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RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL

Responsabilidad Civil.
Concepto tradicional. Es, en general, la obligación que contrae una persona de indemnizar
el daño causado a otra, como consecuencia del incumplimiento de una obligación de que
ésta es acreedora o que la ha hecho víctima de un delito o cuasidelito civil.
Concepto Barros: Es un juicio normativo que permite atribuir a una persona los efectos
patrimoniales de un daño provocado a otra.

INTRODUCCIÓN

El daño es de la esencia de la responsabilidad extracontractual, por tanto el objeto de la


acción de responsabilidad consta en la reparación en dinero de ciertos daños.

I. LUGAR DE LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL EN EL


DERECHO DE LAS OBLIGACIONES

1. Responsabilidad civil contractual y extracontractual

Objetivo común: acción de indemnización de perjuicios por los daños sufridos por el hecho
de un tercero.

Diferencias: La responsabilidad contractual tiene un carácter secundario (obligación de


segundo grado), sólo surge cuando el deudor ha incumplido la obligación. La
responsabilidad extracontractual no supone un vínculo obligatorio previo, sino que su
antecedente son los deberes de cuidado generales y recíprocos.

No hay impedimento para que el contrato sustituya las reglas de responsabilidad civil
extracontractual, pero ello es excepcional, siendo sólo posible cuando el riesgo y las
potenciales víctimas son identificables a priori. Por eso, la responsabilidad extracontractual
es el estatuto general de la responsabilidad civil.

2. Responsabilidad civil extracontractual y cuasicontractual

En materia extracontractual, la acción es esencialmente indemnizatoria. En ámbito


cuasicontractual, el derecho concede acciones restitutorias.

II. MODELOS DE ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD CIVIL


El principio general es que la pérdida de un accidente debe quedar donde caiga. La
pregunta esencial dice relación con las razones que el derecho habrá de considerar para que
el costo de los daños sea atribuido a un sujeto distinto a la víctima.

Modelos de atribución de los costos de los accidentes:


 Responsabilidad por culpa o negligencia: Hace responsable al tercero a condición
de que haya actuado con culpa o dolo.
 Responsabilidad estricta u objetiva: Establece la obligación de reparar todo daño
producido en el ejercicio de cierta actividad, cualquiera sea la diligencia.
 Seguro privado obligatorio: Establece un deber legal, respecto de quien realiza la
actividad, de contratar un seguro de responsabilidad. No responde a principios de
responsabilidad civil.

1. Responsabilidad por culpa o negligencia.

Modelo de atribución más generalizado, en Chile constituye la regla general. La razón para
atribuir responsabilidad a un tercero radica en que el daño ha sido causado por su acción
culpable, con infracción a un deber de cuidado. La determinación de éstos queda encargada
al juez.

No corresponde llamarla responsabilidad subjetiva (en oposición a la objetiva), pues no


supone un juicio de reproche personal al sujeto sino la comparación de su conducta con un
patrón general y abstracto.

Elementos: acción u omisión, culpa o dolo, daño y relación de causalidad.

Ahora bien, algunos sistemas de responsabilidad por culpa han tendido a la objetivación de
la culpa y la expansión del régimen de presunciones de culpabilidad, ampliándola hasta la
responsabilidad estricta.

2. Responsabilidad estricta u objetiva

Tiene como antecedente el riesgo creado y no la negligencia. Presenta analogía con ciertas
obligaciones de garantía en derecho contractual.

Es un régimen especial, de derecho estricto y por consiguiente su fuente es la ley.

En Chile están sujetos a este régimen: responsabilidad del propietario de vehículos


motorizados por accidentes de tránsito, la del causante de derrames de hidrocarburos y otras
sustancias nocivas en el mar, la del explotador de instalaciones nucleares, la del empresario
de aeronaves y la del que utiliza plaguicidas. Adicionalmente, el Código Civil recoge
hipótesis en el Art. 2327 (dueño de animal fiero, de que no se reporta utilidad para guarda o
servicio de un predio) y Art. 2328 (cosa que cae de la parte superior de un edificio,
imputable a todas las personas que habitan esa misma parte).

Ahora bien, no toda responsabilidad estricta está construida sobre la base de la pura
causalidad, puesto que por ejemplo la responsabilidad del Estado requiere falta de servicio,
un juicio cercano al de culpabilidad.

3. Seguro social o seguro privado obligatorio


No es un sistema de atribución de responsabilidad civil, sino una forma de asegurar que el
riesgo de determinada actividad será asumido por un tercero (el asegurador), cualquiera sea
su causa.

Formas:
 Seguro social: Existencia de un fondo público, creado para hacer frente a
determinados riesgos que el Estado cubre por razones de justicia distributiva.
 Contrato forzoso: Regido por el derecho privado, se establece como obligatorio para
el desarrollo de determinada actividad. El costo de los accidentes es distribuido
entre todos los candidatos a víctima, mediante un aumento del costo del bien o
servicio.

La principal cuestión que se plantea es la posibilidad de concurrencia de la acción emanada


del seguro, y la acción de indemnización de perjuicios. En derecho nacional ambas son
compatibles, con el límite del enriquecimiento sin causa (sólo podrá demandarse a título de
responsabilidad civil los daños no cubiertos por el seguro, generalmente el daño moral).
Este sistema hace que la responsabilidad civil adquiera el carácter de sistema supletorio o
residual.

En Chile: seguro automotriz obligatorio (prescinde del juicio de culpabilidad del


conductor), seguro por accidentes de trabajo (prescinde de la culpabilidad del empleador,
sin perjuicio de que el asegurador pueda subrogarse en los derechos del trabajador contra
éste).

III. FINES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Pueden analizarse desde dos órdenes:


 Desde la perspectiva del análisis económico: Prevención.
 Desde la perspectiva de la relación entre el agresor y la víctima: Justicia.

1. Prevención
Derecho puede ser visto como un conjunto de incentivos que permiten orientar el
comportamiento hacia fines socialmente deseables. Tratándose de responsabilidad civil, el
fin será la óptima prevención de accidentes: una regla que permita evitar accidentes que
causan un daño mayor al beneficio que reporta la actividad que los genera. Normas de
prevención general, en base a un mecanismo descentralizado de control.

El sistema estará complementado con normas de prevención especial, de carácter


administrativo.

Responsabilidad por culpa


Nivel óptimo de prevención: Niveles de riesgo que estamos dispuestos a tolerar.
Los especialistas del análisis económico del derecho son partidarios del sistema de
responsabilidad por culpa como régimen general. Responsabilidad estricta sólo se justifica
en casos en que el beneficio que reporta la actividad es notoriamente inferior al riesgo que
ella misma genera.

Económica: nivel de riesgo tolerado y herramientas legales más eficientes para alcanzarlo.
Utilidad: las reglas de responsabilidad civil son instrumentales.

Responsabilidad estricta

Tiene la ventaja de que obliga a quienes desarrollan la actividad a internalizar el costo de


los accidentes, señalando que la mejor regla para prevenir accidentes es la que aplica los
incentivos en quien genera el riesgo, que está en mejores condiciones de evitar el daño.

Además, la responsabilidad estricta opera como un fuerte desincentivo a desarrollar


actividades cuya utilidad marginal es menor al costo de evitar o reparar los accidentes que
provoca.

2. Justicia

El enfoque es normativo: cuándo es correcto atribuir responsabilidad a una persona por los
daños que ocasiona un tercero

Retributiva: infracción del deber de respeto entre comunes (castigo).

Justicia Correctiva: restablecer la igualdad que representa el daño (compensación).

Distributiva: asignación equitativa de bienes y cargos.

Justicia retributiva

La responsabilidad subyace de una infracción del deber de respeto que tenemos hacia los
demás. Ese deber de respeto a veces estará determinado en la ley, y otras corresponderá a
costumbres o usos normativos de la comunidad. En otras ocasiones no habrá norma
preexistente, y habrá que construir hipotéticamente la regla que habría seguido una persona
razonable en esas circunstancias.

Justicia correctiva

Desplaza el punto de vista determinante hacia la víctima. La igualdad que ha sido rota en
virtud del daño debe ser restablecida, a menos que exista una justificación.

La justicia correctiva apunta al establecimiento de un sistema de responsabilidad estricta o


al menos de culpa presumida. La idea es que el autor del daño está (1) usualmente en
mejores condiciones que la víctima de asegurarse del riesgo, y (2) es quien aprovecha las
ventajas de la actividad, debiendo soportar sus costos.

La diferencia entre un régimen de culpa presunta y de responsabilidad estricta, es que en el


primero siempre podrá excusarse probando que actuó con el cuidado debido.

En la práctica, la diferencia entre los regímenes de culpa presumida y de responsabilidad


estricta suele ser sólo de matiz: en un régimen de culpa el juicio de anti-juridicidad reside
en la conducta de quien provoca el daño y en la responsabilidad estricta radica en el
resultado.

Justicia distributiva

Atiende a la desproporción entre la víctima afectada por el accidente y aquellos que están
en una situación análoga de riesgo y no soportan daño alguno. Atiende a la aleatoriedad con
que se distribuye la carga de ser víctima de un accidente. En ese sentido, la responsabilidad
estricta y las presunciones de responsabilidad pueden ser vistas como instrumentos de
políticas públicas, que propenden a la distribución de costos.

Otros modelos más directamente dirigidos a la distribución son el seguro social y el seguro
privado obligatorio. Sin embargo, los inconvenientes de un sistema de esta naturaleza es:

1. Que se debilitan los lazos de recíproca responsabilidad que unen una comunidad de
personas.
2. Además, se indica que la dispersión del riesgo hace que los incentivos para evitarlo
disminuyan.

EVOLUCION HISTÓRICA DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL.

1) Antigüedad: venganza de la sangre.


2) Roma: ilícitos específicos.
3) Derecho Canónico: inclinación a expandir el fundamento moral del derecho a
hipótesis abstractas.
4) Derecho Moderno: se deja la idea puramente restitutiva, por casos en que resulta
manifiestamente injusto hacer cargar a la víctima con el daño. Ver gr. Accidentes de
trabajo y transporte de pasajeros. Persiste el principio de responsabilidad por
negligencia como régimen general, salvo que:

a. Exista la percepción de que el riesgo no puede ser controlado aunque se emplee


el mayor cuidado.
b. La amplitud del universo de personas sujetas al riesgo justifique prevenirlo y
distribuirlo.
c. O simplemente resulte injusto, atendida la relación entre autor y víctima del
daño, que esta última soporte el riesgo.

CAPÍTULO PRIMERO – RESPONSABILIDAD POR EL HECHO PROPIO

La pregunta esencial dice relación con las razones que el derecho considera para atribuir el
efecto patrimonial de los daños a un tercero, distinto del sujeto que los sufre. El sistema de
responsabilidad por culpa impone las condiciones más exigentes para dar por establecida la
responsabilidad.

Elementos del régimen de responsabilidad por culpa:


 Hecho voluntario (en su parte subjetiva se analiza la capacidad).
 Doloso o culpable
 Daño
 Vínculo causal entre los dos primeros

Art. 2314 El que ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es
obligado a la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el
delito o cuasidelito.

Art. 2329 Por regla general todo daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de
otra persona, debe ser reparado por ésta.

Son especialmente obligados a esta reparación:


1.º El que dispara imprudentemente un arma de fuego;
2.º El que remueve las losas de una acequia o cañería en calle o camino, sin las
precauciones necesarias para que no caigan los que por allí transitan de día o de noche;
3.º El que, obligado a la construcción o reparación de un acueducto o puente que atraviesa
un camino lo tiene en estado de causar daño a los que transitan por él.

I. HECHO VOLUNTARIO: ACCIÓN U OMISIÓN


No hay responsabilidad si no existe un daño reconducible a la conducta libre de un sujeto,
que puede consistir en un hecho positivo (acción) o negativo (omisión).

Dos elementos:
 Carácter externo o material: Conducta del sujeto. Comportamiento positivo a
través de la acción, o negativo a través de la omisión (limitada a los casos en que
existe un deber especial de actuar en beneficio de otro).
 Carácter interno o subjetivo: Acción voluntaria de quien es jurídicamente capaz.

1. Capacidad como condición de imputabilidad

El autor debe ser capaz, pero esta capacidad es más amplia que la civil contractual.
Art. 2319: No son capaces de delito o cuasidelito los menores de 7 años ni los dementes,
presumiéndose que el menor de 16 años y mayor de 7 ha cometido el delito o cuasidelito
con discernimiento (aptitud del menor para discernir afecta de los efectos riesgosos o
peligrosos de su acción).

Demente: El decreto de interdicción no produce efectos irrebatibles en responsabilidad


extracontractual, siendo sólo un antecedente. La demencia se entiende en forma restrictiva:
sólo quien no puede controlar su voluntad, siendo plenamente responsable quien teniendo
voluntad, carece de discernimiento respecto de lo correcto.

Menor: requiere juzgar el discernimiento;

a. Mayoritaria: aptitud para discernir sobre el riesgo.


b. Minoritaria: capacidad para discernir el estándar de cuidado.

Responsabilidad por el hecho de los incapaces.

Art. 2319. En los hechos de los incapaces, habrá responsabilidad directa, personal y
exclusiva de quien tiene deber de cuidarlo, si el acto del incapaz se debe a negligencia de
quien lo tiene a su cargo (es distinta de la responsabilidad por el hecho ajeno).

Personas jurídicas: responden tanto por los hechos propios que le son imputables, como el
hecho ajeno cometido por sus dependientes.

Responsabilidad penal de la empresa: solo puede hacerse efectiva en las personas naturales,
salvo en los delitos de lavado de activos, financiamiento de terrorismo y cohecho.

2. Libertad en la acción Para que la acción dañosa sea imputable a un sujeto se requiere,
además de la capacidad, que exista voluntariedad.
Basta el control sobre la conducta, no siendo necesario que el sujeto conozca los efectos de
la misma. Los actos que no están bajo el control de la voluntad son inimputables.
No excluye la libertad la circunstancia de encontrarse alguien en un estado de necesidad.

En los delitos civiles, el elemento subjetivo no se agota en la voluntad libre de actuar, sino
que la voluntad constituya del ilícito supone la intención positiva de inferir injuria a la
persona o propiedad de otro (Art. 44).

Situación del ebrio o drogado: Pérdida de discernimiento debida a una acción


originariamente imputable al autor no excluye la responsabilidad (Art. 2318). Algunos
dicen que si la ebriedad no fuera voluntaria, la privación de discernimiento podría ser
alegada, aunque Alessandri indica que el Art. 2318 no distingue.
* La responsabilidad por culpa no supone un reproche personal a sujeto, sino que la
comparación de su conducta con un patrón general y abstracto.

II. CULPA O DOLO

1. Culpa: juicio normativo respecto de la acción u omisión consideradas en abstracto, según


cómo debió actuar en esas circunstancias una persona cualquiera. De ahí que:

La culpa ha sido definida como la falta de cuidado debido, o la lesión de un derecho ajeno,
sin que pueda invocarse un derecho superior. Lo pertinente no es cómo actuó el sujeto
específico atendidas sus circunstancias, sino como debió actuar. La culpabilidad es un
juicio normativo considerado en abstracto y objetivo.

La objetividad implica o presupone que cada cual tiene que hacerse cargo de sus propias
limitaciones, compensándolas con un actuar diligente.

Las definiciones del Art. 441 recogen la noción romana de culpa, construida en relación con
patrones abstractos de conducta, alejándose del concepto moral asociado a la idea de
reproche personal. La culpa es un juicio de valor respecto de la conducta, no del sujeto.

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La ley distingue tres especies de culpa o descuido.

Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel
cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en sus negocios propios. Esta
culpa en materias civiles equivale al dolo.

Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres
emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa o
descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano.

El que debe administrar un negocio como un buen padre de familia es responsable de esta especie de culpa.

Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicioso emplea en la
administración de sus negocios importantes. Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o cuidado.
Cierta jurisprudencia y autores han señalado que la culpa se analizaría en concreto, y que la
graduación de culpa del Art. 44 aplicaría solamente al régimen contractual, pero ello ha
sido rechazado, no siendo relevante lo que el autor previó, sino lo que debió haber previsto.

Algunos elementos:

1. Juicio de culpa es normativo: Se refiere a la conducta debida y no a un criterio


estadístico de comportamiento, teniendo sin embargo una base real dada por las
expectativas, que varían en el tiempo y el espacio. Los usos normativos tienen
relevancia (como los casos de autorregulación profesional). En esos casos la
contravención puede ser calificada prima facie como culpable.
2. Estándar de cuidado: La mayoría de la doctrina entiende que es culpa leve, aunque
una parte indica que se respondería de toda culpa (incluso la levísima), pues la
clasificación del Art. 44 tendría una aplicación estrictamente contractual. Sin
embargo Barros considera que constituye una contradicción afirmar que la culpa se
aprecia en abstracto (patrón del hombre prudente), señalando al mismo tiempo que
en materia extracontractual se respondería incluso de culpa levísima, siendo grados
de cuidado asimétricos. La noción de culpa invoca naturalmente la idea de cuidado
ordinario, lo que no obsta a que el deber de cuidado no siempre sea el mismo. El
hombre prudente determina su nivel de cuidado considerando las circunstancias que
rodean su actuar.
3. Previsibilidad: La culpa supone la previsibilidad de las consecuencias dañosas. La
idea sin embargo no es compartida por la totalidad de la doctrina y jurisprudencia,
quienes entienden que el Art. 1558 sólo tendría aplicación en materia contractual.
Además, hay quienes tratan el asunto de la previsibilidad en materia de causalidad,
sin embargo para Barros es un concepto normativo apreciable en abstracto,
considerando no si se previeron las circunstancias, sino si debieron preverse, sobre
la base del estándar del hombre razonable. La previsibilidad del daño es condición
necesaria, no suficiente.
4. Infracción de un deber de cuidado: Una acción es culpable (y a la vez ilícita) si
infringe un deber de cuidado, establecido en comparación con la conducta del
modelo abstracto de persona. Por regla general su determinación corresponde al
juez.
o Culpa infraccional: Deberes de cuidado establecidos por el legislador. No
basta con la mera infracción, es necesaria la relación de causalidad entre
ilicitud y daño. Ahora bien, en los casos de regulación legal, ello no obsta a
la construcción de deberes de cuidado por el juez en la misma materia, salvo
que el objetivo de la regulación sea dar mayor seguridad jurídica a un área
de actividad.

El dolo consiste en la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro.


a. Infracción de norma legal: permite dar por acreditada la culpa.
b. Cumplimiento de las normas: no garantiza actuar con diligencia debida.
o Culpa definida por el juez: Planiol dice que la culpa es la infracción de un
deber preexistente. El juez construye ex post un deber de cuidado que,
atendidas las circunstancias, el demandado debió descubrir como máxima de
su acción.

La culpa centrada en la ilicitud se ha desplazado hacia el resultado


antijurídico de la acción, esto es el daño. Entonces, la culpa puede
redefinirse como “la lesión de un derecho ajeno, sin que pueda invocarse un
derecho superior”.

Fuente del deber de cuidado: hay que distinguir las fuentes de uso
normativo de aquellas reglas que emanan de sistemas de autorregulación
profesional o usos.

Debe considerar los siguientes elementos:


▪ Intensidad del daño: Gravedad del daño aumenta el indicio de
culpabilidad.
▪ Probabilidad: Variable acotada de la previsibilidad. Lo usual es que
probabilidad e intensidad del daño actúen conjuntamente para
determinar la culpa (probabilidad menor pero asociada a daño muy
intenso es suficiente para imponer deber de evitarlo).

La información sobre la probabilidad e intensidad del daño es


relevante en caso que la víctima decida asumir voluntariamente el
riesgo, y el autor pretenda con posterioridad beneficiarse de este
consentimiento. EJ: skate en la calle.

▪ Valor social de la acción que provoca el daño: Cuidado exigible para


una acción socialmente neutra será usualmente mayor al de una
acción de valor social elevado. EJ: ebrio en la calle.
▪ Costo de evitar el accidente: Si el daño pudo evitarse a un costo
razonable, el deber de cuidado exige que lo sea. Así, se estableció
una fórmula según la cual una persona actúa negligentemente si el
costo de evitar un accidente es menor que el daño producido,
multiplicado por la probabilidad. EJ: goma adherente escaleras.
▪ Tipo de relación entre el autor del daño y la víctima: Se refiere a los
vínculos espontáneos. El rescate es un caso típico en que la posición
relativa de la víctima frente al autor contribuye a disminuir el
cuidado exigible. Será lo inverso cuando entre ambos exista una
relación que imponga deberes de lealtad (negociación de un
contrato). Ej. el rescate.
▪ Actividades de expertos: En general imponen deberes de cuidado
más elevados.

CULPA POR OMISIÓN.


No existe en derecho civil una obligación genérica de actuar para evitar daños a terceros
(de actuar o auxilio). Podemos distinguir algunas hipótesis:

a. Omisión en la acción: Cuando la misma se produce en el ámbito más extenso de


una acción positiva, es decir, cuando quien ejecuta la acción omite tomar las
precauciones necesarias para evitar el daño. Es un defecto de la acción.
b. Omisión propiamente tal: Frente a un riesgo autónomo, independiente de la
conducta del agente, éste no actúa para evitar el daño o disminuir sus efectos,
pudiendo hacerlo.
c. Omisión dolosa: Abstención está acompañada de la intención positiva de dañar.
d. Existencia de un deber especial de cuidado, atendidas las circunstancias: La
relación de cercanía entre quien sufre el daño y quien omite actuar, impone
responsabilidad a éste último. Además, cuando el sujeto es el único que se
encuentra en condiciones de socorrer a la víctima (víctima en despoblado). En el
extremo opuesto están los casos en que una persona interviene en auxilio de otra y
termina causándole un daño mayor, entendiéndose que la diligencia debida sería
menor a la habitual, en atención al valor social atribuido a la acción de socorro.
e. Culpa infraccional por omisión: Se incumple un deber de actuar impuesto por la
ley. El Código Penal (profesional de la salud que se negare a practicar una
operación llamado como perito o testigo; el que encuentre perdido o abandonado a
un menor de 7 años; el que no socorriere a una persona en peligro en despoblado);
la Ley de Mercado de Valores (el que no divulga toda la información esencial) y la
Ley del Consumidor (el que niega injustificadamente la venta de bienes o prestación
de servicios) recogen hipótesis.

CAUSALES DE JUSTIFICACIÓN: Las causales de justificación actúan sobre el ilícito,


eliminando la culpabilidad. No están reguladas detalladamente en la ley civil y se
desprenden de principios generales del derecho.

a. Ejecución de actos autorizados por el derecho.


b. El consentimiento de la víctima.
c. Estado de necesidad.
d. Legítima defensa.
a. Actos autorizados por el derecho:
o Ejercicio de un derecho: Elimina la ilicitud de la acción que causa el daño.
El límite es el abuso del derecho, que puede entenderse en sentido amplio
(quien ejerce un derecho lesionando otro de mayor envergadura) o estricto
(quien ejerce un derecho con el único propósito de dañar a otro).
o Cumplimiento de un deber legal: No comete ilícito alguno quien obedece un
deber impuesto en la ley. Se genera duda con las órdenes emanadas de
autoridad competente, entendiéndose que opera como causal siempre que
dicha orden no sea manifiestamente ilegal.
o Actos autorizados por usos normativos: Se excluye la culpa cuando la
conducta da cuenta de usos o prácticas que son tenidos comúnmente como
correctos. Límite: Deberes de cuidado que rigen cada actividad.
b. Consentimiento de la víctima: Pueden existir acuerdos previos entre el potencial
autor y la eventual víctima. Requiere que el autor del daño haya proporcionado
información suficiente sobre intensidad y probabilidad del daño. Los acuerdos
pueden ser:
o En forma de autorizaciones para realizar un determinado acto: Está sujeto a
límites según las reglas generales (no podrá condonarse el dolo futuro (Art.
1465) y no podrán renunciarse derechos indisponibles (Art. 12)).
o En forma de convenciones sobre responsabilidad: Se acepta un determinado
nivel de riesgos. Si se acepta un riesgo razonable, alcanza incluso bienes
indisponibles.
o Para que opere como causal de justificación es necesario que el autor del
daño haya proporcionado a la víctima información suficiente.
c. Estado de necesidad: La excusa se basa en la desproporción de los bienes en juego,
puesto que la víctima soporta un daño que es sustancialmente menor a aquel que el
autor busca evitar. Requisitos:
o Que el peligro que se trata de evitar no tenga su origen en una acción
culpable.
o Que no existan medios inocuos o menos dañinos.
d. Legítima defensa: Quien ocasiona un daño obrando en defensa de su persona o
derechos. Requisitos:
o Que la agresión sea ilegítima.
o Que no haya mediado provocación suficiente por parte del agente.
o Que la defensa sea proporcionada al ataque.
o Que el daño se haya producido a causa de la defensa.

Caso fortuito, violencia física o moral, culpa exclusiva de la víctima y hecho de un tercero,
si bien determinan la inexistencia de la responsabilidad, no lo hacen por la vía de excluir la
culpa sino otros elementos de la responsabilidad.

PRUEBA DE LA CULPA
El principio general es que la culpa debe ser probada por quien la alega (Art. 1698), dado
que el hecho culpable es uno de los supuestos de la obligación de indemnizar.

Objeto de la prueba
Es necesario probar el hecho voluntario y el deber de cuidado. El objeto de la prueba
variará según se trate de fundar la responsabilidad en culpa infraccional, infracción de usos
normativos o un deber de cuidado construido por el juez.
 Culpa infraccional: Habrá que probar la infracción a la norma legal o reglamentaria.
Ello no bastará, pues podrá operar una causal de justificación, faltar el nexo causal,
o deberse el acto al caso fortuito.
 Infracción de usos normativos: Además del hecho infractor, habrá que probar dichos
usos. No todos los Códigos gremiales de conducta gozan de reconocimiento
general, actuando solamente como indicios.
 Infracción de un deber de conducta construido por el juez: Deben probarse todas las
circunstancias que permitan al juez calificar el acto como negligente.

Medios de prueba
Pueden usarse todos, según las reglas generales.

Presunciones de culpa
La dificultad de la víctima para probar la culpa se subsana con presunciones de culpabilidad
que invierten el peso de la prueba a favor de la víctima. En los tres casos, el objeto de la
presunción es un hecho del demandado.

Presunción de culpa por el hecho propio: Art. 2329. “Por regla general todo daño que pueda
imputarse a malicia o negligencia de otra persona, debe ser reparado por ésta. Son
especialmente obligados a esta reparación”. La enunciación no es taxativa (se refiere al que
dispara imprudentemente un arma de fuego, el que remueve las losas en una calle sin
precauciones y el que obligado a la construcción o reparación de un acueducto o puente, lo
tiene en estado de causar daño).

Meza Barros ha sostenido que el principio general del Art. 2329 es la culpa probada,
mientras que el inciso 2 es una enumeración de casos específicos en que rige la presunción,
que se deben interpretar de manera independiente.

Ha existido algo de discusión sobre la correcta interpretación de dicho artículo. Barros


considera que la correcta es la de Alessandri: Existe una presunción de culpabilidad cuando
el daño proviene de un hecho que por su naturaleza o por las circunstancias en que se
realizó, es susceptible de atribuirse a culpa o dolo del agente. Razones para preferirla:
 Punto de vista exegético: El legislador ubica el Art. 2329 después de las normas que
establecen presunciones de culpabilidad por el hecho ajeno y el hecho de las cosas,
y el enunciado inicial (“por regla general todo daño”), tratando de establecer una
regla de clausura. Esta es además la única forma de dar sentido y utilidad a la
disposición, que en caso contrario sería una mera repetición del Art. 2314.
 Razones de texto: El fraseo del artículo (todo daño que “pueda imputarse a”), se
refiere a una conducta que por sí misma tiende naturalmente a ser negligente. Los
ejemplos se refieren a hechos que por sí solos son expresivos de culpa.
 Interpretación es coincidente con la experiencia y razón. Se atribuye en principio
responsabilidad cuando el sentido común y la experiencia indican que el daño
provocado en tales circunstancias usualmente se debe a culpa o dolo.
 Justicia correctiva: La presunción de culpa por el hecho ajeno se justifica porque
resulta a menudo el único camino para construir en la práctica la responsabilidad.

Se pueden identificar tres grupos de casos de aplicación de la presunción:


 Peligrosidad de la acción: obliga a adoptar resguardos por la intensidad o la
probabilidad del daño.
 Control de los hechos: quien está en mejor posición relativa para procurarse medios
de pruebas es precisamente el autor del daño.
 Rol de la experiencia: Accidentes que más frecuentemente se deben a negligencia
que al caso fortuito.

Naturaleza jurídica: El juicio para determinar la infracción de un deber de cuidado (juicio


de culpabilidad) es eminentemente normativo, y por tanto, una cuestión de derecho.

2. Dolo
El Art. 44 lo define como la “intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad
de otro”, siendo un concepto extremadamente estricto, alcanzando sólo el dolo directo. El
dolo eventual puede asemejarse a la culpa grave, por ende carece de relevancia práctica en
materia civil.

Diferencias entre culpa grave y dolo


El Art. 44 señala que la culpa grave en materias civiles equivale al dolo, sin embargo tienen
algunas diferencias:
 Prueba del dolo: La culpa es objetiva, bastando acreditar la conducta efectiva y los
hechos. El dolo se caracteriza por la intencionalidad. Probar la intención.
 Abuso del derecho: La más indiscutida expresión de abuso del derecho se asemeja
al dolo directo, no cabiendo la culpa grave.
 Cláusulas de exoneración de responsabilidad: No pueden excluir jamás el dolo
directo en virtud del Art. 1465, pero sí podrían excluir la culpa grave (aunque no
toda la doctrina está de acuerdo).
 Art. 1558: quedan fuera los perjuicios imprevisibles.
Extensión del dolo: La doctrina tradicionalmente ha indicado que el Art. 1558 no sería
aplicable a la responsabilidad extracontractual, debiendo repararse los perjuicios
imprevistos incluso en caso de culpa. Sin embargo, Barros considera que hay una
contradicción puesto que muchos autores consideran la previsibilidad como un elemento de
la culpa, además de aparecer en sede de causalidad. En atención a ello, quedarán fuera del
ámbito reparatorio los perjuicios imprevisibles.

La gravedad de la culpa no es indiferente en la práctica jurisprudencial, en la reparación del


daño moral.

III. DAÑO

El daño es condición de la responsabilidad civil. Es todo menoscabo que experimente un


individuo en su persona y bienes, la pérdida de un beneficio de índole material o moral, de
orden patrimonial o extrapatrimonial.

El Art. 2314 se refiere sólo genéricamente a la indemnización. En un desarrollo


jurisprudencial, en virtud del Art. 2329 (“todo daño”) se ha extendido la reparación al daño
emergente, lucro cesante y daño moral.

A su vez, el Art. 1556, solo señala el daño emergente y el lucro cesante, sin definir daño.

1. Daños materiales o patrimoniales.


2. Daños morales o extra-patrimoniales.
3. Lesiones corporales.

1. Daño material
Es aquel que afecta el patrimonio y se manifiesta en la diferencia entre el estado y posición
económica de la víctima después de ocurrido el accidente, y la situación en que
hipotéticamente se encontraría en caso que éste no hubiera ocurrido.
 Daño emergente: Pérdida o disminución patrimonial, actual y efectiva que sufre la
víctima a causa del accidente. Los daños económicos o puramente patrimoniales (no
se traducen en detrimento de cosas determinadas pero que sin embargo afectan el
patrimonio) pueden también incluirse.
 Lucro cesante: Pérdida del incremento neto que habría tenido el patrimonio de la
víctima de no haber ocurrido el hecho por el cual un tercero es responsable.
También alcanza la pérdida de oportunidades de uso y goce de la cosa dañada. Su
determinación considera un grado razonable de probabilidad en la percepción de
ingresos futuros, obedeciendo a una proyección del curso normal de los
acontecimientos.
 Pérdida de una chance: Casos de responsabilidad civil en que se desconoce si la
negligencia causó efectivamente el daño, pero se sabe que al menos destruyó una
oportunidad de evitarlo. Se destruye el potencial de oportunidad, que era aleatorio.
i.e abogado que omite presentar un recurso (cliente pierde chance de ganar el
juicio); persona que lesiona a un caballo antes de carrera (propietario pierde chance
de ganar el precio); responsabilidad médica (pierde chance de sanar).
Indemnización: 2 opciones:
o Indemnizar el porcentaje de oportunidad multiplicado por el valor del bien
en juego.
o Analizarlo como lucro cesante imperfecto (muy pocas posibilidades de
ocurrencia), sin indemnización.

2. Daño moral
El daño moral puede ser definido como aquel que lesiona un derecho o un interés
extrapatrimonial de la víctima (positiva). Cubre intereses que dicen relación con los
atributos de la personalidad, la integridad física y psíquica, los perjuicios de afección e
intereses relacionados con la calidad de vida en general.

El Código Civil no lo define, y la única norma que indirectamente se refiere a él, lo hace
para excluir su reparación a propósito de la injuria (Art. 2331).

Evolución
El daño moral es un desarrollo eminentemente jurisprudencial.
 Primera etapa: Hasta 1920. La jurisprudencia se mostró contraria a concederla, dada
la imposibilidad de apreciarlo pecuniariamente.
 1922: Primera sentencia en reconocer la procedencia. Argumentos:
o Art. 2329 se refiere a todo daño.
o El hecho que un mal sea irreparable no excluye la responsabilidad, siendo
una sanción (consideración punitiva).
o Corresponde una reparación relativa.
o La falta de equivalencia entre el mal y la reparación no demuestran sino la
insuficiencia de los medios provistos por el legislador, pero no deben llevar
a descartar la indemnización.
o El legislador ha comprendido los daños de orden material e inmaterial.
 Diversos preceptos constitucionales y legales empezaron a hacer referencia expresa
al daño moral.
 El daño moral tiene una marcada función retributiva.

La indemnización del daño moral ha tenido tradicionalmente una función retributiva, lo que
se demuestra por el hecho de que en su valoración se considera no sólo la entidad del daño
sino también la gravedad de la culpa.

3. Principios que rigen la indemnización


 Indemnización debe ser completa: Por tanto el monto depende de la extensión del
daño y no de la gravedad del hecho; reparación comprende todo el perjuicio;
reparación no puede ser inferior ni superior al daño. Deben aplicarse reajustes e
intereses, desde la dictación de la sentencia.
 Indemnización sólo comprende daños directos: El daño es directo cuando es una
consecuencia cierta y necesaria del hecho ilícito.
 Daño debe ser cierto: Se relaciona con la prueba del mismo. La certeza no obsta a
que el daño eventual dé origen a ciertas acciones preventivas (acción posesoria de
denuncia de obra ruinosa; acción popular). Determinación de lucro cesante se hace
en concreto.
 Daño debe probarse:
o Daño material: Todos los medios de prueba.
o Daño moral: No requiere prueba, basta que se acredite la lesión de un bien
personal. La jurisprudencia ha tendido a darle un carácter punitivo, por lo
que considera las facultades económicas del ofensor y de la víctima, la
gravedad de la culpa o intensidad del ilícito.
 Indemnización sólo comprende daños sufridos personalmente por la víctima:
Excluye indemnización por daños difusos. El daño por rebote es un daño personal.
a. Aquel que en a consecuencia del accidente se ve privado de los ingresos que le
proporcionaba la víctima.
b. El dolor por la pérdida de un ser querido.
c. Gastos por invalidez de la víctima.
d. Se discute su procedencia en personas jurídicas.
 Regulación del monto de la indemnización es privativa de los jueces del fondo: La
Corte Suprema sólo podría revisar la legalidad de los criterios normativos.
 Especie y monto de los perjuicios no pueden reservarse para la ejecución del fallo u
otro juicio, aunque hay discusión en la doctrina.
 Resumen:
a. El daño moral no requiere prueba.
b. Atendida la naturaleza de los bienes o intereses lesionados, su determinación no
está sujeta a parámetros exactos, y está entregada a la apreciación prudencial del
juez.
c. La determinación de la indemnización considera usualmente criterios punitivos,
tales como la gravedad de la culpa o la potencia económica del demandado.

IV. CAUSALIDAD

Para que un hecho doloso o culpable genere responsabilidad, es necesario que entre éste y
el daño exista una relación o vínculo de causalidad, aunque las normas del CC no hacen
referencia a dicho requisito.
Se exige una relación natural de causalidad (causa-efecto) y una normativa (relación
directa)

1. Elemento naturalístico
El hecho debe ser una condición necesaria del daño, sin el cual no se habría producido. Para
determinarlo, basta intentar la supresión hipotética. Ahora bien, pueden haber intervenido
como condición necesaria otros hechos ilícitos atribuibles a terceros, caso en el cual cada
uno estará obligado a responder íntegramente ante la víctima, pudiendo repetir ante los
otros autores (regla de solidaridad del Art. 2317).

Doctrinas sobre causalidad:

a. Equivalencia de las condiciones: condición necesaria para el resultado.


b. Causalidad adecuada.
c. Prohibición de regreso: quien realiza un comportamiento estereotipado inocuo que
favorece al hecho delictivo de otro.
d. Nexo Causal.
e. Imputación objetiva.

Límites: Es un requisito mínimo, pero la causalidad no se acaba aquí, puesto que se exige
que el daño sea directo.

2. Elemento normativo
El daño resarcible sólo es el directo (sea por aplicación del Art. 1558 o por las reglas
generales de causalidad). Debe hacerse un análisis normativo respecto de si el daño puede
ser objetivamente atribuido al hecho, respecto de cuáles consecuencias derivadas
causalmente del hecho ilícito resultan relevantes.

Para ello, se han formulado diversas teorías:


 Razonable proximidad como criterio de atribución de daños: Excluye os daños
excesivamente remotos.
 Causalidad adecuada: La atribución del daño supone que el hecho del autor sea
generalmente apropiado para producir esas consecuencias dañosas. Incluye un
elemento de previsibilidad. Se le critica que recurre a la figura del observador
externo que juzga ex post, pero asume la perspectiva de un observador óptimo que
dispone de información perfecta, lo que va más allá de la experiencia general de la
vida.
 Riesgo creado por el hecho: Lo determinante es si el observador razonable habría
tenido el correspondiente comportamiento por riesgoso. Si los efectos dañinos
pueden ser interpretados como realización del peligro creado por el demandado,
podrán ser objetivamente atribuidos al hecho.
 Conexión de ilicitud entre la conducta y el daño: La obligación reparatoria tiene por
condición que el responsable haya incurrido en un acto ilícito. Se refiere a los casos
en que no haya relación entre el daño y el fin protector de la norma. Se indaga
entonces si la norma de conducta infringida tiene por fin precisamente evitar los
daños ocurridos. i.e. un famoso caso de un barco que llevaba ganado en la cubierta,
aun existiendo una norma expresa que lo impedía. El ganado se perdió durante una
tormenta por estar en ese lugar, pero sin embargo no se dio lugar a la alegación de
culpa, porque la regla tenía por fin evitar la propagación de pestes y no garantizar la
seguridad de la carga.

Influencia del dolo o culpa grave: Actúan como agravantes de responsabilidad.

3. Prueba de la relación causal


Debe ser probado por el demandante (Art. 1698).
 Presunciones: Se favorecen las presunciones judiciales cuando prima facie existe
una razonable probabilidad. En virtud del Art. 2329, si de acuerdo a la experiencia
el daño puede ser imputado al hecho doloso o culposo del tercero, el juez podrá
construir una presunción judicial.
 Daños por causas difusas: Cuando no se conoce a la persona que cometió el hecho.
Se acude a criterios de probabilidad.

Calificación jurídica: La determinación de la causalidad en su primer aspecto es una


cuestión de hecho, mientras que la atribución normativa del daño al hecho ilícito es una
cuestión de derecho.

4. Pluralidad de causas
Puede producirse por diversas hipótesis:
a. Pluralidad de responsables:
o Por el mismo hecho: Todos son solidariamente responsables (Art. 2317 2).
También hay solidaridad entre la persona que es responsable por el hecho de
un tercero que está bajo su dependencia, y el autor.
▪ Art. 2325 sobre responsabilidad por el hecho ajeno, permite al
tercero civilmente responsable por el hecho de su dependiente
accionar contra el autor, a condición de que el autor sea capaz, no
haya existido culpa personal del tercero y que no haya mediado una
orden al autor. No es aplicable la regla de contribución a la deuda del
Art. 1552: interés o no interés en la deuda.

2
Art. 2317. Si un delito o cuasidelito ha sido cometido por dos o más personas, cada una de ellas será
solidariamente responsable de todo perjuicio procedente del mismo delito o cuasidelito, salvas las
excepciones de los artículos 2323 y 2328.

Todo fraude o dolo cometido por dos o más personas produce la acción solidaria del precedente inciso.
o Por hechos distintos: Se trata de hechos ilícitos distintos que generan
responsabilidad separadamente, debiendo reparar la totalidad del daño. Sin
embargo, para evitar el enriquecimiento de la víctima, se divide la
responsabilidad en proporción a su participación.
▪ Causa difusa: No es posible determinar concretamente el
responsable. Están reconocidas a propósito de la responsabilidad
difusa por runa de edificios y caída de objetos.
o Cuando cada hecho individualmente es apto para producir el daño
(causalidad aditiva).
b. Concurrencia de culpa de la víctima: Usualmente la culpa de la víctima contribuye a
la ocurrencia del daño (exposición imprudente al daño, acción) o colabora a
aumentar su intensidad (omisión de medidas a su alcance para evitar o disminuir los
efectos dañosos). Puede reducirse proporcionalmente la indemnización (Art. 2330).

5. Exclusión de la causalidad – Caso fortuito o fuerza mayor


Art. 45 lo define como “el imprevisto a que no es posible resistir, como un naufragio, un
terremoto, el apresamiento de enemigos, los actos de autoridad ejercidos por un funcionario
público, etc.”. No opera en sede de culpa sino en causalidad (por la regla de atribución).

Elementos:
 Irresistibilidad: Evento insuperable.
 Imprevisibilidad: Está en las fronteras de la culpa (empieza donde cesa el deber de
previsión)
 Exterioridad: También referida como ajenidad o inimputabilidad. Es un hecho
externo a la esfera de acción del agente.
 Algunos agregan inimputabilidad.

CAPÍTULO SEGUNDO – RESPONSABILIDAD POR EL HECHO AJENO

Art. 2320. “Toda persona es responsable no sólo de sus propias acciones sino del hecho de
aquellos que estuvieren a su cuidado”. Se aplica a todas las relaciones de dependencia o
cuidado (las situaciones enumeradas son puramente ejemplares). Además, una vez
establecida la relación de dependencia o cuidado, se presume la culpabilidad, pudiendo
exonerarse todos quienes “con la autoridad y el cuidado que la respectiva calidad les
confiere y prescribe no hubieren podido impedir el hecho” (Art. 2320 (2)).

La responsabilidad por el hecho ajeno puede estar construida como una forma de
responsabilidad estricta (denominada también vicaria), cuando resulta impuesta de pleno
derecho por la ley con prescindencia de la culpa de quien por él responde. En materia
extracontractual en Chile, la responsabilidad no es vicaria sino que está construida sobre la
base de un doble ilícito (del dependiente y de quien lo tiene bajo su cuidado, sin perjuicio
de que la jurisprudencia la ha ampliado limitando las excusas). En materia contractual si es
vicaria (Art. 1679).

En general:
1. Aplica genéricamente a todas las relaciones de dependencia o cuidado.
2. Se presume la culpabilidad, salvo que con la autoridad o cuidado no hubiere podido
impedir el hecho.

I. RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE INCAPACES

Art. 2319. “No son capaces de delito o cuasidelito los menores de siete años ni los
dementes; pero serán responsable de los daños causados por ellos las personas a cuyo cargo
estén, si pudiere imputárseles negligencia”.

El tercero que tiene a su cargo el menor responde exclusivamente por el hecho propio y su
culpa debe ser acreditada. Corresponderá a quien tenga el cuidado personal, o el curador o
tutor.

La culpa deberá probarse, salvo en el caso del Art. 2321, estableciéndose una presunción de
responsabilidad de los padres por los delitos o cuasidelitos de sus hijos menores que
“conocidamente provengan de mala educación, o de los hábitos viciosos que les han dejado
adquirir”.

Responsabilidad de los padres: 224 y siguientes.

II. RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE PERSONAS QUE ESTÁN BAJO


CUIDADO O DEPENDENCIA DE OTRA

Art. 2320. “Toda persona es responsable no sólo de sus propias acciones sino del hecho de
aquellos que estuvieren a su cuidado”. El fundamento es la existencia de un vínculo de
autoridad entre el guardián y el autor del daño.

Se hace una enumeración no taxativa:


a. Los padres por el hecho de los hijos menores que habitan en la misma casa.
b. Los guardadores por el hecho de los pupilos que viven bajo su dependencia y
cuidado.
c. Los jefes de colegios y escuelas por el hecho de los discípulos, mientras están bajo
su cuidado.
d. La mujer casada en sociedad conyugal: Las indemnizaciones de los hechos ilícitos
se pagan con cargo al haber social, sin perjuicio de la recompensa.
e. El empresario por los hechos de sus dependientes (alcanza los artesanos por el
hecho de sus aprendices y los amos por la conducta de sus criados o sirvientes). En
este caso, la responsabilidad sólo se extiende al tiempo en que el dependiente se
encuentra en ejercicio de sus funciones, pudiendo excusarse el empresario
indicando que los criados o sirvientes han ejercido sus funciones de un modo
impropio “que los amos no tenían medio de prever o impedir, empleando el cuidado
ordinario y la autoridad competente”. Art. 2322.

Requisitos para que opere la presunción:


 Dependiente haya incurrido en delito o cuasidelito.
 Que exista relación de autoridad: Cuestión de hecho.

Efectos: Víctima puede dirigir su acción indemnizatoria contra el autor del daño o del
tercero. Ello es sin perjuicio de que el tercero pueda repetir contra el autor, siempre que éste
haya actuado sin su orden (Art. 2325).

Descarga de la presunción: La presunción de responsabilidad por el hecho ajeno es


simplemente legal y por tanto puede ser desvirtuada. El tercero debe acreditar que aún
actuando con la diligencia debida le ha sido imposible impedir el hecho, lo que la
jurisprudencia ha interpretado de una manera muy exigente.

III. RESPONSABILIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS

Responden civilmente tanto por el hecho propio (ilícito ha sido cometido por un órgano en
ejercicio de sus funciones, entendiéndose órgano como la persona dotada de poder
permanente de decisión o representación) como el ajeno (hechos de sus dependientes).

RESPONSABILIDAD DEL EMPRESARIO.

Art. 2322: define de manera más estricta el ámbito de responsabilidad, al señalar que sólo
se refiere al tiempo en que el dependiente se encuentra en ejercicio de sus funciones.

Art. 2330: se refiere en general a la relación de dependencia o cuidado, entendida como una
especie de cuidado o vigilancia personal.

Art. 2320: la excusa está formulada de manera general, con clara alusión a la relación entre
el deber de cuidado y la posibilidad de impedir el hecho.

Tendencia en el derecho comparado y nacional. La tendencia es hacia la responsabilidad


estricta de los empresarios por el hecho de sus dependientes3.

3
En opinión de Zelaya, la solidaridad entre ambos es una solución aceptable, aunque técnicamente
imperfecta. Para Alessandri, no se aplica el Art. 2317, pues esa norma se refiere sólo a los coautores de un
delito. La discusión, en todo caso, es de escaso efecto práctico, pues no está en disputa que quién responde del
hecho ajeno puede ser demandado directamente por el total del daño.
Razones: parece justo con quien goza de los beneficios de la actividad de sus dependientes,
suma también los riesgos o errores o faltas en el proceso de producción o de prestación del
servicio. Además, permite superar el grave de inconveniente que representa la carencia de
recursos del dependiente.

La ampliación de la responsabilidad del empresario tiene funciones preventivas, pues está


en mejores condiciones de controlar los riesgos de su actividad. Finalmente, favorece la
internacionalización del costo de los accidentes. Dos formas:

a. Ampliando el ámbito de aplicación de la presunción de culpabilidad del Art. 2320


incisivo 4, mediante una interpretación extensiva de la noción de dependencia.
b. Juzgando en forma particular estricta las excusas de que dispone el empresario.

Requisitos para que opere la presunción.

1. Delito o cuasidelito del dependiente.


2. Relación de cuidado o dependencia.
3. Daño ocasionado en el ámbito de la dependencia o en ejercicio de las funciones del
dependiente.

Descarga de la presunción: para desvirtuar el efecto de la presunción deberá probar que con
la autoridad y el cuidado que su calidad le confiere y prescribe, no ha podido impedir el
hecho (Art. 2320). Las exigencias impuestas han transformado de lege ferenda la
responsabilidad del empresario en un forma de responsabilidad estricta.

CAPÍTULO TERCERO – RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE LAS COSAS

La ley sólo contempla presunciones específicas, pero a falta de ellas puede acudirse a la
presunción general de culpabilidad por el hecho propio (Art. 2329) siempre que se trate de
daños que razonablemente y de acuerdo a la experiencia puedan atribuirse a negligencia.

Fundamento: el hecho de ser dueño o custodio de una cosa.

I. PRESUNCIÓN DE CULPA POR EL HECHO DE LOS ANIMALES

El Art. 2326 presume la culpabilidad del dueño por los daños causados por un animal, aún
después de que se haya soltado o extraviado, pudiendo eximirse el dueño probando que el
daño, soltura o extravío no se debió a su culpa ni a la de su dependiente.

Animales fieros: Art. 2327. Si de aquellos no se reporta utilidad para la guarda o servicio de
un predio, se establece una responsabilidad estricta de la persona que lo tenga (basta la
tenencia).
II. RESPONSABILIDAD DEL DUEÑO POR RUINA DE EDIFICIOS

1. Acciones preventivas
Acción posesoria de querella de obra ruinosa, y acción general de prevención por daño
contingente (Art. 2333).

2. Acciones indemnizatorias
Art. 934. “Si notificada la querella posesoria de obra ruinosa cayere el edificio por efecto
de su mala condición, se indemnizará de todo perjuicio a los vecinos; pero si cayere por
caso fortuito (…) no habrá lugar a indemnización; a menos de probarse que el caso fortuito,
sin el mal estado del edificio, no lo hubiera derribado”.

Quienes no hayan ejercido la acción de obra ruinosa, tendrán una acción indemnizatoria de
acuerdo con el Art. 2323, que atribute responsabilidad sobre el dueño del edificio si la ruina
se produce por haber omitido las reparaciones necesarias, o haber faltado de otra manera al
cuidado.

Responsabilidad por caída de objetos desde la parte superior de un edificio


 Acción preventiva: Acción pública para que se remuevan los objetos que amenacen
caída y daño (Art. 2328 (2)).
 Acción indemnizatoria: Art. 2328 (1). Se establece una presunción de culpabilidad
respecto de todas las personas que habitan en la misma parte (indemnización se
divide). Se podrán exculpar indicando que la caída del objeto se debe a culpa de una
persona exclusivamente.

Responsabilidad municipalidades por ruina de edificios: responden por falta de servicio, si


se debe a sus omisiones.
a. Acción preventiva.
b. Acción indemnizatoria.

Responsabilidad del constructor, primer vendedor, arquitectos y proyectistas por la ruina de


un edificio. (Art. 2003 N° 3).

a. El constructor responde por los vicios del consentimiento, por vicio del suelo, o por
vicio de los materiales procurados por él.
b. El constructor no responde por vicio de los materiales provistos por el dueño, a
menos que el vicio sea de aquellos que el constructor debió conocer en razón de su
oficio, o que conociéndolo no haya dado aviso oportuno.

CAPÍTULO CUARTO – RESPONSABILIDAD ESTRICTA


La responsabilidad estricta prescinde de la culpa como criterio de atribución, bastando que
el daño sea consecuencia de un hecho de la persona cuya responsabilidad se persigue. Su
fundamento es la prevención (pone los riesgos a cargo de la persona en mejor posición de
evitarlos) y justicia (obliga a quien se beneficia de una actividad a asumir sus costos).

Fundamento:

a) Prevención pone el riesgo de cargo de quien está en mejor posición para evitar el
daño e incentiva inversión en precaverlo.
b) Justicia: obliga a indemnizar a quien se beneficia de la actividad.

Reconocimiento en Chile:
1. Daño causado por animales fieros.
2. Daño ocasionado por las cosas que se arrojan o caen desde la parte superior de un
edificio.
3. Accidentes del trabajo: Responsabilidad estricta del empleador.
4. Daños ocasionados por el conductor de un vehículo motorizado: Responsabilidad
estricta del propietario en conjunto con sistema de seguros obligatorio.
5. Responsabilidad del explotador de aeronaves por daños ocasionados en caso de
accidente aéreo: Alcanza los daños ocasionados a los pasajeros y la carga, y os
daños ocasionados a terceros en la superficie.
6. Daños ocasionados por aplicación de plaguicidas.
7. Daños ocasionados por derrames de hidrocarburos y otras sustancias nocivas en el
mar.
8. Daños nucleares.
9. Daños causados en ejercicio de la facultad de catar y cavar.

I. ANÁLISIS JURÍDICO

La responsabilidad estricta es un régimen especial y por tanto su fuente es la ley. Su efecto


es reparar todo daño que se produzca en el ámbito de la actividad respectiva, teniendo la
causalidad un rol determinante para establecer límites, actuando como un elemento de
control para evitar la extensión ilimitada de la responsabilidad.

a. Responsabilidad por riesgo o garantía. Antecedente es el riesgo creado.


b. Responsabilidad estricta no se opone a responsabilidad subjetiva. La
responsabilidad por culpa también es objetiva.
c. Causalidad: ante la ausencia de culpabilidad, la causalidad tiene rol determinante
para establecer límites al ámbito de la responsabilidad.
d. Caso fortuito o fuerza mayor: Las reglas de responsabilidad estricta son formuladas
de modo que cubren todo daño que provenga del peligro creado por la actividad
respectiva, excluyendo generalmente la excusa fundada en hipótesis de fuerza
mayor o caso fortuito. En algunos casos la misma ley lo señala.
e. Responsabilidad estricta calificada: exige que el daño provenga de un vicio, defecto
o falta objetiva de la cosa entregada o del servicio.

II. RESPONSABILIDAD DEL ESTADO

1. Responsabilidad por actos de la administración del Estado y las municipalidades.

El fundamento constitucional está en los Artículos 6 y 7 de la CPR (supremacía


constitucional y legalidad) y en el Art. 38 (2) que establece la posibilidad de accionar
contra el Estado respecto de cualquier persona lesionada en sus derechos.
 Hechos de sus órganos en el ejercicio de sus funciones.
 Falta de servicio: Estándar legal o razonable de cumplimiento de la función pública.
 Indemnización por cargas privadas impuestas en beneficio público

Doctrinas de la responsabilidad del Estado:


a. Inmunidad de jurisdicción: el Estado no es responsable, sino el funcionario.
b. Actos de autoridad y actos de gestión: los primeros son actos soberanos y los
segundos, corresponden al derecho común.
c. Responsabilidad por actos del órgano a funcionarios: infracción del deber de
cuidado.
d. Responsabilidad estricta basada exclusivamente en la causalidad.

Responsabilidad administrativa: 4, 44 LOCBGAE y 141 LOCMUN.

Explicación de la doctrina Soto Kloss hacia la doctrina Pierry.

2. Responsabilidad por error judicial

Art. 19 N°7 letra i). “Sometido o proceso o condenado en cualquier instancia por resolución
que la Corte Suprema declare injustificadamente errónea o arbitraria”. Es extremadamente
exigente.

3. Responsabilidad por actos legislativos


Supremacía de la Constitución sobre la ley, se entregan instrumentos procesales para
garantizarla.

CAPÍTULO QUINTO – ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD

La acción indemnizatoria es personal, mueble, patrimonial y transmisible. El objeto de la


acción es la obtención de una compensación en dinero por el daño causado.
El sujeto activo es la persona quien sufre personalmente el daño:
 Daños en las cosas: Dueño, poseedor y todo quien detenta otro derecho real sobre la
cosa.
 Daño a las personas: La persona que sufre directamente la lesión, y también la
víctima indirecta.

Sujeto pasivo: Autor directo del daño y sus herederos, sin perjuicio de las reglas de
responsabilidad por el hecho ajeno. Si son varios autores, la regla es la solidaridad (Art.
2317), salvo en los casos de ruina de un edificio y caída de objetos desde la parte superior
del mismo. Son también responsables:

Caso de los herederos: Art. 2316.


Caso de quien se aprovecha del dolo ajeno: hasta concurrencia del dolo, Art. 2316 inciso 2.
Es restitutoria.

Extinción: Modos de extinguir las obligaciones. Prescripción es de cuatro años desde la


perpetración del acto o desde que el daño se manifiesta (discusión). La prescripción sería de
corto tiempo y no cabría la suspensión. Prescripciones especiales:

a. Acciones por los daños causados por accidentes de aeronaves: un año.


b. Acciones que concede la Ley sobre abusos de publicidad: 3 meses desde la difusión.
c. Acciones por daños ocasionados por defectos en la construcción: 5 años desde la
fecha de recepción final.

Acciones preventivas: denuncia de obra ruinosa (Art. 932), y las acciones del Art. 2327
inciso 2 y 2333.

CAPÍTULO SEXTO – PARALELOS

I. RESPONSABILIDAD CIVIL Y RESPONSABILIDAD PENAL

La teoría del delito es mucho más refinada, caracterizándose por una definición rigurosa de
los requisitos, mientras que en materia civil la tendencia ha sido a la expansión.
Hay diferencias en materias de:
1. Capacidad: delictual mayores de 14 años.
2. Tipicidad. Exige principio de legalidad.
3. Culpa. Se aprecia en concreto en materia penal.
4. Daño. Se sanciona el disvalor de la acción y no solo el resultado.
5. Sujetos pasivos de la acción. Personas naturales, e intransmisible.
6. Sujetos activos. La acción es generalmente pública.
7. Prueba. Es más estricto que en materia civil.
8. Prescripción. La acción varía entre 6 meses y 15 años.
9. Tribunal competente.

RELACIONES ENTRE LA RESPONSABILIDAD CIVIL Y PENAL.

La responsabilidad civil y penal son independientes entre sí. Ahora bien,


1. Sentencias condenatorias: Art. 178 CPC4, valen en el proceso civil siempre que
exista daño y condena, esto debe ser probado.
2. Sentencias absolutorias: no producen cosa juzgada en materia civil por regla
general, Art. 179. Requisitos: (a) no existencia del delito o cuasidelito que ha sido
materia del proceso, (b) no existir relación alguna entre el hecho que se persigue y
la persona acusada, y (c) no existir indicio alguno contra el acusado, no pudiendo en
tal caso alegarse la cosa juzgada sino respecto de las personas que hayan
intervenido en el proceso criminal.
3. Contra-excepción: obligaciones restitutorias, no produce efecto de cosa juzgada.
4. Alcance de la cosa juzgada: Art. 180 CPC5.

Efectos de las resoluciones civiles en materia penal:

Regla general, no produce cosa juzgada en materia penal, sea absolutoria o condenatoria.

Efectos de la indemnización civil en materia criminal:


a. El pago de la indemnización de perjuicios o la restitución de la cosa pueden servir
para configurar la atenuante de reparación celosa del mal causado.
b. El pago de indemnización civil es condición para que se otorgue la remisión
condicional de la pena.

4
Art. 178. En los juicios civiles podrán hacerse valer las sentencias dictadas en un proceso criminal siempre
que condenen al reo.

Art. 179. Las sentencias que absuelvan de la acusación o que ordenen el sobreseimiento definitivo, sólo
producirán cosa juzgada en materia civil, cuando se funden en alguna de las circunstancias siguientes: 1ª La
no existencia del delito o cuasidelito que ha sido materia del proceso. No se entenderán comprendidos en este
número los casos en que la absolución o sobreseimiento provengan de la existencia de circunstancias que
eximan de responsabilidad criminal; 2ª No existir relación alguna entre el hecho que se persigue y la persona
acusada, sin perjuicio de la responsabilidad civil que pueda afectarle por actos de terceros, o por daños que
resulten de accidentes, en conformidad a lo establecido en el Título XXXV, Libro IV, del Código Civil; y 3ª
No existir en autos indicio alguno en contra del acusado, no pudiendo en tal caso alegarse la cosa juzgada sino
respecto de las personas que hayan intervenido en el proceso criminal. Las sentencias absolutorias o de
sobreseimiento en materia criminal relativas a los tutores, curadores, albaceas, síndicos, depositarios,
tesoreros y demás personas que hayan recibido valores u objetos muebles por un título de que nazca
obligación de devolverlos, no producirán en ningún caso cosa juzgada en materia civil.
5
Art, 180. Siempre que la sentencia criminal produzca cosa juzgada en juicio civil, no será lícito en éste
tomar en consideración pruebas o alegaciones incompatibles con lo resuelto en dicha sentencia o con los
hechos que le sirvan de necesario fundamento.
II. RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL

La responsabilidad contractual es de segundo grado, mientras que la extracontractual es de


primer grado.

1. Diferencias
 Fuente: en general la responsabilidad contractual es secundaria, y la
extracontractual es primaria. Esto se disipa en las relaciones contractuales
modernas, donde se mezclan usos normativos en la ejecución de actos.
 Capacidad: La capacidad delictual civil es más amplia que la contractual (plena
capacidad se adquiere sólo a los 18 años.
 Graduación de la culpa: Algunos indican que la graduación del Art. 44 sólo operaría
en materia contractual. Barros no está de acuerdo, se responde de culpa leve.
 Mora: Es un requisito de la responsabilidad contractual solamente.
 Extensión de la reparación: Algunos indican que Art. 1558 sólo sería aplicable en
materia contractual, debiendo en materia extracontractual indemnizar incluso los
perjuicios imprevistos. Barros no está de acuerdo, puesto que el Art. 1558 se refiere
a las obligaciones en general.
 Pluralidad de obligados: En materia contractual la regla es que las obligaciones sean
simplemente conjuntas, mientras que en materia extracontractual la regla general es
la solidaridad.
 Prescripción: En materia contractual el plazo ordinario es de 5 años, mientras que
son 4 en materia extracontractual.
 Responsabilidad sin culpa: existe en materia contractual, a través de las
obligaciones de garantía.
 Art. 1736 CPC: la doctrina señala que se aplica a ambos estatutos.
 Prueba de la culpa: El incumplimiento de la obligación contractual se presume
culpable, mientras que en materia extracontractual debe probarse. Ahora bien, en
materia extracontractual hay varias presunciones de culpa.

En materia contractual existen situaciones en que la presunción de culpa no resulta


suficiente: obligaciones de medio7.

En materia extracontractual: las presunciones mejoran la posición estratégica de la


víctima en el juicio de responsabilidad.

6
Art. 173. Siempre que la sentencia criminal produzca cosa juzgada en juicio civil, no será lícito en éste
tomar en consideración pruebas o alegaciones incompatibles con lo resuelto en dicha sentencia o con los
hechos que le sirvan de necesario fundamento.
7
Criterios: autonomía privada, situación profesional de las partes, carácter aleatorio, rol activo o pasivo del
acreedor, determinación de la obligación, equidad o distribución del riesgo.
2. Cúmulo de responsabilidad

Cúmulo de responsabilidades en la doctrina chilena:


Crítica al concepto de cúmulo:
La expresión “cúmulo” con la que se denomina el problema de la confluencia entre
los regímenes de responsabilidad contractual y extracontractual porque parece dar la
impresión de que ambas responsabilidades pueden ser “acumuladas” para que la víctima
obtenga dos indemnizaciones del daño, una por el incumplimiento del contrato y otra por el
delito o cuasidelito civil. Tal idea predispone para pensar que la solución más razonable es
su prohibición: el “non cumul”, que Alessandri Rodríguez impuso en Chile con los
argumentos de la doctrina francesa.
Problema.
En realidad, se trata de la constatación de que existen hechos dañosos a los que le son
aplicables los dos estatutos normativos de la responsabilidad civil, es decir, pueden ser
calificados como incumplimientos contractuales y, a las vez, como delitos o cuasidelitos
civiles y, en tal evento, surge la duda de cuál de los estatutos debe ser invocado por la
víctima para ejercer su derecho a la única indemnización del daño.
El caso paradigmático es la responsabilidad médica.
Teorías para solucionar la concurrencia de acciones de naturaleza diversa:
1. Teoría del “Non cumul” (Alessandri): adhiere a que cuando existe un contrato, la
acción indemnizatoria corresponde exclusivamente a la ley contractual, en cambio
cuando no existe contrato, la acción indemnizatoria debe emanar de responsabilidad
extracontractual.

2. Teoría de la opción (Jurisprudencia): Una vez que se ha constatado esta doble


calificación jurídica del hecho dañoso, como incumplimiento contractual y como
ilícito extracontractual, se rechaza que la solución deba ser la exclusividad de la
aplicación del estatuto contractual de responsabilidad y se inclina por la teoría de la
opción de la víctima.

3. Sistema de derecho común


Parte de la doctrina dice que el régimen común es el contractual, pero Barros indica que
sería el extracontractual puesto que la mayoría de los deberes de cuidado a los que estamos
sometidos no dan lugar a relaciones obligatorias.

Aplicaciones:
A. RESPONSABILIDAD MÉDICA.
215. Doble naturaleza de la responsabilidad médica.
En general, la doctrina está conteste en que la responsabilidad del médico es
contractual. Sin embargo, la intervención médica que acaece en clínicas y hospitales, para
parte de la doctrina, escapa de ésta calificación.
216. Responsabilidad contractual del médico.
En caso de existir un contrato médico (que es lo más común), debe aplicarse el
estándar de diligencia exigido a las obligaciones profesionales y de medio.
Pero es frecuente en la práctica médica que los pacientes no estén en posición de
manifestar su voluntad (urgencia, enfermedad avanzada o inconsciencia). En este caso, la
víctima posee un rol borroso o difuso, pero no logra extraer las obligaciones
médico/paciente del ámbito contractual.
Este debate deviene irrelevante, porque pese a las ventajas que podría representar la
responsabilidad extracontractual del médico, existen formas de incorporar la protección a la
víctima de la responsabilidad contractual, así por ejemplo:
a. La prueba de la negligencia es exigida cada vez que se trata de una obligación de
prudencia con independencia del estatuto de responsabilidad aplicable.
b. En materia de solidaridad, la tendencia comparada es exigir que los responsables, en
virtud de un contrato o de un deber general de diligencia, hayan efectuado una
contribución indivisible a la realización del daño para aplicar la obligación in
solidum.
c. La necesidad de proteger a los consumidores de servicios médicos de clínicas y
hospitales conduce también a invalidar en contratos cláusulas limitativas o
eximentes de responsabilidad redactadas en beneficio del profesional.
d. Los daños reparables dependen más de su previsibilidad que del tipo de acción que
entabla la víctima, indemnizándose usualmente el daño moral por incumplimiento
de un contrato médico.
Sin embargo, la jurisprudencia chilena ha optado por aplicar el estatuto
extracontractual.
217. Responsabilidad de hospitales y clínicas.
Hay diversos intentos de explicar su naturaleza.
a. Estipulación a favor de otro, entre la clínica y el médico, siendo el enfermo el
beneficiario.
b. La representación, siendo el médico el apoderado.
c. La agencia oficiosa, siendo el hospital el agente del paciente.
d. Responsabilidad directa del hospital por el hecho ajeno.
e. Responsabilidad por falta de servicio, en caso de los hospitales públicos.
218. Obligación principal de medios del médico.
El deber esencial del médico es poner a disposición del paciente sus capacidades
profesionales con el fin de lograr su recuperación (el resultado perseguido o satisfacción del
interés primario).
Por ello, para determinar si el médico ha incumplido su obligación y actuado
negligentemente será necesario que el paciente acredite que el comportamiento efectivo del
médico se alejó no de la conducta de un "buen padre de familia" cualquiera, sino de aquella
que podía esperarse de un profesional competente y diligente (culpa leve; art. 1547 del
Código civil).
Para Arturo Alessandri, el obstáculo principal a su adopción es la generalidad de los
términos del artículo 1547 del Código civil: "la prueba de la diligencia o cuidado incumbe
al que ha debido emplearlo", y por esto concluye que será siempre el deudor (médico)
quien deberá acreditar que no incurrió en negligencia.
Sin embargo, este estándar está inequívocamente definido por la lex artis. La obligación
de medios del médico le exige actuar no como cualquier hombre prudente, sino prestar sus
servicios conforme a la lex artis, esto es, de acuerdo a los conocimientos adquiridos de la
ciencia médica, con el objeto de prevenir, diagnosticar o sanar adecuadamente al paciente.
Evidentemente, se trata de prestar al paciente los cuidados según los conocimientos
adquiridos por la ciencia médica a la fecha del tratamiento y no a la fecha en que el juez
resuelve.
Las obligaciones de resultado a cargo del médico son eminentemente excepcionales. La
intervención de un fuerte elemento aleatorio en la prestación médica (la posibilidad que
tiene el paciente de recuperar la salud) excluye como regla general toda garantía de
resultado, puesto que no puede entenderse que el médico se compromete a algo que va más
allá de su alcance. Pueden originarse por:
a. Obligaciones de resultado convencionales: por ejemplo, en cirugías plásticas que
requieren un determinado resultado o cuando el médico se compromete a realizar
actos personalmente, como en el caso de un parto.
b. Obligaciones de resultado emanadas de la naturaleza de la prestación: son deberes
que emana de la "seguridad sanitaria", que permita prevenir algunos riesgos a los
pacientes y que asegure la reparación de los daños si se realizan, ha llevado a que se
grave excepcionalmente a los médicos, pero sobre todo a los establecimientos de
salud, con algunas obligaciones de seguridad de resultado que no aceptan la excusa
ni de la diligencia ni del error de conducta. Las más relevantes son:

b.1 Obligación de entrega de información.


b.2 Obligación relativa a los materiales y productos de salud
b.3 Obligación relativa a exámenes o análisis simples.

219. El error de conducta y la deformación de la culpa médica.

El comportamiento culpable involucra una elección en plena libertad del agente:


éste decidió adoptar una conducta que no hubiese tenido un buen profesional colocado en
su situación, en vez de seguir otro comportamiento posible más seguro. Por el contrario, el
error es una inadvertencia, una falta de atención, una reacción desgraciada que no implica
ninguna elección y que pudo haber cometido cualquier buen profesional. El acto culpable
es aquello que no habría hecho el "buen padre de familia", el "hombre diligente" o
"razonable", pero éstos no pueden evitar cometer traspiés, estadísticamente ineludibles.
La responsabilidad médica no debería extenderse a los errores de conducta.
220. Riesgo terapéutico o accidente médico.
Es un daño causado a la integridad física o psíquica del paciente, ocurrido con
ocasión de la ejecución de una prestación médica, cuya causa precisa permanece
generalmente desconocida y es un suceso eventual, excepcional (por esto se denomina
"riesgo" o "accidente"), provocado en ausencia de todo acto negligente del médico.
Ejemplos de riesgos terapéuticos son las infecciones intra-hospitalarias (contraídas por
el paciente, en el pabellón de operaciones o por el hacinamiento en las salas); algunas
afecciones iatrogénicas que provocan daños al paciente (sobre todo, las reacciones
inusuales a un tratamiento o a un medicamento); una parálisis total o graves trastornos
nerviosos generados por una operación inofensiva; el deceso consecutivo a la aplicación de
una anestesia, etc.
221. Extensión de los perjuicios reparables en la responsabilidad médica.
Existen diversos argumentos para extender los perjuicios que se generan:
a. Pérdida de oportunidades8 de sanar o de sobrevivir; se refiere a la situación en que
el médico por su negligencia afecta la prognosis esperada del paciente, por no
realizar un acto médico en la debida oportunidad.

b. El perjuicio de nacer discapacitado; el problema se presentan cuando el médico


omite informar negligentemente a los padres durante el embarazo una discapacidad
congénita que afecta al feto. Como se trata de enfermedades hereditarias incurables,
el cumplimiento oportuno y adecuado del deber de información del médico no
habría evitado la discapacidad del niño, sino que habría permitido a los padres
recurrir a la opción al aborto terapéutico.

c. Wrongful birth y wrongful life. Para los padres (al menos para los que no deciden
abandonar al niño al nacimiento), la discapacidad con que nacerá su hijo es fuente,

8
La pérdida de una oportunidad, esto es, la frustración de una expectativa de obtener una ganancia o de evitar una
pérdida, es un perjuicio que se encuentra entre el daño cierto y el daño eventual. Ejemplos de esto son, la
imposibilidad de acceder a una profesión cuando la víctima, con estudios avanzados, tenía oportunidades serias de
ejercerla. En materia médica, especial importancia tiene la pérdida de oportunidades de sanar o de sobrevivir, que
justifica la condena del médico que con su falta (no operar a tiempo, no exigir otros exámenes, etc.) hizo perder a
la víctima chances de recuperación. En materia de daño a cosas corporales, el caballo de carrera que es lesionado
antes de competir.
innegablemente, de sufrimientos (angustia de ver crecer a su hijo afectado de la
invalidez, preocupación acerca de su destino una vez fallecidos, etc.) y de
cuantiosos gastos (el mantenimiento y la educación durante toda su vida). Esto en
caso que concurra responsabilidad médica (caso ejemplar del accidente de las
maniobras del parto).

B. RESPONSABILIDAD PRE-CONTRACTUAL.
222. Origen.
El origen de éste tipo de responsabilidad se encuentra en la doctrina de la “culpa in
contrahendo” desarrollada por Von Ihering en el siglo XIX. Se establecen así deberes
recíprocos que nacen en razón de las tratativas contractuales o preliminares.
223. Fundamento.
En el derecho contemporáneo, la protección de la seguridad y de la confianza, ha
provocado una expansión de los tópicos que comprende la protección de las partes en la
fase previa al contrato.
Se han dado diversas explicaciones por la doctrina:
a. Culpa contractual (culpa in contrahendo).
b. Culpa extra-contractual (Ducci, a partir de la culpa aquiliana por cometerse un
delito o cuasidelito).
c. Abuso del derecho (Orlando Tapia, en base a la facultad de retirarse de las
negociaciones).
d. La ley (Alessandri, Claro Solar y Rodríguez Grez; a partir del Art. 100 del Código
de Comercio).
e. Buena fe objetiva (Rosende Álvarez).
f. Equidad (Alessandri y Somarriva, a partir de la retractación tempestiva de la oferta).
224. Concepto.
La responsabilidad precontractual puede definirse como la obligación de resarcir un
daño causado por uno de los eventuales futuros contratantes a otro con motivo de las
tratativas a la celebración de un contrato.
225. Naturaleza de la responsabilidad precontractual.
Hay que distinguir dos fases:
a. Negociaciones previas: las obligaciones precontractuales, surgen de deberes
habituales de lealtad, confianza y buena fe objetiva impuestos por el derecho, de
clara naturaleza extracontactual.
b. Celebración del contrato: las obligaciones contractuales nacen con el
consentimiento.
226. Elementos de la negociación previa.
En la fase de tratos preliminares conseguimos diferenciar dos clases de elementos:
uno objetivo y otro subjetivo.
Objetivo: En el primero de ellos se engloban todas las actuaciones de las partes
dirigidas a la formación del contrato (reuniones, proyectos, viajes, estudios, etc.) y es
inseparable de la relación social que establece el soporte de las negociaciones
precontractuales.
Subjetivo: El segundo elemento, el subjetivo, es derivación inmediata de los
“principios rectores del ordenamiento jurídico”; de esta manera quienes actúen en esta fase
precontractual han de ajustar su conducta al criterio de la “buena fe”.
De la violación del segundo elemento emana la responsabilidad precontractual, en
base a criterios éticos y de buena fe que deben observar las partes, aun cuando puedan
ejercer su derecho a retractación de la oferta o retirarse de las negociaciones.
227. Deberes de cuidado y buena fe en la negociación precontractual.
1. Deberes de protección o seguridad: se refieren a la integridad corporal y a la
propiedad de la contraparte, por ejemplo, mediante el control de los riesgos de
accidentes que puedan sufrir (visitantes de un local comercial, empleados, etc).
2. Deberes de lealtad: supone que en la negociación exista un propósito efectivo de
celebrar un contrato.
3. Deberes de información.
4. Deberes de evitar la ineficacia del acto.
5. Deberes de negociar de buena fe: supone limitar la negociación exclusivamente
estratégica y en pos del interés individual por un estándar de honestidad y en pos del
interés colaborativo de todo contrato.
228. Causas de la responsabilidad precontractual.
a. Mala fe in contrahendo: es la hipótesis de fraude, no ante un mero abandono
caprichoso del trato y es indudable que tal conducta, en cuanto produce daño,
constituye propiamente un ilícito civil reparable por ir en contra del principio
“alterum non laedere”. Se identifica con negociaciones ilegítimas o fraudulentas.

b. Buena fe in contrahendo: la buena fe en la etapa in contrahendo requiere decir las


cosas por su nombre, evitar hacer afirmaciones equívocas o guardar silencio sobre
ciertas informaciones que puedan conducir a la otra parte a una errada
representación de los elementos del contrato. La información entregada ha de ser la
necesaria para puntualizar los términos del futuro contrato y se debe orientar en su
entrega por quien negocia bajo los criterios de la corrección y la lealtad. Se
identifica con la omisión de deberes de diligencia.
229. Requisitos de la responsabilidad precontractual.
1. La creación de una razonable confianza en la conclusión o perfeccionamiento del
contrato proyectado.
2. El carácter injustificado e intempestivo de la ruptura de los tratos preliminares.
3. La producción de un daño en el patrimonio de una de las partes, y
4. La relación de causalidad entre el daño al patrimonio por un lado y la confianza que fue
promovida y resultó defraudada por el otro negociante.
229. Reconocimiento en Chile:
a. Legal: El Código no lo regula directamente, por lo que se ha dicho que ésta
responsabilidad se encuentra en las normas de formación del consentimiento del
Código de Comercio, que reciben aplicación general.

No obstante, las normas generales de la responsabilidad extracontractual han


servido para fundar éste tipo de especial, dada su naturaleza jurídica.

b. Judicial: Los tribunales chilenos han sido disímiles en las decisiones respecto a
adoptar una postura teórica frente a la responsabilidad precontractual. Pero la
tendencia ha sido reconocerle plena existencia y validez.

C. RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS DEFECTUOSOS.


En general, podemos decir que la reforma a la ley no ha introducido cambios mayores
en la regulación de la responsabilidad civil por el hecho de productos establecida en el texto
original. Lo más relevante proviene de admitirse la litigación en virtud de procesos
colectivos, en los cuales podrán hacerse valer acciones indemnizatorias y reparatorias.
230. Ley de derechos de los consumidores.
El Art. 23 de la Ley 19.496 es la regla general que señala:
“Comete infracción el proveedor que, en la venta de un bien o prestación de un servicio,
actuando con negligencia, causa menoscabo al Consumidor debido a fallas o deficiencias
en calidad, cantidad, identidad, sustancia, procedencia, seguridad, peso o medida, del bien o
servicio.”
La idea de la responsabilidad por productos defectuosos remite a la de calidad. En estos
casos el sujeto activo será el "Proveedor" y la conducta ilícita responde a fallas o
deficiencias en calidad, cantidad, identidad, sustancia, procedencia, seguridad, peso o
medida del producto.
Sin embargo, la calidad es también un concepto amplio, que refiere a la aptitud del bien
para satisfacer la finalidad a la que se destina. De aquí se deriva la distinción entre la culpa
del proveedor por la calidad del producto, o bien, la seguridad del producto en razón de su
uso natural.
231. El ilícito infraccional del art. 23 y sus limitaciones.
Parece evidente que en esta situación junto con la sanción por la infracción, procederá
una acción de responsabilidad civil para reclamar la reparación del daño o menoscabo
causado. Es extracontractual porque prevé expresamente que se causen daños derivados de
la falta de seguridad del producto, lo que constituye el elemento fundamental del régimen
de responsabilidad por productos defectuosos. No obstante, esta responsabilidad civil
derivada del ilícito infraccional del art. 23 plantea varias limitaciones.
a. La legitimación activa: parece circunscribirse sólo al consumidorcomprador, no
pudiendo extenderse a terceros que hayan sido perjudicados por la falla del
producto, a menos que se considere que como responsabilidad extracontractual
pueden hacerla valer todos los perjudicados por el hecho.
b. La legitimidad pasiva: es también limitada al proveedor-vendedor, sin que pueda
accionarse en contra del distribuidor, fabricante o importador.
c. La compraventa: impone que se pruebe la existencia de un contrato de compraventa
entre el consumidor demandante y el proveedor demandado. En este caso, la venta
es un presupuesto del tipo de la infracción pero no transforma la responsabilidad
civil en contractual.
d. Prueba: se pone de cargo del demandante la acreditación de la culpa del vendedor:
la norma exige que el perjuicio se cause por parte del proveedor “actuando con
negligencia” (art. 23). Se trata por tanto de una responsabilidad civil basada en la
culpa probada (lo que refuerza el carácter extracontractual de la responsabilidad).
232. Culpa del proveedor.
Es un elemento subjetivo basado en la negligencia o imprudencia del proveedor. El
deber de conducta exigido es de profesionalidad y políticas de control de calidad, que
incluyen los procesos de diseño, manufactura, testeo, almacenamiento, distribución,
instalación, servicios, y mercadeo de materia prima, y se aplican incluso a terceros que
controlen, fabriquen o embalen los productos.
Si hay una cadena de contratos entre el fabricante y el que recibe la mercadería
defectuosa, se aplicará la responsabilidad extracontractual, pero, es posible aplicar la
presunción de responsabilidad por el hecho propio del artículo 2329 del Código Civil para
establecer una relación entre el fabricante y el consumidor, que dé lugar a una inversión del
peso de la prueba en favor de la víctima (como en la responsabilidad contractual).

234. Causales de exoneración de la culpa del proveedor.


A. Uso inadecuado del producto.
B. Condiciones personales del consumidor (alergias).
235. Defectos.
1) De fabricación: cuando el producto no ha sido elaborado tal como el fabricante pretendía
que lo fuere (ej. Cuerpo extraño en alimento o bebida; falta de pieza en una máquina)
2) De diseño: cuando el producto ha sido elaborado como el fabricante pretendía pero
produce daño debido a una mala concepción o diseño del producto (ej. Uso de tolueno -
solvente orgánico reconocidamente tóxico, cuyos efectos se producen principalmente sobre
el Sistema Nervioso Central causando secuelas neurológicas irreversibles y muerte- en
adhesivo de juguetes).
236. Tipos de productos.
a. Productos defectuosos: no es simplemente el producto que tiene una falla que le impide
servir para el uso al que se le destina. Es aquel que no ofrece la seguridad que el
consumidor o usuario puede legítimamente esperar en cuanto a la protección de su vida, su
salud o las cosas del patrimonio diversas del producto que adolece del defecto.
b. Productos riesgosos: es el que por sí mismo presenta riesgos en su utilización, pero que
no necesariamente es inseguro si se ofrecen advertencias sobre la forma en que debe ser
correctamente manipulado para evitar que cause daño (pesticidas, sustancias tóxicas,
productos farmacéuticos).

D. RESPONSABILIDAD DE LOS DIRECTORES DE SOCIEDADES


ANÓNIMAS.
La acción que pertenece a los accionistas contra los directores (artículo 41 de la ley
sobre sociedades anónimas) no tiene su antecedente en un contrato, sino en una relación
mediata, a través de la sociedad. Por eso, por regla general se aplicará el estatuto de la
responsabilidad extracontractual. Esta tendrá su origen en la infracción de un deber de
cuidado que la ley establece no sólo respecto de la sociedad, sino también de los
accionistas. Así, como en la responsabilidad contractual, la responsabilidad surge como
reparación por incumplimiento de una obligación personal (de medios) establecida por la
ley.
En principio cada accionista puede demandar los perjuicios personalmente sufridos (que
serán proporcionales, en su participación accionaria, a los sufridos por la sociedad). Sin
embargo, la ley ha abierto la posibilidad de que accionistas que representen el 5% del total
de las acciones ejerzan las acciones que pertenecen a la sociedad por los perjuicios
provocados por los directores, en cuyo caso el éxito de la acción beneficia a la sociedad (y
los accionistas que ejercen la acción reciben una restitución por los gastos incurridos en una
especie de acción conexa restitutoria).

E. RESPONSABILIDAD POR EL ACTO NULO.


La nulidad del contrato no tiene su origen en incumplimiento contractual, sino en su
ineficacia. Por ello, la indemnización de los perjuicios que se causen con motivo de la
nulidad tendrá que regirse por la responsabilidad extracontractual. La responsabilidad por
nulidad se puede extender solidariamente a todos los que hubieren otorgado el pacto nulo.

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