elegir un vector x que resolviera el problema max u(x) s.a. px = M, donde p era un vector
precio y M la renta monetaria. A partir de la solución dedujimos las funciones de demanda
marshalliana x, = Dip, M) (¿= 1, ..., n), que expresan las demandas como funciones de los
precios y de la renta monetaria. Comentamos que no podemos imponer restricciones a los
signos de las derivadas parciales de estas funciones: 0D;/0MZ 0, 0D ¡/0p,30 (, j= 1, ..., n).
En particular, la demanda de un bien no necesariamente varía inversamente con su propio
precio. Sin embargo, como resultado de un análisis gráfico fuimos capaces de decir que esto
será cierto de los bienes normales, o de los bienes inferiores cuyos efectos renta son más
débiles que sus efectos sustitución. Ahora situamos este análisis sobre bases más generales
y rigurosas. También consideramos el problema, de la mayor importancia para muchas
aplicaciones de la teoría del consumidor, de deducir una medida monetaria de los costes y
los beneficios en los que incurre un consumidor como resultado de los cambios en los
precios. Haciendo eso, desarrollamos los métodos y los conceptos de la teoría de dualidad,
un enfoque del análisis de los problemas de optimización que permite una deducción
concisa y elegante de los resultados estáticos comparativos.
A. La función de gasto
La función de gasto se deduce del problema de minimizar el gasto total necesario para que
el consumidor alcance un nivel de utilidad específico u:
[A.1]
Si todos los precios son positivos, la primera restricción en [A.1] se satisfará en la solución
como una igualdad, ya que si u(x) > u el gasto puede reducirse sin violar la restricción. Si
además suponemos que todas las x, son estrictamente positivas en la solución, podremos
escribir la función de Lagrange para el problema (con como el multiplicador de Lagrange)
como:
y las condiciones necesarias para un mínimo de L, también las condiciones necesarias para
una solución de [A.1], son:
Las condiciones con respecto a las x guardan un asombroso parecido con las [C.9] del
Capítulo 2. Escribiéndolas como p, = uu, y dividiendo la condición correspondiente de x;
por la condición para x, se obtiene:
que es idéntica a la del Capítulo 2 [C.2]: el cociente de los precios se iguala a la relación
marginal de sustitución. Esto no es sorprendente, como indica el análisis del caso de dos
bienes en el Gráfico 3.1. La curva de indiferencia Io, muestra las combinaciones de x, y x,
que proporcionan un nivel de utilidad de u y el conjunto asequible para el problema está
formado por todos los puntos en, o por encima de, Io. Las rectas m0 y, m1, m2, son rectas
isogasto similares a las rectas presupuestarias de las gráficas anteriores. Por ejemplo, my
representa todas las combinaciones de bienes que cuestan m, es decir, que satisfacen la
ecuación pix; + p>2X> = My. El problema es encontrar el punto en el conjunto asequible
que está en la recta isogasto más baja. Dicho punto estará, en la solución de tangencia
mostrada aquí, donde la curva de indiferencia [, sea tangente a la recta isogasto mq. El
problema al que se enfrenta el consumidor que maximiza la utilidad consiste en moverse a
lo largo de la recta presupuestaria hasta que se alcance la curva de indiferencia más alta. El
problema de minimizar el gasto consiste en moverse a lo largo de la curva de indiferencia
hasta que se alcance la recta isogasto más baja. El valor óptimo de x* en el Problema [A.1]
depende de los precios y del nivel de utilidad u:
a) La función de gasto mínimo
DEMOSTRACIÓN
Sean x' y x” soluciones del problema de minimización del gasto cuando el vector precio cs,
respectivamente, p' y p”. Por definición de la función de gasto, p/x' =m (p”, u) y p"x" mp”,
u). Asimismo, sea x solución del problema cuando el vector precio es p, de modo que px=m
(p, 1). Puesto que x' y x” son soluciones de sus problemas de minimización del gasto
respectivos debemos tener:
El Gráfico 3.2 ilustra la demostración de este importante resultado. Resulta obvio que,
cuando las rectas iso-gasto, para las cuales x' y x” son soluciones óptimas, se desplazan para
pasar por el punto x, deben producir un gasto mayor, verificando así las desigualdades en
[A.8]. El resto de la demostración se sigue por álgebra simple.
En algún sentido, el gráfico podría resultar engañoso. Las desigualdades (que en este caso
son estrictas) parecen deducirse de la convexidad de las curvas de indiferencia. Sin
embargo, nótese que las desigualdades en [A.8] se deducen simplemente del hecho de que
x' (respectiva- mente x”) minimiza px en el vector precio p” (respectivamente p”) mientras
que x puede que no —[A.8]— se deduce de la definición de un mínimo. Así, la
demostración de la concavidad de la función de gasto no depende de la convexidad de las
preferencias. Sin embargo, la pro- piedad de unicidad de las soluciones, como x' y x”, y la
diferenciabilidad de las demandas hicksianas y de la función de gasto, sí lo hacen. Obsérvese
que la convexidad estricta de las preferencias implica la estricta concavidad de la función
de gasto en una solución interior del
Problema [A.1], ya que implica la unicidad de la solución y de ahí las desigualdades estrictas
en [4.8].
El Gráfico 3.3 ilustra la concavidad estricta de la función de gasto cuando los vectores precio
p' y p” difieren sólo con respecto a un precio, p; La pendiente de la función de gasto en un
punto es igual a la demanda compensada para el bien í al precio p:
La segunda igualdad utiliza el hecho de que p, = uu, a partir de la condición de primer orden
[A.3]. Como la utilidad se mantiene constante cuando varía p, diferenciando la restricción
[A.4] con respecto a p, se obtiene que 2; _ ¡ujOx*/0pf = 0 lo que da lugar a la tercera
igualdad en [A.1 1].
Así, la derivada parcial de la función de gasto con respecto al precio i-ésimo es la demanda
compensada para el bien i-ésimo. En el Gráfico 3.3, la pendiente de la curva en el precio p;
es x; = HA Di, > Pis «<> Pio 1). Esto puede exponerse intuitivamente como sigue.
Supongamos que un consumidor compra 12,5 unidades de gas por semana al coste de 1 €
por unidad, y que el precio del gas aumenta después en 1 céntimo por unidad. El lema de
Shephard dice que, en una primera aproximación, para mantener el mismo nivel de utilidad,
o nivel de vida, su gasto debe incrementarse según H, Ap, = 12,5p: exactamente lo suficiente
para mantener el consumo al nivel inicial del precio. La especificación «en una primera
aproximación» es importante. Para los cambios de precio finitos, el Gráfico 3.3 muestra que
H, Ap, exagera el aumento requerido en el gasto, ya que la función de gasto es estrictamente
cóncava. Cuando el precio de un bien sube, el consumidor sustituye el bien en cuestión, y
esto reduce la cantidad del gasto necesario para mantener la utilidad constante. Recuerde
del Capítulo 2 la diferencia entre las demandas compensadas de Hicks y Slutsky. El lema
de Shephard nos dice que esta diferencia puede ignorarse para cambios de precios
suficientemente pequeños.
Esto se deduce inmediatamente del lema de Shephard. Como debe comprarse al menos un
bien, la función de gasto es no decreciente en el vector precio p y estrictamente creciente
en, al menos, un precio. Precios más elevados significan gastos mayores para alcanzar una
utilidad dada.
Sea un valor u dado y un vector precio p, y seam' = m (p, u) = px" donde x” es la combinación
de bienes que minimiza el gasto en p, es decir, p"x < px para todas las combinaciones de
bienes x que proporcionan una utilidad u o mayor. Pero esto implica que kp%x” < kp'x para
todas las combinaciones de bienes que producen al menos u y así x% es óptimo para los
precios p" y kp. Entonces míkp", u) = kpox = km (p, u). Como los precios relativos no
cambian, la combinación óptima de bienes tampoco: simplemente se hace más o menos cara
dependiendo de si k>1 o k<l.
Una mayor utilidad a precios dados requiere mayor gasto. En lugar de utilizar el Teorema
de la Envolvente de nuevo, recuerde que el multiplicador de Lagrange u > 0 en [A.2] es
igual a la derivada Om/0u (véase el Apéndice G). u es el «coste marginal de la utilidad», ya
que representa la tasa de cambio del gasto minimizado con respecto al nivel de utilidad
requerido. es el recíproco del multiplicador de Lagrange 4 en el problema de maximización
de utilidad correspondiente, es decir, u es el inverso de la «utilidad marginal de la renta»
(véase la Pregunta 3, Ejercicio 3A). Observe que, aunque las hipótesis que subyacen a la
teoría de utilidad ordinal permiten que se establezca el signo de u, no podemos decir que, u
sea necesariamente creciente, o decreciente, con u, porque ambos son posibles para
funciones de utilidad permisibles, diferentes (véase la Pregunta 3, Ejercicio 3A).
Es importante aclarar la relación que existe entre gasto y utilidad. Los factores esenciales
sobre el orden de preferencias del consumidor están contenidos en la estructura de sus
curvas o conjuntos de indiferencia. El gasto mínimo necesario para alcanzar un conjunto de
indiferencia dado a unos precios dados no se ve afectado por el número que se asigne a ese
conjunto de indiferencia para indicar su lugar en el orden de preferencias. Por otra parte,
una vez que se elija una representación numérica del orden de preferencias (una función de
utilidad) se tendrá una determinada relación entre el gasto m y la utilidad u. Pero las
propiedades establecidas anteriormente se cumplirán para todas las funciones de utilidad
admisibles, y la única restricción general que puede establecerse en la relación entre m y u
(para un vector precio dado) es que es monótona creciente.
[B.1]
u* se conoce como la función indirecta de utilidad, ya que la utilidad depende
indirectamente de los presiones y de la renta monetaria vía el proceso de maximización,
en contraste con la función de utilidad u(x1,.., xn) donde u depende directamente de las
xi. Podemos utilizar u* para investigar los efectos de los cambios en los precios y en la
renta monetaria sobre la utilidad del consumidor.
A partir de la interpretación del multiplicador de Lagrange (Sección 2B), el efecto de
un incremento en la renta monetaria sobre la utilidad maximizada es:
El efecto de un cambio en pi sobre u* también puede encontrarse como una versión del
Teorema de la Envolvente. Diferenciando u* con respecto a pi:
Y así
Que llama la atención sobre el hecho de que las elasticidades precio cruzadas de demanda
marshalliana depende ambas de las elasticidades compensadas y de las elasticidades renta
ponderadas por la participación en el gasto. Así pues, la igualdad de las elasticidades precio
cruzadas requiere de fuertes restricción sobre las preferencias (véase la Pregunta 5, Ejercicio
3B).
Estas son todas las predicciones que pueden hacerse, sobre la base de los axiomas de
las preferencias del consumidor, acerca de las funciones de demanda marshallianas. (Como
veremos en las Secciones D y E, predicciones mas detalladas requieren especificaciones de
preferencias más fuertes y menos generales.) La pregunta contraria de si un sistema de
funciones de demanda con estas propiedades implica la existencia de una función de utilidad a
partir de la cual las funciones de demanda podían haberse deducido, se conoce como el
problema de la integrabilidad. En la sección siguiente mostraremos que, de hecho, esto es así,
considerando el problema equivalente de recuperar una funciones de gasto (que también puede
emplearse para representar preferencias) a partir de un conjunto de funciones de demanda
marshallianas que satisfacen las propiedades anteriores.
∑isieij + sj = 0 j= 1,…, n
∑isini = 1
Donde eij es la elasticidad precio cruzada (∂Di/∂pj)(pj/xi), ƞi es la elasticidad
renta (∂Di/∂M)(M/xi) y si = pixi/M es la participación del bien iesimo en el
presupuesto o en el gasto del consumidor.
(c) Demuestre que la propiedad de homogeneidad implica:
La VE es el cambio necesario en M para hacer que la utilidad, cuando se enfrenta a p0, sea igual
a la utilidad cuando se enfrenta a p1 con renta M0. Por tanto, la VE se define como:
Si sólo un precio, digamos p1, se reduce desde p10 hasta p11, deberemos tener:
[C.4]
[C.5]
H1(p,u0) es la función de demanda hicksiana (con bienestar constante) para x1, y, si todos los
otros precios se mantienen constantes, podemos representar, como en el Gráfico 3.6(b), la
curva de demanda hicksiana h10, que muestra relación que existe entre p1 y x1 cuando la utilidad
es constante en u = u0 . Para una reducción del precio, VC es el área p61acp11.
Sin embargo, la curva de demanda de mercado de los consumidores de x1 no es la curva de
demanda de utilidad constante, sino la curva de demanda de renta monetaria constante, D1.
Pero a partir de la ecuación de Slutsky, vimos que la curva de demanda de utilidad constante
representa el efecto sustitución de un cambio de precio, y que la curva de demanda de renta
monetaria constante representa el efecto total de un cambio en el precio( es decir , el efecto
sustitución y el efecto renta); entonces las dos curvas coincidirán si y solo si el efecto renta es
cero. De manera equivalente, las curvas de indiferencia del consumidor en el Gráfico 3.6(a)
deben ser paralelas verticalmente.
Cuando D1 y h10 coinciden, VC es el área entre las rectas de precios p10 y p11 y bajo la curva
de demanda de los consumidores. Si el efecto renta no es cero, entonces el área bajo la curva
de demanda de mercado de los consumidores entre las rectas de precios no será igual a VC. En
particular, si x1 es un bien normal entonces D1 superará h10 para todo p1<p10
y el área bajo la curva D1 y entre las rectas de precios será mayor que VC , como ilustra el
Gráfico 3.6(b).
Los puntos A,B,C en el Gráfico 3.6(a) corresponden a los puntos a,b,c en el Gráfico 3.6(b)
y D1 corta a h10 en a. Si x1 hubiera sido un bien inferior, entonces D1 habría estado por debajo
de h01 para p1<p01 y VC habría sido subestimada en la cuantía del área bajo la curva D1 y entre
las rectas de precios.
Un enfoque similar puede emplearse para VE. El valor de la función de gasto M 0 = m( p1,
u1) es el gasto mínimo necesario para alcanzar el nuevo nivel de utilidad después del cambio
en el precio y m(p0, u1) es el necesario para alcanzar el nuevo nivel de utilidad con los precios
iniciales. Por eso, en el caso de una reducción de precio desde p01 hasta p11:
consumidor para el bien 1 es exactamente cero. El precio actual del bien 1 se indica por p11<p01.
De la identidad de Roy se obtiene:
Donde λ es la utilidad marginal de la renta. Integrando entre el intervalo [p11, p01] se obtiene:
[C.6]
[C.7]
El término de la izquierda puede considerarse como una medida monetaria del cambio en la
utilidad provocado por un cambio en el precio desde p01 hasta p11(ya que λ está en unidades de
utilidad € mientras que el término de la derecha es el área bajo la curva de demanda
marshalliana para el bien 1 entre los precios p01 y p11.
Desafortunadamente, no es el caso general que las preferencias de un consumidor se puedan
representar por una función de utilidad u(x) tal que la utilidad marginal de la renta monetaria
sea constante cambie un precio. Empleando la identidad de Roy, veamos que:
[C.8]
Es necesario y suficiente para que λ sea constante con respecto a p. Multiplicando [C.8] por M
/ λx, podemos expresar la ecuación como:
[C.9]
Esto se puede demostrar considerando una versión de un problema con un largo historial
de estudio en economía, el Problema de la Integralidad, cuya formulación general es la
siguiente. Supongamos que tenemos un sistema dado de n ecuaciones en derivadas parciales:
[C.10]
Donde las gi son funciones dadas, y es una variable real y x es un vector de n variables reales.
Una solución para el sistema es una función y = f(x) que satisfaga las n variables reales. Una
solución para el sistema es una función y = f(x) que satisfaga las n ecuaciones como una
identidad, es decir, que se cumpla para todos los valores de x. Dicha función existe si la
condición de integralidad de Hurwicz- Uzawa.
[C.11]
[C.12]
[C.13]
[C.14]
Para todas las parejas de precios pi, pj(donde hemos utilizado el hecho de que xi = Di(p,M).
Pero, a partir de las ecuaciones de Slutsy, vemos que [C.14] es precisamente la condición de
que es decir, la condición de que la matriz de Slutsky sea
simétrica. Como esta simetría está impuesta por la teoría, concluimos que podemos obtener la
función de gasto del consumidor a partir de las funciones de demanda marshallianas estimadas
a condición de que éstas también satisfagan las restricciones impuestas por la teoría del
consumidor: deben satisfacer la condición de renta = gasto, es decir, que
de manera que el gasto consuma exactamente la renta para
cualquier vector de precios.
En la práctica, puede no resultar una tarea sencilla resolver el sistema dado de demandas
marshallianas para la función de gasto. En el análisis empírico de la demanda se elige un
camino más simple. Se adopta una forma funcional determinada para la función de gasto(o de
manera equivalente para la función de utilidad indirecta), y se estiman las funciones de
demanda marshallianas correspondientes a esa forma funcional. Resulta entonces sencillo
obtener los parámetros de la función de gasto a partir de las ecuaciones estimadas. El principal
inconveniente es que las funciones estimadas pueden no ser aquellas que mejor se ajusten a los
datos en un sentido estadístico estricto.
Existe un inconveniente importante a la conclusión de que las medidas de las ganancias de
bienestar debidas a cambios de precio, VC y VE, se puedan deducir del conocimiento de las
funciones de demanda marshallianas de un consumidor, de manera que las aproximaciones
mediante áreas bajo la función de demanda marshalliana sean innecesarias. En muchos casos,
donde queremos evaluar los beneficios de las políticas, solo somos capaces de estimar la
función de demanda marshalliana agregada o de mercado, en lugar de las funciones de demanda
individuales de los consumidores. En general, no es posible utilizar la demanda agregada para
inferir algo acerca de los parámetros de las funciones de demanda hicksianas individuales.
E
Ejercicio 3C
1. Vuelva a plantear el análisis del Grafico 3.6 y la interpretación de VC y VE para el
caso en que el precio del bien 1 se incrementa desde p11 hasta p10.
2. Utilidad cuasi-lineal. Supongamos que las preferencias del consumidor pueden
representarse por la función de utilidad cuasi-lineal u=f(x1) + x2 , f’’> 0, f’’< 0.
a) Demuestre que las curvas de indiferencia del consumidor son paralelas
verticalmente, es decir, sus pendientes dependen solo de x1 y no de x2.
b) Confirme que la elasticidad-renta de la demanda del bien 1 es cero y que la VC y
VE para los cambios en p2 son iguales.
c) Demuestre que la utilidad marginal de la renta es independientemente de p1, de
manera que la variación en el excedente del consumidor marshalliano es una
medida del cambio en la utilidad provocado por cambios en p1.
d) ¿Cuál es la relación que existe entre el cambio en el excedente del consumidor
marshalliano y las medidas VE y VC en este caso?
Mercancías compuestas
Si los precios relativos de un grupo ti\.! productos .\1, .,1 •.....t;r g ..�
11, están fijados. entonces pueden tratarse para propósitos <le análisis
de demanda como un producto compuesto individual con un precio dado
por un índice apropiado de los precios de los bienes p1 ..... /'-.:·
Si los precios del grupo de bienes siempre guardan una proporción constante
entre ellos, entonces
Para algunas constantes 𝑘𝑖 , Aquí la elección del bien “l” como el «bien
numerario» es bastante arbitraria. Podemos definir la mercancía compuesta
como x, = \'1 + L� � k,», y tornamos como su «índice» de precios
¡>,. ;:-: ¡>1 (véase también la Pregunta 1. Ejercicio 3D). La idea del
teorema es que si fuéramos a construir el orden de preferencias del
consumidor sobre combinaciones de consumo pertenecientes a la mercancía
compuesta y sobre las demás mercancías, representémoslo mediante la
función de utilidad Í,(.\' , .r.. 1 1 ••••••\.,), v maxirnizárenos esta función
objetivo sujeta a la restricción presupuestaria '/J...;,. + I:j'_,. 1 1 _./>r.r,
= A,f, entonces obtendríamos las funciones de demanda D,.(p,.• ¡>,+ r- ... ,
¡>,,. M), D/p, .. ¡>,, r- ... , ¡,,., M):j- li + I, .. ., de tal modo que las
funciones D. serían exactamente aquéllas obtenidas en el problema
correspondiente con la combinación éte bienes original \,,.\ 1• �":-·
.....t'�,· .... ,-,,). y la función de de- manda para el producto compuesto
sería:
SEPARABILIDAD
El teorema del producto compuesto nos dice que podemos agrupar los
productos unos con otros basándonos en una propiedad de sus precios
relativos. Para el análisis empírico de la demanda es importante conocer las
condiciones bajo las cuales es posible agrupar las mercancías, porque
habitualmente los dalos sólo existen para conjuntos de productos (alimentos,
ropa. transporte, ctc.) más que para los productos individuales corno carne.
camisas ... Desafortunadamente, a menudo no es razonable suponer que los
precios relativos de los componentes de estos conjuntos hayan permanecido
constantes y entonces no se puede aplicar el teorema del producto compuesto.
En dichos casos los supuestos se aplican sobre la función de utilidad.
normalmente algún tipo de hipótesis de separabilidad. Consideramos dos de
dichas hipótesis: la separabilidad débil y la separabilidad aditiva.
k = 1, .... K [Ll.6]
Es decir como funciones solo del vector de precios de los bienes del subgrupo, ¡f,
y el gasto en ese subgrupo solo podriamos encontrar 1\1:. a partir de la solución
completa del problema del consumídor, pero resulta útil saber que las funciones
de demanda del consumidor toman la forma íD.ó). Entonces podernos pensar que
el consumidor en primer lugar asigna de manera óptima los gastos A,Jk a cada
subgrupo de bienes, y después obtiene las demandas para los productos individuales
resolviendo el problema:
Á 1, .... K ¡0.7J
De ID.71 tendremos las K funciones de utilidad indirectas qf(¡l ..H'). que generan la
funcion de utilidad indirecta global:
1 1
11 - 11*(</> (¡, • M1} ..... ,¡/\¡,•, M,ll
Si los precios se mantienen constantes podremos resolver el problema para el óptimo
𝑀𝑘
HOMOTETICIDAD
La función de gasto ll).J2J tiene algunas implicaciones muy fuertes para las
funciones dé demanda. Invirtiendo 111(¡,, 11) para conseguir la función de utilidad
indirecta 11*(¡>, M) se obtiene:
Así, para precios dados, la curva de Engel que relaciona 𝑥𝑖 y M es de nuevo una
línea recta, pero que ya no pasa por el origen. La participación en el gasto ddddddd
ya no es constante y las elasticidades-gasto de la demanda ya no son idénticas e
iguales a la unidad
EJERCICIO 3D
1.