Roberto Vareta

Procesos políticos
en Tlayacapan, Morelos

Guadalajara, México, 1934) estudió An-

ogia . en la Ecole Pratique des Hautes Etudes
, -. j' en e: Centro de Investigaciones y Estudios.
riore Antropología Social (1975-1983). Ha en-
eñad e el Departamento de Antropología Social de la .
uni' e idad I eroamericana (1971-1982)y en la Escuela .
'aciona.. de Antropología e Historia (1980-1984).Desde
19 - e profesor de carrera en el Departamento de An- Cuadernos Universitarios 11
tropología de la UAM-I, y en la actualidad Director de División de Ciencias Sociales y Humanidades
la Divi ión de Ciencias Sociales y Humanidades de la Departamento de Antropología
misma. Area de Relaciones Políticas
 Indice

Introducción 7

Ubicación geográfica de Tlayacapan 13

1. La comunidad de Tlayacapan 15

2. Organización política formal 35

3. Un año de vida política 65

4. Los procesos políticos en acción:

el agua potable 95
!';Roberlo Varela, 1984
Conclusiones . 131
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
Av, Purisirna y Michoacán, Col. Vicentina, 14300 México, D.F.
Bibliografía 135
Te!: S~03-22

Primera e<fción, 1984

IS8 968-84 97-1

Diseño de a ca ección Ofelia Martínez

Al cuidano ce a edición Isabel Vericat

Impreso en 'éx co
Printed in Mexic
Introducción

En el presente trabajo, trato de hacer un análisis de los

procesos políticos del pueblo de Tlayacapan, Morelos: de
la vida pública tal como la pude observar y, al mismo tiem-
1:)0, tal como pude participar activamente en ella durante
nueve meses de trabajo de campo. No pretendo de ninguna
manera hacer un estudio histórico completo de la vida po-
lítica con todas sus peripecias, frustraciones y logros, y
con la división tripartita casi obligatoria de los estudios
sobre México: antes de la revolución, durante la revolución,
después de la revolución.:Desgraciadamente se ha hablado
mucho de la revolución y se continúa hablando, pero se
ha realizado o se está realizando muy poco trabajo revolu-
cionario como trataré de demostrar en este texto.
Las consideraciones anteriores nos llevan directamente
al punto teórico que utilizaré como marco de referencia
-para el análisis del material que presento. Me esfuerzo en
seguir en sus grandes líneas el método inaugurado en 1940
por Gluckrnan (1958) en su Analysis of a Social Situation
in Modern Zululand, que fue aplicado en forma magis al
por V. Turner (1957) al utilizar el término social drama,
y que tuvo sus últimos desarrollos en el análisis de social
networks (Mitchell, 1969). Este método, que entra muy
bien en los análisis estructuralístas ingleses (Cfr. Gluckman,
1967; Van Velsen, 1967), pone un marcado acento sobre
7
los procesos que se desarrollan en el seno de una esti uctura.
Los procesos están ligados a una estructura sociaLTurner
anota en el prefacio a la edición de 1968 de su Schism
and Continuity in an African Society:
"Historical hindsight reveals a diachronic pro file, a
'temporal structure' in events, and this structure cannot
be understood in isolation from the series of synchro-
nic profiles which make up the structure of a social
fíeld at every significant point of arrest in the time
flow. Processual studies can never be the negation of
structuralism; rather do thev put the discoveries of
structuralism to new use in the perspectives of histo-
ry." (p. XXIV).
La estructura es una representación abstracta de los siste-
mas de relaciones que la componen: abstracción de abs-
tracciones. Es decir, del comportamiento actual observado
se abstraen las múltiples relaciones que se establecen
entre los individuos; de éstas, un campo de relaciones par-
ciales (roles); y de éstos, la estructura social (Cfr. C.
Mitchell, 1969).
Más en concreto, se trata de pasar de lo que se llama
method of apt illustration (Gluckman, 1967) =en el que
se toma un caso para ilustrar las costumbres, los principios
de organización social, las relaciones sociales específicas,
en pocas palabras, los principios estructurales abstractos-
a otro donde el caso sería la materia misma de análisis.
Trata cada caso como una etapa de un proceso de relacio-
nes sociales entre personas y grupos específicos que tiene
lugar en un sistema social.
Al presentar el análisis político del pueblo de Tlayaca-
pan, entiendo por político, junto con Swartz, Turner y
Tuden, "the study of the processes involved in determining
and implementing public goals and in the differential
achievement and use of power by the members of the
8 9
group concerned with those goals". (PoliticalAnthropolo-
gy 1966:7).
Estudiaré en particular el campo de decisiones políticas
de que dispone un ayuntamiento constituido, y los pro-
cesos que debe seguir para tomar una decisión política.
Cuando llegué a Tlayacapan tenía la intención de estu-
diar los mecanismos que utilizaba un miembro de la comu-
nidad para controlar y ejercer el poder político, obtener
apoyo, legitimar su autoridad, sus relaciones de parentesco,
compadrazgo y amistad... Pero. pronto me di cuenta de
que, por más útil que fuera ese estudio, permanecería
fuera del problema central de la vida política que podría
tener importancia para ver de manera concreta los verda-
deros problemas políticos locales. Decidí entonces estudiar
los grupos o quasi-groups constituidos y, a partir de éstos,
analizar el campo de decisiones políticas que les queda
abierto. Creo poder demostrar, una vez terminado el aná-
lisis, que tuve razón al enfocar el trabajo desde ese ángulo.
De otra manera, me hubiera quedado con remordimientos
de haber presentado folklore político para entretenimiento
y diversión de los antropólogos y no los problemas que
agobian a la comunidad locaL
Expongo el plan que voy a seguir. Primero, presentaré
de manera más bien descriptiva la comunidad de Tlayaca-
pan para tener el cuadro de referencia de los capítulos
siguientes: geografía, urbanización, demografía, posesión
de la tierra, economía, grupos y categorías sociales (capí- .
tulo 1). En seguida, estudiaré la organización política
formal: analizaré los Reglamentos municipales a fin de
presentar los roles formales de los miembros del ayunta-
miento, la gestión económica (ingresos y egresos) y la
actividad del PRI (capítulo 2). Después, presentaré el
estudio de un año de vida política (de marzo de 1970 a
abril de 1971) al analizar sobre todo las asambleas públi-
cas que tuvieron lugar a fin de ver las decisiones políticas
tomadas (capítulo 3). En último lugar, escogeré un caso
 al que tuve ocasión de conocer en Tlayacapan a mi llegada
excepcional y privilegiado a fin de analizar de manera
a principios de julio de 1970. En el curso de una entre-
concreta los procesos políticos: la dotación de agua pota-
vista sobre su trabajo y mi proyecto de investigación, me
b~e al poblad~, ya ~ue se trata de uno de los problemas
dijo que él no había estudiado la vida política del pueblo.
vttale~, -y aS1 lo s~ente claramente la población- cuya
Posteriormente, pude obtener una fotocopia de su tesis
solución no fue posible sino hasta este periodo (trataré de
de doctorado. El título mismo de la tesis nos indica el
mostrar por qué no fue posible su solución sino hasta
camino que siguió: Culture and Personality in a Mexican
esta fecha). El caso estudiado nos hará ver los límites rea-
les del campo de decisiones políticas, los roles que se jue- Village (1969). La existencia del trabajo de J. Ingnam hIZO
que me decidiera definitivamente por el estudio de la vida
gan en el pueblo, el rol del gobierno estatal de Cuernavaca
política del pueblo pues juzgué que todavía no era el mo--
los grupos de oposición, los intereses económicos de per-
mento de presentar un Tlayacapan Restudied ...
sonas extrañas al pueblo, las instituciones que existen en
Aunque el trabajo que presento ahora se terminó en
el poblado y su eficacia, la forma institucionalizada y
1971 y se publicó en francés en 1973, y tanto Tlayacapan
aceptada de ejercer el poder una vez tomada una decisión
como yo hemos cambiado sensiblemente, creo que aún
política, la autoridad moral de las autoridades tradiciona-
conserva interés publicar en español el material que
les (el sacerdote), la revelación de los enemigos reales o
re~opilé y analicé. A más de diez años de distancia, tengo
supuestos del pueblo, el sentido político de las autorida-
mIS reservas sobre la escuela procesualista en antropología
des municipales, la burocracia, el rol y la aceptación social
y la social e:xchange theory de Blau (Cfr. Varela, 1984:
del pueblo respecto a una comunidad de extraños injer-
18-35). Creo, con todo, que mi análisis sigue en cierta
tada al pueblo ... Aquí aplicaré básicamente lo que decía
medida siendo válido en cuanto no necesariamente contra-
anteriormente respecto al método propuesto por Gluckman
dice posiciones teóricas que he asumido con posteriori-
del e:xten.ded,case method o situational analysis (capítulo
dad: se queda más bien corto que en oposición. Recuerde
4). Terrnmare con las conclusiones que se desprenden del el lector, por último, que el presente etnográfico del texto
análisis y de los límites del trabajo.
es 1970-197l.
Una palabra respecto a la razón por la que escogí este
pueblo. para estudio. La elección fue casi al azar. Un grupo
de .~IgOS (d~l que hablaré largamente más adelante)
decI~unos habitar en un pueblo pequeño, que no estuvie-
ra ID demasiado cerca ni demasiado lejos de la ciudad de
México, y desarrollar un trabajo social sin saber exacta-
mente qué género de acción sería. Uno del grupo era sa-
cerdote y habló con el obispo de Cuernavaca sobre ello.
El obispo sugirió, entre otros, Tlayacapan. Visitamos varios
pueblos,Y ~layacapan fue el que más nos gustó. El grupo
comenzo a instalarse en enero de 1970.
Yo no sabía que Tlayacapan había sido estudiado
(1965-1967) por el antropólogo norteamericano J. Ingham
11
10
 DISTRITO fEDERAL

MORELOS
Itafnepanua
o
o
Iepuzttan

o
Ecemavaca
Tctd~
O
J'ulep~c o o O
YaulcpeC Dcurucu

O
Euautla

O
JOjutl¡¡

Ubicación geográfica de Tlayacapan

13
1. La comunidad de Tlayacapan

Tlayacapan es un pueblo fácilmente localizable para los

antropólogos pues sus límites municipales colindan con los
del municipio del Tepoztlán de Redfíeld y o. Lewis. Es
cabecera del municipio del mismo nombre y, junto con
otros 3 municipios (Tlalnepantla, Totolapan y Atlatla-
huacan), forma lo que se llama los Altos de Morelos o
los Altos de Yautepec. La región está situada al sureste
de la ciudad de México y al noreste de Cuernavaca. Dos
carreteras la unen a la ciudad de México: la México-
Cuautla vía Chalco y Amecameca y la super México-Cuer-
navaca que entronca con la super a Cuautla antes de llegar
a Cuernavaca. Una carretera asfaltada más estrecha une los
poblados de Tlayacapan, Totolapan y Atlatlahuacan, y se
está comenzando a pavimentar la carretera Tlayacapan-
Tlalnepantla. En línea recta, Tlayacapan está a sólo 38
kms. de Xochimilco. Desde el centro de la ciudad de Mé-
xico hasta Tlayacapan, vía Cuernavaca, hay 114 kms.
La Secretaría de Recursos Hidráulicos aporta los si-
guientes datos sobre Tlayacapan:
Altitud 1,675 mts. S.N. del mar
Localización 19 4 30" latitud norte
Geográfica 99 4 latitud oeste
Precipitación anual 1,000 mm. (promedio en 30 años)
15
 Las tierras del municipio de Tlayacapan tienen una exten-
sión de 84.1 7 kms.s
Tlayacapan es el pueblo más urbanizado de la región.
Las calles son rectas y obedecen a un plan. Siguiendo los
puntos cardinales, hay dos ejes que rematan en cuatro ca-
pillas: Santa Ana - La Exaltación; Santiago- El Rosario.
Desde el cruce de los dos ejes se ven perfectamente ali-
neadas las cuatro capillas que eran las cabeceras de los
barrios del poblado. En la actualidad al fusionarse dos en
uno, se conservan tres barrios: Santiago, Santa Ana, Ro-
sado-Exaltación. Pero éstas no son las únicas capillas del
pueblo. Hay muchas más en ruinas y otras de las que nada
más quedan los cimientos: 23 en total. Cerca de algunas
capillas, en la actualidad ya no hay casas pero aún se con-
servan cimientos de antiguas construcciones. Esto nos
indica sin duda que el pueblo era mayor en extensión si
bien no en población.
Hay invasión rural sólo en las casas de la perítena del
pueblo. Las del centro no tienen huertas y las cercanas al
centro tienen huertas o corrales pero no se ven desde la
calle porque están en la parte posterior. Algunas de las
casas del centro son restos de antiguas construcciones y
todavía queda en pie, aunque sin techos, una construcción
del siglo XVIII llamada "La Cerería".
La carretera que va a Totolapan y Atlatlahuacan divi-
de una parte del poblado: separa el barrio de Santiago o
Texcalpa del resto del pueblo. Cinco barrancas pasan por
el pueblo y llevan agua únicamente durante el tiempo de
lluvias. En la época de sequía no corre por ellas una sola
gota y son utilizadas como basureros, por más esfuerzos
que hagan las autoridades municipales para evitarlo pero
sin dar una alternativa eficaz a la gente. El poblado uenta
con luz eléctrica desde 1960. Hay una caseta telefónica
con dos líneas (1969) en donde se encuentra también la
oficina de correos encargada únicamente de recibir las
cartas que llegan al pueblo.
16
La carretera Atlatlahuacan, Totolapan, Tlayacapan,
se prolonga hasta Yautepec, cabecera del 50. distrito
administrativo; se abrió en 1946 y fue pavimentada en
1960. Hay servicio directo de autobuses de pasajeros a
México, Cuernavaca, Cuautla y poblados de la región.
Además, siempre es posible hacer una o varias conexiones
en otros pueblos (Yautepec y Tepoztlán) para dirigirse a
México o Cuernavaca cuando el horario de los autobuses
que parten de Tlayacapan no sea conveniente.
El poblado carece (o carecía) de los servicios de agua
potable y drenaje, pero de esto ya hablaremos largamente
en el capítulo 4.
Aunque; como anteriormente señalaba, el trazo del
pueblo es sobre dos ejes, oriente-poniente, está desplazado
una cuadra hacia el norte debido a que no hay puente
sobre la barranca que pasa por ese eje y sí lo hay en la
otra. Esta calle es importante porque es la salida al pueblo
de Tlalnepantla: da a la puerta del atrio del convento yes
el límite del zócalo municipal, una placita pequeña y
cuadrada con un kiosco al centro y rodeada por bancas de
mampostería donde se celebran las asambleas del pueblo.
Tlayacapan es cabecera municipal. El municipio cuenta
además con los poblados de San José de los Laureles, San
Agustín Amatlipac, San Andrés Cuauhtempan y la colo-
nia ejidal de Pantitlán. El censo de población del 28 de
enero de 1970 dio el siguiente resultado:
Cuadro 1. Población del municipio de Tlayacapan en 1970
Tlayacapan 3,538
San José 609
San Agustín 338
San Andrés 657
Pantitlán 93
Total 5,235
Fuente; Dirección General de Estadística, SIC; IX Censogeneral
de población, 1970.
17
Según los padrones que se utilizan en el poblado para co- .
brar cooperaciones en las fiestas patrias y otros que se
hicieron para contribuir al pago del agua potable (Cfr.
cap. 4), habría por 10 menos 864 hombres mayores de 19
años.
En la actualidad, en Tlayacapan (pueblo) no se habla
el náhuatl, aunque en los otros pueblos del municipio y
de la región los ancianos continúan hablándolo.
Como es sabido, en México hay tres sistemas <letenencia
de la tierra: privada, ejidal y comunal. Sin entrar al pro-
blema histórico de estos sistemas, sobre el que puede en-
contrarse información en O. Lewis (1951), veamos cómo
funcionan en Tlayacapan y cómo está repartida la tierra.
No me basaré en el Código agrario sino en la interpreta-
ción y prácticas locales que son las que más interesan a un
antropólogo social.
Ante todo hay que tener en cuenta que en el estado de
Morelos (el segundo más pequeño en extensión de la
República) no existe, desde la revolución zapatista, el
latifundio. Aquí el problema es el opuesto, por 10 menos
para una explotación agrícola moderna: el minifundio. Y
en Tlavacapan no hay ningún cacique local.
El sistema de la propiedad rústica privada no presenta
características especiales. Como en muchas otras partes
de México, abundan los poseedores sin títulos de propie-
dad ya que cuesta mucho dinero legalizarlos. En la prácti-
ca, es dueño legítimo el que paga sus impuestos. Los
problemas más comunes son los relativos a los terrenos
intestados y se plantean en el seno de la familia respecto
al reparto de la herencia, pero con mordidas al receptor
de rentas o a través de relaciones de parentesco, compa-
drazgo o amistad, se puede falsificar la firma del difunto.
En la práctica, el sistema de la tierra ejidal equivale al
de la propiedad privada, con la excepción de que no se
puede vender esa tierra, pero sí rentarla. Algunos dicen
incluso que también se puede vender pero personalmente
18
no pude comprobar ninguno de esos decires, pues el asun-
to es sumamente delicado para preguntarlo a los interesa-
dos o al comisariado ejidal. Por otra parte, a diferencia del
Registro de la propiedad privada (controlado por el go-
bierno estatal ya que todo este tipo de impuestos pasa
directamente a él), no existe un registro ejidal. El mismo
comisariado ejidal sólo tenía unas listas incompletas y no
de todos los campos. Estuve indagando personalmente
aquí y allá y logré una lista bastante completa de la pose-
sión ejidal, ciertamente la más exhaustiva del pueblo. Tan-
to así que, unos cuantos días antes de partir de Tlayaca-
pan, el encargado de levantar el censo agrícola y ganadero
en 1970 fue a verme para que le ayudara con los nombres
y los datos de las extensiones que tenía en mis listas a fin
de recolectar dinero entre los ejidatarios para hacer una
ofrenda floral a Zapata en el aniversario de su muerte.
Con la tierra comunal, el sistema cambia un poco. El
que tiene asignada una porción no puede ni venderla ni
heredarla. Pero en la práctica es como si fuera propiedad
privada: se explota individual y no colectivamente. La
tierra no explotada (pasturas) es utilizada por todos los
que quieran para alimentar el ganado, pero se asignan
lotes a los particulares que así lo soliciten al representante
de bienes comunales. ¿Con qué criterio? No parece que
exista una norma para distribuirla: teóricamente estaría
destinada a los que no tienen tierra ejidal o privada, pero
sé de muchos, ejidatarios y comuneros al mismo tiempo,
que además tienen propiedad privada. Si hay desorganiza-
ción en 10 ejidal, en 10 comunal es el caos. De la posesión
de la tierra comunal no pude obtener sino datos muy
fragmentarios y que no nos sirven para cuantificarlos.
Veamos ahora la distribución de la tierra: privada y
ejidal. La unidad de medida local es la tarea y equivale a
1/10 de hectárea. Por tanto, 10 tareas = 1 hectárea. Pero
la propiedad privada está registrada en mts.? por más
que la gente hable de tareas. En los cuadros que siguen,
19
daré en mts.2 la propiedad privada y en tareas la propie- MOV) V)0\0 ......
ola
ONMVMMM O
dad ejidal. Los datos sobre la propiedad privada están o""';C"i""";oC"io O
tomados directamente de la Receptoría de rentas. Parece ......
NNv
que casi siempre son exactos, menos cuando la tierra fue
registrada hace muchos años y se calculaba en números
redondos. Como dato interesante que nos revela la impor-
Ot--\OVVMO
tancia que tiene la tierra en Tlayacapan, encontré 7 pre- ......
ooOMMV)M
dios urbanos registrados en centímetros y milímetros. v-i--oC"i""";""';oOr-:
ooOO\\ONO\V)
O\OMO ......
V)t--
Según el cuadro siguiente, encontramos una concentra- V)t--MooN ......
t--
t--O\ooO\VM
ción de las tierras -pequeñas ya de por sí, es verdad- en ......
v\OO\vO\
~N("1')lf)
pocas manos. La propiedad máxima es de 454,954 mts.2;
pertenece a un fraccionamiento del que hablaremos en el
último capítulo, y los dueños afirman que su propiedad NVooOO\ooO\ ola
no es tan extensa pues abarca solamente 212,000 mts.2 La NOO\N ......
V)M O
N."tr-:--oO,....;r-: O
propiedad mínima es de 294 rnts.é y evidentemente ha- _,¡_'NN....-!

bría que asimilarla a los otros ocho predios del último

renglón como propiedad suburbana.
Según las diversas dotaciones de tierras ejidales que se
han hecho al poblado, éstas ascenderían a 631.20 hectá-
\O
reas. De acuerdo a las listas que pude obtener, tengo regis- O
v
tradas únicamente 359.50 hectáreas, y 330 propietarios
de [acto, ya que de iure serían 211. Hay que advertir que
la tierra ejidal casi toda está irrigada a diferencia de la pro-
piedad privada que es únicamente de temporal.
Vemos, pues, que la propiedad ejidal está bastante bien OO~OOOO
V)ooooooo
repartida. La propiedad máxima (una sola persona) es de r-:N."tO""";v-i."t
NO\~\OOOV)
35 tareas; la mínima (tres personas), de 2 tareas: y la me- 0\0\ O'MO-
v vO'O\v
dia, de 10.8 tareas. IVO\<r¡
v
De las 330 personas que de facto tienen ejido, 145
además poseen propiedad privada. Estas mismas personas
son parte (46 %) del grupo que, representando al 39.16 %,
tiene el 83.97 % de la propiedad privada.
La gente de Tlayacapan en general es pobre pero no
o
tan desesperadamente pobre como en otras regiones de
México, por ejemplo, Oaxaca y Guerrero (Cfr. infray.
20 21
C! "'<1: "l "'<1: "l C! oo. Puede afrontar gastos, sobre todo en ocasión de las fíes-
OOll"lO\OM ......
....... ('r') ('f') ........
tas -del carnaval en las que se suele pedir a los ciudadanos
mayores de 19 años una cooperación de 200 a 250 pesos,
-y darse el lujo de contratar a una de las mejores orquestas
de México (la de Carlos Campos) para una noche de baile.
Le pagan 18,500 pesos por una noche, o sea, de 700 a
740 por pieza que toca. El carnaval dura tres días y cada
noche hay baile con dos orquestas: una de renombre y
otra regional. A éstas les suelen pagar de 3,500 a 5,500
por noche. Suelen gastar por concepto de música en estas
fiestas de 65,000 a 80,000 pesos.
¿De dónde obtienen sus ingresos los t1ayacapenses?
Casi exclusivamente del campo. No hay industria local,
y sólo un poco de alfarería en el barrio de Santiago que
r--Oll"lll"lll"lN\O C!
Nr--:oÓ.n""¡",,,:ci o es el más pobre. T1ayacapan y toda la región de los Altos
NMN o de Morelos son productores de jitomate. Desde tiempos
antiguos se cultivaba esta hortaliza, pero hacia 1950 un
italiano introdujo en la región técnicas modernas de culti-
vo. Poco a poco, se fue extendiendo la innovación tecno-
lógica en la región y, en la actualidad, el que siembra jito-
mate lo hace siguiendo la nueva técnica. Los habitantes
de Tlayacapan son conscientes de 'que la innovación ha
traído como resultado un mejoramiento económico al
poblado. Del jítomate es de donde obtienen los mayores
ingresos económicos.
Cuadro 4. Costos del cultivo del jitomate.
2,000 varas 1,200 pesos
100 kgs. de alambre 700
Desinfectante 50
1,000 kgs. de abono 725 "
2 libras de semilla 320
Insecticidas y fungici as 1,500
100 horas trabajo peones 1 500
I I Total 6,045
Fuente: información local,
23
Sin embargo, el jitomate tiene muchos problemas. EIÍ
primer lugar es un cultivo costoso. Para cultivar 3 tareas
se requiere una inversión de 6,000 pesos.
En segundo lugar, es un cultivo muy delicado. Bastan 10
minutos de granizo para que una huerta quede totalmente
destruida y su enemigo principal son los hongos, contra los
c~ales no hay todavía un remedio eficaz. Se pueden preve-
nrr pero no combatir una vez que han prendido en las
plantas.
En tercer lugar, la fluctuación de los precios en el mer-
:;~do nacional. Este año los precios han oscilado de 7 (di-
ciembre) a 150 pesos (abril) por la caja de 30 kilos. Hay
años en que los precios están tan bajos que los agriculto-
res prefieren que el jitomate se pudra en las matas pues
les sale más caro recolectarlo. ' un nivel demasiado empírico, pero no descubro otra. El
En cuarto lugar, los intermediarios, cuyo trabajo es
simplemente establecer la relación vendedor-comprador.
Los hay para el comercio nacional e internacional (con
los Estados Unidos). Un intermediario local gana 200
pesos diarios durante la época de la cosecha; otros ganan
3 por caja. De los intermediarios que hacen los contratos
co.n los Estados Unidos, uno de ellos gana 5 pesos por
caja; otro, 50 centavos de dólar ($6.25). Hay un texano-
mexicano (el apellido es español pero en el poblado se le
conoce como "el texano") que opera en Tlayacapan (ahí
tie~e casa propia) yen todala regiónjitomatera y exporta
el jítomate a los Estados Unidos. El dice que no es inter-
mediario sino representante de la compañía norteamerica-
na Díxon. Ofrece mejores precios que los demás compra-
dores y hay poblados (San José de los Laureles) que le
venden toda la cosecha anual.
Los problemas anteriores hacen que nadie se arriesgue
a sembrar la totalidad de sus. tierras en jitomate y que
reserven una parte para otros cultivos, maíz y frijol, me-
nos espec:aculares en rendimientos económicos pero
muchos mas seguros. Porque una buena cosecha de jito-
24
mate puede producir una ganancia considerable: 10 tareas
pueden producir, dependiendo de las condiciones clima-
tológicas, de 450 a 1,000 cajas de jitomate (cada caja es de
aproximadamente 30 kilogramos).
En contraste con el cultivo del jitomate que, según los
expertos agrícolas, es un cultivo que requiere una tecno-
logía muy avanzada y complicada, la empleada en otros
cultivos es arcaica y no muy diferente de la que se emplea-
ba en la época precolombina: la coa. En estos cultivos no
ha habido innovación tecnológica. Nos encontramos así
con dos mundos impermeables el uno al otro y manejados
por la misma persona que cambia de un sistema al otro
con extrema facilidad. Esos son los hechos. ¿Cómo expli-
car el fenómeno? Yo encuentro una explicación, quizá a
jitomate no es un producto de primera necesidad para el
campesino de Tlayacapan y, en cambio, el maíz continúa
siendo la base de la alimentación. El jitomate se cultiva
para el comercio nacional (hay días en que no se consigue
jitomate en el tianguis local y sí en México, y son días en
que se está cosechando el jitomate en Tlayacapan). El
maíz, en cambio, se produce en primer lugar para consu-
mirlo en la dieta familiar diaria. Ahora bien, localmente
se conocen tres clases de maíz: híbrido, delgado y ancho.
El híbrido es el que da los mejores rendimientos econó-
micos pero no es bueno para hacer la masa de las tortillas.
El delgado, en cambio, no da tan buenos resultados econó-
micos, pero es el mejor para las tortillas. El ancho es mag-
nífico para comerlo como elote. Al ser, pues, el elemento
básico de la alimentación, no tiene nada de extraño que la
gente busque disfrutar la mejor calidad en sus propios
alimentos aunque con ello pierda una ganancia económica.
Para sembrar una tarea de maíz hay que invertir 230
pesos aproximadamente. Una tarea produce 2 cargas,y una
carga de maíz ~e vende de 120 a 200 pesos según la época
del año. Una familia de 5 miembros se mantiene con 8 Ó
25
9 cargas anuales. Así que una familia tiene que sembrar
como mínimo de 4 a 5 tareas de maíz, Generalmente, hay
que sembrar una tarea más para obtener un poco de dine-
ro con la venta de una o dos cargas y con él pagar gastos
extras e imprevistos.
El salario que se paga a un peón es de 1 pesos diarios
por 6 horas de trabajo (17 pesos si tiene que trabajar en
el ejido, pero cuesta 2 pesos el camión de ida y vuelta).
A veces, el trabajo del campo requiere terminar en un mis-
mo día la labor que se ha empezado. Estas horas extras
de trabajo se llaman faenas, y por tres horas se pagan 5
pesos extra. Pero este salario de 15 pesos diarios (bastante
más bajo que el salario mínimo legal) sólo se paga a los
ciudadanos de Tlayacapan. A los oaxacos . así entramos
al estudio de los grupos y las categorías sociales) se les
paga de 9 a 12 pesos diarios, dependiendo de la buena vo-
luntad del que los emplea.
"Within any society people are both organized ingroups
-that is to say, they form bodies of persons wíth coromon
interests and common leadership- and classified in cate-
gories - that is to say, they are regarded by their fellows
as having something in common." (L. Mair, 1963 :48).
Una categoría es una etiqueta que los actores sociales apli-
can a conjuntos de personas, formen éstas o no un grupo
social; un grupo, en cambio, supone un cierto grado de
organización interna. Paralelamente, corresponden dos
órdenes de relaciones sociales: el estructural, "by means
of which the behavíour of people is interpreted in terms
of action approriate to the position they occupy in an
ordered set of positions, such as in a factory, a famíly,
a mine, a voluntary association, a trade union, political
party or similar organization". Y el categorial, "bv means
of which the behaviour of people in unstructureu situa-
tíonsrnav be interpreted in terms of social stereotypes such
as class, race, etnnícíty, 'Red' and 'School' among the
Xhosa in East London". CC. Mitchell, 1969:9-10 .
26
Ahora bien, el término "oaxaco" es una categoría apli-
cada a inmigrantes temporales que vienen a buscar trabajo
como peones al poblado. Provienen de diversos pueblos
de los estados de Oaxaca y Guerrero. Hay muchos que no
hablan español sino su lengua indígena, normalmente el
mixteco, y entre ellos siempre hablan su lengua materna.
Van vestidos andrajosamente y beben fuerte y' con freo
cuencia. Las mujeres también beben en las cantinas y se
llegan a emborrachar. Suelen llegar 5 ó 6 del mismo pue-
blo. Se establecen como mejor pueden. Unos consiguen
alojamiento por el que pagan 25 pesos mensuales; otros
duermen en el atrio techado pero descubierto que forman
los arcos de la fachada principal del palacio municipal.
Muchos vienen a conseguir un poco de dinero para la fiesta
de su pueblo y a veces encuentran trabajo no sólo en
Tlayacapan sino en toda la región. El punto de concentra-
ción y arribo es Atlatlahuacan y, de ahí, se distribuyen
por los diversos pueblos. Un tlayacapense espera que el
comportamiento de un oaxaco sea el de una persona
inculta, miserable" borracha sucia, floja e indolente. De
ahí que el término oaxaco aplicado a un tlayacapense sea
un término de insulto, empleado en broma o seriamente.
"Pareces oaxaco" o "eres un oaxaco" es una fórrriula muy
utilizada por los alumnos de la escuela secundaria para
insultarse mutuamente. El mismo tipo de fórmula, aunque
el contenido no sea tan fuerte sino que signifique la incul-
tura de alguien, es la que se forma con la designación de
alguno de los poblados que constituyen el municipio de
Tlayacapan: "eres de San Andrés". Los oaxacos esperan,
por su parte, que los tiayacapenses los traten exclusiva-
mente en términos de compraventa de trabajo y no con
simpatía. En una ocasión, uno de los compañeros que
formaban nuestro grupo, desde un autobús estacionado a
un lado del tianguis, vio a un grupo de oaxacos que mira-
ban absortos el pan que vendía un panadero. Llamó al
panadero y le dio dinero para que repartiera pan a los
27
oaxacos. Estos no comprendieron nada. El panadero les
explicaba que un señor se lo regalaba. . 'adie alargó el bra-
zo para tomar el pan y una señora que se io cuenta de
la situación le gritó al panadero que les dijera ue el patrón
se lo enviaba. Todos los oaxacos tomaron s pan.
Otra categoría empleada por los tlayacapenses es la
que se aplicó a nuestro grupo. Los primero de nosotros
.en establecerse fueron un matrimonio español. una joven
española y un sacerdote mexicano a quien nombraré en
lo sucesivo como Miguel Angel. Posteriormente, se unieron
un doctor y su esposa y otros dos mexicanos, uno de los
cuales inmediatamente fue llamado el muestro pues había
estado de profesor en otro pueblo y, además. tenía inten-
ción de hacerse ordenar sacerdote. Ahora bien, el grupo
fue inmediatamente categorizado como los españoles.
Miguel Angel además era arquitecto y escultor y no tenía
intenciones de establecerse para ejercer el ministerio sacer-
dotal tiempo completo, pero desde un principio se presentó
en su status de sacerdote. La gente comenzó a acudir a
él, y también al maestro, para que leyeran los Evangelios
a los que estaban espantados, ya que el cura del pueblo se
negaba a hacerlo considerando que eran "supersticiones".
Ellos aceptaron y así comenzaron a ganar ascendiente
entre el pueblo. Miguel Angel, además, ayudó técnica-
mente en obras que tenían que ver con la ingeniería. Su
prestigio subió aún más. Y así la categoría de los españo-
les comenzó a ser sustituida por la familia del Padre (nin-
guno del grupo tenía relaciones de parentesco con Miguel
Angel). Ulteriormente, cuando la gente fue conociendo
más al grupo y éste tomó a su cargo la fundación de una
escuela secundaria, fue reconocido como los profesores.
El doctor y su esposa no habitaban la misma casa que el
resto del grupo y él fue llamado simplemente doctor. El
grupo aumentó y todos los que vivían en la casa, enseña-
ran o no, fueron llamados profesores. Fuimos reci iendo
muchas visitas del exterior, sobre todo los domingos,
28
a veces hasta de 30 personas, lo cual suponía que en frente
de la casa hubiera estacionados hasta 6 autos que no pasa-
ban inadvertidos a los tIayacapenses, quienes comenzaron
a pensar que el grupo era económicamente poderoso. y
así, poco a poco, se atrevieron a pedir dinero en préstamo.
Miguel Angel, al principio, comenzó a prestarlo sin intere-
ses y otra garantía que la palabra dada. Esto causó más
asombro ya que los prestamistas locales (una docena)
. prestaban sobre los títulos de propiedad a un interés del
5, 10, Y 15 % mensuales. Con motivo de las reuniones que
se tuvieron con los padres de familia para abrir la escuela
secundaria, Miguel Angel hizo la presentación del equipo
aunque él no iba a ser el director. A un grupo de jóvenes
les consiguió empleo en una fábrica de Cuernavaca. Como
la iniciativa y ejecución del proyecto de agua potable
(Cfr. capítulo 4) provino de él, esto supuso entrar al mun-
do de la gran política. y así su ascendiente subió hasta las
nubes de tal modo que todo lo que hacía el grupo se
atribuía al Padre Miguel Angel, hubiera o no intervenido.
De ahí también que las expectativas de la gente respecto a
él aumentaran: ¡el ex-comandante de policía y otro ami-
go fueron a pedirle que les consiguiera el puesto de inspec-
tores fiscales! El grupo como tal fue ganando ascendiente
sobre todo con la fundación de la escuela secundaría. Pos-
teriormente, unos del grupo con unos cuantos jóvenes
del pueblo iniciaron la fundación de una asociación de ji-
tomateros para enfrentar los problemas a los que me refe-
rí anteriormente. La iniciativa fue acogida y ya está en
funcionamiento la asociación Otra parte del grupo co-
menzó a reunirse con algunos profesores de la escuela
primaria federal a fin de entregarles en un futuro la escuela
secundaria. En breve, el grupo como tal se acreditó a los
ojos del pueblo y supo mantener relaciones amistosas con
la población.
Las relaciones del pueblo con el cura eran, por el con-
trario, tensas y poco amistosas. Ya hablamos de la lectura
29
de los Evangelios. La gente lo resintió mucho. Como decía
uno de mis informantes: "El Padre X en vez de hacernos
creer, dice que somos crédulos." Pero la fuente principal
de tensiones provenía de que, sin consultar al pueblo,
tiró los altares de la iglesia principal donde se veneraban
los santos del poblado. y ahí tocó no solamente las "su-
persticiones" o la religión sino la estructura social del
pueblo. En efecto, los santos colocados en la iglesia prin-
cipal representaban la unidad que trascendía simbólica-
mente la división de los barrios. Y tras el símbolo estaban
las instituciones: el sistema de mayordomías que aún tiene
la fuerza unificadora del barrio en las fiestas.
Todo lo anterior se refiere a las relaciones que mantiene
la comunidad de Tlayacapan con los grupos o las perso-
nas que viviendo en el pueblo no son del pueblo.
Dentro del poblado los grupos reconocidos son las au-
toridades municipales y los profesores de la escuela pri-
maria federal, pero de estos grupos hablaremos en el ca-
pítulo siguiente. La familia efectiva es la nuclear, y en el
seno de ella, está muy marcada la propiedad individual,
como veremos en el capítulo 4. Los barrios están en desin-
tegración y no hay una base económica comunitaria que
haga posible la existencia de grupos corporados. Todavía
hace 40 años, los barrios, según testimonio de informantes,
eran grupos con tendencia endogámica; en la actualidad,
se casan libremente entre personas de diversos barrios.
Para la fiesta, aún perdura la distinción de barrios, aunque
en las del carnaval va desapareciendo. En efecto, hace
unos cuantos años, los bailes del carnaval se celebraban
todavía en locales propios de cada barrio. En la actuali-
dad, se organizan en el tianguis y son comunes a los 3
barrios. Los chinelas (danzantes enmascarados), que tra-
dicionalmente bailaban en la comparsa de su barrio,
ahora se entremezclan en las de otros. Los gastos enormes
dedicados sobre todo a contratar a las mejores orquestas,
antes tenían un sentido competitivo entre los barrios.
30
Cada cual quería traer la mejor. En la actualidad al com-
part~ bailes y orquestas, una parte de la pobl~ción ya
comienza a darse cuenta de que, desaparecida la base com-
petiti~a, no tiene sentido gastar ese dinero, y cada barrio
contnbuye como tal con una suma de dinero a los gastos
generales del carnaval. Pero hay más, para los efectos ad-
ministrativos y la organización de trabajos comunales
(faenas), la división de barrios ya no cuenta, y se han
hecho cuatro secciones que se entrecruzan con los límites
de los barrios: no hay una sola sección que se asimile a un
barrio, ~ siquiera el barrio de Santiago que, como ya diji-
mos, esta separado del resto del poblado por la carretera.
Conclusión
Esta breve descripción del campo social, en el que se van
a real~ar .los procesos políticos, se completará en el capí-
tulo siguiente con el estudio de la estructura política
formal. Sin embargo, ya tenemos en mano ciertos elemen-
tos que van a determinar, en un sentido o en otro, los
procesos políticos.
Por una parte, el cultivo moderno del jitomate ha vol-
cado a la población más hacia el exterior, al menos en lo
que concierne a la economía =mercado nacional o inter-
nacional->, que hacia sí misma: es allá, afuera, donde se
juega su vida económica. Las expectativas económicas
dependen, de manera preponderante, del exterior. Una
parte importante de los problemas que debe afrontar la
comunidad está determinada, por consiguiente, por estas
expectativas. Dicho esto. el sistema de la herencia de la
t~~rra.ac~~a en el mismo sentido. En efecto, la explota-
Clan individual y no colectiva de la tierra hace que el cen-
tro de los problemas q e tienen que ver con la posesión y
explotación de la misma DO sea la comunidad sino el in-
dividuo quien, a su 'ez. se encuentra de cara al mercado
31
externo. Es decir, el trabajo y los ingresos económicos del podría tener un significado político: El cura del pu~blo
individuo no están mediados por la comunidad sino que con su actuación arbitraria, ha perdido toda la autondad
se desarrollan y realizan en la inmediatez entre individuo
que le daría su status y esta autoridad ha pasado ~ gr~~o
y mercado exterior. Es cierto que existen intermediarios
a través de Miguel Angel, Los oaxacos, da~~ la SltuaClO~
pero no modifican el hecho de que la comunidad no de pobreza en que se encuentran, el deflcie~te conOCi-
entre en juego: tenemos, de nuevo, la relación entre in- miento del español y el corto periodo de tiempo q_u~
dividuos que tratan personalmente sus problemas. No exis- pasan en el pueblo, no pueden formar un grupo. pphtl-
te, por tanto, tierra comunal explotada colectivamente y o En el capítulo 4 se verá el significado político de
cuyos beneficios económicos recaigan directamente sobre nuestro grupo, pero desde ahora podemos decir que las
la comunidad. Si se transfiere esta situación al plano polí- autoridades municipales tendrán que tener en cuenta este
tico, significa que las autoridades municipales no tienen hecho para las decisiones políticas que quieran tomar.
el control directo de la explotación de la tierra y sus bene-
ficios, lo cual tiene un gran peso a nivel de las decisiones
políticas cuando los ingresos municipales son escasos: les
es más difícil obtener recursos económicos necesarios para
su acción política que si tuvieran el control directo de la
explotación de la tierra o al menos de una parte de ella.
Si además se añade que las expectativas económicas de
los individuos están fuertemente orientadas hacia el ex-
terior, les será aún más difícil encaminar a las personas
a interesarse por los problemas internos de la comunidad.
Por otra parte, la desintegración o reorganización de los
barrios y la nueva división un tanto arbitraria del poblado
en secciones, muestra una situación semejante. Al no
existir ya los barrios en cuanto centros de intereses socia-
les y económicos, tampoco servirán para canalizar los in-
tereses políticos: si partimos de los barrios en cuanto
tales, y menos aún si partimos de las secciones, no pode-
mos esperar la formación de grupos políticos competiti-
vos. Esto a su vez significa que, para su acción política,
las autoridades municipales no contarán con el apoyo ni
la oposición de los barrios, sino de los individuos que habi-
tan en ellos a menos, claro está, que toquen las fiestas
tradicionales.
Por último, entre los grupos o las personas que habi-
tan en el pueblo y le son exteriores, sólo nuestro grupo
32 33
2. Organización política formal

Después de haber descrito los elementos más pertinentes

al problema que nos ocupa de la comunidad de Tlayaca-
pan, vamos a analizar su estructura política formal. Toma-
remos en consideración las reglamentaciones municipales
que se conocen y utilizan en Tlayacapan, pues aunque la
Ley Orgánica de los Municipios se refiere a la Ley General
de Hacienda Municipal, ésta no se conoce en Tlayacapan.
Unas cuantas semanas antes de mi.._.}artidade Tlayaca-
pan, el presidente municipal me comunicó, como gran
revelación, que platicando con otros presidentes munici-
pales, se había enterado de la existencia de una Ley de
Hacienda Municipal. Para un jurista esta ley sería de suma
importancia, pero para un antropólogo social es totalmen-
te secundaria ya que es inoperante aun como marco de
referencia formal respecto a las expectativas y conductas
de la población. Así pues, me ceñiré a 10 que de hecho se
conoce en el poblado y según o contra lb cual se trata de
conformar la conducta.
El cuadro teórico al que' me referiré para analizar esta
estructura formal será el que P. Blau (1964) emplea para
determinar 10 que una persona necesita para ejercer el
poder dentro de una comunidad. Este autor señala cinco
condiciones:
35
 l. Que esa persona acapare recursos que son necesarios
para la comunidad.
2. Que los miembros de la comunidad no puedan ad-
quirir esos recursos de otras fuentes.
3. Que los miembros de la comunidad no puedan
corresponder con otros intercambios equivalentes a dicha
persona.
4. Que los miembros de la comunidad no puedan tomar
por la fuerza esos recursos.
5. Que los miembros de la comunidad no puedan pres-
cindir de esos recursos ..
Si se dan estas condiciones, muy probablemente los
miembros de la comunidad estarán dispuestos a aceptar las
órdenes de esa persona a fin de tener acceso a esos recur-
sos (e! De la Peña, 1970).
Analizaré la estructura política formal de Tlayacapan
teniendo en mente este enfoque y, al final del capítulo,
a manera de conclusión, aplicaré expresamente al caso de
Tlayacapan las cinco condiciones anteriores.
Paso ahora a esbozar brevemente la estructura política
general de Tlayacapan y después tomaré cada elemento
con detención.
El municipio es libre pero los límites de su libertad
jurídica y económica están perfectamente bien delimita-
dos por el gobierno del estado de Morelos (y éste por el
gobierno federal). Tlayacapan no es cabecera judicial,
por lo que los asuntos penales van a la cabecera del dis-
trito, al pueblo de Yautepec. Dependiente del ayunta-
miento y del gobierno del estado. está la H. Junta de
mejoramiento moral, cívico y_ material. Independientes
por completo del ayuntamiento, están el comisariado eji-
dal y el representante de bienes comunales quienes de-
penden directamente del Departamento agrario. Invadien-
do todas las instituciones está el Partido Revolucionario
Institucional (PRI). Este es el cuadro formal y, con excep-
ción del PRI, también es el legal. Tenemos así que el mu-
36
nicipio depende del gobierno estatal de Cuernavaca, con
un apéndice judicial en Yauiepec, y del Departamento
agrario que es federal. En el poblado hay tres instituciones
t independientes entre sí y otra dependiente, todo el sistema
a su vez dependiendo del PRI.
Veamos ahora punto por punto el panorama anterior.
El municipio se rige por la Ley Orgánica de los Muní-
cipios del estado de Morelos, decretada en 1964 y con
pequeñas enmiendas en 1966. Sin hacer un estudio por-
menorizado de jurista, me interesa analizar el campo de
las decisiones políticas que le queda abierto a un ayunta-
miento. Este está constituido por el presidente municipal,
el síndico procurador y el regidor de hacienda, que son
electos mediante votación directa por un periodo de tres
años.
Las únicas atribuciones del ayuntamiento en funciones
de cabildo, es decir, de asamblea deliberante, son las si-
guientes:
l. Hacer su propio reglamento interior de funciona-
miento de acuerdo con la Ley orgáñ.ca.
2. Hacer un bando de policía y buen gobierno.
3. Elaborar el plan de trabajo a realizar durante su ad-
, ministración.
{
J. 4. Formular el plano regulador (urbanización).
1 5. Formular las iniciativas de leyes de presupuestos
i
ante el Congreso del Estado.
6. Aprobar los empréstitos, concesiones, enajenación
o gravámenes de los bienes inmuebles municipales con la
debida autorización del Congreso del Estado.
7. Reglamentar los serviciospúblicos municipales.
8. Aprobar la ejecución de obras públicas.
9. Aprobar los contratos para la construcción de obras
públicas municipales.
10. Autorizar la ejecución de obras públicas en colabo-
ración con otros municipios, el gobierno estatal o con par-
ticulares.
J_
37

11. Dictar las resoluciones que les encomienden las
autoridades superiores.
Ahora bien, las cuatro primeras atribuciones le son pro-
pias, sin necesidad de recurrir a las autoridades superiores.
La primera no tienen ninguna importancia política. La se-
gunda la analizaremos al estudiar el bando de policía y
buen gobierno vigente en el poblado. La cuarta se refiere
únicamente a cuestiones de urbanización: el plano regula-
dor de hecho no existe en Tlayacapan. La tercera es la
que más nos podría dar luz. Vale la pena citarla íntegra-
mente.
La asamblea deliberante tiene atribuciones:
"111. Para formular el programa de gobierno y adminis-
tración correspondiente a su periodo constitucional en
el que especificará los objetivos sociales, económicos,
educativos, culturales, asistenciales y de previsión que
se propone realizar para el desarrollo integral y econó-
mico de la comunidad, jerarquizados y con especifica-
ción de los medios y recursos aplicables para su efectiva
realización. Este programa se dividirá en tres etapas de
realización anual."
Aparentemente, el artículo abre muchas posibilidades de
acción. Pero ¿de dónde se conseguirán los fondos -para
realizar tan nobles objetivos? Dejando de lado este proble-
ma (que analizaremos más adelante), el artículo V le priva
de toda la autonomía formal y jurídica que creía poseer:
los presupuestos municipales tienen que ser aprobados por
el Congreso del Estado. Los restantes artículos únicamen-
te le dan la facultad de aprobar la realización de obras
públicas, organizar los servicios públicos y ejecutar 10
que las autoridades superiores le ordenen.
Con sólo esta Ley orgánica, se puede ver que el campo
de decisiones políticas, desde un punto de vista mera-
mente formal, es limitadísimo.
38
..
-'
J.
, El presidente municipal es el eje,:uti~o del ayuntamie?-
to y como tal tiene derechos y obhgaclOne~:la Ley orga-
níca le señala 22. Sería muy largo y tedIOSOenumerar
cada una de ellas pero, en resumen, es el encargado de
hacer cumplir las leyes y vigilar por la moralidad y tran-
quilidad públicas. Los medios de a~ren:io de que pued~
hacer uso para cumplir con sus obligaciones son .cuatro:
1. Apercibimiento.
2. Multas hasta por 500 pesos; cuando se trata de una
persona pobre, el máximo es el sueldo de una semana.
3. Arresto hasta por 36 horas; pero en caso de que se
imponga en sustitución de una multa no pagada, puede
prolongarse hasta 15 días. .
t 4. Empleo de la fuerza pública. En Tlayacapan, el pr~sI-
dente cita a una persona por medio de un papel escnto.
Si la persona citada no acude al tercer citatorio, el coman-
dante de policía 10 lleva por la fuerza. ""
El síndico tiene como función la procuración, defensa
y promoción del municipio. En Tlayacapan, .además, e.s
sub-agente del Ministerio Público y como tal tiene la obli-
gación de investigar las violaciones a las leyes y, cuando
éstas son de carácter penal, remitir el caso a la cabecera
del distrito judicial en Yautepec. También actúa como
juez (directamente o a través d.eljuez menor) en los. con:
flictos ordinarios entre los miembros de la comunidad:
trata de que se llegue pacíficamente a un acuerdo entre
los litigantes. Cuando no lo logra, testifica de los hechos
J y remite el caso a Yautepec. La n~r~a del pu~blo es ~ue
un litigio se tiene que resolver pacIfI~amente sm ~C.U~lf a
la presidencia y, cuando se acude a esta, que el lítigío se
resuelva ahí pacíficamente sin acudir a Yautepec. Hay
personas que no tienen la experiencia de. lo~ ~ueces de
Yautepec, y prefieren que éstos les hagan justícia. Trans-
cribo un caso redactado por un informante para ver en
concreto cómo funciona este sistema:
39

"El martes pasado (22 de septiembre 1970) como a las
11 a.m., llegué a la escuela y entré en la tienda de Da-
río a platicar. Me dice:
- ¿ Ya te fijaste cómo trae el dedo Iturbide?
Me asomé por arriba de la división de triplay que se-
para cantina y tienda, y sentí un escalofrío Lino Tlal-
tzicapa Rodríguez, alias Iturbide, alzaba la mano mos-
tran~o a dos concurrentes la falange superior del pulgar
parcíalmenn, arrancada de la mano.
+Me está poniendo la cantina ...
En ese momento salía Max (el doctor del pueblo) de
dar sus clases de biología y le pregunté si podría aten-
der a Lino.
+No le hace la anestesia. Necesitaría hacer la cura-
ción con puro valor mexicano.
Estábamos hablando cuando llega una sobrina toda
llorosa a pedirle a Max que lo curara. Max tomó una ac-
titud paternal y reprendió suavemente a la muchacha
usando repetidas veces el epíteto de 'viejita'. Pasó.
Cuando daba mis clases de historia en la 'botica' oí
que los comandantes llegaron por Polo medio de guasa
medio en serio. Salí y le pregunté a Polo qué habí~
pasado. Resulta que Lino fue a comprar tortillas y Polo
no estaba en la 'tortilladora' smo sólo su mujer. En
eso que llega Polo y le dice a Lino que salga porque an-
d~ba b~en borrac~o y algún inspector de 'salubridad po-
día chingarlo. Lino, además, tiene la costumbre de
abrazar a las mujeres, cosa que no les suele agradar a
sus maridos. Por eso Polo le dijo que se saliera. Lino al
salir, tropezó, y para no caer, se agarró de la valva 'iz-
quierda de la doble puerta de metal. Al mismo tiempo
que cierr~ la :t:>uertacon el peso de su cuerpo, apoyando
la mano izquierda mete la derecha sobre la pared que-
dando el pulgar en el cierre. Polo me enseñó la marca
de sangre que había quedado. Acabé de dar mi clase.
Los muchachos estaban haciendo la limpieza cuando
que oigo que me llama Polo. La hija de don Lino había
llegado desde Pantitlán donde vive con su marido y
estaba poniendo a Polo como lazo de cochino. Le tra--
tamos de explicar a la señora cómo había sucedido el
40
hecho pero en vano ... no estaba dispuesta a escuchar
razones sino a descargar su furia sobre quien fuera y
como en ese preciso momento se asomaba la mujer de
Polo contra ella arremetió necia en' que Polo le había
cerr;do la puerta y le habí; machucado "su dedo de mi
papá'.
Polo era hombre al agua. Es tímido y nunca ha an-
dado en esos enjuagues. Polo me pidió que lo acompa-
ñara si lo llamaban de la presidencia.
El miércoles en la noche fueron las aclaraciones con
el síndico en la presidencia de Tlayacapan. Me llamó
Polo a testificar de la borrachera de Lino y de la marca
que había dejado en el quicio de la puerta. Don Beto,
el profesor, no estaba muy de acuerdo en que Polo '~e
molestara'. Dije lo que tenía que decir. Lino, empena-
do en que le pagaran todas las curaciones. Polo le pro-
metió, como amigos, no porque se sintiera culpable,
pagarle la mitad de los gastos. Lino no quiso. El síndico
turnó el caso con el agente del Ministerio Público, en
Yautepec. Eso sería el viernes.
En el acta que levantó el síndico le da la razón a
Polo. Acepta el tropezón y recalca el estado de ebrie-
dad en que vive don Lino. El viernes no pude acompa-
ñar a Polo. Se fue con Gilberto Luque, su hermano ma-
yor y ex-secretario de la presidencia de Tlayacapan. S~-
gún me contó le fue de la chingada. El agente lo asusto.
¡Ojo! Lo primero que hizo el agente NO fue investigar
cómo había sucedido el hecho sino de qué se acusaba
a Polo y que esto era algo muy serio.
=-Mira,viejo, puedo encerrarte si quiero.
Polo temblaba de pies a cabeza. El agente le pregun-
tó si estaba de acuerdo en pagar la mitad de las curacio-
nes. Polo se avino aunque reiterando su inocencia.
Afortunadamente el viejito Iturbide y su hija no
aceptaron porque se imaginaron la cosa ya hecha.
Afortunadamente para mí porque así no me perdí del
circo de hoy. Desgraciadamente para ellos que se
quedaron como el perro de las dos tortas. Hoy a las
9 :30 salimos para Yautepec, Polo, Gilberto y yo en la
camioneta roja del segundo. Estábamos citados a las
41
 10. Fuimos puntuales. El pinche agente no lo fue. Lle-
gó a las 11. Lino no llegó. Nos recibió a las 11 :45 en t
Esta estruc ura formal básica no se. modifica con el
Tlayacapan
medio de la desorganización acostumbrada. De nuevo Bando de policía y buen gobierno que nge en d t
la farsa. El agente les dijo que la cosa era muy, pero que fue elaborado en 1955. Algunos de sus ecre. os
muy seria. No oyó que traían un testigo.
Gilberto lo toma aparte' y .. dos por 1a Ley orgánica
son modifica ". que le es postenor.
-Licenciado, ¿que no se podría arreglar esto? Los capítulos del Bando son los siguientes:
-Pero ¿cómo? 1 División territorial. . E b
Gilberto guiña el ojo y con la mano abajo le hace la 2' Autoridades municipales y sus atribucIones'd s rle-
señal del dos de bastos. vísimo. este capítulo y no ana
- d e na da a lo ordena o en a
-Es que el asunto es muy delicado. Ley orgánica. .
Gilberto añade otro dedo. 3. Atribuciones y obligaciones de los vecinos.
- Yo creo que sí podemos arreglarlo_ le contesta el 4. Registro civil
licenciado- nomás vamos a tomar las declaraciones de 5. Salubridad pública. Ii
su hermano y de su testigo. Gilberto y Polo salen de la 6. Gobernación, policía y seguridad pública, mora 1-
oficina un rato para contar el dinero y hacerlo un car-
tucho invisible que pueda deslizarse fácilmente a las dad7.y justicia.
Obras públicas, Comento,
l'
parques, jardines, cami-
manos del licenciado. Gilberto sabe a la perfección el
'idioma' de la mordida. nos, etc.
Así fue como Lino se quedó sin el dinero que le 8 Hacienda. . .. e
ofrecía Polo. Ahora, Polo, inocente, ya sabe algo del 9'. De los centros de espectáculos y diversiones en gen -
'idioma' de Gilberto." raL
10. Comercio.
El regidor es auxilar del presidente en funciones de ins- 11. Educación pública.
pección y vigilancia pero no de carácter ejecutivo. El regi- 12 Rastro municipal. '1
dor de Tlayacapan tiene a su cargo la inspección y vigilan- '. . lemento nuevo. Es so o una
cia de las finanzas. regf:;:~~~g:~en~~s ~~Ib:c~one~ que ~e.o:o~~~c~~~~:
Los empleados municipales son nombrados por el pre- autoridades munic.ip,aleso:n ~~ ~e~ ~~t~:c ~uede vejar o
sidente municipal. Los principales son el secretario y el señala que la poli~~a p y dat; curioso la policía evitará
comandante de policía. El secretario debe tener conocí- insultar a los deteni os. . 'dioma' extranjero, sin la
mientes elementales de administración y saber escribir que "se coloquen an~nclo~ (e?n) 1

a máquina. A su cargo está levantar actas de las sesiones traducción correspondIente, .. b mente a dos
del ayuntamiento y autorizarlas con su firma, llevar el . , té por demás comparar reve
QUIza no es e ., terminó su periodo
archivo de la municipalidad y expedir copias certificadas id t municipales el que recien 1
del mismo. El comandante está bajo las órdenes directas presi: en ~ 1970 Y el ~ctual, a quienes conozco .persona _
en mayo e , se puede obtener matenal no de-
del presidente. Su cargo es arrestar a las personas por ór- mente y de losl que aun.a Este análisis comparativo nos
denes del presidente y vigilarlas en la prisión mientras .. ado por a memon . líti
dure el arresto. rorrn .. , d laridad cómo la estructura po 1 ica
42 t permitirá ver co.n ~o a e
formal misma limita en gran me 1
dida el campo de decisio-

43
..t
 nes políticas. Porque los dos presidentes son los polos
opuestos y, sin embargo, el resultado político es el mismo.
Un estudio más min.lcioso podría haber cuantificado los
social networks de ambos a la manera que B. Kapferer
lo hizo en el análisis del pleito en la fábrica de Broken
Hill, Zambia (1969).
El anterior presidente mUnicipal procedía de una clase
económica un poco más elevada que el actual. La pro-
piedad privada de la familia nuclear era de 86 577
mts.z , la del actual, de 81,423 rnts.z Pero en tierra ejidal
la familia del primero tenía 28 tareas; la del segundo, 14.
El primero había desempeñado puestos públicos antes de
ser presidente municipal: presidente de la Adoración noc-
turna, presidente de la Junta de mejoramiento; el segundo
no había desempeñado ningún cargo público. El primero
tenía una red de compadrazgo muy extensa; el segundo,
muy limitada. El primero tenía el don de la palabra y
hacía uso de ella en las asambleas, pronunciaba discursos
cuando tenía oportunidad; el segundo no es orador, tiene
un miedo terrible a hablar en público y nunca habla en las
asambleas. El primero, en su cargo de presidente munici-
pal, siempre se mostró sumamente responsable; el segun-
do, con mucha frecuencia falta a la presidencia, no se inte-
resa mayormente en los asuntos del pueblo y lo único que
desea es llegar a ser diputado. El primero fue electo presi-
dente municipal por elección espontánea y popular; el se-
gundo se hizo nombrar presidente por el PRI. El primero
tenía el apoyo y gozaba de popularidad entre las cuatro
secciones del pueblo; el segundo no tiene el apoyo de dos
secciones y no goza de popularidad. El primero se confor-
maba a los cánones de moralidad pública; el segundo los
contradice públicamente: se emborracha, es mujeriego,
no trata bien a su mujer. El primero tenía por política
ganarse la amistad de todo el pueblo con el trato cortés
y respetuoso; el segundo regaña y grita inclusive a sus
colaboradores y empleados municipales, en concreto al
44
comandante de policía, lo cual fue una de las razones por
las que renunció a su ~~rgo. . . n-
Ante esta descripción es indudable que el p.r,lll1ero ,t~
dría más probabilidades de desarrollar una ac~IO~política
de im ortancia que el segundo. Pero a posteriori, el resul-
tado ae la acción política de los dos es prácticamente el
mismo. Cierto es que con el primero en el pueblo no
hubo tensiones y fricciones como las hay con el segun~o.
Pero tratándose de los problemas de fondo ~ue quenan
resolver -el agua potable y la escuela secundana- el resul-
tado es el mismo: nada. O para ser más exactos, el se~un-
do lo logró, pero no como él imaginaba respecto alprlll1e.r
problema y sabiendo que ya el grupo nu~stro habla deci-
dido fundar la escuela secundaria. Efectivamente, el pro-
grama de gobierno que redactó en junio de ~970 constaba
de tres puntos principales: agua potable traída desde .Oax-
tepec y siguiendo el proyecto establecid~ por el gobierno
statal y federal (en el capítulo 4 tratare largamente este
terna), un centro de salud y la fundación de una escuela
secundaria. . 'd' f al
Concluyendo, no existe un cuadro jUf_!. ICO orn;.
que perrniita a un ayuntamiento tomar decisiones políti-
cas de importancia. .
Mucho más interesante es analizar la Ley de mg~esos
y el presupuesto de egresos. Se supone que cada an? se
decretan nuevas disposiciones, pero .e~Tl~yacapan se n~en
por las de 1966 con pequeñas modificaciones que han Ido
introduciendo. , . .
La lectura de la Ley de ingresos (9 páginas) a prlll1er~
vista parece impresionante. Se imaginaría uno que de ah.I
podría salir una suma decorosa de ingre~os para el murn-
cipio. Por otra parte, es una ley exclusiva para el muru-
cipio de Tlayacapan. Ahora bien, Tlayac~pan es un pue-
blo que se muere de sed, ¡pero la Ley de ingresos le otor-
r~s 1 derecho de cobrar una cuota mensual de 150 pesos a
edueños de albercas! Asimismo tiene impuestos sobre
45
 Cuadro 2. Ingresos municipales de 1967
mesas de boliche y de billar, aparatos automáticos "de
307.93
los que obtengan bebidas o refrescos, dulces, comestibles, Saldo del año anterior
o cualquiera otra mercancía", como si estuviéramos en
París o Nueva York, salones cinematográficos fijos o am- Ingresos
bulantes ...
1,012.00
El presupuesto de egresos para el año 1966 fue de Refrendo de fierros 640.00
29,206.65 pesos anuales, distribuidos de la siguiente mane- Compraventa pecuaria . 2,530.00
ra: Patentes industriales Y comercmles 5,590.00
Cuadro 1. Egresos municipales de 1966 Rastros .
Registro de la propiedad Y 564.00
Presidente municipal 5,660.00 legalización de firmas 1,550.40
Secretario 5,400.00 Impuesto adicional al 15 % 580.00
Tesorero 720.00 Mercados 200.00
Encargado del Registro civil 720.00 Panteones 104.00
Cobrador del mercado 3,600.00 Corral de conejo . 3,335.00
Comité municipal de protección Registro civil Y copia ~el mismo 170.00
a la infancia 500.00 Otras licencias y perrnisos .
Registro nacional de electores 1,080.00 Participación del 10%sobre industna 1,569.80
Gastos de secretaría 150.00 y comercio ~estatal)
Gastos de tesorería 150.00 18,153.13
Gastos de Registro civil 120.00 Total ingresos
Obras materiales 2,000.00
Alumbrado público 8,343.00 . Archivos de la presidencia municipal.
Fuen t e.
Trabajos de imprenta 200.00
Comisiones y pasajes 563.65
Cuadro 3. Egresos municipales de 1967
Total 29,206.65
Egresos
Fuente: Archivos de la presidencia municipal.
8,961.84
Gobernación Y Secretaría 2,676.74
¡
Vemos que prácticamente todo el presupuesto se emplea en Hacienda
r 720.00
pagar sueldos y gastos de administración quitando 2,000 Escribiente registro civil
pesos anuales para obras materiales. 1.. Gastos escritorio e imprenta
869.55
3,600.00
Pero vayamos más adelante y analicemos los ingresos y \ Pago barrendero municipal 105.00
egresos oficiales del municipio en los años 1967 y 1970,
y especifiquemos un mes en detalle, febrero de 1971. t Compra de un balón
47
•}
46
t..
 Delegado Registro nacional
Cuadro S. Egresos municipales de 1970
de elector.es 1,080.00
Compra de una puerta 140.00 Egresos

Total egresos Gobernación y Secretaría 8,333.98

18,153.13 Hacienda 1,049.21
Escribiente Registro civil 720.00
Fuente: Archivos de la presidencia municipal.
Gastos de representación 2,346.55
Gastos escritorio e imprenta 860.00
Delegado Registro nacional de
electores 1,440.00
Cuadro 4. Ingresos municipales de 1970 Compostura de una máquina 150.00
Saldo del año anterior 00.00 Total egresos 14,902.74
Ingresos Saldo para el año 1971 166.60

Refrendo de fierros Fuente: Archivos de la presidencia municipal.

570.00
Compraventa pecuaria 878.00 Cuadro 6. Ingresos municipales de febrero de 1971
Patentes industriales
y comerciales Saldo del mes anterior 75.00
2,820.00
Rastro
4,060.00
Registro de la propiedad y Ingresos
legalización de firmas 555.50
Impuesto adicional al 15% Matanza o abastos 280.60
1,497.24 Venta de ganado 172.50
Mercados
556.20 Refrendo de fierros 207.00
Panteones
68.50 Registro comercio e industria 115.00
Registro civil y copia
del mismo Legalizaciones 13.80
2,100.00 Registro civil 225.00
Otras licencias y permisos 240.00
Multas Panteón 50.00
150.00 Participación del 10%sobre
Participación del 10%sobre industria
y comercio (estatal) industria y comercio (impuesto
1,573.00
estatal) del año anterior 1,010.00
Total ingresos
15,069.34 Total ingresos 2,073.90
Fuente: Archivos de la presidencia municipal. Fuente: Archivos de la presidencia municipal.
48 49
Hay que notar que este mes de febrero es excepcional
pues están incluidos 1,0 1O pesos que ingresaron por la de la tesorería municipal. Ciertamente el que entre a la
participación anual a impuestos estatales. , vida política de Tlayacapan con la idea de hacerse rico
A
con los fondos municipales, se llevará una gran decepción.
Quizá algunos puedan aprovecharse del puesto para nego-
Cuadro 7. Egresos municipales de febrero de 1971
cios ulteriores, pero el puesto mismo desde un punto de
vista formal no deja dinero. Mi mejor informante en cues-
Egresos
tiones políticas fue el secretario de la presidencia (éste es
300.00 su tercer periodo en el puesto). Es un hombre absoluta-
Presidente municipal
600.00 mente veraz y, desde el primer día que hablé con él me
Secretario municipal
respondió con toda franqueza sin ocultarme nada.' Me
Delegado Registro nacional
120.00 decía que desde un punto de vista económico el municipio
de electores
60.00 es un desastre. Hay meses en que no alcanza el dinero ni
Escribiente Registro civil
280.00 siquiera para pagar a los empleados municipales. Al mismo
Gastos de representación
tiempo que secretario, es el escribano "delRegistro civil y
Honorarios por recaudación al
311.00 delegado del Registro nacional de electores, cargos por los
15 % de los ingresos
que recibe sueldo. Además es tesorero y, aunque en el
1,671.08 presupuesto este cargo tiene asignado un sueldo, no se le
Total egresos
paga y no aparece en los egresos. El síndico no tiene suel-
Saldo para el mes de marzo 477.82 do. El regidor no tiene sueldo pero sí una participación
del 15 % del total de los ingresos. Los comandantes de
Fuente: Archivos de la presidencia municipal.
policía no tienen sueldo asignado en los egresos pero sí se
les paga: 20 pesos diarios al comandante primero; 17.50
pesos al segundo. El sueldo de los comandantes se recauda
Comparando los cortes de caja efectuados por el munici- entre los ciudadanos mayores de 19 años quienes tienen
pio con el presupuesto aprobado por el Congreso del Esta- que pagar 2 pesos mensuales por concepto de "rondas".
do, vemos que hay una diferencia notable: en 1967 los El sueldo del barrendero del mercado no aparece en los
egresos fueron menores a los autorizados por el presupues- egresos y se le paga de los impuestos recolectados del
to en una tercera parte; los de 1970, en la mitad. Ahora, mercado.
los egresos coinciden con los ingresos. Por tanto, no hubo .- Para completar este cuadro incluyo el inventario de los
J
más egresos (ni siquiera para llegar a los autorizados) enseres que recibió el actual ayuntamiento de manos del
porque no hubo más ingresos. saliente ello. de junio de 1970:
Más de alguno pensará que posible 6 seguramente ha-
brá por ahí algunas "fugas" de dinero que irán a parar a
1 escrítono metálico
los bolsillos del presidente municipal o de algún otro
1 nicho para las banderas
miembro del ayuntamiento. Es probable. Pero el punto
5 banderas
que importa hacer notar es que no hay mucho que robar
3 bancas de madera
50 51
 saneamiento, etc., etc.," (... ) "educación cívica de los ciu-
3 escritorios de madera dadanos haciéndoles conocer sus deberes y sus derechos
1 mesa de madera dentro de la ley". Se rige por la Ley de Juntas de mejora-
1 mesita metálica para el síndico miento moral, cívico y material, de 1952, y el Reglamento
1 amplificador de sonido de la ley, de 1955. Medios jurídicos para obtener esas fi-
1 sello de la presidencia municipal nalidades: ninguno. Medios económicos: ninguno. Todo
1 sello de Registro civil tendrá que hacerse obteniendo la libre cooperación de los
1 sello de la tesorería ciudadanos. A estas juntas les queda prohibido, según la
1 sello de la comandancia Ley de Juntas, "mezclarse en actividades de índole polí-
1 cuadro con el escudo del municipio tica". Los miembros de la junta (6) son nombrados por
1 álbum de discos el presidente municipal pero el cargo es conferido por el
1 caja de madera con chapa gobernador del Estado, por un periodo indeterminado.
1 cuadro de J uárez En Tlayacapan existe la norma, aunque no la encuentro
1 cuadro de Morelos escrita en ningún documento oficial, de citar a faenas (tra-
1 cuadro de Hidalgo bajos públicos) a los ciudadanos mayores de 19 años y
1 fotografía de Zapata menores de 60. Estas faenas las organiza sobre todo la
1 fotografía de López Mateas Junta de mejoramiento. La norma es obligatoria yen caso
1 escalera con tres escalones 1 de no poder ir a la faena una persona que está citada tiene
que enviar un sustituto o pagar como multa el salario de
1 diferencial
2 escopetas calibre 26 un día de trabajo de un peón: 15 pesos. Pero la norma
1 pistola calibre 22 sólo se cumple en un 50%y las multas no suelen cobrarse.
1 malacate inútil De nuevo tenemos que es muy limitado el campo de
1 bomba de aspersión con motor
1 cámara fotográfica con 20 rollos
\\ acción de las juntas. No está por demás presentar el plan
de trabajo de la actual Junta de mejoramiento aprobado
Pedazos de madera para leña por el gobernador para desarrollar en seis años de trabajo:
65 pesos
L Empedrar las calles que faltan de la población.
En conclusión, la base económica con que cuenta, ~l 2. Solicitar al Departamento de tránsito topes en la
municipio limita mucho el campo de las decisiones políti- carretera.
cas que quiera tomar. . 3. Reconstruir puentes.
Dependiente del ayuntamiento y del goble~no ?~l Es- 4. Reconstruir el panteón municipaL
tado, está la H. Junta de mejoramiento moral, CIVl~ y 5. Poda de árboles que invaden la vía pública.
material, cuya finalidad es "el fomento de la educación, 6. Reforestación de plantas en el pueblo.
los deportes. el ahorro, actos culturales y las buenas c~~: 7. Arreglar el empedrado de las calles: Av. Juárez,
tumbres, combatiendo en todos sus aspect?s e" ~"!::l? Cinco de Mayo y E. Carranza.
(... ) construcción de "vías de comunicación. ifi. os 8. Cambiar el sistema de cuotas para las fiestas patrias,
escolares, hospitales, edificios para oficinas. aEJ.:! _ ta le,
53
52
haciéndolo en forma proporcional a las posesiones ejidales
.y comunales.
9. Solicitar colectores para la basura.
lO. Solicitar cooperaciones al gobierno del Estado, al
H. Ayuntamiento de Cuernavaca y comerciantes que nos
visitan anualmente.
11. Comprar máquina de escribir para el servicio de la
Junta.
12. Alineaciones y fachadas de las casas.
13. Prohibir que los cerdos anden libres en las calles.
14. Organizar bailes para obras materiales.
15. Construir una banqueta para protección de la "cei-
ba" y colocar una placa histórica de la fundación del pue-
blo con la altura sobre el nivel del mar.
16. Construcción de banquetas en las casas que están
en la carretera.
El comisariado ejidal y el representante e bienes co-
munales son dos autoridades ind€~en iertes del ayunta-
miento. El primero es elegido or 105; ~. • s por un
periodo de tres años. El segundo es elegido por :08 comu-
neros por tiempo indefinido. En el terreno jurídico, la
independencia entre el comisaria 'o e'¡¿::":y e; esidente
municipal es clara: el presidente municí .a: no tiene nada
que ver con los problemas de "5 tierras "'_"., a, legiti-
mación de los títulos. solución de ro -, ·05 _ e tienen
que ver con las posesiones ejidales, etc. Y en .:.a práctica
no se suscitan problemas de ínterfereneí de 2.:'1:oridades.
Con el representante de bienes comunales o S";J.C¬ lode
mismo. Por una parte, está el problema e elección del
representante de bienes comunales: los ca ti eros no
tienen títulos de propiedad ni son propietarios desde un
punto de vista legal; el pueblo entero se considera -tueño
de los bienes comunales. Por tanto, la elección del repre-
sentante deberá hacerse por todo el pueblo y no sola-
mente por los comuneros. No se trata de un bizantinismo
54
~ue yo elabore desde el escritorio, es un problema real que
tiene Tlayacapan y la argumentación que doy es la que se
da en el,pueblo (Cfr. capítulo 3). Por otro lado, el proble-
ma de ~Il.l11tes
con los_pueblOSvecinos le atañe al presiden-
te municipal; ~ero la tierra en litigio es comunal y el repre-
sentante de bienes comunales tiene que velar por ella.
De nuevo terrenos en conflicto.
Así pues, dado el SIstemareal de tenencia de la tierra
que, ?O presta ninguna base económica para ejercer una
política comunitaria, y dada la divisiónjurídica de autori-
dades que ni necesaria ni mecánicamente llevan una acción
común, el campo de las decisiones políticas es muy limi-
tado.
E.n todas las .instituciones municipales está presente el
Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pero lo increí-
ble ~el caso y sin tratar de hacer paradojas, es que el PRI,
omnipotente y omnipresente, prácticamente no existe en
Tlayacapan. Cuando llegué al pueblo comencé a preguntar
sobre el PRI: sus oficinas, reuniones, personalidades, etc.
Las respuestas de la gente me parecían evasivasy reticen-
tes por la escasísíma información que recibía. Cuando me
adentré más en la vida del pueblo me di cuenta que no es
que ,la gente estuviera ocultándome la verdad, sino que no
habla nada que ocultar. A diferencia de otras regiones
apartadas, como Chamula en Chiapas, en las que se ve el
lo~a~del PRI CO? grandes letreros, en Tlayacapan no hay
o[¡cma~ ~el p,ar~Ido.El secretario municipal me informaba
que quiza el umco que tuviera credencial del partido fuera
e~actual presidente del PRI que es un profesor. El secreta-
no estuvo comi~ionado por. el PRI hace poco tiempo para
tomar fotografías a sus miembros a fin de hacerles sus
~re.denciales. Le dieron una cámara fotográfica. Tomó
unicarnente dos fotografías y regresó la cámara. El mismo
no tiene credencial del partido. Sin embargo, el PRI envía
todas. sus directivas directamente al palacio municipal.
Organiza asambleas a las que tienen que asistir el ayunta-
55
miento, la junta de mejoramiento y los profesores de la
escuela primaria federal con todo y niños. El anterior
presidente municipal no pertenecía al PRI ni estaba en
contacto con él. Pero una vez que se supo que el pueblo
quería nombrarlo presidente municipal, el PRI lo hizo
candidato del partido. Y dado que toda la estructura polí-
tica mexicana está controlada por el PRI (gobernadores,
senadores, diputados, secretarios de los secretarios, etc.),
la acción del PRI se hace sentir en un pueblo como Tlaya-
capan donde, sin embargo, el partido casi no existe. y 'es
que el partido está radicado en todas las instituciones
políticas y, por ello, no necesita de órganos suplementarios
en un pueblo como Tlayacapan. Con toda verdad el PRI
es un partido "institucional", un Partido Radicado en las
Instituciones.
Quizá parezca una exageración 10 que he dicho ante-
riormente pero vayamos más a lo concreto. El PRI, duo
rante mi estancia en Tlayacapan, organizó o mandó orga-
nizar dos asambleas: la primera se celebró el 7 de septiem-
bre a las 11 a.m. Se repartieron invitaciones. El motivo
era comentar el VI Informe presidencial de Díaz Ordaz.
Asistieron los niños de la escuela primaria y unas 40 per-
sonas, (Cfr. capítulo 3). La segunda debía de celebrarse
el 25 de marzo pasado y realmente no se celebró aunque
el PRI sí cree que se llevó a efecto. Con motivo de la ex-
pulsión de unos diplomáticos rusos decretada por el pre-
sidente Echeverría, el PRI mandó celebrar una asamblea
de apoyo a la política del Presidente. El presidente muni-
cipal, a quien encontré en la tarde del 25, me dijo que
tenía que haber asamblea pero que no habían organizado
nada todavía, Hizo mucho viento en la noche y no hubo
ninguna asamblea. A la mañana siguiente, me encontré
al secretario del ayuntamiento cuando iba a la caseta de
teléfonos porque le llamaban de las oficinas del PRI en
Cuernavaca. Me comentó: me van a regañar porque no
hicimos asamblea. En ese momento se le ocurrió una solu-
56
ción. Me dijo: ¿por qué no me haces tú los discursos y les
digo que no pudimos sacar las fotografías porque hizo
mucho viento? Quedamos de acuerdo en hacer los discur-
sos esa misma tarde. El estuvo ocupado y no fue a verme
y, a la mañana siguiente, yo tuve que salir a México. Pero
uno de los compañeros del grupo le hizo tres flamantes
discursos: uno del presidente municipal, otro del director
de la escuela primaria federal, y el tercero del comisariado
ejidal. Y los llevó inmediatamente al PRI a Cuernavaca.
Estas fueron las actividades del PRI como partido polí-
tico durante mi estancia en Tlayacapan,
No existe en Tlayacapan ningún otro partido político.
El resultado de esta ausencia es que la no competencia de
partidos políticos no ha servido como elemento de cohe-
sión social sino de desintegración. Los grupos políticos
organizados y competitivos tiene como función formar
grupos en la población que compitan por el poder. En
cambio, cuando no existen partidos políticos o grupos
organizados, la competencia política ocasiona la desinte-
gración en efímeros quasi-gruposi de la población total.
De ahí que todo el potencial político de la oposición se
diluya en un chismorreo generalizado sobre los más míni-
mos detalles de las personas con cargos de autoridad y no
se canalicen las fuerzas en una acción eficaz. No hay una
competencia de política sino de personas. En Tlayacapan,
es increíble la cantidad de habladurías de la gente sobre
todos los que han pasado por puestos públicos. Aparen-
1 "The quasi-groups differ fundamentally from the group and
the association. First, they are ego-centred, in the sense of depen-
ding for their very existenee on a specific person as a central or-
ganízing foeus; this is unlike a group, in which organízation may
be diffuse. Seeond, the actions of any member are relevant only
in so far as they are interactions between him and ego or ego's
intermediary, The membership criteria do not include interaction
with other quasi-group members in general." (Mayer, A.C., 1966:
97-98).
57

temente no ha existido una sola persona honrada que
haya sido autoridad. Y el efecto más pernicioso. de todo
esto es que la atención se desvía, aunque sean CIertas las
acusaciones, en materias que en realidad no tienen tanta
trascendencia Y se olvida o no se considera el fondo. de
todo el problema: la limitación abusiva por parte del gobier-
no central del campo de decisiones políticas del ayunta-
miento. De esta situación, el único que sale ganando es el
PRL Pero al no tener éste una organización como partido
político en Tlayacapan, contribuye e~ la mis!?a dir~cción
que los partidos no existentes a la d.esmtegraclOnSOCIal.
De la estructura formal del PRI forma parte el grupo de
profesores. Estos tienen a ~uc~rgo la escuela prim~ia que
está federalizada: el financiamiento de la escuela VIenedel
gobierno federal, Los profesores están sindicalizados y los
puestos que obtienen en las escuelas van de acuerdo a ~n
riguroso escalafón por orden de antigüedad en el m~gIs-
terio. La división del PRI en tres secciones (campesina,
obrera y clase media popular) hace que e~ Tlayacapan
surjan automáticamente dos grupos: campesmos (todo el
pueblo) y profesores (13 personas).. En Tlayacapan los
profesores no ocupan el cargo de presidentes municipales
sino de síndicos y es natural porque éste requiere algunos
conocimientos legalesy judiciales. Ahora bien, la represen-
tabilidad de los profesores respecto a la población total
es nula y percibida como tal por la población. Por otra
parte, los profesores representan y mono~olizan la cultura
"sabia" en el poblado. En el terreno pclítico , esta cultu~a
"sabia" se hace sentir en las asambleas generales: el dIS-
curso fluido, el vocabulario elevado, las fórmulas estereo-
tipadas etc. El estilo oratorio del profesor es el modelo
a seguir en las asambleas. y como éste no es el estilo del
pueblo, la palabra pasa automáticamente a ~ospro_fesores:
la palabra es de ellos y la monopolizan (Cfr. capítulo 3).
En las asambleas es notable comparar el tono que adopt~
un campesino cuando desde su asiento hace una propoSI-
58
cien o presenta una objeción a lo que se está tratando y
cuando el mismo campesino tiene que pasar al frente para
hacerse oír y hace uso del micrófono: desde su asiento
habla como campesino, concretamente, discurso sencillo,
coherente, pertinente e inteligible; desde el micrófono
intenta hablar como los profesores, con fórmulas que no
domina, con el vocabulario elevado cuyo significado no
conoce bien, con los periodos oratorios en los que se
pierde y hace que se pierda su auditorio. Es una verdadera
proeza para un campesino hablar en una asamblea pública
y esta situación es vivamente resentida por él, He oído
las quejas: "los profesores no presentan los problemas que
tenemos los campesinos; pero nosotros no estamos prepa-
rados para hablar en público." Por consiguiente, los pro-
fesores representan y acumulan las críticas del pueblo sin
palabra, pero al mismo tiempo son el polo de atracción
de las aspiraciones del pueblo para poder expresarse. De
ahí el gran y desproporcionado número de jóvenes que ha
cursado la escuela Normal: de 70 a 80, cuando en Tlaya-
capan nada más hay 13 plazas. O. Lewis (1968) encuentra
el mismo fenómeno en Tepoztlán y nos lo presenta como
un "índice del desarrollo de una clase media". Creo que
es cierto lo que dice O. Lewis, y se podría añadir que el
puesto de profesor federal está bastante bien retribuido
para el nivel de vida de Tlayacapan (1,200 pesos mensua-
les) y comporta una estabilidad económica una vez que
se entra en el engranaje de la educación federal sin que por
parte de los profesores requiera una inversión considerable
de tiempo y energías. Una vez establecidos, los profeso-
res son inamovibles. La única manera de cambiarlos es
"comprando" la plaza. Por ejemplo, un profesor de Tlaya-
capan que había sido destinado a otro estado de la Repú-
blica, "compró" la plaza en un pueblo vecino a Tlayaca-
pan por 8,000 pesos. Pero aunque hay que tomar en
cuenta todos estos datos, creo que la importancia de las
implicaciones políticas que hemos señalado desempeña
59
también un papel primordial en la explicación del fenó-
meno. Una persona del pueblo me decía que él cambiaría
a todos los profesores de Tlayacapan y los reemplazaría
por profesores de otras regiones. Sin explicarme más su
pensamiento creo que en el fondo tenía la expectativa
de que cambiando a los profesores nativos de Tlayacapan,
los nuevos no se meterían en política y dejarían por fin
expresarse al pueblo.
Saliéndome un poco del campo de la política pero
no sin relación con él, sugiero una reflexión sobre los
albures, es decir, el juego de palabras con doble sentido
y connotación sexual y en el que se trata de que los opo-
nentes (siempre de sexo masculino por lo de la connota-
ción sexual) respondan con un albur a cada frase que se
dice; hasta que uno de ellos no pueda contestar. Los
albures han sido interpretados como una expresión del
machismo. Es cierto que la materialidad del albur es
machista pero acudir a éste como única explicación me
parece que es caer demasiado rápidamente en un reduccio-
nismo psicológico. Voy a tratar de dar una explicación
a nivel local, ya que el fenómeno de los albures es general
en todo México. Después de todo, sabemos muy bien
que las formas culturales son adaptables y readaptadas
a un sistema social determinado aun cambiándoles su sig-
nificación primitiva. Decía que los profesores monopoli-
zan la cultura "sabia". Para acceder a ella hay que estu-
diar y prepararse, y el pueblo en su mayoría no está pre-
parado y no posee esa cultura. En los albures, por el con-
trario, todos pueden participar sin preparación especial
con tal de que posean la cultura popular. Lo único que se
requiere es ingenio, rapidez mental y expresión adecua-
da. El que no entiende o no puede contestar un albur es
"pendejo" pero jamás se oirá un "no está preparado", en
contraposición al que no tiene la cultura "sabia": "no está
preparado", "ignorante", "inculto", pero jamás "pendejo"
por el solo hecho de no tener la eúltura "sabia". El albur
60
es una forma de la cultura popular en la que el pueblo
puede expresarse, hacer uso de la palabra, tener acceso
sin más limitaciones que las naturales pero sin ninguna
traba cultural-social. En Tlayacapan, uno de los coman-
dantes de policía, el "costal", es de los más hábiles para
alburear. Lo he visto dejar sin respuesta a dos o tres con-
trincantes al mismo tiempo. Casi nunca está sobrio y
trabaja poco pero en todo. En breve, es un sujeto no res-
petable ni respetado. Sin embargo es una persona querida
en el pueblo. Los profesores, por el contrario, son respe-
tables y respetados, pero no son queridos por el pueblo.
El "costal" representa y expresa la cultura popular: el
pueblo se hace palabra en sus albures. Los profesores
representan y expresan la cultura "sabia": el pueblo en-
mudece en la expresión de los profesores.
Concluyendo, el PRI, a través del grupo de los profeso-
res, limita grandemente a nivel de la expresión la presenta-
ción de los problemas de la comunidad que demandan una
decisión política.
y ¿dónde están los grupos económicos más importan-
tes del pueblo? En ninguna parte. Dada la estructura for-
mal que hemos descrito no es difícil imaginar que no les
interese controlar esa estructura para aumentar sus prerro-
gativas económicas o defender lo ya adquirido. La estruc-
tura no les afecta en lo más mínimo y sencillamente no
participan en la vida política del pueblo: no les hace falta.
El participar en concreto les costaría tiempo cuando no
dinero. En el capítulo siguiente analizaremos las decisio-
nes políticas que se tomaron en un año; ninguna de ellas
les afectaba y de hecho ni siquiera se asomaban a las
asambleas.
Conclusión
Apliquemos las condiciones que P. Blau señala para que
una persona adquiera el poder en una comunidad. Prime-
61
ro, al gobierno central y al PRI respecto a Tlayacapan, y
después, dentro del pueblo, a las autoridades municipales 3. No están en pOSICIonde reciprocidad respecto al
y los grupos políticos respecto al resto de la población.
pueblo o la reciprocidad de la que podrían hacer uso
El gobierno central y el PRI satisfacen las cinco condi- tiene un alcance muy limitado: buen trato, cortesía. ..
ciones: (Cfr. lo que dijimos del anterior presidente municipal).
4. No pueden quitar al pueblo por la fuerza los recursos
l. Han acaparado todos los recursos jurídicos y econó- que necesita.
micos que necesita Tlayacapan para tomar decisiones po- 5. Los pobladores de Tlayacapan pueden prescindir
líticas. de los beneficios que de hecho no les brindan las autori-
2. Es difícil para Tlayacapan adquirir de otras fuentes dades municipales ni los demás grupos políticos.
esos recursos que necesita. .Por consiguiente, las autoridades municipales o los de-
3. No está en una posicion ue reciprocidad de inter- mas grupos políticos no están en condiciones de tener
cambios respecto al gobierno central y al PRL efectivamente el poder necesario para tomar las decisiones
4. No tiene posibilidades de tomar por la fuerza los re- políticas que juzguen necesarias. Y así es en efecto según
cursos que necesita y que acaparan el gobierno central y el 10 que hemos descrito hasta ahora y lo que analizaremos
PRI. en el siguiente capítulo sobre las decisiones políticas que
5. No puede prescindir de los recursos que acaparan el se tomaron en un año.
gobierno central y el PRI. Si el trabajo de· campo que realicé ese año lo hubiera
Por consiguiente, Tlayacapan estará muy probablemente hecho hace dos, el presente estudio hubiera terminado con
dispuesta a aceptar las órdenes del gobierno central y del el análisis de un. año en la vida política en Tlayacapan.
PRI con el fin de obtener los recursos que necesita para Pero en la actualidad, la segunda condición de P. Blau se
tomar decisiones políticas. y así es en efecto. Esto nos ha modificado en esta población, aunque de esto tratare-
puede explicar por qué el municipio se tiene que mostrar mos detenidamente en el capítulo 4.
muy adicto al gobierno central y ferviente partidario del
PRI cuando en realidad no lo es. Esta es la política que
conscientemente se emplea en Tlayacapan y que oí desde
el tercer día que llegué allí (Cfr. capítulo 3).
Por el contrario, ni las autoridades municipales ni los
otros grupos o personas políticas satisfacen respecto al
poblado las cinco condiciones:
l. No tiene los recursos jurídicos y, dado el sistema ac-
tual de tenencia de la tierra y de las leyes de ingresos y
presupuestos, no pueden acumular los recursos económi-
cos necesarios a las decisiones políticas que tomen.
2. No es fácil que consigan esos recursos que les hacen
falta de otras fuentes.
62
63
3. Un año de vida política

En este capítulo intento presentar la vida política de Tla-

yacapan durante un año. Pero como apunté desde la intro-
ducción, me interesa más concretamente analizar el campo
de las decisiones políticas que tiene un ayuntamiento ya
constituido. Ahora bien, como vimos en el capítulo ante-
rior, este campo está severamente limitado por la estruc-
tura política formal. Por consiguiente, 125 te-"isio:: 3: ::

líticas que torne un ayuntamierco cz-" ._ :;. ~ "".~=~e

con el acuerdo y apoyo de - .::i:!l~;:~ s _= - •.
Es decir, al ayuntamiento correspon e
nes que el pueblo aceptará o rechazará y éstas -
en las asambleas generales. Por tanto, estudiaré deteni ~-
mente las asambleas que tuvieron lugar durante este año.
Completaré este cuadro con los acontecimientos políticos
más importantes que se realizaron. Por otra parte, como
dedicaré el capítulo siguiente exclusivamente al análisis
de un ;::250 concreto -el agua potable-, en éste sólo haré
breves referencias al tema con la intención de encuadrarlo
ía política total.
"=5-~a Tlayacapan ello. de julio de 1970,
:;:5 magnéticas una asamblea y tres
campañas ,_,;¡:;: ~."~::s del PRI a partir del 15 de
marzo. Comiez "'__" aciones aunque yo no fui
testigo presenc
65
 La primera asamblea se celebró el15 de marzo de 1970
cuando aún estaba en funciones el ayuntamiento anterior.
Estuvo dirigida por el síndico (profesor). Al principio se
hizo la presentación de nuestro grupo. El primer tema que
se trató fue sobre las gestiones que se estaban llevando a
cabo con el gobierno estatal y con la Secretaría de Recur-
sos Hidráulicos para la introducción del agua potable en
el pueblo y en toda la región (Cfr. capítulo siguiente).
Después se pasó al proyecto de fundación de una escuela
secundaria por parte de nuestro grupo. El presidente mu-
nicipal preguntó a la asamblea si se aprobaba el proyecto.
Fue aprobado no por votación sino por aclamación. Des-
pués se trató de la donación de unos terrenos del muni-
cipio para la construcción de la escuela. Fue aprobada por
el mismo sistema y se le asignaron dos hectáreas. Al final
de la asamblea intervino el párroco del pueblo para que
tuvieran plena confianza en nuestro grupo. En todas las
intervenciones de las personas que hablaron en la asamblea
se repite como un estribillo la necesidad de que el pueblo
se una con sus autoridades porque sólo así se podrá hacer
algo. La escuela secundaria era una necesidad objetiva y
sentida como tal en el pueblo. Cada año terminan la escue-
la primaria de 90 a 98 alumnos y para proseguir tenían
que trasladarse a los pueblos vecinos donde sí había se-
cundaria: Óacalco, Yautepec, Tepoztlán y Totolapan.
Pero el sólo gasto mensual de transportes era de 100 a
125 pesos. De hecho, únicamente un pequeño grupo de
alumnos (de 15 a 20) proseguía los estudios. Llama la
atención que habiendo estudiado la escuela Normal de 70
a 80 personas del pueblo, de las cuales sólo 13 están ocu-
padas en Tlayacapan en la escuela primaria, no hubieran
fundado una secundaria. Hay dos razones para ello. La pri-
mera es que casi ninguno de los profesores ha hecho estu-
dios en la Normal superior, cuyo título es necesario para
enseñar en las escuelas secundarias. La segunda es que una
secundaria ordinariamente comienza como escuela privada
66
pero no federalizada; para federalizarse se requieren los
edificios y laboratorios necesarios. Ahora bien sólo en las
escuelas federalizadas los profesores obtienen beneficios
económicos y de seguridad social. En la escuela secunda-
ria que abrimos se pagaba a los profesores 10 pesos por
hora de clase. No es de esperar que un rofesor ya estable-
cido en el engranaje de la educación fe eral, deje su segu-
ridad por algo que no se la reemplaza. En el pueblo ha-
bía desconfianza en la fundación de una escuela secunda-
ria pues un grupo de profesores había fundado na en
Totolapan y algunos padres de familia e TIayacapan ha-
bían enviado a sus hijos a estudiar allí. Pero los profeso-
res no registraron los estudios y después de dos años y
medio de estar enseñando se fueron con todo y dinero.
Los alumnos perdieron los estudios que habían cursado.
Estos acontecimientos acababan de suceder ese mismo
año por lo cual había cierta desconfianza de que les suce-
diera lo mismo. Por eso en la asamblea, tanto el presidente
municipal como el párroco dijeron insistentemente que
nuestro grupo era de confiar (de hecho la gente confió y
en septiembre se iniciaron los cursos con 70 alumnos en el
primer año).
A finales de ~o hubo un mitin organizado por el
PRI con motivo de las elecciones para diputados estatales
y autoridades muníeíp es ue iban a celebrarse el 19 de
abril. Duró una hora, In ervínieron cuatro profesores con
discursos de elogio _.ro =- .,. en el candidato a diputado
pero no sucedió 10 ci~ r;:s;:¡ecroal candidato a presi-
dente municipal a _1..::' - r._,~ zaecte nombró uno de los
profesores en dos o - -':: -~;: - rtú votar, a confiar
en el PRI yen la re ::.::~.- . ;:-_. ?e-12 e, , . o que habló
pidió al futuro dí_ 2_ ~o. - ... , -_ _ _ _ _ r.a las necesi-
dades de Tlaya
En seguida una '"'-0•.;:_"•• .....:.
nombre del ayuntanre: __.,~
que ya se le habí
67
del Estado. Contenía cinco peticiones: agua potable, centro
de salud, escuela secundaria, parque infantil y reparación
del campo de futboL En seguida habló el presidente muni-
cipaL El PRI nunca se ha equivocado al escoger a sus can-
didatos: Díaz Ordaz, Echeverría, el gobernador del Esta-
do, el candidato a gobernador, el candidato a diputado
estatal. Después habló el candidato a presidente munici-
pal: todos los presidentes municipales anteriores a él lo
habían hecho bien. Por fin tomó la palabra el candidato a
diputado, nativo de Tlayacapan: no hace promesas ni de-
magogia, eso pertenece al pasado. Lo del agua potable lo
tendrá en cuenta. Pero se necesita la unión de los muni-
cipios para obtenerla. Dio una definición de diputado: el
que abre puertas.
Pero examinemos con detalle los discursos. Desde el
primero de bienvenida se nota una cierta distancia respec-
to al PRI y sus candidatos. No hay una identificación
neta con el candidato aunque éste sea de Tlayacapan. Por
ejemplo, se dice:
"Así, una vez más el Partido Revolucionario Institucio-
nal por el que usted ha sido electo, no se ha equivocado
sobre la elección de sus gobernadores y nosotros desea-
mos que esta vez no sea la excepción, y que no encon-
tremos jamás en usted un líder sino un servidor y ami-
go. Esperamos que tenga por objetivo los ideales de la
revolución, de igualdad y justicia, y que resuelva nues-
tros problemas siempre por la razón, nada por la fuer-
za, todo con el derecho y la razón, y que usted obtenga
la práctica de este principio: respetar en todo el dere-
cho del otro ... Tenemos confianza en usted y deposi-
taremos nuestro voto en las urnas el 19 de abril."
En los otros discursos se siente la misma distancia respec-
to al PRI y sus candidatos: se dirigen al candidato a dipu-
tado como a una persona con la que no se está identifica-
do, se le piden favores y que no olvide las necesidades
68
del pueblo. No se presenta al candidato como la persona
que nuestro partido ha designado para resolver los pro-
blemas y necesidades del pueblo y por eso el pueblo tiene
que votar por él sino que, como ya se sabe que va a ganar
las elecciones, .se le pide que graciosamente no olvide al
pueblo. Lo del pliego petitorio es iluminador. En épocas
pasadas los candidatos tenían que ganarse el voto del
pueblo y por eso proponían ellos mismos los problemas
que iban a resolver: de ahí las famosas promesas políticas.
Ahora el tono ha cambiado: el candidato no tiene que
ganar ningún voto, ya los ha ganado todos. Al pueblo le
toca únicamente e~presar sus esperanzas respecto al
candidato, y éste benignamente promete no olvidarlas.
El presidente municipal actúa muy hábilmente: hace que
una señorita presente las peticiones del ayuntamiento
-que marca clarísimamente su distancia respecto al PRI-
mientras él se dedica en su discurso a alabar al partido y ~
su c~~didato a diputa~o: no podía haber sido mejor la
elección. Reproduzco íntegramente su discurso. Hay que
notar que en ningún momento se habla del PRI como de
nuestro partido, aunque se haga un gran elogio de él. Y
no es sino hasta el final, en un momento más bien lírico
que se habla del candidato como de nuestro candidato'
pero se añade que camina sobre las huellas de la vía traza-
da por el PRI. Compararemos más adelante este discurso
con el que pronunció en la asamblea del 24 de enero de
1971.
"Conmovido por el entusiasmo de la emoción que me
embarga, me voy a permitir dirigirles unas palabras
sencillas. .
Señor Matías Lima Martínez: Tlayacapan, a través
mío, se complace en felicitarlo, al saber que un ciuda-
dano que nos honra con su visita en este humilde
pueblo de Tlayacapan, participa en la campaña políti-
ca, y que mediante elvoto popular lo haremos triunfar y
lo haremos llegar a la Cám~a de Diputados donde se
69
 reforman y. dictan las leyes, leyes que debemos respetar
porque es con la paz y la ley que debemos transformar
México en un México mejor.
Nos hemos dado cuenta que el Partido de la Revolu-
ción nunca se ha equiovado, siempre ha conducido a
sus mejores hombres a ocupar los mejores puestos en la
legislación. y quiero hablar nada menos del hombre
que lleva en sus manos la grave responsabilidad de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
el Lic. Gustavo Díaz Ordaz , Quiero también hablar del
candidat~ a la presidencia de la República, Lic. Luis
Echeverna Alvarez. Me dirijo igualmente al Lic. Emilio
Riva Palacio Martínez, el digno representante del esta-
do de Morelos, También quiero dirigirme al hombre
que conoce las necesidades del pueblo de Morelos, Ing,
Felipe Rivera Crespo, futuro gobernador del Estado
Libre y Soberano de Morelos. Nuestro actual diputado
C. Alejo Muñoz y el Sr. Matías Lima Martínez siguen
la vía que el Partido les ha trazado. Por eso digo con
seguridad que el Partido Revolucionario Institucional
nunca se ha equivocado.
Señor candidato: Conocemos sus brillantes antece-
dentes personales y estos méritos lo llevarán a ocupar
el e~evado y merecido puesto público. y creo que el
conjunto de los ciudadanos de este pueblo nos debe-
~?S felicitar p~r el hecho no fortuito de que la elec-
cion haya recaído en una persona tan bien dotada de
todas las cualidades humanas. Es probable que en su
nuevo, ~argo tenga que afrontar otro tipo de problemas
específicos. Pero estoy totalmente convencido que
sabrá resolverlos fácilmente gracias a sus conocimientos
y a su inspiración natural. Por otra parte, sabemos que
encontrara los colaboradores entre los ciudadanos y
nos sentimos felices de poder colaborar con un alto
funcionario cuyos dones personales lo hacen el amigo
de estas personas que lo rodean.
La herencia de progreso que hemos recibido no sola-
mente debemos conservarla sino que la debemos acre-
centar, debemos esforzarnos por asegurar el porvenir
de nuestro pueblo respetando las leyes, estudiando los
70
problemas que se presenten sobre la marcha a fin de
que sean resueltos gracias a las justas leyes que garan-
tizan los derechos del conjunto de los ciudadanos y el
bien del estado de Morelos.
El porvenir del estado como el porvenir de la patria
descansa en la educación de los futuros ciudadanos.
Los problemas del estado deben ser resueltos de tal
manera que todos los ciudadanos cooperen sin que
ninguno sufra detrimento. La administración de la ri-
queza pública y la administración de la justicia deben
estar puestas en las manos más competentes de nues-
tros mejores ciudadanos. Tenemos delante de nosotros
una tarea, un duro trabajo, señores, pero gracias a este
trabajo llegaremos a mejorar nuestras condiciones de
vida.
Los problemas político-sociales deben ser resueltos
de manera democrática en el sentido más elevado y
puro de responsabilidad y justicia. De manera concreta
no queremos un México donde se levanten barricadas
de hombres violentos para luchar hermanos contra
hermanos. Queremos un México donde se levante libre-
mente la voz de todos los mexicanos, vuelta noble por
los acentos de la razón y de la justicia, donde numero-
sas urnas se arraiguen, y no de féretros para enterrar las
víctimas de las guerras fratricidas.
Señor Matías Lima Martínez: tú eres nuestro candi-
dato, tú no vienes a hacernos promesas políticas, tú
sigues las huellas sobre el camino que el Partido Revo-
lucionario Institucional ha trazado para ti. Tlayacapan,
por mi medio, te ofrece su sincera adhesión y apoya
tu candidatura con la esperanza de que, una vez en el
poder, tú seas nuestro gestor. La mano de Tlayacapan
está extendida y yo no espero, yo no quiero que tú la
dejes extendida en el aire. Apriétala: son las pruebas
de amistad de tu pueblo que te sostiene."
Ni una palabra sobre el candidato a presidente municipal:
éste no representa al PRI sino al pueblo y por tanto no
hay por qué alabar esta designación ni tampoco se espera
71

que vaya a solucionar los problemas del pueblo. Vemos
aquí claramente lo que apuntábamos en el capítulo ante-
rior: la única salida que tiene un ayuntamiento para tomar
una decisión política es mostrarse ferviente partidario del
PRI y así esperar que le concedan algún favor. Según el
discurso del candidato a presidente municipal, Tlayacapan
aparece como un pueblo muy unido políticamente: todos
los presidentes municipales lo han hecho muy bien y serán
su ejemplo a seguir. En la vida real, no hay presidente mu-
nicipal que no critique a todos sus antecesores. Pero en
ese momento se está representando la bondad y unidad
del PRI y de él no pueden salir malversadores de los fondos
públicos ni divisiones internas: todos sus hombres públi-
cos pertenecen a la gran familia revolucionaria.
Pocos días despues se celebró otro mitin del PRI para
senadores y diputados federales. Fue brevísimo: 10 minu-
tos. Por Tlayacapan sólo habló el futuro síndico del ayun-
tamiento (profesor) en calidad de miembro del PRI. En-
·contramos el mismo tono que en el mitin anterior. Repro-
duzco el texto:
"El municipio en su totalidad en los próximos comicios
del 5 de julio estará ante las urnas votando por ustedes,
los candidatos del pueblo, los candidatos del Partido
Revolucionario Institucional. Esperamos que al tomar
la curul que los llevará a las Cámaras de Senadores y
Diputados, que al llegar no se olviden de Tlayacapan.
Tlayacapan ha sido un pueblo olvidado y es necesario
que ustedes lo apoyen, que lo hagan progresar. Desde
luego, como decía, dando su apoyo que trabajando
junto con el ayuntamiento y diputados de esta locali-
dad (siC). Por otro lado, esperamos que su gestión gu-
bernativa en las Cámaras sea éxito completo para nues-
tra Patria chica, así también como pará nuestro país."
El mitin terminó con la presentación de los candidatos.
El lo. de junio tomó posesión el nuevo ayuntamiento
de Tlayacapan. Asistieron escasas 30 personas (como lo
72
dijo el mismo presidente municipal en una asamblea).
Como ese día era la inauguración de un campeonato de
futbol, el pueblo decidió que éste era más importante que
la toma de posesión del ayuntamiento.
El 8 de junio' era la visita del candidato a la Presidencia
de la República. Desde días anteriores ayuntamiento y
pueblo se movilizaron para recibir al Lic. Echever,ría.
Todos conjuntamente hicieron cartelones que decían:
AGUA. En las fotografías que pude observar se veían cIa-
rísimamente estos letreros entre las pancartas oficializadas
del PRI, CNC, trabajadores de la educación, con citas céle-
bres del candidato. El pueblo había planeado un mitin
en forma con discursos. Se había colocado un estrado para
que todos pudieran ver al candidato. Pero el Lic. Echeve-
rría no subió al estrado ni hubo discursos. Fue una entre-
vista. Se le entregó una ponencia del ayuntamiento sobre
los problemas más urgentes del pueblo. Incluyo uno de lo.s
discursos que no se pronunciaron y que expone las peti-
ciones del ayuntamiento:
"Es para mí un gran honor y una Significativa distin-
ción el habérseme encargado dar a usted la más cordial
bienvenida a nombre de todos los sectores de Partido y
en especial a nombre de todo mi humilde pueblo de
Tlayacapan.
Quisiéramos aprovechar la oportunidad, ya que
nunca antes un candidato había visitado nuestro pue-
blo, y poner a su amable consideración tres necesidades
fundamentales que agobian a esta comunidad: .agua,
un centro de salud y una secundaria técnico-agropecua-
ria.
Con las razones y necesidades expuestas antes por
medio de mis humildes palabras y con la plena unidad
de todos habremos de conjugar esfuerzos con el hom-
bre que afrontará directamente con la verdad los pro-
blemas nacionales, porque la grandeza de México la
fincamos en usted Lic. Echeverría. Mexicanos, afronte-
mos con entereza' patriótica el reto de nuestras caren-
73
 cias y problemas, no preguntemos qué puede hacer
nuestro pueblo por nostoros, sino que preguntemos
qué podemos hacer nosotros por México. Gracias."
Dos corresponsales de Tlayacapan escribieron un artículo
en un periódico de Cuernavaca sobre la visita del candida-
to. El original fue modificado un poco, en cuanto a cier-
tas frases un tanto fuertes, por la redacción del periódico.
Comparándolo con la grabación, es totalmente exacto en
las palabras que cita y en los resúmenes de los diálogos. Lo
réproduzco casi íntegro:
"Los altoparlantes de la comitiva suplicaban orden a
los pocos ciudadanos reunidos en la carretera. LEA
Luis Echeverría Alvarez) no tiene tiempo disponible
~ su gira para pasar hasta Tlalnepantla, por lo que ha
citado a ambos Ayuntamientos en el paso de un cami-
no. Ni siquiera ha entrado a Tlayacapan. Más de la mi-
tad de los que esperan Son niños acarreados desde sus
aulas.
De pronto, en la curva que da el camino antes de
entrar al pueblo, aparece el enorme autobús plateado
apellidado Miguel Hidalgo, en que viaja el Heredero. L~
orquesta estalla en dianas. Cohetes y campanas. La voz
del locutor suena a falsa emoción. Está tan restringido
el tiempo que LEA no ha podido ni siquiera atravesar
la carretera y subir a un pobre e improvisado estrado,
en el que la gente esperaba verlo. Se ha congregado al
pueblo en el lado derecho de la carretera para que el
Delfín no tenga otro trabajo que descender y oír las
quejas de su pueblo. Allí lo espera un hermoso ramo
de rosas rojas. LEA baja acompañado del Sr. Goberna-
dor. A los nuestros les ha tocado en suerte ser de los
primeros pueblos del Estado que visita el candidato. En
su rostro brilla todavía una sonrisa abierta. Se acercan
los ayuntamientos. El primero que habla, más decidido
y valiente, es el de Tlalnepantla. Le pide su coopera-
ción para una carretera que una su munícípjo con el
D.F., por Milpa Alta. Por esta ruta. Tlalnepantla estaría
a 45 kms. de la ciudad de México. En seguida se dis-
74
cute el actual tramo en construcción Tlayacapan-Tlal-
nepantla con fondos recabados por el mismo pueblo.
El Lic. Echeverría pregunta; se le trae un mapa. Des-
pués afirma:
-Voy a estudiar el proyecto con mucho interés y
que se legalice la posibilidad de hacerlo en breve.
LEA pregunta en seguida al Sr. Gobernador:
- ¿Quién tiene los estudios? ¿Ud. los tiene?
r-Sí señor, nada más que los han mal aconsejado en
hacer una inversión con una compañía privada, aunque
lo hayan hecho con voluntad y decisión.
Responde rápido y certero el delegado de Tlalne-
pantla:
- Nunca realmente hemos tenido ayuda de los go-
bernadores pasados; lo que hemos hecho ha sido em-
pujados por una necesidad de meter el agua aunque sea
compradita; por eso el pueblo se ha visto en la necesi-
dad de componer la carretera a Tlayacapan; antes de
esto transportábamos el agua en bestias y a nuestros en-
fermos en andas y por eso nos hemos esforzado en
hacer el camino.
El Sr. Gobernador lo interrumpe al parecer algo mo-
lesto: '
- La primera inversión que se va a hacer va a ser para
ustedes. Y es hasta este momento que se decide levan-
tar la voz el municipio de Tlayacapan.
-Pero lo que más le pedimos es el agua, Sr. Licencia-
do, fíjese Ud. que para traer el agua van hasta Oaxtepec.
LEA: ¿Esta parte es seca?
-Ningún pueblo tiene agua. Tenemos un pozo que
nos da medio litro por segundo.
Sigue una aclaración del Sr. Gobernador que en rea-
lidad no aclara nada en los turbios intereses que hay de-
trás de los fraccionamientos de Oaxtepec:
-Hay un proyecto de seis millones de pesos para
bombear el agua de Oaxtepec hasta Tlalnepantla y de
ahí hasta TIayacapan y Totolapan, pero hay un proble-
ma con los ejidatarios de Oaxtepec que dicen que no
dan agua si va a ser para el fraccionamiento. Es ahí
donde hay una pequeña diferencia.
75
 LEA se entera del pozo que mal funciona en Tlaya-
capan. Se escuchan gritos del pueblo:
- ¡Queremos agua! ¡Agua! [Agua]
Afirma entonces LEA: (Atención con esta promesa
Altos de Morelos).
. -~l Sr. ~obernador va a tener amplio apoyo en el
proxrmo gobíemo. El tiene el asunto muy presente. Es
más, esa inversión vamos a iniciarla y los primeros pue-
blos que van a tener agua son éstos.
Los gritos de 'queremos agua' se hacen más fuer-
tes. ~l pueblo manifiesta su nerviosismo al no oír al
candidato. Los gorilas que rodean al Lic. Echeverría
parecen mole.~tarse con esta manifestación de desagra-
do y frustraclOn popular. Uno de ellos indaga entre los
que gritan y es localizado un joven estudiante. Se le
c~nmma a que no grite, que pase directamente a ma-
nifestar su queja ante LEA. El joven, Ignacio del Valle
se adelanta: '
-Sr. Licencíado.el agua está en muy malas condicio-
nes; es agua de aljibes y jagüeyes, agua TeTo peor; a
p~sar de~progreso que hay de día en día, estas pobla-
ciones siguen sufriendo mucho. El problema es tan
enorme. que tenemos que caminar kilómetros para
conseguir un. balde de agua de 10 a 20 litros. Es el pro-
blema esencial de estas poblaciones. Esperamos que
usted nos ayude.
Sigue otra promesa de LEA:
- Yo voy a seguir platicando con el Sr. Gobernador
para que en lo sucesivo se unan los esfuerzos
El joven del Valle insiste mostrando al' candidato
una fotografía de uno de los Jagüeves: es un charco in-
mundo de lama verde.
-Sr; Licenciado, u~a muestra del problema del agua
que aca tenemos; aqur es donde se junta el agua de los
cerr~s, ¿~e imagina usted los miles de microbios que
habra allí? Este es el problema consciente de todos
nosotros.
Nueva promesa. Despedidas rápidas y la comitiva
desaparece dejando entre los presentes un sabor de an-
gustia y frustración. No han oído la voz del Licenciado."
76
Durante mi estancia en Tlayacapan del 10. de julio al 14
de abril, se celebraron las elecciones a la Presidencia de la
República, 4 asambleas organizadas por el ayuntamiento,
un mitin organizado por el PRI (del que ya hice una breve
mención en el capítulo anterior), otro organizado en parte
por el gobierno central y en parte por el PRI, y uno más
fallido organizado por la Secretaría de Agricultura.
Las elecciones para Presidente de la República fueron
el 5 de julio. La antevíspera estuve platicando con el se-
cretario de la presidencia municipal y delegado del regis-
tro nacional de electores. Inmediatamente me dijo que el
pueblo no votaba: a lo más un 40% ó 50%. Pero que los
encargados de las casillas votaban por los que no 10habían
hecho. Precisamente al día siguiente, tenía que reunir a los
jefes de casilla del pueblo y de las ayundantías del muni-
cipio para darles instrucciones. El municipio tiene que
figurar como partidario del PRL Es la única forma en que
después les hagan algún favor o al menos no los dejen
como un pueblo castigado. El día de las elecciones estuve
viendo las votaciones en las casillas. Sólo unas cuantas
mujeres votaron. Los hombres votaban por sus mujeres.
La votación era al descubierto. El ambiente era de fiesta.
Se hacían bromas sobre el PRL Comentario generalizado:
"Si de todos modos va a ganar el PRI, hay que votar por
el que ganará." Estuve platicando con el presidente mu-
nicipal y me dijo: "No es muy legal la forma como se
vota, pero si no vienen los del PAN no hay problema, de
todos modos gana el PRL" No se presentó ningún repre-
sentante de la oposición. Uno rne comentó que existía la
amenaza de negar la inscripción en la escuela primaria
a los hijos de los que se hubieran abstenido de votar. Ve-
mos de nuevo que, aun los que se supondría que estarían
más identificados con el PRI, saben guardar su distancia:
el Partido no somos nosotros, es algo que está ante noso-
tros querámcslo o no y del que hay que sacar el mayor
provecho.
77

La primera_asamble~ a la que asistí fue el 16 de agos-
t~. Por la manana llego una camioneta de sonido anun-
cIando. y vendiendo un periódico en el que se acusaba
al presIdente. mu~icipal y al comandante de policía de
conducta arbitraria: que el presidente mandaba que se
cerraran las cantinas (hay 29 en el pueblo mitad canti-
nas, mitad tiendas) antes de las 9 p.m. para quedarse él
solo con sus amigos emborrachándose; que el comandante
golpe~,ba a la gente para llevársela a la comandancia y ahí
t~blen les pegaba. La queja había sido llevada al perió-
dICO por un grupo de vecinos de Tlayacapan. Sospeché
que pronto tendríamos una asamblea. Así fue. Por la tarde
comenzaron a convocar a los ciudadanos a una asamblea
urgente y de suma importancia que comenzó a las 7'30
p.m. Había mucha gente, unas 600 personas. Era la pr~e-
ra asambl,ea que el entonces actual ayuntamiento organiza-
ba desp,ue~ de dos meses y medio de estar en el cargo.
El síndico (profesor) la dirigió. El presidente sólo tomó
la palabra p~ra leer e~ inventario de los enseres que le dejó
el ayuntamIento, saliente (Cfr. capítulo 2). El primer
punto que s~ trato fue sobre el agua potable: las gestiones
que se ~abIan hecho ante el gobierno del estado y la
Secretan a de ,Recursos Hidráulicos. Pero el problema con-
creto se refena a la bomba del pozo existente en el pobla-
do que se ~abía descompuesto: se mandaba a reparar la
bomba antigua ~,se com~raba una nueva. En ~el primer
caso, la cooperación por CIUdadanosería de 10 pesos; en
el segundo, de 25. Se aprobó sin votación comprar una
bomba nueva. Intervino un profesor para que se tomara
en cuenta el estudio del agua que había hecho nuestro
grupo; I:Iablare~os largamente de este asunto en él capítu-
lo pro~~~, maxime que la respuesta del síndico que re-
produciré íntegramente es de suma importancia para en-
tender la teoría política local. El segundo punto fue el
alumbrado público. Se cobran 7 pesos mensuales por ciu-
dadano pero hay mucha gente que no ha pagado su con-
78
tribución. Asimismo la cooperación para las guardias de
los comandantes. Resultó que había personas que debían
20 guardias (se pagan 2 pesos mensuales por ciudadano).
De paso se hizo alusión al periódico de la mañana: ¿arbi-
trariedad de los comandantes? La ley nos da derecho a
enviar tres citatorios a un ciudadano y, si no acude, al ter-
cero los comandantes pueden traerlo aun por la fuerza. En
esos momentos, una persona del público dijo algo que no
se oyó. El síndico intervino: que se acerque al micrófono
el que habló. Se oye una voz con toda claridad: "Que lo
traiga el comandante". Grandes risas en toda la asamblea.
Intervención de otro profesor: lo de la bomba no está
aprobado. Esas aprobaciones así como se hacen nada más
gritando no valen. Que se pongan en una fila los que quie-
ren la bomba vieja y en otra los que quieren la bomba nue-
va, y se verá que todos quieren la bomba vieja. También
propuso que no se aplicara automáticamente 10 de los tres
cítatoríos: que antes se investigue la situación económica
de la persona en cuestión. El síndico pasó al siguiente
punto: orden público. Expuso la situación: el jefe de la
policía judicial de Yautepec ha venido los sábados y do-
mingos a Tlayacapan a inspeccionar a las personas que
están en las cantinas. Si les encuentra machetes, se los
ctuita aunque los gue estén bebiendo no estén borrachos.
y hay que pagarle 20 ó 30 pesos de multa para que regre-
se los machetes. Esto es un abuso y no tiene autoridad
para hacerlo. Unicamente el comandante municipal tiene
facultad para registrar a la gente. Los de la judicial han
abusado de la bondad del ayuntamiento. Pero la situación
se ha puesto más seria: hace 8 días llegó el jefe de la judi-
cial y comenzó a registrar a unas personas que estaban en
una cantina. Uno de ellos, maestro, no se dejó registrar.
Entonces el jefe de la judicial trató de llevarse por la fuer-
za al maestro a Yautepec. Los dos comandantes munici-
pales se acercaron a él y le preguntaron por qué se lo lle-
vaba. Les respondió que a ellos no les importaba y sin más
79
sacó la pistola y se la puso enfrente al comandante segun-
do. Pero éste también sacó la pistola. El comandante pri-
mero también sacó la suya y se la puso por la espalda al
jefe de la judicial. Este se vio obligado a guardar su arma.
r profesor." La realidad es que, efectivamente, los coman-
El caso ha ido a Yautepec y Cuernavaca. El secretario del
gobierno del Estado ha mandado un oficio en el que de-
clara que la judicial tiene que ponerse a las órdenes del
presidente municipal y no hacer nada sin su autorización.
Después, el síndico hizo una recomendación a los asis-
tentes para que no entraran a las cantinas con machetes.
El alcohol provoca todos los crímenes. También advirtió
que el gobernador había comenzado una campaña de des-
pistolizacíón en todo el estado. Nueva recomendación
para que los que no tengan permiso de portar armas no
las saquen fuera de las casas. Se refirió de nuevo al perió-
dico de la mañana: que se presente en público al que se le
hayan cobrado multas elevadas o ante el que el coman-
dante se haya mostrado arbitrario. Se presentó un profe-
sor e hizo esta pregunta: ¿es correcto golpear a una perso-
na aun habiendo cometido un delito para llevársela a la
cárcel? Toma la palabra otro profesor: nosotros que tene-
mos un poco de educación somos los que debemos ayudar
a componer las cosas, a no desprestigiar la honorabilidad
de las personas. Hay que ir ordenadamente ante el presi-
dente municipal y exponerle lo que no nos parece. Inter-
viene el síndico para agradecer en nombre del ayunta-
miento al profesor: el caso es que un día este profesor
llegó borracho e insultó a las autoridades porque se habían
llevado a la cárcel con toda justicia a una persona que no
quería pagar unas deudas que tenía. Interviene de nuevo
el profesor aludido y dice que nunca insultó a las autori-
dades. Además no se trata de ese caso: fue un día que los
comandantes golpearon en la cantina sin más ni más a un
compañero profesor y a un miembro de la Junta de mejo-
ramiento. Y el comandante golpea en la cárcel a los dete-
nidos. La intervención del maestro no encontró eco en la
80
asamblea. Varias personas gritaron: "A otro punto ya,
dantes golpean a la gente. El comandante primero, quien
tiempo después renunció al cargo y gran amigo mío, era
realmente un salvaje. Pero en realidad eso no plantea gran
problema a la gente. Ya está la norma institucionalizada
y aceptada de que a una persona para llevarla a la cárcel,
sobre todo si está borracha, hay que pegarle, y lo mismo
dentro de la cárcel. Es la tradición ya antigua. Un ex-co-
mandante bastante anciano que lo había sido en varias
ocasiones me decía que él golpeaba y fuerte. Pero los que
toman parte en el debate son los profesores, el pueblo
• nada más oye un poco divertido. Hasta este momento sólo
han intervenido ellos: el síndico y otros cuatro profeso-
res. Tres de estos profesores pertenecían al quasi-group
del anterior presidente municipal y la actitud que habían
tomado era la de atacar al nuevo presidente, sobre todo
porque se había hecho nombrar presidente sacando su
nombramiento directamente del PRI. Además, estos tres
profesores (y también el cuarto) son jóvenes que no tienen
plaza en Tlayacapan y por eso atacan al síndico que es el
director de la escuela primaria del pueblo.
En seguida pasó el síndico a hacer la presentación de la
nueva Junta de mejoramiento. Finalmente, a petición
del secretario de bienes comunales, se preguntó a la asam-
blea si se nombraba a otro representante de bienes comu-
nales. No se dio ninguna razón para hacer el cambio. Algu-
nas personas gritaron que sí se cambiara y quedó aprobado
el cambio. Se procedió a la elección del nuevo represen-
tante. Se propusieron varios candidatos y otra vez se con-
taron los votos. El asunto parecía terminado. Pero el re-
presentante de bienes comunales (quien no asistió a la
asamblea) no aceptó su destitución, alegando que sólo los
comuneros podían nombrar al representante pero no una
asamblea dirigida por el ayuntamiento y que su nombra-
miento era ratificado por el Departamento agrario y no
81
por las autoridades municipales. Estas, por su parte, ~le-
un proceso penal en su 'contra). Y a cada una de las par-
gaban que las tierras comunales eran del pueblo y que este
tes les dijo que se hiciera una nueva asamblea a la que
en su totalidad era el que tenía que nombrar al represen-
acudieran todos los comuneros. Pero el ayuntamiento no
tante de bienes comunales y no sólo los comuneros. Lo
podía convocarla pues no sabía quiénes eran comuneros.
que nos importa aquí no es quién tuviera la razón .sino
Por su parte, el representante de bienes comunales n~ se
ver qué mecanismos se utilizan para resolver un conflicto: atrevía a convocar a los comuneros: el hecho se sabna y
El ayuntamiento, con la oposición del secretario, creyo
entonces el ayuntamiento podría conocerlos y convocar
resolver el conflicto mediante la fuerza: metió a la cárcel
una asamblea con ellos por su cuenta. El representante de
al representante de bienes comunales. Pero nadie estaba
bienes comunales acudió a Miguel Angel para que éste,
muy seguro de que el procedimiento fuera legal. Precisa-
con su autoridad, convocara una asamblea y resolviera el
mente el día que lo encarcelaron (21 de septiembre)
caso. Miguel Angel no se animó al ver el asunto tan difícil,
miembros del ayuntamiento acudieron a nuestra casa para
pues el representante electo en la asamblea y desconocido
pedir consejo ya que uno de nuestro grupo era abogado,
por el Departamento agrario no desistía de que lo recono-
pero por haber hecho sus estudios en otro país no pudo
cieran en su cargo. Cuando yo dejé Tlayacapan el conflic-
ayudarles pues desconocía las leyes mexicanas. Pero el
to todavía no se había resuelto. Me alargué en este caso
motivo que daban para meterlo en la cárcel no era que se
para corroborar una vez más que la estructura política
hubiera negado a entregar los documentos sobre bienes
formal limita grandemente las posibilidades de acción co-
comunales que se le exigía que entregara a su sucesor,
munitaria con la división de las ya de por sí pequeñas
sino no haberse presentado a la presidencia después de
autoridades. Y la solución de los conflictos a ese nivel
haberle enviado tres citatorios. Evidentemente, éste no
tiene que buscarse en el exterior: Departamento agrario,
era el motivo real y por eso habían acudido a consultar-
el grupo nuestro.
nos. Se trataba simplemente de una apariencia legal. Lo
El día 30 de agosto se celebró una asamblea cuyo tema
único que dijo en la consulta el presidente municipal fue
fue exclusivamente el agua potable. Fue promovida ante
repetir tres veces: "El representante de bienes comunales
. ! el proyecto y el inicio de un pozo de agua potable en el
dijo que él no entregaba papeles en manos de cualquiera.
pueblo por parte de nuestro grupo. ELsíndico introdujo
Pero yo no soy cualquiera, soy el presidente municipal."
a Miguel Angel quien fue el único en hablar principalmen-
En realidad estaban asustados por lo que habían hecho,
te sobre cuestiones económicas como fijar cuotas por ciu-
sobre todo el síndico. Miguel Angel les dijo que dejaran
dadano para pagar los gastos. Al final se sugirió una lista
en libertad al representante de bienes comunales. A la de nombres para formar una junta pro-agua potable.
mañana siguiente lo soltaron y el representante no entre- El lunes 7 de septiembre tuvo lugar una ceremonia
gó ningún documento. El mecanismo a nivel local falló y organizada por el PRI a las 11 de la mañana para comen-
a ese nivel no había otro: el conflicto prosiguió. Las dos tar el último informe presidencial de Díaz Ordaz. Un día
partes, cada una por su lado, tuvieron que acudir a una antes me había dicho el secretario del ayuntamiento que
instancia superior y externa al poblado: al Departamento el PRI les había ordenado que hicieran esa celebración.
agrario. Este desconoció el nombramiento del nuevo re- Por cierto, el secretario no asistió a la ceremonia. Repar-
presentante de bienes comunales (quien además tenía tieron invitaciones. En el programa estaban anunciadas
82 83
tres piezas de 'música por la banda municipal pero no se
presentó. Para sustituirla, con mucha seriedad y dignidad,
el síndico puso un disco de 45 revoluciones con música
tropical. Asistieron los niños y niñas de la escuela prima-
ria (de 6 a 12 años) con los profesores, el comité del fren-
te zapatista (13 ancianos ex-revolucionarios), dos profeso-
res de un pueblo vecino, la Junta de mejoramiento (4
miembros), el presidente municipal y el síndico, unos tres
curiosos del pueblo que no tenían nada que hacer como
yo, el fotógrafo y 4 representantes del PRI de Cuernavaca
(con una grabadora). Al verme entre los presentes, el sín-
dico me pidió con insistencia que pasara a la mesa de
honor con los representantes del PRI, pero preferí que-
darme en un extremo del zócalo, Los discursos de los
tlayacapenses estuvieron a cargo de dos profesores de la
escuela primaria que se redujeron a citar párrafos del
informe presidencial. Lo mismo hizo el representante del
comité directivo estatal del PRI (secretario del Secretario
de gobierno del estado): habló de cifras y más cifras pese
a que su tema estaba anunciado como' 'Aspecto doctrina-
rio del Informe presidencial". La ceremonia duró media
hora. Después pasamos a la Presidencia en donde nos ofre-
cieron coca-cola y cervezas. Los huéspedes y las señoritas
profesoras tomaron cocas. La distribución de las personas
y la conversación se dieron de acuerdo a los grupos natu-
rales que había: huéspedes con huéspedes, profesores con
profesores, zapatistas con zapatistas. Me senté junto a uno
de los huéspedes. Comentamos sobre el escaso número de
personas que había asistido la ceremonia: era natural, la
gente, entre semana y por las mañanas, se va al campo.
La ceremonia se organizó simultáneamente en los 32 mu-
nicipios del estado. Pidieron con insistencia las dos foto-
grafías que se habían tomado de la ceremonia y comenta-
ban que en ellas se veía un grupo bastante grande de asis-
tentes. Pedí al fotógrafo que tomara una fotografía desde
un ángulo, no de frente, para que se viera en realidad el
84
tamaño del grupo. Tomó la fotografía pero no se la ense-
ñé a los huéspedes. El representante estatal del PRI pidió
a los profesores que le llevaran a Cuernavaca seis copias
de los discursos el miércoles siguiente. Uno de ellos, el
ex-síndico" le dijo que ya los tenía grabados pero el
representante le contestó que no importaba, que le lleva-
ran los discursos el miércoles. Posteriormente, cuando ya
se habían ido los huéspedes, comentamos el incidente,
Dijo el profesor que ya con anterioridad le habían dicho
lo de las seis copias del discurso, pero que él les había
aclarado que no era político sino profesor. De hecho ya
había sido político: síndico. En el modo de vestir se
veía el contraste entre los citadinos y nuestros puebleri-
nos. En el trato se sentía un aire.de superioridad en aqué-
llos y de recelo en éstos. Cuando ya estaban por irse, uno
de los viejos zapatistas les dirigió la palabra: pidió perdón
porque ya todos estaban muy viejos, hizo memoria de los
padecimientos que sufrieron durante la revolución, ex-
hortó a que no olvidaran las enseñanzas del general
Zapata.
La siguiente asamblea se celebró el 24 de enero de
1971, día en que se terminaba el aforo del pozo. Se habló
de lo que se había hecho y de lo que todavía quedaba
por hacer. Dirigió la asamblea Miguel Angel. Se habló de
nuevo sobre las cuotas. Agradeció públicamente a dos
personas del pueblo (una de ellas el secretario del ayunta-
miento) que se habían destacado en los trabajos realiza-
dos. Después vino una especie de reconciliación pública
entre el presidente municipal y su antecesor. Pareció que
Miguel Angel era el que la promovía pero en realidad la
había sugerido el ex-presidente. No es que hubiera un
pleito abiertamente declarado, pero sí una tensión aun-
que debilitada entre el quasi-group del ex-presidente y el
nuevo ayuntamiento. Días antes, me había encontrado al
ex-presidente y me dijo que se había tomado unas cervezas
con el actual y que ya eran amigos. Sin embargo, después
85
de la asamblea, el ex-presidente le comentó a uno del
grupo: "Pobre tipo, cómo lo dejé." Se refería a que él
había hablado muy bien, en cambio el presidente no sabía
qué decir. En el capítulo precedente dije que el ex-presi-
dente era un buen orador y que el actual ni sabía ni quería
hablar en público. y en esta ocasión,el ex-presidenteesta-
ba seguro de ganar pues él estaba preparado para interve-
nir mientras el actual fue tomado por sorpresa. Y como
fue a él a quien le tocó hablar primero, se vio obligado a
hacer un elogio del antiguo ayuntamiento. Reproduzco
su discurso:
"Señores: Por mi parte, por mi parte en cuanto presi-
dente municipal representante del pueblo, les estoy
muy agradecido a todos y principalmente a las autorí-.
dades precedentes que han tenido igualmentela misma
intención, incluido el ex-presidente Jacinto Banderas
que fue la persona que comenzó estos trabajos de co-
laborar con el padre Miguel Angel y felizmente, mi
periodo terminado (?), estoy muy agradecido con el
señor Jacinto Banderasque ha comenzado esto. Y quie-
ra Dios que, así como han colaborado en esta ocasión,
continuén haciéndolo cuando las próximas faenas con-
tinúen a realizarsepara los trabajos del drenaje que el
padre les ha mencionado, de excavación para la
conducción del agua. Que nadie se oponga a no hacer
su faena, que eviten las dificultades con el pretexto de
que no tienen tiempo: que se den el tiempo necesario
para que este trabajo llegue a ser realizado. Terminados
éstos, quizá comenzaremos otros con la ayuda del
padre y de los numerosos amigos que tenemos. ¡Que
Tlayacapanlleguea realizarsey que lleguea progresar!"
Por el contrario, el ex-presidente aprovechó la ocasión
para defender y justificar su comportamiento respecto al
agua potable -no se trataba de "promesas polrtícas">,
y para continuar ganando ascendiente sobre la población
al mostrarse en estrecha colaboracióncon el grupo que ha-
86
bía hecho posible la dotación del agua y exhortando al
pueblo a colaborar con el grupo. De hecho, no habló sino
en dos ocasiones del nuevo ayuntamiento para ponerse a
sus órdenes y pedir a la gente que hiciera lo mismo.Pode-
mos comparar este discursocon el que incluimosanterior-
mente en ocasión de la campaña electoral para diputados.
En el primero, todo es alabanza al PRI y a sus hombres,
los cuales no vienen a hacer "promesas políticas". En el
segundo, se habla de "promesas políticas" de las que el
pueblo ya está cansado, de los gobiernos del estado o de
la federación que nunca llegan a hacer nada, y del proyec-
to del gobierno para procurar agua al pueblo que ya era
un hecho y que, sin embargo, no se realizó. La juxtaposi-
ción de los dos discursosnos muestra una vez más lo que
ya hemos repetido hasta la saciedad: delante del PRI hay
que mostrarse como fieles partidarios, aun cuando en la
vida normal y real nadie crea en él. Reproduzco el dis-
curso:
"Es para mí una grande satisfacción de encontrarme
con ustedes, pero al mismo tiempo quiero agradecer a
la persona que ha hablado antes que yo, y que es nada
menos que el padre MiguelAngel. Para continuar con
mis palabras sencillas, señores, quisiera ser breve para
explicar más o menos 10 que sucedió en el año setenta.
En septiembre del año anterior (1969) se presentaba a
esta presidenciamunicipal el arquitecto y padre Miguel
Angel acompañado de otras personas. Cuando se pre-
sentó a esta presidencia municipal se encontraba con-
migo el ex-sindico procurador, profesor AnastasioMo-
rales con el que igualmente nos dimos a intercambiar
nuestras impresiones. Y el señor Miguel Angel nos
hablaba de los problemas de Tlayacapan. Se vino pri-
mero al agua potable así como a la escuela secundaria
para este pueblo. Voy a ser sincero con ustedes, seño-
res, porque en esta ocasión, habiendo intercambiado
nuestras impresiones, le dije al señor Miguel Angel:
"Padre, espero que ésta no seráuna 'promesa política',
87
 porque el pueblo está
líticas' ,
padre". Confíe
ere e: padre uno
de esos días
a septíemhre _ de aquí
que nos
Entonces,
_~~::0 - .::;, -promesas polí-
=~'" .: :u ~ haya '0 dudado de
'_ C'e'1' 0, señores, porque no
frece algo, y que en fin,
s, ~. era una promesa, porque
::::.::csIdadde permanecer hasta altas
, rante el día ni privándose de
_. "ll;; podían tener. No, al contrario
~",=_;:::e - - estad trabajando con nosotros y nos dar:
SVDre a manera con la que debernos conti-
e; e:e:::::::::;:_".:f
::_- __es¡ trabajos. Estoy profundamente agrade-
. sras personas, en general al grupo de profesio-
~::...,~ - e ~ encuentra en nuestro pueblo, que en reali-
z;:. ha c~do sobre nuestro pueblo como un grano
Caldo del Cielo, Estas personas no llevan ningún interés
personal estas personas, como ustedes se dan cuenta
se, han esfo~ado en ayudar al pueblo en lo que era l~
mas necesano y que podemos juzgar por el agua pota-
ble, Tengo, pues, plena confianza en que estos hombres
termmaran con nuestros problemas y que saldremos de
ellos gra~ias a la inteIVención de todos nosotros. Y
ahora mas que nunca tenemos necesidad de su apoyo
d~ todos ustedes para que estas personas no se desa-
llIDle?, ~enemos necesidad de apoyo moral, material y
econormco, Y como se discutía hace un momento de
la coopera~ión de las cuotas fijadas, creo, señores, que
pobres y ricos, todos nosotros tenemos la obligación
de colaborar. ~on estas personas, puesto que mañana
o pasado se iran de este pueblo y no se llevarán nada
pero nos dejan ~l recuerdo de que el agua potable va ~
ser algo en realidad, pues los gobiernos del estado o
federal han pasado por ahí y nunca se ha llegado a
nada. Hoy lle~amos a la realidad ce las cosas y debemos
• arles, senores, no vamos a dejarlos con esa carga
tan - esada sobre sus espaldas, pero debemos ayudarles
a colaborar en todos los aspectos. Por eso quisiera
entonces que ustedes, señores, como les decía en una
ocasión el 30 de septiembre, que todos unidos pode-
mos hacer mucho, si nos unimos, si nos organizamos.
Pero si vamos a ir unos por un lado y otros por el otro,
nunca Ilegaren.os a hacer nada. Vamos a olvidar renco-
res y cuestiones políticas, vamos a meternos entera-
mente a este tan gran trabajo que nos espera. Estamos
dándonos cuenta de que estas personas no se desviven
únicamente por el agua potable sino también están a
punto de poner en pie la secundaria que es un orgullo
para nosotros. He tenido la satisfacción de hablarles
una vez sobre la secundaria. Sobre el agua potable
igualmente he tenido que discutir con ustedes muchas
veces. Pero las 'promesas políticas' no es que el antiguo
ayuntamiento las hacía, sino que les hablábamos de lo
que se nos decía en Cuernavaca y en diversas dependen-
cias. El agua del bosque de Oaxtepec era casi un hecho
porque es así que estaba confirmado. Sin embargo,
vean hasta dónde hemos llegado y tenemos ya más
bien como una prueba el asunto del pozo. Pero se lo
repito una vez más: no era una 'promesa política' la
que les habíamos hecho. Les hablábamos de lo que pu-
dimos darnos cuenta en Cuernavaca y en la Secretaría
de Recursos Hidráulicos en Puebla o en México.
Así, pues, señores, por mi parte, ¿qué más puedo
ofrecer a esas personas si no es mi colaboración? En
muchas ocasiones he debido presentarme ante esas per-
sonas y ponerme a sus órdenes como ahora lo hago
ante el actual ayuntamiento. Pero yo quiero, señores,
pedirles con insistencia de no olvidar ese problema,
pero todos unidos, todos organizados, de levantarnos
como un sólo hombre para trabajar y decirle a este
hombre que estamos con él. Creo que todas las perso-
nas aquí presentes, por el hecho de estar aquí, mues-
tran su interés, su ambición de progreso respecto de
nuestro pueblo. Porque si no es así. señores, entonces
todo será un fracaso. Pero como ustedes se dan cuenta,
en otras ocasiones nosotros venimos a pedirles dinero,
yo lo digo a nombre del ayuntamiento, para hacer
89
 posible un trabaio Ah ' - en nuestro recuerdo. Que ese nombre de Miguel Angel
h acer Un trabaio:' - ora, no ~es p~ ~os dinero par
u
n íbl
-"os! e, pero t"nemo.s delante d
a suene siempre en todos y cada uno de nosotros."
nosotros el agua potable ahora a' ~¡..,: h e
- a pasado
M ....

,=c
por 1as ealles, y es una gran satisf "-'--'--'
-, - va
P,or eso se lo repito una vez más :.:!ara n,os~ttros. La asamblea finalizó con asuntos prácticos concernientes
CIa de d d 'L ......, con msis en- a la preparación de las fiestas del carnaval.
, ayu ar, e ayudar al ayuntamiento de colabo
rar todos nosotros con ellos, y todos unidos haremo; En febrero se celebró una especie de asamblea promovi-
muchas cosas. Pero antes de t . , da por el gobierno del estado para apoyar la política del
al b _ ermmar estas sencillas
p a ras, senores, quiero pedirles para este hombre Presidente Echeverría sobre el alza de los precios del azú-
para este sacerdote
_ , y para e1 grupo de profesionistas' car y de ciertos artículos de lujo y, al mismo tiempo,
su~ companeros, un caluroso pero un fue frenar el alza de precios generalizada sobre productos que
senores, po!que ellos bien lo merecen. Veng~ep:~:a~:~~ no tenían nada que ver con el azúcar. La asamblea, con
aplauso, senores, y muchas gracias." , muy escasa concurrencia, se limitó a dar lectura del dis-
curso de un senador dirigido a un grupo del PRI reunido
Después de ellos habló uno de los que habI'a m ' d
M' 1 A 1 - enciona o para apoyar las políticas de Echeverría. Se leyó la lista de
igue nge , para ponerse a las órdenes del pueblo y los productos que se había autorizado a aumentar de pre-
suyas como siempre lo había estado y agradecer su obra cio, y se amenazó a los comerciantes si no se atenían a los
l~ d~l grupo. Después tomó la palabra un profesor hizo ~ precios establecidos pues se enviarían inspectores para
e ogro de ,l~s dos que habían sido mencionados y después controlarlos. La asamblea terminó y no llegaron inspecto-
u.n panegI:l~o de la obra realizada por Miguel Angel Un res. Ningún tlayacapense tomó la palabra en la asamblea.
ejemplo CláSICO de la oratoria de los profesores: .
El 15 de marzo se había convocado a una asamblea a
"p" d los ejidatarios para tratar de la construcción de un bordo
z, ~ .e to das las personas que acabo de mencionar de retención de aguas broncas, promovida por un agente
tenido
--La!l.
";-'" omo
' todo s- noso tros lo tenemos, la obliga-'
del Departamento agrario. Se reunieron 25 personas. La
-- _ _rra~Jar por nuestro pueblo. Pero hay un hom-
~ ~~cu~_.le agradecemos, todo el pueblo de Tlayaca- represa beneficiaría a uno de los campos ejidales pero
~a::;_~;v w¡r;lfemoseternamente agradecidos. Ese hombre todavía no se sabía a cuál de ellos. No obstante, el agente
del Departamento agrario afirmó que era evidente que
.. _ rece un monumento en Tlayacapan Me estoy
re;:m_endo
íd
al padre Mígu
1 e
1 Al'ngei, que sin haber
. antes todo el pueblo se beneficiaría indirectamente con el bordo
ccnoci °a Tlayacapan, sin haber tenido amigos en el y por ello invitaba a que se celebrara una asamblea general
pueblo de Tlayacapan, ha venido a sembrar la semilla y no sólo con los ejidatarios. Se fijó su convocatoria para
del progreso en Tlayacapan Después de tantos años al cabo de tres días. Asistieron siete personas. No se notó
dU~ nuestro pueblo había sido engañado por autori-
a es del estado ~ autoridades locales, de aquí, de
que los pocos que habían asistido a la anterior hubieran
quedado muy convencidos de 10 del beneficio indirecto
nuestro p_ueblo,cuantos presidentes han pasado cuán-
tos enganos hemos recibido, cuánto dinero ~e han para todo el poblado. Se volvió a posponer la asamblea:
llevado. Entonces, este hombre, este hombre merece nadie asistió. Este fracaso creo que se debió a la descon-
un monumento, un monumento no de piedra no de fianza y escepticismo que tiene el pueblo hacia las obras
cemento, merece un monumento en nuestro ~razón, que promete emprender el gobierno, pero al mismo tiem-
90 91
 po revela la poquísima aurorí a q e e e el comisaria do
ejídal.
~l .l~ de abril tuvo lugar la última asamblea en la que
p~~tI~Ipe ..El tema fue exclusivamente el agua potable. La
dirigió MIguel Angel. Se dieron a conocer las cuotas de
cada ciudadano de acuerdo a la clasificación económica
que se hizo.
Conclusión
Si hacemos un balance de las decisiones políticas que se
tomaron, de los public goals, vemos que fueron tres: agua
P?table, escuela secundaria, cambio del representante de
bienes co~unales. Ahora bien, el tema del agua potable,
como. analízaremos en el próximo capítulo, siguió un
curso mesperado promovido por un grupo exterior al pue-
blo. El proyecto y la ejecución de la escuela secundaria
vino del mismo grupo. La decisión de cambiar al repre-
sentante de bienes comunales no tuvo efecto y hubo que
~c~ITIr a un.a autoridad externa al poblado, prueba de los
lurutes que tiene el pueblo para tomar decisiones políticas.
Estos no son sino la actualización de la estructura política
formal. La habilidad del nuevo ayuntamíento consistió
e adOP~I, como ~rograma de gobierno (8 de junio) lo
que pefCIOla. o sab ía que iban a realizar otros: agua pota-
e. el gobierno estatal y federal; escuela secundaria,
nuestro grupo. y ciertamente pasará a la historia de Tlaya-
apan como el ayuntamiento que realizó las obras más
importantes en los últimos años.
Por otra parte, podemos hacer el recuento de las perso-
nas que intervinieron en las asambleas. La primera (15 de
marzo de 1970) fue dirigida por el síndico que es un pro-
fesor. Tomaron la palabra, además del presidente muni-
cipal, Miguel Angel, el párroco y dos campesinos. Durante
el mitin electoral para diputados estatales hicieron uso de
92
la palabra cuatro profesores, el presidente municipal y los
candidatos a presidente municipal y diputado. En el cele-
brado para las elecciones a diputados federales no intervi-
no sino un profesor. La asamblea del 16 de agosto estuvo
dirigida por el nuevo síndico que es profesor. Intervinie-
ron el nuevo presidente municipal, para dar lectura de los
bienes que recibió d-I antiguo ayuntamiento, cuatro pro-
fesores, un campesino y muy brevemente el regidor de
hacienda. En la asamblea del 30 de agosto sólo habló
Miguel Angel. En la ceremonia organizada por el PRI el 7
de septiembre, representaron a Tlayacapan dos profeso-
res y a Cuernavaca un abogado. En la asamblea del 24 de
enero hablaron Miguel Angel, quien dirigió la asamblea, el
presidente y ex-presidente municipales, un campesino, el
síndico que es profesor, otro profesor y, al final muy
brevemente, el regidor. En la asamblea del 13 de abril sólo
habló Miguel Angel. Los comentarios sobre la intervención
de los campesinos salen sobrando.
En suma, la estructura política real de Tlayacapan, vis-
ta en acción durante un año, es una réplica demasiado
exacta de la estructura política formal que analicé en el
capítulo anterior.
93
4. Los procesos políticos en acción:
el agua potable

A lo largo de este trabajo seha mencionado el tema del agua

potable como el principal problema de los habitantes de
Tlayacapan que las autoridades municipales habían decidi-
do resolver. Las cinco asambleas que presenté en el
capítulo anterior trataron del problema del agua: las dos
primeras conjuntamente con otros; las tres últimas como
problema único. En las campañas electorales la situación
fue la misma. Esto amerita que le demos al problema del
agua un lugar especial en este trabajo. La conclusión que
sacamos en el capítulo segundo, siguiendo los lineamien-
tos de P. Blau, fue que las autoridades municipales no
están en condiciones de tomar decisiones políticas más
allá del marco estrechísimo que la misma organización
política formal les concede. Pero han podido conseguir
los recursos que necesitaban para tomar decisiones polí-
ticas de otra fuente (segunda condición), y ya está el agua
potable en Tlayacapan.
Expondré primero la situación en que se encontraba
Tlayacapan y después analizaré los procesos que se lleva-
ron a cabo para decidir y realizar la dotación de agua
potable al poblado.
Tlayacapan tiene un periodo de lluvias constantes
de cinco meses y medio -desde finales de mayo hasta
principios de noviembre- y seis meses y medio de sequía
95
 total. El agua de las lluvias se almacena para uso domés-
tico en tres jagüeyes que se encuentran afuera del poblado
a un kilómetro de distancia. Los jagüeyes son excavacio-
nes en la tierra y al descubierto que se llenan con el agua
de los escurrimientos de las elevaciones cercanas. Este es
el suministro principal de agua con que cuenta el poblado
para las secas, pero se agota a principios de mayo, y enton-
ces hay que recurrir a unos manantiales a 5 kms. de la po-
blación. El agua es acarreada con mulas o a pie. Una mula
carga cuatro latas alcoholeras de 18 litros cada una o sea
72 litros por viaje. Un hombre a pie, por medio 'de un'
aguantador (un palo que coloca sobre los hombros y con
cuerdas en cada extremo para colgar las latas) carga 2 latas
o sea, 36 litros. Así que para obtener un metro cúbico d~
agua un hombre necesita echar 28 viajes; con una mula
1~. Según el cálculo económico que hizo el ayunta-
miento del, costo de un metro cúbico de agua en Tlayaca-
pan. tendn~ un valor aproximado de 400 pesos, mientras
ue en la ciudad, el metro cúbico de agua potable cuesta
eIl,tre 1._0 y 1.50 pesos. Pero al agua de los jagüeyes,
o re rodo. el part~ del mes de marzo, sería muy preten-
5l0SO seguir llamandole agua: no tiene ninguna de las
ca.rn_cterísticas de líquido incoloro, inodoro e insípido. Eh
realidad es una lama verde llena de insectos e insalubre que
~~sa. enfer~edades y muertes especialmente en la pobla-
cion mfantil. Los hombres, antes de irse al trabajo, tienen
que acarrear el agua para las necesidades domésticas. y
así comienza una lúgubre procesión a los jagüeyes desde
las cuatro de la mañana.
Otra fuente de suministro de agua era un pozo profun-
do p~ro .que daba menos de un litro por segundo. Según
los técnicos, una población como Tlayacapan necesita
o~ho litros por segundo para cubrir sus necesidades. Ha-
bla 10 llaves públicas de donde la gente tomaba el agua,
pero no estaban distribuidas en todo el pueblo: el barrio
e Santa Ana, con una elevación de 4 metros sobre el
96
resto del poblado, no tenía ninguna toma de agua. Así que
para llenar los botes de agua era necesario formas grandes
filas y esperar turno. Cuando yo llegué a Tlayacapan, se
acababa de descomponer la bomba del pozo por lo que
no me tocó ver esas colas. El secretario de la presidencia
me decía que él prefería cargar el agua antes de irse a
dormir: terminaba a la una de la mañana. El agua suminis-
trada por el pozo no satisfacía las necesidades elementales
de la gente y por eso todos tenían que ira a los jagüeyes.
Una tercera fuente de suministro, pero únicamente
durante el periodo de lluvias, era el almacenamiento del
agua de la las lluvias en las casas. Algunos tenían tambos
petroleros de 200 litros, otros cántaros de barro que se
llenaban con el agua recogida de los techos de teja median-
te una canal de hoja de lata. Otros, los más ricos del pue-
bo, tenían aljibes (depósitos techados de cemento) que
almacenaban el agua mediante el mismo procedimiento
que los anteriores. Pero una vez que cesaban las lluvias,
los depósitos se agotaban rápidamente y tenían que acudir
a los jagüeyes.
El último recurso para conseguir el agua era mandarla
traer del pueblo de Oaxtepec mediante una pipa. Pero ob-
viamente esto nada más era posible para la gente más adi-
nerada. Asimismo, un camión 'venía cada miércoles desde
Cuautla con garrafones de agua purificada, pero también
eran para la gente acomodada.
Ahora bien, la situación de Tlayacapan está generaliza-
da en todos los Altos de Morelos. Son 17 pueblos perte-
necientes a cuatro municipios que están en las mismas
condiciones, con un total de 22,600 habitantes. En mar-
cado contraste con estas poblaciones, en Oaxtepec (a 7
kms, de Tlayacapan) hay un centro vacacional para los em-
pleados afiliados al Seguro Social que cuenta con 14 alber-
cas. Los fines de semana se llena. En cuatro años de exis-
tencia (hasta julio de 1970) habían pasado por ese centro
5,000.000 de personas, en su mayoría d.el Distrito Federal.
97
 Volviendo de nuevo a Tlayacapan, llama la atención
que se haya perforado un pozo que da menos de un litro
por segundo. Este pozo se perforó en 1953 y se llegó a
una profundidad de 114 mts. La obra fue realizada por la
Secretaría de Recursos Hidráulicos. El presidente muni-
cipal de aquella época me informó que el proyecto origi-
nal era profundizar el pozo hasta 153 mts. ¿Por qué Re-
cursos Hidráulicos se quedó en 114? Nadie lo sabía. Más
aún, un geólogo alemán había hecho un estudio en 1952
para profundizar un pozo en Tlayacapan que se encuentra
en las oficinas del comísaríado ejidal, En él mostraba que
la profundidad mínima de excavación debería ser de 145
mts. Pero Recursos Hidráulicos entregó el pozo con sus
114 mts. y con la afirmación categórica de que era toda
el agua que podía dar un pozo de Tlayacapan. La gente
aceptó las conclusiones de Recursos Hidráulicos y se que-
dó con su pozo a cuenta gotas y la resignación ante las
injusticias de la naturaleza.
Este era el segundo fracaso de los tíayacapenses para
resover el problema del agua. Porque ya por los años
e enta se había intentado introducir el agua al poblado
e un manantial a 5 kms, de distancia, conocido como
Tepecapa, Un ingeniero hizo el proyecto, el gobierno de
Cuernavaca regaló la tubería de conducción, la gente de
Tlayacapan comenzó a aportar sus escasos centavos, y el
ingeniero, cuando recibió unos 5,000 pesos, se fue del po-
blado y nadie supo más de él. La tubería fue empleada
en la reconstrucción del mercado municipal en 1950. Pero
aunque no se hubiera ido el ingeniero, Tlayacapan no hu-
biera tenido agua. Además de las dificultades técnicas, el
agua del manantial es escasísima e insuficiente para cubrir
las necesidades de la población, por más que todavía un
periódico publicado en el Distrito Federal e12 de abril de
1971 afirme sin más que el venero de agll~da 80 litros por
segundo (!). Los ancianos del pueblo cuentan que todavía
en su tiempo el venero daba muchísima agua y las jóvenes
de esa época tenían miedo hasta de cruzarlo por temor a
caerse y ahogarse. Pero misteriosamente el agua se fue ago-
tando. Quizá la explicación de los tlayacapenses sea vale-
dera: el agua está encantada. Unas personas envidiosas
encantaron el agua enterrando vivo ahí a un niño, y la
única manera de deshacer el encanto es sacrificando a otro
niño. Pero, como dicen las señoras de Tlayacapan, ¡quién
será la madre tan desnaturalizada que lo haga!
Al iniciarse el año de 1970, parecía que Tlayacapan y
todos los Altos de Morelos iban por fin a solucionar el
problema del agua: el gobierno del estado finalmente se
había acordado de esa gente que moría de sed. Se hicieron
unos estudios para dotar de agua potable a los 17 pueblos.
La obra costaría seis millones de pesos y se sufragarían
los gastos con la aportación tripartita del gobierno del es-
tado la Secretaría de Recursos Hidráulicos y la aporta-
ción 'de los cuatro municipios, en la siguiente forma:
Recursos Hidráulicos 2,300.000
2,719,423
Gobierno del estadol
Municipios (en mano
de obra) 930,000
Total 5,949,423 pesos
El dinero invertido sería recuperable, se cobrarían 500
pesos por toma de agua domiciliar y no habría hidrantes
en las calles.
El agua se bombearía desde Oaxtepec (desde un lugar
conocido como el Bosque a 5 kms. de distancia de Tlaya-
capan) y se enviarían 60 litros por segundo para los 17
pueblos. El proyecto no era nada simple pues Oaxtepec
se encuentra en la curva de niveles de 1,250-1,500 mts. y
había que subir el agua hasta poblados que se encuentran
en la curva de 2,000-2,250 mts. Según los técnicos que
99
 1
posteriormente examinaron la tubería de conducción que
iba a emplearse, ésta no hubiera aguantado la presión del
agua. El autor del proyecto era un ingeniero de Cuernavaca,
vocal administrativo del agua potable y alcantarillado del
estado de Morelos y representante personal del goberna-
dor del estado.
Todo mundo estaba excitado con el proyecto, sobre
todo las autoridades municipales. Se había formado una
Junta pro-agua potable integrada por las personalidades
más destacadas del pueblo y que incluía al presidente
municipal, quien encabezaba la Junta, al secretario muni-
cipal, con el mismo puesto, y al comisariado ejidal como
tesorero. Recursos Hidráulicos ya había comenzado su
aportación con la orden de entregar tubería con valor de
800,000 pesos. Más aún, la gente de Tlayacapan veía con
sus propios ojos la obra: el domingo 8 de marzo, 29
personas habían ido al Bosque de Oaxtepec para compro-
. ar que el cárcamo o caseta para instalar las bombas ya
esta a preparado. Se repetían frases del gobernador que
mostraban la seriedad del proyecto. En la asamblea del
.: de marzo, el síndico citó una frase textual que él mis-
mo oyó de labios del gobernador: "Así tendría que ro-
, al' pero a Tlayacapan y a los Altos de Morelos tendría
que darles agua". (Efectivamente, el gobernador constru-
:.ó el nuevo palacio de gobierno en Cuernavaca, que costó
oficialmente (!) 140 000,000 de pesos; pero naturalmente
no les dio una solagota a los poblados). En esamisma asam-
blea se citó otra frase del gobernador: "Por mi parte no
quiero agua, pero dénsela a los municipios". Frase aparen-
temente ininteligible pero que pronto la entenderemos.
En la misma asamblea se exhortó a todo el pueblo a
cooperar pues de un momento a otro se iniciarían las fae-
nas de trabajo para construir las cepas para la tubería de
conducción. Además, el proyecto se haría en varias eta-
? - _.la primera sería llevar el agua a Tlayacapan. El agua
= :!. estaba ahí muy cerca, a las puertas del pueblo.
Pero no hay paraíso sin su serpiente. Y la serpiente en
este paraíso eran los ejidatarios de cuatro poblados: San
José, San Agustín, San Andrés (los tres del municipio de
Tlayacapan) y San Sebastíán La Cañada (municipio de
Totolapan). Una parte del agua que se iba a bombear era
con la que regaban sus tierras ejidales. En la asamblea del
15 de marzo, se citaron las palabras del comisariado ejidal
de San José: "Nosotros no queremos agua." Hay que
aclarar que los cuatro poblados mencionados iban a reci-
bir el agua potable. Se habló de la incultura e insensatez de
esa gente. Pero no sé cuál hubiera sido la reacción de los
ejidatarios de Tlayacapan si hubieran sido sus propios
ejidos los perjudicados y de tener dos cosechas al año se
hubieran quedado sólo con una.
Pero eso no era todo. No sólo se iba a dar el agua a los
17 pueblos de los Altos de Morelos sino también a un frac-
cionamiento que ya estaba vendiendo lotes a gente de Mé-
xico y los contratos contenían la cláusula de que tendrían
agua potable. El fraccionamiento está a 1 km. del poblado
de Tlayacapan hacia Oaxtepec y sería el primero en reci-
bir el agua potable. Y casualmente los propietarios del frac-
cionamiento eran hijos del gobernador del estado. Y tam-
bién casualmente, aunque no pasa de ser una conjetura, se
hablaba en Tlayacapan que el ingeniero autor del proyecto
había recibido unos terrenos (en la receptoría de rentas no
están registrados a su nombre) de una persona que poseía
en Tlayacapan 10 hectáreas, bajo la promesa de hacer pasar
el agua cerca de los terrenos de su propiedad.
En la asamblea del 15 de marzo estuvo presente el ayu-
dante municipal de San Sebastián La Cañada, municipio
de Totolapan. Al final de la asamblea tomó la palabra.
Reproduzco íntegramente su mtervencíón, la cual de paso
podemos comparar con la del profesor que incluirnos en
el capítulo anterior:
"Buenas noches, compañeros. Les voy a notificar en
este sentido, que nosotros, digamos, que tenemos agua
101
 aquí en el elido de San José, San Agustín y La Cañada
y San Andres. En un sentido, digo, nosotros no somos
opuestos que digllll_1os,que todo el control de aquí de
Yautepec para aca, estamos dispuestos a beneficiar
a nu~stros pueblos, que son los Altos que tenemos.
Efectivamente nosotros hemos dicho que el agua se
~eta a nuestro municipio, o digamos, a nuestro territo-
no de l~s Altos. Pero sí una cosa, que no se le meta en
~l .fraccIOnamiento que tenemos aquí atrás. Eso es lo
unico que peleamosnosotros, todos los ejidos que tene-
mos son cuat;o: San Agustín, San Sebastián, San José
y San Andres. Que nosotros, digamos, estamos dis-'
puestos a cooperar para que sea el benefico de noso-
t~os. ?s~edes ¿qué dicen, compañeros de Tlayacapan,
SI esta bien o no? A ver, quiero que me digan está bien
o no...
.y? creo que a ninguno les conviene.Pero yo digo en
mi dIctamen que entre el agua, lo único que no quere-
mos: el fraccionamiento que no tenga agua.Pa' nuestros
Altos que tenemos aquí, nuestro pueblo digamos por-
que y~ también soy de los Altos, soy d~ San Seb~tián
La Cañada y me conviene hablar en este sentido, que
las aguas n~s metan, ¿no?, pero pues que no sea en el
~acclOnamlento. ~so es todo 10 que les digo, cornpa-
neros. Muchasgracias para ustedes."
~i el gobernador del estado ni el gerente general de Re-
cursos Hidráulicos de la división en Puebla pudieron con.
vencer a los ejidatarios para que cedieran su derecho al
a~ua de los ejidos, La asamblea del 15 de marzo había
SIdo convocada precisamente para recoger firmas de los
dueños de propiedades en Tlayacapan y enviar un oficio
a la Secretaría de Recursos Hidráulicos en México En él
se decí~: .::Aun por la fuerza estamos dispuestos a 'vencer
la OPOSICl?n. ~e los, comisariados." El pleito con los eji-
datarios siguio la via legal y, el 20 de junio, la Dirección
G~ne~alde agua potable y alcantarillados de RecursosHi-
draubcos en un oficio hacía referencia al artículo 67 de
_o:
la Ley de aguas de propiedad nacionalrelativo a la expro-
piación de aguas. Los ejidatarios estaban perdidos. El ofi-
cio se leyó en la asambleadel 16 de agosto.
Interrumpamos aquí esta historia y comencemos otra.
Como ya dije en capítulos anteriores, nuestro grupo
comenzó a instalarse en Tlayacapan en enero de 1970,
pero ya se había tomado contacto con el pueblo desde
agosto de 1969. Se había considerado el problema del
agua. Miguel Angel tenía un amigo financiero y éste se
interesó en que Tlayacapan tuviera agua a como diera
lugar. El problema económico no era insuperable y para
el financiero era secundario. Mandó, como primera me-
dida, que se hiciera un estudio geo-hidrológico de Tlaya-
capan para investigar las posibilidades de encontrar
aguas subterráneas para el abastecimiento de agua pota-
ble. En noviembre de 1969, se hizo un reconocimiento
aéreo de la zona: en diciembre,un reconocimiento terres-
tre; el 6 y 7 de abril se hicieron tres sondeos eléctricos;en
mayo y junio se interpretaron los estudios; a principios
de julio se entregó el estudio final con las conclusiones y
recomendaciones de los ingenieros geólogos. La conclu-
sión era que sí había agua en Tlayacapany la recomenda-
ción, desde un punto de vista económico, era aprovechar
el pozo ya existente para profundizarlo hasta los 195-210
mts, en total.
Cuando recibió el estudio, MiguelAngelcomenzó a pla-
ticar con algunas personasdel pueblo sobre los resultados.
Había gente que ya sabía que se estaba haciendo un estu-
dio sobre el agua pues, para los sondeos eléctricos, 16
personas ayudaron voluntariamente. Pero el proyecto del
gobierno del Estado parecía que seguía en marcha y todo
mundo estaba confiado en que se realizaría. El 23 de julio,
Miguel Angel hizo entrega a las autoridades municipales
del estudio realizado.Había costado 45,000 pesos.
Interrumpamos también esta segunda historia y sincro-
nicemos las dos en el "tiempo" de las autoridades munici-
103
 p~es que tie~en que tomar una decisión política Como
quieren tener agua y por el momento no hay "
estos do' mas que
s proyectos, tIen~n teóricamente cinco opciones:
1. Proyecto del gobierno sin excluir el proyecto del
grupo.
2. Proyecto del gobierno excluyendo decididamente
e1proyecto del grupo.
bi 3. Proyecto del grupo sin excluir el proyecto del go-
remo.
4. Proyecto del grupo excluyendo decididamente el
proyecto del gobierno.
5. Proyecto del gobierno y proyecto del grupo simultá-
neamente.
La primera opción no comporta riesgos: si no resulta
un proyecto se sigue con el otro. Además es apostar por
el mas fuerte, por el gobierno, que tiene a su disposición
todos los r,ecursos qu~ necesitan las autoridades municí-
pale~ para est.a y ulteriores decisiones políticas. La segun-
da tiene el nesgo de que si falla el primer proyecto el
segundo tampoco se realice. La tercera es semejante ~ la
primera, pero apostando por el más débil T bi
llev . . . am len con-
a ~n ?~erto,nesgo de desagradar al gobierno con lo que
esto significarra para un futuro. La cuarta es muy .. _
gada y es una opcion .m oue
que h abría que tomar sólo arnes
en un
caso ex~remo. La quinta comporta el riesgo de que las
estrategIas que se usan para jugar los dos juegos simultá-
neame~te lleguen a intercruzarse de tal modo que se plan-
teen dilemas. (Cfr. De la Peña ,. 1970) Desde t odos 1os
punt~s de vista, la primera Opción es la que tiene más
ventajas y menos riesgos.
y el "tiempo" de la opción llegó en la asamblea del 16
de agosto: ,Y como, er~ de esperarse se decidió por la pri-
mera OPCIOil '. El SIndICO,quien tiene el rol principal en
este ayuntanuento, dio una respuesta iluminadora en la
q~~ se expo~e la ~olítica local a un nivel consciente. Ya
hicimos alusión al illcidente enel capítulo anterior, pero
104
no estará de más reconstruir el contexto. Un profesor ha-
bía tomado la palabra para objetar la decisión que se aca-
baba de tomar de comprar una bomba nueva para el
pozo antiguo. Siguió adelante y dijo que por qué no se
tomaba en cuenta el estudio que se había hecho de pro-
fundizar el pozo antiguo ochenta metros más. La respues-
ta del síndico fue habilísima y sumamente acertada. Con-
testó que sí se conocía el proyecto:
"Pero de ese asunto no quisimos sacar nada por el mo-
mento, porque nos pondríamos en contra de la política
del Gobierno del Estado. Y entonces no nos conviene a
nosotros pues seguir esa política; porque de lo contra-
rio, en otras cosas que se quisieran emprender y en las
que tenga que ver el Gobierno del Estado, pues nos
dejaría solos. Entonces, por eso, estamos acatando las
órdenes del Sr. Gobernador. Claro está que nosotros
agradecemos de antemano la obra grandiosa que están
llevando a cabo acá el Padre y los demás maestros que
están acá, 'porque sabemos que es una obra muy buena,
es una obra que sólo pueden hacer los misioneros,
efectivamente como nos decía un día el padre Miguel
Angel. Yen realidad, éso es lo que están haciendo ellos,
una obra de misioneros que debemos agradecerla. Ese
estudio, según nos decía el padre Miguel Angel, costó
45,000 pesos. Pero claro,. a él no le costó nada, fue un
regalo que le hicieron -sus amigos, porque está bien
relacionado. Así es que ese estudio no está hecho en
vano porque TIayacapan tendrá que necesitar el agua,
porque es seguro que tiene que seguir creciendo, no va
a estar estancado como está actualmente. Y aun así
ustedes ven que nuestro pueblo ha ido poco a poco
creciendo. ¿Quién nos dice que cuando entre el agua y
empiece a venir más gente aparte de la que aquí vaya
aumentando por los nacimientos, entonces tiene que
ir creciendo, y quizá dentro <le J U anos el agua que nos
den ya no nos alcance? Entonces tenemos esa agua de
reserva para poderla sacar. Así es que nosotros, no
crean que nos hacemos sordos. Podemos contestar e
105
 inclusive n .. capan, con ocasión de la visita del candidato a la Presiden-
mento, po~q:~:o~e s:ar el asunt~ ése por de mo- cia de la República, lo reafirmó. Con todo, el nuevo gober-
como digo a ustedes ~or~a f,ahonta es lo relativo, nador ya no era el padre de los dueños del fraccionamiento.
gobernador. Porque si 'n;so~o~ orma?o por el señor La segunda historia parecía que ya había terminado.
una cosa propia sí la h ' por ejemplo, hacemos
Miguel Angel, al ver que todo el mundo estaba atento al
do queramos uda ayuda a~:mos, pero des~ués cuan-
pueden hacer a un lado Es parte .~el gO~)l~rno, nos proyecto gubernamental y confiaba en él, aunque perso-
no por otra cosa Yo' por cuestión política, señor nalmente desde un principio estaba muy escéptico y lo
. creo. pues, que está bien la cosa.': seguía estando con el proyecto del gobierno, había guar-
Con esta respuest 1 . dado en su archivo el estudio que le habían hecho. Pero
nadie. Si se realiz~b: :r~~;;:~t~eln~s~~~daba m~ cO,n conoció a un licenciado del vecino pueblo de Totolapan,
como un pueblo que coo erab . . .' se que arra relacionado con los grandes políticos mexicanos. Habló
bierno para futuras obra; ue a,con las.I~Iclat1Vasdel go- con él del estudio del agua realizado. El 19 de agosto, sin
Si no se realizaba dejab
De parte del '.
1 este deCIdIera emprender.
an a puerta abierta para el otro
cita previa, el licenciado de Totolapan presentaba a Miguel
Angel al señor gobernador (yo también asistí a la entre-
ayuntamIento no habí .. , .
de los proyectos. Ahora bien a OPOSIClOn a ninguno vista). Se trató de inmediato el asunto del agua y Miguel
ba por el del gobierno h ',como de momento se opta- Angel le mostró al gobernador el estudio. Lo revisó con
miento al grupo que ' abI~ que mostrar el agradecí. cuidado (el gobernador era un ingeniero topógrafo). Dijo
obra que estaba realiz:~~~Olll~ ~l segundo y exaltar la que eso era lo que estaba esperando, que le presentaran
d
más se abrirían los Cursos rnaxnne que en dos semanas estudios serios y no proyectos vagos. MiguelAngel le acla-
fundación estaba incluíd . e la escuela secundaria, y su ró que a lo mejor el proyecto que él presentaba chocaba
ayuntamiento M' dIal en el programa de gobierno del con el que ya tenía el gobierno del Estado. El gobernador
. as e a guno p n '
caso clásico de "opo t . "e Sara que se trata de un respondió que de ninguna manera, pues el agua no salía
r urusmo Yo no lo M" sobrando sino que faltaba mucha en toda la región. Los
me parece que revela una . ., creo. as bien
realista, por parte del a unt pe~cepclOn muy profunda y proyectos no se oponían, se complementaban. El gober-
tes, como explicamos ~ amIe~to, de sus propios lími- nador le preguntó a Miguel Angel que con qué les podía
posibilidades de ampliarIo~.el caprtulo segundo, y de sus ayudar el gobierno del Estado. MiguelAngel contestó que
lo único que queríamos era que nos dejara trabajar. El
gobernador contestó que teníamos las puertas abiertas
~ro~igam~scon las dos historias int~rrumpidas
para realizar esos trabajos. Además prometió regalar la
ment~ : ~;:ef~e:: :e;ualí~hablando como si d~ un mo. bomba para el pozo y la red de distribución del agua.
d e IZarse pero no se a rt b Prometía dar 100,000 pesos para la bomba pero trataría
ato nuevo concreto. Con todo' h bf po a a un
VO, quizá insignificante: ello d~' a ~a un ele~ento nue. que Recursos Hidráulicos contribuyera con otros 100,000.
cambio constitucional del g b J~nIOse habla hecho el Dijo que empezáramos la perforación del antiguo pozo
el hecho era mínimo y no m °d .e~na,or del estado. Quizá de inmediato, esa misma tarde, que formáramos una Junta
gubernamental Más' 10 uIcana en nada el proyecto pro-agua potable y que él personalmente se encargaría
. aun, e nuevo gobernado h bf de pedir los permisos necesarios a Recursos Hidráulicos
gurad o que el proyecto se ., l. . .r a la ase-
106 gUlflay, e 8 de Juma, en Tlaya.
107
 ~~a seguir- la perforación del pozo que ellos habían he-
al día siguiente habría una faena para preparar el terreno
y que la perforadora comenzara a trabajar el lunes 24. Se
La tarde de ese mismo día M'
con su amigo el f . ,lguel Angel se comunicaba reunieron unos 40 faeneros y en poco tiempo dejaron listo
manclero quien inmed t el terreno a la perforadora. El lunes, efectivamente, la
a movilizar al equipo técnico a a_mentecomenzó
del pozo. Por la noche se h b1~eefectuana la perforación perforadora comenzó a trabajar.
cípales sobre la entrevista c~n o con las autoridades muní- Pero había un temor: ¿por qué Recursos Hidráulicos se
versación con el financie el gober.nador y de la con- había detenido en los 114 mts.? La verdad se descubrió
no estaban escépticas sin~o~s~~b~~~ondades mu~icipale~ la tarde del martes 25: encontraron un fierro en la base
car una asamblea róxím as. Se acordo convo- del pozo. Aunque después volveremos a ver la explicación
que se dio al pueblo sobre ese fierro, digamos que la más
el pueblo las gesti~nes qu::~!~a1:~ l~:~a~~~noce~a tHOdo plausible es que se les rompió una broca a los perforadores
que tener en cuenta q 1 a ca o. ay
celebrado tres d' t ue a asamblea anterior se había de Recursos y no la pudieron sacar. Y simplemente (o cri-
las an es cuando el p t d 1 minalmente para hablar con propiedad) pararon ahí la
se veía COmoel más ,'. royec o e gobierno
miento había dec'd-droxlillf y v~able,y Cuando el ayunta. perforación y dijeron que no había más agua. La noticia
bamos más arríh ~ o por a prlillera opción que apuntá- del fierro en el pozo se supo inmediatamente en el pueblo:
decididamente el ;;oy~~~~e~t~ del gobIerno ~in excluir gran decepción, pues sería necesario hacer un nuevo pozo.
rencia, se estaba optando o~ l:ruP? ~ tres dlas de dife- Miguel Angel se enteró en la caseta del teléfono precisa-
bierno y proyecto del gru p. ¡~mta. proyecto del go- mente cuando iba a llamar a su amigo el financiero. Trató
suficiente flexibilidad po simu taneamente, pero con la' del problema que acababa de presentarse. Su amigo le
del grupo sin excluir ~a;~ ~~tar por la tercera: proyecto respondió: lo que importa es que Tlayacapan tenga agua,
bierno. e mr rvamenr¿ el proyecto del go- tú no te preocupes: que hagan un pozo nuevo. Las autori-
dades municipales llegaron por la noche a visitarnos: es-
taban desalentadas y resignadas a no tener agua. El con-
. de ~g~~~o~o~e~~~: ~e;~entrevista con el gobernador, e121 traste con Miguel Angel era impresionante: lleno de opti-
rapidez de la maniob ya~apan una perforadora. Ante la mismo y dispuesto a seguir hasta que Tlayacapan tuviera
vamente a la tercer:a, e .~yuntamiento pasaba definiti- agua. Evidentemente él tenía las espaldas cubiertas. Les
excluir el del obíer OPClO~:proyecto del grupo sin habló de la conversación que había tenido con su amigo
municipales n~ mov~~~~ ~;:~~od~ee~~día, las autoridades e inmediatamente pasó a pedir sugerencias sobre posibles
to del gobierno se real". para que el proyec- candidatos que pudieran integrar la Junta pro-agua pota-
a Cuernavaca ara l~ara. se a:ab~:on las idas y venidas ble. El día 28 se comenzaba la perforación de un nuevo
:;!C~:d q~e/l ~unic~;f: e~~i:e:~l:a~~os:c~:~~;~~:c~~c~~~ pozo. El domingo 30 se tenía una asamblea en la que se
rau lCOSen Puebla y Méxí 1 J daba a conocer a todo el pueblo el asunto del pozo. Se
potable murió por inactividad ~co, y ~. unta pro-agua trató del posible costo de la perforación, de las cuotas que
del grupo se adoptó definitiv . n. cam 10, el proyecto se deberían pagar una vez hecha la clasificación económi-
del dí 12 ., a Y actIvamente. En la noche ca de los ciudadanos y de la formación de una Junta pro-
a - ,se anuncio por los altavoces del mu"';c'lplOque
.
_ r n.l
agua potable.
109

y evite e . 'e,,; - de sed espe"
raudo la ansiad -5
La perforae¡ geníero que
dirigía la obra re: __e se -'5-- ~la los 210
mts. De hecho se " ~-:; .-::; :- ts, Y el pozo fue
entregado oficialmen e E'",:zu:c ·:.....2.es mcnícípaíes el 26
de octubre. El aforo de' zo ~ te ",rL ue haber hecho
de inmediato, pero no se hizo TI mes más tarde. El
día 28 de noviembre, el ingeniero encargado de hacer el
aforo, anunció que a las 6 pID. se comenzaría. Se reunió
mucha gente para ver finalmente y con sus propios ojos el
agua. Se llevaron 21 cohetes para echar una salva al rno-
mento de salir el primer chorro. Como está institucionalí-
zado en México que fijar una hora determinada significa
que la hora acordada es una hora y media más tarde, al
dar las 7:30 y el ingeniero seguir moviendo máquinas y
checando calibres, a nadie le parecía anormal. El ambiente
era de fiesta, se hacian bromas sobre el agua que todavía
no salía. Pero al transcurrir el tiempo y no salir el agua, la
alegría era más bien nerviosa. Dieron las 8:30 y todavía
no había agua. Poco' a poco la gente se fue retirando a sus
casas. No salió ni una sola gota. Se habló de que había
una falla mecánica en el equipo de aforo, pero esto no
impidió que la gente se decepcionara. Lo peor del caso era
que el mismo ingeniero no sabía qué pasaba. Temía inclu-
sive que no hubiera agua o que ésta fuera de un manto
insignificante. A la mañana siguiente, se levantó temprano
y fue de nuevo al pozo. Hacia las 9:30 de la mañana se
oyeron unos cohetes. La gente que pudo se congregó al"
rededor del pozo: ya había agua, pero era un chorro muy
pobre que daba unos 4 litros por segundo y que en rno-
mentas disminuía y se agotaba completamente. La gente
110
estaba callada viendo el triste chorro de agu.a que ,salía.
Los más optimistas comentaban que por fin temamos
agua. Mientras la gente observaba, el in~eniero con un
ayudante voluntario del pueblo comenzo a efectuar la
maniobra de cambiar de sitio una torre de 5 mts. de altura
que sostenía una polea. Pero no pudieron con el p~so y se
vino abajo. Los que estaban cerca de la torre se quitaron a
tiempo pero dos jóvenes que estaban sentados no se mo-
vieron 'rápidamente y la torre les cayó encima. Uno de
los heridos parecia que estaba grave y de momento. se
temió por su vida. Se los llevaron rápidamente ~l hospital
de un pueblo vecino y afortunadamente el accidente no
fue de tanta gravedad. El balance de ese domingo 29 era
muy costoso: dos accidentados y medio millón de ~~sos
invertidos en la perforación del pozo por un pobnsrmo
chorro de agua. , ,
El equipo de aforo siguió ~rabajando toda~Ia unos días
más. Finalmente se suspendio porque se crera ~ue estaba
descompuesto. y así era en realidad. Pero I::l1entrasse
traía un equipo nuevo, pasaba el tiempo y Miguel Angel
decidió contratar otra Compañía para que efectuara el
aforo. Esta comenzó a trabajar el 20 de enero de, 1_971y
para el 24 llevaban 62 horas de aforo. Era un eX1,to:el
pozo daba 25 litros por segun~o. Tlayacap~ tema por
fin agua y asegurado el porvenir: una población rura,l de
4000 habitantes necesita 8 litros por segundo. Habla el
agua suficiente para cubrir las necesidades del. doble de la
población actual y todavía quedaban unos litros que se
podrían vender. Volveremos sobre esto más adelante. ,
Pero la historia todavía no termina. Tlayacapan SI t~"
nía agua, pero había que sacarla de 230 n:ts. de profundi-
dad. Esta fue la siguiente etapa: conseguir la b~mba y la
energía eléctrica necesarias. El gobernador. habla prorne-
tido la bomba y los meses siguientes se dedicaron a que la
promesa del gobernador se realizara. Meses de ir y venir a
Cuernavaca, esperar largas horas en las antesalas del pala"
111
cio de gobierno, soportar la pesadez e ineficiencia de la
burocracia y, sobre todo, meses de paciencia y esperanza.
Yo salí de Tlayacapan el 15 de abril y aún no se había
instalado la subestación eléctrica y la bomba. Pero la pro-
mesa del gobernador estaba cumplida. Se habló con las
compañías que tenían que instalar el equipo necesario y
efectivamente habían recibido la orden y un anticipo; pro-
metían instalar el equipo durante el mes de abril. Según
información reciente recibida de Tlayacapan, por fin ya
está el agua en las llaves del pueblo.
Lo que resta de esta historia pertenece al futuro. Ha-
brá que introducir el agua en todas las casas y simultá-
neamente hacer las obras de drenaje. Pero esto se hará
hasta dentro de un año por lo menos. Todavía quedan
meses y meses de trámites con Recursos Hidráulicos para
que aporten una ayuda al pueblo que por ley' debe ofre-
cer. El proyecto inmediato es aumentar el número de
hidrantes en las calles y repartirlos equitativamente en
todo el pueblada.
Para seguir analizando los procesos políticos que se lle-
varon a cabo, vamos haciendo el recuento de los elemen-
tos que intervienen:
1. El pueblo de Tlayacapan con sus autoridades munici-
pales y organizaciones civiles. Aquí incluimos el grupo
iniciador y ejecutor del proyecto.
2. Los pueblos vecinos que estaban incluidos en el pro-
yecto gubernamental.
3. Las autoridades estatales y federales.
4. El ingeniero autor del proyecto del gobierno.
5. El fraccionamiento.
Analicemos cada uno de estos elementos.
1. La primera reacción del pueblo y sus autoridades,
además, como es de suponerse, de admiración ante la rapi-
dez del ritmo en la primera parte del proyecto del grupo,
fue a raíz del fierro encontrado en el antiguo pozo. Nadie
lo atribuyó a un accidente sino a un acto deliberado y
112
criminal; sabotaje. Además del enemigo anónimo de Tla-
yacapan - "algun enemigo del pueblo" -, se concretaban
a dos candidatos: Recursos Hidráulicos y el ingenio de
Oacalco. El motivo de la posible culpabilidad de Recursos
era muy poco convincente y demasiado vaga: "para tener-
nos sin agua y así estar en sus manos". El motivo incons-
ciente apuntaba al gobierno estatal, que de hecho los
había tenido sin agua y en sus manos. La acusación al
ingenio de Oacalco revela las relaciones existentes entre
ambos. La historia es antigua, Data de 1952 cuando se
construyó un canal para regar dos campos ejidales de Tla-
yacapan que se llevó a cabo con la aportación tripartita
de Recursos Hidráulicos, el ingenio y los ejidatarios de
Tlayacapan. Como al momento de la construcción del
canal los ejidatarios no tenían dinero en efectivo, el inge-
nio prestó la parte que les correspondía. Los ejidatarios
pagarían cada año una parte hasta completar la deuda.
Pero estamos en 1971 y los ejidatarios siguen pagando la
deuda. Y lo peor del caso es que nadie sabe todavía a
cuánto asciende. No ha habido modo de aclarar las cuen-
tas. Más aún, aunque los dos campos ejidales no están
incluidos en las zonas afectas al ingenio y que por ley de-
berían sembrarse con caña de azúcar, en la práctica se
ven obligados a sembrarla: el ingenio tiene el control del
agua y no la da sino a los que siembran la caña. Y la queja
constante de los cañeros es que les roban en el peso cuan-
do la venden. Pero como el dueño del ingenio es un polí-
tico que tuvo renombre nacional en los años treinta ...
Mas la reacción del pueblo no fue sólo acusar sino tam-
bién actuar. Desde esa noche hasta que se dejó sellado el
pozo una vez terminada la perforación, dos comandantes
montaron guardia con escopetas todas las 'noches. Si al-
gún curioso se acercaba al pozo en la noche, aunque no
fuera muy tarde, le decían que ya no era hora de andar
v\endo pozos y lo mandaban a casa a dormir. En una oca-
siÓn,ya bastante entrada la noche, pasó pOI la calle más
113
 cercana al pozo un automóvil y le soltaron un balazo al
aire. Pero no se quedaron contentos con eso: al día si-
guiente anduvieron indagando quién había pasado a esas
horas en el coche hasta que lo averiguaron, aunque la per-
sona en cuestión era de plena confianza y no se acercaba
a ver el pozo.
En la entrevista con el señor gobernador se quedó
acordado que se formaría una Junta pro-agua potable, di-
ferente de la de las autoridades municipales y de la Junta
de mejoramiento. Se inició de inmediato. Miguel Angel
empezó a pedir listas de posibles candidatos preguntando
en privado a personas de mucha confianza. Comenzó a
entrevistar a las personas que figuraban en la lista para
ver qué posibilidades tenían de COoperaren la Junta. Un
dato interesante es que en la asamblea que se celebró el 30
de agosto, Miguel Angel leyó la lista de las personas que le
habían sugerido, y al pedir a la asamblea otros candidatos,
los nombres que mencionaron ya estaban todos inCluidos
en la lista salvo uno: el del comisariado ejidal, que no
había sido incluido en la lista porque ya ocupaba un cargo
y se buscaba a gente que no estuviera imposibilitada por
su trabajo. El 13 de septiembre se citó a junta a las perso-
nas que estaban en las listas. Asistieron 15 hombres y 6
mujeres: entre ellos tenían que elegir la mesa directiva de
la Junta. Miguel Angel insistió en que era necesario que
los jóvenes tomaran parte en los asuntos del pueblo pues
se necesitaba energía y entusiasmo, aunque respaldados
por las personas de edad y experiencia. Se inició la vota-
ción. El presidente de la Junta fue un joven, el secretario
y el tesorero, dos adultos. Los suplentes, dos jóvenes y
un adulto. Es de notar que los tres adultos que salieron
electos habían sido presidentes municipales. ¿Qué conclu-
sión sacar? Según los datos aportados, la elección de
J unta fue totalmente democrática: nadie buscó ni se hi
imponer. En segundo lugar, se nota una gran re-__ -: í-
dad para admitir las sugerencias de una perso - tencía. Fue reemplazada por la Junta de mejoramiento.
114
1
oios ha ganado autoridad. En tercero, el grupo ~~ las pe~-
s~nas adultas de la lista es el mismo, o sus famil~aresm.as
cercanos que se repite casi siempre en las dem~s aso~la-
ciones ci~iles que se forman en el pueblo. E:s.mas, la lista
completa incluye a 5 ex-presidente mumc.lpales. Esto
nos lleva a concluir que el grupo de los candidatos a ocu-
ar puestos públicos es reducido (unas 2~ .personas) y
pue las votaciones son normalmente democráticas, a~nque
~a a excepciones como el caso del actual ayuntamiento.
L: formación de la Junta pro-agua potable comp,or~aba
la novedad de incluir a los jóvenes en los pues~ospub~?o~
e integrarlos a los adultos. Había una segunda 1l_l~?VaclOn.
a insistencia de Miguel Angel se formó una comision fem~-
nil integrada por 6 señoritas del pueblo, pues .les h~CI~
notar que las mujeres no tomaban parte e? la vI~a ~u~l~-
D hecho a las asambleas asiste un numero insignifi-
ca. e , . con los
cante de mujeres: a las juntas que se tuvIeron. ,
adres de familia para fundar la escuela secun~ana, ~olo.
~sistían una o dos señoras (una porque no tema mar~do,
la otra porque su marido era un borracho consuetudina-
rio).
.. , de la J unta era principalmente hacer los
La mision bé d . edíato la
cobros ara pagar el pozo. Se apro o ,e mm , .
clasifica~ión de los ciudadanos en categona~ econormcas.
Este método ya se había empleado pocos anos antes par~
la construccíon., de la escuela primaria
. federal.
ho El presi-
í tu.
dente de la Junta comenzó a trabajar con mu~ o impe .
. uíó listas de propiedades en la receptona ~e.~entas
co:~! el comisariado ejidal, Pero el ímp~tu inicial .se
y t' 1 10 de noviembre fue su último día de trabajo.
ago o y e ión femenil no hizo absolutamente nada, los
La
otrosCO~SI
integrant es tampoco .., Se dio muerte oficial a 1la
Junta con- tunerales de tercera categona en la a~amb ~a
del 24 de enero de 1971: cuatro meses ta.n solo e eXIS-
115
 añade que el poblado está sufriendo una reorganización
de la estructura tradicional local para integrarla a la es-
tructura moderna nacional. Ya hemos mencionado en el
capítulo primero que los barrios están sufriendo transfor-
con a maciones, pero que aún se mantienen como tales en la
imponarr:i!'S ?e organiz~ción de las fiestas tradicionales. La organización
Junta, En ~ _-' -e :uvo e~ - de las fiestas, en obvio contraste con cualquier otra es de
de que la Junta de ""._, ._:--;"'~- :~~ '3 entre una efectividad increíble. Y no se vaya a pensar que la
nes todo lo referem - -=......:.: • - ~ • base de las mayordomías es la edad avanzada' este año
Junta de mejoramiento e < - por 1o menos una mayordomía nombró como ' principales,
y no una creación de la noche - ~a~ordomo~ a los jóvenes. La antigua estructura, por con-
toda la ayuda que ella hubiera podí -r - - - ~ tercer síguíente, aun subsiste en un terreno muy determinado
lugar, el proyecto del agua venía de un ~_:;:- ~ .:.::rior,al en tanto que la nueva, nac~onal,aÚnno se logra establecer:
poblado y que de hecho tenía a su cargo tod iZ'::. ec: cion. Y los encargados de manipularla no saben todavía cómo
De ahí que el margen que le tocaba a la Junt ro-agua hacerlo. El ex-presidente municipal, como hemos dicho
pota le era más bien muy reducido. Estas razones son es una persona que ha tenido varios cargos públicos. Sin
. creo que hay algo mucho más de fondo que embargo, cuando se fundó la asociación de jitomateros el
e: con la estructura política formal. Creo haber 22 de septiembre pasado y fue elegido tesorero me pre-
demost ente en los capjtulos anteriores que guntó qué tendría qué hacer en ese puesto. '
,:_':l D margen estrechísimo al pue- ~unque cuan~o comenzaron las obras del pozo se
_:. "-;~--:!. zornar decisiones políticas. El habla. acordado fijar una cooperación de 100 pesos. todos
- mas (agua potable, ínge- los ciudadanos mayores de 19 años y después cobrar
e re no podía resolver por cuotas mensuales conforme a las categorías económicas
__ ~ _-_~~ . sído la frustración que se ha con· que se establecieron, Miguel Año no insistió en ese punto
IL' o en una desconfianza en sí mismos para resolver hasta que el pueblo viera el agua. Es decir, que no se
problemas que objetivamente sí era.~capaces de re~ol:,er c~brara por lo que se iba a hacer sino por lo que ya se hu-
por sí solos, por ejemplo, la formación de una aSOClaClon biera hecho. Esta política gustó mucho al pueblo y en la
de jitomateros para defender los precios y e~ a los asamblea ~el. 24 ~: enero fue comentada por el ex-presí-
intermediarios. Cuando se les pregunta _ que no han de~te .mumclpal: -n,? se ha tratado de 'promesas políti-
hecho tal cosa o tal otra. la reo. :. :~ yacapenses cas sino de hechos . Sólo hasta ese día se comenzó a
es siempre la mísm -- . éíosa." Eviden- cobrar la cooperación de 100 pesos por ciudadano. Pero
- o es ninguna res- coincidía con la preparación de las fiestas del carnaval
:- lógica: "Si nues- que significaban un gasto fuerte para cada ciudadano. La
:::.no hemos sido capa- pregunta que uno se hacía era quién ganaría, ¿el carnaval
w seremos en orros que o el pozo? A principios de enero comenzó a sentirse una
Pero además _ esto se inquietud en el pueblo: se rumoreaba que no habría

116 117
fiestas del carnaval porque habría q~.::? ~~
agua. El 5 de enero fueron citados ., ::_ ;~;:- los
encargados de barrio (autores) que eran _ s .,.__ :?"-an
que organizar el Carnaval. Unicamente asb- ere r- S re-
presentantes de un barrio (Santiago). En la .:-:?"_ E -a la
que también asistieron el ayuntamiento, la JUIJl-_ ce mejo-
ramiento el comisariado ejidal con sus ayudan es, ~.iguel
-' yo -quedó claro que las fiestas de carnaval se
, ada año, pero se recomendó no hacer gastos
~ maules (orquestas para los bailes), LOs autores
__~~-t: a decir que si no hubiera carnaval se
_ - :.2... de tener agua. Pero el agua ya estaba,
za de inmediato, la carrera a contra-
.. _ - ... ' oue fue como los años anteriores
- ::-stosas), aunque las cuotas del
_- "" -_ .. S, En la asamblea del 24 de
'as para pagar la cuota
_ l ~~ de abril todavía fal-
:..:._ • nrse casi u erce parte. Los encargados
de cobrar las cuotas eran los miembros de la Junta de me-
ioramiento y el primer método que emplearon para que
la gente pagara fue esperar en el palacio municipal todas
las tardes a que los ciudadanos llegaran a pagar. El resul-
tado fue muy mediocre. El segundo método fue ir a
cobrar casa por casa; se avanzó más pero no demasiado.
Sólo quedaba el último método: meter a la cárcel al que
no pagara. Era el único. según ellos y las autoridades
el 'a resur do, De hecho,
pagara ese
castante gente a
a es método y no se
- autoridades munici-
habían pagado no lo
pueblo. Y tenían razón.
comandantes a traer a
omo al día sigo'''--e todos
118
vendrían a pagar. Decían incluso que fuera la policía judi-
cial de Yautepec.
Respecto a las categorías económicas de los ciudadanos
primero se pensó en tres. La clasificación de cada ciuda-
dano la hizo el secretario de la presidencia del 19 de sep-
tiembre al 22 de octubre, por las noches, después de ter-
minado su trabajo en la Presidencia. Posteriormente se
decidió formar cuatro categorías y que la clasificación
de cada ciudadano fuera hecha por la Junta de mejora-
miento. La unidad de medida de la categoría más baja era
un día de sueldo de un peón o sea, 15 pesos. Y así resulto:
Categoría D 15 pesos
Categoría C 30
Categoría B 45
Categoría A 60 "
Estas serían las cuotas que se pagarían mensualmente du-
rante 15 meses. ..
La clasificación económica de cada ciudadano para in-
cluirlo en una de las categorías anteriores, se realizó los
días 9 y 10 de abril, en tres sesiones de cinco horas cada
una. Los integrantes de la Junta calificadora fueron 9: los
miembros de la Junta de mejoramiento (6), el síndico, un
experto en tierras ejidales y comunales y otro que conoce
prácticamente a todo el poblado. Yo asistí para proporcio-
nar datos sobre posesiones pero no para calificar a la gente.
Esta segunda clasificación tenía la ventaja sobre la prime-
ra que se hizo en un lapso de tiempo bastante corto, con
lo que se ganó en uniformidad y constancia de criterio.
Exceptuando las primeras 20 personas clasificadas que sir-
vieron para afinar los criterios que se iban a aplicar, puede
~ecirse que prácticamente no hubo variaciones. Dato muy
rmportante y que subraya el individualismo en el seno de
la misma familia nuclear, es que para clasificar a un
individuo no se consideró su familia sino exclusivamente
119
la . q ue ya tenía o
o
....
ue una de las
probablemente
....
00

o
....o
....
00
N

o
o

Categoría D: peones que no poseen ni campos

ni casa propia.
Categoría C: propietarios de casas y
o
campos hasta 20 tareas. o
.....
Categoría B: poseedores de 20 a 50 tareas
Categoría A: poseedores de más de 80 tareas. _,
~ '" ~
- '" (!
~ t:
.Q ""- ~ ~
La propiedad de la tierra -privada, ejidal o comunal- fue
dP
ásico de clasificación pero también se conside-
-:_'" -'" ganaba Ipor ejemplo, todos los profe-
e categ ría B , y los nego-
: eneas. molinos, tortillerías,

__:::JÓn,dividida de acuerdo
;- eblo, se puede ver en el si-
total de 811 ciudadanos clasifi-

~¿}Iidad que cada una de las resorfas

: que hay una diferencia ,~ e entre
121
o la proporción de personas y la cantidad que les toca pagar,
o
.-< pero en beneficio de la clase económica más débil; la cate-
goría C no muestra ninguna diferencia; las categorías A y
B sí pera a favor de la D.
El rol de las autoridades municipales consistía en represen-
tar oficialmente al pueblo en ciertos asuntos: acompañar a
los que iban a Cuernavaca a ver al gobernador, firmar ofi-
cios que se tenían que enviar a la Secretaría de Recursos Hi-
dráulicos. Y de las autoridades municipales el único que
intervenía era el síndico; el presidente municipal en rarí-
simas ocasiones (hablaremos más adelante de una de sus
intervenciones) y el regidor de hacienda nunca. Cuando se
iba en comisión a ver al gobernador, las mismas autorida-
des municipales le pedían a Miguel Angel que él llevara
la entrevista. A su vez, el gobernador le respondía directa-
o mente a él. El 5 de noviembre fue el gobernador a Tlaya-
o
.-<
capan y estuvo breves minutos en nuestra casa. Al despe-
dirse, refiriéndose al ayuntamiento, dijo a Miguel Angel:
"Arq uitecto, ya les he dicho que se pongan a sus órdenes."
El que sí se destacó fue el secretario del ayuntamiento,
no sólo por el cargo que ocupaba sino por ser una perso-
.-<
.-<
na excepcionalmente entregada al servicio del pueblo .
00
Tanto el pueblo como las autoridades interpretaron
claramente que el pozo lo había hecho Miguel Angel. En
algunas asambleas y en pláticas privadas se repetía la frase:
"_ o lo dejaremos solo, Padre" o "pagaremos hasta el últi-
mo centavo" o "estamos por ayudarlo."
Por último, a finales de noviembre, el grupo entró en
e: ero con otro financiero quien rápidamente se intere-
: 3 apan. Su ayuda se tradujo de inmediato en la
:é~.::ricade ingenieros y licenciados para hacer
planos: nes a Recursos Hidráulicos; en el aspecto
económi 0_ e- er gestiones para conseguir un crédito
a un interés :' buscar la manera de que los gobier-
nos estatal y f e-__ : ..:darana sufragar los gastos hechos.
El resultado se v _ ,,'" e; -~t ro.
123
 do un malentendido pues la tub ' ,
2. Entre los pueblos vecinos que estaban en el proyecto Tlayacapan era para alma l en~ que habla enviado a
gubernamental, Tlalnepantla (a 7 krns. de Tlayacapan) blo. Este dato no queda cetar a allí pero no para el pue-
reaccionó rápidamente. Dos días después que llegó la per- conseguir todos los pe c.aro. Había prometido además
foradora ya habían ido a ver al diputado estatal para Posteriormente supimos rmqlSOSelnhRe~ursos Hidráulicos.
, ue no o ab ía hech 1 S
decirle que si Tlayacapan hacía un pozo, ellos no tendrían tana de Recursos Hidráulicos se h bf o y a ecre-
agua: el proyecto de Oaxtepec se vendría abajo. En reali- pero el financiero que habí a la molestado mucho,
' ramos conocido 'lt'
dad tenían razón pues si era factible encontrar agua en el 1 ogro apaciguarla. Probableme u ímamente,
subsuelo, ¿para qué bombearla desde 'Oaxtepec? Pero el del gobernador sino simpleme tnte ndofue. mala voluntad
4 E n e un escuido
tono de la argumentación era de reclamo y de exigencia al . 1 autor del proyecto b .
diputado para que impidiera la perforación del pozo. Esta siempre muy hostil al pro t gUdernamental se mostró
fue la única reacción negativa de la que yo pude enterarme. enteró que se había he h yec o el ~rupo. Desde que se
e o un estudio
Posteriormente, los de Tlalnepantla tomaron una actitud Tlayacapan mandó 11am M' para un pozo en
diferente y querían seguir el mismo camino que los de est~ba haci~ndo sombra~rE~te~:ur~sAnge~,yle dijo que le
lo unico que quería era ue pondió que no y que
Tlayacapan. quinto día de haber lleg~d ilayaC;pan tuviera agua. Al
3. De las autoridades estatales, el diputado sólo inter-
vino una vez cuando, a raíz de la reclamación por parte de en Tlayacapan y le dijo ~ a per ?radora, se presentó
los de Tlalnepantla, se presentó en Tlayacapan. Cuando se que inmediatamente veríaa a~ecretano del ayuntamiento
encontraba en la Presidencia llegó Miguel Angel con el pendieran la obra Cuando ghlbernador para que sus-
ingeniero geólogo responsable del proyecto del pozo. El dio 25 litros por ;egundo ibsed' zo delaforo del pozo y
' . ' a reten o que era f
so pues umcamente daba 6. Des ué .. ~n raca-
secretario, en privado, informó a Miguel Angel del proble-
ma de Tlalnepantla quien pronosticó que en una semana seguía siendo el consultor del t s y; no intervino pero
a más tardar comenzarían las envidias de los pueblos veci- se hacían pasaban por sus ma~~s e~~ad'": ~?s pl~n?s que
nos: Totolapan, Atlatlahuacan. Tlalnepantla. El ingeniero bomba se iba a instala . ecidió que tipo de
e r aun cuando se dí
se dedicó a demostrar lo absurdo e impracticable del pro- fortunadamente jugaba a f pe la otro. Desa-
yecto gubernamental. El diputado no volvió a intervenir. tuviera una información s:qU~~~~:~;echo de que el grupo
Del gobernador ya hemos hablado pero añadamos otros era de Recursos Hidráulico S. pues se pensaba que
datos. El mismo no se imaginaba que la perforación del del 15 de marzo de 1970 s. ~n,embargo, en la asamblea
pozo tuera tan rápida. En la primera entrevista con él que ver con tal Secretar' ''re o claro que no tenía nada
19 ce sto ijo que empezáramos esa misma tarde. llegaría a Tlayacapan la. sa as~blea fue anterior a mi
cecir. ues él fue a Tlayacapan ello. de oc- la cu ra C" este dat~y Sa~l~que01 ~agrabación no caí en
nera eas: . . .postenormente y de una ma-
• _b~f''' e e lugar donde se haría la perforación del pozo . , ~ -r-UllOS que el lllge .
este r= r a a la mitad. Ese mismo día prometió Hidráulicos, E " error d mero no era de Recursos
_. _ e nuest t f
e--"7~ '" . erra para la distribución del agua y, efectiva-
choso para é - _. , ra par e ue muy prove-
_
a que Recursos __._ s.e intentó
_ nada en su contra por temor
rae e. _ 10- cuatro días comenzó a llegar tubería por un
" or de 00.000 pesos. Pero en elmes de febrero comenzó pueblo. Sin emb' ~ _- ~~s negar~ en el futuro ayuda al
se vino abajo y en el mes de
reurarla en parte. En una entrevista dijo que había habi-
125
124

abril (1971) fue destituido de su puesto administrativo.
Lo que no se comprende a primera vista es por qué se
oponía tanto al pozo de Tlayacapan y cómo ese pozo de-
rrumbó todo su plan. Al fin y al cabo, Tlayacapan era
sólo una pequeña parte de la población a la que se iba a
abastecer de agua: todavía quedaban 19,000 personas.
Ya he dicho que desde un punto de vista técnico, el pro-
yecto ciertamente no era lo mejor. Pero hay más. En la
asamblea del 15 de marzo de 1970 se dijo que los presi-
dente municipales de los cuatro municipios habían ido a
ver al gobernador para vencer la oposición de los ejidata-
ríos. En esa asamblea se habló siempre de los cuatro
municipios; el gobernador era todavía el padre de los due-
ños del fraccionamiento. Pero en la asamblea del 16 de
agosto, el síndico explicó clarísimamente- y sin embargo
nadie cayó en la cuenta- que el mismo ingeniero autor
del proyecto había dicho que se 10 había enviado el nueva
gobernador, y que éste lo había rechazado porque sólo
incluía a los poblados de Tlayacapan, Atlatlahuacan y el
fraccionamiento, y quiso que se hiciera un nueva proyec-
to que incluyera a los 15 poblados restantes. Evidente-
mente que se había jugado con un engaño. El antiguo go-
bernador hablaba a los cuatro municipios pero el proyecto
era dar agua al fraccionamiento y, para cubrir las aparien-
cias, se incluían los dos poblados que estaban en la curva
de niveles más baja: técnicamente el problema no era muy
difícil. Además y sobre todo, el gobernador ya iba a dejar
el puesto: le quedaban dos meses y medio. Que su sucesor
se las arreglara como mejor pudiera, la negativa tan deci-
dida de los ejidatarios de San José, San Agustín, San Se-
bastián La Cañada y San Andrés a dar una sola gota de
agua al fraccionamiento, ¿era intuición o ciencia adquiri-
da?
5. El fraccionamiento que en el proyecto gubernamen-
tal era el más fuerte, quedaba ahora en la posición más
débil. Sus representantes jugaban con el tiempo y, de no
126
haber sido por la oposición de los ejidatarios, hubieran
ganado. Pero una vez que el padre del dueño dejó de ser
g?bernador del Estado, entraron en la categoría de simples
CIUdadanos.Fueron los primeros en darse perfecta cuenta
de que el ~ozo de Tlayacapan significaba que no tendrían
agua gr~tUlta y, a su vez, trataron de perforar un pozo en
el ~racclOnam~ento,pero con la mala fortuna de que por
ahí pasa el dique subterráneo que encauza las aguas que
van
fa a.,almacenarse
t . a Oaxtepec. Después de 30 mts . d e per-
.~aclOn uvieron que desistir y no les quedó otra solu-
Clan .que Tlayacapan. Recordemos que los lotes se habían
vendido con la cláusula de que tendrían agua potable
Al saber qu~ Miguel Angel era sacerdote, su primerajuga~
da fue ,envlIarotro sacerdote como embajador, quien se
presento e 10 de febrero de 1971 a ofrecer 50 000
pesos por cada litro por segundo en concepto de derecho
a la. toma de a,gua;además pagarían cada litro que se les
surtiera X quenan cuatr~ l!~rospor segundo. Miguel Angel
r~sp~~dIOq~e la proposicion era interesante pero la auto-
nzacion teman que darla las autoridades municipales y
todo el pueblo. La segu?da movida fue presentarse perso-
nalmente ante. las autoridades municipales quienes queda-
~on.con ~os ojos cuadrados, pues 200,000 pesos pagados
e ~edIato era una buena ayuda para cubrir los 557,268
del prestamo con sus intereses. La tercera fue hablar di-
rectamente con Miguel Angel, y yo asistí a la entrevista
en la que se presentaron como personas muy influyentes
e~ el mundo de la política. Como precisamente en esos
días se trataba de que el gobernador concediera la bomba
que e~ grupo pedía, ellos aseguraron que la conseguirían
ademas e ha::_erlos trámites con Recursos Hidráulico~
pa:a la co ceszon de la red de distribución de agua y dre-
naje p.ara~ ru:-
=_:-- Lo planteaban como un favor al pue-
blo sin retirar ~ ~-=rta de.50,000 pesos por litro por se-
gundo. Como tení ~ -.:: miedo terrible de que el pueblo
al Igual que los ejl atazi : -= egara a venderles el agua:
127 .
trataban por todos los medios de ganárselo. Así cuando,
supieron que la escuela secundaria no tenía mesas para los
alumnos, ellos regalaron setenta. Pero ya les había pasado
su hora política. Signo inequívoco de ello fue que para
una entrevista con el gobernador a la que los acompañó
Miguel Angel, los hicieron esperar varias horas antes de
recibirlos y además no consiguieron absolutamente nada
de lo que querían. Ahora era necesario que Tlayacapan
también supiera su juego ya que el fraccionamiento era el
más débil. Miguel Angel se puso ue acuerdo con el ayunta-
miento para que mantuvieran un precio bastante elevado
por litro y segundo; él abogaría por el fraccionamiento
para que se bajara el precio, pero ellos de ninguna.m~nera
debían bajarlo. Cuando dejé Tlayacapan, las negOCIaCIOneS
estaban en 200 pesos por tres' litros por segundo y se -es-
peraba llegar a venderles 4 litros por 300 pesos. La única
vez que el presidente municipal tomó parte activa en. el
asunto del agua fue en una entrevista con los del fraCCIO-
namiento. Como estaba bastante tomado se animó a in-
tervenir. En realidad lo que peleaba no era de gran impor-
tancia económica, pero la manera de llevar la conversa-
ción era muy inteligente. El presidente arguyó que el frac-
cionamiento hacía un contrato sobre algo seguro puesto
que el agua ya estaba ahí; en cambio, el pueb~o se hab.ía
arriesgado en una obra que no era segura y, SI no hubie-
ran encontrado agua, no estarían ahí los del fracciona-
miento haciendo un contrato: el pueblo tendría que haber
pagado absolutamento todo. Y este hecho cambiaba
substancialmente el asunto: si no, que siguieran los del
fraccionamiento perforando el pozo que habían comen-
zado o comenzaran con otro nuevo .. :
Conclusión
Todas las peripecias que hemos narrad_? sobre el ag~a y .
los procesos que se siguieron, no deben hacernos olvidar
128
e! supuesto inicial: el pueblo no tenía los recursos necesa-
r~ospara t?mar esa decisión. En efecto, desde un punto de
VIstaeconomico, no tení~n el capital para efectuar el pro-
yecto. Y el pueblo por SIsolo no es sujeto de crédito. Por
lo tanto, la obra inicial del grupo fue conseguir un crédito
pa~~ el pueblo. Más aún, el anterior gobernador del estado
dejó tal deuda pública, que todos los ingresos anuales del
estado no alcanzan ni siquiera para pagar los intereses de
la deuda. Al pueblo le tocó únicamente, pues deseaba el
agua" escoger la opción que se le presentaba como más
v~ntaJosa. P~r~ los proyectos los establecían grupos exte-
nares, los urucos que tenían capacidad para proponer
planes puesto que disponían de los recursos necesarios
para hacerlo. La acción política de las autoridades munici-
pales consistió en dejar que entraran en conflicto los dos
proyectos y ver cuál ganaba para después apoyar al futuro
vencedor. Pero no tenían preferencia por uno u otro: lo
que deseaban era el agua y el hecho que se siguiera el pro-
yect? del gobierno o el de nuestro grupo no tenía impor-
tancía. Es CIerto ~ue había una cierta preferencia por el
proyecto del_~obler~o_com? lo dejó ver el síndico, pero
e~a una cue~tlOnpolítica mas bien de táctica -o de polí-
tica como el decfa-; porque tres días después de esta
decl~raci~~ se ~ecidía por el otro proyecto. En cuanto a
su ejecucion misma, la situación fue semejante, Como el
pueblo y sus autoridades no controlaban directamente
los r:c~rsos que les habían ofrecido, actuaron dentro de
los Iímites que les estaba permitido. Asumieron la respon-
sabilidad de.proteger el pozo y así lo hicieron puesto que
era una aceren qUEestaba dentro de sus posibilidades rea-
les de con,tro!. Por otra parte, ya que el propio Miguel
Angel habla tomado la iniciativa del proyecto y se había
pre~entado p~rsonalmente ante el gobernador sin ningu-
na ~nterven~ion ?el pueblo para dar los pasos necesarios
hacl~ ~arealízacíón del proyecto, el rol de las autoridades
municipales consistió por lo tanto en dejar que continua-
129
ra con las gestiones iniciadas, tanto más cuanto que había
puntos técnicos que ellas no pod~an co~trol~r,' Resp.ecto
al financiamiento se daba la rrusma sítuacíon. MIguel
Angel fue quien lo obtuvo para el pueblo, aunque .má~
exactamente lo obtuvo para sí mismo: cuando se firmo
el contrato con la financiera" él fue el aval, pues los tres
miembros de la Junta de mejoramiento que lo firmaro?
no eran sujetos de crédito. Así, en realidad, el que cOn~raI¡l
la deuda era Miguel Angel y no el pueblo. Del mismo
modo, para hacer que los ciudadanos pagaran, los miem-
bros de la Junta de mejoramiento utilizaron los métodos
que Miguel Angel autorizó y no la fuerza pÚ?lica como
pretendían: la deuda que tenía el ~ueblo, al fin de cuen-
tas, no era con la Junta sino con Miguel Angel y, por ~on-
siguiente, dejaron que éste implantara el método que JUz-
gara más oportuno para el pago. D,ehecho, e~ la asamblea
del 13 de abril, Miguel Angel habla establecido que,el que
no pagara no tendría agua y, si más tarde la quena, ten-
dría que pagar 3,000 pesos, suma tres veces ~ayor q~e
la de la categoría A, la más alta. Las frases citadas mas
arriba, "no lo dejaremos solo, padre", "pagaremos hasta
el último centavo", revelan que el pueblo veía la situación
real que se había creado: el pozo había sido h~cho por un
grupo que, aunque vivía en el pueblo, era sm emb~rg?
externo a éste. Y ese hecho marcaba claramente los llI;l1-
tes de acción que se le fijaban: pagar la deuda contraída
por el grupo en su nombre. Brevemente, el problema del
agua potable nos muestra, en forma c.o~c.reta,los lín.li~e.s
de las decisiones políticas de un murucipio y las posibili-
dades del medio utilizado para ampliarlos.
130
Conclusiones
En la introducción del presente trabajo apuntamos el
enfoque teórico que íbamos a emplear, definimos lo que
entendíamos por política y delimitamos el tema que que-
ríamos estudiar: el campo de las decisiones políticas que
tiene un ayuntamiento ya constituido. La delimitación
del tema era perfectamente legítima dentro de un amplí-
simo campo de estudio. Pero además procedía no de un
a priori sino del juicio que nos hicimos a posteriori de los
problemas políticos más importantes de Tlayacapan.
Esperemos que la lectura del presente trabajo también
haga concordar a los que lo leyeren con nuestra percep-
ción de los problemas políticos más relevantes de la comu-
nidad de Tlayacapan.
En el capítulo 1, hicimos una breve descripción de la
comunidad -de Tlayacapan con el fin de caracterizar el
c~po social donde se iban a desarrollar los procesos po-
líticos. Y la conclusión principal que sacamos fue que ese
campo podría limitar fuertemente la gama de decisiones
¡: .Iítícas que posee un ayuntamiento. En el capítulo 2
estudiamos la organización política formal de Tlayacapan
y sacamos como conclusión que ni el pueblo, ni las auto-
ridades municipales, ni los otros grupos políticos estaban
en condiciones de tener efectivamente el poder necesario
para tomar las decisiones políticas que juzgaran más ade-
131
-----,
cuadas para resolver sus problemas. En el capítulo 3 ana-
lizamos en concreto el campo de decisiones políticas
durante un año, y el balance que obtuvimos fue que
efectivamente era muy limitado. En el capítulo 4 toma-
mos un proceso político -el agua potable- para analizar,-
lo en detalle. y aunque la decisión política que se tomo
fue realizada, no impide que este campo de decisiones sea
muy limitado. ."' . ,.
Tratemos de recapitular en una VISIonsintética to~o.s
los elementos que entran en juego en los procesos políti-
cos de Tlayacapan.
Tlayacapan no goza de autonomía jurídica aunque t:ó.-
ricamente el municipio sea:libre. Las autoridades muruci-
pales dependen en todas las decisiones importantes del
gobierno del estado de Morelos; el comisariado ejidal y
el representante de bienes comunales dependen del De-
partamento agrario que es una institución federal. En el
pueblo, estas autoridades son independien~es en~re ellas.
y como a su vez, dependen de dos orgamsmos mdepen-
dientes entre sí, se sigue que las autoridades locales pe~-
rnanezcan divididas y sin ningún medio jurídico. para um-
ficarlas. A este nivel, la unificación se hace a través de las
relaciones personales: el ayuntamiento, el comisariado
ejidal y el representante de bienes comunales deben ~er
amigos, o al menos no enemigos, par~ llevar a bu~n ter-
mino una acción unitaria. Si hay conflicto de autondade~,
éste no puede ser resuelto sino al exterior del pueblo. D~-
cho esto la base económica con la que cuentan las auton-
dades m~nicipales es prácticamente nula: los ingreso.sson
insuficientes, lo cual motiva que los egresos lo sean Ig~al-
mente y todo esto a su vez está bajo el control del gobier-
no del estado de Morelos. Por otra parte, el sistema de la
posesión de la tierra no permite a las autorida~~s del pue-
blo tener un control sobre la tierra y sus benefícíos, Todo.s
los impuestos sobre la propiedad son estatales, no muru-
cipales, excepción hecha de la participación en un 10%so-
bre las propiedades consagradas a la industria y el comer-
cio que, traducido a cifras, significa un ingreso de 1,000 a
1,500 pesos anuales. Así pues, la autonomía jurídica y
económica del municipio es prácticamente nula.
Por otra parte, fuera del PRI no existen partidos polí-
ticos, pero la misma organización política local del PRI es
casi inexistente. Esto tiene como efecto la dispersión de la
población en efímeros interactive quasi-groups alrededor
de cada presidente municipal. La acción política de estos
quasi-groups no llega a prolongarse en el tiempo y cesa
cuando setermina el periodo de cada presidente municipal.
Por consiguiente, tenemos, si se quiere, que la concurren-
cia política a través de las personas y no de los grupos po-
líticos crea una cohesión social vertical por el hecho de
que no entran en juego más que dos elementos estructura-
les: el PRI y el pueblo en su totalidad. Pero eso mismo
provoca una desintegración social horizontal muy aguda
pues no son dos grupos políticos los que tenemos en com-
petencia por el poder sino que teóricamente existen tan-
tos grupos como personas deseen rivalizar. Es cierto que
en otras comunidades con partidos políticos también to-
das las personas pueden competir por el poder, pero la
concurrencia indiferenciada se canaliza y estrecha en el
seno de los grupos políticos. De ahí que el PRI, superom-
nipotente ya que controla toda la administración del es-
tado y de la federación y prácticamente todos los sindi-
catos, adquiera todavía más poder, según el antiguo adagio
latino de divide e impera, sin tener que hacer, por su par-
te, grandes inversiones en Tlayacapan. Es el árbitro de
las contiendas políticas, de él se debe recibir la investidu-
ra oficial a fin de acceder al poder local. Este fenómeno
nos explica la paradoja aparente de que el PRI sea omni-
potente en el pueblo. sin -existir prácticamente como par-
tido político.
La situación se agrava por el grupo de profesores que,
por el hecho de haber recibido preparación bastante su-
133
perior a la de 'la mayoría de la población, sobre todo a . E~ modo de la solución de Tlayacapan, sin embargo, no
nivel de expresión, monopoliza la palabra: las asambleas mvalida la posibilidad de buscar en la segunda condición
son la palabra de los profesores, los problemas que ahí se de P. Blau otras salidas más viables y a nivel nacionaL Y de
ventilan se suscitan por la visión que ellos tienen de una la segunda condición se puede pasar a la tercera, y de ésta
situación dada. Pero hay algo más: la división del PRI en a la cuarta.
tres sectores hace que necesaria y mecánicamente. un pro- Todo esto nos lleva a señalar las limitaciones del pre-
fesor sea parte integrante del ayuntamiento. Y el PRI pue- sente trabajo. Los análisis y las explicaciones que hemos
de hacer sentir todavía más su autoridad a través del po- dado del material que presentamos, se quedan todavía en
deroso sindicato de trabajadores de la educación. ~n t~:reno hipotético. Para darles mayor validez y genera-
¿Cuál ha sido la reacción del pueblo ante esta situación? lización se ne.~esita el estu?io comparativo de otros pue-
Ha ensayado una doble solución: ante el PRI, mostrándose blos de la regio n para ver SI dadas las mismas condiciones
su ferviente partidario con la esperanza de que éste y el se prese~ta la ~isma situación o, si se modifica, ver por
gobierno del estado de Morelos presten atención a sus ne- q~e y c~mo.. ~l no se dan las mismas condiciones y sí la
cesidades o al menos no lo dejen como a un pueblo casti- misma situación, buscar las explicaciones de dos fenóme-
gado; ante los profesores, produciendo más profesores. nos iguales producidos por causas diferentes, etc. Este es
Pero vemos que las dos soluciones permanecen en y según el tema que queremos investigar próximamente: estudio
la lógica del sistema establecido: no lo llevan demasiado comparativo de los procesos políticos en Los Altos de Mo-
lejos. En realidad, la situación no ha cambiado y no se ve relos.
que por estos caminos se pueda llegar a otro lugar.
La conclusión central de este trabajo ya la hemos apun-
tado repetidas veces: el campo de las decisiones políticas
que tiene el municipio es limitadísimo debido al centralis-
mo abusivo del gobierno estatal y federal, Y también seña-
lamos las posibilidades de ampliar este campo siguiendo
las condiciones que P. Blau establecía. Y ya en el proble-
ma concreto del agua potable vimos que ese campo se
amplió. Pero evidentemente y desde un punto de vista
realista -y no ideológico- la forma en que se amplió el
campo de las decisiones políticas de Tlayacapan, no es
aplicable a todos los municipios de la República que estu-
vieran en las mismas condiciones que Tlayacapan. Se pre-
sentaría un problema de una amplitud nacional y cuya
solución únicamente se lograría con un cambio de toda
la estructura política formal y reaL La solución de Tlaya-
capan es particular y las soluciones particulares se quedan
en eso.
134 135
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lapa, México, D.F., 1984.

Este libro se terminó de imprimir

en los talleres de
Multidiseño Gráfico, SA
Nubes 329 Tel: 568-65-01
en el mes de octubre de 1984.
La edición consta de 1,000.ejemplares
más sobrantes de reposición.
138
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