AKAL / BASICA DE BOLSILLO
Th.W. ADORNO
MISCELANEA |
OBRA COMPLETA, 20/1Sobre e] estudio de la filosoffa
1. Que quien va a estudiar filosofia no sepa cémo empezar; que
no encuentre ningtin plan de estudios ardenado; que categorlas pe-
dagégicas como las de principiante y avanzado tan poco le ayuden a
orientarse es no tanto sefial de una organizacién y una disciplina de-
Fectuosas en la materia, cuanto expresién de que la filosofia no cons-
situye propiamente ninguna especializacién que pueda prepararse y
cransmitirse de manera progresiva. No es sdlo que las filosoffas hist6-
ricamente separadas, y aun las simultaneas, tanto difieran entre si, que
su presentacidn en un sistema ensefiable resulte imposible o aboque
ala mis flaca abstsaccién. Es que, ademés, los propios conceptos, té-
stamente aceptados por efecto de la exigencia de un progresar de lo
cil a lo dificil, son, sin excepcién, problematicos: estén sujetos a la
ctitica filoséfica. No hay en absoluto filosofias faciles y dificiles; tex-
tos de factura sencilla, que exponen contenidos en un lenguaje seme-
ante al corriente, ocultan en ocasiones el mas intenso esfuerzo del pen-
samiento, mientras que, inversamente, otros revestidos de particular
terminologia exponen el pensamiento més facil que principio alguno
na generado. Por otra parte, la idea de que es necesario partir de un
principio sencillo y cierto, sobre el cual se erija con total transparen-
sia todo lo demas, prejuzga ya la decisién sobre cuestiones que sdlo
pueden dirimirse en la filosofia misma. La idea de la ausencia de su-
puestos es, decididamente, un fantasma, y ninguna filosofia la ha he-
cho jams efectiva. Quien quiera introducirse en la filosofia, debe
dejar fuera la ausencia de supuestos. No azarosamente normas apa-
rentemente convincentes, como la claridad, la precisién, la demos-
sracién completa, la reduccién de lo complejo a lo elemental, la inte-322 Miscelamex
gridad y la unidad deductiva son sedimentos de una filosofla histoc-
ca, del método cartesiano. Quien conffe ciegamente en él, esta cerranae
el camino a la reflexién sobre el objeto de su interés. Pero renunciz z
esas normas e ir a la caza del origen significa extraviarse aun mas =x
una situacién dogmdtica. Todos los muy comprensibles desiderata com
que la conciencia ingenua entra en la filosofla suponen que el objex
de la misma se agota en el orden conceptual de esa conciencia y que
por tanto, la representacidn del objeto de la filosofla se corresponae
con una jerarquia conceptual: la filosoffa consiste precisamente en =
flexionar sobre ella. Ante la filosoffa no cabe, en suma, sino darse a ele
sin creer en ninguna autoridad, mas también sin anteponerle preter-
siones fijas, y ser, con todo, duefio del propio pensamiento. Por ale=
no hay instrucciones al respecto, sino s6lo modestas indicaciones.
2. Quien quiera entender una filosofia, debe primero conceder-
le algo. En las ciencias esto se sobreentiende, pero entre los que e&
tudian filosofia, justamente los mas honrados tienden a rehusar esa
exigencia. Pero no existe ningdn pensamiento que no contenga de-
mentos que a éste le es imposible fundamentar o resolver, 0, al me-
nos: cuya legitimacién no se opere en el todo antes que cn el comics
20; y es dudoso que las filosoffas ms verdaderas sean aquellas en las
que las cuentas mejor salen, las més libres de contradicciones. Si nc
se concede de entrada a Kant que el conocimiento no consiste pro-
piamente sino en estas relaciones sujetas a leyes y tiene por criteric
Ja universalidad y la necesidad, y que, por otra parte, las ciencias de
Ja naturaleza que emplean la matemdtica de hecho contienen ese co-
nocimiento, no se entenderd el sistema kantiano; pero quien ya lo bs
entendido sabré por qué la universalidad de las leyes ocupa en él ese
puesto central. El estudio de ja filosofla requiere, pues, una particu-
Jar paciencia: la filosoffa sélo se abre a un entendimiento que no pre-
tende entenderlo todo a cada momento.
3. Prdcticamente, esto no significa sino que lo mejor que puede
hacerse es escoger un texto filosdfico por el que se sienta atraccién ¥
leerlo aunque al principio no se entienda todo lo que dice. Muchas
cosas acaban entendiéndose a base de insistencia. Cuando se ama, se
comprende. La inteligencia no es una facultad aparte del alma, sine
que est4 trabada con lo que a uno lo mueve, lo que uno quiere. Li
perseverancia del pensamiento va mds all4 de todo lo que Ia llamadz
formacién proporciona. Al socidlogo americano Veblen se le pregunte