Con alguna de las siguientes sentencias, Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás
(Cfr. Gen 3,19) o Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Cfr. Mc 1, 15), se impone la ceniza para iniciar el
itinerario de la Cuaresma. La ceniza es símbolo de la fragilidad y limitación humana, que lleva a
estar en un constante proceso de conversión.
De acuerdo a las instrucciones del Misal Romano indica: En la Misa de este día se bendice y
se impone las cenizas de los ramos de olivo o de otros árboles que fueron bendecidos el Domingo de
Ramos del año precedente. Con anticipación los ramos son recolectados para después proceder a
ser quemados hasta obtener la consistencia de un polvo fino.