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Lactancia materna

La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los


nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables.
Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de
buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud.

La OMS recomienda el calostro (la leche amarillenta y espesa que se produce al


final del embarazo) como el alimento perfecto para el recién nacido, y su
administración debe comenzar en la primera hora de vida. Se recomienda la
lactancia exclusivamente materna durante los primeros 6 meses de vida. Después
debe complementarse con otros alimentos hasta los dos años. Lactancia materna

Durante los últimos decenios se han seguido acumulando pruebas sobre las
ventajas sanitarias de la lactancia materna, sobre la que se han elaborado
numerosas recomendaciones. La OMS puede afirmar ahora con plena seguridad
que la lactancia materna reduce la mortalidad infantil y tiene beneficios sanitarios
que llegan hasta la edad adulta. Para el conjunto de la población se recomienda la
lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a partir de
entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos
años.

Para que las madres puedan practicar el amamantamiento exclusivo durante los
seis primeros meses, la OMS y el UNICEF recomiendan:

 Iniciar el amamantamiento durante la primera hora de vida;


 Practicar el amamantamiento exclusivo, es decir, proporcionar al lactante
únicamente leche materna, sin otros alimentos o bebidas, ni siquiera agua;
 Dar el pecho cuando el niño lo reclame, ya sea de día o de noche;
 No utilizar biberones, tetinas o chupetes.

La leche materna es el primer alimento natural de los niños, proporciona toda la


energía y los nutrientes que necesitan durante sus primeros meses de vida y sigue
aportándoles al menos la mitad de sus necesidades nutricionales durante la
segunda mitad del primer año y hasta un tercio durante el segundo año de vida.

La leche materna promueve el desarrollo sensorial y cognitivo, además de


proteger al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas. La lactancia natural
exclusiva reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia, como la
diarrea o la neumonía, y favorece un pronto restablecimiento en caso de
enfermedad. La lactancia natural contribuye a la salud y el bienestar de la madre,
ayuda a espaciar los embarazos, disminuye el riesgo de cáncer ovárico y
mamario, incrementa los recursos de la familia y el país, es una forma segura de
alimentación y resulta inocua para el medio ambiente.

La lactancia materna es a la vez un acto natural y un comportamiento que se


aprende. Abundantes investigaciones demuestran que las madres u otras
cuidadoras necesitan un apoyo activo para instaurar y mantener un
amamantamiento adecuado. En 1992, la OMS y el UNICEF pusieron en marcha la
Iniciativa «Hospitales amigos del niño» con la idea de favorecer la lactancia natural
ayudando a las mujeres a ejercer el tipo de maternidad que lo propicia. Esta
iniciativa está contribuyendo a que la lactancia natural exclusiva gane terreno en
todo el mundo. Combinada con medidas de apoyo en todos los eslabones del
sistema de salud, puede ayudar a las madres a mantener este modo de
alimentación.

La OMS y el UNICEF elaboraron un curso de capacitación de 40 horas sobre


Consejería en lactancia materna y, en fechas más recientes, un curso integrado de
cinco días de duración que gira en torno al asesoramiento sobre la alimentación
de lactantes y niños pequeños y tiene por objetivo formar a personal sanitario
especializado capaz de prestar un apoyo competente a madres que estén
amamantando y de ayudarlas a superar dificultades. Asimismo, en un cursillo
dirigido a personal sanitario de primer nivel y dedicado a la atención integrada a
las enfermedades infantiles, se imparten una serie de competencias básicas para
apoyar la lactancia materna.

En la Estrategia Mundial para la Alimentación del Lactante y del Niño


Pequeño se describen las intervenciones fundamentales para proteger,
fomentar y apoyar la lactancia materna. Lactancia materna exclusiva

«La lactancia natural es una forma sin parangón de proporcionar un alimento ideal
para el crecimiento y el desarrollo sanos de los lactantes; también es parte
integrante del proceso reproductivo, con repercusiones importantes en la salud de
las madres.» El examen de los datos científicos ha revelado que, a nivel
poblacional, la lactancia materna exclusiva durante 6 meses es la forma de
alimentación óptima para los lactantes. Posteriormente deben empezar a recibir
alimentos complementarios, pero sin abandonar la lactancia materna hasta los 2
años o más.

Para que las madres puedan iniciar y mantener la lactancia materna


exclusiva durante 6 meses, la OMS y el UNICEF recomiendan:

OMS

 que la lactancia se inicie en la primera hora de vida;


 que el lactante solo reciba leche materna, sin ningún otro alimento ni
bebida, ni siquiera agua;
 que la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera
el niño, tanto de día como de noche;
 que no se utilicen biberones, tetinas ni chupetes.

La leche materna es la primera comida natural para los lactantes. Aporta toda la
energía y los nutrientes que el niño necesita en sus primeros meses de vida, y
sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales del niño durante
el segundo semestre de vida, y hasta un tercio durante el segundo año.

La leche materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño de


las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas. La lactancia materna
exclusiva reduce la mortalidad del lactante por enfermedades frecuentes en la
infancia, tales como la diarrea o la neumonía, y ayuda a una recuperación más
rápida de las enfermedades. Estos efectos son mensurables tanto en las
sociedades con escasos recursos como en las sociedades ricas (Kramer M et al.
Promotion of Breastfeeding Intervention Trial (PROBIT): A randomized trial in the
Republic of Belarus. Journal of the American Medical Association, 2001, 285(4):
413-420).

La lactancia materna contribuye a la salud y al bienestar de las madres. Ayuda a


espaciar los embarazos, reduce el riesgo de cáncer de ovario y mama, aumenta
los recursos familiares y nacionales, es una forma de alimentación segura, y
carece de riesgos para el medio ambiente.
Alimentación complementaria

Cuando la leche materna deja de ser suficiente para atender las necesidades
nutricionales del lactante hay que añadir alimentos complementarios a su dieta. La
transición de la lactancia exclusivamente materna a la alimentación
complementaria abarca generalmente el periodo que va de los 6 a los 18 a 24
meses de edad, y es una fase de gran vulnerabilidad, cuando para muchos niños
empieza la malnutrición, y de las que más contribuye a la alta prevalencia de la
malnutrición en los menores de 5 años de todo el mundo. La OMS calcula que en
los países de ingresos bajos dos de cada cinco niños tienen retraso del
crecimiento.

OMS/J. Muriel

La alimentación complementaria debe introducirse en el momento adecuado, lo


cual significa que todos los niños deben empezar a recibir otros alimentos,
además de la leche materna, a partir de los 6 meses de vida. La alimentación
complementaria debe ser suficiente, lo cual significa que los alimentos deben tener
una consistencia y variedad adecuadas, y administrarse en cantidades apropiadas
y con una frecuencia adecuada, que permita cubrir las necesidades nutricionales
del niño en crecimiento, sin abandonar la lactancia materna.

Los alimentos deben prepararse y administrarse en condiciones seguras, es decir,


reduciendo al mínimo el riesgo de contaminación por microorganismos patógenos.
Además deben administrarse de forma apropiada, lo cual significa que deben
tener una textura adecuada para la edad del niño y administrarse de forma que
respondan a su demanda, de conformidad con los principios de la atención
psicosocial.

La adecuación de la alimentación complementaria (en términos de tiempo,


suficiencia, seguridad y adaptación) depende no solo de la disponibilidad de
alimentos variados en el hogar, sino también de las prácticas de alimentación de
los cuidadores. La alimentación del niño pequeño requiere cuidados y estimulación
activa, que su cuidador responda a los signos de hambre que manifieste el niño y
que lo estimule para que coma. A esto se le llama alimentación activa.

La OMS recomienda que los lactantes empiecen a recibir alimentos


complementarios a los 6 meses, primero unas dos o tres veces al día entre los 6 y
los 8 meses, y después, entre los 9 a 11 meses y los 12 a 24 meses, unas tres o
cuatro veces al día, añadiéndoles aperitivos nutritivos una o dos veces al día,
según se desee.

La alimentación ideal en los primeros 6 meses de vida es la leche materna de


manera exclusiva. Es decir, únicamente pecho.

Se ha demostrado, mediante estudios realizados en las últimas décadas, que la


lactancia materna posee los mayores beneficios, ya que protege al bebé de
muchísimas infecciones y se reconoce una disminución de diarreas, otitis, catarros
y alergias en los bebés alimentados de esta forma. No hay ningún otro alimento
que pueda imitar sus cualidades.

La lactancia no sólo beneficia al bebé, también beneficia a la madre, ya que


permite que el útero recupere de manera más rápida su tamaño normal. Esto le
permite a la mujer recuperar el cuerpo que tenía antes del embarazo.

Si por algún motivo la lactancia natural no fuera posible, el bebé debe tomar leche
de fórmula, maternizada (leche de vaca modificada y enriquecida similar a la leche
materna) durante sus primeros seis meses.

Si el aumento de peso del bebé es normal y crece bien, no necesita de otro


alimento antes de esa edad.

No hay que apurarse para darle al bebé alimentos sólidos antes de los 6 meses. Al
llegar a esta edad se puede empezar con las primeras papillas.

6 meses: ¿Con qué comenzamos?

El bebé puede comenzar con sus primeras papillas al llegar a los 6 meses, de
manera paulatina. En esta etapa, la alimentación es mixta o complementaria, ya
que la introducción de los primeros semisólidos tiene una función más de
aprendizaje que de nutrición, pero la alimentación básica del bebé seguirá siendo
la leche.

A comer bien se aprende porque la alimentación es un hábito. Cuando el bebé


comienza a introducir sus primeros alimentos, comienza a formarse el hábito
alimenticio que lo acompañará toda la vida.

En esta etapa, podemos comenzar a darle:

 Purés de verdura: papa, zanahoria, zapallo.


 Cereales (precocidos o no) y
 Purés de frutas: manzana, banana, pera.
La fruta puede ser natural o cocida tipo compota, ya que aportan vitaminas,
proteínas, minerales y fibras.
Esto es sólo una guía de consulta. Antes de incorporar un alimento a la dieta de tu
bebé debés consultarlo con tu pediatra de cabecera.

Algunos consejos para comenzar

Horario

La mamá puede elegir el horario en que le va a dar la comida. No importa que sea
al mediodía, a la tardecita o a la noche. Lo que sí importa es que tanto la mamá
como el bebé puedan disfrutar de ese momento relajados y tranquilos.

La segunda comida se incorpora hacia los 8 meses, en un horario opuesto al de la


primera. Si la primera fue el almuerzo, la segunda será la cena, o al revés.

La primera comida reemplazará a la mamada o a la mamadera que el bebé


tomaba en ese horario. Lo mismo pasará cuando se incluya la segunda comida
diaria. No hace falta darle el pecho o la mamadera después del almuerzo o la cena
si es que el niño ha comido bien.

10 consejos para una buena alimentación: niños de 1 a 3 años

Haciendo un poco de resumen en cuanto a la alimentación de los niños de 1 a 3


años, aquí os traigo 10 consejos con los que conseguiremos ofrecerles una
alimentación saludable y adecuada.

Vamos a ello!!

1. Es recomendable hacer 5 comidas al día, repartidas en un desayuno, dos


comidas principales (comida y cena) y dos comidas complementarias (una a
media mañana y otra a media tarde).

2. Es importante conservar una buena ingesta de lácteos para un correcto aporte


de calcio y asegurar de esta manera un óptimo crecimiento.

3. Para el desayuno, intentaremos mantener el máximo tiempo posible la papilla


de cereales. Cuando el niño ya no la quiera, un desayuno completo para empezar
bien el día deberá consistir en leche o yogur y cereales o 40g de pan.

4. De fruta, dos raciones al día son las recomendadas y podemos dar una a
media mañana y la otra como postre en la comida o la cena. Si todavía le cuesta
masticar, la cortaremos a trocitos pequeñitos y bien pelada o podemos ofrecerle
zumo de fruta natural.
5. La cantidad de verdura al día es de 150g, pudiendo ponerla toda en una misma
comida o fraccionarla entre la comida y la cena.

6. Tanto la comida como la cena deberá incluir: 100g de patata cocida o 75g de
arroz o pasta ya hervida o 60g de legumbre cocida. De esta
manera aseguraremos un aporte correcto de hidratos de carbono.

7. En cuanto a los alimentos de origen animal, en la comida del mediodía


incluiremos:
- 30g de carne o pescado para niños de 1 año
- 40g de carne o pescado a niños de 2 años
- 50g de carne o pescado para niños de 3 años
Y en las cenas repartiremos entre pescado; dos días a la semana huevo; algún día
queso y otro día jamón.

8. La ración correcta de aceite de oliva es de 15 a 20g al día, con la que


cocinaremos los alimentos o los aliñaremos.
Una cuchara sopera equivale a 10g de aceite.

9. Para el postre alternaremos fruta y productos lácteos en la comida y en la cena.


Esto quiere decir que si en la comida hemos puesto de postre un yogur para la
cena ofreceremos una fruta.

10. La bebida más recomendable y adecuada será el agua.

Con todos estos datos podremos planificar un menú semanal, distribuyendo todos
los alimentos a lo largo del día y de la semana, consiguiendo una alimentación
para nuestros niños variada y equilibrada.
ESTIMULACION TEMPRANA

Le llamamos Estimulación Temprana a toda aquella actividad de contacto o juego


con un bebe o niño que propicie, fortalezca y desarrolle adecuada y
oportunamente sus potenciales humanos.

Tiene lugar mediante la repetición útil de diferentes eventos sensoriales que


aumentan, por una parte, el control emocional, proporcionando al niño una
sensación de seguridad y goce; y por la otra, amplían la habilidad mental, que le
facilita el aprendizaje, ya que desarrolla destrezas para estimularse a si mismo a
través del juego libre y del ejercicio de la curiosidad, la exploración y la
imaginación.

Cuando a un bebé se le proporcionan medios más ricos y vastos para


desarrollarse, florece en él un interés y una capacidad para aprender
sorprendente. La estimulación se concibe como un acercamiento directo, simple y
satisfactorio, para gozar, comprender y conocer a tu bebe, ampliando las alegrías
de la paternidad y ensanchando su potencial del aprendizaje.

OBJETIVOS DE LA ESTIMULACION

El principal objetivo consiste en convertir la estimulación en una rutina agradable


que vaya estrechando cada vez mas la relación madre-hijo, aumentando la calidad
de las experiencias vividas y la adquisición de importantes herramientas de
desarrollo infantil.
Al mismo tiempo, se debe realizar de manera planeada, fundamentada y debe
incluir planes sustentados en el desarrollo integral, es decir, abarcando áreas de:

1. DESARROLLO COGNITIVO

El bebé desde que nace, no cesa de descubrir y conocer el mundo que le rodea.
Despertar los sentidos del bebé (olfato, oído, vista y tacto) para que pueda percibir
y relacionar estímulos entre sí, es ya un acto cognitivo y perceptivo que estimula
sus capacidades intelectuales.

* A partir del tercer mes, el bebé muestra gran interés por investigar y explorar;
sus habilidades motrices le permiten manejar mejor su entorno y clasificar sus
percepciones.
* Al final del primer año, sus posibilidades motrices le abren nuevos campos de
exploración. Es capaz de observar y atender con detenimiento lo que le interesa
empleando bastante tiempo en ello. Es un buen momento para enseñarle las
cosas, ya que demuestra buena disposición para el aprendizaje.
* El lenguaje es importantísimo, se le debe hablar permanentemente al niño,
comentarle todo lo que se este haciendo, cantarle y leerles desde que nacen.

Masajes y caricias:

Otro camino para conocer el mundo Las caricias y los masajes pueden estimular
al bebé ( ya que activamos unas de las principales vías de entrada de estímulos) y
colaborar en su desarrollo afectivo, cognitivo y motriz. Comenzar a practicar los
masajes al bebé desde que nace es una ayuda valiosísima para favorecer sus
primeras conexiones neuronales. Los masajes deben ser un juego para el adulto y
el niño, adem ás de un medio de comunicarse y
estimular el desarrollo.

También debemos evitar abrumarle con juegos, ejercicios y objetos. Es mucho


más positivo mantener un ritmo sosegado y sereno.

Con el roce de nuestras manos se produce un primer paso para la comunicación


paterno-filial. Por tanto su desarrollo físico debe ir parejo con el emocional y
afectivo, para ello, debemos realizar los ejercicios hablando continuamente con él.

El desarrollo del niño ocurre en forma secuencial, esto quiere decir que una
habilidad ayuda a que surja otra. Es progresivo, siempre se van acumulando
funciones primero simples, después complejas. Todas las partes del sistema
nervioso actúan en forma coordinada para facilitar el desarrollo, cada área de
desarrollo interactúa con las otras para que ocurra una evolución ordenada de la
habilidades.

La dirección que sigue el desarrollo motor es de arriba a abajo, es decir primero


controla la cabeza, después el tronco. Va apareciendo del centro del cuerpo hacia
afuera, primero controla los hombros y al final la función de los dedos de la mano.
Es muy importante que usted busque información acerca de la secuencia de
desarrollo del niño en cada una de las áreas que éste ocurre.

DESARROLLO MOTOR

Para describir el desarrollo del movimiento se divide en motor grueso y motor fino.
El área motora gruesa que tiene que ver con los cambios de posición del cuerpo y
la capacidad de mantener el equilibrio. La motora fina se relaciona con los
movimientos finos coordinados entre ojos y manos.
A. DESARROLLO MOTOR GRUESO

Primero debe sostener la cabeza, después sentarse sin apoyo, mas tarde
equilibrarse en sus cuatro extremidades al gatear y por último, alrededor del año
de edad, pararse y caminar. La capacidad de caminar en posición erecta es una
respuesta a una serie de conductas sensoriales y motoras dirigidas a vencer la
fuerza de gravedad.

Trabajar contra la fuerza de gravedad requiere de esfuerzo, por lo que el niño


fácilmente se fatiga y se niega.
1. ¿Cómo ayudarlo a sostener la cabeza? La primera capacidad que el niño debe
desarrollar es sostener la cabeza.

* La postura ideal para que esta función aparezca es con el niño boca abajo,
apoyando su cuerpo en los brazos y enderezando la cabeza y la parte superior del
tronco.
* Use la expresión de su cara u objetos llamativos para motivar al niño a que
voltee la cabeza y se enderece.

2. ¿Cómo se dará vueltas?

Una vez que el niño puede mantener la cabeza erecta y sostenerse sobre sus
brazos, el niño debe aprender a darse vueltas, los movimientos de gateo y el
caminar requieren de movimientos parciales de rotación del cuerpo, que sean
independientes entre los hombros y la cadera y al mismo tiempo que estén
sincronizados.

* Para desarrollar esta habilidad coloque al niño de espaldas en una superficie


firme, llamando la atención del niño haga que voltee su cabeza hacia un lado,
ayúdelo a que levante el brazo hacia el cual mira por encima de su cabeza, doble
la pierna contraria y jalándolo del hombro complete el movimiento de rotación.
* El niño esta ahora boca abajo, estimúlelo a que siga volteando al mismo lado,
baje el brazo , extienda la extremidad inferior, eleve el brazo contrario y tracciónelo
del hombro.
* Repita esta secuencia, 10 a 15 veces hacia cada lado. Conforme el niño la
aprende disminuya la ayuda para que lo haga en forma independiente.

3. ¿Cómo ayudarlo a que se siente? Cuando el niño puede darse vuelta solo, es
tiempo de que aprenda a sentarse.

* Siente al niño en una superficie firme, déle apoyo en las caderas, un poco por
arriba de las nalguitas, ayúdelo a que se apoye hacia el frente sobre sus manos,
empújelo hacia adelante y ligeramente hacia los lados para que mejore su
balance.
* Esta actividad desarrolla la postura de sentado, el equilibrio y sobre todo
reacciones de defensa que serán necesarias para evitar lesiones con las caídas.

4. ¿Cómo desarrollará el patrón de gateo? Una vez que el niño se sienta sin
apoyo, esta listo para ponerse en posición de gateo.

* Cuando esta sentado, ayúdelo a que apoye las manos hacia adelante, doble las
rodillas y dirija los pies hacia atrás, con un ligero empujoncito al balancearse,
quedará apoyado en posición de gateo. * Haga presión sobre sus hombros y sus
caderas para que mejore la postura y la fuerza, empújelo hacia adelante y a los
lados para que mejore el equilibrio.
* Lo primero que empiezan a usar para desplazarse son las manos, colocándose
por atrás del niño usted puede dirigir sus piernitas para que haga el movimiento
sincrónico con las manos.
* Una vez que el niño empieza a desplazarse, la estimulación táctil que recibe
mejora notablemente su capacidad de coordinación y equilibrio, hay que favorecer
el gateo y retrasar lo más que se pueda la habilidad de caminar.
* En esta posición mejora la fuerza y coordinación de la musculatura del cuello, de
los hombros y del tronco, mas tarde la función de la mano y de la marcha se verán
favorecidas por el tiempo que el niño dedicó a gatear.
* Procure que el niño no camine rápidamente después de que se ha iniciado el
gateo.

5. El niño esta listo para caminar: Cuando el niño es un experto en el gateo solo es
cuestión de un poco de tiempo para que camine.

* Usted puede favorecer esto poniéndolo de rodillas en una mesa pequeña y


empujándolo hacia abajo y a los lados para que mejore el equilibrio, procure que la
espalda este recta para favorecer una postura erecta adecuada.
* El niño estará listo para pararse cuando puede desplazarse de rodillas con
ayuda.
* Párelo sobre una mesa baja, procure que los pies estén bien alineados, cuide
que la espalda este recta.
* El niño caminará fácilmente con los brazos extendidos al frente y apoyándose en
una silla estable o una caja.

Aprender a vencer la fuerza de gravedad depende de la organización de todos los


sentidos, principalmente del sistema del equilibrio. Este nos ayuda a conocer
automáticamente la posición correcta de nuestro cuerpo y la relación que tiene
éste con el resto de las cosas. Las actividades como mecer, arrullar, dar vueltas,
saltar, maromear, balancear son actividades muy estimulantes para el sistema del
equilibrio y para mejorar la coordinación y el balance de los movimientos del
cuerpo.
Cuando realice estas actividades sujételo firmemente, sí al niño no le agrada la
actividad, practique por un tiempo breve y trate de aumentarlo lentamente en
forma progresiva. Recuerde la clave es hacer todas las situaciones de aprendizaje
divertidas.

B. DESARROLLO MOTOR FINO

El desarrollo motor fino comienza en los primeros meses cuando se descubre sus
manos el bebe y poco a poco a través de experimentar y trabajar con ellas, podrá
empezar a darle un mayor manejo.

Al dejarle juguetes a su alcance el bebe tratara de dirigirse a ellos y agarrarlos.


Una vez logra coordinar la vista con la mano, empezara a trabajar el agarre, el
cual hará inicialmente con toda la palma de la mano.

Es por esto que inicialmente necesita objetos grandes. Poco a poco le iremos
ofreciendo objetos para que el tome y tenga que usar sus dos manos, y cada vez
vaya independizando mas sus deditos.

* Enséñele a dar palmadas


* Sacar objetos de una caja pequeña
* Ponerle la tapa a un recipiente
* Usar el dedo índice
* Tocar piano
* Tocar tambor

Al año la motricidad fina se va perfeccionando, agarra objetos con facilidad y


habilidad de pinza, intenta garabatear trazos finos y cortos en una hoja, pasa
paginas gruesas, tira y levanta objetos, lo que significa que su coordinación
perceptivo motora se aproxima cada vez mas a la del adulto, pues los
movimientos de aferrar, apretar, soltar y lanzar objetos se afinan.
Cada vez mas se desarrolla la habilidad de insertar. También intentara dirigir la
cuchara a su boca, el cepillo a su pelo y el teléfono a su oído.

Actividades que se pueden llevar en esta época son :

Este es un resumen general en lo que se puede trabajar en los dos primeros anos.

* Ofrecerle al niño en un recipiente objetos variados, para que el los pase a otro
recipiente. Cuando el niño tome cada objeto, dile su nombre y deja que lo
manipule. Después dile que lo coloque en el segundo recipiente.

* Ofrecerle al niño un cono de cartón y una bola (no muy pequeña) y animarlo a
que la introduzca dentro del cono y luego trate de sacarla ya sea golpeando el
cono, con un palo, con los dedos, etc.
* Amasar plastilina
* Pintar
* Pasar paginas de un cuento

Cuidados del recién nacido: cambiar el pañal


Cambiar los pañales al bebé recién nacido es una de nuestras primeras tareas
como padres, una tarea que se alargará en el tiempo durante muchos meses. Y,
aunque al final seamos expertos en esta maniobra, a fuerza de cambiar hasta diez
pañales diarios, no vienen mal unos consejos sobre cómo cambiar el pañal al
recién nacido, especialmente para eliminar los restos del meconio y cuidar el
cordón umbilical.

Lo primero que hemos de tener en cuenta es que hemos de tener todo el material
necesario para cambiar el pañal preparado y al alcance de la mano. Así no
dejaremos desatendido al bebé en ningún momento.

¿Qué necesitamos para cambiar el pañal al bebé?


 Pañal nuevo

 Para limpiar la zona del pañal: agua tibia y algodón (para recién nacidos de
piel sensible) o bien una manopla suave limpia o toallitas limpiadoras
húmedas.

 Crema o pomada protectora para la piel del bebé. Existen muchas marcas,
más suaves para prevenir y más concentradas para calmar las irritaciones y la
dermatitis del pañal.

 Si no estamos en casa o no tenemos un lugar específico donde colocar al


bebé, nos hará falta una tela o gasa de algodón amplia que hacen las veces
de cambiador sobre cualquier superficie. En los hospitales suelen
proporcionar gasas de celulosa. Existen cambiadores plegables que caben
perfectamente en el bolso del bebé y que tienen al menos una parte
impermeable.

¿Cómo limpiamos el meconio?

El meconio, las primeras heces del bebé, es más espeso y pegajoso y manchan la
piel de un modo más intenso que las heces siguientes, por lo que la limpieza
habrá de ser más concienzuda. El algodón funciona bastante bien para limpiar
estas cacas, y una vez eliminadas en su mayor parte se puede humedecer el
algodón o usar una toallita húmeda para eliminar los restos pegados que ensucian
la piel del bebé. El resto del proceso de cambio de pañal es igual que con las
heces posteriores.

Limpieza de las deposiciones posteriores del recién nacido

En las cacas habituales posteriores al meconio, que llegan alrededor del tercer o
cuarto día, utilizaremos una manopla suave, algodón mojado en agua o, lo que a
mi parecer resulta más cómodo, toallitas limpiadoras para bebés.

El proceso a seguir es el mismo: se limpia suavemente las partes íntimas del


lactante de delante a atrás (nunca al revés, sobre todo en las niñas, para evitar
diseminar las bacterias procedentes del recto, que pueden provocar infecciones en
el aparato urinario).

Evidentemente, colocamos al bebé apoyado sobre su espalda, y resulta muy útil


levantar las piernas del pequeño para acceder mejor a sus partes íntimas (ano y
genitales). Para ello, cogemos con una mano sus pies y lo elevamos ligeramente
de modo que podamos sacar el pañal cómodamente. Lo volvemos a apoyar en el
cambiador para limpiarlo (se le puede haber colocado el pañal nuevo ya debajo,
aunque corremos el riesgo de que haga sus necesidades en ese preciso
momento).
Procedemos a la limpieza de la zona. No hay que olvidar limpiarle los pliegues que
se forman entre los muslos y las nalgas para evitar que queden restos de heces.
En las niñas, hay que prestar especial atención a los restos de caca, que al ser
tan líquida se puede quedar entre los labios o incluso en el interior de la vagina,
zonas que se habrán de limpiar delicadamente.

Sin dejar que queden húmedos los pliegues (se secan al aire en un momento o
podemos aplicar un poco de papel higiénico) ya podemos a aplicar la crema
protectora para prevenir irritaciones y dermatitis.

Colocar el pañal nuevo

Volvemos a levantarle las piernas al bebé para poder colocar el pañal nuevo.
Abrimos el pañal limpio y lo deslizamos suavemente bajo el cuerpo del bebé. A los
niños conviene colocarles el pene hacia abajo para que la orina no se les salga
por encima del pañal hacia el ombligo y la cintura.

Enseguida habremos aprendido que los elásticos están en la parte de la espalda y


se ajustan delante, hacia el ombligo. Las tiras elásticas son muy cómodas pero
hacen que corramos el riesgo de apretar demasiado. Habremos de dejar la
suficiente holgura como para que, si cambiamos de postura al bebé, siga sin
apretarle.
¿Qué precauciones hay que tomar con el cordón umbilical?

De recién nacido, tendremos el cordón umbilical con la pinza, y hay que tener un
cuidado especial. Sobre todo, habremos de procurar que el cordón no se ensucie
con las heces ni la orina para evitar onfalitis o infecciones del ombligo. Tras la
caída del cordón, el riesgo de infección persiste hasta que el ombligo no haya
cicatrizado completamente, por lo que se debe seguir con los mismos cuidados y
vigilancia hasta que el ombligo seque.

Aunque existen pañales especiales que aseguran protección y sujección para el


cordón, no hay demasiada diferencia con los pañales normales. Lo ideal es que el
cordón quede bien sujeto y firme, puede ser por debajo del pañal o por encima,
pero bastante por encima (el pañal debería quedar bajito), que no quede justo en
la base del pañal porque podría empujar el cordón con el riesgo de desprenderlo.
Una prenda ajustada (no apretada) sobre el pañal ayuda a que el cordón y la pinza
se mantengan fijos si no están bajo el pañal.

¿Y si se hace pis durante el cambio de pañal?

Como hemos comentado, y los papás que ya hayan cambiado pañales conocerán
por experiencia propia, es habitual que los bebés hagan pis mientras les
cambiamos el pañal. La exposición al aire de los genitales, o el sentir la toallita
limpiándolos puede provocarlo.

Con las niñas se manchará el cambiador, pero con los niños este hecho es más
“peligroso”, ya que amplían su “radio de acción”. Por ello con ellos es una buena
idea cubrirles el pene con un pañal limpio mientras le cambiamos los pañales.
Siempre viene bien tener a mano papel higiénico o pañuelitos de papel para
proceder a “la contención y secado de emergencia” si el bebé se orina durante
el cambio de pañal.

¿Qué pañal usar?


Por último, diremos que aunque la mayoría nos inclinamos por los cómodos
pañales desechables, hay quien considera los pañales lavables o reutilizables
como la mejor opción. Se trata de un sistema menos cómodo pero seguramente
más respetuoso con el medio ambiente. Hoy día existen muchas marcas de
pañales lavables que no tienen nada que ver con las antiguas versiones. Lo mejor
es escoger marcas que cierran con velcro, corchetes o botones para evitar tener
que usar imperdibles, más peligrosos.

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