INDICE
PRESENTACIÓN
I.- INTRODUCCIÓN
II.- FINALIDAD
III.- OBJETIVOS
Principios
Objetivo General
Objetivos Estratégicos
La interrelación entre las personas y su ambiente resulta ser compleja por las diversas
manifestaciones que tiene uno frente al otro. La necesidad de sostener buena salud
depende de diversos factores, siendo uno de los más importantes la conservación del
ambiente.
Los problemas ambientales en el país son cada vez mayores, muchos de ellos como
consecuencia de procesos anteriores y pasivos ambientales; así también porque son
por causas naturales, pero en la mayoría de los casos de origen antropogénico, es
decir, han surgido como resultado de la acción del ser humano, este último a través del
impacto derivado de la creciente intensidad y persistencia del avance productivo y
crecimiento desmedido de los asentamientos humanos, sus consecuentes emisiones
y generación de desechos, vinculados a procesos culturales y modos de vida
progresivamente industrialistas, intensivos en el uso de los recursos naturales y de
tecnología, que en la mayoría de los casos, dependen de energías fósiles.
La imperiosa necesidad de trabajar una agenda común entre ambiente y salud, es una
clara muestra de que las repercusiones de la contaminación ambiental no sólo ponen
en riesgo la vida de las personas, sino que disminuye la capacidad productiva
individual y colectiva. Es por ello que se presenta la tarea compleja de asumir las
responsabilidades que demanda la salud de los habitantes del orbe y el de conservar
nuestro ambiente, previniendo potenciales daños y protegiendo la salud de las
personas.
De otro lado, se ha evidenciado que la protesta social en el país fundamenta sus
reclamos en los potenciales impactos a su salud que vienen generando los factores
ambientales ocasionados por las actividades antropogénicas; en la actualidad, las
inversiones están considerando y valorando estos impactos, al ambiente y la salud
individual y pública, hasta considerarla como requisito indispensable para su
implementación. Asimismo, la estabilidad del país también se sustenta en la
satisfacción de su población, por lo que deben diseñarse y fortalecerse las políticas e
instrumentos de regulación y control específicos para afianzar la Salud Ambiental.
Por el carácter transversal de la Salud Ambiental en todos los aspectos del desarrollo,
los procesos en torno al mantenimiento de la salud humana y el ambiente constituyen
espacios clave para facilitar el diálogo y la concertación intersectoriales. Entonces,
resulta importante continuar promoviendo el liderazgo, desde el sector salud,
específicamente del Ministerio de Salud (MINSA) como única Autoridad de Salud en el
país, el fortalecimiento y desarrollo de la Salud Ambiental en los sistemas políticos y
sociales para disminuir la presión sobre la recuperación de la salud.
En el marco de la Ley del Ministerio de Salud que enuncia, dentro de las competencias
de rectoría sectorial del Ministerio, las relativas al análisis, formación y evaluación de
las políticas públicas de salud y uno de sus objetivos funcionales es lograr un entorno
saludable para toda la población, incorporando de manera prioritaria acciones de
prevención como parte de una estrategia que contribuya a evitar que los daños
ocurran.
Que el Sector Salud formule y aplique las estrategias e instrumentos que delinean las
políticas, orientadas a aunar esfuerzos de los diversos sectores y actores sociales en
la organización y gestión de sus acciones estratégicas en el campo de la Salud
Ambiental.
III. OBJETIVOS
3.1 PRINCIPIOS
Normar y fiscalizar los procesos de la Salud Ambiental desde el Sector Salud con
participación activa de los diversos sectores y actores sociales involucrados, así como
propiciar la protección del ambiente para la salud en el Perú, siendo la persona
humana el fin primordial del desarrollo económico y contribuir a superar la pobreza y
mejorar su calidad de vida.
4.1 INTERNACIONAL
4.3 REGIONAL
V. ÁMBITO DE APLICACIÓN
Los principales componentes de la Salud Ambiental, sin orden de prelación, son los
siguientes:
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i. Aseguramiento de la calidad de agua para consumo humano
a. El control de roedores.
b. El control de los insectos vectores.
ix. Emergencias
El Ministerio de Salud como órgano del Poder Ejecutivo, es el ente rector del Sector
Salud que conduce, regula y promueve la intervención del Sistema Nacional de Salud,
con la finalidad de lograr el desarrollo de la persona humana, a través de la
promoción, protección, recuperación y rehabilitación de su salud y del desarrollo de un
entorno saludable, con pleno respeto de los derechos fundamentales de la persona,
desde la concepción hasta su muerte natural. Las condiciones actuales de la Salud
Ambiental en el país no son aún suficientes para satisfacer los requerimientos mínimos
que necesita un importante sector de la población, requiriéndose para ello optimizar la
gestión de la Salud Ambiental reduciendo el número abundante de instituciones
públicas y privadas que ejecutan o brindan estos servicios, las mismas que trabajan
dispersas y poco coordinadas.
Como podrá observarse en estos resultados, es evidente que nos ubicamos entre las
naciones con menor avance en Salud Ambiental, que bien podría verse como una de
las más insalubres del mundo. Una prueba concluyente de ello fue la epidemia del
cólera que en el año 1991 azotó nuestro país y que desde entonces ha deteriorado la
imagen de país debido a las insuficientes practicas Salud Ambiental que tenemos.
De los 25.9 millones de habitantes que tenía el Perú en el año 2000, el 75% de la
población en el ámbito nacional contaba con este servicio, mientras que el 25%
restante carecía de ellos. En el ámbito urbano, de los 17.1 millones de habitantes, 3.1
millones, se abastecía a través de camiones cisterna, los que en su totalidad llevan
agua de dudosa calidad bacteriológica, que luego es almacenada en las viviendas
marginales, en depósitos inadecuados, muchos de los cuales han servido antes para
el almacenamiento de productos químicos, traídos del extranjero para la industria
nacional.
Las coberturas actuales, en general, todavía son bajas y constituye uno de los
principales problemas que presenta el sector.
En el ámbito Urbano
En el ámbito Rural
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El Ministerio de Salud tiene bajo su responsabilidad la vigilancia de la calidad del agua
que consume la población, la misma que sólo ha sido orientada hacia el componente
microbiológico y determinación de cloro residual, que se desarrolla insipientemente a
través de las Direcciones Ejecutivas de Salud Ambiental de la Direcciones Regionales
y de Lima Metropolitana; siendo débiles también los programa de vigilancia de la
calidad del agua de consumo humano que entregan los servicios urbanos y rurales,
incluido el que es distribuido por camiones cisterna, que llega a más de 3 millones de
personas, fundamentalmente por falta de decisión política y carencia de un reglamento
adecuado.
Las Empresas prestadoras de servicios, le deben al Estado, sólo por concepto del
FONAVI, la suma de 2,900 millones de nuevos soles, deuda que al parecer no podrá
ser asumida; de esa deuda, el 20% le corresponde a SEDAPAL. Existen casos como
el de SEDA Piura, cuyo servicio ya fue declarado en quiebra, siendo por ese motivo,
administrada por una junta de acreedores. Dicha Empresa, entrega a la ciudad agua
salobre, que no cumple con los requisitos de potabilidad exigidos por la norma.
8.1.7 Carencia de Normas sobre vigilancia y control sanitario del agua para
consumo humano.
El Reglamento sobre calidad de agua potable vigente, fue promulgado el año 1946,
constituyéndose hoy en una norma que requiere ser reformada para su aplicación
estricta a nivel nacional. El Ministerio de Salud cuenta con una propuesta elaborada
para la vigilancia y control sanitario del agua para consumo humano cuya oficialización
se encuentra en proceso al más alto nivel de decisión.
8.1.8 El problema del desabastecimiento de agua.
Los niveles decisorios anteriores y los actuales, no se han percatado del grave
problema que representa el crecimiento desmesurado de la población, como el
ocurrido en Lima, una ciudad que se encuentra en franco desarrollo habitacional e
incremento de su densidad, mientras que contradictoriamente no cuenta con una
fuente propicia de abastecimiento de agua3[3], situación que podría estar ocurriendo en
otras ciudades de la vertiente del Pacífico y algunas importantes de la sierra peruana.
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al borde del mar, a cuyas playas acude la población a bañarse en la época de verano.
Los centros mineros, vierten a los cursos de agua un volumen anual aproximado de
350’000,000 de metros cúbicos de residuos líquidos mineros, en la gran mayoría de
los casos sin tratamiento alguno, a pesar que desde hace 13 años los dispositivos
legales que crearon los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) y los Programas de
Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), indicaban que en el lapso de 7 años debían
darle un tratamiento adecuado a dichos residuos.
En nuestro país, los habitantes de las ciudades de Lima, Chimbote, Ilo y la Oroya,
entre otras soportan una severa contaminación atmosférica, la primera debido a su
parque automotor, los residuos sólidos no recolectados y las chimeneas de
establecimientos industriales y hospitalarios. La segunda por la industria pesquera y la
siderúrgica y las dos últimas por la actividad minera que emite a la atmósfera cientos
de toneladas de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y otros
contaminantes gaseosos absolutamente dañinos para la vida del hombre y su entorno.
A causa del ruido, el ritmo del aparato respiratorio, de igual manera puede verse
modificado y lo mismo sucede con el aparato digestivo, donde se manifiestan
trastornos gástricos acompañados de una mayor lentitud del tránsito intestinal; el
sistema cardiovascular sobre todo en pacientes con impertención arterial y
enfermedad coronaria demostrándose una acentuación de los problemas isquémicos.
Aseguran los especialistas que es en el sistema nervioso, en donde se producen los
mayores estragos de las agresiones sonoras. El sueño es una de las primeras
funciones perturbadas por el ruido.
En nuestras ciudades, a las bocinas de los vehículos automotores, las cornetas de los
heladeros y panaderos, y los megáfonos instalados en camionetas para anunciar la
venta de helados, frutas, etc., se ha sumado la música estridente de establecimientos
comerciales y de diversión, llamadas discotecas, donde los niveles de ruido
sobrepasan los 100 decibeles. Además de ello, nuestra juventud es adicta a la música
estridente, a través de aparatos portátiles, radios de automóviles y aparatos con
audífonos. Hay quienes aseguran, que las generaciones futuras, podrían tener sordera
permanente como en el caso de la sordera profesional, a esto hay que incorporar los
efectos que podrían ocasionar las actividades de construcción que últimamente vienen
desarrollándose de manera intensa en nuestras ciudades, principalmente Lima
Metropolitana.
Sin embargo, hace pocos años atrás han comenzado a regular mediante normas que
tratarían de controlar la emisión de los ruidos de diversas actividades y en el cual se
encuentra el Decreto Supremo N° 085-2003-PCM, sobre la aprobación del
Reglamento de Estándares Nacionales de Calidad Ambiental para Ruido. Es decir es
una norma que fija parámetros de emisiones de ruidos que tiene en cuenta la
zonificación del uso del suelo, como zona de protección especial, zona residencial,
comercial e industrial, y en cada una de ellas no debe sobrepasar los niveles de
ruidos que establece la norma.
Entre estos, también existen aparatos domésticos que trasmiten CEM, tal como los
teléfonos inalámbricos y los juguetes a control remoto. Pueden ser de dos tipos de
acuerdo a su frecuencia, la Radiación Ionizante que contiene suficientemente energía
para causar ionización, separado de electrones de los átomos o moléculas y la
Radiación No Ionizante (RNI) que no tiene suficiente energía para causar ionización
pero que en el cuerpo humano induce corrientes o causa un efecto de calentamiento
que podría causar graves daños a la salud.
Desde el 22 de abril del año 2000 el país cuenta con la Ley Nº 27314, Ley General de
Residuos Sólidos sirviendo de instrumento marco para la gestión de los residuos
sólidos pero que requiere de una reglamentación específica para cada tipo de
residuos, las que tienen que ser reguladas, dentro de los que se encuentran los
municipales, los industriales, hospitalarios, de la construcción, especiales, entre otros.
Finalmente en esta materia, los gobiernos locales aún no asumen las funciones de
regulación local. Su reglamento el DS 057-2004-PCM de fecha 24/07/04.
En cuanto a los residuos industriales, definidos como no municipales, se ejerce una
gestión compartida con los sectores producción e industria a fin de ordenar su
recolección, tratamiento y disposición en rellenos de seguridad que a la fecha aún se
encuentra incipiente.
Las ratas y los ratones, son los animales más perjudiciales para el hombre. Las
primeras, además de producirle graves perjuicios económicos, le transmiten varias
enfermedades. El descuido del ser humano en el manejo de sus alimentos y sus
residuos sólidos, ha traído como consecuencia la enorme reproducción de estos
roedores en lugares muy cercanos a las viviendas, quienes se convierten en
reservorios para la generación de diversas dolencias y varias enfermedades graves
para el hombre: transmiten la peste bubónica y el tifus murino; además de ello, la
Leptospirosis o enfermedad de Weil, que puede transmitirse al hombre por los
alimentos contaminados con la orina o las heces de las ratas infectadas y también al
personal que opera en las redes de alcantarillado.
Se estima que la actual población de roedores en el Perú, está entre los 120 y 150
millones. En Lima, se estima que el índice murino es de 10 a 12 ratas por habitante,
siendo lo aceptado a nivel mundial, hasta 2 ratas por habitante. Notorio es el caso de
Chimbote, donde un trabajo de investigación efectuado hace algunos años, encontró
un índice de 40 ratas por habitante.
En zonas críticas, las condiciones actuales y ante la desatención estatal por este grave
problema, el riesgo de una epidemia de peste bubónica en el país (similar al del cólera
a los inicios de la década del 90), es cada vez mayor.
En la zona norte del país existen lugares, donde las zoonosis ya son endémicas
Algunas de las zoonosis, entre ellas la peste bubónica (por su impacto en la salud) y la
leptospirosis se deben a problemas de proliferación de plagas de roedores debido a
las malas prácticas agrícolas y a su débil control. También, se están incrementando los
problemas de salud debido a casos de cisticercosis, triquinosis, fasciolosis, hidatidosis,
parasitismo e intoxicación por biotoxinas, provenientes de los animales acuáticos. Otro
problema que hay que evitar en el futuro es la entrada y radicación de la zoonosis
exóticas por efecto de la globalización e integración económica entre los países,
algunas de ellas son conocidas por su repercusión en el mundo, tales como la variante
de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (enfermedad de las vacas locas) y la influenza
aviar (gripe aviar).
De todos los animales que existen en el planeta tierra, los insectos son los que han
tenido un mayor éxito en su supervivencia, porque se encuentran en el aire, encima y
debajo del suelo y en las aguas, tanto dulces como salobres. Las moscas, pulgas,
piojos y mosquitos, infectan al hombre y a sus animales domésticos, directa o
indirectamente a través de microorganismos que producen muchas enfermedades
peligrosas que se muestran como un grave problema de salud pública. Diversos
estudios científicos, han demostrado una estrecha relación entre la incidencia de la
disentería bacilar y la abundancia de moscas en los ambientes; de igual manera se
conoce que las cucarachas y los mosquitos recorren las tuberías del sistema de
alcantarillado o sobre excrementos líquidos, entrando después a las casas, llevando
en sus cuerpos partículas de excrementos y microorganismos.
Existen en Lima, 2,300 hectáreas de terreno agrícola que son regados con desagües
sin tratar, donde se siembran hortalizas de consumo crudo como lechuga, rabanito,
cebolla china, perejil, apio, acelga, etc., En el resto del Perú, hay aproximadamente
4,500 Ha. regadas con estas aguas servidas sin tratar y para los mismos fines,
agregándose a todo ello el hecho que los ríos de donde se extrae el agua para el
riego, se encuentran también contaminados por los vertimientos de aguas servidas sin
tratar, procedentes de los centros urbanos. Todo esto se produce por una notoria
ausencia de vigilancia sanitaria en el sembrío y comercialización de estos productos.
Muchas veces estas verduras y también las frutas, contienen altos residuos de
plaguicidas, por el uso indiscriminado de agroquímicos y la falta de capacitación del
agricultor, así como la carencia de un Código de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
Merece también mencionar, a las decenas de miles de cerdos que son alimentados
con restos de basura o en plenos basurales, lo que puede dar lugar a la contaminación
de sus carnes. En muchos lugares del país, los cerdos deambulan libremente en
busca de sustento y suelen tener acceso a excremento humano provocando la
contaminación de su carne con cisticercos.
1.1 Crear el Sub Sistema Nacional de Salud Ambiental, a ser dirigido por el Ministerio
de Salud, dentro de las funciones que le asigna el artículo N° 172 de la Ley
General de Salud.
1.2 Crearse dentro de la estructura orgánica de la Dirección General de Salud
Ambiental (DIGESA) del Ministerio de Salud, la unidad que ejerza las funciones
de supervigilancia sanitaria a las que hace mención el citado Artículo N° 127 de
la Ley General de Salud y que tenga el rango de Dirección Ejecutiva.
1.3 La Dirección Ejecutiva de Vigilancia de las actividades de Salud Ambiental
(DEVASA), deberá formular los instructivos necesarios para que las DESAS de
las Regiones de Salud, cumplan por encargo determinadas funciones relativas a
las actividades de vigilancia y fiscalización, de las actividades de Salud Ambiental
que estuvieran ejecutando las entidades públicas, dentro del ámbito de la Región
de Salud correspondiente.
1.4 La DEVASA, deberá elaborar el listado de las entidades del Estado que ejecutan
actividades de Salud Ambiental , con las finalidades de mantener estrecha
relación con ellas, para coordinar dichas labores con las que pudieran estar
ejecutando otras instituciones. De esa manera se estaría evitando la duplicidad
de actividades y el desperdicio de recursos.
7.4 La DIGESA debe fortalecer sus relaciones técnicas internacionales como la FAO,
el CODEX ALIMENTARIUS como un medio de mantenerse actualizada frente
a los grandes cambios en materia de tecnología alimentaria, como es el caso de
las posiciones frente al incremento de la producción de alimentos obtenidos por
medio de la biotecnología y el riesgo que para la Salud pueda significar el
consumo masivo de tales alimentos.
7.5 En el frente interno DIGESA debe definir los límites de intervención de otros
sectores, SENASA principalmente; con relación al ámbito de responsabilidad en
materia de vigilancia de la inocuidad alimentaria en la etapa de producción
primaria de los alimentos y evitar duplicidad o superposición de funciones,
DIGESA debe lograr mayor participación de la sociedad civil en lo que respecta
al apoyo de las intervenciones de vigilancia alimentaria y recuperar su rol rector
en materia de Inocuidad Alimentaria.