Respecto a la alimentación, también muy poco conocida, parece que se fue imponiendo
el modelo romano de cereales, gracias en gran parte al impulso de muchas órdenes
eclesiásticas, en especial los benedictinos y su famosa regla. Así, este aumento continuo
del pan hizo que aumentara considerablemente el uso del molino, que a partir de ahora
desempeñará un importante papel en la economía rural. Sin embargo, la construcción de
los molinos requería grandes esfuerzos y medios, como la fabricación de las muelas y
piezas de hierro. Así la iniciativa de construir estos edificios correspondía a la única
persona que por su poder podía hacerlo, los señores. Aquí aparece una nueva forma de
explotación campesina, los señores vieron pronto las posibilidades económicas de los
molinos, así, obligaban a todos los campesinos de su dominio a utilizar su molino,
aunque estuviera lejos y hubiera otros más cerca.