Los pernos, clavos y micropilotes son inclusiones pasivas de refuerzo de acero con lechada de
cemento, colocadas dentro de una masa de suelo o roca, con el objeto de mejorar su estabilidad.
Los pernos se utilizan principalmente en macizos de roca para evitar movimientos relativos de los
bloques. Los clavos se colocan en suelos residuales o materiales relativamente duros para dar
rigidez los taludes, y los micropilotes son estructuras pasivas de soporte o estabilización.
Los tres sistemas son similares en su estructura pero su mecanismo de trabajo es diferente. Las
inclusiones pasivas son utilizadas con mucha frecuencia como herramienta de estabilización,
especialmente en taludes de carreteras.
PERNOS
Los pernos son elementos estructurales generalmente constituidos por varillas de acero colocadas
dentro de una perforación, la cual se inyecta posteriormente con cemento para unir la varilla al
macizo de roca.
Realmente lo que ocurre es un refuerzo del macizo de roca por intermedio de la varilla. En esta
forma se pueden evitar los caídos de roca y en ocasiones, los deslizamientos de macizos de roca
fracturada con discontinuidades muy espaciadas. El diseño de los pernos generalmente es
empírico basado en un análisis de las discontinuidades en el macizo y de la estabilidad de los
bloques. La parte más importante del diseño es determinar la localización, ángulo de inclinación y
longitud de cada perno.
Los pernos tienen similitud con los anclajes pero no son pretensados. Generalmente son varillas de
acero cementadas a la roca y con una platina y tuerca en la cabeza. Los pernos tienen menos de 10
metros de largo y se utilizan para reforzar bloques sueltos o mantos de roca. Su longitud depende
de la geometría del macizo. Su espaciamiento típico es de 2 a 3 metros.
El perno se fija a la roca utilizando una resina, un cemento o por un sistema mecánico (Figura 5.3).
El sistema de resina incluye cartuchos de un líquido y de un endurecedor, los cuales se mezclan en
un tiempo de curado que varía de acuerdo al producto entre 1 y 90 minutos. El tiempo de curado
también depende de la temperatura ambiente. El sistema consiste en insertar los cartuchos en el
hueco para llenar el espacio entre el hueco y el perno.
Es importante que el diámetro del hueco y el tamaño de la varilla estén dentro de una tolerancia
especificada, en tal forma que la resina se mezcle y funcione correctamente. La barra se introduce
en el hueco y se mezcla la resina haciéndola rotar.
La principal ventaja de los pernos con resina es la simplicidad y velocidad de instalación y la
desventaja es que la capacidad de los pernos se limita generalmente a 400 kN y el hecho de que
solamente se pueden utilizar barras rígidas. Además, la resina no es tan efectiva para controlar la
corrosión como el cemento.
Se diferencian de los pilotes en cuanto que los clavos no resisten cargas laterales a flexión, y de los
anclajes pretensionados en que son pasivos (No se pretensionan) (Figura 5.4). Los clavos requieren
espaciamientos menores que los anclajes y actúan como un refuerzo del suelo aumentando la
resistencia interna del macizo al cortante.
Los clavos pueden ser varillas de acero, tubos o cables que se introducen dentro del suelo natural
o la roca blanda y son inyectados dentro de huecos pre-perforados (Figura 5.5). En la cabeza se
puede colocar una platina y rosca o puede colocarse la varilla doblada.
Superficialmente se coloca una pantalla de concreto lanzado reforzada para darle continuidad
superficial y apoyo a los refuerzos. Generalmente son espaciados a distancias relativamente
pequeñas. Los clavos pueden ser hincados o inyectados en perforaciones previamente realizadas.
Junto con el suelo estos clavos forman una estructura de suelo reforzado. Comúnmente se utiliza
un clavo por cada uno o seis metros cuadrados de suelo de superficie. Los clavos se utilizan para
estabilizar cortes y permitir la construcción de arriba hacia abajo.
La estabilidad de la superficie del terreno es controlada por una capa delgada de concreto lanzado,
de 12 a 18 centímetros de espesor con una malla de refuerzo. Estas estructuras se les utilizan
tanto en suelos granulares como cohesivos.
Ventajas de los Clavos Las principales ventajas de los clavos con relación a otros sistemas de anclajes
o a muros de concreto armado son las siguientes (Abramson y otros, 2002; Lazarte y otros, 2003;
Xanthakos y otros 1994):
• Bajo costo. Las varillas de acero son más económicas que los torones o cables. El concreto lanzado
entre clavos es delgado
• Flexibilidad. Las estructuras de clavos son más flexibles que las de concreto armado y resisten
mayores movimientos diferenciales.
• Comportamiento sísmico.
Las desventajas de los clavos son las siguientes (Lazarte y otros, 2003; Xanthakos y otros 1994):
• El sistema de clavos no es eficiente en suelos blandos y se requiere cierta rigidez de los materiales
del talud.
• Los taludes deben ser lo suficientemente resistentes para resistir las excavaciones sin fallar.
• Para que funcione el sistema, se requiere que ocurra deformación en el suelo para movilizar la
resistencia de los clavos.
• Para poder aplicar el concreto lanzado no debe aflorar agua freática sobre la fachada del muro.
Los suelos preferidos para la colocación de clavos son los siguientes: Roca meteorizada y suelos
residuales. La roca meteorizada es un excelente material de soporte para los clavos y estos actúan
en forma muy efectiva para evitar los movimientos horizontales, las inclinaciones y los
deslizamientos superficiales. Es deseable que la meteorización sea relativamente uniforme aunque
no es un requerimiento obligatorio.
Suelos granulares cementados. Incluyen las arenas y gravas con valores de N en el ensayo SPT de
más de 30 golpes/pie y más del 10% de finos. Se requiere que la cohesión sea mayor de 5 Kpa
(Lazarte y otros, 2003). Suelos cohesivos duros. Los suelos cohesivos duros, las arcillas, arcillas
limosas, limos arcillosos, arcillas arenosas y otras combinaciones permiten la colocación de clavos.
Como criterio se requiere que el valor de N en el ensayo SPT sea de más de 9 golpes/pie. En lo
posible el índice plástico debe ser menor de 15 y la cohesión superior a 10 Kpa.
• Arcillas blandas
• Suelos orgánicos
• Suelos corrosivos
Métodos aproximados
Se han propuesto métodos empíricos para determinar los parámetros para diseño de clavos.
• Tabla de Bruce y Jewel Bruce y Jewell (1987) propusieron una tabla para diseño preliminar de
estructuras claveteadas (Tabla 5.2).
Factores de Seguridad
El factor de seguridad a utilizar en el diseño es diferente para cada caso y debe ser compatible con
la utilización del muro o pantalla, los riesgos involucrados, y si la estructura es permanente o
provisional.
El factor de seguridad para rotura de la varilla de refuerzo está dado por la expresión:
MICROPILOTES
Los micropilotes reticulados fueron desarrollados en Italia y se utilizan para crear bloques rígidos
monolíticos, reforzados a profundidades por debajo de la superficie de falla crítica. Los
micropilotes son muy similares a los sistemas de clavos.
La diferencia principal entre los micro-pilotes reticulados y el “Nailing”, es que el comportamiento
de los micropilotes está influenciado en forma significativa por su arreglo geométrico. A los
micropilotes se les denomina con frecuencia pilotes reticulados o pilotes de “raíz”, para
presentarlos como una analogía del efecto de las raíces de un árbol dentro del suelo. E
nsayos de campo y modelos de laboratorio (Lizzi 1985) han demostrado que el trabajo en grupo de
los micropilotes reticulados genera capacidades mayores de soporte que grupos de pilotes
verticales espaciados. Los micropilotes son perforaciones de pequeño diámetro dentro de las
cuales se coloca un refuerzo de acero y se inyecta lechada a presión para formar un pilote.
Las cargas son transportadas por la fricción entre el suelo y la lechada, y los refuerzos pueden
transmitir fuerzas de tensión y de compresión. Los micropilotes varían comúnmente desde 4 a 10
pulgadas de diámetro y longitudes entre 20 y 30 metros, y son capaces de transmitir cargas hasta
de 100 toneladas a tensión o compresión.
Debido a la gran longitud de los elementos comparada con los diámetros; la carga y los esfuerzos
son soportados no solamente por el elemento en sí, sino también por el suelo a su alrededor. Los
micropilotes pueden construirse en prácticamente todo tipo de suelos. Los micropilotes en una
estabilización típica de deslizamientos se instalan a varios ángulos con la vertical como se indica en
las figuras 5.26 y 5.27. Los pilotes no reciben carga directa, pero forman una infraestructura interna
dándole coherencia a la masa de suelo.
Tipos de Estructura de Micropilotes Existe una gran cantidad de tipos de estructura de micropilotes
(Figuras 5.28 a 5.30). Desde el punto de vista de análisis, los micropilotes pueden ser diseñados
como dos tipos de estructura:
En este caso los pilotes se diseñan para soportar cargas de tensión y compresión. Para el caso de
deslizamientos este tipo de pilotes son demasiado esbeltos para generar una resistencia significativa
sobre la superficie de falla. En este orden, son comparables a los clavos y generan principalmente
resistencia al arrancamiento. Los ángulos semiverticales o de fuerte inclinación a los cuales se
colocan los micropilotes, generalmente no son muy eficientes. Los micropilotes que actúan en forma
independiente sólo son útiles para deslizamientos relativamente pequeños a medianos o cuando se
requiere solamente un mejoramiento marginal en la estabilidad.
Compuesto suelo-pilotes. La masa que integra los pilotes funciona como estructura de gravedad.
Este caso de estructura de micropilotes reticulada (Figura 5.31), es muy útil para estabilización de
deslizamientos. No existe un procedimiento universalmente aceptado para el diseño de este tipo
de micropilotes. Si se asume la masa de suelo como una estructura de gravedad garantizando la
estabilidad interna con los refuerzos, puede analizarse como una masa a deslizamiento, a volteo y
a estabilidad general del talud. El número de pilotes que se requiere para amacizar el suelo se
determina con criterio heurístico. La masa con micropilotes debe extenderse por debajo del pie
del talud para generar fuerzas pasivas. En todos los casos los micropilotes deben extenderse por
detrás de las superficies de falla o bloques activos de acuerdo a los análisis de estabilidad.
Algunas de las ventajas de los micropilotes son las siguientes (Abramson y otros 2002):
• Pueden utilizarse en suelos duros, en suelos blandos y en materiales con bloques de roca.
• Tienen una gran cantidad de aplicaciones: estabilización, retención, mejora del suelo,
cimentación y submuración.
• Para estabilizar deslizamientos de tamaño mediano o grande se requiere colocar una gran
cantidad de micropilotes.