La empresa D’Onofrio distribuye sus productos a través de más de 6.000 personas, entre tricicleros y
mochileros, pero posee a su vez miles de personas detrás de su sistema de logística.
Este permanente desafío exige una sofisticada red de logística, integrada por más
de 6.000 empresas de distribución, que se reparten entre 2.000 y 4.000 puntos de
venta cada una. Las zonas que cubren se distribuyen de manera equitativa en función
del territorio, la densidad o las zonas con alta concentración.
ESTRATEGIA MODELO
En resumen, entre las anclas de este perfecto sistema de engranaje, destacan cinco
ejes:
3. Redes: La logística opera bajo una red focalizada por regiones y zonas de
distribución. Existen grandes operadores que van distribuyendo el producto a redes
cada vez más pequeñas.
4. Información: Los inventarios se manejan en función de la información que otorgan
los distribuidores. Gracias a la gestión de los datos es posible mantener niveles
óptimos de inventario.
Con miras a fortalecer el trabajo de la fuerza de ventas, que compite en el día a día
con los más de entre 1.000 y 2.000 productos que se ofrecen en las bodegas, han
firmado un convenio con la Universidad privada del Norte (UPN), para definir un
programa de capacitación para 70 personas, de un universo de 500 vendedores.
En principio, se trata de un diplomado de 10 meses, con dos módulos, en los que
destacan cursos como Gestión Comercial, Psicología de la Felicidad, Gestión de
Venta, Manejo de Indicadores y marketing, para que sus vendedores, que trabajan
para sus distribuidores exclusivos, actualicen sus conocimientos y potencien sus
habilidades.
Desde su fundación, hace 120 años, la empresa se convirtió en líder del mercado.
Primero en Lima, más tarde en todo el Perú. Pero, para ser líderes por otros 120 años
más, han previsto llevar este programa de capacitación no solo a sus
vendedores, sino, en el largo plazo, a todos aquellos que tengan contacto con el
cliente final, hasta llegar incluso a los 6.000 o 7.000 tricicleros y mochileros, con
cursos hechos a la medida de cada integrante de la cadena de distribución. En el
fondo, el objetivo es que cada vendedor de D’Onofrio sepa que no solo vende
helados, sino, como dice su promesa de venta, felicidad. Sin duda, como
empresa, cumplen con su eslogan: cerca de ti.