Toma de mando
El 8 de diciembre de 1931 se instaló el Congreso Constituyente, ante el cual Luis
Sánchez Cerro juró como Presidente Constitucional de la República. Ambos poderes, el
Ejecutivo y el Legislativo, habían sido elegidos en las elecciones generales realizadas el
11 de octubre de ese mismo año, que fueron las primeras elecciones modernas de la
historia republicana del Perú. Los derrotados en esas elecciones fueron los apristas
liderados por Víctor Raúl Haya de la Torre, que desconocieron los resultados electorales
y pasaron a la oposición.
Sánchez Cerro contaba con mayoría parlamentaria. Su grupo político era la Unión
Revolucionaria, que ha sido identificada con la derecha fascista. El primer presidente de
su Consejo de Ministros fue Germán Arenas y Loayza, que a la vez era ministro de
Fomento. Integraban este primer gabinete: Luis Miró Quesada de la Guerra (Relaciones
Exteriores), José Manuel García Bedoya (Gobierno), Eufracio Álvarez (Justicia e
Instrucción), José Cateriano (Hacienda), coronel Manuel E. Rodríguez (Guerra) y
Alfredo Benavides Diez Canseco(Marina y Aviación).
Este primer gabinete duró menos de dos meses, pues varios de sus miembros
renunciaron. Sánchez Cerro convocó entonces a Francisco Lanatta para que ocupara la Luis Sánchez Cerro, presidente
cartera de Hacienda y presidiera el Consejo de Ministros (28 de enero de 1932). Los constitucional de la República, en
1931.
nuevos ministros que conformaban este gabinete eran, además de Lanatta: Elías Lozada
Benavente (Fomento), Luis A. Flores (Gobierno), Carlos Sayán Álvarez (Justicia e
Instrucción) y Alberto Freundt Rosell (Relaciones Exteriores). Permanecieron en el gabinete Manuel E. Rodríguez (Guerra) y
Alfredo Benavides Diez Canseco(Marina).
El Congreso Constituyente
El Congreso Constituyente estaba presidido porLuis Antonio Eguiguren. Su vicepresidente eraClemente J. Revilla.
El gobierno contaba en el Congreso con 67 urristas (es decir de la UR ó Unión Revolucionaria), donde descollaban Luis A. Flores,
Alfredo Herrera, Carlos Sayán Álvarez, José Matías Manzanilla y Gerardo Balbuena Carrillo. También se contaba Pablo Ernesto
Sánchez Cerro, hermano del presidente. Todos ellos, sumados a otros aliados, daban al gobierno la mayoría parlam
entaria.
Frente a los gobiernistas se alzaba una combativa minoría aprista de 27 representantes (la primera Célula Parlamentaria Apristade la
historia), quienes mostraron una inusitada beligerancia. Entre ellos se contaban Manuel Seoane Corrales, Luis Alberto Sánchez,
Carlos Manuel Cox, Alcides Spelucin, Luis Heysen.
Otros grupos importantes eran: los independientes o descentralistas, entre los que destacaban Víctor Andrés Belaúnde y Manuel J.
Bustamante de la Fuente; y los socialistas, con importantes figuras como Alberto Arca Parró, Hildebrando Castro Pozo y Luciano
Castillo Colonna.
El Congreso ascendió a Sánchez Cerro al grado de General de Brigada y pasó a discutir una nueva Constitución Política, que debía
reemplazar a la carta magna de 1920, dada en la época del leguiísmo.
La Ley de Emergencia
Los apristas, pese a no reconocer el gobierno legítimo de Sánchez Cerro, mantuvieron a
sus representantes en el Congreso Constituyente, desde donde desataron la más
extremada oposición. El APRA tenía su bastión en eldepartamento de La Libertad, en el
norte peruano. Dos días antes de la toma de poder de Sánchez Cerro, se habían
producido en Paiján (provincia de Trujillo) un enfrentamiento entre la policía y el
pueblo, dejando como resultado diez muertos y numerosos heridos.1 En Lima se
produjeron también enfrentamientos entre apristas y la policía. Asimismo, en distintos
puntos del país estallaron brotes revolucionarios instigados por los apristas. La respuesta
de las fuerzas del orden fue muchas veces extralimitada. El 24 de diciembre de 1931, un
grupo de efectivos militares se presentó en el local del APRA en Trujillo, donde se
realizaba una “chocolatada navideña”, exigiendo su desalojo; a los pocos minutos
abrieron fuego, causando heridos y muertos. En el Congreso, la célula aprista exigió la
presencia del ministro de Gobierno y habló de intento de asesinato contra Haya de la
Torre.2
El gobierno de Sánchez Cerro propuso entonces al Congreso la aprobación de una Luis M. Sánchez Cerro y sus
ministros.
llamada «Ley de Emergencia», por la cual, a fin de defender el orden público y la paz
social, el Poder Ejecutivo debía ser autorizado para imponer sanciones de carácter
judicial: multas, expatriación, confinamiento; para suspender el derecho de reunión; para clausurar centros o asociaciones, etc. Dicha
3 En la práctica, el gobierno se convertía
ley fue aprobada por el Congreso tras una tumultuosa sesión realizada el 8 de enero de 1932.
en una dictadura legalizada, con “autorización” para reprimir a los opositores, en especial a los apristas, aunque también a los
comunistas (los militantes de la Unión Revolucionaria acuñarían el término de aprocomunista para confabular a ambos grupos
políticos).
En aplicación de la Ley de Emergencia, entre el 17 y 20 de febrero de 1932, la fuerza pública aprehendió a veintitrés congresistas
(veintidós apristas y el descentralista Víctor Colina). Acto seguido, los despachó al destierro. Los demás representantes del Congreso
apoyaron calurosamente esta medida. Cabe resaltar que ni siquiera se tomaron las formalidades del caso, pues no hubo desafuero y
sólo un año después se promulgaría la ley que declararía la vacancia de las veintitrés representaciones.
Fue debida a esta confrontación entre el gobierno y los apristas que el periodo de Sánchez Cerro estuvo lleno de incidencias políticas
que derivaron en acciones sangrientas e hicieron vivir al país un período de profunda intranquilidad. Ello obstaculizó la acción eficaz
tanto del gobierno como de los particulares, al impedir que el país se repusiera de la crisis económica que lo agobiaba.
Fueron apresados como presuntos cómplices del atentado, Reinaldo Bolaños (escritor más conocido por su pseudónimo de Serafín
Delmar), Juan Seoane (juez y hermano del líder aprista Manuel Seoane Corrales, acusado de proporcionar el arma a Melgar), Carlos
Olcese, Carlos Kraff y Bernardo García Oquendo. Todos ellos fueron sometidos a corte marcial, la misma que condenó a Melgar y a
Seoane a la pena de muerte y a Bolaños a 20 años de prisión. Los demás fueron declarados en libertad por no existir pruebas
comprometedoras. Debido a la intervención de instituciones y personalidades, y previa
autorización del Congreso Constituyente, el presidente conmutó la pena de muerte
aplicada a Seoane y Melgar Márquez, por la de internamiento. Ambos serían indultados
a principios de la década de 1940.5
El 13 de abril de 1932 el gabinete Lanatta se vio obligado a renunciar, tras los serios
cuestionamientos que se hicieron a su titular en el manejo de los fondos públicos. Como
nuevo presidente del gabinete fue nombrado el doctor Luis A. Flores, que era entonces
el ministro de Gobierno.
Al día siguiente se reunió el Consejo de Ministros, cuyo presidente y ministro de Gobierno Luis A. Flores fue de la opinión de que no
debía aplicarse la pena máxima a los marineros, pero no fue tomado en cuenta, pues la corte marcial era autónoma. Se dispuso que
fuera la Guardia Republicana la que ejecutara la sentencia el día 11 de mayo, pero al rumorearse de que los guardias se iban a negar a
hacerlo en el momento dado, Flores se apersonó a laisla de San Lorenzo para que la sentencia fuera cumplida. Ocho marineros, todos
ellos de origen humilde (entre ellos un menor de edad), fueron fusilados el 14 de mayo. Se dijo que cada uno cavó su propia tumba y
que los cuatro primeros presenciaron el fusilamiento de los otros cuatro. Desde entonces Flores se hizo fama de cruel.
A raíz de esta sublevación, fue clausurada la Universidad Mayor de San Marcos, pues se vinculó a los estudiantes y profesores con la
supuesta propaganda comunista que alentara a los marineros a rebelarse. Sin embargo, está plenamente determinado que fueron
apristas los que incitaron esta rebelión.7
Poco después, el Congreso aprobó un voto de censura contra Flores, la que prosperó debido a que gran cantidad de diputados
gobiernistas ausentes. Flores renunció entonces y se formó un nuevo gabinete presidido por Ricardo Rivadeneira Barnuevo (20 de
mayo de 1932).8
Incidente de Leticia
Véase también: Incidente de Leticia
Agravando aún más la situación por la que atravesaba el país, ocurrió un serio
incidente en la frontera con Colombia, que llevó al Perú al estado de guerra
con aquella República.
El incidente se inició el 1 de septiembre de 1932, cuando un grupo de civiles peruanos de Iquitos, con el apoyo de pobladores
peruanos de Caballococha y de la Hacienda V
ictoria, depusieron sin violencia a las autoridades colombianas de Leticia y dominaron a
la policía local; luego embarcaron a todo ese personal rumbo al Brasil, vía el río Amazonas.12 Simultáneamente, se constituyó la
Junta Patriótica de Loreto, la que depuso al prefecto del departamento y exigió al gobierno el "desahucio" del Tratado Salomón-
Lozano.13
El suceso sorprendió tanto al gobierno del Perú como al de Colombia. Este último protestó por la ocupación, ante lo cual, Sánchez
Cerro se ofreció a dar una solución, pues en un primer momento creyó que se trataba de una maniobra de sus adversarios políticos
(aprocomunistas), que buscaban así socavar su gobierno. Sin embargo, al comprobar que toda la nación peruana simpatizaba con los
patriotas que habían recuperado el puerto de Leticia, Sánchez Cerro optó por amparar a estos, dándoles la aprobación de sus actos e
informándoles de su propósito de invitar al gobierno colombiano para la revisión del tratado con un criterio "americanista y de
justicia".14
Sánchez Cerro pidió al gobierno de Colombia que contemplara realistamente la situación creada por el Tratado Salomón-Lozano en
la región. Alegó el incumplimiento por parte de Colombia del Artículo 8º de dicho tratado, por la acción sistemática y continuada de
las autoridades colombianas de dificultar la navegación y el comercio, especialmente en los ríos Amazonas y Putumayo, lo que había
afectado profundamente la vida económica de esa parte de la amazonía peruana.
A raíz del incidente de Leticia renunció en el Perú el gabinete Rivadeneira, siendo reemplazado por el presidido por Carlos Zavala
Loayza (10 de septiembre de 1932).
Desarrollo de la guerra
Ocurrieron algunos choques armados, el primero de los cuales se libró el 29 de
enero de 1933 en Puerto Meléndez, donde resultó muerto un sargento
colombiano.17 Los colombianos no pudieron efectuar el ataque sobre Leticia,
que fue convenientemente artillada por las fuerzas peruanas.18 El general
colombiano Vásquez Cobos concentró su accionar sobre Tarapacá, a la que
logró capturar el día 15 de febrero, luego de la retirada de las fuerzas peruanas,
inferiores en número.19
El general Vásquez Cobo fue relevado del mando colombiano. Este abandonó temporalmente su plan inicial de recapturar Leticia y
planeó ataques a los puntos defensivos peruanos situados a lo largo del Putumayo. En cumplimiento de este plan, el 26 de marzo de
1933, fuerzas colombianas superiores en número, atacaron a la guarnición peruana de Güepi, en las nacientes del Putumayo. Este
combate de Güepí fue adverso para los peruanos, pero lucharon con heroísmo y cayeron en acción el sargento primero Fernando
Lores Tenazoa y el cabo Alberto Reyes, así como ocho soldados peruanos. Güepí, que era territorio indiscutiblemente peruano, fue
21
así ocupado por los colombianos, iniciándose una nueva fase en el conflicto.
El 16 de abril un pequeño destacamento peruano salido de Puerto Arturo infligió un
sangriento ataque sorpresa a un destacamento colombiano en el varadero de Calderón.
Otro destacamento peruano procedente de Puerto Arturo desató un tiroteo sobre unas
embarcaciones colombianas en Yabuyanos, en la noche del 28 de abril.22
La Constitución de 1933
Redactada en base al ante-proyecto elaborado por la comisión de juristas que
nombrara la Junta de Gobierno en agosto de 1931, bajo la presidencia de
Manuel Vicente Villarán, la nueva Constitución fue promulgada luego de
arduos debates, el 9 de abril de 1933. Esta Carta se podría calificar de
moderada y de carácter mixto presidencial-parlamentario. Regiría hasta 1980,
aunque en 1968 sería suspendida por el Gobierno Revolucionario de las
Fuerzas Armadas.
Sobre el asesino, se supo que se llamabaAbelardo Mendoza Leyva, que era natural de Cerro de Pasco, que sobrevivía en la capital de
empleos eventuales, que años atrás se había afiliado al partido aprista y que el 4 de abril había salido de prisión, tras estar cerca de un
mes encarcelado por supuestas actividades partidarias. El arma que usó era una pistola de marca Browning, automática, que se
hallaba casi nueva.27
El Congreso llamó al Ejército a poner orden y eligió ese mismo día al general Óscar R. Benavides para que terminara el período
presidencial de Sánchez Cerro (que debió culminar en 1936). Uno de los primeros actos del nuevo gobierno fue el arreglo de la paz
con Colombia.28
En un primer momento, el gobierno quiso involucrar a los líderes del aprismo en el hecho, sea de manera directa o indirecta, aunque
sin lograrlo. La corte marcial, que se hizo cargo del proceso, tuvo que absolver a numerosos apristas acusados de supuesta
complicidad, al no hallárseles pruebas.29
Surgió otra hipótesis más tenebrosa: la que involucraba en el asesinato al general Benavides, en entendimiento con el Partido Aprista
o Haya de la Torre, furtivo pacto que habría permitido al primero subir al poder. De enlace entre Benavides y Haya de la Torre habría
30
servido el arquitecto Augusto Benavides Canseco, cuñado del general y gran amigo del líder aprista.
Se dice que uno de los que sindicaban a Benavides como el autor del asesinato era Luis A. Flores, el líder del urrismo y partidario de
Sánchez Cerro. En una sesión del Congreso efectuada el 26 de agosto de 1935, con presencia del gabinete ministerial, el ministro de
Gobierno de turno, coronel Antonio Rodríguez Ramírez, pidió el desafuero de Flores, por desacato y calumnia. Según Rodríguez,
Flores había dicho durante un discurso que pronunciara por el aniversario de su grupo político, que el asesino se hallaba en Palacio,
aludiendo inequívocamente al general Benavides. Flores, que era congresista, negó esta acusación y muchos años después, llegó a
soltar la hipótesis de que el leguiísmo (es decir los partidarios del finado presidente Leguía, derrocado por Sánchez Cerro) había sido
el autor del crimen de Sánchez Cerro.31
Los defensores de la teoría de una conspiración en la que estarían involucrados importantes políticos y militares en ejercicio, en torno
a Benavides, se basan en los siguientes detalles del magnicidio:
Un desconocido armado logra acercarse demasiado a la caravana presidencial y nadie se da cuenta. Logra abrirse
paso entre los guardaespaldas del presidente y disparar tres tiros por la espalda, sin que aquellos reaccionen
oportunamente.
En lugar de capturar al asesino, la guardia presidencial le da muerte inmediata, cuando lo más apropiado hubiera
sido conservarlo con vida para interrogarlo y conocer así sus motivaciones o a otros posibles implicados, ya que
muchos aseguraron haber escuchado más disparos
Como prueba de que hubo disparos distintos, está el peritaje balístico, que certificó ocho orificios de bala en el auto
presidencial: tres en la parte de atrás y cinco en la capota, orificios que correspondían a cuatro armas diferentes,
algunos disparados desde lejos.31
Según el informe del doctor Carlos Brignardello, publicado en el diario El Comercio, el cuerpo del Presidente
presentaba dos tipos de disparos: uno de menor calibre, con trayectoria de arriba abajo; y uno de mayor calibre, con
trayectoria de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás, disparo éste hecho a muy corta distancia, que entró
por el pecho y que fue de necesidad mortal desde el primer momento. El disparo de menor calibre, de arriba abajo,
sería el de Mendoza Leyva, pero el otro disparo, el que causó la muerte, es imposible que lo haya realizado este
mismo, si se tiene en cuenta la trayectoria balística y el calibre distinto. Quedaría a la especulación quién pudo
haber hecho ese disparo fatal.32
El asesino, siendo de origen humilde, usa una pistola automática, marca Browning, casi nueva ¿cómo consiguió
dicha arma?
Antes que muera Sánchez Cerro, ya estaba Benavides en preparativos para jurar como nuevo Presidente.
Existía el rumor que una persona del entorno presidencial, que nunca fue identificada, había convencido a Sánchez
Cerro de no usar su chaleco antibalas ni su auto blindado, asegurándole seguridad total durante el evento.
Tras asumir a la presidencia Benavides, se dio una ley de amnistía que permitió la libertad de los encausados por
motivos políticos, entre ellos Haya de la Torre, y se permitió el retorno de los exiliados apristas (aunque esta
apertura no duraría por mucho tiempo).
Obras
Pese a la guerra interna en que se debatía y la amenaza de una guerra externa total, el régimen de Sánchez Cerro pudo realizar
algunas obras importantes.33
Política hacendaria
La crisis económica y financiera desatada en 1929 todavía se mantenía vigente. En enero de 1932, el ministro de Hacienda José G.
Cateriano, hizo una evalución de su gestión, pronta a terminar. El estado del país era calamitoso: una moneda devaluada, aumento del
desempleo, y pensiones y haberes impagos. El comercio y la industria "se asfixiaban" por falta de compradores.
Para conjurar la crisis, el nuevo ministro de Hacienda, Ignacio A. Brandariz, declaró la "inconversión de la moneda", procedió a la
aplicación de impuestos directos y presentó un proyecto de ley al Congreso unificando los impuestos a la renta y a las utilidades,
medida esta que motivó la protesta de poderosos intereses económicos del país. Este proyecto fue aprobado por el Congreso, pero con
las debidas enmiendas.
Entre las importantes medidas tomadas por el gobierno están las siguientes:
Creación de los bancos Minero e Industrial; esta última tenía como finalidad
"proteger la producción de artículos que
se importen, ya sean agrícolas, ganaderos o manufacturados que puedan producirse en el país" .
En el campo de la minería, estudió la nacionalización de las minas,
promulgó la ley de protección a las brigadas para los lavaderos de oro y
suprimió los derechos de minas.
Protegió la industria, en especial la pesquera, poco desarrollada entonces.
Recuperó la administración de los muelles en beneficio del estado,
revisando los contratos existentes con las firmas administradoras.
Suspendió el monopolio de los fósforos.
Política social
Se dispuso que las impresas, talleres y negociaciones comerciales
establecidas o por establecerse en el país debían ocupar personal peruano
en una proporción no menor del 80%.
Trató de frenar las migraciones a las ciudades, atendiendo las necesidades
de los pueblos.
Se amplió la legislación a favor de los indígenas.
Se concedió el descanso obligatorio y remunerado al obrero por el día del Ignacio A. Brandariz, ministro de
trabajo (1 de mayo); el horario de verano para los empleados con un
derecho a descanso de 3 horas dentro el horario de jornada de 8 horas; y Hacienda de Sánchez Cerro.
las vacaciones obreras.
Se implantó el servicio de restaurantes populares.
Se suprimió el impuesto a la sal.
Obras públicas
Se continuó la pavimentación de la carretera Central, así como se inició la construcción de la vía de Huánuco a
Pucallpa (que se culminaría en 1943), la de Canta a Huánuco y la de la frontera de Puno. Otros caminos se
construyeron en la costa, como el dePaita a Piura, el de Sullana a Tumbes y el de Talara a Tumbes.
En materia de irrigación recibieron mayor atención las pampas de La Joya (departamento de Arequipa) y el valle de
Ica.
Se iniciaron proyectos de colonización gradual de la selva.
Defensa nacional
Frente a la guerra interna (revoluciones apristas) y externa (conflicto con Colombia), el gobierno se vio obligado a tomar medidas
para potenciar la defensa nacional. Dada la escasez de fondos, hubo la necesidad de recurrir a una colecta nacional para cubrir parte
de los gastos que demandaba la defensa.
Se realizaron gestiones para la adquisición de los navíos de guerra Guisse, Villar y Pariñas, que llegarían en el
siguiente gobierno.
Se adquirió armamento para el ejército.
Se equipó la fuerza aérea con aviones de combate.
Se dotó de moderno equipo al cuerpo de Sanidad de Policía.
Se ordenó la construcción de cuarteles enLa Perla, Juliaca e Iquitos.
Se dispuso la construcción del Hospital de Sanidad de Las Palmas.
Se crearon la Jefatura Superior de Defensa Nacional y la Junta Económica de Defensa.
Por decreto de 9 de agosto de 1932 se creó la Orden Militar de Ayacucho, distintivo honorífico destinado a exaltar
las virtudes cívicas y militares de los ciudadanos.
Acontecimientos diversos
El 6 de febrero de 1932, falleció el expresidente Augusto B. Leguía, que se hallaba en prisión desde su
derrocamiento en 1930. Fue sepultado en el Cementerio Presbítero Maestro, acompañado de una silenciosa
multitud.
El 23 de octubre de 1932 falleció el pintor Daniel Hernández Morillo, fundador de la Escuela de Bellas Artes del
Perú.
Autoridades
Ministros
Referencias
6. Basadre, 2005, tomo 15,pp. 190-192.
1. Basadre, 2005, tomo 15,p. 154.
7. Basadre, 2005, tomo 15,pp. 200-201.
2. Arias Quincot-Ruiz Cevallos, 2005, pp. 12-13.
8. Basadre, 2005, tomo 15,p. 202.
3. Basadre, 2005, tomo 15,p. 170.
9. Chirinos Soto, 1985, tomo 2, p. 84.
4. Basadre, 2005, tomo 15,pp. 184-185.
10. Basadre, 2005, tomo 15,p. 211.
5. Basadre, 2005, tomo 15,pp. 185-186.
11. Arias Quincot-Ruiz Cevallos, 2005, p. 15.
12. Basadre, 2005, tomo 16, pp. 15-16. 24. Basadre, 2005, tomo 16, pp. 42-43.
13. Rivera, 1974, p. 208. 25. Basadre, 2005, tomo 15,pp. 219-222.
14. Basadre, 2005, tomo 16, pp. 16-19. 26. Basadre, 2005, tomo 15,pp. 228-257.
15. Basadre, 2005, tomo 16, pp. 20-21. 27. Basadre, 2005, tomo 16,pp. 54-55.
16. Basadre, 2005, tomo 16, p. 21. 28. Basadre, 2005, tomo 16,pp. 56-58.
17. Basadre, 2005, tomo 16, p. 26. 29. Basadre, 2005, tomo 16,p. 67.
18. Basadre, 2005, tomo 16, p. 27. 30. Basadre, 2005, tomo 16,p. 68.
19. Basadre, 2005, tomo 16, p. 27-29. 31. Basadre, 2005, tomo 16,pp. 70-71.
20. Basadre, 2005, tomo 16, pp.31-32. 32. Villanueva-Thorndike, 2004, pp. 41-42.
21. Basadre, 2005, tomo 16, p.36-37. 33. Guerra, 1984, tomo XII, pp. 110-111; Rivera, 1974, pp.
22. Basadre, 2005, tomo 16, pp. 39-41. 205-208.
23. Basadre, 2005, tomo 16, pp. 41-42.
Bibliografía
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0
Basadre Grohmann, Jorge: Historia de la República del Perú (1822 - 1933), Tomos 14, 15 y 16. Editada por la
Empresa Editora El Comercio S. A. Lima, 2005. ISBN 9972-205-76-2 (V.14) / ISBN 9972-205-77-0 (V.15) / ISBN
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Chirinos Soto, Enrique: Historia de la República. 1930 -1985. Tomo II. Desde Sánchez Cerro hasta Alan García.
Lima, AFA Editores, 1985.
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Rivera Serna, Raúl: Historia del Perú. República 1822 - 1968. Segunda edición ampliada. Lima, Perú, 1974.
Villanueva, Armando – Thorndike, Guillermo: La Gran Persecución. Lima, 2004. ISBN 9972-9249-1-2.
El siglo XX de El Comercio. 1930-1939. Plaza & Janes S.A. Edición de Perú, 2000.ISBN 9972-617-17-3 (Tomo IV).
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