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Intro…

Considerando como tesis inicial, que la ideología es transhistórica y


abstracta, la cual se vuelve material a través de prácticas en las
cuales interpela al individuo en cuanto sujeto, es que el autor establece
que “la ideología no tiene historia”1. En vista de que la ideología es una
construcción imaginaria de la historia concreta, de individuos concretos;
que producen materialmente su historia. En este sentido, la ideología no
tiene una historia propia y es el reflejo de una historia real, así como
también omnipresente e inmutable a través de la historia. Althusser
propone, que la ideología es abstracta en la medida en que la considera
“como concepción del mundo” en gran parte imaginaria, como una ilusión
que se pretende interpretar. Esta “representación imaginaria” de las
condiciones de existencia constituye para Marx una alienación; porque
estas condiciones de existencia son en sí mismas alienantes. Asimismo,
constatamos a partir del texto, como propuesta del autor, que la ideología
existe a través de sus prácticas. Es decir adquiere un carácter de realidad y
se materializa mediante la realización de actos concretos de parte de los
individuos, que permiten el reconocimiento en los sujetos concretos. Dicho
reconocimiento se vincula con una realidad de “reproducción de las
relaciones de producción y de las relaciones que de estas relaciones se
derivan”.2
Siguiendo esta propuesta sobre la ideología, es que establecemos como
segunda tesis que la ideología se presenta como un elemento transversal
que constituye la formación social de las relaciones de producción y la
fuerza de trabajo. Se desprende del texto que para mantenerse en el tiempo,
toda formación social debe reproducir, por un lado, las relaciones de
producción, es decir relaciones de explotación del empleador hacia el
trabajador; y por otro, la fuerza de trabajo especializada y competente para el

1
Althusser, Louis, La filosofía como arma de la revolución, pg. 121.
2
Althusser, Louis, La filosofía como arma de la revolución, pg. 138.
proceso de producción. Ahora bien, ambos requisitos se enmarcan dentro de
las exigencias de la división social del trabajo en donde se establece una
jerarquización de las labores, para lo cual, es necesario que la ideología
dominante sea transversal a los agentes que participan en la producción, con el
propósito de que puedan asumir “...concienzudamente su tarea, sea de
explotados (proletarios), sea de explotadores (capitalistas)...”(Althusser Louis,
1988, P. 102). Para que este último objetivo se cumpla de manera transversal y
evitando las objeciones es que la tercera tesis se constituye como: El Estado a
través de sus ARE y AIE constituyen un mecanismo de reproducción de la
ideología dominante. Debemos entender que en la teoría marxista, el Estado
comprende el gobierno, la administración, el ejército, la policía, los tribunales,
las prisiones, etc. Cuando hablamos de aparato represivo, significa que este
funciona a través de la violencia (directa o indirecta). Por otro lado, entendemos
por ideológico, a cierto número de realidades que se presentan al observador
inmediato bajo la forma de instituciones distintas y especializadas 3 como por
ejemplo: escuelas, iglesias, familia, tribunales, radio, etc. Son estas
instituciones las que establecen una relación “imaginaria” entre los individuos y
sus condiciones reales de existencia. Ante esto el autor nos dice “es por medio
de las formas de la sujeción ideológica como puede preverse la reproducción
de las habilidades de la fuerza de trabajo”. Ahora bien, para Althusser las
instituciones funcionan con una complementariedad entre los aparatos
represivos e ideológicos ya que con la carencia de uno de estos, la
reproducción y conservación del orden establecido por la clase dominante se
haría dificultosa

(parte valeria)

Conclusión:
Althusser plantea que las formaciones sociales deben reproducir sus
condiciones de existencia (relaciones de explotación) a través de los aparatos
ideológicos y represivos antes descritos. Es a través de estos aparatos que se
somete al individuo a la ideología política del Estado. En el mismo sentido, la
escuela (que es representada como un medio neutral desprovisto de ideología)
3
Ídem, Pág. 144
se posesiona como la institución que inculca, enseña y reproduce las
relaciones de producción de una formación social capitalista determinando en
gran parte el tipo de conocimiento (moral y valórico) que recibirá finalmente el
niño.

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