"(..,) Segíín la vieja concepción -digamos la de explicar y teorizar, puede entonces co-
de los (grandes) filósofos occidentales- ha
menzar a comprenderlos mejor Magdale-
habido dos tipos de problemas en sentido
científico: problemas esenciales, grandes, na Holguín expresa esto y lo enfatiza de la
universales, y problemas inesenciales, casi siguiente manera:
accidentales. Por el contrario, nuestra
concepción es que no hay ningiín problema "La experiencia de la lectura de Wittgenstein,
grande, esencial en el sentido de la ciencia."^ más que una secuencia lineal de argumentos y
"Me es indiferente si seré comprendido o tesis, se asemeja a la construcción de un
apreciado por el típico científico occidental, mosaico. La nueva posición de las piezas
pues él, ciertamente, no comprende el espíritu filosóficas dibuja una figura inédita y llena de
en el que yo escribo. (...) Mi meta es, pues, nuevos matices, que nos impide abordar los
diferente a la del científico, y el movimiento problemas teóricos de la misma manera.
de mis pensamientos es distinto al de ellos.'"* Mostrar cómo lo hace en este caso [del
"En cierto sentido estoy haciendo propaganda problema del escepticismo - RM] es el principal
en favor de un estilo de pensamiento y en propósito de esta exposición" (18).
contra de otro. Sinceramente, el otro me
produce aversión.
Aclarado lo anterior, subrayemos de
(...) y todo lo que yo estoy haciendo es cambiar
el estilo de pensar, y persuadir a la gente para
nuevo que, en el libro Wittgenstein y el
que cambie su estilo de pensar."' escepticismo, su autora (a diferencia de
muchos otros intérpretes) logra superar
La dificultad en la ardua labor de inter- esta nada desdeñable dificultad de la vo-
pretar el pensamiento «propagandístico» luntad (si no se la supera, no se puede
y persuasivo de Wittgenstein, a la que nos comprender ni tomar en serio la radicalidad
hemos refirido antes, puede describirse, de la concepción de la filosofía de Witt-
entonces, como "una dificultad de la vo- genstein, ni comprender cómo la aplica a
luntad y no del entendimiento" (usando pa- las cuestiones particulares sobre el escep-
labras que el propio Wittgenstein empleó ticismo) y logra también contribuir a ese
para hablar de una dificultad de la filoso- cambio en la manera de ver los problemas
fía).'' En efecto, no se lo puede compren- filosóficos que se busca en el pensamien-
der bien, si uno quiere leerlo sólo de cierta to del filósofo vienes.
manera, si uno quiere encontrar en él cier- El primer capítulo del libro ofrece una
to tipo de explicaciones y respuestas. exposición breve, pero a la vez esclare-
Únicamente si uno supera esta dificultad cedora, de la idea de Wittgenstein de la
de la voluntad y comienza a leer sus textos filosofía y del (de los) método(s) que él
y a ver sus observaciones filosóficas de utiliza en el tratamiento de problemas filo-
otra manera, como un intento de liberarse sóficos concretos. En esta exposición se
de esta pertinaz y oscurecedora obsesión muestra cierta continuidad básica en lo
concerniente a la concepción de la filoso-
fía, desde el Tractatus hasta la obra tar-
día. Tanto en el Tractatus como después,
' Wittgenstein, Ludwig: Vermischte Bemerkungen.
En: Werkausgabe, Band 8, Suhrkamp, Frankfurt am Wittgenstein contrapone la filosofía a las
Main, 1984, 464. ciencias naturales. Mientras las segundas
•• Id. 459. pretenden dar explicaciones hipotéticas y
^ Wittgenstein, Ludwig: Lecciones y Conversaciones
desarrollar teorías acerca de los fenóme-
sobre Estética, Psicología y Religión, Ediciones Paidós, nos que ellas estudian, la primera debe
97-8. llevar a cabo una actividad de aclaración
'' Vermischte Bemerkungen, 474. lógica y conceptual, mediante la cual se
decir que conste de verdades absolutas o como una forma de escepticismo acerca de
eternas. Las convicciones que la consti- los objetos extemos y acerca de las otras
tuyen pueden variar con el tiempo, vol- mentes, suele apoyarse en el argumento
verse fluidas (para usar una metáfora segiín el cual lo tínico que podríamos co-
wittgensteiniana) y, consiguientemente, nocer sen'an nuestras sensaciones subje-
pasar de ser inamovibles e indubitables a tivas, internas y privadas, y de este cono-
ser objeto de investigación. Además, no cimiento no se podría inferir válidamente
se trata de que estas convicciones estén al conocimiento alguno sobre lo objetivo, lo
margen de la duda (al menos temporalmen- exterior, lo piíblico. El tercer capítulo del
te) por estar absolutamente fundamentadas libro está dedicado a exponer las críticas
o justificadas. En la medida en que sobre de Wittgenstein a estas distinciones
ellas se apoyan nuestras fundamentaciones epistemológicas, y al solipsismo que se
y justificaciones, ellas mismas carecen de deriva de ellas. En él se resalta apropiada-
fundamentación o justificación. Se advier- mente el papel fundamental que juega en
te, pues, cómo la postura de Wittgenstein ellas el análisis conceptual de diversos usos
se aleja del escepticismo, sin llegar a caer en de nociones tales como "yo", "sujeto",
un fundacionismo de tipo epistemológico "mente", "intemo", "extemo".
y dogmático. El dilema entre escépticos y Hay una manera de interpretar las sos-
dogmáticos fundacionistas es, para Witt- pechas escépticas según la cual éstas no
genstein, un falso dilema. se basan ni en una duda generalizada efec-
Holguín subraya también que muchas tiva, ni en la distinción entre, por un lado,
posturas escépticas parten de una cues- lo subjetivo, lo privado o lo interior, acer-
tionable distinción ontológica entre reali- ca de lo cual la conciencia inmediata sí
dad "en sí misma" y apariencia. Tal distin- podría ofrecer una certeza indubitable y,
ción permite restringir el conocimiento al por otro lado, lo exterior, lo objetivo, que,
ámbito de la apariencia y negarlo en el in- en cambio, escaparía a nuestra posibili-
accesible e insondable ámbito de las "co- dad de conocer De acuerdo con esta in-
sas en sí mismas". Wittgenstein rechaza terpretación, las sospechas escépticas no
esta problemática distinción y el llamado necesitan ponerlo todo efectivamente en
realismo metafisico, de los cuales puede duda o, al menos, todo lo concerniente al
surgir una posición escéptica: mundo exterior, para poder mostrar que
nuestro conocimiento no está adecuada-
"(...) la distinción entre fenómenos y cosas
mente fundamentado:
en sí debe verse entonces como una tentativa
inválida de delimitación. El carácter interno
"Llegamos así a lo que podríamos considerar
del límite hace imposible recurrir idealmente
como el verdadero motivo de la sospecha
a una perspectiva absoluta e independiente
cognoscitiva, que a mi juicio explica la fuerza
del lenguaje, desde la cual pudieran trazarse
argumentativa y persuasiva del escepticismo:
estas distinciones" (58).
la imposibilidad, evidente para muchos, de
establecer un fundamento adecuado para la
La distinción ontológica entre realidad verdad" (71).
en sí y fenómenos aparentes está estre-
chamente relacionada con la distinción El último capítulo del libro se centra en
epistemológica entre lo subjetivo y lo ob- esta exigencia de fundamentos que justi-
jetivo. Esta segunda distinción ha motiva- fiquen de manera adecuada nuestro co-
do también ideas escépticas. El solipsísmo. nocimiento, exigencia que conduce a una