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LICENCIATURA EN ENFERMERIA

CURSO DE INGRESO
Material de lectura

El presente material es una recopilación de la bibliografía de tallada en el programa y


tiene como objetivo nivelar a los aspirantes al ingreso de la Licenciatura en Enfermería en
aquellos conceptos esenciales que se consideran deben conformar la base para alcanzar
la formación específica de la carrera. En el mismo se brindará la posibilidad de completar
y/o rever los contenidos básicos de Física y Química, como así también las competencias y
habilidades para la misma.
En este material se desarrollan los conceptos teóricos de los distintos módulos del
programa y su aplicación a situaciones problemáticas relacionadas, para la comprensión
de la teoría.
Como se verá a medida que vaya leyendo y tratando de comprender los principios físicos
y químicos expuestos en este material, notará la importancia y la relación existente entre
la física y la química para la comprensión de fenómenos fisiológicos, la farmacología,
fisiopatología y el quehacer diario de enfermería.

Nota: Se recomienda realizar una lectura comprensiva del material y luego realizar la guía
de actividades que se adjuntará para cada clase.
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICO-QUÍMICA
LA CIENCIA

Del latín “scientia” (conocimiento), entonces entendemos ciencia como el conjunto de


técnicas y métodos para alcanzar el conocimiento, la ciencia es conocimiento
estructurado sistemáticamente.

Las ciencias se pueden clasificar según su objeto de estudio:


 Ciencias naturales (fácticas o empíricas): se caracterizan por estudiar objetos
reales, son inductivas, es decir que a partir de lo particular se pueden sacar
conclusiones generales. Ej.: todo ser vivo se origina a partir de otro ser vivo similar
a él.
 Ciencias formales o exactas: estudian objetos abstractos (atemporales), como la
matemática o la lógica, no requiere comprobación experimental, ya que se parte
de un principio general que se aplicará a todas las situaciones. Son deductivas. Ej.:
dos más dos es cuatro, no importa de que objeto de estudio hablemos.
 Ciencias del hombre: tienen como objeto de estudio al hombre, analizando su
problemática sociocultural y comportamiento, tratando de comprender a la
persona, no de explicar su realidad, son interpretativas.

El saber, el conocimiento se obtiene mediante la observación de patrones regulares, de


razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se
generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen teorías y se elaboran leyes
generales y sistemas organizados por medio de un método científico.

Una hipótesis es una forma posible de explicar la realidad.

Una teoría es la hipótesis comprobada.

Las leyes se generan a partir de las hipótesis comprobadas, es decir que luego de probar
diversas hipótesis y comprobarlas de manera científica y reproducible, se crea una ley
general en la que sugiere que tal hecho específico en determinadas situaciones siempre
tendrá el mismo resultado.

El método científico se define como el conjunto de procedimientos mediante los cuales


se ponen a prueba las hipótesis que intentan resolver preguntas que se formulan acerca
de la realidad.
Es un procedimiento que consiste en la observación sistemática, medición,
experimentación, la formulación, análisis y modificación de las hipótesis. Este
procedimiento debe ser capaz de reproducirse y de refutarse.

Las ciencias formales se caracterizan por utilizar el método científico racional (deductivo),
las ciencias naturales utilizan el método científico experimental.
La física-química se encuentra dentro de las ciencias fácticas o empíricas. Estas utilizan el
método científico experimental (inductivo-deductivo).
Método científico experimental
Es el conjunto de procedimientos ordenados que tiene por finalidad corroborar los
resultados obtenidos con la hipótesis formulada.
Sus etapas son:
1. Observación: puede ser directa (mediante el empleo de los sentidos) o indirecta
(con la ayuda de procedimientos auxiliares físicos, químicos o mecánicos, como un
termómetro, un tensiómetro o un estetoscopio). Sin una observación adecuada es
imposible plantear el problema y mucho menos la solución de este.
2. Planteo del problema: son las preguntas que buscan la explicación del problema
¿cómo…? ¿Por qué…?
3. Hipótesis: es la explicación probable del problema, se caracteriza por ordenar la
información disponible (sistematización) del fenómeno y a partir de ellas
establecer explicaciones probables.
4. Experimentación: se realizan experimentos reglados cuyos datos deben ser
analizados mediante el empleo de procedimientos estadísticos adecuados,
capaces de ser repetibles, para comprobar o rechazar la hipótesis. Se ponen en
juego el diseño experimental (cantidad de muestras y forma de obtención de las
muestras, variables, duración, costos); ejecución, (todos los investigadores deben
seguir los mismos pasos); recolección de datos (precisión); análisis de los datos
(estadísticamente a fin de descartar las variables no significativas); extracción de
las conclusiones (se confirma o no la hipótesis).
5. Teoría: es la hipótesis comprobada.
6. Ley: se transforma la explicación en ley. Es una fórmula general que permite
predecir con anterioridad los hechos que ocurrirán en condiciones especificadas.

Para hablar de teorías en la salud se deben considerar la unificación de las diferentes


disciplinas asociadas a las ciencias biológicas (anatomía, fisiología, bioquímica, biofísica,
bioestadística) y humanas (psicología, sociología, antropología). Es decir que, para
determinar una teoría fisiológica como la contracción muscular, la anatomía estudiará la
morfología del músculo, la física estudiará el sistema de palancas que intervienen y la
química aportará el conocimiento del mecanismo molecular de la contracción y la
psicología aportará los motivos por el cual nos lleva a realizar esa acción.
Físico-química

La Química es la “Ciencia que estudia la composición y propiedades de la materia y de


las transformaciones que experimenta, sin que se alteren los elementos que la
componen”

La físico-química es el estudio de la naturaleza física de los sistemas químicos, incluidos


los cambios de energía.

La física es la "Ciencia que estudia las propiedades de la materia y de la energía,


considerando tan solo los atributos capaces de medida".

Es decir, la física es la ciencia de la medición…

Medidas
Prácticamente todas las actividades de enfermería implican la toma de medidas. Cuando
se reciben las indicaciones de un médico para administrar una medicación, primero se
verifican, después se extrae el volumen adecuado para una inyección intravenosa o para
preparar un vial con la dosis necesaria. Algunas dosis se especifican según el peso del
paciente; en estos casos, se mide su peso y se prepara la dosis adecuada. El personal de
enfermería toma medidas cuando controla la temperatura, el peso, la altura o la presión
arterial. Las medidas se emplean para determinar las cantidades necesarias para preparar
las inyecciones o medicación y para conocer los volúmenes de líquidos ingeridos y
excretados. Tras cada medición, las cantidades y unidades quedan registradas en el
historial del paciente.
Las medidas son una parte fundamental de carreras sanitarias como Enfermería. La
temperatura, el peso y la altura de los pacientes se miden y se registran en sus historiales.
También se recogen muestras de sangre y orina que se envían al laboratorio para que los
técnicos midan los valores de glucosa, pH, urea o proteínas. Al aprender acerca de las
medidas, desarrollarás habilidades para la resolución de problemas y aprenderás a
trabajar con los números en física y química y serán una parte importante de la valoración
de la salud que realices a tus futuros pacientes.

Medir es determinar cuántas veces entra una magnitud en una unidad elegida como
patrón.
Para medir se debe tener en cuenta:
1. ¿Qué mido? (masa, temperatura, velocidad, etc.)
2. ¿Con qué lo comparo? (unidad)
3. ¿Qué número se obtuvo? (número de la medida)
Por lo cual, cuando se realiza una medición se debe indicar que se está midiendo, con que
se compara (unidad) y que número se obtiene. Ej.: presión arterial 120/80mmHg.
Para poder realizar una medición y que sea comprendida por otras personas, se crean
sistemas de unidades, que son agrupaciones de unidades correspondientes a las distintas
magnitudes. Para ello se determinó el patrón y su unidad de manera de que se hable de la
misma manera en todo el mundo.
UNIDADES DE MEDICIÓN
Los científicos y los profesionales de la salud en todo el mundo emplean el sistema
métrico, que es el sistema de medida en la mayoría de países. En 1960, los científicos
adoptaron una modificación del sistema métrico, llamada Sistema Internacional de
Unidades (SI) con el objetivo de conseguir una uniformidad adicional de las unidades
empleadas en las disciplinas científicas.

Magnitudes: son el producto de un número por una unidad. Pueden ser base o
fundamentales (longitud, masa, tiempo, corriente eléctrica, temperatura, intensidad
luminosa y cantidad de sustancia) o derivadas (se producen por operaciones matemáticas
con las magnitudes base).
También se clasifican en vectoriales (tienen una determinada dirección e intensidad,
como la fuerza) o escalares (no tiene dirección, se describen calculándolas a través de una
fórmula, como la temperatura o el volumen).

Unidades base: se corresponden directamente con sus magnitudes base (metro,


kilogramo, segundo, ampere, kelvin, candela y mol)

MAGNITUD UNIDAD SÍMBOLO


Longitud Metro m
Masa Kilogramo Kg
Tiempo Segundo s
Corriente eléctrica Ampere A
Temperatura Kelvin = Celsius K=C
Intensidad luminosa Candela Cd
Cantidad de sustancia Mol mol

Unidades derivadas: se forman a partir de dos o más unidades base, por medio de
operaciones matemáticas elementales (multiplicación, división y potenciación).
Ej.: Superficie: m x m= m2
Volumen: m x m x m=m3
Densidad: masa/volumen= Kg/m3

MAGNITUD UNIDADES SIMBOLOS


Velocidad Espacio/tiempo m/s
Aceleración Espacio/tiempo2 m/s2
Fuerza Masa . aceleración Kg . (m/s2)=Newton (N)
Superficie Espacio2 m2
Presión Fuerza/superficie N/m2
Volumen Espacio3 m3
Densidad Masa/volumen Kg/m3
Energía Fuerza/espacio N . m= Joule (J)
Concentración Cant. Molécula/masa mol/Kg

Masa
La masa de un objeto es la medida de la cantidad de sustancia que este posee. En
general, se asocia el término peso a la masa, pero son cosas distintas. El peso es la
medida de la fuerza con la cual un cuerpo actúa sobre un punto de apoyo a causa de la
atracción de este cuerpo por la fuerza de la gravedad. Sobre la superficie de la Tierra, un
astronauta con una masa de 75,0 kg pesa 735 Newton (N). En la luna, donde la fuerza de
la gravedad es de solo la sexta parte que la de la Tierra, un astronauta pesa 122 N. Sin
embargo, su masa es idéntica a la que tenía en la Tierra, 75,0 kg. Los científicos miden la
masa en lugar del peso, ya que la masa no depende de la gravedad.
En el sistema métrico, la unidad de masa es el gramo (g). La unidad de masa del SI es el
kilogramo (kg) y se emplea para masas mayores, como la del cuerpo humano.
Muchas de las tareas diarias de enfermería requieren la comprensión de esta unidad de
medición y sus submúltiplos:
1 Kg = 1000 g
1 g = 1000 mg

Tiempo
El tiempo normalmente se mide en años, días, minutos o segundos. La unidad de tiempo
utilizada tanto en el sistema métrico como en el SI es el segundo (s).
1 día = 24 h
1 h = 60 min
1 min = 60 s

Temperatura
Habitualmente, utilizamos termómetros para comprobar lo caliente que está alguna cosa,
para medir el frío que hace en la calle o para saber si tenemos fiebre. La temperatura de
un objeto nos indica lo caliente que está. En el sistema métrico la temperatura se mide en
la escala Celsius. En la escala de temperatura Celsius (°C), el agua se congela a 0 °C y entra
en ebullición a 100 °C.

En el SI la temperatura se mide con la


escala Kelvin (K), en la cual a la
temperatura más baja se le asigna 0 K.
Las escalas Celsius y Kelvin tienen
unidades de la misma magnitud, es decir,
un grado Celsius es equivalente a un
kelvin. En estudios experimentales, se ha
comprobado que el cero absoluto de la
escala Kelvin equivale a -273.15°C. así
pues, es posible usar la ecuación
siguiente para convertir grados Celsius a
Kelvin:
K= ºC + 273,15
Longitud
La unidad de longitud, tanto en el sistema métrico como en el internacional, es el metro
(m). El centímetro (cm) es una unidad de longitud más pequeña, aproximadamente como
el ancho del dedo meñique, y se utiliza frecuentemente en química.

Superficie
Una unidad derivada de la longitud es la superficie, esta se obtiene a partir de la
multiplicación de dos longitudes, como el largo y el ancho. Por ejemplo, si necesitamos
saber la cantidad de cerámicos que requiere una habitación debemos medir en el piso,
supongamos que el largo es de 4 metros y el ancho es de 3 metros, eso implica que la
habitación tiene una superficie de 12m2 y compraremos ese metraje de cerámicos.
La superficie se utiliza para otras unidades derivadas como la presión.

Volumen
La unidad de longitud del SI es el metro (m) y la unidad derivada del SI para volumen es el
metro cúbico (m3). No obstante, en ciencias de la salud se suele trabajar con volúmenes
mucho más pequeños, como el centímetro cúbico (cm3) y el decímetro cúbico (dm3):
1 cm3 = (1 × 10−2 m3) = 1 × 10−6m3 1 dm3 = (1 × 10−1m3) = 1 × 10−3 m3
Otra unidad de volumen muy usada en carreras de salud es el litro (L). un litro es el
volumen que ocupa un decímetro cúbico. Un volumen de un litro es igual a 1 000
mililitros (ml) o 1 000 cm3: 1 L = 1 000 ml = 1 000 cm3 = 1 dm3
y un mililitro es igual a un centímetro cúbico: 1 mL = 1 cm 3

Densidad
La densidad es una propiedad intensiva y no depende de la cantidad de masa presente,
por lo que la proporción de masa sobre volumen permanece sin cambio para un material
dado; en otras palabras, el volumen aumenta conforme lo hace la masa. Usualmente la
densidad depende de la temperatura.
Un ejemplo común es la pregunta: ¿Qué pesa más, 1 Kg de plomo o 1Kg de plumas?
Obviamente ambos pesan lo mismo, 1Kg, pero el volumen que ocupan ambos es
diferente, conforme aumente la cantidad de Kg, aumentará proporcionalmente su
volumen, es decir, que tienen diferente densidad. Y si ponemos estos mismos elementos
en una pileta con agua ¿Qué ocurriría? El plomo inmediatamente se hundirá y las plumas
flotarán. Esto ocurre porque el plomo es más denso que el agua y las plumas tienen una
densidad menor.
¿Y la temperatura cómo influye? En la mayoría de las sustancias al aumentar la
temperatura, la sustancia tiende a expandirse, por consiguiente, tiene más volumen, pero
la misma masa. El asfalto de las calles tiene cortes unidos por brea, de no tener esos
cortes al calentarse por el sol el asfalto se expandiría y rompería, la brea puede “fluir” y
permite que el asfalto se expanda.
Así mismo vemos que el aceite flota en el agua, eso ocurre porque este tiene una
densidad menor que el agua.
El agua es la excepción a este principio, ya que a temperatura ambiente es más densa que
a 0º, cuando se llena un recipiente con agua y se lo congela ocupa más lugar que en
estado líquido, el hielo es menos denso que el agua líquida, por eso flota en un vaso con
agua…
La unidad derivada del SI para la densidad es el kilogramo por metro cúbico (kg/m3). Esta
unidad resulta demasiado grande para muchas aplicaciones químicas. En consecuencia,
los gramos por centímetro cúbico (g/cm3) y su equivalente de gramos por mililitro (g/ml)
se usan más frecuentemente para las densidades de sólidos y líquidos. La densidad de los
gases tiende a ser muy baja, de modo que se expresa en gramos por litro (g/l):
1 g/cm3 = 1 g/ml = 1 000 kg/m3 1 g/L = 0.001 g/ml
La ecuación para la densidad es:
densidad = masa/volumen
Movimiento
Todo se mueve, pero el movimiento es relativo, cuando estudiamos el movimiento de un
objeto lo describimos respecto a otro objeto, pero no se considera el movimiento
constante por ejemplo el de las moléculas que componen al objeto o aquel que se
produce por la rotación constante de la Tierra.
Rapidez: es la medida de que tan aprisa se desplaza un objeto. Se mide la distancia
recorrida en un período de tiempo. Ej.: Km/h o m/s. No especifica dirección. Es un
movimiento lineal.
Velocidad: es la rapidez en una determinada dirección. Cuando nos referimos a una
velocidad constante significa la misma rapidez en la misma dirección. Si cambia la rapidez
o la dirección, cambia la velocidad.
Aceleración: es la razón de cambio de la velocidad. Es la medida de cómo cambia la
velocidad respecto al tiempo. Cambio de velocidad/intervalo de tiempo=
m/s = m/s2
s

Fuerza
La fuerza es una magnitud vectorial que mide la intensidad del intercambio de momento
lineal entre dos partículas o sistemas de partículas, tiene una dirección produce un
movimiento en la materia (puede ser un impulso o una atracción), es capaz de deformar
los cuerpos (efecto estático), modificar su velocidad o vencer su inercia y ponerlos en
movimiento si estaban inmóviles (efecto dinámico). En este sentido la fuerza puede
definirse como toda acción o influencia capaz de modificar el estado de movimiento o de
reposo de un cuerpo (imprimiéndole una aceleración que modifica el módulo o la
dirección de su velocidad). Según una definición clásica, fuerza es todo agente capaz de
modificar la cantidad de movimiento o la forma de los materiales.
En el Sistema Internacional de Unidades, la unidad de medida de fuerza es el newton que
se representa con el símbolo: N, el newton es una unidad derivada que se define como la
fuerza necesaria para proporcionar una aceleración de 1 m/s² a un objeto de 1 kg de
masa. Entonces la fuerza se expresa masa por aceleración (m.a) = N=kg.m/s2

Leyes de Newton:
1. Todo cuerpo se mantiene en su estado de reposo o movimiento uniforme y
rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas
sobre él.

2. La aceleración de un objeto será directamente proporcional a la magnitud de la


fuerza ejercida y en la misma dirección e inversamente proporcional a la masa del
cuerpo.
Es decir que la fuerza ejercida determina su aceleración en la dirección que se
ejerce la misma, así como también la masa. (a=f/m).
3. Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: quiere decir que las
acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido
opuesto.

Fricción: es la fuerza ejercida por los objetos en contacto, actúan siempre en sentido
contrario.

Peso
El peso es una fuerza, que equivale a la masa del objeto por la aceleración de la gravedad.
Recuerda que la masa se expresa en Kg y la aceleración de la gravedad es de 9,8m/s2. Se
designa para el peso la unidad kilogramo fuerza (Kgf), aunque generalmente se dice Kg de
manera errónea.
Entonces: peso= m x g = Kg x m/s2 1Kgf= 9,8N

Presión
Es la cantidad de fuerza ejercida en una unidad de área.
P= F = Kg.m/s2 = N =Pascal
A m2 m2
La fuerza se mide en Newton y el área en metros cuadrados, entonces la presión se mide
en N sobre metro cuadrado conocido como Pascales.
Para ilustrar la diferencia entre presión y fuerza considera los dos bloques idénticos pero
uno está parado sobre su extremo y el otro descansa sobre un lado. Ambos tienen el
mismo peso y, por ende, ejercen la misma fuerza en la superficie (si los dos estuvieran
sobre una báscula de baño, con cada uno marcaría lo mismo); pero el bloque vertical
ejerce una mayor presión contra la superficie. Si ese bloque se volteara de manera que
sólo tocara la mesa en una esquina, la presión sería todavía mayor.

Esto se debe a que el área es menor…

Presión de líquidos:
Cuando nadas bajo el agua sientes la presión de esta contra los tímpanos. Cuanto más
profundo te sumerjas, mayor será la presión. La presión que sientes se debe al peso del
agua que está arriba de ti. Conforme nadas más profundo hay más agua sobre ti y, en
consecuencia, hay más presión. La presión que un líquido ejerce depende de la
profundidad. La presión de un líquido también depende de la densidad del líquido. Si te
sumergieras en un líquido más denso que el agua la presión sería mayor. La presión de un
líquido es exactamente igual al producto de la densidad de peso por la profundidad:
Presión del líquido = densidad del peso x profundidad. Dicho con sencillez, la presión
que ejerce un líquido contra las paredes y el fondo de un recipiente depende de la
densidad y la profundidad del líquido.

Este mismo principio aplica con los gases, ya que también son fluidos, así como la presión
del agua está determinada por su peso, la presión atmosférica se debe al peso del aire.
Imagina un tubo hueco de 1m2 desde la atmósfera hasta la tierra (a nivel del mar) El peso
de este aire es de aproximadamente 100,000 newtons (105N). Este peso causa una
presión de 100,000 newtons por metro cuadrado, que equivalen a 100,000 pascales o a
100 kilopascales. Con más exactitud, la presión atmosférica promedio al nivel del mar es
de 101.3 kilopascales (101.3 kPa). La presión de la atmósfera no es uniforme. Además de
su variación con la altitud, también hay variaciones de la presión atmosférica en cualquier
localidad, debidas a que hay frentes meteorológicos y tormentas en movimiento.
La presión atmosférica puede medirse con un barómetro. A una presión de exactamente
1 atmósfera (atm), una columna de mercurio en un tubo de vidrio invertido tendría
exactamente una altura de 760 mm. Una atmósfera (atm) se define como exactamente
760 mmHg (milímetros de mercurio). Una atmósfera también es 760 torr, una unidad de
presión denominada así en honor de Evangelista Torricelli, el inventor del barómetro.
Puesto que las unidades de torr y mmHg son iguales, se usan de manera indistinta.
En unidades SI, la presión se mide en pascales (Pa); 1 atm es igual a 101 325 Pa.
desde la atmósfera a la altura del monte
es mucho menor que a nivel del mar, por
esto la presión del aire será menor. Este
es el motivo porque nos apunamos, ya
que no hay suficiente presión de aire,
(especialmente oxígeno) para satisfacer
nuestras necesidades.

Si se sube a una montaña, como el


monte Everest, notemos que la distancia
Presión y Volumen (Ley de Boyle)
Cuando miles y miles de millones de partículas de gas golpean contra las paredes de un
recipiente, ejercen una presión, que se define como una fuerza que actúa sobre cierta
área. P= F/A
Imagine que puede ver las partículas de aire golpear las paredes en el interior de una
bomba para inflar neumáticos de bicicleta. ¿Qué ocurre con la presión dentro de la
bomba a medida que empuja hacia abajo el manubrio? Conforme el volumen disminuye,
hay una disminución del área superficial del contenedor. Las partículas de aire se
amontonan, ocurren más colisiones y la presión aumenta dentro del contenedor. Cuando
el cambio en una propiedad (en este caso, volumen) causa un cambio en otra propiedad
(en este caso, presión), las dos propiedades se relacionan. Si los cambios ocurren en
direcciones opuestas, las propiedades tienen una relación inversa. La relación inversa
entre la presión y el volumen de un gas se conoce como ley de Boyle. La ley afirma que el
volumen (V) de una muestra de gas cambia inversamente con la presión (P) del gas,
mientras la temperatura (T) o la cantidad del gas (n) permanezcan constantes.
Si el volumen o la presión de una muestra de gas cambian sin que haya ningún cambio en
la temperatura o en la cantidad del gas, entonces la presión y el volumen nuevos darán el
mismo producto PV que la presión y el volumen iniciales. Por tanto, es posible igualar los
productos PV inicial y final.
Conforme el volumen disminuye, las
moléculas de gas se amontonan más, lo
que produce un aumento de presión.

La importancia de la ley de Boyle se hace más evidente cuando se considera el


mecanismo de la respiración. Los pulmones son estructuras elásticas parecidas a globos,
contenidos dentro de una cámara hermética llamada cavidad torácica. El diafragma, un
músculo, forma el piso flexible de la cavidad.

Inspiración: El proceso de tomar una bocanada de aire comienza cuando el diafragma se


contrae y las costillas se expanden, lo que produce un aumento del volumen de la cavidad
torácica. La elasticidad de los pulmones les permite expandirse cuando la cavidad torácica
también se expande. De acuerdo con la ley de Boyle, la presión en el interior de los
pulmones disminuye cuando su volumen aumenta, lo que hace que la presión en el
interior de los pulmones descienda por abajo de la presión de la atmósfera. Esta
diferencia de presiones produce un gradiente de presión entre los pulmones y la
atmósfera. En un gradiente de presión, las moléculas fluyen de un área de mayor presión
hacia un área de menor presión. En consecuencia, se inhala a medida que el aire fluye
hacia el interior de los pulmones (inspiración), hasta que la presión dentro de los
pulmones iguala la presión de la atmósfera.
Espiración: La espiración, o la fase de exhalación de la respiración, ocurre cuando el
diafragma se relaja y sube de nuevo hacia la cavidad torácica, a su posición de descanso.
El volumen de la cavidad torácica disminuye, lo que oprime los pulmones y reduce su
volumen. Ahora la presión en los pulmones es mayor que la presión de la atmósfera, de
modo que el aire fluye fuera de los pulmones hasta que se iguala su presión con la
atmosférica. Por tanto, la respiración es un proceso en el que se crean en forma continua
gradientes de presión entre los pulmones y el ambiente debido a los cambios de
volumen.

Medición de la presión sanguínea


utilizado para medir la presión
sanguínea. En esta aplicación, en una
bombilla de caucho se introduce aire en
una banda que se envuelve
apretadamente en el brazo y,
simultáneamente, en un manómetro. La
presión en la banda se incrementa hasta
que se detiene el flujo sanguíneo que
pasa por la arteria braquial del brazo. En
ese momento se abre una válvula de la
bombilla y la persona que hace la
medición escucha con un estetoscopio a
la arteria en un punto justo bajo la
banda. Cuando la presión en la banda y
la arteria braquial está apenas abajo

Un manómetro especializado (llamado


esfigmomanómetro) es frecuentemente
del valor máximo producido por el corazón (presión sistólica), la arteria se abre
momentáneamente a cada pulsación del corazón. En este punto, la velocidad de la sangre
es alta y turbulenta, y la circulación es ruidosa y puede escucharse con el estetoscopio. El
manómetro está calibrado para leer la presión en milímetros de mercurio y el valor
obtenido es de unos 100 a 140 mm para un corazón normal. Cuando la presión de la
banda baja aún más, todavía se escuchan sonidos intermitentes hasta que la presión llega
justo abajo de la presión mínima del corazón (presión diastólica). En este punto se
escuchan sonidos continuos. En un corazón normal, esta transición ocurre
aproximadamente entre 60 a 100 mm de mercurio. Las lecturas de presión sanguínea de
un corazón sano suelen expresarse como la razón sistólica/diastólica o por ejemplo
120/80mmHg.
Presiones parciales (ley de Dalton)
Muchas muestras de gas son una mezcla de gases. Por ejemplo, el aire que respira es una
mezcla de gases compuesta principalmente de oxígeno y nitrógeno. Los científicos han
observado que todas las partículas de gas en mezclas de gas ideal se comportan de la
misma forma. Por tanto, la presión total de los gases en una mezcla es resultado de las
colisiones de las partículas de gas sin importar de qué tipo de gas se trate. En una mezcla
de gases, cada gas ejerce una presión parcial, que es la presión que ejercería si fuera el
único gas en el recipiente. La ley de Dalton afirma que la presión total de una mezcla de
gases es la suma de las presiones parciales de los gases en la mezcla.

El aire que respira es una mezcla de


gases. Lo que se denomina presión
atmosférica es en realidad la suma de las
presiones parciales de todos los gases en
el aire.
Las células utilizan de manera continua oxígeno y producen dióxido de carbono. Ambos
gases entran y salen de los pulmones a través de las membranas de los alvéolos, los
pequeños sacos de aire que se encuentran en los extremos de las vías respiratorias en los
pulmones. Tiene lugar un intercambio de gases en el cual el oxígeno del aire se difunde
hacia los pulmones y la sangre, al tiempo que el dióxido de carbono producido en las
células se transporta a los pulmones para ser exhalado. A nivel del mar, el oxígeno
normalmente tiene una presión parcial de 100 mmHg en los alvéolos de los pulmones.
Dado que la presión parcial del oxígeno en la sangre venosa es de 40 mmHg, el oxígeno se
difunde de los alvéolos hacia el torrente sanguíneo. El oxígeno se combina con la
hemoglobina, que lo transporta a los tejidos del cuerpo, donde la presión parcial del
oxígeno puede ser muy baja, menor de 30 mmHg. El oxígeno se difunde desde la sangre,
donde la presión parcial del O2 es alta, hacia los tejidos, donde la presión de O2 es baja.
A medida que el oxígeno se agota en las células del cuerpo durante los procesos
metabólicos, se produce dióxido de carbono, de modo que la presión parcial del CO2
puede ser hasta de 50 mmHg o más. El dióxido de carbono se difunde de los tejidos hacia
el torrente sanguíneo y se lleva a los pulmones. Ahí se difunde fuera de la sangre, donde
el CO2 tiene una presión parcial de 46 mmHg, hacia los alvéolos, donde el CO2 está a 40
mmHg, y se exhala.
Trabajo
Se define como el producto de la fuerza por la distancia que se mueve el objeto. En forma
abreviada: Trabajo = Fuerza x distancia T = F.d
En la unidad de medición del trabajo se combinan una unidad de fuerza (N) con una
unidad de distancia (m); la unidad de trabajo es el newton-metro (N-m), que también se
llama joule (J). Se efectúa un joule de trabajo cuando se ejerce una fuerza de 1 newton
durante una distancia de 1 metro.

Energía
Al igual que el trabajo, la energía se expresa en joules. Aparece en muchas formas, una de
las formas más comunes es la energía mecánica, que es la forma de energía debida a la
posición o el movimiento de algo. La energía mecánica puede estar en forma de energía
potencial, de energía cinética o de la suma de ambas.
Un objeto puede almacenar energía gracias a su posición. A la energía que se almacena y
está lista para utilizarse se le llama energía potencial (EP), ya que en su estado
almacenado tiene el potencial de efectuar trabajo. Por ejemplo, un resorte estirado o
comprimido tiene el potencial de hacer trabajo. Cuando se tensa un arco, éste almacena
energía. Una banda de goma estirada tiene energía potencial debido a su posición relativa
con respecto a las partes, porque si es parte de una resortera, es capaz de efectuar
trabajo. La energía química de los combustibles también es energía potencial, ya que en
realidad es energía de posición en el nivel microscópico. Está disponible cuando se alteran
las posiciones de las cargas eléctricas dentro y entre las moléculas; esto es, cuando se
produce un cambio químico. Cualquier sustancia que pueda efectuar trabajo por medio
de acciones químicas posee energía potencial. Esta energía caracteriza los combustibles
fósiles, los acumuladores eléctricos y el alimento que ingerimos.
Se requiere trabajo para elevar objetos en contra de la gravedad terrestre. La energía
potencial de un cuerpo a causa de su posición elevada se llama energía potencial
gravitacional. El agua de una presa, o el tanque de agua de tu casa, tienen energía
potencial gravitacional. Siempre que se realice trabajo, cambia la energía. La cantidad de
energía potencial gravitacional que tiene un objeto elevado es igual al trabajo realizado
para elevarlo en contra de la gravedad. El trabajo efectuado es igual a la fuerza necesaria
para moverlo hacia arriba, por la distancia vertical que sube (recuerda que T = F.d). Una
vez que comienza el movimiento hacia arriba, la fuerza hacia arriba para mantenerlo en
movimiento a velocidad constante es igual al peso (recuerda p=m.g), del objeto.
Entonces, el trabajo efectuado para subirlo a una altura (h) es el producto m.g.h.
Energía potencial gravitacional = peso x altura EP = mgh
La energía potencial, sea gravitacional o cualquiera otra, tiene importancia sólo cuando
cambia, es decir, cuando efectúa trabajo o se transforma en energía de alguna otra
forma.
Energía cinética
Si empujamos un objeto lo podemos mover. Si un objeto se mueve, entonces, es capaz de
efectuar trabajo. Tiene energía de movimiento y decimos que tiene energía cinética (EC).
La energía cinética de un objeto depende de su masa y de su rapidez. Es igual a la mitad
de la masa multiplicada por el cuadrado de la rapidez.
Por ejemplo: La energía potencial de un arco tenso es igual al trabajo (fuerza promedio x
distancia) que efectuó al retrasar la flecha hasta su posición de disparo. Cuando la suelta,
la mayoría de la energía potencial del arco tensado se transformará en energía cinética de
la flecha.
Termodinámica

Quizás el concepto más importante de toda la ciencia sea la energía. La combinación de


energía y materia forma el Universo: la materia es sustancia, en tanto que la energía es lo
que mueve la sustancia. Es fácil de entender la idea de materia. La materia es lo que
podemos ver, oler y sentir. Tiene masa y ocupa espacio. En cambio, la energía es
abstracta; no la vemos, ni la olemos, ni la sentimos la mayoría de las veces. Aunque la
energía nos es muy familiar, resulta difícil definirla, porque no sólo es una “cosa”, sino
que es una cosa y un proceso a la vez, algo así como si fuera a la vez un sustantivo y un
verbo. Las personas, los lugares y las cosas tienen energía, aunque normalmente
observamos la energía sólo cuando se transfiere o se transforma. Nos llega en forma de
ondas electromagnéticas del Sol, y la sentimos como energía térmica; es captada por las
plantas y une las moléculas de la materia; está en el alimento que comemos y la
recibimos a través de la digestión.

Primer principio de la termodinámica: Conservación de la energía


Lavoisier: en la naturaleza nada se pierde, todo se transforma. La energía no desaparece
simplemente cambia. Por ejemplo, de energía potencial a energía cinética y de ésta a
calórica. La energía radiante llega a la tierra, es absorbida por plantas que formarán
carbón.
Existen muchas formas de energía y estas son intercambiables (mecánica, calórica,
eléctrica, química, nuclear, eólica etc).

Calor es energía formada por el movimiento continuo de moléculas (energía cinética).


Cuando un objeto se calienta, aumenta la energía cinética de sus átomos, aumenta el
movimiento de las moléculas y se obtiene como resultado calor. Se denomina calor al
resultado de este movimiento y solo en el momento de la transferencia de un objeto al
otro. Cuando la transferencia termina deja de llamarse calor.
Siempre hay un objeto que produce y otro que recibe y siempre el calor pasa por un
gradiente de presión desde el que más tiene al que menos tiene.

Energía interna es como se conoce a la suma de todas las formas de energías (cinética,
potencial) presentes en una sustancia o cuerpo. Cuando dos cuerpos u objetos se
encuentran en contacto térmico uno con otro, habrá transferencia de energía y cuando
alcanzan la misma temperatura, el calor deja de fluir entre ellos, alcanzan el equilibrio
térmico.
No existe el frío solo la ausencia del calor, los objetos no están fríos, tienen menor
temperatura que otro, no transferirá calor, lo recibirá.

Calor específico es la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura 1*C en la


masa unitaria de una sustancia.

La energía calórica que se mide en calorías (1caloría equivale a 4,18 joules), que es la
cantidad de calor necesario para aumentar 1*C la temperatura de un gramo de agua.
1kilocaloría son 1000 calorías.
Transferencia de calor: Se realiza varios mecanismos

Conducción: se produce a través del contacto de átomos o moléculas. La colisión entre


ellos y los movimientos de los electrones producen como resultado calor. Al calentarse
vibran y las vibraciones en contacto uno con otro se van transmitiendo a los átomos o
moléculas adyacentes e irán transmitiendo el calor.
Se consideran buenos conductores de calor a aquellos materiales que en su composición
química tendrán radicales libres (electrones) como los metales. Y se considera malos
conductores a aquellos que sus uniones son menos polares, que se encuentran
totalmente saturados y la separación entre las moléculas es mayor, por eso los gases y
líquidos son malos conductores, es así que los materiales porosos son aislantes, dado que
tienen espacios llenos de aire (madera, lana, papel, corcho etc).

Convección: es propiedad de los fluidos. Dentro de la masa del líquido o gas, debido a la
densidad de las regiones más calientes (menos densas) con respecto a las frías (más
densas), lo que determina el ascenso de las primeras y descenso de las últimas.

Radiación: es la energía cinética del movimiento desordenado de las moléculas es el


calor.
El intercambio de calor propone un emisor y un receptor que en el camino toma la forma
de una onda electromagnética. Cuando un objeto se calienta comienza a emitir luz (500*C
luz roja, más de 500*C luz amarilla, 1200*C luz blanca). La radiación infrarroja es térmica
invisible y se absorbe al estar expuesto a una fuente de calor. Se utiliza con fines
diagnósticos (teletermografía o termogramas) y terapéuticos para dar calor superficial.

Evaporación: se da en el hombre, el agua puede difundir desde la piel, las vías


respiratorias o de las mucosas de la boca, es la transpiración insensible (del 20 al 25%de
pérdida de calor del cuerpo humano).
Temperatura: Es la expresión de la cantidad que nos dice que tan caliente se encuentra
un objeto respecto a cierta referencia.
Se mide mediante cambios físicos, volumen de un líquido, longitud de un sólido, variedad
de un gas, propiedades eléctricas de ciertos metales, y se expresa por un número en una
escala graduada.
Casi toda la materia se expande cuando se calienta y se contrae cuando pierde calor. El
termómetro es un tubo de vidrio hueco con un líquido adentro (mercurio, alcohol teñido,
tolueno) que se expande a medida que se calienta, la escala graduada permite poner un
valor a ese calor en forma de temperatura.
Se utilizan diversas escalas:
Escala Celsius: refiere al 0*C al punto de congelación del agua y 100*C al punto de
ebullición. Es una escala con 100* de separación.
Escala Kelvin: utiliza el 273*K, equivale al 0*C y al 373*K al punto en el cual las partículas
ceden su energía máxima, punto de ebullición del agua, equivale al 100*C. Es una escala
de 100*. En esta escala el 0*K se refiere al punto en el cual el agua no tiene más energía
cinética que ofrecer (equivale a -273*C)
Escala Fahrenheit: 0*C = 32*F/ 100*C = 212*F. Escala de 180*

Regulación de la temperatura corporal:


El ser humano regula su temperatura corporal a través de los receptores de la piel,
controlados por el hipotálamo, con la ayuda de efectos vasomotores, metabólicos o a
través de la transpiración o el tiritar.

Variación en la temperatura corporal


Se considera que la temperatura normal del cuerpo es 37 °C, aunque varía a lo largo del
día y de una persona a otra Una temperatura de 36,1 °C en la boca es habitual por la
mañana y sube hasta 37,2 °C (febrícula) entre las 18 h y las 22 h. Una temperatura
superior a 37,5 °C (subfebril) en una persona en reposo suele ser indicativa de
enfermedad, con 38ºC es fiebre. Cuando se hace ejercicio durante un periodo prolongado
también se puede experimentar una elevación de la temperatura: las temperaturas
corporales de los corredores de maratón, por ejemplo, pueden alcanzar entre 39 °C y 41
°C, ya que la producción de calor durante el ejercicio excede la capacidad del cuerpo para
eliminarlo. Los cambios superiores a 3,5 °C en la temperatura normal del cuerpo pueden
comenzar a interferir en sus funciones. Las temperaturas superiores a 41ºC es
hipertermia pueden generar convulsiones, particularmente en los niños, y estas pueden
ocasionar daños permanentes en el cerebro. La insolación tiene lugar por encima de 41,1
°C: cesa la producción de sudor y la piel se calienta y se seca el pulso se acelera y la
respiración se vuelve débil y rápida. La persona puede aletargarse y entrar en coma Lo
más preocupante en estos casos es el daño en los órganos internos, y el tratamiento, que
debe ser inmediato, incluye a menudo la inmersión de la persona en un baño de agua
helada. En los casos de hipotermia la temperatura corporal puede descender de 35ºC
hasta 28,5 °C. Quien la sufre presenta palidez, está frío y tiene el pulso irregular. Si la
temperatura corporal desciende por debajo de 26,7 °C, la persona con hipotermia queda
inconsciente: la respiración se hace lenta y poco profunda y disminuye la oxigenación de
los tejidos.
Materia

La materia es todo lo que ocupa espacio y tiene masa. La materia incluye lo que podemos
ver y tocar (como el agua, la tierra y los árboles) y lo que no podemos ver ni tocar (como
el aire).
Se distinguen varios subtipos de materia con base en su composición y propiedades. La
clasificación de la materia incluye sustancias, mezclas, elementos y compuestos, además
de los átomos y moléculas.

Una sustancia es una forma de materia que tiene composición definida (constante) y
propiedades distintivas. Son ejemplos de ello el agua, amoniaco, azúcar de mesa
(sacarosa), oro y oxígeno. Las sustancias difieren entre sí por su composición y se pueden
identificar según su aspecto, color, sabor y otras propiedades. una mezcla es una
combinación de dos o más sustancias en la que éstas conservan sus propiedades. algunos
ejemplos familiares de ello son el aire, las bebidas gaseosas, la leche y el cemento. Las
mezclas no poseen composición constante. Por tanto, las muestras de aire obtenidas en
distintas ciudades probablemente diferirán en su composición a causa de diferencias de
altitud, contaminación atmosférica, etcétera. Las mezclas pueden ser homogéneas o
heterogéneas. Cuando se disuelve una cucharada de azúcar en agua, se obtiene una
mezcla homogénea, en la que la composición de la mezcla es uniforme. Sin embargo, al
mezclar arena con virutas de hierro, tanto una como las otras se mantienen separadas. En
tal caso, se habla de una mezcla heterogénea porque su composición no es uniforme.
Cualquier mezcla, sea homogénea o heterogénea, se puede formar y luego separar por
medios físicos en sus componentes puros sin cambiar la identidad de tales componentes.
así pues, el azúcar se puede recuperar de una disolución acuosa al calentar esta última y
evaporarla por completo. La condensación del vapor permite recuperar el agua. En
cuanto a la separación de la mezcla hierro-arena, es posible usar un imán para separar las
virutas de hierro, ya que el imán no atrae a la arena misma. Después de la separación, los
componentes de la mezcla tendrán la misma composición y propiedades que al principio.

Las sustancias pueden ser elementos o compuestos. Un elemento es una sustancia que
no se puede separar en otras más sencillas por medios químicos. Hasta la fecha se han
identificado 117 elementos. La mayoría de ellos se encuentran de manera natural en la
Tierra. Los otros se han obtenido por medios científicos mediante procesos nucleares.
Por conveniencia, los químicos usan símbolos de una o dos letras para representar a los
elementos. La primera letra del símbolo siempre es mayúscula, no así la letra siguiente.
Por ejemplo, Co es el símbolo del elemento cobalto, en tanto que CO es la fórmula de la
molécula monóxido de carbono. Los símbolos de algunos elementos se derivan de su
nombre en latín, por ejemplo, au de aurum (oro), Fe de ferrum (hierro) y Na de natrium
(sodio), en cambio, en muchos otros casos guardan correspondencia con su nombre en
inglés.
Los átomos de muchos elementos pueden interactuar entre sí para formar compuestos.
Por ejemplo, la combustión del hidrógeno gaseoso con el oxígeno gaseoso forma agua,
cuyas propiedades difieren claramente de las correspondientes a los elementos que la
forman. El agua consiste en dos partes de hidrógeno por una de oxígeno. Esta
composición no se modifica, sin importar que el agua provenga de un grifo en Buenos
Aires, de un lago en Brasil o de las capas de hielo de marte. Así pues, el agua es un
compuesto, o sea, una sustancia formada por átomos de dos o más elementos unidos
químicamente en proporciones fijas. A diferencia de las mezclas, los compuestos sólo se
pueden separar en sus componentes puros por medios químicos.

Los estados de la materia

Al menos en principio, todas las sustancias pueden existir en tres estados: sólido, líquido y
gaseoso. Los gases difieren de los líquidos y sólidos en la distancia que media entre las
moléculas.
En un sólido, las moléculas se mantienen juntas de manera ordenada, con escasa libertad
de movimiento, las fuerzas de atracción muy fuertes mantienen las partículas juntas y
muy cercanas. Estas se encuentran dispuestas según un patrón rígido, de forma que solo
pueden vibrar lentamente en sus posiciones fijas, lo que proporciona al sólido una forma
y un volumen definidos. Esta estructura rígida forma en muchos sólidos un cristal, como
en los casos del cuarzo y la amatista.
Las moléculas de un líquido están cerca
unas de otras, sin que se mantengan en
una posición rígida, por lo que pueden
moverse, las partículas tienen la
suficiente energía como para moverse
libremente en direcciones aleatorias.
Todavía se mantienen muy cerca unas de
otras, y existen atracciones suficientes
como para mantener un volumen
definido, pero no forman una estructura
rígida. Mantiene su propio volumen,
pero adquiere la forma del recipiente.
En un gas, las moléculas están separadas entre sí por distancias grandes en comparación
con el tamaño de las moléculas mismas, las moléculas se mueven a gran velocidad, lo que
genera grandes distancias entre ellas. Este comportamiento permite a los gases ocupar
todo el recipiente en el que se encuentren.

Cambios de estado
Son posibles las conversiones entre los tres estados de la materia sin que cambie la
composición de la sustancia. Al calentar un sólido (por ejemplo, el hielo) se funde y se
transforma en líquido (agua) (la temperatura en la que ocurre esa transición se denomina
punto de fusión) Su calentamiento adicional convierte al líquido en gas (esta conversión
sobreviene en el punto de ebullición del líquido) Por otra parte, el enfriamiento de un gas
hace que se condense en la forma de líquido. Al enfriar adicionalmente este líquido, se
congela a su forma sólida. Advierta que las propiedades del agua son únicas entre las
sustancias comunes, ya que las moléculas en su estado líquido están más cerca unas de
otras que en el estado sólido.

Propiedades físicas y químicas de la materia

Se identifican las sustancias por sus propiedades y su composición. El color, punto de


fusión y punto de ebullición son propiedades físicas. Una propiedad física se puede medir
y observar sin que se modifique la composición o identidad de la sustancia. Por ejemplo,
es posible medir el punto de fusión del hielo al calentar un bloque de hielo y registrar la
temperatura en la que se convierte en agua. El agua difiere del hielo sólo en su aspecto,
no en su composición, de modo que se trata de un cambio físico; es posible congelar el
agua para obtener de nuevo hielo. De esta manera, el punto de fusión de una sustancia es
una propiedad física. De manera similar, cuando se afirma que el helio gaseoso es más
ligero que el aire se hace referencia a una propiedad física. Por otra parte, la aseveración:
“el hidrógeno se quema en presencia de oxígeno para formar agua”, describe una
propiedad química del hidrógeno, ya que a fin de observar esta propiedad debe ocurrir
un cambio químico, en este caso, la combustión. Después del cambio, desaparece la
sustancia química original, el hidrógeno, y sólo queda otra sustancia química distinta, el
agua. Es imposible recuperar el hidrógeno a partir del agua mediante un cambio físico,
como la ebullición o congelación. Cada vez que se cuece un huevo, ocurre un cambio
químico. Cuando se someten a temperaturas cercanas a 100ºc, la yema y la clara
experimentan cambios que no sólo modifican su aspecto físico, sino también su
composición química. Después, al comerse, el huevo se modifica de nuevo, por efecto de
sustancias del cuerpo humano llamadas enzimas. Esta acción digestiva es otro ejemplo de
un cambio químico. Lo que ocurre durante la digestión depende de las propiedades
químicas de las enzimas y los alimentos.

Todas las propiedades mensurables de la materia corresponden a una de dos categorías


adicionales: propiedades extensivas y propiedades intensivas. El valor medido de una
propiedad extensiva depende de la cantidad de materia que se considere. La masa, que
es la cantidad de materia en una muestra dada de una sustancia, es una propiedad
extensiva. más materia significa más masa. Los valores de una misma propiedad extensiva
pueden sumarse. Por ejemplo, dos monedas de cobre tienen la misma masa combinada
que la suma de las masas de cada moneda, en tanto que la longitud de dos canchas de
tenis es la suma de las longitudes de ambas canchas. El volumen, que se define como la
longitud elevada al cubo, es otra propiedad extensiva. El valor de una cantidad extensiva
depende de la cantidad de materia. El valor medido de una propiedad intensiva no
depende de cuánta materia se considere. La densidad, que se define como la masa de un
objeto dividida entre su volumen, es una propiedad intensiva. También lo es la
temperatura. Suponga que se tienen dos matraces llenos de agua que está a la misma
temperatura. Si se combinan para tener un solo volumen de agua en un matraz más
grande, la temperatura de este mayor volumen de agua será la misma que en los dos
matraces separados. a diferencia de la masa, longitud y volumen, la temperatura y otras
propiedades intensivas no son aditivas.
TEORÍA ATÓMICA

Desde épocas remotas, los humanos se han interesado por la naturaleza de la materia.
Nuestras ideas modernas sobre la estructura de la materia se basan en la teoría atómica
de Dalton, de principios del siglo XIX. En la actualidad sabemos que toda la materia está
formada por átomos, moléculas y iones. La química siempre se relaciona, de una u otra
forma, con estas especies.
En el siglo V a.c., el filósofo griego Demócrito expresó la idea de que toda la materia
estaba formada por muchas partículas pequeñas e indivisibles que llamó átomos (que
significa indestructible o indivisible). A pesar de que la idea de Demócrito no fue aceptada
por muchos de sus contemporáneos (entre ellos platón y Aristóteles), ésta se mantuvo.
Las evidencias experimentales de algunas investigaciones científicas apoyaron el
concepto del “atomismo”, lo que condujo, de manera gradual, a las definiciones
modernas de elementos y compuestos. En 1808, el científico inglés, profesor John Dalton,
formuló una definición precisa de las unidades indivisibles con las que está formada la
materia y que llamamos átomos. El trabajo de Dalton marcó el principio de la era de la
química moderna. Las hipótesis sobre la naturaleza de la materia, en las que se basa la
teoría atómica de Dalton, pueden resumirse como sigue:
1. Los elementos están formados por partículas extremadamente pequeñas llamadas
átomos.
2. Todos los átomos de un mismo elemento son idénticos, tienen igual tamaño, masa y
propiedades químicas. Los átomos de un elemento son diferentes a los átomos de todos
los demás elementos.
3. Los compuestos están formados por átomos de más de un elemento. En cualquier
compuesto, la relación del número de átomos entre dos de los elementos presentes
siempre es un número entero o una fracción sencilla.
4. una reacción química implica sólo la separación, combinación o reordenamiento de los
átomos; nunca supone la creación o destrucción de los mismos.
El concepto de Dalton sobre un átomo es mucho más detallado y específico que el
concepto de Demócrito. La segunda hipótesis establece que los átomos de un elemento
son diferentes de los átomos de todos los demás elementos. Dalton no intentó describir
la estructura o composición de los átomos. Tampoco tenía idea de cómo era un átomo,
pero se dio cuenta de que la diferencia en las propiedades mostradas por elementos
como el hidrógeno y el oxígeno sólo se puede explicar a partir de la idea de que los
átomos de hidrógeno son distintos de los átomos de oxígeno. La tercera hipótesis sugiere
que para formar determinado compuesto no sólo se necesitan los átomos de los
elementos correctos, sino que es indispensable un número específico de dichos átomos.
Esta idea es una extensión de una ley publicada en 1799 por el químico francés Joseph
Proust. La ley de las proporciones definidas de Proust establece que muestras diferentes
de un mismo compuesto siempre contienen los mismos elementos y en la misma
proporción de masa. Así, si se analizan muestras de dióxido de carbono gaseoso
obtenidas de diferentes fuentes, en todas las muestras se encontrará la misma
proporción de masa de carbono y oxígeno. Entonces, si la proporción de las masas de los
diferentes elementos de un compuesto es una cantidad fija, la proporción de los átomos
de los elementos en dicho compuesto también debe ser constante. La tercera hipótesis
de Dalton confirma otra importante ley, la ley de las proporciones múltiples. Según esta
ley, si dos elementos pueden combinarse para formar más de un compuesto, la masa de
uno de los elementos que se combina con una masa fija del otro mantiene una relación
de números enteros pequeños. La teoría de Dalton explica la ley de las proporciones
múltiples de manera muy sencilla: diferentes compuestos formados por los mismos
elementos difieren en el número de átomos de cada clase. por ejemplo, el carbono forma
dos compuestos estables con el oxígeno, llamados monóxido de carbono y dióxido de
carbono. Las técnicas modernas de medición indican que un átomo de carbono se
combina con un átomo de oxígeno en el monóxido de carbono, y con dos átomos de
oxígeno en el dióxido de carbono. De esta manera, la proporción de oxígeno en el
monóxido de carbono y en el dióxido de carbono es 1:2. Este resultado concuerda con la
ley de las proporciones múltiples.
La cuarta hipótesis de Dalton es una forma de enunciar la ley de la conservación de la
masa, la cual establece que la materia no se crea ni se destruye. Debido a que la materia
está formada por átomos, que no cambian en una reacción química, se concluye que la
masa también se debe conservar.

ESTRUCTURA DEL ÁTOMO

Con base en la teoría atómica de Dalton, un átomo se define como la unidad básica de un
elemento que puede intervenir en una combinación química. Dalton describió un átomo
como una partícula extremadamente pequeña e indivisible. Sin embargo, una serie de
investigaciones iniciadas alrededor de 1850, y que continuaron hasta el siglo XX,
demostraron claramente que los átomos tienen una estructura interna, es decir, que
están formados por partículas aún más pequeñas, llamadas partículas subatómicas. Estas
investigaciones condujeron al descubrimiento de tres partículas: electrones, protones y
neutrones.
Algunas de estas partículas subatómicas fueron descubiertas porque poseen carga
eléctrica, que puede ser positiva o negativa. También podemos comprobar
experimentalmente cómo las cargas del mismo signo se repelen y tienden a alejarse una
de la otra.
En 1897, el físico inglés J. J. Thomson descubrió mediante un experimento con rayos
catódicos que ciertas partículas subatómicas tenían carga negativa. En experimentos
adicionales, se comprobó que estas partículas, denominadas electrones, eran mucho más
pequeñas que el átomo, y extremadamente ligeras. Pero los átomos son especies
neutras, y los científicos pronto descubrieron que el átomo también contiene partículas
cargadas positivamente, denominadas protones, que son mucho más pesadas que los
electrones. Posteriores investigaciones arrojaron como resultado que los protones debían
de estar contenidos en una pequeña región cargada positivamente en el centro del
átomo, que se denominó núcleo. Los científicos también observaron que la masa del
núcleo era muy superior a la masa de los protones que lo integran, y predijeron la
existencia de otras partículas subatómicas que finalmente fueron identificadas y
denominadas neutrones, dado que son de carácter neutro. Por tanto, la masa de
protones y neutrones determina la masa del núcleo.
Masa del átomo
Todas las partículas subatómicas son extremadamente pequeñas si se comparan con
cualquier objeto de nuestro alrededor. Un protón tiene una masa de 1,7 X 10 24 g, y la del
neutrón es de magnitudes similares. La masa del electrón es muy inferior a estos valores.
Para expresar masas tan minúsculas de un modo más fácil, los químicos emplean la
unidad denominada unidad de masa atómica (u). Una u se define como la doceava parte
de la masa del átomo de carbono, con 6 protones y 6 neutrones. En biología, la unidad de
masa atómica se llama dalton, en honor a John Dalton. En la escala u, tanto el protón
como el neutrón tienen una masa de alrededor de 1 u. Como la masa del electrón es tan
pequeña, normalmente se ignora a la hora de hacer cálculos de masa atómica.

Número atómico y número másico


La característica distintiva de los átomos de un elemento con respecto a los de todos los
demás es que todos los átomos de un mismo elemento contienen el mismo número de
protones.
El número atómico, que equivale al número de protones en el núcleo de un átomo, se
emplea para distinguir cada elemento.
Número atómico = número de protones de un átomo
Por ejemplo, el átomo de hidrógeno, con número atómico 1, tiene un protón; el átomo de
litio, con número atómico 3, tiene 3 protones; el átomo de carbono, con número atómico
6, tiene 6 protones y el oro, con número atómico 79, tiene 79 protones.
Un átomo es eléctricamente neutro, lo que quiere decir que el número de protones en un
átomo es igual al número de electrones. Este balance electrónico proporciona al átomo
una carga formal de cero. Por lo tanto, el número atómico de cada átomo indica también
su número de electrones.
Para cada átomo, se define además el número másico como la suma del número de
protones y de neutrones en el núcleo.
Número másico = número de protones + número de neutrones
Por ejemplo, un átomo de oxígeno, que tiene 8 protones y 8 neutrones, tiene un número
másico de 16. Un átomo de hierro, que contiene 26 protones y 30 neutrones, tiene un
número másico de 56.
Conociendo el número atómico y el número másico de un átomo, se puede deducir el
número de protones, neutrones y electrones.

Isótopos
Sabemos que todos los átomos de un mismo elemento tienen el mismo número de
protones y electrones. Sin embargo, los átomos de cualquier elemento no son
completamente idénticos, ya que pueden diferir en su número de neutrones.
Se llama isótopos a los átomos de un mismo elemento que tienen distinto número de
neutrones. Por ejemplo, todos los átomos del elemento magnesio (Mg) tienen 12
protones. Sin embargo, algunos átomos de magnesio tienen 12 neutrones, otros tienen
13, y los hay con 14 neutrones. Estas diferencias en el número de neutrones hacen que
los átomos de magnesio tengan números másicos diferentes, pero el mismo
comportamiento químico. Los tres isótopos de magnesio tienen el mismo número
atómico, pero distinto número másico.

Niveles energéticos electrónicos


Los electrones se encuentran en movimiento constante dentro del gran volumen de un
átomo, lo que significa que tienen energía para ello. Sin embargo, no todos los electrones
tienen la misma energía. Los electrones con energías similares se agrupan en niveles
energéticos. Estos niveles energéticos se pueden visualizar como los peldaños de una
escalera: el nivel energético inferior sería el primer peldaño, el segundo nivel energético,
el segundo peldaño. A medida que se sube la escalera, se avanza de un peldaño al
siguiente, sin que haya dónde descansar entre un peldaño y otro. De modo análogo, en
los átomos, los electrones solo pueden estar en niveles energéticos determinados. En
general, los niveles energéticos más cercanos al núcleo contienen a los electrones con
menos energía, mientras que los niveles energéticos más alejados contienen electrones
con energías mayores. A diferencia de una escalera, los niveles energéticos inferiores se
encuentran muy alejados, mientras que los niveles de energía superiores están más
próximos entre sí. El número máximo de electrones que puede haber en un determinado
nivel energético viene dado por la expresión 2n2, donde n es el número del nivel
energético principal. El nivel energético más bajo, 1, puede contener 2 electrones; el
segundo nivel hasta 8 electrones, el tercer nivel hasta 18 electrones y el cuarto tiene
capacidad para albergar hasta 32 electrones. En los átomos de los elementos que se
conocen hasta la fecha, los electrones llegan a ocupar un máximo de 7 niveles
energéticos.

Orbitales
Un orbital es una región del espacio alrededor del núcleo donde existe una elevada
probabilidad de que se encuentre el electrón. Cada orbital puede alojar un máximo de 2
electrones. Existen diferentes tipos de orbitales. Un orbital s es esférico, con el núcleo en
el centro; hay un orbital s en cada nivel energético electrónico.
Los orbitales p tienen dos lóbulos. Comenzando por el segundo nivel energético
electrónico, hay tres orbitales p orientados en las tres direcciones del espacio (x, y y z)
alrededor del núcleo. A partir del tercer nivel energético, también hay orbitales d, y en el
cuarto nivel energético y superiores, orbitales f.

Distribución de electrones por niveles (Configuración electrónica)


La distribución de electrones por niveles en un átomo proporciona el número de
electrones de cada nivel energético. Por tanto, la organización de los niveles electrónicos
de los 18 primeros elementos de la tabla periódica se puede completar añadiendo
electrones a cada nivel energético, comenzando por el inferior. El único electrón que
tiene el hidrógeno y los dos electrones que tiene el helio se pueden colocar en el primer
nivel energético. Los elementos del segundo periodo -de litio (Li) a neón (Ne)- tienen
electrones suficientes para completar el primer nivel energético y parte del segundo. Por
ejemplo, el litio tiene 3 electrones: dos de ellos llenan el primer nivel energético y el
sobrante va al segundo. A medida que avanzamos en el segundo periodo, vamos
incorporando electrones al segundo nivel energético. Por ejemplo, un átomo de carbono,
con un total de 6 electrones, completa el primer nivel energético con dos de ellos, y los
otros cuatro van al segundo nivel energético. El último elemento en el segundo periodo
es el neón: sus 10 electrones llenan por completo los dos primeros niveles energéticos.
En un átomo de sodio, con número atómico 11, los dos primeros niveles energéticos
están llenos, y el último electrón va a un tercer nivel energético. El resto de los elementos
del tercer periodo siguen completando el tercer nivel energético con sus electrones. Así,
un átomo de azufre, con 16 electrones, tiene 2 electrones en el primer nivel, 8 electrones
en el segundo nivel y 6 electrones en el tercer nivel. Al final del tercer periodo, el átomo
de argón tiene 8 electrones en el tercer nivel. La organización de niveles electrónicos para
el átomo de azufre se puede indicar como 2, 8, 6.
El comportamiento químico y físico de los elementos viene determinado en gran medida
por la distribución de electrones en los niveles energéticos de sus átomos.

Dos átomos que se aproximan el uno al otro: la primera interacción se producirá entre los
electrones situados en los niveles energéticos superiores. De hecho, los químicos han
determinado que las propiedades químicas de los elementos más representativos se
deben fundamentalmente a estos electrones situados en las capas más externas, que se
conocen como electrones de valencia. Los números de grupo 1A-8A indican el número de
electrones de valencia (externos) para cada elemento en la columna vertical. Por ejemplo,
los elementos del grupo 1A (1) como litio, sodio y potasio, tienen un electrón en su nivel
energético más externo. Los elementos del grupo 2A (2), los metales alcalinotérreos,
tienen dos electrones de valencia. Los halógenos en el grupo 7A (17) tienen siete
electrones de valencia.

Energía de ionización
Los electrones se encuentran dentro del átomo debido a la atracción del núcleo. Por
tanto, para sacar un electrón del átomo es necesario aplicar una energía. La energía de
ionización es la energía que se requiere para extraer el electrón más débilmente unido a
un átomo en su estado gaseoso (g). Cuando se arranca un electrón a un átomo neutro, se
forma una partícula denominada catión, que tiene carga 1+.
La energía de ionización disminuye al descender en un grupo. La atracción nuclear
decrece cuando los electrones están más alejados del núcleo, y por tanto es menor la
energía necesaria para extraerlos. En un periodo, la energía de ionización aumenta de
izquierda a derecha, ya que a medida que aumenta la carga positiva en el núcleo es
necesario un mayor aporte de energía para arrancar un electrón. En el periodo 1, los
electrones de valencia están muy próximos al núcleo y son por tanto difíciles de extraer.
El H y el He tienen energías de ionización muy elevadas, ya que se requiere una gran
cantidad de energía para arrancar un electrón tan próximo al núcleo. La energía de
ionización del He es la mayor de todos los elementos, ya que el He tiene un nivel
energético completo y muy estable que sería fuertemente desestabilizado por la
extracción de un electrón. Las elevadas energías de ionización de los gases nobles son
indicativas de lo estables que son sus niveles electrónicos. En general, la energía de
ionización es baja para los metales y alta para los no metales.

Regla del octeto y los iones


La mayoría de los elementos del sistema periódico se combinan para formar compuestos.
Sin embargo, los gases nobles son tan estables que solo forman compuestos en
condiciones extremas. Una explicación de la elevada estabilidad de los gases nobles es
que tienen un grupo de 8 electrones, llamado octeto, en la capa de valencia (excepto en
el caso del helio, que es estable con los 2 electrones que ocupan su primer nivel
energético). Los compuestos son el resultado de la formación de enlaces químicos entre 2
o más elementos diferentes. Los enlaces iónicos se establecen cuando los átomos de uno
de los elementos que forman el compuesto pierden electrones de valencia y los átomos
del otro ganan electrones de valencia. Por lo general, los compuestos iónicos están
formados por un elemento metálico y uno no metálico; por ejemplo, el compuesto iónico
NaCI está formado por átomos de cloro y de sodio. Por otra parte, los átomos de los no
metales frecuentemente comparten electrones de valencia para formar compuestos
covalentes; por ejemplo, átomos de cloro y de nitrógeno comparten electrones para
formar el compuesto covalente NCl3. Tanto en la formación de enlaces covalentes como
en la de iónicos, los átomos pierden, ganan o comparten electrones para formar un
octeto en su capa de valencia. Esta tendencia de los átomos a adquirir una configuración
electrónica como la de un gas noble se conoce como regla del octeto, y es una de las
claves para entender las distintas formas de enlazarse que tienen los átomos para formar
compuestos.

Electronegatividad
La electronegatividad es la capacidad de un átomo para atraer los electrones de un
enlace. Los no metales tienen mayores electronegatividades, ya que tienen una mayor
capacidad de atraer electrones que los metales. Los no metales con mayor
electronegatividad son el flúor -en la posición más alta del grupo 7A (17)- y el oxígeno -en
la posición superior del grupo 6A (16). El metal cesio, el último del grupo 1A, tiene la
electronegatividad más baja. También las electronegatividades de los metales de
transición son bajas. Los átomos más pequeños tienden a tener electronegatividades más
elevadas, ya que los electrones de valencia que comparten están más próximos a sus
núcleos. La electronegatividad se incrementa de izquierda a derecha en los periodos y de
abajo arriba en los grupos. Para los gases nobles no existen valores de electronegatividad,
ya que solo en raras ocasiones forman enlaces.

Iones positivos
En el enlace iónico, los electrones de valencia de un metal se transfieren a un átomo no
metálico. Debido a las bajas energías de ionización de los elementos de los grupos 1A (1),
2A (2) y 3A (3), los átomos metálicos pierden fácilmente sus electrones de valencia, lo que
posibilita su transferencia a átomos no metálicos. Estos elementos adquieren así la
configuración electrónica de un gas noble —generalmente 8 electrones— y forman iones
con cargas positivas. Por ejemplo, cuando un átomo de sodio pierde su único electrón de
valencia, adquiere la configuración electrónica del gas noble neón. Al perder un electrón,
el sodio tiene 10 electrones en lugar de 11, y como en el núcleo sigue habiendo 11
protones, este átomo deja de ser neutro: se ha convertido en un ion sodio y presenta
carga eléctrica —llamada en este caso carga eléctrica de 1+. En el símbolo químico del ion
sodio, la carga iónica se escribe en la esquina superior derecha, quedando representado
como Na+.

En los compuestos iónicos, los metales pierden electrones de valencia y forman iones
cargados positivamente, que también se llaman cationes. El magnesio, un metal del grupo
2A (2), adquiere la configuración electrónica de tipo gas noble, como el neón, al perder 2
electrones de valencia, formando un ión positivo con una carga iónica de 2+. Los iones
metálicos se nombran con el nombre de su elemento. Así, el Mg2+ se nombra como ion
magnesio.

Iones negativos
Los no metales forman iones negativos al ganar electrones de valencia para completar su
octeto. Por ejemplo, un átomo de cloro, con 7 electrones de valencia, gana un electrón
para completar su octeto y adquirir así la configuración electrónica del gas noble argón. Al
ganar un electrón, el átomo de cloro se convierte en una especie llamada ion cloruro (Cl -),
que tiene una carga de 1-. Los iones con carga negativa se denominan aniones. Para
nombrar los aniones se emplea la terminación uro, que reemplaza la última sílaba o vocal
del nombre del elemento correspondiente.
IONES DE IMPORTANCIA EN EL ORGANISMO
Los fluidos corporales tienen un buen número de iones que desempeñan importantes
fundones fisiológicas y metabólicas.

COMPUESTOS IONICOS (enlaces ionicos)


Los compuestos iónicos están formados por iones positivos y negativos que se mantienen
unidos entre sí gracias a las intensas fuerzas atractivas que se establecen entre iones con
cargas opuestas. Estas interacciones constituyen el denominado enlace iónico.
Las propiedades físicas y químicas de un compuesto iónico, como por ejemplo el NaCl,
son muy diferentes de las de los elementos originales que lo constituyen. Tenemos por un
lado el sodio, un metal blando y brillante, y por otro el cloro, un gas venenoso de color
amarillo verdoso; sin embargo, como iones positivos y negativos unidos forman la sal de
mesa, NaCl, una sustancia blanca y cristalina que forma parte de nuestra dieta. En los
compuestos iónicos la atracción entre los iones es muy intensa, y por tanto, sus puntos de
fusión son muy elevados. Por lo tanto, a temperatura ambiente los compuestos iónicos
son sólidos. Y su estructura suele ser en forma de cristal.

ENLACES COVALENTES
Los átomos no metálicos tienen energías de ionización elevadas y no ceden electrones
fácilmente, por tanto, en los compuestos covalentes, los electrones no se transfieren de
un átomo a otro, sino que son compartidos entre átomos no metálicos para lograr su
estabilización. Cuando los átomos comparten electrones forman moléculas.
La molécula covalente más sencilla es el hidrógeno gaseoso, H2. Cuando 2 átomos de
hidrógeno están lo suficientemente alejados entre sí, no existe entre ellos ninguna
atracción. Sin embargo, a medida que se van acercando, la carga positiva de cada núcleo
atrae al electrón del otro átomo. Esta atracción acerca cada vez más los átomos, hasta
que pasan a compartir un par de electrones de valencia y forman un enlace covalente. En
el enlace covalente de la molécula de Hg, los electrones compartidos proporcionan una
configuración electrónica de tipo gas noble (He) a cada uno de los átomos de hidrógeno.
De esta manera, los 2 átomos de hidrógeno unidos en la molécula de Hg son más estables
que por separado.

En la mayoría de los compuestos covalentes los átomos comparten electrones para


completar octetos de electrones de valencia. Por ejemplo: la molécula de flúor contiene
dos átomos de flúor, y cada átomo de flúor posee 7 electrones de valencia. Al compartir
uno de sus electrones de valencia, cada átomo de F completa un octeto, por tanto, en la
molécula de flúor resultante, F2, cada átomo de F adquiere la configuración electrónica
del gas noble neón. En la fórmula punto-electrón, los electrones compartidos —o pares
enlazantes— se representan entre los átomos colocando los pares no enlazantes —o
pares sin compartir— en la periferia. Podemos observarlo en la formación del enlace
covalente en la molécula de F2.
En el segundo periodo, el número de electrones que un átomo comparte y el número de
enlaces covalentes que forma son, por lo general, iguales al número de electrones
necesarios para adquirir una configuración electrónica de tipo gas noble. Así, por ejemplo,
el carbono tiene 4 electrones de valencia, y como necesita adquirir 4 electrones
adicionales para formar un octeto, forma 4 enlaces covalentes compartiendo sus 4
electrones de valencia. El metano, un componente del gas natural, está formado por
carbono e hidrógeno. Para completar su octeto, el carbono comparte 4 electrones, y cada
hidrógeno comparte 1 electrón, de modo que en esta molécula el carbono forma 4
enlaces covalentes con 4 átomos de hidrógeno. En la fórmula punto-electrón del metano
se representa el átomo de carbono en el centro y los átomos de hidrógeno en los lados.

En muchos compuestos covalentes los átomos comparten 2 o 3 pares de electrones para


completar su octeto. Así, entre 2 átomos se establece un doble enlace cuando se
comparten 2 pares de electrones; mientras que en un triple enlace se comparten 3 pares.
Los átomos de carbono, oxígeno, nitrógeno y azufre son los que más frecuentemente
forman enlaces múltiples. Por ejemplo, en el C02 existen dobles enlaces, ya que el
carbono y cada átomo de oxígeno comparten 2 pares de electrones para completar sus
respectivos octetos. Ni los átomos de hidrógeno ni los halógenos forman dobles o triples
enlaces.

Un enlace covalente entre átomos con electronegatividades iguales o muy parecidas se


denomina enlace covalente no polar o apolar. No obstante, la mayoría de los enlaces
covalentes se establece entre átomos con electronegatividades diferentes. Cuando los
electrones del enlace no se comparten por igual, se denomina enlace covalente polar.
En un enlace covalente polar los electrones compartidos son más atraídos por el átomo
más electronegativo, lo que lo convierte en parcialmente negativo; mientras que el
átomo con menor electronegatividad se vuelve parcialmente positivo. Un enlace
covalente que tiene una separación de cargas de este tipo se llama dipolo Los extremos
positivo y negativo del dipolo se indican mediante la letra griega minúscula delta con un
signo positivo o negativo.
Los enlaces covalentes pueden ser polares o no polares. Del mismo modo, las moléculas
pueden ser polares o no polares en función de su geometría. Las moléculas diatómicas,
como el H2 o el Cl2, son no polares, ya que poseen un enlace covalente no polar.
H—H Cl—Cl
Una molécula con 2 o más enlaces polares puede ser no polar si los enlaces polares tienen
una disposición simétrica en la molécula. En una molécula polar, uno de los extremos de
la misma está más cargado negativamente que el otro. En las moléculas polares, los
enlaces polares no se anulan entre sí. Esta anulación depende del tipo de átomos, de los
pares electrónicos alrededor del átomo central y de la geometría de la molécula.
En moléculas polares con 3 o más átomos, la geometría molecular determina si los
dipolos se anulan o no. Es frecuente que alrededor del átomo central haya pares
electrónicos sin compartir. En el H20 los dipolos no se anulan, por lo que un extremo de la
molécula es positivo y el otro negativo, y esto confiere a la molécula un momento dipolar.

Fuerzas de atracción intermoleculares


En el estado gaseoso las interacciones entre las partículas son mínimas, lo que permite a
las moléculas gaseosas alejarse las unas de las otras. Sin embargo, en los sólidos y en los
líquidos existen suficientes interacciones entre las partículas como para mantenerse
próximas, pese a lo cual hay tanto sólidos con puntos de fusión bajos como sólidos con
puntos de fusión muy elevados. Estas diferentes propiedades pueden explicarse
atendiendo a los diferentes tipos de interacciones atractivas entre las partículas que los
constituyen. Los compuestos iónicos tienen puntos de fusión elevados. Por ejemplo, el
NaCl funde a 801 °C, ya que se necesita una elevada cantidad de energía para vencer las
fuertes interacciones atractivas entre los iones positivos y negativos. En los sólidos
formados por moléculas con enlaces covalentes también se establecen fuerzas atractivas
entre ellas, pero son menores que las de un compuesto iónico.

Interacciones dipolo-dipolo y enlace de hidrógeno


En las moléculas polares se establecen interacciones atractivas dipolo-dipolo entre el
extremo positivo de una molécula y el negativo de otra. Para una molécula polar con un
momento dipolar como el HCl (ácido clorhídrico), el H parcialmente positivo de una
molécula de HCl atrae al Cl parcialmente negativo de otra. Cuando un átomo de
hidrógeno es atraído por átomos fuertemente electronegativos, como flúor, oxígeno o
nitrógeno, se establecen atracciones intermoleculares dipolo-dipolo fuertes. Este tipo de
atracción, llamada enlace o puente de Hidrógeno, se produce entre el hidrógeno
parcialmente positivo de una molécula y un par de electrones sin compartir de un átomo
de nitrógeno, oxígeno o flúor de otra molécula. Los enlaces de hidrógeno son las fuerzas
intermoleculares más intensas que se establecen entre moléculas polares, lo que es un
factor determinante en la formación y estructura de moléculas con función biológica,
como las proteínas o el ADN.
Electricidad

Es el nombre que se da a una amplia gama de fenómenos que, de una u otra formas, se
producen casi en todo lo que nos rodea. Desde el relámpago en el cielo hasta el
encendido de una bombilla eléctrica, y desde lo que mantiene unidos a los átomos de las
moléculas hasta los impulsos que se propagan por tu sistema nervioso, la electricidad
está en todas partes. El control de la electricidad se hace evidente en muchos aparatos,
desde los hornos de microondas hasta las computadoras. En esta era de la tecnología es
importante entender las bases de la electricidad y cómo se pueden usar esas ideas
básicas para mantener y aumentar nuestra comodidad, nuestra seguridad y nuestro
progreso actuales.
En el cuerpo humano existe un sistema muy eficiente que permite conducir información
para que el cerebro la procese y actué en consecuencia: el sistema nervioso. La
información puede llegar desde el mismo cuerpo (de un órgano a otro) o del exterior, a
través de los sentidos (oído, olfato, tacto, visión). A pesar de lo diverso que puede ser el
origen de la señal, finalmente se traduce en una señal eléctrica. Y ésta se conduce a gran
velocidad.
En el cuerpo humano existen sistemas que transforman la energía de un tipo a otro, por
ejemplo, de calórica a eléctrica. Se debe comprender la importancia de las señales
eléctricas en el organismo, para poder interpretar lo que es un potencial de membrana,
su función y como puede modificarse; el potencial de acción, las corrientes iónicas y
todos los fenómenos relacionados con la transducción de señales eléctricas.

Concepto de cargas
Entre los cuerpos existen interacciones eléctricas que no dependen de la masa, sino de la
carga.
Llamamos interacciones eléctricas a los fenómenos de atracción y repulsión que se
observan entre cargas positivas (iones positivos, protones), y/o negativas (iones
negativos, electrones).
Una carga es justamente una cantidad de electrones (-) o protones (+)
Como se definió previamente una solución electrolítica es aquella que en contacto con el
agua se disocia en iones. Los fenómenos biológicos se desarrollan en un medio acuoso e
intervienen en ellos las membranas biológicas.
La unidad de carga en el SI es el coulomb, un electrón tiene una carga de 1602x10 19 C, un
protón tiene la misma carga pero con signo positivo

Carga por fricción y por contacto


Todos estamos familiarizados con los efectos eléctricos que produce la fricción. Podemos
frotar la piel de un gato y oír el crujir de las chispas que se producen, o peinarnos frente a
un espejo en una habitación oscura para ver y oír las chispas. Podemos frotar nuestros
zapatos con una alfombra y sentir hormigueo al tocar la perilla de una puerta. En todos
estos casos, se transfieren electrones por fricción cuando un material se frota contra otro.
Los electrones pueden pasar de un material a otro con un simple toque. Por ejemplo,
cuando se toca un objeto neutro con una varilla con carga negativa, algunos electrones
pasarán al objeto neutro. A este método de carga se le llama carga por contacto. Si el
objeto tocado es buen conductor, los electrones se difundirán a todas las partes de su
superficie, porque se repelen entre sí. Si es un mal conductor, será necesario tocar varios
lugares del objeto con la varilla cargada para obtener una distribución de carga más o
menos uniforme.
Si acercas un objeto cargado a una superficie conductora, harás que se muevan los
electrones en la superficie del material, aunque no haya contacto físico.
La electricidad estática es un fenómeno que se debe a una acumulación de cargas
eléctricas en un objeto por la pérdida o ganancia de electrones. Se produce cuando
ciertos materiales se frotan uno contra el otro
Esta acumulación puede dar lugar a una descarga eléctrica cuando dicho objeto se pone
en contacto con otro o cerca de él.

Elementos conductores y aislantes


Elementos conductores: los metales son conductores ya que los electrones no se
encuentran “cerca del núcleo”, pudiendo generar electrones libres.
Los elementos aislantes son aquellos conformados por uniones fuertes, con difícil
desplazamiento de electrones como el plástico, vidrio, goma.

Potencial eléctrico
Considerando que las cargas opuestas se atraen, si deseáramos alejar las cargas opuestas
entre sí, necesitaríamos realizar un trabajo, ese trabajo es la energía necesaria para poder
alejar esas cargas entre sí. Podemos definir entonces la diferencia de potencial es la
energía necesaria para alejar las cargas unitarias a una determinada distancia.
Cuando una carga se desplaza cede o recibe cierta cantidad de energía, cuando la energía
asociada al desplazamiento de una carga de 1 coulomb es 1 joule, decimos que la
diferencia de potencial es 1 volt.

Entonces, las fuerzas de igual signo se repelen y las cargas de distinto signo se atraen.
Al desplazarse desde A hasta B se realiza un trabajo, lo que libera energía. El cociente
entre la energía liberada (E) y la carga desplazada(q) es la diferencia de potencial.
Vab=E/q

Potencial de difusión: si una membrana separa dos compartimientos con distintas


concentraciones de iones, la fuerza impulsora estará dada por un gradiente
electroquímico. Este presentara resistencia y conductancia a distintos iones.

Bioelectricidad

En el organismo existen dos espacios: el extracelular y el intracelular. En el extracelular o


líquido intersticial, el anión más abundante es el ion cloruro. En el medio intracelular o
citoplasma, los aniones más abundantes son las proteínas, que, en las condiciones del pH
celular interno, están ionizadas negativamente por liberación de iones hidrógeno, H+. El
catión más abundante en el líquido intersticial es el ion sodio, y en el citoplasma es el ion
potasio.
El desequilibrio iónico que produce la polarización de la membrana es debido a la distinta
permeabilidad que presenta frente a cada uno de estos iones. El ion de potasio atraviesa
la membrana libremente; la permeabilidad para el sodio es menor, y además es
expulsado por medio de un transporte activo llamado bomba de sodio-potasio. Las
proteínas, debido a su tamaño, no pueden atravesar libremente la membrana. Toda esta
dinámica establece una diferencia de potencial en condiciones de reposo, de unos -90
mV.

El potencial de membrana en reposo es la diferencia de potencial a ambos lados de una


membrana que separa dos soluciones de diferente concentración de iones, como la
membrana celular que separa el interior y el exterior de una célula.
Como resultado de la permeabilidad selectiva de la membrana plasmática, la presencia de
iones o moléculas con carga negativa que no se difunden dentro de la célula y la acción de
varias unidades de bomba sodio-potasio; hay una distribución desigual de cargas a través
de la membrana. Como consecuencia, el interior de la célula tiene mayor cantidad de
cargas negativas en comparación con el exterior. Esta diferencia de carga da lugar a una
diferencia de potencial que se conoce como el potencial de membrana.

Un potencial de acción, también llamado impulso eléctrico, es una onda de descarga


eléctrica que viaja a lo largo de la membrana celular modificando su distribución de carga
eléctrica. Los potenciales de acción se utilizan en el cuerpo para llevar información entre
unos tejidos y otros, lo que hace que sean una característica microscópica esencial para la
vida. Pueden generarse por diversos tipos de células corporales, pero las más activas en
su uso son las células del sistema nervioso para enviar mensajes entre células nerviosas
(sinapsis) o desde células nerviosas a otros tejidos corporales, como el músculo o las
glándulas.
Muy básicamente, un potencial de acción es un cambio muy rápido en la polaridad de la
membrana de negativo a positivo y vuelta a negativo, en un ciclo que dura unos
milisegundos. Cada ciclo comprende una fase ascendente, una fase descendente y por
último una fase hiperpolarizada. En las células especializadas del corazón, como las
células del marcapasos coronario, la fase meseta de voltaje intermedio puede aparecer
antes de la fase descendente
El proceso de despolarización ocurre gracias a la aparición de un estímulo,
suficientemente fuerte, como para abrir las “compuertas” que permiten el paso del
catión sodio al interior de la célula, volviéndola por unos milisegundos positiva.
La repolarización ocurre dada la permeabilidad de la membrana al catión potasio, le
permite el paso al exterior de la célula y esta lentamente se vuelve nuevamente negativa
en su interior.
La hiperpolarización ocurre por salir más cantidad de iones positivos, de los que habían
ingresado a la célula, por lo cual, el interior de la célula se vuelve más negativo de lo que
estaba antes de iniciar el proceso, por lo cual requerirá un estímulo mucho mayor para
volver a despolarizarse. Esto evita que se superpongan los potenciales de acción.
En algunas células (como las del corazón) ocurre una meseta durante la fase de
despolarización, es decir que la célula pasará más tiempo despolarizada, esto ocurre por
el ingreso de otros cationes, como el calcio.

Electrocardiogramas
Toda acción que involucra los músculos del cuerpo se inicia mediante actividad eléctrica.
Los voltajes producidos por la acción muscular en el corazón son particularmente
importantes para la medicina. Pulsos de voltaje hacen que el corazón lata y las ondas de
excitación eléctrica que recorren el corazón, asociadas con el latido cardiaco, se conducen
a través del cuerpo vía los fluidos corporales. Estos pulsos de voltaje son lo
suficientemente grandes como para detectarse mediante un equipo de monitoreo
adecuado unido a la piel. Un voltímetro sensible, que hace buen contacto eléctrico con la
piel mediante contactos unidos con pasta conductora, se puede usar para medir los
pulsos cardiacos, que por lo general son del orden de 1 mV en la superficie del cuerpo.
Los pulsos de voltaje se pueden registrar en un instrumento llamado electrocardiógrafo y
el patrón que se registra con este instrumento se llama electrocardiograma (ECG). El ECG
es un registro impreso de la actividad eléctrica del corazón.
Para entender la información contenida en un patrón ECG, es necesario describir primero
los principios subyacentes concernientes a la actividad eléctrica en el corazón.
La aurícula derecha del corazón contiene un conjunto especializado de fibras musculares
llamadas nodo SA (sinoauricular) que inician el latido cardiaco. Los impulsos eléctricos
que se originan en estas fibras gradualmente se dispersan de célula a célula a lo largo de
los músculos auriculares derecho e izquierdo, lo que causa su contracción. El pulso que
pasa a través de las células musculares con frecuencia se llama onda de despolarización
debido a su efecto sobre células individuales. El impulso generado por el nodo SA
momentánea y localmente permite que la carga positiva en el exterior de la célula fluya
hacia adentro y neutralice la carga negativa en la capa interior. Este efecto cambia la
distribución de carga de la célula. El pulso que se indica con P (onda P) ocurre justo antes
que la aurícula comience a contraerse y se denomina despolarización auricular. Una vez
que la onda de despolarización pasa a través de una célula muscular cardiaca individual,
la célula recupera la distribución de carga de estado en reposo (positivo afuera, negativo
adentro) aproximadamente en 250 ms. Cuando el impulso llega al nodo
auriculoventricular (AV), los músculos de la aurícula comienzan a relajarse y el pulso se
dirige hacia los músculos ventriculares mediante el nodo AV. El pulso QRS (complejo
QRS), se conoce como despolarización ventricular, ocurre en el ventrículo justo antes
que se contraiga. Los músculos de los ventrículos se contraen conforme la onda de
despolarización se dispersa a través de los ventrículos a lo largo de un grupo de fibras
llamadas fibras de Purkinje. Entonces los ventrículos se relajan después que el pulso pasa
a través de ellos, el pulso T (onda T) ocurre cuando las células en los ventrículos
comienzan a recuperarse, corresponde a la repolarización ventricular. En este punto, el
nodo SA de nuevo se dispara y el ciclo se repite.
EL AGUA Y DISOLUCIONES
Una disolución es una mezcla homogénea en la que una sustancia, llamada soluto, está
uniformemente dispersa en el seno de otra sustancia llamada disolvente. El disolvente y
el soluto no reaccionan entre sí y se pueden mezclar en distintas proporciones. Una
pequeña cantidad de sal disuelta en agua proporciona un sabor ligeramente salado; a
medida que se disuelve más sal, el agua sabe cada vez más salada. Por lo general, el
soluto (la sal en este caso) es la sustancia de la disolución presente en menor cantidad,
mientras que el disolvente (agua en este caso) es el componente mayoritario. En una
disolución, las partículas del soluto están dispersas uniformemente entre las moléculas
del disolvente.

Tanto los solutos como los disolventes pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos. La
disolución que se forma tiene el mismo estado de agregación que el disolvente. Así,
cuando se disuelven granos de azúcar en agua, la disolución de azúcar resultante es
líquida. El agua de soda y los refrescos con burbujas se preparan disolviendo dióxido de
carbono gaseoso en agua; el dióxido de carbono es el soluto y el agua es el disolvente.

El agua como disolvente


El agua es uno de los disolventes más habituales en la naturaleza. En la molécula de H 2O,
un átomo de oxígeno comparte electrones con dos átomos de hidrógeno y, como el
átomo de oxígeno es mucho más electronegativo, los enlaces O-H son polares. Debido a
los dos enlaces polares del agua, el oxígeno tiene una carga parcial negativa y el
hidrógeno tiene una carga parcial positiva. Esto, unido a su geometría, hace que la
molécula de agua sea una sustancia polar. Los enlaces de hidrógeno se establecen entre
moléculas en las que un hidrógeno con carga parcial positiva es atraído por átomos
fuertemente electronegativos de O, N o F de otras moléculas. En el agua se forman
enlaces de hidrógeno, ya que el átomo de oxígeno de una molécula de agua es atraído
por un átomo de hidrógeno de otra molécula de agua. En el diagrama, los enlaces de
hidrógeno se representan mediante líneas discontinuas entre las moléculas de agua. A
pesar de que los enlaces de hidrógeno son mucho más débiles que los enlaces iónicos o
los covalentes, el elevado número de estos enlaces, que mantienen unidas las moléculas
entre sí, hace que los enlaces de hidrógeno desempeñen un papel muy importante en las
propiedades del agua y de otros compuestos biológicos como las proteínas, los
carbohidratos o el ADN.
NOTA:
El agua en el cuerpo
Aproximadamente el 60% del peso de un adulto normal es agua, mientras que en un niño
el agua representa hasta el 75% de su peso.
Cerca del 60% del agua corporal está a su vez contenida en las células como fluido
intracelular, y el otro 40% lo constituye el fluido extracelular, que incluye el fluido
intersticial de los tejidos y el plasma de la sangre.
Los fluidos externos permiten el intercambio de nutrientes y de materiales de desecho
entre las células y el sistema circulatorio. El cuerpo pierde entre 1500 y 3000 ml de agua
todos los días, fundamentalmente en forma de orina excretada por los riñones, sudor que
se elimina por la piel y vapor de agua exhalado por los pulmones cuando respiramos.
También se pierde agua por el tracto gastrointestinal. En un adulto, se considera que una
deshidratación es grave cuando supone una pérdida de fluido corporal de un 10%, y una
pérdida del 20% puede ser mortal. En un niño, la pérdida del 5-10% de los fluidos
corporales ya implica una deshidratación severa. El agua que se pierde es continuamente
reemplazada por los líquidos y alimentos que ingerimos en nuestra dieta y por los
procesos metabólicos en los se produce agua en las células del cuerpo.

Formación de disoluciones
En los compuestos iónicos, como el cloruro de sodio (ClNa), los iones se mantienen
unidos por enlaces iónicos. En el ClNa las atracciones se establecen entre iones Na+
cargados positivamente, e iones Cl-, con carga negativa. El agua es un buen disolvente de
muchos compuestos iónicos, debido a que las moléculas de agua son polares. Cuando los
cristales de NaCl se introducen en agua, las moléculas de agua colisionan con los iones de
la superficie del cristal. El átomo de oxígeno con carga parcial negativa de una molécula
de agua atrae los iones positivos Na+ del cristal, mientras que los átomos de hidrógeno
con carga parcial positiva atraen los iones negativos Cl-. Las fuerzas atractivas entre varias
moléculas de agua y los iones de la superficie del cristal proporcionan suficiente energía
para la ruptura de los enlaces iónicos entre los iones Na+ y Cl- en el cristal de NaCl, y se
produce su disolución. Tras la disolución, los iones Na+ y Cl- son rodeados por moléculas
de agua, hidratándose.
Una sal como el ClNa forma una disolución con el agua porque los iones Na + y Cl- son
atraídos por las partes negativas y positivas, respectivamente, de las moléculas de agua.
Un compuesto covalente como el metanol, CH3-OH, se disuelve en agua porque esta
molécula tiene un grupo OH polar que forma enlaces de hidrógeno con el agua. Sin
embargo, los compuestos formados por moléculas no polares —como el yodo y, el aceite
o la grasa— no se disuelven en agua, porque esta es polar. Los solutos no polares se
disuelven en disolventes no polares. La expresión «semejante disuelve a semejante» es
un modo de decir que las polaridades del soluto y del disolvente deben ser similares para
que se forme una disolución.

Electrolitos y no electrolitos
Los solutos se pueden clasificar según su capacidad para conducir o no la corriente
eléctrica. Cuando los solutos denominados electrolitos se disuelven en agua, se disocian
en iones, que conducen la corriente eléctrica. En cambio, cuando los solutos que se
llaman no electrolitos se disuelven en agua, no se disocian en iones, y por lo tanto sus
disoluciones no conducen la corriente eléctrica.

Electrolitos fuertes y débiles


Un electrolito fuerte es un compuesto que cuando se disuelve en agua se disocia
completamente en los iones que lo constituyen. Durante la disolución los iones se
separan del sólido, formando una disolución que conduce la electricidad.
Un electrolito débil es un compuesto que cuando se disuelve en agua genera
mayoritariamente moléculas, de las que solo una pequeña parte se disocia, dando lugar a
un pequeño número de iones en la disolución. Por tanto, las disoluciones de los
electrolitos débiles no conducen la corriente eléctrica tan bien como las disoluciones de
los electrolitos fuertes.
Un no electrolito es un compuesto que se disuelve en agua liberando moléculas. Los no
electrolitos no se disocian en iones, por lo que sus disoluciones no conducen la corriente
eléctrica.

NOTA:
La concentración de electrolitos en los fluidos corporales o en el suero intravenoso que se
administra a los pacientes se suele expresar en miliequivalentes por litro (mEq/L) de
disolución.
A continuación, se muestran las concentraciones habituales de algunos electrolitos
presentes en la sangre, en la que existe un equilibrio de cargas, ya que la carga positiva
total es igual a la carga negativa total. La elección del suero intravenoso que se va a
administrar depende de las necesidades nutricionales, de los electrolitos o de los fluidos
de cada paciente.
Las partículas de soluto que hay en una disolución tienen una función muy importante en
la determinación de las propiedades de dicha disolución. En la mayor parte de las
disoluciones estudiadas hasta el momento, el soluto se disuelve como pequeñas
partículas que están uniformemente dispersas en todo el solvente para producir una
disolución homogénea. Cuando observa una disolución, como el agua salada, no puede
distinguir visualmente el soluto del solvente. La disolución parece transparente, aunque
puede tener un color, pero éste es homogéneo. Las partículas son tan pequeñas que
pasan a través de filtros y a través de membranas semipermeables. Una membrana
semipermeable permite el paso de las moléculas de solvente como el agua y partículas de
soluto muy pequeñas, pero no el de moléculas de soluto grandes.
Coloides
Las partículas en una dispersión coloidal, o coloide, son mucho más grandes que las
partículas de soluto en una disolución. Las partículas coloidales son moléculas grandes,
como las proteínas, o grupos de moléculas o iones. Los coloides son mezclas homogéneas
que no se separan ni asientan. Las partículas coloidales son suficientemente pequeñas
para pasar a través de filtros, pero demasiado grandes para pasar a través de membranas
semipermeables.

NOTA: En el cuerpo, membranas semipermeables retienen los coloides. Por ejemplo, el


recubrimiento intestinal permite que las partículas en disolución pasen hacia los sistemas
circulatorios sanguíneo y linfático. Sin embargo, los coloides de los alimentos son
demasiado grandes para pasar a través de la membrana, y permanecen en el tubo
digestivo. La digestión descompone las partículas coloidales grandes, como almidón y
proteínas, en partículas más pequeñas, como glucosa y aminoácidos, que pueden pasar a
través de la membrana intestinal y entrar al sistema circulatorio. Sin embargo, los
procesos digestivos
humanos no pueden descomponer ciertos alimentos, como el salvado, una forma de
fibra, que pasan intactos por el intestino. Puesto que las proteínas grandes, como las
enzimas, son coloides, permanecen en el interior de las células. No obstante, muchas de
las sustancias que las células necesitan obtener, como oxígeno, aminoácidos, electrolitos,
glucosa y minerales, pueden pasar a través de membranas celulares. Los productos de
desecho, como la urea y el dióxido de carbono, salen de la célula para ser excretados.

Suspensiones
Las suspensiones son mezclas heterogéneas no uniformes que son muy diferentes de las
disoluciones o coloides. Las partículas de una suspensión son tan grandes que con
frecuencia pueden verse a simple vista. Dichas partículas quedan atrapadas en filtros y
membranas semipermeables. El peso de las partículas de soluto suspendidas hace que se
asienten poco después de mezclarse. Si usted revuelve agua lodosa, se mezcla, pero luego
se separa rápidamente a medida que las partículas suspendidas se asientan en el fondo y
dejan líquido claro en la parte superior.
Concentraciones
En la práctica clínica, nos encontramos generalmente con fármacos e infusiones
reconstituidas de cierto modo que podamos comprender la cantidad de una sustancia
disuelta en cierta solución y de este modo saber que cantidad de fármaco debemos
administrar acorde a las necesidades del paciente. Para ello es imprescindible
comprender la forma de expresión de las concentraciones.

Modo de expresar las disoluciones:


El porcentaje en masa (m/m) 0 peso en peso (P/P) describe la masa del soluto en gramos
por exactamente 100 g de disolución. En el cálculo del porcentaje en masa (m/m), las
unidades de masa del soluto y la disolución deben ser iguales. Si la masa del soluto se
proporciona en gramos, entonces la masa de la disolución también debe estar en gramos.
La masa de la disolución es la suma de la masa del soluto y la masa del solvente
% P/P: indica los gramos de soluto en gramos de solución. Ej: 3% contiene 3gr de soluto
en 100gr de solución.
Imagine que para preparar una disolución se mezclan 8.00 g de KCl (soluto) con 42.00 g
de agua (solvente). En conjunto, la masa del soluto y la masa del solvente dan la masa de
la disolución (8.00 g + 42.00 = 50.00 g). Para calcular el porcentaje en masa se sustituye la
masa del soluto y la masa de la disolución en la expresión del porcentaje en masa:

El porcentaje en masa/volumen (m/v) describe la masa del soluto en gramos por


exactamente 100 mL de disolución. En el cálculo del porcentaje en masa/volumen, la
unidad de masa del soluto es gramos y la unidad de volumen es mililitros.
% m/v: : indica los gramos de soluto en 100ml de solución. El.: 3% contiene 3gr de soluto
en 100ml de solución.
El porcentaje en masa/volumen se usa de manera generalizada en hospitales y farmacias
para la preparación de disoluciones intravenosas y medicinas. Por ejemplo, una disolución
de glucosa al 5% (m/v) contiene 5 g de glucosa en exactamente 100 mL de disolución. El
volumen de disolución representa los volúmenes combinados de glucosa y H2O.

El porcentaje en volumen (v/v) se interpreta como el volumen de soluto en exactamente


100 mL de disolución. En una botella de extracto de vainilla, una etiqueta que indica
alcohol 35% (v/v) significa que 35 ml de etanol soluto están disueltos en exactamente 100
ml de disolución de vainilla.
Dado que los volúmenes de líquidos o gases se miden con facilidad, las concentraciones
de sus disoluciones con frecuencia se expresan como porcentaje en volumen (v/v). Las
unidades de volumen utilizadas en la proporción deben ser las mismas; por ejemplo,
ambas en mililitros o ambas en litros. Se utiliza en soluciones líquido/líquido,
gases/líquido.

Concentración molar o molaridad (M)


Cuando los químicos trabajan con disoluciones, con frecuencia utilizan la molaridad (M),
una concentración que indica el número de moles de soluto en exactamente 1 litro de
disolución
Nota: mol es el peso molecular de una sustancia expresado en gramos.

Ej: una solución de dos moles de ClNa, tiene dos moles de ClNa por litro de solución, es
decir ClNa 117gr/l.
1 mol de Na = 23gr
1 mol de Cl = 35,5gr. 58,5gr x 2 = 117gr

Normalidad: cantidad de equivalentes de solutos eléctricamente activos (con carga


electica, sean cationes o aniones) por litro de solución
Eq gr = peso molecular/iones

Ej: H2SO4 = 98/2= 49gr


HCl = 36,5/1= 36,5gr
ClNa= 58,5/1 = 58,5gr
En el cuerpo humano se utilizan miliequivalentes (mEq/l)

Osmolaridad: mide la concentración de solutos, osmóticamente activos, es decir, capaces


de captar agua, definida como el número de osmoles (Osm) del soluto por litro (L) de
solución (osm/L).

En el plasma sanguíneo corresponde 280 a 295 mOsm/L

Pero ¿Por qué es importante saber la osmolaridad de una sustancia?


La osmolaridad de una sustancia es fundamental al momento de administrarla en el
cuerpo humano, ya que dependiendo de ella habrá repercusiones en las células del
organismo, ya que los fenómenos de transporte dependerán en gran medida de la
concentración de los solutos, es por esto que, se deben comprender estos conceptos y las
soluciones con las que se trabaja.

Tipos de soluciones
Solución isotónica: aquellas soluciones con igual concentración de solutos que el plasma
sanguíneo (=Osm/L)
Ej.: solución fisiológica al 0,9%, dextrosa al 5%, Ringer

Solución hipotónica: aquella que contiene menor concentración de solutos que el plasma
(< Osm/L)
Ej.: solución al medio (sf al 0,45%)

Solución hipertónica: aquella que tiene mayor concentración de solutos que el plasma (>
Osm/L)
Ej.: ClNa al 5%, Ca al 20%, Dextrosa al 25%.
Soluciones con aminoácidos (coloides): contienen 40gr de proteínas, Na 35mEq, K 20mEq,
Ca 2mEq, Mg 2mEq, Cl 20mEq, por litro de agua

Compartimientos de líquidos en el organismo


Como se mencionó anteriormente, la mayor parte del cuerpo humano está conformada
por agua, el agua se encuentra distribuida en el cuerpo humano dentro de las células
(intracelular) y fuera de ellas, separadas por las membranas celulares. A su vez, el agua
fuera de las células se subdivide en otros compartimientos, entre ellos, el líquido
intersticial, que es aquel que se encuentra rodeando las células y el plasma que forma
parte de la sangre y se encuentra dentro de los vasos sanguíneos. Cada uno de estos
compartimientos tiene una diferente composición de iones y moléculas.
Esta distribución de iones y moléculas es de gran importancia para la fisiología, ya que a
partir de ella se determinará el comportamiento del agua, la comunicación celular y otros
fenómenos fisiológicos.

Fenómenos de transporte
Cuando un fluido fluye por un tubo, el mecanismo básico que hace posible el flujo es una
diferencia de presión entre los extremos del tubo. Esta diferencia de presión es la causa
del transporte de una masa de fluido de un lugar a otro. El fluido puede también moverse
de un lugar a otro por un segundo mecanismo, que depende de la diferencia de
concentración entre dos puntos del fluido, contrario a una diferencia de presión. Cuando
la concentración (número de moléculas por unidad de volumen) es más alta en un lugar
que en otro, se moverán moléculas del punto donde la concentración es alta a un punto
donde es menor. Los dos procesos fundamentales involucrados en el transporte de un
fluido resultante de las diferencias de concentración se denominan difusión y ósmosis.
Difusión: pasajes de solutos a través de una membrana a favor del gradiente de
concentración. Los solutos pasarán de donde exista más concentración hacia donde
menos concentración haya, hasta igualar concentraciones.

La difusión en membranas celulares es vital para llevar oxígeno a las células del cuerpo y
para eliminar dióxido de carbono y otros productos de desecho de ellas. Las células
requieren oxígeno para llevar a cabo diversos procesos metabólicos en los que se
sintetizan o descomponen sustancias. En estos procesos, la célula consume oxígeno y
produce dióxido de carbono como derivado. Un suministro fresco de oxígeno se difunde
proveniente de la sangre, donde su concentración es alta y entra en la célula, donde su
concentración es más baja. Por difusión, también entran y salen agua, iones y otros
nutrientes. Una célula puede funcionar correctamente sólo si puede transportar con
rapidez nutrientes y desechos a través de la membrana celular. El área de la superficie de
la célula debe ser lo suficientemente grande como para que el área expuesta pueda
intercambiar materiales con eficacia, mientras que el volumen debe ser lo
suficientemente pequeño para que los materiales puedan alcanzar o abandonar
rápidamente lugares particulares. Esto requiere de una estrecha relación entre el área
superficial y su volumen.

Osmosis: es el pasaje de agua a través de una membrana semipermeable a favor del


gradiente hasta igualar las concentraciones de solutos entre ambos lados de la
membrana.
En la ósmosis, una membrana semipermeable permite que las moléculas del solvente,
agua, pasen a través de ella, pero retiene las moléculas de soluto. En este proceso de
difusión el agua se mueve del compartimiento donde su concentración es mayor al lado
donde tiene menor concentración. En términos de concentración de soluto, el agua fluye
a través de la membrana en la dirección que igualará o intentará igualar las
concentraciones de soluto en ambos lados. Aunque el agua puede fluir en ambas
direcciones a través de la membrana semipermeable, el flujo neto de agua es del lado con
menor concentración de soluto hacia el lado con mayor concentración de soluto. Si un
aparato de ósmosis contiene agua en un lado y una disolución de sacarosa en el otro lado,
el flujo neto de agua será del agua pura hacia la disolución de sacarosa, lo que aumenta
su volumen y reduce su concentración de sacarosa. En el caso donde dos disoluciones de
sacarosa con diferentes concentraciones se coloquen en cada lado de la membrana
semipermeable, el agua fluirá del lado que contiene menor concentración de sacarosa
hacia el lado que contiene mayor concentración de sacarosa.
Con el tiempo, la altura de la disolución de sacarosa crea suficiente presión para igualar el
flujo de agua entre los dos compartimientos. Esta presión, llamada presión osmótica,
impide que fluya más agua hacia la disolución más concentrada. Entonces ya no hay más
cambio en los volúmenes de las dos disoluciones. La presión osmótica depende de la
concentración de partículas de soluto en la disolución. Cuanto más grande sea el número
de partículas disueltas, mayor es la presión osmótica. En este ejemplo, la disolución de
sacarosa tiene mayor presión osmótica que el agua pura, que tiene una presión osmótica
de cero.

La presión osmótica de una solución es aquella presión en exceso que debe aplicarse a
una solución para impedir el paso del líquido hacia ella, cuando se encuentran separados
por una membrana semipermeable.
En un proceso denominado ósmosis inversa, una presión mayor que la presión osmótica
se aplica a una disolución, de modo que es forzada a cruzar una membrana de
purificación. El flujo de agua se invierte porque el agua fluye de un área de menor
concentración de agua a un área de mayor concentración de agua. Las moléculas y los
iones en disolución permanecen del lado de menor concentración de agua (disolución
cada vez con mayor número de moléculas y iones) atrapados por la membrana, mientras
que el agua pasa a través de la membrana.
Presión oncótica
Es la presión generada por solutos de gran peso molecular. En el plasma sanguíneo es
generado por proteínas (albúmina). Genera una fuerza contraria a la presión hidrostática.
Permite mantener el plasma en los capilares.

La diálisis es un proceso similar a la ósmosis. En la diálisis, una membrana


semipermeable, llamada membrana dializante, tiene pequeños orificios que permiten el
paso de pequeñas moléculas de soluto y iones, así como moléculas de agua (solvente),
pero retienen las partículas grandes, como coloides. La diálisis es una forma de separar
partículas en disolución de los coloides.
Los líquidos del cuerpo experimentan diálisis por medio de las membranas que existen en
los riñones, que eliminan materiales de desecho, sales en exceso y agua. En un adulto,
cada riñón contiene aproximadamente 2 millones de nefrones, la unidad funcional del
riñón. En la parte superior de cada nefrón hay una red de capilares arteriales llamados
glomérulos. A medida que la sangre fluye hacia el nefrón, pequeñas partículas, como
aminoácidos, glucosa, urea, agua y ciertos iones, atravesarán las membranas capilares de
los glomérulos. Al tiempo que esta disolución atraviesa la membrana de los glomérulos,
sustancias todavía valiosas para el cuerpo (como aminoácidos, glucosa, ciertos iones y
99% del agua) son reabsorbidas. El principal producto de desecho, la urea, se excreta en
la orina.

NOTA
Efecto de las soluciones en las células sanguíneas
Debido a las soluciones mencionadas, su concentración de solutos y por consiguiente, su
osmolaridad; y los fenómenos de transporte de agua y solutos. Puede ocurrir en las
células sanguíneas (y del resto del cuerpo) diferentes efectos:
Si se administran soluciones hipertónicas (con mayor osmolaridad que es plasma), el agua
tiende a salir del interior de las células, por osmosis, y estas se deshidratan, este
fenómeno se llama crenación.
Si las soluciones administradas son hipotónicas (menor osmolaridad que el plasma), el
agua del plasma tiende a entrar por osmosis al interior de las células y estas se
hiperhidratan, se hinchan hasta romperse (hemólisis).
Si la solución es isotónica las células intercambian agua sin dañarse.

Otros fenómenos de importancia en los fluidos

Tensión superficial
La tendencia de la superficie de los líquidos a contraerse se llama tensión superficial. La
tensión superficial explica la forma esférica de las gotas de los líquidos, ya que sus
superficies tienden a contraerse y a hacer que cada gota adopte la forma que tenga la
mínima superficie. Esta tensión superficial se debe a la atracción entre las moléculas, cada
molécula es atraída por las moléculas continuas sin una dirección específica, sin embargo,
las moléculas presentes en la superficie son atraídas hacia el interior del líquido, con una
fuerza resultante mayor. Esto es lo que genera una reducción del área de superficie, la
superficie se comporta como si estuviera “apretada” a una película elástica.
La tensión superficial del agua es mayor que la de otros líquidos, incluso mayor que el
agua jabonosa.
La tensión superficial disminuye con el aumento de la temperatura, ya que esto aumenta
el movimiento de las moléculas.
Este principio es de importancia en la fisiología, debido a que la superficie de los alveolos
pulmonares (diminutos sacos que alojan el aire respirado), se encuentra bañada de agua,
si no tuviese una sustancia que reduzca la tensión superficial del agua, como es el líquido
surfactante, los alveolos se colapsarían (se cerrarían), al igual que un globo mojado.

Acción capilar
Examinando atentamente la superficie del agua en un recipiente de vidrio, es posible que
haya observado que la superficie del líquido cerca de las paredes del vidrio se curva hacia
arriba si se ve desde el centro hacia el borde. Sin embargo, si se pone mercurio en un
recipiente de vidrio, la superficie de metal se curva hacia abajo. Estos efectos de
superficie pueden explicarse considerando las fuerzas entre moléculas. En particular,
debemos considerar las fuerzas que las moléculas del líquido ejercen una sobre otra y las
fuerzas que las moléculas de la superficie de vidrio ejercen sobre las del líquido. En
términos generales, las fuerzas entre moléculas semejantes, por ejemplo las fuerzas entre
moléculas de agua, se llaman fuerzas de cohesión y las fuerzas entre moléculas diferentes
se llaman fuerzas de adherencia. El agua tiende a adherirse a las paredes del vidrio
porque las fuerzas de cohesión entre las moléculas de agua y las del vidrio son mayores
que las fuerzas de cohesión entre las moléculas del agua. En efecto, estas últimas se
adhieren a la superficie del vidrio, en lugar de caer en el volumen del agua. Cuando se
mantiene esta situación, se dice que el líquido “moja” la superficie del vidrio. La superficie
del mercurio se curva hacia abajo, cerca de las paredes del recipiente, porque las fuerzas
de cohesión entre los átomos de mercurio son mayores que las fuerzas de adhesión entre
mercurio y vidrio. Un átomo de mercurio cerca de la superficie es atraído con más fuerza
hacia otros átomos de mercurio que hacia la superficie del vidrio; por lo tanto, el
mercurio “no moja” la superficie del vidrio.
En los tubos capilares el diámetro de la abertura es muy pequeño, del orden de una
centésima de centímetro. De hecho, la palabra capilar, significa “semejante al cabello”. Si
uno de estos tubos se inserta en un fluido en el que las fuerzas de adherencia dominan
sobre las de cohesión, el líquido subirá por el tubo.
A veces, los tubos capilares son utilizados para sacar pequeñas muestras de sangre de un
pinchazo con una aguja en la piel. Las plantas dependen de la acción capilar para
transportar agua y nutrientes, y las esponjas y las toallas de papel se emplean en una
forma útil para absorber líquidos derramados. La filtración de agua por una pared es un
efecto indeseable de la acción capilar.

Principio de Bernoulli
Consideraremos los fluidos en movimiento: la dinámica de fluidos.
Un fluido se desplaza en el interior de un tubo cuando la presión en el inicio es superior a
la existente al final del tubo, moviéndose desde una zona de mayor presión a una de
menor presión. El flujo o caudal depende directamente del gradiente o diferencia de
presión entre esos dos puntos e inversamente de la resistencia.
La resistencia depende de las dimensiones del tubo y de la naturaleza del fluido, y mide
las fuerzas de rozamiento o fricción entre las propias moléculas del fluido y entre éstas y
las moléculas de la pared del tubo.
La velocidad con la que circula el fluido en el interior de un tubo es directamente
proporcional al flujo e inversamente proporcional al área transversal del tubo.
El flujo o caudal (volumen/minuto) se define también como el volumen circulante por un
segmento transversal del circuito en la unidad de tiempo.

Considera un flujo continuo de agua a través de un tubo. Como el agua no “se


amontona”, la cantidad de agua que fluye por cualquier sección dada del tubo es la
misma que la cantidad que fluye por cualquier otra sección del mismo tubo. Esto es cierto
ya sea que el tubo se ensanche o se adelgace. Como una consecuencia del flujo continuo,
el agua disminuirá su rapidez en las partes anchas y acelerará en las angostas. Podrás
observar esto si pones tu dedo sobre la salida de una manguera de jardín.
Daniel Bernoulli, un científico suizo del siglo XVIII, desarrolló la teoría del flujo de agua a
través de tubos. Encontró que la presión en las paredes de los tubos disminuye conforme
aumenta la rapidez del agua. Bernoulli encontró que esto es un principio válido tanto
para los líquidos como para los gases. El principio de Bernoulli, en su forma más sencilla,
establece que: Cuando se incrementa la rapidez de un fluido, disminuye la presión
interna en el fluido.

En una persona con arteriosclerosis avanzada, el efecto Bernoulli produce un síntoma


llamado palpitación vascular. En esta condición, la arteria está restringida como resultado
de una placa presente en sus paredes interiores. Para mantener un flujo constante, la
sangre debe pasar con más rapidez que la normal por esta restricción. Si la velocidad de la
sangre es suficientemente alta en la región reducida, su presión es baja y la arteria puede
colapsarse por la presión externa, causando una interrupción momentánea del flujo de
sangre. Durante el colapso no hay efecto Bernoulli, así que el vaso se vuelve a abrir bajo
la presión arterial. Conforme la sangre circula por la arteria reducida, la presión interna
desciende y la arteria se cierra nuevamente. Estas variaciones del flujo sanguíneo pueden
escucharse con un estetoscopio.
Un aneurisma es un punto debilitado de una arteria donde las paredes de ésta se inflan.
La sangre circula con más lentitud en esta región, como se desprende de la ecuación de
continuidad, resultando en un aumento de presión en la cercanía del aneurisma con
respecto a la presión en otras partes de la arteria. Esta condición es peligrosa porque el
exceso de presión puede causar que la arteria se rompa.

Tipos de Flujos:
Flujo de fluidos viscosos
Cuando un fluido está en movimiento, su flujo puede caracterizarse en una de dos
maneras. Al flujo se le llama línea de corriente, o laminar, si cada partícula que pasa por
un punto en particular se mueve exactamente a lo largo de una trayectoria lisa seguida
por partículas que pasaron antes por ese punto. Esta trayectoria se llama línea de
corriente. Diferentes líneas de corriente no pueden cruzarse bajo esta condición de flujo
continuo y la línea de corriente en cualquier punto coincide con la dirección de la
velocidad del flujo en ese punto. En contraste, el flujo de un fluido se hace irregular, o
turbulento, arriba de cierta velocidad o bajo cualesquiera condiciones que puedan causar
cambios abruptos de velocidad. Los movimientos irregulares del fluido, llamados
corrientes turbulentas, son característicos de un flujo con remolinos.
En el estudio de flujo de fluidos, el término viscosidad se emplea para denotar el grado de
fricción interna del fluido. Esta fricción interna está asociada con la resistencia entre dos
capas adyacentes del fluido, que se mueven una con respecto a otra. Un fluido como el
queroseno tiene una menor viscosidad que el petróleo crudo o la miel pura.
Entonces, la viscosidad es el fenómeno de rozamiento interno de las capas moleculares
de un líquido que tiende a impedir el libre fluir de las capas entre sí.

Este concepto es de importancia en el cuerpo humano, si se considera que la sangre es un


fluido, y tiene una viscosidad similar a la del agua debido a que su matriz es el agua, en
caso de deshidratación su viscosidad aumentaría, en caso de disminución de las células
sanguíneas (como en la anemia), su viscosidad disminuiría. Así mismo la viscosidad de un
fluido depende de su densidad y ésta de la temperatura, al aumentar la temperatura,
disminuye la viscosidad.

Ley de Poiseuille
Para que un fluido circule por un tubo, es necesaria una diferencia de presiones, el fluido
se dirigirá de donde mayor presión haya hacia donde menor presión y el gasto o caudal
(volumen/tiempo) dependerá de la diferencia de presiones (P1-P2), también de las
dimensiones del tubo ( R4) y la viscosidad del fluido (8 L). Esto se traduce en la ley de
Poiseuille:
De la ley de Poiseuille, se ve que, para mantener un gasto o caudal constante, la
diferencia de presión en el tubo tiene que aumentar si se incrementa la viscosidad del
fluido. Este hecho es importante en la comprensión del flujo sanguíneo en el sistema
circulatorio, ya que se determina que el caudal es constante en el lecho vascular. La
viscosidad de la sangre aumenta a medida que se incrementa en número de glóbulos
rojos en la sangre. Cuando la sangre presenta una alta concentración de glóbulos rojos, se
requiere una mayor presión de bombeo del corazón para mantenerla en circulación que
cuando la concentración es menor. Observe que el gasto varía con el radio del tubo
elevado a la cuarta potencia. En consecuencia, si hay una reducción en una vena o en una
arteria, el corazón tendrá que trabajar considerablemente más para producir un mayor
descenso de presión, y, por lo tanto, para mantener el gasto necesario.
Esta ley no sólo aplica en el flujo sanguíneo, también en el flujo de aire que pasa por las
vías respiratorias o los alveolos pulmonares, en un fármaco o solución que debe
inyectarse a través de una aguja hipodérmica, entre otras aplicaciones. Por ello es
indispensable que el personal de salud comprenda esos principios.

Por ejemplo, si debe administrar una transfusión de sangre, se debe considerar que,
siendo un fluido viscoso, opondrá cierta resistencia. Para solucionar este problema se
sebe aumentar el calibre de la aguja y/o aumentar la altura de la infusión ya que, a mayor
altura, mayor será la presión ejercida por el fluido.
ÁCIDOS, BASES Y PH
La mayoría tiene alguna idea de lo que son los ácidos y las bases. Los anuncios están
llenos de referencias a excesos de ácido estomacal y shampoo con pH balanceado. Se
sabe que los destapacaños (una base fuerte) y el ácido de las baterías pueden causar
graves quemaduras químicas. Pero ¿qué significa con exactitud “acidez” y “basicidad” y
cómo pueden cuantificarse?

Un ácido es cualquier donador de protones, una molécula que libera un protón (H+) en
agua. Para ampliar este concepto pensemos en una solución de (HCl) ácido clorhídrico
(soluto) y agua (solvente). El ácido clorhídrico es un ácido fuerte que se ioniza (disocia en
iones) totalmente y dona un protón (H+) al agua:
HCl→H+ + Cl-
Así la ionización del ácido clorhídrico en solución acuosa deberá escribirse como:
HCl + H2O → H3O+ + Cl-
Esta fuente adicional de protones (H+) al agua, da lugar a una solución que tiene más H+
que OH-, por lo tanto, será una solución ácida.

Una base es un receptor de protones. Debido a que los iones hidróxido (OH–) aceptan H+,
muchas bases son sustancias que liberan iones hidroxilo (o hidróxido), como el hidróxido
de sodio (NaOH). Estos hidroxilos se unen a los hidrógenos libres en la solución para
formar agua:
NaOH → Na+ + OH-
OH- + H+ → H2O
Sin embargo, una base no tiene que ser un donador de hidroxilo. El amoniaco (NH 3)
también es una base; no libera iones hidroxilo, pero acepta con rapidez iones hidrógeno
para volverse el ion amoniaco (NH4+).
NH3 + H+ → NH4+
Y en solución acuosa:
NH3 + H2O → NH4+ + OH-
En cualquiera de los casos, las bases disminuyen la concentración de iones hidrógeno.
Entonces una sustancia que reduce la concentración de iones hidrógeno (H+) en una
solución, se llama base.

Sustancias neutras: en una solución en la cual la concentración de H+ y OH- son iguales, se


dice que la sustancia es neutra.

pH
La acidez o basicidad se expresa mediante el pH, una medida derivada de la molaridad de
H+, es decir, que nos indica la variación de las concentraciones de H+ y OH- de una
solución.
La molaridad se representa entre corchetes, de modo que la del H+ se simboliza con [H+].
En sustancias neutras, como el agua pura, 1 de cada 10 millones de moléculas se ioniza en
iones hidrógeno e hidróxido: H2O = H+ + OH–. El agua pura, a temperatura ambiente
(25ºC), tiene un pH neutro porque contiene iguales cantidades de H+ y OH–. Debido a que
1 en 10 millones de moléculas se ionizan, la molaridad de H+ y el pH del agua son:
[H+] = 0.0000001 molar = 1x10–7 M, al igual que la concentración de [OH-]
Y el producto de ambas sería: 1x10-7 x 1x10-7 = 1x10-14
Para no manejar cifras tan largas o complejas y a modo de practicidad, los científicos
desarrollaron el concepto de pH.
El pH (potencial de iones Hidrógeno o protones de una solución) se define como:
El logaritmo negativo (base 10) de la molaridad del ion hidrógeno
pH = –log [H+].
Por ejemplo una concentración de 1x10-7, es decir 0,0000001 moles por litro, equivale a
un pH de 7
pH= -log [H+] 10-7= _ (_7) =7

Escala de pH
Para poder medir si una sustancia es neutra, ácida o alcalina se ha establecido una escala
denominada pH en función de la concentración de protones presentes en un medio La
escala de pH abarca de 0.0 a 14.0. Una solución con pH de 7.0 es neutra; las soluciones
con pH menor de 7 son ácidas; y las que tienen un pH mayor de 7 son básicas (alcalinas).
Cuanto menor es el valor de pH, más iones hidrógeno contiene una solución y más ácida
es. Por el contrario, a mayor concentración de [OH-], menor concentración de [H+], más
básica será la solución.
Debido a que la escala de pH es logarítmica, un cambio de 1 en la escala representa un
cambio de 10 veces en la concentración de H+. En otras palabras, una solución con pH de
4 es 10 veces más ácida que una con un pH de 5 y 100 veces más ácida que una con pH de
6.
Ligeras perturbaciones en el pH pueden modificar de manera importante las funciones
fisiológicas y alterar las acciones de los medicamentos de modo que resulta importante
que el cuerpo mantenga un control estricto de su pH. Por ejemplo, el pH normal de la
sangre varía de 7.35 a 7.45. Las desviaciones de este rango causan temblores, desmayos,
parálisis y hasta la muerte. A las soluciones químicas que resisten los cambios en el pH se
les denomina amortiguadores.

Sistemas amortiguadores (buffers)


Existen sistemas (compuestos) que pueden amortiguar los pequeños cambios en el pH,
estos sistemas se llaman buffers o amortiguadores. Es decir que estas sustancias (ácidas o
básicas) al combinarse con su opuesto, pueden neutralizar el pH. Actúan aceptando o
liberando iones hidrógeno de una solución segón sea necesario. Entonces los
amortiguadores:
 Reducen los cambios de concentración de H+.
 Frenan las desviaciones del pH.
 Están constituidas por un electrolito débil y una sal que actúa como electrolito
fuerte
Un ejemplo de Buffer que hay en nuestro organismo es el ácido carbónico (H2CO3), que se
disocia para producir bicarbonato (HCO3-) y un ion hidrógeno (H+)
H2CO3 ↔ HCO3- + H+

Más ejemplos:
CO2 + H2O ↔ H2CO3 ↔ HCO3 + H

HCl + NaHCO3 ↔ NaCl + H2CO3 = CO2 + H 2O

NaOH + H2CO3 ↔ NaHCO3 + H2O = NaHCO3

El agua como anfótero


El agua puede ceder o aceptar H+, de modo que funciona como amortiguador:
Ante un ácido funciona como base
HCl + H2O↔H3O + Cl
Ante un álcalis actúa como ácido:
NH3 + H2O↔NH4 + OH-
REACCIONES QUÍMICAS

Una reacción química es un proceso en que se forma o se rompe un enlace covalente o


iónico. El progreso de una reacción química se simboliza mediante una ecuación química
que suele mostrar los reactivos a la izquierda, los productos a la derecha y una flecha que
señala de los reactivos a los productos. Por ejemplo, considérese este hecho común:
cuando se abre una botella de vino y se le deja reposar por varios días, el licor se vuelve
agrio. El vino “se avinagra” porque entra oxígeno en la botella y reacciona con el etanol
para producir ácido acético y agua. El ácido acético le da el sabor agrio a vinagre y vino
descompuesto. La ecuación de esta reacción es:
CH3CH2OH + O2 → CH3COOH + H2O
Etanol Oxígeno Ácido acético Agua
Los iones con cargas opuestas se atraen y tienden a “perseguirse” por el cuerpo. Así,
cuando el Na+ es excretado por la orina, el CI– tiende a seguirlo. Esta atracción entre
aniones y cationes es importante para el sostenimiento de la excitabilidad de las células
nerviosas y musculares
Las clases de reacciones químicas son de descomposición, de síntesis o de intercambio.
En las reacciones de descomposición una molécula grande se desdobla (descompone) en
dos o más moléculas de menor tamaño; mediante símbolos, se expresaría AB → A + B.
Por ejemplo, cuando se ingiere una papa, las enzimas digestivas descomponen su almidón
en miles de moléculas de glucosa, y casi todas las células descomponen aún más la
glucosa en agua y dióxido de carbono. Una molécula de almidón, que es muy grande,
produce al final 36.000 moléculas de H2O y CO2.
Las reacciones de síntesis son lo opuesto: dos o más moléculas pequeñas se combinan
para formar una más grande; mediante símbolos, se expresaría A + B → AB. Por ejemplo,
cuando el cuerpo sintetiza proteínas, combina varios cientos de aminoácidos en una
molécula de proteína. En las reacciones de intercambio, dos moléculas intercambian
átomos o grupos de átomos; AB + CD → AC + BD. Por ejemplo, cuando el ácido estomacal
(HCl) entra en el intestino delgado, el páncreas secreta bicarbonato de sodio (NaHCO3)
para neutralizarlo; la reacción entre estos dos compuestos es NaHCO3 + HCl → NaCl +
H2CO3. Se podría decir que el átomo de sodio (Na) ha intercambiado su grupo bicarbonato
(–HCO3) por un átomo de cloro (Cl). Las reacciones reversibles pueden avanzar en una u
otra dirección en diferentes condiciones y se representan con un par de fl echas, cada una
apuntando en sentido opuesto. Por ejemplo, el CO2 se combina con el agua para producir
ácido carbónico, que a su vez se descompone en HCO3 y iones agua:
CO2 + H2O ↔ H2CO3 ↔ HCO3– + H+
Dióxido Agua Ácido Ion Ion
de carbono carbónico bicarbonato hidrógeno
La dirección en que se realiza una reacción reversible es determinada por la abundancia
relativa de sustancias a cada lado de la ecuación. Las reacciones reversibles siguen la ley
de acción de masas: proceden del lado con la mayor cantidad de reactivos hacia el lado
con la menor cantidad.

Reacciones de polimerización
En este tipo de reacciones, los reactivos, que son monómeros (compuestos de bajo peso
molecular) se agrupan químicamente entre sí, dando lugar a una gran molécula llamada
polímero. Entre los polímeros más importantes se encuentran los Hidratos de Carbono,
proteínas y ácidos nucleicos.
En la formación del enlace se produce la liberación de una molécula de agua y requiere
energía.
Reacciones de hidrólisis
Los polímeros de dividen en sus monómeros mediante la adición de una molécula de
agua, que rompe el enlace.

Velocidades de reacción
Las reacciones químicas están basadas en el movimiento y las colisiones moleculares.
Todas las moléculas están en movimiento constante y las reacciones ocurren cuando
moléculas mutuamente reactivas chocan con la fuerza suficiente y la orientación correcta.
La velocidad de una reacción depende de la naturaleza de los reactivos y la frecuencia y
fuerza de esas colisiones. Algunos factores que afectan las velocidades de reacción son:
Concentración: Las velocidades de reacción aumentan cuando los reactivos están más
concentrados. Esto es porque las moléculas están más juntas y chocan con más
frecuencia.
Temperatura: La velocidad de reacción aumenta junto con la temperatura. Se debe a que
el calor hace que las moléculas se muevan más rápido y choquen con más fuerza y
frecuencia.
Catalizadores: Se trata de sustancias que se fijan de manera temporal a los reactivos, los
mantienen en una posición favorable para reaccionar entre sí y pueden cambiar la forma
de los reactivos de manera que sean más propensos a reaccionar. Al reducir el elemento
de azar en las colisiones moleculares, un catalizador acelera una reacción. Luego libera los
productos y queda disponible para repetir el proceso con más reactivos. El propio
catalizador no se consume ni cambia por la reacción. Los catalizadores biológicos más
importantes son las enzimas.

Metabolismo
A todas las reacciones químicas del cuerpo se les conoce, en conjunto, como
metabolismo. Éste tiene dos divisiones: catabolismo y anabolismo.
El catabolismo corresponde a reacciones de descomposición que liberan energía. Estas
reacciones rompen enlaces covalentes, producen moléculas más pequeñas a partir de
otras más grandes y liberan energía que puede usarse para otro trabajo fisiológico. Las
reacciones que liberan energía son las exergónicas.
El anabolismo es el conjunto de reacciones de síntesis con almacenamiento de energía,
como la producción de proteínas o grasas. A las reacciones que requieren una entrada de
energía, como éstas, se les denomina endergónicas.
El anabolismo es controlado por la energía que libera el catabolismo, de modo que los
procesos endergónicos y exergónicos (el anabolismo y el catabolismo) están vinculados
de manera inseparable.
COMPUESTOS DE CARBONO Y GRUPOS FUNCIONALES
La química orgánica es el estudio de los compuestos de carbono. Antes de 1900, los
bioquímicos ya habían clasificado a las moléculas orgánicas relacionadas con la vida en
cuatro categorías principales: carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
El átomo de carbono es muy versátil y sirve como base de muy diversas estructuras. Tiene
cuatro electrones de valencia, de modo que forma enlaces con otros átomos que pueden
proporcionarle cuatro más para completar su capa de valencia. Los átomos de carbono se
unen con rapidez a otros y pueden formar cadenas largas, moléculas ramificadas y anillos:
una enorme variedad de cadenas principales (o “esqueletos) de carbono para las
moléculas orgánicas. El carbono también suele formar enlaces covalentes con hidrógeno,
oxígeno, nitrógeno y azufre.

Grupos funcionales
Las cadenas principales de carbono
portan varios grupos funcionales:
pequeños grupos de átomos que
determinan muchas de las propiedades
de una molécula orgánica. Por ejemplo,
los ácidos orgánicos portan un grupo
carboxilo y el ATP recibe su nombre por
sus tres grupos fosfato. Otros grupos
funcionales comunes son los hidroxilo,
metilo y amino.
BIOMOLÉCULAS
Carbohidratos
Un carbohidrato es una molécula orgánica hidrófila con la fórmula general (CH2O)n,
donde n representa el número de átomos de carbono. Por ejemplo, en la glucosa, n = 6 y
la fórmula es C6H12O6. Como lo muestra la fórmula genérica, los carbohidratos tienen una
relación 2:1 entre el hidrógeno y el oxígeno.
Muchos nombres de carbohidratos individuales se forman a partir de la raíz sacar- o el
sufijo –osa, que significan “azúcar” o “dulce”. Los carbohidratos más conocidos son los
azúcares y los almidones.
Los carbohidratos más sencillos son los monómeros llamados monosacáridos, o azúcares
simples. Los tres más importantes son la glucosa, la fructosa y la galactosa, todos con la
fórmula molecular C6H12C6; son isómeros entre sí.
El cuerpo obtiene estos azúcares sobre todo mediante la digestión de carbohidratos más
complejos. La glucosa es el “azúcar en la sangre” que proporciona energía a casi todas las
células. Otros dos monosacáridos, la ribosa y la desoxirribosa, son componentes
importantes del DNA y el RNA.
Los disacáridos son azúcares compuestos de dos monosacáridos. Los tres más
importantes son la sacarosa (hecha de glucosa + fructosa), la lactosa (glucosa + galactosa)
y la maltosa (glucosa + glucosa).
La sacarosa es obtenida de la caña de azúcar y la remolacha y se le usa como azúcar de
mesa común. La lactosa es el azúcar de la leche. La maltosa es un producto de la digestión
del almidón y se halla en unos cuantos alimentos como el germen de trigo y las bebidas
de malta.

Se llama oligosacáridos a las cadenas cortas de tres o más monosacáridos y polisacáridos


a los de cadena larga (hasta miles de monosacáridos de longitud). No hay un criterio
exacto para definir cuándo una cadena es lo bastante grande como para llamarla
polisacárido, pero una cadena de 10 monosacáridos por lo general sería considerada un
oligosacárido, mientras que una de 50 o más se consideraría polisacárido. Los
polisacáridos podrían tener miles de azúcares de largo y pesos moleculares de 500 000 o
más (comparadas con 180 de una sola molécula de glucosa).

Tres polisacáridos importantes para la fisiología humana son el glucógeno, el almidón y la


celulosa (todos compuestos tan sólo por glucosa). Los animales, incluido el ser humano,
fabrican glucógeno, mientras que el almidón y la celulosa son productos vegetales. El
glucógeno es un polisacárido que almacena energía y es elaborado por las células del
hígado, los músculos, el cerebro, el útero y la vagina. Se trata de un polímero de glucosa
ramificado y largo. El hígado produce glucógeno después de una comida, cuando el nivel
de glucosa sanguínea es elevado, y luego lo desdobla entre comidas para mantener los
niveles de glucosa sanguínea cuando no hay ingesta de alimentos. Los músculos
almacenan el glucógeno para sus propias necesidades energéticas, y el útero lo usa
durante el embarazo para nutrir al embrión. El almidón es el polisacárido que realiza las
funciones correspondientes de almacenamiento de energía en los vegetales; éstos lo
almacenan cuando hay nutrientes y luz solar disponibles y obtienen energía de él cuando
no es posible la fotosíntesis (p. ej., durante la noche y el invierno, cuando una planta
pierde sus hojas). El almidón es el único polisacárido digerible importante en la dieta
humana. La celulosa es un polisacárido estructural que da fortaleza a las paredes
celulares de las plantas. Se trata del principal compuesto de la madera, el algodón y el
papel. Se compone de miles de monómeros de glucosa unidos, de tal modo que cada
monómero queda “de cabeza” en relación con el siguiente. La celulosa es el compuesto
orgánico más abundante en la Tierra y es un componente común de la dieta de los seres
humanos y otros animales (aunque el ser humano no cuenta con enzimas para digerirlo y,
por tanto, no obtiene energía ni nutrientes de él). Sin embargo, es importante como
“fibra” dietética o “forraje”. Se hincha con el agua en el tubo digestivo y ayuda a
desplazar otros materiales por el intestino.
Los carbohidratos son, sobre todo, una fuente de energía que puede movilizarse con
rapidez. Al final, la digestión convierte todo carbohidrato en glucosa, la cual se oxida para
formar ATP, un compuesto de alta energía. Pero los carbohidratos también cumplen otras
funciones. A menudo están conjugados (unidos por enlaces covalentes) con proteínas y
lípidos. Muchas de las moléculas de lípidos y proteínas en la superficie externa de la
membrana celular tienen cadenas de hasta 12 azúcares unidas a ellos, con lo que forman
glucolípidos y glucoproteínas, respectivamente, que sirven de marcadores celulares,
éstos son de gran importancia porque determinan, entre otras cosas, el grupo sanguíneo .
Entre otras funciones, las glucoproteínas son un compuesto importante del moco, que
atrapa partículas en el sistema respiratorio, resisten la infección y protegen al tubo
digestivo contra su propio ácido y sus enzimas.
Los proteoglucanos (alguna vez llamados mucopolisacáridos) son macromoléculas cuyo
mayor componente es un carbohidrato, pero contienen un elemento más pequeño de
péptido o proteína. Los proteoglucanos forman geles que ayudan a mantener unidos a los
tejidos (función estructural) y las células, constituyen un relleno gelatinoso en el cordón
umbilical y el ojo, lubrican las articulaciones del sistema esquelético y son los que dan
textura rugosa y dura al cartílago.

Lípidos
Un lípido es una molécula orgánica hidrófoba, por lo general compuesta sólo de carbono,
hidrógeno y oxígeno, con una elevada relación de hidrógeno a oxígeno.
Los lípidos están menos oxidados que los carbohidratos y, por tanto, tienen más calorías
por gramo. Más allá de este criterio, es difícil generalizar acerca de los lípidos; su
estructura es mucho más variable que las de otras macromoléculas que se han revisado.
Aquí se consideran los cinco tipos principales de lípidos en los seres humanos: ácidos
grasos, triglicéridos, fosfolípidos, eicosanoides y esteroides.
Un ácido graso es una cadena de 4 a 24 átomos de carbono con un grupo carboxilo en un
extremo y uno metilo en el otro. A los ácidos grasos y las grasas que se hacen con ellos se
les clasifica como saturados o insaturados. Un ácido graso saturado, como el ácido
palmítico, tiene la mayor cantidad de hidrógeno posible. No se puede agregar más sin
exceder cuatro enlaces covalentes por átomo de carbono; por tanto, está “saturado” con
hidrógeno. Sin embargo, en los ácidos grasos insaturados, como el linoleico, algunos
átomos de carbono están unidos por dobles enlaces covalentes. Cada uno de ellos puede
compartir un par de electrones con otro átomo de hidrógeno, en lugar del carbono
adyacente, de modo que puede agregarse hidrógeno a esta molécula. Los ácidos grasos
poliinsaturados son los que tienen muchos enlaces C=C. El cuerpo humano puede
sintetizar la mayoría de los ácidos grasos, pero no puede hacerlo con unos cuantos,
llamados ácidos grasos esenciales.

Un triglicérido es una molécula que consta de tres ácidos grasos unidos por enlace
covalente a un alcohol con tres carbonos llamado glicerol; de manera más correcta,
aunque menos conocida, a los triglicéridos se les denomina triacilgliceroles. Cada enlace
entre un ácido graso y un glicerol se forma mediante síntesis por deshidratación. Una vez
unido a un glicerol, el ácido graso ya no puede donar un protón a la solución y, por tanto,
deja de ser ácido. Por esta razón, a los triglicéridos también se les suele denominar grasas
neutras. Los triglicéridos se descomponen por reacciones de hidrólisis, que separan cada
uno de estos enlaces mediante la adición de agua. A los triglicéridos que son líquidos a la
temperatura ambiente también se les llama aceites, pero la diferencia entre grasa y
aceite es arbitraria. Por ejemplo, el aceite de coco es sólido a la temperatura ambiente.
Las grasas animales suelen estar compuestas de ácidos grasos saturados, de modo que se
les llama grasas saturadas. Son sólidas a las temperaturas ambiente y la corporal. La
mayoría de los triglicéridos vegetales son grasas poliinsaturadas, que suelen permanecer
líquidas a temperatura ambiente. Algunos ejemplos son los aceites de cacahuate, de
oliva, de maíz y de linaza. Las grasas saturadas contribuyen más a la enfermedad
cardiovascular que las insaturadas y, por esta razón, es más sano cocinar con aceites
vegetales que con manteca de cerdo, grasa de tocino o mantequilla. La función primaria
de la grasa es almacenar energía, pero cuando se concentra en el tejido adiposo, también
proporciona aislamiento térmico y actúa como un colchón de absorción de golpes para
órganos vitales.

Los fosfolípidos son similares a las grasas fosfolípidos consiste en servir como base
neutras, pero en lugar de un ácido graso estructural de las membranas celulares.
tienen un grupo fosfato que, a su vez,
está vinculado con otros grupos
funcionales. La lecitina es un fosfolípido
común en que el fosfato está unido a un
grupo nitrogenado que se llama colina.
Los fosfolípidos son de naturaleza dual.
Las dos “colas” del ácido graso de la
molécula son hidrófobas, pero la
“cabeza” de fosfato es hidrófila. Por
tanto, se dice que los fosfolípidos son
anfipáticos. Juntas, la cabeza y las dos
colas de un fosfolípido, le dan una forma
parecida a un gancho para colgar la ropa.
La función más importante de los
Los eicosanoides son compuestos de 20 átomos de carbono derivados de un ácido graso
denominado araquidónico. Funcionan sobre todo como señales químicas semejantes a las
hormonas entre las células. Los eicosanoides con funciones más diversas son las
prostaglandinas, que tienen cinco de sus átomos de carbono organizados en un anillo.
Fueron halladas por primera vez en las secreciones de las glándulas prostáticas de
bovinos, de allí su nombre; sin embargo, ahora se sabe que son producidas en casi todos
los tejidos. Cumplen diversas funciones de señalización en la inflamación, la coagulación
sanguínea, la acción hormonal, las contracciones de parto, el control del diámetro de los
vasos sanguíneos y otros procesos.
Un esteroide es un lípido con 17 de sus átomos de carbono organizados en cuatro anillos.
El colesterol es el esteroide “padre” del que se sintetizan otros esteroides, como cortisol,
progesterona, estrógenos, testosterona y ácidos biliares. Difieren entre sí por la
localización de los enlaces C=C dentro de los anillos y por los grupos funcionales adjuntos
a éstos. El colesterol de la dieta sólo se obtiene de productos de origen animal; los
vegetales sólo lo elaboran en cantidades mínimas, sin importancia dietética. El adulto
promedio contiene más de 200 gr de colesterol. Tiene mala fama como factor en la
enfermedad cardiovascular, y es verdad que los factores hereditarios y dietéticos pueden
elevar el colesterol sanguíneo a concentraciones elevadas y peligrosas. No obstante, el
colesterol es un producto natural del cuerpo y es necesario para la salud humana.
Además de ser el precursor de otros esteroides, es un componente de importancia de las
membranas celulares y es necesario para el funcionamiento adecuado del sistema
nervioso. Sólo 15%, más o menos, del colesterol proviene de la dieta; el otro 85% lo
sintetiza el cuerpo, sobre todo el hígado.

Proteínas
La palabra proteína se deriva de la palabra griega proteios, que significa “de primera
importancia”. Las proteínas son las moléculas más versátiles del cuerpo. Son un polímero
de aminoácidos.
Funciones de las proteínas
• Estructural: forman gran parte de las estructuras celulares. Por ejemplo, el
colágeno forma parte de tendones y ligamentos o la queratina que forma parte
del cabello.
• Enzimática: actúan acelerando la velocidad de reacciones químicas que ocurren en
las células, por ejemplo, la amilasa, pepsina.
• Inmunológica: defienden al organismo de agentes externos, forman anticuerpos
• Movimiento: permiten que la célula u orgánulos se muevan, por ejemplo, la actina
y miocina que intervienen en la contracción muscular.
• Protección: actúan evitando la hemorragia, como la trombina o el fibrinógeno
• Transporte: algunas proteínas transportan sustancias de ambos lados de la
membrana, otras como la Hemoglobina, que forma parte de los globulos rojos,
transporta oxígeno.
• Regulación: algunas proteínas regulan la actividad celular y actúan como
mensajeros químicos (hormonas) como la insulina.

Los alimentos más ricos en proteínas son de origen animal, como la carne, pescado,
huevos, leche; y en menor proporción, los de origen vegetal como las legumbres, soja y
frutos secos.
Entre el 15 y 20% del peso corporal del adulto está constituido por proteínas,
principalmente la musculatura, piel y resto de los órganos y líquidos orgánicos.

Aminoácidos y péptidos
Un aminoácido tiene un átomo central de carbono con un grupo amino (–NH2) y uno
carboxilo (–COOH) unido a él. Los 20 aminoácidos que constituyen a las proteínas son
idénticos, excepto por un tercer grupo funcional llamado radical (grupo R), unido al
átomo central de carbono. En el aminoácido más simple, la glicina, R es tan sólo un átomo
de hidrógeno, mientras que en los aminoácidos más grandes incluye anillos de carbono.
Algunos radicales son hidrófilos y otros hidrófobos. Al estar compuestas por muchos
aminoácidos, las proteínas como un todo suelen ser, por tanto, anfipáticas.
Un péptido es cualquier molécula compuesta por dos o más aminoácidos unidos por
enlaces peptídicos, que se forman mediante síntesis por deshidratación y unen el grupo
amino de un aminoácido con el grupo carboxilo del siguiente. Los péptidos reciben su
nombre por el número de aminoácidos que tiene (p. ej., los dipéptidos tienen dos; los
tripéptidos, tres). Las cadenas de menos de 10 o 15 aminoácidos reciben el nombre de
oligopéptidos y a los de cadena más grande se les denomina polipéptidos.
Una proteína es un polipéptido de 50 o más aminoácidos. El peso molecular de un
aminoácido característico es de casi 80 amu, y el peso molecular de las proteínas más
pequeñas es de 4 000 a 8 000 amu. El peso promedio de las proteínas es de más o menos
30 000 amu, y algunas tienen peso molecular de cientos de miles.

Estructura de las proteínas


Las proteínas tienen estructuras complejas, enroscadas y plegadas que son de máxima
importancia para las funciones que llevan a cabo. Aun ligeros cambios en su configuración
(forma tridimensional) pueden anular su funcionamiento. Las moléculas de proteína
tienen de tres a cuatro niveles de complejidad, de la estructura primaria a la cuaternaria.
La estructura primaria es la secuencia de
aminoácidos de la proteína, que está
codificada en los genes.

La estructura secundaria es una forma enroscada o plegada, que se mantiene unida


mediante enlaces de hidrógeno entre el grupo un poco negativo C=O de un enlace
peptídico y el grupo un poco positivo N–H de otro enlace peptídico que se halla a cierta
distancia. Las estructuras secundarias más comunes son una forma parecida a un resorte
llamada hélice alfa (α) y una forma plegada, parecida a una cinta, la lámina beta (β) o
lámina plegada beta. Una sola molécula de proteína puede plegarse sobre sí misma y
tener dos o más regiones plegadas beta enlazadas con otras mediante enlaces de
hidrógeno. Cadenas separadas y paralelas de proteínas también pueden estar unidas
entre sí por puentes de hidrógeno en sus regiones plegadas beta.

La estructura terciaria está formada por la curvatura o el plegado de las proteínas en


diversas formas globulares y fibrosas. Es resultado del agrupamiento de los radicales
hidrófobos para evitar el agua, mientras que los radicales hidrófilos son atraídos por el
agua de alrededor. Las fuerzas de Van Der Waals cumplen una función importante en la
estabilización de la estructura terciaria. Las proteínas globulares, que parecen bolas de
estambre, tienen una estructura terciaria adecuada para las proteínas insertadas en la
membrana celular y para las que deben desplazarse con libertad en los líquidos
corporales, como las enzimas y los anticuerpos. Las proteínas fibrosas, como la miosina, la
queratina y el colágeno, son filamentos delgados más adecuados para funciones como la
contracción muscular y el fortalecimiento de la piel, el cabello y los tendones.
La estructura cuaternaria es la asociación de dos o más cadenas de polipéptidos
mediante fuerzas no covalentes, como enlaces iónicos e interacciones hidrófilas e
hidrófobas. Se observa sólo en algunas proteínas. Por ejemplo, la hemoglobina consta de
cuatro polipéptidos: dos cadenas alfa idénticas y dos cadenas beta idénticas, un poco más
largas.

La desnaturalización de las proteínas es un proceso mediante el cual la proteína pierde su


actividad biológica, es un cambio de configuración más drástico que implica la pérdida de
la estructura secundaria y terciaria, como respuesta a condiciones como calor, pH
extremo o alta concentración de iones; por ejemplo, ocurre al cocer un huevo, cuando la
clara (albúmina) transparente y líquida se vuelve opaca (no transparente) y sólida. A
veces, la desnaturalización es reversible, pero con frecuencia destruye de manera
permanente la función de la proteína.

Enzimas y metabolismo
Las enzimas son proteínas que funcionan como catalizadores biológicos. Posibilitan que
las reacciones bioquímicas se realicen con rapidez a temperaturas corporales normales. A
las enzimas se les asignaron al principio nombres arbitrarios, algunos de los cuales aún se
conservan, como pepsina y tripsina. Sin embargo, la nomenclatura moderna de las
enzimas es más uniforme e informativa. Identifica la sustancia sobre la que actúa la
enzima, denominada sustrato; en ocasiones alude a la acción de la enzima y agrega el
sufijo –asa. Por tanto, la amilasa digiere el almidón (amil- = almidón) y la anhidrasa
carbónica extrae el agua (anhidr-) del ácido carbónico. Los nombres de las enzimas
pueden modificarse aún más para distinguir entre diferentes formas de la misma enzima
encontradas en diferentes tejidos.
Características:
 En general son proteínas globulares, que catalizan reacciones químicas.
 Las enzimas actúan sobre otras sustancias llamadas sustratos y generan un
producto diferente al inicial.
 Las enzimas no cambian al finalizar el proceso.
 Son específicas
 Son reutilizables
Por ejemplo: en el cuerpo se realiza la siguiente reacción: la glucosa se oxida para
producir agua y dióxido de carbono y extraer su energía. Sin embargo, no sería posible
tolerar el calor de la combustión en el cuerpo, de modo que la oxidación de la glucosa
debe ser controlada, a una temperatura factible y segura desde el punto de vista
biológico. Las enzimas posibilitan esto al reducir la energía de activación y liberar la
energía en pequeños pasos, en lugar de hacerlo en un solo brote de calor.
Ácidos nucleicos
Los ácidos nucleicos son polímeros de nucleótidos. El más grande de ellos, el ácido
desoxirribonucleico (ADN), suele tener de cien a mil millones de nucleótidos. Constituye
los genes, da instrucciones para la síntesis de todas las proteínas del cuerpo y transfiere
información hereditaria de una célula a otra, cuando las células se dividen, y de una
generación a otra, cuando los organismos se reproducen. Tres formas de ácido
ribonucleico (ARN), que varían de 70 a 10 000 nucleótidos de longitud, aplican estas
instrucciones y sintetizan las proteínas, ensamblando aminoácidos en el orden correcto
para producir cada proteína “descrita” por el ADN.
Características:
 Compuestos por C, H, O, N, P
 Presentes en núcleos celulares
 Carácter ácido
 Cadenas lineales llamadas nucleótidos.
Funciones:
 Contienen información genética
 Responsables de la síntesis de proteínas

Nucleotidos son las unidades estructurales de los ácidos nucleicos, están formadas por
base nitrogenada (purina o pirimida), un monosacárido (aldopentosa) y ácido fosfórico.
Estructura molecular del ADN
Se conforma por un doble hélice, formada por cadenas de desoxirribosa y fosfato, se
unen mediante puentes fosfato, perpendicularmente a las bases púricas y pirimídicas y
estas entre sí mediante puente hidrógeno
Estructura molecular del ARN
Formado por D Ribosa y Uracilo en lugar
de Tiamina

Cadena lineal (no doble hélice), doblada


en horquilla

Existen tres tipos: ribosomal, mensajero


y de transferencia.
Apartado 1

NOTACIÓN CIENTÍFICA
Es frecuente que en las disciplinas científicas se trabajen con cifras muy grandes o muy
pequeñas. Por ejemplo, en 1 g de hidrógeno elemental hay aproximadamente
602 200 000 000 000 000 000 000 átomos de hidrógeno. Cada átomo de hidrógeno tiene
una masa de apenas 0.00000000000000000000000166 g
Estos números son difíciles de manejar y es muy fácil que se cometan errores al usarlos
en cálculos aritméticos. Considere la siguiente multiplicación:
0.0000000056 x 0.00000000048 = 0.000000000000000002688
Sería fácil pasar por alto un cero o añadir un cero de más luego del punto decimal. Por
consiguiente, cuando se trabaja con números muy grandes o muy pequeños se usa un
sistema llamado notación científica. Sin importar su magnitud, todos los números pueden
expresarse en la forma: N x 10n
donde N es un número entre 1 y 10, y n, el exponente, es un entero positivo o negativo.
Se dice que todo número expresado de esta manera está escrito en notación científica.
Suponga que se tiene cierto número que debe expresarse en notación científica. En lo
fundamental, se requiere encontrar n. Hay que contar el número de lugares que debe
moverse el punto decimal para obtener el número N (que está entre 1 y 10). Si el punto
decimal debe moverse a la izquierda, n es un entero positivo, y si debe desplazarse a la
derecha, n es un entero negativo. Los ejemplos siguientes ilustran el uso de la notación
científica:

Exprese 568.762 en notación científica: 568.762 = 5.68762 x 102


observe que el punto decimal se mueve dos lugares a la izquierda y n = 2.
Exprese 0.00000772 en notación científica: 0.00000772 = 7.72 x 10−6
En este caso, el punto decimal se desplaza a la derecha seis lugares y n = −6.
Apartado 2

LA TABLA PERIÓDICA

A medida que se fueron descubriendo elementos, se hizo necesario diseñar un sistema de


clasificación para organizar los. A finales del siglo XIX, los científicos eran conscientes de
que determinados elementos eran parecidos y se comportaban del mismo modo. En
1872, el químico ruso Dmitri Mendeleev ordenó los 60 elementos que se conocían en
aquel momento en grupos de propiedades similares y los colocó en función de su masa
atómica creciente. En la actualidad esta ordenación de los elementos se conoce como
tabla periódica, en la que se encuentran agrupados los elementos que tienen
propiedades químicas y físicas semejantes. Los elementos están acomodados de acuerdo
con su número atómico (que aparece sobre el símbolo del elemento), en filas
horizontales, llamadas periodos, y en columnas verticales, conocidas como grupos o
familias, de acuerdo con sus semejanzas en las propiedades químicas. Los elementos se
dividen en tres categorías: metales, no metales y metaloides. un metal es un buen
conductor del calor y la electricidad, en tanto que un no metal generalmente es mal
conductor del calor y la electricidad. un metaloide presenta propiedades intermedias
entre los metales y los no metales. La mayoría de los elementos que se conocen son
metales; sólo 17 elementos son no metales y ocho son metaloides.

Periodos y grupos
Cada fila horizontal en la tabla periódica es un periodo. El número de elementos en el
periodo va aumentando a medida que se avanza en la tabla periódica de izquierda a
derecha. Cada periodo se numera desde la parte superior de la tabla, y van desde el
periodo 1 hasta el 7. El primer periodo solo contiene los elementos hidrógeno (H) y helio
(He). El segundo periodo consta de 8 elementos: litio (Li), berilio (Be), boro (B), carbono
(C), nitrógeno (N), oxígeno (O), flúor (F) y neón (Ne). El tercer periodo, también con 8
elementos, comienza por el sodio (Na) y termina con el argón (Ar). Tanto el cuarto
periodo, que comienza por el potasio (K), como el quinto periodo, que se inicia con el
rubidio (Rb), están formados por 18 elementos. El sexto periodo, que empieza con el
cesio (Cs), tiene 32 elementos. El séptimo periodo contiene los elementos restantes.
Las columnas verticales en la tabla periódica son los grupos (o familias) de elementos, que
presentan propiedades semejantes. En la parte superior de cada columna figura el
número asignado a cada grupo. Los elementos situados en las dos primeras columnas a la
izquierda de la tabla periódica y los que se encuentran en las seis últimas columnas a la
derecha se conocen como elementos representativos o elementos de grupo principal.
Durante muchos años, a estos elementos se les han dado los números de grupo 1A-8A (en
algunas tablas periódicas estos números se escriben con números romanos). En el centro
de la tabla periódica se agrupan los elementos conocidos como elementos de transición o
metales de transición, tradicionalmente designados por la letra B. También existe una
nueva nomenclatura, que asigna los números de grupo 1 a 18, según se avanza de
izquierda a derecha en la tabla periódica. Ambos métodos de numeración son empleados
indistintamente.
En la tabla periódica el número atómico está encima del símbolo del elemento químico
correspondiente, pero para distinguir entre diferentes isótopos, escribimos un símbolo
atómico que indique el número másico en la esquina superior izquierda, y el número
atómico en la esquina inferior izquierda.

En el trabajo de laboratorio, los científicos emplean muestras que contienen muchos


átomos de un elemento. Entre estos átomos puede haber varios isótopos con sus
diferentes masas. Para trabajar con una masa adecuada, los químicos emplean un
«átomo promedio» de cada elemento. Este átomo promedio tiene una masa atómica que
es una media de la masa de todos los isótopos naturales del elemento. En la tabla
periódica, la masa atómica se indica debajo del símbolo de cada elemento.
Apartado 3
El mol

En la tienda, usted compra huevos por docena o gaseosas por caja. En una tienda de
artículos para oficina, los pedidos de lápices se hacen por gruesas y los de papel por
resmas. Términos como docena, gruesa, resma y caja sirven para contar el número de
artículos presentes. Por ejemplo, cuando usted compra una docena de huevos, usted
sabe que vendrán 12 huevos en el cartón.

Entonces el mol no es más que un número, una cantidad de moléculas o elementos.

Número de Avogadro
En química, las partículas como átomos, moléculas y iones se cuentan por medio del
término mol, una unidad que contiene 6.02 x 1023 de dichas partículas. El número de
Avogadro es un número muy grande, porque los átomos son tan pequeños que se
necesita un número extremadamente grande de átomos para tener una cantidad
suficiente que pesar y usar en reacciones químicas. El número de Avogadro se llama así
en honor del físico italiano Amedeo Avogadro.

Número de Avogadro
602 000 000 000 000 000 000 000 = 6,02 x 1023 átomos

Un mol de cualquier elemento siempre contiene un número de Avogadro de átomos. En


un mol de carbono hay 6.02 x 1023 átomos de carbono; en un mol de aluminio hay 6.02 x
1023 átomos de aluminio, y en un mol de azufre hay 6.02 x 1023 átomos de azufre.
1 mol de un elemento = 6.02 x 1023 átomos de dicho elemento
El número de Avogadro dice que un mol de un compuesto contiene 6.02 x 1023 del tipo
particular de partículas que constituyen dicho compuesto. Un mol de un compuesto
covalente contiene un número de Avogadro de moléculas. Por ejemplo, un mol de CO2
contiene 6.02 x 1023 moléculas de CO2. Un mol de un compuesto iónico contiene un
número de Avogadro de unidades fórmula, que son los grupos de iones representados
por la fórmula de un compuesto iónico. Un mol de NaCl contiene 6.02 x 1023 unidades
fórmula de NaCl (Na+, Cl-).

Masa molar
Un solo átomo o molécula es demasiado pequeño para pesarlo, ni siquiera con la báscula
de laboratorio más sensible. De hecho, se necesita un enorme número de átomos o
moléculas para tener suficiente sustancia y poder verla. Una cantidad de agua que
contiene un número de Avogadro de moléculas de agua constituye apenas unos cuantos
sorbos. En el laboratorio puede usar una báscula para pesar el número de Avogadro de
partículas o un mol de una sustancia. Para cualquier elemento, la cantidad denominada
masa molar es el número de gramos que es igual a la masa atómica de dicho elemento. Se
cuentan 6.02 x 1023 átomos de un elemento cuando se pesa el número de gramos igual a
su masa molar. Por ejemplo, el carbono tiene una masa atómica de 12.01 en la tabla
periódica. Entonces, para obtener un mol de átomos de carbono se pesarían 12.01 g de
carbono. En consecuencia, para encontrar la masa molar del carbono se observa su masa
atómica en la tabla periódica.

Masa molar de un compuesto


Para determinar la masa molar de un compuesto, multiplique la masa molar de cada
elemento por su subíndice en la fórmula y sume los resultados.
Por ejemplo, dada la siguiente formula molecular se debe calcular la masa molar:
Li2CO3
Primero averiguar en la tabla la masa molar de cada elemento:
Litio: 6,94g
Carbono: 12g
Oxigeno: 16g
Luego se debe multiplicar por la cantidad de moles de cada uno (número que se
encuentra en el subíndice de cada uno)
Li2: 6,94g x 2 = 13,9g
C: 12g x 1 =12g
O3: 16g x 3 =48g
Finalmente se suman los resultados: 13,9g + 12g + 48g = 73,9g
La masa molar de Li2CO3 es 73,9g

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