CURSO DE INGRESO
Material de lectura
Nota: Se recomienda realizar una lectura comprensiva del material y luego realizar la guía
de actividades que se adjuntará para cada clase.
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICO-QUÍMICA
LA CIENCIA
Las leyes se generan a partir de las hipótesis comprobadas, es decir que luego de probar
diversas hipótesis y comprobarlas de manera científica y reproducible, se crea una ley
general en la que sugiere que tal hecho específico en determinadas situaciones siempre
tendrá el mismo resultado.
Las ciencias formales se caracterizan por utilizar el método científico racional (deductivo),
las ciencias naturales utilizan el método científico experimental.
La física-química se encuentra dentro de las ciencias fácticas o empíricas. Estas utilizan el
método científico experimental (inductivo-deductivo).
Método científico experimental
Es el conjunto de procedimientos ordenados que tiene por finalidad corroborar los
resultados obtenidos con la hipótesis formulada.
Sus etapas son:
1. Observación: puede ser directa (mediante el empleo de los sentidos) o indirecta
(con la ayuda de procedimientos auxiliares físicos, químicos o mecánicos, como un
termómetro, un tensiómetro o un estetoscopio). Sin una observación adecuada es
imposible plantear el problema y mucho menos la solución de este.
2. Planteo del problema: son las preguntas que buscan la explicación del problema
¿cómo…? ¿Por qué…?
3. Hipótesis: es la explicación probable del problema, se caracteriza por ordenar la
información disponible (sistematización) del fenómeno y a partir de ellas
establecer explicaciones probables.
4. Experimentación: se realizan experimentos reglados cuyos datos deben ser
analizados mediante el empleo de procedimientos estadísticos adecuados,
capaces de ser repetibles, para comprobar o rechazar la hipótesis. Se ponen en
juego el diseño experimental (cantidad de muestras y forma de obtención de las
muestras, variables, duración, costos); ejecución, (todos los investigadores deben
seguir los mismos pasos); recolección de datos (precisión); análisis de los datos
(estadísticamente a fin de descartar las variables no significativas); extracción de
las conclusiones (se confirma o no la hipótesis).
5. Teoría: es la hipótesis comprobada.
6. Ley: se transforma la explicación en ley. Es una fórmula general que permite
predecir con anterioridad los hechos que ocurrirán en condiciones especificadas.
Medidas
Prácticamente todas las actividades de enfermería implican la toma de medidas. Cuando
se reciben las indicaciones de un médico para administrar una medicación, primero se
verifican, después se extrae el volumen adecuado para una inyección intravenosa o para
preparar un vial con la dosis necesaria. Algunas dosis se especifican según el peso del
paciente; en estos casos, se mide su peso y se prepara la dosis adecuada. El personal de
enfermería toma medidas cuando controla la temperatura, el peso, la altura o la presión
arterial. Las medidas se emplean para determinar las cantidades necesarias para preparar
las inyecciones o medicación y para conocer los volúmenes de líquidos ingeridos y
excretados. Tras cada medición, las cantidades y unidades quedan registradas en el
historial del paciente.
Las medidas son una parte fundamental de carreras sanitarias como Enfermería. La
temperatura, el peso y la altura de los pacientes se miden y se registran en sus historiales.
También se recogen muestras de sangre y orina que se envían al laboratorio para que los
técnicos midan los valores de glucosa, pH, urea o proteínas. Al aprender acerca de las
medidas, desarrollarás habilidades para la resolución de problemas y aprenderás a
trabajar con los números en física y química y serán una parte importante de la valoración
de la salud que realices a tus futuros pacientes.
Medir es determinar cuántas veces entra una magnitud en una unidad elegida como
patrón.
Para medir se debe tener en cuenta:
1. ¿Qué mido? (masa, temperatura, velocidad, etc.)
2. ¿Con qué lo comparo? (unidad)
3. ¿Qué número se obtuvo? (número de la medida)
Por lo cual, cuando se realiza una medición se debe indicar que se está midiendo, con que
se compara (unidad) y que número se obtiene. Ej.: presión arterial 120/80mmHg.
Para poder realizar una medición y que sea comprendida por otras personas, se crean
sistemas de unidades, que son agrupaciones de unidades correspondientes a las distintas
magnitudes. Para ello se determinó el patrón y su unidad de manera de que se hable de la
misma manera en todo el mundo.
UNIDADES DE MEDICIÓN
Los científicos y los profesionales de la salud en todo el mundo emplean el sistema
métrico, que es el sistema de medida en la mayoría de países. En 1960, los científicos
adoptaron una modificación del sistema métrico, llamada Sistema Internacional de
Unidades (SI) con el objetivo de conseguir una uniformidad adicional de las unidades
empleadas en las disciplinas científicas.
Magnitudes: son el producto de un número por una unidad. Pueden ser base o
fundamentales (longitud, masa, tiempo, corriente eléctrica, temperatura, intensidad
luminosa y cantidad de sustancia) o derivadas (se producen por operaciones matemáticas
con las magnitudes base).
También se clasifican en vectoriales (tienen una determinada dirección e intensidad,
como la fuerza) o escalares (no tiene dirección, se describen calculándolas a través de una
fórmula, como la temperatura o el volumen).
Unidades derivadas: se forman a partir de dos o más unidades base, por medio de
operaciones matemáticas elementales (multiplicación, división y potenciación).
Ej.: Superficie: m x m= m2
Volumen: m x m x m=m3
Densidad: masa/volumen= Kg/m3
Masa
La masa de un objeto es la medida de la cantidad de sustancia que este posee. En
general, se asocia el término peso a la masa, pero son cosas distintas. El peso es la
medida de la fuerza con la cual un cuerpo actúa sobre un punto de apoyo a causa de la
atracción de este cuerpo por la fuerza de la gravedad. Sobre la superficie de la Tierra, un
astronauta con una masa de 75,0 kg pesa 735 Newton (N). En la luna, donde la fuerza de
la gravedad es de solo la sexta parte que la de la Tierra, un astronauta pesa 122 N. Sin
embargo, su masa es idéntica a la que tenía en la Tierra, 75,0 kg. Los científicos miden la
masa en lugar del peso, ya que la masa no depende de la gravedad.
En el sistema métrico, la unidad de masa es el gramo (g). La unidad de masa del SI es el
kilogramo (kg) y se emplea para masas mayores, como la del cuerpo humano.
Muchas de las tareas diarias de enfermería requieren la comprensión de esta unidad de
medición y sus submúltiplos:
1 Kg = 1000 g
1 g = 1000 mg
Tiempo
El tiempo normalmente se mide en años, días, minutos o segundos. La unidad de tiempo
utilizada tanto en el sistema métrico como en el SI es el segundo (s).
1 día = 24 h
1 h = 60 min
1 min = 60 s
Temperatura
Habitualmente, utilizamos termómetros para comprobar lo caliente que está alguna cosa,
para medir el frío que hace en la calle o para saber si tenemos fiebre. La temperatura de
un objeto nos indica lo caliente que está. En el sistema métrico la temperatura se mide en
la escala Celsius. En la escala de temperatura Celsius (°C), el agua se congela a 0 °C y entra
en ebullición a 100 °C.
Superficie
Una unidad derivada de la longitud es la superficie, esta se obtiene a partir de la
multiplicación de dos longitudes, como el largo y el ancho. Por ejemplo, si necesitamos
saber la cantidad de cerámicos que requiere una habitación debemos medir en el piso,
supongamos que el largo es de 4 metros y el ancho es de 3 metros, eso implica que la
habitación tiene una superficie de 12m2 y compraremos ese metraje de cerámicos.
La superficie se utiliza para otras unidades derivadas como la presión.
Volumen
La unidad de longitud del SI es el metro (m) y la unidad derivada del SI para volumen es el
metro cúbico (m3). No obstante, en ciencias de la salud se suele trabajar con volúmenes
mucho más pequeños, como el centímetro cúbico (cm3) y el decímetro cúbico (dm3):
1 cm3 = (1 × 10−2 m3) = 1 × 10−6m3 1 dm3 = (1 × 10−1m3) = 1 × 10−3 m3
Otra unidad de volumen muy usada en carreras de salud es el litro (L). un litro es el
volumen que ocupa un decímetro cúbico. Un volumen de un litro es igual a 1 000
mililitros (ml) o 1 000 cm3: 1 L = 1 000 ml = 1 000 cm3 = 1 dm3
y un mililitro es igual a un centímetro cúbico: 1 mL = 1 cm 3
Densidad
La densidad es una propiedad intensiva y no depende de la cantidad de masa presente,
por lo que la proporción de masa sobre volumen permanece sin cambio para un material
dado; en otras palabras, el volumen aumenta conforme lo hace la masa. Usualmente la
densidad depende de la temperatura.
Un ejemplo común es la pregunta: ¿Qué pesa más, 1 Kg de plomo o 1Kg de plumas?
Obviamente ambos pesan lo mismo, 1Kg, pero el volumen que ocupan ambos es
diferente, conforme aumente la cantidad de Kg, aumentará proporcionalmente su
volumen, es decir, que tienen diferente densidad. Y si ponemos estos mismos elementos
en una pileta con agua ¿Qué ocurriría? El plomo inmediatamente se hundirá y las plumas
flotarán. Esto ocurre porque el plomo es más denso que el agua y las plumas tienen una
densidad menor.
¿Y la temperatura cómo influye? En la mayoría de las sustancias al aumentar la
temperatura, la sustancia tiende a expandirse, por consiguiente, tiene más volumen, pero
la misma masa. El asfalto de las calles tiene cortes unidos por brea, de no tener esos
cortes al calentarse por el sol el asfalto se expandiría y rompería, la brea puede “fluir” y
permite que el asfalto se expanda.
Así mismo vemos que el aceite flota en el agua, eso ocurre porque este tiene una
densidad menor que el agua.
El agua es la excepción a este principio, ya que a temperatura ambiente es más densa que
a 0º, cuando se llena un recipiente con agua y se lo congela ocupa más lugar que en
estado líquido, el hielo es menos denso que el agua líquida, por eso flota en un vaso con
agua…
La unidad derivada del SI para la densidad es el kilogramo por metro cúbico (kg/m3). Esta
unidad resulta demasiado grande para muchas aplicaciones químicas. En consecuencia,
los gramos por centímetro cúbico (g/cm3) y su equivalente de gramos por mililitro (g/ml)
se usan más frecuentemente para las densidades de sólidos y líquidos. La densidad de los
gases tiende a ser muy baja, de modo que se expresa en gramos por litro (g/l):
1 g/cm3 = 1 g/ml = 1 000 kg/m3 1 g/L = 0.001 g/ml
La ecuación para la densidad es:
densidad = masa/volumen
Movimiento
Todo se mueve, pero el movimiento es relativo, cuando estudiamos el movimiento de un
objeto lo describimos respecto a otro objeto, pero no se considera el movimiento
constante por ejemplo el de las moléculas que componen al objeto o aquel que se
produce por la rotación constante de la Tierra.
Rapidez: es la medida de que tan aprisa se desplaza un objeto. Se mide la distancia
recorrida en un período de tiempo. Ej.: Km/h o m/s. No especifica dirección. Es un
movimiento lineal.
Velocidad: es la rapidez en una determinada dirección. Cuando nos referimos a una
velocidad constante significa la misma rapidez en la misma dirección. Si cambia la rapidez
o la dirección, cambia la velocidad.
Aceleración: es la razón de cambio de la velocidad. Es la medida de cómo cambia la
velocidad respecto al tiempo. Cambio de velocidad/intervalo de tiempo=
m/s = m/s2
s
Fuerza
La fuerza es una magnitud vectorial que mide la intensidad del intercambio de momento
lineal entre dos partículas o sistemas de partículas, tiene una dirección produce un
movimiento en la materia (puede ser un impulso o una atracción), es capaz de deformar
los cuerpos (efecto estático), modificar su velocidad o vencer su inercia y ponerlos en
movimiento si estaban inmóviles (efecto dinámico). En este sentido la fuerza puede
definirse como toda acción o influencia capaz de modificar el estado de movimiento o de
reposo de un cuerpo (imprimiéndole una aceleración que modifica el módulo o la
dirección de su velocidad). Según una definición clásica, fuerza es todo agente capaz de
modificar la cantidad de movimiento o la forma de los materiales.
En el Sistema Internacional de Unidades, la unidad de medida de fuerza es el newton que
se representa con el símbolo: N, el newton es una unidad derivada que se define como la
fuerza necesaria para proporcionar una aceleración de 1 m/s² a un objeto de 1 kg de
masa. Entonces la fuerza se expresa masa por aceleración (m.a) = N=kg.m/s2
Leyes de Newton:
1. Todo cuerpo se mantiene en su estado de reposo o movimiento uniforme y
rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas
sobre él.
Fricción: es la fuerza ejercida por los objetos en contacto, actúan siempre en sentido
contrario.
Peso
El peso es una fuerza, que equivale a la masa del objeto por la aceleración de la gravedad.
Recuerda que la masa se expresa en Kg y la aceleración de la gravedad es de 9,8m/s2. Se
designa para el peso la unidad kilogramo fuerza (Kgf), aunque generalmente se dice Kg de
manera errónea.
Entonces: peso= m x g = Kg x m/s2 1Kgf= 9,8N
Presión
Es la cantidad de fuerza ejercida en una unidad de área.
P= F = Kg.m/s2 = N =Pascal
A m2 m2
La fuerza se mide en Newton y el área en metros cuadrados, entonces la presión se mide
en N sobre metro cuadrado conocido como Pascales.
Para ilustrar la diferencia entre presión y fuerza considera los dos bloques idénticos pero
uno está parado sobre su extremo y el otro descansa sobre un lado. Ambos tienen el
mismo peso y, por ende, ejercen la misma fuerza en la superficie (si los dos estuvieran
sobre una báscula de baño, con cada uno marcaría lo mismo); pero el bloque vertical
ejerce una mayor presión contra la superficie. Si ese bloque se volteara de manera que
sólo tocara la mesa en una esquina, la presión sería todavía mayor.
Presión de líquidos:
Cuando nadas bajo el agua sientes la presión de esta contra los tímpanos. Cuanto más
profundo te sumerjas, mayor será la presión. La presión que sientes se debe al peso del
agua que está arriba de ti. Conforme nadas más profundo hay más agua sobre ti y, en
consecuencia, hay más presión. La presión que un líquido ejerce depende de la
profundidad. La presión de un líquido también depende de la densidad del líquido. Si te
sumergieras en un líquido más denso que el agua la presión sería mayor. La presión de un
líquido es exactamente igual al producto de la densidad de peso por la profundidad:
Presión del líquido = densidad del peso x profundidad. Dicho con sencillez, la presión
que ejerce un líquido contra las paredes y el fondo de un recipiente depende de la
densidad y la profundidad del líquido.
Este mismo principio aplica con los gases, ya que también son fluidos, así como la presión
del agua está determinada por su peso, la presión atmosférica se debe al peso del aire.
Imagina un tubo hueco de 1m2 desde la atmósfera hasta la tierra (a nivel del mar) El peso
de este aire es de aproximadamente 100,000 newtons (105N). Este peso causa una
presión de 100,000 newtons por metro cuadrado, que equivalen a 100,000 pascales o a
100 kilopascales. Con más exactitud, la presión atmosférica promedio al nivel del mar es
de 101.3 kilopascales (101.3 kPa). La presión de la atmósfera no es uniforme. Además de
su variación con la altitud, también hay variaciones de la presión atmosférica en cualquier
localidad, debidas a que hay frentes meteorológicos y tormentas en movimiento.
La presión atmosférica puede medirse con un barómetro. A una presión de exactamente
1 atmósfera (atm), una columna de mercurio en un tubo de vidrio invertido tendría
exactamente una altura de 760 mm. Una atmósfera (atm) se define como exactamente
760 mmHg (milímetros de mercurio). Una atmósfera también es 760 torr, una unidad de
presión denominada así en honor de Evangelista Torricelli, el inventor del barómetro.
Puesto que las unidades de torr y mmHg son iguales, se usan de manera indistinta.
En unidades SI, la presión se mide en pascales (Pa); 1 atm es igual a 101 325 Pa.
desde la atmósfera a la altura del monte
es mucho menor que a nivel del mar, por
esto la presión del aire será menor. Este
es el motivo porque nos apunamos, ya
que no hay suficiente presión de aire,
(especialmente oxígeno) para satisfacer
nuestras necesidades.
Energía
Al igual que el trabajo, la energía se expresa en joules. Aparece en muchas formas, una de
las formas más comunes es la energía mecánica, que es la forma de energía debida a la
posición o el movimiento de algo. La energía mecánica puede estar en forma de energía
potencial, de energía cinética o de la suma de ambas.
Un objeto puede almacenar energía gracias a su posición. A la energía que se almacena y
está lista para utilizarse se le llama energía potencial (EP), ya que en su estado
almacenado tiene el potencial de efectuar trabajo. Por ejemplo, un resorte estirado o
comprimido tiene el potencial de hacer trabajo. Cuando se tensa un arco, éste almacena
energía. Una banda de goma estirada tiene energía potencial debido a su posición relativa
con respecto a las partes, porque si es parte de una resortera, es capaz de efectuar
trabajo. La energía química de los combustibles también es energía potencial, ya que en
realidad es energía de posición en el nivel microscópico. Está disponible cuando se alteran
las posiciones de las cargas eléctricas dentro y entre las moléculas; esto es, cuando se
produce un cambio químico. Cualquier sustancia que pueda efectuar trabajo por medio
de acciones químicas posee energía potencial. Esta energía caracteriza los combustibles
fósiles, los acumuladores eléctricos y el alimento que ingerimos.
Se requiere trabajo para elevar objetos en contra de la gravedad terrestre. La energía
potencial de un cuerpo a causa de su posición elevada se llama energía potencial
gravitacional. El agua de una presa, o el tanque de agua de tu casa, tienen energía
potencial gravitacional. Siempre que se realice trabajo, cambia la energía. La cantidad de
energía potencial gravitacional que tiene un objeto elevado es igual al trabajo realizado
para elevarlo en contra de la gravedad. El trabajo efectuado es igual a la fuerza necesaria
para moverlo hacia arriba, por la distancia vertical que sube (recuerda que T = F.d). Una
vez que comienza el movimiento hacia arriba, la fuerza hacia arriba para mantenerlo en
movimiento a velocidad constante es igual al peso (recuerda p=m.g), del objeto.
Entonces, el trabajo efectuado para subirlo a una altura (h) es el producto m.g.h.
Energía potencial gravitacional = peso x altura EP = mgh
La energía potencial, sea gravitacional o cualquiera otra, tiene importancia sólo cuando
cambia, es decir, cuando efectúa trabajo o se transforma en energía de alguna otra
forma.
Energía cinética
Si empujamos un objeto lo podemos mover. Si un objeto se mueve, entonces, es capaz de
efectuar trabajo. Tiene energía de movimiento y decimos que tiene energía cinética (EC).
La energía cinética de un objeto depende de su masa y de su rapidez. Es igual a la mitad
de la masa multiplicada por el cuadrado de la rapidez.
Por ejemplo: La energía potencial de un arco tenso es igual al trabajo (fuerza promedio x
distancia) que efectuó al retrasar la flecha hasta su posición de disparo. Cuando la suelta,
la mayoría de la energía potencial del arco tensado se transformará en energía cinética de
la flecha.
Termodinámica
Energía interna es como se conoce a la suma de todas las formas de energías (cinética,
potencial) presentes en una sustancia o cuerpo. Cuando dos cuerpos u objetos se
encuentran en contacto térmico uno con otro, habrá transferencia de energía y cuando
alcanzan la misma temperatura, el calor deja de fluir entre ellos, alcanzan el equilibrio
térmico.
No existe el frío solo la ausencia del calor, los objetos no están fríos, tienen menor
temperatura que otro, no transferirá calor, lo recibirá.
La energía calórica que se mide en calorías (1caloría equivale a 4,18 joules), que es la
cantidad de calor necesario para aumentar 1*C la temperatura de un gramo de agua.
1kilocaloría son 1000 calorías.
Transferencia de calor: Se realiza varios mecanismos
Convección: es propiedad de los fluidos. Dentro de la masa del líquido o gas, debido a la
densidad de las regiones más calientes (menos densas) con respecto a las frías (más
densas), lo que determina el ascenso de las primeras y descenso de las últimas.
La materia es todo lo que ocupa espacio y tiene masa. La materia incluye lo que podemos
ver y tocar (como el agua, la tierra y los árboles) y lo que no podemos ver ni tocar (como
el aire).
Se distinguen varios subtipos de materia con base en su composición y propiedades. La
clasificación de la materia incluye sustancias, mezclas, elementos y compuestos, además
de los átomos y moléculas.
Una sustancia es una forma de materia que tiene composición definida (constante) y
propiedades distintivas. Son ejemplos de ello el agua, amoniaco, azúcar de mesa
(sacarosa), oro y oxígeno. Las sustancias difieren entre sí por su composición y se pueden
identificar según su aspecto, color, sabor y otras propiedades. una mezcla es una
combinación de dos o más sustancias en la que éstas conservan sus propiedades. algunos
ejemplos familiares de ello son el aire, las bebidas gaseosas, la leche y el cemento. Las
mezclas no poseen composición constante. Por tanto, las muestras de aire obtenidas en
distintas ciudades probablemente diferirán en su composición a causa de diferencias de
altitud, contaminación atmosférica, etcétera. Las mezclas pueden ser homogéneas o
heterogéneas. Cuando se disuelve una cucharada de azúcar en agua, se obtiene una
mezcla homogénea, en la que la composición de la mezcla es uniforme. Sin embargo, al
mezclar arena con virutas de hierro, tanto una como las otras se mantienen separadas. En
tal caso, se habla de una mezcla heterogénea porque su composición no es uniforme.
Cualquier mezcla, sea homogénea o heterogénea, se puede formar y luego separar por
medios físicos en sus componentes puros sin cambiar la identidad de tales componentes.
así pues, el azúcar se puede recuperar de una disolución acuosa al calentar esta última y
evaporarla por completo. La condensación del vapor permite recuperar el agua. En
cuanto a la separación de la mezcla hierro-arena, es posible usar un imán para separar las
virutas de hierro, ya que el imán no atrae a la arena misma. Después de la separación, los
componentes de la mezcla tendrán la misma composición y propiedades que al principio.
Las sustancias pueden ser elementos o compuestos. Un elemento es una sustancia que
no se puede separar en otras más sencillas por medios químicos. Hasta la fecha se han
identificado 117 elementos. La mayoría de ellos se encuentran de manera natural en la
Tierra. Los otros se han obtenido por medios científicos mediante procesos nucleares.
Por conveniencia, los químicos usan símbolos de una o dos letras para representar a los
elementos. La primera letra del símbolo siempre es mayúscula, no así la letra siguiente.
Por ejemplo, Co es el símbolo del elemento cobalto, en tanto que CO es la fórmula de la
molécula monóxido de carbono. Los símbolos de algunos elementos se derivan de su
nombre en latín, por ejemplo, au de aurum (oro), Fe de ferrum (hierro) y Na de natrium
(sodio), en cambio, en muchos otros casos guardan correspondencia con su nombre en
inglés.
Los átomos de muchos elementos pueden interactuar entre sí para formar compuestos.
Por ejemplo, la combustión del hidrógeno gaseoso con el oxígeno gaseoso forma agua,
cuyas propiedades difieren claramente de las correspondientes a los elementos que la
forman. El agua consiste en dos partes de hidrógeno por una de oxígeno. Esta
composición no se modifica, sin importar que el agua provenga de un grifo en Buenos
Aires, de un lago en Brasil o de las capas de hielo de marte. Así pues, el agua es un
compuesto, o sea, una sustancia formada por átomos de dos o más elementos unidos
químicamente en proporciones fijas. A diferencia de las mezclas, los compuestos sólo se
pueden separar en sus componentes puros por medios químicos.
Al menos en principio, todas las sustancias pueden existir en tres estados: sólido, líquido y
gaseoso. Los gases difieren de los líquidos y sólidos en la distancia que media entre las
moléculas.
En un sólido, las moléculas se mantienen juntas de manera ordenada, con escasa libertad
de movimiento, las fuerzas de atracción muy fuertes mantienen las partículas juntas y
muy cercanas. Estas se encuentran dispuestas según un patrón rígido, de forma que solo
pueden vibrar lentamente en sus posiciones fijas, lo que proporciona al sólido una forma
y un volumen definidos. Esta estructura rígida forma en muchos sólidos un cristal, como
en los casos del cuarzo y la amatista.
Las moléculas de un líquido están cerca
unas de otras, sin que se mantengan en
una posición rígida, por lo que pueden
moverse, las partículas tienen la
suficiente energía como para moverse
libremente en direcciones aleatorias.
Todavía se mantienen muy cerca unas de
otras, y existen atracciones suficientes
como para mantener un volumen
definido, pero no forman una estructura
rígida. Mantiene su propio volumen,
pero adquiere la forma del recipiente.
En un gas, las moléculas están separadas entre sí por distancias grandes en comparación
con el tamaño de las moléculas mismas, las moléculas se mueven a gran velocidad, lo que
genera grandes distancias entre ellas. Este comportamiento permite a los gases ocupar
todo el recipiente en el que se encuentren.
Cambios de estado
Son posibles las conversiones entre los tres estados de la materia sin que cambie la
composición de la sustancia. Al calentar un sólido (por ejemplo, el hielo) se funde y se
transforma en líquido (agua) (la temperatura en la que ocurre esa transición se denomina
punto de fusión) Su calentamiento adicional convierte al líquido en gas (esta conversión
sobreviene en el punto de ebullición del líquido) Por otra parte, el enfriamiento de un gas
hace que se condense en la forma de líquido. Al enfriar adicionalmente este líquido, se
congela a su forma sólida. Advierta que las propiedades del agua son únicas entre las
sustancias comunes, ya que las moléculas en su estado líquido están más cerca unas de
otras que en el estado sólido.
Desde épocas remotas, los humanos se han interesado por la naturaleza de la materia.
Nuestras ideas modernas sobre la estructura de la materia se basan en la teoría atómica
de Dalton, de principios del siglo XIX. En la actualidad sabemos que toda la materia está
formada por átomos, moléculas y iones. La química siempre se relaciona, de una u otra
forma, con estas especies.
En el siglo V a.c., el filósofo griego Demócrito expresó la idea de que toda la materia
estaba formada por muchas partículas pequeñas e indivisibles que llamó átomos (que
significa indestructible o indivisible). A pesar de que la idea de Demócrito no fue aceptada
por muchos de sus contemporáneos (entre ellos platón y Aristóteles), ésta se mantuvo.
Las evidencias experimentales de algunas investigaciones científicas apoyaron el
concepto del “atomismo”, lo que condujo, de manera gradual, a las definiciones
modernas de elementos y compuestos. En 1808, el científico inglés, profesor John Dalton,
formuló una definición precisa de las unidades indivisibles con las que está formada la
materia y que llamamos átomos. El trabajo de Dalton marcó el principio de la era de la
química moderna. Las hipótesis sobre la naturaleza de la materia, en las que se basa la
teoría atómica de Dalton, pueden resumirse como sigue:
1. Los elementos están formados por partículas extremadamente pequeñas llamadas
átomos.
2. Todos los átomos de un mismo elemento son idénticos, tienen igual tamaño, masa y
propiedades químicas. Los átomos de un elemento son diferentes a los átomos de todos
los demás elementos.
3. Los compuestos están formados por átomos de más de un elemento. En cualquier
compuesto, la relación del número de átomos entre dos de los elementos presentes
siempre es un número entero o una fracción sencilla.
4. una reacción química implica sólo la separación, combinación o reordenamiento de los
átomos; nunca supone la creación o destrucción de los mismos.
El concepto de Dalton sobre un átomo es mucho más detallado y específico que el
concepto de Demócrito. La segunda hipótesis establece que los átomos de un elemento
son diferentes de los átomos de todos los demás elementos. Dalton no intentó describir
la estructura o composición de los átomos. Tampoco tenía idea de cómo era un átomo,
pero se dio cuenta de que la diferencia en las propiedades mostradas por elementos
como el hidrógeno y el oxígeno sólo se puede explicar a partir de la idea de que los
átomos de hidrógeno son distintos de los átomos de oxígeno. La tercera hipótesis sugiere
que para formar determinado compuesto no sólo se necesitan los átomos de los
elementos correctos, sino que es indispensable un número específico de dichos átomos.
Esta idea es una extensión de una ley publicada en 1799 por el químico francés Joseph
Proust. La ley de las proporciones definidas de Proust establece que muestras diferentes
de un mismo compuesto siempre contienen los mismos elementos y en la misma
proporción de masa. Así, si se analizan muestras de dióxido de carbono gaseoso
obtenidas de diferentes fuentes, en todas las muestras se encontrará la misma
proporción de masa de carbono y oxígeno. Entonces, si la proporción de las masas de los
diferentes elementos de un compuesto es una cantidad fija, la proporción de los átomos
de los elementos en dicho compuesto también debe ser constante. La tercera hipótesis
de Dalton confirma otra importante ley, la ley de las proporciones múltiples. Según esta
ley, si dos elementos pueden combinarse para formar más de un compuesto, la masa de
uno de los elementos que se combina con una masa fija del otro mantiene una relación
de números enteros pequeños. La teoría de Dalton explica la ley de las proporciones
múltiples de manera muy sencilla: diferentes compuestos formados por los mismos
elementos difieren en el número de átomos de cada clase. por ejemplo, el carbono forma
dos compuestos estables con el oxígeno, llamados monóxido de carbono y dióxido de
carbono. Las técnicas modernas de medición indican que un átomo de carbono se
combina con un átomo de oxígeno en el monóxido de carbono, y con dos átomos de
oxígeno en el dióxido de carbono. De esta manera, la proporción de oxígeno en el
monóxido de carbono y en el dióxido de carbono es 1:2. Este resultado concuerda con la
ley de las proporciones múltiples.
La cuarta hipótesis de Dalton es una forma de enunciar la ley de la conservación de la
masa, la cual establece que la materia no se crea ni se destruye. Debido a que la materia
está formada por átomos, que no cambian en una reacción química, se concluye que la
masa también se debe conservar.
Con base en la teoría atómica de Dalton, un átomo se define como la unidad básica de un
elemento que puede intervenir en una combinación química. Dalton describió un átomo
como una partícula extremadamente pequeña e indivisible. Sin embargo, una serie de
investigaciones iniciadas alrededor de 1850, y que continuaron hasta el siglo XX,
demostraron claramente que los átomos tienen una estructura interna, es decir, que
están formados por partículas aún más pequeñas, llamadas partículas subatómicas. Estas
investigaciones condujeron al descubrimiento de tres partículas: electrones, protones y
neutrones.
Algunas de estas partículas subatómicas fueron descubiertas porque poseen carga
eléctrica, que puede ser positiva o negativa. También podemos comprobar
experimentalmente cómo las cargas del mismo signo se repelen y tienden a alejarse una
de la otra.
En 1897, el físico inglés J. J. Thomson descubrió mediante un experimento con rayos
catódicos que ciertas partículas subatómicas tenían carga negativa. En experimentos
adicionales, se comprobó que estas partículas, denominadas electrones, eran mucho más
pequeñas que el átomo, y extremadamente ligeras. Pero los átomos son especies
neutras, y los científicos pronto descubrieron que el átomo también contiene partículas
cargadas positivamente, denominadas protones, que son mucho más pesadas que los
electrones. Posteriores investigaciones arrojaron como resultado que los protones debían
de estar contenidos en una pequeña región cargada positivamente en el centro del
átomo, que se denominó núcleo. Los científicos también observaron que la masa del
núcleo era muy superior a la masa de los protones que lo integran, y predijeron la
existencia de otras partículas subatómicas que finalmente fueron identificadas y
denominadas neutrones, dado que son de carácter neutro. Por tanto, la masa de
protones y neutrones determina la masa del núcleo.
Masa del átomo
Todas las partículas subatómicas son extremadamente pequeñas si se comparan con
cualquier objeto de nuestro alrededor. Un protón tiene una masa de 1,7 X 10 24 g, y la del
neutrón es de magnitudes similares. La masa del electrón es muy inferior a estos valores.
Para expresar masas tan minúsculas de un modo más fácil, los químicos emplean la
unidad denominada unidad de masa atómica (u). Una u se define como la doceava parte
de la masa del átomo de carbono, con 6 protones y 6 neutrones. En biología, la unidad de
masa atómica se llama dalton, en honor a John Dalton. En la escala u, tanto el protón
como el neutrón tienen una masa de alrededor de 1 u. Como la masa del electrón es tan
pequeña, normalmente se ignora a la hora de hacer cálculos de masa atómica.
Isótopos
Sabemos que todos los átomos de un mismo elemento tienen el mismo número de
protones y electrones. Sin embargo, los átomos de cualquier elemento no son
completamente idénticos, ya que pueden diferir en su número de neutrones.
Se llama isótopos a los átomos de un mismo elemento que tienen distinto número de
neutrones. Por ejemplo, todos los átomos del elemento magnesio (Mg) tienen 12
protones. Sin embargo, algunos átomos de magnesio tienen 12 neutrones, otros tienen
13, y los hay con 14 neutrones. Estas diferencias en el número de neutrones hacen que
los átomos de magnesio tengan números másicos diferentes, pero el mismo
comportamiento químico. Los tres isótopos de magnesio tienen el mismo número
atómico, pero distinto número másico.
Orbitales
Un orbital es una región del espacio alrededor del núcleo donde existe una elevada
probabilidad de que se encuentre el electrón. Cada orbital puede alojar un máximo de 2
electrones. Existen diferentes tipos de orbitales. Un orbital s es esférico, con el núcleo en
el centro; hay un orbital s en cada nivel energético electrónico.
Los orbitales p tienen dos lóbulos. Comenzando por el segundo nivel energético
electrónico, hay tres orbitales p orientados en las tres direcciones del espacio (x, y y z)
alrededor del núcleo. A partir del tercer nivel energético, también hay orbitales d, y en el
cuarto nivel energético y superiores, orbitales f.
Dos átomos que se aproximan el uno al otro: la primera interacción se producirá entre los
electrones situados en los niveles energéticos superiores. De hecho, los químicos han
determinado que las propiedades químicas de los elementos más representativos se
deben fundamentalmente a estos electrones situados en las capas más externas, que se
conocen como electrones de valencia. Los números de grupo 1A-8A indican el número de
electrones de valencia (externos) para cada elemento en la columna vertical. Por ejemplo,
los elementos del grupo 1A (1) como litio, sodio y potasio, tienen un electrón en su nivel
energético más externo. Los elementos del grupo 2A (2), los metales alcalinotérreos,
tienen dos electrones de valencia. Los halógenos en el grupo 7A (17) tienen siete
electrones de valencia.
Energía de ionización
Los electrones se encuentran dentro del átomo debido a la atracción del núcleo. Por
tanto, para sacar un electrón del átomo es necesario aplicar una energía. La energía de
ionización es la energía que se requiere para extraer el electrón más débilmente unido a
un átomo en su estado gaseoso (g). Cuando se arranca un electrón a un átomo neutro, se
forma una partícula denominada catión, que tiene carga 1+.
La energía de ionización disminuye al descender en un grupo. La atracción nuclear
decrece cuando los electrones están más alejados del núcleo, y por tanto es menor la
energía necesaria para extraerlos. En un periodo, la energía de ionización aumenta de
izquierda a derecha, ya que a medida que aumenta la carga positiva en el núcleo es
necesario un mayor aporte de energía para arrancar un electrón. En el periodo 1, los
electrones de valencia están muy próximos al núcleo y son por tanto difíciles de extraer.
El H y el He tienen energías de ionización muy elevadas, ya que se requiere una gran
cantidad de energía para arrancar un electrón tan próximo al núcleo. La energía de
ionización del He es la mayor de todos los elementos, ya que el He tiene un nivel
energético completo y muy estable que sería fuertemente desestabilizado por la
extracción de un electrón. Las elevadas energías de ionización de los gases nobles son
indicativas de lo estables que son sus niveles electrónicos. En general, la energía de
ionización es baja para los metales y alta para los no metales.
Electronegatividad
La electronegatividad es la capacidad de un átomo para atraer los electrones de un
enlace. Los no metales tienen mayores electronegatividades, ya que tienen una mayor
capacidad de atraer electrones que los metales. Los no metales con mayor
electronegatividad son el flúor -en la posición más alta del grupo 7A (17)- y el oxígeno -en
la posición superior del grupo 6A (16). El metal cesio, el último del grupo 1A, tiene la
electronegatividad más baja. También las electronegatividades de los metales de
transición son bajas. Los átomos más pequeños tienden a tener electronegatividades más
elevadas, ya que los electrones de valencia que comparten están más próximos a sus
núcleos. La electronegatividad se incrementa de izquierda a derecha en los periodos y de
abajo arriba en los grupos. Para los gases nobles no existen valores de electronegatividad,
ya que solo en raras ocasiones forman enlaces.
Iones positivos
En el enlace iónico, los electrones de valencia de un metal se transfieren a un átomo no
metálico. Debido a las bajas energías de ionización de los elementos de los grupos 1A (1),
2A (2) y 3A (3), los átomos metálicos pierden fácilmente sus electrones de valencia, lo que
posibilita su transferencia a átomos no metálicos. Estos elementos adquieren así la
configuración electrónica de un gas noble —generalmente 8 electrones— y forman iones
con cargas positivas. Por ejemplo, cuando un átomo de sodio pierde su único electrón de
valencia, adquiere la configuración electrónica del gas noble neón. Al perder un electrón,
el sodio tiene 10 electrones en lugar de 11, y como en el núcleo sigue habiendo 11
protones, este átomo deja de ser neutro: se ha convertido en un ion sodio y presenta
carga eléctrica —llamada en este caso carga eléctrica de 1+. En el símbolo químico del ion
sodio, la carga iónica se escribe en la esquina superior derecha, quedando representado
como Na+.
En los compuestos iónicos, los metales pierden electrones de valencia y forman iones
cargados positivamente, que también se llaman cationes. El magnesio, un metal del grupo
2A (2), adquiere la configuración electrónica de tipo gas noble, como el neón, al perder 2
electrones de valencia, formando un ión positivo con una carga iónica de 2+. Los iones
metálicos se nombran con el nombre de su elemento. Así, el Mg2+ se nombra como ion
magnesio.
Iones negativos
Los no metales forman iones negativos al ganar electrones de valencia para completar su
octeto. Por ejemplo, un átomo de cloro, con 7 electrones de valencia, gana un electrón
para completar su octeto y adquirir así la configuración electrónica del gas noble argón. Al
ganar un electrón, el átomo de cloro se convierte en una especie llamada ion cloruro (Cl -),
que tiene una carga de 1-. Los iones con carga negativa se denominan aniones. Para
nombrar los aniones se emplea la terminación uro, que reemplaza la última sílaba o vocal
del nombre del elemento correspondiente.
IONES DE IMPORTANCIA EN EL ORGANISMO
Los fluidos corporales tienen un buen número de iones que desempeñan importantes
fundones fisiológicas y metabólicas.
ENLACES COVALENTES
Los átomos no metálicos tienen energías de ionización elevadas y no ceden electrones
fácilmente, por tanto, en los compuestos covalentes, los electrones no se transfieren de
un átomo a otro, sino que son compartidos entre átomos no metálicos para lograr su
estabilización. Cuando los átomos comparten electrones forman moléculas.
La molécula covalente más sencilla es el hidrógeno gaseoso, H2. Cuando 2 átomos de
hidrógeno están lo suficientemente alejados entre sí, no existe entre ellos ninguna
atracción. Sin embargo, a medida que se van acercando, la carga positiva de cada núcleo
atrae al electrón del otro átomo. Esta atracción acerca cada vez más los átomos, hasta
que pasan a compartir un par de electrones de valencia y forman un enlace covalente. En
el enlace covalente de la molécula de Hg, los electrones compartidos proporcionan una
configuración electrónica de tipo gas noble (He) a cada uno de los átomos de hidrógeno.
De esta manera, los 2 átomos de hidrógeno unidos en la molécula de Hg son más estables
que por separado.
Es el nombre que se da a una amplia gama de fenómenos que, de una u otra formas, se
producen casi en todo lo que nos rodea. Desde el relámpago en el cielo hasta el
encendido de una bombilla eléctrica, y desde lo que mantiene unidos a los átomos de las
moléculas hasta los impulsos que se propagan por tu sistema nervioso, la electricidad
está en todas partes. El control de la electricidad se hace evidente en muchos aparatos,
desde los hornos de microondas hasta las computadoras. En esta era de la tecnología es
importante entender las bases de la electricidad y cómo se pueden usar esas ideas
básicas para mantener y aumentar nuestra comodidad, nuestra seguridad y nuestro
progreso actuales.
En el cuerpo humano existe un sistema muy eficiente que permite conducir información
para que el cerebro la procese y actué en consecuencia: el sistema nervioso. La
información puede llegar desde el mismo cuerpo (de un órgano a otro) o del exterior, a
través de los sentidos (oído, olfato, tacto, visión). A pesar de lo diverso que puede ser el
origen de la señal, finalmente se traduce en una señal eléctrica. Y ésta se conduce a gran
velocidad.
En el cuerpo humano existen sistemas que transforman la energía de un tipo a otro, por
ejemplo, de calórica a eléctrica. Se debe comprender la importancia de las señales
eléctricas en el organismo, para poder interpretar lo que es un potencial de membrana,
su función y como puede modificarse; el potencial de acción, las corrientes iónicas y
todos los fenómenos relacionados con la transducción de señales eléctricas.
Concepto de cargas
Entre los cuerpos existen interacciones eléctricas que no dependen de la masa, sino de la
carga.
Llamamos interacciones eléctricas a los fenómenos de atracción y repulsión que se
observan entre cargas positivas (iones positivos, protones), y/o negativas (iones
negativos, electrones).
Una carga es justamente una cantidad de electrones (-) o protones (+)
Como se definió previamente una solución electrolítica es aquella que en contacto con el
agua se disocia en iones. Los fenómenos biológicos se desarrollan en un medio acuoso e
intervienen en ellos las membranas biológicas.
La unidad de carga en el SI es el coulomb, un electrón tiene una carga de 1602x10 19 C, un
protón tiene la misma carga pero con signo positivo
Potencial eléctrico
Considerando que las cargas opuestas se atraen, si deseáramos alejar las cargas opuestas
entre sí, necesitaríamos realizar un trabajo, ese trabajo es la energía necesaria para poder
alejar esas cargas entre sí. Podemos definir entonces la diferencia de potencial es la
energía necesaria para alejar las cargas unitarias a una determinada distancia.
Cuando una carga se desplaza cede o recibe cierta cantidad de energía, cuando la energía
asociada al desplazamiento de una carga de 1 coulomb es 1 joule, decimos que la
diferencia de potencial es 1 volt.
Entonces, las fuerzas de igual signo se repelen y las cargas de distinto signo se atraen.
Al desplazarse desde A hasta B se realiza un trabajo, lo que libera energía. El cociente
entre la energía liberada (E) y la carga desplazada(q) es la diferencia de potencial.
Vab=E/q
Bioelectricidad
Electrocardiogramas
Toda acción que involucra los músculos del cuerpo se inicia mediante actividad eléctrica.
Los voltajes producidos por la acción muscular en el corazón son particularmente
importantes para la medicina. Pulsos de voltaje hacen que el corazón lata y las ondas de
excitación eléctrica que recorren el corazón, asociadas con el latido cardiaco, se conducen
a través del cuerpo vía los fluidos corporales. Estos pulsos de voltaje son lo
suficientemente grandes como para detectarse mediante un equipo de monitoreo
adecuado unido a la piel. Un voltímetro sensible, que hace buen contacto eléctrico con la
piel mediante contactos unidos con pasta conductora, se puede usar para medir los
pulsos cardiacos, que por lo general son del orden de 1 mV en la superficie del cuerpo.
Los pulsos de voltaje se pueden registrar en un instrumento llamado electrocardiógrafo y
el patrón que se registra con este instrumento se llama electrocardiograma (ECG). El ECG
es un registro impreso de la actividad eléctrica del corazón.
Para entender la información contenida en un patrón ECG, es necesario describir primero
los principios subyacentes concernientes a la actividad eléctrica en el corazón.
La aurícula derecha del corazón contiene un conjunto especializado de fibras musculares
llamadas nodo SA (sinoauricular) que inician el latido cardiaco. Los impulsos eléctricos
que se originan en estas fibras gradualmente se dispersan de célula a célula a lo largo de
los músculos auriculares derecho e izquierdo, lo que causa su contracción. El pulso que
pasa a través de las células musculares con frecuencia se llama onda de despolarización
debido a su efecto sobre células individuales. El impulso generado por el nodo SA
momentánea y localmente permite que la carga positiva en el exterior de la célula fluya
hacia adentro y neutralice la carga negativa en la capa interior. Este efecto cambia la
distribución de carga de la célula. El pulso que se indica con P (onda P) ocurre justo antes
que la aurícula comience a contraerse y se denomina despolarización auricular. Una vez
que la onda de despolarización pasa a través de una célula muscular cardiaca individual,
la célula recupera la distribución de carga de estado en reposo (positivo afuera, negativo
adentro) aproximadamente en 250 ms. Cuando el impulso llega al nodo
auriculoventricular (AV), los músculos de la aurícula comienzan a relajarse y el pulso se
dirige hacia los músculos ventriculares mediante el nodo AV. El pulso QRS (complejo
QRS), se conoce como despolarización ventricular, ocurre en el ventrículo justo antes
que se contraiga. Los músculos de los ventrículos se contraen conforme la onda de
despolarización se dispersa a través de los ventrículos a lo largo de un grupo de fibras
llamadas fibras de Purkinje. Entonces los ventrículos se relajan después que el pulso pasa
a través de ellos, el pulso T (onda T) ocurre cuando las células en los ventrículos
comienzan a recuperarse, corresponde a la repolarización ventricular. En este punto, el
nodo SA de nuevo se dispara y el ciclo se repite.
EL AGUA Y DISOLUCIONES
Una disolución es una mezcla homogénea en la que una sustancia, llamada soluto, está
uniformemente dispersa en el seno de otra sustancia llamada disolvente. El disolvente y
el soluto no reaccionan entre sí y se pueden mezclar en distintas proporciones. Una
pequeña cantidad de sal disuelta en agua proporciona un sabor ligeramente salado; a
medida que se disuelve más sal, el agua sabe cada vez más salada. Por lo general, el
soluto (la sal en este caso) es la sustancia de la disolución presente en menor cantidad,
mientras que el disolvente (agua en este caso) es el componente mayoritario. En una
disolución, las partículas del soluto están dispersas uniformemente entre las moléculas
del disolvente.
Tanto los solutos como los disolventes pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos. La
disolución que se forma tiene el mismo estado de agregación que el disolvente. Así,
cuando se disuelven granos de azúcar en agua, la disolución de azúcar resultante es
líquida. El agua de soda y los refrescos con burbujas se preparan disolviendo dióxido de
carbono gaseoso en agua; el dióxido de carbono es el soluto y el agua es el disolvente.
Formación de disoluciones
En los compuestos iónicos, como el cloruro de sodio (ClNa), los iones se mantienen
unidos por enlaces iónicos. En el ClNa las atracciones se establecen entre iones Na+
cargados positivamente, e iones Cl-, con carga negativa. El agua es un buen disolvente de
muchos compuestos iónicos, debido a que las moléculas de agua son polares. Cuando los
cristales de NaCl se introducen en agua, las moléculas de agua colisionan con los iones de
la superficie del cristal. El átomo de oxígeno con carga parcial negativa de una molécula
de agua atrae los iones positivos Na+ del cristal, mientras que los átomos de hidrógeno
con carga parcial positiva atraen los iones negativos Cl-. Las fuerzas atractivas entre varias
moléculas de agua y los iones de la superficie del cristal proporcionan suficiente energía
para la ruptura de los enlaces iónicos entre los iones Na+ y Cl- en el cristal de NaCl, y se
produce su disolución. Tras la disolución, los iones Na+ y Cl- son rodeados por moléculas
de agua, hidratándose.
Una sal como el ClNa forma una disolución con el agua porque los iones Na + y Cl- son
atraídos por las partes negativas y positivas, respectivamente, de las moléculas de agua.
Un compuesto covalente como el metanol, CH3-OH, se disuelve en agua porque esta
molécula tiene un grupo OH polar que forma enlaces de hidrógeno con el agua. Sin
embargo, los compuestos formados por moléculas no polares —como el yodo y, el aceite
o la grasa— no se disuelven en agua, porque esta es polar. Los solutos no polares se
disuelven en disolventes no polares. La expresión «semejante disuelve a semejante» es
un modo de decir que las polaridades del soluto y del disolvente deben ser similares para
que se forme una disolución.
Electrolitos y no electrolitos
Los solutos se pueden clasificar según su capacidad para conducir o no la corriente
eléctrica. Cuando los solutos denominados electrolitos se disuelven en agua, se disocian
en iones, que conducen la corriente eléctrica. En cambio, cuando los solutos que se
llaman no electrolitos se disuelven en agua, no se disocian en iones, y por lo tanto sus
disoluciones no conducen la corriente eléctrica.
NOTA:
La concentración de electrolitos en los fluidos corporales o en el suero intravenoso que se
administra a los pacientes se suele expresar en miliequivalentes por litro (mEq/L) de
disolución.
A continuación, se muestran las concentraciones habituales de algunos electrolitos
presentes en la sangre, en la que existe un equilibrio de cargas, ya que la carga positiva
total es igual a la carga negativa total. La elección del suero intravenoso que se va a
administrar depende de las necesidades nutricionales, de los electrolitos o de los fluidos
de cada paciente.
Las partículas de soluto que hay en una disolución tienen una función muy importante en
la determinación de las propiedades de dicha disolución. En la mayor parte de las
disoluciones estudiadas hasta el momento, el soluto se disuelve como pequeñas
partículas que están uniformemente dispersas en todo el solvente para producir una
disolución homogénea. Cuando observa una disolución, como el agua salada, no puede
distinguir visualmente el soluto del solvente. La disolución parece transparente, aunque
puede tener un color, pero éste es homogéneo. Las partículas son tan pequeñas que
pasan a través de filtros y a través de membranas semipermeables. Una membrana
semipermeable permite el paso de las moléculas de solvente como el agua y partículas de
soluto muy pequeñas, pero no el de moléculas de soluto grandes.
Coloides
Las partículas en una dispersión coloidal, o coloide, son mucho más grandes que las
partículas de soluto en una disolución. Las partículas coloidales son moléculas grandes,
como las proteínas, o grupos de moléculas o iones. Los coloides son mezclas homogéneas
que no se separan ni asientan. Las partículas coloidales son suficientemente pequeñas
para pasar a través de filtros, pero demasiado grandes para pasar a través de membranas
semipermeables.
Suspensiones
Las suspensiones son mezclas heterogéneas no uniformes que son muy diferentes de las
disoluciones o coloides. Las partículas de una suspensión son tan grandes que con
frecuencia pueden verse a simple vista. Dichas partículas quedan atrapadas en filtros y
membranas semipermeables. El peso de las partículas de soluto suspendidas hace que se
asienten poco después de mezclarse. Si usted revuelve agua lodosa, se mezcla, pero luego
se separa rápidamente a medida que las partículas suspendidas se asientan en el fondo y
dejan líquido claro en la parte superior.
Concentraciones
En la práctica clínica, nos encontramos generalmente con fármacos e infusiones
reconstituidas de cierto modo que podamos comprender la cantidad de una sustancia
disuelta en cierta solución y de este modo saber que cantidad de fármaco debemos
administrar acorde a las necesidades del paciente. Para ello es imprescindible
comprender la forma de expresión de las concentraciones.
Ej: una solución de dos moles de ClNa, tiene dos moles de ClNa por litro de solución, es
decir ClNa 117gr/l.
1 mol de Na = 23gr
1 mol de Cl = 35,5gr. 58,5gr x 2 = 117gr
Tipos de soluciones
Solución isotónica: aquellas soluciones con igual concentración de solutos que el plasma
sanguíneo (=Osm/L)
Ej.: solución fisiológica al 0,9%, dextrosa al 5%, Ringer
Solución hipotónica: aquella que contiene menor concentración de solutos que el plasma
(< Osm/L)
Ej.: solución al medio (sf al 0,45%)
Solución hipertónica: aquella que tiene mayor concentración de solutos que el plasma (>
Osm/L)
Ej.: ClNa al 5%, Ca al 20%, Dextrosa al 25%.
Soluciones con aminoácidos (coloides): contienen 40gr de proteínas, Na 35mEq, K 20mEq,
Ca 2mEq, Mg 2mEq, Cl 20mEq, por litro de agua
Fenómenos de transporte
Cuando un fluido fluye por un tubo, el mecanismo básico que hace posible el flujo es una
diferencia de presión entre los extremos del tubo. Esta diferencia de presión es la causa
del transporte de una masa de fluido de un lugar a otro. El fluido puede también moverse
de un lugar a otro por un segundo mecanismo, que depende de la diferencia de
concentración entre dos puntos del fluido, contrario a una diferencia de presión. Cuando
la concentración (número de moléculas por unidad de volumen) es más alta en un lugar
que en otro, se moverán moléculas del punto donde la concentración es alta a un punto
donde es menor. Los dos procesos fundamentales involucrados en el transporte de un
fluido resultante de las diferencias de concentración se denominan difusión y ósmosis.
Difusión: pasajes de solutos a través de una membrana a favor del gradiente de
concentración. Los solutos pasarán de donde exista más concentración hacia donde
menos concentración haya, hasta igualar concentraciones.
La difusión en membranas celulares es vital para llevar oxígeno a las células del cuerpo y
para eliminar dióxido de carbono y otros productos de desecho de ellas. Las células
requieren oxígeno para llevar a cabo diversos procesos metabólicos en los que se
sintetizan o descomponen sustancias. En estos procesos, la célula consume oxígeno y
produce dióxido de carbono como derivado. Un suministro fresco de oxígeno se difunde
proveniente de la sangre, donde su concentración es alta y entra en la célula, donde su
concentración es más baja. Por difusión, también entran y salen agua, iones y otros
nutrientes. Una célula puede funcionar correctamente sólo si puede transportar con
rapidez nutrientes y desechos a través de la membrana celular. El área de la superficie de
la célula debe ser lo suficientemente grande como para que el área expuesta pueda
intercambiar materiales con eficacia, mientras que el volumen debe ser lo
suficientemente pequeño para que los materiales puedan alcanzar o abandonar
rápidamente lugares particulares. Esto requiere de una estrecha relación entre el área
superficial y su volumen.
La presión osmótica de una solución es aquella presión en exceso que debe aplicarse a
una solución para impedir el paso del líquido hacia ella, cuando se encuentran separados
por una membrana semipermeable.
En un proceso denominado ósmosis inversa, una presión mayor que la presión osmótica
se aplica a una disolución, de modo que es forzada a cruzar una membrana de
purificación. El flujo de agua se invierte porque el agua fluye de un área de menor
concentración de agua a un área de mayor concentración de agua. Las moléculas y los
iones en disolución permanecen del lado de menor concentración de agua (disolución
cada vez con mayor número de moléculas y iones) atrapados por la membrana, mientras
que el agua pasa a través de la membrana.
Presión oncótica
Es la presión generada por solutos de gran peso molecular. En el plasma sanguíneo es
generado por proteínas (albúmina). Genera una fuerza contraria a la presión hidrostática.
Permite mantener el plasma en los capilares.
NOTA
Efecto de las soluciones en las células sanguíneas
Debido a las soluciones mencionadas, su concentración de solutos y por consiguiente, su
osmolaridad; y los fenómenos de transporte de agua y solutos. Puede ocurrir en las
células sanguíneas (y del resto del cuerpo) diferentes efectos:
Si se administran soluciones hipertónicas (con mayor osmolaridad que es plasma), el agua
tiende a salir del interior de las células, por osmosis, y estas se deshidratan, este
fenómeno se llama crenación.
Si las soluciones administradas son hipotónicas (menor osmolaridad que el plasma), el
agua del plasma tiende a entrar por osmosis al interior de las células y estas se
hiperhidratan, se hinchan hasta romperse (hemólisis).
Si la solución es isotónica las células intercambian agua sin dañarse.
Tensión superficial
La tendencia de la superficie de los líquidos a contraerse se llama tensión superficial. La
tensión superficial explica la forma esférica de las gotas de los líquidos, ya que sus
superficies tienden a contraerse y a hacer que cada gota adopte la forma que tenga la
mínima superficie. Esta tensión superficial se debe a la atracción entre las moléculas, cada
molécula es atraída por las moléculas continuas sin una dirección específica, sin embargo,
las moléculas presentes en la superficie son atraídas hacia el interior del líquido, con una
fuerza resultante mayor. Esto es lo que genera una reducción del área de superficie, la
superficie se comporta como si estuviera “apretada” a una película elástica.
La tensión superficial del agua es mayor que la de otros líquidos, incluso mayor que el
agua jabonosa.
La tensión superficial disminuye con el aumento de la temperatura, ya que esto aumenta
el movimiento de las moléculas.
Este principio es de importancia en la fisiología, debido a que la superficie de los alveolos
pulmonares (diminutos sacos que alojan el aire respirado), se encuentra bañada de agua,
si no tuviese una sustancia que reduzca la tensión superficial del agua, como es el líquido
surfactante, los alveolos se colapsarían (se cerrarían), al igual que un globo mojado.
Acción capilar
Examinando atentamente la superficie del agua en un recipiente de vidrio, es posible que
haya observado que la superficie del líquido cerca de las paredes del vidrio se curva hacia
arriba si se ve desde el centro hacia el borde. Sin embargo, si se pone mercurio en un
recipiente de vidrio, la superficie de metal se curva hacia abajo. Estos efectos de
superficie pueden explicarse considerando las fuerzas entre moléculas. En particular,
debemos considerar las fuerzas que las moléculas del líquido ejercen una sobre otra y las
fuerzas que las moléculas de la superficie de vidrio ejercen sobre las del líquido. En
términos generales, las fuerzas entre moléculas semejantes, por ejemplo las fuerzas entre
moléculas de agua, se llaman fuerzas de cohesión y las fuerzas entre moléculas diferentes
se llaman fuerzas de adherencia. El agua tiende a adherirse a las paredes del vidrio
porque las fuerzas de cohesión entre las moléculas de agua y las del vidrio son mayores
que las fuerzas de cohesión entre las moléculas del agua. En efecto, estas últimas se
adhieren a la superficie del vidrio, en lugar de caer en el volumen del agua. Cuando se
mantiene esta situación, se dice que el líquido “moja” la superficie del vidrio. La superficie
del mercurio se curva hacia abajo, cerca de las paredes del recipiente, porque las fuerzas
de cohesión entre los átomos de mercurio son mayores que las fuerzas de adhesión entre
mercurio y vidrio. Un átomo de mercurio cerca de la superficie es atraído con más fuerza
hacia otros átomos de mercurio que hacia la superficie del vidrio; por lo tanto, el
mercurio “no moja” la superficie del vidrio.
En los tubos capilares el diámetro de la abertura es muy pequeño, del orden de una
centésima de centímetro. De hecho, la palabra capilar, significa “semejante al cabello”. Si
uno de estos tubos se inserta en un fluido en el que las fuerzas de adherencia dominan
sobre las de cohesión, el líquido subirá por el tubo.
A veces, los tubos capilares son utilizados para sacar pequeñas muestras de sangre de un
pinchazo con una aguja en la piel. Las plantas dependen de la acción capilar para
transportar agua y nutrientes, y las esponjas y las toallas de papel se emplean en una
forma útil para absorber líquidos derramados. La filtración de agua por una pared es un
efecto indeseable de la acción capilar.
Principio de Bernoulli
Consideraremos los fluidos en movimiento: la dinámica de fluidos.
Un fluido se desplaza en el interior de un tubo cuando la presión en el inicio es superior a
la existente al final del tubo, moviéndose desde una zona de mayor presión a una de
menor presión. El flujo o caudal depende directamente del gradiente o diferencia de
presión entre esos dos puntos e inversamente de la resistencia.
La resistencia depende de las dimensiones del tubo y de la naturaleza del fluido, y mide
las fuerzas de rozamiento o fricción entre las propias moléculas del fluido y entre éstas y
las moléculas de la pared del tubo.
La velocidad con la que circula el fluido en el interior de un tubo es directamente
proporcional al flujo e inversamente proporcional al área transversal del tubo.
El flujo o caudal (volumen/minuto) se define también como el volumen circulante por un
segmento transversal del circuito en la unidad de tiempo.
Tipos de Flujos:
Flujo de fluidos viscosos
Cuando un fluido está en movimiento, su flujo puede caracterizarse en una de dos
maneras. Al flujo se le llama línea de corriente, o laminar, si cada partícula que pasa por
un punto en particular se mueve exactamente a lo largo de una trayectoria lisa seguida
por partículas que pasaron antes por ese punto. Esta trayectoria se llama línea de
corriente. Diferentes líneas de corriente no pueden cruzarse bajo esta condición de flujo
continuo y la línea de corriente en cualquier punto coincide con la dirección de la
velocidad del flujo en ese punto. En contraste, el flujo de un fluido se hace irregular, o
turbulento, arriba de cierta velocidad o bajo cualesquiera condiciones que puedan causar
cambios abruptos de velocidad. Los movimientos irregulares del fluido, llamados
corrientes turbulentas, son característicos de un flujo con remolinos.
En el estudio de flujo de fluidos, el término viscosidad se emplea para denotar el grado de
fricción interna del fluido. Esta fricción interna está asociada con la resistencia entre dos
capas adyacentes del fluido, que se mueven una con respecto a otra. Un fluido como el
queroseno tiene una menor viscosidad que el petróleo crudo o la miel pura.
Entonces, la viscosidad es el fenómeno de rozamiento interno de las capas moleculares
de un líquido que tiende a impedir el libre fluir de las capas entre sí.
Ley de Poiseuille
Para que un fluido circule por un tubo, es necesaria una diferencia de presiones, el fluido
se dirigirá de donde mayor presión haya hacia donde menor presión y el gasto o caudal
(volumen/tiempo) dependerá de la diferencia de presiones (P1-P2), también de las
dimensiones del tubo ( R4) y la viscosidad del fluido (8 L). Esto se traduce en la ley de
Poiseuille:
De la ley de Poiseuille, se ve que, para mantener un gasto o caudal constante, la
diferencia de presión en el tubo tiene que aumentar si se incrementa la viscosidad del
fluido. Este hecho es importante en la comprensión del flujo sanguíneo en el sistema
circulatorio, ya que se determina que el caudal es constante en el lecho vascular. La
viscosidad de la sangre aumenta a medida que se incrementa en número de glóbulos
rojos en la sangre. Cuando la sangre presenta una alta concentración de glóbulos rojos, se
requiere una mayor presión de bombeo del corazón para mantenerla en circulación que
cuando la concentración es menor. Observe que el gasto varía con el radio del tubo
elevado a la cuarta potencia. En consecuencia, si hay una reducción en una vena o en una
arteria, el corazón tendrá que trabajar considerablemente más para producir un mayor
descenso de presión, y, por lo tanto, para mantener el gasto necesario.
Esta ley no sólo aplica en el flujo sanguíneo, también en el flujo de aire que pasa por las
vías respiratorias o los alveolos pulmonares, en un fármaco o solución que debe
inyectarse a través de una aguja hipodérmica, entre otras aplicaciones. Por ello es
indispensable que el personal de salud comprenda esos principios.
Por ejemplo, si debe administrar una transfusión de sangre, se debe considerar que,
siendo un fluido viscoso, opondrá cierta resistencia. Para solucionar este problema se
sebe aumentar el calibre de la aguja y/o aumentar la altura de la infusión ya que, a mayor
altura, mayor será la presión ejercida por el fluido.
ÁCIDOS, BASES Y PH
La mayoría tiene alguna idea de lo que son los ácidos y las bases. Los anuncios están
llenos de referencias a excesos de ácido estomacal y shampoo con pH balanceado. Se
sabe que los destapacaños (una base fuerte) y el ácido de las baterías pueden causar
graves quemaduras químicas. Pero ¿qué significa con exactitud “acidez” y “basicidad” y
cómo pueden cuantificarse?
Un ácido es cualquier donador de protones, una molécula que libera un protón (H+) en
agua. Para ampliar este concepto pensemos en una solución de (HCl) ácido clorhídrico
(soluto) y agua (solvente). El ácido clorhídrico es un ácido fuerte que se ioniza (disocia en
iones) totalmente y dona un protón (H+) al agua:
HCl→H+ + Cl-
Así la ionización del ácido clorhídrico en solución acuosa deberá escribirse como:
HCl + H2O → H3O+ + Cl-
Esta fuente adicional de protones (H+) al agua, da lugar a una solución que tiene más H+
que OH-, por lo tanto, será una solución ácida.
Una base es un receptor de protones. Debido a que los iones hidróxido (OH–) aceptan H+,
muchas bases son sustancias que liberan iones hidroxilo (o hidróxido), como el hidróxido
de sodio (NaOH). Estos hidroxilos se unen a los hidrógenos libres en la solución para
formar agua:
NaOH → Na+ + OH-
OH- + H+ → H2O
Sin embargo, una base no tiene que ser un donador de hidroxilo. El amoniaco (NH 3)
también es una base; no libera iones hidroxilo, pero acepta con rapidez iones hidrógeno
para volverse el ion amoniaco (NH4+).
NH3 + H+ → NH4+
Y en solución acuosa:
NH3 + H2O → NH4+ + OH-
En cualquiera de los casos, las bases disminuyen la concentración de iones hidrógeno.
Entonces una sustancia que reduce la concentración de iones hidrógeno (H+) en una
solución, se llama base.
pH
La acidez o basicidad se expresa mediante el pH, una medida derivada de la molaridad de
H+, es decir, que nos indica la variación de las concentraciones de H+ y OH- de una
solución.
La molaridad se representa entre corchetes, de modo que la del H+ se simboliza con [H+].
En sustancias neutras, como el agua pura, 1 de cada 10 millones de moléculas se ioniza en
iones hidrógeno e hidróxido: H2O = H+ + OH–. El agua pura, a temperatura ambiente
(25ºC), tiene un pH neutro porque contiene iguales cantidades de H+ y OH–. Debido a que
1 en 10 millones de moléculas se ionizan, la molaridad de H+ y el pH del agua son:
[H+] = 0.0000001 molar = 1x10–7 M, al igual que la concentración de [OH-]
Y el producto de ambas sería: 1x10-7 x 1x10-7 = 1x10-14
Para no manejar cifras tan largas o complejas y a modo de practicidad, los científicos
desarrollaron el concepto de pH.
El pH (potencial de iones Hidrógeno o protones de una solución) se define como:
El logaritmo negativo (base 10) de la molaridad del ion hidrógeno
pH = –log [H+].
Por ejemplo una concentración de 1x10-7, es decir 0,0000001 moles por litro, equivale a
un pH de 7
pH= -log [H+] 10-7= _ (_7) =7
Escala de pH
Para poder medir si una sustancia es neutra, ácida o alcalina se ha establecido una escala
denominada pH en función de la concentración de protones presentes en un medio La
escala de pH abarca de 0.0 a 14.0. Una solución con pH de 7.0 es neutra; las soluciones
con pH menor de 7 son ácidas; y las que tienen un pH mayor de 7 son básicas (alcalinas).
Cuanto menor es el valor de pH, más iones hidrógeno contiene una solución y más ácida
es. Por el contrario, a mayor concentración de [OH-], menor concentración de [H+], más
básica será la solución.
Debido a que la escala de pH es logarítmica, un cambio de 1 en la escala representa un
cambio de 10 veces en la concentración de H+. En otras palabras, una solución con pH de
4 es 10 veces más ácida que una con un pH de 5 y 100 veces más ácida que una con pH de
6.
Ligeras perturbaciones en el pH pueden modificar de manera importante las funciones
fisiológicas y alterar las acciones de los medicamentos de modo que resulta importante
que el cuerpo mantenga un control estricto de su pH. Por ejemplo, el pH normal de la
sangre varía de 7.35 a 7.45. Las desviaciones de este rango causan temblores, desmayos,
parálisis y hasta la muerte. A las soluciones químicas que resisten los cambios en el pH se
les denomina amortiguadores.
Más ejemplos:
CO2 + H2O ↔ H2CO3 ↔ HCO3 + H
Reacciones de polimerización
En este tipo de reacciones, los reactivos, que son monómeros (compuestos de bajo peso
molecular) se agrupan químicamente entre sí, dando lugar a una gran molécula llamada
polímero. Entre los polímeros más importantes se encuentran los Hidratos de Carbono,
proteínas y ácidos nucleicos.
En la formación del enlace se produce la liberación de una molécula de agua y requiere
energía.
Reacciones de hidrólisis
Los polímeros de dividen en sus monómeros mediante la adición de una molécula de
agua, que rompe el enlace.
Velocidades de reacción
Las reacciones químicas están basadas en el movimiento y las colisiones moleculares.
Todas las moléculas están en movimiento constante y las reacciones ocurren cuando
moléculas mutuamente reactivas chocan con la fuerza suficiente y la orientación correcta.
La velocidad de una reacción depende de la naturaleza de los reactivos y la frecuencia y
fuerza de esas colisiones. Algunos factores que afectan las velocidades de reacción son:
Concentración: Las velocidades de reacción aumentan cuando los reactivos están más
concentrados. Esto es porque las moléculas están más juntas y chocan con más
frecuencia.
Temperatura: La velocidad de reacción aumenta junto con la temperatura. Se debe a que
el calor hace que las moléculas se muevan más rápido y choquen con más fuerza y
frecuencia.
Catalizadores: Se trata de sustancias que se fijan de manera temporal a los reactivos, los
mantienen en una posición favorable para reaccionar entre sí y pueden cambiar la forma
de los reactivos de manera que sean más propensos a reaccionar. Al reducir el elemento
de azar en las colisiones moleculares, un catalizador acelera una reacción. Luego libera los
productos y queda disponible para repetir el proceso con más reactivos. El propio
catalizador no se consume ni cambia por la reacción. Los catalizadores biológicos más
importantes son las enzimas.
Metabolismo
A todas las reacciones químicas del cuerpo se les conoce, en conjunto, como
metabolismo. Éste tiene dos divisiones: catabolismo y anabolismo.
El catabolismo corresponde a reacciones de descomposición que liberan energía. Estas
reacciones rompen enlaces covalentes, producen moléculas más pequeñas a partir de
otras más grandes y liberan energía que puede usarse para otro trabajo fisiológico. Las
reacciones que liberan energía son las exergónicas.
El anabolismo es el conjunto de reacciones de síntesis con almacenamiento de energía,
como la producción de proteínas o grasas. A las reacciones que requieren una entrada de
energía, como éstas, se les denomina endergónicas.
El anabolismo es controlado por la energía que libera el catabolismo, de modo que los
procesos endergónicos y exergónicos (el anabolismo y el catabolismo) están vinculados
de manera inseparable.
COMPUESTOS DE CARBONO Y GRUPOS FUNCIONALES
La química orgánica es el estudio de los compuestos de carbono. Antes de 1900, los
bioquímicos ya habían clasificado a las moléculas orgánicas relacionadas con la vida en
cuatro categorías principales: carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
El átomo de carbono es muy versátil y sirve como base de muy diversas estructuras. Tiene
cuatro electrones de valencia, de modo que forma enlaces con otros átomos que pueden
proporcionarle cuatro más para completar su capa de valencia. Los átomos de carbono se
unen con rapidez a otros y pueden formar cadenas largas, moléculas ramificadas y anillos:
una enorme variedad de cadenas principales (o “esqueletos) de carbono para las
moléculas orgánicas. El carbono también suele formar enlaces covalentes con hidrógeno,
oxígeno, nitrógeno y azufre.
Grupos funcionales
Las cadenas principales de carbono
portan varios grupos funcionales:
pequeños grupos de átomos que
determinan muchas de las propiedades
de una molécula orgánica. Por ejemplo,
los ácidos orgánicos portan un grupo
carboxilo y el ATP recibe su nombre por
sus tres grupos fosfato. Otros grupos
funcionales comunes son los hidroxilo,
metilo y amino.
BIOMOLÉCULAS
Carbohidratos
Un carbohidrato es una molécula orgánica hidrófila con la fórmula general (CH2O)n,
donde n representa el número de átomos de carbono. Por ejemplo, en la glucosa, n = 6 y
la fórmula es C6H12O6. Como lo muestra la fórmula genérica, los carbohidratos tienen una
relación 2:1 entre el hidrógeno y el oxígeno.
Muchos nombres de carbohidratos individuales se forman a partir de la raíz sacar- o el
sufijo –osa, que significan “azúcar” o “dulce”. Los carbohidratos más conocidos son los
azúcares y los almidones.
Los carbohidratos más sencillos son los monómeros llamados monosacáridos, o azúcares
simples. Los tres más importantes son la glucosa, la fructosa y la galactosa, todos con la
fórmula molecular C6H12C6; son isómeros entre sí.
El cuerpo obtiene estos azúcares sobre todo mediante la digestión de carbohidratos más
complejos. La glucosa es el “azúcar en la sangre” que proporciona energía a casi todas las
células. Otros dos monosacáridos, la ribosa y la desoxirribosa, son componentes
importantes del DNA y el RNA.
Los disacáridos son azúcares compuestos de dos monosacáridos. Los tres más
importantes son la sacarosa (hecha de glucosa + fructosa), la lactosa (glucosa + galactosa)
y la maltosa (glucosa + glucosa).
La sacarosa es obtenida de la caña de azúcar y la remolacha y se le usa como azúcar de
mesa común. La lactosa es el azúcar de la leche. La maltosa es un producto de la digestión
del almidón y se halla en unos cuantos alimentos como el germen de trigo y las bebidas
de malta.
Lípidos
Un lípido es una molécula orgánica hidrófoba, por lo general compuesta sólo de carbono,
hidrógeno y oxígeno, con una elevada relación de hidrógeno a oxígeno.
Los lípidos están menos oxidados que los carbohidratos y, por tanto, tienen más calorías
por gramo. Más allá de este criterio, es difícil generalizar acerca de los lípidos; su
estructura es mucho más variable que las de otras macromoléculas que se han revisado.
Aquí se consideran los cinco tipos principales de lípidos en los seres humanos: ácidos
grasos, triglicéridos, fosfolípidos, eicosanoides y esteroides.
Un ácido graso es una cadena de 4 a 24 átomos de carbono con un grupo carboxilo en un
extremo y uno metilo en el otro. A los ácidos grasos y las grasas que se hacen con ellos se
les clasifica como saturados o insaturados. Un ácido graso saturado, como el ácido
palmítico, tiene la mayor cantidad de hidrógeno posible. No se puede agregar más sin
exceder cuatro enlaces covalentes por átomo de carbono; por tanto, está “saturado” con
hidrógeno. Sin embargo, en los ácidos grasos insaturados, como el linoleico, algunos
átomos de carbono están unidos por dobles enlaces covalentes. Cada uno de ellos puede
compartir un par de electrones con otro átomo de hidrógeno, en lugar del carbono
adyacente, de modo que puede agregarse hidrógeno a esta molécula. Los ácidos grasos
poliinsaturados son los que tienen muchos enlaces C=C. El cuerpo humano puede
sintetizar la mayoría de los ácidos grasos, pero no puede hacerlo con unos cuantos,
llamados ácidos grasos esenciales.
Un triglicérido es una molécula que consta de tres ácidos grasos unidos por enlace
covalente a un alcohol con tres carbonos llamado glicerol; de manera más correcta,
aunque menos conocida, a los triglicéridos se les denomina triacilgliceroles. Cada enlace
entre un ácido graso y un glicerol se forma mediante síntesis por deshidratación. Una vez
unido a un glicerol, el ácido graso ya no puede donar un protón a la solución y, por tanto,
deja de ser ácido. Por esta razón, a los triglicéridos también se les suele denominar grasas
neutras. Los triglicéridos se descomponen por reacciones de hidrólisis, que separan cada
uno de estos enlaces mediante la adición de agua. A los triglicéridos que son líquidos a la
temperatura ambiente también se les llama aceites, pero la diferencia entre grasa y
aceite es arbitraria. Por ejemplo, el aceite de coco es sólido a la temperatura ambiente.
Las grasas animales suelen estar compuestas de ácidos grasos saturados, de modo que se
les llama grasas saturadas. Son sólidas a las temperaturas ambiente y la corporal. La
mayoría de los triglicéridos vegetales son grasas poliinsaturadas, que suelen permanecer
líquidas a temperatura ambiente. Algunos ejemplos son los aceites de cacahuate, de
oliva, de maíz y de linaza. Las grasas saturadas contribuyen más a la enfermedad
cardiovascular que las insaturadas y, por esta razón, es más sano cocinar con aceites
vegetales que con manteca de cerdo, grasa de tocino o mantequilla. La función primaria
de la grasa es almacenar energía, pero cuando se concentra en el tejido adiposo, también
proporciona aislamiento térmico y actúa como un colchón de absorción de golpes para
órganos vitales.
Los fosfolípidos son similares a las grasas fosfolípidos consiste en servir como base
neutras, pero en lugar de un ácido graso estructural de las membranas celulares.
tienen un grupo fosfato que, a su vez,
está vinculado con otros grupos
funcionales. La lecitina es un fosfolípido
común en que el fosfato está unido a un
grupo nitrogenado que se llama colina.
Los fosfolípidos son de naturaleza dual.
Las dos “colas” del ácido graso de la
molécula son hidrófobas, pero la
“cabeza” de fosfato es hidrófila. Por
tanto, se dice que los fosfolípidos son
anfipáticos. Juntas, la cabeza y las dos
colas de un fosfolípido, le dan una forma
parecida a un gancho para colgar la ropa.
La función más importante de los
Los eicosanoides son compuestos de 20 átomos de carbono derivados de un ácido graso
denominado araquidónico. Funcionan sobre todo como señales químicas semejantes a las
hormonas entre las células. Los eicosanoides con funciones más diversas son las
prostaglandinas, que tienen cinco de sus átomos de carbono organizados en un anillo.
Fueron halladas por primera vez en las secreciones de las glándulas prostáticas de
bovinos, de allí su nombre; sin embargo, ahora se sabe que son producidas en casi todos
los tejidos. Cumplen diversas funciones de señalización en la inflamación, la coagulación
sanguínea, la acción hormonal, las contracciones de parto, el control del diámetro de los
vasos sanguíneos y otros procesos.
Un esteroide es un lípido con 17 de sus átomos de carbono organizados en cuatro anillos.
El colesterol es el esteroide “padre” del que se sintetizan otros esteroides, como cortisol,
progesterona, estrógenos, testosterona y ácidos biliares. Difieren entre sí por la
localización de los enlaces C=C dentro de los anillos y por los grupos funcionales adjuntos
a éstos. El colesterol de la dieta sólo se obtiene de productos de origen animal; los
vegetales sólo lo elaboran en cantidades mínimas, sin importancia dietética. El adulto
promedio contiene más de 200 gr de colesterol. Tiene mala fama como factor en la
enfermedad cardiovascular, y es verdad que los factores hereditarios y dietéticos pueden
elevar el colesterol sanguíneo a concentraciones elevadas y peligrosas. No obstante, el
colesterol es un producto natural del cuerpo y es necesario para la salud humana.
Además de ser el precursor de otros esteroides, es un componente de importancia de las
membranas celulares y es necesario para el funcionamiento adecuado del sistema
nervioso. Sólo 15%, más o menos, del colesterol proviene de la dieta; el otro 85% lo
sintetiza el cuerpo, sobre todo el hígado.
Proteínas
La palabra proteína se deriva de la palabra griega proteios, que significa “de primera
importancia”. Las proteínas son las moléculas más versátiles del cuerpo. Son un polímero
de aminoácidos.
Funciones de las proteínas
• Estructural: forman gran parte de las estructuras celulares. Por ejemplo, el
colágeno forma parte de tendones y ligamentos o la queratina que forma parte
del cabello.
• Enzimática: actúan acelerando la velocidad de reacciones químicas que ocurren en
las células, por ejemplo, la amilasa, pepsina.
• Inmunológica: defienden al organismo de agentes externos, forman anticuerpos
• Movimiento: permiten que la célula u orgánulos se muevan, por ejemplo, la actina
y miocina que intervienen en la contracción muscular.
• Protección: actúan evitando la hemorragia, como la trombina o el fibrinógeno
• Transporte: algunas proteínas transportan sustancias de ambos lados de la
membrana, otras como la Hemoglobina, que forma parte de los globulos rojos,
transporta oxígeno.
• Regulación: algunas proteínas regulan la actividad celular y actúan como
mensajeros químicos (hormonas) como la insulina.
Los alimentos más ricos en proteínas son de origen animal, como la carne, pescado,
huevos, leche; y en menor proporción, los de origen vegetal como las legumbres, soja y
frutos secos.
Entre el 15 y 20% del peso corporal del adulto está constituido por proteínas,
principalmente la musculatura, piel y resto de los órganos y líquidos orgánicos.
Aminoácidos y péptidos
Un aminoácido tiene un átomo central de carbono con un grupo amino (–NH2) y uno
carboxilo (–COOH) unido a él. Los 20 aminoácidos que constituyen a las proteínas son
idénticos, excepto por un tercer grupo funcional llamado radical (grupo R), unido al
átomo central de carbono. En el aminoácido más simple, la glicina, R es tan sólo un átomo
de hidrógeno, mientras que en los aminoácidos más grandes incluye anillos de carbono.
Algunos radicales son hidrófilos y otros hidrófobos. Al estar compuestas por muchos
aminoácidos, las proteínas como un todo suelen ser, por tanto, anfipáticas.
Un péptido es cualquier molécula compuesta por dos o más aminoácidos unidos por
enlaces peptídicos, que se forman mediante síntesis por deshidratación y unen el grupo
amino de un aminoácido con el grupo carboxilo del siguiente. Los péptidos reciben su
nombre por el número de aminoácidos que tiene (p. ej., los dipéptidos tienen dos; los
tripéptidos, tres). Las cadenas de menos de 10 o 15 aminoácidos reciben el nombre de
oligopéptidos y a los de cadena más grande se les denomina polipéptidos.
Una proteína es un polipéptido de 50 o más aminoácidos. El peso molecular de un
aminoácido característico es de casi 80 amu, y el peso molecular de las proteínas más
pequeñas es de 4 000 a 8 000 amu. El peso promedio de las proteínas es de más o menos
30 000 amu, y algunas tienen peso molecular de cientos de miles.
Enzimas y metabolismo
Las enzimas son proteínas que funcionan como catalizadores biológicos. Posibilitan que
las reacciones bioquímicas se realicen con rapidez a temperaturas corporales normales. A
las enzimas se les asignaron al principio nombres arbitrarios, algunos de los cuales aún se
conservan, como pepsina y tripsina. Sin embargo, la nomenclatura moderna de las
enzimas es más uniforme e informativa. Identifica la sustancia sobre la que actúa la
enzima, denominada sustrato; en ocasiones alude a la acción de la enzima y agrega el
sufijo –asa. Por tanto, la amilasa digiere el almidón (amil- = almidón) y la anhidrasa
carbónica extrae el agua (anhidr-) del ácido carbónico. Los nombres de las enzimas
pueden modificarse aún más para distinguir entre diferentes formas de la misma enzima
encontradas en diferentes tejidos.
Características:
En general son proteínas globulares, que catalizan reacciones químicas.
Las enzimas actúan sobre otras sustancias llamadas sustratos y generan un
producto diferente al inicial.
Las enzimas no cambian al finalizar el proceso.
Son específicas
Son reutilizables
Por ejemplo: en el cuerpo se realiza la siguiente reacción: la glucosa se oxida para
producir agua y dióxido de carbono y extraer su energía. Sin embargo, no sería posible
tolerar el calor de la combustión en el cuerpo, de modo que la oxidación de la glucosa
debe ser controlada, a una temperatura factible y segura desde el punto de vista
biológico. Las enzimas posibilitan esto al reducir la energía de activación y liberar la
energía en pequeños pasos, en lugar de hacerlo en un solo brote de calor.
Ácidos nucleicos
Los ácidos nucleicos son polímeros de nucleótidos. El más grande de ellos, el ácido
desoxirribonucleico (ADN), suele tener de cien a mil millones de nucleótidos. Constituye
los genes, da instrucciones para la síntesis de todas las proteínas del cuerpo y transfiere
información hereditaria de una célula a otra, cuando las células se dividen, y de una
generación a otra, cuando los organismos se reproducen. Tres formas de ácido
ribonucleico (ARN), que varían de 70 a 10 000 nucleótidos de longitud, aplican estas
instrucciones y sintetizan las proteínas, ensamblando aminoácidos en el orden correcto
para producir cada proteína “descrita” por el ADN.
Características:
Compuestos por C, H, O, N, P
Presentes en núcleos celulares
Carácter ácido
Cadenas lineales llamadas nucleótidos.
Funciones:
Contienen información genética
Responsables de la síntesis de proteínas
Nucleotidos son las unidades estructurales de los ácidos nucleicos, están formadas por
base nitrogenada (purina o pirimida), un monosacárido (aldopentosa) y ácido fosfórico.
Estructura molecular del ADN
Se conforma por un doble hélice, formada por cadenas de desoxirribosa y fosfato, se
unen mediante puentes fosfato, perpendicularmente a las bases púricas y pirimídicas y
estas entre sí mediante puente hidrógeno
Estructura molecular del ARN
Formado por D Ribosa y Uracilo en lugar
de Tiamina
NOTACIÓN CIENTÍFICA
Es frecuente que en las disciplinas científicas se trabajen con cifras muy grandes o muy
pequeñas. Por ejemplo, en 1 g de hidrógeno elemental hay aproximadamente
602 200 000 000 000 000 000 000 átomos de hidrógeno. Cada átomo de hidrógeno tiene
una masa de apenas 0.00000000000000000000000166 g
Estos números son difíciles de manejar y es muy fácil que se cometan errores al usarlos
en cálculos aritméticos. Considere la siguiente multiplicación:
0.0000000056 x 0.00000000048 = 0.000000000000000002688
Sería fácil pasar por alto un cero o añadir un cero de más luego del punto decimal. Por
consiguiente, cuando se trabaja con números muy grandes o muy pequeños se usa un
sistema llamado notación científica. Sin importar su magnitud, todos los números pueden
expresarse en la forma: N x 10n
donde N es un número entre 1 y 10, y n, el exponente, es un entero positivo o negativo.
Se dice que todo número expresado de esta manera está escrito en notación científica.
Suponga que se tiene cierto número que debe expresarse en notación científica. En lo
fundamental, se requiere encontrar n. Hay que contar el número de lugares que debe
moverse el punto decimal para obtener el número N (que está entre 1 y 10). Si el punto
decimal debe moverse a la izquierda, n es un entero positivo, y si debe desplazarse a la
derecha, n es un entero negativo. Los ejemplos siguientes ilustran el uso de la notación
científica:
LA TABLA PERIÓDICA
Periodos y grupos
Cada fila horizontal en la tabla periódica es un periodo. El número de elementos en el
periodo va aumentando a medida que se avanza en la tabla periódica de izquierda a
derecha. Cada periodo se numera desde la parte superior de la tabla, y van desde el
periodo 1 hasta el 7. El primer periodo solo contiene los elementos hidrógeno (H) y helio
(He). El segundo periodo consta de 8 elementos: litio (Li), berilio (Be), boro (B), carbono
(C), nitrógeno (N), oxígeno (O), flúor (F) y neón (Ne). El tercer periodo, también con 8
elementos, comienza por el sodio (Na) y termina con el argón (Ar). Tanto el cuarto
periodo, que comienza por el potasio (K), como el quinto periodo, que se inicia con el
rubidio (Rb), están formados por 18 elementos. El sexto periodo, que empieza con el
cesio (Cs), tiene 32 elementos. El séptimo periodo contiene los elementos restantes.
Las columnas verticales en la tabla periódica son los grupos (o familias) de elementos, que
presentan propiedades semejantes. En la parte superior de cada columna figura el
número asignado a cada grupo. Los elementos situados en las dos primeras columnas a la
izquierda de la tabla periódica y los que se encuentran en las seis últimas columnas a la
derecha se conocen como elementos representativos o elementos de grupo principal.
Durante muchos años, a estos elementos se les han dado los números de grupo 1A-8A (en
algunas tablas periódicas estos números se escriben con números romanos). En el centro
de la tabla periódica se agrupan los elementos conocidos como elementos de transición o
metales de transición, tradicionalmente designados por la letra B. También existe una
nueva nomenclatura, que asigna los números de grupo 1 a 18, según se avanza de
izquierda a derecha en la tabla periódica. Ambos métodos de numeración son empleados
indistintamente.
En la tabla periódica el número atómico está encima del símbolo del elemento químico
correspondiente, pero para distinguir entre diferentes isótopos, escribimos un símbolo
atómico que indique el número másico en la esquina superior izquierda, y el número
atómico en la esquina inferior izquierda.
En la tienda, usted compra huevos por docena o gaseosas por caja. En una tienda de
artículos para oficina, los pedidos de lápices se hacen por gruesas y los de papel por
resmas. Términos como docena, gruesa, resma y caja sirven para contar el número de
artículos presentes. Por ejemplo, cuando usted compra una docena de huevos, usted
sabe que vendrán 12 huevos en el cartón.
Número de Avogadro
En química, las partículas como átomos, moléculas y iones se cuentan por medio del
término mol, una unidad que contiene 6.02 x 1023 de dichas partículas. El número de
Avogadro es un número muy grande, porque los átomos son tan pequeños que se
necesita un número extremadamente grande de átomos para tener una cantidad
suficiente que pesar y usar en reacciones químicas. El número de Avogadro se llama así
en honor del físico italiano Amedeo Avogadro.
Número de Avogadro
602 000 000 000 000 000 000 000 = 6,02 x 1023 átomos
Masa molar
Un solo átomo o molécula es demasiado pequeño para pesarlo, ni siquiera con la báscula
de laboratorio más sensible. De hecho, se necesita un enorme número de átomos o
moléculas para tener suficiente sustancia y poder verla. Una cantidad de agua que
contiene un número de Avogadro de moléculas de agua constituye apenas unos cuantos
sorbos. En el laboratorio puede usar una báscula para pesar el número de Avogadro de
partículas o un mol de una sustancia. Para cualquier elemento, la cantidad denominada
masa molar es el número de gramos que es igual a la masa atómica de dicho elemento. Se
cuentan 6.02 x 1023 átomos de un elemento cuando se pesa el número de gramos igual a
su masa molar. Por ejemplo, el carbono tiene una masa atómica de 12.01 en la tabla
periódica. Entonces, para obtener un mol de átomos de carbono se pesarían 12.01 g de
carbono. En consecuencia, para encontrar la masa molar del carbono se observa su masa
atómica en la tabla periódica.