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¿Qué es una herencia?

Es la sucesión de los bienes del difunto, al que también


se le denomina de cuius. La herencia es la forma de trasmitir bienes, derechos y
obligaciones del difunto a fin de que éstos no se extingan con su muerte, conociéndose
así como derecho de sucesión mortis causa. Conforme al artículo 1281 del Código Civil
Federal la herencia es la sucesión en todos bienes del difunto y en todos sus derechos
y obligaciones que no se extinguen con su muerte. El artículo 1282 del mismo Código,
señala que la herencia se difiere por la voluntad del testador o por disposición de la
ley. La primera se llama testamentaria, y la segunda legítima.

¿Qué es un legado? A diferencia del heredero, el cual adquiere a titulo


universal, el legatario adquiere a titulo particular, es decir, una persona deja en su
testamentando una parte específica de sus bienes (legado) al legatario. Es importante
mencionar que el legatario sólo adquiere bienes o derechos pero nunca obligaciones, a
este respecto el artículo 1285 del Código Civil Federal nos dice lo siguiente: Artículo
1285. El legatario adquiere a título particular y no tiene más cargas que las que
expresamente le imponga el testador, sin perjuicio de su responsabilidad subsidiaria
con los herederos. Para evitar que el autor de la herencia se deslinde de sus
obligaciones o de sus deudas después de su muerte dejando únicamente legatarios
éstos serán considerados como herederos conforme el artículo 1296 de la presente
ley.

¿Qué es un testamento? El testamento es el documento donde se plasma la


decisión de una persona con respecto a su patrimonio, designando a las personas que
lo recibirán en el momento de su muerte. Su finalidad básica es que el patrimonio
perdure a pesar de que el dueño de éste muera. En el testamento se puede reconocer
a los hijos procreados y las deudas contraídas. A estas disposiciones se les denomina
cláusulas irrevocables. Su SUCESIONES Y TESTAMENTOS 2 característica es que una vez
manifestadas en un testamento, prevalecen, aún cuando el autor de la herencia
formule un nuevo testamento.

¿Cuántos tipos de testamento existen? Los testamentos en materia civil


se clasifican en dos grupos: ordinario y especial. Dentro del ordinario se encuentran:

1. Testamento Público Abierto.- Es el que se otorga ante notario público, de


conformidad con las disposiciones de las leyes de la materia.

2. Testamento Público Cerrado.- Puede ser escrito por el testador o por otra persona a
su petición. El papel en que esté escrito el testamento o el sobre que lo contenga,
deberá estar cerrado y sellado, o solicitará que sea cerrado y sellado en su presencia, y
lo exhibirá al Notario ante testigos.
3. Público Simplificado. (Para el Distrito Federal, en otras entidades puede
denominarse de diferente manera).- Es aquél en el cual en la misma escritura de
adquisición de un inmueble destinado o que vaya a destinarse para vivienda, se
establece a los herederos. Esta disposición se realiza ante Notario Público.

4. Ológrafo.- Es aquel escrito de puño y letra del testador. Los testamentos ológrafos
no producirán efecto si no están depositados ante la autoridad competente que
disponga la legislación de la materia.

El especial puede ser:


1. Privado.- Es aquel que se realiza por las siguientes causas: * Cuando el testador es
atacado de una enfermedad tan violenta y grave que no le permita acudir ante el
Notario Público a hacer el testamento; * Cuando no haya Notario Público en la
población, o juez que actúe por receptoría; * Cuando aunque haya Notario Público o
juez en la población, sea imposible, o por lo menos muy difícil, que concurran al
otorgamiento del testamento; y. * Cuando los militares o asimilados del ejército
entren en campaña o sean prisioneros de guerra.

2. Militar.- Se realiza cuando el militar o el asimilado del Ejército hace su disposición


en el momento de entrar en acción de guerra, o estando herido sobre SUCESIONES Y
TESTAMENTOS

3 el campo de batalla. Bastará con que declare su voluntad ante dos testigos, o que
entregue a los mismos el pliego cerrado que contenga su última disposición, firmada
de su puño y letra. 3. Marítimo.- Se realiza por las personas que se encuentren en alta
mar, a bordo de navíos de la Marina Nacional, sea de guerra o mercantes, sujetándose
a las prescripciones contenidas en las legislaciones competentes.

4. Espacial.- Se realiza por las personas que se encuentren a bordo de aeronaves o


naves espaciales, sujetándose a las prescripciones contenidas en las legislaciones
competentes.

5. Hecho en País Extranjero.- Los testamentos hechos en país extranjero, producirán


efecto en el Distrito Federal cuando hayan sido formulados de acuerdo con las leyes
del país en que se otorgaron. Los testamentos en materia social se denominan lista de
sucesores o análogamente testamento agrario.
SUCESIONES Y TESTAMENTOS 4 BIBLIOGRAFÍA ROJINA VILLEGAS, Rafael, Derecho Civil
Mexicano, Tomo II, 1ª. Edición, Ed. Porrúa S.A. de C.V., México, 1962. MOTO SALAZAR,
Efraín, Elementos del Derecho, 37ª. Edición, Ed. Porrúa S.A. de C.V., México, 1991.
LEGISLACIÓN: Código Civil Federal Publicado en el Diario Oficial de la Federación en
cuatro partes los días 26 de mayo, 14 de julio, 3 y 31 de agosto de 1928 INTERNET:
Registro Nacional de Avisos de Testamento http://www.testamentos.gob.mx/

Fuente del documento:


http://www.ordenjuridico.gob.mx/Publicaciones/CDs2009/CDSucesorio/pdf/1.pdf
Quien es un albacea y que funciones
cumple
Albacea o ejecutores testamentarios son aquellas personas que se
encargan de cumplir las disposiciones hechas por el testador.
Entonces el albacea es la persona encomendada de cumplir
cabalmente la voluntad del testador plasmada en
el testamento. Cuando el testador no designa albacea o este faltare
por alguna circunstancia, les corresponde a los herederos ejecutar las
disposiciones del testador.
El juez es el encargado a petición de un interesado en el proceso de
sucesión de señalar el plazo en el cual debe comparecer el albacea,
si este incurre en mora, caducara su nombramiento, pero el albacea
nombrado puede rechazar su nombramiento, pero debe probar el
inconveniente que le asiste para ejercer el encargo, sino lo prueba se
hará indigno para suceder al testador.
El cargo de albacea es intransferible a los herederos de este, pues se
considera que si el testador lo nombro es porque era de su entera
confianza y esperaba que este cumpliera sus disposiciones, y no que
lo hiciera otra persona diferente a la que él encargo. También es
indelegable, a menos que el testador haya dado la facultad de ser
delegado; en todo caso el albacea puede nombrar apoderados para
que cumplan sus órdenes, pero lo que estos hagan será
responsabilidad del albacea.
Cuando haya muchos albaceas, la ley considera que todos son
solidariamente responsables a menos que el testador los haya
exonerado de dicha solidaridad o el Juez haya dividido sus encargos y
cada uno deba responder por el suyo. Si hay dos o más albaceas con
atribuciones comunes deberán actuar de consuno, el hecho de que el
testador les haya autorizado para actúen separadamente esto no los
libra de la solidaridad.
Las obligaciones del albacea son: velar por la seguridad de los bienes
del testador, procurar que se haga el inventario de los bienes con
citación de los herederos, debe dar noticia de la apertura de la
secesión, en la partición de los bienes velar por que sean pagadas
las deudas.
Por último también es responsable de la culpa leve en el desempeño
de sus atribuciones. Además podrá ejercer la tenencia de los bienes
que le haya encargado el testador si este así lo dispuso y ente caso
tendrá las mismas facultades y obligaciones que el curador de la
herencia yacente.

Fuente: http://www.gerencie.com/quien-es-un-albacea-y-que-funciones-cumple.html
Obligaciones | Los interventores de la herencia
En la presente Unidad nos introduciremos al estudio de los interventores de la herencia como
uno de los sujetos del derecho hereditario, además de analizar la incorporación de algunos
otros sujetos como parte activa que se presentan en la sucesión testamentaria como legítima y
las disposiciones comunes a estos dos tipos de sucesiones. Los interventores realizan funciones
de control con relación a las funciones del albacea, además el interventor de la herencia actúa
en beneficio de los intereses de los herederos, legatarios o acreedores de la herencia.

Función.

Antes de describir la función que tienen los interventores de la herencia, es importante hacer
hincapié que existen dos clases de interventores: a) Provisionales. Y b) Definitivos.

a) Interventores provisionales. Según lo señala el Código de Procedimientos Civiles del Distrito


Federal, los interventores provisionales son designados por el Juez, cuando se presente alguno
de los dos siguientes supuestos:

1. Cuando pasados 10 días de la muerte del autor de la sucesión, no se hubiere presentado el


testamento y o en él no se hubiera designado albacea, ni tampoco se hubiere denunciado al
intestado.

2. Cuando por cualquier motivo no hubiere albacea después de un mes de iniciado el juicio
sucesorio.

b) Interventores definitivos. Son aquellos que tienen por objeto vigilar el exacto cumplimiento
del cargo de albacea, en otras palabras, el interventor de la herencia es un órgano de control
de las funciones del albacea a efecto de vigilar el exacto cumplimiento de su cargo.

Función de los Interventores provisionales: La función del interventor provisional, es la de


recibir los bienes por inventario y tendrá únicamente el carácter de simple depositario, sin
poder desempeñar otras funciones administrativas que las de mera conservación y las que se
refieran al pago de las deudas mortuorias con autorización judicial. Cabe mencionar que las
funciones de este interventor como su nombre lo indican son exclusivamente provisionales, ya
que sus funciones cesarán una vez que se nombre o se de a conocer al albacea. Una vez que
sea designado el albacea, el interventor provisional tiene el deber de entregarle los bienes que
tuvo en depósito.

Función de los Interventores definitivos: Las funciones del interventor definitivo se limitan a
vigilar el exacto cumplimiento del cargo de albacea. El Código Civil para el Distrito Federal
señala que es forzoso nombrar un interventor definitivo en los casos siguientes:

1. Siempre que el heredero esté ausente o no sea conocido.

2. Cuando la cuantía de los legados iguale o exceda a la porción del heredero albacea.
3. Cuando se hagan legados para objetos o establecimientos de beneficencia pública.

Por último, respecto de la terminación de las funciones del interventor definitivo, recordemos
que en la última parte de la unidad anterior, se hizo referencia acerca de que las mismas
causas que dan fin al cargo de albacea, terminan también con el cargo de interventor.

Personalidad.

Personalidad de los Interventores provisionales: Cuentan con capacidad legal para ejercer el
cargo de interventores provisionales, aquellas personas que además de ser nombradas por un
Juez, cubran los requisitos de mayoría de edad, notoria buena conducta, contar con domicilio
en el lugar del juicio sucesorio y otorgar fianza judicial con el fin de que caucione su
desempeño, dicha fianza la deberá de otorgar en el plazo de diez días contados a partir de la
aceptación del cargo bajo pena de remoción.

Personalidad de los Interventores definitivos: Los Interventores no cuentan con capacidad para
tener la posesión de los bienes hereditarios, ni siquiera de manera interina. Podrán ejercer el
cargo de interventores definitivos aquellas personas que sean mayores de edad y que cuenten
con capacidad general para obligarse. Durarán en su función todo el tiempo que dure el
albaceazgo entre tanto no se le revoque su nombramiento.

Los acreedores y los deudores de la herencia.

Los acreedores de la herencia: Se denominan acreedores de la herencia a los sujetos


privilegiados del derecho hereditario, en virtud de que el activo hereditario debe quedar
destinado de manera preferente a cubrir el pasivo de la sucesión, es decir, los herederos
tienen el deber de pagar a beneficio de inventario el importe de las obligaciones a cargo de la
herencia, consecuentemente, si se diera el caso de que el activo transmitido a los herederos
fuera insuficiente y hubiera legatarios, en los casos de sucesión testamentaria, éstos
responderán subsidiariamente con los herederos y hasta el límite de sus legados (Rojina
Villegas, 2004, p. 347). Debemos de recordar que el albacea cuenta con facultades para
ponerse de acuerdo con los herederos y proceder a vender los bienes hereditarios para hacer
el pago tanto de las deudas mortuorias como de los créditos a cargo de la sucesión. El
producto obtenido de la venta debe ser destinado en primer lugar al pago de las deudas
mortuorias y en segunda lugar al pago de las deudas hereditarias en general, lo anterior
atendiendo a las preferencias que hubiere entre los acreedores dada su naturaleza y
observándose, las reglas establecidas por la ley sustantiva de la materia.

Los deudores de la herencia: Se denominan deudores de la herencia a los sujetos que quedan
obligados a hacer el pago de sus obligaciones al albacea, sin que por lo tanto puedan
perjudicar a los acreedores hereditarios haciendo un pago a los acreedores personales de
dichos herederos, pues las relaciones pasivas de la sucesión son totalmente independientes de
las relaciones pasivas de los herederos o legatarios en lo personal. Además, los deudores de la
herencia son responsables de valores que están destinados, como partes del activo
hereditario, al pago del pasivo sucesorio para satisfacer preferentemente a los acreedores de
la herencia (Rojina Villegas, 2004, p. 350.).

Sus derechos y obligaciones: Los acreedores de la herencia como sujetos activos tienen el
derecho de exigir el pago de las deudas hereditarias, mientras que los deudores como sujetos
pasivos tienen la obligación de liquidar las deudas hereditarias. En caso de que no hubiera
acuerdo entre todos los herederos, el albacea puede llevar a cabo la venta siempre y cuando
cuente con autorización judicial. En tal sentido, si los acreedores están identificados en el
testamento, son reconocidos por los coherederos, o tienen en su poder un título ejecutivo
(letra de cambio, cheque, pagaré o una sentencia judicial firme... etc.) pueden ejercer su
derecho a oponerse a la partición de la herencia hasta que se les pague o se les asegure el
pago de sus créditos, pero no pueden solicitar que se practique la división judicial de los bienes
que componen la herencia. Una vez realizada la partición, los acreedores pueden exigir el pago
de las deudas, hasta el límite del importe de los bienes atribuidos a cada heredero si la
herencia se aceptó a beneficio de inventario, o hasta el límite del total de la deuda, si no se
hizo de esta forma. Así, para que el heredero no tenga que responder con sus bienes de las
deudas del fallecido, la ley establece la posibilidad de aceptar la herencia “a beneficio de
inventario”, en cuyo caso el heredero sólo responderá de las deudas del fallecido hasta donde
cubran los bienes de la herencia y sólo adquirirá los bienes que queden en la herencia una vez
que se hayan pagado todas las deudas. La petición del beneficio de inventario debe reunir
determinadas formalidades y también puede perderse. Por su parte, el coheredero que
hubiese pagado más importe de deuda de lo que corresponda a su cuota de participación en la
herencia, puede reclamar a los demás este exceso. Si uno de los coherederos es también
acreedor del difunto, puede reclamar a los demás que se le abone el crédito pendiente de
pago a su favor, reduciendo también de su parte, la cuota que le corresponda de la deuda. Si
los acreedores lo son de uno o más de los coherederos pueden intervenir en la adjudicación de
los bienes para evitar que se haga en fraude de sus intereses. Los deudores de la herencia
quedan obligados al pago de sus obligaciones al albacea, pero sin perjudicar a los acreedores
hereditarios haciendo un pago a los acreedores personales de dichos herederos, lo deudores
de la herencia son responsables de los valores que están destinados, como partes del activo
hereditario, el pago del pasivo sucesorio para satisfacer preferentemente a los acreedores de
la herencia.

Supuestos comunes a las testamentarias e intestados.

Atendiendo al concepto de supuestos jurídicos, podemos decir que los supuestos del derecho
hereditario son todas aquellas hipótesis normativas de cuya realización dependerá que se
produzcan las consecuencias de derecho que regula la ley, las cuales consisten en la creación,
transmisión, modificación o extinción de derechos, obligaciones, sanciones o situaciones
jurídicas concretas, en otras palabras los supuestos comunes a las testamentarias e intestados
tienen como finalidad determinar las consecuencias tanto en la sucesión legítima como en la
testamentaria. De acuerdo a su importancia, los supuestos del derecho hereditario son los
siguientes:
a) La muerte del autor de la herencia es fundamental dentro del derecho hereditario, ya que
constituye el supuesto jurídico condicionante en los efectos y consecuencias que se puedan
producir.

b) El testamento es un acto jurídico personalísimo, revocable y libre, por medio del cuál una
persona capaz dispone de sus bienes, derechos y obligaciones, siendo éste a título universal o
particular, en el cual se nombran herederos o legatarios, o declara y cumple deberes para
después de su muerte. La función del testamento como supuesto jurídico del derecho
hereditario es de gran importancia en la sucesión, siendo ésta la voluntad del de cujus
(testador), quedando así su papel limitado a sucesión testamentaria la cual debe combinarse
con la muerte del testador.

c) El parentesco, el matrimonio y el concubinato son supuestos especiales de la sucesión


legítima que al combinarse con la muerte del autor de la herencia, da paso a la transmisión a
título universal en favor de determinar parientes consanguíneos, cónyuge supérstite y
concubina, en ciertos casos. Se requiere una condición negativa, siendo esta que a la muerte
del autor de la herencia no haya dejado testamento.

d) La capacidad de goce de los herederos y legatarios es esencial para que puedan adquirir por
herencia o legado. La ley considera como principio que toda persona tiene capacidad de goce
para heredar.

e) La aceptación de herederos y legatarios es un supuesto jurídico tanto en la sucesión legítima


para los primeros, cuando en la testamentaria para ambos que solo tiene como consecuencia
hacer irrevocable y definitiva la calidad de unos y otros, así como evitar la prescripción de diez
años por no reclamar la herencia.

f) La no-repudiación de la herencia o del legado es un supuesto jurídico negativo esencial para


que se puedan producir las consecuencias del derecho hereditario.

g) La toma de posesión de los bienes objeto de la herencia o del legado no produce ninguna
consecuencia dentro del derecho hereditario para adquirir el dominio o la posesión originaria
pues estos efectos se producen desde el día y hora de la muerte del cujus, por lo que el
heredero o legatario aún no teniendo materialmente la posesión de los bienes, se les
considera como poseedores en derecho.

De la muerte del autor de la herencia.

La muerte del autor de la herencia (de cujus) es el supuesto básico del derecho hereditario, es
decir, que es el supuesto principal y básico del derecho hereditario y a él se refieren múltiples
consecuencias que además se retrotraen a la citada fecha, aun cuando se realicen con
posterioridad. Por esto la citada muerte determina la apertura de la herencia y opera la
transmisión de la propiedad y posesión de los bienes a los herederos y legatarios.

La muerte del cónyuge.


Con relación a la sucesión del cónyuge, el Código Civil para el Distrito Federal señala las reglas
siguientes:

A. El cónyuge que sobrevive, concurriendo con descendientes, tendrá el derecho de un hijo, si


carece de bienes o los que tiene al morir el autor de la sucesión, no igualan a la porción que a
cada hijo debe corresponder”. En el caso de que el cónyuge supérstite carezca de bienes,
tendrá derecho a recibir de manera íntegra una porción equivalente a la de los hijos, si por el
contrario, los bienes con que cuenta el cónyuge superviviente al morir el autor de la sucesión,
no igualan a la porción de cada hijo, éste sólo tendrá derecho de recibir lo que baste para
igualar sus bienes con la porción de sus descendientes.

B. Si el cónyuge que sobrevive concurre con ascendientes, la herencia se dividirá en dos partes
iguales, de las cuales una se aplicará al cónyuge y la otra a los ascendientes.

C. Concurriendo el cónyuge con uno o más hermanos del autor de la sucesión, tendrá dos
tercios de la herencia y el tercio restante se aplicará al hermano o se dividirá por partes iguales
entre los hermanos.

D. A falta de descendientes, ascendientes y hermanos, el cónyuge sucederá en todos los


bienes.

Respecto de los apartados B y C, se hace hincapié en que el cónyuge recibirá las porciones que
le correspondan, aunque tenga bienes propios. Por último, cabe mencionar que de la
concubina y el concubinario tienen derecho a heredarse recíprocamente, aplicándose las
disposiciones relativas a la sucesión del cónyuge, siempre que reúnan los requisitos a que se
refiere el Capítulo del Concubinato del Código Civil para el Distrito Federal.

Presunción de la muerte del ausente.

El Código Civil para el Distrito Federal señala en su artículo 1649 que “La sucesión se abre en el
momento en que muere el autor de la herencia y cuando se declara la presunción de muerte
de un ausente”. A través de la declaración de ausencia, la persona desaparecida, cuya
existencia es dudosa, queda en una situación jurídica que autoriza la apertura de su
testamento y la entrada de los herederos en la posesión provisional de los bienes hereditarios,
quedando éstos, a falta de herederos, en la del representante que se hubiese nombrado al
dictarse las medidas provisionales legalmente establecidas para los casos de ausencia o el que
se designe por falta de éste. Con relación al párrafo que antecede, Rojina Villegas (2004, p.
354) menciona que tanto en la herencia legítima como en la testamentaria, se aplica el
principio de que los herederos adquieren derecho a la 9 Ausente. Aquella persona cuyo
paradero es desconocido y cuya existencia es dudosa. propiedad y posesión de los bienes de la
herencia, desde la muerte del autor de la sucesión considerándose dentro de este punto la
presunción de muerte del ausente. Por lo que resulta que, los herederos son propietarios y
poseedores en la parte alícuota correspondiente, antes de la aceptación de la herencia. Ahora
bien, Rojina Villegas (2004) comenta de manera oportuna que el momento de la muerte es
denominado técnicamente “apertura de la herencia”, sin importar que de manera formal se
haya iniciado ante algún juzgado el juicio sucesorio, ya que jurídicamente la herencia se ha
abierto en el instante mismo de la muerte o al declararse por sentencia la presunción de
muerte del ausente.

Fuente: http://losapuntesuniversitarios.blogspot.mx/2013/07/obligaciones-los-
interventores-de-la.html

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