El ser humano es un ser social por naturaleza, por ende, desde que nace tiene
la condición de relacionarse con su alrededor para que se le sea posible
sobrevivir, precisamente este instinto de supervivencia (que no se extinga la raza
humana) lo obliga a relacionarse con otros, para que esta relación sea posible
es necesario que existan ciertos derechos y deberes fundamentales que
condicionen nuestro actuar. Entendiendo Derechos Humanos (DD.H.H) como
conjunto de facultades o prerrogativas inalienables, imprescriptibles, inviolables,
e inherentes a la persona humana, creando una relación estrecha con la
dignidad; independientemente de sus ideologías, etnias, culturas, creencias,
estrato social, etc. Es por ello que la historia de la humanidad ha estado marcada
por la búsqueda del respeto, dignidad y la creación de ambientes propicios que
brinden condiciones biológicas y psicológicas para el mejor desarrollo social. En
esta búsqueda, hombres y mujeres se han enfrentado a las arbitrariedades y
abuso de quienes detentan el poder, es así como el Estado tiene el deber de
reconocerlos, respetarlos y defenderlos.
Por tanto, cuando el ser humano se extralimita, es decir, actúa sin tener en
cuenta los derechos de terceros, se habla de violación de los mismos.
El ser humano Es así como a pesar de que el ser humano posea caracteristicas
por la necesidad de actuar y vivir en sociedad, su actuación no corresponde a
la característica ante indicada, debido aunque este sea poseedor de la
racionalidad no siempre desarrollará en su diario vivir lo conforme al bien común
y a la mejora continua de la humanidad. También debemos observar que el
hombre es incapaz de siempre actuar teniendo en cuenta los demás antes que
en él o, teniendo en cuenta que su actuación no perjudique a sus terceros, ya lo
dijo Thomas Hobbes en su libro El Leviatán “Homo homini lupus” (el hombre es
un lobo para el hombre). En consecuencia, cada momento de nuestras vidas
estamos abiertos a la posibilidad que nuestros terceros violenten nuestros
derechos humanos e incluso nosotros, que asumimos a su misma vez el papel
de terceros de otros individuos, lo hagamos. Es por ello, que a lo largo de la
historia hemos podido presenciar e incluso vivenciar diferentes actos que
cercenan la dignidad da cada persona, a la medida en que estos aumenten
disminuirá el números de personas vivas, y se podría llegar hasta el punto de
que el planeta tierra no exista persona alguna, precisamente para evitar lo
anterior es que debemos aceptar y respetar que cada individuo posee tanto
derechos como deberes.