetea", porque prefiere hablar de cuando se
bles, pero con el significado común de la ausencia de siente mal y no de cuando se siente bien.
enfermedad estructural: psicógeno, psiquiátrico, psi­ Multiplicidad de consultas previas: el paciente ha
cosomático, histérico, hipocondríaco, neurasténico. consultado a múltiples profesionales, de distintas
Algunos perfiles sintomáticos han llegado a recono­ especialidades, sin resultado diagnóstico o tera­
cerse como entidades psiquiátricas nosológicamente péutico. Y probablemente lo siga haciendo des­
definidas, tales como los trastornos conversivo, de so­ pués. Ninguna consulta lo satisface, aunque se le
matización o facticio, para los que se refiere al lector haya explicado que "lo suyo es psicosomático . . ."
al capítulo de semiología psiquiátrica de esta obra. Multiplicidad de exámenes complementarios e
incluso intervenciones terapéuticas previos: el
paciente concurre a la consulta con el caracte­
Interrogatorio rístico paquete repleto de radiografías, tomogra­
fías, resonancias, estudios electrofisiológicos,
Algunos datos del interrogatorio sugieren, más o análisis, estudios gastroenterológicos, cardioló­
menos fuertemente, el origen no estructural de los sín­ gicos, respiratorios, etc, y lodos han resultado
tomas: normales o no relevantes. Los intentos terapéu­
- Multiplicidad: manifestaciones de inagotable ticos, a veces hasta quirúrgicos, han fracasado
aparición a lo largo del relato, ("Ah, y también - Atribución subjetiva, obsesiva, a una causa pre­
tengo .... "). Cuanto más quejas haya menos pro­ determinada: es más frecuente que un paciente
bable será su origen estructural funcional concurra con una idea diagnóstica fij a,
- No sistematización: ausencia de relación orgáni­ preestablecida, que uno con enfermedad estruc­
camente razonable entre los síntomas, que apa- tural, que habitualmente se sorprende con un

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442 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

diagnóstico inesperado. A menudo, esto se vin­ físicas diversas para asumir el papel de enfermo, im­
cula a un componente fóbico (ver a continuación) pulsado por una necesidad psicológica de ser consi­
- Focalización corporal, fóbica, en determinados derado o asistido por los demás, de la que puede no
sectores u órganos: quien tema un tumor cere­ ser consciente. A veces llega hasta autolesionarse o a
bral relatará cefalea, quien tema enfermedad ingerir o inyectarse productos tóxicos. Suele motivar
desmielinizante relatará parestesias, quien tema múltiples consultas, exámenes y hospitalizaciones
cáncer gástrico o intestinal referirá dolor abdo­ que resultan todas negativas. La motivación es psico­
minal. Es frecuente que las fobias se vinculen a lógica y no hay búsqueda de beneficio secundario.
enfermedades sufridas anteriormente por miem­
bros de la familia, que el paciente teme tener
Antecedentes de enfermedad o tratamientos Signos de funcionalidad en el examen clínico
psiquiátricos: es muy frecuente que estos pa­
cientes ya hayan sido objeto de evaluaciones y Algunos de estos signos, ya considerados en otras
tratamientos psiquiátricos, por el mismo u otro secciones de este libro en relación con el diagnóstico
motivo de consulta. Muchos son depresivos. Se diferencial de cada trastorno, se recapitulan aquí en
debe tener cuidado, no obstante, de no incurrir forma más amplia, junto a otros especialmente des­
en el rechazo de los pacientes insistiendo en el criptos en este capítulo.
factor psiquiátrico, ya que se trata de personas
que precisamente rehúsan la idea de que sus
síntomas puedan tener ese origen Déficit motores funcionales
- Medio personal disfuncional: dificultades de rela­
ción personal, sentimental, afectivo, laboral, fami­ Debe tenerse en cuenta que la incomprensión de
liar, sobrecarga de trabajo, de responsabilidades las órdenes o consignas por déficit cognitivo, o la cola­
familiares, restricciones económicas constituyen boración inadecuada, pueden limitar el valor de las ma­
muchas veces el contexto de estas personas niobras para su detección que se describen a continua­
Antecedente de disfunciones sexuales: insatisfac­ ción. Además, el dolor y la ansiedad pueden acentuar
ción sexual, trastornos de la potencia coeundíi, fri­ el tono y los reflejos, y el dolor unilateral puede asociar­
gidez, anorgasmia, eyaculación precoz, antece­ se eventualmente a asimetría refleja. El reflejo plantar
dentes de abuso o violación y otros trastornos puede no obtenerse en un déficit funcional.
relacionados convierten con frecuencia hacia sín­
tomas funcionales. Charco! decía que subyacente Hemiplejía funcional
a las histerias existia "siempre, siempre, la cosa
genital". La posible existencia de estos trastornos - Falta la parálisis facial
debe interrogarse con sumo cuidado y prudencia, - La marcha, en lugar de ser en semicírculo o de
quizás mejor por sexólogos u otros profesionales segador como en las hemiplejías estructurales,
especializados en estos temas, para evitar ofensas se hace arrastrando el pie afectado por detrás
o rechazos por parte de pacientes susceptibles. del cuerpo y por el suelo, cual cuerpo inerte
No hay signos de piramidalismo: no hay reflejo
No debe olvidarse por último que un paciente con plantar extensor de Babinski, ni sucedáneos,
síntomas que impresionan en primera instancia como clonus o sincinesias. Los reflejos profundos y
funcionales puede tener en realidad ya sea una verda­ cutáneos abdominales son normales
dera causa orgánica subyacente, o bien asimismo sín­ Ambos músculos cutáneos del cuello se con­
tomas de origen estructural superpuestos o coexisten­ traen simétricamente (signo del cutáneo del
tes, por lo que es desaconsejable precipitarse a un cuello de Babinski)
diagnóstico de funcionalidad antes de haberse confir­ La excursión del antebrazo, en su flexión pasiva
mado la inexistencia de patología estructural. sobre el brazo, es bilateralmente simétrica, y no
mayor en el lado afectado como se observa en
Síndrome de Münchhausen las plejías fláccidas estructurales (signo de la
flexión del antebrazo de Babinski).
Toma su nombre de un personaje histórico del siglo - La mano del miembro superior afectado, exten­
XVIII, el Barón de Münchhausen, quien era famoso dido en supinación, no prona, porque no hay hi­
por contar historias de aventuras extravagantes que pertonía piramidal de los músculos pronadores
nunca le habían sucedido. (signo de la pronación automática de Babinski).
En este caso el paciente finge, inventa o crea deli­ - Al solicitársele al paciente en decúbito dorsal
beradamente; en forma reiterada y continua, dolencias que se siente con los brazos cruzados sobre su

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18. SÍNDROMES FUNCIONALES Y SU DETECCIÓN 443

tórax, los miembros inferiores se levantarán si­ luntariamente deficitario, también lo será la contrac­
métricamente, sin que se eleve más alto el lado ción extensora refleja contralateral.
afectado como se observa en la plejia estructu­ La maniobra puede efectuarse igualmente evaluan­
ral (signo de la elevación del miembro inferior do abducción del muslo, controlando con la abducción
paralizado de Babinski). del lado opuesto.
La maniobra de Hoover tiene algunas limitaciones:
Paraplejía funcional -El dolor en el miembro afectado puede inhibir el
esfuerzo directo, por impotencia funcional
- Típicamente, el paciente concurre en silla de -La heminegligencia o hemiinatención de origen corti­
ruedas porque "no puede caminar". cal (véase "Palabra y funciones cerebrales superiores")
- "No puede" mover los miembros inferiores, pero puede dar lugar a un signo de Hoover falso positivo
tono, trofismo y reflejos son normales
- La sensibilidad es habitualmente normal, porque Monoplejías funcionales
el trastorno conversivo o fóbico se focaliza sólo
en la función motora, así como en la anestesia Maniobra de la caída del miembro en una monople­
funcional se focaliza sólo en la sensitiva. jía. En una plejía estructural, el miembro afectado cae­
- A pesar de "no poder caminar'', o "no poder mo­ rá pesadamente al soltarlo desde una postura de ex­
ver las piernas", el paciente es a menudo capaz tensión o abducción. En el déficit funcional la caída se
de "quedarse parado" cuando se lo pone pasiva­ interrumpe, se fragmenta, o se produce lentamente,
mente de pie ("sí, puedo quedarme parado pero por respuesta refleja del tono muscular. A veces, per­
no mover las piernas" (!!)) manece extendido (pseudocatatonla).
Monoplejía funcional del miembro inferior Fenómeno del colapso motor de miembros. Con­
siste en déficit brusco y caída del miembro mantenido
Maniobra y signos de Hoover. Se basa en el hecho en una posición solicitada, ni bien se lo toca o estimu­
de que una persona normal, cuando flexiona la cade­ la exteroceptivamente. Es frecuente signo de déficit
ra y muslo de un lado contra resistencia, extiende en funcional.
forma refleja el muslo contrario. Se puede explorar de
dos maneras: Evaluación de.la influencia de la voluntad sobre la
1 . Evaluando la extensión de cadera/muslo del lado motricidad.
afectado: Ordenarle al paciente que "al contar hasta 3, im­
Primer paso (evaluación directa). Estando el pa­ pídame la flexión (o extensión)" de un miembro
ciente en decúbito dorsal, se le solicita que extienda la - Solicitarle que se oponga a la fuerza aplicada a
cadera o muslo del lado afectado, hacia atrás o 'hacia un miembro mientras se la Incrementa gradual­
el plano de la cama. El explorador percibe el grado de mente en forma lenta y sostenida
esfuerzo realizado poniendo su mano bajo el talón.
Este esfuerzo será probablemente deficitario. Ca-contracción. Consiste en la contracción funcio­
Segundo paso (evaluación indirecta). Se solicita a nal del músculo antagonista del que se está evaluan­
continuación la flexión de la cadera y muslo del lado do, por ej el tríceps cuando se evalúa el bíceps. No se
no afectado, oponiendo el explorador resistencia con observará signo de la navaja, propia de la hipertonía
una mano, mientras al mismo tiempo controla con la piramidal. El signo de la rueda dentada por rigidez ex­
otra mano, bajo el talón del lado contrario, el grado de trapiramidal no puede lograrse voluntariamente, de
contracción extensora refleja contralateral. Si éste últi­ modo que si se detecta será siempre orgánicoestruc­
mo es mayor que el percibido en el primer paso, habrá tural. Es necesario descartar la presencia de contra­
seguramente un déficit funcional del lado afectado. Se rresistencia (gegenhalten) de origen estructural en re­
puede obtener un resultado más notorio si se le dice lación con el contexto del cuadro (ver Tono).
al paciente que se "concentre bien" en la "pierna
sana", es decir, la que flexiona Pseudoptosis
2. Evaluando la flexión de cadera/muslo del lado
afectado: al paciente igualmente en decúbito dorsal, La ptosis estructural se caracteriza por déficit motor
se le solicita, inversamente a la maniobra anterior, que del elevador del párpado superior, con hipercontracción
flexione esta vez el lado afectado espontáneamente, compensadora del músculo frontal homolateral y plega­
mientras se controla el grado de contracción extenso­ miento cutáneo más acentuado (véase ptosis palpebral
ra refleja contralateral, con la mano bajo el talón del y ptosis reforzada en funciones craneanas oculomoto­
lado no afectado. Como el esfuerzo de flexión será vo- ras). La cejas tienen altura simétrica.

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444 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

En la ptosis funcional suele contraerse el músculo tesia en cada borde esternal. En la anestesia
orbicular de los párpados, la ceja homolateral descien­ estructural no se debe producir tal disocia­
de y consiguientemente el músculo frontal, al contrario ción, porque el esternón constituye una uni­
de lo observado en la ptosis estructural, se relaja, con dad ósea y vibra uniformemente.
el resultante borramiento, en lugar de acentuación, de Debe advertirse no obstante que, como es el pa­
los pliegues cutáneos, todo a la inversa de lo observa­ ciente quien debe comunicarle al explorador lo que
do en la ptosis estructural. Suele agregarse, subjetiva­ siente, la evaluación de la sensibilidad comporta un
mente, fotofobia, ausente en la ptosis estructural. elemento inevitablemente subjetivo, que variará en re­
lación con la actitud, personalidad y estado de ánimo
Paresia facial funcional de la persona explorada, más si se sospecha altera­
ción funcional. Los hallazgos pueden y suelen incluso
Suele manifestarse sólo en el sector facial inferior, ser muy variables en el curso de un mismo examen.
y acompañar a la ptosis funcional, precisamente por la Por todo ello, se requerirá la máxima habilidad, pers­
exacerbación motora de los restantes músculos de la picacia , intuición y experiencia por parte del explora­
hemicara involucrada. A veces, se asocia desviación dor para alcanzar el diagnóstico correcto.
de la lengua hacia el lado no afectado. Cuando a pesar de un examen semiológico minucio­
Como por la hipercontracción del orbicular el ojo so de la sensibilidad persisten las dudas, se podrán efec­
tiene a cerrarse, no se observan los signos oculares tí­ tuar potenciales evocados somatosensitivos (PESS)
picos de la paresia facial del sector superior. Además, para confirmar o descartar la preservación de las vías
el lagoftalmos y el signo de Bell no pueden lograrse sensitivas.
por influencia de la voluntad.
Crisis pseudoepilépticas,
pseudocrisis o crisis psicógenas
Déficit sensitivos funcionales
La presencia de las siguientes características su­
La situación clínica habitual es que el paciente ma­ gieren su diagnóstico:
nifiesta "no sentir'' un miembro o segmento corporal.
- Desencadenamiento luego de una situación
Anestesia monomélica emocional
- 'Desencadenamiento habitualmente delante de
Con frecuencia, el paciente manifiesta "no sentir'' terceros
un miembro desde su raíz (hombro o ingle), lo que su­ Evolución gradual, no repentina
giere fuertemente anestesia funcional - Reflejo fotomotor preservado
- Reactividad a estímulos durante la "pérdida de
Síndrome hemisensitivo funcional consciencia"
Teatralidad, actitudes estereotipadas
- El paciente "no siente la mitad del cuerpo". - Evita lesionarse, mira hacia atrás al caer, cae
Suele ser más frecuente del lado izquierdo, sobre superficie_s mullidas
posiblemente por el predominio del lóbulo pa­ Manifestaciones motoras atípicas para crisis
rietal derecho en el control de funciones epiléptíca:
como la somatognosia, el esquema y la he­ Propósito o intencionalidad en los movimientos
miatención corporales. - Movimientos ondulantes
- El límite del área de anestesia superficial Movimientos de miembros asincrónicos
suele encontrarse en la exacta línea media. - Movimientos pélvicos rítmicos o copulatorios
Como los ramos terminales superficiales de - Opistótonos ("arco histérico")
los nervios intercostales se superponen par­ - Rotación cervical de un lado a otro
cialmente en la línea media, en la anestesia - Atonía, quietud
estructural el límite suele encontrarse a 1 o 2 - Llanto, quejidos, vocalización
cm más allá, o en todo caso, mostrar un con­ - Ojos cerrados tónicamente, resistencia moto-
torno más irregular. ra a su apertura pasiva
- La anestesia no muestra una distribución - Boca cerrada tónicamente, resistencia moto­
acorde con la inervación anatómica cutánea, ra a su apertura pasiva
y además suele ser en parches. - '!Convulsiones" > 2 minutos de duración
- El paciente puede referir "sentir menos vibra­ La inducción de la crisis mediante la inyección intra­
ción" en el lado afectado al explorar la baties- venosa de un placebo (solución fisiológica), habiéndo-

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18. SINDROMES FUNCIONALES Y SU DETECCIÓN 445

sele advertido al paciente que la sustancia le desen­ con distonía fija tienen diagnósticos psiquiátricos que
cadenará el episodio (sugestión), reforzará fuertemente sugieren causa psicógena, trastornos de somatiza­
el diagnóstico. En épocas recientes se ha tendido a ción, disociativos o afectivos. Debe recordarse que en
desaconsejar este recurso, por el componente enga­ todas las distonías suele haber con frecuencia un
ñoso que conlleva, comprometiéndose así la confian­ componente psíquico o psicopatológico agregado más
za que por el contrario debe preseNarse en la relación o menos relevante. Aún así, en muchos pacientes con
médico-paciente. distonía fija no puede identificarse causa estructural o
psicógena.
Suele manifestarse en manos o pies y, como en las
Movimientos anormales de origen funcional distonías estructurales, se acompaña de dolor. Pero
se diferencia de la distonía estructural por los hallaz­
La gran variabilidad semiológica de los movimien­ gos siguientes:
tos anormales hacen particularmente difícil la detec­ - contracción fij a, no fluctuante
ción de su eventual causa funcional. - no se acentúa con la motilidad voluntaria (no es
Las siguientes características sugieren su diagnóstico: acción-específica)
Comienzo brusco o repentino. Es menos fre­ - no hay "truco sensorial" o "sensitivo".
cuente en los de causa estructural En las manos, se caracteriza por:
- Variabilidad importante en frecuencia, amplitud actitud fija de puño cerrado distónicamente en
o distribución hiperflexión
- Remisiones frecuentes flexión de los dedos en la articulación metacar­
- Aspecto estereotipado y atípico pofalángica o interfalángicas, predominando en
Atenuación cuando el-paciente no es obseNado 4 º y 5 º dedos.
directamente En los pies:
Mejoría con maniobras de distracción, tales como - flexión-inversión del pie y flexión de dedos.
esfuerzos cognitivos de concentración mental
(por ej, de atención y cálculo), o bien maniobras El diagnóstico de distonía fija se refuerza si el cua­
motoras (movimientos manuales alternantes) dro cede con anestesia general, sugestión/hipnosis, o
placebo
Temblor Muchos pacientes con distonía fija tienen el antece­
dente de trauma en el miembro afectado, y alrededor de
Suele aparecer en miembros superiores, sin que se un 20% cumple criterios diagnósticos de síndrome dolo­
afecten otros segmentos corporales. roso regional complejo (SDRC), la denominación actual
Maniobra de "arrastre". Es una maniobra de dis­ para el cuadro antes llamado "distrofia simpática refleja",
tracción en caso de temblor unilateral. Se le solicita al "causalgia", "atrofia de Sudek", o "síndrome hombro
paciente hacer un movimiento rítmico voluntario más mano", entre otras terminologías. Esta es una patología
bien lento (3 Hz) con el miembro (mano o pie) no afec­ claramente orgánica, postraumática, que puede acom­
tado. En caso de temblor funcional, el miembro normal pañarse o no de lesión demostrable de un neNio perifé­
influencia y "arrastra" al mismo ritmo al lado afectado, rico, y aparte de la distonía, se caracteriza por alteracio­
o bien el movimiento solicitado se hace en forma irre­ nes que no se observan en la distonía fija típica:
gular o incompleta. dolor hiperpático frente a estímulos mínimos, es
Respuesta del temblor al peso. Signo de coactiva­ decir no proporcionado a los estímulos desenca­
ción. Cuando se agrega peso a un temblor funcional o denantes,
el miembro afectado es mantenido en actitud fija o - trastornos de la sudoración
quieta por el explorador, el temblor awmenta de ampli­ trastornos de la vasomotricidad
tud, mientras que en el temblor orgánico o estructural trastornos tróficos cutáneos
la amplitud disminuye. El fenómeno se atribuye a edema.
coactivación de agonistas y antagonistas: signo de Hay criterios consensuados para su diagnóstico, y
coactivación. alteraciones demostrables en la radiología ósea simple
La acelerometría y el EMG pueden contribuir a (osteopenia) y en la centelleografía ósea con Tecnesio
aclarar el diagnóstico. en tres fases (hipercaptación del radiotrazador).
Distonía fija Mioclonías funcionales

Es una forma clínica de distonía en la que el factor Los movimientos musculares varían en ampliiud y
psicógeno es relevante. Hasta un 40% de pacientes frecuencia. Pueden ser marcadamente estímulo-sensiti-

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446 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

vos o estímulo-dependientes, desencadenándose por serlo. Se remite al lector al capítulo en el que se con­
ejemplo al tacto, la exploración de los reflejos, o el ruido sideran las funciones craneanas de equilibrio (VIII
brusco. Las mioclonías estímulo-dependientes también par), para repasar el diagnóstico diferencial de las
se observan en la encefalopatía hipóxica (síndrome de múltiples causas orgánicas o estructurales de "ma­
Lance y Adams), pero en el caso de las funcionales el reos", que deben siempre descartarse antes de con­
tiempo de latencia entre el estímulo y la mioclonía es cluir en una causa funcional.
más largo {hasta varios segundos) y además variable. Los pacientes suelen confundir o superponer los
términos "mareo", "vértigo", "inestabilidad" o "desequi­
Otros movimientos anormales funcionales librio", y a veces es muy difícil lograr que precisen sus
síntomas. Se propone una guía para su interrogatorio
Se han descripto movimientos paroxísticos, hernies­ en el capítulo mencionado.
pasmo facial y parkinsonismos funcionales. La variabi­ Hay algunas características que sugieren la causa
lidad, el aspecto estereotipado y atípico y la mejoría funcional del trastorno, en pacientes en los que por
con distracción sugerirán su diagnóstico. otra parte el examen vestibular es normal (ver nervios
craneanos):
- Caminar continuamente asiéndose o apoyán­
Trastornos de la marcha funcionales dose en muebles y paredes
- Requerir siempre el apoyo o la ayuda de ter­
Como ya se mencionó, en la hemiplejia funcional, o ceros para caminar
monoplejía funcional de miembro inferior, la marcha se - Aducir la imposibilidad absoluta de poder ca­
hace arrastrando la pierna por detrás del cuerpo, como minar o mantenerse de píe sin apoyo. El pa­
si fuera una bolsa, lastre o cuerpo inerte. La cadera se ciente rehúsa férreamente el intento, repitiendo
encuentra en rotación externa o interna, de modo que "no puedo, me voy a caer" (evitación fóbica)
el pie apunta hacia fuera en abducción, o bien hacia Es frecuente y razonable que pacientes que han
adentro en aducción. Es frecuente que al solicitársele sufrido un vértigo orgánico-estructural, cuyos
al paciente que se acueste, éste levante o "ayude" a le­ síntomas suelen ser subjetivamente muy desa­
vantar su miembro inferior con ambas manos. gradables, eviten las posturas o movimientos
Otras características de trastorno de la marcha fun­ cefálicos que lo desencadenaron. Pero a veces,
cional son: el "terror de que se repitan" genera una evitación
- Lentitud marcada para iniciar la marcha fóbica secundaria que se prolonga
Pseudoakinesia o pseudoapraxia: el paciente se - Puede haber además desencadenantes fóbicos:
"pega" al piso, pero no llega a destrabarse, como estímulos visuales, ambientes cerrados o haci­
suele suceder con las akinesias o apraxias es­ nados, muchedumbre en la vía pública
tructurales de origen extrapiramidal o vascular Es importante relevar antecedentes psiquiá­
Marcha "resbaladiza", como si se produjera tricos, que a menudo pueden manifestarse con
sobre agua o hielo. Marcha cautelosa, con au­ "mareos"
mento de la base de sustentación, pasos cortos
e inseguros, escasa flexoextensión de los pies. Trastornos visuales y oculomotores
A veces se acompaña de abducción de brazos, funcionales
como equilibrista
Marcha con combamiento de rodillas, o flexión Déficit visual o ceguera funcional
de caderas y rodillas, en actitud agachada
- Pseudoataxia: marcha inestable con piernas Varios signos permiten sospechar su presencia:
cruzadas Preservación bilateral de la oclusión palpebral
- Posturas estereotipadas al caminar, tales como refleja frente a la amenaza manual (reflejo de
desplazamiento eccéntrico del centro de gra­ amenaza)
vedad, o adelantar las piernas sin hacerlo con el - Pupilas normales y simétricas
tronco, dejándolo "atrás" - Preservación de los reflejos pupilares, que re-
velan indemnidad de la vía aferente visual, y
también de la eferente oculomotora
Mareos y vértigos funcionales - Preservación del nistagmus optokinético, porque
se preserva agudeza visual suficiente
Los "mareos" son síntomas de consulta muy fre­ Preservación del seguimiento ocular, en parti­
cuente. A menudo son funcionales, pero pueden no cular cuando el paciente no es observado

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18. SINDROMES FUNCIONALES Y SU DETECCIÓN 447

Cuando el déficit aducido es unilateral: ojo veo doble"). Sin embargo, algunas patologías of­
Preservación del tamaño pupilar con la oclusión tálmicas, como la herniación incipiente del cristalino,
del ojo no afectado (indemnidad de la aferencia pueden causar dobles contornos, aunque no literal­
visual a través del nervio óptico, no hay "déficit mente diplopía o imagen doble.
aferente pupilar", ver nervios craneales) La normalidad de la oculomotricidad extrínseca su­
Reflejo de amenaza presente manteniendo gerirá el diagnóstico.
ocluido el ojo no afectado
Prueba oftalmológica del enturbiamiento ("fog­ H ipoacusia funcional
ging test"). Se evalúa la agudeza visual bino­
cular con los optotipos de Snellen, colocando Los hallazgos que permiten sospecharla son:
lentes de amplitud de poder creciente en el ojo Preservación del reflejo cocleopalpebral: se pre­
no afectado. La visión borrosa progresiva indu­ serva la oclusión palpebral refleja frente a un es­
cida así hará en última instancia imposible man­ tímulo auditivo brusco e intenso {dejar caer un ob­
tener la agudeza visual de ese ojo, por lo que si jeto pesado al suelo) y sorpresivo o inadvertido
el paciente puede seguir identificando los opto­ Preservación del reclutamiento auditivo: el pa­
tipos, lo estará haciendo con el ojo "afectado" ciente eleva el volumen de voz frente a estí­
mulos auditivos de creciente volumen. Es prefe­
La normalidad de la vía visual puede confirmarse rible el uso de audífonos para efectuar esta
con potenciales evocados visuales (PEV). prueba
En caso de hipoacusia subjetiva unilateral es
Déficit campimétricos funcionales útil, aunque algo engorrosa, la prueba de Sahli:
con un tubo de goma o plástico (guía de suero o
El más frecuente es la visión tubular o en caño de sonda nasogástrica) en cada oído, de 1 m de
escopeta. Se produce una retracción concéntrica del largo, que cierren herméticamente el conducto
campo visual, que origina visión tubular, pero el área auditivo externo, y un embudo. en el extremo
campimétrica se mantiene igual tanto en la explora­ contrario, se pronuncian, detrás del paciente,
ción cercana como alejada, es decir no aumenta con varios números alternativamente en cada em­
la distancia. budo, y se le solicita que los repita. En la verda­
La hemianopsia monocular es habitualmente fun­ dera hipoacusia, el paciente sólo repetirá los nú­
cional. Los déficit campimétricos monoculares estruc­ meros suministrados al oído sano. En la
turales son pequeños, periféricos y temporales, por le­ hipoacusia funcional, la fatiga hará que con el
siones rostrales contralaterales de la cisura calcarina progreso de la prueba el paciente comience a
(semi/una temporal monocular, ver nervio óptico en repetir números pronunciados en el lado afec­
nervios craneanos). En una hemianopsia monocular, tado. Conviene disponer de un listado previo de
hallar sorpresiva y paradojalmente una hemianopsia los números que se pronunciarán en cadá lado.
total reforzará el diagnóstico de funcionalidad. A ve­ Confirmar si es necesario indemnidad de vía auditiva
ces, al presentar dos estímulos en el hemicampo "ciego", con potenciales evocados auditivos o de tronco (PEA).
el paciente refiere que puede ver el más cercano al ojo
no afectado.
Resultados de exámenes campimétricos con distri­ Disfagia funcional
bución en espiral o en estrella sugieren fuertemente
causa funcional. Es frecuente además que las hemia­ Es el clásico "globo histérico". El paciente se queja
nopsias de distribución "exacta" e idéntica en ambos de que "se le cierra la garganta" o de que tiene allí
ojos sean más probablemente funcionales, a diferen­ "una pelota" que le impide deglutir. Es de instalación
cia de las estructurales, en las que son comunes dife­ repentina y particularmente común en mujeres. La
rencias en la distribución entre uno y otro ojo. Como manifestación es típica. Pero además la normalidad
en otros trastornos funcionales, la variabilidad en la de las funciones craneanas vinculadas a la deglución
distribución del déficit en distintas sesiones de explo­ (nervios craneales IX y X) y la ausencia de anteceden­
ración reforzará la sospecha. tes que permitan suponer lesiones estructurales del
tronco cerebral o de esos nervios craneanos apunta­
Diplopía funcional rán a la causa funcional, que además las imágenes
cerebrales de fosa posterior podrán confirmar.
Es frecuente que se manifieste en la visión mono­ Una patología en particular puede manifestarse
cular, lo que es fisiológicamente imposible ("con este con trastorno deglutorio sin causa aparente: el tumor

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448 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

del glomus de la vena yugular, por afectación del X Por amnesia funcional consultan personas en la
nervio, adyacente a esa vena, a su salida de la base edad media de la vida, en quienes las múltiples respon­
del cráneo. Son las imágenes de base de cráneo, y no sabilidades de la vida diaria (trabajo, cónyuge, hijos,
de fosa posterior, las que confirman este diagnóstico, padres, preocupación por el dinero y la diaria subsis­
pero si no se piensa en él no se efectuarán. Aún así, tencia) causan tensión psíquica y terminan por superar
en este caso el déficit es lentamente progresivo, sin el el rango de atención, induciendo distractibilidad. Esto
perfil conversivo del "globo histérico". compromete la memoria de corto plazo y el recuerdo
diferido, y así la persona adquiere la sensación subje­
tiva de olvido. Los antecedentes de entorno menciona­
Disfonía funcional dos, la normalidad del examen y de las pruebas de me­
moria, efectuada en circunstancias de tranquilidad y
Típicamente el paciente fona en susurros, a veces sin distracciones, confirmarán el diagnóstico.
luego de un trauma psíquico, en ausencia de patolo­ Debe considerarse la posibilidad diagnóstica de
gía laríngea. Se puede prolongar semanas o meses. Trastorno de la memoria asociado a la edad, que es
La fonación no adopta el patrón distónico, de fon·ación propia del envejecimiento normal, y cuyos criterios
entrecortada, explosiva o inspirativa, de las distonías diagnósticos se describen en el capítulo de síndromes
laríngeas abductora o aductora, que, además de las cognitivos.
patologías laríngeas locales, fácilmente descartables, No debe dejar de señalarse que una proporción de
es el diagnóstico diferencial a considerar. pacientes con un diagnóstico inicial de amnesia funcio­
nal evolucionan más tarde hacia una amnesia y eventual
compromiso cognitivo de características organicoestruc­
Disartria funcional turales, mostrando retrospectivamente que la queja ini­
cial estaba revelando un déficit no funcional incipiente.
El patrón sintomático no coincide con el de las di­ Por eso, el seguimiento y control es recomendable.
sartrias de origen estructural (ver Lenguaje). La articu­
lación suele ser lenta, hesitante, asociada a fonación Síndrome de Ganser (síndrome de las
de tono grave, estereotipada, en especial con los fo­ respuestas aproximadas)
nemas propios de letras como la "r" o la "I". Los hallaz­
gos son atípicos para las disartrias estructurales (ver Característicamente, el paciente ofrece respuestas
Palabra y funciones cerebrales superiores). aproximadas, cuasicorrectas, a las preguntas efectua­
das. Por ej, suministra el año, mes o día de la sema­
na inmediatamente anterior o posterior al preguntado,
Trastornos cognitivos funcionales la calle aledaña, la dirección correcta salvo por uno de
los números que la componen, el piso aledaño. Las fa­
Amnesia funcional llas pueden ser por supuesto genuinas, pero lo que lla­
ma la atención es lo sistemático y persistente del tipo
La más frecuente queja subjetiva funcional cogniti­ de falla: todas o casi todas son aproximadas o "no del
va es la "falta de memoria". Es curioso como social­ todo correctas". Esto sugiere que la persona explora­
mente la memoria se identifica, en forma simplista, da se "cuasiequivoca" deliberadamente, precisamente
con la inteligencia. Tener "una buena memoria" es mo­ porque sabe cuál es la respuesta correcta.
tivo de admiración, de respeto. Encontrarse "desme­ El síndrome se ha vinculado tanto a causas estructu­
moriado" descalifica, aunque ello pueda no ser más rales (trauma craneoencefálico, alcoholismo, lúes, deli­
que la expresión de distractibilidad en personalidades rium tóxicofarmacológico), como psiquiátricas (psicosis,
introvertidas o esquizoides, que precisamente suelen conversión), funcionales o simulación. Es de nosología
tener coeficientes intelectuales altos, o en situaciones controvertida y existencia cuestionada, pero es cierto que
de ansiedad. La "buena memoria" otorga socialmente esporádicamente surgen pacientes con este perfil clínico.
autoridad y consideración. La "mala memoria", conmi­ Conviene descartar la eventual patología estructu­
seración. De ahí que la sensación subjetiva de "mala ral, causal o asociada, con imágenes cerebrales.
memoria" provoque alarma.
Cuando es el mismo paciente quien consulta por Trastornos cognitivos funcionales facticios
trastorno mnésico, es muy probable que éste sea fun­ {simulación)
cional. En las amnesias estructurales, hay menos con­
ciencia de enfermedad y habitualmente son traídos a Surgen habitualmente en la situación medicolegal
la consulta por un allegado más preocupado que el cuando la persona explorada busca exculparse, evi­
paciente. tando una condena penal o civil.

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18. SÍNDROMES FUNCIONALES Y SU DETECCIÓN 449

Una de las manifestaciones más frecuentes es la 4 Se le solicita luego que señale en qué mano se
de la amnesia disociada o selectiva, situación en la encontraba inicialmente la moneda
que la persona dice no recordar en absoluto las cir­ Se repite varias veces la prueba (habitualmente un
cunstancias en las que cometió un delito, aunque pre­ mínimo de 6), para detectar variabilidad, que es lo que
serva la memoria para todo lo demás. apunta al componente faclicio.
La amnesia disociada es motivo de profunda con­ La extrema simplicidad de la prueba genera en el
troversia medicolegal, ya que hay quien considera que simulador la impresión de que "debe haber algo de­
la exacerbación emocional que puede asociarse a un trás", desconcertándolo, inspirándole desconfianza, y
delito, pasional por ejemplo, podría comprometer el llevándolo a dudar, manipular las respuestas y come­
recuerdo del hecho. En realidad, la exacerbación ter falsos errores. Salvo déficit cognitivos muy graves,
emocional tiende a reforzar, más que a debilitar, la fun­ que por eso resultarán evidentes, el sujeto honesto no
ción mnésica. Los hechos asociados a emociones puede dejar de responder correctamente esta simple
fuertes se recuerdan más vívidamente. La legislación prueba. Las respuestas incorrectas, que suelen apare­
argentina incluye la figura jurídica de emoción violen­ cer de inmediato, estarán revelando una actitud calcu­
ta, considerándola como atenuante de penas por ladora, manipuladora y mendaz.
desínhibicíón involuntaria de actos impulsivos, pero
siempre que la persona actúe conscientemente, es Algunas pruebas cognitivas más especializadas
decir, con conservación de la cognición (art 8 1 , inc 1 º para la detección de déficit facticio son: la Prueba de
a del Código Penal Argentino). De lo contrarío, no re­ Memoria de 15 ítems de Rey (Rey 15-item Memory
sultaría imputable. Es por eso que la presencia de am­ Test), la Prueba de Memoria de Palabras ( Word
nesia disociada hace sospechar fuertemente la bús­ Memory Test), la Prueba de Simulación Mnésica (Test
queda de inimputabílidad. of Memory Malingering), y el Perfil Indicador de
Fuera de la manifestación subjetiva de amnesia di­ Validez (Valídity lndicator Profile). Estos instrumentos
sociada, la exploración formal de la memoria y de las utilizan dígitos, palabras o figuras, son simples de ad­
restantes funciones cognitivas, y toda la evaluación fí­ ministrar y tienen razonable especificidad, aunque di­
sica y exámenes son normales en relación con el sín­ ferente sensibillidad.
toma.

Otro de los trastornos cognitivos facticios es la si­ Trastornos de conciencia funcionales


mulación de deterioro demencial para lograr impuni­
dad. Las pseudomanifestaciones varían, según lo que El paciente se encuentra aparentemente incons­
el sujeto quiera hacer aparecer. Puede haber des­ ciente pero está fisiológicamente despierto. No res­
orientación temporoespacial, anomias, amnesia, acal­ ponde preguntas, ni se pueden evaluar sus funciones
culía, apraxía. Son más frecuentes las respuestas "no mentales. No es frecuente entre los trastornos funcio­
sé", "no me acuerdo" o "me olvidé", que las fallas con­ nales, pero puede ser de difícil diagnóstico. Se asocia
cretas, pero esto es variable. En general, como son a varias patologías psiquiátricas: trastorno de conver­
personas recelosas o desconfiadas, la colaboración sión (por histeria, depresión, neurosis, o bien reactivo,
con el examen es inadecuada. secundario a enfermedad estructural), estupor catató­
Existen algunas pruebas destinadas a detectar la nico de la esquizofrenia, trastorno disociativo o depre­
presencia de compromiso cognitivo facticio. Las prue­ sión psicótica grave. También puede ser facticio.
bas están diseñadas de tal forma de exponer o desen­
mascarar la manipulación voluntaria o intención de en­ "Pseudocoma psicógeno" por trastorno de
gañar por parte de la persona explorada. conversión o conversivo

Prueba de la "moneda en la mano" de Kapoor. Se Sus caracteristicas son las siguientes:


basa en una realidad tan simple y obvia, no verbal, Decúbito pasivo con ojos cerrados y aparente
que la persona de buena fe no debería equivocar. ausencia de consciencia
1 Se le muestran al sujeto ambas palmas del ex­ - Ritmo respiratorio normal o eventualmente exa­
plorador, en una de las cuales se ha colocado cerbado (hiperventilación)
una moneda, solicitándole que se fije bien en Resistencia a la apertura pasiva ocular, y rápida
cuál está reoclusión palpebral al interrumpir la maniobra
2 Se cierran y pronan ambos puños, de modo que (a diferencia de la lenta reoclusíón observable
la moneda queda oculta en el coma verdadero)
3 Se le pide que cuente de 1 0 a O, en voz alta y Evitación de fijación visual al abrirse pasiva­
con los ojos cerrados mente los ojos

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450 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Pupilas normales, simétricas y reactivas a la luz - Decúbito, posición semisentada o sentada con
(si no lo están descartar causa farmacológica) ojos total o parcialmente abierlos
Reflejos oculovestibulares (ROV) presentes con - Arreactivo, mutismo
respuesta de nistagmus de fase rápida, lo que - Mirada sin fij ación, "perdida"
revela presencia de fijación visual y vigilia (el pa­ - Taquicardia
ciente está despierto) - Taquipnea
- No hay movimientos de vagabundeo ocular Hipertermia a veces (38 º promedio)
- Respuesta antagonista tónica normal al movi- - Salivación, babeo
miento pasivo de los miembros, en especial si - Inmovilidad, pasividad motora
éste se induce repentinamente (co-contracción, - Disminución del parpadeo
ver monoplejía funcional) - Reflejo de amenaza visual a menudo ausente
- Caída interrumpida o fragmentada de un - Pupilas dilatadas, pero con reflejo fotomotor pre-
miembro al soltarlo desde una postura de exten­ servado
sión, sobre todo cuando cae sobre la cara (evita - ROV presentes con respuesta de nistagmus
autolesionarse) (ver monoplejía funcional) (pueden no ser evaluables por resistencia del
Retracción al estímulo doloroso: variable, puede paciente)
no encontrarse - Los miembros mantienen la posición en que se
- Reflejos osteotendinosos preservados, pero el los coloca pasivamente (catatonia), con resis­
paciente puede inhibirlos voluntariamente, en tencia plástica o cérea (flexibilitas cerea), a
cuyo caso acentuará el tono muscular veces prolongadamente (catalepsia, ver estos
- Reflejos plantares ausentes o normales signos en tono muscular)
EEG de vigilia (ritmo alfa), con respuesta normal A veces, trastornos esfinterianos
a la apertura ocular - Eventualmente, movimientos coreiformes
- Reflejos osteotendinosos presentes
Debe tenerse en cuenta que el paciente, si bien - EEG con ritmo alfa normal, o bien ritmos rá-
despierto, puede encontrarse sedado farmacológica­ pidos (beta), y respuesta normal a la apertura
mente, precisamente por su trastorno psiquiátrico, y ocular
algunos signos inhibirse por ese motivo. También
debe recordarse que un paciente con una enfermedad El interrogatorio o entrevista bajo Amital
organicoestructural conocida de base puede desarro­
llar un pseudocoma psicógeno reactivo. Se interroga o conversa amigablemente con el pa­
ciente mientras se le inyecta lentamente amobarbital
Estupor catatónico por vía endovenosa (25 mg/mínuto). En el paciente
con enfermedad organicoestructural se deprimen in­
Es más difícil de diagnosticar que el pseudocoma mediatamente sus funciones neurológicas (desorien­
por trastorno conversivo. La reacción catatónica pue­ tación, confusión, obnubilación) al inyectarse la droga,
de ser de origen tanto psiquiátrico (por esquizofrenia, y puede aparecer respuesta plantar extensora. En
depresión o psicosis) como organicoestructural (ence­ cambio, en el paciente con estupor catatónico se re­
falopatías difusas, hidrocefalia, secuela de trauma en­ quieren con frecuencia dosis sensiblemente más altas
cefálico, toxicofarmacológica). De modo que el cuadro de amital para alcanzar el efecto · depresor, y, por el
cabalga fisiopatológicamente entre ambas causas, y contrario, las dosis iniciales lo mejoran, lo conectan y
muestra elementos que sugieren organicidad. pueden llegar a normalizarlo. El método es controver­
Sus características son las siguientes: tido, por el "rebote" sintomático psiquiátrico que pue­
- Paciente con aspecto más bien obnubilado o es­ den tener los pacientes una vez pasado el efecto del
tuporoso que en "coma" amital.

Síndromes, signos y síntomas funcionales: sinopsis

• Manifestaciones del sistema nervioso que simulan enfermedad estructural


• Causas psicológicas, sociales o culturales
• Considerar posible causa toxicofarmacológica
• Sinonimias de funcional: psicógeno, psiquiátrico, psicosomático, histérico, hipocondríaco, neurasténico
Algunos perfiles sintomáticos constituyen entidades psiquiátricas definidas

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18. SINDROMES FUNCIONALES Y SU DETECCIÓN 451

Interrogatorio
• Multiplicidad de síntomas, no sistemalización, relato cambiante, síntomas difusos, trauma psíquico desencade­
nante, comienzo temporal incierto, multiplicidad de consultas y exámenes complementarios previos, atribución
subjetiva a una causa predeterminada, focalización corporal fóbica, antecedentes psiquiátricos, medio personal
disfuncional, disfunciones sexuales
• Considerar coexistencia con síntomas de origen estructural
Síndrome de Münchhausen: invención deliberada y reiterada de dolencias físicas para "hacerse el enfermo", por
necesidad psicológica de ser considerado por los demás. Esta puede no ser consciente. Autoagresiones y autole­
siones. No hay búsqueda de beneficio secundario

Signos de funcionalidad en el examen clinico


Déficit motores funcionales. Considerar déficit cognitivo o inadecuada colaboración al interpretar las maniobras de de-
tección. El dolor puede condicionar reflejos. El reflejo plantar puede no obtenerse.
Hemiplejía funcional: no hay parálisis facial, arrastra el pie por detrás al caminar, no hay piramidalismo, contracción
simétrica de cutáneos del cuello, excursión pasiva del antebrazo simétrica, no hay pronación de mano, no hay
elevación de MI afectado al incorporarse del decúbito
• Paraplejía funcional: concurre en silla, "no puede" caminar ni mover las piernas, pero si mantenerse de pie. Tono,
trofismo, reflejos y sensibilidad normales.
• Monoplejía funcional del miembro inferior.
Maniobra y signos de Hoover. Ver descripción en el texto. Limitaciones: dolor, heminegligencia
• Monoplejías funcionales
Maniobra de la calda del miembro en una monoplejía. Calda interrumpida o fragmentada, o no cae (pseudo­
catatonía)
Fenómeno del colapso motor de miembros. Caída con estímulo exteroceptivo mínimo. Ver descripción en texto.
Evaluación de la influencia de la voluntad sobre la motricidad. Ver descripción en texto.
Ca-contracción. Contracción funcional del músculo antagonista al evaluado. No hay signo de la navaja. La
rueda dentada es siempre organicoestructural. Descartar contrarresistencia estructural.
• Pseudoptosis. Contracción del orbicular, descenso de la ceja, relajación del frontal y borramiento de pliegues cutá­
neos, todo a la inversa de la ptosis estructural: Pseudofotofobia.
• Paresia facial funcional. Acompaña a la pseudoptosis en el sector facial inferior. No pueden lograrse voluntaria­
mente los signos oculares de la paresia estructural del sector superior.

Déficit sensitivos funcionales. Paciente que dice "no sentir"


Anestesia mono o bimélica. Típicamente, "no siente" desde la raíz de los miembros
• Síndrome hemisensitivo funcional. Más frecuente del lado izquierdo. Límite en la exacta línea media. Distribución
en parches, o no acorde con la inervación anatómica cutánea. Hipo/anestesia en el borde esternal del lado
afectado (no observable en la hemianestesia estructural).
Tener en cuenta componente inevitablemente subjetivo en la exploración de la sensibilidad. Confirmar con PESS.si per­
sisten las dudas.

Crisis pseudoepllépticas, pseudocrisis o crisis psicógenas


Ver características enumeradas en el texto. Inducción con solución fisiológica endovenosa.

Movimientos anormales de origen funcional


Ver características generales enumeradas en el texto.
• Temblor
Maniobra de "arrastre". El temblor se ve influenciado y "arrastrado" a adoptar el movimiento rítmico lento que se
solicita efectuar al lado no afectado.
Coactivación. El temblor aumenta con el agregado de peso o con la fijación pasiva, al contrario del temblor orgánico
• Distonla fija
Se asocia en un 40% a trastornos psiquiátricos de somatización, disociativos o afectivos.
Postura inmóvil, fija, no fluctuante, no acción-específica, sin truco sensorial, híperftexión de puño y dedos o flexión­
inversión de pie y flexión de dedos.
Cede con anestesia general, sugestión/hipnosis o placebo.
En 20%: SDRC (ex Distrofia simpática refleja), con o sin lesión de nervio periférico. Se acompaña de alteraciones
no observables en la distonía fija {hiperpatla, trastornos vasomotores, sudoríparas, tróficos, edema).
Mioclonías funcionales
Estímulo-sensitivas con tiempo de latencia más largo y variable que las de la encefalopalía hipóxica (diagnóstico
diferencial)
• Otros

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452 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Trastornos de la marcha funcionales


Ver características enumeradas en el texto

Mareos y vértigos funcionales


Descartar primero múltiples causas orgánicas posibles. Ver características enumeradas en el texto. El asirse de mue•
bles, paredes y personas, y la evítación fóbica de mantenerse de pie o caminar son típicos. Examen vestibular normal.

Trastornos visuales y ocu/omotores funciona/es


Déficit visual o ceguera funcional. Ver características enumeradas en el texto
Déficit campimétricos funcionales
Visión tubular. No aumenta con la distancia.
Hemianopsia monocular. Puede detectarse hemianopsia total paradoja!. De 2 estímulos, ve el más cercano al ojo
no afectado.
Hemianopsia binocular. Distribución 'exacta' e idéntica en ambos ojos
Distribuciones atípicas
Confirmar con PEV.
Diplopía funcional. Suele ser monocular. Oculomotricidad extrínseca normal

Hipoacusla funcional
Reflejo cocleopalpebral y reclutamiento normales. Prueba de Sahli positiva (ver texto). Confirmar con PEA.

Disfagia funcional
"Globo histérico". Si se prolonga descartar patología de tronco y tumor del glomus yugular.

Disfonía funcional
Fonación en susurros en ausencia de patología laríngea, a menudo posemocional. No distónica.

Disartria funcional
Articulación atípica de disartria estructural.

Trastornos cognitivos funcionales


Amnesia. Tensional, distractibilidad, subjetiva, induce a la .consulta personal. La amnesia estructural es menos
subjetiva y el paciente es llevado por allegados. Evaluación mnésica normal. Considerar Trastorno de la memoria
asociado a la edad.
Síndrome de Ganser: síndrome de las respuestas aproximadas o cuasicorrectas. Organicoestructural, psiquiátrico
o funcional. Controvertido pero esporádicamente observable.
Facticios (simulación).

Circunstancia medicolegal. Búsqueda de exculpación.


Amnesia disociada o selectiva. Subjetiva y sólo para el hecho imputado. Como la figura jurídica de emoción
violenta es sólo atenuante y requiere la conservación de la cognición, la amnesia disociada hace sospechar
fuertemente la búsqueda de inimputabilidad, Evaluación mnésica, cognitiva, y física normal en relación con el
síntoma.

Deterioro cognitivo factício. Sujetos recelosos, desconfiados, de colaboración inadecuada con el examen.
Respuestas 'no sé", 'no me acuerdo" o 'me olvidé". Prueba de la ·moneda en la mano· (ver descripción en el
texto) y otras, positivas.

Trastornos de conciencia funcionales


Aparentemente inconsciente pero fisiológicamente despierto. Patologías psiquiátricas o factifio.

"Pseudocoma psicógeno" por trastorno de conversión o conversivo


Ojos cerrados, simula un coma, ROV normales con nistagmus (vigilia preservada), EEG normal. Ver otras característi•
cas enumeradas en el texto.

Estupor catatónico
Ojos abiertos, arreactivo, mutismo, EEG normal o rápido. Mejora con Amital endovenoso. Ver otras características enu•
meradas en el texto.

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19
Semiología psiquiátrica y comportamiento

La semiología psiquiátrica tiene por objeto el diag­ tad, por terceros (casi siempre la familia). Otras veces
nóstico de las enfermedades de origen mental que es conducido por la fuerza pública por inconductas co­
afectan a la conducta o comportamiento. Se vincula mo ultraje público al pudor o comportamiento violento.
estrechamente a las semiologías neurológica y sisté­ Cuando la familia interviene es porque ha observa­
mica, completándolas. Pero por las características de do cambios en el carácter como irritabilidad, pérdida o
las alteraciones que explora, el examen psiquiátrico aumento de afectividad, melancolía, tristeza, llanto in­
difiere del de la exploración somática. motivado, aislamiento, pérdida de la noción de reali­
El enfermo psiquiátrico puede tener o no concien­ dad, incoherencia mental, agitación, agresión, ideas
cia de su enfermedad. En este último caso se tratará persecutorias o desinhibición.
de un paciente alienado: la perturbación de la conduc­ Se procurará establecer, en primer lugar, la fecha más
ta compromete seriamente la autocrítica y la autono­ aproximada posible del comienzo de estas alteraciones;
mía de su personalidad, hasta el extremo de ser irres­ cuáles fueron las manifestaciones iniciales y cuáles las
ponsable de sus actos. que llamaron más la atención de la familia o sus allega­
La alienación mental "es el trastorno general y per­ dos; cuál fue la evolución desde que se iniciaron las per­
sistente de las funciones psíquicas, cuyo carácter pa­ turbaciones hasta el momento actual, con sus alternati­
tológico es ignorado o mal comprendido por el enfer­ vas de remisión o de recrudecimiento, o de modificación
mo, y el cual impide la adaptación lógica y activa a las o aparición de nuevos síntomas, y también qué clase de
normas del ambiente, sin provecho para sí mismo ni tratamientos han sido indicados y realizados.
para la sociedad" (Nerio Rojas). Se intentará que el propio enfermo relate su pade­
Se denomina psicosis a la incapacidad para distin­ cimiento. Si el paciente habla, el trastorno puede ma­
guir lo que es real de lo que no lo es, creándosele al nifestarse inmediatamente. O bien éste puede apare­
paciente una "realidad alternativa", subjetiva. La per­ cer a medida que avanza el relato, en un enfermo que
cepción de la realidad objetiva es incorrecta, con aso­ habla correctamente, muestra buena memoria, se en­
ciaciones mentales que llevan a conclusiones clara­ cuentra orientado, pero se cree perseguido o amena­
mente falsas e irrazonables. zado. Otros pacientes hablan por demás, "se van por
Si bien un paciente psiquiátrico alienado es casi las ramas", transmiten cantidad de detalles irrelevan­
siempre psicótico, no todo paciente psicótico está ne­ tes y es difícil detenerlos o reorientar su relato. En
cesariamente alienado, ya que la noción correcta de otros casos el paciente puede ponerse crecientemen­
realidad puede recuperarse, parcial o totalmente, con te irritable o agresivo.
tratamiento farmacológico. Son relevantes los antecedentes hereditarios de
enfermedad mental (depresión, esquizofrenia) o neu­
rológica heredofamiliar. Entre los antecedentes perso­
Exploración psiquiátrica nales, maduración psiconeurológica, trastorno de
aprendizaje, escolaridad, epilepsia, meningitis, trau­
Interrogatorio matismos de cráneo, malformaciones, adicciones, há­
bitos, grado de sociabilidad o integración social, ante­
La exploración psiquiátrica se inicia, como la de cedentes culturales (lecturas, aficiones artísticas),
cualquier otra función, con la anamnesis y el interroga­ traumas psíquicos o emociones violentas, condicio­
torio. Sin embargo, con frecuencia el paciente psiquiá­ nes ambientales y laborales, pubertad, masturbación,
trico no colabora, no responde o resiste abiertamente relaciones sexuales, libido, matrimonio e hijos, y todo
el examen, muchas veces negando la presencia de otro dato relevante para la conducta del paciente.
enfermedad. Puede no llegar a la consulta de manera Debe establecerse si el paciente está orientado,
espontánea, sino conducido, a veces contra su volun- explorando la orientación del modo en que se descri-

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454 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

be en la evaluación cognitiva (véase Síndromes cog­ displacentero. En la hipertimia placentera o distimia


nitivos). El Mini-Mental State Test allí mencionado es hay diversos grados y alteraciones:
útil como evaluación rápida global. Si la orientación se - Euforia simple, en que el sujeto se muestra locuaz,
preserva, debe indagarse si el enfermo tiene concien­ optimista, satisfecho, alegre.
cia de su situación y de su enfermedad, mediante pre­ - Moría (Witze/sucht), alegría sin motivo en la que el
guntas como las siguientes: ¿Qué hace aquí? ¿Vino sujeto tiende al chiste insulso y a una conducta
porque quiso o lo hicieron venir? ¿ Quiénes son las pueril.
personas que lo acompañan? ¿Qué hacen? ¿Está us­ Hipomanía, estado de euforia y aceleración incon­
ted enfermo? ¿De qué o por qué cree que está/no es­ tenible.
tá enfermo? ¿Cree que puede mejorarse? ¿Cómo? - Manía, la euforia que caracteriza a la hipomanía se
¿Necesita que lo ayuden? ¿Quiénes? prolonga y se produce con facilidad el pasaje a la
Se observarán la indumentaria y porte del pacien­ cólera y el furor.
te, lo mismo que su actitud y comportamiento durante En la hipertimia displacen/era o distimia existen los
el interrogatorio. Algunos pacientes psiquiátricos siguientes grados:
muestran atuendo extraño, extravagante o inadecua­ Depresión. El individuó se siente triste.
do a las circunstancias (histeria, desorden histriónico Melancolía. Tristeza habitualmente sin causa, de
de la personalidad), otros con roturas, en mal estado naturaleza endógena, con importante repercusión
o malas condiciones de higiene, revelando autoaban­ vegetativa en el apetito, la libido y el sueño.
dono, tanto más llamativo cuando se trate de perso­ La hipertimia también puede ser mixta, es decir,
nas con antecedentes de pulcritud (depresión, de­ presentar elementos placenteros y displacenteros co­
mencia frontotemporal), otros evidencian un esmero mo en la melancolía agitada, en la que a la tristeza de
exagerado en su indumentaria, cuidando celosamen­ fondo se agrega excitación psíquica y motriz.
te los menores detalles (rasgos obsesivos). La inhibición o disminución de la afectividad consti­
De la observación, relato y respuestas que se ob­ tuye la hipotimia o indiferencia afectiva, comprobable
tengan del paciente, el médico obtendrá el diagnóstico en el retardo madurativo, la esquizofrenia y la demen­
de su estado psíquico y sus rasgos de personalidad. cia. La falta absoluta de afectividad constituye la atimia.
Las alteraciones cualitativas de la afectividad se
Exploración de las funciones psíquicas y denominan paratimias, dentro de las cuales se en­
sus alteraciones cuentran:
- la labilidad afectiva, en la que la afectividad sufre
Comprende fundamentalmente la exploración de bruscos y repentinos cambios hacia la alegría o la
las funciones psíquicas: afectividad, percepción, idea­ tristeza;
ción, pensamiento, imaginación, voluntad o actividad, la tenacidad afectiva, en la cual un estado afectivo
y personalidad. Esta exploración está estrechamente persiste y se fija patológicamente, como odio o
ligada, además, a la de las funciones cerebrales supe­ rencor;
riores y cognitivas, que ya han sido descriptas en los - la ambivalencia afectiva, en la que el enfermo ex­
capítulos correspondientes. perimenta en el mismo instante sentimientos
opuestos, como amor y odio hacia la misma per­
Afectividad sona;
la perplejidad, en la que el enfermo no sabe o no
Los afectos, emociones, sentimientos y pasiones acierta a comprender cuál es su situación;
se manifiestan por estados de ánimo que pueden ser - la catatímia, estado en el que la afectividad provo­
placenteros o displacenteros. ca una desviación del juicio, como el caso de las
Estos componentes de la afectividad se exploran con madres que creen que sus hijos son. los mejores o
el interrogatorio, que busca determinar las reacciones superiores a otros.
emocionales predominantes, tendencias, afectos, senti­
mientos y pasiones, y sus cambios a lo largo del tiempo. Percepción
También se determinará el estado de ánimo o humor ha­
bitual: alegre o triste, social o asocial, expansivo o retraí­ La sensación originada por la estimulación de los
do. El equilibrio entre ambos polos de la afectividad (pla­ distintos receptores sensoriales es elaborada y regis­
cer-displacer) constituye la eutímia. trada en la corteza cerebral, donde se produce su
La afectividad puede exacerbarse o inhibirse. La comprensión e interpretación, es decir su integración.
exacerbación de la afectividad recibe el nombre de hi­ Se logra así en la conciencia una representación psí­
pertimia, que a su vez puede ser de tipo placentero o quica, que se denomina imagen.

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19. SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y COMPORTAMIENTO 455

La exploración de la percepción corresponde a la Ideación


exploración de las funciones visual, auditiva, y sensi­
tivas que ya han sido descriptas, pero la orientación La ideación representa la elaboración de las ideas.
psiquiátrica de la exploración apunta en particular al Estas formarán los elementos del juicio y el raciocinio
componente subjetivo de la percepción: que el pa­ que caracterizan al pensamiento. Por idea se entien­
ciente "oiga" voces que le hablan, o "vea" objetos, per­ de el conocimiento que permite la comprensión de las
sonas o animales, sin que exista una correspondiente cosas, de los seres y de los hechos. El conjunto de
estimulación de los órganos sensoriales (alucinacio­ ideas (o conceptos) adquirido en el trascurso de la
nes auditivas o visuales). O que perciba a personas u existencia constituye el capital ideativo, y su monto y
objetos existentes como deformados o distintos (ilu­ calidad están en dependencia directa con la capaci­
siones). Generalmente el paciente con una afección dad intelectual. Cabe distinguir varias clases de ideas:
psiquiátrica relata espontáneamente estos síntomas, -Ideas concretas. Son las que tienen su origen en
que él siente como vivencias reales. la relación y contacto directo de los objetos y de los
Las alucinaciones pueden ser auditivas, visuales, seres captados por los sentidos y también de lo que
olfativas, gustativas y táctiles. ocurre en el interior del individuo, de lo cual toma con­
Las alucinaciones auditivas son a veces indiferen­ ciencia por medio de la cenestesia.
ciadas, como ruidos, zumbidos, cuchicheos, silbidos. -Ideas abstractas. Son las ideas que tienen su ori­
Otras veces están representadas por palabras o fra­ gen en el razonamiento, pudiéndose así concebir nue­
ses nítidas, que generalmente entrañan amenazas o vas ideas o conocimientos que carecen de realidad
insultos y que parecen proceder de una misma o de objetiva. Los conceptos o nociones son ejemplos de
distintas personas, de ubicación cercana O lejana. ideas abstractas.
Son típicas en la esquizofrenia, y cuando no se acom­ -Ideas símbolo. Son ideas que surgen por abstrac­
pañan de conciencia de enfermedad, o se ha per�ido ción de una idea concreta, con la cual se forman con­
la noción de realidad, no suelen ser causadas por le­ ceptos genéricos, que a su vez se simbolizan por me­
sión estructural detectable, aunque siempre habrá dio del lenguaje. Aunque los objetos constituyan
que descartarla. ejemplos de ideas concretas, las palabras con las que
Las alucinaciones visuales se caracterizan porque los designamos son ideas símbolo, porque cambian
el paciente ve colores o determinadas formas, o, en de una lengua a otra, es decir el objeto (idea concre­
un grado más avanzado, imágenes nítidas de anima­ ta) no varía pero su nombre (idea símbolo) sí.
les, objetos o personas. Tienen por lo común carácter -Ideas creencias. Son aquellas no basadas en un
desagradable y a menudo terrorífico. A diferencia de fundamento racional pero aceptadas como verdade­
las auditivas, es más frecuente que sean causadas ras o probables.
por lesiones estructurales o enfermedad neurológica -Ideas mágicas. Ideas creencias basadas en una
{lesiones pedunculares, de la corteza visual, epilep­ supuesta influencia, beneficiosa o perjudicial, _pero
sia, narcolepsia, intoxicación con alucinógenos, delí­ inexplicable, de objetos o personas: talismanes, adivi­
rium trémens). La imagen alucinatoria puede agran­ nos, superstición, telepatía, "sexto sentido".
darse (macroproxiopsia) o achicarse y versé lejana -Ideas intuitivas. Son las que aparecen en la con­
(microteleopsia). ciencia de manera más o menos súbita o repentina,
Las alucinaciones olfatorias y gustativas están ge­ con la apariencia y nitidez de lo verdadero
neralmente asociadas y son menos frecuentes que La ideación puede tener alteraciones cuantitativas
las auditivas y visuales. Si no son causadas por lesio­ y cualitativas. En él primer caso puede estar disminui­
nes irritativas de las vías olfatorias (tumores basales, da o retardada, o bien acelerada. La ideación retarda­
crisis epilépticas uncinadas, véase Nervio olfatorio), da se observa en la lentitud psicomotora (descone­
suelen vincularse a los alimentos y crean en el enfer­ xión frontosubcortical), confusión mental, retardo
mo el temor de ser envenenados. madurativo, demencia, epilepsia y depresión. La idea­
Las alucinaciones táctiles se presentan en forma ción acelerada aparece en la manía.
de contacto eléctrico, quemaduras, pinchazos o to­ Las alteraciones cualitativas consisten en las deno­
ques, pero es esencial descartar que no se trate de minadas ideas patológicas, de las que se distinguen
parestesias de origen estructural, ya que en este ca­ varios tipos:
so al médico no le es posible confirmar con la obser­ -Ideas delirantes. Son producto de un juicio desviado
vación el carácter psiquiátrico de los síntomas. En ge­ o alterado y encierran un error que el enfermo no puede
neral, si ellos se desencadenan o agravan con la rectificar. El paciente dominado por la idea delirante no
estimulación sensitiva es más probable que sean de reconoce ni admite su error, ni la aparta de la concien­
origen estructural. cia. Por el contrario, procura sostenerla e imponerla. Las

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456 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

ideas delirantes son verosímiles cuando pueden ser ad­ Pensamiento


mitidas como probables, como cuando el enfermo afir­
ma que es perseguido o que es objeto de infidelidad Puede definirse como la facultad del ser humano
conyugal, o inverosímiles, cuando son claramente impo­ de comparar, combinar y estudiar las ideas. En la ela­
sibles o absurdas, por ejemplo, si el enfermo dice que in­ boración del pensamiento intervienen varias activida­
tervino en el cruce de los Andes junto a San Martín. Se­ des psíquicas: la asociación de ideas, el juicio, el ra­
gún su contenido, las ideas delirantes son: ciocinio, la abstracción y la generalización. Las
- megalómanas, es decir, ideas de grandeza; alteraciones pueden verificarse tanto en el curso co­
místicas, cuando el enfermo se cree un ser divi­ mo en el contenido del pensamiento.
no o sobrenatural; Las perturbaciones del curso del pensamiento con­
hipocondríacas, si el enfermo refiere malestares sisten en:
físicos inexistentes; -Aceleración del pensamiento. Se evidencia por la
- melancólicas, es decir de inutilidad, incapaci­ verborragia, o necesidad que experimenta el enfermo
dad, ruina, autoculpabilidad; de expresar verbalmente todas las ideas que acuden
de perjuicio, si el enfermo se cree perjudicado; con gran precipitación a su mente. En la llamada fuga
- de control, si se cree controlado por alguna in­ de ideas, pasa de un tema al otro rápidamente sin de­
fluencia externa; tenerse, manteniendo sin embargo cierta ilación, de
referenciales, cuando el paciente cree que las modo que aunque incurra en muchas desviaciones,
ideas, pensamientos o acciones de terceros se retoma el tema inicial de su exposición. En la disgre­
refieren a él; gación de ideas, éstas ya no guardan relación cohe­
- persecutorias, si se siente perseguido; rente entre sí, aparecen una tras otra como ideas
- reivindicatorias, por las cuales el paciente se sueltas, muchas veces de significado incompleto. El
afana por ser reivindicado de la arbitrariedad de pensamiento no progresa por falta o debilitamiento de
la que se supone es objeto; una idea directriz, se fragmenta en partes que care­
- celotípicas, cuando manifiesta celos enfermizos cen de conexión, resultando ilógico e incomprensible.
de su cónyuge, pareja o allegados; -R?tardo y bloqueo del pensamiento. El "tren del
-Ideas obsesivas. Son ideas erróneas, pero el pa­ pensamiento" se lentifica. El enfermo muestra una se­
ciente reconoce su carácter patológico y lucha por ria dificultad para ilar sus ideas, su asociación es muy
apartarlas, aunque sin éxito. Las ideas obsesivas pue­ lenta, •y puede bloquearse o detenerse por varios se­
den ser: gundos. El enfermo suele tener conciencia de lo que
- puras: se caracterizan por no dar lugar a impul­ le sucede y evidencia la extrañeza y la angustia que
sos o temores; le provoca esa detención.
impulsivas: en este caso el enfermo se siente -Minuciosidad del pensamiento o circunstancialí­
impulsado a la ejecución de actos, que pueden dad. Consiste en diluir el proceso mental en una infi­
incluso estar en oposición con las normas que nidad de detalles accesorios, que impiden concretar o
impone la convivencia social: exigir que se le "cerrar" el pensamiento. El enfermo va "abriendo pa­
limpie siempre el asiento en el que se va a sen­ réntesis" en sus ideas, sin eventualmente "cerrarlos",
tar, pedir que se le abra y cierre la puerta dos lo que lo aleja cada vez más de la idea inicial.
veces antes de entrar a un lugar público, es de­ -Tangencialidad del pensamiento. Similar al ante­
cir ideas absolutamente irrazonables; rior, pero sin su decurso. Las palabras sugieren la
· fóbicas: el enfermo está con un permanente es­ idea pero no la terminan de precisar, son tangencia­
tado de temor o miedo, carente por otra parte de les, "le dan vueltas al asunto" pero "no van al grano".
motivación real. Estas ideas fóbicas pueden re­ -Perseveración del pensamiento. Es la repetición
ferirse a enfermedades (nosofobia), a personas, más o menos periódica o recurrente de ideas o pala­
como a las mujeres (ginecofobia) o a los hom­ bras que se intercalan en el curso del pensamiento.
bres (antropofobia), a lugares cerrados (claus­ Es frecuente que tales palabras o frases se repitan co­
trofobia) o abiertos (agorafobia). mo estribillo con el fin de obtener tiempo para relacio­
-Ideas sobrevaloradas. Surgen de creencias o con­ nar conceptos.
cepciones filosóficas, religiosas, ideológicas, políticas -Interceptación del pensamiento. Es la interrupción
o sociales que hacen incurrir al paciente en un estado brusca del curso del pensamiento en cualquiera de
afectivo pasional, por el cual ordena y canaliza su ac­ sus etapas, que se reanuda luego en términos com­
tividad y su vida en el sentido de esas creencias o pletamente diferentes. Como con el bloqueo, el pa­
concepciones. Estas ideas sobrevaloradas pueden ciente puede ser consciente del fe nómeno, y a veces
trasformarse fácilmente en delirantes. trata de explicárselo como resultado de una acción o

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19. SEMIOLOGIA PSIQUIÁTRIGA Y COMPORTAMIENTO 457

influencia externa (robo del pensamiento). Se observa Las alteraciones cualitativas de la imaginación con­
con frecuencia en la esquizofrenia. sisten en:
-Rigidez del pensamiento. El pensamiento es per­ -Mentira y fabulación. La mentira puede ser, aun­
turbado por la persistencia de una idea o grupo de que éticamente censurable, un fenómeno normal o
ideas a las que el enfermo dispensa preferencia y se patológico. La fabulación, que es frecuente en los ni­
resiste a abandonar, condicionando toda su forma de ños, es patológica en los adultos. Consiste en una
pensar a ellas. Se observa en las paranoias. fantasía que lleva a crear una ficción, mito o fábula sin
-Estereotipia del pensamiento. En este caso se repi­ realidad. La mitomanía es la fabulación repetida y sis­
ten continuamente palabras o frases que se intercalan tematizada, constituyerndo una verdadera personali­
en el curso del pensamiento, con la particularidad de dad fabuladora. La fabulación se observa en la histe­
que no participan ni tienen relación alguna con el tema ria y en la manía, en los débiles mentales, los
de fondo, distinguiéndose por ello de la perseveración. delirantes y los dementes.
-Retumbamiento del pensamiento. Se asocian pa­ -Empobrecimiento o aplanamiento de la imagina­
labras por su fonética, sonido o resonancia, dando por ción. Las ideas son escasas, banales, sin capacidad
resultado un discurso rimado, rítmico, reverberante o de abstracción, y las asociaciones son simples y pri­
"en estribillo". marias. Ocurre en la depresión, retardo madurativo,
Desde el punto de vista de su contenido podemos demencias frontotemporal y subcortical.
encontrarnos con tres alteraciones del pensamiento:
-Pensamiento incoherente. En este caso se hace to­ Voluntad o actividad
talmente incomprensible y es imposible mantener una
conversación con el enfermo. Puede verse en la esqui­ La actividad del pensamiento puede desembocar
zofrenia o en el delírium (véase Síndromes cognitivos). en actos motores que tienen un fin determinado. Nor­
-Pensamiento delirante. El contenido del pensa­ malmente, ellos son actos voluntarios: son conscien­
miento está integrado por ideas delirantes, ya descrip­ tes, controlados por la voluntad. En todo acto volunta­
tas. Se observa en los síndromes paranoicos. rio existen dos etapas: la primera es la intención
-Pensamiento obsesivo. Su contenido está integra­ consciente de actuar (etapa implícita), la segunda, la
do por ideas obsesivas, típicas de la neurosis obsesiva. ejecución del acto (etapa explícita). Las alteraciones
de la voluntad pueden producirse en la primera o se­
Imaginación gunda etapa.
Como alteraciones de la etapa implícita se en­
Es una actividad psíquica íntimamente relacionada cuentran:
con la memoria de evocación. Pueden distinguirse -la hipobulia o abulia, disminución o ausencia de
dos modalidades: la imaginación reproductora y la voluntad, o su exacerbación (hiperbulia);
imaginación creadora. -los impulsos, tendencia a actos violentos y des­
La imaginación reproductora, que es la más co­ controlados;
mún, es la capacidad de evocar imágenes, represen­ -las compulsiones, en las que el paciente experi­
taciones y situaciones vividas, y someterlas a diver­ menta la vivencia psíquica de dos fuerzas opuestas:
sas elaboraciones, que permiten construir por un lado, un deseo o impulso morboso de un acto
asociaciones más complejas. que busca desencadenarse, y por el otro una inhibi­
La imaginación creadora implica lograr creaciones ción que lo lleva a resistir tenazmente su ejecución.
insospechadas, a veces geniales, y nuevas nociones Dentro de las alteraciones de la etapa de ejecución
para el conocimiento. Se deben a la if\laginación crea­ se encuentran:
dora los progresos de la humanidad: la invención de -la ecopraxia, que consiste en la imitación de actos
los más diversos instrumentos, aparatos y sistemas, realizados por otras personas;
que facilitan la vida y la labor del hombre, y la inspira­ -el amaneramiento, en que los actos pierden su
ción, a la que se deben las más bellas creaciones de simplicidad y espontaneidad normales por el agrega­
la literatura, la plástica, la arquitectura y la música. do de movimientos alambicados o sobreactuados; el
La imaginación puede estar alterada cuantitativa o amaneramiento excesivo culmina en la extravagancia;
cualitativamente. Entre las alteraciones cuantitativas -las estereotipias, en que el enfermo repite los ac­
se hallan la exacerbación, que se observa en los es­ tos motores sin ninguna utilidad ni significación;
tados de excitación psicomotriz (manía, delirios, into­ -el negatívismo, en que el paciente se niega a eje­
xicaciones), y la inhibición de la imaginación (depre­ cutar actos necesarios de la vida diaria como comer,
sión, retardo madurativo, demencias frontotemporal y beber, higienizarse, cuidar su atuendo, y se resiste a
subcortical). cambiar de actitud.

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458 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Personalidad llo el denominado psicograma o psicodiagnóstico de


Rorschach.
La personalidad humana constituye la culminación El método de Rorschach se basa en la percepción
de la vida psíquica mediante la cual cada persona es e interpretación de manchas de tinta reproducidas en
consciente de que constituye una entidad inconfundi­ una serie de láminas de papel, algunas con tinta ne­
ble en el mundo en que vive y del que forma parte, gra y otras de color. El paciente recibe las láminas por
que goza de completa autonomía, que es diferente de riguroso orden de numeración, y al tiempo de entre­
los demás. La personalidad está determinada por fac­ garle la lámina respectiva se le pregunta qué puede
tores físicos y psíquicos, pero son estos últimos los representar. Se tratará de obtener siempre el mayor
que la expresan más acabadamente, a través de los número de respuestas posibles. Sobre la base de la
llamados rasgos de la personalidad. Estos rasgos son observación se harán valoraciones cualitativas y
percibidos por los demás como característicos, sugie­ cuantitativas, como originalidad, variedad y número
ren un "patrón" de personalidad ("simpático", "hosco", de respuestas. De acuerdo con estos resultados se
"tímido", "alegre", "meticuloso") y hacen predecible la deduce el tipo de personalidad y el compromiso de las
reacción y actitud de la persona frente a los eventos distintas funciones psíquicas. Es un método que exi­
del medio. ge una trabajosa labor previa de aprendizaje y un aná­
lisis cuidadoso de los resultados.
Psicoanálisis. Basado en los trabajos de Sigmund
Métodos de exploración psiquiátrica Freud y sus continuadores, este método, que por su
desarrollo y enfoque constituye una escuela particular
Psicodiagnóstico. Con el objeto de explorar las dentro de la psiquiatría, tiene como objetivo funda­
funciones mentales se han ideado una serie de prue­ mental la exploración del inconsciente para el trata­
bas o tests, destinadas en unos casos a la exploración miento de trastornos neuróticos. Para ello recurre a la
de una determinada función psíquica y en otros casos interpretación de sueños, de experiencias en la infan­
a la exploración de dichas funciones en su conjunto, cia y adolescencia, de actos fallidos, olvidos, actitu­
expresada en puntajes o seores. Aunque no son siem­ des, y vivencias. El paciente relata sus experiencias
pre necesarios en el diagnóstico psiquiátrico, constitu­ en sucesivas sesiones de "asociación libre", sin inter­
yen medios auxiliares que tienen aplicación en deter­ ferencia del psicoanalista, que adopta una actitud só­
minadas circunstancias. lo receptiva, tomando nota de las ideas más salientes,
Estas pruebas se dividen fundamentalmente en e interpretándolas. Según el método descripto por
dos grupos: Freud, el paciente se coloca en decúbito dorsal y el te­
Tesis de inteligencia. Proporcionan un puntaje que rapeuta se coloca detrás de su cabecera, fuera de la
expresa la capacidad intelectual (coeficiente o cocien­ vista del paciente. En la actualidad, sin embargo, son
te intelectual, C0. Los más empleados son el test de numerosos los psicoanalistas que se apartan del mé­
Bine/ cuyos resultados se obtienen con diversos pro­ todo ortodoxo. El psicoanálisis, además, se ha subdi­
cedimientos o escalas, y el test de Wechsler (WA/S, vidido en diversas escuelas y enfoques.
Wechsler Adult lntelligent Sea/e), cuyo puntaje normal
de coeficiente intelectual es 1 00. Se puede obtener
también el llamado índice de eficiencia, dividiendo el Síndromes psiquiátricos
puntaje del coeficiente intelectual de un determinado
individuo, por el puntaje promedio de la edad en que La siguiente reseña de ningún modo es exhaustiva.
el coeficiente es -máximo (20-25 años). El índice de Se han seleccionado aquellos síndromes que por su
eficiencia disminuye con la édad, mientras que el coe­ frecuencia o características deben tenerse en cuenta
ficiente intelectual (índice de inteligencia), en un indi­ en el contexto de un examen semiológico del sistema
viduo normal, se mantiene sin cambios, porque siem­ nervioso como el que se describe a lo largo de este li­
pre se obtiene con referencia al rendimiento teórico bro, y que pueden influir o interferir con él. La descrip­
para la edad del individuo estudiado. ción detallada de las afecciones psiquiátricas podrá
Tests de personalidad. Comprenden dos tipos de encontrarse en los textos de psiquiatría.
procedimientos: los cuestionarios y los tests proyec­
tivos, que pretenden captar la totalidad de la estruc­ Trastornos de la personalidad
tura psíquica, es decir, la personalidad global, e in­
cluso analizar aspectos no conscientes de ésta. Se producen cuando el funcionamiento social u
Esos tests proyectivos comprenden diversos proce­ ocupacional de un individuo se altera por maladapta­
dimientos, entre los que ha tenido especial desarro- ción debida a variación persistente de uno de los pa-

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19. SEMIOLOGIA PSIQUIÁTRICA Y COMPORTAMIENTO 459

!rones o estilos básicos de personalidad. El 5° Manual digresión, disgregación o circunstancialidad en su dis­


Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales curso, pensamiento vago, ideas mágicas, y atribuyen
de la American Psychiatric Association (DSM-5, 201 3) significado personal o idiosincrático a expresiones de
divide estos trastornos en tres grupos, que subrayan terceros o sucesos comunes de la vida diaria (véase
los rasgos conductuales y emocionales salientes para ideas referenciales). También hay experiencias percep­
cada grupo. Si bien estos rasgos pueden coincidir con tivas inhabituales (como ilusiones corporales), afecti­
los de personalidades normales, a diferencia de éstas vidad escasa, desconfianza y tendencia a la soledad.
lo que distingue al trastorno es la falta de flexibilidad No hay pérdida franca de noción de realidad, no hay
para adaptarse a diferentes circunstancias. Tales ras­ psicosis. El cuadro se asemeja a una manifestación
gos probablemente reflejan tensiones y motivaciones larvada de esquizofrenia. Se lo observa más cuando
subyacentes vinculadas a vivencias previas en la vida hay familiares cercanos con esta última enfermedad.
del individuo, generalmente en su etapa madurativa, de
las que éste no es enteramente consciente, por lo que Trastornos de la personalidad del Grupo B
no reconoce lo inapropiado de su comportamiento.
La clasificación que sigue es la adoptada en el Se caracterizan en general por conductas dramáti­
DSM-IV, que se mantiene en el nuevo DSM-5. En éste cas, emocionales o erráticas.
último, sin embargo, se propone un modelo alternati­ Trastorno narcisista: personas pretenciosas, me­
vo, híbrido, categorial dimensional, para los trastornos galómanas, que se autoatribuyen mayor importancia o
de la personalidad, con el fin de estimular la investiga­ merecimientos que los que tienen, rasgos que enmas­
ción de este sistema modificado de clasificación. caran sentimientos de vulnerabilidad, inferioridad y
una insatisfecha e ilimitada necesidad de estima y ad­
Trastornos de la personalidad del Grupo A miración. Tienen exageradas fantasías de éxito. Se
sienten especiales o únicos, y consideran que sólo
Estos pacientes muestran un comportamiento éx­ pueden relacionarse con las pocas personas "que es­
traño, excéntrico, receloso o desconfiado. Se distin­ tán a su nivel", lo que a menudo significa nadie. Bus­
guen los siguientes tipos: can con persistencia la notoriedad, sin vacilar en ser­
Trastorno paranoide: el paciente es confrontativo, virse de los demás para ello. Con frecuencia logran
receloso, rencoroso, con una persistente tendencia a por eso obtener cargos de poder e influencia, que no
sospechar y desconfiar de las intenciones de terceros consiguen sin embargo mantener por su tendencia a
hacia su persona, que interpreta como maliciosas, por denigrar o a desacreditar a otros inmerecidamente.
lo que no suele formar relaciones cercanas. Son suje­ Se lo ha considerado un síndrome de egocentrismo
tos con tendencia a la sobreestimación de sí mismos, infantil del adulto, cuadro de inmadurez atribuible a
que se sienten superiores a los demás y se creen po­ sobrevaloración o expectativas desproporcionadas
seedores exclusivos de la razón, tienen un elevado manifestadas por los padres durante la niñez del pa­
sentimiento de amor propio y son muy susceptibles o ciente. Es más frecuente en hombres.
quisquillosos, provocadores de conflictos, disconfor­ Trastorno histriónico: más clásicamente llamado
mes, egoístas y desconfiados. En realidad, proyectan histérico. Estos pacientes son constantes buscadores
sus propios pensamientos y emociones sobre los de­ de atención. Procuran y logran ser el centro de aten­
más. No hay sin embargo ideas delirantes, lo que con­ ción de toda reunión de personas, desplegando para
vertiría al cuadro en una psicosis paranoide. Predomi­ ello comportamientos teatrales, exagerados, sobreac­
na en varones, de niveles socioeconómicos más tuados o sobredramatizados, muchas veces sexual­
bajos, y es más frecuente la presencia de esquizofre­ mente seductores o provocadores, con los que tratan
nia en familiares directos. Se han mencionado a las de controlar la realidad. Utilizan el aspecto físico para
experiencias infantiles de ira paterna extrema o res­ llamar la atención: atuendos llamativos, sexualmente
tricción de contacto con otros niños por parte de los provocadores o con colores chillones, maquillaje so­
padres como factores coadyuvantes. brecargado, peinados espectaculares. La actitud y
Trastorno esquizoide: paciente retraído, solitario, discurso son frívolos. Son típicamente sugestionables
emocionalmente indiferente o con escasa expresividad e influenciables por los demás. Más común en muje­
afectiva. Suelen vivir solos y buscar trabajos solitarios. res, ha sido clásicamente vinculado por los estudios
No hay pensamiento psicótico. Entre los factores predis­ de Freud a traumas sexuales infantiles. Sería la mani­
ponentes se mencionan infancia emocionalmente festación adulta de una relación manipuladora con los
carenciada y ansiedad excesiva. padres, platónica y seductora con el padre en el caso
Trastorno esquizotípico: percibidos por los demás de las mujeres, y de identificación con una madre his­
como excéntricos o raros, estas personas muestran triónica en el caso de los varones.

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460 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

ciencia. Son inflexibles, rígidos, obstinados, detallistas


Trastorno antisocial: pacientes tradicionalmente lla­
mados "sociópatas" o simplemente "psicópatas". Tie­ ("se pegan a los detalles"), no toleran las imperfeccio­
nen comportamiento irritable y agresivo, de desprecio y nes o los cambios de orden y rutina, y son reacios a
falta de respeto por los derechos de los demás; no se delegar trabajo en otros. Estos rasgos les pueden ha­
adaptan a las normas sociales, transgrediéndolas o co­ cer perder el objetivo principal de su actividad, impe­
metiendo delitos, muchas veces de deshonestidad (es­ dirles dar fin a una determinada tarea (nunca está su­
tafa, mentira, robo de identidad); son despreocupados, ficientemente perfecta). Son adictos al trabajo y a la
irresponsables en relación con sus allegados inmedia­ productividad, estrictos en valores eticomorales, aho­
tos y terceros; justifican su conducta dañosa sin remor­ rrativos o incluso avaros, y reniegan del ocio. Muchos
dimientos. Puede haber otros familiares directos con el son individuos de éxito y buen rendimiento en su acti­
trastorno, por lo que no se descarta un componente ge­ vidad, pero difícilmente soportables para los demás.
nético. Se ha vinculado a negligencia, abandono y abu­ Los rasgos del trastorno constituyen la terca exagera­
so infantil. Se observa más en niveles socioeconómicos ción de caracteres en principio positivos. Se conside­
bajos y en familias con padres alcohólicos. ra que constituye la canalización de sentimientos de
Trastorno límite: el término "límite" se refiere a per­
ira y agresión a través de las ideas, en individuos
sonalidades que no son psicóticas, pero que están en competitivos deseosos de éxito, renombre y poder. No
riesgo de descompensarse hacia la psicosis ante mí­ alcanza la gravedad del trastorno de ansiedad obsesi­
nimos desequilibrios emocionales. Se caracterizan vo-compulsivo (véase más adelante), que resulta in­
por inestabilidad emotiva, en la autoimagen y en las validante.
relaciones interpersonales, impulsividad, hostilidad y Trastorno por evitación: como en el trastorno esqui­
actitud demandante. Tienden a involucrarse en suce­ zoide, estos individuos se aíslan y tienden a la soledad.
sivas relaciones intensas pero efímeras, en las que al­ Por el contrario, tienen una gran necesidad de afecto,
ternan los sentimientos de extrema idealización o de­ aceptación y apoyo de los demás, pero temen y los
valuación, lo que desconcierta, exaspera y termina afecta sobremanera su rechazo o indiferencia, lo que
enfrentando a allegados, que se sienten impotentes los lleva a evitar su contacto y aislarse. Sienten inhibi­
para ayudar. La impulsividad se manifiesta por exce­ ció!l social, sentimientos de inferioridad, hipersensibili­
sos en gastos, sexo, abuso de sustancias, ingesta de dad a la evaluación negativa, y gran miedo a ser aver­
comida, conducción de vehículos o en la relación con gonzados o ridiculizados. Evitan actividades que
los demás (peleas intensas). Ante una amenaza o impliquen contacto interpersonal y se ven a sí mismos
sospecha de abandono, hacen esfuerzos desespera­ como socialmente ineptos o inferiores. En su aislamien­
dos para evitarlo, recurriendo a amenazas o intentos to, suelen interesarse en las artes y humanidades. Se
reales de autoagresión para mantener la dependencia ha vinculado el trastorno a inseguridad causada por ha­
y el vínculo con los allegados, o con el médico, que ber sido objeto de rechazo o menosprecio durante la in­
suele verse en la situación de querer desprenderse de fancia , por parte de sus familiares directos.
un paciente que no cumple el tratamiento indicado. Se Trastorno por dependencia: como en el caso ante­
ha vinculado el trastorno a inmadurez afectiva, impo­ rior, tienen gran inseguridad y falta de confianza en si
sibilidad de afirmarse psicológicamente como indivi­ mismos. En este caso, sin embargo, toleran mal la so­
duo (con consiguiente insalvable psicodependencia ledad y buscan por ello "pegarse" a cualquier persona
de los demás), o abuso psicofísico o sexual infantil. que les ofrezca contención emocional, los ayude a to­
La denominación "trastorno límite" de la personali­ mar decisiones, que tienen gran dificultad en tomar por
dad ha sido motivo de críticas, en el sentido de que re­ sí mismos, e incluso los ayude o sostenga económica­
sulta confusa y refuerza estigmas o estereotipias so­ mente. Esto termina por agotar y exasperar a quien les
ciales. Se han propuesto en su lugar los términos haya ofrecido inicialmente apoyo, y el consiguiente te­
"trastorno de la regulación emocional" o "trastorno de mor al abandono o separación refuerza el comporta­
disregulación emocional". miento de sumisión y adhesión. No se animan a expre­
sar desacuerdo con los demás, a hacer las cosas a su
Trastornos de la personalidad del Grupo C manera, y se sienten desamparados cuando se que­
dan solos. Sin embargo, como lo que les falta no es
Sus características generales son la ansiedad y el motivación sino decisión, puede generarse resenti­
temor. miento contra quien decida por ellos, lo que lleva even­
Trastorno obsesivo-compulsivo: los individuos ma­ tualmente a los pacientes a obstruir o bloquear esas
nifiestan excesiva preocupación por el orden, el per­ decisiones indirecta o pasivamente, evolucionando ha­
feccionismo, el autocontrol y el control de los demás, cía lo que se ha denominado trastorno pasivo-agresivo
a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la efi- de la personalidad. Ambos trastornos se relacionan

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19. SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y COMPORTAMIENTO 461

con infancias sometidas a padres severos o autorita­ considerarse una reacción previsible y normal fren­
rios que han quitado constantemente todo margen de te a un acontecimiento pasible de causar tristeza,
autonomla o decisión personal a sus hijos, que entran siempre que no cause ideas suicidas o inhibición
en la edad adulta sin haber madurado en ese sentido. motora invalidante.
Se observa más en mujeres y en hijos menores. Se distinguen el trastorno depresivo mayor y el
trastorno distímico.
Trastornos del estado de ánimo Trastorno depresivo mayor: el paciente está depri­
mido la mayor parte del día, ha perdido interés o pla­
Son los trastornos psiquiátricos más frecuentes. cer en toda actividad (anhedonia), está sin apetito, ha
Afectan a 1 0% de la población general. Además de tenido una pérdida significativa de peso (> 5% del pe­
manifestarse aisladamente, pueden ser la consecuen­ so habitual, en un mes), tiene trastorno del sueño (in­
cia de enfermedades neurológicas, o asociarse a ellas: somnio o hipersomnia), falta de libido, fatiga, lentitud
enfermedad cerebrovascular, epilepsia, Parkinson (en psicomotora, falta de concentración, llanto e ideas de
la que puede preceder largamente a las manifestacio­ autodescalificación, muerte o suicidio. La sensación
nes motoras) y otros trastornos extrapiramidales, de­ general es de desesperación y ruina. Conviene pre­
mencias. La depresión, a su vez, puede causar com­ guntar específicamente sobre las ideas de suicidio
promiso cognitivo, que cuando es exclusivo plantea el porque a menudo los pacientes no las refieren espon­
diagnóstico de síndrome demencial de la depresión o táneamente, por pudor, sentido religioso o moral, de
seudodemencia (véase Síndromes cognitivos). culpa o transgresión: si "quiere morirse", si se quitaría
El término "estado de ánimo" se refiere a las emo­ la vida y si pensó en cómo hacerlo. El riesgo de suici­
ciones que se experimentan en un determinado mo­ dio es tanto más alto cuanto más preciso es el pacien­
mento, y que pueden ser positivas, como la alegria, te, especialmente si confiesa el método elegido.
o negativas, como la tristeza, disgusto y enojo. El Se denomina melancolía (del griego me/anos, ne­
término "afecto" se refiere al espectro conductual en gro, y cho/e, bilis) a la depresión en la que predomi­
el que el estado de ánimo se manifiesta. El afecto se nan los trastornos veget�tivos (sueño, apetito, libido,
define cuantitativamente por la intensidad, el rango y placer). Este cuadro es grave y con mucha frecuencia
la estabilidad del estado de ánimo, y cualitativamen­ lleva al suicidio.
te por su calidad y adecuación. El estado de ánimo Si no se trata, el cuadro se prolonga alrededor de
es el contenido del afecto, y es a éste lo que el tiem­ un año, y recidiva en 50% de los casos. Un 1 0% de los
po (condiciones meteorológicas diarias) es al clima pacientes se suicidan. Un 1 5-20% se hacen crónicos.
(condiciones prevalentes del tiempo, a largo plazo, Se ha atribuido el trastorno depresivo mayor a de­
en una región determinada, determinadas por la lati­ sequilibro del sistema de neurotransmisión catecola­
tud, posición relativa a océanos o continentes, alti­ mínico central. La tendencia genética es significativa:
tud, etc.). la prevalencia es de 25% en caso de que uno de los
Los trastornos del estado de ánimo son clasifica­ padres esté afectado y de 50% si están afectados am­
dos en el DSM-5 como trastornos depresivos o tras­ bos. Se ha descripto la no supresión del cortisol plas­
tornos bipolares. mático frente al estímulo con dexametasona, un ha­
llazgo de valor diagnóstico incierto, aunque se ha
Trastornos depresivos señalado su reversión con el tratamiento como signo
de buena evolución.
Se caracterizan por uno o más períodos de de­ Trastorno distímico: depresión que se prolonga por
presión, sin historia de episodios maníacos o hipo­ al menos dos años, la mayor parte de los días. Los
maníacos (véase más adelante). 'Pueden ser prima­ síntomas son similares a los del trastorno mayor, pe­
rios o endógenos, es decir no motivados por ningún ro menos intensos.
factor, hecho o enfermedad desencadenante, o se­
cundarios, exógenos o reactivos, cuando responden Trastorno bipolar
a uno de esos factores, que actúan como causa de­
sencadenante, cuyos ejemplos más frecuentes son En este caso el trastorno depresivo se alterna con
muerte o abandono de un ser querido, separación episodios maníacos (del griego mania, furor) o hipo­
de pareja, pérdida de empleo o desventura econó­ maníacos (tendencia ciclotímica). Ambos tipos de epi­
mica. Se denomina trastorno de adaptación con es­ sodios son similares, diferenciándose sólo por su du­
tado de ánimo depresivo a eventos depresivos de­ ración: una semana o más el maniaco, no menos de
sencadenados por hechos como los mencionados, 4 días el hipomaníaco. Se caracterizan por un lapso
de no más de 6 meses de duración, que pueden de estado de ánimo persistentemente elevado, ex-

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462 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

pansivo o irritable, con autoestima exagerada o gran­ preocupación por el cuidado personal, comporta­
diosidad, disminución de la necesidad de sueño, ver­ miento anómalo con la familia y allegados. El pacien­
borragia, fuga de ideas o experiencia subjetiva de te se torna aparentemente burlón, ríe o llora sin
pensamiento acelerado, distractibilidad, aceleración motivo. Parece desconectarse del medio en que vive,
psicomotora, hiperactividad placentera de potenciales su personalidad psíquica se fragmenta. Memoria,
consecuencias penosas (compras irrefrenables, inver­ afectividad y atención se van alterando en forma gra­
siones económicas irresponsables, indiscreciones se­ dual. Hay frecuentes paramnesias (fenómeno del dé­
xuales, manejo alocado de vehículos). ja vu o "ya visto"), y pérdida paulatina de sentimien­
Al polo maníaco le sigue el polo depresivo: el en­ tos afectivos: el esquizofrénico se va alejando de
fermo siente temor, insomnio, y una devastación y de­ amigos, allegados y parientes cercanos. Puede con­
sesperación de la que no puede escapar. Hay severa templarse en el espejo durante mucho tiempo, cre­
inhibición motora: toda actividad física representa un yendo notar cambios en su físico (signo del espejo).
insuperable esfuerzo. El intento de suicidio es común Parece vivir en un mundo aparte, característica por
en este período. excelencia de la esquizofrenia. Bleuler la denominó
Espontáneamente, el cuadro se prolonga 3 a 9 me­ autismo, que expresa aislamiento del paciente al
ses y es recidivante. También hay intervalos de relati­ romper el vinculo con el mundo exterior. El paciente
va normalidad anímica: entre los episodios depresivos puede negarse a comer, hablar, higienizarse, vestir­
y maníacos el paciente puede estar compensado. Los se, dejarse cuidar (negativismo). Puede obedecer in­
trastornos se subclasifican en grupos I y 11, según que condicionalmente (sugestibilidad). Puede repetir un
manifiesten uno o varios episodios maníacos. mismo movimiento o actitud continuamente (estereo­
tipia, del griego stereos, sólido, y tipos, figura), o con­
Trastornos psicóticos servar una actitud a la que ha sido llevado pasiva­
mente (ca/atonía). Habla en voz baja, monótona y
El término psicosis se refiere a una alteración en la con monosílabos o cae en el mutismo. También pue­
capacidad para distinguir lo que es real de lo que no de repetir recurrentemente palabras o frases incohe­
lo es. En el paciente psicótico se produce una "reali­ rentes (estereotipia del lenguaje), o mostrar lenguaje
dad" alternativa que le es propia, lo que origina inter­ incomprensible o con uso de neologismos (esquizo­
pretaciones e inferencias incorrectas, a pesar de su fasia o "ensalada de palabras"). Son características
irrazonabilidad. La psicosis tiene diversas manifesta­ las alucinaciones auditivas.
ciones: delirio o ideas delirantes, alucinaciones, pen­ La esquizofrenia evoluciona en brotes y períodos
samiento y conducta incoherentes. Su causa más fre­ de remisión.
cuente es la esquizofrenia.

Esquizofrenia Otros trastornos psicóticos

Fue llamada inicialmente drementia precox por El trastorno delirante se caracteriza por una idea
Emil Kraepelin. Eugen Bleuler le dio en 1 908 su nom­ delirante o delirio (del latín delirare, salir del surco, di­
bre definitivo: esquizofrenia (del griego sjizo o schi­ vagar) persistente, no extraño, es decir que implica si­
zein, disociar o dividir, y phren, espíritu, mente o inte­ tuaciones verosímiles, que ocurren en la vida real: ser
ligencia). Comienza en la adolescencia o edad juvenil, seguido o perseguido, envenenado, espiado, engaña­
afecta a ambos sexos por igual y se prolonga por va­ do, marginado, tener una enfermedad, creer que una
rios meses. Se caracteriza por pensamiento incohe­ determinda persona está enamorada de él. Existen
rente en su contenido, ideas delirantes de control, per­ distintos tipos según el delirio que se manifieste (per­
secutorias o referenciales y alucinaciones, típicamente secutorio, celotípico, somático, erotomaníaco, de
auditivas: el paciente oye voces que le hablan. El grandeza o megalómano). Comienza en general en la
afecto se aplana o se hace lábil o ambivalente. Hay edad media de la vida, y es algo más frecuente en
una alteración de la noción del yo (cuyos límites se mujeres.
borran), retracción social y aun autismo. Pueden ob­ El paciente elabora el delirio sobre la base de inter­
servarse varias manifestaciones semiolóaicas recono­ pretaciones basadas en un razonamiento tendencioso
cibles, y descriptas en diversos puntos de este libro: pero muy vigoroso (delirios de interpretación). Cuan­
catatonia o flexibilidad cérea, mutismo, rigidez, postu­ do el delirio está constituido por varios tipos de ideas
ra en flexión, paratonía. se constituye el denominado delirio polimorfo.
El comienzo puede ser brusco, con incoherencia En general estos delirios no se acompañan de al­
mental aguda, o lento, con cambios del carácter, des- teración de otras facultades mentales. Siempre que

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19. SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y COMPORTAMIENTO 463

no se toque el tema del delirio, los enfermos conser­ estado de ansiedad de base (miedo a los ataques).
van su memoria, interactúan normalmente en socie­ Comienzan en general alrededor de los 30 años, tan­
dad y son capaces de realizar su trabajo con eficacia to en hombres como en mujeres. Suelen asociarse a
por mucho tiempo, mientras coexiste el trastorno. agorafobia: miedo a encontrarse en lugares o situa­
Los trastornos esquizofreniforme y psicótico breve ciones en donde escapar puede ser difícil, o en don­
son similares a la esquizofrenia pero más breves (al de puede no disponerse de ayuda (estar solo fuera de
menos un mes en el primero y menos en el segundo) casa, en lugares públicos, especialmente con mucha
y de mejor pronóstico. gente, viajar en transportes públicos). El pánico aso­
En el trastorno esquizoafectivo hay síntomas psicóti­ ciado a agorafobia es más frecuente en mujeres.
cos y del estado de ánimo, con depresión mayor o manía. Las crisis de pánico pueden desencadenarse con
En el trastorno psicótico compartido se desarrolla antagonistas adrenérgicos alfa-2 o lactato de sodio y
un trastorno psicótico en una persona previamente li­ tienen aumento de la sensibilidad a la respiración de
bre de tales síntomas, luego de entablar una relación CO2 . La respuesta a benzodiazepinas sugiere un pa­
estrecha con otra que ya lo tiene. Generalmente se pel del GABA en la génesis de los ataques, durante
trata de ideas delirantes, y son similares en ambos pa­ los cuales hay además hipoflujo frontal.
cientes: La interrupción de la relación puede mejorar
los síntomas. Se observa más en mujeres. La psiquia­ Fobias
tría clásica llama a este trastorno folie a deux (locura
de a dos). Es un miedo intenso, excesivo o irracional, a un ob­
Otros trastornos psicóticos son aquellos inducidos jeto o situación específicos, que genera un comporta­
farmacológicamente (trastorno psicótico inducido por miento de evitación. Los tipos de fobia se clasifican
sustancias), o los secundarios a patologías cerebrales según su factor desencadenante: animal (animales,
como el de/írium o las demencias, y sus respectivas insectos), ambiental (tormentas, precipicios), situacio­
causas (véase Síndromes cognitivos). nal (transportes públicos, ascensores, aviones, túne­
les, recintos cerrados), social (reuniones o situaciones
Trastornos de ansiedad en las que hay personas no allegadas o conocidas).
La ansiedad es un estado emocional de preocupa­ Trastorno de ansiedad generalizado
ción o miedo que puede experimentarse normal o pa­
tológicamente. Puede tener un motivo especifico o no. Ansiedad y preocupación excesivas por varios o
El organismo puede responder a la ansiedad en forma múltiples acontecimientos/actividades de la vida dia­
normal o adaptada, ajustando las funciones psicomo­ ria. Se asocian inquietud o impaciencia, fatigabilidad,
toras para corregir o remover el factor causal, o anor­ dificultad para concentrarse, irritabilidad, cuadros ten­
mal e incapacitante (inhibición motora). Puede enfren­ sionales musculares o insomnio precoz. Ocurre en
tar la causa de ansiedad o rehuirla (fight or f/ight, hombres y mujeres. Se asocia a depresión, fobia so­
lucha o huida). cial y trastorno obsesivo-compulsivo. Parece haber
La respuesta a la ansiedad habitualmente consiste una tendencia heredofamiliar en un 30% de los casos.
en acentuación del tono adrenérgico, con taquicardia,
midriasis, excitación psicomotora, temblor, sudoración Trastorno obsesivo-compulsivo
palmar. Pero el origen o causa desencadenante del
cuadro puede diferir, lo que da lugar a los diversos ti­ Se caracteriza por la intrusión mental recurrente de
pos de trastorno de ansiedad. pensamientos o ideas (obsesiones) que urgen o con­
dicionan al paciente a actuar de una forma particular,
Ataque o crisis de pánico o angustia estereotipada, para calmar la ansiedad que causan
tales ideas (compulsiones). Las compulsiones alivian
Se caracteriza por episodios de ansiedad o miedo pasajeramente el pensamiento obsesivo. Los sínto­
extremos, de comienzo brusco, acompañados de sín­ mas interfieren severamente con la actividad del pa­
tomas físicos y psíquicos como palpitaciones, sensa­ ciente, le hacen perder inútilmente el tiempo, y causan
ción de ahogo, temblor, opresión torácica, sudoración, rechazo y sensación de displacer.
inestabilidad o mareo, miedo intenso a morir o a "vol­ Las obesiones-compulsiones más frecuentes son
verse loco", sensación de irrealidad o despersonaliza­ el miedo a contaminarse o contaminar a otros, limpie­
ción. Los ataques sobrevienen sin pródromos y duran za u orden exagerados (lavado repelido de manos,
unos 1 O minutos. Los pacientes ignoran cuándo ten­ puesta en orden de objetos), controlar repetidamente
drán el ataque siguiente, por lo que pueden sufrir un llaves de luz o gas, o cerraduras, antes de salir de la

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464 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

casa. También pueden ser sólo mentales: repetir pala­ ce haber una tendencia heredofamiliar. El trastorno
bras, contar. tiende a hacerse crónico.
La buena respuesta del trastorno a inhibidores de
la recaptación serotonínica sugiere un trastorno de Trastornos de inicio en la infancia
este sistema neurotransmisor. Se ha observado tam­ o adolescencia
bién una acentuación del metabolismo de la glucosa
en el lóbulo frontal, la circunvolución cingular y la ca­ Discapacidad intelectual o trastorno del
beza del núcleo caudado. Síntomas obsesivo-compul­ desarrollo intelectual
sivos han sido observados también en patologías
neurológicas que comprnmeten los ganglios basales Es el anteriormente denominado retraso o retardo
(corea de Sydenham, parkinsonismo posencefalítico, mental o madurativo.
enfermedad de Gilles de la Tourette), por lo que el ha­ Consiste en la detención del desarrollo neuropsíqui­
llazgo resulta interesante. Los síntomas obsesivo­ co producida en los primeros años de la vida. Múltiples
compulsivos mejoran con la lobotomía frontal, y los patologías cerebrales pueden causarla, algunas men­
pacientes con hipofunción frontal son desinhibidos e cionadas a lo largo de este texto. También puede ser de
impulsivos, contrariamente a los obsesivo-compulsi­ causa desconocida. El paciente muestra una capaci­
vos, que suelen ser exageradamente cumplidores y dad intelectual significativamente inferior al promedio
serios en su comportamiento. (CI � 70) y déficit o alteraciones concurrentes de la ac­
tividad adaptativa actual en comunicación, cuidado per­
Trastorno por estrés o estrés postraumático sonal, vida doméstica, habilidades sociales/interperso­
nales, autocontrol y otras áreas del comportamiento.
Es un trastorno en el que la persona ha sido ex­ Existen diversos grados discapacidad intelectual:
puesta, sufrido, experimentado, presenciado, o bien le leve (CI 55-70), moderado (CI 35-55), grave (CI 25-
han relatado un acontecimiento traumático consisten­ 35) y profundo (CI < 25).
te en muertes o amenazas para su integridad física o
la de los demás, al que ha reaccionado con miedo, Otros trastornos madurativos
horror o desesperación intensos. El acontecimiento es
reexperimentado repetidamente a través de recuer­ Pueden manifestarse como alteraciones o trastor­
dos, sueños, estímulos que recuerdan el aconteci­ nos ·de aprendizaje en determinadas áreas cognitivas
miento o sensación de estar reviviéndolo, con gran o psicomotoras: trastorno de la lectura, del cálculo, de
malestar psicológico y repercusión fisiológica o somá­ la expresión escrita, del lenguaje expresivo o recepti­
tica. Se desarrolla como consecuencia un comporta­ vo-expresivo, fonológico (articulación), tartamudeo,
miento de evitación, ausente antes del trauma, con­ del desarrollo de la coordinación.
sistente en esfuerzos para evitar pensamientos,
conversaciones, actividades, lugares, personas y todo Trastornos por déficit de atención con
otro estímulo que lo recuerde; incapacidad para recor­ hiperactividad (Attention Deficit
dar un aspecto importante del acontecimiento, reduc­ Hyperactive Disorder, ADHD)
ción del interés o participación en actividades, restric­
ción de la vida afectiva, sensación de desapego y Se caracteriza por desatención o dispersión de la
pesimismo. Hay dificultad en conciliar el sueño, hiper­ atención asociado a hiperactividad o impulsividad mo­
vigilarcia, irritabilidad, dificultad para concentrarse y toras. El niño no presta atención suficiente a detalles
sobrer altos exagerados. o incurre en errores por descuido en las tareas esco­
Los síntomas comienzan al poco tiempo del trauma, lares, tiene dificultades para mantener la atención en
aunque su reexperimentación puede empezar más tar­ sus juegos, no parece escuchar cuando se le habla,
de. Los pacientes muestran una respuesta exagerada no sigue instrucciones ni finaliza tareas, encargos u
al estímulo adrenérgico, alteraciones en las fases del obligaciones, tiene dificultades para organizarse, evi­
sueño, atención, concentración y memoria. ta o rehúye tareas que requieren un esfuerzo mental
Una forma conocida del trastorno es el llamado sostenido, extravía objetos, se distrae fácilmente y es
"trauma de guerra", trastorno descripto en excomba­ descuidado. Es hiperactivo, inquieto, se remueve en
tientes. En éstos es tanto más frecuente cuanto más su asiento, mueve en exceso manos y pies, abando­
intensos han sido los combates en que han participa­ na su asiento en clase, corre o salta excesivamente,
do. En mujeres ocurre en las que han sido víctimas de manipula o arroja al suelo objetos incesantemente (lo
agresiones personales (violencia, violación). Se pue­ que exaspera a allegados), habla en exceso. Es im­
de asociar a depresión y abuso de sustancias. Pare- pulsivo: responde antes de tiempo, no espera su tur-

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19. SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRIGA Y COMPORTAMIENTO 465

no, interrumpe o se inmiscuye en actividades de otros. . Otros trastornos generalizados del desarrollo
La hiperactividad e impulsividad pueden ser mínimas
o no estar presentes. El síndrome puede prolongarse Trastorno o síndrome de Rett: entre los 5 meses y
hasta la adultez. Antiguamente se lo denominaba dis­ los 4 años de edad, se produce una detención o desa­
función cerebral mínima. celeración del desarrollo cerebral y craneal, que hasta
ese momento había sido normal. Se pierden las habili­
Trastornos generalizados del desarrollo dades manuales previamente adquiridas, que se reem­
plazan por movimientos estereotipados (frotarse las
Trastornos del espectro autista manos), hay grave retraso lingüístico y psicomotor e in­
coordinación de la marcha y movimientos del tronco.
Trastorno autista: es una alteración cualitativa
de la interacción social y de la comunicación aso­ Trastornos de la conducta alimentaria
ciada a patrones estereotipados de comportamien­
to. Aparece antes de los 3 años de edad. El pacien­ Anorexia y bulimia nerviosas
te muestra incapacidad para desarrollar relaciones
o compartir o disfrutar con otros intereses y objeti­ La anorexia se caracteriza por un patrón de con­
vos, falta de reciprocidad social o emocional, y al­ ducta consistente en rechazo a mantener el peso cor­
teración de formas de comunicación no verbal poral igual o por encima del valor mínimo normal, con
(contacto visual, expresión facial, gestos, actitudes miedo intenso a aumentar de peso o "engordar". Hay
o posturas). Hay ausencia o retraso de lenguaje una alteración de la percepción del peso o silueta, con
oral, o dificultad para iniciar o mantener una con­ exageración de su importancia y negación del peligro
versación, y lenguaje estereotipado. En el compor­ que puede representar bajar exageradamente de pe­
tamiento se observan estereotipias y manierismos so. Se observa con mayor frecuencia en mujeres, en
motores, repetitivos, con adhesión perseverante a las que se acompaña de amenorrea.
rutinas o rituales y preocupación exagerada por La anorexia se asocia con frecuencia a la bulimia, en
partes de objetos. la que se producen frecuentes atracones de comida,
Trastorno de Asperger: similar al trastorno autista, con ingesta exagerada de alimento en lapsos cortos y
y formando parte del mismo espectro, es una altera­ sensación de descontrol o no poder parar de comer. Se
ción cualitativa de la interacción social con patrones agregan conductas compensatorias inapropiadas y rei­
estereotipados de comportamiento, pero en este caso teradas, con el fin de no ganar peso (provocación de
sin alteración significativa de la comunicación, lengua­ vómitos, uso excesivo de laxantes, diuréticos o ene­
je o desarrollo cognitivo. mas, exceso de ejercicio).

Semiología psiquiátrica y comportamiento: sinopsis

Exploración de la conducta o comportamiento


Alteración psiquiátrica:
con conciencia de enfermedad
sin conciencia de enfermedad (alienación)
Psicosis: incapacidad para distinguir lo real de lo no real, "realidad" alternativa. Puede cursar con o sin conciencia
de enfermedad.

Exploración
Interrogatorio
Afectividad:
Exacerbación:
Hipertimia placentera: euforia, moría, hipomanía, manía
Hipertimia displacentera (distimia): depresión, melancolía
Inhibición: hipotimia o indiferencia afectiva
Paratimias (alteraciones cualitativas): labilidad, tenacidad, ambivalencia afectivas, perplejidad, catatimia
Percepción:
Alucinaciones: auditivas, visuales, olfativas, gustativas y táctiles.
Ideación: ideas concretas, abstractas, símbolo, creencias, mágicas, intuitivas
Alteraciones cuantitativas: ideación acelerada o retardada

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466 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Alteraciones cualitativas:
Ideas delirantes: megalómanas, místicas, hipocondríacas, melancólicas, de perjuicio, de control, refe­
renciales, persecutorias, reivindicatorias, celotípicas
Ideas obsesivas: puras, impulsivas, fóbicas
Ideas sobrevaloradas
• Pensamiento:
Alteraciones del curso: aceleración, retardo/bloqueo, minuciosidad, tangencialidad, perseveración, intercepta­
ción, rigidez, estereotipia, retumbamiento
Alteraciones del contenido: pensamientos incoherente, delirante, obsesivo
• Imaginación: reproductora y creadora
Alteraciones cuantitativas: exacerbación, inhibición
Alteraciones cualitativas: mentira/fabulación, aplanamiento
Voluntad (actividad): etapas implícita (intencional) y explícita (ejecutiva)
• Alteraciones de la etapa implícita: hipo o abulia, impulsos, compulsiones
• Alteraciones de la etapa explícita: ecopraxia, amaneramiento, estereotipias, negativismo
Personalidad: rasgos-patrón

Métodos de exploración
• Psicodiagnóstico:
Tests de inteligencia: WAIS (inteligencia/eficiencia), Bine!
Tests de personalidad: Rorschach
• Psicoanálisis

Síndromes psiquiátricos
Trastornos de la personalidad
Grupo A: paranoide, esquizoide, esquizotípico
Grupo B: narcisista, histriónico, antisocial, límite
Grupo C: obsesivo-compulsivo, por evitación, por dependencia
Trastornos del estado de ánimo:
Primarios o endógenos
Secundarios, exógenos o reactivos
• Trastornos depresivos:
Trastorno depresivo mayor (con predominio vegetativo: melancolía)
Trastorno distímico
Trastorno bipolar
Trastornos psicóticos:
Esquizofrenia
Otros: delirante, esquizofreniforme, psicótico breve, esquizoafectivo, compartido, inducido por sustancias,
secundarios
Trastornos de ansiedad:
• Ataque o crisis de pánico o angustia
Fobias
Trastorno de ansiedad generalizado
• Trastorno obsesivo-compulsivo
• Trastorno por estrés o estrés postraumático
Trastornos de inicio en la infancia o adolescencia
Discapacidad intelectual o trastorno del desarrollo intelectual
Otros trastornos madurativos: según el área cognitiva o psicomotora afectada
Trastornos por déficit de atención con hiperactividad
• Trastornos generalizados del desarrollo:
Trastornos del espectro autista
Trastorno autista
• Trastorno de Asperger
Otros trastornos generalizados del desarrollo
Trastorno o síndrome de Rett
Trastornos de la conducta alimentaria:
• Anorexia/bulimia

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20
E studios complementarios

Como su nombre lo indica, estos estudios comple­ cios perivasculares, por filtración y secreción. Circula
mentan al examen clínico. En algunos casos (imágenes por las cavidades ventriculares y espacios subaracnoi­
en los tumores o lesiones vasculares, EEG en la epilep­ deos, y se reabsorbe en su mayor parte en las vellosi­
sia, EMG en las lesiones radiculares o tronculares), si dades aracnoideas. Se desplaza caudalmente desde
son positivos prácticamente certifican el diagnóstico. los ventrículos laterales, pasa por el agujero de Monro
En otros (imágenes en demencias o en síndrome con­ al tercer ventrículo, luego al cuarto ventrículo a través
fusional), a veces aportan datos sin certificar el diag­ del acueducto de Silvia, y después a las cisternas ba­
nóstico, y otras veces resultan normales en presencia sales por los agujeros de Luschka y Magendie, desde
de un examen clínico claramente anormal. donde se distribuye al resto del espacio subaracnoi­
Por eso, nunca lo suplantan. La forma correcta de deo. Brinda protección mecánica al encéfalo y la mé­
llegar a un buen diagnóstico es seguir adecuadamen­ dula, y transfiere sustancias entre el tejido nervioso y
te los pasos del examen: el interrogatorio, que correc­ el medio interno.
tamente efectuado debe poder brindar un 50% de po­ En un contexto clínico, el LCR se obtiene para su
sibilidades diagnósticas, el examen fisico-semiológico, análisis por punción lumbar (PL). Actualmente la PL
que brinda un 30% más, y luego los estudios comple­ para estudiar el LCR se efectúa con menos frecuencia
mentarios, que aportarán el 20% restante. Lo impor­ que en el pasado, gracias al progreso de otros estu­
tante de seguir esta secuencia es que un adecuado dios complementarios, como las imágenes, de mayor
interrogatorio y examen semiológico orientará mejor al precisión diagnóstica.
médico a ordenar aquellos estudios que sean relevan­
tes, descartando otros que serán superfluos, sobrea­ Técnica de la punción lumbar
bundarán en información inútil y además generarán
gastos innecesarios al paciente y al sistema de salud. Se utilizan agujas estériles descartables, especial­
Inversamente, un correcto abordaje clínico inicial po­ mente diseñadas para PL, de calibre variable: los más
sibilitará una apropiada y equilibrada interpretación de utilizados son 1 8G, 1 9G, 20G o 21G. Las agujas son
los resultados de los estudios complementarios. De­ huecas, con el extremo distal biselado y el orificio en la
masiados errores, que incluso dan lugar a demandas punta, y mango en el extremo proximal. Lleva un man­
medicolegales, se cometen por interpretar errónea­ dril gue calza dentro de la aguja y obtura el orificio dis­
mente esos resultados, sin considerarlos en el contex­ tal. Ultimamente se han diseñado nuevas agujas llama­
to de la evaluación clínica justamente porque la mis­ das "atraumáticas", de superficie extremadamente lisa
ma ha sido deficiente o incompleta. y deslizante, en las que el orificio, de forma oval (1,5
Se mencionarán a continuación aquellos estudios mm), se ubica lateralmente, en lugar de en el extremo,
de mayor importancia diagnóstica en los trastornos del y éste es cerrado, terminando en forma de ojiva.
sistema nervioso, señalando en cada caso los síndro­ - El operador coloca al paciente sentado o acostado
mes o patologías en los que su utilidad es mayor. Se en decúbito lateral, con la mayor flexión posible del
soslayará la descripción de sus características técni­ tronco, para obtener con ello una buena separa­
cas, que puede encontrarse en textos especializados. ción entre las apófisis espinosas.
- Marca la altura de las crestas ilíacas.
- Las une luego con una cinta o hilo y se marca con
Examen del líquido cefalorraquídeo (LCR) la uña, en cruz, la piel de la línea media a la altura
de la columna, que corresponde aproximadamente
El LCR circula por el espacio subaracnoideo y sus a la V vertebra lumbar, y algo por encima el espacio
ensanchamientos, las cisternas. Se genera en los ple­ comprendido entre la IV y la V vértebra lumbar, que
xos coroideos de los ventrículos laterales, y los espa- será el lugar en que se efectuará la punción.

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468 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

mo agua en abundancia durante el reposo. A veces la


cefalea pospunción puede durar varios días.

Semiología del LCR

Comprende la determinación de la tensión, aspec­


to, exámenes citológico, químico y bacteriológico y
eventualmente el cultivo.

Tensión o presión
Se mide con el manómetro de Claude (fig. 1 9-1) o
Ayer (el primero es de tipo aneroide y el segundo de
agua). Cuando se obtiene por punción lumbar, la ten­
Fig. 19-1. Manómetro de Claude. sión en posición sentada en el paciente adulto oscila
entre 1 8 y 25 centímetros de agua. En posición hori­
zontal (decúbito lateral con la cabeza al mismo nivel
- Pincela la columna con alcohol yodado en forma que la columna lumbar), la tensión es menor, oscilan­
circular y centrífuga (en espiral), hasta los flancos.
do entre 8 y 18 centímetros de agua. La tensión au­
- Desinfecta sus manos con un antiséptico y usando menta con el peso, por aumento de la presión abdo­
guantes estériles, efectúa primero una inyección minal, y en obesos puede ser de hasta 25 cm en
intradérmica de un anestésico local (lidocaína al decúbito lateral. Se puede tener una idea de la ten­
2%). Luego espera unos minutos y evalúa el efec­ sión, observando cómo sale el LCR por la aguja. Si la
to de la anestesia tocando suavemente el área tensión es normal, fluye gota a gota.
anestesiada con una gasa estéril, para comprobar Si se comprimen ambas yugulares en forma simul­
la pérdida de sensibilidad. tánea, maniobra denominada de Queckenstedt-Stoo­
- Luego quita la aguja de su envase, la toma por el key (fig. 1 9-2), la presión aumenta rápidamente hasta
extremo del mandril y la introduce exactamente en 40 cm o más luego de 10 segundos de compresión; al
el punto marcado, empujándola hacia adelante y cesar la misma, la presión vuelve al nivel original en
un poco hacia arriba, hasta vencer una cierta re­ un plazo no mayor de 1 O segundos. Esto indica que la
sistencia correspondiente al ligamento amarillo. circulación del LCR es libre. Sin embargo, una prueba
- Retira entonces el mandril y observa si fluye el normal no excluirá la existencia de un bloqueo incom­
LCR. Es conveniente, al retirar el mandril, conectar
pleto de la circulación del LCR. En estos casos, al rea­
la aguja con el manómetro de Claude, para deter­ lizar la compresión yugular, la presión se eleva rápida­
minar así la tensión del líquido (fig. 1 9-1 ). mente, casi como en el normal, pero la caída es lenta
Recoge el LCR en tres tubos de ensayo esteriliza­ y el nuevo nivel de la tensión queda por encima del
dos; en el primero recolecta las gotas iniciales, que
inicial.
pueden venir con sangre de la punción; en el se­ La maniobra de Queckenstedt-Stookey no deter­
gundo recoge la mayor parte y será la muestra que mina aumento de la presión del LCR cuando hay blo­
se utilizará para el examen, y en el tercero coloca­
queo o impedimento completo de la circulación del
rá unos cristales de oxalato de potasio para evitarmismo, como ocurre en las compresiones o bloqueos
la coagulación, que enviará para el examen citoló­ medulares. Sin embargo, en estos casos, si el pa­
gico. En general no se extraen menos de 1 O cm3 ciente contiene la respiración o hace esfuerzos, la
en total. Se debe obtener el líquido muy lentamen­ respuesta a la compresión yugular puede simular ser
te y la presión no deberá reducirse por debajo de normal.
la mitad inicial. Finalmente, la maniobra de Queckenstedt-Stookey
Después de la PL el paciente debe permanecer en puede ser positiva de un solo lado, como sucede en
decúbito ventral durante algunas horas en posición los casos de trombosis de un seno venoso encefálico
horizontal, sin almohadas, para evitar el rezumamien­ o de una vena yugular. En estos casos, la maniobra
to de LCR a través del agujero de punción de la dura­ sólo es positiva al comprimir la vena yugular del lado
madre. La PL puede provocar en ciertos pacientes ce­ no afectado.
falea intensa al sentarse, que disminuye o desaparece Se debe señalar que la maniobra de Queckens­
al acostarse, y se debe a hipotensión del LCR poste­ tedt-Stookey se ha ido dejando de lado, hoy en día,
rior a la PL. Se puede tratar haciéndole beber al enfer- por la posibilidad de que la misma, al producir una

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 469

o 50

Fig. 19-2. Maniobra de Quec­


kenstedt-Stookey. A, nonnal; 8,
bloqueo del liquido cefalorraqui-
deo por compresión medular alta.
marcada diferencia de presiones, pueda agravar una En estado patológico, puede presentar las siguien­
compresión medular en su comienzo. Aun la punción tes variaciones en su aspecto:
lumbar, sin efectuar esta maniobra, puede producir di­ LCR claro, pero formándose, cuando se lo deja al­
cha agravación, por lo que se deberá valorar estricta­ gún tiempo en reposo, un leve retículo fibrinoso con
mente la necesidad de la misma. aspecto de velo de novia, que flota en su seno con el
Si se va a efectuar una mielografía, es aconsejable movimiento y que es indicio de inflamación meníngea
extraer el líquido al efectuar la punción, antes de la in­ (red de Mya). Es indicio de meningitis tuberculosa, pe­
troducción de la sustancia de contraste. ro no siempre se lo observa. En esta enfermedad el
La tensión del LCR puede descender (hipotensión) LCR es a menudo claro y de aspecto normal.
o aumentar (hipertensión). LCR opalescente o turbio. Se debe a la presencia
Hay hipotensión cuando, con el paciente acostado, de piocitos (polimorfonucleares). Varía desde una
se registran tensiones de 4 cm de agua o menos. Por simple turbidez a una purulencia franca. Indica menin­
el contrario, se considera que hay hipertensión cuan­ gitis purulenta.
do la tensión, con el paciente en la misma posición, se LCR hemorrágico. En este caso hay que dilucidar,
encuentra por encima de los 25 cm de agua. por medio de la prueba de los tres tubos si la sangre
La salida del líquído, en el caso de hipotensión, se procede del espacio subaracnoideo o bien de una ve­
hace muy lentamente, en tanto que en los casos de na cutánea o epidural por acción traumática de la PL.
hipertensión, el líquido fluye a chorros. Si la hemorragia es subaracnoidea, el aspecto he­
Se observa hipotensión en la compresión medular morrágico será idéntico en los tres tubos. Si única­
total o en procesos que originan abundante pérdida lí­ mente se tiñe el primero y con menor intensidad los
quida, por ejemplo, shock, vómitos, diarreas, deshi­ otros, o sea si se destiñe, la hemorragia provendrá del
dratación. traumatismo local.
Existe hipertensión en el síndrome de hipertensión Subrayamos nuevamente que en la actualidad se
endocraneana, pudiendo llegar a 80 centímetros de prefiere no realizar la PL ante la sospecha de hemo­
agua y aun más (véase este síndrome). rragia intracraneal, por la posibilidad de agravación.
Cuando haya signos clínicos de hipertensión endo­ En casi todos los casos este diagnóstico se hace hoy
craneana, sobre todo si hay edema de papila, debe evi­ en día con imágenes cerebrales.
tarse la PL, pues la descompresión brusca puede deter­ LCR xantocrómico. Cuando la hemorragia lleva un
minar la muerte del paciente por enclavamiento bulbar. tiempo de producida, el líquido puede perder su as­
pecto sanguinolento y adoptar, por degradación de la
Aspecto hemoglobina, un color amarillento: xantocromía (del
griego xanthos, amarillo, y chroma, color). También
El LCR normal es límpido, claro, e incoloro como el puede observarse xantocromía por ictericia e hiper­
cristal de roca. Depositado en un tubo, no precipita ni proteinorraquia (meningitis, compresión medular total,
coagula. síndrome de Guillain-Barré). Si a una xantocromía acen-

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470 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

tuada se une coagulación masiva, se constituye el clá­ Examen químico


sico síndrome de Nonne-Froin. Se observa en la com­
presión medular, pero la PL ya no se indica en estos El LCR representa desde el punto de vista químico
casos. un ultrafiltrado del plasma sanguíneo ligeramente mo­
dificado. Sus componentes principales son:
Examen citológico Proteínas. Las proteínas totales tienen un valor
normal en el adulto de 1 5 a 45 mg¾ (1 50-450 mg/I).
El LCR normal no contiene más de 4 células/mm3, El 80% corresponde a albúmina y el 20% a globulinas.
habitualmente linfocitos, y a veces mononucleares Gran parte de estas proteínas provienen de la sangre,
grandes. Cuando el número de células se eleva a 1 0/ y su llegada al espacio subaracnoideo tiene lugar por
mm3, hay pleocitosis ligera; si llega a 50/mm3, hay filtración selectiva a nivel de los plexos coroideos y es­
p/eocitosis moderada y cuando es mayor, p/eocitosis tá regida por el peso molecular. Por ello, las proteínas
intensa. comprobables en el LCR no tienen un peso molecular
En las pleocitosis la fórmula citológica puede ·superior a 1 50.000. Un pequeño porcentaje es de ori­
mostrar linfocitos o polinucleares neutrófilos en pro­ gen hístico, y no se las halla en el plasma humano
porción que varía según el proceso causal. En algu­ normal, sino en extractos de tejido cerebral.
nas afecciones pueden observarse abundantes he­ El espectro proteico de origen plasmático en el
matíes (encefalitis por herpes simple, absceso LCR está formado por las siguientes fracciones:
cerebral).
Fracciones Peso molecular
P!eocitosis moderadas o intensas con predominio
de linfocitos: Prealbúmina 61 .000
meningitis tuberculosa; Albúmina 69.000
meningitis viral; Alfa-1-glucoproteína ácida 44.100
meningitis criptocócica; Alfa-2-antitripsina 45.000
encefalitis; Haptoglobina 1 00.000
neurosífilis; Ceruloplasmina 160.000
poliomielitis anterior aguda; Hemopexina 80.000
meningitis linfocitaria benigna; Transferrina 90.000
micosis. lgG 1 50.000
lgA (vestigios) 180.000
Pleocitosis moderadas o intensas, con predominio
de polinuc/eares neutrófilos (:: 75%, 500-1.000 cé/u­ La prealbúmina y la transferrina parecerían tener
/as/mm3, eventualmente piocitos): una función especial; la primera muestra una concen­
meningitis bacterianas (meningococos, hae­ tración relativamente alta.
mophy!us, neumococos, estafilococos); En estados patológicos, la proteinorraquia puede
- absceso cerebral. sufrir importantes modificaciones que corresponden a
procesos propios del sistema nervioso, o ser reflejo de
P!eocitosis ligeras, con predominio polinuc/ear o enfermedades extraneurológicas que cursan con mo­
linfocitario: dificaciones de las proteínas plasmáticas, como míe­
- reacciones meníngeas: meningitis serosas o loma (plasmocitoma), síndrome nefrótico o cirrosis he­
procesos infecciosos vecinos a las meninges pática. En general todo aumento de células va
(mastoiditis, sinusitis paranasales). En estos ca­ acompañado de aumento de las proteínas; de lo con­
sos, la pleocitosis puede hacerse intensa y con trario se produce la denominada disociación proteino­
predominio de polinucleares, sin que se pueda citológica o albuminocitológica.
encontrar germen alguno en LCR, constituyendo Se observa aumento de proteínas totales (hiper­
reacciones meníngeas asépticas. proteinorraquia) en:
meningitis bacterianas, virales y TBC;
Pleocitosis con predominio de eosinófilos: cisticercosis - encefalitis;
poliomielitis anterior aguda;
Pueden hallarse en otros procesos patológicos: he­ - neurosífilis;
matíes, histiocitos, plasmocitos (mieloma) y células - tumores u otros procesos que bloquean el con-
neoplásicas {leucosis, meningitis carcinomatosa). ducto raquídeo;

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 471

- síndrome de Guillain-Barré: aparece a los 7-10 encefalitis alérgica experimental (EAE), que se conside­
días con disociación albuminocitológica; ra el modelo experimental de la esclerosis múltiple hu­
- vasculitis o angeítis granulomatosa del sistema mana. Es de valor, entonces, el poder determinar esta
nervioso central; proteína en el LCR, por radioinmunoensayo. La presen­
compresión o bloqueo medular: con síndrome cia de proteína básica mielínica en el LCR no es espe­
de Nonne-Froin (cuadro 19-1). cífica ni diagnóstica de esclerosis múltiple porque otros
El aumento de globulinas es compatible con una procesos pueden aumentarla, como infartos y hemorra­
cantidad normal de proteínas totales aunque, general­ gias cerebrales, leucodistrofias, leucomalacias, leu­
mente, en todos los casos de aumento de proteínas coencefalopatia multifocal progresiva y mielitis trans­
totales hay aumento del componente globulínico. versa. Este estudio tiene en la esclerosis múltiple valor
La elevación de las globulinas puede determinar­ de seguimiento, ya que aumenta particularmente en
se por electroforesis, inmunoelectroforesis y deter­ ocasión de los brotes, constituyendo un estudio que va­
minación inmunoquímica de las diferentes fraccio­ lora la actividad clínica de la enfermedad. La concentra­
nes proteicas. En la esclerosis múltiple, en procesos ción normal de proteína básica mielínica es menor de 4
inflamatorios de evolución crónica (sífilis, micosis) y nanogramos/ml. En los brotes agudos de esclerosis
en la leucoencefalitis esclerosante subaguda de van múltiple la misma puede aumentar a cifras del orden de
Bogaert, la proteinorraquia total es normal o sólo es­ 60 o más nanogramos/ml.
tá aumentada levemente, pero su inmunoelectrofo­ Glucosa. Concentración normal: 40-60 mg¾ en el
resis revela un aumento franco de la y-globulina, que paciente en ayunas ("la mitad que en sangre"). Puede
muestra además heterogeneidad, es decir, distribu­ disminuir (hipoglucorraquia) o aumentar (hipergluco­
ción discontinua u oligoclonal: por ejemplo, acentua­ rraquia).
ción del trazo de precipitación de la inmunoglobulina Se debe siempre correlacionar la glucorraquia con
G y, en algunos casos, una segunda línea de preci­ la glucemia. En razón de la barrera hematoencefálica,
pitación accesoria, paralela o unida parcialm'e nte la glucorraquia normal corresponde a los valores de
con la línea principal. La inmunoelectroforesis mues­ glucemia hallados dos horas antes de la punción lum­
tra en la neurosífilis y en la tripanosomiasis alteracio­ bar. De este modo se evitarán malas interpretaciones
nes de la lgA y de la lgM. En enfermedades de tipo de la cifra de glucorraquia, dado que esta última co­
degenerativo como atrofias cerebrales y cerebelo­ rresponde, en líneas generales, al 60% de la cifra de
sas, esclerosis lateral amiotrófica, neuroanemia o glucemia.
síndrome de Lichtheim se ha encontrado una frac­ La hipog/ucorraquia se observa en las meningitis
ción llamada tau-globulina , que se ubica entre la 13 y agudas purulentas y en la meningitis tuberculosa; en
la a-globulina. estos casos la disminución de la glucosa puede llegar
En los últimos años se ha podido determinar la pre­ hasta el estado de vestigios. Las variaciones de la glu­
sencia y concentración de la llamada proteína básica cosa constituyen un índice de mejoría, agravación o
mielínica en el LCR. Esta es una proteína que forma recaída en el curso de la meningitis tuberculosa: Tam­
parte en un 30% de la composición de la mielina, sien­ bién hay hipoglucorraquia en la meningitis carcinoma­
do el 70% restante de la misma, de composición lipídi­ tosa y en la hipoglucemia. No suele bajar la glucosa
ca. Un proceso desmielinizante de cualquier origen li­ en las meningitis virales o en las reacciones menín­
bera esta protelna al LCR. Al mismo tiempo, la geas asépticas.
inyección de proteína básica mielínica produce en el La hiperg/ucorraquia se observa en la diabetes me­
animal de experimentación (conejo, cobayo) la llamada llitus, aunque el aumento de la cifra de glucosa se ha-
Cuadro 19-1. Proteínas del LCR en varias enfermedades

Enfermedad Aspecto Total proteínas (mg/100 mi) Reacciones globulínicas

Normal Claro, incoloro 15 a 45 Negativo o leve


Meningitis purulenta Turbio o purulento, con pleocitosis 100 a 500 + a +++
Meningitis tuberculosa Incoloro, retículo fibrinoso, pleocitosis 50 a 300 + a +++
Meningitis linfocitaria benigna Claro, incoloro, linfocitosis 30 a 100 Negativo
Encefalitis Claro, incoloro, con pleocitosis 15 a 100 Negativo
Poliomielitis aguda Claro, incoloro 10 a 300 Negativo
Esclerosis múltiple Claro, incoloro 25 a 50 Negativo o +; sólo aumenta
la gammaglobulina

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472 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

ce en menor proporción que en la sangre. Moderada de ácidos nucleicos, a punto de partida de ADN o ARN
o ligera hiperglucorraquia se encuentra en la encefali­ preexistente, que actúa de patrón u horma original. In­
tis letárgica, en las reacciones meníngeas asépticas, ducir esa reacción permite identificar el patrón inicia­
en las virosis, uremia y poliomielitis. Las meningitis o dor y con ello determinar el virus causal.
encefalitis que lesionan el diencéfalo pueden ocasio­
nar hiperglucorraquia. Reacciones biológicas
Cloruros. Concentración normal: 700-750 mg%.
Puede haber hipoclorurorraquia o, raramente, hiper­ Diagnóstico de la sífilis. Se utilizan fundamental­
clorurorraquia. mente dos reacciones: VDRL y FTA-Abs (o su equiva­
Se observa hipoclorurorraquia acentuada en las lente, MHA-TP).
meningitis bacterianas y especialmente en la meningi­ La reacción de VDRL (Venereal Diseases Re­
tis tuberculosa de los niños (500-550 mg%), donde search Laboratory) es positiva en los casos de sífilis.
constituye un signo muy importante. En las meningitis Sólo se positiviza en plasma algunas semanas des­
agudas, las cifras oscilan alrededor de 650 mg%. pués de la aparición del chancro de inoculación. En el
También se encuentra hipoclorurorraquia en infeccio­ LCR es positiva en caso de neurolúes, aun en ausen­
nes sistémicas (neumonía). cia de síntomas neurológicos. No se negativiza con el
Hiperclorurorraquia ligera puede observarse en. las tratamiento. No es específica: puede ser positiva en
afecciones con retención clorurada: síndrome nefróti­ hiper-y-globulinemias, paraproteínemias, colagenopa­
co, uremia. tías, embarazo y, a veces, sin causa identificable.
La clorurorraquia tiene importancia en el diagnósti­ La reacción específica para sífilis es la FTA-Abs
co diferencial: en casos de meningoencefalitis con (Fluorescent Treponema AntibodyAbsorption). Es más
LCR claro (viral vs. TBC), la normoclorurorraquia abo­ frecuentemente positiva que la VDRL, y los falsos po­
na la primera. sitivos son mucho menos frecuentes. Es excepcional
que un paciente tenga ambas reacciones falsamente
Componentes normales del LCR positivas, por lo que la FTA-Abs se efectúa para confir­
mar L¡na sospecha de sífilis en presencia de una VDRL
Proteínas totales 15 a 45 (mg/100 mi) positiva. La VDRL es el estudio de rutina y catastro pa­
Albúmina 10 a 30 (mg/100 mi) ra sífilis, siendo menos complicada y costosa.
Globulinas 5 a 15 (mg/100 mi) Otras reacciones. En el LCR pueden realizarse
Glucosa 40 a 80 (mg/100 mi) reacciones similares a las del suero como ía de Sabin­
Cloruros 700 a 750 (mg/100 mi) Feídman para toxoplasmosis, la de Machado-Guerrei­
Sodio 138 a 150 (mEq/I) ro para tripanósomiasis, la de Huddleson para bruce­
pH 7 ,45 losis y la de HIV para SIDA.
Utilidad clínica de la punción lumbar y del
Examen bacteriológico examen del LCR

Se efectúa para determinar el germen causal de Utilidad diagnóstica


las meningitis bacterianas: meningococo, bacilo de
Koch, haemophylus, estafilococo, estreptococo, neu­ El examen de LCR es útil para el diagnóstico de las
mococo, bacilo de Eberth, menos frecuente Kle!;siella siguientes situaciones:
pneumoniae, criptococo y otros hongos. En algunos
casos se aíslan dos clases de gérmenes (infecciones - Diferenciación etiológica de las meningitis y menin­
mixtas). Se lo debe completar con cultivo y antibiogra­ goencefalitis: véase cuadro 19-1 .
ma del germen sospechado. - Síndrome de Guillain-Barré: para la búsqueda de
En las meningoencefalitis virales se podrá determi­ disociación albuminocitolágica (aumento de protei­
nar elevación de los títulos de anticuerpos en la fase norraquia con células eri cantidad normal), des­
aguda, eventualmente aislarse el agente mediante pués de 7-10 días de instalado.
cultivo de muestras de faringe, heces y LCR, en el que - Neuropatías periféricas crónicas, inflamatoria o des­
es raramente positivo. Actualmente puede lograrse, mielinizante: para determinar hiperproteinorraquia.
en centros de referencia, un diagnóstico más preciso - Hemorragia subaracnoidea, en el caso en el que
mediante la llamada PCR (Polymerase Chain Reac­ las imágenes sean negativas. Si éstas muestran la
tion, reacción de polimerasas en cadena). Las polime­ hemorragia, la PL es innecesaria y es mejor no
rasas son varias enzimas que catalizan la formación efectuarla.

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 473

- Enfermedad desmielinizante (esclerosis múltiple): - Compresiones y tumores medulares (peligro de en­


para la búsqueda de banda oligoclonal, dosaje de clavamiento medular). Tampoco es ya útil ante la
inmuglobulinas y dosaje de proteína básica de la posibilidad diagnóstica de la RMI.
mielina. - Infecciones en el sitio de punción (piel y celular
- Enfermedades metabólicas del sistema nervioso subcutáneo).
(neurometabolias): dosaje de determinados com­ Diátesis hemorrágicas o paciente anticoagulado.
puestos según la enfermedad.
- Neurosífilis: para efectuar las reacciones de VDRL,
FTA-Abs o MHA-TP. Exploraciones bioquímicas especiales
- Vasculitis granulomatosa del sistema nervioso cen­
tral: para buscar aumento de proteínas y variacio­ En las neurometabolias, enfermedades metabóli­
nes en la celularidad. cas que afectan al sistema nervioso, ciertas determi­
Meningitis carcinomatosa o leucótica: para buscar naciones bioquímicas permiten efectuar el diagnósti­
aumento de proteínas y células malignas. co. Algunos ejemplos son:
Hipertensión intracraneal idiopática (seudotumor
cerebral), para comprobar ascenso en la presión - Oligofrenia fenilpirúvica: la fenilalanina se acumula
del LCR, habiéndose descarlado previamente pre­ en suero y tejidos, pudiendo ser hasta 30 veces su­
sencia de tumor. perior a lo normal, y se elimina por la orina como
Enfermedad de Jakob-Creutzfeldt: para dosar pro­ ácido fenilipirúvico. Se pone de manifiesto al tomar
teína 14-3-3, aunque no patognomónica, aumenta­ la orina un color verde oliva oscuro cuando se le
da en esta enfermedad. agrega ácido acético y unas gotas de solución de
- Inyección de sustancias de contraste para efectuar cloruro de hierro al 5 o al 10 por ciento. El test de
mielografía o mielorradiculografía: esta indicación Guthrie (crecimiento de bacil/us subtilis) evidencia
ha caído prácticamente en desuso desde el adve­ el nivel elevado de fenilalanina en la sangre.
nimiento de la resonancia magnética. - Enfermedad de Hartnup (síntomas pelagroides
asociados a ataxia cerebelosa y a debilidad men­
Utilidad terapéutica tal), aumento urinario de indicán y ácido indolacé­
tico.
- Tratamiento de la hidrocefalia normotensiva (sín­ Síndrome de Lowe (arreflexia, glaucoma, retardo
drome de Hakim-Adams), mediante PL repetida, mental): aminoaciduria.
con el objeto de drenar LCR en exceso, que no se - Argininasuccinoaciduria (retardo mental, ataxia,
reabsorbe normalmente, para aliviar las conse­ ataques epilépticos): aumento de ácido arginina­
cuencias de la hidrocefalia. succínico en orina, sangre y LCR.
- Parche raquídeo: tratamiento de la hipotensión in­ Enfermedad de la orina de jarabe de arce (retraso
tracraneal idiopática, por descenso espontáneo en mental, rigidez muscular generalizada, arreflexia,
la presión del LCR, no precedido de PL. Es secun­ mioclonlas, edema cerebral, opistótonos): así lla­
dario a rezumamiento o filtración de LCR, frecuen­ mada por el olor de la orina, en la que hay aumen­
temente por desgarro meníngeo posterior a trauma to de alfacetoácidos correspondientes a valina e
craneal o maniobra de Valsalva intensa. A veces no isoleucina.
hay causa aparente. La presión del LCR es baja. El - Leucodistrofias (afecciones hereditarias con des­
parche se logra inyectando una pequeña cantidad mielinización extensa de la sustancia blanca, dete­
de sangre en el espacio subaracnoideo, que por rioro intelectual progresivo y cuadriplejía espástica):
hemostasia ocluye la filtración. trastornos enzimáticos que pueden detectarse por
- Aplicación de anestesia peridural. el examen de la orina o de los leucocitos.
Administración de fármacos intratecales. - Leucodistrofia metacromática: déficit de arilsul­
fatasa-A;
Contraindicaciones de la punción lumbar Leucodistrofia de células globoides (enferme­
dad de Krabbe): déficit en cerebrosidosulfo­
Hipertensión endocraneana. transferasa.
- Lesiones expansivas en la fosa posterior del crá­ - Enfermedad de Wilson: la cupruria (cobre en orina)
neo (peligro de enclavamiento bulbar). aumenta hasta 20 veces, y la ceruloplasmina plas­
- Hemorragias intraparenquimatosas en las que la PL mática disminuye.
puede agravar el efecto de masa (enclavamiento). Distrofias musculares progresivas: creatinuria au­
Además no se considera ya útil en esta patología. mentada >50 mg/día; la administración oral de

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474 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

8-1 O g de creatina -prueba de sobrecarga- reve­ terminal tenga bajo su dependencia un número pe­
la retención de sólo 20-60% de la creatina adminis­ queño o elevado de fibras musculares, la imagen
trada (normal 70-100%). Aumento plasmático de electromiográfica es fundamentalmente idéntica.
creatinfosfoquinasa o creatinquinasa (CPK o CK), En reposo existe una diferencia de potencial entre
aldolasa y transaminasa glutamicooxalacética la membrana muscular externa, cargada positivamen­
(GOT). te, y su cara interna, cargada negativamente: es el po­
En ciertos trastornos neurológicos se pueden pro­ tencial de reposo. Cuando se excita el músculo, el po­
ducir alteraciones de las globulinas plasmáticas: mie­ tencial de reposo desaparece y aparece el potencial
loma (plasmocitoma, puede presentarse con radiculo­ de acción de la fibra aislada. La amplitud del potencial
patías), enfermedad de Waldenstriim (puede presentar del músculo depende: del número de fibras que se
mononeuritis múltiples, aparece macroglobulina anor­ descarga sincrónicamente, del tamaño de la unidad
mal eventualmente también presente en LCR). motora y del tamaño de los electrodos. La duración
El frío es capaz de desencadenar mononeuritis del potencial de acción es de más fácil apreciación
múltiples sensitivomotoras en las crioglobulinemias, o que la amplitud, pues en ésta puede haber un margen
sea en estados en que existen globulinas precipita­ de error. La duración de un solo potencial es de 8 a 1 5
bles por el frío. metros por segundo. Por regla general, d e u n punto
de derivación pueden explorarse de 4 a 6 unidades
motoras.
Estudios electrofisiológicos En la relajación muscular no hay potencial de ac­
ción, pero aparece un potencial de irritación al clavar
Electromiograma (EMG) o insertar el electrodo en el músculo. Una contracción
voluntaria débil produce potenciales de acción de uni­
Evalúa trastornos neuromusculares, originados ya dades motoras aisladas que tienen una amplitud de
sea en alteraciones de las astas anteriores medula­ 200 microvoltios: trazado simple o intermedio; en una
res, raíces, nervios, unión mioneural o músculos. De­ contracción voluntaria intensa se producen de 20 a 50
tecta los segmentos radiculomedulares afectados, co­ potenciales por segundo, creando lo que se llama un
mo una compresión radicular por protrusión de disco trazado o patrón de interferencia o de reclutamiento,
intervertebral. por superposición de la acción de varias unidades que
Se basa en el registro de potenciales de acción, no pueden descomponerse en sus potenciales aisla­
determinados por la llegada de su impulso, voluntario dos.
o provocado por una corriente externa, a la unión neu­ Los trazados electromiográficos se obtienen: 1) en
romuscular, mediante electrodos de aguja conectados reposo; 2) durante la contracción voluntaria; y 3) du­
con un amplificador, un oscilógrafo de rayos catódicos rante la estimulación física o eléctrica del músculo.
y un altavoz, que permite recibir señales acústicas. Se En la denervación, cuando la fibra muscular pierde
registra en forma de trazado gráfico. Se emplean elec­ su inervación axónica, ya sea por compromiso del
trodos de aguja, que se introducen en profundidad, o nervio (radiculopatía o polineuropatía) o del asta ante­
electrodos superficiales, para registrar la actividad del rior (poliomielitis, esclerosis lateral amiotrófica), se
músculo subyacente. En general, los electrodos per­ producen:
miten determinar hasta un 1 0% de las variaciones de - aumento de la actividad al insertar la aguja;
potencial por la elevada resistencia de los tejidos. - en reposo, potenciales de fibrilación bifásicos y es-
Pueden utilizarse electrodos unipolares o bipolares, o trechos que acústicamente producen un ruido, co­
también multielectrodos que permiten registrar la pro­ mo de llovizna sobre un techo metálico o como de
pagación de la actividad sincrónica, mediante una de­ fritura (figs. 1 9-3, A y B);
rivación simultánea en varios puntos. El músculo fun­ • también en reposo, los llamados potenciales posi­
ciona por unidades motoras (el conjunto de fibras tivos de denervación, que suelen ser más constan­
musculares que están inervadas por un mismo axón). tes y persistentes que los potenciales de fibrilación
El potencial de acción registrado es directamente pro­ (fig. 1 9-4, A y B);
porcional al número de fibras musculares que, consti­ - disminución del reclutamiento, que está en relación
tuyendo la unidad motora, se contraen al mismo tiem­ con la cantidad de unidades motoras afectadas.
po. Los potenciales de acción tienen una frecuencia En las miopatías hay reposo eléctrico en la relaja­
en el músculo esquelético de 30 a 50 impulsos por se­ ción, potenciales aislados de amplitud reducida y du­
gundo y en los músculos oculares de hasta 300 impul­ ración acortada, muy variables entre sí, y patrón de in­
sos por segundo. Aunque varíe la magnitud de la uni­ terferencia o reclutamiento en la contracción mínima,
dad motora, · es decir, aunque una rama nerviosa lo que produce un aspecto y un ruido polifásico carac-

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 477

!erístico. No hay potenciales de fibrilación ní potencia­ puede estar levemente reducida porque se preservan
les positivos de denervacíón, o sea que no hay signos ya sólo neuronas con fibras amielínicas que conducen
de denervacíón. más lentamente el estímulo.
En la miotonía (véase cap. 6), el trastorno de la re­ En las miopatías la velocidad de conducción es
lajación se expresa electromíográficamente por un po­ normal.
tencial decreciente con ruido de "bombardero en pica­ También es útil determinar la latencia de conduc­
da". En la seudomiotonía, dicho potencial se ción nerviosa distal en los síndromes tronculares de
interrumpe en forma brusca, en lugar de disminuir pro­ atrapamiento, por ejemplo, en el síndrome del túnel
gresivamente hasta extinguirse. carpiano (nervio mediano), en el síndrome del canal
En 19 miastenia, en la que hay tendencia a la fati­ de Guyon (nervio cubital) y en el síndrome del túnel
ga, el EMG revela normalidad en los primeros esfuer­ tarsiano (nervio tibia! posterior). La latencia distal, en
zos, pero al irse bloqueando progresivamente mayor estos casos, está prolongada.
cantidad de placas motoras, su voltaje disminuye y lle­ El EMG de fibra única es útil para el diagnóstico de
gará a cero sí se continúa con la estímulacíón. La es­ miastenia. Se obtiene con registros de contracción vo­
timulación repetida produce una disminución progresi­ luntaria en los que el paciente efectúa una mínima
va de la amplitud del potencial de acción obtenido con contracción registrable.
cada estímulo (comportamiento míasteníforme). En el
síndrome de Eaton-Lamberl el resultado es inverso, Utilidad clínica del EMG
es decir, la amplitud aumenta con cada estímulo.
Los signos más precoces de regeneración de una Utilidad diagnóstica
lesión nerviosa se pueden comprobar por medio del
EMG: aparecen potenciales espontáneos de fibrila­ - Afecciones de asta anterior medular: fibrilaciones,
ción y en la contracción, potenciales de acción polifá­ potenciales positivos, velocidad de conducción
sicos (compuestos por más de tres fases). preservada (patrón de denervación).
Se puede determinar la velocidad de conducción Afecciones radiculares y plexuales: permite deter­
motora o sensitiva. La motora se lleva a cabo regis­ minar las raíces afectadas según los niveles en los
trando el potencial en un músculo efector, por ejemplo que se encuentran signos de denervación y poten­
el pedio, y estimulando el nervio de quien el mismo ciales polifásicos, así como el tiempo de evolución
depende (para el pedío, el peroneo común o ciático del trastorno.
poplíteo externo). La velocidad de conducción sensiti­ - Patologías de los nervios craneales: conducción
va se obtiene estimulando un nervio sensitivo, por del nervio facial en las parálisis de Bell, y su con­
ejemplo el sural (safena externo), y registrando el po­ trol evolutivo.
tencial en un punto más proximal del mismo nervio. El Toda patología que afecte el nervio periférico (mo­
cálculo de la velocidad se hace dividiendo el tiempo noneuropatías, polineuropatías, lesiones traumáti­
que tarda en obtenerse el potencial, por la distancia cas): en las neuropatías desmielinizantes (por ej.,
recorrida entre el punto de estimulación y el punto de síndrome de Guillain-Barré) la conducción muestra
registro. La velocidad de conducción disminuye con la velocidad francamente disminuida o bloqueo; en
edad y con la reducción de la temperatura ambiente. las neuropatías axonaies (por ej., tóxicas), la velo­
El valor normal de la velocidad de conducción motora cidad de conducción está leve o moderadamente
para un adulto joven, a 20° C de temperatura, en el disminuida.
ciático poplíteo externo, es de 45-50 metros/segundo. - Neuropatías de atrapamiento (por ej., síndrome del
La velocidad de conducción disminuye en las pato­ túnel carpiano): se prolonga la latencia distal.
logías que afectan al nervio periférico, como el síndro­ - Enfermedades de la placa neuromuscular: poten­
me de Guillain-Barré y las polineuropatías. La causa cial decreciente con la estimulación repetitiva en la
más importante de la disminución de la velocidad de míastenía gravis, creciente en el síndrome de Ea­
conducción es la desmielinización del nervio. Ciertas ton-Lanibert.
neuropatías que comprometen la conducción axonal - Miopatías: potenciales cortos de amplitud reduci­
sin producir desmielinización, afectan poco la veloci­ da, y patrón de reclutamiento en la contracción mí­
dad de conducción (neuropatías toxicofarmacológi­ nima, con aspecto y un ruido polifásico caracterís­
cas). La velocidad de conducción sensitiva puede al­ tico (patrón míopático). Potencial decreciente en
terarse antes de que disminuya la motora. "bombardero en picada" en la distrofia miotóníca.
En las enfermedades de la neurona motora del as­ Conviene efectuar el EMG después de la extrac­
ta anterior, la velocidad de conducción no se altera. ción de sangre para dosar enzimas musculares, ya
Sin embargo, en un estadio avanzado de las mismas, que éstas pueden aumentar como consecuencia

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478 SEMIOLOG!A DEL SISTEMA NERVIOSO

de la introducción muscular de los electrodos para minaciones nerviosas y la médula a distintos niveles y
el estudio. entre ésta y la corteza cerebral. Esto permite ubicar,
- Registro de temblor para precisar y documentar su con más precisión, el punto donde está alterada la
frecuencia, regularidad y amplitud y facilitar su conducción.
diagnóstico. Finalmente, los potenciales motores (PM) se obtie­
nen estimulando la región craneal frontal y obtenien­
Utilidad terapéutica do registro en un músculo periférico, y permiten eva­
luar la conducción motora.
- El reclutamiento logrado por la contracción volunta­ Cada tipo de potencial muestra una serie de ondas
ria, evidenciable por el EMG es útil para lograr una identificables correspondientes a la llegada del estí­
retroalimentación positiva para la rehabilitación de mulo a los distintos niveles estructurales del sistema
déficit motores (feed-back machine). nervioso por los que se conduce.

Utilidad clínica de los potenciales evocados


Potenciales evocados
-PEV: diagnóstico de neuritis ópticas, en particular
Consiste en el registro de un potencial obtenido por la retrobulbar debida a esclerosis múltiple. Aun en au­
un estímulo aplicado a una terminación nerviosa a dis­ sencia de síntomas visuales, puede haber un retardo
tancia. Esto permite valorar la conducción de la vía en la aparición de la onda principal P100 de estos po­
estudiada. tenciales, que aparece a los 1 00 ms; diagnóstico dife­
Los potenciales evocados visuales (PEV) se obtie­ rencial de cegueras estructurales (conducción altera­
nen estimulando lumínicamente la vía óptica y regis­ da) vs. funcionales (conducción preservada) (en las
trando en la piel de la región craneal occipital vecina cegueras por lesión cortical occipital la conducción
a la corteza visual (occipucio). Puede utilizarse deste­ puede preservarse, pero en ese caso se observarán
llo (flash), que estimulará la retina periférica, cuyo re­ lesiones en los estudios de imágenes).
gistro representará fundamentalmente la conducción -PEA: diagnóstico de hipoacusias, particularmente
obtenida por la visión periférica, o una figura de dame­ las congénitas; esclerosis múltiple; patologías del
ro (pattern) obtenida en un monitor, con cuadros cam­ tronco cerebral (vasculares, tumorales, mielinólisis
biantes (los cuadros negros del damero se transfor­ pontina, leucodistrofias); diagnóstico de muerte cere­
man en blancos y viceversa, a intervalos repetidos de bral (ausencia de conducción troncal).
1-2 s), que estimulará la mácula, cuyo registro repre­ -PESS: diagnóstico de la conducción medular en la
sentará la conducción obtenida por la visión macular esclerosis múltiple; diagnóstico topográfico de nivel de
o central. Utilizar ambos estímulos es importante por­ bloqueo de la conducción en lesiones periféricas; mo­
que en la neuritis óptica desmielinizante la pérdida vi­ nitoreo de la conducción medular en cirugías verte­
sual es macular, por lo que se alterará especialmente brales; diagnóstico de epilepsia mioclónica progresiva
el registro obtenido con pattern. (potenciales corticales gigantes); diagnóstico diferen­
Los potenciales evocados auditivos (PEA) o de cial de anestesias estructurales (conducción alterada)
tronco se obtienen con un estímulo auditivo y con re­ vs. funcionales (conducción preservada).
gistro en ambas zonas temporales. -PM: evaluar integridad de la vía motora; diagnós­
Los potenciales evocados somatosensitivos tico diferencial de paresias estructurales (conducción
(PESS) son probablemente los de más compleja rea­ alterada) vs. funcionales (conducción preservada).
lización. El estímulo se coloca en miembros inferiores
(nervio tibia! posterior) o superiores (nervio mediano).
El registro puede hacerse en cualquiera de los puntos Electroencefalograma (EEG)
de la vía sensitiva estudiada, entre el comienzo del
estímulo y la corteza cerebral a la altura de la piel de Surgido de los trabajos de Hans Berger, consiste
la región craneal parietal. Puede así registrarse un po­ en la inscripción gráfica de la actividad eléctrica de la
tencial del plexo braquial en el punto de Erb (región corteza cerebral, registrada en forma de ondas que
supraclavicular), un potencial medular a cualquiera de representan la actividad global sincronizada de sus
los niveles lumbar, dorsal, cervical, o uno cerebral en neuronas, originada en las variaciones de potencial
la región parietal. Del registro de los tiempos de laten­ de su membrana celular. Las ondas presentan una
cia y de la distancia recorrida se podrán obtener, en tendencia a la ritmicidad, con frecuencia y potencial o
forma similar que para la velocidad de conducción amplitud variables. Como estas ondas son de gran
nerviosa, las v.elocidades de conducción entre las ter- frecuencia y pequeña amplitud, se utilizan para su re-

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 479

gistro, en vez del galvanómetro corriente, los ósciló­ - Ondas theta: se encuentran, a veces, en las áreas
grafos: el electromagnético con inscriptor de tinta o el temporales y tienen una frecuencia de 4-7 c/s y
de rayos catódicos. Los aparatos poseen un sistema una amplitud :': 30 µV.
de amplificación diferencial y son de 8 a 16 canales. - Ondas delta, muy lentas (0,5-3 c/s), y de gran am­
Por medio de electrodos, constituidos por pequeñas plitud, >200 µV (cuadro 19-2).
placas metálicas, aplicados con una pasta de conduc­ La sucesión de las ondas alfa constituye el ritmo
ción especial sobre la piel, previamente humedecida alfa o ritmo de Berger (fig. 1 9-5) y aparece en el tra­
con solución fisiológica o alcohol, la corriente es reco­ zado en períodos de duración variable, especialmen­
gida y llevada al oscilógrafo por cables de conducción. te en la región occipital, con ojos cerrados. Desapa­
Habitualmente, los electrodos se colocan en las si­ rece al• abrir los ojos, con la emoción o el trabajo
guientes regiones: frontal, central o motora, parietal, mental.
occipital, temporal y en la línea media, pudiéndose La sucesión de las ondas beta constituye el ritmo
agregar electrodos en posiciones intermedias. Se pue­ beta o actividad rápida; predomina en las regiones
den utilizar derivaciones bipolares o unipolares. En las frontales y se observa en regiones parietooccipitales
bipolares ambos electrodos son activos y se colocan en circunstancias en que la actividad cortical aumen­
en puntos próximos de la región craneal a explorar. En ta por estímulos sensoriales (sustituye al ritmo alfa al
las unipolares, un electrodo es activo y se coloca en la abrirse los ojos en un ambiente iluminado), esfuerzos
región a explorar, y el otro, indiferente, se coloca en un de atención o mentales, cuadros tensionales o de an­
lugar considerado inactivo (lóbulo de la oreja). siedad, o efecto farmacológico, en especial por anti­
A diferencia de la electrocardiografía, la electroen­ depresivos.
cefalografía registra los fenómenos eléctricos de las Pueden hallarse ondas alfa y beta entremezcladas:
áreas más próximas a la colocación de los electrodos. es el ritmo mixto, de aspecto irregular, que se encuen­
No hay, sin embargo, diferencia entre el EEG obtenido tra en regiones o en situaciones en que no se registra
a través del cuero cabelludo y el obtenido directamén­ el ritmo alfa o beta.
te de la corteza cerebral, puesta al descubierto, en el El ritmo /he/a se observa hasta la pubertad, redu­
curso de una intervención quirúrgica (EEG cortical o ciéndose en el adulto a áreas muy pequeñas, pero pue­
electrocorticograma). de reaparecer a consecuencia de diversos procesos.
Caracteres normales del EEG. Las ondas del tra­ Las ondas delta o actividad muy lenta se encuen­
zado se analizan en su forma o amplitud, que se mide tran en estados en que se comprueba una disminu­
en microvoltios (µV), y en su período, o sea la dura­ ción fisiológica o patológica de la actividad neuronal,
ción expresada en milisegundos (ms) o ciclos por se­ (hipoglucemia, anoxia, insuficiencia hepática, renal,
gundo (c/s); 40 ms equivalen a 1 c/s. Según su perío­ epilepsia).
do hay puntas o espigas que tienen una duración de Como en condiciones de reposo pueden no apare­
50 ms, ondas agudas que tienen una duración de 50- cer expresiones anormales en los trazados, se recu­
1 50 ms y ondas lentas con una duración > 1 50 ms. En rre a los procedimientos de sensibilización para de­
los adultos normales, el EEG obtenido en reposo, con tectarlos:
ojos cerrados, en relajación muscular, sin realizar tra­ - hiperventilación, para lo que se invita al paciente a
bajo mental y evitando toda emoción, muestra varias efectuar durante 3 minutos inspiraciones y espira­
clases de ondas: ciones profundas, con una frecuencia de 20 por
- Ondas alfa, que se producen con una frecuencia minuto;
de 8-13 c/s (término medio: 1 0), con una amplitud - estimulación luminosa intermitente o fotoestimula­
de 5-50 µV. Se localizan en particular en la región ción, mediante un estroboscopio emisor de deste­
parietooccipital. llos de frecuencia e intensidad conocidas;
- Ondas beta, de mayor frecuencia o rapidez, 1 4-25 - estimulación auditiva, mediante producción de rui­
c/s, de menor amplitud (5-1 O µV), y sucesión irre­ dos variados;
gular. Predominan en la región precentral. sueño espontáneo o provocado.

Cuadro 19-2.
Frecuencia Amplitud
Ondas alfa 8 a 13 por segundo 5 a 50 microvoltios
Ondas beta 14 a 25 por segundo 5 a 1 O microvoltios
Ondas theta 4 a 7 por segundo menos de 30 microvoltios
Ondas delta 1/2 a 3 por segundo 200 o más microvoltios

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Fig. 1 9-5. Rifmo alfa característico en región parietooccipital.

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 481

Debe destacarse por último que el monitoreo am­ da de puntas de alto voltaje que tienden a sincronizar­
bulatorio electroencefalográfico permite registrar la se (descargas hipersincrónicas). Al finalizar la crisis
actividad eléctrica cerebral por espacio de 24 horas; aparecen ondas lentas para restablecerse luego, pro­
es de utilidad en caso de sospecha de epilepsia en la gresivamente, el ritmo previo a la misma. Fuera de
que el EEG convencional ha resultado normal. ella pueden encontrarse puntas focales o polifocales,
EEG anormal o patológico. Como el EEG va re­ mezcladas con ondas lentas (banda theta) en canti­
flejando el proceso de maduración bioeléctrico desde dad variable (véase fig. 1 0-1 ). Dichas alteraciones
el nacimiento hasta la juventud, hay diferencias entre pueden aparecer espontáneamente o durante la hi­
el EEG del niño, del adolescente y del adulto. perventilación o fotoeslimulación.
En los primeros años de vida se comprueba una En las ausencias (petit ma� aparece durante la cri­
progresiva aceleración de los ritmos, que comienzan sis una descarga generalizada y alternada de comple­
lentos, y una disminución de las amplitudes que son jos "punta-onda", con una frecuencia de 3 c/s y 200 µV
elevadas. Hasta los 3 meses después del nacimiento de amplitud. Estos complejos pueden registrarse muy
el ritmo delta predomina, luego comienza a aparecer a menudo en el período interictal, o ser provocados por
el ritmo theta, que se hace dominante al llegar a los 3 hiperpnea o fotoeslimulación (véase fig. 1 0-2).
o 4 años de edad; después va apareciendo el ritmo al­ En la epilepsia mioclónica infantil (síndrome de
fa, que se hace dominante alrededor de los 1 O años West), el EEG muestra el aspecto característico de la
de edad. llamada hipsarritimia: espigas y ondas lentas hipervolta­
Pueden observarse las siguientes alteraciones en das e irregulares que varían en duración y localización.
el EEG: En la epilepsia psicomotora se registra durante la
- ondas de menor frecuencia o más lentas que lo crisis una descarga de ondas agudas temporales (con
normal; o sin generalización) seguida de lentificación ulterior.
ondas de amplitud superior o inferior a las normales; El registro interictal suele mostrar ondas temporales
- desaparición o ausencia de ondas; agudas o lentas, espontáneas o provocadas por hi­
cambios en la forma de las ondas: en vez de con­ pervenlilación o fotoestimulación (véase fig. 1 0-3).
servar la disposición sinusoidal, las ondas pueden En las epilepsias parciales se pueden observar on­
presentarse aplanadas o con la cúpula muy redon­ das agudas focales correspondientes al área cortical
deada (ondas lentas), o bien con un vértice muy comprometida, durante o fuera de la crisis, eviden­
agudo, como espiga o punta de lanza (puntas y on­ ciando la existencia de un estímulo irritativo local.
das agudas); -Lesiones localizadas del cerebro. El EEG puede
- asincronismo del EEG obtenido en zonas simétri­ mostrar alteraciones en lesiones focales (tumores,
cas de ambos hemisferios cerebrales. quistes, abscesos, hematomas, infartos). Si la lesión
Estas modificaciones constituyen disritmias cere­ se halla cercana a la corteza cerebral se observarán
brales, que pueden ser difusas, abarcando toda la ondas lentas (banda delta), o agudas en esa región
corteza cerebral, o focales, si se circunscriben a una (fig. 19-6), o bien en todo el hemisferio si es profunda.
región, y permanentes (continuas) o paroxísticas (en Hoy en día el mejor método para el diagnóstico de le­
forma de accesos de aparición y terminación brus­ siones focales son las imágenes.
cas). El término disritmia cerebral es sólo descriptivo, -Traumatismos craneanos. En el período que sigue
define a una alteración del ritmo del EEG y no consti­ a un traumatismo craneano severo se pueden regis­
tuye per se ninguna enfermedad o entidad nosológica: trar ondas lentas o hemisféricas del lado lesionado,
no siempre tiene valor patológico, pudiendo presen­ que se atenúan con el tiempo. Si se origina epilepsia
tarse en sujetos normales, por lo que el EEG debe ser postraumática, podrán observarse puntas u ondas
siempre correlacionado con el cuadro clínico del pa­ agudas o lentas en el sitio correspondiente. Un trau­
ciente para darle su justo valor diagnóstico. matismo leve puede causar a los 30-60 minutos lenti­
En situaciones patológicas la disritmia se encuen­ ficaciones de pronta remisión, más detectables en ni­
tra en: ños y ancianos.
-Epilepsia y estados convulsivos: aparece durante -Lesiones vasculares. Los infartos y hemorragias
los ataques y en el intervalo entre los mismos (perío­ cerebrales pueden producir ondas lentas focales o he­
do intericta�, revistiendo modalidades que difieren se­ misféricas. Los fenómenos pueden atenuarse progre­
gún el tipo clínico (véase Convulsiones-Mioclonías, en sivamente (fig. 1 9-7).
Manifestaciones motoras de hiperexcitabilidad central -Hipoxia/isquemia cerebral global. La anoxia cere­
y periférica). bral por paro cardiorrespiratorio causa lentificación y
En la epilepsia generalizada convulsiva (gran ma� disminución del voltaje generalizados. También pue­
se registra durante la crisis una descarga generaliza- den observarse:

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482 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO
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484 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

"Coma alfa": coma con ritmo de frecuencia Ultrasonografía Doppler


alfa, pero generalizado, de predominio frontal
y que no se modifica con estímulos externos. El estudio por ultrasonografía Doppler es la eva­
- Patrón de descarga-supresión: alternancia luación de la circulación en un vaso determinado,
de descargas esporádicas de ondas lentas y mediante la utilización de un haz ultrasónico que in­
amplias, que pueden acompañarse de mio­ teractúa con la columna de flujo intravascular. De es­
clonías, con períodos intermedios de franca ta interacción se obtiene y registra una imagen sóni­
disminución o supresión del voltaje. ca que varía según que la columna sanguínea se
- Patrón periódico: espigas generalizadas de acerque o se aleje del punto en donde se aplica el
aparición periódica (1-2/s), acompañadas de haz, con motivo de obstáculos en su paso (estenosis,
mioclonías. oclusiones, sinuosidades o malformaciones vascula­
-Enfermedades difusas cerebrales. En las atrofias res). El método más efectivo es el que utiliza un haz
cerebrales y demencias corticales se produce lenlifi­ pulsado y bidireccional, con análisis de frecuencias
cación generalizada y progresiva, desorganización y de la onda de flujo (transformada de Fourier), y regis­
períodos o "trenes" de ondas lentas (fig. 1 9-8). En las tro de un ecograma del vaso comprometido (estudio
hidrocefalias de presión elevada o de presión normal eco-Doppler).
(síndrome de Hakim-Adams) se produce lentificación El eco-Doppler de vasos de cuello se utiliza en sis­
y apárición difusa de descargas de ondas lentas, más tema nervioso para la valoración no invasiva de este­
notorias en áreas frontotemporales (fig. 19-9). En la nosis u oclusiones arteriales de los vasos extracranea­
encefalitis se observan ondas muy lentas, generaliza­ les (troncos supraaórticos): arterias carótida primitiva,
das, de 0,5 a 1 ,5 c/s, de mediano y alto voltaje. carótida interna y externa, subclavia y vertebral, así co­
-Enfermedades sistémicas. Enfermedades como las mo la arteria temporal superficial en las arteritis. El
insuficiencias respiratoria, renal y hepática, síndrome de transductor se coloca en la piel de cuello o el cráneo.
Pickwick, hipoglucemia, alteraciones hidroelectrolíticas, El Doppler transcraneal se utiliza para la valoración
y comas en general pueden originar disminución de la no invasiva de los vasos del polígono de Willis: arterias
actividad bioeléctrica, lentificación y desorganización del carótidas, silvianas, cerebrales anteriores y posteriores,
EEG. En la encefalopatía hepática pueden verse ondas vertebrales intracraneales y tronco basilar. El transduc­
trifásicas, amplias, bilaterales y simétricas de predomi­ tor se coloca en puntos determinados del cráneo que
nio frontal. En la hipercalcemia y en la intoxicación plúm­ permiten una mejor llegada del haz ultrasónico (venta­
bica pueden aparecer descargas tipo gran mal. nas óseas temporales, orbitarias y foramen magno).
-Enfermedades psiquiátricas. Suelen observarse di­
versos cambios inespecíficos en el EEG. En el retardo Utilidad clínica de la ultrasonografía Doppler
madurativo el EEG suele estar claramente lentificado.
-Muerte cerebral. El criterio electroencefalográfico De vasos de cuello
de muerte cerebral es un trazado plano en el que no
se registra actividad eléctrica alguna (véase Comas). Evaluación de vasos de cuello como parte de un
estudio vascular general.
Utilidad clínica del EEG - Evaluación de vasos de cuello, en especial de ar­
terias carótidas (con o sin soplo) para decidir la
- Diagnóstico de epilepsia: es la utilidad más impor­ conveniencia o no de angiografía invasiva según el
tante del EEG en la actualidad. grado de estenosis que se encuentre.
Diagnóstico de trastorno de conciencia de origen Seguimiento de una estenosis carotídea conside­
epiléptico: estado crepuscular de ausencias, esta­ rada no pasible de intervención.
do epiléptico no convulsivo. Seguimiento de endarterectomía o angioplastia ca­
- Diagnóstico diferencial de trastornos de conciencia rotídeas en el posoperatorio inmediato.
orgánicos (EEG alterado) vs. funcionales o psicó­ Control de posible reestenosis posterior a endarte­
genos (EEG normal). rectomía o angioplastia carotídeas.
Diagnóstico de encefalitis: en especial en las eta­ - Diagnóstico y seguimiento de patologías vascula­
pas iniciales en las que las imágenes pueden no res no ateroscleróticas (fibrodisplasias, diseccio­
ser positivas {herpes simple). nes, Takayasu).
- Diagnóstico de mioclonías de origen encefálico - Determinación del espesor miointimal en la pared
(enfermedades de Jakob-Creutzfeldt, Rasmussen). profunda de la carótida primitiva (marcador precoz
Diagnóstico de hipoxia cerebral. de enfermedad vascular endotelial, en particular de
Diagnóstico de muerte cerebral. hipertensión arterial).

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Fig. 19-9. Aparición difusa de descargas de ondas lentas {banda delta). Paciente con síndrome de Hakim-Adams (hidrocefalia normotensiva).

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 487

- Evaluación de vasos de cuello cuando otros estu­ se, como los intraáuriculares. Además, permite la ob­
dios (angiorresonancia magnética [ARM], angio­ servación de eventuales placas en el arco aórtico, co­
grafía) están contraindicados o son rehusados por mo fuente de ateroembolia, y otras patologías de ese
el paciente. vaso. Este método es superior al ETT para diagnosti­
car FOP y aneurisma del septum interauricular (ASIA),
Transcraneal que son fuentes cardíacas de embolia cerebral.

Evaluación de la significación o repercusión hemo­ Utilidad clínica de la u/trasonografía cardíaca


dinámica de una estenosis carotídea (por medio de
la determinación de la reserva hemodinámica cere­ Ecocardiograma transtorácico
bral, y su respuesta frente al CO2).
- Diagnóstico de estenosis intracraneales. - Evaluación global de las cavidades cardíacas, sus
- Diagnóstico y seguimiento de vasoespasmo en las paredes, y su función; evaluación de las válvulas
hemorragias subaracnoideas y traumatismos de cardíacas.
cráneo. - Evaluación del tamaño auricular izquierdo, cuyo
- Detección de HITS (High /ntensty Transient Sig­ aumento es indicio de estasis sanguínea y proba­
nals), signo de probables microembolias, antes, ble presencia de trombos intraauriculares.
durante y después de intervenciones carotideas. - Detección de ondas de estasis ("humo") auricula­
- Diagnóstico de embolia paradójica a través de un res izquierdas.
foramen oval cardíaco permeable, por la llegada - Evaluación de la función ventricular izquierda y
precoz de sustancias ecogénicas (solución fisioló­ presencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI)
gica) a la circulación intracraneal. como signos de enfermedad vascular.
- Diagnóstico de muerte cerebral, para comprobar Ja - Detección y control de fuentes cardíacas de embo­
ausencia de flujo. lia: estenosis mitral, miocardiopalía dilatada, endo­
carditis y vegetaciones valvulares, áreas de hipo o
akinesia ventricular, válvulas protésicas, trombos
Ultrasonografía cardíaca endocavitarios (por este método habitualmente só­
lo pueden detectarse los cercanos a la punta).
Se basa en principios similares a los de la ultraso­ - Diagnóstico de FOP, con infusión intravenosa de solu­
nografía Doppler ya mencionada, esta vez aplicada a ción fisiológica como sustancia ecogénica: este diag­
las cavidades cardíacas. La importancia de la ultraso­ nóstico se hace hoy más frecuentemente con ETE.
nografía cardíaca radica en la necesidad de estable­
cer la presencia de fuentes cardíacas de embolia y Ecocardiograma transesofágico
riesgo de infarto embólico cerebral. Su comprobación
hará necesaria la prevención cerebrovascular con an­ Detección de trombos endocavitarios auriculares
títrombóticos. Pueden efectuarse: (orejuela) y ventriculares.
Ecocardiograma o eco-Dopp/er cardíaco transtoráci­ - Diagnóstico de FOP y ASIA.
co (ETT). Se efectúa con un transductor externo, apli­ - Detección de patologías aórticas (placas ateroem-
cado sobre el tórax. Se puede llevar a cabo en una bólicas).
(ecocardiograma modo A) o dos dimensiones (ecocar­
díograma bidimensional modo B). Evalúa las aurículas,
los ventrículos, sus dimensiones, el grosor de sus pare­ Estudios de imágenes
des, sus características de contracción y relajación, sus
funciones sistólica y diastólica, y las válvulas. Para el Radiografía simple de cráneo
diagnóstico de foramen oval permeble (FOP), se puede
efectuar con la inyección intravenosa de solución fisio­ Se obtiene en posición de frente o lateral (perfil de­
lógica, que es ecogénica, para comprobar si se produ­ recho o izquierdo), y en posiciones especiales como
ce su pasaje a través del tabique interauricular. las de Hirtz, Towne y Stenvers.
Ecocardiograma o eco-Doppler cardíaco transeso­ En la placa de frente se puede estudiar el contorno
fágico. Se realiza en modo B, con un transductor que de la bóveda craneana, las órbitas, los senos fronta­
. se introduce en el esófago en un paciente levemente les, las estructuras de las alas menores del esfenoi­
sedado, lo que permite un acceso más próximo a las des y de la hendidura esfenoídal que se proyectan a
cavidades cardíacas y una detección más segura de través de las órbitas, la sutura coronaría, que es para­
trombos intracavitarios, que en el ETT pueden no ver- lela a la curvatura del contorno de la bóveda, la sutu-

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488 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

ra parietooccipital y las impresiones vasculares, tanto Posición de Stenvers. Llamada también incidencia
venosas como arteriales; se podrán observar también occipitocigomática. La cara se rota 45° hacia el lado
calcificaciones correspondientes a la glándula pineal y contrario al que se radiografía, la región cigomática se
a la hoz del cerebro, que son normales. pone en contacto con la placa, la línea orbitomeatal es
En la radiografía lateral aparecen superpuestas perpendicular a la película, y el rayo central pasa por
ambas mitades, aunque es más nítida la mitad próxi­ el plano del conducto auditivo externo. Se utiliza espe­
ma a la placa. Se observa el contorno de la bóveda cialmente para el estudio del conducto auditivo interno.
formado por las tablas interna y externa (imagen den­
sa), y entre ambas el díploe (imagen trabecular). En Utilidad clínica de la radiografía simple
algunos puntos, el contorno de la bóveda se interrum­ de cráneo
pe por la unión de suturas como el bregma o unión de
la sutura coronaria y la sutura longitudinal, y el lamb­ Las radiografías simples de cráneo sirven para po-
da, que es la unión de la sutura parietooccipital con la ner de manifiesto:
sagital. Se destaca asimismo la eminencia occipital Alteraciones de los huesos: fracturas, tumores, de­
externa, cuya base constituye el inión u occipucio, se­ formaciones, diastasis de las suturas por hidroce­
guida de una depresión correspondiente al hueso oc­ falia o por tumores encefálicos.
cipital. Se observa también la base del cráneo, que en Calcificaciones encefálicas correspondientes a ciertas
su parte anterior está constituida por el piso de la ór­ neoplasias (psammomas), glándula pineal, cisticerco­
bita, al que continúan hacia atrás las apófisis clinoides sis, craneofaringiomas, angiomatosis encefalotrigemi­
anteriores, la silla turca y las apófisis clinoides poste­ nal (enfermedad de Sturge-Weber-Dimitri).
riores. Se divisa la parte inicial del canal basilar del oc­ Alteraciones de la silla turca: aumento de su cavi­
cipital, el peñasco y las celdillas mastoideas, a cuya dad, desflecamiento o desaparición de las apófisis
altura se ven las opacidades de los pabellones auricu­ clinoides (tumores hipofisarios o de la fosa cranea­
lares. Finalmente, se aprecian los surcos vasculares, na posterior).
unos finos y rectilíneos que corresponden a la arteria Dilatación del agujero auditivo interno por tumores
meníngea media y sus ramas, y otros más gruesos y del nervio acústico (raro).
tortuosos, irregulares, que corresponden a trayectos Enfermedad de Pagel (aumento de grosor y densi­
venosos. dad del diploe).
La radiografía de cráneo puede tomarse en diver­ Mieloma múltiple (imágenes en sacabocado en la
sas posiciones o incidencias, algunas de las cuales se calota).
mencionan a continuación.
Posición de Hirtz. Permite obtener una buena ima­ Hoy en día la utilidad de la radiografía simple de
gen de la base del cráneo, maxilar inferior, piezas den­ cráneo es escasa, ya que las patologías intracranea­
tarias anteriores, ala mayor del esfenoides, seno esfe­ les que pueden alterarla pueden observarse con mu­
noida!, agujeros oval y redondo menor. Además se cha mayor precisión con tomografía computada o re­
proyecta el peñasco, en el que puede llegar a recono­ sonancia magnética. Su valor en los traumatismos de
cerse el conducto auditivo interno. En la línea media se cráneo es también muy relativo: la presencia de frac­
observa la protuberancia occipital, el arco interno del turas no implica necesariamente lesiones cerebrales,
atlas y la apófisis odontoides, y a sus lados, los cóndi­ y su ausencia no las descarta, por lo que, si se consi­
los del occipital y el agujero rasgado posterior. dera necesario un estudio de imagen, más útil será la
Posición de Towne. Llamada también incidencia tomografía computada, que además mostrará mejor
hemiaxil, occipital o cerebelosa, se obtiene colocando las fracturas.
al occipucio en contacto con la placa y angulando el
tubo 35° en dirección caudal desde la línea orbitomea­ Radiografías simples de la columna vertebral
tal. Esta incidencia expone bien al hueso occipital, con
las impresiones correspondientes al seno longitudinal, Se obtienen en incidencias frontal, lateral y oblicuas
los senos laterales y el agujero occipital. Permite que derecha e izquierda, de los tres sectores de la colum­
el macizo facial se proyecte de tal modo que se pue­ na: cervical, dorsal y lumbosacro. Como en la proyec­
dan observar detalles de la silla turca, peñascos y fo­ ción frontal o lateral de la columna cervical no se pue­
sa posterior. En la línea media se percibe el dorso de den estudiar en detalle las dos primeras vértebras, se
la silla turca y ambas apófisis clinoides anteriores, y a puede utilizar la proyección transbucal o transoral de la
los costados se proyectan los peñascos con su punta columna-cervical, que permite identificar las masas la­
o vértice, el conducto auditivo interno, la eminencia ar­ terales del atlas, el cuerpo del axis, su apófisis odon­
queada, y más allá, las apófisis y celdillas mastoideas. toides, y la articulación atloidoaxoidea.

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 489

En la radiografía lateral de la columna cervical pue­ sustancia de contraste por cateterismo de las arterias
de no distinguirse la 7• vértebra cervical en individuos femoral o humeral. Los arteriogramas, y el llenado su­
de cuello corto, a causa de la superposición del maci­ cesivo de arterias, capilares y venas, se obtienen me­
zo del hombro. En las proyecciones laterales los es­ diante un programa de computación que permite la
pacios intervertebrales aparecen muy claros. Las pro­ sustracción de imágenes indeseables y la sumación de
yecciones oblicuas sirven especialmente para el aquellas que se busca obtener. Se requiere así muy
estudio de los agujeros de conjunción y las apófisis ar­ poca sustancia de contraste (2 o 3 cm3 para una inyec­
ticulares. Para el estudio de la 5• vértebra lumbar y el ción intraarterial). Con un buen programa de sustrac­
sacro se utiliza la proyección de Ferguson, colocando ción se puede incluso obviar la inyección de contraste
al paciente en decúbito dorsal y haciéndole apoyar las en la arteria, pudiéndose obtener imágenes fidedignas
piernas sobre una silla o banco, de modo que los mus­ sólo con inyección endovenosa, cuando por ejemplo
los queden en ángulo recto con el tronco y las piernas sólo se desea explorar las arterias del cuello. Para el
a su vez en ángulo recto con los muslos. estudio del árbol intracraneano sigue siendo más útil la
inyección intraarterial. El método es perfectamente to­
Utilidad clínica de las radiografías simples de lerado y la única contraindicación admisible es un tras­
columna vertebral torno de la coagulación que impida una buena hemos­
tasia de la zona del cateterismo arterial. A diferencia de
Comprobación de fracturas de los cuerpos verte­ las inyecciones endovenosas, la alergia al yodo se pre­
brales. senta sólo excepcionalmente cuando se hace una in­
- Diagnóstico de tumores (mieloma, osteosarco­ yección intraarterial.
mas), metástasis (próstata, pulmón, mama, colon) En el sujeto normal, la incidencia radiográfica late­
y enfermedad de Poli, habitualmente de los cuer­ ral posinyección en la carótida interna muestra en tra­
pos vertebrales. zo opaco el trayecto de la arteria hasta el agujero ca­
- Diagnóstico de artrosis y uncartrosis (osteofitosis) rotídeo, más allá del cual se inclina hacia adelante,
vertebral. dibujando una especie de U, denominada sifón caro­
- Diagnóstico de compresión o estrechamiento de tídeo. De la carótida intracraneal se rellenarán sus ra­
los agujeros de conjunción vertebral (en las placas mas: arterias oftálmica, cerebral anterior, silviana o
oblicuas). cerebral media, coroidea anterior y comunicante pos­
- Diagnóstico de pinzamientos vertebrales (disminu­ terior, a través de la que se rellena la arteria cerebral
ción de la altura de los espacios intervertebrales), posterior, rama del tronco basilar (fig. 1 9-10). Si la
secundarios a discopatías. sustancia de contraste se inyecta en la arteria verte­
Diagnóstico de osteoporosis (disminución de la bral, se rellenará el territorio vertebrobasilar: arteria
densidad ósea, en particular de los cuerpos verte­ vertebral, tronco basilar, arterias cerebrales posterio-
brales).
- Diagnóstico de enfermedad de Pagel (hiperdensi­
dad "en marco de cuadro" de los cuerpos vertebra­
les: signo de Rouault).
El diagnóstico de las patologías de columna se ha
hecho hoy mucho más preciso desde el advenimiento
de la tomografía computada y, en especial, de la reso­
nancia magnética.

Angiografía o arteriografía cerebral


Consiste en la inyección de una sustancia radioopa­
ca en los vasos del encéfalo, para obtener una ima­
gen radiográfica de la red arterial cerebral.
Ideada por Egas Moniz, la técnica tradicional con­
sistía en la punción e inyección, en la carótida interna
a la altura del cuello, de una solución de yoduro de so­
dio al 25%. Hoy en día el moderno método de la angio­
grafía digital ha disminuido sustancialmente los riesgos Fig. 19-10. Esquema de una angiografía encefálica. Imagen
de la angiografía convencional. Se hace inyectando la normal.

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490 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

res. Las ramas secundarias de todas estas arterias se Utilidad clínica de la angiografía cerebral
rellenan posteriormente. extra e intracraneal
El llamado parenquimograma cerebral muestra el ár­
bol arterial cerebral en forma global. Se obtiene efec­ Su valor diagnóstico es importante en las siguien­
tuando la inyección del contraste proximalmente, a dis­ tes entidades:
tancia, en la aorta, y observando el relleno intracraneal, - Aneurismas y malformaciones vasculares.
que puede resultar normal, pleno, con relleno de las pe­ Vasoespasmo: hemorragia subaracnoidea, migraña
queñas ramificaciones vasculares (imagen en árbol de (en ésta la angiografía puede ser riesgosa durante el
verano), o bien incompleto, con relleno de los grandes ataque y debe indicarse sólo en casos seleccionados).
troncos cerebrales solamente, sin sus ramificaciones Determinación del grado de estenosis extracraneal a
(imagen en árbol de invierno), lo que demuestra reper­ los.fines de la toma de decisión de terapéutica even­
cusión hemodinámica (hipoflujo) en el sector estudiado, tualmente invasiva (cirugía, angioplastia), en particu­
generalmente por causa de una estenosis carotídea ex­ lar en la estenosis carotídea: es el método considera­
tracraneal. En este caso, al hacerse la inyección del do más fidedigno ("patrón oro") para este fin.
contraste directamente en la arteria afectada, puede Estenosis intracraneales, para la eventual necesidad
verse lentitud en el relleno, y al hacerse en la arteria de tratamiento endovascular (angioplastia con stent).
contraria, relleno de ambos territorios intracraneales (el Determinación de la repercusión hemodinámica
comprometido se rellena a expensas del sano). cerebral de una estenosis extracraneal, en particu­
Hoy en día el objeto primordial de una angiografía lar carolídea (parenquimograma).
cerebral es la evaluación de las enfermedades cere­ Enfermedades arteriales no ateroscleróticas: fibro­
brovasculares (angiografía de cuatro vasos cerebra­ displasia carotídea, disecciones, angeítis o arterilis
les) (figs. 19-11 y 1 9-12). granulomatosa cerebral, enfermedades de Takaya­
La angiografía para la evaluación de tumores con­ su, Kawasaki y moyamoya.
tinúa efectuándose para estudiar su vascularización, y Estudio del paciente con enfermedad vascular en
la dominancia hemisférica en el caso en que se plan­ distintos territorios (panvascular).
tee resección de tejido cerebral (test de Wada por in­ Control de tratamiento quirúrgico o endovascular
yección de barbitúricos en la circulación carotídea de previo (reestenosis, deformación de stent).
cada lado). El tumor puede mostrar imagen avascular Masas ocupantes cerebrales: características de su
o de inyección tumoral o peritumoral, cuyas caracte­ vascularización.
rísticas pueden brindar información sobre su naturale­ Determinación invasiva de la dominancia hemisfé­
za: los tumores malignos (glioblastomas) originan in­ rica (test de Wada}.
yección precoz de vasos neoformados ("rodetes"
vasculares). Un absceso cerebral puede aparecer en Contraindicaciones de la angiografía cerebral
forma de imagen redondeada, avascular.
La angiografía cerebral tiene un riesgo de morbi­ Hipertensión arterial severa o inestable.
mortalidad que actualmente no debería superar el 1 % - Riesgo aumentado de crisis convulsivas o estado
en centros de referencia. de mal epiléptico.

, -
....

Fig. 19-12. Angiografía digital. Arteria vertebral izquierda, tronco


Fig. 19-11. Angiografía digital. Estenosis importante del sifón cerebral y arterias cerebrales posteriores. Se observa irregularidad
carotídeo izquiérdo. y tortuosidad de la arteria cerebral posterior izquierda.

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 491

- Insuficiencia renal con gran retención nitrogeflada.


- Trastorno de hemostasia.
- Ataque de migraña.
- Riesgo aumentado de anafilaxia al yodo.

Tomografía computada (TC)

El advenimiento de la TC cerebral, introducido en


1972 por Hounsfield y Ambrose, constituyó un progre­
so sustancial en la exploración del cerebro, porque por
primera vez pudo contarse con un método que permi­
tía visualizar claramente la anatomía cerebral.
El procedimiento se basa en las diferencias de den­
sidad radiológica de las distintas estructuras estudia­
das (tomodensitometría). Salvo por la inyección intra­
venosa de sustancia de contraste cuando es necesario Fig. 19-13. Hematoma parietal derecho con edema perilesional.
(yodo o metrizamida, contraste intratecal, hidrosoluble,
de baja neurotoxicidad), el método es no invasivo. Co­
mo el estudio requiere que el paciente permanezca in­
móvil durante su desarrollo, aquellos que no colaboran
(niños, adultos con trastornos de conciencia o excita­
dos) deben sedarse farmacológicamente.
La instalación comprende una fuente de rayos· X
rotatoria con cristales detectores, que toma más de
28.000 lecturas durante el examen. Estas lecturas ,se
procesan por computadora, proporcionando figuras
cuyo brillo es proporcional al coeficiente de absorción
de los rayos. Estas figuras constituyen verdaderos
cortes anatómicos de cuyo análisis se extraen las
conclusiones sobre la existencia o no de alteraciones
y su localización, y se denominan tomogramas.
La baja absorción del LCR hace que éste muestre Fig. 19-14. Hematoma frontal derecho y gran hematoma tem­
poroparietal derecho con edema, efecto de masa (compresión
un aspecto particularmente hipodenso (oscuro), deli­ ventricular) y nivel líquido. Complicación de terapéutica anticoa­
mitándose así claramente los ventrículos cerebrales y gulante.
los surcos que separan a las circunvoluciones de la
corteza. Las restantes estructuras cerebrales mues­ ese espacio, rellenando cisternas y surcos y brindán­
tran grados variables de densidad radiológica. Las es­ doles, al revés que en la situación normal, una imagen
tructuras craneales se muestran marcadamente hiper­ "en negativo de foto".
densas (blancas). Los hematomas subdura/es se observan como una
imagen alargada entre el diploe y el cerebro, de densi­
Utilidad clínica de la TC dad variable según el tiempo de evolución del hemato­
ma: hiperdenso en el agudo o subagudo, iso o hipoden­
La TC cerebral sin contraste constituye el método so en el crónico. Cuando es más basal puede no verse.
diagnóstico de primera línea en los accidentes cere­ Los hematomas extradurales, que suelen sospecharse
brovasculares. clínicamente más pronto, muestran en general imagen
Las hemorragias intracerebra/es o intraparenqui­ hiperdensa ovalada o en cuña. Ambos tipos de hemato­
matosas se observan espontáneamente hiperdensas mas muestran grados variables de efecto de masa.
desde el comienzo, con cierto grado de edema perile­ Los infarlos cerebrales se caracterizan por imáge­
sional hipodenso (figs. 1 9-13 y 1 9-14). Con el tiempo nes hipodensas que aparecen progresivamente o se
y debido a la reabsorción del hematoma, la densidad van haciendo visibles en las primeras horas. En las
disminuye progresivamente, pudiendo dejar como se­ primeras etapas, cuando estas imágenes aún no apa­
cuela una lesión de baja densidad. En la hemorragia recen, pueden observarse los llamados signos preco­
subaracnoidea se observa hiperdensidad (sangre) en ces de infarto cerebral:

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492 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

-Hiperdensidad espontánea de la arteria cerebral efecto de masa, vinculable mayoritariamente a ence­


media: el trayecto de la arteria silviana a la altura del falopatía vascular (enfermedad de Binswanger, fig.
polígono de Willis se observa hiperdenso (no debe 1 9-19).
confundirse con calcificaciones, que se observan co­ La angiografía por TC (angio-TC) y la TC helicoidal
mo imágenes puntuales y no como trayecto arterial). son modernos métodos para la observación de es­
Este signo revela trombosis del tronco de la arteria sil­ tructuras vasculares, que compiten en precisión y ni­
viana y preanuncia un infarto en su territorio. vel de resolución con la angiorresonancia magnética
-Hiperdensidad espontánea del tronco basilar: re­
vela trombosis de esta arteria.
-Borramiento del . núcleo lenticular: comparado
con el del lado sano, los límites del núcleo lenticular
se borran y se hacen difícilmente delimitables. Reve­
la infarto en evolución en la región silviana profunda.
-Borramiento de la corteza insular: se esfuma la
"cinta cortical" de la corteza de la ínsula, situada por
fuera del núcleo lenticular en la región profunda del
valle silviano. Revela infarto en evolución en la región.
-Borramiento de los surcos corticales: del lado del
infarto en curso los surcos desaparecen por edema de
las circunvoluciones, que se dilatan y los obliteran.
Fig. 19-16. Infartos isquémicos biparietooccipitales con leve
Revela infarto córtico-subcortical en evolución. contenido hemorrágico.
Cuando los infartos se hacen evidentes (infartos
estructurados) muestran la llamada distribución vas­
cular: triangulares, de base externa y vértice interno,
cuando asientan en los lóbuos cerebrales (infartos
córtico-subcorticales o lobares de las arterias termi­
nales), pequeños y redondos cuando se producen en
la región capsuloganglionar (infartos !acunares de las
arterias perforantes}, y variables cuando se localizan
en las regiones intermedias (figs. 1 9-15 a 1 9-18). Los
infartos con contenido hemorrágico muestran en su
interior áreas hiperdensas de homogeneidad varia­
ble. Este contenido puede aparecer desde el co­
mienzo, o bien tardíamente, hacia el 5 º o 6 º día de
instalado el infarto.
La leucoaraiosis es una hipodensidad de la sustan­
cia blanca periventricular, periependimaria y a veces Fig. 19-17. Gran infarto córtico-subcortical silviano izquierdo con
córtico-subcortical, a predominio bifrontoparietal y sin contenido hemorrágico.

Fig. 19-15. Gran infarto córtico-subcortical con efecto de masa Fig. 19-18. Infarto !acunar del brazo posterior de la cápsula
en territorio silviano izquierdo. interna derecha.

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 493

(ARM, véase más adelante). Son útiles cuando la


ARM está contraindicada, pero por otra parte se ven
limitados en caso de calcificaciones vasculares por
los artificios introducidos por las mismas.
La TC es igualmente útil para el diagnóstico de tu­
mores cerebrales, que se traducen por signos directos
e indirectos. Los primeros se deben a la existencia de
hiper, hipo o isodensidad (densidad similar a la del pa­
rénquima circundante), debiéndose precisar exten­
sión, homogeneidad, aspecto de los contornos, pre­
sencia de calcificaciones o de cavidad líquida. Los
signos indirectos se vinculan con el lugar que el tumor
ocupa en el cerebro. Los mismos representan el de­
nominado efecto de masa: compresión, deformación o
desplazamiento de los ventrículos o bien de la línea
media hacia el lado opuesto, con borramiento de los
Fig. 19-19. Acentuada hipodensidad de la sustancia blanca
surcos de la convexidad. periependimaria bifrontoparietal.
En los tumores intracraneales es útil el contraste
endovenoso para mayor precisión diagnóstica. La pre­
sencia de bordes tumorales mal definidos, de densi­
dad heterogénea que se acentúa con el contraste en­
dovenoso, y de un halo perilesional hipodenso
(edema) sugieren malignidad, pero hay muchas varia­
ciones según la estirpe del tumor.
Los gliomas (fig. 1 9-20) muestran en el estudio sin
contraste áreas hipodensas e isodensas intraparenqui­
matosas, con edema circundante leve. El efecto de
masa es a menudo importante. El contraste muestra
un reborde irregular rodeando áreas de necrosis cen­
tral, pero a veces se observan tumores homogéneos,
como el astrocitoma, que se caracteriza por hipodensi­
dad homogénea, más o menos bien delimitada y con
efecto de masa, sin refuerzo poscontraste. El refuerzo
caracieriza a los astrocitomas de grado elevado. Fig. 19-20. Glioma parietal derecho.
Los o/igodendrogliomas pueden presentar calcifica­
ciones, a veces en guirnalda, con áreas hipodensas y
efecto de masa. El refuerzo con contraste sugiere oligo­
dendroglioma anaplásico, de alto grado de malignidad.
Las metástasis suelen ser pequeñas, presentan
una densidad espontánea variable, pudiendo ser hi­
per (fig. 1 9-21), hipo o isodensas (tumor sólido .+ ne­
crosis central), y refuerzan con contraste. El edema
peritumoral es a menudo muy importante, de aspecto
festoneado ("en dedos de guante"), y puede abarcar
gran parte del hemisferio. Pueden observarse tumo­
res nodulares (melanoma, cáncer de mama) o refuer­
zo de contraste en anillo (cáncer de pulmón).
Los meningiomas suelen ser espontáneamente hi­
perdensos, homogéneos con el contraste, y pueden
mostrar calcificaciones y grados variables de edema.
La relación estrecha del tumor con las estructuras me­
níngeas, la base del cráneo o la bóveda es uno de los
elementos importantes en el diagnóstico. La TC tam­ Flg. 19-21. Imágenes de metástasis temporal posterior derecha
bién permite observar las modificaciones óseas a ni- con extenso edema, y occipital izquierda.

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494 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

vel del contacto con el tumor (hiperostosis o destruc­


ción ósea).
Los neurinomas del acústico extracanaliculares se ob­
servan como una masa isohiperdensa en el ángulo pon­
tocerebeloso, con refuerzo homogéneo poscontraste.
Los craneofaringiomas además de la presencia de
calcificaciones pueden tener zonas quísticas de baja
densidad.
Los abscesos bacterianos o micóticos pueden
mostrar múltiple loculación y localización, así como
los granulomas (micóticos, tuberculosos) y quistes pa­
rasitarios (quiste hidatídico).
En la encefalitis por herpes simple se observan ca­
racterísticas imágenes hipodensas frontotemporales
con áreas hemorrágicas de hiperdensidad lineal. Fig. 19-22. Retracción cerebral cortical probablemente por atro­
En la esclerosis múltiple pueden existir lesiones fia.
pequeñas de baja densidad que a veces se refuerzan
con el suministro de contraste.
Pueden hallarse lesiones hipodensas de sustancia
blanca características en las leucodistrofias y leu­
coencefalopatías. En la leucoencefalopatía multifocal
progresiva son confluentes.
La retracción cortical se caracteriza por el ensan­
chamiento de los surcos, y la dilatación de las cister­
nas y sistema ventricular (hidrocefalia ex vacuo, fig.
1 9-22). Se acentúa con la edad. La deshidratación y
algunas intoxicaciones (alcohol, valproato) pueden
provocarla, en cuyo caso puede revertir con adecua­
do tratamiento o remoción del factor tóxico. Cuando
hay razonable correlato clínico, la distribución de la
retracción cortical permite sospechar atrofia cerebral
por enfermedad de Alzheimer (atrofia difusa predo­
minante en áreas posteriores) o de Pick (atrofia fron­
Fig. 19-23. Marcada dilatación ventricular bilateral y simétrica
totemporal) . La retracción cortical también puede (síndrome de Hakím-Adams).
constituir un simple hallazgo tomográfico en un pa­
ciente sin alteraciones en sus funciones cognitivas. dionúclido se detecta dentro del sistema ventricular
En el síndrome de Hakim-Adams (hidrocefalia nor­ (particularmente en los ventrículos laterales) y persis­
motensiva) se observa notable dilatación ventricular, te a las 24 y 4� horas (estasis ventricular). Por el con­
en ausencia de retracción cortical (fig. 1 9-23). trario, en la hidrocefalia no comunicante obstructiva el
La TC se puede utilizar también para el diagnósti­ radiotrazador no pasa a los ventrículos, a pesar de
co de lesiones vertebrales y paravertebrales, pero la que con el aumento de la presión endocraneana pue­
resonancia magnética es más útil. de hallarse alteración en la circulación del LCR hacia
la convexidad cerebral, persistiendo el marcador en el
espacio subaracnoideo a las 24 y 48 horas. Este mé­
Cisternografía radioisotópica todo permite también establecer la presencia de fístu­
las traumáticas, visualizando su trayecto en las imá­
La inyección de una sustancia radiactiva (DTPA, genes tempranas y tardías (pérdida de LCR por
tecnecio 99 metaestable) en el espacio subaracnoi­ conducto auditivo externo o fosas nasales).
deo permite estudiar y clasificar las hidrocefalias y de­
tectar eventuales pérdidas de LCR a través de fístu­
las. El radionúclido se inyecta por PL y pasa Resonancia magnética por imágenes (RMI)
normalmente a las cisternas basales 2-6 horas des­
pués, observándose en la región parasagital en 24-48 Antes llamada resonancia magnética nuclear, se
horas. En caso de hidrocefalias comunicantes, el ra- basa en los cambios que ocurren en los protones (io-

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 495

nes H ) tisulares al ser expuestos a un campo ·mag­


+
La resonancia magnética consiste pues en la señal
nético estático y posteriormente estimulados con un emitida por los protones de los núcleos atómicos de
campo magnético rotatorio. No se utilizan rayos X, y hidrógeno, cuando colocados en un campo magnético
los huesos no interfieren con el registro de las imáge­ interno son estimulados por una onda electromagnéti­
nes, como sucede con la TC. ca en la gama de frecuencia de las ondas de radio
Se fundamenta er:i el descubrimiento de la rotación (ondas de radiofrecuencia).
de núcleos atómicos sometidos a campos magnéti­ El aparato de RMI se compone de: a) un imán prin­
cos, efectuado por Edward Purcell en Harvard y Félix cipal que permite obtener un campo magnético y que
Bloch en Stanford, en 1 946, por el que recibieron el en la mayoría de los casos es de tipo supraconductor;
Premio Nobel de Física en 1952. b) bobinas de radiofrecuencia que sirven para enviar
Estos estudios fueron más tarde aprovechados por la onda de radiofrecuencia y recoger así la señal emi­
R. R. Damadian (1971) para realizar investigaciones tida por los núcleos de hidrógeno; c) bobinas de gra­
para la obtención de imágenes, y Paul Lauterbur logró diente que se utilizan para localizar la señal emitida
luego las primeras imágenes del cuerpo humano efec­ por los protones del organismo, y d) un sistema elec­
tuadas con RMI. El método se basa en que los nú­ trónico y de computación.
cleos de los átomos de ciertos elementos, como el hi­ Existen varios tipos de bobina adaptados al tipo de
drógeno, cuando se someten a un fuerte campo órgano a estudiar. Cuando se realiza un examen del
magnético exterior pueden, por influencia de ondas de cráneo y su contenido se utiliza la denominada bobina
alta frecuencia, emitir una señal que es posible con­ "cabeza· que rodea el cráneo del paciente; cuando,
vertir en imágenes. por el contrario, se trata de la médula y el raquis se uti­
Existe un fenómeno físico-acústico denominado re­ liza la bobina "cuerpo" que envía la onda de radiofre­
sonancia, que se puede observar en los instrumentos cuencia, y otra de superficie aplicada contra el dorso
de cuerda. Cuando se fricciona el arco contra la cuer­ del paciente para recoger la señal correspondiente.
da de un violín, haciéndola vibrar y originando el soni­ La imagen de la RMI depende de las propiedades
do característico, las cuerdas restantes también vi­ del tejido, de su contenido en agua y de los denomi­
bran secundariamente. Un fenómeno similar ocurre nados "tiempos de relajación": longitudinal (T1 ) y
con los protones de los núcleos atómicos colocados trasverso (T2). Debido a la composición química dife­
en un campo magnético estático que, por la rotación rente, cada tejido y órgano tiene diferentes valores de
que experimentan, generan, a su vez, otro campo T1 y T2. Los tiempos de relajación de los procesos
magnético, produciéndose así un fenómeno de "reso­ patológicos son diferentes a aquellos de los tejidos
nancia magnética": durante la estimulación de los pro­ normales.
tones, se reproducen campos magnéticos fluctuantes El aumento del contenido de agua, principalmente
por la presencia de otros elementos vecinos del me­ en la sustancia blanca, caracteriza a las enfermeda­
dio, que varían según su composición química. des del sistema nervioso. Al tener mayor número de
Para la formación de imágenes se utiliza la reso­ protones, la sustancia blanca tiene una relajación-más
nancia del protón de hidrógeno (H +), que es el más corta que la sustancia gris. El T1 está prolongado en
abundante en la naturaleza e integra el mayor compo­ los trastornos de ambas sustancias. El T2 es más len­
nente volumétrico del cuerpo humano: el agua. En un to en el agua extracelular (agua libre) que en el agua
objeto colocado en un campo magnético homogéneo, intracelular (agua unida a las proteínas). Por esta ra­
todos los hidrogeniones tendrán la misma frecuencia zón el T2 se acorta en el edema citotóxico. La pérdi­
de resonancia sin importar su posición en el espacio. da de líquido de la mielina contribuye al alargamiento
Si se coloca un gradiente en el campo magnético, es de los tiempos: por ello se pueden identificar las en­
decir, si se varía el valor del campo en un eje, la fre­ fermedades desmielinizantes con una mayor resolu­
cuencia de resonancia en ese eje también variará. La ción y efectividad que con la TC (fig. 1 9-24).
correlación entre la frecuencia de resonancia y la posi­ La imagen T1 tiene como ventaja el mayor contras­
ción espacial de los núcleos de hidrógeno forma la ba­ te entre el LCR y el parénquima, que es específico pa­
se de la imagen de la resonancia magnética, pero un ra el diagnóstico de sangrado agudo o crónico. Pre­
corte en un plano no puede lograrse con una sola pro­ senta como desventaja, sin embargo, el menor
yección y, como en el caso de la TC, se requiere una contraste del tejido sano con el patológico con excep­
reconstrucción, realizada por la computadora, de una ción de la sangre y la grasa.
serie de proyecciones tomadas desde varios ángulos. La imagen T2 tiene como ventaja el máximo con­
De las proyecciones obtenidas rotando el objeto en el traste para la mayoría de las lesiones, aunque no es­
campo, la computadora reconstruye una imagen de la pecíficas, y la posibilidad de obtención de imágenes
distribución espacial de agua en el área de interés. no observables en la tomografía computada como in-

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496 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Fíg. 19-24. Esclerosis múltiple con


áreas de desmielinización paraventri­
cular en la sustancia blanca frontal
izquierda (imágenes hiperdensas).

farios pequeños, y diferenciación entre neoplasia y le­ ya infartada, por difusión del trazador dentro de la mis­
sión benigna inflamatoria de los senos paranasales. ma. La RMI por perfusión (Perfusion-Weíghted MRI,
Ciertas sustancias denominadas paramagnéticas PW-MRI) mostrará el área isquémica sometida a hipo­
poseen un gran efecto magnético intrínseco y pueden flujo por obstrucción vascular, que puede coincidir con
provocar cambios en el campo magnético reduciendo el área de necrosis mostrada por la difusión, o no
el T1 de los protones circulantes. El uso de estas sus­ coincidir, sobrepasándola. Cuando no coincide y es
tancias como contraste se emplea así para mejorar el mayor (en inglés: misma/ch, falta de correspondencia
diagnóstico. Las sustancias paramagnéticas pueden o c,oincidencia), significa que existe una porción del
ser externas (gadolinio) o internas (oxígeno molecular, área de isquemia que todavía no ha sido suficiente
cobre y algunas formas del hierro). El cobre presente para ocasionar necrosis: es la llamada área de pe­
en el hígado en algunas formas de cirrosis puede re­ numbra, importante de detectar porque identifica teji­
ducir el T1. do recuperable en la medida en que se recupere el flu­
jo. En esto se basan las actuales hipótesis de
Utilidad clínica de la RMI tratamiento farmacológico precoz de la isquemia cere­
bral, con drogas que restablezcan rápidamente el flu­
La RMi puede aplicarse al estudio del neuroeje, jo antes de que la penumbra isquémica devenga en
nervios y músculos, columna vertebral, órbitas, cuello, necrosis mayor.
faringe, laringe, corazón, pulmones, mamas, hígado, Los infartos secuelares pueden observarse en T1
páncreas, riñones y aparato osteoarticular. Es el mé­ como un área central hipointensa (oscura), de necro­
todo de elección para estudiar los órganos de la pel­ sis, circundada por otra hiperintensa {clara), de dege­
vis: Vfjiga, próstata y órganos ginecológicos. neración walleriana y gliosis {fig. 1 9-25). La hipointen­
El infarto cerebral produce un gran influjo de agua sidad central es similar a la del LCR y representa el
y por ello los tiempos T1 y T2 están prolongados, au­ agua global con tiempo de relajación más largo. En T2
mentando con la cronicidad. En los infartos agudos se el área de necrosis se observa hiperintensa. Los infar­
ven áreas netamente delimitadas, imágenes en las tos profundos pequeños y los cambios isquémicos in­
que se utiliza mayor peso de T2, que se deben, a su cipientes de la sustancia blanca se observan mejor en
vez, al edema de las células que rodean al área de las secuencias FLAIR (Fluid Attenuation lnversíon Re­
necrosis. Las primeras etapas del infarto cerebral, covery).
equivalentes a aquellas en las que en la TC se obser­ Las hemorragias acortan el tiempo de relajación
van los signos precoces, pueden evaluarse mediante con un gradiente de acortamiento hacia el centro. La
técnicas de difusión y perfusión. La RM/ por difusión metahe.moglobina ocasiona acortamiento de T1 y por
(Diffusion-Weighted MRI, DW-MRI) mostrará el área ello la detección de hematomas no es tan inmediata
en la que la isquemia ya ha causado necrosis, el área como con la TC.

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 497

Fig. 19-25. Encefalopatia vascular múl­


tiple. leucomalacia paraventricular
bifrontal con infartos !acunares múlti­
ples en los ganglios basales y sustan­
cia blanca.
Las microhemorragias pueden observarse en pa­ 26). En la angiorresonancia magnética (ARM) el pro­
cientes asintomáticos como imágenes puntiformes hi­ grama ha sido diseñado para captar la resonancia del
pointensas en T2, en secuencias spin-echo, pero en árbol vascular, que entonces permite la visualización
forma mucho más evidente en secuencias llamadas de vasos sanguíneos extra o intracraneales sin admi­
de gradiente de eco (echo-gradient). La importancia nistrar sustancia de contraste. Este estudio aprovecha
de identificarlas reside en reconocer el mayor riesgo los fenómenos de flujo que se generan por la forma de
hemorrágico en un paciente que se intenta anticoagu­ adquisición de las imágenes (fig. 1 9-27). Por ARM se
lar o que ya está anticoagulado. pueden visualízar tanto los vasos extra como los intra­
La RMI es útil para detectar malformaciones vascu­ craneales. Si el programa utilizado ofrece la posibilidad
lares no o poco visibles a la arteriografía: aneurismas de visión tridimensional (soft 3D), la ARM constituye un
arteriales trombosados, malformaciones arteríoveno­ método útil, junto a la ultrasonografía Doppler, para es­
sas pequeñas, angiomas venosos, angiomas caver­ tablecer el grado de estenosis carolídea extracraneal
nosos (cavernomas), telangiectasias capilares y pe­ en forma no invasiva. Con los programas de última ge­
queñas malformaciones trombosadas. Los aneurismas neración, ello resulta razonablemente confiable si los
> 2,5 cm se visualizan perfectamente con RMI. Las
malformaciones arteriovenosas aparecen como seña­
les hipointensas curvilíneas bien visibles en relación
al parénquima cerebral y al LCR. Los angiomas veno­
sos pueden dar lugar a una señal hipointensa en T1 y
otra hiperintensa en T2. Los cavernomas aparecen de
manera casi constante rodeados de un anillo hipoin­
tenso en T2. En el interior de la lesión presentan una
señal heterogénea con áreas de hipo, iso o hiperinten­
sidad.
Los vasos sanguíneos se pueden observar sin ad­
ministrar contraste alguno y aparecen en negativo por
la ausencia de señal proveniente de los mismos, dada
la movilidad de los glóbulos rojos que pasan a través
del campo durante el estudio, que son estimulados con
radiofrecuencia cuando están en el campo magnético
y envían su señal de respuesta cuando ya han salido
del mismo. Por este motivo la RMI es útil para descu­
brir oclusiones y malformaciones vasculares (fig. 1 9- Fig. 19-26. Dolicoectasia del tronco basilar.

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498 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

hallazgos coinciden con los del Doppler, lo que permi­


te eventualmente evitar una angiografía invasiva si el
grado de estenosis hallado es bajo y se considera no
pasible de intervención. Se pueden observar asimismo
estenosis intracraneales, ectasias, aneurismas, mal­
formaciones vasculares, patologías arteriales no ate­
roscleróticas y venosas. La no observación de alguno
de los territorios explorados, por ejemplo el carotídeo
derecho, equivale a falta de flujo por probable oclusión
proximal en ese sector.
Donde la RMI adquiere gran valor es en el estudio
de patologías de fosa posterior (cerebelo y tronco en­
cefálico). Pueden identificarse los núcleos de los pa­
res craneanos y los tractos más importantes.
Las lesiones desmielinizantes se observan hiperin­
tensas en T2, y en particular en FLAIR, y refuerzan
con gadolinio en su etapa aguda. Fig. 1 9-27. Angiorresonancia. Estenosis significativa del sifón
La RMI es superior a la tomografía en el diagnósti­ carotídeo derecho.
co del astrocitoma hemisférico de baja malignidad y
otros tumores (figs. 1 9-28 y 1 9-29). La comprobación
experimental de alteración de los tiempos de relaja­
ción en tejidos cancerosos es el motivo que impulsó el
desarrollo de la RMI para su aplicación en medicina.
La lesión de las células produce liberación de proteí­
nas y actúa generando campos fluctuantes. Las célu­
las cancerosas, al igual que las células embrionarias,
tienen mayor contenido de agua libre, es decir, no uni­
da a proteínas, lo que causa que los tiempos de rela­
jación se alarguen, ya que el agua al tener campos
muy uniformes no puede entregar o disipar energía y
es mayor el tiempo que tarda en pasar del estado de
alta al de baja energía.
En general las lesiones se observan mejor en la
serie de excitaciones por pulsos de radiofrecuencia Fig. 1 9-28. Lesión frontal derecha metastásica de adenocarci­
del campo magnético rotatorio que hacen que el vec­ noma de riñón.
tor magnetizado se desplace a 90º y a -90 º , y otra
vez a 90° donde se registra la emisión. Esta secuen­
cia se denomina eco del spin (spin-echo).
En la hipófisis tanto la TC como la RMI son útiles
para el diagnóstico de tumores, aunque la RMI es me­
jor para la obtención de imágenes sagitales.
En los neurinomas del acústico la RMI detecta lesio­
nes intracanaliculares, aunque para demostrar anorma­
lidades en el hueso temporal resulta mejor la TC.
El) los traumatismos craneoencefálicos la RMI es
superior a la TC al evaluar mejor el efecto de masa so­
bre el tronco cerebral y cisternas. En cambio la TC
muestra mejor la hemorragia subaracnoidea.
Sirve asimismo para objetivar lesiones de la médula
espinal y diferenciar así los tumores extraaxiales de los
intraaxiales con facilidad e igualmente diferenciar los tu­
mores típicos de la médula espinal con la siringomielia.
La mielitis transversa y, en general, la esclerosis
Fig. 1 9-29. Tumor temporal izquierdo profundo con extensión a
múltiple (desmielinización) muestran hiperintensidad mesencéfalo.

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20. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS 499

en T2, que refuerza con gadolinio en las etapas· agu­ - Con fa uftrasonografía. Las imágenes ultrasónicas
das de las lesiones. El tamaño y volumen medular se son producto de la reflexión de las ondas de sonido de
preservan. las interfases de los órganos y tejidos (ecografía).
Los tumores medulares muestran típicamente au­ - Con fa TC. En ella se obtienen imágenes acoplan­
mento de tamaño y volumen medular e hiperintensi­ do la computadora al aparato de rayos X y haciendo
dad en T2 que refuerza con gadolinio. rotar el tubo de este último en un arco circular alrede­
La RMI es superior a la mielografía para estudiar dor del paciente, en conjunción con la rotación coordi­
lesiones de los cuerpos vertebra/es. La señal de alta nada del detector detrás del enfermo. Se proyectan
intensidad de la médula ósea se convierte en otra de así una serie de imágenes que, con la ayuda de una
baja intensidad cuando aquélla está reemplazada por computadora digital, pueden ser convertidas en otras
un tumor. En las zonas de conversión de la médula tantas imágenes de corte secciona!. Sin embargo, las
espinal desaparece la señal normal del LCR. La rela­ imágenes en este método pueden estar limitadas en
ción entre la médula espinal y la masa que la compri­ los planos transversales, no pudiendo ser obtenidas
me se demuestra mejor que con la TC. Los pequeños en el plano sagital. Este método no permite visualizar
osteofitos y los depósitos pequeños intradurales apa­ las pequeñas partes de los tejidos internos.
recen más n ítidos en la TC. Las ventajas de la RMI consisten en evitar rayos X
La RMI es claramente superior a la TC para el es­ y material radiactivo, ofrecer información cuantitativa
tudio de los trastornos degenerativos discafes: permi­ de las lesiones y permitir la obtención de una mejor re­
te identificar claramente los discos intervertebrales y producción de los órganos y tejidos blandos, introdu­
distinguir los normales de los patológicos, hernias, ciendo imágenes en cualquier plano.
protrusiones, hipertrofias facetarias y engrosamientos
ligamentarios. En los pacientes con lumbalgia posqui­ Contraindicaciones para la RM/
rúrgica persistente (síndrome lumbar fallido) la RMI
con gadolinio sirve para diferenciar el tejido discal, - Existencia de objetos metálicos en tejidos blandos
que no refuerza, del tejido de granulación cicatriza!, que puedan desplazarse con el campo magnético:
que refuerza claramente, para la correlación anatorno­ clips vasculares neuroquirúrgicos metálicos, stents,
clínica del dolor. El hallazgo adquiere especial valor si cuerpos extraños intraoculares o intracerebrales
persiste 3-6 meses después de la cirugía, una vez pa­ (proyectiles, esquirlas). Los clips vasculares metá­
sada la etapa de inflamación, edema y neovasculari­ licos ya van siendo actualmente reemplazados por
zación del posquírúrgico inmediato. otros no magnéticos.
La RMI permite detectar los tumores del globo ocu­ - Marcapaso.
lar y nervio óptico, por secciones múltiples en los pla­ Válvulas cardíacas mecánicas.
nos axial, coronal y sagital. Las proyecciones sagita­ - En algunos casos prótesis ortopédicas.
les suministran buena delimitación anatómica de la - Claustrofobia: por la índole de los equipos, la RMI
región del quiasma y de la alteración patológica del causa en algunos pacientes insoportable sensa­
mismo por lesiones tumorales. Para la estructura ción de claustrofobia. Este impedimento está sien­
ósea de las órbitas puede ser de mayor utilidad la TC. do actualmente superado por la introducción en el
Las diferencias con otros métodos actuales de mercado de equipos abiertos.
diagnóstico por imágenes son las siguientes: - Falta de colaboración: es necesario que el pacien­
- Con los rayos X. Este método suministra proyec­ te permanezca inmóvil por el tiempo que dure el
ciones en un plano de la estructura interna del cuerpo estudio, que puede ser prolongado. En pacientes
humano, colocando al paciente entre la fuente de ra­ excitados, con trastornos de conciencia o niños, se
yos X y una película. La imagen plana, con el fin de puede recurrir a sedación, pero si no se logra la in­
aclarar bien las estructuras externas, se complemen­ movilidad requerida el examen no puede efectuar­
ta con varias vistas o proyecciones (frontal, lateral, se, porque se introducen múltiples artificios en las
oblicuas). La distinción entre órganos blandos es más imágenes.
bien pobre, debido a la casi idéntica penetración de
los mismos por parte de los rayos X.
- Con fa medicina nuclear. Las imágenes en este Tomografías por emisión de fotón único y
método se logran por medio de isótopos radiactivos por emisión de positrones
que inyectados o ingeridos se acumulan en los dife­
rentes tejidos alterados. Las emisiones radiactivas ex­ La tomografía por emisión de fotón único (Single
ponen en una pelfcula de rayos X, las imágenes que Photon Emission Tomography, SPECT) permite estu­
se aproximan al órgano elegido. diar el flujo cerebral en distintas áreas encefálicas,

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500 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

mediante la utilización de radionúclidos de vida más nervioso central, nervios, músculos, u otras estructu­
bien larga (tecnecio 99 metaestable). Este estudio es ras cuya observación histológica sea relevante para
accesible y particularmente útil para la evaluación de un diagnóstico neurológico.
hipoflujo cortical en las demencias, ya que facilita la Para obtener biopsias cerebrales se requiere una
detección de las áreas en proceso de atrofia (demen­ intervención quirúrgica que permita el acceso a la ca­
cias frontotemporales, afasia progresiva primaria, de­ vidad craneana. Es excepcional pero importante en la
generación corticobasal, enfermedad de Alzheimer). certificación de enfermedades cuyo cuadro clínico no
La tomografía por emisión de positrones (Positron lo permite, y en las que el diagnóstico puede tener
Emission Tomography, PET) es un método que per­ consecuencias sustanciales epidemiológicas o tera­
mite valorar el metabolismo cerebral, mediante la uti­ péuticas: por ejemplo, enfermedad de Creutzfeldt-Ja­
lización de radionúclidos que decaen por la emisión kob (encefalopatía espongiforme), por su carácter
de un positrón, pequeña partícula con la misma ma­ transmisible; angeítis granulomatosa (biopsia de polo
sa de un electrón pero de carga opuesta. Después de temporal), por su diagnóstico diferencial con linfoma,
desplazarse unos pocos milímetros a través del teji­ meningitis carcinomatosa o encefalitis por herpes
do, el positrón se detiene e interacciona con un elec­ . simple; SIDA, para la identificación de lesiones cere­
trón, lo que resulta en la destrucción de ambos. Este brales (¿toxoplasmosis? ¿linfoma? ¿tuberculoma?).
efecto de acumulación crea dos fotones gamma que Es más frecuente su indicación para el diagnóstico
se difunden desde el punto de anulación en direccio­ del tipo histológico de un tumor cerebral, a fin de ade­
nes o·puestas. Estos fotones son captados por pares cuar el tipo de tratamiento oncológico requerido y es­
de detectores sólo cuando los mismos llegan a cada tablecer pronóstico.
par en fo rma simultánea. El mecanismo hace que la La biopsia muscular es útil por su inocuidad y por
medición de la actividad sea mucho más precisa por­ los datos que puede suministrar para el diagnóstico
que evita los problemas creados por el exceso de di­ diferencial entre miopatía y neuropatía.
fusión de radiactividad. De los distintos montos de ra­ Las miopatías se manifiestan por la mezcla desor­
diactividad detectada se obtiene una imagen denada o anárquica de fibras musculares normales o
reconstruida de la radiactividad tisular cerebral, pu­ en diversos grados de atrofia, sin agrupamiento de
diéndose asi valorar, en forma más o menos precisa, unidades motoras, por la pérdida de la estriación
los distintos niveles de metabolización de una sus­ transversal, proliferación abundante de núcleos, mi­
tancia marcada (glucosa, Q15) en puntos diferentes grac.ión de éstos desde la periferia hacia el centro de
del cerebro. El equipo necesita de un ciclotrón para la fibra, y homogeneización de su citoplasma.
su funcionamiento, por lo que su costo y el del estu­ Las miositis se caracterizan histológicamente por
dio son elevados. El método se utiliza por ello casi infiltrados inflamatorios intersticiales con degenera­
exclusivamente para investigación y no es de aplica­ ción y necrosis parenquimatosas.
ción diagnóstica corriente. La biopsia de nervio, habitualmente llevada a cabo
Ambos métodos se han aplicado en isquemias ce­ en el nervio safeno externo (sural), puede efectuarse
rebrales (hipoflujo en áreas de penumbra), demencias para el diagnóstico de ciertas neuropatías periféricas:
(hipofiujo e hipometabolismo en las regiones cortica­ heredofamiliares (aspecto característico en onion bulb
les de atrofia), enfermedad de Parkinson (hipometa­ o ca/áfila de cebolla en las neuropatías hipertróficas),
bolismo en ganglios basales) y enfermedades psiquiá­ neuropatías por vasculitis, inflamatorias y desmielini­
tricas (patrones diferentes de actividad metabólica en zantes y su diagnóstico diferencial.
la esquizofrenia y en el trastorno bipolar). La biopsia de la arteria temporal superficial se
efectúa para confirmar el diagnóstico de arteritis cra­
neal o temporal de células gigantes. El cuadro clínico
Biopsias es sin embargo generalmente típico y permite instau­
rar tratamiento sin necesidad de recurrir a la biopsia.
La exploración del sistema nervioso se comple­ De efectuarse, debe ser amplia y en lo posible bilate­
menta en ciertas circunstancias con el estudio histo­ ral, porque de otro modo la posibilidad de encontrar
patológico de una muestra obtenida de los tejidos ner­ las células gigantes típicas de la enfermedad es me­
viosos. La biopsia puede ser obtenida del sistema nor, al tratarse de una vasculitis segmentaría.

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Indice alfabético

A Addíson, enfermedad, 439 agramalísmo, 343


adiadococinesía, 1 74, 205 agripnia, 309, 31 O
Abadie, signo, 297 Adíe, síndrome, 49 agudeza visual, alteraciones, 38
abarestesia, 297 adínamía episódica heredílaria, 176 examen, 36
abarognosia, 297 adiposis dolorosa de Dercum, 181 agujero rasgado, anterior,
abatiestesia, 297 Adson, maniobra, 296 síndrome, 127
abolición de los reflejos, 229, 231 afalgesia de Lannoís, 297 posterior, síndrome, 127
bulbocavernoso y anal, 231 afasia(s), 338, 339 Albers-Schiinberg,
corneano y conjuntiva!, 231 anómica, 346 enfermedad, 436
faríngeo y velopalatino, 231 causas, 347 Albrighl-Forbes, síndrome, 428
absceso, 494 cruzadas, 341 alcalosis, 435
encefálico, 433 de Broca, 338, 345 alcoholismo, 434
abulia, 457 de comprensión, 345 alestesía, 298
acatisia, 271 de conducción, 345 aleteo, ocular, 64
tardía, 271 de expresión, 345 psicógeno, 64
accidente, de Wernícke, 345 Alexander, ley, 80
cerebrovascular, definición, 339 alexia(s}, 339, 345
constituido o completado, 373 diagnóstico diferencial, 346 con agrafia, 345
en evolución, 373 doctrina, 347 sin agrafia, 345
isquémico transitorio, 373 clásica, 347 Alféild, signo, 181
acidosis, 435 de Head, 347 algia, 286
acinesia, en la enfermedad de de Pierre Marie, 347 algíacusía, 76
Parkinson, 259 exploración,.342 algofilia, 286
psicógena metaparalítíca, 111 hípofluentes, 338 alienación mental, 453
acrieslesía, 296 nominal, 346, 347 aloquiria, 298
acromatognosia, 353 progresiva primaria, 385 alteraciones, de la actilud, 23
acromatopsia, 38 putaminales, 346 en el decúbito, 23
acroparestesía, 288 semántica, 348 en la eslacíón de pie, 24
actitud, 21 síndromes semiológicos, 344 en los miembros, 25
alteraciones, 23 sintáctica, 348 mano, 25
en ataxias, 24 talámicas, 346 pie, 26
en el coma hemipléjico, 24 transcortical, míxta, 346 de la marcha, 27
en el tétanos, 23 motora, 345 de las reacciones pupilares, 49
en la ciática, 24 sensorial, 346 del globo ocular, 58
en la corea, 24 transitorias, 347 pupilares, 47
en la enfermedad, de Little, 24 verbal, 347 intermitentes o transitorias, 50
de Parkínson, 24 afecciones sistémicas, síndromes neuro• tróficas, de las uñas, 181
en la hemiplejía, capsular con lógicos, 434 de los cabellos, 181
contractura, 24 afectividad, exploración, 454 de los músculos, 181
fláccida, 23 afemia, 338 del tejido celular subcutáneo,
en la histeria, 25 ageusia(s), 115 181
en la meningitis aguda, 23 transítorías, 116 alucinaciones, 455
en la parálisis radial, 25 agnosia(s), 350, 353 auditivas, 78, 455
en la paraplejía, espástica, 24 auditivas, 354 gustativas, i16, 455
fláccida, 24 causas, 355 hipnagógicas, 309
en las radículalgías, 24 cromática, 38 hipnopómpicas, 309
en miopatías, 24 de los ruidos, 355 olfatorias, 33, 455
antálgica, 24 melódica, 355 táctiles, 455
en galíllo de escopeta, 431 para los colores, 353 visuales, 41, 455
o estación de pie, 22 para los objetos, 353 alucínosís auditiva troncal, 77
vestibular, 25 somestésicas, 354 Alzheimer, enfermedad, 385
y marcha, 21 tonal, 355 escala de evaluación, 383
actividad, neuronal, caracteres generales, 6 verbal, 354 amaneramiento, 457
postura!, 169 visuales, 353 amaurosis, 38
actos psicomotores intencionales, 348 visuoespaciales, 353 fugaz, 38, 372
acúfenos, 76, 78, 79 agorafobia, 463 ambliopía, 38
cliqueantes, 78 agrafestesia, 297 amimia, 174
pulsátiles, 78 agrafias, 339 amiotrofia(s), 181

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508 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

de Charcot-Marie-Tooth, 184 de imantación, 352 de la esclerosis múltiple, 198


espinales primarias, 415 de la apertura paípebral, 71 , 352 de la mielopatía cervical, 198
peronea o en liga, 184 de la marcha, 29, 210, 352 de la siringomielia, 198
amnesia, 355 de la oclusión palpebral, 7 1 de tronco, 203
de corto plazo, causas, 357 del vestido, 351 degeneración combinada, 198
funcional, 448 diagonística, 352 dinámica, 196
global transitoria, 357 ideatoria, 350 episódicas o paroxisticas, 211
postraumática, 357 ldeomotriz, 350 espinocerebelosas, 208
anacusia, 75, 77 magnética, 29, 210, 352 frontal de Bruns, 210, 352
anafia, 296 meloquinética, 352 hereditarias, 11
analgesia, 297 ocular, 65 laberíntica, 21 O
testicular, 297 congénita, 352 medular, 198, 412
visceral, 297 oculomotoras, 351 mixtas, 211
anartria, 338, 347 selectivas, 352 neurítica, 1 97
anatomía, 1 simpática, 352 óptica, 210
André, tic doloroso, 104 tipos de leGión que provocan, 352 periférica, 197
André-Thomas, pruebas, troncopedal, 352 por abetaíipoproteinemia, 209
de dismetría, 204 unilaterales, 352 por deficiencia de vitamina E, 209
de pasividad, 205 aracnoides, 1 por déficit de hexosaminidasas, 209
anemia, 366 aracnoiditis, 397 por hipobetaíipoproteinemia, 209
falciforme, 435 Aran-Duchenne, síndrome, 1 82 por lesiones
ferropénica, 435 arco reflejo, 8, 213 bulbopontopedunculares,
megaloblástica, 435 áreas, motoras de la corteza 210
anestesia, 297 cerebral, 1 38 respiratoria, 317
disociada, 297 sensitivas corticales, 281 talámica, 210
en silla de montar, 302, 408 argininasuccinoaciduria, 473 ataxia-telangiectasia, 209
monomélica, 444 Argyll-Robertson, signo, 49 atermoestesia, 296
aneurismas, 497 invertido, 50 ateroembolia, 363
angiografía cerebral, 489 arreflexia, 229 atetosis, 267
contraindicaciones, 490 por lesión, centromedular, 230 alimia, 454
uUlidad clínica, 490 de la motoneurona periférica, 230 atonia, 171, 202
por tomografía computada, 492 de las raíces y cordones medula­ atrofia(s), de papila, 42
angiomatosis encefalotrigeminal, 181 res posteriores, 230 multisistémicas, 262
angiopatía amiloide, 367 de fas ramas aferentes o eferentes muscular(es), 181
angiorresonancia magnética, 497 deí arco reflejo, 229 bulboespinal ligada al cromosoma
ángulo pontocerebeloso, deí músculo efector, 230 X, 420
síndrome, 128 profunda, 229 degenerativas, 182
anhedonia, 461 superficial, 230 espinales, 1 82, 415
anisocoria, 46, 47 arteriografía cerebral, 489 mielopáticas, 182
congénita, 47 arteritis temporal, 438 miopáticas, 185
anisodiscoria, 46 artritis, agudas, contracturas, 176 neuríticas, 1 84
anisometría, 47 reumatoidea, 436 neuropáticas, 182
anomia, 343 artropatía(s), 190 no degenerativas, 185
anorexia nerviosa, 181, 465 ulceromutilante de Thévenard, 412 por inactividad, 182
anosmia, 33 asa lenticular, 253 reflejas, 189
anosodiaforia, 354 asimbolia táctil, 354 olivopontocerebeíosa, 262
anosognosia, 40, 210, 354 asinergia, 203, 204 audición, 71
visual, 354 astasia, 202, 203 alteraciones, 77, 78
antecedentes, heredofamiliares, 1 9 astasia-abasia, 29 exploración, 75
personales, 1 8 astasobasofobia, 29 audiometría, 76
Anton, síndrome, 354 astenia, 202 aura, 239
apalestesia, 297 astereognosia, 297, 354 ausencias, 481
aparato reticular de Golgi, 2 asterixis, 263 epilépticas, 241
apertura palpebral, apraxia, 71 astrocitoma, 498 autismo, 462
apnea, del sueño, 311 astrocitos, 5 autocriticismo, 352
poshiperventilación, 316 ataque(s), de caída, 88, 166 autofonía, 77
apnea-hipopnea, central, de pánico, 463 autotopoagnosia, 354
síndrome, 312 isquémicos transitorios, 1 59, 373 Avellis, sindrome, 128, 155
obstructiva, síndrome, 311 ataxia(s), 193 axón, 2
apneusis, 317 actitud, 24
apoplejía, 361 centrales, 198
apraxia(s), 348, 350 cerebelosa, 198 B
agnósica, 348 precoz con reflejos
bucolinguofacial, 351 preservados, 209 Babinski, ley de simetría, 229
callosa, 352 corticales, 210 prueba de la raya horizontal, 203
constructiva, 351 de Friedreich, 1 98, 208 signo, 221

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INDICE ALFABÉTICO 509

Babinski-Nageotte, slndrome, 1 55 Brunner, hipoacusia central troncal, 77 cerebrilis lúpica, 438


Babinski-Weil, marcha, ciega, 210 Bruns, ataxia frontal, 210, 352 cerebro, 1 , 422
en estrella, 21 O bruxismo, 313 afecciones, 422
bahnung, 214 bulbo raquídeo, afecciones, 418 lesiones localizadas, 481
baile de los tendones, 266 bulimia nerviosa, 465 tumores, 426
Baillarger-Jackson, fenómeno, 343 Burkitt, linfoma, 437 Chaddock, signo, 221
bailoteo ocular, 64 Bums, maniobra, 295 Charco!, enfermedad, 414
Balinl, síndrome, 62 Buzzard, maniobra, 216 Charcot-Marie-Tooth, enfermedad, 184
Bárány, índice, desviación, 207 Charles Foix, síndrome, 126
e
pruebas, 81, 86 Cheyne-Stokes, respiración, 316
reflejo, 83 Chiray, signo, 294
barber sign, 287 Chvostek, signo, 247
barestesia, 278 cabellos, alteraciones tróficas, 1 81 ciatalgia, 293
exploración, 284 Cacciapuoli, signo, 227 ciática, 293
barognosia, 278, 297 cacosmia, 33 actitud, 24
exploración, 284 CADASIL, 289 causas, 294
trastornos, 207 caída de la cabeza, maniobra, 174 clases, 294
Barré, maniobra, 143, 146 Cairns, mutismo aquinélico, 314 diagnóstico diferencial, 295
prueba de la plomada, 81 Caisson, enfermedad, 162 funicular, 295
Bassen-Kornzweig, enfermedad, 209 calambre(s), 248 ganglionar, 294
Bastian, ley, 230 del escribiente, 270 histérica o simulada, 295
batiestesia, 278, 297 calcinosis universal, 181 plexual, 295
exploración, 284 campo, auditivo, 76 radicular, 294
Beau, surco, 181 ocular frontal, 318 troncular, 294
Bechlerew, reflejo, 218 lesión, 319 cilindroeje, 2
signo, 297 visual, alteraciones, 39 cinestesia, 278
Becker, distrofia muscular, 186 camptocormia, 25 circulación, en el examen del
Bell, parálisis, 11 O canalolitiasis, 86 comatoso, 316
signo, 20, 109 canalopatías, 1 O círculos de Weber, 283
Benedikt, síndrome, 152 cardiopatías, 435 cisternografía radioisotópica, 494
Bergara-Wartenberg, signo, 111 catalepsia, 172 Claude, síndrome, 1 52
Berger, ritmo, 479 cerebelosa, 203 Claude Bernard-Horner, síndrome, 147
Bickerstaff, migraña vertebrobasilar, 289 cataplexia, 309,428 claudicación intermitente de la cola
Bielschowsky, prueba, 58 catatimia, 454 de caballo, 303
Biernacki, signo, 297 catatonia, 172, 203, 462 clonus, 225, 247
Bikele, signo, 432 causalgia, 286 de la mano, 226
Binda, fenómeno del hombro, 224 Cecilia Vogt, síndrome, 268 de la rótula, 226
Bine!, test, 458 cefalea(s), 288 del pie, 225
Bing, signo, 222 acuminada, 112 cluster, 317
Binswanger, enfermedad, 29, 352, 492 cervicogénica, 292 cóclea, 71
biopsia(s), 500 crónicas, 290 Cogan, signo, 71
cerebrales, 500 de Horton, 112, 289 slndrome, 88, 352
de la arteria temporal superficial, 500 de las enfermedades vasculares, 291 cola de caballo, claudicación
de nervio, 500 de rebote, 290 intermitente, 303
muscular, 500 en racimos, 112, 289 slndrome, 302, 408
blefarospasmo, 71, 269 histamínica, 112, 289 columna vertebral, radiografías
Blessed, escala, 383 oftalmogénica, 292 simples, 488
bloqueo, signo, 174 por pérdida espontánea de LCR, 291 coma, 314
bobbing ocular, 321 pospunción lumbar o raquídea, 291 alcohólico, 326
boca oblicua-oval, 1 09 postraumática, 291 barbitúrico, 327
Bonnet, signo, 294 primarias, 288 causas, 323
bostezo, signo, 228 secundarias, 290 circulacíón, 316
botulismo, 62 tensional, 289 cocaínico, 327
Bourneville, enfermedad, 159, 181 toxicofarmacológicas, 292 dépassé, 330
bradibasia, 28 y algias faciales, 292 diabético, 324
bradicinesia, en la enfermedad de ceguera, cortical, 41 endocrino, 326
Parkinson, 259 cromática, 38 evaluación del paciente, 315
bradicoria, 49 monocular transitoria, 372 exógeno, 326
bradilalia, 337 células, de Purkinje, 4 gradación, 315
braditeleoquinesia, 205 ependimarias, 5 hemipléjico, actitud, 24
Brissaud, reflejo, 222 cerebellar fits, 428 hepático, 325
tortícolis mental, 272 cerebelo, 1, 199 hipercalcémico, 326
Broca, afasia, 338, 345 conexiones y vías, 200 hipercápnico, 326
Brown-Séquard, síndrome, 157, 281, 301 fisiopatología, 202 hiperosmolar, 324
Brudzinski, signo, 431 localizaciones, 202 hipocalcémico, 326
Brueghel, síndrome, 269 tumores, 427 hipoglucémico, 324

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510 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

hipoosmolar, 325 exploración, 238 cupulolitiasis, 86


infeccioso, 327 fisiopatología, 237 Cushing, síndrome, 428, 439
lactacidémico, 326 focales, 237
metabólico, 324 generalizadas, 237
motilidad, general, 321 tónicas, 237 D
ocular conjugada, 318 tonicoclónicas, 237
movimientos oculares anormales, 321 cordones anterolaterales, síndrome dancing eye, 64
opiáceo, 327 sensitivo, 302 decúbito agudo, 180
por alcohol metílico, 326 corea, 266 déficit (s)
por drogas sedantes y actitud, 24 campimétricos funcionales 447
psicotrópicas, 327 causas, 266 neurológico isquémico
por lesión, infratentorial, 324 conversiva, 266 reversible, 373
supratentorial, 323 de Huntington, 11, 266, 386 motores funcionales 442
por monóxido de carbono, 327 variante de Westphal, 262 sensitivos funcionales 444
pupilas, 317 de Sydenham, 266 visual o ceguera funcional, 446
reflejo(s), corneano, 318 definición, 266 degeneración, combinada, 198
oculocefálicos, 319 farmacológica por L-dopa, 267 subaguda, 415
oculovestibulares, 320 gravídica, 267 corticobasal, 385
ritmo respiratorio, 316 hereditaria, 266 estrionígrica, 261
tóxico, 326 histérica, 267 walleriana, 7
urémico, 325 marcha de clown, 29, 266 Déjerine, síndrome, 155
vigil, 314 menor, 266 de las fibras radiculares
compás de Weber, 283 coreoatetosis, 268 largas, 302
complejo Pick, 385 Cornelia de Lange, enfermedad, 190 Déjerine-Gombault-Sottas, neuropatía
comprensión de la palabra, exploración, corpúsculos, de Golgi, 278 intersticial hipertrófica, 184
343 de Krause, 277 Déjerine-Klumpke, parálisis, 164, 399,
compresión, cervical, alta, 416 de Meissner, 277 400
baja, 416 de Nissl, 2 Déjerine-Roussy, síndrome, 299
medular, brusca, 416 de Pacini, 278 delirio, hipotiroideo, 326
dorsal, 416 de Ruffini, 277 polimorfo, 462
le.nta, 416 Corti, ganglio espiral, 72 delírium, 387
lumbar, 416 Gesten, sindrome, 105 trémens, 263, 326, 455
progresiva, 160 coup de cha/eur, 12, 437 demencia, 379
sindrome, 416 cráneo, radiografía simple, 487 causas, 385
microvascular, 88 craneofaringiomas, 429, 494 cortical, 380
compulsiones, 457 craneosinostosis, 436 causas, 385
conciencia, 314 craneostenosis, 436 corticosubcortical, 380
enturbiamiento, 314 Crigler-Najjar, sindrome, 268 causas, 386
trastornos, 314 crioglobulinemias, 438 diagnóstico diferencial, 384
conducción saltatoria, 8 crisis, cerebelosas, 207, 428 dialítica, 386
conductibilidad, 6 de pánico, 463 frontal, 385
conducto auditivo interno, sindrome, 127 del área motora suplementaria, 244 frontotemporal, 385
confabulación, 381 epilépticas, generalizadas, 239 por cuerpos de Lewy, 386
cono, de implantación, 2 atónicas, 241 semántica, 386
medular, slndrome, 302, 416 ausencias, 241 subcortical, 380
contracción(es), fásicas o clónicas, 21 mioclónicas, 239 causas, 386
paradójica de Westphal, 1 74, 223 tonicoclónicas, 239 tipo Alzheimer, 386
tónica, 21 parciales, 242 dendritas, 2
contractura(s), 176 motoras, 242 Denny-Brown, neuropatía sensitiva
en el síndrome meníngeo, 431 sensitivas y sensoriales, 244 hereditaria, 412
en el tétanos, 176 temporales, 244 denominación, exploración, 343
en la intoxicación por estricnina, 177 psicógenas, 244, 444 trastorno, 343
en la picadura de la araña "viuda oculógiras, 63 depresión, 309, 311, 454
negra", 177 otolilicas de Tumarkin, 88 Dercum, adiposis dolorosa, 1 81
en las artritis agudas, 176 pseudoepilépticas 444 dermatomas, 282
en las meningitis, 176 uncinadas, 33 dermatomiositis, 188
en las peritonitis agudas, 176 versivas, 62 descuido, somestésico, 354
facial, 111 cromosomas, 10 visual, 353
funcionales, 177 Crouzon, enfermedad, 21 desviación, conjugada de cabeza y
isquémica de Volkmann, 177 cuadrantopsia, 39 ojos, 62
tensionales, 1 77 cuadrilátero de Pierre Marie, 347 oblicua vestibular, 80
Contrast Sensitivity Testing, 37 cuadriplejía, 143, 163 sesgada, alternante, 64
convulsiones, 237 cuerpo, calloso, tumores, 428 u oblicua, 64
causas, 237 de Lewy, 386 Devic, enfermedad, 413
clónicas, 237 de Luys, 253 síndrome, 160
examen electroencefalográfico, 238 estriado, 251 diabetes, 434

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INDICE ALFABÉTICO 511

diadococinesia, 23, 202 conversiva, histérica o psicógena, 270 edrofonio, prueba, 165
diagnóstico, etiológico, 16 de Oppenheim, 269 ejercicios a lo Foumier, 196
fisiopatológico, 1 6 de torsión primaria, 269 Ekbom, síndrome, 273, 312
lesiona!, 16 espasmódica, 336 electrocución, lesiones del sistema
topográfico, 16 fija, 445 nervioso, 437
diátesis hemorrágica, 435 focales o segmenlarias, 269 electroencefalograma, 478
difusión de los reflejos, 228 generalizadas, primarias, 269 anormal o patológico, 481
dinamogenia, 214 secundarias, 269 caracteres normales, 479
dinamómetro, 146 laríngea, 270, 336 monitoreo ambulatorio, 481
diplejía, braquial, 143, 163 matinal inducida por L-dopa, 270 utilidad clínica, 484
facial, 20, 111, 143 oromandibular, 270 electromiograma, 474
diplopía, palpebral, 269 de fibra única, 1 66
binocular, reglas útiles en paroxística nocturna, 313 trazado, de interferencia o
la exploración, 57 plus, 269 reclulamienlo, 474
funcional 447 por lesión de nervios periféricos, 270 simple o intermedio, 474
exploración, 56 profesionales, 270 utilidad, diagnóstica, 477
disartria, ataxia, 337 tardía, 270, 271 terapéutica, 478
bradicinética, 337 distrofia(s), miotónica, 175, 187 electronislagmografía, 66, 83
funcional 448 muscular(es), 10, 185 embolia, 364
hipertónica, 337 congénitas, 187 Emery-Dreifuss, distrofia muscular, 187
hipocinética, 337 de Becker, 186 emprostólonos, 23
hipotónica, 337 de Duchenne, 186 encefalitis, 433
disautonomia familiar de Lesch- Nyhan, 287 de Emery-Dreifuss, 187 de Rasmussen, 241
discinesia(s), 270 de herencia, aulosómica, 187 de von Economo, 9, 61
aguda, 271 recesiva, 186 epidémicas, 433
bucolinguofacial, 272 "de las cinturas", 187 herpéticas, 433
inducidas, por L-dopa, 272 facioescapulohumeral, 188 letárgica, 260
por neurolépticos, 270 oculofaríngea, 188 por herpes simple, 494
por psicoestimulantes, 272 progresivas, 473 encefalomielilis aguda diseminada, 414
orolingual, 271 Dix-Hallpike, prueba, 86 encefalopatía, de Wernicke, 61, 422
oromandibular, 271 dolor, 286 espongiforme humana, 287
paroxística, cinesigénica, 270 central, 286 vascular, 368
no cinesigénica, 271 en las enfermedades del sistema enfermedad(es), de Addison, 439
tardía, 271 nervioso, 288 de Albers-Schonberg, 436
respiratoria, 271 facial de Folhergill, 1 04 de Alzheimer, 385
discordancia emotiva de Monrad- Krohn, insensibilidad congénita, 287 de Bassen-Kornzweig, 209
110 periférico, 286 de Binswanger, 29, 352, 480
discoria, 44, 46, 47 radicular, 293 de Bourneville, 159, 181
discos de Merkel, 277 dominancia para el lenguaje, 340 de Caisson, 162
discromatopsia, 38 génesis, 340 de Charco!, 414
disejecucíón frontal, síndrome, 426 Doppler, transcraneal, 484 de Charcol-Marie-Toolh, 184
disestesias, 287 ullrasonografía, 484 de Cornelia de Lange, 190
disfagia funcional 447 drop attacks, 88, 166, 428 de Crouzon, 21
disfonía, 336 Duane, síndrome, 61 de Devic, 413
espasmódica, 270 Duchenne, distrofia muscular, 186 de Eulenburg, 1 75, 189
funcional 448 Duchenne-Erb, parálisis, 164, 399 de Friedreich, 198
dislalias, 337 duramadre, 1 de Friedreiéh-Montgomery, 191
dismetría, 202, 203 de Gamstorp, 1 63, 176
atáxica, 65 de Gilles de la Tourette, 272
pruebas, 203 E de Hartnup, 11, 473
disociación, albuminocitológica, 398 de Heine-Medin, 417
de la sensibilidad, síndromes, 298 Eaton-Lambert, síndrome, 437 de Huntinglon, 262, 266
periférica, 298 eclampsia, 439 de Jakob-Creutzfeldt, 241
proteinocitológica, 470 ecocardiograma, transesofágico, 487 de Katayama, 9
siringomiélica, 298 transtorácico, 487 de Krabbe, 473
tabélica, 298 eco-Doppler, cardíaco, transesofágico, de Kugelberg-Welander, 184
disosmia, 33 487 de la "vaca loca", 287
disritrnias cerebrales, 481 lranslorácico, 487 de la moloneurona, 414
difusas, 481 de vasos de cuello, 484 de la orina de jarabe de arce, 473
focales, 481 ecolalia, 346 de Lafora, 241
paroxísticas, 481 ecopraxia, 445 de Little, 424
permanentes; 481 eclropión bucal, 20 actitud, 24
dislimia, 457 edema, celular, 324 de Méniére, 88
dislonía(s), 172, 177, 268 de papila, 42 de Niemann-Pick, 11
cervical, 269 vasogéníco, 324 de Oppenheim, 269
con respuesta a L-dopa, 269 Edimburgo, protocolo, 342 de Paget, 436

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512 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

de Parkinson, 170, 173, 258 escala, de Blessed, 383 de la agudeza visual, 36


actitud, 24 de deterioro global, 382 de la dominancia hemisférica, 342
de Parry-Romberg, 190 de evaluación para la enfermedad de de la fuerza muscular, 146
de Pick, 385 Alzheimer, 383 de la laringe, 118
de Raynaud, 288 de Glasgow, 315 de la motilidad activa voluntaria, 142
de Refsum, 184, 211 de Hachinski, 383 del campo visual, 37
de Rendu-Osler, 435 de Hamilton, 383 del fondo de ojo, 38
de Romberg, 21 escalofrío, 244 del liquido cefalorraquídeo, 467
de Segawa, 269 éscaras de decúbito, 1 80 del velo del paladar, 118
de Steele-Richardson-Olszewski, Escat, signo del trago, 1 1 9 general, 19
63, 261 esclerodermia, 181, 438 neurológico, particularidades, 15
de Steinert, 175, 1 87 esclerosis, 'en placas', 4 1 2 neurovascular, 370
de Strümpell-Lorrain, 412 lateral amiotrófica, 414 excitabilidad, umbral, 6
de Sturge-Weber-Dimitri, 181 múltiple, 412, 494, 498 exploración(es), bioquímicas especiales,
de Tay-Sachs, 11, 209 ataxia, 1 98 473
de Thomsen, 175, 189 tuberosa, 181 de la motilidad lingual, 124
de von Economo, 9, 61 escotoma(s), 39 de las pupilas, 46
de von Recklinghausen, 159, 181 anulares, 39 del campo visual, 37
de Waldenstr6m, 438, 473 arquatos, 39 método, de confronlación, 37
de Werdnig-Hoffmann, 184 cecocentral, 39 'de la amenaza', 38
de Werner, 181 centelleante, 39 del globo ocular, 55
de Wilson, 173, 261, 473 central, 39 del sistema nervioso, 1 5
de Yamanachi, 9 negativo, 39 etapas diagnósticas, 16
degenerativas, 9 positivo, 39 psiquiátrica, 453
del sistema nervioso, síntomas, 1 7 puntuales, 39 interrogatorio, 453
difusas cerebrales, 484 centelleantes, 288 métodos, 458
extrapiramidales, 386 escritura, 338
genéticas, 9 trastornos, 206
hereditarias de la motoneurona, 11 escucha dicótica, examen, 342 F
heredodegenerativas, con espacio, intersináptico, 3
compromiso medular y subaracnoideo, 1 fabulación, 457
periférico, 412 espasmo, cínico, 21 facies, 19
medulares, 412 del reflejo de convergencia, 61 de Hutchinson, 20
moyamoya, 1 59 espesor miointimal, determinación, 484 de la hemiatrofia facial, 21
priónicas, 11 espondilitis anquilopoyética, 436 de la hemihipertrcifia facial, 21
psiquiátricas, 484 espondilosis cervical, 436 de la miastenia gravis, 20
sistémicas, 484 esquizofasia, 462 de la parálisis facial periférica, 20
enoftalmos, 20 esquizofrenia, 462 de rana, 21
ensueños, 308 estado, apálico, 314 de risa sardónica, 21
enuresis, 313 de conciencia mínimo, 314 de Wilson, 21
ependimocitos, 5 de gran mal epiléptico, 239 del ataque cerebral o accidente cere-
epicono, síndrome, 416 de pequeño mal epiléptico, 241 , 242 brovascular, 21
epifora, 20 desaferentado, 314 del seudobulbar o suprabulbar, 21
epilepsia(s), 238 marmóreo, 268 del síndrome de Horner, 20
bravais jacksoniana, 242 vegetativo, 314 figée, 19
centroencefálica, 237 persistente, 314 hipornímica, 1 9
corticorreticular, 237 estereognosia, 278 miopática, 21
electroencefalograma, 481 exploración, 285 parkinsoniana, 1 9
esencial, 238 estereotipias, 457, 462 por parálisis d e algunos nervios cra-
generalizada convulsiva, 481 estrabismo, exploración, 56 neanos, 20
mioclónica(s), de herencia mitocon- estrés postraumático, 464 facilitación, 214
drial, 241 estrías de Mees, 398 facornatosis, 11
de Unverricht-Lundborg, 241 estricnina, contracturas por intoxicación, fantososmias, 33
infantil, 481 177 fasciculaciones, 179, 248
juvenil, 239 estudios, de imágenes, 487 fenilcetonuria, 11
progresivas, 241 electrofisiológicos, 474 fenómeno, cerebeloso de imitación, 206
secundarias, 241 estupor, 307, 314 de Baillarger-Jackson, 343
parciales, 481 calatónico, 450 de Flynn, 50
parlialis continua, 244 euforia simple, 454 de Grasset y Gaussel, 228
psicomotora, 481 Eulenburg, enfermedad, 189 de Hoover, 227
rolándica, 244 paramiotonía congénita, 1 75 de la muesca de Kemohan, 322
sintomática, 238 eumetria, 23, 202 de los acortadores, 223
vertiginosa, 89 eupraxia, 348 de los alargadores, 223
y estados convulsivos, 469 eutimia, 454 de Marcus Gunn, 59, 1 1 1
eritroblastosis fetal, 434 Ewald, ley, 82 d e oposición del talón, 227
eritropsia, 38 examen, de escucha dicótica, 342 de perseveración, 343

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ÍNDICE ALFABETICO 513

de Riddoch, 40 Geigel, reflejo, 221 Hartnup, enfermedad, 1 1 , 473


de Schilder, 206 Gelineau, síndrome, 309 Head, doctrina, 347
de Sterling, 228 gen, 10 heat, exhaustion, 1 2
de suma temporal, 214 Gerhartz, signo, 221 stroke, 437
de Tournay, 46 Gertier, vértigo paralizante, 89 Heine-Medin, enfermedad, 417
de Tullio, 80 germinomas, 428 hematoma(s), extradural, 367, 370, 491
de Wilbrand-Saenger, 47 Gerstmann, síndrome, 354, 427 lobares, 369
del hombro de Binda, 224 gestos proposicionales, 348 profundos, 369
feocromocitoma, 439 intransitivos, 348 subdural, 367, 370, 491
Feuerstein, signo, 294 transitivos, 348 hematomielia, 416
fibras, estriopalidofugales, 253 Gilles de la Tourette, enfermedad, 272 hemianestesia(s), 298, 299
estriopalidopetales, 253 glándula pineal, tumores, 428 alternas, 300
internunciales, 253 Glasglow, escala, 315 capsular, 299
radiculares largas, síndrome de Déje­ gliomas, 493 cortical, 298
rine, 302 del nervio y quiasma óptico, 429 de origen troncal, 300
rubrofugales, 253 globo ocular, alteraciones, 58 subcortical, 299
rubropetales, 253 exploración, 55 talámica, 299
fiebre hemorrágica argentina, 439 de la diplopía, 56 hemianopsia, 39
Figura Compleja de Rey, prueba, 356 de bs mowrientos, de seguimiento, 56 bitemporal, 37
Fisher, síndrome del uno y medio, 63, 111 sacádicos, 56 hemiapraxia, 349
fisiología, 6 de reflejos, oculocefálicos, 56 hemiasomatognosia, 354
fístula perilinfática, 88 oculovestibulares, 56 hemiatetosis, 268
flappíng tremar, 265, 380 del estrabismo, 56 hemiatrofia facial, facies, 21
Flatau, signo, 431 músculos y motilidad, 54 progresiva, 1 90
flexíbilitas cerea, 203 globus pal/idus, 253 hemibalismo, 256, 268
flujo cerebral, 499 glosodinia posterior, 116 hemicorea, 265
Flynn, fenómeno, 50 glossy skin, 26, 181 hemicránea crónica paroxística, 290
fobias, 463 glove test, 354 hemiespasmo, facial, clónico, 1 1 2
Foix, maniobra, 148 gnosia, 278, 285, 353 posparalitico, 111
Foix-Alajouanine, mielopatía necrotizante alteraciones, 353 masticatorio, 105
subaguda, 162 Golgi, aparato reticular, 2 hemihipertrofia facial, facies, 21
Foix-Chavany-Marie, síndrome, 351 corpúsculos, 278 progresiva, 1 91
Foix-Thévenard, maniobra, 224 golpe de calor, 437 hemíinatención, 353
Folstein, test, 356, 382, 391 Gonda, reflejo, 222 heminegligencia, 353
fondo de ojo, 372 Gordon, reflejo tónico, 266 hemiplejia(s), 143, 147
alteraciones, 42 signo, 221 alternas, 150
examen, 38, 372 Gowers, signo, 186 bulbares, 155
Ford, maniobra, 174, 259 Gowers-Bragard, maniobra, 294 capsular, 149, 1 50
fórmula cinética, 348 Gradenigo, síndrome, 104, 126 con contractura, actitud, 24
fosa petroesfenoidal, síndrome, 126 grafestesia, 278 causas; 1 57
Foster-Kennedy, seudosíndrome, 33 exploración, 285 cerebral infantil, 158
síndrome, 33, 427 gran asinergia, 203 cortical, 149
Fothergill, dolor facial, 104 gran mal epiléptico, 239 cruciata, 157
Fournier, ejercicios, 196 granuloma de la línea media, 438 diagnóstico topográfico, 149
Foville, inferior, síndrome, 62, 111, 1 54 granulomatosis de Wegener, 438 directas, 149
superior, síndrome, 62, 153 grasp reflex, 427 espástica, 148
freinage, 196 Grasset y Gaussel, fenómeno, 228 fláccida, 148
Friedreich, ataxia, 198, 208 Graves, oftalmopatía tiroidea, 62 actitud, 23
enfermedad, 198 Grotton, pápulas, 188 funcionales, 159, 442
Friedreich-Montgomery, enfermedad, 191 Guillain-Alajouanine, reflejo, 219 histérica, 159
Froment, pruebas, 401 Guillain-Barré, reflejo, 218 homónima, 157
signo del periódico, 403 síndrome, 398 marcha, 27
fuerza muscular, examen, 146 Guthrie, test, 473 orgánicas, 1 57
lunción(es), motora, pérdida episódica, 166 pedunculares, 152
psíquicas, exploración, 454 piramidoextrapiramidal, 151
H por lesiones de ganglios basales, 151

G
proluberanciales, 153
Haab, reflejo cortical, 46 reconocimiento durante el coma, 147
haces piramidales, 253 subcortical, 150
Gamstorp, enfermedad, 163, 176 Hachinski, escala, 383 subtalámica, 1 51
ganglio(s), 1, 2 Hakim-Adams, síndrome, 29, 352, talámica, 150
espiral de Corti, 72 386, 429, 484, 494 variedades topográficas, 149
vestibular de Scarpa, 72 Hallervorden-Spatz, síndrome, 261 hemorragia(s), 366, 496
Garcin-Guillain, síndrome, 128 Halmagyi, prueba de la impulsión cefáli­ extraparenquimatosas, 367
Gastaut-Lennox, síndrome, 242 ca, 80 lesiones, 370
gegenhalten, 1 74 Hamilton, escala, 383 intracerebrales, 491

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514 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

intraparenquimatosas 366 hipoacusia, 75, 76, 77 mágicas, 455


lesiones, 369 central troncal de Brunner, 77 obsesivas, 456
subaracnoidea, 367, 370 de conducción, 75, 76, 77 símbolo, 455
heredoataxias, 208 de percepción, 75, 76, 77 sobrevaloradas, 456
de herencia autosómica, funcional 447 idioglosia, 338
dominante, 208 neurosensorial bilateral progresiva, 88 ilusiones, 455
recesiva, tipo Friedreich, 208 psicógena, 77 visuales, 41
tipo no Friedreich, 209 métodos para reconocerla, 77 imagen(es), 454
de herencia incierta, 209 hipoafia, 296 estudios, 487
por alteración del ADN hipoalgesia, 297 hipnagógicas, 309
mitocondrial, 209 hipobulia, 457 onlricas, 308
hernia o protrusión del núcleo hipoclorurorraquia, 472 imaginación, 457
pulposo del disco hipocriestesia, 296 impotencia funcional, 143
intervertebral, 407 hipófisis, 498 impulsos, 457
hidrocefalia(s), 386, 429 tumores, 428 Indice de Bárány, desviación, 207
ex vacuo, 430 hiporonla, 338 inducción, simultánea, 214
hipersecretoria, 430 hipogeusia, 115 sucesiva, 214
no obstructivas, 430 hipoglucemia, 366, 434 iníarto(s), aspecto hemorrágico, 369
obstructivas, comunicantes, 429 hipoglucorraquia, 471 cerebral(es), 491, 496
no comunicantes, 429 hipokalemia, 435 córtico-subcorticales, 368
hiperacusia, 77, 78 hipomagnesemia, 435 de tronco, 369
hiperafia, 296 hipomanla, 454 de zonas terminales, 367
hiperaldosteronismo, 439 hiponatremia, 435 hemorrágico, 492
hiperalgesia, 297 hipoparatiroidismo, 434 !acunares, 367
hiperbulia, 457 hiposmia, 33 inhibición, 214
hiperclorurorraquia, 472 hipotensión arterial, 365 central, 214
hipercriestesia, 296 hipotermoestesia, 296 refleja, 214
hiperdiadococinesia, 206 hipotimia, 454 volitiva, 214
hiperekplexia, 274 hipotiroidismo, 189, 434 inmunodeficiencia adquirida, síndrome, 439
primaria, 274 hipotonía(s), 171 , 172 insensibilidad congénita al dolor, 287
secundaria, 274 por aíecciones, del sistema nervioso, insomnio, 309, 310
hiperestesia, 296 central, 173 enfermedades orgánicas, 311
hiperexcilabilidad central y periférica, periférico, 173 estados de excitación psíquica, 311
manifestaciones motoras, 237 musculares, 173 farmacológico y de rebote, 311
hiperglucorraquia, 471 hipoventilación, s indrome, 309 insuficiencia, hepática, 434
hiperkalemia, 435 hipoxia/isquemia cerebral global, 481 renal, 434
hipermetría, 203 hippus, fisiológico, 45 respiratoria, 435
pruebas, 203 patológico, 49 interneuronas, 8
hipernatremia, 435 pupilar respiratorio, 432 interrogatorio, 16, 441
hiperosmia, 33 hipsarritmia, 481 entrevista bajo Amital, 450
hiperparatiroidismo, 434 Hirschberg, prueba, 57 motivo de consulta y enfermedad
hiperpatia, 281 histeria, actitud, 25 actual, 17
hiperproteinemia, 366 Hoffmann, signo, 233, 248 intoxicación(es), 9
hiperreflexia, 228 Holmgren, prueba, 37 acuosa, 326
profunda, 229 homúnculo motor, 139 coma, 326
superficial, 229 Hoover, fenómeno, 227 intrusiones sacádicas, 64
hipersomnia, 309 Horner, síndrome, 47, 155 inversión, de los reflejos, 231
enfermedades orgánicas, 310 Hartan, cefalea, 112, 289 profundos, 231
hipertensión, arterial, 364, 366 Huntington, corea, 11, 386 del reflejo, aquiliano, 231
alteraciones del fondo de ojo, 42 enfermedad, 266 cutáneo plantar, 232
endocraneana, 290 signo de la tos, 228 estilorradial, 232
benigna, sindrome, 430 husos neuromusculares, 140 tricipital, 231
síndrome, 425 Hutchinson, facies, 20 lshihara, láminas, 37
hipertermia maligna, 437 ojo cuajado, 21 isostenia, 202
hipertermoestesia, 296 isquemias, 363
hipertimia, 454 lesiones, 367
hipertiroidismo, 1 89, 434 mecanismo, combinado
hipertonla(s), 171, 173 ateroembolia­
extrapiramidal, 173 ictus, 361 hemodinámico, 365
focales, 176 amnésico, 357 hemodinámico, 365
piramidal, 173 ideación, 455
hipertrofias, musculares, 189 ideas, abstractas, 455
musculorum vera, 189 concretas, 455 J
hiperventilación neurogénica creencias, 455
- central, 317 delirantes, 455 Jackson, slndrome, 128, 155
hipo, 244 intuitivas, 455 Jacobson-Bechterew, reflejo, 233

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ÍNDICE ALFABÉTICO 515

jactalio capilis, 274, 313 exploración, 342 Lowe, síndrome, 473


Jaeger, prueba, 36 mecanismo, 339 Lucie Fray, síndrome, 116
Jakob-Creutzfeldt, enfermedad, 241 leptomeningitis, 430 lupus eritematoso sistémico, 438
jaqueca, 288 Lesage, signo, 432 Luys, cuerpo, 253
Jendrassik, maniobra, 217 Lesch-Nyhan, síndrome, 266, 287
reflejos espinales, 215 lesiones, ampollosas, 180
jergafasia, 343 de la médula espinal, 498 M
de los cuerpos vertebrales, 499
desmielinizantes, 498 Maas, reflejo, 232
K hemisféricas o coliculares, 65 macroglobulinemia, 438
hemorrágicas, 369 macroproxiopsia, 455
Katayama, enfermedad, 9 infecciosas e inflamatorias, 9 Magnus-de Kléijn, reflejo, 224
Keams-Sayre, síndrome, 209 isquémicas, 367 mal de San Vito, 266
kernicterus, 268, 434 vasculares, 9, 158, 481 malformaciones vasculares, 366
Kernig, signo, 431 letargia, 309 mancha(s), 'café con leche", 181
Kernohan, fenómeno, 322 leucoaraiosis, 29, 387, 492 de Mariotte, 39
Kiloh-Nevin, síndrome, 402 leucodistrofias, 473, 494 manía, 454
Kimura, prueba, 342 leucoencefalopatías, 494 maniobra, de Adson, 296
Kleine-Levin, síndrome, 310 multifocal progresiva, 494 de Barré, 143, 146
Klippel y Mathieu-Pierre Weil, signo, 227 leucosis, 437 de Burns, 295
Klüver-Bucy, síndrome, 385, 427 Lewinson, signo, 431 de Buzzard, 216
Knapp, seudoataxia temporal, 85 Lewy, cuerpos, 386 de Foix, 148
Kocher, reflejo, 223 ley, de Alexander, 79 de Foix-Thévenard, 224
Kocher-Debré-Semelaigne, síndrome, 190 de Bastian, 230 de Ford, 174, 260
Kollner, ley, 39 de Ewald, 82 de Gowers-Bragard, 294
Korsakoff, síndrome, 398 de Kollner, 39 de Jendrassik, 217
Korsakoff-Wernicke, síndrome, 357 de la polaridad dinámica de la de la caida de la cabeza, 1 74
Krabbe, enfermedad, 473 neurona, 3 de Mingazziní, miembros
Krause, corpúsculos, 277 de las tres raíces, 140 inferiores, 143
Kugelberg-Welander, enfermedad, 184 de simetría de Babinski, 229 miembros superiores, 143
Kussmaul, respiración, 324 de Wernicke y Mann, 149 de Naffziger, inferior, 294
del todo o nada, 6 superior, 294
Lhermitte, paraplejía, 160 de Queckenstedt-Stookey, 468
L signo, 287, 413 del empellón, 224
y Mac Alpine, síndrome, 151 del torniquete, 402
laberinto, irrigación, 74 Lichtheim, síndrome, 28, 160, 198, Mannkopf, signo, 286
labio de tapir, 21 287, 415 mano, 25
Lafora, enfermedad, 241 líneas blancas de Mees, 181 caída, signo, 398
lagoftalmos, 20 linfoma(s), 437 ciega, 296
lágrimas de cocodrilo, síndrome, 111 de Burkitt, 437 de Aran-Duchenne, 26
lagunas, 368 lipoalrofia semicircular, 181 de cadáver, 26
lalación, 337 lipodistrofia progresiva, 181 de la enfermedad de Wilson, 26
láminas de lshihara, 37 lipofucsinosis ceroideas, 241 de partero, 247
Lance y Adams, síndrome, 246 líquido cefalorraquídeo, 1 de predicador, 26
Landau-Kleffner, síndrome, 347 aspecto, 469 de Schneider, 26
Landouzy-Déjerine, distrofia examen, 467 'del policía venal", 26
muscular facioescapulo-hu­ bacteriológico, 472 en actitud de pellizcar, 402
meral, 188 citológico, 470 en garra, 26
Landry, parálisis ascendente aguda, químico, 470 en pico de pato, 401
163, 418 reacciones biológicas, 472 lenticular, 26
Lannois, afalgesia, 297 tensión, 468 parietal, 299
Laségue, signo, 293 Little, enfermedad, 424 parkinsoniana, 26
lateropulsión, 28 actitud, 24 simiana, 25
L-dopa, corea farmacológica, 267 marcha, 27 suculenta de Marinesco, 26
lectura, 338 lóbulo, frontal, tumores, 426 talámica, 26
lengua, inspección, 124 occipital, tumores, 427 manzana de Adán, signo, 118
palpación, 124 parietal, tumores, 427 Marañón, signo, 431
lenguaje, 338 temporal, síndrome, 427 marcha, 21, 22
alteraciones, 344 tumores, 427 alteraciones, 27
áreas, 339 localizaciones, motoras medulares, 140 apráxica, 29, 210, 352
automático, exploración, 343 parasitarias, 9 atáxica, 28
desarrollo, 338 /ocus niger, 170, 253 ataxicoespástica, 28
dominancia, 340 logoaudiometría, 76 cautelosa, 29
aleatoria, 340 logoclonía, 337 cerebelosa, 28
génesis, 340 logorrea, 343 ciega, 210
espóntaneo, exploración, 343 Louis-Barr, síndrome, 209 prueba, 81

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516 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

con ojos cerrados, prueba, 81 retrógrada, 355 vertebrobasilar de Bickerstaff, 289


de clown en la corea, 29 autobiográfica, 355 vertiginosa, 88
de dromedario, 269 tefescopado, 357 Milian, signo, 148, 231
de ebrio, 28, 203 temporal, 356 Millard-Gubler, síndrome, 1 1 1 , 1 53
de los estados histéricos o verbal, 355 Miller-Fisher, síndrome, 61
facticios, 29 Mendel-Bechterew, reflejo, 232 Mingazzini, maniobras, 143
de pato, 28, 186 Méniére, enfermedad, 88 Mini-Mental Sta/e Test, 356, 382, 391
de pequeños pasos, 28 síndrome, 88 mioclonía(s), del sueño, 312
de sapo, 28, 186 meninges, 1 epilépticas, 237
de segador, 27, 149 meningiomas, 493 funcionales, 445
de Todd, 27, 149 de la hoz, 427 intencionales, 246
en estrella, 28, 21 O del ala menor del esfenoides, 429 no epilépticas, 244
de Babinski-Weil, prueba, 81 supraselares, 429 palatina, 246
en guadaña, 27, 149 meningismos y reacciones segmentarías, 247
en la enfermedad, de Little, 27 meníngeas, 433 toxicometabólicas, 246
de Parkinson, 28 meningitis, 430 mioc/onus, 247
de Thomsen, 29 aguda(s), actitud, 23 miopatía(s), 185, 500
en la hemiplejía, 27 bacterianas, 432 actitud, 24
en la paraplejía espástica, 27 virales, 432 antimicrotubular, 189
en tijera, 28 cerebroespinal aguda epidémica, autofágica, 1 89
exploración, 27 432 corticoidea, 1 89
festinante, 28 contracturas, 176 inflamatorias, 1 88
helicópoda, 27, 149 fúngicas, 433 bacterianas, 188
jacksoniana, 242 infecciosa, 432 idiópaticas, 188
parética, 27 subagudas bacterianas, 432 parasitarias, 188
pareticoespástica, 27 meningoencefalitis, 433 virales, 188
sin avanzar, prueba, 81 meningorradiculitis, 397 miotónica proximal, 176
tabética, 28 mentira, 457 necrotizante, 1 89
tabetocerebefosa, 28 meralgia parestésica, 293 primarias, 185
tipos, 27 Merkel, discos, 277 secundarias, 188
titubeante, 203 metabolismo cerebral, 500 tipos, 185
vestibular, 28 metacromatopsia, 38 toxicometabólicas, 189
Marcus Gunn, fenómeno, 59, 111 método, de confrontación en la éxplora­ mioquimias, 248
signo, 40, 50 ción def campo visual, 37 miosis, 46, 47
mareo, 78 "de fa amenaza" en la exploración del paralítica, bilateral, 48
y vértigos funcionales, 446 campo visual, 38 unilateraf, 47
Marin-Amat, síndrome, 59, 111 de Sahli, 78 miositis, 500
Marinescu, reflejo, 233 Pinhole Test, 37 por cuerpos de inclusión, 188
Mariotte, mancha, 39 miastenia, electromiograma, 477 miotonía, 174
máscara tetánica, 21 gravis, 61, 165 condrodistrófica, 176
mass-reflex, 215, 223 diagnóstico, 165 congénita, 1 75
médufa espinal, 1 facies, 20 familiar, 189
afecciones, 409 microglia, 5 de respuesta a la acetazolamida, 176
Mees, estrías, 398 microhemorragias, 497 f/uctuans, 176
líneas blancas, 181 microteleopsia, 455 monitoreo ambulatorio electroence-
Meissner, corpúsculos, 277 midriasis, 45, 46, 47 falográfico, 481
melancolía, 454, 461 espasmódica, 49 monocromatopsia, 38
agitada, 454 intermitente, 51 mononeuropatía múltiple, 397
Melkersson-Rosenthal, síndrome, 111 paralitica, bilateral, 49 monoplejía(s), 143, 164
melodía práxica, 348 unilateral, 48 cerebrales, 1 64
memoria, 355 unilateral episódica benigna, 51 funcionales, 165, 443
alteraciones, 357 mielina, vaina, 2 del miembro inferior 443
anterógrada, 355 mielinólisis centrar pontina, 326 histéricas, 165
de corto pfazo, 355 mielitis, 417 medulares, 164
trastornos, 357 transversa, 498 neuríticas, 165
de largo plazo, 355 mieloma múltiple, 438 radiculares, 164
trastornos, 357 mielopatía(s), 417, 436 Monrad-Krohn, discordancia emotiva, 110
declarativa, 355 cervical, ataxia, 198 Monro, agujero, síndrome, 428
espacial, 356 necrotizante subaguda de morfea, 1 81
expforación, 356 Foix-Alajouanine, 162 mona, 454
inmediata, 355 mielosis funicular, 1 98, 415, 435 Morvan, panadizo analgésico, 180
trastornos, 357 miembros, movimientos periódicos duran­ motilidad, 135
no declarativa, 355 te el sueño, 312 activa voluntaria, examen, 142
no verbal, 355 migraña, 288 alteraciones, 146
operativa, 356 hemipléjica, 289 cinética, 21, 135
procedural, 355 oftalmopléjica, 289 estática, 21, 135

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ÍNDICE ALFÁBÉTICD 517

exploración, 142 vestibular, 83 conexiones centrales, 118


fisiopatología, 135 causas, 85 exploración, 118
general, en el examen del anatomía, 72 parálisis, 119
comatoso, 321 exploración de la rama, coclear, 75 obturador, parálisis, 405
lingual, exploración, 124 vestibular, 78 oftálmico, 100
ocular, conjugada, en el examen fisiología, 74 olfalorio, 31
del comatoso, 318 autónomos, 2 alteraciones, 33
control supranuclear, 51 ciático, parálisis del tronco, 407 anatomía y conexiones centrales, 32
parálisis, 146 poplíleo, externo, parálisis, 405 exploración, 32
moloneurona(s), alfa, 170 interno, parálisis, 406 óptico, 33
central y periférica, diferencia circunflejo, parálisis, 401 alteraciones, 38
funcional, 140 coclear, 71, 72 de la agudeza visual, 38
enfermedad, 414 craneales, 1 de la visión de los colores, 38
gamma, 1 70 crural, parálisis, 405 del campo visual, 39
movimientos, cubital parálisis, 402 del fondo de ojo, 42
anormales, 251, espinal, 120 anatomía y conexiones
de origen funcional 445, 446 acción, 121 centrales, 33
automáticos, 135, 255 alteraciones, 121 exploración, 36
aprendidos, 135 causas, 1 21 del campo visual, 37
asociados, 23, 135 anatomía, 120 examen, de la agudeza
copulatorios, 271 conexiones centrales, 120 visual, 36
de seguimiento, exploración, 55 exploración, 1 21 de la visión de los colores, 37
involuntarios, 135 parálisis, 121 del fondo de ojo, 38
oculares, anormales, 64 facial, 105 airas síntomas visuales, 41
en el examen del comatoso, 321 alteraciones, 1 08, 112 patético, 42
de convergencia/divergencia, 54 causas, 110 anatomía, 43
de origen vestibular, 53 anatomía, 1 05 periféricos, 1
de seguimiento, 318 conexiones centrales, 107 centrifugas, 1
lento, control cortical, 51 exploración, 107 centrípetos, 1
sacádicos, 51, 318 función, molara, 107 craneales, 1
control cortical, 52 sensitiva, 1 07 del sistema nervioso autónomo, 1
pasivos, trastornos, 205 parálisis, central, 110 raquídeos, 1
periódicos de los miembros, 246 periférica, 108 radial, parálisis, 400
durante el sueño, 312 glosofaríngeo, 112 serrato mayor, parálisis, 400
reflejos, 135 acción, 1 14 torácico inferior, parálisis, 400
rítmicos durante el sueño, 313 alteraciones, 115 trigémino, 99
sacádicos, exploración, 56 causas, 115 alteraciones, 1 02, 104
trastorno en el inicio, 64 anatomía, 112 causas, 1 03
versivos, 135 conexiones centrales, 114 lesión, infranuclear, 102
voluntarios, 135 exploración, 115 nuclear, 103
moyamoya, enfermedad, 159 guslo, 115 supranuclear, 103
muerte cerebral, 330, 484 molilidad, 115 anatomía, 99
diagnóstico, diferencial, 331 sensibilidad, 115 conexiones centrales, 101
erróneo, 331 parálisis, 115 exploración, 1 01
mulliinfarto, 368 hipogloso mayor, 123 vestibular, 71 , 72
multineuropalía, 397 acción, 124 neuralgia, 293
músculos, masticadores, lrismo, 1 04 alteraciones, 124 amiotrófica, 165, 296
trastornos tróficos, 181 causas, 125 cervicobraquial, 296
mulismo, 343 analomia, 1 23 ciática, 293
aquinético de Cairns, 314 conexiones centrales, 1 24 crural, 293
Myerson, signo, 229 exploración, 124 de Sluder, 112
parálisis, 124 del femoroculáneo, 293
interóseo anterior, parálisis, 402 del ganglio, esfenopalalino, 112
N maxilar, inferior, 100 genículado, 112
superior, 100 del nervio vidiano, 112
Naffziger, maniobras, 294 mediano, parálisis, 401 del lrigémino, 104
superior, signo, 407 mixtos, 2 frénica, 296
narcolepsia, 309 motor ocular, común, 42 glosofaríngea, 116
negativismo, 457, 462 anatomía, 42 intercostal, 296
neglecf, 353 externo, 44 neurilema, 2
Negro, signo, 20, 109, 173 anatomía, 44 neurinomas del acústico, 494, 498
neologismos, 343, 344 neumogástrico, 116 neuritis, braquial, 296
Neri, signo, 227, 294 acción, 118 óptica, 42
nervio(s), 7 alteraciones, 1 1 9 bulbar, 42
auditivo, 71 causas, 1 1 9 relrobulbar, 42
alteraciones de la rama, coclear, 77 anatomía, 1 1 6 vestibular, 89

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518 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

neurodocitis, 295 cocleares, conexiones, 72 de la fonación, 336


neuroeje, 1 lenticular, 252 de la prosodia, 337
neurofibrillas, 2 magnocelular, 253 de la resonancia, 337
neurofibromatosis, 181 optoeslriados, 251 de la respiración, 336
neuroglia, 5 parvocelular, 253 articulación, 336
neuromiotonías, 176 pulposo del disco intervertebral, escandida, 337
neurona(s), 1, 2, 6 hernia o protrusión, 407 exploración, 336
bipolares, 4 rojo, 253 de la comprensión, 343
de conexión, internunciales o conexiones, 253 de la denominación, 343
intercalares, 8 subtalámico, 253 de la dominancia, 342
ley de la polaridad dinámica, 3 vestibulares, conexiones, 73 de la escritura, 344
motora, 135 Nylen-Bárány, prueba, 86 de la fluencia, 343
multipolares, 4 de la lectura, 344
neurosecretoras, 2 de la repetición, 344
unipolares, 4 o del lenguaje, 342
neuropalía(s), auditiva, 90 fonación, 335
intersticial hipertrófica de obnubilación, 307, 314 prosodia, 335
Déjerine-Gombault-Sottas, 184 "ocho y medio", síndrome, 111 respiración, 335
periféricas, 184, 397 oclusión, ocular, prueba, 58 trastornos, 206
sensitivomotoras alternante, 58 de origen cerebral, 338
heredofamiliares, 1 O palpebral, apraxia, 71 palestesia, 278, 297
sensitiva hereditaria de Denny- oftalmopatía tiroidea de Graves, 62 exploración, 284
Brown, 412 oftalmoplejía(s), 58 palilalia, 337
neurosecreción, 7 externas o extrínsecas, 58 palinopsia, 42
neurotransmisores, 3, 6, 7 infranucleares, 58 palpación de la lengua, 124
Niemann-Pick, enfermedad, 11 internas o intrínsecas, 58 paludismo cerebral, 327
Nissl, corpúsculos, 2 internuclear, 63 panadizo analgésico de Morvan, 180
nistagmo, 58, 65, 207 múltiples, 61 Pancoast, síndrome, 48
agotable, 65 nuclear(es), 58 pancreatitis aguda, 434
inducido por la mirada, 66 de la abducción, 63 panencefalitis esclerosante subaguda, 241
alteraciones, 67 supranucleares, 58, 62 pápulas de Grotton, 188
binocular, asimétrico, 69 conjugadas, 62 paquimeningitis, 430
simétrico, conjugado, 67 disconjugadas, 63 parabalismo, 267
disconjugado, 69 totales, 58 paracusia, 77
cerebeloso, 67 oftalmoscopia, 38 parafasia(s), 338, 343
congénito, 67 ojo cuajado de Hutchinson, 21 literal, 344
de convergencia, 68, 321 oligodendrocitos, 5 verbal, 344
en resorte, 65 oligodendrogliomas, 493 parageusia, 115
en serrucho, 69, 321 oligofrenia fenilpirúvica, 473 _ paragrafía, 344
espontáneo, 79 Onanoff, reflejo, 223 paralexias, 344
exploración, 65 ondas, alfa, 479 parálisis, 146
fisiopatología, 66 beta, 479 ascendente aguda de Landry,
inagotable, 65 cuadradas, 64 163, 418
laberlntico, 66 delta, 479 central, 143
monocular, 69 theta, 479 cerebral, síndrome, 424
optocinético, 54, 66 opistótonos, 23 corticoespinal, 147
oscilatorio, 65 Oppenheim, enfermedad, 269 de Bell, 110
parético, 67 reflejo, 233 de Déjerine-Klumpke, 164, 399,
pendular, 65, 67, 68, 69 signo, 221 400
retráctil, 321 opsoc/onus, 64, 247 de Duchenne-Erb, 1 64, 399
rítmico, 65 optotipos, 36 de Todd, 1 58, 242
espontáneo, 68 de Jaeger, 37 del espinal, 121
inducido por maniobras de explo­ oreil/er psychique, 1 74 del glosofaríngeo, 115
ración, 68 ortótonos, 23 del motor ocular, común, 58
secundario a ceguera oscilopsias, 42, 67 externo, 60
monocular, 69 osteoartropatías neurotróficas, 436 del nervio, ciático poplíteo,
térmico, 83 osteopetrosis, 436 externo, 405
vertical, 69 interno, 406
vestibular, 66 circunflejo, 401
voluntario, 64 p crural, 405
nódulos de Ranvier, 3, 8 cubital, 402
Noica, signo, 174 Pacini, corpúsculos, 278 interóseo anterior, 402
Nojka, signo, 260 Pagel, enfermedad, 436 mediano, 401
Nonne-Froin, síndrome, 417, 470 palabra, 335 obturador, 405
núcleo(s), basales, 251 alteraciones, 336 radial, 400
caudado, 252 de la articulación, 337 torácico inferior, 400

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ÍNDICE ALFABÉTICO 519

del neumogástrico, 119 nociones generales, 31 piel luciente, 181


del patético, 60 paresia, 143 Pierre Marie, cuadrilátero, 347
del plexo, braquial, 399 facial funcional, 444 doctrina, 347
lumbosacro, 404 parestesias, 287 prueba de los tres papeles, 343
del sábado a la noche, 303 estados en que se observan, 287 Pierre Marie-Fox, reflejos, 223
del serrato mayor, 400 objetivas, 297 Pierre Marie-Mac Cormack, reflejo, 216
del sueño, 309 Parinaud, síndrome, 51, 63, 428 pinealomas, 428
del trigémino, 102 Parkinson, enfermedad, 170, 173, 258 pineoblastomas, 428
del tronco del nervio ciático, 407 actitud, 24 Pinhole Test, método, 37
espinomuscular, 147 mano, actitud, 26 piramidalismo, 149
facial, a frigore, 11 O marcha, 28 Pitres, signo, 297
central, 11 O plus, 261 placas motoras terminales, 140
causas, 112 parkinsonismo(s), 260 pleurotótonos, 23
emocional, 110 arteriosclerótico, 260 plexo lumbosacro, parálisis, 404
periférica, 108 farmacológico, 260 polaridad dinámica de la neurona, ley, 3
causas, 110, 111 posencefalítico, 260 poliarteritis nodosa, 438
secuelar, 111 postraumático, 261 policitemia, 366
volicional, 11 O tóxicos, 261 vera, 435
infantil, 417 vascular, 260 poliglobulia, 366
infranuclear, 146 parosmia, 33 polimialgia reumática, 188, 438
labioglosofaringolaríngea, 420 parpadeo, anormalidades, 112 polimiositis, 188
miopática, 143 párpados, 70 polineuritis, 397
monocular de la elevación, 64 alteraciones, 70 polineuropatía, 397
nuclear, 143, 146 retracción y rezago, 70 polioencefalitis hemorrágica superior
periférica(s), 143, 398 causas, infranucleares y nucleares, aguda, 61, 422
periódica hiperkalémica, 176 71 poliomielitis anterior aguda, 184
plexual, de tipo, inferior, 400 supranucleares, 71 epidémica, 417
medio, 399 Parry-Romberg, �nfermedad, 190 polirradiculoneuritis, 398
superior, 399 Parsonage-Turner, síndrome, 165, 296 polirradiculoneuropatia, 398
total, 399 patología, 9 polisomnografía, 309
por compromiso de la placa neuro­ pedúnculos cerebrales, 1 porfirias, 434
muscular, 165 afecciones, 421 posición antálgica, 25
radial, actitud, 25 pensamiento, alteraciones, 456 posnistagmo optocinético, 54, 66
supranuclear, 143, 146 pequeña asinergia, 204 postura de tenor, 24, 186
progresiva, 63, 261 pequeño mal, 242 potencial(es), de acción, 6, 474
paramioc/onus multiplex, 247 mioclónico, 241 polifásicos, 477
paramiotonía congénita, 189 percepción, exploración, 454 de fibrilación, 474
de Eulenburg, 175 período, de latencia, 214 de reposo, 6
paraparesia espástica familiar, 412 refractario, 6, 214 evocados, 466
paraplejía(s), 143, 159 peritonitis aguda, contracturas, 176 auditivos, 478
braquiales, 163 perseveración, 343, 349 somatosensitivos, 478
cerebral en flexión, 21 O cinética, 349 utilidad clínica, 478
de Lhermitte, 160 clónica, 349 visuales, 478
diagnóstico topográfico de las lesiones intencional, 349 motores, 478
medulares, 163 tónica, 349 positivos de denervación, 474
espásticas, 160 personalidad, 458 postsináptico, de excitación, 7
actitud, 24 trastornos, 458 de inhibición, 7
causas, 160 pesadillas, 312 Poussep, reflejo, 232
marcha, 27 piamadre, 1 praxia, 348
fláccida, 160 picadura de la araña "viuda negra', alteraciones, 350
actitud, 24 contracturas, 177 exploración, 349
causas, 162 Pick, complejo, 385 presbiacusia, 77
medular, 160 enfermedad, 385 progeria, 181
neuropática, 162 Pickwick, síndrome, 309, 435 propulsión, 28
funcionales, 163, 443 picnolepsia, 242 prosopagnosia, 353
histérica, 163 pie, 26 prosopalgia, 104
intermitentes, 162 amiotrofia en la enfermedad de Char­ proteína básica mielínica, 471
periódicas de Westphal, 162 cot-Marie-Tooth, 184 protocolo de Edimburgo, 342
por alteraciones graves de la sensibili- cavo, 26 protuberancia anular, 1
dad, 162 deformación, en la enfermedad, de afecciones, 420
parasomnias, 309, 311 Charcot-Marie-Tooth, 26 prueba(s), calórica, 83
paratimias, 454 de Friedreich, 26 resultados en casos
paratonía, 174 en la neuritis del ciático patológicos, 83
parenquimograma cerebral, 490 poplíteo externo, 26 complementaria de la
pares craneanos, 31, 99 equino varo, 26 inestabilidad oculógira, 81
asociados, síndromes, 125 piecemeal approach, 351 de Bárány, 81, 86

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520 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

de Bielschowsky, 58 ptosis, palpebral, 20, 61, 70 reflejo(s), 213


de dismetria de André-Thomas, 204 causas, infranudeares y nudeares, 70 a la acomodación, ausente, 50
de Dix-Hallpike, 86 supranucleares, 70 con conservación del reflejo
de Estado Mental Mínimo, 356 reforzada, 70 a la luz, 50
de Froment, 401 puente de Varolio, 1 abdominales profundos, 219
de Hirschberg, 57 pulso(s), carotídeo, 370 abolición, 229, 231
de Holmgren, 37 exploración, 370 acertadores, 223
de Jaeger, 36 periféricos, 370 alargadores, 223
de Kimura, 342 supraorbitario, 370 alteraciones, 228
de la adaptación estática de Radema­ temporal superficial, 370 anal, 223
ker-Garcin, 81 punción lumbar, 467 aquiliano, 216
de la flexión, de la pierna, 205 contraindicaciones, 473 bicipital, 218
del tronco, 205 utilidad, diagnóstica, 472 bulbocavernoso, 223
de la impulsión cefálica de Halmagyi, 80 terapéutica, 473 caracteres fisiológicos, 213
de la inversión, de la mano, 204 pupila(s), 44 carpometacárpico, 218
del tronco, 205 alteraciones, 47 cerebroespinales, 214
de la marcha, ciega, 81 de las reacciones, 49 cilioespinal, 46
con ojos cerrados, 81 diámetro y tamaño, 44 clasificación, 214
en estrella de Babinski-Weil, 81 ectópica, 47 cocleopalpebral, 77
sin avanzar, 81 en el examen del comatoso, 317 conjuntival, 1 02, 220
de la plomada de Barré, 81 exploración, 46 consensual, 46
de 'la prensión del vaso, 204 forma, 44 ausencia, 50
de la raya horizontal de Babinski, 203 reacciones, 45 contralateral de los aductores, 216
de la resistencia de Stewart- situación, 44 corneano, 1 02
Holmes, 206 tónica, 49, 50 en el examen del comatoso, 318
de las marionetas, 205 Purkinje, células, 4 córneo, 220
de las palabras seriadas, 343 putamen, 253 corneomandibular, 102
de las pesas, 206 cortical de Haab, 46
de los tres papeles de Pierre Marte, 343 cremasteriano, 220
de Nylen-Bárány, 86 Q cruzado de los dedos del pie, 232
de oclusión ocular, 58 cubitopronador, 218
alternante, 58 Queckenstedt-Stookey, maniobra, 468 cuboideo, 232
de pasividad de André-Thomas, 205 quiromegalia, 26 cutáneos, 220
de Rinne, 76 abdominales, 220
de rotación horizontal, 87 de acomodación, 46
de Schwabach, 76 R de acortamiento, 224
de sensibilidad de contraste, 37 de alargamiento cruzado, 223
de Snellen, 36 Rademaker-Garcin, prueba de la adapta­ de apoyo, 22
de Wada, 342 ción estática, 81 de automatismo medular, 223
de Weber, 75 radiculalgias, 293 de Bárány, 83
de Wecker, 36 actitud, 24 de Bechterew, 218
del arrodillamiento, 205 radiculitis, 397 de Brissaud, 222
del cloruro de edrofonio, 165 radiculopatía(s), 397 de conjunto, 215, 223
del diapasón, 75 periféricas, 184 de convergencia, 61
del gateo, 204 radiografía simple, de cráneo, 487 de eyaculación, 223
del indice, y la nariz, 196 utilidad clínica, 488 de Geigel, 221
y la oreja, 196 de la columna vertebral, 488 de Gonda, 222
del nistagmo por rotación, 82 utilidad clinica, 489 de Guillain-Alajouanine, 219
del reloj, 75 Raeder, síndrome paratrigeminal, 105 de Guillain-Barré, 218
del talón y la rodilla, 196 Raimiste, signo, 227 de hociqueo, 233
del Tensilon, 165 Ramsay-Hunt, síndrome, 89, 111 de Jacobson-Bechterew, 233
dinámicas, 81 Ranvier, nódulos, 3, 8 de Kocher, 223
estáticas, 81 raquialgia, 292 de Maas, 232
Figura Compleja de Rey, 356 Rasmussen, encefalitis, 241 de Magnus, 22
posicional lateral, 87 raya meningítica de Trousseau, 432 de Magnus-de Kleijn, 224
rotatoria, 82 Raynaud, enfermedad, 288 de Marinescu, 233
resultados en casos reacción(es), de FTA-Abs, 472 de Mendel;Bechterew, 232
patológicos, 82 de inclinación oculocefálica, 80 de Onanoff, 223
vestibulares de respuesta inducida, 82 de VDRL, 472 de Oppenheim, 233
pseudocoma psicógeno, 449 pupilar(es), 45 de Pierre Marie-Fox, 223
pseudoptosis, 443 a la acomodación y a la conver­ de Pierre Marie-Mac Cormack, 216
psicalgias, 287 gencia, 46 de postura, 223
psicoanálisis, 458 a la luz, 45 de Poussep, 232
psicodiagnóstico, 458 alteraciones, 49 de prensión forzada, 233, 427
psicograma de Rorschach, 458 receptores cinestésicos, 278 de Redlich, 221
psicosis, 453, 462 Redlich, reflejo, 221 de Riddoch, 223

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INDICE ALFABÉTICO 521

de Rose-Hirschberg, 222 propioceptivos, 215 Rosenbach, signo, 231


de Rossolimo, 232 pupilares, 45 Rossolimo, reflejo, 232
de sostén, 22 pupilopalpebral, 46 rotaciones cefálicas, 80
de succión, 233 rotuliano, 215 Rouault, signo, 489
de Wertheim-Salomonsen, 224 superciliar, 102, 219 rueda, de Wartenberg, 283
del aductor mayor, 216 superficiales, 220 dentada, signo, 173
del pectoral mayor, 218 de la cabeza, 220 Ruffini, corpúsculos, 277
del pisiforme, 218 de los miembros inferiores, 220 Russell, síndrome, 181
del tríceps sural, 221 del tronco, 220
difusión, 228 exploración, 220
epicondíleo, 218 tibiofemoral posterior, 217 s
escrotal, 223 tónico(s), 223
espinales de Jendrassik, 215 de evitación, 233 sacadomanla, 64
estilorradial, 218 de Gordon, 267 Sahli, método, 78
estornutatorio, 102, 220 profundos del cuello, 224 sarcoidosis, 436
exacerbación, 228 tricipital, 218 Scarpa, ganglio vestibular, 72
exploración, 215 valor localizador, 234 Schiifer, signo, 221
exteroceptivos, 215 vegetativos, 214 Schilder, fenómeno, 206
faríngeo, 220 velopalatino, 220 Schlesinger-Pool, signo, 248
flexor de los dedos, 218 visceroceplivos, 215 Schmidt, síndrome, 128, 155
fotomotor, 45, 46 viscerotrófico, 189 Schwabach, prueba, 76
ausente, 49 Refsum, enfermedad, 184, 211 Schwann, vaina, 2
con conservación del reflejo reinervación anómala, 111 Schwartz-Bartter, síndrome, 326
a la acomodación, 49 Rendu-Osler, enfermedad, 435 Schwartz-Jampel, síndrome, 176
lento, 49 repolarización, 6 scissors gait, 28
vías, 45 resonancia magnética por imágenes, 494 sectoranopsia, 40
glabelar, 102 contraindicaciones, 499 Segawa, enfermedad, 269
glúteo, 223 utilidad clínica, 496 semiología psiquiátrica y comportamiento,
hiperreflexia, 228 respiración, apnéusica, 317 453
ideomotor, 46 de Cheyne-Stokes, 316 sensación, 277
inversión, 231 de Kussmaul, 324 sensibilidad, 277
localización, 215 en racimo, 317 alteraciones, 285
maseterino, 1 02, 219 retículo endoplásmico granular, 2 combinada, alteraciones, 297
medio pubiano, 219 retracción cortical, 494 de la piel, 277
medioesternal, 219
miotáticos, 22, 215, 169 retraso mental, 464 disociación, 297
mixtos, 214 retropulsión, 28 distribución radicular y periférica, 281
mucosos, 220 Rett, síndrome, 465 dolorosa profunda, exploración, 285
nasal, 102, 220 reverberación, 344 epicrítica, 278
nasopalpebral, 1 02, 219 Revilliod, signo, 110, 148 estereognósica, 278
nauseoso, 220 Reye, síndrome, 188, 434 exploración, 283
oculocefálicos, en el examen del Riddoch, fenómeno, 40 grafestésica, 278
comatoso, 319 reflejo, 223 muscular y ósea, 278
exploración, 56 rigidez, 173 objetiva, alteraciones, 296
oculovestibulares, 56, 63 de decorticación, 321 pérdida transitoria, 303
en el examen del comatoso, 319 de descerebración, 321 profunda, alteraciones, 297
exploración, 56 de nuca, 176 consciente, 278
olecraneano, 218 descerebrada de Sherrington, 170 exploración, 284
optocinético, 54, 66 en la enfermedad de Parkinson, 260 protopática, 277
osteotendinosos, 215 Rinne, prueba, 76 subjetíva, alteraciones, 285
palmomenloniano, 233 risa sardónica, 21 superficial, alteraciones, 296
patelar, 215 ritmo, alfa, 479 consciente, 277
patológicos, 232 beta, 479 exploración, 283
de la cabeza, 233 circadiano, alteración, 310, 311 y profunda combinadas, 278
de los miembros, inferiores, 232 de Berger, 479 exploración, 285
superiores, 233 mixto, 479 trastornos psicógenos, 304
pendulares, 205, 228 respiratorio, en el examen del vías, 278
perióstico tibia!, 218 comatoso, 316 visceral, 278
peroneofemoral posterior, 218 theta, 479 alteraciones, 297
plantar, 221 robo vascular, 365 seudoataxia temporal de Knapp, 85
tónico, 232 Rochon-Duvigneaud, síndrome, 126 seudobabinski periférico, 222
policinético, 228 rodete miotónico, 175 seudocontracturas, 177
profundos, 215 Romberg, enfermedad, 21 seudocrisis epiléptica, 244
de la cabeza, 219 signo, 81, 197 seudodemencia, 383
de los miembros, inferiores, 215 laberíntico, 197, 210 seudomiotonías, 176
superiores, 218 Rorschach, test, 458 seudosíndrome, de Foster-Kennedy, 33
del tronco, 219 Rose-Hirschberg, reflejo, 222 de Weber, 375

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522 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

seudolabes periférica, 198 de Myerson, 229 diagnóstico topográfico, 209


seudolics, 272 de Naffzíger superior, 407 lateral, hemisférico o neocerebeloso,
seudotumor cerebral, 430 de Negro, 20, 1 09, 173 210
Sherrington, experimento, 170 de Nen, 227, 294 manifestaciones clínicas, 203
shock, espinal, 2 1 5 de Noica, 1 74 medial, venrniano o paleocerebeloso,
medular, 230 de Nojka, 260 caudal, 210
Shy-Drager, síndrome, 262, 287 de Oppenheim, 221 rostral, 209
Sicard-Collet, síndrome, 128 de Pilres, 297 trastornos, cinéticos, 203
sída, 439 de Raimisle, 227 estáticos, 203
sífilis, reacciones para el de Revilliod, 110, 148 cognitivos, 379
diagnóstico, 4 72 de Romberg, 81, 1 97 confusíonal agudo, 387
signo, de Abadie, 297 laberíntico, 197, 210 causas, 390
de Alfold, 181 de Rosenbach, 231 diagnóstico diferencial, 389, 393
de Argyll-Robertson, 49 de Rouault, 489 etiología y patogenia, 387
invertido, 50 de· Schiifer, 221 exploración, 389
de Babinskí, 221 de Schlesinger-Pool, 248 semiología, 387
significado fisíopatológíco, 222 de Slransky, 221 de Adíe, 49
sucedáneos, 221 de Strümpell, 227, 231 de Albríghl-Forbes, 428
de Bechterew, 297 de Tinel, 402 de Anton, 354
de Bel!, 20, 109 de Tromner, 233 de apnea-hipopnea, central, 312
de Bergara-Wartenberg, 111 de Trousseau, 247 obstructiva, 311
de Biernacki, 297 de Turyn, 294 de Aran-Duchenne, 182
de Bikele, 432 de ven Graefe, 71 de Avellis, 128, 155
de Bing, 222 de Weslphal, 230 de Babínski-Nageotte, 155
de Bonnet, 294 de Wílson, 266 de Balín\, 62
de Brudzinski, 431 del bloqueo, 174 de Benedikt, 152
de Cacciapuoti, 227 del bombón, 271 de Brown-Séquard, 157, 281 , 301
de Chaddock, 221 del bostezo, 228 de Brueghel, 270
de Chiray, 294 del cazamoscas, 271 de captura, 315
de Chvostek, 247 del cutáneo del cuello, 159 de cautiverio, 164, 315
de Cagan, 71 del espejo, 462 de Cecilia Vogl, 268
de Feuerslein, 294 del fumador de pipa, 147 de cefalea hípnica, 290
de Flalau, 431 del ojo de tigre, 262 de Charles Foíx, 126
de funcionalidad en el examen del ordeñador, 266 de Claude, 152
clínico 442 del periódico de Froment, 403 de Claude Bernard-Homer, 147
de Gerhartz, 221 del "rodeo·, 63 de Cagan, 88, 352
de Gordon, 221 del trago de Escal, 1 1 9 de compresión medular, 416
de Gowers, 186 simpalalgias, 286 de Gesten, 105
de Hoffmann, 233, 248 simultagnosia, 353 de Crigler-Najjar, 268
de Kerníg, 431 sinapsis, 3 de Cushíng, 428, 439
de Klippel y Malhieu-Pierre Weil, 227 axoaxónica, 4 de Déjerine, 155
de la 'almohada psíquica", 174 axodendrítica, 3 de Déjerine-Roussy, 299
de la charretera, 401 axosomálica, 3 de Devic, 160
de la corbata o blusa sudas, 262 dendrodendrítica, 4 de disejecución frontal, 426
de la cortina de Vernel, 1 1 5 excitadora, 7 de Duane, 61
d e l a elevación del miembro ganglionar, 7 de Eaton-Lambert, 437
inferior paralizado, 159 inhibidora, 7 de Ekbom, 273, 312
de la flexión exagerada del antebrazo periférica, 7 de Foíx-Chavany-Marie, 351
sobre el brazo, 159 posganglíonar, 7 de Foster-Kennedy, 33, 427
de la mano caída, 398 preganglionar, 7 de Foville, inferior, 62, 1 1 1 , 154
de la manzana de Adán, 1 1 8 somatodendrítica, 4 superior, 62, 1 53
d e l a navaja, 173 sincínesia{s), 226 de Ganser, 448
de la nuca-plantar de Marañón, 431 de acomodación-convergencia, 46 de Garcín-Guillain, 1 28
de la pronación automática, 159 de coordinación, 227 de Gastaut-Lennox, 242
de la rueda dentada, 173 de imitación, 226 de Gelíneau, 309
de la silla, 256 facíolrigeminal, 111 de Gerslmann, 354, 427
de la los de Huntington, 228 global, 227 de Gradenigo, 104, 126
de las pestañas de Souqués, 110 síncope, 239 de Guillain-Barré, 11, 398
de Laségue, 293 síndrome{s), anlifosfolípidos, 267 de Hakim-Adams, 29, 352, 386,
de Lesage, 432 bulbar, 420 429, 484, 494
de Lewínson, 431 anterior, 155 de Hallervorden-Spatz, 261
de Lhermilte, 287, 413 diagnóstico diferencial, 420 de herniacíón, cerebral, 322
de los inleróseos de Souqués, 228 lateral de Walleriberg, 362 cíngular, 322
de Mannkopf, 286 centromedular, 298 transcalvaria, 322
de Marcus Gunn, 40, 50 cerebeloso, 199 translenlorial o central, 322
de Milían, 148, 231 causas, 207 uncal, 322

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ÍNDICE ALFABÉTICO 523

de hipertensión endocraneana, 425 de Schwartz.jampel, 1 76 de los cordones anterolaterales, 302


benigna, 430 de Shy-Drager, 262, 287 medulares, 301
de hipovenlilación, 309 de Sicard-Collet, 1 28 diagnóstico diferencial, 303
de Horner, 20, 47, 1 55 de Sjiigren, 439 periféricos, 303
de inmunodeficiencia adquirida, 439 de Susac, 77 pléjico, 301
de Jackson, 128, 1 55 de Tapia, 128 por lesiones de los nervios, 303
de Kearns-Sayre, 209 de Tolosa-Hunt, 1 26 radiculares, 302
de Kiloh-Nevin, 402 de Vernet, 127 seudobulbar, 424
de Kleine-Levin, 31 O de Villaret, 128 SUNCT, 290
de Klüver-Bucy, 385, 427 de Wallenberg, 48, 301 suprabulbar, 424
de Kocher-Debré-Sernelaigne, 190 de Weber, 1 52 talámico, 299
de Korsakoff, 398 de West, 241 , 481 vasculares, 361
de Korsakoff-Wernicke, 357 de Wilfred-Harris, 1 1 6 diagnóstico, 372
de la arteria espinal anterior, 1 61 del acento extranjero, 335, 337 examen neurovascular, 370
de la cola de caballo, 302, 408 del agujero, de Monro, 428 pruebas funcionales, 371
de la fosa petroesfenoidal, 126 rasgado, anterior, 127 fisiopatoiogia, 363
de la mano ajena, 352 posterior, 1 27 lesiones, 367
de la pared externa del seno cavernoso, del ángulo pontocerebeloso, 110, 128 medulares, 161
126 del arco aórtico, 438 vertiginosos, 85
de la persona tiesa, 176 del conducto auditivo interno, 127 vestibular, central, 85
de la rodilla capsular, 150 del cono medular, 302, 416 causas, 85
de Lance y Adams, 246 del epicono, 416 periférico, 85
de Landau-Kleffner, 347 del lóbulo temporal, 427 causas, 85
de las arterias, cerebelosas, 300 del "ocho y medio", 111 sinergia, 23, 202
espinales posteriores, 161 del tope de la basilar, 369 ocuiopalpebral, 70
de las fibras radicUlares largas de del túnel, carpiano, 402 sinestesia, 298
Déjerine, 302 tarsiano, 406 siringobulbia, 415
de las lágrimas de cocodrilo, 111 del uno y medio, de Fisher, 63, 111 siringomielia, 415
de las piernas, dolorosas y dedos vertical, 64 ataxia, 198
móviles, 273 demencial, 379 disociación de la sensibilidad, 298
inquietas, 273, 312 características generales, 379 siringopontia, 415
de las respuestas aproximadas, 448 causas, 385 sistema, extrapiramidai, 22, 251
de Lesch-Nyhan, 266, 287 clasificación clínica, 380 anatomohistología, 251
de Lhermitte y Mac Alpine, 151 diagnóstico diferencial, 384 fisiopatologia, 255
de Lichtheim, 160, 198, 287, 415, 435 examen neuropsicológico, 382 motor, alfa, 140
de los cordones posteriores medula- exploración, 380 gamma, 140
res, 302 escapuloperoneo de Stark-Kaeser, 184 nervioso, central, 1
de los cuatro últimos nervios extrapiramidales, 251 afecciones, 408
craneanos, 128 funcionales y su detección 441 exploración, 1 5
de Louis-Barr, 209 Interrogatorio 441 periférico, 1
de Lowe, 473 hemianestésicos, 298 afecciones, 397
de Lucie Fray, 116 hemisensitivo funcional 444 síntomas de enfermedad, 1 7
de Marin-Amat, 59, 111 meníngeo, 430 trastornos, estudios
de Meige, 269 causas, 432 complementarios, 467
de Melkersson-Rosenthal, 111 miociónico-distónico, 247 piramidal, 22
de Méniére, 88 neuroanémico, 1 98 Sj6gren, síndrome, 439
de Millard-Gubler, 111, 153 de Lichtheim, 28 Sluder, neuralgia, 112
de Miller-Fisher, 61 neurológicos, de las afecciones Snellen, prueba, 36
de Münchhausen 442 sistémicas, 434 sobresalto del sueño, 246
de Nonne-Froin, 417, 470 paraneoplásicos, 437 somatoparafrenia, 354
de oftalmoplejía externa crónica palpebral más-menos, 71 somatotopognosia, 299
progresiva, 62 pancerebeloso, 2 1 0 somniloquia, 312
de Pancoast, 48 paralítico unilateral global d e los sonambulismo, 312
de parálisis cerebral, 424 nervios craneanos, 128 soplos vasculares, 370
de pares craneanos asociados, 125 paraneoplásicos, 1 1 búsqueda, 370
de Parinaud, 51, 63, 428 paratrigeminal d e Raeder, 1 05 objetivos, 370
de Parsonage-Turner, 1 65, 296 parkinsonianos, asociados, 261 subjetivos, 370
de Pickwick, 309, 435 primarios, 258 sordera, 76
de Pisa, 271 secundarios, 260 verbal pura, 345
de Ramsay-Hunt, 89, 111 peduncular, anterior, 152 Souqués, signo, de las pestañas, 11 O
de Rett, 465 posterior, 152 de los interóseos, 228
de Reye, 1 88, 434 posconmocional, 425 stammering, 338
de Rochon-Duvigneaud, 126 protuberancia! inferior, 1 1 1 , 1 53 Stark-Kaeser, síndrome escapuloperoneo,
de Russell, 181 psiquiátricos, 458 184
de Schmidt, 128, 155 sensitivo(s), 298 Steele-Richardson-Olszewski, enferme­
de Schwartz-Bartter, 326 de disociación de la sensibilidad, 298 dad, 63, 261

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524 SEMIOLOGiA DEL SISTEMA NERVIO.SO

Steinert, enfermedad, 175, 187 de actitud, 203, 257 doloroso de André, 104
steppage, 27 causas, 263 primarios o idiopáticos, 272
Sterling, fenómeno, 228 de reposo, 174, 257 secundarios, 272
Stewart-Holmes, prueba de la resis- causas, 258 tick para/ysis, 165
tencia, 206 definición y clasificación, 257 linel, signo, 402
Stransky, signo, 221 diagnóstico, diferencial, 263 tinnitus, 77, 79
stroke, 361 reglas útiles, 266 Todd, marcha, 149
Strümpell, signo, 227, 231 en el alcoholismo crónico, 265 parálisis, 1 58, 242
Strümpell-Lorrain, enfermedad, 412 en la enfermedad de Parkinson, 259 Tolosa-Hunt, síndrome, 126
Sturge-Weber-Dimitri, enfermedad, 181 en la escritura, 263 tomografía, computada, 491
stuttering, 338 en la hipertensión arterial, 265 helicoidal, 492
stützreflex, 22 en la insuficiencia, hepática utilidad clínica, 491
sudor gustatorio, 116 crónica, 265 por emisión, de fotón único, 499
sueño, 307 renal, 265 de positrones, 500
alteraciones, 309 · respiratoria, 265 tono muscular, 169
apneas, 311 en la voz, 262 alteraciones, 172
exploración, 308 en las afecciones funcionales, 265 exploración, 172
fases, 308 en las enfermedades inspección, 172
movimientos rítmicos, 313 espinocerebelosas, 265 palpación, 172
parálisis, 308 en los síndromes de malabsorción, 265 realización de movimientos
patologías clínicas, 313 esencial, 263 pasivos, 172
REM, trastorno del comportamiento, estático, 257 topoestesia, 298
313 exploración, 257 topognosia, 277
sobresalto, 246 fisiológico, 257 tortícolis, espasmódico, 268
sugestibilidad, 462 intencional, 257 mental de Brissaud, 272
suma, espacial, 214 causas, 265 Tournay, fenómeno, 46
temporal, 214 mixto, 265 trastorno(s), bipolar, 461
SUNCT, síndrome, 290 ortostático, 263 cognitivos funcionales 448
superpolarización, 6 por ansiedad y fatiga, 263 facticios (simulación), 448
surto de Beau, 181 por fármacos, 263 de ansiedad, 463
Susac, síndrome, 77 por fiebre, 263 generalizado, 463
sustancia, blanca, 1 por hipertiroidismo; 265 de conciencia funcionales 449
gris, 1 por intoxicación, alcohólica aguda, 265 de conversión
negra, 253 mercurial crónica, 265 (pseudocoma psicógeno), 449
Sydenham, corea, 266 postraumático, 261. de inicio en la infancia o
rubra!, 265 adolescencia, 464
senil, 263 de la barognosia, 207
T simulación, 258 de la conducta alimentaria, 465
voluntario, 257 de la escritura, 206
tabes dorsal, 412 tercer miembro fantasma, 354 de la marcha funcionales, 446
ataxia, 198 termoanestesia, 296 de la palabra, 206
tálamo óptico, 251 terrores nocturnos, 312 de la personalidad, 458
Tapia, síndrome, 128 test(s), de Binet, 458 de los movimientos pasivos, 205
tartamudez, 338 de Folstein, 356, 382, 391 degenerativos discales, 499
taxia, 193 de Guthrie, 473 del estado de ánimo, 460
alteraciones, 197 de inteligencia, 458 del sistema nervioso, estudios com-
dinámica, 195 de personalidad, 458 plementarios, 467
ejercicios a lo Fournier, 1 96 de Rorschach, 458 delirante, 462
prueba(s), del índice, y la nariz, 196 de Wechsler, 458 depresivos, 461
y la oreja, 196 del guante, 354 físicos y alérgicos, 12
del talón y la rodilla, 1 96 del reloj, 383 generalizados del desarrollo, 464
para el tronco, 196 Mini-Mental State, 356, 382, 391 inmunológicos, 1 1
para los miembros, inferiores, 196 psicométricos, 382 metabólicos, 11
superiores, 196 tetania, 247 mnésico, 355
estática, 197 causas, 248 obsesivo-compulsivo, 463
exploración, 195 signos, 247 por déficit de atención con
Tay-Sachs, enfermedad, 11, 209 humorales, 248 hiperactividad, 464
tejido celular subcutáneo, alteraciones tétanos, actitud, 23 por estrés, 464
tróficas, 181 contracturas, 1 76 psicóticos, 462
telangiectasia hemorrágica facies, 21 psíquicos, 1 2
hereditaria, 436 Thévenard, artropatía tróficos, d e l a piel y anexos, 180
telescopado de la memoria, 357 ulceromutilante, 412 de los músculos, 181
telodendron, 2 Thomsen, enfermedad, 175, 189 del sistema osteoarticular, 190
temblor, 257, 445 marcha, 29 visuales y oculomotores
cinético, 257 lic(s), 272 funcionales 446
o intencional, 205 convulsivo, 112 traumatismos, 9, 158, 160

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INDICE ALFABÉTICO 525

craneanos, 481 unidad motora, 140 en embudo, 39


craneoencefálicos, 498 Unverricht-Lundborg, epilepsia mioclóni­ en túnel, 39
trigémino, neuralgia, 104 ca, 241 luz, 37
trismo, 177 uñas, alteraciones tróficas, 181 normal, 36
de los músculos masticadores, 104 Volkmann, contractura, 177
trofismo, 179 voluntad, 457
alteraciones, 1 79 V von Economo, encefalitis, 9, 61
exámenes complementarios, 179 von Graefe, signo, 71
exploración, 179 vaina, de mielina, 2 von Recklinghausen, enfermedad,
inspección, 179 de Schwann, 2 159, 1 81
palpación, 179 Varolio, puente, 1
tromboangeítis obliterante, 438 vasoespasmo, 365 w
Tr6mner, signo, 233 verborrea, 343
Trousseau, signo, 247 Veme!, signo de la cortina, 115 Wada, prueba, 342
Tullio, fenómeno, 80 Veme!, síndrome, 127 Waldenstr6m, enfermedad, 438, 473
Tumarkin, crisis otolíticas, 88 vértigo(s), 79, 85 Wallenberg, síndrome, 48, 301
tumores, 11 central paroxístico de tronco, 89 bulbar lateral, 362
bulbares, 428 crónicos, 85, 89 Wartenberg, rueda, 283
cerebrales, 291, 426, 493 de días de duración, 89 watershed infarctions, 367
de la base o región orbitaria, 427 de Méniére, 85, 88 Weber, círculos, 283
de la glándula pineal, 428 de minutos u horas de duración, 88 compás, 283
de la hipófisis, 428 de segundos de duración, 86 prueba, 75
de la región, de los tubérculos cuadri­ fisiológicos, 85 seudosindrome, 375
géminos, 428 funcionales, 90 síndrome, 152
infundibulohipofisaria, 428 girans, 79 Wechsler, test, 458
rolándica, 426 orgánicos, 86 Wecker, prueba, 36
del ángulo pontocerebeloso, 428 paralizante de Gerlier, 89 Wegener, granulomatosis, 438
del cerebelo, 427 paroxístico benigno de la infancia, 88 Werdnig-Hoffmann, enfermedad, 184
del cuarto ventrículo, 429 posicional(es), 85 Werner, enfermedad, 181
del cuerpo calloso, 428 central, 88 Wemicke, afasia, 345
del globo ocular, 499 paroxísticos benignos, 86 encefalopatía, 61, 422
del lóbulo, frontal, 426 pruebas, 86, 87 y Mann, ley, 149
occipital, 427 postura! fóbico, 90 Wertheim-Salomonsen, reflejo, 224
parietal, 427 slndromes troncales, 89 West, síndrome, 241 , 481
temporal, 427 sistematizado, 79 Westphal, contracción paradójica,
del nervio óptico, 499 lilubans, 79 174, 223
del tercer ventrículo, 428 vacil/ans, 79 enfermedad, 162
encefálicos, 426 vesículas sinápticas, 3 signo, 230
frontales parasagitales, 427 via(s), del reflejo fotomotor, 45 whiplash, 301
medulares, 499 extrapiramidales, 253 white spots, 1 81
pedunculares, 428 medulares, 253 Wilbrand-Saenger, fenómeno, 47
protuberanciales, 428 gustativa, 114 Wilfred-Harris, síndrome, 116
túnel, carpiano, síndrome, 402 motora, directa, 135, 137 Wilson, enfermedad, 1 73, 261, 473
tarsiano, síndrome, 406 extrapiramidal, 135 facies, 2 1
Turyn, signo, 294 indirecta, 135 signo, 267
piramidal, 135, 137 witzelsucht, 454
voluntaria, 135, 137 working memory, 356
u olfatoria, 32 wrist drop, 25
óptica, 34
úlcera perforante, 180 vientre, en batea, 432
ulceraciones de decúbito, 1 80 en tabla, 176 X-Y
ultrasonografía cardíaca, 487 Villaret, síndrome, 128
utilidad clínica, 487 visión, bultos, 36 xantocromía, 469
ullrasonografía Doppler, 484 cuentadedos, 36 xantomatosis, 434
utilidad clínica, 484 de los colores, alteraciones, 38 xantopsia, 38
umbral de excitabilidad, 6 exploración, 37 Yamanachi, enfermedad, 9

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