los estudiantes de primer año de bachillerato del Plantel 1 del sistema Colegio de
Bachilleres en el Estado de Puebla.
Al inicio del año 2000 el vocablo “lectura de compresión” empieza a caer en desuso
y se comienza a utilizar de manera cotidiana el término “competencia lectora”, diluyendo el
vocablo “lectura de compresión” o “lectura en silencio”, el cual parecía estar más asociado
a una postura del lector frente al texto que al proceso de lectura. Si bien, la condición de
guardar silencio y pasar la vista por el impreso escrito tenía como finalidad descifrar el
significado contenido en el texto (Ruffinelli, 1999) ello suponía la comprensión del texto. El
proceso de interpretación y reflexión por parte del lector sobre el sentido del texto era
prácticamente olvidado.
Algunos autores (Cassany, 2003; Lerner, 2003; Solé, 2012; Smith, 1988)
consideran la comprensión lectora como una competencia básica que se debe desarrollar
no solo durante la edad escolar y al interior de las Instituciones educativas, sino también
fuera de ella, en la vida cotidiana dentro de la sociedad, dado que está competencia le
sirve al alumnado para su futura vida escolar y a comprender mejor algún aspecto del
mundo que le rodea y el cual lo circunscribe.
Una de las tareas fundamentales del docente desde la educación básica hasta el
educación media superior consiste en desarrollar la habilidad matemática y las del lenguaje
(hablar, escuchar, escribir y leer) dentro de las cuales destaca la comprensión lectora, pero
no solo el alumnado debe poseer la capacidad de descifrar códigos sino principalmente es
necesario leer con comprensión (…) con la finalidad de aprender durante toda la vida dentro
y fuera del salón de clase (Reimers, 2008).
Solé (2005) propone una serie de estrategias de lectura, las cuales se aplicarán
antes, durante y después de la lectura. Algunas de las estrategias como la anticipación, la
predicción, la interpretación y la inferencia apuntan hacia la compresión lectora. Mientras
que el señalamiento de marcas discursivas, las respuestas a las interrogantes y la
elaboración de un resumen “después de la lectura” tienden al manejo del contenido de la
información del texto.
Smith (1988) desataca como una herramienta primordial para poder recuperar una
muestra del texto es a través de la herramienta de trabajo denominada resumen, por medio
del cual los estudiantes recuperan las ideas principales de los párrafos y discriminar las
ideas principales de las secundarias en un texto.
¿Qué tipo de lector se está formando desde la escuela? ¿Qué tipo de lector
promueve los planes y programas de estudio? ¿Qué tipo de lector requiere la sociedad?
¿Qué tipo de lector desearía ser el propio lector? El lector ideal propuesto desde la escuela
como instrucción educativa está encaminado a la enseñanza de la lectura, sin tomar en
consideración que la lectura también sirve para que el alumnado aprenda.
En este orden de ideas el sujeto receptor denominado lector desempeña un papel pasivo,
inerte, sin desempeñar una función activa frente al texto. Se descuida la noción de que el
lector modelo es capaz de cooperar en la actualización del texto (…) y de actuar
interpretativamente sobre el texto. (Eco, 1995, p.80).
1.3 Más allá de la Inercia de la comprensión lectora. Situación de la
comprensión lectora a nivel nacional.
La mayoría de los jóvenes de ésta generación realizan inversiones de tiempo en
distintas actividades. Una de las tareas que les ocupa una cuarta parte de su día es la vida
en la escuela, pues dedican 6 horas promedio en el día durante una semana. Sin embargo,
no necesariamente la escuela les agrada o les resulta interesante. Los resultados de PISA
2015 nos muestra que “los jóvenes mexicanos de 15 años se hallan por debajo del promedio
OCDE en lectura (423 puntos) y menos del 1% de los estudiantes en México logran alcanzar
niveles de competencia de excelencia” (p.1).
Por otra parte, los datos que manifiesta la encuesta nacional de lectura 2015,
realizada por CONACULTA en el mismo año, menciona: “Al mismo tiempo, la caída en
volumen y frecuencia de lectura que suele registrarse al finalizar el periodo de
escolarización (después de los 18 años) se sitúa en el 15% de la población lectora” (p. 7).
Dicha población por lo regular está cautiva por la escolarización, es decir, muchos de la
población lectora aún continúa sus estudios a nivel superior.
La situación actual vinculada con la habilidad lectora de los alumnos del Estado de
Puebla a partir de los resultados de la Prueba Planea 2016 son una muestra del
estancamiento que muestran los estudiantes con base en la comprensión lectora. El 33.2%
de los encuestados se ubican en el nivel más bajo, mientras que el 26.8% atina al siguiente
nivel inferior, ocupando el 62% de la población de la muestran están en los dos niveles más
bajos en la habilidad de lenguaje y comunicación”. (pág.7).
1.4. Antecedentes del problema: Situación actual de la comprensión lectora
vinculada con la competencia básica (leer) de los alumnos del sistema
Colegio de Bachilleres en el Estado de Puebla.
A pesar de que el instrumento sólo se aplica a los jóvenes del último semestre, al
interior del plantel 1 del turno matutino del sistema educativo citado, las estrategias se
aplican para los alumnos de los diferentes semestres con la finalidad de “familiarizarlos”
con el instrumento de valoración denominado “Prueba Planea”.
Por otra parte, el titular de la Secretaría de Educación Pública Federal (SEP), Alonso
Lujambio, comenta que de acuerdo a los resultados de la prueba “ENLACE 2015”. Estos
muestran un rezago acumulado en el sistema de educación media superior en México, dijo:
“No estamos bien ni en habilidad lectora ni en matemáticas. Es cierto que respecto al año
pasado mejoramos ligeramente en matemáticas pero empeoramos (…) en habilidad
lectora” (Martínez, 2015, p.1).
Existen múltiples y variados problemas dentro del plantel 1 del sistema Colegio de
Bachilleres en el Estado de Puebla. Para abordarlos, iniciaremos por aquellos que aquejan
a los Directivos del plantel, luego a los docentes y finalmente, mencionaremos las
dificultades que presentan los estudiantes de este sistema respecto a la competencia
básica de la compresión lectora.
Cabe mencionar que las ideas aquí planteadas son el extracto del trabajo realizado
por el personal administrativo, docente y directivo del plantel 1, en el mes de julio de 2015
durante el Diplomado denominado: “Calidad del proceso docente con énfasis en la
formación de valores”. Así mismo, la metodología empleada en el trabajo antes citado, se
basa en el método empírico- racional.
Por otro lado, la realidad del docente se describe como un proceso de simulación,
tanto del proceso de enseñanza como el de aprendizaje. Este panorama se agudiza por el
modo de vivir, o mejor dicho por el mercantilismo de la profesión del magisterio, el cual
desempeña diferentes trabajos en distintas escuelas para cubrir los gastos que genera el
ser padre o madre de familia. A este fenómeno se le conoce con el nombre de “maestro
chambista”, es decir, los profesores requieren tener múltiples y escasos trabajos mal
remunerados, para poder solventar los gastos de sobrevivencia económica. Recrudecido
por el exceso de trabajo incrementado en los últimos años por la reforma Educativa.
Por su parte los alumnos muestran una doble problemática: un sector de ellos
manifiestan los conflictos propios de una sociedad desgastada como son: drogadicción,
alcoholismo, libertinaje sexual y desintegración familiar. Otra fracción, revelan la falta de
compromiso, motivación, interés hacia la escuela, poniendo en evidencia su ausentismo en
la escuela y absoluta apatía hacia su propio aprendizaje.
El proceso de comprensión lectora presenta uno de los retos más interesantes para
los docentes de las escuelas de todos los niveles educativos, particularmente para el nivel
medio superior. La compresión lectora no se puede desvincular del aprendizaje, dado que
la lectura se convierte en una herramienta mediática por medio de la cual el alumnado
adquiere conocimiento, desarrolla el pensamiento crítico y aprende para la escuela y para
la vida.
Gran parte de la información que el alumno recibe es a través de textos que debe
en primera instancia decodificar para posteriormente entender y comprender el contenido
de los mismos a través de la lectura, la cual se convierte en el objeto de estudio e
instrumento indispensable para crear nuevos aprendizaje.
La comprensión lectora hoy en día se entiende como una competencia “(…) básica
de la comunicación que cualquier persona debería desarrollar por medio de un proceso de
construcción de significados a partir de un texto dado” (Solé, 2005, pág.34). Si bien, desde
la primaria se inicia en los alumnos en el desarrollo de esta competencia básica, se requiere
del fortalecimiento del proceso en la comprensión lectora, pues ésta ha ido adquiriendo
mayor relevancia en la vida formativa, académica y laborar de las personas. Esto puede ser
debido a que muchos docentes se han centrado en la enseñanza del proceso de descifrar
textos, más no de comprenderlos.
Por otra parte, el segundo aspecto, radica en inferir la significación del texto, dentro
de una unidad coherente, inmersa en un contexto específico, tanto personal como social.
Bajo esta perspectiva, la lectura es un proceso interactivo en donde se requiere de manera
imprescindible la presencia de un lector activo que procese y examine el texto guiado por
un objetivo específico, es decir el lector siempre lee para alcanzar una finalidad y de ésta
depende, en gran medida el nivel de compresión que el lector realice del texto.
El significado del texto lo construye o reconstruye el lector a partir del contenido del
propio texto, el cual siempre permanecerá invariable, pues “lo escrito, escrito está”. Sin
embargo, el lector recrea el sentido del texto a partir de la interacción con el texto generando
y/o construyendo una “nueva” significación de las palabas contenidas en el texto.
Así mismo, se puede ver que los alumnos de recién ingreso al sistema Colegio de
Bachilleres adolecen de comprensión lectora a través del examen de diagnóstico, no usan
de manera cotidiana el diccionario, no respetan los signos de puntuación durante la lectura,
ni dan entonación a la misma, leen con desgano, les parece la lectura una actividad aburrida
y muestran resistencia cuando la actividad consiste en recuperar las ideas principales del
texto, les da flojera leer cualquier tipo de información independientemente del código
empleado para presentar el texto.
Referencias
CENEVAL. (2015). Manual para docentes y directivos. ENLACE Media superior 2015.
México: CENEVAL.
Martínez, N. (2015, agosto 6). Prueba ENLACE registra retroceso en nivel de español. La
prueba revela que en el último año cinco de cada 10 jóvenes presentan resultados
insuficientes y elementales en español. El Universal, Nación, p .1.
Ramírez, E. (2011). La lectura en el mundo de los jóvenes. ¿Una actividad en riesgo?
México: UNAM.
http://enlace.sep.gob.mx/ms/estadisticas_de_resultados/
https://observatorio.librosmexico.mx/files/encuesta_nacional_2015.pdf
https://www.oecd.org/pisa/PISA-2015-Mexico-ESP.pdf
http://planea.sep.gob.mx/content/general/docs/2016/DifusionPLANEA_EMS.pdf