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Avances de investigación sobre el problema de la comprensión lectora en

los estudiantes de primer año de bachillerato del Plantel 1 del sistema Colegio de
Bachilleres en el Estado de Puebla.

Mtro. Juan Flores Gazca

Resultados y alcances de la Investigación y Difusión I

Actividad de aprendizaje 1. Planteamiento del problema.

Puebla, Pue. 15 de julio de 2017


Capítulo I Planteamiento del problema.
En el presente apartado se presenta la condición que guarda la competencia lectora
en general, orientada hacia una inercia de la recuperación del contenido de la información
que posee un texto como función primordial del lector. Este cuando lee un texto está
preocupado por recuperar las ideas principales y secundarias contenidas en la información
del texto mediante alguna técnica o estrategia de lectura.

Por otra parte en lo particular en el plantel 1 del sistema Colegio de Bachilleres en


el Estado de Puebla se presenta el problema de la falta de comprensión lectora por parte
de los estudiantes del nivel medio superior, así como los limitados resultados que se
obtienen en las pruebas de compresión lectora.

1.1. ¿De cómo la enseñanza de la compresión lectora ha desacertado?:


Situación que guarda la competencia lectora en lo general.

Al inicio del año 2000 el vocablo “lectura de compresión” empieza a caer en desuso
y se comienza a utilizar de manera cotidiana el término “competencia lectora”, diluyendo el
vocablo “lectura de compresión” o “lectura en silencio”, el cual parecía estar más asociado
a una postura del lector frente al texto que al proceso de lectura. Si bien, la condición de
guardar silencio y pasar la vista por el impreso escrito tenía como finalidad descifrar el
significado contenido en el texto (Ruffinelli, 1999) ello suponía la comprensión del texto. El
proceso de interpretación y reflexión por parte del lector sobre el sentido del texto era
prácticamente olvidado.

La lectura es una de las primeras competencias académicas que el estudiante


desarrolla desde los primeros años de vida escolar. Por lo cual no debe ser entendida como
una actividad meramente mecánica que reproduzca las palabras, sino como un proceso
mental que permita al alumnado entender el contenido del texto y razonar sobre la
información que el mismo proporciona (Reimers, 2008), atribuyéndole significados
contextualizados a los textos por parte del lector (Van Dijk, 2000).

Algunos autores (Cassany, 2003; Lerner, 2003; Solé, 2012; Smith, 1988)
consideran la comprensión lectora como una competencia básica que se debe desarrollar
no solo durante la edad escolar y al interior de las Instituciones educativas, sino también
fuera de ella, en la vida cotidiana dentro de la sociedad, dado que está competencia le
sirve al alumnado para su futura vida escolar y a comprender mejor algún aspecto del
mundo que le rodea y el cual lo circunscribe.

Una de las tareas fundamentales del docente desde la educación básica hasta el
educación media superior consiste en desarrollar la habilidad matemática y las del lenguaje
(hablar, escuchar, escribir y leer) dentro de las cuales destaca la comprensión lectora, pero
no solo el alumnado debe poseer la capacidad de descifrar códigos sino principalmente es
necesario leer con comprensión (…) con la finalidad de aprender durante toda la vida dentro
y fuera del salón de clase (Reimers, 2008).

Regularmente los estudiantes no poseen el hábito de la lectura y presentan


deficiencias en la competencia lectora (Ramirez, 2011) pero cuando alguno de ellos es un
lector habitual guía su lectura mediante objetivos previamente propuestos por él mismo y
algunas veces por un ser ajeno a él, como puede ser el maestro. La lectura del lector está
guiada por los objetivos que se formula él mismo antes de iniciar la lectura (Ruffinelli, 1999;
Solé, 2012) y hacia ellos dirige el lector su atención, pues la información recogida por el
lector se filtra a través de los objetivos determinados con anticipación a la lectura.

Domanico Di Lorenzo (2008) considera que “Las deficiencias lectoras aparecen


desde el nivel básico y se mantienen en la mayoría de los casos, hasta el inicio de
educación universitaria”, (p. 8). Limitando a los estudiantes el acceso a la información
académica y científica, asociándose este fenómeno con el bajo rendimiento académico que
los estudiantes manifiestan en el desarrollo de las competencias genéricas y disciplinares
del nivel medio superior.

1.2. El peligro de la pérdida de la comprensión lectora.


El proceso de alfabetización de las Instituciones en educación básica,
principalmente en la primaria y la secundaria se entiende como la enseñanza de la lectura
y la escritura solo como un proceso de decodificación de ciertos códigos regularmente
impresos. Así mismo existe una inercia al interior de las instituciones escolares en enseñar
a leer y fortalecer la lectura por medio de actividades con base en algún procedimiento,
técnica o estrategia de lectura basada en la recuperación del contenido de la información
de los textos.
Cassany (2003) señala como recurso para que el alumnado desarrolle las
microhabilidades una tipología de ejercicios de lectura para el desarrollo de la comprensión
lectora. Si bien, los ejercicios propuestos en la “Tipología de ejercicios de lectura para el
desarrollo de las microhabilidades” (p.210) son originales, ellos encaminan al lector al
manejo de la estructura y forma de la información, subestimando las ideas principales y la
inferencia para la compresión del texto.

Lerner (2003) enfatiza en formar al alumnado “como practicantes de la cultura


escrita” (p.25) a través del reconocimiento de lo real, lo posible y lo necesario de la lectura.
Sin embargo, esta tarea se vuelve compleja por las discrepancias entre la escolarización
de la práctica lectora y la búsqueda de respuestas a problemas de la realidad; entre lo
mensurable de los contenidos y lo encomiable del aprendizaje y entre las necesidades
institucionales de la escuela y las necesidades urgentes de la sociedad.

Solé (2005) propone una serie de estrategias de lectura, las cuales se aplicarán
antes, durante y después de la lectura. Algunas de las estrategias como la anticipación, la
predicción, la interpretación y la inferencia apuntan hacia la compresión lectora. Mientras
que el señalamiento de marcas discursivas, las respuestas a las interrogantes y la
elaboración de un resumen “después de la lectura” tienden al manejo del contenido de la
información del texto.

Smith (1988) desataca como una herramienta primordial para poder recuperar una
muestra del texto es a través de la herramienta de trabajo denominada resumen, por medio
del cual los estudiantes recuperan las ideas principales de los párrafos y discriminar las
ideas principales de las secundarias en un texto.

¿Qué tipo de lector se está formando desde la escuela? ¿Qué tipo de lector
promueve los planes y programas de estudio? ¿Qué tipo de lector requiere la sociedad?
¿Qué tipo de lector desearía ser el propio lector? El lector ideal propuesto desde la escuela
como instrucción educativa está encaminado a la enseñanza de la lectura, sin tomar en
consideración que la lectura también sirve para que el alumnado aprenda.

En este orden de ideas el sujeto receptor denominado lector desempeña un papel pasivo,
inerte, sin desempeñar una función activa frente al texto. Se descuida la noción de que el
lector modelo es capaz de cooperar en la actualización del texto (…) y de actuar
interpretativamente sobre el texto. (Eco, 1995, p.80).
1.3 Más allá de la Inercia de la comprensión lectora. Situación de la
comprensión lectora a nivel nacional.
La mayoría de los jóvenes de ésta generación realizan inversiones de tiempo en
distintas actividades. Una de las tareas que les ocupa una cuarta parte de su día es la vida
en la escuela, pues dedican 6 horas promedio en el día durante una semana. Sin embargo,
no necesariamente la escuela les agrada o les resulta interesante. Los resultados de PISA
2015 nos muestra que “los jóvenes mexicanos de 15 años se hallan por debajo del promedio
OCDE en lectura (423 puntos) y menos del 1% de los estudiantes en México logran alcanzar
niveles de competencia de excelencia” (p.1).

Por otra parte, los datos que manifiesta la encuesta nacional de lectura 2015,
realizada por CONACULTA en el mismo año, menciona: “Al mismo tiempo, la caída en
volumen y frecuencia de lectura que suele registrarse al finalizar el periodo de
escolarización (después de los 18 años) se sitúa en el 15% de la población lectora” (p. 7).
Dicha población por lo regular está cautiva por la escolarización, es decir, muchos de la
población lectora aún continúa sus estudios a nivel superior.

De acuerdo a los resultados de la encuesta antes citada de CONACULTA 2015, en


torno a la diversión y el entretenimiento, 52.9 % de la población encuestada se dedica a ver
televisión y sólo 2l.1% a la lectura”. (p.17) en edad escolar. Mientras que los alumnos que
poseen un dispositivo móvil realizan inversiones de tiempo superiores a las 4 horas diarias
conectadas a las redes sociales. En virtud de que el alumnado que posee una unidad móvil
tendría acceso a la información y al conocimiento en el momento que lo desee y en el lugar
en dónde se encuentre. Sin embargo, el tener “tan a la mano” la información no es sinónimo
de conocimiento y mucho menos de aprendizaje para los estudiantes.

La situación actual vinculada con la habilidad lectora de los alumnos del Estado de
Puebla a partir de los resultados de la Prueba Planea 2016 son una muestra del
estancamiento que muestran los estudiantes con base en la comprensión lectora. El 33.2%
de los encuestados se ubican en el nivel más bajo, mientras que el 26.8% atina al siguiente
nivel inferior, ocupando el 62% de la población de la muestran están en los dos niveles más
bajos en la habilidad de lenguaje y comunicación”. (pág.7).
1.4. Antecedentes del problema: Situación actual de la comprensión lectora
vinculada con la competencia básica (leer) de los alumnos del sistema
Colegio de Bachilleres en el Estado de Puebla.

Los resultados que a continuación se presentan son el fruto de la elaboración del


diagnóstico inicial realizado por los docentes del área de “Lenguaje y comunicación”, al
inicio del curso escolar 2016 – 2017 en el sistema Colegio de Bachilleres en el Estado de
Puebla. Este pequeño diagnóstico inicial se construye todos los años con el fin de diseñar
las estrategias a seguir para poder preparar a los estudiantes para presentar la prueba
PLANEA, la cual se aplica en el mes de Abril a todos los estudiantes del sexto semestre.

A pesar de que el instrumento sólo se aplica a los jóvenes del último semestre, al
interior del plantel 1 del turno matutino del sistema educativo citado, las estrategias se
aplican para los alumnos de los diferentes semestres con la finalidad de “familiarizarlos”
con el instrumento de valoración denominado “Prueba Planea”.

Las derivaciones de la Evaluación Diagnóstica del instrumento elaborado por la


Coordinación Sectorial de Desarrollo Académico (COSDAC) Departamento de la Dirección
General de Bachilleratos (DGB) aplicado a los estudiantes de nuevo ingreso al sistema
Colegio de Bachilleres, valora la habilidad matemática (37 reactivos) y verbal (39 reactivos).
Divide la comprensión lectora en tres rangos: nivel básico I con puntaje de 0 a 333, nivel
intermedio II puntaje de 334 a 666, y finalmente, nivel crítico III, puntaje 666 a 1,000 puntos.
Los estudiantes del sistema Colegio de Bachilleres obtuvieron un promedio de 5.5 y los
sustentantes del plantel 1 se ubican en el nivel intermedio con un promedio de 4.5, es decir
debajo de la media del sistema. El 94 % de los alumnos que presentaron examen están en
el nivel intermedio y el 6% en el nivel básico. Ningún alumno ocupa el lugar crítico, nivel III.

Por otra parte el examen de diagnóstico sobre lectura de comprensión, se aplicó el


primer día de clases con un instrumento diseñado por la academia de Lenguaje y
Comunicación del plantel 1, turno matutino. Dicho instrumento está dividido en tres niveles:

Nivel Nivel Básico Nivel Intermedio Nivel Superior


Categoría Desciframiento Interpretación Crítico reflexivo
Alumnado de primer 73% 24% 3%
semestre (150)
En el nivel medio superior en el año 2015, los alumnos de la entidad poblana se
ubican en el sitio 13 en habilidad lectora, pero donde salen bajos sus resultados son
“matemáticas”, éste coloca a Puebla, a nivel nacional en el lugar 18, lo que indica que más
del 82 por ciento de los escolares están reprobados. Cabe mencionar que se emplean los
datos del 2015, pues los resultados de PLANEA 2016, cuyo instrumento se aplicó en la
primera quincena de Abril de 2016, aun no se han socializado.

Por otra parte, el titular de la Secretaría de Educación Pública Federal (SEP), Alonso
Lujambio, comenta que de acuerdo a los resultados de la prueba “ENLACE 2015”. Estos
muestran un rezago acumulado en el sistema de educación media superior en México, dijo:
“No estamos bien ni en habilidad lectora ni en matemáticas. Es cierto que respecto al año
pasado mejoramos ligeramente en matemáticas pero empeoramos (…) en habilidad
lectora” (Martínez, 2015, p.1).

Prueba “ENLACE” mide las habilidades matemáticas y de capacidad lectora de los


alumnos del último grado de bachillerato (ENLACE, 2015, p.6). En el año 2015 fueron
evaluados un total de 814 mil 665 alumnos en habilidad lectora y 804 mil 355 en
matemáticas. A nivel nacional, 17 % de los estudiantes de tercer año registran niveles de
insuficiencia en su habilidad lectora, mientras que el 33% muestran un grado elemental.

En Puebla la situación no es mejor, en habilidad lectora se observa un retroceso al


pasar de 8.2% de alumnos registrados el año pasado (2014) en el nivel insuficiente a 14.5%
es decir que aumentó 6.3% de alumnos con insuficientes habilidades lectoras en tan solo
un año. (Encuesta Nacional 2015).

A nivel micro, el plantel 1 del sistema Colegio de Bachilleres no está exento de la


problemática hasta aquí planteada. Pero vale la pena tener un acercamiento a la
problemática específica que vive dicha Institución educativa con la finalidad de poseer una
cabal comprensión de nuestra realidad.

Existen múltiples y variados problemas dentro del plantel 1 del sistema Colegio de
Bachilleres en el Estado de Puebla. Para abordarlos, iniciaremos por aquellos que aquejan
a los Directivos del plantel, luego a los docentes y finalmente, mencionaremos las
dificultades que presentan los estudiantes de este sistema respecto a la competencia
básica de la compresión lectora.
Cabe mencionar que las ideas aquí planteadas son el extracto del trabajo realizado
por el personal administrativo, docente y directivo del plantel 1, en el mes de julio de 2015
durante el Diplomado denominado: “Calidad del proceso docente con énfasis en la
formación de valores”. Así mismo, la metodología empleada en el trabajo antes citado, se
basa en el método empírico- racional.

En primer término se observa una desorganización generalizada en el


funcionamiento del plantel, dado que no existe un trabajo de planeación, tanto de las
actividades académicas como de las administrativas. Las labores cotidianas de la escuela
se realizan por costumbre siguiendo la inercia propia de la escuela, tanto alumnos como
docentes “hacen lo que tienen que hacer”, es decir la vida dentro de la institución educativa
escuela continua su actividad sin sentido, ni dirección clara y definida.

Asimismo, es necesario prestar atención a las reuniones de academia, en virtud de


que se nota la poca presencia de las autoridades en dichas actividades, ya sea por el
ausentismo de la dirección o el exceso de responsabilidades administrativas de las mismas.
Incluso dichas reuniones se convierte en un mero trámite administrativo en el cual lo
importante es entregar las actas de reunión con sus respectivas evidencias.

Por parte de los docentes, es pertinente hacer notar: la falta de vocación,


compromiso, motivación y responsabilidad por parte de algunos profesores, quienes
sustentados en el goce de ciertas canonjías, llegan tarde a impartir sus clases, o bien,
omiten sus responsabilidades como docentes frente a grupo. Esta situación se recrudece
por la falta de conocimiento por parte del docente en algunas áreas, dado que éste adolece
de la preparación suficiente y necesaria en torno a la asignatura que imparte. A pesar de
que existe una planeación de la materia, ésta se reduce a un requisito meramente
burocrático, haciendo de la planeación “una realidad de papel”. Por ende, no se desarrolla
una labor profesional del docente frente a grupo.

Por otro lado, la realidad del docente se describe como un proceso de simulación,
tanto del proceso de enseñanza como el de aprendizaje. Este panorama se agudiza por el
modo de vivir, o mejor dicho por el mercantilismo de la profesión del magisterio, el cual
desempeña diferentes trabajos en distintas escuelas para cubrir los gastos que genera el
ser padre o madre de familia. A este fenómeno se le conoce con el nombre de “maestro
chambista”, es decir, los profesores requieren tener múltiples y escasos trabajos mal
remunerados, para poder solventar los gastos de sobrevivencia económica. Recrudecido
por el exceso de trabajo incrementado en los últimos años por la reforma Educativa.

Por su parte los alumnos muestran una doble problemática: un sector de ellos
manifiestan los conflictos propios de una sociedad desgastada como son: drogadicción,
alcoholismo, libertinaje sexual y desintegración familiar. Otra fracción, revelan la falta de
compromiso, motivación, interés hacia la escuela, poniendo en evidencia su ausentismo en
la escuela y absoluta apatía hacia su propio aprendizaje.

El proceso de comprensión lectora presenta uno de los retos más interesantes para
los docentes de las escuelas de todos los niveles educativos, particularmente para el nivel
medio superior. La compresión lectora no se puede desvincular del aprendizaje, dado que
la lectura se convierte en una herramienta mediática por medio de la cual el alumnado
adquiere conocimiento, desarrolla el pensamiento crítico y aprende para la escuela y para
la vida.

Gran parte de la información que el alumno recibe es a través de textos que debe
en primera instancia decodificar para posteriormente entender y comprender el contenido
de los mismos a través de la lectura, la cual se convierte en el objeto de estudio e
instrumento indispensable para crear nuevos aprendizaje.

Durante los niveles educativos de la primaria y la secundaria los docentes enseñan


a leer y escribir, en un primer momento, y emplean la enseñanza de la lectura como medio
de aprender a leer, pero no empleamos ni la lectura ni la comprensión lectora como medio
de aprendizaje, es decir, es necesario transitar del aprender a leer hacia el leer para
aprender. Pero para ello es necesario desarrollar una metodología de lectura que les
permita a los adolescentes y adultos fortalecer su comprensión lectora.

La lectura de comprensión, llamada así durante muchos años, tiene un sesgo


particular a partir del año 2000 como ya se había citado anteriormente. Si bien en sus inicios
la aparición del nuevo vocablo, no parecía ofrecer ningún cambio sustancial, el concepto
de compresión lectora se fue consolidando como una nueva noción, en la cual descuella:
la participación activa del sujeto (lector) frente al texto, el proceso mismo de la compresión,
una idea más amplia del texto en sí y el desarrollo de ésta habilidad comunicativa.

La comprensión lectora hoy en día se entiende como una competencia “(…) básica
de la comunicación que cualquier persona debería desarrollar por medio de un proceso de
construcción de significados a partir de un texto dado” (Solé, 2005, pág.34). Si bien, desde
la primaria se inicia en los alumnos en el desarrollo de esta competencia básica, se requiere
del fortalecimiento del proceso en la comprensión lectora, pues ésta ha ido adquiriendo
mayor relevancia en la vida formativa, académica y laborar de las personas. Esto puede ser
debido a que muchos docentes se han centrado en la enseñanza del proceso de descifrar
textos, más no de comprenderlos.

De manera general, en un primer acercamiento al proceso de comprensión lectora


se puede identificar dos aspectos, el primero es el comprender el código empleado por el
autor en el texto, identificando por parte del lector, el significado de los signos propuestos
en el texto con el fin de interpretar de manera eficaz el sentido del texto propuesto por el
autor.

Por otra parte, el segundo aspecto, radica en inferir la significación del texto, dentro
de una unidad coherente, inmersa en un contexto específico, tanto personal como social.
Bajo esta perspectiva, la lectura es un proceso interactivo en donde se requiere de manera
imprescindible la presencia de un lector activo que procese y examine el texto guiado por
un objetivo específico, es decir el lector siempre lee para alcanzar una finalidad y de ésta
depende, en gran medida el nivel de compresión que el lector realice del texto.

El significado del texto lo construye o reconstruye el lector a partir del contenido del
propio texto, el cual siempre permanecerá invariable, pues “lo escrito, escrito está”. Sin
embargo, el lector recrea el sentido del texto a partir de la interacción con el texto generando
y/o construyendo una “nueva” significación de las palabas contenidas en el texto.

1.5 Planteamiento del problema: La escasa compresión lectora en el


alumnado del nivel medio superior.

En el sistema Colegio de bachilleres en el Estado de Puebla, Plantel 1, Turno


matutino, los bloques temáticos de las asignaturas relacionadas con el español se
desarrollan a través de diversos tipos de textos (Personales, Funcionales, Expositivos,
Persuasivos y Recreativos), los cuales están relacionados con las demás asignaturas. En
el abordaje de cada uno de los tipos de textos se puede observar el bajo nivel de
comprensión lectora de los textos, independientemente de la tipología del texto. A los
alumnos se les dificulta identificar las marcas de textualidad, no pueden identificar los
párrafos del escrito, se les dificulta discriminar los diferentes tipos de ideas contenidas en
el párrafo, las ideas principales de los textos las confunden con las ideas que el alumno
considera interesantes.
Las tareas y los trabajos de investigación, encomendados por los docentes a los
estudiantes, se convierten en trabajos de transcripción, copia y plagio de documentos
recuperados de textos impresos o bien del Internet. Los productos entregados por los
estudiantes no muestran el resultado del proceso de comprensión de la lectura, los alumnos
no son capaces de recuperar las ideas contenidas en los textos, ni con las palabras del
autor, ni mucho menos son capaces de construir sus propias ideas, las cuales manifiesten
las ideas que les presenta el autor por medio del texto.

El problema de la ausencia en la compresión lectora por parte de los estudiantes se


observa cuando el alumno no sabe o no puede seguir instrucciones escritas, propuestas en
las actividades, ejercicios y exámenes. Al término de la lectura de las instrucciones el
alumnado no sabe que deben hacer, por donde deben iniciar la actividad, esperan el apoyo
o instrucción verbal del docente, y que este dé seguimiento continuo a las acciones
realizadas por los alumnos de lo contrario no entienden las acciones que deberían seguir
para poder realizar las actividades.

Así mismo, se puede ver que los alumnos de recién ingreso al sistema Colegio de
Bachilleres adolecen de comprensión lectora a través del examen de diagnóstico, no usan
de manera cotidiana el diccionario, no respetan los signos de puntuación durante la lectura,
ni dan entonación a la misma, leen con desgano, les parece la lectura una actividad aburrida
y muestran resistencia cuando la actividad consiste en recuperar las ideas principales del
texto, les da flojera leer cualquier tipo de información independientemente del código
empleado para presentar el texto.

Es innegable el mundo de la tecnología que nos rodea (Internet, Tabletas, celulares)


y nos pone en contacto con el resto de los países, la mayoría de la información que se
recibe a través de esta herramienta que es parte de nuestra vida, y de nuestro entorno
educativo. Los dispositivos móviles se han convertido en una “extensión de nuestra mano”.
Sin embargo, es necesario decodificar y comprender los distintos códigos para tener acceso
a la información y luego a la sociedad del conocimiento. De ahí, que se vuelve una tarea
urgente que nuestros alumnos sean capaces de entender, interpretar, inferir y comprender
los distintos tipos de textos para aprender a aprender y seguir aprendiendo.

El acercamiento que en este documento se hace de la realidad, sigue el método


deductivo, es decir se procede de lo general a lo particular, con la finalidad de tener una
comprensión cabal de las circunstancias y condiciones en las cuales se ubica la
problemática, objeto de estudio: la escasa comprensión lectora en los estudiantes del nivel
medio superior: Bachillerato en el sistema Colegio de Bachilleres en el Estado de Puebla,
plantel 1 turno matutino.

La lectura es una de las primeras competencias básicas que el alumnado debería


desarrollar desde su inicio en la Institución escolar, por lo que no debe ser entendida como
una actividad meramente mecánica que reproduzca las palabras, sino, el poder entender el
contenido y razonar sobre el mismo, atribuyéndole significados contextualizados a los
textos.

Referencias

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